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Escuela de ciencias jurídicas y políticas


Licenciatura en derecho.
ASIGNATURA:

Deontología jurídica

TRABAJO FINAL

PRESENTADO POR:

Francisca Tavarez
Matrícula 15-9400

FACILITADOR

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS,


REPÚBLICA. DOMINICANA
AGOSTO. AÑO, 2019
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INDICE

DE DEONTOLOGIA JURIDICA

Pág.

Introducción…………………………………………………………………………4

DESARROLLO

Análisis crítico y reflexivo de los siguientes:

El Secreto profesional, frente a terceros, excepciones………………………5

Casos en los que por un buen motivo sea necesario hacer una
chicanearía…………………………………………………………………………….7

El desdoblamiento psíquico……………………………………………………….7

La hipérbole…………………………………………………………………………..8

El amianto…………………………………………………………………………….8

Conclusión………………………………………………………………………..…..9

Bibliografía………………………………………………….……………………….10
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TRABAJO FINAL

DE DEONTOLOGIA JURIDICA
4

Introducción

La deontología jurídica es la rama de la filosofía que trata sobre la moral del


abogado y la forma de actuar con su cliente. El profesional del derecho tiene
que defender los intereses de su patrocinado actuando siempre con la verdad y
teniendo en cuenta su ética profesional

En la realización desde trabajo se realizara un análisis crítico reflexivo acerca


de los siguientes puntos:

Gallardo, realiza un análisis crítico y reflexivo de los siguiente:

El Secreto profesional, frente a terceros, excepciones.

Casos en los que por un buen motivo sea necesario hacer una chicanearía.

El desdoblamiento psíquico

La hipérbole

El amianto
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DESARROLLO

Análisis crítico y reflexivo de los siguientes:

El Secreto profesional, frente a terceros, excepciones.

En lo personal creo que partiendo del punto de vista objetivo, tenemos que el
secreto es todo aquello que debe mantenerse oculto y desde el punto de vista
subjetivo, es el hecho de saberse y mantenerse una cosa en reserva o sin
manifestarse, sea por promesa hecha antes o después de tomar conocimiento
de ella.

Pienso en lo personal que como abogados, se debe evitar esto, pues al revelar
un secreto que le revela el cliente puede ser totalmente atroz para el veredicto
del juez. Aquí recaemos en un punto tocado previamente en los capítulos
anteriores, y es que el abogado al aceptar un caso se presume que es por una
causa justa; y en lo personal yo opino que si al abogado se le confía algún
secreto que diga que el cliente es totalmente culpable mejor deje el caso, sin
tener que revelar el secreto y no defender una causa que no es justa.

El secreto profesional se impone a todas las personas a quienes se confían


secretos por razones de su estado, profesión o cargo.

Cuando en un particular revela los secretos de otro comete una grave falta
contra el honor, esta adquiere mayor magnitud cuando es cometida por aquel
que solo en razón de su profesión ha obtenido una confidencia o ha
sorprendido los secretos de sus clientes.

Pienso que en la profesión de abogado, el secreto consiste en la absoluta


confidencialidad de lo revelado por el cliente, lo cual representa, una
extraordinaria fidelidad y lealtad a las informaciones suministradas, así como
las actuaciones profesionales, absorbiendo también en ello el material que le
sea confiado al abogado para la mejor defensa de los derechos e intereses del
patrocinado.

Pienso que se deben cubrir bajo el sigilo profesional “todos aquellos que una
vez revelados pueden mancillar la honra de los sujetos actuantes, perjudicar
sus intereses y personas, o bien destruir o cuando menos disminuir la
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consideración de que dichos sujetos gocen en la sociedad. Y he aquí que con


esta explicación, aparece de resalto para el abogado la dificultad de poder fijar
en un momento dado, el material secreto o puntos reservados de cada asunto
que se le encomiende; y es por ello por lo que más recomendable regla de
conducta en terreno tan fragoso es la discreción, el silencio en todo caso.

Un punto importante que pienso es que el abogado, como conocedor de la ley,


debe ante todo ejercer un papel persuasivo, a los fines de evitar que éste
materialice el hecho, teniendo la obligación ética y moral para ello, deberá
valerse de todos los medios y mecanismos que posee, y hacer entrar en razón
a su cliente. Ahora bien, en caso de no lograr dicho objetivo, deberá hacer las
revelaciones necesarias ante las autoridades competentes con el fin de evitar
la perpetración del hecho punible, protegiendo y amparado con ello a las
personas y bienes que pudiesen ser amenazados, una actitud contraria por
parte del abogado, traería como consecuencia una conducta de tipo penal,
como lo es la complicidad y el encubrimiento.

Como futura abogada pienso que una de las principales obligaciones que el
código de ética impone a los abogados, es la relativa al secreto profesional. En
el sistema jurídico dominicano, el abogado está imposibilitado de divulgar, por
cualquier medio, las informaciones que conocer de su cliente y que ha obtenido
de este o terceros. Dispone la normativa vigente que “El Abogado guardará el
más riguroso secreto profesional”, asimismo que “El secreto profesional
constituye a la vez un deber de cuyo cumplimiento ni ellos mismos pueden
eximirse.

Esta prohibición no es absoluta, toda vez que cuenta con ciertas limitaciones y
derogaciones que permiten al profesional del derecho, liberarse de su
obligación, en casos concretos. Estas excepciones encuentran su fundamento
en la protección del cliente con la finalidad de evitar que la información que
suministra a su representante, la cual en mayoría de ocasiones constituye
información delicada, quede protegida e impedir que pueda ser usada en su
contra.
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Casos en los que por un buen motivo sea necesario hacer una
chicanearía.

