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GENERALIDADES.
Concepto de Alimento:
Alimento es una sustancia o grupo de sustancias que contribuye a asegurar en todas sus
manifestaciones (producción, reproducción) la vida del animal que lo consume.
Debe tomarse en cuenta que lo que es alimento para un ser vivo, puede no serlo para otro,
así, la noción de valor alimenticio dependerá de la especie que aprovecha el alimento.
Por otra parte, la técnica correcta de alimentar consiste en asociar las diferentes clases de
alimentos que se disponen, para integrar una ración capaz de cubrir las necesidades nutritivas de los
animales, de tal modo que el alimento integrado en el conjunto de una ración y no aisladamente es
capaz de asegurar la vida.
Los alimentos destinados a los animales domésticos son, en su mayoría, de origen vegetal,
pero también de procedencia animal y mineral (agua de bebida, complementos minerales).
A. Composición elemental.
Se refiere a los elementos químicos integrantes. El Análisis de los alimentos de origen
vegetal o animal, así como el de los tejidos animales, pone de manifiesto la existencia de los
elementos químicos siguientes.
C – H – O - N en proporciones importantes.
P – S – C l – Ca – Na – Mg – K en proporción menor pero de cierta consideración.
Otros elementos figuran en cantidades mínimas y es a éstos a los que se califican como
oligoelementos.
B. Combinaciones químicas.
1. El Agua.
Es la combinación química más importante, ya que representa por termino medio.
En los pastos, por ejemplo, el contenido en agua puede variar entre el 70 y el 88 %, lo que
supone variaciones de la materia seca entre el 30 y el 12 %; de esto se deduce la necesidad de
expresar las diferentes características alimenticias de los forrajes (su composición) en relación más
con la materia seca (M.S.) que en fresco. Por el contrario, los alimentos menos acuosos como los
granos, tienen una composición relativamente más constantes.
- Se puede observar que el agua es también una combinación mineral que se considera
generalmente aparte, dada su importancia y su peculiar papel.
- Las combinaciones minerales no representan más que del 1.5 al 5 %, como termino
medio, de los alimentos corrientemente empleados. Se trata especialmente de los
cloruros, fosfatos y sulfatos.
Desde el punto de vista químico, las combinaciones orgánicas incluyen siempre carbono,
asociado generalmente al hidrógeno y al oxígeno e incluso a veces al nitrógeno, así como raras
veces a otros elementos, tales como al azufre, el fósforo, etc.
Estos cuatro elementos resultan preponderantes en el análisis elemental, precisamente por
constituir la materia orgánica componente esencial de la materia seca incluida en los alimentos.
C. Los animales son organismos heterótrofos, por el contrario las plantas verdes,
son organismos autótrofos, por la naturaleza de sus alimentos.
Un organismo vivo tiene necesidad de materiales para construir su propio “edificio”, pero
también de energía para realizar esta construcción y permitir luego su funcionamiento.
Plantas Verdes Animales
Materiales Sales minerales de las Materias minerales y orgánicas
soluciones del suelo + CO2 provenientes de la alimentación.
Fuentes de Energía La luz solar captada por la Materias orgánicas alimenticias.
clorofila
Las plantas verdes realizan a nivel de las hojas la síntesis de las materias orgánicas glúcidos)
según el siguiente esquema:
La energía en este caso es aportada por la luz, se trata, en resumen, de la función clorofílica
de la planta.
La degradación posterior, con liberación de energía, de una parte de estos glúcidos permite
las restantes formaciones de estructuras vegetales.
Las plantas verdes son calificadas de autótrofas en el sentido de que “se alimentan por si
mismas” partiendo solamente de compuestos pertenecientes al reino mineral.
Los animales deben encontrar en sus alimentos materia orgánica, de la cual una parte
debidamente degradada proporcionará la energía necesaria para síntesis posteriores.
Debido entonces a que los animales no pueden alimentarse solamente a partir del reino
mineral y siendo dependientes de otros seres vivos, los animales son clasificados como heterótrofos.
Que representan agrupaciones químicas bien definidas, pero también en otras estructuras
menores los cuales se verán posteriormente.
1. Carbohidratos (Glúcidos)
Son combinaciones orgánicas de Carbono, Hidrógeno y Oxígeno que por hidrólisis dan lugar a
azucares simples llamados osas (se entiende por hidrólisis la destrucción de un cuerpo con fijación
de agua en presencia de un catalizador o una diastasa digestiva).
Las osas son combinaciones simples, no hidrolizables, integradas por asociación de funciones
alcohol y otra reductora aldehído o cetona.
a) Las osas. Cabe distinguir, según el número de átomos de carbono que entran en la constitución
de su molécula.
Las pentosas: Con 5 carbonos y fórmula C5 H10 O5
Las hexosas: Con 6 carbonos y fórmula C6 H10 O6
A esta fórmula corresponden en realidad varios isómeros (misma fórmula sintética pero con
edificio o disposición molecular diferente), tales como la glucosa, la manosa, la galactosa, la
fructuosa o levulosa.
Algunas de estas osas pueden encontrarse en forma libre pero en pequeña cantidad,
generalmente se combinan para integrar glúcidos de rango superior.
Las osas reciben también el nombre de monosacáridos.
Constituyen a su vez la etapa final de la hidrólisis de los glúcidos alimenticios producida por
las diastasas digestivas, siendo directamente asimilables por el organismo (los compuestos
directamente asimilables reciben el nombre de nutrientes)
b) Lo ósidos: Agrupaciones de osas que no son directamente utilizables por el organismo, ya que
deben ser hidrolizadas previamente. Se distinguen entre estos compuestos:
- Los holósidos, ósidos simples que dan únicamente osas por hidrólisis.
- Los heterósidos, ósidos complejos que dan además un grupo no glucídico por hidrólisis.
Los holósidos:
Entre los holósidos cabe destacar los diholósidos (disacáridos) formados por la unión de 2
osas: se citan entre ellos:
El almidón es de todos ellos el más abundante, existe en todas las hojas de los vegetales y
se acumula en los tubérculos, donde recibe el nombre de fécula, así como en los granos de diferente
clase.
Las amilasas hidrolizan el almidón en un paso previo, para pasar finalmente a glucosa.
El glucógeno, que se encuentra en los vegetales, pero sobre todo en los animales, puede
considerarse como el almidón animal. En efecto, los animales almacenan bajo forma de glucógeno
en el hígado y en sus músculos una parte de la glucosa que asimilan, manteniendo después, gracias
a ese depósito, un nivel de glucosa constante en la sangre. El glucógeno se transforma en glucosa
en función de las necesidades orgánicas.
