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Psicología, pobreza y subdesarrollo

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1. INTRODUCCION*
Uno de los objetivos de la psicología aplicada es modificar el
comportamiento alterado en una dirección positiva partiendo,
previamente, de la identificación de los factores causales de tal al-
teración y de las áreas de comportamiento comprometidas. Uno
de esos factores, de orden colectivo, es la pobreza, la que, no obs-
tante ser hartamente conocida y vivenciada por amplios sectores
de la población del orbe, en particular latinoamericana.no se había
reparado ni investigado, hasta hace muy poco tiempo, las perturba-
ciones que produce en la conducta humana.
La pobreza como fenómeno social es un hecho que viene in-
quietando a la comunidad mundial, quizá por sus implicaciones
políticas y económicas, y presumiblemente también, debido a mo-
tivaciones más humanas, como es buscar el desarrollo social de
los pueblos afectados, reduciendo o eliminando su estado de po-
breza. Esto ha llevado a varios organismos internacionales a efec-
tuar estudios respecto a su magnitud, incidencia e identificación
de las regiones y países afectados, así como a proponer, acciones
orientadas a salir de aquel estado. Un informe del Banco Mundial
(1980) estima que en 1975 el número de personas que vivían en
condiciones de pobreza absoluta en los países en desarrollo era
aproximadamente de 780 millones. En 1978 vivían 550 millones
de personas en países donde la esperanza de vida era inferior a 50
años; 400 millones en países en que la tasa de mortalidad media
anual entre los niños de uno a cuatro años era de más de 20 por
cada 1000 o sea, 20 veces superior a la de los países industrializa-
dos. De cada 10 niños que nacen de padres pobres, dos mueren en
el plazo de un año, otro antes de cumplir cinco y sólo cinco sobre-
viven hasta los 40 años. En 1975, en los países subdesarrollados,
eran analfabetos casi 600 millones de adultos y en la actualidad
sólo dos quintas partes de los niños terminan más de tres años de
educación primaria. Señala el Informe que, debido al crecimiento
de la población, cuya tasa es más elevada en países pobres, se ha
elevado el número de personas que viven en la pobreza absoluta t ,
observándose una tendencia a que persista ese estado a través de

* Se reúnen diez artículos publicados en el diario' El Comercio de Lima, entre los


meses de agosto a noviembre de 1976, bajo el título de "Una Psicología de la Po-
breza". Se ha revisado la parte introductoria.
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generaciones; por cierto que el mayor número de pobres viven en
los países pobres. Este cuadro depresivo, pero realista, describe que ejercen algunas naciones poderosas sobre otras de incipiente
al presente la magnitud de la pobreza y algunas de sus consecuen- desarrollo, y la discriminación racial, institucionalizada o practi-
cias. Nosotros estamos interesados en analizar sus consecuencias cada impunemente en otras. El imperialismo origina pobreza en
psicológicas, partiendo del reconocimiento de la pobreza como los países sometidos, al despojárseles de sus riquezas naturales; en
un factor que puede influir negativamente sobre la conducta tanto que la discriminación genera pobreza, en el interior de una
humana. nación, al limitar o excluir al hombre del acceso a.ciertas fuentes
de trabajo y bienes de cultura, reduciendo de estasuerte, su capa-
cidad de desarrollo personal. La pobreza es, pues, desigualdad en
2. POBREZA: CARENCIA Y DESIGUALDAD la posesión de riqueza material, desigualdad elt el status social
La pobreza básicamente denota carencia de bienes materiales y también marginación social. Conlleva, como secuela, la exclusión
del hombre de ciertos derechos y beneficios que los demás ciuda- 4
considerados necesarios para el sustento de la vida, o también, la
posesión muy temporal de ellos, en extremada escasez. Obviamente, danos disfrutan, como educación, mercado ocupacional, poder po- 4
esta situación es generada por ingresos muy bajos, determinando lítico y justicia.
4
que ciertas necesidades primarias para el ser humano, como ali- Observa Huizinga (1952) que en la Edad Media la miseria y
mentación, vestido, vivienda, salud, educación y otras, sean fuer- la .necesidad resultaban más opresivas y dolorosas que ahora. El
temente afectadas, puesto que no pueden ser adecuadamente sa- constraste entre ricos y pobres era más señalado, la riqueza se
tisfechas. Encuentra asidero en las sociedades cuya defectuosa or- distinguía con más intensidad de la pobreza. Las clases, órdenes
ganización política y económica propicia un inadecuado sistema (le y oficios podían reconocerse por su traje; los mendigos exhi-
relaciones de producción, generando entre los individuos desarro- bían sus deformidades, los leprosos sonaban sus carracas, los ri-
llos desiguales en los órdenes económico y social. cos hacían ostentación pomposa de su lujo, de sus armas y li-
La desigual posesión' de bienes materiales ha determinado que breas.
los individuos se polaricen en un continuum que va. de la opulen- La pobreza del medioevo y de cualquier otro siglo, qué du-
cia a la miseria, entre los que poseen mucho a los que no tienen ca- da queda, era distinta de la pobreza del mundo actual. Pero tam-
si nada. En el trayecto de ambos polos se ubican los demás hom- bién en el mundo contemporáneo fió es lo mismo ser pobre en ~
bres en razón a la mayor o menor posesión de bienes. En este sen-
tido, la pobreza es una situación socio económica deprivada, que
naciones del Tercer Mundo que f en naciones altamente desarro-
lladas. Según Revel (1972) en Norteamérica, en 1962, tres mil dó-
«
se aplica a los grupos que se encuentran en la base de la pirámide (1
lares anuales se consideraba como el ingreso mínimo necesario
de las sociedades estratificadas por clases sociales. Históricamente para una familia de cuatro miembros; un ingreso inferior a ese (1
la pobreza fue generada por sociedades que impusieron por la fuer- nivel significaba pobreza. En 1968 fue elevado el ingreso míni-
za el esclavismo, el feudalismo y el colonialismo. Estas formas de mo a 3,553 dólares y hacia fines de 1970 alcanzó la cifra de
organización social han auspiciado la explotación de los hombres 3,700 dólares. Es probable que estos ingresos, en muchos paises
),
y dado' origen a injustos status sociales: esclavos, siervos, coloni- del área subdesarrollada, correspondan a· una familia de igual ta-
zados. maño de clase media. Observa Harrington que los norteameri-
A las tradicionales formas de sometimiento y servidumbre, . canos pobres no son pobres en Hong Kong, son pobres en Esta-: J

se han sumado, contemporáneamente, el imperialismo económico dos Unidos porque "están despojados en re1ación con lo que el
resto de la nación disfruta" (Harrington, 1965). l
La pobreza absoluta es descrita como la condición de vida caracterizada a tal pun- Ciertamente, la pobreza es un concepto cornparativ
to por la desnu trición, el analfabetismo y las enfermedades que escapa a toda defi-
nición razonable de dignidad humana (Banco Mundial, 1980).
refiere a una cualidad relativa (Valentine, 1972), y es un concep-
to evaluativo basado en las expectativas sociales y oportunidader
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R. Alarcón
i Psicología, pobreza Y subdesarrollo

