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TALLER DE SOCIOLOGIA
DRUMMOND
En el 2002, los familiares de tres líderes sindicales asesinados en Colombia, y el
sindicato al cual pertenecían, Sintramienergética, presentaron una demanda
contra Drummond Company, Inc. y contra su empresa subsidiaria Drummond Ltd.
(la cual le pertenece 100%), ante un tribunal federal estadounidense. Los
demandantes alegan que Drummond contrató a paramilitares colombianos para
asesinar y torturar a los tres líderes sindicales en el 2001. Sintramienergética
representa a trabajadores de las operaciones extractivas de carbón de la
compañía Drummond en Colombia.
El caso fue presentado bajo los términos de las leyes federales estadounidenses
Alien Tort Claims Act (ATCA), ley de protección a víctimas de tortura (US Torture
Victim Protection Act), y leyes del Estado de Alabama. La empresa Drummond
solicitó la desestimación de la demanda, y el tribunal federal accedió en el 2003 a
esta solicitud, pero sólo en respecto a las alegaciones bajo la ley estatal y una de
las alegaciones bajo el ATCA. El tribunal rechazó desestimar las alegaciones bajo
el ATCA por asesinatos extrajudiciales y por negación del derecho de asociación
y a la organización laboral. En marzo del 2007 el tribunal decidió que el caso en
contra de Drummond Ltd. (la empresa subsidiaria) podía proceder a juicio, pero
rechazó el caso en contra de Drummond Company (la empresa matriz). En junio
del 2007 el juez de un tribunal de distrito, aunque rechazó los cargos por muerte
por negligencia de un tercero, permitió que los cargos de crímenes de guerra bajo
el ATCA (por las ejecuciones sumarias) procedieran. El juicio tuvo lugar en julio
del 2007. El jurado absolvió a Drummond, decidiendo que la empresa no tuvo
responsabilidad en las muertes de los tres líderes sindicales asesinados. El 11 de
diciembre del 2007 los demandantes apelaron el veredicto de la corte menor ante
el tribunal de apelación del decimoprimer circuito. El 25 de marzo de 2015, el
tribunal rechazó la demanda contra Drummond por haberse producido los daños
fuera de EEUU.
En marzo del 2009 los hijos de los tres líderes sindicales asesinados presentaron
una nueva demanda ante un tribunal federal estadounidense en contra de
Drummond, alegando la complicidad de la empresa en los asesinatos.
Adicionalmente, otra demanda más fue presentada ante un tribunal federal
estadunidense en mayo del 2009 contra Drummond por los presuntos pagos de la
empresa al grupo paramilitar AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) con el fin
de que mataran a líderes sindicales. La empresa ha negado estas alegaciones.
Mientras que una corte de primera instancia desestimó la demanda presentada
por los hijos de los líderes sindicales, el 3 de febrero del 2011 el tribunal federal
de apelaciones revocó esta decisión y remitió el caso nuevamente a la corte
inferior. El tribunal de apelación concluyó que los hijos si tenían locus standi para
presentar una demanda contra Drummond y dejo en su lugar las alegaciones de
los hijos bajo los términos del ATCA y de la ley de protección a víctimas de tortura
para seguir los procedimientos legales en el juicio en la corte de primera instancia.
El 25 de Julio de 2013 el tribunal federal de distrito rechazó el caso. El juez citó la
decisión de la corte suprema estadounidense en Kiobel vs. Shell argumentando la
falta de competencia para examinar el caso de Drummond.
En febrero de 2013 un ex contratista de Drummond fue sentenciado por un tribunal
colombiano a 38 años de cárcel por organizar en 2001 el asesinato de dos líderes
sindicales. El juez ordenó a los fiscales investigar al presidente de Drummond y a
varios ex trabajadores a fin de determinar si habían colaborado en dichas muertes.
Consecuentemente, en mayo de 2015, un antiguo directivo fue acusado del
asesinato de dos sindicalistas, después de que dos paramilitares reclamasen
haber tomado parte en los asesinatos ordenados por la compañía. Este caso se
decidirá ahora ante tribunales colombianos.
En octubre de 2018, la Fiscalía General de la Nación de Colombia reabrió la
investigación contra ocho antiguos empleados de Drummond por supuestas
acusaciones de financiamiento de crímenes de guerra en Colombia, entre 1996 y
2006. La empresa negó haber apoyado a grupos armados ilegales.