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INDICE CITAS EN VOLUMENES


· 01ª. Jesús se despide de su Santísima
Madre
· 02ª.- Jesús se aleja de su Madre Santísima
y se encamina al Cenáculo.
· 03ª.- La cena legal.
· 04ª.- (1) La cena Eucarística. Lavatorio de
los pies. Institución de la Eucaristía.
· 05ª.- Primera Hora de agonía en el Huerto
de Getsemaní.
· 06ª.- Segunda Hora de agonía en el Huerto
de Getsemaní.
· 07ª.- (1) Tercera Hora de agonía en el
Huerto de Getsemaní. (2) Conclusión de la
Agonía.
· 08ª.- La captura de Jesús.
· 09ª.- Jesús, atado, es hecho caer en el
torrente de Cedrón.
· 11ª.- Jesús en casa de Caifás.
· 12ª.- Jesús en medio de los soldados.
· 13ª.- Jesús en la prisión.
· 14ª.- Jesús de nuevo ante Caifás y después
es llevado a Pilatos.
· 15ª.- Jesús ante Pilatos. Pilatos lo envía a
Herodes.

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· 16ª.- Jesús de nuevo ante Pilatos. Es
pospuesto a Barrabás. Jesús es flagelado.
· 17ª.- (1) Jesús es coronado de espinas.
"Ecce Homo". Jesús es condenado a muerte.
(2) Jesús de Nuevo ante Pilatos, que lo
muestra al pueblo.
· 18ª.- (1) Jesús abraza la Cruz. (2) Jesús
desnudado y coronado de espinas por tercera
vez.
· 19ª.- (1) La Crucifixión de Jesús. (2)
Segunda parte: Jesús Crucificado. Con Él
desarmamos la Justicia Divina.
· 20ª.- Primera Hora de agonía en la Cruz.
· 21ª.- Segunda Hora de agonía en la Cruz.
· 22ª.- Tercera Hora de agonía en la Cruz.
Muerte de Jesús.
· 23ª.- Jesús muerto, traspasado por la lanza.
El descendimiento de la Cruz.
· 24ª.- (1) La Sepultura de Jesús. (2) Se
cierra el sepulcro.
DOLORES DE LA VIRGEN
RESURRECION DE JESUS
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1ª Hora, - Jesús se despide de su Madre

REFERENCIAS A
LAS HORAS DE LA PASION EN LOS 36
VOLUMENES DE LA SIERVA DE DIOS LUISA
PICCARRETA
DOLORES DE LA VIRGEN MARÍA
LA RESURRECCION DE JESUS

PRIMERA HORA
Jesús se despide de su Madre Santísima

Vol.5. 03.10.1903 (19):


Mientras estaba pensando en la hora de la
Pasión cuando Jesús se despidió de su Madre para ir a
la muerte y se bendijeron mutuamente, y estaba
ofreciendo esta hora para reparar por aquellos que no
bendicen en cada cosa al Señor, sino más bien lo
ofenden, para impetrar todas aquellas bendiciones que
son necesarias para conservarnos en gracia de Dios y
para llenar el vacío de la gloria de Dios, como si todas
las criaturas lo bendijeran. Mientras esto hacía lo he
sentido moverse en mi interior y decía:
“Hija mía, en el acto de bendecir a mi Madre
intenté también bendecir a cada una de las criaturas
en particular y en general, de modo que todo está
bendecido por Mí: Los pensamientos, las palabras,
los latidos, los pasos, los movimientos hechos por
Mí, todo, todo está avalado con mi bendición.

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1ª Hora, - Jesús se despide de su Madre
También te digo que todo lo bueno que hacen
las criaturas, todo fue hecho por mi Humanidad,
para hacer que todo el obrar de las criaturas fuera
primero divinizado por Mí. Además de esto, mi Vida
continúa todavía real y verdadera en el mundo, no
sólo en el Santísimo Sacramento sino también en
las almas que se encuentran en mi Gracia, y siendo
muy restringida la capacidad de la criatura, no
pudiendo tomar de una sola todo lo que Yo hice,
hago de manera que un alma continúe mis
reparaciones, otra las alabanzas, alguna otra el
agradecimiento, alguna otra el celo de la salud de
las almas, otra mis sufrimientos y así de todo lo
demás, y según me correspondan así desarrollo mi
Vida en ellas. Así que piensa en quÉ estrechuras y
penas me ponen, pues mientras Yo quiero obrar en
ellos, ellos no me hacen caso.”

Vol.12. 28.11.1920 (141):


Estaba pensando en el momento en el que mi
Jesús, para dar principio a su dolorosa Pasión quiso ir
con su Mamá a pedirle su bendición, y el bendito Jesús
me ha dicho:
“Hija mía, cuántas cosas dice este misterio,
Yo quise ir a pedir la bendición a mi querida Mamá
para darle ocasión de que también Ella me la pidiera
a Mí. Eran muchos los dolores que mi Mamá debía
soportar y era justo que mi bendición la reforzara.
Es mi costumbre que cuando quiero dar, pido. Mi
Mamá me comprendió inmediatamente, tanto es
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1ª Hora, - Jesús se despide de su Madre
verdad, que no me bendijo sino hasta que me pidió
mi bendición, y después de haber sido bendecida
por Mí, me bendijo Ella.
Pero esto no es todo, para crear el universo
pronuncié un Fiat y con ese solo Fiat reordené y
embellecí cielo y tierra; al crear al hombre, mi
aliento Omnipotente le infundió la vida.
Al dar principio a mi Pasión, con mi Palabra
Creadora y Omnipotente quise bendecir a mi Mamá,
pero no era solo a Ella a quien bendecía, en mi
Mamá veía a todas las criaturas; era Ella quien tenía
la supremacía sobre todo, y en Ella bendecía a
todas y a cada una; es más, bendecía cada
pensamiento, palabra, acto, etc.; bendecía a cada
cosa que debía servir a la criatura.
Como cuando mi Fiat Omnipotente creó el
sol, y este sol sin disminuir ni en su luz ni en calor,
continúa su carrera para todos y para cada uno de
los mortales, así mi Palabra Creadora, bendiciendo,
quedaba en acto de bendecir siempre, siempre, sin
cesar nunca de bendecir, como jamás cesará de dar
su luz el sol a todas las criaturas. Pero esto no es
todo aún, con mi bendición quise renovar el valor
de la Creación, quise llamar a mi Padre Celestial a
bendecir para comunicar a la criatura la Potencia,
quise bendecirla a nombre Mío y del Espíritu Santo
para comunicarle la Sabiduría y el Amor, y así
renovar la memoria, la inteligencia y la voluntad de
la criatura, restableciéndola como soberana de
todo.

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1ª Hora, - Jesús se despide de su Madre
Pero has de saber que al dar, quiero la
correspondencia, y mi amada Mamá comprendió e
inmediatamente me bendijo, no sólo por Ella sino a
nombre de todos. ¡Oh! si todos pudieran ver esta
bendición mía, la sentirían en el agua que beben, en
el fuego que los calienta, en el alimento que toman,
en el dolor que los aflige, en los gemidos de la
oración, en los remordimientos de la culpa, en el
abandono de las criaturas, en todo escucharían mi
Palabra Creadora que les dice, pero
desafortunadamente no escuchada: “Te bendigo en
el nombre del Padre, de Mí, Hijo, y del Espíritu
Santo.” Te bendigo para ayudarte, te bendigo para
defenderte, para perdonarte, para consolarte, te
bendigo para hacerte santa, y la criatura haría eco a
mis bendiciones, bendiciéndome también ella en
todo.
Estos son los efectos de mi bendición, de la
cual mi Iglesia, enseñada por Mí, me hace eco, y
casi en todas las circunstancias, en la
administración de los Sacramentos y en otras
ocasiones da su bendición.”

Vol.14. 06.07.1922 (39):


Estaba pensando y acompañando a Jesús en la
hora de la Pasión cuando fue a la Divina Mamá para
pedirle su Santa Bendición, y mi dulcísimo Jesús en mi
interior me ha dicho:
“Hija mía, antes de mi Pasión quise bendecir
a mi Mamá y ser bendecido por Ella, pero no fue
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1ª Hora, - Jesús se despide de su Madre
únicamente a mi Mamá a quien bendije, sino a todas
las criaturas, no sólo animadas sino también
inanimadas; vi a las criaturas débiles, cubiertas de
llagas, pobres, mi corazón tuvo un latido de dolor y
de tierna compasión y dije: “¡Pobre humanidad,
cuan caída estás!
Quiero bendecirte para que resurjas de tu
decaimiento; mi bendición imprima en ti el triple
sello de la Potencia, de la Sabiduría y del Amor de
las Tres Divinas Personas y te restituya la fuerza, te
sane y te enriquezca, y para circundarte de
defensas, bendigo todas la cosas creadas por Mí,
para que las recibas todas benditas por Mí: te
bendigo la luz, el aire, el agua, el fuego, el alimento,
para que quedes del mismo modo abismada y
cubierta con mis bendiciones; pero así como tú no
las merecías, por este motivo quise bendecir a mi
Mamá, sirviéndome de Ella como canal para hacer
llegar a ti mis bendiciones.
Y como mi Mamá me correspondió con sus
bendiciones, así quiero que las criaturas me
correspondan con sus bendiciones; pero, ¡ay de
Mí!, en vez de correspondencia de bendiciones, me
corresponden con ofensas y maldiciones, por eso
hija mía entra en mi Querer, y poniéndote sobre
todas las cosas creadas sella todas con las
bendiciones que todos me deben y trae a mi
doliente y tierno corazón las bendiciones de todos.”
Después de haber hecho esto, como para
recompensarme me ha dicho: “Amada hija mía, te

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1ª Hora, - Jesús se despide de su Madre
bendigo en modo especial, te bendigo el corazón, la
mente, el movimiento, la palabra, el respiro, toda y
todo te bendigo.”…
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2ª Hora, - Jesús se separa de su Madre y va al Cenáculo
CITAS EN VOLUMENES
SEGUNDA HORA
Jesús se separa de su Madre Santísima y se encamina
al Cenáculo.

Vol. 11 09.05.1913 (51)


Mientras rezaba estaba pensando en el momento
cuando Jesús se despidió de la Madre Santísima para ir
a sufrir su Pasión, y decía entre mí: “¿Cómo es posible
que Jesús se haya podido separar de la querida Mamá,
y Ella de Jesús?” Y el bendito Jesús me ha dicho:
“Hija mía, ciertamente que no podía haber
separación entre mi dulce Mamá y Yo; la separación
fue sólo aparentemente. Ella y Yo estábamos
fundidos juntos, y era tal y tanta la fusión que Yo
me quedé con Ella y Ella se vino conmigo, así que
se puede decir que hubo una especie de bilocación.
Esto sucede también a las almas cuando están
unidas verdaderamente conmigo, y si rezando
hacen entrar en sus almas como vida la oración,
sucede una especie de fusión y de bilocación: Yo,
dondequiera que me encuentre las llevo conmigo y
Yo quedo con ellas.
Hija mía, tú no puedes comprender bien lo
que fue mi querida Mamá para Mí. Yo, viniendo a la
tierra no podía estar sin Cielo, y mi Cielo fue mi
Mamá. Entre Yo y Ella pasaba tal electricidad que ni
siquiera un pensamiento hubo en Ella que no lo
tomara de mi mente, y este tomar de Mí la Palabra,
la voluntad, el deseo, la acción, el paso, en suma,
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2ª Hora, 6 Pm - Jesús se separa de su Madre y va al Cenáculo
todo, formaba en este Cielo el sol, las estrellas, la
luna y todos los gozos posibles que puede darme la
criatura y que puede ella misma gozar.
¡Oh! cómo me deleitaba en este Cielo! ¡Oh!,
cómo me sentía consolado y rehecho de todo!
También los besos que me daba mi Mamá
encerraban el beso de toda la Humanidad y me
restituían el beso de todas las criaturas; en todo
sentía a mi dulce Mamá, la sentía en el respiro, y si
era afanoso me lo aliviaba. La sentía en el Corazón,
y si estaba amargado me lo endulzaba; en el paso, y
si estaba cansado me daba aliento y reposo; ¿y
quién puede decirte como la sentía en la Pasión?
En cada flagelo, en cada espina, en cada llaga, en
cada gota de mi sangre, en todo la sentía y me hacía
el oficio de mi verdadera Madre.
¡Ah, si las almas me correspondieran, si todo
tomaran de Mí, cuántos cielos y cuántas madres
tendría sobre la tierra!”
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3ª Hora, – La Cena Legal
CITAS EN VOLUMENES
TERCERA HORA
La Cena Legal

Vol.13. 09.10.1921(22):
Estaba pensando en el momento en el que mi
dulce Jesús tomaba la última cena con sus discípulos, y
mi amable Jesús en mi interior me ha dicho:
“Hija mía, mientras cenaba con mis
discípulos, no era sólo a ellos a quienes tenía a mi
alrededor, sino a toda la familia humana, una por
una la tenía junto a Mí, las conocí todas, las llamé
por su nombre; también te llamé a ti y te di el
puesto de honor entre Juan y Yo y te constituí
pequeña secretaria de mi Querer, y mientras partía
el cordero ofreciéndolo a mis apóstoles, lo daba a
todos y a cada uno; aquel cordero desangrado,
asado, cortado en pedazos, hablaba de Mí, era el
símbolo de mi Vida y de cómo debía reducirme por
amor de todos y Yo quise darlo a todos como
alimento exquisito que representaba mi Pasión,
porque todo lo que hice, dije y sufrí, mi Amor lo
convertía en alimento para el hombre.
¿Pero sabes tú por qué llamé a todos y les di
el cordero a todos? Porque también Yo quería el
alimento de ellos, cada cosa que hicieran quería
que fuese alimento para Mí, quería el alimento de su
amor, de sus obras, de sus palabras, de todo.”
Y yo: “Amor mío, ¿cómo es posible que nuestro
obrar se convierta en alimento para Ti?” Y Jesús:
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3ª Hora, – La Cena Legal
“No sólo de pan se puede vivir, sino de todo
aquello a lo que mi Voluntad da la virtud de poder
hacer vivir, y si el pan alimenta al hombre es porque
Yo lo quiero. Ahora, lo que la criatura dispone con
su voluntad formarme con su obrar, esa forma toma
su obrar; si de su obrar quiere formarme el
alimento, me forma el alimento; si de su obrar
quiere formar amor, me da el amor; si reparación,
me forma la reparación; y si en su voluntad me
quiere ofender, con su obrar me forma el cuchillo
para herirme y tal vez aún para matarme.”
Después ha agregado:
“La voluntad en el hombre es lo que más lo
asemeja a su Creador; en la voluntad humana he
puesto parte de mi Inmensidad y de mi Potencia y
dándole el lugar de honor la he constituido reina de
todo el hombre y depositaria de todo su obrar. Así
como las criaturas tienen cajas para conservar sus
cosas para tenerlas custodiadas, así el alma tiene
su voluntad para conservar y custodiar todo lo que
piensa, lo que dice y lo que obra, ni siquiera un
pensamiento perderá.
Lo que no puede hacer con los ojos, con la
boca, con las obras, lo puede hacer con la voluntad;
en un instante puede querer mil bienes o mil males,
la voluntad hace volar el pensamiento al Cielo, a las
partes más lejanas y hasta en los abismos; a la
criatura se le puede impedir que obre, que vea, que
hable, que camine, etc., pero todo esto lo puede
hacer en la voluntad. Todo lo que hace y quiere

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3ª Hora, – La Cena Legal
forma un acto y lo deja en depósito en su mismo
querer; y cómo la voluntad se puede extender,
¿cuántos bienes o males no puede contener? Por
eso, entre todo quiero el querer del hombre, porque
si tengo esto, la fortaleza está vencida.”
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4ª Hora, – La Cena Eucarística
CITAS EN VOLUMENES
CUARTA HORA
La Cena Eucarística

Vol. 3. 18.06. 1900 (84)


Después, tomando un aspecto más afligido ha
agregado:
“Qué despiadado tirano es para mí el amor,
porque no sólo empleé todo el curso de mi Vida
mortal en continuos sacrificios, hasta morir
desangrado sobre una cruz, sino que me dejé como
víctima perenne en el Sacramento de la Eucaristía”

Vol.14. 06.07.1922 (39):


… Después de esto he continuado con las demás horas
de la Pasión, y mientras seguía la Cena Eucarística, mi
dulce Jesús se movió en mi interior y con la punta de su
dedo ha tocado fuerte en mi interior, tanto que lo he
oído con mis oídos y he dicho entre mí: “¿Qué querrá
Jesús que golpea?” Y El llamándome me ha dicho:
“No bastaba golpearte para hacerme oír, sino
también llamarte para ser escuchado. Escucha hija
mía, mientras instituía la Cena Eucarística llamé a
todos en torno a Mí, miré todas las generaciones,
del primero al último hombre, para dar a todos mi
Vida Sacramental, y no una vez, sino tantas veces
por cuantas veces tiene necesidad del alimento
corporal. Yo quería constituirme como alimento del
alma, pero me encontré muy mal viendo que ésta mi
Vida Sacramental quedaba circundada por
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4ª Hora, 8 Pm – La Cena Eucarística
desprecios, por indolencia y también de muerte
despiadada.
Me sentí mal, probé todas las congojas de la
muerte de mi Vida Sacramental, tan desgarradora y
repetida; miré mejor e hice uso de la Potencia de mi
Querer y llamé en torno a Mí a las almas que
habrían vivido en mi Querer, ¡Oh!, cómo me sentía
feliz!, me sentía circundado por estas almas a las
cuales la Potencia de mi Voluntad las tenía como
abismadas, y que como centro de su vida estaba mi
Querer. Vi en ellas mi inmensidad y me encontré
bien defendido por todas, y a ellas les confié mi
Vida Sacramental, la deposité en ellas para que no
sólo me cuidaran sino que me correspondieran por
cada Hostia Consagrada con una vida de ellas, y
esto sucede como connatural, porque mi Vida
Sacramental está animada por mi Voluntad Eterna, y
la vida de estas almas tiene como centro de vida, mi
Querer.
Así que cuando se forma mi Vida
Sacramental, mi Querer obrante en Mí obra en ellas
y Yo siento su vida en mi Vida Sacramental, se
multiplican conmigo en cada una de las Hostias y
Yo siento que me dan vida por vida. ¡Oh!, cómo
exulté al verte a ti como primera, que de modo
especial te llamé a formar vida en mi Querer! Hice
en ti mi primer depósito de todas mis vidas
sacramentales, te confié a mi Potencia y a mi
Inmensidad del Querer Supremo, para que te
hicieran capaz de recibir este depósito, y desde

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4ª Hora, – La Cena Eucarística
entonces tú estabas presente a Mi y te constituí
depositaria de mi vida sacramental, y en ti a todas
las demás almas que habrían vivido en mi Querer.
Te di el primado sobre todo, y con razón,
porque mi Querer no está sometido a ninguno, aun
sobre los apóstoles, sobre sacerdotes, porque si
bien ellos me consagran pero no quedan como vida
junto conmigo, es más, me dejan solo, olvidado, no
teniendo cuidado de Mí; en cambio esas almas
habrían sido vida en mi misma Vida, inseparables
de Mí, por eso “te amo” tanto, es a mi mismo Querer
que amo en ti.”

Vol. 15 18.06. 1923 (35)


Me sentía toda fundida en la Santísima Voluntad
de Dios y el bendito Jesús me hacía presentes, como
en acto, todos los actos de su vida sobre la tierra, y
como lo había recibido sacramentado en mi pobre
corazón, me hacía ver como en acto, en su Santísimo
Querer, cuando mi dulce Jesús instituyendo el
Santísimo Sacramento se comulgó a Sí mismo.
Cuántas maravillas, cuántos prodigios, cuántos
excesos de amor en este comulgarse a Sí mismo, mi
mente se perdía en tantos prodigios divinos, y mi
siempre amable Jesús me ha dicho:
“Hija querida de mi Supremo Querer, mi
Voluntad contiene todo, conserva todas las obras
divinas como en acto y nada deja escapar, y a quien
en Ella vive quiere hacerle conocer los bienes que
contiene. Por eso quiero hacerte conocer la causa
por la que quise recibirme a Mí mismo al instituir el
Santísimo Sacramento. El prodigio era grande e
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4ª Hora, 8 Pm – La Cena Eucarística
incomprensible a la mente humana: recibir la
criatura a un Hombre y Dios, encerrar en el ser finito
el infinito y a este Ser infinito darle los honores
divinos, el decoro, la habitación digna de Él, era tan
profundo e incomprensible este misterio, que los
mismos apóstoles, mientras creyeron con facilidad
en la encarnación y en tantos otros misterios,
delante a éste quedaron turbados y su inteligencia
se resistía a creer y se necesitó hablarles
repetidamente para rendirlos.
Entonces, ¿cómo hacer? Yo que lo instituía
debía pensar en todo, porque mientras la criatura
debía recibirme, a la Divinidad no debían faltarle los
honores, el decoro divino, la habitación digna de
Dios. Por eso hija mía, mientras instituía el
Santísimo Sacramento, mi Voluntad Eterna unida a
mi voluntad humana me hizo presentes todas las
Hostias que hasta el fin de los siglos debían recibir
la consagración sacramental, y Yo una por una las
miré, las consumí y vi mi vida sacramental
palpitante en cada Hostia porque quería darse a las
criaturas.
Mi Humanidad a nombre de toda la familia
humana tomó el empeño por todos y dio la
habitación en Sí misma a cada Hostia, y mi
Divinidad, que era inseparable de Mí, circundó cada
Hostia sacramental con honores, alabanzas y
bendiciones divinas para hacer digno decoro a mi
Majestad, así que cada hostia sacramental fue
depositada en Mí y contiene la habitación de mi

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4ª Hora, – La Cena Eucarística
Humanidad y el cortejo de los honores de mi
Divinidad; de otra manera, ¿cómo podía descender
en la criatura?
Y fue sólo por esto que toleré los sacrilegios,
las frialdades, las irreverencias, las ingratitudes,
porque habiéndome recibido a Mí mismo puse a
salvo mi decoro, los honores, la habitación que se
necesitaba a mi misma persona; si no me hubiera
recibido a Mí mismo Yo no habría podido descender
en ella, y a ella le habría faltado el camino, la puerta,
los medios para recibirme.
Así es mi costumbre en todas mis obras, las
hago una vez para dar vida a todas las demás veces
que se repetirán, uniéndolas al primer acto como si
fuera un acto solo; así que la Potencia, la
Inmensidad, la Omnividencia de mi Voluntad me
hicieron abrazar todos los siglos, me hicieron
presentes todos los comulgantes y todas las
hostias sacramentales y me recibí otras tantas
veces a Mí mismo, para hacer pasar por Mí a Mí
mismo en cada criatura.
¿Quién ha pensado jamás en tanto amor mío,
que para descender en los corazones de las
criaturas Yo debía recibirme a Mí mismo para poner
a salvo los derechos divinos y poder dar a ellas no
sólo a Mí mismo, sino también los mismos actos
que Yo hice al recibirme para disponerlas y darles
casi el derecho de poderme recibir?”
Yo he quedado maravillada y como si quisiera
dudar, y Jesús ha agregado:

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4ª Hora, 8 Pm – La Cena Eucarística
“¿Por qué dudas? ¿No es acaso éste el obrar
de Dios? ¿Y de este acto solo formar tantos actos
por cuantos se quiera disfrutar, mientras que es un
solo acto? ¿No fue lo mismo para el acto de la
encarnación, de mi vida y de mi Pasión? Una sola
vez me encarné, una fue mi vida, una la pasión, sin
embargo esta encarnación, vida y pasión son para
todos y para cada uno como si fuera para él solo,
así que están aun como en acto y para cada uno,
como si ahora me estuviera encarnando y sufriendo
mi Pasión, si no fuera así, no obraría como Dios
sino como criatura, que no conteniendo un poder
divino no puede hacerse de todos, ni puede darse a
todos.
Ahora hija mía, quiero decirte otro exceso de
mi amor: Quien hace mi Voluntad y vive en Ella
viene a abrazar el obrar de mi Humanidad, porque
Yo amo mucho que la criatura se vuelva similar a
Mí, y como mi Querer y el suyo son uno solo, El
toma placer y recreándose depone en la criatura
todo el bien que contengo, y hago en ella el
depósito de las mismas hostias sacramentales. Mi
Voluntad que la criatura contiene le presta y la
circunda con decoro, homenajes y honores divinos,
y Yo todo a ella le confío, porque estoy cierto de
poner al seguro mi obrar, porque mi Voluntad se
hace actor, espectador y custodio de todos mis
bienes, de mis obras y de mi misma Vida.”

Vol. 21 19.04.1927 (17)

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4ª Hora, – La Cena Eucarística
Nuestro Señor hizo el depósito de su vida
sacramental en el Corazón de la Santísima Virgen.
Estaba haciendo la hora (de 8 a 9 PM del libro, "Las
Horas de la Pasión."), cuando Jesús instituyó la
Santísima Eucaristía, y Jesús moviéndose en mi interior
me ha dicho:
"Hija mía, cuando hago un acto, primero miro
si hay al menos una criatura dónde poner el
depósito de mi acto, a fin de que tome el bien que
hago, lo tenga custodiado y bien defendido. Ahora:
cuando instituí el Santísimo Sacramento, busqué la
criatura y mi Reina Madre se ofreció a recibir aquel
acto mío y el depósito de este gran don diciéndome:
“Hijo mío, si te ofrecí mi seno y todo mi ser en tu
concepción para tenerte custodiado y defendido,
ahora te ofrezco mi Corazón Materno para recibir
este gran depósito, dispón en torno a tu vida
sacramental mis afectos, mis latidos, mi amor, mis
pensamientos, todo mi ser para tenerte defendido,
cortejado, amado, reparado. Tomo yo el
compromiso de corresponderte el don que haces,
confíate de tu Madre y yo pensaré en la defensa de
tu vida sacramental; y puesto que tú mismo me has
constituido en Reina de toda la creación, tengo el
derecho de disponer en torno a ti toda la luz del sol
como homenaje y adoración; las estrellas, el cielo,
el mar, todos los moradores del aire, todo pongo en
torno a Ti para darte amor y gloria".
Ahora asegurándome donde podía poner este
gran depósito de mi vida sacramental y fiándome de

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4ª Hora, 8 Pm – La Cena Eucarística
mi Madre que me había dado todas las pruebas de
su fidelidad, instituí el Santísimo Sacramento. Sólo
Ella era la digna criatura que podía custodiar,
defender y reparar mi acto, ves así pues como
cuando las criaturas me reciben yo desciendo a
ellas junto con lo actos de mi inseparable Madre y
solo por esto puede durar mi vida sacramental. Por
eso es necesario que escoja primero una criatura
cuando quiero hacer una gran obra digna de mi,
primero por tener el lugar dónde poner mi don,
segundo para obtener la reciprocidad.
También en el orden natural hacen así: si el
agricultor quiere arrojar la semilla, no la arroja en
medio del camino, sino va en busca del pequeño
terreno; primero lo trabaja, le forma el surco y luego
le arroja la semilla y para estar seguro cubre de
tierra esperando con ansia el retoño para
corresponderse por su trabajo y de la semilla que
ha confiado a la tierra. Otro quiere formar un bello
objeto: primero prepara las materias primas, el
lugar donde ponerlo y luego lo forma. Así pues
todo he hecho por ti: te escogí, te preparé y luego te
confié el gran don de las manifestaciones de mi
Voluntad así como encomendé a mi dilecta Madre
el destino de mi vida sacramental, he querido fiarme
de ti confiándote el destino del Reino de mi
Voluntad".

Vol. 31 18.01. 1933 (24)

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4ª Hora, – La Cena Eucarística
Soledad de Jesús en la Eucaristía, pues
tantos que pudiéndolo recibir no comparten su
Vida. El alma que Lo acompaña se forma su
Eucaristía viviente en la cual continua su Vida y su
Pasión.

Habiendo hecho la Santa Comunión, estaba


haciendo mis habituales agradecimientos, y mi Sumo
Bien Jesús se hacía ver afligido y taciturno como si
sintiese la necesidad de compañía, y yo estrechándome
a Él buscaba consolarlo al mostrarme para estar con Él
siempre unida, para no dejarlo nunca solo, y Jesús
parecía todo contento y para desahogar su dolor me ha
dicho: "Hija mía, seme fiel para no dejarme nunca
solo, porque la pena de la soledad es la más
opresiva, porque la compañía es el alimento del
desahogo de quien sufre, en cambio sin compañía
se sufre el dolor y se está obligado a sentir hambre,
porque faltando quien le de el desahogo del
alimento, falta todo, y quizás falta que pudiese
ofrecer el alivio, así fuese igualmente una medicina
amarga. Hija mía, cuantas almas me reciben
sacramentado en sus corazones y me ponen en
soledad, me siento en ellas como dentro de un
desierto, como si no les perteneciese, me tratan de
extraño, ¿pero sabes porqué no toman parte de mi
vida, de mis virtudes, de mi santidad, de mis gozos
y de mis dolores?

Compañía significa tomar parte en todo lo


que hace y sufre la persona que esta cerca,
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4ª Hora, 8 Pm – La Cena Eucarística
entonces recibirme y no tomar parte de mi vida, es
para mi la soledad más amarga, y quedando solo no
puedo decirle cuanto ardo de amor por ellos, y por
eso queda aislado mi amor, aislada mi santidad, mis
virtudes, mi vida, en suma, todo es soledad en mi y
fuera de mi.

OH! Cuantas veces desciendo a los


corazones y lloro, porque me veo solo, y cuando
desciendo, viéndome solo, no me siento cuidado, ni
apreciado, ni amado, tanto que estoy obligado por
sus descuidos, a reducirme al silencio y a la
melancolía, y como no toman parte de mi vida
sacramental, me siento alejado en sus corazones, y
viéndome que no tengo que hacer, con paciencia
divina e invicta, espero la consumación de las
especies sacramentales, dentro de las cuales mi
Fiat Eterno me había encarcelado, dejando apenas
las trazas de mi descenso, porque nada he podido
dejar de mi vida sacramental, quizás mis solas
Lágrimas, porque no habiendo tomado parte en mi
vida, faltaba el vacío donde poder dejar las cosas
que me pertenecen, y que yo quería poner en
común con ellos.

Por eso se ven tantas almas que me reciben


sacramentado y no dan de mi, soy estéril de virtud,
estéril de amor, de sacrificios, pobrecitos, se
alimentan de mi, pero así como no me hacen
compañía quedan en ayunas. !ay¡ A cuales ahogos
de dolor y de acerbo martirio es puesta mi vida
"23
4ª Hora, – La Cena Eucarística
sacramental, muchas veces me siento ahogado de
amor, querría desembarazarme y suspiro de
descender a los corazones, pero ay de mi!! Soy
obligado a salirme más ahogado que antes. ¿Cómo
podía desahogar si ni siquiera han puesto atención
a las llamas que me quemaban? Otras veces lleno
de dolor me inunda, suspiro un corazón para tener
un alivio de mis penas, pero ni hablar!! Quisieran
que Yo tome parte en las suyas, no ellos en las
mías. Y esto hago, escondo mis Dolores, mis
Lágrimas para consolarlos, y Yo quedo sin el alivio
suspirado. Pero quién puede decirte los tantos
dolores de mi vida sacramental y cómo son más
aquellos que me reciben y me ponen en amarga
soledad en sus corazones, que aquellos que me
hacen compañía.

Y cuando encuentro un corazón que me hace


compañía, pongo en comunicación mi vida con ella,
dejándole el depósito de mis virtudes, el fruto de
mis sacrificios, la participación de mi vida, y Yo la
escojo para mi morada, por escondite de mis penas
y como lugar de mi refugio, y me siento como
correspondido del sacrificio de mi vida eucarística,
porque encuentro quien rompe mi soledad, quien
me seque las lágrimas, quien me de libertad de
hacerme desahogar mi amor y mis dolores; son
ellas las que me sirven de especies vivientes, no
como las especies sacramentales que nada me dan,
solo que me esconden, el resto hago todo por mi

"24
4ª Hora, 8 Pm – La Cena Eucarística
solo, no me dicen una palabra que parta mi soledad,
son especies mudas.

En cambio en las almas que me sirven como


especies vivientes, desarrollamos la vida junto,
palpitamos con un solo latido, y si las veo
dispuestas les comunico mis penas y continúo en
ellas mi pasión, puedo decir que de las especies
sacramentales paso a las especies vivientes para
continuar mi vida sobre la tierra, no solo, sino junto
con ella. Tú debes saber que no están más en mi
poder las penas, y les voy pidiendo por amor a
éstas especies vivientes de las almas, que me
suplan lo que a mi falta.

