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Carlos Elías Butrón

Los conquistadores psicópatas


Los conquistadores psicópatas
®Derechos reservados
Índice
Advertencia
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Bibliografía
Advertencia

Decidimos titular este trabajo Los Psicópatas Conquistadores, sabiendo de


antemano que el termino psicópata no está perfectamente definido en la
psiquiatría clínica, y que estudiosos de la mente humana anormal no lo han
definido perfectamente, ya que es tan difícil ubicar a un individuo con
digamos esa patología, que inclusive la medicina psiquiátrica y la
psicología no se han puesto de acuerdo en quién puede ser un psicópata.
Advertimos que en este trabajo tomamos el termino psicópata como se
conoce comúnmente a un individuo que por su conducta en su vida actuó
con evidente desprecio con sus congéneres, haciendo gala de una crueldad
inusitada para lograr sus propios fines, sin importar los motivos que pudo
tener para cometer grandes atrocidades, y no por sus digamos características
patológicas.
Nos ocupamos de un grupos de aquellos peninsulares que no españoles,
pues el termino español no existía, digamos que estaba en proceso de
formación, y por demás los que fueron los llamados conquistadores quizás
ni les importaba que fueran de esa parte de Europa.
Se ha dicho mucho que esos rudos hombres fueron simplemente hombres
de su tiempo, lo que nos parece simplemente ramplón, ya que no todo
hombre de esa época actuó con desprecio a sus congéneres y no todos los
llamados conquistadores actuaron salvajemente, no nos referiremos por
ahora a ese grupo de personas que se espantaron con la barbarie desatada
por esos donnadies que llegaron con ímpetus de obtener fortuna, pero sobre
todo lograr un reconocimiento para ser alguien en esa digamos sociedad
anquilosada, actuando como verdaderos bárbaros en las llamadas conquistas
americanas.
Repetimos usamos el término de psicópatas como se entiende
popularmente, no en términos de especialistas de los estudiosos de la mente
humana, sin embargo para ubicar al lector realizamos una referencia breve
de lo que podría considerarse como psicopatía, y será el mismo lector que
diga si los donnadies que nos llegaron de Europa por esos tiempos eran
verdaderos enfermos o simplemente eran hombres crueles y salvajes.
En este texto que principalmente tratamos a los llamados conquistadores del
área de Mesoamérica, también hacemos algunas referencias a otros
peninsulares que actuaron de la misma manera en el centro y sur de
América, simplemente para que el lector vea que lo que aconteció en la
llamada Nueva España no fue exclusivo de los peninsulares que llegaron a
estas tierras, pareciendo que ese grupo de donnadies que en España se
empecinan en ponderar como hidalgos realizaron una gran hazaña digna de
pasar por alto sus crueldades y abusos.
En nuestro texto no simplemente hacemos una relación de esos hechos que
en tiempos modernos serían delitos y por lo tanto punibles, y si no son
delincuentes es porque simplemente en esa España que no salía de la edad
media no fueron catalogados por el tipo de delitos que merecían verdaderos
juicios, no residencias como era la inveterada de aquellos tiempos, síntoma
de un laxa sociedad que muchos se empecinan en tomar como referencial
frente a los amerindios como civilización, justificando a esos hombres que
hemos llamado coloquialmente como psicópatas y que según prefieren
pensar que vinieron a civilizar a grupos de salvajes que practicaban los
sacrificios humanos y la antropofagia, como si eso fuera la justificante para
actuar como hordas de salvajes, haciendo gala de peores crueldades de las
que cometían los amerindios en estas tierras.
De alguna manera sostenemos que los conquistadores eran donnadies en esa
Europa medieval y que indudablemente esos ponderados, obviamente en
España hidalgos los movió el afán de riqueza, pero principalmente en
realidad los impulsó en su cruel actuar el lograr ser alguien en esa sociedad
anquilosada por su propia costumbre, ya que poca movilidad social había
por aquellos tiempos. No solo no había posibilidad de ascender socialmente
después de la reconquista peninsular de esa España medieval que logró la
expulsión de los musulmanes en su propia cruzada, sino que también
convergió con el llamado descubrimiento de América, que de alguna
manera se convirtió en una posibilidad de que aquellos donnadies llamados
hidalgos pudieran por medio de supuestas hazañas logra dejar de ser nadie,
en una sociedad todavía de alguna manera con reminiscencias del
feudalismo característico de esa época europea. No solo eso convergió con
algunos reconocimientos de nobleza peninsular que otorgó la monarquía
española a algunos de esos digamos psicópatas, sino también hubo la
conveniencia de esos reyes que de alguna manera dejaron hacer y dejaron
pasar con tal de obtener las riquezas que les proporcionó el llamado nuevo
mundo.
Sabemos de antemano que hay todavía en España y quizás en Portugal
hombres empecinados en negar la realidad evidente de lo que
verdaderamente aconteció por toda la américa conquistada, pero en contra
de sus argumentos solo referencialmente mencionamos a Bartolomé de las
Casas, y nos remitimos a otras fuentes inclusive peninsulares para fundar el
parecer no clínico de que los conquistadores, si no lo fueron actuaron como
verdaderos psicópatas quedando en el lector su mejor opinión.
El Autor
Capítulo 1

Introducción

Utilización del término psicópata


Advertimos que el término psicópata es muy controvertido en la psiquiatría
actual, porque los especialistas ni siquiera están de acuerdo en quien puede
ser considerado como tal.
Según los especialistas dicen que debe haber un diagnostico firme de tal
enfermedad. Nosotros no somos médicos, ni psicólogos siquiera, por lo que
utilizamos este término para denotar la crueldad inusitada conque actuaron
los llamados conquistadores en sus conquistas. Quizás clínicamente no se
pueda asegurar que lo eran, pero sus acciones denotan lo contrario.
Nosotros utilizamos esa digamos patología, tal y como la entendemos
generalmente y alejada de los términos con que se refieren a ella los
especialistas de la materia, sin embargo nos sería más puntual la opinión de
psiquiatras que de psicólogos respecto a las conductas típicas que denotaron
los conquistadores, no solo en la Nueva España sino en toda la América
develada.
Por lo tanto sin sostener que sea puntual, describimos lo que comúnmente
entendemos por ´”sicópatas y por sociópatas” tan solo para resaltar lo que
comúnmente se dice acerca de esas conductas y que el lector se dé una idea
del porque le dimos el título a este trabajo.
Psicópatas y sociópatas
La psicopatía es una de las entidades clínicas más controvertidas en
psiquiatría debido a la confusión existente en los aspectos conceptuales y
terminológicos. Sin embargo durante las últimas décadas se ha ido
acumulando evidencia clínica, forense, y de laboratorio, que justifica la
utilización de un constructo clínico específico para definir a los individuos
que a causa de su carácter frío, manipulador e impulsivo, de su agresividad
y de su violación persistente de las normas sociales, entran en conflicto
permanente con su entorno social.
Nos dicen lo siguiente:
Para este artículo vamos a hablar de qué sabemos hoy en día sobre el
pronóstico de la psicopatía desde un punto de vista clínico. Recordemos que
la ciencia es conocimiento que muta constantemente, y lo que sabemos hoy
puede no ser tan cierto mañana.
La definición de psicópata típica es:
Persona con un trastorno antisocial de la personalidad, que se
manifiesta de forma agresiva, pervertida, criminal o a través de
comportamiento amoral sin empatía ni remordimientos.
Persona que sufre un trastorno de la personalidad caracterizado por una
tendencia a cometer actos antisociales y, a veces violentos, y con la
incapacidad de sentir culpa por tales actos.
Individuo con un trastorno mental el cuál se manifiesta con
comportamientos antisociales y amorales, falta de habilidad para amar
o establecer relaciones personales significativas, egocentrismo
extremo, incapacidad para aprender de las experiencias, etc.
Por desgracia, los manuales diagnósticos no reconocen la psicopatía como
entidad clínica. Si bien estas etiquetas tienen muchos detractores -y con
razón- hay algo para lo que sí sirven. Al aparecer de forma clara, exhaustiva
y ordenada los criterios de un trastorno, esto permite que sea investigado. Y
cualquier grupo de investigación que tome dichos criterios como referencia,
con casi total certeza estará estudiando el mismo fenómeno.
La psicopatía no cuenta con este punto de referencia, de forma que cada
grupo de investigación puede estar estudiando definiciones distintas de la
psicopatía. Ha habido intentos fructuosos por aunar las definiciones y
entender la psicopatía como un conjunto de rasgos que suelen presentarse a
la vez. La más extendida tal vez sea la de Hervey Cleckley, que describe de
forma extensa las características clínicas del psicópata.
“La psicopatía o personalidad psicopática es un trastorno antisocial de la
personalidad. Se caracteriza por una alteración del carácter o de la conducta
social y no comporta ninguna anormalidad intelectual. Los enfermos de
psicopatía (psicópatas) son personas que pueden cometer actos delictivos
muy graves sin mostrar ningún tipo de sentimiento de culpa.
Los psicópatas suelen seguir una serie de pautas que permiten su
identificación. Son fríos y calculadores y cometen todo tipo de delitos y
crímenes sin presentar ningún atisbo de remordimiento. Hay algunos
síntomas que son comunes en este tipo de enfermedad:

Se muestran distantes y ajenos a los sentimientos del prójimo.

Tienen una personalidad manipuladora.

No les importa cruzar la línea de lo correcto y no siguen las reglas de


convivencia normales.

Les atrae el riesgo.

Suelen tener conductas adictivas.

No tienen remordimientos después de cometer todo tipo de delitos graves.

Son crueles.

Distinguen perfectamente entre lo que está bien y lo que está mal.

No suelen tener relaciones personales estables.

Su vida está regida por el pragmatismo y los sentimientos no importan.

No tienen miedo a ser castigados por sus crímenes.

Su vida es aparentemente normal.

De estas características que expresan algunos especialistas le toca al lector


decir cuales se apegan a las conductas realizadas en aquel periodo histórico
y si son dignos de llamárseles de esa manera a esos actores delas
conquistas.
Entonces “psicópata” es un término médico que se utiliza para personas con
cierta deficiencia cerebral”.

De inmediato sabemos que a muchos, sobre todo españoles no les gustará,


pero debo advertir que este término yo no lo utilizo por primera vez para
referir a algún conquistador de los españoles que llegaron a México en
aquellos tiempos de la llamada conquista.
El término lo tomé de un artículo publicado en el Diario Crónica por Reina
Paz Avendaño del 22 de mayo de 2019 en relación a una entrevista con
George Lovell, profesor emérito de geografía en la Queen’s University,
Canadá, quien impartió la conferencia magistral El papel de Pedro de
Alvarado en la conquista de México que se llevó a cabo el 8 de mayo de
ese mismo año a las 12:00 horas en la Sala de Usos Múltiples de la
Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH).
El tema de la entrevista según la Crónica es Pedro de Alvarado, un
psicópata en las filas de Hernán Cortés. Por el momento no me referiré a las
razones que tuvo George Lowell para llamar enfermo a Pedro de Alvarado,
aunque obvio lo trataremos adelante.
Molesto a algunos les será el título de este apunte, máxime que si Alvarado
era un enfermo mental, otros de los llamados conquistadores también lo
fueron, iniciando por el mismísimo Hernán Cortés.
En este breve ensayo trataremos sobre los conquistadores, que lo fueron no
solamente Cortés, Pedro de Alvarado fue el conquistador de Guatemala,
Honduras y el Salvador. Veremos al conquistador del occidente de nuestro
país, al cruel Beltrán Nuño de Guzmán y la conducta de sus capitanes que
lo acompañaron, unos más crueles que el mismo Nuño de Guzmán.
George Lovell tilda de psicópata a Alvarado, siendo tan cruel como otros de
los llamados conquistadores, por lo que en todo caso los que mencionamos
en este texto también lo eran.
Pero veamos que se entiende por psicópata comúnmente:
El diccionario simplemente dice que, psicópata es la persona que padece
psicopatía.
Los psiquiatras consideran a la psicopatía una enfermedad mental o sea un
trastorno antisocial de la personalidad.
Según la psicología moderna y mejor aún la psiquiatría, nos explica que a
diferencia de otros trastornos mentales, para el psicópata no existe un
comportamiento definido y se sostiene que hay evidencia científica para
decir que tal persona es psicópata, y como conclusión se afirma que no
necesariamente dos psicópatas tienen el mismo comportamiento. De ahí que
al analizar el comportamiento de los conquistadores que mencionamos caen
todos en esta concepción.
La ciencia nos dice que hay características de este comportamiento, y nos
ilustra diciendo que en los psicópatas hay un marcado comportamiento
antisocial, una empatía y son proclives a no tener remordimientos acerca de
sus actos, que puede ser nulo o simplemente mínimo y son desinhibidos en
su conducta. De ahí a que la psicopatía no tenga una definición exacta de
este trastorno y continúa siendo materia de investigación.
Hemos advertido que el término que se refiere de plano a Pedro de
Alvarado no es nuestro, sino del autor invocado. De hecho nosotros no
somos especialistas en psicología por lo que nos auxiliamos de lo que se
dice por los especialistas acerca de este trastorno y adelante cuando nos
adentremos en este texto diremos por qué consideramos no solo a Alvarado
como tal sino a los demás conquistadores a que nos referimos adelante.
Haremos primariamente el análisis de lo expuesto en la entrevista a Lowell
para entender su punto de vista respecto a Alvarado, pero obviamente
daremos nuestras referencias porque también los que mencionamos,
tuvieron el mismo mal.
Continuamos con lo que considera la ciencia acerca de la psicopatía y
obviamente citaremos las fuentes, pues entendemos de antemano que
muchos tratarán de descalificar.
Se afirma que los psicópatas siguen sus propios códigos de conducta, que
no son los del común de la sociedad y por lo mismo se apegan a los propios
y si acaso llegan a tener algún remordimiento es por la transgresión a sus
personales conceptos de conducta, se ha afirmado que su conducta es sádico
narcisista.
Existe la idea difundida de que los psicópatas no sienten emociones, lo que
resulta falso, si las tienen peo dentro de su personal escala de valores y de
normas de conducta propias. Generalmente se asocia su conducta con un
placer o cuando menos un gusto por la violencia, pero el psicópata coexiste
en el mundo criminal pero también se puede desarrollar en el digamos
mundo civilizado, por lo que no necesariamente se debe tener al psicópata
como un tipo indudablemente violento.
La psicología moderna en algunos estudios afirma que el psicópata en su
infancia desarrolla un gusto por el maltrato animal que en ocasiones con la
edad desaparece. Sin embargo hay al parecer hay acuerdo en que
independientemente de la característica particular de cada psicópata, hay
características generales o comunes en las personas que la padecen y se
acepta generalmente como algunas de ellas, tales como la falta de empatía,
culpa, o remordimiento por sus actos lo que los hace proclives a tomar a los
demás como cosas, violando con sus actos los códigos de conducta
generalmente aceptados y son proclives al victimismo y a la manipulación.
Esta introducción que eso es, de manera alguna pretende ser un tratado de la
psicopatía, ni somos especialistas en el tema, por lo que nos basamos en los
especialistas y simplemente tratamos de dar algunas de las características
del trastorno, sustentadas por ellos, que son los que han dado las
características del trastorno y convergen sustancialmente en que los
psicópatas son anormalmente agresivos e irresponsables y sostienen que
algunas de las características de estos sujetos son:
Los psicópatas tienen gran encanto superficial y una desarrollada
inteligencia, son muy racionales pero son fríos y denotan con su conducta
poco nerviosismo, no son fiables, y tampoco son sinceros y son carentes de
remordimiento o de vergüenza de sus propios actos, lo que los lleva a
mentir y a falsear la verdad. Sus conductas son antisociales sin motivo
justificado, por lo que manifiestan una continua violencia innecesaria. Son
egocentristas y carentes de empatía y no valoran las relaciones afectivas, o
las tienen en baja estima, son por lo mismo insensibles.
Tienen gran encanto personal y una autoestima exagerada y necesitan
constantemente de estímulos que los satisfagan, son mentirosos patológicos,
maliciosos y manipuladores. No sienten culpa por los excesos que cometen
y frecuentemente son frívolos y superficiales y son incapaces de tener
control por su conducta, son tendientes a llevar una vida sexual promiscua,
son impulsivos e irresponsables y por lo tanto siguen sin importar las
consecuencias sus propios deseos y son capaces de realizar actos
deleznables con tal de cumplir sus deseos, y son capaces de realizar
cualquier conducta transgresora, ya que siguen como dijimos sus propios
códigos de conducta.
No entraremos en sus relaciones con los demás, no es el objetivo de este
texto realizar un tratado del trastorno solo ubicarnos en el concepto
generalmente aceptado de psicopatía ya que como veremos, George Lovell
colocó a Pedro de Alvarado como un psicópata en las filas de Cortés. Sin
embargo nosotros analizamos desde la historia las causas que llevan a este
autor a la conclusión de que era psicópata el capitán Alvarado, pero no
entendemos porque excluye a otros que fueron tan crueles como ese hombre
o más, incluyendo al propio Hernán Cortés.
Pedro de Alvarado un psicópata en las filas de cortés…
En la introducción nos referimos al artículo de la periodista Reina Paz
Avendaño, que fue una entrevista George Lovell, Geógrafo de profesión y
nacido en Glasgow, autor del libro Atemorizar la tierra: Pedro de Alvarado
y la conquista de Guatemala, 1520-1541, del que por no ser español y
geógrafo seguramente los sostenedores de la leyenda negra lo desechan.
Presentamos una semblanza de quien es este autor.
Miembro de la Royal Society de Canadá, es profesor de geografía en la
Queen’s University de ese país y profesor invitado en la Universidad Pablo
de Olavide, España. Sus trabajos le han valido el Carl O. Sauer
Distinguished Scholarship Award, concedido por la Conference of Latin
Americanist Geographers. Autor de Conquista y cambio cultural: La Sierra
de los Cuchumatanes de Guatemala, 1500-1821 ([1990] 2015), A Beauty
That Hurts: Life and Death in Guatemala ([1995] 2010) y Atemorizar la
tierra: Pedro de Alvarado y la conquista de Guatemala, 1520-1541 (2016).
Nosotros solamente lo citamos por la idea de la psicopatía y aunque él la
reduce a Pedro de Alvarado, nosotros no solamente nos referimos al rubio
conquistador sino a otros que realizaron la conquista de lo que hoy es
México, pero veamos lo medular de esa entrevista ya referida.
George Lovell afirma que Pedro de Alvarado fue el más cruel de los
conquistadores, y esa es su apreciación personal, nosotros como veremos en
este apunte mencionamos otros más crueles que el rubio Tonatiuh como le
llamaron los naturales de esta tierra.
Lovell sostuvo lo siguiente: “De Alvarado tuvo características de psicópata
e incluso sus propios hermanos y amigos terminaron temiéndole. Cuando
presenté el libro una pregunta fue el porqué del título: Atemorizar la Tierra.
Pero esas tres palabras son una frase que proviene del propio Alvarado, son
palabras dichas por él”, responde George Lovell.
Veremos adelante cuando tratemos sobre Pedro de Alvarado el contenido de
la entrevista referida, porque para nosotros es importante referirnos no tan
solo a Pedro de Alvarado sino a otros tan crueles o más que Alvarado en la
conquista de México, y solo diremos que muchos otros psicópatas
realizaron crueles actos en la actual Sudamérica.
Sociedad creadora de psicópatas y sociópatas.
En el inciso anterior dimos un concepto comúnmente aceptado para un
psicópata y ahora simplemente enunciamos algunas de las características y
diferencias entre lo sociópata y la psicopatía que tienen ambos trastornos
marcadas diferencias, no como un tratado, sino simplemente para entender
el contexto de este texto.
Características de un sociópata:

Entre las principales características de un sociópata en las que podemos


basarnos para identificar más fácilmente su patología, se encuentran las
siguientes:
Generalmente suelen ser bastante impulsivos
A pesar de que suelen carecer de empatía hacia la mayoría de las
personas, pueden establecer vínculos interpersonales más cercanos con
determinadas personas.
Son irresponsables y les cuesta acatar las leyes y normas.
No es tan fácil que pasen desapercibidos ya que son consideramos como
“raros” por la sociedad.
No suelen planificar las cosas que hacen.
Tienen muy poca estabilidad emocional.
En ocasiones pueden llegar a aislarse totalmente de las demás personas.
Fueron educados con un estilo de crianza ineficiente de parte de sus padres.

Diferencias entre psicópata y sociópata

Los psicópatas a diferencia de los sociópatas, son bastante planificadores


por lo que no suelen actuar por impulso, prefieren primero establecer una
serie de estrategias para llevar a cabo su objetivo, pueden por ejemplo tener
un plan b siempre a la mano por lo que es menos probable que fallen a la
hora de querer lograr lo que desean. Por otro lado, los sociópatas son más
impulsivos y al ser bastante inestables emocionalmente no se saben
controlar, se dejan dominar por sus emociones y esto provoca que cuando
lleven algo a cabo tengan más posibilidades de fracasar en el intento.

Los psicópatas a diferencia de los sociópatas suelen pasar más


desapercibidos por la sociedad ya que al ser mucho más manipuladores al
grado de parecer encantadores pueden ser vistos como personas
“normales”, lo contrario al sociópata que generalmente es percibido por los
demás como una persona algo extraña.

Las causas de la psicopatía suelen ser generalmente de origen biológico y


de la sociopatía debido a un estilo de crianza negligente por parte de los
padres.

Los psicópatas carecen totalmente de empatía y son incapaces de establecer


relaciones interpersonales más profundas y duraderas mientras los
sociópatas si pueden llegar a hacerlo pero únicamente con determinadas
personas.
Similitudes entre sociópatas y psicópatas

Las principales y más evidentes similitudes que existen entre las personas
sociópatas y las psicópatas es que ambas muestran un rechazo hacia los
valores y los derechos de las otras personas. Estamos hablando de personas
sumamente manipuladoras que no les importa absolutamente nada el
bienestar de los demás y son capaces de dañar a quien se interponga en su
camino para poder cumplir con sus objetivos.

En la mayoría de las ocasiones los sociópatas, pero sobre todo los


psicópatas, pueden pasar desapercibidos en la sociedad ya que no todos se
muestran violentos.

Hemos querido poner lo anterior para que no se nos malinterprete, pero


según los rasgos característicos de esas dos trastornos y de las conductas
que desplegaron muchos de los llamados conquistadores encuadran
perfectamente en esos trastornos que se han en todas las sociedades en
todos los tiempos.

Hemos leído a muchos defendiendo a Hernán Cortés y el argumento más


socorrido por sus defensores es que aseguran que Hernán Cortés como otros
conquistadores eran simplemente hombres de su tiempo.

Entonces aceptando esa justificación nos tenemos que referir precisamente


a esos tiempos y sociedad medieval española.
Capítulo 2

La sociedad española en el descubrimiento y las conquistas

Hablar de la edad media española resulta un muy extenso tema el cual


obviamente no tomaremos, solo trataremos de entender a esa sociedad que
produjo ahombres capaces de realizar aventuras que en verdad parecen
increíbles. Nada fácil fue cruzar los mares para llegar atierras desconocidas
donde no sabían lo que les esperaba.
No se tome lo anterior como una loa a esos hombres, ya que se debe
realizar por especialistas las causas generadoras que se dieron para que se
realizara el fenómeno de la migración masiva de gente dispuesta a todo, y
cuál fue el motivo de que eso aconteciera.
Digamos que motivos hubo muchos y muy variados y tocaremos algunos
pero no todos. Normalmente en nuestra historia americana tachamos a esos
hombres como crueles aventureros que por obtener riqueza fueron capaces
de todo incluyendo connotadas crueldades, creemos que hay que hacer un
breve análisis del fenómeno migratorio peninsular de esa época que fue
proclive para crear hombres verdaderamente crueles que hoy son
considerados como sociópatas y psicópatas.
No fueron solo los tres y otros que mencionamos tangencialmente en este
escrito, pues los ejemplos de este tipo de sujetos abundan a lo largo de lo
que fueron las llamadas colonias españolas en América, así que solo
mencionaremos algunos casos de crueldad icónica.
Advertimos que muchos españoles de la actualidad tratan de decir que la
verdad histórica fue simplemente una leyenda negra creada por intereses
contra lo que ellos llaman la España Imperial y a ellos este texto les
molestará. Sabemos que no todos los españoles son pro imperio y que no
tratan de ocultar la verdad histórica.
En verdad no se puede tapar el sol con un dedo y existe un amplio catálogo
de aberraciones, barbaridades, y crueldades cometidas por aquellos
hombres tan lejanos a la época actual. No hay que confundir a los
peninsulares de ese entonces con los españoles de la actualidad, aunque son
algunos de esta España actual que insisten en confundirse.
Si vemos la realidad cuando descubrieron ni siquiera había el concepto de
una nación Española, la que por cierto formalmente quedó constituida en
1812, cuando ya las colonias en su mayoría luchaban por su independencia
que pronto harán colapsar al naciente Imperio Español.
En realidad aquella España del descubrimiento y conquistas era singular, no
era en 1492 ni siquiera un reino unido.
Para la mayoría de los historiadores el llamado descubrimiento de américa
es el punto e inicio de la nueva época, el Renacimiento, pero
paradójicamente España y Portugal serán los últimos de la Europa
continental en entrar de lleno al renacimiento a pesar de ser la que se toma
oficialmente como descubridora del llamado Nuevo Mundo.
Aceptamos que en Europa había ya un cambio sustancial del clásico
feudalismo de la alta edad media europea, sin embargo como todo concepto
aglutinante ´”edad media” deja de lado las particularidades quedando en
mayoría solo generalidades y olvidando las particularidades que se dieron
en cada área, hoy llamados estados o países.
España tiene demasiadas singularidades en su rica historia y sus diferencias
son notables con los demás países de ese mundo medieval europeo.
Hablemos de una generalidad de la Europa continental medieval, aunque no
en toda la edad media se da, ya que fue un proceso largo repleto de
salvajismo para que se dé generalizado el catolicismo.
En la llamada edad media se consolida la secta católica como
preponderante, los papas adquieren un inmenso poderío y trataron los
religiosos que el papa estuviera sobre monarcas y señores, lo que trajo que
muchos de ellos se rebelaran ante esa tesis supremacista, resultando en
conflictos.
La península ibérica digamos que estaba más alejada de esos conflictos de
poder entre reyes, señores, y el papa, tenía como problema digamos
diferenciado la presencia musulmana, que también es justo decir que no fue
por árabes sino por diversos califatos que lucharon entre ellos por el control
de los territorios españoles invadidos. Entre tanto digamos más o menos
hubo una lucha común de los señores y reyes españoles contra los
invasores, aunque no pocas veces hubo alianzas entre los musulmanes y los
católicos.
Esas son algunas de sus particularidades en ese largo proceso de digamos el
triunfo de los católicos sobre los musulmanes, que finalmente fueron
expulsados de la península Ibérica dando principio a una parte tardía de esa
edad media en qué en realidad en la península había varios reinos
independientes entre sí.
Se pueden mencionar los reinos de Navarra o de Pamplona, el de Aragón, el
reino de Castilla y el de León, el de Asturias, el de Galicia y el de Portugal,
cada uno con sus reyes y su propia historia.
En la historia a partir del año 1230 se da la unidad entre los reinos de
Castilla y de León, que por muchas causas llegan a ser parte del reino de
castilla en tiempos de Isabel la católica cuando ya el antiguo reino de
Asturias y el reino de Galicia, por cierto el más antiguo de Europa, ya
estaban comprendidos dentro del reino de León y por lo tanto dentro del
reno de Castilla de la reina católica. En ese contexto la reina castellana de la
casa de Trastámara, antes de la expulsión de los musulmanes tenía la parte
central de la península Ibérica dentro de su reino, exceptuando el califato
musulmán de Córdoba, Portugal y los reinos de Navarra Aragón y el
condado de Barcelona que pertenecieron a Fernando de Aragón de la misma
casa de Trastámara.
Los llamados reyes católicos eran primos, y hay varias historias para que se
realizará ese matrimonio respecto a la dispensa papal, sin embargo
finalmente se realizó el matrimonio católico.
En 1492 año del llamado descubrimiento de América se logró después de
casi ocho siglos la expulsión de los musulmanes de la península,
obviamente fue lograda por los castellanos, pasando el califato de Córdoba
a ser parte del reino de Castilla y con la unión matrimonial entre los reyes
católicos finalmente parecía que España quedará unificada.
Castilla y el llamado descubrimiento de América
Nos hemos referido exclusivamente a la reina Isabel, que era la monarca de
los reinos de Castilla y León, que a final de cuentas a ella correspondió el
mérito de la develación de lo que llamaron el nuevo mundo. En México
cuando menos se cree que la conquista se dio por los españoles, sin
embargo hay que aclarar que para que se diera esa España unida debieron
suceder muchas cosas y afortunadas situaciones para que finalmente se
logrará el concepto de España como nación, por lo tanto nos referiremos
someramente a esos hechos de la historia española, que no pocos
desconocemos en nuestro país para tener una mejor visión del contexto en
que se realizaron muchas de las conquistas en este mundo americano.

En España tienen claro, por supuestos no todos, que fueron los castellanos
los que en inicio crearon empresa para lograr el sometimiento de los
aborígenes de este continente.

En realidad Castilla de origen fue un condado y estaba dependiente del


Reino de León y posteriormente fue independiente, ambas entidades
estuvieron inmersas en la llamada cruzada por la reconquista contra los
musulmanes y podemos decir que se inicia llamar a Castilla como reino a
partir del año 1230 siendo su monarca Fernando III el santo. Solo diremos
que hubo numerosos enfrentamientos entre los distintos reinos de la
península Ibérica ya que no es tema de este trabajo, pero en parte de esos
conflictos aparece la figura de Rodrigo Días de Vivar, el mítico Cid.

La historia de las sucesiones por el trono de Castilla es una larga y digamos


bella e interesante historia repleta de hechos anecdóticos que se dieron
desde la alta edad media hasta la baja edad media, en realidad hubo
conflictos internos del reino de Castilla que comúnmente se conoce como
guerras civiles castellanas durante la baja edad media:
Finalmente Isabel en 1468 fue proclamada princesa de Asturias por
revocación de Enrique IV del nombramiento de su hija la Beltraneja.
Juan II de Aragón trató de negociar en secreto con Isabel la boda con su
hijo Fernando. Isabel y sus consejeros consideraron que era el mejor
candidato para esposo, pero había un impedimento legal, ya que eran
primos segundos (sus abuelos, Fernando de Antequera y Enrique III, eran
hermanos). Necesitaban, por tanto una bula papal que les exonerara de la
consanguinidad. El papa sin embargo no llegó a firmar este documento
temeroso de las posibles consecuencias negativas que ese acto podría traerle
al atraerse la enemistad de los reinos de Castilla, Portugal y Francia, todos
ellos involucrados en negociaciones para desposar a la princesa Isabel con
otro pretendiente.

El asunto de la unión de los que serán los reyes católicos no estuvo exento
de intrigas, y se asegura que hubo falsificación de una bula emitida en junio
de 1464 por el anterior papa Pío II a favor de Fernando, en la que se le
permitía contraer matrimonio con cualquier princesa con la que le uniera un
lazo de consanguinidad de hasta tercer grado. Isabel aceptó y se firmaron
las capitulaciones matrimoniales de Cervera el 5 de marzo de 1469. Para los
esponsales y ante el temor de que Enrique IV abortara sus planes en mayo
de 1469 y con la excusa de visitar la tumba de su hermano Alfonso que
reposaba en Ávila, Isabel escapó de Ocaña, donde era custodiada
estrechamente por don Juan Pacheco. Por su parte Fernando atravesó
Castilla en secreto, disfrazado de mozo de mula de unos comerciantes.
Finalmente el 19 de octubre de 1469 contrajeron matrimonio en el Palacio
de los Vivero de Valladolid.

El matrimonio de Isabel con Fernando trajo como consecuencia el


enfrentamiento con su hermanastro Enrique IV de Castilla, y es cuando
aparece en escena el cardenal Rodrigo Borgia por ese entonces legado papal
de Sixto VI y con él llegó la bula de Simarcas, también de dudosa
procedencia y la daría a cambio de concesiones para su hijo Pedro Luis,
obvio que Rodrigo Borgia entregó la bula y los reyes cumplieron su
contraparte. Trato que posteriormente se reflejó en las llamadas Bulas
Alejandrinas.

Veamos algo de Fernando de Aragón que fue rey de Navarra y Aragón.

Fernando II de Aragón conocido posteriormente como Fernando el católico,


nació el 10 de mayo de 1452, siendo hijo de Juan II de Aragón y de Juana
Enriques de la casa de Trastámara. Al ser proclamada Isabel princesa de
Asturias y por tanto heredera del trono de Castilla y León, el padre de
Fernando negoció el matrimonio de su hijo con ella en secreto porque
Fernando tenía un compromiso anterior y porque Enrique IV pretendía que
Isabel se casara con el rey de Portugal.

El matrimonio casi clandestino y sin aprobación y ni siquiera agradó del


rey, le llevó a éste a anular como estaba firmado los derechos de Isabel y a
reconocer nuevamente a su hija Juana como Princesa de Asturias, con el
derecho de ser reina a la muerte o abdicación del rey.

La muerte de Enrique IV en 1474 provocará sin embargo una lucha entre


los partidarios de Juana y los de Isabel, una auténtica guerra de sucesión
(una guerra civil le llaman más de un historiador) que enfrentó no sólo a la
nobleza castellana, sino a toda la península ibérica.

Al morir Enrique IV, Isabel se proclamó reina de Castilla el 13 de diciembre


de 1474 en Segovia, basando su legitimidad en el Tratado de los Toros de
Guisando. Estalló entonces la guerra de Sucesión castellana (1475-1479)
entre los partidarios de Isabel y los de su sobrina Juana. El Tratado de
Alcaçovas puso fin a la contienda, reconociendo a Isabel y Fernando como
reyes de Castilla a cambio de ciertas concesiones a Portugal. Tras la guerra
Isabel mandó construir el monasterio de San Juan de los Reyes.
El matrimonio de Isabel y Fernando fue reconocido en las cortes de
Madrigal (abril-octubre de 1476) y su hija Isabel jurada heredera de la
corona de Castilla.
A partir de entonces el conflicto consistió esencialmente en una guerra entre
Castilla y Portugal, cobrando gran importancia la guerra naval en el océano
Atlántico. Las flotas portuguesas se impusieron a las castellanas en la lucha
por el acceso a las riquezas de Guinea (oro y esclavos), donde se libró la
decisiva batalla naval de Guinea.
La guerra concluyó en 1479 con la firma del Tratado de Alcáçovas, que
reconocía a Isabel y Fernando como reyes de Castilla y otorgaba a Portugal
la hegemonía en el Atlántico, con la excepción de las islas Canarias. Juana
perdió su derecho al trono y tuvo que permanecer en Portugal hasta su
muerte. Una de las consecuencias de esas guerras fue que nació la rivalidad
entre lo que los reinos de castilla y Portugal por el control de los mares.
Muerte de la reina Isabel y la desunión Española

Veamos lo que sucedió después de 1503, se dio un acontecimiento que


cambiará el rumbo de la historia peninsular. La reina Isabel muere en
Medina del campo el 26 de noviembre de 1504 dejando disposiciones
testamentarias.
Para el concepto que veníamos tratando de la España como nación, por
diversas causas resultó ser la heredera Juana de Zaragoza y por lo tanto fue
reina de Castilla, León y otras digamos provincias.
En su testamento la reina Isabel estipuló que, si bien la heredera del trono
era su hija Juana, el rey Fernando administraría y gobernaría Castilla en su
nombre al menos hasta que el infante Carlos, primogénito de Juana,
cumpliera veinte años. Después de los hijos de Juana, la línea sucesoria
pasaría a María, la hija menor de Isabel y solo después a Catalina.

La reina tuvo cinco hijos, la mayor fue Isabel la cual se casó con el rey de
Portugal Manuel I y con el que tuvo un hijo llamado Miguel, sin embargo
la reina de Portugal fallecería prematuramente quedando su hijo y
esperanza de la reina Isabel de Castilla de tener heredero, el que falleció
poco tiempo después de que muriera su madre.

Juan (1478-1498) se casó con Margarita de Austria, a la que dejó viuda al


poco de contraer matrimonio. A pesar de estar embarazada, sin embargo
ella sufrió un aborto del que pudo ser el infante de Castilla, sucediendo a su
finado padre.

La tercera hija en la línea de sucesión fue la ahora infanta Doña Juana, a la


que nombraría definitivamente heredera la reina Isabel

Isabel también sufriría por su última hija, Catalina (1485-1536), viuda de


Arturo de Gales y a la espera de un destino incierto en las lejanas tierras
inglesas. Solamente María (1482-1517), su penúltima hija, casada con el
viudo de su hermana Isabel, Manuel de Portugal, llegaría a tener diez hijos,
entre ellos la emperatriz Isabel, la que llegó a ser esposa del emperador
Carlos V siendo su prima.
Veamos ahora los sucesos a partir de 1504 en que falleció la reina Isabel
nombrando heredera a Juana de Zaragoza, mejor conocida como Juana la
loca (1479-1555).

Juana se casó por conveniencia de los reyes católicos con el príncipe Felipe,
apodado el hermoso, que fue hijo del archiduque de Austria Maximiliano I
y que sería por lo tanto nombrado como sacro emperador, (no confundirlo
con Felipe IV de Francia apodado también el hermoso) sin embargo el
enlace fue doble, ya que el infante Felipe también casó con la hija del sacro
emperador Margarita de Austria y sucedió lo que comentamos, murió el
infante Fernando e Isabel tuvo que nombrar heredera a su hija Juana, la que
contaba en ese entonces con 25 años de edad.

La muerte de la reina Isabel trajo como consecuencia que lo que pudo ser
España unida quedara separada nuevamente, ya que siendo reina de castilla
Juana, su padre era el rey de Aragón. Los problemas iniciaron, ya que el rey
consorte Felipe el hermoso quiso gobernar con la oposición patente de su
suegro el rey católico.

Juana reina de Castilla

Juana había partido de Laredo hacia Flandes en 1496. Al llegar a


Flandes, Juana no fue recibida en persona por su prometido. La causa: la
oposición de los consejeros francófilos de Felipe a las alianzas de
matrimonio pactadas por su padre el emperador. Aún en aquella fecha, estos
albergaban la esperanza de convencer a Maximiliano de la inconveniencia
de una alianza con los Reyes Católicos y las virtudes de unirse a los Valois.
No obstante la boda se celebró finalmente el 21 de octubre de 1496. El
ambiente de la Corte que encontró Juana era radicalmente opuesto al de la
sobria y religiosa Corte de Fernando e Isabel: la borgoñona-flamenca era
desinhibida, festiva, y opulenta, gracias al comercio de tejidos que
dominaban desde hacía siglo y medio.

Rápidamente después de casados Felipe perdió el interés por Juana, lo que


hizo nacer en ella unos celos que algunos historiadores han calificado de
patológicos y aducido como la supuesta semilla de su posterior “locura”,
tras la temprana muerte de su marido (en 1506, con 28 años).

El 24 de noviembre de 1498, en la ciudad de Lovaina (cercana a Bruselas)


nació la primogénita de los cónyuges, Leonor, así llamada en honor de la
abuela paterna de Felipe, Leonor de Portugal. Pese al avanzado estado de
gestación de su segundo embarazo del que nacería Carlos (el futuro primer
rey de la Casa de Austria en España y emperador electo del Sacro Imperio
Romano Germánico; (es decir, Carlos I de España y V de Alemania), el 24
de febrero de 1500 Juana asistió a una fiesta en el Palacio de Gante. Aquel
mismo día tuvo a su hijo, según se dice en los lavabos del palacio. Y al año
siguiente el 18 de julio de 1501 en Bruselas nació su tercera hija, llamada
Isabel como su abuela materna la reina de Castilla.

El rey católico pretendió la regencia del reino de castilla pero la nobleza de


Castilla no apoyó al rey de Aragón, retirándose a sus tierras y siendo rey
consorte Felipe el hermoso.

Fernando el Católico se convierte entonces en blanco de críticas feroces por


parte del partido felipista. Pronto queda claro que no hay acuerdo posible
entre él y don Felipe I, sobre todo a partir del momento en que el rey de
Aragón se ve abandonado por un amplio sector de opinión en Castilla. Son
muchos los que quieren aprovecharse de las circunstancias para saldar
cuentas atrasadas. Casi todos los grandes señores sueñan con recuperar las
posiciones pérdidas desde el advenimiento de los Reyes Católicos y esperan
que Felipe I el hermoso les quedará agradecido si le ayudan a reinar solo,
echando al Rey Católico. Por fin la política internacional vino a complicar
todavía más el panorama político castellano. En septiembre de 1504, meses
antes de morir la reina Isabel, sin consultar a ésta ni a su marido, se había
concluido en Blois un tratado entre Luis XII, rey de Francia, el emperador
Maximiliano y el archiduque Felipe I el hermoso, tratado que constituía una
amenaza para los intereses españoles en Italia.

Estaba claro que en la lucha por el poder en Castilla don Felipe I buscaba el
apoyo de Francia. La réplica del Rey Católico fue fulminante: en octubre de
1505 firmaba la paz con Francia y, lo que era más insólito y grave se
comprometía a casarse con Germana de Foix, sobrina del rey de Francia; a
cambio Luis XII cedía a don Fernando los derechos que decía poseer sobre
el reino de Nápoles. Ya por aquellas fechas don Fernando daba por perdida
la lucha por mantenerse en Castilla como gobernador.

Don Felipe I y doña Juana llegaron a La Coruña el 26 de abril de 1506. Casi


todos los grandes señores de Castilla salieron a reunirse con don Felipe I y a
ponerse a sus órdenes; el Rey Católico no tuvo más remedio que renunciar a
la soberanía en Castilla y marchar a sus dominios de Aragón y Nápoles.
Pero en septiembre Felipe I el hermoso cayó enfermo en Burgos y moría
seis días después, (algunos dicen que envenenado) el 25 de septiembre de
1506 y ello llevó a que Fernando fuese nombrado de nuevo regente. Juana
fue encerrada en Tordesillas por su padre, aduciendo la locura producida
por Felipe el hermoso, y ahora aprovechada por su padre que gobernó
Castilla hasta su muerte en 1516.

Veamos el episodio que pudo impedir a futuro la unidad de España, eso


aconteció mientras en las colonias continuaban los castellanos con sus
invasiones.

Una vez viudo el rey Católico y privado del gobierno de Castilla, por
razones convenientes el 19 de octubre de 1505, se casó por poderes con
Germana de Foix de 18 años, teniendo Fernando II de Aragón 53 años,
viudo de Isabel la Católica desde hacía casi un año, a través del II Tratado
de Blois, celebrándose las velaciones de dicho matrimonio en la localidad
palentina de Dueñas el 18 de marzo de 1506 en el palacio de los condes de
Buendía, propiedad de su primo Juan de Acuña, III conde de Buendía.
La boda se celebró en cumplimiento de los acuerdos de paz firmados entre
Luis XII de Francia y Fernando el Católico en el Tratado de Blois.
En los pactos, el rey de Francia cedió a su sobrina los derechos dinásticos
del Reino de Nápoles y le concedió el título de rey de Jerusalén, derechos
que retornarían a Francia en caso de que el matrimonio no tuviese
descendencia. A cambio de lo cual el Rey Católico se comprometió a
nombrar heredero al posible hijo del matrimonio. El matrimonio levantó las
iras de los nobles de Castilla, ya que lo vieron como una maniobra de
Fernando el Católico para impedir que Felipe el hermoso y Juana heredasen
la corona de Aragón.
Como dijimos este episodio casi dio al traste con la unidad española, ya que
el matrimonio tuvo un hijo llamado Juan de Aragón, y lo que salvó la
unidad futura fue que el niño murió a las pocas horas de nacido.
Muerto Felipe el hermoso, encerrada Juana por su padre por supuesta o
verdadera locura y muerto su hijo Juan, el rey católico gobernó Castilla en
calidad de regente hasta su muerte en 1516. Entre tanto seguían las
invasiones castellanas en el caribe, llegando hasta Cuba, que por ese
entonces se llamó la Fernandina en honor del rey católico.
Muchas cosas tuvieron que pasar para lograr que la nación española
surgiera como tal. Sin embargo hasta ese momento los reinos quedaron
separados, Juana la loca era como fuera la reina titular de Castilla y el reino
de Aragón era de su padre.
Aquí haremos un paréntesis que creemos necesario y queremos reiterar la
idea de que no hubo en mucho tiempo el concepto de nación española o
siquiera de una España unida, hemos dicho que en México y en América
actual se piensa que la invasión violenta fue por los españoles, sin embargo
el origen de España como estado o nación, con un territorio delimitado, una
población más o menos fija, un ejército, y un cuerpo diplomático podríamos
decir que se abre con el acto de Constitución fallida de 1812. Es en aquella
Constitución liberal donde por primera vez se recoge una definición de la
“Nación Española” como “la reunión de todos los españoles de todos los
hemisferios”. No es verdad que España tuvo sus orígenes en 1492 cuando
los Reyes Católicos lograron al fin reconquistar toda la península. Sólo fue
la unificación de un número de reinos que formaban lo que hoy llamamos
España.
Nuevamente se unen los reinos
Aclarado lo anterior, veamos los sucesos posteriores a la muerte del rey
Fernando el Católico acontecido el 23 de Enero de 1516, antes del
descubrimiento de México, dentro de los datos rescatables es que logró la
conquista de Navarra que quedará unida a España.
Ese hecho acerca de la muerte del rey católico trae una consecuencia
inmediata, que es nuevamente la separación de los reinos digamos
españoles. Castilla será de la reina Juana la loca, y Aragón y otras
heredades serán para el extranjero rey Habsburgo que será para España
Carlos I y V no de Alemania sino Sacro emperador que aclararemos
adelante.
Creemos necesario aclarar que cuando Juana la loca se estableció en España
con Felipe el hermoso se quedaron en Flandes su hija primogénita y Carlos
su segundo hijo y fueron educados como flamencos, en tanto el tercer hijo
de Juana la loca Fernando nació en el palacio arzobispal de Alcalá de
henares el 10 de marzo de 1503, por lo que diremos que era castellano de
nacimiento y fue educado al estilo de su natal digamos España. Debido al
frustrado hijo de Fernando el católico con germana de Foix, Fernando se
convirtió en su nieto favorito reconociéndolo por lo tanto como príncipe
regente de su alienada madre que continuaba encerrada en Tordesillas, de
hecho los convirtió en el posible sucesor de Castilla y también a falta de
otra descendencia de su interés en su testamento lo nombró su heredero Sin
embargo, ciertos digamos así, convenientes arreglos en los que
intervinieron el cardenal de Lovaina Adriano de Utrecht, el poderoso
cardenal Cisneros y el papado, lograron convencer al rey Fernando que
modificara su testamento en favor de Carlos que será Carlos I de España y
V de Germania, intervino el abuelo paterno el sacro emperador germánico
Maximiliano, renunciando a sus legítimos derechos sobre Roma y otros
territorios, dando por buena la apócrifa Bula de la donación Constantiniana
en favor del papado, con esa componenda el papa actuó convenciendo a
Fernando de Aragón para modificar el testamento, de no haber sido así la
historia diría otra cosa, Castilla sería algún día para Carlos y Aragón para
Fernando, destruyendo la incipiente unidad española.
Con el cambio de testamento a la muerte del rey católico Carlos I partió a
España junto con su hermana Leonor para ser investido rey heredero de
Castilla y rey de Aragón, pero debido a su juventud, el que gobernó por un
tiempo Castilla fue el cardenal Cisneros y la parte aragonesa fue el cardenal
Adriano de Utrecht, quien por cierto había sido su confesor y parte del
acuerdo para que fuera rey.
Carlos I no fue bien recibido en la península, ni por aragoneses ni
castellanos, que lo consideraron un rey extranjero. Carlos I había nacido en
Gante el 24 de enero de 1500 teniendo 16 años cuando heredó el trono de su
abuelo Fernando por lo que en realidad estando viva su madre que era la
reina de Castilla, sólo era rey titular del reino de Aragón con la Navarra
incluida y fue nombrado obviamente infante de Castilla, pero no fue rey, sin
embargo primero a su llegada gobernó como regente de Castilla el poderoso
y anciano Cardenal Cisneros, siendo relegado en el gobierno de castilla
hasta la muerte del poderoso Cardenal en que asumió el gobierno conjunto
con su demente madre doña Juana.
El cardenal Cisneros gobernó la Corona de Castilla en dos ocasiones por
incapacidad de la reina Juana. Entre 1506 y 1507 presidió el Consejo de
Regencia que asumió el gobierno castellano tras la muerte del rey Felipe el
Hermoso en espera de la llegada de Fernando el Católico. Entre 1516 y
1517 volvió a asumir el gobierno tras la muerte del rey Fernando y en
espera de Carlos I.

El 23 de enero de 1516 como ya dijimos falleció Fernando el Católico. Por


disposición testamentaria Cisneros queda constituido nuevamente como
Regente del Reino de Castilla, hasta que el joven príncipe Carlos, que se
encontraba entonces en Flandes viniera a España para ocupar el trono. En
esta etapa de casi dos años, Cisneros que contaba ya ochenta años mostró
unas dotes políticas y una habilidad para gobernar extraordinarias. Supo
hacer frente a un clima interior extremadamente inestable, con los nobles
castellanos ávidos de recuperar el poder perdido. Así mismo, logró abortar
las intrigas de los que pretendían sustituir en el trono español a Carlos por
su hermano Fernando, que había sido educado en España por Fernando el
Católico, destituyendo a todo el entorno del infante y nombrando, el 17 de
septiembre de 1517 al marqués de Aguilar de Campo como gobernador de
su persona y casa. Los acontecimientos se desbordaron y Carlos fue
proclamado en Bruselas rey de Castilla y Aragón, en un acto que se podría
asemejar a un golpe de Estado, pues la reina legítima era Juana y nadie
había declarado su destitución. Sin embargo, Cisneros se avino a los hechos
de Bruselas y envió emisarios a Flandes urgiendo la inmediata presencia de
Carlos como único medio de parar las inquietudes de rebelión que corrían
por el reino. Así pues, de facto había dos gobiernos, el de la corte de
Bruselas y el de Cisneros en Castilla.
El 8 de septiembre de 1517, Carlos partió con su escuadra desde Flesinga, a
las cinco de la mañana, rumbo a Santander. Pero una fuerte tormenta desvió
el rumbo de las naves, y en la madrugada del 19 de septiembre de 1517 los
cuarenta barcos que integraban la escuadra se encontraron ante la costa
de Villaviciosa. Cuando se descubrió el error en el rumbo, Carlos y sus
consejeros deliberaron sobre si continuar el viaje por mar o desembarcar allí
mismo. La inseguridad de la vía marítima, por la mutabilidad del viento,
que lo mismo se puede cambiar en malo que en bueno, inclinó la decisión
hacia el desembarco, según relata Laurent Vital, el cronista flamenco que
viajaba con el rey.
Cisneros deseaba la llegada del rey para poder tener una entrevista y estaba
preparando todo para la entronización. Sin embargo, la comitiva real se
desplazó lentamente sin fijar fecha y lugar para una entrevista, por lo que
Cisneros partió al encuentro del monarca. La actitud del joven rey fue
considerada como un acto de desprecio hacia el anciano cardenal. Sin
embargo, este retraso voluntario en el encuentro de ambos fue promovido
por el consejero del rey Guillermo de Croy, que desconfiaba de la lealtad de
Cisneros al rey. Finalmente se fijó la fecha para el encuentro el 5 de
noviembre. Cisneros, muy enfermo, no pudo continuar el viaje y terminó
falleciendo en Roa (Burgos), el 8 de noviembre de 1517.
De hecho Carlos I se dice que reinó junto con su madre hasta 1555 en que
fallece ella, siendo por lo tanto a partir de ese hecho el rey que logra una
unidad de lo que será España, logrando reunir en su persona las Coronas de
Castilla y León, el Reino de Navarra inclusive, y Aragón. Fue emperador
del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V de 1520 a 1558.
En realidad Carlos V no solo no nació en España sino que los mismos
peninsulares lo consideraron un rey extranjero, y le costó mucho trabajo la
aceptación de sus súbditos castellanos y tampoco fue rey titular, sino de
facto gobernó por la supuesta o verdadera locura de su madre que continuó
encerrada en un torreón. Será rey regente simplemente, y cuando ascendió
al trono era un joven sin experiencia pero pronto demostró que quería ser
absoluto, claro, limitado por las llamadas cortés, en ese contexto legalmente
era rey de Aragón y regente de castilla.
España a fínales de la edad media
Veamos ahora algo de la particularidad de lo que será España en los finales
de la llamada edad media. Castilla para cuando Isabel la católica ascendió al
trono era el reino mayor peninsular, que tan solo no comprendía Portugal y
el reino musulmán de córdoba y por supuesto lo que era la Navarra Aragón
y el condado de Barcelona que estaban destinados para Fernando de
Aragón.
Castilla había sido un condado antes de ser un reino y cuando finalmente
fue reina Isabel subsistió esa organización feudal a base de cumplidos
juramentos de lealtad por parte de los nobles, grandes terratenientes que
colaboraban para la defensa y conquistas del reino de Castilla y como era en
ese entonces, ellos no contribuían a los gastos de la corona a la que dieron
juramento.
En ese contexto no había ciudadanos sino hombres libres que eran siervos
del señor feudal, y había caballeros que también tenían juramento a los
señores feudales, esos hombre eran los llamados la nobleza que eran por
supuesto alguien en esa sociedad medieval feudal.
Con ese sistema de herencias y primogenituras esos alguien eran los
reconocidos por la sociedad medieval peninsular y se creó una casta de fijos
de alguien o de algo de ahí el nombre de hidalgo pero comúnmente aunque
descendían de ciertos nobles españoles no gozaban de tierras ni de título
nobiliario propio, simplemente tenían esa hidalguía como pesado lastre, ya
que ni eran siervos ni tampoco caballeros, simplemente descendían de algún
señor que sí era alguien en esa sociedad, que mientras hubo la guerra de
reconquista de la península contra los musulmanes hubo posibilidades de
ser alguien logrando en batallas por mérito propio resonados triunfos, que
les permitían reconocimiento en esa cerrada sociedad obteniendo algún
título de nobleza particular y obvio tierras que ganaron en batalla.
Finalmente cuando lograron la expulsión de los musulmanes de la
península, las posibilidades de ser alguien en esa nueva situación en una
sociedad francamente medieval fueron nulas.
Nació una casta de hijos, nietos, o descendientes de alguien, los hidalgos, a
los que todavía algunos españoles en la actualidad le dan importancia y así
vemos en nuestra historia y en la española esa actitud, al poner algo que
para la mayoría es aparentemente intrascendente y vemos que respecto a los
conquistadores en sus biografías, ponderan que eran hidalgos, como si eso
fuera un indicativo de que eran leales, valientes y una clase de hombres
superiores, la verdad es para causar hilaridad.
En realidad la ponderada hidalguía sirvió para crear una casta de hombres
ambiciosos y deseosos de llegar a ser alguien en esa sociedad medieval, por
eso afirmamos que esa sociedad peninsular medieval sirvió para crear
sociópatas y psicópatas, que fueron los hombres que llegaron a América, no
solo en busca de fortuna, sino de llegar a obtener un título nobiliario propio,
que era algo así como un pasaporte a los altos estratos sociales medievales,
cosa que la mera riqueza no otorgaba, pues se era rico pero sin
reconocimiento social. Esa es una realidad poco comentada por los
historiadores proclives a seguir lo que se dijo por otros sin realizar un
análisis de este tipo de situaciones, y así vemos que ramplonamente nos
dicen que esos sociópatas y psicópatas eran simplemente hombres
ambiciosos.
No era ese aspecto la única particularidad de esa sociedad feudal que se
basaba en componendas y reconocimientos, como dijimos los grandes
fundos eran de la nobleza y obvio eran por decirlo así de los reyes, no se
confundan no había ciudadanos, sino nobles y siervos y ese grupo sin tierra
ni título nobiliario que eran descendiente de un alguien en su pasado a veces
muy remoto, eran hombres que no pocas veces sin vocación, se metían de
curas o ejercían diversas actividades en los pueblos que algún día serán
ciudades. Era una sociedad definida y selectiva, esa es la realidad.
Esa fue la sociedad que vio Carlos V al llegar a la península Ibérica, un
tanto diferente a las sociedades flamencas a las que el en verdad perteneció
hasta su llegada a lo que será España. Así que veremos otros sucesos que le
acontecieron al extranjero rey, que por su nombre será el primero de los
reyes de nombre Karl en España. En verdad era un verdadero Austria
Habsburgo, no un español aunque descendiera de la casa de Tratámara por
el lado materno.
Cuando se habla de Carlos V comúnmente se le relaciona como el gran
emperador español, lo que resulta una falsedad o cuando menos una verdad
a medias. En realidad como ya vimos, en parte ni siquiera fue español de
nacimiento y tampoco fue rey de una España unida, concepto que como
dijimos nació en el siglo XIX.
Capítulo 3

