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ÉTICA

PROFESIONAL
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Prefacio
La asignatura es de naturaleza teórico-práctica y tiene como finalidad promover la
reflexión crítica del estudiante para que se descubra como persona humana a partir del
conocimiento de los fundamentos de la ética, de la moral, y del concepto básico de la
deontología que deben regir su conducta como estudiante y como profesional.
Asimismo, se desarrolla el presente texto considerando a la Deontología como la ciencia
normativa que indaga lo adecuado en el servicio que se brinda bajo el amparo del título
que se otorga la universidad al más alto grado que le autoriza, a desarrollarse en una
determinada especialidad a cada profesional.
Comprende cuatro Unidades de Aprendizaje:
• Unidad I: Fundamentos y Problemas de la Ética
• Unidad II: Ética y Valores.
• Unidad III: Responsabilidad Social
• Unidad IV: Ética y Educación.

La competencia que el estudiante debe lograr al final de la asignatura es:


“Comprender la naturaleza funcional de la moral, la ética y la deontología,
reconociéndolo como una ventaja competitiva en las organizaciones del mundo
actual, aplicando los diversos códigos de desarrollo en la prestación de servicios
profesionales”.
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FUNDAMENTOS Y
PROBLEMAS DE LA ÉTICA

CAPACIDADES ESPECÍFICAS:
Identifica los fundamentos de la ética. Conoce el comportamiento ético de las
personas.

Conceptualización de Deontología Profesional.

Ciencia normativa que indaga lo perfecto en el


servicio que se brinda bajo el amparo del
título que otorga la universidad al más alto
grado que le autoriza, a desarrollarse en una
determinada especialidad.
La deontología es la ciencia de los deberes
que estudia los valores humanos espirituales,
el bien y las virtudes, se llama también valores
morales.
El término deontología procede del griego: to
deon (lo conveniente, lo debido) y logía (conocimiento, estudio…); lo que significa,
en términos generales, el estudio o la ciencia de lo debido. El objeto de estudio de
la Deontología son los fundamentos del deber y las normas morales. El concepto de
deontología fue acuñado por Jeremías Bentham en su obra Deontología o ciencia
de la moral, donde ofrece una visión novedosa de esta disciplina. Para Bentham,
la deontología se aplica fundamentalmente al ámbito de la
moral; es decir, a aquellas conductas del hombre que no
forman parte de las hipótesis normativas del derecho
vigente, aquellas acciones que no están sometidas
al control de la legislación pública. Esto sugiere
una de las intenciones de la redacción de los
códigos deontológicos: explicitar la dimensión
estrictamente moral de una profesión, aquellos
comportamientos exigibles a unos profesionales,
aunque no estén delimitados jurídicamente, o
quizá, por ello mismo.
La primera alusión al término deontología la hizo
Bentham en su obra Science de la Morale (París,
1832). Con ella quería dotar de un enfoque algo más
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liberal al concepto ética y convertir en un concepto


laico el término, hasta entonces religioso,
moral. En otras palabras, pretendía lograr
la fórmula kantiana, esquivando la carga
de subjetividad de la moral y la ética. En
“Deontología o ciencia de la moral” busca
el racionalismo, con un mecanicismo
casi matemático con el que valorar
los comportamientos por su utilidad.
Sin embargo, el intento de Bentham por
cambiar el contenido de la moralidad por un concepto
más “aséptico” y menos valorativo, no logró esa transformación
por el mero hecho de acuñar un nuevo término. Es decir, aun
hoy, cuando nos referimos al término deontología, seguimos
relacionando está con la ética y/o la moral.
Bentham considera que la base de la deontología es el utilitarismo, lo
que significa que los actos de las personas se consideran buenos o malos en función
de la felicidad global que puedan generar. Según este marco teórico, el fin de una
acción debe ser conseguir la máxima felicidad para el mayor número de personas.
De este modo, toda acción que conduzca a ese fin, será aceptada como moralmente
correcta.
¿Qué es aquello a lo que podemos denominar bien en sí o bien incondicional? En
nuestro contexto sociocultural actual, es la dignidad de cada persona, que debe
ser admitida y garantizada jurídicamente y defendida políticamente. La dignidad
es aquello que debe constituir el núcleo principal de toda ética filosófica y de toda
deontología profesional que se precie.
Métodos para el estudio de la deontología profesional.
Los métodos para el estudio de la deontología,
consisten en establecer cuáles son los
principios que debe obedecer el individuo
seriamente interesado en averiguar
por qué él debería hacer algo.
Para establecer esos principios la
inclinación del agente es solo uno de
entre varios elementos que deben ser
considerados, y usualmente no es ni
siquiera el elemento más importante.
Los métodos de la deontología están
determinados por los principios:
hay tantos métodos diferentes cuantos
principios diferentes existan.
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La ética y la moral.

¿Qué es la moral?
En este primer tema empezaremos estudiando qué es
la moral o moralidad, diremos entonces que la
moral o moralidad proviene del latín mores, que
significa costumbre, y que la moral o moralidad
son las reglas que se rige la conducta o el
comportamiento de un ser humano en relación a
la sociedad, así mismo o a todo lo que lo rodea.
Otra perspectiva la define como el conocimiento
de lo que el ser humano debe hacer o evitar para
conservar estabilidad social.
Otro aspecto es que el término “moral” tiene un
sentido opuesto al de “inmoral” (contra la moral)
y “amoral” (sin moral). La existencia de acciones y
actividades susceptibles de valoración moral se fundamenta en el ser humano como
sujeto de actos voluntarios. Por tanto, la moral se relaciona con el estudio de la
libertad y abarca la acción del hombre en todas sus manifestaciones, además de
que permite la introducción y referencia de los valores. Los conceptos y creencias
sobre moralidad llegan a ser considerados y codificados de acuerdo a una cultura,
religión grupo, u otro esquema de ideas, que tienen como función la regulación del
comportamiento de sus miembros.
La conformidad con dichas codificaciones también puede ser conocida como moral
y se considera que la civilización depende del uso generalizado de ésta para su
existencia. Hay diversas definiciones y concepciones
de lo que en realidad significa la moralidad, y esto
ha sido tema de discusión y debate a través
del tiempo. Múltiples opiniones concuerdan
en que el término representa aquello que
permite distinguir entre el bien y el mal
de los actos, mientras que otros dicen que
son sólo las costumbres las que se valúan
virtuosas o perniciosas.
El concepto de moral se diferencia de la
filosofía moral o ética en que ésta última
reflexiona racionalmente sobre los diversos
esquemas morales con la finalidad de encontrar
principios racionales que determinen las acciones
éticamente correctas y las acciones éticamente
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incorrectas, es decir, busca principios absolutos o universales, independientes de la


moral de cada cultura.

La moral es una idea presente desde las primeras civilizaciones y religiones como el
judaísmo y el cristianismo. Por su parte, en las escuelas de Grecia y Roma ésta era
enseñada en forma de preceptos prácticos, tales como las Máximas de los siete sabios
de Grecia, los Versos dorados de los poetas de Grecia; o bien en forma de apólogos y
alegorías hasta que después de revistió de un carácter filosófico.
Los antiguos romanos concedían a las mores maiorum (“costumbres de los mayores”,
las costumbres de sus ancestros fijadas en una serie continuada de precedentes
judiciales) una importancia capital en la vida jurídica, a tal grado de que durante más
de dos siglos (aproximadamente hasta el siglo II a.C.) fue la principal entre las fuentes
del Derecho. Su vigencia perdura a través de la codificación de dichos precedentes en
un texto que llega hasta nosotros como la Ley de las XII Tablas, elaborado alrededor
del 450 a.C.
Ocupa importante lugar en las enseñanzas de Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles,
Epicuro y, sobre todo, entre los estoicos. Los neoplatónicos se inspiraron en Platón y
los estoicos cayeron en el misticismo. Los modernos han profundizado y completado
las teorías de los antiguos.
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Los orígenes y evolución de la moral.


Al iniciar el estudio del presente tema debemos considerar que la moral se fortalece
dentro de las sociedades y costumbres de la época, por ello a continuación se les
presenta la moral en diversas etapas:
Moral de las sociedades primitivas.
La moral surge cuando el hombre deja atrás su naturaleza puramente instintiva y
forma parte de una colectividad. La moral requiere forzosamente que el hombre se
halle en una relación con los demás y una conciencia de esa relación, con el fin
de poder conducirse de acuerdo con las normas o prescripciones que lo rigen. Pero
esta relación hombre-hombre, no puede desvincularse de la relación hombre-medio.
Dicha vinculación se expresa, ante todo en el uso y la fabricación de instrumentos, es
decir, en el trabajo humano, mediante el cual el hombre crea un puente entre él y la
naturaleza, a la que trata de poner a su servicio.
Ante esta nueva situación (el hombre pasa de ser un individuo a ser un ser social), se
hace necesario ajustar la conducta de cada miembro a la comunidad, determinándose
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de esta manera que se considere como bueno o beneficioso todo aquello que
contribuye a reforzar la unión o actividad común, y se ve como malo lo que contribuye
a debilitar dicha unión. Se establece pues una división entre lo bueno y lo malo, así
como una tabla de “deberes” basada en lo que se considera bueno y beneficioso para
la comunidad, perfilándose una moral colectivista.
Esta moral colectivista, propia de sociedades primitivas que no conocen la propiedad
privada ni la distinción de clases, es una moral única y válida para todos los miembros
de la comunidad, al mismo tiempo que limitada a los límites de la gens o tribu. Todo
lo que estuviera fuera de esa gens o tribu, era considerado extraño.
Con todo lo dicho anteriormente, podemos concluir en que la moral de las sociedades
primitivas, no existen cualidades morales personales, ya que la moralidad del
individuo era propiedad de la tribu, es decir, que la colectividad absorbe la moralidad
individual del hombre primitivo.

La moral en el mundo antiguo.


El aumento de la productividad en el trabajo, así como la aparición de nuevas fuerzas
de trabajo propició que se dispusiera de una cantidad sobrante de productos que
podían guardarse porque ya no se requerían para satisfacer necesidades inmediatas.
Con ello empezaron a surgir desigualdades, que llevó a la apropiación privada de los
bienes o productos del trabajo de otros.
Con la descomposición del régimen comunal y la aparición de la propiedad privada
empiezan a atisbarse las primeras divisiones entre hombres libres y esclavos. Esta
división en dos clases antagónicas se tradujo en una división de la moral. Es más,
aparecieron en aquellos momentos dos tipos de moral, una dominante, la de los
hombres libres (que era la única que se tenía por verdadera) y otra, la de aquellos
esclavos que internamente rechazaban los principios y normas morales vigentes, y
que consideraban válidos los suyos propios.
Mientras que la moral de los hombres libres era una moral efectiva y con un
fundamento y justificación teóricas en las grandes doctrinas éticas de los filósofos
de la antigüedad, la moral de los esclavos nunca pudo alcanzar un nivel teórico.
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De acuerdo con las ideas dominantes de la época, Aristóteles consideraba que unos
hombres eran libres y otros esclavos por naturaleza, y que esta definición era justa y
útil.
Con todo esto, los esclavos solo podían estar influidos por una moral servil que hacía
que se vieran a sí mismos como cosas, por tanto, no les era posible superar con su
propio esfuerzo los límites de aquella moral dominante; es decir que las condiciones
en las que vivían les impedía forjar una moral propia como conjunto de principios
y reglas de acción. Practica y teóricamente, la moral que dominaba en la sociedad
antigua era la de los hombres libres. El individuo no deja en esta época de sentirse
miembro de la comunidad, pero sin sentirse totalmente absorbido por ella.
La moral en la sociedad feudal.
Con el hundimiento del mundo antiguo
y la aparición de la sociedad feudal,
aparecen también un cambio en la moral
de los hombres.
La sociedad feudal trajo cambios
económicos sociales, que se tradujeron en
una división de la sociedad en dos clases
fundamentales: la de los señores feudales
y la de los campesinos siervos. No se
trata ya de una sociedad esclavista, sino
que se dan entre los hombres una relación
de vasallaje; los señores feudales poseían
absolutamente la tierra, y gozaban de
una propiedad relativa sobre los siervos
adscritos de por vida a ella.
Los siervos estaban obligados a trabajar
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para su señor y a cambio de ello podían disponer de una parte de los frutos de su
trabajo. Aunque su situación seguía siendo muy dura, dejaron de ser considerados
cosas para elevarse su condición a la de humanos. La moral de esta sociedad responde
a sus características económico sociales y espirituales e impregnada de un alto
contenido religioso, debido al papel preeminente de la iglesia en la vida espiritual de
la sociedad; y puesto que el poder de la iglesia era aceptado por todos los miembros
de la comunidad, dicho contenido aseguraba una cierta unidad moral de la sociedad.
Pero al mismo tiempo, y debido a las rígidas divisiones sociales en estamentos y
corporaciones, se daba una estratificación moral, es decir una pluralidad de códigos
morales (había un código moral para cada estamento).
La moral en la edad moderna.
Con el surgimiento de la burguesía
como nueva clase social, apareció
también un nuevo modo de regular
las relaciones entre los individuos,
con lo que se gestaba también un
cambio importante en la moral.
Desaparecieron las trabas feudales
para crear un mercado nacional único,
y un estado centralizado que acabaran
con la fragmentación económica y
política. Es esta época la de las grandes
revoluciones liberales, que alcanza su
expresión clásica a mediados del siglo
XIX, y que tenía como ley fundamental
la ley de la producción de plusvalía.
Esta ley, cuyo único fin es buscar el
máximo beneficio, generará una moral
propia, en la que el culto al dinero y
la tendencia a acumular los mayores
beneficios, constituirá el caldo de cultivo para que entre los individuos florezcan
sentimientos de egoísmo, hipocresía, cinismo e individualismo exacerbado.
Con la entrada del siglo XIX, se pasa de métodos brutales de explotación en el
trabajo, a métodos más racionalizados y científicos, como los del trabajo en cadena.
Se intenta inculcar en el obrero la idea de que, como ser humano, forma parte de la
empresa, haciendo así que se olvide de la solidaridad con sus compañeros de clase, y
conjugando sus intereses personales con los de su empresa.
Es una moral común, la que se está inculcando a los individuos, desprovista de todo
contenido particular, con lo que contribuye a justificar y reforzar los intereses del
sistema regido por la ley de la producción de plusvalía (citada anteriormente), y por
lo tanto es una moral ajena a sus verdaderos intereses humanos y de clase.
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En los tiempos modernos (a medida que los pueblos colonizados no se resignan a ser
dominados), se echa mano de la moral para justificar la opresión.
Se da una moral colonialista, que presenta como virtudes del colonizado lo que
responde a los intereses del país opresor (resignación, fatalismo, humildad, pasividad),
además de catar moralmente la haraganería, criminalidad, hipocresía y apego a la
tradición de los pueblos colonizados, para justificar la necesidad de imponerle una
civilización superior, es decir, imponerles su moral.
El carácter científico y racional de la ética.
La palabra ética viene del griego
ethos, que significa costumbre y
la palabra moral viene del latín
mos, moris que también significa
costumbre. Por lo tanto, como ya
se mencionó en el capítulo anterior,
ética y moral etimológicamente
significan lo mismo. Las dos palabras
se refieren a las costumbres. Por lo
que la definición nominal de ética
sería la ciencia de las costumbres.
Pero lo que en realidad le interesa a la
ética es estudiar la bondad o maldad
de los actos humanos, sin interesarse
en otros aspectos o enfoques. Por lo
tanto, podemos determinar que su
objeto material de estudio son los actos humanos y su objetivo formal es la bondad
o maldad de dichos actos.
Con esto podemos dar una definición real de la ética como la ciencia que estudia la
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bondad o maldad de los actos humanos. Con esta definición tenemos que la ética
posee dos aspectos, uno de carácter científico y otro de carácter racional.
El carácter científico queda fundamentado en que la ética es una ciencia, pero por qué
una ciencia, por qué no una técnica. Bueno pues para aclarar esta duda tenemos que
definir lo que es una ciencia; la ciencia es un paradigma fundamentado, paradigma
porque establece un modelo universal o patrón de comportamiento de la realidad y
nos puede decir cómo se va a comportar dicha realidad, o sea que la ciencia puede
predecir el comportamiento de un objeto debido a que proporciona el modelo bajo
el cual actúa, así pues, la ciencia no nos “indica” cómo se comporta un objeto sino
cómo “debe” actuar un objeto.
Es fundamentado ya que se utiliza el método científico, que es el encargado de
corroborar por todos los medios posibles la adecuación del modelo con la realidad.
Recordemos que el modelo inicial que propone la ciencia es una hipótesis y que,
gracias al método científico, la hipótesis puede comprobarse y en ese momento se
trata ya de un modelo fundamentado. En fin, el carácter científico de la ética queda
fundamentado en virtud de que esta disciplina presenta un paradigma de conducta
valiosa que el hombre debe realizar.
El carácter racional viene por el uso de la razón. La ética no es una ciencia experimental,
sino racional ya que fundamenta sus modelos éticos por medio de la razón. Ésta razón
nos proporciona causas, razones, el porqué de la bondad en una conducta realizada.
Con todo esto se puede decir que a la ética le concierne proporcionar las razones
por las que ciertas conductas son buenas y por lo tanto signas de realizarse, también
de argumentar en contra de conductas malas como el homicidio, la drogadicción, el
engaño, el robo, etc.
La ética es una ciencia normativa.
La ética también es una ciencia normativa que estudia lo que es normal, pero no lo
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normal de hecho, que es lo que suele suceder, sino lo normal de derecho, o sea lo
que debería suceder, por lo tanto, la ética es una ciencia que estudia lo normal de
derecho. Entonces podemos decir que se está actuando de un modo ético cuando en
esta conducta lo normal de hecho coincide con lo normal de derecho.
El método de la ética.
La ética como toda ciencia posee un método por medio del cual se tenga un
conocimiento profundo de la conducta humana.
El cual consiste de los siguientes pasos:
Observación. Este paso también es propio del
método científico. La observación no solo consiste
en acercarse al hecho real y percibir a través de
los sentidos en forma penetrante y amplia.
Evaluación. A partir de la percepción del acto
por medio de la observación, se emiten un juicio
de valor moral, es decir tratar de catalogar el
acto observado dentro de las categorías morales
previamente establecidas estudiadas como
pueden ser reprobable, honesto, obligatorio,
bueno, amable, recomendable, etc. Es necesario
existan matrices de valoración moral para así
poder catalogar con más detalle el acto estudiado.
Percepción axiológica. En este aspecto se trata
de descubrir en forma personal los valores que
todavía no se ha sido capaz de descubrir o percibir
en este acto. Una vez hecho esto podemos darle
un valor al acto estudiado de acuerdo a una escala
de valores.
Conceptualización y conocimiento holístico en ética.
Existen dos conceptos que aclaran el modo de cómo son captadas en la mente los
temas propios de la ética.
Los conceptos son dos vocablos alemanes, verstand y
vernunft. Verstand simboliza intelecto. Se trata de
la inteligencia o sea la conceptualización,
análisis, razonamiento y percepción con toda
la claridad de un significado. El concepto
claramente percibido es una ventaja en el terreno
científico, pero cuando se trata de captar la realidad
en toda su riqueza, sus aspectos y dimensiones, es
una desventaja ya que está demasiado delimitado
o definido con precisión. Esto es que no podemos
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aplicar el verstand a una obra de arte, ya que se puede


