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Diccionario

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Diccionario

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Tomo I: A - G
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Diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas (s. XX) / dirigido por Rocco
Carbone y Marcela Croce - 1a. ed. - Buenos Aires: El 8vo. loco, 2010.
640 pp.; 23x16 cms (Pingüe Patrimonio; 5)

ISBN 978-987-24885-7-4

1. Literatura. Diccionarios. I. Carbone, Rocco, dir. II. Croce, Marcela, dir.


CDD 803

Hecho con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes.


Proyecto ganador de una beca grupal (2008-2009).

Diseño de tapa e interiores:


LU - grafica@el8voloco.com.ar

© 2010, El 8vo. loco ediciones


Buenos Aires | Argentina

www.el8voloco.com.ar
info@el8voloco.com.ar

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723


Impreso en Argentina - Printed in Argentina
Preámbulo

Vos también la tenés bien adentro.


Dios

Boris negó con la cabeza y prefirió pasar. Era el primero de lo que se convertiría
en una larga lista, que en ese momento todavía éramos incapaces de presentir.
Salimos de La Paz enardecidos, incapaces de comprender cómo nuestro entu-
siasmo no había alcanzado para convencerlo. El tano encendió un cigarrillo y
dejó vagar su mirada por el malón de autos que, encauzados por las veredas de
Corrientes, derrapaban hacia el río. Intentaba mensurar las implicancias de la
negativa y a la vez discernir rápidamente cuáles eran las tareas que había que
acometer –y en qué orden– para poder lanzarse al vacío. Los árboles, azuzados
por una primavera encabalgada sobre tibios vientos húmedos, provocaban los
pulmones del tano a fuerza de polen. Su asma respondía solícita a los requiebros
de la naturaleza y la tos apenas le permitía fumar el L&M rojo que acababa de
encender.
La cuestión era así: estaba la Enciclopedia compilada por Orgambide y Yahni
en 1970, último intento colectivo de organizar y delimitar un canon de la literatu-
ra argentina. Luego, intemperie. Deseos aislados de sistematización (Aira, Cella,
Prieto), pero nunca más una aventura multitudinaria, colectiva, que nos pensara
desde la dimensión plural, que reflexionara coralmente acerca de quiénes somos,
cómo somos y por qué.
El no de Boris había sido categórico. La vejez, la excusa. Pero la cancha
era campo abierto para quien tuviera ganas de ensuciarse. Hicimos un veloz
inventario: no teníamos dinero ni tiempo (éramos, a fin de cuentas, marionetas
de oficina), tampoco la estructura necesaria para llevar adelante un proyecto de
envergadura semejante. Nadie lo había intentado en más de treinta años, ni los
sellos chicos, ni los medianos, ni los grandes, ni los multinacionales. La causa

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diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas (s. xx)

era obvia: era demasiado en todo sentido. Demasiado trabajo, demasiado dinero,
demasiada gente, problemas, tiempo.
Un diccionario es un mapa, un recorte de la realidad, el producto de una
subjetividad (o de un conjunto de ellas), la compaginación sintética de una
Weltanschauung, una manera de entender el mundo. En un medio regulado por
estrategias de mercadotecnia y éxitos de venta, por la búsqueda incesante del
lucro, proponer un canon compaginado a partir de otros valores (marginales:
la calidad, la particularidad, la no universalidad, la dificultad de decodificación,
la incomodidad, lo grotesco) se nos presentó como la oportunidad perfecta
para indagar acerca de la identidad rioplatense.1 En el origen, dos hipótesis se
nos presentaron como fundamentales: somos hijos de la mezcla (consecuencia
directa de la política inmigratoria instrumentada por la clase gobernante a partir
de 1880) y la ficción es el lugar de confluencia y salvaguarda de las problemáticas
históricas mayores que han atravesado el continente a lo largo de los años; razón
por la cual, el interés de su indagación excede el ámbito de la literatura, bañando
las costas de la historia.
Entretejer un diccionario nos dio la posibilidad de detenernos en cómo
se construye un canon, cuáles son las instituciones que hoy en día legitiman a
autores y obras y a partir de qué mecanismos. En definitiva, la posibilidad de
mezclar y dar de nuevo, independizándonos de las opresivas exigencias del mer-
cado. Resistiéndolas, desde la conciencia de que sólo pensando el margen desde
el margen se arriba a conclusiones acordes con el contorno que las ve nacer y,
en este sentido, útiles para pensar la realidad que nos toca vivir, que moldeamos
día a día, entre todos.
No era que solos no pudiéramos –aunque esto también era cierto–, sino que
lo interesante del caso era convocar, conformar, un grupo amplio y heterogéneo
que funcionara de manera coordinada, potenciando lo que cualquier diálogo
tiene de mejor: las disidencias. Lo primero, entonces, era construir un objeto
de estudio abordable en un período de tiempo razonable. Si nos enfocamos en
la literatura argentina del siglo XX –elucubró el tano haciendo desaparecer la
colilla debajo de su pie–, ahí ya nos evitamos trescientas páginas de gauchesca
y literatura colonial. Los románticos también, apunté yo, Mansilla y Sarmiento,
Alberdi, Echeverría y el resto de la caterva del 37. A pasos del Teatro San Martín,
chusmeando artesanías y masticando garrapiñada crocante y todavía caliente,
imaginamos un volumen proteico, amigable para el lector curioso que se acercara
en busca de información, independientemente de su clase, edad o nivel de estu-
dios. Ni pedante ni básico: equilibrado. Ojo, hay que incluir también a la crítica
–puntualizó el tano encendiendo otro pucho–: Olivari es él y su crítica, que por
cierto es poca.
La literatura argentina actual tiene una proa y su mascarón es Borges. Esto
no se debe tanto a valores intrínsecos de sus obras como a la construcción que
1.  Evito hablar de “identidad argentina” para no resultar desmedidamente optimista.

•8•
Preámbulo

sobre ellas –y también sobre su autor– se ha hecho desde el mercado, fundamen-


talmente. Dos años después del Centenario, Leopoldo Lugones se afanaba por
construir la cualidad de poema nacional del Martín Fierro, tejiendo una alianza
tan absurda como simbólicamente perfecta entre la ya por entonces diezmada
“raza gaucha” y la haute porteña, élite vacuna y terrateniente, a través del ingre-
diente hispánico supuestamente presente en entrambos, como se dice allende el
océano. Su objetivo: otorgarle herramientas simbólicas a su clase para enfrentar
a la plebe ultramarina que llegaba con aspiraciones de participar en la toma de
decisiones de la sociedad de la cual pasaban a formar parte. Cien años después,
ya en el Bicentenario, editoriales multinacionales construyen la excepcionalidad
de J.L. Borges y su literatura con fines aun más egoístas que los de Lugones (al
fin, un intelectual funcional a su clase): el lucro privado, infinito, devastador. Así
como La Forestal arrasó con el quebracho colorado entre 1900 y 1963, dejando
detrás suyo –luego de su partida rumbo a la más “ventajosa” África– pura defo-
restación y miseria, los conglomerados editoriales multinacionales trabajan ince-
santemente para imponer el escritor-marca, uno reconocible para todos, lectores
o no, seguidores de la literatura o del fútbol. Un nombre equivalente a un rostro
(la adusta vejez de Borges se perpetuó junto a su bastón y sus manos cruzadas),
vendible más allá de su literatura. Independientemente de ella. Porque no se trata
aquí sólo del chiquitaje –la venta al público, que de todas formas tampoco se
descuida–, sino de masivas compras por parte de múltiples instituciones estata-
les (ministerios, secretarías, comisiones, universidades) y privadas, de la venta de
derechos en euros y dólares, de llegar a la ansiada punta del iceberg: el best seller.
A toda la cadena de producción le conviene simplificar el panorama cultural de-
trás de una sola figura: un solo autor (o un puñado muy reducido de ellos) que
promover en el exterior como el escritor argentino (Borges), el escritor argentino
inclasificable (Aira), el joven escritor argentino (Kohan), el escritor marginal
(Lamborghini). Oscurecidas por el cono de sombra de ese artículo temible tan
cargado de sentido, cientos de problemáticas, de diversidades, se pierden en pos
de una unicidad que ahorra gastos de promoción y multiplica ganancias. Como
la gota que orada la roca, la foto y el nombre del autor se repiten ad infinitum, en
una multiplicación monstruosa que Borges supo presentir en una de sus mejores
ficciones. Ambas se independizan del producto literario (de la literatura) para
cargarse de sentido en sí mismas. Y ya en este punto, da lo mismo el rostro de
Borges, el de Andahazi, el de Link, Sarlo o Coetzee: en un mercado global, en el
que todo tiene precio y resulta intercambiable, esta acotada serie de estampitas
culturales circulan de manera incesante, significantes equivalentes cuyo significa-
do es: cultura. ¿Quién lee a Borges? Sin embargo, todos lo tenemos chupando
polvo en la biblioteca. Tener a Borges en algún anaquel limpia, fija y da esplendor:
como las Nike compradas en La Salada, el mercado editorial nos ha convencido
de que literatura y sociedad se rigen por el mismo set de pautas: desde las jóve-
nes autoras que posan en corpiño (porque pueden, porque tienen todo donde

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diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas (s. xx)

debe ser) hasta los escritores medianamente consagrados que confiesan con
gozo sus “manías” en el vestir, intuyendo que eso los va a individualizar con un
toque de excentricidad aceptable, dosificación justa para el lector de suplemen-
tos dominicales. ¿Dónde ha quedado –en este contexto– la rebeldía de Mariani
(que fue nuestro, hijo del Río de la Plata), capaz de tildar no a uno, sino a toda
una pandilla, de putos fascistas para luego firmar con prolijidad al pie, con su
nombre y apellido?
Los medios masivos de comunicación son, como es lógico, parte de esta car-
nicería poco sutil, visto que comparten con el mercado la lógica del consumo,
U.S.A. e getta, herencia central de la larguísima década del noventa. El imperio de
lo descartable. En efecto, la rotación rápida para un consumo igualmente veloz
los hermana. La literatura, actividad que por definición precisa tiempos extensos,
no entra –no puede entrar– en la temporalidad corta del mercado. Éste la trans-
forma, entonces, en una serie de estampitas huecas, monolíticas, inútiles. Para
absorberla, la reterritorializa, la reconvierte, gracias a la invalorable ayuda de las
empresas del ramo y el periodismo, que también tiene su kiosco armado.
Güerrín escupía estómagos satisfechos por la puerta. Las barras de parados
estaban llenas, al igual que los tres pisos del interior. Nos deslizamos por entre
los cuerpos olorosos, sudados, el potente aroma de la muzzarella y la fainá, hacia
el fondo. Ya frente a una cerveza, imaginamos una estructura bicéfala: dos direc-
tores, dos equipos, coordinados y no excesivamente armónicos, trabajando en
paralelo. Pero antes era necesario segmentar la realidad en trozos aprehensibles,
vale decir: primero, deslindar qué autores referenciar (y a partir de qué pauta);
luego, establecer su importancia relativa (y la extensión que se le dedicaría).
Pedimos una fugazzeta rellena. Nos dejamos embriagar por el olor a cebolla,
haciendo pie en el queso y la cerveza. Como el propósito era rondar, sobar, aba-
rajar la literatura argentina del siglo XX para deslindarla, es decir, distinguirla,
volverla algo recortado sobre el continuum de la realidad sensible, fijamos como
fecha de nacimiento límite 1890. De ahí para adelante, propuso el tano prolo-
gando un mordisco pantagruélico. Y con excepciones, aclaró, antes de coincidir
conmigo en la calidad de la pizza. Buena, muy buena. La mejor, te diría, de
Tijuana a Punta Arenas y desde el Archipiélago Juan Fernández a Costanera Sur.
En efecto, quienes alcanzaron la mayoría de edad alrededor de 1910 fueron hom-
bres y mujeres del nuevo siglo, interesados en sus problemáticas, moldeadores
de sus declinaciones.
Postre y bajativo. Flan con dulce –No escatime con el dulce, maestro, se lo
pido por favor– y café. Aunque más que café esto es agua sucia, opinó el tano.
No tiene gusto, no sabe a nada. Lo torran con azúcar, los turros, para abaratar
costos. El diccionario no tiene que ser así, amarrete, sino oloroso. Lo vamos
a escribir para los que tienen nuestro mismo olor. No meramente descriptivo,
tímido y políticamente correcto. Al contrario. Acojonante, lo quiero, decidido
como un cross; jugado, crítico, cruce alucinante entre el loco Erdosain y Johnny,

• 10 •
Preámbulo

el perseguidor. Un diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas del


siglo XX, que piense el campo cultural, que exceda los pequeños márgenes de una
supuesta objetividad, que evite la profilaxis taxativa pequeñoburguesa. Un dic-
cionario Lisandro de la Torre, entonces, apunté terminando la cerveza. Exacto,
compañera, un diccionario Tupac Amaru, un diccionario Soy Castelli, quiero a
Belén.
La cuenta estaba sobre la mesa. Las cartas también. Dejamos Güerrín y pe-
netramos la noche. Era un sueño eterno. Loco. Digno del 8vo.

Ana Ojeda

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Advertencias para el uso de este diccionario

La presente obra ha sido pensada en el contexto de un mundo globalizado, mol-


deado –cada vez más– por las tecnologías de la información y la comunicación:
Internet. La hicimos atenazados por la sensación de última vez: En efecto, la
Internet ya ha cambiado nuestros modos de estudiar y conocer, de relacionarnos,
de comprender, de interpretar. Por eso, este diccionario es un punto de partida, una
accesible primera puerta que permite atisbar el bosque de relaciones y concep-
tos que luego cada lector sabrá entretejer en base a su curiosidad personal. En
ningún momento nos consideramos ni quisimos ser enciclopedistas. Preferimos
la inflexión montonera, clásica. Nos pareció adecuado utilizar el formato, trai-
cionando sus exigencias de regularidad y unificación, con vistas a insertarlo en la
época que nos toca vivir, muy lejana del siglo de las luces.
Lo multitudinario de la experiencia dio origen a un entramado heterogéneo
que hemos conservado con sus proporciones no siempre estilizadas. Montaje algo
grotesco –como nuestra propia identidad–, la elasticidad de las pautas adoptadas
nos permitió la justipreciación de cada uno de los autores consignados en su
contexto, yendo a contracorriente de la pauta habitual, según la cual cualquier
manifestación porteña resulta más relevante que otra equivalente del interior.
En resumen, a poco de embarcados en esta aventura, decidimos sacrificar
la uniformidad en aras del acopio de datos y los designios individuales de un
complejo entramado de subjetividades. De esta forma –para no dar más que
un ejemplo–, algunos autores figuran con la fecha exacta de su nacimiento (con
día, mes y año), incluso si en la mayoría de los casos sólo se consigna el año de
nacimiento y muerte.
La cantidad de material recopilada a lo largo de estos años resultó despro-
porcionada, algo absurda. Aquí tienen todo. El resultado de meter las manos en
la masa chirle de lo real, gorda rubensiana que se nos abrió de par en par y que
reclamamos para nosotros con la decisión de un Sólo Goya.

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Códigos y abreviaturas empleados

Los seudónimos se consignan en cursiva (Copi). Siempre que una aclaración


entre paréntesis sigue al título de una obra, este informa los datos de edición de
la misma, en el siguiente orden: lugar de edición, editorial, fecha. Ejemplo:

Historia prodigiosa (México, Obregón, 1956)

Vale aclarar que sólo se indica lugar de edición cuando la misma no se haya
realizado en Buenos Aires. De esta forma, cuando la ciudad de edición no figure
entre paréntesis, debe entenderse que se trata de una editorial porteña.

En cuanto a las abreviaturas, se utilizaron las siguientes:

AAL Academia Argentina de Letras


ADEA Asociación de Escritores Argentinos
ALIJA Asociación Literatura Infantil y Juvenil de la República
Argentina
APDH Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
Argentores Sociedad General de Autores de la Argentina
CBC Ciclo Básico Común
CEAL Centro Editor de América Latina
CCC Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”
CeDinCi Centro de Investigación y Documentación de la Cultura de
Izquierdas en Argentina
CGT Confederación General del Trabajo
Conadep Comisión Nacional por la Desaparición de Personas
Conicet Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
ECA Ediciones Culturales Argentinas
EGB Educación General Básica de la República Argentina
ERP .Ejército Revolucionario del Pueblo
ESMA Escuela de Mecánica de la Armada

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diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas (s. xx)

Eudeba Editorial Universitaria de Buenos Aires


FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación
FCE Fondo de Cultura Económica
FFyL Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires)
Flacso Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
FNA Fondo Nacional de las Artes
FORJA Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina
IMFC Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos
INTI Instituto Nacional de Tecnología Industrial
NOA Noroeste argentino
OEA Organización de Estados Americanos
ONG Organización no gubernamental
PC Partido Comunista
PCA Partido Comunista Argentino
PCR Partido Comunista Revolucionario
PCCh Partido Comunista Chino
PRO Propuesta Republicana
PRT Partido Revolucionario de los Trabajadores
PS Partido Socialista
PSA Partido Socialista Argentino
RAE Real Academia Española
SADE Sociedad Argentina de Escritores
SEA Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina
SIDE Secretaría de Inteligencia del Estado
TEA Escuela de Producción Integral de Televisión
UBA Universidad de Buenos Aires
UCR Unión Cívica Radical
Unesco Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura
UNGS Universidad Nacional de General Sarmiento
UNLP Universidad Nacional de La Plata
UNR Universidad Nacional de Rosario
UNQ Universidad Nacional de Quilmes
UTN Universidad Tecnológica Nacional

• 16 •
Equipo de trabajo

Dirección
Rocco Carbone
Marcela Croce

Edición
Ana Ojeda

Colaboradores estables

Mercedes Alonso [M.A.] Laura Malena Kornfeld [L.M.K.]


Ana Arzoumanian [A.A.] Laura Lifschitz [L.L.]
Aníbal Ernesto Benítez [A.E.B.] Verónica Lombardo [V.L.]
Juan Eduardo Bonín [J.E.B.] Martina López Casanova [M.L.C.]
Magdalena Cámpora [M. Cám.] Silvina Marsimian [S.M.]
Rocco Carbone [R.C.] Diego Molina [D.M.]
Pablo Castro [P.C.] Eduardo Muslip [E.M.]
Marcela Croce [M.C.] Facundo Nieto [F.N.]
Paula Croci [Pau. Cro.] Patricia Nuriel [P.N.]
Juan José Delaney [J.J.D.] Pía Paganelli [P.P.]
Sol Drincovich [S.D.] María Fernanda Pampín [M.F.P.]
Germán Ferrari [G.F.] Lucas Panaia [L.P.]
Sandra Ferreyra [S.F.] Florencia Preatoni [F.P.]
María Elena Fonsalido [M.E.F.] Matías Raia [M.R.]
Mónica Inés Garbarini [M.I.G.] Analía Reale [A.R.]
Norberto Gugliotella [N.G.] Laura Vazquez [L.V.]
Alejandra Josiowicz [A.J.] Gabriel Vommaro [G.V.]

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diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas (s. xx)

Colaboradores especiales

Jorge Boccanera [J.B.]


Horacio González [H.G.]
Gustavo Guevara [G.G.]
Annick Louis [A.L.]
Graciela Montaldo [G.M.]
Roberto Raschella [R.R.]
Eduardo Rinesi [E.R.]
Sylvia Saítta [Sy. Sa.]
Saúl Sosnowski [S.S.]
Horacio Tarcus [H.T.]
Noemí Ulla [N.U.]

voces adicionales

Carla Benisz [C.B.]


Juan Ignacio Calcagno Quijano [J.I.C.Q.]
Facundo Gómez [F.G.]
Ana Ojeda [A.O.]

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A

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ÁBALOS A

ÁBALOS, Jorge Washington (La Plata resultaron fundamentales para el estudio


[Buenos Aires], 20/09/1915 - Córdoba, de su ponzoña, la creación de sueros y el
28/09/1979). Escritor, maestro rural, descubrimiento de nuevas especies. A pe-
zoólogo y estudioso de los cuadros pato- sar de carecer de estudios universitarios,
lógicos del Chaco santiagueño. Afirmado el reconocimiento de la comunidad cien-
en el área cultural del noroeste argenti- tífica hizo que el gobierno de Santiago del
no, su actividad docente en el monte y Estero le otorgara una beca para estudiar
la desmesura de la naturaleza regional nueve meses en el Instituto Oswaldo Cruz
influyeron en una producción literaria ca- (Río de Janeiro, Brasil). A su regreso, se
racterizada por la intención didáctica y la desempeñó como docente e investigador
presentación del medio natural. Hijo de en la Universidad Nacional de Tucumán
un escribano itinerante, nació por con- y luego en la de Córdoba. En Tucumán
tingencia en la capital bonaerense el 20 conoció a Leonie Enriqueta Albaca, una
de septiembre de 1915. En Santiago del estudiante con la que se casó en 1945 y
Estero, de donde sus padres eran oriun- con quien tuvo tres hijos. Primer escor-
dos, Ábalos se recibió de Maestro Normal pionólogo argentino, fundó el Instituto
en 1933 y al año siguiente comenzó a de Animales Venenosos en Santiago del
ejercer en escuelas rurales de la provincia. Estero. Su vasta producción científica, de
Allí conoció la miseria y el padecimiento impronta sanitaria, comprende casi sesen-
sanitario de la población, experiencia que ta trabajos académicos y otros quince de
lo empujó a colaborar con el Dr. Salva- divulgación. Su prestigio internacional le
dor Mazza, pionero en las investigaciones valió la categoría de miembro titular de
del Mal de Chagas, y con el Dr. Bernardo la Academia Nacional de Ciencias, una
A. Houssay, Premio Nobel de Medicina pasantía y el desarrollo de una beca Gu-
1947, a quienes envió miles de ejempla- ggenheim en la Universidad de Harvard
res de insectos, arácnidos y víboras que (Estados Unidos). Las universidades de

• 21 •
A ABARCA

Tucumán y Santiago del Estero le conce- dera el aislamiento como factor estructural,
dieron el título de Doctor Honoris Causa responsable de la falta de desarrollo de la
en 1950 y 1977, respectivamente. zona. Esas provincias, primero considera-
En cuanto a su producción literaria, das “fondo de saco al sur” del Imperio Inca
sus textos suelen encuadrarse bajo una im- y luego de Lima, posteriormente serán re-
pronta regional a través de la presencia de legadas en tanto “fondo de saco al norte”,
elementos pertenecientes a la flora y fauna una vez incrementada la influencia de Bue-
chaqueña, marco que recuerda los cuen- nos Aires en el territorio. La cordillera de
tos de Horacio Quiroga. Sin embargo, a los Andes como barrera infranqueable que
diferencia de este autor, predomina en la detiene los vientos húmedos del Pacífico
narrativa de Ábalos un afán pedagógico y y la carencia de un Paraná que enmiende
explorador que supera la estructuración las limitaciones de los intentos fallidos de
estricta del relato. Su obra más conocida comunicación del Bermejo, Pilcomayo y
es la novela Shunko (1949), Segundo Pre- Salado, apuntalan un determinismo geo-
mio Regional de la Comisión Nacional gráfico en el que resuena Radiografía de la
de Cultura, traducida al ruso (1965) y Pampa (1933) de Ezequiel Martínez Estra-
al portugués (1969), y llevada al cine en da, si bien en Ábalos el pesimismo cede:
1960, dirigida e interpretada por Lautaro la postergación posibilita la subsistencia de
Murúa, con guión del escritor paraguayo tradiciones y el legado cultural autóctono.
Augusto Roa Bastos y música de Waldo Norte pencoso estructura un rescate del his-
de los Ríos. Esta novela inicia una trilogía torial regional y algunas voces quechuas,
que continúa con Shalacos (1975) y queda así como también presenta un compendio
trunca en Coshmi al fallecer Ábalos. Si el de coplas, creencias y hábitos de la región.
niño de Shunko se adentra en la fisonomía Otras obras de Ábalos son: Cuentos con y
del área rural santiagueña, el monte sub- sin víboras (1942); Animales, leyendas y coplas
tropical deja de constituir un marco natu- (1953) –Primer Premio Regional de Litera-
ral en Shalacos y casi adquiere envergadura tura de la Comisión Nacional de Cultura–;
de personaje, para establecerse en Coshmi Noroeste (1956) y Lapachos (1957) –ambos
como una voz educadora que se asombra en colaboración con Octavio Corvalán–;
de sus propios atributos. Zoología (1964); ¿Qué sabe usted de víbo-
Norte pencoso (Losada, 1964) oscila en- ras? (1964) –texto ampliado y corregido en
tre en el ensayo de interpretación y el cua- 1977–; Terciopelo, la cazadora negra (1971);
dro de costumbres. Allí Ábalos manifiesta Coplero popular (1973); Don Agamenón y
su inscripción en la región cultural del no- don Velmiro (1973); La viuda negra (1978);
roeste argentino, área que describe como Iván Recik y otros cuentos (1978); Andanzas
“la más latinoamericana de la Argentina”, de Jabutí, la tortuguita (1980).
en donde el color cobrizo de la piel, las len- L.P.
guas aborígenes y los mercados callejeros + Quiroga, H.; Martínez Estrada, E.
no son postales pintorescas, sino parte de
la realidad cotidiana. A partir de una con- ABARCA, Alfredo (Córdoba, 1941).
dición geográfica que impone el “embote- Escritor cordobés, abogado especialista en
llamiento” y la asfixia mediterránea, consi- derecho aduanero y profesor de posgrado

• 22 •
ABBATE A
en la Facultad de Derecho de la UBA. Su sus colaboraciones en los volúmenes colec-
narrativa se vale de un estilo sobrio y verti- tivos La niña bonita (Córdoba, Alción,
ginoso que despliega suspenso e intriga. El 2000) y Los poetas interiores. Una mues-
código de Nuremberg (Planeta, 2003), una tra de la nueva poesía argentina (Madrid,
de sus novelas más exitosas, es un thriller Amargord, 2005). Prologó Dibujos y poe-
que aborda la disyuntiva ética que supo- mas 1950-65 de Hugo Padeletti. En el
ne el avance de la medicina a través de la rubro periodismo y documental es posible
experimentación de nuevas drogas en seres inscribir Él, ella, ¿ella? Apuntes sobre tran-
humanos. El texto dispone dos líneas na- sexualidad masculina (Perfil, 1998); y un
rrativas paralelas: una de ellas refiere a un libro experimental, sin trama, suerte de
fiscal y una médica que descubren la exten- víspera del “argentinazo”, que finge traba-
sa red de mecanismos oscuros de una po- jar con materiales reales: Shhh... (lamen-
derosa multinacional, cuyos planes inten- tables documentos), con fotos de Hernán
tarán frustrar; la otra, de clima enrarecido Reig; material visual que no funciona
y hermético, transcurre en la sede central como mero correlato del texto de Abbate,
de dicha empresa, en Nueva York. ya que no lo ilustra. En lo que hace a la
Publicó otras cinco novelas: Papeles divulgación, tenemos Deleuze para princi-
perdidos (1989); Fuerza de mujer (1993); piantes (2002) y Literatura latinoamericana
Expediente reservado (2001) –traducida al del s. XX para principiantes (2003), ambos
lituano en 2007–; Secuestro virtual (2004) publicados por Era Naciente. Crítica lite-
y Duelo nacional (2006). También es autor raria: colaboró en el vol. 9 de Historia críti-
de Procedimientos aduaneros (1993), obra ca de la literatura argentina dirigida por N.
reeditada en 1999. Jitrik con un ensayo que cruza las poéticas
L.P. de Enrique Wernicke, Bernardo Kordon,
Arturo Cerretani y Alberto Vanasco.
Abbate, Florencia (Buenos Aires, Abbate también transita este género en
24/12/1976). Autora multifacética y me- relación con Capote, Cortázar, Said. Su úl-
diática. Como narradora se estrenó con timo trabajo colectivo, de ecos woolfianos,
Puntos de fuga (Tantalia, 1996), suerte de es una antología de cuentos que agrupa a
diario de viaje experimental que apela a la veintitrés narradoras argentinas: Una terra-
doble articulación de imágenes (fotos, di- za propia (Buenos Aires / Lima, Norma /
bujos) y relato. El sello mediático que la Estruendomudo, 2006). Colabora con los
distingue emerge con la publicación de suplementos culturales de diarios naciona-
su primera novela: El grito (2004), publi- les e internacionales y codirige la editorial
cada por Emecé-Planeta, casa que editará Tantalia.
también su segunda novela: Magic Resort Dicho esto, y ya que abordar totalida-
(2007). Género cuento: Las siete maravillas des no es tarea de un diccionario, sólo ba-
del mundo (Estrada, 1996), libro para ni- rajaré aquí algo de su novelística: El grito.
ños. Integró las antologías La joven guardia Su lírica es la de la depresión. Digresiva, de
(Norma, 2005) y En celo (Sudamericana, hipertróficos monólogos interiores, ofrece
2007). Respecto de la poesía: a Los transpa- una lectura de la sociedad argentina del
rentes (Los libros del Rojas, 2000) su suman espectáculo. La narración se articula desde

• 23 •
A ABBATE

diferentes focos: hay cuatro narradores- último, Clara, escultora con leucemia. Ex
personajes (aislados en sí mismos) por me- pareja de Horacio, terminará viviendo un
dio de los que la autora experimenta una idilio particular con Agustín (hermano de
suerte de experiencia/experimento con Federico) con quien, pese a su enfermedad,
la primera persona. Las subjetividades de reencuentra la alegría de vivir y termina
los personajes, al tensarse con su entorno formando una especie de núcleo familiar
social, instan a la novela a abrirse sobre el feliz. Gracias a estos personajes, El grito
escenario de la política: Abbate pone a foco avanza sobre dos ejes. Por un lado, trabaja
los hechos sociopolíticos de diciembre de una transposición léxica como forma de
2001. Pero el puñado de personajes que apropiación (reinterpretación) de lo suce-
ocupan su escenario no participan (ni si- dido entre 1976 y 1983. En este sentido,
quiera se enteran, a veces) de los hechos por ejemplo, Federico se pregunta “a toda
sucedidos durante el 19 y 20 de diciembre. hora qué sentido tenía vivir en ese estado
En cambio, lo que subrayan enfáticamen- de desaparición”. Clara: “Fui a la guardia
te es que en la Argentina de los noventa y quedé secuestrada”. Una vecina suya ex-
ha dejado de primar lo político. El ámbito clama: “secuestraron nuestros dólares”. Esta
privado es, así, el que tiene suprema rele- resignificación de términos que se cristali-
vancia. Un espacio tan clausurado por el zaron para los argentinos, en virtud de su
individualismo que salvo Agustín y Clara historia reciente, con un significado par-
(dos personajes secundarios), todos los de- ticular es una de las apuestas centrales de
más tienen dificultades para relacionarse. El grito y tiene que ver con un intento de
No logran trascender su aislamiento. Y apropiación −desde una óptica diferente a
superar su encierro subjetivo se vuelve un la de la militancia setentista− de la historia.
imposible. Por ejemplo: Federico, protago- Un intento de sacar esas palabras del pa-
nista de la primera parte, es hijo de una sado y devolverlas al presente. Primer eje.
familia pudiente (durante los noventa, su El segundo: la construcción de la memo-
padre logra enriquecerse aceleradamente), ria. Los personajes principales (todos salvo
no estudia ni trabaja. Perdido, no sabe qué Federico) reflexionan en torno a la posibi-
hacer para encontrar su camino. Obsesio- lidad de construcción de la memoria. Se
nado con las apariencias, vive abstraído en hamacan entre un no deseo de recordar lo
su mundo privado, a tal punto que sale negativo y una imposibilidad de recordar
para ir al gimnasio en plena revuelta po- lo positivo. En definitiva: no recuerdan.
pular y no logra decodificar qué es lo que O lo hacen de manera difusa, cuando no
pasa. Mabel, su madre, durante su juven- confusa. Los personajes viven en y a partir
tud militó en las Fuerzas Armadas Revolu- de su presente. Es así que la conexión con
cionarias junto a Horacio, protagonista de el pasado es débil, poco clara. Esto hace
la segunda parte, que lo recupera no desde que se encuentren anclados en un presente
su costado militante, sino desde el amoro- sin historia. Sin saber de dónde vienen no
so. El padre de Federico es Oscar: homo- pueden acceder a su identidad. Ni apostar
sexual, sádico y amante de la dominación. a un futuro diferente. El presente deja de
Disfruta torturando psicológicamente a su estar anclado en un pasado. Y se impone
pareja (Peter, hermano de Horacio). Y, por como por generación espontánea. Viven

• 24 •
ABELLA CAPRILE A
ese presente sin tiempo, flotan en él: títeres “pedazos” o, si se prefiere, en fracciones
impotentes. Esbozados en estos términos, que tienen cierta autonomía y es posible
son personajes que no podrán incidir (de considerar relatos (relativamente) autóno-
hecho no lo hacen) en el tiempo histórico mos. Lo que otorga continuidad al tejido
que los circunda y en el que se encuentran textual son las historias que van entrela-
inmersos. Federico, Horacio, Peter, Clara se zándose entre los personajes. Y narradores,
pierden el levantamiento popular de 2001 una vez más, con sus trenzas: Max (un ma-
y pasan esas jornadas históricas encerrados níaco depresivo, el protagonista)-Rocío,
en sí mismos. Alienados e indiferentes de Justine-Lenis (traductora)-Rush (marido
lo que sucede a su alrededor. Desconexión fugaz de la segunda y documentalista en
relativa al menemato, momento histórico Gaza). Todos comparten una experiencia
en el que se vive en puro presente. A través que altera sus vidas y que de algún modo
del imperio del dinero, se vuelve evidente los excede: una enfermedad, un enamora-
que –en los noventa– quienes ganaron la miento, un viaje; acontecimientos situados
pulseada planteada en los dos décadas an- en un contexto sociopolítico específico:
tes fueron los torturadores; los que, como una Buenos Aires devastada por la debacle
Oscar, viven rodeados de riqueza y éxito económica y que va recuperándose rumbo
profesional. Donde las estructuras y el mo- a diciembre de 2003.
dus operandi militares fracasaron (con la R.C.
vuelta a la democracia), triunfó el dinero, + Fasce, María.
que no hace sino instaurar una lógica que,
luego de invadir todas las áreas de la vida, ABELLA CAPRILE, Margarita
continúa el funcionamiento social del lla- (Buenos Aires, 28/10/1901 - 1960). Poe-
mado Proceso. Por otros medios. ta, periodista y narradora porteña. Gran
Una reseña, para terminar. 2001: año parte de su poesía, género en el que se
fatídico, escenario dramático de la con- destacó particularmente, responde a las
temporaneidad. Con el 11 de septiembre convenciones de la rima y la métrica
y el derrumbe de las Twin Towers, arranca clásicas. El verso endecasílabo y el ale-
Magic Resort, novela que registra también jandrino predominan en Nieve (1919);
el tsunami ocurrido en Asia o la guerra en Perfiles en la niebla (1923); Sombras en
Medio Oriente. Con este texto entramos el mar (1930); Sonetos (1931) y El árbol
en el campo del desafío de las reglas y las derribado (1959). Su obra abunda en tó-
distribuciones asignadas por la preceptiva picos propios de la poesía femenina de
clásica. En el espacio del hibridismo gené- principios del siglo XX, como cierta aspi-
rico. Se trata de una novela que desafía el ración reivindicatoria expresada en clave
prestigio de la totalidad y de la obra ce- de dolor, que se objetiva en una aguda
rrada, tan de moda desde hace ya algunos y decorosa mirada sobre la naturaleza y
años. Se configura a partir de fragmentos. la religiosidad. Como narradora publicó
En este sentido, es un texto más compri- novelas cortas y los relatos de viajes re-
mido –y condensado en su sentido– que unidos en Geografías (1936). Bisnieta de
El grito, su correlato. Magic Resort presenta Bartolomé Mitre, en 1955 reemplazó a
una subdivisión del material narrativo en Eduardo Mallea en la conducción el Su-

