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Melanie Moreira Abad

Historia de la crítica literaria latinoamericana


Miércoles 17 de julio de 2019

El crítico literario en Latinoamérica, según Saúl Sosnowski

Sobre la crítica de la literatura latinoamericana: balance y perspectivas es un


ensayo del escritor argentino Saúl Sosnowski (1945). Su estructura es simple: párrafos
sin ningún tipo de separación en capítulo o secciones; sin embargo, las ideas que en ellos
se desarrollan van dando cuenta de un trabajo complejo, que ha requerido mucha
investigación y que tiene un enfoque específico.

El primer aspecto que llama la atención al leer el texto es que Sosnowski reconoce
que la objetividad en el crítico no existe, y lo hace con su propio ejemplo: menciona cómo
deja fuera de su análisis a la literatura brasilera y la producción literaria del Caribe y las
Antillas. El motivo por el que lo hace es debido a que la crítica anteriormente también lo
ha hecho, lo que demuestra cómo esta inevitablemente construye un canon del que resulta
complicado escapar. Es importante que el inicio de la crítica que realiza Sosnowski se
centre, únicamente, en cuál será la dirección que tomará, pues eso reduce el espectro a
analizar, aunque evidentemente también lo condiciona; respecto a este punto Sosnowski
dice:

La lectura que sigue incorpora un contexto específico y una práctica centrada en la “crítica
académica” dejando de lado el sólido comentario periodístico y las glosas ocasionales de
publicaciones no especializadas [...] Como toda libertad, también la de estas
publicaciones está condicionada.1

Sosnowski, en primeras instancias, sitúa la ideologización de la literatura en un


contexto específico: la Revolución cubana (1959). Es aquí donde comienza una
vinculación entre lo cultural y lo social; la práctica literaria empezaba a direccionarse
hacia una necesidad de establecer relaciones con lo social. Este aspecto de la palabra
como potencia de lo social sería heredado por los narradores posteriores, y lo que
Sosnowski intenta averiguar es qué tan presente está esa herencia hoy en día.

1
Sosnowski, Saúl en Sobre la crítica de la literatura latinoamericana: balance y perspectivas, p.
143.
Aquí, Sosnowski analiza el tan reconocido y nombrado Boom latinoamericano,
pues en el ubica el nacimiento del escritor que también es crítico. Esta doble función del
escritor es la que permite la consagración del canon literario, pues aquellos que escribían
eran los mismos que decían qué leer. Sosnowski dice:

Uno de los resultados del boom literario/publicitario fue el paso del autor a “superestrella"
marcado por cambios en la percepción real de sus obligaciones con el público. Se trataba
de un nuevo contrato social que se desplazaba de la intimidad de la lectura a las tarimas
de las plazas y las conferencias.2

Este paso del escritor a casi una “estrella" le otorga obligaciones que no
corresponden a las de un escritor: la sociedad veía en ellos el verdadero sentido de la
literatura; para los lectores, estos escritores eran los únicos que podían decirles qué leer y
por qué, eran ellos quienes daban una idea de qué era la buena literatura. Esto resulta
problemático en la medida en que únicamente estos autores eran los que los lectores leían
y comentaban, mientras que aquellos a quienes estos escritores hacían referencia
quedaban en la expectativa de si podían o no ser rescatados. Sosnowski menciona, a
propósito de esto, cómo las páginas de la crítica hablaban de Borges, Cortázar y Fuentes,
al mismo tiempo que nadie mencionaba las labores de Roberto Arlt o Felisberto
Hernández. Hasta cierto punto esto supuso algo positivo, pues los autores del boom
permitieron rescatar a muchos otros que los habían precedido; sin embargo, también
generaba un problema con el que la crítica lucha hasta la actualidad, y es que perpetuaba
la idea de que había un autor que decía qué se debía leer y que rescataba a unos cuantos
escritores, y si alguno no entraba en esta selección, pues sería olvidado por la historia.

Para Sosnowski, la crítica literaria se ha mantenido más o menos en ese mismo


punto: reiterando enfoques en los mismos textos y mecanismos literarios. Esto, lleva al
lector hacia un inevitable tedio. Este es el peligro que puede verse en la crítica literaria
latinoamericana: prácticas que resultan obsoletas si no se centran en renovar las
anteriores.

A modo de conclusión, Sosnowski utiliza el mismo tipo de literatura en la que no


basó su crítica: la centroamericana y la brasilera. Para él, la única forma de combatir este
canon que sigue recayendo en los mismos autores, es potenciar una “literatura nacional”,
principalmente en estas dos grandes regiones que muchas veces suelen quedar fuera de

2
Ídem, p. 145.
las páginas de los libros de crítica literaria. Finalmente, Sosnowski menciona que, si bien
es cierto que este problema persiste debido, en gran parte, en los mecanismos del mercado
y la distribución editorial, también se debe a que los lectores suelen pormenorizar una
“literatura cosmopolita”. Así, le queda al lector mismo, sin mediadores o escritores
“superestrellas” de por medio, decidir qué leer; de la misma forma, le queda al crítico
asumir la responsabilidad de renovar las formas de hacer crítica que le preceden. Quizás
solamente así la literatura pueda liberarse y pueda ser el punto de dirección de múltiples
análisis y lecturas. Otro enfoque que Sosnowski rescata es la crítica feminista que ha
permitido no solamente la identificación de escritoras que la crítica deja por fuera, sino
también el análisis de sus obras y su respectivo impacto. Estas son ejemplos de las
prácticas de la crítica que el autor rescata como aquellas que pueden liberar a la literatura
del enclaustramiento y tedio en que ha caído.

Esta crítica realizada por Saúl Sosnowski pone en evidencia el panorama de la


crítica literaria latinoamericana desde el Boom hasta hoy. Probablemente en lo que más
acierte sea en la libertad que le otorga al lector. No obstante, Sosnowski es víctima de lo
mismo que propone erradicar: no renueva el enfoque de la crítica al dejar la producción
del Caribe, Brasil y las Antillas por fuera; aunque quizás fue una forma de poner al lector
ante el espejo de la precariedad de la crítica que se debe evitar que persista.

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