Los albores del

Renacimiento

Roger van der Weyden: «Descendimiento». Museo del Prado, Madrid.
LA SOCIEDAD
El siglo xv está marcado por el signo de la crisis en to-
dos los aspectos. La Iglesia, el poder monolítico y absoluto,
venía debatiéndose en insuperables tensiones internas des-
de las últim_as décadas del siglo anterior, que cu lminan con
el gran Cisma de Occidente: ise su ceden papas y antipapas
cuyo mandato dura tanto como el capricho o la convenien-
cia de quienes los han elegido. Llega a haber hasta tres Pa-
pas simultáneamente y la Cristiandad se divide sin tener idea
cierta de cuál es el «verdadero». Cuando a mediados del si-
glo se normalice la sit uación, la Iglesia estará afectada de
todas las pasiones e intereses humanos y precipitará una
solución cada vez más necesaria: la Reforma.
Crisis económica, ahora definitivamente orientada hacia
la economía monetaria; el imparable desarrollo del comer-
cio y la mentalidad mercantilista traen como consecuencia
inmediata el auge de los mercaderes y negociantes. La so-
ciedad ve encaramarse a los puestos más relevantes a gen-
tes nuevas, burgueses sin linaje ni estirpe aristocrática, por

74 75
el simple poder de su condición económica.
La polarización de las clases sociales, en
que los ricos cada vez son más poderosos
y los pobres más miserables, acarrea crisis
sociales en todos los países. Alemania, Fran-
cia, Inglaterra, España sufren sublevaciones
populares de las clases humildes, diezmadas
por las pestes y devastadas por las guerras.
También asistimos a una importante cri-
sis política generalizada, con enfrentamien-
tos entre los grandes señores de inmenso
poderío feudal y los reyes, que pretenden
adquirir un poder unificado y fuerte. Hacia
finales del siglo lo conseguirán a base de
favorecer a la burguesía, aliándose con ella
frente a los nobles levantiscos. Ello signifi-
ca la instauración de monarquías vigorosas
que tienden a unificar territorios y crear gran-
des entidades políticas; en este momento,
que coincide con nuestros Reyes Católicos,
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se produce el nacimiento del llamado Esta-
do moderno, que deslinda y define las na-
ciones con contornos aún hoy reconocibles.
La ciudad adquiere una importancia des-
tacada en la vida social, pues en ella se des-
arrolla el comercio y la actividad económica,
y la vida ciudadana alcanza su más alta ex-
presión en la Corte de los príncipes y gran-
des señores, donde se entretejen las manio-
bras políticas y los esplendorosos fest ines,
el arte y el amor. La antigua imagen épica
del caba llero como modelo de virtudes va
sustituyéndose por la del hombre de ciudad,
elegante y negociador: el cortesano.
Un hecho de fundamental importancia es
la caída de Constantinopla en poder de los
turcos en 1453: al desplomarse la débil puer-
ta que cerraba el paso a Europa a los pueblos
orientales, surgirá una amenaza cada vez
mayor que irá resucitando viejos miedos que
«El cambista y su mujer».
de Reymerswaele. evi·
dencia la nueva orienta·
ción social de la época.
basada en e l comercio, y
la importancia de las
transacciones económicas.
parecían concluidos con la liquidación en
1492 del reino musulmán de Granada. Las
consecuencias de la expansión del Imperio
turco otomano son de extraordinaria rele-
vancia:
Por una parte, los sabios griegos emi-
grados llevan a Italia la antigua cultura clá-
sica, revitalizando el interés por las ciencias,
la filosofía, la literatura; hay una impresio-
nante revalorización de la Antigüedad clá-
sica, que es lo que llamamos Humanismo
y que constituye la base ideológica del Re-
nacimiento.
Por otra parte, la p resencia de los turcos
cierra el paso para comerciar con la India y
el Extremo Oriente. Ello obliga a la búsque-
da de nuevas vías marítimas que primero El auge comercial y el desarrollo técnico. dos as-
emprenderán los portugueses bordeando pectos capitales de este periodo.
toda Africa en exploraciones sucesivas, y
después España buscando una ruta en sen-
tido exactamente inverso al conocido, lo
que le llevaría al descubrimiento de Amé-
rica.
Los descubrimientos de nuevas tierras
ultramarinas, realizados gracias al perfeccio-
namiento de la brújula y los instrumentos
de navegación, coinciden con los descubri-
mientos científicos. Todo eso es posible
gracias al estímulo del contacto más estre-
cho con la cultura clásica grecorromana
que ahora renace: el hombre, que antes sólo
se justificaba a través de Dios, pasa a sen-
tirse protagonista de la historia, a encontrar
un sentido propio a su propia vida; el razo-
namiento científico empieza a desarrollarse
al margen de la fe.
Las nuevas ideas circu lan gracias a la
imprenta que permite una amplia y relativa-
mente rápida difusión de la cultura y de la
creación literaria .