Las gomas, los mucílagos, la hemicelulosas y las materias pecticas son también poliholósidos
que se encuentran en las membranas y en las paredes de los vasos integrados en los tejidos
vegetales.
2. Los Lípidos
Las materias grasas alimenticias son sustancias insolubles en agua pero solubles en
disolventes orgánicos, tales como el éter y el alcohol, que sirven precisamente para extraerlas.
Desde el punto de vista químico, estas materias grasas son mezclas de lípidos más o menos
puros. Los lípidos son combinaciones orgánicas de carbono, hidrógeno y oxígeno tal como ocurren
en los carbohidratos.
Reacción de esterificación:
Reacción de Hidrólisis:
Ester + agua alcohol + ácido graso
Como consecuencia de la hidrólisis enzimática, los lípidos alimenticios dan lugar por tanto a
ácidos grasos y alcoholes que son los nutrientes lipídicos, es decir, las combinaciones aprovechadas
por el organismo.
a) Lípidos simples.
Los glicéridos. Es clase más importante de lípidos desde el punto de vista cuantitativo. Se trata de
los ésteres de la glicerina, un trialcohol de fórmula:
CH2 OH
CH OH
CH2 OH
Que puede por tanto esterificarse tres veces:
Los cuerpos grasos constitutivos de esos glicéridos aparecen en número limitado. Entre los
más corrientes se pueden citar al ácido butírico con 4 carbonos.
el ácido palmítico con 16 carbonos y el estearico con 18. (entre estos se encuentra el oleico)
Otros ácidos grasos no saturados poseen uno a varios dobles enlaces en su cadena molecular
(se encuentran aquí incluidos los ácidos grasos de la serie linoléica), los cuales presentan dos dobles
enlaces). Acido oleico, ácido linoleico, acido linolénico con 18 carbonos y ácido araquidónico con 20
carbonos.
Es de saber también, que esto tiene una gran importancia zootécnica, que los puntos de
fusión de las materias grasas son tanto más bajos cuando las cadenas de sus ácidos son más cortas
y ricas en enlaces dobles.
b) Lípidos complejos:
Los fosfoaminolípidos contienen ácido fosfórico, que reemplaza a un ácido graso; este ácido
fosfórico esta ligado a una base nitrogenada (colina, colamina).
En este grupo se pueden citar:
1. las lecitinas abundantes en la yema de huevo
2. las cefalinas del cerebro
3. la esfingomielina del tejido nervioso
Los aminolípidos incluyen la asociación de un alcohol nitrogenado, una osa y ácidos grasos.
R – CH - COOH
NH2
Los prótidos son hidrolizados en el curso de la digestión en ácidos aminados (aminoácidos) que
representan por lo tanto los nutrientes nitrogenados.
Los prótidos son, en cualquier caso, los constituyentes esenciales de la parte nitrogenada de
los alimentos:
NH2
Los aminoácidos varían en complejidad química, aparte de eso existen algunos que tienen un
carácter alimenticio indispensable, es decir, que el organismo animal es más o menos incapaz de
sintetizar a partir de otras formas alimenticias, estos reciben por lo tanto el nombre de aminoácidos
esenciales, los cuales con el fin de garantizar una nutrición proteica eficiente, tienen que estar
incluidos necesariamente en la dieta.
Aminoácidos Aminoácidos no
Esenciales esenciales
- Treonina - alanina
- Valina - serina
- Leucina - treonina
- Isoleucina - cisteína
- Metionina - cistina
- Lisina - ácido aspártico
- Fenilalanina - ácido glutámico
- Histidina - ornitina
- Triptófano - citrulina
- arginina
- tirosina
- prolina
Nueve son los aminoácidos esenciales. Esta noción y sus consecuencia prácticas serán
analizadas posteriormente.
b) Los péptidos
Representan agrupaciones simples de algunos aminoácidos; las uniones de los aminoácidos
integrantes se realizan entre una función ácido y una amina, con eliminación de una molécula de
agua, este tipo de unión recibe el nombre de peptídica.
c) Los prótidos.
Se trata de verdaderas combinaciones nitrogenadas naturales de los alimentos sus moléculas
agrupan un gran número de aminoácidos y, a veces, otras combinaciones extrañas al grupo de los
prótidos. Las uniones entre los grupos integrantes pueden ser diversas y no solamente peptídicas.
Se distinguen:
- Los holopreoteidos o proteinas que sólo dan lugar a aminoácidos por hidrólisis;
- Los heteroproteidos que dan lugar además a un grupo no protídico.
Los holoproteidos.
Las globulinas, se cita entre ellas la lactoglobulina, el fibrinógeno y la miosina del músculo.
Las gluteínas de origen vegetal son constituyentes esenciales del gluten de los granos de
cereales.
Las histonas de origen animal
Las protaminas
Las escleroproteínas de los tejidos de sostén: colágenas de los huevos, elastinas de los
ligamentos, queratinas del pelo, lana y cuernos.
Los heteroproteidos.
4. Las vitaminas.
Son sustancias que se distinguen, fundamentalmente, de las restantes combinaciones
orgánicas por su papel fisiológico, pero desde el punto de vista químico pueden relacionarse con una
de los tres grandes grupos precedentes; las vitaminas no constituyen en ningún caso un grupo
químicamente definido.
1. Análisis Forrajero.
Este análisis exige apreciar los siguientes constituyentes:
- Agua
Materia mineral
x . 100
= x . 6.25 de prótido
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d) Materias grasas: Las materias grasas son las sustancias que se extraen al disolver la muestra
en éter y en condiciones bien determinadas.
e) Celulosa bruta o celulosa Weende (del nombre de la estación agronómica de Weende). Las
materias celulósicas, o la celulosa bruta, constituyen el residuo orgánico obtenido tras dos
hidrólisis sucesivas, una en medio ácido y otra en medio alcalino.
Este residuo agrupa un cierto número de glúcidos superiores: La celulosa química
verdadera, pero también la lignina. Esta fracción del alimento es precisamente la que limita su
digestibilidad. Su dosificación es, ciertamente, muy convencional, pero el respeto a estas
normas es imperativo si se desea obtener resultados comparables. Por otra parte las tablas de
digestibilidad de los alimentos han sido establecidos de acuerdo con el contenido en materias
celulósicas determinadas por éste método.