Nacimiento del Imperio Castellano

Dijimos que muchos afortunados sucesos acontecieron para que Carlos I


siquiera fuera rey de Aragón, que fueron determinantes en la vida del
personaje, y también dejamos en claro que fue rey conjuntamente con su
madre la reina doña Juana, aunque cuando consolidó su aceptación por
parte de los castellanos gobernó de facto los Reinos de la corona de Castilla
y no será rey hasta 1555 en que falleció Juana la loca que será rey.
Recapitulemos un poco de la vida de este personaje de primordial
importancia, ya que siendo príncipe de Castilla fue el beneficiario de la
invasión a lo que hoy es México por Hernán Cortés.
Como dijimos Carlos I fue hijo de Juana I de Castilla y Felipe I el hermoso,
y nieto por vía paterna de Maximiliano I de Habsburgo y María de Borgoña,
de quienes heredó el patrimonio borgoñón, los territorios austríacos y el
derecho al trono imperial, y por vía materna de los Reyes Católicos, Isabel I
de Castilla y Fernando II de Aragón, heredó Castilla, Navarra, las Indias,
Nápoles, Sicilia y Aragón.
En ese tenor por la muerte de su abuelo será heredero del título de
archiduque de Austria, y también del de emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico. Por causa de su noble cuna Carlos de Habsburgo
heredó una larga lista de títulos nobiliarios y grandes extensiones de tierra
que le correspondían personalmente y para nada a los reinos de Castilla y
Aragón. Esos títulos fueron:
Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de
Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de
Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los
Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Islas,
Indias y Tierra Firme del mar Océano, condes de Barcelona, señores de
Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y Neopatria, condes de Rosellón y
de Cerdaña, marqueses de Oristán y de Gociano, archiduques de Austria,
duques de Borgoña y de Brabante, condes de Flandes, de Tirol, por
supuesto que gracias a las ya mencionadas Bulas Alejandrinas a futuro por
herencia y conquista también fue rey de la mayor parte de América.
Tras la muerte de Maximiliano en 1519, Carlos le concedió en 1520 el título
de archiduque de Austria y, en el tratado de Worms de 1521, la posesión de
la herencia austriaca de los Habsburgo: la Alta y Baja Austria, Estiria,
Carintia y Carniola. Posteriormente, en 1522, a consecuencia de las
conversaciones de Bruselas, obtuvo el Tirol, la Alta Alsacia, y el ducado de
Wurtemberg.
Antes de que cumpliera un año, Felipe nombró a Carlos duque de
Luxemburgo y Caballero de la Orden borgoñona del Toisón de Oro. Carlos
fue educado al estilo de la corte flamenca, aunque Fernando el Católico
consciente de que Carlos podría ocupar algún día su trono envió al
humanista Luis Cabeza de Vaca a Flandes para que le enseñara castellano y
las costumbres españolas, aunque cuando el príncipe llegó a España años
después aún no dominaba esta lengua.
Hemos tratado de que el lector comprenda una verdad, que Carlos I de
España como se le conoce, como rey heredero y regente de su madre
cuando fue heredero de Fernando de Aragón, heredó solo ese trono junto
con la navarra y otros títulos que le correspondieron, en realidad fue Sacro
Emperador hasta la muerte de Maximiliano I su abuelo, acontecida el 12 de
enero de 1519. Carlos reunió en su persona los territorios procedentes de la
cuádruple herencia de sus abuelos: Habsburgo (Maximiliano I), borgoñona
(María de Borgoña), aragonesa (Fernando el Católico) y castellana (Isabel
la Católica), aunque pocos años después renunció en favor de su hermano
Fernando los territorios de Austria.
Como dijimos Carlos I cuando llegó a la Península Ibérica no fue bien
recibido ni por castellanos ni por aragoneses. En este trabajo no nos
referiremos a todos los acontecimientos ni las vicisitudes y problemas de
Carlos de Austria para ser reconocido rey, solo diremos que gracias al
cardenal Cisneros logró ser monarca de Castilla conjuntamente con su
madre Juana la loca, pero mencionamos que no estuvo exento de oposición
en cuanto a la herencia de su abuelo Fernando de Aragón.
Hay mucha historia acerca de este personaje que no es materia de este texto,
solo diremos que en realidad en los reinos de la hoy España tenían
preferencia por su hermano Fernando al que consideraban los hispánicos
peninsular y a Carlos extranjero, situación que tuvo que sortear y gracias a
que obtuvo la corona de Austria, las Germanías y Hungría, ya que era
también archiduque de Austria a la muerte de su abuelo Maximiliano I pudo
quitar de en medio a su hermano al cederle el Archiducado de Austria.
El 6 de julio de 1519 Carlos I recibió en Barcelona la noticia de su elección
como nuevo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico bajo el
nombre de Carlos V y el 23 de octubre de 1520 recibió la corona como rey
de romanos. Finalmente el nombramiento de Emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico le permitió definitivamente ser aceptado como rey en
la península, ya que hábilmente para quitar a su hermano de en medio
decidió nombrarlo archiduque de Austria, cediéndole el trono alemán pero
quedándose para sí el trono de sacro emperador, por lo que su hermano
Fernando recibió un reino pero sujeto al imperio. Su reino castellano pronto
también se convirtió en un gran imperio con los nuevos descubrimientos de
tierra firme en América y sus conquistas, lo que hizo que se dijera que en
sus imperios no se ponía el sol.
Para este texto es importante señalar que los nuevos descubrimientos y
conquistas en Mesoamérica y Sudamérica se realizaron siendo reyes de
Castilla Doña Juana su madre y Carlos como rey regente de ella, por lo
tanto para el tema central de este texto nos debemos referir primero a las
conquistas de las islas caribeñas, en especial a Cuba y por supuesto que a
México, ya que Hernán Cortés partió de la Isla la Fernandina hoy Cuba
para iniciar su aventura.
Creemos necesario aclarar que cuando ascendió el rey Carlos I al trono en
aquel año de 1517 solo había colonias caribeñas, y por demás como ya
dijimos no había en ellas metales preciosos y la esclavitud era la que
proporcionaba dividendos a las empresas de exploración y conquista y a fin
de cuentas justificada, con la puerta abierta que dejó la reina Isabel para la
esclavitud.
Para el rey Carlos no tenían por ese entonces gran interés las colonias
Caribeñas y será hasta diciembre del año de 1519 en que recibió en
Barcelona oro de Hernán Cortés, el que despertó el interés del rey por las
colonias de ultramar.
Para 1517 en que fue finalmente rey Carlos I las colonias de ultramar ya
incluían a Cuba llamada por ese entonces la Fernandina y esta isla caribeña
es de primordial importancia porque de ahí partió Hernán Cortés para la
invasión y sujeción de Mesoamérica.
Queremos hacer hincapié en algo que no queremos que provoque el error
que muchos tienen, al pensar que el inexistente en ese entonces Imperio
Español era el dueño de todo lo que mencionamos que heredó Carlos de
Austria.
Hemos dicho que cuando ascendió Carlos I al trono digamos de lo que hoy
es España, la Península Ibérica en su totalidad estaba inmersa todavía en
los conceptos de la edad media y tardó a pesar de ser digamos el Reino de
Castilla descubridor de América en llegar al renacimiento mucho tiempo. El
descubrimiento y conquistas de América provienen de un acto que se
realizó por medio de una empresa sui generis, no de un acto soberano de un
estado español, recordando que en los reinos medievales los ahora
españoles simplemente eran súbditos del rey en turno, no eran parte de un
concepto moderno de estado.
Seremos justos, como fuera la reina Isabel la católica había logrado hasta
cierto punto un avance hacia una unidad castellana y logró que su corona
fuera más fuerte que los señores feudales, digamos que inició a dejar atrás
esa característica de la edad media en que los reyes dependieron de los
poderosos terratenientes, sin embargo subsistió esa idea de señores y
vasallos que eso eran los hombres nacidos en esa digamos España
medieval.
Cuando se dan los descubrimientos de ultramar en los reinos peninsulares
de Castilla y Aragón sólo había tres clases de hombres, los nobles y los
siervos y una tercera categoría de aquellos hidalgos que en verdad eran
donnadies y son los mismos ahora españoles que ponderan, que los
conquistadores materiales eran hidalgos, como diciendo no se trataba de
siervos aunque fueran donnadies, fenómeno que pasó por alto referirse en
su análisis de los españoles el gran pensador Ortega y Gasset.
Cuando se da el descubrimiento de América de acuerdo a la costumbre
peninsular medieval, se consideró una hazaña y de acuerdo a las
capitulaciones que la corona castellana realizó con Cristóbal Colón era una
empresa, no un acto de soberanía estatal, sin embargo se contempló
nombrar gobernador vitalicio al descubridor y se le otorgó el título de
almirante, con lo que el descubridor dejó de ser un donnadie del que no se
sabe su origen por lo que no se puede hablar que poseía hidalguía pero
definitivamente llegó a ser alguien en esa sociedad peninsular.
No negaremos que en Castilla, reino exclusivo de acuerdo al medioevo de
Isabel la católica, los hombres de la región habían adquirido cierto orgullo,
digamos castellano gracias a la expulsión de los musulmanes del territorio
peninsular, se incrementó el fervor religioso católico como única religión
que se ensañó contra los que no fueran de su credo, campo fértil para la
llamada Santa Inquisición, institución que por cierto llegó a España
tardíamente en tiempos del reino de Isabel.
Con la reconquista digamos española se terminaron las guerras entre
católicos e infieles y caso raro en el mundo europeo, esa era de paz no le
trajo ningún beneficio al siervo español que eso eran, no ciudadanos, y por
lo tanto nada tenían que no fuera de algún noble o de sus reyes. Para el
siervo español no trajo bienestar la reconquista, ni la paz, vivió el siervo
sumido en el oscurantismo y la suciedad, siendo el campesino, el
desheredado de siempre.
Es cierto en España había instituciones educativas de gran prestigio como la
Universidad de Salamanca pero no era destinada para todos los siervos, sino
para digamos los hidalgos españoles, que solo así podían aspirar a algún
reconocimiento en esa sociedad cerrada donde o se era señor o simplemente
un donnadie aunque se gozara de riqueza, en ese tenor o se era religioso o
bachiller, porque las grandes hazañas de la caballería peninsular con la
reconquista rápidamente se convirtieron en pasado.
Realizada la reconquista que realiza definitivamente en 1492, en el mismo
año en que Colón llega a América se convierte en una oportunidad para los
viejos soldados de la lucha final contra el califato de Córdoba y para
muchos en la oportunidad de si no llegar a ser alguien, sí convertirse en
terratenientes y dejar la pobreza extrema en que las grandes mayorías
estaban inmersas.
Colón llega a américa el 12 de octubre de 1492, sin embargo no volvió a
España hasta marzo de 1493, suponemos que se dirigió a la corte a informar
a la reina de su descubrimiento, nos surge la pregunta cuando los siervos,
hidalgos, y nobles digamos españoles se enteraron del gran acontecimiento,
lo dejamos en el aire, puesto que las noticias corrían de voz en voz y por lo
mismo hay mitos desde 1492 que muchos se empecinan en creer. El caso es
que Colón partió para sus segundo viaje de los cuatro que realizó, partiendo
finalmente el 25 de Septiembre de 1493 volviendo a España hasta el 11 de
junio de 1496. De este segundo viaje se sabe que navegó en esta ocasión
con 17 naves, pero desgraciadamente no sabemos cuántos hombres se
aventuraron a cruzar el mar y menos quienes fueron o su ocupación.
Escribimos en nuestro libro La Historia Negra Española en la Nueva
España acerca del lado oscuro de Cristóbal Colón y de sus hermanos, por lo
que no repetiremos solo dejamos en este texto constancia de que fue un
cruel esclavista que cometió memorables crueldades, por lo que parece que
será el signo de la llegada de los europeos a tierras americanas. En este
texto estamos viendo lo que representan los sucesos de desatados a partir de
1492 en relación a la sociedad medieval española.
Colón volvió a la península de ese segundo viaje en junio de 1496,
permaneciendo en España hasta el día 30 de mayo de 1598 en que se hizo a
la mar nuevamente con ocho naves y cuando menos cincuenta soldados,
realizando nuevas exploraciones y tocando tierra firme del continente
americano para finalmente regresar a la isla que nombraron La Española.
Nos referiremos brevemente a lo que aconteció durante ese tercer viaje, no
en relación a sus exploraciones sino a otros sucesos que denotan rasgos de
la personalidad del almirante.
Colón regresó al Caribe el 30 de mayo de 1498 desde Sanlúcar de
Barrameda al mando de seis barcos. Llegó el 31 de julio a la isla Trinidad y
desde el 4 al 12 de agosto exploró el golfo de Paria, el cual separa Trinidad
de Venezuela. El 19 de agosto marchó a La Española para encontrarse con
que la mayoría de los españoles allí asentados estaban descontentos al
sentirse engañados por Colón sobre las riquezas que encontrarían. Colón
intentó repetidas veces pactar con los sublevados, los taínos y los caribes.
Algunos de los españoles que habían retornado denunciaron a Colón ante la
corte por mal gobierno. En 1499 los reyes nombraron a Francisco de
Bobadilla nuevo gobernador para La Española despojando a Colón del
cargo. A su llegada a la isla, el 23 de agosto de 1500 Bobadilla detuvo a
Colón y a sus hermanos y los embarcó presos hacia España.
Veamos las causas de su prisión:
Luego de su primer viaje Cristóbal Colón fue designado virrey y
gobernador de las Indias bajo las Capitulaciones de Santa Fe. Esto incluyó
la administración de las colonias en la isla de La Española cuya capital se
estableció en Santo Domingo. Al final de su tercer viaje Colón estaba física
y mentalmente exhausto: su cuerpo afligido por artritis y sus ojos por
oftalmia. En octubre de 1499 envió dos naves a España, pidiendo a la Corte
designar a un comisionado real para ayudarlo a gobernar.
Para entonces las acusaciones de tiranía e incompetencia de Colón como
gobernador habían llegado a la Corte. La reina Isabel y el rey Fernando
respondieron quitando a Colón del poder y reemplazado por Francisco de
Bobadilla, miembro de la Orden de Calatrava.
Bobadilla fue gobernador desde 1500 hasta 1502 cuando falleció debido a
una tormenta, también había recibido el encargo de investigar las
acusaciones de brutalidad, hechas contra Colón. Al llegar Bobadilla a Santo
Domingo mientras Colón estaba ocupado con sus exploraciones del tercer
viaje, fue recibido con quejas contra los tres hermanos Colón: Cristóbal,
Bartolomé y Diego. Un informe de Bobadilla recientemente descubierto
asevera que Colón frecuentemente usaba la tortura y mutilación para
gobernar La Española. El informe de 48 páginas, encontrado en 2006 en el
Archivo General de Simancas, contiene testimonios de 23 personas,
incluyendo enemigos y partidarios de Colón acerca del trato de Colón y sus
hermanos a los súbditos coloniales durante sus siete años de mandato.
De acuerdo con este informe, Colón castigó a un hombre culpable de robar
maíz haciéndole cortar las orejas y la nariz para venderlo luego como
esclavo. Los testimonios registrados en el informe aseveran que Colón
felicitó a su hermano Bartolomé por “defender a la familia”, cuando este
último ordenó que una mujer fuera forzada a desfilar desnuda en público y
que su lengua fuera cortada por sugerir que Colón era de mal nacimiento. El
documento también describe el modo como Colón controló el descontento y
revuelta de los nativos. Primero, ordenó una represión brutal en la que los
nativos fueron asesinados y luego sus cuerpos desmembrados desfilados por
las calles en un intento de desincentivar cualquier otra rebelión.
El gobierno de Colón se distinguió por una forma de tiranía, afirma
Consuelo Varela Bueno, historiadora española que estudió y publicó
documentos. Incluso quienes admiraban a Colón tuvieron que admitir las
atrocidades que habían ocurrido.
Bartolomé de las Casas escribió que al llegar él a La Española en 1508
había, contados todos los indios más de 60 000 personas viviendo en la isla,
de modo que de 1494 a 1508 alrededor de tres millones de indios habrían
muerto en las guerras a causa de la esclavitud o el trabajo en minas y
concluía exclamando: Esto “¿quién lo creerá de los que en los siglos
venideros nacieren? “Yo mismo que lo escribo y vio y sé lo más de lo que
ahora me parece, que no fue posible”.
El gobierno de los hermanos Colón en La Española no cumplió con las
expectativas de los Reyes Católicos. Desde un primer momento fue clara la
posición de la propia reina Isabel I de Castilla en la defensa de la igualdad
de los indios, sus súbditos del Nuevo Mundo y los españoles, sus súbditos
del Viejo Mundo. Las agresiones a indígenas y la venta de algunos como
esclavos era una desobediencia de las órdenes expresas de la reina Isabel la
Católica que había dejado clara su voluntad de que se tratará a los indígenas
como súbditos de Castilla y por lo tanto como hombres libres.
Por este motivo Colón fue arrestado luego de su tercer viaje y enviado con
cadenas ante la reina por el pesquisidor Francisco de Bobadilla. No
correspondía el comportamiento de Colón con el que España proponía en
sus leyes, aunque la distancia, entre otros motivos propició conductas
similares a la de Colón con los indígenas, las cuales fueron denunciadas por
Fray Bartolomé de las Casas y reprobadas por las Leyes Nuevas. Colón y
sus hermanos estuvieron en prisión por seis semanas antes de que el rey
Fernando ordenara su liberación. Luego de poco tiempo el rey y la reina
llamaron a Colón y sus hermanos al palacio de la Alhambra en Granada.
Allí la pareja real escuchó las súplicas de los hermanos, devolvieron su
libertad y riqueza y luego de mucha persuasión aceptaron financiar el cuarto
viaje de Colón. Pero se cerró firmemente la puerta al rol de Colón como
gobernador. Desde ese momento Nicolás de Ovando y Cáceres fue el nuevo
gobernador de las Indias Occidentales.
Hemos transcrito lo anterior para dejar en claro que fuera de que Colón tuvo
el afortunado suceso de llegar al nuevo mundo, fue como la mayoría de los
peninsulares, cruel y abusivo y de hecho fue el primer transgresor de las
disposiciones de la reina Isabel y aunque con Colón tuvieron relativa
aplicación, consideramos que no fue suficiente para que otros españoles no
cayeran en excesos.
El resultado de todos esos sucesos fue muy negativo para Colón. Perdió
todos los privilegios previamente concedidos y le fue prohibida
expresamente, la posibilidad de gobernar ninguna colonia. Además, los
reyes permitieron otras expediciones.

Sin rendirse, Colón volvió a organizar una nueva expedición; de nuevo, su


objetivo era llegar a Asia. El 9 de mayo de 1502 Colón puso rumbo por
cuarta vez hacía América. Partió de Cádiz el 9 de mayo y llegó en un mes
hasta Santo Domingo. El nuevo gobernador impidió que desembarcara, por
lo que tuvo que continuar su trayecto. Así, llegó a Honduras, encontrando
por primera vez a los mayas.

Enfermo y sin apoyos, Cristóbal Colón volvió a España el 7 de septiembre


de 1504. Tras un tiempo de convalecencia se entrevistó con el rey Fernando
y después se instaló en Valladolid. El 20 de mayo de 1506 falleció en esa
ciudad sin que la sociedad española le diera ninguna importancia pues en
realidad Cristóbal Colón a pesar del título de almirante no dejó de ser para
la sociedad española un donnadie.
Capítulo 4

Fallecimiento de la Reina Isabel

En realidad no sabemos cuál fue el efecto entre la población del


descubrimiento de América por ese entonces, pero vimos que los hombres
que llevó Cristóbal Colón se quejaron porque no había oro ni las riquezas
que prometió el almirante, causa de que fuera aprehendido y otro suceso
importante que no podemos dejar de lado fue el fallecimiento de la reina
Isabel la Católica acontecida en Medina del Campo el 26 de noviembre de
1504.

Con la muerte de la reina el trono lo heredó su hija Juana la loca y de


inmediato nuevamente se vio frustrada la supuesta unidad española, siendo
el trono de Castilla para D. Juana de Zaragoza y quedando el trono de
Aragón en manos de su padre, pero finalmente tronos separados. De hecho
hubo pugna de poder entre Felipe el hermoso padre de Carlos I y Fernando
de Aragón su suegro, que terminó con la muerte de Felipe padre del futuro
rey extranjero, se dice que murió envenenado y que esa en verdad pudo ser
la causa de la supuesta locura de la reina, a la que confinó su padre
encerrándola en un torreón para gobernar Castilla como rey regente, sin
embargo la historia no termina, ya que Fernando de Aragón se casó con
Germana de Foix que tuvo a su heredero, pero se malogró y Fernando
nombró heredero al hermano menor de Carlos I, pero las artes de los
religiosos lograron que cambiará Fernando de Aragón su testamento,
precisamente para lograr una más o menos España unida y eso de hecho fue
el origen de los reinos del rey extranjero que hasta la fecha conocemos
como Carlos V.

Durante la regencia de Fernando de Aragón para Castilla se descubre


América se y conquista la isla La Fernandina hoy Cuba, que ya dijimos que
desde ahí partió Hernán Cortés.
Veamos lo que estimamos aconteció en aquella Castilla medieval.

Hasta el año de 1504 en que murió la reina Isabel las colonias de ultramar,
entiéndase las islas caribeñas del virreinato concedido a Colón por la
empresa en que llegó a América, no se obtenía riqueza tangible, por lo que
Colón optó por la esclavitud de nativos, lo que trajo una conducta vacilante
por parte de la reina Isabel que analizamos en el libro La Historia Negra
Española en la Nueva España.

Suponemos, pues no hay nada que indique lo contrario, que el famoso


descubrimiento de Colón no estuvo difundido entre los siervos de la reina.
Tampoco de seguro se difundió popularmente que solo la esclavitud podía
rendir dividendos y la vacilante reina se opuso a ella, pero dijimos en el
libro mencionado que dejó abierta la puerta para que la hubiera y esa era la
fuente de riqueza de las islas caribeñas.

Desde su muerte hubo lucha por el poder como expusimos, que culminó
con la muerte del rey consorte Felipe el hermoso conocido como Felipe I de
castilla, acontecida el 25 de septiembre de 1506. Será hasta el día 23 enero
de 1516 en que murió Fernando de Aragón que Carlos I hereda el reino de
Aragón y por lo tanto llegará a España en septiembre de 1517 para ser rey
de Aragón, para reinar su herencia y ser regente de su madre Juana la loca.

El descubrimiento de México se dio a partir del mes de febrero de 1517 a


un año del muerte de Fernando de Aragón y actuando como regente de
Castilla por la supuesta locura de la reina Juana el cardenal Cisneros.
Suponemos que no fue un suceso importante ya que creyeron que era una
isla caribeña, por lo que lo más seguro es que la noticia llegó al cardenal
mucho más tarde y quizás murió sin saber del nuevo descubrimiento. Por el
momento dejaremos en que creyeron que Yucatán era una isla caribeña.

Volvamos a esa España medieval y pensemos en el proceso de colonización


de españoles en América. Colón hizo cuatro viajes y llevo en verdad pocos
españoles que apenas colonizaron parte de unas cuantas islas caribeñas,
sobre todo en una, se asentaron en La Española donde hoy están los estados
libre y soberanos de Haití y La República Dominicana y fue la primera
colonia española en América, y no se vaya a creer que lo colonizaron miles
de españoles, sino unos cuantos, pero con sus armas y las enfermedades
mermaron la población nativa y para darnos una idea, un censo de 1574
arrojó casi mil españoles y doce mil esclavos, suponemos que negros
africanos ya que la población actual de Haití tiene ese origen.

Los donnadies en las primeras colonias

Entonces cabe preguntar quiénes fueron los españoles que llegaron


inicialmente a la América develada. Siempre nos dan la misma respuesta
por parte de los historiadores de esta América, que fueron aventureros
ávidos de riqueza y no aclaran más, y así nos dicen los españoles que
muchos de esos primeros colonizadores y después conquistadores eran
hidalgos españoles. Entonces que eran, esa pregunta tiene esas dos
respuestas que no necesariamente son verdad, ya que bien podrían ser
aventureros hidalgos ávidos de riqueza, pero, porque dejar su tierra natal
para aventurarse a lo desconocido, alguna poderosa razón debió haber que
debe ser vergonzosa para mantenerla oculta.

Adentrémonos en la sociedad de esa España medieval, que a raíz de la


expulsión de los musulmanes pocas posibilidades ofrecía, no diremos otra
palabra sino súbditos que lo eran todos incluyendo a la nobleza, pero había
castas definidas, la nobleza y los demás que no lo eran aunque tuvieran
hidalguía, se podía ser comerciante, burgués, letrado, y sacerdote pero eran
a fin de cuentas súbditos de alguien y sin ninguna prerrogativa, no eran
siervos pero en verdad eran donnadie, bien aplicaban el término “Don”
reservado para la nobleza entiéndase ser alguien y por supuesto
terratenientes. Digámoslo claro, sin las hazañas de la reconquista no había
ninguna posibilidad de escalar en esa sociedad cuajada.

Como fuera cuando llega a rey el extranjero las tierras de ultramar poco
dejaban a la corona de Castilla y más sin el pingüe negocio de la esclavitud
que de alguna manera en sus inicios de la colonización en las islas caribeñas
dificultó, pero no erradicó la reina Isabel. Sabemos por el juicio a Colón
que solo ese negocio podría haber, pero los colonos eran abusivos con los
nativos producto del desdén que le tenían al natural, quizás como venganza
o simple reflejo de esa injusta sociedad medieval.

Obviamente que con el tiempo se supo de las nuevas tierras de ultramar y


de su colonización. Aclaremos de una vez el significado correcto del
término colonización que confunden muchos tendenciosos, que dicen que
España era un reino o peor un imperio cuando no había siquiera una España
unida; por colonización simplemente se entiende: 1.-Establecimiento de un
conjunto de personas en un territorio alejado de su pueblo, país o región de
origen con la intención de poblarlo y explotar sus riquezas. Y 2.-
Ocupación, por parte de un estado extranjero, de un territorio alejado de sus
fronteras para explotarlo y dominarlo administrativa, militar y
económicamente.

El diccionario de la Real academia de la Lengua simplemente define:


Formar o establecer colonia en un país.
Fuera reino o imperio se dio la ocupación para explotar sus riquezas, sin
embargo veamos como inicio esa colonización que en verdad se vio como
una oportunidad de obtener un mejor nivel de vida para los súbditos
donnadies de los reinos peninsulares.

Cristóbal Colón falleció en el año 1506 año en que también Fernando de


Aragón se ve libre del rey consorte de Castilla Felipe I el hermoso y
comienza su regencia por la supuesta locura de su hija D. Juana.

El descubrimiento de las islas caribeñas atrajo primero la atención de


algunos hidalgos de esos que provenían de familias nobles, de esos
prominentes hombres en busca de ser alguien, tenemos al enemigo que será
de Hernán Cortés, Diego Velázquez de Cuéllar, que será de esos primeros
hidalgos que llegaron a América, ya que acompañó a Cristóbal Colón
tempranamente en su segundo viaje, se asegura que su hidalguía provenía
de una añeja familia noble de la región de Cuellar.

Fue de los primeros hidalgos beneficiarios con tierras y encomiendas de


indios y con la terrible mortandad de nativos de seguro fue esclavista, pero
como muchos hidalgos era de alguna manera soldado o cuando menos
versado en las armas por lo que participó digámoslo suave, en la
pacificación de La Española entiéndase conquista.

Como ya vimos la reina prescindió de Colón como gobernador o virrey,


nombrando a Francisco de Bobadilla que lo aprisionó para sustituirlo y a la
muerte de Bobadilla por una tormenta en el mar en 1502 la reina Isabel
nombró virrey a Nicolás de Ovando y Cáceres, que fue caballero de la
Orden de Calatrava, un militar consagrado de una prestigiada orden de
caballería medieval española que fue de las artífices de la reconquista.

Sin lugar a dudas el nombramiento de D. Nicolás de Ovando fue un


parteaguas en la colonización de América, ya que partió el 13 de febrero de
1502 de España con 32 embarcaciones, siendo la flota de embarcaciones
más grande con destino hacia el continente americano. Se embarcaron en
total unos 1500 colonizadores, que fueron elegidos al azar para representar
a la sociedad española en el Nuevo Mundo. Fue la primera gran armada
colonizadora, financiada fundamentalmente con capital privado, aunque
también la Corona participó, sobre todo en tareas organizativas. El plan de
Ovando, trazado por los Reyes Católicos era desarrollar tanto la economía
básica de La Española como establecer las estructuras políticas, sociales,
religiosas y administrativas de la colonia.
Con él también viajó Francisco Pizarro, quien más tarde exploraría la
región occidental de América del Sur y conquistaría el Imperio Inca. Así
mismo, en otra embarcación del mismo viaje estaba Bartolomé de las
Casas, más tarde conocido como "el Protector de los Indios".
Veamos algo acerca de la conducta de este virrey que parece no diferenciar
de otros conquistadores, inclusive sus excesos serán comentados por el
padre De las Casas. Y nos quedamos con esta idea para seguir con las
oportunidades a esos donnadies que presentaba el nuevo mundo.
Como dijimos Cristóbal Colón murió en el año de 1506 y su hijo Diego fue
su heredero de todos sus privilegios que según la historia pretendió
Fernando el católico escatimarle, olvidando que entre esos privilegios había
derechos definidos, sin embargo como era esa España de parentescos y
relaciones y eso era ser alguien. Diego Colón gracias a su matrimonio, de
laguna manera emparentó con el rey y así fue reconocido como virrey pero
no exento de litigios que son hoy conocidos como pleitos colombinos
Diego Colón partió desde Cádiz para la isla La Española, donde llegó en
julio de 1509, sustituyendo en el cargo a Nicolás de Ovando. Se sabe que
Diego Colón quería con crear una sociedad estamental, conformada por
agrupaciones cerradas, nobleza, clero y "tercer estado" o "común"),
partiendo de las circunstancias de nacimiento, la familia e incluso
la primogenitura, determinada por el sexo y orden de nacimiento, y que los
indios quedarán bajo el control de sus aliados los hidalgos, para lo cual
utilizará los repartos de indios, aparentemente la única riqueza tangible de
la isla, distribuyéndolos a su antojo con el objeto de premiar a sus amigos,
creando así diferencias sociales.
Realizó el segundo repartimiento de indios (ya que muchos de los que
habían sido repartidos en el primer repartimiento general de 1505 habían
muerto). Favoreció a sus allegados y paniaguados. En 1514 se hizo un
tercer repartimiento, trató de forzar a la emigración de españoles a otras
islas con objeto de ampliar sus dominios en otras partes, como Cuba, a la
que envió a su lugarteniente Diego Velázquez de Cuéllar, Jamaica o Puerto
Rico, que fueron definitivamente conquistadas.
Diego Colón con su política privilegió a aquellos hidalgos que llegaron, lo
que atrajo obviamente muchos de esos hidalgos donnadies en España a las
islas caribeñas, obvio con los repartimientos de tierras y de indios, como
fuera si no podían ascender en la escala social española el nuevo mundo les
abrió la posibilidad de una mejor vida de la que podían aspirar en la madre
patria, sin embargo eso provocó graves enfrentamientos entre los hidalgos y
los que no lo eran en las islas descubiertas y aportó muy poco en la
exploración de Tierra Firme. Vista la tensión existente, el rey Fernando le
llamó a España a finales de 1514 y le sustituyó.
En vista de los repartimientos que realizó Diego Colón en 1511 se creó en
La Española una Real Audiencia a petición de los vecinos, compuesta de
tres jueces de apelación y presidida por Diego Colón, que estuvo en
constantes conflictos entre los miembros de la misma. También se
eliminaron de su jurisdicción los territorios de tierra firme y por si faltaba
algo, el monarca envió a Ibáñez de Ibarra y Rodrigo de Albuquerque (1514)
como repartidores de indios, que procuraron obviamente perjudicar a Diego
Colón y a sus amigos.
En ese contexto podemos decir que arribaron a América muchos hidalgos
donnadies en busca de mejor vida y no como se dice normalmente en busca
de aventura, entre esos hidalgos donnadies en España llegaron los hermanos
de Pedro de Alvarado y él mismo, también Cortés y otros que se enrolaron
en las posteriores conquistas de tierra firme y obviamente hablaremos de
tres en este texto. Centrándonos en su actuar que todo hace indicar que
tenían psicopatía evidente como veremos a continuación.
Capítulo 5
La psicopatía una generalidad, no una Excepción.

Cristóbal Colón el primer psicópata que llegó a américa.

Libros icónicos acerca de la evidente psicopatía de los invasores fueron


escritos en aquellos tiempos de la invasión, entre los icónicos encontramos
la gran obra por su contenido y volumen que escribió el padre fray
Bartolomé de las Casas que ganó a pulso el título de protector de los indios,
pero pocos saben que también fue encomendero por lo que conoció a fondo
esa institución, llegando a repudiar su propia encomienda y lo más notable
es que escribió acerca de las crueldades y vejaciones que sufrieron los
nativos de manos de los llamados conquistadores.

En la actualidad hay una corriente de ultras en España que niegan lo escrito


por fray Bartolomé, al grado que sin recato alguno han acudido al papado
para pedir la excomunión del fraile ¡háganme el favor!

Esa corriente lo tacha de mentiroso, tratando de demostrar que fue


exagerado en lo que escribió, posiblemente haya exageraciones pero no
falsedades, y su obra es un gran testimonio de la barbarie desplegada por
los invasores. Nosotros por esa razón solo nos hemos siempre referido
tangencialmente al padre De las Casas y buscamos otros textos para evitar
las inútiles descalificaciones de aquellos negro leyendistas empecinados en
negar su propia historia española.

Veamos el contexto que hemos sostenido, obvio son solo fragmentos que
demuestran que no solamente tomamos como fuente a Fray Bartolomé.

Como hemos visto resulta falso que el fundamento para la conquista de


nuevos territorios hasta ese momento ignotos para los europeos, que se
requería que se justificara con que hubiera sacrificios o que fueran caníbales
los nativos, en realidad eso sí sirvió como pretexto para abusos y someter a
la esclavitud a los invadidos como veremos adelante.
El fundamento como dijimos era económico, pero se sustentó en el
supuesto Derecho Natural y en el Canónico, interpretado obviamente por
los religiosos católicos con su particular punto de vista. Como fuera durante
toda la edad media el papado y la alta curia tuvieron intervención en la
política, y como dijimos había una idea central en la Iglesia Católica, que
sostenía que era la Santa Madre Iglesia Católica ya que fue fundada por
disposición de Jesucristo por medio del apóstol Pedro, por lo que con esa
premisa justificó la idea de que el poder intemporal de la iglesia estaba por
encima del poder temporal de reyes, señores, y emperadores. Complementa
sus tesis con la idea de que solo debería haber una iglesia y un solo dios.
Debemos hacer hincapié en que la constante que movió a los digamos
españoles era la ambición, no había un mínimo de sentimiento humano o de
piedad, ni un verdadero interés en una evangelización, que será la constante
de las aspiraciones de los aventureros que realizarán la conquista de
América, aunque como se sabe ellos en las conquistas siempre se refirieron
a la difusión de la vera fe, obvio que eso se había dispuesto en las Bulas
Alejandrinas como justificación para las invasiones. No requerían más.
Colón no sólo añoraba recaudar oro sino que de inmediato vio la
posibilidad de esclavizar a los nativos, lo que no es simple especulación, ya
que en su diario dijo:
…Domingo 14 de octubre: “pueden a todos llevarlos a Castilla o tenerlos en
la misma isla cautivos, porque con cincuenta hombres, los tenían a todos
sojuzgados y podrán hacer lo que quisieren”…
Cristóbal colón en realidad era tirano y esclavista como veremos adelante y
sin temor a equivocarnos fue el que hizo que la reina Isabel dictará sus
humanistas disposiciones.
Luego de su primer viaje Cristóbal Colón fue designado virrey y
gobernador de las Indias bajo las Capitulaciones de Santa Fe. Esto incluyó
la administración de las colonias en la isla de La Española cuya capital se
estableció en Santo Domingo.
Como dijimos el gobierno de Colón se distinguió por una forma de tiranía,
afirma Consuelo Varela Bueno, historiadora española que estudió y publicó
documentos. Incluso quienes admiraban a Colón tuvieron que admitir las
atrocidades que habían ocurrido.
Hemos transcrito lo anterior para dejar en claro que fuera de que Colón tuvo
el afortunado suceso de llegar al nuevo mundo, fue como la mayoría de los
peninsulares, cruel, y abusivo, y de hecho fue el primer transgresor de las
disposiciones de la reina Isabel y aunque con Colón tuvieron relativa
aplicación, consideramos que no fue suficiente para que otros españoles no
cayeran en excesos. Veamos ahora lo que se afirma acerca del almirante,
por lo que copiamos íntegramente un artículo de Pavel Ulíanov Guzmán,
que escribió bajo el título Cristóbal Colón el primer esclavista de América:
“Ya se ha dicho que en 1492 América fue invadida y no descubierta, porque
previamente la habían descubierto, muchos miles de años antes, los indios
que la habitaban.” (Eduardo Galeano.)
La historia oficial, reconoce a Cristóbal Colón como un visionario, un gran
navegante y el “descubridor” del actual continente americano, sin embargo,
su paso por el “nuevo mundo”, inició un proceso de brutal explotación,
esclavismo y genocidio de cientos de pueblos originarios, en el devenir
histórico, contra la historia oficial, se revela como el primer esclavista de
América.
El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón no descubrió América, contrario
a lo que comúnmente se conoce, ésta fecha representa el principio de la
sumisión total, la brutal explotación y el exterminio de millones de
indígenas, la entrada de Cristóbal Colón en el Mar Caribe, significó el
aniquilamiento sistemático de los habitantes de las islas de las Antillas y la
destrucción de la Cultura Taína, debido a la explotación inhumana a la que
fueron sometidos, a las enfermedades infecciosas trasmitidas por los
europeos y a la violencia propia de la conquista. (Fuente: 5to Centenario de
la rebelión Taína / Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y El
Caribe).
El inicio de estos procesos de explotación y esclavización, se representan
históricamente en Cristóbal Colón “la cruel política iniciada por Colón y
continuada por sus sucesores desembocó en un genocidio completo”
(Cristóbal Colón Marinero/ Monson Samuel). “La explotación a que
sometió a los indígenas fue brutal. Les exigía la estrega de cierta cantidad
de oro a cambio de un colgante de cobre que les servía como salvoconducto
para preservar su vida. Cuando se encontraba algún aborigen sin dicho
colgante, se le cortaban las manos y se le dejaba desangrar hasta la muerte”
(Contra la Historia Oficial / Crespo Antonio 2007).
Así mismo Colón fue el primer el primer promotor y traficante de esclavos,
desde su base en Haití, Colón envió múltiples expediciones hacia el interior.
No encontraron oro pero tenían que llenar las naves que volvían a España
con algún tipo de dividendo. En el año 1495 realizaron una gran incursión
en busca de esclavos, capturaron a mil quinientos hombres, mujeres y niños
arawaks, les retuvieron en corrales vigilados por españoles y perros, para
luego escoger los mejores quinientos especímenes y cargarlos en naves. De
esos quinientos, doscientos murieron durante el viaje. El resto llegó con
vida a España para ser puesto a la venta por el arcediano de la ciudad” (La
otra Historia de los Estados Unidos desde 1492 hasta el presente / Zinn
Howard).
En el mismo tenor, el escritor Galeano resume, “Tres años después del
descubrimiento, Cristóbal Colón dirigió en persona la campaña militar
contra los indígenas de la Dominicana. Un puñado de caballeros, doscientos
infantes y unos cuantos perros especialmente adiestrados para el ataque
diezmaron a los indios. Más de quinientos, enviados a España, fueron
vendidos como esclavos en Sevilla y murieron miserablemente” (Las venas
abiertas de América Latina / Galeano Eduardo).
Por su parte, Miguel de Cueno cómplice de Cristóbal Colón durante el
segundo viaje, narra de ésta forma la partida de la isla de Santo Domingo:
…”La víspera de nuestro retorno a España, decepcionados al no haber
encontrado oro, rodeamos los cuatro poblados situados cerca de nuestro
fondeadero y capturamos a 1600 salvajes, hombres, mujeres y niños
grandes, y los embarcamos en nuestras naos para venderlos como esclavos
en España. Al no contar con espacio suficiente en nuestras carabelas,
informamos a los soldados del fortín que podían capturar tantos esclavos
como quisieran entre los indios que quedaban”…
“Como la pequeña ralea de las mujeres, los bebés, abandonada in situ,
armaba un jaleo horrible, les rompimos el cráneo, los otros niños fueron
devorados por las bestias”…
… Como pago de una deuda de juego, el propio Colón me ofreció una
magnífica esclava caribe de 11 años. Cuando quise ejercer mis derechos
sobre ella, comenzó a gritar y se me resistió. Tuve entonces que
disciplinarla con mi látigo y forzarla...
El propio Cristóbal Colón escribe en una carta fechada el 15 de febrero de
1493
…”Pueden ver Sus Altezas que yo les daré oro cuanto hubieren menester…
y esclavos cuantos mandarán cargar, y serán de los idólatras” y “cuando
mandare que yo les envíe esclavos, espero yo de los traer o enviar de éstos
la mayor parte”… (Carta de Cristóbal Colón a los Reyes Católicos
anunciando el descubrimiento del Nuevo Mundo).
Finalmente, en un poder otorgado por Colón a Jerónimo de Agüero el 31 de
octubre de 1497 se escribe:
…”don Cristóbal Colón tengo cargo por Sus Altezas de las dichas Indias de
las cosas de ellas necesarias, de las cuales algunas veces he enviado…
algunas mercaderías e oro y plata y esclavos”… (Poder de Cristóbal Colón
a Jerónimo de Agüero).
Bajo el anterior marco es preciso comprender el hecho histórico acontecido
el 12 de octubre de 1492, no como el día del “Descubrimiento de América”
o el “Encuentro de Dos Mundos”, sino como el día que inició la larga lucha
de Resistencia y dignidad Indígena.
…”Fueron infinitas las gentes que yo vi quemar vivas y despedazar y
atormentar por diversas y nuevas maneras de muertes y tormentos y hacer
esclavos todos los que a vida tomaron” (Brevísima relación de la
destrucción de las Indias… Fray Bartolomé de las Casas).
La esclavitud en América incluye la esclavización de parte de la población
indígena a partir del descubrimiento de América y la importación posterior
a América de esclavos capturados en África subsahariana.
Como puede ver el lector no utilizamos solamente como fuente al padre De
las Casas, que bien pudo exagerar en cuanto a las cifras, pero no en cuanto a
la realidad y los actos de crueldad icónica de Colón no solo los refirió él y
hay otras fuentes documentales de la época que hemos señalado.

Vemos que desde el inicio de la presencia de los peninsulares en la américa


develada a los europeos se dan las crueldades inclusive por el flamante
almirante y fueron muchos, y aceptamos que no todos los que llegaron a
América fueron crueles, pero si es dable decir que esa sociedad española
medieval fue proclive en crear verdaderos psicópatas.

Algunos otros antecedentes de la crueldad icónica de los castellanos

Cabe aclarar que algunos de los llamados conquistadores que llegaron a


América fueron verdaderos soldados en los finales de la llamada
reconquista española, aunque muchos como Hernán Cortés recibieron su
primer baño de sangre masacrando nativos caribeños.
Dentro de esos soldados peninsulares llegaron a América dos
conquistadores que fueron como otros sumamente crueles, pero como
sabemos los que dicen que solo fue una leyenda negra, la crueldad los
tienen en el olvido.
Nos referimos a Vasco Núñez de Balboa y los gobernadores de La
Española, Francisco de Bobadilla y Nicolás de Ovando, que fueron tan
crueles o más que los tres personajes centrales de este libro, ejemplos y
antecedentes de la crueldad, intimidación, y brutalidad, que sin ser
tendenciosos caracterizaron las invasiones españolas en ese entonces.
Mucho se ha dicho que las armas de pólvora fueron determinantes para la
sujeción del continente americano, y por supuesto la historia oficializada
española toma las conquistas de aquellos castellanos como ejemplo de
valentía y de nacionalismo. Nada más que eso alejado de la verdad, ni hubo
tales hazañas, ni tampoco fueron tan determinantes las armas de pólvora, en
realidad los que fueron determinantes fueron los caballos y los perros que
no solamente inspiraron temor a los nativos, sino que fueron armas que
lograron gran mortandad de indígenas y no solo eso, fueron utilizados como
piezas de tormento y mutilación.
Obviamente perros y caballos vienen desde la reconquista española como
parte del armamento peninsular, sin embargo a los perros se les ha ocultado
como si no hubieran sido piezas clave en las sujeciones de nativos.
Del ocultamiento de los perros de guerra podemos mencionar a Cortés y a
los conquistadores de Mesoamérica a que nos referimos en este texto, ya
que nunca los mencionan en sus batallas estando esos animales presentes,
todo en aras de magnificar una supuesta hazaña que nunca existió.
De los perros de guerra y de su utilización para imponer el temor y matar
indígenas hay innumerables fuentes por toda América, solo los que dicen
que la crueldad icónica es leyenda, lo niegan.
En el libro Leyenda negra y leyendas doradas en la conquista de América
(Pedrarias y Balboa) de la autora nacionalizada española Bethamy Aram y
publicado por Fundación Jorge Juan Marcial Pons Historia 2008, en
España, nos ilustra la Autora Aunque los defensores de la leyenda negra
afirmarían más tarde que Pedrarias fue quien introdujo en el idioma el
verbo «aperrear», definido por Las Casas como «echar a los perros bravos»,
el propio dominico usó la palabra para describir una de las campañas de
Balboa. Fuera quien fuese quien inventara el término «aperrear», ni
Pedrarias ni Balboa inventaron la táctica.
Utilizamos la cita simplemente para dejar en claro la utilización de los
perros de guerra por los peninsulares en sus conquistas.
Cualquier historiador español no ignora la utilización de los grandes alanos,
mastines, y lebreles en las guerras de reconquista y en las Islas Canarias.
Sin embargo fueron de primordial importancia en América.
Cristóbal Colón trajo dos cosas a américa el cannabis, que sabemos su
utilización para hacer sogas, aunque no sabemos si le dieron otro uso y no
lo decimos para no ser tendenciosos. La otra cosa que trajo fueron los
perros de guerra y empleó los alanos en contra de los nativos, los que se
sabe trajo para su segundo viaje. Hubo perros famosos como el caso de
Becerrillo cuyo propietario fue Juan Ponce de León utilizado en la
conquista de San Juan como arma militar y de tormento, (0pus cit.)
Hubo otros afamados canes, alguna propiedad de Vasco Núñez de Balboa
llamado Leoncico, obviamente utilizado de igual manera que otros perros,
situación que vemos ya en Hernán Cortés que los utilizó para atormentar a
los caciques de Cholula.
No sé cómo podrían considerar los psiquiatras y psicólogos estas
manifestaciones de crueldad inusitada, pero el destazar a un humano con un
perro, nos parece conducta digna de un verdadero psicópata.
Hemos mencionado a Balboa por no ser diferente a los tres personajes
centrales de este texto, tal parece que llegaron siniestros y singulares
personajes a América, nosotros hemos leído y visto videos de ciertos grupos
de españoles empecinados en negar lo evidente. Algunos los justifican
simplemente diciendo que eran hombres de su tiempo, nosotros entonces si
esta apreciación es real llegamos a la conclusión que la sociedad peninsular
de ese entonces, fue proclive en crear sujetos que bien pueden ser llamados
psicópatas.
Veamos un poco más sobre el tema, y respecto a Balboa y otros
conquistadores que bien pudieron ser la fuente de inspiración delos tres
conquistadores de Mesoamérica.
Hacemos mención del historiador panameño Alfredo Casillero Calvo, que
nos ilustró diciendo que Balboa al igual que los conquistadores en México
para obtener el preciado oro, Balboa y sus hombres torturaron ahorcaron y
aperrearon a los caciques, caracterizando se esté cruel hombre por su mano
dura y fue terriblemente cruel ante cualquier resistencia de los nativos, y
simplemente aseguró que eran sodomitas y no pocas veces arrasó con
pueblos enteros.
El argumento de sodomitas y adoradores de demonios malignos será la
constante, algo utilizado desde la invasión europea a Tierra Santa, la
pregunta es que pensaron los considerados piadosos reyes católicos.
Se ha criticado por los sostenedores que todo es leyenda negra al padre de
las Casas, sin embargo hay testimonios anteriores al que vertió De las Casas
de las crueldades de este conquistador.
Gonzalo Fernández de Oviedo, relató entre otros incidentes, que Balboa no
tuvo ningún remordimiento por echar los perros al hermano de un cacique,
Quarequa, y a otros nobles que se vestían como mujeres y eran por tanto
sospechosos de homosexualidad.
Aquí entra Leoncico, y nos relató Gonzalo Fernández de Oviedo que
cuando llegó atierra firme americana, los nativos habían temido demasiado
a este perro más que a cualquiera otra cosa, según dijo este cronista que el
perro tenía una extraña habilidad de distinguir entre los «indios bravos», a
los que devoraba, y los indios mansos, a los que llevaba de la mano.
Se dice que ese can y su dueño dejaron una carnicería detrás de sí, esto tan
solo para darnos una idea de cómo se utilizaron los perros, pero por
desgracia en Mesoamérica los conquistadores supieron como callar estos
informes y solo algunos testimonios indígenas acerca de los aperreamiento
en esta parte acontecieron.
Los aperreamientos fueron crueles, pero no fue lo único que pone en
evidencia una crueldad inusitada que estimamos digna de lo que se llama
psicosis.
Balboa no fue el único cruel conquistador por ese tiempo, ahora
mencionaremos a Pedro Arias Dávila o bien Pedro Arias de Ávila o por su
remoquete Pedrarias era un noble, político y militar castellano, destacado
por su participación en América, donde alcanzó el cargo de gobernador y
capitán general de Castilla de Oro desde 1514 hasta 1526 y el de
gobernador de Nicaragua de 1528 a 1531.
Pedrerías fue un notable soldado en las guerras contra Orán, así que no es
como se cree generalmente que solo fueron aventureros los que llegaron a
américa, en verdad también vinieron hombres curtidos en batalla, digamos
contra hombres mejor armados y experimentados que nuestros nativos en el
tipo de guerra que se daba en Europa y el Cercano Oriente y el norte de
África. Pedrarias fue un connotado capitán que inclusive logro tomar por
asalto ciudades norafricanas amuralladas, algo que no había en la América
develada.
En verdad Pedrerías se distinguió en la Guerra de Granada y en las guerras
de Portugal y Francia, y especialmente en las de África (1508-1511),
participando en la toma de Orán (1509) dirigiendo las escuadras de Segovia
y Toledo, y en la toma de Bugía (1510) como coronel de infantería al frente
de catorce soldados, siendo el primero que logró escalar los muros de la
plaza, después de dar muerte al alférez musulmán que la custodiaba. Esta
heroica defensa le valió el acrecentamiento de armas de su escudo familiar
por una real provisión de 12 de agosto de 1512.
De este capitán español, un verdadero soldado, se escribe una de las páginas
negras de esa historia, que todavía algunos españoles se empecinan en
negar, en realidad Pedrarias buen un esclavista como lo fue Cristóbal Colón,
y se conocen las denuncias contra este soldado por explotar a los nativos
americanos con crueldad, fomentando e incluso beneficiándose del tráfico
de esclavos indígenas. Fue en verdad el fundador y promotor de la trata de
esclavos de Nicaragua creando un comercio sumamente lucrativo pero
desbastador para los indígenas de la región que a falta de oro se convirtió en
su fuente de riqueza.
La fuente a que se recurre no es la del padre De las Casas, sino se recurre al
cronista Francisco Castañeda, que fue alcalde mayor y gobernador de
Nicaragua que colocó a Pedrarias como el iniciador de ese negocio, aunque
se sabe que este crítico del capitán también participó en el negocio a pesar
de que la corona cada vez se oponía a eso
En el libro que escribimos titulado Historia Negra Española en la Nueva
España tratamos mucho acerca de la esclavitud galopante y que
consideramos tolerada por causas económicas, y aunque los sostenedores
que solo se trata de leyenda, nunca podrán negar las evidencias de que los
abusos y la esclavitud existieron en América para los indígenas y no tan
solo a los negros como lo afirman.
Pedirias y Castañeda los esclavistas de los nativos nicaragüenses.
Nos hemos preguntado cómo es posible que alguien pueda pretender negar
lo evidente, la esclavitud fue una realidad desde que Cristóbal Colón piso
américa, por lo que haremos una breve relación de esa página negra que
algunos pretenden negar.
Nos referiremos a las disputas de Francisco Castañeda y Pedrarias sobre los
esclavos nativos, y gracias a ellas que formaron parte de un enfrentamiento
por el control de la región, sabemos lo que aconteció de fuentes
verdaderamente españolas y de origen.
Se sabe que francisco Castañeda informó a Carlos V que tuvo disputas con
Pedrarias a causa del tráfico de esclavos, pero de nativos americanos y
gracias a esos pleitos sabemos de esa esclavitud galopante que hoy algunos
tratan de negar.
Se dice por algunos historiadores que Castañeda se opuso a la esclavitud,
lo que es una verdad a medias, ya que él era esclavista y su pleito con
Pedrarias fue por cuestiones de poder, algo nada raro en esa época.
Se presentaron entre ambos personajes sesenta y ocho acusaciones de
esclavitud presentadas contra Castañeda en su juicio de residencia de venta
y transporte de indios libres, lo que implica que había la esclavitud de
indios legal provocada por el requerimiento y la guerra contra los nativos
que derrotados podían ser capturados y esclavizados. Hubo prohibiciones
para la trata de esclavos entre ambos personajes, pero simplemente fue por
pleitos personales entre ellos.
Pedrarias quiso perjudicar a Castañeda y limitó a seis el número de barcos
cargados con esclavos que podía llevar Castañeda, pero a la muerte del
primero Castañeda elevo a veinte los navíos que podían salir de Nicaragua,
La muerte de Pedrarias provoco que el gobierno de Castañeda elevará en
300% el número de esclavos traficados a pesar de que se diga que hubo
prohibición de la esclavitud por parte de la Corona Española.
No se diga que lo anterior es mera especulación tendenciosa, pues acerca de
la esclavitud en Nicaragua y Panamá existen investigaciones de muchos
historiadores y estas son poco conocidas en México, por ejemplo da
constancia de la crueldad peninsular hacia los nativos y de la más inhumana
practica de vejación y esclavitud (Hubert Howe Brancfort), ya que
evidentemente la esclavitud era simplemente un lucrativo negocio.
Los que niegan la esclavitud de indígenas por españoles, pretenden ignorar
el inhumano, cruel y lucrativo negocio de la esclavitud, propiciada por el
requerimiento y la supuesta guerra justa que tratamos en nuestro libro
Historia Negra Española en la Nueva España.
La esclavitud de nativos fue una realidad mucho más evidente en centro y
sur de América que en lo que fue la Nueva España, la que ha sido
evidenciada por su singular crueldad, y Castañeda y Pedrarias han
contribuido entre otros a la historia negra de España con sus actos, de los
que dicen que la corona prohibía, pero como hemos dicho había puertas
abiertas para que esta existiera resultando conveniente negar el hecho por su
crueldad inadmisible.
Algunos historiadores sobre todo españoles hacen referencia a que
Pedrarias también trató con benevolencia ante los nativos, siendo por lo
tanto en su actuar dicotómico, una combinación entre crueldad y piedad, lo
que no quita la primera de ellas aunque otros actos justos estén
documentados.
Sin embargo sirvió de pretexto para la esclavitud el argumento de que los
nativos realizaban los odiosos sacrificios humanos en Cuba y otras partes
que fue otra de las puertas abiertas para imponer la esclavitud que hoy
pretenden negar, por lo que cierto o falso, esa costumbre fue el perfecto
pretexto para esclavizar a los nativos, razón por la que hoy muchos
mexicanos niegan dicha práctica autóctona.
Vemos la conducta de Pedrerías cuando arribo a Cuba, y resultará que ese
guion es repetido en muchas ocasiones por los demás conquistadores
españoles y lo siguió Cortés en su conquista.
Según la historia Pedrarias al llegar a Chira supo de los sacrificios humanos
, enterándose del canibalismo y de los sacrificios humanos, y dio órdenes
que se erigiese una gran cruz de madera, e inicio como acostumbraban los
peninsulares una procesión religiosa cristiana y dio como lo hizo Cortés
órdenes, para que en adelante adorarán la cruz y como siempre resultó que
los nativos se despidieron de los invasores con mucho amor, digamos que
es el mismo guion repetido muchas veces, anteponiendo esa obtusa idea de
una evangelización pacífica. Los peninsulares realizaron otra procesión para
conmemorar la construcción de la iglesia y sin entrar en detalles, resulta
según se dijo que Pedrarias se enteró de los actos aberrantes que cometían
los nativos, “para hacer sacrificios a sus ídolos.” Obviamente los
conminaron a abandonar esa práctica y como lo harán siempre los
invasores, derribaron y destruyeron los ídolos de los nativos y obvio
destruyó el templo para construir la nueva iglesia.
Según dicen ese fue un acto de benevolencia, ante la cruel practica de los
sacrificios humanos y posteriormente se dio una misa imponiendo el
catolicismo, sin embargo inició la esclavitud disfrazada de encomienda, en
la que el propio Pedrarias se dotó como encomendados trescientos nativos
con el pretexto de seguirlos cristianizando, pero como será costumbre
exigió oro, así inició la cristianización “desinteresada” de los invasores.
La verdad fue que los nativos obviamente se rebelaron contra la imposición
y resistieron aplicando como siempre mano dura los invasores iniciando la
conquista armada en que como es obvio hubo muertos de ambos bandos, y
esa resistencia después del requerimiento justificó la guerra santa, y al ser
derrotados los indígenas resultó ya justificada su esclavitud. Los defensores
de los peninsulares dirán que fue justificada la esclavitud, y los que tienen
sano juicio saben que la tradición y costumbres se defienden, por eso hemos
sostenido que el requerimiento para someter a los pueblos fue el mero
pretexto para la esclavitud galopante que se dio como negocio en esa
América conquistada a sangre y fuego.
Según los informes afirman que los nativos mataron algunos españoles a los
que se comieron, cierto o no, quedará como pretexto la idea de civilizar a
los salvajes sin importar si en verdad lo eran, pero la idea de que trajeron
civilización y religión ante muchos americanos de hoy perdura.
Veamos otra parte de esta historia de resistencia y sojuzgamiento:
Durante la rebelión de junio de 1528, según confirmó Gonzalo Fernández
de Oviedo, algunos nativos apresaron, asesinaron y se comieron a cuatro
españoles que estaban de visita en las encomiendas, y enterado Pedrarias
envió tropas al territorio de Olocotón, donde capturaron 18 jefes nativos.
Según Oviedo, estos nativos fueron ejecutados en la plaza principal de León
el 16 de junio de 1528, combinando la humillación ejemplarizante y el
espectáculo público. Según el relato de Oviedo, los nativos fueron
aperreados como parte del espectáculo, no bastaba con matarlos, sino
aterrorizar masacrar con los fieros alanos, los perros entrenados, «que
presto daban con el indio en tierra, e cargaban los demás e lo desollaban e
destripaban e comían de él lo que querían».
Como vemos la esclavitud y las salvajadas de los castellanos no fueron
casuales sino fue una generalidad, a tal grado que la corona inútilmente
trato de frenar tanta barbaridad, sin embargo persistió la encomienda y el
requerimiento, que no evitaron las guerras para hacer cautivos en
esclavitud.
En Nicaragua, las políticas hacia los indígenas posteriores a 1526 revelan
que continuaron los abusos y ni los esfuerzos por frenarlos dieron
resultados, y en base a los informes que recibió Carlos V concedió, el 27 de
noviembre de 1527 una licencia por dos años para exportar desde Nicaragua
los esclavos capturados en la guerra. Basándose en informaciones remitidas
por López de Salcedo, el 2 de octubre de 1528 Carlos V autorizó esclavizar
a los Chorotegas de la provincia de León, conocidos por su canibalismo y
su resistencia los cristianos. Ese mismo día, comunicó a Pedrarias,
Castañeda y Álvarez Osorio, su deseo de establecer encomiendas a
perpetuidad en Nicaragua. Sin que el Rey lo previera, la esclavitud nativa
en Nicaragua y en toda América llegaría a estar íntimamente ligada al
sistema de encomiendas o de esclavitud simulada. Hernando de Luqu,
maestrescuela en el Darién y futuro protector de los indios de Perú, declaró:
“Que para el tratamiento de los yndios ninguna diferencia halla este testigo
del esclavo o naboria o yndio de repartimiento, porque todos syrven de una
manera, salvo que sy es yndio de repartimiento o naboria provehe lo el
governador e sy es esclavo provehen lo los herederos del muerto que queda
por bienes de difunto”.
En julio de 1527, los colonos de León y Granada informaban de que “los
caciques principales e yndios questan en la tierra en los términos destas
ciudades e pueblos tienen algunos yndios por esclavos e como tales usan
dellos, vendiéndolos en sus mercados que hazen y en otras partes”.
La política de la Corona en América anterior a 1530 intentó controlar y
limitar la exportación de esclavos indígenas. El 19 de septiembre de 1528,
Carlos V envió instrucciones a las Audiencias de La Española y Nueva
España ordenando que cualquier colono que reclamase justo título sobre
esclavos nativos tendría que registrarlos y marcarlos ante las autoridades
reales, tal y como se había hecho en Castilla del Oro. Esa práctica, que el
emperador ordenó para prevenir el “deservicio de Dios e nuestro e daño de
los dichos indios”, también serviría para asegurar el cobro de una quinta
parte del precio de cada esclavo para las arcas de la Corona.
Esto nos demuestra que es una total falsedad que no había esclavitud de
indígenas en América si era de plano un negocio de la corona, y la
institución del requerimiento sirvió para justificar la esclavitud
simplemente.
Para mejor ilustrar nos referiremos a un hecho histórico en un intento de
detener el tráfico de esclavos que tanto se pretende negar por los que dicen
que es leyenda la esclavitud de los amerindios, a pesar de que en apariencia
estaba prohibida la esclavitud.
A pesar de las presiones económicas para conceder licencias para la
esclavitud, en enero de 1529, el gobernador informó a la Corona de que,
“con acuerdo de la justicia e regimiento desta ciudad ede los oficiales de
Vuestra Magestad”, había dado licencias a los colonos, segund la necesidad
que tenía, para enviar nativos a Panamá, por esclavos y justamente herrados
en la cara con el hierro real por la justicia e personas que están diputados
para ello, de acuerdo con las normas del Rey. Y así está acordado, decía
Pedrarias, que no se saquen más esclavos. Los colonos de Nicaragua, sin
embargo, se negaron a aceptar esa decisión y resultó que el tráfico de
esclavos indígenas provocó una sublevación en agosto de 1529. Los
capitanes de dos barcos, uno de ellos propiedad de Francisco Pizarro y
Diego de Almagro, cargaron los dichos navíos de esclavos y no sin tener
licencia para ello, lo que implica que de hecho hubo esclavitud legal. El
episodio que no relatamos completo, demuestra que la Corona Española
tenía por legal el esclavizar nativos siempre y cuando se pagará el quinto
real, por lo que era participe del negocio de la esclavitud.
Imposible es relatar tantos casos de esclavitud, solo sirva este escrito para
quitar el mito hoy difundido por los que dicen que la esclavitud de
indígenas es un invento de los enemigos de España, ya que lo anterior
consta en documentos españoles y no de extranjeros.
Podemos concluir diciendo que los esclavos se comerciaban abiertamente,
provenientes de los mercados de esclavos en Panamá y Perú, la inexistencia
de otros bienes exportables desde Nicaragua, la rebelión de dos capitanes en
1529 y la tenaz oposición del alcalde mayor terminaron por superar la
voluntad declarada del gobernador de acabar con el tráfico de esclavos. Con
o sin el permiso del gobierno, la floreciente economía de la costa del
Pacífico demandaba esclavos. (Opus cit.)
La matanza del peñón de Sutatausa
Hemos decidido referirnos a esta masacre acontecida en Colombia,
simplemente para denotar que la conducta de los invasores fue similar en
toda américa y no únicamente hubo masacres en lo que hoy es México.
Agradezco al arqueólogo Diego Martínez Celis el haberme proporcionado
la publicación del trabajo conjunto que realizó con Sandra Mendoza
Lafaurie con el título Satatausa encuentro de dos mundos editado por la
Alcaldía Municipal de Sutatausa Gobernando de la mano con la gente y con
el Instituto Departamental de Cultura y Turismo IDECUT Gobernación de
Cundinamarca ambos de la República de Colombia. De la que tomamos el
relato para este trabajo.
Nos ilustran los dos arqueólogos Colombianos mencionados que es
imposible no recordar la historia de los miles de indígenas de esa zona, que
huyendo de los abusos cometidos por los españoles en la época de la
Conquista, terminaron subiendo hacia este lugar y tras el acorralamiento de
los españoles terminaron, según algunas versiones, asesinados por los
españoles, otras dicen que despeñándose y otras suicidándose.
En el tomo sexto de su compilación Documentos inéditos para la historia de
Colombia, Juan Friede (1960) transcribe el documento No. 1549 llamado
“Fragmentos de una Provanza”, en el cual aparece el interrogatorio que es
hecho a varios personajes en Santa Marta, el miércoles 30 de marzo de
1541, en contra de Juan de Arévalo, capitán de Hernán Pérez de Quesada,
por solicitud de Gerónimo Lebrón, quien a la fecha era gobernador y
capitán general de la ciudad de Santa Marta.
En dicho interrogatorio se inquirió a varios testigos sobre el suceso, donde
se preguntó sobre la masacre artera de entre tres y cuatro mil nativos, los
cuales fueron en son de paz y el capitán Juan Arévalo ordenó atacarlos y los
obligó a llegar a un peñón donde los indígenas que no resultaban muertos
por el ataque tuvieron que lanzarse al vacío muriendo hombres mujeres
niños y ancianos. Según se dijo por los testigos que Juan Arévalo realizó
muchas crueldades simplemente para robar oro.

