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Alianza Estudio Federico Neiburg

Los intelectuales
y la invención del peronismo
Estudios de antropología social y cultural

, ' ·~

Alianza Editorial
IV. ÍoLITES SOCIALES y ÍoLITES INTELECTUALES:
EL COLEGIO LIBRE
DE ESTUDIOS SUPERIOI,ES 0930-1961)

Las referencias a la década del treinta en la Argentina


acostumbran marcar su inicio y su fin en dos golpes de Esta-
do: el golpe del 6 de setiembre de 1930 que derrocó al go-
bierno radical de Hipólito Yrigoyen y el golpe del 4 de junio
de 1943 que destituyó al presidente Castillo, dando inicio a
un proceso que culminaría dos años más tarde con la consa-
gración de Juan Perón como "líder de los descamisados".
Buena parte de la literatura sobre los años treinta parece im-
poner una visión de carácter teleológico según la cual su úni-
co interés reside en el hecho de haber sido el tiempo en el
que se gestaron las condiciones sociales que hicieron posible
el peronismo. Algunos mostraron esos años como un tiempo
oscuro, un ejemplo de inmovilidad que recuerda al transmi-
tido por cierta historiografía escolar sobre la edad media eu-
ropea. Otros los describieron en términos de tragedia, como
una "década infame" marcada por el fraude y por la acentua-
ción de la dependencia económica respecto de Inglaterra y
los Estados Unidos. Otros, en fin, destacaron los reflejos de
la crisis mundial: crisis del sector agrícola, desarrollo de la in-
dustria, crecimiento acelerado del medio urbano, migracio-
nes del campo a las ciudades, conformación de una nueva
clase obrera, progresiva sustitución de las viejas corrientes
sindicales.
En años recientes, sin embargo, se ha comenzado a cons-

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138 Los intelectuales y la invención del peronismo 139

truir ~~ºª imag~n más. con:plcja en la que ha merecido Uh~ las esperanzas de reorganización jerárquica de la Argenlina-
atcnc1on especial la h1stona del campo cultural · Al co n t ra_qQ
.• y continuó con el irnpulso recibido por la realización en Bue-
de aquel retrato sombrío. los treinta comienzan a ser · - -~ nos J\ire.s del Congreso Eucarístico lnlernacional (en 1934). 2
. . · vistos:
como un escenario agitado por una variedad de movimien <' Los grupos liberales, en cambio, se constituyeron desde
Es ¡ , d tos .• una situación inversa. Nlientras en la Universidad luchaban
e peno o en e 1que se consolida un mercado editorial
cional, una época de expansión de medios masivos de LO_ílílU- contra la "reacción antirreformista" apoyada por el gobierno
niCaciÓn como la radio y la prensa, de conformación de un c.;x;;;;;;;¡ (que incluyó numerosos despidos de profesores), fuera de
nuevo periodismo asociado a una nueva literatura y a la ella se unían en torno de la lucha antifascista (a través de ins-
titución de una variante moderna de escritor profesional.1 tituciones como el Comité Argentino de Ayuda Antifascista,
asimismo, una época en la que algunas de las "vanguardias" creado en 1935). Denunciando los peligros del autoritarismo
de los años 20 cristalizaron alrededor de nuevos círculos in- y los riesgos de la reacción "tradicionalista", se nuclcaron en
tclect~ales, de nuevas revistas e instituciones. Por otra parte, instituciones de carácter más abiertamente político (ligadas al
son anos de un~ enorme efervescencia política, marcados por pensamiento de "izquierda"), como la revista y editorial Cla-
la toma de parl!do respecto de los acontecimientos mundia- ridad (fundada en 1926), de emprcndimientos de tipo más
les que dividían apasionadamente los ánimos nacionales estrictamente cultural, como la revista Sur (fundada en 1931),
ascenso del fascismo en Europa y la consolidación del co~u­ o de instituciones que proponían una combinación de acción
nismo en la URSS, la guerra civil española y, después. la. oe.~__;•.;;¡ política y cultural, como el Colegio Libre de Estudios Superio-
gunda Guerra Mundial, brindaron un repertorio de argumen- res, fundado en mayo de 1930.3
tos que definieron dos polos político-culturales: de un lado Las referencias frecuentes en la literatura al Colegio Libre
un polo católico y nacionalista, de otro lado un polo liberal de Estudios Superiores (CLES) contrastan con la ausencia de
Y cosmopolita. Ambos se reconocían en un conjunto de insti- trabajos que lo hayan tomado como objeto. La producción de
tuciones y de publicaciones aparecidas en un corto lapso. En corte panfletario se refirió al Colegio como un centro irradia-
el primer polo las revistas La Nueva República, fundada en dor de la cultura liberal;/¡ las voces identificadas con esa cul-
1927, y Criterio, fundada en 1928 -'en torno a la que se or- tura liberal lo calificaron como una institución antifascista y
ganizaron los "Cursos de Cultura Católica"- y más adelante se preocuparon por mostrar que (fundamentalmente en el pe-
el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Ro-
sas -donde se nuclcaron individuos empeñados en "resca- 2 Un inventario de la diversidad de grupos, in.stituCiones y f)ublica-
tar" la imagen del caudillo para combatir los principios libe- ciones nacionalistas de la época se encuentra en ¡-\lvarez 1975: 193~'.?25.
rales de la organización nacional. Para estas corrientes Ja dé- Cf., también, Navarro Gerassi 1969:37-80. Sobre el Instituto de Investi-
gaciones l-[istóricas Juan Manuel de Rosas, cf. Quatrocchi-\\?oison 1991.
cada comenzó de un modo promisorio: a la fundación de la
3 Sobre la Universidad de Buenos Aires en el período posterior a
Acción Católica Argentina (en 1928) siguió el golpe del gene- 1930, cf. l-lalperin Donghi 1962:cap. 4. Sobre G'laridad en la Argentina,
ral Uriburu (en 1930) -en el que muchos depositaron todas cf. e! núrnero 172 de J'odo es I-listoria y Romero, L. A. 1990. Sobre Sur,
cf. King 1989 y Masiello 1985.
1
Cf. Sarlo 1988:21 y Altamirano y Sarlo 1983. 4 Cf., p.e., Hernández Arregui 1960:16L
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ríodo 1945-55) desempeñó las funciones destinadas a la U . dación del Colegio Libre de Estudios Superiores: Alejandro
vers1'd a d , que esta
• estaba impedida de cumplir dada la
1' º Korn, !\arciso· Laclau, i\níbal Ponce, Roberto (°3iusti, Carlos
ción aul~ritaria )~ a1:1irrcformista. Por su parte, la literatura de Jbarguren y Luis Rcissig.· Korn (1860) e lbarguren (1877) eran
corte mas academ1co, apoyándose en las Jos mayores, Reissig (1897) y Poncc (1898) los menores. Cin-
transmitidas por algunos de sus frecuentadores lo ha d •· co de ellos eran egresados de la Universidad de Buenos Ai-
' esc11-
to como una de las instituciones político-culturales ma·s · · res: dos de Ja Facultad de Derecho, dos de Filosofía y Letras
im-
portantes de los grupos opositores al peronismo.5 · y uno de Medicina. Los cuatro primeros habían tenido una re-
Más allá de la cuota de "verdad" de estas representacio- conocida participación en la Reforma Universitaria de 1918 y
nes, mi interés es urilizarlas como parte del material con el eran miembros de prestigio de algunas de las instituciones
cual esbozar una historia social y cultural del CLES, estudian- culturales que habían germinado en la ciudad desde comien-
do los. reagrupamientos político-culturales producidos en la zos de siglo. A pesar de haber terminado estudios en la Fa-
A:gentma desde los años treinta y, especialmente, durante la cultad de Derecho y Ciencias Sociales, Reissig era el que os-
decada perornsta. Desde su fundación, el Colegio se transfor- tentaba menor capital cultural y económico. Tenía un título
~ó e~ un i~porrante sitio de reunión de políticos, ernpresa-- de contador público y estaba dedicado a la educación de
r1.os, f1.~anc1stas e intelec1uaies consagrados. Era un lugar de adultos. Significativamente, fue quien consagró mayores es-
d1scus1on y de elaboración de proyectos, un foco de irradia- fuerzos personales y una dedicación casi total al CLES duran-
ción de propuesLas, de militancia y de proselitismo que_cou- te más de treinta aüos. Poco después de creado el Colegio,
vocaba a numerosos grupos de estudianlcs universitarios re-. fue nombrado secretario vitalicio. llacia el final de su vida se
velándose también como un irnportante canal de reclutarn'icn- refirió a la institución como una "obra personal", "insepara-
to de nuevos integrantes para los grupos dirigentes. Estudiar ble" de su biografía.
la.trayectoria de la institución es una vía de entrada para exa- El único de Jos seis fundadores que no había cornpletado
minar las transformaciones de las relaciones entre algunos estudios universitarios era Ponce. Después de abandonar la
sectores de las élites sociaíes y el campo de poder durante ca- carrera de Medicina en la UBA había seguido los pasos de su
si tres décadas de la historia argentina. maestro, José Ingenieros, dedicándose a la psiquiatría y here-
dando la dirección de la Revista de Filosofía fundada por és-
te. Korn había sido decano de la Facultad de Filosofía y Le-
El_Colegio Libre de Estudios tras de la UBA en 1918 y era identifiqdo como una de las
Superiores en los años treinta personalidades de la reacción "antipositivista" en el campo de
la filosofía. El único extranjero del grupo, Roberto Giusti, era
. El 20 de mayo de 1930, en un viejo restaurante de la ciu- italiano y había llegado al país en la infancia. Aun antes de
dad de Buenos Aires, seis individuos firmaron el acta de fun- graduarse como doctor en Filosofía y Letras en la UBA, había
fundado (en 1907) junto a Alfredo Bianchi una de las publi-
5 caciones de mayor prestigio del primer cuarlo de este siglo:
Cf., p.e., Sigal, S. 1991:63-75 y el testimonio de fvligucJ Murmis en
Toer 1988:24. la revista Nosotros. Laclau, por su parte, se dedicaba a la in-
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vestigación científica en el Instituto de Fisiología de la FacuÍ.2 La íorniación del Colegio Libre de Estudios Superiores, expre-
tad de '"!edicina de la LBA. Fue quien tuvo una panicipació. sión de' Ja iniciativa privada, responde al siguiente íin: .
ConsLará de un conjunto de cátedras l.ibrcs, de rn;:itcrias inclu1-
más breve en el c:olegio, en virtud de su muerte 111<,s¡:ieráda das 0 no en Jos planes de estudio universitarios, donde se de-
en diciembre de 1930. La carrera de Carlos Ibarguren ""'·'-'·· sarrollarán puntos especiales que no son profundizados en los
más definidamente política. Graduado en la UBA como doc~·}~iCfi cursos generales o que escapan al dorninio de !as facultad:s.
tor en Jurisprudencia, había flegado a ser secretario de la Ofrecerá sus cátedras a profesores universitarios de reconocida
prema Corte de Justicia (1906-1912) y ministro de Justicia e."";••:c•.··.! autoridad y a !as personas que fuera de la universidad :e ha-
yan destacado por su labor personal. Tamb.ién orga~i.zara con-
Instrucción Pública (1913-14). Su presencia entre los miem,
ferencias aisladas y fomentará los trabajos monograf1cos Y las
bros fundadores del Colegio es significativa. Muestra que en···•·•·••4 investigaciones originales como co~plerncnto de los cursos _del
mayo de 1930 la polaridad entre el nacionalismo y el libera-. colegio. Ni universidad profesional, ni tribuna de vulganza-
lismo aún no era tan aguda como lo sería después de setiem- ción, el Colegio Libre de Estudios Superiores aspira a tener la
bre, cuando el general Uriburu ensayó una experiencia auto-· suficiente flexibilidad que !e permita adaptarse a las nuevas ne-
ritaria explícitamente inspirada en el fascismo europeo. Ibar- cesidades y tendencias. Germen modesto de un esfuerzo en fa-
vor de la cultura superior, espera la contribución material, inte-
guren fue entonces interventor del "gobierno revolucionario"
lectual y moral de todas las personas interesadas en que ~que­
en la provincia de Córdoba y comeni'.:Ó a participar activa.- lla sea un elemento de acción directa en el progreso socia! de
mente en los grupos nacionalistas de definida militancia anti• [a Argentina.
comunista. En 1930 los otros cinco firmantes del acta funda-
dora del Colegio mantenían claras simpatías socialistas y
..•..~.- •; .. Un año después de fundado el Cl.ES comenzó a editar la
rompimiento de Ibarguren con el grupo no se hizo esperar. revista Cursos y Conferencias 1 Cyd. En ella se transcribían en
El pretexto fue una serie de conferencias dictadas a principios forma de artículos algunos de los cursos y de las conferencias
de 1931 en la institución por el fisiólogo Jorge Federico Nico- dictadas en el Colegio sobre los temas más variados. En el
lai, que acababa de regresar de un viaje a la URSS y disertó primer número (julio de 1931) se trataban, por ejemplo, los
sobre "l{usia actual y futura". Ibarguren que ya no participa- siguientes asuntos: el movimiento. coo~crattvo ~odcrno, J~a~
ba activamente del CLES renunció públicamente, divulgando Ruiz de Alarcón, el problema monetano argentmo, fotoqmm1·
la acusación de que era una institución de "simpatizantes del ca introducción filosófica a los problemas pedagógicos Y fi.
comunismo".6 si~logía de Ja mano. Por otra parte, la revista tenía un~ sec-
El texto del acta fundadora del CLES decía lo siguiente: ción especial para informar sobre la vida cultural de la ciudad
e incluía abundantes reseñas de libros y del conterndo de
6 Años después, Reissig contó que la renuncia de lbarguren en ta- otras publicaciones. También reservaba un buen· cspa~cio al
les con<;liciones acabó redituando al CLES (y a las conferencias de Ni-
informe puntual de la "Vida del Colegio". Número a numero
co!ai) una publicidad inesperada (Cursos y Conferencias [CyG] 160, ju-
lio 1945:289). El CLES contaba entre sus miembros con prominentes mi- se daban a conocer Jos planes de las actividades futuras Y los
litantes del Partido Socialista (y de varias de sus escisiones), del Parti-
do Cornunista y de la Unión Cívica Radical. Como se verá más adelan- otros individuos "independientes") ocuparon in1portantes cargos en sus
te, aparte de sin1patizantes o simples militantes, 1nuchos de ellos (y partidos y en gobiernos nacionales y provinciales.
144 Federico Los intelectuales y la invención del peronismo 145

