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Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario del Nor-Occidente


Carrera de Zootecnia con Énfasis en Sistemas de Producción Agropecuaria
Curso de Nutrición.
Lic. Carlos Fernando Díaz

GENERALIDADES.

Concepto de Alimento:

Alimento es una sustancia o grupo de sustancias que contribuye a asegurar en todas sus
manifestaciones (producción, reproducción) la vida del animal que lo consume.

Alimento es todo aquel compuesto capaz de aportar nutrientes.

Debe tomarse en cuenta que lo que es alimento para un ser vivo, puede no serlo para otro,
así, la noción de valor alimenticio dependerá de la especie que aprovecha el alimento.

Por otra parte, la técnica correcta de alimentar consiste en asociar las diferentes clases de
alimentos que se disponen, para integrar una ración capaz de cubrir las necesidades nutritivas de los
animales, de tal modo que el alimento integrado en el conjunto de una ración y no aisladamente es
capaz de asegurar la vida.

Finalmente debe observarse que el valor de un alimento depende de los restantes


constituyentes de la ración, lo que pone de manifiesto la noción de equilibrio alimenticio.

Los alimentos destinados a los animales domésticos son, en su mayoría, de origen vegetal,
pero también de procedencia animal y mineral (agua de bebida, complementos minerales).

Concepto de alimento compuesto.

Se da el nombre de alimento compuesto o balanceado, a la ración o parte de la misma así


constituido; si equivale a la totalidad de la ración recibe el calificativo de completo; si por el contrario
solo constituye una parte se denomina complementario. Hoy día existen a disposición del criador
alimentos molidos homogéneos o granulados, mezclas de alimentos concentrados, tortas, harinas de
origen animal, granos, a los que se agregan minerales y vitaminas.

Composición Química de los Alimentos.

A. Composición elemental.
Se refiere a los elementos químicos integrantes. El Análisis de los alimentos de origen
vegetal o animal, así como el de los tejidos animales, pone de manifiesto la existencia de los
elementos químicos siguientes.

C – H – O - N en proporciones importantes.
P – S – C l – Ca – Na – Mg – K en proporción menor pero de cierta consideración.

Otros elementos figuran en cantidades mínimas y es a éstos a los que se califican como
oligoelementos.
B. Combinaciones químicas.

Los elementos químicos citados anteriormente aparecen normalmente agrupados en los


alimentos formando complejas combinaciones químicas que son las verdaderas constituyentes de
éstos.

1. El Agua.
Es la combinación química más importante, ya que representa por termino medio.

- El 60 % de la materia viva animal;


- El 75 % de la materia viva vegetal.

En los pastos, por ejemplo, el contenido en agua puede variar entre el 70 y el 88 %, lo que
supone variaciones de la materia seca entre el 30 y el 12 %; de esto se deduce la necesidad de
expresar las diferentes características alimenticias de los forrajes (su composición) en relación más
con la materia seca (M.S.) que en fresco. Por el contrario, los alimentos menos acuosos como los
granos, tienen una composición relativamente más constantes.

2. Los compuestos minerales.


Las combinaciones minerales o materias minerales corresponden normalmente a las sales, en
el sentido que se da en química a estos compuestos.

- Se puede observar que el agua es también una combinación mineral que se considera
generalmente aparte, dada su importancia y su peculiar papel.
- Las combinaciones minerales no representan más que del 1.5 al 5 %, como termino
medio, de los alimentos corrientemente empleados. Se trata especialmente de los
cloruros, fosfatos y sulfatos.

3. Los Compuestos Orgánicos.


Se sabe que las materias orgánicas, características del reino vegetal y animal se producen
mayormente por procesos vitales en los animales y plantas, de tal modo que las citadas estructuras
solo pueden organizarse en los seres vivos. A pesar de los resultados obtenidos por algunos
químicos (Berthelot) los cuales han logrados sintetizar compuestos orgánicos.

La diferenciación entre materia orgánica y mineral ha persistido siendo aún importante en


cuestiones de alimentación, ya que:

Materia orgánica = Materia combustible, capaz de suministrar energía.


Materia mineral = Materia incombustible, incapaz de liberar energía.

Desde el punto de vista químico, las combinaciones orgánicas incluyen siempre carbono,
asociado generalmente al hidrógeno y al oxígeno e incluso a veces al nitrógeno, así como raras
veces a otros elementos, tales como al azufre, el fósforo, etc.
Estos cuatro elementos resultan preponderantes en el análisis elemental, precisamente por
constituir la materia orgánica componente esencial de la materia seca incluida en los alimentos.

C. Los animales son organismos heterótrofos, por el contrario las plantas verdes,
son organismos autótrofos, por la naturaleza de sus alimentos.

Un organismo vivo tiene necesidad de materiales para construir su propio “edificio”, pero
también de energía para realizar esta construcción y permitir luego su funcionamiento.
Plantas Verdes Animales
Materiales Sales minerales de las Materias minerales y orgánicas
soluciones del suelo + CO2 provenientes de la alimentación.
Fuentes de Energía La luz solar captada por la Materias orgánicas alimenticias.
clorofila
Las plantas verdes realizan a nivel de las hojas la síntesis de las materias orgánicas glúcidos)
según el siguiente esquema:

6n CO2 + 5n H2O + q calorías (C6 H10 O5)n + 6n O2


gas agua energía almidón oxígeno
carbónico (glúcido)

La energía en este caso es aportada por la luz, se trata, en resumen, de la función clorofílica
de la planta.
La degradación posterior, con liberación de energía, de una parte de estos glúcidos permite
las restantes formaciones de estructuras vegetales.
Las plantas verdes son calificadas de autótrofas en el sentido de que “se alimentan por si
mismas” partiendo solamente de compuestos pertenecientes al reino mineral.
Los animales deben encontrar en sus alimentos materia orgánica, de la cual una parte
debidamente degradada proporcionará la energía necesaria para síntesis posteriores.
Debido entonces a que los animales no pueden alimentarse solamente a partir del reino
mineral y siendo dependientes de otros seres vivos, los animales son clasificados como heterótrofos.

D. Naturaleza de las combinaciones orgánicas de los alimentos:

Pueden clasificarse en tres grandes grupos:


 Carbohidratos (Glúcidos)
 Grasas (Lípidos)
 Proteínas (Prótidos)

Que representan agrupaciones químicas bien definidas, pero también en otras estructuras
menores los cuales se verán posteriormente.

Una definición y clasificación general de los tres grandes grupos es la siguiente:

1. Carbohidratos (Glúcidos)
Son combinaciones orgánicas de Carbono, Hidrógeno y Oxígeno que por hidrólisis dan lugar a
azucares simples llamados osas (se entiende por hidrólisis la destrucción de un cuerpo con fijación
de agua en presencia de un catalizador o una diastasa digestiva).
Las osas son combinaciones simples, no hidrolizables, integradas por asociación de funciones
alcohol y otra reductora aldehído o cetona.

a) Las osas. Cabe distinguir, según el número de átomos de carbono que entran en la constitución
de su molécula.
Las pentosas: Con 5 carbonos y fórmula C5 H10 O5
Las hexosas: Con 6 carbonos y fórmula C6 H10 O6

A esta fórmula corresponden en realidad varios isómeros (misma fórmula sintética pero con
edificio o disposición molecular diferente), tales como la glucosa, la manosa, la galactosa, la
fructuosa o levulosa.
Algunas de estas osas pueden encontrarse en forma libre pero en pequeña cantidad,
generalmente se combinan para integrar glúcidos de rango superior.
Las osas reciben también el nombre de monosacáridos.
Constituyen a su vez la etapa final de la hidrólisis de los glúcidos alimenticios producida por
las diastasas digestivas, siendo directamente asimilables por el organismo (los compuestos
directamente asimilables reciben el nombre de nutrientes)

b) Lo ósidos: Agrupaciones de osas que no son directamente utilizables por el organismo, ya que
deben ser hidrolizadas previamente. Se distinguen entre estos compuestos:

- Los holósidos, ósidos simples que dan únicamente osas por hidrólisis.
- Los heterósidos, ósidos complejos que dan además un grupo no glucídico por hidrólisis.

Los holósidos:
Entre los holósidos cabe destacar los diholósidos (disacáridos) formados por la unión de 2
osas: se citan entre ellos:

La sacarosa: C12 H22 O11 + H2O C6 H12 O6 + C6 H12 O6

Es el azúcar de la caña y la remolacha.

La lactosa o azúcar de la leche: lactosa + agua glucosa + galactosa.

Los polisacáridos o poliholósidos se forman por la unión de un gran número de moléculas de


osas ( C6 H10 O5) n , constituyendo los principales glúcidos naturales; dan lugar a osas por hidrólisis.

El almidón es de todos ellos el más abundante, existe en todas las hojas de los vegetales y
se acumula en los tubérculos, donde recibe el nombre de fécula, así como en los granos de diferente
clase.
Las amilasas hidrolizan el almidón en un paso previo, para pasar finalmente a glucosa.

El glucógeno, que se encuentra en los vegetales, pero sobre todo en los animales, puede
considerarse como el almidón animal. En efecto, los animales almacenan bajo forma de glucógeno
en el hígado y en sus músculos una parte de la glucosa que asimilan, manteniendo después, gracias
a ese depósito, un nivel de glucosa constante en la sangre. El glucógeno se transforma en glucosa
en función de las necesidades orgánicas.

La celulosa: Constituye la membrana principal de las células vegetales, y es la sustancia


esencial integrante de las fibras textiles vegetales. El tubo digestivo de los animales no produce
diastasas capaces de hidrolizar la celulosa, constituyendo ésta sin embargo una parte muy importante
de los alimentos destinados a los herbívoros. Los cuales, gracias a los microorganismos presentes
en el tubo digestivo, la celulosa puede ser parcialmente utilizada (por hidrólisis mediante un ácido y
por la acción de los fermentos producidos por las bacterias, presentes en el aparato digestivo de los
rumiantes, la celulosa se descompone en celobiosa.

Las gomas, los mucílagos, la hemicelulosas y las materias pecticas son también poliholósidos
que se encuentran en las membranas y en las paredes de los vasos integrados en los tejidos
vegetales.

La lignina: Es una sustancia que se encuentra frecuentemente en la membrana secundaria


de las células integrantes de los tejidos adultos / la que se sobrepone a la membrana primaria
celulósica cuando el crecimiento celular finaliza). La lignina forma igualmente “la madera” de los
vegetales adultos. No se trata realmente de un verdadero glúcido, pero se encuentra en la naturaleza
asociado a los glúcidos y en los análisis se considera parte integrante de los mismos.

2. Los Lípidos
Las materias grasas alimenticias son sustancias insolubles en agua pero solubles en
disolventes orgánicos, tales como el éter y el alcohol, que sirven precisamente para extraerlas.

Desde el punto de vista químico, estas materias grasas son mezclas de lípidos más o menos
puros. Los lípidos son combinaciones orgánicas de carbono, hidrógeno y oxígeno tal como ocurren
en los carbohidratos.

Se trata en el caso de los lípidos de ésteres de ácidos grasos y alcohol.

Reacción de esterificación:

Ácido graso + alcohol éster + agua

Reacción de Hidrólisis:
Ester + agua alcohol + ácido graso

De hecho, esas dos reacciones coexisten y se limitan mutuamente, de modo que la de


esterificación debe representarse en forma de equilibrio químico, pudiendo expresarse del siguiente
modo:

Ácido graso + alcohol éster + agua

Como consecuencia de la hidrólisis enzimática, los lípidos alimenticios dan lugar por tanto a
ácidos grasos y alcoholes que son los nutrientes lipídicos, es decir, las combinaciones aprovechadas
por el organismo.