A esa interrogante dos testigos españoles, a la pregunta responden dos


testigos, el primero llamado Juan Montalvo y el segundo Antón de Aguilar:
Al respecto, el primero responde lo siguiente: “A la sexta pregunta dijo que
lo que sabe de lo contenido en la dicha pregunta es, que este testigo vio que
los indios de dos pueblos que se dicen Suta y Tausa y otros de la redonda se
alzaron y se hicieron fuertes en un peñón, que allí había mucha cantidad de
indios, que serían hasta tres o cuatro mil indios chicos y grandes y mujeres,
y que cree este testigo que se alzaron los indios que dicho ha, porque en
aquel instante habían quemado los estantes a tres o cuatro caciques de la
redonda. Y sabes este testigo y vio como estando los dichos indios alzados
en el dicho peñón, envió (Hernán Pérez) al dicho Juan de Arévalo por
capitán con cierta gente, para que hiciese de paz y castigase los indios
alzados en el dicho peñón y los pueblos que estaban rebeldes.
El cual fue al dicho peñón, donde estaban dichos indios alzados, por
mandado del dicho teniente Fernán Pérez. Y este testigo entró con otros
cuatro soldados, cuatro por la una parte del dicho peñol, y el dicho Juan de
Arévalo fue con la gente que tenía por la otra parte. Y este testigo peleó con
los que estaban a la parte por donde fue y los llamó luego de paz y vinieron
de paz. Y por la otra parte decían que tenía guerra el dicho Juan de Arévalo
con los indios, y porque les habían despeñado en el estante un cristiano, por
mandado del dicho Juan de Arévalo mataron mucha cantidad de indios, de
manera que no quedó ninguno que sacar del dicho peñón, que todos fueron
muertos y despeñados. Y que cree este testigo que si el dicho Juan de
Arévalo quisiera, los hiciera de paz, pues que a este testigo luego vinieron
de paz. Y que después decían que lo se había hecho en el dicho peñol por
mandado del dicho Juan de Arévalo, había sido gran crueldad. Y lo demás
no lo sabe”. Por su parte, Antón de Aguilar contestó lo siguiente: “A la
sexta pregunta dijo que lo que sabe de lo contenido en esta pregunta es, que
estando el dicho Juan de Arévalo en un pueblo de indios que se dice Suesa,
supo cómo estaban mucho indios recogidos en un peñol de Susa y Tausa y
Macheca y de Suesa y Darguta, y fue el dicho Juan de Arévalo al dicho
peñón y fue este testigo y otros cristianos con él, y al tiempo que llegaron,
el dicho Juan de Arévalo requirió a los indios que allí estaban con la paz y
los dichos indios no quisieron venir de paz. Y el dicho Juan de Arévalo
puso gente de caballo por dos partes donde pensó que habían de huir, y
entraron la gente que llevaba el dicho Juan de Arévalo con él por el dicho
peñón, y mataron mucha cantidad de indios de estocada y los dichos por
huir y porque también los cristianos los echaron por las peñas abajo, y
como los cristianos les daban guerra por ambas partes los indios se juntaron
en medio del peñón; y en esto pararon de cansados los cristianos que habían
muerto mucha cantidad de gente de los indios. Y estando allí parados, se les
volvió a requerir con la paz por el dicho Juan de Arévalo y los dichos indios
la dieron hasta tanto que un cristiano pasaba por medio de los indios de una
parte a otra y los indios no le hicieron mal, y este que pasó fue uno de los
que se dice Juan de Montalvo. Y luego el dicho Juan de Arévalo mandó a
los cristianos que poco a poco les tomasen la fuerza de la peña por la una
parte y por la otra. Y los cristianos llegaron y con las manos desviaron los
dichos indios de la peña, porque ya estaban de paz con los susodichos
indios, y tomada la peña mandó el dicho Juan de Arévalo que a fuego y a
sangre diesen con ellos y los despeñasen de la peña. Y los echaron por la
dicha peña abajo, y los que estaban abajo decían que habían visto una vela
por la peña debajo de setecientos indios. Y después de los haber echado por
la peña abajo, los indios que quedaban por las matas escondidos, los mandó
todos el dicho Juan de Arévalo matar y les daban estocadas y los mataban y
los echaban por la peña abajo. Y después que el dicho Juan de Arévalo y los
otros cristianos salieron del peñón, mandó el dicho Juan de Arévalo recoger
todas las gentes de indios e indias que habían tomado vivos, y dentro en una
casa dejó los que mejor le parecieron y les pegó fuego, y allí se quemaron,
que serían obra de cuarenta o cincuenta indios, y a otros mandó aperrear
con perros, y los aperrearon. Y que después hablando los cristianos que
tantos serían los indios que habían muerto y juzgaron que serían obra de
tres mil indos poco más o menos que se había por gran crueldad lo que allí
se hacía”.
Este suceso fu relatado por el padre De las Casas que aunque no fue testigo
presencial obviamente supo del acontecimiento, sin embargo anotamos que
muchos españoles tienden a tacharlo de mentiroso o exagerado,
simplemente damos la fuente que se tiene del acontecimiento sin tomar en
cuenta lo que dijo del mismo el padre fray Bartolomé. Sin embargo el cura
no solo relató este y otros sucesos de barbarie española sino muchos más
que hoy muchos se empecinan en desacreditar, razón por la que existiendo
fuentes alternas que relatan el suceso hace que se dé credibilidad a lo que
escribió fray Bartolomé respecto a esta y otras crueldades realizadas por los
invasores.
Respecto al mismo Juan Arévalo escribió fray Bartolomé:
“Aún no quiso contentarse con las cosas tan crueles ya dichas; pero quiso
señalarse más y aumentar la horribilidad de sus pecados en que mandó que
todos los indios e indias que los particulares habían tomado vivos (porque
cada uno en aquellos estragos suele escoger alguno indios e indias y
muchachos para servirse) los metiesen en una casa de paja (escogidos y
dejados los que mejor le parecieron para su servicio) y les pegasen fuego, e
así los quemaron vivos, que serían obra de cuarenta o cincuenta. Otros
mandaron echar a los perros bravos, que los despedazaron y comieron. Otra
vez, este mesmo tirano fué a cierto pueblo que se llamaba Cota y tomó
muchos indios e hizo despedazar a los perros quince o veinte señores e
principales, y cortó mucha cantidad de manos de mujeres y hombres, y las
ató en unas cuerdas, las puso colgadas de un palo a la luenga, porque viesen
los otros indios lo que había hecho a aquéllos, en que habría setenta pares
de manos; y cortó muchas narices a mujeres y a niños”.
”Las hazañas y crueldades deste hombre, enemigo de Dios, no las podría
alguno explicar, porque son innumerables e nunca tales oídas ni vistas que
ha hecho en aquella tierra y en la provincia de Guatimala, y dondequiera
que ha estado. Porque ha muchos años que anda por aquellas tierras
haciendo aquestas obras y abrasando y destruyendo aquellas gentes y
tierras”.
Existe otra versión de la matanza que estamos comentando realizada por
Fray Pedro de Aguado en su Recopilación Historial En 1582 se obtiene la
licencia para la publicación de la Recopilación Historial hecha por Fray
Pedro de Aguado con aportes del fraile Antonio Medrano, que no
transcribimos porque como fray Bartolomé no fue testigo presencial, solo
hacemos notar que la magnitud de la crueldad de Jean Arévalo fue famosa y
hay muchos que se ocuparon de él.
En el texto que hemos referido sus dos autores nos ilustran la importancia
del mismo proporcionándonos valiosa información acerca del suceso ya que
fue trascendente y hay múltiples constancias de lo acontecido ya que una
masacre de tales dimensiones fu largamente comentada por muchos en el
entonces territorio de Nueva granada.
En todas las versiones aparece un claro responsable del hecho: Juan de
Arévalo, quien llegó al territorio Muisca con Sebastián de Belalcázar como
Capitán, en abril de 1539 y que cuando sucedió la matanza era uno de los
capitanes de Hernán Pérez de Quesada. Teniendo en cuenta que la
Probanza es el documento en el que podrían aparecer de manera menos
sesgada los sucesos y responsabilidades, así como el hecho de que
Gerónimo Lebrón llegó a Santafé en septiembre de 1540 y que el juicio
tiene lugar en marzo de 1541, se puede considerar que los hechos del peñón
de Suta tuvieron lugar antes del mes de septiembre, en el año 1540 y no en
el año 1541, como muchas versiones lo han asegurado.
Como veremos en este texto en la Nueva España se realizaron varias
masacres arteras, siendo las dos más famosas la de Cholula y la del Templo
Mayor, sin embargo vemos que de estas no hubo español que atestiguó en
contra de Hernán Cortés quien nunca fue juzgado o siquiera cuestionado
por sus crueldades, lo que es de llamar la atención. Creemos que esto se
debió a que Cortés era verdaderamente cruel, inclusive con los propios
españoles ya que desde un inicio actuó impíamente con propios y extraños
y ya en Veracruz fue implacable con sus detractores, a los que castigó
cruelmente y hasta aun capitán de navío llamado Gonzalo de Umbría por
tratar de abandonarlo le mando cortar los dedos de los pies.
Cortés era un pirata por ese entonces y como tal no había más autoridad que
la de él en su estancia por ese entonces en la Nueva España siendo por lo
tanto él mismo la máxima autoridad, así que pasaron largos años en que
llegará la Primera Real Audiencia que le mermó su autoridad, el que no
haya sido juzgado por sus masacres, convencidos estamos que se debió a
dos factores principalmente, al temor que le tenían sus propios hombres y a
los sobornos que pudo dar a sus detractores, y otro factor real a sus
principales capitanes que le fueron leales y los que no de una o de otra
manera perecieron antes de que se le formara el juicio de residencia.
Veremos adelante más acerca de Cortés que nunca fue juzgado por sus
excesos y crueldades cometidas en lo que aun ahora ponderan como una
gran hazaña, de la que por cierto solamente hay sus propias Cartas de
Relación y el dudoso testimonio de un supuesto soldado que lo acompaño
Bernal Díaz del Castillo al que por cierto nunca menciono el propio Hernán
Cortés.
Capítulo 6
Otros psicópatas memorables.

En este apartado nos basamos en un estudio de Gregorio Saldarriaga


Escobar, titulado La Loma de los Empalados y la Tierra de Nadie: frontera
y guerra en la Provincia de Antioquia, 1540-1550 por lo que ponemos quien
es el autor para denotar su seriedad y evitar inútiles descalificaciones.

Gregorio Saldarriaga Escobar: Profesor Asociado del Departamento de


Historia de la Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia). Historiador
de la Universidad Nacional de Colombia (Medellín, Colombia) y Doctor en
Historia por El Colegio de México (México, D.F., México). Coordinador
del Grupo de Investigación en Historia Social (Categoría B en Colciencias).
Autor de Alimentación e identidades en el Nuevo Reino de Granada, siglos
xvi y xvii (Bogotá: Universidad del Rosario, 2011), “Mestizaje en el
universo alimentario en el Nuevo Reino de Granada, siglos xvi y xvii”,
Cátedra abierta. Universidad, cultura y sociedad 11 (2012): 15-36, y
“Recorridos de un solicitante amoroso: el caso de fray Joseph Félix Morán,
1628-1634”, Colonial Latin American Historical Review 15: 2 (2009)

El citado estudio está basado en una extensa bibliografía que incluimos en


el apéndice de este libro .para aquellos que se empecinan en negar lo
evidente. Obviamente tan solo transcribimos parte de dicho estudio que
sirve para ilustrarnos sobre el tema tratado en este trabajo. Nos dice este
autor:

“Simplemente se busca establecer unos referentes que expliquen las


actitudes y comportamientos más violentos de las guerras de frontera que se
desarrollaron en la Provincia de Antioquia, pues se asume, con base en un
postulado de Davis, que se deben mirar los objetivos y funciones de los
actos violentos, así como las pautas de comportamiento que los autorizaban,
según la cultura de los actores.
La entrada de Vadillo

Buena parte de la explotación que Pedro de Heredia había adelantado en


Cartagena, prácticamente desde su fundación, consistió en la obtención del
oro que los indígenas tuvieran a mano y del enterrado en sepulturas. Esta
situación, entre otras razones, provocó que la Corona enviara al licenciado
Juan de Vadillo para adelantar el juicio de residencia. Heredia fue
suspendido del cargo y Vadillo lo asumió en tanto durara el proceso. Antes
de que Heredia fuese apartado de la cabeza de la gobernación, había
enviado al capitán Francisco César hacia la zona Cenú, al suroccidente de
Cartagena, para que encontrara la procedencia del oro que llegaba hasta la
ciudad

Esta situación, entre otras razones provocó que la Corona enviara al


licenciado Juan de Vadillo para adelantar el juicio de residencia. Heredia
fue suspendido del cargo y Vadillo lo asumió en tanto durara el proceso. El
propio Vadillo dejó un relato bastante detallado, que, a pesar de ser
conocido, no se ha trabajado con la misma intensidad que la del Príncipe de
los cronistas” (se refiere el autor al importante cronista Pedro Cieza de
León).

Jorge Robledo y sus tácticas de guerra, (crueldades y aperreamientos)

“Desde Cali se organizó, en 1539 una expedición que, en cabeza de Jorge


Robledo, recorrería los pasos de Vadillo. En buena parte se reforzó con los
sobrevivientes de este grupo y se aprendió de su experiencia, tanto para
andar los caminos como para someter a los indígenas. Con un conocimiento
somero del territorio, de sus riquezas y de las respuestas indígenas a los
intentos de sometimiento, Robledo y sus hombres se internaron en la tierra.
Cieza de León, a pesar del aprecio que sentía por Robledo, dejó
consignadas sus prácticas de violencia gratuita y extrema; estas prácticas
también aparecieron en los procesos que se siguieron contra este capitán”.

Veamos el testimonio del gran cronista Cieza de León.


“Los indios reacios a asistir ante Robledo, una vez capturados, se
reenviaban, la mayoría de las veces, portando un mensaje escrito en su
cuerpo: les cortaban las manos, narices, mejillas y orejas; en el caso de las
mujeres, se sumaba el cercenamiento de los senos.

Era un código del terror que podía entenderse, a pesar de las diferencias
culturales. Sin embargo, el mensaje no era unívoco; como podía
interpretarse de diversas maneras, debía reforzarse con el relato de espanto
que llevaban los mensajeros y las promesas de males iguales y peores para
todo el grupo si no respondía al llamado de la obediencia hispánica.
Además de estas prácticas, Cieza relata de indios a los que se les arrancaba
la lengua, o que eran quemados por hacerse pasar por señores o caciques, o
bien porque negaban serlo.

Al igual que con los otros cercenamientos, se enviaba a las autoridades


indígenas un mensaje claro y brutal de sometimiento: no se podía engañar a
los nuevos amos.

Un caso que permite ver cómo se informaba de un mismo aspecto desde dos
puntos diferentes es el que tiene que ver con el uso de los perros en
Antioquia. Juan Bautista Sardela, al servicio de Robledo, escribió: “… y los
naturales cobraron tanto myedo a un perro que se llama Turco que los
nuestros lo llevaban que por su respeto se retiraron porque vieron que en un
momento despedazó seys o syete indios, el qual perro y otros han hecho
tanto provecho en estas provincias por ser tierra tan áspera e fragosa e no
poder andar por ella caballos que han sido causa después de dios nuestro
señor quererlo encaminar venir algunas (provincias) de paz…”.

“Sardela además afirmó que la paz se seguía manteniendo merced al temor


que los canes infundían en los indios y señaló, tal vez basado en una imagen
más antigua, la capacidad que tenían estos perros de reconocer a los indios
de guerra y de paz. Pareciera que, en Antioquia, el papel de estos animales
había sido casi providencial. De esta manera, basado en una retórica
imperial, la imagen brutal de indios despedazados por los colmillos de estos
animales adquiría una pátina de necesidad para imponer el orden de la
Corona; los canes se volvían agentes institucionales e incluso se pintaban
como violentos en la justa medida, ya que sólo atacaban a los indígenas
alevosos que pretendían engañar la paz hispánica.

Cieza de León, como participante de la expedición, proporciona algunas


referencias acerca del uso de los perros, con énfasis en la crueldad que
significaba y en cómo era una práctica habitual en la conquista de la
Provincia de Popayán, de la que Antioquia era un apéndice en ese
momento. Dejó consignado que un soldado portugués, Roque Martín,
criaba perros que alimentaba con pedazos de indígenas, para que, una vez
crecidos, se dedicaran a cazarlos. Cieza castigada por Dios; así descargaba
la conciencia de Robledo, por lo menos a este respecto. Sin embargo, en
otras fuentes comenzaron a repetirse, como prácticas frecuentes, los ecos de
los caninos cebados con carne humana, y adiestrados para sembrar el terror.
Andagoya escribió a Carlos V que los hombres de Belalcázar lo hacían y
que éste lo toleraba.

En el juicio contra Álvaro de Mendoza apareció nuevamente Turco, y cómo


De Mendoza, como teniente de Robledo, lo llevó al pueblo de la Lagunilla
—obviamente con soldados y demás aparejos de guerra— para matar a gran
cantidad de los habitantes de ese poblado.

Lo interesante es que en la acusación aparece el perro como una prueba de


la crueldad, mientras que los intentos de defensa buscaban demostrar que
De Mendoza nunca había criado perros, ni había tenido inclinación por esa
práctica, ni el perro en cuestión le había pertenecido.

Estas divergencias con respecto al uso de los perros muestran el lugar de


enunciación de las personas que escribían. Andagoya y Heredia, en su
búsqueda por ejercer dominio sobre Popayán y Antioquia, respectivamente,
hicieron públicas un conjunto de prácticas de los conquistadores. Sin duda,
Pedro de Heredia no era un adalid de los derechos indígenas, pero estas
prácticas eran armas políticas que pretendía usar para reclamar sus
derechos. Sardela, como escribano en el grupo de Robledo, buscaba dotar
de legitimidad las acciones de su capitán, que integraban a unos grupos
rebeldes a la órbita de la cristiandad.
Más allá de las intenciones de quienes informaban y de los elementos
retóricos con que revestían sus declaraciones, había una verdad sabida de
tiempo atrás: en el sistema privado que imperó en la conquista de América,
la línea divisoria entre lo institucional y lo individual era tan delgada que se
transitaba en ambas direcciones con extrema facilidad.

Los particulares que habían firmado un contrato con la Corona (las


capitulaciones) representaban la autoridad imperial. En este contrato no
sólo se estaban jugando su patrimonio y más —pues la mayoría se había
endeudado para adelantar la empresa—, sino fundamentalmente sus
aspiraciones por obtener una calidad de vida y un prestigio al que sólo
tenían acceso por esa vía. Por lo tanto, la disimulación era la norma frente
al crimen, en cuanto fuera un arma de dominación.

Las cabezas de la expedición toleraban y aceptaban las prácticas de perros


cebados con carne humana, de indios aliados que desataban la cacería de
otros indios enemigos y las más violentas represiones por acciones en
apariencia nimias, porque servían a un fin último. Esto no implica que una
expedición fuera el reino de la impunidad; se seguían castigando el
asesinato, la sodomía y las acciones que normalmente competían a la
justicia ordinaria (aunque con cierto grado de laxitud), así como las faltas al
orden y la disciplina militar, porque éstas no se hacían en pro de un
dominio, sino que lo alteraban o interferían”.

No sé qué puedan decir los pro leyenda negra acerca de estos testimonios,
pero de seguro los descalificarán como acostumbran, sin embargo el
aperreamiento al parecer era una práctica común entre los crueles y
psicópatas conquistadores, ya que en Mesoamérica tenemos testimonios de
cómo eran utilizados los famosos perros de guerra por lo que haciendo un
paréntesis nos referiremos a lo que aconteció en Cholula.

El Manuscrito del Aperreamiento. Castigos abominables.

Por: Lori Boornazian Diel


El Manuscrito del aperreamiento documenta la violenta ejecución de un
prominente sacerdote y seis nobles de Cholula, atacados por un perro.
Hernán Cortés ordenó tan brutal castigo; el que fuese perpetrado en la
persona de un importante sacerdote muestra el papel clave de Cholula, en la
esfera religiosa y política, durante los años previos a la conquista.

El Manuscrito del aperreamiento nos proporciona una lúgubre imagen del


México de los años inmediatamente posteriores a la conquista. El
Manuscrito, resguardado actualmente en la Biblioteca Nacional de Francia,
fue pintado sobre una sola hoja de papel europeo en 1560, si bien los
acontecimientos que muestra sucedieron en 1523.

En el centro de la imagen se observa a un sacerdote atado mientras lo ataca


y mata un perro, que es controlado por un español mediante una cadena. A
la derecha de la imagen, otros seis señores, encadenados uno al otro,
esperan su turno para ser “aperreados”. En la parte superior vemos a Hernán
Cortés parado junto a doña Marina, su traductora.

Cortés eleva la mano mientras dice algo; Marina lleva un rosario en la mano
y, juntos, intentan convertir a los indígenas. A juzgar por su condición y
castigo inminente, los hombres parecen haber rechazado sus arengas. El
primer prisionero, además, porta una espada europea, lo cual hace suponer
que se rebeló abiertamente contra el mensaje evangelizador de Cortés.

Las víctimas de tan violenta ejecución son señores de Cholula; en la


anotación alfabética en náhuatl de la orilla derecha se les identifica como
tecuhtli o señores de San Pablo, San Andrés y Santa María, tres pueblos
comprendidos por la ciudad-Estado de Cholula. La víctima principal es
tlalchiachteotzin. Dos sumos sacerdotes regían Cholula cuando llegaron los
españoles, uno de ellos era el tlálchiach. El sufijo que se añade al título en
el Manuscrito confirma un estatus sagrado y gran reverencia hacia este
sacerdote, pues teo-tl significa dios o sagrado y -tzin denota reverencia.

Cholula fue sede del culto a Quetzalcóatl, y el tlálchiach era uno de los que
encabezaba dicho culto (Rojas 1927, pp. 160-161). Más aún, Cholula fue
considerado a lo largo de su historia un espacio sagrado, como indica el
nombre completo de la ciudad-estado, Tollan Cholollan. En Mesoamérica la
palabra tollan se usó para indicar metafóricamente la cualidad sagrada y
grandiosa de una ciudad.

El carácter sagrado de Cholula se dejó sentir incluso fuera de sus fronteras,


ya que sus templos –dedicados a multitud de dioses– fueron destino de
importantes peregrinaciones y los historiadores y misioneros españoles la
compararon con la antigua Roma y la Meca.

Resulta, pues, que la víctima principal del aperreamiento, representada en el


Manuscrito, era uno de los grandes sacerdotes de Cholula, una de las
ciudades más sagradas del Altiplano de México. (Boornazian Diel, Lori, “El
Manuscrito del Aperreamiento. Castigos abominables”, Arqueología
Mexicana núm. 115, pp. 66-70.) (Lori Boornazian Diel. Doctora en estudios
latinoamericanos por la Universidad de Tulane y profesora asociada de
historia del arte en la Universidad Cristiana de Texas, sede Fort Worth.)

La justicia de Alonso Díez Madroñero:


Continuando con el estudio de Gregorio Saldarriaga Escobar:
Robledo abandonó en 1542 la recién fundada ciudad de Antioquia con un
puñado de españoles y de aborígenes que le sirvieron de cargadores, y se
dirigió hacia Cartagena, de donde esperaba salir para España a informar a la
Corona sobre sus acciones. Una vez llegó a San Sebastián de Buena Vista,
los hombres de Heredia lo apresaron y lo remitieron a España, por haber
hecho sin autorización fundaciones en territorio cartagenero
Como parte de la voluntad del gobernador de Popayán, Sebastián de
Belalcázar, por retomar el poder sobre Antioquia, nombró como teniente de
gobernación a Alonso Díez Madroñero. Casi desde el comienzo de su ruta,
en 1543, Díez pareció signado por la violencia, tal vez porque, como
señalaba Cieza de León, era “hombre inclinado a la crueldad y vengativo y
que no tenía capacidad para gobernar provincias que estaban revueltas”.
Salió desde Cali con cuarenta españoles e indios tamemes que servían para
cargar el equipaje. Al llegar a Caramanta, los indios de Ancerma se
regresaron y, como era imposible adelantar el camino sin quien trasportara
los fardos y demás elementos, los hombres de la expedición le requirieron
que los reemplazara con los de la zona aledaña. Según el testimonio del
propio Díez Madroñero y de alguno de los testigos que presentó, él se negó
al principio, pero ante la amenaza de que los hombres se devolvieran con
los indios cargadores, tomó cien indígenas de la encomienda de Diego de
Sandoval. Díez Madroñero alegó que buena parte se escapó entre el pueblo
de Carrapa y el río San Juan. Sin embargo, algunos testigos señalaron que
muchos murieron en el transcurso, pues iban por grupos, amarrados por el
cuello con sogas y cadenas para dificultar su escape, y que la violencia que
se ejercía contra los rebeldes o fatigados era tal que no se esperaba a
quitarles la collera: para no perder tiempo, les cortaban la cabeza”.
Luis Bernal, “el empalador”

No es claro con quién llegó Luis Bernal a Antioquia. Cieza de León


menciona un personaje con ese nombre, que venía desde Cartagena como
capitán de la compañía enviada por el licenciado Santa Cruz, con la misión
de encontrar a Vadillo. Según el mismo autor, Bernal venía haciendo la
guerra a los indígenas y se había enfrentado con Juan Greciano (teniente de
la expedición), con lo que se habían creado bandos en lucha por el poder.
Cuando este grupo se encontró con Robledo, se integró a sus hombres. Para
acabar con los disensos, Robledo desterró a Bernal y a algún otro capitán
que estaba del lado de este último. Desafortunadamente, Cieza no dice
hacia dónde se dirigió Luis Bernal. Tal vez tomó rumbo hacia Popayán y
retornó a la Provincia de Antioquia con Díez Madroñero o algún otro. Lo
cierto es que alrededor de 1543 había un alcalde ordinario con ese nombre
en la ciudad de Antioquia. Al igual que sus antecesores y que sus
superiores, la forma de establecer las relaciones con los indígenas fue por la
violencia extrema, caracterizada por la ejecución de las repetidas
mutilaciones sobre los cuerpos indígenas. Narices, mejillas, orejas, dedos y
senos se cercenaban como parte de un mensaje de dominación y terror que
se pretendía infundir en los pueblos. Además de hacerles reconocer la
autoridad que el Rey tenía sobre ellos, se buscaba aplacarlos y ponerlos a
trabajar para la sociedad hispánica. Como los españoles llevaban poco
tiempo, el proceso de tributación no estaba afincado y los pueblos indígenas
no habían aceptado plenamente esa. Un día, como alcalde ordinario de la
ciudad, Bernal fue a buscar indios para que cultivaran las rozas de la
ciudad. Se dirigió al pueblo de Conzume, cuyos indios fueron
encomendados a Bartolomé Fernández, para forzarlos a trabajar. Mientras
estuvo asentado en ese pueblo, maltrató a los indios porque no llevaban
maíz en la cantidad pretendida. O bien la medida de Bernal era muy
exigente o los indios no tenían mucho o entregaban poco para no satisfacer
por completo las demandas del dominante, y, de esta manera, establecer una
forma de negociación o resistencia. Tal vez como parte de esta última,
ciertas personas del pueblo atacaron a algunos de los indios de servicio que
iban con los españoles. Cuando Luis Bernal se percató de la ausencia de dos
de ellos, comenzó una represión brutal. Sin duda, sus acciones se inscribían
en una línea de acción que se venía desarrollando en la conquista de
América, y más específicamente, en el norte de la gobernación de Popayán,
en donde cualquier gesto de rebeldía se castigaba con rigor extremo. Por
ejemplo, cerca de Arma, los indios del pueblo de Pozo le robaron unos
cerdos a un español de apellido Miranda. Según Cieza de León, Jorge
Robledo mandó a Melchor Suer de Nava para que con un grupo de
españoles y un contingente de indígenas de Paucura los escarmentaran:
robaron y quemaron el pueblo y sus cultivos, y mataron cerca de doscientas
personas. Luis Bernal no alcanzó tales proporciones en número de vidas en
su acción, si bien optó por un dramatismo nuevo en la Provincia, aunque no
necesariamente en el Nuevo Reino de Granada o en las Indias Occidentales.
Luis Bernal aprovechó la noche para tomar a los indios desprevenidos
mientras dormían. A la mañana siguiente, siguiendo una justicia sumaria
que no parece haber conocido de averiguaciones, sino más bien de
oportunidades de castigo, mandó poner cinco palos largos y puntudos en el
suelo de una loma cercana al pueblo, y en cada uno ensartaron a un hombre,
“metiéndoles unos palos gruesos por sus cuerpos e hincados hasta llegarles
al estómago y a otros más arriba y dejándoles hincados”. Una vez se había
hecho esto, apareció en el campo uno de los indios de servicio
desaparecido. Como en otras muertes ejemplarizantes, en el cuerpo de los
condenados se escribe el mensaje que debe llegar de manera clara y
comprensible a todos los posibles infractores futuros. A diferencia de otras
posibilidades (desmembramiento, quema, ahorcamiento), esta práctica
impone en el sujeto castigado una pena larga y una agonía prolongadísima,
si no se acelera la muerte por otros medios (por ejemplo, flechar o
apuñalar), pues la persona puede estar en esa situación por horas, o incluso
por un par de días, dependiendo de la forma en que se practique. Sin duda,
el desmembramiento otorgaba la posibilidad de poner partes del cuerpo en
diferentes puntos, con lo que el impacto visual se multiplicaba; era un
hecho perceptible para más personas y, por lo tanto, el ejemplo se esparcía
por un territorio más amplio. En el empalamiento, el punto de observación
se focaliza y profundiza, por las características propias de un cuerpo
atravesado, quejumbroso y sangrante, en el que la muerte se demora
jornadas completas en llegar. Consideramos que en las decisiones de Bernal
el aspecto visual desempeñaba un papel importante. Por un lado, el hecho
de clavar a los hombres en una loma cercana —y no en el pueblo— permite
pensar que se hizo con base en un criterio de exhibición. Por el otro, hay un
segundo elemento que refuerza esta idea: la esposa de uno de los empalados
se acercó al finalizar la tarde para cubrirlo con una manta. Bernal consideró
este acto gravísimo y ordenó que la destrozara un perro. Sin menospreciar
el frío que pudiera sentir el hombre empalado, pensamos que ése era el
menor de sus problemas y que su esposa no buscaba tanto calentarlo como
darle dignidad en la muerte o, por lo menos, aminorar la exposición
sanguinaria a la que estaba sometido. Luis Bernal no deseaba que se
redujera en nada el impacto visual; por eso aprovechó la ocasión para
aumentar el efecto ejemplarizante: cualquiera ayuda o intento de aminorarlo
se penaría sin dilación e implacablemente.

Años después, en 1591, Bernardo de Vargas Machuca, en su apoyo a las


ciudades de Medina de Torres y Santiago de la Atalaya —en el Nuevo
Reino de Granada—, aplicó la misma tortura a nueve o diez indios, por
haberse levantado contra el dominio español y haber asesinado a unos
soldados. Según las dos relaciones de méritos en que quedó consignada esta
acción, buena parte de la pacificación de la región estuvo basada en este
ejemplo, “con lo cual se pacificó aquella tierra y los naturales volvieron a
conocer sus encomenderos y dieron la paz con temor del dicho castigo”.

Con este ejemplo posterior, se pueden ver el énfasis ejemplarizante del


escarmiento y el poder que los españoles le conferían. No se sabe el
impacto de esta acción entre los indígenas; sólo se conoce con respecto a
los españoles, porque pareció quedar grabada en la memoria. Entre las
innumerables lomas de la Provincia, ésa se conoció como “la de los
empalados” por un tiempo, y las noticias llegaron a la ciudad de Antioquia
al día siguiente del castigo, cuando los cuerpos todavía estaban hincados en
los palos. ¿Causó espanto, molestia, desagrado, sorpresa? Es difícil decirlo.
Sin duda era excesivo, incluso para los márgenes de brutalidad que se
manejaban en la frontera, pues en Antioquia sólo se sabe de este
empalamiento por parte de los españoles, pero no parece haber generado
una reprobación comunitaria. Alonso Díez Madroñero, a pesar de ser
teniente de gobernación, no emprendió ninguna acción legal contra Bernal.
Por el contrario, señaló en sus descargos que suponía que Bernal había
hecho justicia como alcalde ordinario de Antioquia. El proceso se abrió
cuando llegaron autoridades externas, como el visitador Briceño, o las de
Cartagena, que estaban tratando de demostrar que los males de la tierra eran
culpa de la gente de Popayán. Incluso en los testimonios no aparece una
censura contra estas acciones o, por lo menos, no es claramente enunciada”.

Con esto terminamos algunos casos iniciando con Cristóbal Colón que no
acontecieron en Mesoamérica pero que están perfectamente documentado y
no por el padre De las Casas por cierto, sino por el gran cronista español
Cieza de león e investigados por nuestro autor invocado. Cabe aclarar que
no son los únicos, mentiras y abusos fueron la constante en las conquistas
acontecidas en toda América.

Otros casos de psicópatas en Mesoamérica

En este libro hablamos de los tres conquistadores de Mesoamérica, Cortés,


Alvarado y Guzmán en nuestra opinión todos igual de crueles, sin embargo
mencionaremos al peor de todos esos invasores que pisó estas tierras que
según se dice el propio Beltrán Nuño de Guzmán se horrorizó de sus
crueldades, aunque no fue este abominable sujeto el único.

Nos dice D. Vicente Riva palacios que Nuño de Guzmán había conquistado
gran extensión de tierra pero que no cuido de asegurar la pacificación de los
naturales. Y sus capitanes cometían grandes excesos, crueldades, y abusos,
tiranizando a los nativos que finalmente por esa causa decidieron sublevarse
constantemente. No nos dice don Vicente pormenorizadamente las
crueldades de los capitanes de Nuño de Guzmán, pero sabiendo lo que ya
expusimos anteriormente de todas las barbaridades que cometió el
conquistador solo hay que imaginarlas. De todos esos capitanes resultó que
de uno en especial por sus abusos se molestó el cruel capitán Guzmán.

Los dos capitanes más crueles fueron Diego Hernández de Proaño (otros lo
ponen como Fernández) y Pedro de Bobadilla se dice que se excedieron en
el mal trato y en errar esclavos, y a muchos de ellos los liberó Vasco de
Quiroga. La realidad es que por tantas crueldades cometidas por estos
psicópatas se levantó toda la provincia de Culiacán y Guzmán espantado y
molesto por la magnitud de la sublevación mandó apresar y a formar
proceso a Proaño, al que halló responsable y lo sentenció a morir degollado
y a perder todos sus bienes.

Proaño apeló a la sentencia y fue enviado a la ciudad de México para la


revisión en la Real Audiencia, sin embargo vemos como era de laxa la
justicia, ya que Proaño era sobrino del comendador Don Pedro Hernández
de Proaño y este intervino para revocar la sentencia, lo resaltable es que el
hombre que se dice ser el hombre más cruel que piso Mesoamérica en ese
entonces se haya admirado de las crueldades cometidas por uno de sus
capitanes.
Capítulo 7
Hernán Cortés
I

Acerca de Hernán Cortés se ha escrito mucho y se seguirá haciendo,


verdaderos ríos de tinta se han gastado en este personaje y sin embargo
acerca de él no se ha dicho todo.
Biografías hay varías destacan para nosotros la de Salvador de Madariaga
que lo pondera y más realista resulta la de José Luis Martínez. Cortés sin
duda es un personaje que excede la ficción por lo que siempre llamará la
atención, y acerca de él también nosotros ya hemos escrito.
Al llamado conquistador, que tan solo lo fue de una parte de Mesoamérica,
en España, no todos, se le pondera como si hubiera realizado una hazaña
imposible al mando de sólo un puñado de peninsulares, nada más falso que
eso. Los leyendistas lo pretenden colocar a la altura de Julio César y otros
más exagerados de Alejandro Magno y han creado una leyenda equiparable
a la de Rodrigo Díaz de Vivar.
En la actualidad sus defensores lo ubican como un hombre de su tiempo
justificando su bárbara conducta, por lo que veremos entonces resulta que
en España abundaron los psicópatas, pues demostraremos que fue peor que
Pedro de Alvarado al que Levell le achaca como muchos la masacre del
Templo Mayor, lo que de seguro nos acarreará criticas fuertes por parte de
los leyendistas que se empecinan en negar la historia negra española.
Hemos puesto algunas del as características de la psicopatía, en las cuales la
conducta de Cortés sin esfuerzo encaja perfectamente.
Iniciemos por mencionarlas. De su infancia se sabe poco y siempre
encontramos que lo colocan en España como un hijodalgo, siendo la verdad
que si lo fue, en su infancia y juventud no fue poseedor de las prerrogativas
de la nobleza peninsular.
Lo que sabemos es que fue hijo único y obviamente suponemos que fue
consentido por su progenitor, por lo mismo ya que era importante en ese
entonces la descendencia y la primogenitura, y eso puede ser el detonante
de su psicopatía, ya que bien pudo ser el principio de su egolatría.
En ese entonces en España ya no había muchas posibilidades de ser
reconocido como caballero, algo que fue su deseo manifiesto y que logró
indudablemente. En su infancia en Castilla de seguro escuchó las hazañas y
leyendas de la reconquista española de manos del moro invasor, lo que trajo
como consecuencia un nacionalismo peninsular. De seguro leyó las
versiones populares del campeador que giraban por Castilla desde hacía
siglos y muy socorridas por juglares y trovadores de la gleba, que de seguro
lo hacían soñar e incentivaron su deseo por ser alguien. Sin embargo las
oportunidades de ascender en la escala social debido precisamente a la
conclusión de la reconquista ya era historia.
Cortés nació castellano en 1485 a tan solo siete años de la consumación
reconquista y también del descubrimiento de América por Cristóbal Colón,
otro hecho importante en la vida del conquistador. Sin embargo hay que
decir que sólo habían sido exploradas durante su infancia unas cuantas islas
caribeñas, que en realidad no tenían gran relevancia todavía en el Reino de
Castilla.
Cortés como fuera no fue iletrado sabía leer y escribir desde muy joven,
incluso se dice que estudio parte del bachillerato en leyes en Salamanca. De
seguro que conoció las hazañas del Cid y por qué no, el libro del Amadís de
Gaula, cuya edición más antigua conocida es la de Zaragoza (1508), con el
nombre de Los cuatro libros del virtuoso caballero Amadís de Gaula, pero
se trata de una obra muy anterior, que ya existía en tres libros desde el siglo
XIV, según consta en obras del canciller Pero López de Ayala y su
contemporáneo Pero Ferrús. El mismo Garci Rodríguez de
Montalvo confiesa haber enmendado los tres primeros libros y ser el autor
del cuarto. Se han descubierto, en una encuadernación, unos fragmentos de
una versión anterior a Montalvo, datado en el primer cuarto del siglo XV.
Demuestran que, entre sus enmiendas hubo una abreviación.
El libro de nuestra autoría con el título Cortés Arrepentido tratamos ese
tema ye inclusive nos referimos a las influencias literarias del conquistador
escribimos:
Un aspecto importante de Cortés lo fue su mentalidad medieval española,
siendo nacido en 1485 en Castilleja de la Cuesta y siendo perteneciente toda
la región de Extremadura a la Corona de Castilla que era parte del reino de
Isabel la católica, y es bueno recordar que el concepto de la España unida
era inexistente todavía. Cortés será nativo de Castilla y vivió su infancia de
seguro escuchando las hazañas de los castellanos contra el moro invasor, de
los que lograron su expulsión de la Península Ibérica el mismo año de la
develación de América cuando Cortés contaba con solo siete años de edad.
Cortes debió crecer con ese nacionalismo y orgullo castellano, que no
español, escuchando esas gestas en que después de casi setecientos años al
fin toda la península se vio liberada de las huestes de Alá. De seguro que
escuchó toda clase de fantasías y de hazañas, donde se ponderaba a lo
castellano y de seguro corrían las versiones difundidas desde las cruzada
acerca de que los musulmanes eran adoradores del demonio y sodomitas,
cosas que dirá al rey a su manera pero denotando esa mentalidad todavía
muy medieval, tan es así que el sentido de la lealtad de Cortés hacia el rey
fue manifiesta, ya que en varias ocasiones pudo declarar a la Nueva España
como reino independiente, de lo que seguro sus amigos más cercanos lo
querían, pero esa lealtad medieval impediría al capitán rebelarse.
Es casi seguro de que durante su vejes se arrepintió de no haberlo realizado,
y también dijo que se arrepintió de sus excesos cometidos en su conquista,
solo él supo si ese arrepentimiento fue sincero, pero así lo manifestó en su
testamento que dictó poco antes de su repentina muerte.
El testamento de Cortés se ha difundido poco en México, en un hecho que
solo tiene explicación por la política nacionalista del siglo pasado, en que la
historia oficial ponderó a ciertos personajes y a otros los sataniza, como es
el caso de Cortés del que permanecen ocultos muchos hechos que se
deberían conocer, no para ponderar, sino simplemente para conocer
integralmente al personaje. Del testamento nos ocuparemos adelante,
continuando con el desarrollo de su juventud por ahora.
Decíamos que Cortés vivió el final de la reconquista de Castilla que
exacerbó dos cosas, una el patriotismo y la otra el culto icónico a los
símbolos de la reconquista, religiosos por supuesto, que no eran otros que
Santiago y la Virgen de la reconquista que fue la Virgen Guadalupana
adorada por cierto en muchas partes, pero principalmente en Cáceres a la
que pertenecía Castilleja de la Cuesta donde nació Cortés. Cuando decimos
que era la Virgen de la reconquista es porque su leyenda está relacionada
con su hallazgo, una virgen de ébano que se le atribuyó su manufactura a
San Juan o a San Lucas, encontrada en tiempos del rey Alfonso en el río de
lobos, aunque otros le cambian el nombre, pero sería para la fe católica por
siempre la Virgen de Guadalupe, iconos Santiago y la Guadalupana con los
que arribó cortés a la Nueva España.
No serían únicamente esos iconos los que influyeron en Cortés, como fuera
ya Rodrigo Díaz de Vivar el Cid Campeador era toda una leyenda y sus
cantares estaban altamente difundidos, quizás fuera el antecedente junto con
las historias de la caballería de las cruzadas las que inspiraron el libro de
Amadís de Gaula que dio origen a varios Amadís altamente difundidos, por
lo que de seguro el extremeño tuvo noticias de ellos, que dieron origen a las
míticas novelas de Caballería que Cervantes criticó en el Quijote.
En un estupendo estudio de Aurelio Iván guerra, titulado La Caballería
Heterodoxa de Hernán Cortés, el autor al finalizarlo dice:
“A pesar de que no hay evidencia que confirme que Hernán Cortés conocía
el Floriseo, obra contemporánea y además escrita por un coterráneo
metellinense, ni que hubiese leído el Amadís que, como hemos visto, suele
ser el paradigma a seguir, es curioso encontrar una gran cantidad de nexos
entre la ficción caballeresca y los escritos de Cortés, que van más allá de
meras coincidencias de época.
Así como las obras caballerescas retoman entre sí las mismas estructuras
narrativas y los mismos tópicos, las Cartas de Relación repiten también
algunos de los motivos característicos de esta ficción: la demanda de
aventuras infinitas; la lealtad incondicional a su señor; la incansable lucha
contra las fuerzas del mal y de los infieles en este mundo maniqueo; el
imperativo de vengar agravios y desterrar las malas costumbres como la
sodomía; la investidura de una misión de justicia divina; etc.
El descubrimiento del Nuevo Mundo y su conquista propició la escritura de
una gran cantidad de obras que tratan de dar cuenta de sus maravillas,
así como de las acciones de aquellos que se aventuraron a explorarlas
y subyugarlas. Es en ese sentido como se suelen leer las Cartas de Relación
de Hernán Cortés. Sin embargo, no siempre se toma en cuenta que este es el
primer documento que conocemos que convierte a los actores de estas
empresas en héroes, modelos de imitación para conquistas subsiguientes.
Cabe preguntarse qué modelos de heroicidad tenía Hernán Cortés a su
disposición. Sin duda podemos pensar en el modelo de los héroes de la
antigüedad clásica, particularmente en Julio César, con quién se le ha
comparado. Pero, además de las obras latinas, los ejemplos más
inmediatos fueron los de la caballería andante, histórica o ficcional.
Es al tratar de encontrar los modelos seguidos por estos actores cuando
percibimos esa distancia que existe en el modo de proceder de unos y otros.
Pero si observamos el panorama más amplio de los modelos de heroicidad
ficcional, como se ha intentado hacer aquí, es posible vislumbrar en la
narración de Cortés su comunión con el modelo de ética caballeresca
heterodoxa de los libros de caballerías. El problema de afirmar el mito de
los “amadises de América”, que rechazábamos al inicio de este trabajo, no
es la falta de referencias en las crónicas a estas obras de ficción, sino la
búsqueda de un modelo monolítico de ficción caballeresca, y
específicamente el ejemplo del Amadís, con el que tiene poca similitud.
Cortés, en cambio, se apega a la ética guerrera realista de Tirante el Blanco,
entre otros. Ética que, como se ha visto, es la misma que se representa en la
caballería andante de un libro como Floriseo muchas de cuyas estrategias y
hasta su visión del mundo se diría que se reproducen a veces tal cual en las
Cartas de Relación”.
Quien haya leído las Cartas de relación de Cortés además de las
exageraciones, le resulta diáfano ver que ellas están altamente
influenciadas por las novelas de caballería, situación que el mismo Bernal
no puede evitar, de ahí a que maximicen de los hechos como la batalla de
Centla y otras más relatadas como hazañas imposibles como si del Cid se
tratará. El no ver las mencionadas cartas sin esta perspectiva, es no entender
la mentalidad de la España medieval y menos entender a los relatores de las
crónicas que escribieron. No son inventos totalmente lo que escribieron, ni
son como dicen muchos ahora elementos inventados para justificar la
conquista, pues hacía poco que se dio la reconquista española y por demás
la iglesia desde la invasión del cercano oriente en las cruzadas justificó la
barbarie en nombre de la religión católica, pero su antecedente más cercano
lo tenemos con la invasión de Portugal al África, donde ya estaba claro que
la conquista era justificable en nombre de la religión, siempre que los
sometidos fueran infieles.
Esas exageraciones reiteradas se deben a dos situaciones, una la evidente
influencia de las hazañas caballerescas y para el caso de Cortés, justificar su
ilegalidad en su empresa. Entendamos cortés mintió por su mentalidad de
hombre de la Castilla medieval en que vivió y su afán por obtener el
reconocimiento del rey.
No todo fue mentira, pero ya dijimos que las hubo, pero pretender que en
todo mintió está más allá de la razón lógica de la época, no todo lo que dijo
Cortés es falsedad ni tampoco lo dijo por justificar la invasión.
Nosotros simplemente puntualizamos en una situación evidente, que bien
pudo alimentar esa psicopatía que nos resulta diáfana. Si sumamos su
situación de hijo único que obviamente su parte de su egoísmo ególatra, a
su aspiración de ser alguien con escasas posibilidades y su alimentación por
la literatura podemos explicar la mentalidad del extremeño.
Se dice que Cortés ingresó a la prestigiosa Universidad de Salamanca, la
que nos dicen que abandonó, diciendo que su espíritu era la aventura,
aunque encontramos que al parecer hubo un lío de faldas en que se batió
contra otro y que esa fue la causa del abandono de sus estudios. Fuere como
haya sido ya nos rebela ese otro suceso gran parte de su mentalidad
ególatra.
Además de ese suceso poco sabemos de sus relaciones afectivas con el sexo
opuesto en su primera juventud. Sabemos que se fue de España a las islas
caribeñas y otras cosas en verdad intrascendentes, pero nada más acerca de
sus relaciones afectivas.
En realidad lo importante se sabe a partir de 1511 en que participó en
la expedición de conquista de Cuba dirigida por el gobernador Diego de
Velázquez de Cuellar, de quien recibió tierras y esclavos en la isla. Llegó a
ser nombrado alcalde de Santiago de Cuba.
Aquí cabe hacer un paréntesis, para 1511 Cortés tenía ya 26 años de edad,
para la edad media ya no era un joven, sino un hombre hecho y derecho y
por lo visto nada exitoso para haberse aventurado como simple soldado para
la conquista de Cuba.
No sabemos cómo dijimos nada de sus afectos con nadie, lo que
permanecerá en el misterio, o en verdad era un libertino de la época
fornicador de prostitutas, o era de plano un burlador, el caso es que no se le
conocen amoríos con mujeres en la isla la Española ni en la Fernandina
como le llamaron a Cuba.
Será hasta un poco antes de zarpar de cuba para su aventura en México que
contrajo nupcias con su primera esposa Catalina Xuaréz Marcaida, entonces
eso aconteció en el año de 1518 cuando Cortés tenía treinta y dos años de
edad, adelante veremos lo que se dice acerca de ese matrimonio.
Antes nos referimos a alguna relación de la que se tuvo en Cuba, se asegura
que tuvo una hija llamada Catalina Pizarro hija de una pariente de Cortés
quizás su prima. Esta hija nació según se dice en 1514 o en 1515 y no era
común para ese entonces la situación, ya que era como fuera una relación
desde incestuosa hasta clandestina, lo que ya dice mucho de su falta de
apego a los valores de la sociedad de su tiempo, como fuera era un
transgresor, parte de esa personalidad que describen de un clásico psicópata.
No sabemos con cuantas mujeres se relacionó por ese entonces ni cómo
fueron sus relaciones, lo único cierto es que permaneció soltero sin que
haya constancia de una relación digamos normal de su tiempo.
Creemos que no era normal ver a un hombre de treinta años soltero y esa
edad tenía cuando nació esa hija, Catalina.
Para 1518 tenía treinta y tres años de edad digamos que para la época ya
eran casi viejo, y en realidad había llegado a América en 1504 pero volvió a
España para regresar a América en 1506 a los 21 años de edad, sin éxito ni
fortuna alguna, en realidad se denota que vino como lo que era un
aventurero en busca de la fortuna que se le negaba en España.
Se dice que Cortés era escribano en La Española, pero nadie sabe por qué se
unió a Diego Velázquez para la conquista de Cuba, suponemos que debido a
ese encanto personal e hipocresía le gano un lugar cercano a Velázquez.
Cortés no era soldado por ese entonces, pero de seguro recibió sus primeros
baños de sangre contra los nativos cubanos, ya por ese entonces hay
constancias de los excesos que cometieron los españoles, pero no vemos
nada que indique que Hernán Cortés se haya distinguido como soldado.
Hemos dicho que los psicópatas saben desplegar cierto encanto personal y
por demás de acuerdo a sus aspiraciones son proclives a la hipocresía, a la
traición, y a explotar ese encanto.
Cortés ya dijimos que bien pudo ser un burlador al que poco le interesaron
los sentimientos de alguien. Corren versiones de que fue encarcelado dos
veces en Cuba por órdenes de Diego Velázquez. Pero veamos algo acerca
del Cortés desconocido. Se sabe que fue designado por Velázquez alcalde
de Santiago de Cuba, se ha dicho que dejó el cargo pero nadie ha explicado
el porqué. Era como fuera terrateniente y plantador y por demás gozaba de
un buen cargo colonial, favorecido por Diego Velázquez y se dice
ramplonamente que conspiró contra el gobernador que lo favoreció, sin
embargo nadie dice en que consistió la conspiración, la verdad oculta de su
encarcelamiento, es que Cortés con su encanto burló a la cuñada del
gobernador Catalina Xuárez Marcaida, y “el burló” implica que tuvo
relaciones carnales. De seguro intervino Velázquez para reparar el daño con
el matrimonio a lo que al parecer se negó el extremeño y por eso fue
encarcelado, logró escapar y fue buscado y prendido nuevamente y para
salir de la cárcel aceptó reparar el daño con el matrimonio de la mujer que
de seguro no amó.
Estamos convencido de que como fuera Cortés aprovechó en su beneficio el
ser concuño de Velázquez, para lograr que lo nombrara capitán de la tercera
expedición a México.
Como fuera sabemos que los psicópatas no son confiables, y los
antecedentes de Cortés lo demuestran, creemos que precisamente el no ser
confiable llevó a Velázquez a reconsiderar su nombramiento como capitán
de la tercera expedición.
En verdad quien escribió sobre ese asunto fue Bernal Díaz de Castillo,
relatando un cuento inverosímil de las causas del arrepentimiento de
Velázquez, ni es digno de mencionarse tomando en cuenta que Bernal era
un peón nada cercano a las cúpulas del poder y siquiera si es que estuvo en
la expedición la realidad es que Cortés nunca lo mencionó y él dijo que fue
harina de todos los guisos, algo increíble.
Como fuera vemos a un Cortés sin afectos hacía nadie, sea hombre o mujer
una característica esencial de la psicopatía.
Su conducta sexual nada cristiana la vemos ya en la llamada conquista y es
obvio que por ninguna mujer sintió afecto. Dice Bernal que a la Malinche la
entregó a Portocarrero, lo que no se sabe si fue verdad porque es febril la
imaginación de Bernal. La realidad es que si fue cierto, denota la verdad
que Cortés ni por los compañeros tenía lealtad, pues en todo caso la quitó
de su capitán y amigo. La Malinche ni duda cabe que fue una de tantas
mujeres con las que fornicó en lo que llamó la Nueva España, inclusive con
ella tuvo a su primer hijo hombre al que llamó como su padre Martín, pero
la realidad es que tampoco amó a la Malinche ya que cuando requirió su
soltería la entregó a Julián de Jaramillo sin más, para deshacerse de la mujer
que tanto le sirvió. No hay que confundirse si tomamos en cuenta que hasta
se aseguró que mató a Catalina su legitima esposa y tuvo amoríos e hijos
con otras indias inclusive con la esposa de Cuauhtémoc, que no se sabe en
qué condiciones y que tuvo una hija con ella y también con otras nativas, lo
que nos denota su verdadera personalidad afectiva, que de plano fue nula y
que corresponde a la de un verdadero Psicópata.
Más cabos para resaltar su psicótica personalidad.
En verdad como vimos Hernán Cortés en la Española y después en Cuba
fue un donnadie y sin fortuna y menos con una nobleza que era parte de su
anhelo, fue un escribano, soldado de medio pelo, un funcionario del reino
sin importancia, transgresor de las normas de la buena convivencia
peninsular por lo que fue prisionero en la isla, aprovechó su matrimonio
mal habido para acercarse a Velázquez al que traicionó sin que haya darle
vuelta a la hoja.
Para 1519, Cortés nada tenía a sus casi treinta y cuatro años de edad, en
verdad sólo él supo cómo convenció a su concuño para que los designará
capitán de esa tercera expedición. En verdad dar credibilidad del suceso por
el que se arrepintió el gobernador que relata Bernal, es infantil, su libro si es
que él lo escribió es una novela repleta de ficción, no como se pretende un
testimonio digno de tomarse en cuenta, en verdad solo Cortés y su concuño
supieron la causa de la revocación del cargo como capitán de esa
expedición.
Lo que sabemos es que se arrepintió el gobernador deponiéndolo del mando
que inclusive el cuñado de Cortés fue quién fue designado para notificar al
capitán. Cortés lo supo y adelantó su salida de puerto.
En realidad la expedición solo era de exploración y recaudación de oro, y
conforme a lo aceptado a traer algunos naturales para esclavizarlos.
Cortés conforme a su naturaleza, y características de los sicópatas no dudó
en transgredir la ley aplicable al caso concreto y así traicionó a su concuño
el gobernador, pero no solo él lo decidió sino sus más cercanos y leales
capitanes de esa expedición traicionaron a Velázquez, inclusive hombres
cercanos al gobernador lo hicieron, convirtiéndose de ser una expedición
legal en una de franco pirataje.
Estamos en otra de las caras teísticas generalmente aceptadas para la
psicopatía, que no es otra que el desdén a las normas jurídicas y sociales
establecidas para la vida en sociedad de acuerdo al tiempo y espacio de su
ámbito de aplicación.
No dudó en convertirse en transgresor de la norma legal aplicable, y
tampoco le importó ser considerado pirata, ya que en ningún momento dudó
que por su conducta ilícita en cualquier momento lo irán a prender.
Para cualquiera con el más escaso entendimiento, le resultará óbice que
Cortés desde un inicio de su invasión e ilegal aventura, ya tenía planeado
establecer comunicación con el rey D. Carlos rey regente en funciones, del
cual será público que tenía recluida a su loca madre, lo que no ignoraba
nadie y ese rey también debe ser motivo de otro profundo análisis.
Los psicópatas son muy conocedores de la naturaleza humana, y de la
manipulación y en este caso el rey digamos así tenía sus cosas no muy
normales que digamos, que no dudó Cortés en utilizar para buscar el
reconocimiento legal a su empresa.
En realidad sabemos que Cortés en un inicio ni idea tenía de que podía
realizar una conquista, pues lo que sabía era que estaba en una enorme isla
con características desconocidas, por lo que con mediana lógica, solo
pretendía como decían trocar oro para obtener riqueza, obvio quizás pensó
desde un principio apartar el quinto del oro para el rey de conformidad con
la inveterada, eso aplicando la lógica ya que lo que obtuviera sería para
volver a España con el reconocimiento del rey ya que a las islas caribeñas
no podría regresar porque le esperaba la horca por pirata.
Como tendencia generalmente aceptada por los estudiosos de la psiquiatría,
los psicóticos son proclives a mentir para lograr sus personales finalidades,
lo que es evidente en las famosas cinco Cartas de Relación.
Otra de las características de los psicópatas, es su preclara inteligencia y ni
duda cabe que Cortés la poseía y nunca dudó en mentir al rey, e inclusive en
denigrar al gobernador de Cuba, tal como se denota en la primera de sus
largas misivas para el rey.
Cortés sabiendo cómo era el rey extranjero D. Carlos educado en Flandes
por influyentes religiosos, no dudó en decir que su motivo principal era la
propagación de la vera fe y la conversión de los naturales, lo que
evidentemente era falso, nadie puede pensar que dos frailes, uno el capellán
Juan Díaz y el otro Bartolomé de Olmedo podrían catequizar a algún nativo.
Sólo que se fuera un iluso, y creemos que el rey no lo era, por lo que Cortés
recurrió al otro argumento que era la posibilidad de que su expedición fuera
económicamente productiva para el monarca, lo que en realidad será un
soborno perfectamente claro el separar el quinto real en sus recaudaciones.
Cortés fue afortunado eso ni duda cabe, desde que pisó estas tierras supo
que había oro. Algo nada novedoso, ya que las dos primeras expediciones
que lo antecedieron habían logrado obtener algo de oro que no había en
Cuba. Lo que recaudó no era mucho, pero de seguro obtuvo informes que la
riqueza que añoraban, él, sus hombres, y el rey mismo.
Desde el principio la fortuna le sonrió con el encuentro de Jerónimo de
Aguilar, su fuente primigenia de información y por demás su traductor que
junto con los indígenas Melchorejo y Juliancillo le permitirán conocer algo
del ignoto territorio que ahora exploraba. Cortés no ignoró quienes eran los
aguerridos mayas y no repitió el error de sus antecesores exploradores,
evitando en principio cualquier encuentro con los mayas de Yucatán, que
por demás parecía que no tenían oro para llenar sus expectativas, así que
paso prácticamente de largo por la península de Yucatán, en realidad la
verdadera historia de los aguerridos mayas peninsulares será de libertad ya
que tardaron décadas los invasores en doblegarlos.
Dijimos que llevó con él un personaje que ocultó en sus misivas al rey, al
padre Juan Díaz que había sido el capellán en la expedición de Juan de
Grijalva. Que había escrito un memorial a manera de diario que pronto fue
publicado en España.
Dejando de lado por diversas razones a Bernal Díaz del Castillo, el padre
Díaz sabía exactamente que le sucedió a la segunda empresa de exploración
y donde recaudó oro el capitán Grijalva, por lo que Cortés fondeó sus naves
en las costas de Tabasco. Cortés a partir de ese hecho iniciará sus mentiras,
no olvidemos que los psicópatas son proclives a decirlas y a magnificar los
hechos.
Nos referimos al caso concreto de lo que se conoce como la batalla de
Centla, veamos algunos aspectos referentes a esa supuesta primera hazaña.
Nosotros no pasamos por alto como otros tratadistas lo hacen la presencia
del padre Juan Díaz, que ya dijimos estuvo en la segunda expedición del
capitán Grijalva y que escribió una especie de diario. Este capellán había
descrito en su libro que los chontales tenían oro, e inclusive hasta calculó
que portaban como mil pesos oro, y no se necesita ser muy avispado para
entender que Cortés fue en búsqueda del áureo metal. Hasta ese momento
una finalidad de su expedición de rapiña y pirataje y resulta diáfano la razón
de Cortés para expedicionar en Tabasco pues él solo busca oro, un tanto por
la ambición y otro por sobornar al rey que en realidad eso realizó al enviar
el quito real en su momento.
En la primera Carta de Relación, que ya comentamos algunos aspectos, y
que está escrita en tercera persona, Cortés dice textualmente, que partió de
Cuba con diez navíos, evita decir que dos fueron a las islas caribeñas, como
ya comentamos y tan solo dice que lo acompañaron 400 hombres y
dieciséis caballos y muchos caballeros e hidalgos y 18 de a caballo.
Parecerá intrascendente el número de gentes de guerra que en realidad
tenía, pero no lo es, porque esa mentira se ha repetido hasta la saciedad y
muchos todavía lo creen, y si bien nos va hablan de seiscientos, lo que
resulta falso también. Se ha dicho atinadamente que no eran cuatrocientos y
que sus mentiras fueron para convencer al rey D. Carlos de una gran hazaña
que en realidad no fue tal, porque en realidad la conquista no la realizaron
los españoles sino los indígenas. Lo malo es que en España y algunos
connacionales están convencidos de que eran tan pocos que fue una
increíble hazaña la conquista de México.
Nosotros según las fuentes, tomamos el dato más aceptable respecto a cómo
salió de cuba; Consistía aquella armada en 11 naves, con 518 infantes, 16
jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros, 110 marineros y unos 200 indios y
negros como auxiliares de tropa. Llevaban 32 caballos, 10 cañones de
bronce y cuatro falconetes.

Entonces hablamos de cerca de seiscientos soldados, a los que les debemos


sumar los ciento diez marinos que actuaron como parte de ese ejército.
Dijimos que Cortés hecho mano de los negros después de Zempoala, pero
en número nunca se sabrá, y eso fue debido a que el cacique gordo les
proporcionó tamemes para cargar el bagaje, por lo que los caballos que
traían para el efecto ya no se requirieron para carga, por eso se habla en
realidad de 32 caballos en vez de dieciséis, Dijimos cuantos cañones traía
Cortés, pero al inutilizar las naves quedaron los cañones de defensa de las
naves, ya que los piratas abundaban, o sea que tampoco fueron los cañones
que comúnmente se mencionan.

La batalla de Centla.

De la batalla de Centla normalmente se dice:

El 14 de marzo de 1519 tuvo lugar la batalla en la región de Centla, en las


riberas del río actualmente llamado Grijalva, estado de Tabasco. Se
enfrentaron los españoles de Hernán Cortés contra los chontales, indígenas
de la etnia Maya que poblaban la región.

Después de la misa, pronunciada por cierto por Juan Díaz y Bartolomé de


Olmedo, Cortés apercibió a su capitán Alonso de Ávila dándole 100
soldados para que avanzara por el camino hacia el pueblo, en tanto que él
mismo avanzaba, primero hacia Potonchán por el río Grijalva.

Al ver los indígenas el movimiento de las tropas enemigas sobre el río, se


prepararon para el combate, para evitar que los españoles desembarcaran,
por lo que Cortés llamó al escribano del rey llamado Diego de Godoy, para
que hiciera el requerimiento a los nativos, exigiendo que lo dejaran
desembarcar en el pueblo, tomar agua y alimentos y que se sujetaran al rey
de España, llevándose a cabo la primera actuación notarial en México. La
contestación de los indígenas fue el grito de guerra. Los indígenas
advirtieron a los españoles, que si saltaban en tierra los matarían. ,

Los españoles trataron de desembarcar en el poblado, pero una lluvia de


flechas se lo impedía. Además los soldados de Cortés tenían que subir por
el barranco del río, lo que implicaba una dificultad más. Los españoles
peleaban con el agua a la cintura, tratando de desembarcar, pero la
resistencia de los maya-chontales era brava. Los españoles comenzaron a
utilizar las armas de fuego, cuyas detonaciones asustaban a los nativos.

Con ello, además, Alonso de Ávila recibió la señal para entrar por la parte
trasera a la ciudad, la cual se encontraba atrincherada con troncos gruesos.
De esta forma, Cortés por el frente y Ávila por la parte posterior iniciaron el
sitio de Potonchán, que después de una ligera resistencia cayó en poder de
los conquistadores españoles, quedando algunos prisioneros, varios heridos
y muchos indígenas muertos.

