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Una Estrategia de Prevención en Consumo

Experimental y Recreativo de Sustancias


Psicoactivas Para la Ciudad de Cali 2014

Juan Felipe Martínez F. Comp.


Vanessa Castro Ramírez
Andrea Téllez Paz
Karol Tenorio
Jenny Adriana López
AUTORIDADES DEPARTAMENTALES

UBEIMAR DELGADO BLANDON


Gobernador del Valle del Cauca

FERNANDO GUTIERREZ
Secretario de Salud Departamental

JULIO CESAR ROJAS TRUJILLO


Gerente Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle ESE

2
Gobernación del Valle del Cauca: Secretaria de
Salud Departamental

Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle


Convenio 0684 de 2013

Estrategia de Prevención en Consumo


Experimental y Recreativo de Sustancias
Psicoactivas para la ciudad de Cali1

Juan Felipe Martínez Flórez


Andrea Téllez Paz
Vanessa Castro Ramírez
Karol Tenorio
Jenny A. Lopez

2013©

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Imagen de portada de http://www.timeout.com/penang/arts-and-entertainment/event/title/The-Art-E-Space-Teen-Art-Club

3
“Al principio la droga te pone eufórico. Es como
ganar un campeonato. Y pensás: mañana qué
importa, si hoy gané el campeonato. La droga es
como un pac man que te va comiendo”
Diego Armando Maradona

4
Tabla de Contenido

Introducción..........................................................................................................................6

Resultados del Estudio Sobre el Consumo de Sustancias Psicoactivas en las


Instituciones Educativas de la Ciudad de Cali...................................................................8

Conclusiones del estudio en torno al consumo de sustancias en las instituciones educativas


de la ciudad de Cali..............................................................................................................13

Desarrollando una estrategia en prevención, la importancia del trabajo articulado.


(Por: Vanessa Castro)............................................................................................................18

Educación no información....................................................................................................18
Articulación entre la escuela y el tiempo libre......................................................................19
Sostenibilidad........................................................................................................................20

El Desarrollo de Habilidades Sociales y Toma de Decisiones como estrategia de


Prevención de Consumo de Sustancias Psicoactivas
(Por: Andrea Téllez Paz).......................................................................................................24

La Escuela y el consumo de SPA: Una Propuesta para la prevención en el Contexto


Escolar (Por: Vanessa Castro)............................................................................................. 31
La Escuela un Espacio Propicio...........................................................................................31
Principios, disposiciones para la puesta en marcha............................................................33
Lo que debe contemplar, hablemos de contenidos...............................................................35

El Tiempo de ocio de los Jóvenes También es un Espacio de Prevención


(Por Karol Tenorio)..............................................................................................................38

Prevención desde las instituciones: articulación de la propuesta con otros servicios de


prevención gubernamentales
(Por: Jenny López)................................................................................................................43
Intervenciones desde ICBF, La Dirección de Protección Subdirección de responsabilidad
penal......................................................................................................................................44
El Ministerio de Salud Y Protección Social en su programa de Prevención del consumo de
tabaco, alcohol y drogas.......................................................................................................45
Zonas de Orientación Escolar (ZOE)...................................................................................47
Centros de escucha...............................................................................................................48
Cali actuando Frente a las Drogas Plan de Prevención, Atención y Control de Sustancias
Psicoactivas...........................................................................................................................49

5
Introducción

El consumo de sustancia psicoactivas es uno de los problemas de sociales y de salud


publica que se presenta con mas incidencia en los escolares del departamento del Valle de
Cauca y su capital la ciudad de Cali. Según cifras del informe de actividades investigativas
del convenio 0624 de 2012 entre la secretaria de Salud Departamental y Hospital
Psiquiátrico Universitario del Valle; cerca del 50% de los estudiantes adolescentes
escolarizados del departamento ha consumido alguna vez en su vida alguna sustancia
psicoactiva (legal o ilegal) y cerca del 45% lo hizo en los últimos 30 días. Dicho informe
mostro como sustancia con mayor prevalencia en la experimentación es el alcohol (50%),
seguido por el cigarrillo (38%), marihuana (16%), cocaína (6%) y drogas sintéticas (3%)
(Martínez, Arroyave; Osorio 2012).

Las causa del inicio del consumo según algunos autores se deben a diversos factores. Y
pueden diferenciarse entre aquellos correspondientes al propio del sujeto o Factores
individuales, tales como: organización psicológica, valoración de sí mismo, autocontrol,
búsqueda de sensaciones. También el inicio del consumo se encuentra influido por factores
externos al individuo o Factores sociales (escolarización, características de la vecindad,
relación entre pares, relaciones familiares) (Calleja, García Señorán, González; 1996) Esta
problemática no solo afecta al individuo aislado, sino que tiene una clara influencia en
todos los sistemas de relaciones donde se desenvuelve como su hogar, la escuela y la
comunidad (Burrone, Bueno, Costa, 2010)

Desde una mirada psicóloga el consumo es la expresión de dificultades centradas en los


vínculos afectivos. El ser humano, como sujeto psicológico va más allá de sus instintos
ubicándose en el plano de la conciencia, es decir en la búsqueda de un bienestar y de unas
condiciones que permitan enriquecer su vida de experiencias interesantes y gratificantes.
(Martínez et: al 2012) Muchos jóvenes inician un consumo experimental por dichos
factores asociados a la búsqueda de sensaciones o la curiosidad o con le fin de sustituir
carencias en las relaciones con su entorno. En otros casos, factores sociales como el fracaso
escolar o la influencia de pares pueden ser factores de influencia de dicha experimentación.

Por otra parte, el uso recreacional de sustancias psicoactivas(SPA), es consecuencia directa


de la experimentación y su asociación con un componente hedónico propio de la búsqueda
de sensaciones nueva en la adolescencia (de La Villa Moral, Ovejero 2011) Según estudios

6
recientes (Farhat 2011; Alfonso, Media, Espada 2009; Sirvent, 2007) El uso recreativo de
sustancias se encuentra además influido por factores macro sociales como las practicas
culturalmente aceptadas como fiestas, rituales de iniciación dentro de grupos sociales y
percepción social de las sustancias i:e el alcohol como componente de fiestas, la percepción
asociada al consumo de cigarrillo como “moderno” “fresco” o el consumo de marihuana es
“propio” de “rebeldes” o “irreverentes”.

Tanto en la experimentación como en el uso recreacional hay un componente de riesgo para


el individuo, especialmente en los años de la adolescencia. Usualmente el joven puede
asumir una postura de “riesgo controlado” donde juega a tener control sobre la sustancia,
sin embargo los daños a su organismo, estructura psicológica, y sistema de relaciones son
acumulativos y en principio de difícil percepción por parte del joven.

Este trabajo tiene como objetivo principal Presentar una estrategia para la prevención de
consumos de sustancias orientada hacia la población escolar en los centros educativos de la
ciudad Cali. Esta estrategia esta basada en la más reciente caracterización de factores de
riesgo asociados a consumo experimental y recreativo, realizada por el Hospital
Psiquiátrico Universitario del Valle. El trabajo que a continuación se presenta es el
producto del equipo de investigación para el producto 2.8 del plan operativo anual (poa)
2013 y se encuentra enmarcado en el convenio 0684 de 2013 entre el HPUV y la
Secretearía Departamental de salud.

En este trabajo se pretende abordar desde el campo de la prevención el consumo de


sustancias de sustancias, Cuales son lo factores de riesgo en los jóvenes que los llevan a
consumir y la prevalencia de estos factores en la ciudad Cali. A partir de ahí, plantean los
lineamientos generales para una propuesta de intervención en esta problemática a partir de
la información recopilada. Esta propuesta de intervención presentada en primera instancia
a partir de un modelo teórico basado en la gestión de las emociones y la toma de decisiones
y las competencias sociales. Se ha elegido este modelo teórico después de observar que los
jóvenes en gran numero de casos se acercan a las drogas como una vía de superar la
frustración en diferentes ámbitos, ya sea por el fracaso escolar, académico, en sus
relaciones, o mala crianza o sencillamente para “sentirse bien” es decir, se ha denotado que
la problemática de experimentación en drogas se asocia a una pobre gestión de las
emociones y sentimientos por pate de los jóvenes que los lleva a buscar fuera un “atajo”
hacia el bienestar.

De esta forma, planteamos una estrategia basada en la prevención en la escuela y el tiempo


libre En este documento buscamos ahondar en el tema de la prevención y en sus
lineamientos generales desde el modelo teórico planteado para lograr consolidar la
prevención en la escuela y el tiempo libre espacio determinantes para ofrecer herramientas
que permitan a los jóvenes negociar con mas asertividad su relación con las sustancias
psicoactivas.

Por ultimo, en la parte final del documento se presentan un ensayo por sobre como podría
ser posible articular una nueva propuesta de este tipo con los trabajos ya existentes y
estrategias que se han desarrollado en los ultimo años con e fina anudar esfuerzo en esta
problemática que, según las cifras lejos de desaparecer continua en aumento.
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8
Resultados del Estudio Sobre el Consumo de Sustancias
Psicoactivas en las Instituciones Educativas de la Ciudad de
Cali2

Por: Juan Felipe Martínez F.

En el estudio participo un total de 2321 estudiantes en el componente cuantitativo del


estudio, lo que nos permite un error muestral de +- 3%. Del total de esta muestra, el 100%
pertenece a instituciones educativas oficiales ubicadas en el casco urbano de la ciudad de
Cali. El 51,9% de participantes corresponde al género femenino y el 48,1 % al género
masculino. La distribución por grado escolar puede y la distribución por edad puede
observarse a continuación.

Grado Porcentaje numero


escolar
6 15,2 353
7 22,1 512
8 21,3 495
9 21,1 490
10 11,2 260
11 9,1 211
total 100 2321

Tabla I. Resumen de la distribución por edad y grado escolar de los jóvenes participantes en la recolección
de los datos cuantitativos

La siguiente presentación de resultados busca en principio describir una estado general de


la medición realizada en cuanto a cuantificación de niveles de consumo en la población

2
Para una revisión detallada del estudio, sus instrumentos y metodología véase el informe de actividades
investigativas producto 2.8 convenio 0684 2013, por Juan Felipe Martínez Flórez

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general estudiada. En segunda instancia se agrupan los resultados más relevantes de
acuerdo al consumo de sustancias en relación con los factores de riesgo indagados.
De manera general, un primer panorama de la prevalencia de consumo en relación a la
sustancia nos muestra que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por los
jóvenes de la ciudad, seguida por el cigarrillo y la marihuana. La cocaína, los inhalantes y
las drogas sintéticas ocupan los últimos puestos entre los jóvenes de las instituciones
públicas. (Véase tabla II)

Sustancia Al menos una Últimos 30 días Nunca ha


vez en la vida consumido
Alcohol 45,2 42,7 43,4
cigarrillo 30,1 16,4 70,4
Marihuana 14,3 8,5 84,4
Cocaína 6,9 4,7 91,4
Inhalantes 4,6 -- 94.2
Drogas 5,5 -- 93,1
sintéticas
Tabla II. Resumen de prevalencia de consumo de sustancias psicoactivas legales e
ilegales, resumen de acuerdo a consumo “al menos una vez en la vida” y consumo en “los
últimos 30 días”.

Este primer panorama general nos muestra una prevalencia de consumo de al menos una
vez en la vida bastante alto para todas las sustancias. Específicamente, en el caso de
sustancias legales como en el caso del licor nos señala que prácticamente uno de cada dos
jóvenes lo ha consumido y lo consume regularmente. Para el caso del cigarrillo pese a que
la cifra de al menos una vez en la vida es alta (30,1%) llama bastante la atención que su
prevalencia de uso en los últimos 30 días es incluso más baja, lo cual es un dato interesante
a contrastar mas adelante con las ideas de los jóvenes.

La cocaína también registra un porcentaje de al menos una vez en al vida relativamente alto
y marca un consumo en los últimos 30 días cercano al 5%. En otra instancia, es
significativo el porcentaje obtenido por las drogas sintéticas, cerca del 6% de los jóvenes ha
experimentado con ellas al menos una vez en su vida, este es un porcentaje importante que
puede estar relacionado con la proliferación de la oferta de este tipo de sustancias en los
últimos años en nuestra sociedad.

Hablando de las edades de inicio de consumo, entre los jóvenes que reportaron haber
consumido alguna sustancia al menos una vez en la vida, vemos que el panorama es
bastante interesante para el caso de las sustancias con mayor nivel consumo.

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Sustancia/ Edad de 7-10 10-13 13-15 años 15-18 años
inicio años años
Alcohol 3,9 20,7 17,4 5,7
cigarrillo 2,6 22,7 7,2 1,3
Alguna sustancia ilegal 2,8 5,2 8,9 1,9
como: Marihuana,
Cocaína o inhalantes,
drogas sintéticas
Tabla III. Edades de inicio de consumo par aquello que repostaron haber consumido
alguna sustancia legal o ilegal al menos una vez en la vida.