que cada cultura ofrece a sus miembros (Ardila, 1976). Se esta- sición limitada de víveres, exiguas dietas alimenticia.s, muy a me-
blece en relación a los bienes considerados de valor y desea bles en nudo una sola comida principal al día; la falta de abrigo adecuado.
una comunidad, los cuales como es fácil inferir, presentan amplias conjuntamente con la adquisición de ropas usad~s e~1mal esta~o.
variaciones· en tre los pue blos. . Desnutrición, escaso abrigo, enfermedades parasltanas Y b~onco-
La .•.relatividad de lo considerado culturalmente valioso tiene pulmonares se presentan como secuela que afecta a gran numero
doble implicación. De un lado, guarda conexión con la creación de personas que habitan las áreas de pobreza.
de nuevas. necesidades por efecto del desarrollo tecnológico, que
si bien son artificialmente creadas en la sociedad de consumo, pa- Dentro del gran asentamiento de la sociedad urbana, .los gr~-
san a for~ar parte de cierto estándar de vida deseable. La prosperi- pos pobres habitan en callejones Y corralones de los ?arnos mas
populosos, en zonas venidas a. menos P?r consecuenCla del urba-
dad mat~nal, ~~ efecto, forma parte del e thos burgúes, ideado pa-
nismo, en casonas que en un tiempo lucieron elegantes Y que aho-
ra ~u sa~IsfacclOn. Pero se ha erigido en meta internalizada a la que
ra, deterioradas por el tiempo, han sido fraccionadas p.or sus pro-
aspiran Igualmente Ias clases nacesitadas. La situación se hace cru-
cial en cuanto no se producen consecuentes cam bias sociales que pietarios convirtiéndolas en conventillos donde se alojan n:'uchas
conlleven al mejoramiento adquisitivo de los grupos deprimidos. familias. Quizá la vivienda más típica de la gente pobre de Lima ha
sido el callejón: conglomerado de viviendas en quincha o de adob~,
P?r ende, la mayor posesión de objetos materiales, sólo puede ser
de una o dos piezas oscuras, sin ventilación, malolientes, sin servi-
disfrutada por los grupos más favorecidos, acentúandose las distan-
cias sociales e 'incrementéndose la pauperización. cios higiénicos y sin agua Y desagüe individual. Las viviendas se
alinean a lo largo de un estrecho pasadizo donde juegan los niños
Las diferencias que se observan entre la gente pobre de las y conversan Y discuten los vecinos. Un caño con botadero, para
más diversas regiones del mundo y la misma conceptualización del todas las familias, Y la imagen de un santo patrón, adosada a una
término pobreza, no son ciertamente obstáculos para resumir sus pared integran la humildad del conjunto.
características más relevantes, que por lo demás son harto conoci-
das: 1) pauperización económicas; 2) marginalidad social y aún La semejanza entre las viviendas de los pobres del área lati-
ecológica; 3) bajos niveles educativos y alta frecuencia de analfabe- noamericana es inequívoca. Compárese los siguientes relatos: "No-
tismo. Estos hechos actúan como condiciones suficientes que gene- sotros vivíamos siempre en casa de una pieza, como la que conoce
ran otros tantos problemas. usted ahora, como la que tengo hoy día. En una pieza dormúmos
todos, cada uno en su camita de madera, hechas de tablas y cajo-
Económicamente los grupos pobres perciben ingresos tan ba-
nes" (O. Lewis, 1964). "La vivienda de doña M. es una casita, de
jos que no les permiten satisfacer sus necesidades básicas. El redu-
aspecto sucio, consta de dos piezas. La puerta de entrada es de
cido ingreso débese a que ejercen ocupaciones no calificadas, por
tablas de cajones Y el piso es de tierra. La primera pieza sirve de
lo general las que gozan de menor prestigio social y que, a la vez,
dormitorio Y comedor. Es allí donde la gente pasa la mayor parte
son las peor remuneradas; porque desempeñan labores precarias
del día junto a las gallinas, patos y perros" (c. Pimentel, 1973).
-v.gr. vendedoresc,"ambulantes de los más extraños productos-
situación que determina y obliga a la trashumancia ocupacional,
A. Moffatt observa que todos los grupos pauperizados de
o porque permanecen largos períodos desocupados. Detrás de
América Latina tienen características comunes, a pesar de perte-
e~tas formas de subempleo se encuentra la ausencia de oportu-
necer a culturas distintas. Al visitar zonas de pobreza de varias
mdades que experimentaron para adquirir un oficio.
naciones latinoamericanas encontró que usan ciertas técnicas ins-
. ~onsecuencias inmediatas de la depresión económica de la trumenta1es para volver a aprovechar objetos, modalidades alimen-
f~~Iha son el endeudamiento por préstamo de dinero, la pignora- ticias y familiares semejantes a las que 'presentan las villamiserias
cien de prendas o de cualquier objeto de relativo valor, la adqui- de Buenos Aires (A. Moffatt, 1974).
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Psicolog ía, pobreza y subdesarrollo
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la hostilidad del costeño, la imposibilidad para hallar ocupación.
3. LOS MIGRANTES la marginación de que es objeto, la frustración al ver bloqueadas
Una nueva modalidad de pobreza surge a raíz de las fuertes y las esperanzas de encontrar ocupación, la añoranza del paisaje y
continuas olas de migrarrtes provincianos hacia Lima, procedentes del terruño se conjugan y desencadenan en el rnigrante serrano
sobre todo de la Sierra, y que en cifras significativas ocurre a partir serios problemas de orden psicológico, de aculturación, socia-
de los años 50. En 1956, según J. Matos, había 56 barriadas en el les, económicos y de salud. Seguín ha denominado síndrome
área metropolitana de Lima, con una población estimada en 108, psicosomático de desadaptacion al fracaso adaptativo y a sus
988 habitantes, distribuidos en 21,003 familias (Matos, 1968). consecuencias patológicas que suele ocurrir en el hombre andino
que emigra a la Capital. (Seguín, 1962). s: .
Las motivaciones que promueven 111 migración son varias, pe-
El migrante provinciano crea un peculiaréásentamiento hu-
ro predomina la atracción que despierta la ciudad en el hombre
mano que recibió el nombre de "barriada", población marginal
de campo, donde espera encontrar mejores oportunidades para su
equivalente a la callampa chilena, a la villamiseria argentina, a la
desarrollo personal, que signifiquen facilidades ocupacionales y
favela brasileña. Las barriadas limeñas 'aparecen inusitadamente
educativas, y mejores salarios que el campo empobrecido y la ex-
por invasión de terrenos yermos, de propiedad fiscal o privados.
plotación patronal no le brinda.
Se sitúan en la periferia de la ciudad, ocupando los arenales, las
Observa Castillo Ríos: "El éxodo del hombre rural no es ex- faldas de los cerros y las márgenes del río Rímac. La vivienda es.
clusivamente de jóvenes solteros que van a la Costa o a la gran ciu- en un comienzo. muy débil e inhóspita: chozas de esteras, carto-
dad a probar suerte sino también de personas con familia. En am- nes, cañas, adobes y trapos; llenas de aire, de lluvia o de sol. E.
bos casos, las consecuencias son negativas: en el primero, porque Arana describe una típica vivienda de barriada: "No son vivlcn-
se trata de abandono del campo de los jóvenes más capacitados das sino tugurios. Pocas casas tienen piso de cemento. Tod
-lo que naturalmente va en deterioro de su comunidad de origen duermen en un solo cuarto. Casi todos los niños de 4 a 6 años tie-
/
i " y acelera el detrimento de la situación campesina- y, en el segun- nen enfermedades de la piel ya que éstos y los animales duermen
do, por el riesgo que significa este traslado para la estabilidad de juntos;' (Arana Freyre, 1961). .,
la familia y la seguridad de los hijos" (Castillo Ríos, 1974). Lima Los narradores peruanos han sido muy sensibles a este pro-
se convierte en el polo de atracción de millares de gente campesi- blema social. E. Congrains describe con realismo y aspereza una
na, quizá la que posee más altos niveles de logro. Llegan a la ciu- supuesta barriada: "Es un hacinamiento de chozas construidas
dad equipados con sus limitadas destrezas manuales modeladas en irregularmente en torno de un claro, al" que con un poco de es-
contacto con la tierra, con un incipiente castellano o sólo el que- fuerzo se puede interpretar como una plaza pública. Chozas des-
chua, con valores y patrones de conducta de la subcultura campe- tartaladas, criaturas desnudas, pordioseros, provincianos que han
sina. El choque con la subcultura popular urbana es brusco. terminado por encallar en Esperanza, hombres varados por la vida,
mujeres escuálidas... basureros, vendedores ambulantes, más
En efecto, los problemas de los migrantes son más serios y
chozas, más miseria, coca para olvidar ... hombres sin trabajo, sin
la pobreza adquiere otra dimensión. No se trata únicamente de la
esperanza ... mucho cansancio, algunas ilusiones para el mnñunn,
privación económica ni de la ausencia de la posesión de objetos
recuerdo de las tierras lejanas ... harta vida, húmeda, p(llpll'lInl\l,
que sufre el limeño tradicional pobre, sino que a ese factor se su-
pegajosa, desesperada, vida con Irngancfn de Hlldol', vldll cou /'11I
man severas alteraciones psicológicas. El violento trasbordo del
grancia humana" (Crongrnlns, H.• K/f'), 1.11 IIOVIIIII, ruutu llM 11111111111,
campo a la ciudad, el estilo de vida bucólica y apacible de la cha-
no es per se un rf.llll(o ohlullvo rlu 111 1111111111111, "1III!IIIIHIIi!ÜI 11\ d·
cra enfrentado con los complicados patrones de la cultura urba-
na, las dificultades para expresarse en castellano, el fuerte acento
crlpclón d~\ COllHl'lIll1K1I11'1I11~1I 111/111111 VlI11I11IIIIII, itllliti8'JII([I el ,(1~11
quechua. que no es bien visto en la ciudad; la desadaptaci6n fi- monl» lIlII Jlllltlltl 1111 11111 1"'1
111'1111111111', 111 \11111 do lo~ jliIiH(ií'il~ Ilf
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siológica por efectos del cam bio de altura y diferencias de clima,
( I
R. Alarcón Psicología, pobreza y subdesarrollo 95
n J 1 últimos años, muchas de ellas se han convertido en diendo de los procesos de cambio que pueden afectarles. Hay.
I l' ni Pu Jóvenes, nombre con que han sido oficialmente en rigor, muchas variables no controladas. Las conclusiones de
1l11l11~111.
esos valiosos trabajos son asignables a sujetos en proceso de acul-
ntr ~e un marco de situaciones deprimentes, muy serne- turación, con los problemas consiguientes derivados de tal situa-
1111 t \ J/ d ',cnto por Congrains, se desarrolló un estilo de vida, que ción. Permiten hacer inferencias respecto a la ineficacia de' un es-
hu . Id .. objeto de numerosos estudios sociales, económicos y de- tilo de vida, valores y técnicas culturalmente aprendidas en el cam-
111, J' l'J. (véase Matas, J. y Rabines, R. 1971). Los problemas po para enfrentar a la subcultura urbana y, también, observar la
I IC I le s y de salud mental han sido estudiados con amplitud persistencia de la personalidad básica de los migrantes, establecida
p r R tanda, Caravedo, Mariátegui y asociados. De esos trabajos con anterioridad, a través de múltiples vicisitudes. En suma, se
e infieren las siguientes conclusiones: alta incidencia de ansiedad constata que cada cultura condiciona un tipo de personalidad que
y de síntomas depresivos e hipocondríacos, extrema suspicacia no siempre funciona exitosamente al entrar en contacto con otra
y recelo, actitud' pesimista, marcada frustración, agresividad, ten- subcultura.
siones en .Ias relaciones ínterpersonales, sentimiento comunitario
El conflicto cultural y el fracaso adaptativo provocaron situa-
para emprender acciones de beneficio colectivo: construir vere-
ciones de stress y enfermedades psicosomáticas que posteriormen-
das, escuelas, instalaciones de agua, efectuar reclamos ante las au- te fueron superadas. Progresivamente la subcultura popular urbana
toridades, etc., elevada incidencia de alcoholismo; actitud paranoi- hizo sentir su influencia entre los migrantes, de modo particular
de, sobre todo en la población de procedencia serrana, sentimien- entre aquéllos que Manguín denomina "Los que quieren cambiar
tos de envidia, se suponen ser envidiados por un supuesto status de vida", "progresar" (Manguín, W., 1959). El grupo más recep-
personal adquirido; la vida de relación se hace principalmente en- tivo se integró a la cultura urbana, modificó su estilo de vida rural,
tre paisanos; y, contrariamente a lo que se cree, se encontró un absorbió las formas externas de la vida de la ciudad. Los atuendos '