2. Análisis Complementarios.
El aparato digestivo de cada especie animal está adaptado a su régimen alimenticio y, para una
misma especie, el volumen de los reservorios gástricos, por ejemplo, puede variar en gran medida
según aquel régimen. Se pretende aquí recordar las características generales relativas a la anatomía
y fisiología del aparto digestivo, insistiendo sobre las particularidades que serán punto de partida para
una explicación posterior más detallada.
a) La Boca:
Está limitada anteriormente por los labios que son móviles y juegan un importante papel
en la prehensión del alimento en el caso del caballo y los pequeños rumiantes. Por el contrario, en
los grandes rumiantes los labios son poco móviles, siendo la lengua quien juega un papel importante.
La cavidad bucal es ancha y espaciosa en los bóvidos, más estrecha y alargada en los
pequeños rumiantes; en el caballo presenta una parte central en forma de largo canal que comunica
ampliamente en las paredes laterales, a nivel del espacio interdentario, con el vestíbulo capaz de
ampliarse lateralmente en gran medida; en el cerdo, la boca se prolonga por delante en dirección del
hocico, siendo también capaz lateralmente gracias a la amplia separación de las ramas mandibulares,
tal como ocurre en los animales carnívoros. Las glándulas salivares aparecen muy
desarrolladas en los herbívoros. Buey 620 gr., Caballo 500 gr., cerdo 300 gr.
b) El esófago.
El esófago de los rumiantes se caracteriza por su gran diámetro y su fácil dilatabilidad;
no se encuentran glándulas, o se encuentran pocas, en la mucosa de la mayoría de las especies
domésticas. La faringe de las aves es sin duda la que mas llama la atención ya que su pared es muy
fina y dilatable, en el caso de la gallina (granívora) se encuentra provista de una especie de bolsa
llamada ingluvio (buche). Los alimentos permanecen aquí durante 2 a 10 horas según el grado de
distensión del órgano y el peso del alimento contenido. Las glándulas mucosas, presentes en su
pared, permiten la maceración y un principio de digestión que tiene lugar a partir de enzimas
alimenticias, de microorganismos y procesos de regurgitación procedentes del ventrículo
subcenturiado. El papel esencial del buche es, de todos modos, regular el paso de los alimentos por
el tubo digestivo y asimismo la de asegurar la humectación conveniente de los alimentos.
c) El estómago.
Está integrado por cuatro reservorios comunicados: el rumen o panza, el retículo o redecilla, el
omaso o librillo y el abomaso o cuajar.
El rumen es una bolsa voluminosa de 300 litros de capacidad) que representa el 80 % del
contenido total del estómago y ocupa la parte izquierda de la cavidad abdominal; el esófago
desemboca en la parte anterosuperior del saco izquierdo del rumen y justamente debajo de ese punto
el cuello del rumen constituye una larga abertura que comunica con el retículo. La superficie interior
del rumen está tapizada por una mucosa provista de numerosas papilas de altura y formas variables.
El retículo consiste en una prolongación del rumen hacia la parte anterior de la cavidad
abdominal. Aparece tapizado interiormente por una mucosa en forma de panal o red. El retículo
incluye, en la curvatura menor, la llamada gotera esofágica (canal longitudinal abierto, de bordes
contráctiles, verdadera prolongación fisiológica del esófago que recorre el retículo hasta su
comunicación con el omaso, la gotera esofágica está muy desarrollada en los animales jóvenes y
conduce la leche directamente al abomaso, para lo cual se cierran los labios de modo reflejo antes de
que el líquido llegue a ella. En los adultos que no necesitan de es paso directo, el cierre se suspende
y los líquidos ingeridos pasan al rumen).
El abomaso es el verdadero
estómago de los rumiantes, provisto
de glándulas secretoras (activo
químicamente) , se apoya sobre la
pared inferior del abdomen, así como
en los tres compartimientos
precedentes y su extremidad termina
en el píloro ascendiendo en ángulo
recto.
d) El Intestino.
La longitud del intestino y su capacidad aparecen adaptadas al régimen alimenticio
del animal y al tipo de digestión. Sus características son, en cierto modo, consecuencia de las del
estómago correspondiente.
En todas las especies y refiriéndose al intestino cabe distinguir:
- El intestino delgado, cuya mucosa está tapizada de glándulas secretoras de diastasas (enzimas),
siempre muy activas y en el que vierten el jugo pancreático y las bilis.
- El intestino grueso, donde prosigue la acción de los jugos digestivos, a la que se añade la
correspondiente a los microorganismos, muy importante en el caso de los herbívoros monogástricos.
En éstos, como el caballo, el intestino grueso aparece en efecto muy desarrollado. Comienza
por el tramo llamado ciego, continuado por el colon.
- En los herbívoros poli gástricos, el ciego también un cierto desarrollo, ya que mide 75 cm. De
longitud y 12 de anchura, si bien se continua por el colon siendo su carácter de fondo de saco
menos acusado.
- La disposición del intestino grueso en el cerdo es favorable al desarrollo de las acciones
microbianas, si bien, dado el régimen alimenticio normal de estos animales, sus acciones tienen
una importancia limitada.
- En las aves, el intestino tiene un calibre y un aspecto casi igual en toda su longitud, resultando
arbitrario establecer las diferencia señaladas en los mamíferos (de 8 cm en las gallinas)
desemboca simétricamente en la parte terminal del intestino que a su vez finaliza en la llamada
cloaca, donde también terminan los uréteres y las vías genitales.
En los rumiantes jóvenes, el rumen y el retículo están aún poco desarrollados y los alimentos
pasan directamente al omaso y luego al abomaso, lo que supone una fisiología digestiva en cierto
modo semejante a la de los animales monogástricos.
El citado paso directo de los alimentos al tercer y cuarto estómago se logra gracias a la gotera
esofágica que se cierra por vía refleja al paso de los alimentos. Se ha demostrado que la zona
sensible está representada por la base de la lengua y la faringe, siendo la sensación de naturaleza
gustativa y las materias minerales y proteicas de la leche los elementos activos de la sensación. El
acto de beber por succión es igualmente favorable al cierre de la gotera esofágica e, inversamente,
bebiendo en un cubo hace que aquel cierre pueda ser incompleto. Tras el destete, este fenómeno se
atenúa progresivamente. El desarrollo del rumen, la instalación en el mismo de la flora microbiana y
el transito a una fisiología adulta tienen lugar más rápidamente si el animal inicia pronto la
alimentación en base de alimentos groseros (forrajes), si bien el aprovechamiento de los mismos
depende del grado de desarrollo del mismo, lo que permite aconsejar que el destete debe ser
progresivo.
El destete precoz de los terneros, hoy ampliamente practicado, se basa precisamente en esta
capacidad para desarrollar rápidamente su rumen por el estímulo de una alimentación sólida
temprana. Forrajes y concentrados se ponen a disposición de los terneros desde las primeras
semanas de vida.