Como pude apreciarse en la tabla III, las edades de inicio varían entre el tipo de sustancias
y pese que las edades más tempranas registran un porcentaje menor, este porcentaje es
significativo y merece atención. Para el caso del alcohol y el cigarrillo las edades de inicio
de consumo con un porcentaje más alto se ubican entre los 10 y 13 años. Sin embargo para
el caso del alcohol el periodo entre los 13 y 15 continúa siendo crítico registrando un
porcentaje bastante significativo. Para el caso de las sustancias ilícitas, el periodo crítico se
comprende entre los 13 y 15 años, sin embargo entre los 10 y 13 años también se registra
un porcentaje significativo. Se puede apreciar que para todas las sustancias que en las
edades tardías el porcentaje de inicio de consumo es comparativamente bajo en relación a
los periodos precedentes. En cuanto a las edades promedio de inicio de consumo de licor en
relación al genero, tenemos que en promedio que la mayoría de las mujeres inician su
consumo entre los 13 y 14 años con un 26,3% para este margen de edad y los hombre un
poco antes entre 12 y 13 años 24,1%, si bien este datos es solo la edad en la que mayoría
inicia pues como se pudo apreciar se registran edades de inicio antes de los 10 años.

Sustancia No es dañino y No es dañino y Es dañino pero Es dañino y por


/percepción lo consumo No lo consumo lo consumo eso NO lo
consumo
Alcohol 11,3 7,5 31,9 47,0
Cigarrillo 9,4 8,1 9,3 61,9
Marihuana 8,9 9,5 6,5 72,2
Cocaína 7,4 4,4 5,5 78,7
Tabla IV. Resumen de la percepción en el riego de daño en el consumo de sustancias
psicoactivas con mayor prevalencia de consumo.

Los anteriores resultados si bien muestran que la mayoría de los jóvenes que han
consumido sustancias psicoactivas lo han hecho bajo conocimiento de causa del daño
potencial de dichas sustancias, también muestran que un porcentaje significativo de los
jóvenes no percibe riesgo de daño en dichas sustancias. De igual forma, si se observa
detalladamente los porcentajes se puede apreciar que ante este tipo de preguntas se observa
un leve incremento en el porcentaje de consumo de sustancias como marihuana y cocaína
respecto a las preguntas directamente sobre el consumo de dichas sustancias.

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Llama la atención el caso de la marihuana puesto que en comparación con el porcentaje de
las demás muestra una percepción de riesgo mayor en relación con el consumo “bajo
conocimiento del riesgo” de la otras sustancias. Igualmente, llama la atención que cerca del
10% de los jóvenes no percibe riego en el cigarrillo, siendo dicha sustancia, una sobre las
cuales más se han realizado intervenciones en pos de divulgar sus riesgos para la salud. En
cuanto al genero se encontró que, son lo hombres quienes tienden a tener una percepción de
“no daño de las sustancias” en comparación con las mujeres. Son las mujeres quienes
registran mayor porcentaje en “es dañino pero lo consumo”. Es decir las mujeres tienden a
consumir bajo reconociendo los riesgos de la acción en mayor medida que los hombres.
Respecto a otros factores reportados previamente en la literatura (De La Villa et: al (2011;
Farath 2011; Burrone, et:al 2010) como factores de riesgo individual como la actitud hacia
la norma, rebeldía, y la capacidad de autocontrol. El conjunto general de los jóvenes poco
más del 60% percibe su propia conducta como dentro de los limites establecidos.

En contraste factores individuales como la búsqueda de sensaciones y las creencias respecto


al uso de sustancias muestran que los jóvenes estarían en un porcentaje significativo
dispuestos a experimentar con sustancias y hacer un uso recreativo sin creer que esto los
haría “adictos” (Véase Grafico II)

Grafico II. Resumen de los porcentajes de respuesta de los jóvenes respecto a su


percepción de consumo experimental y recreativo.

En relación a la anterior grafica, podemos apreciar que en cuanto a la posibilidad de llegar a


experimental alguna vez con sustancias psicoactivas un 52,9% de los jóvenes señala que
definitivamente no consumiría una sustancia psicoactiva por experimentar, mientras un
10,4% señala que probablemente no. Por su parte, un 19,2% dice que probablemente si y
4,6% dice que definitivamente si lo haría. Respecto a este ítem llama la atención varias
cosas, en primer lugar una mirada general nos ubicaría un amplio espectro de los jóvenes
en el rango de la “probabilidad” de experimentar, es decir un aproximadamente un 35% de
los jóvenes se sitúa en la categoría de probablemente no o probablemente si. Este resultado
parece expresar la curiosidad de los jóvenes y su duda constante respecto a si experimentar
con sustancias o no. En segunda instancia, también llama la atención respecto a este ítem la
cantidad de jóvenes que negaron a responder la pregunta cerca del 13% situación que pone
12
en evidencia la desconfianza de los jóvenes respecto a los adultos y las instituciones en
temas como el que nos concierne.

En la segunda grafica vemos que, un 44,7% de los jóvenes considera que no es posible
hacer un uso de sustancias psicoactivas en contextos o situaciones recreativas sin llegar a
caer en una “adicción”. Mientras un 13,1% considera que probablemente no es posible. En
contraste, un 17,4 % considera que si es posible tener un uso en determinados contextos de
sustancias psicoactivas sin ser adicto y un 7,7% considera que si es definitivamente posible.
Estos resultados, muestran que alrededor del 50% de los jóvenes comparte la creencia que
es “probablemente” posible manejar un consumo “regulado” de sustancias psicoactivas
limitado a ciertos contextos o situaciones. Este resultado, evidencia que las creencias de los
jóvenes respecto al riesgo de uso de las sustancias son un factor de riesgo importante puesto
que, no se percibe un riego mayor en el consumo y un buen porcentaje de los jóvenes, cerca
de la mitad considera que es posible “controlar” el consumo y que el uso recreativo de las
sustancias no implicaría necesariamente la adicción.

En igual forma los jóvenes reportan en un porcentaje significativo que tiene en su círculo
de amistades amigos consumidores. Un 44,9% de los jóvenes reportan que en su círculo
alguno de sus amigos consume alguna sustancia legal o ilegal de manera regular mientras
un 27,7% no sabe si alguno de sus amigos consume y tan solo un 27,5% asegura no tener
amigos consumidores. En este mismo tópico, y frente a preguntas sobre si aceptarían la
eventual invitación de un amigo a consumir los jóvenes reportaron de manera diferente
según la sustancia. Para el caso del alcohol, respondieron que definitivamente si, o
probablemente si aceptarían la invitación el 30,2% y para el caso del ofrecimiento de un
cigarrillo un 10,5%. En el primero de los casos quizá el elevado porcentaje se deba al factor
cultural asociado al alcohol en nuestra sociedad el cual es entendido y visto como un
elemento que sirve para amenizar las fiestas y “unir” a los amigos. En última instancia, este
tópico se presenta como una factor de riesgo social con prevalencia importante, pues como
veremos más adelante, los jóvenes expresan que en el circulo de amistades es done mas
rondan las sustancias y donde es mas fácil conseguirla, así mismo en dichos círculos
muchas veces sienten la presión del grupo y su “curiosidad” al ver otros consumir se
incremente por “saber que se siente”.

Ahora bien ¿como es percibido el papel de la escuela y la educación por parte de los
jóvenes en cuanto al consumo? Este es un tópico interesante, puesto que, si bien la
educación puede considerarse como un factor protector si este no esta funcionando
adecuadamente la escuela podría entonces percibirse como un factor de riesgo (Véase tabla
V)

13
Pregunta /Respuesta SI NO No lo Sé
¿Te han enseñado en alguna 49,9 39,3 9,9
de tus clases, o en la escuela te
dan información sobre los
peligros de beber alcohol?
¿Te han enseñado en alguna 66,0 27,7 11,3
de tus clases o en la escuela te
dan información sobre los
peligros de experimentar con
drogas ilícitas?
¿Te han enseñado en alguna 39,4 49,9 10,7
de tus clases o en la escuela
como decir a otros que no
deseas consumir alcohol o
drogas?

Tabla V. Resumen de la percepción de la eficacia de la institución educativa en brindar


información sobre la interacción con sustancias psicoactivas.

La anterior tabla, nos muestra que alrededor de la mitad de los jóvenes percibe que la
educación que se les brinda en las instituciones educativas no les brinda elementos que les
permitan negociar con situaciones en as que se involucre el manejo de sustancias
psicoactivas. En el caso del alcohol, podemos observar que el 39,3% de los jóvenes reporta
no haber recibido información de ninguna instancia de su escuela sobre lo peligros de
consumir alcohol. En el caso de las drogas ilícitas la cifra es un poco mas baja el 27,7% de
los jóvenes reporta no haber recibido información sobre el tema en su institución educativa.
Pero para el ultimo ítem, referente a si en al escuela se les ha brindado algo mas que
información, o si se les ha brindado elementos que les permita eludir situaciones o personas
que los inciten a consumir cualquier tipo de sustancia vemos que el 49,9% de los jóvenes
dice no haber recibido ningún tipo de apoyo en este tema, y un 10,7% no sabe o no conoce
si este tipo de formación la ha brindado la institución. Este resultado es una alerta a las
entidades gubernamentales encargadas de realizar trabajo en prevención del consumo de
sustancias puesto que se puede evidenciar que los jóvenes podrían no percibir la institución
educativa que les esté brindando elementos de protección frente al consumo dejándoles la
decisión a los jóvenes mismos.

14
Conclusiones del estudio en torno al consumo de sustancias en las
instituciones educativas de la ciudad de Cali

Puede denotarse en los resultados que el alcohol es la sustancia psicoactiva más usada por
los adolescentes. La principal fuente de consecución de alcohol es de los amigos seguido de
la propia casa y teniendo en cuenta la corta edad de la población encuestada es preocupante
que el 50% haya consumido al menos una vez en su vida, llegando a embriagarse un 35%.
Lo anterior, nos lleva a reflexionar sobre el grave descuido o quizá con toda consciencia e
intencionalidad de sectores industriales y de publicidad ante la difusión indiscriminada de
diferentes licores como acompañantes perfectos para toda ocasión, signo de libertad,
autonomía, diversión. Al mismo tiempo, hay que hacer un llamado de atención sobre el
lugar de la familia como precursor de este consumo, que por ser socialmente permitido y
aceptado, se desdeña el daño que se hace con el “ejemplo” poco acertado que perciben los
adolescentes. Sin dejar de lado el consumo del cigarrillo que al igual que el alcohol está
enmarcado en una cultura de diversión, libertad, estar a la moda, cotizarse entre las chicas o
chicos, en fin, puede evidenciarse en los jóvenes una visión distorsionada, en la que poco
se perciben los riesgos sobre el organismo y lo que representa a nivel de las necesidades o
problemáticas emocionales y/o sociales que encubre.

En relación a los factores de riesgo, existe una fuerte indicio en la información recopilada
que en los jóvenes hay una fuerte tendencia a incurrir en el uso experimental a partir de la
curiosidad, la necesidad de experimentar nuevas sensaciones, y un componente asociado a
la inestabilidad emocional. En esta misma línea son comunes las creencias de riesgo
disminuido en ciertas sustancias como la marihuana y el alcohol. En la primera de estas los
jóvenes aseguran que al ser “natural” no representa mayor riesgo para la salud y por o tanto
no seria inadecuado consumirla; en el caso del alcohol los excusan su uso en el carácter
legal de la sustancia y su aprobación social. En cuanto a los factores de riesgo a nivel
social, se evidencia una fuerte tendencia en los jóvenes a dejarse llevar por la influencia en
sus prácticas de pares y amigos. De igual, el contexto familiar y la aprobación en dicho
contexto del consumo de alcohol, se convierte en factor de riesgo que podría incidir en la
alta tendencia de los jóvenes hacia su consumo e inicio temprano de tal consumo. En última
instancia se observa una fuerte influencia en factores externos del medio como los medio de
comunicación, publicidad, películas o programas de televisión, los jóvenes refieren que
constantemente ven publicidad y referencias en los medios al consumo de alcohol o drogas
como algo común y libre de riesgo.

En cuanto a la “curiosidad” como una regularidad en el discurso de los jóvenes.


Verbalizaciones como “saber que se siente” o “uno ve a personas consumiendo en las
fiestas y parecen divertirse más que nadie, entonces a uno le entran ganas de probar” nos
hablan hasta cierto punto de aquella necesidad de los jóvenes por experimentar nuevas
experiencias y sensaciones, no obstante, queda la pregunta ¿Porque los jóvenes considera
una vía de exploración de sensaciones la experimentación con drogas y no cualquier otra

15
experiencia? Es decir, es sabido que la juventud sea una etapa de exploración, pero porque
el consumo de sustancias se tiñe en nuestra sociedad bajo un aura tal que casi siempre que
un joven piensa en experimentar algo nuevo este algo nuevo ¿tienen que ser las drogas?

Otra de las causas o factor de riesgo que se puede inferir en los jóvenes es el uso recreativo
de sustancias con el fin de obtener sensaciones placenteras. Uno de los argumentos mas
referidos por lo jóvenes durante los grupos de discusión, es el uso de sustancias para
“sentirse bien” o como lo expresa otro joven más enfáticamente “la marihuana... se podría
consumir porque ayuda a sentirse bien” En muchos de estos casos, los jóvenes
argumentan que las drogas producen sensaciones de bienestar. Por ejemplo en las fiestas se
bebe alcohol para “sentirse mejor” o se consume determinada sustancia para aumentar el
placer. En este sentido, y al no querer entrar en el juego de dar la razón de que una
sustancia determinada sea el cáliz dador de felicidad, puede uno preguntarse ¿están tan
insatisfechos y frustrados los jóvenes que no perciben en su medio experiencias lo
suficientemente significativas y debe busca “atajos” hacia su bienestar?

