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Seminario en Línea
Diego Fernando Garzón Medellín/ Christian David Galeano Zea
Pregunta de investigación:
¿Cuáles son las prácticas de consumo actuales, y cómo los linker people buscan
significar y ocupar un lugar en la sociedad por medio de estas practicas de
consumo?
Objetivo:
Comprender la producción de sentido que les genera a los linker people sus
prácticas de consumo.
Objetivos Específicos.
Marco Teórico
1. CONSUMO
El consumo ha sido definido como aquella acción o acto que comprende la
adquisición de productos o servicios por parte de cualquier persona o entidad. En
el mismo sentido el consumo tiene como base principal la satisfacción de las
necesidades presentes o futuras de los sujetos mencionados anteriormente.
Tal como lo precisa Vicente Cuartas, “El consumo es la acción por la cual los
diversos bienes y servicios son usados o aplicados a los fines a que están
destinados, ya sea satisfaciendo las necesidades de los individuos o sirviendo los
propósitos de la producción. La economía considera el consumo como el fin
esencial de la actividad económica. Consumo es la utilización de bienes y
servicios para nuestra satisfacción y la de otros.” (p.112)
Por otro lado Gustavo Hernández lo puntualiza como la “Fase final del proceso
económico de los bienes de producción. Formado por los bienes y servicios
adquiridos por las economías domésticas, se divide en tres subcategorías: bienes
no duraderos, duraderos y servicios. | Empleo de un bien o servicio de modo que
implica su transformación para satisfacer una necesidad. | Utílización de bienes y
servicios para la plena satisfacción de necesidades humanas. Comprende las
adquisiciones de bienes y servicios de la administración pública y del sector
privado, destinadas a la satisfacción de sus necesidades inmediatas. | Proceso
económico, consistente en la compra o gasto que se hace en los bienes y
servicios para satisfacer las necesidades de las familias, las empresas y el
gobierno.” (p.85)
Es por esto que para que el consumo se lleve a cabo como fase final, debe existir
lo que recibe el nombre de producción, es decir, que el hombre produce para
consumir y viceversa, lo cual genera un proceso económico, que abarca o se
fracciona en las siguientes tres subcategorías: bienes duraderos, como equipos
electrónicos y vehículos, bienes no duraderos, como víveres, vestuario y gasolina,
y servicios, como peluquería, atención médica y educación.
Dicho proceso mencionado con anterioridad, principalmente floreció durante la
revolución industrial, en consecuencia a la abundante producción de bienes que
demandaba que estos mismos se distribuyeran, es decir, una producción excesiva
que provoco “la obsolescencia planificada de los propios productos, la creación de
nuevas mercancías y necesidades y la consecuente reconversión de los hábitos
de consumo y de las modas y estilos de vida” como dice Alfonso Ortí; es este el
factor o uno de los factores que da inicio a la creación del mercado y por ende al
consumo. Básicamente esta fue la razón que originó la transformación de un tipo
de sociedad que se dedicaba a la producción a un tipo de sociedad regida por el
consumo.
1.2 CONSUMISMO
Bauman define el consumismo, en primer lugar, como “un atributo de la sociedad
conformada por individuos cuya capacidad de querer, desear o anhelar ha sido
separada o alienada de ellos mismos. A su vez, esa capacidad se convierte en la
principal fuerza que pone en movimiento a toda la sociedad de consumidores. En
el consumismo, el consumo ha desplazado al trabajo como principal actividad
generadora de la sociedad.”
Es decir, que la satisfacción no está determinada por la gratificación de los
deseos, sino por un aumento permanente en el volumen y la intensidad de estos,
lo que a su vez produce una cantidad infinita de productos creados para el
desecho.
Por esto, es importante señalar que el autor enfatiza en que la prisa no consiste en
adquirir y acumular sino en eliminar y reemplazar, ya que el consumismo depende
cada vez más del deseo que de la propia necesidad.
4. LINKER PEOPLE
1. Digitales
Son nativos digitales. Se caracterizan por dominar la tecnología como una
prolongación de su propio cuerpo. Casi todas sus relaciones básicas cotidianas
están intermediadas por una pantalla. Para ellos, realidad y virtualidad son dos
caras de la misma moneda. On y off están integrados. Prefieren internet a la TV
convencional. El 59 % ve películas por internet y el 46 % televisión, también a
través de internet, un porcentaje sensiblemente más alto que en otros grupos de
edad. Es evidente que ni el prime time ni la publicidad clásica son buenas
estrategias para llegar a este colectivo.