El siglo xv, que empezó atado a una
Edad Media en sus últimas convulsiones
termina orientándose irreversiblemente aÍ
Renacimiento . Es ya el Renacimiento.
77

Jan van Eyck: Angeles músicos del Tapiz de «La Dama fol Unicornio». París, finales del siglo
Retablo' de Gante (1432).
EL ARTE
A medida que la sociedad se distancia
de los esquemas medievales, el artista va
despertando su interés por los temas del
mundo que le rodea. La ascensión de la bur-
guesía al primer plano de la vida social, fa.
vorece una dirección del arte hacia un sen-
tido ya no exclusivamente religioso; pero
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también los nuevos destinatarios de ese arte
lo utilizan como objeto mercantil e imponen
su forma de entender el mundo, objetiva y
realista. Frente a ello, estimulado también
por las nuevas ideas del Humanismo, el ar-
tista acabará adquiriendo noción de su pro-
pia singularidad e individualidad; de esta idea
de ser especial surgirá el concepto del <<ge-
nio».
La hegemonía política e ideológica que
Francia había tenido en épocas anteriores
ahora es asumida por el Ducado de Borgoña,
Flandes y los Países Bajos, aproximadamen-
te lo que hoy es Holanda y Bélgica: allí se
instalan ricos centros comerciales e indus-
triales como Gante, Bruselas y Amberes don-
de predomina un ambiente de lujo y riqueza
que sólo tiene equivalente con las ciudades-
república de Italia. En ambos polos se des-
arrollará paralelamente un arte que busca
nuevas formas de expresión y transforma sus
procedimientos; pero mientras en la región
flamenca se ensayan las últimas posibilida-
des de renovación de los supuestos medie-
vales, los italianos sientan las bases para la
plen itud del Renacimiento.
La arquitectura franco -flamenca lleva el
gótico hasta sus últimas consecuencias, re-
cargándolo de ornamentación hasta lo inve-
rosímil con curvas y filigranas que se tejen
y destejen en una sensación de movimien-
to dislocado y que, inevitablemente, evoca
la confusa situación política y social que vive
en ese tiempo Europa. Igual que la escul-
tura, la pintura se acerca cada vez más al
naturalismo, al detalle, al gusto por lo fami-
liar. En todos los lugares de Europa, salvo
en Italia, se había ido abandonando la pin-
tura mural a medida que las grandes pare-
des del románico fueron sustituyéndose por
las vidrieras y vanos del gótico; la escuela
f lamenca pinta sobre tabla y emplea el óleo,
lo que produce una gran brillantez y una in-
tensa sensación de realidad al poder pintar
los distintos matices y texturas de la materia,
y dicha técnica al perfeccionarse y difundir-
se facilitará un revolucionario avance en el
arte pictórico.
Los temas de la pintura flamenca siguen
siendo preferentemente religiosos, pero ya
aparecen abundantes escenas profanas. Su
interés por pintar la realidad al natural hace
destacar el retrato y el paisaje. Los primeros Memling: Angel mus1co del Retablo de Néjera.
grandes representantes del estilo flamenco (c. 1480). hoy en Amberes.
79
 son los hermanos Hubert y Jan VAN EYCK,
en la primera mitad del siglo xv , cuya obra
más importante es el Retablo del Cordero
Místico, en Gante. Sus continuadores son
el llamado Maestro de Flemalle, Hans Mem-
ling y, sobre todo, Roger VAN DER WEYDEN
que da a sus obras un intenso sentido paté-
tico, lleno de ritmo suntuoso y colorido, co-
mo en el célebre Descendimiento que po-
demos admirar en el Museo del Prado donde,
además, hay muchas otras magníficas obras
de los pintores antes citados y de los ita-
lianos de la misma época.
La genuina esencia del Renacimiento se
encuentra en Italia, y especialmente en Flo-
rencia; desde allí, durante el siglo xv se va
extendiendo su influencia a otras regiones
Escuela de Jan van Eyck: «La fuente de la Gra-
cia» (detalle). Hacia 1430. Madrid, Museo del Prado.
80
italianas y, finalmente, al resto de Europa ,
preparando la gran expansión renacentista
del siglo XVI. En Italia la pervivencia de la
tradición clásica fue constante, lo que im-
primió un estilo especial a su arte románico
y gótico , próximo al recuerdo de las formas
clásicas.
Los estudios humanísticos y el descubri-
miento de un antiguo tratado sobre arqu i-
tectura propulsaron las primeras realizacio-
nes artísticas ya puramente renacentistas,
que se originaron en la próspera ciudad de
Florencia, gobernada por la familia Médicis,
poderosos banqueros qlje fomentaban las
ciencias y las artes. Para esa ciudad realizó
BRUNELLESCHI entre 1420 y 1434 la gran cú-
pula de 42 metros de diámetro que cub re la
iglesia de Santa María de las Flores. Bru-
nelleschi y León ALB ERTI establecen así las
bases de la gran arquitectura renacentista
preocupada en hallar el ritmo de las líneas y
las masas y basada en la exactitud de las
proporciones, consiguiendo un conjunto de
estructura maciza y grandiosa donde reina
el más sereno equilibrio .