Podría argumentarse que lo jóvenes perciben las sustancias psicoactivas como un “atajo”
hacia el bienestar y el placer al que consideran difícil de adquirir a través de los logros
sociales o académicos. Es decir los jóvenes dan cuenta de cierta incapacidad para
reconocer, y generar por oro tipo de situaciones emociones positivas y tienden a percibir las
sustancias como una forma de generar placer y evadir las emociones negativas. Entonces,
tenemos que los jóvenes se encuentran insatisfechos, son vulnerables, se sienten
desubicados y andan en una constante búsqueda de experiencias ¿como los guía la
institución educativa para evitar que las drogas se conviertan en su respuesta? Quisiera
poder decir que la institución educativa se convierte en un agente capaz de brindarles
algunos elementos que les permitan a estos jóvenes sortear las dificultades, pero la menos
la mitad de los jóvenes no lo considera así. Ante la pregunta ¿Te han enseñado en alguna de
tus clases o en la escuela te dan información sobre los peligros de experimentar con alcohol
o drogas ilícitas? El 39% de los jóvenes respondió que no y un 9,9% respondió que no
sabía si les habían dado algún tipo de información. En esta misma línea ante la pregunta
¿Te han enseñado en alguna de tus clases o en la escuela como decir a otros que no deseas
consumir alcohol o drogas? El 49,9% respondió que no y un 10,7% que no sabia o no
estaba seguro si les habían hablado de esto. En otras palabras, los jóvenes no perciben que
su institución educativa les brinde elementos que les ayuden a sortear situaciones de
consumo o probable consumo. Lo cual, junto a las creencias erróneas sobe las drogas, nos
pone de manifiesto que los jóvenes están aislados de otro sectores sociales y no cuentan con
apoyo para orientarse, no solo respecto al uso de sustancias sino también respecto a como
afrontar los hechos de su estado del desarrollo y las decisiones a las que deben enfrentarse

Los resultados encontrados dejan bastantes preocupaciones a revisar tanto a los educadores
como las instituciones gubernamentales encargadas de intervenir esta problemática. La
progresión del uso de sustancias por parte de los jóvenes parece consistente y con cierta
tendencia a aumentar. Los jóvenes perciben que las intervenciones en torno a esta
problemática no esta acorde con sus necesidades y siente que en realidad no son tenidos en
cuenta ellos como parte del problema sino como el problema mismo. En este sentido es
urgente re evaluar, la manera como se ha estado abordando esta problemática en los últimos
años de manera tal que nos permitan realizar una comprensión asertiva de los jóvenes,
16
quienes son esos jóvenes, y como la sociedad a través de las instituciones educativas y
programas gubernamentales podemos acercarnos a ellos más allá de percibirlos como una
población problemática a intervenir. Entendiendo que no solo se trata de hacer una
intervención o bajar unas cifras, sino que son seres que están aprendiendo a vivir y más que
una prohibición, o un panfleto informativo necesitan una orientación y una oportunidad que
los lleve a desarrollarse de una manera más digna.

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17
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31-45

18
Desarrollando una estrategia en prevención, la importancia del
trabajo articulado

Por: Vanessa Castro

Para contrarrestar los múltiples factores asociados al uso experimental y recreativo del
consumo de sustancias psicoactivos y el impacto o consecuencias es necesario consolidar
una estrategia conjunta participativa, apoyando, fortaleciendo los programas existentes y
las instituciones educativas de forma más efectiva, que atomizar acciones aisladas.

Educación, no información.
A pesar de los grandes esfuerzos de la salud pública de la mayoría de los países del mundo
para la prevención y mitigación del consumo de sustancias psicoactivas, año tras año el
índice de consumo aumenta, incluso los resultados arrojados en la actual investigación de la
Gobernación del Valle del Cauca y la Secretaria de Salud “Caracterización de factores
asociados al inicio experimental y uso recreativo” (Martínez, Osorio 2013) muestran que
“la mayoría de los jóvenes han consumido sustancias psicoactivas bajo conocimiento de
causa del daño potencial de dichas sustancias” y algunos reconociendo los riesgos de la
acción del consumo. En una actual sociedad con mayor accesibilidad a la información no
les resulta difícil a los adolescentes encontrar datos respecto a las drogas pero sin claridad e
información confiable, incluso mucha “información” puede ser contraproducente incitado
aun más a la curiosidad o reforzado creencias y mitos que promueven el consumo o
subestiman las consecuencias.

En la citada investigación también indica que alrededor de la mitad de los jóvenes que
participaron en esta investigación, percibe que la educación que se les brinda en las
instituciones educativas no les proporciona elementos que les permitan negociar con
situaciones que involucre el manejo de sustancias psicoactivas sin elementos de protección
para los jóvenes, datos que reflejan lo ya antes expuesto por muchos investigadores
citados por Botvin (1995) (Bangert-Drowns, 1988; Bruvold y Rundall, 1988; Toble, 1986)
que las aproximaciones en prevención ampliamente extendidas son aun ineficaces, luego
entonces proporcionar solo información no es suficiente para hablar de prevención.

19
A esta misma conclusión han llegado la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito Viena, (2004), Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito,
Ministerio de la Protección Social Colombia, (2010), Acero, A, Moreno, G, Moreno, J,
Sánchez, L (2002) y Botvin, G. J (1995), reconociendo que la prevención debe tener por
objetivo la implementación de estrategias que impacten positivamente en los adolescentes
mas allá de la difusión de la información, enfoque que está basado en el supuesto que el
consumo de drogas es el resultado de una decisión racional y que los individuos que eligen
consumir lo hacen porque desconocen los peligros que conlleva y que tomaran una
decisión consistente en evitar las drogas, por tanto la prevención no solo es informar es
también educar, formar, desarrollar habilidades para la vida, que le permitan ser asertivos,
afrontar positivamente las presiones sociales, fortaleciendo los factores protectores y
brindando alternativas para el desarrollo, de espacios de socialización y recreativos.

Articulación entre la escuela y el tiempo libre


Ahora bien la compleja problemática del consumo de sustancias presenta múltiples factores
desencadenantes y que refuerzan, mantienen e incrementan dicha problemática
(características personales, oferta de sustancias, características farmacológicas de las
mismas, determinadas variables familiares y del entorno social, etc.) y es por ello que las
políticas dirigidas a la prevención del consumo de drogas deben compaginar la globalidad
de las intervenciones con el desarrollo de acciones y la intervención de los contextos en los
que se desenvuelven los jóvenes.

Es importante señalar que en esta etapa adolescente la figuras representativas son sus pares
como figuras modeladoras, y por tanto está ligada a la fuerte influencia y necesidad de
pertenencia grupal, contexto donde puede iniciarse el consumo de sustancias, y cada vez
con experimentación a más temprana edad, dato relevante, pues cuanto antes se inicie el
consumo de una sustancia, más probabilidades existen de desarrollar problemas asociados
y más difícil será su abandono o proceso de mitigación.

Conociendo la necesidad imperante de interactuar de los jóvenes se debe proporcionar


alternativas para responder a las mismas, considerando el tiempo libre como un espacio
educativo aliado, que puede fomentar los factores protectores en aras de una prevención
que facilite la complementariedad de actuaciones entre distintos ámbitos, la
corresponsabilidad social ya sea desde espacios deportivos, culturales, comunitarios o
extraescolares, enfocando la ocupación del tiempo libre no solo en actividades que los
alejen de la realidad y los distancien, sino en construcción de criterios para las toma de
decisiones y formas de enfrentar la realidad manifiesta en su entorno, teniendo muy
presente que en los espacios de tiempo libre los adolescentes socializan, adquieren valores,
ideas, comportamientos, aprenden formas de relacionarse, orientan su vida cotidiana, un
proceso que debe ser condicionado con un trabajo de orientación educativa.

El deporte como una actividad que contribuye a potenciar la protección frente al consumo
además de entrañar beneficios que favorecen la salud, a la estabilidad emocional, biológica
y el desarrollo de valores sociales como la cooperación, la tolerancia y la solidaridad
(Acero, A, y Cols 2002) es una alternativa atractiva entre otras actividades recreativas y

20
culturales novedosas y de gusto de los jóvenes como la música, actividades artísticas como
el teatro, los zanqueros, expresión corporal, el baile, el Street Art (graffiti, esténcil, carteles)
útiles, que pueden ser enmarcadas en procesos formativos y desarrollo de habilidades
sociales, puesto que las actividades ofertadas como alternativas deben ser lúdicas y de
participación voluntaria, por ende atractivas y que les resulten placenteras, que les permita
interactuar con otros jóvenes.

En síntesis, la generación de alternativas del uso del tiempo libre como estrategia de
prevención debe apoyarse y alimentarse de otras estrategias para conseguir ser eficaz,
incorporando una amplia movilización de acciones retomando actividades deportivas,
lúdicas, artísticas.

Sostenibilidad

Los programas desarrollados y de alto alcance en muchos países en cuanto a prevención


han mutado, pasando de la movilización de información a un modelo afectivo enfatizando
en el crecimiento individual pero con planteamientos aun inespecíficos; después desde la
visión de la influencia social en modelos de prevención con programas en las escuelas de
entrenamiento de resistencia ante la presión y oferta pero con una visión patologizante,
actualmente se avanza en la implementación de programas en entrenamiento de habilidades
para ampliar y reforzar las competencias personales, los factores de protección y de
atención primaria, aplicables a nuestro sociedad colombiana, muy pertinentes dados los
resultados, “los enfoque preventivos más prometedores son aquellos que apuntan a los
factores sociales y psicológicos que inducen al consumo temprano de drogas” (Bangert-
Drowns, 1988) citado por Botvin, G. J, (1995) y "Los programas preventivos más eficaces
son aquellos que entrenan al adolescente en habilidades que le permiten afrontar
adecuadamente la vida cotidiana, entre las que se encuentra su relación con las drogas".
(Stoil y Hill, 1996) citado por Acero, A, y Cols (2002).

Luego entonces, ¿Qué se está realizando en materia de prevención en las escuelas


colombianas? ¿Los programas y políticas nacionales están basándose exclusivamente en la
trasmisión de información enfocando sus esfuerzos por la abstinencia y reducción de la
demanda del consumo de sustancias psicoactivas? De ser así, estos programas con una
visión de reducción de la vulnerabilidad enfatizando en actuaciones tendientes a aminorar
la incidencia de los factores de riesgos existentes, resultan y seguirán resultando “costosos
y difíciles” (Botvin 1995 citando a Dusenbury, Khuri y Millman, 1992) dejando al
adolescente sin alternativas y sin herramientas para afrontar los cambios propios de su
etapa vital, riegos y desafíos sociales a los que está expuesto que compilan problemáticas
que reflejan el desbordamiento de las consecuencias del consumo y abuso de sustancias
como otras situaciones relacionadas y de relevancia a saber: incremento de trastornos
diagnosticables en salud mental con mayor aparición en niños y adolescentes, índices
disparados por trastorno de ansiedad, estrés postraumático, suicidios e ideaciones suicidas
cada vez en edades más tempranas, violencia de toda índole en especial en los medios
escolares, incremento de frecuencia de embarazos en adolescentes, etc.

21
Estos programas aislados y limitados al ofrecimiento de información son identificados por
los adolescentes como “poco atractivo”, “lejanos” o que “no contribuye plenamente para
que pueda ejercer “autonomía” o poder de decisión” que se supone deben tener para su
capacidad de afrontamiento, con una percepción de consecuencias a futuro desde su
afloramiento emocional contradictorio y sensación de invencibilidad, llevándolos a tomar
decisiones impulsivas en búsqueda de ganancias y placer sin tener en cuentas las
consecuencias negativas, percibidas como lejanas improbables o ajenas a su vida frente a la
inmediatez de las aparentes “ventajas” a corto plazo del consumo de sustancias
psicoactivas.

En torno a ello y también importante están las apreciaciones por parte de los docentes y
familiares, expresadas en las actividades de campo investigativa psicológico en las
instituciones educativas frente a estos programas en materia de prevención, percibidos
como acciones del estado limitados a dar aperturas cortas pero sin continuidad que
acompañe a la obtención de resultados, la sensación de ser “utilizados” sus espacios
educativos para investigaciones que ellos mismos enuncian “no tienen despliegue o
repercusiones positivas”, quedándose solo en resultados que arrojan actividades como
tamizajes, diagnósticos, caracterizaciones, evaluaciones, pero sin intervenciones claras,
definidas interrelacionadas y comprometidas para encarar la problemática que se refleja en
malestar del ambiente escolar rutinario, así como incremento de la desconfianza con
sensación de “desengaño, falta de apoyo, indiferencia” por parte de la comunidad
educativa, familiares y estudiantes ante los esfuerzos por parte del estado colombiano.

