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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE AGRONOMIA
DEPARTAMENTO DE SUELOS

CURSO: SUELOS TROPICALES

TEMA: MICORRIZAS EN LOS SUELOS TROPICALES

DOCENTE: ING. MIGUEL GALECIO JULCA

ALUMNOS: YOVERA GONZALES FABIAN ENRIQUE


ZURITA JIMENEZ ANGIE LIZBETH

PIURA-PERU
2020
MICORRIZAS EN LOS SUELOS TROPICALES
1. Introducción

La calidad y la productividad de los diferentes cultivos del trópico es posible mejorarla


mediante cambios en características físico-químicas y biológicas del suelo.
Debido a los altos costos de producción y al deterioro que está ocasionando la aplicación
constante e irracional de fertilizantes químicos, se hace necesario buscar alternativas
productivas y económicas que beneficien la Microflora y Micro fauna del suelo.
Los fertilizantes aplicados en la mayoría de los cultivos comerciales (Semestrales,
Anuales, Bianuales, Semiperennes, y Perennes) son tomados en pequeñas cantidades
perdiéndose por diferentes causas como: Lixiviación, Fijación y Erosión.
Una alternativa para solucionar este problema es aumentar la eficiencia de las plantas
para tomar los nutrientes del suelo de tal manera que con menores cantidades de
fertilizantes se obtengan cosechas satisfactorias. Una de las formas de aumentar dicha
eficiencia es a través de la Micorriza. La microbiota realiza una serie de funciones clave
para mantener la productividad, diversidad y estructura de las comunidades vegetales
en el planeta (Van der Heijden et al., 2008), puesto que actúa como una proveedora de
nutrientes que son absorbidos por las plantas. Entre los organismos que habitan en el
suelo se pueden destacar por su función ecológica los hongos formadores de micorrizas,
los cuales pueden tener una alta incidencia en la estabilidad de ecosistemas donde las
condiciones edáficas son extremas (Martínez y Pugnaire, 2009). En este sentido, la
micorriza es una simbiosis mutualista que tiene como función aumentar la superficie de
absorción de la raíz, por medio de un sistema de hifas extrarradicales (Castro, 2009). La
planta puede absorber y asimilar más agua, minerales (nitrógeno y fósforo) e iones poco
móviles (ácido fosfórico, amoniaco, zinc, cobre), favoreciéndose su balance hídrico y
nutrición (Barrer, 2009).
En la asociación el hongo recibe de la planta productos fotosintéticos en cantidades de
1-12% de la asimilación fotosintética, los cuales son intercambiados.
El agricultor debe buscar alternativas de producción a bajos costos conservando un
equilibrio en la naturaleza.
Se han realizado numerosas investigaciones tendientes a observar el comportamiento de
las Micorrizas en el trópico, pero hace falta investigar más acerca de las comunidades
nativas de hongos formadores de micorrizas, el potencial micorrízico del suelo y sus
niveles nutricionales, con el fin de potenciar su uso sostenible en la agricultura
amazónica (Cuenca et al., 2007).
Estos organismos pueden ser aislados, seleccionados, multiplicados e incorporados al
suelo o a las plantas en forma de inóculos. El proceso de inoculación es complejo. Implica
diseñar métodos de aislamiento, selección, multiplicación e incorporación adecuados
para cada especie o efecto deseado y por otra parte, es necesario determinar las
condiciones y técnicas culturales que permitan la manifestación óptima de los efectos.
Esta complejidad hace que su efecto no sea predecible bajo todas las condiciones ni para
todas las especies. Por lo tanto, es importante incentivar la investigación al respecto, así
como profundizar en el conocimiento de sus principios de funcionamiento y de los
resultados encontrados con su uso.
2. Objetivos

 Dar a conocer la funcionalidad de los hongos micorrízicos en la estabilidad


edáfica y su contribución para una agricultura comercial sostenible en suelos
tropicales.
 Evaluar la presencia de los hongos micorriza en los suelos tropicales, zonas
amazónicas y pasturas tropicales.

3. Revisión de la bibliografía:
HONGOS FORMADORES DE MICORRIZAS (HFM)
El término micorriza, significa hongo-raíz, proviene del vocablo griego mykos (hongo) y
del vocablo latín rhiza (raíz). La palabra fue usada por el botánico alemán Albert Bernard
Frank, en el año 1885, para describir la asociación mutualista que existe entre un grupo
de hongos del suelo y las raíces de las plantas. La asociación se establece de forma
natural y constante entre las raíces de la mayoría de las plantas; 95% de las especies
vegetales y ciertos hongos del suelo del phylum Glomeromycota (Schubler, et al., 2001),
caracterizados porque producen, a lo largo de su ciclo de vida, unas estructuras
conocidas como arbúsculos (en todos los casos) y vesículas (en la mayoría de ellos).
Las vesículas son estructuras globosas e irregulares que actúan como órganos de reserva
de lípidos (Figura 6c y 6d).