Por eso hija mía, cuando encuentro un


corazón que me ama y me hace compañía, dándome
libertad de hacer eso que quiero, Yo alcanzo a los
excesos, no me fijo en nada, doy tanto, que la pobre
criatura se siente anegar por mi amor y de mis
gracias, y entonces no queda más estéril mi vida
sacramental cuando desciendo en los corazones,
no.., me reproduce, bilocando y continuando mi
vida en ellas, y éstas son mis conquistadoras que
suministran a este pobre indigente de penas, sus
vidas y me dicen: "Amor mío, tú tuviste tu turno de
penas y terminó, ahora es mi turno, por eso déjame
que te supla y que yo sufra en vez de Ti" Y OH!,
como quedo contento! Mi vida sacramental queda
en su puesto de honor, porque reproduce otras de
sus vidas en las criaturas. Por eso siempre junto
"25
4ª Hora, – La Cena Eucarística
conmigo te quiero, para que hagamos vida juntos y
tú toma a pecho mi vida y Yo tomo

Vol. 35 24.01. 1938 (29)


Mi vuelo en el Querer Divino continúa y mientras
estaba haciendo la visita a Jesús en el Santísimo
Sacramento, quería abrazar a todos los tabernáculos y
a cada Hostia Sacramental, para hacer vida junto con
mi prisionero Jesús; y pensaba dentro de mi: "¡Qué
sacrificio, qué largo cautiverio, no por días, sino por
siglos! ¡Pobre Jesús, si fuese al menos correspondido!"
Y mi amado Jesús, visitando mi pequeña alma, todo
inmerso en sus llamas de Amor, me ha dicho:
"Hija mía buena, mi primera prisión fue el
Amor, me encarcelé tanto, que no tuve libertad ni de
respirar, ni de palpitar, ni de obrar, si no estuviese
aprisionado en mi Amor. Así que fue mi Amor que
me encarceló en el tabernáculo, pero con razón y
con Suma y Divina Sabiduría.
Ahora, tú debes saber que las cadenas de mi
Amor me hicieron partir del cielo en mi
Encarnación. Partí para descender a la tierra en
busca de mis hijos y hermanos, para formarles con
mi Amor tantas prisiones de Amor, de no poder
salirse. Pero mientras partí, quedé en el Cielo,
porque mi Amor, haciéndome de prisión, me ató a
las regiones celestiales. Ahora, habiendo acabado
mi carrera aquí abajo, partí para el cielo y quedé
prisionero en cada Hostia Sacramental; ¿pero sabes

"26
4ª Hora, 8 Pm – La Cena Eucarística
por qué? Mi Amor, haciéndome dulce cautiverio,
me dice:
"Tu finalidad, para lo que descendiste del
Cielo a la tierra no está cumplida. El Reino de
nuestra Voluntad, ¿dónde está? Ni existe, ni es
conocida; por lo tanto, quedas prisionero en cada
Hostia Sacramental. Así no será un solo Jesús,
como en tu Humanidad, sino tantos Jesús por
cuantas Hostias Sacras existirán; tus tantas vidas
harán mella y furor de Amor ante la Divinidad y
mella y furor en cada corazón que te recibirá.
Tendrán una palabrita que decir para hacer conocer
nuestro Querer, para éstas vidas mudas, pero
hablantes y te hablará en el secreto de sus
corazones de nuestro Fiat; serás el portador de
nuestro Reino".
Por lo tanto, yo vi justas las pretensiones de
mi Amor y voluntariamente me quedé en la tierra,
para formar el Reino de mí Voluntad hasta que sea
la obra completa.
Ves, si Yo partí para el Cielo y me quedé en la
tierra, mi vida esparcida en tantas hostias
Sacramentales no será inútil aquí abajo. Formaré
con certeza el Reino de mi Querer; Yo no me
hubiera quedado si hubiese sabido de no poder
obtener el propósito, mucho más que me conlleva
más sacrificio que mi misma vida mortal. ¡Cuántas
lágrimas secretas, cuántos suspiros amargos, en
medio de tantas llamas de Amor que me devoran! Y
quisiera devorar todas las almas con mi Amor, para

"27
4ª Hora, – La Cena Eucarística
hacer resucitar la nueva vida en las almas que
deben vivir en mi Querer Divino. Del centro de mi
Amor saldrá este Reino. Él quemará los males de la
tierra; hará cuentas sobre si mismo, armará su
Omnipotencia y a sus tantas victorias vencerá
nuestro Reino en medio de las criaturas, para
dárselo a ellas”. …

Vol. 14 24.03.1922 (16)


Continuando mi habitual estado, mi siempre
amable Jesús al venir me ha dicho:
“Hija mía, del mismo modo que el alma emite
sus actos en mi Querer, así multiplica mi Vida; así
que si hace diez actos en mi Voluntad, diez veces
me multiplica, si hace veinte, cien, mil, o aún más,
tantas veces de más quedo multiplicado. Sucede
como en la consagración Sacramental, tantas
hostias ponen, tantas veces quedo multiplicado, la
diferencia que hay es que en la consagración
Sacramental tengo necesidad de las hostias para
multiplicarme y del sacerdote para que me
consagre. En mi Voluntad para quedar multiplicado
tengo necesidad de los actos de la criatura, donde
más que Hostia Viva, no muerta como las hostias
antes de consagrarme, mi Voluntad me consagra y
me encierra en el acto de la criatura, y Yo quedo
multiplicado en cada acto suyo hecho en mi
Voluntad.
Por eso mi amor tiene su desahogo completo
con las almas que hacen mi Voluntad y viven en mi

"28
4ª Hora, 8 Pm – La Cena Eucarística
Querer. Son siempre ellas las que suplen no sólo
todos los actos que me deben las criaturas, sino a
mi misma Vida Sacramental.
Cuántas veces queda obstaculizada mi Vida
Sacramental en las pocas hostias en las que Yo
quedo consagrado, porque son pocos los que
comulgan, otras veces faltan sacerdotes que me
consagren, y mi Vida Sacramental no sólo no queda
multiplicada cuanto quisiera, sino que queda sin
existencia. ¡Oh! cómo sufre por ello mi amor,
quisiera multiplicar mi Vida todos los días en tantas
hostias por cuantas criaturas existen para darme a
ellas, pero en vano espero, mi Voluntad queda sin
efecto.
Pero lo que he decidido, todo tendrá
cumplimiento, por eso tomo otro camino y me
multiplico en cada acto vivo de la criatura hecho en
mi Querer, para hacerme suplir de la multiplicación
de las Vidas Sacramentales. Ah, sí, sólo las almas
que vivan en mi Querer suplirán a todas las
comuniones que no reciben las criaturas, a todas
las consagraciones que no son hechas por los
sacerdotes; en ellas encontraré todo, aun la misma
multiplicación de mi Vida Sacramental.
Por eso te repito que tu misión es grande, a
misión más alta, más noble, sublime y divina no
podría escogerte, no hay cosa que no concentraré
en ti, aun la multiplicación de mi Vida, haré nuevos
prodigios de gracia jamás hechos hasta ahora. Por
eso te pido, sé atenta, sé fiel, haz que mi Voluntad

"29
4ª Hora, – La Cena Eucarística
tenga vida siempre en ti, y Yo en mi mismo Querer
en ti, encontraré toda completada la obra de la
Creación, con mis plenos derechos y todo lo que
quiero.”
Menú

"30
5ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en el Huerto
CITAS EN VOLUMENES
QUINTA HORA
Primera hora de agonía en el Huerto de Getsemaní.

Vol.9. 25.11.1909 (25):


Encontrándome en mi habitual estado, estaba
pensando en la agonía de Jesús en el huerto; y apenas
haciéndose ver el bendito Jesús me ha dicho:
“Hija mía, los hombres no hicieron otra cosa
que trabajar la corteza de mi Humanidad, y el Amor
Eterno me trabajó todo lo de adentro, así que en mi
agonía, no los hombres, sino el amor eterno, el
amor inmenso, el amor incalculable, el amor oculto,
fue el que me abrió grandes heridas, me traspasó
con clavos abrasadores, me coronó con espinas
ardientes, me dio de beber hiel hirviente, así que mi
pobre Humanidad no pudiendo contener tantas
especies de martirios a un mismo tiempo, hizo salir
fuera ríos de sangre, se contorsionaba y llegó a
decir:
“Padre, si es posible quita de Mí este cáliz,
pero no se haga mi voluntad sino tu Voluntad.” Lo
que no hizo en el resto de la Pasión. Así que todo lo
que sufrí en el curso de la Pasión, lo sufrí todo junto
en la agonía del huerto, pero en modo más intenso,
más doloroso, más íntimo, porque el amor me
penetró hasta en la médula de los huesos y en las
fibras más íntimas del Corazón, donde jamás
podían llegar las criaturas, pero el amor a todo
llega, no hay cosa que le pueda resistir. Así que mi
"31
5ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en el Huerto
primer verdugo fue el Amor; por eso en el curso de
la Pasión no hubo en Mí ni siquiera una mirada
amenazadora hacia quien me hacía de verdugo,
porque tenía un verdugo más cruel, más activo en
Mí, el cual era el amor, y donde los verdugos
externos no llegaban, o cualquier punto quedaba
sin tocar, el amor hacía su trabajo y en nada me
perdonaba”.
Y así es en todas las almas, el primer trabajo lo
hace el amor, y cuando el amor ha trabajado y la ha
llenado de sí, lo que se ve de bien en el exterior no es
otra cosa que el desahogo del trabajo que el amor ha
hecho en el interior.”

Vol. 14. 04.02.1922 (1):


…Y cuando en el huerto de Getsemaní se
presentaron todos los pecados delante de mi
Humanidad, cada culpa tenía un sollozo de mi amor
y todas las penas de mi Pasión, cada golpe de
flagelo, cada espina, cada llaga, eran acompañados
por el sollozo de mi amor, porque si el hombre me
hubiera amado, ningún mal le podía venir; la falta de
amor ha germinado todos los males y también mis
mismas penas……

Vol. 17 30.10.1924 (21)


….Después de esto, con el pensamiento me he
puesto junto a mi Jesús en el Huerto de Getsemaní, y le
pedía que me hiciera penetrar en aquel amor con el

"32
5ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en el Huerto
cual tanto me amó, y mi Jesús, moviéndose de nuevo
en el fondo de mi interior me ha dicho:
“Hija mía, entra en mi Amor, no salgas jamás,
corre junto a él, o detente en mi mismo Amor para
comprender bien cuánto he amado a la criatura;
todo es amor en Mí hacia ella. La Divinidad al crear
a esta criatura se propuso amarla siempre, así que
en cada cosa de dentro y fuera de ella, debía correr
hacia ella con un continuo e incesante nuevo acto
de amor.
Por lo tanto puedo decir que en cada
pensamiento, mirada, palabra, respiro, latido, y en
todo lo demás de la criatura corre un acto de Amor
Eterno. Pero si la Divinidad se propuso el amarla
siempre y en cada cosa a esta criatura, era porque
quería recibir en cada cosa la correspondencia del
nuevo e incesante amor de la criatura, quería dar
amor para recibir amor, quería amar para ser amada.
¡Pero no fue así! La criatura no sólo no quiso
mantener el compás del amor, ni responder al eco
del Amor de su Creador, sino que rechazó este
Amor, lo desconoció y lo ofendió.
Ante esta afrenta la Divinidad no se detuvo,
sino que continuó su nuevo e incesante Amor hacia
la criatura, y como la criatura no lo recibía,
quedaban llenos Cielos y tierra esperando a quien
debía tomar este Amor para tener en ella la
correspondencia; porque Dios cuando decide y
propone, todos los eventos en contrario no lo
cambian, sino que permanece inmutable en su

"33
5ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en el Huerto
inmutabilidad. He aquí porqué, pasando a otro
exceso de amor vine Yo, Verbo del Padre, a la tierra,
y tomando una Humanidad recogí en Mí todo este
Amor que llenaba Cielo y tierra para corresponder a
la Divinidad con tanto amor por cuanto había dado y
debía dar a las criaturas, y me constituí amor de
cada uno de los pensamientos, de cada mirada, de
cada palabra, latido, movimiento y paso de cada
una de las criaturas.
Por este motivo mi Humanidad fue trabajada,
aun en su más pequeña fibra por las manos del
Eterno Amor de mi Padre Celestial, para darme
capacidad de poder encerrar todo el Amor que la
Divinidad quería dar a las criaturas, para darle el
amor de todas y constituirme amor de cada uno de
los actos de criatura. Así que cada pensamiento
tuyo está coronado por mis incesantes actos de
amor; no hay cosa en ti o fuera de ti que no esté
circundada por mis repetidos actos de amor, por
eso mi Humanidad en este Huerto gime, se afana,
agoniza, se siente triturada bajo el peso de tanto
amor, porque amo y no soy correspondido.
Las penas del amor son las más acerbas, las
más crueles, son penas sin piedad, más dolorosas
que mi misma Pasión. ¡Oh! si me amaran, el peso
de tanto amor se volvería ligero, porque el amor
correspondido queda apagado y satisfecho en el
amor mismo de quien ama; pero no correspondido
llega a la locura, delira y se siente correspondido

"34
5ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en el Huerto
con un acto de muerte por aquel amor que de él
salió.
Ves entonces cómo fue mucho más acerba y
dolorosa la Pasión de mi Amor, porque si en mi
Pasión fue una sola la muerte que me dieron, en
cambio en la Pasión del amor, tantas muertes me
hicieron sufrir por cuantos actos de amor salieron
de Mí y no fui por ellos correspondido. Por eso ven
tú, hija mía, a corresponderme de tanto amor, en mi
Voluntad encontrarás como en acto todo este Amor,
hazlo tuyo y constitúyete, junto Conmigo, amor de
cada acto de criatura, para darme la
correspondencia del amor de todos.”
Menú

"35
6ª Hora, – 2ª Hora de Agonía en el Huerto
CITAS EN VOLUMENES
SEXTA HORA
Segunda hora de agonía en el Huerto de Getsemaní.

Vol.14. 28.07.1922 (45):


Me sentía toda inmersa en su Santísimo Querer
y mi dulce Jesús al venir me ha dicho:
“Hija mía, identifica tu inteligencia con la mía,
para que circule en todas las inteligencias de las
criaturas, y reciba el vínculo de cada uno de los
pensamientos de ellas para sustituirlos por tantos
otros pensamientos hechos en mi Querer, y Yo
reciba la gloria como si todos los pensamientos
fuesen hechos del modo divino. Amplía tu querer
en el mío, ninguna cosa debe escapar que no quede
atrapada en la red de mi Voluntad y la tuya.
Mi Querer en Mí y mi Querer en ti deben
confundirse juntos y tener los mismos confines
interminables, pero tengo necesidad de que tu
querer se preste a distenderse en el mío y no se le
escape ninguna cosa creada por Mí, para que en
todas las cosas escuche el eco de la Voluntad
Divina en la voluntad humana, para que se genere
mi semejanza.
Ves hija mía, Yo sufrí doble muerte por cada
una de las criaturas, una de amor y la otra de pena,
porque al crearla la creé un complejo todo de amor,
por lo cual no debía salir de ella otra cosa que amor,
tanto que mi amor y el suyo debían estar en
continuas corrientes, pero el hombre no sólo no me
"36
6ª Hora, – 2ª Hora de Agonía en el Huerto
amó, sino que ingrato me ofendió, y Yo debía
rehacer a mi Padre Divino de esta falta de amor y
debí aceptar una muerte de amor por cada uno, y
otra de dolor por las ofensas.”
Pero mientras esto decía, veía a mi dulce
Jesús todo una llama, que lo consumía y le daba
muerte por cada uno, es más, veía que cada
pensamiento, palabra, movimiento, obra, paso, etc.,
eran tantas llamas que consumían a Jesús y lo
vivificaban. Entonces Jesús ha agregado: “¿No
quisieras tú mi semejanza? ¿No quisieras tú
aceptar las muertes de amor como aceptaste las
muertes de dolor?”
Y yo: “¡Ah! mi Jesús, yo no sé que me haya
sucedido, siento aún gran repugnancia por haber
aceptado las de dolor, ¿cómo podría aceptar las de
amor que me parecen más duras? Yo tiemblo al sólo
pensarlo, mi pobre naturaleza se aniquila más, se
deshace. Ayúdame, dame la fuerza porque siento que
no puedo seguir adelante.” Y Jesús todo bondad y
decidido ha agregado:
“Pobre hija mía, ánimo, no temas ni quieras
turbarte por la repugnancia que sientes; es más,
para tranquilizarte te digo que también esta es una
semejanza mía. Debes saber que también mi
Humanidad, por cuan santa, deseosa a lo sumo de
sufrir, sentía esta repugnancia, pero no era mía,
eran todas las repugnancias de las criaturas que
sentían en hacer el bien, en aceptar las penas que
merecían, y Yo debía sufrir estas penas no poco que

"37
6ª Hora, – 2ª Hora de Agonía en el Huerto
me torturaban, para dar a ellas la inclinación al bien
y hacerles más dulces las penas, tanto, que en el
huerto grité al Padre: “Si es posible pase de Mí este
cáliz.” ¿Crees tú que fui Yo? ¡Ah no! Te engañas.
Yo amaba el sufrir hasta la locura, amaba la
muerte para dar vida a mis hijos; era el grito de toda
la familia humana, que resonaba en mi Humanidad,
y Yo, gritando junto con ellos para darles fuerzas,
repetí tres veces: “Si es posible pase de Mí este
cáliz.” Yo hablaba a nombre de todos, como si
fueran cosa mía, pero me sentía aplastar; así que la
repugnancia que sientes no es tuya, es el eco de la
mía, si fuera tuya me habría retirado, por eso hija
mía, queriendo generar de Mí otra imagen mía,
quiero que aceptes, y Yo mismo quiero imprimir en
tu voluntad ensanchada y consumada en la mía
estas mis muertes de amor.” Y mientras esto decía,
con su Santa Mano me las imprimía y ha desaparecido.
Sea todo para gloria de Dios.

Vol. 16 04.01.1924 (40)


Estaba pensando en las palabras de Jesús en el
Huerto cuando dijo: “Padre, si es posible pase de Mí
este cáliz, pero, “non mea voluntas, sed Tua Fiat.” Y mi
dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
“Hija mía, ¿crees tú que fue el cáliz de mi
Pasión por el cual decía al Padre: “Padre, si es
posible pase de Mí este cáliz?” No, absolutamente
no, era el cáliz de la voluntad humana que contenía
tal amargura y plenitud de vicios, que mi voluntad
"38
6ª Hora, – 2ª Hora de Agonía en el Huerto
humana unida a la Divina sintió tal repugnancia,
terror y espanto, que grité: “Padre, si es posible
pase de Mí este cáliz.” Cómo es de fea la voluntad
humana sin la Voluntad Divina, la cual casi como
dentro de un cáliz se encierra dentro de cada
criatura; no hay mal en las generaciones del cual
ella no sea el origen, la semilla, la fuente, y Yo,
viéndome cubierto por todos estos males que ha
producido la voluntad humana, frente a la Santidad
de la mía me sentía morir, y habría muerto de
verdad si la Divinidad no me hubiera sostenido.
¿Pero sabes tú por qué agregué, y por tres
veces: “Non mea voluntas, sed Tua Fiat?” Yo sentía
sobre Mí todas las voluntades de las criaturas
juntas, todos sus males, y a nombre de todas grité
al Padre: “No se haga más la voluntad humana en la
tierra, sino la Divina; la voluntad humana sea
desterrada y la Tuya reine.” Así que desde
entonces, lo quise hacer desde el principio de mi
Pasión, porque era la cosa que más me interesaba y
la más importante, la de llamar a la tierra el “Fiat
Voluntas Tua” como en el Cielo así en la tierra. Yo
era el que a nombre de todos decía: “Non mea
voluntas, sed Tua Fiat.” Desde entonces Yo
constituía la época del “Fiat Voluntas Tua” sobre la
tierra; y con decirlo por tres veces, en la primera la
impetraba, en la segunda la hacía descender, en la
tercera la constituía reinante y dominadora

"39
6ª Hora, – 2ª Hora de Agonía en el Huerto
Y con decir: “Non mea voluntas, sed Tua
Fiat”, Yo intentaba vaciar a las criaturas de su
voluntad y llenarlas de la Divina.
Antes de morir, porque no me quedaban más
que horas, Yo quise contratar con mi Padre
Celestial mi primera finalidad por la cual vine a la
tierra, que la Divina Voluntad tomara su primer lugar
de honor en la criatura. El sustraerse de la Voluntad
Suprema había sido el primer acto del hombre, y
por lo tanto nuestra primera ofensa, todos sus
demás males entran en el orden secundario, y Yo
debí primero realizar la finalidad del “Fiat Voluntas
Tua come in Cielo così in terra”, y después formar
con mis penas la Redención, porque la misma
Redención entra en el orden secundario
Es siempre mi Voluntad la que tiene el
primado sobre todas las cosas, y si bien de los
frutos de la Redención se vieron los efectos, pero
fue en virtud de este contrato que Yo hice con mi
Padre Divino, el que su Fiat debía venir a reinar
sobre la tierra, realizando la verdadera finalidad de
la creación del hombre y mi finalidad primaria por la
cual vine a la tierra, que el hombre pudo recibir los
frutos de la Redención, de otra manera habría
faltado el orden a mi Sabiduría.
Si el principio del mal fue su voluntad, a ésta
debía Yo ordenar y restablecer, reunir Voluntad
Divina y humana, y si bien se vieron primero los
frutos de la Redención, esto dice nada; mi Voluntad
es como un Rey, que si bien es el primero entre

"40
6ª Hora, – 2ª Hora de Agonía en el Huerto
todos, llega al último, precediéndolo por su honor y
decoro sus pueblos, ejércitos, ministros, príncipes
y toda la corte real. Así que primero eran
necesarios los frutos de mi Redención para hacer
encontrar la corte real, los pueblos, los ejércitos,
los ministros, a la altura de la Majestad de mi
Voluntad.
¿Pero sabes tú quién fue la primera en gritar
junto Conmigo: “Non mea voluntas, sed Tua Fiat”?
Fue mi pequeña recién nacida en mi Voluntad, mi
pequeña hija, que tuvo tal repugnancia, tal espanto
de su voluntad, que temblorosa se estrechó a Mí y
gritó junto Conmigo: “Padre, si es posible pase de
mí este cáliz de mi voluntad”, y llorando agregaste
junto Conmigo: “Non mea voluntas, sed Tua
Fiat.” ¡Ah! sí, estuviste tú junto Conmigo en aquel
primer contrato con mi Padre Celestial, porque se
necesitaba al menos una criatura que debía hacer
válido este contrato, de otra manera, ¿a quién
darlo? ¿A quién confiarlo? Y para volver más
segura la custodia del contrato te hice don de todos
los frutos de mi Pasión, poniéndolos en cortejo a tu
alrededor como un ejército formidable, que
mientras hace su cortejo real a mi Voluntad, hace
guerra encarnizada a la tuya.
Por eso, ánimo en el estado en el que te
encuentras, quita el pensamiento de que Yo pueda
dejarte, esto sería en menoscabo de mí Querer,
siendo que tengo el contrato de mi Voluntad
depositado en ti. Por lo tanto quédate en paz, es mi

"41
6ª Hora, – 2ª Hora de Agonía en el Huerto
Voluntad que te prueba, que quiere no sólo
purificarte sino destruir aún la sombra de tu
voluntad, por eso con toda paz sigue el vuelo en mi
Querer, no te preocupes por nada, tu Jesús hará de
manera que todo lo que pueda suceder dentro y
fuera de ti hará resaltar más mi Voluntad, y
ensanchará en ti los confines de la mía en tu
voluntad humana.
Soy Yo quien llevaré la batuta en tu interior
para dirigir todo en ti según mi Querer. Yo no me
ocupé de otra cosa sino sólo de la Voluntad de mi
Padre, y como todas las cosas están en Ella, por
eso me ocupé de todo; y si enseñé alguna oración
no fue otra sino que la Divina Voluntad se haga
como en el Cielo así en la tierra, pero era la oración
que encierra todo.
Así que Yo no giraba sino sólo en torno a la
Voluntad Suprema; mis Palabras, mis penas, mis
obras, mis latidos estaban llenos de Voluntad
Celestial. Así quiero que hagas tú, debes girar tanto
en torno a Ella, hasta hacerte quemar por el aliento
Eterno del fuego de mi Voluntad, de manera que
pierdas cualquier otro conocimiento y no sepas
más, que solamente y siempre mi Querer.”
Menú

"42
7ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en el Huerto
CITAS EN VOLUMENES
SEPTIMA HORA
Tercera hora de agonía en el Huerto de Getsemaní.

Vol.11. 22.01.1913 (41):


Estaba pensando en la Pasión de mi siempre
amable Jesús, especialmente en lo que sufrió en el
huerto, entonces me he encontrado toda sumergida en
Jesús y El me ha dicho:
“Hija mía, mi primera Pasión fue el amor,
porque el hombre al pecar, el primer paso que da en
el mal es la falta de amor, por lo tanto, faltando el
amor se precipita en la culpa. Por eso el Amor, para
rehacerse en Mí de esta falta de amor de las
criaturas me hizo sufrir más que todos, casi me
trituró, más que bajo una prensa, me dio tantas
muertes por cuantas criaturas reciben la vida.
El segundo paso que sucede en la culpa es
defraudar la gloria de Dios, y el Padre, para
rehacerse de la gloria quitada por las criaturas me
hizo sufrir la Pasión del pecado, esto es, que cada
culpa me daba una pasión especial; si la Pasión fue
una, el pecado en cambio me dio tantas pasiones
por cuantas culpas se cometerán hasta el fin del
mundo, y así se rehízo la gloria del Padre.
El tercer efecto que produce la culpa es la
debilidad en el hombre, y por eso quise sufrir la
Pasión por manos de los judíos, esta es mi tercera
Pasión, para rehacer al hombre de la fuerza perdida.

"43
7ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en el Huerto
Así que con la Pasión del amor se rehízo y se
puso en justo nivel el Amor, con la Pasión del
pecado se rehízo y se puso a nivel la gloria del
Padre, con la Pasión de los judíos se puso a nivel y
se rehízo la fuerza de las criaturas. Todo esto lo
sufrí en el huerto, fue tal y tanto el sufrimiento, las
muertes que sufrí, los espasmos atroces, que
habría muerto de verdad si la Voluntad del Padre
hubiera llegado a que Yo muriera.”

Vol13. 19.11.1921 (34):


Estaba haciendo compañía a mi Jesús
agonizante en el Huerto de Getsemaní y por cuanto me
era posible lo compadecía, lo estrechaba fuerte a mi
corazón tratando de enjugarle el sudor mortal, y mi
doliente Jesús, con voz apagada y agonizante me ha
dicho:
“Hija mía, dura y penosa fue mi agonía en el
Huerto, quizá más penosa que la de la cruz, porque
si ésta fue el cumplimiento y el triunfo sobre todos,
aquí en el Huerto fue el principio, y los males se
sienten más al principio que cuando están por
terminar; en esta agonía la pena más desgarradora
fue cuando se me hicieron presentes uno por uno
todos los pecados, mi Humanidad comprendió toda
la enormidad de ellos y cada delito llevaba el sello
de “muerte a un Dios” y estaba armado con
espadas para matarme.
Delante de la Divinidad la culpa me aparecía
tan horrenda y más horrible que la misma muerte;

"44
7ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en el Huerto
sólo al comprender qué cosa significa pecado, Yo
me sentía morir y moría en realidad; grité al Padre y
fue inexorable, no hubo uno solo que al menos me
diera una ayuda para no hacerme morir, grité a
todas las criaturas que tuvieran piedad de Mí, pero
en vano, así que mi Humanidad languidecía y
estaba por recibir el último golpe de la muerte,
¿pero sabes tú quién impidió la ejecución y sostuvo
mi Humanidad para no morir? Primero fue mi
inseparable Mamá, Ella al oírme pedir ayuda voló a
mi lado y me sostuvo, y Yo apoyé mi brazo derecho
en Ella, la miré casi agonizante y encontré en Ella la
inmensidad de mi Voluntad íntegra, sin haber
habido nunca rotura alguna entre mi Voluntad y la
suya.
Mi Voluntad es Vida y como la Voluntad del
Padre era inamovible y como la muerte me venía de
las criaturas, otra criatura que encerraba la Vida de
mi Voluntad me daba la vida. Y he aquí que mi
Mamá, que en el portento de mi Voluntad me
concibió y me hizo nacer en el tiempo y ahora me
da por segunda vez la vida para hacerme cumplir la
obra de la Redención.
Después miré a la izquierda y encontré a la
pequeña hija de mi Querer, te encontré a ti como
primera con el séquito de los demás hijos de mi
Voluntad y así como a mi Mamá la quise conmigo
como primer anillo de Misericordia, por el cual
debíamos abrir las puertas a todas las criaturas, por
eso quise apoyar en Ella la derecha, a ti te quise

"45
7ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en el Huerto
como primer anillo de la Justicia, para impedir que
se descargase sobre todas las criaturas como se
merecen, por eso quise apoyar la izquierda, a fin de
que la sostuvieras junto conmigo.
Entonces con estos dos apoyos Yo me sentí
dar nuevamente la vida, y como si nada hubiera
sufrido, con paso firme fui al encuentro de mis
enemigos. En todas las penas que sufrí en mi
Pasión, muchas de ellas capaces de darme la
muerte, estos dos apoyos no me dejaban jamás, y
cuando me veían a punto de morir, con mi Voluntad
que contenían me sostenían y me daban sorbos de
Vida. ¡Oh, los prodigios de mi Querer! ¿Quién
puede numerarlos nunca y calcular su valor?
Por eso amo tanto a quien vive en mi Querer,
reconozco en ella mi retrato, mis nobles rasgos,
siento en ella mi mismo aliento, mi misma voz, y si
no la amara me defraudaría a Mí mismo, sería como
un padre sin generación, sin el noble cortejo de su
corte y sin la corona de sus hijos; ¿y si no tuviera la
generación, la corte, la corona, cómo podría
llamarme Rey?
Así que mi Reino está formado por aquellos
que viven en mi Voluntad, y de este Reino escojo la
Madre, la Reina, los hijos, los ministros, el ejército,
el pueblo, Yo soy todo para ellos y ellos son todo
para Mí.”

Vol. 14 08.04.1922 (20)

"46
7ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en el Huerto
Encontrándome en mi habitual estado, estaba
pensando en el dolor que sufrió mi dulce Jesús en el
huerto de Getsemaní cuando se presentaron ante su
santidad todas nuestras culpas, y Jesús todo afligido,
en mi interior me ha dicho:
“Hija mía, mi dolor fue grande e
incomprensible a la mente creada, especialmente
cuando vi la inteligencia humana deformada, mi
bella imagen que hice reproducir en ella, no más
bella, sino fea, horrible.
Yo doté al hombre de voluntad, inteligencia y
memoria; en la primera refulgía mi Padre celestial,
el cual, como acto primero comunicaba su Potencia,
su Santidad, su altura, por lo cual elevaba a la
voluntad humana revistiéndola de su misma
Santidad, Potencia y Nobleza, dejando todas las
corrientes abiertas entre El y la voluntad humana,
para que se enriqueciera siempre más de los
tesoros de mi Divinidad;
Entre la voluntad humana y la Divina no había
tuyo ni mío, sino todo en común, con acuerdo
recíproco, era imagen nuestra, cosa nuestra, así
que ella nos semejaba, por lo tanto nuestra Vida
debía ser la suya y por eso constituía como acto
primero su voluntad libre, independiente, como era
acto primero la Voluntad de mi Padre celestial. Pero
esta voluntad cuánto se ha desfigurado, de libre se
ha vuelto esclava de vilísimas pasiones. ¡Ah! es
ella el principio de todos los males del hombre, no

"47
7ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en el Huerto
se reconoce más, cómo ha descendido de su
nobleza, da asco mirarla.
Después, como Acto segundo concurrí Yo,
Hijo de Dios, dotando al hombre de inteligencia,
comunicándole mi sabiduría y la ciencia de todas
las cosas, para que conociéndolas pudiese gustar y
hacerse feliz en el bien. Pero, ¡ay de Mí! Qué mar
de vicios es la inteligencia de la criatura, de la
ciencia se ha servido para desconocer a su Creador.
Y después, como acto tercero concurrió el
Espíritu Santo, dotándolo de memoria, a fin de que
acordándose de tantos beneficios, pudiera estar en
continuas corrientes de amor, en continuas
relaciones; el amor debía coronarla, abrazarla e
informar toda su vida; ¡pero cómo queda
contristado el eterno amor! Esta memoria se
acuerda de los placeres, de las riquezas y hasta de
pecar, y la Trinidad Sacrosanta es puesta fuera de
los dones dados a su criatura. Mi dolor fue
indescriptible al ver la deformidad de las tres
potencias del hombre; habíamos formado nuestra
morada en él, y él nos había arrojado fuera.”

Vol. 34 06.05.1937 (34)

"Estoy dentro de ti, soy tuyo, estoy a tu


disposición, mis Llagas, mi Sangre, todas mis
Penas son tuyas, puedes hacer de Mí lo que
quieras, es más: excédete por magnánima, valiente,
amorosa, de verdadera imitadora, toma mi Sangre
para darla a quien quieras, toma mis Llagas para
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7ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en el Huerto
sanar las llagas de los pecadores, toma mi Vida
para dar vida de gracia, de santidad, de amor, de
Voluntad Divina a todas las almas, toma mi muerte
para hacer renacer tantas almas muertas en el
pecado. Te doy toda la libertad, haz tú, sabe hacer
hija mía, me he donado y basta; pensarás tú que
todo se me devuelva en gloria, y cómo hacerme
amar.

Mi Voluntad te dará el vuelo para hacerte


llevar mi Sangre, mis Llagas, mis Besos, mis
Ternuras Paternas a mis hijos y a tus hermanos.
Por eso no te maravilles; es esto precisamente el
obrar divino, tener sus obras en acto de repetirlas
continuamente para darlas, para hacer don a las
criaturas, cada uno puede decir: todo es mío,
también el mismo Dios es mío.”

Y OH! Cómo gozamos al verla dotada de


nuestras obras, poseedora de su Creador. Son los
excesos de nuestro Amor, que para ser amado
queremos hacer tocar cuánto la amamos y los
dones que le queremos dar. Para quien viva luego
en nuestro Querer, nos sentiremos como si
defraudásemos la criatura si no le hacemos don de
todo, y esto Nosotros no lo sabemos hacer.
Entonces sé atenta, haz que tu alma sea
embalsamada de nuestra paz divina, que no
sabemos qué cosa sea la turbación, y todas las
cosas te traerán la sonrisa, la dulzura, el Amor de tu
Creador".
"49
7ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en el Huerto
Vol. 36 26.10. 1938 (35)
“…Cuantas veces también yo bajo la prensa
de las duras penas me enfermaba y corrían los
ángeles a sostenerme; mi mismo Padre Celestial al
verme entre penas desgarrantes, corría me tomaba
en sus brazos para fortalecer mi Humanidad
gimiente. Y mi Madre, cuántas, cuántas veces caía
enferma en mi Querer al ver las penas de su Hijo,
hasta sentirse morir y Yo corría a sostenerla, la
ponía de acuerdo con mi Corazón para no dejarla
sucumbir. Por eso aquello que quiero, valentía, paz,
no te abatas demasiado y Yo pensaré en todo".

"50
8ª Hora, – La Captura de Jesús
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8ª Hora, – La Captura de Jesús
CITAS EN VOLUMENES
OCTAVA HORA
La captura de Jesús.