predominio de la familia nuclear fuertemente cohesionada que, se- típicos, con que bajaron de la Sierra; son reemplazados por pren-
gún señalan los autores, constituye un medio de amortiguamien- das de vestir urbanas, hay un claro esfuerzo por expresarse sólo en
to de las presiones de la vida urbana (Caravedo, B. Rotonda. H. castellano y abandonar el quechua, su lengua materna, y no pocos
y Mariá tegui, J., 1963).
muestran reparo y rubor ,aceptar que la hablan. Ello se explica de-
Debe enfatizarse, sin embargo, que tales conclusiones co- bido a que las lenguas aborígenes han sido subvaloradas por el li-
rresponden y son atribuibles a grupos humanos en franco proce- meño y el costeño. Se hacen habitúes de la radio, de la T.V. y del
so de adaptación a un nuevo medio, con problemas de variado or- cine que' poderosamente los influencia. El andar inclinado hacia
den, entre ellos psicológicos, derivados de desajustes iniciales. Por adelante, impuesto por la topografía de su suelo natal, es cambia-
tanto, es probable que buena parte de los comportamientos exhibi- do por una posición más erecta, con paso más rápido -como anda
dos hayan obedecido a situaciones transitorias y también a con- el limeño- aunque manteniendo el típico "trote" serrano. Adquie-
ductas anteriormente aprendidas en el medio familiar o modela- ren sus alimentos ya no solamente en la humilde tiendecita de la
das en la sociedad de procedencia, y no' exclusivamente a éstas barriada, como antes lo hacían, sino en el supermercado. La vida
últimas, como se 'ha sugerido al emplearse el término personali- de relación, que transcurría circunscrita a los linderos de la barria-
dad básica en uno de esos estudios (H. Rotonda" B. Cara vedo, y da, se ensancha; pasean por las calles céntricas de la ciudad, asis-
J. Mariá tegui, 1963) , ten a cines del centro; se amplía, de esta suerte, el campo físico
Difícilmente podrían asignarse como notas .stricto sensu de movimiento, la percepción del' contorno social de las cosas y
de la personalidad básica de una muestra de individuos =-según del prójimo.
la significación que A. Kardiner y R. Linton le atribuyen al tér- El folklorista Vivanco observa que; después de 1952, surgen
mino- cuando éstos se hayan desarraigados de su cultura de ori- músicos y artistas folklórico s que alteran la música vernacular.
gen, del espacio ecológico donde se desarrolla aquélla y prescin- Aparecen los huaynos "chachachay ", "rack and rolay", "marnbo
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de machaguay" y el "huayno cumbia". Se adoptan instrumentos
musicales extraños y se altera el traje típico tradicional (Vivanco, El término "criollo", a su vez, expresa además de lugar de
1976). Es decir, el serrano y lo serrano se acriollan. nacimiento, Lima y la Costa, ciertos valores culturales considera-
dos positivos, como son viveza, ingenio, agudeza. Lleva implíci-
Patch, un antropólogo social, advirtió que la gente de la Sie-
to cierto prestigio que reclaman para sí tanto elIimeño tradicio-
rra migrada a Lima, aprende muy pronto que es mejor identifi- •
nal de callejón, como el limeño encumbrado en-los estratos más
carse como criolla. que como serrana. Para algunos migrantes el
elevados de la sociedad estratificada en clases sociales, pero que I
proceso de acriollarse resulta penoso, para otros es más fácil. He-
tiene costumbres populares Iimeñas. De allí la aspiración del se-
raclio Mamam, un muchacho de la Sierra norte que llegó a Lima
rrano por acriollarse, pero no llega a ser un criollo, como equivo-
con muchas ambiciones de "progresar", representa el segundo ca-
cadamente cree Patch (ob. cit); solamente se .acriolla. Mantie-
so. Se avecinó en un tugurio de "La Parada" y después de corto
ne lo que los sociólogos denominan visibilidaisocial: es decir.
tiempo empezó su transformación. Se cambió de nombre y ape- aquello que permite detectar a distancia a un grupo por su aspec-
llido, porque los que llevaba eran inconfundiblemente serranos, to físico exterior. Concluyendo: el serrano adopta el estilo de vi-
siendo motivo, por ello, de duras burlas de parte de los clientes da y patrones de conducta de la subcultura popular Iimeña C0l110
del restaurante donde era mozo. Adoptó el dejo de hablar crio- un medio de lograr su adaptación a la urbe.
llo, usaba la jerga en uso, vestía camisa de colores, sombrero a la
"nueva ola", zapatos puntiagudos de taco alto, adoptó la manera
Es de presumir que no todos los migranteshayan seguido un
de gesticular y caminar de los criollos, usaba lentes ahumados,
uniforme patrón temporal para lograr su adaptación a la urbe ni
aun en lugares oscuros. Terminó negando que era serrano y afir-
que para todos tal proceso implique cualitativamente lo mismo.
maba, con énfasis, que había nacido en Chimbote (Patch, R.W. Hemos observado cómo unos migrantes rápidamente adoptan los
1973). Según Valdivia Ponce hay un 33 por ciento de migrantes de hábitos de la cultura popular Iimeña, se esfuerzan por asimilar el
nivel pobre que les gustaría ser limeños, y , debido a sentimientos nuevo patrón cultural hasta el extremo de desidentificarse de los
de inferioridad, otro porcentaje no elevado, esconde el lugar de su valores de su cultura nativa. Frente a ese grupo hay otro, renuente
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nacimiento. Prefieren presentarse como procedentes de la metró- a toda modificación y modernización cultural. Está integrado por
poli (Valdivia Ponce, O., 1970). individuos a los que Mangurn denomina "los que quieren llevar la
vida de la Sierra en Lima, casi sin cambio" (Manguin, W., 1959).
El caso de Herac1io no es típico ni su conducta puede genera-
Entre ambos aparece un sector intermedio que busca su adapta-
lizarse, pero ejemplifica el rápido proceso de adopción a la cultura
ción conservando ciertas costumbres tradicionales, sumando a ellas
popular urbana de un sector importante de migrantes. Parece ob-
nuevos valores de la subcultura de adopción.
vio admitir que ante la subvaloración de que es objeto el serrano,
de parte. del limeño, piense que desidentificándose de los valores
de su cultura logre mejor aceptación. La renuncia del lugar nativo Probablemente, los individuos de estos dos últimos grupos
y de los valores de su cultura se comprende si se repara que el tér- son los que se identifican con su lugar de origen, les agrada tener
mino "serrano" indica, para los individuos de la subcultura popu-
lar urbana, no sólo región de procedencia sino que tiene un senti-
do fuertemente peyorativo. A menudo se le usa indistintamente
con otro vocablo cargado de emotividad, como es de "cholo", des-
J
por esposa/o a una paisana/o, prefieren las comidas de sus pueblos
natales y eligen como amigos a provincianos (Valdivia Ponce, O.,
1'970). Asimismo, concurren a los coliseos para escuchar música
vernacular, asisten a clubes de sus provincias establecidos en la Ca-
¡
pectivo que expresa insulto, inferioridad y connota cierta torpeza pital, que son vivos vínculos entre la tierra nativa, los paisanos y
y lentitud. Este término, sin embargo, es muy impreciso. También las costumbres; celebran fiestas religiosas de los santos patronos
indica caracteres raciales, con predominio indígena y se le asdcia de sus-pueblos y vuelven con frecuencia al terruño. En breves pa-
con la persona que habla una lengua nativa. labras: rehúsan olvidar su vida anterior por completo.
IH R. Alarcón Psicología, pobreza y subdesarrollo 99
A . ptando, con ciertas limitaciones, las conclusiones deriva- lo largo de líneas familiares. Esta proposición es válida en cuanto
11,' I r Kellert y asociados, obtenidas en contextos distintos, ca- se conceptúa a la pobreza no como un estado pasajero, sino como
l ' \iperar que los individuos menos dispuestos a aceptar cambios una condición estable, capaz de generar un patrón de vida transmi-
.ulturales hayan sido los que experimentaron mayores problemas sible. Al respecto Ardila observa que la pobreza puede ser crónica
p i lógicos, que aquéllos dispuestos a someterse y estar abiertos cuando el círculo vicioso de pobreza es imposible de romper, y,
al cambio. Igualmente, es posible que estos grupos estén integra- temporal, causada por una situación momentánea y que puede su-
dos por personas mayores de edad, puesto que la gente joven -por perarse (Ardila, 1976). La sub cultura de la pobreza se basa en la
estar menos imbuida de costumbres tradicíonales= es más flexi- pobreza crónica, institucionalizada.
ble al cambio, a la vez que cuenta con mejores posibilidades para
enfrentarlas nuevas condiciones (Kellert, S; Williams, L.K.; Whyte, La pobreza no es sólo la ausencia de cosas, paradójicamente
W., Alberti, G., 1967). es algo positivo, en el sentido que genera una estructura, una disposi-
ción razonada y mecanismos de defensa sin los cuales, los pobres,
De una u otra manera, .con mejores o limitadas disposiciones
difícilmente podrían seguir adelante. Esta característica guarda re-
para el ajuste a la cultura urbana, los migrantes que superaron
lación con una hipótesis muy productiva acerca del aprendizaje de
sus dificultades adaptativas conformaron poblaciones marginales
la pobreza, que viene siendo desarrollada por varios psicólogos,
y desarrollaron una subcultura de pobreza, con ingredientes serra-
aplicando el paradigma del aprendizaje de laboratorio a la situa-
nos y limeños,distinta en ciertos aspectos a la tradicional subcul-
tura criolla de callejón, aunque' vinculadas por el nexo de la po- ción del aprendizaje a ser pobre (R. Ardila, ob. cit.) Tras las conti-
breza. nuas frustraciones, fracasos y limitaciones del ambiente, el hombre
aprende, dentro de la cultura de la pobreza, a no desesperar por su
situación, a limitar sus aspiraciones, a no esperar mucho, a conside-
4. LA SUBCULTURA DE LA POBREZA rar que su situación es inescapable, que el mundo no cambiará, que
la vida es dura y que los pobres continuarán siendo pobres, apren-
La pobreza es algo más que un estado de depresión económi- de a resignarse y a no desesperar. Este aprendizaje a ser pobre,ayu-
ca y una forma de injusticia social. Es üñ poderoso factor que in- da al individuo a sobrellevar la pobreza, a no enfermar por su situa-
fluye sobre la conducta de los individuos, estableciendo un patrón ción, pero de ninguna manera contribuye a liberarlo de su estado
modal de vida entre la gente que se encuentra sometida a ella. Ge- éticamente degradante.
nera sistemas de valores, actitudes, estilos de pensar, sentir, reac-
cionar, formas de conducta más o menos uniformes que pone a los La subcultura de la pobreza tiene modalidades propias y con-
grupos pobres en franca diferencia en cuanto a su comportamien- secuencias distintivas, sociales y psicológicas para sus miembros.
to, de los índividuos de los estratos socioeconómicos medios y ele- Sugiere; Lewis que la cultura de la pobreza tiene algunas caracte-
vados-. rísticas universales que rebasan las diferencias regionales, rurales-
urbanas y hasta nacionales. Parece que la universalidad de los ras-
La pobreza, institucionalizada sociológicamente genera una gos de la cultura de la pobreza debe tomarse como una hipótesis
subcultura, cuyas características y consecuencias han sido señala- por verificar. Podría también postularse una unidad entre las ca-
das por O. Lewisí en el curso de una serie de investigaciones antro- racterísticas que asume la pobreza en determinadas regiones del
pológicas, que tenían como tema el estudio de la gente pobre de mundo; entre los pobres del Tercer Mundo, por un lado, y, 'los
México, y que fueron dadas a conocer por los años 60 (Lewis, O. pobres de los países altamente industrializados, del otro. La hi-
1967). pótesis se basa' en las fuertes diferencias sociales, económicas y
educativas que hay entre ambos mundos, que sirven de soporte
Los rasgos más característicos de la cultura de la pobreza se-
gún Lewis, son los siguientes. Es un sistema de vida notablemente a la cultura de la pobreza y que deben repercutir en la conducta de
estable y persistente, que ha pasado de generación en generación a los individuos. Una investigación transcultural de la pobreza daría,
respuestas a estas incógnitas.. .'.... '.~.:.-;.j>
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100
R. Alarcón Psicología, pobreza y subdesarrollo 101

