Está en la página 1de 16

Unidad 7 Del Principado a la Autocracia.

Robert Mortein-Marx and Nathan Rosentein “La transformación de la republica”

El punto importante es q el fin de la república no fue algo objetivo y explícitamente marcado por algún hecho del q
tengamos evidencia –no cayo la republica romana-, sino algo q debemos inferir de una variedad de hechos y cambios
facticos durante el transcurso de varias décadas [es por lo tanto, producto de un proceso]. En esencia, y sin tener en
cuenta nombres o formalidades institucionales, su sistema dirigido por una pequeña y atrincherada elite sujeta a la
aprobación popular se convirtió en uno guiado al menos por una sola persona. La tradicional dispersión del poder Pol
entre los senadores líderes (príncipes civitatis). La nobleza, y el senado como un cuerpo, “caballeros” (équites), y el
pueblo, al menos en pare fluyendo a lo largo de líneas independientes, fue reemplazada por una más estrecha
acumulación de poder alrededor de un único princeps y fluyendo directamente hacia él.

Tres teorías modernas influyentes.

Peter Brunt: Juzga q el colapso de la republica fue el resultado del estallido del consenso pol ya q dif sectores de la soc
en la tardía republica desarrollaron intereses conflictivos sin resolución. Así eventualmente el estado fue despojado de
defensores y presa de poderosas figura dinásticas q podían mas efectivamente, aunque cínicamente, se campeones de
esos interés. De los Gracos a Cesar, el procónsul, rebeldes, toda la soc estaba alineada entre los aliados del orden
senatoria, y los q estaba para hacer causa común con el hombre nuevo q buscaba destruirlos.
Meier: No disputa las tesis anteriores, sino q su innovación se ubica en un complejo argumento en el q, todos los
políticos contemporáneos, quedaron intelectual y psicológicamente esclavos del sistema tradicional, y como les faltaba
perspectiva objetivas del fracaso instituciones (de la republica), sus respuestas estaban limitadas, al menos a buscar una
alternativa a la fallida republica. Ninguno de ellos tenía un rol en el sistema, y finalmente los nuevos emancipados
italianos buscaron destruirla. La mayor contribución de esta teoría, es la aparente paradoja de q aquellos q destruyeron
la republica, o estaban en complicidad con los principales agentes para hacerlos, no buscaban verdaderamente
destruirla sino incluso salvarla.
Gruen: Le apunto otra premisa a la tesis tradicional, pero su afirmación es más provocativa. El estado no estaba
sufriendo ninguna enfermedad terminal. Funcionaba esencialmente en una forma tradicional hasta la víspera de la
guerra civil. Más bien, “la guerra civil causo la caída de la republica y no viceversa” un procónsul implacable asestó un
grave golpe, su asesinato otro, y más de una década de guerra civil finaliza el trabajo.

Despegándose: la pérdida de cohesión de la Elite. [Qué plantean los autores con respecto a la lealtad en los ejércitos
tardo-republicanos]

Critica de Gruen: No es evidentemente obvio por que la republica pudo sobrevivir al daño causa por Sila, Mario, y
Cinna en los 80, incluida la captura militar tripartita de la misma ciudad y los numeroso baños de sangre de los
senadores, équites, y ciudadanos comunes, pero no a las guerras civiles de los 40; a menos q fuera por q el sistema
político estuviera mucho más debilitado en esta segunda vuelta. Esta vez no habría una reconstrucción de la amplia
redistribución del poder q caracterizaba al viejo senado y al pueblo de Roma, y después del anárquico hiato en 44-36,
el proceso de concentración prosiguió hasta q devengó en un único princeps, Augusto.
Maquiavelo y Motesqui, para explicar el fin de la republica los dos percibieron en última instancia una fatal
inconsistencia entre las instituciones de la republica como una ciudad estado y su administración de un gran impero:
grandes ejércitos en lugares remotos fueron encargados por largos periodos de tiempo aristócratas competitivos, hacia
quienes, como su comandantes, los soldados cada vez más dirigían sus lealtades en vez de al senado y al pueblo.
Según la tesis tradicional de Brunt, la conscripción en el exterior, arruinaron a los pequeños campesinos, mientras q las
ganancias de la guerra iban aparar a la clase gobernante. El acontecimiento llevo a las reformas de Mario, lo q degenero
en q comandantes como Sila o Cesar, encontrándose superado en la arena política, buscaron superar a sus oponentes
“por otros medios” con la ayuda de ejércitos a cambio de promesas, de riqueza y tierras.
Contrariamente a estas versiones los informes arqueológicos dan cuenta, de q los requerimientos de mano de obra para
las guerras exteriores no fueron inconsistentes con los modelos tradicionales de la vida agrícola. Entonces los efectos
de estas guerras sobre el campesinado italiano del cual los ejércitos eran reclutados en la segunda centuria (asiduii) no
fueron negativos, y si mucho más complejos.

U7 Pp 1 de 16
Podemos ir más allá, y notar q, a pesar de que prevalece la idea de un “ejército personal” tardo republicano, ningún
ejército q se lanzó a la guerra civil puede mostrarse tomando su curso revolucionario por desafección hacia la republica
o esperanzas de ser recompensado con concesiones de tierra.
En tiempos de profunda crisis de legitimidad republicana en sí misma estaba fragmentada más q directamente negada, y
bien podía ser q los soldados q efectuaban estas luchas, q en última instancia establecieron la dominación personal de
Cesar y después Augusto, fueron motivados por su entendimiento de dónde esa legitimidad fragmentada predominaba
tanto como botín material q se cruzaría en su camino con la victoria. Esto es bastante evidente en las dos notoria
marchas sobre roma, por Sila en 88 y Cesar en 49, y su cita a la herida de las dignitas de Sila y Cesar, fue acogida por
sus ejércitos como grito de batalla. El respeto por la comunidad a la dignitas personal, basada sobre logros o promesas
de logros para la comunidad, yace en el corazón mismo del sistema republicano. Así los soldados d Sila pueden haber
sentido q sus propios interese materiales coincidiera con aquellos de la republica. Los ejércitos de ambos deben haber
esperado beneficiarse materialmente pro sus acciones, como los soldados cuyas victorias habían servido a la republica
siempre lo habían hecho. Sus necesidades no han estado en contradicción con sus mentes.
Los q emerge, entonces, es una marcado proceso de fragmentación de la legitimidad. Pero esto no es lo mismo de una
desafección hacia la republica. De hecho es lo opuesto: Los adversarios del senado en ningún momento clamaron por
su abolición o derrocamiento, sino q denunciaron la respetabilidad (y así la legitimidad moral) de su actual liderazgo, y
clamaron por un reotrno a la receptibilidad paternalista del liderazgo senatorial a las demandas y necesidades populares
q eran el pricipio fundamental de la tradición republicana.
[transformación se opera en la elite desde c. 146 y cómo se relaciona con aquel cambio]
Ya en el 133 la sorprendente cohesión del orden senatorial fue hecha pedazos, primero por la ley agraria de Tiberio
Graco y después todavía más por las circunstancia de su aprobación, esta explosión dividió la elite y lanzo sus partes
hacia los dos poderes básicos de roma, el senado y el pueblo. De allí en más la elite romana se dividió frecuentemente
a las mayores controversias, muchas precipitadas por responsabilidades imperiales (los italianos, Mitridates, tierra a los
veteranos, piratas, las Galias).
Los escritos antiguos (Livio y Salustio) persistieron en ver esencialmente un colapso moral. Por la afluencia de riquezas
y la desaparición de la última gran amenaza. Un historiador moderno con inclinación sociológica podría describirlo
como un incremento del individualismo y una relajación de las restricciones de generaciones anteriores. Además, la
desigual concentración de poder y riqueza en la elite, dependiendo de su acceso al ejército y l las provechosas
asignaciones militares, o contratos públicos, deben en sí mismo haber alterado el equilibrio sobre la cual la cohesión
social depende. Aún las causas no solo pueden ser encontradas dentro de la elite. Debemos reconocer q la urgencia soc,
eco y el descontento político ofrecían oportunidades para aristócratas individuales preparados para diferir de sus paras y
para anticiparse a sus rivales explotando causa populares. La división dentro de la elite fue esencialmente determinada
durante tiempos de gran tensión socio política, como el periodo de al menos 133 lo fue.

Garnsey y Saller “Una economía subdesarrollada”

Roma: Una economía subdesarrollada. Argumentación:

Que estaba subdesarrollada, significa en esencia q las masas vivían en el nivel de subsistencia o cerca de él. En una
típica economía precapitalista, una gran proporción de la fuerza laboral está empleada en la agricultura, q es el principal
camino para las inversiones y también la principal fuente de riqueza. El nivel de inversión en las industrias
manufactureras, es bajo. Recursos q teóricamente podrían dedicarse a inversiones q fomentasen el crecimiento se
desvían hacia el consumo o hacia la especulación y la usura, q son improductivas. La demanda de artículos
manufacturados es relativamente escasa y la mayoría de las necesidades se satisfacen localmente con artículos
fabricados por modestos artesanos o en casa. La tecnología atrasada era un factor más en el aumento de la
productividad. Finalmente, no hay ninguna clase empresaria q sea capaz de percibir las oportunidades a gran escala de
la manufacturación y q, al mismo tiempo, esté dispuesta a correr los riesgos q representa hacer las inversiones
necesarias. En la antigua roma, predominaba la pequeña industria artesanal, especialmente alfarería y textil. Pero su
producción exigía poca pericia técnica y poca acumulación de capital. Eran artículos de consumo básico y barato, y de
demanda constante. Sin embargo, ningún productor o tenía asegurada la existencia de un mercado no local estable o en
expansión.
En Roma al igual q en otras eco preindustriales, el comercio recibía parte del capital q no encontraba salida en la
industria. Pero además los riegos desanimaban a los posibles inversionistas: El transporte por tierra era lento y costoso.