La normatividad colombiana reconoce que los niños niñas y adolescentes son sujetos de
derechos y merecen protección integral con un interés superior y prevalencia de sus
derechos (Art. 7, 8 y 9 Ley 1098) además que deben capacitarlos y protegerlos de manera
integral, siendo obligatoriedad de la sociedad y corresponsabilidad de todos, el estado, la
sociedad y la familia, pero esta función preventiva de seguir con programas aislados se ha
reducido en un espacio en algún tema de asignatura de tipo informativa y responsabilizando
en gran medida a las instituciones educativas, con modelos de corto alcance y sin la
suficiente sostenibilidad para lograr resultados teniendo en cuenta los procesos evolutivos
de los adolescentes y las connotaciones de la psicología social en cuanto a la resistencia al
cambio, entendiéndose por sostenibilidad como “el criterio … sugiere que, como mínimo,
las generaciones futuras no pueden dejarse en peores condiciones que las generaciones
actuales”. (Tietenberg, 1984) Environmental and Natural Resource Economics. Glenview,
IL: Scott, Foreman and C, y “la capacidad del programa para llevar a cabo sus actividades y
servicios de manera continua, en búsqueda del cumplimiento de sus objetivos…”
(Khandker, Khalily y Khan, 1995) citados por Mokate, K (1999)

Se propone con una mirada más amplia y vanguardista acorde a los avances en materia de
prevención, enriquecer los programas de prevención implementando el
entrenamiento de habilidades para ampliar y reforzar las competencias personales, los
factores de protección y de atención primaria, preparando a los jóvenes desde el punto de
vista cognoscitivo, emocional y social para desarrollar aptitudes, habilidades y capacidades
que les provea poder de decisión frente a las problemáticas de consumo de sustancias
psicoactivas, que a su vez tendrá un despliegue útil en otros aspectos de sus vidas en
general, pues constantemente estarán expuestos a presiones ante la toma de decisiones y
22
resolución de problemas, y en especial ante los desafíos de la actual sociedad y etapa de
ciclo vital propia de los adolescentes que los identifica como un grupo etario en riesgo.

Esta propuesta debe contemplar el acompañamiento y orientación de profesionales


formando un grupo interdisciplinario, desplegando una estrategia conjunta participativa,
fortaleciendo los programas existentes de forma sostenible y longitudinal en el tiempo
pueda alcanzar resultados positivos, aunado a ofertas de alternativas para el uso positivo del
tiempo libre, permitiendo que no se desperdicien los recursos en programas aislados, se
evite el desgaste personal emocional con percepciones negativas tanto de los estudiantes,
docentes y familiares antes expuestas, como de la sociedad en general.

Se espera que la puesta en marcha de este modelo preventivo formativo y potencializador


de factores protectores enfatizando en las habilidades para la vida, con alternativas para el
desarrollo, el uso efectivo del tiempo libre y la recreación de los adolescentes, cuente con el
apoyo necesario sostenible para su materialización, un periódico análisis y evaluación del
impacto y hallazgos empíricos para el constante mejoramiento hacia a la eficacia de la
prevención que responda a las necesidad actuales de la adolescencia.

23
El Desarrollo de Habilidades Sociales y Toma de Decisiones
como estrategia de Prevención de Consumo de Sustancias
Psicoactivas

Por: Andrea Téllez

Una pregunta frecuente entre los investigadres del tema de prevención en consumo de SPA
se refiere a los factores protectores de este tipo de situaciones entre los adolescentes, ¿qué
hace que un joven tome la decisión de iniciarse en consumo y otro del mismo grupo elija no
hacerlo?, se podrían mencionar mucho factores referentes a las áreas familiar, social,
escolar, personal, que se pueden tomar como factores predisponentes del consumo, sin
embargo, en la actualidad las investigaciones y desarrollos teóricos en torno a la
comprensión de esta problemática se han centrado en el tema de las habilidades y
competencias sociales y emocionales con las que cuentan los jóvenes para afrontar las
diferentes situaciones de la vida, y que les permiten tomar decisiones de manera asertiva
para sí mismos o adoptar comportamientos destructivos y autodestructivos.

La Teoría de la Inteligencia Emocional desarrollada por Mayer y Salovey (1997),es uno de


tales modelos que explica el papel de dichas habilidades en la adecuada toma de decisiones
y resolución de problemas entre los adolescentes, pues correlaciona la inteligencia lógica
con la inteligencia social y confiere un papel activo a las emociones. Según estos autores,
emociones y pensamientos conforman una red de elementos involucrados en la toma de
decisiones y en la resolución de problemas.

Para una mayor comprensión de los elementos a desarrollar en este apartado, es necesario
partir de la definición de inteligencia emocional como la habilidad para reconocer y
procesar la información que transmiten las emociones y sus relaciones con el entorno y, a
partir de esto, razonar y resolver problemas eficazmente. Se puede decir que la
combinación conjunta del sistema emocional y cognitivo favorece un procesamiento de la
información más exacto y adaptativo de la realidad que el proporcionado por ambos
sistemas por separado. El modelo desarrollado por Mayer y Salovey (1997) enumera las
diferentes habilidades emocionales que integran el concepto de Inteligencia Emocional,
desde los procesos psicológicos más básicos (percepción emocional) hasta los de mayor

24
complejidad (regulación de los estados afectivos). El modelo teórico propuesto por los
autores señala cuatro habilidades básicas:

1. Percepción, evaluación y expresión de emociones. Esta habilidad se refiere al grado en


que las personas son capaces de identificar las propias emociones, así como los estados y
sensaciones fisiológicas y cognitivas que de ellas se derivan. De igual modo, la percepción
intrapersonal incluye la habilidad para valorar los estados emocionales de otras personas.

2. Asimilación o facilitación emocional. Implica la habilidad para tener en cuenta los


sentimientos cuando realizamos un proceso de solución de problemas. Las emociones
sirven para modelar y mejorar el pensamiento al dirigir nuestra atención hacia la
información significativa, pueden facilitar el cambio de perspectiva y la consideración de
nuevos puntos de vista.

3. Comprensión y análisis de las emociones. Implica saber etiquetar las emociones y


reconocer en qué categoría se agrupan los sentimientos, así como conocer las causas que las
generan y las consecuencias futuras de nuestras acciones.

4. Regulación emocional. Supone la regulación de las emociones propias y las de las


personas que componen nuestro entorno social. Incluiría la capacidad para estar abierto a
los sentimientos, tanto positivos como negativos, y reflexionar sobre los mismos para
descartar o utilizar la información que los acompaña en función de su utilidad. Además,
abarcaría la habilidad para regular las emociones, moderando las negativas e intensificado
las positivas sin reprimir ni exagerar la información que comunican. En definitiva, la IE es
un constructo que indica el grado de atención que los individuos prestan a sus sentimientos,
la claridad con la que los experimentan y sus creencias sobre cómo regularlos.

En este sentido, se ha observado que los bajos niveles de autocontrol aparecen en


múltiples estudios como un rasgo predominante de los sujetos que experimentan y hacen un
uso inadecuado de las drogas. Según Acero Achirica 2002) el autocontrol se ha asociado a
través de su desarrollo teórico con la autonomía, constructo de mayor extensión e
implicación para el crecimiento personal y que se define como “La capacidad de actuar por
uno mismo, ser principio y fuente conductora de las propias acciones, sin dependencia de
otros o de las condiciones que nos impone el medio externo”.

Con respecto a la comprensión o claridad emocional, las personas que identifican


claramente lo que están sintiendo tendrían mayores habilidades para enfrentarse a los
problemas emocionales y, por ende, experimentarían mayores niveles de bienestar
emocional comparado con las personas que tienen menor comprensión sobre sus
emociones.

El otro concepto fundamental es el de la regulación, los estudios señalan la capacidad de


regulación emocional como factor protector de nuestra salud mental y bienestar. En este
sentido se ha encontrado evidencia (Fernández, Jorge & Bejar 2009) de que las emociones
negativas y bajos niveles de IE desembocarían a largo plazo en trastornos de salud
(ansiedad, depresión mayor), problemas físicos y psicofisiológicos (enfermedades
cardiovasculares, hipertensión, úlceras), alteraciones en el sistema inmune (descenso de las
25
inmunoglobulinas y linfocitos, aumento de cortisol), cambios en los hábitos de conductas
saludables (dieta equilibrada, actividad física), y desarrollo de conductas adictivas (tabaco,
alcohol, otras drogas) o disminución en la disponibilidad de contactos interpersonales .

Estos autores también indican que altos niveles de IE son un factor protector del consumo
de tabaco y drogas en los adolescentes. Así, los sujetos con un elevado nivel de IE tendrían
menos probabilidades de fumar o consumir drogas, una mayor percepción de las
consecuencias negativas del consumo y se sentirían más eficaces a la hora de rechazar el
ofrecimiento de cigarrillos u otras sustancias por parte de otros.
Estos estudios señalan la importancia de tener adecuadas habilidades en comprender y
reparar las emociones negativas, así como las habilidades para mantener o prolongar
durante más tiempo las emociones positivas. De esta forma, aquellos estudiantes menos
capaces de reparar su estado emocional serían los que tendrían, por una parte, una mayor
tentación de iniciarse en el consumo de estas sustancias, y por otra, su consumo regular
ayudaría en cierta medida a paliar este déficit emocional.

En este sentido los jóvenes que poseen las habilidades antes señaladas son considerados
como emocionalmente hábiles y bien ajustados, mientras que aquellos que no las poseen
pueden presentar déficits en el funcionamiento social y emocional. Por tanto puede decirse
que el mayor ajuste emocional se produce en personas con altos niveles de comprensión y
regulación emocional y con niveles moderados en percepción emocional, Así Las personas
con altos niveles de atención emocional se caracterizan por estar vigilando constantemente
el progreso de sus estados de ánimo en un esfuerzo por intentar comprenderlos y regularlos.

En esta misma línea, otros estudios Botvin (1995) señalan la relación existente entre distrés
emocional y consumo de tabaco y alcohol en jóvenes Todos ellos indican que las personas
con falta de habilidades emocionales acudirían al consumo de tabaco y/o alcohol como
forma externa de autorregulación emocional. Aparecería un déficit para percibir,
comprender y/o regular adecuadamente sus emociones, utilizando el consumo como forma
de aliviar un estado emocional de tristeza, desagrado, tensión, frustración o aburrimiento.

Puede decirse entonces que las competencias personales a nivel emocional son un elemento
clave en la adaptación a las demandas del medio y serían un elemento protector del
consumo de drogas en la adolescencia Por tanto se hace importante implementar programas
de entrenamiento en las habilidades sociales conceptualizadas en el modelo teórico de
Mayer y Salovey (1997) aplicándolo al contexto de prevención del consumo de SPA de la
siguiente manera:

Percepción, comprensión y análisis de las emociones: Habilidad para identificar las


emociones y para entender las relaciones entre las emociones y las situaciones en las que se
producen.

Expresión de las emociones: Habilidad para expresar correctamente nuestros sentimientos y


las necesidades asociadas a los mismos.

Regulación emocional: Habilidad para estar abierto a los estados emocionales positivos y
negativos, y habilidades para regular nuestras emociones sin exagerarlas o evitarlas.
26
En este sentido se hace importante entender que dichas habilidades sociales antes descritas
nos permiten, cuando existen, además pedir ayuda, compartir nuestras emociones, expresar
nuestros deseos, defender nuestras opiniones, crear y mantener un círculo de amigos,
conseguir satisfacción en nuestro trabajo, tener influencia sobre otros, y otros muchos
objetivos más, muy variados y muy frecuentes. Puede verse entonces que la habilidad
social mediatiza la probabilidad de conseguir un afrontamiento exitoso de aquellas
situaciones, casi siempre sociales, en las que se produce el inicio del consumo de alcohol,
tabaco u otras drogas.

Así mismo, entre las habilidades sociales mas importantes a desarrollar entre los jóvenes,
como factor protector del consumo de SPA, hay que resaltar el comportamiento asertivo, el
cual incluye habilidades como decir no, expresar opiniones contrarias a las del interlocutor,
hacer y recibir críticas, o expresar emociones, tanto positivas como negativas. Se trata, por
lo tanto, de una parte del concepto más general de "habilidades sociales".

En el campo de la prevención del consumo de sustancias, a medida que se ha ido ampliando


el alcance de las estrategias hacia un entrenamiento en "habilidades para la vida", este
campo se ha ido integrando y diluyendo dentro del entrenamiento en habilidades sociales,
que permitan mitigar el papel que ciertos déficits asertivos pueden jugar en el manejo de
situaciones sociales fuertemente asociadas al inicio del consumo (como la presión del grupo
en la adolescencia).Por ende es fundamental que los jóvenes puedan contar con los espacios
para desarrollar y aprender competencias nuevas, sobre todo en el manejo de situaciones
sociales que les permita enfrentarse de manera exitosa a los retos que el medio les impone.

De este modo, los programas a desarrollar en las Instituciones educativas deben enfatizar,
además de las competencias emocionales antes mencionadas, en habilidades como la
empatía, que sirve para llevar adelante las propias decisiones a pesar de la presión de los
demás, sin deteriorar la relación con ellos, la asertividad, entendida como la capacidad para
expresar las propias opiniones, emociones o deseos sin emplear conductas aversivas para
los demás. Este estilo asertivo puede definirse negativamente por su oposición a dos formas
de comportamiento poco útiles como la pasividad y la agresividad, tales habilidades son
clave para ayudar a los jóvenes a desenvolverse con éxito en situaciones que se pueden
considerar como un factor de riesgo para el consumo de sustancias como lo son la presión
de grupo, o la influencia de los medios de comunicación y la publicidad.