hacer una descripción oral y perfecta de dicha
obra, pero no es suficiente para que logre atraer
a nuestra mente todo lo que contiene esa obra,
ya sea una novela, pieza de teatro, pintura,
sinfonía, etc.
Esto mismo sucede cuando se trata de
captar valores, ya sean morales, estéticos o
intelectuales.
La verstand nos puede suministrar el concepto
de un valor, pero nunca hacernos percibir el
valor en sí mismo. Es ahí donde entra el concepto
vernunft.
Vernunft se refiere a un tipo de conocimiento totalmente
opuesto al verstand y a al de la razón precisa y rigurosa. Vernunft
es un modo de captar la realidad sin necesidad de conceptos.
En el caso de los valores ocurre cuando ya se sabe la definición
del valor, se acepta y se asimila, mas no necesariamente se puede
actuar con valor.
Esto es, por ejemplo, un campesino que no ha ido a la escuela, nunca ha tomado una
clase de ética, pero eso no quiere decir que no sepa lo que es ser bueno, honesto,
íntegro. Pudiera ser que no sepa definir con palabras esos valores, más sin embargo
los ha aceptado como parte de su conducta humana.
En la psicología a este tipo de conocimiento (vernunft) también se le ha llamado
conocimiento holístico. En pedagogía se le ha citado cuando se hace referencia a
la síntesis, llamada en alemán Aufhenbung y consiste en unir los significados que
parecían oponerse y excluirse. Por ejemplo, la tesis y la antítesis captadas por medios
de verstand, o sea de manera conceptual, se contraponen y excluyen, en cambio por
medio de vernunft, estas se fusionan en un significado unitario, superior, armónico,
holístico.
Diferencias entre ética y moral.
Recordemos que el uso de la palabra ética y la palabra moral está sujeto a diversos
convencionalismos y que cada autor, época o corriente filosófica las utilizan de
diversas maneras. Pero para poder distinguir será necesario nombrar las características
de cada una de estas palabras, así como sus semejanzas y diferencias.
Características de la moral. Es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas
personas, es un conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha
realizado y establecido como una línea directriz de su propia conducta.
Semejanzas y diferencias entre ética y moral. Los puntos en los que confluyen son los
siguientes: en los dos casos se trata de normas, percepciones, deber ser.
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La moral es un conjunto de normas que una sociedad se encarga de transmitir de


generación en generación y la ética es un conjunto de normas que un sujeto ha
esclarecido y adoptado en su propia mentalidad.
Ahora los puntos en los que difieren son los siguientes:
La moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno de
una sociedad y como tal, ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada
uno de sus integrantes. En cambio, la ética surge como tal en la interioridad de una
persona, como resultado de su propia reflexión y su propia elección.
Una segunda diferencia es que la moral es un conjunto de normas que actúan en la
conducta desde el exterior o desde el inconsciente. En cambio, la ética influye en la
conducta de una persona, pero desde su misma conciencia y voluntad.
Una tercera diferencia es el carácter axiológico de la ética. En las normas morales
impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo.
Es decir, en las normas morales destaca la presión externa, en cambio en las normas
éticas destaca la presión del valor captado y apreciado internamente como tal. El
fundamento de la norma ética es el valor, no el valor impuesto desde el exterior, sino
el descubierto internamente en la reflexión de un sujeto.
Con lo anterior podemos decir existen tres niveles de distinción.
El primer nivel está en la moral, o sea, en las normas cuyo origen es externo y tienen
una acción impositiva en la mentalidad del sujeto.
El segundo es la ética conceptual, que es el conjunto de normas que tienen un origen
interno en la mentalidad del sujeto, pueden coincidir o no con la moral recibida, pero
su característica mayor es su carácter interno, personal, autónomo y fundamental.
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El tercer nivel es el de la ética axiológica que es el conjunto de normas originadas en


una persona a raíz de su reflexión sobre los valores.
Los actos humanos.
Existen dos tipos de actos, los actos humanos y los actos del hombre, ambos son
ejecutados por el hombre, pero poseen ciertas diferencias:
Los actos humanos. Son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un nivel
racional. Son originados en la parte típicamente humana del hombre, es decir, en sus
facultades específicas, como son la inteligencia y la voluntad. Estos son el objeto
material de la ética y son los que pueden ser juzgados como buenos o malos desde el
punto de vista de la moral.
Los actos del hombre. Carecen de conciencia o de libertad o de ambas cosas, un
ejemplo claro es por ejemplo la digestión, la respiración, etc. Los actos del hombre
sólo pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado, pero no son propiamente
humanos porque su origen no está en el hombre en cuanto a hombre, sino en cuanto a
animal. Estos actos carecen de moral (son amorales) por lo tanto no pueden juzgarse
desde el punto de vista moral como buenos o malos, si pueden juzgarse como buenos
o malos, pero desde otro punto de vista, como por ejemplo el fisiológico.
Los actos, ya sean humanos o del hombre, tiene un cierto valor ontológico independiente
del valor moral. El valor ontológico o metafísico de la conducta humana se refiere
al hecho real, a la existencia, a la objetividad del acto. En cambio, el valor moral
depende de ciertas condiciones subjetivas y propias de la persona que ejecuta dicho
acto, como la intención, la libertad, el grado de conciencia, etc. El valor moral se
encuentra solo en los actos humanos y el valor ontológico se encuentra en ambos.
Cuando se dice que un acto humano tiene un valor moral, se está implicando que este
valor moral puede ser signo positivo o de signo negativo. Trabajar, por ejemplo, tiene
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valor moral positivo, pero asesinar tiene valor moral negativo.


Normalmente hemos designado al valor moral negativo como “inmoral”, pero esta
palabra, en su etimología, indica más bien un desligamiento del valor moral y los
únicos actos que están desligados de los valores morales son los actos del hombre,
pero estos ya han sido calificados como “amorales”. Todo acto humano tiene un
elemento psíquico que también es motivo de una valorización moral, este es el “fin”
o “intención” que es el objetivo o finalidad por la cual se realiza un acto humano, por
medio del fin o intención dos actos humanos idénticos pueden diferir notablemente
por el autor que realizó cada acto.
La palabra “fin” tiene varios significados, desde luego no se tomará en cuenta el que se
refiere a lo último, lo extremo. La palabra fin significa intención, objetivo, finalidad.
La palabra fin tiene una doble división cuando significa objetivo o finalidad.
Cuando significa objetivo, suele considerarse
el fin próximo (es el que se subordina a
otros), el fin último (no se subordina
a ningún otro), el fin intermedio
(participa de los dos, o sea, se
subordina al fin último y él
mismo mantiene subordinado al
fin próximo).
Cuando hablamos del fin como
intención o finalidad, podemos
referirnos al fin intrínseco del acto
(es el que posee la acción misma
de acuerdo a su propia naturaleza)
o al fin del sujeto que ejecuta el acto
(es el que de hecho intenta el actor de
la acción, en algunas ocasiones este
fin difiere con respecto al fin del
acto).
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Otro aspecto que ha estado conectado a la ética


desde los tiempos de Aristóteles es el tema
de la felicidad.
La felicidad es la actualización de
las potencias humanas, es decir, la
realización y el ejercicio de facultades
y demás capacidades del hombre.
Cuando el hombre pone a
funcionar sus potencialidades,
la consecuencia natural es la
felicidad. Además, éste es el
fin propio del hombre. El
hombre está hecho para
ser feliz. Desde el punto de
vista de la filosofía y la psicología, la felicidad es la consecuencia normal de un
funcionamiento correcto del ser humano. Se pueden distinguir tres tipos o niveles de
felicidad:
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Principios deontológicos.

Los criterios de la conducta humana.


A lo largo de su vida el hombre puede utilizar una enorme variedad de criterios
orientadores para elegir su propia conducta, aunque muchos de ellos no tengan que
ver con la ética y la moral.
Pueden distinguirse seis niveles o tipos de criterio:
- El placer y los instintos.
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- Las normas inconsistentes y el Súper Yo.


- La presión social.
- Las normas morales y civiles.
- Los valores apreciados por sí mismo.
- El Yo Profundo.
El criterio basado en el placer y los instintos. Con este criterio el
hombre, desde niño, busca lo agradable y evita lo desagradable,
o sea, buscar placer y evitar dolor. Este nivel
de placer instintivo es el normal entre niños
y adultos que no han recibido una educación
que les haya mostrado una apertura hacia
otros valores superiores. Pero tampoco hay
que desechar por completo este criterio
cuando se trata de escoger una diversión,
pasatiempo o un tema de conversación, ya
que este nivel es un auténtico criterio que
sirve como orientación en muchos casos
de forma legítima.
El problema o el error por así decirlo es cuando se va a los dos extremos, es decir, el
uso excesivo de este nivel en cualquier situación de la vida, o la eliminación absoluta
de este criterio, como si el placer fuera algo malo. Por el contrario, el placer es un
valor sin duda alguna ya que busca la satisfacción de las necesidades vitales del ser
humano. El criterio basado en el Súper Yo. Este criterio se reconoce con facilidad
ya que el sujeto se deja orientar rígidamente por ciertas normas o valores que las
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autoridades le han inducido desde la infancia. Y como son desde la infancia esas
normas y valores ya forman parte del inconsciente del sujeto y por esa razón tienen
un carácter autoritario, rígido, exagerado.
De hecho, este tipo de criterio impide al sujeto de hacer excepciones cuando se
encuentra en una situación dudosa. La orientación que este experimenta ya es mecánica
y ni el mismo puede saber por qué tener que actuar por necesidad en determinado
sentido o dirección. Existe un gran conflicto entre el primer nivel y el segundo. Los
tres niveles o criterios mencionados anteriormente son los que se podrían llamar
básicos o de uso generalizado. Los que se explicarán a continuación son de orden
superior y mucho más valioso para la ética.

El criterio basado en la presión social. Este reside en la absorción de todas las


normas y valores que el medio ambiente o sociedad influyen en el individuo en forma
de “presión social”. La guía de conducta dentro de una sociedad es pues la moda
y la propaganda. La presión social es la principal fuente que orienta y empuja la
conducta de las personas cultas. En muchas ocasiones esa conducta no tiene nada
de objetable, pero en muchas ocasiones la gente se pregunta si un individuo actuó
con cierta conducta lo hizo por responsabilidad o por simple inercia, y si pudo haber
actuado de manera diferente.
Normalmente si confundimos la “obligación” como la “presión social”, pero la
verdadera obligación es la que da origen a méritos de carácter ético, o sea, no es la
obligación que proviene del exterior, si no la que tiene que venir de nuestro interior,
la que uno se impone, de una manera autónoma y en función de los valores que
hemos asimilado. Es por esto que este criterio es muy generalizado y de escaso valor
ético, sin embargo, es superior a los otros criterios debido a que se trata de una
orientación consciente (aunque no siempre en su totalidad). Por ejemplo: una persona
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usa un determinado tipo de ropa porque es lo que ve, está de moda o lo que oye en
la propaganda; en cambio, no está consciente del origen de las normas y valores
inculcados en su infancia por los cuales puede llegar a ser muy puntual, muy aseado
o muy ahorrativo.
Encontramos entonces defectos en los niveles anteriores (Súper Yo y Legal), los cuales
son su rigidez y su falta de adecuación a los casos singulares, cuyas características
particulares no pueden ser tomadas en cuenta por disposiciones de orden general.
Pero no todo es malo, lo fuerte del nivel legal es la apertura y su capacidad de difusión
de la ley. El criterio legal. Este consiste en orientar y dirigir la conducta por medio
de normas y leyes establecidos por terceros en algún código. En cierto aspecto este
tipo de criterio resulta ser muy cómodo, pues uno puede consultar la ley y decide
conforme a ella sin mayor discusión.

En atención a dicha ley o conjunto de normas el individuo está dispuesto a contravenir


lo que dicen a sus instintos, su inconsciencia (Súper Yo) y la presión social. Se puede
decir que al hacer esto se tiene cierta garantía del valor de su conducta, sin embargo,
el apego y la fidelidad a la ley no constituyen la esencia del valor moral.
Con esto podemos decir que pueden llegar a existir verdaderas diferencias entre
un código civil y un código moral, los cuales podrían quedar en una verdadera
contraposición. Por ejemplo, puede existir una ley que permita el aborto, pero, sin
embargo, el individuo en su código moral no lo permite, y podría regirse por ese
criterio. O también una persona condenada a varios años en prisión conforme a las
leyes de su país, pero es inocente desde el punto de vista de su propia conciencia
moral.
Con esto entendemos que existe una enorme variedad de criterios de orden legal que
pueden llegar a originar una verdadera confusión en la mentalidad de una persona.
Pero el hecho de que existan códigos escritos ofrecen la posibilidad de la amplia
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difusión de la ley con el mínimo de distorsión, puede plantearse de manera universal


y por tanto enseñarse y difundirse de generación en generación. No hay que tampoco
apegarnos tanto a este criterio, ya que al apegarnos a este criterio en realidad nos
estamos apegando en exceso a la letra y no al propio espíritu de la ley, es aquí donde
surge el legalismo, que podría ser considerado como la falla principal de esta ley.
El criterio axiológico. Este criterio se basa en los
valores internamente percibido y apreciados como
tales, este criterio coincide con lo que se llama “actuar
por propio convencimiento”. Con este criterio una
persona puede descubrir algunos valores y los aprecia
como tales, en función de esos valores puede juzgar
su situación y orientar su conducta, aun cuando tenga
que ir en contra de las leyes, la presión social y sus
costumbres o instintos. Una propiedad notable de este
criterio es la capacidad de4 eliminar aquellos conflictos
que puedan surgir en los niveles previos y actuar con
serenidad y responsabilidad, pues su consciencia ya no
está dividida, sino que elige y actúa conforme a lo que
el percibe como valioso.
Por este motivo, su conducta adquiere un valor ético.
El criterio axiológico es el más adecuado para la ética,
ya que los cuatro niveles anteriores pueden diferir
con respecto a lo que la persona considera valioso en
su fuero interior. Sin embargo, el criterio axiológico
muestra algunos defectos. El primero es la limitación
de los valores sustentados, una persona normalmente descubre los valores que se
practican en su ambiente, pero nada más, se tiene que hacer uso del Yo Profundo
(nivel 6) para ser capaz de vislumbrar un amplio horizonte de valores. El segundo
defecto es su individualismo, este criterio trata de una ética individual y para que
pueda ser colectiva se tiene que hacer uso nuevamente del Yo Profundo.
El criterio basado en el Yo Profundo. Este criterio se caracteriza porque el sujeto
se guía en sus decisiones a partir de la percepción axiológica
que se obtiene durante la captación de su Yo Profundo. El
Yo Profundo es el núcleo del ser humano, es la persona,
el plano del ser, difiere a lo del plano del tener, que
son cualidades de la personalidad entre las cuales se
encuentran el estatus, los conocimientos, el inconsciente,
el grado de inteligencia y belleza, etc. El Yo Profundo es
lo que verdaderamente distingue a cada individuo, ya que
no reside en lo que se cree ser y valer. La importancia del
Yo Profundo destaca por varias razones:
Cuando una persona enfoca su Yo Profundo con los otros niveles
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de criterios el horizonte axiológico o repertorio de valores se


amplia, por lo tanto, el individuo puede actuar en función de
otros valores más profundos, elevados y comunitarios.
La captación del Yo Profundo crea un mayor sentido de
responsabilidad al tener una conciencia más clara de su Yo
como sujeto y autor de su conducta.
También, esta captación permite el descubrimiento de los
valores propiamente humanos, comunitarios y con validez
universal.
Con el uso del Yo Profundo, el valor moral de una persona puede quedar incrementado.
Dese el punto de vista práctico es importante tomar la actitud adecuada para poder
captar al Yo Profundo y, con ello, el conjunto de valores que allí están implicados.
Es importante destacar que debe existir una relación entre los seis criterios de
conducta en la evolución de cada individuo ya que no es extraño que un
bebé se instale en el criterio de los instintos y un niño de siete años
elija conforme al criterio del Súper Yo, o que un adolescente se oriente
principalmente por el criterio de la presión social y sólo en función
de cierta educación es posible saltar a los tres niveles
superiores: la Ley, el Valor y el Yo Profundo.
Esto no quiere decir que un adulto tenga que seguir
un criterio determinado, lo aconsejable es que dejen
las decisiones importantes a los niveles superiores y
la mayoría de sus orientaciones cotidianas las dejen
a cargo de los niveles inferiores. Es por esto que
no debemos quedarnos fijos en un solo nivel, y
es recomendable usar la reflexión para revisar
los hechos personales pasados y los criterios
utilizados para así poder realizar una adecuación a
nuestra conducta y que amerite un nivel superior. La
mejor manera de alcanzar estos niveles superiores es
la meditación mediante la cual podemos captar y
asimilar los valores superiores y los comunitarios
que influyen en la vida humana.
Relación de la ética con otras disciplinas.
Ya que se tiene definido lo que es la ética, ahora hay que decir lo que es la ética, o
sea, aclarar los límites de esta ciencia y mostrar los terrenos más allá de sus fronteras.
Relación de la ética con la psicología. La psicología se parece a la ética en cuanto a
que también estudia los actos humanos, pero ésta los explica en el aspecto del hecho
y la ética solo se interesa en las normas de derecho de ese acto como objeto material,
el por qué ocurre. La ética en cambio estudia la bondad o maldad de dichos actos y
dicta normas de cómo deben ser estos.
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Relaciones entre la ética y la sociología. La sociología surgió en el siglo XIX gracias


a las aportaciones de Augusto Comte y de Karl Marx. Estudia el comportamiento
del hombre en forma global, es una ciencia de hechos, mientras que la ética es una
ciencia de derechos.