La escultura italiana se desprende del
marco arquitectónico y adquiere libertad
propia. DONATELLO humaniza la expresión clá-
sica y realiza la primera estatua ecuestre del
Renacimiento; VERROCCHIO es aún más rea-
lista, preocupado por la anatomía y el estu-
dio de las expresiones corporales, como en
su David o la estatua del Condottiero Col-
leoni.
La pintura, que encontraba antecedentes
en Giotto, muestra su tránsito al Renaci-
miento con FRA ANGÉLICO, aún vinculado al
medievo pero lleno de delicada y lírica reli-
giosidad. Ya en la segunda mitad del si-
glo XV, el dominio de la técnica al óleo im-
portada de la escuela flamenca permite la
búsqueda de la representación del espacio y
de la luz, dando lugar a gran diversidad de
tendencias y estilos individuales. Sandro
BOTTICELLI se distingue por su elegancia y el
equilibrado en canto de sus composiciones,
en las que explota con gran delicadeza te-
mas mitológicos. Andrea MANTEGNA destaca
en su empeño por resolver problemas de
perspectiva y rel ieve.
Fran cia y Alemania permanecen hasta
casi el siglo XVI bajo la influencia flamenca.
Tiene g ra n importancia la figura del alemán
Alberto DURERO por su pintura y por sus gra-
bados, uniendo la tradic ión gótica alemana
a las nuevas formas ren acentistas.
En Portugal y España, el tránsito del gó-
t ico arquitectónico al renacimiento, equiva-
lent e del gótico fla mígero francés, viene a
ser el estilo manuelino en Portugal y el pla-
teresco español , así llamado por la desbor-
dante ornamentación y riqueza decorativa
de fachadas y puertas que parece propia de
labores de orfebrería . En la escultura espa-
ñola , la transic ión al n uevo estilo se da con
Damián FORMENT, Ba rtolomé ÜRDÓÑEZ, Gil
de SILOÉ y el ta mbi én arquitecto Diego de
SILOE, mientras que la pintura de influencia
flamenca está representada por Lluis DALMAU
en Catalu ña-Aragón y Fernando GALLEGO y
Pedro BERRUGUETE en Castilla. Brunelleschi: cúpula de Sta. M aria de las Flores. en
Florenc ia .
int erés, inspirándose en el idealismo de Pla-
tón y tratando de llegar a una síntesis de los
LA LITERATURA postulados paganos y cristianos en cuanto
a la concepción del mundo y del hombre.
Nunca antes había alcanzado la literatura
Esta corriente humanista se refleja es-
ta nta importancia y difusión como al f inal
pléndidamente en la obra del holandés ERAS-
de esta época. El hecho fundamental que lo
MO de Rotterdam (1 456-1535) y del inglés
hace posible es, ya lo d ijimos, la imprenta,
Thomas MOORE (1478-1535). El primero en su
que se desarrolla con gran rapidez. También
Elogio de la Locura y el segundo en su igual-
es importante la labor de algunos mecenas
mente célebre Utopía, resalta n los valores
que financian la creación de grandes biblio-
intelectuales y morales del hombre, expre-
tecas a las que dotan de las novedades lite-
sando su fe en su capacidad de raciocinio
rarias y científicas que va n apareciendo .
y bondad, y defend iendo el pacifismo y la
El Hu manismo fomenta los estudios clá- libertad del hombre frente a todo aut orit a-
sicos y, entre ellos, la filosofía adquiere gran rismo opresivo.
81

Toda la gracia
del Renaci-
miento italia-
no se conden-
sa en las deli-
cadas figuras
de Botticelli,
como en ese
«Nacimiento
de Venus»,
prodigio dr
movimiento y
ritmo.
Otra forma de entender los nuevos tiem-
pos que el Renacimiento inauguraba nos la
ofrece Nicolás MAOUIAVELO (1469-1527) que
en ((E/ PríncipeJJ hace un retrato del gober-
nante renacentista donde resalta va lores co-
mo la astucia, el cálculo y la consecución
de los fines propuestos aunque sea a través
de medios censurables. Con esta obra se
sientan las bases de la moderna teoría po-
lítica.
La importancia de Martín LUTERO no se
ciñe sólo al aspecto religioso, sino que se
extiende también al literario y al musical;
tradujo parte de la Biblia al alemán, enrique-
ciendo esa lengua y creando un modelo
gramatical que perduraría mucho tiempo.
También tradujo diversos cánticos religiosos
a los que él mismo puso música de mane-
ra que los fieles pudiesen entonarlos, crean-
do así el coral protestante, del que habla-
remos en su momento.
82
Además de la literatura directamente vin-
culada con las ideas humanistas, durante
todo el siglo XV se produjo un intenso mo-
vimiento literario que tuvo su centro en Italia
y se fue propagando al resto de Europa. Los
antecedentes estaban ya en Petrarca y Dante,
y la influencia de estos dos poetas en las
cortes literarias del siglo XV es muy intensa.
