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Santo Rosario en DV 1
SANTO ROSARIO EN DIVINA VOLUNTAD
(+) Por la señal…
Preces iniciales
Te doy gracias ¡Oh Jesús mío!, por haberme llamado a unirme
a ti por medio de la oración; tomo tus pensamientos, tu lengua, tu
corazón y con ellos quiero orar, fundiéndome del todo en tu
Voluntad y en tu amor.
Quiero meditar conservando amorosamente en mi corazón, el
infinito tesoro de tu Vida y la de nuestra Madre Celestial, al
acompañarlos en estos Misterios.
Quiero sellar todos mis actos con un “Te amo, te adoro, te
bendigo, te doy gracias, por mí y por todos” de modo que en todos
ellos encuentres mi amorosa compañía; y es mi intención pedir a
mi Papá Dios, junto contigo, con mi mamita María, con Luisa, con
todos los Ángeles y santos y con toda la Creación que “Venga su
Reino y que Su Voluntad se haga como en el Cielo así en la
tierra”. Amén.
Gloria al Padre…
Acto de Contrición en Divina Voluntad
Dios mío, perdóname; yo tuve la osadía de ofenderte y de
rebelarme contra Ti, en el instante mismo en que Tú me amabas.
Me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Te ruego, Te
suplico me concedas tu amargura, a fin de poder dolerme con ese
mismo dolor con el que Tú Te doliste por mis pecados, dolor tan
grande e intenso que Te hizo sudar Sangre. Madre mía del Cielo,
alcánzame de Jesús el suspirado perdón. Yo propongo y prometo,
del modo más enérgico y absoluto, no pecar ya nunca más. Amén.
Oración
Me sumerjo en la Divina Voluntad y mientras rezo el Santo
Rosario, lo multiplico hasta el infinito para darle a nuestra Señora,
todos los rosarios que ella ha pedido y más aún, invoco a todas las
almas a rezar diaria y devotamente el rosario y vuelvo hacer todos
los rosarios en la Divina Voluntad, para hacerlos perfectos y
©Soles del Divino Querer
2 Santo Rosario en DV
completos ante Dios.
Ofrezco este Rosario por todas las intenciones del Doloroso e
Inmaculado Corazón de María. (Pausa, aquí se ponen las
intenciones).
Al ofrecer el Credo, me propongo hacer un acto perfecto de
la fe en nombre de todas las criaturas, convocando a todas las
almas, a la luz de la verdadera fe, en la Santa Iglesia Católica y a
pedir perdón y hacer reparación por todo el ateísmo y las falsas
creencias.
Credo
Creo en Dios Padre todo poderoso, creador del cielo y de la
tierra.
Creo en Jesucristo su único hijo, nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa
María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer
día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado
a la derecha de Dios Padre todo poderoso, desde ahí ha de venir
a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la
Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección
de la carne y la vida eterna. Amén.
MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y sábados)
PRIMER MISTERIO
EL ANUNCIO DEL ÁNGEL, LA ENCARNACIÓN DEL VERBO
DIVINO EN LAS ENTRAÑAS VIRGINALES DE NUESTRA
SANTÍSIMA MADRE.
Celestial Mamá, que grande fue tu asombro cuando
escuchaste el anuncio del Padre en la voz del Arcángel cuando te
dijo: “Eres la llena de Gracia, concebirás al Hijo de Dios”. Al
pronunciar tu Fiat Mihi, sentiste descender la potencia del Verbo
encarnado que se formaba en la nada de tu vientre y en esa
pequeña Humanidad de Jesús se daba vida a todas las almas
haciéndote Madre de Dios, Madre nuestra y Reina de todos.
Dulce mamá, quiero quedar toda sellada con la potencia de
tu Fiat, para darle a mi pequeño Jesús el alimento de tu amor en
tu vientre materno, y sea renovada y fortalecida toda la familia
humana en el amor divino de nuestro Jesús.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Pongo mi te amo, ¡oh Dios!, en todas las oraciones de la Virgen
María, pidiéndote que envíes al anhelado Mesías, el Redentor.
2. Te amo en el saludo de San Gabriel en el día de la Anunciación:
“Alégrate llena de gracia, el Señor es contigo”.
3. Te amo en la profunda humildad de María, que motiva en ella
conturbarse con estas palabras.
4. Te amo en las palabras de consuelo de San Gabriel: "No temas
María porque has hallado gracia delante de Dios".
SEGUNDO MISTERIO
LA VISITACIÓN DE NUESTRA MADRE SANTÍSIMA
A SU PRIMA SANTA ISABEL
Mamá Santa al traer a Jesús en tu vientre materno, no te
quedaste quieta, sino que con el fuego del amor divino que había
en tu maternidad, ardías en deseos de llevar a Jesús para
multiplicar su vida en todas las almas y así todos pudieran
poseerlo y amarlo. Qué gran prodigio del amor divino de tu
maternidad al tener la potencia de ser la portadora de Jesús y de
darlo a quien quiera recibirlo y amarlo. Oh Madre Mía, deseo cada
día, salir con alegría a tu encuentro para tomar a mi amado Jesús
y darle mi vida completa.