• 25 •
A ABELLEIRA

plemento Cultural del diario La Nación, militar. De regreso a la Argentina, empezó


cargo que ocupó hasta su muerte. una labor que redundó en una conspicua
Otras obras suyas publicadas son: En- producción de ensayos, biografías, cróni-
sayos (1916); Cincuenta poesías (1938); Lo cas, novelas y cuentos. Los temas históricos
miré con lágrimas (1950). constituyen un rasgo común en la narrati-
V.L. va de Abós, tanto en sus ensayos como en
+ Storni, Alfonsina novelas y cuentos. Estos dos últimos géne-
ros, con frecuencia, se balancean entre la
ABELLEIRA, Beatriz (Buenos Aires, ficción y la historia. Asimismo, en Abós es
s/d). Nace en el barrio de Palermo. Licen- posible captar una predilección por perso-
ciada en Letras, Máster en Psicología Ana- najes controvertidos y aspectos biográficos
lítica junguiana, arteterapeuta, periodista enigmáticos. Su primer libro fue un análisis
y escritora. Desde 1975 coordina talleres de carácter político e histórico, La colum-
de escritura. Publica, en 1998, un libro de na vertebral: sindicatos y peronismo (Legasa,
cuentos: Si yo no hubiera sido así (Simurg). 1983), al cual le siguió una vasta obra, a la
En 2002 escribe una comedia dramática: que pertenecen Las organizaciones sindica-
Todo y nada se parecen, estrenada al año si- les y el poder militar, 1976-1983 (CEAL,
guiente en El Camarín de Las Musas bajo 1984); El poder carnívoro (Legasa, 1985);
el título de Ficciones derrumbadas. El mis- Los sindicatos argentinos: cuadro de situación,
mo año por su cuento “Veinte años no es 1984 (Centro de Estudios para el Proyec-
nada” recibe el tercer premio en el Primer to Nacional, 1985); De mala muerte (De la
Concurso de Cartas de Amor y Desamor, Flor, 1986); El posperonismo (Legasa, 1986);
certamen organizado por la Secretaría de Manual del delegado (Fundación Friedrich
Cultura del Centro de Estudiantes de la Ebert, 1988); El modelo sindical argentino:
Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. autonomía y Estado (Fundación Friedrich
También colabora con su texto “Sobre las Ebert, 1989). En la década de 1990 escribió
marcas” en el volumen Mujer y dinero: las novelas Restos humanos (Puntosur, 1990)
cuentos de escritoras argentinas contemporá- y El simulacro (Madrid, Debate, 1993), el
neas (Corregidor, 2002; comp. por Espul- libro de cuentos Merece lo que sueñas (Ma-
gas, C.C.). Una importante cantidad de es- drid, Fundación Colegio del Rey, 1994), El
critos inéditos están colgados en su página país del aguante: cartas a un joven sentado en
web: <www.eunoia.com.ar>. la vereda (Planeta, 1996), que reúne breves
P.C. ensayos epistolares; el compendio de en-
sayos El cuarteto de Buenos Aires (Colihue,
Abós, Álvaro (Buenos Aires, 20/10/­ 1997); Augusto T. Vandor: sindicatos y pero-
1941). Ensayista, biógrafo, novelista, cro- nismo (FCE, 1999); Delitos ejemplares: his-
nista, abogado. Estudió en la Facultad de torias de la corrupción argentina, 1810-1997
Derecho de la UBA. Fue abogado labora- (Norma, 1999).
lista y asesor de sindicatos. Entre 1977 y En los últimos años salieron a la luz dos
1983 estuvo exiliado en Barcelona. En Es- textos sobre la capital, Al pie de la letra.
paña fundó la revista Testimonio Latinoame- Guía literaria de Buenos Aires (Mondadori,
ricano, desde la que denunció la dictadura 2000) y El libro de Buenos Aires: crónicas de

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ABÓS A
cinco siglos (Mondadori, 2000). Además, gilio Piñera, Baruj Spinoza, Robert Walser,
El tábano: vida, pasión y muerte de Natalio Stefan Zweig.
Botana (Sudamericana, 2001), un ensayo Xul Solar: pintor del misterio (Sudame-
biográfico sobre el creador del diario Críti- ricana, 2004) es otra narración biográfica
ca. Aquí Abós examina aspectos personales que versa sobre la trayectoria del enigmá-
e intelectuales en la vida de Botana, su per- tico y no consagrado artista vanguardista
fil ideológico, su participación política, sus Xul Solar (seud. de: Alejandro Schultz
vaivenes sentimentales. Solari). Cinco balas para Augusto Vandor
Publicó otros trabajos biográficos, (Sudamericana, 2005) es una novela don-
como Che: la muerte fue el principio (Co- de Abós ficcionaliza la vida del destacado
municación Grupo Tres, 2002) y Macedo- dirigente sindical Augusto Vandor, víctima
nio Fernández: la biografía imposible (Plaza de un nunca esclarecido crimen político
& Janés, 2002); la obra de ficción histórica llevado a cabo el 30 de junio de 1969 en
El crimen de Clorinda Sacarrán: la otra Ca- la sede de la Unión Obrera Metalúrgica.
mila O’Gorman (Sudamericana, 2003); el El texto explora la figura de este sindica-
trabajo histórico Cautivo: el mural argen- lista peronista que desafió la autoridad de
tino de Siqueiros (Libros del Zorzal, 2004). Juan Domingo Perón, y narra con suspen-
Este último se refiere al mural “Ejercicio so el atentado contra su vida. Eichmann
plástico” del artista mexicano David Alfaro en Argentina (Edhasa, 2007) es un trabajo
Siqueiros, pintado en 1933 en el subsue- biográfico sobre Adolf Eichmann. La obra
lo de la residencia de Natalio Botana en narra en detalle la historia de este crimi-
Don Torcuato. Abós reconstruye el origen nal nazi, revelando incógnitas respecto de
del mural, los personajes envueltos en la diferentes momentos de su vida, desde su
creación de la obra y sus eventualidades entrada a la Argentina en 1950, hasta la
personales, el contexto político y cultural planificación e implementación de su cap-
de Argentina de ese momento. De esta tura llevada a cabo por Israel en 1960.
manera, confluyen los nombres de Blanca A la extensa obra de Abós se suma un
Luz Brum, esposa de Siqueiros y amante importante número de artículos sobre po-
de Botana, y otros, como Antonio Berni, lítica, sociedad y literatura publicados en
Federico García Lorca, Michel de Mon- diferentes medios de difusión en América
taigne, Pablo Neruda, Victoria Ocampo, Latina y Europa, entre ellos, La Nación y
Lino Enea Spilimbergo, Raúl González Clarín de Buenos Aires y El País de Espa-
Tuñón, Pedro Henríquez Ureña y José ña. Abós fue laureado en España con el
Vasconcelos. Premio Jaén de Novela, y en México, con
Entre los textos publicados en los últi- el premio de cuentos de la revista Plural,
mos años, se encuentra también La baraja por El simulacro y “De mala muerte”, res-
trece (Adriana Hidalgo, 2004), que se com- pectivamente. Los premios de narrativa
pone de doce cuentos sobre el desenlace de Alcalá de Henares, Ciudad de Irún, Max
las vidas de escritores de diferentes tiem- Aub y Jauja (Valladolid) fueron concedi-
pos y escenarios: entre ellos, Roberto Arlt, dos a los relatos “Mereces lo que sueñas”
Jorge Luis Borges, Paul Celan, Esteban y “Carta de un escritor a un tendero”, in-
Echeverría, Franz Kafka, Paul Nizan, Vir- cluidos en Las trece barajas. Asimismo, fue

• 27 •
A ABRAHAM

galardonado con el Premio Konex de Bio- gentinas a sistemas filosóficos y del cual re-
grafía por El tábano: vida pasión y muerte sultaron algunos de sus libros. Las cuestiones
de Natalio Botana, Macedonio Fernández: consideradas sucesivamente fueron “Tensio-
la biografía imposible y Xul Solar: pintor nes argentinas” (2002), “El pensamiento de
del misterio. Asimismo, fue condecorado Gilles Deleuze” (2004), “Sistemas de pensa-
en el certamen de Casa de las Américas (La miento: el siglo XVII” (2005), “La Ilustra-
Habana) y le fue entregado el Premio Ed- ción” (2006), “Sistemas de pensamiento del
mundo Valadés (Puebla). siglo XIX” (2007) y “El pensamiento de los
P.N. historiadores argentinos” (2008).
Es colaborador de numerosos medios
ABRAHAM, Tomás (Timisora [Ru- locales, entre los que destaca la revista de
mania], 1947). Filósofo nacido en Timi- cine El Amante. Fue director y fundador de
soara, Rumania, que realizó sus estudios en le revista de “ensayo negro” La Caja, que se
Francia en la década de 1960 con Michel editó entre 1992 y 1995. Desde hace un
Foucault, Louis Althusser y Georges Can- tiempo cuenta con un blog titulado “Pan
guilhem. Aunque su formación académica rayado” en el que inserta opiniones inci-
la recibió en la Sorbona, luego se vincu- sivas y reproduce algunos de los artículos
ló con grupos de intelectuales de menos que publica en la prensa.
arraigo institucional como Alain Badiou, Como profesor de filosofía se inició en
Jacques Rancière y, en el orden del psi- L’École des Roches (Normandía) en 1970
coanálisis, Jacques-Alain Miller, yerno de y recién en la década de 1980 ingresó en
Jacques Lacan. Es autor de Pensadores ba- universidades argentinas, tras haberse
jos (Catálogos, 1987; reeditado en 2000); mantenido durante los años del proceso
Foucault y la ética (Biblos, 1989); Los sen- militar como docente de la Asociación de
deros de Foucault (Nueva Visión, 1990); Psicólogos de Buenos Aires (1978-1979)
La guerra del amor (Planeta, 1992); Histo- y del Instituto Alétheia para la formación
rias de la Argentina deseada (Sudamerica- de psicoanalistas (1979-1980), del cual
na, 1994); Batallas éticas (Nueva Visión, fue uno de los fundadores junto con Raúl
1995); El último oficio de Nietzsche (Sud- Sciarretta. Desde 1983 comenzó a desem-
americana, 1996); La aldea local (Eudeba, peñarse en la Universidad del Salvador y
1997); Vidas filosóficas (Eudeba, 1999); al año siguiente en la UBA, dictando Filo-
La empresa de vivir (Sudamericana, 2000); sofía en la Facultad de Psicología. Al fun-
Pensamiento rápido (Sudamericana, 2001); darse el CBC se hace cargo de la cátedra
Tensiones filosóficas (Sudamericana, 2001); de Problemas Filosóficos (1985-1998),
Situaciones postales (Anagrama, 2002); El convertida luego en cátedra de Filosofía
último Foucault (Sudamericana, 2003); (1998-2006). Entre 1990 y 1995 también
Fricciones (Sudamericana, 2004); La má- se puso al frente de una de las cátedras de
quina Deleuze (Sudamericana, 2006); El Introducción al Pensamiento Científico,
presente absoluto (Sudamericana, 2007). siempre en el marco del CBC. Asimismo,
Entre 2002 y 2008 dictó el Seminario de desde 1986 se desempeña como docente
los Jueves, en el que expuso una diversidad de los Espacios de Poder / Espacios de Sa-
de temas que abarcan desde cuestiones ar- ber, de evidente advocación foucaultiana,

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ABRAHAM A
en la Facultad de Arquitectura, Diseño y parte del músico: “Wagner fue la obsesión
Urbanismo de la UBA. de su vida, hasta el extravío mental. Pocos
Como se desprende de esta elección y de meses antes de perderse por las calles de
la nómina de sus libros, fue uno de los pro- Turín y ser definitivamente abrazado por
motores de la difusión del pensamiento del las redes de la familia y de la psiquiatría,
filósofo Michel Foucault en la Argentina, fustigó a Wagner en dos escritos. Cuando
quien llegaría a convertirse en una moda muere Wagner en 1883, ese momento de
intelectual desde mediados de la década de reposo que tiene, lo aprovecha para ren-
1980, cuando en sus cursos del CBC Abra- dirle homenaje y cortar definitivamente
ham incorporaba al programa de Proble- su relación con Paul Rée, miembro de la
mas Filosóficos el ensayo Vigilar y castigar, fraternidad en que se zambulló para huir
una obra clave del pensador francés en la de la persecución luciferina del Maestro”
cual traza el origen de la prisión y establece (El último oficio de Nietzsche).
una relación entre la institución carcelaria En Pensadores bajos rescata como acti-
y otras instituciones de la sociedad, como vidad propia de la filosofía la del agón, la
la escuela y el hospital. En Pensadores bajos, polémica, en tanto modo de comprobar
Abraham toma provocativamente la figura las razones que tienen los discursos enfren-
de Foucault quien, como Sartre, era de es- tados y estrategia para evitar la violencia.
casa estatura. En una frecuente apelación a la historia es-
Entre sus preferencias filosóficas se tablece que “la palabra filosófico-racional
cuentan el también francés Gilles Deleuze es palabra de ciudadanos dirigida a ciu-
(a quien le dedica un seminario y un li- dadanos, objeto de acuerdo o desacuerdo,
bro en cuyo título está contenida una de polémica o adhesión. La erística, la crítica,
las nociones fundamentales de su sistema la dialéctica, los estilos del primer lenguaje
filosófico, la de “máquina”, que se expone filosófico señalan un saber discutible, refu-
tanto en El anti Edipo como en Mil me- table, espacio de controversia, confronta-
setas –ambos escritos en colaboración con ción discursiva” (p. 56).
Félix Guattari) y el prusiano Nietzsche. En La aldea local, el afán provocativo
De este último recupera sus planteos en El expuesto en Pensadores bajos y en las clases
origen de la tragedia en que procede a la orales se exaspera cuando elige como obje-
exaltación de los aspectos dionisíacos de la to de crítica la televisión, aunque ésta no es
existencia, y se detiene especialmente en la excluyente en los artículos que conforman
compleja relación de Nietzsche con el mú- el libro, mechado con algunas fotografías
sico Richard Wagner, a quien le dedica su en las que aparece Abraham junto al oso
obra inicial y de quien se alejará posterior- Yogui en un parque temático infantil. Al
mente. Asimismo se encarga de analizar la tiempo que se deleita con las memorias de
polémica entre Nietzsche y Wilamowitz- Ava Gardner (ocasional vecina de Perón
Möllendorf en torno al origen de la tra- en Puerta de Hierro, con quien mantiene
gedia, uno de los torneos del pensamiento cierto conflicto que se desarrolla a partir de
más significativos del siglo XIX. Sobre la los perros voluminosos que posee la estre-
relación Nietzsche-Wagner establece que lla, que azuzan a los célebres caniches del
se trató de una persecución diabólica por general), la emprende contra algunos pro-

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A ABSATZ

gramas culturales donde los intelectuales del siglo XX”. A partir de su obra ¿Dónde
debaten presuntos proyectos políticos para estás amor de mi vida que no te puedo encon-
terminar en una pelea acusatoria como la trar? el director Juan José Jusid filmó una
que se desató en la audición Los siete locos película homónima en 1992. También es
en 1997, con Beatriz Sarlo y David Viñas autora de los cuentos de Los años pares (Le-
como invitados de la conductora Cristina gasa, 1985) y Feiguele y otras mujeres (De
Mucci. En esa ocasión, tomando partido la Flor, 1976), además de la novela Té con
por Viñas, Abraham le dedica un tango canela (Sudamericana, 1982).
con el cual cierra el episodio. M.C.
Con Situaciones postales fue finalista del
XXX Premio de Ensayo de Editorial Ana- ACEVEDO, Hugo (Mendoza, 1925 -
grama (2002). En 2004 obtuvo el Premio 2007). Poeta, ensayista, traductor (“idó-
Centro Cultural Liberarte por su obra fi- neo en artes gráficas; selector de obras es-
losófica, en el mismo año en que la Fun- peciales de la Biblioteca Nacional”, según
dación Konex reconocía la última década su propia definición en la solapa de sus
de su trayectoria con el galardón al Ensayo libros). El primer libro de poemas, Rumor
Filosófico. de vida (1948), anuncia las temáticas cen-
Desde 2009 trabaja en un proyecto po- trales de su obra: percepción aguda de la
lítico-cultural con el gobernador socialista naturaleza (o de un paisaje reconocible:
de Santa Fe, Hermes Binner. el de los Andes); búsqueda de un vínculo
M.C. entre la tierra y los hombres a través de la
palabra poética (“Pero yo hablaba y como
ABSATZ, Cecilia (Buenos Aires, 1943). mis palabras / eran sólo una lluvia de cíclo-
Narradora, traductora y periodista, reco- pes y azufre / las mariposas caían de costa-
nocida por su labor en Radio Continental, do / y se hacían estiércol en la tierra”). El
su colaboración en el diario Página/12 y su deseo de tejer lazos entre “la Vieja Madre”
participación en las revistas Claudia, Somos y la comunidad de los hombres imprime
y Para Ti, además de Noticias, donde se a sus textos iniciales tonalidades bíblicas
desempeñó como columnista de espectá- (“Romance del hombre viejo”, “Respues-
culos. De la conjunción de estos intereses ta a la sonámbula”), así como una fuerte
surgió el ensayo Mujeres peligrosas: la pa- dimensión de denuncia social (“Romance
sión según el teleteatro (Planeta, 1995). Allí del niño pobre”).
declara que le hubiera gustado escribirlo Los poemas de Canto al vino (plaqueta,
cuando el género era todavía despreciado 1954) y de Las flechas azoradas (Mendoza,
como producto de consumo para un pú- Ediciones Romance, 1955, Faja de Honor
blico escasamente instruido y no –como de la SADE) invocan una hermandad que
sucedió– luego de que se convirtieron en surge de un paisaje y de una forma de vida:
centro de atención de los estudios cultu- el tono es épico, las imágenes dionisíacas;
rales. Participó del volumen colectivo La las invocaciones quieren recuperar los ci-
vida te despeina promovido por una marca clos míticos de la poesía antigua. Pero el
de champú en 2007. Al año siguiente escri- contenido social de los versos y las voces
bió para Noticias la serie “Grandes amores regionalistas dan a esta poesía de factura

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ADLER A
clásica y estro romántico un tinte particu- 1984; Alegría del alba: 1948-1983, Nue-
lar: “Desde Uspallata afuera, / entre ríos vo Meridión, 1987; Tal para cual, Buenos
rabiosos en piedras y rencores, / hemos Aires, s/d, 1991; Días como son, Buenos
visto las guirnaldas de los pobres / romper Aires, ed. de autor, 1995; Muere un poe-
sus féretros en la altura de tu abrazo”. El ta, Vinciguerra, 1997), el imaginario de la
lirismo de Acevedo, que se inscribe dentro tierra y el lirismo (“Madre del junco, / ya
de una poética (la de la Generación del 40) sé que nunca has sido mía / que si te per-
y está, al mismo tiempo, en diálogo con tenezco es porque soy del aire”) delinean lo
la rica tradición de poetas cuyanos como que Hugo Acevedo llama “romanticismo
Alfredo Bufano o Jorge Enrique Ramponi, americanista”; la celebración de la tierra
adquiere progresivamente tintes panteístas trae a su vez la pregunta por la identidad
que transforman la relación con el otro. La pues, como se dice en “Mendoza” (Consa-
mujer se vuelve una extensión de la tierra gración de los días), “Decir la tierra es nau-
madre; el cuerpo del otro es el lugar don- fragar en el origen”. En Opus cero (Cinco,
de acontece el mundo; el poema pone en 2002) e Himnos a la luz (Buenos Aires, ed.
escena la relación entre el hombre y la na- de autor, 2005), el poeta entra en diálogo
turaleza, lo que explica quizá la preferen- con textos bíblicos, transformándolos en
cia por las formas largas (baladas, himnos, otra cosa: el tono se vuelve metafísico, inti-
salmos). mista, extrañamente panteísta (“Porque mi
En 1947, Acevedo se instala en Chile, corazón y mi alma / son uno y sólo uno
donde permanece dos años y conoce a Pa- en la espesura. / Allí susurran los jaguares
blo Neruda; luego viaja al norte de la Ar- y muge el toro del verano / mi cuerpo en-
gentina, de cuyo traslado resulta Canto al cuentra al caracol, a la paloma, / se abraza
Norte (Buenos Aires, ed. de autor, 1958). con el ladrido, la resolana, el chaparrón /
En 1955 se instala en Buenos Aires. Apren- nada humilla a mi alegría…”).
de artes gráficas con Torres Agüero, que Traductor profuso del francés, es ade-
ilustrará su plaqueta Adán y Eva con dibu- más autor del ensayo Cuadros de una expo-
jo y viñetas, en 1957. Publica En estos días sición (Nuevo Meridión, 1985) y de Vive la
(Horizonte, 1962) y Aquí en el sur (Buenos France! Martirología de 1789 (s/d, 1999).
Aires, ed. de autor, 1963), poemarios mar- En 2000 obtuvo el Gran Premio de Honor
cados por un mayor nivel de abstracción de la Fundación Argentina para la Poesía.
y por cierto desencanto. En Después del M. Cám.
alba (La Rosa Blindada, 1973), los textos + Bufano, Alfredo; Ramponi,
adquieren una dimensión política, que se Jorge Enrique.
tiñe de acentos visionarios cuando invo-
lucra la naturaleza (en “Día futuro”, por Adler, María Raquel (Buenos Aires,
ejemplo). Los bestiarios se multiplican y 1904 - 28/07/1974). Poeta de origen ju-
representan, a la manera medieval, el mun- dío, convertida al catolicismo, llamada
do de los hombres. En sus últimas obras “La poetisa mística de América”. Dios y
(Consagración de los días, Libros de Tierra el Estado son sus fuentes de inspiración,
Firme, 1983; II Premio Regional Gran tópicos de su escritura, principio y final
Buenos Aires, Producción Nacional 1981- de su beata existencia. Voz singular, al

• 31 •
A ADLER

margen de ínfulas modernistas, recoge de En 1927 se edita La divina tortura (Tor),


Sor Juana y Santa Teresa de Ávila un linaje con prólogo de este último autor. Los
de filiación espuria. A los 16 años publi- impulsos de la carne tensan un conflicto
ca su primer libro de poesías, Revelación evidente en el poema “El Beso”: “La vida
(Tor, 1921), que lleva como subtítulo: “Mi en él ha puesto / toda su mordedura, / y
romance”. El amor divino se constituye el cielo en él ha abierto / la divina tortu-
en el objeto de una obsesión excluyente, ra. / [...] Cálido, tempestuoso, / vibrante
privativa, omnipresente, que insinúa por e inexorable / tal el beso de amor!” (p. 26).
momentos algún atisbo de pasión humana “El año santo” de 1933 marca un punto de
y se vuelve rápidamente en ofertorios de inflexión en la vida y en la obra de nuestra
sagrada unción. Esos tibios escarceos lle- autora. Publica De Israel a Cristo (L.J. Ros-
van a Alfredo Palacios a vincular la lírica so), su libro de conversión. Poema sinfóni-
de nuestra autora con la sensualidad del co, éste, escrito durante cuatro años, que
Cantar de los Cantares y la castidad profun- recorre temas bíblicos y personajes que
da de Tagore. Cierra el librito con una lista van desde el Génesis hasta la cruz. Llega
de piezas clásicas que inspiraron algunos 1934, “Año Eucarístico Internacional”, y
de los poemas. es el turno de un auto sacramental que ti-
Dos años después, en 1923, aparece tula Pan bajado del cielo (L.J. Rosso). En el
Místicas (Tor), volumen de poesías cele- prólogo, compara Buenos Aires, la “ciudad
brado por la crítica y dedicado “A la seño- magna”, con Jerusalén y Roma; y del lago
ra Regina Pacini de Alvear”. La búsqueda de Palermo refiere: “Tiberíades gozoso, en
de Dios, el estado de éxtasis, la ofrenda de que Jesús avanza” (p. 14). Buenos Aires, ciu-
la vida en holocausto, el deseo de lo su- dad y poesía (Librería del Colegio, 1936)
blime, el “Señor” como vocativo inicial está inspirado en las fiestas que se celebra-
de varios poemas, perfilan el cauce de una ron con motivo del IV Centenario de la
poesía abocada a la temática espiritual. En primera fundación de Buenos Aires. Ese
Cánticos de Raquel (Tor, 1925), la muerte mismo año publica también De la tierra al
reciente de su madre tiñe los primeros ver- cielo (Serviam), un conjunto de conferen-
sos de angustia y ciertos arrebatos de ira cias dictadas en la Academia Benedictina
inéditos: “Y ante Dios y los hombres me de Maestras recogidas bajo el pretencioso
rebelo!” (p. 17), suena atronador; pero lue- rótulo de “Ensayos literarios”. Al año si-
go refiere esas líneas a un inocuo desvarío guiente, publica Sonetos de Dios (Librería
llamándose a la resignación: “Pues cuanto del Colegio), en la misma línea de loas a
más tu pecho esté bruñido / por la fuer- Jesucristo. Canto a Nuestra Señora de Luján
za candente del dolor / tanto más estarás (La Plata, El Libro, 1938) está dedicado
a Dios unido / y tu voz será el canto del al Arzobispo de Buenos Aires: Santiago
amor!” (p. 18). En adelante el libro se abre Luis Copello. Consta de una “Ofrenda”
a la celebración de la naturaleza con ribetes titulada “Romance al Arzobispo” y de tres
de carácter panteísta: “Oh, Primavera, tú romances de composición sencilla “A la
eres la gran sacerdotisa / la vestal milagrosa Virgen de Luján”. Canción del hombre y
del alma y su sonrisa!” (p. 59). El arpa se la ola (La Plata, El Libro), del mismo año,
trueca en lira, dirá Rafael Cansinos Assens. recoge treinta poemas de tres estrofas de

• 32 •
AEBI A
cuatro versos. Por esta misma época, pu- En Buenos Aires, en 2000 publicó un li-
blica en La Plata, sin ningún registro edi- bro de relatos, Un color sepia (Simurg).
torial ni fecha precisa, Imelda Lambertini, Compuesto por ocho cuentos, tiene como
virgen dominicana, milagro de amor divino; eje temático el intento de recuperación de
obra para ser representada, basada en la la memoria que realiza un exiliado. No se
historia de una niña de 12 años, muerta trata aquí ya del exiliado político de los se-
en 1333, habiendo entrado al convento de tenta, sino del económico de los noventa,
Val di Pietra para su primera comunión, y que intenta, con un tono coloquial y un re-
beatificada por el Papa Benedicto XIV. En gistro melancólico, recuperar aquello que
1940, edita El libro de los siete sellos, visión perdió irremediablemente. Entre los rela-
apocalíptica (Huemul), con ilustraciones de tos, “Siempre tendremos a París”, obtuvo
Durero. Es una glorificación de la segunda una mención honorífica en el Concurso
venida de Cristo y cada poema va acom- Literario 1994-1995 de la Universidad de
pañado por un versículo del “Apocalipsis”. Fribourg (Suiza).
En 1943, sale a la luz Llave de cielo; liras, M.E.F.
sonetos y versos de arte menor (La Facultad)
y, en 1950, “Año del Libertador General AGOSTI, Héctor Pablo (Buenos Aires,
San Martín”, Veneración, libro de poemas 1911 - 1984). Ensayista político, periodista,
sanmartinianos; sus hitos: “María Reme- secretario de cultura del Partido Comunista,
dios de Escalada”, “Merceditas”, “París” y que además de su nombre propio emplea
“Guayaquil”. El crítico Armando Alonso una serie de seudónimos para firmar sus
Piñeiro, en La poetisa mística de América textos como Aguirre, Adriano Adriani,
(Prestigio, 1957), advierte con cierto alivio Adrián Adriani, Hugo Lamel, Pablo Stylo,
que “mientras existan poetas del fuste de Hugo Vilanova, Horacio Cárdenas. Nace
María Raquel Adler, no tendrán vigencia en un modesto hogar en el barrio porte-
los preceptos materialistas” (p. 16). ño de Balvanera, hijo de Rómulo Agosti y
P.C. Natividad Cerisola, el primogénito de siete
hermanos. Su padre, obrero pintor, letrista,
Aebi, Marcelo (Martínez [Buenos Aires], fue militante radical, pero el joven Héctor
1966). Se recibió de abogado en la UBA y se comienza a frecuentar la Biblioteca Obrera
doctoró en Criminología en la Universidad Socialista cercana a su domicilio. Estudia
de Lausanne. Realizó su posdoctorado en en el Colegio Nacional “Mariano Moreno”,
la misma casa. Para llevar a cabo estos es- ámbito en el cual despliega su actividad de
tudios ha recibido becas de Suiza, Estados conferencista, escritor y militante. En 1927
Unidos y Alemania. Actualmente, ejerce comienza a publicar sus primeros ensayos en
como profesor asociado en las universida- la revista Claridad, que llaman la atención
des de Lausanne y Barcelona, y es profesor de Aníbal Ponce, y se afilia a la Federación
honorario de la Universidad José Carlos Juvenil Comunista. En 1928 es delegado
Mariátegui (Perú). En carácter de autor juvenil al VII Congreso del PC y un año
o coautor ha publicado más de cincuen- después se desempeña como secretario del
ta artículos sobre criminología en revistas dirigente Victorio Codovilla en la Primera
especializadas, traducidos a varios idiomas. Conferencia Comunista Latinoamericana

• 33 •
A AGOSTI

desarrollada en Buenos Aires en el mes de Bandera Roja; finalmente, después de un


junio. En 1929 ingresa en la Facultad de exilio en Montevideo (1932-1933), fue de-
Filosofía y Letras (UBA), desde la cual pa- tenido nuevamente y condenado a tres años
trocina el Partido Reformista de Izquierda. de prisión (1934-1937). Diversas personali-
Fue presidente de la Federación Universitaria dades de la política y la cultura integraron
Argentina tras el golpe militar de septiem- el Comité por la Libertad de Héctor Agosti,
bre de 1930 encabezado por el Gral. José que realizó en esos años campañas públicas.
F. Uriburu. Coincidiendo con el período Recuperada la libertad en 1937, reinicia la
ultraizquierdista del comunismo interna- actividad periodística y política (había sido
cional, es el principal inspirador del grupo candidato a concejal en 1936). Actúa en el
estudiantil de extrema izquierda Insurrexit, movimiento antifascista, escribiendo en el
del que fue secretario general. No concluye periódico Alerta! Es detenido repetidas ve-
sus estudios universitarios. Vinculado estre- ces en 1943 tras el golpe militar de junio.
chamente a Aníbal Ponce, participa junto Se exilia nuevamente en Montevideo, donde
a él dictando conferencias en el Colegio colabora con Rodolfo Ghioldi en la edición
Libre de Estudios Superiores (como su cur- de Pueblo Argentino (Montevideo, 1943-
so “Crítica de la Reforma Universitaria” de 1945), cuyo directorio integró. De vuelta en
1933) y en la Agrupación de Intelectuales, Buenos Aires a mediados de 1945, retorna
Artistas, Periodistas y Escritores (AIAPE), de a la actividad periodística y publica una de
la que fue secretario (1941-1942). Colabora sus obras más celebradas: Ingenieros, ciuda-
en Unidad y Nueva Gaceta, los órganos de la dano de la juventud (1945), una biografía
AIAPE. Se desempeña durante años como de José Ingenieros. Opositor al peronismo
redactor del diario Crítica, donde escribe, emergente, es expulsado del diario Crítica
entre otras notas, reseñas de libros con el seu- en 1950, pasando a colaborar en Clarín. En
dónimo de Hugo Lamel. Simultáneamente, 1951 patrocina, junto a Carlos Alberto Erro
ejerce el periodismo en medios como Ahora y otros intelectuales, una campaña con mo-
de Buenos Aires, Justicia de Montevideo y tivo del centenario de la muerte de Esteban
El Siglo de Santiago de Chile. Colabora en Echeverría y, al año siguiente, por la Casa de
numerosas revistas independientes como la Cultura Argentina (clausurada luego por
Claridad, Nosotros y Flecha, en publicaciones el gobierno de Arturo Frondizi en 1959).
comunistas como La Internacional y Soviet, Como secretario de cultura del PC dirige
y es director de las publicaciones partidarias la revista Cuadernos de Cultura durante dos
Juventud Comunista (1928-1930), Bandera períodos (1951-1964, 1967-1976), desde
Roja (1932), Orientación (1939), Nuestra la cual intenta una renovación del universo
Palabra, Nueva Era (1983-1984). Funda cultural comunista, sobre todo atenta a la
también revistas culturales como Expresión obra de Antonio Gramsci y los desarrollos
(1946-1947) y Nueva Gaceta (segunda eta- del marxismo italiano. Es el promotor de las
pa, 1949). Estuvo detenido en numerosas primeras traducciones de Gramsci al caste-
ocasiones: ocho meses en 1931-1932 acusa- llano a través de la Editorial Lautaro. En sus
do de “agitador”; cinco meses en 1932 por ensayos de crítica cultural, concebidos con-
“incitación a la rebelión” en su calidad de forme a una matriz gramsciana, intenta en-
redactor responsable del diario comunista troncar la tradición comunista de su época

• 34 •
AGOSTI A
con la tradición liberal decimonónica, como los fundadores del Encuentro Nacional de
lo revelan sus obras Echeverría (1951); Para los Argentinos e integra la delegación comu-
una política de la cultura (1956); Nación y nista que se entrevista repetidas veces con el
cultura (1959) y El mito liberal (1959). Sin entonces presidente Juan D. Perón en 1973.
embargo, cuando en 1963 aparece la re- Trabaja durante cuatro años en la edición de
vista de los disidentes gramscianos Pasado las Obras completas de Aníbal Ponce (apareci-
y Presente –hasta entonces, sus discípulos das en 1974) y por su iniciativa se funda ese
(Juan Carlos Portantiero, José M. Aricó, año la Asociación Amigos de Aníbal Ponce.
entre otros)–, Agosti va a alinearse con la di- Como introducción a dicha edición aparece
rección partidaria organizando un número su ensayo Aníbal Ponce. Memoria y presencia
especial de Cuadernos de Cultura en respues- (1974), en la misma línea de Ingenieros, ciu-
ta a los rebeldes, titulado “Afirmación mili- dadano de la juventud. En 1982 integra el
tante del marxismo-leninismo” (n° 66 [ene- Consejo de Presidencia y la Mesa Directiva
ro-febrero], 1964). Además de sus exilios en de la APDH, de la que había sido cofun-
Montevideo, viajó por toda América Latina dador. En el terreno de la crítica y la teoría
dictando conferencias. Visita la URSS y de la cultura, si bien abogó por el realismo
China Popular por primera vez en 1953, sien- (Defensa del realismo, 1945), nunca com-
do detenido a su regreso y liberado luego del partió la orientación soviética del “realismo
derrocamiento de Perón (1955). En abril de socialista”; en el terreno de la teoría marxista,
1957 es detenido, en el marco de la llamada se orientó por la senda del “socialismo hu-
“Operación Cardenal”, junto a otros dirigen- manista”. Aunque nunca se enfrentó abier-
tes comunistas como los hermanos Rodolfo tamente con el materialismo dialéctico de
y Orestes Ghioldi, Emilio Troise, el escritor cuño soviético, contribuyó dentro de cier-
y dramaturgo Leónidas Barletta y el director tos límites a la renovación del pensamiento
y autor de tango Osvaldo Pugliese, siendo marxista. Sus ensayos se caracterizaron por
trasladados muchos de ellos a un barco que una prosa pulcra y cuidada, heredera a su vez
funcionaba como cárcel flotante. Vuelve a la de la de Ponce. Fue Gran Premio de Honor
URSS en 1958, 1965 y 1968. En la década de la SADE (1983) y Premio Aníbal Ponce
de 1960 colabora en publicaciones afines al (1978). Estuvo casado con Sofía Babitzky,
comunismo argentino como Che, Propósitos con quien tuvo dos hijas (Judith Silvia y
y El Popular. Integra el Comité Central del Cristina Ruth), y luego con Alicia García.
Partido Comunista Argentino en la década Entre sus obras figuran El hombre prisio-
de 1930, organismo del que fue separado y nero (Claridad, 1938); “El ocaso de la cul-
al que reingresó recién en 1963; fue titular de tura” (AIAPE, 1939); Emilio Zola (Atlán-
la Comisión de Cultura desde 1947 y miem- tida, 1941); Literatura francesa (Atlántida,
bro de la Comisión Política desde 1963. Fue 1941); Defensa del realismo (Montevideo,
director de Editorial Problemas y asesor de Pueblos Unidos, 1945); Ingenieros, ciuda-
otras editoriales comunistas como Lautaro dano de la juventud (Futuro, 1945); “Pasa-
y Procyón. Integró la Comisión Directiva do y presente de la Reforma Universitaria”
de la SADE (1948-1950). Repetidas veces (Córdoba, Centro de Estudiantes de Inge-
fue candidato a diputado nacional (1954, niería de la Universidad Nacional de Cór-
1958, 1983). En 1970 figura como uno de doba, 1947); Cuaderno de bitácora (Lauta-

