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Introducción
Son crueles.
Las principales y más evidentes similitudes que existen entre las personas
sociópatas y las psicópatas es que ambas muestran un rechazo hacia los
valores y los derechos de las otras personas. Estamos hablando de personas
sumamente manipuladoras que no les importa absolutamente nada el
bienestar de los demás y son capaces de dañar a quien se interponga en su
camino para poder cumplir con sus objetivos.
En España tienen claro, por supuestos no todos, que fueron los castellanos
los que en inicio crearon empresa para lograr el sometimiento de los
aborígenes de este continente.
El asunto de la unión de los que serán los reyes católicos no estuvo exento
de intrigas, y se asegura que hubo falsificación de una bula emitida en junio
de 1464 por el anterior papa Pío II a favor de Fernando, en la que se le
permitía contraer matrimonio con cualquier princesa con la que le uniera un
lazo de consanguinidad de hasta tercer grado. Isabel aceptó y se firmaron
las capitulaciones matrimoniales de Cervera el 5 de marzo de 1469. Para los
esponsales y ante el temor de que Enrique IV abortara sus planes en mayo
de 1469 y con la excusa de visitar la tumba de su hermano Alfonso que
reposaba en Ávila, Isabel escapó de Ocaña, donde era custodiada
estrechamente por don Juan Pacheco. Por su parte Fernando atravesó
Castilla en secreto, disfrazado de mozo de mula de unos comerciantes.
Finalmente el 19 de octubre de 1469 contrajeron matrimonio en el Palacio
de los Vivero de Valladolid.
La reina tuvo cinco hijos, la mayor fue Isabel la cual se casó con el rey de
Portugal Manuel I y con el que tuvo un hijo llamado Miguel, sin embargo
la reina de Portugal fallecería prematuramente quedando su hijo y
esperanza de la reina Isabel de Castilla de tener heredero, el que falleció
poco tiempo después de que muriera su madre.
Juana se casó por conveniencia de los reyes católicos con el príncipe Felipe,
apodado el hermoso, que fue hijo del archiduque de Austria Maximiliano I
y que sería por lo tanto nombrado como sacro emperador, (no confundirlo
con Felipe IV de Francia apodado también el hermoso) sin embargo el
enlace fue doble, ya que el infante Felipe también casó con la hija del sacro
emperador Margarita de Austria y sucedió lo que comentamos, murió el
infante Fernando e Isabel tuvo que nombrar heredera a su hija Juana, la que
contaba en ese entonces con 25 años de edad.
La muerte de la reina Isabel trajo como consecuencia que lo que pudo ser
España unida quedara separada nuevamente, ya que siendo reina de castilla
Juana, su padre era el rey de Aragón. Los problemas iniciaron, ya que el rey
consorte Felipe el hermoso quiso gobernar con la oposición patente de su
suegro el rey católico.
Estaba claro que en la lucha por el poder en Castilla don Felipe I buscaba el
apoyo de Francia. La réplica del Rey Católico fue fulminante: en octubre de
1505 firmaba la paz con Francia y, lo que era más insólito y grave se
comprometía a casarse con Germana de Foix, sobrina del rey de Francia; a
cambio Luis XII cedía a don Fernando los derechos que decía poseer sobre
el reino de Nápoles. Ya por aquellas fechas don Fernando daba por perdida
la lucha por mantenerse en Castilla como gobernador.
Una vez viudo el rey Católico y privado del gobierno de Castilla, por
razones convenientes el 19 de octubre de 1505, se casó por poderes con
Germana de Foix de 18 años, teniendo Fernando II de Aragón 53 años,
viudo de Isabel la Católica desde hacía casi un año, a través del II Tratado
de Blois, celebrándose las velaciones de dicho matrimonio en la localidad
palentina de Dueñas el 18 de marzo de 1506 en el palacio de los condes de
Buendía, propiedad de su primo Juan de Acuña, III conde de Buendía.
La boda se celebró en cumplimiento de los acuerdos de paz firmados entre
Luis XII de Francia y Fernando el Católico en el Tratado de Blois.
En los pactos, el rey de Francia cedió a su sobrina los derechos dinásticos
del Reino de Nápoles y le concedió el título de rey de Jerusalén, derechos
que retornarían a Francia en caso de que el matrimonio no tuviese
descendencia. A cambio de lo cual el Rey Católico se comprometió a
nombrar heredero al posible hijo del matrimonio. El matrimonio levantó las
iras de los nobles de Castilla, ya que lo vieron como una maniobra de
Fernando el Católico para impedir que Felipe el hermoso y Juana heredasen
la corona de Aragón.
Como dijimos este episodio casi dio al traste con la unidad española, ya que
el matrimonio tuvo un hijo llamado Juan de Aragón, y lo que salvó la
unidad futura fue que el niño murió a las pocas horas de nacido.
Muerto Felipe el hermoso, encerrada Juana por su padre por supuesta o
verdadera locura y muerto su hijo Juan, el rey católico gobernó Castilla en
calidad de regente hasta su muerte en 1516. Entre tanto seguían las
invasiones castellanas en el caribe, llegando hasta Cuba, que por ese
entonces se llamó la Fernandina en honor del rey católico.
Muchas cosas tuvieron que pasar para lograr que la nación española
surgiera como tal. Sin embargo hasta ese momento los reinos quedaron
separados, Juana la loca era como fuera la reina titular de Castilla y el reino
de Aragón era de su padre.
Aquí haremos un paréntesis que creemos necesario y queremos reiterar la
idea de que no hubo en mucho tiempo el concepto de nación española o
siquiera de una España unida, hemos dicho que en México y en América
actual se piensa que la invasión violenta fue por los españoles, sin embargo
el origen de España como estado o nación, con un territorio delimitado, una
población más o menos fija, un ejército, y un cuerpo diplomático podríamos
decir que se abre con el acto de Constitución fallida de 1812. Es en aquella
Constitución liberal donde por primera vez se recoge una definición de la
“Nación Española” como “la reunión de todos los españoles de todos los
hemisferios”. No es verdad que España tuvo sus orígenes en 1492 cuando
los Reyes Católicos lograron al fin reconquistar toda la península. Sólo fue
la unificación de un número de reinos que formaban lo que hoy llamamos
España.
Nuevamente se unen los reinos
Aclarado lo anterior, veamos los sucesos posteriores a la muerte del rey
Fernando el Católico acontecido el 23 de Enero de 1516, antes del
descubrimiento de México, dentro de los datos rescatables es que logró la
conquista de Navarra que quedará unida a España.
Ese hecho acerca de la muerte del rey católico trae una consecuencia
inmediata, que es nuevamente la separación de los reinos digamos
españoles. Castilla será de la reina Juana la loca, y Aragón y otras
heredades serán para el extranjero rey Habsburgo que será para España
Carlos I y V no de Alemania sino Sacro emperador que aclararemos
adelante.
Creemos necesario aclarar que cuando Juana la loca se estableció en España
con Felipe el hermoso se quedaron en Flandes su hija primogénita y Carlos
su segundo hijo y fueron educados como flamencos, en tanto el tercer hijo
de Juana la loca Fernando nació en el palacio arzobispal de Alcalá de
henares el 10 de marzo de 1503, por lo que diremos que era castellano de
nacimiento y fue educado al estilo de su natal digamos España. Debido al
frustrado hijo de Fernando el católico con germana de Foix, Fernando se
convirtió en su nieto favorito reconociéndolo por lo tanto como príncipe
regente de su alienada madre que continuaba encerrada en Tordesillas, de
hecho los convirtió en el posible sucesor de Castilla y también a falta de
otra descendencia de su interés en su testamento lo nombró su heredero Sin
embargo, ciertos digamos así, convenientes arreglos en los que
intervinieron el cardenal de Lovaina Adriano de Utrecht, el poderoso
cardenal Cisneros y el papado, lograron convencer al rey Fernando que
modificara su testamento en favor de Carlos que será Carlos I de España y
V de Germania, intervino el abuelo paterno el sacro emperador germánico
Maximiliano, renunciando a sus legítimos derechos sobre Roma y otros
territorios, dando por buena la apócrifa Bula de la donación Constantiniana
en favor del papado, con esa componenda el papa actuó convenciendo a
Fernando de Aragón para modificar el testamento, de no haber sido así la
historia diría otra cosa, Castilla sería algún día para Carlos y Aragón para
Fernando, destruyendo la incipiente unidad española.
Con el cambio de testamento a la muerte del rey católico Carlos I partió a
España junto con su hermana Leonor para ser investido rey heredero de
Castilla y rey de Aragón, pero debido a su juventud, el que gobernó por un
tiempo Castilla fue el cardenal Cisneros y la parte aragonesa fue el cardenal
Adriano de Utrecht, quien por cierto había sido su confesor y parte del
acuerdo para que fuera rey.
Carlos I no fue bien recibido en la península, ni por aragoneses ni
castellanos, que lo consideraron un rey extranjero. Carlos I había nacido en
Gante el 24 de enero de 1500 teniendo 16 años cuando heredó el trono de su
abuelo Fernando por lo que en realidad estando viva su madre que era la
reina de Castilla, sólo era rey titular del reino de Aragón con la Navarra
incluida y fue nombrado obviamente infante de Castilla, pero no fue rey, sin
embargo primero a su llegada gobernó como regente de Castilla el poderoso
y anciano Cardenal Cisneros, siendo relegado en el gobierno de castilla
hasta la muerte del poderoso Cardenal en que asumió el gobierno conjunto
con su demente madre doña Juana.
El cardenal Cisneros gobernó la Corona de Castilla en dos ocasiones por
incapacidad de la reina Juana. Entre 1506 y 1507 presidió el Consejo de
Regencia que asumió el gobierno castellano tras la muerte del rey Felipe el
Hermoso en espera de la llegada de Fernando el Católico. Entre 1516 y
1517 volvió a asumir el gobierno tras la muerte del rey Fernando y en
espera de Carlos I.
Hasta el año de 1504 en que murió la reina Isabel las colonias de ultramar,
entiéndase las islas caribeñas del virreinato concedido a Colón por la
empresa en que llegó a América, no se obtenía riqueza tangible, por lo que
Colón optó por la esclavitud de nativos, lo que trajo una conducta vacilante
por parte de la reina Isabel que analizamos en el libro La Historia Negra
Española en la Nueva España.
Desde su muerte hubo lucha por el poder como expusimos, que culminó
con la muerte del rey consorte Felipe el hermoso conocido como Felipe I de
castilla, acontecida el 25 de septiembre de 1506. Será hasta el día 23 enero
de 1516 en que murió Fernando de Aragón que Carlos I hereda el reino de
Aragón y por lo tanto llegará a España en septiembre de 1517 para ser rey
de Aragón, para reinar su herencia y ser regente de su madre Juana la loca.
Como fuera cuando llega a rey el extranjero las tierras de ultramar poco
dejaban a la corona de Castilla y más sin el pingüe negocio de la esclavitud
que de alguna manera en sus inicios de la colonización en las islas caribeñas
dificultó, pero no erradicó la reina Isabel. Sabemos por el juicio a Colón
que solo ese negocio podría haber, pero los colonos eran abusivos con los
nativos producto del desdén que le tenían al natural, quizás como venganza
o simple reflejo de esa injusta sociedad medieval.
Veamos el contexto que hemos sostenido, obvio son solo fragmentos que
demuestran que no solamente tomamos como fuente a Fray Bartolomé.
Era un código del terror que podía entenderse, a pesar de las diferencias
culturales. Sin embargo, el mensaje no era unívoco; como podía
interpretarse de diversas maneras, debía reforzarse con el relato de espanto
que llevaban los mensajeros y las promesas de males iguales y peores para
todo el grupo si no respondía al llamado de la obediencia hispánica.
Además de estas prácticas, Cieza relata de indios a los que se les arrancaba
la lengua, o que eran quemados por hacerse pasar por señores o caciques, o
bien porque negaban serlo.
Un caso que permite ver cómo se informaba de un mismo aspecto desde dos
puntos diferentes es el que tiene que ver con el uso de los perros en
Antioquia. Juan Bautista Sardela, al servicio de Robledo, escribió: “… y los
naturales cobraron tanto myedo a un perro que se llama Turco que los
nuestros lo llevaban que por su respeto se retiraron porque vieron que en un
momento despedazó seys o syete indios, el qual perro y otros han hecho
tanto provecho en estas provincias por ser tierra tan áspera e fragosa e no
poder andar por ella caballos que han sido causa después de dios nuestro
señor quererlo encaminar venir algunas (provincias) de paz…”.
No sé qué puedan decir los pro leyenda negra acerca de estos testimonios,
pero de seguro los descalificarán como acostumbran, sin embargo el
aperreamiento al parecer era una práctica común entre los crueles y
psicópatas conquistadores, ya que en Mesoamérica tenemos testimonios de
cómo eran utilizados los famosos perros de guerra por lo que haciendo un
paréntesis nos referiremos a lo que aconteció en Cholula.
Cortés eleva la mano mientras dice algo; Marina lleva un rosario en la mano
y, juntos, intentan convertir a los indígenas. A juzgar por su condición y
castigo inminente, los hombres parecen haber rechazado sus arengas. El
primer prisionero, además, porta una espada europea, lo cual hace suponer
que se rebeló abiertamente contra el mensaje evangelizador de Cortés.
Cholula fue sede del culto a Quetzalcóatl, y el tlálchiach era uno de los que
encabezaba dicho culto (Rojas 1927, pp. 160-161). Más aún, Cholula fue
considerado a lo largo de su historia un espacio sagrado, como indica el
nombre completo de la ciudad-estado, Tollan Cholollan. En Mesoamérica la
palabra tollan se usó para indicar metafóricamente la cualidad sagrada y
grandiosa de una ciudad.
Con esto terminamos algunos casos iniciando con Cristóbal Colón que no
acontecieron en Mesoamérica pero que están perfectamente documentado y
no por el padre De las Casas por cierto, sino por el gran cronista español
Cieza de león e investigados por nuestro autor invocado. Cabe aclarar que
no son los únicos, mentiras y abusos fueron la constante en las conquistas
acontecidas en toda América.
Nos dice D. Vicente Riva palacios que Nuño de Guzmán había conquistado
gran extensión de tierra pero que no cuido de asegurar la pacificación de los
naturales. Y sus capitanes cometían grandes excesos, crueldades, y abusos,
tiranizando a los nativos que finalmente por esa causa decidieron sublevarse
constantemente. No nos dice don Vicente pormenorizadamente las
crueldades de los capitanes de Nuño de Guzmán, pero sabiendo lo que ya
expusimos anteriormente de todas las barbaridades que cometió el
conquistador solo hay que imaginarlas. De todos esos capitanes resultó que
de uno en especial por sus abusos se molestó el cruel capitán Guzmán.
Los dos capitanes más crueles fueron Diego Hernández de Proaño (otros lo
ponen como Fernández) y Pedro de Bobadilla se dice que se excedieron en
el mal trato y en errar esclavos, y a muchos de ellos los liberó Vasco de
Quiroga. La realidad es que por tantas crueldades cometidas por estos
psicópatas se levantó toda la provincia de Culiacán y Guzmán espantado y
molesto por la magnitud de la sublevación mandó apresar y a formar
proceso a Proaño, al que halló responsable y lo sentenció a morir degollado
y a perder todos sus bienes.
La batalla de Centla.
Con ello, además, Alonso de Ávila recibió la señal para entrar por la parte
trasera a la ciudad, la cual se encontraba atrincherada con troncos gruesos.