Fija sus rayos divinos en mí, como lo hizo con el pequeño Juan,
y así, con tu amor materno, pueda ser portadora de Jesús para
llevarlo a todas las almas dispuestas a ser santificadas, y
rebosantes de gratitud reconozcamos humildemente a Dios con el
canto del Magníficat, las grandes maravillas que Dios ha hecho en
todos sus hijos.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo mi Dios en San Juan, saltando de gozo en el vientre de
Isabel, en cuanto oyó Isabel el saludo de María.
2. Te amo en Isabel exclamando en alta voz: "Bendita Tú entre
las mujeres y bendito el fruto de tu vientre".
3. Te amo en cada palabra del Magníficat con que María
responde a la alabanza de Isabel.
4. Te amo en la paz que la presencia de María trae a la casa de
Isabel.
5. Te amo en los dolores que Isabel y todas las mujeres sufren al
dar a luz.
6. Te amo en Isabel al evitar que su hijo recién nacido se llamara
Zacarías, diciendo: "Se ha de llamar Juan"
7. Te amo en Zacarías pidiendo una tablilla para escribir: "Juan
es su nombre".
TERCER MISTERIO
EL NACIMIENTO DEL NIÑITO JESÚS ENTRE LOS HOMBRES
Oh desahogo de amor Divino de la Santísima Trinidad hacia
las almas, que fue la causa del nacimiento de Jesús. En ese
desahogo de amor nació el Hijo de Dios del seno de su Madre
Santísima para renacer en todas las almas. ¡Oh Madre llena de
Gracia! Con que encanto estrechabas en tu Corazón al recién
nacido Jesús con tantas alegrías en tus brazos, no dejabas de
adorarlo en cada uno de tus actos. Pero te viste en la necesidad
de privarte de tu amado recién nacido, para acostarlo en el
pesebre y arrodillada humildemente te postraste para alabarlo y
ponerlo a la disposición de todos.
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Santo Rosario en DV 7
Madre mía, deseo poseer a Jesús como Rey de mi vida,
permite que sea mi dulce prenda de amor, conocer sus excesos de
amor para que quede concebido en nuestras almas, se agrande y
renazca en nuestra mente, en la boca, en las obras y en todos
nuestros movimientos para la mayor Gloria de Dios y extensión de
su Reino.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo Jesús por los nueve meses que estuviste en el vientre
de María y uno mi amor al amor que recibías entonces de tu
Madre.
2. Te amo en la Virgen María montada sobre el burro, por todas
las inclemencias que sufrió en el camino y en todas las
alabanzas que te dirigió en la unión de los dos corazones.
3. Te amo Jesús en el cuidado que te daban San José y la Virgen
María y su preocupación de ofrecerte un lugar digno de un rey.
4. Te amo Jesús y te reparo por todas las personas que dicen no
tener posada y por todos los seres humanos que desde
entonces te han negado posada en sus corazones.
5. Te amo Jesús en el cuidado de San José en estar limpiando la
cueva, anticipando el nacimiento de su Creador y su Rey.
6. Te amo Jesús en el instante mismo que saliste del seno de la
Virgen María y en las primeras miradas de amor que
intercambiaron.
7. Te amo Jesús, en el centellar de los rayos de la estrella sobre
el pesebre y poniendo mi voz en ella te digo: "Gracias por
crearme, bienvenido a la tierra".
8. Te amo Jesús en el momento en que San José te tomó entre
sus brazos por primera vez.
9. Te amo mi Dios en el envío de los ángeles a los pastores y en
sus palabras anunciando que el Salvador había nacido: "Gracia
y paz a los hombres de buena voluntad".
10. Te amo Jesús en la adoración de María y de San José, de los
ángeles y los pastores y pongo mi voz en los corderitos que
dicen: "Gracias mi Rey por hacerme representante del
Cordero de Dios"
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8 Santo Rosario en DV
Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el
misterio de la Santa Natividad, Te amo, Te adoro, Te agradezco,
Te alabo y Te glorifico mientras oro. Gloria…
Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos
en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte
gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina
Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.
Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre
tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina
Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos
de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas,
abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para
todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo
triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.
CUARTO MISTERIO
LA PRESENTACIÓN DEL NIÑITO JESÚS EN EL TEMPLO
Madre del Cielo, a pesar de tantos portentos que la divinidad
derramó en ti por Gracia no te negaste a obedecer las leyes
humanas cuando te pedían que presentaras a tu Hijo en el
Templo. Cómo quedó desgarrado tu corazón de Madre cuando el
Sacerdote Simeón, después de reconocer al Hijo de Dios hecho
carne y de ofrecerlo como víctima al Padre Eterno por la salvación
de todos, profetizó tus tantos dolores que hacían resonar en tu
alma el dolor de tantas espadas que traspasarían tu corazón.
Madre mía, cuanta correspondencia encontró en ti el Fiat Divino,
que a pesar de tanto dolor, puso a tu disposición la potencia de su
fuerza, su santidad que te sostuvo y te dio vida para formar en ti
el Reino de los dolores de su Voluntad Divina.