balances de las ya realizadas. En la sección "Noticias y acceso a esa cultura superior 3 capas más amplias de la so-
mcntarios'' se inforrnaba sobre la política general de la 1• • ciedad. F.l primer objetivo tendía a preservar un espacio de
nst1-
Luci~n y sobre ~u posición al respecto de temas culturales.~ producción cultural de las luchas en el mundo de la política;
nacionales considerados rclevant_es. En general, tales mi""""" el segundo pretendía utilizar la cultura para hacer política.
ciones aparecían también en los discursos (que la revista A pesar de que nunca otorgó títulos, el CLES no ocultaba
transcribía) pronunciados por sus miembros con motivo d que competía directamente con la Universidad. Desde su
"cenas de camaradería", acontecimientos políticos u homena~ creación acogió a profesores despedidos de la misma por ra-
jes a algunos de sus integrantes. Anualmente se incluía tam- zones políticas;B otros podían desarrollar en los cursos del
bién una sección de "Memoria y balance" con informes sobre Colegio temas diferentes de los permitidos en las facultades.
la situación financiera de la institución.? Los cuadros 1, 2 y Gran parte de los integrantes de la institución eran profesores
3
del Apéndice ofrecen una visión de los autores que más pu- (o ex profesores) universitarios y en buena medida el públi-
blicaron en la revista y de las materias sobre las que trataban co también estaba formado por profesores y, sobre todo, por
sus artículos, en general transcripciones de los cursos y de las estudiantes universitarios.9 De ese modo, la preocupación por
conferencias dictadas en el Colegio. El cuadro 1 refleja la va- la vida universitaria no podía dejar de ser acentuada en el Co-
riedad de temas abordados, la importancia relativa acordada legio. Cursos y Conferencias transmite bien la atención espe-
a cada asunto en diferentes períodos y la mayor o menor par- cial otorgada a la Universidad oficial. El CLES se manifestaba
ticipación de algunos individuos. (Cf. pág. 261 y ss.) sistemáticamente en su contra, enarbolando al mismo tiempo
"Ni universidad profesional, ni tribuna de vulgarización.'' las banderas de la Reforma y de la excelencia. Sin embargo,
Estas palabras incluidas en el acta de fundación, y transfor- detrás de este discurso opositor las articulaciones con la Uni-
madas después en el lema del Colegio, indican el espacio que versidad y con el gobierno que la sustentaba eran evidente-
éste buscó construir y la tensión que vivió entre dos tipos de mente más complejas. Buen ejemplo de ello es que al mismo
objetivos. Uno, dirigido hacia el campo intelectual (y, espe- tiempo en que se solidarizaba con los profesores despedidos
cialmente, hacia la Universidad), y el otro dirigido hacia el· o que renunciaban a la Universidad oficial -y al mismo tiem-
campo político. De un lado, procuraba generar un espacio po, también, en que renovaba sus declaraciones proreformis-
dedicado a la "cultura superior" que estuviese a salvo de la tas-, mantenía entre sus cuadros a altos dirigentes de esa
reacción "antirreformista" que dominaba en la "universidad
oficial". De otro lado, pretendía brindar una oportunidad de 8 Entre ellos, por ejemplo, el propio Aníbal Ponce (que enseñaba
en e! Instituto del Profesorado Secundario, dependiente de la UBA),
7
Las vicisitudes políticas del país provocaron en ocasiones la sus- que a mediados de los años treinta debió exilarse en fi.1éxico, donde
pensión de los cursos del Colegio pero nunca interrumpieron ]a publi- murió en 1938.
cación de CyC que, en algunas ocasiones, sólo vio afectada su periodi- 9 Las estadísticas ofrecidas por los primeros números de Cursos y
cidad: corncnzó saliendo mensualmente, después pasó a ser trimestral Conferencias permiten tener una idea aproximada de la importancia de!
y semestral. En total fueron 288 números. El primero salió en julio de público universitario. En 1933 y 193_4, por ejemplo, estudiantes y profeso-
1931 Y el último en diciembre de 1960 (el sistema de numeración con- res sumaban alrededor de! 40 o/o del total de asistentes a las clases (N>i 6,
secutiva fue adoptado en abril de 1942, a partir del número 121). diciembre 1933 y Nº 7, enero 1935) (véase también nota 12).
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Fede1ico Neiburg

L'.niversidad -decanos y vicedecanos- y a funcionarios de rés más específico de construir un auditorio entre sectores
rlrin1cr nivel del gobierno "autoritario" y antirreforrnista que medios y, particularmente, entre aquellos que pudieran mul-
atacaba. En 194'!. de los 50 integrantes del directorio del Co- ..•....·. e tiplicar la labor pedagógica de ía institución: los maestros y
legio, 8 ocupaban cargos importantes en la Universidad, 26. las maestras de las escuelas primarias y de los colegios secun-
eran profesores con jerarquía superior a la de adjunto y otros darios. Donde mejor se expresó este interés fue en el cuida-
8 individuos ocupaban cargos de importancia en el gobierno do en llevar una estadística ~que era transcrita en los núme-
como ministros o secretarios (véase cuadro 6, págs. 267-68).10 ros de Cursos y Conferencias- de asistencia a los cursos di-
Por otra parte, el Colegio estaba interesado en un público vidida por sectores ocupacionales.12 Más adelante, los docu-
más amplio, buscaba también construir un auditorio de "no mentos del Colegio mostrarían claramente la conciencia que
especialistas". Esto se expresaba en el fuerte acento pedagó- sus organizadores tenían del verdadero conterndo político de
gico que sustentaba la oferta de cursos de "información cul- esa labor pedagógica.
tural" sobre temas de interés general que, se suponía, permi- Durante los primeros años los cursos eran dictados en una
tiría diversificar el público, llegando incluso a los grupos "po- sala alquilada a la Federación de Sociedades Gallegas (en la
pulares".11 Detrás de esta preocupación -y, acentuadamen- avenida Belgrano); más tarde, el Colegio se trasladó a la se-
te, detrás de la preocupación por mostrar que el Colegio con-
seguía efectivamente alcanzar esos públicos-, estaba el inte- 12 Estas estadísticas quizás interesan más por la intención subya-
cente a su realización que por la fidelidad con la que puedan expresar
10 c·,orno se vera· mas
• adie ante, las relaciones entre el CLES y Ja la real composición socia!· del público. Sirve de eje1nplo, el año 1933.
"Universidad oficia[" -como asimismo las relaciones con el campo de El total de inscritos en los cursos fue de 1066 individuos; el total de
poder- cambiaron a lo largo del tiempo. En 1933, por ejemplo, a la a!u1nnos fue de 768 (considerando que los mismos alumnos pudieron
vez que el Colegio se solidarizaba con un profesor que renunciaba a su asistir a más de un curso). La distribución del público según su ocupa-
cátedra en !a Facultad de Ciencias Exactas de la UBA (fundamentando ción fue la siguiente: 195 e1npleados, 169 estudiantes, 95 profesores
su actitud en declaraciones de adhesión a la Reforma y a la excelencia universitarios, 76 1nacstros secundarlos, 27 médicos, 26 contadores, 22
académica, reclamando aumentos de salarios para la dedicación exclu- abogados, 21 comerciantes, 17 ingenieros, 15 químicos, 15 bioquímicos,
siva, m.a~or e~tímulo a !a investigación y, también, la exigencia de que "~ 12 agrónomos, 5 arquitectos, 5 escribanos, 5 farmacéuticos, 4 jornale-
en la Universidad se reservase un lugar sólo a "los mejores"), el deca- ros, 4 doctores en ciencias naturales, 3 escritores, 3 pintores, 3 rentis-
no de la facultad a quien estaba dirigida su renuncia era también un in- tas, 2 traductores, 2 periodistas, 2 industriales, 2 gráficos, 2 dentistas, 1
tegrante activo del Colegio que en 1910 llegó a formar parte de su di- astrónomo, 1 banquero, 1 chofer, 1 electricista, 1 hacendado y 1 tnecá-
rectorio. En ese mismo período, dicho individuo fue también rector de nico. Treinta y tres no manifestaron profesión. La distribución del pú-
la UBA y ocupó importantes cargos en el gobierno: presidente de Obras blico entre las diferentes materias ofrecidas fue la siguient~: filosofía:
Sanitarias de la Nación y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (cf., p.e.; 321, psicología: 139, finanzas: 138, historia: 102, literatura: 84, musico-
CyC 7, enero 1933). logía: 56, biología: 44, bioquímica: 32, economía social: 32, física: 28,
11
Este acento "pedagógico" -que, cabe recordar, fue característi- sociología: 24, ciencias naturales: 18, química: 17, matemáticas: 16, físi-
co de] pensamiento socialista de la época y común en las lJniversida- coquímica: 9 y físicomatemática: 3 (se respetan puntualmente las cate-
des Libres creadas en Europa o América en el período de entregue- gorías utilizadas por el propio Colegio, cf. CjiC 6, diciembre 1933). La
rras- fue indudablemente más fuerte en los primeros años del CLES, estadística del año 1936 exhibe un incremento notable en el total de
aunque se 1nantuvo durante toda la existencia de la institución. alutnnos inscritos que pasa a 2249 ccyc 8, novicrnbre 1936).
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148 Los intelectuales y la invención del peronismo