A continuación Cortés recorrió la gran plaza de Potonchán, donde había


unos aposentos y salas grandes y tres casas de ídolos, tomando posesión de
aquella tierra.
Al día siguiente, 14 de marzo de 1519, mandó Cortés al capitán Pedro de
Alvarado con cien soldados para que fuese tierra adentro hasta dos leguas, y
mandó por otra parte a Francisco de Lugo con otros cien soldados.
Francisco de Lugo se topó con unos escuadrones guerreros, iniciándose un
nuevo combate. Al escuchar los disparos y tambores Alvarado fue en ayuda
de Lugo, y juntos después de haber batallado logran hacer huir a los
naturales, regresando los españoles al pueblo a informarle a Cortés. En la
batalla participaron, según las crónicas de Hernán Cortés y Bernal Díaz del
Castillo, (dice que eran más) 40, 000 indígenas de 8 provincias cercanas,
contra 410 españoles.
Las tropas de Hernán Cortés llegaron a la desembocadura del Río Tabasco
(hoy Grijalva). En este lugar las huestes españolas nuevamente fueron
atacadas por los maya-chontales. Rápidamente los españoles se defendieron
empleando sus armas de fuego, lo que volvió a causar pavor a los indios,
pero lo que más los aterró fue ver a los jinetes de la caballería española,
pues los indios creyeron que tanto la persona como el caballo (que nunca
habían visto en su vida) eran uno solo. Al final los indios resultaron
derrotados debido sobre todo a la mejor tecnología militar de los españoles.
Anotamos que según la carta, Diego de Godoy el escribano, realizó el
requerimiento de acuerdo a la cándida ordenanza de la reina Isabel, por
medio, suponemos que por boca de Jerónimo de Aguilar, que hablaba maya,
así en apariencia aparecen los invasores como portadores de un legal
derecho para sojuzgar a los nativos, aparentando legalidad, cuando en
realidad eran transgresores de la ley peninsular.
Lo anterior es basado en la fuente de Cortés y de Bernal. Cortés dijo
nuevamente que eran cuatrocientos españoles contra cuarenta mil indios, en
tanto Bernal dice que eran trecientos guerreros por cada español, lo que
disminuye la cifra de cuarenta mil y será Bernal que contradiga a Gómara
cuando relató que Francisco de Morla vio a los apóstoles o Pedro o
Santiago, más dice que él no los vio quizá por ser pecador.
En verdad se necesita ser obtuso e ignorante para tragarse ese cuento, quizá
el rey D. Carlos de Austria se lo pudo haber pasado por desconocer estas
tierras, pero lo increíble es que españoles y mexicanos actuales se traguen
ese cuento.
Afirmamos lo anterior por el conocimiento real que se tiene de lo que era
Mesoamérica en esos tiempos, digámoslo así, las culturas autóctonas no
eran tecnológicas, esto es utilizaban armas rudimentarias, pero eso no es lo
medular.
En realidad, que se de crédito a tan evidente mentira causa hilaridad,
simplemente conocemos que la más grande batalla precortesiana se llevó en
tierras michoacanas, se dice que los mexicas mandaron un ejército de
26,000 guerreros y quizá llegó a 40,000 con los aliados, fueron derrotados
por los tarascos que tenían más guerreros que los mexicas.
Pensar en 40,000 mayas en Tabasco y que fueran dominados por los
mexicas es excesivo, cualquiera que piense se preguntará de donde salió ese
ejército que para Mesoamérica era imposible, no hay que confundirse, los
mayas de Tabasco eran aguerridos, pero no era un estado guerrero como lo
eran los mexica, los tarascos, o los tlaxcaltecas. En ese entonces los mayas
ya no tenían ciudades estado, y era simplemente la etnia chontal, hay que
ver la descripción que ellos mismos hacen del pueblo de Pochoán, había un
palacio y tres templos, de donde saldrían 40,000 gurreros si no eran pueblos
beligerantes, eran aldeanos.
La mentira es evidente en cuanto al número de guerreros, ya hablamos que
no traían hondas como dijo Bernal, y en cuanto a las espadas (macuahuitl)
que era un arma mexica, es de pensarse que no la tenían. No eran los
chontales un pueblo guerrero, no hay que confundirse, aunque la historia
subsecuente demostrará que eran indomables, y eso pondrá en evidencia
que Cortés y Bernal mintieron, de hecho si hubieran sido tan solo doce mil,
los hubieran acabado, como veremos adelante.
Cortés habla de unas cuantas horas de batalla antes de la fuga de los
chontales, dice que los hizo huir la caballería principalmente, como sea es
parco, solo ensalza la victoria sobre 40,000 guerreros, en fin eso quedó para
la conveniente historia personal de Cortés y de Bernal, de este último su
relato es más novelesco, diciendo que habían matado más de ochocientos
chontales, haciendo cuentas alegres huyeron 39,200 nativos y después se
entregaron con sevicia evidente a la voluntad de los invasores.
Mucho han dicho tratadistas que fue una exageración, que lo fue con la
finalidad de impresionar al rey para lograr tornar en legal su invasión.
La carta de marras, dice que Cortés preguntó por los efectivos a que se
había enfrentado y dijeron 40,000, y como era increíble, dice que sabían
contar muy bien y puntualiza diciendo que los invasores eran cuatrocientos.
Es un verdadero cuento, tanto lo dicho por Cortés como por Bernal. En
realidad los chontales atacaron lanzando con la mano piedras, las lanzas era
para atacar, y lanzaban flechas, que si hubieran sido la lluvia de flechas, se
supone que no hubieran salido con heridas leves los invasores, porque
médicos no traían ni antibióticos, así que si en verdad hubiera ochenta
heridos de consideración algunos hubieran fallecido, pero Bernal habla de
cinco heridos y varios caballos, pero ni un solo muerto. Absurdo, porque
debemos recordar que los mayas mataron a cincuenta hombres de la
expedición de Hernández de Córdova y nunca se habló de 40,000, sin
embargo si hacemos caso a Bernal en su comentario del capitán Ordaz,
entonces los chontales hubieran sido ciento veinte mil ya que dice que
Ordaz habló de 300, chontales por cada español lo que eleva la suma a 120,
000. Más que increíble, es absurdo.
En realidad eran unos cuantos chontales, no digo mil, pero no más de dos
mil, ¿contra cuantos españoles en realidad? Al número de invasores se
suman las armas que más espantaban que daño hacían. Más mortíferas
fueron las espadas y lanzas largas que las escopetas. En verdad creemos
más certeras las ballestas que las escopetas, los cañones debieron causar
pavor y daño, sin embargo Bernal privilegia la caballería, aunque aclara que
solo participaron diez caballos y dice (él creó el mito) de que los nativos los
creyeron centauros, sin embargo nosotros los sagaces, no leemos nada
acerca de los alanos, mastines, y lebreles, los perros de ataque que debieron
causar pánico y estragos entre los mayas. En fin mucho hay oculto para
magnificar una hazaña que solo en el papel aconteció.
Ahora nos referiremos a Francisco López de Gómara, del que ya hemos
hecho referencia a este personaje, veamos quién fue:
Francisco López de Gómara (Gómara, 1511- id., c. 1564) Eclesiástico y
cronista español. En 1541 participó en la empresa de Argel como capellán
de Hernán Cortés, con quien siguió en relación hasta su muerte (1547). En
1552 publicó Historia General de las Indias y Conquista de México,
redactada con datos suministrados por Cortés y otros exploradores, ya que
él nunca estuvo en América. En la segunda parte de la obra, dedicada a la
conquista de México por Cortés, la figura de éste es alabada y exagerada.
Al año siguiente de su publicación la obra fue intervenida por el Consejo de
Indias. Escribió también Anales de Carlos V (inéditos hasta 1912) y De los
hechos de los Barbarrojas, sobre la conquista española de Argel.

En realidad este religioso se hizo amigo de Hernán Cortés y se dice, que fue
su confesor durante los años que pasó cortés en la península, y que lo
acompañó a la fallida aventura de Cortés en Argel en 1541, donde el
extremeño fue uno de los capitanes, se cree que fue el confesor del capitán
y de seguro hubo una cercana amistad entre ellos. De hecho Gómara nunca
pisó América y en su obra pondera a su amigo Cortés, por lo tanto es seguro
que su libro La Conquista de México lo escribió con datos proporcionados
por el mismo Cortés, y como dato tampoco menciona a Bernal Díaz del
Castillo, el que escribió su Historia Verdadera contradiciéndolo, por lo que
de hecho Bernal a quien contradice es al propio Cortés.

Respecto a la batalla de Centla escribió Gómara que Cortés hizo el obligado


requerimiento, pero los mayas no lo aceptaron y le pidieron que se
marcharan amenazando a los peninsulares de muerte. Lo interesante del
relato de este cronista se refiere a 40, 000 guerreros indígenas, y el editor de
nuestra versión consultada de dicho libro por cierto español, en una nota a
pie de página menciona a los perros de ataque de los españoles.

Gómara hace hincapié en que antes de la batalla, Cortés se encomendó a los


apóstoles Pedro y Santiago. Nos dice Gómara que los invasores avanzaron
hacia Centla y que los chontales aparecieron con cinco escuadrones de 8,
000 guerreros, no transcribimos el relato de la batalla porque obviamente
pondera la valentía de los invasores y el relato por demás es novelesco, tan
solo transcribimos la parte menos creíble del relato, cuando dice el autor, en
número infinito refiriéndose a los chontales de Centla

Gómara relata que los chontales cargaron tanto sobre ellos que los
arremolinaron en poco trecho de tierra, y les fue forzado, para defenderse,
pelear vuelta la espalda unos con otros y aun así, estaban en muy grande
aprieto y peligro, porque ni tenían espacio para tirar su artillería, ni gente de
a caballo que les apartase a los enemigos.

…”Estando, pues así, caídos y apunto de huir, apareció Francisco Morla en


un caballo rucio picado, arremetió a los indios y les hizo arredrar un tanto.
Entonces los españoles pensando que era Santiago, y los pusieron en el
trance de ante Cortés, y teniendo algo más de espacio, arremetieron contra
los enemigos y mataron a algunos de ellos. Con esto el de a caballo no
apareció más, y con su ausencia los indios volvieron sobre los españoles, y
los pusieron en el mismo transe de antes”…

..”Volvió luego el de a caballo, se puso junto a los nuestros, corrió a los


enemigos, y les hizo dejar espacio. Entonces ellos con la ayuda del de a
caballo, van con ímpetu a los indios y matan a muchos de ellos; pero lo
mejor del tiempo, les dejó el caballero y no lo pudieron ver. Como los
indios no vieron tampoco el de a caballo, de cuyo miedo y espanto huían,
pensando que era un centauro, vuelven de nuevo sobre los cristianos con
gentil denuedo, y los tratan peor que antes, Volvió entonces el de a caballo
por tercera vez, e hizo huir a los indios con daño y miedo y los peones
arremetieron también, hiriendo y matando. A esta sazón llegó Cortés con
los otros compañeros de a caballo y preguntaron si era de su compañía, y
como dijo que no, porque ninguno de ellos había podido venir antes,
creyeron entonces que era el apóstol Santiago, patrón de España”…

Hemos querido transcribir lo anterior, que por cierto Bernal dice que no vio
al caballero, porque a nuestro criterio es necesario dejar de lado la ficción
novelesca de la historia, y no por negar el suceso Bernal quiere decir que
dijo la verdad o peor aún que siquiera estuvo ahí. Cuando decimos esto es
por la simple razón que las Cartas de Cortés, la crónica de Juan Díaz y el
libro de Gómara ya estaban publicados y bien se pudo allegar de ellos
Bernal.

No somos tendenciosos, y no somos los únicos que confrontamos las


crónicas conocidas repletas de ficción y de intereses particulares, y lo peor
hay quienes les dan veracidad absoluta para escribir la historia.
No somos los únicos que somos detractores de dicha historia, no que no
hubiera acontecido, sino que no sucedió de la manera en que la describieron
Cortés, Gómara, y Bernal.

Siendo razonables para que hubiera miles de guerreros en Tabasco debió


entonces existir un gran centro ceremonial, y solo nos dicen que había un
templo y tres construcciones, y por cierto no hay vestigios en lo que fue
Centla de ningún centro arqueológico, entonces surge la pregunta, de donde
salieron miles de guerreros chontales.

Hemos dicho que Cortés estaba influenciado por las hazañas de la


imaginaria caballería andante, y no pocos han puesto en duda lo dicho por
los tres cronistas referidos, pero como ya expusimos ha sido George Lovell
el que habló de que Pedro de Alvarado fue un psicópata y lo que
sostenemos en este texto que no solo Alvarado lo fue.

Luego entonces no solamente Cortés estuvo influenciado por lo


caballeresco para magnificar su supuesta hazaña en Centla, sino que
magnificó el suceso para hacer creer que inició una gran hazaña para
obtener su voluntad y obviamente el reconocimiento a su ilícita expedición.

Como dijimos el padre Juan Díaz había escrito del oro de los chontales de
Tabasco y por mera lógica ese fue el motivo de la artera batalla. Sin
embargo Cortés tuvo mucho cuidado en hablar del motivo de cristianización
para legitimar su transgresión, sabiendo que el rey era profundamente
religioso y que de seguro eso lo impresionará. Razón por lo que ponderó la
idea de la cruz y la inexistente conversión de los Chontales de Tabasco
hablando de que hasta dejo grabada una cruz en una ceiba como símbolo de
la conquista cristiana, que solo en su mente existió, pero que escribió
falsamente al rey. Cortés en realidad llegó masacró y obtuvo oro para todos,
y nunca por cierto dijo que fundó santa María de la Victoria, sino que será
Bernal que lo dijo, algo digno para analizar, ya que en verdad eso no
aconteció, ya que la historia se encarga de decir que los chontales no fueron
conquistados en más de cuarenta y cinco años, lo que demuestra que Cortés
simplemente dejó la zona para seguir su viaje de rapiña.
Obtuvo oro, pero en realidad sin saberlo en ese momento logró su mayor
tesoro, entre las veinte esclavas que otorgo el señor de la región estaba la
invaluable Malinche, otro suceso afortunado que le permitió al invasor
poder darse a entender con los tlaxcaltecas y sus aliados.

Cortés da detalle del oro recaudado, diciendo que en realidad fue poco y
que tan solo eran cuarenta pesos oro lo que en verdad no justificó la
masacre. Según dijo, que fue otra mentira que dejó a los chontales por
vasallos del rey y siguió su viaje hacia San Juan de Ulúa, reiterando que no
conquistó nada y que para doblegarlos en verdad pasaron cuarenta y cinco
largos años.

Las mentiras son evidentes y así lo escribió en su primera Carta de Relación


que por cierto escribió en tercera persona y firmada por los supuestos
funcionarios del cabido de la Villa Rica de la Vera Cruz que constituirán al
poco tiempo.

Continúan la marcha hacia San Juan de Ulúa

Cortés no dejó como vasallos ni fueron conquistados los chontales y menos


aceptaron como señor al rey D. Carlos, eso fue una mentira para manipular
al rey, parte de esas conductas propias de un psicópata que no duda en
mentir para lograr sus objetivos personales.
Cortés por sí mismo había constatado finalmente que había oro en lo que
todavía consideró una gran Isla. A nosotros nos queda claro que hasta esos
momentos a Cortés le resulta invaluable el capellán Juan Díaz, que poco
tiempo después será relegado por el capitán a causa de un cruel suceso que
comentamos adelante.
Cortés no tuvo tiempo en cuba de entrevistarse con Juan de Grijalva, por lo
que la información se la proporcionaban el padre Juan Díaz y Pedro de
Alvarado que habían sido parte de la segunda exploración, la de Grijalva,
advertimos que no nos referimos a Bernal, porque para nosotros no está
claro nada acerca del cronista, del que ya escribimos en otro libros nuestras
consideraciones al respecto.
Para antes de arribar la ilícita expedición a San Juan de Ulúa, Cortés sabía
que Grijalva había obtenido oro, y por esa razón había seguido a pie
juntillas la ruta de su predecesor, es muy posible que hasta ese momento
Cortés dependiera de su buena fortuna para decidir cambiar el objetivo de la
expedición originaria a una de conquista, recordemos que en verdad Cortés
era un donnadie y ya para nada era un joven.
Cortés cuando escribió al rey esa primera misiva con fecha 6 de julio de
1519, simplemente dijo que venía a cumplir el objetivo de la expedición
que era obtener oro y por fortuna lo obtuvo, y así mintió en la carta escrita
supuestamente por sus hombres en que le pidieron formar el primer cabildo
en la Villa Rica de la Vera Cruz y así mintiendo, de esa manera actuando
digamos democráticamente aceptó formar el cabildo, supuestamente para
servir al rey y a Jesucristo. En ese momento se decide supuestamente por
sus hombres formal cabildo nombrando a Hernán Cortés capitán general y
justicia mayor delo que será la Nueva España.
Se decide enviar al rey el quito real del oro recaudado que no fue para ese
momento poca cantidad y en verdad era un soborno para su majestad con el
objetivo de legalizar la estancia de la invasión.
Lo increíble fue que el oro llegó a España y el rey lo aceptó, ya que
aliviaba en ese momento sus deudas contraídas para hacerse de la Corona
Alemana. El rey si bien no legalizó la estancia de los invasores, al aceptar el
oro de hecho dejó en claro que toleró la invasión siendo una situación de
hecho más no de derecho, pero aceptó como fuera el soborno.
Cortés era inteligente y solo él supo si comprendió que ya no era un pirata a
pesar de su ilícita empresa, pero como fuera, por vez primera era alguien,
de haber sido un simple soldado ahora era el jefe reconocido por sus
hombres de una gran empresa que lo iniciaba a ser inmensamente rico.
No se crea que fue como lo relataron en esa primera carta, pues en realidad
hubo oposición de parte de sus hombres y el episodio en verdad nos da otra
muestra de la psicopatía del personaje.
En realidad no se sabe cuántos de esos capitanes y soldados se opusieron al
cabildo y al nombramiento de Cortés, hubo varios inconformes entre ellos
el padre Juan Díaz, y se dice que los inconformes pretendieron apoderarse
de una nave para volver a Cuba. La conjura fue descubierta, y Cortés
decidió dar un cruel castigo ejemplar a los conjurados, de entre todos los
que no estaban de acuerdo, decidió tomar a tres para su castigo ejemplar, a
dos los ordenó flagelar y al piloto Gonzalo de Umbría le mandó cortar los
dedos de los pies, y al padre Díaz lo perdonó, quizás por su condición de
Sacerdote, pero a partir de ese momento quedó relegado y tiempo después
lo dejará en Tlaxcala, contando siempre con fray Bartolomé de Olmedo.
El incidente que no es menor, nos revela al Cortés psicópata, haciendo
exceso de salvajismo con sus propios hombres, sobre todo con el piloto
Gonzalo de Umbría al que le aplica en verdad un cruel tormento propio de
una patología ya que se denota su desprecio por sus propios hombres, como
fuera había por vez primera logrado ser alguien, aunque precariamente,
dejando en claro que nadie se lo quitará mientras viva, dejando la evidencia
algo de esa conducta psicótica que lo caracterizará a partir de ese momento.
Otras mentiras de Cortés al rey
Dentro del texto de la primera Carta de Relación, Cortés le dijo al rey sobre
los sacrificios humanos, que aclaramos no lo eran sino ofrendas a lo
sagrado, sin embargo a Cortés no le constaron en la carta al respecto dijo,
que los nativos practicaban miles de sacrificios humanos, inclusive de
infantes, sin constarle, y es bueno decir que solo dijo que a algunos de los
suyos le constataron. En realidad el único que antes de esa carta de relación
habló de los sacrificios fue el padre Juan Díaz de manera escueto, pero en
esta carta se magnificó dicha práctica que, por cierto no negamos pero que
aclaramos que no eran como lo escribieron al rey.
La mentira es evidente, pero para muchos sin analizar sigue siendo una
verdad, nadie niega que los mexica realizaron ofrendas rituales pero la idea
de salvajismo todavía priva sobre todo en España como medio de
justificación de su bárbara intromisión en América.
Para Cortés que de seguro redactó la primera Carta de Relación era una
justificante para exceder el contexto de a lo que debía ajustarse en su
expedición. Como sabemos el rey no dijo nada, ni envió reconocimiento a
Cortés para legalizar su empresa, simplemente calló y dejo hacer y dejar
pasar, y no será hasta 1525 en que reconoció las conquistas del capitán
aunque sabemos que ni siquiera Cortés se enteró por ese entonces.
Con lo expuesto hasta este momento, ya se puede iniciar a determinar que
Cortés al igual que otros conquistadores eran psicópatas, y ya dijimos que
fue George Lovell que pone a Alvarado como tal y no se refiere a Cortés,
pero su comportamiento fue similar al del rubio conquistador, como dijimos
adelante veremos que Lovell tomó en consideración para llegar a la
conclusión de que Alvarado era un enfermo.
Capítulo 8
Hernán Cortés
II

Más evidencias de la psicopatía de cortés


Las mentiras serán frecuentes, y ya vimos las razones así que ya no nos
adentraremos en ellas porque será la constante en esa psicopatía del llamado
conquistador de México. Veremos sus crueldades que son los hechos que
evidencian su verdadero estado mental.
Después de ser tan cruel con los propios españoles que se podía esperar de
este sujeto, obviamente la utilización de la mentira, traición, y crueldad
innecesaria que lo caracterizó durante su vida en la Nueva España.
Uno de los hechos más significativos de su crueldad, se da en la llamada
Matanza de Cholula, que fue innecesaria y se dio con todas las agravantes.
Hubo mentira, traición, abuso, y brutal crueldad, y como se sabe murieron
miles de cholultecas y cadetes mexicas, fue una verdadera carnicería digna
de tipos con evidente psicopatía. Solo personas con ese digamos síndrome y
denotando su desprecio son capaces de tales hechos, quizás Cortés pensó en
el oro que saquear y de paso no dejar a posibles enemigos detrás de si en su
marcha hacia Tenochtitlán, lo que no es justificación de una bárbara
masacre tal como la planeó y ejecutaron esos sujetos que se ha tildado de
aventureros en el mejor de los casos, pero que eran en verdad criminales
desalmados y aprovechados, ya que indudablemente actuaron a traición y
arteramente. Solo hombres sin ningún escrúpulo actúan de esa manera.
Pero no solamente se dio la masacre sino que en esa ocasión como en otras,
Cortés utilizó los alanos en el inhumano y salvaje apareamiento a los
tlatoque de la ciudad para obtener oro y la rendición incondicional, lo
demás que haya dicho Cortés o el ilustre anciano Bernal, en nada justifica
su conducta criminal. En verdad Cortés estaba incontrolable desde que
logró para su autoestima ser alguien, aunque fuera simple capitán de una
horda de salvajes que lograron sacar lo peor de los indígenas que se le
unieron en una bizarra alianza.
Masacraron a seis mil personas incluyendo niños, mujeres, y a ancianos sin
remordimiento. La pregunta es cómo se le clasifica a esos sujetos en
psicología, simplemente como psicópatas.
Resulta increíble que aun en estos tiempos, sabiendo las características de
digamos esa enfermedad mental haya en México y en España tipos que
ponderen a un loco sanguinario.
Veamos más del comportamiento donde se evidencia la psicopatía del
llamado conquistador.
Cortés entra en la ciudad de Tenochtitlán, se dice que lo aceptó Xocoyotzin
como huésped aunque sea una sinrazón del tlatoani, del que hemos dicho
que él tampoco estaba en sus cabales, de otra manera nunca lo hubiera
recibido y menos después de la masacre de Cholula.
Como fuera los españoles e indígenas de su bizarra alianza fueron recibidos
y alojados, y para ese momento estimamos que la psicopatía de Cortés, de
él mismo se había apoderado.
Nos resulta increíble que a ese hombre mentiroso y traidor comprobado, se
le pondere por alguien, ya que a los seis días mediante traición evidente y
flagrante aprisionó a su huésped, en verdad ya Cortés estaba descontrolado
con el poder adquirido gracias a los Tlaxcaltecas y sus aliados.
El pretexto fue una batalla entre mexicas y españoles, en que resultó muerto
el español Escalante, y al tlatoque de la fortaleza de Nautlán y a sus
principales los ejecutó Cortés en otro acto de crueldad infinita, que ya va
siendo la constante en un descontrolado Cortés, ya que no los mató como
ejecución digna, sino ordenó primero atormentarlos y posteriormente los
colocó en postes frente al templo mayor donde se encendió una pira y se les
quemó.
Si George Lovell tacha de psicópata a Pedro de Alvarado es porqué de
seguro no analizó a su jefe, otro psicópata, y según este autor fue peor
Alvarado, lo que no necesariamente es cierto como veremos adelante.
Lovell culpa a Pedro de Alvarado de la matanza Toxcal en el Templo
mayor, pero no toma en cuenta digamos la prueba indiciaria y exculpa a
Cortés diciendo que fue decisión de Alvarado al que Cortés nunca castiga, y
eso es indicativo de algo más.
Cuáles son esos indicios o en términos legales presunciones de la
culpabilidad intelectual de Cortés y de la ejecución material de Alvarado.
Vemos simplemente los hechos, Cortés de hecho se apodero de
Tenochtitlan, hay que imaginar su megalomanía patológica producto de su
Psicopatía, ya que de ser un donnadie ahora estaba en la cima del mundo
mesoamericano, todo hace suponer que perdió el piso, porque nunca podría
controlar con ese puñado de salvajes españoles el mundo mesoamericano.
Cortés cumplió seis meses de una estancia inocua en Tenochtitlán, donde
nadie lo consideró el tlatoani, simplemente no sabían que su huey tlatoani
estaba prisionero con muchos de los nobles, ahí estaban como entes
molestos fuera de lugar. La pregunta es que esperaba Cortés en una estancia
incomoda donde ya la suciedad en los dos palacios pululaba. En apariencia
la vida continuó, teniendo todos que soportar a sus incomodos “huéspedes”.
Cortés algo esperaba pero nadie sabe qué. Por fin algo sucedió y es obvio
que Cortés tenía comunicación con su cabildo porque le avisaron que una
flota española rondaba y de seguro venían a aprender.
Cortés posiblemente fuera lo que esperaba, pero no parece congruente, o
solo qué pensará que podía negociar y que se le unieran para finalmente
hacerse de Tenochtitlán, pero son meras especulaciones. La realidad es que
Cortés salió de la ciudad con cuando menos la mitad de sus ejércitos
incluidos sus indígenas aliados a hacer frente al problema. Dejó como
sabemos a Pedro de Alvarado como capitán en jefe de Tenochtitlán y se
hizo acompañar de otros de sus capitanes, entre ellos su gran amigo
Gonzalo de Sandoval.
Sale sabiendo que encontraron oro, mucho, en el palacio de Axayacatl y
lleva bastante para sus planes, pero también sabe que vienen diecinueve
navíos con muchos más hombres de los que el trajo de Cuba. Sabemos que
era frio y calculador y con una intuición innata, sabe lo proclives que son
sus paisanos para la traición cuando hay oro de por medio y él lo tiene
ahora gracias al afortunado encuentro del tesoro para la maldad. Nos resulta
óbice que cortés va a negociar con quien fuere el capitán de la armada que
viene por él y como fuera lleva oro para en su caso comprar quien traicione
al ignoto capitán, digamos enemigo.
Como fuera va al encuentro de su destino dejando presa a la nobleza
mexica, lo que si creemos es por su condición de psicópata no va a
claudicar. Ahora para sí mismo no es solamente el capitán, sino ya se
considera dueño de la ciudad que lo acogió y por demás ahora se considera
inmensamente rico.
Cortés llega finalmente a la villa Rica de la Vera Cruz donde se le unen
quien sabe en realidad cuantos soldados que dejó a cargo del cabildo. Ahí
recibe a la embajada del capitán español enemigo, que resulta ser su viejo
conocido en las andanzas de la conquista de Cuba, que sabe es leal a Diego
Velázquez y es uno de sus viejos capitanes, Pánfilo de Narváez.
Intentará Cortés unirlo a su aventura solo para recibir negativa solicitándole
se dé por preso. Cortés por esa respuesta pone en marcha su plan alternativo
que es simplemente sobornar a los embajadores de su enemigo para que lo
traicionen. Obvio son españoles y al ver el oro y obtener una parte, deciden
hablar con sus amigos y se fragua la traición.
Cortés atacará de noche y los traidores hacen lo suyo dejando que sean
sorprendidos los enemigos de Cortés, que llegó con los españoles de su
ejército y miles de indios de sus aliados.
En realidad se hace una escaramuza pero al ser sorprendidos los enemigos
pronto logran capturar herido al viejo capitán Narváez.
Eso ocurrió el día 24 de mayo de 1520. Resulta obvio que Cortés dio aviso
de su triunfo sobre Narváez a Pedro de Alvarado en la gran Tenochtitlán y
del resultado de sus gestiones con la soldadesca que llegó a aprenderlo y
con el oro logró que esos hombres veniales se le unieran para ir cuando
menos por el oro a Tenochtitlán.
Es obvio que avisó que logró más de dos mil cuatrocientos hombres más,
entre caballeros, soldados, marinos, y negros.
Cortés de seguro creyó que con ellos logrará ser el amo y señor de
Tenochtitlán, ya que si con menos españoles llegó a la ciudad, ahora con
nuevos reclutas peninsulares, era el momento idóneo para dar el golpe final
al que ellos llamaron el Imperio Mexica. Como fuera días después del 24 de
mayo de ese año de 1520 Cortés tenía casi cinco veces más de peninsulares
que con los que inició su aventura.
La historia nos ha dicho que los mexica pidieron permiso a los españoles
para realizar su fiesta principal, la Toxcal, para realizarse el día 20 de junio
siguiente a la victoria de Cortés sobre Pánfilo de Narváez y hubo tiempo
suficiente para que Alvarado se lo comunique a su capitán general por
medio de correos que se sabe salían y llegaban a Tenochtitlan, por lo que de
seguro Cortés dio su anuencia para que se realice el evento.
Aquí es donde se debe racionalizar y deben operar las presunciones,
partiendo de los hechos conocidos para llegar al hecho desconocido, de
acuerdo a una impecable lógica.
Se debe tomar en cuenta, que Cortés ya sabía el contexto de la fiesta Toxcal
perfectamente y como se realizaba de acuerdo a la inveterada nativa y
consistía principalmente en bailables y música y participaban
principalmente los mejores guerreros mexicas en la celebración, para
concluir con un joven ofrendado a su sagrado que se consideraba un gran
honor. Nada de esto lo ignoraba el gran Capitán, por lo que era una gran
oportunidad de diezmar el poderoso ejército del Anáhuac sin lugar a dudas,
y si añadimos que los guerreros danzarán sin armas y portando joyas de oro
se convertía en un apetitoso bocado el atacar a traición y a mansalva a los
guerreros mientras danzan.
Sabemos que la historia nos ha dicho que el responsable de la masacre fue
Pedro de Alvarado y así lo tomó nuestro referido George Lovell. La historia
indebidamente esculpa de la matanza a Cortés y culpa simplemente a Pedro
de Alvarado. Nosotros no exculpamos al rubio capitán que sabemos era
cruel y despiadado, digamos era otro psicópata y cometió demasiadas
atrocidades, pero viendo los sucesos no podemos dejar de pensar que el
verdadero responsable de la masacre fue Hernán Cortés, que tuvo tiempo
para meditar la orden que dio a Pedro de Alvarado para realizar la matanza.
Eso estamos seguros de que fue lo que pasó, más si atendemos al hecho de
que Cortés llegó casi de inmediato de haberse realizado la masacre en el
Templo Mayor con su renovado ejército y como dato adicional entró
nuevamente en la ciudad sin que nadie se le opusiera, Situación que no le
extrañó, pues pensamos que fue el que ordenó la masacre, y de los detalles
pronto se enteró por boca de Pedro de Alvarado.
Siendo Cortés implacable como lo había demostrado ya con sus propios
paisanos sabemos que nunca castigó a su rubio amigo por lo que
entendemos con mediana lógica que cuando menos Cortés aprobó la
masacre, pero creemos que él la ordenó tal como ya lo había realizado en
Cholula. Nosotros pensamos que fue el mimo motivo de aquella otra
masacre, robar oro y disminuir la fuerza de los mexicas para en este caso
cimentarse en el trono de su huésped aprisionado.
Cortés se había apoderado del trono mexica desde el día sexto de su llegada
a Tenochtitlán la primera vez, teniendo prisioneros a la mayor parte de la
nobleza mexica, sin embargo sabemos que cuando menos Cuitláhuac había
logrado escapar de su cautiverio y pensamos que Cuauhtémoc también, los
que de seguro vieron horrorizados la masacre de la fiesta Toxcal.
Cortés como fuera al entrar esta segunda ocasión en la gran Tenochtitlán se
dio cuenta de que nadie se le opuso y eran miles de hombres entre
españoles y sus aliados con los que a su manera de pensar entró triunfal en
la ciudad, por lo que por la masacre no solo no castigó a Alvarado sino de
seguro lo felicitó.
Viendo que Cortés era autoritario y más que estimaba que era el señor de
Tenochtitlan, no podemos pensar que la decisión de marras fuera unilateral
por parte de Pedro de Alvarado y menos con el antecedente de la traición
realizada en Cholula.
Cortés de seguro cantaba ya victoria, pues en casi siete meses nadie se
había opuesto a su dominio de facto en Tenochtitlán y ahora confirmó que
lo más granado de los guerreros mexicas habían sucumbido en la fiesta
sangrienta.
No sabemos si para ese momento ya estaba enterado del resultado de la
masacre por algún correo, pero como fuera se enteró de los miles de
guerreros muertos durante la festividad, lo que lo dejó, según él claro, en
mejor situación para dar el golpe final a los mexicas, suponemos que en ese
momento ya planea su siguiente acción con sus capitanes, cuando entraron
por los ventanales las primeras rocas lanzadas por las hondas de los
mexicas, lo que debió causar sorpresa en el orgulloso capitán general.
Pensar que Pedro de Alvarado fue el responsable es tendencioso con la
finalidad de exculpar al psicópata Cortés, lo que para nosotros excede la
lógica tradicional, nadie puede pensar en que Cortés no fue el responsable,
solo lo hacen aquellos que pretenden poner a Hernán Cortés como un héroe
de una hazaña, que jamás existió como tal.
Hemos hecho hasta ahora un recuento de los actos de Cortés a través de su
personal historia, y de acuerdo a las modernas concepciones de psicopatía
su perfil encuadra totalmente con esta patología.
Creemos que las piedras lanzadas por los mexicas causaron sorpresa en el
bando español, pues antes no habían hecho nada los mexicas en contra de
los peninsulares, de seguro pensó Cortés que si antes no los habían
hostigado, con su gran ejercito recientemente obtenido menos, por eso
deducimos que hubo sorpresa al comprobar que ya había un levantamiento
generalizado en su contra.
Otra de las características de los psicópatas es su tendencia a desdeñar a los
demás, por lo que pensamos que Cortés simplemente creyó en que barrería
a los mexicas y con facilidad en su propia casa, ahora contaba con más de
cien hombres de caballería, unos dos mil ochocientos hombres con los
nuevos reclutas, contando negros libertos y marinos, decenas de escopeteros
y cientos de ballesteros y miles de indígenas aliados, aunado con la artillería
y sus máquinas de guerra provenientes de la idea medieval europea.
La masacre en la fiesta Toxcal ocurrió el día veinte de junio de 1520 y
cortés llegó casi de inmediato, sin embargo se dieron cuenta que los
mexicas habían dejado de proveer alimento a los invasores, lo que de
seguro fue una justificada preocupación ya que eso era síntoma de un
virtual sitio a los palacios que ocuparon.
Los siguientes días fueron de batallas contra los mexicas, en los que
invariablemente resultaron derrotados los invasores y sus aliados y como
todos lo sabemos los invasores trataron de huir el día 30 junio de ese mismo
año en que se dio la llamada noche triste. Tan solo diez días resistieron los
españoles en Tenochtitlán después de la masacre Toxcal y eran para ese
entonces más de cuatro veces los españoles que habían llegado la primera
vez, lo que nos lleva a pensar que bien pudieron acabar con la empresa de
Cortés, si se lo hubieran propuesto.
Cortés y los invasores fueron absolutamente derrotados y perseguidos hasta
los llanos de Otumba, donde un suceso afortunado para los españoles que
quedaban les permitió vivir.
Un Cortés derrotado dio constancia de que tan solo salvaron la vida de
aquellos casi tres mil españoles, cuatrocientos y tan solo dieciséis caballos
le quedaron, murieron miles de sus indígenas aliados y perdió gran cantidad
de armamento y esas espadas serán utilizadas posteriormente en su contra
incrementando la peligrosidad de la Excan Tlahtolollan.
Ese hecho nos convence que solo un responsable ante la historia hubo y fue
Moctezuma, pues demostrado está que si no hubiera estado mal de sus
facultades mentales, Cortés hubiera perecido con sus invasores en la misma
Villa Rica de la Vera Cruz.
Capítulo 9
Hernán Cortés
III