El nuevo estilo de vida tiene su mejor ejem-
plificación en la obra de Baltasar CASTIGLIONE.
cuyo título ya expresa la nueva concepción
y dimensión social del hombre: El Cortesano,
que nos sirve de inmejorable guía para co-
nocer las maneras renacentistas, las aficio-
nes, el comportamiento, la idea platónica del
amor, etc. Otro género singularmente fe-
cundo empieza a desarrollarse partiendo de
los breves cuentos medievales (Chaucer,
Bocaccio, etc.): la novela, que en siglo XV
está orientada hacia aventuras caballeres-
cas y en el XVI se impregana de lirismo y pre-
fiere el tema amoroso y pastoril. Por su par-
te, el género épico encuentra excelentes con- y XVII; pero el verdadero tránsito al Rena -
tinuadores que lo renuevan, como BEMBO, cimiento es La Celestina de Fernando de
Tocuato TASSO y Ludovico ARIOSTO o el por- ROJAS, publicada en 1499, que ha sido una
tugués Luis de CAMOES. de las obras que más ha infl uido en la lite-
En Francia, el Humanismo encuentra su ratura española, crea ndo además un tipo
expresión a través de La Pléyade, un grupo característico.
de literatos que busca su inspiración en los El teatro, que tenía sus orígenes en las
temas de la épica clásica o en la poesía de representaciones litúrgicas medievales, halla
Petrarca , como RONSARD. su vínculo con el Renacimie nto a través de
La poesía española del siglo xv también Lucas FERNANDEZ y Juan de la ENCINA. Am-
está bajo influencia de la escuela petrar- bos fueron excelentes músicos, los dos de
quista, y así se pone de manifiesto en los Salamanca y el primero de ellos catedrá-
varios Cancioneros que la recopilan . Estos tico de música de su Universidad; Lucas Fer-
cancioneros son antologías que recogen , nández está aún apegado a la tradición me-
obras de varios poetas cortesanos de ten- dieval, pero Encina (1468-1530) es ya un ver-
dencias muy diversas y que también inclu- dadero humanista y viajó a Roma, donde
yen poesía de tipo tradicional. Su propio estuvo varios años. La música, la poesía lí-
nombre nos indica la importancia que la mú- rica y la dramática son inseparables en Juan
sica tenía en estas obras. de la Encina, donde se alían por igual lo po-
Jorge MANRIOUE es el autor de las cono- pular-tradicional y las más vanguardistas ten-
cidas Coplas a la muerte de su padre, llenas dencias del Renacimiento italiano, anuncian-
de melancolía y de profunda elegancia, don- do lo que será inmediata realidad en la cul-
de los elementos medievales aparecen con- tura literaria y musical española del siglo XVI,
de la que hablaremos en el capítulo dedi-
jugados con otros ya renacentistas. Lo mis-
cado a España.
mo ocurre en la obra del Marqués de SAN-
TILLANA, cuyas serranillas son estilizaciones
cultas elaboradas sobre temas populares.
La poesía satírica, que no podía faltar en la
turbulenta vida social española del siglo xv,
está representada en las Coplas de Mingo
Revulgo y en la impresionante Danza de la
Muerte, mientras la poesía popular se ex-
presa a través de los romances: poemas de
estilo directo, vivo, sencillos de estructura
y aptos para ser cantados, que recogían frag-
mentos de las antiguas leyendas épicas.
Si la poesía culta se produce bajo la in-
f luencia italiana, en la prosa se imponen los
modelos latinos, que contribuyen a dar soli-
dez al lenguaje y que poco a poco van dando
entrada a formas más cercanas al habla po-
pular. La novela sentimental cristaliza en la
Cárcel de Amor, de Diego de SAN PEDRO,
uno de los libros más leídos en los siglos xv1
Erasmo de Rotterdam pintado por H. Holbein.
LA MUSICA*
El predominio de Francia en la música
europea queda sustituido por la cada vez
mayor influencia de los industriosos pue-
blos de la Europa Septentrional. El opu-
lento nivel de vida de sus clases más
favorecidas va a permitir que los podero-
sos contraten y mantengan permanen-
temente a una serie de músicos para su
servicio personal, que constituyen lo que
se llama la «cap11/a)), a imitación de las
que existían en las Catedrales para acom-
pañar con su música los oficios religio-
sos.
Estas capillas musicales estaban cons-
tituidas por cantores e instrumentistas
(llamados «ministnles;;) cuyo número era
muy variable y dependía de la afición y
de las posibilidades económicas de quien
los mantenía; un promedio de unos quin-
ce cantores y cinco o seis instrumentis-
tas puede darnos una idea aproximada.
Muy pronto se hizo corriente que, ade-
más de los músicos al servicio de la Igle-
sia, también los príncipes y los nobles
de toda Europa tuviesen su propia ca-
pilla de música que amenizaba sus fies-
tas, sus viajes, y que incluso servía como
elemento de ostentación.