Clasificación de los lípidos

Lípidos simples: son ésteres de ácidos grasos y alcoholes.


Lípidos complejos: Son ésteres que por hidrólisis dan, además de alcoholes y ácidos
grasos, otra fracción que contiene nitrógeno y fósforo.

a) Lípidos simples.
Los glicéridos. Es clase más importante de lípidos desde el punto de vista cuantitativo. Se trata de
los ésteres de la glicerina, un trialcohol de fórmula:

CH2 OH

CH OH

CH2 OH
Que puede por tanto esterificarse tres veces:
Los cuerpos grasos constitutivos de esos glicéridos aparecen en número limitado. Entre los
más corrientes se pueden citar al ácido butírico con 4 carbonos.

CH3 CH 2 CH2 COOH

el ácido palmítico con 16 carbonos y el estearico con 18. (entre estos se encuentra el oleico)

Otros ácidos grasos no saturados poseen uno a varios dobles enlaces en su cadena molecular
(se encuentran aquí incluidos los ácidos grasos de la serie linoléica), los cuales presentan dos dobles
enlaces). Acido oleico, ácido linoleico, acido linolénico con 18 carbonos y ácido araquidónico con 20
carbonos.

Es de saber también, que esto tiene una gran importancia zootécnica, que los puntos de
fusión de las materias grasas son tanto más bajos cuando las cadenas de sus ácidos son más cortas
y ricas en enlaces dobles.

b) Lípidos complejos:
Los fosfoaminolípidos contienen ácido fosfórico, que reemplaza a un ácido graso; este ácido
fosfórico esta ligado a una base nitrogenada (colina, colamina).
En este grupo se pueden citar:
1. las lecitinas abundantes en la yema de huevo
2. las cefalinas del cerebro
3. la esfingomielina del tejido nervioso

Los aminolípidos incluyen la asociación de un alcohol nitrogenado, una osa y ácidos grasos.

3. Materias Nitrogenadas y Proteínas.


Los principios nitrogenados se encuentran en la naturaleza bajo numerosas formas:

- En la forma molecular (N2), el elemento nitrógeno simple constituye 4/5 de la atmósfera.


- Bajo la forma de combinación mineral
Nítrica (NO3 --)
Amoniacal (N H4+

- Bajo forma de combinación orgánica, que puede ser:


* una amina R – N H2
* una amida R – C – N H2 , como la urea C O (NH2)

* un heterociclo /molécula cíclica es la que no todos los vértices están ocupados


por carbonos); estos compuestos se encuentran en las sustancias alcaloides,
pero también en los heteroproteidos;
* un prótido.

Los prótidos son combinaciones orgánicas cuaternarias (C, H, O, N) integrados por


aminoácidos y sustancias que por hidrólisis son liberados.
La fórmula general de un ácido aminado es:

R – CH - COOH

NH2

En la que R representa un radical formado por un carburo de hidrógeno que puede


complicarse:

C O O H un grupo funcional ácido;


N H2 un grupo funcional amínico.

A continuación se mencionan diferentes formas de materias nitrogenadas de acuerdo a como


son utilizadas por los seres vivos.

- Algunas bacterias del género rhizobium (presentes en el suelo y en las nudosidades


de las leguminosas) utilizan por si mismas el nitrógeno atmosférico
- Las plantas verdes utilizan el nitrógeno nítrico que encuentran en las soluciones del suelo.
- Los animales utilizan el nitrógeno incluido en las proteínas.

Los prótidos son hidrolizados en el curso de la digestión en ácidos aminados (aminoácidos) que
representan por lo tanto los nutrientes nitrogenados.

Los rumiantes, gracias a los microorganismos presentes en el rumen, aprovechan igualmente


en parte otros compuestos nitrogenados no pertenecientes a los prótidos (urea)

Los prótidos son, en cualquier caso, los constituyentes esenciales de la parte nitrogenada de
los alimentos:

90 % en los alimentos concentrados;


60 a 70 % en los alimentos toscos o voluminosos.

Clasificación de los prótidos.


a) Los aminoácidos.
Representan los elementos constitutivos de los prótidos, la etapa final de su digestión, los
materiales de construcción que el organismo encuentra en la sangre para sintetizar los compuestos
nitrogenados.
Los aminoácidos se encuentran asociados entre sí en las moléculas protídicas y sólo,
raramente, en estado libre. En los alimentos la asociación que integra un prótido es siempre la
misma, de tal modo que un alimento dado se caracteriza por un contenido bastante bien determinado
en aminoácidos, variando sólo ligeramente la distribución de los prótidos.

A continuación, a manera de ejemplo, se esquematiza la organización química de un


aminoácido de 3 átomos de carbono.

Alanina CH3 - CH – COOH

NH2
Los aminoácidos varían en complejidad química, aparte de eso existen algunos que tienen un
carácter alimenticio indispensable, es decir, que el organismo animal es más o menos incapaz de
sintetizar a partir de otras formas alimenticias, estos reciben por lo tanto el nombre de aminoácidos
esenciales, los cuales con el fin de garantizar una nutrición proteica eficiente, tienen que estar
incluidos necesariamente en la dieta.

Aminoácidos Aminoácidos no
Esenciales esenciales
- Treonina - alanina
- Valina - serina
- Leucina - treonina
- Isoleucina - cisteína
- Metionina - cistina
- Lisina - ácido aspártico
- Fenilalanina - ácido glutámico
- Histidina - ornitina
- Triptófano - citrulina
- arginina
- tirosina
- prolina

Nueve son los aminoácidos esenciales. Esta noción y sus consecuencia prácticas serán
analizadas posteriormente.

b) Los péptidos
Representan agrupaciones simples de algunos aminoácidos; las uniones de los aminoácidos
integrantes se realizan entre una función ácido y una amina, con eliminación de una molécula de
agua, este tipo de unión recibe el nombre de peptídica.

c) Los prótidos.
Se trata de verdaderas combinaciones nitrogenadas naturales de los alimentos sus moléculas
agrupan un gran número de aminoácidos y, a veces, otras combinaciones extrañas al grupo de los
prótidos. Las uniones entre los grupos integrantes pueden ser diversas y no solamente peptídicas.

Se distinguen:

- Los holopreoteidos o proteinas que sólo dan lugar a aminoácidos por hidrólisis;
- Los heteroproteidos que dan lugar además a un grupo no protídico.

Los holoproteidos.

Su clasificación, bastante empírica, se basa en cuestiones secundarias, tales como la


solubilidad.
Así las albúminas son solubles en el agua pura. Se puede citar el caso de la ovoalbúmina de
la clara del huevo y la lactoalbúmina de la leche.

Las globulinas, se cita entre ellas la lactoglobulina, el fibrinógeno y la miosina del músculo.
Las gluteínas de origen vegetal son constituyentes esenciales del gluten de los granos de
cereales.
Las histonas de origen animal
Las protaminas
Las escleroproteínas de los tejidos de sostén: colágenas de los huevos, elastinas de los
ligamentos, queratinas del pelo, lana y cuernos.
Los heteroproteidos.

Su clasificación se atiene a la naturaleza de su composición no protídica. Entre los


heteroproteidos cabe distinguir:
Los glucoproteidos, que contienen un glúcido (mucinas); los fosfoproteidos, que contienen
ácido fosfórico (caseína de la leche, ovovitelina de la yema de huevo); los nucleoproteidos, que
contienen un ácido nucleico, compuesto a su vez por una osa, ácido fosfórico y una base
nitrogenada; son los nucleoproteidos constituyentes esenciales del núcleo celular; los
cromoproteidos, que contienen un pigmento con elemento metálico (hemoglobina, cloroplastina =
clorofila (pigmento + prótido).

4. Las vitaminas.
Son sustancias que se distinguen, fundamentalmente, de las restantes combinaciones
orgánicas por su papel fisiológico, pero desde el punto de vista químico pueden relacionarse con una
de los tres grandes grupos precedentes; las vitaminas no constituyen en ningún caso un grupo
químicamente definido.

Composición Analítica de los alimentos.

Se refiere a la composición investigada mediante el análisis de los alimentos. Por razones


prácticas, no coincide exactamente con la composición química verdadera; algunos grupos de
cuerpos, cuya dosificación resulta difícil y no son investigados sistemáticamente por todos los
laboratorios, suele apreciarse de forma bastante convencional.

1. Análisis Forrajero.
Este análisis exige apreciar los siguientes constituyentes:

- Agua

Materia mineral

- Materia Seca - Materia nitrogenada


- Materia grasa
Materia orgánica - Celulosa bruta
- Extracto no nitrogenado

El esquema de éstos análisis se muestra a continuación:

a) Agua: El contenido de agua se determina mediante la desecación de la muestra en estufa a


105o C; representa la pérdida de peso.

Materia Seca – Agua = Materia Seca

b) Materias Minerales: El contenido en materias minerales es convencionalmente, el residuo de la


muestra después de incinerarla en el horno a una temperatura de 550oC.

Materia Seca – Materia Mineral = Materia orgánica.


c) Materias nitrogenadas: La fracción nitrogenada se valora mediante el método de Kjendahl. Este
método consiste en mineralizar el producto mediante el ácido sulfúrico en presencia de un
catalizador; el nitrógeno orgánico se transforma así en nitrógeno amoniacal. Posteriormente se
desplaza el amoníaco por el sodio, dosificándole después de recibirle en una solución titulada de
ácido sulfúrico. Se expresa el resultado del análisis por el conjunto de elementos nitrogenados. Se
multiplica el nitrógeno obtenido por el coeficiente 6.25 y el resultado indica el contenido de la
muestra en materia nitrogenada total /todavía se dice proteína bruta). En efecto, los prótidos
incluyen como media el 16 % de nitrógeno y a una masa x de nitrógeno corresponde.

x . 100
= x . 6.25 de prótido
16

La crítica del método puede basarse en dos puntos:


 el contenido nitrogenado de los prótidos no es siempre del 16 %, ya que varía alrededor de
esa media;
 todas las materias nitrogenadas del alimento no se encuentran bajo forma proteica; así, si la
proporción de nitrógeno mineral es importante en la muestra, este método proporcionaría un
resultado por exceso, ya que se suponen todos los compuestos nitrogenados en forma
proteica.

d) Materias grasas: Las materias grasas son las sustancias que se extraen al disolver la muestra
en éter y en condiciones bien determinadas.

e) Celulosa bruta o celulosa Weende (del nombre de la estación agronómica de Weende). Las
materias celulósicas, o la celulosa bruta, constituyen el residuo orgánico obtenido tras dos
hidrólisis sucesivas, una en medio ácido y otra en medio alcalino.
Este residuo agrupa un cierto número de glúcidos superiores: La celulosa química
verdadera, pero también la lignina. Esta fracción del alimento es precisamente la que limita su
digestibilidad. Su dosificación es, ciertamente, muy convencional, pero el respeto a estas
normas es imperativo si se desea obtener resultados comparables. Por otra parte las tablas de
digestibilidad de los alimentos han sido establecidos de acuerdo con el contenido en materias
celulósicas determinadas por éste método.

f) Extracto no nitrogenado (Extracto Libre de Nitrógeno): Este representa la diferencia


calculada entre el peso de la muestra y la suma de los constituyentes calculados mediante el
análisis.
Indica el conjunto los glúcidos asimilables; la celulosa bruta se asocia a los glúcidos más
difícilmente digestibles.