Mamá, permíteme tomar voluntariamente la moneda de la
cruz, para que haciéndola de madre, también pague la deuda de
todos tus hijos que no toman los bienes de la Redención y de la
Santificación.
QUINTO MISTERIO
EL NIÑITO JESÚS PERDIDO Y ENCONTRADO
EN EL TEMPLO
Dolorosa Mamá, son tus ojos que movidos por tu corazón no
paraban de buscar a Jesús en el momento en que se perdió entre
la muchedumbre. San José y tu sintieron un dolor tan profundo
que preguntaban con ansias a todos cuantos encontraban. Oh
potencia del dolor divino, que supera en gran magnitud a todos
los dolores humanos reunidos, así fue tu dolor Madre mía, tan
potente e inmenso que solamente el Fiat Divino te podía sostener.
Tres días duró la agonía, hasta encontrar en Jerusalén a Jesús en
medio de los doctores de la ley, regresó tu vida, tu Jesús, e
inmediatamente el Fiat Divino te hizo comprender la razón de su
pérdida: la obediencia al Padre.
Madre mía, no permitas que jamás me pierda de Jesús y de ti,
enséñame a conocer la verdadera disposición de sacrificar mi
misma vida para solo vivir exclusivamente del Querer Divino.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo mi Dios en tu recién cumplida edad de 12 años donde
según la costumbre, se debía ir a Jerusalén para celebrar
solemnemente la Pascua.
2. Te amo cuando San José y la Virgen después de haber
cumplido su deber en el templo y de haber celebrado la pascua
se dispusieron a regresar a Nazaret.
Oraciones finales
MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)
PRIMER MISTERIO
EL BAUTISMO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
EN EL RÍO JORDÁN
Madre Inmaculada, es tiempo de que tu Hijo Amado vaya al
desierto antes de ser bautizado, en la despedida Jesús y tú se
bendicen para que la separación del cuerpo no venza a la
inseparabilidad del alma. Oh portento del amor divino, que
sostenía a Jesús en el desierto por las tantas comunicaciones
divinas que tenías con su Madre para vencer así todas las
tentaciones que debíamos pasar todas las creaturas. Con qué
fortaleza te acercaste al Río Jordán para ser bautizado, y con esas
aguas bautizabas y dabas vida a todas las almas. Oh Jesús, que
portento de Gracia Divina dejaste con tu bautismo, que tiene la
virtud de purificar a las almas dispuestas a recibirlo.
Quiero bañarme con éstas aguas benditas, para que me
imprimas el bautismo de fuego de Tu Voluntad, y consuma en mí
y en todas las creaturas cualquier pasión y tendencia al mal, para
quedar inmaculado como mi Reina Mamá y fortalezca en nuestras
almas las cualidades de la Divinidad.
SEGUNDO MISTERIO
LA AUTORREVELACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
EN EL MILAGRO DE LAS BODAS DE CANÁ
Reina Mamá, cuantos portentos de Gracia y Amor quería
hacer la Divina Voluntad con tu presencia y la de Jesús en las bodas
de Caná. El Fiat Divino quería poner nuevamente en orden el
matrimonio que Dios había instituido en el Edén uniendo con
vínculos indisolubles a Adán y a Eva para multiplicar en el amor la
vida del género humano sobre la tierra. No se podía reparar la
unión que se disolvió con el pecado sino estuvieran en esa boda
tu presencia y la de Jesús, ya que ambos poseen a plenitud la
potencia de la Divina Voluntad. Tu enternecido corazón de Madre
quiso ayudar a los esposos cuando faltó el vino y con gran amor
les dijiste a los sirvientes “Haced lo que mi Hijo les diga”.
Madre mía, queremos formar vínculos indisolubles de amor
en toda la familia humana. Enséñanos a hacer lo que Jesús nos
dice para que las Gracias sobreabunden en todas la familias,
enlazando a todos los matrimonios con vínculos de Amor Divino,
para que en correspondencia de amor sean reflejo de Amor de la
Santísima Trinidad y triunfe el santuario de la familia a la adorable
Voluntad de Dios.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo mi Dios en la aceptación de Jesús a la invitación a la
fiesta de bodas en Caná de Galilea.
2. Te amo en la preocupación de María, por el novio y los
©Soles del Divino Querer
Santo Rosario en DV 15
invitados, causando que ella le dijera a Jesús: "Ya no tienen
vino”.
3. Te amo en la respuesta de Jesús: "Qué tengo yo contigo
mujer, todavía no ha llegado mi hora".
4. Te amo en la confianza de María manifestada por sus palabras
a los sirvientes: "Haced lo que Él os diga".
5. Te amo en Jesús ordenando que las tinajas fueran llenadas con
agua, y entonces diciendo: "Sacadlo ahora y llevadlo al
maestresala".
6. Pongo mi amor y mi adoración en el acto de Jesús de cambiar
milagrosamente el agua en vino.
7. Te amo en las palabras del maestresala: "Todos sirven primero
el vino bueno y luego, el inferior, pero tú has guardado el vino
bueno hasta ahora".
