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LEGITIMIDAD

Llamamos legitimidad como una propiedad que se instruye en los sistemas políticos y
jurídicos; se dice que es el sustento teórico que fundamenta el poder, apoya las razones sobre la
obediencia al mando y su aceptación, el cual es un elemento fundamental de estabilidad.

También podemos decir que la legitimidad es, el reconocimiento internacional de un Estado, de su


poder político supremo e independiente la cual es reconocida por parte de la población aceptando
que los gobernantes de su Estado son los verdaderos titulares del poder y los que tienen derecho a
ejercerlo: a crear y aplicar normas jurídicas, disponiendo del monopolio de la fuerza, de acuerdo
con esas normas, sobre la población.

Por tanto, la legitimidad es una propiedad esencial del poder político, refiriéndose sobre todo a la
cuestión interna del título y ejercicio del poder. El concepto de legitimidad, tiene un recorrido
histórico, en el cual se pueden distinguir cuatro etapas:

1) En latín clásico se usaba la palabra “legitimus” para significar lo que es acorde con la
legalidad y con el derecho. Las autoridades y magistrados legítimos eran los que estaban
constituidos legalmente, como indican los términos “legitimum imperium” y “potestas
legitima”, usados por Cicerón. Éste también llamaba “justus et legitimus hostis” al enemigo
en la guerra, ya que la guerra significaba la ruptura de un pacto, implícito o explícito, que
había sido violado por una de las partes. En la Edad Media se utilizaba “legitimus” para las
costumbres y el derecho consuetudinario.
2) La segunda etapa aparece a finales de la Edad Media con las primeras formulaciones de la
teoría democrática del poder el cual, descansa de inmediato sobre el consentimiento del
pueblo. Dicho consentimiento se manifiesta primero en el ejercicio del poder, que no
puede ser tiránico. El tema de la legitimidad de origen, o cómo se constituye la autoridad
legítima de un Estado, se convierte en una de las claves del pensamiento político moderno.
Cómo se forma el Estado, quiénes son los verdaderos dueños de su poder y cómo han de
ejercerlo correctamente. Por eso la doctrina del derecho natural y del pacto social aparece
como presupuesto y pórtico (moral, jurídico y político) de la teoría del Estado en esos
siglos.
3) En la tercera etapa se plantea el problema de la legitimidad como una reacción de las
monarquías tradicionales (absolutas) contra los regímenes democráticos y republicanos
nacidos de la Revolución francesa. La atribución de la legitimidad al pueblo soberano la
había planteado Locke en confrontación directa con la teoría del origen divino del poder
defendida por Robert Filmer en su obra Patriarcha. La oposición entre ambos tipos de
legitimidad fue la que suscitó la verdadera polémica sobre el concepto de legitimidad que
ha llegado hasta nuestros días. Esta polémica surgió en el Congreso de Viena (1814-1815).
Allí se reclamó la legitimidad y el reconocimiento internacional para las dinastías históricas
que ocupaban el trono a través de la herencia, en contra de la legalidad instaurada por la
Revolución francesa en la Constitución y en el Código de Napoleón.

El sociólogo Max Weber elaboro uno de los esquemas clásicos en torno al concepto de legitimidad
de la autoridad política. Existen diferentes ejemplares sobre la legitimidad del poder político,
algunos de ellos cuestionados en momentos de crisis: legitimidad basada en la tradición, en el
carisma y en la legalidad.

 Legitimidad Basada En La Tradición. Este tipo de legitimidad tiene sus cimientos en la


costumbre y la repetición tiende a basarse como habito de conducta en el ser humano. En
las antiguas monarquías dinásticas perpetuaban su poder basándose en la tradición, esto
quiere decir, en el hecho de que una determinada dinastía había estado rigiendo una nación
desde siglos atrás. Por lo que no se objetó su derecho a mandar. También se recurre al
mandato o voluntad divina o la naturaleza semi-divina de los reyes como el de los faraones
del antiguo Egipto.
 Legitimidad Basada En El Carisma. Como primer punto definiremos lo que es el carisma
conjunto de rasgos caracterológicos y temperamentales que adornan a ciertos individuos:
seguridad, autoconfianza, firmeza, liderazgo, y que los convierten en depositarios de la
autoridad, es decir, del derecho a mandar.
El carisma es muy subjetivo y variable, y por ello el poder basado en esta forma de
legitimidad tiene rasgos autoritarios, y puede acabar abruptamente.
 Legitimidad Basada En La Legalidad (racio-legal). En otras palabras, la legitimidad que
descansa en el hecho de que el poder se busca, se alcanza y se mantiene dentro de un marco
legal considerado como justo, elaborado racionalmente y acatado por todos. La legitimidad:
es la única que se mantiene racionalmente, porque se basa en el convenio o acuerdo de los
ciudadanos. Es la legitimidad de la que gozan los gobiernos democráticos, en los que los
derechos y obligaciones son aceptados mediante el consentimiento recíproco de un pacto
social.
La legitimidad del Estado de Derecho, se funda en la autoridad legal, en el compromiso con
el marco legal decidido por la mayoría social.