Después de haber leído el tan importante libro de “El Alma de la Toga” del
autor, Ángel Osorio y Gallardo, el cual me gustó mucho y aprendí cosas
interesantes de él, pienso que como nos dice el autor, hay casos en los que
por un buen motivo sea necesario hacer una chicanearía, queda en la
conciencia de cada abogado hacerlo o no.

La chicana es algo malo, porque de cierta forma es como tergiversar la ley para
nuestro beneficio, o más bien el beneficio del cliente; pero, el sentido de el
buen desempeño de la abogacía es algo que se ha ido perdiendo, donde la
chicana puede que en ciertos casos no sea tan mal visto como en otros.

Por ejemplo, puede que nosotros estemos totalmente seguros que nuestro
cliente es inocente que las pruebas y argumentos presentados son falsos y que
la prueba primordial para ganar el caso nos esté llegando por decir el jueves al
mediodía, pero la última sesión del juicio es el miércoles en la tarde. Es aquí
donde queda totalmente a discreción del abogado si hace una chicanearía por
una buena causa o se rige por lo ya estipulado por la ley, con posibilidades de
perder el caso.

Soy de las que dicen que para coger un caso tendría que estar segura de que
mi cliente es inocente, porque como abogado en mi ética profesional no podría
defender a alguien que me mienta, ya que se distorsionará la investigación y
pondrá en juego mi función de abogada.

El desdoblamiento psíquico

Pienso que en este punto para proceder muchísimo mejor en un caso, es de


gran importancia llegar a conectarse con el cliente. Para esto, es bueno dejar a
un lado nuestros intereses y nuestro bienestar, y ponernos en los zapatos del
cliente. No es cuestión de olvidarse quiénes somos, sino el renunciar a ciertas
cosas que podrían interrumpir nuestro trabajo y utilizar nuestras facultades
como buenos abogados.
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La hipérbole

La hipérbole es una figura retórica o literaria que consiste en aumentar o


disminuir de manera excesiva un aspecto, característica o propiedad de aquello
de lo que se habla. No obstante, en un sentido general, se denomina como
hipérbole la exageración en sí de alguna cosa.

La hipérbole es un recurso literario que consiste en exagerar cantidades,


cualidades, características, costumbres y procedimientos de personas, lugares,
animales y objetos de uno o varios lugares. Es utilizado con frecuencia en el
ámbito literario, en el lenguaje coloquial y en propaganda comercial y política,
además de textos y bromas humorísticas

Pienso que el autor nos hace un llamado de atención, diciéndonos que no es


necesario hacer uso de la hipérbole. Pues aquellos abogados que gozan de
tener buen gusto, dignidad y pudor, se dan cuenta que no es necesario llamar
la atención exagerando las cosas. Ya que con un buen argumento, sencillo,
pero bueno, basta.

El amianto

Es un término que agrupa a una serie de metasilicatos de hierro, aluminio y


magnesio que se presentan en forma de haces de fibras (fibroso)

Y es que al añadirlo a otros materiales le conferimos unas propiedades físico-


químicas muy deseables, como resistencia mecánica, resistencia a la abrasión,
aislamiento térmico-acústico, baja conductividad eléctrica, incombustibilidad, y
resistencia a agentes químicos, además de ser un material no biodegradable.

Pienso en este punto que no es justo que por ser abogado, no se pueda tener
acciones en alguna compañía o ejercer un cargo de administrador en ésta. Ya
que pienso que el abogado ejerce para lograr la justicia y ecuanimidad entre las
personas, sin embargo, no por eso no significa que aparte de ejercer como
abogado pueda ser un hombre de negocios, me parece que un abogado puede
ser dueño de varias acciones.
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Conclusión

Ha sido de gran interés y aprendizaje el haber realizado este trabajo, ya que


pude aprender de una manera significativa, haciendo uso del análisis y
reflexión acerca del tema.

Pienso en lo personal que la abogacía es una profesión liberal que, en orden a


la justicia, otorga de manera exclusiva y excluyente la posibilidad de defensa
jurídica de las partes intervinientes en un litigio. Para ser parte en un proceso
no sólo es preciso que el sujeto tenga capacidad procesal: los litigantes no
pueden actuar ante un tribunal de forma directa, pues es preciso tener un
conocimiento del orden jurídico que sólo se reconoce en el Abogado, que es el
jurista que se dedica de forma profesional a la defensa de los intereses que se
le encomiendan y el que asume la dirección técnica de dicha defensa.

El Abogado como auxiliar y servidor de la justicia y colaborador en su


administración, no deberá olvidar que la esencia de su deber profesional
consiste en defender los derechos de su cliente con diligencia y estricta
sujeción a las normas jurídicas y a la ley moral.
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Bibliografía

Del Orbe B. Alejandro Sócrates. 2007. Deontología Jurídica. Ediciones


Fundación Hombre y Universo.

Alcántara Juan Félix, Manual de Ética Profesional, Ediciones UAPA.


Santiago de los Caballeros, r. D. 2003. 2. Osorio Ángel, El Alma de la Toga.

Código de Ética del Colegio de Abogados de la R. D.

Los Mandamientos del Abogado, Eduardo J. Couture.

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