LA DIGESTIÓN DE LOS ALIMENTOS.
a) Generalidades.
Los alimentos, tal como se ha descrito, no son utilizables directamente por el
animal; en efecto, previamente deben sufrir una simplificación química para ser transformados en
principios directamente asimilables por el organismo y a los cuales se les da el nombre de nutrientes,
lo que puede esquematizarse en el cuatro siguiente
Las materias minerales no sufren más que transformaciones mínimas a favor, particularmente,
de las variaciones de la acidez que tienen lugar a lo largo del tubo digestivo, pero puede decirse que
son puestas en libertad de forma mecánica por las acciones digestivas .
Las diferentes etapas de estas transformaciones han sido estudiadas y se investigan aun en el
hombre. Se sabe que los jugos digestivos, y mas precisamente las diastasas o enzimas que
contienen, son los factores directamente responsables del proceso digestivo.
Las diastasas o enzimas actúan, en efecto, como los catalizadores estudiados en química, en
este sentido aceleran considerablemente la velocidad de las transformaciones químicas, haciéndolas
de hecho posibles, sin ser consumidas significativamente, de tal forma que actúan sobre importantes
cantidades de materias en evidente desproporción con ellas.
Igualmente, las diastasas son de acción específica en su trabajo, en este sentido cada una de
ellas solamente favorece un tiempo bien determinado de transformaciones químicas. Encontramos
en los animales domésticos una acción de las enzimas semejante a la citada para el hombre, si acaso
con pequeñas variantes y particularidades muy importantes en los rumiantes.
Las transformaciones químicas que experimentan las materias orgánicas representan una
simplificación de las moléculas y reciben el nombre de hidrólisis.
La hidrólisis es la descomposición de agrupaciones químicas complejas con fijación de agua,
esta reacción es catalizada por una diastasa (enzima) que recibe el nombre de hidrolasa.
1. Digestión Salivar.
La saliva impregna los alimentos durante el curso de la masticación, siendo su papel
fundamental ablandar las partículas más duras, así como permitir la formación de un bolo alimenticio
fluido; además juega un papel para favorecer el trabajo microbiano en el rumen de los rumiantes.
La saliva contiene una diastasa capaz de hidrolizar el almidón, por lo que recibe el nombre de
amilasa, se trata de la ptialina:
Ptialina
2. Digestión Estomacal.
En las aves es el proventrículo quien segrega los jugos digestivos, si bien la acción de éstos
prosigue en la molleja, receptáculo digestivo con acción puramente mecánica.
Pepsina
- La lipasa gástrica, ausente en las aves, hidroliza por su parte los lípidos.
Esta acción, sin embargo, es muy limitada en todas las especies domésticas salvo en los
animales jóvenes; el medio gástrico no favorece la acción lipolítica.
- El ácido clorhídrico segregado por las glándulas gástricas no es en realidad una diastasa, si bien
tiene un papel antiséptico y digestivo indirecto al favorecer el ataque a las proteínas de la pepsina,
haciendo solubles las sales minerales, asegurando el paso de los alimentos del estómago al intestino
gracias a su acción sobre el esfínter pilórico y provocando, al llegar al duodeno, la producción de
secretina en la mucosa de este tramo intestinal, que a su vez estimula las secreciones pancreática y
biliar.
El ácido clorhídrico se produce en forma de cloruro en las células que revisten las glándulas
gástricas. En ello juega un papel decisivo la disociación del CO3H2 en H+ y CO3H que a su vez se
debe a la carboanhidrasa aceleradora de esa disyunción.
3. Digestión Pancreática.
Esta fase digestiva queda asegurada por la presencia del jugo pancreático a nivel del intestino
delgado, donde es vertido por la glándula correspondiente.
- La amilasa pancreática completa la hidrólisis del almidón, escindiéndole para pasarlo a maltosa:
- La lipasa pancreática hidroliza los lípidos previamente emulsionados por la bilis, que de ese
modo juega un papel digestivo importante, si bien no incluye diastasa alguna. Las grasas son
insolubles en agua y por ello deben emulsionarse antes de ser atacadas.
lipasa
4. Digestión Intestinal.
La maltasa intestinal:
C12 H22 O11 + H2 O C6 H12 O6
La sacarasa intestinal
C12 H22 O11 + H2 O C6 H12 O6 + C6 H12 O6
La lactasa intestinal:
C12 H22 O11 + H2 O C6 H12 O6 + C6H12 O6
Debe recordarse que los cuerpos compuestos con “formula bruta” igual, pero diferentes
en cuanto a disposición de los átomos en el interior de su molécula y que tienen propiedades físicas y
a veces químicas diferentes, reciben el nombre de isómeros. Ello explica bien la especificidad de las
diastasas de no atacar indistintamente a sustancias tan próximas en cuanto a composición bruta,
como son los isómeros.
El agua, las sales minerales y los nutrientes orgánicos (osas, aminoácidos, ácidos grasos,
alcoholes) pueden pasar al medio interior (sangre y linfa) a nivel del intestino delgado.
En efecto, el epitelio del intestino, que es la única separación entre la luz intestinal por una
parte y los capilares sanguíneos y vasos quilíferos por otra, es permeable a las pequeñas moléculas,
pero impermeable a las grandes moléculas orgánicas no digeridas.
Los numerosos repliegues microscópicos de la pared intestinal que constituyen las
vellosidades intestinales representan una gran superficie de contacto para la absorción.
Osas, aminoácidos, agua y sales minerales penetran directamente en la sangre.
Los lípidos digeridos pasan primero a la linfa de los vasos quilíferos, si bien no tardarán en
alcanzar el torrente sanguíneo, ya que el sistema linfático está íntimamente relacionado con el
hemático.
Los residuos no digeridos o absorbidos pasan al intestino grueso y, coloreados por los
pigmentos biliares, constituyen los excrementos, materias fecales o heces. La celulosa que no ha
sido atacada, ya que los jugos digestivos estudiados no contienen celulosa, formará parte de aquellos
residuos.
- de una flora microbiana /bacterias iodófilas, (que dan una coloración azulada con el yodo).
- Protozoarios ciliados.
Las bacterias son verdaderos agentes digestivos de los carbohidratos, incluida la fibra cruda,
en tanto que los protozoarios aprovechan los componentes nitrogenados de la dieta y también
viven a expensas de los cadáveres de las bacterias, antes de sufrir ellos mismos la digestión
por parte del huésped principal.
Los ácidos grasos son nutrientes que atraviesan directamente la pared del rumen y pasan a la
circulación del rumiante. Los gases son eructados.