8. Te amo y Te agradezco mi Jesús por mostrarnos el poder de
intercesión de tu Madre mediante este primer milagro.
9. Te amo y Te adoro al manifestar Tu gloria con este milagro de
modo que tus discípulos creyeran en Ti.
10. Te amo y Te agradezco por santificar el matrimonio con Tu
presencia en esta fiesta de bodas.
Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el
misterio de las bodas de Caná, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te
alabo y Te glorifico mientras oro. Gloria…
Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos
en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte
gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina
Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.
Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre
tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina
Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos
de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas,
abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para
todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo
triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.
TERCER MISTERIO
LA PREDICACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,
INVITANDO A LA CONVERSIÓN ANUNCIANDO EL REINO
DE LOS CIELOS
Madre mía, cuando Jesús te pidió la obediencia de partir para
empezar su vida pública y anunciar el Reino de los Cielos,
pronunciaste con gran amor y dolor tu Fiat abandonándote en el
Supremo Querer. A pesar de ello, estaban fundidos el uno en el
otro y no perdías de vista a tu Hijo a donde quiera que fuera. La
unión del Divino Querer, te hacía sentir sus latidos de dolor al
saber el rechazo de los sabios y doctos de aquellos tiempos al
anuncio de la salvación y del Reino, a la buena nueva que Jesús
decía con su Palabra de vida, llena de verdadera paz y de amor.
Sólo los humildes, los pobres, los enfermos, los carentes de amor
se acercaron a tu Hijo Amado, para ser sanados en cuerpo y en
alma.
Madre mía, limpia nuestro corazón de las cosas de la tierra,
para que pueda estar preparado al anuncio del Reino y retumbe
su mensaje en nuestros corazones, tomando tu valentía de
entregar nuestra voluntad para entrar al Reino del Divino Querer.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo mi Jesús viniendo a Galilea y proclamando la buena
nueva de Dios, diciendo: "El tiempo se ha cumplido y el Reino
de Dios está cerca, convertíos y creed en la Buena Nueva".
2. Te amo y te agradezco por iluminarnos con las 8
Bienaventuranzas y el resto de Tu Sermón en la Montaña.
3. Te amo y te agradezco por iluminarnos con muchas parábolas
para reflexionar.
4. Te amo y te agradezco por confirmarnos Tus predicaciones con
Tu perfecto ejemplo de vida.
5. Te amo y te agradezco por confirmarnos Tus predicaciones
haciendo muchos milagros.
6. Te amo por ordenarle a tus apóstoles: "Proclamar que el
Reino de los Cielos está cerca".
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Santo Rosario en DV 17
7. Te amo por ordenarle más adelante a tus apóstoles: "Curar
enfermos, resucitar muertos, purificar leprosos, expulsar
demonios, gratis lo recibís, dadlo gratis".
8. Te amo y Te agradezco por darnos valor para abrazar la Buena
Nueva con tu promesa: "Tomad sobre vosotros mi yugo y
aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón y
hallareis descanso para vuestras almas".
9. Te amo por dar a conocer Tu último mandato: "Ir por todo el
mundo y proclamar la Buena Nueva a toda la creación, el que
crea y sea bautizado se salvará, el que no crea se condenará".
10. Te amo y Te agradezco por ser la luz verdadera que ilumina a
todo hombre, viniendo a este mundo dando de esta manera el
poder hacernos hijos de Dios a los que creemos en Tu nombre.
Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el
misterio de la proclamación del Reino de Dios, Te amo, Te adoro,
Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro. Gloria…
Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos
en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte
gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina
Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.
Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre
tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina
Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos
de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas,
abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para
todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo
triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.
CUARTO MISTERIO
LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO EN EL MONTE TABOR
Qué potencia del Fiat Divino hizo relucir en su Voluntad, la
manifestación Divina de Jesús en el momento de su
Transfiguración cuando subieron Pedro, Santiago y Juan al Monte
©Soles del Divino Querer
18 Santo Rosario en DV
Tabor. Así el alma, en cuanto surge la Voluntad de Dios en ella, la
viste de luz, todos su actos embellecidos con los tintes del amor
divino, que se convierten en fulgidísimos brillantes y en adornos
preciosos. Así dejó ver Jesús el bello ornamento de su alma, como
un reflejo de lo que sus hijos pueden obtener cuando viven en su
Divina Voluntad.
Mamá transfigurada, toma todos mis actos para que hagas de
ellos un campo abierto para que la Divina Voluntad haga su Vida
en mí, ponga en fuga todos los males del alma y transfigure todos
mis actos, de manera que hagan un homenaje al Eterno Querer, y
sea luz para atraer a todas las almas a tu Reino.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo mi Jesús manifestándole a tus apóstoles, que debes
sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y
los escribas y ser matado y resucitar al tercer día.
2. Pongo mi Te Amo en Pedro respondiendo con desubicado
amor: "Lejos de ti Señor, de ningún modo te sucederá eso".
3. Te amo en Tu respuesta a Pedro: Apártate de Mi satanás, tus
pensamientos no son los de Dios, si no los de los hombres".
4. Te amo al llevar contigo seis días después a Pedro, Santiago y
Juan a un monte alto.