• No debe olvidarse que los músicos todavía estaban considerados como una especie de servidores, sea para
la Iglesia o para entretener a los poderosos; en muchos casos no se han conservado te~timonios que nos den datos
de su vida, e incluso las fechas de su nacimiento y muerte son muchas veces un m1steno para nosotros, aunque los
estudios musicológicos van aclarando cada vez más sus biografías. Las fechas de nacimiento y muerte que f iguran
junto a los músicos más destacados no son siempre exactas, sino que en algunos casos se han establecido aproxi-
madamente.
84
La música del siglo xv es muy cos-
mopolita y de notable uniformidad; pre-
sidida por la influencia de la escuela fran-
co-flamenca, se difunde a todas las áreas
cultas y produce resultados artísticos se-
mejantes en las diferentes naciones de
Europa, sin que podamos hablar de es-
cuelas locales bien definidas hasta alcan-
zar los últimos años del siglo, cuando la
influencia del estilo italiano sustituye a
la flamenca, aunque, curiosamente, se-
rán músicos flamencos los primeros en
asimilar y difundir esas nuevas maneras.
La música del siglo xv concede ya
una gran importancia a los temas pro-
fanos, pues sus autores ya no dependían
exclusivamente de la Iglesia. Las for-
mas de composición que tenían orígenes
litúrgicos, como el motete, ahora se usan
indistintamente para obras de sentido
completamente ajeno a lo religioso. La
influencia del humanismo a lo largo del
siglo, que tiende a revalorizar la impo r-
tancia del hombre frente a la absorbente
y totalitaria presencia divina, favorecerá
esa tendencia.
Con la sustitución del pergamino por
papel, la escritura musical ya no puede
hacerse con los grandes cuadrados ne-
gros de las notas, pues se emborrona
toda la partitura; la solución consiste en
-·-·~l~
J{..~ o: ~ ~---
-•- --~ - f
dibujar sólo el contorno de las notas.
~-p
p - -- 'rtt~
Este sistema de escritura, la notación
mensura/ blanca, viene a ser ya prácti-
camente el que todavía hoy usamos.
Los últimos avances del Ars Nova
francesa y la influencia italiana alientan
la obra del primer compositor importan-
te del siglo, el inglés John DUNSTABLE,
muerto en 1453. Esa misma herencia de
estilo francés e italiano se encuentra en
los orígenes de la escuela flamenca.
LA ESCUELA FRANCO-FLAMENCA
El auge de los mus1cos flamencos,
además de las razones de desarrollo eco-
nómico antes señaladas, fue posible tam-
bién gracias a una sólida organización
de la profesión musical: los juglares am-
bulantes fueron estableciéndose poco a
poco en las ciudades a medida que éstas Partitura de Kyrie de la misa Ave Regina Caelorum.
de Guillaume Dufay. La notación blanca es y a capaz
van cobrando auge desde los siglos XIII de expresar todas las sutilezas exigidas por la
y XIV y allí se organizan en corporacio- técnica mus ical de la escuela flamenca. Compáre-
se con las notaciones de las págs. 43, 44 y 65.
nes y gremios. Además, la edificación
de las grandes catedrales llevó aparejada
tables misas y, sobre todo, de música
la creación de escuelas de canto y mú-
cortesana todavía con resabios de la es-
sica que pronto adquieren gran impor-
cuela francesa. Contemporáneo suyo es
tancia . A esto se suma en seguida la ya
Gillaume DU FAY (1400-1474) que viajó por
mencionada proliferación de capillas pri-
Francia e Italia y compuso varias misas
vadas de los grandes señores que imitan
y numerosas piezas lit úrgicas y motetes
las de los Papas y las de las catedrales.
y canciones de tema religioso o profano.
De esta manera, en el primer tercio del
Hasta este momento , 'el canto litúr-
siglo xv florece la primera generación
gico había sido la base de la música po-
de compositores flamencos.
lifónica: primero como «voz principal»
A esta primera generación pertenece sobre la que se hacía otra melodía nota
Gilles BINCHOIS (1400-1460), autor de no- contra nota, y luego más tarde como
85
«tenor» estilizado sobre el que elabora-
ban otras voces con cada vez mayor in-
dependencia . Pero a mediados del si-
glo XV, esa independencia es ya prác-
ticamente absoluta y el sólido «tenor»
de melodía litúrgica va perdiendo cada
vez más sentido e, incluso, entorpece
el desarrollo de las otras voces, conce-
bidas con criterios melódicos más mo-
dernos que las viejas entonaciones gre-
gorianas.
Dufay, dándose cuenta de ello, eli-
mina ese tenor o canto llano y en su lu-
gar pone canciones populares de su épo-
ca tratados de igual modo que los anti-
guos tenores, es decir, dando a las notas
Dufay y Binchois. Miniatura de «Le Champion des
Dames». París, Bibl. Nationale.