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A AGUINIS

ro, 1949); Echeverría (Futuro, 1951); Para Aguinis, Marcos (Córdoba, 1935).
una política de la cultura (Procyón, 1956); Narrador, ensayista, médico cirujano.
Nación y cultura (Procyón, 1959); El mito Estudió medicina y se graduó en 1958. Su
liberal (Procyón, 1959); Tántalo recobrado formación y experiencia profesional se ex-
(Lautaro, 1964); La milicia literaria (Síla- pande, sin embargo, hacia otras áreas: se
ba, 1969); “La revolución que propicia- desempeñó como pianista, compositor y
mos” (Buenos Aires, s/d, 1969); “Perón y psicoanalista. En 1983, al regresar la de-
la Segunda Guerra Mundial” (Polémica, mocracia a la Argentina, Aguinis asumió
1970); Aníbal Ponce. Memoria y presencia el cargo de secretario de Cultura durante el
(Cartago, 1974); Prosa política (Cartago, gobierno de Raúl Alfonsín. Tras el progra-
1975); Las condiciones del realismo (Cara- ma implementado en el cumplimiento de
cas, Armitano, 1975); Ideología y cultura esta función, recibió el Premio Educación
(Estudio, 1979); “El camino que lleve a la para la Paz de Unesco. Es autor de una im-
unión” (Buenos Aires, C.N. de P., 1981); portante obra novelística. En sus libros se
Cantar opinando (1982); Mirar hacia de- observa una preferencia por temas histó-
lante (Sudamericana/ Planeta, 1983); Los ricos, presentados exhaustivamente y con
infortunios de la realidad. En torno a la co- una finalidad didáctica. A través de ellos se
rrespondencia con Enrique Amorim (Buenos plantean temas de actualidad y una nece-
Aires, s/d). sidad de cuestionar las historiografías; en
particular, en temas referidos a las liberta-
Bibliografía sobre H.P. Agosti des y los derechos de las personas. Aguinis
Aricó, J., La cola del diablo. Itinerario de inició su carrera literaria con la novela
Gramsci en América Latina, Buenos Refugiados: crónica de un palestino (Losada,
Aires, Puntosur, 1988. 1969), en la cual adopta la perspectiva de
AA.VV., “El pensamiento filosófico, político y un refugiado palestino y explora su mundo
estético de Agosti” (dossier), Cuadernos afectivo. Luego publicó La cruz invertida
de Cultura, tercera época, n° 3 (verano), (Barcelona, Planeta, 1970), ganadora del
1985. Premio Planeta, en la que indaga la insti-
Fondo Agosti, CeDInCI. tución de la Iglesia. Otras novelas que es-
Larra, R., “Héctor P. Agosti, escritor y polí- cribió en la década de 1970 son Cantata de
tico”, Con pelos y señales, Buenos Aires, los diablos (Planeta, 1972); La conspiración
Futuro, 1986. de los idiotas (Emecé, 1979) y Profanación
Linares, F., Agosti, portavoz de la nueva cultu- del amor (Planeta, 1979). La gesta del ma-
ra, Buenos Aires, Anteo, 1988. rrano (Planeta, 1991), novela que tuvo
Schneider, S., Héctor P. Agosti. Creación y gran éxito, se sitúa en el Perú y el norte
milicia, Grupo de Amigos de Héctor P. argentino del siglo XVII. Relata la histo-
Agosti, 1994. ria de Diego Núñez da Silva y de su hijo,
Zamudio Barrios, A., Las prisiones de Héctor Francisco Maldonado da Silva, judíos con-
Agosti [2 vols.], Buenos Aires, CEAL, versos de origen portugués que también
1992. en el Nuevo Mundo sufren la persecución
H.T. de la Inquisición. A partir de este núcleo
+ Ponce, Aníbal. argumental, Aguinis examina el discurso

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AGUINIS A
antisemita y los mecanismos de persecu- hace uso de mecanismos de tensión de la
ción implementados por el Santo Oficio. novela de suspenso, al tejer una trama en
Se trata de una denuncia no sólo contra la que una periodista investiga el primer
el antisemitismo, sino de la persecución ataque y prevé otro futuro. Paralelamente,
racial, religiosa e ideológica, de la esclavi- terroristas islámicos y agentes allegados a
tud, la tortura y, en general, de la violación la Secretaría de Inteligencia de Estado ur-
de los derechos de las personas, en alusión den otra agresión de mayores dimensiones
metafórica a la última dictadura militar contra una de las instituciones centrales de
argentina. Edna Aizenberg señala que en la comunidad judía de Buenos Aires. La
esta novela Aguinis retoma el “sefardismo novela pone de manifiesto la corrupción
metafórico”, recurso característico de “un enquistada en los servicios de inteligencia
grupo de importantes pioneros de la lite- argentinos. Además, denuncia la colabo-
ratura argentina judía, entre ellos Alberto ración y participación de agentes de dicha
Gerchunoff, Carlos M. Grünberg y Samuel entidad en la programación y ejecución de
Glusberg (alias Enrique Espinoza)”, por el los atentados. Por otra parte, a través de la
cual acudieron a “la herencia de Sefarad vida del terrorista islámico Dawud Habbif,
como vínculo con el medio hispano que Aguinis analiza los factores históricos, po-
les tocaba vivir y como vía de acceso a la líticos y sociales que explican el fenómeno
sociedad argentina”.1 Este procedimien- de los atentados suicidas del fundamen-
to literario enfatiza la presencia judía en talismo islámico. Revisa la historia de los
la historia de la Colonia y, de esta forma, palestinos, su relación con los israelíes y el
cuestiona las historiografías, abogando por mundo árabe, y de este modo desenmasca-
una reformulación de la historia necesaria ra malentendidos históricos sobre los que
para reconocer al otro y replantear el con- se sostienen afirmaciones acusatorias con-
cepto de nación. Posteriormente, Aguinis tra los israelíes. Al mismo tiempo, objeta
publicó las novelas La matriz del infierno la idea del islam como fe fundamentalista
(Sudamericana, 1997), ambientada en y lo presenta como una religión tolerante
la década de 1930, años de nazismo en por medio de la figura del imán Zacarías,
Europa y dictadura en Argentina, y Los quien asiste a la periodista protagonista
iluminados (Atlántida, 2000), cuya his- para desentrañar el primer atentado.
toria se desarrolla en la década de 1950. En La pasión según Carmela (Sudame-
En las últimas novelas recurre a estrategias ricana, 2008), Aguinis también recurre a
de géneros de difusión masiva. En Asalto procedimientos de la literatura de consu-
al paraíso (Planeta, 2002) ficcionaliza los mo, tales como la novela sentimental, la
atentados en Buenos Aires contra la emba- divulgación histórica y las tramas de sus-
jada de Israel en 1992 y de la Asociación penso. La historia se sitúa en la Revolución
Mutual Israelita Argentina en 1994. Aquí Cubana, a la cual se unen Carmela, una
neurocirujana perteneciente a la burguesía
1.  Aizenberg, Edna, “La gesta del marrano y isleña, e Ignacio, un economista argenti-
el sefardismo literario argentino”, en Alcira no. Entre ellos se desarrolla una intensa
Arancibia, J. (ed.), La gesta literaria de Marcos historia de amor. La novela cuestiona las
Aguinis, San José (Costa Rica), Perro azul,
personalidades de Fidel Castro y del Che
1998, p. 45.

• 37 •
A AGUIRRE

Guevara, la pérdida de los ideales revolu- la Cultura de la Academia de Artes y Cien-


cionarios iniciales, los fusilamientos suma- cias de la Comunicación, Premio Nacional
rios y la represión del régimen castrista. La de Literatura, Faja de Honor de la SADE,
narrativa de Aguinis también incluye com- Gran Premio de Honor de la SADE. Fran-
pendios de relatos cortos: Operación siesta cia lo designó Caballero de las Letras y las
(Planeta, 1978); Y la rama llena de frutos Artes. Y recibió el título de Doctor Honoris
(Sudamericana/ Planeta, 1986); Importan- Causa de la Universidad de Tel Aviv (2002)
cia por contacto (Planeta, 1983); Todos los y la Universidad de San Luis (2000).
cuentos (Sudamericana, 1995). Y las bio- P.N.
grafías Maimónides, un sabio de avanzada + Gerchunoff, Alberto.
(Instituto Científico Judío, 1963), sobre el
filósofo judío español, cuya figura cautivó Aguirre, Osvaldo (Colón [Buenos
a Aguinis por representar un modelo de Aires], 1964). Desde 1981 vive en Rosario
inspiración para científicos e intelectua- (Santa Fe). Integró el Grupo de Arte
les, y El combate perpetuo (Planeta, 1971) Experimental Cucaño y estudió Letras
acerca del Almirante Brown. En cuanto al en la UNR. Publicó los libros de poesía
ensayo, merecen ser mencionados: Carta Las vueltas del camino (Libros de Tierra
esperanzada a un general: puente sobre el Firme, 1992); Al fuego (Libros de Tierra
abismo (Sudamericana/ Planeta, 1983); El Firme, 1994); Narraciones extraordina-
valor de escribir (Sudamericana/ Planeta, rias (Vox, 1999); El General (Mar del
1985); Un país de novela (Planeta, 1988); Plata, Melusina, 2000) y Ningún nom-
Memorias de una siembra: utopía y prácti- bre (Dársena 3, 2005). Entre sus novelas,
ca del PRONDEC (Programa Nacional de relatos y libros de cuentos se destacan
Democratización de la Cultura) (Planeta, Velocidad y resistencia (Rosario, Edición
1990); Elogio de la culpa (Planeta, 1993); Municipal de Rosario, 1995); La deriva
Nueva carta esperanzada a un general (Sud- (Rosario, Beatriz Viterbo, 1996); Estrella
americana, 1996); El atroz encanto de ser del Norte (Sudamericana, 1998); La no-
argentinos (Planeta, 2001); Las redes del che del gato de angora (Rosario, Fundación
odio: recursos para desactivar la violencia Ross, 2006) y Rocanrol (Rosario, Beatriz
(Planeta, 2003); ¿Qué hacer? Bases para el Viterbo, 2006). Editó las obras poéticas de
renacimiento argentino (Planeta, 2005). Es Arturo Fruttero y Felipe Aldana, publica-
coautor, junto a Monseñor Justo Lagu- das por la Editorial Municipal de Rosario.
na, de Diálogos sobre la Argentina y el fin Aguirre edita el suplemento “Señales”
de milenio (Sudamericana, 1996); Nuevos del diario La Capital e integra el consejo
diálogos (Sudamericana, 1998); Las dudas y de redacción de Diario de Poesía (Buenos
las certezas (Sudamericana, 2001). Y, junto Aires). Asimismo, colaboraba asiduamente
con Jorge Bucay, de El cochero: un libro en en Puntos de Vista, y escribe en el suple-
vivo… (Atlántida, 2001). mento “Radar” de Página/12 y en revistas
Recibió diferentes galardones por su la- como Vox, La Pecera, El Jabalí y Hablar de
bor profesional, entre los que pueden men- Poesía, entre otras.
cionarse el Premio Planeta (España), aludi- La estructuración oral dialectal de su
do anteriormente, Premio Benemérito de poética remite a un repertorio amplio de

• 38 •
AGUIRRE A
figuras retóricas acuñadas en el habla ru- el lenguaje poético consiguiera la máxima
ral: “Las palabras de entrecasa abren sur- separación posible del lenguaje lógico
cos en la memoria que neblina la tierra de convencional, en pos de la generación de
campaña” (Al Fuego, p. 14). Por otra parte, nuevas realidades que descartaran la copia
la escritura de Aguirre podría definirse en o el embellecimiento del mundo referido.
su relación peculiar con el pasado, en su Este impulso, a la vez, pretendía conci-
búsqueda de transmitir una experiencia a liar la fantasía con el entorno social y los
través de evocaciones simples y virtuosas; aspectos de la vida cotidiana. Tales ansias
provista de imágenes cotidianas antes que transformadoras se plasmaron en Poesía
de metáforas ampulosas. El escritor re- Buenos Aires, publicación cuatrimestral
construye una biografía a partir de la cual que Aguirre fundó y dirigió junto a Edgar
se disparan recuerdos y memorias. En va- Bayley en el decenio 1950-1960 que, más
rios de sus cuentos y novelas evidencia su que una revista, supuso un movimiento
interés por indagar en las relaciones entre generacional en el cual se articuló una
periodismo, policía y delincuencia, aunque renovación estética insoslayable en la lí-
sin ajustarse a los recursos del policial clá- rica nacional. En sus treinta números,
sico. En el campo de la crónica policial ha Poesía Buenos Aires no sólo divulgó a au-
escrito diversos artículos sobre temas como tores funcionales a sus inquietudes como
los asesinatos seriales, la historia de la cró- el chileno Vicente Huidobro o el francés
nica policial argentina, los cancioneros René Char, sino que también se consti-
criminales, la serie Cops, Rodolfo Walsh, tuyó en un espacio de difusión de jóve-
Eduardo Holmberg y Edgar Allan Poe. Su nes poetas argentinos e incluyó trabajos
última novela, Los indeseables (Negro Ab- de Francisco Urondo, Alejandra Pizarnik,
soluto, 2008) narra la historia de Gustavo Leónidas Lamborghini y Juan Jacobo
Germán González, un emblemático pe- Bajarlía. Además de contar con una ti-
riodista de policiales del diario Crítica. El rada que oscilaba entre los quinientos y
doble rol de cronista-detective que encarna seiscientos ejemplares por edición, Poesía
este personaje parece transitar la propia ex- Buenos Aires imprimió once poemarios y
periencia de Aguirre. Es ese vínculo con el diecisiete folletos de creación conjunta.
periodismo, la crónica y la noticia, el que En 1952 Aguirre lanzó su Antología de
aflora una y otra vez en sus relatos. Y que una poesía nueva y dos años más tarde, en
vuelve sus escritos cautivantes. los números 13 y 14 de la revista, presen-
L.V. tó Poetas de hoy: Buenos Aires, 1953. Entre
las numerosas traducciones que estuvie-
AGUIRRE, Raúl Gustavo (1927 - Oli­ ron a su cargo se destacan los aforismos de
vos [Buenos Aires], 18/01/1983). Poeta, Heráclito de Éfeso, el filósofo-poeta de la
traductor, crítico y antólogo inscripto en antigüedad griega, y Una temporada en el
el invencionismo, corriente poética que infierno de Arthur Rimbaud. Asimismo,
el mismo Aguirre entendía como la cul- confeccionó la versión en español de más
minación de un proceso histórico en el de treinta obras, entre las que se incluyen
que convergían el surrealismo y el crea- textos de escritores como Lewis Carroll y
cionismo. El invencionismo permitía que Henry James.

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A AGUIRRE

En 1944, Aguirre ganó el Premio Ini- oficio a partir de una fuerte condensación
ciación Literaria por su poemario El tiem- semántica. “Siempre se servirá la poesía de
po de la rosa, publicado al año siguiente. esa alianza impenetrable entre la confusión
Este primer libro comprende una serie im- de un hombre y la presencia de un niño” o
pecable de sonetos y versos sencillos que “El poema suele ser a veces ese crujido ate-
refieren el romance de la primera juventud rrador tras una puerta clausurada” son al-
y transitan una serie de motivos recurren- gunos ejemplos. Redes y violencias (1958),
tes de la poesía tradicional: imágenes de la también libro de aforismos, fue traducido
luna, la primavera, la tristeza del otoño y al alemán junto con Cuaderno de notas en
la proliferación de ruiseñores. Ya habría un solo conjunto bajo el título unificador
tiempo más tarde para el despliegue de una de Netze und gewalten-Notizbuch (1961).
producción de corte innovador. En 1946, Alguna memoria (1960), en la senda de La
cuando despuntaba su práctica literaria, se danza nupcial, es una búsqueda desaforada
graduó como Profesor Normal de Letras. de ella, inestable e inasible “sustancia vir-
Cuerpo del horizonte. Poemas (1949-1950) tual de la vida”. A través de frases largas en-
(1951), su siguiente libro, presenta una se- cadenadas que persiguen un presentimien-
rie de secciones; la que da nombre al volu- to o designio, se avizora esta “maravillosa
men es una extensa pieza que alude al acer- criatura” a la que no se accede por medio
camiento y exploración entre dos amantes del pensamiento, sino a través de la imagen
jóvenes, a la luz del asombro y el reconoci- restallante que golpea e ilumina el horizon-
miento recíproco, al mismo tiempo que se te por unos segundos. “Te anticipas, don
articula una evocación del pasado, los años inmenso, te anticipas”, se estimula el yo
del crecimiento y la niñez perdida. La ins- poético en un trance. Su ensayo Las poéti-
piración concluye con la yuxtaposición de cas del siglo XX (1983), de aparición póstu-
ambos amantes, intersección que permite ma, es un exhaustivo trabajo que llevó más
vislumbrar la conformación de un nuevo de quince años de elaboración, entre 1963
cuerpo, ya referido en el título del poema. y 1979. Se caracteriza por la claridad de
La danza nupcial (1954), texto tan breve sus conceptos, la actitud didáctica y su es-
como renovador e inclasificable, tuvo una critura diáfana. En rigor, el texto toma un
primera edición con una tirada de sólo amplio período que se abre a mediados del
cien ejemplares “para los amigos de Poesía siglo XIX y cierra con un epílogo que, en
Buenos Aires”. En la obra se dispara una in- una suerte de último testimonio y desbor-
dagación alucinada en las fronteras del alba de pasional, exhorta al compromiso de la
y lo conocido, que descarta los valores esta- palabra con el presente: “La poesía actual
blecidos en pos de un orden más auténtico. representa y resume esa aventura, esa tra-
Cuaderno de notas (1957), por el contrario, gedia que consiste en buscar una respuesta
presenta la otra vertiente de la obra poética satisfactoria, de fondo, una evidencia, un
de Aguirre, componiéndose de 53 aforis- signo, una señal que coloquen al hombre
mos que se extienden entre 1952 y 1956, de nuevo ante su humanidad. Jamás has-
según indica el pie de imprenta del libro. ta ahora tuvo la poesía ese carácter deci-
Son breves enunciados de iluminadora sivo ni tamaña gravedad, ni afrontó tanto
belleza que reflexionan sobre el poeta y su misterio, tanto dolor, tanta desesperación,

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AIRA A
tanto miedo, tanto derrumbe. Jamás fue Moreira (1975), publicado por una edito-
tan urgente su necesidad de asir la existen- rial independiente que no lo sobrevivió,1
cia, de atrapar un rostro, una imagen, un sus novelas y novelitas han venido apare-
destello del cosmos, la huella de un dios, ciendo con regularidad; a veces, tres, cua-
el gesto de una esperanza”. Otros de sus tro o cinco en un mismo año, ellas alimen-
ensayos son: Los poetas de nuestro tiempo tan a la vez una obra, un autor, un mito
(1958); El dadaísmo (1968) y Problemas de autor y han establecido un público con
de la literatura contemporánea (1969). Su nuevas expectativas que, en muchos casos,
obra poética se completa con Señales de se sumó además a escribir en la misma
vida (1962); La piedra movediza (1968); El dirección.
amor vencerá (1971); Aventura de la noche En 2001 dos editoriales unidas para
(1978); La estrella fugaz (1984) y Asteroides la ocasión (Emecé-Ada Korn) publican
(1999). La Editorial Monte Ávila de Cara- su Diccionario de autores latinoamerica-
cas (Venezuela) reunió en 1979 su poesía nos. Más de seiscientas páginas de breves
en Antología (1949-1978). Como antólo- entradas sobre autores y un apéndice con
go, su compilación Poetas franceses contem- resúmenes literarios de cada país confor-
poráneos (1974) alcanzó una importante man un texto que, como todo en Aira,
repercusión, al punto de reeditarse al año contribuye a su extravagancia numérica.
siguiente. En 1979 presentó la Antología de La redacción convencional de notas sobre
la poesía argentina en tres tomos y también aspectos biográficos, más la enumeración
El movimiento Poesía Buenos Aires. Aguirre y eventual juicio de las obras de cada au-
colaboró con las revistas Sur y Contemporá- tor, muestran sólo una cosa: para Aira la
nea. Fue crítico bibliográfico de La Gaceta literatura no tiene límites. Y no los tiene
de Tucumán y publicó algunos poemas en porque es la actividad que puede ejercer
diarios como Clarín, La Nación, La Opi- cualquiera. El Diccionario contiene las his-
nión, La Prensa, La Capital de Rosario y El torias condensadas de todos los hombres
Día de La Plata. y mujeres que escribieron algo, o que se
L.P. sintieron escritores en o ligados a Latino-
+ Bayley, Edgar. américa. Aquí, escribir bien o mal no hace
a nadie más o menos escritor/a; el juicio
Aira, César (Coronel Pringles [Buenos de valor aparece y se ensaña sólo con aque-
Aires], 1949). Natural de Coronel Pringles, llos que pasaron a formar parte del canon
nada en la biografía de Aira puede ser inte- latinoamericano: los consagrados. La ma-
resante. No porque sus peripecias no me- yor parte de los otros son “desconocidos y
rezcan unas líneas sino porque es la obra
–la idea de obra– la que opera detrás del 1.  Según Aira, la dictadura militar se abatió
sobre Argentina poco después de que los in-
nombre de este autor. En más de treinta
teriores de Moreira hubieran sido impresos.
años de manifestación ininterrumpida, Estos fueron guardados hasta la vuelta de la
esa obra ha pasado por casi todo y se ha democracia en 1983, momento para el cual
ido construyendo a través de un proceso la Editorial de Belgrano ya había publicado
de acumulación en el que el número tiene Ema, la cautiva. Se imprimieron las tapas y
Moreira fue puesto a la venta, con un colofón
un lugar central. Desde su primer libro,
que rezaba: “Impreso en 1975”. [N. de E.]

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A AIRA

olvidados”, como señala el mismo Aira en 2002), es núcleo de esa obra que se arma
el prólogo y reciben un reporte descriptivo sobre el procedimiento. Ese procedimiento
de su actividad. Es la misma idea sobre la tiene un nombre, que el mismo Aira nos
que se construyen –de forma más sofistica- proporciona: “la huida hacia adelante”, es
da ciertamente– sus otros libros “críticos” decir, librar la ficción a su propia suerte,
Copi (1991); Alejandra Pizarnik (1998); liberarla de la tutela del juicio del escritor
La trompeta de mimbre (1998); Las tres fe- que controla cosas como verosimilitud,
chas (2001); Edgard Lear (2005). Y puse realismo, coherencia, representación, esti-
“críticos” entre comillas pues los géneros lo, buen gusto. Todas esas categorías se han
no son tampoco –como el valor literario pulverizado en la literatura de Aira. Lo que
o el reconocimiento– aspectos en los que queda es, precisamente, la literatura fuera
la literatura de Aira se detenga. Son textos de la institución literaria, la literatura a se-
críticos en la medida en que reflexionan cas, sin maquillaje institucional, sin gusto,
sobre escritores y obras concretas, pero se sin corrección, sin verosimilitud porque ya
arman sobre procedimientos narrativos y nada de eso importa como valor literario.
argumentativos bastante semejantes a sus Lo que lleva a otra cuestión central: fue-
“ficciones”, o sea, las narraciones, las no- ra de la institución, la literatura sólo puede
velitas, sus otros libros, que constituyen la ser obra de vanguardia: “Tal como yo lo
mayor parte de su obra (a la que se agrega veo, las vanguardias aparecieron cuando se
como cuerpo diferente pero completamen- hubo consumado la profesionalización de
te asimilable, su obra de teatro Madre e hijo los artistas, y se hizo necesario empezar de
[1993]). nuevo. Cuando el arte ya estaba inventa-
Dije “obra” y esta palabra es central para do y sólo quedaba seguir haciendo obras,
entender a César Aira. La proliferación y el el mito de la vanguardia vino a reponer
número, divisiones que se abren como los la posibilidad de hacer el camino desde el
abanicos en Las curas milagrosas del doctor origen”.1 Ese camino es, en realidad, el que
Aira (1998) tratando de abarcar la realidad, conduce a la obra que rechaza su institu-
no fraccionan sino que suman ficciones e cionalización. Ese rechazo se hace no en
historias al continuum de un solo texto, el los términos de los contenidos sino a tra-
de la literatura, que se escribe como expan- vés de los procedimientos. “Más que eso,
sión. No porque las historias se repitan (al la profesionalización restringió la práctica
contrario), sino porque todas obran para del arte a un minúsculo sector social de
hacer visible, reconocible, el procedimien- especialistas y se perdió la riqueza de ex-
to de instalar la invención en el centro de periencias de todo el resto de la sociedad.
la vida y la experiencia. Una obra que no […] La herramienta de las vanguardias,
tiene principio ni fin, que no tiene géne- siempre según esta visión personal mía, es
ro, que se expande en cantidad de libros el procedimiento. […] Los grandes artistas
y libritos pero que no se circunscribe a del siglo XX no son los que hicieron obra,
ellos: así diría yo que se define la literatu-
ra de Aira. En ella, la invención, como lo 1.  Aira, C., “La nueva escritura”, en Boletín
ha visto Sandra Contreras en Las vueltas (Rosario), nº 8 (octubre), 2000, p. 165.
También disponible en: <http://www.litera-
de César Aira (Rosario, Beatriz Viterbo,
tura.org/Aira/Aira.html>.

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AIRA A
sino los que inventaron procedimientos tamente diferente de la literatura (Eloísa
para que las obras se hicieran solas, o no Cartonera, Belleza y Felicidad) o editoria-
se hicieran”.1 Si este pensamiento sobre la les que sólo publicaron algún texto de Aira
obra es radical es porque puede prescindir, con el que inician y concluyen su historia
precisamente, del producto: “que la ‘obra’ (el broche). No hay que olvidar que esta
sea el procedimiento para hacer obras, sin estrategia de Aira es la colocación que él
la obra”2 repite en su texto sobre la van- eligió en medio de los cambios culturales
guardia. Graciela Speranza, en Fuera de de los años noventa, que tuvieron su reco-
campo. Literatura y arte argentinos después dificación más radical en la nueva relación
de Duchamp (Barcelona, Anagrama, 2006), entre la literatura, el escritor y el público
desarrolla el carácter conceptual de la obra en medio de la centralidad del mercado.
de Aira y su relación con las estéticas de Su aparición –central y marginal– hizo
vanguardia. de Aira un escritor extraño: saturaba el
De ahí que las clasificaciones temáticas mercado con sus textos pero aparecían en
que suelen organizar el corpus de la litera- ediciones artesanales, difíciles de encontrar
tura argentina sean completamente irrele- en las librerías de Buenos Aires y comple-
vantes en el caso de Aira: tiene, en la mejor tamente inconseguibles fuera de la Argen-
tradición argentina, novelas urbanas (Los tina. Si esta colocación no fue ajena a la
misterios de Rosario [1994]; La Villa [2001, construcción de su literatura, también fue
2006]), rurales (El bautismo [1991]; Ema, decisivo el mito de un autor, el mito de sí
la Cautiva [1981]), históricas (La liebre mismo como autor más allá de cualquier
[1991]; Un episodio en la vida del pintor nota biográfica, en la conformación de
viajero [2000]), de viaje (Fragmentos de un obra y público. Si la obra, según su propia
diario de una estadía en los Alpes [2002]) so- definición, debe ser un “adefesio” porque
bre la identidad nacional (La abeja [1996]; no hay que cuidar, reescribir, corregir, algo
El tilo [2003]) pero también tiene novelas que es ante todo procedimiento, el escritor
“exóticas” (Canto Castrato [1984]; Una no- siempre es un idiota que pone en marcha
vela china [1987]; Parménides [2006]; El el mecanismo y que no tiene condición
llanto [1992]) y completamente “fuera de especial para hacerlo, excepto su voluntad
serie” (casi todas las otras). de manifestarlo. Si todo puede ser litera-
Hay algo más. Aira no logró construir tura, escritor puede ser cualquiera. Las tres
una obra sólo a partir de la literatura; fue- fechas (2001), por ejemplo, uno más de los
ra de las demandas institucionales, publi- múltiples ready-made airianos, formula un
có sus libros en editoriales de todo tipo: programa literario preciso para expandir la
prestigiosas, comerciales pero, por sobre literatura y colocarla en el futuro bajo la
todo, en editoriales independientes (Bea- forma de “catálogo razonado” de lecturas.
triz Viterbo de Rosario en primer lugar y El libro es un conjunto de historias reales
últimamente Mansalva) o proyectos que de escritores en las que se busca no un tipo
también involucran una difusión comple- de verdad literaria sino la literatura misma;
dentro del sistema de Aira esto significa
1.  Aira, C., op. cit., p. 166.
que vamos a encontrar un conjunto de mi-
2.  Aira, C., op. cit., p. 167.
tos de escritor que justificarán obras que

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A AIRA

justificarán vidas. Por ello, hay algo muy para volverlos literatura. Así, todo lo que
específico que guía las reflexiones sobre los no es literatura queda sin escapatoria: pue-
escritores elegidos –raros absolutos como de abjurar del arte, pero tarde o temprano,
Denton Welch, Paul Léautaud, J. R. Ac- esta justicia poética se apropiará de él y ter-
kerley, Max Beerbohn o Abbott– y es la minará convirtiéndolo en una novelita de
relación entre experiencia y escritura. Des- Aira. Reinaldo Laddaga, en Espectáculos de
de allí, en las historias de ellos, que Aira realidad (Rosario, Beatriz Viterbo, 2007),
vuelve tan vulgares como extravagantes, se analiza a Aira como un objeto radical en la
condensan las preguntas de todos los escri- literatura latinoamericana que cambió, por
tores sobre la invención y la exposición u sobre todo, la manera de hacer literatura.
ocultamiento de la propia vida. Siguiendo Los lectores tienen un lugar especial en
la máxima de su maestro, Osvaldo Lam- esta historia. El escritor y su mito fueron
borghini, para Aira primero se es escritor y seguidos de cerca por un grupo reducidísi-
luego se escribe, pero puede pasar que no mo en los años 70, en los que se dedicó a la
se escriba en absoluto y se sea escritor de experimentación siguiendo a otros escrito-
todos modos pues ser escritor es inventar res de la época (en primer lugar, a Osvaldo
procedimientos. Lamborghini). Fue visualizado y criticado
El arte de Aira consiste en no llegar a en los 80, cuando pareció un extravagan-
naturalizar el arte aun cuando la narración te y resultó un tanto “incomprendido”.
tome la naturalización como el procedi- En los 90 él y su obra se consagraron de-
miento. Procedimiento de lo paralelo, es finitivamente en la Argentina y fue difícil
siempre un arte del destiempo. Publicar no leerlo. Desde 2000 la consagración ha
antes de escribir; ser escritor antes de tener pasado a ser internacional. Lo que Aira ha
una obra, o como Edward Lear, que apren- hecho en la literatura argentina, especial-
de a dibujar cuando ya ha sido consagrado mente desde los años 90, no parece tener
por el arte que desconoce y que nunca lle- vuelta atrás. Volvió –como lo hizo Borges
gará a dominar. No se trata de equívocos, desde los años 20– o innecesaria, o tradi-
sino de la imposibilidad que el paralelismo cional u obsoleta buena parte de la litera-
pone en escena. Pocas obras reconocen ba- tura de sus contemporáneos, al tiempo que
sarse sobre el error, los equívocos, lo que su aparición dio una suerte de impulso a
está mal hecho o lo que se hace con dese- varias escrituras más jóvenes que comen-
chos, a la manera de un bricolage; a muchas zaron a desplegarse en direcciones muy
menos tienen sin cuidado la escritura, el variadas, dentro y –especialmente– fuera
estilo, la corrección al punto que lo hace de su estela.
Aira. No hay otra salida, en esta situación, Tiene, el último día de 2008, más de
que la estrategia que Aira le otorga a la li- 60 libros publicados en casi todos los gé-
teratura: colonizar todo. Colonizarlo todo, neros (excepto poesía). Ha sido traducido
políticamente, apropiándose de los ámbi- a varios idiomas, especialmente al inglés,
tos ajenos, interviniendo en aquellos mun- francés, portugués e italiano. Tiene una
dos que viven de espaldas a la literatura y extensísima crítica en Argentina, América
al arte, doblegándolos y sometiéndolos a Latina, Estados Unidos y Europa; tiene
su poder, quitándoles su propia naturaleza además unas 428.000 entradas en Google.

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ALBERTELLA A
El juego de los mundos (2000) es una fic- mendiga (1998); Haikus (1999); Un epi-
ción que sucede “en una época del futu- sodio en la vida del pintor viajero (2000);
ro”; en ese futuro remoto ya no existe la El juego de los mundos (2000); La pastilla
literatura pero todas las personas, por un de hormona (2001); La villa (2001); Un
proceso de reconversión, descienden de es- sueño realizado (2001); Las tres fechas
critores y llevan sus nombres. En el mundo (2001); Cumpleaños (2001); Fragmento
de la realidad virtual, la literatura, que ha de un diario en los Alpes (2002); Vara-
sido pasada a imágenes por sistemas inteli- mo (2002); El mago (2002); El todo que
gentes, ya no tiene palabras, se ha desinte- surca la nada (2003); El tilo (2003); Yo
grado según el azar con el que la han leído era una chica moderna (2004); Las no-
las máquinas. Sin embargo, una vez más, ches de Flores (2004); La princesa prima-
todos los libros podrían volver a ser escri- vera (2004); El cerebro musical (2005);
tos porque aun en el mundo en que todas Cómo me reí (2005); Mil gotas (2005);
las personas juegan a destruir mundos, la Yo era una chica de siete años (2005); El
literatura podrá ser inventada una vez más pequeño monje budista (2005); El cere-
y será origen y fin del universo. César Aira bro musical (2005); Edgard Lear (2005);
reinventó la literatura para su presente. La cena (2006); Parménides (2006); La
vida nueva (2007); Las conversaciones
Obra de César Aira (2007); Las aventuras de Barbaverde
Moreira (1975); Ema, la cautiva (1981); (2008).
La luz argentina (1983); Las ovejas G.M.
(1984); El vestido rosa (1984); Can- + Lamborghini, Osvaldo.
to castrato (1984); Una novela china
(1987); Los fantasmas (1990); El bau- Albertella, Jorge Luis (s/d).
tismo (1991); La liebre (1991); Copi Psicólogo, novelista y dramaturgo prove-
(1991); Nouvelles impressions du Petit niente de una familia judío-italiana que se
Maroc (1991); Embalse (1992); El vo- radicó en la Argentina durante la Segunda
lante (1992); La guerra de los gimnasios Guerra Mundial. Se crió en Buenos Aires y
(1992); La prueba (1992); El llanto vivió luego en distintos países, tras lo cual
(1992); Diario de la hepatitis (1993); se instaló definitivamente en Los Ángeles
Madre e hijo (1993; teatro); Cómo me (Estados Unidos), ciudad en la que reside
hice monja (1993); El infinito (1994); La desde hace más de treinta años.
costurera y el viento (1994); Los misterios Escribió varias novelas en español, pu-
de Rosario (1994); La fuente (1995); Los blicadas por la editorial Galerna, en su
dos payasos (1995); La abeja (1996); El mayor parte de carácter humorístico: Abra-
mensajero (1996); Dante y Reina (1997); cadabra (1984); Cuadros de una exposición
El congreso de literatura (1997); Taxol: (1985); La rebelión de los gordos (1986);
precedido de Duchamp en Mexico y La En la galería (1987); Hasta que me dé sida
broma (1997); La trompeta de mimbre (1988); Verdades a medias (1988) y Crónica
(1998); Alejandra Pizarnik (1998); La de dos mujeres solitarias (1989), luego rees-
serpiente (1998); El sueño (1998); Las crita como guión de la película Letters from
curas milagrosas del Dr. Aira (1998); La two lonely women, que él mismo dirigió en

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A ALCALDE

1990. Cabe señalar también que a comien- con sus alumnos, y lo arrojó en una pro-
zos de la década de 1990 fundó el Teatro funda depresión.
Judío de Los Ángeles, que continúa diri- Además de las lenguas clásicas (griego
giendo. Allí estrenó numerosas obras en in- y latín), fue traductor del inglés, francés y
glés, en general calificadas como comedias alemán. Los años en los que no pudo par-
o sátiras “con tema judío”, entre las que se ticipar de la vida académica, tradujo (solo,
destacan Eva Peron and the Fourth Reich; y con su esposa de ese momento, Josefina
Dormant; Dirty Laundry; Sins of Omission; Ludmer) reseñas bibliográficas de psico-
Cooking; Tango; The Balcony; Borders. logía y psicoanálisis, y libros referentes al
L.M.K. tema, como las Memorias de un enfermo
nervioso, de Daniel Paul Schreber, texto de
Alcalde, Ramón (1922 - 1989). 1903. En uno de sus trabajos como traduc-
Filólogo, traductor, crítico, escritor, docen- tor de Freud define el oficio como “ese San
te y político. En su juventud fue seminaris- Cristóbal que traslada (ubër-setz) de una
ta jesuita, experiencia de la que conservó, orilla a otra sobre sus nada omnipotentes
en palabras de León Rozitchner, “ese tinte espaldas un inocente (el texto) que carga
monacal que siempre caracterizó su vida” y a su vez con todas las perversidades de un
su clave de interpretación “definitivamente mundo elusivo (el significado)”.2 Sus tra-
cristiana”.1 Al salir del seminario se transfor- ducciones freudianas lo convierten, según
mó en un intelectual de izquierda crítico de Noé Jitrik, en “un nombre insoslayable en
la Iglesia Católica, sobre todo respecto de su toda historia de la nueva configuración del
rol institucional en el país, como muestra psicoanálisis en la Argentina”.3 La teoría de
claramente su artículo: “La Iglesia argenti- la traducción de Alcalde estaba claramente
na: instrucciones para su uso” (Contorno, explicitada: “reivindico un retorno de las
cuaderno 1, Buenos Aires, 1957). letras bellas –y no sólo en la práctica de
Fue profesor de Griego y Latín en traducir– a la unidad originaria aristofano-
la Universidad del Litoral (actualmente bizantesca de gramática, lógica, lingüística,
UNR) en el período 1956-1966. Después historia, bajo la guía artesanal de la Madre
del golpe de Estado llevado adelante por del Lenguaje Reflexivamente Poético, la
Onganía (1966) tuvo que abandonar los retórica. Eso sí, no cientifizada por ningún
claustros oficiales (enseñó en algunas uni- estructuralismo, ni inhibida por ningún
versidades privadas) hasta 1984, año en que odio al ‘contenido’, la glosa, la paráfrasis,
se incorporó a la UBA, en la que trabajó el comentario. Si para alguien es aunque
hasta 1988. La disposición de ese año, que más no sea indiferente que un dativo […]
jubiló de oficio a los profesores mayores de sea posesivo, ético, simpatético o corográ-
65 años, lo sorprendió en un momento de 2.  Alcalde, R., “‘Los límites de la interpret-
gran plenitud intelectual, cuando formaba abilidad’ de Sigmund Freud”, Contorno,
grupos de trabajo sobre retórica antigua cuaderno 1, Buenos Aires, 1957, p. 294.
3.  Jitrik, N., “Las marcas del deseo y el mod-
1.  Rozitchner, L., “Ramón y la escritura elo psicoanalítico”, en Cella, S. (dir.), La
inconclusa”, en Alcalde, R., Ramón Alcalde. irrupción de la crítica, vol. 10 de Jitrik, N.
Estudios críticos de poética y política, Buenos (dir.), Historia crítica de la literatura argentina,
Aires, Conjetural, 1996, pp. 12-14. Buenos Aires, Emecé, 1999, p. 23.