En este sentido, se considera de suma importancia el entrenamiento y aprendizaje de los


jóvenes en una amplia gama de habilidades y competencias sociales, pero sobre todo
aquellas habilidades que les permita hacer frente a situaciones en las cuales se ven
expuestos al riesgo de iniciar el consumo de sustancias, tales como habilidades de
comunicación, habilidades para conversar y superar la timidez (presentarse, iniciar
conversaciones, cambiar de tema, mantener un tema, finalizar conversaciones, habilidades
de relación con el sexo opuesto, y habilidades asertivas (decir no, hacer y recibir críticas,
expresar sentimientos, afrontar la presión del grupo

Los modelos teóricos antes mencionados, sirven de base y justificación para entender la
importancia del desarrollo de programas de intervención en las instituciones educativas
27
que entrenen a los jóvenes en estas habilidades sociales y emocionales, lo cual se traducirá
a largo plazo en factores de protección contra en consumo de sustancias, en relación con el
desarrollo de la autoestima, el cuidado de la salud y la incorporación de habilidades
sociales, que generen nuevas competencias que les permitan responder frente a diferentes
situaciones cotidianas, y preserven su integridad física y psíquica.
En la medida en que estos conocimientos y habilidades se integren a la visión que los niños
poseen de la realidad, se traducirán en conductas asertivas para con el medio social. La
interacción de los niños entre sí, con el docente y con su medio social, permitirá la
construcción de conocimientos significativos y transferibles a las relaciones sociales.
La finalidad de dichos programas es dotar a los niños de las estrategias de control
emocional necesarias que puedan convertirse en elementos protectores del consumo de
SPA en el futuro. Así, el eje central de la intervención es la formación y el entrenamiento
en la gestión de las emociones, de tal manera que los elementos informativos sobre SPA
sólo se contemplan de manera indirecta

La Toma de Decisiones

Los procesos de toma de decisiones son complejos, mas de lo que en ocasiones nos
detenemos a pensar, pues obviamente son procesos cognitivos que realizamos
cotidianamente sin darles mayor trascendencia, sin embargo se pueden considerar procesos
de resolución de problemas de alto nivel, pues implican en ocasiones valorar, analizar e
integrar gran cantidad de variables para llegar a una respuesta exitosa y adecuada de la
situación con la que nos enfrentamos, teniendo en cuenta consecuencias no solo a corto si
no a mediano y largo plazo que van a repercutir en nuestro bienestar.

Puede decirse entonces que la toma de decisiones permite tener éxito y orientar
adecuadamente el proyecto de vida. Elegir entre varias alternativas la que mejor se adecue
para la resolución de problemas, la inseguridad y timidez interfiere en esa capacidad , tomar
la decisión adecuada implica tener toda la información sobre la situación listar ventajas y
desventajas, tener claras la razones de dicha decisión, tiene que ver con habilidades de
resolución de problemas, donde se tienen diferentes opciones de resolución, se debe elegir
una opción, analizando en profundidad la situación y teniendo en cuenta efectos y
consecuencias a futuro. Este proceso puede definirse según Moreno Arnedillo (2002) en los
siguientes pasos:

1. DEFINIR el problema o la situación


2. Pensar en MUCHAS ALTERNATIVAS para solucionarlo
3. Valorar las CONSECUENCIAS de cada alternativa
4. ELEGIR la mejor alternativa y llevar la decisión a la PRÁCTICA

Por eso, una de las tareas más importantes de la prevención consiste en clarificar cómo son
las decisiones que adoptan los jóvenes en relación a sus conductas de salud y de riesgo, qué
factores influyen en esas decisiones (el "presentismo", la "presión de grupo",...), y cómo
podemos ayudarles a tomar decisiones a partir de sus propios criterios y valores personales.

28
El entrenamiento en toma de decisiones es sin duda una de las mejores herramientas de que
se dispone para ayudar a los niños y adolescentes a convivir con los riesgos a los que se van
a enfrentar a lo largo de su vida.

La impulsividad, el "dejarse llevar", lo que algunos denominan el afán por la"búsqueda de


sensaciones", según Moreno Arnedillo (2002), son sin duda factores de riesgo asociados al
uso y al abuso de drogas. Por el contrario, la capacidad de tomar decisiones de un modo
razonado y consciente, permite proteger a los niños y adolescentes frente a estos riesgos.

Trabajar el tema de la impulsividad supone por consiguiente conseguir que orienten su


comportamiento a partir de objetivos, pero además, puede resultar interesante conseguir
que los adolescentes expresen las dificultades que se encuentran para "resistir las
tentaciones", llevar la contraria al grupo, etc., y empatizar con estas dificultades. Interesa,
además, ofrecer modos de afrontamiento de estas dificultades, y que éstos sean también
objeto de entrenamiento y práctica.

En ocasiones los procesos de toma de decisiones generan estados de ansiedad de pueden


convertirse en situaciones de riesgo para el consumo de SPA, por ello es importante que
los jóvenes desarrollen también la capacidad de resistir la influencia que otros ejercen para
tomar un decisión, así, la fortaleza en el proceso de toma de decisiones, permite enfrentar
con éxito la presión de grupo. Aprender a enfrentar la presión de grupo una de las variables
mas importantes para evitar el consumo

En este contexto, desarrollar la capacidad para analizar uno mismo las situaciones y decidir
y actuar conforme a criterios personales constituye un importante elemento de protección
frente a riesgos como el consumo de drogas.

Si los niños y adolescentes están acostumbrados a tomar sus propias decisiones, es más
fácil que sepan afrontar situaciones de riesgo para el consumo tales como la presión de sus
amigos a consumir, el miedo a "quedar mal", o simplemente el hecho de tener que hacer
prevalecer sus propias opiniones en su grupo, aun cuando éstas no sean compartidas por sus
amigos.

En este sentido, "tener claro lo que se quiere conseguir", lo que para uno es importante,
ayuda a tolerar la frustración de tener que privarse de algo a corto plazo para conseguir algo
a más largo plazo pero más importante, o a la de tener que enfrentarse a obstáculos y
problemas que se interponen en nuestro camino hacia la consecución de nuestros objetivos.

La capacidad de tomar decisiones permite además desarrollar recursos y habilidades para la


resolución de problemas, al promover la capacidad de fijarse objetivos, considerar varias
alternativas para solucionar los problemas, y anticipar posibles consecuencias de tales
alternativas.

En definitiva, incluir la toma de decisiones en el repertorio de recursos personales de los


niños y adolescentes contribuye decisivamente a desarrollar el autocontrol y la
responsabilidad, elementos de esencial importancia para adaptarse a un entorno lleno de
oportunidades, pero también de riesgos.
29
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30
La Escuela y el consumo de SPA: Una Propuesta para la
prevención en el Contexto escolar

Por: Vanessa Castro

La escuela, un espacio propicio

No es por azar que la UNESCO, UNICEF, OMS y el Banco Mundial, organismos


internacionales especializados, convengan en un marco común para reforzar los programas
escolares en materia de salud, recomendando un grupo central de componentes eficaces en
función de su costo, como punto común de partida para todas las escuelas, programa
FRESH (Focus Resourceson Effective School Health) Oficina de las Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito Viena, (2004), reconociendo la importancia y el potencial del
entorno escolar que cuenta con una apreciable población cautiva.

La escuela tiene su vocación y corresponsabilidad en el quehacer formativo y de espacios


educativos en los cuales se imparte además de conocimientos, procesos formativos a través
de aptitudes, valores en relación con la salud, prevención y reducción de consecuencias
adversas para la persona y la sociedad.

Los sectores de salud y protección social pueden unirse para influir positivamente en el
comportamiento para desarrollar capacitar y propiciar en los jóvenes estudiantes aptitudes,
actitudes habilidades y competencias para que se genere inteligencia emocional, habilidad
social, empoderamiento hábitos saludables, reorganización y seguimiento de su proyecto de
vida real y ejecutable y programas de uso adecuado del tiempo libre en pro del
cumplimiento con los principios misionales de la protección de los niños, niñas y
adolescentes, su salud física y mental integral, no solo minimizando los factores de riesgo y
vulnerabilidad, incrementando a su vez los factores protectores individuales y colectivos.

Principios, disposiciones para la puesta en marcha

Los principios que se presentan a continuación, se retoman del documento “Escuelas


Educación de base escolar para la prevención del uso indebido de drogas, de la Oficina de
las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2004), formulados por un grupo de
expertos de sectores normativos e investigadores de varios países tras examinar

31
investigaciones disponibles y practicas educativas en materia de prevención de consumo de
sustancias psicoactivas:

Principio 1. Los programas deben enfatizar en los resultados, en los factores protectores y
en las asociaciones de colaboración de profesionales y actores mediadores.

Se debe reconocer que las escuelas influyen en procesos de ilustración y formación y


tienen ciertas limitantes para influir en el comportamiento de sus estudiantes,
comportamiento que no pueden determinar, se debe contar con apoyo profesional
interdisciplinario y capacitado en materia de salud y desarrollo para impactar en la
formación de aptitudes, habilidades y valores dedicándole tiempo suficiente para conseguir
los resultados, con asociación y colaboración de la comunidad y la familia, en una
atmosfera de crecimiento personal y académico, articulados con otros servicios de
prevención gubernamentales.

Principio 2. Los resultados deben tratarse en el marco del programa de estudios en materia
de salud que puedan brindar orden, progresión, continuidad y vínculos con otras cuestiones
de salud que repercuten en la vida de los estudiantes.

Los programas aislados no pueden brindar los elementos de amplitud y desarrollo que
estimulen el desarrollo de valores y aptitudes personales y sociales. La educación para la
prevención debe incorporar otras cuestiones de importancia para los jóvenes, entre ellas el
desarrollo en la adolescencia, el estrés y su superación, la sexualidad, la colaboración entre
el hogar y la escuela y las relaciones personales.

Principio 3. El entorno escolar debe establecer asociaciones productivas e inclusión de uso


del tiempo libre como aliado educativo, entendiendo que la acción educativa para la
prevención discurre transversalmente desde los espacios educativos cotidianos, cercanos
como la escuela, la familia e informales, lúdicos, recreativos, de esparcimiento.

Principio 4. Establecer asociaciones de colaboración para la adopción de decisiones sobre


cuestiones relacionadas con el consumo, gestión de incidentes relacionas con un enfoque
colaborativo que refuerce los valores sociales apetecidos, con claridad de normatividades,
rutas de acción, información y apoyo para los familiares en particular para los padres de
estudiantes que intervengan en el consumo de drogas licitas o ilícitas

Contar con procesos y protocolos claros, definidos y respaldados por las normatividades
gubernamentales a seguir en los casos en que se vea afectada la convivencia escolar de los
estudiantes.

Principio 5. El programa educativo de prevención debe ser interactivo, que estimule la


participación activa de los estudiantes, con grupos pequeños que fomente la comunicación
entre pares y un máximo de participación.

Principio 6. El programa educativo para la prevención deben ser global y suscitar el


interés, contemplar datos actualizados frente al grado de consumo de drogas en la
sociedad, los factores de protección y de riesgo, aspectos culturales, el nivel de desarrollo y
32
ciclo vital, las realidades, connotaciones, antecedentes y experiencias que permitan una
retroalimentación constante respecto al panorama relacionado con esta problemática dando
apertura a los canales de comunicación y expresión frente al consumo de drogas.

Principio 7. Capacitar a la comunidad educativa mejorando el impacto y sostenibilidad de


los programas de prevención, con asesoramiento técnico y oportunidades para trabajar en
red.

Los programas, las estrategias y los recursos deben complementar y apoyar la actuación de
los docentes, consiguiendo resultados que contribuyan al mejoramiento a mediano y largo
plazo del entorno académico.

Principio 8. Los programas de prevención y sus resultados deben ser evaluados


periódicamente para que puedan probar su valor en aras de un mejoramiento continuo.

La sostenibilidad y mecanismos para la evaluación de desempeño, retroalimentación y


supervisión continua de los programas de prevención y gestión conseguirán que los
recursos humanos implicados en la problemática como los proporcionados para el apoyo y
materialización de los programas no se desperdicien, que no contemplen un atractivo
inmediato y superficial sino que contemplen criterios para conseguir resultados y cambios a
mediano y largo plazo que influyan y se consoliden en una generación de adultos.

Lo que debe contemplar, hablemos de contenidos

El programa de prevención debe tener muy en cuenta las características de la población; los
adolescentes están pasando de su edad de niñez a la adultez, todavía en desarrollo de sus
procesos mentales, apenas haciendo operaciones abstractas que influye en la forma que
analizan el mundo e iniciando en el pensamiento formal.

A su vez estimar los cambios biológicos y emocionales como la percepción, adaptación y


aceptación de su cuerpo, su nuevo rol y conflictos con los padres, las sensaciones e inicio
de la vida sexual, la búsqueda de su propio criterio entre la independencia y la dependencia
social y familiar, dificultades en las relaciones personales, la sensación invulnerabilidad, la
búsqueda y consolidación de la identidad, y toda la carga de ansiedad que conlleva estos
cambios, procesos que requieren orientación y apoyo.

También debe hacer hincapié por procesos educativos que contribuyan con la
consolidación de la autonomía y poder de decisión acorde a su edad y capacidad reflexiva,
las creencias de los adolescentes acerca de su capacidad y nivel de desempeño, de la
confianza en la propia competencia personal como elemento de empoderamiento, “El
empoderamiento aumenta la autoridad y el control personal sobre los recursos y las
decisiones que afectan a la propia vida” (Narayan, 2002).

El programa de prevención en las escuelas debe también tener en cuenta el análisis de la


situación actual del consumo inicial o experimental y recreativo, las necesidades

33
individuales y colectivas de los estudiantes, las creencias y percepciones frente al consumo
de las drogas, las aptitudes por desarrollar.