5. Te amo y Te adoro en Tu transfiguración, en Tu cara brillante
como el sol y en Tus vestiduras blancas como la luz.
6. Te amo en tu conversación con Moisés y Elías que se aparecen
junto a Ti.
7. Te amo en las palabras de Pedro: "Señor que bueno es estar
aquí, si quieres haré aquí tres tiendas, una para Ti, otra para
Moisés y otra para Elías".
8. Te amo ¡oh! Dios en la nube luminosa que los cubre con su
sombra y en la voz que dentro de la nube decía: "Este es Mi
Hijo amado en quién me complazco, escúchenlo".
9. Te amo mi Jesús ordenándoles que a nadie contasen lo que
habían visto hasta que el Hijo del Hombre resucitara.
10. Te amo en los tres escogidos guardando para sí mismos estas
cosas que habían visto, pero discutiendo entre sí, qué era eso
©Soles del Divino Querer
Santo Rosario en DV 19
de resucitar de entre los muertos.
Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el
misterio de la Transfiguración, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te
alabo y Te glorifico mientras oro. Gloria…
Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos
en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte
gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina
Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.
Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre
tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina
Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos
de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas,
abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para
todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo
triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.
QUINTO MISTERIO
LA INSTITUCIÓN DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA,
EXPRESIÓN SACRAMENTAL DEL MISTERIO PASCUAL
Oh locura de exceso de Amor Divino que después de que el
Verbo se aprisionó en la Humanidad de Jesús, ahora casi al
terminar su vida aquí en la tierra, en la última cena, la dulce Mamá
corrió en espíritu a los pies del altar para contemplar los portentos
de amor que formó la cárcel de la Eucaristía, la más pequeña de
las prisiones en la que el Fiat del amor omnipotente encarceló la
Humanidad y la Divinidad para encarnarse ahora en una pequeña
hostia.
Sacramento Celestial que te quedaste por amor a expensas
de tus sacerdotes para bajar del Cielo a la tierra quiero abrazar el
ofrecimiento de mi Madre Santísima cuando te ofreció su seno
virginal y todo su Ser para tenerte custodiado y defendido, para
ofrecerte en nombre de mi Mamá, su materno corazón, con su
fidelidad recibirte y defenderte por todos y nos haga madurar
Oraciones finales
MISTERIOS DOLOROSOS
Para dar junto con nuestra madre dolorosa la correspondencia de
amor a Jesús por el dolor de su pasión.
(Martes y viernes)
PRIMER MISTERIO
LA ORACIÓN EN EL HUERTO
Afligida Mamá, es tan grande el dolor entre tu Hijo y tu
corazón de Madre que los hace inseparables en la Divinidad y
sentiste los dolores intensos de la agonía de Jesús en esta hora de
la pasión en el Huerto de Getsemaní, donde Jesús ha vivido las
muertes más profundas hasta sudar sangre, la opresión del
completo abandono de todos.
SEGUNDO MISTERIO
LA FLAGELACIÓN DE JESÚS
Traspasada Mamá, tú te flagelaste con tu Hijo Jesús, cada
golpe que recibía era una nueva herida para tu corazón. Mi Jesús
quiso formar tantas llagas en su cuerpo para que sean suficientes
moradas para todas las almas, de modo de que en Él mismo
encontremos la Salvación.
Adolorida Mamá, permíteme tomar a Jesús entre mis brazos
para recibir cada golpe de flagelo que Él vivió por mí y por todos,
y repare junto con Él cada pecado, y que estos golpes golpeen los
corazones de las criaturas para que les hablen del más grande
Amor y las fuercen a rendirse al verdadero Amor.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo mi Jesús, en tu deseo de formar en tu cuerpo como
tantas llagas para ser suficientes moradas para todas las almas
en el cielo de tu humanidad, de tal manera que conformen su
salvación.
TERCER MISTERIO
LA CORONACIÓN DE ESPINAS
Madre Dolorosa, que penas tan grandes sufres al ver a tu hijo
chorrear su sangre de su Santísima Cabeza y mi Jesús te comparte
el dolor de cada espina que no solo punza Tu cabeza sino Tu
corazón para constituirse Rey de cada corazón.
Mamá Dolorosa, dame las espinas de mi Jesús para que Jesús
punce mi corazón en señal de que Él es mi Rey y nada entre en mí.
Dame la potencia para correr por todos los corazones y
punzándolos haz que salgan de ellos todos los humos de soberbia
y la podredumbre que contienen para constituirse Rey en todos.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo y Te adoro mi Jesús por sufrir voluntariamente por
nosotros la cruel coronación de espinas.
2. En las falsas y burlonas adoraciones que te ofrecen pongo el
amor verdadero y la adoración que todas las criaturas te
deben.
3. En el carrizo vacío que te dan como cetro, coloco el natural
sometimiento que todas las criaturas te deben.
4. Tejo un manto real con mi te amo y te adoro para ponerlos
sobre tus hombros y protegerte del harapo mugroso que te
dan burlonamente.