De esta forma, Cortés por el frente y Ávila por la parte posterior iniciaron el
sitio de Potonchán, que después de una ligera resistencia cayó en poder de
los conquistadores españoles, quedando algunos prisioneros, varios heridos
y muchos indígenas muertos.
En realidad este religioso se hizo amigo de Hernán Cortés y se dice, que fue
su confesor durante los años que pasó cortés en la península, y que lo
acompañó a la fallida aventura de Cortés en Argel en 1541, donde el
extremeño fue uno de los capitanes, se cree que fue el confesor del capitán
y de seguro hubo una cercana amistad entre ellos. De hecho Gómara nunca
pisó América y en su obra pondera a su amigo Cortés, por lo tanto es seguro
que su libro La Conquista de México lo escribió con datos proporcionados
por el mismo Cortés, y como dato tampoco menciona a Bernal Díaz del
Castillo, el que escribió su Historia Verdadera contradiciéndolo, por lo que
de hecho Bernal a quien contradice es al propio Cortés.
Gómara relata que los chontales cargaron tanto sobre ellos que los
arremolinaron en poco trecho de tierra, y les fue forzado, para defenderse,
pelear vuelta la espalda unos con otros y aun así, estaban en muy grande
aprieto y peligro, porque ni tenían espacio para tirar su artillería, ni gente de
a caballo que les apartase a los enemigos.
Hemos querido transcribir lo anterior, que por cierto Bernal dice que no vio
al caballero, porque a nuestro criterio es necesario dejar de lado la ficción
novelesca de la historia, y no por negar el suceso Bernal quiere decir que
dijo la verdad o peor aún que siquiera estuvo ahí. Cuando decimos esto es
por la simple razón que las Cartas de Cortés, la crónica de Juan Díaz y el
libro de Gómara ya estaban publicados y bien se pudo allegar de ellos
Bernal.
Como dijimos el padre Juan Díaz había escrito del oro de los chontales de
Tabasco y por mera lógica ese fue el motivo de la artera batalla. Sin
embargo Cortés tuvo mucho cuidado en hablar del motivo de cristianización
para legitimar su transgresión, sabiendo que el rey era profundamente
religioso y que de seguro eso lo impresionará. Razón por lo que ponderó la
idea de la cruz y la inexistente conversión de los Chontales de Tabasco
hablando de que hasta dejo grabada una cruz en una ceiba como símbolo de
la conquista cristiana, que solo en su mente existió, pero que escribió
falsamente al rey. Cortés en realidad llegó masacró y obtuvo oro para todos,
y nunca por cierto dijo que fundó santa María de la Victoria, sino que será
Bernal que lo dijo, algo digno para analizar, ya que en verdad eso no
aconteció, ya que la historia se encarga de decir que los chontales no fueron
conquistados en más de cuarenta y cinco años, lo que demuestra que Cortés
simplemente dejó la zona para seguir su viaje de rapiña.
Obtuvo oro, pero en realidad sin saberlo en ese momento logró su mayor
tesoro, entre las veinte esclavas que otorgo el señor de la región estaba la
invaluable Malinche, otro suceso afortunado que le permitió al invasor
poder darse a entender con los tlaxcaltecas y sus aliados.
Cortés da detalle del oro recaudado, diciendo que en realidad fue poco y
que tan solo eran cuarenta pesos oro lo que en verdad no justificó la
masacre. Según dijo, que fue otra mentira que dejó a los chontales por
vasallos del rey y siguió su viaje hacia San Juan de Ulúa, reiterando que no
conquistó nada y que para doblegarlos en verdad pasaron cuarenta y cinco
largos años.
A nosotros nos surge una interrogante, acerca de cuál pudo ser la actitud de
Cortés ante su derrota, que no fue poca cosa, perdió miles de hombres de
sus nuevos reclutas y de los antiguos, algunos de sus capitanes y su
armamento, fue salvado como dijimos por una afortunada casualidad, ya
que mataron al cihuacóatl en los llanos de Otumba, a Matlaltzicatzin, y de
acuerdo a la inveterada mexica eso fue la causa de que dejaran de guerrear,
no hubo tal derrota, sino que dejaron que llegara Cortés a la frontera con
Tlaxcala donde lo esperaba Maxixcatzin su mejor aliado tlaxcalteca. Los
mexicas por su duelo por la muerte del cihuacóatl se retrajeron para
nombrar nuevos funcionarios de su gobierno, pues había muerto
Moctezuma y habían matado a gran parte de la nobleza guerrera antes de su
huida y en esas condiciones se requerían nuevas autoridades, esa fue la
causa de permitir que los españoles salvaran la vida.
Nosotros pensamos en que Cortés decidió dejar la empresa y volver a
Europa pero no a España, viable era la península italiana, pues a las Islas
Caribeñas le era imposible regresar y a España menos, pues todavía era
simplemente un pirata y ahora derrotado.
Mucho se ha hablado acerca de que perdió el gran tesoro robado, pero hay
otra verdad oculta, se sabe que los soldados que fueron a la vanguardia con
el capitán durante se huida iban cargando gran cantidad de oro, inclusive se
dice que cuando se salvó Pedro de Alvarado lo acompañaban dos
tlaxcaltecas cargando dos costaleras llenas de oro.
En realidad si se perdió mucho durante la huida esa noche pero
indudablemente una parte de ese oro se salvó, cuanto nadie lo sabrá, pero
que los cuatrocientos españoles que quedaron vivos salvaron oro es
indudable, lo que no se sabe es qué pasó con ese oro.
Debemos suponer que los hombres de Cortés lo guardaron y por eso
estimamos que en los momentos posteriores a la derrota se contó el oro
salvado y lo más seguro es que Cortés, sus capitanes, y soldados, hubieran
visto la posibilidad de largarse a Europa, como fuera eran solamente
cuatrocientos para repartir ese oro, que nunca se sabrá que se hizo con ello.
Cortés como fuera fue salvado por Maxixcatzin y los sucesos posteriores
marcaron el derrotero del destino de españoles e indígenas, sobre todo de
los mexicas.
Se reúnen los piratas
Tenemos a un Cortés derrotado, pero en realidad con mucho oro, ya que
quedó en la tesorería de la Villa Rica de la Vera Cruz dos cuartos quintos
del oro de los castellanos, recordemos que Cortés mandó a España un
valioso cargamento con el quito real y los otros cuatro quintos
permanecieron en Veracruz, pero no se perdió todo el tesoro de Tenochtitlán
y por demás hay naves de sobra para ir a Europa y que estaban fondeadas
las naves en que llegó Cortés y por demás los diecinueve navíos de la flota
de Pánfilo de Narváez, suficientes para transportar a los cuatrocientos
españoles sobrevivientes de su derrota.
Por eso reiteramos en nuestro cuestionamiento, que habrá pensado Cortés
en esos momentos en que está derrotado y su ilusión perdida. Estamos
seguros que pensó en volver a Europa, sin embargo sucedió que en vez de
reprocharle su debacle y la muerte inútil para ellos, de miles de tlaxcaltecas,
Maxixcatzin lo tomó como si de victorioso se tratara, y ofreció renovar el
ejército de indios. Creemos que después de su debacle Cortés no pensó en
su venganza, ya que ahora sabía porque eran temidos los mexicas.
En realidad un suceso cambió la historia, poco comentado y estudiado por
los historiadores y por cierto no mencionado por el propio Hernán Cortés,
Gómara, ni Bernal Díaz del Castillo, por lo que de inmediato sabemos, que
surgirá de dónde tomamos el dato.
Quien hizo referencia al encuentro del pirata Hernán Cortés con el pirata
afamado español Francisco Hernández fue fray Bernardino de Sahagún, al
que el fraile mencionó como capitán independiente, esto era sinónimo de
pirata, ya que no obedecía a ninguna de las autoridades españolas.
El encuentro se dio dentro de la frontera de Tlaxcala, en lo que será el
segundo ayuntamiento español en la Nueva España, precisamente al que
llamaron como Segura de la Frontera. Podemos asegurar que esos capitanes
independientes españoles y de otras nacionalidades que surcaban el Mar
Caribe eran piratas y no traían entre su flota solamente un barco, sino eran
verdaderas flotillas con cientos de piratas tripulantes. Según Sahagún se le
unieron a Cortés, como fuera entre piratas se entendían y creemos que esos
hombres duros en los que venían esclavos negros libertos, y otros fugados,
de alguna manera fortalecieron al colega Hernán Cortés. Esto cambia la
historia generalmente difundida en dos aspectos; primero en que este hecho
oculto le permitió a Cortés con su psicopatía evidente el seguir pensando
que era todavía alguien en su autoestima y al contar con nuevos indígenas,
de seguro deseó la venganza y el oro perdido. El segundo hecho es que se
ha repetido hasta la saciedad que la viruela la trajo uno de los negros que
llegaron con Pánfilo de Narváez, lo que es de plano una verdadera falsedad,
creemos que el negro portador de la viruela era de los piratas de Francisco
Hernández, por la razón de que los negros de Narváez estuvieron antes en
Tenochtitlán que en Tlaxcala, y la epidemia ahí inició, no en Tenochtitlan y
tiempo después de que la abandonaron. Por otra parte ni Bernal, Gómara, o
Cortés, hablan de negros salvados sino solo de unos cuatrocientos españoles
que sobrevivieron en la derrota.
La incubación de la enfermedad se da dentro de los diecisiete días, donde la
persona esta aparentemente sana y no hay posibilidad de contagio a
terceros, después de este periodo aparecen los primeros síntomas y ya es
contagiosa.
Sabemos que la derrota de Narváez por cortés fue el 24 de mayo, pero
también sabemos que había salido de Cuba varios días antes, de hecho su
flota anduvo costeando y en Coatzacoalcos dejó hasta soldados, después
fondeó su flota frente a Veracruz, y hubo tiempo para que Cortés se enterara
de su presencia para aprenderlo, y Cortés después de varios días llegó al
puerto, y de ser así el negro estaría francamente enfermo y siendo esclavo,
sus días con la enfermedad habrían terminado por estar infectado, por lo
que resulta descabellado que haya posibilidad de que un negro llegado con
Narváez haya sido el primer portador. Abundando Cortés tardó en regresar
a Tenochtitlán después de la batalla del día 24 de mayo, casi un mes ya que
la matanza Toxcal que se dio el día 20 de junio lo que será indicativo que en
todo caso el negro estaba enfermo en la gran Tenochtitlán y que ahí hubiera
empezado la epidemia, lo que no aconteció ya que la llamada noche triste
sucedió el 30 de junio de ese año. Así que de plano no fue como lo aceptan
los historiadores proclives a tomar datos sin analizar.
Nosotros sostenemos que la fuente de la epidemia fue otra y posterior
puesto que inició en Tlaxcala tiempo después, y no hay otra fuente para la
epidemia que la llegada del pirata Francisco Hernández, que como decimos
está en la fuente de Sahagún.
Esto será importante pues la epidemia fue la mejor arma de los españoles
para lograr la caída de la gran Tenochtitlán.
Cortés reclutó como fuera a los piratas de ese capitán independiente, como
fuera entre colegas se entendieron, y así en parte repuso hombres y
municiones, pero no la caballería que si tomamos en cuenta pronto creció.
Cortés tenía oro como dijimos y ahora hombres recios dispuesto a todo y no
se sabrá nunca cuantos se le unieron, tan solo vemos que decidió quedarse
para ser algún día alguien de acuerdo a su mentalidad ya demostrada.
Sabemos que tenía diecinueve navíos útiles fondeados en Veracruz y otros
de su primera flota, la pregunta correcta es que tan difícil le fue mandar
naves a las islas caribeñas para hacerse de pertrechos, teniendo mucho oro.
Hemos visto que Cortés mintió conforme a su naturaleza al rey, y de lo que
dijimos obviamente no dijo nada, sin embargo los historiadores clásicos son
proclives a tomar como fuente la novela de Bernal, la que por muchos se ha
puesto en duda su veracidad, Cristian Duremberg ha sostenido que no la
escribió Bernal Díaz del Castillo sino el propio Cortés. Nosotros no estamos
de acuerdo, sin embargo tenemos indicios para sostener que es una novela
escrita con diversos fines y llena de ficción, que nos hace pensar que Bernal
escribió otorgándose un papel protagónico inexistente, la razón es que
Cortés nunca lo mencionó, y tampoco aparece en la lista de los
Conquistadores que estuvieron con el capitán, así que nosotros no tomamos
como historia verdadera su libro, en el que notamos que conocía no solo las
Cartas de Relación sino el diario del padre Juan Díaz y obviamente la obra
de Gómara, por demás escribió supuestamente su libro ya siendo de plano
un anciano, tomando como guía al libro de Gómara que critica en su obra.
Si vemos lo relativo a la debacle de Cortés en los días posteriores a la
matanza Toxcal, no menciona siquiera la fundación del segundo cabildo en
Segura de la Frontera y continua simplemente con la venganza de Cortés,
pero nada dijo de los cuatrocientos vivos que quedaron después de las
batallas, algo que nos parece increíble.
Para nosotros Bernal simplemente no es una fuente confiable para dilucidar
lo que aconteció en ese tiempo.
Nos resulta lógico que para reiniciar su aventura Cortés haya utilizado parte
del oro, y sabemos que sus detractores lo acusaron de haber birlado
bastante, nosotros preferimos tratar de ubicarnos y creemos que envió sus
navíos a las Islas para pertrecharse, necesitaba pólvora, alimentos, armas
flechas y ballestas, y muchas otras cosas entre ellas caballos y soldados, los
que comienzan a aparecer milagrosamente.
Bernal habla de un tal Barba con doce soldados que se unieron a Cortés, un
ridículo contingente más si tomamos en cuenta que los mexicas mataron
miles de españoles y tlaxcaltecas y sus aliados, si no se toman en cuenta los
piratas de Hernández, ni se cree que fueron por pertrechos, Cortés no sería
un psicópata sino un necio demente, que obviamente no le era. Tenía
nuevamente la oportunidad de ser alguien y su vanidad lo llevó a continuar
su aventura, máxime que perdió cuando menos dos mil españoles y miles de
sus aliados tlaxcaltecas, y aun así fue recibido en Tlaxcala como si fuera
victorioso. Solo hay una explicación a la actitud de sus indígenas aliados, la
matanza Toxcal, que sacó lo peor de los indígenas y fue tomado como su
personal venganza contra los mexicas.
Veamos la actitud de Cortés después de esos acontecimientos, ya
pertrechado y con su ejército de piratas y de desheredados que de seguro
trajo de las islas, obviamente trajo caballos, ya que aparecen en su crónica
sin decir de donde llegaron.
Cortés como buen psicópata de inmediato medianamente repuesto inició su
venganza, atacando y masacrando a los pueblos aliados a los mexicas que
según él lo tacaron durante su huida hasta la frontera tlaxcalteca, llevó a los
españoles y a cinco mil guerreros tlaxcaltecas y sus aliados, arrasó los
pueblos de Tepeaca, Cachula, y Tecamachalco, y en el primero de ellos se
dice que había una guarnición mexica. Nosotros sin dar crédito a Bernal
Díaz del Castillo totalmente, dice que Cortés les hizo el famoso
requerimiento de rendición y que obviamente lo rechazaron, según Bernal
se dio una escaramuza y en Tepeaca fundaron Segura de la Frontera.