Los contenidos deben ser presentados y formulados de forma tal que desafíen a los
estudiantes, los lleven a reflexionar a un plano próximo cotidiano, respetando el grado de
desarrollo, que evidencien, visibilicen las alternativas para la socialización, recreación y
uso del tiempo libre, como las perturbaciones de la forma de vivir y costo individual,
familiar y social del consumo de sustancias psicoactivas.

Contemplar espacios de discusión para la desmitificación de creencias, propiciar procesos


cognitivos de análisis y posición crítica de información ante la presión y modelos
presentados por el contexto económico, publicitario mensajes de medios informativos sobre
el comportamiento de personas y de la sociedad en materia de salud.

En general, el programa de prevención debe propender por la promoción y desarrollo de


capacidades de decisión, habilidades sociales y comunicativas, competencias de
afrontamiento e inteligencia emocional, debe ser contextualizado y que responda a las
necesidades de la población, pensando en los adolescentes y sus familias, generando la
resignificación de las sustancias psicoactivas y el consumo, brindándoles habilidades para
la vida que les proporciones mayores oportunidades para enfrentar entre fenómeno.

Bibliografía

Acero, A, Moreno, G, Moreno, J, Sánchez, L (2002) y Asociación Deporte y Vida, La


Prevención de las drogodependencias en el tiempo de ocio. Madrid, Ed. JUMA.

Botvin, G. J (1995) Entrenamiento en habilidades para la vida y prevención del consumo de


drogas en adolescentes, consideraciones teóricas y hallazgos empíricos. New York.
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http://weill.cornell.edu/ipr/PDF/Botvin-1995-Psicologia.pdf

Fundación para las relaciones internacionales y el dialogo exterior FRIDE (2006), El


individuo como agente del cambio: El proceso de empoderamiento. Madrid. Recuperado el
08 de diciembre del 2013, de
http://www.fride.org/download/BGR_IndiviCamb_ESP_dic06.pdf

Hilari Andrés Blog Tira los muros (2012), El empoderamiento no es un destino, sino un
camino: empoderar a los individuos, empoderar a las comunidades. Recuperado el 17 de
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es-un-destino-sino.html

Ley 1098 de 2006, Código de la Infancia y la Adolescencia


Ley No. 1620 del 15 de marzo del 2013. Recuperado el 02 de diciembre del 20013
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L%2015%20DE%20MARZO%20DE%202013.pdf

34
Mokate, K, (1999), Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Internacional para el
Desarrollo Social INDES, Eficacia, eficiencia, equidad y sostenibilidad: ¿Qué queremos
decir?. Recuperado el 18 de diciembre de 2013, de
http://www.eclac.org/ilpes/noticias/paginas/9/37779/gover_2006_03_eficacia_eficiencia.pd
f

Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito Viena, (2004), Escuelas
Educación de base escolar para la prevención del uso indebido de drogas. New York.
Publicaciones de las Naciones Unidas

Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ministerio de la


Protección Social Colombia. Convenio “Fortalecimiento nacional y local para la reducción
del consumo de drogas en Colombia”, (2010) La prevención en manos de los jóvenes:
Herramientas pedagógicas en prevención del consumo de sustancias psicoactivas y
mitigación del impacto para líderes de organizaciones juveniles. Bogotá. Alvi Impresores
Ltda.

Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud, Unidad de


Salud del Niño y del Adolescente, DRAFT (2006), Descubriendo las voces de las
adolescentes, definición del empoderamiento desde la perspectiva de las adolescentes.
Recuperado el 16 de diciembre del 2013, de
http://www.nacer.udea.edu.co/pdf/adolescentes/ddescubriendolasvoces.pdf

35
El Tiempo de ocio de los Jóvenes También es un Espacio de
Prevención

Por Karol Tenorio

La situación social de los jóvenes en la actualidad, sus problemas y los retos que tienen
ante sí constituye un asunto de suma relevancia dada su vinculación activa a nivel socio-
cultural. Los jóvenes constituyen un grupo social único y diferente en sí mismo que
atraviesa todas las esferas del quehacer humano. Aquí se parte de que a través de la
comprensión de los problemas generales de los jóvenes es posible acceder a las cuestiones
particulares que los distinguen y afectan definiendo así dos vertientes que abordan un
panorama general de los problemas de la juventud actual
La primera, es el impulso de la juventud que busca un espacio en la sociedad a la que está
llegando; porque ser joven significa esencialmente estar en proceso de adquirir una visión
totalizadora del carácter de los problemas y de las oportunidades que para cada hombre
ofrece la actual sociedad. Ser joven, es una especie de búsqueda, de inquietud por
orientarse en la sociedad moderna a la que se está integrando y que para él resulta algo
desconocido.

La sensación de soledad, de abandono, de falta de cariño que se genera entre los jóvenes a
determinada edad, al pasar de la adolescencia a la juventud, y la falta de orientación dentro
del hogar constituye unas de las causas fundamentales que generan los problemas de los
jóvenes.

La juventud es entendida como una categoría social e histórica fruto de construcciones


discursivas y prácticas sociales que asignan hábitos, funciones y posibilidades de acceso a
determinados bienes materiales y simbólicos a un grupo etario en particular. Por lo tanto, la
juventud corresponde a un proceso de normalización y articulación de la edad social con la
edad biológica. Lo juvenil sería una condición subjetiva que comparten aquellos que
pertenecen a la categoría social denominada juventud, la cual se manifiesta a partir de la
incorporación y reproducción tanto de los discursos construidos como de las prácticas
asignadas a los sujetos naturalizados como jóvenes. No obstante, hay diferencias en los
modos de experimentar lo juvenil, así que no todos los jóvenes por el hecho de compartir
una etapa vital en particular son iguales o llevan a cabo las mismas experiencias.

En consecuencia la generación, la clase, el género, la raza y otras adscripciones identitarias


también determinan diferentes modos de experimentar la condición juvenil. los jóvenes son

36
los sujetos de transformación social por excelencia, pues de manera espontánea son quienes
se encargan de validar, negar y reconstruir los valores aprendidos en la familia y la escuela
núcleos de socialización primarios–, es decir, que cuando la rebeldía de la adolescencia los
lanza a renegociar estos valores en la calle, con los amigos, con la sociedad, y esa
reformulación valorativa regresa a casa para enfrentarse con los parámetros del hogar, están
transformando la familia que es la base de la sociedad
Retomando entonces la definición de lo que es ser joven, se puede decir que la condición de
juventud indica, en la sociedad actual, una manera particular de estar en la vida, donde el
tiempo libre y el ocio, recreación son los mecanismos que tienen el individuo para conocer
y ser aceptado en un grupo socio-cultural.

El tiempo libre, tiempo de ocio público-nocturno de tipo recreativo y festivo (fiesta) se le


conoce popularmente como “rumba” o “farra”. Es un espacio donde los jóvenes se reúne a
pasar el tiempo en compañía de amigos y amigas, y a consumir alcohol u otras sustancias
psicoactivas. Es un espacio de reunión, socialización e intercambio de emociones y
sensaciones.

De esta manera, la “rumba” o “farra” se consolida como un espacio de reconocimiento que


los jóvenes asumen y viven como propio y lo experimentan como una contraposición al
tiempo útil donde deben cumplir diversos deberes y roles que exigen cánones de
comportamiento, vestimenta y expresión oral y corporal determinados.

En el espacio de tiempo libre como tal, podemos diferenciar tres tipos de actividades:

1) Las ocupaciones personales no autotélicas, el tiempo libre estéril y, por supuesto, el


ocio.
2) Las ocupaciones no autotélicas son aquellas que el sujeto elige autónomamente,
pero que no tienen una finalidad en sí mismas ni su realización es
necesariamente placentera,
3) las actividades intencionalmente auto formativas, o el cultivo del cuerpo más allá
del estricto mantenimiento de la salud. La diferencia entre éstas y el ocio radica en
que pretenden la consecución de algo distinto a la simple satisfacción que produce
la actividad,

El tiempo libre estéril, tal como lo define Trilla, es un tiempo libre mal vivido: pasivo, tedio
so, aburrido y frustrante. Se identifica con un simple “pasar el rato” o “matar el tiempo”.
El ocio es, por tanto, una forma positiva de emplear el tiempo libre, que el sujeto elige
normalmente y después lleva efectivamente a la práctica.

De acuerdo con lo expuesto, el tiempo libre sería “el conjunto de períodos de tiempo de la
vida de un individuo en los que la persona se siente libre de determinaciones extrínsecas,
quedando con ello libre para emplear con un sentido de realización personal tales momento
de forma que le resulte posible llevar una vida verdaderamente humana” (Weber, 1969, p. 1
0).

37
El sociólogo francés Joffre Dumazedier define el ocio como: “El ocio es un conjunto de
ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamente voluntaria
tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales, para
descansar, para divertirse, para desarrollar su información o su formación desinteresada, o
para participar voluntariamente en la vida social de su comunidad .”

El ocio en el joven genera el deseo de libertad, de autonomía, de escapar al control de


Los padres, de probar y conocer los límites de las cosas, de pasar rápidamente por todo
tipo de vivencias, de interaccionar con sus iguales, de descubrir los desconocidos placeres
y de buscar signos de identificación en el mundo exterior.

De esta manera la juventud que anhela un deseo de libertad se enfrenta a diversas


situaciones generadoras de conflictos y en una sociedad incomprensiva, el joven
posiblemente no encuentra el medio adecuado para superar sus problemas y la mayor parte
de las veces encuentra lo contrario: el joven busca ser aceptado a nivel socio-cultural y
encuentra rechazo;. Busca entonces las soluciones aislacionistas, que dependen solamente
de él o de un pequeño círculo de amigos íntimos que cree que sí lo comprenden,
originando una vida problemática donde el consumo de S.P.A es la salida a la realidad
confusa que vive.

La juventud va en busca de grupos sociales que le brinde la respuesta a los interrogantes


vitales y presenta el desafío de tener un proyecto de vida, personal y comunitaria. Un
proyecto que dé sentido a su vida; que no la deje caer en un valor existencial, sino que le
permita lograr a plenitud su realización como persona. La juventud cuestiona todo, tiene un
espíritu de riesgo, de valentía y una capacidad creativa para responder a los cambios y
exigencias del mundo en que vive.

Es así, que la juventud aspira a mejorar siempre como signo de esperanza, gozo y felicidad.
Además, es sensible a los problemas sociales y exige autenticidad y veracidad. Rechaza con
rebeldía una sociedad invadida por la hipocresía y los antivalores. Pero con sentimientos de
dolor afirman que la sociedad actual está muy lejos de ser la sociedad en que tienen
derecho a vivir él y la joven de hoy. Actualmente, son muchos los y las jóvenes que son
víctima de: Un empobrecimiento y marginación social producto de la gran injusticia social.
Un rechazo ante sus conductas, motivadas quizás por los traumas psicológicos de ser hijos
e hijas de familias disfuncionales, un sistema educativo que no responde a sus inquietudes
ni llena sus expectativas. Un estado que no les proporciona estabilidad, seguridad e
incentivo para el futuro y una sociedad que posiblemente les propone la riqueza, el poder y
el placer como el camino mejor para “Vivir la Vida”.

Es así, que la juventud tiene el derecho a una sociedad mejor donde el consumo de s.p.a no
sea la salida a los diferentes problemas sociales e individuales que se presentan, el
consumo de sustancias psicoactivas ( s.p.a ) es una forma de comportamiento humano, que
adquiere importancia en la adolescencia, porque sus características biológicas, psicológicas
y sociales en pleno proceso de cambio, sumadas a factores dependientes del medio, la
hacen vulnerable al consumo. Los seres humanos en general y los adolescentes en
particular a través de su comportamiento buscan la adaptación a su medio, ensayando

38
conductas que en un primer momento pareciera que sirven y refuerzan, pero con el tiempo
se vuelven inadecuadas, inútiles y finalmente derivan en comportamientos poco saludables.

El uso indebido de drogas ilícitas constituyendo un verdadero problema de salud pública,


que motiva gran preocupación de los gobiernos que están buscando estrategias para
prevenir este flagelo destructor de la vida de los jóvenes. Las drogas o el consumo de
sustancias ilícitas es un tema que presenta múltiples artistas por tanto requiere ser abordado
de forma interdisciplinar desde los distintos campos del saber involucrados, evitando caer
en explicaciones simplistas o deterministas, aspectos como las diferentes subjetividades y
las condiciones en que ellas se producen marco ético y culturales conocimientos científicos
sociales disponible marco jurídico, condiciones socioeconómicas, entre otras, no puede ser
soslayado si se desea trabajar la problemática con la complejidad que exige.

De esta manera se desprende la necesidad de abordar el tema de la prevención


convirtiéndose en la estrategia que debe ser encarada con enfoque integral donde
intervienen muchos factores: social, económico, legal, comunicaciones, educación,
biológico, psicológico, espiritual e inmerso dentro de un contexto que es altamente
influyente en la salud integral del adolescente. La prevención básicamente tiene el
propósito de evitar la aparición de riesgos para la salud del individuo, de la familia y la
comunidad. Implica actuar para que un problema no aparezca o, en su caso, para disminuir
sus efectos. Prevenir es anticiparse, adelantarse, actuar para evitar que ocurra algo que no
queremos que pase, en este caso, que se consuman drogas ilícitas.