Así, los microorganismos permiten al rumiante aprovechar una fuente energética alimenticia
apreciable (la celulosa), a la vez que ellos mismos encuentran condiciones ideales para su desarrollo
(alimentos y buenas condiciones en el medio) se trata verdaderamente de un ejemplo de asociación
simbiótica.
En tanto que en los monogástricos, la glucosa (con otras osas) constituye el único nutriente
glucídico, en los rumiantes los principales nutrientes de ese orden son los ácidos grasos.
Al estar los lípidos presentes en cantidades muy limitadas en la alimentación de los rumiantes,
aquellos ácidos grasos representarán el principal aporte energético.
Ataque bacteriano
NH3
RUMEN
Higado Urea
Excretada
Cuerpos
Microbianos
Materia nitrogenada
Proteica
ABOMASO Aminoácidos
Alimenticia
(digestión química) Microbiana Absorbidos
60 % 40 %
HECES
2. Los microorganismos realizan síntesis útiles para el huésped.
El esquema anterior revela la utilización de, al menos, una parte de las materias nitrogenadas no
proteicas y la modificación de otra fracción de materias nitrogenadas alimenticias de carácter
proteico.
Cuando ciertas condiciones no se cumplen puede producirse una cantidad excesiva de amoniaco que
se eliminará en forma de urea, sin beneficio alguno para el animal.
El ciego del caballo y el del conejo, donde tiene lugar una cierta detención de los alimentos, así
como el colón, son asiento de una fermentación microbiana caracterizada por la degradación de la
celulosa y determinadas funciones de síntesis.
Esos fenómenos acaecen, sin embargo, en estos animales tras la digestión y la absorción
intestinal, de modo que su importancia se encuentra disminuida. En particular , el animal no puede
apenas beneficiarse de las síntesis microbianas.
La cuestión es discutible, ya que en animales como el caballo y el conejo el ciego supera en
más del doble a la capacidad del estómago, lo que evidencia el papel importante reservado a ese
órgano En realidad tiene la función de los proventrículos de los rumiantes respecto a la digestión de
la fibra bruta e igual que en éstos, bacterias protozoos benefician al hospedador suministrándole
proteínas y otros elementos nutritivos. De la proteína contenida en el ciego casi el 40 % corresponde
a las bacterias e infusorios y las tres cuartas partes benefician al animal hospedador. Así, en
resumen, la digestión y la absorción en algunos monogástricos prosiguen hasta el último tramo del
intestino grueso, el recto.
A. Definiciones.
Un alimento ingerido y que por tanto penetra en el tubo digestivo, no es retenido al
final totalmente por el organismo.
En efecto, parte del mismo que no ha sufrido la acción de los jugos digestivos o ataques
microbianos y que en definitiva no ha podido ser absorbida aparece en los excrementos.
En consecuencia, el rendimiento de las acciones digestivas se caracteriza por el llamado
coeficiente de digestibilidad o coeficiente de utilización digestiva (C.U.D.)
Observación.
En realidad solamente debe considerarse la materia seca de la ración: la materia total, de
contenido en agua muy variable, especialmente en caso de los alimentos toscos, no permite
caracterizar correctamente el valor digestible de una ración. Por otra parte, el agua no experimenta
transformación digestiva alguna.
Ciertamente el agua es elemento indispensable para la vida, necesaria para una buena
digestión, pero, dentro de ciertos límites, el contenido en agua no influye en la digestibilidad de la
materia seca de una alimento.
A pesar de cuanto han dicho los especialistas en nutrición y los fisiólogos no quedan
satisfechos con los criterios expuestos. En efecto, el organismo segrega o excreta, a nivel del
intestino principalmente, una cierta cantidad de materias que viene a sumarse durante la digestión a
la propia materia fecal de origen alimenticio y en realidad es en ese conjunto el que
experimentalmente se considera para determinar la digestibilidad.
El coeficiente de utilización digestiva, anteriormente definida, es por tanto un C.U.D. aparente
y en consecuencia sería más correcta la siguiente expresión.
C.U.D. = Mat. Ingerida – (mat fecal total – mat. Fecal metabólica) X 100
Materia ingerida
La materia fecal metabólica o endógena es resultante del metabolismo del animal y se forma a
nivel del intestino a partir de las células que recubren este, de los jugos digestivos, del mucus y de los
microorganismos presentes en los órganos del sistema.
B. Medida de la digestibilidad
El zootecnista que considera suficiente la medida del C.U.D. aparente,
debe anotar las cantidades de alimento ingeridas y excretadas durante un determinado tiempo;
posteriormente, tendrá que analizarlas y para ello situará previamente a los animales en una jaula
experimental, con dispositivo apropiado que permita recoger las heces. Se trata, por tanto, de
medidas y determinaciones delicadas, solamente llevadas a cabo con fines de investigación y sobre
un cierto número de alimentos tipo.
Se destaca la dificultad que existe para el caso de las aves en lo que respecta a la separación
de heces y orina, dado que todos esos excrementos son expulsados al exterior por un único orificio:
la cloaca.
Los japoneses resuelve la cuestión practicando fístulas que suponen en realidad la creación
de anos artificiales.
La medida del C.U:D real es en general delicada, ya que se precisa determinar la materia fecal
de origen metabólico; estos estudios se han realizado especialmente para conocer la utilización de
las materias nitrogenadas, pero cuando se sabe que el nitrógeno fecal de origen metabólico varía
según la naturaleza del régimen alimenticio (sería en efecto lógico considerar que el nitrógeno
metabólico corresponde al encontrado en las heces con una alimentación desprovista de nitrógeno),
se puede deducir que las reglas simples de alimentación incluyen en realidad problemas muy
complejos que el especialista en nutrición deberá resolver para alcanzar una mayor eficacia en el
racionamiento de los animales.
b) Influencia del individuo: el C.U.D. de la materia orgánica varía entre un animal y otro para
un mismo alimento, aún dentro de los que pertenecen a la misma especie.
Hay que llamar la atención al hecho de que las recomendaciones en materia de alimentación
utilizadas para los cálculos de raciones tienen un valor para el conjunto de los animales, pero no
para un individuo determinado.
c) Influencia de la edad: Se observa también, por ejemplo, una variación del C.U.D. en el
momento del destete, en el período de reemplazo de los dientes y cuando el animal es de
edad avanzada.
d) Influencia del trabajo: El C.U.D. varía muy poco si el animal trabajo o no en relación con
aquellos que permanecen en reposo.
Resumen de conceptos.
A nivel del tubo digestivo son absorbidos los nutrientes siguientes: agua, sales minerales,
aminoácidos, ácidos grasos, alcoholes y monosacáridos.