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ALCALDE A
fico, mejor que no se meta a traductor”.1 cación un hito en la historia de las revistas
La erudición y el afán de perfecciona- culturales del país. Con el correr del tiem-
miento fueron característicos de su obra po, Contorno viró hacia la reflexión acerca
como filólogo y docente. La primera, en su de temas más políticos que literarios. Sus
concepción, era un arma para descifrar el integrantes, que en sus comienzos habían
mundo contemporáneo, como bien pue- apoyado la presidencia de Arturo Frondizi,
de apreciarse en su artículo “Tres clases de realizaron una autocrítica de esta posición
retórica”, en el cual comenta “La retórica y propiciaron una lectura marxista de la
antigua” de Barthes, texto que también cultura, aunque sin llegar al dogmatismo
tradujo. Del mismo modo, la etimología de Abelardo Ramos, que Alcalde criticó en
aparece utilizada en textos de índole polí- su colaboración “Imperialismo, cultura y
tica no como alarde o adorno, sino como literatura nacional” (Contorno 5/6, 1955),
modo de ahondar en la comprensión del uno de los artículos centrales, desde el pun-
objeto tratado. to de vista ideológico, de la publicación.
De la intensa actividad intelectual que En la época de apoyo al frondizismo,
desarrolló, resulta fundamental destacar su Alcalde se hizo cargo del Ministerio de
participación en el equipo de redacción de Educación y Cultura de la provincia de
algunas de las revistas más importantes de Santa Fe (1958). Sin embargo, rápidamen-
su época: Centro, Imago Mundi, Contorno te se sintió defraudado por el gobierno y
y Sitio. Contorno, fundada en 1953 y que abandonó la función pública. En 1960,
apareció hasta 1959, quizá la más impor- con otros intelectuales universitarios que
tante de todas ellas, unió al grupo formado habían tenido su militancia de origen en
por Alcalde, los hermanos Viñas, Juan José la Unión Cívica Radical Intransigente,
Sebreli, Oscar Masotta, Tulio Halperin fundó el Movimiento de Liberación Na-
Donghi y Noé Jitrik, además de Adelaida cional –“Malena”, en la jerga política de
Gigli y Adolfo Prieto. Esta revista cambió la época–, grupo de orientación marxista
el modo de leer la cultura argentina, hasta (del cual Ismael Viñas era máximo dirigen-
ese momento reservada a las interpretacio- te) que, a diferencia de muchas agrupacio-
nes de una clase social muy definida y re- nes contemporáneas (PRT-ERP), estaba en
presentada –para decirlo rápidamente– por contra de la lucha armada como modo de
la revista Sur. Las discusiones con figuras acceder al poder. El grupo se desarrolló a
clave de este grupo patricio, los cambios lo largo de toda la década del 60 y formó
propiciados en el canon de la literatura militantes que habrían de tener relevancia
argentina (ejemplo paradigmático: la in- en el transcurso de los 70. Alcalde dejó una
clusión en él del hasta ese momento nin- impronta inolvidable en quienes fueron
guneado Roberto Arlt), la incorporación sus alumnos, a quienes, al decir de Eduar-
de los conceptos sartreanos como modo de do Prieto, “exigió su propio obstinado im-
decodificación de la realidad, el distancia- perativo de coherencia de pensamiento y
miento ideológico y crítico del peronismo conducta”.2
y del comunismo ortodoxo, son algunas de M.E.F.
la características que hacen de esta publi- + Viñas, David; Viñas, Ismael.
1.  Jitrik, N., op. cit., pp. 287-288. 2.  Jitrik, N., op. cit., p. 18.

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A ALCORTA

ALCORTA, Gloria (Bayonne [Francia], Silvina Ocampo. Más tarde sería el turno
1915). Poeta y narradora franco-argentina. de las novelas En la casa muerta (1965) y La
De familia oriunda de Vizcaya y estableci- pareja de Núñez (1971). Esta última alude a
da desde épocas tempranas en el Río de la una subrepticia Buenos Aires de reuniones
Plata, Alcorta nació en uno de los dilata- estudiantiles clandestinas y discusiones po-
dos viajes de descanso a Europa que eran líticas acerca “del retorno del depuesto”, en
habituales en su clase social. Se educó en contraposición a la modorra tediosa que los
Francia y recién se trasladó a la Argentina barrios preservan en su superficie. L’oreiller
luego de su adolescencia. La prison de noir (1978), obra de su madurez, fue tradu-
l’enfant (1935), su primer libro de poesía, cida al español dos años después de su edi-
contó con un prólogo de Jorge Luis Borges. ción francesa, con el título de La almohada
Su siguiente trabajo, Visage/Rostros (1951), negra. Algunos de los relatos allí reunidos
fue una edición bilingüe cuya traducción al aluden al recinto palaciego, entre decadente
español estuvo a cargo del escritor español y apócrifo, de la estirpe terrateniente argen-
Rafael Alberti. La obra presenta una poe- tina, con sus engreídos y frustrados retoños.
sía diáfana y de motivos campestres en su “El aro”, uno de sus cuentos más brillantes,
celebración del cuerpo femenino, en franca expresa el sadismo y menosprecio del niño
tensión con el anhelo espiritual de purifica- bien Anselmo Lavapeur, alcohólico y mal-
ción que instaura la confianza plena en la criado, hacia el disminuido mental que fue-
piedad religiosa. De este modo leemos en ra antaño compañero de sus juegos quien,
los versos de “La noche”: “Al verter de la cifra de la vergüenza y el estigma familiar,
jarra de porcelana el agua / sobre mi pecho permanece recluido en una habitación del
seco marcado por tus uñas, / mi placer he caserón. El cuento expresa una atmósfera
lavado y renacido pura / saliendo del infier- irreal que, lejos del efecto del género fan-
no de tu aliento y tu boca”. También en “La tástico, se encuadra en una estética de lo
mañana” hallamos las maneras de la asep- extraño. Otro de los relatos, “El juego del
sia como atenuante de los tratos carnales: miedo”, trata de un grupo de aburridos jó-
“Amo sobre mis brazos la espuma de jabón, venes acomodados, que se junta en un bar
/ el cepillo que ahuyenta los sueños y per- de Olivos a practicar crueldades y abusos
fuma. / Tocaré sin pesares los dos senos de con los ocasionales parroquianos. Aquí re-
Berta. / Berta que huele a polvos y marga- toma un personaje de su novela La pareja de
ritas de oro”. Años después, Alcorta incur- Núñez, el poeta entrerriano Juan Villagra.
sionó en la narrativa con los relatos de El L.P.
hotel de la luna y otras imposturas (1957) y + Ocampo, Silvina.
Noches de nadie (1962), escritos en español
y publicados en Buenos Aires. Sus cuentos ALEMIÁN,Ezequiel (Buenos Aires, 1968).
se identifican tanto por la fluidez narrativa Periodista, novelista y poeta. Colabora en
y la sencillez formal, como por el despropó- diversos medios gráficos (Noticias, Mercado,
sito dramático de las situaciones referidas. Clarín, El Cronista Comercial, Perfil).
El marco cotidiano descorrido hacia lo in- En 1997 publicó La ruptura (Tie-
sólito y siniestro, aunque narrado de ma- rra Firme), poema largo, barroco, por
nera candorosa, recuerda algunos relatos de momentos cruel, donde el motivo de la

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ALFIERI A
ruptura amorosa dispara cuestionamien- fuerte inflexión espiritualista, se han consa-
tos múltiples: del pasado, de las propias grado al estudio de José M. Ramos Mejía,
raíces, del contexto social y político, de la Carlos Octavio Bunge, Paul Groussac,
capacidad misma del lenguaje de cuestio- Leopoldo Lugones, Ezequiel Martínez
nar algo. La reflexión sobre la legitimidad Estrada, Héctor Murena y Jorge Luis
de la escritura persiste en La devastación Borges, entre otros. Ha publicado los libros
(poemas, Ediciones Del Diego, 1998) y Redes, alambiques y herencias (Editorial de
en Rayar (diario, Amadeo Mandarino, Belgrano, 1981); Una brecha en el umbral.
1999). Es autor de dos novelas: Intentaré Ciencia y literatura en Groussac y Ramos
ser breve (Simurg, 2000) y El síndrome de Mejía (Losada, 1987); Sirenas, por supues-
Bessalko (Paradiso, 2001). En 2003 dio a to (Ediciones Último Reino, 1991) y La
conocer Me gustaría ser un animal (Siesta, Argentina de Ezequiel Martínez Estrada
2003), prosas híbridas que son microre- (Leviatán, 2004). En 1981 obtuvo la Faja
latos o prosas poéticas, o anécdotas que de Honor de la SADE en la categoría
nadie interpreta, para evitar “la tentación Ensayo, y en 1985 el Premio de Ensayo del
del control”. Ese desorden intencional, FNA.
que genera polifonía y desconcierto, se F.N.
sirve de recursos como el pastiche (de
“Démocratie” o de “Solde” de Rimbaud ALONSO, Fernando Pedro (s/d, 1932).
por ejemplo), la transcripción llana del Periodista y poeta. Fundó y dirigió la revista
discurso político (“Blindaje 2001”, “Vla- de poesía Oeste, que se publicó en Chivilcoy
dimiro Isou”), el desplazamiento semán- (Buenos Aires) por más de diez años, entre
tico del estereotipo lingüístico (“La única 1944 y 1955. Entre otros medios literarios
forma de retener el tiempo es ahorrando”). con los que colaboró figuran Utopía (San
De manera general, sus textos presentan Juan, 1959), Literaria (1960) y Boletín
mundos domésticos, cerrados, a prime- de poesía (1962). Junto con los escritores
ra vista reconocibles. Pero como sólo se Héctor René Lafleur y Sergio Demetrio
accede a los personajes a través de sus Provenzano, organizó el volumen-guía Las
acciones, y al mismo tiempo hay elipsis revistas literarias argentinas (1983-1967),
constantes de lo que está sucediendo, esos surgido a partir de la colección hemerográfi-
mundos se transforman en algo inquie- ca de los tres. El volumen tuvo una primera
tante, como en los cuadros de Balthus. versión en 1962 en ECA, la que sería com-
M. Cám. pletada en la edición de 1968 del CEAL, a
partir de la cual se efectuó la reedición de
Alfieri, Teresa Graciela (Buenos Aires, 2006 de El 8vo. loco.
1947). Ensayista, se ha especializado en el M.C.
estudio de ensayistas argentinos. Doctora
en Letras por la UBA (1999), su tesis abor- ALONSO, Gabriel (Buenos Aires, 1959).
dó la transtextualidad literaria presente Su primera novela: La tribu (Alfaguara,
en Radiografía de la Pampa de Ezequiel 1997) forma parte de la Serie Roja de la
Martínez Estrada. Sus trabajos, enmar- colección juvenil de ese sello editorial. En
cados en una corriente hermenéutica de 2001 publica La perdida (Simurg), novela

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A ALONSO

en la que recorta, sobre el fondo de un sión de extranjeros (Cesare Pavese, Euge-


cándido narrador en primera persona, la nio Montale, Henri Michaux, René Char,
silueta de una joven víctima del terrorismo Dylan Thomas), traducidos por ellos. Fiel
de Estado en la Argentina. Monológica, de al rumbo de la revista, Alonso renuncia a
prosa fluida, trama previsible, límpida en la medida, la rima, la puntuación y el uso
la descripción de lo siniestro, íntima y ale- de mayúsculas en los poemas y desarrolla
górica. Recibe una mención en el Premio sus reflexiones estéticas sobre la experien-
de Novela La Nación del año 2000. Es au- cia creadora, misteriosa y solitaria, y la
tor, además, de dos libros de cuentos que necesidad de comunicación con el “otro”
permanecen inéditos. materialmente encarnado en el amigo, la
P.C. amada, la humanidad. Allí publica los pri-
meros poemas en los que ya se atisban sus
ALONSO, Rodolfo (Buenos Aires, rasgos definitorios: conjugar las conquis-
1934). Hijo de inmigrantes gallegos, tuvo tas de la poesía moderna en el terreno del
una infancia bilingüe. De carácter introver- lenguaje con el respeto de la estructura y
tido y solitario, se inclinó tempranamen- del espíritu de la lengua cotidiana, en un
te por la lectura, en especial de Federico apasionado diálogo con el mundo y los
García Lorca y Pablo Neruda, pero sobre hombres asumidos en su dramática reali-
todo de César Vallejo, que le reveló la con- dad, según Raúl G. Aguirre, director de la
dición del lenguaje originado en la expe- publicación. A través de Francisco Mada-
riencia más honda del ser y de la especie riaga conoce en 1953 al grupo surrealista
y le posibilitó el contacto desollado con la argentino (Aldo Pellegrini, Molina, Juan
“hominidad” latente en la palabra viva. La Antonio Vasco, Llinás); si bien siente por
narrativa de Roberto Arlt, hecha de frag- ellos una afectuosa amistad, el querer man-
mentos de varias lenguas, le transmitió a su tenerse libre de ortodoxias le impide inte-
vez el descubrimiento de la gran urbe, se- grarse al movimiento. En 1954, aparece su
ductora pero fagocitante. De estos dos úl- primer libro de poemas: Salud o nada y, en
timos, como así también de Juan L. Ortiz, 1956, Buenos vientos. Por otra parte, par-
hereda el concepto de la poesía como “una ticipa en estos años apasionadamente de
manera de vivir”. tareas para el desarrollo artístico: el músi-
Cesare Pavese, Albert Camus, Macedo- co E. Cantón le facilita el ingreso al recién
nio Fernández constituyen renovadas in- inaugurado Departamento de Actividades
fluencias en su escritura, que se inicia ofi- Culturales de la UBA, donde se desempeña
cialmente la noche anterior a cumplir sus como secretario técnico y director interino,
diecisiete años cuando toma contacto con creándose durante su gestión el Instituto
los autores de la revista Poesía Buenos Aires del Teatro y el Instituto de Cine. En 1958
(1950-1960). Ésta reordenó la tradición publica El músico en la máquina, primero
lírica argentina después del martinfierrismo de varios textos ilustrados por distintos
y la completó con la obra, en el ámbito lo- plásticos, en este caso por el escultor Líbe-
cal, de sus jóvenes colaboradores –Miguel ro Badii. Alonso continúa aquí con estilo
Brascó, Mario Trejo, Rubén Vela, Hugo claro y despojado para arraigarse en la mi-
Gola, Francisco Urondo– y con la difu- rada positiva y en la palabra que fecunda:

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ALONSO A
“Sí, debajo del cielo, entre la tierra y esta rial Biblioteca de Rosario, con un prólogo
pared extraña, / va creciendo lo que nos del brasileño Carlos Drummond de An-
maravilla, lo que tú y yo / incorporamos al drade, para quien Alonso “trata de expresar
mundo” (“El amor que conserva el univer- el máximo de valores en el mínimo de ma-
so”). En 1959, se publica Duro mundo, un teria verbal, imponiéndose una concisión
pequeño volumen con un dibujo de E.A. que llega a la mudez”. Después de la pu-
Serón, en el que la voz conmovida del poe- blicación de nuevos poemarios (Guitarrón
ta cifra su esperanza en revelar el mundo: [1975]; Señora Vida [1979]; Sol o sombra
“quisiera hablar de mí / sin olvidar a nadie”. [1981]), aparece su primer ensayo: Poesía:
El mismo año aparece en Buenos Aires El lengua viva (1982), donde recupera viejas
jardín de aclimatación, con dibujos de Clo- meditaciones a partir de apuntes autobio-
rindo Testa, donde intenta una suerte de gráficos y comentarios literarios; reitera la
figuración surrealista de un espacio mítico práctica del género en No hay escritor ino-
en el que la existencia del hombre se asocia cente (1985), Premio FNA y Segundo Pre-
al silencio insondable y al salvajismo de la mio Municipal de Ensayo; en Defensa de la
verdad y la belleza que despuntan intensas poesía (1997), donde insiste en caracterizar
y caóticas. En 1960, surge Gran Bebé y es- el género como “un ejercicio de vida y de
cribe los textos del premiado cortometraje lenguaje” y la traducción como una “forma
Faena, de Humberto Ríos. En 1961, se de recreación, de posesión, de digestión
edita su traducción de Moderato cantabile del hecho estético literario para volverlo
de Marguerite Duras; Pellegrini le confía cultura, alimento para uno mismo y para
la primera versión al castellano y latinoa- los otros”; en La voz sin amo (2006), con
mericana de Fernando Pessoa y todos sus prólogo de Héctor Tizón, que propone la
heterónimos y una antología de Giuseppe lectura de distintos poetas en la que sub-
Ungaretti. De esta manera comienza su yace su definición clave del hecho estético.
trabajo incansable de traductor del portu- En 1986, es designado director del FNA,
gués, francés, italiano, alemán. En 1963, cargo que ocupa hasta agosto de 1989. Pu-
el Instituto Di Tella le encarga la introduc- blicada simultáneamente en Buenos Aires
ción al catálogo de su Premio Internacional y en España, la colección Jazmín del país
de Pintura y lo incluye la selección Poesía (1988) recibe el Tercer Premio Regional de
argentina, junto a Raúl G. Aguirre, Edgar Literatura. Según afirmó Daniel Freidem-
Bayley, Alberto Girri, Molina, Héctor Mu- berg en su momento, el plus enriquecedor
rena, Olga Orozco, Aldo Pellegrini y otros. de este texto está en los seis poemas en ga-
Aparece Entre dientes, con un dibujo de Al- llego, “brevísimos, sugerentes y precisos”.1
fredo Hlito, poemario en el que apuesta a Por Música concreta (1994), recibirá junto
la brevedad de la expresión y al mayor po- a Juan Gelman el Segundo Premio Nacio-
der de sugerencia: “cielo / rodeado // tierra nal de Poesía; incluye uno de sus mejores
que quema” (“El que quiere celeste que le trabajos: “Hijo del siglo” (“Que la luz te
cueste”). Con dibujos de Rómulo Macció posea / y le hables a la luz // Predica en el
y portada de Rogelio Polesello, se publica desierto”), donde alcanza la síntesis entre
Hablar claro (1964), que obtuvo el Premio claridad expresiva y esencialidad del pensa-
FNA y, en 1969, Hago el amor por Edito-
1.  Freidemberg, D., Diario de Poesía, 1989.

• 51 •
A ALTAMIRANO

miento. En 2003, El arte de callar recupera en concreto, a la cátedra de Pensamiento


en los versos y a través de juegos verbales Argentino y Latinoamericano. Hasta ese
la verdad poética que alienta al creador: entonces, se desempeña como traductor y
“Somos lo que sabemos / ver, lo que nos asesor en varias editoriales y sus primeros
hace ver, / siendo somos lo sido, / seremos trabajos fueron dos antologías: Poesía social
lo que sé, / lo que sé ser: ser sed” (“El peso del siglo XX: España e Hispanoamérica (“Bi-
de tu paso”). Nuevas antologías, algunas blioteca fundamental del hombre moder-
bilingües, difunden su obra poética, como no”, nº 8, CEAL, 1971) y El marxismo en
Antologia pessoal (2003); A favor del viento América Latina (CEAL, 1972).
(2004); Poesía junta (2006), esta última 1972, en época de Lanusse, otro gobier-
con introducción de Gelman. Su último no de facto, Altamirano se incorpora a una
libro es ensayístico, República de vien- publicación periódica histórica, con una
to (2007). Recibió el Diploma al Mérito clara orientación de izquierda, fundada por
Konex en la categoría Poesía (quinquenio Héctor Schmucler, que renovó el discurso
1994-1998). En 2005, la Academia Brasi- de la crítica literaria argentina: Los Libros,
leña de Letras le otorgó sus Palmas Acadé- dedicada al análisis literario y a la crítica
micas. Fue traducido al francés, portugués, cultural. Junto con Beatriz Sarlo y Ricardo
gallego, inglés, italiano. Piglia integró el Consejo de Dirección has-
S.M. ta 1976, año en que la revista es clausurada
+ Aguirre, Raúl Gustavo. por el nuevo régimen militar. Por medio
de una elipsis, en este apartado es preciso
Altamirano, Carlos Washington mencionar también esa revista disidente
(Corrientes, 1939). Si hoy en día, a nivel de que Altamirano empezó a publicar, junto
la academia latinoamericana, Altamirano con Piglia, Sarlo y Elías Sermán (desapa-
es un claro referente de historia intelec- recido, integrante de Vanguardia Comu-
tual, su trayectoria arranca por el lado de nista), a partir de marzo de 1978: Punto
la literatura. De hecho, se gradúa en la de Vista (cuyo último número, el 90, es de
Universidad Nacional del Nordeste, con abril de 2008). Esta publicación, durante
el título de Licenciado en Literatura. En la última dictatura, se encarga de difundir
este sentido, considero oportuno dividir su en la Argentina los postulados del materia-
labor intelectual en dos bloques –la socio- lismo cultural de Raymond Williams y de
logía de la literatura y la historia de las ideas/ la sociología de la cultura de Pierre Bour-
historia intelectual–, que conviene separar dieu, junto con ensayos de intelectuales la-
por una cuestión taxonómica y para adop- tinoamericanos como el brasileño António
tar un criterios de selección. Cândido o el uruguayo Ángel Rama (entre
El año que Altamirano se gradúa, 1967, otros), o internacionales, como el alemán
en la historia argentina significa el régimen Winfried Georg Sebald. Entre 1977 y
militar de Onganía, Juan Carlos, cuyo 1983, Altamirano, junto con Sarlo, se de-
golpe, del año anterior, se extiende hasta dica esencialmente a la sociología de la li-
1970. Hecho que mantiene a Altamirano teratura. De esa fecunda colaboración sur-
al margen de la academia hasta un prolon- gieron: una antología (con introducción,
gado 1988, cuando ingresa en la UBA y, notas y selección de textos), Literatura y so-

• 52 •
ALTAMIRANO A
ciedad (CEAL, 1977); un léxico, Conceptos ciones”. En dicha casa, además, junto con
de sociología literaria (CEAL, 1980); una Oscar Terán y Adrián Gorelik, funda el
encuesta sobre la crítica literaria que se pu- Programa de Historia Intelectual que, des-
blicó en Capítulo. Historia de la literatura de 2005, está bajo su dirección. Entre otras
argentina (CEAL, 1982); y una sistemati- cosas, este programa promueve el diálogo
zación de las reflexiones de este recorrido, entre quienes cultivan la historia intelectual
Literatura/sociedad (Hachette Universidad, y disciplinas afines en el ámbito del subcon-
1983). En el mismo año, los dos investi- tinente latinoamericano. El anuario Pris-
gadores, siempre desde un enfoque social mas. Revista de historia intelectual, que se
de la literatura, publican Ensayos argenti- edita desde 1997, es uno de sus productos.
nos. De Sarmiento a la vanguardia (CEAL, En línea con las pautas de este programa,
1983; ed. ampliada: Ariel, 1997). a solicitud de Tulio Halperin Donghi y para
1984 es un año de inflexión. De la socio- la colección “Biblioteca del Pensamiento
logía de la literatura, Altamirano empieza a Argentino”, Altamirano arma un volumen
orientar sus esfuerzos intelectuales hacia te- relativo a las ideas y el debate político en
mas de índole más estrictamente política. En los treinta años que siguieron a la segun-
concreto: el pensamiento social y político de da Gran Guerra: Bajo el signo de las masas
las élites (político-intelectuales) de la Argen- (1943-1973) (Ariel, 2001). También diri-
tina entre el siglo XIX y el XX. Aparecen, ge y edita un diccionario de sociología de la
entre otros, el tema de los partidos políticos cultura, obra colectiva en la que colaboran
en la época democrática, que resultó en “La especialistas de distintos países de América
‘Coordinadora’: elementos para una inter- Latina (entre otros: Nelly Richard, Eliseo
pretación” (en J. Nun y J.C. Portantiero Verón, Beatriz Sarlo, Jesús Martín-Barbero,
[comps.], Ensayos sobre la transición demo- Néstor García Canclini). Esta obra registra
crática en la Argentina, Puntosur, 1987); el tanto las innovaciones de la sociología de
de la cultura de izquierda y, dentro de ésta, la cultura a partir de los años 80, como las
los efectos del peronismo en la Argentina contribuciones latinoamericanas al análisis
del 60, investigación que redundó en una socio-cultural. Su título es: Términos críticos
serie de trabajos reunidos posteriormente en de sociología de la cultura (Paidós, 2002).
el volumen Peronismo y cultura de izquier- Sus otros libros son: Frondizi: el hombre
da (1955-1965) (Latin American Studies de ideas como político (FCE, 1998); La Ar-
Center Series, University of Maryland at gentina en el siglo XX (Ariel, 1999); Para un
College Park, 1992; 2ª ed.: Temas, 2001). programa de historia intelectual y otros en-
Entonces, tanto la historia de las ideas como sayos (Siglo XXI, 2005); Intelectuales. Notas
la historia intelectual (ésta, sobre todo) se de investigación (Bogotá, Norma, 2006). Y
transforman en campos nucleares para las un ambicioso proyecto, de índole colectiva
pesquisas de Altamirano. y proyección latinoamericana (aunque de
Luego de su ingreso en la UBA, Altami- tipo transversal, ya que no todos los países
rano formará parte, a partir de 1995, del del subcontinente están representados) que
Centro de Estudios e Investigaciones de Altamirano dirige: Historia de los intelectua-
la UNQ, en cuya editorial se desempeña les en América Latina (Katz, 2008). Se trata
como director de la colección “Intersec- de una obra en dos volúmenes (el primero

• 53 •
A ALVA NEGRI

a cargo del historiador Jorge Myers) que dados (1980), cuyos cuentos cargados de
conjuga distintas perspectivas disciplinares, erudición y sutileza expresan la desazón de
como la historia de las ideas, de la literatu- una realidad moderna que duele. También
ra, la historia política, la sociología de los publicó Coleópteros (1995); De las horas
intelectuales. Una historia de la gente de y los días (1982); Clepsidra seca (1997) y
saber, de letrados, que se ocupa “de la posi- Tiovivo en el espejo (1998).
ción de los hombres de ideas en el espacio V.L.
social, de sus asociaciones y sus formas de
actividad, de las instituciones y los campos Alvarado, Maite (Banfield [Buenos
de la vida intelectual, de sus debates y de Aires], 1953 - Buenos Aires, 2002).
las relaciones entre poder secular y poder Escritora, pedagoga e investigadora. La
espiritual” (“Introducción general”, vol. 1). obra de Maite Alvarado cubre un espectro
R.C. muy amplio de temas que abarcan desde
+ Sarlo, Beatriz. la literatura para niños y adolescentes has-
ta la investigación en lingüística aplicada
ALVA NEGRI, Tomás (1931 - 1999). y la docencia en distintos niveles del sis-
Escritor, crítico de arte y prestigioso inte- tema educativo. Se formó como Profesora
lectual ligado a la esfera de las artes plás- en Letras en la UBA de comienzos de los
ticas en particular. Su erudición ha sido años 70. A partir de 1975 integra el gru-
reconocida por colegas y por la Fundación po Grafein, un espacio de experimentaci-
Konex, que en el año 1984 lo honró con el ón e investigación sobre la práctica de la
Diploma al Mérito en la categoría Ensayo escritura en el que convergieron la teoría
sobre Arte. Además de las publicaciones posestructuralista del grupo nucleado en
que refieren a su métier –como las biogra- torno de Tel Quel y la exploración lúdica
fías de artistas plásticos Luis Seoane (1981), del lenguaje del OuLiPo. De esta experien-
Marino Di Teana (1987), Antonio Sibellino cia absolutamente innovadora surgirá en
(1988)–, y su reconocida obra Arte argen- 1981 el libro Grafein, teoría y práctica de
tino y crítica europea (Bonino, 1975), Alva un taller de escritura (Madrid, Altalena),
Negri ha hurgado también en el terreno escrito en colaboración con María del
del ensayo sobre literatura argentina con Carmen Rodríguez y Mario Tobelem;
El linaje de los Lugones (1974), Lugones: obra que tuvo una influencia decisiva en
planteamientos para una crítica (1984) y en la pedagogía de la escritura en Argentina y
el de la ficción con los cuentos de Ejecución buena parte del mundo hispanohablante.
del testamento de Simón Mayor (1978). En Poco tiempo antes, Alvarado había publi-
efecto, el reconocido crítico ha sido un cado junto a Susana Artal Cómo jugar y
narrador considerable. Entre sus obras se divertirse con los niños llueva, truene o brille
destacan Galia satírica o los siete pecados el sol (Madrid, Altalena, 1981). Estas obras
(1984), que presenta siete relatos que te- iniciales dan cuenta de lo que serán dos
matizan cada uno de los pecados capita- constantes en su producción: el interés por
les con un profundo cinismo que abre a el mundo de la infancia y la preocupación
la reflexión sobre las conductas humanas. por buscar nuevos caminos para la ense-
Significativa es su obra Otra partida de ñanza de la escritura.

• 54 •
ALVARADO A
El retorno de la democracia hizo posi- artículos y ponencias, entre los cuales son
ble su reinserción en el medio universita- referencia obligada en sus campos respec-
rio, en un principio a través del dictado tivos: “Primera Plana: el nuevo discurso
de dos talleres de escritura en la Facultad periodístico de la década del 60” (en coau-
de Filosofía y Letras de la UBA: el Taller toría con R. Rocco-Cuzzi, Punto de Vista,
Abierto de Escritura, coordinado con Ma- nº 22); “El tesoro de la juventud” (junto
ría del Carmen Rodríguez y el Taller de con E. Massat, Filología, XXIV, 1-2) o “Es-
Escritura con Orientación Docente, en critura e invención en la escuela” (en Los
colaboración con Gloria Pampillo. Los dos CBC en la escuela, Ediciones AZ, 1997).
dieron como resultado sendos volúmenes A la par de su labor académica, Alvarado
publicados por la FFyL-UBA en 1984 y se dedicó a la producción de libros escola-
1986, respectivamente. En ese mismo año res que marcaron un hito en la enseñanza
publica su segundo libro para niños: Yo de la lectura y la escritura, como la serie
viajé con Colón (Plus Ultra) y en 1988 los de los “lecturones”: El Lecturón. Gimnasia
relatos de Los dos dados dados vuelta (Edi- para despabilar lectores (1989), traducido
ciones del Quirquincho). Un año antes, al portugués en 1992; El Lecturón II. La
junto con Pampillo, había organizado el máquina de hacer lectores (1990); El peque-
primer taller curricular de escritura en la ño Lecturón. Vitamina para lectores (1991),
carrera de Ciencias de la Comunicación de todos ellos publicados por la Editorial del
la UBA, que dirigirá hasta su fallecimien- Quirquincho; El Lecturón 2000 (Cántaro,
to, en 2002. Desde la cátedra universitaria 2001) y El nuevo Escriturón (El Hacedor,
así como desde el Instituto de Lingüística en Argentina, y la Secretaría de Educación
de la Facultad de Filosofía y Letras de la Pública de México, 1994). Como editora,
UBA desarrolla una intensa actividad de concibió y dirigió la serie de actualización
investigación, formación docente y pro- docente “El caldero” para la editorial Cán-
ducción bibliográfica de la que dan testi- taro, y la exquisita colección “Los libros del
monio los libros Talleres de escritura. Con Olifante” (Libros del Eclipse), destinada a
las manos en la masa (en coautoría con recrear para niños y adolescentes algunos
G. Pampillo, Ediciones del Quirquincho, de los grandes poemas épicos medievales.
1988); Incluso los niños. Apuntes para una La obra literaria publicada de Maite Alva-
estética de la infancia (con H. Guido, La rado comprende dos libros de cuentos, el
Marca, 1992); Paratexto (Eudeba, 1994); ya citado Los dos dados dados vuelta y El
La escritura y sus formas discursivas (junto arca (Quipu, 1995), y una adaptación tea-
con A. Yeannoteguy, Eudeba, 1999); Vidas tral del cuento “Pulgarcito” estrenada en
posibles (con J. Setton, Eudeba, 2000); En- el Teatro San Martín en 2005. A éstos se
tre líneas. Teorías y enfoques de la enseñanza suman los poemas recogidos en la antolo-
de la escritura, la gramática y la literatura gía Poesía inédita de hoy (Ediciones Nous,
(Flacso-Manantial, 2001) y Problemas de la 1983). El aporte de Maite Alvarado a la pe-
enseñanza de la lengua y la literatura (UNQ, dagogía y la teoría de la lectura y la escritu-
2004). Su participación en diversos grupos ra es inestimable y seguramente perdurará
y proyectos de investigación se materializó como un clásico. Tras su muerte, la mayor
en una notable y cuantiosa producción de parte de su biblioteca personal fue legada

• 55 •
A ÁLVAREZ

al CeDInCI (Centro de Documentación e de Córdoba, y reside en San Salvador de


Investigación de Culturas de Izquierda en Jujuy. En 1955 fundó la revista Tarja jun-
la Argentina), donde puede consultarse en to con el novelista Héctor Tizón, el pintor
la sala José Carlos Mariátegui. Medardo Pantoja y los poetas Jorge Cal-
En 2010, Vox publicó de manera póstu- vetti, Andrés Fidalgo y Mario Busignani.
ma Resaca (poemas). Tarja, publicada durante cinco años, se
A.R. constituyó en un símbolo de la cultura del
NOA y permitió la relación con artistas de
Álvarez, Alejandro (Mendoza, otras regiones. Creó la Editorial Universi-
1962). Cuentista y novelista. Ha publicado taria de Jujuy y, en 1966, su propio sello,
dos relatos en la antología Noches de Joan Buenamontaña. Al año siguiente inició
Crawford. Doce cuentos argentinos (Grupo el suplemento cultural del diario Pregón.
Editorial Latinoamericano, 1996) y un li- Ha publicado los libros Taller de muestras
bro de cuentos de su entera autoría, Los re- (1954); Indio de carga (1958); Romance del
cursos del mal (Vinciguerra, 1998). En 2000 tipógrafo (1958); Los herederos (1960); En
publicó la novela Introducción a Berlín, en el tiempo labrador (1966); Carta terrestre
la colección “Cuadernos de Extramuros” y catálogo de estrellas fugaces (1973); Todo
de Editorial Simurg, dirigida por S. Saítta. lo demás es cielo (1974); Postales (1975);
Este texto se inscribe en algunas de las tra- Violetta marina y viola d’amore (1976);
diciones más señaladas de la novela argen- Almanaque de notas (1978); Cantos para
tina: la pérdida de la mujer amada como Jujuy (1981); Eucalar celeste lapacho rosa (y
resorte de la escritura, la novela de viajes, otros nombres del tiempo) (1983); Abierto
la que intenta la recuperación del pasado. por balance (de la literatura en Jujuy y otras
El resultado es un libro que propicia con existencias) (1987); Obrador (con una guía
fortuna el encuentro entre una lectura ágil práctica para jardineros, arbolistas y labra-
y una importante densidad en la escritura. dores más el espectáculo de la Naturaleza)
A esto se suma la combinación entre el uso (1988); Abacería (Obrador II) (1991);
de un lenguaje poético en las descripciones Almanaque de notas (también Libro de
(“Había en la ciudad restos pujantes empe- Fábrica t. II) (1993); Libro de ondas (con
rrados en volverse historia, intuición gene- abrecaminos y final de pálidas) (2000); An-
rosa que venían de otros charcos, de otras tología poética (2004) y Este otoño (2006).
ochavas”, p. 24), con una narrativa directa Utiliza el lenguaje cotidiano en su poesía
y no por esto menos connotativa (“con la para comunicar con naturalidad, evitando
taza de café que me acompañaba desde la cualquier forma de rebuscamiento o her-
aparición de Gloria, naufragué por tumul- metismo. En 1998 comenzó a publicar los
tuosos repertorios”, p. 41). Anuarios del tiempo, diez volúmenes que
M.E.F. recopilan los artículos periodísticos de
Pregón entre 1960 y 1996 y constituyen
Álvarez, Leandro Néstor (seud.: una historia “afectiva” de Jujuy.
Groppa, Néstor) (Laborde [Córdoba], N.G. y M.F.P.
1928). Poeta, docente, artista plástico y + Tizón, Héctor; Calvetti,
periodista. Nació en Laborde, provincia Jorge; Fidalgo, Andrés.

