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Suicidio: Acoso escolar

ÁNGEL VILLEGAS BRAVO

Análisis: Cada vez es más frecuente escuchar en los medios de comunicación casos de
acoso escolar o "Bullying" que terminan, la mayoría de las veces en suicidio. El acoso
escolar va siempre acompañado del silencio de otras personas, que son de una manera u
otras cómplices de la situación. Dicho silencio da lugar a una terrible consecuencia: la
muerte, una muerte producida por la irracional conducta de uno o varios abusones, que
de forma consciente o inconsciente hacen un daño irreversible.

Interpretación: El autor reflexiona sobre las cortas vidas que se lleva el acoso escolar y
el silencio cómplice. Trata dicho tema en un tono subjetivo, y esto es visible en la
inclusión que realiza a lo largo del texto de sus sentimientos en oraciones como
"estremece pensar", "no lo entiendo" y en cómo se dirige directamente a los acosadores
y a todos aquellos que ven, oyen y callan. En las cinco primeras líneas reflexiona el autor
sobre esta situación angustiosa, sobre ese futuro truncado y sobre la duración de este
problema. En las siguientes siete líneas, no se atreve a dirigirse a los adultos, pero sí a los
jóvenes, instándoles a que denuncien, a que sean empáticos con quien recibe acoso y que
no sean parte de esta situación tan catastrófica.

Comentario: Es un tema muy preocupante hoy en día en la sociedad en la que vivimos


lo cual resulta cada vez más angustioso y difícil porque cada vez hay más niños que
sufren acoso escolar, una auténtica tortura cada día, jóvenes que van al colegio con miedo,
sin saber qué hacer, qué decir. Tendría que haber un mayor control por parte de padres,
profesores, policía y de los propios alumnos para que estas situaciones no se vuelvan a
dar nunca más, ya que existen muchos casos de suicidios por el acoso escolar o Bullying.

Es muy importarte no callar ante este problema q está afectando a los niños jóvenes hacer
campañas de prevención y realizar trabajos en las aulas, es importante entender que la
responsabilidad no solo tiene que recaer en los centros educativos, en los docentes y su
dirección, sino también en los padres de los agresores, que deberían actuar ante estas
situaciones para lo cual sería necesario llevar a cabo un trabajo conjunto con el centro
para la reorientación del menor, para así lograr un ambiente más sano y justo.
Conclusión: En definitiva, deberíamos aprender a respetarnos unos a otros a valorar a
aquellos que son diferentes y aprender de ellos. Deberíamos ser capaces de ver lo bonito
de la diversidad, y además no callarnos ante las injusticias, ser valientes y empáticas
porque de esta manera, el mundo podría ser un lugar mejor. La violencia nunca es la
solución, ni la muerte una opción. La palabra, el diálogo y el apoyo, por el contrario, sí
que lo son.

Es necesario formular programas preventivos de apoyo, acompañamiento y bienestar a


esta problemática que está afectando a la sociedad, ya que el maltrato destruye la
autoestima de la persona lo que puede llegar a estados depresivos o de ansiedad puede
generar el suicidio, por eso hay que saber escuchar y no quedarnos callados ante cualquier
situación que se presente y dar el apoyo necesario a las víctimas y generar un ambiente
alegre de confianza y de buena comunicación.

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