Suponemos esa relación simplista ya que lo que escribió se convierte en un
absurdo, como dijo Cortés iba con cinco mil tlaxcaltecas, y hubo una sola
batalla donde según Bernal solo murieron tres tlaxcaltecas, sin decir como
vencieron a los mexicas. Nos parece demasiado ramplón ese pasaje y más
su conclusión cuando dice que tomaron por esclavos a los mexicas.
No creemos que nada de lo que relata Bernal aconteció, o no estuvo ahí
Bernal o simplemente mintió. Nosotros tomamos los antecedentes los de
esos poblados eran enemigos acérrimos de Tlaxcala y eran odiados por los
tlaxcaltecas y contribuyeron al descalabro de Cortés. Tomemos en
consideración que los españoles y tlaxcaltecas unidos y querían venganza, y
al mando de cuando menos dos psicópatas Cortés y Alvarado. El relato de
Bernal resulta infantil y poco ilustrativo, nosotros nos abocamos dados los
antecedentes en Cholula y en la matanza Toxcal que nada sucedió como lo
escribió Bernal.
Nos abocamos por otra masacre oculta en la historia, ya que no se entiende
que los mexicas se dejarán esclavizar y herrar con hierro candente cayendo
en la indignidad.
Cortés en su segunda Carta de Relación el 20 de octubre de 1520
precisamente en Segura de la Frontera hace un extenso relato del cual solo
resaltamos algunas cuestiones para dejar en claro que Bernal no supo lo que
en verdad aconteció.
Cortes dijo en esa Segunda Relación, por cierto cercana la fecha a estos
sucesos en comentario, que llegó a Tlaxcala y estuvo veinte días curando
sus heridas decidió ir a Tepeaca que eran de sus enemigos ya que recibió
informes que habían matado diez o doce españoles. Le salieron al encuentro
los habitantes en son de guerra y conforme a su obligación les leyeron el
famoso requerimiento, esto es la conminación al sojuzgamiento pacifico, y
obviamente los nativos lo rechazaron por lo que los españoles les hicieron
la guerra, no diciendo mucho sino que simplemente los mataron, sin dar
cifras ni pormenores. Veamos el verdadero contexto:
Cortés llegó con miles de tlaxcaltecas a los que ya les había sacado lo peor
de ellos, como se demuestra con las masacres de Cholula y del Templo
mayor, y de aquella guerra digna que practicaban, se convirtieron en
salvajes, no es difícil imaginarse que con la derrota en Tenochtitlán los
otrora indios dignos actuaron como será desde Cholula su constante,
matando a todos y siendo Cortés infinitamente cruel suponemos una
masacre oculta en la historia, otra más de una serie que realizaran los
invasores y sus aliados. El mismo Cortés le dijo al rey que le quedan
muchas provincias que pacificar, entiéndase masacrar y doblegar, y confiesa
algo que todavía muchos pretenden negar, la esclavitud al estilo europeo de
los aborígenes americanos y Cortés dice que en Tepeaca capturó indios a
los que esclavizó entiéndase que los herró y no es de extrañarse porque de
acuerdo a las Ordenanzas de Indias, si no se acataba el famoso
requerimiento se podía herrar y esclavizar a los indios y eso fue lo que
sucedió. Cortés miente ya que le asegura al rey, como ya lo ha hecho, sin
constarle que los de Tepeaca son caníbales, algo que es totalmente falso, no
eran cazadores de cabezas ni se alimentaban de los sacrificados, pero estás
cartas hacen creer a los obtusos que la ingesta de carne humana era una
costumbre alimenticia, cuando no es verdad, y no vale la pena comentar
más, como se dice que se queden en su sumida ignorancia quienes afirman
tal barbaridad.
Cortés después de su guerra dice que en lo que fue Tepeaca fundó el
segundo cabildo a que ya nos hemos referido que llamó Segura de la
Frontera, donde se formó cabildo y se inició la construcción de la ciudad.
No es difícil saber lo que en verdad aconteció, el pueblo de Tepeaca estaba
en el trayecto de Tenochtitlán a Veracruz, digamos que era un sitio clave, la
realidad es que Cortés lo tomó a sangre y fuego y lo arrasó, y como era su
ya cualidad debido a su personal manera de actuar, de seguro realizó otra
masacre y destruyó Tepeaca para fundar su cabildo, ya que confiesa al rey
que ordenó la construcción de una nueva ciudad la de Segura de la Frontera,
obviamente con la mano de obra de los nativos capturados y esclavizados.
Cortés continúa su relación relatando sus mentiras ya que se refiere a la
fortaleza mexica de lo que llamó Guacachula, en la que exagera al decir que
albergaba a treinta mil guerreros mexicas, algo que a la luz de la verdad
resulta imposible que hubiera tal cantidad de guerreros, ya que quizás entre
todos los guerreros de la alianza esa cantidad habría en realidad para todo el
ejército mexica, Cortés era mentiroso debido a su personal patología. Según
dice Cortés en su tendencia a exagerar y magnificar los eventos, que mandó
trece caballeros y doscientos peones y treinta mil tlaxcaltecas, algo
nuevamente exagerado en cuanto al número de sus aliados indígenas, algo
imposible de darle crédito, pero que hacer con un hombre como Cortés.
Según dice sus capitanes lograron prender a algunos de los príncipes
enemigos a los que dice Cortés que puso en libertad.
Cortés según dijo recibió informes acerca de los mexicas, y hasta dijo que
sus paisanos estaban temerosos, por lo que decidió el personalmente
auxiliarlos con sus demás hombres, pero no dijo cuántos, suponemos que
cuando menos otro tanto como los que ya había mandado. Según dijo
Cortés llegó en plena batalla, donde de seguro moría gente de ambos
bandos, dice el capitán que cuando lo vieron con sus huestes los mexicas
huyeron con joyas y le prendieron fuego a la guarnición, sus indios aliados,
mencionando el peninsular capitán que en total eran más de cien mil. Nadie
serio puede dar crédito a la cifras y si Cortés miente con eso, en realidad no
sabemos la verdad de lo que sucedió, pues ni Bernal lo secunda en sus
afirmaciones, pero ya dijimos nuestra opinión acerca de Bernal.
Nuestra opinión es que Cortés ya tenía en sus filas muchos nuevos reclutas
que ya dijimos de algunos como los piratas españoles y posiblemente
nuevos reclutas traídos de las islas, de esos desheredados que buscaban
fortuna a cualquier costo. En cuanto a los tlaxcaltecas sí pudieron ser miles
si tomamos en cuenta que ahora los huexotzincas era aliados de cortés y se
pudieron unir a ellos otros poblados grandes como el de Atlixco, y
obviamente estaban de su lado los otomíes con una gran área de influencia
y que bien pudieron aportar varios miles de excelentes guerreros a la fuerza
invasora, pero nunca fueron cien mil guerreros.
Viendo al Cortés sicópata y calculador, creemos que sus exageraciones
tuvieron otra finalidad, además de ya haber sobornado al rey, seguros
estamos que al inflar las cifras, no fue solo por magnificar una hazaña, ya
que esta misiva fue escrita por Cortés que había sido derrotado, estimamos
que era una especie de advertencia al monarca, para que deje de intentar
mandar o cuando menos tolerar prenderlo, ya que en esta carta menciona a
Garay y sus hombres que fue designado como gobernador del Pánuco
fracasado, y que sin decir cuántos sus hombres engrosaron las filas de
Cortés. Nos parece que no era una rogatoria, sino más bien parece una
advertencia ya que hemos dicho que Cortés ha recuperado su estima y
nuevamente es ahora alguien.
Como fuera Cortés dice que actuó en nombre de su majestad, pero advierte
que cuenta con más de cien mil hombres de guerra, indígenas con
macuahuitl pero grandes guerreros, a fin de cuentas que con armas de metal
son inclusive más peligrosos que los peninsulares y demuestra que a él y a
nadie más le son leales, y nunca deja de decir que cada vez se le unen más
nativos ¿Cómo tomar eso?
Cortés relata sus victorias, inclusive dice que siguió hasta Izucar donde
había otra fortaleza mexica que destruyó, dice que sus indígenas leales la
quemaron pero no fue un día de campo, porque en las batallas muchos
murieron. Cortés le relata al rey que nuevos indígenas enemigos de los
mexicas se le unieron y de nueva cuenta exagera, no sin motivo, y asegura
que de nueva cuenta tiene más de cien mil indígenas aliados. Cortés no
informa, amenaza, y eso es evidente aunque el lector tiene la última palabra.
Para nosotros el extremeño calculo sus palabras por una parte no habla de
barbarie abiertamente pero se infiere por la actitud de la que culpa a sus
aliados, en realidad ha logrado barrer a los aliados de los mexicas y unir a
sus huestes a nuevos poblados los que menciona pormenorizadamente,
dándole constancia al rey de que ha limpiado de enemigos la región.
La carta al respecto es extensa, se coloca Cortés como victorioso poseedor
de un inmenso ejército de fieros indígenas y él mismo es su señor aunque
matice diciendo que ahora son vasallos del rey.
En esa carta informa que el nuevo tlatoani mexica es Cuitláhuac según en
esas campañas se enteró y para más dato se refiere a dos hijos de
Moctezuma que según su mentalidad debieron suceder a su padre, de uno
dijo que murió en los puentes durante la huida, por lo que suponemos que
iba con Cortés. Del otro dijo que estaba loco y uno más perlático, o sea
paralitico, creemos que eran taras provenientes de la sangre endémica de los
tlatoanis que ya inicia a hacer estragos por la costumbre de contraer nupcias
entre parientes, algo que explica en parte la condición mental de
Moctezuma Xocoyotzin.
En esa larga carta ya explica sus planes para la toma de Tenochtitlán y habla
que mandó construir los doce bergantines que en su momento harán
efectivo el sitio a la ciudad.
Para nosotros es muy ilustrativa la relación aunque mentirosa y exagerada,
que denota el cambió de actitud de la derrota a la euforia, sin embargo tuvo
mucho cuidado en ocultar dos escabrosas situaciones que habían sucedido,
una la que ya dijimos acerca del pirata español Francisco Hernández y la
otra, la propagación de la viruela en Tlaxcala.
Porqué es importante este ocultamiento, veamos:
Para el 20 de octubre de 1520 cuando escribió Cortés ya estaba desatada la
epidemia de Viruela en Tlaxcala para la que los indios no tenían defensa.
Por lo que debió ser una epidemia digamos incontrolable. No era un suceso
cualquiera para ocultarlo en una aparente omisión. No, dijimos que Cortés
simplemente habló que tenía en sus huestes más de cien mil guerreros, y lo
que quiso fue dejar en claro que él era el hombre fuerte en la Nueva España
y decir algo acerca de la epidemia galopante, es obvio que diría que sus
guerreros y huestes se estaban debilitando, simplemente ocultó el hecho
para no mostrar ninguna debilidad y evitar otras intromisiones de sus
paisanos.
Dijimos que para cuando Cortés escribió la segunda Carta de Relación ese
20 e de octubre ya estaba obviamente desatada la epidemia de viruela en
Tlaxcala y no la había en Tenochtitlán y si como pretenden afirmar la trajo
un negro de esos que llegaron con Pánfilo de Narváez, llegó ese negro con
Cortés a su regreso a Tenochtitlán, recordemos que tardo más de veinte días
después de su victoria sobre su paisano lo que indica indudablemente que el
negro ya estaba enfermo para ese momento y aún antes, cabe preguntarse si
ese enfermo pudo realizar el viaje desde Veracruz a Tenochtitlán enfermo.
Estimamos que no, ya que tendría altas fiebres por lo que sería abandonado
a morir, no olvidemos que Cortés ya antes había dejado a decenas, sino es
que a cientos de esclavos cubanos que enfermaron durante el ascenso por la
sierra cuando salió de Zempoala para dirigirse a Tenochtitlán, no hay que
confundirse los españoles no tenían piedad, así como dejaron a los
caribeños abandonados eso hubieran hecho con un negro enfermo y este
infeliz nunca hubiera llegado a Tenochtitlán.
Debemos tomar también en cuenta que los españoles conocían demasiado
bien la enfermedad y aunque no eran totalmente inmunes a ella si tenían
defensas, cosa de la que los nativos americanos carecían y por demás
conocían los estragos que la viruela causaba entre los nativos, y Cortés
viajaba con miles de Tlaxcaltecas rumbo a Tenochtitlán, por lo que durante
el trayecto se hubieran contagiado los indígenas aliados y eso no sucedió.
En ese contexto resulta ramplón la tesis de que el contagio lo trajo un negro
de los de Narváez, no hay que confundirse eso no aconteció.
Nos abocamos por eso a la evidencia de que la fuente del contagio fue otra
y posterior, y ya dijimos que hubo ese encuentro con el pirata Francisco
Hernández que ocultó Cortés y del que da fe fray Bernardino de Sahagún,
que se dio tiempo después de aquellos días de la derrota de los invasores.
Cortés debió ver como se inició el contagio entre sus propios aliados
estando nuevamente en Tlaxcala donde dijo que descansó durante veinte
días para curarse de sus heridas. Según dijo al rey que inició a tomar los
poblados que eran leales a los mexicas como vimos anteriormente, y
sostenemos que ya la epidemia se empezaba a cundir en Tlaxcala y para el
día 20 de Octubre en que escribió la segunda de sus cartas, obviamente la
enfermedad ya estaba declarada entre sus nativos aliados.
En Tenochtitlán repetimos no la había, pues los españoles salieron de la
ciudad huyendo esa noche del 30 de junio y no se presentó ningún contagio
durante tres meses, tiempo en que los mexicas tomaron la decisión de
encumbrar como huey tlatoani a Cuitláhuac y de renovar su gobierno y
mandos militares.
Cortés dice que se enteró de que Cuitláhuac ascendió al trono durante sus
campañas punitivas mencionadas, y así supo quién fue el líder responsable
de sus derrotas.
En esa carta Cortés ya habla de que mandó a construir doce bergantines lo
que indica que ya ha decidido el sitio a Tenochtitlán, razón por la que arrasó
antes con cualquiera posible resistencia de los aliados a los mexicas para
concentrarse en el sitio a la gran ciudad.
Nosotros vemos la tendencia evidente que se da en España para exculpar a
Cortés y sabemos que hasta monumentos tiene como si de un gran hombre
se trate, lo malo que en nuestro país hay todavía muchos que lo ponderan y
alaban y hasta Vasconcelos trató de promoverlo como nuestro padre de la
patria. En realidad vemos que como dijimos ramplonamente se afirma que
la epidemia fue una digamos casualidad, o porque no un milagro enviado
por la divinidad para mermar a los crueles salvajes mexicas.
Falso, la viruela ya había tenido presencia en las islas caribeñas causa de la
alta mortandad de nativos caribeños y que fue la causa de la importación
masiva de negros del África habiendo hoy en América países francamente
de población de ascendencia africana como Haití y Jamaica.
Cortés había sido testigo de la consecuencia de la viruela y se sabe que él
mismo en la isla fue esclavista, fu testigo de la altísima mortandad que
causaba la enfermedad, imposible fue que no se diera cuenta que los
tlaxcaltecas enfermaban y morían por racimos, sin embargo en esa carta no
dijo nada de esa epidemia al rey. Pero no solo Cortés no habló de la
epidemia sino tampoco lo hizo al referirse a esos tiempos Bernal, otro
indicativo de que quizás Bernal nunca fue soldado de Cortés, de otra suerte
alguna mención de la epidemia hubiera escrito gracias a su “excelente
memoria”.