Vol. 13 16.11.1921 (33)


Esta mañana mi siempre amable Jesús se hacía
ver todo atado, atadas las manos, los pies, la cintura;
del cuello le descendía una doble cadena de hierro,
pero estaba atado tan fuertemente que le quitaba el
movimiento a su Divina Persona. Qué dura posición
era ésta, de hacer llorar aun a las piedras. Y mi sumo
bien Jesús me ha dicho:
“Hija mía, en el curso de mi Pasión todas las
demás penas hacían competencia entre ellas, una
cedía el lugar a otra y como centinelas se
mantenían para hacerme sufrir lo peor, buscando
ver cuál era más dura que las demás, pero las
cuerdas nunca me las quitaron; desde que me
apresaron hasta el monte calvario estuve siempre
atado y agregaban siempre más cuerdas y cadenas
por temor de que pudiera huir, y para hacer más
burla y juego de Mí.
Cuántos dolores, confusiones, humillaciones
y caídas me causaron estas cadenas. Pero debes
saber que en estas cadenas había un gran misterio
y una gran expiación: El hombre, al empezar a caer
en el pecado queda atado con las mismas cadenas
de su pecado; si es grave son cadenas de hierro, si
es venial son cadenas de sogas; entonces, si quiere
caminar en el bien, siente las trabas de las cadenas

"52
8ª Hora, – La Captura de Jesús
y queda obstaculizado en su paso, el estorbo que
siente lo agota, lo debilita y lo lleva a nuevas
caídas; si obra siente el impedimento en las manos
y casi queda como si no tuviera manos para hacer
el bien; las pasiones, viéndolo tan atado hacen
fiesta y dicen: “Es nuestra la victoria.” Y de rey
que es el hombre, lo vuelven esclavo de pasiones
brutales.
Cómo es abominable el hombre en el estado
de culpa, y Yo para romperle sus cadenas quise ser
atado, y no quise estar en ningún momento sin
cadenas, para tenerlas siempre listas para
despedazar las suyas, y cuando los golpes y los
empujones me hacían caer, Yo le extendía las
manos para desatarlo y hacerlo libre de nuevo.”
Pero mientras esto decía, yo veía a casi todas
las gentes tan atadas por cadenas que daban piedad y
rogaba a Jesús que tocara esas cadenas con las suyas,
a fin de que por el toque de las suyas quedaran rotas
las de las criaturas.

Vol. 14 18.03.1922 (14)


Estaba acompañando a mi dulce Jesús en sus
penas de la Pasión, y El haciéndose ver me dijo:
“Hija mía, la culpa encadena al alma y la
paraliza para hacer el bien: la mente siente la
cadena de la culpa y queda impedida para
comprender el bien, la voluntad siente la cadena
que la envuelve y se siente entorpecida, y en
cambio de querer el bien quiere el mal, el deseo

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8ª Hora, – La Captura de Jesús
encadenado, siente que le cortan las alas para volar
a Dios. ¡Oh!, cómo me da compasión ver al hombre
encadenado por sus mismas culpas! He aquí por
qué la primera pena que quise sufrir en la Pasión
fueron las cadenas, quise estar atado para liberar al
hombre de sus cadenas. Aquellas cadenas que Yo
sufrí en cuanto me tocaron se convirtieron en
cadenas de amor, las cuales tocando al hombre
quemaban y rompían las suyas y lo ataban con mis
amorosas cadenas.
Mi amor es operativo, no sabe estar si no
obra, por eso para todos y para cada uno preparé lo
que se necesita para rehabilitarlo, para sanarlo,
para embellecerlo de nuevo, todo hice para que si
se decide encuentre todo preparado y a su
disposición, por eso tengo listas mis cadenas para
quemar las suyas, los pedazos de mi carne para
cubrir sus llagas y adornarlo de belleza, mi sangre
para darle nuevamente la vida, todo lo tengo listo.
Tengo en reserva para cada uno lo que se
necesita; mi amor quiere darse, quiere obrar, siento
una intranquilidad, una fuerza irresistible que no me
da paz si no doy, ¿y sabes qué hago? Cuando veo
que ninguno toma, concentro mis cadenas, los
pedazos de mi carne, mi sangre, en quien los quiere
y me ama, y lo cubro de belleza envolviéndolo todo
con mis cadenas de amor, le centuplico la vida de
gracia y así mi amor se desahoga y se tranquiliza.”
Pero mientras esto decía, yo veía que sus
cadenas, los pedazos de su carne, su sangre, corrían

"54
8ª Hora, – La Captura de Jesús
sobre mí, y El se divertía aplicándolos sobre mí, y
envolviéndome toda. ¡Cómo es bueno Jesús, sea
siempre bendito! Después ha regresado y ha
agregado:
“Hija mía, siento la necesidad de que la
criatura repose en Mí y Yo en ella, ¿pero sabes
cuándo la criatura reposa en Mí y Yo en ella?
Cuando su inteligencia piensa en Mí y me
comprende, ella reposa en la inteligencia de su
Creador, y la del Creador encuentra su reposo en la
mente creada. Cuando la voluntad humana se une
con la Voluntad Divina, las dos voluntades se
abrazan y reposan juntas; si el amor humano se
eleva sobre todas las cosas creadas y ama sólo a
su Dios, ¡qué bello reposo encuentran mutuamente
Dios y el alma! Quien da reposo lo encuentra, Yo le
hago de lecho y la tengo en el más dulce sueño,
estrechada entre mis brazos, por eso ven y reposa
en mi Seno.”

Vol. 29 05.06. 1931 (20)


Estoy siempre en el mar del Querer Supremo;
¡Oh!, cuántas bellas cosas se encuentran en Él! Están
todos los actos de Jesús como en acto; están aquellos
de la Soberana Reina, están aquellos de Nuestro Padre
Celestial, que ha hecho y que hará; es un mar no
dividido sino único, interminable, es todo. En éste mar
no hay peligros ni temores de caída, porque la feliz
criatura que allí entra deja sus despojos y toma los
despojos divinos.

"55
8ª Hora, – La Captura de Jesús
Por lo cual mientras estaba en este mar, mi dulce
Jesús me ha hecho presente cuando en su pasión los
apóstoles se dispersaron, huyeron de Él dejándolo solo
y abandonado en medio de los enemigos. Y mi sumo
bien Jesús me ha dicho:
“Hija mía, el dolor más grande que poseí en
mi Pasión, el clavo que más me traspasó el corazón,
fue el abandono y la dispersión de mis apóstoles;
no tenía un ojo amigo en quien pudiera confrontar
mi mirada. El abandono, las ofensas, la indolencia
de los amigos supera, ¡Oh!, cuánto!, todos los
dolores y también la muerte que puedan dar los
enemigos.
Yo sabía que los apóstoles me debían dar
este clavo y vilmente huirían de mí, pero a esto no
le puse atención, porque, hija mía, quien quiere
hacer una obra no debe poner atención a sus
penas; es más debe hacerse amigos en el bello
tiempo, cuando todo le sonríe alrededor para de
paso en paso sembrar triunfos y prodigios,
comunicando así la fuerza milagrosa a quien se
hace su amigo y discípulo; entonces todos se dan
al alardeo de ser amigo de quien está rodeado de
gloria y honor, todos esperan; y cuantos amigos y
discípulos se quieran se tienen, porque la gloria, los
triunfos, el bello tiempo son imanes potentes que
atraen a las criaturas a seguir al triunfador.
¿Quién quiere seguir y ser amigo o discípulo
de un pobre calumniado, humillado, despreciado?
Ninguno; es más sienten ansia, horror de acercarse

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8ª Hora, – La Captura de Jesús
y llegan a ignorar a ese con el cual primero tenían
amistad, como hizo conmigo San Pedro.
Así que es inútil esperar amigos cuando la
pobre criatura se encuentra bajo la pesadilla de las
humillaciones, desprecios y calumnias; por eso
necesita hacerse los amigos cuando el cielo sonríe
y la fortuna quisiera ponerla sobre trono, si
queremos que el bien, las obras que se quieren,
tengan vida y la continúan en las otras criaturas.
Yo me hice amigos cuando sembraba
milagros y triunfos, tanto que llegaron a creer que
Yo debía ser su Rey sobre la tierra, y ellos siendo
mis discípulos debían ocupar los primeros puestos
cerca de mí; a pesar que me abandonaron en mi
Pasión, cuando en mi Resurrección sonó mi pleno
triunfo, los apóstoles se desengañaron, se
reunieron entre ellos y como triunfadores siguieron
mi doctrina, mi vida, y formaron la Iglesia naciente.
Si Yo tuviese en cuenta que debían huir, no
haciéndolos mis discípulos en el tiempo de mis
triunfos, no habría habido quien hablase de mi
después de mi muerte, quien me hiciese conocer.
Por eso es necesario el bello tiempo, la gloria,
es igualmente necesario recibir clavos traspasantes
y tener paciencia de sufrirlos, para tener materias
en mis obras más grandes, para que tengan vida en
medio de las criaturas. ¿Ahora, no ha sido todo
esto, una semejanza de mi vida en el estado
doloroso de humillación, de calumnias y desprecios
que has pasado?

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8ª Hora, – La Captura de Jesús
Yo sentía en ti repetirme el clavo del
abandono y la dispersión de mis apóstoles, al ver a
quien tanto se había ocupado de asistirte, alejarse
de ti y con la voluntad de abandonarte; y viéndote
abandonada te veía sola, sola en mis brazos con el
clavo del abandono de quien debía sostenerte, y en
mi dolor decía: “Mundo malo, cómo sabes repetir
bien las escenas de mi Pasión en mis hijos; y
ofrecías tu amargura por el triunfo de mi Voluntad y
para ayuda de aquellos que deberían hacerla
conocer.
Por eso valentía en las dolorosas
circunstancias de la vida; pero conoce que tu Jesús
no te abandonará nunca. Yo no sé hacer éstas
cosas, mi amor no es de naturaleza voluble, sino
firme y constante, y lo que digo con la boca me sale
de la vida del Corazón. En cambio las criaturas una
cosa dicen y otra sienten en el corazón, mezclan
muchos fines humanos también al hacerse amigos,
he aquí por esto cambian según las circunstancias.
Por lo cual la dispersión de quienes parece
que quieren dar la vida en el bello tiempo y que
vilmente huyen en el tiempo de las humillaciones y
desprecios, son todos efectos de la voluntad
humana; ella es la verdadera prisión de la criatura, y
es hasta en el arte de saber formar tantas pequeñas
habitaciones, pero todas sin ventanas, porque ella
no entiende de formar aperturas para recibir el bien
de la luz.

"58
8ª Hora, – La Captura de Jesús
Así que las pasiones, las debilidades, las
ansias, los temores excesivos, la inconstancia, son
tantas habitaciones oscuras de su prisión, y que
ahora la dejan paralizada en una y ahora en otra, y
la ansiedad las hace temer y la hace alejar de quien
está poniendo la vida por amor suyo.
En cambio el alma donde reina mi Voluntad
vive en mi Palacio, donde hay tanta luz que las
penas, las humillaciones, las calumnias, no son otra
cosa que escalas de triunfos y de gloria y
cumplimiento de obras grandes y divinas; así que
en cambio de huir como pobre mártir que ha sido
arrojada al polvo de la perversidad humana, se
aprieta más a él cerca esperando con paciencia la
hora del nuevo triunfo.
¡Oh!, si en los apóstoles reinase plenamente
mi Voluntad, con certeza no se habrían fugado en
una hora en la cual Yo sentía la necesidad de su
presencia, de su fidelidad en mis tantas penas en
medio de enemigos que querían devorarme, Yo
quería mis fieles cerca, porque no hay consuelo
mayor que tener un amigo cerca en tiempo de
amarguras. Yo habría visto en mis queridos
apóstoles cerca de mi, los frutos de mis penas, y
¡Oh! cuántos dulces recuerdos se habrían suscitado
en mi Corazón, que me habrían sido de bálsamo en
mis intensas amarguras!
Mi Divina Voluntad les habría impedido el
paso de huir con su luz, y así que se estarían más
cerca a mi alrededor; pero como vivían en la oscura

"59
8ª Hora, – La Captura de Jesús
prisión de su voluntad, sus mentes se oscurecieron,
el corazón se enfrió, la ansiedad los invadió, en un
momento olvidaron todo el bien que habían recibido
de mí, y no solo huyeron de Mí, sino que se
dispersaron entre ellos; todos efectos del humano
querer que no sabe mantener la unión y sabe solo
perder en un día el bien que se ha hecho en tantos
años, con tantos sacrificios. Por eso solo tu temor
sea no hacer mi Voluntad".
Menú

"60
9ª Hora, – El Torrente Cedrón
CITAS EN VOLUMENES
NOVENA HORA
Jesús, atado, es hecho caer en el torrente Cedrón.

Vol.11. (22.01.1913 (41):


…Después continué meditando cuando mi amable
Jesús fue arrojado por los enemigos al torrente Cedrón.
El bendito Jesús se hacía ver en un aspecto que movía
a piedad, todo bañado con aquellas aguas negras y me
ha dicho:
“Hija mía, al crear el alma la vestí de un manto
de luz y de belleza; el pecado quita este manto de
luz y de belleza y la cubre con un manto de tinieblas
y de fealdad, volviéndola repugnante y nauseante, y
Yo para quitar este manto tan nauseabundo que el
pecado pone al alma, permití que los judíos me
arrojaran en este torrente, donde quedé como
recubierto dentro y fuera de Mí, porque estas aguas
pútridas me entraron hasta en las orejas, en las
narices, en la boca, tanto, que los judíos tenían
asco de tocarme. ¡Ah, cuánto me costó el amor de
las criaturas, hasta volverme nauseabundo a Mí
mismo!”
DECIMA HORA
No se encuentran alusiones directas al tema.

"61
11ª Hora, – 3 Am Jesús en casa de Caifás
Menú
CITAS EN VOLUMENES
DECIMA PRIMERA HORA
Jesús en casa de Caifás.

Vol. 13 22.11.1921 (35)


….Después ha regresado y ha agregado:
“Hija mía, la pena que más me traspasó en mi
Pasión, fue el alarde de los fariseos, fingían justicia
y eran los más injustos; fingían santidad, legalidad,
orden, y eran los más perversos, vivían fuera de
toda regla y en pleno desorden y mientras fingían
honrar a Dios, sólo se honraban a sí mismos, su
propio interés, su comodidad, por eso la luz no
podía entrar en ellos, porque sus modos
disimulados les cerraban las puertas, y la
simulación era la llave que a doble giro de
cerradura, cerrándola a muerte, obstinadamente
impedía aún cualquier fulgor de luz, tanto, que el
mismo Pilatos, idólatra, encontró más luz que ellos,
porque todo lo que él hizo y dijo no partía del
fingimiento, sino a lo más del temor. Y Yo me siento
más atraído hacia el pecador más perverso, no
fingido, que hacia aquellos que son más buenos
pero fingidos.
¡Oh!, cómo me da asco quien aparentemente
hace el bien, finge ser bueno, reza, pero por dentro
anida al mal, el propio interés, y mientras los labios
rezan su corazón está lejano de Mí y en el acto

"62
11ª Hora, – 3 Am Jesús en casa de Caifás
mismo de hacer el bien, piensa como satisfacer sus
pasiones brutales.
Además, el hombre fingido en el bien que
aparentemente hace y dice, no es capaz de dar luz a
los demás, habiéndole cerrado las puertas a la luz,
por lo tanto obran como demonios encarnados, que
muchas veces bajo el aspecto de bien atraen a los
hombres, y estos viendo el bien se dejan atraer,
pero cuando van en lo mejor del camino los
precipitan en las culpas más graves.
¡Oh!, cómo son más seguras las tentaciones
bajo aspecto de culpa que aquellas bajo aspecto de
bien! Así es más seguro tratar con personas
perversas que con personas buenas, pero fingidas;
¿cuánto veneno no esconden, cuantas almas no
envenenan? Si no fuera por los fingimientos y
todos se hicieran conocer tal cual son, se quitaría la
raíz del mal de la faz de la tierra y todos quedarían
desengañados.”
Menú


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12ª Hora, – 4 Am Jesús entre los soldados
CITAS EN VOLUMENES
DECIMASEGUNDA HORA
Jesús en medio de los soldados.

Vol. 4 19.03. 1901 (59)


Esta mañana, encontrándome toda oprimida y
sufriente, sobre todo por la privación de mi dulce Jesús,
después de mucho esperar, en cuanto lo he visto me ha
dicho:
“Hija mía, el verdadero modo de sufrir es no
mirar de quién vienen los sufrimientos, ni qué cosa
se sufre, sino al bien que debe venir de los
sufrimientos. Este fue mi modo de sufrir, no miré ni
a los verdugos, ni el sufrir, sino al bien que quería
hacer por medio de mi sufrir, aún a aquellos
mismos que me daban el sufrimiento, y mirando el
bien que debía producir a los hombres, desprecié
todo lo demás y con intrepidez seguí el curso de mi
sufrir. Hija mía, este es el modo más fácil y más
provechoso para sufrir no sólo con paciencia, sino
con ánimo invicto y valiente.”

Vol. 12 02.01.1919 (75)


Esta mañana mi siempre amable Jesús se hacía
ver bajo una tempestad de golpes y con su dulce
mirada me miraba pidiéndome ayuda y refugio. Yo me
he arrojado hacia El para quitarlo de aquellos golpes y
encerrarlo en mi corazón, y Jesús me ha dicho:
“Hija mía, mi Humanidad bajo los golpes de los
flagelos callaba, y no sólo mi boca callaba sino todo

"64
13ª Hora, – 5 Am Jesús en la Prisión
en Mí callaba: callaba la estima, la gloria, la
potencia, el honor; pero con mudo lenguaje
hablaban elocuentemente mi paciencia, las
humillaciones, mis llagas, mi sangre, el
aniquilamiento casi hasta el polvo de mi Ser y mi
Amor ardiente por la salud de las almas ponía un
eco a todas mis penas.
He aquí hija mía el verdadero retrato de las
almas amantes, todo debe callar en ellas y en torno
a ellas: estima, gloria, placeres, honores,
grandezas, voluntad, criaturas, y si las hubiera,
debe estar como sorda y como si nada viera, en
cambio debe hacer entrar en ella mi Paciencia, mi
Gloria, mi Estima, mis Penas, y en todo lo que hace,
que piensa, que ama, no será otra cosa que amor, el
cual tendrá un solo eco con el mío y me pedirá
almas.
Mi amor por las almas es grande; como
quiero que todos se salven por eso voy en busca de
almas que me amen y que tomadas por las mismas
ansias de mi Amor sufran y me pidan almas. Pero,
¡ay de Mí, que escaso es el número de los que me
escuchan!”

Menú


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13ª Hora, – 5 Am Jesús en la Prisión
CITAS EN VOLUMENES
DECIMATERCERA HORA
Jesús en Prisión.

Vol.12. 04.12.1918 (71):


Esta noche la he pasado junto con Jesús en la
prisión; lo compadecía, me abrazaba a sus rodillas para
sostenerlo y Jesús me ha dicho:
“Hija mía, en mi Pasión quise sufrir también la
prisión para liberar a las criaturas de la prisión de la
culpa. ¡Oh! Qué prisión tan horrible es para el
hombre el pecado, sus pasiones lo encadenan
como vil esclavo y mi prisión y mis cadenas lo
liberan y lo desatan. Para las almas amantes, mi
prisión les formaba la prisión de amor, donde
podrían estar al seguro y defendidas de todos y de
todo, y las escogía para tenerlas como prisiones y
Tabernáculos vivientes, que me debían calentar de
las frialdades de los Tabernáculos de piedra, y
mucho más de las frialdades de las criaturas, que
haciéndome prisionero en ellas me hacen morir de
frío y de hambre; he aquí porqué muchas veces
dejo las prisiones de los tabernáculos y vengo a tu
corazón, para calentarme del frío, para
restablecerme con tu amor, y cuando te veo ir en
busca de Mí a los Tabernáculos de las iglesias, Yo te
digo: “¿No eres tú mi verdadera prisión de amor
para Mí? Búscame en tu corazón y ámame.”
Vol.13. 29.10.1921 (29):

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Esta noche la he pasado en vigilia y mi mente
frecuentemente volaba a mi Jesús atado en la prisión,
quería abrazarme a aquellas rodillas que temblaban por
la cruel y dolorosa posición en la que los enemigos lo
habían dejado atado, quería limpiarlo de aquellos
escupitajos que le habían echado en la cara. Pero
mientras esto pensaba, mi Jesús, mi vida, se ha dejado
ver como entre densas tinieblas, entre las cuales
apenas se descubría su adorable persona, y sollozando
me ha dicho:
“Hija, los enemigos me dejaron solo en la
prisión, atado horriblemente y en la oscuridad, así
que en torno a Mí todo era densas tinieblas; ¡Oh!,
cómo me afligía esta oscuridad, tenía las vestiduras
bañadas por las sucias aguas del torrente Cedrón,
sentía la hediondez de la prisión y la de los
escupitajos con los que estaba cubierto, tenía los
cabellos en desorden, sin una mano piadosa que
me los quitara de los ojos y de la boca, las manos
atadas por las cadenas y la oscuridad no me
permitía ver mi estado, ay de Mí, demasiado
doloroso y humillante. ¡Oh!, cuántas cosas decía
este mi estado tan doloroso en esta prisión!
En la prisión estuve tres horas, con esto
quise rehabilitar las tres edades del mundo: la de la
ley natural, la de la ley escrita y la de la ley de la
Gracia; quería liberarlos a todos, reuniéndolos a
todos juntos y darles la libertad de hijos míos. Con
estar tres horas en la prisión quise también
rehabilitar las tres edades del hombre: la niñez, la

"67
13ª Hora, – 5 Am Jesús en la Prisión
juventud y la vejez, quise rehabilitarlo cuando peca
por pasión, por voluntad y por obstinación.
¡Oh!, cómo la oscuridad que veía en torno a
Mí me hacía sentir las densas tinieblas que produce
la culpa en el hombre! Cómo lo lloraba y le decía:
“!Oh! hombre, son tus culpas las que me han
arrojado en estas densas tinieblas, las cuales sufro
para darte la luz, son tus infamias que así me han
ensuciado, las cuales, esta oscuridad no me
permite ni siquiera ver; mírame, soy la imagen de
tus culpas, si quieres conocerlas míralas en Mí.”
“Has de saber también, que en la última hora
que estuve en la prisión despuntó el alba y por
algunas rendijas penetraron algunos rayos de luz,
¡Oh!, cómo respiró mi corazón al poder ver mi
estado tan doloroso, pero esto significaba cuando
el hombre cansado de la noche de la culpa, la gracia
como alba se pone en torno a él mandándole
reflejos de luz para llamarlo, por eso mi corazón dio
un suspiro de alivio y en esta alba te vi a ti, mi
amada prisionera, a quien mi Amor debía atar en
este estado y que no me habrías dejado solo en la
oscuridad de la prisión, sino que tú, junto conmigo,
esperarías también el alba a mis pies y siguiendo
mis suspiros habrías llorado conmigo la noche del
hombre.
Otro significado contenía esta prisión y esta
oscuridad, era mi larga morada en la prisión en los
tabernáculos, la soledad en la que soy dejado, en la
que muchas veces no tengo a quien decir una

"68
palabra o darle una mirada de amor; otras veces
siento en la Santa Hostia las impresiones de los
tocamientos indignos, la peste de manos purulentas
y fangosas, y no hay quien me toque con manos
puras y me perfume con su amor.
Cuántas veces la ingratitud humana me deja
en la oscuridad sin la mísera luz de una lamparita,
así que mi prisión continúa y continuará y como
ambos somos prisioneros, tú prisionera en tu lecho
sólo por amor a Mí, y Yo prisionero por ti, atemos
juntos, con nuestras cadenas de amor a todas las
criaturas, así nos haremos compañía
recíprocamente y me ayudarás a extender las
cadenas para atar todos los corazones a mi Amor.”

Vol. 20 03.12.1926 (32)


…Después estaba para seguir a mi apasionado
Jesús en su dolorosa prisión, estando atado a una
columna, y en el modo bárbaro como lo tenían atado,
no podía estar firmemente apoyado a la columna, sino
colgante, con las piernas curvadas atadas a ella y por lo
tanto se bamboleaba ahora a la derecha ahora a la
izquierda. Y yo abrazándome a sus rodillas para
afirmarlo y reordenándole los cabellos todos revueltos
que le cubrían hasta su semblante adorable, no
faltándole ni siquiera los esputos que tanto lo habían
ensuciado, ¡Oh!, cómo habría querido desatarlo para
liberarlo de aquella posición tan dolorosa y humillante.
Y mi prisionero Jesús, todo afligido me ha dicho:

"69
13ª Hora, – 5 Am Jesús en la Prisión
“¿Hija mía sabes tú por qué permití que
también fuese puesto en prisión en el curso de mi
pasión? Para libertar al hombre de las prisiones de
la voluntad humana. Mírala como es de horrenda mi
cárcel: era un pequeño lugar que servía para
encerrar las inmundicias y los excrementos de las
criaturas; así que la pestilencia era intolerable, la
oscuridad era densa; no me dejaron ni siquiera una
pequeña ventanita. Mi posición era desgarrante,
ensuciado de esputos, con los cabello revueltos,
adolorido en todos los miembros, atado, ni siquiera
extendido, sino curvo. No me podía ayudar de
ningún modo, ni siquiera quitarme los cabellos de
adelante de los ojos, que me molestaban.
Esta, mi prisión es la verdadera similitud de la
prisión que forma la voluntad humana en las
criaturas: la pestilencia que exhala es horrible, la
oscuridad es densa, muchas veces no queda ni
siquiera la pequeña bombilla de la razón; están
siempre inquietas, revueltas, ensuciadas por las
más viles pasiones. ¡Oh!, cómo hay para llorar
sobre esta prisión de la voluntad humana, como la
sentí a lo vivo en esta prisión el mal que había
hecho a las criaturas!. Fue tanto mi dolor, que vertí
amargas lágrimas y pedí a mi Padre Celestial que
liberase a las criaturas de esta prisión tan
ignominiosa y dolorosa. También tú pide junto
conmigo que las criaturas se desprendan de su
voluntad”.

"70
Vol. 20 25.12.1926 (41)
…Por lo cual después de esto estaba pensando
cómo era infeliz en aquella gruta donde el niñito Jesús
nació; cómo estaba expuesto a todos los vientos, al frío
de temblar del hielo, en cambio de los hombres,
estaban las bestias que le hacían compañía. ¿Por lo
que pensaba cuál pudiese ser más infeliz y dolorosa: la
prisión de la noche de su pasión o la gruta de Belén? Y
mi dulce niño ha añadido:
"Hija mía, no es comparable la infelicidad de
la prisión de mi pasión con la cueva de Belén. En la
gruta tenía cerca a mi Madre, en alma y cuerpo
estaba junto conmigo, por lo tanto tenía todas las
alegrías de mí querida Madre y Ella tenía todos mis
regocijos de su Hijo, que formaban nuestro paraíso.
Las alegrías de Madre con poseer el Hijo son
grandes, las alegrías de poseer una Madre son más
grandes, otra vez Yo encontraba todo en Ella y Ella
encontraba todo en mi. Luego estaba mi querido
padre San José que me hacía de padre y Yo sentía
todas las alegrías que sentía por mi causa.
En cambio en mi pasión fueron todos
nuestros regocijos interrumpidos, porque debíamos
dar lugar al dolor que sentíamos entre Madre e Hijo;
el gran dolor de la cercana separación, por lo
menos sensible, que debía suceder con mi muerte.
En la gruta las bestias me reconocieron y
honrándome buscaba calentarme con su aliento, en
la prisión ni siquiera los hombres me reconocieron
y para insultarme me cubrieron de esputos y de

"71
13ª Hora, – 5 Am Jesús en la Prisión
oprobios. Por lo que no hay como compararse la
una y la otra”.

Menú

"72
14ª Hora, – Jesús sale de la Prisión ante Caifás
CITAS EN VOLUMENES
DECIMOCUARTA
Jesús de nuevo ante Caifás y después es llevado a
Pilatos.

Vol. 13 21.09.1921 (19)


…Después he regresado en mí misma, y era la
hora cuando mi amado Jesús salía de la prisión y era
llevado de nuevo ante Caifás, yo he tratado de
acompañarlo en este misterio y Jesús me ha dicho:
“Hija mía, cuando fui presentado ante Caifás
era pleno día y era tanto el amor que Yo tenía hacia
las criaturas, que salía en este último día ante el
pontífice todo deformado, llagado, para recibir la
condena de muerte; pero cuantas penas debía
costarme esta condena y Yo estas penas las
convertía en días eternos, con los cuales
circundaba a cada una de las criaturas, para que
alejándole las tinieblas, cada una encontrara la luz
necesaria para salvarse y ponía a su disposición mi
condena de muerte para encontrar en ella su vida.
Así que cada pena y cada bien que Yo hacía, era un
día de más que daba a la criatura; y no sólo Yo, sino
también el bien que hacen las criaturas es siempre
día que forman, así como el mal es noche.
Sucede como cuando una persona tiene una
luz y se encuentran cerca de ella diez, veinte
personas, a pesar de que la luz no es de todas, sino
de una sola, las otras gozan de la luz, pueden
trabajar, leer y mientras ellas se aprovechan de la

"73
14ª Hora, – Jesús sale de la Prisión ante Caifás
luz no hacen ningún daño a la persona que la
posee.
Así sucede con el bien obrar, no sólo es día
para ella, sino que puede hacer el día a quién sabe
cuantas más; el bien es siempre comunicativo y mi
Amor no sólo me incitaba a Mí, sino que daba la
gracia a las criaturas que me aman, de formar
tantos días en provecho de sus hermanas por
cuantas obras buenas van haciendo.”

Vol. 6. 17.12.1903. La adoración de María en su


encuentro con Jesús en la Vía Dolorosa.

Continuando mi habitual estado, por unos


instantes he visto a Jesús bendito con la cruz a cuestas,
en el momento de encontrarse con su Santísima Madre,
y yo Le he dicho: “Señor, ¿qué hizo tu Madre en este
encuentro dolorosísimo?” Y El:
“Hija mía, no hizo sino un acto de adoración
profundísimo e sencillísimo, y como el acto, cuanto
más sencillo es, más fácil resulta para unirse con
Dios, Espíritu infinitamente simple, por eso, en ese
acto se infundió en Mí y siguió haciendo lo que Yo
mismo hacía en mi interior; lo cual Me resultó
sumamente agradable, más que si Me hubiera
hecho cualquier otra cosa más grande, porque el
verdadero espíritu de adoración consiste en esto:
que la criatura se pierda a sí misma y se halle en el
ambiente divino, y que adore todo lo que hace Dios,
uniéndose con El. ¿Crees tú que sea verdadera
adoración la que con la boca adora y con la mente
"74
14ª Hora, – Jesús sale de la Prisión ante Caifás
está en otra cosa? ¿O sea, la mente adora y la
voluntad está lejos de Mí? ¿O que una potencia Me
adora y las otras están del todo desordenadas? No,
Yo quiero todo para Mí y todo lo que le he dado, en
Mí, y ese es el acto más grande de culto, de
adoración, que la criatura puede hacerme.”
Vol.8. (12.01.1907 (20): La Santísima Virgen
salió el día de la Pasión solo para encontrar y soliviar a
su Hijo), Encontrándome en mi habitual estado, estaba
pensando en el momento en el que el bendito Jesús
encontró a su bendita Madre en el camino del calvario,
y mientras los compadecía el dulce Jesús me ha dicho:

“Hija mía, mi Madre salió el día de mi Pasión


sólo para poder encontrar y aliviar a su Hijo. Así el
alma verdaderamente amante, en todo su obrar, su
intención es únicamente la de encontrar a su
querido amado y aliviarlo del peso de la cruz, y
como la vida humana es una continua actitud de
acciones, sea internas o externas, el alma no hace
otra cosa que continuos encuentros con su amado;
¿y solamente lo encontrará? No, no, lo saludará, lo
abrazará, lo besará, lo consuela, lo ama, y aunque
sea con una sola palabrita que le diga de prisa El
quedará satisfecho y contento, y conteniendo la
acción siempre un sacrificio, si la acción sirve para
encontrar el sacrificio que hay dentro de la acción,
servirá para aliviarme del peso de mi cruz.

¿Cuál será la felicidad de esta alma que en su


obrar está en continuo contacto conmigo? ¡OH!
"75
14ª Hora, – Jesús sale de la Prisión ante Caifás
cómo crecerá siempre más el amor en cada
encuentro que haga conmigo mediante su obrar.
Pero cuán pocos se sirven de esto para encontrar el
brevísimo camino de sus acciones para venir a Mí y
estrecharse, aliviarme de tantas aflicciones que me
dan las criaturas.”
Menú

"76
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
CITAS EN VOLUMENES
DECIMAQUINTA HORA
Jesús ante Pilatos. Pilatos lo envía a Herodes.

Vol. 14 01.06.1922 (32)


Jesús ante Pilatos. Qué es la Verdad.
Encontrándome en mi habitual estado, estaba
siguiendo las horas de la Pasión de mi dulce Jesús,
especialmente cuando fue presentado a Pilatos, el cual
le preguntó cuál era su reino, y mi siempre amable
Jesús me ha dicho:
“Hija mía, fue la primera vez en mi vida
terrena que tuve que tratar con un gobernante
gentil, el cual me preguntó cuál era mi Reino, y Yo le
respondí que mi Reino no es de este mundo, que si
de este mundo fuera, millares de legiones de
ángeles me defenderían. Con esto abría a los
gentiles mi Reino y les comunicaba mi celestial
doctrina, tanto que Pilatos me preguntó: “¿Cómo,
Tú eres rey?” Y Yo inmediatamente le respondí:
“Rey soy Yo, y he venido al mundo a enseñar la
Verdad.”
Con esto Yo quería abrirme camino en su
mente para hacerme conocer, y él, sintiéndose
como golpeado me preguntó: “¿Qué cosa es la
Verdad?” Pero no esperó mi respuesta, no tuve el
bien de hacerme entender, le habría dicho: “La
Verdad soy Yo, todo en Mí es Verdad; Verdad es mi
paciencia en medio de tantos insultos; Verdad es mi
mirada dulce entre tantas burlas, calumnias,
desprecios; Verdad son mis modos afables,
"77
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
atrayentes, en medio de tantos enemigos, que
mientras ellos me odian Yo los amo, y mientras
quieren darme la muerte, Yo quiero abrazarlos y
darles la vida; Verdad son mis Palabras dignas y
llenas de Sabiduría Celestial; todo en Mí es Verdad.
La verdad es más que sol majestuoso que por
cuanto se quiera pisotear, surge más bello, más
luminoso y hace avergonzar a los mismos
enemigos, haciéndolos caer a tierra, a sus pies.
Pilatos me preguntó con ánimo sincero y Yo
le respondí inmediatamente, en cambio Herodes me
preguntó con maldad y por curiosidad y Yo no le
respondí. Así que a quien quiere saber las cosas
santas con sinceridad, Yo me revelo más allá de lo
que se quiere; en cambio, a quien quiere saberlas
con maldad y para curiosear, Yo me escondo, y
mientras éstos quieren hacer burla de Mí, Yo los
confundo y me burlo de ellos. Pero como mi
Persona traía con Sí la Verdad, también ante
Herodes hizo su oficio, el silencio ante sus
tempestuosas preguntas, mi mirada modesta, el
aspecto todo lleno de dulzura, de dignidad, de
nobleza de mi misma persona, eran todas Verdades,
y Verdades operantes.”