Algunos elementos de desecho son eliminados por los riñones y pulmones: agua, urea y gas
carbónico.
Cabe indicar que paralelamente a la producción de leche o huevos pueden registrarse en el
animal procesos de crecimiento y engorde.
El conjunto de transformaciones que en el interior del organismo experimentan las sustancias
nutritivas recibe el nombre de metabolismo.
El anabolismo comprende todas las reacciones de degradación de las materias de reserva o
de los materiales integrantes del organismo con liberación de la energía necesaria para la vida y los
procesos de síntesis.
El metabolismo intermediario incluye todas las reacciones que afectan a las sustancias y
conducen los nutrientes a integrar los constituyentes orgánicos o los productos de desecho.
Algunas de aquellas sustancias son asiento indistintamente de reacciones anabólicas como
catabólicas, ello implica la no predestinación específica de las moléculas objeto de funciones
metabólicas. Así, por ejemplo, un material tisular determinado que experimenta cierta degradación no
la sufre necesariamente hasta alcanzar la fase de desecho, ya que sus constituyentes pueden
perfectamente participar después en reacciones de síntesis.
Numerosas enzimas intervienen en el control de esas reacciones, en el funcionamiento de las
cuales concurren algunas vitaminas.
Si las síntesis de los glúcidos y lípidos en el organismo pueden verificarse a partir de los
nutrientes glucídicos, lipídicos o protídicos, la de los proteidos necesita forzosamente la presencia de
nutrientes proteicos, de aquí el aspecto particularmente importante de la nutrición nitrogenada.
Los Requerimientos de los Animales y Forma de cubrirlas.
1. El metabolismo Basal.
Las necesidades correspondiente al metabolismo basal son las que se refieren al animal en
reposo, en ayunas y sometido a una temperatura de neutralidad térmica. Se trata, por tanto, de las
necesidades mínimas correspondientes a las transformaciones de energía precisas para el
sostenimiento de la vida en condiciones normales.
El trabajo de los órganos representa en estas condiciones el 25 % del consumo y la actividad
celular general el 75 %.
El reposo excluye todo consumo suplementario de energía que en caso contrario exigiría el
funcionamiento del sistema muscular.
El ayuno, a su vez, excluye todo gasto ligado al funcionamiento del aparato digestivo.
2. Metabolismo de Mantenimiento
Las condiciones que exige el metabolismo basal son difícilmente
realizables y en realidad están lejos de corresponder a las preocupaciones del zootecnista; para éste,
cuando practica el racionamiento de los animales:
Las necesidades de mantenimiento están relacionadas con la superficie corporal del animal,
lo que justifica la ordenación de las normas de necesidades alimenticias en función del peso vivo. En
todo el reino animal el consumo de energía es tanto mayor por unidad de peso, cuanto menor es el
animal. En consecuencia la variación de las necesidades de sostenimiento en función del peso no
constituye una variación lineal, al respecto han sido propuestas diferentes fórmulas experimentales.
- El género de vida: en pastoreo, por ejemplo, el animal tiene gasto superior de energía a causa de
una actividad más intensa, a la necesidad de adaptarse a los cambios de temperatura, a la mayor
cantidad de heces y orina producidas.
- El individuo
- El destino a que se dedique el animal. Así, a igualdad de peso, las vacas lecheras tienen un
metabolismo superior en un 4 o 5 % al de los animales explotados para carne; el de los machos, a
su vez, es superior en un 10 % al correspondiente a las hembras.
B. Necesidades de producción.
Energía acumulada en calorías = Materia Nitrogenada fijada en gramos x 5.6 + materia grasa
fijada en gramos x 9.3
La composición del “peso ganado” varía a su vez con la edad del animal: en efecto, en el
curso del desarrollo, un animal forma primero hueso, luego las masas musculares y finalmente los
acúmulos adiposos; en consecuencia, sus necesidades primeras se concretan en proteínas y
posteriormente en hidratos de carbono y grasas.
Puede deducirse que resulta mucho más costoso engordar un animal adulto que uno joven,
ello sin tener en cuenta que el primero tiene necesidades de sostenimiento más importantes.
La llamada eficiencia alimenticia que traduce el costo de la alimentación precisa para el crecimiento,
aumenta continuamente con la edad. Tal como se puede ver en la tabla siguiente:
Las necesidades diarias de crecimiento varían también en función del régimen alimenticio. En
efecto, para obtener animales precoces se busca al acumulación simultánea de tejido muscular y
graso por medio de una alimentación intensiva, de este modo el potencial energético del peso ganado
es más elevado que para el caso de un futuro reproductor, en el que no se busca un rápido aumento
de peso por ser distinta la finalidad que en él se pretende.
El término animales precoces se refiere a los engordados en régimen de alimentación
intensiva para su sacrificio temprano.
A. Generalidades.
- Energía Bruta de un alimento. Es la energía que libera éste en su combustión completa; puede
determinarse, bien con una bomba calorimétrica o por la composición analítica aplicando a cada
principio inmediato incluido en el alimento los coeficientes correspondientes, ya citados, que
representan el calor de combustión de un gramo de cada uno de ellos.
- Energía metabolizable. Es la energía alimenticia que queda disponible para cubrir el conjunto de
las necesidades del animal, comprendidos todos lo gastos de aquella. En resumen, la energía
puesta en juego para el conjunto de las funciones metabólicas. Es la parte de la energía digestible
que cubrirá las necesidades metabólicas del animal, ya que otra fracción se perdería en la orina,
gases producidos, etc.
- Energía neta. Es la fracción de la energía metabolizable que queda disponible para cubrir
únicamente las necesidades de sostenimiento y de producción:
Es la parte de la energía metabolizable que queda disponible para cubrir las necesidades de
sostenimiento y producción ya que el resto cubre a su vez las necesidades representadas por el
gasto que supone la utilización de esa energía metabolizable por el organismo. Se trata de la
llamada acción dinámico específica (A.D.E.) que para mejor comprensión se dirá que es la energía
necesaria para transformar la energía metabolizable en algo definitivamente útil para el ganado (gasto
de mantenimiento y producciones pecuarias)
Si la expresión de las necesidades incluye todos los aspectos del metabolismo, serán las
calorías metabolizables las que deben considerarse en la aportación de alimentos.
La caloría metabolizable y la caloría neta son dos unidades para valorar el aporta alimenticio
de energía. Ambas tienen sus ventajas y defectos.
D. Necesidades energéticas de las aves.
Las aves reciben generalmente los alimentos para consumirlos a discreción; el racionamiento
no consiste por tanto en calcular la aportación diaria, sino en equilibrar el suministro de los diferentes
constituyentes (materias nitrogenadas, minerales, vitaminas, etc.) en relación con la energía.