La verdad es que para noviembre de ese año de 1520 Cortés ya tenía
elaborado su plan para sitiar a Tenochtitlán como él se lo comunicó al rey al
hablar de los bergantines. Aquí entramos algo que no le gustará a muchos,
que es la utilización de la viruela como arma letal, algo que muchos se
empecinan en negar y prefieren verlo como una divina casualidad.
Hemos hablado ya suficiente de las crueldades de Cortés y su desprecio
evidente por los indios y en ocasiones por sus paisanos. A Cortés nos lo
muestran como letrado, lo que de seguro lo era, como inteligente que ni
duda cabe, era un psicópata y eso es parte de ello. Era frio y calculador
cruel y despiadado, sus admiradores lo aceptan como una cualidad como
conquistador, que desde ese punto de vista es una virtud. Sin embargo se
empecinan en borrar sus crueldades y la principal fue utilizar la epidemia
como arma mortífera en contra de los mexicas, que manera de confundir las
cosas llegando al extremo su defensa diciendo que era simplemente hombre
de su tiempo, entonces en ese tiempo proliferaban los psicópatas y la
excepción eran los normales como el padre De las Casas.
Hemos hecho un largo relato de cuándo y cómo se dio el infectado, ese
negro que no pudo nunca llegar con Pánfilo de Narváez, Cortés no se refirió
el 20 de octubre referido en su carta acerca de la epidemia, que de seguro
cuando menos ya había hecho estragos en Tlaxcala.
Para esa fecha Cuitláhuac ya era Huey tlatoani, de hecho después de la
muerte de Xocoyotzin se dio el acostumbrado duelo por ochenta días así
que la elección de Cuitláhuac se dio entre el 18 y el 2i de septiembre, un
mes antes de la carta de Cortés al rey sin haber rastro en Tenochtitlán de la
epidemia.
Cortés preparaba ya la toma de Texcoco para ese entonces, ya que era parte
del plan para el sitio de Tenochtitlán. Se dice que envió una embajada de
Tlaxcaltecas para ofrecer la paz a Cuitláhuac, veamos el contexto:
Es contradictorio cuando menos que por un lado se estuvieran construyendo
los bergantines, y ya preparaba sus tropas y conferenciaba con el traidor
Ixtlixóchitl para la toma y destrucción de Texcoco. En ese contexto
resultaba ocioso mandar una embajada para ofrecer la paz a quienes lo
habían derrotado. No era necesario pedir una paz imposible, pues había
atacado a los aliados de los mexicas y no tenía ningún sentido esa
embajada.
¿Qué sucedió entonces según una pulcra lógica?
Cortés sabe de la viruela, conoce perfectamente cómo se contagia y ha
tenido la experiencia de los estragos que la epidemia causa. Sabe ya las
costumbres y los presentes que normalmente llevan los embajadores a los
tlatoque y tlatoanis y que siempre de acuerdo a la inveterada autóctona son
recibidos y escuchados.
Si la embajada era carente de sentido entonces ¿cuál fue la razón para
mandarla?
Cortés sabía perfectamente que se propagaba la epidemia con mantas
impregnadas, tal como lo hicieron los ingleses en Norteamérica y de seguro
con la embajada fueron tlaxcaltecas ya infectados. No es difícil entender
que mandó infectadas sus mantas y demás presentes a Cuitláhuac. El
pretexto fue proponer una paz imposible a la luz de la razón, no era idiota
Cuitláhuac y ya habían experimentado lo traidor que eran Cortés, eso bastó
para que la epidemia de viruela inicie en Tenochtitlán, y no será casualidad
de que de los primeros contagiados fuera precisamente el huey tlatoani que
murió de la infección a los pocos días de ser electo para ser cabeza de la
Triple Alianza siendo sustituido precisamente por Cuauhtémoc.
La epidemia sin ser casualidad inició después de esa embajada en
Tenochtitlán cuando se preparó la invasión a Texcoco, que será el cuartel de
los españoles y sus aliados, obviamente se tomó la ciudad con lujo de
barbarie, incendiándola conforme a la costumbre de Cortés, incendiando la
digamos códiceteca que guardaba el acervo histórico de Mesoamérica.
Cortés como siempre culpó a los tlaxcaltecas de la barbarie desplegada,
pero sabemos que bastaba con que Cortés ordenara lo contrario pero esa no
era su idea, por eso aseguramos que fue emulo de Atila.
Así se inició el verdadero sitio, que durará sesenta y cinco días de batallas y
cañoneo intermitente de la ciudad de Tenochtitlán que fue saqueada y
quemada hasta concluir en una verdadera masacre.
Los actos de pillaje y de barbarie fueron la constante, en el inter Alvarado
atormentó al hermano de Cacama, sucesor en el trono acolhua por diversas
causas, quemado el vientre hasta matarlo y a otros dignatarios acolhuas les
propinó tormentos similares exigiendo oro.
Nadie en su sano juicio puede pensar que ese otro psicópata de Alvarado
actuara sin la orden de Cortés. Alvarado simplemente cumplió órdenes de
su capitán.
El tormento propinado a Cuauhtémoc y a Tetlepanquetzal no fue una
excepción sino una generalidad de la manera de actuar de Cortés.
Cortés actuó como lo que era un psicópata y querer alguien justificarlo es
caer en el error. No hay que olvidar que todo se sabe y de seguro Carlos V
supo de las mentiras del capitán cuando ya lo había nombrado marqués,
unos dirán que hubo otras causas para prohibir nuevas ediciones de las
Cartas de Relación de Cortés y que el rey fue injusto, pero no hay que
confundirse, de seguro al rey llegaron por muchos medios la verdad de lo
que aconteció y aunque ya respetó su reconocimiento, Cortés nunca pudo
gozar de los favores de la monarquía española, algo que le debió doler en el
alma a un verdadero psicópata que buscó ser alguien en España.
Todo lo que hacía Cortés por conservar su importancia para él era
justificable, si realizó nuevas masacres, no le importaba, eso es parte de la
patología de un psicópata como dejamos en claro al principio de este texto.
En realidad nunca mostró el mínimo de piedad aun con los suyos, realizó no
solo las masacres más sonadas la de Cholula y la del templo mayor, sino
que repuesto de su descalabro se comportó como Atila, no dejando nada a
su paso, así realizo las masacres que antes comentamos, y las que realizará
en un futuro, ordeno la masacre y destrucción de la capital acolhua que era
tan bella y grandiosa como la gran Tenochtitlan, arrasó y quemó Tlacopan,
Azcapotzalco, la hermosa ciudad de Cuitláhuac que lo había maravillado,
realizó la masacre de Cuauhnahuac y la de Malinalco y condenó y realizó
bárbaramente la toma de Tenochtitlán. Ordeno inhumanos tormentos de
aperreamiento, y tormentos inhumanos a los hermanos de Cacama y el
sonado de todos el de Cuauhtémoc y del señor de Tlacopan.
Denotó su desprecio por la vida de los demás y logró sacar de sus indígenas
aliados lo peor, ya que de ser dignos guerreros los tlaxcaltecas, otomíes y
huexotzincas los convirtió en hordas de salvajes que a su paso dejaron
muerte y desolación.
No hay que confundirse Cortés es un caso icónico en la historia Universal,
los españoles lo pretenden ubicar como un Julio César o peor aún como si
fuera un Alejando Magno, pero en realidad fue un Atila salvaje. Cortés en
verdad es digno de un estudio psiquiátrico sin lugar a dudas. Era hábil,
inteligente y sin capacidad de piedad por los seres humanos, por eso ni los
historiadores dudan que haya matado a su esposa Catalina, su conducta
debe ser revisada a la luz del conocimiento psiquiátrico actual.
Normalmente hasta sus detractores lo ubican como un aventurero
inmensamente ambicioso, pero nosotros lo vemos a la luz de la suma de sus
actos de los que cualquiera en sus cabales se espanta, pero hay todavía tanto
en México como en España hay quienes lo admiran. Que lejanos están de la
realidad de ese hombre verdaderamente psicópata, movido por un afán de
ser alguien a costa de lo que fuera, característica sin duda patológica, y
conste que no fue el único. Veremos adelante a su capitán principal el cruel
Pedro de Alvarado.
Dejamos constancia de nuestro parecer, y si George Lovell consideró como
un caso patológico de un sociópata al rubio conquistador, nosotros vemos a
Cortés peor, ya que aunque a algunos no les guste él fue el capitán general y
justicia mayor en la aventura de conquista de tan solo una parte de México,
ya que como veremos adelante otro emulo de Atila culminó otra parte de la
conquista, ambos con crueles capitanes y con los indígenas, sus aliados,
convertidos en verdaderos salvajes.
Nadie ignora que la toma de Tenochtitlán fue una masacre, aunque como
hemos escrito a Cortés le propinaron sendas derrotas, por lo que ordenó el
cañoneo y la toma de la ciudad a sangre y fuego, realizando una verdadera
masacre que él mismo comparó con la toma de Jerusalén por Tito.
El juicio de residencia de Cortés
Es importante hablar genéricamente de los llamados juicios de residencia de
la época. En realidad fueron procesos muy laxos y muy largos y por demás
difíciles de llevar a cabo, digamos por las dificultades del mismo tipo de
proceso, ya que la resolución de realizar el procedimiento se tomaba desde
España y por cierto eran promovidos por denuncia de hechos efectuada por
los españoles y no por los indios y no en pocas ocasiones fueron por
denuncias realizadas por los clérigos conscientes de los excesos de los
llamados conquistadores. En realidad fueron procedimientos legales sin
normas escritas, que sujetaran a los juzgadores a una realización de un
procedimiento rígido, los que dificultó su eficacia.
Como veremos en este texto los juicios eran instituidos en contra de los
jefes o gobernantes españoles y no para los llamados en si conquistadores,
por sus excesos, y normalmente se constreñían a denuncias de otros
españoles y no por indios agraviados, solo algunos curas denunciaron los
excesos de los conquistadores, sin embargo no hay en realidad una
sentencia condenatoria por la crueldad evidente con la que actuaron contra
los nativos, por esa razón decimos que resultaron en realidad juicios laxos
sin eficacia, ya que como vemos Hernán Cortés resulto absuelto y por
demás premiado por el rey D. Carlos como marqués del Valle de Oaxaca.
Pedro de Alvarado sorteó dos juicios de este tipo y el que más sufrió las
consecuencias de un procedimiento de esta clase fue Beltrán Nuño de
Guzmán, que fue no encarcelado sino que limitaron su libertad a vivir en el
poblado de Torreón de Velazco donde murió de causas naturales pero sin
recibir sentencia por los excesos y crueldades cometidas en sus conquistas
contra los nativos, como veremos cuando hablemos de este singular
personaje.
Los procesos en realidad siguieron una mecánica difícil, ya que desde la
Corte Española se tomaba la resolución de sujetar a proceso a algún súbdito
español, por hechos que transgredían las ordenanzas de indias en los
territorios bajo el dominio ahora español, en lares muy alejados de esa
España todavía medieval.
En realidad como dijimos dichos juicios más que para determinar conductas
transgresoras de las llamadas Leyes de Indias, se instituían por denuncias e
digamos civiles español e contra cierto representante del rey, como lo fue
Cortés ya fuera de facto o de derecho, o sea reconocido por las autoridades
españolas que eran los reyes. Hay que advertir que en verdad detrás de las
denuncias normalmente estaban las querellas de personajes enemigos del
denunciado, por lo que no estaban exentos de buena dosis de mala fe y de
intereses personales.
En realidad cuando se tomaba a la resolución contra algún personaje, que en
el caso de América en su parte mesoamericana solo fueron los tres juicios
ya mencionados
Pero hay que advertir que en ninguno de los casos cuando se iniciaba el
juicio de residencia español el imputado nunca era separado de su cargo,
solamente era suspendido sin ser privado de la libertad y siendo siempre
personajes con gran poder, es lógico que difícil fuera que los juicios
prosperaran con una sentencia condenatoria, ya veremos los otros dos casos
motivo de este texto.
En el caso particular de Hernán Cortés, los promotores del juicio fueron
enemigos del capitán, estaban dentro de ellos el gobernador de Cuba Diego
Velázquez de Cuellar, que había financiado la expedición de Cortés y como
autoridad lo había designado capitán de esa tercera expedición, sin embargo
no se sabe los motivos por los que cambió de parecer y trato de notificar su
decisión sin éxito, ya que Cortés de alguna manera se enteró y eludió ser
notificado zarpando con su flota sin que lo hayan notificado, digamos en
términos jurídicos actuales que no fue emplazado legalmente, aunque supo
de la resolución de la autoridad que eludió en un acto cuando menos de
desacato a la autoridad legalmente constituida, pero indudablemente se
sustrajo Hernán Cortés a la autoridad legal, lo que por ese entonces era un
acto de verdadera traición convirtiendo entonces la expedición en una
empresa de pirataje.
Es menester referirnos a los cargos del juicio de residencia del capitán para
entender en verdad a que se constriño su proceso y tocaremos algunos
aspectos de cómo se realizó en verdad ese procedimiento en el que el
extremeño resultó digamos fácilmente absuelto y por demás premiado por
el rey.
El juicio de residencia de cortés demuestra la verdad sobre ese tipo de
juicios, veamos algo acerca de toda esta historia:
El día 15 de abril de 1528 el rey firmó en Madrid una Real provisión para la
Real Audiencia de la Nueva España para que sujetaran ajuicio de residencia
a Hernán Cortés, pero no solo a él sino también se sujetaron a ese
procedimiento a sus alcaldes mayores, Intendentes, y oficiales, al tesorero y
contador, factor y veedor, no fue como se piensa que fue un proceso
individual, sino hubo otros implicados o imputados.
El proceso levantado llegó a la nueva España y fue pregonado conforme a
la costumbre, y se inició digamos la parte de los capítulos de acusación y
del examen de testigos e interrogatorios, aunque ese proceso en realidad
había iniciado desde 1525 estando vivo el juez Luis Ponce de León que
murió convenientemente para Cortés cuando pisó la Nueva España y como
fuera ese proceso había quedado pendiente.
Con la Primera Real Audiencia estando presidida por Beltrán Nuño de
Guzmán y de los oidores Matienzo y Delgadillo todos enemigos del
capitán, se iniciaron las respectivas diligencias, se recibieron nuevas
denuncias y se tomaron todas las declaraciones de los testigos y
denunciantes, de lo que resultaron para ese momento noventa y ocho cargos
contra Hernán Cortés, siendo un voluminoso expediente que exponía a un
Cortés que cometió muchas transgresiones al orden jurídico establecido. La
Real audiencia interesada en contra de Cortés, actuó diligentemente
reuniendo a los enemigos del conquistador con el objetivo de acabarlo, sin
embargo no crea el lector que había cargos denunciados por las crueldades
en contra de los naturales, siendo algo que demuestra el desprecio
generalizados por los nativos de estas tierras. Algo que no vemos siquiera
comentado por los historiadores que se han ocupado de este procedimiento
legal verdaderamente medieval.
De hecho fueron denuncias personales promovidas por los mismos oidores
que incluyeron hasta cuestiones personales de la vida del capitán, pero nada
acerca de las masacres que Cholula, del Templo Mayor, de Cuauhnahuac o
de Malinalco, ni de su crueldad icónica contra los nativos. En realidad los
cargos no eran por su conducta transgresora a las Ordenanzas de Indias,
digamos que eran por deudas civiles, abusos contra españoles y hasta el
cargo desquiciado de que pretendía crear un reino independiente. Cortés se
presentó en la Ciudad de México en compañía de sus procuradores
(defensores) siendo sus abogados los licenciados Altamirano, Diego de
Ocampo, y García Llerena sin embargo al parecer fue amedrentado por los
integrantes de la audiencia y poco hicieron por Cortés.
