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Alumno: Olmedo Yúdico Sánchez Gabriela Alejandra

Teoría de la renta

Johann Heinrich von Thünen

La teoría de la localización de von Thünen es una hipótesis general sobre la


distribución de los usos agrícolas del suelo.

La teoría de la localización de los suelo tiene su origen en los trabajos que hizo en
Alemania en 1820 Johann Heinrich von Thünen, El estado aislado. Su modelo
estudia las diferencias de renta con respecto al mercado, que viene a ser un
paradigma para todas las teorías posteriores. No en vano usa el método deductivo
en sus razonamientos, lo cual constituye una apuesta por el método científico, tal
como lo explica David Harvey. La idea central es que la renta varía con la distancia
con respecto al mercado, en un espacio isótropo y aislado. A este tipo de renta se
le llama renta de localización o renta de ubicación. Von Thünen reconoció que el
hombre trata de resolver sus necesidades económicas en el entorno inmediato,
reduciendo sus desplazamientos al mínimo.

Von Thünen se preguntó por qué los lotes de tierra, con las mismas características
tenían diferentes usos. Concluyó que se explicaba por la distancia al mercado.

La renta de localización, a cualquier distancia del mercado, depende de cuatro


parámetros: rendimiento, precio, coste y tasas de embarque. Dependiendo de las
características de los productos se creará un sistema gradado de cosechas.
David Ricardo

David Ricardo es uno de los más célebres economistas británicos. Formó parte de
la corriente de economistas clásicos, de la cual fue uno de sus mayores iconos.

Sus principales contribuciones las encontramos en el ámbito de la macroeconomía,


y en la teoría del valor económico. También fue un importante hombre de negocios
y miembro del Consejo británico.

En un contexto geográfico e histórico en el que los propietarios de las tierras las


arrendaban en lugar de explotarlas directamente, David Ricardo, observó las
cuestiones relativas a la renta de la tierra.

Defendió que la renta de la tierra se basaba en la diferencia existente entre la


fertilidad que ofrecía y la ley de los rendimientos decrecientes. Partiendo de esta
base se explicaba que si la relación entre población y tierras disponibles era
favorable a aquella, solamente se cultivarían las mejores tierras. En tal caso nadie
estaría dispuesto a pagar una renta por cultivar tierras mientras existiesen otras de
similar calidad desocupadas.

Con la teoría de la renta diferencial, David Ricardo, introdujo la Ley de los


rendimientos decrecientes. En función de esta, cuando se produce un aumento de
la población y, por tanto, de demanda de alimentos, se van cultivando cada vez
tierras menos fértiles. Ello implicaría un aumento continuo de los precios de los
alimentos. Por tanto, los salarios nominales deberían aumentar de una forma acorde
al costo de las subsistencias, aunque, por otra parte, no sería necesario que también
lo hiciesen los reales.

Jean-Baptiste Say
Jean Baptiste Say (1767-1832), fue un economista y empresario francés,
considerado como el discípulo francés de Adam Smith y uno de los exponentes de
la economía clásica y el mercantilismo.

La contribución más importante de Say a la Economía fue su simple formulación de


lo que se conoce como la ley de Say (1803), que afirma que “los productos se pagan
con productos”. presentada como “toda oferta crea su propia demanda”. Desde el
punto de vista, digamos, del ‘marketing’, la frase parece absurda; nadie tiene
garantizado que simplemente por ofrecer algo exista alguien que esté dispuesto a
comprarlo.
Adam Smith

Adam Smith aporta elementos al concepto de trabajo y define al trabajo productivo


como todo trabajo humano en general (no sólo en labores agrícolas); además de
establecer por primera vez el vínculo entre trabajo y valor del producto. Otra
aportación importante es la visión que tuvo para distinguir que, en el modo de
producción capitalista, la riqueza ya no consiste en el producto del trabajo individual
o propio, sino en la cantidad de trabajo ajeno que se pueda adquirir y adiciona la
ganancia y la renta como ingresos no apropiados por el productor, quien ya fue
separado de sus medios de producción, sino por el dueño de dichos medios. Smith
formula su precio natural, el cual es determinado por: la ganancia, la renta y el
salario, cada uno con sus tasas naturales. El salario será “su piedra en el zapato”,
pues nunca logra diferenciarlo del valor de la mercancía, siendo el salario el
determinante principal del valor; la otra parte del valor, el trabajo no pagado, lo
resuelve como parte de la Renta y de la Ganancia, que puede transformarse en
salarios al contratarse fuerza de trabajo. Con esto, el valor puede ser transformado
en parte de la renta, de la ganancia o del salario; al confundir el valor de manera tal,
su teoría de la Renta se verá afectada.