La cultura de la pobreza -concepto propuesto por primera Los rasgos sociales más acusados de la pobreza incluyen el

vez en 1959 por Lewis- exige para desarrollarse de ciertas condi-
ciones sociales, como son: 1) trabajo asalariado y producción con
fines utilitarios; 2) elevado y constante índice de desempleo y
vivir incómodos y apretados, ausencia de vida privada, alta inci-
dencia de alcoholismo, recurso frecuente a zanjar disputas me-
diante la violencia, uso del castigo corporal en la educación de los

niños, golpear a la esposa, temprana iniciación sexual, incidencia
subempleo para el obrero no especializado; 3) bajos salarios;
de madres abandonadas, predisposición al autoritarismo familiar;
t
4) carencia de organización social, política o económica, ya sea
inexistencia de la infancia como etapa de la vida.jíebido al prema-
por iniciativa propia o por imposición estatal, para auxiliar a la
turo ingreso de los niños a faenas ocupacionales. 'Bajo nivel educa-
población de ingresos reducidos; 5) existencia de un régimen de
tivo y analfabetismo, actitud crítica a las instituciones que mantie-
parentesco bilateral más que unilateral; 6) existencia de un siste-
nen las clases dominantes, espíritu gregario, vínculos acentuados
ma de valores en la clase dominante con énfasis en la acumula-
de parentesco y compadrazgo. A menudo se enfatiza que la promis-
ción de riqueza y que explique la pobreza como resultado de inca-
cuidad configura el contexto familiar y social donde el joven crece
pacidad o inferioridad personal (Lewis , 1969).
y recibe sus primeras experiencias y de donde sale socialmente mo-
Dentro de este marco de condiciones se desarrolla entre los delado (Torres-Rivas, E., 1971).
pobres un estilo de vida excepcional, que tipifica a la cultura de la
pobreza. Aquél estilo de vida es fundamental y determinante, pues Biológicamente los individuos pobres son, por lo general, in-
puede existir pobreza, muchos grados de pobreza -la pobreza es feriores en peso y estatura que el promedio de la población, acusan
un concepto relativo- y varios tipos de gente pobre, pero no exis- bajo rendimiento físico e intelectual, exhiben altas tasas de nata-
tir cultura de la pobreza. Esta requiere y se refierea cierto estilo lidad, morbilidad, desnutrición infantil y mortalidad; asimismo,
de vida compartido por los pobres en determinados contextos his- tienen menores expectativas de vida.
tóricos y sociales. Por ello, la eliminación de la pobreza per se es
probable que no sea suficiente para eliminar la cultura de la po- Los puntos relativos a natalidad y desnutrición tienen cerca-
breza. No porque una persona de la cultura de la pobreza que, nas implicaciones psicológicas. No son muy claras las motivacio-
por juegos del azar, de pronto enriquece, deja de pertenecer au- nes que determinan la tasa de natalidad entre las familias pobres.
tomáticamente a la cultura de la pobreza. Ni tampoco, un indivi- Parece que obedece a una complejidad de factores entre los que
duo de la clase media que empobrece y tiene que vivir en un ba- destacan la temprana edad del matrimonio o de la unión con~en-
rrio pobre, ~e convierte inmediatamente en un miembro de aque- sual, la falta de pautas de conducta familiar relativas a la concep-
lla cultura. Ambos han internalizado estilos de vida propios de sus ción que sean transmitidas a los hijos, a creencias de la mujer que
sub culturas, que mantienen y que los identifica. ve en mayor número de hijos un medio para acrecentar la estabili-
La pobreza asume variadas características: económicas, so- dad del matrimonio, o, simplemente como observa Aduriz, a que
cia1es,biológicas y psicológicas. Requiere su estudio un enfoque la mujer acepta su destino biológico (Aduriz, 1969). A ello se su-
multidisciplinario. ma el fuerte sentimiento machista, que conduce al varón a mostrar
su virilidad por el mayor número de mujeres e hijos que- pueda te-
Los rasgos económicos más típicos, algunos de los cuales ya ner. Del Valle ha encontrado que las mujeres de más bajo nivel
han sido señalados anteriormente, se condensan en bajos salarios socioeconórnico desean tener más hijos que las mujeres de niveles
. '
precanedad ocupacional, desocupación por largos períodos y el altos, quienes además, se muestran menos adheridas a patrones tra-
ejercicio de una amplia gama de ocupaciones y subocupaciones dicionales respecto a la fecundidad y hacen uso, con más frecuen-
no calificadas. Esta situación determina que los grupos pobres se cia, de medios anticonceptivos (del Valle, D. 1975).
encuentren desplazados de las relaciones de producción de trabajo,
creando un fenómeno que los científicos sociales denominan mar- Respecto a la desnutrición, informes recientes señalan que
ginación social, que ocupa la atención de los especialistas latinoa- tiene efectos negativos sobre el desarrollo psicológico y el sistema
mericanos. .
lO "R. Alarcón
Psicología, pobreza y subdesarrollo 103
11 ''V , e ntral en organismos que se encuentran en proceso de conceptuales que se proyectan hacia la realidad, para interpretar-
.ro .Imíento, y que los efectos son más pronunciados, y hasta irre-
la y explicarla (Kardiner, A., Linton, R., 1955).
v r ibles, cuando ia deficiencia nutrjcionalocurre en períodos de
crecimiento rápido del cerebro (Lester, B.M., 1976). Siguiendo este punto de vista, puede hablarse de una perso-
Entre los rasgos personales se mencionan la fuerte orientación nalidad básica de la gente pobre, configurada en la cultura de la
hacia el tiempo presente, pocos deseos de planear para el futuro, pobreza. O, con más amplitud, como lo hace Harrington, de una
vivir en función de lo inmediato, legitimando el hedonismo de cor- "personalidad" de la 'pobreza (Harringto.n, M., 1965). Algunas de
to alcance; sentimientos de fatalismo y de resignación, basados en las notas más dominantes de la personalidad del hombre pobre se
la dificultad de la vida; bajo nivel de aspiración, creencia en la su- señalan a continuación.
perioridad .masculina, cierto complejo entre las mujeres, a consi-
derarse mártires, fuerte sentimiento de marginalidad, de no perte- A ctitud fatalista
necer a nada, desconfianza social, frecuentes sentimientos de infe-
rioridad y de desvalorización persona1. Algunas de estas notas me- El fatalismo es mencionado frecuentemente como una carac-
recen especial comentario. terística dominante de los grupos pobres. Supone que la vida y su-
cesos de un individuo están determinados ineludiblemente por el
destino, siendo imposible cambiar el curso delos acontecimientos.
S. PERSONALIDAD DE LA POBREZA El destino es definido como la "suerte" que le "toca' a cada per-
sona. Battle y Rotter afirman que los miembros de la cultura de la
A. Kardiner sistematizó ciertas observaciones referentes a la pobreza son inclinados a creer en fuerzas externas que controlan
estrecha relación entre cultura y personalidad, enfatizando que si las recompensas. A diferencia de ellos, los miembros de otros sec-
la personalidad es influida por la cultura, ésta, a su vez, es una ima- tores sociales creen que el éxito o el fracaso depende de la habili-
gen de la personalidad. Entre ambas existe una activa interacción: dad y el esfuerzo personal (Battle, E.S. & Rotter, J .E., 1963). Los
lo' que los individuos tienen en común es que son lo que es su cul- que piensan de este modo son más activos, independientes y con-
turaty su cultura es lo que ellos son (Kardiner, A. 1972). fiados en sí mismos, pueden modificar su medio ambiente. Los
Kardiner introdujo la noción de personalidad básica, para ex- otros, aceptari su destino, son pasivos, dependientes y resignados.
presar una configuración psicológica propia de los miembros de Unos creen en sus fuerzas internas: habilidad y esfuerzo, los otros,
una cultura, compartida por la generalidad de ellos, que se mani- suponen que fuerzas sobrenaturales ajenas a ellos, controlan la vi-
fiesta en cierto estilo de vida y sobre la cual los individuos expresan da del hombre.
sus variantes singulares. La personalidad básica se configura como
resultado de experiencias tempranas, comunes a los miembros de En las narraciones de sus vidas, la gente de la cultura de la
un, grupo; depende de las costumbres primarias de una cultura, pobreza, con mucha frecuencia manifiesta "qué se va hacer, así
v. gr. las prácticas de socialización y de crianza de los niños; tiene es la suerte"; "algún día debo encontrar algo, tendré suerte"; "no
efectos duraderos' sobre los individuos y varía de acuerdo a las tengo suerte ni para mí, ni para mi hija", "todo me sale mal, no
diversas culturas. Esta noción no se refiere exactamente a la perso- tengo suerte"; "he sufrido y llorado tanto, por la sola suerte de
nalidad total, entendida como unidad dinámica de rasgos, como a ser pobre"; "lo que Dios quiera, El sabe lo que hace," "Yo confío
menudo es definida. Se trata, antes bien, del conjunto de actitu- sólo en Dios" "Así la pasamos, de pobreza en pobreza, y eso esla
des y sistemas de valores, comunes a los miembros de una misma mala suerte tam bién" . '
cultura, que son esenciales en la determinación de la personalidad Rotonda y asociados han observado .que los grupos de mesti-
individual. Kardiner y Linton denominan a ese conjunto de acti-
zos serranos de las barriadas de Mendocita, recurrían mucho a la
tudes y valores sistemas proyectivos, porque constituyen marcos
racionalización de la "mala suerte" o de la "buena suert~:~;:P}ljt\:.
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104 R. Alarcón Psicología, pobreza y subdesarrollo 105