U7 Pp 2 de 16
El transporte por agua era, en conjunto, más barato y más rápido, aunque no fuera rápido y eficiente durante todas las
estaciones del año. Inevitablemente todas las regiones apuntaban a la subsistencia en lugar de a la producción de un
excedente exportable. También en el caso de las manufacturas era esencial la proximidad de los mercados o el acceso
fácil a ellos. En general estos factores limitaron las oportunidades de efectuar inversiones en el comercio.
Los beneficios comerciales eran atraídos hacia la tierra y la prestación de dinero.
Las inversiones en la tierra ofrecían seguridad y unos ingresos continuos. Además, en las soc preindustriales, la tierra
se valora como fuente de prestigio y poder Pol.
Finalmente, el sist de valores q predomina es el de una aristocracia hacendada. Por otro lado, las limitaciones del
mercado, virtualmente descartaban la posibilidad de q se formarse una jerarquía social competidora cuya base sea la
riqueza comercial. A pesar de ello, la aristocracia hacendada percibió una amenaza a su supremacía en el crecimiento
del comercia q siguió a la expansión de la Roma más allá de Italia.
Las limitaciones de un análisis del tipo q acabamos de intentar son obvias. Los argumentos pecan de generalidad, la
tendencia a comparar soc pasando por alto las diferencias entre ellas y dentro de la misma soc, produce una versión
simplificada de la misma.

La ciudad Antigua:
El modelo de Ciudad consumidora q Weber anuncio y Finley divulgo, es el de la ciudad antigua como un mero centro
consumidor. Lo q queremos decir por ello es “una ciudad q se paga la manutención, no con sus propios productos,
porque no los necesita. Más bien recibe su sustento de un derecho jurídico a percibir impuestos o rentas, p.e., sin tener
q dar nada a cambio”. Podemos aceptar la veracidad esencial del modelo; También su papel confirmadora de la
supremacía de la agricultura en la eco. La ciudad era e un mismo tiempo la base de los grandes terratenientes, q eran
también los residentes más ricos, y el centro y foco de sus gastos, que en gran parte eran financiados por sus
inversiones rurales. Cabe argüir q las elites ciudadanos también hacían inversiones nada despreciables en propiedades
urbanas. Quizá también, deberíamos reconocer en la economía urbana interna tenían lugar actividades creadoras de
ingresos, actividades a las q se accedía, y a menudo se controlaban por el hecho de ser dueño de propiedades rurales.
Este último argumento es instructivo porque indica implícitamente q la “construcción de modelos” y la recogida de
datos empíricos y el análisis pueden ser metodológicamente complementarios en vez de competir unas con otras.

El crecimiento y sus límites:

Podría ponerse en duda el crecimiento económico durante el principado: Todos los elementos antes descriptos están
presentes.
Creemos q la eco era capaz de cierta medida de expansión y q es probable q la hubiera durante el principado. Hubo
pocos avances significativos durante el principado.

Cambios en la Tecnologia:
1° Construcción de barcos: Ya en el S I aC, los astilleros del mediterráneo construían barcos de entre 250 y 400 tn para
el transporte. Durante el periodo q nos ocupa y hasta el 400, se construían los barcos mercantes empezando por el forro
exterior, método laborioso y caro, en vez de hacerlo desde el interior, construirlos por el esqueleto. Esto es
significativo, ya q el método por el esqueleto ya se practicaba en la provincia celticas.
2° Los cambios q sufrieron los recipientes utilizados para transportar productos primarios, sobre todo el vino. Si bien la
introducción de barcos q transportaban vino en jarras inmensas, en vea de la pequeña del ánfora grecolatina (o jarra de
barro) como principal recipiente de transporte, no siguió utilizándose, esta fase experimental de la época de Augusto
puede considerarse un una innovación tecnológica.
Cambios en las Instituciones Comerciales:
1° Adaptaciones de la ley de sociedades: A fines del periodo republicano se hicieron ajustes importante q afectaban a
dos tipos de sociedad y reflejan el aumento de importancia de los mismo. Se consideraba q una asociación de
contratistas públicos (publicanii) poseía un estatuto cuasicorporativo; tenia propiedades comunes y un fondo común al
q una tercera parte podía dirigir una reclamación. Asimismo, cualquier miembro de una sociedad bancaria se exponía a
un pleito contra él por un contrato q hubiera suscrito otro de los socios. Durante el Principado se avanzo hacia la idea
de q los contratos de un socio obligaban a sus consocios.
2° La Agencia: Tanto el volumen como la rapidez salen ganado donde existe una clase de intermediarios. Pero la
aparición de una clase así es imposible sin reglas jurídicas. La postura estricta del derecho siguió siendo q no podía

U7 Pp 3 de 16
efectuarse una adquisición por medio de otra persona q no tuviera poderes. Pero la regla tenía una matización
importante: dejaba abierta la posibilidad de emplear cuasiagentes encarnados por personas dependientes de la familia,
en particular esclavos e hijos, los cuales no tenían capacidad jurídica independiente. Las fuentes jurídicas abundan en
pruebas, se q se empleaban esclavos en nombre de los dueños de los negocios. Pero la gama de operaciones se
ensancho con la introducción de recursos complementarios q hacían principal responsable de las deudas del
administrador de sus negocios, donde el represéntate actuara dentro de los límites de su mandato. Los juristas
imperiales ampliaron el concepto de agencia “indirecta”, y por consiguiente eliminaron más restricciones q pesaban en
las operaciones comerciales
2° No se produjeron ningún avance importante en lo referente a la banca.
Todo esto sugiere, q el derecho romano era capaz de ajustar las reglas q obstaculizaban los negocios y el comercio,
pero no estaba dispuesto a sacrificar ningún principio importante [flexibilidad del pensamiento jurídico], y, además, fue
una época en la cual se absorbieron, interpretaron y ampliaron modestamente innovaciones anteriores.
Estas conclusiones son compatibles con la hipótesis de q el intercambio y el comercio experimentaron un crecimiento
modesto, durante el principado.

La agricultura: Progresos

Difusión de técnicas y cereales por todo el imperio.


Intensificación de mano de obra, por medio de la introducción esclavos.
Oportunidad de lucrarse con las existencias de grupos nutridos y estables consumidores, las legiones y Roma
Crecimiento urbano en África e Hispania, y un consecuente desarrollo de la agricultura.
La ciudad. Era el centro administrativo, donde estaba el mercado de productos locales e importados, y el centro de
consumo de los grandes terratenientes. Era la ciudad, en su papel de agente del gobierno central, la q supervisaba el
sistema fiscal y añadía sus propias cargas a la población rural.
Roma, una ciudad de un millón de habitantes solo podía crecer hasta tal punto y seguir siendo tan grande (lo fue hasta
el S II) si aprovechaba todo los recursos del imperio. Los productos del imperio llegaban en abundancia, tanto en
materia prima y obj suntuarios. Resulta obvio q la producción de Italia no alcanzaba, no por ello la eco agrícola italiana
se vio marginada por la afluencia de productos de las provincias.
El periodo del principado, presencia en primer lugar la expansión de la agricultura, sobre todo en Occ.
1° Por supuesto fue consecuencia de la política del gobierno, mediante la extensión de las propiedades agrarias
imperiales fuera de Italia.
2° Al menos en algunos campos, las técnicas de cultivo y conocimiento avanzaron paso a paso, se mejoraron las
combinaciones de cereales y la selección de las semillas, se crearon unidades de explotación más eficientes.
Tales cambios representaron un progreso, pero dentro de unos límites: Concuerdan con un aumento de la
productividad, pero se trata de un aumento modesto. El periodo del Principado merece ser clasificado como una época
de estancamiento relativo.

Cap. 6: “La jerarquía social”

El principado de Augusto fue precedido de dos decenios de guerras civiles, lo q derivo en una gran confusión de las
distinciones sociales tradicionales q acompaño a la caída de la instituciones de la republica.
[Metodología: Aplicación de los presupuestos de Marx en cuanto a los procesos q causan desigualdad en el seno de una
soc.]