de de Unione e Benevolenza (en la calle Cangallo, hoy t'P- ••...•. concejales presentó un proyecto que fue aprobado por la Cá-
rón); en 1947, pasó a funcionar en el Instituto Francés de Es" mara Municipal, disponiendo la donación de una suma de di-
tudios Superiores (en la calle Florida); y, desde 1953, en ]a se- nero suficiente para instalar una imprenta propia. La segunda
de de la Sociedad Científica Argentina (en la avenida Santa propuesta sobrevino cuatro meses después, cuando un~~ nue-
Fe} El itinerario de las sucesivas sedes y de su ubicación en va ordenanza de la Cámara Municipal dispuso la donacion de
la ciudad es revelador del creciente prestigio que adquiría el un terreno de 1000 metros2 para la construcción de la sede
Colegio en la vida cultural de la ciudad: de locales de colee-. del colegio. Pero pocos días más tarde el Intendente de la
tividades de inmigrantes a sedes de instituciones de excelen- ciudad de Buenos Aires (Carlos A. Pueyrredón) vetó la orde-
cia académica, de regiones relativamente periféricas de la ciuc nanza alegando que "independientemente de los méritos de
dad a zonas más céntricas y nobles. 13 la inst,itución" la Municipalidad no podía ceder el área indica-
Una serie de factores parecen haber sido responsables de da puesto que allí se realizaría una reforma urbana que im-
la persistente falta de sede propia y de local adecuado para plicaba "ensanchamiento de calles y avenidas" (una reforma
las actividades del Colegio. En primer lugar, una combinación que efectivamente se realizó con el ensanchamiento de :a
de administración deficieme y un significativo exceso de pre- avenida 9 de Julio, en el centro de la ciudad). El proyecto mas
tensiones. Más de una vez Reissig u otros directivos se refirie- ambicioso fue presentado ese misrno año al Congreso Nacio-
ron a las características que debía tener el local adecuado a nal por un grupo de diez diputados (entre los cuaks figura-
las actividades de la institución: auditorio, salas para clases, ban dos integrantes del directorio del CLES). Propornan otor-
cubículos para los profesores e investigadores, laboratorio.S, gar un subsidio que el Congreso Nacional iría a~ord~~do
biblioteca, salas para los alumnos. 14 En segundo lugar, un anualmente durante un lapso de diez anos y que sena ut1l1za-
elemento revelador: las vicisitudes de las relaciones entre el do para la construcción de la sede de la institución. El pro-
CLES y los poderes públicos. La primera propuesta fue exito- yecto fue aprobado, pero primero el veto del Inrende~te ª.la
sa y relativamente modesta: el 5 de julio de 1938 un grupo de concesión del terreno y luego el golpe de Estado del 1 de ¡u-
nio de 1943, con la disolución del Congreso, terminaron por
abortarlo definitivamente. 15
l3 Cuando en 1947 se inauguraron los cursos en !a sede del Insti- Independientemente de algunos altibajos u ocasio'.1ales
tuto Francés de Estudios Superiores, Luis Reissig habló en su discurso "dificultades de caja", con el correr del tiempo la s1tuac1on fi-
de las irnplicaciones de la mudanza e hizo una referencia significativa
a las polaridades cu!turales y políticas de dos décadas atrás (los grupos
nanciera del Colegio parece haber sido cada vez más saluda-
de Florida y de 13oedo): celebró la "llegada del Colegio a Florida" y ble. Una fuente de ingresos eran las cuotas que pagaban los
anunció las pretensiones que animaban a la institución en el sentido de asistentes a los cursos y a las conferencias y que permitían
ser una síntesis entre ambas tradiciones (CyC 184, julio 1947). tan1bién ren1uncrar a los profesores. Durante los primeros
HE! .
n a gunas ocasiones R ' ' toma b a como mod clo al CollCge de
e1ss1g anos el CLES diferenciaba entre "socios del Colegio" y simples
France y en otras a las instituciones universitarias fundadas por exilia-
dos europeos en los Estados Unidos (poco tiempo después de funda-
da, la 0.'ew Schoo] for Social Research de Nueva York invitó a Francis- 15 Sobre este proceso cf. G'yC 1-2, abril-mayo 1938; 10-12, enero-fe-
co Romero, otro de los principales animadores del CLES). brero-marzo 1941.
150 Federico Neiburg Los intelectuales y la invención del peronismo 151

"asistentes", cobrando valores distintos a unos y otros.16 Más fesores y profesionales independientes. Sin embargo, el prin-
adelante, las clasificaciones se hicieron más complejas: hacia cipal apoyo económico al CLES provenía de la actividad per-
1950, por ejemplo, se cobraban valores diferentes para "so- manente de un importante grupo de mecenas. Antes de 1945,
cios", "estudiantes'', "amigos del colegio del año anterior" entre ellos se podía contar al propietario de una de las insti-
"amigos recientes" y "amigos vitalicios" (a los que se ofre'. tu-ciones financieras más impórtantes del país, a una compañía
cía una cuota única que permitía el acceso a todas las activi- de papel articulada con la industria editorial, también al indus-
dades). Por su parte, la revista se financiaba con una amplia trial Torcuato di Tella (padre del sociólogo) y, significativa-
red de suscriptores 1 7 y con abundante publicidad que refle- mente, al industrial Miguel Miranda, que sería el primer minis-
jaba las articulaciones del CLES con otros grupos dentro del tro de Economía del gobierno de Juan Perón, entre 1946 y
campo intelectual, con sectores empresariales y con el propio 1949. 19
gobierno. En el año 1938, por ejemplo, en las páginas de Los escasos trabajos sobre las élites sociales argentinas
Cursos y Conferencias aparecía publicidad de las revistas lite- coinciden en indicar que en 194 5, con el ascenso del peronis-
rarias de mayor renombre del momento (Sur y Nosotros) y mo, se produjo un proceso de rápida renovación: individuos
anunciaban sus libros las editoriales Imán y El Ateneo. Media pertenecientes a grupos emergentes desplazaron bruscamen-
página era ocupada por un aviso del Banco de la Nación Ar- te a quienes hasta entonces ocupaban posiciones dirigen-
gentina y una página entera por una publicidad del Banco tes. 20 Pero el análisis de los individuos y de los grupos liga-
Municipal de Préstamos. De las otras tres páginas destinadas dos al CLES obliga a complejizar esta imagen, observando las
·.e~···~···'
a publicidad, una estaba ocupada por una gran compañía nuevas articulaciones que comenzaron a producirse entre los
constructora, otra por la General Electric y la última por una grupos dirigentes por lo menos ya desde principios de la dé-
industria metalúrgica nacionaJ.18 cada del treinta. Salvo una sola excepción, ninguno de los
Otra fuente de sustentación eran las donaciones de sus so- mecenas más importantes del Colegio tenía como actividad
cios. Durante los primeros años, Cursos y Conferencias publi- económica principal alguna de las actividades características
có las listas de los donantes, aunque sin incluir los valores de de las élites tradicionales, ligadas a la ganadería y a la agri-
cada donación. En 1935, por e1emplo; fueron 35 individuos cultura. Eran, más bien, representantes del comercio (algunos
entre los cuales había dos propietarios de bancos, dos indus- innligrantcs), industriales favorecidos por la expansión poste-
triales y dos grandes comerciantes. Los restantes 29 eran pro-
19 La "I'v1en1oria y balance" de! año 1941 ilustra bien el peso de es-
16 I-Iacia 1940, por ejc1nplo, contaba con cerca de medio millar de tos mecenas. Ese año se anunciaron donaciones de 8 individuos y com-
socios. Una década 1nás tarde, el número se había duplicado. pañías por un total de S 18.500. Esa cifra era suficiente para cubrir los
17 En 1940, Cursos y C'onferencias tenía unos 1000 suscriptores. En gastos anuales de los siguientes rubros: cursos y cátedras es 3.800), sa-
1954, llegaban a los 1500: 786 en Buenos Aires, 397 en Rosario y 244 larios es 6.870) y alquiler de !ocal eS 7.100). La lista de los donantes era
en otras provincias. \a siguiente: jacobo Saslavsky, Torcuato di Tclla, Bernardo Espil, fran-
l8 El CLES también creó una editorial que tuvo una existencia in- cisco Pratl, lv1iguc! Wliranda, Torres y Citati, Raúl Lamunaglia, Guy Clut-
termitente, publicando sobre todo algunas obras de sus propios organi- terbuck, Eduardo Laurson y la Cía. Pabril Financiera.
zadores. 20 Cf., p.c., De Imaz 1964, especialmente los capítulos 1 y 2.
152 Federico Neiburg · Los intelectuales y la invención del peronismo 153

rior a la crisis de 1930 y financistas que estaban asociados a Argentina de Posguerra". 22 Al cumplir su décimo aniversario
ellos. 21 Por otro lado, llama la atención el hecho de que du- el CLES acentuaba el perfil político que había anunciado des-
rante los años anteriores a 1945 convivían en el Colegio gru- de sus primeros años de vida. Se mostraba como una institu-
pos e individuos que después estarían fatalmente enfrentados ción cuya finalidad era reunir a los interesados en la "Refor-
en la política. ma Argentina", a los hombres capaces de pensarla (intelectua-
les) y a los que estarían encargados de construirla (políticos
y administradores).
Un programa de país En agosto de 1940 el Colegio adquirió personería jurídica
para la Argentina de posguerra y sancionó sus estatutos, nombrando un directorio compues-
to por medio centenar de individuos. Más de la mitad de sus
El inicio de la Segunda Guerra Mundial impregnó de dra- integrantes eran profesores universitarios (muchos de los cua-
matismo lo que diez años atrás había sido sólo una imagen les, como ya se dijo, tenían también cargos directivos en las
lejana de peligro y lo que al comenzar la guerra civil españo- casas de estudios), había nueve políticos profesionales y ocho
la se había mostrado como un conflicto más bien localizado funcionarios públicos de alta jerarquía. Había por lo menos
en Europa. Las páginas de Cursos y Conferencias expresan la cinco individuos de alto capital económico (industriales,
sensación de que la batalla final había llegado. No se trataba grandes comerciantes y banqueros). Y había, también, un sig·
ya solamente de proclamar solidaridad con los Aliados y una nificativo grupo de periodistas que ocupaban pos1etones im-
·······-········'
intransigente postura antifascista. La tarea de la hora era más portantes en los medios de prensa de mayor circulación na-
precisa: era 11ecesario preparar un "programa de país para la cional (véanse los cuadros 4, 5 y 6, págs. 265-68). 23
La celebración de la primera década de vida del Colegio
21 La única excepción fue Alejandro E. Shaw, uno de los primeros sirvió para anunciar el comienzo de una "segunda época". La
colaboradores del CLES, integrante de su directorio (como tesorero) a institución, se decía, debería transformarse en el cuartel gene·-
partir de 1940, docente en el área de economía, con algunos artículos ral de un "ejército de la cultura". Para ello se impulsaría la
publicados en Cursos y Conferencias. Shaw había nacido en Buenos Ai~
res en 1893 y era doctor en jurisprudencia, graduado en la UBA (don-
de también fue profesor). Su familia era propietaria de !a financiera 22 Es Jo que a partir de 1910 se anunciaba con aire triunfal como
Shaw S.A., poseía tierras en la provincia de Buenos Aires y varias em- la principal tarea de la institución (cf., p.e., G'yC' 10-12, 194~). .
presas (de seguros, inmobiliarias, etc.). Contrajo matrimonio con Sara 23 Si se compara la lista de individuos integrantes de! directono de
Tornquist, hija de Ernesto Tornquist, jefe de una de las familias más tra- 1940 (cuadro Ir) con la de autores con mayor cantidad de publicaciones
dicionales y de mayor fortuna del país, propietario de centenas de mi- en Cursos y Conferencias (cuadro 2) se obtendrá una lista aproximada
llares de hectáreas en las provincias de Buenos Aires (donde un depar- de las personas que desempeñaban espccialrncntc funciones de artic~­
tamento lleva su nombre), Santa Fe, Córdoba, San Luis y de sociedades lación política o mecenazgo económico. Son !os que estando en el di-
agrícolas e industriales con capitales internacionales. En la época en rectorio no tienen artículos publicados en la revista y que, por consi-
que era micrnbro de! directorio del CLES, Alejandro Shaw también par- guiente, no solían dar cursos en el Colegio (como, por eje111plo, Enri-
ticipaba del directorio de Tornquist y Cía. Ltda. Sobre Erne$tO Torn- que Navarro ·v¡o\a, que era otro de los mecenas 1nás importantes del
quist, cf. Sabato J. F. 1988'196-200. CLES).
154 Federico Neiburg Los intelectuales y la invención del peronismo 155

