Práctica de Los Primeros Sábados de Mes

Mi Corazón Inmaculado será tu Refugio
Padre Gonzalo Ciperiani
Los 5 Primeros
Sábados de mes
GUÍA PRÁCTICA PARA REALIZARLO
DEVOTIO
1
2
3
4
Introducción
La Virgen María en Fátima, el 13 de julio de
1917, decía a los Pastorcitos las siguientes pala-
bras:
“Cuando vean una noche alumbrada
por una luz desconocida, sepan que es la
gran señal que Dios les dará de que va a
castigar al mundo por sus crímenes por
medio de la guerra, del hambre, de la per-
secución de la Iglesia y del Santo Padre.
Para impedir eso, vendré a pedir la consa-
gración de Rusia a mi Inmaculado Corazón
y la comunión reparadora de los prime-
ros sábados. Si atienden mis deseos, Ru-
sia se convertirá y habrá paz; si no, espar-
cirá sus errores por el mundo, promo-
viendo guerras y persecuciones de la Igle-
sia: los buenos serán martirizados; el San-
to Padre tendrá que sufrir mucho; varias
naciones serán aniquiladas. Al final, mi
5
Inmaculado Corazón triunfará”. (13 de

julio de 1917)
Tiempo después, siendo Lucía postulante del
Convento de las Doroteas en Pontevedra (Espa-
ña) tuvo una aparición de la Virgen con el Niño
Jesús a su lado. La Santísima Virgen puso la
mano sobre su hombro, mientras en la otra sos-
tenía su corazón rodeado de espinas. El Niño le
dijo:
“Ten compasión del Corazón de tu
Santísima Madre. Está cercado de las espi-
nas que los hombres ingratos le clavan a
cada momento, y no hay nadie que haga
un acto de reparación para sacárselas."
Y la Virgen le dijo a Lucía:
"Mira, hija mía, mi Corazón cercado de
espinas que los hombres ingratos me cla-
van sin cesar con blasfemias e ingrati-
tudes. Tú, al menos, procura consolarme y
di que a todos los que, durante cinco
meses, en el primer sábado, se confie-
sen, reciban la Sagrada Comunión, re-
cen el Rosario y me hagan compañía
durante 15 minutos meditando en los
6
misterios del Rosario con el fin de de-

sagraviarme, les prometo asistir en la
hora de la muerte con las gracias ne-
cesarias para su salvación"1
Se trata de 5 sábados
Nuestro Señor mismo explicó a Lucía las ra-

zones de la necesidad de reparación de los cinco
sábados:
“Hija mía, la razón es sencilla: se trata
de 5 clases de ofensas y blasfemias profe-
ridas contra el Inmaculado Corazón de
María:
1ª Blasfemias contra su Inmaculada Con-
cepción.
2ª Contra su virginidad,
3ª Contra su Maternidad Divina, rehusan-
do al mismo tiempo recibirla como Madre
de los hombres.
1 Fuente santisimavirgen.com.ar
7
4ª Contra los que procuran públicamente

infundir en los corazones de los niños, la
indiferencia, el desprecio y hasta el odio
hacia la Madre Inmaculada.
5ª Contra los que la ultrajan directamente
en sus sagradas imágenes”
Lucía le habló a Jesús de la confesión para los
primeros sábados y preguntó si valía hacerla en
los ocho días. Jesús contestó:
“Sí; todavía con más tiempo, con tal que
me reciban en estado de gracia y tengan
intención de desagraviar al In-maculado
Corazón de María”.
Nuestra Propuesta
Personalmente he recibido diversas consul-

tas de personas interesadas en la práctica de la
Comunión Reparadora de los Primeros Sábados.
Retengo que la posibilidad de tener en mano un
esquema continuo ayudará a muchos a hacerlo
sin mayores inconvenientes.
8
Ofrecemos una guía para realizar esta prác-