2. Análisis Complementarios.

Cuando se trata de nutrición de rumiantes, el contenido en aminoácidos y vitaminas no se analiza


más que para investigaciones especiales y fundamentalmente para determinar referencias
alimenticias dado a que los microorganismos que se alojan en los compartimientos estomacales de
los mismos, sintetizan aminoácidos y vitaminas, en tanto si se trata de nutrición de especies
monogástricas, es imperativo conocer los contenidos de los mismos.
Los métodos de análisis son a menudo biológicos o microbiológicos basados en las reacciones de
los animales superiores y microorganismos.
Los elementos minerales se investigan de un modo más corriente y son dosificados sobre todo
por espectrofotometría.
UTILIZACIÓN DE LOS ALIMENTOS.

1. NOCIONES DE ANATOMIA COMPARADA DEL APARATO DIGESTIVO DE LOS


ANIMALES DOMESTICOS Y PARTICULARIDADES DEL FUNCIONAMIENTO.

El aparato digestivo de cada especie animal está adaptado a su régimen alimenticio y, para una
misma especie, el volumen de los reservorios gástricos, por ejemplo, puede variar en gran medida
según aquel régimen. Se pretende aquí recordar las características generales relativas a la anatomía
y fisiología del aparto digestivo, insistiendo sobre las particularidades que serán punto de partida para
una explicación posterior más detallada.

a) La Boca:
Está limitada anteriormente por los labios que son móviles y juegan un importante papel
en la prehensión del alimento en el caso del caballo y los pequeños rumiantes. Por el contrario, en
los grandes rumiantes los labios son poco móviles, siendo la lengua quien juega un papel importante.
La cavidad bucal es ancha y espaciosa en los bóvidos, más estrecha y alargada en los
pequeños rumiantes; en el caballo presenta una parte central en forma de largo canal que comunica
ampliamente en las paredes laterales, a nivel del espacio interdentario, con el vestíbulo capaz de
ampliarse lateralmente en gran medida; en el cerdo, la boca se prolonga por delante en dirección del
hocico, siendo también capaz lateralmente gracias a la amplia separación de las ramas mandibulares,
tal como ocurre en los animales carnívoros. Las glándulas salivares aparecen muy
desarrolladas en los herbívoros. Buey 620 gr., Caballo 500 gr., cerdo 300 gr.

b) El esófago.
El esófago de los rumiantes se caracteriza por su gran diámetro y su fácil dilatabilidad;
no se encuentran glándulas, o se encuentran pocas, en la mucosa de la mayoría de las especies
domésticas. La faringe de las aves es sin duda la que mas llama la atención ya que su pared es muy
fina y dilatable, en el caso de la gallina (granívora) se encuentra provista de una especie de bolsa
llamada ingluvio (buche). Los alimentos permanecen aquí durante 2 a 10 horas según el grado de
distensión del órgano y el peso del alimento contenido. Las glándulas mucosas, presentes en su
pared, permiten la maceración y un principio de digestión que tiene lugar a partir de enzimas
alimenticias, de microorganismos y procesos de regurgitación procedentes del ventrículo
subcenturiado. El papel esencial del buche es, de todos modos, regular el paso de los alimentos por
el tubo digestivo y asimismo la de asegurar la humectación conveniente de los alimentos.

c) El estómago.

El estómago de los rumiantes está esencialmente adaptado al régimen herbívoro y a la


función especial de la rumia.

Está integrado por cuatro reservorios comunicados: el rumen o panza, el retículo o redecilla, el
omaso o librillo y el abomaso o cuajar.

El rumen es una bolsa voluminosa de 300 litros de capacidad) que representa el 80 % del
contenido total del estómago y ocupa la parte izquierda de la cavidad abdominal; el esófago
desemboca en la parte anterosuperior del saco izquierdo del rumen y justamente debajo de ese punto
el cuello del rumen constituye una larga abertura que comunica con el retículo. La superficie interior
del rumen está tapizada por una mucosa provista de numerosas papilas de altura y formas variables.

El retículo consiste en una prolongación del rumen hacia la parte anterior de la cavidad
abdominal. Aparece tapizado interiormente por una mucosa en forma de panal o red. El retículo
incluye, en la curvatura menor, la llamada gotera esofágica (canal longitudinal abierto, de bordes
contráctiles, verdadera prolongación fisiológica del esófago que recorre el retículo hasta su
comunicación con el omaso, la gotera esofágica está muy desarrollada en los animales jóvenes y
conduce la leche directamente al abomaso, para lo cual se cierran los labios de modo reflejo antes de
que el líquido llegue a ella. En los adultos que no necesitan de es paso directo, el cierre se suspende
y los líquidos ingeridos pasan al rumen).

El abomaso prolonga el estómago de los rumiantes hacia abajo y a la derecha. En su interior


aparecen unas láminas finas, recubiertas por la mucosa, que semejan páginas móviles de un libro, de
aquí también el nombre de librillo que recibe este órgano.

El abomaso es el verdadero
estómago de los rumiantes, provisto
de glándulas secretoras (activo
químicamente) , se apoya sobre la
pared inferior del abdomen, así como
en los tres compartimientos
precedentes y su extremidad termina
en el píloro ascendiendo en ángulo
recto.

Tras una masticación rápida,


todos los alimentos y el agua de
bebida, caen en el rumen, la rumia
consiste en una regurgitación del
contenido del rumen seguida de una
expulsión de los gases, de una
deglución de la parte líquida y de la
re-masticación prolongada de la parte
sólida. Tras la deglución el bolo
alimenticio cae de nuevo en el rumen, donde el contenido se fragmenta y fluidifica progresivamente.
Durante las contracciones de estos reservorios, los intercambios de materia entre el rumen y
el retículo son continuos y únicamente los elementos más fluidos, presentes en este segundo órgano,
pasan al omaso; los labios de la gotera esofágica actúan como un verdadero filtro los cuales se
cierran para dejar pasar por su interior
únicamente líquidos.

La permanencia prolongada de los


alimentos en el rumen /60 horas en
promedio) explica la importancia de la
acción microbiana.

El estómago de las aves


comprende dos partes: Una glandular, el
proventrículo, donde los alimentos no se
detienen, arrastrando con ellos el jugo
gástrico que ejercerá más adelante su
acción.

Una parte muscular: la molleja,


particularmente desarrollada en las
granívoras y herbívoras, asegura la
trituración de los alimentos gracias alas
potentes contracciones de sus gruesas
paredes; la presencia de piedrecillas “grit”,
que el ave ingiere, en la molleja contribuyen a la disgregación de los alimentos. Cuando algunas
aves como las gallinas se explotan intensivamente en los locales cerrados resulta funcional
proporcionarle esos materiales en forma de grit.

d) El Intestino.
La longitud del intestino y su capacidad aparecen adaptadas al régimen alimenticio
del animal y al tipo de digestión. Sus características son, en cierto modo, consecuencia de las del
estómago correspondiente.
En todas las especies y refiriéndose al intestino cabe distinguir:
- El intestino delgado, cuya mucosa está tapizada de glándulas secretoras de diastasas (enzimas),
siempre muy activas y en el que vierten el jugo pancreático y las bilis.
- El intestino grueso, donde prosigue la acción de los jugos digestivos, a la que se añade la
correspondiente a los microorganismos, muy importante en el caso de los herbívoros monogástricos.

En éstos, como el caballo, el intestino grueso aparece en efecto muy desarrollado. Comienza
por el tramo llamado ciego, continuado por el colon.

En el ciego, los alimentos son retenidos bastante tiempo, experimentando la acción


microbiana de modo semejante a como ocurre en el rumen de los rumiantes.

- En los herbívoros poli gástricos, el ciego también un cierto desarrollo, ya que mide 75 cm. De
longitud y 12 de anchura, si bien se continua por el colon siendo su carácter de fondo de saco
menos acusado.
- La disposición del intestino grueso en el cerdo es favorable al desarrollo de las acciones
microbianas, si bien, dado el régimen alimenticio normal de estos animales, sus acciones tienen
una importancia limitada.
- En las aves, el intestino tiene un calibre y un aspecto casi igual en toda su longitud, resultando
arbitrario establecer las diferencia señaladas en los mamíferos (de 8 cm en las gallinas)
desemboca simétricamente en la parte terminal del intestino que a su vez finaliza en la llamada
cloaca, donde también terminan los uréteres y las vías genitales.

Particularidades en el funcionamiento del aparato digestivo de los rumiantes jóvenes.

En los rumiantes jóvenes, el rumen y el retículo están aún poco desarrollados y los alimentos
pasan directamente al omaso y luego al abomaso, lo que supone una fisiología digestiva en cierto
modo semejante a la de los animales monogástricos.
El citado paso directo de los alimentos al tercer y cuarto estómago se logra gracias a la gotera
esofágica que se cierra por vía refleja al paso de los alimentos. Se ha demostrado que la zona
sensible está representada por la base de la lengua y la faringe, siendo la sensación de naturaleza
gustativa y las materias minerales y proteicas de la leche los elementos activos de la sensación. El
acto de beber por succión es igualmente favorable al cierre de la gotera esofágica e, inversamente,
bebiendo en un cubo hace que aquel cierre pueda ser incompleto. Tras el destete, este fenómeno se
atenúa progresivamente. El desarrollo del rumen, la instalación en el mismo de la flora microbiana y
el transito a una fisiología adulta tienen lugar más rápidamente si el animal inicia pronto la
alimentación en base de alimentos groseros (forrajes), si bien el aprovechamiento de los mismos
depende del grado de desarrollo del mismo, lo que permite aconsejar que el destete debe ser
progresivo.

El destete precoz de los terneros, hoy ampliamente practicado, se basa precisamente en esta
capacidad para desarrollar rápidamente su rumen por el estímulo de una alimentación sólida
temprana. Forrajes y concentrados se ponen a disposición de los terneros desde las primeras
semanas de vida.
LA DIGESTIÓN DE LOS ALIMENTOS.

a) Generalidades.
Los alimentos, tal como se ha descrito, no son utilizables directamente por el
animal; en efecto, previamente deben sufrir una simplificación química para ser transformados en
principios directamente asimilables por el organismo y a los cuales se les da el nombre de nutrientes,
lo que puede esquematizarse en el cuatro siguiente

Constituyentes alimenticios Nutrientes asimilables


Proteínas (protidos) Aminoácidos
Grasas (Lípidos) Acidos grasos + alcohol
Carbohidratos (Glúcidos) Osas = (glucosa)
Agua Agua
Materiales minerales Materias minerales.

Las materias minerales no sufren más que transformaciones mínimas a favor, particularmente,
de las variaciones de la acidez que tienen lugar a lo largo del tubo digestivo, pero puede decirse que
son puestas en libertad de forma mecánica por las acciones digestivas .

Las diferentes etapas de estas transformaciones han sido estudiadas y se investigan aun en el
hombre. Se sabe que los jugos digestivos, y mas precisamente las diastasas o enzimas que
contienen, son los factores directamente responsables del proceso digestivo.