Las aves buscan, principalmente, satisfacer unas ciertas necesidades energéticas y, en
consecuencia, el consumo de alimento es función de la concentración energética de la ración.
En el caso de las aves para carne. Se preconizan para producciones intensivas niveles
energéticos elevados sin olvidar el crecimiento y los índices de consumo mínimos. El nivel elegido
determinará los resultados conseguidos:
Niveles elevados:
La energía puede, en efecto, ser un factor limitante en el caso de las ponedoras ligeras que,
para un apetito moderado, tiene a menudo un alto nivel de producción.
- Concentrados: se trata de alimentos secos cuy contenido celulósico en la materia seca es inferior
al 15 %; son por ejemplos los granos de cereales y leguminosas, los subproductos de molinería,
las tortas, las levaduras y los alimentos de origen animal.
Los contenidos en materia seca de los alimentos concentrados y de los toscos secos varían entre el
85 y el 90 % y los valores forrajeros por Kg. De materia total corresponden a un nivel semejante. Por
el contrario los alimentos groseros suculentos y los forrajes verdes tienen contenidos en materia seca
que oscilan entre el 15 y 20 %. Los valores forrajeros del Kg. De material total son muy bajos. De tal
manera, se necesitan 5 a 10 veces más, raíces o forrajes verdes que granos de cereales para
asegurar la misma aportación de energía. Igualmente se necesitarán 2 a 3 veces más de forrajes
secos.
FORMA DE CUBRIR LAS NECESIDADES EN PRINCIPIOS NITROGENADOS.
GENERALIDADES.
1. Animales Monogástricos.
Los monogástricos (no rumiantes) únicamente aprovechan el nitrógeno incluido en las
proteínas, y de éstas solamente utilizan la fracción digestible.
Esta es la razón de que normalmente en los tratados de nutrición sólo se haya considerado la
Proteína Digestible.
Ahora bien, sabiendo que los monogástricos son sobre todo consumidores de alimentos
concentrados en los que la materia nitrogenada es esencialmente proteica y siendo por otra parte, la
calidad de esa materia nitrogenada alimenticia (aporte de los diferentes aminoácidos) más importante
que la cantidad, será entonces cuanto de ella es digestible (Materia Nitrogenada Digestible)
principalmente cuando se desea precisar las necesidades del animal y las aportaciones nutritivas de
los alimento.
2. Aves.
Las aves se comportan en conjunto, desde el punto de vista digestivo, como animales
monogástricos; pero debido a que en estas especies las valoraciones de digestibilidad son de escaso
interés, se expresan las necesidades y las aportaciones para cubrir estas en Materia Nitrogenada
Total. (MNT)
Los aminoácidos constituyen en realidad los verdaderos nutrientes nitrogenados; son ellos los
representantes de la fase final digestiva que atraviesan después la barrera intestinal para entrar en el
ciclo metabólico.
Ahora bien, el organismo animal tiene necesidades específicas en aminoácidos, ya que la
composición de los tejidos y de sus producciones es fija, sensiblemente constante.
Además deberá tenerse en cuenta que el organismo no es capaz de sintetizar ciertos
aminoácidos partiendo de otros si es que ésos faltan en la alimentación.. Es por ello que los primeros
se califican de esenciales o indispensables.
La distinción entre aminoácidos esenciales y los que no lo son es relativa: un aminoácido
puede aparecer como esencial sin serlo, porque su ritmo de síntesis es inferior al de su utilización.
Así la lista de aminoácidos esenciales será mayor cuando el animal tenga una velocidad de
crecimiento mayor y una producción mas intensiva.
A. Aporte de energía.
Los lípidos alimenticios, del mismo modo que los glúcidos, son ante todo “materiales”
energéticos para el organismo. Los prótidos por el contrario son esencialmente “materiales de
construcción” o plásticos.
Pareciera que los lípidos no son totalmente indispensables. Sin embargo, cuando están
presentes, contribuyen a aumentar la concentración energética del alimento que les incluye en
particular y de la ración en general.
En la producción de pollos para carne, algunos autores han comprobado que el rendimiento
de los alimentos (velocidad de crecimiento e índice de consumo) es superior al incrementar su
concentración energética, siempre que se mantenga constante la relación calorías/proteínas y no
debe olvidarse el necesario aporte de minerales y proteínas.
Se alcanza este objetivo seleccionando para la composición de la ración los cereales más
ricos en energía, tales como el maíz y rechazando por el contrario aquellos más pobres, como la
avena.
El incremento energético puede igualmente lograrse incorporando a la ración de un 4 a 5 % de
grasas industriales. Con estos nuevos alimentos pueden lograrse, aproximadamente, 6,300 calorías
productivas por Kg., o sea, 3 veces más que con el cereal.
No todas las materias grasas pueden proporcionar los mismos resultados. Las mejores son
los glicéridos a base de ácidos no saturados, de cadena corta y bajo punto de fusión.
- Los lípidos presentes en el organismo formados a partir de los glúcidos alimenticios son grasa
altamente saturas y por tanto de consistencia firme y punto de fusión relativamente alto.
- Los lípidos alimenticios que llegan a formar parte de las grasas del cuerpo son poco modificadas por
éste después de la ingestión. La llamada grasa de cobertura, así como la incluida en la leche,
tendrán características dependientes en parte de la alimentación lipídica.
- Así, las materias grasas de la soya dan lugar en el organismo a la formación de grasas blandas, en
tanto que las de palma y algodón endurecen éstas.
- Durante el período de pastoreo, la hierba es mas rica en ácidos grasos insaturados, y como
consecuencia la mantequilla obtenida de la leche producida más blanda, defecto grave en la época
de calor; estos ácidos grasos insaturados son destruidos cuando se henifica el pasto.
- Finalmente, debe advertirse que las grasas alimenticias pueden comunicar diferentes gustos a
ciertas (carne, leche, huevos), especialmente si aquellas están alteradas, como ocurre por la
oxidación (enranciamiento). El “sabor a pescado” puede deberse tanto al empleo de harinas de
pescado de mala calidad como al de maíz o tortas alteradas.
Soluciones:
- Asegurar un mínimo aporte de heno o paja, cuando se inicia el aprovechamiento de los pastos
tiernos, incorporando sal a estos forrajes toscos para aumentar su apetencia;
- Recordar la conveniencia de los forrajes ensilados que permiten aportar directamente ácidos grasos
volátiles;
- Incorporar a la ración materias grasas, sustituyendo granos poco energéticos por maíz y en el caso
de las tortas obtenidas mediante solventes por las obtenidas por presión; en todo esto hay que evitar
un posible exceso de materias grasas.