Relaciones entre la ética y el Derecho. El Derecho es un conjunto de normas que


rigen la conducta humana y en esto se parece a la ética, sin embargo, difieren entre
las normas propias de cada una. Existen cuatro diferencias principales:
Las normas de la ética son autónomas (cada individuo debe darse sus normas propias)
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y las del Derecho son heterónomas (las normas provienen de una


autoridad diferente al individuo). Las normas de la ética
rigen aspectos internos y las del Derecho aspectos
externos. Las normas de la ética son unilaterales
(el cumplir una norma no implica el surgimiento
de un derecho o una obligación por parte de otras
personas), y las del Derecho son bilaterales (una
obligación implica un derecho y viceversa). Las
normas de la ética son incoercibles (aun cuando
tienen un carácter obligatorio, generalmente no
conllevan un castigo explícito en el caso de no
cumplirlas) y las del Derecho son coercibles (la autoridad que ha establecido ciertas
normas civiles, tiene la facultad de exigir el cumplimiento de ellas, y para llevar a
cabo dicha tarea, impone vigilancia, fiscalización, sanciones, etc.).

Los problemas de la ética.


Recordemos que la existencia de las normas morales siempre ha afectado a la persona
humana, ya que desde pequeños captamos por diversos medios la existencia de dichas
normas y, de hecho, siempre somos afectados por ellas en forma de consejo, de orden
o en otros casos como una obligación o prohibición, pero siempre con el fin de tratar
de orientar e incluso determinar la conducta humana.
Ya que las normas morales existen en la conciencia de cada uno, esto provoca que
existan diferentes puntos de vista y por ende problemas en el momento de considerar
las diferentes respuestas existenciales que ejercen las personas frente a ellas. Estos
problemas se mencionan a continuación.
El problema de la diversidad de sistemas morales.
Este se da debido al pluralismo que existe en las
tendencias frente a un mismo acto, esto es que,
para cuando algunas personas un acto es lo
correcto, para otros es inmoral, por ejemplo,
el divorcio, el aborto, la eutanasia, etc. O
sea, la pregunta que normalmente
se hace una persona que rige su
conducta en base a las normas
morales es: ¿cuál es el criterio para
escoger una norma o la contraria?
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Criterios de la conducta humana.


El problema de la libertad humana.
La libertad humana no es del todo real, ya que todo individuo está de cierta forma
condicionado por una sociedad en la cual toda persona actúa bajo una presión social,
cultural o laboral; aunque considerando a la ética y la moral, permite conservar una
conciencia, misma que permite a una persona actuar en base a un criterio propio. El
problema está en la incompatibilidad de la libertad humana y las normas morales, o
sea en el ser y el deber ser.
El problema de los valores.
De este problema surgen numerosos cuestionamientos, pero el problema radica
principalmente en la objetividad y subjetividad de los valores, o sea, que existen
cuestionamientos sobre si los valores son objetivos, los valores existen fuera de la
mente de tal manera que todo hombre deba acatar los valores ya definidos, o si los
valores son subjetivos porque dependen de la mentalidad de cada sujeto. También
existe otro aspecto, su conocimiento, cómo podemos conocer los valores y en sí cuál
es su esencia.
El problema del fin y los medios.
Muchos sostienen la importancia del fin de tal modo que cualquier medio es bueno si
se ejecuta para obtener un fin bueno, esto se conoce como la tesis maquiavélica “El
fin justifica los medios”, pero con esto lo único que ocurre es que se sobrevaloran
las “buenas intenciones” de un acto, que es parte del interior del ser y se descuida el
aspecto externo del acto (intenciones y finalidades). Con esto quiero decir que “El fin
jamás va a justificar los medios”.
El problema de la obligación moral.
Esto está íntimamente ligado con el tema de los valores ya que normalmente se dice
que lo que se hace por obligación pierde todo mérito, en cambio, cuando se realiza
por propio convencimiento adquiere valor moral. Con esto se da a entender que la
obligación moral le quita al hombre la única posibilidad de ser el mismo, de acuerdo
con su propia moralidad y con su propio criterio. Pero hay que aclarar también que
una cosa es la obligación entendida como coerción externa y otra como la obligación
basada en la presión interna que ejercen los valores en la conciencia de una persona.
La diferencia entre ética y moral.
Este es un problema que yo creo que a la mayoría de las personas nos ha ocurrido y
nos hemos preguntado qué no es lo mismo. Pues no, por definición de raíces significan
lo mismo (costumbre), pero en la actualidad se han ido diversificando y lo que hoy
conocemos como ética son el conjunto de normas que nos vienen del interior y la
moral las normas que nos vienen del exterior, o sea de la sociedad.
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Los actos humanos.


La motivación humana.
No somos ni ángeles (no somos puros) ni animales, que están determinados por su
biología.
• Freud dice que todo responde a pulsiones sexuales. Epicuro decía que “la raíz
de todo bien estriba en el placer del vientre. Hasta la sabiduría y la cultura deben
serle relacionados”.
• La psicología (psique = alma; estudio del alma) nace en el s. XX para explicar la
psique con datos científicos. La psicología extrapola la conducta de las ratas al
ser humano. Esto se llama reduccionismo. Skinner es un psicólogo conductista y
hacia esto.
• Maslow toma una corriente opuesta. Dice que es estúpido estudiar a los seres
humanos a partir de ratas. Propone el “modelo de jerarquía de prepotencia relativa”,
también conocido como la Pirámide de Maslow. Dice que los seres humanos
somos un sistema dinámico que busca la satisfacción de nuestras necesidades. Nos
movemos para encontrar un punto de equilibrio y nuestras necesidades ascienden
según esta escala.

Sólo los seres humanos podemos darle la vuelta a la Pirámide de Maslow. Podemos
controlar la parte baja del esquema a partir de la parte alta ya que la más importante
es la de arriba. Ejemplos de este control son los vegetarianos, las huelgas de hambre,
la abstinencia sexual, etc. Las preferencias de primer orden nos vienen de modo
inmediato, están en la base y son somáticas (hambre, sed, sexo y seguridad). Las
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preferencias de segundo orden (deseos) pertenecen a la parte alta de la Pirámide. Así,


el vegetariano controla una preferencia de primer orden a partir de una preferencia
de segundo orden.
El horizonte filosófico de la ética.
La filosofía representa un horizonte amplio que contiene y
fundamenta a la ética. El significado de la palabra filosofía ha
evolucionado notablemente a lo largo de la historia, existen
cuatro modos de definir a la filosofía:
La filosofía como amor a la sabiduría (definición nominal).
La palabra filosofía viene de dos raíces griegas, filos y sofia,
que significan amor y sabiduría. Entonces entendemos que
la filosofía es amor a la sabiduría, es decir, afición, tendencia
o adhesión a un tipo especial de conocimiento que se llama
sabiduría.
La filosofía como estudio de las causas supremas del universo
(definición real). De acuerdo con la filosofía tradicional
creada por Aristóteles y ampliada por Sto. Tomás de Aquino,
la esencia de la filosofía se define como “la ciencia de todas
las cosas desde el punto de vista de sus causas supremas” de
acuerdo con esta definición tenemos que: la filosofía es una ciencia en tanto que
hace referencia (aspectos importantes de una ciencia) a las causas de los hechos
estudiados.
La filosofía estudia las cosas tanto materiales como espirituales, visibles e invisibles,
mentales y extra mentales.
En fin, es la ciencia más universal que pueda existir.
La filosofía estudia las cosas desde el punto de vista de sus causas supremas, o sea
que estudia la esencia de las cosas.
La filosofía es una ciencia o sea un paradigma fundamentado, y es la más universal
de todas, ya que presenta un modelo del universo en su totalidad. Modelo universal
es precisamente el significado de la palabra paradigma. En
aspectos filosóficos a este modelo también se le llama
Cosmovisión. El objeto material u horizonte de la
filosofía son “todas las cosas”.
En sí no hay nada que se escape al estudio se la
filosofía, la universalidad de la filosofía se comprende
en el momento de captar la potencialidad de nuestra
mente. Ya que gracias a ella es posible designar a
todas las cosas con la palabra ente, y a aquello que
les da existencia con la palabra ser. La metafísica (rama
primordial de la filosofía) trata de todos los entes, en lo que
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tienen de constitutivo común, a saber, el ser de los entes. Con esto bastaría para
entender de qué manera la filosofía le compete el estudio de todas las cosas.
El objeto formal (aspecto que distingue a cada ciencia) de la filosofía es el fundamento
último o las causas supremas de todas las cosas, éstas causas se clasifican en: eficientes
(todo aquello que produce a orto ente), finales (meta u objetivo grabado en el mismo
ente), materiales (contenido que constituye al ente) y formales (estructura que da
sentido o inteligibilidad al ente).
La causa material y formal forman la esencia de un ente, con todo esto podemos
definir a la filosofía como el conocimiento racional, intuitivo y científico de las
esencias y de los primeros principios de todo ente.

La filosofía como cosmovisión. Una cosmovisión es un conjunto de ideas que nos


describen el modo en que percibimos el cosmos, el mundo, es decir, las cosas, las
personas y las situaciones que nos rodean.
Cada persona tiene su propia cosmovisión, se puede decir entonces que cada uno tiene
su propia filosofía. La cosmovisión es entonces el conjunto de concepto, intuiciones,
principios y valores que una persona ha adquirido a lo largo de la vida y que le sirven
para tomar una postura frente a los hechos que la rodean.
La filosofía como criterio axiológico. La filosofía como criterio axiológico es como
el lente que nos sirve para generar la cosmovisión, por medio de este cada sujeto
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imprime un colorido, un valor y una estructuración


especial. En tanto que una cosmovisión es un conjunto
de principios, conceptos y valores, la filosofía es la
forma o estructura (Gestalt) que el aparato cognoscitivo
utiliza para generar y expresar su cosmovisión. En fin,
la filosofía tomada como un criterio axiológico, es la
“experiencia que le da al hombre maduro un toque de
sabiduría”.
Una vez definida la filosofía desde diferentes aspectos
es importante mencionar su importancia:
La filosofía explica la diversidad de criterios. La persona
que estudia filosofía se da cuenta desde el principio de
la enorme diversidad de sistemas explicativos de la
realidad.
La filosofía ayuda a comprender el pensamiento de otras
personas. Es el instrumento que ayuda a comprender la
evolución de criterios entre dos o más personas y así al conocer las raíces de esos
cambios es más fácil dialogar con esas diferencias, pues el camino a seguir ya no es
el raciocinio, si no la empatía.
Los conceptos filosóficos son instrumentos aptos para expresar las intuiciones de los
filósofos. El trabajo del filósofo es doble. La primera etapa es la intuición, develar el
ser. La segunda es la conceptualización, un intento de traducir y revestir los contenidos
intuidos de modo que puedan expresarse y entenderse por otras personas. Debido a
la enorme variedad de seres en el universo la filosofía se ha dividido en diferentes
ramas:
La antropología filosófica estudia al
ser humano desde el punto de vista
de sus características esenciales. Sus
temas fundamentales son: la persona
humana, la conciencia, la libertad,
los valores y la trascendencia
humana.
La lógica y la teoría del conocimiento
estudian las características propias
de un conocimiento correcto y
verdadero, respectivamente.
La ética es la rama de la filosofía
que estudia la conducta humana
desde el punto de vista de su bondad
o maldad. Esta rama ha sido,
posiblemente, la más conocida y
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comentada en el género humano.


La estética, la esencia de la belleza y del arte. Entre sus temas
más importantes se encuentra el estudio de la creatividad
humana y de la experiencia estética, así como los diferentes
géneros de las bellas artes.
La metafísica es el estudio del ser en cuanto ser. Es
el estudio más propio y profundo de la filosofía. El ser es el
constitutivo fundamental de todas las cosas (entes), lo que les da
inteligibilidad y estructura. En el estudio de la metafísica es donde
adquiere la filosofía su máximo nivel y valor.
La Teodicea o teología natural (considerada como una parte de la
metafísica), es el estudio acerca de la esencia y existencia de Dios. Debe hacer la
distinción entre religión y teología. La religión no es una ciencia, sino una institución
que intenta la unión del hombre con Dios. La teología sí es una ciencia, pero su
fundamento principal está en la revelación y la fe.
Existen otras ramas de la filosofía, tales como la filosofía de la ciencia, la filosofía de
la naturaleza o cosmología, la filosofía del derecho, la filosofía política, la filosofía de
la historia, etc. Que normalmente se estudian en cursos de nivel universitario.
La ética al pertenecer a la filosofía, participa de las características de esta disciplina y
la coloca en un puesto más relevante debido a que le interesa el estudio de la esencia
de los actos humanos, o sea, trata de esclarecer cuáles son las características propias
de todo acto humano, una de ellas es la libertad, sin ella no hay acto humano sino acto
del hombre, la condición indispensable de un valor moral es el acto humano, es decir,
un acto ejecutado libremente.
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A la ética también le interesa el estudio de la esencia de los valores y, en especial del


valor moral, tratar de ver en qué consiste un valor, sus propiedades y los propios de
un valor moral.
Lo interesante del carácter filosófico de la ética es el intento de penetración hasta la
esencia de la bondad de la conducta humana.
En resumidas cuentas, estudiar ética es filosofar sobre los actos humanos, es investigar
las causas supremas de los actos humanos, escudriñar en lo más íntimo de la conducta
del hombre, en la esencia de las operaciones humanas para así vislumbrar allí los
aspectos de bondad, perfección o valor, que pueden encerrar en su misma naturaleza
y en su calidad de creaciones humanas.

Ética y la sociedad peruana.


No cabe duda que una de las frases más altisonantes que ha generado la crisis de
Odebrecht en el Perú, es lo expresado por Isaac y Antauro Humala respecto a que
el ex presidente Ollanta Humala, hijo y hermano de los declarantes; debería por
honor suicidarse en caso las acusaciones vertidas en su contra respecto a la presunta
recepción de dinero ilegal de parte de Odebrecht fueran comprobadas y sentenciadas.
Esta propuesta, hace recordar aquella memorable escena de la película el Padrino
II cuando Tom Hagen y Frank Pentangeli dialogan sobre el suicidio de los patricios
romanos, cuando habiéndose complotado contra el emperador, dicho intento era
descubierto. En este caso se les permitía a los nobles cortarse las venas con lo que
protegían los bienes e intereses de su familia.
Entonces, habría que preguntarse: ¿Cuáles son los bienes o intereses de la familia
Humala que se desean proteger? Para nadie es un secreto que Antauro Humala
representa el movimiento etnocacerista y como tal, desarrolla un discurso de extrema
izquierda, que pretende aprovechar este momento de crisis moral de la clase política
nacional para posicionar un discurso radical que -no cabe duda- en un horizonte muy
cercano exigiría el fusilamiento de toda la clase política. Ese es el evidente activo que
se pretende proteger con este tipo de declaraciones.
Lo preocupante es que la crisis moral
de la clase política es continua y hecho
tras hecho se va a agravando; nadie se
salva, sea por acción u omisión, por
haberse corrompido o haber cerrado
los ojos ante ella; los últimos gobiernos
están manchados y con ellos se ha
manchado la clase política. Hace mil
quinientos años, San Agustín señaló
que el hombre se corrompía por tres
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cosas: El ansia de dinero, el ansia de poder y la lujuria sexual. No cabe duda, sin
llegar a ser teólogo o politiquero, que, en este caso puntual, han sido sobre todo las
ansias de dinero y de poder, aquellas que incubaron esta terrible enfermedad que ya
adquirió las características de una pandemia, debido a su alcance regional.
Todos quieren ensayar una explicación para este hecho; algunos dirán que la corrupción
se origina en el modelo liberal capitalista, señalando que el mismo exacerba el interés
personal y el afán de lucro en agravio de la cosa pública; y otros, precisaran que fue
la exportación del socialismo del siglo XXI en Latinoamérica, lo que asoció el interés
político con el empresarial para corromper y adueñarse de grandes obras públicas.
Lo cierto es, que sea el que fuese el modelo político, lo que ha fallado en concreto
es la ética personal, los valores y es justamente ahí, donde se genera la exigencia
social hacia nuevos liderazgos, nadie
puede creer que, en los gobiernos
anteriores, todos hayan sido ciegos
o tontos ante los hechos que, hoy
tomando conocimiento, estuvieron
envueltos en corrupción.
Por todo esto, corresponde a los
tres poderes del Estado dar lo mejor
de sí para transparentar la gestión
pública, obtener resultados y sobre
todo demostrar que existe un real
interés de investigar y sancionar a los
funcionarios corruptos. En el caso del
Poder Ejecutivo, la tarea es doblemente difícil, por un lado, la pérdida de popularidad
que ya se muestra galopante, en donde la incapacidad de lograr resultados en materia
de seguridad ciudadana y comunicación efectiva se desnudan como sus principales
cargas y por otro lado, demostrar cabalmente la ausencia de responsabilidad del
Presidente de la República en los hechos que constituyen materia de investigación,
tomando en consideración el rol que le tocó cumplir como Ministro de Estado del
gobierno de Alejandro Toledo.
En el caso del Ministerio Público y el
Poder Judicial, sus funcionarios tienen
que actuar de manera rápida y concreta
para profundizar las investigaciones, no es
ingrato señalar que hasta la fecha ambos
organismos no se han anotado ningún éxito
propio; los resultados de la investigación
provienen de Brasil y Estados Unidos
y las detenciones y órdenes de captura
se generan por dichas pruebas. Por otro
lado, las desafortunadas declaraciones
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del presidente del Poder Judicial, Duberli Rodriguez opinando sobre los alcances
de hechos imputados a la ex primera dama Nadine Heredia, desdibuja y significa
un retroceso en la percepción ciudadana sobre la real intención de actuar del Poder
Judicial en contra de la corrupción, tomando sobre todo en cuenta, el historial político
de izquierda, del citado funcionario.
Por eso, el llamado es a sostener y promover el éxito de este gobierno; así como, la
construcción de nuevos espacios, donde la ética personal y política constituyan la
base para la construcción de un proyecto político con objetivos claros y convocatoria
transversal. No podemos continuar con líderes manchados. Lo contrario, significa
exponer a la sociedad peruana a la radicalización del discurso político de parte de
los sectores ultras y con ello la crispación de los conflictos sociales, la perdida de la
inversión pública y la crisis económica y social.