Es así que el prevenir es intentar evitar que el problema vaya a más y, en caso de existir
alguna situación de dependencia, ayudar a las personas a recibir tratamiento para superarla
y salir de ella. El objetivo de prevenir es lograr que un perjuicio eventual no se concrete.

Abordar el tema del consumo de s.p.a en jóvenes no sugiere solamente actualizar


información sobre este tema, sino discutir y dar lugar a aprendizajes más globales referidos
a formas alternativas de organizar las experiencias de un modo más saludable. Esto
compromete procesos a largo plazo, ya que incluye trabajo con valores, actitudes,
comportamientos. Se trata de la construcción de una cultura del cuidado, como la
instauración progresiva de reglas de juego que posibilitan una mejor calidad de vida
institucional es importante

Conocer la problemática de las drogas, fomentar la participación la debate en todos los


ámbitos, asumir y fomentar la asunción de un verdadero protagonismo, escuchar y tener en
cuenta las demandas de la comunidad, fomentar la autodeterminación y confianza en si
mismo. De esta manera se construye una movilización solidaria, creativa transformando
situaciones, la prevención debe ser un hecho cotidiano.

Según Martin (1995) en la prevención de la drogodependencia señala que es un proceso


activo de implementación de iniciativas tendentes a modificar y mejorar la formación
integral y la calidad de vida de los individuos Fomentando el autocontrol individual y la
resistencia ante la oferta de drogas. Existen 3 tipos de prevención, la universal: como
aquella que va dirigida a todos los adolescentes sin distinción; la selectiva, dirigida a un
39
subgrupo de adolescentes que tiene un riesgo mayor de ser consumidores que el promedio
de los adolescentes de su edad, y la indicada: como la que se dirige a un subgrupo concreto
de la comunidad constituido este por consumidores o por personas con problemas de
comportamiento, esto se dirige a individuos de alto riesgo (Becoña 1999)

Históricamente los programas de prevención se desarrollan básicamente desde un modelo


conceptual cuyo objetivo principal era la disminución de la oferta a la vez que se ofrecían
mecanismos que evitaran la exposición de la persona con más vulnerabilidad a variables de
alto riesgo. Con posterioridad a las experiencias basadas en estos modelos teóricos , se
puedo ver que la disminución de la oferta no resuelve de manera satisfactoria el problema,
toda vez que es el individuo quien decide en ultima instancia el consumir o no una
sustancia toxica, así las cosas, empiezan a contemplar la necesidad de abordar la forma
preventiva no solo la oferta de drogas, sino también la demanda, es así que se empieza a
implementar programas de prevención que pretenden modificar o eliminar además de los
factores de riesgo del entorno social y familiar , los que se encuentran en el propio
individuo. En esta línea las investigaciones han ido mostrando un grupo amplio de
variables individuales, interpersonales y ambientales que pueden influir en el grado de
vulnerabilidad de las personas para el uso o abuso de las drogas (Glantz y Pinckens, 1992 ,
Galafat 1999)

Es así que la prevención radica en manejar y gestionar los riesgos a través de estrategias
para evitar que los riesgos se manifiesten a nivel individual en la salud, la calidad de vida, y
el bienestar de los individuos, las familias y la comunidad.

Bibliografía

Acero, A, Moreno, G, Moreno, J, Sánchez, L (2002) y Asociación Deporte y Vida, La


Prevención de las drogodependencias en el tiempo de ocio. Madrid, Ed. JUMA.

ARRABAL, A. ‐ CABELLO, C.(1992) Adolescentes de un barrio. Ocio y Tiempo


Libre en Carabanchel. Madrid, Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad de
Madrid,

Documento: Prevención del consumo, problemas de drogas, ministerio de educación


Nacional, Bogotá Colombia (2010)

40
Prevención desde las instituciones: articulación de la propuesta
con otros servicios de prevención gubernamentales.

Por: Jenny A. López

Pensar en el diseño e implementación de una estrategia en prevención de consumos de


sustancias psicoactivas, implica revisar el “estado del arte” de los trabajo en prevención que
se puedan estar realizando en el contexto desde las instituciones publicas-gubernamentales,
esto con el fin de valuar su impacto, sus puntos fuertes y débiles y determinar de que
manera podría se mejorada y como podrida articularse a una eventual propuesta.

En este apartado se cita la Política Pública Nacional de Prevención y Atención a la


Adicción de Sustancias Psicoactivas en la que se enmarcan los proyectos públicos y de
entidades no gubernamentales en torno a la prevención y atención del consumo de SPA.
De igual forma se revisan algunos de los programas y proyectos nacionales y regionales
diseñados para tal fin.

En el Fortalecimiento nacional y local para la reducción del consumo de drogas en


Colombia, El Gobierno Nacional en el marco de la Política Pública Nacional de Prevención
y Atención a la Adicción de Sustancias Psicoactivas, en el año 2004 decide delegar al
Ministerio de la Protección Social la responsabilidad sobre el tema de reducción del
consumo de drogas, específicamente en la Dirección General de Salud Pública. La Ley
1566 es la ley "POR LA CUAL SE DICTAN NORMAS PARA GARANTIZAR LA
ATENCIÓN INTEGRAL A PERSONAS QUE CONSUMEN SUSTANCIAS
PSICOACTIVAS y SE CREA EL PREMIO NACIONAL "ENTIDAD COMPROMETIDA
CON LA PREVENCIÓN DEL CONSUMO, ABUSO Y ADICCIÓN A SUSTANCIAS
PSICOACTIVAS"

La Ley 1566, reconoce en su Artículo 1° “que el consumo, abuso y adicción a sustancias


psicoactivas, lícitas o ilícitas es un asunto de salud pública y bienestar de la familia, la
comunidad y los individuos. Por lo tanto, el abuso y la adicción deberán ser tratados como
una enfermedad que requiere atención integral por parte del Estado, conforme a la
normatividad vigente y las Políticas Públicas Nacionales en Salud Mental y para la
Reducción del Consumo de Sustancias Psicoactivas y su Impacto, adoptadas por el
Ministerio de Salud y Protección Social”.

41
Y es en el Artículo 6° de la misma Ley donde se establece la implementación de
“Promoción de la salud y prevención del consumo” donde se “formulará líneas de política,
estrategias, programas, acciones y procedimientos integrales para prevenir el consumo,
abuso y adicción a las sustancias mencionadas en el artículo 10 de la presente ley, que
asegure un ambiente y un estilo de vida saludable, impulsando y fomentando el desarrollo
de programas de prevención, tratamiento y control del consumo, abuso y adicción a
sustancias psicoactivas, lícitas o ilícitas al interior del lugar de trabajo, las cuales serán
implementadas por las Administradoras de Riesgos Profesionales.

Las Entidades Administradoras de Planes de Beneficios y las entidades territoriales deben


cumplir con la obligación de desarrollar acciones de promoción y prevención frente al
consumo, abuso y adicción a sustancias psicoactivas, en el marco del Plan Nacional de
Salud Pública, Plan Decenal de Salud Pública, Planes Territoriales de Salud y Plan de
Intervenciones Colectivas y demás políticas públicas señaladas en la presente ley.

Tales acciones de promoción y prevención requerirán para su construcción e


implementación la participación activa de todos los sectores productivos, educativos y
comunitarios en las respectivas entidades territoriales.”

Bajo el marco de la Política Pública Nacional de Prevención y Atención a la adicción de


sustancias psicoactivas y la Ley 1566 se revisan la buenas prácticas de diferentes
instituciones gubernamentales y no gubernamentales:

1. Intervenciones desde el instituto Colombiano de Bienestar Familiar, La Dirección de


Protección Subdirección de responsabilidad penal.

“Esta Guía pretende ser un material de consulta y apropiación del Sistema de


Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA), especialmente para los operadores y
para quienes hacen parte del Sistema. Esta herramienta pedagógica fue diseñada para
fortalecer las competencias de los servidores públicos, agentes del Sistema Nacional de
Bienestar Familiar, del SRPA, , entre otros, para la comprensión del fenómeno de la
delincuencia juvenil y de los retos asumidos a partir de la Ley 1098/06 que expidió el
Código de Infancia y Adolescencia ajustando el sistema de justicia juvenil en Colombia a
los instrumentos internacionales.”
A través de esta publicación los operadores del SRPA pueden conocer el alcance de sus
responsabilidades en materia de justicia restaurativa y se espera contribuya a que dicho
Sistema se aplique con mayor fidelidad a sus principios.
Esta Guía es posible gracias al trabajo conjunto del Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar (ICBF), el Departamento Nacional de Planeación, la Agencia de Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional (USAID) y la OIM. Año: 2013.”

42
La Guía SRPA Consta de 6 Módulos:

- Punto de Partida del SRPA

- El ABC para el SRPA 1: Enumera los principios, normas, procedimientos,


autoridades judiciales especializadas y entes administrativos que rigen o
intervienen en juzgamiento de delitos cometidos por adolescentes
- : enfatiza en los adolescentes penalmente responsables, sus derechos, el
proceso judicial para ellos, enmarcado en su especialidad y finalidad
protectora, y las diferencias con el que se aplica a los adultos.
- La Familia en el SRPA 3: Habla de la familia, su diversidad y el rol que
cumple tanto en la sociedad como en el SRPA, al igual que sus derechos,
obligaciones y responsabilidades en la aplicación del mismo.
- Justicia Restaurativa, victimas y Sociedad en el SRPA 4: Aborda el tema de
justicia restaurativa, las víctimas y el papel de la sociedad en el SRPA. Explica,
entre otros aspectos, qué es la justicia restaurativa y qué sucede cuando la
víctima es una niña, un niño o un adolescente.
- Instituciones del SRPA 5: Se centra en las instituciones que conforman el SRPA.
Señala a grosso modo cada uno de los procesos que convergen en función de la
protección integral del adolescente y la garantía de sus derechos

2. El Ministerio de Salud Y Protección Social en su programa de Prevención del


consumo de tabaco, alcohol y drogas

“Tiene como objetivo fortalecer la capacidad de respuesta territorial para la prevención y la


atención temprana, oportuna e integral del consumo de sustancias psicoactivas* en los
grupos prioritarios y de mayor vulnerabilidad.
Transformar las representaciones e imaginarios sociales y culturales y los estilos de vida
que promueven el consumo, el abuso y el uso problemático de alcohol y otras SPA
Trabajar con Población escolarizada de 5 – 18 años; población no escolarizada trabajadora
y no trabajadora de 7-18 años; población universitaria y adolescentes en conflicto con la ley
y en medida de protección

Actividades propuestas

 Desarrollar una estrategia de comunicación para el cambio de comportamiento y de


movilización social con enfoque diferencial con énfasis en tabaco, alcohol y drogas de
mayor demanda.
 Implementar una estrategia de vigilancia, movilización y el control social frente al
expendio y abuso de alcohol y tabaco.
 Implementar una estrategia de mejoramiento de escenarios de ocio y esparcimiento y
promoción de alternativas de uso productivo del tiempo libre con enfoque participativo y
diferencial.

43
 Desarrollar el Módulo de Orientaciones Pedagógicas desarrollado entre el Minsalud y la
entidad territorial para la promoción de estilos de vida saludables.
 Trabajar en estrategias de promoción de la inclusión social y de fortalecimiento de
liderazgos y redes juveniles a través de: formación y apoyo a emprendimientos y
fortalecimiento de organizaciones juveniles
 Implementar el programa de formación de formadores en la estrategia "Familias Fuertes" y
llegar a las familias a través de cajas de compensación, escuela, universidades, redes
comunitarias, entre otras.
 Proponer e implementar el modelo de Inclusión Social en el ámbito escolar y comunitario a
través de las Zonas de Orientación Escolar (ZOE) y centros de escucha comunitaria (CE).
 Capacitar al personal de salud de la red pública de prestadores en tamizaje, intervención
breve y entrevista motivacional para su implementación rutinaria en contacto con usuarios
de los servicios.”

2.1 El Modelo de Zonas de Orientación Escolar (ZOE)

“Una Zona de Orientación Escolar es un espacio relacional y en ocasiones físico en donde


se establecen servicios y acciones de acogida, escucha activa, acompañamiento, atención,
asistencia, terapia, formación y capacitación orientados a los miembros de la comunidad
educativa con el propósito de reducir la exclusión social y la deserción escolar, mejorar la
calidad de vida de los actores que la integran y de prevenir situaciones de vulnerabilidad.
Integra en su funcionamiento a diversos actores pertenecientes a la comunidad educativa, a
las redes institucionales y los miembros de la comunidad local que la rodea. Se fundamenta
en la formación e investigación en la acción, la participación social y los derechos humanos

Objetivo General
Fortalecer la comunidad educativa y sus redes para prevenir los riesgos de exclusión y
estigma social de las personas que han usado o usan sustancias sicoactivas (SPA) y/o están
afectadas por problemáticas asociadas al consumo, y para mitigar el impacto, reduciendo la
vulnerabilidad a sufrir riesgos y daños continuos, evitables y prevenibles de las personas, la
familia y la comunidad.

Objetivos Específicos
o Dar respuestas oportunas e integrales que incluyan la prevención del consumo de SPA y la
atención de las personas, las familias y los grupos que se encuentren afectados.
o Incrementar las competencias de los actores de la comunidad educativa para prevenir,
acoger, escuchar, mediar, organizar, canalizar, acompañar, construir seguridad y formar a
las personas, los grupos, las familias y la comunidad.
o Desarrollar un trabajo en red que involucre a los actores sociales internos y externos a la
comunidad educativa de manera que pueda darse respuesta a los problemas, necesidades y
demandas que manifiestan las personas, los grupos, las familias y la comunidad.
o Ofrecer herramientas a la población de directivos, administrativos, padres de familia,
estudiantes, docentes y líderes comunitarios que propicien la motivación y participación
activa en los procesos de prevención y de mitigación.