justificar éxitos y fracasos. Advirtió que altos porcentajes de indi- puede explicarse debido a que los barrios bajos albergan no sólo
viduos afirmaban que el éxito en la vida depende más de la suerte a la gente atrapada por la pobreza, sino también es refugio de indi-
que del propio esfuerzo. Se mostraban marcadamente fatalistas viduos del hampa, que utilizan y desarrollan activamente un es-
(Caravedo, B., Rotondo, H., Mariátegui., 1963). pecial medio de comunicación cerrado. Este particular sistema no
Parece que la conducta fatalista' tiende a modificarse en la es característica aplicable a todos los grupos pobres, pero sí a mu-
medida en que el hombre progresivamente sale de la pobreza, co- chos de ellos.Lo ha observado Patch, muy extendido, entre la gen-
mo también del tipo de actividad ocupacional que desempeña. En te pobre de La Parada. ' ;
dos estudios sobre la gente pobre 'puede advertirse estos hechos. La gente de la cultura de la pobreza es ricae-
en lenguaje ges-
P. Lloyd, un antropólogo social inglés, ha estudiado recientemen- tual, al hablar mueven los brazos, hacen mímicas, acompañan los
te los cambios producidos en la vida de los pobladores de una ba- gestos con entonaciones de voz. Los grupos medios y elevados han
rriada, más o menos floreciente, ocurridos entre 1960 y 1975. desarrollado menos este sistema de codificación, emplean más el
Entre sus observaciones, anota que la gente atribuye su éxito al lenguaje verbal que lo poseen amplio en vocablos y en conceptos
trabajo fuerte y a la suerte. Es decir, el éxito es un producto del abstractos. Es probable que, debido al limitado desarrollo verbal
azar y el esfuerzo (Lloyd, P.C. 1976). Los resultados de R Patch que acusan los grupos pobres desde la infancia, como lo han demos-
van más allá, pues ha encontrado que los residentes de La Parada trado tantas investigaciones psicológicas, suplan esa deficiencia con
creen que el éxito se alcanza por iniciativa individual. No es la la riqueza de su código kinésico. Este lenguaje gestual es más acu-
suerte la que determina su triunfo o fracaso (Patch, R. W., 1973). sado en el criollo de callejón, que entre los migrantes provincianos
Debe advertirse que el trabajo de Patch reposa en comunicacio- establecidos en Lima.
nes verbales de gente que tiene como actividad el pequeño comer-
cio y que viven en un medio eminentemente. comercial, bajo si- Síntoma depresivo
tuaciones muy competitivas.
Según M. Harríngton, en el fondo de la sociedad hay tres
En suma: la actitud fatalista se aprecia en toda su magnitud veces más deprimidos emotivamente que en las otras capas so-
entre los individuos que se hallan en el fondo mismo de la miseria, ciales, en porcentajes de 36.2 para el grupo bajo y de 11.1 para
sin posibilidades de salida. Es utilizado como un mecanismo de los de arriba (Harrington, M., 1963). R Arias Barahona et al,
ajuste, cumple una función defensiva, enerva el sentimiento de han encontrado que los adolescentes de nivel bajo se caracteri-
fracaso. zan por una mayor inclinación a la depresión, al pesimismo y a
la tristeza, en comparación con las mujeres de los grupos alto y
El lenguaje ~ medio. A su vez, los varones muestran disposición sumisa, de-
pendiente y conformista, son serios y taciturnos. (Arias Bara-
Ellenguaje de la gente de la cultura de la pobreza es limitado, hona, R, Campos E., Amayo, -B., 1974). Idénticos hallazgos ha
simple y directo. Refleja la monotonía de los imputs sensoriales obtenido 1. Arrieta, observa que los adolescentes pobres apare-
que caracterizan su cultura, deprivada de estímulos verbales (Ardi- cen deprevisos, pesimistas, apáticos y sumisos, con la convicción
la, R, 1976). Con frecuencia utilizan expresiones coprolálicas, no del fracaso inevitable (Arrieta, 1., 1975):
solamente en situaciones agresivas, sino en el coloquio cotidiano y
para expresar júbilo. A muchos de esos vocablos se les da un sen- Observaciones no cuantificadas confirman la presencia en
tido gratificador. sujetos adultos, de estados frecuentes de tristeza, sufrimiento y
abandono. Sentimientos de indiferencia, apatía y desmoraliza-
Su código lingüístico se halla influido por modismos y jerga, ción que tipifican el síndrome depresivo. C. Pimentel ha regis-
derivando, a menudo, muchos términos indescifrables para otro trado respuestas como las que siguen, en una callampa de Santiago
grupo social. El uso de jerigonza por los grupos jóvenes pobres, de-Chile: " ¡Ay, es dura la vida! yo recuerdo y me da sufrimiento
106 Psicología, pobreza y subdesarrollo 107.
R. Alarcón

mi su.erte (llora)"; "las cosas año tras año son peores, los gobiernos aunque disminuidas, sus niveles de motivación de logro son muy
cambian, pe:o los pobres seguimos pobres", "... yo debería bajos. Esperan del futuro muy poco "conseguir un trabajo, en
mOTlT tranquila" (Pimentel, c., 197"3). lo que sea", "tener algo para sostener a.mi familia", "amor y com-
prensión". Entre las mujeres adultas se advierte una preocupa-
No se trata de respuesfas afectivas circunstanciales, sino
ción porque sus hijos estudien "para que sean algo"; y que las
¡; d~ modos de c.omportamiento establecidos (se sienten siempre
hijas se casen con un hombre que les provea seguridad económi-
I tnst~s . y desammados). Tras continuos fracasos experimentan
ca. P. Maguiña y M.A. Narro estudiaron a los pobladores de una
a~atJmlento, con la impresión que su existencia es vana. F. Bo-
barriada limeña incrustada' en los arenales limeños del sur. Al
rncaud hace notar que se acepta la frustración: no hay nada
formular la pregunta: ¿qué espera de la vida?, los varones res-
que hacer, ni siquiera rebelarse en un mundo en el que es de
pondieron: prosperar (28.9 %), seguir trabajando (17.25 %)
esperar que el amigo se burle y se vuelva contra uno (Borricaud,
felicidad (16.7 %), que mis hijos sean más que yo (9.4 %),
F., 1967). Se sabe que los individuos que reaccionan depresi-
las mujeres: prosperar '(28.9 %), que mis hijos sean más que
vamente frente al fracaso son personas dependientes. En este
yo, que sean profesionales (38.9 %). (Maguiña, P. & Narro,
caso, no se trata de rasgos individuales de personalidad, sino
M.A., 1973).
de ~na conducta modal compartida por los grupos pobres, esta-
blecl?a. como producto de fracasos acumulados y socialmente Hay sin duda, en este grupo, una marcada tendencia a me-
condlclOnad,a como patrón de respuesta entre los miembros de lá jorar su status actual, no tanto de ellos, como el de sus hijos. Es-
subcultura de la pobreza. ta' tendencia es más pronunciada entre las madres, legitimando el
~ estudio de movilidad social vertical. F. Suárez ha encontrado una
Dimensión temporal relación directa y positiva entre el nivel de aspiraciones para los
hijos, encuanto a movilidad social, y el estad.o soci?económico
Con frecuencia se señala que la orientación hacia el tiempo de las madres. Las madres pobres aspiran a mejores niveles de es-
presente es característica esencial de los grupos pobres. Se les tudio y de ocupación para sus hijos. (Suárez, F. 1.974).
compara con los individuos de los otros estratos sociales, quie-
nes tienen una noción lineal del tiempo, ligan el presente con el De lo anterior puede inferirse que el grado de pobreza de los
pasado y proyectan constantemente acciones futuras. Esta con- individuos afecta directamente el sentido del tiempo y sus aspira-
cepción lineal del tiempo es condición necesaria para el ejerci- ciones futuras.
cio de cualquier actitud de previsión (Aduriz, J., 1969). Los po-
bres, opuestamente, se cierran circularmente en el presente. Ex-
perimentan pocos deseos de hacer planes para el futuro y no pos-
I Percepción interpersonal
Suele afirmarse que la forma en que una persona percibe a los
ponen satisfacciones que puedan conseguir de inmediato. demás se halla influida por la manera en que se percibe a sí mis-
La inclinación a vivir en el tiempo presente se apoya en ex- ma. y que el autoconcepto se halla influido por la actitud que .el
periencias frustrantes pasadas y en la percepción pesimismta del prójimo adopta ante nosotros (Crutchfield, R.S., 1972).
futuro. Piensan.Ten efecto, que las cosas no cambiarán, que todo Cuando preguntamos: ¿Córri'o perciben los pobres a.la gen-
seguirá igual o peor, vislumbran el futuro muy difícil. Si el pasa- te de los otros estratos sociales? y ¿cómo éstos conceptúan a los
do ha sido adverso y el futuro está cerrado, ¿por qué no' vivir pobres?, las respuestas interpersonales deben reflejar, por ende,
i
la vida actual placenteramente, si hay oportunidad, aunque sea I
ambos hechos. Sin embargo, la conceptualización que una perso-
por un breve momento? Esta parece ser la forma de enjuiciar la -n'á¿l~bora de otra no puede esperarse que guarde necesariamente
existencia de aquellos sin posibilidades.
correspondencia con lo que aquella persona es psicológicamen-
Las condiciones de pobreza no son iguales para todos. Los te. Las respuestas de cada cual nos servirán, dentro de sus limi-
menos hundidos en la miseria mantienen aún ciertas aspiraciones taciones, para comprender aspectos del comportamiento social