Actitud de cortés ante la derrota

A nosotros nos surge una interrogante, acerca de cuál pudo ser la actitud de
Cortés ante su derrota, que no fue poca cosa, perdió miles de hombres de
sus nuevos reclutas y de los antiguos, algunos de sus capitanes y su
armamento, fue salvado como dijimos por una afortunada casualidad, ya
que mataron al cihuacóatl en los llanos de Otumba, a Matlaltzicatzin, y de
acuerdo a la inveterada mexica eso fue la causa de que dejaran de guerrear,
no hubo tal derrota, sino que dejaron que llegara Cortés a la frontera con
Tlaxcala donde lo esperaba Maxixcatzin su mejor aliado tlaxcalteca. Los
mexicas por su duelo por la muerte del cihuacóatl se retrajeron para
nombrar nuevos funcionarios de su gobierno, pues había muerto
Moctezuma y habían matado a gran parte de la nobleza guerrera antes de su
huida y en esas condiciones se requerían nuevas autoridades, esa fue la
causa de permitir que los españoles salvaran la vida.
Nosotros pensamos en que Cortés decidió dejar la empresa y volver a
Europa pero no a España, viable era la península italiana, pues a las Islas
Caribeñas le era imposible regresar y a España menos, pues todavía era
simplemente un pirata y ahora derrotado.
Mucho se ha hablado acerca de que perdió el gran tesoro robado, pero hay
otra verdad oculta, se sabe que los soldados que fueron a la vanguardia con
el capitán durante se huida iban cargando gran cantidad de oro, inclusive se
dice que cuando se salvó Pedro de Alvarado lo acompañaban dos
tlaxcaltecas cargando dos costaleras llenas de oro.
En realidad si se perdió mucho durante la huida esa noche pero
indudablemente una parte de ese oro se salvó, cuanto nadie lo sabrá, pero
que los cuatrocientos españoles que quedaron vivos salvaron oro es
indudable, lo que no se sabe es qué pasó con ese oro.
Debemos suponer que los hombres de Cortés lo guardaron y por eso
estimamos que en los momentos posteriores a la derrota se contó el oro
salvado y lo más seguro es que Cortés, sus capitanes, y soldados, hubieran
visto la posibilidad de largarse a Europa, como fuera eran solamente
cuatrocientos para repartir ese oro, que nunca se sabrá que se hizo con ello.
Cortés como fuera fue salvado por Maxixcatzin y los sucesos posteriores
marcaron el derrotero del destino de españoles e indígenas, sobre todo de
los mexicas.
Se reúnen los piratas
Tenemos a un Cortés derrotado, pero en realidad con mucho oro, ya que
quedó en la tesorería de la Villa Rica de la Vera Cruz dos cuartos quintos
del oro de los castellanos, recordemos que Cortés mandó a España un
valioso cargamento con el quito real y los otros cuatro quintos
permanecieron en Veracruz, pero no se perdió todo el tesoro de Tenochtitlán
y por demás hay naves de sobra para ir a Europa y que estaban fondeadas
las naves en que llegó Cortés y por demás los diecinueve navíos de la flota
de Pánfilo de Narváez, suficientes para transportar a los cuatrocientos
españoles sobrevivientes de su derrota.
Por eso reiteramos en nuestro cuestionamiento, que habrá pensado Cortés
en esos momentos en que está derrotado y su ilusión perdida. Estamos
seguros que pensó en volver a Europa, sin embargo sucedió que en vez de
reprocharle su debacle y la muerte inútil para ellos, de miles de tlaxcaltecas,
Maxixcatzin lo tomó como si de victorioso se tratara, y ofreció renovar el
ejército de indios. Creemos que después de su debacle Cortés no pensó en
su venganza, ya que ahora sabía porque eran temidos los mexicas.
En realidad un suceso cambió la historia, poco comentado y estudiado por
los historiadores y por cierto no mencionado por el propio Hernán Cortés,
Gómara, ni Bernal Díaz del Castillo, por lo que de inmediato sabemos, que
surgirá de dónde tomamos el dato.
Quien hizo referencia al encuentro del pirata Hernán Cortés con el pirata
afamado español Francisco Hernández fue fray Bernardino de Sahagún, al
que el fraile mencionó como capitán independiente, esto era sinónimo de
pirata, ya que no obedecía a ninguna de las autoridades españolas.
El encuentro se dio dentro de la frontera de Tlaxcala, en lo que será el
segundo ayuntamiento español en la Nueva España, precisamente al que
llamaron como Segura de la Frontera. Podemos asegurar que esos capitanes
independientes españoles y de otras nacionalidades que surcaban el Mar
Caribe eran piratas y no traían entre su flota solamente un barco, sino eran
verdaderas flotillas con cientos de piratas tripulantes. Según Sahagún se le
unieron a Cortés, como fuera entre piratas se entendían y creemos que esos
hombres duros en los que venían esclavos negros libertos, y otros fugados,
de alguna manera fortalecieron al colega Hernán Cortés. Esto cambia la
historia generalmente difundida en dos aspectos; primero en que este hecho
oculto le permitió a Cortés con su psicopatía evidente el seguir pensando
que era todavía alguien en su autoestima y al contar con nuevos indígenas,
de seguro deseó la venganza y el oro perdido. El segundo hecho es que se
ha repetido hasta la saciedad que la viruela la trajo uno de los negros que
llegaron con Pánfilo de Narváez, lo que es de plano una verdadera falsedad,
creemos que el negro portador de la viruela era de los piratas de Francisco
Hernández, por la razón de que los negros de Narváez estuvieron antes en
Tenochtitlán que en Tlaxcala, y la epidemia ahí inició, no en Tenochtitlan y
tiempo después de que la abandonaron. Por otra parte ni Bernal, Gómara, o
Cortés, hablan de negros salvados sino solo de unos cuatrocientos españoles
que sobrevivieron en la derrota.
La incubación de la enfermedad se da dentro de los diecisiete días, donde la
persona esta aparentemente sana y no hay posibilidad de contagio a
terceros, después de este periodo aparecen los primeros síntomas y ya es
contagiosa.
Sabemos que la derrota de Narváez por cortés fue el 24 de mayo, pero
también sabemos que había salido de Cuba varios días antes, de hecho su
flota anduvo costeando y en Coatzacoalcos dejó hasta soldados, después
fondeó su flota frente a Veracruz, y hubo tiempo para que Cortés se enterara
de su presencia para aprenderlo, y Cortés después de varios días llegó al
puerto, y de ser así el negro estaría francamente enfermo y siendo esclavo,
sus días con la enfermedad habrían terminado por estar infectado, por lo
que resulta descabellado que haya posibilidad de que un negro llegado con
Narváez haya sido el primer portador. Abundando Cortés tardó en regresar
a Tenochtitlán después de la batalla del día 24 de mayo, casi un mes ya que
la matanza Toxcal que se dio el día 20 de junio lo que será indicativo que en
todo caso el negro estaba enfermo en la gran Tenochtitlán y que ahí hubiera
empezado la epidemia, lo que no aconteció ya que la llamada noche triste
sucedió el 30 de junio de ese año. Así que de plano no fue como lo aceptan
los historiadores proclives a tomar datos sin analizar.
Nosotros sostenemos que la fuente de la epidemia fue otra y posterior
puesto que inició en Tlaxcala tiempo después, y no hay otra fuente para la
epidemia que la llegada del pirata Francisco Hernández, que como decimos
está en la fuente de Sahagún.
Esto será importante pues la epidemia fue la mejor arma de los españoles
para lograr la caída de la gran Tenochtitlán.
Cortés reclutó como fuera a los piratas de ese capitán independiente, como
fuera entre colegas se entendieron, y así en parte repuso hombres y
municiones, pero no la caballería que si tomamos en cuenta pronto creció.
Cortés tenía oro como dijimos y ahora hombres recios dispuesto a todo y no
se sabrá nunca cuantos se le unieron, tan solo vemos que decidió quedarse
para ser algún día alguien de acuerdo a su mentalidad ya demostrada.
Sabemos que tenía diecinueve navíos útiles fondeados en Veracruz y otros
de su primera flota, la pregunta correcta es que tan difícil le fue mandar
naves a las islas caribeñas para hacerse de pertrechos, teniendo mucho oro.
Hemos visto que Cortés mintió conforme a su naturaleza al rey, y de lo que
dijimos obviamente no dijo nada, sin embargo los historiadores clásicos son
proclives a tomar como fuente la novela de Bernal, la que por muchos se ha
puesto en duda su veracidad, Cristian Duremberg ha sostenido que no la
escribió Bernal Díaz del Castillo sino el propio Cortés. Nosotros no estamos
de acuerdo, sin embargo tenemos indicios para sostener que es una novela
escrita con diversos fines y llena de ficción, que nos hace pensar que Bernal
escribió otorgándose un papel protagónico inexistente, la razón es que
Cortés nunca lo mencionó, y tampoco aparece en la lista de los
Conquistadores que estuvieron con el capitán, así que nosotros no tomamos
como historia verdadera su libro, en el que notamos que conocía no solo las
Cartas de Relación sino el diario del padre Juan Díaz y obviamente la obra
de Gómara, por demás escribió supuestamente su libro ya siendo de plano
un anciano, tomando como guía al libro de Gómara que critica en su obra.
Si vemos lo relativo a la debacle de Cortés en los días posteriores a la
matanza Toxcal, no menciona siquiera la fundación del segundo cabildo en
Segura de la Frontera y continua simplemente con la venganza de Cortés,
pero nada dijo de los cuatrocientos vivos que quedaron después de las
batallas, algo que nos parece increíble.
Para nosotros Bernal simplemente no es una fuente confiable para dilucidar
lo que aconteció en ese tiempo.
Nos resulta lógico que para reiniciar su aventura Cortés haya utilizado parte
del oro, y sabemos que sus detractores lo acusaron de haber birlado
bastante, nosotros preferimos tratar de ubicarnos y creemos que envió sus
navíos a las Islas para pertrecharse, necesitaba pólvora, alimentos, armas
flechas y ballestas, y muchas otras cosas entre ellas caballos y soldados, los
que comienzan a aparecer milagrosamente.
Bernal habla de un tal Barba con doce soldados que se unieron a Cortés, un
ridículo contingente más si tomamos en cuenta que los mexicas mataron
miles de españoles y tlaxcaltecas y sus aliados, si no se toman en cuenta los
piratas de Hernández, ni se cree que fueron por pertrechos, Cortés no sería
un psicópata sino un necio demente, que obviamente no le era. Tenía
nuevamente la oportunidad de ser alguien y su vanidad lo llevó a continuar
su aventura, máxime que perdió cuando menos dos mil españoles y miles de
sus aliados tlaxcaltecas, y aun así fue recibido en Tlaxcala como si fuera
victorioso. Solo hay una explicación a la actitud de sus indígenas aliados, la
matanza Toxcal, que sacó lo peor de los indígenas y fue tomado como su
personal venganza contra los mexicas.
Veamos la actitud de Cortés después de esos acontecimientos, ya
pertrechado y con su ejército de piratas y de desheredados que de seguro
trajo de las islas, obviamente trajo caballos, ya que aparecen en su crónica
sin decir de donde llegaron.
Cortés como buen psicópata de inmediato medianamente repuesto inició su
venganza, atacando y masacrando a los pueblos aliados a los mexicas que
según él lo tacaron durante su huida hasta la frontera tlaxcalteca, llevó a los
españoles y a cinco mil guerreros tlaxcaltecas y sus aliados, arrasó los
pueblos de Tepeaca, Cachula, y Tecamachalco, y en el primero de ellos se
dice que había una guarnición mexica. Nosotros sin dar crédito a Bernal
Díaz del Castillo totalmente, dice que Cortés les hizo el famoso
requerimiento de rendición y que obviamente lo rechazaron, según Bernal
se dio una escaramuza y en Tepeaca fundaron Segura de la Frontera.
Suponemos esa relación simplista ya que lo que escribió se convierte en un
absurdo, como dijo Cortés iba con cinco mil tlaxcaltecas, y hubo una sola
batalla donde según Bernal solo murieron tres tlaxcaltecas, sin decir como
vencieron a los mexicas. Nos parece demasiado ramplón ese pasaje y más
su conclusión cuando dice que tomaron por esclavos a los mexicas.
No creemos que nada de lo que relata Bernal aconteció, o no estuvo ahí
Bernal o simplemente mintió. Nosotros tomamos los antecedentes los de
esos poblados eran enemigos acérrimos de Tlaxcala y eran odiados por los
tlaxcaltecas y contribuyeron al descalabro de Cortés. Tomemos en
consideración que los españoles y tlaxcaltecas unidos y querían venganza, y
al mando de cuando menos dos psicópatas Cortés y Alvarado. El relato de
Bernal resulta infantil y poco ilustrativo, nosotros nos abocamos dados los
antecedentes en Cholula y en la matanza Toxcal que nada sucedió como lo
escribió Bernal.
Nos abocamos por otra masacre oculta en la historia, ya que no se entiende
que los mexicas se dejarán esclavizar y herrar con hierro candente cayendo
en la indignidad.
Cortés en su segunda Carta de Relación el 20 de octubre de 1520
precisamente en Segura de la Frontera hace un extenso relato del cual solo
resaltamos algunas cuestiones para dejar en claro que Bernal no supo lo que
en verdad aconteció.
Cortes dijo en esa Segunda Relación, por cierto cercana la fecha a estos
sucesos en comentario, que llegó a Tlaxcala y estuvo veinte días curando
sus heridas decidió ir a Tepeaca que eran de sus enemigos ya que recibió
informes que habían matado diez o doce españoles. Le salieron al encuentro
los habitantes en son de guerra y conforme a su obligación les leyeron el
famoso requerimiento, esto es la conminación al sojuzgamiento pacifico, y
obviamente los nativos lo rechazaron por lo que los españoles les hicieron
la guerra, no diciendo mucho sino que simplemente los mataron, sin dar
cifras ni pormenores. Veamos el verdadero contexto:
Cortés llegó con miles de tlaxcaltecas a los que ya les había sacado lo peor
de ellos, como se demuestra con las masacres de Cholula y del Templo
mayor, y de aquella guerra digna que practicaban, se convirtieron en
salvajes, no es difícil imaginarse que con la derrota en Tenochtitlán los
otrora indios dignos actuaron como será desde Cholula su constante,
matando a todos y siendo Cortés infinitamente cruel suponemos una
masacre oculta en la historia, otra más de una serie que realizaran los
invasores y sus aliados. El mismo Cortés le dijo al rey que le quedan
muchas provincias que pacificar, entiéndase masacrar y doblegar, y confiesa
algo que todavía muchos pretenden negar, la esclavitud al estilo europeo de
los aborígenes americanos y Cortés dice que en Tepeaca capturó indios a
los que esclavizó entiéndase que los herró y no es de extrañarse porque de
acuerdo a las Ordenanzas de Indias, si no se acataba el famoso
requerimiento se podía herrar y esclavizar a los indios y eso fue lo que
sucedió. Cortés miente ya que le asegura al rey, como ya lo ha hecho, sin
constarle que los de Tepeaca son caníbales, algo que es totalmente falso, no
eran cazadores de cabezas ni se alimentaban de los sacrificados, pero estás
cartas hacen creer a los obtusos que la ingesta de carne humana era una
costumbre alimenticia, cuando no es verdad, y no vale la pena comentar
más, como se dice que se queden en su sumida ignorancia quienes afirman
tal barbaridad.
Cortés después de su guerra dice que en lo que fue Tepeaca fundó el
segundo cabildo a que ya nos hemos referido que llamó Segura de la
Frontera, donde se formó cabildo y se inició la construcción de la ciudad.
No es difícil saber lo que en verdad aconteció, el pueblo de Tepeaca estaba
en el trayecto de Tenochtitlán a Veracruz, digamos que era un sitio clave, la
realidad es que Cortés lo tomó a sangre y fuego y lo arrasó, y como era su
ya cualidad debido a su personal manera de actuar, de seguro realizó otra
masacre y destruyó Tepeaca para fundar su cabildo, ya que confiesa al rey
que ordenó la construcción de una nueva ciudad la de Segura de la Frontera,
obviamente con la mano de obra de los nativos capturados y esclavizados.
Cortés continúa su relación relatando sus mentiras ya que se refiere a la
fortaleza mexica de lo que llamó Guacachula, en la que exagera al decir que
albergaba a treinta mil guerreros mexicas, algo que a la luz de la verdad
resulta imposible que hubiera tal cantidad de guerreros, ya que quizás entre
todos los guerreros de la alianza esa cantidad habría en realidad para todo el
ejército mexica, Cortés era mentiroso debido a su personal patología. Según
dice Cortés en su tendencia a exagerar y magnificar los eventos, que mandó
trece caballeros y doscientos peones y treinta mil tlaxcaltecas, algo
nuevamente exagerado en cuanto al número de sus aliados indígenas, algo
imposible de darle crédito, pero que hacer con un hombre como Cortés.
Según dice sus capitanes lograron prender a algunos de los príncipes
enemigos a los que dice Cortés que puso en libertad.
Cortés según dijo recibió informes acerca de los mexicas, y hasta dijo que
sus paisanos estaban temerosos, por lo que decidió el personalmente
auxiliarlos con sus demás hombres, pero no dijo cuántos, suponemos que
cuando menos otro tanto como los que ya había mandado. Según dijo
Cortés llegó en plena batalla, donde de seguro moría gente de ambos
bandos, dice el capitán que cuando lo vieron con sus huestes los mexicas
huyeron con joyas y le prendieron fuego a la guarnición, sus indios aliados,
mencionando el peninsular capitán que en total eran más de cien mil. Nadie
serio puede dar crédito a la cifras y si Cortés miente con eso, en realidad no
sabemos la verdad de lo que sucedió, pues ni Bernal lo secunda en sus
afirmaciones, pero ya dijimos nuestra opinión acerca de Bernal.
Nuestra opinión es que Cortés ya tenía en sus filas muchos nuevos reclutas
que ya dijimos de algunos como los piratas españoles y posiblemente
nuevos reclutas traídos de las islas, de esos desheredados que buscaban
fortuna a cualquier costo. En cuanto a los tlaxcaltecas sí pudieron ser miles
si tomamos en cuenta que ahora los huexotzincas era aliados de cortés y se
pudieron unir a ellos otros poblados grandes como el de Atlixco, y
obviamente estaban de su lado los otomíes con una gran área de influencia
y que bien pudieron aportar varios miles de excelentes guerreros a la fuerza
invasora, pero nunca fueron cien mil guerreros.
Viendo al Cortés sicópata y calculador, creemos que sus exageraciones
tuvieron otra finalidad, además de ya haber sobornado al rey, seguros
estamos que al inflar las cifras, no fue solo por magnificar una hazaña, ya
que esta misiva fue escrita por Cortés que había sido derrotado, estimamos
que era una especie de advertencia al monarca, para que deje de intentar
mandar o cuando menos tolerar prenderlo, ya que en esta carta menciona a
Garay y sus hombres que fue designado como gobernador del Pánuco
fracasado, y que sin decir cuántos sus hombres engrosaron las filas de
Cortés. Nos parece que no era una rogatoria, sino más bien parece una
advertencia ya que hemos dicho que Cortés ha recuperado su estima y
nuevamente es ahora alguien.
Como fuera Cortés dice que actuó en nombre de su majestad, pero advierte
que cuenta con más de cien mil hombres de guerra, indígenas con
macuahuitl pero grandes guerreros, a fin de cuentas que con armas de metal
son inclusive más peligrosos que los peninsulares y demuestra que a él y a
nadie más le son leales, y nunca deja de decir que cada vez se le unen más
nativos ¿Cómo tomar eso?
Cortés relata sus victorias, inclusive dice que siguió hasta Izucar donde
había otra fortaleza mexica que destruyó, dice que sus indígenas leales la
quemaron pero no fue un día de campo, porque en las batallas muchos
murieron. Cortés le relata al rey que nuevos indígenas enemigos de los
mexicas se le unieron y de nueva cuenta exagera, no sin motivo, y asegura
que de nueva cuenta tiene más de cien mil indígenas aliados. Cortés no
informa, amenaza, y eso es evidente aunque el lector tiene la última palabra.
Para nosotros el extremeño calculo sus palabras por una parte no habla de
barbarie abiertamente pero se infiere por la actitud de la que culpa a sus
aliados, en realidad ha logrado barrer a los aliados de los mexicas y unir a
sus huestes a nuevos poblados los que menciona pormenorizadamente,
dándole constancia al rey de que ha limpiado de enemigos la región.
La carta al respecto es extensa, se coloca Cortés como victorioso poseedor
de un inmenso ejército de fieros indígenas y él mismo es su señor aunque
matice diciendo que ahora son vasallos del rey.
En esa carta informa que el nuevo tlatoani mexica es Cuitláhuac según en
esas campañas se enteró y para más dato se refiere a dos hijos de
Moctezuma que según su mentalidad debieron suceder a su padre, de uno
dijo que murió en los puentes durante la huida, por lo que suponemos que
iba con Cortés. Del otro dijo que estaba loco y uno más perlático, o sea
paralitico, creemos que eran taras provenientes de la sangre endémica de los
tlatoanis que ya inicia a hacer estragos por la costumbre de contraer nupcias
entre parientes, algo que explica en parte la condición mental de
Moctezuma Xocoyotzin.
En esa larga carta ya explica sus planes para la toma de Tenochtitlán y habla
que mandó construir los doce bergantines que en su momento harán
efectivo el sitio a la ciudad.
Para nosotros es muy ilustrativa la relación aunque mentirosa y exagerada,
que denota el cambió de actitud de la derrota a la euforia, sin embargo tuvo
mucho cuidado en ocultar dos escabrosas situaciones que habían sucedido,
una la que ya dijimos acerca del pirata español Francisco Hernández y la
otra, la propagación de la viruela en Tlaxcala.
Porqué es importante este ocultamiento, veamos:
Para el 20 de octubre de 1520 cuando escribió Cortés ya estaba desatada la
epidemia de Viruela en Tlaxcala para la que los indios no tenían defensa.
Por lo que debió ser una epidemia digamos incontrolable. No era un suceso
cualquiera para ocultarlo en una aparente omisión. No, dijimos que Cortés
simplemente habló que tenía en sus huestes más de cien mil guerreros, y lo
que quiso fue dejar en claro que él era el hombre fuerte en la Nueva España
y decir algo acerca de la epidemia galopante, es obvio que diría que sus
guerreros y huestes se estaban debilitando, simplemente ocultó el hecho
para no mostrar ninguna debilidad y evitar otras intromisiones de sus
paisanos.
Dijimos que para cuando Cortés escribió la segunda Carta de Relación ese
20 e de octubre ya estaba obviamente desatada la epidemia de viruela en
Tlaxcala y no la había en Tenochtitlán y si como pretenden afirmar la trajo
un negro de esos que llegaron con Pánfilo de Narváez, llegó ese negro con
Cortés a su regreso a Tenochtitlán, recordemos que tardo más de veinte días
después de su victoria sobre su paisano lo que indica indudablemente que el
negro ya estaba enfermo para ese momento y aún antes, cabe preguntarse si
ese enfermo pudo realizar el viaje desde Veracruz a Tenochtitlán enfermo.
Estimamos que no, ya que tendría altas fiebres por lo que sería abandonado
a morir, no olvidemos que Cortés ya antes había dejado a decenas, sino es
que a cientos de esclavos cubanos que enfermaron durante el ascenso por la
sierra cuando salió de Zempoala para dirigirse a Tenochtitlán, no hay que
confundirse los españoles no tenían piedad, así como dejaron a los
caribeños abandonados eso hubieran hecho con un negro enfermo y este
infeliz nunca hubiera llegado a Tenochtitlán.
Debemos tomar también en cuenta que los españoles conocían demasiado
bien la enfermedad y aunque no eran totalmente inmunes a ella si tenían
defensas, cosa de la que los nativos americanos carecían y por demás
conocían los estragos que la viruela causaba entre los nativos, y Cortés
viajaba con miles de Tlaxcaltecas rumbo a Tenochtitlán, por lo que durante
el trayecto se hubieran contagiado los indígenas aliados y eso no sucedió.
En ese contexto resulta ramplón la tesis de que el contagio lo trajo un negro
de los de Narváez, no hay que confundirse eso no aconteció.
Nos abocamos por eso a la evidencia de que la fuente del contagio fue otra
y posterior, y ya dijimos que hubo ese encuentro con el pirata Francisco
Hernández que ocultó Cortés y del que da fe fray Bernardino de Sahagún,
que se dio tiempo después de aquellos días de la derrota de los invasores.
Cortés debió ver como se inició el contagio entre sus propios aliados
estando nuevamente en Tlaxcala donde dijo que descansó durante veinte
días para curarse de sus heridas. Según dijo al rey que inició a tomar los
poblados que eran leales a los mexicas como vimos anteriormente, y
sostenemos que ya la epidemia se empezaba a cundir en Tlaxcala y para el
día 20 de Octubre en que escribió la segunda de sus cartas, obviamente la
enfermedad ya estaba declarada entre sus nativos aliados.
En Tenochtitlán repetimos no la había, pues los españoles salieron de la
ciudad huyendo esa noche del 30 de junio y no se presentó ningún contagio
durante tres meses, tiempo en que los mexicas tomaron la decisión de
encumbrar como huey tlatoani a Cuitláhuac y de renovar su gobierno y
mandos militares.
Cortés dice que se enteró de que Cuitláhuac ascendió al trono durante sus
campañas punitivas mencionadas, y así supo quién fue el líder responsable
de sus derrotas.
En esa carta Cortés ya habla de que mandó a construir doce bergantines lo
que indica que ya ha decidido el sitio a Tenochtitlán, razón por la que arrasó
antes con cualquiera posible resistencia de los aliados a los mexicas para
concentrarse en el sitio a la gran ciudad.
Nosotros vemos la tendencia evidente que se da en España para exculpar a
Cortés y sabemos que hasta monumentos tiene como si de un gran hombre
se trate, lo malo que en nuestro país hay todavía muchos que lo ponderan y
alaban y hasta Vasconcelos trató de promoverlo como nuestro padre de la
patria. En realidad vemos que como dijimos ramplonamente se afirma que
la epidemia fue una digamos casualidad, o porque no un milagro enviado
por la divinidad para mermar a los crueles salvajes mexicas.
Falso, la viruela ya había tenido presencia en las islas caribeñas causa de la
alta mortandad de nativos caribeños y que fue la causa de la importación
masiva de negros del África habiendo hoy en América países francamente
de población de ascendencia africana como Haití y Jamaica.
Cortés había sido testigo de la consecuencia de la viruela y se sabe que él
mismo en la isla fue esclavista, fu testigo de la altísima mortandad que
causaba la enfermedad, imposible fue que no se diera cuenta que los
tlaxcaltecas enfermaban y morían por racimos, sin embargo en esa carta no
dijo nada de esa epidemia al rey. Pero no solo Cortés no habló de la
epidemia sino tampoco lo hizo al referirse a esos tiempos Bernal, otro
indicativo de que quizás Bernal nunca fue soldado de Cortés, de otra suerte
alguna mención de la epidemia hubiera escrito gracias a su “excelente
memoria”.
La verdad es que para noviembre de ese año de 1520 Cortés ya tenía
elaborado su plan para sitiar a Tenochtitlán como él se lo comunicó al rey al
hablar de los bergantines. Aquí entramos algo que no le gustará a muchos,
que es la utilización de la viruela como arma letal, algo que muchos se
empecinan en negar y prefieren verlo como una divina casualidad.
Hemos hablado ya suficiente de las crueldades de Cortés y su desprecio
evidente por los indios y en ocasiones por sus paisanos. A Cortés nos lo
muestran como letrado, lo que de seguro lo era, como inteligente que ni
duda cabe, era un psicópata y eso es parte de ello. Era frio y calculador
cruel y despiadado, sus admiradores lo aceptan como una cualidad como
conquistador, que desde ese punto de vista es una virtud. Sin embargo se
empecinan en borrar sus crueldades y la principal fue utilizar la epidemia
como arma mortífera en contra de los mexicas, que manera de confundir las
cosas llegando al extremo su defensa diciendo que era simplemente hombre
de su tiempo, entonces en ese tiempo proliferaban los psicópatas y la
excepción eran los normales como el padre De las Casas.
Hemos hecho un largo relato de cuándo y cómo se dio el infectado, ese
negro que no pudo nunca llegar con Pánfilo de Narváez, Cortés no se refirió
el 20 de octubre referido en su carta acerca de la epidemia, que de seguro
cuando menos ya había hecho estragos en Tlaxcala.
Para esa fecha Cuitláhuac ya era Huey tlatoani, de hecho después de la
muerte de Xocoyotzin se dio el acostumbrado duelo por ochenta días así
que la elección de Cuitláhuac se dio entre el 18 y el 2i de septiembre, un
mes antes de la carta de Cortés al rey sin haber rastro en Tenochtitlán de la
epidemia.
Cortés preparaba ya la toma de Texcoco para ese entonces, ya que era parte
del plan para el sitio de Tenochtitlán. Se dice que envió una embajada de
Tlaxcaltecas para ofrecer la paz a Cuitláhuac, veamos el contexto:
Es contradictorio cuando menos que por un lado se estuvieran construyendo
los bergantines, y ya preparaba sus tropas y conferenciaba con el traidor
Ixtlixóchitl para la toma y destrucción de Texcoco. En ese contexto
resultaba ocioso mandar una embajada para ofrecer la paz a quienes lo
habían derrotado. No era necesario pedir una paz imposible, pues había
atacado a los aliados de los mexicas y no tenía ningún sentido esa
embajada.
¿Qué sucedió entonces según una pulcra lógica?
Cortés sabe de la viruela, conoce perfectamente cómo se contagia y ha
tenido la experiencia de los estragos que la epidemia causa. Sabe ya las
costumbres y los presentes que normalmente llevan los embajadores a los
tlatoque y tlatoanis y que siempre de acuerdo a la inveterada autóctona son
recibidos y escuchados.
Si la embajada era carente de sentido entonces ¿cuál fue la razón para
mandarla?
Cortés sabía perfectamente que se propagaba la epidemia con mantas
impregnadas, tal como lo hicieron los ingleses en Norteamérica y de seguro
con la embajada fueron tlaxcaltecas ya infectados. No es difícil entender
que mandó infectadas sus mantas y demás presentes a Cuitláhuac. El
pretexto fue proponer una paz imposible a la luz de la razón, no era idiota
Cuitláhuac y ya habían experimentado lo traidor que eran Cortés, eso bastó
para que la epidemia de viruela inicie en Tenochtitlán, y no será casualidad
de que de los primeros contagiados fuera precisamente el huey tlatoani que
murió de la infección a los pocos días de ser electo para ser cabeza de la
Triple Alianza siendo sustituido precisamente por Cuauhtémoc.
La epidemia sin ser casualidad inició después de esa embajada en
Tenochtitlán cuando se preparó la invasión a Texcoco, que será el cuartel de
los españoles y sus aliados, obviamente se tomó la ciudad con lujo de
barbarie, incendiándola conforme a la costumbre de Cortés, incendiando la
digamos códiceteca que guardaba el acervo histórico de Mesoamérica.
Cortés como siempre culpó a los tlaxcaltecas de la barbarie desplegada,
pero sabemos que bastaba con que Cortés ordenara lo contrario pero esa no
era su idea, por eso aseguramos que fue emulo de Atila.
Así se inició el verdadero sitio, que durará sesenta y cinco días de batallas y
cañoneo intermitente de la ciudad de Tenochtitlán que fue saqueada y
quemada hasta concluir en una verdadera masacre.
Los actos de pillaje y de barbarie fueron la constante, en el inter Alvarado
atormentó al hermano de Cacama, sucesor en el trono acolhua por diversas
causas, quemado el vientre hasta matarlo y a otros dignatarios acolhuas les
propinó tormentos similares exigiendo oro.
Nadie en su sano juicio puede pensar que ese otro psicópata de Alvarado
actuara sin la orden de Cortés. Alvarado simplemente cumplió órdenes de
su capitán.
El tormento propinado a Cuauhtémoc y a Tetlepanquetzal no fue una
excepción sino una generalidad de la manera de actuar de Cortés.
Cortés actuó como lo que era un psicópata y querer alguien justificarlo es
caer en el error. No hay que olvidar que todo se sabe y de seguro Carlos V
supo de las mentiras del capitán cuando ya lo había nombrado marqués,
unos dirán que hubo otras causas para prohibir nuevas ediciones de las
Cartas de Relación de Cortés y que el rey fue injusto, pero no hay que
confundirse, de seguro al rey llegaron por muchos medios la verdad de lo
que aconteció y aunque ya respetó su reconocimiento, Cortés nunca pudo
gozar de los favores de la monarquía española, algo que le debió doler en el
alma a un verdadero psicópata que buscó ser alguien en España.
Todo lo que hacía Cortés por conservar su importancia para él era
justificable, si realizó nuevas masacres, no le importaba, eso es parte de la
patología de un psicópata como dejamos en claro al principio de este texto.
En realidad nunca mostró el mínimo de piedad aun con los suyos, realizó no
solo las masacres más sonadas la de Cholula y la del templo mayor, sino
que repuesto de su descalabro se comportó como Atila, no dejando nada a
su paso, así realizo las masacres que antes comentamos, y las que realizará
en un futuro, ordeno la masacre y destrucción de la capital acolhua que era
tan bella y grandiosa como la gran Tenochtitlan, arrasó y quemó Tlacopan,
Azcapotzalco, la hermosa ciudad de Cuitláhuac que lo había maravillado,
realizó la masacre de Cuauhnahuac y la de Malinalco y condenó y realizó
bárbaramente la toma de Tenochtitlán. Ordeno inhumanos tormentos de
aperreamiento, y tormentos inhumanos a los hermanos de Cacama y el
sonado de todos el de Cuauhtémoc y del señor de Tlacopan.
Denotó su desprecio por la vida de los demás y logró sacar de sus indígenas
aliados lo peor, ya que de ser dignos guerreros los tlaxcaltecas, otomíes y
huexotzincas los convirtió en hordas de salvajes que a su paso dejaron
muerte y desolación.
No hay que confundirse Cortés es un caso icónico en la historia Universal,
los españoles lo pretenden ubicar como un Julio César o peor aún como si
fuera un Alejando Magno, pero en realidad fue un Atila salvaje. Cortés en
verdad es digno de un estudio psiquiátrico sin lugar a dudas. Era hábil,
inteligente y sin capacidad de piedad por los seres humanos, por eso ni los
historiadores dudan que haya matado a su esposa Catalina, su conducta
debe ser revisada a la luz del conocimiento psiquiátrico actual.
Normalmente hasta sus detractores lo ubican como un aventurero
inmensamente ambicioso, pero nosotros lo vemos a la luz de la suma de sus
actos de los que cualquiera en sus cabales se espanta, pero hay todavía tanto
en México como en España hay quienes lo admiran. Que lejanos están de la
realidad de ese hombre verdaderamente psicópata, movido por un afán de
ser alguien a costa de lo que fuera, característica sin duda patológica, y
conste que no fue el único. Veremos adelante a su capitán principal el cruel
Pedro de Alvarado.
Dejamos constancia de nuestro parecer, y si George Lovell consideró como
un caso patológico de un sociópata al rubio conquistador, nosotros vemos a
Cortés peor, ya que aunque a algunos no les guste él fue el capitán general y
justicia mayor en la aventura de conquista de tan solo una parte de México,
ya que como veremos adelante otro emulo de Atila culminó otra parte de la
conquista, ambos con crueles capitanes y con los indígenas, sus aliados,
convertidos en verdaderos salvajes.
Nadie ignora que la toma de Tenochtitlán fue una masacre, aunque como
hemos escrito a Cortés le propinaron sendas derrotas, por lo que ordenó el
cañoneo y la toma de la ciudad a sangre y fuego, realizando una verdadera
masacre que él mismo comparó con la toma de Jerusalén por Tito.
El juicio de residencia de Cortés
Es importante hablar genéricamente de los llamados juicios de residencia de
la época. En realidad fueron procesos muy laxos y muy largos y por demás
difíciles de llevar a cabo, digamos por las dificultades del mismo tipo de
proceso, ya que la resolución de realizar el procedimiento se tomaba desde
España y por cierto eran promovidos por denuncia de hechos efectuada por
los españoles y no por los indios y no en pocas ocasiones fueron por
denuncias realizadas por los clérigos conscientes de los excesos de los
llamados conquistadores. En realidad fueron procedimientos legales sin
normas escritas, que sujetaran a los juzgadores a una realización de un
procedimiento rígido, los que dificultó su eficacia.
Como veremos en este texto los juicios eran instituidos en contra de los
jefes o gobernantes españoles y no para los llamados en si conquistadores,
por sus excesos, y normalmente se constreñían a denuncias de otros
españoles y no por indios agraviados, solo algunos curas denunciaron los
excesos de los conquistadores, sin embargo no hay en realidad una
sentencia condenatoria por la crueldad evidente con la que actuaron contra
los nativos, por esa razón decimos que resultaron en realidad juicios laxos
sin eficacia, ya que como vemos Hernán Cortés resulto absuelto y por
demás premiado por el rey D. Carlos como marqués del Valle de Oaxaca.
Pedro de Alvarado sorteó dos juicios de este tipo y el que más sufrió las
consecuencias de un procedimiento de esta clase fue Beltrán Nuño de
Guzmán, que fue no encarcelado sino que limitaron su libertad a vivir en el
poblado de Torreón de Velazco donde murió de causas naturales pero sin
recibir sentencia por los excesos y crueldades cometidas en sus conquistas
contra los nativos, como veremos cuando hablemos de este singular
personaje.
Los procesos en realidad siguieron una mecánica difícil, ya que desde la
Corte Española se tomaba la resolución de sujetar a proceso a algún súbdito
español, por hechos que transgredían las ordenanzas de indias en los
territorios bajo el dominio ahora español, en lares muy alejados de esa
España todavía medieval.
En realidad como dijimos dichos juicios más que para determinar conductas
transgresoras de las llamadas Leyes de Indias, se instituían por denuncias e
digamos civiles español e contra cierto representante del rey, como lo fue
Cortés ya fuera de facto o de derecho, o sea reconocido por las autoridades
españolas que eran los reyes. Hay que advertir que en verdad detrás de las
denuncias normalmente estaban las querellas de personajes enemigos del
denunciado, por lo que no estaban exentos de buena dosis de mala fe y de
intereses personales.
En realidad cuando se tomaba a la resolución contra algún personaje, que en
el caso de América en su parte mesoamericana solo fueron los tres juicios
ya mencionados
Pero hay que advertir que en ninguno de los casos cuando se iniciaba el
juicio de residencia español el imputado nunca era separado de su cargo,
solamente era suspendido sin ser privado de la libertad y siendo siempre
personajes con gran poder, es lógico que difícil fuera que los juicios
prosperaran con una sentencia condenatoria, ya veremos los otros dos casos
motivo de este texto.
En el caso particular de Hernán Cortés, los promotores del juicio fueron
enemigos del capitán, estaban dentro de ellos el gobernador de Cuba Diego
Velázquez de Cuellar, que había financiado la expedición de Cortés y como
autoridad lo había designado capitán de esa tercera expedición, sin embargo
no se sabe los motivos por los que cambió de parecer y trato de notificar su
decisión sin éxito, ya que Cortés de alguna manera se enteró y eludió ser
notificado zarpando con su flota sin que lo hayan notificado, digamos en
términos jurídicos actuales que no fue emplazado legalmente, aunque supo
de la resolución de la autoridad que eludió en un acto cuando menos de
desacato a la autoridad legalmente constituida, pero indudablemente se
sustrajo Hernán Cortés a la autoridad legal, lo que por ese entonces era un
acto de verdadera traición convirtiendo entonces la expedición en una
empresa de pirataje.
Es menester referirnos a los cargos del juicio de residencia del capitán para
entender en verdad a que se constriño su proceso y tocaremos algunos
aspectos de cómo se realizó en verdad ese procedimiento en el que el
extremeño resultó digamos fácilmente absuelto y por demás premiado por
el rey.
El juicio de residencia de cortés demuestra la verdad sobre ese tipo de
juicios, veamos algo acerca de toda esta historia:
El día 15 de abril de 1528 el rey firmó en Madrid una Real provisión para la
Real Audiencia de la Nueva España para que sujetaran ajuicio de residencia
a Hernán Cortés, pero no solo a él sino también se sujetaron a ese
procedimiento a sus alcaldes mayores, Intendentes, y oficiales, al tesorero y
contador, factor y veedor, no fue como se piensa que fue un proceso
individual, sino hubo otros implicados o imputados.
El proceso levantado llegó a la nueva España y fue pregonado conforme a
la costumbre, y se inició digamos la parte de los capítulos de acusación y
del examen de testigos e interrogatorios, aunque ese proceso en realidad
había iniciado desde 1525 estando vivo el juez Luis Ponce de León que
murió convenientemente para Cortés cuando pisó la Nueva España y como
fuera ese proceso había quedado pendiente.
Con la Primera Real Audiencia estando presidida por Beltrán Nuño de
Guzmán y de los oidores Matienzo y Delgadillo todos enemigos del
capitán, se iniciaron las respectivas diligencias, se recibieron nuevas
denuncias y se tomaron todas las declaraciones de los testigos y
denunciantes, de lo que resultaron para ese momento noventa y ocho cargos
contra Hernán Cortés, siendo un voluminoso expediente que exponía a un
Cortés que cometió muchas transgresiones al orden jurídico establecido. La
Real audiencia interesada en contra de Cortés, actuó diligentemente
reuniendo a los enemigos del conquistador con el objetivo de acabarlo, sin
embargo no crea el lector que había cargos denunciados por las crueldades
en contra de los naturales, siendo algo que demuestra el desprecio
generalizados por los nativos de estas tierras. Algo que no vemos siquiera
comentado por los historiadores que se han ocupado de este procedimiento
legal verdaderamente medieval.
De hecho fueron denuncias personales promovidas por los mismos oidores
que incluyeron hasta cuestiones personales de la vida del capitán, pero nada
acerca de las masacres que Cholula, del Templo Mayor, de Cuauhnahuac o
de Malinalco, ni de su crueldad icónica contra los nativos. En realidad los
cargos no eran por su conducta transgresora a las Ordenanzas de Indias,
digamos que eran por deudas civiles, abusos contra españoles y hasta el
cargo desquiciado de que pretendía crear un reino independiente. Cortés se
presentó en la Ciudad de México en compañía de sus procuradores
(defensores) siendo sus abogados los licenciados Altamirano, Diego de
Ocampo, y García Llerena sin embargo al parecer fue amedrentado por los
integrantes de la audiencia y poco hicieron por Cortés.
Con el pregón y el proceso iniciado pronto surgieron nuevos cargos,
llegando a más de 120 los mismos, aunque digamos que fueron por
cuestiones menores y tan solo hubo en verdad dos cargos mayores para
preocupar a Cortés, primero fue por haber atacado y aprisionado al capitán
Pánfilo de Narváez cuando llegó para aprisionarlo por pirata y el segundo la
extraña muerte de su primera esposa Catalina Xuárez acontecida en
circunstancia extraña cuando ella vivió en México con Hernán Cortés y de
la que se dijo que el capitán la había asesinado. De la acusación por
asesinato inclusive la suegra de cortés Marpia Mercaida testificó contra el
capitán conjuntamente con otras mujeres de la servidumbre que tenía por
ese entonces Cortés, y Juan Xuárez, su cuñado también lo hizo.
En verdad los cargos en esos juicios eran denunciados por españoles contra
españoles y fuera de esos dos cargos que eran considerados de gravedad los
demás cargos formulados por españoles en verdad eran minucias, que si
Cortés tomó un caballo, que si le debió algo a alguien, eran los reclamos
constantes y frecuentes, veamos entonces que nos queda de las acusaciones
contra Cortés.
Las acusaciones verdaderamente graves contra Hernán Cortés hubiera sido
la de Pirata, sin embargo nosotros hemos sostenido que si algo tenía el
extremeño es que era un psicópata y como tal era inteligente y sagaz,
conocedor de lo peor de la naturaleza humana. En páginas anteriores
dijimos que Cortés envió ciento cuarenta mil castellanos de oro al rey D.
Carlos y que los aceptó de buena gana, y también hemos dicho que fue un
verdadero soborno para el extranjero monarca.
El haber aceptado el oro que envió Cortés era de una empresa ilegal por lo
tanto de pirataje y a los piratas les correspondía como sanción la horca.
Decimos que Cortés conocía la naturaleza humana y por supuesto lo peor.
El oro que mandó Cortés al rey D. Carlos llegó en buen momento, si es que
hay alguno para recibir un tesoro que siempre será bueno cualquier
momento. El extranjero rey se había endeudado fuertemente para hacerse
de la Corona Germana y esos castellanos de oro les servían para
amortiguar su deuda con los judíos banqueros, y los aceptó sin incautarlos,
ni apresar al enviado que fue Pedro De Alvarado por pirata, estimamos que
el rey dejo hacer y dejo pasar por la esperanza de recibir más oro en vez de
declarar prófugo y pirata a Cortés y de seguro con eso contaba Cortés.
Sabía que como dirá después Quevedo, poderoso caballero es don dinero, y
la muy socorrida frase peninsular que versaba, dadivas quebrantan peñas.
El rey resultó ser un ente sobornable y Cortés pudo seguir con su ilícita
aventura y aunque el rey en ese momento no la legitimó, la dejó seguir sin
cumplir con la obligación de darle la razón a un funcionario del reino como
lo fue Diego Velázquez, esa corrupción española era parte del reino y así
seguirá siempre.
Como fuera el rey dejó hacer y dejo pasar incumpliendo con su obligación,
pero actuó como soberano corrupto al aceptar gustoso el soborno enviado
por Hernán Cortés.
Es de llamar la atención que en el año de 1525 el extranjero rey de España
le haya reconocido los méritos como conquistador a Cortés. Sin embargo
veamos que aconteció por eso tiempos. Cortés partió de la el 12 de Octubre
de 1524 de la Ciudad de México en su aventura a Honduras, no nos
referiremos a lo que aconteció, solamente que cuando el rey firmó la Real
Provisión, Cortés estaba en esa situación, por lo que suponemos la cédula
debió llegar estando ausente el capitán y de seguro la recibieron sus
enemigos, por lo que no hay certeza de que Hernán Cortés la conociera,
quizás posteriormente tuvo noticias, pero no hay nada que lo confirme,
quizás siguió pensando en que a pesar de sus cartas y logros seguía siendo
pirata.
Cortés volvió de Trujillo el día 25 de abril de 1526, tardo tanto que
inclusive se corrió el rumor que había muerto, y a su regreso encontró un
desastre en la administración de lo que ya se nombró como la Nueva
España, los encargados de gobierno que nombró de hecho lo habían
traicionado, y si es que recibieron la cédula difícilmente se la entregaron.
Cortés seguirá preocupado por el posible cargo de pirataje, y sus
preocupaciones estaban agravadas con el caso de Pánfilo de Narváez y la
extraña muerte de su esposa.
Suponemos que esas eran sus preocupaciones, pues la muerte de los
indígenas en sus masacres con la idea de tierra quemada era aceptable en
esa era medieval, en verdad no era algo muy grave por lo que sin la
importancia que debió tener sus masacres, su preocupación eran las
acusaciones formuladas por sus paisanos, sin embrago se dice que muchas
tuvieron éxito por lo que Cortés pagó a sus acreedores zanjando la mayoría
de los cargos, actos que denotaron que el capitán ya no ejerció tanto poder.
Vendrá por lo consiguiente el proceso donde se le acusó también de no
haber repartido con equidad la riqueza saqueada en las tierras que doblegó.
El reparto del oro saqueado se dio posteriormente al aprisionamiento de
Cuauhtémoc, cabe mencionar que los leales a Cortés nunca formularon o se
sumaron a esa acusación, por el contrario escribieron y firmaron un escrito
oponiéndose a tal acusación y tan pronto el escrito llegó a manos de la Real
Audiencia el presidente que era Nuño de Guzmán mandaron a aprender a
todos los soldados que firmaron dicha carta, resultó que los arrestos fueron
conmutados por el destierro de la ciudad, no pudiendo los amigos de Cortés
acercarse a menos de cinco leguas de la capital.
Para entender o mejor dicho, para no entender la mentalidad de los
españoles de ese entonces, hay que ver lo que hicieron los enemigos de
Cortés.
Beltrán nuño de Guzmán y sus digamos colegas oidores trataron de
apropiarse a la mala de los bienes de Hernán Cortés, eso como muestra de
la realidad que pretenden hoy ocultar con lo que llaman mentiras ciertos
españoles con su leyenda negra, hay que resaltar que si entre ellos actuaban
venialmente y se robaban, no se entiende cómo pueden pretender la verdad
de su historia negra negarla.
Me referiré al historiador Vicente Riva Palacio, para que no nos tachen de
tendenciosos, el historiador del siglo XIX dice que “los oidores realizaron
injustos despojos de los bienes del conquistador utilizando instrumentos
públicos autorizados por escribanos reales, la trampa era ya una práctica en
esa sociedad medieval verdaderamente generalizada”, digamos que parte de
esa cultura occidental que trajeron y que así pretenden que se les agradezca,
Nos dice el historiador referido que esos veniales hombres peninsulares se
repartieron tierra que eran de Cortés y que eran muy codiciadas, los oidores
se apoderaron de ellas y de los bienes del capitán en la ciudad de México.
Eso lo realizaron a pesar de que la Real Cédula que autorizó el juicio a
Cortés lo prohibió expresamente. Eso no lo dicen. Los que sostienen la
leyenda negra pues ocultan la verdad para justificar su presupuesto sesgado
y falaz.
En realidad Cortés resultó ilícitamente despojado de todos sus bienes, para
nosotros basta con eso para saber que esos invasores fueron nefastos.
Aparte de eso hay que ver que eran en verdad obtusos, ya que como fuera
Cortés por ese entonces contaba con soldados españoles leales y miles de
nativos que lo seguían como su capitán.
Hernán Cortés como fuera era el hombre fuerte de la Nueva España y de
seguro si se hubiera decidido hubiera logrado ser rey independiente de
España. Algo se ha escrito acerca de esa situación, que de seguro no solo él
lo pensó sino que sus leales de seguro lo alentaron, la mayoría piensa que
no lo hizo por cuestiones de lealtad hacia la corona, sin embargo nosotros
vemos el rasgo de su psicopatía que ya dijimos era esa obsesión de ser
alguien en la sociedad española y creemos que por ese entonces ser rey de
una nación mayoritariamente de nativos no llenaba sus expectativas, en
realidad Cortés los desdeñaba y no sería hasta muchos años después que
valorizó la lealtad que sus nativos aliados le tuvieron y cambió su
concepción como vemos en su testamento, si fue sincero, pero muchos
desaires tuvo que padecer por parte de sus paisanos y de su extranjero rey
para que llegará a estimar a sus indígenas aliados.
Veamos ahora que realizó Cortés que nos demuestra que su aspiración era
ser reconocido con importancia en esa sociedad medieval:
Hernán Cortés tenía en verdad todo el poder, los oidores incluso Nuño de
Guzmán como presidente no podría haber negociado con los leales nativos
a Cortés nunca, y bien Cortés fácilmente pudo acabar con sus enemigos
rebelándose a la Real Audiencia y declararse gobernante autónomo, eso no
es especulación, sino eso temieron los españoles en la Nueva España y
hasta lo acusaron de que eso deseaba, sin embargo Cortés prefirió en vez de
acabar con sus detractores ir a lo que era su patria, en un acto poco
comprensible, ya que era el mismísimo rey extranjero que lo había colocado
como sujeto a proceso. Cortés nunca pensó en que su ida a España dejaba
un hueco y cuando se enteró de su partida el cruel y ambicioso Beltrán
Nuño de Guzmán se dispuso personalmente a llenar el vació qué dejó el
capitán con su partida a Europa, causa de que Nuño de Guzmán inició otras
conquistas.
Cortés partió de Veracruz acompañado de un gran séquito y se afirmó que
arribó sorpresivamente como si fuera un marajá oriental, ya hemos escrito
acerca de este y otros sucesos y de su afortunado encuentro con la esposa de
Francisco de los Cobos y de otros apoyos que tuvo en España el personaje,
por lo tanto nos centraremos en la teatralidad de su arribo.
Hemos dicho ya repetidas veces que Hernán cortés era sagaz y muy
conocedor de la naturaleza humana y muy calculador, nada hizo sin motivo,
así que esa teatralidad con la que arribó al Puerto de Palos tuvo su motivo,
obviamente darse a notar para demostrar que era alguien, no un simple
pirata sino un conquistador, llegó con un numeroso séquito de soldados
españoles como su escolta personal y por demás lo acompañaron algunos de
los caciques indígenas, entre ellos sabemos que estaban, su leal entenado al
tlaxcalteca señor de Ocotelulco que bautizaron como D. Lorenzo
Maxixcatzin y otros de la nobleza tlaxcalteca, fue también su amigo
Ixtolinque que le salvó la vida cuando menos dos veces y que era el señor
de Coyoacán, y sabemos que iba también un supuesto príncipe mexica que
se dijo que era hijo de Cuauhtémoc, algo improbable, y que si en verdad fue
príncipe fue hijo de Moctezuma Xocoyotzin, decimos esto porque se dijo
que Cuauhtémoc era un joven cuando fue prendido de unos veinticinco años
de edad y aunque eran los nobles activos sexualmente ninguno de sus hijos
si es que los tuvo, lo acompañó en su frustrada huida, como dieron
constancia los cronistas peninsulares, por demás el tlatoani apenas había
contraído nupcias con Techupichco que fue hija de Xocoyotzin y esposa de
su tío Cuitláhuac, por lo tanto fue otra conveniente mentira del capitán.
Llevó a su hijo que procreó con la Malinche al que le confeccionaron un
hábito de caballero de Santiago que según dicen le causó gracia al rey D.
Carlos, nosotros pensamos que no fue simplemente una inocente
casualidad, como fuera era el hijo mestizo del conquistador con la Malinche
por ese entonces su legal primogénito y heredero, y por lo tanto era ideal
para dejar en claro que ese jovencito no podría ser condenado por los actos
de su padre y gozaría de su libertad para volver a la Nueva España y se
convertiría en un peligro para el reino en caso de que Cortés fuera
condenado por el rey.
Dirán que es especulación, pero Cortés fue por su hijo y lo llevó sin una
razón a España, poco le importó arrancarlo de los brazos de su madre y en
verdad Cortés no hacía nada sin motivo.
Cortés logró el efecto deseado y muchos de sus paisanos quisieron ver al
conquistador de los mexicas y fueron recibidos por el capitán, logrando
buenas relaciones que ya dijimos las realizó con la esposa del comendador
de León Francisco de los Cobos al que lo tenía en alta estima el rey, pero no
solo fue ella sino entabló amistad con el duque de Sidonia que lo acogió en
su feudo. Cortés logró la atención y admiración de sus paisanos causando
gran revuelo por su supuesta hazaña que hasta ahora en los españoles está
en su memoria.
Esta apreciación no es personal y nos dice Vicente Riva Palacio ya
mencionado, que por todo su trayecto Cortés fue objeto de ardiente
curiosidad (sic) y le brindo el pueblo español múltiples manifestaciones de
aprecio y consideración. Dice que de lejanos pueblos llegaron para
conocerle y para ver desfilar a su comitiva y es cuando dice D. Vicente Riva
Palacio, que ese séquito asemejaba a los monarcas orientales, y que llamaba
la atención el gran número de acompañantes así como por la riqueza que
ostentó el personaje, llevo a los nativos con sus trajes de gala regionales,
animales desconocidos en Europa en un verdadero desfile circense. Lo que
quería lograr el capitán era ese efecto teatral para que el rey no pudiera
condenar a tan distinguida persona.
En realidad lo logró pues después de aumentar su sequito con españoles
arribó a Toledo para presentarse ante el rey acompañado además de su
séquito con el almirante Diego Colón y otros personajes y con el apoyo del
duque de Béjar ministro del rey ya que para ese entonces cortejaba D. Juana
de Zúñiga hija del Conde de Aguilar y sobrina del duque de Béjar.
Nos dicen que cuando pudo hablar Cortés hizo una relación de sus
supuestas hazañas y entregó al rey un memorial con ellas. En verdad no hay
constancia de la reacción de Carlos V pero sabemos el resultado, en que
resultó premiado el capitán otrora pirata como marqués del Valle de
Oaxaca.
En realidad al parecer el rey actuó justamente según muchos historiadores,
sin embargo nosotros somos acuciosos y nos preguntamos por qué, si hay
constancia de sus masacres y crueldades y el trato inhumano a los nativos y
la vejación de los tlatoanis contrariando las órdenes expresas del rey.
Como hemos sostenido en realidad los nativos no tenían gran importancia y
se dice y se pondera como normas humanísticas las Ordenanzas de Indias,
las que en la práctica digamos que era derecho vigente pero no positivo ya
que no se aplicaba.
Abúndenos en lo que en verdad sucedió en esos momentos. Respecto al
grave cargo en que se cometió con Narváez, en donde Cortés lo apresó, el
asunto se resolvió con el pago de una indemnización pecuniaria que
fácilmente cubrió Cortés. En cuanto a las demandas pendientes promovidas
por digamos civiles Hernán Cortés se allanó pagando los adeudos sin juicio.
Quedaba pendiente la acusación de asesinato de su primera esposa y como
no hubo constancia fehaciente del delito, Cortés resulto absuelto aunque al
parecer no convenció a la reina esposa de Carlos V, la reina consorte Isabel
de Portugal, sin embargo como fuera salió absuelto, por lo tanto el rey le
otorgó reconocimiento a lo que entonces se pensaba una increíble hazaña,
aunque ahora muchos todavía lo creen.
Notamos que nunca hubo causa para juzgar los excesos y crueldades que
cometió Hernán Cortés, no fueron parte de la causa legal simplemente y no
fue en ese momento que se cuestionó al capitán por el supuesto tormento a
Cuauhtémoc que salió a la luz tiempo después, donde convenientemente
Cortés le echo la culpa al finado tesorero del Rey, Julián de Alderete del
que se dice extrañamente murió envenenado También un médico que
estuvo con Cortés habló del tormento y dijo que los tlatoanis vivieron y esa
es la única fuente que asegura eso y la de Bernal que escribió su supuesta
historia verdadera años después. La realidad es que sin constancia de que
vivió Cuauhtémoc más que ese testimonio del médico o bien amigo, o
temeroso de Cortés, ha quedado en la historia que Cuauhtémoc sobrevivió
al tormento, tan solo para ver como su esposa Techichco fornicaba con
Cortés y quedar condenado a la indignidad.
Pues esa cuestión también quedó impune a pesar de que Carlos V había
ordenado que los gobernantes indígenas eran sus súbditos y prohibió malos
tratos y menos atormentarlos. El rey resolvió la cuestión condenando a
Cortés a indemnizar al supuesto hijo de Cuauhtémoc que bautizado se llamó
Diego Moctezuma y al que el rey le concedió utilizar “de Austria”
Por cierto ya que tocamos a Diego Moctezuma se quedó para ser educado
en la corte española al igual que el hijo de Cortés y la Malinche y un
importante nativo tlaxcalteca D. Lorenzo Maxixcatzin.
Como fuera el juicio fue un simulacro, una verdadera farsa, que siendo
puntuales denota la verdad sobre el nativo americano y lo demás es retórica.
En realidad a nadie le importaba la verdad acerca de las masacres mientras
la Corona Española obtuviera beneficios, y esa es la única verdad.
En este texto adelante veremos los juicios de los otros dos conquistadores
psicópatas y veremos el pobre resultado de los mismos que en realidad de
nada sirvieron, no hubo justicia para el nativo americano.
Capítulo 10
Pedro de Alvarado
I
Pedro de Alvarado otro psicópata dentro de las filas de Cortés

Como dijimos al principio la idea de que los hombres más importantes de la


llamada conquista eran psicópatas no es propia, se debió a un artículo
periodístico que titularon Alvarado un psicópata entre las filas de Cortés.
En realidad si fue psicópata pero no el único, ya vimos que Cortés también
tenía ese síndrome. Ahora nos adentraremos un poco en el artículo referido
que inspiró para realizar este texto.
Nos dice George Lovell acerca de Pedro de Alvarado, “fue un hombre con
un perfil psicópata que luchó —sin éxito— para no pasar a la historia como
la mano derecha de Cortés.
Se pregunta Lovell “¿Pedro de Alvarado fue el conquistador más agresivo?
— Hace dos años presenté en México mi libro: Atemorizar la tierra: Pedro
de Alvarado y la conquista de Guatemala, 1520-1541, y parte de la tesis es
que, no obstante la mala fama que tienen todos los conquistadores, Pedro
fue aún más cruel que los demás”.
Es Lovell el que lo tacha de psicópata al decir “De Alvarado tuvo
características de psicópata e incluso sus propios hermanos y amigos
terminaron temiéndole. Cuando presenté el libro una pregunta fue el porqué
del título: Atemorizar la Tierra. Pero esas tres palabras son una frase que
proviene del propio Alvarado, son palabras dichas por él”
Señala este autor que Alvarado fue cruel y da como ejemplo la crueldad de
este personaje la matanza de 1520 en Templo Mayor.
Nosotros no tenemos la seguridad de que Pedro de Alvarado haya actuado
de mutuo propio y ya expusimos nuestros motivos cuando hablamos en este
texto de Cortés.
Lovell nos dice que Pedro de Alvarado fue nombrado responsable de lo que
sucediera en territorio mexica. Las consecuencias de que Alvarado ordenara
la matanza sin consentimiento de Hernán Cortés fueron: la aprensión del
tlatoani Moctezuma, el regreso inmediato de Cortés a Tenochtitlán y el
inicio de un enfrentamiento que concluyó con la retirada de los españoles,
episodio conocido como la Noche Triste. “Es decir, en términos mexicanos,
Alvarado es culpable de la matanza.
Cuando llegó Cortés a Tenochtitlán se enfadó mucho con Alvarado por
haber causado y haber arriesgado todo. La famosa Noche Triste fue
absolutamente la consecuencia de la matanza, así como la huida de México-
Tenochtitlan a Tlaxcala”.
Lowell mismo hace la pregunta: ¿por qué Cortés no castigó a Alvarado? Y
él mismo contesta.

“Hay que recordar que hubo dos cartas de residencia en contra de Alvarado
y que en ese momento en 1519, 1520 y 1521 todo estuvo en movimiento.
Pero a partir de la matanza creo que Cortés consideró a Alvarado un riesgo,
un peligro para mantener la paz en el proceso de la Conquista en México.
Mi hipótesis es que cuando Cortés mandó a Alvarado a la conquista de
Guatemala en 1524, fue una manera de dejarlo fuera del escenario de la
conquista que siguió en México”.
Antes de continuar creo que es necesario aclarar que a pesar de ser escoses
George Lovell es profesor de historia latinoamericana en la Universidad
Pablo de Olavide, España. Vale la pena aclararlo por aquellos hispanistas
recalcitrantes que afirman que todas esas crueldades son simplemente parte
de la leyenda negra y por tanto siempre dudan de su veracidad.
Aclarado lo anterior, quizás precisamente por ser profesor Lovell en España
responsabiliza exclusivamente a Pedro de Alvarado de la matanza del
Templo Mayor, y exculpa a Cortés totalmente de la misma, algo muy
conveniente para conservar la aureola del conquistador en España.
Lovell abunda diciendo que la razón por la que Alvarado fue enviado a
Guatemala fue para que Cortés tuviera más tranquilidad de consolidar la
Conquista de México, ya que su ausencia sería sinónimo de no matanzas ni
sublevaciones.
Lovell para exculpar a Hernán Cortés argumenta la existencia de una carta
que envió Cortés al rey Carlos V desde Honduras, donde lamenta no estar
en Guatemala para evitar rebeliones indígenas. “Escribió que lamentaba no
ir a Guatemala y tener que regresar a México para luchar contra sus rivales.
Escribió que Guatemala tenía muchos problemas, luchas, resistencia y
sublevación tras sublevación. Dijo que hubiera sido mejor que él hubiera
ido en lugar de Alvarado para no generar revueltas”,
George Lovell agrega, que los aliados indígenas en Guatemala fueron los
cakachiqueles, con quienes Alvarado hizo una alianza en 1524, no obstante,
ésta duró seis meses porque Alvarado no supo respetarlos, entonces inició
una sublevación de seis años. “Pedro de Alvarado era un hombre de batalla,
un comandante, no era un Cortés con visión y estrategia política de cómo
conquistar, vivir y gobernar; Alvarado nunca tuvo esa tendencia”.
Lo afirmado por este autor evidencia su idea de ponderar a Cortés, ya que
según dice con mediana claridad que Hernán Cortés tenía visión y estrategia
política de como conquistar vivir y Gobernar (sic). Nuestra opinión es
diferente acerca de Hernán Cortés, no fue nunca político de su tiempo, solo
vemos una característica que no ha variado entre los políticos de todos los
tiempos, que es la utilización de la mentira y aprovecharse de los demás.
Normalmente a Cortés se le coloca como un sujeto ambicioso y en eso no
difiere con Pedro de Alvarado, ni con el hombre más cruel que pisó la
Nueva España Beltrán Nuño de Guzmán.
En realidad si vemos al detalle la historia Cortés nunca gobernó, lideró a
españoles e indígenas que es distinto, fue un destructor sistemático de las
culturas autóctonas, y gobernar implica construir, y lo único que construyó
Cortés fue la ciudad colonial sobre las ruinas que dejó de la gran
Tenochtitlán, no nos equivoquemos Hernán Cortés nunca fue político ni
gobernó.
Veamos que más piensa George Lovell para diferenciar a Cortés de
Alvarado, así habla de la ambición del rubio conquistador diciendo:
Otra evidencia sobre la ambición De Alvarado que narra, es que cuando
Hernán Cortés estuvo en Honduras (1524) existieron rumores de que Cortés
estaba muerto. “Fue un rumor, pero en aquel entonces De Alvarado lo creyó
pues regresó a México para que en caso de ser cierto, él fuera quien liderara
el resto de la conquista de México. Eso obviamente no pasó porque Cortés
estaba vivo”, puntualiza y añade que cuando el llamado Tonatiuh llegó a
Centroamérica (en 1524) y después de haber visto la belleza, la población y
los recursos de México en manos de Cortés, Centroamérica significó para él
muy poco. “Cuando llegaron noticias de los incas y su imperio, muy poca
gente sabe que Pedro intentó insertarse en la conquista de Perú, trató de
meter mano y quitar la parte actual de Ecuador, la parte norteña de los
incas, de quitarle el control a Diego de Almagro y a Francisco Pizarro”,
detalla. Esa misión fue un desastre, por lo que regresó a Guatemala y
después a México, y dice “Todos estos son ejemplos del deseo de Pedro de
Alvarado por ser mucho más de quien fue. Él quería un México como
Cortés, un Perú como Pizarro y Almagro, ésa era su enorme ambición.
El autor George Lovell en el artículo periodístico invocado nos dice que
hay que tomar en cuenta todas estas consideraciones comparativas para
ubicar a De Alvarado siempre como la mano derecha, nunca el primero,
siempre el segundo”.
Estimamos que esta afirmación que hace Lovell es parcialmente cierta,
simplemente porque en realidad Pedro de Alvarado aunque fue
imprescindible para Cortés no fue claramente el segundo de abordo ya que
en realidad el hombre más cercano a Cortés no fue Alvarado sino fue su
gran amigo Gonzalo de Sandoval y que si bien no lo dejó en Tenochtitlán,
fue simplemente porque decidió que su hombre de confianza total debió
acompañarlo a enfrentar a Pánfilo de Narváez. Pedro de Alvarado no es
como se dice que se unió simplemente a Cortés, sino que ambos se
conocían bastante, ya que los dos fueron con Diego Velázquez de Cuellar a
la conquista de Cuba y lo que en verdad se sabe, es que Pedro de Alvarado
en las matanzas de Cuba, que eso fueron, ya era capitán reconocido por
Diego Velázquez mientras Cortés no fue nunca de los capitanes del que fue
Gobernador de Cuba y si Cortés fue nombrado por este para capitanear la
tercera expedición fue por otras razones no por su experiencia como
soldado, creemos que mucho tuvo que ver su forzado matrimonio con
Catalina Xuares, cuñada del gobernador pero nada tuvo que ver su
experiencia anterior como soldado en la conquista de Cuba.
Continuemos con la opinión de Lovell que nos ilustra con magníficos datos
cuando explica según su punto de vista las aproximaciones y diferencias
entre ambos personajes, refiriéndose a datos que tomó del historiador Jesús
María García Añoveros, que aseguró que el conquistador Tonatiuh llegó a
tener 12 mil indígenas en encomienda en México, Honduras y Guatemala a
quienes utilizó como esclavos en tributos, servicios profesionales y
explotación de minas. ¿Le obsesionó a Pedro de Alvarado encontrar oro en
Guatemala?, se le pregunta a George Lovell y contesta: “Guatemala tenía
bastantes cosas pero no eran suficientes para él, ésa fue la razón por la que
intentó conquistar otros espacios como El Salvador, pero tuvo que regresar
sin éxito a Guatemala. Su deseo y hambre hicieron que pusiera a trabajar a
miles de indígenas cakchiqueles (originarios de Guatemala) lavando oro y
exportando el pago del tributo. El experto en los procesos de conquista en
América Latina menciona algo poco conocido: De Alvarado también
escribió Cartas de Relación para el entonces rey de España, Carlos V.
¿Dónde están esas dos cartas de relación? No sabemos dónde están los
originales de esas cartas pero hay varias ediciones del siglo XVI…
Tenemos dos cartas de él, una de abril de 1524 dirigida a Cortés y otra de
julio de 1524. Escribió otras cartas desde Tehuantepec y desde Xoconusco
que aún están por encontrarse pero algunos fragmentos fueron copiados por
cronistas como Pedro Mártir. Sin embargo, apunta, no son cartas como las
de Cortés porque Hernán escribió mucho detalle, reflexión y evaluación de
la gente, del entorno, del ambiente, del potencial, y de los recursos del
México prehispánico. “Pero si lees las dos cartas de Alvarado ¿qué es lo
que encontrarás? batallas, los detalles de cómo fue conquistando territorios,
la ruta de la conquista, es decir, esas dos cartas son emblemáticas por los
elementos militares, no obstante, es inexistente encontrar en el tono de su
escritura la riqueza cultural de los pueblos y su manera de organizar la
tierra”, señala.
Por otra parte nos dice su opinión Lovell acerca del capitán Tonatiuh:
“La biografía De Alvarado es la de una figura trágica. Sé que estatuas de
Hernán Cortés no existen en México pero hay una estatua de Francisco
Pizarro en la ciudad española de Barjoz, es reciente de 2003, hecha por un
escultor reconocido que también creó una de Pedro Alvarado quien no
aparece en un caballo, sólo tiene su casco en mano, sin ninguna espada y
tiene una cara triste. Lovell añade que incluso la postura del cuerpo es
nostálgica. “Fue cojo hacia el final de su vida porque en 1524 lo hirió una
flecha y él escribió que le avisaran al emperador que una de sus piernas
tenía cuatro dedos de ancho porque una flecha se clavó a su pierna y a la
pata de su caballo”.
El investigador platica que De Alvarado se casó con la señora tlaxcalteca
Luisa de Xiconténcatl y el 22 de abril de 1524 nació su hija Leonor quien
de todos los hijos naturales y legítimos del conquistador es la que más
figura en la historia y uno de los libros conocidos en Guatemala sobre ella
es La Hija del adelantado, de José Milla Vidaurre. “Cuando Pedro se fue a
Perú fueron con él su esposa Luisa y Leonor, que tenía 9 o 10 años, pero
tras el fracaso de la conquista inca, regresaron a Guatemala en 1535 y doña
Luisa se murió. Alvarado regresó a España pero no llevó a Leonor porque
sabía que no era buena idea llevar una hija e intentar convencer a una
duquesa para que se casara con él”, narra. Tonatiuh se casó dos veces más,
con Francisca de la Cueva quien murió en Veracruz y después, con Beatriz
de la Cueva, hermana de su anterior esposa. “Es muy confuso pero con
Francisca no tuvo hijos, parece que con Beatriz tuvieron un hijo pero murió
en el terremoto e inundación del 11 de septiembre de 1541 que devastó la
capital de Guatemala”, señala.
Obviamente lo transcrito del artículo periodístico es una visión muy parcial
por lo que nosotros abundaremos un poco en la biografía de Alvarado, para
darnos una mejor idea de que fue lo que hizo para considéralo como un
verdadero psicópata.
Antes de entrar en ciertos datos complementarios ya que no escribimos una
biografía, recordamos la opinión que escribimos en este texto acerca de la
matanza de la fiesta Toxcal conocida como la masacre del Templo Mayor, y
solo abundamos, que siendo como fue Cortés, una decisión de un soldado
como en verdad lo fue Alvarado nunca tomaría una resolución de ese
calibre por sí mismo, ya que una de las virtudes de Hernán cortés era no
tentarse el corazón ni con los propios para imponer su voluntad, por lo tanto
al tomar Cortés esa decisión no tenía por qué castigar a Pedro de Alvarado,
por lo que a nosotros resulta óbice que la ordenó el propio Cortés, que
ocultó la verdad para lograr sus anhelos, que no era otra cosa que llegar a
ser alguien en esa sociedad medieval española, como ya dijimos
anteriormente.
Datos biográficos de Pedro de Alvarado
Siendo Pedro de Alvarado un personaje de primer orden, poco se conoce
acerca de él y no hay que olvidar que fue en verdad el conquistador de gran
parte de Chiapas Guatemala, Honduras, y El Salvador.
Una de las cosas que ha llamado nuestra atención, es que cuando buscamos
biografías de esos hombres que intervinieron en la conquista de
Mesoamérica, todos son hidalgos, esto es con una incipiente nobleza
peninsular y en realidad los conquistadores no eran todos castellanos, sino
los hubo que llegaron de toda lo que hoy es España, no como ahora
pretenden los hispanistas diciendo que eran hidalgos castellanos.
Entendemos su posición pero no la compartimos, porque el que fueran o no
hidalgos, solo para algunos españoles les resulta importante, como si eso les
quitará, que en verdad eran nadie. Utilizamos este terminó de Galeano que
se refirió a que los nativos para los peninsular eran “nadies” nosotros lo
ampliamos eran “nadies” para otros donnadies” ya que en realidad esos
hidalgos en su tierra eso eran, no los movió ningún ideal, siquiera de
aquella vieja caballería española que por un tiempo fue un ideal arquetípico
de conducta, sino estaban para cuando llegaron en tropel a América
verdaderamente relegados en su sociedad, y en realidad a esos “nadies” no
los movió ningún ideal, ni siquiera llegaron para lograr una grandeza de las
hispanas, sino solamente con la idea de lograr una riqueza que en Europa se
les negaba, así que si en verdad tuvieron una hidalguía que para los
americanos nos resulta intrascendente, pues en verdad ninguno de ellos se
comportaron de acuerdo a un alto ideal de esa ya casi desaparecida
caballería medieval.
Todos esos don “nadies” solo denotaron su anhelo de llegar a ser alguien
dentro de esa hermética sociedad de la edad media peninsular que tardó
todavía más de un siglo en la península Ibérica en entrar al renacimiento,
mientras en el resto de Europa continental se avanzó hacía nuevos ideales y
derroteros.
Pedro de Alvarado nace en el año de 1485 al igual que Cortés, son no
solamente contemporáneos sino de la misma edad, naciendo en Badajoz por
lo que también era extremeño y obviamente castellano.
Como siempre nos dicen las biografías españolas que tenía cierta nobleza
(hidalguía) lo que en verdad resulta interesante desde el punto de vista de
los anhelos de esos hidalgos que en verdad eran “nadies” en España, pero
que tenían el anhelo lacrado en llegar a ser alguien. Así ellos hacen resaltar
que su madre Leonor de contreras era de estirpe noble, como si en verdad
eso fuera importante en su moral, no hay que confundir, eso solo le importa
a los españoles y más ahora que se consideran un reino.
En realidad su padre Gómez de Alvarado era un burócrata del reino ya que
era un simple comendador de Lobón un pueblo de Badajoz lo que significa
que tenía alguna encomienda de caballeros y por lo tanto de alguna manera
Pedro de Alvarado tuvo alguna educación militar de la que careció Hernán
Cortés, sin embargo de seguro ya como soldado supo de jerarquías y por lo
tanto supo primero aprender a obedecer y por lo tanto a mandar, situación
que nosotros tomamos en cuenta para afirmar que la orden de la masacre
Toxcal solo la pudo ordenar Cortés por principio de autoridad como ya
expusimos.
Regresando a Pedro de Alvarado nos dice su biografía, que a diferencia de
cortés no fue hijo único, sino que tuvo seis hermanos y tres hermanas y que
todos los hombres emigraron tempranamente a América lo que demuestra
que en esa España medieval poca oportunidad tenían de llegar a ser alguien.
Nos dice textualmente la biografía de la Real academia de historia (España)
lo siguiente;
“Todos los hermanos emigraron a las Indias recién descubiertas, en donde
corrieron diversa suerte y fortuna. En 1510, Pedro de Alvarado, siendo un
pobre soldado, aunque de noble sangre, con una espada y una capa pasó a
estas partes a buscar la vida, según lo describe su compañero de armas
Bernal Díaz del Castillo. Llegó a La Española en compañía de cuatro de sus
hermanos y tuvieron como primer hogar la casa de un hermano de su padre,
Diego de Alvarado y Messía, un pacífico poblador que había llegado a la
isla en 1499, amasando una mediana hacienda, y que en ese tiempo
desempeñaba el cargo de regidor del ayuntamiento”.
Finalmente sabemos que en 1511 al igual que Cortés se enrolaron en lo que
fue la conquista de Cuba al mando de Diego Velázquez de Cuellar. De
Cortés no conocemos ningún ascenso en tanto Pedro de Alvarado llega en
1513 al grado de capitán y quizás Cortés estuvo bajo su mando.
Siendo soldado profesional a diferencia de Hernán Cortés que no lo fue, en
1518 se embarcó con la segunda expedición con el capitán Juan de Grijalva
y volvió encontrándose con que Cortés al que seguro era su amigo fue
nombrado como capitán para una nueva expedición a la que de inmediato se
unió Alvarado como uno de los capitanes de Hernán Cortes, pero no hay
que olvidar nunca que eran empresas particulares para exploración y
obtención de esclavos y oro, nunca fueron para la grandeza de España como
hoy tergiversan muchos historiadores.
Cortés de alguna manera era socio de la empresa y otros de sus capitanes
también, lo que no era Alvarado el sí digamos era un verdadero soldado y
por su experiencia fue nombrado digamos el primer capitán en importancia
de Cortés.
Como sabemos la expedición no tenía facultades otorgadas por los padres
jerónimos para conquista y colonización, y de hecho aun antes de partir se
convirtió en ilícita, ya que Diego Velázquez decretó deponer del mando a
Cortés sin lograrlo ya que el extremeño logró burlar la orden legal,
convirtiendo esa expedición en una de pirataje.
Como fuera Pedro de Alvarado quedó a las órdenes de Cortés y digamos
que como capitán experimentado fue indispensable para Cortés que en
verdad ni soldado era.
En verdad hay cosas extrañas y poco conocidas del rubio capitán, su padre
si fue en verdad comendador y soldado mientras que Cortés se lo inventó.
Cortés digamos que era un don nadie, porque Alvarado ya que como fuera
la historia nos afirma que Pedro de Alvarado y sus hermanos emigrados
Gonzalo, Jorge, Gómez, Hernando y Juan, formaban parte de la corte y del
séquito del virrey el almirante (por título heredado) Diego Colón.
Si comparamos a Cortés con Alvarado y si de donnadies hablamos en peor
situación estaba el extremeño que hasta preso había estado en Cuba.
Con sus relaciones de Alvarado tanto con el virrey Diego Colón como con
el gobernador de Cuba Diego Velázquez nos parece lógico que siendo
Alvarado un verdadero soldado haya logrado Cortés, que aunque fuera
efímeramente, lo nombrarán capitán de esa tercera expedición, pues
obviamente si comparamos en todo caso Pedro de Alvarado obviamente
resultaba mejor candidato que Cortés pero la verdad histórica es otra.
Si realizamos un comparativo entre Cortés y Alvarado, nos parece a todas
luces, más capacitado Alvarado que Cortés para ser el cerebro de esta
aventura, pero no decimos que fue él, sino en verdad Cortés lo fue.
Simplemente la realidad es que a Pedro de Alvarado la historia le endilga
la masacre del Templo Mayor y otras difundidas crueldades.
De alguna manera lo exoneramos, creemos que en verdad era otro psicópata
que se entendió a la perfección con Cortés, algo así como una simbiosis
retro alimentadora.
Resulta lógico que entre Cortés Sandoval y Alvarado había una estrecha
amistad y ellos fueron los verdaderos artífices delo que ahora llaman
conquista.
Volviendo a la matanza Toxcal en el Templo Mayor, si se lee tanto a Cortés
y a Bernal se da uno cuenta que simplemente tratan de justificar el
abominable acto con echar la culpa a los mexicas, lo que todos sabemos
que eso es una falsedad, en realidad los españoles no culparon a Alvarado
de una decisión de una masacre traidora.
Según Bernal la justificó porque los mexicas querían matar a Alvarado y a
los españoles, y lo mismo dice Francisco López de Gómara, lo que todos
saben que es falsedad, ye en realidad Cortés en sus Cartas de Relación
omite relatar detalladamente el asunto, en realidad la historia de la masacre
Toxcal se conoce por fuentes indígenas, no por las crónicas de los
españoles.
La versión indígena indica otra situación diferente a la relatada por Bernal y
Gómara, en la que señalan que se había pedido autorización para realizar la
celebración a Pedro de Alvarado y este la había autorizado. Sin embargo al
estarse llevando a cabo la ceremonia fueron brutalmente asesinados
mediante apuñalamiento con cuchillos y espadas, estando los indígenas
desarmados e indefensos.
Entonces me surge el cuestionamiento, porque afirman que fue a iniciativa
de Alvarado el artero ataque, sin pasar por alto que Bernal mintió
evidentemente y que Cortés prefirió no relatar el suceso.
De que fue decisión de Alvarado no hay nada que indique que así fue, solo
dando crédito a la mentira de Bernal y entonces la masacre digamos que fue
justificada, lo que no es verdad, ya dijimos que si cortés ordenó la matanza
de Cholula nos resulta lógico por los motivos que expresamos que fue
Cortés y no Alvarado el responsable de la matazón.
Aclaramos que eso no exime a Alvarado de ser la perfecta mancuerna de
Cortés ya que ambos fueron evidentemente psicópatas. Creemos que la
pregunta correcta debe ser, si un soldado profesional como lo fue Pedro de
Alvarado ¿Es capaz de tomar una decisión tan importante como ordenar una
masacre por iniciativa propia? No lo creemos, pero si así fue, que no lo dijo
Cortés y que Bernal justifica, solo es posible que la tomará siguiendo el
ejemplo que dio su capitán con la pasada masacre de Cholula.
Fuera como fuere, lo que deja en claro es que Hernán Cortés puso el
ejemplo y él es el único responsable de haber desatado una inhumana
violencia.
No hay que confundirse de manera alguna exculpamos a Pedro de Alvarado
que a través de su estancia en América demostró ser un sujeto que actuó
con una impiedad inusitada denotando una evidente psicopatía en su
conducta.
Pedro de Alvarado fue un gran protagonista de la sujeción de diversos
pueblos de Mesoamérica y se recuerdan sus excesos dignos de un psicópata.
Mucho se ha dicho de su inmensa ambición solo comparable con la de su
capitán Hernán Cortés, ambos ambiciosos que buscaron de acuerdo a su
psicopatía ser alguien en ese mundo medieval español. Tiene mucho en
común con Cortés no solo por haber sido capitán del conquistador, aunque
también notorias diferencias, pero no fueron los únicos crueles sujetos que
llegaron a América cometiendo crueldades dignas precisamente de
psicópatas, muchos españoles las cometieron por más que se empecinen
algunos españoles en sostener que es una leyenda negra.
Hemos leído reiteradamente justificando esas psicopatías tan comunes en
esos invasores aventureros, diciendo que eran tan solo hombres de su
tiempo. Pues entonces esa sociedad española que tanto ponderan que según
ellos trajo civilización, resulta que era en verdad una sociedad proclive a
crear sociópatas porque abundaron en estas tierras en sus inicios tales como
Cristóbal Colón y sus hermanos, y muchos otros de una larga lista de
crueles sujetos que cometieron toda clase de abusos y tropelías. Nada de
que enorgullecerse y sí es para avergonzarse.
Ambos Cortés y Alvarado fueron donnadie en España razón por la que
abandonaron la península en busca de cambiar su destino. Ambos fueron en
Cuba terratenientes encomenderos de nativos y obviamente esclavistas que
recibieron su baño de sangre en las arteras masacres de nativos en la isla la
Fernandina hoy Cuba, sin embargo en esa sociedad colonial tampoco eran
alguien, solo un par de aventureros con poca fortuna y en verdad seguían
siendo “nadies”.
Uno de los aspectos que lo diferencia de Cortés, es que no se sabe que fuera
como él un macho cabrío, fama que forjó Hernán Cortés a pulso, Cortés fue
un aficionado fornicador, como dirían ahora un adicto al sexo y en España
será un burlador, cosa que al parecer no fue Pedro de Alvarado.
Se sabe que en Cuba era soltero a pesar de tener en su haber 34 años, no era
ya para nada un jovencito, por el contrario para su tiempo ya era un hombre
mayor al igual que Cortés y cuando se aventuraron en 1519 digamos que no
tenían oportunidad en Cuba de dejar de ser donnadies. Para la época en
verdad llama la atención que fuera soltero y en realidad lo hubiera sido
Cortés si no lo hubieran obligado a contraer nupcias con Catalina la cuñada
de Diego Velázquez, a la que abandonó Cortés para iniciar su aventura.
Eso nos indica un rasgo de la personalidad de ambos ya que eran digamos
solteros en el año de 1519 en que obligado se casó Cortés. Sin embargo
reiteramos que en su conducta sexual diferían, pues se sabe que Pedro de
Alvarado se casó al estilo tlaxcalteca con una princesa hija de Xicoténcatl el
viejo y cuando menos media hermana de Xicoténcatl Axayacatzin al que
ordeno ahorcar Hernán Cortés.
Pedro de Alvarado como fuera se quedó con la princesa llamada
Tecuishuatzin la que fue bautizada como Luisa y se sabe que fue su mujer
durante la llamada conquista de México y que inclusive lo acompañó en sus
conquistas de Guatemala, de Honduras, y El Salvador. Se sabe que esa
pareja procreo dos hijos a mayor llamado Pedro nacido en lo que es la
ciudad de México pero bien pudo ser en Coyoacán fallecido en su infancia
y una hija que bautizaron como Leonor quien vino al mundo en el
campamento español de Utatlán el 22 de marzo de 1524. Doña Leonor
contrajo nupcias con don Pedro de Portocarrero, brazo derecho de Alvarado
y al enviudar, casó con don Francisco de la Cueva.
La mujer de Pedro de Alvarado no fue nunca repudiada por el rubio capitán
y se asegura que vivieron en una casa muy hermosa ubicada en la cuarta
calle oriente en esta ciudad. Doña Luisa falleció en dicha casa en 1536 o
1537 y fue enterrada en la Catedral de Santiago Catedral de San José La
Antigua Guatemala.

Es obvio que doña luisa Xicoténcatl fue su mujer hasta que falleció después
de 27 años de ser la mujer de Pedro de Alvarado y de hecho no se sabe que
anduvo regando hijos por doquier como su capitán Hernán Cortés, lo que
hace una gran diferencia con el llamado conquistador.

De hecho cuando murió D. Luisa se casó Pedro de Alvarado con Francisca


de la Cueva, que era de ascendencia noble ya que fue hija D. Luis de la
Cueva Señor de Solera y emparentada con el duque de Albuquerque con
una nobleza peninsular probada, sin embargo Alvarado nuevamente
enviudó casándose con su cuñada Beatriz de la cueva que fue su esposa
hasta su muerte acontecida a causa de su participación en la guerra del
Mixtón.

Alvarado fuera de ese extraño matrimonio con la hermana de su esposa


finada nada indica que fuera como Hernán Cortés en sus costumbres como
hombre, digamos que no era un macho fornicador. Eso hace una gran
diferencia en la moral de esos dos aventureros, en lo que si fueron iguales
es que ambos lograron ser un alguien en esa España medieval.

Digamos que en su moral diferían Cortés y Alvarado eran diferentes eso lo


decimos porque Cortés si es cierto lo que dice Bernal en relación a la
malinche fue entregada a Portocarrero primero, después resultó que la hizo
su mujer sin saber que pensó el soldado español, obvio a Cortés no le
importó y convivió con ella tanto que procrearon aun hijo que bautizaron
Como Martín. Es óbice que a Cortés la Malinche no le importó ya que
cuando le fue conveniente se deshizo de ella entregándola a Julián de
Jaramillo para que fuera su mujer, finalmente era para él una indígena,
aunque en verdad ella haya sido una pieza fundamental en la conquista.

Si comparamos la conducta entre ambos personajes al parecer Alvarado si


fue capaz de amar a una nativa, D. Luisa la que fue su mujer hasta que ella
falleció, notable diferencia, que es importante para entender quienes fueron
estos dos personajes.

Como hemos visto desde el principio de este texto una característica de los
psicópatas siguen únicamente su propio código moral de conducta, y vemos
las diferenciad de esos códigos entre estos personajes, como fuera la
conducta afectiva con el sexo opuesto difiere, y no por haber sido diferentes
en su conducta con las nativas no exime a Alvarado de su evidente
psicopatía.

Que Pedro de Alvarado fue un sujeto cruel y desalmado ni duda cabe, sin
embargo cuando realizó ciertos actos deleznables hay que determinar si los
realizó por su propia decisión o simplemente como buen soldado que fue,
solamente cumplió órdenes de Cortés.

Alvarado tiene una larga lista de actos de crueldad inusitada, y digamos que
esos son los que se saben por los escritos de los cronistas, lo que también
acontece en el caso de Cortés.

Del capitán general Cortés sabemos una larga lista de crueldades que
realizo tanto con propios y extraños. Recordemos que Cortés se convirtió en
pirata huyendo materialmente de Cuba para evitar ser destituido como
capitán de la expedición, en este acto vemos a un Cortés traidor, que como
dicen los estudiosos de la psicopatía solo atiende a su propia moral y así
decidió seguir por cuenta propia con apoyo de sus traidores capitanes, que
sabían que ahora eran transgresores de las leyes españolas, la pregunta
correcta es ¿qué valores tenían en verdad los españoles de ese tiempo?

Como siempre acontece hubo algunos hombres con otra idea de lealtad y lo
demostraron en la fundación de la villa Rica de la Vera Cruz, ya que hubo
algunos de esos aventureros que vieron que era traición el seguir a Cortés
en una ilegal aventura, y decimos esto porque no tenía la autorización la
expedición para Cortés, en una ilegal empresa ya que no contaba siquiera
con otra autorización de los padres jerónimos más que para explorar y
obtener oro y esclavos, nunca para formar cabildo, realizar conquista y
colonizar. Como dijimos hubo algunos hombres que no estuvieron de
acuerdo y pretendieron apoderarse de un navío para volver a Cuba.

Lo que aconteció es que la intentona fue cruelmente castigada, y Cortés


aprisionó a los cabecillas, a dos los ahorcó a otros ordenó flagelarlos, y al
marino Gonzalo de Umbría lo atormentó ordenando cortarle los dedos de
los pies. Al padre Juan Díaz lo perdonó, pero ya no será de sus confianzas y
cuando pudo se deshizo de él dejándolo en Tlaxcala.

Sus hombres de confianza indiscutiblemente fueron Pedro de Alvarado y


Gonzalo de Sandoval que en todo momento apoyaron a su amigo. Y no se
crea que Sandoval no realizo actos deleznables pero al parecer nunca de la
magnitud de los que realizaron Cortés y Alvarado.

Desde que se formó el cabildo en Veracruz quedaron definidos los roles, sus
brazos fueron los dos amigos mencionados, que simplemente apoyaron las
crueles decisiones de su amigo y capitán por crueles que fueran, inclusive
contra sus propios paisanos.