El análisis de Clases:

[Continuidades marcan los autores entre la estructura social tardorepublicana y de inicios del imperio]
[Dos vías de movilidad Soc]
El sistema de adquisición y transmisión de la propiedad era la base en Roma, del entramado de desigualdad soc y eco.
En Roma significaba esencialmente q la tierra se adquiría por herencia a través de la familia.
1° La manumisión: Una peculiaridad del sistema romano consistía en q los extraños q se beneficiaban eran
dependientes selectos de clase baja, esclavos y libertos, q se habían ganado la confianza de su amo. Augusto no

U7 Pp 4 de 16
bloqueo este camino de movilidad social, aunque si procuro reducir la escala de manumisión d esclavos, así como
restringir la capacidad de los libertos de transmitir propiedades dentro de la familia.
2° El ejercito: Por su papel de protectores del orden soc, a los soldados se los recompensaba con una paga adecuada,
generosa en el caso de los oficiales, y una remuneración sustanciosa al retirarse, lo cual le permitía convertirse en
miembros prósperos de las comunidades locales. Así mismo en la medida q los ex soldados pasaban a ser miembros de
las clases altas provinciales, se beneficiaban del favor oficial de q gozaba el conjunto de dicho grupo.
[Procesos causaban y conservaban desigualdades sociales: El Derecho como reflejo de la desigualdad soc:]
Nacidas de la distribución irregular de la propiedad q se veía confirmada o acentuaba por la política imperial, las
desigualdades contaban con el apoyo del derecho romano. En efecto, las decisiones de los emperadores,
contemplementadas con las interpretaciones de juristas autorizados, tenían valides dondequiera q los funcionarios
romanos estuviese. La Romanización del derecho, fue la q beneficio la extensión del derecho romano, q confería la
ciudadanía romana en general, así como los privilegios jurídicos asociados con la categoría soc. Cuando recibían el
reconocimiento oficial en las decisiones de los emperadores.
Otro aspecto de las sanciones imperiales consistió en confirmar la posición subordinada de las masa, los humilladores
en contraposición de los honestares. La explotación directa de mano de libra por parte de los propietarios ricos era un
rasgo central de la soc imperial romana. En gran medida, su riqueza era generada por el trabajo de sus dependientes
personales.
La situación de la mano de obra no esclava presentaba grades variaciones, desde la servidumbre por deudas, por un
lado, hasta la independencia relativa.
Otros trabajadores eran “libres”, pero mucho de ellos no podían liberarse de una intensa explotación debido a sus
circunstancias económicas o a su falta de poder. Está claro q la libertad y la ciudadanía no siempre protegían a los
colonos de la opresión de los terratenientes.
Los campesinos q eran dueños de su tierra tenían mejores probabilidades de afirmar su independencia. Varias presiones
les empujaban hacia la dependencia de sus vecinos más rico: la necesidad de préstamos, de protección y trabajos
temporales q les permitiesen complementar sus ingresos. El gobierno les agobiaba exigiéndoles impuestos, servicios en
el ejército y prestaciones personales.

Los Órdenes:

Def: Las órdenes son las categorías sociales q el Estado define por medio de reglas estatuarias o consuetudinarias.
Augusto restauro el sistema de ordenes (ordo, rango) republicano, pero dándoles mayor definición.
El orden senatorial siguió siendo el más prestigio. Augusto se propuso reconstruir el senado y reavivar su moral
purgándolo de miembros de categoría dudosa q se habían infiltrado durante las guerras civiles (bajando de 1200 a 600
miembros), acentuando las diferencias con los hombres de rango inferior. Además, se le otorgo el privilegio de usar
toga con la amplia faja color purpura. Desaprobó el matrimonio legítimo entre senadores y libertas.
El orden Ecuestre: También se caracterizaba por su ethos aristocrático y no profesional. Se parecía al orden senatorial
en q para ingresar en él había q responder a los mismo criterio, noble linaje, excelencia y riqueza, pero en el segundo
grado. Tiberio le agrego el de dos generaciones de libre cuna, lo cual representaba un esfuerzo más por incrementar la
distancia soc. era mucho más nutrido q el orden senatorial, se contaban por miles, y por consiguiente, mucho más
amorfo. Bajo el principado los emperadores comenzaron a dar responsabilidades adm, además de militares; a mediada
q los cargos ecuestres aumentaron en número y q su jerarquía evoluciona, la minoría q ocupaba cargos empezó a
parecerse a los senadores. Al finalizar el principado, el ecuestre principal, el prefecto pretoriano, ya precedía a los
senadores en el protocolo en la corte.
Los decuriones o consejeros: de las poblaciones constituían el tercero de los ordenes: “aristocráticos” en la medida q al
igual q en los anteriores dos órdenes tenían q ser de cuna respetable, riqueza y dignidad moral. La definición de cuna
respetable era menos rigurosa para los decuriones, hijos de libertos eran admitidos en los consejos de las poblaciones.
En las ciudades de mayor importancia, la riqueza de algunos decuriones superaba a la q se exigua a los senadores. La
finalidad de estos requisitos era garantizar q los consejos locales se compusieran de propietarios, de hombres cuya
categoría social no ofrecía dudas de q tuvieran un pasado delictivo o ejercieran algún oficio degradante, tales como
subastadores. Los concejeros y magistrados no solo no percibían ninguna remuneración, sino q, de hecho tenían q
aportar uno honorarios a la tesorería publica al ingresar a un cargo. Además, su riqueza se usaba para otros
desembolsos con el fin de justificar su estatuto prestigioso en la comunidad, y era garantía ultima de q se harían los
pagos debidos a la tesorería imperial.

U7 Pp 5 de 16
Los tres órdenes de elite comprendían solo una fracción minúscula de la población. Debajo de ellos, en la jerarquía
oficial, se hallaban la gran masa de los hombres libres de condición humilde, y en lo más bajo del montón los esclavos.
En la primera categoría, las principales divisiones jurídicas se daban entre nacidos libres y los libertos, y entre
ciudadanos y no ciudadanos.
La difenciacion entre ciudadanos y no ciudadanos perdió gran parte de su importancia durante el principado. Fenómeno
q culmino con la concesión de Caracalla de la ciudadanía virtualmente a todos los habitantes libres del imperio en el
212 dC. Al desaparecer esta distinción, las divisiones jurídicas entre la población tendieron a quedar eclipsadas por
divisiones soc basadas en el sistema de elites. El resultado fue la aparición, antes de reinado de Adriano, de la
distinción oficial entre la elites, honestiores, y la masa de humildes, humiliores.
Las categorías soc se manifestaba por la forma de vestir. Los romanos hacían alarde de su rango siempre q aparecían en
público. En Roma Augusto confirmo y extendió las disposiciones oficiales de finales de la republica q reservaban
asientos o filas para los senadores, los ecuestres y los ciudadanos. Poner a cada quien en su sitio apropiado era afirmar
de modo visible la dominación de la estructura imperial.
Bajo la republica, los ciudadanos habían conquistado la protección jurídica contra los abusos de los magistrados. En la
época imperial, estos derechos siguieron vigentes durante algún tiempo. No obstante la distinción entre honestiores y
humiliores sustituyo a la q existía entre ciudadanos y no ciudadanos, el privilegio de estar exentos de castigos
corporales paso a estar reservados a los honestiores, y en paralelo, los castigos crueles q se infligían a los esclavos se
hicieron extensivos a los hombres libres. Es sistema de castigos duales quedo enunciado oficialmente en el S II.

La condición Social, el estatus: [contradicciones se planteaban entre la condición social (el status) y la distinción por
órdenes]

La condición sol de un romana se basaba en la estimación social de su honor, es decir, en la percepción de su prestigio
por parte de quienes lo rodean Dado q la condición social refleja unos valores en lugar de unas regla jurídicas, las
distinciones son menos exactas q en el caso de los órdenes. Los ingrediente sociales del rango soc -la cuna y la
riqueza- no siempre están de acuerdo unos con los otros; entre los hombres más ricos, unos cuantos de eran de origen
humilde, a la vez, entre los hombres de linaje más encumbrado caían en la pobreza. Otros factores, tales como el
poder, la educación, la estatura moral percibida, conferían prestigio a quienes los poseían y no eran propiedad exclusiva
de hombres de rango. Las contradicciones entre condición y rango daban origen a tensiones, q a veces afloraban a la
superficie.
Sin embargo una división importante resulta clara. La q existía entre trabajadores rurales y urbanos. La civilización
romana fue un fenómeno urbano, la pequeña población urbana, despreciaba la masa rural y las tachaban de rusticas.
Incluso en lo más bajo de la jerarquía se daba un gran variedad de condiciones. La vida de los esclavos manuales en
condiciones duras, sobre todo en las minas. Contrastando con ello, los esclavos de las unidades domesticas urbanas
vivían, por regla general, en condiciones materiales incomparablemente mejores. Las incapacidades impuestas por su
condición jurídica eran burladas mediante un pecullium, q a veces, comprendía no solo capital de explotación [el fondo
en sí], sino también bienes muebles y esclavos.
Los libertos, q a veces podían acumular mucha riqueza, y q a pesar de ello, estaban manchados por su origen servil,
resumen las contradicciones entre rango y condición social.
Los libertos imperiales podían alcanzar la cumbre de la clase propietaria se veían cortejados, por su influencia, incluso
por miembros de las ordenes de elite.
El conflicto ideológico q provocaban los éxitos de los libertos nunca llego a resolverse del todo, pero se creó una
solución intermedia de carácter institucional en las ciudades de Italia y en al provincias occ, a partir de Augusto. Los
libertos tenían vedada su incorporación al consejo local, pero se los podía honrar con un cargo augustal. Al igual q los
decuriones y magistrados locales, durante su permanencia en el cargo, gozaban de asientos especiales en los
acontecimientos públicos, y de símbolos de su autoridad, tales como ayudantes, varas (faces) y una indumentaria
distintiva (toga praetexta). A cambio de ello, pagaban una cuota por su cargo y estaba expuestos a la misma presión q
los decuriones para q proporcionaran beneficios públicos y voluntarios.
Al igual q el rango, la condición social se pregonaba por medios normalizado. Como la condición iba asociada a la
riqueza, podía demostrase mediante el consumo ostentoso. El tamaño esclavos domésticos de los ricos se agrando de
forma exagerarse a causa de la búsqueda de condición social. Si el rango se ostentaba en forma pública, el punto central
de la pompa de la condición social era al casa privada. En ella tenía lugar la salutio, en la q clientes y amigos inferiores
se congregaban a sus puertas cada mañana, con el objeto de presentarles sus respetos a cambio de comida, dinero y

U7 Pp 6 de 16
otros favores. La salutio ofrecía de dos maneras una demostración visual de la jerarquía social. Se clasificaba a los
clientes atendiendo a su lugar en la cola, y al protector según su calidad y número de visitantes.