Con el pregón y el proceso iniciado pronto surgieron nuevos cargos,
llegando a más de 120 los mismos, aunque digamos que fueron por
cuestiones menores y tan solo hubo en verdad dos cargos mayores para
preocupar a Cortés, primero fue por haber atacado y aprisionado al capitán
Pánfilo de Narváez cuando llegó para aprisionarlo por pirata y el segundo la
extraña muerte de su primera esposa Catalina Xuárez acontecida en
circunstancia extraña cuando ella vivió en México con Hernán Cortés y de
la que se dijo que el capitán la había asesinado. De la acusación por
asesinato inclusive la suegra de cortés Marpia Mercaida testificó contra el
capitán conjuntamente con otras mujeres de la servidumbre que tenía por
ese entonces Cortés, y Juan Xuárez, su cuñado también lo hizo.
En verdad los cargos en esos juicios eran denunciados por españoles contra
españoles y fuera de esos dos cargos que eran considerados de gravedad los
demás cargos formulados por españoles en verdad eran minucias, que si
Cortés tomó un caballo, que si le debió algo a alguien, eran los reclamos
constantes y frecuentes, veamos entonces que nos queda de las acusaciones
contra Cortés.
Las acusaciones verdaderamente graves contra Hernán Cortés hubiera sido
la de Pirata, sin embargo nosotros hemos sostenido que si algo tenía el
extremeño es que era un psicópata y como tal era inteligente y sagaz,
conocedor de lo peor de la naturaleza humana. En páginas anteriores
dijimos que Cortés envió ciento cuarenta mil castellanos de oro al rey D.
Carlos y que los aceptó de buena gana, y también hemos dicho que fue un
verdadero soborno para el extranjero monarca.
El haber aceptado el oro que envió Cortés era de una empresa ilegal por lo
tanto de pirataje y a los piratas les correspondía como sanción la horca.
Decimos que Cortés conocía la naturaleza humana y por supuesto lo peor.
El oro que mandó Cortés al rey D. Carlos llegó en buen momento, si es que
hay alguno para recibir un tesoro que siempre será bueno cualquier
momento. El extranjero rey se había endeudado fuertemente para hacerse
de la Corona Germana y esos castellanos de oro les servían para
amortiguar su deuda con los judíos banqueros, y los aceptó sin incautarlos,
ni apresar al enviado que fue Pedro De Alvarado por pirata, estimamos que
el rey dejo hacer y dejo pasar por la esperanza de recibir más oro en vez de
declarar prófugo y pirata a Cortés y de seguro con eso contaba Cortés.
Sabía que como dirá después Quevedo, poderoso caballero es don dinero, y
la muy socorrida frase peninsular que versaba, dadivas quebrantan peñas.
El rey resultó ser un ente sobornable y Cortés pudo seguir con su ilícita
aventura y aunque el rey en ese momento no la legitimó, la dejó seguir sin
cumplir con la obligación de darle la razón a un funcionario del reino como
lo fue Diego Velázquez, esa corrupción española era parte del reino y así
seguirá siempre.
Como fuera el rey dejó hacer y dejo pasar incumpliendo con su obligación,
pero actuó como soberano corrupto al aceptar gustoso el soborno enviado
por Hernán Cortés.
Es de llamar la atención que en el año de 1525 el extranjero rey de España
le haya reconocido los méritos como conquistador a Cortés. Sin embargo
veamos que aconteció por eso tiempos. Cortés partió de la el 12 de Octubre
de 1524 de la Ciudad de México en su aventura a Honduras, no nos
referiremos a lo que aconteció, solamente que cuando el rey firmó la Real
Provisión, Cortés estaba en esa situación, por lo que suponemos la cédula
debió llegar estando ausente el capitán y de seguro la recibieron sus
enemigos, por lo que no hay certeza de que Hernán Cortés la conociera,
quizás posteriormente tuvo noticias, pero no hay nada que lo confirme,
quizás siguió pensando en que a pesar de sus cartas y logros seguía siendo
pirata.
Cortés volvió de Trujillo el día 25 de abril de 1526, tardo tanto que
inclusive se corrió el rumor que había muerto, y a su regreso encontró un
desastre en la administración de lo que ya se nombró como la Nueva
España, los encargados de gobierno que nombró de hecho lo habían
traicionado, y si es que recibieron la cédula difícilmente se la entregaron.
Cortés seguirá preocupado por el posible cargo de pirataje, y sus
preocupaciones estaban agravadas con el caso de Pánfilo de Narváez y la
extraña muerte de su esposa.
Suponemos que esas eran sus preocupaciones, pues la muerte de los
indígenas en sus masacres con la idea de tierra quemada era aceptable en
esa era medieval, en verdad no era algo muy grave por lo que sin la
importancia que debió tener sus masacres, su preocupación eran las
acusaciones formuladas por sus paisanos, sin embrago se dice que muchas
tuvieron éxito por lo que Cortés pagó a sus acreedores zanjando la mayoría
de los cargos, actos que denotaron que el capitán ya no ejerció tanto poder.
Vendrá por lo consiguiente el proceso donde se le acusó también de no
haber repartido con equidad la riqueza saqueada en las tierras que doblegó.
El reparto del oro saqueado se dio posteriormente al aprisionamiento de
Cuauhtémoc, cabe mencionar que los leales a Cortés nunca formularon o se
sumaron a esa acusación, por el contrario escribieron y firmaron un escrito
oponiéndose a tal acusación y tan pronto el escrito llegó a manos de la Real
Audiencia el presidente que era Nuño de Guzmán mandaron a aprender a
todos los soldados que firmaron dicha carta, resultó que los arrestos fueron
conmutados por el destierro de la ciudad, no pudiendo los amigos de Cortés
acercarse a menos de cinco leguas de la capital.
Para entender o mejor dicho, para no entender la mentalidad de los
españoles de ese entonces, hay que ver lo que hicieron los enemigos de
Cortés.
Beltrán nuño de Guzmán y sus digamos colegas oidores trataron de
apropiarse a la mala de los bienes de Hernán Cortés, eso como muestra de
la realidad que pretenden hoy ocultar con lo que llaman mentiras ciertos
españoles con su leyenda negra, hay que resaltar que si entre ellos actuaban
venialmente y se robaban, no se entiende cómo pueden pretender la verdad
de su historia negra negarla.
Me referiré al historiador Vicente Riva Palacio, para que no nos tachen de
tendenciosos, el historiador del siglo XIX dice que “los oidores realizaron
injustos despojos de los bienes del conquistador utilizando instrumentos
públicos autorizados por escribanos reales, la trampa era ya una práctica en
esa sociedad medieval verdaderamente generalizada”, digamos que parte de
esa cultura occidental que trajeron y que así pretenden que se les agradezca,
Nos dice el historiador referido que esos veniales hombres peninsulares se
repartieron tierra que eran de Cortés y que eran muy codiciadas, los oidores
se apoderaron de ellas y de los bienes del capitán en la ciudad de México.
Eso lo realizaron a pesar de que la Real Cédula que autorizó el juicio a
Cortés lo prohibió expresamente. Eso no lo dicen. Los que sostienen la
leyenda negra pues ocultan la verdad para justificar su presupuesto sesgado
y falaz.
En realidad Cortés resultó ilícitamente despojado de todos sus bienes, para
nosotros basta con eso para saber que esos invasores fueron nefastos.
Aparte de eso hay que ver que eran en verdad obtusos, ya que como fuera
Cortés por ese entonces contaba con soldados españoles leales y miles de
nativos que lo seguían como su capitán.
Hernán Cortés como fuera era el hombre fuerte de la Nueva España y de
seguro si se hubiera decidido hubiera logrado ser rey independiente de
España. Algo se ha escrito acerca de esa situación, que de seguro no solo él
lo pensó sino que sus leales de seguro lo alentaron, la mayoría piensa que
no lo hizo por cuestiones de lealtad hacia la corona, sin embargo nosotros
vemos el rasgo de su psicopatía que ya dijimos era esa obsesión de ser
alguien en la sociedad española y creemos que por ese entonces ser rey de
una nación mayoritariamente de nativos no llenaba sus expectativas, en
realidad Cortés los desdeñaba y no sería hasta muchos años después que
valorizó la lealtad que sus nativos aliados le tuvieron y cambió su
concepción como vemos en su testamento, si fue sincero, pero muchos
desaires tuvo que padecer por parte de sus paisanos y de su extranjero rey
para que llegará a estimar a sus indígenas aliados.
Veamos ahora que realizó Cortés que nos demuestra que su aspiración era
ser reconocido con importancia en esa sociedad medieval:
Hernán Cortés tenía en verdad todo el poder, los oidores incluso Nuño de
Guzmán como presidente no podría haber negociado con los leales nativos
a Cortés nunca, y bien Cortés fácilmente pudo acabar con sus enemigos
rebelándose a la Real Audiencia y declararse gobernante autónomo, eso no
es especulación, sino eso temieron los españoles en la Nueva España y
hasta lo acusaron de que eso deseaba, sin embargo Cortés prefirió en vez de
acabar con sus detractores ir a lo que era su patria, en un acto poco
comprensible, ya que era el mismísimo rey extranjero que lo había colocado
como sujeto a proceso. Cortés nunca pensó en que su ida a España dejaba
un hueco y cuando se enteró de su partida el cruel y ambicioso Beltrán
Nuño de Guzmán se dispuso personalmente a llenar el vació qué dejó el
capitán con su partida a Europa, causa de que Nuño de Guzmán inició otras
conquistas.
Cortés partió de Veracruz acompañado de un gran séquito y se afirmó que
arribó sorpresivamente como si fuera un marajá oriental, ya hemos escrito
acerca de este y otros sucesos y de su afortunado encuentro con la esposa de
Francisco de los Cobos y de otros apoyos que tuvo en España el personaje,
por lo tanto nos centraremos en la teatralidad de su arribo.
Hemos dicho ya repetidas veces que Hernán cortés era sagaz y muy
conocedor de la naturaleza humana y muy calculador, nada hizo sin motivo,
así que esa teatralidad con la que arribó al Puerto de Palos tuvo su motivo,
obviamente darse a notar para demostrar que era alguien, no un simple
pirata sino un conquistador, llegó con un numeroso séquito de soldados
españoles como su escolta personal y por demás lo acompañaron algunos de
los caciques indígenas, entre ellos sabemos que estaban, su leal entenado al
tlaxcalteca señor de Ocotelulco que bautizaron como D. Lorenzo
Maxixcatzin y otros de la nobleza tlaxcalteca, fue también su amigo
Ixtolinque que le salvó la vida cuando menos dos veces y que era el señor
de Coyoacán, y sabemos que iba también un supuesto príncipe mexica que
se dijo que era hijo de Cuauhtémoc, algo improbable, y que si en verdad fue
príncipe fue hijo de Moctezuma Xocoyotzin, decimos esto porque se dijo
que Cuauhtémoc era un joven cuando fue prendido de unos veinticinco años
de edad y aunque eran los nobles activos sexualmente ninguno de sus hijos
si es que los tuvo, lo acompañó en su frustrada huida, como dieron
constancia los cronistas peninsulares, por demás el tlatoani apenas había
contraído nupcias con Techupichco que fue hija de Xocoyotzin y esposa de
su tío Cuitláhuac, por lo tanto fue otra conveniente mentira del capitán.
Llevó a su hijo que procreó con la Malinche al que le confeccionaron un
hábito de caballero de Santiago que según dicen le causó gracia al rey D.
Carlos, nosotros pensamos que no fue simplemente una inocente
casualidad, como fuera era el hijo mestizo del conquistador con la Malinche
por ese entonces su legal primogénito y heredero, y por lo tanto era ideal
para dejar en claro que ese jovencito no podría ser condenado por los actos
de su padre y gozaría de su libertad para volver a la Nueva España y se
convertiría en un peligro para el reino en caso de que Cortés fuera
condenado por el rey.
Dirán que es especulación, pero Cortés fue por su hijo y lo llevó sin una
razón a España, poco le importó arrancarlo de los brazos de su madre y en
verdad Cortés no hacía nada sin motivo.
Cortés logró el efecto deseado y muchos de sus paisanos quisieron ver al
conquistador de los mexicas y fueron recibidos por el capitán, logrando
buenas relaciones que ya dijimos las realizó con la esposa del comendador
de León Francisco de los Cobos al que lo tenía en alta estima el rey, pero no
solo fue ella sino entabló amistad con el duque de Sidonia que lo acogió en
su feudo. Cortés logró la atención y admiración de sus paisanos causando
gran revuelo por su supuesta hazaña que hasta ahora en los españoles está
en su memoria.
Esta apreciación no es personal y nos dice Vicente Riva Palacio ya
mencionado, que por todo su trayecto Cortés fue objeto de ardiente
curiosidad (sic) y le brindo el pueblo español múltiples manifestaciones de
aprecio y consideración. Dice que de lejanos pueblos llegaron para
conocerle y para ver desfilar a su comitiva y es cuando dice D. Vicente Riva
Palacio, que ese séquito asemejaba a los monarcas orientales, y que llamaba
la atención el gran número de acompañantes así como por la riqueza que
ostentó el personaje, llevo a los nativos con sus trajes de gala regionales,
animales desconocidos en Europa en un verdadero desfile circense. Lo que
quería lograr el capitán era ese efecto teatral para que el rey no pudiera
condenar a tan distinguida persona.
En realidad lo logró pues después de aumentar su sequito con españoles
arribó a Toledo para presentarse ante el rey acompañado además de su
séquito con el almirante Diego Colón y otros personajes y con el apoyo del
duque de Béjar ministro del rey ya que para ese entonces cortejaba D. Juana
de Zúñiga hija del Conde de Aguilar y sobrina del duque de Béjar.
Nos dicen que cuando pudo hablar Cortés hizo una relación de sus
supuestas hazañas y entregó al rey un memorial con ellas. En verdad no hay
constancia de la reacción de Carlos V pero sabemos el resultado, en que
resultó premiado el capitán otrora pirata como marqués del Valle de
Oaxaca.
En realidad al parecer el rey actuó justamente según muchos historiadores,
sin embargo nosotros somos acuciosos y nos preguntamos por qué, si hay
constancia de sus masacres y crueldades y el trato inhumano a los nativos y
la vejación de los tlatoanis contrariando las órdenes expresas del rey.
Como hemos sostenido en realidad los nativos no tenían gran importancia y
se dice y se pondera como normas humanísticas las Ordenanzas de Indias,
las que en la práctica digamos que era derecho vigente pero no positivo ya
que no se aplicaba.
Abúndenos en lo que en verdad sucedió en esos momentos. Respecto al
grave cargo en que se cometió con Narváez, en donde Cortés lo apresó, el
asunto se resolvió con el pago de una indemnización pecuniaria que
fácilmente cubrió Cortés. En cuanto a las demandas pendientes promovidas
por digamos civiles Hernán Cortés se allanó pagando los adeudos sin juicio.
Quedaba pendiente la acusación de asesinato de su primera esposa y como
no hubo constancia fehaciente del delito, Cortés resulto absuelto aunque al
parecer no convenció a la reina esposa de Carlos V, la reina consorte Isabel
de Portugal, sin embargo como fuera salió absuelto, por lo tanto el rey le
otorgó reconocimiento a lo que entonces se pensaba una increíble hazaña,
aunque ahora muchos todavía lo creen.