Vol.13. 16.09.1921 (18):


Estaba haciendo la hora de la Pasión en la que
mi dulce Jesús se encontraba en el palacio de Herodes
vestido de loco, recibiendo burlas y mi siempre amable
Jesús, haciéndose ver me ha dicho:
“Hija mía, no solamente en aquel momento fui
vestido de loco, escarnecido y recibí burlas, sino

"78
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
que las criaturas continúan dándome estas penas;
es más, estoy bajo continuas burlas y por toda
clase de personas.
Si una persona se confiesa y no mantiene sus
propósitos de no ofenderme, es una burla que me
hace; si un sacerdote confiesa, predica, administra
Sacramentos y su vida no corresponde a las
palabras que dice y a la dignidad de los
Sacramentos que administra, tantas burlas me hace
por cuantas palabras dice, por cuantos
Sacramentos administra; y mientras Yo en los
Sacramentos les vuelvo a dar la vida nueva, ellos
me dan escarnios, burlas y al profanarlos me
preparan la vestidura para vestirme de loco.
Si los superiores ordenan a sus inferiores
sacrificios, oración, virtud, desinterés, y ellos llevan
una vida cómoda, viciosa, interesada, son tantas
burlas que me hacen; si los gobernantes civiles y
eclesiásticos quieren la observancia de las leyes y
ellos son los primeros transgresores, son burlas
que me hacen. ¡Oh!, cuántas burlas me hacen!, son
tantas, que estoy cansado de ellas, especialmente
cuando bajo apariencia de bien ponen el veneno del
mal; ¡Oh!, cómo hacen de Mí un juego!, como si Yo
fuera su juguete y su pasatiempo, pero mi Justicia
tarde o temprano se burlará de ellos, castigándolos
severamente. Tú reza y repárame por todas estas
burlas que tanto me duelen y que son la causa por
la que no puedo hacer conocer quién soy Yo.”…

"79
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
Vol.14. (01.04.1922 (17):
…Después he seguido las horas de la Pasión, y
seguía a mi dulce Jesús en el momento en que fue
vestido y tratado como loco; mi mente se perdía en este
misterio y Jesús me ha dicho:
“Hija mía, el paso más humillante de mi
Pasión fue propiamente este, el ser vestido y
tratado como loco, llegué a ser el juguete de los
judíos, su harapo; humillación más grande no
podría tener mi infinita Sabiduría; no obstante era
necesario que Yo, Hijo de Dios, sufriera esta pena.
El hombre pecando se vuelve loco; locura más
grande no puede darse, y de rey cual es, se
convierte en esclavo y juguete de vilísimas
pasiones que lo tiranizan y más que a un loco lo
encadenan a su antojo, arrojándolo en el fango y
cubriéndolo con las cosas más sucias.
¡Oh! qué gran locura es el pecado, en este
estado el hombre jamás podía ser admitido ante la
Majestad Suprema; por eso quise sufrir esta pena
tan humillante, para conseguirle al hombre que
saliera de este estado de locura, ofreciéndome Yo a
mi Padre Celestial para sufrir las penas que merecía
su locura. Cada pena que sufrí en mi Pasión no era
otra cosa que el eco de las penas que merecían las
criaturas; este eco retumbaba en Mí y me sometía a
penas, a desprecios, a burlas y a todos los
tormentos.”

Vol.14. 24.11.1922 (73):

"80
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
Estaba pensando en mi dulce Jesús cuando fue
presentado a Herodes y decía entre mí: “Cómo es
posible que Jesús, tan bueno, no haya tenido a bien
decirle una palabra, ni dirigirle una mirada. ¿Quién
sabe, a lo mejor aquel pérfido corazón ante la potencia
de la mirada de Jesús se hubiera convertido?” Y Jesús
haciéndose ver me ha dicho:

“Hija mía, era tanta su perversidad e indisposición


de ánimo, que no mereció que lo mirara y le dijera
una Palabra, y si lo hubiera hecho, él se habría
hecho más culpable, porque cada Palabra mía o
mirada, son vínculos de más que se forman entre la
criatura y Yo. Cada palabra es una unión mayor, un
mayor estrechamiento; y en cuanto el alma se
siente mirada, la gracia comienza su trabajo: Si la
mirada o la palabra ha sido dulce, benigna, el alma
dice: “Cómo era bella, penetrante, suave,
melodiosa, ¿cómo no amarlo?” O bien si ha sido
una mirada o palabra majestuosa, fulgurante de luz,
dice: “Qué majestad, qué grandeza, qué luz tan
penetrante, cómo me siento pequeña, cómo soy
miserable, cuántas tinieblas en mí ante esa luz tan
fulgurante.” Si te quisiera decir la potencia, la
gracia, el bien que lleva mi palabra o mirada,
cuántos libros te haría escribir”. …

Vol. 14 01.04.1922 (18)


….Después he seguido las horas de la Pasión, y
seguía a mi dulce Jesús en el momento en que fue
vestido y tratado como loco; mi mente se perdía en este
misterio y Jesús me ha dicho:
“Hija mía, el paso más humillante de mi
Pasión fue propiamente este, el ser vestido y
"81
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
tratado como loco, llegué a ser el juguete de los
judíos, su harapo; humillación más grande no
podría tener mi infinita Sabiduría; no obstante era
necesario que Yo, Hijo de Dios, sufriera esta pena.
El hombre pecando se vuelve loco; locura más
grande no puede darse, y de rey cual es, se
convierte en esclavo y juguete de vilísimas
pasiones que lo tiranizan y más que a un loco lo
encadenan a su antojo, arrojándolo en el fango y
cubriéndolo con las cosas más sucias.
¡Oh! que gran locura es el pecado, en este
estado el hombre jamás podía ser admitido ante la
Majestad Suprema; por eso quise sufrir esta pena
tan humillante, para conseguirle al hombre que
saliera de este estado de locura, ofreciéndome Yo a
mi Padre Celestial para sufrir las penas que merecía
su locura. Cada pena que sufrí en mi Pasión no era
otra cosa que el eco de las penas que merecían las
criaturas; este eco retumbaba en Mí y me sometía a
penas, a desprecios, a burlas y a todos los
tormentos.”

Vol. 15 05.07. 1923 (39)


Estaba acompañando a mi penante Jesús en las
horas de su amarguísima Pasión, especialmente
cuando fue presentado y acusado por los judíos ante
Pilatos, y él, no contento con las simples acusaciones
que le hacían, volvía a los interrogatorios para
encontrar, o causa suficiente para condenarlo o para

"82
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
liberarlo. Y Jesús, hablándome en mi interior me ha
dicho:
“Hija mía, todo en mi vida es misterio
profundo y enseñanzas sublimes en las cuales el
hombre debe mirarse como en un espejo para
imitarme. Tú debes saber que era tanta la soberbia
de los judíos, especialmente por la fingida santidad
que profesaban, por la que eran tenidos por
hombres rectos y concienzudos, que creían que
sólo con presentarme ellos y decir que me habían
encontrado culpable y reo de muerte, Pilatos debía
creerles y sin interrogarlos debía condenarme;
mucho más porque estaban tratando con un juez
gentil que no tenía ni conocimiento de Dios ni
conciencia.
Pero Dios dispuso diversamente para
confundirlos y para enseñar a los superiores que
por mucho que parezcan buenas y santas las
personas que acusan a un pobre reo, no les crean
fácilmente, sino que las interroguen
cuidadosamente para ver si están en la verdad, o
bien, ver si bajo aquel vestido de bondad hay
algunos celos, rencores, o es para obtener de los
superiores, haciéndose camino en sus corazones,
algún puesto o dignidad que ambicionan. El
escrutinio hace conocer a las personas, las
confunde y se muestra que no se tiene confianza en
ellas y al no verse apreciadas se quitan el
pensamiento de ambicionar puestos o de acusar a
otros.

"83
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
Cuánto mal hacen aquellos superiores
cuando a ojos cerrados, fiándose de una fingida
bondad, no de una virtud probada, los ponen en un
puesto o dan oídos a quién acusa a otro de alguna
falta. Cuánto no quedaron humillados los judíos al
no ser creídos fácilmente por Pilatos y al sufrir
tantos interrogatorios, y si cedió en condenarme no
fue porque les creyera, sino forzado y para no
perder su puesto; esto los confundió, de modo que
quedó como marca sobre su frente una extrema
confusión y una humillación profunda, mucho más
que descubrían más rectitud y más conciencia en
un juez gentil que en ellos. Cuán necesario y justo
es el escrutinio, arroja luz, produce calma en los
verdaderos buenos y confusión en los malos.
Y cuando queriendo examinarme Pilatos me
preguntó: “¿Tú eres Rey? Y ¿dónde está tu
Reino?” Yo quise dar otra sublime lección con
decir: “Yo Soy Rey.”
Y quería decir: “¿Pero sabes tú cual es mi
Reino? Mi Reino son mis Dolores, mi Sangre, mis
Virtudes; este es el verdadero Reino, que no fuera
de Mí sino dentro de Mí poseo; lo que se posee por
afuera no es verdadero Reino ni seguro dominio,
porque lo que no está dentro del hombre le puede
ser quitado, usurpado y será obligado a dejarlo. En
cambio lo que está dentro nadie se lo podrá quitar,
el dominio será eterno dentro de él.
Las características de mi Reino son mis
Llagas, las Espinas, la Cruz, donde no hago como

"84
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
los demás reyes que hacen vivir a sus pueblos
fuera de ellos, en la inseguridad y tal vez en ayunas;
Yo no, Yo llamo a mis pueblos a habitar en las
estancias de mis Llagas, fortificados y defendidos
por mis Dolores, quitada su sed por mi Sangre,
alimentados por mi Carne; y sólo esto es el
verdadero reinar, todos los demás reinos son reinos
de esclavitud, de peligros y de muerte; en mi Reino
está la verdadera Vida.
Cuántas enseñanzas sublimes, cuántos
misterios profundos en mis Palabras, cada alma
debería decirse a sí misma en las penas y dolores,
en las humillaciones y abandonos de todos, al
practicar las verdaderas virtudes: “Este es mi
Reino, no sujeto a perecer, nadie me lo puede quitar
ni tocar; es más, mi Reino es Eterno y Divino,
semejante al de mi dulce Jesús, mis Dolores y
Penas me lo certifican y me vuelven el Reno más
fortificado y aguerrido, tanto que ninguno podrá
hacerme guerra en vista de mi gran fortaleza. Este
es Reino de Paz, que deberían ambicionar todos
mis hijos.”

Vol. 20 04.01.1927 (45)


Después de esto estaba siguiendo a mi
apasionado Jesús en la pasión y llegada al punto
cuando Herodes lo acosaba de preguntas y Él callaba,
pensaba entre mí: “Si Jesús hubiese hablado, a lo
mejor aquel se habría convertido". Y Jesús,
moviéndose en mi interior, me ha dicho:

"85
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
"Hija mía, Herodes no me preguntó para
conocer la verdad, sino para curiosear y hacer una
burla de mí y si Yo hubiese contestado habría hecho
una burla de él, porque cuando falta la voluntad de
conocer la Verdad y de cumplirla, falta el estado de
ánimo en el alma para recibir el calor que trae
consigo la Luz de mis Verdades. Este calor si no
encuentra la humedad para hacer brotar y fecundar
la verdad, quema no más y hace secar el bien que
puede engendrar. Sucede como al sol, que cuando
no encuentra la humedad en las plantas, su calor
sirve para secar y quemar la vida de las plantas;
pero si encuentra humedad, hace prodigios. Por
eso la verdad es bella, amable, restauradora y
fecundadora de las almas. Con su calor y luz forma
prodigios de desarrollo, de gracias y de santidad
para quien ama conocerla y cumplirla pero para
quien no ama cumplir la verdad se burla de ellos en
vez de quedar burlada.”

Vol. 15 01.12. 1922 (2) (Vol. 16.16.07.1923)


…Como por ejemplo: cuando Pilatos me
preguntó si Yo era rey y Yo le respondí: “mi Reino
no es de este mundo, si de este mundo fuera
millones de legiones de ángeles me defenderían” y
Pilatos al verme tan pobre, humillado, despreciado
se asombró y extrañado dijo: “¿cómo, Rey eres
tú?”.
Y Yo con firmeza le respondí a él y a todos los
que se encuentran en un puesto semejante: “Rey

"86
15ª Hora, – 7 Am Jesús ante Pilatos y después Herodes
soy Yo y he venido al mundo a enseñar la Verdad, y
la Verdad es que no son los puestos, los reinos, las
dignidades, el derecho de mando lo que hace reinar
al hombre, lo que lo ennoblece, lo que lo eleva
sobre todos, es más, estas cosas son esclavitudes
y miserias que lo hacen servir a viles pasiones, a
hombres injustos, cometiendo también él otros
tantos actos de injusticia que les quitan nobleza, lo
arrojan en el fango y le atraen el odio de sus
dependientes.
Así que las riquezas son esclavitudes, los
puestos son espadas con las que muchos quedan
muertos o heridos; el verdadero reinar es la virtud,
es el despojarse de todo, el sacrificarse por todos,
el ponerse por debajo de todos, y este es el
verdadero reinar que vincula a todos y se hace amar
por todos, por eso mi reino no tendrá fin y el tuyo
está próximo a perecer”.
Y estas palabras en mi Voluntad las hacía
llegar a los oídos de todos aquellos que se
encuentran en puestos de autoridad, para hacerles
conocer el gran peligro en el que se encuentran y
para poner en guardia a quienes aspiran a los
puestos, a las dignidades y al mando”.

Menú


"87
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
CITAS EN VOLUMENES
DECIMOSEXTA HORA
Jesús de nuevo ante Pilatos. Es pospuesto a Barrabás.
Jesús es flagelado.

Vol. 16 14.01.1924 (41)


Estaba acompañando a mi Jesús en el misterio
de la flagelación, compadeciéndolo cuando se vio tan
confundido en medio de los enemigos, despojado de
sus vestidos, bajo una tempestad de golpes, y mi
amable Jesús saliendo de mi interior en el estado en el
que se encontraba cuando fue flagelado me ha dicho:
“Hija mía, ¿quieres saber la causa por la que
fui desnudado cuando fui flagelado? En cada
misterio de mi Pasión primero me ocupaba de
consolidar la rotura entre la voluntad humana y la
Divina, y luego las ofensas que esta rotura produjo.
Cuando el hombre en el Edén rompió los vínculos
de la unión entre la Voluntad Suprema y la suya, se
despojó de las vestiduras reales de mi Voluntad y
se vistió con los miserables harapos de la suya,
débil, inconstante, impotente para hacer algo de
bien.
Mi Voluntad era un dulce encanto que lo tenía
absorto en una Luz Purísima que no le hacía
conocer otra cosa que a su Dios, del Cual había
salido y Quien no le daba otra cosa que felicidad sin
medida, y estaba tan absorto por lo mucho que le
daba su Dios, que no se daba ningún pensamiento
sobre sí mismo. ¡Oh! cómo era feliz el hombre y

"88
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
cómo la Divinidad se deleitaba en darle tantas
partículas de su Ser, por cuanto la criatura puede
recibir, para hacerlo semejante a Él.
Ahora, en cuanto rompió la unión de nuestra
Voluntad con la suya, perdió la vestidura real,
perdió el encanto, la luz, la felicidad; se miró a sí
mismo sin la luz de mi Voluntad y viéndose sin el
encanto que lo tenía absorto, se conoció, tuvo
vergüenza, tuvo miedo de Dios, tanto que su misma
naturaleza sintió sus tristes efectos, sintió el frío y
la desnudez y sintió la viva necesidad de cubrirse; y
así como nuestra Voluntad lo tenía en el puerto de
felicidades inmensas, así la suya lo puso en el
puerto de las miserias.
Nuestra Voluntad era todo para el hombre y
en Ella encontraba todo; era justo que habiendo
salido de Nosotros y viviendo como un tierno hijo
nuestro en nuestro Querer, viviera de lo nuestro, y
este Querer debiera sustituirse a todo lo que él
necesitaba; por lo tanto, como quiso vivir de su
querer, tuvo necesidad de todo, porque el querer
humano no tiene el poder de sustituirse a todas las
necesidades, ni tiene en sí la fuente del bien, por
eso fue obligado a procurarse con cansancio las
cosas necesarias a la vida.
¿Ves entonces qué significa no estar unido
con mi Voluntad? ¡Oh! si todos la conocieran, sólo
tendrían un solo suspiro: Que mi Querer venga a
reinar sobre la tierra. Así que si Adán no se hubiera
sustraído de la Voluntad Divina, aun su naturaleza

"89
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
no habría tenido necesidad de vestidos, no habría
sentido la vergüenza de su desnudez, ni habría
estado sujeto a sufrir el frío, el calor, el hambre, la
debilidad; pero estas cosas naturales eran casi
nada, eran más bien símbolos del gran bien que
había perdido su alma.
Por eso hija mía, antes de ser atado a la
columna para ser flagelado, quise ser desnudado
para sufrir y reparar la desnudez del hombre
cuando se desnudó del vestido real de mi Voluntad.
Sentí en Mí tal confusión y pena al verme así
desnudo en medio de los enemigos que se burlaban
de Mí, que lloré por la desnudez del hombre y ofrecí
a mi Celestial Padre mi desnudez, para hacer que el
hombre fuera revestido de nuevo con el vestido real
de mi Voluntad, y como pago para que esto no me
fuera negado, ofrecí mi sangre, mis carnes
arrancadas a pedazos, me hice desnudar no sólo de
los vestidos, sino también de mi piel para poder
pagar el precio y satisfacer el delito de esta
desnudez del hombre; derramé tanta sangre en este
misterio, que en ningún otro derramé tanta, que
bastaba para cubrir al hombre como con un
segundo vestido, y vestido de sangre para cubrirlo
de nuevo y así calentarlo y lavarlo para disponerlo a
recibir la vestidura real de mi Voluntad.”
Yo al oír esto, sorprendida he dicho: “Mi amado
Jesús, ¿cómo puede ser posible que el hombre con
sustraerse de tu Voluntad tuvo necesidad de vestirse,
tuvo vergüenza, miedo, y sin embargo Tú hiciste

"90
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
siempre la Voluntad del Padre Celestial, eras una sola
cosa con El; tu Mamá no conoció nunca su querer, sin
embargo tuvieron necesidad de vestidos, de alimento y
sintieron el frío y el calor?” Y Jesús ha agregado:
“No obstante hija mía es precisamente así. Si
el hombre sintió vergüenza de su desnudez y quedó
sujeto a tantas miserias naturales, fue precisamente
porque perdió el dulce encanto de mi Voluntad, y si
bien el mal lo hizo el alma, no el cuerpo, pero
indirectamente fue como cómplice de la mala
voluntad del hombre, la naturaleza quedó como
profanada por el mal querer del hombre; por lo
tanto la una y el otro debían sentir la pena del mal
hecho.
Respecto a Mí es verdad que hice siempre la
Voluntad Suprema, pero Yo no vine a encontrar al
hombre inocente, al hombre antes de que pecara,
sino que vine a encontrar al hombre pecador y con
todas sus miserias y debí mezclarme con él, tomar
sobre Mí todos sus males y sujetarme a las
necesidades de la vida como si fuera uno de ellos;
pero en Mí había este prodigio, que si lo quería, de
nada tenía necesidad, ni de vestidos, ni de alimento,
ni de nada; pero no quise servirme de él por amor al
hombre, quise sacrificarme en todo, aun en las
cosas más inocentes creadas por Mí mismo para
atestiguarle mi ardiente amor, es más, esto servía
para impetrar de mi Divino Padre que, por
consideración mía y de mi voluntad toda sacrificada

"91
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
a Él, restituyera al hombre la noble vestidura real de
nuestra Voluntad.”

Vol. 1 (21) A veces también el Señor mostraba


no escucharme y aumentaban mis penas, otras veces
me compadecía diciéndome:
“Pobre hija, ven a Mí que te quiero consolar,
tú tienes razón en que sufres, pero es que no
recuerdas que también Yo, ¡Oh!, cuánto más sufrí;
hasta cierto momento mis penas fueron ocultas,
pero cuando llegó la Voluntad del Padre de sufrir en
público, rápidamente salí a encontrar confusiones,
oprobios, desprecios, hasta ser despojado de mis
vestidos y estar desnudo en medio a un pueblo
numerosísimo, ¿podrías tú imaginar confusión más
grande que ésta? Mi naturaleza sentía mucho esta
clase de sufrimientos, pero tenía los ojos fijos a la
Voluntad del Padre y ofrecía esas penas en
reparación de tantos que cometen las más nefandas
acciones públicamente, ante los ojos de muchos y
vanagloriándose sin la más mínima vergüenza, y le
decía: “Padre, acepta mis confusiones y mis
oprobios en reparación de tantos que tienen la
desfachatez de ofenderte tan libremente sin el
mínimo disgusto; perdónalos, dales luz para que
vean la fealdad del pecado y se conviertan.”
También a ti te quiero hacer partícipe de esta
clase de sufrimientos; ¿no sabes tú que los más
bellos regalos que puedo dar a las almas que amo
son las cruces y las penas? Tú eres niña aún en el

"92
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
camino de la cruz, por eso te sientes demasiado
débil, cuando hayas crecido y hayas conocido cuán
precioso es el sufrir, entonces te sentirás más
fuerte. Por eso apóyate en Mí, repósate, porque así
adquirirás fuerza.”

Vol. 3. 18.06. 1900 (84)


Jesús sigue sin venir, y yo trataba de ocuparme
en considerar el misterio de la flagelación. Mientras
esto hacía he visto al bendito Jesús todo llagado y
chorreando Sangre y me ha dicho:
“Hija mía, el cielo con todo lo creado te
enseña el amor de Dios; mi cuerpo llagado te
enseña el amor del prójimo, tanto, que mi
Humanidad unida a mi Divinidad, de dos
naturalezas hice una sola y las volví inseparables,
porque no sólo satisfice a la Divina Justicia sino
realicé la salvación de los hombres. Y para hacer
que todos asumieran esta obligación de amar a
Dios y al prójimo, no sólo hice de esto una sola
obligación, sino que llegue a hacer de esta
obligación un Precepto Divino. Así que mis Llagas
y mi Sangre son tantas lenguas que enseñan a cada
quien el modo de amarse y la obligación que todos
tienen de poner atención a la salvación de los
demás.”

Vol. 8. (06.09.1908 (49):

"93
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
Continuando mi habitual estado, estaba
pensando en el misterio de la flagelación, y al venir
Jesús, poniendo su mano en mi hombro me ha dicho:
“Hija mía, quise que mi carne fuera esparcida
en pedazos, mi Sangre vertida por toda mi
Humanidad, para reunir a toda la humanidad
dispersa; en efecto, con haber hecho que todo lo
que de mi Humanidad fue arrancado: Carne,
Sangre, Cabellos, quedara disperso, en la
resurrección nada quedará disperso sino todo
reunido de nuevo en mi Humanidad, con esto Yo
reincorporaba a todas las criaturas en Mí; así que
después de esto, quien de Mí queda separado, es
por su obstinada voluntad que de Mí se arranca
para ir a perderse.”

Vol.14. (09.02.1922 (2):


Encontrándome en mi habitual estado, estaba
siguiendo las horas de la Pasión y mi dulce Jesús,
mientras lo acompañaba en el misterio de su dolorosa
flagelación, se hacía ver todo descarnado, su Cuerpo
desnudado no sólo de sus vestiduras, sino también de
sus carnes; sus huesos se podían numerar uno por
uno, su aspecto al verse era no sólo desgarrador sino
horrible, tanto que infundía temor, espanto, reverencia y
amor a la vez. Yo me sentía muda ante esta escena tan
desgarradora, habría querido hacer no sé qué cosa
para aliviar a mi Jesús, pero no sabía hacer nada, la
vista de sus penas me daba la muerte, y Jesús todo
bondad me ha dicho:
"94
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
“Querida hija mía, mírame bien para que
conozcas a fondo mis penas. Mi cuerpo es el
verdadero retrato del hombre que comete pecado;
el pecado lo despoja de la vestidura de mi gracia, y
Yo para dársela nuevamente me hice despojar de
mis vestidos; el pecado lo deforma, y mientras es la
más bella criatura que salió de mis manos, se
vuelve la más fea y da asco y horror.
Yo era el más bello de los hombres y para
darle de nuevo la belleza al hombre, puedo decir
que mi Humanidad tomó la forma más fea; mírame
cómo estoy horrible, me hice quitar la piel y la carne
por los azotes y quedé irreconocible. El pecado no
sólo quita la belleza, sino que forma llagas
profundas, putrefactas y gangrenosas que corroen
las partes más íntimas, consumen los humores
vitales, así que todo lo que el hombre hace en
estado de pecado son obras muertas, esqueléticas,
el pecado le arranca la nobleza de su origen, la luz
de su razón y se vuelve ciego, y Yo para llenar la
profundidad de sus llagas me hice arrancar a
pedazos la carne, me reduje todo a una sola llaga, y
con derramar a ríos mi sangre hice correr los
humores vitales en su alma, para darle nuevamente
la vida.
¡Ah! si no tuviera en Mí la fuente de la vida de
mi Divinidad, Yo habría muerto desde el principio de
mi Pasión, porque como a cada pena que me daban,
mi Humanidad moría, así ella me restituía la vida.
Ahora, mis Penas, mi Sangre, mis Carnes

"95
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
arrancadas a pedazos están siempre en acto de dar
vida al hombre, pero el hombre rechaza mi sangre
para no recibir la vida, pisotea mis carnes para
quedar llagado. ¡Oh! cómo siento el peso de la
ingratitud.”
Y arrojándose en mis brazos ha roto en llanto.
Yo me lo he estrechado a mi corazón, pero Él lloraba
fuertemente. ¡Qué desgarro ver llorar a Jesús! Habría
querido sufrir cualquier pena para no hacerlo llorar.
Entonces lo he compadecido, le he besado sus llagas,
le he secado las lágrimas, y El, como reconfortado ha
agregado:
“¿Sabes cómo hago Yo? Como un padre que
ama mucho a su hijo, y este hijo es ciego, deforme,
tullido; y el padre que lo ama hasta la locura, ¿qué
hace? Se saca los ojos, se arranca las piernas, se
quita la piel y se lo da todo al hijo y dice: “Estoy
más contento con quedar ciego, cojo, deforme, con
tal que te vea a ti, hijo mío, que puedes ver, que
puedes caminar, que eres bello.” ¡Oh!, cómo está
contento aquel padre porque ve a su hijo mirar con
sus ojos, caminar con sus piernas y cubierto con su
belleza! ¿Pero cuál sería el dolor del padre si viera
que su hijo, ingrato, arroja de sí los ojos, las
piernas, la piel, y se contenta con permanecer feo
como está? Así soy Yo, en todo he pensado, pero
ellos, ingratos, forman mi más acerbo dolor.”

Vol. 15 01.12. 1922 (2)

"96
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
Estaba pensando en la Pasión de mi dulce Jesús
y sentía sus penas junto a mí como si ahora mismo las
estuviera Él sufriendo, y mirándome me ha dicho:
“Hija mía, Yo sufrí todas mis penas en mi
Voluntad, y a medida que las sufría ellas abrían
tantos caminos en mi Voluntad para llegar a cada
criatura. Si no hubiera sufrido en mi Voluntad, que
envuelve todo, mis penas no habrían llegado hasta
ti, ni hasta todos y cada uno, habrían quedado con
mi Humanidad. Es más, con haberlas sufrido en mi
Voluntad no sólo abrían tantos caminos para ir a
todas las criaturas, sino que abrían también tantos
otros para hacerlas entrar a ellas hasta mí y unirse
con esas penas y darme cada una de las penas que
con sus ofensas me habrían de dar en todo el curso
de los siglos, y mientras Yo estaba bajo la
tempestad de los golpes mi Voluntad me traía a
cada una de las criaturas a golpearme, así que no
fueron aquellos los que me flagelaron, sino las
criaturas de todos los tiempos, que habrían, con
sus ofensas, concurrido a la bárbara flagelación.
Y así también en todas las demás penas: mi
Voluntad me traía a todos, ninguno faltaba a la
llamada, todos estaban presentes, ninguno faltó.
Por eso mis penas fueron, ¡Oh!, cuanto más duras y
múltiples que las que se vieron! Entonces si quieres
que tus ofrecimientos de mis penas, tu compasión,
tus reparaciones y tus pequeñas penas no sólo
lleguen hasta mí, sino que hagan los mismos
caminos de las mías haz que todo entre en mi

"97
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
Querer y todas las generaciones recibirán los
efectos. Y no sólo mis penas, sino también mis
Palabras, que también eran dichas en mi Voluntad,
llegaban a todos”.

Vol. 17 01.07. 1924 (4)


Me sentía muy oprimida por la privación de mi
adorable Jesús. ¡Oh!, cómo me sangra el corazón, y
me siento sometida a sufrir muertes continuas! Sentía
que no podía más sin Él, y que más duro no podía ser
mi martirio. Y mientras buscaba seguir a mi Jesús en
los diferentes misterios de su Pasión, he llegado a
acompañarlo en el misterio de su dolorosa flagelación.
Mientras estaba en esto se ha movido en mi interior
llenándome toda de su adorable Persona; yo al verlo le
quería decir mi duro estado, pero Jesús imponiéndome
silencio me ha dicho:
“Hija mía, recemos juntos; hay ciertos
tiempos tan tristes en los cuales mi Justicia, no
pudiendo contenerse por los males de las criaturas
quisiera inundar la tierra de nuevos flagelos y por
este motivo es necesaria la oración en mi Voluntad,
la que extendiéndose sobre todos se pone en
defensa de las criaturas y con su potencia impide
que mi Justicia se acerque a la criatura para
castigarla.”
¡Cómo era bello y conmovedor oír rezar a Jesús!
Y como lo estaba acompañando en el doloroso misterio
de la flagelación, se hacía ver chorreando sangre, y oía
que decía:

"98
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
“Padre mío, te ofrezco esta mi sangre, ¡ah!
haz que cubra todas las inteligencias de las
criaturas y vuelva vanos todos sus malos
pensamientos, calma el fuego de sus pasiones y
haz renacer inteligencias santas. Ésta sangre cubra
sus ojos y haga velo a su vista, para que no les
entre el gusto de los placeres malos y no se
ensucien con el fango de la tierra. Ésta sangre mía
cubra y llene sus bocas y deje muertos sus labios a
las blasfemias, a las maldiciones, a todas sus malas
palabras.
Padre mío, ésta mi sangre cubra sus manos y
les de terror de tantas acciones infames. Ésta
Sangre circule en nuestra Voluntad Eterna para
cubrir a todos, para defender y para ser arma
defensora en favor de las criaturas ante los
derechos de nuestra Justicia.”…
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CITAS EN VOLUMENES
DECIMASEPTIMA HORA
Jesús coronado de espinas. “Ecce Homo.” Jesús es
condenado a muerte. Jesús de Nuevo ante Pilatos, que
lo muestra al pueblo.

Vol.4 31.01.1903 (175):


Después de haber esperado mucho, he visto al
bendito Jesús en mi interior que tenía la corona de
espinas, y yo me puse a contemplarlo y a compadecerlo
y El me ha dicho:

"99
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
“Hija mía, quise sufrir estas espinas en mi
cabeza, además de expiar todos los pecados de
pensamiento, para unir la Inteligencia Divina a la
humana, porque la inteligencia divina estaba como
dispersa en las mentes humanas, y mis espinas la
llamaron del Cielo y la injertaron de nuevo. No sólo
esto, sino que obtuve, para quien debía manifestar
las cosas Divinas, ayuda, fuerza, lucidez para
hacerla conocer a los demás.”

Vol.5. 12.10.1903 (21):


Esta mañana veía a mi adorable Jesús en mi
interior coronado de espinas, y viéndolo en aquel modo
le he dicho: “Dulce Señor mío, ¿por qué vuestra
Cabeza envidió a vuestro flagelado Cuerpo que había
sufrido tanto y tanta sangre había derramado, y no
queriendo la cabeza quedarse atrás del cuerpo honrado
con el adorno del sufrir, instigaste Tú mismo a los
enemigos a coronarte con una corona de espinas tan
dolorosa y tormentosa?” Y Jesús:
“Hija mía, muchos significados tiene esta
coronación de espinas, y por cuanto dijera queda
siempre mucho por decir, porque es casi
incomprensible a la mente creada el porqué mi
Cabeza quiso ser honrada con tener su porción
distinta y especial, no general, de un sufrimiento y
esparcimiento de sangre aparte, haciendo casi
competencia con el cuerpo
El porqué fue -que siendo la cabeza la que
une todo el cuerpo y toda el alma, de modo que el
"100
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
cuerpo sin la cabeza es nada, (tanto que se puede
vivir sin los otros miembros, pero sin la cabeza es
imposible, siendo la parte esencial de todo el
hombre), tanto es verdad, que si el cuerpo peca o
hace el bien, es la cabeza la que dirige, no siendo el
cuerpo otra cosa que un instrumento-, entonces,
debiendo mi cabeza restituir el régimen y el
dominio, y merecer que en las mentes humanas
entraran nuevos cielos de gracias, nuevos mundos
de verdad, y destruir los nuevos infiernos de
pecados, por los que llegarían hasta hacerse viles
esclavos de viles pasiones, y queriendo coronar a
toda la familia humana de gloria, de honor y de
decoro, por eso quise coronar y honrar en primer
lugar mi Humanidad, si bien con una corona de
espinas dolorosísima, símbolo de la corona
inmortal que restituía a las criaturas, quitada por el
pecado.
Además de esto la corona de espinas
significa que no hay gloria y honor sin espinas, que
no puede haber jamás dominio de pasiones,
adquisición de virtudes, sin sentirse pinchar hasta
dentro de la carne y el espíritu, y que el verdadero
reinar está en el donarse a sí mismo, con las
pinchaduras de la mortificación y del sacrificio;
además estas espinas significaban que verdadero y
único Rey soy Yo, y sólo quien me constituye Rey
del propio corazón goza de paz y felicidad, y Yo la
constituyo reina de mi propio reino. Además, todos
aquellos ríos de sangre que brotaban de mi cabeza

"101
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
eran tantos riachuelos que ataban la inteligencia
humana al conocimiento de mi supremacía sobre
ellos.”
¿Pero quién puede decir todo lo que oigo en mi
interior? No tengo palabras para expresarlo, es más, lo
poco que he dicho me parece haberlo dicho
incoherente, y así creo que debe ser al hablar de las
cosas de Dios, por cuan alto y sublime uno pueda
hablar, siendo El increado y nosotros creados, no se
puede decir de Dios mas que balbuceos.