5. Coloco los besos y caricias de tu Santísima Madre en las
cachetadas y escupitajos con que te cubren la cara.
6. Coloco mi te amo en el silencio con que respondes a las
violentas preguntas de Pilatos al aparecer coronado de
espinas ante él.
7. Te amo en las palabras que le dices: “No tendrías ante mi
ningún poder si no se te hubiera dado de lo alto”.
8. Te amo en tu labor de hacer reparación en este misterio por
CUARTO MISTERIO
JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS
Madre, fuente de amor al tomar tu Hijo la Cruz en el camino
del calvario tú vas en su búsqueda y sientes sus penas, sientes en
tu corazón el suyo lacerado, herido y por el común amor que se
tienen, quieres a toda costa verlo, abrazarlo pero los soldados lo
impiden, entonces Tú Mamá dolorosa lo que no haces con el
cuerpo porque te ves imposibilitada lo haces con el alma, y besas,
reparas, curas y en todas sus llagas derramas el bálsamo de tu
materno y doloroso amor.
Jesús, amor insaciable, yo también me uno con la traspasada
QUINTO MISTERIO
CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE JESÚS
Crucificado Jesús, continúas agonizando en la Cruz pero tu
amor quiere dar cumplimiento a todo, por eso también tu Madre
agoniza y adora tus llagas sangrantes, tus miembros lacerados y
agradece por nuestra Redención. La traspasada Mamá ha sufrido
tantas muertes y penas en su Corazón Inmaculado por cuantas
penas vio en su Hijo, Dios; sus mismos vestidos están llenos de la
sangre que está derramada por todo el Calvario.
Madre mía quiero tomar junto contigo la Sangre de Jesús para
derramarla a todos tus Hijos y si vemos que hay almas a punto de
caer en el infierno, démosles esta Sangre Divina que contiene el
precio de la Redención. Madre mía, permíteme ser sepultada
junto a mi Jesús para después resucitar con Él y con todo lo que es
suyo.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Presento a ti cada ofrenda de las divinas alabanzas en
reparación por las palabras blasfemas y llenas de odio que te
son lanzadas.
2. Te amo y te compadezco mi Jesús en el dolor que sufres al
traspasar los clavos tus manos y tus pies.
3. Te amo y te compadezco en el dolor de tu respiración
dificultosa.
4. Te amo y te compadezco en el dolor de tus músculos
acalambrados y temblorosos.
©Soles del Divino Querer
Santo Rosario en DV 29
5. Te amo y te compadezco en el dolor de tus alternantes
escalofríos y fiebre.
6. Te amo y te compadezco en el dolor de tu inmensa sed
provocada por la pérdida de sangre.
7. Te amo y te compadezco en el dolor de tu insaciable sed por
las almas pues mientras mueres con atroces dolores todavía
ves que no todas las almas se incorporarán a ti.
8. Te amo y te compadezco en el dolor que sufres al ver que tus
enormes dolores se reflejan en el tierno corazón de tu Madre.
9. Te amo y te agradezco por las siete últimas palabras que dices
desde la cruz especialmente cuando señalando a Juan le dijiste
a María: “Mujer ahí está tu Hijo”, convirtiéndola así en Madre
de toda la Humanidad.
10. Para traerte consuelo por todos estos dolores, te ofrezco el
heroísmo, la fidelidad y el amor valiente de tu Santa Madre al
estar al pie de tu cruz.
En todos los actos encontrados y padecidos en tu crucifixión
Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras
oro. Gloria…
Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos
en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte
gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina
Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.
Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre
tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina
Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos
de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas,
abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para
todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo
triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.
Oraciones finales
MISTERIOS GLORIOSOS
(Miércoles y domingo)
PRIMER MISTERIO
LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO
Madre Gloriosa, que gozo tan grande al saber que tu querido
Jesús al que habías sostenido entre tus brazos fallecido, ahora,
después de tres días en el sepulcro, triunfaba sobre la muerte
dándonos a todos la vida a través de su Resurrección. ¡Que
Glorioso momento! en que su Humanidad inundaba con su Luz y
belleza al Cielo y a la tierra para comunicar a todos su triunfo,
haciendo resplandecer todas sus obras y el cumplimiento de todos
los bienes. Oh portento de su Humanidad resucitada que al dar
muerte a la voluntad humana renace a la Vida del Querer Divino
para hacerla triunfar en todas las almas.
Madre del Cielo, envuélvenos con la Luz de Jesús resucitado
y sella la semilla de su resurrección para que resurja en nosotros
el vínculo de amor de la Vida Divina.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo querido Jesús en tus palabras: "Destruiré este templo
y en tres días lo levantaré"
2. Te amo en tus palabras: "Yo soy la Resurrección y la Vida, el
que cree en Mí, aunque muera vivirá"
3. Te amo en la resucitación de Lázaro y en todos tus milagros de
resucitación.
4. Te amo en las acciones de las mujeres, llegando muy de
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Santo Rosario en DV 31
mañana al sepulcro, llevando los aromas que habían
preparado.