Notamos que nunca hubo causa para juzgar los excesos y crueldades que
cometió Hernán Cortés, no fueron parte de la causa legal simplemente y no
fue en ese momento que se cuestionó al capitán por el supuesto tormento a
Cuauhtémoc que salió a la luz tiempo después, donde convenientemente
Cortés le echo la culpa al finado tesorero del Rey, Julián de Alderete del
que se dice extrañamente murió envenenado También un médico que
estuvo con Cortés habló del tormento y dijo que los tlatoanis vivieron y esa
es la única fuente que asegura eso y la de Bernal que escribió su supuesta
historia verdadera años después. La realidad es que sin constancia de que
vivió Cuauhtémoc más que ese testimonio del médico o bien amigo, o
temeroso de Cortés, ha quedado en la historia que Cuauhtémoc sobrevivió
al tormento, tan solo para ver como su esposa Techichco fornicaba con
Cortés y quedar condenado a la indignidad.
Pues esa cuestión también quedó impune a pesar de que Carlos V había
ordenado que los gobernantes indígenas eran sus súbditos y prohibió malos
tratos y menos atormentarlos. El rey resolvió la cuestión condenando a
Cortés a indemnizar al supuesto hijo de Cuauhtémoc que bautizado se llamó
Diego Moctezuma y al que el rey le concedió utilizar “de Austria”
Por cierto ya que tocamos a Diego Moctezuma se quedó para ser educado
en la corte española al igual que el hijo de Cortés y la Malinche y un
importante nativo tlaxcalteca D. Lorenzo Maxixcatzin.
Como fuera el juicio fue un simulacro, una verdadera farsa, que siendo
puntuales denota la verdad sobre el nativo americano y lo demás es retórica.
En realidad a nadie le importaba la verdad acerca de las masacres mientras
la Corona Española obtuviera beneficios, y esa es la única verdad.
En este texto adelante veremos los juicios de los otros dos conquistadores
psicópatas y veremos el pobre resultado de los mismos que en realidad de
nada sirvieron, no hubo justicia para el nativo americano.
Capítulo 10
Pedro de Alvarado
I
Pedro de Alvarado otro psicópata dentro de las filas de Cortés
“Hay que recordar que hubo dos cartas de residencia en contra de Alvarado
y que en ese momento en 1519, 1520 y 1521 todo estuvo en movimiento.
Pero a partir de la matanza creo que Cortés consideró a Alvarado un riesgo,
un peligro para mantener la paz en el proceso de la Conquista en México.
Mi hipótesis es que cuando Cortés mandó a Alvarado a la conquista de
Guatemala en 1524, fue una manera de dejarlo fuera del escenario de la
conquista que siguió en México”.
Antes de continuar creo que es necesario aclarar que a pesar de ser escoses
George Lovell es profesor de historia latinoamericana en la Universidad
Pablo de Olavide, España. Vale la pena aclararlo por aquellos hispanistas
recalcitrantes que afirman que todas esas crueldades son simplemente parte
de la leyenda negra y por tanto siempre dudan de su veracidad.
Aclarado lo anterior, quizás precisamente por ser profesor Lovell en España
responsabiliza exclusivamente a Pedro de Alvarado de la matanza del
Templo Mayor, y exculpa a Cortés totalmente de la misma, algo muy
conveniente para conservar la aureola del conquistador en España.
Lovell abunda diciendo que la razón por la que Alvarado fue enviado a
Guatemala fue para que Cortés tuviera más tranquilidad de consolidar la
Conquista de México, ya que su ausencia sería sinónimo de no matanzas ni
sublevaciones.
Lovell para exculpar a Hernán Cortés argumenta la existencia de una carta
que envió Cortés al rey Carlos V desde Honduras, donde lamenta no estar
en Guatemala para evitar rebeliones indígenas. “Escribió que lamentaba no
ir a Guatemala y tener que regresar a México para luchar contra sus rivales.
Escribió que Guatemala tenía muchos problemas, luchas, resistencia y
sublevación tras sublevación. Dijo que hubiera sido mejor que él hubiera
ido en lugar de Alvarado para no generar revueltas”,
George Lovell agrega, que los aliados indígenas en Guatemala fueron los
cakachiqueles, con quienes Alvarado hizo una alianza en 1524, no obstante,
ésta duró seis meses porque Alvarado no supo respetarlos, entonces inició
una sublevación de seis años. “Pedro de Alvarado era un hombre de batalla,
un comandante, no era un Cortés con visión y estrategia política de cómo
conquistar, vivir y gobernar; Alvarado nunca tuvo esa tendencia”.
Lo afirmado por este autor evidencia su idea de ponderar a Cortés, ya que
según dice con mediana claridad que Hernán Cortés tenía visión y estrategia
política de como conquistar vivir y Gobernar (sic). Nuestra opinión es
diferente acerca de Hernán Cortés, no fue nunca político de su tiempo, solo
vemos una característica que no ha variado entre los políticos de todos los
tiempos, que es la utilización de la mentira y aprovecharse de los demás.
Normalmente a Cortés se le coloca como un sujeto ambicioso y en eso no
difiere con Pedro de Alvarado, ni con el hombre más cruel que pisó la
Nueva España Beltrán Nuño de Guzmán.
En realidad si vemos al detalle la historia Cortés nunca gobernó, lideró a
españoles e indígenas que es distinto, fue un destructor sistemático de las
culturas autóctonas, y gobernar implica construir, y lo único que construyó
Cortés fue la ciudad colonial sobre las ruinas que dejó de la gran
Tenochtitlán, no nos equivoquemos Hernán Cortés nunca fue político ni
gobernó.
Veamos que más piensa George Lovell para diferenciar a Cortés de
Alvarado, así habla de la ambición del rubio conquistador diciendo:
Otra evidencia sobre la ambición De Alvarado que narra, es que cuando
Hernán Cortés estuvo en Honduras (1524) existieron rumores de que Cortés
estaba muerto. “Fue un rumor, pero en aquel entonces De Alvarado lo creyó
pues regresó a México para que en caso de ser cierto, él fuera quien liderara
el resto de la conquista de México. Eso obviamente no pasó porque Cortés
estaba vivo”, puntualiza y añade que cuando el llamado Tonatiuh llegó a
Centroamérica (en 1524) y después de haber visto la belleza, la población y
los recursos de México en manos de Cortés, Centroamérica significó para él
muy poco. “Cuando llegaron noticias de los incas y su imperio, muy poca
gente sabe que Pedro intentó insertarse en la conquista de Perú, trató de
meter mano y quitar la parte actual de Ecuador, la parte norteña de los
incas, de quitarle el control a Diego de Almagro y a Francisco Pizarro”,
detalla. Esa misión fue un desastre, por lo que regresó a Guatemala y
después a México, y dice “Todos estos son ejemplos del deseo de Pedro de
Alvarado por ser mucho más de quien fue. Él quería un México como
Cortés, un Perú como Pizarro y Almagro, ésa era su enorme ambición.
El autor George Lovell en el artículo periodístico invocado nos dice que
hay que tomar en cuenta todas estas consideraciones comparativas para
ubicar a De Alvarado siempre como la mano derecha, nunca el primero,
siempre el segundo”.
Estimamos que esta afirmación que hace Lovell es parcialmente cierta,
simplemente porque en realidad Pedro de Alvarado aunque fue
imprescindible para Cortés no fue claramente el segundo de abordo ya que
en realidad el hombre más cercano a Cortés no fue Alvarado sino fue su
gran amigo Gonzalo de Sandoval y que si bien no lo dejó en Tenochtitlán,
fue simplemente porque decidió que su hombre de confianza total debió
acompañarlo a enfrentar a Pánfilo de Narváez. Pedro de Alvarado no es
como se dice que se unió simplemente a Cortés, sino que ambos se
conocían bastante, ya que los dos fueron con Diego Velázquez de Cuellar a
la conquista de Cuba y lo que en verdad se sabe, es que Pedro de Alvarado
en las matanzas de Cuba, que eso fueron, ya era capitán reconocido por
Diego Velázquez mientras Cortés no fue nunca de los capitanes del que fue
Gobernador de Cuba y si Cortés fue nombrado por este para capitanear la
tercera expedición fue por otras razones no por su experiencia como
soldado, creemos que mucho tuvo que ver su forzado matrimonio con
Catalina Xuares, cuñada del gobernador pero nada tuvo que ver su
experiencia anterior como soldado en la conquista de Cuba.
Continuemos con la opinión de Lovell que nos ilustra con magníficos datos
cuando explica según su punto de vista las aproximaciones y diferencias
entre ambos personajes, refiriéndose a datos que tomó del historiador Jesús
María García Añoveros, que aseguró que el conquistador Tonatiuh llegó a
tener 12 mil indígenas en encomienda en México, Honduras y Guatemala a
quienes utilizó como esclavos en tributos, servicios profesionales y
explotación de minas. ¿Le obsesionó a Pedro de Alvarado encontrar oro en
Guatemala?, se le pregunta a George Lovell y contesta: “Guatemala tenía
bastantes cosas pero no eran suficientes para él, ésa fue la razón por la que
intentó conquistar otros espacios como El Salvador, pero tuvo que regresar
sin éxito a Guatemala. Su deseo y hambre hicieron que pusiera a trabajar a
miles de indígenas cakchiqueles (originarios de Guatemala) lavando oro y
exportando el pago del tributo. El experto en los procesos de conquista en
América Latina menciona algo poco conocido: De Alvarado también
escribió Cartas de Relación para el entonces rey de España, Carlos V.
¿Dónde están esas dos cartas de relación? No sabemos dónde están los
originales de esas cartas pero hay varias ediciones del siglo XVI…
Tenemos dos cartas de él, una de abril de 1524 dirigida a Cortés y otra de
julio de 1524. Escribió otras cartas desde Tehuantepec y desde Xoconusco
que aún están por encontrarse pero algunos fragmentos fueron copiados por
cronistas como Pedro Mártir. Sin embargo, apunta, no son cartas como las
de Cortés porque Hernán escribió mucho detalle, reflexión y evaluación de
la gente, del entorno, del ambiente, del potencial, y de los recursos del
México prehispánico. “Pero si lees las dos cartas de Alvarado ¿qué es lo
que encontrarás? batallas, los detalles de cómo fue conquistando territorios,
la ruta de la conquista, es decir, esas dos cartas son emblemáticas por los
elementos militares, no obstante, es inexistente encontrar en el tono de su
escritura la riqueza cultural de los pueblos y su manera de organizar la
tierra”, señala.
Por otra parte nos dice su opinión Lovell acerca del capitán Tonatiuh:
“La biografía De Alvarado es la de una figura trágica. Sé que estatuas de
Hernán Cortés no existen en México pero hay una estatua de Francisco
Pizarro en la ciudad española de Barjoz, es reciente de 2003, hecha por un
escultor reconocido que también creó una de Pedro Alvarado quien no
aparece en un caballo, sólo tiene su casco en mano, sin ninguna espada y
tiene una cara triste. Lovell añade que incluso la postura del cuerpo es
nostálgica. “Fue cojo hacia el final de su vida porque en 1524 lo hirió una
flecha y él escribió que le avisaran al emperador que una de sus piernas
tenía cuatro dedos de ancho porque una flecha se clavó a su pierna y a la
pata de su caballo”.
El investigador platica que De Alvarado se casó con la señora tlaxcalteca
Luisa de Xiconténcatl y el 22 de abril de 1524 nació su hija Leonor quien
de todos los hijos naturales y legítimos del conquistador es la que más
figura en la historia y uno de los libros conocidos en Guatemala sobre ella
es La Hija del adelantado, de José Milla Vidaurre. “Cuando Pedro se fue a
Perú fueron con él su esposa Luisa y Leonor, que tenía 9 o 10 años, pero
tras el fracaso de la conquista inca, regresaron a Guatemala en 1535 y doña
Luisa se murió. Alvarado regresó a España pero no llevó a Leonor porque
sabía que no era buena idea llevar una hija e intentar convencer a una
duquesa para que se casara con él”, narra. Tonatiuh se casó dos veces más,
con Francisca de la Cueva quien murió en Veracruz y después, con Beatriz
de la Cueva, hermana de su anterior esposa. “Es muy confuso pero con
Francisca no tuvo hijos, parece que con Beatriz tuvieron un hijo pero murió
en el terremoto e inundación del 11 de septiembre de 1541 que devastó la
capital de Guatemala”, señala.
Obviamente lo transcrito del artículo periodístico es una visión muy parcial
por lo que nosotros abundaremos un poco en la biografía de Alvarado, para
darnos una mejor idea de que fue lo que hizo para considéralo como un
verdadero psicópata.
Antes de entrar en ciertos datos complementarios ya que no escribimos una
biografía, recordamos la opinión que escribimos en este texto acerca de la
matanza de la fiesta Toxcal conocida como la masacre del Templo Mayor, y
solo abundamos, que siendo como fue Cortés, una decisión de un soldado
como en verdad lo fue Alvarado nunca tomaría una resolución de ese
calibre por sí mismo, ya que una de las virtudes de Hernán cortés era no
tentarse el corazón ni con los propios para imponer su voluntad, por lo tanto
al tomar Cortés esa decisión no tenía por qué castigar a Pedro de Alvarado,
por lo que a nosotros resulta óbice que la ordenó el propio Cortés, que
ocultó la verdad para lograr sus anhelos, que no era otra cosa que llegar a
ser alguien en esa sociedad medieval española, como ya dijimos
anteriormente.
Datos biográficos de Pedro de Alvarado
Siendo Pedro de Alvarado un personaje de primer orden, poco se conoce
acerca de él y no hay que olvidar que fue en verdad el conquistador de gran
parte de Chiapas Guatemala, Honduras, y El Salvador.
Una de las cosas que ha llamado nuestra atención, es que cuando buscamos
biografías de esos hombres que intervinieron en la conquista de
Mesoamérica, todos son hidalgos, esto es con una incipiente nobleza
peninsular y en realidad los conquistadores no eran todos castellanos, sino
los hubo que llegaron de toda lo que hoy es España, no como ahora
pretenden los hispanistas diciendo que eran hidalgos castellanos.
Entendemos su posición pero no la compartimos, porque el que fueran o no
hidalgos, solo para algunos españoles les resulta importante, como si eso les
quitará, que en verdad eran nadie. Utilizamos este terminó de Galeano que
se refirió a que los nativos para los peninsular eran “nadies” nosotros lo
ampliamos eran “nadies” para otros donnadies” ya que en realidad esos
hidalgos en su tierra eso eran, no los movió ningún ideal, siquiera de
aquella vieja caballería española que por un tiempo fue un ideal arquetípico
de conducta, sino estaban para cuando llegaron en tropel a América
verdaderamente relegados en su sociedad, y en realidad a esos “nadies” no
los movió ningún ideal, ni siquiera llegaron para lograr una grandeza de las
hispanas, sino solamente con la idea de lograr una riqueza que en Europa se
les negaba, así que si en verdad tuvieron una hidalguía que para los
americanos nos resulta intrascendente, pues en verdad ninguno de ellos se
comportaron de acuerdo a un alto ideal de esa ya casi desaparecida
caballería medieval.
Todos esos don “nadies” solo denotaron su anhelo de llegar a ser alguien
dentro de esa hermética sociedad de la edad media peninsular que tardó
todavía más de un siglo en la península Ibérica en entrar al renacimiento,
mientras en el resto de Europa continental se avanzó hacía nuevos ideales y
derroteros.
