Manifiesto en Defensa y Restauración

de la Hispanidad
A través de la cosmovisión de la tercera posición

La competencia es la ley de la jungla pero la cooperación es la ley de la civilización.

Piotr Kropotkin.
Soy de los que cree que esta es la última generación que puede hacer algo frente a la
decadencia y posible colapso de nuestra sociedad, nacimos y crecimos mientras se implantaban
ciertas medidas de ingeniería social y control de masas. Somos testigos diarios de cómo día a día
nuestros contemporáneos caen ante lo que creen inevitable o inmutable, ante esa sensación de
que somos muy pequeños o inútiles para “Hacer algo”, cómo que “Ya es tarde”.
Eso es porque estamos dispersos, cada uno pensando en un problema distinto, divididos por
tendencias creadas específicamente para separarnos, pero cada vez que varios individuos posan
su atención e intención en la resolución de algún conflicto u obstáculo suceden cosas; A veces
las ideas de uno mutan por la visión de otro y terminan dando un resultado superior al esperado.
Se supone que somos esos que quieren evitar una catástrofe climática para que exista un mundo
por viajar y conocer dicho mundo, que quieren conocer otras culturas –No destruirlas en un
menjurje globalista- y paisajes, que quieren disminuir la pobreza.
Somos esos que nos decimos “Apolíticos” porque sabemos que algo está mal con nuestros
políticos, pero aun así, vamos y los apoyamos en sus shows electorales y mediáticos. Pensamos
que la política es algo de “Viejos y gente aburrida”, pero no hacemos nada por cambiarla y
apropiarnos de ella… ¿Cómo esperamos que suceda algo distinto si seguimos haciendo lo que
hacían nuestros abuelos y padres? ¿Cómo pensamos que van a progresar nuestros países si
apoyamos “bandos” de políticos, en los que sus dirigentes, supuestos rivales se reúnen en secreto
(A veces no tan secreto) a conversar como viejos amigos?
Yo quisiera que primero, viéramos ejemplos como el de Nayib Bukele, Presidente del Salvador;
que venció a una casta política podrida y falsamente enfrentada utilizando medios cómo el
internet. Segundo, que lleváramos más allá el mismo ejemplo de él, y más allá de ganar unas
elecciones, reformáramos la forma en que se gobiernan nuestros países que ya ha demostrado no
dar resultados a los problemas modernos.

¿Tiene sentido que en un mismo continente se quemen cosas y se proteste en las calles en países
con gobiernos opuestos en el sentido ideológico, pero que son iguales en la estructura que sostiene
dichos gobiernos?
Veamos dos ejemplos memorables primero: Venezuela y Chile.
Venezuela “Duelo de Zurdos”: Independientemente de las preferencias políticas de los mayores,
si hay algo bastante evidente en Venezuela es que la mayoría de jóvenes no apoyan el sistema y
las medidas del gobierno, pero dado que el país tiene aproximadamente 60 años con partidos
exclusivamente de izquierda, muchos jóvenes creyeron que estaban “Luchando por la libertad de
su país” cuando políticos de la Alianza “Opositora” llamada MUD (Que además era la que
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Ostentaba la mayoría en la Asamblea nacional) los instaron a salir a las calles y los dejaron
morir como cucarachas en fumigación sin que sucediera nada.
Luego, cuando estudiamos brevemente las propuestas de los políticos “Opositores” en algunos
de los documentos públicos de ellos cómo lo son: “El Plan País” de Juan Guaidó, “Plan
Arranque” de María Corina Machado, y “Venezuela Energética” de Leopoldo López, vemos
que son un insulto para las personas que sí han leído un plan de gobierno de un político serio en
otro país, o que tienen sentido común mínimo para comprender que el plan para restaurar un país
que pasa por una crisis larga no puede resumirse en 42 páginas de un PDF, siendo varias de ellas
títulos enormes con color gastando páginas enteras.
Y para más colmo, con una revisada rápida podemos comprobar que varios de los partidos de
dicha “Oposición” están inscritos en asociaciones internacionales que comparten la ideología del
gobierno, o sea que ambos son de Izquierda, socialistas. Aquí es donde surge la pregunta ¿Y si
en Venezuela existiera una Derecha de verdad, una oposición real?, Por ahora no la
responderemos, vamos al ejemplo de Chile.