Las diastasas o enzimas actúan, en efecto, como los catalizadores estudiados en química, en
este sentido aceleran considerablemente la velocidad de las transformaciones químicas, haciéndolas
de hecho posibles, sin ser consumidas significativamente, de tal forma que actúan sobre importantes
cantidades de materias en evidente desproporción con ellas.
Igualmente, las diastasas son de acción específica en su trabajo, en este sentido cada una de
ellas solamente favorece un tiempo bien determinado de transformaciones químicas. Encontramos
en los animales domésticos una acción de las enzimas semejante a la citada para el hombre, si acaso
con pequeñas variantes y particularidades muy importantes en los rumiantes.

B. Las acciones digestivas comunes a los diferentes animales domésticos.

Las transformaciones químicas que experimentan las materias orgánicas representan una
simplificación de las moléculas y reciben el nombre de hidrólisis.
La hidrólisis es la descomposición de agrupaciones químicas complejas con fijación de agua,
esta reacción es catalizada por una diastasa (enzima) que recibe el nombre de hidrolasa.

1. Digestión Salivar.
La saliva impregna los alimentos durante el curso de la masticación, siendo su papel
fundamental ablandar las partículas más duras, así como permitir la formación de un bolo alimenticio
fluido; además juega un papel para favorecer el trabajo microbiano en el rumen de los rumiantes.

La saliva contiene una diastasa capaz de hidrolizar el almidón, por lo que recibe el nombre de
amilasa, se trata de la ptialina:

Ptialina

Almidón cocido + agua maltosa


La ptialina existe también en la saliva del hombre y del conejo y en menor cantidad en la del
cerdo. No está presente en la saliva de los rumiantes, el caballo y las aves.
En realidad la ptialina transforma el almidón primero en dextrina y luego en maltosa. Algunos
piensan que las amilasas, y la ptialina particularmente, son más bien dos enzimas diferentes: uno
que permitirán el paso de almidón a dextrina y otro que actuando sobre ésta la desdoblaría en
maltosa. La acción de la ptialina prosigue aún en el estómago, en tanto que el grado de acidez del
bolo alimenticio no es alto.

2. Digestión Estomacal.
En las aves es el proventrículo quien segrega los jugos digestivos, si bien la acción de éstos
prosigue en la molleja, receptáculo digestivo con acción puramente mecánica.

- La proteasa gástrica, o pepsina, hidroliza los prótidos convirtiéndolos en polipéptidos; la


simplificación de aquellos no conduce desde luego directamente a la separación en aminoácidos

- Prótidos + agua polipéptidos

Pepsina

La enzima llamada cuajo coagula la leche según el siguiente esquema:

Caseína (prótido) + materias grasas coágulo progresivamente licuado por la


pepsina con principio de ataque a la caseína.

Otro constituyente de la leche lactosuero

- La lipasa gástrica, ausente en las aves, hidroliza por su parte los lípidos.

- Lípidos + agua ácidos grasos + alcohol.

Esta acción, sin embargo, es muy limitada en todas las especies domésticas salvo en los
animales jóvenes; el medio gástrico no favorece la acción lipolítica.

- El ácido clorhídrico segregado por las glándulas gástricas no es en realidad una diastasa, si bien
tiene un papel antiséptico y digestivo indirecto al favorecer el ataque a las proteínas de la pepsina,
haciendo solubles las sales minerales, asegurando el paso de los alimentos del estómago al intestino
gracias a su acción sobre el esfínter pilórico y provocando, al llegar al duodeno, la producción de
secretina en la mucosa de este tramo intestinal, que a su vez estimula las secreciones pancreática y
biliar.
El ácido clorhídrico se produce en forma de cloruro en las células que revisten las glándulas
gástricas. En ello juega un papel decisivo la disociación del CO3H2 en H+ y CO3H que a su vez se
debe a la carboanhidrasa aceleradora de esa disyunción.

3. Digestión Pancreática.
Esta fase digestiva queda asegurada por la presencia del jugo pancreático a nivel del intestino
delgado, donde es vertido por la glándula correspondiente.

- La amilasa pancreática completa la hidrólisis del almidón, escindiéndole para pasarlo a maltosa:

(C6 H10 O5) n + n H2O n C12 H22 O11


2 2
- La proteasa pancreática o tripsina hidroliza los prótidos y polipéptidos en aminoácidos en dos
tiempos

Prótidos + agua polipéptidos;

Polipétidos + agua aminoácidos

En realidad, lo que se conoce como tripsina es un conjunto de diferentes diastasas capaces


de atacar a los prótidos.

- La lipasa pancreática hidroliza los lípidos previamente emulsionados por la bilis, que de ese
modo juega un papel digestivo importante, si bien no incluye diastasa alguna. Las grasas son
insolubles en agua y por ello deben emulsionarse antes de ser atacadas.

lipasa

Lípidos emulsionados + agua ácidos grasos + alcohol

4. Digestión Intestinal.

Varias diastasas completan la hidrólisis de los glúcidos atacando a los disacáridos.

La maltasa intestinal:
C12 H22 O11 + H2 O C6 H12 O6

La sacarasa intestinal
C12 H22 O11 + H2 O C6 H12 O6 + C6 H12 O6

La lactasa intestinal:
C12 H22 O11 + H2 O C6 H12 O6 + C6H12 O6

Debe recordarse que los cuerpos compuestos con “formula bruta” igual, pero diferentes
en cuanto a disposición de los átomos en el interior de su molécula y que tienen propiedades físicas y
a veces químicas diferentes, reciben el nombre de isómeros. Ello explica bien la especificidad de las
diastasas de no atacar indistintamente a sustancias tan próximas en cuanto a composición bruta,
como son los isómeros.

La Polipeptidasa intestinal o erepsina completa la hidrólisis de los prótidos:

Polipéptidos + H2O aminoácidos.


La erepsina incluye, como la tripsina pancreática, varias diastasas que tienen una cierta
especialización en esta hidrólisis final.

C. Resultados de la digestión: absorción intestinal y eliminación de los excrementos.

El agua, las sales minerales y los nutrientes orgánicos (osas, aminoácidos, ácidos grasos,
alcoholes) pueden pasar al medio interior (sangre y linfa) a nivel del intestino delgado.

En efecto, el epitelio del intestino, que es la única separación entre la luz intestinal por una
parte y los capilares sanguíneos y vasos quilíferos por otra, es permeable a las pequeñas moléculas,
pero impermeable a las grandes moléculas orgánicas no digeridas.
Los numerosos repliegues microscópicos de la pared intestinal que constituyen las
vellosidades intestinales representan una gran superficie de contacto para la absorción.
Osas, aminoácidos, agua y sales minerales penetran directamente en la sangre.
Los lípidos digeridos pasan primero a la linfa de los vasos quilíferos, si bien no tardarán en
alcanzar el torrente sanguíneo, ya que el sistema linfático está íntimamente relacionado con el
hemático.
Los residuos no digeridos o absorbidos pasan al intestino grueso y, coloreados por los
pigmentos biliares, constituyen los excrementos, materias fecales o heces. La celulosa que no ha
sido atacada, ya que los jugos digestivos estudiados no contienen celulosa, formará parte de aquellos
residuos.

D. Particularidades de la digestión en los rumiantes.


Las transformaciones digestivas que se han descrito para los monogástricos, existen también
el en caso de los rumiantes, si bien con importantes variaciones, entre las que destacan las acciones
de los microorganismos presentes en el rumen y retículo.

Agentes digestivos = Diastasas + microorganismos.

Por microorganismos debe entenderse la asociación:

- de una flora microbiana /bacterias iodófilas, (que dan una coloración azulada con el yodo).
- Protozoarios ciliados.

Las bacterias son verdaderos agentes digestivos de los carbohidratos, incluida la fibra cruda,
en tanto que los protozoarios aprovechan los componentes nitrogenados de la dieta y también
viven a expensas de los cadáveres de las bacterias, antes de sufrir ellos mismos la digestión
por parte del huésped principal.

De la acción de los microorganismos resultan dos particularidades fundamentales.

1. Los Rumiantes utilizan la celulosa:


Los animales domésticos no poseen diastasa capaces de hidrolizar la celulosa, pero los
microorganismos del rumen de los rumiantes la degradan en provecho del huésped.
En efecto, los microorganismos viven utilizando una parte de los alimentos ingeridos por el
animal, desechando algunos productos derivados de su actividad; todos los alimentos son
susceptibles de ser así utilizados y particularmente la celulosa.

El animal rumiante realiza seguidamente el aprovechamiento:


- de los productos de la actividad microbiana
- de los cuerpos microbianos que se han multiplicado y que aquél digiere.

Alimentos ingeridos por el rumiante (entre ellos celulosa)

Cuerpos Productos simples de la actividad


Microbianos microbiana

Digeridos Utilizados en parte por el


por rumiante rumiante.
Los productos de la actividad microbiana y su destino son los siguientes:

- Ácidos grasos de escaso peso molecular: Ácidos Grasos Volátiles


Acido acético, Acido Propiónico, Acido Butírico.

- Gas carbónico, CO2.


- Metano, CH4

Los ácidos grasos son nutrientes que atraviesan directamente la pared del rumen y pasan a la
circulación del rumiante. Los gases son eructados.
Así, los microorganismos permiten al rumiante aprovechar una fuente energética alimenticia
apreciable (la celulosa), a la vez que ellos mismos encuentran condiciones ideales para su desarrollo
(alimentos y buenas condiciones en el medio) se trata verdaderamente de un ejemplo de asociación
simbiótica.
En tanto que en los monogástricos, la glucosa (con otras osas) constituye el único nutriente
glucídico, en los rumiantes los principales nutrientes de ese orden son los ácidos grasos.
Al estar los lípidos presentes en cantidades muy limitadas en la alimentación de los rumiantes,
aquellos ácidos grasos representarán el principal aporte energético.

Materia Nitrogenada Proteica Materia nitrogenada no proteica.

Ataque bacteriano

NH3
RUMEN
Higado Urea
Excretada

Cuerpos
Microbianos

Materia nitrogenada
Proteica

ABOMASO Aminoácidos
Alimenticia
(digestión química) Microbiana Absorbidos
60 % 40 %

HECES
2. Los microorganismos realizan síntesis útiles para el huésped.

a) Permiten una mejor utilización de la materia nitrogenada al transformar compuestos no


proteicos (amoniaco, urea) en formas proteicas, únicas utilizables por el animal.
b) Diversifican la materia nitrogenada alimenticia, determinando la aparición, por procesos de
síntesis, de aminoácidos que pueden faltar en el animal, aumentando así el valor biológico de
las raciones.
c) Realizan la síntesis de las vitaminas del grupo B y de la K.

El esquema anterior revela la utilización de, al menos, una parte de las materias nitrogenadas no
proteicas y la modificación de otra fracción de materias nitrogenadas alimenticias de carácter
proteico.
Cuando ciertas condiciones no se cumplen puede producirse una cantidad excesiva de amoniaco que
se eliminará en forma de urea, sin beneficio alguno para el animal.

E. Importancia de las acciones digestivas microbianas en las diversas especies.

El ciego del caballo y el del conejo, donde tiene lugar una cierta detención de los alimentos, así
como el colón, son asiento de una fermentación microbiana caracterizada por la degradación de la
celulosa y determinadas funciones de síntesis.