A. Macroelementos y oligoelementos.
Algunos elementos que integran los tejidos animales y
particularmente las producciones pecuarios, se presentan como verdaderos materiales de
construcción, tal como ocurría con los prótidos, siendo consumidos por el animal en cantidades
apreciables. Se trata de los llamados macroelementos (macro = grande, en gran cantidad) en tanto
que oligoelementos (en pequeña cantidad)
Macroelementos.
Calcio (Ca), Fósforo (P), Sodio (Na), Cloro (Cl), Magnesio (Mg), Potasio (K), Azufre (S)
Oligoelementos
Hierro (Fe), Cobre (Cu), Cobalto (Co), Manganeso (Mn) Zinc (Zn), Yodo (I)
La Osificación.
El esqueleto representa aproximadamente el 10 % del peso del cuerpo. La
composición del hueso adulto es la siguiente:
Agua 50 %
Lípidos 13 %
Prótidos 12 %
Materias Minerales 25 %
El hueso incluye una trama de materia proteica y el depósito general de sales minerales.
En realidad la parte dura del hueso se forma por el depósito de sales cálcicas y magnésicas del ácido
fosfórico, así como de carbonato y fluoruro cálcico.
El hueso es un tejido en perpetua modificación que puede actuar en cierto modo, como órgano
de reserva de ciertos elementos nutritivos para determinadas producciones (leche, huevos).
Su constitución, en cualquier caso, implica necesidades alimenticias concretas tanto en los
jóvenes como en los adultos.
La vitamina D regula a su vez el metabolismo del fósforo y el calcio y su papel es tanto más
importante cuanto mayor es el desequilibrio de la aportación mineral.
C. Papeles metabólicos diversos.
1. Crecimiento.
Las materias minerales intervienen para regular el crecimiento y esencialmente en el
desarrollo del esqueleto. De aquí la importancia que debe concederse a la aportación de minerales
en la alimentación de los animales jóvenes; ello no excluye, naturalmente, en los adultos unas
necesidades continuas de sostenimiento justificadas por la renovación permanente a que están
sometidos los tejidos.
2. Lactación
Un litro de leche contiene
Esto supone que durante un período de lactación en el que se produzcan 4, 000 kg. de leche
serán necesarios 1.2 X 4000 = 4.8 kg de calcio, considerando leche de vaca.
Para tomar una idea de los que esa cantidad de calcio representa, se debe recordar que las
reservas de este mineral presentes en el esqueleto son las siguientes.
Materias minerales = 2 de 30 kg = 20 kg
3
Según estos datos, la producción anual de leche exige el 65 % de las reservas totales de
calcio presentes en el organismo; ello dará una idea de la importancia que adquieren en la
producción algunas sustancias minerales. Se da el caso de las vacas lecheras, de presentarse a
causa del desgaste un verdadero desequilibrio en el balance mineral, lo que obliga al necesario
reposo entre lactaciones sucesivas para lograr así la recuperación. Este período puede cifrarse en 2
o 3 meses.
3. Producción de Huevos.
La cáscara del huevo, a deferencia del esqueleto, está constituida esencialmente por
carbonato calcio (C03Ca); este compuesto mineral es segregado en el útero y como el órgano en
cuestión es incapaz de almacenar reservas, ello implica la necesidad de producir durante 15 horas
que dura la calcificación del huevo, a un ritmo de 100 mg. por hora. Cabe preguntarse de donde
procede esa cantidad de calcio, con lo cual se puede llegar a la conclusión de que del 35 al 70 %
(según el momento de la puesta) proviene directamente de la alimentación y el resto de lo
almacenado en el esqueleto.
En efecto, 10 días antes de la puesta del primer huevo la médula es invadida en parte por una
formación de hueso esponjoso que constituye así la reserva de calcio. La proporción de ese nuevo
tejido óseo medular, variable según los huesos, representa el 11.7 % del esqueleto total.
4. Reproducción.
La carencia de fósforo, si bien no dificulta el desarrollo de los fenómenos fundamentales de la
reproducción (ovulación, fecundación) determina celos poco aparentes o retrasados, lo que se
traduce en una monta y parición es escalonadas en el caso de las ovejas, con todos sus
inconvenientes. En el ganado vacuno las carencias minerales a que nos referimos pueden producir
un aumento del intervalo parto- cubrición como consecuencia de la persistencia del cuerpo amarillo.
El cloro es necesario para la elaboración del ácido clorhídrico del estómago. El cloruro de
sodio interviene en el metabolismo del agua, contribuyendo al establecimiento dela presión osmótica
y al equilibrio ácido-básico de la sangre. El cloruro sódico, en fin estimula la sed, lo que tiene interés
particular en el caso de las vacas de gran producción láctea.
Para ganado vacuno lechero Sostenimiento = 5 gr. por 100kg de peso vivo
Producción de leche = 2 gr por kg de leche
b. Las necesidades.
Vacas lecheras
Mantenimiento por 100 kg. peso vivo 5 3
Producción por kg. de leche 2.5 a 3 2 a 2.5
Gestación por 100 kg. de peso vivo 6 5.5
Ello para una producción media de unos 10 kg de leche diaria. La forma citada de indicar las
necesidades (por kg de M.S= permite relacionar rápidamente éstas con la aportación alimenticia que
debe ser también así expresada si se desea conseguir una fácil comprensión.
Relación fosfo-cálcica: Ca
P
No es suficiente conseguir un aporte mínimo del Ca y P pues además, estos deben guardar en
la ración una determinada proporción.
En realidad, si la vitamina D figura en cantidad ampliamente suficiente, puede variar entre 0.6 y 6.
- Las raciones de los herbívoros, compuestas fundamentalmente a base de forrajes toscos, presentan
siempre una relación Ca/P muy elevado. El P es el que suele aparecer como elemento mineral
deficitario.
- Las raciones de los monogástricos, consumidores especialmente de alimentos concentrados,
presentan por el contrario una relación CA/P muy baja, y en este caso el Ca es elemento deficitario.
En efecto, un cierto residuo favorece el transito por el intestino. La ausencia de ese lastre, por
el contrario retrasa el tránsito y provoca el estreñimiento, capaz a su vez de originar trastornos
digestivos o incluso diarreas.
La cerda gestante tiene cierta tendencia al estreñimiento y es por ello que se aconseja en esa
fase aumentar el lastre de la ración.
La rumia se establece entre los 15 y 30 días en los terneros que reciben una alimentación
seca, en tanto que podemos retrasarla hasta la edad de 6 meses evitando la ingestión de alimentos
sólidos.