creación de filiales en todo el país y la organización de cáte- funcionamiento la estructura de cátedras, que siempre eran
dras que tendrían la función de concentrar los cursos sobre inauguradas por profesores que viajaban desde Buenos Aires.
algunos ejes temáticos. El CLES buscaba realizar la "unidad Entre 1940 y 1945 fueron creadas nueve cátedras. A pesar de
nacional'', propiciando la discusión de un proyecto de país que el funcionamiento de cada una no fue igualmente inten-
que considerase las particularidades provinciales y regionales, so y de que su presencia en las filiales provinciales fue varia-
"quebrando el centralismo porteño". El Colegio aspiraba a ser ble. durante ese período la vida del Colegio giró en torno de
"algo más que una institución cultural metropolitana" e inicia- ellas. Las cátedras buscaban reunir grupos de "expertos" inte-
ba una "ida hacia el interior". Recreando todos los motivos resados en temas particulares, promover disCusiones colecti-
propios del mito de las dos Argentinas, hacía un llamado a vas y fundar el trabajo permanente de equipos. Según se de-
"conocer esas otras realidades" para realizar "una sola Argen- claraba en los documentos de la institución, las cátedras eran
tina". 24 parte de un "proyecto de varios años, que si se ejecuta según
La primera filial del CLES había sido creada en la ciudad. lo planeado, convertirá al Colegio en la expresión nacional de
de Rosario, en 1931. Pero entre 1940 y 1941 la institución se nuestra cultura".27 Los fundamentos de la constitución de ca-
expandió vertiginosamente a lo largo del país con la inaugu- da cátedra. v los temas y las perspectivas con las que sus fun-
ración de filiales en otras siete ciudades de provincia: Bahía dadores pr;ponían abordarlos, expresan sus ideas sobre el ti-
Blanca, La Plata, Paraná, Tucumán, Santiago del Estero, Men- po de orientación que era preciso imprin1ir a las actividades
doza y Viedma. En algunas de ellas, a su vez, se impulsó la de la institución en la nueva etapa. Por otra parte, los nom-
creación de subfiliales en el interior de las provincias bres con los que las cátedras fueron bautizadas reflejan la di-
Bahía Blanca, por ejemplo, se organizaron actividades en mensión de la pretensión del CLES en su intención de trasfor-
Azul. Tandil v otras poblaciones de la provincia de Buenos marse en el heredero de un linaje político, objetivando una
Aire~; algo si~ilar sucedió en la provincia de Santa Fe, desde familia de "héroes nacionales": Sarmiento, Alberdi, Mitre,
Rosario).25 Cada una de estas filiales formó un directorio pro- Juan María Gutiérrez, Alejandro Korn y Lisandro de la Torre.
pio y pasó a realizar reportes regulares de sus actividades en Inicialmente fueron creadas dos cátedras, amlJas en se-
los números de Cursos y Conferencias. 26 Cada una puso en tiembre de 1910. La primera fue la Cátedra Sarmiento de Edu-
cación. En sus fundamentos se decía que el programa de Sar-
21 Cf., p.e., G'yC', 4-5, julio-agosto, 1940.
rrliento continuaba siendo "el 'abe' de nuestro progreso so-
25 Tanto la intensidad de la actividad como la duración de cada fi-
lial fueron variables. Las inicialmente más activas fueron también las tura de los directorios provinciales sugiere, en relación con Buenos Ai-
únicas que sobrevivieron hasta el final junto a la de Buenos Aires: Ro- res, Ja presencia de individuos con n1enor capital social, ec7nón~ic~ Y
sario y Bahía Blanca, seguidas de la filial de Tucumán (llama la aten- cultural, niostrando una proporción menor de graduados un1vers1Lanos
ción, sin embargo, la falta de presencia del Colegio en la provincia d_e,- y, en contraparlida, una alta proporción de maestros de secundaria .Y de
Córdoba). prirnaria y, consiguientemente tan1bién, un número elevado d~ n1u¡er:s
26 lJn exatncn de la composición de esos directorios provincia_les (rnientras que en el directorio forn1ado en 1910 en Buenos Alfes babia
permitiría observar de un modo novedoso las relaciones entre las élites_ solamente una mujer).
sociales e intelectuales porteñas y las élites regionales. Una primera lec.-.-"·-'··'·· 27 Cf., p.e., CyC' 4-5, julio-agosto 1910.
156 Federico Neiburg · Los intelectuales y la invención del peronismo 157

cial"; su figura era invocada como la "bandera de una educa- dadores de la cátedra decían que su intención era sintetizar
ción emancipadora", como "la base educacional de una Ar-. tres preocupaciones: una científica, otra social y otra america-
gentina progresista y libre". Y se anunciaba un grito guerre- nista, trascendiendo las fronteras de lo nacional y contribu-
ro: en la Argentina se debía estar "con o contra Sarmiento" yendo a la construcción de una "conciencia filosófica conti-
Ser anti-Sarmiento era estar con los otros y, decían, "del otro nental" ,30
lado, ya lo sabemos, está don Juan Manuel (de Rosas)".28 La El 9 de junio de 1941 fue inaugurada la Cátedra de 1-listo-
segunda fue la Cátedra Alejandro Korn de Filosofía. La perso- ria. Al contrario de las otras, ésta nació como una propuesta
nalidad invocada era una de las pocas que no remitían a las de contenido académico que pretendía fundar un tipo de tra-
polaridades de la organización nacional de la segunda mitad bajo intelectual cuya especificidad parecía constituirse menos
del siglo x1x. Era también un homenaje a uno de los funda- por un contraste político y más por un combate interno a la
dores del Colegio, muerto cuatro años antes, una proclama de profesión y al gremio de los historiadores. Para sus organiza-
adhesión a la Reforma (como se sabe, Korn había sido uno dores, los otros eran los "diletantes ilustrados" o los "curiosos
de sus protagonistas) y una declaración en favor de una figu- de las disciplinas históricas", "carentes de rigor y de método".
ra social: la del maestro reformiSta, un "maestro en saber y Frente a ellos, proponían la práctica académica "moderna" de
en virtud'', autor de ensayos libertarios y eruditos. 29 Los fun- grupos de "especialistas". El principal objetivo era "difundir
una actitud histórica" -la comprensión histórica de l.os pro ..
28 Cf. G)'G' 9, diciembre 1940. El comité organizador de !a cátedra blemas sociales- fundada en un verdadero plan de trabajo y
estaba compuesto por: A.maranto Abeledo, Migue! Bordato, Fermín f.:"$~~ . -~-·-·~ de investigación. Proponían también agrupar a todos los es-
trclla Gutiérrcz, Pedro Etchartc, Américo Ghioldi, Roberto F. Giusti, Gre- tudiosos de la historia, estructurar equipos, gabinetes de in-
gorio IIalperin, Raúl J\1oglia, Ernesto Ne[son, Telma Reca, Luis Reissig, vestigación y archivos que permitieran formar cuadros en la
Juan R. Rojo y Carlos Veronelli. Es interesante destacar la participación
de Fermín Estrella, que algunos años después sería un autor identifi6-
disciplina.31 Pero esta propuesta tuvo una vigencia fugaz. Las
do con el "nacionalismo de izquierda". Observando e! cuadro 4 pod~á condiciones sociales para innovar de tal manera la práctica
verse que muchos de los individuos que coordinaban las actividades de profesional de los historiadores aún no estaban dadas y la ra-
esta y de las otras cátedras integraban también el directorio del CLES.
29 Durante n1ucho tiempo el maestro fue Ja figura intelectual domi- 30 El comité organizador de la cátedra estaba integrado por Risieri
nante tanto en el Colegio como en el campo intelectual argentino -un Frondizi, Eugenio Pucciarelli, Francisco Romero, Aníbal Sánchez Reulet
ensayista erudito, en quien sus discípulos reconocían a un humanista, y Ángel Vassallo.
cuya sabiduría no precisaba de! gabinete para ser cultivada ni del aula 31 CyC 4, julio 1941. Los organizadores de la Cátedra de Historia
para ser transmitida. Con la excepción de algunas observaciones de eran Luis Aznar, Ricardo R. Caillet Dais, Emilio Ravignani, José Luis Ro-
Portantiero (1981), Ja mayor parte de los trabajos sobre la Reforma Uni- mero y C!audio Sánch,ez Albornoz. Esta intención de transformar la
versitaria de 1918 tienden a reproducir las propias representaciones re- práctica historiográfica desde el CLES puede relacionarse con la lucha
formistas, permitiendo conocer poco de sus contenidos y consecuen- que los integrantes de la cátedra mantenían hacia finales de !os años
cias sociales (cf., p.c., Ciria y Sanguinetti 1962 y 1968). El estudio de la treinta no sólo con el "revisionismo histórico", sino también con los re-
génesis social de la figura del maestro deberá ser un elemento impor- presentantes de la llamada Nueva Escuela I-Iistórica, que desde princi-
tante de una historia social y cultural de la Reforma y del reformismo pios de siglo había sido dorninante en la lJniversidad (al respecto, cf.
que está aún por hacerse. I-Ialperin Donghi 1986a).
158 Federico Neiburg Los inte1ectua1es y la invención del peronismo 159

pidez con que se tornaron violentas las luchas políticas alte- Al mismo tiempo que la Cátedra de Historia, fue fundada
raron radicalmente la labor de la cátedra, transformándola en la Cátedra de Economía Lisandro de la Torre. Más a salvo de
una usina productora de representaciones políticas. Habría las violentas luchas de clasificación que agitaban los comba-
que esperar diez años para que algunos de sus organizadores tes históricos o pedagógicos, sin duda fue esta la cátedra que
implementaran un proyecto similar, dirigiendo la Universidad representó mejor el espíritu de la nueva etapa anunciada por
del posperonismo y reorganizando la carrera de Historia de la el Colegio a principios de los años cuarenta. Su objetivo era
UBA.3 2 Un rasgo sintomático de la evolución de la Cátedra de "servir a un programa de .construcción económica nacional" 1

Historia es que fue la única en ser fundada originalmente sin echando las bases de un "bienestar económico con mayor jus-
un nombre, tal vez porque apelar a cualquier figura de la his' ticia social". Para ello, se argumentaba, era preciso "conocer
toria nacional hubiera implicado imprimirle un tono abierta- a fondo el organismo económico del país", "escuchando al
mente político, lo que en un principio no estaba en los pla- agricultor, al ganadero, al industrial, al obrero, al técnico".34
nes de sus organizadores. Sin embargo, el bautismo no tardó Respondiendo a ese cometido, fue la cátedra que alcanzó una
en llegar y fue un auténtico llamado al combate. Un año des- mayor y más rápida difusión en las filiales del interior del
pués de creada, en 1942 se le asignó el nombre Bartolomé país.35 También fue la primera en adoptar la modalidad de
Mitre. Desde entonces, sus declaraciones fueron cada vez más "cursos colectivos", organizando un gran evento que contó
abiertamente políticas y su objetivo se transformó en ocupar con la participación de medio centenar de "especialistas" que
la trinchera del liberalismo frente a sus enemigos nacionalis- discutieron una variedad de temas referidos directamente a
tas y rosistas.33 los "problemas nacionales": producción agrícola, ganadería,
petróleo, problemas forestales, minería, servicios públicos,
32 Como se sabe, José Luis Romero fue e! primer rector de la UBA
después de 1955, fundador de la Cátedra de I-Iistoria_Social en la Facul-
tad de Filosofía y Letras que impuso un nuevo tipo de trabajo en la dis- la provocadora medida de rebautizar una plaza de la ciudad que lleva-
ciplina. Después de 1955, los restantes miembros de la cátedra de! Co- ba su nornbre. La fi!ial local del CLES reaccionó violentamente en de-
legio ocuparon cargos de profesor titular y de director de institutos en fensa de !a men1oria del que para ellos era un indiscutible héroe nacio-
la carrera de I-Iistoria. nal y los micrnbros de la Cátedra de IIL1>toria produjeron una buena can-
33 La culminación de este proceso desde el Colegio fue la partici- tidad de discursos dedicados a la exaltación de la figura de Rivadavia
pación en la organización del Congreso Rivadaviano en pleno año de (cf., p.e., CyC, diciembre 1944).
1945, rnientras pcronistas y no peronistas ya combatían en las calles de 34 De la Torre había sido fundador del Partido Demócrata Progre-
la ciudad de Buenos Aires, poco más de un mes antes del 17 de octu-· sista y repetidas veces candidato a presidente de Ja nación. Una de sus
bre. Allí se declaraba con furia que "el nacionalismo rosista [utilizado acciones públicas más notables -que lo transforrnaría en símbolo de
ya corno sinónimo de peronismo] no es otra cosa sino fascismo disfra- cierto "nacionalismo econón1ico"- fue la denuncia que realizó siendo
zado" (CyC 161-162, agosto-setiembre 1945). Unos meses antes la Cá- senador, en 1935, de la actividad de los frigoríficos ingleses en el país.
tedra de l-Iistoria de la filial Bahía Blanca había sido protagonista' de una Antes de suicidarse (el 5 de enero de 1939) había participado activa-
serie de sucesos que ilustran bien e[ contenido de esta actividad histo- mente del CLES.
riográfica directarnente ligada a las luchas de clasificación en el terreno 35 CJ;C'1, julio 1941. Organizaban la Cátedra de Econo1nía Juan Jo-
político: en 1944, en vísperas de la conmemoración del centenario de sé Díaz Arana, Adolfo Dorfrnan, Arturo Frondizl, José Gi!!i, Ricardo NI.
la muerte de Bernardino Rivadavia, el gobierno local había propuesto Ortiz, Andrés Ringuclct, Alejandro E. Shaw y Juan L. Tcnembaum.
160 Federico N eiburg Los intelectuales y la invención del peronismo 161