86
valores largos y dejando que las otras
voces se muevan con ligereza en un con-
trapunto muy florido. Una de esas can-
ciones era «L 'homme armé)) y Dufáy la
utilizó como tema para una de sus misas;
en adelante, durante más de un siglo,
casi todos los polifonistas compusieron
también otras misas sobre esa misma
canción y sobre otras también muy co-
nocidas.
LA SEGUNDA GENERACION
Con Jan van ÜCKEGHEM (1430-1495),
discípulo de Dufay, se abren nuevas
perspectivas para el arte polifónico. Si
hasta aquí la polifonía se había venido
elaborando a partir del contraste abso-
luto entre voces principales y secunda-
rias, a partir de ahora va a cobrar gran
importancia un procedimiento derivado
del canon que venía practicándose desde
tiempo atrás. En el canon sólo existe
una voz que se acompaña a sí misma en
entradas sucesivas, lo que obliga al com-
positor a trabajar construyendo su obra
compás a compás en todas las voces si-
multáneamente, en vez de hacerlo según
la técnica del «canto llano)) o tenor que
ya conocemos, consistente en superpo-
ner toda una voz completa que se añade
a otras y así sucesivamente.
Ockeghem sigue un camino que con-
duce a la combinación de la técnica del
canto llano y la del canon, iniciando una
nueva era en la historia de la composi-
ción musical, a base del contrapunto
imitativo. En él, las voces participan por música donde apenas hay emoción hu-
igual de la «sustancia temática», pues el mana, falta de todo dramatismo y afec-
canto llano, litúrgico o no, se descom- tividad, sustituidos éstos por el cálcülo y
pone en frases cortas que el compositor el placer de ejercitar una técnica que ya
utiliza como gérmenes temáticos y que se sabe dominada.
distribuye por toda la obra pasándolo de
una voz a otra en una cadena de imita- Josquin des Prés. Grabado en madera.
ciones resueltas con toda libertad con-
trapuntística.
Fueron multitud los discípulos de Oc-
keghem que divulgaron este nuevo pro-
cedimiento por toda Europa: Pierre de
la RUE, Loyset COMPERE, Jean GHISELIN
y el célebre Jacob ÜBRECHT (1452-1495),
maestro de Erasmo y poseedor de una
gran sensibilidad y sentido de la forma.
Pero, sin duda alguna , la culminación
de la nueva estética se produce con Jos-
quin DES PRES.
JOSOUIN DES PRES (1450-1521)
Discípulo de Ockeghem, desde muy Con Josquin des Prés la música cobra
joven le encontramos en Italia: Milán, una fuerza expresiva de la que hasta en-
Roma, Módena y Ferrara y también en tonces carecía. Josquin, impregnado de
Cambrai y París. Su fama fue inmensa espíritu italiano y humanista, supera el
y su obra tuvo una enorme influencia en espíritu medieval de la música basada en
la música inmediatamente posterior. reglas abstractas y deja flu ir su inspira-
ción con libertad. Su obra tiene una gran
El estilo flamenco, según se practicó
en tiempos de Ockeghem, había alcan- elegancia cantable, pues con él se em-
zado un gran refinamiento, pero era una pieza a prestar atención al texto que se
música algo artificiosa en la que lo im- canta y se intenta representar su sentido
mediante un simbolismo musical.
portante era poner de manifiesto la sabi-
duría contrapuntística del autor, que se La música con Josquin des Prés deja
entregaba gustoso a resolver difíciles de ser un hábil oficio para convertirse
problemas especulativos. Pero era una en un arte auténtico.
87
 Heinrich ISAAC (1450-1517) tiene una es-
pecial importancia en la música italiana
del Renacimiento, pues puso la sabiduría
t écnica de la escuela flamenca al servi-
cio de las formas semipopulares italianas
que tanto auge adquirirían en el siglo XVI.
En Alemania, la figura de Ludwig SENFL
(1490-1543) inicia el acercamiento de la
música germana a las corrientes renacen-
tistas europeas.
1517) que desarrollaron un est ilo orna-
mental propio.
Por otra parte, mient ras que los ins-
trumentos «bajos)) (de suave sonido) son
los preferidos para el acompañamiento
de canciones y motetes, los inst rumen-
tos «altos)) (de sonido potente ) afianzan
su personalidad estrictamente instru-
mental, sobre todo como acompañan-
tes de ciertas danzas para las q ue apa-

LA MUSICA INSTRUMENTAL Fra Angélico: Angel m us1co del Retablo de la

LA EXPANSION DEL
ESTILO FLAMENCO
La madurez alcanzada por el arte fla-
menco en la segunda mitad del siglo XV
le hizo ser aceptado en todas partes, di-
vulgado por los músicos de los Países
Bajos en un constante ir y venir que po-
ne de relieve el cosmopolitismo e inter-
nacionalismo de este arte, pues en todas
las capillas importantes de cualquier lugar
de Europa se procuraba tener los más
Memling: Angeles músicos del Retablo de Nájera
(c. 1480), hoy en Amberes.
destacados músicos, produciéndose un
fecundo intercambio entre Francia , Italia ,
Borgoña, Portugal, España y Aleman ia.