La movilidad social: [Alcances de la movilidad social durante el principado]

El carácter opresivo de la jerarquía social dependía en parte de las limitaciones de las oportunidades de movilidad. Se
ha sugerido q la Roma imperial permitían un grado insólito de movilidad ascendente. Esta generalización debe
matizarse: puede q la movilidad fuera común en ciertos sectores de la población, mientras q en otras era prácticamente
nulos.
La escala de movimiento entre las órdenes de la elite del imperio era notable. El movimiento de la gran mayoría de las
familias senatoriales de una generación a la siguiente debió de diluir el valor del linaje en las pretensiones al rango y
condición social, ya q pocos senadores imperiales (dif de sus predecesores republicanos) podían sacar provecho del
recuerdo colectivo de los logros de sus antepasados. Cada mas miembros nuevos q procedían de fuera de Italia, venían
a cubrir los puestos q dejaban las familias patricias tradicionales, de tal modo q ya se habían convertido en más de la
mitad a comienzos del S III.
El acceso al rango ecuestre ay a los honores estaba aun más abierto q el acceso al senado. La pertenencia al rango
ecuestre no tenia ninguna restricción numérica, ni era especialmente competitiva entre quienes reunían los requisitos.
Hay q agregar, q la transmisión sin problemas del patrimonio y de rango podía verse perturbada por motivos
demográficos y de otra índole, dejando muchos lugares abiertos para hombres nuevos del orden curial.
Dos grupos en movimiento ascendente al aristocracia son visible en las fuentes: los soldados y una categoría de
esclavos. Fuera de cual fuese la procedencia social del grupo ascendente, cabe suponer q sus integrantes contaban con
el patrocinio de los hombres más ricos q constituían las aristocracias urbanas.

ROMA: LA CRISIS DEL SIGLO III Y EL MODO DE PRODUCCIÓN TRIBUTARIO


Carlos G. García Mac Gaw

La palabra "crisis", en la historiografía del mundo romano está firmemente asociado a la idea de "decadencia" -
fundamentalmente en contraposición al período dorado de la pax romana-. Hoy en día se critica esta lectura de la
decadencia del bajo imperio, revalorizando los dos últimos siglos de la historia romana, y fundamentalmente el siglo
IV, destacando su versatilidad, predisposición al cambio, actitudes dinámicas y, en suma, una capacidad de maniobra
fantástica para adecuarse a nuevas realidades que permitieron la supervivencia del imperio por un largo período, para
no señalar el obvio éxito de las reformas ocurridas en este lapso en la pars orientis2. Las condiciones para que esto
ocurriera se dieron durante el período de la crisis, incluyendo el lapso que engloba a la dinastía de los Severos, y
básicamente estuvieron ligadas a una profunda transformación en la estructura del Estado. Para que esta transformación
ocurriera fue necesario oponerse a los intereses de poderosos sectores aristocráticos ligados al Estado, lo que dio por
resultado la segunda guerra civil a gran escala en la historia de Roma.
Creo que es necesario definir las características de esta crisis, que no es otra cosa que una lucha social. Para la crisis de
la república romana no hay eufemismos, se trata de una guerra civil a partir de la fractura de la clase dominante y el
surgimiento de dos visiones alternativas que buscan adueñarse del poder. Sin embargo, para la historiografía, la crisis
del siglo III, es antes que nada una "crisis", y no una guerra civil. La mayoría de los historiadores prefiere presentar una
sumatoria de elementos cuyo resultado genera la crisis.
En general esos aspectos suponen:
1. Una crisis política, producto de la oposición entre el senado y el ejército: Producto de la oposición entre senado y
ejército. Esto lleva a los constantes enfrentamientos entre ejecitos romano. A la vez el promedio de gobierno de los
emperadores entre 235 y 284 es de 2 años. La retracción del aparato estatal lleva ala secesión de algunas aéreas críticas
del imperio.
2. Una crisis económica producto de producción: Baja de producción por abandono de tierras, baja demografía y
sobretasación fiscal y de intercambio comercial, producto de la inlfacion y la interrupción de vías comerciales
3. Una crisis social, producida por los levantamientos campesinos o esclavos (bagaudas y bandidismo social) o
expresada igualmente en violentos movimientos cristianos heréticos.
4. Una crisis militar, producto de la presión de los pueblos bárbaros sobre las fronteras.

U7 Pp 7 de 16
Estos elementos dan cuenta de la existencia de fenómenos eco más complejos q no se agotan en la clásica descripción
de crisis económica. Dejaremos de lado los aspectos económicos para explicar la crisis del siglo III, puesto que fueron
refutados ampliamente.
[Proposición del Auto] Resulta necesario organizar los elementos que tradicionalmente aparecen en los análisis
historiográficos para lograr articular una explicación sobre las causas de la crisis, porque no todos ellos están en un
mismo nivel causal. Partiremos de la idea de que se conjugan dos factores, uno de orden interno y otro externo, que
combinados desembocan en un proceso acelerado y violento que ya había dado comienzo en el imperio. El factor de
orden interno está directamente ligado a aspectos burocráticos e institucionales, mientras que el de orden externo no
puede ser otro que la coyuntura excepcional de presión militar sobre diferentes fronteras del imperio que rebasan la
capacidad defensiva tradicional. Sin embargo este último factor se debe entender como un elemento catalizador y no
causal de los procesos que contribuye a acelerar.
Las condiciones nuevas de organización de la defensa tuvieron repercusiones sobre la estructura política y
administrativa del imperio: el compromiso simultáneo del ejército en distantes teatros de operaciones exigía la
presencia imperial a la cabeza de las tropas. Creo que es importante señalar fuertemente los componentes rupturistas (y
no las continuidades), puesto que en función de estos elementos de discontinuidad es que se formará y definirá la
existencia de un Estado burocrático independiente de los intereses sectoriales senatoriales y que apuntaba a la
reproducción eficiente de esta estructura en sí misma.

La cuestión jurídica y las instituciones

A.Chastagnol estudia la progresiva transformación operada durante el Alto Imperio en la composición cualitativa del
senado romano, entre los siglos I y III. La burocracia, ya existente según el autor en el Alto Imperio porque era
inherente al régimen imperial centralizado de la época de la paz romana, se desarrolló en enormes proporciones en el
curso del s. III, ligado fundamentalmente con la extensión del pago del impuesto en especie (anona). Esta forma que
adquirió el pago de impuestos implicó la puesta en práctica de un sistema administrativo a escala provincial y local, la
expansión de las oficinas que asistían a los gobernadores de provincia, lo que determinó el reforzamiento de la
cancillería central de la Corte para que se pudiera adaptar a las nuevas tareas. Las oficinas estatales estaban asistidas
por un lado, por soldados destacados para abastecer las necesidades del estado mayor, por otra parte por libertos. A
partir de las reformas de Galieno los officia civiles no estuvieron más constituidos por libertos, quienes fueron
reemplazados por ingenuos, formando una categoría especial que fue dotada bajo Diocleciano y Constantino, de un
modo de reclutamiento y promoción propio. En la cima, algunos de estos oficiales, jefes de oficinas, entraban en el fin
del siglo III en la clase ecuestre, accediendo así a las funciones civiles del ordo, y a las funciones técnicas superiores
que les estaban reservadas.
[Planteo del autor con respecto a las transformaciones jurídicas e institucionales] Debe notarse, sin embargo, que la
institucionalización de los elementos jurídicos, la sistematización de las normas, la uniformidad producto de la
elaboración de Códigos, demandaba como una consecuencia lógica la igualación jurídica de los sujetos de derecho.
Desde el punto de vista fiscal se puede entender que las exenciones a la capitación, -ventajas más simbólicas que
substanciales- establecidas desde la época de Augusto en beneficio de los grupos dominantes fueron resignificadas por
la generalización de la ciudadanía. El impuesto provincial pasaba de ser un símbolo de sujeción a Roma a una
participación activa en la contribución para los gastos imperiales.
La conclusión que emerge del conjunto de los datos resulta obvia: no es el fin de la jurisprudencia la causa del
decaimiento del ordenamiento, sino que el decaimiento del sistema clásico de las fuentes es el que provoca el fin de la
jurisprudencia misma como figura de los juristas conocidos por su nombre y sus obras. Y aquí es donde se relaciona
con los temas institucionales. De la misma manera, existe en estos años un intento de reordenamiento institucional que
buscaba mejorar la funcionalidad del aparato político administrativo mediante la reafirmación de la "centralidad" del
poder imperial, por un lado en el plano militar y por el otro en los dos órdenes superiores -senatorial y ecuestre-. No
hay que maravillarse entonces, del fin de esa jurisprudencia "libre" que no ha sido un evento casual, sino deseado: esta
es la respuesta que el gobierno central ha dado al problema de las fuentes del ordenamiento, englobando a los juristas
dentro de la cancillería e impidiendo que hablasen en nombre propio.
Véase que de lo que aquí se trata es del desarrollo de una ideología de la función pública del Estado, independiente de
los hombres que la ejercen. Esta condición es necesaria para la construcción de una estructura de poder sostenida en
una clase propiamente burocrática, separada de la clase aristocrática dominante. Desde el punto de vista político, la
desaparición de diferentes niveles jurídicos expresada por la constitutio antoniniana expresa una voluntad similar

U7 Pp 8 de 16
trasladada a los sujetos del derecho. La unificación de los criterios jurídicos se expresa también "por abajo", igualando
a los súbditos del imperio frente a la ley. Esto no implica una necesaria igualación social, lo que queda palmariamente
demostrado por la existencia de penas jurídicas diferenciales según el rango de los súbditos expresado en la
caracterización de honestiores y humiliores. La gestión político-administrativa se estandariza, igualando tanto los
territorios (pérdida de las exenciones tributarias de Italia) como las personas33. Esta igualación conlleva la
desaparición de una jerarquización impositiva sostenida en la rémora de la marca de los conquistados frente a los
conquistadores, e identifica a los súbditos en una igual categoría de contribuyentes. Esto nos lleva a los aspectos
fiscales.