Chile “Incendios y cánticos”: Recientemente vimos en chile que muchas personas con o sin
razón reclamaban por el tema de las pensiones, por una constitución nueva, por los precios de los
estudios universitarios y por los costos del metro. Aunque ciertos grupos de izquierda se hayan
apropiado de las protestas y realizado vandalismo, es bien sabido que salieron personas que de
verdad querían un cambio, adicionalmente se tocó el tema de reducir los sueldos de ciertos
empleados públicos y aunque la situación se ha apaciguado, ¿Se ha visto un cambio tangible?
El gobierno chileno es ideológicamente de Derecha, y el país está claramente mejor que
Venezuela a pesar de los problemas que han surgido, aquí surge otra pregunta ¿Si en Chile
tomará el poder la Izquierda, se mantendría el progreso del país pero con más atención en los
temas sociales?, todo apunta, siguiendo el pasado histórico de la región, que no.
Chile pasaría a ser una Argentina 2.0, luego si no se detiene, una Venezuela 2.0 y dependiendo
del tiempo y poder de la izquierda, incluso una Cuba en el mal sentido de estos países claro está.
Y sobre nuestra pregunta de Venezuela, ¿De existir en Venezuela una Derecha real y oposición
ideológica al gobierno, el país seguiría siendo aplaudido por toda la izquierda internacional por
ser supuestamente “Un país de inclusión”, obviamente no, probablemente se alcancen ciertos
niveles de progreso económico y restauración de funcionalidades, pero a la larga, el ciclo de
repetirá, como ha pasado en las últimas y antiguas décadas en toda la región, seguiría un ciclo
eterno de Derecha-Izquierda-Derecha-Izquierda, que normalmente tarda años en verse, pero
ahora, si nos vamos a un ejemplo intermedio entre los países mencionados, veremos el sinsentido
y prueba del eterno ciclo del que hablamos; Argentina.
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Argentina “La esposa maltratada”: Si tuviéramos que resumir el caso argentino asociándolo a
un arquetipo de persona, sería una mujer casada con un imbécil abusivo (El socialismo), que
después de años de soportarlo, decide un día dejarlo (Sin denunciarlo), y se va a vivir con ese
hombre “Dulce” que conoció hace poco pero que luce distinto (Macri), luego descubre que
realmente no le gusta el nuevo hombre, solo buscaba una excusa para escapar del maltrato de su
esposo y cómo ni entiende ni quiere entender los planes de su nueva pareja (Pues realmente se
parecen a los momentos “Neutrales” con su expareja el maltratador) decide volver, prefiere la
emoción que le causa el abusivo, pues después de cada noche que la golpea, se disculpa, la trata
hermoso, como cuando la estaba conquistando. Este hombre (El socialismo) es encantador
cuando se lo acaba de conocer, pues habla en el plano emocional, no importa si lo que dice es
posible o no, o si no explica cómo logrará los sueños que tiene junto a su víctima actual, pues las
palabras y medios que usa, la hacen creer que es real y que lo logrará, aunque siempre termina
igual, aislándola de sus amigos y familiares (Bloqueos, sanciones y cierre de embajadas en
países socialistas), y causando problemas en el hogar y daño a los hijos cuando intentan
defenderla del padre abusivo (Amarillismo sobre la oposición, acusación de ser “Fascistas,
extrema Derecha genocida, si osan oponerse a las medidas del gobierno).