Entre estos músicos se encuentra
Alejandro AGRICOLA ( 1446-1505) que ha-
bía estado en Italia antes de pasar a Espa-
ña (donde murió) con la capilla de Felipe
el Hermoso, de la que formaba part e.
Dejó un volumen de misas impresas y
consolidó el estilo de la polifonía flamen-
ca, que contribuyó a difundir en Espa ña.
M adonna dei Linaiolí (1433). Florencia, M useo de
San Marcos.
Hasta mediados del siglo xv, los ins-
trumentos intervenían en la música vocal
doblando a las voces o sustituyendo al-
gunas de ellas, pero el desarrollo pos-
terior de la polifonía y el perfecciona-
miento de las obras corales hace que los
instrumentos adquieran también una im-
portancia propia y ello conducirá a una
estética particular, fundamentada en las
posibilidades del instrumento y conce-
bida para él.
Partiendo de la simple transcripción
de obras vocales para ser tocadas con
instrumentos, el auge de la música ins-
trumental pura se alcanzará en el si-
glo XVI. No obstante, ya desde el si-
glo XIV venía forjándose una cierta tra-
dición de música instrumental a partir
del órgano, cuyo más destacado repre-
sentante fue Francesco Landino; en el
siglo XV su herencia es recogida por
los organistas alemanes Conrad PAU-
MANN (1410c1473) y Arnold SCHLICK (1460-

88 89
 rece un conjunto muy característico for-
mado por tres o cuatro instrumentos:
chirimía, bombarda y trompeta o saca-
buche (trombón).
Mientras que en la práctica medieval
la intervención de los instrumentos se
hacía por adición, es decir, añadiendo
unos timbres a otros en un conglome-
rado imprevisible, el concepto musical
del Renacimiento tiende a agrupar ins-
trumentos del mismo o semejante tim-
bre, creando nuevos modelos que for-
man familias completas desde el registro
grave al agudo. Así sucede con las bom-
Conjunto característico de instrumentos de «mú-
sica alta»: trompetas y chirimías o bombardas.
90
bardas, las flautas, las violas, etc., de
manera que los distintos miembros de
una familia se podían agrupar para tocar
música polifónica.
Otros instrumentos, por el contrario,
son aptos para tocar varias notas a la
vez, como el órgano, el clavicémbalo o
el laúd, y a partir de ellos se irán des-
arrollando técnicas de virtuosismo ins-
trumental.
LOS GENEROS MUSICALES
El siglo xv, el gran siglo de la poli-
fonía flamenca, encuentra su mejor me-
dio de expresión a través de la misa. Este
género, magistralmente inaugurado por
Machaut el siglo anterior, se convierte
en un campo idóneo de experimentación
para el nuevo estilo imitativo. Compues-
ta para cuatro o cinco voces, sus dis-
tintas partes se relacionan mediante el
tema elegido por el compositor, que
puede ser una melodía gregoriana o una
canción popular, y tratado según el pro-
cedimiento imitativo que describimos
antes .
El tipo de motete del Ars Nova sigue
componiéndose en las primeras décadas
del siglo XV, pero pronto se simplifica
y las voces cantan el mismo texto, luego
abandona también la rígida estructura
del tenor y el tenor se diluye entre las
voces según el procedimiento imitativo.
Se prescinde del acompañamiento ins-
trumental y, hacia finales del siglo, el
motete vuelve a ser una obra de carác- Los reyes de Aragón y Cataluña fue-
ter puramente religioso. Con Josquin, ron grandes protectores y amantes del
el motete se libera del formalismo contra- arte musical y, a partir de Alfonso V el
puntístico típico de la escuela flamenca Magnánimo, rey también de Nápoles,
y se desarrolla con una amplitud y expre- los contactos con la Ital ia renacentista
sividad que anuncia las grandes obras se intensificaron enormemente. Las ca-
de Palestrina o Lasso en el siglo siguiente.
La contrapartida a las formas cultas
y complicadas de la escuela flamenca
se encuentra en la revitalización de la
melodía silábica con armonías simples
frente al enrevesado contrapunto. Esta
reacción estuvo favorecida por las ideas
humanistas que buscaban una forma de
simplificar el abigarramiento a que había
llegado la polifonía flamenca y que en
ocasiones hacía imposible seguir el sen-
tido del texto. A partir del patrimonio
autóctono de los diversos pueblos, al
contacto con la técnica artística de los
flamencos, se cultivaron una serie de
géneros de carácter semipopular como la
chanson en Francia , la frottola en Ita-
lia, el lied en Alemania y el villancico en Agostino d i Duccio: Bajorrelieves del Templo Ma-
latestano (1450). Rími ni.
España .
ted rales de Barcelona, Tarragona y Va-
ESPAÑA lencia y los monasterios de Montserrat
y Poblet mantenían capillas musicales y
desarrollaban una intensa vida musical.