La cuestión fiscal

[Reformas fiscales] Sin embargo, no fueron los Severos quienes reorganizaron el aparato de percepción impositivo,
este papel le cupo a Diocleciano y su instrumentación se remonta a los primeros años de su gobierno, cuando se
organizó una nueva forma de impuesto que combinaba una imposición individual -capitatio- con una imposición sobre
las superficies -iugatio-, resultando así una unidad abstracta de tributación -la iugatio siue capitatio-.
Según Durliat, la gran reforma de Diocleciano consistió primeramente en una revisión general de los catastros y de las
declaraciones individuales relativas al impuesto personal. Este sistema implicó una reorganización total de la estructura
fiscal, tanto en su aspecto ideológico como en los resultados evidentes a partir de su instrumentación. El Estado romano
por primera vez se organizaba burocráticamente en función de la percepción impositiva, y esto lo llevaba a gestionar
más racionalmente sus recursos, amén de verlos significativamente acrecentados. La gestión de los recursos fiscales
está ligada firmemente con los otros dos elementos básicos que definen a un Estado como tal: la burocracia y el
ejército. Desde el punto de vista ideológico, la reorganización burocrática permitió redefinir los aspectos tributarios
fiscales. Las pautas jurídico-institucionales que se organizaron durante la dinastía de los Severos fueron el marco a
partir del cual se resignificó la estructura burocrática, y ello sirvió de plataforma para poder pensar nuevos criterios de
percepción impositiva. Esto está en la base del funcionamiento de un círculo que se retroalimenta: la reorganización
burocrática necesita de mayores ingresos, lo que lleva a las reformas fiscales. Estas reformas fiscales, diseñadas a partir
de nuevos criterios de eficiencia, otorgaron mayores recursos que permitieron nuevas estructuras estatales. Junto con la
burocrática, la más importante de ellas es la estructura militar. La disponibilidad de nuevos recursos implicó un mayor
alcance en la reforma militar.
[Reformas Militares] Los Severos tuvieron un papel importante como impulsores de medidas que definirían el perfil de
los ejércitos bajoimperiales. Las concesiones a las tropas reavivaron la atracción de la profesión de las armas,
consolidando la formación de un medio militar donde el servicio era una tradición familiar. Sin embargo estas reformas
no llevaron a la modificación de las estructuras de percepción fiscal. Carrié indica que la falta de una reforma fiscal
hizo que en una primera etapa (entre el 251 y el 274) el imperio recurriera a la multiplicación de las emisiones
monetarias. Una vez superada esta primera etapa el imperio se dotó de los medios organizativos proporcionados al
problema al que estaba condenado a hacer frente. Este sistema de financiamiento no comportaba una carga intolerable y
resultó aceptable bajo Diocleciano, aunque parece que las exigencias fiscales aumentaron a partir del 324. Para el autor,
esta política defensiva tuvo como consecuencia grave el debilitamiento de la cohesión social y el deterioro del potencial
productivo. El primer punto de ruptura está relacionado con los munera: los curiales se vieron perjudicados a causa de
la obligación de hacer funcionar la máquina de la intendencia militar al ser responsables con su propio patrimonio de la
ejecución integral del munus. Un aspecto importante son las consecuencias ideológicas que tuvieron las
transformaciones militares. Carrié destaca la construcción de una mentalidad militar, frente a la sociedad civil. Para el
autor no se puede pensar que exista una militarización de la sociedad por el acceso al trono de tal o cual general, pero sí
que existe una militarización política cuando el ejército ocupa un cierto número de puestos claves en el edificio
institucional, esta conquista del Estado implicó una reorganización según modelos y esquemas propios de la cultura
militar. En este sentido se puede decir que el "bajo imperio" es una invención de los militares. Para el autor, si bien le
resulta excesiva la afirmación de Piganiol de que el imperio fue "asesinado desde el exterior", permanece el hecho de
que la presión bárbara, imponiendo al imperio una movilización defensiva sin precedentes desde la época republicana,
produce efectos secundarios en cadena, que modificaron profundamente su equilibrio interno.

La cuestión religiosa

U7 Pp 9 de 16
No resultará extraño observar en los aspectos religiosos cambios de proporciones mayores para esta misma época. El
siglo IV, a partir de la redacción del Edicto de Milán impulsado por Constantino, ha sido el centro de la atención en
cuanto a los cambios operados en el plano religioso. Esto implicó el reconocimiento del cristianismo como religión
lícita, y el acercamiento del Estado a las estructuras de la iglesia. Sin embargo, a mediados del siglo III, es cuando se
opera un cambio importante en la perspectiva del Estado, que tendrá efectos muy importantes y explica las
transformaciones operadas en su política religiosa en el siglo siguiente.
J. B. Rives le da vital importancia a los alcances políticos de las persecuciones religiosas estatales de la segunda mitad
del siglo III, especialmente en cuanto a los propósitos buscados por el edicto de Decio48. Para el autor este edicto
inauguró las persecuciones por primera vez a escala imperial (antes eran cuestiones locales). Se busca retomar la
problemática sobre los propósitos de esta persecución aunque desde el contexto de las religiones tradicionales del
imperio. R. dice que una de las mayores diferencias entre las religiones del mundo antiguo y las de las épocas
medievales es que las primeras eran fundamentalmente locales, mientras las últimas eran universalizantes. No cabe
duda que el camino hacia el monoteísmo jugó un papel importante en el cambio de los cultos locales a las religiones
universales. Pero para apreciar el significado del decreto de Decio sobre el sacrificio se necesita considerar no el
contenido de la creencia religiosa, sino las estructuras de la organización religiosa: es decir, qué acciones realizaba la
gente y en qué circunstancias, quién tenía la autoridad para regular tales acciones, y cómo esta autoridad estaba
organizada y expresada.
Para Rives, el decreto de Decio desplazó a la ciudad de su posición central en la vida religiosa. Aún cuando la
implementación del decreto quedó en manos de las autoridades locales, e incluso el objeto de los sacrificios fue el de
honrar a los dioses locales, el hecho fundamental es que desde entonces el emperador y sus representantes que ahora
promovían estos cultos locales alteraron el balance entre lo imperial y lo local. El decreto estableció un requerimiento
de que todos los romanos que vivían en el imperio debían sacrificar a sus dioses locales en la manera aprobada por las
autoridades centrales. Por lo tanto se creó una obligación religiosa entre los individuos y el imperio, mientras la ciudad
funcionaba ahora como el agente religioso de la administración imperial, de la misma manera que en los aspectos
impositivos funcionaba como su agente fiscal. El segundo efecto del decreto es su costado positivo: en la medida en
que reducía la importancia de la organización religiosa local, al mismo tiempo ayudaba a establecer un nuevo tipo de
religión romana, ligada no ya a la ciudad sino al Imperio. Definiendo el comportamiento cultual mínimo esperado para
todos los romanos Decio en efecto estaba estableciendo una suerte de ortopraxis. Inevitablemente esto resultó en una
identificación y punición de los desviados, exactamente como la definición de ortodoxia realizada por los líderes
cristianos llevó a la identificación y punición de los heréticos. Sin embargo el autor no asume este cambio como
puramente intencional, y no cree que Decio tuviera una gran visión de esta nueva "religión imperial". Cree, más bien,
que el decreto refleja un cambio en la marea de ideas sobre la religión y su rol en el imperio, una transformación
gradual que se operó debajo del nivel de la evidencia sobreviviente, pero que comenzó a manifestarse en el siglo III
medio y tardío.
R. entiende que a diferencia de los cultos romanos que sólo podían universalizarse en función de la praxis, la religión
cristiana había desarrollado a principios del siglo IV una amplia y altamente efectiva organización jerárquica que
proveyó una mucho más deseable estructura para una religión universal. Constantino entendió esto e intentó promover
a la iglesia como socia del imperio durante su reinado.
Me interesa en particular la referencia que realiza Rives a los "procedimientos burocráticos", porque está fuertemente
relacionada con los aspectos que hemos destacado para otras áreas del funcionamiento estatal. Se podría decir que
Decio actúa en el plano de la religión, en principio, como antes no lo había hecho ningún emperador: generando
mecanismos burocráticos susceptibles de ser más plenamente controlados por el aparato del Estado. Los asuntos
religiosos progresivamente pasarán a ser "asuntos de Estado". El siglo III, para reafirmar las ideas de la construcción de
una burocracia estatal independiente de la "sociedad civil", los emperadores comenzaron a sentir la necesidad de
apoyarse en la religión como un elemento más de cohesión social, por lo cual incidieron desde el aparato del Estado en
la organización de los cultos. En este sentido el modelo de la iglesia romana, fuertemente organizada con criterios
institucionales y jerárquicos, resultó un espejo deseable para la estructuración de las prácticas religiosas organizadas
desde el aparato estatal.