Smith desarrolla el problema del origen de la renta en dos niveles: el de los


productos que dan renta y los que no siempre la aportan. En el segundo caso, los
productos se ven afectados por los niveles de demanda pues cuando la demanda
es alta, el precio de mercado también lo es y arroja una renta, y viceversa. Con esto,
el precio natural, se ve afectado pues extrae de éste último la renta, y lo justifica con
un precio que llama suficiente, situación que le impide descifrar la diferencia entre
el verdadero precio natural (que Ricardo definiría como precio de costo y Marx como
precio de producción) y el valor.

Carl Marx
Sostiente que la renta real de la tierra tenderá a aumentar con el paso del tiempo.
La principal causa del aumento de la renta real es el desarrollo de las mejoras y el
cultivo. De allí que la participación de los terratenientes en el producto se ve
acrecentada. “El alza “se produce en el precio real de estas clases de productos
primarios cuyo encarecimiento es, ante todo, resultado de las mejoras y del cultivo
y luego causa de sus progresos ulteriores”,... De ahí que siga bastando con una
parte del producto para reponer el capital que da ocupación a este trabajo más la
ganancia usual. La parte restante del producto, que corresponde al terrateniente,
tiene, por tanto, que aumentar en proporción a la totalidad.” 103 Como señala Marx,
el propietario siempre se verá beneficiado por el aumento de la productividad del
trabajo en la manufactura, ya que ésta hará disminuir aún más el valor del trabajo.
De lo anterior, Smith concluye que el “interés general de la sociedad” está en el
mismo sentido que el interés de los terratenientes y, en buena medida de los
trabajadores. En cambio el interés de los capitalistas será contradictorio, incluso
opuesto, al interés de la sociedad.
Marx establece algunas distinciones entre la renta absoluta y diferencial, y su
relación con la determinación de los precios. En este sentido, es correcto considerar
que la renta diferencial no influye en la determinación del precio del trigo cuando el
terrateniente no ejerce de hecho la propiedad, cediendo la renta al arrendatario.
Pero esto no puede ser considerado correcto en relación a la renta absoluta, ya que
la propiedad sobre la tierra, de hecho, ejerce su determinación en el precio de las
mercancías primarias, elevándolo. En los hechos hace que el producto primario se
venda a su valor, por sobre el precio de costo.

William Alonso

Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1954 se graduó como arquitecto en Harvard,


en 1956 obtuvo una maestría en Planeación Urbana y en 1966 el doctorado en
Ciencias Regionales en la Universidad de Pensilvania. Su trabajo principal
publicado en 1964 fue Location and Land Use.
La teoría de Alonso se plantea desde un ejemplo agrícola.

El beneficio extraordinario de un producto agrícola en el mercado es el precio del


mercado del producto menos el precio de producción y el beneficio del agricultor.
Cuando el agricultor no es el propietario del terreno, representan la máxima oferta
que hará dicho agricultor por el suelo. Estos beneficios extraordinarios dependen
del precio de mercado así como de la distancia del terreno al mercado; cuanto más
lejos se venda, menos beneficios obtiene el agricultor por los gastos de transporte.
Cuando el beneficio extraordinario es nulo ya no le interesa comprar el terreno.
Cuando existe la posibilidad de producir distintos productos con diferentes costes y
precios (y por tanto con diferentes beneficios extraordinarios) el suelo se dedicará,
por zonas, a cada actividad en función del producto que produzca mayores rentas.

En la ciudad pasa algo similar; la zona central está dominada por oficinas y
comercios, que son los que más poder económico tienen, expulsando así a la vida
del centro. Radiocéntricamente, la ciudad se organiza de la siguiente forma:
comercios – oficinas – viviendas – industria – agricultura hasta que encontremos
otra ciudad. Luego el valor del suelo viene dado por la naturaleza del suelo, que
determina su uso. La teoría está basada en una ciudad donde los costes de
transporte son los mismos en todas direcciones

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