Vol. 7. 05.03.1906 (7):


El bendito Jesús ha regresado con la corona de
espinas y tan encajada en la Cabeza, que las espinas
parecía que estaban hasta en la boca y me ha dicho:
“¡Ah!, hija mía, muchos no lo creen, que las
espinas penetraron hasta dentro de la boca. Es tan
feo el pecado de la soberbia, que es veneno para el
alma el cual la mata; así como quien tiene una cosa
atravesada en la boca, y esta le impide que tome
algún alimento para darle vida al cuerpo, así la
soberbia impide la Vida de Dios en el alma, por eso
quise sufrir tanto por la soberbia humana; y con
todo esto, la criatura llega a tanta soberbia, que
ebria de soberbia pierde el conocimiento de sí
misma y llega a matar su cuerpo y su alma.”
Esto lo digo por obedecer: Que habiendo dicho al
padre lo que está escrito arriba, me aseguró que esta
mañana un hombre se había suicidado

"102
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
Vol.11. 10.04.1914 (71):
Esta mañana mi siempre amable Jesús ha
venido crucificado y me participaba sus penas, y me ha
atraído hacia El en el mar de su Pasión, tanto, que casi
paso a paso la seguía. ¿Pero quién puede decir todo lo
que comprendía? Es tanto que no sé por dónde
empezar, diré sólo que al verle arrancar la corona de
espinas, las espinas mismas obstruían el paso a la
sangre y no la dejaban salir del todo, pero al arrancarle
la corona de espinas esa sangre ha brotado fuera por
aquellas heridas y le chorreaba a grandes ríos sobre el
rostro, sobre los cabellos y después descendía por toda
la persona de Jesús. Y Jesús:
“Hija, estas espinas que me agujerean la
cabeza, pincharán el orgullo, la soberbia, las llagas
más ocultas de las almas para hacerles salir fuera la
pus que contienen, y las espinas entintas en mi
sangre las sanarán y les restituirán la corona que el
pecado les había quitado.”
Luego Jesús me hacía pasar a otros momentos
de la Pasión, pero yo me sentía traspasar el corazón al
verlo sufrir tanto; y El casi para consolarme continuó
hablando de su Santísimo Querer:…

Vol.11. 24.04.1915 (86):


Encontrándome en mi habitual estado estaba
pensando cuánto sufrió el bendito Jesús al ser
coronado de espinas, y Jesús haciéndose ver me ha
dicho:

"103
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
“Hija mía, los dolores que sufrí son
incomprensibles a la mente creada; pero mucho
más dolorosos que aquellas espinas se clavaban en
mi mente todos los pensamientos malos de las
criaturas, de modo que de todos estos
pensamientos de las criaturas ninguno se me
escapaba, todos los sentía en Mí. Así que no sólo
sentía las espinas, sino también el horror de las
culpas que aquellas espinas clavaban en Mí.”
Entonces traté de ver al amable Jesús y veía su
santísima cabeza circundada como por una corona de
espinas que le salían de dentro. Todos los
pensamientos de las criaturas estaban en Jesús, y de
Jesús pasaban a ellas y de ellas a Jesús y en El
quedaban como concatenados juntos. ¡Oh, cómo sufría
Jesús! Después ha agregado:
“Hija mía, sólo las almas que viven en mi
Voluntad pueden darme verdaderas reparaciones y
endulzarme espinas tan punzantes, porque viviendo
en mi Voluntad, mi Voluntad se encuentra en todas
partes, y ellas encontrándose en Mí y en todos,
descienden en las criaturas y suben a Mí y me traen
todas las reparaciones y me endulzan, y hacen
cambiar en las mentes las tinieblas en luz.”

Vol. 19 20.06.1926 (28)


Después de haber pasado días amarguísimos
por la privación de mi dulce Jesús, me sentía que no
podía más, yo gemía bajo una prensa que me trituraba
alma y cuerpo y suspiraba por mi Patria Celestial,

"104
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
donde ni siquiera por un instante habría quedado
privada de aquel que es toda mi vida y mi sumo y único
bien. Luego, cuando me he reducido a los extremos sin
Jesús, me he sentido llenar toda de Él, de modo que yo
quedaba como un velo que lo cubría, y como estaba
pensando y acompañándolo en las penas de su pasión,
especialmente en el momento cuando Pilatos lo mostró
al pueblo diciendo: “Ecce Homo”. Mi dulce Jesús me ha
dicho:
“Hija mía, cuando Pilatos dijo “Ecce Homo”,
todos gritaron: “Crucifícalo, crucifícalo, lo
queremos muerto.” También mi mismo Padre
Celestial y mi inseparable y traspasada Mamá, y no
sólo aquellos que estaban presentes sino todos los
ausentes y todas las generaciones pasadas y
futuras, y si alguno no lo dijo con la palabra, lo dijo
con las acciones, porque no hubo uno solo que
dijera que me querían vivo, y el callar es confirmar
lo que quieren los demás.
Este grito de muerte de todos fue para Mí
dolorosísimo, Yo sentía tantas muertes por cuantas
personas gritaron crucifícalo, me sentí como
ahogado de penas y de muerte, mucho más que
veía que cada una de mis muertes no le llevaba a
cada uno la vida, y aquellos que recibían la vida por
causa de mi muerte no recibían todo el fruto
completo de mi pasión y muerte.
Fue tanto mi dolor, que mi Humanidad
gimiente estaba por sucumbir y dar el último
respiro, pero mientras moría, mi Voluntad Suprema

"105
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
con su Omnividencia, hizo presentes a mi
Humanidad agonizante a todos aquellos que
habrían hecho reinar en ellos, con dominio absoluto
al Eterno Querer, los cuales tomarían el fruto
completo de mi Pasión y Muerte, entre los cuales
estaba, a la cabeza, mi amada Madre, Ella tomó todo
el depósito de todos mis bienes y de los frutos que
hay en mi Vida, Pasión y Muerte, ni siquiera un
respiro mío perdió y del cual no custodiase el
precioso fruto, y de Ella debían ser transmitidos a la
pequeña recién nacida de mi Voluntad y a todos
aquellos en los cuales el Supremo Querer habría
tenido su Vida y su Reino.
Cuando mi Humanidad expirante vio puesto a
salvo y asegurado el fruto completo de mi Vida,
Pasión y Muerte, pudo reemprender y continuar el
curso de la dolorosa Pasión. Así que es sólo mi
Voluntad la que lleva toda la plenitud de mis bienes
y el fruto completo que hay en la Creación,
Redención y Santificación. Donde Ella reina
nuestras obras están todas llenas de vida, ninguna
cosa está a la mitad o incompleta.
En cambio, donde Ella no reina, aunque
hubiera alguna virtud todo es miseria, todo es
incompleto y si producen algún fruto es amargo y
sin maduración, y si toman los frutos de mi
Redención los toman con medida y sin abundancia
y por eso crecen débiles, enfermos y febriles, y por
eso si hacen algún poco de bien, lo hacen a duras

"106
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
penas y se sienten aplastar bajo el peso de aquel
poco de bien que hacen.
En cambio mi Voluntad vacía la voluntad
humana y pone en ese vacío la Fuerza divina y la
vida del bien, y por eso quien la hace reinar en ella
hace el bien sin cansancio, y la Vida que contiene la
lleva a obrar el bien con una fuerza irresistible, así
que mi Humanidad encontró la Vida en mi Pasión y
Muerte y en quien debía reinar mi Voluntad, y por
eso la Creación y la Redención estarán siempre
incompletas, hasta en tanto que mi Voluntad no
tenga su Reino en la almas.”

Vol.4. 06.03.1903 (181):


Después de haber esperado mucho, el bendito
Jesús se hacía ver dentro de mi interior, diciéndome:
“¿Quieres que vayamos a ver si las criaturas
me quieren?”
Y yo: “Seguro que te querrán; siendo Tú el Ser
más amable, ¿quién tendrá la osadía de no quererte?”
Y Él: “Vayamos y después verás lo que
harán.”
Nos hemos ido, y cuando llegamos a un punto
donde había mucha gente ha sacado su cabeza de
dentro de mi interior y ha dicho aquellas palabras que
dijo Pilatos cuando lo mostró al pueblo: “Ecce Homo.”
Y comprendía que aquellas palabras significaban si
querían que el Señor reinase como su rey y tuviese el
dominio en sus corazones, en las mentes y obras, y
aquellos respondieron: “Quítenlo, no lo queremos, más
bien crucifíquenlo, a fin de que sea destruida toda
"107
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
memoria suya.” ¡Oh!, cuántas veces se repiten estas
escenas! Entonces el Señor ha dicho a todos: “Ecce
Homo.”
Al decir esto sucedió un murmullo, una
confusión, quien decía: “No lo quiero por rey mío, quiero
la riqueza; otro el placer, otro el honor, quien las
dignidades y quien tantas otras cosas más. Con horror
yo escuchaba estas voces y el Señor me ha dicho:
“Has comprendido como nadie me quiere, sin
embargo esto es nada, dirijámonos a la clase
religiosa y veamos si me quieren.”
Entonces me he encontrado en medio de
sacerdotes, obispos, religiosas, consagrados, y Jesús
con voz sonora ha repetido: “Ecce Homo.” Y aquellos
decían: “Lo queremos, pero queremos también nuestra
conveniencia.” Otros: “Lo queremos, pero junto con el
interés.” Respondían otros: “Lo queremos pero unido a
la estima, al honor, ¿qué hace un religioso sin estima?”
Replicaban otros: “Lo queremos, pero unido a alguna
satisfacción de criatura, ¿cómo se puede vivir solo y sin
que nadie nos satisfaga?” Y algunos llegaban a querer
al menos la satisfacción en el Sacramento de la
Confesión. Pero sólo, sólo, casi ninguno lo quería, no
faltando también que alguno se cuidara del todo de
Jesucristo.
Entonces, todo afligido me ha dicho:
“Hija mía, retirémonos, has visto cómo
ninguno me quiere, o a lo más me quieren unido
con alguna cosa que a ellos les agrada, Yo no me
contento con esto, porque el verdadero reinar es

"108
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
cuando se reina solo.” Mientras esto decía me he
encontrado en mí misma.

Vol. 14 19.08.1922 (52)


Encontrándome en mi habitual estado, el dulce
Jesús me hacía sufrir parte de sus penas y de sus
muertes que sufrió por cada una de las criaturas. Por
mis pequeñas penas comprendía cuan atroces y
mortales habían sido las penas de Jesús, entonces me
ha dicho:
“Hija mía, mis penas son incomprensibles a la
naturaleza humana, las mismas penas de mi Pasión
fueron sombras o similitud de mis penas interiores.
Mis penas interiores me eran infringidas por un
Dios Omnipotente, del cual ninguna fibra podía
esquivar el golpe; las de mi Pasión me eran
infringidas por los hombres, los cuales no teniendo
ni la omnipotencia ni la Omnividencia, no podían
hacer lo que ellos mismos querían, ni podían
penetrar en todas mis fibras internas.
Mis penas interiores estaban encarnadas y mi
misma Humanidad era transmutada en clavos, en
espinas, en flagelos, en llagas, en martirio, tan
crueles que me daban muertes continuas, estas
eran inseparables de Mí, formaban mi misma Vida.
En cambio aquellas de mi Pasión eran
extrañas a Mí, eran espinas y clavos que se podían
clavar, y queriendo se podían también quitar, y el
solo pensamiento que una pena se puede quitar es
un alivio, pero mis penas internas, que eran

"109
17ª Hora, – Coronación de espinas y condenado a muerte
formadas de la misma carne, no había ninguna
esperanza de que se me pudieran quitar, ni
disminuir la agudeza de una espina o el
traspasarme de los clavos.
Mis penas interiores fueron tales y tantas, que
las penas de mi Pasión las podría llamar alivios y
besos que daban a mis penas interiores, que
uniéndose juntas daban el último testimonio de mi
grande y excesivo amor por salvar a las almas. Mis
penas externas eran voces que llamaban a todos a
entrar en el océano de mis penas interiores, para
hacerlos comprender cuánto me costaba su
salvación. Y además, por tus mismas penas
internas, comunicadas por Mí, puedes comprender
de algún modo la intensidad continua de las mías.
Por eso date ánimo, es el amor lo que a esto me
empuja.”
Menú

"110
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
CITAS EN VOLUMENES
DECIMOCTAVA HORA
Jesús toma la Cruz y se dirige al Calvario donde es
desnudado. Segunda Coronación de Espinas. Jesús
abraza la Cruz. El Camino Doloroso al Calvario. Jesús
desnudado y coronado de espinas por tercera vez.

Vol.6. 17.12.1903 (11):


Continuando mi habitual estado, por pocos
instantes he visto al bendito Jesús con la cruz sobre la
espalda, en el momento de encontrarse con su
Santísima Madre, y yo le he dicho: “Señor, ¿qué cosa
hizo tu Madre en este encuentro dolorosísimo?” Y Él:
“Hija mía, no hizo otra cosa que un acto de
adoración profundísimo y simplísimo, y como el
acto por cuanto más simple, tanto más fácil para
unirse con Dios, Espíritu Simplísimo, por eso en
este acto se fundió en Mí y continuó lo que obraba
Yo mismo en mi interior; y esto me fue sumamente
más grato que si me hubiese hecho cualquier otra
cosa más grande, porque el verdadero espíritu de
adoración consiste en esto, que la criatura se pierda
a sí misma y se encuentre en el ambiente divino, y
adore todo lo que obra Dios y se una con Él.
¿Crees tú que sea verdadera adoración
aquella en que la boca adora mientras la mente está
en otra parte, o sea, la mente adora y la voluntad
está lejos de mí? O bien, ¿que una potencia me
adora y las otras están todas desordenadas? No,
Yo quiero todo para Mí, y todo lo que le he dado en
"111
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
Mí, y este es el acto de culto y de adoración más
grande que la criatura puede hacerme.”

Vol. 6. 28.03.1905 (98):


… Entonces yo he continuado mi acostumbrado
trabajo interior sobre la Pasión, y habiendo llegado a
aquel momento del encuentro de Jesús y María en el
camino a la cruz, de nuevo se ha hecho ver y me ha
dicho:
“Hija mía, también con el alma me encuentro
continuamente, y si en el encuentro que hago con el
alma la encuentro en acto de ejercitar las virtudes y
unida conmigo, me recompensa del dolor que sufrí
cuando encontré a mi Madre tan adolorada por mi
causa.”

Vol. 7. 27.07.1906 (33):


Esta mañana se hacía ver mi adorable Jesús
abrazando a la cruz, y yo pensaba en mi interior cuáles
habían sido sus pensamientos al recibirla. Y El me ha
dicho:
“Hija mía, cuando recibí la cruz la abracé
como a mi más amado tesoro, porque en la cruz
doté a las almas y las desposé conmigo. Ahora,
mirando la cruz, su largura y anchura, Yo me alegré
porque veía en ella las dotes suficientes para todas
mis esposas, y ninguna podía temer el no poder
esposarse conmigo, teniendo Yo en mis propias
manos, en la cruz, el precio de su dote, pero con
esta sola condición: que si el alma acepta los
"112
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
pequeños donativos que Yo le envío, los cuales son
las cruces, como prenda de que me acepta por
esposo, el desposorio es formado y le hago la
donación de la dote.
Pero si no acepta los donativos, esto es, no
resignándose a mi Voluntad, queda todo anulado, y
a pesar de que Yo quiero dotarla no puedo, porque
para formar un esponsalicio se necesita siempre la
voluntad de ambas partes, y el alma no aceptando
los donativos, significa que no quiere aceptar el
esponsalicio.”

Vol.9 02.09.1910 (43):


Estaba pensando en Jesús cuando llevaba la
cruz al Calvario, especialmente cuando encontró a las
mujeres, que olvidó sus dolores y se ocupó en consolar,
oír, instruir a aquellas pobres mujeres. Cómo todo era
amor en Jesús.
El tenía necesidad de ser consolado, en cambio
consolando, y en qué estado consuela, estaba todo
cubierto de llagas, traspasada la cabeza por punzantes
espinas, jadeante y casi muriendo bajo la cruz, y
consuela a los demás, ¡qué ejemplo! ¡Qué vergüenza
para nosotros, que basta una pequeña cruz para
hacernos olvidar el deber de consolar a los demás!

Vol.10. 12.11.1910 (2):


Estaba pensando en el bendito Jesús cuando
llevaba la cruz al Calvario, especialmente cuando
encontró a la Verónica y le ofreció el lienzo para enjugar
"113
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
su rostro bañado en sangre, y decía a mi amable Jesús:
“Amor mío, Jesús, Corazón de mi corazón, si la
Verónica te ofreció el paño, yo no me propongo
ofrecerte lienzos para secarte la sangre, sino que te
ofrezco mi corazón, mi latido continuo, todo mi amor, mi
pequeña inteligencia, el respiro, la circulación de mi
sangre, los movimientos, todo mi ser para secarte la
sangre, y no sólo de tu rostro sino de toda tu Santísima
Humanidad.
Me propongo desmenuzarme en tantos pedazos
por cuantas son tus Llagas, tus dolores, tus amarguras,
las gotas de Sangre que derramas, para poner en todos
tus sufrimientos, dónde mi amor, dónde un alivio, dónde
un beso, dónde una reparación, dónde una compasión,
dónde un agradecimiento, etc., no quiero que quede
ninguna parte de mi ser, ninguna gota de mi sangre que
no se ocupe de Ti, pero, ¿sabes ¡Oh! Jesús qué
recompensa quiero? Que en todas las más pequeñas
partículas de mi ser me imprimas, selles tu imagen,
para que encontrándote en todo y por doquier, pueda
multiplicar mi amor.” Y tantos otros despropósitos que
decía. Ahora, habiendo recibido la comunión, y mirando
en mí misma, veía en todas las parte de mi ser a Jesús
todo entero dentro de una llama, y esta llama decía
“amor”, y Jesús me ha dicho:
“He aquí que he contentado a mi hija; por
cuantos modos se ha dado a Mí, en otros tantos y
triplicados modos me he donado a ella.”

Vol.14. 24.02.1922 (6):


"114
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
Encontrándome en mi habitual estado, mi
siempre adorable Jesús se hacía ver en el momento de
tomar la cruz para ponerla sobre su santísimo hombro y
me ha dicho:
“Hija mía, cuando recibí la cruz la miré de
arriba a abajo para ver el lugar que tomaba en mi
cruz cada alma, y entre tantas, miré con más amor y
puse atención especial a aquellas que habrían
estado resignadas y habrían hecho vida en mi
Voluntad, las miré y vi su cruz ancha y larga como
la mía, porque mi Voluntad suplía lo que a su cruz le
faltaba, y la alargaba y ensanchaba como la mía.
¡Oh! cómo sobresalía tu cruz larga, larga por tantos
años de cama sufrida sólo para cumplir mi
Voluntad. La mía era sólo para cumplir la Voluntad
de mi Padre Celestial, la tuya para cumplir la mía;
una hacía honor a la otra, y como una y otra
contenían la misma medida se confundían juntas.
Ahora, mi Voluntad tiene la virtud de ablandar
la dureza, de endulzar la amargura, de alargar y
ensanchar las cosas pequeñas; por eso cuando
sentí la cruz sobre mi hombro, sentí también la
suavidad y la dulzura de la cruz de las almas que
habrían sufrido en mi Querer, ¡ah! mi corazón tuvo
un respiro de alivio, y la suavidad de las cruces de
ellas hizo adaptar la cruz sobre mi hombro, y se
hundió tanto que me hizo una llaga profunda, y si
bien me dio un dolor acerbo, sentía al mismo
tiempo la suavidad y la dulzura de las almas que
habrían sufrido en mi Querer.

"115
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
Y como mi Voluntad es eterna, su sufrir, sus
reparaciones, sus actos, corrían en cada gota de mi
sangre, corrían en cada llaga, en cada ofensa; mi
Querer las hacía encontrarse como presentes a las
ofensas pasadas, desde que el primer hombre pecó;
a las presentes y a las futuras; eran propiamente
ellas las que me daban nuevamente los derechos de
mi Querer, y Yo, por amor de ellas decretaba la
Redención, y si los demás toman parte de Ella, es
por causa de estas que pueden hacerlo. No hay
bien que Yo conceda, ni en el Cielo ni en la tierra,
que no sea por causa de ellas.”

Vol. 1 (21)
…A veces también el Señor mostraba no
escucharme y aumentaban mis penas, otras veces me
compadecía diciéndome:
“Pobre hija, ven a Mí que te quiero consolar,
tú tienes razón en que sufres, pero es que no
recuerdas que también Yo, ¡Oh!, cuánto más sufrí;
hasta cierto momento mis penas fueron ocultas,
pero cuando llegó la Voluntad del Padre de sufrir en
público, rápidamente salí a encontrar confusiones,
oprobios, desprecios, hasta ser despojado de mis
vestidos y estar desnudo en medio a un pueblo
numerosísimo, ¿podrías tú imaginar confusión más
grande que ésta? Mi naturaleza sentía mucho esta
clase de sufrimientos, pero tenía los ojos fijos a la
Voluntad del Padre y ofrecía esas penas en
reparación de tantos que cometen las más nefandas

"116
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
acciones públicamente, ante los ojos de muchos y
vanagloriándose sin la más mínima vergüenza, y le
decía: “Padre, acepta mis confusiones y mis
oprobios en reparación de tantos que tienen la
desfachatez de ofenderte tan libremente sin el
mínimo disgusto; perdónalos, dales luz para que
vean la fealdad del pecado y se conviertan.
También a ti te quiero hacer partícipe de esta
clase de sufrimientos; ¿no sabes tú que los más
bellos regalos que puedo dar a las almas que amo
son las cruces y las penas? Tú eres niña aún en el
camino de la cruz, por eso te sientes demasiado
débil, cuando hayas crecido y hayas conocido cuán
precioso es el sufrir, entonces te sentirás más
fuerte. Por eso apóyate en Mí, repósate, porque así
adquirirás fuerza.”

Vol. 20 12.12.1926 (36)


Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el
Fiat Supremo y mi adorado Jesús ha salido de adentro
de mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, en mi pasión hay un lamento salido
de mí con inmenso dolor del fondo de mi Corazón
desgarrado, esto es: "Dividieron mis vestidos y mi
túnica la echaron en suertes". Cómo me fue
doloroso ver divididos mis vestidos en medio de
mis mismos verdugos y puesta en juego mi túnica!

"117
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
Era el solo objeto que poseía, dado a mí con tanto
amor por mi Madre doliente y ahora no sólo me
despojaron de ella, sino que hicieron un juego.
¿Pero no sabes tú qué me traspasó más? En
aquellos vestidos se me hizo presente Adán,
vestido con el vestido de la inocencia y cubierto
con la túnica indivisible de mi Suprema Voluntad.
La increada Sabiduría, al crearlo se hizo más que
madre amorosísima; lo vistió más que con una
túnica, con la luz interminable de mi Voluntad,
vestido no sujeto ni a descomponerse, ni a
dividirse, ni a corromperse, vestido que debía
servirle al hombre para conocer la imagen de su
Creador, sus dotes recibidas y que debía volverlo
no solo admirable y santo en todas sus cosas sino
que lo recubrió con el sobretodo de la inocencia.
Y Adán con sus pasiones dividió en el Edén
los vestidos de la inocencia y se jugó la túnica de
m i Vo l u n t a d , v e s t i d o i n i g u a l a b l e d e l u z
deslumbrante. Lo que hizo Adán en el Edén, se
repite bajo mis ojos en el monte Calvario. Al ver
divididos mis vestidos y jugada mi túnica símbolo
del vestido real dado al hombre, mi dolor fue
intenso, tanto que ni hice un lamento. Se me
hicieron presentes las criaturas cuando, haciendo
su voluntad, hacen un juego de la mía cuantas
veces dividen con sus pasiones el vestido de la
inocencia. Todos los bienes vienen encerrados en
el hombre en virtud de este vestido real de la Divina
Voluntad. Puesta en juego, éste quedó descubierto

"118
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
y perdió todos los bienes, porque le faltaba el
vestido que tenía encerrado en Ella. Así que entre
tantos males que hacen las criaturas con hacer su
voluntad, agregan el mal aprendido de jugarse el
vestido real de mi Voluntad, vestido que no podrá
ser sustituido por ninguno otro.”
Después mi dulce Jesús me hacía ver que ponía
mi pequeña alma dentro de un sol y con sus santas
manos me tenía firme en aquella luz, la cual
incluyéndome toda dentro y fuera, yo no podía ni sabía
ver otra cosa que la luz y mi adorado Bien ha añadido:
"Hija mía, al crear al hombre la Divinidad lo
ponía en el sol de la Divina Voluntad y en él a todas
las criaturas. Este sol le servía de vestido, no sólo
al alma, sino que sus rayos eran tantos que cubrían
también el cuerpo, de modo que le servía más que
vestido, para volverlo tan honrado y bello que ni rey
ni emperadores son nunca comparables así de
adornados, como aparecía Adán con este vestido
de luz resplandeciente. Se equivocan aquellos que
dicen que Adán antes de pecar andaba desnudo.
¡Falso, falso! Si todas las cosas creadas por
nosotros son todas adornadas y vestidas, él que era
nuestra joya la finalidad por la cual todas las cosas
fueron creadas, ¿no debía tener el más bello vestido
y el más bello ornamento de todos?
Por eso le convenía el bello vestido de la luz
del sol de nuestra Voluntad y puesto que poseía
este vestido de luz, no tenía necesidad de vestidos
materiales para cubrirse. Cuando se sustrajo del

"119
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
Fiat Divino, así se retiró la luz del alma y del cuerpo
y perdió su bello vestido y no viéndose más
rodeado de luz, se sintió desnudo y avergonzado al
verse solo desnudo en medio de todas las cosas
creadas y sintió la necesidad de cubrirse y se sirvió
de las cosas superfluas en las cosas creadas para
cubrir su desnudez.
Tan cierto es esto que, después de mi sumo
dolor, al ver divididos mis vestidos y jugar en
suertes mi túnica, al resucitar mi Humanidad no
llevé otro vestido, sino me vestí con el vestido
resplandeciente del sol de mi Querer Supremo. Era
aquel mismo vestido que poseía Adán cuando fue
creado, porque para abrir el cielo, mi Humanidad
debía llevar el vestido de la luz del Sol de mi
Supremo Querer, vestido real que dándome la divisa
de Rey y el dominio en mis manos, abrió el cielo a
todos los redimidos y presentándome a mi Padre
Celestial, le ofrecí los vestidos íntegros y bellos de
mi Voluntad con los cuales estaba cubierta mi
Humanidad para hacer reconocer a todos los
redimidos como nuestros hijos.
Así que mi Voluntad, mientras es vida, es al
mismo tiempo el verdadero vestido de la creación
de la criatura y por lo que tiene todos los derechos
sobre Ella. ¿Pero cuánto no hacen para huir de
dentro de esta luz?! Por lo que tú sé firme en este
sol del Eterno Fiat y Yo te ayudaré a tenerte en esta
luz”.

"120
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
Por lo cual yo al sentir esto le he dicho: “¿Mi
Jesús y mi todo, cómo es? Si Adán en el estado de
inocencia no tenía necesidad de vestido, porque la luz
de tu Voluntad era más que vestido, sin embargo la
Soberana Reina que poseía integra tu Voluntad, Tu
mismo que eras la misma Voluntad, y ni la Madre
Celestial ni Tu llevaban vestidos de luz y ambos se
sirvieron de vestidos materiales para cubrirse. ¿Cómo
es esto?" Y Jesús renueva a decir:
"Hija mía, tanto mi Madre como Yo vinimos a
hermanarnos con las criaturas; vinimos a levantar
la humanidad caída y por lo tanto tomar sus
miserias y humillaciones en las cuales estaba caída,
para cubrirla a costa de nuestra propia vida. ¿Si
estuviésemos vestidos de luz, quién habría osado
aproximarse y tratar con nosotros? ¿Y en el curso
de mi pasión, quién habría osado tocarme? La luz
del sol de mi Querer los habría cegado y
desplomado en tierra. Por lo tanto debía hacer un
milagro más grande, escondiendo esta luz con el
velo de mi Humanidad y comparecer como uno de
ellos, porque ella representaba no a Adán inocente,
sino a Adán caído y por lo tanto debía someterme a
todos sus males, tomándolos sobre mí, así como si
fuesen míos, para cubrirlos ante la Divina Justicia.
En cambio cuando resucité de la muerte,
representando a Adán inocente, el Nuevo Adán,
cesó la necesidad de tener escondido tras el velo de
mi Humanidad el vestido del resplandeciente sol de
mi Querer y quedé vestido de luz purísima; y con
"121
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
este vestido real y deslumbrante hice ingreso a mi
Patria, quedando las puertas abiertas, que hasta
aquel punto habían estado cerradas, para hacer
entrar a todos aquellos que me habían seguido. Por
lo cual con no hacer nuestra Voluntad no hay bien
que no se pierda, no hay mal que no se adquiera.”

Vol. 23 06.11. 1927 T (13)


( …)Por lo cual continuando en seguir los actos
de mi amado Jesús, me estoy parada cuando recibió la
cruz, que la abrazaba con toda la ternura de su amor,
se la puso sobre sus hombros para llevarla al Calvario y
Jesús ha añadido:
"Hija mía, la cruz maduró el Reino de la
Redención, lo completó y se puso en custodia de
todos los redimidos, de modo que si la criatura se
hace custodiar de la cruz, recibe en sí los efectos
que contiene un fruto madurado que contiene
sabor, dulzura y humor vital y la cruz le hace sentir
todo el bien de la redención, de modo que ésa
madura junto con el fruto de la cruz y se dispone a
regresar al Reino de mi Voluntad porque la cruz
maduró también el Reino de mi Voluntad. ¿En
efecto quien te ha dispuesto a hacerte vivir en ésa?
¿No ha estado quizás la cruz tantos años en ti que
te maduró como un bello fruto, te quitó todos los
desagradables gustos que contiene la tierra, todos
los ataques de las criaturas te los convirtió en
dulzura divina, poniéndose la cruz en guardia, a fin
de que nada entrase en ti que no fuese santo, que
no diese de cielo?
La cruz no ha hecho otra cosa que haciéndote
discurrir en ti todos los humores vitales, formaba en
"122
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
ti a tu Jesús y tu Jesús encontrándote madura
formaba el Reino de su Voluntad Divina en el fondo
de tu alma y pasándome a Maestro con todo amor te
hablaba y te hablo de Ella, te he enseñado sus
caminos, la vida que debes tener en Ella, los
prodigios, la potencia y la belleza de mi Reino”.

Vol.13. 17.01.1922 (52):


Estaba siguiendo la Pasión de mi dulce Jesús,
cuando en un instante me he encontrado fuera de mí
misma y veía que mi siempre amable Jesús venía
arrastrado por el camino, pisoteado, golpeado más que
en la misma Pasión, tratado en forma tan bárbara que
daba horror verlo; yo me he acercado a mi Jesús para
sacarlo de entre los pies de aquellos enemigos que
parecían tantos demonios encarnados. El se ha
arrojado en mis brazos como si esperase que yo lo
defendiera y lo he traído a mi cama. Entonces,
después de algunos minutos de silencio, como si
quisiera descansar me ha dicho:
“Hija mía, ¿has visto cómo triunfa el vicio, las
pasiones en estos tristes tiempos, cómo caminan
victoriosos por todos los caminos y el bien es
pisoteado, golpeado y aniquilado? El bien soy Yo,
no hay bien que la criatura haga en el que Yo no
entre, y cada bien que la criatura hace es un sorbo
de vida que da a su alma, así que por cuantos actos
buenos hace la criatura, tanto más crece la vida de
su alma, la hace más fuerte y más dispuesta para
realizar otros actos buenos.
"123
18ª Hora, – Toma la Cruz y se encamina al Calvario
Pero para que estos actos estén exentos de
cualquier sustancia venenosa deben ser rectos, sin
finalidad humana, sólo para agradarme a Mí, de otra
manera, los actos más bellos, más santos
aparentemente, quién sabe cuánto veneno
contienen, y Yo siendo puro Bien huyo de estos
actos contaminados y no comunico la vida.
Por lo tanto, a pesar de que parece que hacen
el bien, su bien está vacío de vida y se nutren de
alimentos que les dan la muerte. El mal despoja al
alma de la vestidura de la Gracia, la deforma, la
obliga a tomar veneno para hacerla morir pronto.
Pobres criaturas, hechas para la vida, para la
felicidad, para la belleza, y el pecado no hace otra
cosa que darles sorbos de muerte, sorbos de
infelicidad, sorbos de fealdad, que quitándoles
todos los humores vitales las hace leña seca para
arder con más intensidad en el infierno.”
Menú

"124
19ª Hora, – 11 Am La Crucifixión de Jesús
CITAS EN VOLUMENES
DECIMONOVENA HORA
La Crucifixión de Jesús. Segunda parte: Jesús
Crucificado. Con Él desarmamos la Divina Justicia.

Vol.14. 01.09.1922 (55):


… Entonces, después que me ha dejado en aquella
posición por algún tiempo, todo ternura me ha dicho:
“Animo, en este estado se encuentra la
presente generación, y de todas las clases, son
tales y tantas las pasiones que la dominan, que
están ahogados por las mismas pasiones y por los
vicios más feos, la podredumbre, el fango es tanto,
que está por sumergirlas; he aquí por qué he
querido hacerte sufrir la pena de sofocarte la
garganta, esta es pena de los excesos extremos, y
Yo no pudiendo soportar más el ver la humanidad
sofocada por sus mismos males, he querido de ti
una reparación.
Pero conoce que esta pena la sufrí Yo
también cuando me crucificaron, me estiraron tanto
sobre la cruz, que todos los nervios me los
estiraron tanto que los sentía despedazar, retorcer,
y aquellos de mi garganta trajeron una pena y un
estiramiento mayor, de sentirme asfixiado. Era el
grito de la humanidad sumergida en las pasiones,
que apretándome la garganta me ahogaba de penas.
Fue tremenda y horrible esta pena mía al sentirme
estirar los nervios, los huesos de la garganta de
sentírmelos destrozar todos los nervios de la

"125
20ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en la Cruz, 1ª Palabra
cabeza, de la boca y hasta de los ojos; fue tal la
tensión, que cada pequeño movimiento me hacía
sentir penas mortales. Ahora me quedaba inmóvil y
ahora me contorsionaba tanto, que me sacudía de
modo horrible sobre la cruz, que los mismos
enemigos quedaban aterrados. Por eso te repito,
ánimo, mi Voluntad te dará fuerza para todo.”