tica en el contexto del rezo del Santo Rosario
individual o comunitario (en el segundo caso, a
modo de un Cenáculo de Oración), donde
incluimos una cita bíblica como ayuda a la medi-
tación de los Misterios del Santo Rosario, res-
pondiendo al pedido de María de meditar du-
rante quince minutos en dichos misterios.
Se deberá por tanto procurar unos minutos
de contemplación silenciosa, luego de la lectura
de la meditación de cada misterio. Como ha
dicho Juan Pablo II en Rosarium Virginis Mariae,
meditamos en el corazón, como María y con ella
vamos a Jesús para entregamos al Padre. A me-
dida que decimos las oraciones vocales, vamos
pensando en los principales misterios de nues-
tra Redención.
Sería muy loable que en las Parroquias o
Comunidades Religiosas se pueda disponer de
un horario estable los primeros sábados de mes,
en que se pueda hacer comunitariamente esta
práctica.
9
Debe completarse con la Confesión y Comu-

nión Sacramental y el ofrecimiento como repa-
ración al Corazón Inmaculado de María.
NOTA:
El esquema del Rosario meditado o Cená-
culo de Oración puede utilizarse también para
realizarlo en otro contexto o momento, que no
sea el del Primer Sábado de mes. De hecho se
puede hacer semanalmente, o incluso diaria-
mente si se quiere (por ejemplo en el mes de
María), y puede ser en la Parroquia, en los
grupos o movimientos, en la catequesis, en las
casas, en las instituciones (penitenciarías, capi-
llas hospitalarias, colegios, etc). A tal propósito
incluimos los misterios de todos los días de la
semana, y no exclusivamente del sábado, por-
que además se pueden conmutar, si se quiere,
los misterios del día por los de otro.
Al final ofrecemos un Breve Exámen de
Conciencia para realizar la confesión en el con-
texto de la Comunión reparadora.
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Esquema
• Señal de la cruz
• Invocación del Espíritu Santo:
• Intenciones
• Anuncio del misterio
• Meditación del misterio o lectura bíblica .
• Recitación del Padre Nuestro, diez Ave-
marías y Gloria
• Oración del «Oh Jesús Mío…» enseñada
en Fátima.
• Luego se puede hacer un canto mariano
de alabanza o el Ave de Fátima.
(así durante los 5 misterios del día)
• Al final se reza la oración de Consagra-
ción a María propuesta al final de este
material.
• Luego (en la Santa Misa, o como lo dis-
ponga el Sacerdote) al momento de
11
comulgar se dirá la oración de ofre-

cimiento “Oh María Madre mía, yo te
doy mi corazón…” (ver infra):
12
Práctica de los 5
Primeros Sábados
Si se realiza en una Iglesia o Capilla y hay un

Sacerdote o Diácono que guíe o participe, puede
realizarse la Exposición del Santísimo Sacra-
mento, y una vez finalizado el Rosario o Cená-
culo, se culmina con la bendición y reserva del
Santísimo.
13
14
1) Santo Rosario Meditado
1. Señal de la Cruz
«Por la señal de la Santa cruz, de nues-
tros enemigos líbranos Señor, Dios nue-
stro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo. Amén».
2. Invocación del Espíritu Santo:

«Ven Espíritu Santo, ven por medio de la
poderosa intercesión del Corazón Inma-
culado de María tu amadísima Esposa,
amén”»
O puede hacerse la tradicional: «Ven Espíritu

Santo llena los corazones de tus fieles…»
3. Acto de contrición
Se reza el “Pésame”, el “Yo confieso” o la si-
guiente oración
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«Señor Jesús a Ti que eres tan bueno te

pido perdón por mis pecados, y con la
ayuda de tu gracia propongo no come-
terlos más. Amén».
4. Credo de los Apóstoles

«Creo en Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de santa María Vir-
gen, padeció bajo el poder de Poncio Pila-
to, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos, subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso. Desde allí ha de
venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en
el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos, el perdón de los
pecados, la resurrección de la carne y la
Vida Eterna. Amén».
16
5. Se dice el Misterio que se medita

Los misterios se rezan por días. Se empieza
anunciando el misterio correspondiente (ver in-
fra)
Dentro de cada misterio se recita:
a. Padre Nuestro
«Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre; venga a noso-
tros tu reino; hágase tu voluntad, en la
tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro
pan de cada día; perdona nuestras ofen-
sas, como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén».
b. Diez Ave María