Ética y las clases sociales.


El ejercicio de la ética se fundamenta en la capacidad de análisis racional y crítico de
la acción humana, en el desarrollo de criterios de discriminación de distintos valores
y conductas.
Este abarca un conjunto de temas de filosofía moral, filosofía
política y filosofía del derecho que exige un nivel de
conocimiento superior, propios de la reflexión filosófica y
una capacidad de argumentación que no se produce en el
nivel de la educación, los valores y manejo de cada crisis
en el comportamiento de cada individuo en la ética de
empresas, organizaciones y profesiones según Francesc
Torralba, escritor y filósofo.
Al igual que la responsabilidad social tiene que ver mucho
con la discriminación social ya que tiene un compromiso
unilateral con la verdadera responsabilidad con y delante de
sus paredes sociales, lograríamos menos superficialidad y auto
satisfacción en la práctica de la responsabilidad social, tanto por parte de las empresas
como de las universidades, colegios, hogares, para evitar que se siga generando
rechazo a las personas por su estilo de vida, color de piel, creencias religiosas etc.,
según François vallaey´s.
Hoy en día también encontramos casos de discriminación hacia personas con
discapacidad se presenta de diversas maneras, desde las más directas, como la
negación de oportunidades educativas, trabajo, desenvolvimiento en la sociedad,
que provocan que estas personas sientan rechazo, como la inconsciencia social y el
aislamiento que provocan las barreras físicas y sociales. Es necesario que los valores
de las personas cambien e incrementen de tal forma que se produzcan cambios en
la percepción y los conceptos relacionados con la discapacidad y así aumente la
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comprensión en todos los estratos de la sociedad, ya que estas


personas poseen muchas más cualidades que las personas
normales y sería bueno que se les diera la oportunidad de dar
a conocer todas sus capacidades frente a la sociedad.
Y por último se plantea la ética de la diversidad según Peter
Singer, la cual da a conocer justicia e igualdad a los grupos
tradicionalmente discriminados por razón de género,
religión, edad, orientación sexual, etc. Por otra parte,
las personas con diversidad funcional (discapacidad) han
tenido un enfoque paralelo a su discriminación, y han sido
excluidas de las aproximaciones generales a la diversidad, y
que busca que todas las personas sean tratadas con igualdad,
autoestima y el autorreconocimiento.
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ÉTICA Y VALORES.

CAPACIDADES ESPECÍFICAS:
Reconoce los diferentes contextos de la ética. Analiza la necesidad de los
valores.

La ética en la familia.

Es frecuente escuchar entre expertos de las ciencias sociales


que hay una profunda fractura de los criterios y
referencias fundamentales de la convivencia
social, cuya manifestación más evidente es la
situación de fragilidad en la que están
inmersas las relaciones interpersonales.
Dicha situación no es una crisis más,
sino en su raíz es una crisis del modo de
vivir como seres humanos a comienzos
de este siglo. Sería apresurado y un
tanto imprudente pensar que esto no
tiene serias implicaciones en el ámbito
de la educación, especialmente desde el
supuesto de que nuestro espacio y tiempo
vital reclama desde sí mismo nuevas
reformulaciones.
De este modo, ofrecer ayuda a hombres
y mujeres de hoy para la creación
de ámbitos humanizadores de la vida
cotidiana es donde debería situarse lo específico de la pedagogía como praxis de
dominación de la contingencia (Duch, 2002). Así pues, saber a qué atenerse y hacer
habitable nuestra vida es una de las cuestiones de mayor interés pedagógico que
lleva a la necesidad de un nuevo replanteamiento de la tarea de educar para abrir
horizontes que eviten la descolocación y la desestructuración de los seres humanos
en el interior de esta sociedad.
Precisamente, las coordenadas por las que discurren hoy las relaciones interpersonales
no son favorables a una vida más cordial y atenta a la demanda del otro, porque las
distintas esferas en las que discurre la vida humana se manifiestan como escenarios
de un fuerte individualismo y sin interés por todo lo que no sea la afirmación de sí
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mismo. El otro es visto como un extraño, alguien que aparece fuera


del ámbito propio poniendo en cuestión nuestro equilibrio
personal, lo cual favorece un clima de desencuentro
e indiferencia creciente en todos los ámbitos
sociales. A consecuencia de esta situación,
no resulta extraño que se afirme hoy día que
uno de los rasgos más negativos de nuestra
sociedad sea la pérdida de confianza, es decir,
la creciente anonimización de la otra persona
y, como tal, un autodistanciamiento cada vez
mayor de ella (Schütz, 1993). Y, sin embargo,
se añora una guía fiable que oriente nuestras
elecciones, alguien a quien le reconocemos
autoridad porque nos ayuda a vivir de modo
humano. Pero, como afirma Bauman (2009, 28), “las
autoridades están en pugna y ninguna de ellas parece tener el poder suficiente
para darnos el grado de seguridad que buscamos. En último término, no confiamos en
ninguna autoridad, al menos no por demasiado tiempo, y nos resulta inevitable sentir
desconfianza de cualquiera que proclama su infalibilidad”. Tal vez, en un momento
de desencanto cultural tan profundo como el actual, no habría que olvidar que la
desconfianza afecta directamente a la credibilidad de las transmisiones, al qué y
cómo educar hoy día, porque se percibe una tendencia cada vez más acusada de que
lo que transmiten las agencias educadoras a las nuevas generaciones ya no es, como
lo era antes, los puntos de referencia obligados de la vida de las personas, sino que se
ha convertido nada más en una opinión completamente revisable.
Especial atención merece lo que ocurre en la vida familiar, porque se advierte otro
obstáculo, además de los mencionados, que está afectando negativamente a la
instalación humana de niños, y adolescentes en su vida cotidiana. Los cambios tan
frecuentes y, en ocasiones, tan traumáticos que están
ocurriendo en la convivencia familiar están repercutiendo
negativamente en la tarea educadora de madres
y de padres. Tales cambios están produciendo
la proliferación de comportamientos
contradictorios, la escasa implicación personal
en el cuidado familiar o el poco
tiempo de dedicación a los hijos
que, a fin de cuentas, suele
acarrear un peligroso aumento
de su irresponsabilidad como
educadores. A pesar de éstas
y otras situaciones
problemáticas de las
familias, hoy se piensa
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que la vida familiar es un espacio privilegiado donde niños y adolescentes aprenden


a priorizar valores morales que les ayudarán a crecer como personas. La familia, con
toda su diversidad y pluralidad de convivencia, constituye la primera instalación de
las nuevas generaciones en su tiempo y en su espacio. Como escenario de acogida
y de reconocimiento (Duch y Mèlich, 2009), es el lugar
donde se producen, antes que en otros lugares, las
transmisiones más influyentes, significativas y,
probablemente, duraderas a lo largo de la vida
de las personas.
Por ello, la familia de hoy está necesitada
también de un replanteamiento educativo
como institución encargada de la transmisión
de normas y modos de comportamiento a la
luz de los acontecimientos actuales. Si hay
un deseo latente de que la familia siga siendo
un lugar de permanencia, de “arquitectura”
para la edificación de las nuevas generaciones,
también se intenta que la convivencia familiar sea un
espacio agradable de estar, de entrar y salir, en el que los
individuos encuentren la acogida necesaria como reconocimiento de su persona para
afrontar las dificultades del presente y del futuro. Así pues, creemos pertinente el
planteamiento de las siguientes cuestiones: ¿Es posible apostar por una educación
ética en un espacio sometido a tan fuertes contrastes como es la vida familiar? ¿Es
posible contribuir desde la pedagogía a que la familia sea comprendida como una
estructura que hace posible la integración de cada individuo en esta cultura? ¿No es
en el espacio familiar donde cada individuo comienza su trayectoria personal?

La ética en la sociedad

Podemos definir la ética profesional de esta manera: la ética profesional es la


reflexión filosófica acerca de la moralidad del ejercicio profesional o, si se prefiere,
es el estudio de la rectitud moral de la profesión. Desde otro nivel, podría decirse que
ella es el examen de las posibilidades morales que puede enfrentar el profesional en
el desempeño de sus actividades.
Dentro de las limitaciones que tiene la ética profesional como ética especial, es
posible formular dos tipos de reflexiones. Una, de carácter general o común para
las diversas profesiones; y otra, especializada, adecuada a las particularidades de
cada profesión. La primera es una ética profesional general, en tanto la segunda es
una ética profesional especializada. Entre ambas existe una relación constante. Es
importante que la sociedad, el estado y cada hombre en particular contribuyan a que
todos nuestros actos están guiados por la moral, dándole sentido a la vida mediante
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la educación, la cultura y fortaleciendo un estado de derecho capaz de protegerlos.


Las virtudes por cuya práctica se llega al bien y se es moral,
son las potencialidades o habilidades que tiene
el hombre para realizar determinados hechos,
uno puede ser generoso o desprendido; o
inteligente u osado, valiente, rápido se dice
que este hombre tiene ciertas virtudes porque
lo contrario a ellas son los defectos.
Todo esto nos enseña que nuestra existencia
en la sociedad tiene que realizarse, también
en función de los fines comunes en la cual,
obrando para otro, cada uno también para sí
mismo y donde la acción para sí mismo implique
también la acción para otro.
Finalmente, este nos lleva a la conclusión de que
la vida social se expresa a través de acciones de derecho y deberes de intercambios.
Los actos del hombre y los actos humanos.
El hombre es un animal racional. Consecuentemente, sus actos pueden contemplarse
desde dos puntos de vista:
1. Como una especie viviente; determinadas por su naturaleza física, es decir, todo
aquello que hace o ejecuta derivado de su estructura animal.
2. Fundados en su inteligencia; lo cual hace que el hombre trascienda su naturaleza
para convertirlo en un ser humano: todo aquello que ejecuta el hombre con su
razón lo hace más humano.
Inteligencia – Voluntad – Libertad.
El hombre toma decisiones, lo que significa elegir una
dirección entre varias direcciones. Ciertamente, esto
implica la renuncia a los caminos no elegidos lo
cual le generan “un pesar”.
Estas circunstancias son captadas en
la conciencia humana y a través de su
inteligencia plantea diversas alternativas,
delibera los pros y los contras y propone
a su voluntad los caminos más apropiados
conforme a su razón.
En la reunión de la inteligencia y la voluntad
surge el concepto de la libertad humana como
una cualidad de la voluntad por la cual elegimos un
bien con preferencia a otros.
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La deliberación en muchos casos es automática y sencilla, en otros es compleja, para


lo cual requiere reflexiones más intensas: obtención de mayor información, estudio y
consulta que hacen más claros a la inteligencia los valores morales de las alternativas,
a efectos, que surja en la voluntad el mejor camino a favor de determinada acción.
Los filósofos señalan con respecto al objeto de la elección, lo siguiente:
La inteligencia presenta el objeto elegido a
la voluntad como un bien, en la medida de
las representaciones recibidas, lo cual puede
implicar errores en la elección. Es decir, el objeto
de elección es un bien real o aparente. De lo
anterior, se deduce que el hombre siempre elige
un bien, pero no siempre elige bien. Nuestra
actividad es más humana en cuanto es más racional
y, en consecuencia, mientras más metódicamente
procedamos a dirigir nuestra conducta a un fin de
perfección a través del cumplimiento de un deber,
que puede tener consecuencias diversas de validez, se
nos presenta como un imperativo cuyo cumplimiento es
obligatorio, no precisamente necesario.
La voluntad siempre se dirige a un objeto bueno, en cuanto presente un aspecto de
bondad que puede coexistir con otros aspectos negativos lo cual origina conflictos
y pesares en las decisiones y requiere de mayores esfuerzos de reflexión, a fin de
percibir los valores morales preferentes.
Criterio de valoración moral.
La adecuación de los actos humanos al uso de la razón es el criterio apropiado para
la valoración moral de los mismos porque:
Actuar conforme a la razón es actuar conforme a la esencia del hombre.
Al actuar conforme a la razón el hombre transciende
al absoluto por el ejercicio de esa facultad. Al actuar
conforme a la razón los individuos utilizan un base
objetivo que permite la coincidencia de valores
sociales y valores de la persona ante la propia sociedad.
Solamente las leyes y costumbres exteriores pueden
ser cumplidas y ser más permanentes en la medida
de su adecuación a la razón.
Fin de los actos humanos.
Los actos humanos conforme a su fin se clasifican
en fin operis y operantis. El fin operis es el que tiene
el acto por su propia naturaleza, y el fin operantis es el
que busca el que ejecuta el acto. Por ejemplo: dar una
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limosna es un acto que tiene un valor moral por su propia naturaleza.


Sin embargo, la intención puede ser o la de ayudar al necesitado, o bien, de presumir
de bondadoso con alguien que lo acompaña.
En consecuencia, si la intención fuera la presumir, ésta desmeritaría
el valor moral del acto. Hay actos con un valor moral que la
intención de quien lo ejecuta puede aumentar o disminuir dicho
valor, sin embargo, hay actos que por su propia naturaleza tienen
un valor cuya intención no puede cambiarlo.
Asimismo, si tenemos que el objeto de una acción como tal es de un valor
moral indiferente, el fin bueno hace buena acción. El fin bueno aumenta la bondad
de las acciones y el fin malo aumenta la maldad de sus acciones. Sin embargo, el fin
bueno no cambia la maldad propia de la acción.
Virtudes morales.
La virtud moral se define como el hábito de obrar bien, como
condición necesaria para que el hombre elija no un simple bien,
sino el bien adecuado conforme a la razón.
Las virtudes morales son muchas, no obstante, de acuerdo a los
estudiosos de la ética y moralidad, todas pueden reducirse a cuatro
virtudes, llamadas las virtudes morales cardinales:
La prudencia.
Ser prudente es dejar que la inteligencia
juzgue los actos humanos en cuanto a su
moralidad. La imprudencia es lo contrario
del acto reflexivo, es la acción automática
que lleva constantemente a errores y a la
comisión de actos inmorales.
El acto prudente es el acto pensado, es la
elección de la mejor alternativa es frente a
una falta de información de más investigación
y de solicitud de consejos. En fin, es todo
aquello que apela al ejercicio de la razón.
¡Observación!
Para ser prudentes…
• Evitemos tomar al pie de la letra todo lo que leemos, lo que oímos.
• Tratemos siempre de pensar antes de actuar.
• Seamos discretos. Tomemos como regla el no hablar más de la cuenta en ninguna
circunstancia.
La imprudencia:
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• Es la incapacidad de prever las consecuencias que nuestras palabras o nuestros


actos pueden tener en el mundo que nos rodea.
• Somos imprudentes cuando hablamos sin pensar o sin conocer, y también cuando
no sabemos refrenar nuestra lengua y revelamos los secretos que nos confía.
• La indiscreción, la falta de tacto, son un típico producto de la imprudencia en el
trato humano, y suelen herir u ofender innecesariamente a las personas afectadas.
La justicia.
Es la armonía que vibra en todo el universo que conoce el hombre.
Cada cosa en su lugar, y a cada quien lo que le corresponde. La
justicia es la medida en que debe darse el acto humano cuando
se exterioriza, particularmente ante otro y ante los grupos
sociales, a los que se une de manera irremediable para lograr
de manera cabal su perfección. El hombre es un ser social. La
justicia conmutativa es la razón del hombre frente a otros. La
justicia distributiva es la razón del hombre frente a la sociedad.
La fortaleza.
La fortaleza es la virtud que ejerce el hombre para cumplir con
los dictados de la recta razón. De la fortaleza podemos decir que
disminuye las dificultades de orden para poder actuar correctamente,
son los sacrificios que se deben hacer para lograr el bien, es la
capacidad de resistir y mantenerse firme ante todos los peligros que
afectan su existencia y el cumplimiento de todas sus responsabilidades
consigo mismo, con el otro y, en general, con la sociedad en que vive.
La templanza.
Es la virtud del hombre para regular su conducta proveniente de los
apetitos relacionados con su naturaleza animal, cuyo abuso desborda en
fuerzas pasionales que dominan el resto de sus actividades, incluyendo su
racionalidad.

Ética de las relaciones interpersonales.