2. Multipantalla y multidispositivo
Utilizan múltiples canales y dispositivos digitales para sus actividades. Tienen un
comportamiento multitasking, es decir, con capacidad (o necesidad) de hacer
varias cosas a la vez. Esto es así especialmente en Latinoamérica donde los
consumidores son mucho más multipantalla, que en otras regiones. Según
AdReaction: Marketing in a multiscreen world, de Millward Brown, en promedio,
dedican alrededor de 7 horas al día para la conectarse online, utilizando múltiples
pantallas digitales, lo que supone un 5 % más que el promedio mundial.
Las empresas deben utilizar una amplia gama de canales y dispositivos y
mantener una comunicación y experiencia de cliente consistente y bien
orquestada entre ellos. Es lo que se denomina omnicanalidad, no se trata sólo de
poder interactuar a través de cualquier canal, sino de poder cambiar de uno a otro
(o incluso utilizar varios a la vez). Las estrategias integradas (on y offline), la
concepción multiplataforma y la narrativa transmedia se impondrán en la
comunicación. Aunque no hablamos únicamente de nuevos formatos y soportes,
sino de nuevas formas de comunicación y de otro lenguaje.
3. Nomófobos y appdictos
Su vida es móvil y su pantalla principal de entrada a la Red es ya una pantalla
móvil. Un 78 % de los Linker People en Latinoamérica posee un móvil (un 10 %
más que el año anterior), un 37 % tablet, un 70 % laptop y un 57 % desktop, según
Telefónica Global Millennial Survey 2014. Este colectivo ha hecho de las pantallas
de proximidad su acceso de referencia para la socialización, el trabajo y el ocio,
integrándolas completamente en su vida cotidiana. Son adictos al móvil, sienten la
necesidad de una constante conectividad y el 45 % admite que no podría estar un
solo día sin su smartphone.
Existe una gran diferencia generacional en lo que se refiere a la interacción entre
clientes y empresas a través de apps. Las demanda de los Linker está impulsando
el extraordinario crecimiento de las aplicaciones móviles (en el Appstore se
registran a nivel mundial 5 millones de descargas de aplicaciones diarias). Ante
esta realidad, las compañías deben construir y mejorar la funcionalidad de sus
aplicaciones móviles ya que se han convertido en una potente herramienta de
venta que permite mejorar la experiencia de compra.
4. Sociales
Son extremadamente sociales. Un 88 % de los Linker latinoamericanos tiene
perfiles en redes sociales. No son sólo un medio de comunicación para ellos sino
una parte íntegra de su vida social. Consultar, compartir y comentar en ellas es la
principal actividad que realizan a través de sus teléfonos inteligentes. Estos
nuevos consumidores son activos y antes de comprar buscan y escuchan
opiniones, generan y comparten contenidos y son muy sensibles a su experiencia
online. Si la experiencia con una empresa o servicios es positiva suelen
compartirla y recomendarla y se fían más de la opinión de sus amigos que de la
emitida por las propias marcas para tomar decisiones de compra. También
prefieren las redes sociales como medio para interactuar con las empresas, un 65
% prefiere las redes sociales al contact center para ser atendidos.
5. Críticos y exigentes
Son mucho más críticos, exigentes y volátiles. De hecho, un 86 % de los
consumidores actuales declara que dejaría de hacer negocios con una empresa
debido a una mala experiencia de cliente, frente al 59 % de hace 4 años. Y, para
los Linker people, las experiencias digitales negativas en línea y móvil tienen un
impacto negativo mucho mayor que sobre otros grupos de edad.
Esta realidad debería encaminar a las compañías a situar la experiencia del
consumidor en el eje central de su estrategia, en términos de relación,
comunicación y organización. Para ello, las empresas deben dejar de
concentrarse en las características del producto, para identificar las experiencias
del usuario. De hecho, según el Quarterly Digital Intelligence Briefing: 2014 Digital
Trends, el 20 % de las empresas dice que la experiencia del cliente será la gran
oportunidad. Los negocios ya no son sólo servicios y productos, son también
relaciones y la experiencia de compra es casi tan relevante como el propio
producto.
BIBLIOGRAFÍA
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Medellin, 2006, pág. 112
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Sitio web: http://www.abc.es/20121103/sociedad/abci-millennials-generacion-
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Sitio web: http://www.forbes.com.mx/6-rasgos-clave-de-los-millennials-los-nuevos-
consumidores/