transportes, comercio, finanzas, industria, población, traba- de Economía, en ésta la actividad estuvo particularmente di-
jo.36 Este curso colectivo fue reproducido en las filiales del rigida a la discusión de proyectos concretos, contando con
interior del país, donde se sumaba el tratamiento de los pro- una importante participación de juristas (algunos catedráticos
blemas regionales. Los cursos colectivos buscaban promover o especialistas en sociología), políticos y legisladores.38
discusiones de asuntos generales, diseños de políticas a nivel Juntamente con esta última fue fundada la Cátedra de In-
estratégico y, también, desempeñar funciones de asesora- vestigación y Orientación Artística, cuyos objetivos eran pro-
miento sobre temas concretos, incluyendo debates de proyec- veer cursos teóricos y prácticos de interés general y para ar-
tos o reformas de leyes y de reglamentaciones en los que so- tistas, procurar estudiar con "métodos modernos" ("históricos,
lían participar legisladores y funcionarios de gobierno.37 estéticos y sociológicos") la actividad artística y tomar a "la
Aunque con resultados más modestos, algo similar suce- realidad argentina como fuente" para proponer una "orienta-
dió con la Cátedra Juan Bautista Alberdi de Ciencias Jurídicas ción artística para el país".39 En 1942 también fueron funda-
y Políticas, inaugurada el 20 de octubre de 1941. Su objetivo das la Cátedra de Historia Literaria Juan María Gutierrez, coor-
era "proporcionar los principios que guíen la organización dinada por Roberto Giusti, y la Cátedra de Estudios Brasile-
nacional'', estudiando las "reformas necesarias en los regíme- ros, cuyo secretario era Homero Baptista Magalhaes.40
nes jurídico, político y social de la Argentina". Los integrantes
de la cátedra decían en su declaración inaugural que estarían 38 C);C 7-9, octubre-diciembre 1941. Los organizadores de la cáte··
empeñados en "conocer y documentar los problemas de la dra eran: Francisco Ayala, Juan José Díaz Arana, Arturo Frondizi, Enri-
República para buscar su remedio", contribuyendo a la solü=--·-; que Gal!i, Julio 'vT. González, Nicolás Halperin, Bernardino C. Hornc, Al-
fredo Orgáz, José Peco y Sebastián Soler. E! discurso de inauguración
ción de los grandes asuntos nacionales y también de los pro-
fue pronunciado por el heredero de Lisandro de la Torre en la direc-
blemas diarios de los argentinos. Al igual que en la Cátedra ción del Partido J)cmócrata Progresista, Luciano ,\1olinas, que a partir
de 1935 había sido gobernador de la provincia de Santa Fe.
36 Entre otros nombres significativos, es interesante destacar la par- 39 Los organizadores de la cátedra eran Leopoldo I-Iurtado, Erwin
ticipación del español José Figuerola, que había participado en el área Leuchter, Julio E. Payró, jorge Romero Brest y Atilio Rossi.
laboral del gobierno de Primo de Rivera y que a comienzos de los años 40 Esta cátedra fue !a que tuvo una actividad menor, limitándose al
treinta se trasladó a la Argentina donde intervino en la organización del objetivo de "promover acercamientos e intercambios con estudiosos del
Departarnento Nacional de Trabajo. Menos de dos años después de su país vecino". En 1944 el CLES anunció la creación en Río de Janeiro de
participación en este curso colectivo del CLES, el coronel Perón se ha- la Escola Livrc de Estudos Superiores, reuniendo a importantes figuras
cía cargo del Departarnento, aprovechando el equipo de Figuerola. intelectuales de aquel país con10 Anna Amcha de Queiroz Carnciro de
37 La Cátedra de Economía fue tarnbién la que implementó con ma- J\Iendonya, Affonso Arinos de Iv1ello Franco, Arthur Rarnos, Austragcsi-
yor constancia y amplitud un sistema de becas por el cual se financia- lo de Ataydc, Carlos de Andrade, Gilberto Freyrc, I\-1arcos Carneiro de
ron estudios regionales o diagnósticos de temas puntuales. Un ejemplo iVIendon<;a, Otavio Tarquinio de Souza, Rodrigo de J\1ello Franco de An-
fue el de la Beca Tedín Uriburu, otorgada para estudios de la Patago- dradc, Sergio Duarque de IIol!anda y Prudente J\1oraes Neto (CyC, oc-
nia y que buscaba encarnar el espíritu integrador nacional preconizado tubre de 1944). En 1948 Cursos y Conferencias (187-188) inforn1ó de la
por el Colegio, ocupándos_e de una región que hasta entonces, se de- existencia de otra "institución hermana" en e! Brasil: el Colegio Livre de
cía, seguía siendo "una pieza entumecida de la República" (CyC 150, Estudos Superiores de Sao Paulo, reuniendo, entre otros, a Antonio
1944) Candido, Roland Corbisier, Viccnle Fcrreira da Silva, José Geraldo Viei-
162 Federico Neiburg Los intelectua1es y la invención del peronismo 163

Entre 1940 y 1945 el CLES vivió algo así como una época 10-12, 1941). El CLES ya no sólo buscaba reunir grupos de la
de oro. Se transformó en una institución de alcance nacional élite dirigente y reclutar jóvenes. Su objetivo parecía ser tam-
dedicada a discutir los problemas del país y los proyectos pa- bién llegar a un público masivo, emprender una actividad de
ra el futuro. Bajo la dirección de un nuevo secretario de re- abierto proselitismo político.
dacción, Arturo Frondizi -que en esa época ya era un impor- La institución acompañaba paso a paso la evolución de la
1
tante dirigente de la corriente "Intransigencia' dentro de la guerra en Europa. Al principio, temiendo una victoria del Eje,
Unión Cívica Radical-, Cursos y Conferencias aumentó el nú- muchos de sus integrantes compartieron la imagen de futuro
mero total de trabajos publicados y, sobre todo, alteró signi- más corriente entre los intelectuales antifascistas de América:
ficativamente la relación entre las diferentes áreas, registran- hacer de estas latitudes un resguardo de la democracia. Más
do un crecimiento de aquellas directamente involucradas en adelante, con el avance de los aliados y, sobre todo, después
el diseño de los proyectos para el país: mientras aumentaba de la liberación de París, las perspectivas parecían empezar a
la proporción de artículos dedicados a economía, a proble- cambiar para mejor. Pero desde 1943 en la Argentina se ha-
mas sociales y a historia, disminuían los dedicados a las áreas bía comenzado a vivir un proceso que aparentemente contra-
científicas.41 Por otra parte, el Colegio inauguraba nuevos ti- decía todas las expectativas. Los promotores del golpe del 4
pos de actividades: cursos semanales que eran transmitidos de junio eran más que sospechosos para la conciencia pro
por radio en la Capital Federal y en algunas provincias, en las aliada de la mayor parte de los miembros del Colegio: inicial-
sedes se realizaban también audiciones musicales y se pre- mente habían recibido el apoyo de los enemigos "rosistas",
:.. ············-···'
sentaban películas. La institución no sólo conseguía en nunca habían ocultado su actitud "neutralista" frente al con-
sus cátedras y en sus cursos colectivos a un número impor- flicto mundial y, por si algo faltaba para transformar el "go-
tante de dirigentes políticos, empresarios, legisladores, inte~ bierno de facto" en una manifestación local del fascismo eu-
lcctuales de renombre, sino que ensanchaba cada vez más su ropeo, el proceso abierto en 1943 había colocado en el pri-
público. Mientras que en los primeros años el número de mer plano de la política nacional a un individuo desconoci-
asistentes sólo había sobrepasado el millar, en el "balance de do, a un rnilitar que ni siquiera ostentaba entonces la máxima
actividades" del afio 1941, por ejemplo, se festejaba el haber graduación de su arma y que había transformado la Secreta-
contado con un público superior a los 7500 individuos (CyC ría de Trabajo en el centro de operaciones de una práctica
"demagógica". Para la conciencia "liberal" de los dirigentes
ra, !'vlilton Vargas y Paulo Perras Mesquita. El intercambio con Brasil eri del Colegio no podía haber dudas: Perón era un Duce crio-
parle de una estrategia internacional más amplia que incluyó, tambiéri, llo, lo que significaba que mientras en el resto del mundo se
la visita de otros intelectuales latinoa1nericanos como Daniel Cossío Vi~ anunciaba el fin de la guerra, en la Argentina el conflicto no
llegas, Jesus Silva I·Ierzog y Germán Arciniegas. terminaría hasta que el gobierno de facto fuera derrocado y
41 Véase el cuadro 1. La transformación puede detectarse desde el se realizaran elecciones con la participación de los partidos
período 1936-40 porque en este último año comenzaron a realizarse los_
"democráticos'', tan bien representados en el CLES y que tan-
Cursos Colectivos de Econon1ía, siendo que la mayor parte de los 46 ~· •·· ·.
tículos del área contabilizados en el período corresponden justamente... ;,:.c;;.; to se habían preparado para asumir las riendas del país.
a 1940. Desde 1943 las declaraciones del Colegio reflejaban ese
164 Federico Neiburg Los intelectuales y la invención del peronismo 165

clima de guerra interna que se comenzaba a vivir en el país. acompañó a los acontecimientos políticos y, sobre todo, a los
Las páginas de Cursos y Conferencias saludaron el desembar- sucesos que tuvieron a la Universidad como escenario (con la
co aliado en Normandía, proclamaron declaraciones de amor huelga decretada por la FUBA y la posterior intervención po-
a Francia, y embistieron cada vez con más furia contra el ro- licial) llevaron a la suspensión temporal de los cursos del Co-
sismo y el nacionalismo. En 1945 la situación parecía agravar- legio, en setiembre de 1945. Después de observar atónitos la
se. Mientras en el exterior se festeiaba el fin de la guerra, en reaparición de Perón el 17 de octubre, los integrantes del
el país se preparaba la última batalla. En mayo de ese año, el CLES festejaron el llamado a elecciones, seguros de la victo-
CLES decidió realizar un homenaie al recientemente fallecido ria final de la "democracia". En febrero de 1946 parecía que
presidente Franklin Delano Roosevelt, bautizando con su la hora final había llegado. Terminaba la campaña electoral y
nombre la recientemente creada Cátedra de Estudios Ameri- el día 24 se realizarían las esperadas elecciones. De un lado
canos. Fue un acto que nada tuvo que ver con la inaugura- estaban las fuerzas que apoyaban al coronel Perón. Del otro
ción de las otras cátedras en años anteriores. Ya no se trata- lado, la coalición de partidos que formaban la Unión Demo-
ba de iniciar una labor de investigación y de discusión. La crática. En la noche del día 14, el CLES realizó un homenaje
única finalidad del Colegio era producir un acontecimiento a los socios de la institución que eran candidatos "democráti-
político de repercusión pública, que se sumaba a los muchos cos". La lista incluía a catorce individuos, comenzando por el
otros que entonces agitaban a los opositores del gobierno de mismo candidato a presidente de la nación, José P. Tambori-
facto, pidiendo el alejamiento del coronel Perón y el llamado~............ ni, que era miembro del directorio.43 Los discursos celebra-
inmediato a elecciones.12 · ron la presencia ("de este lado") de la "verdadera intelectua-
El CLES y la mayor parte de los miembros más destacados lidad". El CLES, se dijo, era parte de una "auténtica milicia de
de la institución -de forma individual o ligados a partidos- intelectuales". El acto terminó con el festejo anticipado de la
participaron activamente en las luchas políticas que agitaron victoria inminente y con el anuncio del inicio de una era de
la segunda mitad del año 191¡5_ Firmaron el "Manifiesto de las síntesis "de la Argentina real con la Argentina oficial".
Fuerzas \'ivas" en contra del gobierno militar y exigieron el En los días que siguieron al comicio, mientras se realiza-
alejamiento de Perón desde las calles de Buenos Aires en la da el recuento de los votos, para quienes habían apoyado a
"Marcha de la Constitución y la Libertad". La violencia que la Unión Democrática parecía que la "realidad" había cambia-
do el guión previsto de la historia. La fórmula "democrática"
12 Para justificar por qu6 el Colegio había decidido dar a la cátedra· perdió las elecciones por poco más de 250.000 votos. Juan
el nombre de alguien de otro país se dijo: "es difícil llamar 'extranjero' Perón era presidente constitucional de la Argentina. Para mu-
a Roosevelt" porque la altura de su figura Jo elevó a "ciudadano de
A.mérica o de la humanidad". Por otra parte, es ilustrativo de los obje- 43 Entre los candidatos a diputados y senadores nacionales J::>or la
tivos del acto el hecho de que Cursos y Conferencias por primera vez Unión Democrática se contaban los siguientes socios del CLES: Alejan-
n.o inforn1ó lqs objetivos y planes de la cátedra; en lugar de eso, hizo dro Ceba!los, Juan José Díaz Arana, Rómulo Etcheverry, Arturo Frondi-
un rcporLe puntual de la repercusión que su inauguración tuvo en la zi, Américo Ghioldi, Roberto F Giusti, Eusebio Gómez, Pablo Lejarraga,
prensa, transcribiendo las notas publicadas al respecto en los diarios de Julio A. Noble, Hicardo ivt. Ortiz, J--Ioracio G. Rava, Nerio Rojas y Este-
circulación nacional (CyC 158, mayo 1945). ban F. Hondanina.
166 Federico Neiburg Los intelectuales y la invención del peronismo 167