Conclusiones “Características tiene la “guerra civil” ocurrida durante la anarquía militar”

El Estado romano del siglo III sufre profundos cambios que terminan por delinear un perfil absolutamente diferente al
del Estado del principado. ¿En qué sentido esto está relacionado con la "guerra civil" ocurrida durante la anarquía

U7 Pp 10 de 16
militar? Creo que se relacionan ambos elementos en más de un plano, pero el determinante será la cuestión fiscal. Se
puede destacar que:
1. Entre la dinastía de los Severos y la tetrarquía ocurre la organización de un Estado romano realmente burocrático, es
decir fundado sobre una clase administrativa burocrática independiente de las elites terratenientes. Esto implica la
ocupación de la mayor parte -no toda- de las estructuras institucionales estatales por parte de burócratas de carrera. Esto
significa el fin de un imperio construido sobre las estructuras municipales de la polis, y la sumisión de esas estructuras
municipales al poder centralizado de la corte imperial. Las instancias jurídicas tuvieron un papel determinante en estas
transformaciones, el Estado necesitó organizarse jurídicamente por encima del cuadro fragmentario que implicaba la
existencia de los diferentes marcos jurídicos municipales. Este proceso expresa la toma de conciencia de los burócratas
que buscaron la formulación de un marco ideológico capaz de contener una realidad política diferente. El paso de las
aristocracias fundiarias de un papel central dominante a uno periférico se operó en un marco de tensiones y conflictos.
El balance terminó dándose en favor del dominio de los burócratas de carrera, tanto administrativos como militares, por
sobre las elites tradicionales.
2. El punto crucial de los conflictos entre estos sectores se dio a partir de la igualación de los terratenientes como
tributarios respecto del conjunto de los restantes súbditos imperiales. La reforma fiscal implicó la pérdida de las
exenciones tributarias de ciertos grupos terratenientes que utilizaban al Estado como un medio más de forjar sus
riquezas. Esto fue el centro de los conflictos sociales durante el siglo III. La imposibilidad de una alternativa al
financiamiento de las estructuras estatales, básicamente la militar, implicó finalmente la punción de las riquezas de los
grandes terratenientes, "democratizando" el sistema de la imposición fiscal. El origen y el fin de la crisis tienen una
causa esencialmente política: la pérdida relativa del control de las estructuras estatales por parte de las aristocracias
terratenientes. Cuando los grupos de "hombres nuevos" terminaron por controlar definitivamente el aparato del Estado
los terratenientes se sometieron a las nuevas realidades, transformándose ahora en una burocracia cortesana
dependiente del poder central.

Los elementos de la historia romana estudiados hasta aquí inciden en la problemática surgida en el seno de la teoría
marxista de las sociedades precapitalistas alrededor de la viabilidad del concepto del Modo de Producción Tributario58.
En particular, en lo referente a la necesidad o no de incluir en la caracterización de los MP precapitalistas a los aspectos
llamados "superestructurales". Según Chris Wickham, en el contexto de la historia económica mediterránea la sociedad
romana bajoimperial se puede tratar como el MP Antiguo en su aspecto clasista, la ciudad explotando el campo e,
incluso, otras ciudades. Pero, desde un punto de vista asiático, ciertamente no existe una diferencia estructural, modal,
entre éste y los estados tributarios clásicos. La única diferencia organizacional radica en que en el MP Antiguo la
percepción del tributo fue devuelto a los cuerpos públicos locales, las ciudades nominalmente independientes del
imperio romano. Por lo tanto, los orígenes específicos de la ciudad estado del MPT en el imperio romano, dejan su
traza en una identidad institucional particular, que es suficiente para la caracterización del MP Antiguo como un
subtipo identificable. La sociedad ciudadana descentralizada del imperio era la llave no sólo de la
percepción del imperio, sino también de la entera sociedad e ideología de las clases dominantes, a horcajadas entre su
acceso al patronazgo del Estado y sus propiedades territoriales locales, las que en el oeste parecen haber sido realmente
muy grandes. Las ciudades eran el foco de la tributación, y también los centros de la vida aristocrática, con autonomía
formal institucional. En este sentido, incluso el más autocrático de los sistemas romanos, el imperio tardío de los siglos
III a VI, era mucho más descentralizado que cualquier estado oriental, y fundamentalmente en la cuestión del control
local sobre la tributación, lo que resultó fatal para el imperio. Cuando el imperio entró en crisis en el siglo V, se
desmembró entre sus componentes urbanos controlados por los aristócratas locales que ya no tenían interés en
participar en el cobro de los impuestos que ya no los beneficiaban, y que eran principalmente cobrados sobre sus
propias tierras, puesto que los ejércitos romanos estaban siendo derrotados.
El autor coincide a grandes rasgos con la mayoría de los elementos expuestos aquí, para caracterizar a la sociedad
romana. Sin embargo se señala sólo una diferencia de grado respecto al Estado entre el alto y bajo imperio. Y estos es
así a partir del hecho de que Wickham voluntariamente se ciñe a lo que él considera aspectos económicos, desdeñando
los jurídico-políticos para la caracterización del MP. A partir de los límites que se impone, el autor no analiza el paso
de un Estado conformado por la aristocracia fundiaria, a otro organizado sobre una clase burocrática independiente.
Quiero destacar la importancia fundamental de incluir los aspectos "superestructurales" en la caracterización de un
modo. Partiendo de la base de que en las formaciones sociales precapitalistas las condiciones formales de producción
son prácticamente iguales en la economía campesina, es necesario insistir en los mecanismos de distribución del
excedente para la caracterización del modo. La idea de un subtipo ("Antiguo") del MPT, es una salida elegante que

U7 Pp 11 de 16
coloca la problemática nuevamente en su comienzo, ya que justamente lo que destaca Wickham es la incidencia de la
ciudad como característica particular en esta formación social, lo que nos retrotrae a un aspecto más amplio que el
puramente económico en el cual se funda el autor. Creo que sería positivo partir de una caracterización general para las
sociedades precapitalistas, y la diferenciación entre renta y tributo es operativa en un aspecto, aunque demasiado
amplia para estudiar las formas económicas. La clave estaría en el hecho de que la caracterización de "economía", en
las sociedades precapitalistas se desliza hacia elementos que se han considerado en el marxismo clásico como fuera de
la estructura. Sin embargo Marx, en su definición de proceso productivo, ha partido de la existencia de cuatro
momentos: Producción en sentido estricto, Consumo, Distribución y Circulación. Los historiadores de la antigüedad,
partiendo de la evidencia de que el primer momento -la producción en sentido estricto- es prácticamente uniforme en
las economías campesinas, deberían hacer hincapié en los tres momentos sucesivos. Los factores de distribución en su
doble aspecto (distribución de los medios de producción y de los agentes en la cadena productiva - distribución de los
productos salidos del proceso de producción) son determinantes a la hora de la caracterización de los MP
precapitalistas. No es casualidad que el boceto que realiza Marx sobre las formaciones precapitalistas se centra en las
formas de apropiación sobre el principal medio de producción, la tierra, por parte de las comunidades campesinas. En
el caso de la comuna identificada como "antigua", la particularidad de una doble forma de apropiación, pública y
privada, delinea los contornos centrales a partir de los cuales se estructura la relación de los productores en función del
control sobre los medios de producción. En ese sentido los aspectos jurídico-políticos son dominantes en las sociedades
mediterráneas antiguas, y por eso es que se fija la atención en el papel del Estado y de los terratenientes, ya que ambos
se apropian de parte del plusvalor generado en la economía campesina por medio de procesos extraeconómicos64. La
manera en que esa riqueza se distribuye es diferente según cuál sea la formación social estudiada. Las transformaciones
de la estructura jurídica del Estado romano son, a partir de estos elementos delineados, evidentemente parte de la
misma estructura económica de la sociedad.

Jones, “El Colonato Romano”

Pregunta Inicial: No parece claro las soluciones a cuándo, cómo y por que el colonus del Principado, un inquilino
voluntario de una tierra, libre de trasladarse cuando su trabajo expirara, se convirtió en un colonus en el bajo imperio,
un siervo ligado a la tierra por un lazo hereditario.
Los legistas del Digesto lo definen claramente en el S III: Suscribía un contrato, normalmente por 5 años, q por tácito
consenso de ambas partes se convertía en tenencia anual cuando expiraba. En la práctica las condiciones variaban
gradualmente.
Per, un colonus podía encontrar dificultades para dejar su tierra si estaba retrasado en el pago del arrendamiento, como
a menudo sucedía; pues en tales circunstancia el terrateniente no tendría duda en embargarle de su reserva. Aún así, un
caso q el Digesto trata, es q los coloni, abandonaban los campos pese a haber entrado en un lazo de dependencia.
La prueba clara de q los coloni estaban adscritos a la tierra y sus señores es una ley de Constantino fechada en el 332:
“Cualquier persona a la q se encuentre un colonus perteneciente a otra persona no solo deberá devolverlo a su origen,
sino q también estará sujeto a impuesto por el tiempo q los retuviera. Más aún, será lo adecuado q los coloni q planeen
huir sean cargados de cadenas como esclavos y puedan ser obligados por una ley propia de siervos a realizar deberes q
les son propios como hombres libres”
Modelo de Propiedad en el Imp. Romano Tardío: Si bien había amplias propiedades, no todas eran de este tipo
1° Había campesinos propietarios, normalmente agrupados en pueblos.
2° Las posesiones de terratenientes no residentes no siempre eran de grandes propiedades. Generalmente tenían un
número variado de parcelas de diferente tamaño, dispersas por pueblos distintos.
Muchas de las parcelas más pequeñas, propiedad de absentistas, no tenían campesinos residentes, sino q se cedían en
contrato a los habitantes del pueblo, bien campesinos propietarios cuyas parcelas eran demasiado pequeñas para
mantener a sus familias o bien aldeanos q eran propietarios de sus casa, pero no tenían tierra. Estaban los coloni
residentes de las grandes propiedades, q vivían en sus explotaciones o en las aldeas de la gran propiedad. También
había sobre las grandes fincas personas llamadas inquilini, frecuentemente emparejadas con los coloni, pero distintos y
distinguidos de ellos. La palabra inquilinus, en el lenguaje legal del principado, significa ocupante de una casa,
mientras colonus, al q aparece como opuesto, es el ocupante de una tierra de labor. Estos inquilini, por lo tanto, tenían q
ser aldeanos en una gran propiedad, q se ganaban la vida como artesanos o jornaleros. Además estaban los campesinos
propietarios y los aldeanos de los pueblos independientes algunos de los cuales eran al mismo tiempo coloni de
parcelas dispersas q pertenecían a propietarios absentistas.