5. Te amo en las palabras de los dos hombres con vestidos
resplandecientes que les dijeron: "Por qué buscáis entre los
muertos al que está vivo, no está aquí ha resucitado"
6. Te amo en la carrera de Pedro y Juan al sepulcro y en su creer
cuando miraron en el interior.
7. Te amo por la segunda vez que te apareciste a tus discípulos y
le dijiste a Tomás: "Mira Mis manos, trae tu mano y métela
en Mi costado" Y me uno a su respuesta: “Mi Señor y mi Dios”.
8. Te amo en la aparición a los dos discípulos en el camino a
Emaús, haciendo que sus corazones ardieran dentro de ellos,
cuando les hablabas en el camino y les explicabas las
escrituras.
9. Te amo al provocar que ellos te conocieran al partir el pan.
10. Te amo al pedirles a tus discípulos que predicaran en Tu
nombre la conversión, para el perdón de los pecados a todas
las naciones, empezando desde Jerusalén.
Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el
misterio de la Resurrección, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te
alabo y Te glorifico mientras oro. Gloria…
Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos
en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte
gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina
Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.
Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre
tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina
Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos
de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas,
abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para
todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo
triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.
SEGUNDO MISTERIO
LA ASCENCIÓN DE CRISTO NUESTRO SEÑOR AL CIELO
Mamá amorosa, ¡cuántos bienes dejó tu Hijo Jesús cuando
subió al cielo! A pesar de su partida se quedó en cuerpo y
divinidad en el Santísimo Sacramento, para que los lazos con la
familia humana aún fueran más estrechos y disponernos al reino
del Querer Divino. Todos los presentes vieron ascender a Jesús y
recibieron tantas gracias que se dispusieron para dar la vida y
extender el reinado de la redención para formar la iglesia y sobre
todo preparar el camino para que con los méritos de tu
humanidad glorificada, readquiramos el nuevo Reino del Fiat.
Madre Santa, enséñame a tomar los frutos de su pasión para
vivir el triunfo de su ascensión.
PADRE NUESTRO
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Pongo mi Te amo, querido Jesús, en tus palabras: "A donde Yo
voy no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde".
2. Te amo en tus palabras: "En la casa de Mi Padre hay muchas
mansiones, si no, os los habría dicho, porque voy a preparaos
un lugar".
3. Te amo Jesús en tus palabras: "Si Me amarais, os alegrarías
de que me vaya al Padre, porque el Padre es más grande que
Yo".
4. Te amo en tus palabras: "Os conviene que Yo me vaya, porque
si no Me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito, pero si Me
voy, os los enviaré".
5. Te amo en tus palabras: "Id por todo el mundo y proclamad la
buena nueva a toda la creación".
6. Te amo en tus palabras: "El que crea y sea bautizado se
salvará, el que no crea se condenará".
7. Te amo en tus palabras consoladoras: "He aquí que Yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
8. Te amo y te agradezco por mantener esta promesa,
especialmente por tu presencia verdadera en el Santísimo
TERCER MISTERIO
LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE
NUESTRA MADRE SANTÍSIMA Y LOS APÓSTOLES
Madre, Reina de la Iglesia, después de la ascensión de tu Hijo
a los Cielos quedó en tus manos proteger a la Iglesia naciente. Tu
Hijo había prometido la venida del Espíritu Santo a los apóstoles y
los preparabas con tus enseñanzas y con las sorpresas que reservó
Jesús de su amor a ellos. Tú eras el sol que estando en medio de
ellos los ponía a todos al seguro y los guiaste para recibir al Espíritu
Santo. Oh fuego Divino, que al descender del Cielo los transformó
y los invistió de nueva ciencia, de fuerza invencible, de amor
ardiente, de vida nueva de modo que adquirieron la valentía para
CUARTO MISTERIO
LA ASUNCIÓN DE NUESTRA MADRE SANTÍSIMA
AL CIELO
Mamá triunfadora quiero gozarme junto contigo de la fiesta
más grande, más bella y más sublime en tu honor que es la fiesta
de la Asunción, ya que Cielo y tierra quedaron glorificados y
amados por los actos de la bella Mamá que como soles divinos la
inundan, circundan y embellecen por el triunfo de la Divina
Voluntad obrante en Ella.
Madre mía, quiero tomar tu martirio de amor que al ascender
a los cielos te consumían de amor divino porque querías alcanzar
a tu Hijo en el Cielo y así, con tus brazos maternos, pueda darle a
mi Jesús el abrazo materno del Triunfo de la Divina Voluntad
obrante en todas las almas.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo mi Dios al crear a María con el don especial de su
Inmaculada Concepción.
2. Te amo por haberle dotado también con la plenitud de la
Divina Voluntad, desde el primer momento de su Inmaculada
Concepción.
QUINTO MISTERIO
LA CORONACIÓN DE NUESTRA MADRE SANTÍSIMA,
COMO REINA DE CIELOS Y TIERRA
Mamá Reina, quiero agradecer el Triunfo de la Divina
Voluntad obrante en ti y festejar junto con el Cielo y la tierra el
desahogo de amor que derramó la Trinidad en tu Coronación. Oh
Luz Divina, que coronó todos tus actos y formaron la
inseparabilidad con el Creador, donde hacías correr mares de luz,
de alegrías, de felicidad, de conocimiento divino, de gloria, de
belleza, de amor a tu Creador para atestiguarle todo Tu amor y
para hacerlo enamorar de tu belleza. Fuiste coronada en el Amor,
porque lo poseías en plenitud y podías amar a todos, adorar y
suplir por todos en tus pequeños actos en la unidad de la luz, que
eran superiores a los actos de todas las almas juntas.