Esos fenómenos acaecen, sin embargo, en estos animales tras la digestión y la absorción
intestinal, de modo que su importancia se encuentra disminuida. En particular , el animal no puede
apenas beneficiarse de las síntesis microbianas.
La cuestión es discutible, ya que en animales como el caballo y el conejo el ciego supera en
más del doble a la capacidad del estómago, lo que evidencia el papel importante reservado a ese
órgano En realidad tiene la función de los proventrículos de los rumiantes respecto a la digestión de
la fibra bruta e igual que en éstos, bacterias protozoos benefician al hospedador suministrándole
proteínas y otros elementos nutritivos. De la proteína contenida en el ciego casi el 40 % corresponde
a las bacterias e infusorios y las tres cuartas partes benefician al animal hospedador. Así, en
resumen, la digestión y la absorción en algunos monogástricos prosiguen hasta el último tramo del
intestino grueso, el recto.

No obstante, el conejo llega a obtener provecho de la llamada coprofagía (ingestión de sus


propios excrementos). Los excrementos producidos durante el día, en forma de bolas firmes, son
rechazados normalmente, pero los expulsados durante la noche, pequeños, blandos y recubiertos de
mucos, son ingeridos directamente por el animal recibiéndolos a medida que salen por el ano.
Los intestinos ciegos de las aves juegan un papel análogo y la coprofagía permite igualmente
a estos animales recuperar una parte de las vitaminas sintetizadas previamente en aquellos órganos.
III. DIGESTIBILIDAD DE LOS ALIMENTOS.

A. Definiciones.
Un alimento ingerido y que por tanto penetra en el tubo digestivo, no es retenido al
final totalmente por el organismo.
En efecto, parte del mismo que no ha sufrido la acción de los jugos digestivos o ataques
microbianos y que en definitiva no ha podido ser absorbida aparece en los excrementos.
En consecuencia, el rendimiento de las acciones digestivas se caracteriza por el llamado
coeficiente de digestibilidad o coeficiente de utilización digestiva (C.U.D.)

C.U.D. = Materia ingerida – Materia fecal x 100


Materia fecal

Por tanto, puede considerarse el coeficiente de digestibilidad:

- del conjunto de la materia seca de la ración;


- de la materia orgánica;
- de los carbohidratos, proteínas y grasas.

Observación.
En realidad solamente debe considerarse la materia seca de la ración: la materia total, de
contenido en agua muy variable, especialmente en caso de los alimentos toscos, no permite
caracterizar correctamente el valor digestible de una ración. Por otra parte, el agua no experimenta
transformación digestiva alguna.

Ciertamente el agua es elemento indispensable para la vida, necesaria para una buena
digestión, pero, dentro de ciertos límites, el contenido en agua no influye en la digestibilidad de la
materia seca de una alimento.

A pesar de cuanto han dicho los especialistas en nutrición y los fisiólogos no quedan
satisfechos con los criterios expuestos. En efecto, el organismo segrega o excreta, a nivel del
intestino principalmente, una cierta cantidad de materias que viene a sumarse durante la digestión a
la propia materia fecal de origen alimenticio y en realidad es en ese conjunto el que
experimentalmente se considera para determinar la digestibilidad.
El coeficiente de utilización digestiva, anteriormente definida, es por tanto un C.U.D. aparente
y en consecuencia sería más correcta la siguiente expresión.

C.U.D. = Mat. Ingerida – (mat fecal total – mat. Fecal metabólica) X 100
Materia ingerida

La materia fecal metabólica o endógena es resultante del metabolismo del animal y se forma a
nivel del intestino a partir de las células que recubren este, de los jugos digestivos, del mucus y de los
microorganismos presentes en los órganos del sistema.

B. Medida de la digestibilidad
El zootecnista que considera suficiente la medida del C.U.D. aparente,
debe anotar las cantidades de alimento ingeridas y excretadas durante un determinado tiempo;
posteriormente, tendrá que analizarlas y para ello situará previamente a los animales en una jaula
experimental, con dispositivo apropiado que permita recoger las heces. Se trata, por tanto, de
medidas y determinaciones delicadas, solamente llevadas a cabo con fines de investigación y sobre
un cierto número de alimentos tipo.
Se destaca la dificultad que existe para el caso de las aves en lo que respecta a la separación
de heces y orina, dado que todos esos excrementos son expulsados al exterior por un único orificio:
la cloaca.
Los japoneses resuelve la cuestión practicando fístulas que suponen en realidad la creación
de anos artificiales.
La medida del C.U:D real es en general delicada, ya que se precisa determinar la materia fecal
de origen metabólico; estos estudios se han realizado especialmente para conocer la utilización de
las materias nitrogenadas, pero cuando se sabe que el nitrógeno fecal de origen metabólico varía
según la naturaleza del régimen alimenticio (sería en efecto lógico considerar que el nitrógeno
metabólico corresponde al encontrado en las heces con una alimentación desprovista de nitrógeno),
se puede deducir que las reglas simples de alimentación incluyen en realidad problemas muy
complejos que el especialista en nutrición deberá resolver para alcanzar una mayor eficacia en el
racionamiento de los animales.

C. Factores que determinan variaciones de la digestibilidad.


Siempre que no se indique, se refiere a la digestibilidad del total de la materia orgánica
incluida en los alimentos.

1. Factores dependientes del animal.

a) Influencia de la especie. Para un mismo alimento, el C.U.D. de la materia orgánica varía


con la especie que ingiere éste. Así, los rumiantes aprovechan mejor que los cerdos y
caballos los alimentos ricos en celulosa; las aves , especialmente, aprovechan mal estos
alimentos. En compensación, las diferentes especies aprovechan más o menos del mismo
modo los alimentos concentrados, es decir, los pobres en celulosa.
El C.U.D.. de la materia orgánica presente en los forrajes groseros es del orden del 60
al 70 % para los rumiantes. El correspondiente a los alimentos concentrados es a su vez del
80 % para las distintas especies. Un mismo alimento tosco presentará valores nutritivos
diferentes para las distintas especies, en tanto que los concentrados corresponden
sensiblemente al mismo valor.

b) Influencia del individuo: el C.U.D. de la materia orgánica varía entre un animal y otro para
un mismo alimento, aún dentro de los que pertenecen a la misma especie.

Ejem: 2 corderos reciben el mismo alimento:


Para uno el C.U.D. = 60 %
Para otro el C.U.D. = 54 %

Hay que llamar la atención al hecho de que las recomendaciones en materia de alimentación
utilizadas para los cálculos de raciones tienen un valor para el conjunto de los animales, pero no
para un individuo determinado.

c) Influencia de la edad: Se observa también, por ejemplo, una variación del C.U.D. en el
momento del destete, en el período de reemplazo de los dientes y cuando el animal es de
edad avanzada.
d) Influencia del trabajo: El C.U.D. varía muy poco si el animal trabajo o no en relación con
aquellos que permanecen en reposo.

2. Factores dependientes del alimento o de la ración.

a) Influencia del contenido en materia celulósica. El coeficiente de digestibilidad de la materia


orgánica disminuye cuando la celulosa del alimento aumenta. Ahora bien, los vegetales
incrementan su contenido en celulosa al envejecer y, en consecuencia, con el tiempo serán
cada vez menos digestibles y nutritivos.
Existe por tanto una correlación elevada entre el contenido en celulosa de un alimento
y su digestibilidad (la correlación es aún superior con el contenido en lignina, uno de los
integrándose de la fibra bruta, si bien la lignina no es objeto de una determinación particular en
el análisis de los forrajes).
Es precisamente la correlación citada la que permite apreciar la digestibilidad de la
materia orgánica y de sus diferentes fracciones cuando se desea determinar el valor forrajero
de un alimento sometido a análisis: para ello se busca en una tabla un alimento parecido a la
muestra (ejem. Harina de alfalfa) y contenido en celulosa comparable, admitiendo que las
digestibilidades de las diferentes fracciones son las mismas para la muestra y el alimento que
figura en las tablas.

c) Influencia de la preparación de los alimentos.


Es ésta una cuestión muy importante, ya que permite justificar o rechazar todas las
operaciones de preparación de los alimentos en la industria o en la propia granja. Parece lógico, no
obstante, remitir el estudio de esta cuestión al de los alimentos en general.

Resumen de conceptos.

A nivel del tubo digestivo son absorbidos los nutrientes siguientes: agua, sales minerales,
aminoácidos, ácidos grasos, alcoholes y monosacáridos.
Algunos elementos de desecho son eliminados por los riñones y pulmones: agua, urea y gas
carbónico.
Cabe indicar que paralelamente a la producción de leche o huevos pueden registrarse en el
animal procesos de crecimiento y engorde.
El conjunto de transformaciones que en el interior del organismo experimentan las sustancias
nutritivas recibe el nombre de metabolismo.
El anabolismo comprende todas las reacciones de degradación de las materias de reserva o
de los materiales integrantes del organismo con liberación de la energía necesaria para la vida y los
procesos de síntesis.
El metabolismo intermediario incluye todas las reacciones que afectan a las sustancias y
conducen los nutrientes a integrar los constituyentes orgánicos o los productos de desecho.
Algunas de aquellas sustancias son asiento indistintamente de reacciones anabólicas como
catabólicas, ello implica la no predestinación específica de las moléculas objeto de funciones
metabólicas. Así, por ejemplo, un material tisular determinado que experimenta cierta degradación no
la sufre necesariamente hasta alcanzar la fase de desecho, ya que sus constituyentes pueden
perfectamente participar después en reacciones de síntesis.
Numerosas enzimas intervienen en el control de esas reacciones, en el funcionamiento de las
cuales concurren algunas vitaminas.
Si las síntesis de los glúcidos y lípidos en el organismo pueden verificarse a partir de los
nutrientes glucídicos, lipídicos o protídicos, la de los proteidos necesita forzosamente la presencia de
nutrientes proteicos, de aquí el aspecto particularmente importante de la nutrición nitrogenada.
Los Requerimientos de los Animales y Forma de cubrirlas.

Forma de cubrir las necesidades energéticas.

I. Análisis de las necesidades energéticas de los animales.


a) Necesidades de sostenimiento.

1. El metabolismo Basal.
Las necesidades correspondiente al metabolismo basal son las que se refieren al animal en
reposo, en ayunas y sometido a una temperatura de neutralidad térmica. Se trata, por tanto, de las
necesidades mínimas correspondientes a las transformaciones de energía precisas para el
sostenimiento de la vida en condiciones normales.
El trabajo de los órganos representa en estas condiciones el 25 % del consumo y la actividad
celular general el 75 %.

El reposo excluye todo consumo suplementario de energía que en caso contrario exigiría el
funcionamiento del sistema muscular.

El ayuno, a su vez, excluye todo gasto ligado al funcionamiento del aparato digestivo.

Finalmente, sometiendo al animal a una neutralidad térmica se excluye también, por


definición, todo gasto calorífico preciso para mantener constante la temperatura interna del animal.
Considerando que la expresión final de las transformaciones energéticas es la energía
calorífera, la medida de las necesidades correspondientes al metabolismo basal se concreta en la
valoración de las pérdidas de calor experimentadas por el animal.

Considerando que la expresión final de las transformaciones energéticas es la energía


calorífera, la medida de las necesidades correspondientes al metabolismo basal se concreta en la
valoración de las pérdidas de calor experimentadas por el animal.

2. Metabolismo de Mantenimiento
Las condiciones que exige el metabolismo basal son difícilmente
realizables y en realidad están lejos de corresponder a las preocupaciones del zootecnista; para éste,
cuando practica el racionamiento de los animales:

Necesidades de mantenimiento = necesidades totales – necesidades de producción.