Alvarado fue sin duda gran protagonista de los excesos de Hernán Cortés,
los que toleró y porque no, quizás hasta los impulsó. Obvio que como
soldado y protagonista de los principales participó desde la masacre de
Centla, porque en verdad eso fue el episodio, él si fue protagonista
comprobado de los acontecimientos, no como el dudoso Bernal Díaz del
Castillo al que se empecinan en considerar una fuente veraz de la conquista.

Los españoles eran inhumanos, no sujetos de su tiempo como algunos


pretenden decir, recordemos que esos hombres medievales ni siquiera les
otorgaban la calidad de seres humanos a los nativos americanos y sus
alianzas con ellos fueron por convenientes mentiras.

Recordaremos otro pasaje de crueldad por parte de los peninsulares, que


aconteció cuando Cortés decidió ir hacia Tenochtitlán, y llevó a sus
esclavos negros e indígenas subiendo por la sierra hacía Zacatlán. Por la
altura sus desnudos indígenas caribeños por el frio enfermaron y
simplemente los dejaron en la sierra para morir a causa del frio, nada
extraño por cierto, ya que como dijimos esos aventureros católicos no les
concedían a los nativos la calidad de seres humanos y por demás denotaron
un desprecio sistemático por la vida de los aborígenes. Cuantos esclavos
cubanos murieron, eso quedara en el misterio pero no el cruel acto que
realizaron los invasores.

La siguiente crueldad en que participaron los peninsulares ya fue con sus


recién obtenidos aliados nativos principalmente tlaxcaltecas. Fue la hazaña
con sello de la casa, una verdadera crueldad ordenada por Cortés, la que
inclusive cuestionaron los religiosos españoles que arribaron a América
como un acto inútil de crueldad inusitada. No hay que confundirse todos los
peninsulares actuaron matando por igual ahombres mujeres ancianos y
niños con sinigual saña y lo peor conminaron a sus aliados a actuar de igual
manera.

Cortés era un psicópata ni duda cabe, y mostró cómo actuar a sus capitanes,
ordenando el aperreamiento de los señores de la ciudad de Cholula los que
fueron destrozados por los fieros alanos, los perros de guerra que tanto
trataron de ocultar los cronistas en sus escritos. Cortés mostro con eso el
ejemplo de cómo deberían actuar sus hombres y obvio que tipos como
Alvarado siguieron su ejemplo pues indudablemente padecieron del mismo
síndrome que su capitán. La historia no puntual olvida el ejemplo de Cortés
y nosotros solo recordamos otro cruel acontecimiento el tormento que
sufrió Coapopoca cacique de Nautlán atormentado y quemado vivo en el
templo mayor conjuntamente con otros guerreros y su hijo por órdenes de
Cortés.

Alvarado fue capitán en esa masacre y comandó la subsecuente del Templo


Mayor en Tenochtitlán y posteriormente ellos participaron en otra masacre
poco comentada en la historia oficializada, en la que ultimaron a los nobles
de la Triple Alianza antes de intentar su huida donde fueron muertos
Cacama y otros nobles, solo salvando la vida algunos que eran convenientes
para los fines de los invasores. Si alguien piensa que ese actuar no es
indigno es porque en verdad tiene el mismo síndrome de la psicopatía.

En qué grado participaron en esa otra masacre los peninsulares, no se sabe


porque nadie relató los detalles de esa crueldad, tan sabían su inhumano
proceder que lo ocultaron.

Sin embargo hay varios hechos que ponen de manifiesto esa crueldad
icónica en las que fue protagonista Pedro de Alvarado, mencionamos su
participación en el tormento de Cuicuicatzin que fue hermano de Cacama y
que quedo como tlatoque cuando su hermano fue aprisionado en
Tenochtitlán, el memorable suceso según relata Alfredo Chavero sucedió
cuando Pedro de Alvarado bajo las órdenes de cortés fue a obtener más oro
a Texcoco, aun ya habiendo obtenido el oro encontrado en el palacio de
Axayácatl y Cuicucaltzin le entregó oro por valor de diez mil castellanos y
para el rubio capitán no fue suficiente y Alvarado lo ató de pies y manos en
un poste como había hecho cortés con Coapopoca, pero en este caso lo
atormento colocando brea o aceite en el estómago y le prendió fuego, esto
fue precursor del tormento sufrido Por Cuauhtémoc, y el texcocano del
tormento perdió la vida. Razón por la que dudamos que en verdad
Cuauhtémoc y Tletepanquetzalzin hayan quedado con vida el día de su
tormento.

Haremos un recuento de algunas crueldades realizadas por el rubio soldado


que solo ante ojos de personas enfermas no son dignas de admiración.
Vemos similar conducta entre Pedro de Alvarado y Hernán Cortés,
evidentemente actos solo atribuibles a verdaderos psicópatas.

Obviamente nos tenemos que referir al tormento de los dos tlatoanis aliados
de la Triple Alianza Cuauhtémoc y Tletepanquetzalzin, a los que según
Bernal Díaz del Castillo les colocaron aceite en pies y manos colocando las
extremidades al fuego, eso lo relató únicamente el cronista mencionado,
pero no describió puntualmente el suceso y Cortés fue omiso en sus Cartas
de Relación por lo que la fuente del acontecimiento simplemente es Bernal.
No cabe duda de que el tormento aconteció, ya que hasta el rey Carlos de
Austria supo que se violó su disposición de que se tratará con dignidad a los
nobles indígenas, sin embargo en estricto sentido no podemos culpar a
Pedro de Alvarado sino al capitán Cortés que se exculpó culpando al
tesorero Julián de Alderete fallecido convenientemente y de manera extraña
para Hernán Cortés.

Nosotros creemos por razones que ya hemos expuesto que ambos


dignatarios murieron el día del tormento por habernos referido al tormento
infringido a Cuicucaltzin hermano de Cacama. Sin embargo dejemos de
lado nuestro parecer y convencidos estamos de la participación del cruel
Alvarado en el suceso, sin pruebas contundentes solo mencionamos lo
similar al tormento del acolhua y que el lector saque sus conclusiones.

Dejemos de lado el tormento a los tlatoanis y veamos algo de la


participación del rubio capitán después de la caída de Tenochtitlán para
formarnos un criterio de su terrible manera de actuar.

Cortés envió a Pedro de Alvarado a sojuzgar al rey de Tuxtepec que no se


sometía a los invasores y salió el rubio capitán el 31 de enero de 1522 a la
conquista de Tuxtepec con treinta y cinco jinetes y ciento cuarenta y Cinco
soldados y obviamente con contingentes de sus aliados indígenas. Nos dice
D. Vicente Riva Palacio que Alvarado por los pueblos donde pasó durante
su recorrido de inmediato dio muestras de su crueldad y ambición, ya que
obligó a los tlatoque a que le entregaran todo el oro que tenían. Para
aquellos que pretenden negar el uso de los perros de guerra, resulta que
Alvarado los tenía dentro de su tropa, a nosotros no nos deja de sorprender
que siempre hay “sorpresas” ya que aparecen nuevos soldados y hasta
perros que nadie dijo como llegaron, pues estamos apenas en enero de
1522. Pues nos da el dato Riva Palacio que Alvarado utilizó a los lebreles,
alanos y mastines arrojándolos para que destrozarán a los caciques nativos,
D. Vicente no proporcionó el número de caciques atacados, sin embargo el
dato es importante ya que Alvarado actuó como lo hizo Cortés en Cholula,
utilizando los feroces canes para atormentar a los tlatoque, actos de
crueldad que nutren la historia negra que los leyendistas pretenden ocultar
que sucedieron y ya estamos viendo que no fueron hachos aislados.

El 4 de Marzo arribó Alvarado a Tuxtepec, y fue recibido por el tlatoque de


la región y lo acompañaba el Padre Bartolomé de Olmedo que le metió
desconfianza al capitán acerca de las intenciones del Tlaloque local. Como
fuera el señor le proporciono a los invasores bastimentos y todo el oro y
plata que tenían, sin embargo nos dice Riva Palacio que eso no fue
suficiente y exigió como en Texcoco mayores cantidades de oro y plata, y al
ya no poder proporcionar más, Alvarado ordenó encerrarlo encadenado en
una habitación, hasta que murió el tlatoque obvio la crónica fue de
españoles sin darnos más datos solo que murió el señor. Con su muerte lo
sucedió su hijo y Alvarado insistió en requerir más oro que según se dice
logro reunir el sucesor.

Siguiendo instrucciones de Cortés, Alvarado traslado la vieja población de


Segura de la Frontera a la zona de Tuxtepec repartiendo encomiendas y
otorgó a indígenas de Tuxtepec, Oaxaca y Coatlán, de Coixtlahuaca,
Tlaxico y Jalapa encomiendas de indios entiéndase en esclavitud. Sin
embargo los nuevos colonos provenientes de la vieja Segura de la Frontera
no les gusto por varias razones la zona por lo que hubo airadas protestas. A
las protestas se unió el descontento de los soldados españoles por la manera
en que Alvarado repartió el oro obtenido durante esa aventura, resultando
que por el descontento algunos de los españoles se conjuraron para dar
muerte a Pedro de Alvarado y a sus hermanos. Uno de los cabecillas fue un
soldado llamado Trebejo que se lo dijo al padre Olmedo suponemos en
confesión y el cura se lo dijo a Alvarado y siguiendo sus cánones de
conducta militar decidió a ahorcar a dos de los cabecillas.
Alvarado incursionó en la Chontalpa Chiapaneca, siguiendo sus tácticas
aprisionó a caciques y con sus inhumanos métodos continuó obteniendo oro
y ya cargado de riqueza decidió volver a Coyoacán y tan pronto abandonó
la región los colonos abandonaron la segunda Segura de la Frontera.
Alvarado actúo como lo que era un psicópata dejando constancia de
crueldad que lo caracteriza a lo largo de su vida, sin embargo evidentemente
fue tolerado por Hernán Cortés que vemos que padeció de los mismos
síntomas de crueldad.

En realidad vemos que Pedro de Alvarado sigue bajo las órdenes de Cortés,
no como se pretende decir que emprendió acciones por su cuenta, eso
resulta una falsedad, y en realidad Hernán Cortés lo mandó hacia el sur para
doblegar otros pueblos, sin embargo la llamada conquista del sur que
protagonizó Pedro de Alvarado tuvo que esperar un tiempo debido a la
llegada al Pánuco de Francisco de Garay y cuando el asunto quedó zanjado
el 6 de diciembre de 1523 salió el rubio capitán hacia nuevas sujeciones de
otros naturales de estas tierras.

En realidad su ejército no tuvo muchos problemas para llegar a Oaxaca solo


hubo un incidente digno de recordar y que fue un encuentro bélico contra
mexicas que estaban todavía apostados en la fortaleza de Oaxtepec en
estado de guerra permanente aun habiendo caído Tenochtitlán, al que nos
dicen llamaban Güelamo, no tenemos noticias puntuales del encuentro pero
no fue pacífico y obviamente salió victorioso Alvarado con la intervención
de sus aliados tlaxcaltecas, suponemos como siempre que hubo masacre ya
que la barbarie de los aliados indígenas de los españoles la había desatado
Cortés.

Después del incidente el ejército de Alvarado continuó la marcha hacia


Tehuantepec, donde fue recibido en paz y avanzó a Zapotitlán donde inició
la resistencia de los nativos, dándose la primera batalla formal en la toma
del paso del río Zalamá y siguieron otras dos conflagraciones donde los
nativos no se rindieron.
Alvarado continuó su avance llegando a Utatlán y después a
Quetzaltenango.
Pedro de Alvarado relató estas aventuras en cartas enviadas a Hernán
Cortés reconociendo a su capitán en su jerarquía, algo que evidencia su
naturaleza de buen soldado y que no actuaba a nombre propio como Lovell
pretende decir.

La historia nos dice que los guerreros de Utatlán no se amedrentaron y


atacaron, y finalmente fueron derrotados pero con un alto costo en vidas de
peninsulares y sus aliados, inclusive los nativos de la región le mataron dos
de sus capitanes a muchos soldados y Pedro de Alvarado recibió una herida
en la pierna que lo dejara cojeando para el resto de su vida.

Después de esas batallas el señor de Utatlán ofreció la paz e invito a los


españoles a alojarse en su ciudad, y los peninsulares llegaron al poblado
pero siempre desconfiado Alvarado hizo campamento a las afueras del
pueblo y Alvarado con esa desconfianza que lo caracterizo pensó en
traición y conforme a su naturaleza el rubio ordenó aprender a Sequechul
señor de la zona. Obvio que como su costumbre lo realizó abusando de la
hospitalidad aunque como siempre los españoles justificarán sus actos de
traición y crueldad. Alvarado simplemente mando apresarle y conforme a
su crueldad patológica lo mando quemar en leña verde.

Resulta óbice que había otras opciones menos crueles se ultimar al cacique
Sequechul, pero él como Cortés no actuaban movidos por una idea de
humanidad o de piedad hacia el nativo, algo muy característico de ellos
como hemos relatado que serán repetidas por Beltrán nuño de Guzmán,
pero no solo ellos tres actuaron con tanta crueldad, sino fue conducta de
abuso generalizado como aconteció en otras conquistas ya en Sudamérica, y
que hoy algunos todavía pretenden negar.

Continuemos con las conquistas de Pedro de Alvarado, nuevamente


veremos que las enemistades de los naturales benefició a los invasores, ya
que los españoles continuaron su campaña sojuzgando a los pueblos
circunvecinos que eran aliados al señor de Utatlán y siendo enemigos de
ellos, los nativos de Guatemala recibieron a Alvarado con alegría y se
unieron a los conquistadores para continuar la conquista.
Ya fortalecido Pedro de Alvarado se dispuso ahora a la conquista de Atitlán
y ellos no se doblegaron, sino que presentaron oposición al mando de su
señor llamado Ahpocaquil, saliendo derrotados, gracias a los indígenas
aliados a ellos que no solo fueron ya de los tlaxcaltecas y sus aliados sino
sumados los nativos de Guatemala y con evidentes actos de crueldad, como
fuera quedó consumada la sujeción de lo que hoy e Guatemala bajo la bota
del cruel capitán español.

Alvarado de hecho detuvo sus conquistas momentáneamente, pero por


diversas causas tuvo que intervenir en la conquista de Honduras y del
Salvador y por muchos se le considera el conquistador de esos ahora países.

Alvarado como dijimos no era un burócrata administrador y así lo menciona


Francisco López de Gómara y a pesar de su cojera permanente, su vida
como soldado siguió con su participación en otras aventuras interviniendo
en las partes que mencionamos, pero no solo en ellas sino trató de
incursionar en las conquistas sudamericanas donde en verdad fracasó,
inclusive digamos que militarmente y su ferviente actividad lo llevó
inclusive a enfrentarse con el cruel Nuño de guzmán en un pasaje donde
inclusive resultó aprisionado por el poderoso conquistador de Occidente,
Guzmán.

Estando ya Hernán cortés radicado en España, Alvarado por su experiencia


fue tomado en cuenta incluso por hombre con prestigio como el primer
virrey Antonio de Mendoza al que auxilio en la llamada guerra del Mixtón
que le costó la vida. Eso nos da una idea más clara del Alvarado soldado ya
que como funcionario de España en América fue un verdadero fracaso,
quizás por eso no estuvo nunca a la altura de su capitán Hernán Cortés
aunque en verdad tampoco se puede hablar de él como un gobernante
exitoso, ya que como tal nunca fue reconocido por la Corona Española.

En realidad Cortés nunca gobernó oficialmente a la nueva España, fue


gobernador de facto y de hecho con su reconocimiento como marqués del
Valle de Oaxaca, fue de plano hecho a un lado por el rey D. Carlos de
Austria, aunque por algunas situaciones volvió a ser reconocido como
capitán general y justicia mayor pero no por mucho tiempo porque en 1527
se nombró la Primera Real audiencia con su presidente el que será su
acérrimo enemigo Beltrán Nuño de Guzmán.
Capítulo 11
Pedro de Alvarado
II

Pedro de Alvarado como gobernante colonial

Mucho se ha dicho acerca de que Pedro de Alvarado buscó alejarse de


Hernán Cortés para lograr su propio reconocimiento. En realidad el rubio
soldado durante la primera etapa que tomaremos desde la llegada de la
expedición de Hernán Cortés hasta lograr la caída de la gran Tenochtitlán,
actuó como su brazo derecho al mando de su capitán y digamos que su
mano izquierda del llamado conquistador fue su leal amigo Gonzalo de
Sandoval, de hecho fueron protagonistas ambos de la destrucción de la
ciudad al mando de peninsulares y de sus aliados indígenas, pero siempre
siguiendo las órdenes de extremeño.
La llamada conquista de Guatemala culminó en 1530 estando Hernán
Cortés en España a causa de su juicio de residencia del que todos sabemos
salió bien librado, inclusive fue reconocido como noble español y
nombrado marqués del Valle de Oaxaca, pero también de plano el nuevo
noble fue de alguna manera hecho de lado para nuevas conquistas, solo la
reina le dio facultades para explorar y conquistar nuevas islas en el océano
nombrado Mar del Sur y se descubrió lo que pensaron era una isla la hoy
llamada Baja California, lo que ocurrió ya estando el cruel Nuño de
Guzmán en estas tierras.
Entre tanto Pedro de Alvarado fue nombrado como adelantado en
Guatemala, e inicia digamos la era de actuar de Pedro de Alvarado digamos
independiente de Hernán Cortés.
En el año de 1527 con la Real Provisión del 18 de diciembre de ese año, y
según el texto de la misma, se infiere que este capitán tal como lo realizó
Cortés envió sus propias Cartas de Relación a los reyes de España; La
primera está fechada en Utatlán el 11 de abril y la segunda el 28 de Julio de
1524 en Santiago de los Caballeros donde hace una relación de sus
campañas en Guatemala, en las que se revela su carácter y el espíritu que
animaba a los conquistadores. Sus « Cartas de Relación de la Conquista
de Guatemala» se imprimieron en Toledo en 1525.
En realidad si no constituyen estas cartas una traición a su capitán, sí
denotan el ideal de Alvarado de ser alguien reconocido por esa sociedad
medieval, y estando como dijimos Cortés en España se aprovechó esta
situación para que los reyes promovieran nuevas expediciones por el
Océano Pacifico y se conoce que la corona suscribió con Pedro de Alvarado
como adelantado de Guatemala sendas capitulaciones la primera en 1532 y
la segunda en 1538.
¿Qué significado tuvo esto? Se puede pensar en que durante la ausencia de
cortés en 1528 que hubo alguna traición por parte el rubio capitán, pero si
no la hubo, si denota al igual que Cortés un afán por ser algún en la
sociedad española de su tiempo y dejar finalmente ser donnadies que eso
eran en verdad.
Como veremos la reina Isabel de Portugal esposa del rey D, Carlos cuando
Cortés había apenas tocado de nueva cuenta las tierras de la Nueva España,
el 5 de agosto de 1532, la Corona, representada por la Reina Juana, y Pedro
de Alvarado, conciertan una Capitulación en Medina del Campo por la que
se dan poderes a Pedro de Alvarado para ir a descubrir y conquistar las islas
en el Mar del Sur.
Se dice que estas capitulaciones recogen el contenido de las capitulaciones
celebradas entre la corona y Francisco de Montejo el 17 de Noviembre de
1526 para la conquista y sujeción delos mayas de Yucatán, aquí abrimos un
paréntesis simplemente para denotar la política de la corona española por
prescindir de Hernán Cortés y evitar que el capitán acumulará más poder.
En las capitulaciones que celebraron la Corona y Alvarado, se refieren
textualmente a las cartas que relató Alvarado sobre sus conquistas en el sur
en Guatemala y por medio de esas capitulaciones lo facultan para descubrir
conquistar y poblar cualquiera isla de la Mar del sur, claro que lo facultan
para conquistar cualquier isla a excepción que ya haya sido reconocida para
otro gobernador.
En el segundo capítulo como fue costumbre la Corona lo nombra
gobernador de todas las islas y conquistas que llegue a realizar y al igual
que como lo realizó con Cortés a la doceava parte de lo que Pedro de
Alvarado descubriese en el Mar del Sur, para él y sus herederos, habida
cuenta por la Corona de los méritos del Adelantado de Guatemala. Todo
ello mientras sea voluntad del Rey de España.
Para mejor ilustrar se dice que como consecuencia de las capitulaciones
referidas hasta el año de 1534, Alvarado se avocó a la construcción de las
naves para la expedición que prepara.
En Carta al Emperador que envió fechada el 1 de septiembre de 1532, le
dice que la armada se compondrá de doce naves y cuatrocientos cincuenta
españoles; de ellos cien son escopeteros y ballesteros, doscientos setenta de
a caballo y el resto de espada y rodela. La expedición se completaría con
buenos pilotos, algunos clérigos, esclavos negros y un gran número de
indios de servicio, con un costo total de cien mil pesos de oro, según indica
Alvarado. A primeros de enero de 1534, Alvarado recibió el permiso real
para hacerse a la mar y la expedición partió el 23 de enero de dicho año,
con Juan Fernández como piloto.
Según las capitulaciones referidas, Alvarado no se apegó a ellas y el rubio
capitán justificó su desacato diciendo que fue arrastrado por fuertes vientos
llegando a la playa de Caraque, provincia de Puerto Viejo, dentro de la
gobernación de Francisco Pizarro, Adelantado, Capitán General y
Gobernador del Perú.
En eso consistió su desacato, puesto que ya había reconocimientos a
terceros para la conquista del sur de acuerdo al as capitulaciones de marras.
Se dice que Alvarado se dirigió a Quito en el actual Ecuador, pero en su
aventura se perdió pasando grandes penalidades y que logró contactar con
Diego de Almagro y estuvieron a punto de una conflagración entre
españoles ya que eran tierras reconocidas a Almagro por los reyes
españoles, y como fuera Pedro de Alvarado finalmente reconoció esa
situación y la imposición de Almagro y Pizarro, teniendo que abandonar esa
misión el 26 de agosto de 1534, vendiendo su armada dejando a sus
soldados españoles y a los indios aliados que llevó, inclusive Tlaxcaltecas,
al mando de Almagro y Pizarro. Se dice que salió de la región casi solo y en
secreto.
En realidad no será la anterior la única intromisión de Alvarado en tierras
ya reconocidas por la Corona a terceros, ya había el antecedente de que
Alvarado intervino en otras aventuras ya que en Noviembre de 1535 cuando
ya la real Audiencia en México comienza el juicio de residencia contra el
rubio capitán.
La historia dice que el tesorero real de Honduras, García de Celís, acudió a
Guatemala pidiendo ayuda a Pedro de Alvarado para pacificar la región.
Alvarado sabía que Francisco de Montejo, Adelantado de Yucatán y
Cozumel, antiguo compañero de armas de Alvarado, había sido nombrado
gobernador de Hibueras y Honduras. El Virrey de Méjico, Antonio de
Mendoza, había propuesto a Alvarado, el cambio de la gobernación de éstas
por la de Chiapa, que pertenecía a Alvarado. Éste decidió entrar en
Honduras e Hibueras, ya que obraba a su favor un permiso real para fundar
un puerto en el Mar Caribe, en concreto el Puerto de Caballos, ya que
Guatemala sólo tenía salida natural al Océano Pacífico.
Primer Juicio de Residencia contra Pedro de Alvarado.
La historia nos dice que el 27 de octubre de 1535 la Real audiencia de
México decidió iniciar un primer juicio de residencia contra Pedro de
Alvarado siendo aun simplemente adelantado de Guatemala y para el efecto
mandó al juez de residencia el licenciado Alonso de Maldonado,
obviamente se pregonó el procedimiento pudiendo acudir a denunciarlo
cualquiera que se considerará agraviado, y tenía especial relación con su
frustrada aventura en el Perú, ya que realizó muchos compromisos con
digamos civiles obteniendo prestamos paras su aventura y los acreedores
obviamente acudieron a denunciar exigiendo el dinero que les debía, y
aunque había motivos por sus excesos contra los naturales salió bien
librado, pero se centró en la cuestión de haber llevado muchos indígenas de
Guatemala y aunque no se mencionan obvio que llevó tlaxcaltecas a su
aventura en Sudamérica.
Se sabe que se suspendió la función oficial de Alvarado pasando la misma
al juez de residencia. Se otorgaba un plazo de cincuenta días para recibir las
denuncias de acuerdo a la norma aplicable, pero nadie realizó denuncia
alguna, Alvarado simplemente pago o se comprometió dando parte de sus
deudas y por otra parte como aconteció con Cortés nadie lo denuncio por
sus maltrato a los nativos, obviamente eran personajes poderosos que
contaban con muchos incondicionales y los temores impidieron que hubiera
denuncios por sus crueldades.
Eso demuestra la inutilidad práctica de esos juicios, de hecho nunca dieron
resultado, pues no conocemos en cuando menos en Mesoamérica una
sentencia justa y condenatoria, la pregunta es ¿para que servían esos
juicios?
El juez Maldonado sin ningún éxito tuvo que volver a México sin denuncia
alguna, eso quizás sea un verdadero antecedente de la impunidad que se
vive en América hasta ahora.
Nuevas aventuras de Pedro de Alvarado
El año de 1535 terminó saliendo bien librado Alvarado de su juicio y para
finales de 1536 sale Alvarado para Santiago de los Caballeros con una
armada, con la intención de descubrir nuevas tierras en al llamado Mar del
Sur, lo acompañan ochenta españoles y tres mil indígenas en sus tropas, sin
embargo la historia nos dice que su expedición llegó a las Hibueras o sea a
Honduras para reducir a los nativos sublevados de los valles de Naco y
Ulúa y en esa aventura aparece Gonzalo Guerrero el español que naufragó
en la expedición de Diego Nicuesa, de la que se sabe que solamente
quedaron vivos Jerónimo de Agilar y Gonzalo guerrero que se asimiló a los
mayas de Chetumal.
Gonzalo Guerrero es un caso único, ya que apreció lo que los mayas le
ofrecieron y se casó con la hija del cacique maya de Chetumal y actuó con
ellos como comandante de los nativos que acudieron en ayuda de los
sublevados por vía acuática para llegar a Honduras. En un duro combate
contra los españoles Gonzalo Guerrero perdió la vida alcanzado por una
bala de un arcabuz de los enemigos españoles poniendo fin a la vida del
español que se volvió maya.
Como fuera Pedro de Alvarado venció a los sublevados logrando la
pacificación de la región.
Segundo juicio de residencia de Pedro de Alvarado.
Terminada la pacificación de Honduras la Real audiencia nuevamente
envió al juez Alonso Maldonado para instaurar un segundo juicio al capitán
y aquí nos podemos dar cuenta de lo fácil que era para los ahora poderosos
conquistadores hacer caso omiso a los funcionarios españoles en América y
siguiendo Alvarado el ejemplo de Hernán Cortés que en 1528 había ido a
España, Alvarado realiza la misma acción, saliendo para la península a
mediados de 1536 para resolver sus asuntos legales directamente en la
Corte Española.
Obviamente que salió bien librado el rubio capitán de las acusaciones, lo
que demuestra lo laxo de la justicia española de ese entonces, quedando
como siempre impunes toda su violencia ejercida contra los naturales y
aunque no obtuvo como Hernán Cortés un título nobiliario, sí obtuvo
nuevas capitulaciones del reino para realizar nuevas digamos aventuras
consiguiendo el 16 de abril de 1538 facultades más amplias que las que
tuvo en las capitulaciones de 1532.
De hecho obtuvo fondos para costear sus nuevas expediciones, lo que nos
deja en claro que a pesar de las leyes protectoras de los indígenas estas solo
quedaron en buenas intenciones.
Alvarado partió de España en el año de 1539 impune y con ampliadas
facultades otorgadas por la Corona Española. Los españoles obviamente
ponderan a Pedro de Alvarado diciendo que era inteligente y que tenía
facilidad de palabra lo que le permitió salir airoso de sus procesos legales,
nosotros lo vemos desde otra perspectiva, y lo entendemos como una
justicia laxa poco interesada en realizar justicia y que denota que en
realidad a la corona no le importaba la suerte de los nativos, sino que
buscaba otros fines que no son otra cosa que obtener riqueza para lo que
hoy ponderan los españoles como imperio.
Increíblemente las capitulaciones obtenidas por Alvarado a pesar de su
icónica crueldad son superiores a las obtenidas hasta ese entonces por
español alguno incluyendo al propio Cortés, y por lo mismo provocó
envidas inclusive del propio virrey Antonio de Mendoza, ya que ellos
decían tener derechos sobre descubrimientos y conquistas en el entonces
llamado Mar del Sur.
Es de llamar la atención que las capitulaciones para Alvarado fueron
firmadas por la verdadera reina D. Juana ya que como es sabido Carlos I era
rey de facto mientras viviera su madre, por eso hemos sostenido que el
extranjero rey tenía su propio imperio fuera del llamado reino castellano, ya
que heredó a su padre Fernando el católico Aragón y otras digamos tierras
que no eran del peculio de D. Juana de Zaragoza , inclusive lo que quedaba
del Sacro Imperio perteneció a Carlos no a Castilla, así como la corona de
Alemania que otorgó a su incómodo hermano pero esta quedó en el sacro
imperio.
En estas condiciones siquiera podemos hablar formalmente de una España
unida que se dará hasta la muerte de la reina de Castilla en que herede el
trono Carlos I.
Ese documento facultó al cruel conquistador Pedro de Alvarado al
descubrimiento y conquista hacia el poniente del Mar del Sur, en realidad lo
facultó para que inicie la referida aventura la que se le otorgó por veinte
años conforme a la costumbre peninsular y a las Leyes de Indias.
No es objetivo de este texto dichas capitulaciones, sino queremos resaltar
que la corona prefirió privilegiar sus intereses sobre las crueldades
evidentes de los llamados conquistadores.
En realidad de dichas capitulaciones se extrae el reconocimiento para
Alvarado como conquistador de Guatemala, pero también debe resaltarse
que la Corte Española no ignoró que Alvarado estaba sujeto a un juicio, lo
que denota para nosotros la poca importancia que esos juicios en la realidad
tenían. Inclusive a Alvarado lo protegen al indicar que no sea separado del
cargo de gobernador de Guatemala ¿cómo tomar eso? Y tan sólo dicen que
se someta al juicio pendiente. La respuesta la tiene el lector.
Ahora analicemos otra de las peticiones de Alvarado a los reyes, algo poco
sabido, además de pedir cierto porcentaje como la costumbre impuso,
solicito ser considerado conde o duque, lo que pone de manifiesto que al
igual que Cortés no tan solo los movía la ambición desmedida, sino que
buscaron ser considerados “alguien” en esa sociedad medieval que se
negaba a entrar en el renacimiento.
En las capitulaciones de marras quedó pendiente ese reconocimiento, lo que
debió ser frustrante para Alvarado que mientras no realizará conquistas en
su nueva aventura siguió siendo un donnadie.
Fuera de esa salvedad que debió ser un duro golpe a la psicopatía de
Alvarado se le reconocieron, si las lograba, grandes concesiones pero lo
importante es que se le reconoció como conquistador y gobernador de
Guatemala lo que evidentemente no llenó sus aspiraciones como aconteció
con su capitán Hernán Cortés.
En realidad dichas capitulaciones a fin de cuentas son a futuro, pero sujetas
o condicionadas a que las logre el rubio capitán. Destaca la rogatoria de
Alvarado en que la corona le deje los indios que tenía en una encomienda y
conociendo al gobernador de seguro era esclavitud disfrazada y pide que si
se realiza el hipotético previsto en las capitulaciones se le concedan nuevas
encomiendas, sin embargo la corona nada resolvió al respecto, dejando el
asunto hasta que se realizaran los supuestos de las mismas capitulaciones.
Pero el conquistador siempre ambicioso solicitó se le hiciera gobernador
también de Honduras aduciendo que él descubrió Puerto Caballos en la
gobernación de Honduras. Sin embargo no se lo conceden en tanto no se dé
su segundo juicio de residencia, pero eso resulta contradictorio, pues la
corona sigue reconociendo méritos al conquistador aun estando pendiente
ese proceso, lo que a nuestra manera de ver las cosas todo constituyó una
verdadera farsa.
Eso lo afirmamos pues resulta que la corona española da licencia y facultad
a Alvarado para que de los Reinos de la Corona de Castilla o del Reino de
Portugal pueda llevar para la armada que prepara, siendo oficiales las obras,
ciento cincuenta esclavos negros, libres de todos los derechos, tanto de los
dos ducados de licencia por cada uno de ellos como del almojarifazgo y
otros tributos, siempre que Alvarado, en el plazo de veinte meses, envíe al
Consejo de Indias testimonio firmado de los oficiales de la provincia de
Guatemala, que indique cómo los envía en la armada o cómo los tiene
trabajando en el astillero. Si no los envía a la expedición por el Mar del Sur
o no los dedica a las obras de la armada, Alvarado tendrá que pagar seis mil
maravedís por los derechos de cada uno de los esclavos. Por último, en este
capítulo, la Reina promete dar licencia para llevar más esclavos negros una
vez que haya hecho el dicho descubrimiento.
En el siguiente apartado, la Corona establece: que se darán cartas a los
Gobernadores y otras justicias de los puertos, costas e islas de las Indias
donde fueren a parar los navíos que Alvarado enviare en el descubrimiento
del Mar del Sur para que la gente de la expedición sea bien tratada y
favorecida. (Del texto de dichas capitulaciones).
Alvarado pidió que se le otorgará un reconocimiento similar al de Hernán
Cortés, lo que denota sino envidia, sí un afán de ser alguien que se le está
negando y todo queda en promesa hasta después del juicio de residencia,
algo más que absurdo que oculta otros intereses de la Corona Española
evidentemente, ya que a nuestro parecer resulta contradictorio que se le
otorguen facultades y al mismo tiempo se refieran a un juicio pendiente, lo
que obviamente debió ser frustrante para el capitán, de todas maneras no se
le dio el mismo trato que a su capitán Cortés aunque la merced concedida al
rubio personaje haya sido sumamente amplia y esplendida.
Con la llegada del primer virrey a la Nueva España don Antonio de
Mendoza en octubre de 1535 digamos que inicia una nueva era en lo que se
llama la colonia, ya que la Real Audiencia quedó bajo el gobierno del virrey
que era el representante en la Nueva España del rey y es un acto muy
significativo para los tres conquistadores de México incluido Nuño de
Guzmán como veremos adelante.
Hernán Cortés había finalmente dejado de ser donnadie, era flamante
marqués, sin embargo su hacienda e intereses estaban en la Nueva España y
al regresar su importancia estaba en la colonia no en la Corte Española, es
cierto tenía ya el título nobiliario que fue su verdadero anhelo, pero quedó
fuera de la sociedad que por un tiempo lo admiró. Cortés regresó a la Nueva
España digamos que como el hombre fuerte de la colonia, seguía ejerciendo
grandes cuotas de poder a pesar de los esfuerzos de la Primera Real
Audiencia por despojarlo de todo, bienes y poderío, mismos que recuperó.
Con la Segunda Real Audiencia de alguna manera vio mermado su poder
aunque conservó el ser capitán general y justicia mayor y por demás
marqués, y como fuera estaba alejado de España, por lo que en realidad era
una supuesta hazaña pero no gozaba en su tierra ser alguien, digamos que es
una frustración que trato diez años más tarde de remediar volviendo a
España definitivamente, pero en realidad no gozó ser alguien porque resultó
desdeñado por los que en un tiempo admiraron su gran hazaña. No sabemos
qué pensó el ilustre capitán, pero bien se pudo haber arrepentido de no
formar un reino independiente que bien pudo consolidar como rey,
obtendría el apoyo de los poderosos enemigos de su extranjero rey, pero eso
entra en el terreno de la especulación.
En realidad Cortés fue perdiendo poder y tuvo conflictos con la nueva
audiencia por la cuestión de la interpretación acerca de los 23 000 vasallos
concedidos por el rey y además estuvo ocupado con la administración de su
enorme marquesado, y con la idea de los descubrimientos del Mar del Sur
que llegaron hasta la hoy Baja California que por ese entonces pensaron que
era una isla, en otros escritos nos referimos a esa empresa.
Cortés ya no fue el hombre fuerte de la Nueva España, como fuera eso
quedó patente con la llegada del primer Virrey D. Antonio de Mendoza. La
realidad es que mientras Cortés vio disminuida su influencia y poder, Pedro
de Alvarado incrementaba el propio. Como fuera al rubio le reconocieron
como conquistador de Guatemala algo que nunca logró cortés para la Nueva
España, en tanto Alvarado no lograba ser alguien como Cortés en esa
sociedad verdaderamente medieval, algo que resulta paradójico.
Como vemos según esas capitulaciones de 1538 hubo duplicidad y envidias
y por supuesto resabios, inclusive del mismo Cortés al que la reina consorte
le otorgó capitulaciones para explorar y conquistar las islas del Mar del Sur.
La Corona se había decantado por Alvarado, desechando otros
conquistadores que también reclamaban esa tierra como suya: Hernán
Cortés, Hernando de Soto, Nuño de Beltrán o el mismo Antonio de
Mendoza, virrey de México, con el que Alvarado había llegado a un
concierto, que se recoge en la Capitulación, de cederle una tercera parte de
las tierras y tesoros que encuentre. Permaneció en España hasta 1539; no
iba sobrado de dinero, pero su fama, las riquezas que pensaba descubrir y el
buen predicamento que gozaba en la Corte consiguieron abrirle nuevos
préstamos, tan necesitado que estaba de dinero.
Es evidente la política española para evitar concentraciones de poder siendo
los mencionados los destinatarios de esa política de dividir el poder. Vemos
claramente que al capitán de Cortés lo encumbran los reyes en detrimento
de los conquistadores Nuño de Guzmán y del propio Hernán Cortés
inclusive del virrey, situación que se resolvió de esta manera según
obtuvimos de un texto acerca de las capitulaciones de 1538 proveniente de
la Revista de estudios histórico jurídicos número 27 que nos indica lo
siguiente:
“En la Capitulación de 1538 ya se recogía que el Virrey Mendoza
participaría en la expedición en una tercera parte. El 29 de noviembre de
1540 se asentaron capitulaciones entre el Virrey Mendoza y el Adelantado
Alvarado, haciendo de mediador fray Marcos de Niza, y actuando como
testigos el Obispo de Guatemala, Francisco Marroquín y el juez de la
Audiencia de Méjico, Alonso de Maldonado. Andaba el Virrey empeñado
en descubrir las quiméricas siete ciudades de Cíbola, que el visionario
franciscano fray Marcos de Niza creía haber vislumbrado en el actual
Nuevo Méjico. Y para ello remitió dos expediciones, una terrestre, al
mando de Francisco de Coronado y otra marítima, con el Adelantado en el
territorio, Mendoza veía la ocasión para alcanzar su propósito. Mendoza se
comprometió a otorgar a Alvarado parte de las regiones descubiertas en las
expediciones que se habían realizado por mandato del Virrey en las costas
del noroeste de Méjico. Alvarado hizo concesión a Mendoza de una tercera
parte de la Capitulación que tenía acordada con Su Majestad y de la armada
que había construido. En adelante, todos los gastos resultantes, tanto en mar
como en tierra, los afrontaría el Virrey de Méjico en un tercio”.
Lo anterior tuvo como antecedentes que entre ambos personajes ya habían
hecho un acuerdo con el Virrey de la Nueva España, don Antonio de
Mendoza, por el cual éste compartiría las ganancias de la expedición,
llevándose el Virrey un tercio. La Reina se hace eco de ello y ordena dar
cédula a don Antonio de Mendoza para que Alvarado lo reciba por
compañero en la dicha tercera parte, conforme al acuerdo que ambos habían
llegado, el acuerdo final al que llegan el Adelantado Alvarado y el Virrey
de Nueva España es que ambos participen en la armada y en los provechos
por mitad.
Dejemos de lado esas capitulaciones y continuemos con la vida de Alvarado
sin ser biografía solo nos circunscribimos a hechos relevantes para
determinar su patología evidente.
Llama la atención que Alvarado haya vivido con su mujer nativa de
Tlaxcala hasta su fallecimiento, tema que ya tocamos, pero también dijimos
que enviudó de su segunda mujer casándose con su cuñada Beatriz de la
Cueva y para nosotros denota su enfermizo anhelo de ser alguien para esa
España medieval
El 17 de octubre de 1538, Pedro de Alvarado contrae matrimonio con
doña Beatriz de la Cueva, esto es, la hermana de su difunta mujer. Según el
ordenamiento de la época, el casamiento necesitaba de dispensa papal al
mediar íntimos lazos sanguíneos entre la anterior y su futura cónyuge. Sin
embargo, ello no supuso problema alguno gracias a la intervención del
secretario personal de Carlos I, don Francisco de los Cobos, tío de la novia.
El propio Emperador se interesó por el tema e hizo donación de mil
quinientos pesos de oro como dote a la novia. Misma Fuente referida que
nos indica que de alguna manera sigue los pasos de Cortés tratando de
llegar a ser alguien pero sin lograr su anhelado título nobiliario propio.
Después de haber obtenido sus amplias capitulaciones referidas. Alvarado
incansable preparó su expedición hacia el Mar del Sur, recabando informes
por parte de Andrés de Urdaneta que fue parte de las tripulaciones de
Loaisa y de Elcano y Urdaneta lo acompañó a Guatemala.
Alvarado sale de Sanlúcar de Barrameda, en enero de 1539, Alvarado
ordena hacerse a la mar rumbo a las Indias, con tres embarcaciones,
la Santa Catalina, la Santa María de Guadalupe y la Trinidad. Llevaba en
ellas más de trescientas personas, la mayoría hombres de guerra, que había
contratado para su expedición en el Mar del Sur. El 2 de abril de 1539
arribó la flotilla, sin más inconvenientes, a Puerto Caballos en la provincia
de Honduras, puerto que encontraron abandonado y sin presencia de
españoles por las cercanías. El día 4 de abril escribe Alvarado al
Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros pidiendo ayuda para socorro de
la gente que traía y el mayor número de indios de servicio.
En realidad esa ida a las indias no se dio por diversas causas, la realidad es
que pasó cinco meses en Honduras los que fueron de sufrimiento para los
naturales de la región por la consabida crueldad de Pedro de Alvarado.
Según un memorial dice que la llegada de un adelantado enviado por el
oidor Maldonado que vino a aliviar los sufrimientos del pueblo. Pronto
cesó el lavado de oro, se suspendió el tributo de muchachas y muchachos.
Pronto también cesaron las muertes por el fuego y en la horca, y cesaron los
despojos en los caminos por parte de los castellanos. Pronto volvieron a
verse transitados los caminos por la gente como lo eran antes de que
comenzara el tributo.
Sin embargo Alvarado portaba una Real Orden por la cual Maldonado debía
devolverle el mando de la gobernación que había ejercido interinamente. La
intranquilidad se apoderó de los indígenas y de nuevo fueron utilizados
inhumanamente en el acarreo de velas, aparejos, anclas, artillería y otros
materiales desde la costa atlántica hasta el puerto de Iztapa, en el Océano
Pacífico. Algunos naturales huyeron y otros se resistieron a los trabajos
impuestos por Pedro de Alvarado.
El 4 de abril de 1539 bajó Alvarado a tierra en Puerto Caballos y, muy
pronto, antes de marchar a Santiago de los Caballeros de Guatemala, surgió
el inevitable conflicto entre el Adelantado de Guatemala, Pedro de
Alvarado, y el Adelantado del Yucatán y Cozumel, Francisco de Montejo,
por Capitulación de 8 de diciembre de 1526. Pedro de Alvarado era
portador de una serie de Reales Cédulas que había obtenido en la Península
y que le otorgaban la gobernación de Hibueras-Honduras a cambio de la
gobernación de Chiapa a favor de Alvarado, se obligaba a Montejo a
devolverle todos los indios que en 1536 se había repartido a su favor, se
daban por nulos los repartimientos de indios realizados por Montejo y
quedaban válidos los hechos por Alvarado. Además, se obligaba a Montejo
a pagar una buena cantidad a Alvarado por las pérdidas en las minas de su
propiedad. Ambos Adelantados se reunieron en la villa de Gracias a Dios.
Montejo se consideraba injustamente agraviado e hizo todo lo posible por
no entregar la gobernación de Hibueras-Honduras a Alvarado. Había escrito
varias cartas al emperador, en las que se quejaba del mal trato recibido por
Alvarado, acusándole de los excesos cometidos en las Hibueras y
demostrando que él era realmente el pacificador y conquistador de la
gobernación. Había gastado mucho tiempo y dinero en poner en orden las
provincias de Hibueras y Honduras y, ahora se le quitaba todo para
entregárselo a Alvarado, quien había dejado la tierra alzada y dividida. Por
su parte, Alvarado escribió al Emperador acusando a Montejo de resistirse a
cumplir las Reales Cédulas. Finalmente, el Adelantado de Yucatán y
Cozumel no tuvo más remedio que ceder y el 1 de agosto de 1539 suscribe
un pacto con Alvarado, por el que intercambiaban las gobernaciones de
Honduras-Hibueras y Chiapa. Alvarado cedía a Montejo el gran
repartimiento de indios que poseía en Xochimilco, en Méjico, le perdonaba
la deuda de 17.000 pesos de oro y se obligaba a pagarle 2.000 pesos por la
diferencia de valor de las provincias intercambiadas. Enviaron a la Corona
el acuerdo para su aprobación y, acto seguido, los oficiales reales otorgaron
a Alvarado la gobernación de Honduras-Hibueras, concesión confirmada
por Real Cédula de septiembre de 1539. A partir de entonces, la
gobernación de Alvarado quedó ampliada a la extensísima gobernación de
Honduras, consiguiendo la conexión de su gobernación de Guatemala con
los puertos del Mar del Norte (el Mar Caribe). Conseguido su propósito,
Alvarado regresó a Guatemala, dejando como teniente de gobernador al
experimentado y capaz capitán Alonso de Cáceres, el cual, hasta 1541,
desarrolló una fecunda labor de población y pacificación.
Pedro de Alvarado estuvo en Honduras cinco meses, solucionando los
problemas y por un tiempo se dedicó a gobernar, pero eso no era lo suyo y
pronto volvió a la aventura y decidió nuevamente aventurarse la Mar del
Sur. En agosto de 1540 salió Alvarado del puerto de Acajutla, con su
armada de once navíos en las costas de El Salvador, y costeando hacia el
norte, llegó al puerto de la Purificación, de la provincia de Jalisco en
México, donde hizo más acopio de bastimentos y soldados.
El Virrey de la Nueva España, don Antonio de Mendoza se enteró del arribo
de la expedición de Alvarado y se maravilló de cómo había podido
construir tan gran armada. Tanto el virrey como el adelantado Alvarado
tenían interés en una nueva expedición y se encontraron ambos en
Michoacán y se pusieron de acurdo para ser socios de la empresa hacia el
Mar del Sur y decidieron dividir la armada en dos partes. El objetivo común
era descubrir una ruta viable hacia las islas Filipinas y las Molucas para
realizar un tornaviaje las costas de la Nueva España. Se sabe que Alvarado
escribió una misiva al rey informando de las expediciones, pero le recordó
al monarca que según las capitulaciones de 1538 impedían a cualquier
tercero realizar expedición alguna. En realidad Alvarado supo que Hernán
Cortés estaba interesado en realizar su propia expedición, solicitando que se
evite un pleito con su otrora capitán. No sabemos en realidad si Cortés tenía
interés en una nueva expedición, ya que en ese año de 1541 partió para
residir en España, pero nos llama la atención la duplicidad con que actuó la
corona Española, ya que recordemos que la reina consorte Isabel de
Portugal actuando como regente había otorgado capitulaciones al
conquistador para explorar y encontrar islas en el Mar del Sur, recordemos
que ya había financiado la expedición para lo que hoy es Baja California y
por lo tanto el capitán evidentemente tenía derecho para realizar por su
cuenta cualquier expedición en el llamado Mar del Sur. No hay nada que
nos diga que Cortés tenía intención de realizar otra expedición, sin embargo
parece ser que le causó gran disgusto al todavía capitán general que le
hayan mermado su autoridad y algunos dicen que al ver disminuida su
influencia decidió irse para España y más que para ese entonces el
extremeño era un hombre inmensamente rico y la decisión de irse a radicar
a España no la consideramos como un arrebato simplemente, sino debió ser
debidamente meditada, en realidad esa carta que envió Alvarado al rey D.
Carlos solo demuestra el afán de obtener el reconocimiento de ser
finalmente considerado alguien lo que se le negaba a pesar de su riqueza y
de ser gobernador de las partes que él conquistó.
Nos dice la historia que posteriormente a esa carta decide no enrolarse en la
expedición en el Mar del Sur, aunque esta se llevaría sin su presencia, no
sabemos tampoco que lo motivó a cambiar su decisión y se le achaca
simplemente a su espíritu aventurero el caso es que decidió volver a
Guatemala.
Todo eso acontecía en el año de 1541 y especulando un tanto, debió ser
todo un acontecimiento el que Hernán Cortés dejara la Nueva España, y
como dijimos no pudo ser una decisión repentina, sino largamente pensada
y que no podía mantenerse en secrecía, ya que implicaba muchos actos
legales, inclusive nombrar administradores y otorgar poderes legales, por lo
que era imposible que un acontecimiento de ese nivel e importancia pasara
desapercibido en esa pequeña sociedad colonial. No sabemos en realidad de
desavenencias entre Cortés y Alvarado, solo conocemos que el rubio
conquistador anhelaba tener un reconocimiento como de su antiguo capitán,
resumido en llegar a ser alguien y como fuera Cortés le hizo “sombra”,
como fuera era una oportunidad de llenar el hueco que dejaba el extremeño
y eso explique el abandonar la expedición el Mar del Sur por parte de Pedro
de Alvarado.
Como fuera sabemos que Alvarado tuvo graves problemas con Nuño de
Guzmán, llegando al grado de pedir el rubio batirse en duelo y lo único que
obtuvo fue ser apresado por el en ese entonces poderoso Beltrán. Como
fuera según parece fue leal a su amigo y compañero Cortés, por eso extraña
su carta al monarca, la cual posiblemente fue inútil ya que estimamos que
Cortés quería ser Alguien en España cosa que se le negó como sabemos ya
que nunca formó parte dela corte de su extranjero rey.
Sin haber constancias de alguna traición por parte de Alvarado hacia
Cortés, sí sabemos que estrechó sus lazos digamos de amistad, con el Virrey
Antonio de Mendoza, a grado de que llegaron a ser socios en la nueva
exploración del Mar del Sur y con la ausencia de Cortés en la Nueva
España se le presentaba una oportunidad de ser alguien en su patria.
Como fuera también con el virrey lo unía el enemigo de ambos personajes,
el cruel Nuño de Guzmán, el que fue apresado en 1539 siendo gobierno del
primer virrey y como fuera sin Beltrán Nuño de Guzmán y sin Hernán
Cortés el único hombre con talento y prestigio como conquistador en la
Nueva España era Pedro de Alvarado. Nos parece una lógica explicación
esta situación para el cambio de decisión del capitán para dejar de ir a la
expedición del Mar del Sur que con tanto esfuerzo había organizado.
La Muerte de Pedro de Alvarado.
Con la aprensión de Beltrán Nuño de Guzmán y siendo mandado a España
el capitán que fue ese cruel hombre, Cristóbal de Oñate tomó el interinato
de Nueva Galicia sin embargo por las icónicas crueldades cometidas por el
conquistador de occidente iniciaron los levantamiento de los nativos de la
región, siendo de tal magnitud la revuelta que Oñate tuvo que pedir apoyo
al virrey. Entre tanto Pedro de Alvarado iba hacia la región en rebeldía por
el llamado Mar del Sur, lo que se supo en el puerto de la Navidad hoy en el
estado mexicano de Colima y al saberlo Juan Fernández de Hijar escribió
de inmediato a Alvarado poniéndolo al tanto de la desesperada situación en
que estaban por la llamada Revuelta de los Caxcanes y de los Chichimecas.
Recibió la misiva el rubio capitán y de inmediato tomó la decisión de
realizar el desembarco y acudir en auxilio de Cristóbal de Oñate.
El episodio tiene muchas aristas ya que se habla de casualidad que
Alvarado se encontrara en el Puerto de Navidad, ya que se dice que o bien
esperaba una fragata o la estaban preparando para continuar su aventura por
el Mar del Sur y ahí fue donde recibió la carta donde le solicitaron auxilio.
Como dijimos de seguro la noticia de que Hernán Cortés dejaba la Nueva
España constituía una verdadera oportunidad para Pedro de Alvarado, ya
que sin los conquistadores Cortés y Nuño de Guzmán y la revuelta de los
caxcanes y chichimecas era en verdad una gran oportunidad para brillar
como su apodo Tonatiuh, como sol y sin dudar decidió acudiró en auxilio de
Juan Fernández de Hijar para conjurar a los sublevados y Ordenó a
cincuenta de sus soldados que auxilirán al capitán Fernández, también envió
otros veinticinco hombres a Ezatlán y otros tantos hacia el valle de Tonalá,
dejando en Zapotlán otros cincuenta soldados y él se dirigió a Guadalajara
al mando de los cien hombres.
La revuelta fue el final de la expedición que había reunido Alvarado. Lo
que nos indica que en verdad quería llenar el vacío dejado por Hernán
Cortés y Nuño de Guzmán, era una gran oportunidad de ser finalmente
alguien importante en esa sociedad española todavía medieval.
El 12 de junio de ese año de 1541 llegó a Guadalajara y se dice que estaba
seguro de que él podría conjurar la revuelta, que finalmente se conocerá
como la guerra del Mixtón. Oñate trató de hacer reflexionar al rubio capitán
de que esperara los refuerzos que mandaría el virrey, sin embargo Alvarado
culpó a Oñate de la apremiante situación y decidió salir en campaña contra
los nativos sublevados con tan solo sus soldados. Oñate le pidió que
esperarán a que la temporada de lluvias terminara para juntos salir a
conjurar la revuelta, siendo en vano el hacerlo cambiar de opinión.
Alvarado se acercó el 24 de junio de 1541 al pueblo y peñol de Nochistlán y
lo encontró muy bien defendido por siete muros bien construidos y fuertes.
En realidad eran siete albarradas que fortificaban a los rebeldes a la entrada
del pueblo de Nochistlán que resistió los embates de los españoles, lo que
obligó a los atacantes a contraatacar furiosamente y así llegaron a una
empinada cuesta y con dificultad pudieron trepar. El capitán Montoya iba
en su corcel tratando de subir la empinada cuesta y detrás de él iba Pedro
De Alvarado, se dice que el caballo de Montoya tropezó cayendo por la
loma y con la inercia de la caída rodó llevándose entre las patas a Alvarado
con su montura, y se afirma que con la caída sufrió graves lesiones, a tal
grado que lo recogieron moribundo y echando sangre por la boca y así fue
llevado al pueblo de Atenguillo el día 24 de junio. Alvarado vivió catorce
días entre fuertes dolores que aguantó a causa de ingerir alcohol y otras
drogas proporcionadas por un chamán local y falleció el día 4 de julio de
1541.
No dejaremos en este texto de transcribir lo que dijo Bernal Díaz del
Castillo acerca de la Muerte de Pedro de Alvarado, como siempre
haciéndose parecer protagonista como es su costumbre, lo que nos hizo
dudar de lo veraz de su libro, ya que como hemos dicho resulta siempre
protagonista en todos los hechos sobresalientes, lo que evidentemente es
una gran mentira porque como alguna vez dijimos nunca lo menciono
Cortés ni tampoco Alvarado, es una bonita novela pero como sea le dan
credibilidad.
Así describe Bernal la muerte de Pedro de Alvarado:
"Y luego el don Pedro de Alvarado fue al puerto de la Navidad, que ansí se
nombra, donde en aquella sazón estaban todos sus navíos y soldados, para
que por su mano fuese despachados. E ya questaban para de hacer a la vela
le vino una carta que le envió un Cristóbal de Oñate, questaba por capitán
de ciertos soldados en algunos peñoles que estaban en Cochistlán, y lo que
envió a decir que pues es servicio de Su Majestad que vaya a socorrer a su
persona y soldados porque está cercado que si no son socorridos no se
podrá defender de muchos escuadrones de indios guerreros y
demasiadamente esforzados questán en muy grandes fuerzas y peñoles, y
que le han muerto muchos españoles de los que estaban en su compañía, y
se temía en gran manera no le acabasen de desbaratar, y le significó en la
carta otras muchas lástimas, y que a salir los indios de aquellos peñoles
vitoriosos, la Nueva España estaba en gran peligro. Y como el don Pedro de
Alvarado vio la carta y las palabras por mí memoradas, y otros españoles le
dijeron en el peligro que estaban, luego sin más dilación mandó apercibir
ciertos soldados que llevó en su compañía, ansí de caballo como
arcabuceros y ballesteros, y fue en posta a hacer aquel socorro; fuera por su
ida estuvieran en mucho más, y con su llegada aflojaron algo los indios
guerreros de dar combate, mas no para que se dejasen de dar muy bravosa
guerra como de antes andaban. Y estando una capitanía de soldados sobre
unos peñoles para que no les entrasen por allí los guerreros, defendiendo
aquel paso, parece ser que a uno de los soldados se le derriscó el caballo y
vino rodando por el penol abajo con tan gran furia e saltos por donde don
Pedro de Alvarado estaba, que no se pudo ni tuvo tiempo de se apartar a
cabo ninguno, sino que el caballo le encontró de arte que le trató mal y le
maguelló el cuerpo porque le tomó debajo; y luego se sintió muy malo, y
para guarecelle y curalle, creyendo no fuera tanto su mal, le llevaron en
andas a curar a una villa, la más cercana del real, que se dice La
Purificación; y en el camino se pasmó y recibió los Santos Sacramentos,
mas no hizo testamento, y falleció, y allí le enterraron con la mayor pompa
que pudieron. Dejemos de hablar de su muerte; perdónele Dios, amén.
Volvamos a decir que se vio en muy grande aprieto el Cristóbal de Oñate en
aquellos peñoles, que estuvo en punto de ser desbaratado si de presto no
enviara el virrey al licenciado Maldonado, oidor de la Real Audiencia de
Méjico, con muchos soldados. Dejemos de hablar desto, y digamos qué se
hizo y en qué paró la armada. Y es que como vieron los de la armada que su
capitán era fallescido, cada uno tiró por su cabo, y desde a un año, el virrey
don Antonio de Mendoza mandó que tomasen tres navíos de los mejores y
más nuevos de los trece que enviaba el Adelantado a descubrir, y envió por
capitán dellos a un su deudo, ya por mí memorado, que se decía Fulano de
Villalobos y que llevase la mesma derrota que tenían concertado de enviar a
descubrir. Y lo que pasó en este viaje yo no lo sé bien, más de oír decir, se
tiene por cierto, que fue a ciertas islas adonde había capitanes del rey de
Portugal que trataban en ellas, y que le prendieron y fue a Castilla..."
Más interesante y veras nos parece el testimonio que dio el padre
franciscano Antonio Tello que asegura dijo Alvarado en su lecho de
muerte: "Quien no crea a buena madre, crea a mala madrastra, yo tuve la
culpa en no tomar consejo de quien conocía la gente y tierra, y
mi desventura fue traer a un soldado cobarde y vil como Montoya, con
quien me he visto en muchos apuros por salvarle, hasta que con su caballo y
poco ánimo me ha muerto. ¡Sea Dios loado!"
Como epílogo de su vida podemos decir que Alvarado no murió rico ya que
gastó su fortuna en la armada fallida que finalmente partió del Puerto de
Navidad después de su muerte, quedo sumamente endeudado pero veamos
que nos dicen acerca de su muerte el que tomamos de la revista ya
mencionada:
“La muerte del Adelantado Alvarado causó una enorme consternación en
Santiago de los Caballeros de Guatemala. La segunda esposa del
Adelantado, doña Beatriz de la Cueva, hizo pintar su casa solariega de
negro por fuera y por dentro. Doña Beatriz quedaba en una situación muy
delicada: el Adelantado Alvarado dejaba enormes deudas fruto de la
construcción de la armada que descubriría el Mar del Sur y la Costa norte
de Méjico por el Pacífico. Doña Beatriz consiguió ser nombrada
Gobernadora por el Cabildo, firmando el Acta como "La sin ventura",
mostrando todo su dolor a su marido y la inevitable aceptación del cargo.
El Adelantado y audaz Pedro de Alvarado tuvo seis hijos naturales; ninguno
de ellos pudo recibir la herencia al ser ilegítimos: doña Leonor de Alvarado,
hija del Adelantado y de la princesa india de Tlaxcala, doña Luisa
Xicotenga, que en algunos documentos aparece como legítima y que casó
en segundas nupcias con don Francisco de la Cueva; don Pedro, hermano de
Leonor, que probablemente murió en un naufragio; doña Anita, que murió
en 1541, siendo niña; don Diego, fruto de los amores con una india y que
murió en 1554 luchando en el bando real del Perú; don Gómez, que nació y
vivió en la Isla Tercera y, por último, doña Inés, de quien sólo sabemos el
nombre.
Regresemos al inicio de estos textos solo para recordar que Pedro de
Alvarado según George Lovell dijo que su idea de guerra era atemorizar la
tierra, damos por verídica la frase atribuida al rubio conquistador, ya que
siempre como soldado fue implacable y brutal, un digno emulo de Atila al
servicio de Cortés otro igual, que en sus campañas siguieron la idea
medieval de la tierra quemada, es decir no dejar nada detrás de ellos como
si fueran otros que debieron apodarles “azote de dios”
Pues en verdad crearon hordas de salvajes convirtiendo a los nativos que se
les aliaron en verdaderos bárbaros, pero ese es otro tema. Alvarado no solo
fue en implacable y terrible soldado, sino fue cruel y realizó actos
deleznables para ser considerado un psicópata, pero no solo fue el parece
que fue característica de muchos hombres que llegaron de lo que hoy es
España. Parece que esa sociedad medieval cerrada donde o se era alguien o
se era donnadie, fue proclive en crear psicópatas ya que no solo estos tres
personajes que tratamos en este libro fueron los únicos, sujetos enfermos
llegaron a toda América.
Quizás el mejor juicio fue el manifestado por el cronista dominico Antonio
de Remesal, clérigo bien informado, quien escribía: “Porque el
Adelantado D. Pedro de Alvarado más quiso ser temido que amado de todos
cuantos le estuvieron sujetos, así indios como españoles. Y por esta causa
usó con los unos y los otros algunas demasías y desafueros con muy poca
justicia y razón”.
Capítulo 12