DERECHO

El derecho tiene una realidad compleja, más cuando se trata de su naturaleza, esta se
encuentra fuera del Derecho, su punto de partida es meta jurídico, por lo tanto, la encontramos en la
Filosofía, la política, la economía, la Sociología, etc., según la perspectiva desde donde se le trate.

Determinar el Derecho, se dice que no se puede tratar como otro objeto de la ciencia natural
y la razón es que al ser un objeto humano puede entenderse de una forma o de otra. Por esta razón
Jorge Enrique León Molina menciona el hecho de que la práctica del derecho puede oscilar en dos
extremos: por un lado, puede ser cínica, en donde lo que importa es la ley, lo que impera es la
estabilidad y estructura de las normas, los formalismos y la integridad del sistema jurídico como tal,
estará enmarcada en el positivismo jurídico, ya sea ideológico, teórico o metodológico; y otra es la
realista, en donde se “tiene una pretensión idealista como condición ontológica de la existencia del
derecho”.

En la actualidad el Derecho se aprecia como una realidad omnipresente; para muchos


juristas el Derecho expresa el conflicto, es decir, el terreno donde la violencia social difundida y
soterrada– sale a la luz. A partir de los teóricos Francesco Carnelutti o Ángel Latorre ven el
Derecho como una consecuencia de la economía, a la vez que, tiene una similitud de la moral, que
“es el producto de un conjunto de transacciones y equilibrios más o menos estables entre los
diversos grupos y un sistema de fuerzas resultantes de la combinación e interacción de múltiples
poderes de hecho”.

Mediante esta perspectiva, el derecho es un mecanismo de administración de la violencia


inherente a la sociedad, que debe ser gestionado de forma correcta para evitar la anarquía. Latorre
dice que el Derecho es “un sistema jurídico es un mecanismo de paz social, y es difícil imaginar un
Derecho que no persiga aquella finalidad”. Desde este punto se desprende el estatuto ontológico y
epistemológico del Derecho que se reduce al conjunto de normas para regular y/o castigar las
conductas individuales y las relaciones sociales contrarias a dicha finalidad.

LA IDENTIFICACIÓN DERECHO-LEY

Kelsen señala que “la validez del derecho positivo no puede depender de su relación con la
justicia”. De acuerdo con él, el deber ser es una categoría lógico-trascendental de las ciencias
normativas y, como tal, obedece a la cuestión de las condiciones necesarias para el conocimiento
del Derecho: pureza metódica y neutralidad axiológica, no para la estipulación de su contenido.

El Derecho, de esta manera, “es un universo de normas válidas conectadas que consiguen
su legitimidad de una jerarquía normativa, de deber ser, independiente de cualquier contenido moral
o de justicia, ya que “un ordenamiento jurídico positivo sería respecto a su validez independiente de
la norma de justicia en virtud de la cual es valorado”.

Entonces una cosa es una teoría científica del Derecho y otra una filosofía metafísica de la
justicia. Por eso, las normas jurídicas son categorías lógicas insuficientes de todo contenido, que
organizan el objeto de la ciencia del Derecho, mientras que las reglas del Derecho son las
propuestas mediante las cuales tal ciencia describe su objeto. En otras palabras, las normas son
prescriptivas y las reglas son descriptivas.

Weber delimita el derecho como un orden legítimo cuya validez está garantizada
externamente “por la probabilidad de coacción (física o psíquica) ejercida por un cuadro de
individuos instituidos con la misión de obligar a la observancia de ese orden o de castigar su
transgresión”. El aparato coactivo es lo que distingue propiamente al orden jurídico.

El Orden legítimo, Weber diferencia otro tipo de orden en la relación social, distinta del uso
y la costumbre, en la que los participantes se orientan por la representación de un orden legítimo.
Dichos métodos se caracterizan porque los participantes tienen la idea de un orden legítimo que
debe ser seguido; idea que se convierte en factor causal de la regularidad empírica.

BIBLIOGRAFIA

https://publicaciones.ucatolica.edu.co/pdf/filosofia-del-derecho-9789585456211-catolica.pdf

http://agrega.juntadeandalucia.es/repositorio/20122016/12/es-
an_2016122012_9110009/5_legalidad_y_legitimidad.html

file:///C:/Users/8/Downloads/116-647-1-PB%20(1).pdf

Lopez, H. Jose. El concepto de legitimidad en perspectiva histórica. Filosofía del Derecho


Universidad de Murcia

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