«Dios te salve, María; llena eres de
gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María,
17
Madre de Dios, ruega por nosotros peca-

dores, ahora y en la hora de nuestra muer-
te. Amén».
c. Gloria
«Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén».
d. ¡Oh Jesús mío!:

Luego del Gloria, entre misterio y misterio, se
reza una jaculatoria enseñada a los pastorcitos
en Fátima
«¡Oh Jesús mío! perdónanos nuestras
culpas, líbranos del fuego del infierno,
lleva al Cielo a todas las almas, especial-
mente a las más necesitadas de tu mise-
ricordia».
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Orden de los Misterios
Misterios gozosos
(lunes y sábado)
I. El Anuncio del ángel y la Encarnación

del Hijo de Dios:
Del Evangelio según San Lucas (1, 30-32, 38)

“El ángel le dijo: No temas, María, porque has
hallado gracia delante de Dios, vas a concebir
en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien
pondrás por nombre Jesús. El será grande y
será llamado Hijo del Altísimo (...). Dijo
María: He aquí la esclava del Señor; hágase
en mí según tú palabra.”
(Hacer unos minutos de meditación/contem-
plación de cada misterio)
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria al Padre.
19
II. La Visitación de Nuestra Señora a santa

Isabel.
Del Evangelio según San Lucas (1, 39-43)

“En aquellos días, se levantó María y se fue
con prontitud a la región montañosa, a una
ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y
saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó
Isabel el saludo de María, saltó de gozo el
niño en su seno, e Isabel quedó llena del
Espíritu Santo; y exclamando con gran voz,
dijo: bendita tú entre todas las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre; y ¿de donde a
mí que la madre de mi Señor venga a
visitarme?”
Padre Nuestro…
III. El Nacimiento del Hijo de Dios.

“Y sucedió que, mientras ellos estaban allí se
cumplieron los días del alumbramiento, y dio
20
a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en

pañales y lo acostó en un pesebre, porque no
tenían sitio en el alojamiento. Había en la
misma comarca algunos pastores (...) se les
presentó el Ángel del Señor, (...)y les dijo: no
temáis, pues les anuncio una gran alegría, (...)
os ha nacido (...) un salvador.”
IV. La Presentación en el templo y la

purificación de la Virgen Santísima.
Del Evangelio según San Lucas (2, 22-25, 34-

35)
“Llevaron a Jesús a Jerusalén para presen-
tarle al Señor, como está escrito en la Ley del
Señor. (...) Y he aquí que había en Jerusalén
un hombre llamado Simeón que esperaba la
consolación de Israel; y estaba en él el Espí-
ritu Santo. (...) Simeón les bendijo y dijo a
María, su madre: Éste está puesto para caída
y elevación de muchos en Israel, y para ser
señal de contradicción- ¡y a ti misma una
espada te traspasará el alma!- a fin de que
21
queden al descubierto las intenciones de mu-

chos corazones.”
Padre Nuestro…
V. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo

en el templo.

“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a
la fiesta de la Pascua. (...) Subieron ellos co-
mo de costumbre a la fiesta y, al volverse,
pasados los días, el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin saberlo sus padres (...). Se vol-
vieron a Jerusalén en su busca (...). Al cabo de
tres días, lo encontraron en el templo senta-
do en medio de los maestros, y preguntán-
doles; todos los que le oían, estaban mara-
villados por su inteligencia y sus respues-
tas”.
22
Misterios Luminosos
(jueves)
I. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
Del Evangelio de San Mateo (3, 13, 16-17)

“Entonces aparece Jesús, que viene de Gali-
lea al Jordán donde Juan, para ser bautizado
por él (...). Salió luego del agua; y en esto se
abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios
que bajaba en forma de paloma y venía sobre
él. Y una voz que salía de los cielos decía: Este
es Hijo amado, en quien yo me complazco.”
II. La Autorrevelación de Jesús en las

bodas de Caná.
Del Evangelio de San Juan (2,1-5)