Beltrán Nuño de Guzmán


I

Introducción

Beltrán Nuño de Guzmán en la historia de México ha quedado como el más


cruel de los conquistadores peninsulares que llegaron a la Nueva España, en
tanto en la historia española poco se le menciona y hasta digamos que se le
ignora, de este siniestro personaje no vemos en España monumentos quizás
porque lo quisieran borrar de su memoria histórica, y nunca vemos que los
que sostienen la idea de una leyenda negra se refieran a él.
Este texto lo hubiéramos querido presentar por separado a los tres
personajes que estamos tratando, lo que nos resultó imposible dado que
fueron contemporáneos y sus vidas en la Nueva España se entrelazaron y
cuando hablamos de este personaje forzosamente tenemos que hablar de
Hernán Cortés y de Pedro de Alvarado razón por la que no debemos dividir
este texto y que quede como un libro.
En México se dice que fue el más cruel de los españoles que pisaron estas
tierras, sin embargo sin querer simplemente comparar, veremos que actuó
igual que los otros dos conquistadores a que nos referimos en este texto. En
realidad los tres actuaron como lo que eran psicópatas, y pudieron actuar
impunemente como tales, ya que como veremos como conclusión los
famosos juicios de residencia a que estuvieron sujetos los tres
conquistadores de nada sirvieron ni para evitar sus conductas patológicas, ni
tampoco les importo a los reyes la crueldad desplegada por ellos contra los
nativos. Esta es una verdad irrefutable, pues ninguno en verdad sufrió un
castigo de acuerdo al tamaño de sus fechorías como vera el lector al final de
este texto donde podrá sacar sus propias conclusiones.
Nuño de Guzmán fue otro hidalgo donnadie en la península española, que
gracias a ciertos apoyos llegó al Pánuco con la evidente intención de minar
el poderío que ejerció por ese entonces Cortés.
En realidad como veremos Nuño de Guzmán fue el conquistador por
llamarlo así del occidente del actual México, y veremos cómo realizó la
sujeción de los pueblos autóctonos de la región, llegando a tener pugnas con
el propio Cortés y también con Pedro de Alvarado.
A diferencia de los dos conquistadores ya mencionados que fueron
Castellanos, este oscuro sujeto era gallego, aunque ya para ese tiempo lo
que fue el reino de Galicia ya estaba comprendido en el reino de Castilla y
León cuya reina era Juana la loca y como rey en funciones D. Carlos de
Austria.
Trataremos en este texto de analizar las razones que hubo para mandar a
este sujeto para mermar el poderío de Cortés, pero debemos tomar en
cuenta dos cosas poco analizadas en la historia, que a Cortés ya se le había
reconocido por el rey su calidad de conquistador desde 1522 y confirmada
en 1525, pero nadie está seguro que Cortés eso lo haya sabido según lo
vemos en sus Cartas de Relación. Quizás si el extremeño hubiera estado
enterado de los reconocimientos a su estatus de conquistador hubiera
actuado de otra manera, por eso dudamos que lo supiera.
Veamos quien fue Nuño de Guzmán para tener una verdadera idea de quien
fue el conquistador de Occidente, al que quisieran olvidar los que difunden
la leyenda negra.
Datos de Nuño de Guzmán
En primer término veremos lo que generalmente se dice acerca de este
personaje en México y luego veremos lo que dice la Real Academia de
historia sobre este sujeto.
Como fuente para este apartado tomamos lo que dice Wikipedia ya que
consideramos que hoy es la más visitada, sin embargo nosotros nos
adentraremos más en este personaje en este texto.
Nuño Beltrán de Guzmán (Guadalajara, 31 de octubre de 1490 – Torrejón
de Velasco, 26 de octubre de 1558). Su acción militar (sujeción de pueblos
autóctonos) abarcó el occidente del actual México, en particular del
territorio que fue conocido como la Nueva Galicia. Es junto con Hernán
Cortes y Pedro de Alvarado de los mayores protagonistas en la Conquista
de Mesoamérica.
Descendiente de nobles hidalgos, llegó al Nuevo Mundo con el título de
gobernador de Pánuco. Fue nombrado presidente de la Real Audiencia de
Nueva España, cargo que ocupó tan sólo un año debido a sus excesos y
crueldad con los indígenas americanos. Su avidez de riqueza le hizo
emprender una larga expedición por el occidente de México, a la que
bautizó como Conquista del Espíritu Santo de la Mayor España.
Hacemos notar que en nuestro país simplemente lo tomamos como
descendientes de hidalgos, pero veremos cómo lo dicen los españoles,
obvio que ellos le dan una gran importancia al origen y resulta que como
siempre las mayorías eran siervos.
Fundó una serie de poblaciones entre las que se encuentran: Sahuayo,
Michoacán en 1530, San Miguel de Culiacán, Santiago de los Valles,
Compostela, y la primera fundación de Guadalajara. Vicente Riva
Palacio lo tildó de “el aborrecible gobernador del Panuco y quizás el
hombre más perverso de cuantos habían pisado la Nueva España”; por su
parte Fray Bartolomé de las Casas lo calificó de gran tirano.
Nuño de Guzmán provenía de una antigua y noble familia. Era hijo
de Hernán Beltrán de Guzmán "el viejo" quien fue nombrado por los Reyes
Católicos como Alguacil de la Santa Inquisición, y probablemente fuera
descendiente de Pedro de Guzmán, quien fue nombrado por Enrique IV de
Castilla como primer corregidor de la ciudad de Guadalajara, España.
Hernán Beltrán se casó con su prima Magdalena de Guzmán con quien tuvo
siete hijos: Juan Beltrán de Guzmán, Gómez Suárez de Figueroa (quien
tomó el nombre de un bisabuelo), Nuño Beltrán de Guzmán, Luis Suárez de
Guzmán, Hernán Beltrán de Figueroa, Isabel de Guzmán y Violante de
Figueroa.
Previo a su llegada a Nueva España, Nuño de Guzmán participó en una
serie de campañas militares del rey Carlos I de España y V de Alemania.
En 1523 estuvo al servicio de Francisco de los Cobos; en ese mismo año se
le encargó la misión de tomar la villa de Pareja, la cual estaba a cargo del
obispo Diego Ramírez de Villaescusa (quien se encontraba en Roma y se
negaba a regresar a tomar el cargo de la Villa). Este conflicto se extendió
desde el 9 de mayo hasta el mes de agosto del mismo año, cuando el obispo
fue destituido y Nuño de Guzmán recibió las llaves y armas de la villa.
Entre marzo de 1524 y diciembre de 1525 estuvo en las ciudades
de Valladolid, Madrid y Toledo; fue en esta última donde decide su traslado
a las Indias.
En este momento cabe aclarar que Nuño de Guzmán fue un soldado como
lo fue Pedro de Alvarado, el que no lo fue nunca fue Hernán Cortés, notable
diferencia poco analizada en la historia.
Nuño de Guzmán llegó a Indias gracias a que el rey lo designara
en 1525 como gobernador de la provincia de Pánuco y Victoria Garayana;
esta provincia contemplaba todos los territorios descubiertos por el
adelantado Francisco de Garay y sus capitanes.
A la llegada de Nuño de Guzmán a Pánuco actual estado de Veracruz el 24
de mayo de 1527 la única villa española que existía era Santiesteban del
Puerto, se encontraba a 357   km. de la ciudad de México. Inmediatamente a
su llegada, Guzmán comenzó a implementar una serie de medidas de
reorganización, esto con el fin de limitar las medidas y el poder de Hernán
Cortés.
En su administración también se levantó el primer faro de la población, y se
pacificaron y conquistaron una serie de poblados de indios aledaños.
Introdujo también yeguas a la zona.
Veamos algo no muy difundido en España, que los sostenedores de la
leyenda negra siempre pasan por alto. En la Nueva España hubo esclavitud
galopante aparte de las encomiendas de indios, por lo que en verdad las
disposiciones legales contra la esclavitud fueron derecho positivo pero no
vigente ya que no se cumplieron reiteradas veces.
Antes de que llegara Nuño de Guzmán a Pánuco, 4 mil indígenas ya habían
sido esclavizados, y habían sido vendidos a un peso de tepuzque por
cabeza. La Corona dio permiso a Guzmán de recuperar a 500 de estos
esclavos, y a esclavizar a más indígenas; esto propició a que Santisteban se
convirtiera en un enclave del comercio de esclavos con las Antillas.
Guzmán logró que el precio por cabeza de esclavos aumentara a cuatro
pesos de oro de minas. Hay que señalar que la esclavitud de indios estaba
permitida desde 1500 si estos eran cautivos de guerra. Fray Juan de
Zumárraga hablaba de cerca de 15 mil indígenas esclavizados en Pánuco.
La presencia de Nuño de Guzmán era parte de una política de la Corona
para reducir el poder de Hernán Cortés; esto generó conflictos entre ambos
desde momentos tempranos, sin embargo, esta situación se intensificó a
partir de la expedición de Gil González a los poblados fronterizos entre
Nueva España y Pánuco, en la que estos pueblos fueron quemados y
saqueados mientras que sus pobladores fueron enviados como esclavos a la
ciudad de México.
La expedición de 1524 de Cortés y la designación a que su pariente
Francisco Cortés de San Buenaventura a recorrer el occidente y a reafirmar
su poblamiento hicieron que Nuño de Guzmán y Hernán Cortés tuvieran un
conflicto, haciendo que el 17 de enero de 1525 se diera a conocer
la Relación de una visitación, en la cual se describen las zonas de:
Michoacán, centro y Suroeste de Jalisco, Nayarit, Colima, Ixtapa y
Guerrero, convirtiéndose así en la descripción más antigua de la región.
El 9 de diciembre de 1528 se inauguró la primera Audiencia Real de Nueva
España, con esto se buscaba lograr un mejor control sobre el territorio.
Desde abril de 1528 y hasta 1530 Nuño de Guzmán fue presidente de la
Audiencia Real de la Nueva España, esta designación fue hecha por el rey.
Durante este periodo, junto a los oidores Juan Ortiz de Matienzo y Diego
Delgadillo, tomó una serie de medidas para intentar reducir el control de
Hernán Cortés; sin embargo al percatarse de la imposibilidad de ello
terminó por renunciar.
Las Actas de Cabildo de la ciudad de México relatan los constantes
conflictos que se tenían Nuño de Guzmán y Hernán Cortés.
Entre las diversas acciones tomadas por Nuño de Guzmán, podemos
mencionar que en 1528 mandó a destruir el Leprosario de San Lázaro que
había sido fundado por Cortés entre 1521 y 1524 en Tlaxapana. También se
despojó a Cortés de las encomiendas de los pueblos de Zapotlán, Tazamula
(donde había una serie de minas de oro y plata), Tuxpan y Amula (cuya
jurisdicción incluía a Mazamitla, Quintupan, Zapotilic, Tonila y Piguamo),
por esta razón, Cortés inició el 15 de marzo de 1531 un pleito por despojo
contra los dichos miembros de la Real Audiencia, este pleito nunca se
concluyó, y los territorios pasaron directamente a la Corona.
Desde 1528, Nuño de Guzmán recibió instrucciones del rey de iniciar un
juicio de infidencia contra Cortés. En 1529 se inició el juicio de residencia
contra Cortés debido a presiones de la audiencia, el motivo: la muerte de su
esposa Catalina Xuárez Marcaida, ya que se lo acusaba de haberla
asesinado.
Esto ya fue comentado en este texto en relación a Hernán Cortés más
ampliamente.
Siendo presidente de la Audiencia Real de la Nueva España, inició unas
primeras exploraciones por Tonalá Jalisco y Sinaloa, de estas regiones ya se
tenía conocimiento gracias a la información proporcionada por los
indígenas. Hay que señalar que estas expediciones son de carácter privado,
es decir, no fueron mandadas por la Corona, sino que fueron por iniciativa
propia de Guzmán.
Para 1530, renuncia a su cargo a la Audiencia. En ese mismo año, el
Consejo de Indias envió instrucciones secretas a la Segunda Audiencia para
quitar las encomiendas que Nuño de Guzmán había concedido, para
sustituirlas por un sistema centralizado de recolección de tributos.
Nuño de Guzmán originalmente buscaba que sus conquistas se extendieran
de mar a mar, de forma tal que pudiera ser una entidad independiente al
norte de Nueva España, con una frontera indeterminada para que pudiera
seguir creciendo conforme a más territorios se fueran conquistando, a esta
nueva jurisdicción se le añadiría Pánuco de donde seguía siendo
gobernador, y él sería el gobernador; sin embargo, esto no pudo realizarse.
Adelante veremos todas las barbaridades que cometió este personaje, no
perdamos de vista que esta transcripción tiene por objeto realizar un
comparativo de lo que se dice en México y lo que se difunde en España.
Nuño de Guzmán dejó un testamento en el que pedía se lo enterrara en
Guadalajara, España; en este documento aclara lo que será de sus deudas;
de la liberación de su esclavo personal, Francisco; de cómo su esposa será
beneficiaria de sus riquezas, y de cómo el dinero que le llegará de Indias
sería usado para pagar la dote de su sobrina María de Guzmán.
“Por lo mucho que le devo e de ello o de parte dello haga haber una
memoria por mi Anima”…
Este documento se encuentra en la actualidad bajo el resguardo del Centro
de Estudios de Historia de México CARSO.
Fin de la referencia tomada casi íntegramente de la enciclopedia Wikipedia
después de verificar su contenido.
Veamos la idea española de la Real Academia de Historia, tendiente a
ponderar esa hidalguía, que en verdad de nada servía más que para que hoy
le den importancia los monarquitas hispanos.
“Nació en el seno de una de las familias de mayor abolengo de la antigua
Wad-Al-Hayara, en el reino de Toledo, los Guzmán, era un hidalgo
emparentado con los Duques de Feria pero él en lo personal como todos los
hidalgos careció de título nobiliario propio, (digamos otro donnadie pero
con buenas relaciones políticas, digamos en términos actuales era
influyente). Así nos dicen que su padre Hernán Beltrán de Guzmán, de la
casa de los duques de Feria, señor del mayorazgo de Pastrana, Valdenoches,
e Iriepal y alguacil del Santo Oficio de la Inquisición en Guadalajara y por
demás nos dan una serie de datos que solo para los españoles tienen
importancia, eso nada justifica las conductas patológicas de esos hidalgos.
Igual que a Hernán Cortés se le atribuyen estudios para bachiller en leyes,
pero como siempre los datos precisos sobre su paso por las universidades
no existen, lo que nos recuerda cuando menos a Cortés, tratan de hacerlos
parecer como Hidalgos que siendo donnadies no eran tanto.
A contrario que Cortés que su padre también fue un donnadie, el padre de
Nuño de Guzmán fue un personaje con buenas relaciones en esa sociedad
medieval, Nuño de guzmán presta servicios en la guardia personal de
Carlos V, inclusive se afirma que acompañó al extranjero rey a Flandes y
posteriormente entró al servicio del influyente Antonio de los Cobos que
fue comendador mayor del Reino de León entre otros cargos importantes.
Regresó para estar al lado del emperador y prestó destacados servicios
militares al rey y entre 1524 y 1525 acompañó a Carlos V a presentarse en
las Cortes, eso lo diferencia mucho de Cortés, que aunque los españoles
traten de ubicarlo como un hidalgo, si hablamos de donnadies podemos
decir que los había unos menos y otros peores, y Cortés era de los más
donnadies en esa España medieval, ya que ni siquiera pertenecía a una
importante familia como la de Nuño de Guzmán
De Nuño de Guzmán podemos decir que al formar parte de la guardia
personal del extranjero rey y del Comendador de León Antonio de los
Cobos que por cierto fue de los primeros caballeros castellanos que aceptó a
Carlos V como rey regente, le valió que este siempre lo tuviera en alta
estima lo que denota que Nuño de Guzmán miembro de su guardia personal
fungiera a Cargo de D. Antonio de los Cobos, como fuera por esa razón
sabemos que fue un hombre de armas, no como Cortés que su primer “baño
de sangre” lo recibió en Cuba en la invasión y conquista de esa isla al
mando de Diego Velázquez de Cuéllar, como fuera Guzmán era militar y
conocido del rey y Cortés era un hidalgo en busca de una mejor vida.
Cortés llegó por segunda vez a La Española en busca de fortuna en 1506 y
fue cuando inicia su carrera digamos militar. En La Española, participó en
una campaña contra los caciques haitianos en las regiones de Higuey,
Bauruco, Dayguao, Iutagna, Zuaragua y Amguayagua. Como recompensa,
el entonces gobernador Nicolás de Ovando le dio tierras y un puesto de
escribano público en Azua.
Por ese hecho logró Cortés ser terrateniente lo que nunca hubiera logrado
en España y recibió una encomienda de indios y como pronto escaseó la
mano de obra tuvo que hacerse de esclavos provenientes de África para
hacer productivas sus tierras. Suponemos que no era un gran terrateniente,
ni siquiera era un gran soldado en las campañas en La Española pues no fue
ni siquiera capitán, sino se unió para ser tomado en cuenta por el
gobernador Nicolás de Ovando que si era militar, y poder ser terrateniente.
Como fuera logró esas tierras y encomienda pero suponemos que no eran
importantes porque las dejó, no sabemos en qué situación pero Cortés
decidió acompañar a Diego Velázquez a la conquista de Cuba en 1511.
Nuño de Guzmán fue cinco años menor que Cortés, que para 1511 contaba
con 26 años de edad e iniciaba en realidad una carrera militar en la
conquista de Cuba, sin embargo Cortés parece ser que fue uno más de los
que acompañaron a Diego Velázquez sin destacar y recibió otras tierras y
encomiendas y esclavos y obtuvo como fuera el cargo de alcalde de
Santiago de Cuba, así inició su ascenso en la naciente sociedad peninsular
en la isla caribeña.
En tanto siendo más joven Nuño de Guzmán su carrera tiene otro derrotero,
para pertenecer a la guardia personal del rey es obvio que fue hombre de
armas, e inclusive antes de su llegada a Nueva España, Nuño de Guzmán
participó en una serie de campañas militares del rey Carlos I de España y V
de Alemania.
En 1523 estuvo al servicio de Francisco de los Cobos; en ese mismo año se
le encargó la misión de tomar la villa de Pareja, la cual estaba a cargo del
obispo Diego Ramírez de Villaescusa (quien se encontraba en Roma y se
negaba a regresar a tomar el cargo de la Villa). Este conflicto se extendió
desde el 9 de mayo hasta el mes de agosto del mismo año, cuando el obispo
fue destituido y Nuño de Guzmán recibió las llaves y armas de la villa.
Entre marzo de 1524 y diciembre de 1525 estuvo en las ciudades
de Valladolid, Madrid y Toledo; fue en esta última donde decide su traslado
a las Indias.
Hay notables diferencias entre Cortés y Guzmán pero si hay una similitud
que ambos fueron crueles y despiadados utilizando el exceso de fuerza .y
barbarie en sus campañas militares.
Llegada de Beltrán Nuño de Guzmán a la Nueva España
Hemos dicho que el extranjero rey le reconoció los méritos de conquista a
Hernán Cortés desde el año de 1522 sin embargo desconocemos si esta
situación la supo el capitán, porque si como se dice era inteligente, su
comportamiento por ese entonces fue errático, por lo que suponemos que su
reconocimiento no lo conoció por ese entonces. Como fuera su ilícita
aventura había dejado de serlo al parecer sus sobornos al rey habían dado
resultados aunque lo desconociera como dijimos, sin embargo por su
pasado y aun con el oro enviado, se denota que el rey no le tenía confianza
y a pesar de su supuesta hazaña de conquista de Tenochtitlán el rey decidió
finalmente enviar a su soldado de su guardia personal Beltrán Nuño de
Guzmán para minar la autoridad de Cortés o cuando menos hacerle
contrapeso.
El 4 de noviembre de 1525 Nuño de Guzmán fue nombrado gobernador de
la provincia de Pánuco. De importancia estratégica para la expansión de
Nueva España y las riquezas que se decía encerraba más al norte, el
gobierno de este territorio conquistado por Francisco de Garay que murió
en 1523 fue disputado por Hernán Cortés, quien en la ribera sur del Pánuco
había fundado la villa de Santisteban del Puerto (1522) y otorgado
repartimientos o encomiendas a sus soldados, adjudicándose para sí el
Tatuin y Oxotipa. El nombramiento de Nuño vino a zanjar las pretensiones
del marqués sobre el gobierno de esta prometedora provincia.
El 14 de mayo de 1526 junto con treinta y un “criados”, salió del puerto de
Sanlúcar con destino a la isla Española. En el mismo barco iba el licenciado
Luis Ponce de León con el nombramiento de visitador y el encargo de
investigar la administración de Cortés.
En julio de ese año ambos funcionarios llegaron a México y el día 20 Ponce
de León murió.
Fue el 24 de mayo de 1527, cuando Nuño desembarca en Santisteban del
Puerto. Entre las acciones realizadas por el nuevo gobernador a su llegada
destaca la saca y venta de esclavos indios para las islas a cambio de ganado;
práctica esgrimida años más tarde como argumento contundente por sus
enemigos políticos para acusarle de mala gestión e imputación central de su
juicio de residencia en Pánuco. Mientras tanto, las quejas contra Cortés
seguían llegando a la Corte.
El 5 de abril de 1528 el Emperador designó a Nuño Beltrán de Guzmán
presidente de la primera Real Audiencia.
El primer presidente de la primera Audiencia de Nueva España conoció su
nuevo nombramiento en noviembre de ese año, así como las instrucciones
que lo acompañaban: investigar los cargos en contra de Hernán Cortés y
realizar repartimiento de indios; un mes más tarde llegaba a México. Casi al
mismo tiempo llegaba a la capital el primer obispo de México, el
franciscano, Juan de Zumárraga, junto con los oidores de la Primera Real
Audiencia. Enseguida ambas autoridades entraron en un abierto
enfrentamiento que respondía a una doble causa: la pugna mantenida entre
franciscanos y dominicos por la preeminencia sobre los nuevos territorios y
la rivalidad existente entre Hernán Cortés y Nuño de Guzmán.
Conformados los bandos en disputa abierta. El obispo, declarado “protector
de los indios”, logró burlar la vigilancia de Nuño y envió una larga carta de
denuncia al emperador (29 de agosto de 1529), acusando al presidente de la
audiencia de utilizar en su provecho, los indios puestos bajo la tutela de la
Corona; de realizar repartimientos entre sus partidarios; de ser arbitrario en
los cargos imputados a Cortés y desmedido por despojarle de todo su
patrimonio; y, entre otros “excesos”, de dejarse llevar por el lujo y los
placeres de la carne, haciendo construir una “casa de recreo” sobre el
emplazamiento de la ermita de San Lázaro. A raíz de estos hechos, la
Corona decidió reemplazar a todos los miembros de la audiencia y enviar a
Cortés, ahora marqués del Valle de Oaxaca, con el cargo de capitán general.
La noticia del regreso a México de Hernán Cortés lanzó a Nuño a ir en
busca de nuevas tierras de conquista hacia el noroeste. Su intención era —
según dejaría escrito en carta al Emperador el 16 de enero de 1631, llegar al
paralelo 40° por la costa del océano Pacífico y de allí volver al golfo de
México, en un intento por emular las hazañas de Cortés. Dejando a Lope de
Mendoza como lugarteniente de gobernador de Pánuco con instrucciones de
realizar incursiones armadas para incrementar su gubernatura, y a los
oidores Matienzo y Delgadillo a cargo de la Audiencia de México, el 21 de
diciembre de 1529, “tres días antes de la Pascua de Navidad” según relata el
intérprete de la expedición García del Pilar, Nuño Beltrán de Guzmán salió
a la cabeza de varios centenares de españoles y siete u ocho mil indios
aliados con doce piezas de artillería y 10.000 pesos, que como presidente
tomó de las cajas reales a “descubrir la tierra” y conquistar la provincia de
los chichicmecas.
Lo anterior es una visión hispanista de la actividad de Nuño de Guzmán así
que veamos otras situaciones que muchos prefieren olvidar.
Antes de que llegara Nuño de Guzmán a Pánuco 4 mil indígenas ya habían
sido esclavizados, y habían sido vendidos a un peso de tepuzque por
cabeza. La Corona dio permiso a Guzmán de recuperar a 500 de estos
esclavos, y a esclavizar a más indígenas; esto propició a que Santiesteban se
convirtiera en un enclave del comercio de esclavos con las Antillas,
Guzmán logró que el precio por cabeza de esclavos aumentara a cuatro
pesos de oro de minas. Hay que señalar que la esclavitud de indios estaba
permitida desde 1500 si estos eran cautivos de guerra. Fray Juan de
Zumárraga hablaba de cerca de 15 mil indígenas esclavizados en Pánuco.
Como se ha dicho la presencia de Nuño de Guzmán era parte de una
política de la Corona para reducir el poder de Hernán Cortés; esto generó
conflictos entre ambos desde momentos tempranos, sin embargo, esta
situación se intensificó a partir de la expedición de Gil González a los
poblados fronterizos entre Nueva España y Pánuco, en la que estos pueblos
fueron quemados y saqueados mientras que sus pobladores fueron enviados
como esclavos a la ciudad de México.
Entre las diversas acciones tomadas por Nuño de Guzmán podemos
mencionar que en 1528 mandó a destruir el Leprosario de San Lázaro que
había sido fundado por Cortés entre 1521 y 1524 en Tlaxapana. También se
despojó a Cortés de las encomiendas de los pueblos de Zapotlán, Tazamula
(donde había una serie de minas de oro y plata), Tuxpan y Amula (cuya
jurisdicción incluía a Mazamitla, Quintupan, Zapotilic, Tonila y Piguamo),
por esta razón, Cortés inició el 15 de marzo de 1531 un pleito por despojo
contra los dichos miembros de la real audiencia, este pleito nunca se
concluyó, y los territorios pasaron directamente a la Corona.
Desde 1528, Nuño de Guzmán recibió instrucciones del rey de iniciar un
juicio de infidencia contra Cortés. En 1529 se inició el juicio de residencia
contra Cortés debido a presiones de la audiencia, el motivo: la muerte de su
esposa Catalina Xuárez Marcaida, ya que se lo acusaba de haberla
asesinado.
Para el 8 de mayo de 1529 aparecen los cargos que resultan contra
Hernando Cortés, estos son firmados por Nuño de Guzmán, presidente de
la audiencia, y Diego Delgadillo, uno de los oidores.

Las campañas de Nuño de Guzmán

Siendo Nuño de Guzmán presidente de la Audiencia Real de la Nueva


España, inició sus primeras exploraciones por Tonalá, Jalisco, y Sinaloa, de
estas regiones ya se tenía conocimiento gracias a la información
proporcionada por los indígenas. Hay que señalar que estas expediciones
son de carácter privado, es decir no fueron mandadas por la Corona sino
que fueron por iniciativa propia de Guzmán.

Su táctica era la siguiente: sitiar los poblados indígenas, apropiarse del maíz
y otros cultivos, arrasar e incendiar las poblaciones, todo ello junto con
tormentos aplicados a los caciques nativos para lograr información sobre
sus riquezas y las de otros reinos indígenas, riquezas que frecuentemente no
existían más que en la imaginación de Nuño de Guzmán. Un episodio entre
tantos nos da una idea de sus tácticas. El "rey" o cazonci de los
michoacanos, Tangáxoan Tzíntzicha, lo recibió en paz, le hizo regalos de
muchos tejos de oro y plata, le dio guerreros y provisiones, pero Nuño de
Guzmán respondió a su hospitalidad haciéndole torturar y ejecutar.

En 1529 la Corona española otorgó a Hernán Cortés el título de Capitán


General de la Nueva España y regresó a México, por lo que Nuño de
Guzmán decidió abandonar su cargo de presidente de la Real Audiencia y
organizó una expedición militar hacia el noroeste de México, esta primera
expedición tenía como fin de confirmar los rumores de la existencia de un
territorio más al norte y de ser así fundar poblados.

Esta campaña estuvo compuesta por 500 españoles, 10.000 nativos


auxiliares del Valle de México y más tarde se incorporarían 10.000 de
Michoacán, expedición que resultó en gran perjuicio para los nativos de los
actuales estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Aguascalientes y parte de
Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí y Durango, y que es aún recordada
como uno de los más brutales episodios de la conquista de México.

Esta expedición fue un proceso lento, ya que tenía el sentido de fundar


nuevos poblados, y por lo mismo cargaba con una gran cantidad de
pertrechos y bastimentos, haciendo que la movilidad fuera difícil en un
territorio caracterizado por su complejidad. Nuño de Guzmán avanzó sobre
la provincia de Xilotepec.

Avanzó sobre el territorio de Michoacán, donde reclutó a más de 8 mil


indios tarascos y mandó matar al cacique Tangáxoan II por no entregar la
cantidad de oro que él había demandado.
Al llegar a Cuitzeo la expedición de Nuño de Guzmán se dividió, esto
debido a que envió al capitán Pedro Almídez Chirinos a explorar Zacatecas,
y a Cristóbal de Oñate a Tlocaltiche y Nochistlán. Una vez hecho esto
prosiguió hacia los actuales Guanajuato y Jalisco.

Cuando llegó a Etzatlán se enfrentó a la escasez de alimentos, por lo cual


avanzó sobre Ixtla y Ahuacalán donde logró reabastecerse, así logró llegar
en 1530 hasta Jalisco y Tepic, a este último llegó en mayo de 1530, lugar
donde se asentó y mandó exploraciones hacia el Mar del Sur. Desde ahí
logró tener relaciones pacíficas con los caciques de Jalisco, Zacualpan y
otros, quienes llegaron en paz pidiendo que no se destruyeran sus poblados.

En junio de 1530 salió de Tepic una expedición que siguió avanzando sobre
Nayarit, cruzando el actual río Santiago, al cual llamó río Espíritu Santo, a
todos los territorios que fueron conquistados durante este período buscó
llamarlos Conquista del Espíritu Santo de la Mayor España; sin embargo, el
Consejo de Indias en nombre de la reina Juana I de Castilla, no estuvo
conforme, por lo que por Real Cédula dada en Ocaña (España) el 25 de
enero de 1531 ordenó que se nombrará al territorio conquistado como Reino
de la Nueva Galicia y se fundase una ciudad con el nombre de Santiago de
Galicia de Compostela como capital. Para cumplir con la cédula real, Nuño
de Guzmán fundó el primer asentamiento hispano de Nayarit en la actual
ciudad de Tepic. A causa de la hostilidad de los nativos, el asentamiento
español fue cambiado posteriormente a Compostela.

Para 1530, renuncia a su cargo a la Audiencia, en ése mismo año el Consejo


de Indias envió instrucciones secretas a la Segunda Audiencia para quitar
las encomiendas que Nuño de Guzmán había concedido para sustituirlas por
un sistema centralizado de recolección de tributos.

Debido a los altos índices de mortandad y huida entre los indígenas de la


primera expedición de Nuño de Guzmán la segunda campaña de conquista
disminuyó a la mitad, por ello Nuño de Guzmán obligó a los caciques
locales a que le entregaran provisiones suficientes para poder realizar esta
campaña; también le quitó a Cortés entre diez y doce cuadrillas de esclavos
(nótese la esclavitud) que tenía en Tamazula, razón por la cual Cortés inició
otro proceso contra Guzmán. En esta expedición recorrió el occidente de la
Sierra Madre Occidental.

Para 1532, capturó a centenas de indios tlaxcaltecas a los que llevaba


encadenados como esclavos presos En este año, la violencia usada por
Guzmán contra los pueblos de indios llevó a que los pueblos que estaban en
paz a que se levantarán contra los españoles.

En 1533 se asentó en Jalisco y se apoderó de una de las naves que Cortés


llevaba para la exploración que en ese año llega a la península de Baja
California; esta nave fue tomada en principio con el fin de hacer una nueva
exploración. Cortés reclamó al rey de esta situación y en 1534 el Consejo
de Indias pidió que la nave le fuera regresada a Cortés, a partir de este
evento comenzó un pleito entre Guzmán y Cortés por la nave en la cual se
vio implicado hasta el rey.

Nuño de Guzmán originalmente buscaba que sus conquistas se extendieren


de mar a mar de forma tal que pudiera ser una entidad independiente al
norte de Nueva España con una frontera indeterminada para que pudiera
seguir creciendo conforme a más territorios se fueran conquistando, a esta
nueva jurisdicción se le añadiría Pánuco de donde seguía siendo
gobernador, y él sería el gobernador; sin embargo esto no pudo realizarse.

Este nuevo territorio llevaría el nombre de Castilla Nueva de la Mayor


España pero por mandato real terminó llamándose Nueva Galicia y no
comprendería territorios entre mar y mar sino sólo algunas regiones del
occidente de México y de la franja costera del Pacífico. La fundación más
norteña fue San Miguel de Culiacán; la capital de la Nueva Galicia fue
Guadalajara.
La empresa de Guzmán se caracterizó por su violencia contra los indígenas.
Desde el inicio se habían dado quejas tanto de españoles (podemos
mencionar a García del Pilar) como de indios.

Durante el gobierno del primer virrey de Nueva España Antonio de


Mendoza se inició el proceso contra él. La Corona española resolvió
enjuiciarlo y envió al licenciado Diego Pérez de la Torre para investigarlo,
quien lo encontró gravemente responsable, le quitó el gobierno de la
provincia y lo remitió preso con grilletes a España donde murió encarcelado
en el Castillo de Torrejón de Velasco en marzo de 1544.

Entre los cargos de los que se acusaron a Nuño de Guzmán, se encuentra el


cobro de tributos en Huejotzingo en 1531, siendo Huejotzingo propiedad de
Cortés. El cobro de estos tributos se hizo con violencia como atestiguan tres
indígenas quienes confirmaron el cobro de tributo y los servicios exigidos
por Guzmán, Delgadillo, y Matienzo.

Otra causa hubo por la muerte que mandó dar a Tangáxoan II, Rey de
Michoacán.

La conquista de la Nueva Galicia abrió el camino a las exploraciones


posteriores del noroeste de México. Nuño de Guzmán exploró y conquistó
en siete años casi la tercera parte de México.

Además de haber explorado y conquistado el noroeste de México se le


adjudican las fundaciones de las ciudades de Guadalajara, Jalisco; Culiacán,
Mazatlán (ambas de Sinaloa) y Tepic, Nayarit, aun cuando hay quien dice
que el fundador de Guadalajara y Tepic fue su compañero y lugarteniente
Cristóbal de Oñate.

Además de haber fundado ciudades en la zona huasteca de lo que hoy es


San Luis Potosí, un ejemplo es Ciudad Valles.
Sin embargo, se considera que sus campañas son una de las principales
razones para que estallara la Guerra del Mixtón.

Dentro de sus peores acciones, fue el tomar mujeres indígenas de los


pueblos que conquistaba, la finalidad era la venta de esclavas con fines
sexuales, su comercio lo extendió tomando esclavas que enviaba a medio
oriente para el tráfico de concubinas con los señores de por allá, que con
ellas agrandaban sus harems.
Como vemos de lo anotado los muy ponderados juicios de residencia eran
laxos y de hecho nadie fue severamente condenado por crímenes contra
indígenas. Se castigó a Guzmán al encierro por su crueldad con españoles,
pero los abusos contra indígenas en realidad poco importaron, como fuera
murió Guzmán preso pero sin recibir la respectiva sentencia condenatoria.
En verdad que vejó aborígenes y españoles, robó, saqueó, mató, atormentó,
esclavizó, realizó tráfico carnal, y muchas otros delitos, pero nunca fue
sentenciado. Sin embargo su vida es un testimonio de la historia negra, y no
se sabe a ciencia cierta cuántos de sus tenientes y capitanes realizaron actos
deleznables, en fin es de los que tejieron a pulso la historia negra, que dicen
no existió.

Volvamos con Cortés a su regreso a la Nueva España, volvió como Marqués


del valle con tierras más grandes que las de su natal Castilla inclusive que
España con el palacio de Moctezuma y el de Axayácatl en su haber, minas y
tierras para producir el oro blanco, azúcar, y casado con la hija de un
influyente noble y sobrina del ministro del rey, inclusive parece que su
amistad con Francisco de los Cobos lo benefició porque pronto cayó su
enemigo Guzmán.

Cortés obtuvo dos promesas, una, la creación de la Segunda Real Audiencia


y la otra el reconocimiento del rey para los caciques que en verdad
realizaron la conquista, los que lo amaron, aquí corrijo lo que un día dije
que lo amaron los indígenas, no, ellos no, sino Lorenzo Maxixcatzin,
Ixtlixóchitl el joven e Ixtolinque y otros caciques más.

A su regreso de España obviamente que fue noticia y pronto se juntó con


ellos, a los que les dio como la promesa del rey de reconocerles su señorío
como lo detentaron sus antecesores, como era de esperarse las relativas
Reales Cédulas tardaron en llegar pero finalmente arribaron, en las que el
monarca no tan solo les reconoció sus tierras sino que les otorgó escudo de
armas y el tratamiento de don como caciques, con nobleza indiana pero
peninsular, eso cimentó la base de la pacificación y se garantiza la unidad
con el invasor.
Volviendo a Cortés desde que arribó de España los indígenas leales a él lo
recibieron como si de su rey se tratara, en Tlaxcala nuevamente se le
sumaron los guerreros tlaxcaltecas que a pesar de haber acompañado en sus
conquistas a Nuño de Guzmán seguían siéndole leales al conquistador, se le
unieron sus viejos capitanes y soldados, y regresó por su fueros, porque la
promesa de la reina Isabel de Portugal que quedó en la regencia cuando
Carlos V fue a obtener la corona del Sacro Imperio Romano Germánico fue
inconclusa. Para ese entonces no llegaba la Segunda Audiencia conforme a
lo ofrecido y estando en Tlaxcala Cortés recibió una notificación el 9 d
agosto de 1530 de la reina, reiterando que no se acercará a la ciudad de
México a diez leguas a la redonda, Cortés dijo que obedecería pero siguió
su camino y se estableció en Texcoco con su gran contingente.

Las autoridades de la todavía Primera Audiencia vieron con desconfianza el


desacato de Cortés y más aún porque de muchas partes iban tanto indios
como españoles a visitarlo en su estancia de Texcoco. Los oidores
decretaron una prohibición para ir a ver al conquistador amenazando con
fuertes castigos el desacato, y peor aún que llevarán víveres y otros
artículos a Cortés para que subsistiera en esa ciudad, de nada sirvió la
prohibición porque siguió llegando gente a visitarlo. En realidad se temió
que el conquistador repitiera la toma de la ciudad a sangre y fuego y que
por qué no, se promulgara como rey independiente de la Nueva España, por
lo que se ordenó la fortificación de la ciudad de México, creándose un
estado de preguerra. Entre tanto era tan grande el contingente de hombres
que inició la escasez de alimentos a pesar de que muchos indígenas
llevaban alimentos y el hambre comenzó a hacer estragos. El temor
aumentó por parte de los oidores y de los habitantes de la ciudad de
México, teniendo que intervenir el inquisidor Zumárraga ante Cortés para
evitar una guerra.

En ese estado de cosas con la paz amenazada finalmente llegaron los


integrantes de la segunda Real Audiencia en enero de año 1531, sin
embargo la nueva audiencia y Cortés tuvieron diferencias principalmente
por la cuestión de los 23,0000 vasallos que el rey reconoció al conquistador.
Toda la situación tensa provocó que muchos de los indígenas que se
enteraron del conflicto quisieron recuperar la libertad arrancada por la
sujeción forzosa y se iniciaron a organizar levantamientos, al grado que en
algunas provincias se alzaron los naturales matando a muchos españoles,
eran indígenas esclavizados que trabajaban a golpe de látigo en las minas o
que se dedicaban al cultivo del campo otorgado en mercedes a los españoles
y la verdad se alarmaron los oidores, pensando en que esa situación se
podría generalizar en la Nueva España y parece que era posible, ya que la
situación que se generaliza fue puesta en conocimiento de Zumárraga y solo
había en verdad un hombre capaz de lograr la conjura de las revueltas, y ese
era Hernán Cortés que se encontraba en Texcoco. No hay nada que indique
que Cortés estuvo detrás de las revueltas, pero tampoco hay constancia de
lo contrario y por supuesto que los oidores acudieron a Texcoco a pedirle
ayuda al conquistador, aceptando Cortés y días después entró en la ciudad
de México sin desacato a la orden de la reina y tomó nuevamente las
funciones de Capitán General de la Nueva España.

Estando ya Cortés en la Ciudad de México los indígenas esclavizados se


levantaron en franca rebeldía y fue tan grande el levantamiento que se
tocaron las alarmas en los cuarteles españoles, y de inmediato todos los
vecinos fueron a encerrarse a sus casas protegiendo las entradas con lo que
podían, entre tanto los soldados tomaron sus monturas y se dirigieron a la
casa de Cortés que se puso a la cabeza de un regimiento de doscientos
jinetes y recorrió las calles sin encontrar a los sublevados ni una causa
justificada del toque de la alarma, poniendo en duda un levantamiento
verás, algo en verdad extraño que aconteció en la Ciudad de México
aunque en otras regiones si hubo algunos españoles muertos y hubo algunos
brotes de rebeldía que Cortés sofocó.

El episodio de alguna manera hubiera sido justificado, si hasta ahí hubieran


parado las cosas, pero Cortés no conforme inició las pesquisas de los
responsables y salió su crueldad, contribuyendo con otro hilo de la red de la
historia negra. Interrogó y atormentó a algunos esclavos, que obviamente
dijeron quiénes fueron los cabecillas a los que mando a aperrear y a quemar
como castigo ejemplar, ese en verdad era Cortés.

Cortés envió varios de sus capitanes a las provincias para sofocar las
insurrecciones, poco se sabe de cómo actuaron esos capitanes pero hay una
constancia acerca de un levantamiento de los indios implizingas de Colima
y se sabe porque el licenciado Vasco de Quiroga tuvo que intervenir en el
asunto,

Cortés con motivo de ese levantamiento en Colima mandó a conjurar la


sublevación al capitán Vasco Porcallo, obvio que se dieron batallas,
resultando vencedores los españoles, pero este capitán no solo pacificó la
zona sino que conforme a su costumbre tomó dos mil prisioneros a los que
esclavizó y repartió entre él y sus soldados con ellos regresó a la capital,
los oidores acudieron a Cortés tomando la averiguación personalmente
Vasco de Quiroga y obviamente se opusieron, teniendo Cortés que poner
preso a su capitán y Quiroga puso en libertad a los prisioneros, con lo que
se iniciaban acciones contra la esclavitud después de casi diez años de la
caída de Tenochtitlán en que la esclavitud de indios fue tolerada. Iniciando
con eso una serie de acciones para poner en libertad a los esclavos
indígenas.

Terminaremos este Capítulo con los sucesos del año 1531:

El 23 de septiembre de ese año llegó a Nueva España el presidente de la


Segunda Real Audiencia y de inmediato se abrió ahora el juicio de
residencia para Nuño de Guzmán y de sus camaradas de correrías, contra
los que se presentaron incontables demandas contra Matienzo y Delgadillo.
Se les decomisaron de inmediato los repartimientos de tierra con que se
habían favorecido a sus cercanos, volviendo los mismos a la Corona
Española, en tanto a Nuño de Guzmán se le reconocieron sus crueldades y
despotismo pero considerándolo necesario, no se les despojó del mando por
creerle indispensable para la conquista de los chichimecos, pero quedó
emplazado para en un año presentarse ante el rey.
Capítulo 13
Nuño de Guzmán
II

Las conquistas de Guzmán

Hemos visto algunos aspectos del cruel personaje, sin embargo a pesar de
su importancia como conquistador de occidente, aunque no es desconocido
no se sabe mucho, obvio no por todos, sobre sus conquistas, así que
haremos un recuento de ellas y quizás repetiremos acerca de sus crueldades
pero consideramos necesario cuando menos describirlas someramente.

Iniciamos haciendo una referencia de Nuño de Guzmán tomada de D.


Vicente Riva Palacios que nos dice:

“Razón tenían los nativos para representar a Beltrán Nuño de Guzmán con
una víbora que cae sobre la tierra desprendiéndose de las nubes,
significando una gran calamidad”.

Los móviles de la expedición de este cruel sujeto fueron la ambición y su


codicia desenfrenada y la envidia que le tenía a Hernán cortés y nos aclara
D. Vicente que su expedición ni siquiera tuvo el carácter de una conquista
como la que realizaron Cortés y sus hombres ya que los soldados que
reclutó Guzmán fue forzadamente, inclusive a los nativos que tuvieron que
acompañarlo, no olvidemos que por ese entonces era presidente de la
Primera Real Audiencia ejercía gran poder y la amenaza fue suficiente para
hacerse acompañar de españoles e indígenas.

Guzmán sale de la ciudad de México en el mes de diciembre de 1929


estando Cortés en España, poco antes de la fiesta de navidad.
La historia nos dice que Guzmán con su ejército en apenas la tercera
jornada llegó al encomienda del español Roa y ya tenía fama de cruel, por
lo que al saber de su presencia la gente del pueblo de esa encomienda
prefirieron huir. Dos días después llego a la encomienda de otro español en
Ixtlahuaca, propiedad de Juan de la Torre, se dice que los hombres de
Guzmán cometieron muchos excesos que aunque no los describen, no se
necesita mucho para imaginárselos, de seguro hubo saqueo y violaciones de
las mujeres y obviamente que hubo quejas del encomendero, pero no fueron
escuchadas. Continuó su marcha hasta Jilotepec y entró finalmente a
Michoacán por Taximaroa para dirigirse a Tzintzuntzan la capital de los
tarascos que como dijimos se habían doblegado ante Hernán Cortés sin
luchar después de la caída de la Gran Tenochtitlán.

Los tarascos lo recibieron en paz y salieron al encuentro del capitán y así


entró Guzmán con todo su ejército a la ciudad. Sin embargo pronto dio
muestras de su crueldad, y apenas estuvo instalado mando llamar al
Caltzontzin y le exigió que le proporcionará 10, 000 hombres de guerra con
el pretexto de que le sirvieran como tamemes, pidió exigentemente víveres
y no solo eso, sino que exigió que le entregarán todo el oro que tuvieron. Y
de inmediato mandó a aprender al Caltzontzin encadenándolo en un cuarto.

Muchos se admiran de este acto, pero simplemente fue similar al que


realizó Hernán Cortés con Moctezuma, siendo la diferencia que Cortés trató
de justificar su acto por la guerra que se realizó en Veracruz por Coapopoca
y aquí ni pretexto hubo, pero a final de cuentas es un hecho similar, lo que
denota la verdad del actuar de los dos conquistadores, sin embargo vemos
una corriente que toma eso como crueldad y justifica el mismo acto que
realizó Cortés.

Guzmán partió de la capital tarasca a principios de Febrero de 1530


llevando prisionero al señor de los purépechas, dirigiéndose hasta el vado
de La Purificación y pasando el río. Solemnemente hizo pregonar que
tomaba esas tierras para España en su carácter de presidente de la Primera
Real Audiencia, que eran de los pueblos teúles y chichimecas y paseó su
bandera por todo el real como acto de toma de posesión, fundando el pueblo
llamado de La Purificación y sus capitanes lo loaron y cargaron en hombros
y mandó construir una ermita que le llamo la iglesia de Santa María de La
Purificación, y posteriormente mandó construir un cuarto destinado para
ejecuciones, y terminado inició estas. Obviamente sin motivo e inició a
atormentar a los interpretes del Caltzontzin y a otros nativos importantes
Culminando con el tormento y ejecución del gobernante con el pretexto de
idolatría, obligándolo con el tormento a entregar toda la plata y el oro que
tenía el digamos rey de los tarascos y para obligarlo también atormentó a
todas las mujeres de su casa.

El tormento será icónico ya que ordenó Guzmán atormentar al Caltzontzin a


un caballo, envuelto en un petate y lo hizo pasear a galope por todo el
poblado, posteriormente los ataron a un poste y lo quemaron con leña verde
y lo dejaron hasta que quedaron puras cenizas que luego arrojaron al río.

Decimos icónico porque quedó en la memoria popular que fue el más cruel
de los conquistadores, pero nosotros recordamos que Pedro de Alvarado
con la venía de Cortés también realizo actos similares, igual atormentó a los
nobles acolhuas texcocanos y su señor Tecolitzin le prendió brea en el
estomagó de lo que murió.

No entendemos a los historiadores que minimizan frente a los actos de


crueldad de nuño de Guzmán las crueldades ordenadas y / o toleradas por
Hernán Cortés. Bueno si entendemos que inclusive Vasconcelos eminente
pro hispanista hasta quiso nombrar a Cortés como el padre de la patria, y se
tergiversó la historia oficializada que se ha difundido en este México
nuestro de cada día.

Mataban sin piedad a los señores de los nativos, no vemos porqué dejaron
vivo a Cuauhtémoc, por eso hemos sostenido que murió en realidad el día
del tormento, pero lo ocultaron y ya hemos dado nuestras razones en otros
libros.

Veamos lo que aconteció con la cruel muerte del Caltzontzin, lo que nos
demuestra que había españoles que no eran tan crueles, de ahí a que
sostenemos que las conductas de los conquistadores corresponden
perfectamente al concepto generalizado que se tiene de los psicópatas.
Ante los abusos muchos de los soldados de Guzmán se molestaron por la
crueldad desplegada, mostraron su indignación, lo que denota que solo
algunos eran verdaderos psicópatas y trató de calmar los ánimos
prometiendo que había una tierra de amazonas donde el oro era abundante y
a pesar de esa historia los soldados no calmaron su disgusto, pero no
olvidemos que como fuera era el presidente de la audiencia y eso se
impuso, así que continuó su marcha dejando a un capitán y soldados en la
villa recién fundada.

En la marcha pasó por los lugares donde hoy se asientan los poblados de
Nurmarán, La Piedad, Pénjamo, Ayo Grande y el Chico, y Husca hasta
llegar al pueblo que los mexica llamaron Tototlán, y al llegar hasta
Cuinacuaro, donde se dieron varias acciones bélicas de Tarascos que se
enteraron del tormento y muerte de su señor, lo que no hubiera acontecido
si no hubiera ejecutado a su Caltzontzin.

En Cuitzeo mandó emisarios a que hablaran con el gobernante local


diciendo que iban en paz, el cacique le contestó que por él lo recibía, pero
que su pueblo se oponía y que estaban dispuestos a resistir. Guzmán siguió
hasta el poblado que encontró abandonado, refugiándose en una isla en un
río para resistir, el encuentro bélico se dio al enviar Guzmán algunos
soldados a tomar la isla y de esos soldados algunos resultaron muertos en la
refriega, pero los asaltantes lograron tomar la isla matando a casi todos los
defensores y los que pudieron huyeron a nado. Se tomaron muchos nativos
prisioneros, pero Guzmán ordenó tomar mujeres y niños para esclavizarlos
y se inició a marcarlos con hierro candente. El gobernante al que describen
era un hombre muy gordo, y se presentó finalmente con el español que le
exigió como siempre oro y plata y como dijo que no tenía, ordeno traer a
uno de sus fieros perros de guerra, un alano al que le llamaban el Amigo y
lo hicieron atacar al cacique dejándolo casi muerto por las mordidas y lo
metieron a su casa a la que le prendieron fuego estando dentro su familia y
su servidumbre, otro cruel acto innecesario como muestra del salvajismo
español el cual han condenado como crueldad inusitada, sin embargo esos
historiadores hispanizados olvidan que Cortés también aperreó a caciques
en Cholula.
Guzmán abandonó el pueblo llevando a sus esclavos herrados llegando
hasta Tonalá con parte de su ejército, ya que lo dividió enviando a su
capitán Peralmíndez Chirino para realizar nuevas sujeciones.

En Tonalá los nativos se resistieron en un cerro y se dice que eran osados y


valientes y que sin importarles la caballería se lanzaban sobre animales y
jinetes para arrancarles las lanzas largas, sin embargo finalmente triunfaron
los invasores tomando nuevamente esclavos. De ahí pasó a Tequila, pero a
su paso siguió la idea de tierra quemada, incendiando y masacrando las
poblaciones que dejaba detrás de su paso y realizando ejecuciones de
nativos con cualquier pretexto.

Entre tanto su capitán Chirino avanzó sobre Zapotlán, y posteriormente


entró a los poblados de lo que hoy es Zacatecas, siguiendo la idea de tierra
quemada y se dirigió hacia Tepic ya en Nayarit, pero no pacíficamente sino
en muchas ocasiones los nativos presentaron resistencia, sin embargo sin
estar unidos los pueblos de la región no pudieron derrotar a los invasores.

Ya estando en Tonalá Nuño de Guzmán envió en expedición a su capitán


Cristóbal de Oñate que inició su campaña para sujetar a los pueblos desde
Tonalá e inició la sujeción en Huentitlán donde se dieron las primeras
batallas, después con esa idea de tierra quemada se dirigió a Cópala,
rindiéndose los pobladores ante el ejército invasor y así lo hicieron muchos
pueblos que desorganizados no presentaron un frente común, permitiendo
que por la superioridad numérica del enemigo obtuvieran la paz debiendo
los caciques locales jurar obediencia al rey de España.

Después de la sujeción de los poblados a finales del año de 1530 todos se


reunieron en Ezatlán.

Las sujeciones se dieron por falta de organización común entre los nativos
que al no presentar un frente común daban superioridad al enemigo que iba
acompañado de guerreros tlaxcaltecas, otomíes y tarascos, lo que en
apariencia nos resulta inexplicable, pero no es así por la costumbre
ancestral que se tenía en Mesoamérica de obedecerá a sus tlatoque y ahora
el poder lo tenían esos hombres bárbaros llegados de lejanas tierras.

La Idea de la guerra de tierra quemada radica en incendiar los poblados


arrasándolos para no dejar nada detrás del avance del ejército invasor,
obviamente que era una salvajada que sembraba el terror entre los nativos y
se permitían toda clase de abusos.

Nosotros hemos visto una corriente histórica que de las masacres desde las
realizadas por cortés culpa a los Tlaxcaltecas, huexotzincas, y otomíes de la
barbarie desatada, inclusive D. Vicente Riva Palacio así lo hace.

Entendemos que nuestra historia oficializada pretendió crear una identidad


equivocada ponderando el mestizaje como ideal nacional, inclusive
Vasconcelos lo llevó al extremo y hasta pretendió que se tomará a Hernán
Cortés como el “verdadero” padre de la patria.

Esa es la corriente que tachó de traidores a los Tlaxcaltecas por mera


política conveniente para sus finalidades, la verdad fue como la hemos
dicho, Cortés, Alvarado, y Guzmán, conocedores por su propia naturaleza
de lo peor de los humanos, lograron convertir a los nativos que los
acompañaron en verdaderas hordas de salvajes sacando lo peor de esos
guerreros nativos ya que lo fomentaron y lo permitieron.

Ahora estamos en otra posición para encontrar nuestra identidad como


nación, pero enfrentamos el reto de que vemos en nuestro México de cada
día, los extremos, los que están plenamente occidentalizados, sin identidad
alguna de la cosas nacionales y los llamados indigenistas que están en el
otro extremo, el verdadero reto es llamarnos todos mexicanos y entender las
diferencias por ser un enorme país y lo peor, saqueado primero por extraños
y luego por disque propios que carecen de moral e identidad nacional.

Las siguientes campañas de Beltrán Nuño de Guzmán

Nuño de Guzmán reunió todas sus fuerzas para dirigirse a Itzcuintla donde
el cacique local salió a recibirlo y lo guío en paz al poblado de Tzenticpac
donde también lo recibió en paz el cacique local y obviamente los nativos
quedaron sujetos a la corona española y fue cuando decidió nombrar a la
provincia sujetada como Castilla la Nueva nombre que no le aprobó el rey
de España ordenando se le llamase Nueva Galicia como quedo oficializado
el nombre de los territorios conquistados por él.

La táctica de tierra quemada utilizada por Guzmán provocó una sublevación


de nativos en lo que era de hecho territorio pacificado por Francisco
Cortés, pariente del conquistador, territorios que se extendían hasta la
provincia de Colima, sin embargo Nuño de Guzmán las declaró como parte
de Nueva Galicia y obviamente derrotó a los sublevados.

La historia nos señala que después de que los peninsulares llegaron a


Tzenticpac, envió Guzmán un adelantado o veedor al pueblo de Jalisco y
cruzaron sus tropas sin oposición de los naturales llegando a Tepic. Y sin
causa justificada ordenó reducir a la esclavitud a los habitantes del pueblo
de Jalisco que pudieran aprisionar.
Ese hecho demuestra la política de esclavitud que hoy muchos pretenden
negar existió en la Nueva España.

En Tepic las tropas de Guzmán estuvieron durante tres semanas para


esperar tropas de refuerzo que le enviaron desde la ciudad de México y dar
un descanso a las suyas y a su caballería y de paso organizó un gobierno
para dicha región.

Finalmente Guzmán con su ejército salieron de Tepic, encontrándose que


durante su marcha los naturales de la zona, por su fama ya no lo recibieron
en paz oponiendo gran resistencia en lo que fue la zona del río al que
llamaron Espíritu Santo, en dichas refriegas resultaron heridos por parte de
los españoles el capitán Oñate, el jefe de la escolta de Guzmán, y varios
capitanes más, y como siempre los muertos fueron de los indígenas que
acompañaron al conquistador de Occidente, llevando la peor parte los
nativos que se opusieron a ser sojuzgados.

Continuó el ejército de Nuño de Guzmán por el valle de Acaponeta, e


hicieron campamento cerca de un río, y una noche el río creció
repentinamente, tanto que se salió de cauce inundando la llanura, arrasando
todo lo que encontró en la crecida inclusive el campamento, por esa causa
muchos de los que iban en la campaña se ahogaron y solo se salvaron los
que lograron subir a los árboles. Las reservas alimenticias se perdieron y el
hambre comenzó a hacer estragos y muchos de los nativos enfermaron y
murieron una gran parte de ellos. La situación apremiante provocó conatos
de sublevación no solo entre los indígenas sino también en los españoles, y
Guzmán y sus capitanes con sus leales tomaron medidas extremas, y
apresaron y ahorcaron a los cabecillas de la insurrección e inclusive se
atormentó a algunos, ese era el orden que imponía ese conquistador
español.

Como fuera Guzmán logró conjurar la conspiración y continuó su marcha


rumbo a Culiacán con su ejército mal trecho y por el camino fundó la villa
de san Miguel Culiacán, dejando a los primeros pobladores que fueron un
grupo reducido de sus soldados españoles.

Guzmán envió a su capitán Peralmíndez Chirino a sojuzgar el territorio de


lo que hoy es Sinaloa y Petlatán y con sus demás capitanes emprendió el
regreso para Tepic.

Juan Oñate se quedó en la mesa de Nochistlán y decidió fundar una villa a


la que le puso Guadalajara porque fue en España la ciudad natal de su
capitán general Nuño de Guzmán, que fue la primera porque se fundó la
segunda por no parecerle a Guzmán el sitio escogido por Oñate y por lo
tanto le ordenó a Oñate localizar un mejor lugar y así se pasó a sitio donde
se encuentra la actual ciudad de Guadalajara a la que posteriormente con
fecha 8 de noviembre de 1536 el rey Carlos de Austria concedió el escudo
de armas a la ciudad.

Como fuera hubo por el momento poca resistencia de los nativos de la


región y así se fundaron algunos poblados de poca importancia que
inclusive algunos fueron abandonados y Nuño de guzmán decide marcar los
límites de sus conquistas. Como fuera al igual que Cortés, Guzmán
mantuvo al tanto al rey de España de sus conquistas y finalmente solicitó a
Carlos V recompensas y la confirmación de las tierras anexadas a las que
originalmente les llamó La Mayor España, sin embargo el conquistador
recibió un revés al ser desechadas la mayor parte de sus peticiones por el
rey ya que tenía este las noticias que le dieron los integrantes de la Segunda
Real Audiencia, acerca de sus excesos y crueldades durante el transcurso de
sus campañas.

La Segunda Real Audiencia conforme a las prevenciones dictadas por


Carlos V procedió a formar el expediente para fincar a Guzmán juicio de
residencia y de sus capitanes que lo acompañaron en la aventura, pero como
fuera la audiencia dejó que Guzmán siguiera sus conquistas en tanto
formaba las acusaciones, preparando llamar al capitán a comparecer
formalmente de las acusaciones en su contra. Al rey le comunicaron lo
relativo y aprobó la investigación, pero ordenó que como fuera apoyarán a
Guzmán en sus campañas, algo que solo se entiende poniéndolo en su
exacta medida, en realidad era más importante la riqueza que proporcionaba
la conquista que las crueldades cometidas por los peninsulares.

Finalmente se envió desde España la Real Cédula fechada el 24 de Octubre


de 1531, para que la audiencia remitiera el proceso contra Nuño de Guzmán
por el cruel tormento y ejecución del rey tarasco Caltzontzin como ellos le
llamaron y solicitó una relación de los bienes que el conquistador había
acumulado, sin embargo Guzmán no cumplía el requerimiento el rey envió
otra cédula de fecha 23 de abril de 1533 exigiendo que se enviara el proceso
y la cuenta de los bienes de Guzmán.

Hernán Cortés había vuelto a la Nueva España y la audiencia recurrió a él


como capitán general y así marchó acompañado con D. Luis de Castilla que
era caballero de la orden de Santiago, y con la autorización de fundar una
nueva Villa en los límites de Nueva Galicia como finalmente se le llamo a
la provincia conquistada por Guzmán, Cortés ya en los límites de esa
provincia procedió a fundar Colima.

Luis de Castilla salió de colima acompañado de una centena de soldados


españoles encontrándose con enviados comisionados por Nuño de Guzmán
prohibiendo la entrada a la provincia de Nueva Galicia, don Luis contestó
que no le reconocía ninguna autoridad a Nuño de Guzmán y que traía
órdenes para poblar por mandato de la Segunda Real Audiencia y con poder
del capitán general Hernán Cortés y Luis de astilla siguió adelante,
volviendo los hombres de Guzmán para informar a su capitán que decidió
salir con todas sus tropas al encuentro del caballero de Santiago y cuando
lo localizó Guzmán mandó que prendieran a los soldados de Castilla, y así
preso fue conducido ante la presencia de Nuño de Guzmán que decretó su
ejecución, la que se habría cumplido de no ser porque sus capitanes y
soldados se opusieron a tal barbaridad, eso le salvo la vida al Capitán
Castilla pero Guzmán lo mantuvo preso hasta que tiempo después le
permitió volver a la capital, donde obviamente dio parte a la audiencia de lo
acontecido.

En realidad Guzmán fue de icónica crueldad, pero no fue el único, varios de


sus capitanes así se distinguieron, destacándose como el más cruel Proaño,
del que ya algo comentamos.

Sus crueldades y su desacato y sus errores como descuidar las tierras


sujetadas a la corona, trajeron como consecuencia nuevos levantamientos
de nativos que fueron constantes por lo que en realidad su conquista fue
muy relativa. El mismo Beltrán Nuño de Guzmán se horrorizó de las
crueldades de sus capitanes Diego Hernández de Proaño y Pedro Bobadilla
los que abusaron y erraron esclavos en exceso y sin motivo, mismos que
posteriormente libertó D. Vasco de Quiroga.

Esas crueldades trajeron como consecuencia el levantamiento de los nativos


de Culiacán y continuarán rebelándose otros pueblos principalmente de la
región conocida como la Gran Chichimeca, en la que tuvo que participar el
primer virrey y en la guerra conocida como Mixtón como vimos murió el
conquistador Pedro de Alvarado.

Queriendo no ser tendencioso copiamos el epilogo de este cruel hombre del


texto de la española Real Academia de Historia, para aquellos que se
empecinan en decir que hubo una leyenda rosa en la conquista de México:

“Nuño estuvo en el cargo de gobernador de la Nueva Galicia hasta 1537,


pese a los procesos legales abiertos y el juicio de residencia formado por la
segunda Audiencia a su llegada a México diciembre 1530. Durante estos
años fue él quien estableció las bases de la nueva entidad regional creando
su incipiente infraestructura urbana al fundar o mandar fundar las ciudades
de Culiacán, Chiametla, Compostela, Purificación y Guadalajara.
Compostela, nacida por decisión de Nuño bajo el nombre de villa del
Espíritu Santo, fue por treinta años la capital del nuevo reino; primero
estuvo ubicada cerca de la población indígena de Tepic y más tarde en el
valle de Cactlán actual ciudad de Compostela en el estado de Nayarit.
Guadalajara, llamada a ser la cabecera provincial, fue fundada en honor a la
ciudad natal de Nuño por Cristóbal de Oñate en Nochistlán diciembre de
1531; vasta meseta sin agua en medio de la belicosa nación caxcana que
expulsó a los primeros pobladores en busca de una mejor ubicación; en
1533 la ciudad se trasladó a Tonalá en el sur del río Santiago, de donde los
vecinos fueron expulsados por el gobernador que se reservó para sí el
territorio con la esperanza de fundar su marquesado; después, en marzo de
1535, a Tlacotán sobre la banda derecha del río y, en 1542, tras la guerra del
Mixtón, a su actual ubicación, en el amplio valle de Atemajac.