U7 Pp 12 de 16
3° Finalmente había esclavos. En las fincas más grandes el censo registra a veces además de coloni unos pocos
esclavos, otras al parecer fueron trabajadas enteramente por esclavos.

Entre el 392 y el 395 Teodosio I promulgo la siguiente constitutio. ”Queda abolido el impuesto general en toda la
provincia de tracia para siempre, de forma q solo se ha de pagar el impuesto de la tierra. Y en el caso de q pudiera
parecer q se ha dado permiso a los coloni, liberados de su condición de sujetos a impuestos, para marcharse y vagar por
donde quieran, queda establecido q están sujetos de derecho de origen y aunque parezca q son libres de condición, han
de ser tenidos, sin embargo por esclavos de la tierra en la q nacieran y no tienen el derecho de marchar a donde quiera o
de cambiar de domicilio.
Valentiano I, en el 371, alude a una situación similar.
De estas dos leyes se hace evidente q los coloni habían sido adscriptos a sus tierras hasta ahora en virtud del impuesto
general o capitatio, q pagaban. La capitatio estaba basada en los censos de Diocleciano y sus coleas. El censo incluía a
toda la población rural trabajadora, fueran libres o esclavos, propietarios o ocupantes, o desposeídos y la capitatio se
exigía a cada uno de ellos por igual.
DE lo cual se siguen dos conclusiones:
1° La mediad q adscribió a los coloni a su tierra no puede ser anterior a Diocleciano, probablemente haya q conectarla
a su reorganización de los impuestos.
2° Fue en esencia una mediad fiscal y administrativa de más amplios contornos, destinada a asegurar y facilitar la
recolección del nuevo impuesto y dirigida específicamente a adscribir a los ocupante a sus tierras.

Pero si la adscripción de la población agrícola era en su origen una medida de salud fiscal, demostró ser un gran favor a
los propietarios. Es evidente q en el S IV había escases de brazos para el trabajo agrícola. La población había sido
reducida en muchas aéreas por las guerras continuas, devastaciones, hambres y plagas del S III y las levas para los,
cada día más grandes ejércitos la habían mermado. De cualquier manera sabemos por muchas referencias en las leyes
de la época q los terratenientes encontraban trabajadores con dificultad y q los q estaban descontentos con sus dueños
podían encontrar realmente otro terrateniente, q estaría impaciente y dispuesto a aceptarlos. En tales circunstancias los
terratenientes encontrarían la ley buena para mantener a sus trabajadores de la tierra y reclamar a los q se hubieran ido.
La dependencia de los coloni adscriptos respecto a sus terratenientes se incremento después con sucesivas leyes.
Arcadio 396, estableció, puesto q eran virtualmente esclavos, no tendrán derecho a llevar pleitos civiles contra los
terratenientes excepto por aumentar la rentas. Otra leyes tardías de impidieron unirse al ejercito o desempeñar cargo
públicos.
Mientras los colonis quedaban reducidos a un estatus cuasi servil, los esclavos agrícolas se convertían poco a poco en
siervos, prohibiendo incluso su venta a parte de la tierra.
Por otra parte, la ley, en lo q respecta a los campesinos propietarios, parece ser q generalmente se permitía q cayera en
desuso. Probablemente habría menor necesidad de aplicar la fuerza de ley sobre los libres poseedores. Pero aunque la
institución se extendiera así a una gran parte del imperio, esto no significa q los coloni estuvieran adscriptos. En la ley
de Valente I se hace explicito, solo los ocupantes residentes en las grandes fincas estaban adscriptos, los q posean una
parcela de tierra aunque sea pequeña deben pagar ellos mismos sus impuestos al recaudador oficial.
En el tercer cuarto del S IV las leyes empiezan a hacer distinción entre ocupantes normales y adscriptos. Los últimos a
veces son llamados tributarii puesto q sus señores eran responsables de sus impuestos. El termino nunca se utilizo en la
cancillería occidental q prefirió las palabras originales o bien originarii, para designar a los q por nacimiento o
descendencia pertenecían a la tierra. La terminología occidental enfatiza la naturaleza hereditaria del lazo. Es estatus de
originalis o adscripticius era igualmente hereditario por línea paterna y era legalmente irrompible. También significaba
q nadie q no fuera de este estatus por nacimiento podía se hecho adscripticius o ni originalis. Las excepciones sin
embargo son inapreciables.
La historia muestra q los matrimonios entre adscriptii y mujeres libres, hijas de los coloni libres o campesinos
propietarios (Justiniano había decretado una ley de vientre q dio lugar a una tormenta de reclamaciones) debieron ser
muy comunes. Esto trae consigo q los campesino propietarios todavía habrían perdurado en gran número, o q los
ocupantes libres (solo eran adscrpti los q habían sido censados originariamente en la propiedad) debieron hacerse muy
numeroso en las grandes fincas.
La escasez de mano de obra evidentemente siguió siendo aguda en el S VI, y fue esa la causa básica para el
mantenimiento del colonato adscripti.

U7 Pp 13 de 16
E. A. Thompson “Revueltas campesinas en la Galia e Hispania tardo romana”

Aunque muchas teorías han sido expuestas para explicar la caída del Imperio romano de Occidente, en todas ellas no se
ha dado la suficiente importancia a las series perlongadas de revueltas q tuvieron lugar, en las zonas rurales. Los
rebeldes mismo tomaron el nombre de Bacaudae (solo un pequeño manuscrito utiliza la forma de Bagaudae) cuya
primera aparición está relacionada con uno de los levantamientos del S III y q pronto paso a ser usado por aquellos
contra quienes los campesinos se levantaron.

El problema de las fuentes: Los levantamientos, han sido silenciados por los escritores contemporáneos. Todas nuestras
fuentes mayor o en menor grado pertenecían en a las clases propietarias del imperio, y en mayor o menor grado tenían
razones para temer a los Bacaudae. Parece correcto, [ante este silencia] deducir q las revueltas campesinas fueron
considerablemente más frecuentes y extensas de lo q las fuentes dicen explícitamente. Y a pesar de q la palabra
Bacaude no fue usada hasta fines del S III, el fenómeno q designa esta palabra se había forjado en la atención de los
historiadores un siglo antes.
La primera gran revuelta del tipo q nos interesa tuvo lugar a fines del S II, cuando las calamitosas guerras de Marco
Aurelio y la interminable plaga, fueron seguidas por las guerras civiles de Septimo Severo y sus rivales.. Esto es, q los
grandes propietarios hicieron cuanto pudieron por pasar las cargas colosales creadas por estos desastres sobre los
hombros de las clases más pobres. Y la misma reacción se inicio en los años 80 del S II.