Vol.15. 16.02.1923 (12)


Estaba haciendo mi acostumbrada adoración al
Crucifijo abandonándome toda en su amable Querer,
pero mientras esto hacía he sentido que mi amable
Jesús se movía en mi interior y me decía:
“Hija mía, ándale, ándale, date prisa, haz tu
curso en mi Querer, ve repasando todo lo que hizo
mi Humanidad en la Suprema Voluntad, para que a
mis actos y a los de mi Mamá unas los tuyos. Está
decretado que si una criatura no entra en el Querer
Eterno para volver triples nuestros actos, este
Supremo Querer no desciende a la tierra para hacer
su camino en las generaciones humanas, quiere el
cortejo de los actos triples para hacerse conocer,
por eso date prisa.”
Jesús ha hecho silencio y yo me he sentido como
volcada en el santo Querer Eterno, pero no sé decir lo
que hacía, sólo sé decir que encontraba todos los actos
de Jesús y yo en ellos ponía el mío. Después ha vuelto
a hablarme:
“Hija mía, cuántas cosas hará conocer mi
Voluntad de lo que obró mi Humanidad en esta
"126
19ª Hora, – 11 Am La Crucifixión de Jesús
Voluntad Divina; mi Humanidad para obrar la
Redención completa y perfecta debía hacerla en el
ámbito de la eternidad, he aquí la necesidad de una
Voluntad Eterna. Si mi voluntad humana no hubiera
tenido consigo una Voluntad Eterna, todos mis
actos habrían sido actos limitados y finitos, en
cambio con Ella eran interminables e infinitos, por
esto mis penas, mi cruz, debían ser interminables e
infinitas y la Voluntad Divina hacía encontrar a mi
Humanidad todas esas penas y cruces, tanto, que
Ella me extendía sobre toda la familia humana,
desde el primero hasta el último hombre, y Yo
absorbía todas las especies de penas en Mí y cada
criatura formaba mi cruz, así que mi cruz fue tan
larga por cuanta es y será la extensión de todos los
siglos y tan ancha por cuanto son las humanas
generaciones.
No fue sólo la pequeña cruz del calvario
donde me crucificaron los hebreos, ésta no era otra
cosa que una imagen de la gran cruz en la cual me
tenía crucificado la Suprema Voluntad, así que cada
criatura forma el largo y el ancho de la cruz, y
conforme la formaban quedaban injertadas en la
misma cruz, y el Querer divino extendiéndome
sobre de Ella y crucificándome, no sólo formaba mi
cruz, sino la de todos aquellos que formaban dicha
cruz;
He aquí porqué tenía necesidad del ámbito de
la eternidad, en la que debía tener esta cruz, el
espacio terrestre no habría bastado para contenerla.

"127
20ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en la Cruz, 1ª Palabra
¡Oh!, cuánto me amarán cuando conozcan lo que
hizo mi Humanidad en la Divina Voluntad, lo que me
hizo sufrir por su amor. Mi cruz no fue de madera,
no, fueron las almas, eran ellas que sentía
palpitantes en la cruz en la que me extendía la
Divina Voluntad, y ninguna se me escapaba, a todas
daba su lugar, y para dar lugar a todas me distendía
en modo tan desgarrador y con penas tan atroces,
que las penas de la Pasión podría llamarlas
pequeñas y alivios.
Por eso date prisa, a fin de que mi Querer
haga conocer todo lo que el Querer Eterno obró en
mi Humanidad; este conocimiento rescatará tanto
amor, que las criaturas se rendirán y lo harán reinar
en medio de ellas.”…

Vol. 12 15.05.1920 (130)


Me lamentaba con mi dulce Jesús diciéndole:
“¿Dónde están tus promesas? No hay más cruces, no
más semejanza contigo, todo ha huido y sólo me queda
llorar mi doloroso fin.” Y Jesús, moviéndose me ha
dicho en mi interior:
“Hija mía, mi crucifixión fue completa, ¿y
sabes por qué? Porque fue hecha en la Voluntad
Eterna de mi Padre. En esta Voluntad la cruz se
hizo tan larga y ancha para abrazar a todos los
siglos, para penetrar en cada corazón presente,
pasado y futuro, de modo que quedaba crucificado
en cada corazón de criatura. Esta Divina Voluntad
ponía clavos a todo mi interior, a mis deseos, a los
"128
19ª Hora, – 11 Am La Crucifixión de Jesús
afectos y a mis latidos; puedo decir que no tenía
Vida propia, sino la vida de la Voluntad Eterna, que
encerraba en Mí a todas las criaturas y quería que
respondiera por todo. Jamás mi crucifixión podía
ser completa y tan extendida para abarcar a todos si
el Querer Eterno no fuera el Actor.
También en ti quiero que la crucifixión sea
completa y extendida en todos. He aquí el por qué
de las continuas llamadas que te hago en mi
Querer; son las incitaciones para llevar ante la
Majestad Suprema a toda la familia humana, y a
nombre de todos hacer los actos que ellos no
hacen. El olvido de ti, la falta de reflexiones
personales, no son otra cosa que clavos que pone
mi Voluntad.
Mi Voluntad no sabe hacer cosas incompletas
o pequeñas, y haciéndose corona en torno al alma,
la quiere en Sí y extendiéndola en todo el ámbito de
su Querer Eterno, pone el sello de su cumplimiento.
Mi Querer vacía todo lo humano del interior de la
criatura y pone todo lo divino, y para estar más
seguro va sellando todo el interior con tantos
clavos por cuantos actos humanos pueden tener
vida en la criatura, sustituyéndolos con otros tantos
actos divinos, y así es como forma la verdadera
crucifixión, no por un tiempo, sino por toda la vida.”

Vol.6. 15.12.1905 (141):


Pensando en la Pasión de Nuestro Señor, yo
decía entre mí misma: “Cuánto quisiera entrar en el

"129
20ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en la Cruz, 1ª Palabra
interior de Jesucristo para poder ver todo lo que El
hacía, y para ver lo que más agradaba a su Corazón
para poderlo hacer también yo y mitigar sus penas
ofreciéndole lo que a El más le agradaba.” Mientras
esto decía, el bendito Jesús moviéndose en mi interior
me ha dicho:
“Hija mía, mi interior estaba ocupado en las
penas, principalmente a complacer en todo y por
todos a mi amado Padre, y después en la redención
de las almas, y la cosa que más agradaba a mi
Corazón era el ver la complacencia que me
mostraba el Padre al verme sufrir tanto por amor
suyo. Así que todo lo reunía en Sí, ni siquiera un
respiro, un suspiro se dispersó, sino que todo lo
recogió para poderse complacer y mostrarme su
complacencia.
Y Yo estaba tan satisfecho de esto, que si no
tuviera otra cosa, la sola complacencia de mi Padre
me bastaba para sentirme satisfecho por lo que
sufría; mientras que por parte de las criaturas,
mucho, mucho de mi Pasión quedó disperso. Y
tanta era la complacencia del Padre, que a torrentes
derramaba en mi Humanidad los tesoros de la
Divinidad. Por eso acompaña mi Pasión de esta
manera, que me darás mucho gusto.”

Vol. 11 18.11.1913 (64)


Estaba pensando en mi pobre estado y cómo
aun la cruz se ha alejado de mí. Y Jesús en mi interior
me ha dicho:
"130
19ª Hora, – 11 Am La Crucifixión de Jesús
“Hija mía, cuando dos voluntades están
opuestas entre ellas, una forma la cruz de la otra;
así es entre las criaturas y Yo: cuando su voluntad
está opuesta a la Mía, Yo formo la cruz de ellas y
ellas la cruz mía. Así que Yo soy el asta larga de la
cruz y ellas la corta, que cruzándose forman la cruz.
Ahora, cuando la voluntad del alma se une con la
Mía, las astas no quedan más cruzadas, sino unidas
entre ellas, y por lo tanto la cruz no es más cruz,
¿has entendido? Y además, Yo santifiqué a la cruz,
no la cruz a Mí, así que no es la cruz la que
santifica, es la resignación a mi Voluntad lo que
santifica la cruz.
Por lo tanto, también la cruz tanto de bien
puede obrar, por cuanta conexión se tiene con mi
Voluntad; no sólo esto, la cruz santifica, crucifica
parte de la persona, pero a mi Voluntad no se le
escapa nada, santifica todo y crucifica los
pensamientos, los deseos, la voluntad, los afectos,
el corazón, todo, y siendo luz, mi Voluntad hace ver
al alma la necesidad de esta santificación y
crucifixión completa, de modo que ella misma me
incita a querer cumplir el trabajo de mi Voluntad en
ella.
Así que la cruz y todas las demás virtudes se
contentan con tener alguna cosa, y si pueden clavar
a la criatura con tres clavos se alegran y cantan
victoria; en cambio mi Voluntad, no sabiendo hacer
obras incompletas, no se contenta con tres clavos,

"131
20ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en la Cruz, 1ª Palabra
sino con tantos clavos por cuantos actos de mi
Voluntad dispongo sobre la criatura.”

Vol.9. 04.07.1910 (36):


Continuando mi habitual estado lleno de
privaciones y de amargura, estaba pensando en la
agonía de Nuestro Señor, y entonces El me dijo:
“Hija mía, quise sufrir en modo especial la
agonía del huerto para dar ayuda a todos los
moribundos a bien morir. Mira bien cómo se
combina mi agonía con la agonía de los cristianos:
tedios, tristezas, angustias, sudor de sangre; sentía
la muerte de todos y de cada uno como si realmente
muriese por cada uno en particular, por lo tanto
sentía en Mí los tedios, las tristezas, las angustias
de cada uno, y con esto daba a todos ayuda,
consuelo, esperanza, para hacer que como Yo
sentía sus muertes en Mí, así ellos pudieran tener la
gracia de morir todos en Mí, como dentro de un solo
aliento, con mi aliento, e inmediatamente
santificarlos con mi Divinidad.
Si la agonía del huerto fue en modo especial
para los moribundos, la agonía de la cruz fue para
ayuda del último momento, especialmente para el
último respiro. Ambas son agonías, pero una
distinta de la otra: la agonía del huerto llena de
tristezas, de temores, de afanes, de espantos; la
agonía de la cruz, llena de paz, de calma
imperturbable…”
Menú
"132
19ª Hora, – 11 Am La Crucifixión de Jesús

"133
CITAS EN VOLUMENES
VIGÉSIMA HORA
Primera hora de agonía en la Cruz. La Primera Palabra
Primera Palabra en la Cruz. Recapitulación de la Vida y
las Penas de Jesús.

Vol. 18 21.10.1925 (8)


….Más tarde, continuando el fundirme en la
Voluntad Divina, doliéndome por cada ofensa que ha
sido hecha a mi Jesús, desde el primero hasta el último
hombre que vendrá sobre la tierra, mientras me dolía
pedía perdón; pero mientras esto hacía decía dentro de
mí: “Jesús mío, amor mío, no me basta con dolerme y
pedirte perdón, sino que quisiera aniquilar cualquier
pecado, para hacer que nunca, nunca seas ofendido.” Y
Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
“Hija mía, Yo tuve un dolor especial por cada
pecado y sobre mi dolor estaba suspendido el
perdón al pecador. Ahora, este mi dolor está
suspendido en mi Voluntad esperando al pecador
cuando me ofende, para que doliéndose de
haberme ofendido, descienda mi dolor a dolerse
junto con el suyo, y pronto darle el perdón; ¿pero
cuántos me ofenden y no se duelen? Y mi dolor y
perdón están suspendidos en mi Voluntad y como
aislados. Gracias hija mía, gracias por venir en mi
Voluntad a hacer compañía a mi dolor y a mi
perdón. Continúa girando en mi Voluntad y
haciendo tuyo mi mismo dolor, grita por cada
ofensa: “dolor perdón”, para que no sea Yo solo en
"134
20ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en la Cruz, 1ª Palabra
dolerme y en impetrar el perdón, sino que tenga la
compañía de la pequeña hija de mi Querer que se
duele junto Conmigo.”

Vol. 24 12.04. 1928 (6)


Estaba haciendo mi giro en el Fiat Divino y
acompañaba a mi dulce Jesús en las penas de su
Pasión y siguiéndolo al Calvario, mi pobre mente se ha
detenido a pensar en las penas desgarrantes de Jesús
sobre la cruz, y Él moviéndose en mi interior me ha
dicho:
"Hija mía, el Calvario es el nuevo Edén, donde
se le venía restituido al género humano lo que
perdió al sustraerse de mi Voluntad. Analogía entre
el Calvario y el Edén: en el Edén el hombre perdió la
gracia, en el Calvario la adquirió. En el Edén le fue
cerrado el cielo, perdió su felicidad y se hizo
esclavo del enemigo infernal. Aquí en el nuevo
Edén le viene reabierto el Cielo, recobra la paz, la
felicidad perdida y queda el Demonio encadenado y
el hombre libre de su esclavitud. En el Edén
anocheció y se retiró el sol del Fiat Divino y para el
hombre fue siempre noche, símbolo del sol que se
retiró de la faz de la tierra en las tres horas de mi
tremenda agonía sobre la cruz. Pero no pudiendo
sostener el tormento de su Creador, causado por el
querer humano, que con tanta perfidia había
reducido mi Humanidad, el sol horrorizado se retiró
y cuando Yo expiré, reaparecía de nuevo y continuó
su curso de luz. Así que el sol de mi Fiat, mis

"135
dolores, mi muerte llamaron de nuevo el Sol de mi
Querer a reinar en medio de las criaturas.
Así que el Calvario formó la aurora que
llamaba al sol de mi Eterno Querer a resplandecer
de nuevo en medio de las criaturas. La aurora dice
con certeza que debe salir el sol. Así la aurora que
formé sobre el Calvario asegura, si bien son cerca
de dos mil años para que llamará al Sol de mi
Querer a reinar de nuevo en medio de las criaturas.
En el Edén mi amor quedó vencido por parte de
ellas, aquí triunfa y vence a la criatura. En el primer
Edén el hombre recibe la condenación a muerte del
alma y cuerpo, en el segundo queda desatado de la
condenación y le viene reconfirmada la
resurrección de los cuerpos con la Resurrección de
mi Humanidad. Hay muchas relaciones entre el
Edén y el Calvario y lo que el hombre perdió, aquí
recupera. En el Reino de mis dolores todo viene
devuelto y reconfirmado el honor, la gloria de la
pobre criatura por medio de mis penas y de mi
muerte.
El hombre al sustraerse de mi Voluntad formó
el reino de sus males, de sus debilidades, pasiones
y miserias y Yo quise venir a la tierra, quise sufrir
tanto. Permití que mi Humanidad fuese lacerada,
desgarrada la carne en trizas, toda llena de llagas y
quise también morir, para formar por medio de
tantas penas mías y muerte, el Reino opuesto a
tantos males que se había formado la criatura. Para
formar un Reino no se forma con un solo acto, sino

"136
20ª Hora, – 1ª Hora de Agonía en la Cruz, 1ª Palabra
con muchos y muchos actos y cuanto más actos,
tanto más grande y glorioso se vuelve un Reino.
Así que mi muerte era necesaria a mi amor, con mi
muerte debía dar el beso de vida a las criaturas y de
tantas heridas mías debía hacer aparecer todos los
bienes, para formar el Reino de los bienes a las
criaturas. Por lo tanto de mis llagas han surgido y
manan bienes, y mi muerte es fuente de donde
brota la vida en pro de todos.
Y así como que era necesaria la muerte, fue
necesario a mi Amor la Resurrección, porque el
hombre al hacer su voluntad perdió la vida de mi
Querer y Yo quise resucitar para formar no solo la
resurrección de los cuerpos, sino la resurrección de
la vida de mi Voluntad en esos. Así que si Yo no
hubiera resucitado, la criatura no podía resucitar de
nuevo en mi Fiat, faltaría la virtud, el vínculo de la
resurrección en la mía y por lo tanto mi amor se
sentía incompleto, se sentía que podía hacer más y
no lo hacía, por lo cual habría quedado al duro
martirio de un amor no completado y que luego el
hombre ingrato ni se sirve de todo lo que he hecho.
El mal es todo suyo y mi amor posee y goza su
pleno triunfo”.
Menú

"137
CITAS EN VOLUMENES
VIGÉSIMA PRIMERA HORA
Segunda hora de agonía en la Cruz. Segunda, Tercera
y Cuarta Palabra en la Cruz.

Vol. 36 20.04. 1938 (3)


Y no solo mi “sitio" [tengo sed], sino todo
esto que hice y dije en mi Voluntad, está siempre en
acto de decir a mi Madre doliente: “Madre, he aquí
a tus hijos", y la pongo a su lado como ayuda, guía,
para hacerla amar de los hijos, y ella en cada
instante se siente poner por su Hijo al lado de sus
hijos; y, ¡Oh!, como los ama como Madre y les da a
ellos sus Maternidad, para hacerme amar como Ella
me ama!. No solo, sino con dar sus maternidad,
pone lo perfecto también entre las criaturas, a fin de
que se amen entre ellos con Amor materno, que es
Amor de sacrificio, de desinterés y constante.
¿Pero quién recibe todo este bien? Quien vive en
nuestro Fiat siente la Maternidad de la Reina; Ella,
se puede decir, pone en boca de sus hijos su
Corazón Materno, a fin de que succionen y reciban
la maternidad de su Amor, sus dulzuras y todas sus
dotes de las cuales está enriquecido su Corazón
Materno.
Hija mía, quien quiere encontrarnos, quien
quiere recibir todos nuestros bienes y a mi misma
Madre, debe entrar en nuestra Voluntad y debe
permanecer adentro. Ella no solo es vida, sino que
forma en torno a Nosotros, con su inmensidad,
"138
21ª Hora, 1 Pm – 2ª Hora de Agonía en la Cruz, 2,3 y 4ª Palabra
nuestra morada, en la cual mantiene todos nuestros
actos, palabras y todo esto que somos siempre en
acto; las cosas nuestras no salen de nuestra
Voluntad; quien las quiere se debe contentar de
hacer vida junto con Ella, y entonces todo es suyo,
nada se le ha negado; y si queremos darle y no vive
en nuestro Querer, no las apreciará, no las amará,
no se sentirá con el derecho de hacerlas suyas y
cuando las cosas no se hacen propias, el Amor no
surge y muere"

Vol.4. 04.12.1902 (157):


… Y estas son cosas que se refieren a ti pero
en modo general, tu lugar propio lo encontrarán
sobre el Calvario. Yo, sacerdote y víctima,
levantado sobre el leño de la cruz, quise un
sacerdote que me asistiera en aquel estado de
víctima, el cual fue san Juan, que me representaba
la Iglesia naciente; en él Yo veía a todos: Papas,
obispos, sacerdotes y todos los fieles juntos, y él
mientras me asistía me ofrecía como víctima para la
gloria del Padre y para el buen éxito de la Iglesia
naciente.
Esto no sucedió por casualidad, que un
sacerdote me asistiera en ese estado de víctima,
sino que todo fue un profundo misterio,
predestinado desde “ab eterno” en la mente divina,
significando que al escoger a un alma víctima por
las graves necesidades que en la Iglesia hay, un
sacerdote me la ofrezca, me la asista, la ayude y la
"139
anime a sufrir; si estas cosas se comprenden, está
bien, ellos mismos recibirán el fruto de la obra que
prestan, como san Juan, ¿cuántos bienes no recibió
por haberme asistido en el monte calvario? Si en
cambio no, no hacen otra cosa que poner mi obra
en continuos conflictos, desviando mis más bellos
designios. Además de esto, mi sabiduría es infinita
y al enviar una cruz a algún alma para santificarse,
no sólo toma una, sino cinco, diez, cuantas me
placen, a fin de que no sólo una, sino todas éstas
juntas se santifiquen.
Como en el Calvario, no estuve Yo solo,
además de tener un sacerdote tuve una Madre, tuve
amigos y hasta enemigos, que al ver el prodigio de
mi paciencia muchos creyeron en Mí como el Dios
que era y se convirtieron; si Yo hubiera estado solo,
¿habrían recibido estos grandes bienes? Cierto
que no.”

Menú


"140
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
CITAS EN VOLUMENES
VIGÉSIMA SEGUNDA HORA
Tercera hora de agonía en la Cruz. Quinta, sexta y
séptima Palabra en la Cruz. Muerte de Jesús.

Vol.2. (28.07.1899 (49):


Luego Jesús ha agregado:
“Esta es la sed que grité sobre la cruz, porque
no pudiendo saciarla completamente entonces, me
complazco en continuar en saciarla en las almas de
mis amados que sufren. Por lo tanto, sufriendo,
vienes a dar un alivio a mi sed.”
Volviendo otras veces a rogarle que liberase
al Confesor porque sufría me ha dicho: “Hija mía,
¿no sabes tú que la marca más noble que puedo
imprimir en mis amados hijos es la Cruz?”

5ª Palabra “Tengo sed


Vol.9. 04.07.1910 (36):
“Si la agonía del huerto fue en modo especial
para los moribundos, la agonía de la cruz fue para
ayuda del último momento, especialmente para el
último respiro. Ambas son agonías, pero una
distinta de la otra: la agonía del huerto llena de
tristezas, de temores, de afanes, de espantos; la
agonía de la cruz, llena de paz, de calma
imperturbable.
Y si grité “tengo sed”, era sed insaciable de
que todos pudieran expirar en mi último respiro, y
viendo que muchos se salían de mi último respiro,

"141
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
por el dolor grité “tengo sed”, y este “tengo sed” lo
continúo gritando a todos y a cada uno, como
timbre a la puerta de cada corazón: “Tengo sed de
ti, ¡Oh! alma, ah, no salgas de Mí sino entra en Mí y
expira conmigo.”
Así que son seis horas de mi Pasión que di a
los hombres para bien morir, las tres del huerto
fueron para ayuda de la agonía, las tres de la cruz
para ayuda en el último suspiro de la muerte.
Después de esto, ¿quién no debe mirar sonriente a
la muerte? Mucho más para quien me ama, para
quien busca sacrificarse sobre mi misma cruz.
Mira cómo es bella la muerte y cómo hace
cambiar las cosas, en vida fui despreciado, los
mismos milagros no hicieron los efectos de mi
muerte, aún sobre la cruz hubo insultos, pero en
cuanto expiré la muerte tuvo la fuerza de cambiar
las cosas, todos se golpeaban el pecho
confesándome por verdadero Hijo de Dios, mis
mismos discípulos tomaron valor y aun aquellos
ocultos se hicieron atrevidos y pidieron mi cuerpo
dándome honorable sepultura; Cielo y tierra a plena
voz me confesaron Hijo de Dios.
La muerte es una cosa grande, sublime, y
esto sucede también para mis mismos hijos, en vida
despreciados, pisoteados, aquellas mismas
virtudes que como luz deberían brillar entre quienes
los rodeaban, quedan medio veladas, sus
heroísmos en el sufrir, sus abnegaciones, su celo
por las almas, arrojan claridad y dudas en los

"142
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
presentes, y Yo mismo permito estos velos para
conservar con más seguridad la virtud de mis
amados hijos.
Pero apenas mueren, estos velos, no siendo
más necesarios, Yo los retiro y las dudas se hacen
certezas, la luz se hace clara, y esta luz hace
apreciar su heroísmo, se hace entonces aprecio de
todo, aun de las cosas más pequeñas, así que lo
que no se puede hacer en vida, lo suple la muerte, y
esto es para lo que sucede acá abajo, lo que sucede
allá arriba es propiamente sorprenderte y envidiable
para todos los mortales.”

Vol. 36 20.04. 1938 (3)


Mi vuelo continúa en el Querer Divino y siento la
necesidad de hacer mío todo lo que ha hecho, ponerle
mi pequeño amor, mis besos afectuosos, mis
adoraciones profundas, mi gracia por todo esto que ha
hecho y sufrido por mi y por todo; y habiendo llegado al
punto cuando mi querido Jesús fue crucificado y sus
sufrimientos en la Cruz entre dolores atroces y penas
inauditas, con acento tierno y compasivo, que se sentía
partir el corazón, me ha dicho:
"Hija mía buena, la pena que más me
traspasó sobre la Cruz fue mi sed ardiente; me
sentía quemar vivo, todos los humores vitales
habían salido de mis llagas, las cuales como tantas
bocas quemaban y sentía una sed ardiente que
quería saciarse tanto que no pudiendo contenerme
grité: “¡Sitio!"[“Tengo sed”]. En este “sitio"
"143
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
permanece siempre en acto de decir: "¡Tengo sed!",
no acabo nunca de decirlo; con mis Llagas abiertas
y con mi Boca quemada digo siempre: "¡Me quemo,
tengo sed! ¡Ah!”, denme una gotita de tu amor, para
darme un pequeño refrigerio a mi sed ardiente". Así
que en todo lo que la criatura hace, Yo le repito
siempre con mi boca abierta y quemada: "Dadme de
beber, tengo sed ardiente".
Y entonces mi Humanidad dislocada, llagada
era un solo grito: “Tengo sed!", por eso cuando la
criatura camina Yo le grito a sus pasos, con mi boca
quemada: "Dadme vuestros pasos hechos por mi
Amor para saciar mi sed"; si obra le pido sus
obras, hechas solo por mi Amor, para refrigerio de
mi sed ardiente; si habla le pido sus palabras; si
piensa le pido sus pensamientos, como tantas
gotitas de Amor por consuelo de mi sed ardiente;
no era solo mi boca que quemaba, sino toda mi
Santísima Humanidad sentía la extrema necesidad
de un baño de refrigerio al fuego ardiente de Amor
que me quemaba, y puesto que era por las criaturas
q u e Yo m e q u e m a b a e n m e d i o d e p e n a s
desgarrantes, por eso ellos solos podían, con su
Amor, amortiguar mi sed ardiente y darme el baño
de refrigerio a mi Humanidad. Ahora este grito:
“¡Sitio!", lo dejé en mi Voluntad, y tomaba el
compromiso de hacerlo oír en cada instante a los
oídos de las criaturas, para moverlas a compasión
de mi sed ardiente, para darles a ellas mi baño de
Amor y recibir, su baño de amor, aunque fuesen

"144
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
pequeñas gotitas, para consuelo de la sed que me
devora; ¿pero quién me escucha? ¿Quién tiene
compasión de Mí? Solo quien vive en mi Voluntad;
todos los otros se hacen los sordos y quizás
acrecientan con su ingratitud mi sed, que me vuelve
intranquilo sin esperanza de reponerme”

Vol. 13 16.10.1921 (24)


Encontrándome en mi habitual estado, mi
siempre amable Jesús me hacía ver cómo de dentro de
su Santísima Humanidad salían todas las criaturas, y
todo ternura me ha dicho:
“Hija mía, mira el gran prodigio de la
Encarnación, en cuanto fui concebido y se formó mi
Humanidad, así hacía renacer a todas las criaturas
en Mí, así que en mi Humanidad, mientras renacían
en Mí, sentía todos sus actos: en la mente contenía
cada uno de los pensamientos de las criaturas,
buenos y malos, los buenos los confirmaba en el
bien, los rodeaba con mi gracia, los revestía con mi
luz, a fin de que renaciendo en la Santidad de mi
Mente, fueran partes dignas de mi Inteligencia, y los
malos los reparaba, hacía la penitencia que les
correspondía, multiplicaba mis pensamientos al
infinito para dar al Padre la gloria por cada uno de
los pensamientos de las criaturas.
En mis miradas, en mis palabras, en mis
manos, en mis pies y hasta en mi Corazón, contenía
las miradas, las palabras, las obras, los pasos, los
corazones de cada una y renaciendo en Mí, todo

"145
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
quedaba confirmado en la Santidad de mi
Humanidad, todo quedaba reparado, y por cada
ofensa sufrí una pena especial. Y habiendo hecho
renacer a todos en Mí, los llevé en Mí todo el tiempo
de mi Vida, ¿y sabes cuándo di a luz? Los parí
sobre la Cruz, en el lecho de mis acerbos dolores
entre espasmos atroces, en el último respiro de mi
Vida; y conforme morí Yo, así renacían todos a
nueva vida, todos sellados y marcados de todo lo
obrado por mi Humanidad.
Y no contento con haberlos hecho renacer, a
cada uno daba todo lo que Yo había hecho para
tenerlos defendidos y al seguro. ¿Ves qué Santidad
contiene el hombre? La Santidad de mi Humanidad;
jamás habría podido dar a luz hijos indignos y
desemejantes a Mí, por esto amo tanto al hombre,
porque es parto mío, pero el hombre es siempre
ingrato y llega hasta no conocer al Padre que lo ha
parido con tanto amor y dolor.”
Después de esto se hacía ver todo en llamas y
Jesús quedaba quemado y consumado en aquellas
llamas y no se veía más, no se veía otra cosa que
fuego, pero después se veía renacer de nuevo y otra
vez quedaba consumado en el fuego. Entonces ha
agregado:
“Hija mía, Yo ardo, el amor me consume, es
tanto el amor y las llamas que me queman, que
muero de amor por cada criatura. No fue
únicamente por las penas por lo que morí, sino que

"146
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
éstas muertes de amor son continuas, no obstante
no hay quien me dé por refrigerio su amor.”

6ª Palabra “Todo está consumado


Vol. 12 07.08.1918 (58)
Me lamentaba con Jesús por su privación y decía
entre mí: “Todo ha terminado, que días tan amargos, mi
Jesús se ha eclipsado, se ha retirado de mí, ¿cómo
puedo seguir viviendo?” Mientras esto y otros desatinos
decía, mi siempre amable Jesús, con una luz intelectual
que de Él me venía me ha dicho:
“Hija mía, mi consumación sobre la cruz
continúa aún en las almas. Cuando el alma está
bien dispuesta y me da vida en ella, Yo revivo en
ella como dentro de mi Humanidad. Las llamas de
mi Amor me queman, siento las ansias de
testimoniarlo a las criaturas y de decir: “Vean
cuánto os amo, no estoy contento con haberme
consumado sobre la cruz por amor vuestro, sino
que quiero consumarme en esta alma por amor
vuestro, porque me ha dado vida en ella.” Y por
este motivo hago sentir al alma la consumación de
mi Vida en ella. Ella se siente como ahogada, sufre
agonías mortales y no sintiendo más la Vida de su
Jesús en ella se siente consumar. Como siente
faltar mi Vida en ella, de la cual estaba habituada a
vivir, se debate, tiembla, casi como mi Humanidad
sobre la cruz cuando mi Divinidad, sustrayéndole la
fuerza la dejó morir.

"147
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
Esta consumación en el alma no es humana
sino toda Divina y Yo siento la satisfacción como si
otra Vida mía Divina se hubiera consumado por
amor mío, y como en efecto no es su vida la que se
ha consumado, sino la mía, la que ya no siente más,
que ya no ve, le parece que Yo haya muerto para
ella. Y a la criatura le renuevo los efectos de mi
consumación y al alma le duplico la gracia y la
gloria; siento el dulce encanto y los atractivos de mi
Humanidad que me hacía hacer lo que Yo quería.
Por eso déjame hacer también tú lo que quiero
hacer en ti, déjame libre y Yo desarrollaré mi Vida.”
Otro día me lamentaba y le decía: “¿Cómo,
me has dejado?” Y Jesús, serio e imponente me ha
dicho: “Calla, no digas despropósitos, no te he
dejado, estoy en el fondo de tu alma, por eso no me
ves y cuando me ves es porque salgo a la superficie
de tu alma. No te distraigas, Yo te quiero toda
concentrada en Mí para poderte tener para bien de
todos.”

7ª Palabra a la muerte de Jesús Palabra “En tus


manos encomiendo mí Espíritu
Vol. 24 22.04. 1928 (8)
…Por lo cual pensaba dentro de mí: "¿Pero
qué mal hace la criatura cuando hace la voluntad
humana?". Y Jesús ha añadido:

"148
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
"Hija mía, el mal es grande. Mi Voluntad es
luz y la humana es tiniebla; la mía es santidad y el
querer humano es pecado; la mía es belleza y
contiene todos los bienes, la humana es fealdad y
contiene todos los males. Así que el alma al no
hacer mi Voluntad hace morir la luz, da muerte a la
santidad, a la belleza y a todos los bienes; y al
hacer la suya hace nacer las tinieblas da la vida al
pecado, a la fealdad y a todos los males. Sin
embargo a las criaturas les parece nada el hacer la
propia voluntad, mientras se cavan un abismo de
males que los lleva al precipicio. ¿Y luego te parece
nada que mientras mi Voluntad les trae su luz, su
santidad, su belleza y todos sus bienes y solo
porque ama a éstas criaturas, recibe el agravio de
ver morir en esas su luz, su santidad, su belleza y
todos los bienes suyos?
Mi Humanidad sintió tanto esta muerte que el
querer humano daba a la luz, a la santidad de su
Querer en ellos, que se puede decir que fue la
verdadera muerte que sintió, porque sintió el
desgarro y el peso de una muerte de una luz y
santidad infinita que la criatura había osado destruir
en ellos; y mi Humanidad gemía y se sentía triturar
de tantas muertes, por cuantas veces las criaturas
habían osado dar muerte en ellas a la luz y santidad
de mi Querer Divino.
¿Cuál mal no haría a la naturaleza si hicieran
morir la luz del sol, el viento que purifica, el aire que
respiran? Se tendría tal desorden que todas

"149
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
criaturas morirían. Sin embargo la luz de mi
Voluntad es más que sol para las almas, viento que
purifica, aire que forma la respiración de ellas. Así
que del desorden que podría suceder si; pudieran
hacer morir la luz del sol, el viento y el aire, puedes
entender el mal que sucede con no hacer mi
adorable Voluntad, acto de vida primario y centro de
todas las criaturas”.