Las necesidades de mantenimiento incluyen el consumo que exigen las manifestaciones


vitales en las condiciones normales de existencia (posición en pie, ligera regulación térmica..., etc)
De hecho, el menor consumo de energía de un animal en ayuno y en establo es igual al
correspondiente al metabolismo basal incrementado en un 7 %.

Las necesidades de mantenimiento están relacionadas con la superficie corporal del animal,
lo que justifica la ordenación de las normas de necesidades alimenticias en función del peso vivo. En
todo el reino animal el consumo de energía es tanto mayor por unidad de peso, cuanto menor es el
animal. En consecuencia la variación de las necesidades de sostenimiento en función del peso no
constituye una variación lineal, al respecto han sido propuestas diferentes fórmulas experimentales.

Debe advertirse, no obstante, que estas necesidades varían con:

- El género de vida: en pastoreo, por ejemplo, el animal tiene gasto superior de energía a causa de
una actividad más intensa, a la necesidad de adaptarse a los cambios de temperatura, a la mayor
cantidad de heces y orina producidas.
- El individuo
- El destino a que se dedique el animal. Así, a igualdad de peso, las vacas lecheras tienen un
metabolismo superior en un 4 o 5 % al de los animales explotados para carne; el de los machos, a
su vez, es superior en un 10 % al correspondiente a las hembras.

B. Necesidades de producción.

1. Las necesidades de Crecimiento.


En un organismo en período de crecimiento las materias
minerales y orgánicas deben sumarse a las ya existentes; las materias minerales, incombustibles, no
tienen ningún valor energético; por el contrario, las materias orgánicas acumuladas representan un
cierto potencial energético que la alimentación debe suministrar.
Por necesidades de producción entendemos el valor energético potencial representado por la
ganancia de peso, la leche producida, etc. La energía de este modo acumulada o “exportada” deberá
ser objeto de un suministro equivalente en energía alimenticia.
Para el crecimiento y el engorde, que consisten esencialmente en una retención de materia
nitrogenada y grasa por parte del organismo, el cálculo de la energía acumulada se realiza de la
siguiente forma:

Energía acumulada en calorías = Materia Nitrogenada fijada en gramos x 5.6 + materia grasa
fijada en gramos x 9.3

Las necesidades diarias varían, pues en función:


- de la ganancia diaria de peso,
- de la composición que corresponde a los nuevos tejidos acumulados.

La composición del “peso ganado” varía a su vez con la edad del animal: en efecto, en el
curso del desarrollo, un animal forma primero hueso, luego las masas musculares y finalmente los
acúmulos adiposos; en consecuencia, sus necesidades primeras se concretan en proteínas y
posteriormente en hidratos de carbono y grasas.

Puede deducirse que resulta mucho más costoso engordar un animal adulto que uno joven,
ello sin tener en cuenta que el primero tiene necesidades de sostenimiento más importantes.

La llamada eficiencia alimenticia que traduce el costo de la alimentación precisa para el crecimiento,
aumenta continuamente con la edad. Tal como se puede ver en la tabla siguiente:

Eficiencia alimenticia en aves*

6 semanas 8 semanas 9 semanas


1.94 2.11 2.25

 Est. Experim. Plufragan, Francia ´65

Hay que recordar que:

Eficiencia alimenticia = cantidad de alimento consumido en Kg.


peso vivo incrementado por el animal en Kg.

Las necesidades diarias de crecimiento varían también en función del régimen alimenticio. En
efecto, para obtener animales precoces se busca al acumulación simultánea de tejido muscular y
graso por medio de una alimentación intensiva, de este modo el potencial energético del peso ganado
es más elevado que para el caso de un futuro reproductor, en el que no se busca un rápido aumento
de peso por ser distinta la finalidad que en él se pretende.
El término animales precoces se refiere a los engordados en régimen de alimentación
intensiva para su sacrificio temprano.

2. Necesidades de la Producción Lechera.


La secreción de un kilo de leche representa una pérdida energética que se deduce de la
composición media siguiente de este producto en cada especie.
Debe tenerse en cuenta, no obstante, que para una misma especie la composición de la leche
presenta notables variaciones, tal es el caso de la especie bovina, la cual manifiesta distinta
composición principalmente en lo que a % grasa se refiere.

3. Necesidades de la Producción de Huevos.


Un huevo de 60 gr. Representa un valor energético de 120 calorías, o sea, 2 cal./gramo; ello
supone alrededor del 60 % del gasto energético neto del sostenimiento; en el caso de las buenas
ponedoras, puede ocurrir que el suministro de energía alimenticia sea un factor limitante de la puesta
y se aconseja que debe aportarse a razas ligeras de concentración energética bastantes elevada.

4. Las Necesidades de la Gestación.


Durante el último tercio de la gestación es cuando el crecimiento
del feto llega a ser notable. Las necesidades suplementarias son del orden del 10 % sobre las de
mantenimiento normales. Paralelamente ocurre una modificación del metabolismo del animal que
llega a alcanzar un 20 % más de su valor inicial. Parece deseable permitir al animal acumular
reservas con vistas a la lactación siguiente. Por estas razones, se considera que en el último tercio de
la gestación:
Las necesidades totales del animal = 1.5 x necesidades de mantenimiento

C. Otras necesidades energéticas.


Las aportaciones energéticas conseguidas con los alimentos
están destinadas a satisfacer:
- Las necesidades de sostenimiento;
- Las necesidades de producción, tal con han sido definidas;
- Pero también las necesidades correspondientes a la regulación térmica;
- Debe considerarse, igualmente, el gasto inherente a la función digestiva y al
metabolismo, ya que el rendimiento de la maquina (organismo) no llega al 100
% de eficiencia.

1. Las necesidades correspondientes a la regulación térmica.


Se considera, para cada especie, una zona de temperatura llamada de neutralidad térmica, en
la cual se produce un equilibrio para el animal entre la producción y la perdida de calor; fuera de esta
zona, la temperatura afecta al metabolismo del animal contribuyendo en general a su aumento.

Especie Zona de Neutralidad


Térmica oC
Ovinos 13 - 14
Bovinos 16 - 18
Porcinos 21
Conejos 27 – 28
Gallinas 16 – 25
La activación de los mecanismos de termorregulación aumenta en consecuencia los
gastos de energía, tanto para adaptarse al frío como al calor.
Por lo anterior resulta conveniente tomar en cuenta los límites anteriores para acondicionar
convenientemente los albergues para ellos animales si fuera preciso para controlar la temperatura; de
lo contrario los índices de consumo se verán aumentados en proporción importante.

2. El consumo de energía correspondiente a la función de Nutrirse.

La prehensión de los alimentos y su digestión suponen un aumento del gasto energético.

II. Aportación de Energía por los Alimentos

A. Generalidades.

A continuación algunas definiciones fundamentales:

- Energía Bruta de un alimento. Es la energía que libera éste en su combustión completa; puede
determinarse, bien con una bomba calorimétrica o por la composición analítica aplicando a cada
principio inmediato incluido en el alimento los coeficientes correspondientes, ya citados, que
representan el calor de combustión de un gramo de cada uno de ellos.

- Energía digestible. Es la energía correspondiente a la fracción digestible del alimento. Corresponde


a la resultante de restar a la bruta la parte no digestible eliminada en las heces.

- Energía metabolizable. Es la energía alimenticia que queda disponible para cubrir el conjunto de
las necesidades del animal, comprendidos todos lo gastos de aquella. En resumen, la energía
puesta en juego para el conjunto de las funciones metabólicas. Es la parte de la energía digestible
que cubrirá las necesidades metabólicas del animal, ya que otra fracción se perdería en la orina,
gases producidos, etc.

- Energía neta. Es la fracción de la energía metabolizable que queda disponible para cubrir
únicamente las necesidades de sostenimiento y de producción:

Energía neta = Energía metabolizable – gasto.

Es la parte de la energía metabolizable que queda disponible para cubrir las necesidades de
sostenimiento y producción ya que el resto cubre a su vez las necesidades representadas por el
gasto que supone la utilización de esa energía metabolizable por el organismo. Se trata de la
llamada acción dinámico específica (A.D.E.) que para mejor comprensión se dirá que es la energía
necesaria para transformar la energía metabolizable en algo definitivamente útil para el ganado (gasto
de mantenimiento y producciones pecuarias)

Si la expresión de las necesidades incluye todos los aspectos del metabolismo, serán las
calorías metabolizables las que deben considerarse en la aportación de alimentos.

Si por el contrario la expresión de las necesidades solamente considera el sostenimiento y la


producción, serán las calorías netas las que deben considerarse.

La caloría metabolizable y la caloría neta son dos unidades para valorar el aporta alimenticio
de energía. Ambas tienen sus ventajas y defectos.
D. Necesidades energéticas de las aves.
Las aves reciben generalmente los alimentos para consumirlos a discreción; el racionamiento
no consiste por tanto en calcular la aportación diaria, sino en equilibrar el suministro de los diferentes
constituyentes (materias nitrogenadas, minerales, vitaminas, etc.) en relación con la energía.
Las aves buscan, principalmente, satisfacer unas ciertas necesidades energéticas y, en
consecuencia, el consumo de alimento es función de la concentración energética de la ración.

En el caso de las aves para carne. Se preconizan para producciones intensivas niveles
energéticos elevados sin olvidar el crecimiento y los índices de consumo mínimos. El nivel elegido
determinará los resultados conseguidos:

Niveles elevados:

Alimento iniciador y crecimiento 3000 calorías metabolizables/kg.


Alimento finalizador 3150 calorías metabolizables /kg
Pollitos para cría 2900 calorías metabolizables/kg.
Pollas y Ponedoras Ligeras 2800 calorías metabolizables/kg
Pollas y Ponedoras semipesadas 2650 calorías metabolizables/kg.

La energía puede, en efecto, ser un factor limitante en el caso de las ponedoras ligeras que,
para un apetito moderado, tiene a menudo un alto nivel de producción.

Clasificación de los alimentos.

- Concentrados: se trata de alimentos secos cuy contenido celulósico en la materia seca es inferior
al 15 %; son por ejemplos los granos de cereales y leguminosas, los subproductos de molinería,
las tortas, las levaduras y los alimentos de origen animal.

- Toscos (groseros), los que a su vez se dividen.


a) Toscos: capaces de proporcionar residuos notables en la digestión: su contenido de celulosa
en la materia seca es superior al 15 %. Son, por ejemplo, las hierbas de diferentes clases, los
forrajes ensilados, los henos y las pajas;
b) Groseros suculentos: se trata de alimentos ricos en agua cuyo porcentaje de celulosa en la
materia seca recuerda al que corresponde a los alimentos concentrados. Son por ejemplo las
raíces y los tubérculos.

Los contenidos en materia seca de los alimentos concentrados y de los toscos secos varían entre el
85 y el 90 % y los valores forrajeros por Kg. De materia total corresponden a un nivel semejante. Por
el contrario los alimentos groseros suculentos y los forrajes verdes tienen contenidos en materia seca
que oscilan entre el 15 y 20 %. Los valores forrajeros del Kg. De material total son muy bajos. De tal
manera, se necesitan 5 a 10 veces más, raíces o forrajes verdes que granos de cereales para
asegurar la misma aportación de energía. Igualmente se necesitarán 2 a 3 veces más de forrajes
secos.
FORMA DE CUBRIR LAS NECESIDADES EN PRINCIPIOS NITROGENADOS.