I
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7

108 R. Alarcón 109


Psicología, pobreza y subdesarrollo
de ambos grupos y sobre todo del sector marginal en el que es- cas eran identificadas con la autoridad Y la autoridad significaba
tamos interesados. imposición arbitraria de impuestos y la persecución de ambulan-
Señala Harrington que la "invisibilidad " de los pobres es tes (Patch,' R.W. 1973). Estas constataciones derivan de grupos
una característica importante acerca de ellos. En la sociedad identificados como el lumpen proletariat. Es probable que la con-
opulenta el pobre pasa desapercibido, las ropas que usa lo hacen ducta política en los grupos pobres menos deprivados, sea distin-
invisible, pues personas terriblemente pobres pueden parecer ta.
prósperas por la ropa que llevan. Viven en barrios tan alejados
que la mayoría de la gente de los otros estratos no los ven.La El comportamiento que exhiben los pobres, 'según la percep-
pobreza, sostiene, está escondida en la gran sociedad (Harrig- ción de los grupos pudientes, requiere de ínterpretación de las cau-
ton, M., 1963). sas que lo generan, para comprenderlo en su justa dimensión. En
efecto, se les percibe ociosos, porque están desocupados, pero
Las observaciones de Harrington no son válidas para la po-
están desocupados por largos períodos,porque se encuentran mar-
breza latinoamericana. Aquí los pobres tienen visibilidad social,
ginados del mercado ocupacional. Se les aprecia vulgares y mal
se les detecta a distancia sin otro dato que su aspecto exterior: ro-
educados, porque no han tenido acceso a la educación formal y en
pas raídas, faltos de higiene, físicamente fatigados y de poco pe-
su niñez han aprendido los estilos de vida de su subcultura. Se
so, sin hábitos burgueses. El barrio pobre y la casa de vecindad,
los juzga groseros e inmorales, porque usan palabras obscenas que
sea el tugurio del callejón o la vivienda de la barriada, se impo- son las de su mundo, o porque el hacinamiento en que viven ha
nen a la vista y al olfato. Tienen olor: huelen a desagüe, a humo propiciado relaciones sexuales a muy temprena edad. Esta gente
de kerosene, a seres humanos aglomerados, a 'aire contaminado, inhibe mucho menos sus emociones, deseos y sentimientos que la
a humendad. La pobreza no está escondida, la tenemos a pa- gente de los demás estratos sociales, debido a su escasa educación.
so, presente; a diferencia de lo que, según Harrington, ocurre El refinamiento, la exquisitez, el cultivo personal, propios de la
en las sociedades desarrolladas. Es, justamente, a partir del as-
sociedad burguesa, suponen el auto control del comportamiento
pecto exterior que la gente de los sectores medios y altos juz-
que se adquiere a través del aprendizaje formal e informal, adecua-
gan a los pobres,
damente reforzados, en ambientes de cultura estimulante. De esas
Los grupos sociales favorecidos evalúan él los marginados contingencias positivas para el desarrollo personal, .los pobres se
desde sus propios parámetros educativos, éticos, sociales y habi- encuentran excluidos. Por eso son pobres. '
tuales. Desde tal perspectiva, los perciben con muy poca disposi-
ción para el trabajo, sin hábitos de higiene, de baja moral social, Los pocos trabajos realizados revelan que la gente pobre tie-
mal educados e indisciplinados. En términos generales, es dable ne un bajo nivel de confianza en las instituciones sociales, creen
advertir actitudes de indiferencia o negativas hacía los pobres. A poco en la justicia de tos tribunales, desconfian de los políticos,
menudo se han ensayado ciertas actitudes positivas, matizadas creen que nadie se interesa de lo que le pueda ocurrir a la gente; en
de paternalismo, asistiendo a los marginados de las barriadas con algunos sectores, ven mal a la polícia. La desventaja social en que
alimentos y utensilios domésticos. Esta actitud, sin embargo, ha viven los hace proclives a burlar las normas sociales, si hubiera
sido casi siempre activada por motivaciones políticas, pues se ha oportunidad.
visto en ellos, por su amplio número, una fuerza potencialmente
En muchos de los relatos de sus vidas, los pobres manifiestan
pública.
sentimientos ambivalentes hacia los individuos de la clase pudien-
Las observaciones muestran, no obstante, que los individuos te. He aquí algunos ejemplos: "los ricos son la peorgente, que ha-
de la subcultura de la pobreza carecen de intereses políticos ( O. rán lo que puedan, hasta matar, por defender su plata". "Bueno,
Lewis, H. Harrington, ob. cit.). Patch ha encontrado entre la gente tampoco los pobres tendrían qué comer si no hay ricos". "A mí
pauperizada ausencia de sentimientos políticos; las figuras políti- me miran mal porque soy humilde, pobre".
111
110 R. Alarcón Psicología, pobreza Y subdesarrollo .
. " udientes No se han encontrado dife-
En suma, se advierte en los grupos deprivados marcada des- " (
los grupos soclOeconomlcos: de rel~ciones espaciales Y de razo-
confianza en 'la gente y en Ids instituciones representativas del es- rencias impor.tantes en prue ~s. di cando que hay un cierto poten-
tablecimiento social. A ello se añaden sentimientos ambivalentes namiento lÓgICO,lo que destana ~~ ~eprivación ambiental (Alarcón,
de conformismo, resentimiento y pesimismo, frente a los sectores cial aún no muy afecta o por
'!I - pudientes. R.,1976). 'd
'. .en tado a observar el desarrollo e
"
Algunos estu~I.OS se han ·~~os usando las pruebas operatorias
la estructura cogmtlVa de los ~l ~probado que la noción de con-
!, 6. POBREZA E INTELIGENCIA de J. Piaget. Al respecto, se a .C?d or el 61010 de niños de 9
Numerosas investigaciones, efectuadas en países altamente servacton de sustancia e~ a~q~1fl t:a; que solamente el 17010 del
desarrollados y subdesarrollados, han puesto de manifiesto las años de ~dad, de clase a ta, ~le~lmando~, C. & Silva, R., 1972).
consecuencias negativas que ciertos factores depresores, caracte- grupo ba)o,lo logra a esa e~, (la operación mental que realiza
rísticos de la pobreza, ejercen sobre el funcionamiento intelectual
, Pi t la conservaczon es d
Segun iaget, orender que ciertas propiedades e un
de los niños, entorpeciendo su normal desarrollo. el niño para llegar a comPuref~rma siguen siendo las mismas, no
objeto, al que se a ltera s ,
Los estudios se han centrado a establecer comparaciones en-
obstante los cambios.
tre los rendimientos intelectuales de sujetos que proceden de es- T mbién se han registrado diferencias, que favorecen ~ los
tratos socioeconórnicos alto, medio y bajo. En términos genera-
, ies, los resultados muestran que los niños de las áreas pobres acu- niños ~e los sec:o:es elevados, ~n el d::~::~ll~od:e ~a~v~~~~~n;i~
san bajo rendimiento mental. Usando tests convencionales de inte- de espacio topologzco Y de espaczo proy. ., L ., del
, la noci , de serzaczon a concepClOn
ligencia general se ha comprobado que obtienen cocientes de inte- ferencias en cuanto, a.: ;e~~~~~110 en los nifios pobres de 5 a 6
ligencia promedios que lindan con la inteligencia normal inferior,' espacio, que ~dcusadbea)l'mportancia para el proceso de aprendizaje
mientras que los niños de ambientes burgueses exhiben rendimien- años, se consi era
tos que los ubican en el nivel de inteligencia normal superior. T. (Ramírez-Gastón, L.M., 1974).
Reca ha examinado a grupos de niños de las "villas miseria" de Invariablemente se encuentra una relación dire~ta ~~tre
Buenos Aires. Encuentra que alcanzan cocientes de inteligencia, íoeconó mico Y rendimiento intelectual, ,en ínteligen-
status SOCI d .... d
que según la clasificación de D. Wechsler, corresponden a una in- . al habiÍidades específicas Y en la a qUlS1ClO.~ e cier-
tiligencia marginal con aproximación al normal bajo (Reca de era gen~r, del pensamiento operatorio. Esta relación puede
tas nocionesdi' .
. te manera' a mejor ruve . l soci
SOClOecono , m'l co
Acosta,T., 1966).
ex?resarse de. ~ SlgtoUlm~ntelectual
En el caso de los niños de los sec-
Cuando se han analizado las habilidades intelectuales que re- mas alto ren imien '., , . 1 t 1 e
sultan más afectadas, se comprueba que sufren severa disminución tores marginales, se advierte una oísmínucicn m.t,e ec ua que s
la atención, concentración, .vocabulario, información, comprensión identifica desde los tempranos inicios de la educaclOn formal.
y coordinación visornotora. En efecto, los niños pobres muestran La formulación anterior tiene validez g~nérica: n? afecta lo.s
dificultades para "atender y concentrarse, vocabulario muy estre- . di íduales Pues en cada sector SoclOeconomlco es POSI-
casos m IVI .,' . ivid uos en que sue 1en ela-
riada gama de indivi
cho, limitada información aun de asuntos simples, incapacidad ble encontrar 1a mas va
para definir conceptos y una deficiente organización e integración sificarse los niveles de inteligencia o los de desarrollo. ..
intersensorial (Llanos. M, 1971). Los hallazgos obtenidos en Lima no son nuevo~. Venf¡c~n
Recientemente hemos encontrado diferencias estadísticamen- íses' es decir cómo los desmveles SOCIO-
10 encon t ra d o en otros pa , '. b
te significativas entre niños de 5 y 8 años de edad de grupos altos económicos actúan sobre el individuo favoreCIendo' o pertur an-
y bajos, en pruebas de memoria, razonamiento numérico y concep- do el desarrollo intelectual.
tos verbales. Puntuaciones más elevadas siempre corresponden a
R. Alarcón
Psicología, pobreza y subdesarrollo 113
112

Sin embargo, la explicación de tales hechos no es simple. tores y la mortalidad neonatal, malformaciones congénitas y lesio-
Desde el punto de vista de la investigación, el nivel socioeconó- nes cerebrales (Pollitt, E., 1974). .
4
mico constituye una supervariable integrada por factores fuerte-
La relación entre desnutrición severa y desarrollo intelectual
mente interconectados que operan simultáneamente. Debido a
es más clara. Las investigaciones muestran, según la revisión biblio-
ello resulta difícil -aunque no imposible- aislar las diversas
gráfica practicada por PolJitt, que el retardo intelectual profundo en-
subvariables (p. ej.: economía, educación, vivienda, ambiente
tre niños con marasmo nutriciorral ha sido validado consistente-
social etc.) para analizar autónomamente su influencia, ya que to- mente a través de diversas investigaciones sobre el problema. No
das ellas, estructuradamente, conforman un nivel socioeconó- son muy estables los resultados en niños con kwashiorkor y con
mico y que cuando se dan de privadas conforman el nivel bajo, desnutrición leve, pues algunas investigaciones o"frecen resultados
típico de la pobreza. contradictorios. Psicológicamente -observa Lester- los cocientes
Los bajos y altos grados de ejecución intelectual deben ex- de inteligencia, el desarrollo intersensorial y el proceso de inhibi-
plicarse por esa constelación de factores. Así, el ambiente social ción y excitación son afectados en seres humanos por la desnutri-
en que crece el niño pobre no le provee de los estímulos necesa- ción. Este autor ha revisado recientemente la literatura sobre los
rios que incentiven el desarrollo de sus funciones cognitivas. La efectos de la desnutrición calórico-proteínica reuniendo las con-
escasa educación de la familia, el poco dominio del idioma y sus diciones de marasmo y de kwashiorkor (Lester, B.M., 1976).
escasos recursos verbales determinan, en gran medida, la estrechez
del vocabulario y el desarrollo lingüístico del niño. La curiosidad El bajo rendimiento intelectual de los niños ocasionado por
del pequeño, sus constantes preguntas por las cosas y fenómenos acción de las variables de la pobreza es preocupante, puesto que
que observa, se quedan insatisfechas ya que la madre no tiene por puede asumir formas estables. Se asegura que las circunstancias
lo general, respuesta. Anota E. Pollitt que existe evidencia de que ambientales ejercen un efecto decisivo entre el nacimiento y el
en grupos socioeconómicos pobres, las relaciones mantenidas entre cuarto año de vida (Butchner, B.J., 1968). De no ofrecerse estirnu-
niños y adultos son insuficientes, hay poca participación de los pa- laciones adecuadas y oportunas en la etapa de crecimiento existe
dres en las actividades de los niños y escaso apoyo emocional. el riesgo de que persista el retraso en el desarrollo. Y esto es lo que
Estos hechos han sido considerados como obstáculos para el de- parece ocurrir. Algunos trabajos, en efecto, han encontrado que
sarrollo intelectual (Pollitt, E., 1974). El severo retraso mental que continúa en la adolescencia la disminución intelectual, en la inteli-
acusan los niños pobres puede obedecer -además de las causas se- gencia general (Cortez, D., 1971) y en el desarrollo del pensamien-
1
ñaladas anteriormente- a hechos biológicos que prevalecen entre to formal (Majluf, A., 1974).
1

las familias y a estados críticos de desnutrición asociados con la


Al margen de los estudios practicados con sujetos escolares,
pobreza. se encuentran amplios grupos de analfabetos -adolescentes y adul-
Respecto a los factores biológicos se menciona el hecho de tos- que además de ser pobres.ino han tenido oportunidades edu-
los nacimientos prematuros y sus implicaciones psicológicas, con cativas que propicien su desarrollo intelectual. Este sector contri-
.deficiencias intelectuales; problemas de aprendizaje y lesiones ce- buye a dramatizar aún más el serio problema, no sólo psicológico
rebrales. Las probabilidades del niño prematuro de tener un desa- sino también social, que sufren los individuos pobres.
rrollo intelectual saludable son mucho menores que las de un niño El niño pobre ingresa a la escuela con un marcado déficit
con peso y nacimiento normal. Igualmente, hay evidencias, aunque intelectual. Y también, con todos los problemas de un hogar pri- .
no concluyentes, que ciertos factores etiológicos, como la alta vado de lo más elemental. Son niños que según G. Noar, no tie-
incidencia de abortos, partos prematuros y embarazos poco es- nen casi nada; "muy poco espacio, muy poco sueño, muy poca
paciados -frecuentes entre las madres pobres-pueden afectar el comida (además, de mala calidad), muy poca atención personal,
medio fetal. Se ha encontrado una alta correlación entre esos fac- muy poca atención médica y cuipados cuando están enfermos,
r

4.

