—Hola, Goofy. ¿Qué (e pasa a Donald? Tiene —¡Goofy, Mickey! ¡Qué alegría verlos!

Estoy bien,
muy mal aspecto. aunque me duele un poco e| estómago. ¿Será
—Es cierto, Mickey; será mejor que |e por algo que he comido?
preguntemos. ¡Donald! ¡Donald! ¿Te sientes bien? —Eso depende, Donald. ¿Qué has almorzado?

ÍSm mi
«fe.-
•—Lo de siempre, Mickey. Un bife con mucha sal, una
enorme fuente de papas fritas y una botella grande
de gaseosa. Antes había comido algunas golosinas...
—¿Qué tantas?
—yo diría que muchas, Goofy.
—Me extraña que aún puedas estar de pie,
Donald. Mucha sal, mucho azúcar y mucha
fritura significa poco alimento y poca salud. Si te
alimentas mejor, tendrás más energía.
—¿Qué recomiendas, Mickey?
—Vayamos a ver a Minnie, con ella seleccionaremos
para ti los mejores vegetales de su huerta.
—¡Hola, Donald! Si me ayudas a cultivar, tendr|
más y mejores vegetales para que comamos
todos... ¿Qué te parece la ¡dea?
—Me parece una muy mala ¡dea. Trabajar en la
huerta es a g o tá 8 I Minnie . Prefiero dormir la
siesta o mirar televisión... ¡Sí! ¡Eso me gusta!
—¿Acaso no sabes que e| ejercicio es bueno
para la salud, Donald?
¡Hago deporte una vez al mes!
¿Qué deporte practicas?
Uno muy extraño; se llama “saltar con grillos”.
¿Haces ejercicio sólo una vez al mes?
Claro, aunque no todos los meses. ¡Es agotador!
—¡Donald! Si no mejoras tu alimentación, tus
costumbres y tu higiene personal, nunca te
sentirás bien...
—-Mickey tiene razón, Donald. y sentirse bien
es e| primer paso para ser feliz. ¿No crees?