chos, los diez años de gobierno peronista no bastarían para Exactas y dos en la de Filosofía y Letras. Ninguno de ellos ha-
salir del asombro. Otros, en cambio, comenzaron a conside- bía ocupado hasta entonces grados mayores en la jerarquía
rar insuficiente la explicación de que la guerra mundial con- universitaria: los cuatro se transformaron en profesores titula-
tinuaba en Ja Argentina y de que el fascismo había triunfado res después de 1945. Eran ejemplos de profesores flor de cei-
en el Cono Sur. Desde el punto de vista de estos últimos, ba, categoría que en honor a la flor nacional asignaron sus
quienes dentro de la institución habían anunciado, cinco años enemigos a Quienes enseñaron en la Universidad pcronista,
atrás, Ja intención de elaborar un proyecto para la Argentina por su supuesta identificación con el nacionalismo. Desde el
de posguerra habían fracasado en sus análisis y en sus diag- punto de vista de los opositores a Perón, los flor de ceiba no
nósticos. Algo nuevo había surgido en el país. Ése era, sin du- eran verdaderos maestros, sino una mezcla de pusilánimes in-
da, el mejor argumento para criticar las visiones hasta enton- condicionales al régimen, de bajo nivel académico y burócra-
ces corrientes sobre la Argentina que -como para ellos. de- tas de tercer escalón que se habían beneficiado con el cam-
mostraba Ja victoria de Perón- no habían sabido detectar las bio de gobierno.44 Los restantes 22 profesores universitarios
transformaciones que lo provocaron. De alguna manera la de- integrantes del Directorio del CLES estuvieron en las listas de
rrota abría el camino para la constitución de nuevos puntos Jos exonerados entre 1945 y 1947.
de vista sobre Ja sociedad. El primer paso dado desde el Co, En esa época un colegiado pasó a desempeñar las funcio-
Jegio fue la publicación de una declaración en la que llama- nes que hasta entonces eran desempeñadas por el directorio
ba a incorporarse a sus filas a todos los profesores exone_ra.:..... de la institución. La comparación entre la composición social
dos de la Universidad por Ja política de intervención y de pe- de ambos organismos es reveladora de muchas de las trans-
ronización promovida por el nuevo gobierno (CyC 161-62, formaciones sufridas por el CLES. La relación con la Univer-
1945) sidad era uno de los campos en los que esras transformacio-
nes parecían haber sido más dramáticas: entre 1945 y 1955 so-
lamente tres profesores universitarios participaban del cole-
El "paréntesis" peronista: 1945-1955 giado y ninguno de ellos tenía categoría de titular. Solamcn-

La única cifra disponible corresponde al año 1946, cuan-


44 En un reporte sobre la situación universitaria publicado en 1947
do solamente en la Universidad de Buenos Aires fueron ex- en Cursos y Conferencia, por ejemplo, se transcribe el discurso de un
cluidos 1250 profesores: 825 renunciaron y 423 fueron echa, ex decano de la Universidad del Litoral (exonerado el año anterior), in-
dos (Mangonc y Warley 1984:59). Más adelante se observarán tegrante del Colegio, que dijo lo siguiente: "[en la Universidad, en la ac-
algunas de las características sociales de Jos individuos que tualidad] hay profesores de dos clases que no se superan en altura pe-
ro se igualan en calidad: los que no han sentido agravio alguno y para
ocuparon sus lugares; por el momento interesa atender a lo
quienes el asalto importa tanto como cualquier corrida de empleados al
que sucedió con los desplazados. De los 26 miembros del di- cambiar los gobiernos: son los profesores 'residuales' y los otros, aque-
rectorio del Colegio que eran profesores universitarios antes llos a quienes el cambio atmosférico les ha hecho aparecer de golpe
de 1945, solamente cuatro permanecieron en la Universidad brotes ignorados, pálidos de sapiencia y magros de moral: son los pro-
durante la década peronista: dos en la Facultad de Ciencias fesores 'flor de ceibo"' (CyC 184, julio 1947).
168 Federico Neiburg Los intelectuales y la invención del peronismo 169

te un individuo ocupaba algún cargo de dirección en una uni- de 1955 en el campo universitario solamente puede entender-
versidad (que no era la UBA, sino la Universidad del Litoral) se comprendiendo el funcionamiento de estos circuitos de in-
(véase cuadro 9, págs. 272-73). telectuales opositores durante la década peronista.
¿Qué significaba para estos individuos salir de la "univer- Durante ese período, poseer mayor o menor capital eco-
sidad oficial"? Para responder a esta pregunta hay que comen- nómico se transformó en un fuerte principio diferenciador,
zar por observar que tradicionalmente la Universidad argenti- permitiendo que algunos individuos realizaran viajes y pasa-
na no era el único ámbito laboral de quienes allí enseñaban.45 ran temporadas en el exterior e incrementaran su capital en
Los dirigentes del CLES desarrollaban una diversidad de acti- títulos y relaciones, mientras que las actividades de otros per-
vidades, muchos ejercían profesiones liberales (médicos, abo- manecían restringidas a las fronteras nacionales.18 La estruc-
gados, ingenieros), otros eran periodistas, políticos, artistas o
profesores de colegios secundarios -algunos de los cuales, a dos en el país también es ilustrativa: entre 1936-40: 34.290.000; entre
pesar de depender de las autoridades gubernamentales o in- 1941-45' 123.700.000; entre 1946-50' 145.800.000 (siendo que más del
40 o/o de la producción era destinada a la exportación). Desde 1950, sin
cluso de la propia Universidad, se mantuvieron más a salvo
embargo, la crisis económica nacional y la revitalización de las indus-
de las exclusiones46 (véanse cuadros 6 y 9). Sin embargo, hu' trias editoriales mexicana y española contribuyeron a Ja recesión (ya en
bo toda otra serie de actividades que fueron sumamente im- el período 1950-55 el número de ejemplares bajó a 137.183.000). En
portantes durante la década peronista para los intelectuales de 1943 había 69 casas editoriales en el país. Un año después llegaban a
la oposición. Al contrario de desarticular los medios oposito~ . --·· _ 156 y durante toda la década peronista el número se mantuvo siempre
res, la intervención peronista en la Universidad cohesionó a por encima del centenar. Una buena parte de estas prósperas editoria-
les pertenecían o estaban directamente controladas por opositores al
los excluidos en torno de otras actividades y de otras institu- gobierno y, en muchos casos, por socios promi-nentes del CLES. Entre
ciones que, manteniéndose a salvo del control gubernamen- otras, pueden enumerase las siguientes: Losada, Sur, Emecé, Argos, Es-
tal, pudieron sobrevivir a lo largo de la década sin mayores pasa Calpe, Claridad, Sudamericana, Rueda, Raiga!, Lautaro, I-lachette,
sobresaltos.47 La innovación disciplinaria que ocurrió después Kraít, Ateneo, Paidós, Siglo Veinte. Se trataba de un ·magnífico terreno
no sólo para los pocos individuos que publicaban, sino también para
45 En la UI3/\ el régimen de dedicación exclusiva solamente fue los muchos que allí encontraron fuentes de empleo dirigiendo coleccio-
creado en 1917, durante el gobierno de Perón, y hasta 1955 hubo úni- nes, traduciendo obras, corrigiendo pruebas, etc. A pesar de que Ja so-
camente dos profesores con dedicación exclusiva. ciología del campo editorial argentino del período aún está por hacer-
46 Como fue el caso, incluso, del Colegio Nacional de Buenos Ai- se, algunas informaciones pueden ser encontradas en Bottaro 1964,
res (que dependía de !a UBA) hasta 1951, cuando un cambio de inter- García 1965, y Rivera s/d.
ventor provocó una nueva ola de exoneraciones. Fue también el caso 48 Es muy elevada !a proporción de individuos que pasaron tempo-
de otros colegios menos prestigiosos donde algunos individuos de me- radas fuera de la Argentina en este período y que después de 1955 ocu-
nor capital económico y cultural consiguieron mantener sus empleos. paron puestos de dirección en Ja Universidad. De las 7 personas que
47 Entre ellas, fueron muy importantes las actividades relacionadas ocuparon puestos de dirección en Ja lJniversidad posperonista y que in-
con la industria editorial que desde mediados de la década del 30 ha- tegraban el directorio del CLES de 1940 (véase cuadro 6), 5 pasaron
bía crecido fuertemente y de modo constante. 11ientras en el período temporadas en los Estados Unidos y Europa entre 1945 y 1955. Por otra
1900-1935 se publicaron 2359 obras en la Argentina, solamente entre parte, se creó un puente entre quienes q'ucdaron en Buenos Aires y la
1936 y 1939 se publicaron 5536. La cifra del total de ejemplares edita- con1unidad de argentinos que se formó del otro lado del Río de la Pla-
170 Federico Neiburg Los intelectuales y la invención del peronismo 171

tura de filiales del CLES a lo largo de todo el país constituyó paso a otro tipo de actividades que tenían la triple finalidad
Ja base de una red por la que circulaban personas que vol- de mantener vivas las relaciones entre los socios y amigos,
vían del exterior y, sobre todo, aquellas que permanecierón proporcionarles alternativas laborales y continuar realizando
en la Argentina. En algunas regiones del interior que se man- un trabajo de proselitismo y de reclutamiento entre un públi-
tuvieron más a salvo de la ola peronizadora en las universi- co más amplio. A partir de 1947, las páginas de Cursos Y Con-
dades, las filiales del colegio contribuyeron a consolidar es- ferencias se poblaron de informaciones sobre las actividades
pacios que permitieron dar continuidad a las actividades dé de una infinidad de otras ·asociaciones culturales e institucio-
algunos de sus integrantes, proporcionándoles fuentes de tra- nes educativas independientes del Estado distribuidas por to-
bajo y medios de subsistencia.49 No se quiere decir que el do el país. La revista destinó buena parte de sus páginas a
Colegio haya sido la única institución del circuito de intelec- transcribir información minuciosa que no sólo revelaba la in-
tuales opositores al peronismo. Sí, en cambio, se trata de des- tención de transformar la publicación en un canal de comu-
tacar el papel estratégico que pudo cumplir dada su historia nicación entre los opositores, sino también de mostrar las ca-
anterior, dada la red de relaciones institucionales a nivel na- racterísticas del público que ahora buscaba alcanzar: a las
cional que había construido durante el período previo a 1945 asociaciones culturales de la Capital Federal se sumaban in-
y, sobre todo, dadas las posibilidades de articulación permi- formes sobre sociedades de profesores de escuelas normales
tidas por las características sociales de sus integrantes. del interior del país, bibliotecas populares y municipales e in-
El contraste entre el funcionamiento del Colegio durante cluso actividades de algunas escuelas, colegios e institutos de
estos años y el período anterior salta a la vista. En sus docu-····----··· provincia. Al mismo tiempo, se comenzaba a hablar de la ins-
mentas y en sus reportes de actividades queda claro que los titución en términos de "universidad nueva", "universidad del
objetivos de la institución no eran los mismos que antes de la destierro", "universidad libre del Estado" y algunos dirigentes
derrota electoral de febrero de 1946. La discusión de los pro- del Colegio lanzaban la idea de transformarlo en una univer-
yectos para el país con la participación de políticos, empre- sidad privada. En este contexto, el CLES anunció la imple-
sarios y juristas en actos de verdadero contenido político, dio mentación de una nueva política. El sistema de cursos colec-
tivos que habían impulsado las cátedras durante los años
ta, en la ciudad de Montevideo, muchos de los cuales pasaron tempo-
¡ 91¡ 0-4 5 dio paso a una serie de actividades de características
radas enseüando en la Universidad de la República del Uruguay.
49 lJn caso notable fue el de la filial de la ciudad de Tucumán que acentuadamente menos políticas y más escolares: cursos de
funcionó asociada a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad larga duración, cursos para universitarios, cursos de posgra-
Nacional de Tucumán (creada en ese período) y a! Instituto de Socio- do, cursos de verano para maestros, cursos de seminario. Por
grafía, dirigido por Mjguel Figucroa Homán. Allí, por ejemplo, pasó una otra parte, se creó una nueva clasificación que significativa-
larga temporada el futuro rector de la UBA, Risieri Frondizi, antes de mente distinguía entre cursos introductorios y cursos de espe-
1950, cuando viajó a f-larvard para terminar su doctorado en Filosofía.
cialización. Los primeros estaban dirigidos a un público gene-
En estrecha relación con Tucumán funcionaba en la vecina provincia de
Catamarca un Instituto del Profesorado Secundario, otro de los lugares ral y a estudiantes universitarios. Los segundos a profesiona-
que durante esos años sirvió de refugio a opositores que más tarde par- les e investigadores. Hacia finales de ¡91¡9, Cursos y Confe-
ticiparían en Ja reforma universitaria posperonista. rencias (211-213, octubre-diciembre 1949) transcribió por pri-
172 Federico Neiburg Los inteiectuales y la invención ciel peronismo 173