El ser humano, solo puede establecer relaciones con otros humanos, no es posible
comunicarse ni con objetos inanimados ni con animales; los otros seres le dan un
sentido y una posibilidad de existencia al ser, por esta razón es que sin la existencia
de un alguien que nos interprete y signifique no tendríamos sentido ya que somos
seres sociales; somos por el otro, con el otro y para el otro.
En este primer sentido, la expresión del ser como factum comunicativo no es un
acto de deseo, de persuasión o de seducción, de la misma manera que el trabajo, en
su sentido genérico, no es un gusto ni una “obligación”, sino una necesidad y una
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condición inicial de la posibilidad de existencia del


hombre mismo. La comunicación está ya implícita,
como propiedad ontológica, en el acto mismo del
ser que está entre seres, es decir, del ser social:
“El ser del hombre se hace patente de manera
directa e inequívoca en la expresión misma”
(López Veneroni, 1997: 84, 85)
Este ser para, con y por los demás, nos invita a
reflexionar, sobre la importancia de entender a las
otras personas, no cómo individuos aislados que
nada tienen que ver con mi realidad, más bien
deberíamos tratar de comprender que son personas,
y que el poder sentir empatía con ellas nos permite ser verdaderamente solidarios con
el otro, y esto nos lleva a establecer relaciones interpersonales realmente efectivas.
El ser solidario con el otro, considero que es una de los principales factores para vivir
de una forma “ética”, ya que, si realmente sentimos al otro, y realmente nos ponemos
en su lugar, vamos a relacionarnos con él de una forma justa, no vamos a denigrarlo,
ni vamos a ignorarlo, el hecho de ponerte en el lugar del otro ayuda a tener una
verdadera comprensión y reconocimiento del otro como un Ser que es parecido a ti.
La constitución de mi yo está precedida de esta interpelación del otro, del tú. Sus
análisis del rostro del otro, de su mirada, o de mi mirada, que capta la interpelación
que le solicita cuidado y protección (Maria Mardones: 6)
Otro factor decisivo, en las relaciones interpersonales es la libertad del ser humano,
él tiene la capacidad de decidir que es lo que quiere hacer con su vida y su tiempo.
Como personas tenemos que ser conscientes de nuestra realidad, tomar una postura ante
esta, y decidir cómo vamos a actuar ante las diversas situaciones que se nos presenten,
debemos hacernos cargo de nuestra realidad, y este hacernos cargo, no sólo es realizar
acciones, sin ningún propósito o dirección, es mas bien una reflexión profunda de
que cada acción va a tener un efecto o consecuencia, y que al
tomar una decisión debemos ser conscientes de los efectos de
nuestras acciones. Al aplicar esto al nivel de las relaciones
interpersonales, debemos
pensar que cuando nos
relacionamos con el
otro, cada actitud y
decisión que tomemos
de cómo vamos a
establecer nuestra
comunicación, va a repercutir en la forma en que
el otro signifique y entienda nuestros mensajes.
“Sólo podemos afirmarnos como libres y creernos libres
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y demostrar en el hacer la verdad de esta creencia”. La libertad que tiene el hombre


es una libertad para actuar, vamos construyendo nuestro ser mediante los actos libres
que realizamos, así también construimos nuestro ser social, con los actos y decisiones
que tomamos en función del otro, de esta forma al relacionarnos con los demás,
nos enfrentamos una vez más con la ética ya que podemos
decidir como enfrentarnos al otro, en mi punto de vista
la posición ética sería enfrentar al otro entendiendo
que nuestra relación se dé entre sujetos, y que por
esto mi postura debe ser solidaria, empática o de
respeto por los puntos de vista del otro.
¿Pero que es lo que nos da la capacidad de
respetar al otro, que nos permite ser y asumir
la responsabilidad de hacernos cargo de nuestra
realidad?, creo que la respuesta sería la libertad,
esa libertad de decidir entre ver al otro como mi
alter y por lo tanto establecer relaciones de equidad,
o verlo como un mero objeto, del que puedo obtener un
beneficio. La libertad también me permite encargarme de mi
realidad, ya que soy consciente de las repercusiones de mis actos, y cómo he decidido
sobre ellos, también me hace responsable ante estos efectos, por esto puedo afirmar
que nuestra forma particular de Ser se va construyendo a partir de mis decisiones,
mis acciones y como las afronto determinan a mi Ser.
Démonos cuenta del presupuesto de fondo con el que funcionamos: saber sobre el
bien y el mal, quiere decir, que los humanos se habían percatado ya que no estaban
entregados al determinismo, que las cosas y los hechos hubieran podido ser distintos
de cómo son o fueron. Adquiriendo constancia, más o menos refleja, de que podían
haber actuado de forma distinta. Eran, por tanto, responsables y les podían ser
imputados los hechos.
Tomando en cuenta que somos seres sociales, que no podríamos conocer al mundo
de la forma en que lo hacemos, si no tuviéramos a otro que sea nuestro complemento,
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nuestro alter, que nos interpele y signifique; creo que, si no caemos en cuenta de la
importancia de las relaciones interpersonales, no podemos actuar o vivir de forma
ética -o por no aspirar a la universalidad del término-, no podríamos establecer
relaciones interpersonales con una actitud moral favorable. Al no darnos cuenta de
nuestra necesidad por el otro, vamos a tener una actitud negligente, no vamos a cuidar
del otro, y no vamos a ser responsables por nuestras acciones, ya que toda acción
expresión, o comunicación siempre es para un alter, y no sólo para nosotros.
No debemos ser indiferentes ante el otro y nuestra realidad, debemos lanzarnos, y
actuar, debemos usar nuestra libertad para elegir y valorar, y no debemos permitir
que nuestro contexto nos determine, si elegimos como vivir con el otro, podemos
trascender, al hacernos cargo de nuestra realidad, construimos nuestro ser y la postura
que tomamos frente a la vida, el otro y nosotros mismos
Relaciones entre la ética y la metafísica. La metafísica contiene
el fundamento de toda ciencia; ella nos dice que tienen
tanta validez la matemática y la física, la psicología y
la ética por supuesto. La metafísica nos proporciona
y explica nociones y conceptos indispensables
para entender la ética, tales como el de ser, bien,
valor, acto, potencia, sustancia, accidente, materia,
forma, etc. Mismo que nos sirve como instrumentos
mentales para captar el fondo de la temática de la ética. La
relación ética-metafísica es la misma que la de ciencias y su
fundamento definitivo.
Relaciones entre la ética y la teología. La teología en este caso la teología moral
trata de la valorización moral de los actos humanos, mismo tema que el de la ética,
pero esta última utiliza la razón como instrumento de su estudio y la teología moral
además de la razón utiliza los datos de la fe como la Biblia y fuentes afines.
Relaciones entre la ética y la religión. La religión
es la relación entre el hombre y Dios. Es un
contacto íntimo de la persona con un ser
infinito, del cual procede y ante el cual
puede ponerse gratificante y reconfortante.
La ética se relaciona con la religión en
la siguiente manera: una persona que
mantiene un contacto íntimo con Dios,
normalmente obtiene en ese contacto la guía
personal de su conducta correcta, se contacta
simultáneamente el ser absoluto, el terreno
de los valores y la fortaleza de conducirse en
la vida cotidiana.
La religión institucionalizada contiene una
serie de preceptos, la mayoría de ellos con un alto
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valor moral, como son la caridad, la humildad, el sentido comunitario, la compasión,


la piedad, etc.
Es por esto que la ética y la religión guardan una muy estrecha relación, pero la ética
científica y la filosófica procuran mantener su autonomía con respecto a las normas
morales que pueden surgir, y de hecho han surgido, a partir de la religión, sea esta
última, una vivencia o una institución.

Ética en las relaciones profesionales


Los términos: moral profesional, ética profesional y deontología profesional, aunque
utilizados indistintamente, admiten, especialmente a partir de Hegel, una matización.
El término moral se utiliza más para designar los problemas de la conciencia moral
individual, mientras que el término ética se centra más en los problemas de la moral
social. Por su parte, el término deontología (por su misma fuerza etimológicamente)
se centra sólo o, al menos de modo muy acentuado, en el estudio del deber, o de los
deberes del hombre. Teniendo en cuenta estas distinciones (no del todo inútiles) parece
más apropiado utilizar o hablar, siguiendo al profesor Todolí, de ética profesional
que, de moral o deontología profesional, ya que el término ética es más amplio, y no
sólo se polariza en el estudio de los deberes profesionales, sino también en las ideas
y valores que la profesión encierra en sí misma.
El campo de la ética profesional.
La ética profesional tiene un amplio campo para estudiar. Como primer asunto,
examina lo que es la profesión desde el ángulo de la vida moral, distinguiéndose
así de cualquier otra consideración, incluso de la sociología o de la psicología. A la
ética profesional le interesa la profesión como expresión y como medio moral para la
realización del profesional como ser humano.
Para una mejor comprensión de la moralidad del ejercicio profesional, la ética
profesional señala los valores fundamentales de la profesión, la conciencia y la
responsabilidad del profesional, así como los principios que deberían inspirar su
comportamiento; es decir podemos decir que:
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El nuevo catálogo de familias y carreras profesionales contempla 20 familias y 120


carreras al interior de cada familia.

N° FAMILIA PROFESIONAL SECTOR ECONÓMICO


Familia 1 Administración y comercio Servicios
Familia 2 Actividades agrarias
Agricultura
Familia 3 Actividades marítimo pesqueras
Familia 4 Artes gráficas
Familia 5 Artesanía y manualidades Industria
Familia 6 Computación e informática
Familia 7 Comunicación, imagen y sonido Servicios
Familia 8 Construcción
Familia 9 Cuero y calzado Industria
Familia 10 Electricidad y electrónica
Familia 11 Estética personal
Servicios
Familia 12 Hotelería y turismo
Familia 13 Industrias alimentarias
Familia 14 Mecánica y metales Industrias
Familia 15 Mecánica y motores
Familia 16 Minería Minería
Familia 17 Química Industria
Familia 18 Salud
Servicios
Familia 19 Servicios sociales y asistenciales
Familia 20 Textil y confección Industria

Grados
Familia 1 Administración y comercio
Superior Medio Elemental
1 Administración de empresas Superior
2 Contabilidad Superior
3 Secretariado ejecutivo Superior
4 Comercio exterior Superior
5 Crédito sectorial Superior
6 Marketing Superior
7 Logística y almacenes Medio
8 Venta de taller en tienda Elemental
Grados
Familia 2 Actividades agrarias
Superior Medio Elemental
Administración de recursos
9 Superior
forestales
10 Producción agropecuaria Medio
11 Jardinería y floricultura Medio
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Conservación y
12 aprovechamiento racional de Medio
recursos forestales

Avicultura y crianza de animales


13 Medio
menores
14 Jardinería Elemental
Extracción y transformación
15 primaria de recursos maderables Elemental
en la selva
16 Agricultura orgánica Elemental
17 Cultivos hidrofónicos Elemental
Manejo de maquinaria y equipo
18 Elemental
agrícolas
Manejo de instalaciones
19 Elemental
hortofrutículas
20 Manejo de ganado vacuno Elemental
21 Agricultura de costa Elemental
22 Agricultura de sierra Elemental
Actividades marítimo Grados
Familia 3
pesqueras Superior Medio Elemental
23 Agricultura Superior
Conducción de embarcaciones
24 Superior
de pesca
25 Tripulación de pesca Elemental
Grados
Familia 4 Artes gráficas
Superior Medio Elemental
26 Producción de impresos Superior
27 Diseño gráfico y publicitario Superior
28 Diseño industrial Superior
29 Encuadernación Elemental
Grados
Familia 5 Artesanía y manualidades
Superior Medio Elemental
30 Joyería Medio
31 Artesanía en metales y piedras Elemental
Grados
Familia 6 Computación e informática
Superior Medio Elemental
32 Análisis de sistemas Superior
33 Computación e informática Superior
34 Operación de computadoras Medio
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35 Administración de redes Medio


36 Administración de base de datos Medio
Mantenimiento y equipo de
37 Medio
cómputo
Comunicación, imagen y Grados
Familia 7
sonido Superior Medio Elemental
38 Periodismo radial y televisivo Superior
Operación de equipos de radio y
39 Medio
televisión
Locución y comunicación de
40 Medio
radio y televisión
Grados
Familia 8 Construcción
Superior Medio Elemental
41 Construcción civil Superior
42 Topografía Superior
43 Albañilería Medio
44 Carpintería Medio
45 Gasfitería Medio
46 Suelos, concretos y asfalto Superior
Restauración de monumentos
47 Superior
históricos y bienes inmuebles
48 Ebanistería Medio
49 Vidriería Elemental
Mantenimiento elemental de
50 Elemental
casas y edificios
Grados
Familia 9 Cuero y calzado
Superior Medio Elemental
51 Confección de calzado Medio
52 Curtiembre y peletería Medio
53 Cuero y calzado Elemental
Familia Grados
Electricidad y electrónica
10 Superior Medio Elemental
54 Electrónica industrial Superior
55 Electrotecnia industrial Superior
56 Electromecánica Medio
Equipos electrónicos de
57 Medio
consumo
Refrigeración y aire
58 Medio
acondicionado
59 Sistemas automáticos Superior
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Familia Grados
Estética personal
11 Superior Medio Elemental
62 Cosmetología Medio
63 Peluquería básica Elemental
Familia Grados
Hotelería y turismo
12 Superior Medio Elemental
64 Administración hotelera Superior
65 Información turística Superior
66 Cocina Medio
67 Pastelería y panadería Medio
68 Servicios de restaurante y bar Medio
69 Aviación comercial Medio
70 Asistencia de cocina Elemental
71 Servicio de mesa Elemental
Asistencia de pastelería y
72 Elemental
panadería
Servicios elementales de
73 Elemental
recepción hotelera
Familia Grados
Industrias alimentarias
13 Superior Medio Elemental
74 Industrias alimentarias Superior
Conservación de carnes,
75 productos hidrobiológicos y Medio
vegetales
76 Industrias lácteas Medio
Extradición de aceites grasas y
77 Medio
azúcar
Producción industrial de vinos,
78 Medio
piscos y otros productos afines
Molinería y procesamiento de
79 Medio
granos y tubérculos
80 Panadería y pastelería industrial Medio
81 Confitería industrial Medio
Matarife y preparaciones
82 Elemental
cárnicas básicas
Viticultura y elaboración de
83 Elemental
vinos, pisco y otros afines
Ganadería y transformaciones
84 Elemental
lácteas
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Conservación y
85 semiconservación de pescados y Elemental
mariscos
Familia Grados
Mecánica y metales
14 Superior Medio Elemental
86 Mecánica de producción Superior
Operación de maquinarias,
87 Superior
herramientas y control numérico
88 Construcciones metálicas Medio
89 Matricería Medio
90 Mantenimiento de máquina Superior
91 Mecánica de planta Medio
Familia Grados
Mecánica y motores
15 Superior Medio Elemental
92 Mecánica automotriz Medio
93 Mecánica de equipos pesados Medio
Transportes terrestres y
94 Medio
operación de equipos pesados
95 Planchado y pintura Elemental
Familia Grados
Minería
16 Superior Medio Elemental
96 Explotación minera Superior
Laboratorio químico y
97 Superior
metalúrgico
98 Geología de minas Superior
99 Procesos químicos metalúrgicos Superior
Concentración de minerales por
100 Medio
separación física
101 Operaciones de perforación Medio
102 Secciones delegadas y públicas Medio
Familia Grados
Química
17 Superior Medio Elemental
103 Química industrial Superior
Familia Grados
Salud
18 Superior Medio Elemental
Cuidados auxiliares de
104 Superior
enfermería
105 Farmacia Superior
106 Laboratorio clínico Superior
107 Fisioterapia y rehabilitación Superior
108 Prótesis dental Superior
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109 Enfermería técnica Superior


110 Ortopedia Superior
Familia Servicios sociales y Grados
19 asistenciales Superior Medio Elemental
111 Educación inicial Superior
Familia Grados
Textil y confección
20 Superior Medio Elemental
112 Producción textil Superior
113 Tintorería y acabado textil Medio
114 Confección industrial Medio
115 Sastrería Medio
116 Hilandería industrial Elemental
Tintorerías y estampado
117 Elemental
industrial
Bordados computarizados y
118 Elemental
manuales
119 Confección textil Elemental
120 Tapicería Elemental
Número de totales 43 46 31

Como bien sabemos y estando muy de acuerdo con académicos como José A. Silié
Gatón, es muy normal que todo profesional deba enfrentar con firmeza, mediante la
evolución realista, los problemas propios del desarrollo de la carrera adoptada, con la
finalidad de lograr el progresivo caudal de conocimientos que ella encierra, puesto que
mediante diversas investigaciones se ha podido comprobar que aproximadamente,
cada diez años se experimentan notables cambios en el mundo, los cuales nos invitan
a la adquisición de conocimientos renovados.
Así mismo recordemos también que toda profesión conlleva a una preparación
adecuada en relación a las exigencias del día a día, así también
podemos mencionar que la preparación profesional no
implica demasiada instrucción, sino calidad, método,
sistema, selectividad, profundidad, y algo que hoy más
que nunca es muy necesario en nuestra sociedad, es la
aplicación de la ética profesional. Si recordamos que
la ética profesional es aquella que pretende regular
las actividades que se realizan en el marco de una
profesión. En este sentido, se trata de una disciplina
que está incluida dentro de la ética aplicada ya
que hace referencia a una parte específica de la
realidad; en este sentido podemos mencionar que
por ejemplo en el caso de medicina, el primero en
manifestar una serie de normas que deberían cumplirse a
Pág. 56

la hora de realizar cualquier tarea social, fue Hipócrates, cuando la medicina todavía
no existía como la conocemos.
Hipócrates marcó las pautas éticas que más tarde se manifestarían como fundamentales
para el ejercicio de la medicina en cualquier punto del planeta. De todas formas, no
fue recién hasta 1979 que se describieron, dentro del círculo médico, los principios
éticos y morales que todo profesional debía manifestar. Dicho tratado se llamó de
Ballantine y fue publicado en 1979.
En concordancia a los antes presentado, te adjuntamos el siguiente esquema:

Objetivo del valor.


En el ámbito de la ética, el ‘valor’ es una propiedad de todos los objetos incluidos
los objetos físicos como también de los objetos abstractos, por ejemplo, actividad,
acciones, que representa su nivel de importancia.
El valor ético de algo nota su grado de importancia, con el objetivo de determinar
qué acción o vida es mejor realizar o vivir, o por lo menos un intento de describir el
valor de distintas acciones. Puede ser descrito como tratando a las acciones mismas
como objetos abstractos, asignándoles valor a ellas. Trata sobre la conducta correcta
Pág. 57

y la vida buena, en el sentido total de uno mismo que


una acción que posee mucho valor o un
valor relativamente elevado puede ser
considerada “buena” desde un punto de
vista ético en el sentido de un adjetivo, y una
acción que posee un valor bajo o por lo menos
bajo en sentido relativo puede ser considerada
“mala”. En los valores éticos hay ejemplos como
que el vecino es generoso, hay que cumplir con
las promesas, los perros abandonados necesitan
tener dueño, etc.
Qué es lo que hace que una acción sea valorada
a su vez depende de los valores éticos de los
objetos que ella aumenta, disminuye o altera. Un
objeto con un “valor ético” puede ser identificado como
“ético o filosóficamente bueno” (en el sentido de un
sustantivo).
Los valores son aquellos principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una
persona, una acción o un objeto que se consideran típicamente positivos o de gran
importancia por un grupo social.
Los valores son aquellas cualidades que se destacan en cada individuo y que, a su
vez, le impulsan a actuar de una u otra manera porque forman parte de sus creencias,
determinan sus conductas y expresan sus intereses y sentimientos.
En este sentido, los valores definen los pensamientos de las personas
y la manera en cómo desean vivir y compartir sus experiencias con
quienes les rodean.
Sin embargo, también existe una serie de valores que son compartidos
por la sociedad y que establecen los comportamientos y actitudes
de las personas en general, con el objetivo de alcanzar el bienestar
colectivo.
Por tanto, los valores se pueden clasificar por su importancia según las
prioridades de cada persona o de la sociedad.
Entre los valores más importantes, destacan los valores humanos
porque tienen mayor reconocimiento y repercusión en los distintos
grupos sociales. Estos valores se relacionan con la ética, el respeto,
la tolerancia, la bondad, la paz, la solidaridad, la amistad, la
honestidad, el amor, la justicia, la libertad, la honradez, entre otros.
Por ejemplo, la libertad es un valor humano que poseemos todas las
personas para tomar nuestras decisiones y poder expresar nuestros
sentimiento y opiniones.
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Ahora bien, cuando se trata de aquellos valores que


están aplicados a un grupo de personas en los cuales
se toman en cuenta las culturas y las características
sociales, entonces se hace referencia a los valores
sociales y los valores culturales.
Asimismo, en contextos más específicos
también se determinan otros grupos de valores
importantes como los valores familiares, los
valores religiosos, entre otros.
Por otra parte, la axiología es la rama de la
filosofía que tiene como objeto de estudio los valores y
los juicios de valor.
Valores éticos y valores morales
Los términos ética y moral tratan, entre otros temas, el concepto de los valores. Aunque
en muchos casos se habla indistintamente de valores éticos y valores morales, estos
términos no tienen el mismo significado.
Los valores éticos son aquellas pautas de comportamiento que buscan regular la
conducta de las personas, tienen un carácter universal y se adquieren durante el
desarrollo individual de cada persona.
Por su parte, los valores morales son aquellos transmitidos por la sociedad, de
generación en generación que, en algunos casos, pueden estar determinados por una
doctrina religiosa. Además, los valores morales se pueden modificar a lo largo del
tiempo.
Escala de valores
Existen un gran número de valores, tanto generales como específicos,
cuyo orden de importancia varía en cada individuo o grupo social.
Por ejemplo, en un grupo de amigos existe un conjunto de valores
compartidos como la amistad y el respeto, sin embargo, cada
integrante tiene una serie de valores personales diferente.
Por tanto, cuando se hace mención a una escala de valores, esto
indica que existe un sistema de valores jerarquizado en el que se
priorizan unos valores por encima de otros cuando existe un
conflicto.
Asimismo, los valores que se consideran más importantes son
aquellos que engloban un significado más amplio o complejo,
por ejemplo, el valor del amor contiene el valor de la amistad.
De allí que estos valores fungen como fuente de motivación y
condicionan la toma de decisiones y las acciones del ser humano.
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RESPONSABILIDAD
SOCIAL.