114 R. Alarcón Psicología, pobreza y subdesarrollo 115

muy poca corrección de sus defectos, muy poca energía y resis- El niño pobre asiste pocos años a la escuela, la abandona por-
tencia, muy poca información sobre sí 'mismos y su mundo, muy que tiene que trabajar para sostener el hogar. Se alista como tra-
poca curiosidad (¿para qué preguntar. si nadie contesta?), muy bajador am bulante: lustra zapatos, cuida y lava automóviles, ven-
poco éxito, muy poca estimación.propia y "Confianza en sí mismos, de diarios y loterías. La calle se convierte, de esta manera, en su
muy pocos motivos para intentar hacer algo, muy pocos juguetes campo de acción, en ella pasa la mayor parte del día. Allí com-
y lecturas, muy poca felicidad" (Noar, G., 1971). pleta su aprendizaje, adquiriendo otros tipos de destrezas para en-
frentar el mundo hostil que tienepor delante.
Bajo estas circunstancias su rendimiento escolar es deficien-
te, comparado con el de los niños de otros estratos sociales. Pero
no sólo su capacidad para el aprendizaje es afectado, también lo 7. DESNUTRICION y COMPORTAMIENTO
son otras áreas de su comportamiento total en proceso de forma-
ción. Se muestra poco motivado para el estudio, sin ambiciones, El Profesor Josef Brozek, un reputado historiador de la psi-
fatigado, desatento y distraído, sin hábitos de limpieza y desorde- cología juntamente con Beat Schurch, de la Fundación Nestlé, i
I
nado, poco puntual, indisciplinado y peleador. Recurre con faci- han editado un valioso libro que reúne en sus 656 páginas un alto
lidad a palabras obscenas y usa un lenguaje mutilado. Algunos de número de trabajos de investigación sobre desnutrición y sus efec-
tos sobre el cerebro y el comportamiento hum'ano{Malnutritión 1
esos comportamientos son característicos de la subcultura de la ¡J
pobreza que viene internalizando, otros provienen de situaciones and behavior.· critical assessement of key issues. Lausanne, Swit-
eventuales, como llegar tarde a la escuela después de una noche zerland: Nestlé Fóundation, 1984). El libro es de singular impor-
de violencia y de ruido, sin desayuno o con una taza de té y pan tancia para todos los países del mundo, como 10 'anota en el
para afrontar el trabajo escolar. Es lógico inferir que esta situación preámbulo B.O. Osuntokun, especialmente para los países subde-
inhabilite temporalmente al individuo para todo esfuerzo acadé- sarrollados que, como el nuestro, acusan altas tasas de desnutrición
mico. que hace estragos en los sectores más pobres de la población. De
allí su relevancia, no solo para las ciencias del comportamiento y
La cercanía promiscua en que vive la familia pobre -muchas
de la salud, sino también para la toma de decisiones políticas,
personas en una habitación pequeña, y hasta duermen en una mis-
puesto que la desnutrición es un agudo problema social que hunde
ma cama adultos y niños- ofrece la ingrata oportunidad para que
sus raíces en la pobreza.
el niño conozca prematuramente, por observación directa, asuntos
de la vida sexual. No es raro, por ello, que en la escuela ensaye jue- La desnutrición, stricto sensu, se define por el déficit de ali-
gos sexuales con sus compañeros. Por estas conductas, para no po- mentos y nutrientes que acusa el organismo, en particular de calo-
C?S maestros estos tipos son flojos; sucios, obscenos e inmorales, rías y proteínas, siendo un estado de alimentación deficiente o im-
sin reparar que, en CIerto modo, están reflejando el ambiente cul- perfecta. Ahora bien, el déficit alimenticio está fuertemente aso-
tural y social de procedencia. ciado a la situación de pobreza de los individuos, al punto que,
Al examinar, la personalidad de un grupo de escolares de las entre pobreza y desnutrición, existe una correlación muy estrecha.
"villas miseria" T. Reca ha encontrado que presentaban personali- La pobreza engrendra desnutrición porque la escacez de dinero
dad po~o ?iferenciada, sentimientos de ambivalencia muy domi- limita la adquisición de alimentos y el déficit de éstos en el orga-
nismo genera desnutrición. De este modo, hay una suerte de rela-
nantes, indiferencia u hostilidad hacia los padres y maestros, recha-
ción causal entre pobreza =desnutrtcton - deficiencias orgánicas y
z? d.el control de padres y maestros, falta de interés por el apren-
psicológicas. El primer factor es causa suficiente del segundo, el
dizaje, poca capacidad de apreciación y adaptación de la realidad
segundo del tercero y éste de una amplia gama de problemas
(Reca. T., 1966). Estos problemas de personalidades en formación
de conducta.
son explicados como productos de la interacción del sujeto con
factores de influencias del medio en el cual transcurre la vida. * Se reúnen tres articules publicados en el diario Hoy de Lima, entre el 11, 18 Y
24 de octubre de 1984.
'1
ry

116 R. Alarcón Psicología, pobreza y subdesarrollo 117

Obviamente, el problema de la desnutrición es complejo: es-o La tasa nacional de mortalidad infantil de 101 por mil na-
tá asociado además de la pobreza, con hábitos alimenticios defi- cidos vivos es muy elevada si se le compara, como lo hace la pu-
cientes', con la falta de' informaciones sobre prácticas de nutrición blicación del INE, con los niveles que acusan otros países de Amé-
adecuadas y hasta con patrones culturales sobre alimentación pro- rica Latina y el Caribe, v. gr.: Costa Rica (24), Uruguay (37); Chile
pios de cada grupo cultural. Empero, la causa fundamental es la (38) y México (56). Exhiben tasas más elevadasrque la nuestra,
escasez de ingresos económicos de la familia. El Informe sobre el países como Bolivia (131), Haití (115) y otros que acusan mayor
desarrollo mundial - 1980, del Banco Mundial, es muy enfático retraso en la región. ,:'
al señalar que: "la malnutrición es el) gran parte reflejo de la po-
Los niños que logran superar el deceso por desnutrición no
breza". Por ende, no es sólo problema clínico ni de patología or- quedan exentos de sus estragos. Están predíspuestos, más que
gánica . Es, también patología social; en su etiología subyacen fac-
otros, a enfermedades y a menor esperanza de vida=sus organismos
tores sociales, sus efectos lo sufren los sectores más pobres de
muestran un crecimiento desarmónico, siendo las manifestaciones
la sociedad. Muchas de las investigaciones que se reportan en más visibles: la malnutrición, la reducción de la talla y la pérdida
el libro que comentamos se han realizado, precisamente, en niños de peso corporal. Con ser muy importantes estos signos, el com-
pobres de distintos países del orbe, que corresponden al grupo del promiso más serio ocurre a nivel cerebral. Se ha comprobado que
Tercer Mundo. ' cuando la desnutrición calórico=-prote ínica ocurre en los períodos'
Los efectos de la desnutrición han sido estudiados desde que críticos del crecimiento rápido del cerebro, se afecta su estructura,
el niño se encuentra en el claustro materno e inmediatamente des- su tamaño y peso se reducen, hay una reducida división de célu-
pués de nacer. El período comprendido entre la gestación y el pri- las de la .corteza cerebral y disturbios encefalográficos. Se aprecia
I I
mer mes de vida es particularmente peligroso. Se sabe que la mor- mejor la magnitud de la injuria si se parte del hecho que el cere-
talidad de neonatos, hijos de madres desnutridas, se debe a la des- bro y el sistema nervioso regulan la actividad psicológica de' los
protección contra las infecciones que sufre el feto en los últimos individuos, que los procesos conscientes e inconscientes son pro-
meses de embarazo. El riesgo es igualmente serio hasta el primer ductos de su acción y que los procesos intelectuales superiores
año de vida, aunque se atribuye a factores medioambientales, entre como la inteligencia, pensar, discriminar y el aprendizaje depen-
ellos falta de cuidados, enfermedades y deficiencias alimentarias. den funcionalmente de él. Hay pues una Íntima relación entre la
En los países subdesarrollados un alto número de muertes ocurre actividad del cerebro y la actividad psíquica. De allf que, a me-
en el curso del primer año de vida. De acuerdo a estimados nacio- nudo, se diga que el cerebro es el asiento de la actividad mental.
nales, del total de defunciones que ocurren anualmente, poco más Por tanto, el daño que se le ocasione podrá afectar el comporta-
de la mitad (55 por ciento es de menores de 5 años y alrededor del miento humano.
27 por ciento es de menores de un año (lNE, 1981).
El período de crecimiento rápido del cerebro, que se men-
Las estimaciones de la mortalidad infantil, de acuerdo a la ciona arriba, se sitúa entre las últimas semanas de vida fetal y los
fuente citada, señalaron para 1981, una tasa bruta promedio de primeros meses de vida. La información científica hasta el momen-
101 miños fallecidos por cada mil nacidos vivos durante el primer to sugiere que la insuficiencia nutricional tiene efectos más pro-
año de vida. Esta cifra promedio comprende niveles de mortali- nunciados y hasta irreversibles justamente en esta etapa. Varios
dad más elevados por áreas; mientras en Lima Metropolitana estudios han demostrado que el peso y el tamaño del cerebro du-
mueren 55 niños de cada mil, en el área rural fallecen 135 por mil rante las dos primeras semanas de vida del neo nato, están relacio-
antes de cumplir un año de vida. Para el lustro 1980-1985 se es- nadas con el contenido preoteíco de la madre durante el embara-
timó que la tasa de mortalidad infantil sería de 86 por mil. Sin zo. Asimismo, se ha determinado que la temprana rnalnutrición,
embargo, si consideramos que la crisis económica de lbs últimos dentro del primer año postnatal, produce una reducción en el nú-
años ha castigado muy duramente a los sectores pobres, hay ra- mero de células del cerebro, en tanto que la desnutrición tardía
zón para dudar que aquél pronóstico se cumpla. reduce el tamaño de las células aunque no su número (R.W.
I