GENERALIDADES.
1. Animales Monogástricos.
Los monogástricos (no rumiantes) únicamente aprovechan el nitrógeno incluido en las
proteínas, y de éstas solamente utilizan la fracción digestible.
Esta es la razón de que normalmente en los tratados de nutrición sólo se haya considerado la
Proteína Digestible.
Ahora bien, sabiendo que los monogástricos son sobre todo consumidores de alimentos
concentrados en los que la materia nitrogenada es esencialmente proteica y siendo por otra parte, la
calidad de esa materia nitrogenada alimenticia (aporte de los diferentes aminoácidos) más importante
que la cantidad, será entonces cuanto de ella es digestible (Materia Nitrogenada Digestible)
principalmente cuando se desea precisar las necesidades del animal y las aportaciones nutritivas de
los alimento.

2. Aves.
Las aves se comportan en conjunto, desde el punto de vista digestivo, como animales
monogástricos; pero debido a que en estas especies las valoraciones de digestibilidad son de escaso
interés, se expresan las necesidades y las aportaciones para cubrir estas en Materia Nitrogenada
Total. (MNT)

Papel de las materias nitrogenadas. Aspecto Cualitativo de las necesidades.

1. Las materias nitrogenadas constituyen un elemento fundamental de las células.


Esto ocurre incluso en los adultos, en los que existe una necesidad permanente aun habiendo
completado ya su desarrollo, dado que existe una actividad metabólica permanente. Con más razón
la necesidad en principios nitrogenados se acentúa particularmente en los animales jóvenes en pleno
crecimiento.
Las materias nitrogenadas se presentan, por tanto, como un verdadero “material de
construcción” (elementos plásticos) en oposición a los materiales energéticos.

2. Las producciones animales supone una “exportación” de materias nitrogenadas.


Independientemente del crecimiento, la producción de leche o huevos supone un gasto de
materia nitrogenada.
3. Las vitaminas, las enzimas y los anticuerpos. A menudo están constituidas por sustancias
nitrogenadas.
4. La carencia de principios nitrogenados.
- Esta carencia provocará una disminución de la velocidad de crecimiento con tendencia al
depósito de grasas si el animal recibe, por otra parte, suficiente aportación de principios energéticos;
el trastorno será particularmente grave tratándose de animales jóvenes;
- Un aumento del índice de consumo, es decir, de la cantidad de alimentos necesarios para
asegurar una cierta ganancia de peso;
- Una disminución de la producción de leche;
- Una disminución del peso de los huevos y de la puesta en conjunto;
- La lana producida será de menor longitud y resistencia
- Una pérdida de apetito y trastornos de la reproducción.

5. El exceso de materia nitrogenada.

- Este exceso provocará un aumento del índice de consumo;


- Accidentes tales como las mastitis por congestión y las enterotoxemias, frecuentes en los ovinos
que pastan con hierba muy joven (por tanto rica en principios nitrogenados)
- Un despilfarro económico.
6. Es fundamental considerar el aspecto cualitativo de las necesidades nitrogenadas.

Los aminoácidos constituyen en realidad los verdaderos nutrientes nitrogenados; son ellos los
representantes de la fase final digestiva que atraviesan después la barrera intestinal para entrar en el
ciclo metabólico.
Ahora bien, el organismo animal tiene necesidades específicas en aminoácidos, ya que la
composición de los tejidos y de sus producciones es fija, sensiblemente constante.
Además deberá tenerse en cuenta que el organismo no es capaz de sintetizar ciertos
aminoácidos partiendo de otros si es que ésos faltan en la alimentación.. Es por ello que los primeros
se califican de esenciales o indispensables.
La distinción entre aminoácidos esenciales y los que no lo son es relativa: un aminoácido
puede aparecer como esencial sin serlo, porque su ritmo de síntesis es inferior al de su utilización.
Así la lista de aminoácidos esenciales será mayor cuando el animal tenga una velocidad de
crecimiento mayor y una producción mas intensiva.

Existen en consecuencia unas necesidades en diferente aminoácidos, más que en materias


nitrogenadas, de tal modo que las necesidades en estas últimas dependen esencialmente de su
naturaleza.

PAPEL DE LAS MATERIAS GRASAS ALIMENTICIAS.

A. Aporte de energía.
Los lípidos alimenticios, del mismo modo que los glúcidos, son ante todo “materiales”
energéticos para el organismo. Los prótidos por el contrario son esencialmente “materiales de
construcción” o plásticos.
Pareciera que los lípidos no son totalmente indispensables. Sin embargo, cuando están
presentes, contribuyen a aumentar la concentración energética del alimento que les incluye en
particular y de la ración en general.

En la producción de pollos para carne, algunos autores han comprobado que el rendimiento
de los alimentos (velocidad de crecimiento e índice de consumo) es superior al incrementar su
concentración energética, siempre que se mantenga constante la relación calorías/proteínas y no
debe olvidarse el necesario aporte de minerales y proteínas.

En la práctica, para aumentar la ingestión de energía se tienen dos posibilidades:


- Incrementar la cantidad de alimento ingerido estimulando la apetencia por el mismo (granulación,
aumento de las horas de luz por iluminación artificial de las naves), si bien con estas técnicas pronto
se alcanzará el límite.
- Aumentar el contenido energético de la ración.

Se alcanza este objetivo seleccionando para la composición de la ración los cereales más
ricos en energía, tales como el maíz y rechazando por el contrario aquellos más pobres, como la
avena.
El incremento energético puede igualmente lograrse incorporando a la ración de un 4 a 5 % de
grasas industriales. Con estos nuevos alimentos pueden lograrse, aproximadamente, 6,300 calorías
productivas por Kg., o sea, 3 veces más que con el cereal.
No todas las materias grasas pueden proporcionar los mismos resultados. Las mejores son
los glicéridos a base de ácidos no saturados, de cadena corta y bajo punto de fusión.

B. Existencia de ácidos grasos esenciales


Para la mayoría de los animales superiores un cierto número de ácidos grasos son
indispensables. Se han conocido, a veces con el nombre de vitamina F y son los siguientes:
acido linoleica; ácido linolénico; ácido araquidónico.
En la práctica, las necesidades de éstos son muy pequeñas, apareciendo los síntomas
carenciales solamente con regímenes especialmente preparados sin los ácidos grasos citados.
Se señalará también que un cierto número de “factores de crecimiento” indeterminados son
liposolubles (solubles en lípidos), debiendo estudiarse con estos últimos.

Influencia de la Naturaleza de la Energía aportada en la Ración sobre la calidad de las canales.

- Los lípidos presentes en el organismo formados a partir de los glúcidos alimenticios son grasa
altamente saturas y por tanto de consistencia firme y punto de fusión relativamente alto.
- Los lípidos alimenticios que llegan a formar parte de las grasas del cuerpo son poco modificadas por
éste después de la ingestión. La llamada grasa de cobertura, así como la incluida en la leche,
tendrán características dependientes en parte de la alimentación lipídica.
- Así, las materias grasas de la soya dan lugar en el organismo a la formación de grasas blandas, en
tanto que las de palma y algodón endurecen éstas.
- Durante el período de pastoreo, la hierba es mas rica en ácidos grasos insaturados, y como
consecuencia la mantequilla obtenida de la leche producida más blanda, defecto grave en la época
de calor; estos ácidos grasos insaturados son destruidos cuando se henifica el pasto.
- Finalmente, debe advertirse que las grasas alimenticias pueden comunicar diferentes gustos a
ciertas (carne, leche, huevos), especialmente si aquellas están alteradas, como ocurre por la
oxidación (enranciamiento). El “sabor a pescado” puede deberse tanto al empleo de harinas de
pescado de mala calidad como al de maíz o tortas alteradas.

Para evitar ese inconveniente es necesario:


- Utilizar alimentos frescos o en buenas condiciones de conservación;
- Emplear preferentemente harinas de carne o pescado desgrasadas;
- Recurrir en los alimentos compuestos a la utilización de “antioxidantes”
- saber que la renovación de la totalidad de las grasas del organismo tiene lugar en un mes,
aproximadamente, y que por tanto es ene ese tiempo último de engorde cuando debe vigilarse
más la calidad de los alimentos.

III. NECESIDAD DE UN APORTE MINIMO DE MATERIAS GRASAS EN ALGUNAS RACIONES


PARA LA PRODUCCIÓN LECHERA.
La entrada del ganado en los primeros pastos de la estación lluviosa se acompaña
frecuentemente de una baja en el porcentaje graso de la leche. Parece que la razón de estas
consecuencias habría que buscarla en la orientación de las fermentaciones del rumen que con los
alimentos citados producen poco ácido acético, particularmente necesario en la síntesis de grasa de
la leche.

Soluciones:
- Asegurar un mínimo aporte de heno o paja, cuando se inicia el aprovechamiento de los pastos
tiernos, incorporando sal a estos forrajes toscos para aumentar su apetencia;
- Recordar la conveniencia de los forrajes ensilados que permiten aportar directamente ácidos grasos
volátiles;
- Incorporar a la ración materias grasas, sustituyendo granos poco energéticos por maíz y en el caso
de las tortas obtenidas mediante solventes por las obtenidas por presión; en todo esto hay que evitar
un posible exceso de materias grasas.

Como norma de orientación en cuanto a las necesidades en principios grasos:

Bovinos: 0.5 gr. De M.G. digestible por kg. de peso vivo.


Cabras: 1 gr. De M.G. digestible por kg. de peso vivo
I. PAPEL DE LAS MATERIAS MINERALES.

A. Macroelementos y oligoelementos.
Algunos elementos que integran los tejidos animales y
particularmente las producciones pecuarios, se presentan como verdaderos materiales de
construcción, tal como ocurría con los prótidos, siendo consumidos por el animal en cantidades
apreciables. Se trata de los llamados macroelementos (macro = grande, en gran cantidad) en tanto
que oligoelementos (en pequeña cantidad)

Macroelementos.
Calcio (Ca), Fósforo (P), Sodio (Na), Cloro (Cl), Magnesio (Mg), Potasio (K), Azufre (S)

Oligoelementos
Hierro (Fe), Cobre (Cu), Cobalto (Co), Manganeso (Mn) Zinc (Zn), Yodo (I)

Otros elementos , por el contrario, rigurosamente indispensables, intervienen de modo


semejante a como lo hacen la vitaminas, como integrantes de hormonas y las diastasas, siendo
consumidos únicamente en pequeñas cantidades. Se trata de los llamados oligoelementos. En
general la aportación mineral conseguida con los alimentos más corrientes es suficiente pero en
casos particulares pueden presentarse estados carenciales.

La Osificación.
El esqueleto representa aproximadamente el 10 % del peso del cuerpo. La
composición del hueso adulto es la siguiente:

Agua 50 %
Lípidos 13 %
Prótidos 12 %
Materias Minerales 25 %

Por otra parte, la composición del hueso seco y desengrasado es:

Materias orgánicas (oseína) 33 %


Materias Minerales 67 %

El hueso incluye una trama de materia proteica y el depósito general de sales minerales.
En realidad la parte dura del hueso se forma por el depósito de sales cálcicas y magnésicas del ácido
fosfórico, así como de carbonato y fluoruro cálcico.

El hueso es un tejido en perpetua modificación que puede actuar en cierto modo, como órgano
de reserva de ciertos elementos nutritivos para determinadas producciones (leche, huevos).
Su constitución, en cualquier caso, implica necesidades alimenticias concretas tanto en los
jóvenes como en los adultos.