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o Incidir en el cambio de las percepciones, actitudes y comportamientos frente al consumo y
a los consumidores SPA para fortalecer los procesos de inclusión y disminución del
estigma social.
o Adoptar dentro del Proyecto Educativo Institucional (PEI) la estrategia de Zonas de
Orientación Escolar.”

2.2 Centros de Escucha y Acogida Comunitaria

“Una opción de organización de la escucha comunitaria para afrontar la salud mental, el


consumo de sustancias psicoactivas y problemáticas asociadas, y generar opciones de
respuesta con presencia de los actores comunitarios y las redes de recursos.

Un centro de escucha es un servicio (equipo, programa operativo, recursos para la


operación, sede operativa y territorio de trabajo, etcétera) de bajo umbral de acceso para la
escucha inmediata, la orientación, acompañamiento y derivación. El objetivo de un centro
de escucha es dar una respuesta inmediata demandas y necesidades procedentes de la
población de una comunidad local gravemente excluida y en particular de los miembros del
grupo de interés (target). Un centro de escucha puede constituir la fase final de un proceso
de prevención primaria. Entre los pasos esenciales para su construcción se encuentran: la
realización de acciones de prevención primaria y de enganche, la elaboración de un
diagnóstico comunitario (SiDiEs), la construcción de una red de líderes de opinión, la
construcción de un equipo de trabajo y una red operativa, la construcción de una red de
recursos comunitarios e institucionales (p. 109, Efrem Milanese, Tratamiento Comunitario
de las Adicciones y de las Consecuencias de la Exclusión Grave – Manual de trabajo para
el operador, Plaza y Valdés Editores, México 2009).”

2.3 Servicios Amigables en Salud para Jóvenes

El Ministerio de la Protección Social, con el apoyo del UNFPA, se


encuentra implementando el modelo para la implementación de Servicios de Salud
Amigables para adolescentes y jóvenes, impulsado desde el 2008 en todo el territorio
nacional.

Objetivo del modelo

Adecuar los servicios de salud a las necesidades y realidades de adolescentes y jóvenes, con
el fin de contribuir a que tomen decisiones protectoras de su salud y generadoras de
bienestar, incluyendo de manera especial las decisiones en torno a la vivencia de su
sexualidad.

Características de los Servicios amigables

Reconocen a adolescentes y jóvenes como sujetos de derechos y propenden por su salud


sexual y reproductiva, asumiéndola como un estado integral de bienestar físico,
mental, espiritual y social.

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Las instituciones de salud se vuelven "amigables" cuando se convierten en espacios de
información, orientación y atención de calidad, construidos con la participación de los y
las jóvenes de acuerdo a sus realidades, vivencias y expectativas.

Cuando se organizan servicios de salud amigables:


 Adolescentes y jóvenes hacen uso activo de los servicios de salud y tienen acceso a
atención de calidad, a partir de la cual toman decisiones informadas sobre su sexualidad.
 Los servicios de salud ofrecen atención diferenciada y confiable, y dan prioridad a la
satisfacción de las necesidades de adolescentes y jóvenes.
 Los procesos administrativos en dichos servicios, facilitan el cuidado de la salud y
propenden por el bienestar de adolescentes y jóvenes.
 La institución de salud se convierte en un agente transformador de su entorno, promoviendo
cambios sociales tendientes al mejoramiento de la calidad de vida de la población.
 Los gobernantes toman decisiones para responder a las necesidades de adolescentes y
jóvenes y al contexto en que viven.

Líneas de acción

1) Sensibilización a las autoridades de las entidades territoriales, comprometiéndolas a la


realización de un diagnóstico de los servicios de salud para adolescentes en su región.
2) Capacitación a los profesionales de los equipos de salud de cada una de las
direcciones territoriales, con participación de las EPS e IPS.
3) Revisión y aplicación de los marcos normativos de salud, rutas de gestión y
prestación.
4) Elaboración y difusión de material informativo y educativo para prestadores de
servicios y adolescentes.
5) Asesoría para la organización de los servicios amigables y el cumplimiento del
sistema obligatorio de garantía de la calidad.
6) Fomento de la participación social de adolescentes.

Avances en los servicios amigables

Actualmente, Colombia cuenta con cerca de 1000 servicios amigables para adolescentes y
jóvenes en todo el territorio nacional, en su mayoría ubicados en la red pública de servicios
de salud.

Los horarios de atención de estos servicios se adecúan a los horarios en los que
adolescentes y jóvenes pueden acudir al servicio. Las consultas y procedimientos
realizados a adolescentes mayores de 14 años pueden ser solicitados sin el consentimiento
de sus padres y madres.

Se ofrecen servicios de: Asesoría en salud sexual y reproductiva, métodos anticonceptivos,


anticoncepción de emergencia, y asesoría en prueba de VIH.

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¿Qué se ha logrado?

 Aumento del número de usuarios para consulta de detección de alteraciones del joven,
planificación familiar y asesoría en salud sexual y reproductiva.
 Se han venido fortaleciendo las acciones de planificación familiar con los métodos
modernos.
 Aumento de oferta de la prueba voluntaria para VIH en la población de 15 – 49 años.
 Personal de salud capacitado, calificado, empoderado y comprometido con una atención de
calidad y calidez para adolescentes y jóvenes.
 Más de 90 escuelas de básica secundaria beneficiadas con los servicios amigables para
adolescentes y jóvenes, a través de una coordinación con el Programa nacional de
Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía.”

3. Cali actuando Frente a las Drogas Plan de Prevención, Atención y Control de


Sustancias PsicoActivas

Dentro del Plan de Desarrollo de la Ciudad del año 2008-2011 y como Iniciativa de la
Secretaría de Salud Pública Municipal de Santiago de Cali y con la convocatoria conjunta
de las Secretarías de Gobierno Seguridad y Convivencia Municipal y Educación Municipal
se hizo posible el diseño del Plan de Reducción del Consumo de Sustancias Psicoactivas
para Santiago de Cali.

Objetivos de “Cali actuando frente a las drogas”

1. Prevenir el inicio y el uso interesa exigencias legales e ilegales.


2. Ofrecer una respuesta integral para la atención de la problemática del consumo
3. desarrollar acciones de control de prácticas y lugares de expendio y consumo
desustancias y psicoactivas legales e ilegales.
4. Promover la cultura de la legalidad
5. promover la reducción del consumo del tabaco y las bebidas alcohólicas en menores de
edad.

Ejes del macroproyecto

Servicios
1. Alternativas educativas, lúdicas, deportivas, culturales y productivas para la prevención
del consumo y el expendio de sustancias psicoactivas.
2. Convenios interinstitucionales (con el departamento para tema de atención y
rehabilitación): Secretaria de Salud Departamental- CADS

Procesos
1. Reactivación del Comité de SPA y unidades de gestión
2. Desarrollo de un sistema de información sobre la situación del consumo y expendio de
sustancias psicoactivas, articulado al observatorio social (incluye desarrollo del VESPA).
3. Sistema de alertas tempranas en instituciones educativas.
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4. Estrategias de información, educación y comunicación para prevenir y mitigar
(reducción de riesgo y daños) del consumo y expendio de sustancias psicoactivas legales e
ilegales.
5. Redes de apoyo comunitaria (prevención mitigación y atención)
6. Implementación de modelo de inclusión social a personas consumidoras
7. Sistema de control del consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales
8. Promoción de alianzas con empresas privadas
9. Desarrollar una semana de la prevención de consumo de spa ( No se baja prevalencia con
esta actividad)

Sus Metas para año 2011 fueron

- Disminuir del 8 % al 5 % la prevalencia del consumo de las spa ilegales de menores de 10


a 18 años.
- Disminuir el 10% de muertes violentas asociadas al consumo de sustancias psicoactivas

4. Buenas Prácticas de Instituciones No Gubernamentales

“Los proyectos: “Distrito de Paz” y “Desaprendizaje de la Violencia”, adelantados por las


Corporaciones Caminos y Juan Bosco respectivamente y que se han convertido en pilares
del desarrollo de procesos sociales juveniles en la ciudad y de las intervenciones alrededor
de la prevención de las violencias y de los fenómenos asociados a éstas.

En el caso particular del proyecto “Desaprendizaje de la Violencia”, la implementación del


modelo pedagógico “Educar en la calle”, por sus características metodológicas, ha
permitido establecer correlaciones relevantes en la relación: conductas violentas y consumo
de sustancias psicoactivas en la población infantil y adolescente participante del proyecto,
con la consecuente incidencia en las relaciones familiares y sociales.”

Generaron la realización del conversatorio “Estrategias para una Política Pública sobre el
manejo del consumo de sustancias psicoactivas En la ciudad de Cal” en unión con la
Alcaldía de Santiago de Cali a través de la Secretaría de Gobierno, Convivencia y
Seguridad Ciudadana. La Corporación Juan Bosco y la intervención de la Regional del
ICBF Valle del Cauca, La Consejería Municipal de Paz, La Secretaría de Salud Municipal.

Conclusiones

Es evidente el esmero en el diseño e implementación de proyectos y programas nacionales


y regionales, que de manera transversal intentan abarcar la problemática de consumo de
sustancias psicoactivas y como meta lograr su prevención. No obstante, en el interactuar e
intercambio directo con los adolescentes en las instituciones y lo arrojado en la
caracterización realizada dentro en el presente proyecto, se encuentra que:

- Los jóvenes no tienen acceso permanente ni constante a asesorías y/o acompañamiento


psicológicos en las instituciones educativas que les permitan trascender las particularidades
que pudiesen llegar a desencadenar en consumo de SPA.
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- Los programas de prevención de consumo de SPA nacionales y regionales no logran
permear de manera directa y contundente a los adolescentes y jóvenes en las instituciones
públicas -Se perciben como campañas.

- Se hace necesario reforzar el impacto de la Prevención y Atención a la Adicción de


Sustancias Psicoactivas desde lo formativo en las instituciones educativas, como filosofía y
estilo de vida, lo que conlleva a la necesidad de ampliar la integralidad de la educación con
profesionales de la salud que orienten al adolescente al fortalecimiento de su identidad
física, emocional, familiar y social.

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Conclusiones Generales

En este trabajo se ha pretendido realizar un primer esbozo de una estrategia conjunta y


sostenible para la intervención en prevención del consumo experimental y recreativo de
sustancias psicoactivas. Como se ha podido observar como estrategia de prevención de han
marcados dos grandes contextos, el educativo y el tiempo libre de los jóvenes, si bien
dichos contextos han sido en los que generalmente se han realizados las intervenciones
algo ha ido fallando en dichas intervenciones pues en los resultados del estudio
presentados se evidencio que los jóvenes consideran que en las instituciones educativas
pocos elementos se les brindan para el manejo de las situaciones relacionadas con
sustancias psicoactivas.

En segunda instancia, Se ha planteado una estrategia con una perspectiva teórica


enmarcada en el desarrollo de competencias sociales y desarrollo de la inteligencia
emocional. Se ha considerado que una intervención en esta problemática se podrida ver
ampliamente beneficiada de este modelo, los mismos resultados de investigación muestran
que los jóvenes llegan en muchos casos al consumo experimental, o usan las drogas de
manera recreativa, en el primer caso buscando sensaciones aceptación, o buscando generar
algún tipo de emoción positiva, en el segundo de los casos tienden a mostrar incapacidad
de generar bienestar en diversas situaciones si es consumiendo y en muchas ocasiones
justifican su uso a partir de una frustración de cualquier índole. En relación a estas
problemáticas y el papel de la escuela en ella el filosofo Mathieu Ricard pregunta: “¿Que
esperamos cuando educamos a los niños? Convertirlos en seres humanos buenos, personas
que sean felices en la vida, que no sean violentas, que no estén deprimidas y se suiciden
¿Acaso basta con desarrollar su inteligencia y llenarles la cabeza de información sin
desarrollar ninguna cualidad humana?” Interesante reflexión que nos permite darnos cuenta
hasta donde no se le ha dado una dimensión significativa a al educación en nuestro en
contexto y como misconcepciones sobre el papel de la educación en las problemáticas
sociales en las que nos atañen son determinantes. Puesto que, educar no es solamente una
preparación en conocimiento frente labres técnicas, es ante todo poder brindar elementos
que permitan al joven sortearse en diferentes situaciones y contextos de la vida, y al
pareces estamos lejos de tener una educación no solo académicamente buena sino
ontológicamente aceptable.

Por ultimo, si bien este trabajo no detalla de manera metodológica a puesta en práctica de
esta estrategia hay que recordar dos cosas. En primer lugar, el presente trabajo es un primer
documento de esta estrategia y por las condiciones del trabajo y envergadura no es posible
profundizarlas en el tiempo establecido. En segunda instancia, la conformación de una
estrategia solida es un proceso de años en el cual debe incluirse la experimentación, la
corrección a partir de los errores, la sostenibidad y fuerte componente académico. Esto si
queremos llegar a un verdadero impacto social y no quedarnos en la mera repetición de
información.

Santiago de Cali Diciembre 2013

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