“Se celebraba una boda en Caná de Galilea y
estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado
también a la boda Jesús con sus discípulos. Y,
23
como faltara vino, porque se había acabado

el vino de la boda, le dice a Jesús su madre:
No tienen vino. Jesús le responde: ¿Qué
tenemos que ver con esto, mujer? Todavía no
ha llegado mi hora. Dice su madre a los
sirvientes: Hagan lo que él les diga.”
III. El anuncio del Reino de Dios invitando

a la conversión.
Del Evangelio de San Marcos (1, 15, 21; 2,3-

11; Lc 7, 47-48)
“Marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la
Buena Nueva de Dios: El tiempo se ha cum-
plido y el Reino de Dios está cerca; conviér-
tanse y crean en la Buena Nueva (...). [Luego]
llegan a Cafarnaúm (...) y le vienen a traer a
un paralítico. (...) Al no poder presentárselo
a causa de la multitud, abrieron el techo (...)
y a través de la abertura que hicieron, desco-
garon la camilla donde yacía el paralítico.
Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico:
Hijo, tus pecados te son perdonados (...).
Para que vean que el Hijo del Hombre tiene
24
poder sobre la tierra de perdonar los peca-

dos, a ti te digo, levántate, toma tu camilla y
vete a tu casa.”
IV. La Transfiguración.
Del Evangelio de San Mateo (17, 1-3, 5)

“Seis días después, toma Jesús consigo a
Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los
lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró
delante de ellos: su rostro se puso brillante
como el sol y sus vestidos se volvieron blan-
cos como la luz. En esto, se les aparecieron
Moisés y Elías que conversaban con él. (...)
[Y] una nube luminosa los cubrió con su
sombra y de la nube salía una voz que decía:
Este es mi Hijo amado, en Quien me com-
plazco; escúchenlo."
25
V. La institución de la Eucaristía.
Del Evangelio de San Juan (13, 1; Mt 26, 26-

29)
“Sabiendo Jesús, que había llegado su hora
de pasar de este mundo al Padre, habiendo
amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el extremo”. Y “mientras esta-
ban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo,
lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo:
Tomen y coman, éste es mi cuerpo. Tomó
luego una copa y, dadas las gracias, se la dio
diciendo: beban de ella todos, porque ésta es
mi sangre de la Alianza, que es derramada
por muchos para perdón de los pecados” .
26
Misterios dolorosos
(martes y viernes)
I. La Oración de Nuestro Señor en el

Huerto.

“Va Jesús con ellos a una propiedad llamada
Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos
aquí, mientras voy allá a orar. Y tomando
consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo,
comenzó a sentir tristeza y angustia. Y ade-
lantándose un poco, cayó rostro en tierra,” y
dijo: “Padre si quieres aparta de mí esta copa,
pero no se haga mi voluntad sino la tuya. “Y
sumido en agonía, insistía más en su oración.
Su sudor se hizo como espesas gotas de san-
gre que caían en tierra” (Mt 26, 36-37; Lc 22,
41-44).
27
II. La Flagelación del Señor.
Del Evangelio según San Juan (18, 33, 19;1)

(Pilato) “volvió a salir donde los judíos y les
dijo: Yo no encuentro ningún delito en él (...).
¿Quieren, pues, que les ponga en libertad al
Rey de los judíos? Ellos volvieron a gritar
diciendo: ¡A ése, no; a Barrabás! (...) Pilato
entonces tomó a Jesús y mandó azotarlo” .
III. La Coronación de espinas.
Del Evangelio según San Mateo (27, 29-30)

Los soldados “trenzando una corona de espi-
nas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su
mano derecha una caña; y doblando la rodi-
lla delante de él, le hacían burla diciendo:
¡Salve, Rey de los judíos!; y después de escu-
pirle, tomaron la caña y lo golpeaban en la
cabeza.”
28
IV. El Camino del Monte Calvario.
Del Evangelio de San Mateo (27, 31; Jn 19, 17;

Mc 15, 21)
“Cuando se hubieron burlado de él, le quita-
ron el manto, le pusieron sus ropas y lo lleva-
ron para crucificarlo”. “Y él cargando con su
cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario”.
“Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de
Cirene, (...) a que llevara su cruz.”
V. La Crucifixión y Muerte de Nuestro