El desarrollo temprano de la polifo-
nía en España con el Códice Calixtino y, Por su parte, los reyes de Castilla fo-
posteriormente, con el de Las Huelgas, mentaban también la música en sus
se corresponde en el siglo XV con el in- cortes, donde se practicaban los últimos
tenso intercambio cultural entre los reyes refinamientos tanto en danza como en
de Aragón y Castilla, y Borgoña, Francia canciones, según se puede ver por in-
e Italia que permitió a los músicos es- sistentes testimonios de diversas cró-
pañoles estar perfectamente al día de la nicas históricas. Especial relieve adquirió
vanguardia musical europea. la práctica musical en el último tercio del
91

siglo, la época de los Reyes Católicos,
que contaban con una nutrida capilla de
cantores y ministriles; la reina Isabel daba
singular importancia a la educación mu-
sical de sus hijos, para los que hizo venir
profesores que les enseñasen a danzar,
cantar y tañer instrumentos.
La obra de los polifonistas flamencos
fue muy bien conocida y apreciada en
España; uno de los más importantes can-
cioneros, el de la Catedral de Segovia,
recoge numerosas obras de Obrecht,
Ockeghem, Agrícola e Isaac, que influ-
yeron grandemente en nuestros com-
positores, como Juan CORNAGO.
Sin embargo, los músicos españoles,
aunque conocían y practicaban la téc-
nica de los flamencos, mantuvieron un
estilo propio, más cercano a las formas
de carácter popular, como el villancico
y el romance, y con procedimientos mu-
sicales menos complicados que los fla-
mencos, alcanzando una gran sobriedad
y fuerza expresiva. Entre estos compo-
sitores españoles de finales del siglo XV,
cuyas obras se encuentran recopiladas
en los magníficos cancioneros de Pala-
cio y de la Biblioteca Colombina, des-
tacan Francisco PEÑALOSA, Juan ESCO-
BAR, Juan de ANCHIETA y Francisco de
la TORRE.
Pero entre todos ellos, el más impar-
92
el Hermoso, constituye la base de la
magnífica escuela española que, tanto
en música vocal como instrumental, será
tante es Juan DE LA ENCINA. Nació en
Salamanca en 1468 donde se graduó en
derecho, llegando a ser capellán del coro
de la Catedral en 1490. Dos años des-
pués pasa al servicio del Duque de A lba
y hacia 1500 marchó a Roma donde fue
muy bien acogido por el Papa Alejan-
dro VI y sus sucesores Julio II y León X.
Hombre de gran vitalidad y apego a la
vida mundana, pasó en Roma muchos
años y peregrinó luego a Jerusalén; a
su vuelta, ya cincuentón, parece reman-
sarse su intensa vida y, de regreso a Es-
paña, falleció en León a finales de 1529.
El estilo musical de Juan de la En-
cina es directo, ajeno a las alambicadas
sutilezas de la polifonía flamen ca; se ex-
presa a través de formas sencillas: el vi -
llancico y el romance, que compone con
una armonía a base de acordes, ritmos
animados y breves frases bien definidas.
La técnica es muy fluida y su mejor mé-
rito radica en su sencillez. Excelente poe-
ta y dramaturgo, utilizó textos propios
para su música, con la que en ocasiones
acompañaba sus representaciones es-
cénicas.
Indudablemente, la escuela de músi-
cos castellanos y valenciano-catalanes
surgida en torno a los Reyes Cat ólicos,
enriquecida en el posterior contacto con
los músicos flamencos que trajo Felipe
admiración de Europa en el siglo siguien-
te y a cuyo estudio se dedica el capí-
tulo VII.
SINTESIS
- Auge de la burguesía. Economía monetaria. Desarrollo del comer-
cio.
- Crisis sociales e instauración de monarquías .fuertes. Creación
del estado moderno.
- Revalorización de la Antigüedad Clásica, Humanismo ( Erasmo,
Vives). El propio hombre pasa a ser centro de la atención
humana, desplazando la imagen teocéntrica medieval.
Descubrimientos científicosy geográficos. Difusión de la imprenta.
Ultimo arte gótico (.flamígero). Escuela .flamenca : Hermanos
Van Eyck, Roger Van der Wryden. Naturalismo, realismo bur-
gués. Primeros artistas renacentistas italianos: Brunelleschi, Do-
natello, B oticelli.
- Vida musical centrada en torno a las capillas eclesiásticas o
cortesanas. Importancia de los temas no religiosos.
- Escuelafranco7ilamenca : Binchois, Dujay, Ockeghem. Desarro-
llo del contrapunto imitativo. Habilidad técnica.
- J osquin des Prés: la música como intento de expresión de senti-
mientos.
- M úsica instrumental; escuela organística alemana.
- Géneros de carácter más popular frente a las complicaciones
del contrapunto .flamenco : frottole, villancicos, c/zansons.
- Escuela española, con influencias .flamencas, en torno a las
cortes de Castilla y Aragón. Cancioneros. Juan de la Encina,
Anchieta, Peña/osa.
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