7a Palabra “En tus manos encomiendo mí


Espíritu…”
Vol. 32 23.04. 1933 (7)
Continúo en pensar sobre las penas de mi
apasionado Jesús, y alcanzando al último hálito de su
vida, he sentido resonar en el fondo de mi corazón: "En
tus manos, ¡Oh!, Padre, encomiendo mi Espíritu". Era
la más sublime lección para mí, el llamamiento de todo
mi ser en las manos de Dios, el pleno abandono en sus
brazos Paternos, y mientras mi mente se perdía en
tantas reflexiones, mi penante Jesús, visitando mi
pequeña alma me ha dicho:
"Hija mi bendita, mi vida aquí abajo, como
empezó así terminó; desde el primer instante de mi
Concepción fue un acto continuado, puedo decir
que en cada instante me ponía en las manos de mi
Padre Celestial, era el homenaje más bello que le
daba su Hijo, la adoración más profunda, el
sacrificio más heroico y completo, el amor más
intenso de filiación que le daba, mi pleno abandono
en sus manos restituía mi Humanidad habladora, y

"150
22ª Hora, – 3ª Hora de Agonía en la Cruz, 5,6 y 7ª Palabra
con voz imperativa que pedía todo y obtenía todo lo
que Yo quería; a su Hijo abandonado en sus brazos
no le podía negar nada mi Padre Celestial, mi
abandono de cada instante era el acto más grato,
tanto que quise coronar el último hálito de mi vida
con las palabras: "Padre, en tus manos
encomiendo mi Espíritu". La virtud del abandono
es la virtud más grande, es comprometer a Dios que
ponga atención del abandonado en sus brazos, el
abandono le dice a Dios: "Yo no quiero saber nada
de Mí mismo, esta mi vida es tuya, no mía, y la tuya
es mía"
Por eso si quieres conseguir todo, si me
quieres amar realmente, vive abandonada en mis
brazos, hazme sentir el eco de cada instante de mi
vida: "En tus manos toda me abandono". Y Yo te
llevaré en mis brazos como la más querida de mis
hijas".
Después de esto estaba siguiendo todo lo que ha
hecho la Divina Voluntad, y sentía en mí un orden, uno
cerca del otro, y yo debía seguirlos….
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23ª Hora, – Llaga del costado y descendimiento de la Cruz
CITAS EN VOLUMENES
VIGÉSIMA TERCERA HORA
Jesús muerto es traspasado con un golpe de lanza. El
descendimiento de la Cruz.

Vol. 12 27.01.1919 (79)


Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre
amable Jesús, al venir, me hacía ver su adorable
Corazón todo lleno de heridas, de las que brotaban ríos
de sangre, y todo doliente me ha dicho:
“Hija mía, entre las tantas heridas que contiene
mi Corazón, hay tres heridas que me dan penas
mortales y tal crudeza de dolor, que sobrepasan a
todas las demás heridas juntas, y estas tres son:
La primera son las penas de mis almas
amantes: Cuando veo a un alma toda mía sufrir por
causa mía, torturada, conculcada, dispuesta a sufrir
aún la más dolorosa muerte por Mí, Yo siento sus
penas como si fueran mías, y tal vez más. ¡Ah, el
amor sabe abrir heridas más profundas, tanto, que
hacen que las demás heridas no se sientan!
En esta primera herida entra en primer lugar mi
querida Mamá, ¡Oh!, cómo su Corazón traspasado
por causa de mis penas se vertía en el mío y Yo
sentía a lo vivo todas sus heridas, y al verla
agonizante y no morir, por causa de mi muerte, Yo
sentía en mi Corazón el desgarro, la crudeza de su
martirio y sentía las penas de mi muerte que sufría
el Corazón de mi amada Mamá y mi Corazón moría
junto, así que todas mis penas, unidas con las

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23ª Hora, – Llaga del costado y descendimiento de la Cruz
penas de mi Mamá, sobrepasaban todo. Por eso era
justo que mi Celestial Mamá tuviera el primer lugar
en mi Corazón, tanto en el dolor como en el amor,
porque cada pena sufrida por mi Mamá por amor
mío, abría mares de gracias y de amor que se
volcaban en su Corazón traspasado.
En esta herida entran todas las almas que
sufren por causa mía y sólo por amor a Mí; en esta
entras tú y aunque todos me ofendieran y no me
amaran, Yo encuentro en ti el amor que puede
suplirme por todos, y por eso cuando las criaturas
me arrojan, me obligan a huir de ellas, Yo, ligero,
ligero, vengo a refugiarme en ti como a mi
escondite, y encontrando mi Amor, no el de ellas, y
penante sólo por Mí, digo: “No me arrepiento de
haber creado cielo y tierra y de haber sufrido tanto.
Un alma que me ama y que sufre por Mí es todo mi
contento, mi felicidad, mi compensación de todo lo
que he hecho, y haciendo a un lado todo lo demás,
me gozo y me entretengo con ella. Sin embargo,
esta herida de amor en mi Corazón, mientras que es
la más dolorosa y sobrepasa todo, contiene dos
efectos al mismo tiempo: me da intenso dolor y
sumo gozo, amarguras indecibles y dulzuras
indescriptibles, muerte dolorosa y vida gloriosa;
son los excesos de mi Amor, inconcebibles a mente
creada y en efecto, ¿cuántos contentos no
encontraba mi Corazón en los dolores de mi
traspasada Mamá?

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23ª Hora, – Llaga del costado y descendimiento de la Cruz
La segunda herida mortal de mi corazón es la
ingratitud: La criatura con la ingratitud cierra mi
corazón, es más, ella misma da dos vueltas a la
llave y mi corazón se hincha porque quiere
derramar gracias, amor, y no puede porque la
criatura me los ha encerrado y los ha sellado con la
ingratitud, y Yo doy en delirio, me agito sin
esperanza de que esta herida me sea curada,
porque la ingratitud me la va haciendo siempre más
áspera, dándome pena mortal.
La tercera herida es la obstinación: ¡Que
herida mortal a mi corazón! La obstinación es la
destrucción de todos los bienes que he hecho para
la criatura, es la firma de la declaración que la
criatura hace de no conocerme, de no pertenecerme
más, es la llave del infierno, al cual la criatura va a
precipitarse, y mi corazón siente por ello el
desgarro, se me hace pedazos y me siento arrancar
uno de esos pedazos. ¡Qué herida mortal es la
obstinación! Hija mía, entra en mi Corazón y toma
parte en estas heridas mías, compadece mi
despedazado Corazón, suframos juntos y
roguemos.” Yo he entrado en su Corazón, ¡cómo era
doloroso, pero bello, sufrir y rogar con Jesús!

Vol. 14 26.02.1922 (7)

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23ª Hora, – Llaga del costado y descendimiento de la Cruz
Estaba pensando en el gran bien que el bendito
Jesús nos ha hecho con redimirnos, y El, todo Bondad
me ha dicho:
“Hija mía, Yo creé a la criatura bella, noble, de
origen Eterno y Divino, plena de felicidad y digna de
Mí; el pecado la derribó de esta altura y la hizo caer
hasta el fondo, le quitó nobleza, la deformó y la
volvió la criatura más infeliz, sin poder crecer,
porque el pecado le impedía el crecimiento y la
cubría de llagas, que daba horror sólo verla.
Ahora, mi Redención rescató a la criatura de
la culpa y mi Humanidad no hizo otra cosa que,
como una tierna madre con su recién nacido, que
no pudiendo tomar otro alimento, para dar la vida a
su bebé se abre el seno, pone a su pecho a su niño,
y de su sangre convertida en leche le suministra el
alimento para darle la vida.
Más que madre mi Humanidad se hizo abrir
en Sí misma, a golpes de látigo, tantas aberturas,
casi como tantas mamas que hacían salir ríos de
sangre para hacer que mis hijos, pegándose a ellas
pudieran chupar el alimento para recibir la vida y
desarrollar su crecimiento, y con mis llagas cubría
su deformidad y los volvía más bellos que al
principio; y si al crearlos los hice cielos tersísimos
y nobles, en la Redención los adorné cubriéndolos
con las estrellas brillantísimas de mis llagas para
cubrir su fealdad y volverlos más bellos; en sus
llagas y deformidad Yo ponía los diamantes, las
perlas, los brillantes de mis penas, para ocultar

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23ª Hora, – Llaga del costado y descendimiento de la Cruz
todos sus males y vestirlos con tal magnificencia,
de superar el estado de su origen.
Por eso con razón la Iglesia dice: “Feliz
culpa”, porque por la culpa vino la Redención, y mi
Humanidad no sólo los alimentó con su sangre, no
sólo los vistió con su misma Persona y los adornó
con su misma belleza, sino que mis mamas están
siempre llenas para alimentar a mis hijos. ¿Cuál no
será la condena de aquellos que no quieren pegarse
a ellas para recibir la vida y crecer, y para ser
cubiertos en su deformidad?”

Vol. 17 29.06. 1925 (51)


Después de esto pasé la noche sin poder cerrar
los ojos al sueño y sin recibir las acostumbradas visitas
de mi amable Jesús, porque viniendo El yo quedo
adormecida en El y para mí es más que sueño. Pero
ese tiempo lo pasé haciendo las horas de la Pasión y
haciendo mis acostumbrados giros en su adorable
Voluntad; luego veía que era ya de día, (esto me
sucede a menudo), y estaba diciendo dentro de mí:
“Amor mío, ni has venido ni me has hecho dormir,
¿entonces cómo haré hoy sin Ti?” Mientras estaba en
esto, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior
diciéndome:
“Hija mía, en mi Voluntad no hay noches, ni
sueño, siempre es pleno día y plena vigilia; no hay
tiempo para dormir porque hay mucho qué hacer,
qué tomar y qué hacerse feliz en Ella, por lo tanto tú
debes aprender a vivir en el largo día de mi

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23ª Hora, – Llaga del costado y descendimiento de la Cruz
Voluntad, para hacer que mi Voluntad pueda tener
su Vida de actitud continua en ti; además
encontrarás el más bello reposo, porque mi
Voluntad te hará subir siempre más en tu Dios y te
lo hará comprender más, y por cuanto más lo
comprendas, tanto más tu alma quedará ampliada
para poder recibir ese reposo eterno, con todas las
felicidades y alegrías que contiene el reposo divino.
¡Oh! qué bello reposo será este para ti, reposo que
sólo en mi Voluntad se encuentra.”
Ahora, mientras esto decía ha salido de dentro
de mi interior y poniendo sus brazos en mi cuello me
estrechaba fuerte a El; yo extendí también mis brazos y
lo estrechaba fuerte a mí.
Mientras estaba en esto, mi dulce Jesús llamaba
a muchas personas que se estrechaban a sus pies y
Jesús les decía:
“Vengan a mi Corazón y les haré ver los
portentos que mi Voluntad ha hecho en esta alma.”
Habiendo dicho esto ha desaparecido.
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24ª Hora, – La Sepultura y soledad de María Santísima
CITAS EN VOLUMENES
VIGÉSIMA CUARTA HORA
La sepultura de Jesús. Desolación y Soledad de María
Santísima.

Vol.11. 10.1914 (75):


…Agrego que un día estaba haciendo la Hora
cuando la Mamá Celestial dio sepultura a Jesús, y yo la
seguía para hacerle compañía en su amarga desolación
para compadecerla. No tenía la costumbre de hacer
esta Hora siempre, sólo algunas veces, y estaba
indecisa si debía hacerla o no, y Jesús bendito, todo
amor y como si me lo rogara me ha dicho:
“Hija mía, no quiero que la descuides, la
harás por amor mío en honor de mi Mamá. Debes
saber que cada vez que tú la haces, mi Mamá se
siente como si estuviera en persona en la tierra y
repetir su vida, y por lo tanto recibe Ella la gloria y
el amor que me dio a Mí en la tierra, y Yo siento
como si estuviera de nuevo mi Mamá en la tierra,
sus ternuras maternas, su amor y toda la gloria que
Ella me dio, por eso te tendré en cuenta de madre.”
Entonces, abrazándome, oía que me decía
quedo, quedo: “Mamá mía, mamá.” Y me sugería lo
que hizo y sufrió en esta Hora la dulce Mamá, y yo la
seguía. Desde ese día en adelante no he descuidado
esta Hora ayudada siempre por su gracia.

Vol. 21 19.04.1927 (17)


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24ª Hora, – La Sepultura y soledad de María Santísima
… Después de esto estaba pensando en el dolor
cuando mi Madre, doliente y traspasada en el Corazón,
se separaba de Jesús dejándolo muerto en el sepulcro;
y pensaba dentro de mí: "¿Cómo puede ser posible que
tuvo tanta fuerza de dejarlo? Y cierto que estaba
muerto pero era siempre el cuerpo de Jesús. Cómo su
amor materno no la consumo más bien, para no hacerle
dar un solo paso lejos de aquel cuerpo extinto, que
heroísmo que fortaleza!". Pero mientras lo pensaba mi
dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"¿Hija mía, quieres tu saber cómo mi Madre
tuvo la fuerza de dejar? Todo el secreto de la fuerza
estaba en mi Voluntad reinante en Ella. Ella vivía de
Voluntad Divina, no humana y por eso contenía,
fuerza inconmensurable. Es más tu debes saber
que cuando mi traspasada Madre me dejó en el
sepulcro, mi Querer la tenía inmersa en dos mares
inmensos: uno de dolor y el otro, más extenso de
los gozos y de santidades; y mientras aquel del
dolor le daba todos los martirios, aquel de gozos le
daba todos los contentos y su sola bella alma me
siguió al Limbo y asistió a la fiesta que me hicieron
todos los patriarcas, los profetas, su padre y su
madre, nuestro querido San José.
El Limbo se convirtió en paraíso con mi
Presencia y Yo no podía hacerlo menos que hacer
partícipe a quien había sido inseparable en mis
penas, de hacerla asistir a esta primera fiesta de las
criaturas. Y fue tanta su alegría que tuvo la fuerza
de separarse de mi cuerpo, retirándose y esperando

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24ª Hora, – La Sepultura y soledad de María Santísima
el cumplimiento de mi resurrección como
cumplimiento de la redención. La alegría la
sostenía en el dolor y el dolor la sostenía en la
alegría. A quien posee mi Querer no le puede faltar
ni la fuerza ni la potencia ni la alegría sino todo
tiene a su disposición. ¿No lo experimentas en ti
misma cuando estas privada de mí y te sientes
consumar? La luz del Fiat Divino forma su mar de
felicidad y te da la vida”.

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
DOLORES DE LA VIRGEN MARIA

Vol. 15 23.03. 1923 (16)/


La Mamá Celestial es la verdadera Reina, porque
Ella ha vivido los Dolores de Jesús, pero esto era
debido al “Fiat” Divino que la dominaba y que era la
vida de todo en Ella. Así quiere hacer Jesús con
nosotros. Estaba pensando en los dolores de mi Mamá
celestial, y mi amable Jesús moviéndose en mi interior
me ha dicho:
“Hija mía, el primer Rey de los dolores fui Yo,
y siendo Yo Hombre y Dios, debía concentrar todo
en Mí para tener el primado sobre todo, aun sobre
los mismos dolores. Los dolores de mi Mamá no
eran otra cosa que los reflejos de los míos, que
reflejándose en Ella le participaban todos mis
dolores, que traspasándola, la llenaron de tal
amargura y pena de sentirse morir a cada reflejo de
mis dolores, pero el amor la sostenía y le daba de
nuevo la vida. Por eso, no sólo por honor, sino con
derecho de justicia fue la primera Reina del
inmenso mar de sus dolores.”
Entonces, mientras esto decía, me parecía ver a
mi Mamá frente a Jesús, y todo lo que contenía Jesús,
los dolores y los traspasos de ese Corazón Santísimo
se reflejaban en el corazón de la afligida Reina; y por
cada uno de los reflejos se formaban tantas espadas en
el Corazón de la traspasada Mamá, y estas espadas
eran selladas por un “Fiat” de luz, en la cual Ella
quedaba rodeada en medio de tantos Fiat de luz

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
fulgidísima, que le daban tanta gloria que faltan las
palabras para narrarla. Entonces Jesús ha continuado
diciéndome:
“No fueron los dolores los que constituyeron
Reina a mi Mamá y la hicieron refulgir de tanta
gloria, sino mi Fiat Omnipotente, el cual entrelazaba
cada acto y dolor suyo y se constituía vida de cada
dolor, así que mi Fiat era el acto primero que
formaba la espada, dándole la intensidad del dolor
que quería; mi Fiat podía poner en aquel Corazón
traspasado cuantos dolores quería, agregar heridas
a heridas, penas sobre penas, sin la sombra de la
mínima resistencia; es más, se sentía honrada de
que mi Fiat se constituía vida aun de un solo latido,
y mi Fiat le dio la gloria completa y la constituyó
verdadera y legítima Reina.
¿Ahora, quiénes serán las almas en las
cuales pueda reflejar los reflejos de mis dolores y
de mi misma vida? Aquellas que tendrán por vida
mi Fiat, este Fiat absorberá en ellas mis reflejos y
Yo seré magnánimo en participar lo que mi Querer
obra en Mí; por eso en mi Voluntad espero a las
almas, para darles el verdadero dominio y la gloria
completa de cada acto y pena que puedan sufrir.
Fuera de mi Voluntad, el obrar y el sufrir Yo
no lo reconozco, podría decir: “No tengo qué darte,
¿cuál es la voluntad que te ha animado al hacer y en
sufrir esto? De ella hazte recompensar.” Muchas
veces el hacer el bien, el sufrir, sin que mi Voluntad
en medio, pueden ser míseras esclavitudes que

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
degeneran en pasiones; mientras que sólo mi
Querer da el verdadero dominio, las verdaderas
virtudes, la verdadera gloria de trasmutar lo
humano en divino.”

Vol. 14 03.10.1922 (64)


Continuando mi habitual estado, me sentía
oprimida porque el bendito Jesús frecuentemente
permite que yo sufra mientras está presente el confesor
y me lamentaba con El diciéndole:
“Amor mío, te pido, te suplico que no permitas
más que sufra en presencia de alguien, haz que todo
pase entre Tú y yo y que únicamente Tú conozcas mis
penas. ¡Ah! conténtame, dame tu palabra de que no lo
harás más; es más, hazme sufrir el doble, estaré
contenta con tal de que todo quede oculto entre Tú y
yo.” Y Jesús, interrumpiéndome me ha dicho:
“Hija mía, no te abatas, cuando mi Voluntad lo
quiere, también tú debes ceder, y además esto no
es otra cosa que un paso de mi vida. Mi misma vida
oculta, mis penas internas y todo lo que hice,
tuvieron siempre al menos uno o dos espectadores,
y esto con razón, por necesidad y para obtener la
finalidad de mis mismas penas. El primer
espectador fue mi Padre Celestial, a quien nada
podía escaparle siendo El mismo el que me infligía
las penas, era actor y espectador; si mi Padre no
hubiera visto ni hubiera sabido nada, ¿cómo podía
darle satisfacción, darle la gloria e inclinarlo, ante la
vista de mis penas, a misericordia para el género

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
humano? Entonces la finalidad no se hubiera
logrado.
En segundo lugar mi Mamá fue espectadora
de todas las penas de mi vida oculta, y esto era
necesario, pues si Yo había venido del Cielo a la
tierra para sufrir, no para Mí sino para bien de los
demás, debía tener por lo menos a una criatura en
la cual debía apoyar aquel bien que contenían mis
penas y así mover a mi amada Mamá a
agradecerme, a alabarme, a amarme, a bendecirme,
y a hacerla admirar el exceso de mi bondad, tanto
que Ella, conmovida y raptada ante la vista de mis
penas, me rogaba que en vista del gran bien que le
llevaban mis penas, no la eximiera de fundirse con
mis mismas penas para sufrirlas, para darme la
correspondencia y ser mi perfecta imitadora.
Si mi Mamá no hubiera visto nada, no habría
tenido mi primera imitadora, no habría tenido
ningún gracias, ninguna alabanza, mis penas, el
bien que contenían, habrían quedado sin efecto,
porque no conociéndolas ninguno, no podía hacer
el primer apoyo, así que la finalidad del gran bien
que debía recibir la criatura se habría perdido.
Ves, cuán necesario era que al menos una
sola criatura estuviera al tanto de mis penas. Si
esto fue para Mí, quiero que sea también de ti; es
más, te digo que quiero al confesor obrante junto
conmigo, espectador y depositario de las penas que
te hago sufrir, para que también él participe en el
bien y teniéndolo junto pueda excitarlo más en la fe

"164
DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
e infundirle luz y amor para hacerle comprender las
Verdades que te voy manifestando.”
Yo he quedado más que nunca oprimida al oír
esto y mientras esperaba misericordia he encontrado
justicia e inamovilidad por parte de Jesús. ¡Oh!, Dios,
qué pena! Y viéndome más afligida ha agregado:
“¿Hija mía, esto es lo mucho que me quieres?
Los tiempos son tan tristes y los males que vendrán
son demasiado espeluznantes, y cuando no puedas
tú sola impedir todo el curso a mi Justicia, lo
podréis entre los dos, y deberías decir tú misma
que te hiciera sufrir. Por eso resígnate también en
esto y ten paciencia, lo quiere tu Jesús y basta.”

Vol. 19 28.04.1926 (15)


…Después estaba pensando entre mí: “Es
verdad que mi Reina Mamá hizo el más grande de los
sacrificios, que ningún otro ha hecho, esto es, el no
querer conocer de ningún modo su voluntad sino sólo la
de Dios, y en esto abrazó todos los dolores, todas las
penas, hasta el heroísmo del sacrificio de sacrificar a su
propio Hijo para cumplir el Querer Supremo; pero una
vez que hizo este sacrificio, todo lo que sufrió después
fue el efecto de su primer acto, no tuvo que luchar como
nosotros en las diversas circunstancias, en los
encuentros imprevistos, en las pérdidas inesperadas, es
siempre lucha, hasta sangrar el propio corazón por
temor de ceder a nuestra combatiente voluntad
humana; con cuánta atención se necesita estar para
que el Querer Supremo tenga siempre su puesto de

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
honor y la supremacía sobre todo, y muchas veces es
más dura la lucha que la misma pena.” Pero mientras
esto pensaba, mi amable Jesús se ha movido en mi
interior diciéndome:
“Hija mía, tú te equivocas, no fue uno el
máximo sacrificio de mi Mamá, sino fueron tales y
tantos, por cuantos dolores, penas, circunstancias
y encuentros fue expuesta su existencia y la mía;
las penas en Ella siempre eran duplicadas, porque
mis penas eran más que penas suyas, y además mi
Sabiduría no cambió nunca dirección con mi Mamá,
en cada pena que debía tocarle Yo le preguntaba
siempre si quería aceptarlas, para sentirme repetir
por Ella aquel Fiat en cada pena, en cada
circunstancia y aún en cada latido; aquel Fiat me
sonaba tan dulce, tan suave y armonioso, que lo
quería oír repetir a cada instante de su vida.
Por eso le preguntaba siempre: ¿Mamá,
quieres hacer esto? ¿Quieres sufrir esta pena? Y a
Ella mi Fiat le llevaba los mares de bienes que
contiene y le hacía entender la inmensidad de la
pena que aceptaba, y este entender con luz divina lo
que paso a paso debía sufrir, le daba tal martirio
que supera infinitamente a la lucha que sufren las
criaturas, porque faltando en Ella el germen de la
culpa, faltaba el germen de la lucha y mi Voluntad
debía encontrar otro medio para hacer que no fuese
menor que las otras criaturas en el sufrir, porque
debiendo adquirir con justicia el derecho de Reina

"166
DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
de los Dolores, debía superar a todas las criaturas
juntas en las penas.
¿Cuántas veces no lo has sentido tú misma,
que mientras no sentías ninguna lucha, mi Querer,
haciéndote entender las penas a las cuales te
sometía, tú quedabas petrificada por la fuerza del
dolor, y mientras quedabas destrozada en la pena,
tú eras la pequeña corderita en mis brazos, pronta a
aceptar otras penas a las cuales mi Querer te quería
sometida? ¡Ah! ¿No sufrías tú más que con la
misma lucha? La lucha es señal de pasiones
vehementes, mientras que mi Voluntad, si lleva el
dolor, al mismo tiempo da la intrepidez, y con el
conocimiento de la intensidad de la pena le da tal
mérito, que sólo una Voluntad Divina puede dar.
Por eso, como hago contigo, que en cada
cosa que quiero de ti primero te pregunto si
quieres, si aceptas, así hacía con mi Mamá, para
que el sacrificio sea siempre nuevo y me de la
ocasión de conversar con la criatura, de
entretenerme con ella, y que mi Querer tenga su
campo de acción divino en la voluntad humana.”
Ahora, mientras estaba escribiendo lo que está
escrito arriba, no he podido seguir más adelante,
porque mi mente ha quedado enajenada por un canto
bello y armonioso, acompañado por un sonido jamás
oído, este canto ponía a todos en atención y
armonizaba con toda la Creación con la Patria Celestial.
Todo esto lo escribo por obedecer. Mientras oía
el canto mi Jesús me ha dicho:

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
“Hija mía, escucha como es bello, este sonido
y canto, es un cántico nuevo formado por los
ángeles como homenaje, gloria y honor a la unión
de la Voluntad Divina con tu voluntad humana, es
tanta la alegría de todo el Cielo y de la Creación
toda, que no pudiéndola contener suena y canta.”
Dicho esto me he encontrado en mí misma.

Vol. 19 11.07.1926 (36)


Desde hace algunos días mi dulce Jesús no me
había dicho nada acerca de su Santísima Voluntad,
más bien se hacía ver triste, en acto de golpear a las
criaturas. Hoy, como si quisiera salir de su tristeza,
porque cuando habla de su Voluntad parece que se
pone en fiesta, al salir de dentro de mi interior me ha
dicho:
“Hija mía, quiero consolarme, hazme hablar
del Reino de mi Supremo Querer.”
Y yo: “Amor mío y vida mía, Jesús, si Tú no me
dices todos los secretos que hay en El, yo, no
conociendo todo, no gozaré la plenitud de los bienes
que este Reino posee, ni podré darte la retribución del
amor, de los bienes que Tú escondes y me sentiría
infeliz en medio de tanta felicidad, que en todo lo que
en El Tú posees no corre mi “te amo”, será pequeño,
pero es el “te amo” de tu pequeña hija que Tú amas
tanto.” Y Jesús, tomando mi misma palabra me ha
dicho:
“Pequeña hija mía, lo dices tú misma, cuánto
es necesario el conocimiento; si es necesario para

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
ti, mucho más para los demás. Ahora, tú debes
saber que para formar el Reino de la Redención,
entre aquellos que se distinguieron más en el sufrir,
estuvo mi Mamá, y si bien Ella aparentemente no
sufrió ninguna pena que conocieran las otras
criaturas, con excepción de mi muerte que fue
conocida por todos y que fue para su Materno
Corazón el golpe fatal y más desgarrador que
cualquier muerte dolorosísima; pero como Ella
poseía la Unidad de la Luz de mi Querer, esta luz
llevaba a su Corazón traspasado no sólo las siete
espadas que dice la Iglesia, sino todas las espadas,
las lanzas, los pinchazos de todas las culpas y
penas de las criaturas, que martirizaban de modo
desgarrador su Materno Corazón.
Pero esto es nada, esta luz le llevaba todas
mis penas, mis humillaciones, mis aflicciones, mis
espinas, mis clavos, las penas más íntimas de mi
Corazón; el Corazón de mi Mamá era el verdadero
sol, que mientras se ve sólo luz, esta luz contiene
todos los bienes y efectos que recibe y posee la
tierra, así que se puede decir que la tierra está
encerrada en el sol.
Así en la Soberana Reina, se veía solamente
su persona, pero la luz de mi Supremo Querer
encerraba en Ella todas las penas posibles e
imaginables, y por cuanto más íntimas y
desconocidas estas penas, tanto más estimables y
más potentes sobre el Corazón Divino para impetrar
el suspirado Redentor, y más que luz solar

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
descendían en los corazones de las criaturas para
conquistarlas y atarlas al Reino de la Redención.
Así que la Iglesia, de las penas de la Celestial
Soberana conoce tan poco, que se puede decir que
son sólo las penas aparentes, y por eso da el
número de siete espadas; pero si conociera que su
Materno Corazón era el refugio, el depósito de todas
las penas, que la luz de mi Voluntad todo le llevaba
y nada le ahorraba, no habría dicho siete espadas,
sino millones de espadas, mucho más que siendo
penas íntimas, sólo Dios conoce la intensidad del
dolor de ellas y por eso con derecho fue constituida
Reina de los Mártires y de todos los dolores; las
criaturas saben dar el peso, el valor a las penas
externas, pero de las internas no atinan a darles el
justo valor.
Ahora, para formar en mi Mamá primero el
reino de mi Voluntad y después el de la Redención,
no eran necesarias tantas penas, porque no
teniendo culpas, la herencia de las penas no era
para Ella; su herencia era el Reino de mi Voluntad,
pero para dar el Reino de la Redención a las
criaturas, debió sujetarse a tantas penas, así que
los frutos de la Redención fueron madurados en el
Reino de mi Voluntad poseído por Mí y por mi
Mamá.
No hay cosa bella, buena y útil que no salga
de mi Voluntad. Ahora, unida a la Soberana Reina
vino mi Humanidad, Ella quedó escondida en Mí, en
mis dolores, en mis penas, por eso poco se conoció

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
de Ella, pero de mi Humanidad fue necesario que se
conociera lo que Yo hice, cuánto sufrí y cuánto amé,
si nada se conociera no habría podido formar el
Reino de la Redención. El conocimiento de mis
penas y de mi amor es imán y estímulo, incitación,
luz para atraer a las almas a tomar los remedios, los
bienes que en Ella hay; el saber cuánto me cuestan
sus culpas, su salvación, es cadena que los ata a Mí
e impide nuevas culpas.
Si en cambio nada hubieran sabido de mis
penas y de mi muerte, no conociendo cuánto me ha
costado su salvación, ninguno habría tenido el
pensamiento de amarme y de salvar su alma. ¿Ves
entonces cuánto es necesario el hacer conocer
cuánto ha hecho y sufrido aquel o aquella que ha
formado en sí un bien universal para darlo a los
demás?
Ahora hija mía, así como fue necesario hacer
conocer quien fue Aquel y Aquella y cuánto les
costó formar el Reino de la Redención, así es
necesario hacer conocer a aquella a la cual mi
Paterna Bondad ha escogido primero para formar
en ella el Reino del Fiat Supremo, y luego dar el
principio de la transmisión a los demás.
Así como fue para la Redención, que primero
fue formada entre mi Mamá Celestial y Yo y después
fue conocida por las criaturas, así será del Fiat
Supremo, por lo tanto es necesario hacer conocer
cuánto me cuesta este Reino de mi Voluntad y hacer
conocer cómo, para hacer que el hombre pudiera

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DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
entrar de nuevo en su Reino perdido, he debido
sacrificar a la más pequeña de las criaturas, tenerla
clavada por cuarenta años y más dentro de un
lecho, sin aire, sin la plenitud de la luz del sol que
todos gozan, cómo su pequeño corazón ha sido el
refugio de mis penas y de aquellas de las criaturas,
cómo ha amado a todos, rogado por todos,
defendido a todos y cuántas veces se ha expuesto a
los golpes de la Justicia Divina para defender a
todos sus hermanos, y además sus penas íntimas,
mis mismas privaciones que martirizaban su
pequeño corazón dándole muerte continua, porque
no conociendo otra vida que la mía, otro Querer que
el mío, todas estas penas echaban los fundamentos
del Reino de mi Voluntad, y como rayos solares
maduraban los frutos del Fiat Supremo.
Por eso es necesario hacer conocer cuánto te
costó a ti y a Mí este Reino, y así por el costo
puedan conocer cuánto amo el que hagan
adquisición de él, y por el costo puedan apreciarlo y
amarlo y aspirar a entrar a vivir en el Reino de mi
Suprema Voluntad.”
Esto lo he escrito por obedecer, pero ha sido
tanto el esfuerzo, que apenas he podido señalar algo de
mi pobre existencia, ya que por la gran renuencia me
siento helar la sangre en las venas; pero me conviene
repetir siempre: ¡Fiat, Fiat, Fiat!