La revuelta de Materno (soldado con grandes hazañas) es, en su magnitud, y sin dudas en su fin también, única en la
historia del Alto Imperio. Cuando Materno puso en marcha sus operaciones pudo obtener un vasto número de esclavos
huidos, colonos, granjeros arruinados, desertores del ejército y demás.
El movimiento fue claramente algo más q un problema de desertores del ejército a pesar de q estos proveyeron sus
líderes. Su misma amplitud indica q era un peligroso levantamiento de las clases oprimidas de la Galia e Hispania: era
el prologo de lo Bacaudae. Un movimiento como este no puede ser explicado solamente por el deseo de un grupo, de
enriquecerse a través del robo y el asalto de carretas, por eso Herodiano no trata de explicarlo. Como un eminente
jurista romano puntualiza, los “bandidos” no podían escapar a la destrucción a menos q fueran sostenidos por la
población entre la q actuaban. Más aún eran tan poderos q podían atacar las ciudades más grandes.
No tenemos muchas pruebas directas acerca de lo q les ocurrió a los propietarios de tierras, pero pudo ser q fuesen
expropiados y posiblemente esclavizados: de cualquier manera, esto es lo q parece q les sucedió durante las revueltas
Bacaude posteriores.
El plan mismo de Materno y sus seguidores, tras retirarse de escena de la Galia ante la llegada del ejército, no eran de
representantes ni predecesores de forma alguna de una sociedad futura: sus ideas no incluyen ningún nuevo modo de
vida social.
El carácter de su movimiento debe ser distinguido claramente del típico bandolerismo q podíamos encontrar en las
esquinas del imperio de aquel tiempo. Par los bandidos era de poco interés obtener el control de amplias zonas de las
provincias y expropiar tierras.
Lo q es de mayor importancia es registrar el hecho de q en este periodo mientras algunos romanos escapaban de la
opresión de la vida romana uniéndose a Materno, otros hacían lo mismo de otra manera, huyendo hacia loa barbaros.
Fue en el S III, en 283-284 cuando los bacaudae hicieron su primera aparición bajo ese nombre. Las calamidades del S
III cayeron más pesadamente sobre las clases más pobres. El teatro principal de sus actividades en la Galia fueron el
área q parece se extendía del Loira a Sena. Fue ahí donde la gran revuelta del 407 estallo, y no fue aplastada hasta el
417. Fue ahí donde Tibaton capitaneo la rebelión del 435-437, y, otra vez en 442. Lo cierto es q allí los Bacaudae
intentaron separer todos juntos del imperio y levanta un estado independiente.
En Hispania, mediado el S V, los Bacaudae estaban levantados en armas en la tarraconense, donde eran tan fuertes q
nada más y nada menos el Jefe de los Dos Ejércitos Flavio Asturio, hubo de viajar a Hispania a llevar una campaña en
el 441.
Durante la campaña de Maximiano en Galia en el 286, tras su victoria se vio obligado a mostrar una clemencia por la q
no podía sentirse muy contento, pues matar a un Bacaudae era desposeer a un terrateniente de una de sus escasas fuerza
de trabajadores.
La actividad de los Bacaudae pudo dañar poco la posición de la clase propietaria como un todo ya q la actividad
principal radicaba, sin duda, en sus ataques a las fincas e incluso ciudades. Probablemente como una regla general
invadían ciudades en busca de aquello elementos q no podían producir ellos mismo en el campo. Tras el ataque se

U7 Pp 14 de 16
retirarían a los bosques con el botín logrado y reemprendería su vida bajo sus “leyes de los bosques”. Allí la
reglamentación es impuesta no por jueces o policías, sino pro los mismo “rústicos” y “particulares q administran
justicia bajo los robles”.
Sea cual fuera la frecuencia de la serie de revueltas del S III y IV, alcanzo su climax durante mediados del S V q fueron
casi continuas. Sería extraño realmente si este factor fuese considerado de poca importancia en el estudio de la caída
del Imperio Romano de Occidente.
Pero, por otro lado, aunque tuvieran éxito de una manera continúa durante estos años no liberaron fuerzas productivas.
Si hubieran podido ganar la independencia permanente, no hubiesen podido introducir ningún cambio fundamental en
la estructura de su sociedad. Solamente hubieran empezado de otra manera, el mismo proceso contra lo q ellos mismo
se habían rebelado en un principio. Hubieran podrían haber cambiado los miembros de las clases dirigentes regionales,
pero no podrían haber cambiado la naturaleza de las clases mismas. Y esto es lo q hicieron las invasiones bárbaras del
Oeste Pero el significado de las rebeliones no debe ser subestimado por tal razón.
En los días de Salviano muchos hombres se dirigían indiscriminadamente hacia los godos, los Bacaudae u otros
barbaros: en lo que respeta a la libertad, de cualquier manera no había mucha diferencia entre ellos. De hecho, es difícil
resistir la impresión de q las invasiones bárbaras hubieran sido exitosas, en los S IV y V, si no hubiese sido conducidas
con éxito por la ayuda q el campesinado romano y otras clases oprimidas entre los romanos fueron capaces de dar
directa o indirectamente a los recién llegados. El significado de los movimientos campesino solo se podrá ver en su
totalidad cuando sean estudiados en conjunto con las invasiones bárbaras.

Anexo unidad 7
El periodo que se conoce con el nombre de Imperio Absoluto en el cual todos los poderes se concentran en manos del
emperador, es una época de franca decadencia, ya que abarca desde el inicio del reinado de Diocleciano en el año 284
hasta la caída de la ciudad de Roma, en el año 476, por lo que toca al Imperio Romano Occidental, y hasta el año de
1453, fecha en que car la ciudad de Constantinopla y termina así el Imperio Romano de Oriente.
Durante todo el periodo de dieron contables levantamientos y guerras civiles, así como invasiones de los pueblos
bárbaros, a quienes resultaba cada vez más difícil contener.
En el año 395 Teodosio I divide el imperio entre sus dos hijos: adjudica a Honorio el Imperio de Occidente con capitán
en la ciudad de Ravena, al norte de la península Itálica mientras que el Imperio de Oriente con capital en la propia
Constantinopla, queda en manos de Arcadio.
En el año 330 el emperador Constantino traslada la capital del Imperio a la pequeña ciudad de Bizancio, situada en el
estrecho del Bósforo y a la que da el nombre de Constantinopla. Este emperador se convierte al cristianismo y lo
reconoce como religión oficial del Estado.
Al imperio de Occidente le esperaba una vida breve. En el año 410 Roma es saqueada por el rey bárbaro Alarico y
pocos años después, en el año 476, el último emperador de occidente Rómulo Augústulo se rinde ante el avance
incontenible de las invasiones germánicas y es destronado por Odoacro.
El imperio de Oriente o imperio bizantino tuvo todavía una larga existencia en la que gozó de momentos de triunfo
hasta su caída, cuando la ciudad de Constantinopla fue tomada por los turcos en el año 1453.
El periodo del Imperio absoluto corresponde, en cuanto a la historia de derecho se refiere, a la fase del derecho
posclásico, que no es una fase creativa; los juristas de la época se dedican más bien a ordenar y compilar la producción
jurídica de las fases anteriores.
FUENTE:
MORINEAU Iduarte, Marta. IGLESIAS González, Román. Derecho romano. Cuarta edición. México D.F., Oxford,
1998.
ISBN: 9706132775

El Dominado (235 d. C. - 476 d. C.) fue la despótica última de las dos fases de gobierno en el antiguo Imperio romano
entre su establecimiento en 27 a. C. y la fecha formal del colapso del Imperio de Occidente, en 476. En el año 235 d. C.
muere el último emperador de la dinastía de los Severos, Alejandro Severo, la cual había mantenido el orden, una
relativa paz y el esquema del Imperio romano. Tras esta muerte se inicia un período caracterizado por la anarquía
militar. Constituye la evolución del principado, se implantará un gobierno absoluto y el dominus (emperador) es el
único que implantará derecho mediante tres vías: Leyes generales, pragmáticas y rescriptos.
El principio básico de creación del derecho es:

U7 Pp 15 de 16
'Lo que el príncipe place en forma de ley, es derecho.'
Durante los 50 años siguientes el ejército tiene cada vez más protagonismo a la hora de tomar decisiones y de elegir los
emperadores, lo cual será un elemento desestabilizador. Durante esos 50 años se suceden más de 20 emperadores.
En el año 212 d. C. el emperador Antonino Caracalla concede la ciudadanía romana a todos los habitantes del Imperio
romano, lo que crea una pérdida de los valores y tradiciones más antiguos.
Latín dominus, que significa señor o dueño, como un propietario frente a su esclavo — esto había sido usado
servilmente para dirigirse a los emperadores desde la épocaJulio-Claudia en adelante, pero nunca como un título — a
Tiberio en particular se le conoce por haberlo vilipendiado abiertamente. Se hizo común con Diocleciano, que es por
tanto el lógico elegido para encabezar la lista de gobernantes del dominado temprano. Es en esta época también que
aparecen sobre las monedas y demás piezas, y la titulación imperial, las palabras Dominus noster, ‘nuestro señor’.
La primera fase del gobierno imperial, conocida como el Principado, cuando las formalidades de la nunca
constitucionalmente abolida República eran todavía la imagen «políticamente correcta», también suele concluirse con
la llegada de la Crisis del siglo III de 235–284, que concluyó a su vez cuando Diocleciano se convirtió en Emperador.
Cambiando el concepto de emperador de las formalidades republicanas de los primeros tres siglos del Imperio,
Diocleciano introdujo un nuevo sistema de reinado de una coalición de cuatro personas, la Tetrarquía, eligiendo el
deshuso del título princeps, además de manifestar abiertamente la cruda realidad del poder imperial y adoptar un estilo
de gobierno helenístico, más influenciado por la veneración de las deidades orientales del antiguo Egipto y el Imperio
persa que por la tradición de cooperación civil entre la clase gobernante transmitida desde la República Romana.
Se puede argumentar que más crucial que el título escogido fue la anterior adopción del estatus divino como divus,
originalmente un honor póstumo excepcional reconocido por el Senado, y más tarde entregado al emperador en vida (y
a otros miembros de su familia), convirtiéndose en un privilegio no escrito de la corona.
Otro claro síntoma del elevado estatus imperial fue que éste llegó a encarnar la noción (abstracta durante la República)
de la majestad de Roma, así que cualquier crimen contra ésta podía ser castigado como si se tratara de alta traición.
Los historiadores contemporáneos rechazan la interpretación de una transición del Principado al Dominado tan
claramente ocurrida; más bien la tildan de una transformación más sutil y gradual, en la cual las reformas de
Diocleciano en el oficio imperial, aunque significativas, son solo un punto de una larga lista. Sin embargo, la distinción
entre las dos fases principales del gobierno imperial se antoja importante y útil.
https://es.wikipedia.org/wiki/Dominado_(Roma)

U7 Pp 16 de 16

También podría gustarte