La vitamina A interviene en la organización precisa para formar el hueso. El magnesio y


manganeso son constituyentes de la diastasa, fosfatasa, formada por los osteoblastos y que regula el
depósito de las materias minerales.

La vitamina D regula a su vez el metabolismo del fósforo y el calcio y su papel es tanto más
importante cuanto mayor es el desequilibrio de la aportación mineral.
C. Papeles metabólicos diversos.

1. Crecimiento.
Las materias minerales intervienen para regular el crecimiento y esencialmente en el
desarrollo del esqueleto. De aquí la importancia que debe concederse a la aportación de minerales
en la alimentación de los animales jóvenes; ello no excluye, naturalmente, en los adultos unas
necesidades continuas de sostenimiento justificadas por la renovación permanente a que están
sometidos los tejidos.

2. Lactación
Un litro de leche contiene

Leche de vaca 1.2 gr. de calcio; 1 gr. de fósforo.


Leche de cabra: 2.5 gr. de calcio; 1.35 gr. de fósforo

Esto supone que durante un período de lactación en el que se produzcan 4, 000 kg. de leche
serán necesarios 1.2 X 4000 = 4.8 kg de calcio, considerando leche de vaca.

Para tomar una idea de los que esa cantidad de calcio representa, se debe recordar que las
reservas de este mineral presentes en el esqueleto son las siguientes.

Vaca de 600 kg. Peso del esqueleto seco y desgrasado = 30 kilogramos.

Materias minerales = 2 de 30 kg = 20 kg
3

Calcio = 20 kg X 0.37 = 7.4 kg.

Según estos datos, la producción anual de leche exige el 65 % de las reservas totales de
calcio presentes en el organismo; ello dará una idea de la importancia que adquieren en la
producción algunas sustancias minerales. Se da el caso de las vacas lecheras, de presentarse a
causa del desgaste un verdadero desequilibrio en el balance mineral, lo que obliga al necesario
reposo entre lactaciones sucesivas para lograr así la recuperación. Este período puede cifrarse en 2
o 3 meses.

3. Producción de Huevos.
La cáscara del huevo, a deferencia del esqueleto, está constituida esencialmente por
carbonato calcio (C03Ca); este compuesto mineral es segregado en el útero y como el órgano en
cuestión es incapaz de almacenar reservas, ello implica la necesidad de producir durante 15 horas
que dura la calcificación del huevo, a un ritmo de 100 mg. por hora. Cabe preguntarse de donde
procede esa cantidad de calcio, con lo cual se puede llegar a la conclusión de que del 35 al 70 %
(según el momento de la puesta) proviene directamente de la alimentación y el resto de lo
almacenado en el esqueleto.
En efecto, 10 días antes de la puesta del primer huevo la médula es invadida en parte por una
formación de hueso esponjoso que constituye así la reserva de calcio. La proporción de ese nuevo
tejido óseo medular, variable según los huesos, representa el 11.7 % del esqueleto total.

4. Reproducción.
La carencia de fósforo, si bien no dificulta el desarrollo de los fenómenos fundamentales de la
reproducción (ovulación, fecundación) determina celos poco aparentes o retrasados, lo que se
traduce en una monta y parición es escalonadas en el caso de las ovejas, con todos sus
inconvenientes. En el ganado vacuno las carencias minerales a que nos referimos pueden producir
un aumento del intervalo parto- cubrición como consecuencia de la persistencia del cuerpo amarillo.

III. EL CLORURO DE SODIO (NaCl)

A. Papel y efectos de la carencia.


Cloro y Sodio son aportados a la ración normalmente unidos en forma de cloruro de sodio, de
aquí que se estudien en forma conjunta.

El cloruro de sodio es uno de los constituyentes de la leche en la proporción siguiente

100 gr de leche contienen: Cloro 1 gr.


Sodio 0.6 gr

El cloro es necesario para la elaboración del ácido clorhídrico del estómago. El cloruro de
sodio interviene en el metabolismo del agua, contribuyendo al establecimiento dela presión osmótica
y al equilibrio ácido-básico de la sangre. El cloruro sódico, en fin estimula la sed, lo que tiene interés
particular en el caso de las vacas de gran producción láctea.

Una carencia del Na Cl provoca:


- Disminución en el apetito
- Disminución del crecimiento
- Pérdida de peso
- Baja en la producción.

B. Toxicidad por exceso.


El exceso de sal puede dar lugar a efectos tóxicos. El nivel de toxicidad corresponde a una
aportación que alcance o supere 1 gr./kg de peso vivo.
En la práctica los accidentes son raros; sin embargo, deben tomarse precauciones con los
forrajes excesivamente salados empleados en la alimentación de rumiantes., con el suero de
quesería, desperdicios de cocina para los cerdos, así como algunas harinas de pescado empleadas
sobre todo para la alimentación de las aves.

C. Forma de cubrir las necesidades de sal en la práctica.


El contenido de sal en la ración es generalmente insuficiente por lo que se impone el
suministro complementario. En el caso de los rumiantes el déficit se agrava por el consumo de
alimentos ricos en potasio, ya que entonces la retención del sodio se verá disminuida. Esto ocurre,
por ejemplo, con el empleo de las melazas y el pasto tierno.

Normas para el empleo del NaCl.


Además de la sal incluida normalmente en algunos alimentos debe suministrarse:
Para ovinos, cerdos y ganado vacuno joven = 0.1 gr por kg de peso vivo/día.

Para ganado vacuno lechero Sostenimiento = 5 gr. por 100kg de peso vivo
Producción de leche = 2 gr por kg de leche

Para las aves = 0.37% de la ración.


Prácticamente el complemento mineral suministrado a los animales deberá incluir del 20 al 30
% de sal y durante el pastoreo se pondrá a disposición del ganado bloques de sal para lamer a
discreción.
IV: El FÓSFORO Y EL CALCIO.
a. Papel y efectos de la carencia.
- en los jóvenes, raquitismo
- en los adultos, osteomalacia, osteofribrosis y fiebre de leche
-
La fiebre de leche puede afectar alas vacas de alta producción lechera y determina síntomas
nerviosos y musculares, siendo debida a un descenso de calcio hemático en el momento en que la
producción de leche se incremente, algunos síntomas evidencian un curso avanzado de esta
enfermedad, tal como producciones mediocres sin causa justificada, trastornos de la reproducción,
especial sensibilidad alas parasitosis, etc..

b. Las necesidades.

Necesidades diarias ganado bovino


Calcio gr. Fósforo gr.
20 15
Ganado joven

Vacas lecheras
Mantenimiento por 100 kg. peso vivo 5 3
Producción por kg. de leche 2.5 a 3 2 a 2.5
Gestación por 100 kg. de peso vivo 6 5.5

Necesidades expresadas por kg. de materia seca de alimentos

Calcio: 3.8 gr Fósforo: 2.6 gr

Ello para una producción media de unos 10 kg de leche diaria. La forma citada de indicar las
necesidades (por kg de M.S= permite relacionar rápidamente éstas con la aportación alimenticia que
debe ser también así expresada si se desea conseguir una fácil comprensión.

Necesidades del ganado ovino Ca (gr) P (gr)


Ovejas por día 6a8 4a6
Por kg. de M.S. 3.5 a 4.5 2.5 a 3.5
Corderos por día 3 2.5

Necesidades del ganado porcino Ca P


Crecimiento y engorde
(en % de la ración)
Peso Vivo menor de 50 kg 0.65 0.50
Peso Vivo mayor de 50 kg 0.50 0.40
Por kg. de M.S. (en gr) 6.00 3.5
Gestación
Por día (en gr) 10 a 15 8 a 12
Por kg. de M.S. (en gr) 6a8 3.5 a 5
Lactación
Por kg. de M.S. (en gr) 6.5 a 8.5 4.5 a 6

Necesidades de las aves


(en % del alimento) Ca P
Pollos 1 0.6
Ponedoras 3.25 0.6
Nota: Las necesidades de las aves aumenta de un 10 a un 20 % si se emplean raciones enriquecidas en energía.
De un modo general, cuando las necesidades se expresan para un intervalo entre los valores
incluidos en las tablas, debe retenerse en cuenta que aquellas se incrementan con el nivel de
producción.

Relación fosfo-cálcica: Ca
P
No es suficiente conseguir un aporte mínimo del Ca y P pues además, estos deben guardar en
la ración una determinada proporción.

Así para los rumiantes, por ejemplo debe cumplirse

1.2 < Ca < 1.7 P

En realidad, si la vitamina D figura en cantidad ampliamente suficiente, puede variar entre 0.6 y 6.

C. Cómo cubrir en la práctica las necesidades de calcio y fósforo.


La aportación conseguida por los alimentos corrientes no cubre normalmente las necesidades
y el equilibrio de los mismos se ve alterado con frecuencia.

1. El equilibrio de la relación Ca/P varía con los diferentes tipos de ración.

- Las raciones de los herbívoros, compuestas fundamentalmente a base de forrajes toscos, presentan
siempre una relación Ca/P muy elevado. El P es el que suele aparecer como elemento mineral
deficitario.
- Las raciones de los monogástricos, consumidores especialmente de alimentos concentrados,
presentan por el contrario una relación CA/P muy baja, y en este caso el Ca es elemento deficitario.

Los Fenómenos digestivos.

El contenido del tubo digestivo progresa en el interior de éste gracias a movimientos


particulares (peristálticos) que consisten en la contracción de las fibras musculares lisas y se
propagan como si fuesen ondas; al agua juega un papel importante en los procesos físicos de la
digestión, pero también el lastre residual del bolo alimenticio.

En efecto, un cierto residuo favorece el transito por el intestino. La ausencia de ese lastre, por
el contrario retrasa el tránsito y provoca el estreñimiento, capaz a su vez de originar trastornos
digestivos o incluso diarreas.

La cerda gestante tiene cierta tendencia al estreñimiento y es por ello que se aconseja en esa
fase aumentar el lastre de la ración.

El desarrollo del tubo digestivo.

En los rumiantes jóvenes el desarrollo de los reservorios gástricos, la instalación de la flora


microbiana en los mismos y el comienzo de la rumia dependen, fundamentalmente, del régimen
alimenticio.

El mayor desarrollo de la pared y la mucosa de la rumen se logra con alimento sólidos y


secos, produciéndose con ellos ácidos grasos volátiles como consecuencia del ataque bacteriano;
numerosos autores han demostrado, en efecto, el papel jugado por los ácidos butírico y propiónico en
el estímulo de aquel desarrollo.
En los terneros alimentados precozmente con forrajes se observa la aparición de
microorganismos aerobios en las tres primeras semanas y más tarde la de anaerobios, con la
consiguiente producción de ácidos grasos a nivel comparable a la que se observa normalmente en un
adulto desde la edad de 6 semanas, en caso del destete precoz.

La rumia se establece entre los 15 y 30 días en los terneros que reciben una alimentación
seca, en tanto que podemos retrasarla hasta la edad de 6 meses evitando la ingestión de alimentos
sólidos.

El conocimiento de estos hechos ha supuesto la normalización del destete. Interesa distinguir al


respecto el ternero para carne (animal no destetado, criado con la leche materna o artificial ) del
destinado a continuar su desarrollo como futuro reproductor o a engorde para ser sacrificado a los 2
años como animal de carne en el que debe estimularse precozmente una fisiología digestiva de
animal adulto suministrándole forrajes tempranamente.

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