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ÁLVAREZ INSÚA A
ÁLVAREZ INSÚA, Carlos (Buenos cultura de masas (Rosario, Beatriz Viterbo,
Aires, 1955). Escritor, periodista, em- 2000). En su libro sobre Walsh estudia
prendedor polifacético. Trabajó en radio y el modo en que las investigaciones perio-
prensa escrita. En los años ochenta creó la dísticas de este autor (Operación Masacre
revista Feeling y ayudó a divulgar en dis- [1956]; Caso Satanowsky [1957]; ¿Quién
tintos medios (y gracias a un bar punk) mató a Rosendo? [1969]) se vinculan con el
un escenario musical que hasta entonces, género conocido en Estados Unidos como
debido a la dictadura, había permanecido non fiction y cultivado especialmente por
underground. Desde 1999 dirige The Watch quienes intentaron renovar el periodismo
Gallery Magazine, revista especializada norteamericano, como Norman Mailer y
en alta relojería, coleccionismo y mane- Tom Wolfe, aunque su partida de naci-
jos varios de mecanismos cronométricos. miento parece situarse inevitablemente en
En 2008 fundó la editorial Hétéroclites. la publicación de A sangre fría (1965) de
Publicó la ficción Señor / triste como mi Truman Capote.
país (Rosario, Beatriz Viterbo, 1999), y En su trabajo, Amar Sánchez se enfrenta
un libro de entrevistas, Cómo hacer de una no sólo a un género con escasa bibliografía,
idea una empresa exitosa (Aguilar, 2000). sino principalmente a los prejucios de los
En su segunda novela, El corte argentino críticos –y, por supuesto, de la comunidad
(Hétéroclites, 2008), dialogan satírica- académica– al respecto. Para los críticos se
mente fotos y texto en torno de la realidad trata de “un sistema en difícil equilibrio
política argentina. entre ‘lo periodístico’ y ‘lo literario’”, sin
M. Cám. rasgos específicos propios (p. 14), marcado
por la “hibridez” (p. 16), a lo que se suma
AMAR SÁNCHEZ, Ana María que “el contacto con los medios masivos
(1947). Crítica literaria que se desem- convierte a los textos en ‘sospechosos’, a la
peñó como docente en las universida- vez que el acercamiento a formas artísticas
des de Buenos Aires e Irvine (California, más ‘elevadas’ complica su ubicación” (p.
EE.UU.). En la UBA formó parte del gru- 15). Desde algunas perspectivas, la litera-
po docente nucleado en torno a la figura turización del género no solamente es con-
de Josefina Ludmer desde mediados de la denable como ejercicio de escritura, sino
década de 1980, cuando la recuperación que simultáneamente “implica la muerte
de la democracia permitió el regreso al ám- de la credibilidad en el reportaje” (p. 15,
bito universitario de intelectuales que se nota al pie). El análisis de la masificación
habían retirado de él durante la dictadura. del género no demanda en Amar Sánchez
En ese contexto, Amar Sánchez desarrolló un recorrido por la bibliografía clásica al
la tesis doctoral que defendió en 1991 y respecto (inevitablemente Marshall McLu-
publicó al año siguiente, con el título El han y su estudio del impacto de los medios
relato de los hechos. Rodolfo Walsh: testimo- sobre el modo de transmisión de los men-
nio y escritura (Rosario, Beatriz Viterbo, sajes y la definición del público), sino la
1992). Años más tarde, ya radicada en intervención de ciertos autores que ha fre-
Estados Unidos, dio a conocer el ensayo cuentado gracias a su trabajo académico en
Juegos de seducción y traición. Literatura y el orden de la teoría literaria, como Walter

• 57 •
A AMER GONZÁLEZ

Benjamin, Theodor Adorno, Hans Mag- la objetividad que constituye una de las
nus Enzensberger y Umberto Eco. Tam- condiciones del reportero; luego, porque
bién se ocupa de revisar el modo en que el no se logra (ni se pretende) establecer la
género no ficción se desarrolla en América verdad de los hechos, sino recopilar di-
Latina, para lo cual toma los ejemplos de versas versiones sobre ellos, confrontarlas,
Miguel Barnet, cuya Biografía de un cima- hacer estallar las contradicciones y, even-
rrón adquiere la estructura de una “historia tualmente, producir efectos en la inmedia-
de vida” en la cual el narrador ocupa una tez que obliguen a confesiones o cambios
posición de superioridad social respecto de conducta que serán integrados a su vez
de su objeto de estudio (un analfabeto), y como prueba. En este punto, Amar Sán-
Elena Poniatowska, quien tanto en la de- chez destaca la diferencia entre la publica-
nuncia contenida en La noche de Tlatelolco ción de las investigaciones no ficcionales
(1971) como en el modo en que organiza en el periódico y en formato libro: a la serie
la crónica de Gaby Brimmer (1979) recu- de notas que constituye el primer ejercicio
pera de manera central la figura y el lugar se añade en el caso del libro una voluntad
de la mujer. A diferencia de ello, en Walsh orgánica que se verifica en prólogos, epílo-
predomina el sujeto masculino solitario, gos y paratextos que se agregan, sumados a
que Amar Sánchez atribuye menos al géne- la voluntad del “sujeto justiciero” de la na-
ro no ficción que a la manera en que éste se rración para quien “contar, narrar, es una
imbrica en el policial negro de origen nor- manera de reparar” (p. 156).
teamericano, cuyo detective corre riesgos M.C.
a medida que avanza en la investigación y
cuyos resultados derivan en la revelación Amer González, Edgardo (Bue­
y la denuncia pero no logran incidir en la nos Aires, 1956). Escritor, director de cine
modificación de un sistema básicamente y actor. Su primer libro de cuentos, El pro-
corrupto, a la cabeza de cuya organización bador de muñecas (Eudeba-Galerna, 1989)
se encuentra el Estado mismo (así ocurre ganó el Premio 30 Años de Eudeba.
en Operación Masacre y Caso Satanowsky, Ha publicado tres novelas: Todos está-
dos crímenes cometidos por las fuerzas de bamos un poco cuerdos (Emecé, 1994); La
la llamada Revolución Libertadora). La re- danza de los torturados (Emecé, 1996, fi-
lación entre el policial y la no ficción en nalista del Premio Planeta), que narra la
Walsh responde, según esta crítica, a una historia de tres personajes internados en
interconexión marcada entre los textos fic- un neuropsiquiátrico en el año 1978 –una
cionales y no ficcionales, aunque no siem- alegoría del período más oscuros de la his-
pre se puede comprobar este aserto –que toria argentina, durante la última dictadu-
Amar Sánchez generaliza– en todos los au- ra militar– y La mujer perfecta (San Sebas-
tores del género. tián, Kutxa, 2000), con la que obtuvo el
Pero si la relación entre ficción y no fic- primer premio de la Fundación Kutxa el
ción se postula como una continuidad, la año de edición del texto. Como cineasta,
que existe entre la no ficción y el periodis- escribió y dirigió el largometraje El infinito
mo es más problemática. En primer lugar, sin estrellas (2007).
porque el narrador pierde deliberadamente D.M.

• 58 •
AMÍCOLA A
Amícola, José (Buenos Aires, 1942). cismo, por una parte; y por la otra, con el
Profesor universitario, crítico literario, traduc- expresionismo a través de figuras como las
tor. Licenciado en Letras por la UBA y Doctor de Fritz Lang y Alfred Döblin. En cuanto a
en Filosofía por la Universidad de Gotinga sus núcleos de interés más fechados, pueden
(Alemania). En la Argentina, a nivel acadé- mencionarse el teatro español de los siglos
mico, trabajó en el Instituto Universitario de XV y XVI, la narrativa de Franz Kafka (Das
Trelew (Chubut) y la Universidad Nacional Urteil, La metamorfosis, entre otros), la de
de La Pampa. Actualmente, se desempeña Silvina Ocampo y de Cortázar, el autobio-
como profesor en la UNLP, en la que ocu- grafismo en doña Victoria Ocampo, el ne-
pa el cargo de director del Departamento obarroco cubano leído a través de la parodia
de Letras y del Centro Interdisciplinario de y la carnavalización en Cabrera Infante y
Investigaciones en Género. Severo Sarduy. Los resultados de estas inves-
Entre los núcleos de interés más recientes tigaciones aparecieron en numerosísimos
de Amícola, cabe destacar los que siguen. artículos publicados en la Argentina y en
Manuel Puig es uno de los centrales y ener- el extranjero. Entre ellos, prefiero recor-
géticos. Amícola lo asedia desde múltiples dar dos ensayos significativos. Uno sobre
perspectivas: desde la crítica genética, recor- Puig, aparecido en la Historia crítica de la
tándola sobre la obra de Borges, enfocán- literatura argentina dirigida por Noé Jitrik:
dola desde los mitos modernos –pop art, “Manuel Puig y la narración infinita” (en
gender, genre, cine– o leyéndola desde una Drucaroff, E. [comp.], La narración gana la
perspectiva queer, que le permite poner en partida, Emecé, 2000). Y “Nuevas notas so-
paralelo a Puig con el chileno José Dono- bre el camp: Copi versus Puig” (en Vázquez,
so. Otro núcleo privilegiado en su labor de M.C. y Pastormerlo, S. [comps.], Literatura
investigación es el que articula la categoría argentina. Perspectivas de fin de siglo, Eude-
camp con las de melodrama, gender, kitsch ba-Universidad Nacional del Sur, 2001).
y parodia, que Amícola nexa además con la Cuenta asimismo con varias compilaciones
posvanguardia: en concreto, Copi, Néstor y ediciones críticas, entre ellas la de El beso
Perlongher y Manuel Puig. Las formas poé- de la mujer araña de Puig (dirigida junto
ticas orales en la obra de Perlongher cons- con Jorge Panesi, Madrid/París, ALLCA
tituyen otro de sus intereses, junto con el XX, Colección Archivos, 2002). Y los si-
cuento modernista hispanoamericano, los guientes libros de crítica literaria: Sobre Cor-
estudios de género desde el punto de vista tázar (Escuela, 1969); Astrología y fascismo
de la construcción y representación de las en la obra de Arlt (Weimar Ediciones, 1984;
identidades culturales en discursos simbó- 2ª ed.: Rosario, Beatriz Viterbo, 1994); Ma-
licos, las intersecciones entre literatura y nuel Puig y la tela que atrapa al lector (Grupo
cine a partir de las categorías de género y Editor Latinoamericano, 1992); Fiodor M.
fantasía, entre otros. Roberto Arlt y sobre Dostoievski. Novela y folletín, polifonía y di-
todo el ciclo armado por Los siete locos-Los sonancia (Almagesto, 1994); De la forma a
lanzallamas lo llevó a postular parentescos la información. Bajtin y Lotman en el debate
falaces1 entre la narrativa arltiana y el fas- con el formalismo ruso (Revista Orbis Tertius/
Beatriz Viterbo, 1997); Camp y posvanguar-
1.  Carbone, R., Imperio de las obsesiones: un
dia. Manifestaciones culturales de un siglo
grotexto, Buenos Aires, UNQ, 2007.

• 59 •
A ANDAHAZI

fenecido (Paidós, 2000); La batalla de los construye hacia afuera de la esfera que le
géneros. La novela gótica versus la novela de es propia. Se trata de un producto pautado
educación (Rosario, Beatriz Viterbo, 2003); por los premios, las “políticas” editoriales
Autobiografía como autofiguración. Estrate- de los suplementos literarios y la planifica-
gias discursivas del Yo y cuestiones de género ción sistemática de estrategias publicitarias
(Rosario, Beatriz Viterbo, 2007). En 2008, sutilmente calculadas.
siguiendo la veta pedagógica, Amícola (en Su primera novela, El oficio de los santos,
codirección junto con José Luis de Diego) aún inédita, es de 1989; año emblemático
publica un confiable léxico o manual –de en la Argentina, ya que abre la perspectiva
corte histórico y con un claro interés por lo de la oscilación “carnaval hacia fuera / fa-
latinoamericano y argentino– que vuelca vela por dentro” propia de la larga década
su atención a cuestiones de teoría literaria: de los noventa. Ostentación exhibida en
La teoría literaria hoy. Conceptos, enfoques, la superficie que esconde, precariamente
debates (La Plata, Al Margen). Finalmente, por cierto, la decadencia del país. Anda-
entre sus intereses intelectuales se inscribe hazi se convierte en “escritor” en pleno
también la traducción. En este ámbito, pu- menemato, a partir de esa equívoca ope-
blicó una considerable cantidad de trabajos ración armada en derredor de El anato-
que se encargan de verter al castellano obras mista (Planeta, 1997), novela que ganó el
escritas en distintos idiomas. Entre las más Premio Joven Literatura 1996 otorgado
significativas: del alemán, Rainer M. Rilke, por la Fundación Fortabat. Según se hizo
Cartas a un joven poeta / Elegías de Duino / trascender, la presidenta de la institución
Sonetos a Orfeo (Weimar Ediciones, 1984); se habría escandalizado por cuestiones ana-
Leopold Sacher-Masoch, El amor de Platón, tómicas o, preciso, por el más que tímido
Don Juan de Kolomea y Las Venus de las Pie- contenido erótico del texto: el anatomista-
les (El cuenco de plata, 2004, 2007, 2008, personaje principal, Mateo Colón, cuenta
respectivamente); del italiano, Manuel Puig, con el privilegio de descubrir más que un
Los ojos de Greta Garbo (Seix Barral, 1993); continente, todo un planeta: (el monte
del ruso, Alexander Solzhenitsyn, Rusia bajo de) Venus. Descubrimiento de una “exa-
los escombros (cotraducción con Ana Jeckel, cerbación pornográfica” que provocó la
FCE, 1999). disconformidad de la moderna mecenas
R.C. y la instó a “desbordarse” en una módica
“censura”: pagar el premio, pero despojan-
Andahazi, Federico (Buenos Aires, do al ganador de la obligada ceremonia de
1963). Licenciado en Psicología por la entrega. Escenario que pareciera conllevar
UBA. Bestsellerista, pluripremiado y “pro- la ley dramática del acto previsible. O sea,
ducto cultural” del menemato. En cuanto una actuación que condensa todas las ca-
a su literatura, tildarla de Trivialliteratur racterísticas de una operación comercial
–según la categorización alemana– no calculada, dependiente de una publicidad
es agravio ninguno: su interés reside no programada con vistas a las ventas y que
en sí misma, sino en lo que significa en tiene como fin apuntar al éxito de un ob-
tanto “fenómeno” (de ventas, de público, jeto literario que es un mero producto de
entre otros), en lo que a partir de ella se consumo, una mercancía, sometida como

• 60 •
ANDAHAZI A
tal al vaivén del mercado: supeditada a los tecnia capitalista propia de lo que suele lla-
imperativos de la oferta y la demanda. Y marse “sociedad industrial avanzada”–, por
del consumo veloz. parte del autor, representa su condición de
Concretamente, en el caso de Andahazi prestigio.
el tratamiento de la literatura se da bajo el El anatomista, entonces, fue un éxito
perfil de mercancía. Y para tomar en con- de ventas y –siguiendo un itinerario pre-
sideración aspectos complementarios, al visible– se tradujo a unos treinta idiomas,
lector se lo percibe como cliente al que hay acontecimiento que implicó millones de
que seducir, desde la vidriera de una libre- ejemplares vendidos en todo el mundo
ría o la góndola de un supermercado, para (información de solapa). Hecho que cons-
que adquiera un “objeto artístico atracti- tituye un evidente mérito de mercado, en-
vo”, por una módica suma. En el caso de fatizado en las primeras líneas de su sitio
El anatomista, sensacionalismo –excitación web (en lo que uno podría sospechar una
emocional provocada generalmente por maradónica tercera persona): “Es uno de
medio de violencia, horror, aventuras ex- los autores argentinos cuyas obras fueron
traordinarias; sexo, en el caso de nuestra traducidas a mayor número de idiomas en
novela– y publicidad –requisito indispen- todo el mundo” (<www.andahazi.com>).
sable para llegar al lector masivo– median De aquí la importancia de este libro en
la relación entre libro y lector para llegar tanto prisma que refleja, descomponién-
al tan ansiado éxito de venta. De hecho, dola, la vida política nacional de los no-
éxito y título son recuperados con siste- venta. En efecto, es en función de la actua-
mática obstinación por la prensa cada vez lidad política que es posible establecer una
que el escritor lanza al mercado una nueva clasificación del best seller. Así lo propone
adición a su prole, con vistas a que el con- H. Straumann, al armar una tipología in-
sumo no se interrumpa. Ejemplifico: con tegrada por tres categorías: los best seller
motivo del último trabajo de Andahazi con una “referencia abierta” a la realidad
–una historia sexual de los argentinos– la histórica del momento, los que tienen una
revista Ñ en una de sus bajadas enfatiza- “referencia encubierta” y los que a prime-
ba: “El autor de la novela El anatomista ra vista “no tienen referencia” alguna a la
[…] edita el primer  volumen de la serie” realidad histórica.1 Siguiendo este tríptico,
(02/03/2008). Con la mención de ese pri- El anatomista es un best seller sin referencia
mer título se remite sinécdoticamente a evidente a su realidad histórico-política –el
sus ventas. El objetivo buscado es que las menemato–, ya que relata una historia de
ventas anteriores estimulen las ulteriores, ambientación italiana. Sin embargo, una
en un proceso simbiótico e idealmente lectura atenta pronto descubre que, a falta
infinito. De esta forma, la fama del autor de referencia abierta hay una encubierta,
encarna cierta garantía de venta en función que opera a nivel literario, presentando un
justamente de su renombre. En esta serie, entramado vinculable con las articulaciones
la aceptación masiva debe de ser entendida del espectro político propio de los noventa.
como signo de excelencia. Entonces, a par-
tir de las variables reseñadas, desciende que 1. Straumann, H., “Bestsller und Zeitgeschehen
in den USA der sechziger Jahre”, Jahrbuch für
la invocación del mercado –de la mercado-
Amerikanstudien, 1970, pp. 25-37.

• 61 •
A ANDAHAZI

Postulo: el vaciamiento de la política es al una ideología política”,1 es posible postular


menemato lo que la desliteraturización a la a Andahazi como un “producto cultural”
estética trivializada de Andahazi. del menemato, ya que su práctica –la de
El menemato, exacerbada experiencia El anatomista y generalmente la de su lite-
capitalista a lo largo de la cual el Estado ratura, ensayismo incluido– responde a la
democrático fue vaciado de toda consis- “cultura de las apariencias” y de alta circu-
tencia real. Los ejemplos abundan arriba lación propia de los noventa: “una cultura
y abajo: obliteración de las funciones del de fachada, efímera, dibujada, que alardea
Congreso, gobierno a golpe de decretos, triunfalista y, a la vez, escamotea miserias y
manipulaciones gubernamentales, corrup- vacuidades”.2
ción gubernamental generalizada, subordi- Triunfalismos: premios mediáticos, con
nación de poderes (el Judicial al Ejecuti- módicos escandaletes como corolario,
vo), clientelismo político, desorganización traducción a treinta idiomas, millones de
de los partidos: arriba. Y abajo: desorgani- ejemplares vendidos. Complementaria-
zación de los sindicatos y correlativa des- mente: alta circulación, facilitada por el
movilización (inducida) de la ciudadanía, Grupo Planeta (cuya editorial homónima
intimidaciones a periodistas y, su com- difunde los premios que dispensa, dueña
plementario, limitación de la libertad de de una distribución masiva no sólo en la
prensa. Este vaciamiento puede ponerse en Argentina, sino en todo el universo de ha-
paralelo con el que Andahazi lleva a cabo bla hispana), y por la consagración otorga-
en el plano de la literatura. Como síntoma, da por el periodismo (gestionada por el área
parece significativo que este autor no hable de prensa y/o publicidad y/o marketing de
de literatura en sus apariciones públicas, la propia editorial). La academia, mientras
sino más bien de cuestiones coyunturales. tanto, suele optar por una premeditada
Al referirse a El anatomista, por ejemplo, distracción. Todo esto en la superficie; en
nunca habla de él –de su contenido, de la el contrafrente suelen abarrotarse miserias
historia que relata o de los procedimientos y vacuidades que, puntuales, se exhiben en
narrativos que empleó para hacerlo–, sino su escritura: pura fachada. Y valga aquí una
del escandalete que provocó el Fortabat. aclaración: no pretendo con esto atacar a
Premio que de hecho fabricó el libro. Andahazi, pues no lo miro con desdén.
Entonces, propongo explorar las modu- Nunca quiso él ser algo diferente de lo
laciones de la política de este best seller en que es. Más bien me interesa analizar crí-
tanto parte de la política en general. Dicho ticamente el accionar de los grandes gru-
de otro modo, es posible considerar las su- pos editoriales (multinacionales), a partir
perventas y El anatomista como baróme- del itinerario intelectual de quien prohijó
tros culturales de su tiempo: 1989-1999. obras constantemente distinguidas por ju-
Más generalmente: el best seller permite rados más o menos prestigiosos. Desconfío
esbozar el horizonte cultural del lector de
las sociedades de masas. Si toda “estética 1. Viñas, D., Literatura argentina y realidad po-
implica una moral. Es decir, toda estética lítica. De Sarmiento a Cortázar, Buenos Aires,
Siglo XX, 1971, p. 123.
–a través de ciertas mediaciones– presupo-
2.  Viñas, D., Menemato y otros suburbios,
ne una visión del mundo; y lo correlativo:
Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2001, p. 250.

• 62 •
ANDAHAZI A
y con Tizón, desde los remotos ochentas, el respaldo de tragedia alguna, en términos
señalo: “No soy un voraz lector de best se- del teatro clásico); la actitud o la estrategia
ller, pero no los desdeño por principio. Y a la cual el autor apela es la seducción. De
tampoco pienso que porque a un libro lo hecho, tal como señalaba anteriormente, el
compren cien mil personas deba ser nece- tratamiento de la literatura en cuanto mer-
sariamente malo. Pero es bueno desconfiar; cancía se concreta en la percepción del otro
el éxito publicitario trata a los libros como como cliente al que hay que atraer –con una
productos enlatados, y los productos enla- suerte de hechizo– para que consuma. El
tados son eso”.1 libro queda así reducido a la función de un
Y ahora las pruebas. En términos gene- entretenimiento sin mayor sustancia, cuyos
rales, El anatomista es una novela mani- méritos vienen prefabricados por la acción
quea, plagada de convencionalismos, que publicitaria o el módico tumulto urbano
abusa de los lugares comunes y despojada relacionado con un premio. (Parentética-
de una intención estilística definida. No mente y en paralaje: en el espacio político
tiene otra aspiración que la de ser “nove- del menemato esto se tilda de faranduliza-
dosa”. El esquema narrativo es simple pero ción de la cultura, la política, etc.).
eficaz. Quiero decir, su técnica narrativa se Y eso que digo en cuanto al lenguaje
remonta a la “Vulgata artúrica” (s. XII): el puede perfilarse aún más si me refiero a
narrador alternadamente sigue a los per- sus características generales: ni enigmáti-
sonajes principales y vuelve a los espacios co ni inquietante. Nítido, equilibrado y
geográficos en los que se mueven. Está ágil. La expresión utilizada por el autor es
ambientada en la Italia renacentista, perío- directa, lo cual evita al lector cambios de-
do histórico al cual Andahazi remite con masiado bruscos que lo obliguen a replan-
una operación lingüística menos vinculada tear su propia situación en el texto. Len-
con la literatura que con la estética cine- guaje situado cómodamente en un lugar
matográfica hollywoodense. Ésta consiste de equilibrio que escamotea los extremos:
en sazonar su texto con supuestas palabras equidistante entre descuido y vulgaridad,
pertenecientes al italiano del siglo XVI entre virtuosismo y estetización excesiva.
destacadas en cursiva: “Tal como convinie- El léxico es variado, pero no tanto como
ra con madonna Creta, messere Girolamo para obligar al lector a recurrir a un diccio-
llegó al burdel a la hora de la cita” (p. 75). nario. En cuanto a lo que es posible tildar
Estas inserciones léxicas producen un efec- de estructura, la descripción –componente
to grotesco, que dan la sensación de im- estático que implica estancamiento tem-
provisación no sólo en cuanto a la forma, poral– suele subordinarse a la narración
sino también en lo relativo a la estructura y (lineal y diáfana) con vistas a soslayar in-
al fondo de la exposición, ya que no hacen movilismos excesivamente tediosos para
a la reconstrucción de la lengua de la épo- lectores atentos más a la progresión de la
ca. Lo que a Andahazi le importa no es co- historia que a los accidentes de la misma.
municar ni transmitir conocimientos sino El diálogo suele enfrentar a los personajes
expresar (una suerte de recitación hueca sin por parejas, circunstancia que permite pres-
cindir de los verba dicendi sin producir im-
1.  Encuesta a la literatura argentina contem-
precisión acerca de quién se expresa y con
poránea, Buenos Aires, CEAL, 1982, p. 369.

• 63 •
A ANDAHAZI

vistas a que cada parlamento resulte bien ducto literario concebido para un “devo-
diferenciado y perceptible. Por otra parte, rador de páginas”, alguien acostumbrado
los personajes responden a una articula- a consumir. Todo esto le proporciona a la
ción maniquea, esquematismo que tiene novela una articulación que implica flui-
un correlato previsible: no exigirle al lector dez de lectura y amenidad: las caracterís-
ni mucha atención ni excesivo esfuerzo ni ticas más importantes para estructurar el
demasiada paciencia. Se encuentran muy texto. De esto desciende que aquello que
marcados en lo bueno y en lo malo, sujetos la crítica literaria conoce como plot (trama)
activos o pasivos envueltos en relaciones es desplazado en importancia por un tér-
de agresividad. Articulación que insta al mino más banal (y sintomático), pero no
lector a una inmediata identificación. El menos efectivo: the story. Toda novela con-
narrador los observa desde fuera, de for- tiene un plot pero no todas necesariamente
ma que la interioridad de los personajes ofrecen una buena story. Plot remite a un
prácticamente no existe (más adelante me entramado, a una articulación en la que
referiré a la narración en tercera persona). se barajan, entrecruzándose, varias líneas
En efecto, si se quiere llegar a un lector que narrativas. Story, en cambio, remite a una
vive en una sociedad donde prima lo visual organización más próxima a la crónica. Ar-
(la cultura de las apariencias signó el mene- ticulación directamente proporcional a la
mato), es comprensible que los personajes rapidez de comunicación y a la amenidad.
sean presentados de forma clara en lo que Esto es El anatomista.
respecta a su imagen. A esto no contribuye La superficialidad reseñada anterior-
solamente la presentación que de ellos se mente se ratifica con la articulación del
hace, sino también la asociación con per- contexto histórico, armado básicamente
sonajes ya conocidos: Mona Sofía remite con informaciones recabadas en Historia
a la más famosa Monna Lisa de Leonardo; de las mujeres e Historia de la vida priva-
Mateo Colón, a un inmediato y casi ho- da, textos citados a pie de página. Paratex-
mónimo Cristóbal Colón. De este modo, to que, por otra parte, no apela a ningún
Andahazi conecta (sólo en superficie) con lector “más exigente” ni remite al universo
la tradición de la novela del siglo XIX, al propio de la investigación. Consta de unas
dar a muchos de sus personajes nombres pocas apariciones que registran datos par-
significativos, si bien vaciados de sentido. ciales que remiten a un Renacimiento cuya
El protagonista es un simulacro de des- función es operar como telón de fondo
cubridor, como simulacros son el resto de de la historia. Nada o muy poco se dice
los personajes. Por otra parte, en un best de ese “transfondo” que por ende se vuel-
seller es siempre deseable –y es lo que su- ve exótico. Más: como puede fácilmente
cede en El anatomista– que no aparezcan constatarse –y no sólo en El anatomista
demasiadas perspectivas o voces en la ela- sino también en la producción andahaci-
boración del “entramado” narrativo, para na posterior–, como en la mayoría de los
no confundir al lector. La historia está cen- best seller, la narración en primera persona
trada en unos pocos personajes que, a lo declina su espacio a una tercera consabi-
Rambo, provocan abundantes incidentes da e inamovible. Quiero decir: nada de
narrativos. Porque el best seller es un pro- oscilaciones ni jugadas arriesgadas. Y esto

• 64 •
ANDAHAZI A
para que el lector tenga un distanciamien- 2004)–, o un degradado Nombre de la rosa,
to mayor respecto de una historia que sabe situado en la Francia medieval: La ciudad
no le concierne de manera personal. Dis- de los herejes (Planeta) de 2005. Ese mis-
tanciamiento: suerte de “extranjerización” mo año, Andahazi redactó, colectivamente
textual. Esto en 1997, cuando en la Ar- (junto con los lectores del diario Clarín), el
gentina imperaba otro tipo de extranjeri- folletín Mapas del fin del mundo (Clarín).
zación, más peligrosa por cierto: la de la En 2006 ganó el Premio Planeta con El
economía, implementada durante el dece- conquistador (Planeta, 2006), suerte de no-
nio de Menem, que conllevaba la ilusión vela de aventuras que retoma una obsesión
de modernidad y abundancia. Dupla, esta propiamente andahacina, ya explícita en El
última, que trasladada al plano literario an- anatomista: el tópico del descubrimiento,
dahacino, se sinonimiza como amenidad y la figura del almirante genovés y la relación
fluidez. El best seller andahacino, al mejor entre Europa y América. De hecho, por
estilo menemista, sabe que no debe ser ni medio de una inversión candorosa El con-
conservador sin paliativo ni crispadamente quistador relata cómo un azteca –Quetza,
progresista. Evita los extremos, por ende. hijo de Tenochtitlán– se adelanta a Colón
Ni reaccionario ni revolucionario. Moder- y descubre Europa, recorriendo así España,
no sin estridencia, tradicional sin inmovi- Italia, Francia. Hasta llegar marcopoliana-
lismo. Se sitúa en una ideología literaria mente hasta Asia. Trabajo que le valió a
tendiente a lo “neutro”, en el tiempo de la Andahazi la acusación de plagio (sobreseí-
desideologización y de la neutralización de do por la justicia penal), por haber “calca-
la política, transformada en lenguaje pura- do” Los indios estaban cabreros (1958), obra
mente empresarial y administrativo. teatral de Agustín Cuzzani.
Prolongación. El anatomista abre una se- Y de la ficción al ensayo: a partir 2008
rie que, partiendo de ella, recalará en un Andahazi empezó a publicar la primera
ensayo. Las piadosas (Planeta, 1998), no- historia sexual de los argentinos, de la cual
vela de estilo vagamente gótico, apareció el aparecieron dos de tres volúmenes: Pecar
mismo año en el que fue publicado el vo- como Dios manda (Planeta, 2008), que
lumen de cuentos El árbol de las tentaciones abarca desde la época precolombina hasta la
(Temas), integrado por tres relatos situados Revolución de Mayo. Argentina con pecado
en la Argentina del siglo XIX. La presión concebida (Planeta, 2009) sigue las figuras
de producir “uno por año” se vuelve verti- de Rosas, Urquiza, Belgrano, Lavalle, San
ginosa y entonces aparecen lugares trillados Martín, Sarmiento hasta recalar en Yrigo-
de la historia de la literatura hispanoameri- yen y la subsiguiente “revolución” del 6 de
cana, como el supuesto “realismo mágico” septiembre de 1930. Se trata de ensayos que
de El príncipe (Planeta, 2000), que subsiste pretenden dar cuenta de hechos históricos
al lado de un vacilante Renacimiento pic- nexados con la vida sexual del país. En de-
tórico –insinuado ya desde la tapa del li- finitiva, y previsiblemente, el itinerario ter-
bro– que oscila entre la escuela florentina mina, por ahora, con lo que le había dado
y la flamenca en El secreto de los flamencos impulso: sensacionalismo, otra vez, a base
(Planeta, 2002), un “melodrama musical de una “historia” de las prácticas sexuales.
tanguero” –Errante en la sombra (Alfaguara, R.C.

• 65 •
A ANDERSON IMBERT

ANDERSON IMBERT, Enrique De 1940 es su primera colección de his-


(Córdoba, 1910 - 2000). Se formó en el torias, El mentir de las estrellas (refundida
Colegio Nacional de La Plata con profe- junto con Las pruebas del caos, de 1946, en
sores como Rafael Alberto Arrieta, Arturo El grimorio, de 1961). Los relatos que in-
Marasso, Ezequiel Martínez Estrada y, a tegran estos volúmenes acusan el punto de
partir de 1931, en la Facultad de Filosofía proveniencia de su autor: la línea estetizante
y Letras con Alejandro Korn, Francisco y europea propalada por los integrantes de
Romero, Pedro Henríquez Ureña y Amado Sur, la señera revista fundada por Victoria
Alonso. Anderson Imbert repartió su talen- Ocampo en 1931. Coincidentes con este
to entre la actividad académica y la creación origen son las ideas que el escritor practicó
literaria. Así, tras graduarse de profesor en y difundió respecto de la narrativa breve en
1940 en la UBA, dio inicio a un intenso publicaciones diversas, en especial Teoría y
trabajo docente en las universidades na- técnica del cuento (1979). Específicamente,
cionales de Cuyo y Tucumán y –empujado para el escritor este subgénero debe buscar
por el peronismo– en prestigiosas institu- el entretenimiento mediante la brevedad
ciones de los Estados Unidos (University de una trama ingeniosa, y, en un sustrato
of Michigan, en Ann Arbor, desde 1947 más íntimo, la expresión de “intuiciones
a 1965, y Harvard University, desde 1965 personalísimas” a través de imágenes. Por
hasta 1980). Doctorado en 1945, la cáte- otra parte, en más de una ocasión declaró
dra, más la publicación de investigaciones, que sus temas fantásticos no constituían
estudios y manuales como la ya clásica una evasión de la realidad, sino un desa-
Historia de la literatura hispanoamericana fío “a las sectas del realismo ingenuo”. Este
(1954) que redactó para sus clases, cir- programa, que rigió toda su producción
cunscribieron su nombre y su prestigio de escritura creativa, no impidió que ten-
a la gestión académica. Pero lo cierto fue tara formas y recursos diversos. En efecto,
que, a partir de su radicación en Buenos la cuentística andersoniana ofrece un rico
Aires en 1928, había iniciado su carrera espectro de búsquedas. Ya en las obras
como autor de cuentos y ensayos breves, mencionadas asoman características luego
publicados desde muy joven en el diario La recurrentes: el tono poético, la mirada ex-
Nación y en las revistas Nosotros y Claridad, trañada que produce elementos mágicos y
entre otros medios; también en la legenda- los privilegiados por la literatura fantástica,
ria revista Sur, pese a haber dirigido –entre el aprovechamiento de lo autobiográfico,
1931 y 1939– la página literaria del diario el humor, la ironía, el intertexto, la paro-
socialista La Vanguardia. Y aunque, en ver- dia del género policial y la predilección por
dad, nunca abandonó totalmente aquella brevísimos “casos”, concentradas piezas
primera vocación, recién en 1980, como narrativas también conocidas como “mini-
Emeritus de la Universidad de Harvard, y cuentos”. En las últimas líneas de su pri-
en plena posesión de su tiempo, retomó mer libro de narraciones había escrito: “yo
metódicamente la tarea de edificar, desde había visto que el hombre también cuando
la ficción, un mundo propio. El resultado piensa es nada menos que un pedazo del
fue un corpus de más de quince volúmenes caos”. Por sobre toda intención estética, la
de narraciones entre cuentos y novelas. obra narrativa de Enrique Anderson Im-

• 66 •
ANDERSON IMBERT A
bert ilustra sobre el origen esencialmente agnosticismo y en gran medida el pesimis-
azaroso del mundo y del hombre. mo subyacen detrás de la cuidada prosa.
Las colecciones mencionadas fueron Los textos terminan mostrando, así, lo que
sucedidas por títulos varios: El grimorio para el escritor parece ser la literatura: po-
(1961); El gato de Cheshire (1965); La san- sibilidad real de des-cubrir los resortes últi-
día y otros cuentos (1969); La locura juega al mos de una existencia sumida en un desor-
ajedrez (1971); La botella de Klein (1975); den carente de sentido. Gravitan detrás de
Dos mujeres y un Julián (1982); El tamaño esta intención los clásicos decimonónicos
de las brujas (1986); El anillo de Mozart –in- del cuento corto: Antón Chéjov, Guy de
cluido directamente en el segundo tomo de Maupassant, Edgar Allan Poe… aunque
las Narraciones completas (1990) sin previa también Henrik Ibsen, George Bernard
aparición individual– y, en 1994, ¡Y pen- Shaw, Arthur Conan Doyle, Gilbert Keith
sar que hace diez años!, probablemente el Chesterton e incluso el inocente O. Henry.
más acabado de la serie. Ingenioso autor de El influjo de algunos miembros de esta fa-
relatos de ideas, sabiamente intuyó que el milia se advierte en los muchos momentos
cuento era el género que mejor se adecuaba en que lo provocaron la literatura fantástica
a su programa estético y filosófico. Tentó, y el policial, formas de las que fue pionero
no obstante, la novela y la nouvelle: Vigilia en nuestro medio. Refiriéndose a los pre-
(1934); Fuga (1953); Evocación de sombras cursores del relato fantástico en el Río de
en la ciudad geométrica (1989); Amoríos (y la Plata, alguna vez Julio Cortázar señaló
un retrato de dos genios) (1997) y el policial que los trabajos de Enrique Anderson Im-
La buena forma de un crimen (1998). Fuga bert no habían tenido el reconocimiento
se destaca por sus resonancias autobiográ- que merecían.2 Lo que sí supo de amplio
ficas y por la efectiva mirada metafísica al- reconocimiento y vasta difusión fue su obra
rededor del problema del tiempo. “Como como historiador de la literatura, crítico y
autor y como lector –especificó en algún ensayista. La posición de profesor universi-
momento Anderson Imbert– me siento tario tuvo, ciertamente, mucho que ver con
más atraído por el cuento que por la nove- la dedicación que lo movió a investigar y
la. La brevedad del cuento se ajusta mejor a producir de manera incesante. En su libro
los impulsos cortos de la vida”.1 Son textos de ensayos póstumo titulado Escritor, texto,
narrativos que acusan un claro propósito lector (Corregidor, 2006), Anderson Imbert
recreativo. Sin embargo, la formación, in- dedica un artículo a su formación como crí-
formación y herencia cultural de quien los tico literario. Evoca su temprana adhesión al
escribió impiden que el propósito se limite idealismo lingüístico y al método estilístico
al mero pasatiempo. Las historias aparecen tras la influencia de su maestro Alejandro
constantemente atravesadas por huellas Korn que lo convirtió en kantiano y en un
de una intensa actividad intelectual y una convencido de la idea de que “la realidad en
mirada siempre cerebral hacia situaciones
e invenciones humanas; el escepticismo, el 2.  De Izaguirre, E., “Introducción”, Woven
on the Loom of Time, cuentos de E. Anderson
1.  Lóizaga, P.J., “Enrique Anderson Imbert. Imbert, Vail, Carleton y Edwards-Mondragon,
Una vida dedicada a la literatura”, Cultura, nº Carleton (selecc. y trad.), Austin, University
15 (julio-agosto), 1986, p. 10. of Texas Press, 1990, p. vii.