Madre Santa, en virtud de la unidad de esta Luz del Supremo
Querer que te dio el triunfo sobre todo, te entregamos nuestra
voluntad para que en medio de la noche de nuestras almas
despunte la Luz y, como hijos tuyos, se haga vida el triunfo de la
Divina Voluntad en toda la familia humana.
PADRE NUESTRO…
(Después de cada frase se reza un Ave María)
1. Te amo mi Dios por coronar a María en el Cielo bajo
incontables títulos como Reina.
2. Te amo y Te agradezco por darle a María un tierno corazón
maternal, conmoviéndola para usar su poder como Reina para
ayudarnos a sus hijos, cuando apelamos a ella.
3. Te amo en todas las gracias que ella obtiene para nosotros
como Reina del Cielo.
4. Te amo en todas las coronaciones a lo largo de los siglos, de
sus estatuas e imágenes aquí en la tierra.
5. Pido perdón y hago reparación por toda Iconoclasia,
(destrucción de pinturas o esculturas sagradas).
6. Pido perdón y hago reparación por todos aquellos que no
reconocen a María, como su Madre, como su Reina.
ORACIONES FINALES
Padre nuestro…
Dios te Salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima
y castísima antes del parto, en Tus manos encomendamos nuestra
fe para que la ilumines, llena eres de Gracia…
Dios te Salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima
y castísima en el parto, en Tus manos encomendamos nuestra
esperanza para que la alientes, llena eres de Gracia…
Letanías
Señor, extiende Tu Reino Dios Padre celestial, extiende
Cristo, extiende Tu Reino Dios Hijo redentor del mundo
Señor, extiende Tu Reino Dios Espíritu Santo,
Cristo óyenos, Cristo óyenos Santísima Trinidad, que eres
Cristo escúchanos, un solo Dios, extiende…
Cristo escúchanos
Oración
Padre mío Todopoderoso, Majestad Suprema; por el mérito de la
perfecta sumisión con la cual Jesús, nuestro Salvador, acepta el
cáliz de su Pasión; por la conformidad de su Divina Madre a tu
Voluntad Santa y por la perfecta obediencia de San José a todas
tus órdenes: concédenos la gracia de hacer todos nuestros actos,
y hasta el último, en tu Santísima Justicia y Adorabilísima
Voluntad, tal como se cumple en el cielo. Amén.
(+) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
CONSAGRACIÓN DE LA PROPIA
VOLUNTAD A LA REINA DEL CIELO
Mamá dulcísima, heme aquí ́ ante los pies de vuestro trono
postrada, soy tu pequeño hijo que quiero darte todo mi amor filial,
y como hijo tuyo quiero entrelazar todas las oraciones, todas las
jaculatorias, mis promesas que tantas veces he hecho, de no hacer
jamás mi voluntad, y formando corona quiero ponerla en tu seno
como testimonio de amor, de agradecimiento a mi Mamá.
Pero eso no basta, quiero que la tomes entre tus manos como
señal de que aceptas mi don, y el toque de tus dedos maternos
me la convierta en tantos soles, al menos por cuantas veces he
tratado de hacer la Voluntad Divina en mis pequeños actos.
¡Ah! sí Madre Reina, tu hijo quiere darte los homenajes de luz
y de soles fulgidísimos, sé que Tú tienes muchos de estos soles,
pero no son los soles de tu hijo, en cambio yo quiero darte los
míos, para decirte que te amo y para comprometerte a amarme.
Mamá Santa, Tú me sonríes y con toda bondad aceptas mi
regalo, y yo te agradezco de corazón, pero quiero decirte tantas
cosas, quiero encerrar en tu corazón materno mis penas, mis
temores, mis debilidades, todo mi ser como lugar de refugio,
quiero consagrarte mi voluntad.
¡Ah! Mamá mía, acéptala, haz un triunfo de la gracia y un
campo donde la Divina Voluntad extienda su reino.
Ésta mi voluntad a ti consagrada nos volverá́ inseparables y
nos tendrá́ en continua relación, las puertas del Cielo no se
cerrarán para mí, porque habiéndote consagrado mi voluntad, a
cambio me darás la tuya, así ́ que, o la Mamá vendrá́ a estarse con
su hija en la tierra, o la hija irá a vivir con su Mamá en el Cielo, ¡oh!
cómo seré́ feliz.
Escucha Mamá queridísima, para hacer más solemne la
consagración de mi voluntad a ti, llamo a la Trinidad Sacrosanta, a
FIAT SIEMPRE
Guía para orar el Santo Rosario en modo Divino, realizado en
colaboración con diversos grupos dedicados a la Divina Voluntad.
Noviembre 2020