6a 6d

6b

6c
Los arbúsculos son las estructuras responsables de la transferencia bidireccional de
nutrientes entre los simbiontes, realizada en la interfase planta-hongo. Las esporas de
estos hongos deben germinar (Figura 6a y 6b), para que se pueda desarrollar los
procesos de colonización de la raíz. Los HFM no exhiben un reconocimiento de un grupo
taxonómico de plantas en especial y se conoce que alrededor de 150 especies de HFM
colonizan más de 240.000 especies de plantas en casi todos los hábitat naturales (Hodge,
2000, Rillig 2004). Al considerar aspectos filogenéticos y ecológicos, para Parniske,
(2004), la simbiosis entre plantas y HFM debe ser considerada la más importante
interacción entre plantas y microorganismos.

Figura N : Descripción de una micorriza arbuscular.

El beneficio obtenido con los HFM radica en su eficiencia para captar, translocar y
transferir nutrientes de baja difusividad de la solución del suelo a la planta huésped
(Habte y Osorio, 2001). Las hifas externas de los HFM se extienden 10 a 12 cm desde la
superficie de la raíz, captando a su paso los nutrientes de lenta difusión (P, Cu, Zn)
(Bolan, 1991). Ello supera la zona de captación de P por parte de la raíz, la cual es de
solo 1 a 2 mm. Se ha reportado que por cada cm de raíz colonizada hay en promedio 1
m de hifas micorrizales; incluso se han reportado valores de 10 a 14 m de hifas por cada
cm de raíz colonizada (Johansson, et al., 2004).
Los HFM son biotrofos obligados, ya que durante la larga evolución de la relación
simbiótica, el hongo perdió la capacidad para fijar carbono ó la maquinaria genética para
hacerlo y llegó a ser completamente dependiente de una planta hospedera (Gadkar et
al., 2001). El establecimiento de la asociación implica la creación de fuertes
interdependencias, donde el hongo pasa a ser una parte más del sistema radical, tan
perfectamente integrado que no es posible su desarrollo sin la participación de la planta
hospedadora, la cual puede tener mayor o menor grado de dependencia por el hongo
(Barea et al., 2002).
Los HFM actúan a varios niveles, provocando alteraciones morfológicas y anatómicas en
las plantas hospedadoras como cambios en la relación masa aérea-raíz, en la estructura
de los tejidos radicales, en el número de cloroplastos, aumento de la lignificación y
alteración de los balances hormonales. Tales efectos no son sólo explicables como una
simple mejora nutritiva de la planta debida al aumento en la absorción de nutrientes,
sino que responde a cambios metabólicos más profundos y complejos debidos a la
integración fisiológica de los simbiontes (Rodríguez et al., 2003). Los principales efectos
de la inoculación de HFM en pasturas son: (a) estimulación del enraizamiento (b) mejora
de la supervivencia y el desarrollo durante la aclimatación de plantas; (c) reducción de
los requerimientos externos en fosfato; (d) incremento de la resistencia de las plantas
al ataque de patógenos que afectan a la raíz; (e) mejora de la tolerancia a estrés abiótico;
(f) uniformidad en la producción (Kahiluoto et al., 2000).