Pedro de Alvarado nace en el año de 1485 al igual que Cortés, son no
solamente contemporáneos sino de la misma edad, naciendo en Badajoz por
lo que también era extremeño y obviamente castellano.
Como siempre nos dicen las biografías españolas que tenía cierta nobleza
(hidalguía) lo que en verdad resulta interesante desde el punto de vista de
los anhelos de esos hidalgos que en verdad eran “nadies” en España, pero
que tenían el anhelo lacrado en llegar a ser alguien. Así ellos hacen resaltar
que su madre Leonor de contreras era de estirpe noble, como si en verdad
eso fuera importante en su moral, no hay que confundir, eso solo le importa
a los españoles y más ahora que se consideran un reino.
En realidad su padre Gómez de Alvarado era un burócrata del reino ya que
era un simple comendador de Lobón un pueblo de Badajoz lo que significa
que tenía alguna encomienda de caballeros y por lo tanto de alguna manera
Pedro de Alvarado tuvo alguna educación militar de la que careció Hernán
Cortés, sin embargo de seguro ya como soldado supo de jerarquías y por lo
tanto supo primero aprender a obedecer y por lo tanto a mandar, situación
que nosotros tomamos en cuenta para afirmar que la orden de la masacre
Toxcal solo la pudo ordenar Cortés por principio de autoridad como ya
expusimos.
Regresando a Pedro de Alvarado nos dice su biografía, que a diferencia de
cortés no fue hijo único, sino que tuvo seis hermanos y tres hermanas y que
todos los hombres emigraron tempranamente a América lo que demuestra
que en esa España medieval poca oportunidad tenían de llegar a ser alguien.
Nos dice textualmente la biografía de la Real academia de historia (España)
lo siguiente;
“Todos los hermanos emigraron a las Indias recién descubiertas, en donde
corrieron diversa suerte y fortuna. En 1510, Pedro de Alvarado, siendo un
pobre soldado, aunque de noble sangre, con una espada y una capa pasó a
estas partes a buscar la vida, según lo describe su compañero de armas
Bernal Díaz del Castillo. Llegó a La Española en compañía de cuatro de sus
hermanos y tuvieron como primer hogar la casa de un hermano de su padre,
Diego de Alvarado y Messía, un pacífico poblador que había llegado a la
isla en 1499, amasando una mediana hacienda, y que en ese tiempo
desempeñaba el cargo de regidor del ayuntamiento”.
Finalmente sabemos que en 1511 al igual que Cortés se enrolaron en lo que
fue la conquista de Cuba al mando de Diego Velázquez de Cuellar. De
Cortés no conocemos ningún ascenso en tanto Pedro de Alvarado llega en
1513 al grado de capitán y quizás Cortés estuvo bajo su mando.
Siendo soldado profesional a diferencia de Hernán Cortés que no lo fue, en
1518 se embarcó con la segunda expedición con el capitán Juan de Grijalva
y volvió encontrándose con que Cortés al que seguro era su amigo fue
nombrado como capitán para una nueva expedición a la que de inmediato se
unió Alvarado como uno de los capitanes de Hernán Cortes, pero no hay
que olvidar nunca que eran empresas particulares para exploración y
obtención de esclavos y oro, nunca fueron para la grandeza de España como
hoy tergiversan muchos historiadores.
Cortés de alguna manera era socio de la empresa y otros de sus capitanes
también, lo que no era Alvarado el sí digamos era un verdadero soldado y
por su experiencia fue nombrado digamos el primer capitán en importancia
de Cortés.
Como sabemos la expedición no tenía facultades otorgadas por los padres
jerónimos para conquista y colonización, y de hecho aun antes de partir se
convirtió en ilícita, ya que Diego Velázquez decretó deponer del mando a
Cortés sin lograrlo ya que el extremeño logró burlar la orden legal,
convirtiendo esa expedición en una de pirataje.
Como fuera Pedro de Alvarado quedó a las órdenes de Cortés y digamos
que como capitán experimentado fue indispensable para Cortés que en
verdad ni soldado era.
En verdad hay cosas extrañas y poco conocidas del rubio capitán, su padre
si fue en verdad comendador y soldado mientras que Cortés se lo inventó.
Cortés digamos que era un don nadie, porque Alvarado ya que como fuera
la historia nos afirma que Pedro de Alvarado y sus hermanos emigrados
Gonzalo, Jorge, Gómez, Hernando y Juan, formaban parte de la corte y del
séquito del virrey el almirante (por título heredado) Diego Colón.
Si comparamos a Cortés con Alvarado y si de donnadies hablamos en peor
situación estaba el extremeño que hasta preso había estado en Cuba.
Con sus relaciones de Alvarado tanto con el virrey Diego Colón como con
el gobernador de Cuba Diego Velázquez nos parece lógico que siendo
Alvarado un verdadero soldado haya logrado Cortés, que aunque fuera
efímeramente, lo nombrarán capitán de esa tercera expedición, pues
obviamente si comparamos en todo caso Pedro de Alvarado obviamente
resultaba mejor candidato que Cortés pero la verdad histórica es otra.
Si realizamos un comparativo entre Cortés y Alvarado, nos parece a todas
luces, más capacitado Alvarado que Cortés para ser el cerebro de esta
aventura, pero no decimos que fue él, sino en verdad Cortés lo fue.
Simplemente la realidad es que a Pedro de Alvarado la historia le endilga
la masacre del Templo Mayor y otras difundidas crueldades.
De alguna manera lo exoneramos, creemos que en verdad era otro psicópata
que se entendió a la perfección con Cortés, algo así como una simbiosis
retro alimentadora.
Resulta lógico que entre Cortés Sandoval y Alvarado había una estrecha
amistad y ellos fueron los verdaderos artífices delo que ahora llaman
conquista.
Volviendo a la matanza Toxcal en el Templo Mayor, si se lee tanto a Cortés
y a Bernal se da uno cuenta que simplemente tratan de justificar el
abominable acto con echar la culpa a los mexicas, lo que todos sabemos
que eso es una falsedad, en realidad los españoles no culparon a Alvarado
de una decisión de una masacre traidora.
Según Bernal la justificó porque los mexicas querían matar a Alvarado y a
los españoles, y lo mismo dice Francisco López de Gómara, lo que todos
saben que es falsedad, ye en realidad Cortés en sus Cartas de Relación
omite relatar detalladamente el asunto, en realidad la historia de la masacre
Toxcal se conoce por fuentes indígenas, no por las crónicas de los
españoles.
La versión indígena indica otra situación diferente a la relatada por Bernal y
Gómara, en la que señalan que se había pedido autorización para realizar la
celebración a Pedro de Alvarado y este la había autorizado. Sin embargo al
estarse llevando a cabo la ceremonia fueron brutalmente asesinados
mediante apuñalamiento con cuchillos y espadas, estando los indígenas
desarmados e indefensos.
Entonces me surge el cuestionamiento, porque afirman que fue a iniciativa
de Alvarado el artero ataque, sin pasar por alto que Bernal mintió
evidentemente y que Cortés prefirió no relatar el suceso.
De que fue decisión de Alvarado no hay nada que indique que así fue, solo
dando crédito a la mentira de Bernal y entonces la masacre digamos que fue
justificada, lo que no es verdad, ya dijimos que si cortés ordenó la matanza
de Cholula nos resulta lógico por los motivos que expresamos que fue
Cortés y no Alvarado el responsable de la matazón.
Aclaramos que eso no exime a Alvarado de ser la perfecta mancuerna de
Cortés ya que ambos fueron evidentemente psicópatas. Creemos que la
pregunta correcta debe ser, si un soldado profesional como lo fue Pedro de
Alvarado ¿Es capaz de tomar una decisión tan importante como ordenar una
masacre por iniciativa propia? No lo creemos, pero si así fue, que no lo dijo
Cortés y que Bernal justifica, solo es posible que la tomará siguiendo el
ejemplo que dio su capitán con la pasada masacre de Cholula.
Fuera como fuere, lo que deja en claro es que Hernán Cortés puso el
ejemplo y él es el único responsable de haber desatado una inhumana
violencia.
No hay que confundirse de manera alguna exculpamos a Pedro de Alvarado
que a través de su estancia en América demostró ser un sujeto que actuó
con una impiedad inusitada denotando una evidente psicopatía en su
conducta.
Pedro de Alvarado fue un gran protagonista de la sujeción de diversos
pueblos de Mesoamérica y se recuerdan sus excesos dignos de un psicópata.
Mucho se ha dicho de su inmensa ambición solo comparable con la de su
capitán Hernán Cortés, ambos ambiciosos que buscaron de acuerdo a su
psicopatía ser alguien en ese mundo medieval español. Tiene mucho en
común con Cortés no solo por haber sido capitán del conquistador, aunque
también notorias diferencias, pero no fueron los únicos crueles sujetos que
llegaron a América cometiendo crueldades dignas precisamente de
psicópatas, muchos españoles las cometieron por más que se empecinen
algunos españoles en sostener que es una leyenda negra.
Hemos leído reiteradamente justificando esas psicopatías tan comunes en
esos invasores aventureros, diciendo que eran tan solo hombres de su
tiempo. Pues entonces esa sociedad española que tanto ponderan que según
ellos trajo civilización, resulta que era en verdad una sociedad proclive a
crear sociópatas porque abundaron en estas tierras en sus inicios tales como
Cristóbal Colón y sus hermanos, y muchos otros de una larga lista de
crueles sujetos que cometieron toda clase de abusos y tropelías. Nada de
que enorgullecerse y sí es para avergonzarse.
Ambos Cortés y Alvarado fueron donnadie en España razón por la que
abandonaron la península en busca de cambiar su destino. Ambos fueron en
Cuba terratenientes encomenderos de nativos y obviamente esclavistas que
recibieron su baño de sangre en las arteras masacres de nativos en la isla la
Fernandina hoy Cuba, sin embargo en esa sociedad colonial tampoco eran
alguien, solo un par de aventureros con poca fortuna y en verdad seguían
siendo “nadies”.
Uno de los aspectos que lo diferencia de Cortés, es que no se sabe que fuera
como él un macho cabrío, fama que forjó Hernán Cortés a pulso, Cortés fue
un aficionado fornicador, como dirían ahora un adicto al sexo y en España
será un burlador, cosa que al parecer no fue Pedro de Alvarado.
Se sabe que en Cuba era soltero a pesar de tener en su haber 34 años, no era
ya para nada un jovencito, por el contrario para su tiempo ya era un hombre
mayor al igual que Cortés y cuando se aventuraron en 1519 digamos que no
tenían oportunidad en Cuba de dejar de ser donnadies. Para la época en
verdad llama la atención que fuera soltero y en realidad lo hubiera sido
Cortés si no lo hubieran obligado a contraer nupcias con Catalina la cuñada
de Diego Velázquez, a la que abandonó Cortés para iniciar su aventura.
Eso nos indica un rasgo de la personalidad de ambos ya que eran digamos
solteros en el año de 1519 en que obligado se casó Cortés. Sin embargo
reiteramos que en su conducta sexual diferían, pues se sabe que Pedro de
Alvarado se casó al estilo tlaxcalteca con una princesa hija de Xicoténcatl el
viejo y cuando menos media hermana de Xicoténcatl Axayacatzin al que
ordeno ahorcar Hernán Cortés.
Pedro de Alvarado como fuera se quedó con la princesa llamada
Tecuishuatzin la que fue bautizada como Luisa y se sabe que fue su mujer
durante la llamada conquista de México y que inclusive lo acompañó en sus
conquistas de Guatemala, de Honduras, y El Salvador. Se sabe que esa
pareja procreo dos hijos a mayor llamado Pedro nacido en lo que es la
ciudad de México pero bien pudo ser en Coyoacán fallecido en su infancia
y una hija que bautizaron como Leonor quien vino al mundo en el
campamento español de Utatlán el 22 de marzo de 1524. Doña Leonor
contrajo nupcias con don Pedro de Portocarrero, brazo derecho de Alvarado
y al enviudar, casó con don Francisco de la Cueva.
La mujer de Pedro de Alvarado no fue nunca repudiada por el rubio capitán
y se asegura que vivieron en una casa muy hermosa ubicada en la cuarta
calle oriente en esta ciudad. Doña Luisa falleció en dicha casa en 1536 o
1537 y fue enterrada en la Catedral de Santiago Catedral de San José La
Antigua Guatemala.
Es obvio que doña luisa Xicoténcatl fue su mujer hasta que falleció después
de 27 años de ser la mujer de Pedro de Alvarado y de hecho no se sabe que
anduvo regando hijos por doquier como su capitán Hernán Cortés, lo que
hace una gran diferencia con el llamado conquistador.
Como hemos visto desde el principio de este texto una característica de los
psicópatas siguen únicamente su propio código moral de conducta, y vemos
las diferenciad de esos códigos entre estos personajes, como fuera la
conducta afectiva con el sexo opuesto difiere, y no por haber sido diferentes
en su conducta con las nativas no exime a Alvarado de su evidente
psicopatía.
Que Pedro de Alvarado fue un sujeto cruel y desalmado ni duda cabe, sin
embargo cuando realizó ciertos actos deleznables hay que determinar si los
realizó por su propia decisión o simplemente como buen soldado que fue,
solamente cumplió órdenes de Cortés.
Alvarado tiene una larga lista de actos de crueldad inusitada, y digamos que
esos son los que se saben por los escritos de los cronistas, lo que también
acontece en el caso de Cortés.
Del capitán general Cortés sabemos una larga lista de crueldades que
realizo tanto con propios y extraños. Recordemos que Cortés se convirtió en
pirata huyendo materialmente de Cuba para evitar ser destituido como
capitán de la expedición, en este acto vemos a un Cortés traidor, que como
dicen los estudiosos de la psicopatía solo atiende a su propia moral y así
decidió seguir por cuenta propia con apoyo de sus traidores capitanes, que
sabían que ahora eran transgresores de las leyes españolas, la pregunta
correcta es ¿qué valores tenían en verdad los españoles de ese tiempo?
Como siempre acontece hubo algunos hombres con otra idea de lealtad y lo
demostraron en la fundación de la villa Rica de la Vera Cruz, ya que hubo
algunos de esos aventureros que vieron que era traición el seguir a Cortés
en una ilegal aventura, y decimos esto porque no tenía la autorización la
expedición para Cortés, en una ilegal empresa ya que no contaba siquiera
con otra autorización de los padres jerónimos más que para explorar y
obtener oro y esclavos, nunca para formar cabildo, realizar conquista y
colonizar. Como dijimos hubo algunos hombres que no estuvieron de
acuerdo y pretendieron apoderarse de un navío para volver a Cuba.
Desde que se formó el cabildo en Veracruz quedaron definidos los roles, sus
brazos fueron los dos amigos mencionados, que simplemente apoyaron las
crueles decisiones de su amigo y capitán por crueles que fueran, inclusive
contra sus propios paisanos.
Alvarado fue sin duda gran protagonista de los excesos de Hernán Cortés,
los que toleró y porque no, quizás hasta los impulsó. Obvio que como
soldado y protagonista de los principales participó desde la masacre de
Centla, porque en verdad eso fue el episodio, él si fue protagonista
comprobado de los acontecimientos, no como el dudoso Bernal Díaz del
Castillo al que se empecinan en considerar una fuente veraz de la conquista.
