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5 Técnicas de Modificación de La Conducta
5 Técnicas de Modificación de La Conducta
La conducta, que es la conexión establecida entre la respuesta del organismo y una situación
ambiental concreta, puede resultar, en ocasiones, desadaptativa.
Existe un amplio abanico de estrategias con las que bien se puede incrementar o fomentar
conductas deseables, bien reducir o eliminar las disfuncionales. Entre ellas encontramos las
siguientes.
1. Reforzamiento de conductas
Sin embargo, para su consolidación y mantenimiento a largo plazo, es preferible que este
intervalo aumente de forma progresiva. De este modo, poco a poco se va dependiendo menos
de ese plan de reforzamiento, hasta que la conducta ya queda asimilada y forma parte de los
propios hábitos.
2. Moldeamiento
Para una buena aplicación del mismo, han de concretarse tanto la conducta final (para conocer
qué comportamiento se persigue emitir una vez finalizado el proceso), como la conducta inicial
(para conocer la línea base de la que parte la persona), los pasos a seguir durante el proceso
y el ritmo del progreso.
3. Aprendizaje
El aprendizaje por modelos (también conocido como modelado o aprendizaje por imitación)
se adquiere por medio de la observación del comportamiento de otra persona.
El aprendiz ve el refuerzo que el modelo consigue por realizar su acción y tratará de imitarlo
siempre que se desee el mismo refuerzo. Un ejemplo es el aprendizaje de conductas
prosociales y cooperativas.
1. Extinción
Por ejemplo, un profesor que atiende a los niños que preguntan sin levantar la mano en clase,
cuando decida prestar atención únicamente a los que cumplen las reglas establecidas,
disminuirá las conductas de hablar de forma espontánea de sus alumnos.
Hay que tener en cuenta que, en ocasiones, la conducta indeseada puede verse incrementada
inicialmente en el proceso. Este incremento puede mantenerse durante largos periodos de
tiempo (especialmente si la conducta ha sido mantenida por un reforzador intermitente, lo que
supone una mayor resistencia a la extinción), pero posteriormente se debilitará hasta quedar
eliminada.
2. Saciación
Por ejemplo, un niño que nunca come verdura porque siempre quiere pasta. Si se alimenta
únicamente con macarrones durante varios días seguidos terminará por aborrecer el plato,
resultándole desagradable.
Pueden distinguirse dos modalidades en esta técnica: la saciación del estímulo y la saciación
de la respuesta.
Para aplicarlas es necesario, en primer lugar, detectar las conductas indeseables. Una vez
identificadas y escogida la modalidad de saciación, debemos ofrecer un conducta alternativa
a la persona (para que sustituya por la disfuncional) y conseguir su mantenimiento.
Referencias bibliográficas:
Mairal, J.B. (2014). Técnicas de modificación de conducta: una guía para su puesta en práctica.
Síntesis.