Señor.
Del Evangelio según San Lucas (23, 33-34, 44-

46; Jn 19, 33-35)
“Llegados al lugar llamado Calvario, lo cruci-
ficaron. (...) Jesús decía: Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen (...). Era ya cer-
ca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el
sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta
la hora nona (...). Jesús, dando un fuerte grito,
29
dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi

espíritu y, dicho esto, expiró.” “Como lo vie-
ron muerto, no le quebraron las piernas, sino
que uno de los soldados le traspasó el cos-
tado con una lanza y al instante salió sangre
y agua.”
Misterios gloriosos
(miércoles y domingo)
I. La Resurrección del Señor.
Del Evangelio según San Mateo (28, 5-6)

“El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo:
Vosotras no teman, pues sé que buscan a
Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resu-
citado, como lo había dicho. Vengan, vean el
lugar donde estaba. Y ahora vayan en segui-
da a decir a sus discípulos: Ha resucitado de
entre los muertos”
30
II. La Ascensión del Señor.
Del Evangelio de San Lucas (24, 50-51; Mc 16,

20)
Jesús “los sacó hasta cerca de Betania y,
alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió
que, mientras los bendecía se separó de ellos
y fue llevado al cielo.” Después “salieron a
predicar por todas partes, colaborando el
Señor con ellos y confirmando la Palabra con
las señales que la acompañaban.”
III. La Venida del Espíritu Santo sobre

María y los Apóstoles.
Del Libro de los Hechos de los Apóstoles (1, 14;

2, 1-4)
“Todos ellos perseveraban en la oración, con
un mismo espíritu en compañía de algunas
mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus
hermanos. (...) Al llegar el día de Pentecostés,
estaban todos reunidos en un mismo lugar.
31
De repente vino del cielo un ruido (...) que

llenó toda la casa en la que se encontraban.
Se les aparecieron unas lenguas como de fue-
go que se repartieron y se posaron sobre
cada uno de ellos; quedaron todos llenos del
Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras
lenguas, conforme el Espíritu les concedía
expresarse”
IV. La Asunción de Nuestra Señora a los
Cielos.
Del Libro del Eclesiastés (2, 10-11, 14)

“¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven-
te! Porque, mira, ha pasado ya el invierno,
han cesado las lluvias y se han ido. (...) Mués-
trame tu semblante, déjame oír tu voz; por-
que tu voz es dulce, y bello tu semblante.”
32
V. La Coronación de la Santísima Virgen

como Reina de Cielos y Tierra.
Del Libro de los Salmos y del Apocalipsis (Sal.

45, 14-15; Ap 11, 19;12, 1)
“Toda espléndida, la hija del rey, va adentro,
con vestidos en oro recamados; con sus bro-
cados es llevada ante el rey.” Y “una gran se-
ñal apareció en el cielo; una mujer, vestida
del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona
de doce estrellas sobre su cabeza.”
6. Por el Santo Padre:

Cuando termines el último misterio rezarás un
Padre Nuestro, tres Ave María y un Gloria, para
incrementar la fe, la esperanza y la caridad y por
las intenciones del Santo Padre, para ganar las
indulgencias. Recordamos que el Santo Rosario
rezado en comunidad permite ganar la indul-
gencia plenaria, recitando por el Papa esas tres
Avemarías y el Credo.
33
7. Salve
Finalmente podrás recitar la “Salve”, y pedirás
por las almas del purgatorio.
«Dios te salve, Reina y Madre de

misericordia, vida, dulzura y esperanza
nuestra; Dios te salve. A Ti clamamos los
desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando, en este valle de lágri-
mas. ¡Ea, pues!, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericor-
diosos; y después de este destierro mués-
tranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce
siempre Virgen María! Ruega por noso-
tros, Santa Madre de Dios. Para que sea-
mos dignos de alcanzar las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo».
34
2) Consagración al Inmaculado
Corazón de María
«Virgen María, Madre de Dios y de los