El fin de la conquista de la Nueva Galicia marcó el inicio del declive de


Nuño: se le despojó del título de gobernador de Pánuco (20 de abril de
1533), se le confiscaron sus bienes y fue acusado, con evidencias que se
mandaron a la corte, de lo inútil y precipitado de su expedición. Pero, a
pesar de los cargos presentados contra Nuño que incluían el asesinato de
Caltzontzin y otros caciques indígenas, el uso de fondos reales para
financiar la conquista, la esclavitud de los indígenas, la crueldad de su
empresa marcada con “sangre y fuego” como enseña, así como el desacato
a las autoridades de la Nueva España, Nuño todavía abrigaba la esperanza
de conseguir, a través de las cartas enviadas a la Corte, el favor del
Emperador, así como ejemplar castigo para Cortés, quien, además de
mandar desde México a Luis de Castilla para someterlo, entró en las costas
de California alborotando la región en junio 1535.

La llegada del virrey Mendoza a México en noviembre de 1535 supuso el


fortalecimiento del gobierno de la Nueva España y Nuño decidió ir a la
Corte a exponer su causa. Otro acontecimiento se sumó a su decisión: la
instrucción dada al licenciado Diego Pérez de la Torre para tomarle
residencia como gobernador de Pánuco, presidente de la Primera Audiencia
y gobernador de Nueva Galicia (marzo de 1536). Dejó Compostela al
mando de Cristóbal de Oñate y partió rumbo a Veracruz, pero en el camino
decidió pasar por México con la esperanza de saludar y congraciarse con el
nuevo virrey, con quien compartía linaje y era coterráneo. En la puerta del
palacio se le montó una emboscada y fue arrestado por el licenciado Pérez
de la Torre (19 de enero de 1537); conducido a la cárcel de México, su
juicio se prolongó durante dos años, después fue trasladado a España (1539)
formando parte de la leyenda, que lo hizo en jaula de hierro con grilletes.

Sus últimos años (1539-1558) fueron oscuros, marcados por la caída en


desgracia y esperando, siempre cerca de la Corte, el reconocimiento a los
servicios prestados. Sin embargo, la Corona se desinteresó por la resolución
de los tres juicios de residencia que se le abrieron y no se sabe del
pronunciamiento de sentencia.

Fue una manera de mantener alejado a Nuño de la escena política y retrasar


hasta su muerte el pago de los salarios que se le debían por sus
gobernaciones que —como señala en su testamento— “es mucha cantidad”.

El testamento de Beltrán nuño de Guzmán ahora es propiedad del magnate


mexicano Carlos Slim y aunque se dice que este cruel conquistador murió
en la pobreza, sus bienes al parecer pasaron a sus deudos.

La empresa de Guzmán se caracterizó por su violencia contra los


indígenas. Desde el inicio se habían dado quejas tanto de españoles
(podemos mencionar a García del Pilar) como de indios.

Durante el gobierno del primer virrey de Nueva España Antonio de


Mendoza se inició el proceso contra él. La Corona española resolvió
enjuiciarlo y envió al licenciado Diego Pérez de la Torre para investigarlo,
quien lo encontró gravemente responsable, le quitó el gobierno de la
provincia y lo remitió preso con grilletes a España, donde murió
encarcelado en el Castillo de Torrejón de Velasco en marzo de 1558.
Entre los cargos de los que se acusaron a Nuño de Guzmán, se encuentra el
cobro de tributos en Huejotzingo en 1531, siendo Huejotzingo propiedad de
Cortés. El cobro de estos tributos se hizo con violencia, como atestiguaron
tres indígenas quienes confirmaron el cobro de tributo y los servicios
exigidos por Guzmán, Delgadillo y Matienzo. Otra causa hubo por la
muerte que mandó dar a Tangáxoan II, Rey de Michoacán”.
Capítulo 14

Nuño de Guzmán y Hernán Cortés


Algo ya escribimos acerca de Beltrán Nuño de Guzmán y dijimos que fue el
otro gran conquistador de lo que será México, por lo que en realidad no
hemos hablado de su manera de contribuir en uno de los peores capítulos de
esa historia negra española, por lo que creemos referirnos a su actividad
inolvidable para este país, aunque muchos lo ignoren, inclusive en España
donde pareciera que este hombre no existió.
Nuño de Guzmán inició sus campañas por la tierra de los tarascos
Michoacán en diciembre de 1529, sin embargo hay que recordar que el rey
conocido como Caltzontzin como le decían los españoles, casi de inmediato
a la caída de Tenochtitlán se presentó ante los invasores para concertar la
paz y de hecho nunca fueron beligerantes los tarascos. Como ya dijimos
Guzmán fue recibido en Tzintzuntzan que era la capital tarasca y lo salieron
a recibir el gobernador y los principales señores, entró sin oposición con su
ejército y fue alojado, inició de inmediato con exigencias solicitando 10,000
hombres de guerra para que se sumarán a sus conquistas, víveres, y
obviamente todo el oro que hubiera en la ciudad, sin embargo sin razón
alguna ordenó ponerle grilletes a Caltzontzin.
Salió de la ciudad finalmente en el mes de febrero de 1530 llevando preso
al rey y llegó hasta el vado de la purificación, donde con pregón de
trompetas dijo que tomaba posesión de las tierras de los chichimecas y
como alarde paseó su bandera por todo el real y fundó ahí el pueblo de la
Purificación, realizando una misa en la iglesia que mandó construir, pero no
solo eso sino hizo también construir una cámara que sirvió para dar
tormento y realizar ejecuciones, ya construida mandó a aprender a los
gobernadores y a otros personajes de la región sin haber dado motivo
realizando lo mismo que con el rey tarasco, e inició su digamos reinado de
terror ya que ordenó dar tormento a todos los dignatarios que tomó por
presos, desde intérpretes, pasando por dignatarios e inclusive a Caltzontzin,
su pretexto fue que habían sido bautizados y habían vuelto a la idolatría,
aún después de haberle dado el oro y la plata que tenían, inclusive mujeres,
que no se necesita decir con que finalidad y con ese pretexto atormentó a
los dignatarios tarascos, a cuántos no se sabe, solo quedó en la memoria el
cruel tormento que le dio a Caltzontzin al que envolvió en un petate y ató de
los pies, ordenando fuera atado a un caballo y que lo arrastrarán por todo el
poblado, acto seguido lo ataron a un madero y rodeado de leños le
prendieron fuego hasta que se convirtió en cenizas y las arrojaron al río.
Suponemos que similar destino tuvieron otros señores de los tarascos.
En realidad no a pocos de sus soldados les causó indignación el cruel e
inútil tormento y también se incrementó la indignación de sus soldados con
lo que consideraron innecesaria esa expedición, ya que los tarascos no se
habían revelado y que no tenía un rumbo cierto, aduciendo que buscaban
una tierra que tendría grandes riquezas, lo que no fue creído, sin embargo a
pesar del disgusto la expedición siguió pasando por varios poblados hasta
llegar al poblado de Cuina, que los nahuatlacos llamaron Tototlán donde fue
recibido en paz y reabastecido de víveres y días después partió hacia
Cunácaro donde inició a tener oposición, suponemos que por el asesinato de
Caltzontzin, y en las batallas murieron algunos caballos y soldados
españoles. Se aproximó al poblado de Cuitzco donde envió una embajada
para decir que iba en paz pero el cacique local les dijo que los recibiría,
pero que no podía oponerse a lo que determinará su pueblo.
Avanzaron sus tropas y encontraron el pueblo abandonado refugiándose en
una isla del lago, Guzmán envió al capitán Vázquez con soldados y
ballesteros y se dio una resistencia de más de dos horas en una bizarra
batalla, saliendo herido el capitán y Diego Núñez que iba como médico,
finalmente los españoles tomaron por asalto la isla, realizando una
verdadera matanza de tarascos pues mataron a casi todos los defensores, y
tomaron prisioneros a mujeres y niños a los que repartió como esclavos,
ordenando marcar con el hierro candente a todos lo que se realizó durante
los siguientes cinco días en los que se presentó el cacique de Cuitzco a
ofrecer la paz y conforme a su naturaleza, Guzmán le pidió oro y plata y
cargadores y como no consiguió lo que esperaba, hizo traer a uno de los
fieros perros alanos, uno de al que por cierto llamaban el Amigo al que le
arrojaron al cacique hasta que lo dejó moribundo y para abandonar el
pueblo ordenó prenderle fuego con el cacique dentro y casi muerto.
Como era de esperarse las acciones de los españoles se conocieron y ya
hubo más oposición a la conquista forzada emprendida por el personaje.
Mandó a su capitán Chirino a extender sus conquistas y él al mando del
cuerpo principal del ejército se dirigió hacia Tonalá en el actual estado de
Jalisco y como era de esperarse los indígenas se resistieron presentado
batalla parapetados en un cerro donde lucharon con valentía contra los
españoles, inclusive lanzándose sobre los caballos para tratar de quitarles
las lanzas a los jinetes, obviamente la victoria fue para los invasores y
nuevamente se ejecutó a los hombres que quedaron heridos y a los que
fueron aprisionados tomando a niños y mujeres como esclavos, los que
fueron marcados con el hierro candente. A partir de esa batalla después de
estar veinte días en Tonalá los españoles reanudaron la marcha dejando
incendiado el pueblo y cientos de nativos muertos, por donde pasaron
dejaron muerte y desolación incendiando todos los pueblos por donde
anduvieron.
En Jalpa hizo ejecutar algunos de sus indios aliados porque supuestamente
habían realizado sacrificios humanos, algo improbable pues viajaban con él
y sabido era que las ofrendas rituales se hacían en sitios determinados, lo
lógico es que quiso dar una muestra de autoridad a los nativos que lo
acompañaban, como si no fueras suficiente su barbarie desplegada. Entre
tanto el capitán Chirinos conquista hasta Zacatecas donde había enfrentado
grandes dificultades por lo escabroso del terreno, y la resistencia de los
naturales que no se entregaron sino que dieron batalla.
Guzmán envió a Cristóbal de Oñate a terminar con la resistencia del área de
Tonalá, enfrentándose contra los nativos, pero logró reunir a los caciques
con los que pactó la paz y la promesa de sujeción a la Corona Española,
como fuera no realizó actos de brutalidad.
En realidad aquella cruel e inútil acción por la muerte de Caltzontzin había
provocado la resistencia de los pueblos de occidente, pero lo irracional fue
que inútilmente murieron nativos y españoles en su ola de barbarie.
La provincia de Colima había sido ya sujetada a la corona, envió Cortés uno
de sus parientes, Francisco Cortés y aunque había rebeliones más o menos
estaba en calma, pero la ambición de Guzmán era inconmensurable y así
declaró unida a su provincia de Nueva Galicia como se llamó a sus
conquistas, trajo nuevos problemas incluso con su enemigo Cortés.
Nada detenía a Nuño de Guzmán que dejaba a su paso muerte y destrucción
sembrando el terror, por lo que muchos nativos huían de sus poblados para
ocultarse del cruel brazo del conquistador, y sin más incorporó a los pueblos
de Colima a su territorio conquistado.
A su paso como era su costumbre sujetó a los habitantes de Jalisco a la
esclavitud, no a la encomienda, no hay que confundirse, como fuera burlaba
las leyes con el consabido requerimiento y la llamada guerra justa, aplicaba
el hierro de marcar y como dijimos creó un mercado para la venta y tráfico
de esclavos indígenas mandando inclusive al cercano oriente a las mujeres
para engrosar los harenes, en realidad ya sus campañas eran para hacer
esclavos, así llegó al actual estado de Tepic donde encontró una fuerte
resistencia de aborígenes cuya oposición sería ejemplar inclusive salió
herido Oñate y otros capitanes y obviamente hubo muchos muertos de entre
sus indios aliados y algunos españoles.
En Acaponeta se desbordó el rio con una gran crecida y se llevó la corriente
a muchos indios y españoles que se ahogaron, otros se salvaron subiéndose
a los árboles y como consecuencia otros tantos enfermaron, pronto la
escasez de alimentos se dio y muchos indios de los aliados a los españoles
enfermaron muriendo la mayor parte de ellos por las circunstancias, los
conatos de sublevación iniciaron tanto entre indígenas como entre
españoles, como era de esperarse Guzmán tomó a los cabecillas indígenas y
españoles, a unos los ahorcó con todos los aborígenes y otros quedaron
presos, a los españoles los envió a la Ciudad de México para que
respondieran sobre sus conspiraciones. Entre tanto Guzmán espera
refuerzos que enviaron Matienzo y delgadillo, junto con la noticia del
regreso de Cortés.
Se continuó con la conquista del actual estado de Sinaloa donde sus
capitanes realizaron algunas batallas y dejó fundadas algunas villas con
españoles para después fundar la Ciudad de Guadalajara en el actual estado
de Jalisco a la que se le concedió el 15 de noviembre de 1536 escudo de
armas y el reconocimiento de ciudad. Sin embargo su capital la fundó en el
efímero pueblo de Santiago de Compostela que decayó posteriormente para
pasar la capital a la ciudad de Guadalajara.
Nuño de Guzmán fijó los límites de sus conquistas y solicitó su
reconocimiento y mercedes a Carlos V, pero fueron tan afamadas sus
crueldades que las noticias llegaron a la Ciudad de México cuando ya
estaba en funciones la Segunda Real Audiencia y por su fama fueron
desechadas sus peticiones.
Lo dicho anteriormente da idea del tamaño de la conquista de Guzmán en
un territorio tan grande como el que se le atribuye su conquista a Cortés,
aunque ya vimos que los mayas y chontales de Tabasco seguían rebeldes.
En realidad la llegada de la Segunda Audiencia y la de Cortés marcaron el
fin de las crueldades de Guzmán, la fama había llegado a la Ciudad de
México y la audiencia tomó providencias y formaron la averiguación de las
conductas de Guzmán y sus capitanes preparando el juicio de residencia
correspondiente, pero solo se formó el expediente, como ya dijimos para
favorecer el rey continuaron las conquistas de Guzmán, entre tanto
enteraron al rey del martirio y asesinato de Caltzontzin y de otros nobles
tarascos y el rey envió cédula del 24 de abril de 1531 para que se levantará
ese proceso y se tomará investigación de los bienes saqueados y de las
tierras que había tomado, sin embargo el conquistador de occidente cayó en
desacato.
Ya llegado Cortés la audiencia le pidió actuar en su calidad de ser
nuevamente capitán general y justicia mayor y dispuso enviar al capitán
Luís de Castilla con el grado de caballero del hábito de Santiago que llegó
de España para fundar una villa en Colima y fue provisto con cien soldados,
enterado Nuño de Guzmán envió emisarios prohibiéndole al capitán de
Castilla que no entrara en términos de la llamada Nueva Galicia,
contestando que no reconocía la autoridad del conquistador de occidente y
que él tenía instrucciones de poblar por la Real Audiencia y con poder de
Cortés continuó así su camino y Guzmán salió a su encuentro con sus
tropas. Castilla quiso dialogar y se adelantó en compañía de cuatro
caballeros y simplemente lo mandó prender y lo llevaron a su presencia
donde decretó su ahorcamiento, sin embargo se opusieron algunos capitanes
de Guzmán y solo lo dejó preso, hasta que después de tiempo lo soltó
desterrándolo, obvio el Capitán Luis de Castilla relató a la audiencia los
sucesos.
Hemos visto las crueldades de Nuño de Guzmán gran contribuyente para la
Historia negra, pero no estaba solo, había otros de sus capitanes muy
crueles. En realidad ese conquistador basó su conquista en vejar, matar, e
incendiar pueblos durante su recorrido, pero por destruir no se preocupó por
asegurar la pacificación en sus campañas y los españoles cometieron toda
clase de abusos siguiendo su ejemplo, y obviamente vino la reacción en
rebeliones.

Dentro de los crueles capitanes se distinguieron Diego Hernández de


Proaño y Pedro Bobadilla, que se excedieron en la captura de indígenas
para herrarlos como esclavos y de esos infelices hombres a muchos los
libertó Vasco de Quiroga y por esos abusos se levantaron los naturales de la
provincia de Culiacán, que fue de tal magnitud que el mismo Guzmán se
espantó de los abusos, formándole proceso a Proaño y lo sentenció a ser
degollado y perder todos sus bienes sin embargo el condenado apeló a la
audiencia y quedó impune por influencias y recomendación de su tío Diego
Hernández de Proaño.
La empresa de Guzmán se caracterizó por su violencia contra los indígenas.
Desde el inicio se habían dado quejas tanto de españoles (podemos
mencionar a García del Pilar) como de indios.

Nuño fue aprehendido en la Ciudad de México el 20 de enero de 1543


acusado de haber hecho esclavos en guerra y fuera de ella, mandado herrar
hasta los niños de pecho y haber sacado de Pánuco más de cuatro mil
esclavos sin orden de Su Majestad.
Fue durante el gobierno del primer virrey de Nueva España Antonio de
Mendoza que se inició el proceso contra él. La Corona española resolvió
enjuiciarlo y envió al licenciado Diego Pérez de la Torre para investigarlo,
quien lo encontró gravemente responsable, le quitó el gobierno de la
provincia y lo remitió preso con grilletes a España, donde murió
encarcelado en el Castillo de Torrejón de Velasco en marzo de 1544.

Como elemento de las acusaciones formuladas en su contra figuró el


testimonio de Francisco Tenamaxtle, cacique de Jalisco, quien presentó ante
el Consejo de Indias un escrito inspirado por Bartolomé de las Casas, que
dice así:

…”Nuño de Guzmán, estando todos los pueblos quietos y seguros, enviaba


de noche gente de pie y de caballo a asaltarlos y tomando los que querían
los hacían esclavos con el hierro, que decían ellos el rey los mandaba herrar.
Y de esta manera hizo tantos que no tenían número, hombres, mujeres,
niños de toda edad, dejando los maridos sin amigos y las mujeres sin
maridos, hijos sin padres y padres sin hijos. Y así los enviaba a vender a las
minas y a otras partes de la Nueva España donde mejor se los pagaban”…

Entre los cargos de los que se acusaron a Nuño de Guzmán se encuentra el


cobro de tributos en Huejotzingo en 1531, siendo Huejotzingo propiedad de
Cortés. El cobro de estos tributos se hizo con violencia como atestiguaron
tres indígenas quienes confirmaron el cobro de tributo y los servicios
exigidos por Guzmán, Delgadillo, y Matienzo.
Otra causa hubo por la muerte que mandó dar a Tangáxoan II, Rey de
Michoacán.
Los excesos de los españoles que dejó como herencia Nuño de Guzmán
causaron la gran rebelión de Caxcana. Los abusos aterrorizaron a los
indígenas, que no tuvieron más remedio que rebelarse contra los españoles,
pero a la postre la rebelión de la Caxcana (en el hoy territorio del Sur de
Zacatecas y Norte de Jalisco) resultó contraproducente, porque entonces los
vecinos de Guadalajara tuvieron pretextos suficientes para someter a los
indígenas a la categoría de esclavos a pesar de los mandatos reales. Fue tan
importante la rebelión que el propio virrey de Mendoza tuvo que ir al frente
de los españoles para conjugar la rebelión, sin embargo lo que realizó el
virrey será una mácula en su vida, ya que autorizó la esclavitud como
consecuencia de la rebelión.

Silvio Zavala, en su obra Los esclavos indios en Nueva España, explica


cómo la conquista de Nueva Galicia emprendida por Nuño en las
postrimerías de su administración en México, abrió nuevo campo a la
esclavitud de los indios:
Reducido Guzmán a los límites de su conquista en la Nueva Galicia, y
protegido por el título de gobernador que le dio la Corona, practicó los
últimos actos de esclavitud de su carrera en las Indias, afirma Zavala.

Un antiguo asociado de Nuño denunció ante el virrey Antonio de


Mendoza que él le hizo tomar por fuerza y herrar muchas mujeres y niños
contra lo mandado por el rey; que además compró los esclavos del quinto
del rey a menos precio para revenderlos y que aparte del quinto real tomó
para sí el séptimo de todos los esclavos; que se servía de los indios libres en
las minas y usaba como esclavos a los que llevó de México a su conquista.

Otro testimonio de la época dice que Nuño aguardaba a que los religiosos
juntasen y metiesen (a los indios) en la iglesia para predicarles y bautizarles
y de ahí los sacaba y herraba por esclavos para entregarlos a los que en el
juego los habían ganado.

Fray Antonio Tello asegura que desde el año 1532 Nuño Beltrán ya se valía
del fierro para marcar esclavos.

El cruel personaje que tuvo como detractor al padre de las Casas fue
defendido por el primer obispo de Nueva Galicia, Pedro Gómez de
Maraver, defendió ante Carlos V el derecho de los neogallegos a esclavizar
naturales, por ser gente bestial, ingrata, de mala condición y mentirosa.

Una cosa de llamar la atención, es que en este texto ya hablamos de los


juicios de residencia de Hernán cortés, Pedro de Alvarado, y de Nuño de
Guzmán y los dos primeros de los cargos de su salvaje actuación con los
indígenas salieron bien librados, sólo fueron condenados por cargos
presentados por españoles y Guzmán siquiera fue terminado de juzgar,
vemos que a pesar de su crueldad la Corona lo confirmó como gobernador
de Pánuco. Finalmente fue residenciado pero después de un largo juicio en
España apoyado por sus influyentes familiares evitó caer en desgracia y
guardó sus encomiendas y su posición en la Corte, aunque hubo de
permanecer confinado en el Castillo de Torrejón de Velasco (Madrid)
donde falleció, de hecho sus bienes quedaron intactos y los heredó por
testamento, que obra el original en manos de un rico industrial mexicano.
En verdad la esclavitud fue una realidad que subsistió al lado de la
encomienda a lo largo de la colonia y no nos referimos a la de los esclavos
africanos traídos cuando las epidemias mermaron la población indígena, tan
fue una cruel institución colonial que el cura Hidalgo decretó su abolición
hasta 1810.

En realidad los juicios de residencia no servían de mucho y sin temor a


dudas sólo se llevaron a cabo por denuncias entre españoles.

Tan verídico es, que en relación a las nuevas leyes promulgadas en


Barcelona el 22 de noviembre de 1542 prohibieron que se hicieran esclavos
en adelante, pero tanto el oidor de la Audiencia de México, Lorenzo de
Tejada como los padres franciscanos de la Nueva Galicia denunciaron su
incumplimiento.

En verdad que los detractores de lo que llamamos historia negra, son


ignorantes más de la realidad que lo que conocen, la esclavitud existió con
crueldad contra los naturales de América, cosa que nunca podrán negar los
detractores de la mácula histórica de la conquista.

Volvamos a la conquista de lo que falta de la Nueva España en pasajes


donde inclusive hubo conflictos entre Cortés y Nuño de Guzmán.

Se considera actualmente a Hernán Cortés como el descubridor de la


península de Baja California, aun cuando el primer europeo que
desembarcó en dicha península fue el piloto y navegante español Fortún
Jiménez quien al mando del navío Concepción propiedad de Hernán Cortés
avistó y desembarcó en el año 1534 en la península, de la cual pensó que
era una isla.

En la cuarta Carta de Relación fechada en México el 15 de octubre de 1524


escribe Hernán Cortés al rey de España de la preparación de barcos para
explorar y someter nuevos reinos sobre la mar del Sur (océano Pacífico)
idea que bullía en su mente desde dos años atrás recién consumada la
conquista de la gran Tenochtitlan.

En 1529, estando Cortés en España firmó un convenio con la Corona


española por el cual se obligaba a enviar por su cuenta armadas para
descubrir islas y territorios en la mar del Sur.
Deseaba encontrar además del dominio territorial y las posibles ganancias
en metales preciosos en las nuevas tierras a descubrir un paso de mar entre
el Pacífico y el Atlántico, pues se pensaba que si Fernando de Magallanes
había encontrado un estrecho que comunicaba ambos océanos por el Sur
también debería existir otro paso por el Norte. Ese paso marítimo era el
mítico estrecho de Anián. En el mencionado convenio se estipula que de las
tierras y ganancias que se obtuvieran, una décima parte corresponderían al
descubridor en propiedad perpetua para sí y sus descendientes.
Ya de regreso a México el 30 de junio de 1532 envió a su primo Diego
Hurtado de Mendoza para que explorará las islas y litorales de la Mar del
Sur, más allá de los límites de la audiencia de la Nueva Galicia gobernada
por Nuño de Guzmán enemigo acérrimo de Hernán Cortés. Partió la
expedición en dos barcos desde Golfo de Tehuantepec, después de tocar
Manzanillo (Colima), se fueron costeando las costas de Jalisco y Nayarit
que en aquel entonces formaban parte de la audiencia de la Nueva Galicia,
hasta descubrir las Islas Marías de allí regresaron a tierra firme y trataron de
obtener abastecimiento de agua en la bahía de Matanchén, Nayarit,
abastecimiento que les fue negado por órdenes de Nuño de Guzmán, dueño
y señor de la región.
Uno de los barcos maltratados por las tormentas emprendió el regreso,
arribó a las costas de Jalisco y terminó en manos de Nuño de Guzmán, en
tanto el otro navío en el que iba Diego Hurtado de Mendoza tomó rumbo al
norte, jamás ninguno de los que iban a bordo regresó a la Nueva España, no
se volvió a tener noticias de ellos, años después el autor de la Segunda
Relación anónima de la jornada que hizo Nuño de Guzmán a la Nueva
Galicia recogió algunas informaciones que hacen suponer que la nave que
comandaba Diego Hurtado de Mendoza había naufragado en el litoral norte
del hoy estado de Sinaloa, pereciendo él y el resto de la tripulación.
El navío Concepción al mando del capitán y comandante de la expedición
Diego de Becerra, era una de las dos naves que Cortés envió en 1533 poco
después de la conquista de la gran Tenochtitlan en un segundo viaje de
exploración de la Mar del Sur, la otra nave era el navío San Lázaro al
mando del Capitán Hernando de Grijalva.
Zarpó la expedición desde el hoy puerto de Manzanillo el 30 de octubre de
1533, para el día 20 de diciembre las naves se habían separado. El barco
San Lázaro que se había adelantado esperó en vano al navío Concepción
durante tres días y al no tener avistamiento del navío acompañante se
dedicó a explorar el Océano Pacífico y descubrió las Islas Revillagigedo. A
bordo del Concepción todo era diferente, el navegante y segundo en el
mando, Fortún Jiménez se amotinó y asesinó mientras dormía al capitán
Diego de Becerra, después agredió a los tripulantes que se mostraron leales
al asesinado capitán, para posteriormente abandonar a los heridos en las
costas de Michoacán junto con los frailes franciscanos que le acompañaban
en la travesía.
Fortún Jiménez navegó hacia el noroeste siguiendo la costa y en algún
momento giró hacia el oeste y llegó hacia una apacible bahía, hoy se sabe
que arribó a la hoy ciudad y puerto de La Paz, él pensó que había arribado a
una isla, jamás supo que había arribado a una península que con el tiempo
se llamaría península de Baja California, allí se encontró con nativos que
hablaban una lengua no conocida y además andaban semidesnudos, eran
muy diferentes de los nativos del altiplano mexicano que tenían una cultura
propia.
Los tripulantes que le acompañaban al ver a las mujeres semidesnudas y a
causa de la larga vigilia sexual se dedicaron a tomarlas por la fuerza. Para
ese entonces se habían dado cuenta que en el lugar abundaban las perlas que
los nativos extraían de las conchas de moluscos que abundaban en la bahía,
así que se dedicaron a saquear el lugar y a abusar de las mujeres.
Es necesario resaltar que Fortún Jiménez y acompañantes no otorgaron
nombre alguno a ninguno de los sitios que encontraron, siendo otros
exploradores quienes diesen nombre a los lugares visitados por Fortún
Jiménez.
El abuso de las mujeres por parte de la tripulación aunado al saqueo al cual
se dedicaron provocó un violento enfrentamiento con los nativos que
terminó en la muerte de Fortún Jiménez y algunos de sus compañeros, los
sobrevivientes se retiraron del lugar, abordaron a duras penas el navío
Concepción y navegaron erráticamente durante varios días hasta llegar a las
costas del hoy estado de Jalisco en donde se toparon con los subalternos de
Nuño de Guzmán quienes les requisaron la nave y los tomaron prisioneros.
Después de haber patrocinado dos viajes de exploración en la Mar del Sur y
sin haber obtenido resultados materiales, Hernán Cortés decidió encabezar
el tercer viaje de exploración.
Molesto Cortés porque Nuño de Guzmán, su archienemigo de siempre, le
había requisado un buque durante la primera expedición que sufragó,
además del buque Concepción que Cortés había enviado en el segundo viaje
de exploración del Mar del Sur, decidió enfrentarlo en su propio terreno y
desde allí montar la tercera expedición, para ello preparó un gran número de
tropas a pie y a caballo para marchar sobre la provincia de la Nueva Galicia
de la cual Nuño de Guzmán era gobernador.
El virrey de la Nueva España advierte a Hernán Cortés el 4 de septiembre
de 1534 que no enfrentase a quien le había requisado sus barcos a lo que
Hernán Cortés se negó alegando que había gastado más de 100 mil
castellanos de oro, además de haber sido designado por su majestad el rey
de España Carlos I para conquistar y descubrir nuevos territorios. Para ese
entonces Cortés ya había organizado un astillero en Tehuantepec y tenía tres
navíos dispuestos; el San Lázaro (en el que regresó Grijalva de la segunda
expedición a la mar del Sur), y la Santa Águeda, y el Santo Tomás que
recién habían sido construidos.
El proyecto de Cortés era ambicioso, enviaría los navíos a Chametla
Sinaloa (cerca de la actual población de Escuinapa) en el territorio
gobernado por Nuño de Guzmán y allí abordaría el ejército de tierra
comandado por él para llegar a Chametla, Cortés tuvo que atravesar por
varios días con su ejército el Nuevo Reino de la Nueva Galicia, que era una
provincia de la Nueva España gobernada por su acérrimo enemigo Nuño de
Guzmán.
Cuenta Bernal Díaz del Castillo que cuando en la Nueva España se supo
que el Marqués de Oaxaca iba de conquista, nuevamente muchos creyeron
que era cosa cierta y rica y se ofrecieron a servirle soldados de a caballo,
arcabuceros y ballesteros, y 34 casados con sus mujeres, en total 320
personas y 150 caballos. Y añade que los navíos estaban muy bien provistos
de bizcocho, carne, aceite, vino y vinagre, mucho rescate, tres herreros con
sus fraguas y dos carpinteros de ribera con sus herramientas, además de
clérigos y religiosos, y médicos, cirujanos, y botica.
Con los pendones a todo lo alto arribó el ejército de Cortés a la población
de Santiago de Galicia de Compostela, ubicada en esos días en el valle de
Matatipac (en la actualidad la ciudad de Tepic) donde fue acogido
amistosamente por el gobernador Nuño Beltrán de Guzmán, su enemigo de
siempre. En esa población Cortés y su ejército permanecieron durante
cuatro días antes de proseguir su viaje. Se dice que Nuño de Guzmán
aconsejó a Cortés no proseguir con el viaje de exploración y le proveyó de
bastimentos, en tanto Cortés se asombró de la pobreza en que vivía Nuño de
Guzmán. Sin duda alguna el recibimiento de que fue objeto el Conquistador
de México de parte de Guzmán se debió al ejército que acompañaba a
Cortés.
Después de la partida de Cortés, Nuño de Guzmán dirigió una carta a la
Audiencia en México en que se queja de que el marqués del Valle quería
penetrar con su gente en su gobernación, siendo que solo era Capitán
General de la Nueva España.
En Chametla (Sinaloa) después de atravesar los hoy estados de Jalisco y
Nayarit, territorio conocido como parte del reino de la Nueva Galicia en esa
época, Cortés y su comitiva embarcaron los buques Santa Águeda y San
Lázaro en los cuales subieron 113 peones, 40 jinetes con todo de a caballo y
dejó en tierra a 60 jinetes más, según lo reportó a la Real Audiencia el
gobernador Nuño de Guzmán.
Una vez embarcado en el buque San Lázaro, Cortés junto con su expedición
tomó rumbo al noroeste y el día 3 de mayo de 1535 arribó a la bahía que
nombró bahía de la Santa Cruz, actualmente La Paz (Baja California Sur),
lugar en el cual confirmó la muerte de su subalterno Fortún Jiménez a
manos de los nativos.
Una vez que hubo tomado Cortés posesión de la Bahía de la Santa Cruz
decidió establecer una colonia, mandó traer a los soldados y bastimentos
que había dejado en Sinaloa pero el mal tiempo no le ayudó, los buques se
perdieron y únicamente regresó a la bahía de la Santa Cruz un navío
llevando una carga de cincuenta fanegas de maíz, insuficientes para
alimentar a la población, por lo cual Cortés salió personalmente en busca de
víveres, más lo conseguido fue insuficiente por lo cual decidió retornar a la
Nueva España con la intención de proveer desde ahí a la nueva colonia.
Al mando del poblado de la Santa Cruz quedó Francisco de Ulloa, pero las
quejas de los familiares de quienes se habían quedado en la península
hicieron que el virrey ordenara el abandono de la población y el retorno de
los pobladores a la Nueva España.
Hernán Cortés quien ya había patrocinado tres viajes de exploración de la
Mar del Sur (océano Pacífico) y los cuales habían terminado en fracasos,
decide enviar un cuarto viaje de exploración a la Mar del Sur al mando de
Francisco de Ulloa en 1539.
Partió la expedición del puerto de Acapulco el día 8 de julio del año citado
a bordo de los buques Santo Tomás, Santa Águeda y Trinidad, a la altura de
las Islas Marías se vieron obligados a abandonar el navío Santo Tomás, por
lo cual continuaron el viaje de exploración en los dos buques restantes. Se
adentraron en el golfo de California y visitaron en el viaje de ida y de
regreso la abandonada población de la Santa Cruz conocida actualmente
como la ciudad de La Paz, en el viaje de ida llegaron al extremo norte del
golfo el 28 de septiembre a lo que se conoce actualmente como
desembocadura del río Colorado y llamaron a la boca del río Ancón de San
Andrés. Después de haber desembarcado y tomado posesión de las tierras
del extremo norte de la Mar Bermeja (conocido hoy en día como golfo de
California) nombre que le dieron por la coloración rojiza de las aguas que
se tenían con las procedentes del Río Colorado, iniciaron el regreso al
poblado de la Santa Cruz, doblaron el cabo San Lucas e ingresaron en el
océano Pacífico. Por la actual bahía Magdalena pasaron el día 5 de
diciembre sin haber ingresado por estar herido Ulloa a causa de una
escaramuza que sostuvo con los nativos.
Con fecha de 5 de abril de 1540 dirigió a Cortés desde la isla de Cedros una
relación de los sucesos de la exploración en el navío Santa Águeda, en el
navío Trinidad continuó con la exploración, nunca más se supo de
Francisco de Ulloa y de sus compañeros de navegación.
Con lo transcrito anteriormente nos podemos dar cuenta que hay mucho que
desconocemos de este singular personaje, de alguna manera incansable,
porque cuando realizó esas expediciones ya era el marqués del Valle de
Oaxaca y aunque la reina Isabel de Portugal, reina de España, le otorgó el
diez por ciento ya no lo movía la ambición, era ya inmensamente rico para
ese entonces.
Otro aspecto que se deduce de lo transcrito es la importancia que le dio la
reina y Rodríguez Fonseca a Nuño de Guzmán que de hecho fue el
conquistador de occidente y por demás lo nombraron oidor de la Primera
Real Audiencia para disminuir la importancia del capitán. De hecho este
cruel personaje logró fincarle a Cortés el famoso juicio de residencia del
que ya comentamos salió bien librado, pero no se confundan, hubo un
enfrentamiento de poder entre los dos personajes del que saldrá finalmente
vencedor el marqués del valle, logrando comprobar los excesos de Nuño de
Guzmán al que por esas causas le fincaron su juicio de residencia del que
nunca salió condenado aunque se decreta el decomiso de todos sus bienes,
no los perdió y quedó confinado a vivir en un pueblo español, de donde
finalmente falleció en el olvido.
Con lo anterior hemos recorrido ya más de quince años desde aquel 1519 en
que arribó Cortés, inclusive ya mencionamos al primer Virrey Antonio de
Mendoza que arribó a la Nueva España el 14 de noviembre de 1535. Como
vimos la conquista del actual territorio de México no había sido
conquistado en su totalidad. Mucho se ha dicho que la conquista la
realizaron los indígenas, lo que es cierto y no por su participación en la
caída de Tenochtitlán, sino en las conquistas subsecuentes, vimos que los
tlaxcaltecas, otomíes, huexotzincas y otros aliados a la que fue Federación
Tlaxcalteca acompañaron a Cortés inclusive a su viaje a Honduras, pero no
solo ellos sino nativos de Texcoco que fueron leales al traidor Ixtlixóchitl el
joven, también fue Ixtolinque con su gente de Coyoacán, ellos también
fueron conquistadores y fueron derrotados numerosas veces junto con los
españoles y como era de esperarse la mayoría de los muertos fueron de su
gente.
Acudieron inclusive con Nuño de Guzmán a sus conquistas pero nunca se
les reconoció por los españoles como victoriosos. Sin embargo hay un
curioso caso de un indígena conquistador, con su historia concluimos este
capítulo con el raro testimonio dejado por escrito del cacique de Jilotepec
D. Nicolás de San Luís Montañez.
La crónica dice que el 19 de septiembre de 1526 se fundó el pueblo de san
Francisco de Acámbaro, fundamental para la conquista de Querétaro,
provincia que estaba en poder de los Chichimecos los que no habían podido
doblegar los peninsulares. Se trazó el pueblo en el llano del Ramadero y
acudieron seis caciques principales de Jilotepec, seis caciques otomíes y
seis tarascos, se repartieron terrenos y al final todos corearon viva el rey
refiriéndose a Carlos V.
Cercanos al pueblo estaban los chichimecos que eran beligerantes y aunque
no se acercaban al pueblo de seguido enviaban flechas y proyectiles, y para
amedrentar a los chichimecos se organizó un desfile participando mil
hombres del pueblo y el mismo cacique D. Nicolás relata que llevaba
armado su cuerpo con las armas que dejó Cortés y el siguiente domingo se
eligieron autoridades para el poblado. El cacique se puso al frente de los
contingentes de indígenas que según dijo era de la estirpe real de
Moctezuma, y el cacique realizó su primera entrada en Querétaro en 1535
aunque la plaza quedaría completamente pacificada hasta 1555.
El cacique de Querétaro era un aborigen que le bautizaron como D. Juan
Bautista Criado, y en seguida se casó con una nativa a la que le llamaron
Doña Juana Chichimecas Criado, y se casaron conforme al rito católico
siendo sus padrinos cuatro de los caciques. Lo raro fue que se dio un
combate extraño ente bandos indígenas, unos cristianos y los otros no,
porque se pactó una guerra sin armas que duró desde que salió el sol hasta
casi anochecer en la que resultaron vencedores los indígenas cristianos., sin
embargo como era de esperarse los Chichimecos idólatras siguieron
beligerantes, en realidad no hubo sumisión y así estuvieron por años, hasta
que en tiempos del segundo virrey Luis de Velazco con apoyo de armas
peninsulares y de cien caballeros a su mando el cacique D. Nicolás tuvo que
encabezar con sus nativos una expedición para conquistar los pueblos de
Acámbaro y Apasco y según todos los datos venció D. Nicolás
conquistando la región y dejando en Querétaro como cacique al
mencionado Juan Bautista Criado, en lo que fue una conquista de indígenas
cristianos y dicha ciudad quedaría como una congregación indígena leal a la
Corona Española, hasta que las rutas comerciales hicieron crecer la
importancia de la región indígena de Querétaro.
Hemos llegado hasta el inicio del virreinato de la Nueva España, dejando en
claro que no solo hubo esa encomienda que en realidad fue esclavitud
disfrazada, sino en contra de aquellos que ponderan las leyes humanísticas
que solo en su mente existieron, en los primeros veinte años de la presencia
de los invasores se dieron crueles matanzas, saqueos, traiciones, envidias,
esclavitud, abusos y tormentos, que nutrieron la historia negra que nadie
puede negar.
Capítulo 15

La oportunidad de ser alguien.

Hemos dicho que Castilla liberó a lo que será España de la presencia de los
moros, lo que de seguro trajo un fervor nacionalista, sin embargo esa lucha
que se prolongó por ocho largos siglos, trajo un digamos nacionalismo y un
fervor que cayó en la irracionalidad religiosa.
Ese fervor católico cuyo fin moral es para la edad media la santidad, resulta
que en realidad no frenó la mundanidad inclusive de los religiosos del bajo
clero, ya que los del alto serán conocidos públicamente sus excesos que no
denotan ese ideal moral de santidad.
La baja edad media europea se caracterizó por ser aparte de la época escura
que fue, por su violencia que resulta icónica hasta la fecha, y la península
Ibérica por la reconquista fue especialmente cruel y violenta y proclive a
exagerar el fervor católico de los pobladores de cualquier estrato social,
digamos que hasta los curas eran especialmente proclives a la violencia y
esto no lo decimos porque las sociedades (obvio en plural) mesoamericanas
no lo fueran, sin embargo hay en la idea de las hoy mayorías poblacionales
de España una idea de que vinieron a América a civilizar y pacificar. En
verdad no hay nada más falso que esa afirmación, ya que esos hidalgos que
fueron los conquistadores desplazaron su invasión con una violencia
inusitada, más si acudimos al ideal de santidad católica que era la supuesta
moral e ideal de conducta.
En nuestro libro Historia negra Española en la Nueva España tratamos
ampliamente la conveniente cuestión, que se resume, en que si los indígenas
gozaban de la naturaleza humana, y dimos diversas concepciones inclusive
de connotados religiosos que la negaban, sosteniendo que los nativos de
América eran simplemente infrahumanos. Esa cuestión debió quedar
zanjada simplemente con la temprana bula papal. El cruel trato a los
sometidos llegó a tal grado que el papado tuvo que intervenir para
humanizar a los religiosos y encomenderos, por lo que en 1537 el Papa
Pablo III tomó cartas en el asunto, dictando la bula Sublimis Deus, donde al
fin el Papa aceptó la humanidad de los autóctonos, sin embargo esa bula no
cambió la concepción de los conquistadores frente a los nativos y de hecho
tampoco todos los religiosos por disposición papal lo aceptaron.

En México muchos afirman que fueron pretexto para la conquista los mal
llamados sacrificios humanos, idea errónea, la justificación estaba dada
simplemente por la idea de imponer universalmente el credo católico, y
obviamente los nativos eran paganos. En realidad esa concepción de que los
nativos eran infrahumanos no justificó la conquista, pero si justificó la
barbarie con que actuaron conquistadores y colonos frente a los nativos.

En realidad no fueron las ofrendas rituales lo que justificó la conquista pero


si sirvió para que los tacharán de salvajes y de adoradores de demonios
malignos, lo que era simplemente para considerarlos seres inferiores
carentes de cualquiera consideración. Y por demás como ocurrió durante la
reconquista con los musulmanes en el sentido de afirmar que eran
sodomitas y pedófilos se traslapó a América y se dijeron las mismas
mentiras, simplemente para justificar su barbarie desplegada y burlar esa
idea de santidad que era el supuesto ideal religiosos, ya que ni humanos
eran los nativos, y por demás realizaban actos de adoración a Satán que
eran los sacrificios humanos, eran íncubos, súcubos, criaturas demoniacas.

Dijimos que esos hidalgos que en España en verdad eran donnadies


obtuvieron poder, más no e inmediato se dieron los reconocimientos para
ser alguien y solo Cortés fue reconocido con título de Nobleza peninsular,
acto de que todo indica se arrepintió el extranjero rey.

Los conquistadores y sus soldados provenían de una España medieval


sumamente violenta, y esa violencia desplegada en luchas y masacres era la
que daba la posibilidad de dejar de ser donnadie y cualquiera acto aberrante
que se realizara en nombre de dios no lo era por esa razón, entonces fue
fácil para esos crueles hombres realizar la conquista y sus crueldades
anteponiendo la cruz a sus aberraciones.
Aceptemos que las sociedades mesoamericanas eran también violentas, no
como se pretende decir por los heraldos de la new age que eran sociedades
arquetípicas, donde el orden y la paz era la constante, en realidad ambas
eran de alguna manera sociedades violentas, y que ahora algunos españoles
pretendan decir que vinieron a culturizar, quitar la barbarie y civilizar, es
una verdadera falacia.

En realidad además de que era esa civilización oscura medieval sumamente


violenta, en nada se diferenciaba en última instancia con las sociedades
mesoamericanas, obviamente vistas con la óptica occidental. Si se atiende
al significado la justificación de la violencia y crueldad del invasor
occidental la justificaron según ellos obviamente con la idea de imponer el
credo en un supuesto dios verdadero, en tanto en Mesoamérica revestían las
ofrendas rituales la idea cosmogónica de alimentar a Tlaltecuhtli, que en
última instancia la justificación de la violencia tenía aspectos de credo en
ambas sociedades.

Ahora bien eso es el aspecto de justificación ante el rey español, pero en


realidad al parecer en verdad eso no era lo primordial para los
conquistadores, porque en realidad los movió la ambición, no solo de
obtener riqueza sino dejar de ser hidalgos pobres y porque no tal como le
aconteció a Cortés lograr ser un don alguien en su patria.

No hay que confundirse, civilización en Mesoamérica la había y cultura


desarrollada en muchos aspectos, había una sociedad constituida y
perfectamente organizada, y al igual que en la Europa medieval digamos
que en ambas había una meritocracia, pero en España dejo de operar con la
reconquista y se convirtió en una sociedad cuajada.

En realidad sin reconocimientos de méritos la única posibilidad de ascender


en España era la riqueza, por eso fue lo que buscaron los conquistadores,
como fuera ser rico les permitía aspirar a ascender en la escala social
cuajada, por medio de los enlaces matrimoniales era una manera alternativa
de dejar de ser un donnadie.
De hecho observemos la conducta de Cortés, que posiblemente haya
decidido en verdad matar a su esposa, fundadas sospechas había, y la
verdad ahora más. Sabemos que Buono de Quexo obró como verdadero
celestino con D. Juana De Zúñiga que siendo hija del conde de Aguilar y
sobrina del poderoso duque de Béjar aceptaron el cortejo siendo todavía un
donnadie el gran capitán, simplemente porque ya se sabía que era un
hombre inmensamente rico. Nada difícil es pensar que el poderoso Duque
de Béjar y cardenal que era el primer ministro del rey extranjero, esté haya
tenido que ver para que a Cortés lo convirtieran en marqués y saliera
absuelto en su juicio de residencia.

Cabe aclarar que tan sólo Hernán Cortés y Francisco Pizarro fueron los dos
únicos conquistadores que lograron un título nobiliario, como sabemos a
Cortés el rey lo hizo caballero otorgándole el título de Marqués del valle de
Oaxaca y a Francisco Pizarro conquistador del Perú, Obtuvo el título de
marqués y sus descendientes tuvieron el título de marqueses de la
Conquista, pero con el nombre de Atavillos, siendo este el título utilizado
por el cronista don Francisco López de Gómara en su Historia General de
las Indias, capítulo CXXXII. También fue referido como marqués por Pedro
Cieza de León en su libro Chrónica del Perú. Para sus huestes indígenas era
conocido como Apu (‘jefe’, ‘señor’, ‘general’) o Machu Capitán (‘viejo
capitán’).

Fueron ellos los únicos dos donnadies que dejaron de serlo con título
nobiliario propio, pues como vimos fue la frustración de Pedro de Alvarado
y por qué no de Nuño de guzmán que terminó denigrado.

Las culturas y los ritos sanguíneos.

En verdad como vemos en las Cartas de Relación de Hernán Cortés, la idea


de traer e imponer la vera fe fue el perfecto pretexto para la invasión y
crueldades, pero solo eso fue mero pretexto, pues la razón real era obtener
riqueza para por ese medio dejar de ser donnadies y esa fue la oportunidad
que les dio el descubrimiento de América, aunque fuera solo riqueza que les
permitiría ser alguien por enlace matrimonial en esa sociedad corrupta y
decadente.
En verdad la idea y el análisis de esa sociedad anquilosada no es propio,
quien lo realizó de manera esplendida fue el filósofo organicista en su
morfología de la historia titulada La Decadencia de Occidente libros que
vieron la luz en 1916, donde según su análisis esa Cultura occidental para la
edad media, era una cultura decadente sin nada que aportar al espíritu
humano. En realidad nos dice este filósofo alemán, que con el renacimiento
Europa recibió su último aliento, sin embargo cuando se realizaron las
conquistas peninsulares en América las sociedades peninsulares de España
y Portugal estaban inmersas en el oscurantismo de la edad media y fueron
los últimos en entrar al renacimiento en Europa y nadie dudará que el
renacimiento le dio “oxigeno” a la moribunda cultura occidental, pues el
nombre de la nueva época es nada menos que renacimiento y todos aceptan
que la cultura occidental estaba dando sus estertores.

Esa fue la cultura que trajeron los invasores a América, una cultura plagada
de mitos barbarie, e intransigencia, incapaces fueron los llamados
conquistadores de comprender que eran seres humanos con cultura y
cosmovisión propia, es entendible que esos rústicos hombres que llegaron
fueran incapaces de entender que había grandiosas culturas en América con
una espléndida cosmogonía, pero lo que resulta increíble es que todavía
haya en la actualidad quienes piensen que esos rústicos peninsulares
imbuidos en una cultura moribunda, vinieron a civilizar a unos salvajes que
evidentemente gozaban con el dolor ajeno.

Digamos que nosotros aceptamos lo que muchos todavía llaman sacrificios


humanos que en realidad eran ofrendas rituales, lo que mientras se sigan
analizando con la idea de la cultura occidental maniquea y prejuiciosa, y
peor aún con fondo del catolicismo mitológico seguirán aceptándose como
una manifestación de salvajismo y los que los niegan todavía los ven con el
mismo atavismo ya que su mentalidad occidental y católica, les lleva a las
mismas conclusiones simplemente negando, porque también los consideran
salvajes.

Aceptando que existieron las ofrendas rituales tenían un significado


profundamente cosmogónico que no simplemente religioso, sin embargo si
se analiza el tipo de muerte en un teocali se podrá entender que se mataba
procurando infringir el menos dolor al ofrendado, mataban como lo hacía el
jaguar, tratando de no dar dolor a su víctima, no entraremos en el análisis de
las ofrendas rituales que lo trataremos a futuro en otro libro, simplemente
los mesoamericanos procuraban matar con el menos dolor posible, en tanto
los civilizados europeos con torturas sofisticadas para producir al semejante
el peor dolor posible, muchas veces en nombre del piadoso dios católico y
otras por su verdadero dios, el oro.

Lo ritos de sangre ofrendados a lo sagrado son tan antiguos como el hombre


mismo y en nombre de lo sagrado se han realizado las peores barbaridades,
no solo en América sino en todo el orbe, la vida y la muerte, la sangre y el
dolor son situaciones reiteradas a lo largo de la historia.

Los peninsulares no estaban exentos del sacrificio humano en nombre de su


credo. Cuando llegaron a América la historia europea está plagada de estos
abominables ritos que se realizaban en nombre de la fe, como muestra de la
barbarie europea y cristiana tenemos por ejemplo los llamados Autos de Fe
por los que fueron asesinados miles de hombres, muchos más que los
ofrendados en toda la América precolombina y eso sin tomar en cuenta la
Guerra Santa.

En nuestro libro La Maldita Colonización escribimos lo siguiente que


transcribimos para mejor ilustrar:

“Los sacrificios en el mundo medieval constituyen una verdadera


dicotomía, por una parte eran considerados una salvajada pero por la otra se
justificaron gracias al padre apostólico San Agustín de Hipona y aunque no
se le arrancaba el corazón a nadie, se mata quemando en leña verde o
masacrando gente. En efecto fue el teólogo de Hipona el que fundamenta el
concepto de Guerra Santa, obviamente justificando que la religión católica
inclusive debía entrar a sangre y fuego y no fue esto únicamente teórico
sino que el mismo Agustín lo puso en práctica.
San Agustín nació en Tagaste África del Norte, hoy Argelia en el año de
354 de esta era y se convirtió de pagano a cristiano católico a los treinta y
siete años de edad o sea en el año 391, siendo de hecho los albores del
catolicismo formalmente hablando, ya que apenas en el 325 se realizó el
concilio de Nicea donde quedó formalizado el credo trinitario y en el primer
concilio de Constantinopla realizado en el año de 381, se condenó al
cristianismo Arriano como herejía, esto implica que esa condena del
cristianismo dualista ocurrió apenas diez años antes del bautismo como
católico de San Agustín. Cabe aclarar que tanto católicos como arrianos
eran cristianos y su diferencia radica acerca de la naturaleza de Jesús,
siendo la diferencia muy simple, pero no para la naciente Iglesia Trinitaria
Romana que quería la hegemonía bajo la premisa de un solo credo y una
sola iglesia y fue ese hombre de Tagaste que funda teológicamente la
Guerra Santa, que posteriormente tomará Mahoma para el Islam.
Como dije San Agustín mismo la puso en práctica masacrando a miles de
cristianos arrianos en África del Norte, verdaderos sacrificios humanos
justificados en su visión del catolicismo y ese impío hombre fue
santificado.
Será constante durante la alta edad media (la más alejada a nuestro tiempo)
el perseguir a cristianos dualistas, monofisitas y a otras concepciones
cristianas con la idea de imponer la idea del cristianismo trinitario, situación
que se impulsó desde Roma sede del papado. El motivo hacer una sola
Iglesia en un solo credo, lo que lleva a sostener la teoría de que la Iglesia
Católica era creación de cristo en San Pedro. No entraré en detalles pero esa
tesis teológica llega al extremo de afirmar que el poder del papado era el
verdadero poder intemporal, estaba sobre el poder de reyes y emperadores,
que era tan solo un poder temporal y los conflictos con los soberanos no
tardaron en ser verdaderas conflagraciones.
Con el advenimiento de la baja edad media no varía esa tesis y fueron
perseguidos cualquiera que fuera considerado hereje sirviendo la idea
Agustiniana de fundamento para las cruzadas y posteriormente de la
llamada cruzada contra los Cátaros, en la que masacraron a miles por
simpatizar con una especial visión de la fe en Dios y los piadosos llamados
perfectos, que fueron cientos vieron el fin de sus días en la hoguera,
inaugurando en Francia la cruel institución de la Santísima Inquisición.
Sirva lo anterior tan solo para hacer denotar que esa Iglesia y cultura
centroeuropea no estaba exenta de sacrificios humanos y lo peor en aras de
disque una doctrina religiosa de amor, o sea que el fanatismo existía en los
europeos cuando se develó América y no era exclusivo de los nativos de
este continente los sacrificios humanos.
Me referiré por último al más cruel de los pasajes bíblicos cuando el
patriarca Abraham estuvo a punto de sacrificar por su dios a Isaac su
primogénito por mandato del mismísimo Jehová, lo cual no dudó en
realizarlo por el precepto bíblico de amar a Dios sobre todas las cosas y
estuvo a punto de sacrificar a su vástago en aras de la fe si no lo detiene en
el último momento Jehová.
Sirva esto para demostrar que en todas las culturas ha habido sacrificios
humanos pero aunque similares los motivos con los sacrificios
mesoamericanos había marcada diferencia y si se estima una costumbre
cruel y bárbara en ambas partes la había, porque esa idea de Guerra Santa
llega al nuevo mundo con la institución de la llamada Santa Inquisición.
Concluiremos este apartado solamente haciendo hincapié en el holocausto
del hijo de Jehová, no les extrañe la manera de decirlo, pues el holocausto
era para los judíos el sacrificio de animales para halagar a su dios que tiene
un significado profundamente religioso y se realizaba ese rito sangriento en
honor a su deidad, el cual obviamente en esa concepción le agradaba la
sangre y muerte de sus criaturas, idea adoptada y adaptada por el
cristianismo, derivado no del originario, aclaramos.
La palabra holocausto en el sentido moderno la utilizaron los judíos para
referirse a la supuesta o verdadera masacre de judíos por los nazis en la
segunda guerra mundial, como idea del sacrificio que llamaron genocidio,
que no lo fue en sentido estricto pero si lo fue conceptualmente.
En tanto los cristianos llaman holocausto al sacrificio de Cristo como hijo
de jehová, (dios es un término conceptual para el jehová bíblico).
Metafóricamente Jesucristo ese el cordero de dios que quita el pecado del
mundo. Esto es que por voluntad de su dios Jesús fue sacrificado y no
conceptualmente sino literalmente, pero no basto con ello sino que fue
atormentado cruelmente.
El ritual cristiano que conmemora ese sacrificio humano es un rito
sangriento, aunque sea metafórico, y que el vino representa la sangre del
cordero de Dios y el pan la carne conmemorando la muerte cruel atroz y
salvaje del hijo de Jehová.
Dirán que no beben ni comen la carne del hombre dios que es un rito, pero
les guste o no conmemoran una muerte salvaje. Luego entonces ver las
ofrendas rituales como expresión de salvajismo y no entender su
simbolismo es caer en el error, ya que la conmemoración cristiana tiene el
mismo contexto ideal. En fin sabemos que contra la fe no existe argumento
válido.
Veamos otra costumbre muy española, la ingesta de sangre, indudablemente
la han realizado por siglos y hoy forma parte de la costumbre culinaria
peninsular, comen la morcilla, y a México trajeron esa costumbre y se come
en esta sociedad mestiza la moronga o rellena, y tanto la morcilla como la
moronga es sangre coagulada, los españoles cuando los hemos cuestionado
por la ingesta de sangre contestan ramplonamente que es sangre de animal.
Miren que respuesta tan inteligente.
Pues como información se dice que los mexicas comían carne humana, la
que era ritual, no era parte de una dieta o de la riqueza culinaria, se sabe que
les tocaba un pequeño trozo que hacían en una tarta retorcida (sic)
entiéndase en un tamal como son hasta la fecha con un pequeño trozo de
carne, no negamos nosotros que los grandes señores pudieran comerla
guisada en el famoso pozole, pero como comida ritual y no como parte de
su dieta habitual, no se confundan, los pueblos mesoamericanos nunca
fueron cazadores de cabezas ni caníbales.
Aquí iremos algo poco explorado que es el simbolismo de ofrendar a lo
sagrado, nos referiremos a un códice de manufactura colonial, por lo que
además de estar pendiente como siempre con los códices ideográficos
desentrañar su profundo significado, muchos pondrán en duda su contenido
precisamente aduciendo que simplemente se trata de un códice posterior a
la llegada de los peninsulares. En una de sus páginas se muestran escenas
relacionadas con las ofrendas rituales en las que aparece el templo mayor
según parece y sobre de él no está Huitzilopochtli sino un “dios” poco
estudiado está representado Tlaltecuhtli. En la primera imagen referida se
muestra a los guerreros realizando el ritual del auto sacrificio que según
nuestro leal entender, es realizado para el concepto ideal de ontología triple
Tlaltecuhtli – Tlateccihuatl – Cipactli ya que la figura es perfectamente
identificable como correspondiente a esa deidad, y adelante aparece
nuevamente la misma figura ideográfica pero ahora ofrendando la sangre y
despojos de al parecer ofrendas rituales, muchos tendenciosamente han
interpretado su lectura como guiso para los humanos, ¡Que pobre
interpretación!
El concepto ideal triple al que nos estamos referendo es el mundo
concebido por los mexicas y las ofrendas son para ese concepto ideal, no las
comen los mexicas, y se complementa con una tercera imagen que
claramente muestra que le dan carne y sangre a la madre tierra, en un
concepto que trataremos de explicar en otro texto en el cual estamos
trabajando.
Pretender decir que eran caníbales es demasiado tendencioso, y quienes lo
afirman son los españoles leyendistas para justificar su barbarie, no se
confundan, el concepto es muy profundo no apto para aquellos que solo
pretenden utilizar lo sagrado como barbarie para ocultar sus faltas en las
tinieblas.
En cambio por tener escritura latina los europeos ellos si nos han dejado
constancia en blanco y negro de todos los sacrificios humanos realizados
principalmente en esa cultura retrógrada de la oscura edad media, que
nunca podrán negar u ocultar.
En realidad en este texto estamos analizando principalmente la psicopatía
de los tres llamados conquistadores de Mesoamérica, pero no fueron los
únicos y en el siguiente apartado nos resulta obligado hablar de otros
sujetos conquistadores peores que los conquistadores a que nos estamos
refiriendo iniciando por Cristóbal Colón.
Otros psicópatas memorables.

Simplemente recordamos lo que escribimos en este texto basamos en un


estudio de Gregorio Saldarriaga Escobar titulado La Loma de los
Empalados y la Tierra de Nadie: frontera y guerra en la Provincia de
Antioquia, 1540-1550, y ya hemos visto que esa manera de actuar delos
llamados conquistadores no fue una simple acción, sino parece que fue una
constante. Recordamos lo que dijo el cronista Cieza de León como
participante de la expedición, proporciona algunas referencias acerca del
uso de los perros, con énfasis en la crueldad que significaba y en cómo era
una práctica habitual. Más allá de las intenciones de quienes informaban y
de los elementos retóricos con que revestían sus declaraciones, había una
verdad sabida de tiempo atrás: en el sistema privado que imperó en la
conquista de América, la línea divisoria entre lo institucional y lo individual
era tan delgada que se transitaba en ambas direcciones con extrema
facilidad.

No sé qué puedan decir los pro leyenda negra acerca de estos testimonios,
pero de seguro los descalificarán como acostumbran, sin embargo el
aperreamiento al parecer era una práctica común entre los crueles y
psicópatas conquistadores, ya que en Mesoamérica tenemos testimonios de
cómo eran utilizados los famosos perros de guerra por lo que haciendo un
paréntesis nos referiremos a lo que aconteció en Cholula.
Tambien recordamos lo que escribimos acerca de El Manuscrito del
Aperreamiento. Castigos abominables, escrito por Lori Boornazian Diel, lo
que denota que los aperreamientos no fueron simplemente una excepción,
pues como dijo la autora “el Manuscrito del aperreamiento nos proporciona
una lúgubre imagen del México de los años inmediatamente posteriores a la
conquista”.
Tampoco debemos olvidar lo que dijimos acerca de la justicia de Alonso
Díez Madroñero, de acuerdo al estudio de Gregorio Saldarriaga Escobar y
sin olvidar al cruel Luis Bernal, “el empalador”. Con esto terminamos
algunos casos iniciando con Cristóbal Colón que no acontecieron en
Mesoamérica pero que están perfectamente documentado y no por el padre
De las Casas por cierto sino por el gran cronista español Cieza de león e
investigados por nuestro autor invocado. Cabe aclarar que no son los
únicos, mentiras y abusos fueron la constante en las conquistas acontecidas
en toda América.

Simplemente aunque de alguna manera son todos los mencionados,


quisimos dejar constancia de la manera de actuar de esos donnadies, que
hoy todavía algunos españoles se empecinan en ponderar las hazañas que
solo en su parcial punto de vista realizaron esos crueles hombres, a los que
de acuerdo con la idea popular que se tiene hemos tildado de psicópatas.

Fin
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