• 67 •
A ANDERSON IMBERT

sí es incognoscible y sólo conocemos fenó- cuatro costados”, contenido en El realismo


menos a través de los órganos sensoriales”. mágico y otros ensayos (1976).
Por tal razón su incorporación al Instituto Algunos de sus múltiples intereses
de Filología que en la década del treinta di- culminaron en obras disímiles y de siem-
rigía Amado Alonso (otro de sus decisivos pre cuidada realización: Qué es la prosa
maestros), quien le había impreso al insti- (1958); El cuento español (1959); Crítica
tuto una dirección idealista, resultó funcio- interna (1961); La originalidad de Rubén
nal a su visión. Se nutrió allí de la estética Darío (1967); Genio y figura de Sarmien-
de Benedetto Croce, de la distinción que to (1967); Una aventura amorosa de Sar-
éste hace entre “el conocimiento intuitivo miento (1968); Métodos de crítica literaria
de la poesía y el conocimiento conceptual (1969); Estudios sobre letras hispánicas
de la ciencia”;1 y fue por Alonso que llegó al (1974); Las comedias de Bernard Shaw
idealismo lingüístico de Karl Vossler y a la (1978); Mentiras y mentirosos en el mundo
estilística de Leo Spitzer que atendía a la ex- de las letras (1992) y Modernidad y posmo-
presión individual de los escritores y no a la dernidad (1997), entre otras.
histórica. Spitzer terminaría siendo central Hacedor, testigo, y no pocas veces crí-
para su aproximación crítica. Así, Anderson tico en un significativo y extenso tramo
resultó uno de los pioneros en trabajar con histórico, Enrique Anderson Imbert dio
el método estilístico; su ensayo Tres novelas cuenta de acontecimientos seculares, per-
de Payró con pícaros en tres miras (1942) fue, sonas y libros en La flecha en el aire (1937,
en efecto, el primer análisis estilístico que 1972) y Los domingos del profesor (1965,
se hizo en la Argentina sobre un narrador 1972); completó esa labor con páginas
argentino. En la misma línea le siguió El autobiográficas y una visión total (y final)
arte de la prosa en Juan Montalvo (1948). de su fecundo paso por nuestra cultura en
Entre la “crítica externa” y la “crítica inter- Diarios y memorias, volumen aún inédito.
na” –conocida distinción de René Wellek–,
Anderson se inclinó por la última, aunque Bibliografía sobre Enrique
sin desestimar la “externa” según surge de Anderson Imbert (selección)
la citada Historia de la literatura hispano- AA.VV., La obra de Enrique Anderson Imbert.
americana. Años después diversificaría su Jornadas Internacionales, Buenos Aires,
mirada como lo hizo en Nuevos estudios so- Universidad Austral, 2002.
bre letras hispanas (1986), particularmente Abraham Hall, Nancy y A. Gyurko, Lanin
en los ensayos titulados “Un tema de Bioy (eds.), Studies in Honor of Enrique
Casares: jóvenes versus viejos” y “Manuel Anderson Imbert, Newark, Delaware,
Peyrou: las tramas de sus cuentos”, ejerci- Juan de la Cuesta Hispanic Monographs,
cios ensayísticos de literatura comparada y 2003.
análisis temático. En otro sentido, notables De Izaguirre, Ester, “Introduction”, Woven
son los artículos sobre Jorge Luis Borges on the Loom of Time, Vail, Carleton y
enmarcados con el título “Borges por los Edwards-Mondragón, Pamela (selecc. y
trad.), Austin, University of Texas Press,
1. Anderson Imbert, E., “Mi formación como 1990, pp. vii a xviii.
crítico literario”, Escritor, texto, lector, Buenos
Aires, Corregidor, 2006, pp. 7-14.

• 68 •
ANDRADI A
Delaney, Juan José, “Prólogo”, Enrique guiones y reportajes. En 1995 regresó a
Anderson Imbert. Cuentos selectos, Argentina y vivió en Buenos Aires siete
Buenos Aires, Corregidor, 1999, pp. años. Antes de su retorno, la editorial de
7-13. poesía Último Reino difundió Come, éste es
Falconieri, John V., “Introduction”, Fuga, mi cuerpo: 30 cuentos eucarísticos (1991; ree-
Nueva York, MacMillan Modern ditado en 1997). Durante su estadía en esta
Spanish American Literature Series, ciudad, la editorial Simurg publicó la novela
1965, pp. 1-6. Tanta vida (1998) y los relatos de Sobre vi-
Liggera, Rubén Américo, De espejos, fantas- vientes (2001), luego vertidos al alemán en
mas y esqueletos. Ensayos sobre la obra edición bilingüe (Zürich, Teamart Verlag,
literaria de Enrique Anderson Imbert, 2003). Desde 2003 reside nuevamente en
Buenos Aires, Rundi Nuskín editor, Berlín, capital que inspiró su libro Berlín es
1990. un cuento (Córdoba, Alción, 2007).
Lockhart, Darrell B., “Enrique Anderson Sus ensayos y entrevistas se difunden
Imbert (1910-2000), Latin American en diferentes revistas y suplementos cul-
Mystery Writers. An A-to-Z Guide, turales de Europa y América. Parte de su
Westport, Connecticut, 2004, pp. obra ha sido traducida al alemán y al inglés
12-13. y sus cuentos y poemas integran diversas
Lojo, María Rosa, “Estudio preliminar”, en antologías. Como compiladora organizó
El milagro y otros cuentos, Buenos Aires, el volumen Vivir en otra lengua: literatura
Kapelusz, 1985, pp. 11-52. latinoamericana escrita en Europa (Buenos
Orgambide, Pedro y Yahni, Roberto, Aires, Desde la Gente, 2007).
Enciclopedia de la literatura argentina, M.C.
Buenos Aires, Sudamericana, 1970, pp.
39-40 y 160. ANDRÉS, Alfredo (Buenos Aires, 1934).
J.J.D. Poeta, periodista, crítico. Representante de
+ Martínez Estrada, Ezequiel. la Generación del 60.
Comenzó su vida literaria en su ju-
ANDRADI, Esther (Ataliva [Santa Fe], ventud. Su primer trabajo ensayístico fue
1950). Poeta, narradora y ensayista. Estudió Carlos López Buchardo, músico argentino
Ciencias de la Comunicación en Rosario y (Nueva América, 1958). Entonces Andrés
en 1975 emigró al Perú. En Lima ejerció el ya dirigía páginas y revistas literarias, como
periodismo escrito y publicó su primer li- la del diario Crítica y la publicación Cua-
bro, Ser mujer en el Perú, en colaboración dernos de Poesía. También trabó amistad
con Ana María Portugal (Lima, Ediciones con destacados poetas, entre ellos, César
Mujer y Autonomía, 1978; reeditado por Fernández Moreno y Raúl González Tu-
Tokapu al año siguiente). A fines de la ñón, de quien se nutrió su labor literaria.
década del 80 dio a conocer los cuentos Dentro de su obra poética de los años
de Chau Pinela (Lima, Ediciones Tigre de 1960 pueden mencionarse Se alquila una
Papel, 1988). En 1980 se trasladó a Europa soledad (Ancú, 1961); Cuaderno del ami-
para radicarse en Berlín, donde trabajó para go y ella (Ediciones del Mediodía, 1962);
la radio y televisión alemanas escribiendo Cuatro poemas (Ancú, 1962); Si tengo suer-

• 69 •
A ÁNGELI

te (Ancú, 1962); Balada del saxofonista que sociales, políticas y “por considerar a Amé-
perdió el tren de la frontera (Bordas Monta- rica Latina como un solo e inmenso país”
nari, 1963); Ella (Huemul, 1963); Noche (p. 17).
en la ciudad (Ancú, 1964); A fuego lento Otras obras de Andrés son la novela El
(Cuadernos de poesía, 1965) y El diente de frío (Lumen, 1976), la antología Palabras
la felicidad (Negri, 1965). Además de poe- con Leopoldo Marechal (C. Pérez, 1968)
marios, Andrés publicó El 60 (Dos, 1969), y Rodríguez Saá, el futuro (Ediciones del
un texto que ofrece un panorama poético Río Quinto, 2002), un trabajo biográfico
de la efervescente década de 1960. Se trata donde el autor realiza un retrato de Adol-
de una antología que contiene ensayos de fo Rodríguez Saá, presidente de Argentina
distintos autores en los que se intenta de- por siete días y ex gobernador de la pro-
finir la poesía de aquellos años –que tiene vincia de San Luis, para lo cual recurre a
sus antecedentes en la generación del 40 y entrevistas, testimonios y otros textos do-
en la revista Poesía Buenos Aires, de la dé- cumentales.
cada de 1950– y una transcripción de los P.N.
debates entre poetas pertenecientes a la ge-
neración de 1960. En el libro, algunos de ÁNGELI, Hector Miguel (Buenos Aires,
los nombres más citados de los años 1960 1930). Poeta, traductor y docente. En 1949
son Daniel Barros, Juan Gelman, Rober- fundó y dirigió, junto con otros escritores
to Hurtado de Mendoza, Leónidas Lam- jóvenes, la revista Existencia. Colaboró en
borghini, Ramón Plaza y Francisco “Paco” diarios y revistas literarias como Sur y La
Urondo. En uno de los ensayos, Daniel Nación.
Barros hace referencia a la poesía de An- En 1962 viajó a Europa con una beca
drés y destaca “una evidente conciencia del gobierno italiano para estudiar litera-
de clase frente al conglomerado” (p. 248), tura. Por el libro de poesía La giba de pla-
junto a un deseo de estar “representando ta recibió el Tercer Premio Municipal y el
no sólo a una ciudad, sino, además, a un Premio Bienal otorgado por la Fundación
continente” (p. 249). E inscribe a Andrés Argentina para la Poesía. Su siguiente li-
en “el proceso del ‘realismo crítico’ de la bro, Para armar una mañana, obtuvo la
poesía argentina” de los sesenta. De hecho, Faja de Honor de la SADE y una men-
estos mismos aspectos son los que Andrés ción especial de la Secretaría de Cultura
destaca cuando intenta trazar los rasgos de de la Nación. En 1999 reunió su obra
los poetas de dicha década: una tendencia poética con el título La gran divagación.
al realismo como “forma de conectarse con En 2005 consiguió el Premio “Esteban
el medio (el mundo, el universo, la comu- Echeverría” otorgado por la asociación
nidad) que los rodea” (p. 263), pero no a Gente de Letras. Entre sus obras figuran
un realismo socialista, sino a “una postu- Voces del primer reloj (1948); Los techos
ra vital, existencial… como pivote para (1959); Manchas (Ateneo Popular de La
entender la complejidad, lo polifacético Boca, 1964); Las burlas (1966); Nueve
de cada brizna de existir” (p. 272). Es así tangos (1974); La giba de plata (1977);
que Andrés recupera una poesía situada en Para armar una mañana (1988); Matar
Buenos Aires y preocupada por cuestiones a un hombre (1991); La gran divagación

• 70 •
ANGLADE A
(1999); Animales en verso (2004); Frutas Tauro, 1998); Al sol (Lux, 2002). En poesía
sobre la mesa (El mono armado, 2007). publicó Arte mayor (Santa Fe, Tauro, 2003);
A.J. Inside (Santa Fe, Tauro, 1999) y Riverrun,
(Santa Fe, Tauro, 2005). A ellos se suman
ANGLADE, Roberto (Santiago del el libro de ensayos y entrevistas Apuntes de
Estero, 1950). Vivió su niñez en Santiago literatura (Fundación Banco Bica, 1995)
del Estero y Córdoba para terminar reca- y las novelas Ciudad (Santa Fe, edición
lando en Buenos Aires. Los paisajes de las del autor, 1988) y Llanura azul (Santa Fe,
tres ciudades aparecen repetidamente en Universidad Nacional del Litoral, 1992).
los cuentos de su libro La canción del si- Su libro de relatos cortos Trabajar con papá
niestro eremita (Galerna, 1988), con el que (Huelva, Dip, 2004) obtuvo el primer pre-
obtuvo en 1984 el Premio Municipal de mio del XII Certamen de Relatos Cortos de
Literatura. Esos cuentos, algunos de los la Diputación española de Huelva en 2003.
cuales habían sido publicados previamen- D.M.
te en El Ornitorrinco (revista dirigida por
Abelardo Castillo, Liliana Heker y Sylvia Anzorena, Oscar Ricardo (Lomas de
Iparaguirre), presentan un buen dominio Zamora [Buenos Aires], 1952). Licenciado
del lenguaje coloquial argentino, tanto en en Comunicación por la Universidad
los diálogos como en la voz de los narrado- Nacional de Lomas de Zamora y especia-
res; pese a ese rasgo costumbrista, respon- lista en la vinculación de la competitividad
den a géneros diversos, que van del estricto empresaria con el desarrollo humano y
realismo al fantástico o la ciencia ficción. organizacional.
Anglade también publicó una colección de Se desempeña como docente en la Es-
fragmentos en prosa poética sobre la escri- cuela de Negocios de la Facultad de Cien-
tura, el amor, la vida o la familia titulada cias Sociales y Económicas de la Universi-
La noche del desierto (Galerna, 1995), que dad Católica Argentina y en la Maestría en
–pese a su carácter cuasiexperimental– ca- Psicología Empresarial y Organizacional de
rece de interés formal. Es, además, autor la Universidad de Belgrano. Ha publicado
de conferencias y artículos dedicados al pa- dos crónicas periodísticas sobre historia
pel del escritor o a los jóvenes escritores de argentina con valioso material testimonial:
los 80, categoría en la que se incluye. Tiempo de violencia y utopía. Del golpe de
L.M.K. Onganía (1966) al golpe de Videla (1976)
(Contrapunto, 1988; ampliada en Edicio-
ANTOGNAZZI, Carlos O. (Santa Fe, nes del Pensamiento Nacional-Colihue,
1963). Escritor, ensayista, poeta y periodis- 1998) y la Historia de la Juventud Peronis-
ta. Publica en algunos diarios del interior ta (1955-1988) (Ediciones del Cordón,
(La capital de Rosario y La voz del interior de 1989). Ha publicado también un libro
Córdoba). Ha ganado premios de narrativa sobre el aprendizaje del periodismo en la
nacionales e internacionales. Entre sus obras escuela, en colaboración con David Burin
se destacan los libros de cuentos El décimo y Juan Garff: Dar en la tecla. Los pibes ha-
círculo (Santa Fe, Universidad Nacional cen periodismo (Coquena, 1990).
del Litoral, 1991); Road Movie (Santa Fe, F.N.

• 71 •
A APARICIO

Aparicio, Carlos Hugo (La Quiaca escritura de William Faulkner. A su vez,


[Jujuy], 1935). Narrador y poeta. Desde esta filiación lo liga a autores latinoame-
el año 1947 vive en la provincia de Salta. ricanos como Onetti, Rulfo, Roa Bastos y
Inaugura su producción literaria con un a otros argentinos, como Daniel Moyano,
libro de poemas: Pedro Orilla (edición del quienes también se apropiaron de las téc-
autor, 1965). Dino Saluzzi –bandoneonis- nicas faulknerianas. En términos genera-
ta y compositor salteño que actuó con las les, esta relación puede leerse en la mayor
orquestas de Enrique Mario Francini, parte de la obra de Aparicio. A modo de
Héctor Varela, Roberto Caló, con el Pen ejemplo, vale el breve relato “La pesca úl-
Tango y la Orquesta del Tango de Buenos tima” (El Tyrano [Buenos Aires], año 1,
Aires– musicaliza el poema homónimo. nº 1 [septiembre], 1998, pp. 8-9). Este
Le siguen El grillo ciudadano (edición cuento, armado sobre la base del monólo-
del autor, 1968) y Andamios (Dirección go interior del personaje-narrador, permi-
de Cultura de Salta, 1980). El silbo de te vislumbrar una historia que, antes que
la esquina (Salta, El Robledal, 1999) es narrarse, se sugiere: la muerte del hijo, la
una antología en la que aparece una va- propia, se eluden en el relato y se constru-
riada selección de la poesía del autor. yen líricamente, a través del dominio de
La producción literaria de Aparicio pue- la subjetividad del personaje.
de asociarse a la de otros escritores como Por otra parte, las experiencias en La
Antonio Di Benedetto, Daniel Moyano, Quiaca se vuelven material para la cons-
Juan José Hernández, Hugo Foguet, trucción de la ficción en los cuentos de
Haroldo Conti y Hector Tizón.1 Los cri- Los bultos (Salta, El Tobogán, 1974; 2a ed.
terios sobre los que se asienta tal vincu- aumentada: Salta, Castañeda, 1978) y de
lación son dos. El primero, de legitima- Sombras del fondo (Legasa, 1982). Trenes
ción regionalista, consiste en identificar del sur (Legasa, 1988) es su primera novela
el grupo de escritores más valorados del y Cuentos. La fiesta. La pieza se edita como
interior del país. El segundo, señala la publicación en homenaje al autor (Salta,
convergencia de obras que –aunque disí- Biblioteca de Textos Universitarios, colec-
miles– compartirían el rasgo de ser reco- ción “La Pluma de oro”, 1995).
nocidas como exponentes de la literatura Aparicio también se ha dedicado a la crí-
de las provincias, a la vez que como for- tica literaria. Ejemplo de esto es su artículo
mas superadoras de las poéticas regionales “Breve y personal informe de la narrativa
tradicionalistas. En el caso de la literatura en Salta” (Boletín de la Academia Argentina
de Aparicio, la innovación consiste en la de Letras, 1999).
reconstrucción de una oralidad típica del Entre los numerosos premios que ha re-
noroeste argentino a través de una estética cibido se encuentran el Segundo Nacional
que retoma algunos procedimientos de la de Narrativa (por Trenes del sur); el Primer
Premio Regional de Literatura, otorgado
1.  Prieto, M., “Escrituras de la ‘zona’”, en por la Secretaría de Cultura de la Nación
Cella, S. (dir.), La irrupción de la crítica, vol. (por Los bultos) y el Premio Mejor Escritor
10 de Jitrik, N. (dir. col.), Historia crítica de del Año, por el conjunto de su obra litera-
la literatura argentina, Buenos Aires, Emecé,
ria, en 1986. Entre los años 1987 y 1991,
1999.

• 72 •
ARDILES GRAY A
Carlos Aparicio se destacó por su intensa de Jorge Guillén, de la armonía entre el
labor como director de la Biblioteca Pro- hombre y el cosmos (“El aire, el aire, el
vincial “Presidente Victorino de la Plaza”. aire, / a través de los troncos, a través de
Asimismo, se desempeña como miembro las hojas, / con papeles rabiosos, ramas
de la Academia Argentina de Letras desde despavoridas…! / Grito mi voz entre alas
enero de 1991. de gaviotas: / ¡El horizonte, el diafragma
M.L.C. del mundo me respira!”, leemos por ejem-
+ Di Benedetto, Antonio; Foguet, plo en “El aire”). El tema de la oralidad,
Hugo; Moyano, Daniel. esencial en su obra, aparece temprana-
mente: se trata de oír el estremecimiento,
ARDILES GRAY, Julio (Monteros el pálpito de la tierra (“Nacimiento de la
[Tucumán], 1922 - 2009). Dramaturgo, vidala”) y de reproducirlo con las formas
novelista, poeta, maestro rural (“en un y los ritmos propios de un espacio geográ-
ingenio y un orfanato”), profesor secun- fico (“Malambo”).
dario, periodista. Fue miembro funda- Estas temáticas reaparecen, condensa-
dor, junto a Raúl Galán, Manuel Castilla, das, en sus cuentos (Cuentos amables, no-
Raúl Aráoz Anzoátegui, Nicandro Pereyra, bles y memorables, Tucumán, Ediciones del
María Adela Agudo y María Elvira Juárez, Cardón, 1964; La noche de cristal y otros
del movimiento poético La Carpa, que a cuentos, Torres Agüero, 1987; El casamen-
partir de los años cuarenta busca dar una tero y otros cuentos con viejos, Nuevohacer,
voz propia a la poesía del norte argentino. 1997) y en sus primeras novelas (Elegía,
Su primer libro de poemas, Tiempo deseado Tucumán, Jano, 1952; La grieta, Tucumán,
(Tucumán, La Carpa, 1944) se convierte, La Carpa, 1952): constatación del paso de
quizás de manera accidental, en la primera los días; nostalgia de la infancia; identifica-
publicación (encuadernada manualmente ción con la naturaleza, sus ritmos y tiempo
por los miembros del grupo) de La Carpa. propio (así por ejemplo, al protagonista del
Sus textos líricos construyen la figura de un cuento “La escopeta” se le va la vida por oír
poeta explorador para quien “esto de haber el trino de un pájaro desconocido); ternura
nacido americano” (“Pregunta”) se traduce en la visión de los hombres del Norte tras-
metafóricamente en el desplazamiento y mitida, a veces infantilmente, por narrado-
en el deseo de poseer el espacio. res algo ingenuos (“Lobito es lerdón para
En Cánticos terrenales (1949-1950) hablar pero muy hábil de manos y cuando
(Tucumán, La Carpa, 1951; con dibujos las gentes se resisten a creer lo que cuenta,
de Luis Szalay) aparecen las figuras del les mira largo y después sonríe achinados
descubridor, del cantor, del itinerante, los ojitos de animal cuevero; los hoyuelos
del que emigra o del que llega. Influido de sus mejillas hacen el resto y la gente se
por la Generación del 27, su imaginario rinde a la simpatía”, leemos en “La cigarra
traduce el gozo y la percepción canden- y la hormiga”).
te de la naturaleza (“Salto en el mediodía Como novelista, es autor de un balza-
del mar”, escribe por ejemplo en “Alegría ciano conjunto de narraciones titulado Los
del pescador de ostras”), así como la cele- amigos lejanos. La saga, que empieza con
bración entusiasta, en la línea del Cántico las pestes de cólera en Tucumán a fines de

• 73 •
A ARENDAR

siglo XIX y termina a mediados de 1970, dictadura). Fue traductor del francés, de
fue escrita a lo largo de treinta años: Los Molière a Georges Brassens.
amigos lejanos (Primer Premio de la Socie- M. Cám.
dad Argentina de Autores, 1948; Buenos + Castilla, Manuel; Galán, Raúl.
Aires, Doble P, 1956); Años de adolescencia
de Santiago Rem (s/d, 1950); Los médanos ARENDAR, Liliana (Lanús [Buenos
ciegos (Doble P, 1957); Las puertas del Pa- Aires], 1941). Narradora y profesora de
raíso (CEAL, 1968); El inocente (Goyanar- inglés, se inicia con los cuentos de Dos bo-
te, 1964; adaptada para el cine pero in- letos para el autobús (Simurg, 2002) y con-
conclusa: “El inocente”, con dirección de tinúa en la narrativa con la novela El Ansia
Gerardo Vallejo, 2000) y Como una sombra (Lumiere, 2006).
cada tarde (Corregidor, 1980). El cuento “Mi último día en París” fue
La veta teatral, perceptible en la fluidez seleccionado para la Antología Latitudes
de los diálogos narrativos, se da en Ardi- Literarias (Editorial de los Cuatro Vien-
les Gray de forma compleja: hombre de tos). Recibió una mención especial en el
teatro, promotor cultural, crítico, es autor III Certamen Latinoamericano “Pedro Mi-
de numerosas piezas de fuerte tendencia guel Obligado”. La Casa de Salta le otorgó
expresionista (las “pesadillas”), en uno o la mención de honor en el Concurso Ta-
dos actos, donde a menudo el absurdo, la lentos Veintiuno. Su cuento “En busca de
crueldad y el nonsense rigen el drama (Églo- ella” fue distinguido por la Casa de Teatro
ga, farsa y misterio, Tucumán, Jano, 1961; de Santo Domingo (República Dominica-
Vecinos y parientes: teatro, De La Flor, 1970; na). También resultó finalista en la edición
Fantasmas y pesadillas: teatro (1972-1978), del Premio de Cuentos Ciudad de Elda,
CEAL, 1983; Personajes y situaciones, To- en España, en noviembre de 2006. En su
rres Agüero, 1989; Delirios y quimeras. Tea- obra aborda temas cotidianos, habitados
tro 1979-1992, Corregidor, 1993). Como por personajes verosímiles pero constante-
periodista, trabajó en el diario La Unión mente acechados por la fantasía. Privilegia
(donde conoció a Raúl Galán y a otros un lenguaje sencillo, sobrio y afable.
futuros integrantes de La Carpa) y, en los F.P.
años cuarenta, en La Gaceta de Tucumán
donde redactó novedosas reseñas de cine. Ares, Carlos Alberto (Buenos Aires,
En los sesenta colaboró en Primera Plana 1950). Periodista, fundador de TEA, co-
y en La Opinión. En la década del setenta, rresponsal del diario El País de España,
dirigió el suplemento literario del siniestro director de la insigne revista cultural La
diario Convicción. Combinó su interés por Maga entre 1991 y 1997, devenido hom-
la oralidad y la tarea periodística al reco- bre del PRO de Mauricio Macri. También
pilar historias de vidas a partir de relatos incursiona en la novelística y en la compo-
orales (Historias de taximetreros, Corregi- sición de obras teatrales.
dor, 1976; Historias de artistas contadas por En 1994 compila una serie de artículos
ellos mismos, Editorial de Belgrano, 1981; de su autoría, publicados en las contrata-
Memorial de los infiernos: Ruth Mary, pros- pas de La Maga, bajo el título Contra ta-
tituta, La Bastilla, 1972, censurado por la pas: crónicas claras de una época oscura (La

• 74 •
ARFUCH A
Maga/ TEA Comunicaciones). En 1998 dad, subjetividad, memoria. Narrativas del
edita una novela de corte futbolero: El clá- pasado reciente”. En términos generales, es
sico de los clásicos (Puntosur). Con prólogo posible destacar que Arfuch se especializa
de Osvaldo Bayer, aparece en 2000 Los días en teoría del discurso y crítica cultural. Por
contados: años de Carlos Menem (Rosario, otra parte, trabaja en temas de subjetivi-
Homo Sapiens). En 2009 pone en esce- dad, identidad, memoria y narrativa, y en
na su primera obra dramática, Big Bang, el análisis de géneros discursivos y mediá-
que aborda el problema de los límites de ticos.
la ficción. Permanecen inéditas la comedia L.V.
Pacto de suerte y una novela titulada Nunca
será igual con otro. Argumedo, Alcira Susana (Buenos
P.C. Aires, 1940). Licenciada en Sociología
por la Universidad de Buenos Aires en
Arfuch, Leonor (Buenos Aires, s/d). 1965, comenzó en esa década su carre-
Egresada de la UBA y Doctora en Letras. Su ra como docente e investigadora. Entre
actividad académica es prolífica e intensa. 1968 y 1974 participó de la experien-
En la UBA es profesora de Comunicación, cia de las llamadas “cátedras nacionales”
en la Carrera de Diseño Gráfico perte- de la Facultad de Filosofía y Letras de la
neciente a la Facultad de Arquitectura, UBA que, según indica en Los silencios y
Diseño y Urbanismo; y de Política, Nueva las voces en América Latina: notas sobre el
Subjetividad y Discurso. Problemas pensamiento nacional y popular, forjaron las
Teóricos y Debates Contemporáneos, líneas de pensamiento centrales de su obra
en la Carrera de Sociología, Facultad de posterior. Identificada con el peronismo de
Ciencias Sociales. En el ámbito internacio- izquierda, durante la última dictadura mi-
nal, ha dictado diversos seminarios. litar se exilió en México. Allí trabajó para
Entre sus publicaciones se destacan: La el Instituto Latinoamericano de Estudios
entrevista, una invención dialógica (Bar- Transnacionales, de cuya filial argentina fue
celona, Paidós, 1995); Diseño y comuni- directora académica durante varios años al
cación. Teorías y enfoques críticos (Paidós, retornar al país en 1983. Actualmente,
1997); Crímenes y pecados. De los jóvenes en es profesora titular de la materia Teoría
la crónica policial (Cuadernos del Unicef, Social Latinoamericana en la carrera de
1997); El espacio biográfico. Dilemas de la Sociología de la UBA e investigadora del
subjetividad contemporánea (Paidós, 2002) Conicet. En las elecciones de 2007 fue can-
y Crítica cultural entre política y poética didata a diputada de la Ciudad Autónoma
(FCE, 2008). Asimismo ha compilado va- de Buenos Aires por la lista Proyecto Sur.
rios libros, entre ellos: Identidades, sujetos y La lista llevó como candidato a presidente
subjetividades (Prometeo, 2003); Pensar este al cineasta Fernando “Pino” Solanas, con
tiempo. Espacios, afectos, pertenencias (Pai- quien Argumedo colaboró en la investi-
dós, 2005) y Pretérito imperfecto. Lecturas gación de dos documentales, Memoria del
críticas del acontecer (Prometeo, 2008). En saqueo (2003) y La dignidad de los nadies
2007 Arfuch obtuvo la beca Guggenheim (2005), que recibieron numerosos premios
con el proyecto de investigación “Identi- internacionales.

• 75 •
A ARGUMEDO

Los temas de investigación de Argume- de las estructuras socioeconómicas, reto-


do se refieren centralmente al sistema po- mando la perspectiva “nacional, popular
lítico, la economía, el poder, la identidad y latinoamericana” de sus primeros libros.
nacional y regional, la comunicación, la Así, contrapone en pie de igualdad a Túpac
información y la tecnología, los derechos Amaru, Bolívar, Artigas y Martí con Kant,
humanos, la educación, la universidad Hegel, Marx y Weber, buscando lo que lla-
y las ciencias sociales en América Latina. ma “una matriz autónoma de pensamiento
Sus dos primeros libros, Los laberintos de la popular latinoamericano” (p. 18) en rela-
crisis. América Latina: poder transnacional y ción con conceptos como libertad, Estado,
comunicaciones (Folios/ ILET, l985) y Un igualdad, justicia o democracia. Argumedo
horizonte sin certezas: América Latina ante formula allí una seria advertencia, que se
la revolución científico-técnica (Puntosur/ ha revelado esencialmente correcta, sobre
ILET, 1987), resultan un diagnóstico de las consecuencias de las políticas neolibera-
los déficits y desafíos de los países latinoa- les aplicadas en la región durante la década
mericanos en materia de comunicaciones, de 1990, insistiendo en que América Lati-
adelantos tecnológicos, poder económico na debe buscar alternativas a la globaliza-
y relaciones internacionales en la década ción para evitar la pobreza y la desigualdad
de 1980. Ambos estudios ubican a las de- extremas que acarrea ese modelo.
mocracias emergentes de América Latina Argumedo también ha participado en
en relación con el “proyecto transnacional” libros colectivos como El poder en la socie-
de los EE.UU., que hoy puede identificar- dad posmoderna (Prometeo, 2001) y ¿Qué
se con la globalización. La perspectiva que es una nación? La pregunta de Renán revisi-
busca desarrollar Argumedo es, según sus tada (Esteban Vernick [comp.], Prometeo,
términos, “nacional, popular y latinoame- 2005), además de publicar numerosos artí-
ricana”; el sistema político que defiende culos en revistas especializadas y medios de
consiste en una democracia participativa difusión masivos.
con justicia social. Si bien algunos de los Ha recibido diversos premios y distincio-
supuestos han sido desmentidos con el nes por su producción intelectual y su con-
tiempo (particularmente tras la caída del tribución a las ciencias sociales: de la Fun-
régimen comunista en la URSS y el resto dación Arnoldo Ross de Rosario (1989), de
de los países de Europa oriental), la situa- la Academia Nacional de Ciencias de Bue-
ción presente de América Latina no deja nos Aires (1996) y el Premio “8 de marzo
de otorgar una interesante actualidad a va- Margarita Ponce” (2003). Por su defensa
rios planteos de Argumedo en esas obras de los derechos humanos obtuvo también
iniciales. Su tercer libro, Los silencios y el premio del Servicio de Paz y Justicia de
las voces en América Latina: notas sobre el la Argentina (1993) y fue designada por los
pensamiento nacional y popular (Colihue, organismos de Derechos Humanos de Ar-
1993), pone al día sus diagnósticos previos gentina entre las seis personalidades “con
luego del derrumbe del bloque soviético y reconocido compromiso en la defensa de
el consiguiente reacomodamiento mundial los Derechos Humanos” (2004).
y regional. El libro pretende discutir las L.M.K.
corrientes dominantes de análisis teórico + González, Horacio.