CAPACIDADES ESPECÍFICAS:
Analiza la responsabilidad social. Reconoce los complejos momentos de la
ética.

Código de ética.
Como bien sabemos, es importante la existencia de un código de ética, para el
desarrollo de actividad profesional, ya que es importante establecer los principios
rectores de la conducta del abogado tales como la honradez, la independencia,
diligencia, secreto profesional, entre otros. En este sentido es importante regular los
deberes del profesional tanto frente a la sociedad como ante las autoridades en el
área de su profesión, administrativas, así como respecto a su cliente y frente a otros
colegas.
En este sentido te presentamos lo expresado en algunos códigos de ética de
nuestro país:
En derecho: El código de ética del abogado en el Perú, tiene
como finalidad de concebir a la actividad del abogado dentro
del orden democrático de la sociedad y la abogacía como medio
de vida profesional; en este sentido debemos de indicar que todo
abogado inscrito en los Colegios de Abogados del Perú, deben
cumplir las disposiciones del código de ética del abogado del país.
En consecuencia, el ejercicio del patrocinio judicial y/o
administrativo, la consultoría o asesoría, la función
jurisdiccional o notarial y cualquier otra para la cual se exija
el título de abogado, queda comprendido en los alcances del
código de ética del abogado peruano. En este sentido diremos
que la abogacía es una profesión liberal. Cumple una función
social al servicio del derecho y la justicia. Su objetivo esencial es
la convivencia social de los hombres como fuente fecunda de paz,
libertad, progreso y bienestar general.
En concordancia a lo antes mencionado podemos decir que
abogacía tiene por fin la defensa de los derechos de las personas y la
consolidación del estado de derecho, la justicia y el orden social. La
probidad e integridad de la conducta del abogado, cualquiera
fuere el ámbito en el que se desempeñe, es esencial para el
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adecuado funcionamiento del sistema de justicia, la vigencia del


estado de derecho y la vida en sociedad. La transgresión de los
principios éticos agravia al orden, recordemos que el abogado
es parte esencial de la defensa del orden democrático a través
de su participación en el sistema jurídico del país. Por ello,
debe respetar la función de la autoridad y ejercer el derecho,
cualquiera fuere el ámbito en que se desempeñe, con sujeción a
los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez y buena fe.
Es importante siempre recordar que el abogado y la abogada son
servidores de la justicia y su deber profesional es defender los
derechos de sus patrocinados, honrando la confianza depositada en
su labor; la cual debe desempeñarse con estricta observancia de las
normas jurídicas y de una conducta ética que refleje el honor y la
dignidad profesional; en este sentido podemos de mencionar
que son deberes fundamentales del abogado:
• Actuar con sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez,
eficacia y buena fe; así como del honor y dignidad propios de la profesión.
• Orientar su actuación al servicio preferente de la sociedad y apoyar en especial a
los sectores carentes de recursos económicos, para hacer prevalecer el derecho y
alcanzar la justicia.
• Cumplir oportuna y eficientemente los demás deberes y obligaciones profesionales
establecidas en la ley y en las normas del colegio de abogados al que pertenece.
En nutrición: El nutricionista colegiado es un
profesional autónomo cuya misión es contribuir a
promover, preservar y recuperar el nivel nutricional
y salud de las personas. La ética adquiere particular
relevancia en la defensa del derecho de la población a una
alimentación saludable y, por lo tanto, del acceso universal a
alimentos en cantidad suficiente, nutricionalmente adecuados
y socioculturalmente aceptados; por lo tanto, debe responder con
la verdad y desempeñarse con justicia y honestidad en todos sus
actos profesionales.
El profesional colegiado deberá:
• Contribuir a la investigación y desarrollo, orientado
a garantizar el derecho a alcanzar niveles de vida
dignos, en particular en lo referido a alimentación
y nutrición, en un marco de desarrollo sostenible.
Expresar a las personas o grupo objeto de un estudio,
claramente, los objetivos, procedimientos y posibles riesgos que pudieran derivar
de los trabajos científicos, respetando su autonomía.
• Brindar sus servicios profesionales en caso de emergencias o catástrofes.
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• Evitar el desarrollo de su profesión en instituciones que no posean reconocimiento


o habilitación oficial, o que desarrollen sus actividades mediante propaganda
engañosa y/o procedimientos incorrectos.
• Promover la educación alimentaria y nutricional, la promoción de la salud y la
prevención de las enfermedades, en toda oportunidad o contacto con la población.
• Desarrollar en forma permanente la actualización profesional, en busca de una
mayor eficiencia en la prestación de sus servicios específicos, como del propio
perfeccionamiento. Es parte fundamental de su compromiso frente a la sociedad
demostrar que sus conocimientos profesionales están respaldados con evidencias
verdaderas.
• Respetar posiciones filosóficas, ideológicas, religiosas y culturales de aquellos
con los que se vincule en su ejercicio profesional, aunque no las comparta.
• Contribuir el desarrollo social a través de acciones educativas.
• Evitar que su actuación profesional ampare o facilite la comercialización y o
difusión de alimentos, industrializados o no, mediante propaganda engañosa o
procedimientos incorrectos que puedan confundir a la población.
• A fin de proteger la salud de la población, resguardar el ejercicio ético, las
incumbencias profesionales y el prestigio de la profesión, evitando la difusión de
información incorrecta.
• En todo acto, incluso en investigación, deberá tener preocupación por el bienestar
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de los seres humanos, proteger su salud y derechos individuales, proteger a


poblaciones vulnerables, reconocer las necesidades particulares de aquellos que
tienen desventajas económicas y prestar atención especial a los que no puedan
otorgar o rechazar consentimiento por sí mismos, y a los
que puedan otorgar el consentimiento bajo presión.
• Cooperar con los medios técnicos a su alcance
para le prevención, protección y mejoramiento
de la salud individual y colectiva.
• Orientar todos sus esfuerzos hacia la prevención de
las enfermedades ocasionadas por la malnutrición y
recurrir a la terapéutica cuando sea necesario.
• No realizar trabajo que implique daño a la comunidad,
evaluando el impacto de sus acciones a corto, mediano y
largo plazo.
• Divulgar los resultados de investigaciones científicas, previa publicación en prensa
científica, informando con veracidad a la comunidad, a través de los medios de
comunicación masiva y proyectar su actuación en relación a las prioridades que
surjan de dichas investigaciones.
En psicología: Como profesional, el psicólogo reconoce la responsabilidad social
implicada en su trabajo, ya que puede afectar íntimamente a la vida de otros; por ello,
se mantiene alerta frente a situaciones o presiones personales, sociales, institucionales,
económicas o políticas, que puedan conducirlo a un abuso de su prestigio o influencia.
En general debemos siempre tener presente en la práctica profesional, la relación
entre lo correcto y lo incorrecto en el ejercicio profesional.

Servicio al cliente.

Para evitar en gran medida los problemas de índole ético-moral que surgen en el
ejercicio de una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica principios éticos
que establezcan los parámetros y reglas que describan el comportamiento que una
persona puede o no exhibir en determinado momento. No es difícil poner estos
principios en práctica, pero el omitirlos redundará en perjuicio propio y en el de
las personas con quienes se interviene o se interactúa. “Una decisión en la que está
envuelto el comportamiento ético de una persona, siempre va a estar enmarcada en
uno de los principios y valores aquí señalados”
• Honestidad - Aprender a conocer sus debilidades y limitaciones y dedicarse a tratar
de superarlas, solicitando el consejo de sus compañeros de mayor experiencia.
• Integridad - Defender sus creencias y valores, rechazando la hipocresía y la
escrupulosidad y no adoptar ni defender la filosofía de que el fin justifica los
medios, echando a un lado sus principios.
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• Compromiso - Mantener sus promesas y cumplir con sus obligaciones y no


justificar un incumplimiento o rehuir una responsabilidad.
• Lealtad - Actuar honesta y sinceramente al ofrecer su apoyo,
especialmente en la adversidad y rechazar las influencias
indebidas y conflictos de interés.
• Ecuanimidad - Ser imparcial, justo y ofrecer trato
igual a los demás. Mantener su mente abierta,
aceptar cambios y admitir sus errores cuando
entiende que se ha equivocado.
• Dedicación - Estar dispuesto a entregarse sin
condición al cumplimiento del deber para con los
demás con atención, cortesía y servicio.
• Respeto - Demostrar respeto a la dignidad humana,
la intimidad y el derecho a la libre determinación.
• Responsabilidad ciudadana - Respetar, obedecer las
leyes y tener conciencia social.
• Excelencia - Ser diligentes, emprendedores y estar bien
preparado para ejercer su labor con responsabilidad y
eficacia.
• Ejemplo - Ser modelo de honestidad y moral ética al asumir
responsabilidades y al defender la verdad ante todo.
• Conducta intachable - La confianza de otros descansan en el ejemplo de conducta
moral y ética irreprochable.
La ética debe convertirse en un proceso planificado, con plena conciencia de lo que se
quiere lograr en la transformación de nuestras vidas. Debemos desarrollar al máximo
el juicio práctico y profesional para activar el pensamiento ético, reconocer qué es
lo correcto de lo incorrecto y contar con el compromiso personal para mantener el
honor y el deber

Responsabilidad social.
Los métodos para el estudio de la deontología, consisten en establecer cuáles son los
principios que debe obedecer el individuo seriamente interesado en averiguar por
qué él debería hacer algo. Para establecer esos principios la inclinación del agente
es solo uno de entre varios elementos que deben ser considerados, y usualmente
no es ni siquiera el elemento más importante. Los métodos de la deontología están
determinados por los principios: hay tantos métodos diferentes cuantos principios
diferentes existan.
Los términos: moral profesional, ética profesional y deontología profesional, aunque
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utilizados indistintamente, admiten, especialmente a


partir de Hegel, una matización. El término moral se
utiliza más para designar los problemas de la conciencia
moral individual, mientras que el término ética se
centra más en los problemas de la moral social. La ética
profesional tiene un amplio campo para estudiar. Como
primer asunto, examina lo que es la profesión desde el
ángulo de la vida moral, distinguiéndose así de cualquier
otra consideración, incluso de la sociología o de la
psicología. A la ética profesional le interesa la profesión
como expresión y como medio moral para la realización
del profesional como ser humano.
La relación de la ética con el derecho puede considerarse
desde diversos puntos de vista y tendrá que situarse
particularmente en dos planos distintos sobre los que se
articula la reflexión moral. Primeramente, en el plano
de la reflexión ético-normativa el problema de las
relaciones entre la ética y el derecho interesa de forma
no exclusiva, pero sí prevalente, a la parte penal de la legislación civil o eclesiástica,
y no a la que regula la vida diaria de la sociedad. Hay que añadir, sin embargo, que el
código penal de la sociedad civil no se interesa por la actitud moralmente buena, por
la que se interesa por el contrario el derecho canónico, al que le importa la formación
interior de cada creyente y su orientación hacia la santidad.
Dentro de las limitaciones que tiene la ética profesional como ética especial, es
posible formular dos tipos de reflexiones. Una, de carácter general o común para
las diversas profesiones; y otra, especializada, adecuada a las particularidades de
cada profesión. La primera es una ética profesional general, en tanto la segunda es
una ética profesional especializada. Entre ambas existe una relación constante. Es
importante que la sociedad, el estado y cada hombre en particular contribuyan a que
todos nuestros actos están guiados por la moral, dándole sentido a la vida mediante
la educación, la cultura y fortaleciendo un estado de derecho capaz de protegerlos.

Corrupción y violencia en un sentido ético.


El fenómeno de la corrupción está directamente vinculado con la idea de ética
pública. Todo estudio que busque responder las causas y el impacto de la corrupción
debe entender primero ¿Qué es la ética pública? ¿Cuál es su importancia? ¿Por
qué es necesaria? así como el identificar las acciones existentes para su fomento.
Esta tarea no está exenta de dificultad, pues el concepto de ética ha sido discutido
profundamente por diferentes corrientes. En términos generales, la ética o disciplina
moral tiene por objeto el examen filosófico o la explicación de los llamados “hechos
morales”. De ese modo, en tanto disciplina, estudia las actitudes y costumbres del
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ser humano y las clasifica en virtudes y vicios, en acciones


debidas e indebidas, convenientes y nocivas, con el fin de
formar el carácter de los hombres al mostrar aquellos hábitos
dignos de imitar (Brugger: 1969). La ética forja el
carácter, esto significa que los seres humanos nacen
con un temperamento innato, con un conjunto de
sentimientos que no han elegido y resulta difícil
modificar, pero que puede encauzarse a lo largo de su
vida; por lo que, es posible ir adquiriendo un nuevo carácter.
El individuo tiene que ir forjándose a sí mismo al elegir unas
posibilidades vitales y rechazar otras.
Cabe distinguir entre la ética privada y la ética pública
(Bustamante: 2006). La ética privada es definida, tomando en
cuenta el sistema conceptual de Peces-Barba, una ética
de contenidos y de conductas que señala el criterio para
la salvación, la virtud, el bien o la felicidad, es decir, una
ética que orienta los planes de vida de cada individuo como cauce directo para la
humanización. Su camino y meta es alcanzar la autonomía moral del individuo. A
diferencia del anterior, la ética pública es el conjunto de objetivos o de fines que se
consideran debe realizar el poder político a través de su Derecho, teniendo como
meta el desarrollo integral de cada persona. Ella establece criterios, guías para que
los espacios sociales y los ámbitos del poder y del Derecho sean racionales y estén
abiertos a la realización de proyectos de humanidad.
En vista de lo anterior, la ética, al referirse al ámbito público, implica necesariamente
relacionarse con la política y no se limita a los funcionarios públicos.
Un buen gobierno no solo requiere funcionarios responsables
sino también políticos responsables, puesto que son éstos
últimos principalmente quienes gozan del máximo margen
de autonomía en las decisiones y de estas decisiones depende
a su vez la actuación de los principios.
Bajo estas premisas, la corrupción es la contraparte de
una acción ética. Con fundamento en la disciplina
ética esta investigación concibe a la corrupción
como un mal ya que se compone de una serie de
actos indebidos por parte de ciertas autoridades
políticas. Sin duda, históricamente, la corrupción
política ha sido objeto de reproche moral en todas
las sociedades, los testimonios de las diferentes
culturas
así lo prueban, afectando la imagen institucional en
donde se practique.
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De modo latente, en la opinión pública, existe la idea de que


en la política y en el gobierno existe corrupción y que quienes
participan en este ámbito son corruptos. Esta opinión demuestra
que o bien se han olvidado o bien se ignoran los fines de la
política y la importancia de la ética dentro de la función pública.
Esta situación invita a los estudiosos de los asuntos públicos a
replantearse la necesidad de llevar a cabo estudios destinados a
fortalecer la ética en políticos y funcionarios públicos.
El fomento de la ética en los servidores públicos es un elemento
que auxilia para lograr concienciar en sólidos principios de
conducta ética y así generar una mayor excelencia en la calidad
y gestión de los intereses colectivos. El comportamiento correcto
de los gobernantes es una condición sine qua non para que exista
una eficiente administración. Asimismo, la ética pública es un
elemento importante para hacer contrapeso no solo a la corrupción
sino a las distintas actitudes antiéticas al inyectar un conjunto de principios y valores
y así revitalizar por un lado a las instituciones públicas y por otro a los servidores
públicos, entendiendo como tales a aquellas personas que ocupan un cargo público
y sirven al Estado: políticos y funcionarios. La ética es el ingrediente adicional para
hacer más sólido el dizque que contenga el mar de corrupción.
Integrar los elementos de la ética pública en las herramientas administrativas es
importante para hacer frente a los problemas de ineficiencia, corrupción y desconfianza
que padecen los gobiernos y administraciones públicas del mundo a fin de lograr el
desarrollo de una cultura política y administrativa que acompañe a los gobernantes
y funcionarios. Cualquier gobierno estará legitimado en la medida en que defienda
una verdadera ética pública en virtud de que ésta conlleva responsabilidad, espíritu
de servicio y atención al ciudadano.

La manipulación.