hombres: con las mismas intenciones con
que tu Corazón Purísimo pronunció el
“hágase” de la Encarnación del Verbo, yo
…...……………… ………………… me entrego y
consagro enteramente a tu Corazón Inma-
culado y por tu medio a Dios Padre Hijo y
Espíritu Santo. Te consagro además todo
cuanto me pertenece y las personas que
amo y aquellas a las que me liga algún
lazo, por deber de estado o afecto natural
o sobrenatural.
Me entrego por ti a Dios, para que
como flor recibida de tus manos, no pueda
rechazarme mi Señor, a causa de mi po-
breza y pecado.
Te prometo, Madre mía, amarte siem-
pre, servirte con fidelidad, imitar tus vir-
tudes y cumplir con tu ayuda mis obliga-
ciones de hijo de Dios y de la Iglesia.
35
Ofrezco a tu Corazón Inmaculado todas

mis cruces y dificultades, mis defectos, y
el valor de mis buenas acciones, como
ofrenda de amor, por la conversión mía
personal y de los pecadores.
Confío que en tu Corazón inmaculado,
como en el “Nuevo Paraíso” seré prote-
gido y alimentado, como “Seno Santísimo
de la humanidad redimida” seré formado
y dado a luz a la Vida de Dios y la éter-
nidad.
¡Oh Madre de todos los vivientes! te
confío humildemente mi vida, mi muerte
y mi eternidad y te consagro, en cuanto
me es posible como miembro de ella, La
Iglesia y toda la humanidad, para que to-
dos glorifiquemos a Dios y aceleremos la
venida del Reino de Cristo y el triunfo
definitivo de tu Corazón Inmaculado.
Amén».
36
8. Señal de la Cruz
«En el nombre del Padre, del Hijo y del

Espíritu Santo. Amén. »
37
38
3) Comunión Reparadora
En el momento de realizar la Comunión sa-

cramental (antes o después) se debe decir la
siguiente oración o semejante:
Oración de ofrecimiento de la
Comunión Reparadora
«¡Oh María Madre mía yo te doy mi

corazón! y en prueba de mi amor te ofrez-
co a Jesús que vive en mí, en reparación
por los pecados cometidos contra tu In-
maculado Corazón».
39
Otras oraciones
Oración de Reparación a la Santísima

Trinidad enseñada por el ángel a los
Pastorcitos
Se puede recitar o cantar entre misterio y mis-
terio o al finalizar el último misterio
«¡Dios mío yo creo, adoro, espero y te

amo. Te pido perdón por los que no creen,
no te adoran y no te aman». (Se repite tres
veces)
Ofrecimiento de sacrificios en desagravio

de los Corazones de Jesús y María
Esta oración la decían los Pastorcitos al ofre-
cer una buena obra o sacrificio
«¡Oh, Jesús, es por tu amor, por la con-

versión de los pecadores y en reparación
40
de los pecados cometidos contra el Inma-

culado Corazón de María!»
41
42
Apéndice
Breve Exámen de Conciencia
• ¿Cuándo fue mi última Confesión? ¿Me he

acercado indignamente a recibir algún sacra-
mento? ¿He callado por vergüenza algún peca-
do mortal en mis confesiones anteriores?
• ¿He dudado o negado las verdades de la fe

católica? ¿He puesto en peligro mi fe leyendo
libros o revistas contrarias a la fe católica o he
asistido a reuniones de sectas que no son cató-
licas? ¿He sido supersticioso o practicado el
espiritismo?
• ¿He tomado el nombre de Dios en vano? ¿He

blasfemado? ¿He jurado sin necesidad o sin
verdad?
43
• ¿He faltado a Misa los domingos o días festi-

vos por mi culpa y sin una razón grave? ¿He
cumplido los días de ayuno y abstinencia?
• ¿He desobedecido a mis padres o superiores

en materias de importancia?
• ¿Tengo enemistad, odio o rencor contra

alguien? ¿Reúso perdonarlo? ¿He causado la
muerte a alguien? ¿Me he embriagado, bebido
con exceso o tomado drogas? ¿He practicado,
aconsejado o facilitado el grave crimen del
aborto?¿He recurrido o aconsejado la “pastilla
del día después”?
• ¿He aceptado pensamientos o miradas impu-

ras? ¿He visto películas inmorales? ¿He tenido
conversaciones vulgares o impuras? ¿He reali-
zado actos impuros? ¿Solo o con otras perso-
nas? ¿Del mismo o distinto sexo? ¿He usado
indebidamente el matrimonio? ¿He tomado
píldoras anticonceptivas o usado algún otro
método artificial para evitar tener hijos?
44
• ¿He tomado dinero o cosas que no son mías?