• 76 •
ARIAS A
ARIAS, Abelardo (Córdoba, 1918 - téril, de 1969. A esta obra le precedieron El
1989). Novelista, dramaturgo y ensayis- gran cobarde (1956) y Límite de clase (1964,
ta que solía definirse como “mendocino Primer Premio Municipal). De 1966 es
por adopción” pese a su nacimiento en la Minotauroamor, novela en la que aborda la
provincia de Córdoba. Cursó estudios de problemática de la condición del hombre
Derecho, fue bibliotecólogo y se desem- moderno a través de una reescritura del
peñó como director de la Biblioteca del mito griego de Teseo y el Minotauro.
Colegio de Escribanos de Buenos Aires. En la década del setenta su producción
Su primera obra, Álamos talados (1942), literaria fue prolífica y viró hacia cierta
novela psicológica de iniciación, selló su forma de novela histórica, de rigurosa
debut como escritor con distinciones ta- documentación. El tópico común versa
les como el Primer Premio de Literatura en los estertores políticos de aconteci-
de Mendoza, el Primer Premio Municipal mientos históricos latinoamericanos. De
de Buenos Aires y el Primer Premio de la esta época datan Polvo y espanto (1972,
Comisión Nacional de Cultura. Primer Premio Nacional de Literatura),
La novela instala el conflicto en un espa- que tematiza la disputa entre unitarios y
cio rural en tensión: el proceso de moderni- federales en la provincia de Santiago del
zación corroe las bases de la economía feu- Estero; y De tales cuales (1973), que cues-
dal propia de las provincias y da por tierra tiona los mecanismos de explotación y de
con el modelo sociocultural heredado de ejercicio del poder en el ámbito de la in-
la Colonia. Terratenientes criollos en deca- dustria petrolera. También publicó Aquí
dencia resisten el avance del materialismo fronteras en 1976 y, tres años más tarde,
representado por los inmigrantes. Con una Inconfidencias.
ostensible lógica binaria, la novela ficcio- Más allá de su condición de novelista,
naliza la puja entre dos modelos de nación: Arias escribió algunos cuentos que fueron
la tradicional, agenciada por la elite propie- reunidos en La sospecha (1977) y una obra
taria y “moralmente pura”, y la “moderna”, de teatro de escasa repercusión, Nuestro
corrompida por el materialismo salvaje de viaje. Su propensión a escribir, inventar,
los gringos. Finalmente, Alberto –el prota- redefinir o recrear los espacios, explora-
gonista de la novela, último bastión de la da tanto en la literatura como en la en-
casta criolla– narrará, con nostalgia y resig- sayística, se consolida en su libro sobre la
nación, la traumática tala de los álamos de ciudad porteña, Intensión de Buenos Aires,
su niñez, que será la caída de “los hijos del de 1974. También participó del guión de
país” en manos extrañas. En 1960, Álamos De la piedra a la madera (Primer Premio
talados fue llevada al cine por el director Internacional Quebracho de Oro, 1972,
ítalo-argentino Catrano Catrani. El guión Alemania), film dirigido por René Mugi-
de la transposición fue escrito por Antonio ca.
Di Benedetto y el propio Arias. Párrafo aparte merecen sus libros sobre
En 1947, publica La vara de fuego, otra viajes con relatos pertenecientes a ese géne-
novela de gran repercusión que continúa ro que linda entre la autobiografía y la cró-
la línea de ficción autobiográfica de su pri- nica, entre la impresión y su expresión li-
mera obra. La serie se cierra con La viña es- teraria. Sus títulos (elocuentes) dan cuenta

• 77 •
A ARIAS SARAVIA

del significado del viaje como experiencia tomo de Estudio socio-económico y cultural
sensible y espiritual: París-Roma: de lo visto de Salta (1982); Los primeros cuatro siglos de
a lo vivido (1954); De lo tocado a lo gustado Salta (1982); Carlos Matorras Cornejo, una
(Francia, Suiza, Toscana) (1956); Viaje lati- escritura en los márgenes (2000), así como
no (1957); De la torre de fuego a la niña en- antologías sobre poetas salteñas. En 1992
cantada, itinerario argentino (1957); Grecia difundió Oficio del lenguaje. Ejercicios de
en los ojos y en las manos (1967) y Viajes por casi-ficción (Salta, Biblioteca de Textos
mi sangre (1969). Universitarios) y en 1998, Poemas para el
Abelardo Arias realizó colaboracio- encuentro (Salta, Ediciones del Robledal).
nes para diferentes medios periodísticos Su tesis doctoral, La Argentina en clave de
y fue traductor de autores como André metáfora. Un itinerario a través del ensayo
Gide –de quien acaso adoptara la pre- (Corregidor, 2000), tiene como objetivo
ferencia por el género de viajes–, Julien distinguir la capacidad resemantizadora de
Green, Henry de Montherland, Ro- la realidad que poseen las metáforas para
ger Martin du Gard y Roger Peyrefitte. interpretar al país en diversos ensayos que
Los estudios literarios lo han incluido den- recorren nuestra historia.
tro de la Generación del 40 –concebida N.G. y M.F.P.
como una generación de poetas– por el
compromiso circunspecto de su obra, y ARICÓ, José María (Villa María
por el lirismo de una prosa que lo liga a la [Córdoba], 27/06/1931 - Buenos Aires,
sensibilidad crítica y elegíaca de su tiempo. 22/08/1991). Hijo de una familia de tra-
Por otro lado, también podría considerarse bajadores de ascendencia inmigrante, ma-
tímido predecesor de un buen número de nifestó desde pequeño un gran interés por
“escritores del interior” que, a partir de la la lectura y los libros. Pancho, el seudóni-
década del cincuenta, van a superar el rea- mo que lo identificó en todos los tiempos,
lismo convencional y mimético de cierto proviene de aquella temprana inclinación
regionalismo pintoresquista y costumbris- por una historieta que lo atrae particular-
ta, como su cercano colega Antonio Di Be- mente en su infancia: Mono Pancho. Al in-
nedetto o Juan José Saer. gresar a la escuela secundaria comienza su
V.L. militancia en el movimiento estudiantil y a
+ Di Benedetto, Antonio; Saer, Juan José. los 16 años se afilia al PC. Su pertenencia
partidaria hace que sea detenido en reitera-
ARIAS SARAVIA, Leonor (Salta, das ocasiones por el régimen peronista.
1941). Doctora en Letras por la Universidad Asiste algún tiempo a la universidad,
Nacional de Tucumán (1999), ejerció la pero finalmente abandona este ámbito. En
docencia en diversas universidades del 1949 lee las Cartas de la cárcel de Anto-
país y del extranjero. Obtuvo distincio- nio Gramsci, obra que inicia su interés por
nes tanto por su labor poética como por este intelectual y militante político sardo
sus ensayos. Publicó numerosos trabajos que conservará hasta el final de su vida.
en revistas especializadas y volúmenes de En 1959 conoce personalmente a Héctor
homenaje. Como coautora preparó para la P. Agosti, director de Cuadernos de Cultu-
Universidad Nacional de Salta el segundo ra –revista bimestral adscripta al PCA– y

• 78 •
ARICÓ A
encargado de coordinar la publicación en desempeñado como gerente de la empre-
español de los Cuadernos de la cárcel en sa cooperativa Eudocor, un sello editorial
Editorial Lautaro. Aricó toma a su cargo creado tres años antes por la radicalizada
la traducción de Literatura y vida nacio- Federación Universitaria de Córdoba. Los
nal –que aparece en 1961 con prólogo de Cuadernos alcanzan una difusión masiva y
Agosti– y Notas sobre Maquiavelo, la polí- se conocen en toda América Latina.
tica y el Estado moderno un año más tarde, La propuesta de los casi cien números
siendo además el autor del prólogo. se pueden sintetizar como un esfuerzo por
En 1963 es uno de los principales im- restituir las voces marxianas y marxistas
pulsores de la revista de izquierda Pasado que en distintos momentos de la historia
y Presente que busca incidir en la perspec- del movimiento socialista y en diversas
tiva de una renovación ideológica, cultural realidades nacionales se interrogaron acer-
y política desde y hacia las filas del PCA. ca de un conjunto de temáticas como la
Todos los afiliados a esa formación parti- teoría de la acción de masas, el problema
daria que participan del proyecto son ex- del partido, la cuestión nacional y colonial
pulsados inmediatamente de ella, como en el seno de la Segunda y Tercera Inter-
Oscar del Barco, José Carlos Chiaramonte nacional, etc. La idea era romper con la
de Rosario y Juan Carlos Portantiero de visión canónica impuesta por un dogmáti-
Buenos Aires. co y estrecho cuerpo doctrinario de origen
Pasado y Presente no tarda en proyec- estalinista.
tarse más allá de la ciudad de Córdoba Para poder avanzar en el crecimiento
y su discurso marxista busca estructurar y consolidación de ese impulso editorial,
un discurso opuesto a la línea oficial del Aricó se establece en 1970 en Buenos Aires
PC. Esta búsqueda lleva a que en 1964 el y participa de la fundación de la Editorial
grupo establezca relaciones con el Ejérci- Signos, que pronto se fusiona con la sucur-
to Guerrillero del Pueblo a partir del nexo sal de Siglo XXI en Argentina. Aricó ocupó
establecido por Ciro Bustos. Aricó viaja a el cargo de gerente de producción mientras
Salta, al territorio en que se está moviendo José Luis Romero es designado presiden-
el foco guerrillero y se entrevista con Jorge te. Allí, además de los Cuadernos, dirige
Masetti, el Comandante Segundo. La ex- la “Biblioteca del Pensamiento Socialista”.
periencia concluye pronto en una derrota En 1971 prepara para la colección “Los
y desaparición del EGP en 1965. Hombres” del CEAL una breve biografía
En 1966 se produce el golpe de Estado de Mao Tse-Tung, donde se detiene en la
de Onganía. En 1967 cae en combate el interpretación de las distintas coyunturas,
Comandante Ernesto Che Guevara en Bo- el papel que le cupo a Mao, al PCCh y a las
livia y en la Argentina se funda el PCR, de distintas fuerzas sociales y políticas. Consi-
orientación filo-maoísta. Aricó recibe y de- dera que el gran mérito histórico de Mao
clina el ofrecimiento de ocupar un puesto es haber comprendido el enorme potencial
en su dirección. En 1968 se convierte en revolucionario del movimiento campesino
uno de los fundadores de la Editorial Pasa- y desarrolla una biografía maoísta de Mao.
do y Presente, que se aboca a la publicación A mediados de 1973, en un contexto
de los Cuadernos. Previamente se había nacional e internacional de radicalización

• 79 •
A ARICÓ

política, reaparece la revista Pasado y Pre- clausurado definitivamente aquel ciclo de


sente con Aricó como editor responsable. ascenso revolucionario que se había abierto
En el número 1 de la nueva serie se señala con el Cordobazo, la “democracia” pasa a
que la intención de la publicación es abrir ocupar el lugar que antes le correspondía a
un canal de discusión sobre “los caminos la “revolución”.
de la revolución latinoamericana”. En el En 1978 prepara el Cuaderno de PyP de-
número doble, y último, de julio-diciem- dicado a José Carlos Mariátegui. En el en-
bre de 1973 se sostiene que el movimiento sayo que sirve de introducción presenta un
peronista se haya “en un verdadero estado cuadro que permite situar el conjunto de
de guerra civil” y que el centro de gravedad trabajos seleccionados en función de brin-
de la lucha política de clases se ha despla- dar al lector las polémicas suscitadas acerca
zado al interior del peronismo. Es en este de la naturaleza y características del mar-
marco que se rescata el proyecto estraté- xismo de este original intelectual peruano.
gico planteado en el discurso del 22 de En 1980 aparece en Lima: Marx y América
agosto por Mario Firmenich, algunos de Latina, dos años más tarde se publica en
cuyos rasgos esenciales serían la revolución México y en 1987 el sello Catálogos hace
como una necesidad objetiva más allá de lo propio en Argentina. Marx constitu-
la voluntad, el rol hegemónico de la clase ye un centro de preocupación y análisis
obrera organizada y la postulación de un permanente de Aricó, que en su texto de
frente antiimperialista con participación 1980 reflexiona sobre uno de los puntos
de sectores no proletarios. más controvertidos del filósofo de Tréve-
La idea de revolución adquiere aquí una ris: su desencuentro con América Latina.
densidad significativa. No es concebida Propone entonces una lectura contextual
como el simple acto de asalto al poder, se para reconocer las “lagunas” y las razones
trata de un complicado y trabajoso proceso que pudieron motivarla. El resultado es,
de cuestionamiento de todas las institucio- en términos de Carlos Franco, un “texto
nes que mediante la legalidad y el consenso fundador”. En 1980 también publica en el
garantizan la persistencia del sistema. Pero Diccionario político que coordina Norberto
esta apuesta a una construcción que “en Bobbio las voces: “Marxismo latinoame-
lo político pasa centralmente por el pero- ricano” y “Socialismo latinoamericano” y
nismo” culmina también en una derrota, suma su aporte a otros términos en cola-
cuyos signos más visibles ya se anticipan al boración como: “Anarquismo latinoameri-
golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. cano”, “Aprismo”, “Burguesía nacional” o
La omnipresencia del terrorismo de “Populismo latinoamericano”.
Estado que se instala con la Junta Militar En 1983, con el retorno del orden cons-
en el poder lleva a que Aricó, como tantos titucional a la Argentina, no demora su
otros intelectuales y militantes, inicie el ca- regreso al país. Ligado al proyecto alfonsi-
mino del exilio. La filial de Siglo XXI en la nista despliega destacadas actividades polí-
Argentina es clausurada por la dictadura. tico-intelectuales. En 1984 funda y preside
Durante seis años Aricó reside en México, el Club de Cultura Socialista, un centro de
donde continúa sus labores en la sede cen- análisis y discusión que toma distancia de
tral de Siglo XXI. Habiendo la dictadura los partidos y organizaciones políticas de

• 80 •
ARLT A
izquierda, por permanecer estos anclados Otras de sus obras destacadas han sido:
en diagnósticos y propuestas programáti- “Il marxismo latinoamericano negli anni
cas que no asumen las profundas y com- della III Internazionale”, incluido en His-
plejas transformaciones del mundo. La toria del marxismo (recopilación, presenta-
“cuestión democrática” es colocada en un ción y notas), la correspondencia de Marx,
primer plano, se hace una crítica explícita Danielson y Engels entre 1869 y 1895
a la violencia como instrumento del cam- (México, Siglo XXI, 1981), la “Presenta-
bio social y a la reducción de la política a ción” a El concepto de lo político de Carl
la guerra. Colabora con la revista Punto de Schmitt (México, Folios, 1984) y el pró-
Vista y funda y dirige la revista La Ciudad logo al libro coordinado por Martín del
Futura. En 1988 publica La cola del diablo. Campo Labastida Hegemonías y alterna-
Itinerario de Gramsci en América Latina en tivas políticas en América Latina (México,
Puntosur. Allí se trata de explicitar las razo- Siglo XXI, 1985).
nes de la difusión continental de las ideas G.G.
de Gramsci, desde mediados de los sesen- + Agosti, Héctor P.; Del Barco, Oscar.
ta cuando “explotaron con la fuerza de un
volcán”. A la hora de la lectura del texto Arlt, Electra Mirta (Córdoba, 1923).
conviene tener presentes las advertencias Profesora. Y exegeta con intervencio-
que lanzan tanto Héctor Schmucler: “¡Cui- nes mesuradas y prudentes aunque pro-
dado con la lectura del libro de Aricó! Ahí liferantes a la obra de mi padre que es
Pancho nos hace a todos más gramscianos su padre: Roberto Arlt. Proliferaciones
de lo que realmente éramos”, como Juan “críticas” próximas al quietismo. En la
Carlos Portantiero: “Es que no se trataba UBA se desempeñó como profesora de
sólo de Gramsci. Nosotros hacíamos una Literatura Inglesa y Norteamericana; en
especie de cóctel, donde Gramsci convivía el Conservatorio Nacional de Arte dra-
con Guevara y la Revolución China”. mático dictó clases de Historia del Teatro
Aricó murió en Buenos Aires el 22 de Argentino; y en la Universidad Nacional
agosto de 1991. En 1999 con la publi- de Lomas de Zamora se ocupó de la
cación de La hipótesis de Justo (Sudame- monstruosa cátedra: Literaturas Europeas.
ricana), se recupera un ensayo escrito en Además, desde 1995, dicta Panorama de la
1980. Allí parte de caracterizar al primer Literatura en la Fundación Universidad del
traductor al castellano de El Capital como Cine dirigida por Manuel Antin. Como
una de las grandes figuras de la II Inter- investigadora de teatro pertenece al grupo
nacional, cuya actuación no puede leerse Grupo de Estudios de Teatro Argentino y
como un reflejo mecánico de las políticas desde este ámbito publicó varios trabajos
aprobadas por los distintos congresos de en volúmenes colectivos que versan sobre
aquella organización. En el balance final teatro argentino.
se muestra que la renuncia a la vía revo- A vuelo de pájaro sobrevoló la ficción
lucionaria y la negativa a colaborar con con vistas a escribir una novela: El sobrevi-
las fuerzas burguesas (incluida la UCR) viente (Rayuela, 1975); y una pieza teatral:
llevaron al PS, orientado por Justo, a “un La verdadera historia del pañuelito blan-
callejón sin salida”. co (Torres Agüero, 1994). Un ensayo: El

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teatro como fenómeno colectivo (Santa Fe, En cuanto a colaboraciones de distin-


Universidad Nacional del Litoral, 1978). ta índole: Mirta Arlt, junto a Luis Pico
Y varios trabajos de exégesis –por los cua- Estrada, Beatriz Guido y Leopoldo Torre
les se la recuerda– dedicados a la obra de Nilsson escribió el guión de Los siete locos
su padre: Prólogos a la obra de mi padre (1973) dirigido por este último, y el de El
(Omar Borré [recop. y presentación], To- juguete rabioso (1984), dirigido por Aníbal
rres Agüero, 1985), una recopilación de Di Salvo y José María Paolantonio. Co-
todos sus prólogos, y Para leer a Roberto laboró también con algunos suplementos
Arlt (en colaboración con O. Borré, Torres culturales, entre ellos con el de la media-
Agüero, 1985). Difusora, además, por in- ción más representativa del imperialismo
termedio de la editorial Fabril, de las Nove- en la Argentina: La Nación.
las y cuentos completos (1963) de R. Arlt y R.C.
luego de las ediciones sueltas de las mismas + Borré, Omar.
obras (1968-1969). Colaboró también en
la edición de las dramaturgias arltianas Arlt, Roberto (Buenos Aires, 1900 -
con varios paratextos: El desierto entra a 1942). A Arlt no es posible asignarle un
la ciudad (Futuro, 1952); Saverio el cruel lugar fijo. Y por eso hay que introducir un
(Eudeba, 1964) y el Teatro completo (Scha- movimiento: la oscilación. Vaivén condi-
pire, 1968); Saverio el cruel, La isla desierta cionado por el balanceo inmigratorio que
(Kapelusz, 1974); Trescientos millones y La en mayor o menor medida representa el
juerga de los polochinelas (Abril, 1982). principio organizador fundamental –la for-
En cuanto a filiaciones, esquemas y otras ma interior de la visión y de la compren-
minucias relativas a sus trabajos críticos. sión– del mundo arltiano. Lo que consti-
En el sistema de la literatura argentina, tuye a la obra de Arlt en su singularidad.
Arlt presenta, consabidamente, a su padre Y las oscilaciones –grotescas: distintivas
como el anverso de Borges (hasta 1940, en su obra– empiezan por su nombre, pri-
por lo menos), situándolo en esa línea tra- mer elemento polémico de sus biógrafos,
zada por Onetti, seguida por Cortázar, y quienes invocan aparentemente un mismo
amplificada por Piglia. Si a su narrativa le documento para llegar a resultados con-
dispensa una herencia dostoievskiana y un trapuestos: “El acta de nacimiento indica:
carácter protoexistencialista, a su escritura Roberto Godofredo Christophersen Arlt”.2
–por lo que hace a técnica y cuestiones lin- Oscilación: “el acta de nacimiento indica
güísticas– la tilda de “mala escritura”, do- que el nombre es Roberto Arlt. Partida de
ble producto de la inestable condición so- nacimiento nº 512, folio 322703, otor-
cioeconómica y familiar de Roberto Arlt.1 gada por el Registro del Estado Civil y
Por lo atañente al teatro: señala su origi- Capacidad de las Personas, Gobierno de
nalidad respecto del contorno rioplatense la Ciudad de Buenos Aires”.3 Más allá de
anterior y contemporáneo de Arlt, si bien
destaca su visión más bien clásica. 2.  Borré, O., Arlt y la crítica (1926-1990),
Buenos Aires, América Libre, 1996, p. 113.
1. Para refutar este tópico, véase: Carbone, R., 3. Saítta, S., El escritor en el bosque de ladrillos.
Imperio de las obsesiones: un grotexto, Buenos Una biografía de Roberto Arlt, Buenos Aires,
Aires, UNQ, 2007. Sudamericana, 2000, p. 23, n. 2.

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ARLT A
lo anecdótico, respaldado o no por los otra vida bajo un nombre falso, nuevas
datos “duros” (que suelen intimidar), la tierras a las que suele accederse por medio
mayor apuesta arltiana atañe a la literatura de sueños escapistas que niegan el entor-
urbana. De hecho, Arlt es un incuestiona- no urbano en los que están sumergidos los
ble exponente de este tipo de narrativa en personajes; o exóticos, mágicos y de ensue-
América Latina. Introduce la novela típica ño –tematizados en el teatro, por ejemplo–
del siglo XX, la de los contextos urbanos y hacia los cuales quieren huir los empleados
al hombre de las grandes concentraciones de La isla desierta (1938); o venturosos y
urbanas. Es opinión unánime de la crítica utópicos, a los que se accede a través de
especializada que con Arlt la realidad urba- la lectura de los folletines, obrillas que a
na se conforma en tanto espacio “nuevo” Silvio Astier, protagonista de El juguete…,
que entra a formar parte de la literatura le conceden la posibilidad de alejarse de lo
argentina, ámbito que no había sido re- cotidiano; o Témperley, en Los siete locos
presentado (a fondo) por los novelistas que (Latina, 1929) - Los lanzallamas (Claridad,
lo precedieron. No es que antes de Arlt la 1931), lugar que conserva la cultura y es-
ciudad estuviera ausente de las letras ar- tructura de un pueblo de provincias, y que
gentinas, se trata más bien de que no cons- para otro protagonista, Remo Erdosain,
tituía uno de sus articuladores. El mundo representa el espacio de la no margina-
ciudadano constituye uno de los núcleos ción, lugar clandestino y compensatorio
palmarios de la problemática arltiana y su frente a las relaciones “reales” que vive en
obra se inscribe en lo que es posible definir la zona céntrica de la Buenos Aires capita-
como “literatura de temática resueltamente lista. Entonces: a la perversidad de la gran
urbana”, producción que en la Argentina urbe, símbolo de la deshumanización de
coincide con el apogeo de la “novela rural”. la vida moderna, se oponen estos lugares
Así, en 1926 aparecen un texto de clausura “amables”, en los que priman los aspectos
y uno de apertura: Don Segundo Sombra, bucólicos –el elemento vegetal, ausente en
de Ricardo Güiraldes, y El juguete rabioso la gran ciudad– y apacibles, puestos en evi-
(Claridad), primera novela de Arlt, suerte dencia por el cromatismo de colores que
de paideia urbana. Y al respecto otra os- aparece en las descripciones.
cilación. Si bien no cabe duda acerca de Si la oscilación es el movimiento que
la potente inflexión urbana de Arlt, no define la literatura de Arlt, ésta también se
puedo dejar de lado que su obra contra- advierte en su movediza ubicación frente
puntea la ciudad sumergida –geométrica, a esa moderada vanguardia integrada por
mecanizada, en la que rige el maquinismo el grupo de Boedo y el grupo de Florida.
a ultranza, donde todo es arbitrario e hipó- La fórmula Boedo vs. Florida, repetida
crita, topos de la falsedad y crueldad de las hasta la angustia por la crítica y la historia
relaciones humanas, en la que los hombres literarias que se ocuparon de la promoción
parecen estar exiliados, encerrados en es- vanguardista de los veinte, empobrece el
pacios incomunicantes, llevando adelante campo literario porteño de esos años y
vidas enrarecidas e incomprensibles– con además no explica la totalidad de las pro-
lugares excéntricos. Idílicos paisajes natu- blemáticas de la literatura argentina que se
rales donde los personajes se ven iniciando estaba desarrollando en Buenos Aires. Y a

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pesar de que la existencia de dichos grupos las publicaciones de ambos grupos. En


parece ser la única circunstancia que expli- Proa –órgano de Florida– publicó dos ca-
ca la literatura argentina en la década en pítulos de El juguete rabioso (nº 8 [marzo],
cuestión, esto no es así. Los deslizamientos 1925 y nº 10 [mayo], 1925), mientras
recíprocos entre ambos polos –debido al que en Claridad –órgano de Boedo– an-
carácter flexible de las publicaciones– de ticipó otro de Los lanzallamas, junto con
figuras como Nicolás Olivari, los herma- “Naufragio”, fragmento que integró luego
nos González Tuñón, Roberto Mariani, Los siete locos. Pero antes de que Claridad
Luis Emilio Soto, Álvaro Yunque, José Se- aceptara sus colaboraciones, en el nº 130
bastián Tallón; esto es, las seducciones, las (febrero de 1927) de la revista se lo vincu-
influencias, las porosidades, los intersticios laba a un bando cercano a Florida a través
o las fisuras que estos nombres determina- de Horacio Rega Molina y el diario sensa-
ron, evidencian una complejidad mayor cionalista Crítica, dirigido por Natalio Bo-
que la existencia y el “enfrentamiento” tana. Asimismo, la editorial Claridad –ase-
entre dos centros. Y en esta secuencia, sorada por Elías Castelnuovo–, luego de
algo previsible: más allá de la declarada in- negarse a publicar su primera novela, editó
tención de la segunda Proa (de armar un sus tres trabajos novelísticos. A raíz de es-
frente único); de la aparición, en junio de tas oscilaciones, Arlt suele ser considerado
1925, de La Campana de Palo (cuyo pro- como un puente entre ambas “corrientes”,
pósito era constituir un tercer frente); o de pese a que él mismo en algunas ocasiones
la tentativa de la crítica posterior de hacer se expresó acerca del debate entre Boedo y
de Olivari y los hermanos González Tuñón Florida, adscribiéndose a la primera. Para
un caso aparte por cuestiones que hacen a que tome partido hay que esperar hasta
temas y estilos, existe una zona constitui- 1928. En el aguafuerte “El conventillo
da por figuras “alternativas” que dan vida en nuestra literatura” (21/12/1928) ata-
a una colección rupturista de obras. Inte- ca a Leopoldo Lugones, quien se quejaba
grada por textos infractores respecto de las de que algunos escritores “se dedicaran a
dos actitudes estéticas vigentes y supues- describir la miseria influenciados por ‘el
tamente inconciliables (arte puro vs. arte bolcheviquismo’”.2 Estos son Roberto Ma-
comprometido), dicha zona se encuentra riani, Leónidas Barletta, Elías Castelnuo-
representada –entre otros que menciona- vo, Enrique González Tuñón y el mismo
ré más adelante– por Roberto Arlt, figu- Arlt: “los muchachos de la izquierda […],
ra enigmática, imposible de encuadrar en del grupo llamado de Boedo”.3 Esta ubica-
una de esas otras dos “escuelas”. Su caso es ción se reitera en una entrevista publicada
llamativo: Arlt “permaneció neutral hasta en La Literatura Argentina (1929). Aquí,
1929, año en el que se radicó definitiva- luego de señalar la falta de cultura nacional
mente en Boedo y escribió más tarde en en el país, Arlt divide a los escritores argen-
Bandera Roja y en Actualidad”.1 Asevera- tinos en tres bandos: los españolizantes,
ción que sólo puede compartirse parcial- los afrancesados y los rusófilos. Al prime-
mente ya que Arlt tuvo connivencias con
2. Arlt, R., Aguafuertes, Buenos Aires, Losada,
1. Barletta, L., Boedo y Florida. Una visión dis- 1998, p. 390.
tinta, Buenos Aires, Metrópolis, 1967, p. 48. 3.  Arlt, R., op. cit., p. 391.

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ARLT A
ro asigna a Borges; al segundo, a Lugones to es que la temática social de su obra lo
y Güiraldes; y al tercero, a los integrantes acerca a la opción de Boedo, mientras que
del grupo de Boedo: “En el grupo llama- su escritura “no tradicional” (ni realista ni
do de Boedo encontramos a Castelnuovo, naturalista, sino experimental), lo aproxi-
Mariani, Eandi, yo y Barletta. La caracte- ma a la de los martinfierristas. Esta conju-
rística de este grupo sería su interés por gación entre temática social y escritura “no
el sufrimiento humano, su desprecio por tradicional”, y las oscilaciones entre Boedo
el arte de quincalla, la honradez con que y Florida empujaron a la crítica a ubicarlo
ha realizado lo que estaba al alcance de su en un “lugar no marcado”. A considerarlo
mano”.1 El escritor confirma su ubicación, como una figura equidistante que no toma
habla en favor de Boedo y parece aludir, partido en las discusiones del momento o,
maliciando, a Florida con la mención al también, como puente entre ambas “co-
“arte de quincalla”. Más allá de sus propias rrientes” o como un francotirador. Leyendo
opiniones o de las de Barletta, el caso de a contrapelo, hecho que implica afrontar el
Arlt es considerable, porque historiadores malestar de lo inconveniente, sostengo que
y cronistas de ambos grupos lo reivindican Arlt, su literatura, es situable en una “zona
como propio con una vehemencia propor- alternativa” a la que antes aludí y que ahora
cional a su importancia. Y al hacerlo no me ocuparé de deslindar.
formulan un análisis de su obra, sino que Contrapunto de las dos estéticas vigen-
hacen hincapié en una suerte de “historia tes –arte puro vs. arte comprometido–,
clínica del autor”; actitud que encuentra esta “zona” evidencia en la producción li-
su expresión paradigmática en la biografía teraria del veinte una complejidad mayor
escrita por Raúl Larra en 1950 (Roberto y la existencia de un polo que trasciende
Arlt, el torturado. Una apasionada biografía, Boedo y Florida. Su configuración po-
Rosario, Ameghino, 1998). Esto es: hacen sibilita la ubicación de figuras que hasta
hincapié en hechos laterales o gratuitos, ahora han sido consideradas por la crítica
cuando no simplemente ad hoc. Su rela- ortodoxa como “de frontera” porque ubi-
ción con Güiraldes, quien lo admite como cables en ambas “corrientes” o en ninguna.
secretario personal, o las publicaciones en Está integrada por una serie de escritores
Proa; su origen social, la amistad con Bar- cuyas obras se organizan en torno de una
letta y Mariani, sus presuntas lecturas, su categoría estética, conjunción y mezcla de
individualismo anárquico o su condición elementos heterogéneos que en la Argen-
de autodidacta. Siguiendo este criterio, lo tina puede considerarse proyección me-
que se formula de Arlt podría sostenerse diatizada de la primera inmigración. Con
de cualquier otro escritor. Estos hechos no Arlt, dicha categoría encuentra un espacio
prueban su adhesión ni a las fórmulas lite- inédito en importancia porque se adueña
rarias de Florida ni a las de Boedo. Lo cier- de la narrativa, invadiéndola por medio de
un constante desplazamiento de registros:
1.  “Roberto Arlt sostiene que es de los escri- lo cómico alterna con lo trágico, las espe-
tores que van a quedar y hace una inexorable culaciones místicas con las reflexiones pe-
crítica sobre la poca consistencia de la obra destres, la miseria con el golpe de humor,
de los otros”, La Literatura Argentina (Buenos
el realismo con el absurdo. Ocupaba ya un
Aires), nº 12, 1929, p. 26.

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A ARLT

lugar considerable en algunas dramatur- teatro popular, en las letras de tango, en la


gias (1920-1928) de Armando Discépolo poesía, la cuentística, la novelística, el en-
y en el treinta irrumpirá también en el sayo. Pero también en las superposiciones
ensayo con Raúl Scalabrini Ortiz. Por lo lingüísticas que estos géneros presentan, en
atañente a los otros géneros, esta categoría la conflictividad entre personajes de proce-
se exhibe en los tangos de Enrique Santos dencia diversa o en aquélla entre padre in-
Discépolo, la poesía de Nicolás Olivari y la migrante e hijo criollo y en la construcción
narrativa breve de Roberto Mariani y Enri- de un “espacio” que no excluye ninguno de
que González Tuñón. (Éste no es el único estos factores. La inmigración y el proceso
punto de contacto entre las obras de di- de integración de los inmigrantes originan
chos escritores; otro distintivo de unión es la dimensión de la mezcla, que los inte-
el estar pobladas por personajes margina- grantes de la zona alternativa eligen recrear
dos, fracasados, inmigrantes en su mayo- en sus obras. De ella dimana una serie de
ría, que reflejan un mismo tipo de angustia combinaciones lingüísticas (entre lenguas
y desesperación.) Los nombres señalados extranjeras, dialectos y el castellano) que
constituyen esa “zona alternativa” que no posibilitan el brote del cocoliche y el lun-
me arriesgo a llamar “grupo”, “corriente” o fardo, así como también la representación
“movimiento” porque no se consideraron a de conflictos entre clases sociales diversas
sí mismos como agrupación ni se nuclearon –la oligarquía, el nuevo proletariado ur-
alrededor de una revista propia con un ma- bano y los sectores emergentes–, entre ge-
nifiesto en el que formularon declaraciones neraciones (padres e hijos). Frente a estas
programáticas, sino que fluctuaron entre colisiones, determinadas por la mezcla en
Florida y Boedo sin participar enteramen- tanto signo histórico, la literatura aplica
te de sus presupuestos estéticos. Lo que a nivel estético estrategias convergentes a
permite considerarlos como un conjunto pesar de sus peculiaridades genéricas. Éstas
más o menos homogéneo no es su postura obedecen a esa categoría que con Arlt entra
de permeabilidad respecto de dichos gru- a formar parte de la narrativa y que en el
pos, sino ciertos rasgos estéticos comunes ámbito de la estética general está ubicada
rastreables en sus textos. Esos distintivos entre las que son producto de un “hibrida-
abren de modo violento un tajo en el en- je”, conocida con el nombre de “grotesco”.
tramado literario del veinte y conforman En mayor o menor grado fecunda las obras
una fractura tanto frente a las obras de los de todos los escritores mencionados, razón
“figurones” del momento –Manuel Gálvez, por la cual la considero refiguración a nivel
Leopoldo Lugones, Ricardo Güiraldes, En- artístico del proceso inmigratorio clásico
rique Larreta, Hugo Wast, Benito Lynch, al Río de la Plata y en tanto tal capaz de
Enrique Banchs– como frente a los “pu- describirlo estéticamente. Es posible, en
ristas” de Florida y a los escritores sociales este sentido, entender lo grotesco como
de Boedo. Zona alternativa que propicia la una representación estética (una proyec-
existencia de una colección rupturista, en ción mediatizada) de fenómenos surgidos
la que las convergencias culturales y étnicas a raíz del proceso inmigratorio y resultan-
que caracterizan la Argirópolis (1850) anhe- tes de complejas variables de integración.
lada por Sarmiento son reconocibles en el De esta forma, los textos que mencionaré a

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ARLT A
continuación son mapas de (presentan una (1922; folletín) y Cuentos de la oficina
relación ineludible –son unidades de sen- (1925) de Roberto Mariani –junto con su
tido– con) su referente real, ya que unos primer poemario Las acequias y otros poe-
y otro anclan su existencia en la mezcla mas (1921)– y El alma de las cosas inanima-
de elementos de índole diversa, aceptan- das (1927), junto con La rueda del molino
do tanto sus desafíos como sus conflictos; mal pintado (1928) de Enrique González
los primeros encuentran su sustento en el Tuñón. Para completar la propuesta de esta
segundo. Y ya que ninguna estética es ex- colección rupturista queda por mencionar
plicable cabalmente de por sí, sino en rela- una última vertiente. Se trata de un género
ción con un contexto particular, las obras representado por un capítulo de la ensayís-
de los autores mencionados buscan –a su tica que se ocupa del análisis de la realidad
manera y con lenguajes propios– vincular nacional: El hombre que está solo y espera
las diversas manifestaciones de lo grotesco (1931) de Raúl Scalabrini Ortiz.
con esas transformaciones de Buenos Aires Tanto los escritores que pueblan la zona
que incidieron en la configuración de un como el hilo rojo que sirve para orientar
espacio alternativo en el campo literario el recorrido han sido nombrados. Ahora
del veinte. Nuestra colección está inte- es el momento de indicar el patrón adop-
grada por el período canónico del teatro tado para delinear la colección rupturista.
de Armando Discépolo: Mustafá (1921); Ésta ha sido configurada eligiendo como
Mateo (1923); Babilonia (1925); Stéfano eje central un texto de crisis: Los siete locos
(1928) y El organito (1925), única pieza en de Arlt. Obra nerviosa, tumultuosa, ines-
la que E.S. Discépolo colaboró con su her- table, durante mucho tiempo incómoda
mano. En la misma década que los grotes- para la crítica especializada a causa de su
cos de Armando se estrenan Qué vachaché aspecto promiscuo, misceláneo, entrevero
(1926); Esta noche me emborracho (1927); de elementos realistas, enigmas policía-
Chorra (1928); Soy un arlequín (1929), cos, ingredientes fantásticos, biográficos.
Yira, yira (1930); ¿Qué sapa, señor? (1931), Textura que al echar mano al bricolage y
y un poco más tarde, en 1935, Cambala- la parodia orilla las fruiciones de la reescri-
che. Éste es un manifiesto tardío o decla- tura. El mecanismo que constituye y pone
ración de intentos de la labor musical de en movimiento la máquina arltiana es una
Discepolín. Por su capacidad de síntesis o suerte de viveza criolla (en su variante por-
balance, lo incluyo en la colección, pese a teña), que consiste en arreglársela siempre
que supera los límites temporales (la dé- con los medios a disposición e invertir en
cada del veinte) de esa unidad que llamo una estructura nueva residuos de sistemas
“zona”. La amada infiel (1924); La musa preexistentes. Esto implica dos operacio-
de la mala pata (1926) y El gato escaldado nes: analizar y extraer elementos de índole
(1929) significan un aporte fundamental a diversa de varios conjuntos diferentes; y
la poesía de la década por parte de Nicolás sintetizarlos con miras a compaginar un
Olivari, junto con su primer libro de cuen- conjunto nuevo a partir de esa heteroge-
tos: Carne al sol (1922). Por lo que atañe neidad a disposición. En el producto final
a este último género los demás textos que ninguno de los ingredientes reutilizados
integran la colección son Culpas ajenas… tendrá su función originaria. En este senti-