Lo que no solemos ver de todo esto, del día a día de nuestras naciones, es que todas tienen ciertas
cosas en común… Siendo la primera de ellas que el sistema base o la estructura del estado
independientemente de sí es de Derecha o Izquierda, antes es y siempre ha sido: Una Dictadura
Parlamentaria de los partidos. Y no sólo eso, en muchos casos, los partidos que tienen
secuestrado algún país, son dirigidos e integrados por personas que son descendientes directos de
personas que estuvieron en el poder cuando se escogió y creó dicha forma de gobierno,
supuestamente “Democrática y republicana”, personas que en su momento eran dirigidos por
potencias extranjeras en una guerra contra el Imperio Español, del que formaban parte los países
que según estaban “Liberando”, hoy, la mayoría de las clases políticas hispanoamericanas son
dirigidas por las mismas u otras potencias extranjeras. Y “Casualmente” cuando la gente
comienza a tomar consciencia de que los gobiernos, del lado del espectro que sean no solucionan
nada y de que todo parece ir a un precipicio, surge como por arte de magia una ideología desde
los mismos lugares que surgieron antaño las ideas “republicanas de democracia parlamentaria”,
que dicen “El problema no es la ideología, el problema es el estado en sí, todos los males de la
humanidad vienen del estado” cómo si el estado fuera un ser que existiera por sí mismo, un ser
pensante, omnipresente y con metas de destruir a la humanidad… Absurdo.

El estado no es más que las personas que lo conforman, y claro, cuando vivimos en sociedades
organizadas en repúblicas representativas (O sea, donde damos el poder a otro para que nos
“represente”) esas personas se convierten en los únicos integrantes del estado, sumándole, como
ya hemos dicho que muchas veces son parte de una estirpe antigua que está acostumbrada a
gobernar como premio a su servicio a las potencias que los financiaron en las guerras de
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“Independencia” o bien que siguen directrices desde instituciones como la Internacional socialista
vamos a tener un estado obsesionado con el poder, malo, es obvio. Pero ¿Y si el estado estuviera
conformado por la totalidad de la ciudadanía?
Cabe preguntarse e imaginar formas de gobierno distintas, romper el molde y decir “Basta, yo
quiero un cambio real, y si no me lo dan, yo lo voy a conseguir”, pero pensando por nosotros y
no repitiendo lo que estos grupos quieren imponernos.
Estos grupos que se hacen llamar “Anti-estatistas”, en realidad están colaborando (Sabiéndolo o
no) para que ahora el estado y la clase dirigente no sea ni siquiera una que aunque tiránica sea
“Nuestra”, sino que ahora el poder será transferido a un nuevo tipo de dictadura, una donde el
gobernante es invisible y no hay forma de detenerlo si algo sale mal; La Dictadura del Capital.
Estas personas gritan sin parar “Privaticemos todo, que el estado no pueda regular nada, que ni
exista el estado, necesitamos la inversión extranjera”
Lo que estás personas no saben o fingen no saber es que desde los mismos países en se creó y
perfeccionó el Materialismo Histórico, pensamiento padre de ambos lados del espectro de las
ideologías de nuestros gobiernos, desde esos mismos países se poseen la gran mayoría de las
acciones de todas las trasnacionales, bancos, corporaciones, instituciones y empresarios capaces
de invertir en cualquier lado, que el capital de individuos o instituciones locales no es comparable
ni suficiente para levantar nuestras economías por sí solo de esa manera dogmática y que en los
países que para dar trabajo a sus pobladores y alimentar a los habitantes dependen sola o
principalmente de empresas extranjeras no se vive “muy bien que digamos”. Y si no que le
pregunten a los países asiáticos que para entrar en la carrera del comercio internacional dejaron
a dichas trasnacionales extraer recursos y abrir fabricas enormes, qué tal les va a las mujeres
embarazadas que al descubrir el embarazo las despiden en masa, a los niños que pasan sus días
en fábricas, etc. (Hay casos como el de China, en los que el estado intenta ser el que dirija las
fabricas igual de explotadoras que las trasnacionales, en un intento por no sucumbir ante dicha
presión, combatiendo fuego con fuego).
El punto es que si la burbuja económica en que vivimos colapsara o si dichas empresas decidieran
o tuvieran a fuerza que detener su actividad de fabricar en cantidades astronómicas de golpe,
millones de personas en asía morirían de hambre en pocos meses.