TIPOS DE MICORRIZAS

 Ectomicorrizas: Los hongos que las forman, Basidiomicetes y Ascomicetes,


desarrollan una espesa capa de micelio sobre la zona cortical de las raíces nutricias
de la planta. Se producen principalmente sobre especies forestales y leñosas.
 Endomicorrizas: Los hongos que las producen se caracterizan por colonizar
intracelularmente el córtex radical. Dentro de este grupo existen tres tipos
característicos:
 Orquideomicorrizas (asociadas a Orquidiáceas).
 Ericomicorrizas (ligadas a la Familia Ericáceas y con muchas similitudes
estructurales con las ectendomicorrizas.
 Micorrizas arbusculares: Caracterizadas por formar arbúsculos
intracelulares y sin duda las de mayor difusión e importancia económica y
ecológica.
 Ectendomicorrizas: Los hongos que las producen colonizan de forma dual las raíces:
externamente formando un manto cortical e internamente penetrando
intracelularmente en el córtex.
COLONIZACIÓN
En una primera instancia se produce una identificación mutua planta-hongo en la
rizosfera, en regiones próximas a las raíces nutricias; este reconocimiento parece
mediado por sustancias exudadas por la raíz que provocan el crecimiento del micelio y
un biotropismo positivo del mismo hacia la raíz. Luego se produce el contacto
intercelular al formarse una estructura llamada apresorio. En tercer lugar se producen
cambios morfológicos y estructurales tanto en los tejidos colonizados por el hongo,
como en la organización de la pared celular del simbionte fúngico. Posteriormente se
produce la integración fisiológica de ambos simbiontes, y por último se produce una
alteración de las actividades enzimáticas, que se coordinan entre los simbiontes para
integrar sus procesos metabólicos (Gianinazzi-Pearson, 1984; Azcón-Aguilar y Bago,
1994).

PROBLEMÁTICA DE LOS SUELOS TROPICALES Y EL ROL DE LAS MICORRIZAS


Los suelos del trópico presentan un alto grado de evolución, lo que está directamente
relacionado con su uso y manejo; en especial la alta acidez, la toxicidad por Aluminio
(Al) y Manganeso (Mn) los bajos niveles de bases intercambiables y el bajo contenido de
P disponible.
Estas características limitan el buen desarrollo de las especies que habitan en este tipo
de suelos, las pasturas por ejemplo tienen un bajo rendimiento ocasionando una
ganadería de baja productividad. Es fundamental establecer prácticas de manejo
acordes con su realidad química y mineralógica. Algunas de estas consisten en aplicar
cal, enmiendas orgánicas, utilizar plantas tolerantes a Al y mejorar la eficiencia en la
fertilización fosfórica lo que se consigue con la implementación de estrategias biológicas
que involucren la utilización de hongos formadores de micorrizas.
En el trópico el alto intemperismo, ha generado altas tasas de meteorización de los
aluminosilicatos, por lo que predominan los suelos del tipo Oxisoles y Ultisoles, con alta
cantidad de Al en solución y pH acido. El área total afectada por acidez del suelo
representa 57% de los trópicos. En Colombia se ha estimado que alrededor del 80-85 %
de los suelos son ácidos.
Las formas iónicas del Al en ambientes ácidos se presenta como Al3+, Al(OH)2+ y
Al(OH)2+, todas estas formas iónicas pueden causar toxicidad a las plantas si las raíces
las absorben.
La presencia de micorrizas arbusculares en la vegetación de la Amazonia mejora la
nutrición de las plantas en suelos de baja fertilidad.

En suelos ácidos, en la amazonia, deficientes en fósforo se estima 49.7 Millones de


hectáreas (66 %) del total de suelos amazónicos deficientes de P. En suelos ácidos el Al
y Fe son abundantes y reaccionan con el fósforo y forman fosfatos de Fe y Al
relativamente insolubles. El Al intercambiable reacciona con los abonos fosfatados y
forman compuestos fosfatados Al(OH)2H2PO4 que se asemejan a forma cristalina,
pero son más solubles.
Generalmente los oxisoles y ultisoles muy àcidos y meterirzados generalmente tiene alta
capacidad de fijación del P.

Relación entre el pH y la disponibilidad del Fósforo.