118 Psicología, pobreza y subdesarrollo 119
R. Alarcón

Thatcher y D.S. Cantor, pp. 116-136). Se sospecha, también, que cativamente afectada quince años después de ocurrida la malnu-
la desnutrición calófico-proteínica afecta determinadas regiones trición en la infancia. Opuestamente, algunos investigadores han
del cerebro, aunque no han sido claramente localizadas. Al decir encontrado que el retraso en el desarrollo motor mejoraba a m.e-
de Thatcher y Cantor, el estudio de los efectos de la desnutrición dida que la rehabilitación continuaba (Gravioto y Robles). En VIS-
humana sobre el cerebro está en su infancia. En suma: hay clara ta de los resultados, algunos expertos concluyen que no hay s~-
evidencia que la desnutrición calórico-proteínica, en su forma gura evidencia respecto al término de los efectos ~e la desnutr~-
severa, ocasiona injuria al cerebro humano, siendo las primeras víc- ción energético-proteínica en su forma de kwashiorkor. Lo eVI-.
timas de sus estragos los infantes y las madres embarazadas. dente es que produce retardo en funcio~es cogni~i~as .Y motoras,
aunque no hay acuerdo en cuanto al término de la mjuna.
El daño ocasionado al cerebro genera, a su vez, severo dete-
rioro de la capacidad intelectual. En efecto, las investigaciones re- La literatura científica sobre los efectos de la .malnutrici?n
velan consistentemente la existencia de retardo mental en niños energético-proteínica sobre el comportamiento sO?Ial ~ ernocio-
que sufren de marasmo nutricional severo y crónico. El marasmo nal del niño es mucho más reciente que los estudios sobre fun-
y el kwashiorkor son los síndromes más severos de la desnutrición ciones cognitivas. Un magnífico trabajo de D.E. Barrett da cuenta
calórico-proteínica. Observa E. Pollitt, (1974), al revisar las in- sobre los hallazgos hasta ahora alcanzados .. ~?S res~l~ado.s o.bte-
vestigaciones con niños marásmicos evaluados con tests psicológi- nidos en infantes con episodios de desnutrición croruca indican
cos, que funcionaban casi al cincuenta por ciento del nivel espera- que el
comportamiento social Y, emocional es ~~veramen~e afee-
do para su edad cronológica. En pruebas de desarrollo mental y tado. Estos niños muestran apatía, pobre atención, .~educl~a se~-
motor, niños de 11 a 16 meses apenas alcanzaron el nivel de 8.6 sibilidad social, dificultades para tolerar la fru.st~acI~~, baJOS m-
m~ses, ?emo5tran.do un retardo motor generalizado. También hay veles de actividad, escasa iniciativa, ansiedad, lfnta~lhdad y alta
evídencías que. niños rehabilitados de desnutrición severa no lo- dependencia. Su escasa motivación altera su capacl.dád explora-
gran recuperar 'su estado normal de funcionamiento intelectual. toria del medio que le rodea, dificultando su capacidad para a~-
Manckenberg, en Chile, administró el test de inteligencia de quirir nuevos aprendizajes. Los niños. con histona de ?e~nutn-
Binet a un grupo de niños rehabilitados de severa desnutrición. Si ción, cuando llegan a la escuela, obtienen pobres rendimientos
bien los síntomas de la desnutrición habían desaparecido sus co- académicos, lo que les impide progresar normalmente. en sus es-
cientes de inteligencia no mejoraron. Los cocientes más' altos se tudios y, por ende, alcanzar mejores metas en su VIda adulta.
movían entre 62 a 76, estos valores se ubican en el nivel del re- Si se repara que estos niños proceden de hogares pobres, al ha-
cerse . adultos desempeñarán actividades ocupacionales de poca
~~rdo mental, dentro del sistema de clasificación de la inteligen-
c~a; cuyo CI normal es igual a 100. Los resultados permiten in fe- monta y desde luego con ingresos reducidos, concordantes con
sus destrezas disminuidas y bajo nivel educativo. De este modo,
'" que ~a desnUtrición marásmica afecta el desarrollo y funciona-
se cierra el círculo de la pobreza: no pueden ~lc~nzar me~ores
mI~~~o I~tel~ct~a.l, habiéndose encontrado poca evidencia que la
deficiencia disminuya con la edad y que la injuria ocasionada sea puestos de trabajo, porque carecen de aprendizajes supe~lO~es
reversible. .:" . . para desempeñarlos y no han alcanzado aquellos aprendizajes
/'
por falta de habilidades intelectuales: .Las reglas del mercado
"

Los resultados de los trabajos efectuados con niños afecta- ocupacional, en una sociedad democrática, establecen, que cual-
dos por kwashiorkor no son muy claros en cuanto al término de quier ciudadano puede aspirar y ocupar el e~~leo mas elevad~,
los efectos temporales de este tipo de destrucción. R.D~ Griesel comu- pero a la vez exigen aptitudes y buen rendimiento. Y es ~q.~l,
nica resultados obtenidos en Africa; reporta que adolescentes, entre precisamente, donde la injuria ocasionada por la desnutrición
11 a 17 años, con historia de malnutrición en la infancia mostraban se hace nuevamente presente.
retraso motor, no rendían de acuerdo a sus edades.' Asimismo,
se ha encontrado que la capacidad visomotora aún estaba signifi- Partiendo de la evidencia que los individuos malnutridos
tienen una baja productividad algunos investigadores han enfoca-
120 R. Alarcón Psicología, pobreza y subdesarrollo 121

do el problema de la desnutrición desde una perspectiva econó- ejercer la pobreza, considerada como una variable independiente.
mica. Aunque no es simple establecer una relación causal entre Como .habrá podido advertirse, no sólo se han usado los resultados ~
desnutrición y productividad, puesto que hay de por medio una de investigaciones psicológicas, sino también han sido de valiosa
amplia gama de factores no fáciles de controlar, ha sido posible utilidad las observaciones provenientes de científicos sociales, ~
inferir de estudios limpiamente realizados, que cuando se mejo- que, sin duda, han sido los especialistas más interesados en el te-
ra la dieta alimenticia o se aplican dietas suplementarias, el ren- ma o en problemas colaterales. Nos hemos limitado, asimismo,
dimiento de las personas tiende a mejorar sensiblemente. Ello ha a revisar la literatura producida en nuestro medio, prescindiendo,
dado pie para que se busquen relaciones entre tasa de inversión casi siempre, de los estudios efectuados en el extranjero. La razón
y tasa de retorno medida en términos de productividad. Dicho en es muy sencilla: nuestro propósito fue observar-los efectos de la
otros términos: ¿qué beneficios económicos pueden derivarse de variable pobreza en nuestros grupos deprimidos/ partiendo de la
invertir en nutrición? Obviamente, este planteamiento equidista idea que conceptúa a la pobreza como un estado relativo. Las com-
del criterio de justicia social y solidaridad humana que debe nor- paraciones se harán después. No obstante, hemos encontrado mu-
mar cualquier intervención política sobre el problema. Aunque chos puntos de coincidencia entre nuestros hallazgos con los ob-
hace ver la importancia económica de su solución. tenidos en otros países aunque, no los comunicamos aquí.
Las consecuencias negativas de la desnutrición van más allá Los datos usados provienen de investigaciones ex post-
del caso individual y penetran en diversos órdenes de vida de jacto; ciertamente, se han tomado grupos de individuos que vivían
una sociedad. Es ilustrativo, al respecto, un cable procedente de en situación de pobreza. Con ellos se han practicado mediciones
, Río de Janeiro el cual informaba que el 47 por ciento de brasile- con pruebas psicológicas, escalas de actitudes, cuestionarios, obser-
il ños de 18 años, llamados a servicio militar, fueron declarados inca- vaciones controladas y observaciones participantes, sobre variables
fli
paces por subnutrición, insuficiencia de peso y falta de estatura. de personalidad, inteligencia, vocabulario, percepción social, acti-
I Ante este hecho, una autoridad militar declaró que el problema tudes, vida familiar y otros aspectos del comportamiento anterior-
atentaba directamente contra la seguridad nacional, el progreso mente descritos, Los resultados obtenidos muestran las alteracio-
y soberanía de ese país (HOY, p. 16, agosto 16,1984). Es proba- nes significativas que sufre la conducta humana por efectos de la
ble que este problema lo estén sufriendo otros países con altas pobreza. Algunas alteraciones son sumamente negativas al indivi-
tasas de desnutrición. duo, tal es el caso del retardo del desarrollo intelectual que acusan
los niños de las áreas deprimidas, que por darse en una edad tem-
A la luz de los hechos descritos, cabe preguntarse: ¿cuál será prana existe el riesgo que pueda persistir de modo irreversible. Al-
el futuro de nuestros subcontinente cuando el "Comité de Acción gunas otras formas de conducta han sido establecidas como res-
para la Seguridad Alimentaria" del SELA, acaba de informar que puestas adaptativas, que permiten vivir a los pobres bajo condicio-
más de 30 millones de niños de la región no llegarán a cumplir 5 nes tan adversas que otro organismo no habituado quizá no podría
años de edad por problemas físicos y psíquicos; que entre 50 y 60 soportar. En este sentido, la pobreza ha generado un estilo de vida
millones de caribeños y latinoamericanos no tienen acceso al con- sui géneris, con características típicas, hasta llegara conformar
sumo mínimo, y que el total de personas desnutridas suman los una subcultura. Dentro de ella el hombre aprende a vivir, a limitar
130 millones? He aquí un problema que requiere la más urgente sus aspiraciones, a no desesperar. Por cierto que tal mecanismo de
atención de los gobiernos. avenencia no contribuye en nada a liberarlo de su estado deni-
grante.
8. CONCLUSION
Este estudio apenas ha pretendido mostrar una visión del
Al iniciar este capítulo nos propusimos como hipótesis, anali- problema, la apertura de nuevas investigaciones permitirá, sin
zar la influencia que sobre el comportamiento humano podría . duda, descubrir nuevas facetas aún desconocidas.

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