Dicha rueda solo se mantiene girando por el hámster del consumismo desmedido, y desde ambos
lados del ciclo se promueve la destrucción ambiental, ¿Disminuye toda esta problemática cuando
gana Piñera, Macri, Fernández, Chávez, Maduro, Morales, López Obrador, Duque o Santos?
No.
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Cada vez que nos toca un gobierno de izquierda se destruyen las empresas y negocios locales
(Salvo los de los amigos del gobierno o de ciertos grupos como la masonería y demás), y se
venden nuestros recursos a precios parecidos a los que venden los adictos sus pertenencias cuando
no tienen como conseguir su dosis.
Y cuando nos toca un gobierno de derecha, con la excusa de la inversión extranjera, los grupos
que no serán expropiados ni tocados en el siguiente ciclo socialista, compran rubros, invierten, se
apropian de recursos naturales, de la alimentación, la energía y los medios de comunicación.
El ciclo en su estado máximo de maduración solo puede terminar en dos vertientes, estados como
China, que aunque autoritariamente, sigue cumpliendo con las exigencias del capital para existir,
o bien lo que ya nos están dejando ver, la total privatización de la nación, la venta del suelo,
donde ya no somos ciudadanos, nos venden la fantasía de que sin estado, seremos los amos del
destino de nuestra nación, pero estaremos sujetos a las quiebras de los bancos o empresas que nos
“Rescataron”, al auge o caída de las monedas que estén en uso a nivel internacional o a la escases
Real o imaginaria de algún recurso esencial que nos deje ver el sistema de comercio
internacional, el gobierno del Capital.

Para todo el que lee y conoce historia de nuestros países hispanoamericanos no es un secreto el
que hace falta un cambio de aires, sean las causas lo expuesto aquí o no (Se vale dudar), todos
coincidimos en que algo debe pasar, y no va a pasar solo.
Nosotros creemos en una ciudadanía reformadora o en un nacional-reformismo, esto no de una
manera dogmática, no tiene por qué proponer una forma de gobierno específica pues cada país lo
adaptaría a su carácter y necesidades, lo único que es un axioma y obligatoriamente necesario es
la destrucción de la dictadura parlamentaría y partidista o su reforma total de manera que no
existan diputados y miembros del parlamento con sueldos astronómicos e “Inmunidad política”
sobre leyes y medidas que ellos mismo implantaron mientras los ciudadanos que los mantienen
y los colocaron allí tienen que “Resolver” cómo alimentarse o a los suyos. El simple hecho de
entender que Todo servidor público es empleado de la ciudadanía, no al revés.
Si es presidente o primer ministro, es tu empleado.
Si son diputados, miembros del parlamento, embajadores y ministros, son tus empleados.
Si es dictador, sigue siendo tu empleado, debe trabajar por el bienestar de la ciudadanía y la
prevalencia de la nación. Toda cosa ajena a eso es tiranía.
Si es Monarca, es tu servidor, fue puesto como el ciudadano principal que debe velar por todos
los demás, protector, líder… Jamás un cobarde que se oculta tras de ti, o un jefe.
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¿Cómo puede haber “verdadero socialismo” e “inclusión” si todos los grupos que la profesan
y piden en la izquierda, excluyen y silencian a los que no sean adeptos o seguidores del partido
al que pertenecen?
¿Cómo puede haber una sociedad donde se ejerza la “Sana Competencia” sin una tendencia
depredadora y monopólica, si no hay sentido de pertenencia, no hay unión cultural, y todos adoran
al dios del dinero, del placer y el hedonismo y persiguen el individualismo banal no para
desarrollar la persona, sino para autodestruirla, llamando a eso “Libertad” cuando es libertinaje?