Vol. 19 22.08.1926 (49)

"172
DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
…Después de esto estaba pensando dentro de
mí: “Cómo es de dura la privación de mi dulce Jesús, se
siente la verdadera muerte del alma y sucede como al
cuerpo cuando se separa del alma, que mientras posee
los mismos miembros, estos están vacíos de la vida,
están inertes, sin movimiento y no tienen más valor. Así
me parece mi pequeña alma sin Jesús, posee las
mismas facultades, pero vacías de vida, sin Jesús
termina la vida, el movimiento, el calor, por eso la pena
es desgarradora, indescriptible y no se puede comparar
a ninguna otra pena.
¡Ah! la Mamá Celestial no sufrió esta pena
porque su Santidad la volvía inseparable de Jesús, y
por eso no quedó jamás privada de El.” Pero mientras
esto pensaba, mi amado Jesús se ha movido en mi
interior diciéndome:
“Hija mía, tú te equivocas, la privación de Mí
no es separación, sino dolor, y tú tienes razón al
decir que es un dolor más que mortal, y este dolor
tiene la virtud no de separar sino de unir con
ataduras más fuertes y más estables la unión
inseparable conmigo, y no sólo esto, sino que cada
vez que el alma queda como privada de Mí, sin
culpa suya, Yo resurjo de nuevo para ella a nueva
vida de conocimiento, haciéndome comprender
más; de nuevo amor, amándola más, y doy nueva
gracia para enriquecerla y embellecerla, y ella
renace a nueva Vida Divina, a nuevo amor y a nueva
belleza, porque es justo; sufriendo el alma penas
mortales, viene substituida con nueva Vida Divina,

"173
DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
si esto no fuese así me dejaría vencer por el amor
de la criatura, lo que no puede ser.
Y además no es verdad que la Soberana
Reina no haya quedado jamás privada de Mí;
inseparable jamás, pero privada sí, esto no
perjudicaba la altura de su Santidad, más bien la
acrecentaba. Cuántas veces la dejé en el estado de
pura fe, porque debiendo ser la Reina de los dolores
y la Madre de todos los vivientes, no podía faltarle
el adorno más bello, la gema más resplandeciente
que le daba la característica de Reina de los
Mártires y Madre Soberana de todos los Dolores;
esta pena de ser dejada en el estado de pura fe la
preparó a recibir el depósito de mi doctrina, el
tesoro de los Sacramentos y todos los bienes de mi
Redención, porque siendo mi privación la pena más
grande, pone al alma en condición de merecer ser la
depositaria de los dones más grandes de su
Creador, de sus conocimientos más altos y de sus
secretos.
¿Cuántas veces no lo he hecho contigo?
Después de una privación mía te he manifestado los
conocimientos más altos sobre mi Voluntad, y con
esto venía a hacerte depositaria no sólo de sus
conocimientos, sino de mi misma Voluntad. Y
además la Soberana Reina como Madre debía
poseer todos los estados del alma, por lo tanto
también el estado de pura fe, para poder dar a sus
hijos aquella fe irremovible que hace arriesgar la
sangre y la misma vida para defender y atestiguar la

"174
DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
fe. ¿Si este don de la fe no lo hubiera poseído,
cómo lo podía dar a sus hijos?”
Dicho esto ha desaparecido, pero mi mente
quería pensar tantas cosas extrañas y quizá aún
disparatadas y me esforzaba por hacer mis actos en la
adorable Voluntad de Dios, pero mientras esto hacía
pensaba para mí: “Si el vivir en el Reino Supremo de la
Voluntad Divina requiere tanta atención, tantos
sacrificios, serán poquísimos aquellos que querrán vivir
en un Reino tan Santo.” Y mi dulce Jesús regresando
me ha dicho:
“Hija mía, quien es llamado como cabeza de
una misión debe abrazar no sólo todos los
miembros, sino debe regirlos, dominarlos y
constituirse vida de cada uno de ellos; mientras que
los miembros no son los que dan vida a la cabeza ni
hacen todo lo que hace ella, sino que cada uno hace
su oficio. Así quien es llamado como cabeza de una
misión, abrazando todo lo que conviene para poder
desarrollar el trabajo que le ha sido confiado,
sufriendo más que todos y amando a todos, prepara
el alimento, la vida, las lecciones, los oficios, según
la capacidad de quien querrá seguir su misión.
Lo que es necesario a ti, que debes formar el
árbol con toda la plenitud de las ramas y
multiplicidad de los frutos, no será necesario a
quien debe ser solo rama o fruto, su trabajo será de
estar incorporado al árbol para recibir los humores
vitales que él contiene, o sea, hacerse dominar por

"175
DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
mi Voluntad, no dando jamás vida al propio querer
en todas las cosas, sean internas o externas.
Conocer mi Voluntad y recibirla como vida
propia para hacerla desarrollar su Vida Divina; en
suma, hacerla reinar y dominar como Reina.
Así hija mía, quien debe ser cabeza conviene
que sufra, que trabaje y que haga él sólo todo lo
que los demás harán todos juntos. Esto es lo que
hice Yo, porque como cabeza de la Redención
puedo decir que hice todo por amor de todos, para
darles la vida y ponerlos a todos a salvo, como
también la Virgen Inmaculada, porque como Madre
y Reina de todos, ¿cuánto no sufrió? ¿Cuánto no
amó y obró por todas las criaturas? Ninguno puede
decir que nos haya igualado, ya sea en el sufrir
como en el amar, a lo más nos asemejan en parte,
pero igualarnos, ninguno. Pero con el haber estado
a la cabeza de todos, tanto Yo como la Soberana
Reina, encerrábamos todas las gracias y todos los
bienes, la fuerza estaba en nuestro poder, el
dominio era nuestro, Cielo y tierra obedecían a
nuestras señas y temblaban delante a nuestra
Potencia y Santidad.
Los redimidos han tomado nuestras migajas
y han comido nuestros frutos, se han sanado con
nuestros remedios, se han revigorizado con
nuestros ejemplos, han aprendido nuestras
lecciones, han resucitado a costa de nuestra vida, y
si han sido glorificados ha sido en virtud de nuestra
gloria, pero el poder es siempre nuestro, la fuente

"176
DOLORES DE LA VIRGEN MARIA
viva de todos los bienes brota siempre de Nosotros,
tan cierto, que si los redimidos se alejan de
Nosotros pierden todos los bienes y vuelven a estar
enfermos y pobres más que antes.
He aquí lo que significa ser cabeza, es verdad
que se sufre mucho, se trabaja demasiado, se debe
preparar el bien a todos, pero todo lo que se posee
sobrepasa todo y a todos; hay tal distancia entre
quien es cabeza de una misión y entre quien debe
ser miembro, como si se comparara al sol como
cabeza y una pequeña luz como miembro. Por eso
te he dicho tantas veces que tu misión es grande,
porque no se trata de la sola santidad personal,
sino se trata de abrazar todo y a todos, y preparar el
reino de mi Voluntad a las generaciones humanas.”

FIN DE HORAS

"177
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
Menú

LA RESURRECCIÓN DE JESUS EN LOS ESCRITOS


DE LUISA PICCARRETA

Vol. 4 07.04.1901
…Durante un poco he visto a mi adorable Jesús
en el momento de su Resurrección, con un rostro tan
resplandeciente que no se puede comparar a ningún
otro esplendor, y me parecía que la Santísima
Humanidad de Nuestro Señor, aun siendo carne viva,
era resplandeciente y transparente, de modo que se
veía claramente su Divinidad unida a su Humanidad. Y
mientras lo veía tan glorioso, una luz que venía de El
parecía decirme:
“Tanta gloria tuvo mi Humanidad gracias a la
perfecta obediencia, que destruyendo por completo
la antigua naturaleza me dio la nueva naturaleza
gloriosa e inmortal. Así el alma, por medio de la
obediencia puede formar en sí la perfecta
resurrección en las virtudes; por ejemplo: si el alma
está afligida, la obediencia la hará resucitar a la
alegría; si se siente agitada, la obediencia la hará
resucitar a la paz; si es tentada, la obediencia le
dará la cadena más fuerte para atar al enemigo y la
hará resucitar vencedora de las insidias diabólicas;
si asediada por pasiones y vicios, la obediencia,
dándoles muerte, la hará resucitar en las virtudes.
Eso en el alma, y a su tiempo formará la
resurrección también del cuerpo”.

"178
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS

Vol. 4 30.03.1902
Esta mañana, encontrándome fuera de mí
misma, he visto un poco a mi adorable Jesús en el acto
de su Resurrección, enteramente vestido de luz
resplandeciente, tanto que el sol quedaba oscurecido
ante aquella luz. Me he quedado encantada y he dicho:
“Señor, si no soy digna de tocar tu Humanidad
glorificada, déjame tocar al menos tus vestiduras”. Y El
me ha dicho:
“Amada mía, ¿qué dices? Después de haber
resucitado ya no tuve más necesidad de vestiduras
materiales, sino que mis vestiduras son de sol, de
luz purísima, que cubre a mi Humanidad y que
resplandecerá eternamente, dando gozo indecible a
todos los sentidos de los bienaventurados en el
Cielo. Eso ha sido concedido a mi Humanidad,
porque no hubo parte en ella que no estuviera
cubierta de oprobios, de dolores y de llagas”.
Dicho lo cual ha desaparecido, sin poder yo
encontrar ni su Humanidad ni sus vestiduras, o sea, que
mientras cogía con las manos sus sagradas vestiduras,
se me escapaban y no las hallaba.

Vol. 12, 15.4.1919


“Hija mía, al crear el cielo primero hice
las estrellas como astros menores y después creé
el sol, astro mayor, dotándolo de tanta luz que
eclipsa a todas las estrellas, como escondiéndolas
en él, y haciéndolo el rey de las estrellas y de toda

"179
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
la naturaleza. Yo suelo hacer antes las cosas
menores como preparativo de las cosas mayores,
que son corona de las cosas menores.
El sol, mientras es mi relator, a la vez
representa a las almas que formarán su santidad en
mi Querer. Los santos que han vivido en el espejo
de mi Humanidad y como a la sombra de mi
Voluntad serán las estrellas. Aquellas almas, si bien
posteriores, serán los soles. Ese mismo orden lo
seguí en la Redención. Mi nacimiento no sólo no
llamó la atención, sino que fue muy humilde; mi
niñez, sin esplendor de grandes cosas ante los
hombres. Mi vida de Nazaret fue tan oculta, que viví
como ignorado por todos; me adaptaba a hacer las
cosas más pequeñas y comunes de la vida humana.
En la vida pública hubo algo de grande, pero lo
mismo, ¿quién conoció mi Divinidad? Nadie, ni
siquiera todos los Apóstoles. Pasaba entre la gente
como uno más, tanto que todos podían acercarse a
Mí, hablarme y, si llegaba el caso, también
despreciarme”.
Y yo, interrumpiendo las palabras de Jesús, he
dicho: “Jesús, Amor mío, ¡qué tiempos felices eran! ¡Y
qué felices las personas que, con sólo quererlo, podían
acercarse a Tí, hablarte y estar contigo!” Y Jesús:
“Ah, hija mía, la verdadera felicidad la da mi
Voluntad. Sólo ella mete todos los bienes en el alma
y, poniéndose como corona en torno al alma, la
constituye reina de la verdadera felicidad. Sólo esas

"180
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
almas serán reinas de mi trono, porque son fruto de
mí Querer.
Tanto eso es verdad, que aquella gente no fue
feliz; muchos me vieron, pero no me conocieron,
porque mi Querer no residía en ellos como centro
de vida; por tanto, a pesar de que me vieron,
siguieron siendo infelices, y sólo los que tuvieron el
bien de recibir en sus corazones la semilla de mi
Querer se dispusieron a recibir el bien de verme
resucitado. Ahora bien, el portento de la Redención
fue mi Resurrección, que más que un fúlgido sol
coronó a mi Humanidad, haciendo resplandecer
hasta mis más pequeños actos con tal gloria y
maravilla que asombra Cielo y tierra, y que será
principio, fundamento y cumplimiento de todos los
bienes, corona y gloria de todos los
bienaventurados. Mi Resurrección es el verdadero
sol que glorifica dignamente a mi Humanidad, es el
sol de la religión católica, es la verdadera gloria de
todo cristiano. Sin la Resurrección habría sido
como el cielo sin sol, sin calor y sin vida.
Pues bien, mi Resurrección representa a las
almas que formarán la santidad en mi Querer. Los
santos de los siglos pasados están representados
por mi Humanidad, los cuales, aunque resignados,
no han tenido un acto continuo en mi Querer, por
tanto no han recibido la huella del sol de mi
Resurrección, sino la huella de las obras de mi
Humanidad antes de la Resurrección.

"181
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
Por eso serán muchos: a modo de estrellas
formarán un hermoso ornamento al cielo de mi
Humanidad. Pero los santos del vivir en mi Querer,
que representarán a mi Humanidad resucitada,
serán pocos. De hecho mi Humanidad, antes de
morir, mucha gente, muchas personas la vieron,
pero pocos vieron mi Humanidad resucitada, sólo
los creyentes, los más dispuestos, podría decir que
sólo aquellos que tenían la semilla de mi Querer,
porque si no la hubieran tenido les habría faltado la
vista necesaria para poder ver mi Humanidad
gloriosa y resucitada y ser por tanto espectadores
de mi Ascensión al Cielo.
Por tanto, si mi Resurrección representa a los
santos del vivir en mi Querer –y con razón, porque
cada acto, palabra, paso, etc. que se hace en mi
Querer es una resurrección divina que recibe el
alma, es una huella de gloria que recibe, es salir de
sí misma para entrar en la Divinidad, y el alma,
escondiéndose en el fúlgido sol de mi Querer, ama,
obra, piensa–, ¿qué tiene de extraño que el alma
quede enteramente resucitada, se haga una sola
cosa con el mismo sol de mi Gloria y represente a
mi Humanidad resucitada? Pero pocos son los que
se disponen a eso, porque en la misma santidad las
almas quieren algo para su propio bien, mientras
que la santidad de vivir en mi Querer no tiene nada,
nada de propio, sino todo de Dios. Y que se
dispongan las almas a eso, a despojarse de sus
propios bienes, es demasiado pedir; por eso no

"182
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
serán muchas. Tú no formas parte del número de
los muchos, sino de los pocos; por eso sé siempre
atenta a la llamada y a tu vuelo continuo”.

Vol. 15 02.4.1923
“Hija mía, cuánta luz, cuánta gloria tuvo
mi Humanidad en mi Resurrección, porque durante
toda mi vida en este mundo no hice más que poner
dentro de cada acto, respiro, mirada, en todo, la
Voluntad Suprema, y a medida que la ponía dentro,
así el Querer Divino me preparaba la gloria, la luz en
mi Resurrección. Y estando en Mí el mar inmenso
de la luz de mi Voluntad, no es de extrañar que si
miro, si hablo, si me muevo, salga tanta luz de Mí
que puedo dar luz a todos. Por tanto quiero
encadenarte y arrollarte en esta luz, para sembrar
en tí tantas semillas de resurrección por cuantos
actos vas haciendo en mi Voluntad. Ella es la única
que hace resucitar el alma y el cuerpo a la gloria, es
semilla de resurrección a la gracia, semilla de
resurrección a la más alta y perfecta santidad,
semilla de resurrección a la gloria.
Así que, a medida que el alma va haciendo
sus actos en mi Querer, absorbe nueva luz divina,
porque mi Querer por naturaleza es luz, y quien vive
en El tiene el poder de transformar los
pensamientos, las palabras, las obras y todo lo que
hace en luz”.

Vol. 19. 04.04.1926

"183
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
“Hija mía, mi Resurrección completó,
confirmó, me devolvió todos los honores y llamó a
la vida a todas las obras que hice durante mi Vida
en la tierra, y formó la semilla de la resurrección de
las almas e incluso de los cuerpos en el Juicio
universal. De modo que sin mi Resurrección, mi
Redención habría quedado incompleta y mis obras
más bellas habrían quedado sepultadas.
Igualmente, si el alma no resucita del todo en mi
Voluntad, todas sus obras quedan incompletas, y si
nota el frío respecto a las cosas divinas, si la
oprimen las pasiones, si la tiranizan los vicios,
formarán la sepultura en que la enterrarán, pues
faltando la vida de mi Voluntad, faltará quien haga
resurgir el fuego divino, faltará quien haga morir de
un solo golpe todas las pasiones y haga resucitar
todas las virtudes. Mi Voluntad es más que un sol
que eclipsa todo, que fecunda todo, que convierte
todo en luz y forma la completa resurrección del
alma en Dios”.

Vol. 20. 12.12.1926


“Hija mía, al crear al hombre la
Divinidad lo puso dentro del Sol de la Divina
Voluntad, y en él puso a todas las criaturas. Este
Sol le servía de vestidura, no sólo del alma, sino
que sus rayos eran tantos que cubrían también su
cuerpo, de modo que para él era más que vestidura,
que tanto lo adornaba y embellecía, que ni reyes ni
emperadores jamás se han visto tan adornados

"184
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
como Adán se veía con esa vestidura de luz
fulgidísima.
Se equivocan los que dicen que Adán, antes
de pecar, iba desnudo; falso, falso. Si todas las
cosas creadas por Nosotros están enteramente
adornadas y vestidas, él, que era nuestra joya, el
destinatario para el que todas las cosas fueron
creadas, ¿no tenía que tener la vestidura más bella
y el ornamento más hermoso? Por eso, era
decoroso que tuviera la bella vestidura de la luz del
Sol de nuestra Voluntad, y poseyendo esta
vestidura de luz, no necesitaba ropas materiales
para cubrirse. Pero en el momento que se salió del
‘FIAT’ Divino, la luz se retiró del alma y del cuerpo y
perdió su bella vestidura, y al no verse ya rodeado
de luz, se sintió desnudo. Y avergonzándose al
verse desnudo él sólo en medio a todas las cosas
creadas, sintió la necesidad de cubrirse y se sirvió
de lo superfluo de las cosas creadas para cubrir su
desnudez.
Tan cierto es, que después de mi sumo dolor
al ver divididas mis vestiduras y sorteada mi túnica,
al resucitar mi Humanidad no tomé otras vestiduras,
sino que me vestí con la vestidura fulgidísima del
Sol de mi Querer Supremo. Era la misma vestidura
que tenía Adán cuando fue creado, porque para
abrir el Cielo mi Humanidad tenía que ir vestida con
la luz del Sol de mi Querer Supremo, vestidura real
que, dándome las insignias de Rey y el dominio en
mis manos, abrió el Cielo a todos los redimidos. Y

"185
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
presentándome ante mi Padre Celestial, Le ofrecí
las vestiduras íntegras y bellas de su Voluntad, con
que estaba cubierta mi Humanidad, para hacer que
reconociera como hijos nuestros a todos los
redimidos. Así que mi Voluntad, mientras es vida, es
a la vez la verdadera vestidura con que fue creada la
criatura, y por eso tiene todo el derecho a Ella;
¿pero cuánto no hace para rehuir de esa luz? Por
eso, tú mantente firme en este Sol del Eterno ‘FIAT’
y Yo te ayudaré a que te mantengas en esta luz”.
Entonces yo, al oír eso, le he dicho: “Jesús mío y
todo mío, ¿cómo? Adán en el estado de inocencia no
necesitaba vestiduras, porque la luz de tu Voluntad era
más que vestidura, mientras que la Reina Soberana
poseía íntegra tu Voluntad y Tú mismo eras esa misma
Voluntad, y sin embargo ni la Mamá Celestial ni Tú
llevabais vestiduras de luz, y los dos os servisteis de
ropas materiales para cubriros; ¿cómo es eso?” Y
Jesús ha proseguido:
“Hija mía, tanto Yo cuanto mi Madre vinimos a
hermanarnos con las criaturas, vinimos a levantar a
la humanidad decaída, y por tanto a tomar las
miserias y humillaciones en que había caído, para
expiarlas a costa de nuestra vida. Si nos hubieran
visto vestidos de luz, ¿quién se habría atrevido a
acercarse a tratar con Nosotros? Y durante mi
Pasión, ¿quién se habría atrevido a tocarme? La luz
del Sol de mi Querer los habría cegado y derribado
al suelo; por tanto tuve que hacer un milagro más
grande, ocultando esta luz en el velo de mi

"186
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
Humanidad, mostrándome como uno de ellos.
Porque mi Humanidad representaba, no a Adán
inocente, sino a Adán caído, y por tanto me tenía
que someter a todos sus males, tomarlos sobre Mí
como si fueran míos, para expiarlos ante la Divina
Justicia. Por el contrario, cuando resucité de la
muerte, representando a Adán inocente, el nuevo
Adán, hice cesar el milagro de tener ocultas en el
velo de mi Humanidad las vestiduras del fúlgido Sol
de mi Querer y quedé vestido de luz purísima, y con
esta vestidura real y deslumbradora hice mi entrada
en mi Patria, quedando las puertas abiertas, pues
hasta ese momento habían estado cerradas, para
hacer entrar a todos aquellos que me habían
seguido. Por tanto, no haciendo nuestra Voluntad,
no hay bien que no se pierda, no hay mal que no se
adquiera”.

Vol. 21 18.04.1927 (16)


Estaba siguiendo el Santo Querer Divino en el
acto cuando resucita del sepulcro glorioso y triunfante y
mi amable Jesús saliendo de dentro de mi interior me
ha dicho:
"Hija mía, con resucitar mi Humanidad dio el
derecho a todas las criaturas de hacer resucitar no
solo sus almas a la gloria y a la bienaventuranza
eterna sino también sus cuerpos. El pecado había
quitado estos derechos a las criaturas de resucitar,
mi Humanidad al resucitar lo restituyó. Ella
encerraba el germen de la resurrección de todos y

"187
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
en virtud de este germen encerrado en mí todos
tendrán el bien de poder resucitar de la muerte.
Quien hace el primer acto debe tener tal virtud de
encerrar en si todos los otros actos que deben
hacer las otras criaturas, de modo que en virtud del
primer acto los otros puedan imitar y hacer el
mismo acto. Cuánto bien no trajo la resurrección
de mi Humanidad dando el derecho a todos de
resucitar! Para el hombre, porque se había
apartado de mi Voluntad, gloria, felicidad, honores,
todo le había fracasado, había roto el anillo de
conjunción, que uniéndolo con Dios le daba los
derechos de todos los bienes de su Creador. Y mi
Humanidad al resucitar junta el anillo de unión,
restituyéndole los derechos perdidos, dándole la
virtud de resucitar. Toda la gloria, todo el honor es
de mi Humanidad; si Yo no hubiese resucitado
ninguno podía resucitar. Con el primer acto vienen
las sucesiones de los actos parecidos al primero.
¿Ves qué cosa es la potencia de un acto primero?
Mi Madre Reina hizo el primer acto de concebirme;
Ella para poder concebirme, Verbo Eterno,
encerraba en sí todos los actos de las criaturas para
corresponder a su Creador de modo de poderle
decir: "Soy yo quien te amo, te adoro, te satisfago
por todos". Por lo cual encontrando a todos en mi
Mamá de manera que fuesen uno, fue una mi
Concepción pude darme a todos como vida de cada
criatura.

"188
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
Así tu hija, al hacer tus primeros actos en mi
Voluntad, otorgas las otras criaturas el derecho de
entrar en Ella y repetir los actos tuyos para recibir
los mismos efectos. Cuan necesario es que
también uno solo haga el primer acto! Porque esto
sirve más abrir la puerta, para preparar las materias
primas para formar el modelo para dar vida a aquel
acto. Cuando el primero es hecho, a los otros les
resulta más fácil imitarlos. Esto sucede también en
el bajo mundo: quien es en primer a formar un
objeto debe trabajar más, sacrificarse más, debe
preparar todas las materias que se requieren, debe
hacer tantas pruebas y cuando el primero está
hecho, no solo adquieren el derecho de poderlo
hacer los otros sino que a ellos les resulta más fácil
repetirlo. Pero toda la gloria es de quien ha hecho
el primero, porque si no fuese hecho el primero, los
otros actos parecidos nunca podrían existir. Por
eso estés atenta a formar tus primeros actos, si
quieres que el Reino del Fiat Divino venga a reinar
sobre la tierra".
Después de esto estaba fundiéndome en el
Santo Querer Divino volviendo a llamar a todos los
actos de las criaturas, para que todos resurgieran en Él
y mi dulce Jesús me ha dicho:
"Hija mía, que gran diferencia ocurre entre un
acto hecho en mi Voluntad y un acto también bueno
hecho fuera de Ella; en el primero corre una vida
divina dentro de él, y esta vida llena el cielo y la
tierra y aquel acto recibe el valor de una vida divina,

"189
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
en el segundo corre un acto de vida humana y este
es limitado, restricto, tanto que muchas veces su
valor acaba al acabar el acto y si hay valor dentro,
es valor humano sujeto a perecer".

vol 26 mayo 12 1929


Vol. 26. 12.05.1929 (8)

----Este Reino faltaba, porque la Humanidad


inocente y gloriosa del Nuevo Adán había subido al
Cielo para obtener y dar su Reino a la tierra.

….Después de esto estaba pensando cuando


Nuestro Señor sube al cielo, glorioso y triunfante, con
su Humanidad no más humillada, ni sujeta a las penas,
con la divisa de los bienes de Adán caído, sino
intangible a toda pena, con la divisa de los bienes del
nuevo Adán inocente, con todas las prerrogativas más
bellas de la creación, vestido de luz e inmortal.

Pero mientras lo pensaba, mi dulcísimo Jesús


moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, mi Humanidad rehace en sí y sobre sí


misma todos los males de la humanidad caída hasta
morir, para darle la virtud de hacerla resucitar de la
muerte a la cual estaba sujeta. He aquí la causa del
porqué no dejé el Reino de mi Voluntad Divina sobre la
tierra, porque faltaba la Humanidad de Adán inocente,
glorioso e inmortal, para poder rogarlo y recibir el gran
don de mi Fiat. Por eso era necesario primero que mi
Humanidad debiera rehacer la humanidad caída y darle
"190
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
todos los remedios para reedificarla, luego morir y
resucitar con las dotes del Adán inocente, para poder
dar al hombre lo que perdió. No solo, sino quise subir
al cielo con mi Humanidad bella, vestida de luz, así
como salió de nuestras manos creadoras, para decir al
Padre Celestial: “Padre mío, mírame cómo mi
Humanidad está rehecha, cómo el Reino de nuestra
Voluntad esta al seguro en ella; soy Yo la cabeza de
todos y quien te pide tiene todos los derechos de pedir
y de dar lo que Yo poseo”.

“Hija mía, se requería una Humanidad inocente,


con todas las dotes con las cuales salió de nuestras
manos creadoras, para rogar de nuevo el Reino de
nuestra Voluntad en medio de las criaturas; hasta
entonces faltaba, y Yo lo adquirí con mi muerte y subí al
cielo para cumplir primero mi tarea y la segunda tarea la
de rogar y dar el Reino de mi Divina Voluntad sobre la
tierra. Son cerca de dos mil años que ésta mi
Humanidad pide y nuestra Majestad Divina sintiéndose
desbordar de nuevo, y aún con más intensidad, el amor
de la creación que tuvimos al crear al hombre y
sintiéndose raptar y fascinar de las bellezas de mi
Humanidad se ha desbordado de nuevo y abriendo los
cielos ha hecho llover a torrentes la lluvia de luz de los
tantos conocimientos sobre mi Fiat, a fin de que como
lluvia descienda sobre las almas y con su luz vivifique y
sane el querer humano y transformándolo arroje la raíz
de mi Voluntad en los corazones y extienda su Reino
sobre la tierra.

"191
LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
Para venir mi Reino sobre la tierra, primero debía
hacerlo conocer, debía hacer saber que quiere venir a
reinar y Yo así como un hermano mayor de la familia
humana, estoy haciendo todas las diligencias en el
Cielo junto de la Divinidad para darle una adquisición
tan grande. Por lo tanto era necesario que yo subiese
al Cielo con mi Humanidad glorificada, para poder
readquirir de nuevo el Reino de mi Fiat para mis
hermanos e hijos míos"

Vol. 36. 20.04. 1938 (3)


Después de esto, continuaba mi giro en todo esto
que hizo Nuestro Señor sobre la tierra y me estoy
parada en el acto de la Resurrección; qué triunfo, qué
gloria; el cielo se derramó sobre la tierra por ser
espectador de una gloria tan grande, y mi amado Jesús
ha reanudado su decir:
"Hija mía, en mi Resurrección, venía
constituido el derecho de resucitar en Mí a una
nueva vida todas las criaturas; era la confirmación,
el sello de toda mi Vida, de mis Obras, de mis
Palabras y que si vine a la tierra fue para darme a
todos y a cada uno, como vida que a ellos les
perteneciese. Mi resurrección era el triunfo de
todos y la nueva conquista que todos hacían de Ese
que estaba muerto por todos, para darles vida y
hacerlos resucitar en mi misma Resurrección.
¿Pero quieres saber en qué consiste la
verdadera resurrección de la criatura? Pero no al
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LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
fin del mundo, sino mientras vive aún sobre la
tierra; quien vive en mi Voluntad, resucita a la luz, y
puede decir: "Mi noche ha terminado"; resucita en
el Amor de su Creador de modo que no existe para
ella mas el frío, la nieve, sino que siente la sonrisa
de la primavera celestial; resucita a la santidad, la
cual pone en precipitada fuga las debilidades, las
miserias, las pasiones; resucita a todo esto que es
cielo y si mira la tierra, el cielo, el sol, los mira para
encontrar las obras de su Creador, para tener
ocasión de narrarle su gloria y su larga historia de
Amor.
Por eso quien vive en mi Querer, puede decir
como dijo el ángel, a las piadosas mujeres, cuando
iban al sepulcro: “Está resucitado, no está mas
aquí"; quien vive en mi Querer puede decir lo
mismo: “Mi voluntad no está más conmigo, esta
resucitada en el Fiat"; y si las circunstancias de la
vida, las ocasiones, las penas rodean a la criatura,
como buscando su voluntad, puede contestar: "Mi
voluntad está resucitada, no la tengo más en mi
poder, tengo a cambio la Divina Voluntad y con su
Luz quiero investir todo esto que me rodea;
circunstancias, penas, para formar tantas
conquistas divinas".
Quien vive en nuestro Querer encuentra la
vida en los actos de su Jesús y corre siempre en
ella nuestra Voluntad obrante, conquistante y
triunfante, y nos da tal gloria que el cielo no puede
contener. Por lo tanto vive siempre en nuestro

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LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
Querer, no salgas jamás, si quieres ser nuestro
triunfo y nuestra gloria".

28° día
La Reina del Cielo en el Reino de la Divina
Voluntad. El Limbo. La expectación. La victoria
sobre la muerte. La Resurrección.

El alma a su Madre Reina:


Mamá Traspasada, tu pequeña hija, sabiéndote
sola sin el amado Bien Jesús, quiere estarse
estrechada a Ti para hacerte compañía en tu
amarguísima desolación. Sin Jesús todas las cosas se
cambian en dolor para ti. El recuerdo de sus Penas
desgarradoras, el dulce sonido de su Voz que todavía
resuena en tu oído, la fascinante mirada del querido
Jesús, ahora dulce, ahora triste, ahora llena de
Lágrimas, pero que siempre te raptaban tu Materno
Corazón, y ahora no tenerlos más Contigo son espadas
que traspasan, que pasan de lado a lado tu Traspasado
Corazón.
Mamá desolada, tu querida hija quiere por cada
pena darte un alivio, una compasión. Más bien,
quisiera ser Jesús para poderte dar todo el Amor, todos
los consuelos, alivios y compasiones que te habría
dado el mismo Jesús en este tu estado de amarga
desolación. El dulce Jesús me ha dado a Ti como hija,
por eso ponme en su puesto en tu Materno Corazón, y
yo seré toda de mi Mamá, te enjugaré las Lágrimas y te
haré siempre compañía.

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LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS

Lección de la Reina y Madre Desolada:


“Hija queridísima, gracias por tu compañía,
pero si quieres que tu compañía me sea dulce y
querida y portadora de alivio a mi Traspasado
Corazón, quiero encontrar en ti la Voluntad Divina
obrante, dominante y que no ceda a tu voluntad ni
siquiera un respiro de vida. Entonces sí, te
cambiaré con mi Hijo Jesús, porque estando su
Voluntad en ti, en Ella sentiré a Jesús en tu corazón,
y ¡Oh! cómo seré feliz de encontrar en ti el primer
fruto de sus Penas y de su Muerte. Si encuentro en
mi hija a mi amado Jesús, mis penas se cambiarán
en alegrías y mis Dolores en conquistas.
Ahora escúchame hija de mis Dolores. En
cuanto mi querido Hijo expiró, bajó al Limbo como
Triunfador y portador de Gloria y de Felicidad, en
aquella cárcel donde se encontraban todos los
Patriarcas y Profetas, el primer padre Adán, el
querido San José y mis Santos Padres, y todos
aquellos que en virtud de los méritos previstos del
futuro Redentor se habían salvado. Yo era
inseparable de mi Hijo, y ni siquiera la muerte me lo
podía quitar, por eso, en medio de mis Dolores lo
seguí al Limbo y fui espectadora de la fiesta, de los
agradecimientos que toda aquella gran turba de
gente dio a mi Hijo, porque había sufrido tanto y
porque su primer paso había sido hacia ellos para
beatificarlos, y llevarlos con Él a la Gloria Celestial.
Así que, en cuanto murió comenzaron las

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LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
conquistas, la gloria para Jesús y para todos
aquellos que lo amaban. Esto querida hija es
símbolo de que en cuanto la criatura hace morir su
voluntad con la unión de la Voluntad Divina,
comienzan las conquistas en el Orden Divino, la
Gloria, la Alegría, incluso en medio de los más
grandes dolores.
Por tanto, en vista de que los ojos de mi alma
siguieron a mi Hijo, jamás lo perdí de vista, tampoco
en los tres días que estuvo sepultado; Yo sentía tal
ansia de verlo resucitado que iba repitiendo en mi
ímpetu de amor: “Resucita Gloria mía, resucita Vida
mía” Mis deseos eran ardientes, mis suspiros de
fuego, hasta hacerme sentir consumir.
Ahora, en estas ansias vi que mi querido Hijo,
acompañado de aquella gran turba de gente salió
del Limbo triunfante y se la llevó al sepulcro. Era el
alba del tercer día, y así como toda la naturaleza lo
lloró, así ahora se alegraba tanto, que el sol anticipó
su curso para estar presente en el momento en que
mi Hijo resucitaba. Pero, ¡Oh! maravilla, antes de
resucitar hizo ver a aquella turba de gente su
Santísima Humanidad Sangrante, Llagada,
Desfigurada, cómo había quedado reducida por
Amor de ellos y de todos. Todos se conmovieron y
admiraron los excesos de Amor y el grande
portento de la Redención.
Ahora hija mía, ¡Oh! cómo te quisiera
presente en el acto en que Resucitó mi Hijo, Él era
todo Majestad, su Divinidad unida a su Alma

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LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
manaba mares de Luz y de Belleza encantadora, de
llenar Cielo y tierra, y como Triunfador, haciendo
uso de su Poder, ordenó a su muerta Humanidad
que recibiera de nuevo su Alma y que resucitara
triunfante y gloriosa a la vida inmortal. ¡Qué acto
tan solemne! Mi querido Jesús triunfaba sobre la
muerte diciendo: “Muerte, tu no serás más muerte,
sino Vida.”
Con este acto de triunfo ponía el sello de que
era Hombre y Dios, y con su Resurrección
confirmaba el Evangelio, los Milagros, la Vida de los
Sacramentos y toda la Vida de la Iglesia, y no sólo
esto, sino que daba el triunfo sobre la voluntad
humana debilitada y casi extinta en el verdadero
bien, de hacer triunfar sobre ellas la Vida del Querer
Divino, que debía llevar a las criaturas la plenitud de
la santidad y de todos los bienes, y al mismo tiempo
arrojaba, en virtud de su Resurrección, el germen
en los cuerpos de resucitar a la gloria
imperecedera. Hija mía, la Resurrección de mi Hijo
encierra todo, dice todo, confirma todo y es el acto
más solemne que Él hizo por amor de las criaturas.
Ahora escúchame hija mía, te quiero hablar
como Mamá que ama mucho a su hija. Quiero
decirte qué significa hacer la Voluntad Divina y vivir
de Ella y el ejemplo te lo damos mi Hijo y Yo.
Nuestra Vida estuvo rociada de penas, de pobreza,
de humillaciones, hasta ver morir de penas a mi
amado Hijo, pero en todo esto corría la Voluntad
Divina. Ella era la vida de nuestras penas, y

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LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS
Nosotros nos sentíamos triunfantes y
conquistadores, de cambiar la misma muerte en
vida. Tanto es así, que al ver el gran Bien,
voluntariamente nos ofrecíamos a sufrir, porque
estando en Nosotros la Divina Voluntad ninguno se
podía imponer sobre Ella ni sobre Nosotros. El
sufrir estaba en nuestro poder y lo llamábamos
como alimento y triunfo de la Redención, para
poder llevar el bien a todo el mundo entero.
Ahora hija querida, si tu vida, tus penas
tuvieran por centro de vida la Divina Voluntad, está
cierta que el dulce Jesús se servirá de ti y de tus
penas para dar ayuda, Luz, Gracia a todo el
Universo. Por eso ánimo, la Divina Voluntad sabe
hacer cosas grandes donde Ella reina, y en todas
las circunstancias mírate en Mí y en tu dulce Jesús
y camina adelante”.
Menú

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LA RESURRECCION DE JESUS EN LOS ESCRITOS

LAS 24 HORAS DE LA PASIÓN DE


NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

CITAS EN VOLUMENES

Apartes de los escritos de la Divina


Voluntad

Tomado de los 36 volúmenes del


Reino de la Divina Voluntad en medio
de las criaturas
Sara Londoño Benveniste

Luisa Piccarreta, la pequeña hija de la Divina


Voluntad

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