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A mediados del año 1993 se inició la toma ilegal de terrenos baldíos, por un grupo de
familias con la necesidad de poseer una vivienda digna, en las parcelas del Tennis Club,
ubicado en la carretera Higuerote-Sotillo, municipio Brión del estado Miranda. En un área
de aproximadamente novecientos veintiséis mil ciento catorce con cuarenta y nuevo metros
cuadrados (926.114,49 ²). Colinda con las siguientes fronteras: NORESTE: con La
Costanera, SURESTE: con Estancia Mar Pedro Linares, SUROESTE: con la carretera Dos
Caminos – Sotillo, NOROESTE: con el Club Campestre El Paraíso.
En el año 2006 la alcaldía del municipio Brión, a cargo del alcalde Raúl Ceballos,
concede los terrenos en donación, pura y simple, perfecta e irrevocable a la Organización
Comunitaria de Vivienda (O.C.V) “Francisco de Miranda”. Lo cual queda registrado bajo
el número 12, tomo 17, Protocolo Primero de fecha 21 de junio del 2006, en el Registro
Inmobiliario de los municipios Brión y Buroz del estado Miranda.
Decretada así la expropiación por causa de utilidad pública y social, basada en el
hecho de necesitar los terrenos para el proyecto de viviendas de interés colectivo,
representada en el acto por las ciudadanas Ismeris Pineda y Damelis González, en su
condición de presidenta y tesorera respectivamente, suficientemente autorizadas en el
capítulo VIII, artículo 33 del Acta Constitutiva de la Organización Comunitaria de
Vivienda (O.C.V) “Francisco de Miranda”.
Para solicitar la expropiación de estos terrenos fue una gran odisea, pero gracias al
apoyo de la diputada Liliana González, insigne luchadora social y presidenta del Consejo
Legislativo del Estado Miranda para ese entonces, cuya preocupación era la necesidad de
viviendas dignas para la población barloventeña, pudimos luchar hasta lograrlo. Durante la
espera de la aprobación del proyecto de viviendas, los integrantes de la Organización
Comunitaria de Vivienda (O.C.V) “Francisco de Miranda” se dividieron los terrenos para
darle utilidad a las tierras ociosas, sembrando rubros como: yuca, ñame, auyama, plátano,
topocho, cambur, ají, pimentón, maíz… entre otros. Cada fin de semana realizaban jornadas
de limpieza y compartían deliciosos sancochos en familia. Asimismo, notando la
problemática burocrática de los terrenos, un grupo de familias socias de la O.C.V se dirigen
a Caracas para introducir un documento en el Juzgado Superior Quinto de lo Contencioso
Administrativo de la Región Capital, con la finalidad de solicitar tanto la expropiación
como la donación de los terrenos municipales ante los entes competentes y garantizar de
esta manera el derecho a una vivienda digna.
Damelis González