¿Cuánto? ¿He restituido o reparado por el da-
ño causado? ¿He sido honrado en mis negó-
cios?
• ¿He dicho mentiras? ¿He calumniado o

descubierto, sin causa justa, defectos graves
de otra persona, aunque sean ciertos, pero no
conocidos? ¿He hecho juicios temerarios con-
tra el prójimo? ¿He reparado el daño que haya
podido seguirse?
Si se recuerdan otros pecados, deben mencio-

narse en la confesión.
“AL FINAL MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ”
45
46
Índice
Introducción 5
Esquema 11
Práctica de los 5 Primeros Sábados 13
Santo Rosario meditado 15
Orden de los Misterios 19
Consagración al Inmaculado Corazón de María 35
Comunión Reparadora 39
Apéndice: Breve Examen de Conciencia 43
Índice 47
47
Puedes ver también

Canal Youtube: Padre Gonzalo Ciperiani
Contacto: gonzaciperiani@gmail.com
48

Práctica de Los Primeros Sábados de Mes

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Mi Corazón Inmaculado será tu Refugio

Padre Gonzalo Ciperiani

GUÍA PRÁCTICA PARA REALIZARLO

Inmaculado Corazón triunfará”. (13 de

misterios del Rosario con el fin de de-

Nuestro Señor mismo explicó a Lucía las ra-

4ª Contra los que procuran públicamente

Personalmente he recibido diversas consul-

Ofrecemos una guía para realizar esta prác-

Debe completarse con la Confesión y Comu-

comulgar se dirá la oración de ofre-

Si se realiza en una Iglesia o Capilla y hay un

1) Santo Rosario Meditado

2. Invocación del Espíritu Santo:

O puede hacerse la tradicional: «Ven Espíritu

«Señor Jesús a Ti que eres tan bueno te

4. Credo de los Apóstoles

5. Se dice el Misterio que se medita

Dentro de cada misterio se recita:

b. Diez Ave María

Madre de Dios, ruega por nosotros peca-

d. ¡Oh Jesús mío!:

Orden de los Misterios

I. El Anuncio del ángel y la Encarnación

Del Evangelio según San Lucas (1, 30-32, 38)

II. La Visitación de Nuestra Señora a santa

Del Evangelio según San Lucas (1, 39-43)

III. El Nacimiento del Hijo de Dios.

Del Evangelio según San Lucas (2, 6-11)

a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en

IV. La Presentación en el templo y la

Del Evangelio según San Lucas (2, 22-25, 34-

queden al descubierto las intenciones de mu-

V. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo

Del Evangelio según San Lucas (2, 41-47)

I. El Bautismo de Jesús en el Jordán.

Del Evangelio de San Mateo (3, 13, 16-17)

II. La Autorrevelación de Jesús en las

Del Evangelio de San Juan (2,1-5)

como faltara vino, porque se había acabado

III. El anuncio del Reino de Dios invitando

Del Evangelio de San Marcos (1, 15, 21; 2,3-

poder sobre la tierra de perdonar los peca-

Del Evangelio de San Mateo (17, 1-3, 5)

Del Evangelio de San Juan (13, 1; Mt 26, 26-

I. La Oración de Nuestro Señor en el

Del Evangelio según San Lucas (22, 39-46)

II. La Flagelación del Señor.

Del Evangelio según San Juan (18, 33, 19;1)

III. La Coronación de espinas.

Del Evangelio según San Mateo (27, 29-30)

IV. El Camino del Monte Calvario.

Del Evangelio de San Mateo (27, 31; Jn 19, 17;

V. La Crucifixión y Muerte de Nuestro

Del Evangelio según San Lucas (23, 33-34, 44-

dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi

I. La Resurrección del Señor.

Del Evangelio según San Mateo (28, 5-6)

II. La Ascensión del Señor.

Del Evangelio de San Lucas (24, 50-51; Mc 16,

III. La Venida del Espíritu Santo sobre

Del Libro de los Hechos de los Apóstoles (1, 14;

De repente vino del cielo un ruido (...) que