Cortés era un psicópata ni duda cabe, y mostró cómo actuar a sus capitanes,
ordenando el aperreamiento de los señores de la ciudad de Cholula los que
fueron destrozados por los fieros alanos, los perros de guerra que tanto
trataron de ocultar los cronistas en sus escritos. Cortés mostro con eso el
ejemplo de cómo deberían actuar sus hombres y obvio que tipos como
Alvarado siguieron su ejemplo pues indudablemente padecieron del mismo
síndrome que su capitán. La historia no puntual olvida el ejemplo de Cortés
y nosotros solo recordamos otro cruel acontecimiento el tormento que
sufrió Coapopoca cacique de Nautlán atormentado y quemado vivo en el
templo mayor conjuntamente con otros guerreros y su hijo por órdenes de
Cortés.
Sin embargo hay varios hechos que ponen de manifiesto esa crueldad
icónica en las que fue protagonista Pedro de Alvarado, mencionamos su
participación en el tormento de Cuicuicatzin que fue hermano de Cacama y
que quedo como tlatoque cuando su hermano fue aprisionado en
Tenochtitlán, el memorable suceso según relata Alfredo Chavero sucedió
cuando Pedro de Alvarado bajo las órdenes de cortés fue a obtener más oro
a Texcoco, aun ya habiendo obtenido el oro encontrado en el palacio de
Axayácatl y Cuicucaltzin le entregó oro por valor de diez mil castellanos y
para el rubio capitán no fue suficiente y Alvarado lo ató de pies y manos en
un poste como había hecho cortés con Coapopoca, pero en este caso lo
atormento colocando brea o aceite en el estómago y le prendió fuego, esto
fue precursor del tormento sufrido Por Cuauhtémoc, y el texcocano del
tormento perdió la vida. Razón por la que dudamos que en verdad
Cuauhtémoc y Tletepanquetzalzin hayan quedado con vida el día de su
tormento.
Obviamente nos tenemos que referir al tormento de los dos tlatoanis aliados
de la Triple Alianza Cuauhtémoc y Tletepanquetzalzin, a los que según
Bernal Díaz del Castillo les colocaron aceite en pies y manos colocando las
extremidades al fuego, eso lo relató únicamente el cronista mencionado,
pero no describió puntualmente el suceso y Cortés fue omiso en sus Cartas
de Relación por lo que la fuente del acontecimiento simplemente es Bernal.
No cabe duda de que el tormento aconteció, ya que hasta el rey Carlos de
Austria supo que se violó su disposición de que se tratará con dignidad a los
nobles indígenas, sin embargo en estricto sentido no podemos culpar a
Pedro de Alvarado sino al capitán Cortés que se exculpó culpando al
tesorero Julián de Alderete fallecido convenientemente y de manera extraña
para Hernán Cortés.
En realidad vemos que Pedro de Alvarado sigue bajo las órdenes de Cortés,
no como se pretende decir que emprendió acciones por su cuenta, eso
resulta una falsedad, y en realidad Hernán Cortés lo mandó hacia el sur para
doblegar otros pueblos, sin embargo la llamada conquista del sur que
protagonizó Pedro de Alvarado tuvo que esperar un tiempo debido a la
llegada al Pánuco de Francisco de Garay y cuando el asunto quedó zanjado
el 6 de diciembre de 1523 salió el rubio capitán hacia nuevas sujeciones de
otros naturales de estas tierras.
Resulta óbice que había otras opciones menos crueles se ultimar al cacique
Sequechul, pero él como Cortés no actuaban movidos por una idea de
humanidad o de piedad hacia el nativo, algo muy característico de ellos
como hemos relatado que serán repetidas por Beltrán nuño de Guzmán,
pero no solo ellos tres actuaron con tanta crueldad, sino fue conducta de
abuso generalizado como aconteció en otras conquistas ya en Sudamérica, y
que hoy algunos todavía pretenden negar.
Introducción
Su táctica era la siguiente: sitiar los poblados indígenas, apropiarse del maíz
y otros cultivos, arrasar e incendiar las poblaciones, todo ello junto con
tormentos aplicados a los caciques nativos para lograr información sobre
sus riquezas y las de otros reinos indígenas, riquezas que frecuentemente no
existían más que en la imaginación de Nuño de Guzmán. Un episodio entre
tantos nos da una idea de sus tácticas. El "rey" o cazonci de los
michoacanos, Tangáxoan Tzíntzicha, lo recibió en paz, le hizo regalos de
muchos tejos de oro y plata, le dio guerreros y provisiones, pero Nuño de
Guzmán respondió a su hospitalidad haciéndole torturar y ejecutar.
En junio de 1530 salió de Tepic una expedición que siguió avanzando sobre
Nayarit, cruzando el actual río Santiago, al cual llamó río Espíritu Santo, a
todos los territorios que fueron conquistados durante este período buscó
llamarlos Conquista del Espíritu Santo de la Mayor España; sin embargo, el
Consejo de Indias en nombre de la reina Juana I de Castilla, no estuvo
conforme, por lo que por Real Cédula dada en Ocaña (España) el 25 de
enero de 1531 ordenó que se nombrará al territorio conquistado como Reino
de la Nueva Galicia y se fundase una ciudad con el nombre de Santiago de
Galicia de Compostela como capital. Para cumplir con la cédula real, Nuño
de Guzmán fundó el primer asentamiento hispano de Nayarit en la actual
ciudad de Tepic. A causa de la hostilidad de los nativos, el asentamiento
español fue cambiado posteriormente a Compostela.
Otra causa hubo por la muerte que mandó dar a Tangáxoan II, Rey de
Michoacán.
Cortés envió varios de sus capitanes a las provincias para sofocar las
insurrecciones, poco se sabe de cómo actuaron esos capitanes pero hay una
constancia acerca de un levantamiento de los indios implizingas de Colima
y se sabe porque el licenciado Vasco de Quiroga tuvo que intervenir en el
asunto,
Hemos visto algunos aspectos del cruel personaje, sin embargo a pesar de
su importancia como conquistador de occidente, aunque no es desconocido
no se sabe mucho, obvio no por todos, sobre sus conquistas, así que
haremos un recuento de ellas y quizás repetiremos acerca de sus crueldades
pero consideramos necesario cuando menos describirlas someramente.
“Razón tenían los nativos para representar a Beltrán Nuño de Guzmán con
una víbora que cae sobre la tierra desprendiéndose de las nubes,
significando una gran calamidad”.
Decimos icónico porque quedó en la memoria popular que fue el más cruel
de los conquistadores, pero nosotros recordamos que Pedro de Alvarado
con la venía de Cortés también realizo actos similares, igual atormentó a los
nobles acolhuas texcocanos y su señor Tecolitzin le prendió brea en el
estomagó de lo que murió.
Mataban sin piedad a los señores de los nativos, no vemos porqué dejaron
vivo a Cuauhtémoc, por eso hemos sostenido que murió en realidad el día
del tormento, pero lo ocultaron y ya hemos dado nuestras razones en otros
libros.
Veamos lo que aconteció con la cruel muerte del Caltzontzin, lo que nos
demuestra que había españoles que no eran tan crueles, de ahí a que
sostenemos que las conductas de los conquistadores corresponden
perfectamente al concepto generalizado que se tiene de los psicópatas.
Ante los abusos muchos de los soldados de Guzmán se molestaron por la
crueldad desplegada, mostraron su indignación, lo que denota que solo
algunos eran verdaderos psicópatas y trató de calmar los ánimos
prometiendo que había una tierra de amazonas donde el oro era abundante y
a pesar de esa historia los soldados no calmaron su disgusto, pero no
olvidemos que como fuera era el presidente de la audiencia y eso se
impuso, así que continuó su marcha dejando a un capitán y soldados en la
villa recién fundada.
En la marcha pasó por los lugares donde hoy se asientan los poblados de
Nurmarán, La Piedad, Pénjamo, Ayo Grande y el Chico, y Husca hasta
llegar al pueblo que los mexica llamaron Tototlán, y al llegar hasta
Cuinacuaro, donde se dieron varias acciones bélicas de Tarascos que se
enteraron del tormento y muerte de su señor, lo que no hubiera acontecido
si no hubiera ejecutado a su Caltzontzin.
Las sujeciones se dieron por falta de organización común entre los nativos
que al no presentar un frente común daban superioridad al enemigo que iba
acompañado de guerreros tlaxcaltecas, otomíes y tarascos, lo que en
apariencia nos resulta inexplicable, pero no es así por la costumbre
ancestral que se tenía en Mesoamérica de obedecerá a sus tlatoque y ahora
el poder lo tenían esos hombres bárbaros llegados de lejanas tierras.
Nosotros hemos visto una corriente histórica que de las masacres desde las
realizadas por cortés culpa a los Tlaxcaltecas, huexotzincas, y otomíes de la
barbarie desatada, inclusive D. Vicente Riva Palacio así lo hace.
Nuño de Guzmán reunió todas sus fuerzas para dirigirse a Itzcuintla donde
el cacique local salió a recibirlo y lo guío en paz al poblado de Tzenticpac
donde también lo recibió en paz el cacique local y obviamente los nativos
quedaron sujetos a la corona española y fue cuando decidió nombrar a la
provincia sujetada como Castilla la Nueva nombre que no le aprobó el rey
de España ordenando se le llamase Nueva Galicia como quedo oficializado
el nombre de los territorios conquistados por él.
Otro testimonio de la época dice que Nuño aguardaba a que los religiosos
juntasen y metiesen (a los indios) en la iglesia para predicarles y bautizarles
y de ahí los sacaba y herraba por esclavos para entregarlos a los que en el
juego los habían ganado.
Fray Antonio Tello asegura que desde el año 1532 Nuño Beltrán ya se valía
del fierro para marcar esclavos.
El cruel personaje que tuvo como detractor al padre de las Casas fue
defendido por el primer obispo de Nueva Galicia, Pedro Gómez de
Maraver, defendió ante Carlos V el derecho de los neogallegos a esclavizar
naturales, por ser gente bestial, ingrata, de mala condición y mentirosa.
Hemos dicho que Castilla liberó a lo que será España de la presencia de los
moros, lo que de seguro trajo un fervor nacionalista, sin embargo esa lucha
que se prolongó por ocho largos siglos, trajo un digamos nacionalismo y un
fervor que cayó en la irracionalidad religiosa.
Ese fervor católico cuyo fin moral es para la edad media la santidad, resulta
que en realidad no frenó la mundanidad inclusive de los religiosos del bajo
clero, ya que los del alto serán conocidos públicamente sus excesos que no
denotan ese ideal moral de santidad.
La baja edad media europea se caracterizó por ser aparte de la época escura
que fue, por su violencia que resulta icónica hasta la fecha, y la península
Ibérica por la reconquista fue especialmente cruel y violenta y proclive a
exagerar el fervor católico de los pobladores de cualquier estrato social,
digamos que hasta los curas eran especialmente proclives a la violencia y
esto no lo decimos porque las sociedades (obvio en plural) mesoamericanas
no lo fueran, sin embargo hay en la idea de las hoy mayorías poblacionales
de España una idea de que vinieron a América a civilizar y pacificar. En
verdad no hay nada más falso que esa afirmación, ya que esos hidalgos que
fueron los conquistadores desplazaron su invasión con una violencia
inusitada, más si acudimos al ideal de santidad católica que era la supuesta
moral e ideal de conducta.
En nuestro libro Historia negra Española en la Nueva España tratamos
ampliamente la conveniente cuestión, que se resume, en que si los indígenas
gozaban de la naturaleza humana, y dimos diversas concepciones inclusive
de connotados religiosos que la negaban, sosteniendo que los nativos de
América eran simplemente infrahumanos. Esa cuestión debió quedar
zanjada simplemente con la temprana bula papal. El cruel trato a los
sometidos llegó a tal grado que el papado tuvo que intervenir para
humanizar a los religiosos y encomenderos, por lo que en 1537 el Papa
Pablo III tomó cartas en el asunto, dictando la bula Sublimis Deus, donde al
fin el Papa aceptó la humanidad de los autóctonos, sin embargo esa bula no
cambió la concepción de los conquistadores frente a los nativos y de hecho
tampoco todos los religiosos por disposición papal lo aceptaron.
En México muchos afirman que fueron pretexto para la conquista los mal
llamados sacrificios humanos, idea errónea, la justificación estaba dada
simplemente por la idea de imponer universalmente el credo católico, y
obviamente los nativos eran paganos. En realidad esa concepción de que los
nativos eran infrahumanos no justificó la conquista, pero si justificó la
barbarie con que actuaron conquistadores y colonos frente a los nativos.
Cabe aclarar que tan sólo Hernán Cortés y Francisco Pizarro fueron los dos
únicos conquistadores que lograron un título nobiliario, como sabemos a
Cortés el rey lo hizo caballero otorgándole el título de Marqués del valle de
Oaxaca y a Francisco Pizarro conquistador del Perú, Obtuvo el título de
marqués y sus descendientes tuvieron el título de marqueses de la
Conquista, pero con el nombre de Atavillos, siendo este el título utilizado
por el cronista don Francisco López de Gómara en su Historia General de
las Indias, capítulo CXXXII. También fue referido como marqués por Pedro
Cieza de León en su libro Chrónica del Perú. Para sus huestes indígenas era
conocido como Apu (‘jefe’, ‘señor’, ‘general’) o Machu Capitán (‘viejo
capitán’).
Fueron ellos los únicos dos donnadies que dejaron de serlo con título
nobiliario propio, pues como vimos fue la frustración de Pedro de Alvarado
y por qué no de Nuño de guzmán que terminó denigrado.
Esa fue la cultura que trajeron los invasores a América, una cultura plagada
de mitos barbarie, e intransigencia, incapaces fueron los llamados
conquistadores de comprender que eran seres humanos con cultura y
cosmovisión propia, es entendible que esos rústicos hombres que llegaron
fueran incapaces de entender que había grandiosas culturas en América con
una espléndida cosmogonía, pero lo que resulta increíble es que todavía
haya en la actualidad quienes piensen que esos rústicos peninsulares
imbuidos en una cultura moribunda, vinieron a civilizar a unos salvajes que
evidentemente gozaban con el dolor ajeno.
No sé qué puedan decir los pro leyenda negra acerca de estos testimonios,
pero de seguro los descalificarán como acostumbran, sin embargo el
aperreamiento al parecer era una práctica común entre los crueles y
psicópatas conquistadores, ya que en Mesoamérica tenemos testimonios de
cómo eran utilizados los famosos perros de guerra por lo que haciendo un
paréntesis nos referiremos a lo que aconteció en Cholula.
Tambien recordamos lo que escribimos acerca de El Manuscrito del
Aperreamiento. Castigos abominables, escrito por Lori Boornazian Diel, lo
que denota que los aperreamientos no fueron simplemente una excepción,
pues como dijo la autora “el Manuscrito del aperreamiento nos proporciona
una lúgubre imagen del México de los años inmediatamente posteriores a la
conquista”.
Tampoco debemos olvidar lo que dijimos acerca de la justicia de Alonso
Díez Madroñero, de acuerdo al estudio de Gregorio Saldarriaga Escobar y
sin olvidar al cruel Luis Bernal, “el empalador”. Con esto terminamos
algunos casos iniciando con Cristóbal Colón que no acontecieron en
Mesoamérica pero que están perfectamente documentado y no por el padre
De las Casas por cierto sino por el gran cronista español Cieza de león e
investigados por nuestro autor invocado. Cabe aclarar que no son los
únicos, mentiras y abusos fueron la constante en las conquistas acontecidas
en toda América.
Fin
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