mera vez las actas de reunión del colegiado de profesores buena parte de los intelectuales inrnigrantes hacia las filas de
que se había transformado en el organismo de discusión de la oposición; y por último, el hecho de que a esa al¡ura algu-
la política de la institución. La reunión giró alrededor de un nos jóvenes inmigrames de entreguerras ya habían hecho
tema central: ¿cómo combinar las funciones de "divulgación cierta carrera en la Argentina y estaban en condiciones de
cultural" con la tarea de "especialización"?, ¿el Colegio debía ocupar posiciones de mayor· envergadura. Además, no se de-
limitarse a brindar una "formación general" o debía también be olvidar el hecho de que en el país pesaban lambién im-
impulsar la investigación "especializada"? portantes restricciones a la actividad política de los extranje-
Poco se comprende de las alternativas que agitaban en- ros no nacionalizados. De tal manera que el alejamiento de
tonces a los directivos del CLES y de los cambios impuestos los políticos profesionales argentinos y el aumemo significa-
a sus orientaciones si se los piensa como simples reflejos di- tivo de extranjeros en la dirección de la instilución no podía
rectos de las alteraciones en las condiciones políticas del país. sino tener como consecuencia la despoliüzación de sus acti-
Entre los procesos políticos más amplios (donde el Colegio vidades, la necesidad de que, por lo rnenos en apariencia,
había apostado fuertemente y había sido derrotado) y la nue" elias Luvieran un carácrer rnás académico o pedagógico que
va política que se anunciaba, se debe considerar la mediación el que había tenido en los anos anteriores.5 1
de la composición de los órganos de dirección de la institu- En segundo lugar, en 19)0 ei perfil profesional de los in-
ción y las características sociales de sus integrantes. En este tegrantes de la dirección del Colegio era otro: el porcentaje
sentido, resulta revelador comparar el colegiado de 1950 con de abogados disminuyó, pasando del 16 % en 1940 al 13,1 %
......... ---·-········
el directorio del CLES de 1940. En primer lugar, se observa un en 1950; mienlras en el directorio de 1940 había 5 agrónomos
significativo aumento de la proporción de extranjeros, que y 5 ingenieros (que sumaban 20 % dci total de individuos),
pasan de un 16 % en 1940 a un 26,2 % en 1950 (véanse cua- en el colegiado de 1950 los agrónomos habían desaparecido
dros 4 y 7). Las causas de esta transformación deben buscar- y quedaba solamente un ingeniero. Entre eslas dos disciplinas
se en tres procesos: el alejamiento de muchos de los argenti- se distribuía la mayor parle de las personas que participaron
nos, principalrnente políticos y académicos de renombre, que
pasaron temporadas en el .exterior o que se dedicaron a un ti- 51 El contraste entre los cuadros tJ y 7 n1uestra un aurnento signifi-
cativo en Ja proporción de personas de ias que no se pudo obtener in-
po de militancia política en que -dada las nuevas condicio-
formación (consignacias corno "no respondió" [NR]). El porcentaje de
nes que vivía la oposición- la formulación de proyectos es- ¡~dividuos con alto rcconocinlicn~o social (cuyos datos aparecen en las
tratégicos en instituciones como el Colegio pasó a ~ner una fuentes utilizadas p<i~'J :;;. confección de ios cuadros: diccionarios bio-
importancia secundaria;50 los efectos de las restricciones que gráficos, noticias sobre los autores pubiícadas por !a propia revista, etc.)
las universidades establecieron desde 1947 para las activida- disminuyó enormemente: rnien:ras en 1940 los NRs representaban sola-
des de profesores extranjeros, lo que contribuyó a lanzar a mente el 12 o/o del total, en 1950 pasaron al 27,8 %. La hipótesis de que
la dirección de la institución pasó a estar compuesta por un grupo de
individuos de una jerarquía social inferior se refuerza por el hecho de
SO La con1paración entre los cuadros 9 y 6 es ilustrativa. Jv1ientras' que el último diccionario biográfico consultado corresponde al año
en 1910 había 9 políticos profesionales (todos ellos legisladores), en 193·¡ (cuando muchos de los que podían ser aún jóvenes en 1950 ya
1950 había solamente 3. debían tener sus nombres consagrados en las fuentes consultadas).
174 :Federico Neiburg Los intelectua1es y 1a invención del peronismo 175

de la Cátedra de Economía y que -como se dijo- entre 1940 vadoras en el sentido de introducir la investigación y la espe-
y 1945 se habían dedicado, junto a los juristas y políticos, a cialización también en las humanidades.
discutir el futuro de la organización económica y social del Frecuentemente se ha destacado el carácter especial que
país. En este sentido, su extinción hacia 1950 resulta por de- tuvo el año 1952 para el régimen peronista. Eva Perón murió
más significativa y es coherente con la tendencia general des- en julio; en marzo, Juan Perón había iniciado su segundo
crita hasta aquí. En contrapartida, el colegiado de profesores mandato como presidente de la nación. Después de su ree-
de 1950 presenta un incremento acentuado del porcentaje de lección, la economía comenzó a dar señales de crisis. A par-
egresados de carreras humanísticas como Filosofía, Letras e tir del segundo semestre, en fin, las relaciones con la oposi-
Historia (que pasan del 14 % en 1940 al 21,3 % en 1950), de ción entraron en un proceso de franco deterioro. Desde el go-
Medicina (que pasan del 10 % al 16,4 %) y de egresados de bierno se lanzó una campaña represiva como nunca hasta en-
facultades de Ciencias Exactas (8 % en 1940 y 11,4 % en 1950) tonces. Fueron detenidos algunos opositores, diputados fue-
(véanse cuadros 5 y 8).5 2 Solamente 16 % de los individuos ron cesados en sus mandatos, instituciones culturales identi-
que dirigían el CLES en 1950 habían integrado el directorio de ficadas con la "contra" interrumpieron su funcionamiento. Pa-
1940. Era un grupo menos predispuesto a la actividad políti- ra el CLES el primer aviso llegó en abril, cuando el gobierno
ca directa y, sobre todo, para la discusión de proyectos de re- de la provincia de Buenos Aires expropió el local donde fun-
formas, planes de desarrollo económico o ideas de reorgani- cionaba la filial de la ciudad de Bahía Blanca. En un acto de
zación concreta de las relaciones sociales y de la legislación . abierta provocación, las autoridades provinciales dispusieron
.. ·····----·····-.
En la nueva etapa, la fuerte presencia de egresados de facul- que allí pasaría a funcionar la sede regional de la Confedera-
tades de Ciencias Exactas y de Medicina debía acentuar el in- ción General del Trabajo (CGT). El segundo aviso fue más
terés en la especialización y en la investigación. Ivlientras tan- drástico. En su número de setiembre de 1952, Cursos y Con-
to, los egresados de las carreras humanísticas comenzaban a ferencias informó que el día 17 de julio la Policía Federal ha-
dividirse entre quienes se interesaban por la práctica tradicio~ bía dispuesto la suspensión de las actividades del Colegio.53
na! de una actividad de divulgación de cultura general, pro-
pia de los maestros eruditos, y los que esbozaban ideas inno- 53 Durante la década peronista tcxia inslitución interesada en reali-
zar actos o reuniones debía contar con autorización de la Oficina de
Reuniones Públicas de la Policía redera!. La negativa de renovar el per-
52 El cuadro 1 refleja los can1bios de !a cornposición de la dirección 1niso al CLES acompañó a la suspensión de actlvidades de otras institu-
y de las orientaciones del Colegio en la proporción de artículos por ma- ciones, entre ellas la Sociedad Científica Argentina y las Academias Na-
teria publicados en Cursos y G'onferencias. Algunos altibajos en cada cionales. En su número de julio-setiembre de 1952, Cursos y C'onferen-
asunto se explican por !a publicación de los artículos producidos en los cias inforcna puntualmente del estado de las actividades del Colegio en
cursos colectivos sobre un mismo tema. De cualquier manera, a partir el momento del cierre. 21 cursos habían sido ya concluidos y 7 confe-
de 1945 se observa -junto a una disminución progresiva del número rencias habían sido dictadas. Ta1nbién habían podido completarse los 5
total de artículos publicados- una distribución más homogénea entre "Cursos de vacaciones para maestros"; 12 cursos. fueron interrumpidos
las distintas materias, aumentos globales en las áreas de Ciencias Exac- antes de su finalización: Estructura de la materia (Simón Altmann), Pro-
tas, Educación e I-Iistoria, y una disminución acentuada del espacio de- blemas fundamentales de la filosofía (Adolfo Carpio), La política ener-
dicado a Economía. gética argentina (Bruno Defelippe), Lecturas comentadas de poesía in-
176 Federico Neiburg Los inte1ectua]es y la invención del peronismo 177