Una preocupación significativa en relación con el comportamiento organizacional


es que sus conocimientos y técnicas puedan usarse para manipular a las personas de
manera poco ética, así como para el desarrollo de su potencial. Quienes carecen de
respeto por la dignidad básica de los seres humanos podrían aprender las ideas del
comportamiento organizacional y utilizarlas para fines egoístas. Podrían aprovechar
lo que saben de motivación o comunicación en la manipulación de personas, sin
considerar el bienestar humano. Quienes carecen de valores éticos podrían manipular
a los demás de maneras poco éticas.
Quienes carecen de valores éticos podrían manipular a los demás de maneras poco
éticas.
La filosofía del comportamiento organizacional es de apoyo y orientada hacia los
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recursos humanos. Busca mejorar el entorno humano y ayudar a


que las personas desarrollen todo su potencial. Sin embargo, los
conocimientos y técnicas de esta disciplina puedan usarse para
generar consecuencias negativas y positivas. Esta posibilidad
es válida en relación con los conocimientos de casi cualquier
campo, de modo que no existe una limitación especial en el caso
del comportamiento organizacional. Empero, debe actuarse con
cautela para que no se use lo que se sabe acerca de las personas
con el fin de manipularlas. La posibilidad de manipulación significa
que quienes ostentan el poder en las organizaciones deben poseer
un alto nivel de integridad ética y moral, y no abusar de su poder.
A falta de liderazgo ético, los nuevos conocimientos aprendidos
sobre las personas se convierten en un instrumento de posible
abuso. El liderazgo ético reconoce principios como los siguientes:
• Responsabilidad social. La responsabilidad hacia otros surge
siempre que las personas tienen poder en una organización.
• Comunicación abierta. La organización debe operar como
sistema abierto y bidireccional, donde se reciba abiertamente
lo que aportan las personas y se les revelen de igual manera
sus operaciones.
• Análisis de costo-beneficio. Además de los costos
y beneficios económicos, los costos y beneficios
humanos y sociales de una actividad deben analizarse
para determinar si se procede o no con la actividad.
• En la medida que la gente aprenda más acerca del
comportamiento organizacional, será más difícil manipularla,
si bien es una posibilidad que permanecerá latente. Es por eso
que la sociedad necesita lideres éticos.
La ética en la carrera de administración.
En esta etapa nos expresaremos sobre la carrera de administración
y el desarrollo de la ética dentro de la actividad empresarial,
en ese sentido empezaremos, recordando que es una
empresa. Así, se puede considerar que una definición
de uso común en círculos comerciales es la siguiente:
“Una empresa es un sistema con su entorno materializa
una idea, de forma planificada, dando satisfacción
a demandas y deseos de clientes, a través de una
actividad comercial”.
Requiere de una razón de ser, una misión, una estrategia,
objetivos, tácticas y políticas de actuación. Se necesita
de una visión previa, y de una formulación y desarrollo
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estratégico de la empresa. Se debe partir de una buena definición de la misión. La


planificación posterior está condicionada por dicha definición. La Comisión de la
Unión Europea sugiere la siguiente definición: “Se considerará empresa toda entidad,
independientemente de su forma jurídica, que ejerza una actividad económica. En
particular, se considerarán empresas las entidades que ejerzan una actividad artesanal
u otras actividades a título individual o familiar, las sociedades de personas, y las
asociaciones que ejerzan una actividad económica de forma regular”.
De acuerdo al derecho internacional, la empresa es el conjunto de capital,
administración y trabajo dedicados a satisfacer una necesidad en el mercado.
Otra definición (con un sentido más académico y de uso general entre sociólogos)
es: “Grupo social en el que, a través de la administración de sus recursos, del capital
y del trabajo, se producen bienes o servicios tendientes a la satisfacción de las
necesidades de una comunidad. Conjunto de actividades humanas organizadas con el
fin de producir bienes o servicios”.
Ahora bien, continuaremos con el concepto de administración, para lo que
mencionaremos lo expresado por Wilburg Jiménez Castro, el mismo que indica que la
administración como una ciencia social compuesta de principios, técnicas y prácticas,
y cuya aplicación a conjuntos humanos permite establecer sistemas racionales de
esfuerzo cooperativo, a través de los cuales se puede alcanzar propósitos comunes que
individualmente no es factible lograr. En este sentido analizaremos la administración
de empresas:
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En concordancia a lo antes expresado te podemos manifestar en relación a José A.


Silie Gaton en su libro Ética Profesional.
Tal como esta profesión reclama gran dosis de conocimientos
científicos y un auténtico sentimiento vital, también requiere
una hermosa jornada de moralidad a lo largo de su ejercicio.
Ante todo, estamos en presencia de dos caminos que aun
cuando llevan a destinos diferentes, parten de un cuerpo
capital, que es el de las relaciones humanas derivadas
del negocio establecido entre el cliente y la empresa.
Escuetamente exponemos que el árbol fructifica según
el cuidado de su cultor. La empresa manejada con honradez
y honorabilidad, a la vez de cumplir una función social, es
representativa de la educación superior.
Es forzoso convenir que el individuo imbuido de las virtudes
propias de la gente bien educada, inspira fe en el progreso y
seguridad en su relacionado. El administrador de empresas
debe infundir confianza por sus hechos al frente de
cualquier entidad. Una de sus facetas es la de cumplir la
misión de fomentar el reajuste de las relaciones entre los distintos sectores vinculados
con la empresa, con el fundamento del cumplimiento del deber, la aplicación de
las destrezas potenciales de la profesión, el aplomo y la buena presencia, formas
refinadas de cortesía, habilidad ejecutiva, carácter, diligencia y respeto al derecho y
la dignidad del otro.
Nos preguntamos: ¿sólo valdrían para los fines de
progreso profesional, la aptitud y el apego al trabajo?
Nosotros diríamos que no. Estas son tan sólo mínimas
porciones. Las claves secretas del éxito profesional,
podríamos decir, deben buscarse siempre y hallarlas
en el cofre de la dignidad, la decencia y la moralidad.
Este proceder debe primar por encima de cualquier
otra consideración. Los contornos de la ética en las
relaciones empresariales son andamios apuntalados
por el honor para la ejecución de toda tarea en la
que sea necesario intervenir en busca de la vida en
hechos, en sentimientos y en ideas progresistas.
Así mismo también debemos de mencionar en forma
general, ya sea para la actividad administrativa como
para otros que:
• No es propio de la gente bien educada, enmudecer cuando otro le habla; recuerde
que siempre se espera una respuesta.
• Es innegable que no sólo es responder cuando se nos habla, sino responder pronto
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cuando se espera nuestra respuesta.


• Existen siempre dos palabras de uso frecuente y muy importante: “gracias” y
“perdone”.
• No interrumpa a otros cuando hablen.
• Cuando como directivos estemos obligados a dar órdenes, es importante impartirlos
de manera considerada y amable.

La ética en la carrera de contabilidad.


Para el desarrollo del presente tema, empezaremos
recordando que entendemos por contabilidad; para lo
cual diremos que: la contabilidad es concebida como
la ciencia social que se encarga de estudiar, medir
y analizar el patrimonio y la situación económico
financiera de una empresa u organización, con el
fin de facilitar la toma de decisiones en el seno
de la misma y el control externo, presentando la
información, previamente registrada, de una forma
útil y sistemática para las distintas partes interesadas.
Esta disciplina estudia el patrimonio y presenta los
resultados a través de estados contables o financieros. Implica
el análisis desde distintos sectores de todas las variables que inciden en este campo.
Para esto es necesario llevar a cabo un registro sistemático y cronológico de las
operaciones financieras.
A continuación, te presentamos algunas de las funciones de contador, con la finalidad
de luego expresarlo en relación a la ética.
Son funciones de este:
• Clasificar, registrar, analizar e interpretar la información
financiera de conformidad con el plan de cuentas establecido
para Fondos de Empleados.
• Llevar los libros mayores de acuerdo con la
técnica contable y los auxiliares necesarios.
• Preparar y presentar las declaraciones tributarias
del orden municipal y nacional, a los cuales
el Fondo de Empleados esté obligado.
• Preparar y certificar los estados financieros
de fin de ejercicio con sus correspondientes
notas de conformidad con lo establecido en
las normas vigentes.
• Asesorar a la gerencia y a la junta directiva en asuntos
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relacionados con el cargo, así como a toda organización en materia de control


interno.
• Llevar el archivo de su dependencia en forma organizada y oportuna, con el fin
de atender los requerimientos o solicitudes de información tanto internas como
externas.
• Asesorar a las personas en materia crediticia, cuando sea requerido.
• Etc.
En ese sentido podemos entender dentro de un marco lo siguiente:

En concordancia a lo antes expresado te presentamos el siguiente esquema como


complemento.
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Si consideramos que los colegios profesionales reconocidos por leyes de la


República, tienen entre sus funciones la emisión y vigilancia de normas que rijan a
los profesionales colegiados en el ejercicio de su actividad.
En este sentido debemos de mencionar que en nuestro país existe un Código de
Ética del Contador; en este sentido diremos que el Código de Ética Profesional del
Contador Público está destinado a servir como norma de conducta a los profesionales
de la contabilidad, que, como profesión de formación científica y humanista, deben
orientar su práctica profesional a la función social que desempeñan, promoviendo las
condiciones para el progreso económico y bienestar de la sociedad.
Así mismo y en concordancia al código antes mencionado, debemos de
indicar que se dispone que el contador público colegiado, deberá cumplir
obligatoriamente los principios fundamentales siguientes:
1. Integridad: El principio de integridad impone sobre todo
contador público colegiado, la obligación de ser justo y honesto en
sus relaciones profesionales. La integridad obliga a que el contador
público colegiado, sea probo e intachable en todos sus actos.
2. Objetividad: El contador público colegiado, no debe permitir
que los favoritismos, conflictos de interés o la influencia
indebida de otros elimine sus juicios profesionales o de
negocios. El contador público colegiado debe actuar siempre
con independencia en su manera de pensar y sentir, manteniendo
sus posiciones sin admitir la intervención de terceros.
3. Competencia profesional y debido cuidado: El contador público
colegiado, tiene el deber de mantener sus habilidades y conocimientos
profesionales en el más alto nivel, para asegurar que el cliente o
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empleador reciba un servicio profesional competente basado en


la práctica, técnicas y legislación vigente. El mantenimiento de la
competencia profesional requiere de conocimientos actualizados y
de un entendimiento adecuado a las técnicas y normas profesionales.
4. Confidencialidad: El contador público colegiado debe
respetar la confidencialidad de la información
obtenida como resultado de sus relaciones
profesionales, y no debe revelar esa información a
terceros, salvo que exista un deber legal o profesional. El
contador público colegiado debe tomar todas las medidas
necesarias para asegurar que el equipo bajo su control y las
personas de las cuales obtiene asesoría o apoyo, respeten el deber
de confidencialidad.
5. Comportamiento profesional: El contador público colegiado,
debe cumplir en forma obligatoria las leyes y reglamentos, y debe
rechazar cualquier acción que desacredite a la profesión. El contador
público colegiado debe ser honesto y sincero, y no debe realizar
afirmaciones exageradas sobre los servicios que pueden ofrecer,
las calificaciones que posee, o la experiencia obtenida. El contador
público colegiado, debe tratar a su colega con consideración, deferencia y
manifestaciones de cortesía. El contador público, debe colaborar con sus colegas
u otras personas en la difusión de los conocimientos, para la consecución de un
mismo fin.
Así mismo recordemos que el código de ética de los contadores en el Perú regula el
ejercicio profesional del contador público colegiado tanto en forma independiente
como en relación de dependencia, siéndole aplicable a cualquiera que sea la forma
que adopte su actividad profesional y/o la forma o naturaleza de la retribución que
perciba en forma obligatoria. Asimismo, norma las relaciones profesionales del
contador público colegiado con sus colegas de profesión. En el ejercicio profesional,
el contador público colegiado actuará con probidad y buena fe, manteniendo el
honor, dignidad y capacidad profesional, observando las normas del código de ética
en todos sus actos.
El contador público colegiado que actúe tanto en función independiente como en
relación de dependencia, asumirá responsabilidad profesional en relación a sus
informes, dictámenes, declaraciones juradas, etc., que estén refrendados por él. El
contador público colegiado tiene la obligación de guardar el secreto profesional y
de no revelar por ningún motivo los hechos, datos o circunstancias de los que tenga
conocimiento en el ejercicio de su profesión, excepto aquella información requerida
por las autoridades jurisdiccionales competentes por mandato de la Ley.
Así mismo el contador público colegiado en su condición de hábil, puede ejercer
sus actividades profesionales:
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a. En relación de dependencia.
b. En forma independiente.
El contador público colegiado que ejerza sus actividades profesionales en relación
de dependencia deberá fomentar permanentemente la conciencia tributaria de su
empleador y, asimismo, mantenerse actualizado en los conocimientos inherentes a
las áreas del servicio profesional que presta.
El contador público colegiado que ejerza en forma independiente
la profesión, no expresará su opinión profesional sobre los
estados financieros o sobre cualquier otra información financiera
complementaria, si el examen de dichos estados o información
no ha sido practicado por él, o bajo su supervisión.
El contador público colegiado no podrá realizar ningún tipo de
trabajo de auditoría o peritaje contable en las empresas en que
haya trabajado como contador, sino después de dos años. Mientras
dure su actuación como contador no podrá actuar como auditor.
Por otro lado, es importante recordar que la inobservancia de
lo normado en el código de ética profesional constituye una
infracción, la cual será sancionada de acuerdo con la gravedad
de la misma, sin perjuicio de lo expresamente tipificado como
infracción en el código de ética vigente del contador. El contador
público colegiado, cualquiera que fuera el campo en el que actúa,
es responsable de sus actos y considerado causante de una acción
de descrédito para la profesión.
Comete infracción grave el contador público colegiado que valiéndose de su función
o cargo que desempeña, obtenga algún tipo de beneficio personal o a favor de terceros
en forma directa o indirecta. El contador público colegiado que infrinja este código
de ética profesional será sancionado por el Colegio de Contadores Públicos de la
respectiva región (departamento). Para la imposición de sanciones se tomará en cuenta
la gravedad de la infracción cometida, evaluándola de acuerdo a la trascendencia que
la falta tenga para el prestigio y estabilidad de la profesión de contador público.
Según la gravedad de la falta cometida por el contador público, la sanción podrá
consistir en:
a. Amonestación verbal.
b. Amonestación escrita.
c. Suspensión temporal en el ejercicio de la profesión entre uno y veinticuatro meses.
d. Expulsión y cancelación definitiva de la matrícula en el registro del respectivo
Colegio de Contadores Públicos.
Las sanciones contenidas en el presente código por las infracciones cometidas son
de carácter administrativo institucional, independientemente de las acciones civiles
y penales a que hubiere lugar.
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ÉTICA Y
EDUCACIÓN.

CAPACIDADES ESPECÍFICAS:
Analiza la necesidad de urbanidad. Reconoce la aplicación de principios éticos
desde la educación.

Ética y la democracia.
No hay democracia sin ética. Hay, sí, ética sin democracia, pero no democracia
sin ética. La ética es una concepción evaluativa de la vida, un sistema de
creencias o una escala de valores socialmente compartidos, que animan la
interpretación de la realidad y que subyacen a las diferentes formas de
organización institucional que una sociedad decide darse.
Concepciones éticas en este sentido ha habido, naturalmente,
muchas, pues todos los seres humanos, en todas las
épocas y lugares, participamos de algún sistema
de creencias morales que da sentido y pone orden a
nuestra acción en el mundo.
Pero, como es también evidente, no todas las
concepciones éticas han sido democráticas: las
hay jerárquicas, aristocráticas, fundamentalistas,
patriarcales, colectivistas.
La democracia, por su parte, es una concepción política sobre el gobierno de la
sociedad que, como todos los sistemas políticos, reposa sobre una definición de lo que
somos como individuos y de los derechos y los deberes que nos corresponden como
tales, es decir, reposa sobre una concepción ética. La democracia es un producto de la
modernidad occidental y no puede entenderse sin que se tomen en consideración las
transformaciones ocurridas en las concepciones éticas que le sirven de fundamento.
Puede haber pues éticas no democráticas, pero no puede haber
una democracia sin ética. Sobre la base de esta reflexión
preguntémonos ahora cuál es esa ética que necesariamente
sirve de sustento a la democracia.
No es fácil responder a esta pregunta, porque, como seguramente
sabemos o intuimos, la democracia no reposa sobre una ética
unívoca, sino más bien sobre un conflicto de concepciones
éticas. Concentraré por eso mi atención en buscar una respuesta
adecuada a la cuestión del sustento ético de la democracia. Y
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lo haré en una secuencia de tres pasos, o de tres tesis, la primera de las


cuales es que la ética de la democracia puede ser, y lo es de hecho en
muchos lugares, una ética del individualismo y la desintegración
social.
No me estoy refiriendo, por cierto, a uno que otro efecto
secundario de la organización democrática de la sociedad, sino
a lo que he llamado la concepción ética, es decir, el sistema
de referencias morales que sostiene al régimen político
de la democracia. El núcleo de esta concepción ética de la
democracia es la idea de la libertad del individuo. Lo que nos
iguala a todos los seres humanos, lo que legitima la simétrica
distribución de deberes y de derechos que este régimen político
implica, es el hecho de que somos concebidos como individuos
autónomos, independientes y aislados unos de otros, capaces, cada uno por su propia
cuenta, de decidir sobre los ideales o los intereses que deseamos perseguir. Este es
el valor moral central sobre el que reposa la democracia o, al menos, esta primera
concepción de la democracia. La familia, la sociedad, el Estado, más en general:
todos los lazos culturales o comunitarios que puedan formar parte de nuestra vida,
son secundarios, irrelevantes y hasta obstaculizadores de nuestra libertad individual.
Porque ser libres es justamente ser libres de todo eso: de la tradición, de las convenciones,
de las instituciones, de los otros individuos. Con razón ha llamado Isaías
Berlin a esta idea de libertad la «libertad negativa». Es «negativa»
en el sentido en que ella se define más por lo que rechaza que por
lo que afirma. Lo que afirma es tan sólo la capacidad de decisión
del individuo, instancia última de definición de la realidad, y lo
que rechaza es la sujeción a cualquier dependencia. La libertad
negativa es una libertad individualista, atomista, esencialmente
desvinculada de las representaciones colectivas que suelen
caracterizar a las identidades grupales o culturales.
Si el eje de esta concepción ética es la idea de la libertad individual,
entonces no es más que una consecuencia sostener que el Estado
debe estar al servicio del individuo, o de la persona, lo que en
buena cuenta significa que debe garantizar el libre despliegue de
los intereses particulares en la sociedad. La libertad del individuo se
traduce por eso en el libre ejercicio de la iniciativa privada, la sociedad
en el juego de las fuerzas del mercado, el Estado en el garante de los
beneficios que puedan obtener allí los individuos. El punto de vista
del individualismo establece una jerarquía entre los intereses privados
y las instituciones políticas, de acuerdo a la cual le corresponde a
éstas últimas -a las instituciones políticas- la función de regular y
administrar la división del trabajo que se genera espontáneamente por
acción de los intereses de los individuos en la sociedad.
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Relaciones entre la ética y la economía. La economía es la ciencia que trata de


la producción, distribución y consumo de los bienes materiales. Sus temas son,
el trabajo, la mercancía, el dinero, la
ganancia, la utilización del t6rabajo, el
comercio, etc. La ética relacionada con
esta ciencia en el aspecto de la vida
del ser humano: su subsistencia, sus
problemas pecuniarios, su lucha diaria
por el alimento, la vivienda y la
ropa. Todo esto está afectado por
la explotación del asalariado, la
injusticia en el pago de sueldos,
la falta de higiene en las fábricas, la falta de esmero en el trabajo del obrero o la
responsabilidad de los empleados.
También como la economía presenta un modelo ideal que hay que cumplir, como
si fuera un proyecto que seguir (como la ley de la oferta y demanda) aquí entra
también la ética ya que en más de una ocasión el modelo económico es el relato de
una serie de abusos, como suele ser en la ley citada anteriormente. Los dos modelos,
el económico y el ético tienen que ir entrelazados para así evitar la explotación del
trabajador, la marginación del asalariado, la usura en los intereses cobrados a los
países tercermundistas, la colonización del trabajo, la producción y el gobierno de
los países débiles. En fin, la ética tiene mucho que hacer en el campo de la economía.