La lucha cultura, cómo única vía para derrotar al materialismo histórico, que aprisiona al ser humano
en una celda, de la que él mismo es carcelero. Presa del miedo, reaccionado y basando sus decisiones
en huir del peligro y encontrarse la mayor cantidad de veces posibles con el placer, mientras más
carnal y tangible sea dicho placer, “¡Tanto mejor!”, pero, en la misma medida que lo sacian, crece un
vacío interior

Hay que aclarar que cuando se habla de empleados y “Trabajar por la ciudadanía” no se habla de
regalar cajas con alimentos, bonos, “Ayudas sociales” cerca del periodo electoral, seso sería
propaganda izquierdista gratis.
Volveremos sobre una pregunta anterior; ¿Y si el estado estuviera conformado por la totalidad
de la ciudadanía?
Aquí estamos hablando ya de conceptos como la Biopolítica o la Metapolítica. Y no de la política
partidista tradicional que a todos nos tiene hartos y aburridos.
En ambas concepciones de la política (Bio y Meta), el estado sería cómo un cuerpo, tal cual el cuerpo
humano, compuesto por millones de células, el cuerpo de una nación o un país, compuesto por
millones de seres humanos. Eso no significa que un tirano se apropiará de la nación y la hará suya,
mismo ejemplo del ser humano, aun tú mismo/a no tienes una “Sola visión”; ni en la familia más
tradicional, ni en ningún grupo existe tal cosa, siempre que exista la libertad de expresión, habrá
diálogo productivo y nadie podrá silenciar las voces disidentes o ideas diferentes, siempre que se
recuerde lo que hablamos sobre que los servidores son empleados nuestros y rescatemos conceptos
del origen Greco-Romano de nuestra civilización occidental, y que cada cual asuma responsabilidades
por sus acciones y estemos dispuestos a hacerlas cumplir, no debería suceder dicha degradación.
Si además existe una base común, un lazo invisible que una a la ciudadanía, más allá de un mero
“Contrato social”, es imposible que se rompa la vigilancia sobre el cumplimiento de dichas
responsabilidades o del deber.
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La cultura existía antes que naciéramos, existe hoy y existirá cuando hayamos muerto. No
“Cambia” en base a las decisiones arbitrarías de un sujeto, solo cambia naturalmente con el pasar del
tiempo o con la ingeniería social que le pueden aplicar (Y le están aplicando hoy), ciertos grupos con
los medios, conocimientos y recursos para ello.
Un ejemplo simple de esto es un Ateo, culturalmente Cristiano: Existen muchos ateos que son cultural
y moralmente cristianos, pues No robarán, no matarán, no envidiarán lo del vecino…
independientemente de sus creencias personales, son ciudadanos de bien, personas productivas y
sanas. Los casos de fanatismo tanto de religiosos como de ateos son los que degeneran en atrocidades,
pues uno puede creer estar haciendo la voluntad divina y el otro alterar su moral en base a la creencia
ciega de que nada existe más allá del mundo material (Lo que sería un acto de fe/convicción, tal cual
un fanático creyente) y terminar haciendo el mal.

Depende de nosotros, primero como individuos el conocer la cultura, estudiarla, hacerla nuestra
respetándola y amándola, y luego como colectividad, guiarla, darle un rumbo que nos beneficie a
todos. Nuestra cultura Hispánica, tiene todo lo necesario para unir a nuestros países y liberarlos de
la dictadura de los partidos y las “Democracias” representativas.
Debemos recordar que quienes planean hacernos olvidar el pasado y cambiarlo para dominar el
presente y por lo tanto asegurarse el poder en el futuro, trabajan día a día, no pierden el tiempo en las
banales distracciones que crean para nosotros, se lo toman en serio. Esta es, una lucha diaria, de
consciencia, pues estando en automático somos manipulables.
Viviendo en el presente, conociendo el pasado y proyectándonos en el futuro, podemos lograrlo, paso
a paso, día tras día, de cada 24 horas, unos 30 minutos que uses para trabajar en ti y en el prójimo,
desde la hispanidad, cambiarán levemente las cosas, pero eso bastará pues el hábito y los resultados
te animarán a invertir más tiempo, acciones y ganas.
No te preocupes, no estarás solo/a, hay quienes trabajamos con mucho más de nuestro tiempo y solo
te pedimos unos minutos diarios para juntos, materializar un cambio real.