A partir de entonces -y hasta después de la Revolución biente", pero que su labor estaba estrictamente limitada a las
Libertadora- las actividades se trasladaron a las filiales del conferencias. La réalización de cursos más prolongados o de
interior y, especialmente, a las ciudades de Bahía Blanca y de "actividades de profundización", se lamentaba, estaba impo-
Rosario. Cada una de ellas fue adquiriendo un perfil notable- sibilitada por la escasez de gente para sostenerlos. En el po-
mente diferente, al punto de que terminaron por encauzar las lo opuesto a estas lamentaciones, la filial de Rosario no ha-
distintas alternativas que desde hacía tiempo se discutían en cía más que exhibir su crecimiento y dinamismo. Ya a media-
el Colegio. Mientras la filial de Bahía Blanca se dedicó priori~ dos de 1949 sus integrantes habían decidido "renovar el em-
tariamente a la organización de conferencias dictadas por puje" de las actividades del Colegio proponiendo dos medi-
maestros ensayistas sobre temas de interés general para un das. Una era que cada "amigo" afiliase a otros cinco indivi-
público diverso, la filial de Rosario se fue transformando en duos. La otra era imitar a la filial de Buenos Aires, remune-
un dinámico centro de reunión de especialistas que daban rando económicamente a los profesores que dieran cursos
cursos más prolongados a un público compuesto por una im- prolongados en la ciudad. Los resultados no se hicieron es-
portante proporción de universitarios. perar: mientras en 1950 se dieron 16 cursos, en 1954 se dic-
Desde que fue creada, después de 1940, la filial Bahía taron más de 50. El número de "amigos" que el Colegio tenía
Blanca había mantenido un funcionamiento constante, pero en la ciudad creció en igual proporción: pasó de 150 en 1950
siempre restringido a las conferencias que los visitantes por- a más de 400 en 1954 (CyC 265, julio 1954).
teños pronunciaban en sus viajes a la ciudad. En la reunión Fundada en 1931, la de Rosario fue la primera filial del Co-
. ····-·····
del colegiado de profesores de 1950 a la que se ha hecho re- legio en el interior del país. Fue también la que mantuvo una
ferencia, el director de la filial -Pablo Lejárraga- informa- relación más estrecha con la ciudad de Buenos Aires y una
ba que para ellos no existía la alternativa entre "divulgación" rnayor articulación con las élites sociales y culturales locales.5 1
y "especialización". Decía que el Colegio en Bahía Blanca era Y desde el principio contó con el estímulo de estar ubicada en
"un fermento cultural, un elemento de inquietud en el am- una pujante ciudad industrial que ya contaba con una impor·
tante universidad, fundada en 1919 (la Universidad Nacional
glesa (Patrick Dudgcon), Fundamentos de psicología social (Gino Ger- del Litoral). Desde los años treinta muchos profesores solían
mani), Cincuenta años de poesía argentina (Eduardo González Lanuza), hacer coincidir en sus viajes a E.osario las clases en la Univer-
Un siglo de civilización francesa (1848-1950) (José A. Oría), 1-fistoria de
la filosofía moderna (Francisco Romero), Cinco maestros de la pintura
sidad con el dictado de cursos o conferencias en la filial local
contemporánea (Jorge Romero Ilrest), El teatro clásico español (Erwin del CI.ES. Dada la estructura del campo universitario argenti-
Rubens), De }..1ontaignc a Pascal (Ricardo Sáenz Hayes) y Psicología no, fuertemente centralizado en Buenos Aires, fue común que
(J\1arcos Victoria). El CLES de Buenos Aires contaba entonces con poco se tratase de jóvenes profesores que debutaban en sus funcio-
más de un millar de socios. A pesar de la suspensión de las actividades nes a través de la Universidad del Litoral, que exhibía tradicio-
de la filial, Cursos y G'onferencias siguió saliendo con regularidad. En
nes menos consolidadas que las de la Universidad Nacional de
otro orden, dos meses después de la suspensión de actividades de la fi-
lial 13uenos Aires, divergencias de carácter político llevaron al aleja-
miento del Colegio de tres integrantes de su dirección: Jorge Thenon, 54 Sus cursos se daban en los locales de la Bolsa de Comercio o en
Ricardo 11. Ortiz y Homero de I\1aga!haes. la Sociedad de Amigos del Arte.
178 Federico Neiburg Los intelectuales y la invención del peronismo 179

La Plata, la otra universidad cercana a Buenos Aires. Después Ramón Alcalde56 y Gino Germani que, desde 1950, reunió a
de padecer una de las más violentas intervenciones del inte- un grupo de jóvenes estudiantes en torno de un seminario de
grismo católico inmediatamente después del golpe del 4 de ju- sociología que, como se verá en el próximo capítulo, ocupa
nio de 1943 (cuando fue nombrado interventor el tristemente un lugar destacado en el mito de origen de la sociología cien-
célebre Jordán Bruno Genta), en la Universidad del Litoral al- tífica en la Argentina.
gunos opositores al régimen consiguieron sobrevivir a las de-
puraciones y exoneraciones. Durante buena parle de la déca-
da peronista su vicerector, Cortés Pla, integró el colegiado de Epilogo: después de la Revolución Libertadora
profesores del CLES.55 Por fin, la Universidad del Litoral ofre-
ció a la filial local del Colegio un público permanente de jó- Poco menos de un mes después de la Revolución Liberta-
venes interesados en la especialización. dora el Colegio reabrió sus puertas en Buenos Aires, en un
Mientras tanto, la Universidad del Sur que se creó en la acto realizado el 11 de octubre de 1955 en la sede de la So-
ciudad de Bahía Blanca después de 1945, ya bajo el gobier- ciedad Científica Argentina en el que se recordó la época de
no de Perón, nunca llegó a ser un ámbito equivalente para la oro de la institución. Junto a otros políticos e intelectuales, lo
fílial local del CLES. Por otra parte, la personalidad intelectual presidían el nuevo ministro de Educación de la Nación, Atilio
más importante de la ciudad ligada al Colegio era Ezequiel Dcll'Oro Maini, el recién designado interventor de la UIJA y
Martínez Estrada, que se había establecido allí desde 1949, vi- miembro del colegiado de profesores del CLES, José Luis Ro-
viendo una especie de exilio interno. Sin duda, la figura deí mero, y el secretario vitalicio del Colegio, Luis Reissig, que
"ensayista desarticulado" no era la más atractiva para jóvenes acabada de regresar de una temporada en el exterior. Todos
innovadores en el campo de las humanidades. se refirieron al acto como una magnífica reunión de la inteli-
Estos procesos y contrastes se reforzaron después de 1952 gencia y de la libertad argentinas y, recreando tópicos fre-
cuando fue cerrada la filial de Buenos Aires. Mientras en Ba- cuentes en ese momento posrcvolucionario, contrastaron la
hía Blanca el Colegio seguía recibiendo a maestros y ensayis- excelencia de la institución con los desastres que habían pro-
tas que dictaban conferencias sobre temas variados y regresa- vocado en el país los planes quinquenales del "déspota". En
ban de inmediato a Buenos Aires (como Julio V. González, clima de victoria, se anunció el inicio de una "etapa nueva y
Eduardo Mallea y Vicente Falone), en Rosario se recibía a es- mejor" y la certidumbre de que el Colegio "viviría por largo
tudiosos que organizaban con sus nuevos discípulos equipos tiempo".57 Las actividades fueron retomadas con total ímpe-
de traba jo permanentes y seminarios sobre temas específicos. tu. Rápidamente se organizaron cursos, se planificaron nue-
Entre ellos se contaron Gregario Weimberg, José Luis Rome-
ro, Norberto Rodríguez Bustamante, Tulio Halperin Donghi,
56 Alcalde había egresado hacía poco de [a Facultad de Pilosofía y
55 Cortés Pla es el único individuo que en el cuadro 9 aparece ocu- Letras de la UBA y era uno de los integrantes del grupo Contorno. Des-
pando un cargo de dirección en la Universidad entre 1945 y 1955. Una de principios de 1954 dirigió un seminario en el Colegio de Rosarió so-
crónica sobre la historia de la Universidad del Litoral en ese período bre "el concepto de literatura comprometida".
puede verse en Berdichevsky 1965. 57 CyC 270, setiembre 1955. La reapertura del CLES fue destacada
Los inte1ectuales y la invención del peronismo 181
180 Federico N eiburg

vos números de la revista, diferenles actividades culturales y enumeraba una lista de 19 individuos que ocupaban las más
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se retomaron las audiciones en Radio del Estado. Sin embar- altas jerarquías en las principales universidades del país.5
go, ya a principios de 1956 la situación empezó a cambiar v Pocos meses antes, desde una de las ¡Jltimas emisiones ra-
la institución poco a poco comenzó a dar señales de agot¡- diales de las cátedras del Colegio, Gino Germani había ex·
miento. En 1958 contaba solamente con 60 socios y Cursos y puesto un programa de conocimiento "científico" de la rea·
Conferencias sumaba 500 suscriptores. El público de las acti- lidad social argentina que debería contribuir a la reorganiza·
vidades disminuía mes a mes. ción nacional en la postrevolución. Dicho programa exigía
No podía ser de otra manera. Desde setiembre de 1955 un un tipo de conocimiento "especializado" y un tipo de dedi·
importante grupo de sus cuadros más representativos se ha-
bía integrado a las funciones políticas, de gobierno y a la mis- 58 La lista incluía a 19 rectores, interventores, decanos y vicedeca-
ma "universidad oficial". De los 50 individuos que integraban nos de !as universidades de Buenos Aires, La Plata, Litoral, Córdoba Y
el colegiado de 1950, 28 pasaron a ser profesores en la Uni- del Sur: José Luis Romero, Alejandro Ceballos, José Babini, Vicente Fa-
tone, Josué Gollán, José Peco, Nerio Rojas, Juan José Bruera, Bernardo
versidad después de 1955 (antes, corno se vio, sólo había 3),
Canal Peijóo, Cortés Pia, Luis Azoar, Abrahatn Roscnvasser, Halando
6 ocuparon cargos directivos y 5 cargos de gobierno de pri- García, J\1arcos A. 1'1orínigo, Samuel Gorban, Rlsieri Frondizi, Víctor
mer o segundo escalón en la Revolución Libertadora (véase J\-lassuh, Hilario Fernández Long, Tulio Ha!perin Donghi ( CyC 279, di-
cuadro 9). Pero quizás uno de los datos más significativos es ciembre de 1957). Pocos meses después asumiría la presidencia de la
que en su mayoría estos individuos no recuperaban cargos Nación olrü socio nolable del Colegio: Arturo Prondizi (que, como se
que hubieran tenido antes de 1945. Al contrario, más del 50% vio durante muchos años había sido secretario de redacción de C~ursos
y ~onferencias). Algunas crónicas del período inmediatamente anterior
llegaba ahora por primera vez a esas posiciones. De alguna
a la caída del régimen de Perón suelen dar cuenta de algo así como una
manera, el CLES había contribuido a la formación de una nue- sensación de vísperas entre !os opositores que habría llegado a mani-
va camada de dirigentes. Sin duda, en 1940 los organizadores festarse en la preparación relativamente consciente de Jos cuadros que
del Colegio no podrían haber imaginado que en lugar de pre- asumirían funciones dirigentes en el pospcronismo. En el caso de la
parar cuadros para la "Argentina de posguerra", terminarían Universidad, por ejemplo, se ha destacado la actividad de un pequeño
grupo de individuos -todos ellos habían participado en el CLES- que,
haciéndolo para la "Argentina del posperonisrno". Mucho me-
encabezados por José Luis Romero, fundaron en 1953 Ja revista lmago
nos podrían haber imaginado el contenido de los proyectos Mundi. Años después, el misrno Romero se refirió a la revista como una
que entonces se formularían y las figuras sociales que esta- Shadow University que se "preparaba para reemplazar a la universidad
rían interesadas en producirlos. oficial". La descripción de la historia social del CLES obliga a compieji-
Una de 1as últimas declaraciones públicas del Colegio fue zar un tanto la imagen dada por Romero, mostrando que, en las víspe-
divulgada en 1957. En ella, la institución manifestaba orgu- ras de la Revolución Libertadora, la suya era una entre otras· apuestas
que se procesaban al mismo tiempo en que se producían una serie de
llo por el desempeüo de sus socios y amigos en la "tarea de
articulaciones más complejas entre las élites dirigentes. La referencia de
reconstrucción de la universidad democrática argentina" y Romero a Jmago Mundi con10 Shadow University puede verse en Luna
1986:140-41. Cf., también, la referencia de Terán a lmago Mundi, en la
también por periódicos de circulación nacional como La !-./ación y La que se respeta puntualmente la representación que sobre la revista te-
Prensa. nía el propio Romero (Terán 1988).
182 Federico Neiburg

cación exclusiva a la investigación que, sostenía, sólo podía V. GINO GERMANI


ser alcanzado desde la Uníversídad y, específicamente, des- Y LA SOCIOLOGÍA CIENTÍFICA
de una universidad "modernizada" (CyC 272, marzo 1956).
Se iniciaba un nuevo capítulo en la sociodicea del sociólogo
úentifico.

Pocas actividades han tenido en la Argentina una figura


tan claramente identificada con la de "padre fundador" como
sucede con Gino Germani en relación a la sociología cientí-
fica. Cualquier referencia a la sociología argentina y a su his-
toria parece exigir la mención de Gcrmani. Y como suele su-
ceder con otras figuras equivalentes, también en este caso
muchas de las características positivas y negativas que han
servido para juzgar su obra tienden a confundirse con las atri-
buidas a la propia personalidad del fundador. !.as representa-
ciones sobre "la vida y la obra de Germani" constituyen un
dato sociológico de gran importancia. 'ramadas en conjunto
sirven como testimonio del éxito en la consagración social de
una nueva posición dentro del campo intelectual. Considera-
das por separado ofrecen una imagen de la estructura de ese
campo, donde fue una presencia nueva con respecto a la cual
los otros se vieron obligados a tomar partido.
Desde una perspectiva de análisis sociocultural, la presen-
cia de la ciencia en una sociedad, o de un punto de vista
científico sobre ella, es un asunto que pertenece al orden de
la creencia; esto es, la ciencia y los científicos "existen" en la
medida en que en una sociedad y en una cultura es recono-
cida la existencia de unos agentes -un tipo de especialis-
tas~, unas prácticas y unos valores -asociados a la neutra-

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