Ética y la educación.

Relaciones entre la ética y la pedagogía. La pedagogía es el estudio de la educación,


el significado de la palabra educación proviene del vocablo educere, que significa
conducir, guiar y también sacar hacia fuera, desarrollar lo que está implícito. También
consiste en lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe hacer. En sí la
educación es una disciplina que complementa a la ética y viceversa. La ética dicta
que es lo que hay que hacer, en tanto que la educación muestra el modo en que
podemos lograr lo propuesto por la ética. La educación es un arte en tanto que la ética
es una ciencia.
De acuerdo a los diferentes significados que puede tener la educación se puede decir
que:
Cuando educación significa conducir o guiar, la ética muestra un modelo de conducta
a seguir y la educación dice como conducir al niño dentro de ese modelo9.
Cuando educar significa sacar hacia fuera, desarrollar lo que está implícito, se da a
entender que el mismo educando (la persona a educar) es la causa principal de su
educación, pues contiene en sí mismo las potencialidades que se van a actualizar. En
este caso la ética proporciona el modelo o guía de conducta humana buena, en tanto
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que la educación proporciona las reglas prácticas para enseñar u orientar al educando
dentro de esa guía general.
Cuando educar significa lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe
hacer, la educación dicta cómo se debe proceder con el educando a fin de lograr su
autonomía, la madures y la toma de responsabilidad por parte de éste. La ética nos
dice el qué hacer, mientras que la pedagogía nos dice el cómo.
Educar es actuar de tal manera que el educando capte un sentido personal en la
realización de valores, obligaciones y virtudes, los cuales constituye la ética como
un conjunto de principios y conceptos abstractos sin ninguna aplicación práctica.
El método de la potencialidad del autoconocimiento.
Nosotros al nacer venimos al mundo, lo primero que se registra en
el cerebro reptil es nuestra memoria emocional; este cerebro
es una especie de piloto automático que la encontramos
en ciertos hábitos con objetivos personales.
Por el contrario, la corteza cerebral, es la parte encargada
de nuestra memoria racional consciente, es incipiente y
se va construyendo poco a poco.
Por ello si un niño pasa por momentos difíciles que genera
emociones fuertes, estas emociones son registradas en la
memoria emocional, pero no en la memoria racional.
En otras palabras, las sensaciones derivadas de los momentos difíciles
de la niñez, la juventud, el trabajo, están grabadas en una memoria de la
cual no somos conscientes. A esa memoria se le denomina técnicamente
“memoria subconsciente” y tiene la particularidad de que es atemporal;
es decir, les recordamos como si fuera ayer. Cargamos de por vida
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con nosotros un conjunto de emociones fuertes de las cuales no somos conscientes. En


nuestra niñez nuestros padres, la sociedad nos maltratan, nos humillan, nos violentan
y no nos valoran ni dan cariño, la felicidad no germina en nosotros. Para eso la
deontología enseña técnicas que se pueden usar en los momentos difíciles. A través
de la respiración, reflexión, dominio del ego, uso de la ética, una buena tabla de
valores, etc., se domina el mundo putrefacto de rabias, odios, conflictos, negatividad,
violencia, angustia y estrés. Es decir, pasamos de un pensamiento emocional a un
pensamiento racional.
El método de competencias.
Este método comprende tres niveles: el nivel de contenidos declarativos o
conceptuales, el nivel de contenidos procedimentales y el nivel de
contenidos actitudinales.
a. El aprendizaje de contenidos declarativos, podemos
definir el saber que como aquella competencia referida al
conocimiento de datos, hechos, conceptos y principios.
Se denomina declarativo, porque es un saber que se
dice, que se declara o que se conforma por medio del
lenguaje. Dentro del conocimiento declarativo
existe una distinción taxonómica con
claras consecuencias pedagógicas: el
conocimiento factual y el conocimiento
conceptual.
El conocimiento factual es el que se refiere a datos
y hechos que proporciona información verbal que deben
aprenderse en forma literal.
El conocimiento conceptual es construido a partir del aprendizaje de conceptos,
principios y explicaciones, los cuales no tienen que ser aprendidos en forma
literal, sino abstrayendo su significado esencial o identificando las características
definitorias y las reglas que los componen.
Podemos decir que los mecanismos que ocurren para los casos
del aprendizaje de hecho y el aprendizaje de conceptos, son
cualitativamente diferentes. En el caso de aprendizaje factual, este se
logra por una asimilación literal sin comprensión de la información,
bajo una lógica reproductiva o memorística y donde poco
importan los conocimientos previos de los alumnos relativos a
dicha información a aprender, mientras en el caso de aprendizaje
conceptual, ocurre una asimilación sobre el significado de la
información nueva, se comprende lo que se está aprendiendo,
para lo cual es importante el usos de los conocimientos previos
que poseen el alumno.
El profesor debe planear actividades de donde los alumnos tengan
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oportunidades para explorar, comprender y analizar los conceptos mediante una


estrategia expositiva o por descubrimiento.
Ejemplo: Deontología o ciencia normativa, de donde, por ciencia se entiende como
el “conjunto de conocimientos que se incluye una garantía de su propia validez”.
b. El aprendizaje de contenidos procedimentales, el saber hacer, es aquel
conocimiento que se refiere a la ejecución de procedimientos, estrategias, técnicas,
habilidades, destrezas, métodos, etc., el saber procedimental es de tipo práctico,
porque está basado en la realización de varias acciones u operaciones.
El saber procedimental, puede ser definido como un conjunto
de acciones ordenadas y dirigidas hacia el logro
de una meta determinada. En tal sentido,
algunos ejemplos de procedimientos pueden
ser: elaboración de resúmenes, ensayos o
gráficas estadísticas, el uso de algoritmos
u operaciones matemáticas, la elaboración
de mapas conceptuales, el uso correcto de
algún instrumento como un microscopio,
un procesador de textos.
El profesor podrá promover intencionalmente que la
adquisición de los procedimientos sea en forma comprensiva,
pensante, funcional y generalizable a variados contextos.
En particular, la enseñanza de alguna competencia
procedimental, debe enfocarse en un doble sentido:
para que el alumno conozca su forma de acción, uso y aplicación correcta y sobre
todo que el utilizarla enriquezca su conocimiento declarativo.
Ejemplo: Se entiende por conocimiento, como la “captación que el entendimiento
humano efectúa de los fenómenos que lo circulan”.
c. El aprendizaje de contenidos actitudinales, el concepto de
actitud, puede mencionarse aquella que sostiene que son constructos
que median acciones y que se encuentran compuestas de tres
elementos básicos: un componente cognitivo, un componente
afectivo y un componente conductual, destacando la
importancia del componente evaluativo en las actitudes,
señalando que estas implican una cierta disposición o carga
afectiva de naturaleza positiva o negativa hacia objetos,
personas, situaciones o instituciones sociales.
Hay tres aproximadamente que han demostrado ser eficaces para
lograr el cambio actitudinal: proporcionar un mensaje persuasivo,
el modelaje de la actitud y la inducción de disonancia entre los
componentes cognitivo, afectivo y conductual.
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Algunas técnicas que han demostrado ser eficaces para trabajar directamente con
procesos actitudinales son: las técnicas participativas, las discusiones y técnicas
de estudio activo, las exposiciones y explicaciones de carácter persuasivo e
involucrar a los alumnos en la toma de decisiones.
Ejemplo: saber emitir juicios de valor. El estudiante respeta y se respeta desarrollando
la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia,
basándose en la información.
Experiencias novedosas y el contexto sociocultural, actuando corporativamente
para procurar erradicar o relativizar el individualismo o la intolerancia al trabajo
colectivo.
El método científico.
La ciencia se entiende como el “conjunto de conocimientos
que incluye una garantía de su propia validez”.
En la garantía de su propia validez, entiéndase
como la forma más conocida de validación que se le
reconoce, es: en la demostración, en la descripción
y en la corregibilidad; esto es, la estructura de una
afirmación mediante un sistema, en el cual cada parte es
necesaria, y no puede ser dejada de lado, agregada o cambiada.
La característica deontológica en la demostración, demuestra
sus afirmaciones de validez, en un sistema unitario en el cual
cada una de ellas sea necesaria y ninguna pueda ser dejada
de lado, agravada o cambiada. Lo valedero en todos los
casos de esta característica, es la exigencia de que las
proposiciones que constituyen el cuerpo lingüístico,
sean compatibles en sí, esta es, no contradictoria; que
constituyan tales proposiciones una unidad sistemática.
Como característica deontológico descriptiva, al conducir a los hombres frente a los
hechos particulares y a sus órdenes, entre la anticipación recíproca como sentidos, las
relaciones se convierten en objetos de la investigación y las cualidades se relegan a
un segundo plano, desempeñando un papel únicamente en la medida en que ayudan
al establecimiento de relaciones, afirma Dewey en 1950, que “las relaciones no son
más que otro nombre con el que se designa leyes, ya que la ley no es más que la
exposición de una relación”.
En la característica deontológica de la corregibilidad, eta noción de auto
corregibilidad, constituye garantía de su propia validez, cuando permite unos análisis
menos producidos de los instrumentos de comprobación y de control que dispone las
ciencias en particular.
Poper dice al respecto, “que el hombre no puede conocer, pero si sólo conjeturar.
Afirma, demostrar como falsas sus aserciones, son otro modo de expresar el concepto
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de auto corregibilidad, ya que probar como falsa una aserción significa, sustituirla
por otra aserción, aun no probada como falsa y que, por lo tanto, corrige la primera”.
Método básico para el estudio de la deontología profesional.
Nos conduce a una respuesta al “cómo” llevar a cabo el proceso
enseñanza/aprendizaje de utilidad y con sentido para
el desarrollo profesional en un mundo aceleradamente
cambiante, competitivo y cada vez más globalizado.
Este método consta de tres principios:
Observación, por medio de la cual captamos lo que dice el
párrafo que estamos estudiando.
Interpretación, por medio de la cual aclara el significado del párrafo,
especialmente aquellos puntos que no son claros.
Aplicación, por medio de la cual se encuentran maneras de poner en
práctica, en nuestra vida profesional, lo que estamos aprendiendo hoy
en día.
¡Observación!
“Cualquier ser humano, para serlo plenamente, debería ser libre y aspirara la igualdad
entre los hombres, ser solidario y respetar activamente su propia persona y las demás
personas, trabajar por la paz y por el desarrollo de los pueblos, conservar el medio
ambiente y entregarlo a las generaciones futuras no peor de lo que hemos recibido,
hacerse responsable de aquellos que le han sido encomendados y estar dispuestos
a resolver mediante el diálogo los problemas que puedan surgir con aquellos que
comparten con él el mundo y la vida”.
Adela Cortina.
Tomado del libro “El mundo de los valores”
El principio del doble efecto.
El principio del doble efecto, resume las condiciones bajo las cuales podemos
realizar un acto del que bajo las cuales podemos realizar un acto del que
prevemos que podrá resultar alguna consecuencia mala, y que es necesario
practicar un análisis serio, para saber si: el acto ha de ser bueno o indiferente
en sí mismo, el bien no ha de obtenerse por medio del mal, el mal no ha de
perseguirse por sí mismo; y, ha de darse una proporción suficiente.
Han de darse necesariamente las cuatro condiciones. La vulneración
de alguna de ellas hace que el acto malo sea directamente querido, y
no solamente permitido como un producto accesorio incidental.
Podemos ser responsables de la mala acción de otro ya sea incitándole a ella
o ayudándole a realizarla.
La ocasión del mal es una palabra o un acto que conduce a otro a obrar mal.
Perseguir el acto malo de alguien a otro, ya sea como medio o como fin, es
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siempre malo.
Permitirlo solamente como consecuencia indirecta se deja justificar, si se satisface el
principio del doble efecto.
La cooperación en el mal consiste en ayudar en otro a hacer el mal, uniéndosele
en el acto o proporcionándole los medios para él. Es formal si nos proponemos el
mal material, si sin proponernos el mal, ayudamos efectivamente en su ejecución
mediante un acto nuestro que en su naturaleza no es malo. La primera es siempre mala,
en tanto que la segunda es permisible, si se satisface el principio del doble efecto.
Debe considerar no solamente la proporcionalidad de mal para nosotros mismos y los
demás, sino también cuan cercana queda nuestra cooperación del mal.
Se necesita razones graves para justificar la cooperación próxima, en tanto que bastan
razones menos graves para la cooperación material remota.

La urbanidad.

Hoy en día la sociedad ha cambiado a


través del paso del tiempo, pero en ese
cambio ha perdido ciertas costumbres y
ciertos modales que ayudaban a mantener la
armonía entre la gente; y hasta el momento
nadie se ha preocupado por recuperar estos
modales; se ha perdido hasta el simple
hecho de decir gracias de pedir por favor, de
decir buenas tardes o buenas noches, hasta
de preguntarle a los demás ¿cómo están?
Esto no puede seguir así; porque si no a
donde vamos a parar; creo que es necesario
cultivar la urbanidad y los valores éticos y
morales en las personas en especial en los
niños y en los jóvenes que serán los futuros
constructores de una sociedad mejor en la cual todos seremos valorados como personas
integras y seremos tomados en cuenta; así llegaremos a conseguir el respeto que es
la base de toda sociedad por que los buenos modales y las buenas actitudes son el
principio para construir una sociedad en paz y en valores donde todos somos iguales
y tenemos derechos y deberes que los otros deben respetar de la misma manera como
uno respeta a los demás; donde la sociedad se debe guiar por un conjunto de reglas
que rigen el trato social y la igualdad entre las personas.
En realidad todos deberíamos de regirnos por un mismo principio y poner en práctica
todos los buenos modales que nos abren las puertas hacia el futuro; así podríamos
lograr la sociedad ideal formada para hacer el bien a toda la comunidad y enfatizada
en la necesidad de rescatar los valores éticos y morales a través de la enseñanza de
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la urbanidad como alternativa, para garantizar la formación del hombre amoroso,


educado, culto, sencillo, en otras palabras, más sensible a sus semejantes; pero
teniendo en cuenta que cada uno es un ser individual pero al mismo tiempo reflejando
una idea concisa de una sociedad armónica como lo explica la famosísima frase del
escritor Joham Wolfgang van Goethe que dice: “El comportamiento es un espejo en
el que cada uno muestra su verdadera imagen”.
Te puede interesar: La importancia de los buenos modales en la educación.
Esta frase nos lleva a pensar que todo lo
que hacemos y decimos muestra como
somos interiormente tanto en el campo
espiritual como intelectual y también nos
hace reflexionar en todas las actitudes
malas que hemos tenido delante de algunas
personas quizás el día de mañana nos las
volvemos a encontrar y es muy probable
que esas personas estén prevenidas con
nosotros puesto que conocen algunas
actitudes que no son muy buenas y podemos
perder muchas oportunidades; por esta
razón debemos corregirlas y aprender de
esas actitudes para no volver a cometerlas
porque en la vida se necesita la ayuda de
los demás para alcanzar el éxito, pero esto
sólo es posible sí nosotros somos amables y corteses en todo momento y mostramos
el lado positivo de nuestra personalidad.
Debemos proponernos formar y cultivar una sociedad basada en la urbanidad y el
buen ejemplo donde todos podemos aprender de los demás y podemos corregirnos
mutuamente sin herirnos, y de esta manera podremos mostrarle al mundo una
sociedad donde se ve la cara amable de un pueblo deseoso de paz si todos nosotros
nos proponemos tomar por costumbre los buenos
modales estaríamos dando el primer paso para
cambiar la sociedad en la que vivimos por una
donde todos podemos expresarnos libremente y
nadie nos va cohibir de nada siempre y cuando lo
que hagamos y digamos no violen las leyes
y normas pactadas ni tampoco sobrepasen
los parámetros estipulados por la misma
sociedad los cuales están regidos por la
fraternidad, la ley y la justicia entre los
pueblos.
Pero la sociedad debe tener muy en cuenta
que cada ser es una persona íntegra e
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individual que debe comprender y entender que la urbanidad es una


ciencia y que al mismo tiempo es el arte de vivir bien y de ser dichoso
en comunidad, por esta razón cada persona puede interactuar con
todos los miembros de la comunidad o sociedad en la cual vive pero
debe respetar el pensamiento e ideas de los demás así él no esté de
acuerdo y puede defender su punto de vista sin ir a herir al otro ni
a faltarle el respeto por que en una sociedad formada en la urbanidad
todos tenemos derecho a tener diferentes puntos de vista.
Ahora más que nunca debemos trabajar para lograr una sociedad
con una moral y una ética encaminada a hacer el bien a los demás
basada en las buenas costumbres y en la autonomía del hombre,
solo me resta hacer una pregunta ¿vamos a seguir dejando que
la sociedad siga perdiendo sus valores éticos y morales a través del
tiempo o vamos a concienciarnos desde el fondo de nuestra alma que
ser amables y corteses con los demás nos lleva a un futuro donde todos
seremos iguales y tendremos las mismas oportunidades así podremos
decir que vivimos en una sociedad donde todos gozamos de una
prosperidad plena para nosotros mismos y para las personas que
aportaron algo a nuestro crecimiento como individuos integrales?

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