El P está sujeto al fenómeno de fijación que significa la pérdida de solubilidad que sufren
los fosfatos aprovechables al reaccionar con los componentes del suelo (Harrison et al.,
2002). La productividad de la mayoría de los ecosistemas terrestres puede aumentarse
si se incrementa la cantidad de P disponible en el suelo (Shinano et al., 2004). En
Colombia abundan los suelos Andisoles, Oxisoles y Ultisoles que tienen alta tendencia a
fijar P y en consonancia exhibir muy bajo contenido de P disponible. En éstos suelos se
presentan minerales como alófana, y óxidos e hidróxidos de Fe y Al con una alta
superficie específica y con carga eléctrica positiva que explican la alta adsorción de
aniones (Barber, 1997; Bolan, 1991).
La proporción de P en la materia viva es baja pero el papel que desempeña es vital,
después del N, es el elemento de mayor importancia para el desarrollo de las plantas
(Mason et al., 2000). Cumple un importante papel en la fotosíntesis, respiración,
almacenamiento y transferencia de energía, división y crecimiento celular y promueve
la rápida formación y crecimiento de las raíces (Atlas y Bartha, 2001). Químicamente el
P puede encontrarse en el suelo en forma inorgánica, orgánica, adsorbida, ocluida y/o
en solución (Bolan,1991). Las raíces lo absorben como H2PO4- y/o HPO4=; la
disponibilidad está determinada por factores como pH del suelo, presencia de Fe, Al, Mn
y Calcio (Ca), cantidad y descomposición de materia orgánica y la actividad de
microorganismos (Barber, 1997).
La alta capacidad de retención de P que exhiben los suelos del trópico, limita la eficiencia
de la fertilización fosfórica, ya que el fosfato de los fertilizantes es rápidamente
precipitado o adsorbido (Ozane y Shaw 1967). Blal et al. (1990) reportan que la
inoculación con hongos formadores de micorrizas (HFM), incrementa la eficiencia de la
fertilización fosfórica para plantas creciendo en suelos ácidos altamente fijadores de P,
por lo cual se considera una alternativa de manejo apropiada. Nutrientes como P, N ó
agua son fuertemente limitantes del crecimiento de las plantas en suelos tropicales; las
plantas en estos ambientes se adaptan incrementando su habilidad para competir por
nutrientes, estableciendo asociación con hongos del suelo tales como los HFM
(Muthukumar et al., 2003). Yano y Takaki (2005) reportan que los HFM están
involucrados en la tolerancia de las especies a suelos ácidos, ya que la simbiosis mejora
el desarrollo de la raíz.
St. John (1980) encontró para suelos de la Amazonia brasileña una alta frecuencia de
plantas micorrizadas, en las cuales la mayor colonización ocurría en raicillas ubicadas en
los primeros 10cm del suelo. El trabajo de St. John no incluyó el recuento de propágulos,
ni las especies de hongos formadores de micorrizas arbusculares (HMA) asociadas, por
cuanto aún falta mucha información al respecto.
SITUACIÓN EN LA AMAZONÍA COLOMBIANA
 Ubicación del estudio:
Los datos se obtuvieron a partir de un muestreo de suelos realizado en el mes de agosto
de 2001, en el sur del denominado Trapecio amazónico colombiano, sobre planicies
disectadas ubicadas entre los 3°46'0.22" y los 3°58'37.3" de latitud sur, y entre los
70°09'0.1" y los 70°20'43.4" de longitud oeste. Allí se ubicaron cinco bosques maduros
poco intervenidos, cinco rastrojos maduros los cuales tenían entre 5 y 8 años de
recuperación natural, y cinco praderas de gramíneas con ganadería. Ninguno de los
bosques, rastrojos o praderas tenía conexión con otro incluido en el muestreo.
 Resultados del estudio:
El número de morfotipos recuperados de acuerdo a la profundidad no varió
significativamente. Sin embargo, la composición micorrícica de las dos profundidades
no fue la misma: Glomus sp y Glomus viscosum solo fueron recuperadas de muestras
superficiales de suelo, mientras Glomus manihotis, Acaulospora tuberculata,
Scutellospora pellucida y Gigaspora sp. solo se recuperaron en muestras de suelo
profundo.

PROFUNDIDAD (cm)
0 – 20 20 – 30
Glomus sp. Glomus manihotis
Glomus viscosum Acaulospora tuberculata
Scutellospora pellucida
Gigaspora sp.

Glomus sp.

Esporas de especies de HMA. a) Acaulospora sp., b) Glomus sp.

Scutellospora pellucida Gigaspora candida con base bulbosa.


La composición micorrícica de los suelos bajo diferentes coberturas fue diferente dado
que la vegetación, como hospedero obligado de las micorrizas arbusculares, tiene un
efecto directo sobre la diversidad de sus poblaciones (Schenck et al., 1989; Peña-
Venegas, 2001).
En este estudio se encontraron 18 morfotipos de esporas de HMA diferentes: 11
especies de Glomus, 4 especies de Acaulospora, y una especie de Archaeospora,
Scutellospora y Gigaspora.
Algunas especies estuvieron relacionadas con coberturas intervenidas como Glomus
sp3, Glomus sp6 y Glomus manihotis. Esta última ha sido frecuentemente relacionada
con cultivos, lo que muestra su capacidad de permanecer en el suelo asociado a plantas
huésped, que no necesariamente fueron su huésped original. De hecho, esta especie en
particular ha sido usada en experimentos de campo en zonas tropicales por su gran
versatilidad al asociarse eficazmente con diferentes huéspedes (Bhatia et al., 1996;
Cuenca et al., 2003).
4. Discusión:

Según estudios realizados por Cáceres, 1989 y Caproni et al., 2003, en la región
amazónica venezolana y brasileña, se encuentra que el género Glomus representa más
del 50% de la diversidad micorrícica del suelo, Acaulospora mas del 20% y los demás
géneros porcentajes menores al 20%.
En trabajos realizados en la Amazonia colombiana también se llegó a un resultado
parecido, se encontraron 18 morfotipos de esporas de HMA diferentes: 11 especies de
Glomus, 4 especies de Acaulospora, y una especie de Archaeospora, Scutellospora y
Gigaspora.
Por lo tanto, los tres trabajos anteriormente citados indican que para la cuenca
amazónica la composición micorrícica tiene como géneros más representativos a
Glomus y Acaulospora , siendo Gigaspora y Scutellospora los menos frecuentes de los
suelos arcillosos de la Amazonia. Un 50% representado por Glomus y un 20 %
representado por Acaulospora.

La solubilización directa de fosfatos ha sido documentada en hongos formadores de


ectomicorrizas pero no en hongos formadores de micorrizas arbusculares (Moyersoen,
1993; Smith y Read, 1997; Moyersoen et al., 2001).
Diversos autores han reportado que las micorrizas arbusculares aumentan la eficiencia
en la absorción de fósforo mineral (Cui y Caldwell, 1997; Ozinga et al., 1997), a partir del
fósforo solubilizado por otros microorganismos que actúan sinérgicamente (Osorio y
Habte, 2001; Villegas y Fortin, 2001).
La mayoría de los estudios que demuestran un efecto positivo en las plantas al inocular
conjuntamente hongos micorriza arbuscular con microorganismos solubilizadores de
fosfatos, se han basado en la evaluación de la acción de poblaciones solubilizadoras de
fosfatos de calcio (Kucey y Leggett, 1989; Singh y Kapoor, 1998; Ramirez et al., 2001) y
no de solubilizadores de fosfatos de hierro, por no ser las formas frecuentes de fosfatos
en suelos neutros o de baja acidez.
5. Conclusiones

1. La movilidad del fósforo en la solución del suelo es muy lenta por lo que la tarea de
captar en P recae en las hifas delos HFM.
2. El aislamiento de las Micorrizas, abre nuevos horizontes en el campo de la producción
agropecuaria en lo relacionado con el uso y manejo de pasturas.
3. El uso de micorrizas en los trópicos ofrece una opción para que los productores
agropecuarios en los trópicos utilicen menos el aporte de nutrientes a través de la
fertilización tradicional y más alrededor de bioinsumos y materiales orgánicos.
4. La solubilización directa de fosfatos ha sido documentada en hongos formadores de
ectomicorrizas pero no en hongos formadores de micorrizas arbusculares, por lo cual
es necesario inocular conjuntamente hongos micorriza arbuscular con
microorganismos solubilizadores de fosfatos.
5. Según los estudios analizados, en la cuenca amazónica el género Glomus representa
más del 50% de la diversidad micorrícica del suelo, le sigue Acaulospora con más del
20%; lo cual coincide con los géneros más representativos de suelos tropicales
húmedos de textura arcillosa a franco-arcillosa que son Glomus y Acaulospora, siendo
los géneros Gigaspora y Scutellospora los menos frecuentes.
6. En los suelos colombianos estudiados se determinó que la profundidad de las raíces
influye en las especies de HFM, asi tenemos que en los primeros 20cm se encontraron
especies como Glomus viscosum y entre los 20 y 30 cm se encontraron especies como
Glomus manihotis, Acaulospora tuberculata, Scutellospora pellucida, Gigaspora sp.

6. Recomendaciones

1. Se recomienda realizar más estudios sobre la inoculación conjunta entre


microorganismos solubilizadores de fósforo y Hongos formadores de Micorrizas.
2. Profundizar más en el estudio de especies nativas en las distintas zonas de la
amazonía con el fin de remediar el problema de fijación del fósforo.
3. Para lograr restaurar los ecosistemas degradados en los suelos tropicales es
necesario introducir alternativas sostenibles como la agricultura biológica y
orgánica que permitan estimular la actividad de los microorganismos benéficos del
suelo y especialmente las micorrizas, las cuales desempeñan un papel fundamental
al mejorar la captación de nutrientes.
4. Uno de los factores para el aprovechamiento de los nutrientes existente en el suelo
es una buena aplicación de MICORRIZAS debido a que mezclas desbalanceadas con
fertilizantes conllevan a resultados no esperados.
7. Bibliografía

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Anexos
Cuadro N° : Morfotipos de esporas de HMA encontrados en el Sur de la Amazonía
Colombiana.

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