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A ARLT

do, la segunda novela arltiana es una obra cido empieza a desmoronarse y nos da la
aluvional, abierta e inestable que marca impresión de estar a punto de desintegrar-
una fractura respecto de la tradición litera- se. Frente a tamaño evento, experimenta-
ria que le es contemporánea, entendiendo mos cierta desorientación que despierta
por ella tanto a la muchachada del veinte en nosotros sensaciones contradictorias.
como a los “figurones” merecedores de de- La risa franca y ligeramente contagiosa
ferencia, ante quienes reivindica la existen- pronto se vuelve angustiosa y a una como-
cia de otro espacio. didad ya incierta se suma el miedo ante un
Esta zona alternativa de escritores lleva mundo en que no se encuentra apoyo al-
adelante una “nueva literatura” porque in- guno. Lo que se advierte es un sentimiento
corpora un ademán inédito hasta ese en- de perplejidad acerca de lo que sucede, al
tonces: transfiere la realidad conocida so- tiempo que se despierta una duda de cómo
bre otro plano de valores. Y los textos que reaccionar frente a ello. Lo que se estima-
la integran someten su referente a un nue- ba como dado (estable, concluido) deja de
vo tipo de representación, que no procede serlo porque junto con ello coexiste una
por analogía, aproximación o imitación, realidad insólita. Uno y otra se iluminan
sino por degradación; y que sin embargo de manera recíproca con vistas a formar un
es capaz de reorganizarlo, individualizarlo, amplio retículo. Una gran metáfora de la
caracterizarlo. Son mapas de su referen- realidad. Participamos simultáneamente
te, aunque de orden particular ya que la de dos dimensiones –una conocida y otra
transformación que proponen no procede inédita–, de la ambigüedad y el absurdo de
por similitud sino por deformación. Lo manera dúctil. Es así como –por medio de
mapeado nos intranquiliza porque no se lo grotesco– nuestra colección se constitu-
lo puede decodificar a primera vista, no se ye en una “forma simbólica”.
logra compartirlo inmediatamente. En lo Lo grotesco permite atrapar y represen-
representado se trasluce nuestro mundo, tar el caos y la complejidad de su referen-
pero su puesta en escena encierra un mar- te histórico y transforma las obras que se
gen de incertidumbre: nos encontramos organizan a su alrededor en mapas que,
frente a una realidad inédita. Más concre- a pesar de operar por deformación y de-
to: en lo que hace a la colección, ésta toma gradación respecto de lo que se proponen
en cuenta cosas familiares pertenecientes a representar, obligan a definirlo. Lo signi-
esa Buenos Aires que le es contemporánea fican. El grotesco desbarata su referente.
y las presenta tal como aparecen en el refe- Puede transformarlo en algo parecido a
rente: mezcladas. Pero para dar cuenta de una fantasmagoría o en un alarmante en-
la multiplicidad de lo real, para ilustrar su gendro imaginado por un loco, pero en
ambigüedad o para volver significativa esa esa suerte de juego maniqueo que mantie-
misma mezcla, la colección (las obras que ne con el “mundo circundante”, termina
contiene y la describen) la hiperboliza y la siempre por testimoniarlo. Cuando un
somete a un proceso de distanciamiento. texto usa de manera extensiva e intensiva
Nuestro mundo se aleja de sí mismo para lo grotesco, éste lo transforma, y se trans-
definirse de otra manera: se distorsiona y forma, en un mapa de poder. Poder que
su configuración raya lo absurdo. Lo cono- alude a la capacidad de concentrar y ex-

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ARLT A
hibir todas las características distintivas de espacio dramático, Arlt fue un precursor,
las obras que integran la zona alternativa. concretando este “modo operativo” en el
Para la década del veinte ese mapa es Los ámbito de la narrativa. Y máxime en la de
siete locos. Texto en el que afluye –y que Los siete locos (1929) –culminación de una
condensa– esa multiplicidad y variedad de apuesta estética que de una manera u otra
manifestaciones grotescas que la aludida se infiltra en toda la obra arltiana: lo cierto
colección rupturista ostenta. es que no puede citarse otro texto suyo en
Si se quiere representar la vida en su el que el funcionamiento del mecanismo
totalidad, el arte puede apelar (entre otras grotesco aparezca nítido como en los locos,
posibilidades) a lo grotesco, a lo híbrido, en entramado categórico en todos sus niveles
tanto metáfora de la realidad y punto de vis- constitutivos–, aunque no exclusivamente.
ta sobre el mundo, en donde lo bello indica De hecho, a partir de 1929, la estética de lo
lo ideal en sentido platónico y la “animali- grotesco se orienta en dos direcciones: hacia
dad”, la multiplicidad de lo real. Lo bestial, atrás y hacia arriba para incluir El juguete
entre otras cosas, puede asumir las formas rabioso (1926), las ya numerosas aguafuertes
de la violencia, la sexualidad, los bajos ins- y un ensayo de entonación autobiográfica,
tintos, de la traición, de la mentira; y esta Las ciencias ocultas en la ciudad de Buenos
conjunción de lo “arriba” y lo “abajo” en la Aires (aparecido en Tribuna Libre, nº 63,
obra de Arlt generalmente aparece como un 28/01/1920); hacia abajo y hacia adelante
momento de la patología general del mun- para rozar tangencialmente Los lanzallamas
do moderno. Sus personajes hacen aflorar (1931), incorporar El amor brujo (Victo-
un malestar que es síntoma de un amplio ria, 1932) –una crítica a la institución ma-
mal interior: el aburrimiento, la angustia, la trimonial, a la condición de la mujer, a la
desesperación, la falta de sentido de la pro- inmoralidad pequeño-burguesa–, la cuen-
piedad, la ausencia de amor romántico, la tística, el teatro y las aguafuertes restantes.
incapacidad de dignidad personal. La tex- Toda la obra de Arlt abunda en grotescos,
tualidad arltiana florece entonces lejos de la tanto en la cuentística –pienso en El joro-
idea, de lo ideal, de la “eternidad”, para ad- badito (Anaconda, 1933), una colección
quirir una sensibilidad actual y presente, re- de nueve cuentos, y en El criador de gorilas
lacionada con los hechos y con las pasiones (Santiago de Chile, Zig-Zag, 1941), quince
peligrosas y conturbativas. Su “espíritu” es textos de ambiente africano en el que pri-
la contradicción, la complicación, la curio- ma cierto exotismo– como en el teatro, que
sidad, la locura, la libertad –que a menudo mezcla realidad y fantasía, así como en esa
se exhibe en esa mal llamada “mala escritu- picaresca de la gran ciudad integrada por
ra”–, la deformación. Esta literatura, alejada sus famosas intervenciones periodísticas: las
de las fórmulas vigentes y canonizadas en las Aguafuertes porteñas, textualidades heterogé-
letras argentinas en boga en el veinte, inau- neas que mezclan discurso ficcional y esce-
gura un nuevo ciclo: el de la estética de lo na costumbrista; publicadas originalmente
grotesco. Se trata de una sistema iconoclasta en El Mundo, diario al cual Arlt llega luego
porque ensalza el número dos como unidad de haber acumulado experiencia en Crítica
y sobre él construye una pluralidad de ma- como reportero policial. En cuanto a la dra-
nifestaciones. Si con Discépolo contagió el maturgia: Arlt empieza a dedicarse al tea-

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A ARLT

tro a pedido del fundador y animador del década del sesenta, encabezadas por Ra-
Teatro del Pueblo –Leónidas Barletta– y su yuela (1963) de Julio Cortázar, hasta llegar
producción coincide con el nacimiento del a la antinovela de Macedonio Fernández,
teatro independiente en la Argentina. Escri- Museo de la Novela de la Eterna. Primera
be ocho piezas que en más de una ocasión novela buena (1967). O en lo que puede
tilda de “farsas”: 300 millones (Victoria/ ser el teatro de Griselda Gambaro, con la
Talleres Gráficos Rañó, 1932); Prueba de denuncia de las atrocidades de la dictadu-
amor (1932); Saverio el cruel (1936); El fa- ra, o en una obra posterior como Antigo-
bricante de fantasmas (1936); África (1938); na furiosa (1986), dramaturgia que apela,
La isla desierta (1938); La fiesta del hierro frontal, a una estética de lo grotesco.
(1940); El desierto entra en la ciudad (1942). Por las razones aducidas y por las nove-
Se trata de representaciones “carnavalescas”, dades que Arlt inyecta en sus textualidades
caracterizadas por la mezcolanza de motivos –a partir de una escritura ajena a los cáno-
diferentes, en las que se presentan elemen- nes acostumbrados–, no debe sorprender
tos caricaturescos mezclados con asuntos de el juicio al cual estuvo sujeta su obra tanto
carácter realista, y en donde el límite entre durante la vida del autor como hasta tiem-
realidad y sueño, entre rasgos cómicos y trá- pos relativamente recientes. Sus detractores
gicos, está borroneado. le reprocharon con virulencia su atropella-
La estética de lo grotesco posibilita un miento sintáctico, las torpezas estilísticas o
sistema peculiar de relato, subversivo frente directamente una falta de estilo, un realis-
al concepto “tradicional” de novela, porque mo “de pésimo gusto”, una visión neurótica
mezcla géneros narrativos diversos; altera de la sociedad argentina, alejada del “estado
su orden secuencialmente lógico; perturba real” de la sociedad del veinte, su imagina-
y descompone la noción de texto en tanto ción desordenada, la falta de disciplina in-
totalidad omnicomprensiva; trastorna la telectual, el relajo sexual de sus personajes
confianza en la lengua (ésta es –nuevamen- (lista necesariamente incompleta, pero de
te– la llamada “mala escritura” que tanto todos modos representativa). La cosa puede
se le achacó a Arlt), en la autoridad de un sintetizarse así: lo que en Arlt parece ser una
narrador; y correlativamente apela a un “presencia de ningún orden” corresponde
nuevo tipo de lector, dispuesto a alejarse en realidad a la ausencia de un orden co-
del orden impuesto por la lógica cartesia- dificado; habría que agregar, codificado se-
na. Un lector capaz de involucrarse activa- gún una perspectiva particular. Lo que en
mente en un proceso narrativo sostenido su obra se denuncia como falta de orden o
por una lógica diversa: aquélla proporcio- “mala escritura”, “inculto”, “asqueroso”, “en-
nada por una “semilocura razonante”. En fermizo”, “nauseabundo” y un largo etcétera
este sentido, Los siete locos y panorámica- que abarca todos los lugares comunes que
mente el resto de la obra de este autor se la crítica ortodoxa ha sido capaz de acuñar,
definen como antecedente de una serie de sólo es tal desde una estética que orienta y
novelas posteriores, como Camas desde un caracteriza sus reflexiones desde el punto de
peso (1932), de Enrique González Tuñón, vista de las “modalidades de lo bello”. Vale
Adán Buenosayres (1948) de Leopoldo Ma- decir, desde el punto de vista de cualquier
rechal y de muchas otras aparecidas en la estética “clásica”. Al juzgarla desde lo bello,

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ARLT A
la experiencia arltiana no puede sino ser Lo grotesco entonces encuentra una
considerada como un “lugar” escandaloso o de sus más acabadas expresiones en la li-
un ensamblaje monstruoso. De aquí la hos- teratura urbana porteña del veinte, que
tilidad de las lecturas que despertó a lo largo demuestra y denuncia la agresividad e
del tiempo. A pesar de la multiplicidad de irregularidad de su referente histórico. La
hechos y valores que se ponen en escena, producción arltiana debe leerse como una
una amplia parte de la crítica ha coincidi- exploración existencial porque es la Bue-
do en privilegiar sólo una componente: lo nos Aires misma la que se nos revela en su
feo, lo inadecuado, la deficiencia y la falta. cotidianidad y “trivialidad”. Aparece sobre
Aquello que no posee los atributos de per- todo su condición moderna, su realidad
fección, satisfacción, unidad, propios de lo social, un panorama de la pequeña clase
bello. Se ha hecho hincapié en los aspectos media de origen inmigratorio (de la que
rechazables sin hacer caso de que estos no emergen deformidades morales y físicas)
se dan de forma “neutra” o independiente, con sus sueños, confusión ideológica, falsa
sino que se mezclan con otros cuya natu- moral. En este sentido, el registro de los
raleza es de orden diverso. Esta mezcla ya textos arltianos –y en general el de la co-
no los hace tan rechazables, o no solamen- lección rupturista– asume el desorden de
te rechazables porque no nos encontramos la realidad común y corriente.
frente a una estética de lo feo. Lo “bello”, a Rumbo al final. Después de 1942, año
la hora de juzgar la obra arltiana, ha sido va- de la muerte de Arlt, e incluso hasta des-
lorado como el dominio de la estética, una pués de la aparición en 1950 de la bio-
sobrecategoría y, por consiguiente, su ausen- grafía de Raúl Larra primero y luego de
cia, juzgada como “mancha”. Se ha determi- Contorno, la producción arltiana siguió
nado un malentendido porque el concepto padeciendo lecturas adversas, incapaces de
de lo bello, en tanto existencia carente de valorar la novedad de un sistema literario
defectos, ha ocupado el lugar del arte como en el que se intersecan elementos realistas
objeto de la estética. Lo feo no se define por y fantásticos y que, por lo tanto, se encon-
oposición o negación, es una estructura de traba lejos de lo codificado en las letras ar-
lo existente, del mundo, en una profunda gentinas hasta ese momento. Me refiero en
intimidad con ciertas observaciones pato- primer lugar a la incorporación de nuevos
lógicas de la sociedad. Así las cosas, lo que ambientes: el espacio del campo se oblite-
no entra siquiera en el horizonte de posibi- ra –Zogoibi y Don Segundo Sombra (ambos
lidades son las categorías que proceden por de 1926) cierran la época del paternalismo
deformación en tanto continuas integra- feudal y de la literatura de ambiente gau-
ciones de contrarios. Éstas también revelan chesco– para dejar definitivamente lugar a
la atracción por lo excesivo, la asimetría, el la urbe. Pienso también en la representa-
desorden, la afición por la desproporción. ción de nuevos estratos sociales de origen
La desmesura, la falta de regularidad entre inmigratorio, preferentemente marginales.
las partes. En definitiva, la carencia de ar- En lugar del héroe romántico, protago-
monía. Términos a considerar operativa y nista único que polariza alrededor de sus
no negativamente, ya que ponen en juego acciones a los demás personajes, empiezan
cualidades de extrañeza y novedad. a circular el ladrón, la puta, la sirvienta,

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A ARMANI

el perdulario, el cafishio, el malandra, el ARMANI, Horacio (Trenes [La Pampa],


loco. Por medio de la descalificación social, 1925). Poeta, traductor y antólogo. En
psicológica, económica de estos personajes el prólogo a Recreos del tiempo (1978),
se ponen en duda valores positivos como Armani manifestó su adhesión a una con-
el trabajo (que sólo produce miseria) y su cepción poética realista que, sin caer en el
función ética, la moral, el matrimonio. La costumbrismo, evitara los trazos experi-
sociedad emerge como un sistema en el mentales de una poesía contemporánea en
que domina el más estafador, el más bru- la que identificaba la gravitación de rasgos
tal, el más cínico. Aludo también a la op- intelectuales subrayados. Aunque Armani
ción por la heterogeneidad lingüística que adoptó distintas propuestas formales en su
incluye una mezcla de estilos típica de la producción, se advierte como motivo de
novela por entregas del siglo XIX (roman- cohesión en su obra la persistencia de una
feuilleton) o del radioteatro; a la multipli- incomodidad frente a un presente baldado.
cidad prospéctica; a la intensidad y al pate- Esta molestia empuja a la indagación del
tismo; a la visión fragmentaria; a la técnica tiempo pretérito y a la búsqueda del cono-
del collage derivada de las artes plásticas. cimiento sustraído por la rutina, en pos de
O al privilegio –como en el expresionismo una revelación casi religiosa.
alemán o en la literatura existencialista– de Cuando Armani tenía ocho años, su
la subjetividad, por medio de la cual se re- familia se trasladó a Buenos Aires, en
valoriza el realismo y se marca distancia del donde fijaría residencia. En 1956 tomó a
esquematismo boedista. Este acervo “ab- su cargo la extensión cultural de la Biblio-
surdo” que propicia desequilibrios, anula teca Nacional, bajo la dirección de Jorge
proporciones y mezcla contrarios posibili- Luis Borges. Dos años después, ingresó en
ta la existencia de un arte “rabioso”, ator- la redacción del diario La Nación y hasta
mentado, y textos inestables que provocan 1990 sería jefe de “Bibliografía” del su-
insomnio, ya que articulan alucinaciones plemento literario de ese matutino. En
y sensateces. Arte destructor de las orde- 1960, recibió una beca del gobierno de
naciones vigentes en los veintes porteños, Italia para estudiar la literatura peninsu-
provoca la perplejidad del espectador y da lar. De allí que tradujera las obras poéti-
pie a sensaciones contradictorias: a nuestra cas de Cesare Pavese y del Premio Nobel
sonrisa, consecuencia de las exageracio- Eugenio Montale. En 1964 Armani con-
nes, se le suma un sentimiento de alarma, trajo matrimonio con la escritora María
producto del distanciamiento del mundo. Esther Vázquez. Considerado uno de los
A la sobreabundancia de estas novedades más destacados traductores de poesía ita-
adjudico la mirada estrábica –cuando no liana en el extranjero, obtuvo el grado de
la ceguera– de la crítica al considerar los Comendador de la Gran Cruz otorgado
entramados arltianos como “mala literatu- por el gobierno de Italia en 1986. Entre
ra” y a su código lingüístico como “mala los galardones que reconocieron su obra,
escritura”. se encuentran el Gran Premio de Honor
R.C. de la Fundación Argentina para la Poesía
+ González Tuñón, Enrique; (1980) y el Primer Premio Nacional de
Mariani, Roberto; Olivari, Nicolás. Poesía (1983).

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ARMANI A
Su primer libro, Esta luz donde habitas la corrupción política encuentra su corres-
(1948), presenta una perspectiva lírica que pondencia en la pampa seca, yermo ven-
procura restaurar un pasado esquivo. En toso de médanos vivientes y pasturas cal-
este anhelo nostálgico se intuye no sólo cinadas. El yo poético intuye la redención
el impulso evocador, sino también la bús- del desquicio urbano y el tedio rural en
queda de un ideal estético. Poemas como barrios como San Telmo, que fueron cerce-
“Oda para una forma ausente”, “Partida de nados del devenir temporal y preservaron
Augusto” y “Viaje a un recuerdo” ilustran un conocimiento del pasado en sus muros
ya desde su título el intento de recuperar, y calles de piedras. En Recreos del tiempo
comprender y asir las horas perdidas. En (1978), libro que obtuvo el Primer Premio
el último de éstos leemos: “A veces entro Municipal de la Ciudad de Buenos Aires
en él como a una casa azul de grandes / (1978-1979), se acentúa la congoja ante el
puertas / con ventanas ovales que dan ha- sinsentido de una ciudad desvanecida. De
cia un país sumergido, / como un inmenso esta manera, leemos en “Amanecer junto
acuario que las plantas salvajes y los / peces al río”: “Ha renacido en bárbaras hojas /
habitan, / mientras el tiempo asume sus junto al río, y suave declive lleva hacia la
pálidos reflejos espaciosos / y tristes…”. En orilla / de fango glutinoso. Es un estrépito
La música extremada (1952) se destaca una / bermejo el parpadear, arriba, de los ála-
serie de poemas que conforman las “Ele- mos. / La costanera está tendida, exánime,
gías para mi madre”, composiciones que / separando con desgano agua y ciudad.
recuerdan la contención tierna de antaño y El paso / de alguien ignoto quiebra / su
afligen al yo poético ante la madre postra- letanía de asfalto”. El trabajo comprende
da y absorta frente al tiempo transcurrido. también el poema “Lento adiós de Paler-
Su tercera producción, Conocimiento de la mo”, el cual presenta la humillación de lo
alegría (1955), manifiesta ya la revelación antiguo, cifrado en las aristas recortadas y
súbita de la inspiración y la conmoción los húmedos zaguanes desvencijados de las
gozosa que la belleza proporciona. De esta viejas fachadas, cercados por la arrogancia
manera, leemos en el “Soneto 1”: “Sien- de las nuevas pirámides de cemento. Su úl-
to que esta reciente gracia gana / períodos timo trabajo, Veneno lento (2002) continúa
totales de mi vida / ¡Cuánta estrella me el interrogante en torno de la forma poéti-
ha sido concedida / por la ternura de una ca, inspiración que en la composición que
voz liviana!”. El motivo urbano se afian- otorga nombre al poemario, se vislumbra
za en La vida de siempre (1958), en donde de manera fugaz tal como el deslizamiento
se despliega la desazón ante la indolencia metálico de una víbora y de allí la imposi-
y el entumecimiento que imperan en la bilidad de recuperar sus destellos y retener
gran ciudad, ya rodeada de anillos misera- toda imagen.
bles de madera y lata. Buenos Aires es un Otros de sus libros son: Los días usurpa-
espacio desgarrador en donde “Nadie ya dos (1964); Poesía inminente (1968); Para
siente nada. La belleza ha muerto”, como vivir, para morir (1969); El gusto de la vida
se expresa en las líneas del poema “Esta (1974) y En la sangre del día (1988). Los
tierra, este cielo”. La perfidia de una ciu- volúmenes Poesía elegida (1985) y Horacio
dad arruinada por las revueltas militares y Armani. Antología poética (2002) reúnen

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A ARMUS

buena parte de su obra. Armani realizó Las enormes palabras (Ediciones Culturales
también las compilaciones Antología esen- de Mendoza, col. “Libros del Cuyum”,
cial de la poesía argentina (1981) y La nue- 1995).
va poesía de Salta (1990). En la década de 1940 formó parte del
L.P. importante grupo de jóvenes intelectua-
les Lilulí (nombre tomado de la obra de
Armus, Diego (s/d). Historiador, egre- Romain Rolland, Lilulí: la ilusión en oposi-
sado de la UBA; Doctor en Historia por ción a la acción), junto con otros que luego
la Universidad de California (Berkeley). lograrían destacarse en diversas áreas de
Sus trabajos se caracterizan por abordar el la cultura como Carlos Gorostiza (actor
problema de la enfermedad bajo paráme- y dramaturgo), Luis Iglesias (pedagogo y
tros socioculturales, hacia fines del siglo maestro rural), Floreal Mazía (traductor
XIX y principios del XX. En 1984 publica, plurilingüe) y Guillermo Esteban Etchebe-
junto a otros autores, Sectores populares y here (poeta). Con este grupo de jóvenes,
vida urbana (Flacso). En 1986, su artículo se acercó al Teatro de La Máscara. Allí co-
“Los médicos” aparece en Profesiones, poder noció al dramaturgo y actor Pedro Asquini
y prestigio (CEAL), décima entrega de la y a Rafael Alberti (recién llegado al país
colección “Cuadernos de Historia Popular después de la derrota de la República Es-
Argentina”. En 1990 compila Mundo ur- pañola), entre otras destacadas figuras de la
bano y cultura popular: estudios de histo- cultura. Fue artífice de varias importantes
ria social argentina (Sudamericana). En publicaciones como la revista Voces, que
1996 recibe el Premio La Nación al Mejor fundara junto a Armando Tejada Gómez,
Ensayo Histórico por “Sobre la idea del César Mermet, Fernando Lorenzo y Astur
verde en la ciudad moderna. Buenos Aires Morsella, entre otros poetas contemporá-
1870-1940” (Entrepasados, año V, nº 10). neos.
En Entre médicos y curanderos. Cultura, F.P.
historia y enfermedad en la América Latina
moderna (Norma, 2002) agrupa una serie Arzoumanian, Ana (Buenos Ai­
de artículos de varios autores que destacan res, 1962). Abogada, obtuvo un posgrado
la renovación historiográfica en los estu- en psicoanálisis y fue profesora de Filosofía
dios sobre la medicina en América Latina. del Derecho en la Universidad del Salvador
En 2005, compila los trabajos de Avatares entre 1988 y 2001. Pese a su formación,
de la medicalización en América Latina Arzoumanian exhibe una personalidad
(Lugar, 2005). Y en 2007 publica La ciu- crítico-artística multidimensional y po-
dad impura (Edhasa). lifacética. Poeta. En este género publicó
P.C. Labios (Grupo Editor Latinoamericano,
1993); Debajo de la piedra (Grupo Editor
ARVERÁS, José Oscar (Cañuelas Latinoamericano, 1998); El ahogadero
[Buenos Aires], 1921). Poeta y novelista, (Tsé-tsé, 2002). Narradora. Con La mujer
publicó la novela de ciencia ficción Joe de ellos (Grupo Editor Latinoamericano,
Penas en Necroburgo (Nuevo Meridión 2001), una novela; con el relato La gra-
Ficciones, 1986) y la colección de poemas nada (Tsé-tsé, 2003) y Mía (Córdoba,

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ARZOUMANIAN A
Alción, 2004), suerte de poema dramá- concentración de la última dictadura mi-
tico en prosa. En la editorial cordobesa litar. Y dos: quiero señalar también que
Alción publicó también Juana I (2006), Arzoumanian, junto con Liliana Heer,
texto “cuya voz recorre el interior de un preparó en 2002 una antología de poesía
habla que se violenta contra el imperio”.1 argentina titulada The Written Word Re-
Donde ese imperio es el español y Juana, cited, para la revista irlandesa Poetry Ire-
un personaje histórico de profunda oscuri- land Review.
dad. Mujer confinada durante 46 años en Recuperando esa personalidad que su-
Tordesillas. Hablo de la figura de la reina brayé al comienzo, es posible agregar otro
de España (entre 1504 y 1555), conocida rubro intelectual que Ana transitó. Me
como Juana la loca, hija de Fernando II e refiero a esa suerte de crítica de la inter-
Isabel I, esposa de Felipe el Hermoso y ma- pretación representada por la traducción.
dre de Carlos V. Juana I fue escenificado Del francés tradujo el libro de Lucienne
por Román Caracciolo con el título: La Frappier-Mazur: Sade y la escritura de la or-
que necesita una boca. El experimento fue gía. Poder y parodia en Historia de Juliette
posible gracias a ciertas cualidades intrín- (Artes del Sur, 2006). Y del inglés, el texto
secas y a los atributos específicos del texto de Susan Gubar, Lo largo y lo corto del verso
de Arzoumanian, que lo acercan a una pie- Holocausto (Córdoba, Alción, 2007). Este
za teatral: en él se pone en escena un espa- último texto permite introducir otra se-
cio (de)limitado, se hace un uso extensivo ducción intelectual de Ana: la calamidad,
del discurso directo, casi todo es dicho por bajo forma de desastre, crisis, trauma. En
los personajes que “recitan frente al lector” este sentido, cabe señalar que además de la
en calidad de meras exterioridades y en en- escritura literaria, ha practicado también el
cuadres fuertemente teatrales (es como si ensayo para abordar problemáticas relacio-
pudiésemos “pasear” con los ojos por la es- nadas con las prácticas sociales genocidas.
cena), se hace hincapié en los ademanes, se En este rubro es posible mencionar: “Más
señala la eventual entonación de lo dicho acá de los derechos humanos” (2007) y “El
y la voz narrante parece la de un hablante otro cuerpo de la lengua; la poesía como
dramático básico, cuyo papel consiste en resistencia a prácticas genocidas” (2007).
configurar la escena. Ahora agudizo el punto de mira y avan-
En marzo de 2008, y en una edición zo con algunas pistas de lectura. Si pienso
sumamente cuidada, salió su último y fi- en síntomas que se me corroboran en sus
nísimo trabajo, metáfora de lo definitivo, textos, entonces puedo formular algunas
que vincula carnalmente la lírica con la constantes. La violencia de los cuerpos, en
prosa: Cuando todo acabe todo acabará los cuerpos, temáticamente. Los cuerpos
(Paradiso). En este texto, para no abun- agraviados, degradados. O, para precisar,
dar, el genocidio –que en la escritura de en La granada –que “se abre y deja salir sus
Arzoumanian está nexado con el tema hijos”–, la poética se concentra en la vio-
del holocausto– se pone en la superficie lencia del lenguaje; que encuentra un co-
del discurso por medio de los campos de rrelato en la crueldad de los cuerpos. Aquí
asistimos a una polifonía discursiva creada
1. Friera, S., “La poesía y la literatura cumplen
a partir, básicamente, de dos voces –con
la idea de lo justo”, Página/12, 25/11/2007.

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A ASÍS

dos cuerpos, tal vez: “Necesito dos cuer- de cuerpo y guerra, aquí, a mi lado […] /
pos, o me sobra”– familiares que se entre- me legaste las miradas muertas, las manos
tejen: una voz, con un espíritu joven, voz sangrientas” (ibíd.)– y que, es más que pro-
“femenina”, rebelde; y otra “masculina”, bable, podrían ser puestas en paralelo con
que evoca el dolor y una suerte de tradición los hostigamientos sufridos por el linaje de
familiar velada. Entretejido o contrapunto, Ana: es nieta de armenios sobrevivientes
cuya trama recupera la memoria colectiva del genocidio turco (entre 1915 y 1917),
e individual de algo que sucedió y que, en el cual se calcula que fue asesinado un
sin embargo, “no debió haber sucedido”. millón de personas. Último énfasis –geno-
Y aquí una digresión, pero no tanto: esa cidio– que, a partir de lo dicho, muestra
polifonía discursiva mencionada volvemos a las claras cómo, en el caso de Arzouma-
a encontrarla –amplificada– en esa zona nian, literatura y ensayo configuran un
privada que es Mía. De hecho, asistimos a sistema complejo de relaciones. Entreteji-
un ida y vuelta discursivo: a dos monólo- do que se inscribe en la literatura del holo-
gos a cargo de una madre (la ida) a los que causto. Literatura que funda su existencia
corresponden otros dos a cargo de un hijo en la no representabilidad. En lo indecible
(la vuelta). Polifonía que flirtea, insensata, (o lo que es posible decir/transmitir sólo
con una propiedad (“yo soy mía”), dela- a medias): esto es, se violenta y confronta
tada por el título de la obra. Propiedad o contra el silencio. Literatura que por eso
posesión de un cuerpo: el de la madre. Ob- mismo es elíptica, fragmentaria (si la his-
sesión de los cuerpos que, en Juana I, son toria se rompe lo que es posible recoger
aquellos vencidos por el imperio español. de ella son pedazos astillados), hermética.
Generales. La “narración” de Ana: “mi Algunos de sus temas son el desarraigo y
poesía es narrativa, […] el intento de la paralela búsqueda de las raíces, la reela-
contar y no poder hacerlo es mi marca”.1 boración del pasado y la conquista de una
Pues esa “narración” es ahogada por lo identidad, la relación con el otro.
apremiante (registra la inexistencia, digo: Y ya sobre el final, cabe mencionar que
cierta clausura existencial), objetiva, casi Ana, en calidad de crítica literaria y teatral,
fotográfica y sin embargo interior. Repleta ha colaborado, entre otras, en las revistas
de signos recónditos, relata la vida impri- Hablar de poesía, La pecera, Apofántica y
miéndole un sello negativo –“el maldito Teatro al sur.
mundo, / una esquina de sombra” (Debajo R.C.
de la piedra)– de desgarros del pensamien-
to y de las emociones, una rapsodia rica en Asís, Jorge (Avellaneda [Buenos Aires],
asonancias, en pausas vocales y ecos sono- 1946). Pasó una parte importante de su
ros, que dan a la materia una consistencia vida y de su obra desertando con humor y
rítmica obsesiva. Se tiene la sensación de lucidez, un dejo de amargura y una cuota
“escuchar” una amargura, una angustia creciente de cinismo, de la cultura progre-
que no dan respiro, que remiten a lo des- sista en la que corresponde inscribir su mi-
centrado de los cuerpos, a la extranjería de litancia juvenil y –aunque marcando ya allí
la lengua hablada –“vos [la abuela] llena algunas distancias en el fondo y en la for-
ma– sus dos o tres primeros libros. Donde
1.  Friera, op. cit.

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ASÍS A
ya era visible, en efecto, la preferencia de última: Canguros), que narran, en medio
Asís, a la hora de tratar los problemas y de un conjunto de apreciaciones morda-
los personajes a los que esa vieja cultura ces y sobre todo desesperanzadas sobre
de la izquierda partidaria suele reservar su la coyuntura política nacional, un con-
solemnidad más infructuosa, por los géne- junto de historias de “reventados” y de
ros de la sátira y sobre todo de la picaresca, “canguros”: de vendedores astutos, mani-
en los que a lo largo de una cantidad muy puladores y mentirosos de lo que fuera y
significativa de relatos ha sabido ridiculizar de pobres e incautos compradores de los
la fútil retórica de las grandes causas, los espejitos de colores que se les ofrecieran.
luchadores incansables y los héroes de la La más famosa de ellas, la más vendida
revolución y construir en su reemplazo una de toda su vasta producción, y también,
jocosa antiepopeya de chantas, perdedores acaso, una de las más logradas, fue Flores
y reventados. El reventado, en efecto, es una robadas en los jardines de Quilmes (1980),
figura fundamental en la narrativa de Asís, que abre la “serie” y a cuyo propio éxito
donde designa menos un tipo sociológico (de dimensión cuantitativa incierta, en-
(el de los lúmpenes que, en el relato homó- tre otras cosas porque forma parte de un
nimo, vivían de los rebusques más o menos mito que el propio Asís no ha dejado de
dolosos que les facilitaba el clima de mo- alentar consignando en todas partes cifras
vilización política de los primeros setenta) de venta probablemente exageradas) el
que una forma de la conciencia: la forma autor suele atribuir el descrédito, maltra-
de la conciencia irresponsable y ventajista to y vilipendio que, como ha lamentado
de un sujeto cuyas acciones no pueden me- muchas veces, lo esperarían a la salida de
dirse ya con la vara de la conciencia clara de la dictadura militar y durante todo el ci-
su misión histórica. Y constituye sin duda, clo de la llamada “transición democrática”
como ha sugerido Horacio González, el de los años 1980.
corazón de la teoría política de Asís, de la ¿Fue así? No es fácil decirlo, pero lo
teoría política con la que Asís viene con- cierto es que, fuera a causa de aquel éxito
tando desde hace cuatro décadas la historia de venta de Flores… en los tiempos de la
social de la Argentina. dictadura, fuera por no haber rectificado,
Se ha observado muchas veces que durante los años alfonsinistas que siguie-
este largo relato está fuertemente sosteni- ron, sus simpatías hacia el entonces des-
do, desde el inicio, sobre la propia expe- acreditado peronismo, Asís empezó a ser
riencia vivida por su autor: su militancia considerado un escritor, en el mejor de
comunista, su trabajo, de muy joven, al los casos, olvidable, y en el peor, inconve-
lado de su padre –“mi primera víctima niente, o incluso sospechoso. No se había
literaria”, ha dicho, en relación con su ido del país (“por cagón, por inconcebible-
Don Abdel Zalim, de 1972–, su desempe- mente fiaca, por abúlico, porque es torpe
ño como vendedor ambulante en el sur para hacer trámites”, como le hace decir a
del conurbano. Esta última experiencia su alter ego Rodolfo en Carne picada, de
le inspiró, por cierto, la serie de novelas 1981), pero tampoco había dejado de apo-
(cuatro, entre 1980 y 1983) a la que Asís yar las manifestaciones a favor de los dere-
da el nombre genérico de una de ellas (la chos humanos que tenían lugar aquí, ni de

• 97 •
A ASÍS

denunciar las persecuciones y desaparicio- no se priva de incluir, por ejemplo, al tam-


nes (como la de Haroldo Conti, a quien bién caído general Galtieri, quien –dice–
dedica Flores…) que se producían. Siguió representa “la plenitud de la caída, el malo
escribiendo, eso sí, y mucho. Y sobre todo de la película en una sociedad que se tran-
escribió regularmente, bajo el seudónimo quiliza transitoriamente cuando encuentra
de Oberdán Rocamora, crónicas y agua- un culpable” (p. 140). La crítica a la hi-
fuertes, de notoria y muchas veces decla- pocresía de la sociedad argentina es desta-
rada inspiración arltiana (que reuniría en cable, pero la obstinada justificación de la
dos libros, de 1977 y 1981) en el periódi- propia posición en la pura experiencia per-
co Clarín, que llegó a conocer muy bien. sonal (“funciono, sobre todo, con afecto, y
Precisamente, su escandaloso Diario de la al quedar marginado…”) conduce a Asís
Argentina, publicado en 1984, y que el a un lugar inaceptable: “me hice amigo de
gran diario argentino no le perdonó nun- varios militares (y) a estos nuevos amigos
ca ni le perdonará jamás, es un minucioso los respeto y los aprecio” (Cuadernos del
relato (en el que personajes reales aparecen acostado, p. 126).
apenas disimulados, conforme un recurso De la hermandad de los reventados, enton-
típico en Asís, tras nombres ficticios que ces, a la hermandad de los acostados. Y de ahí,
permiten reconocerlos fácilmente) del fun- todavía, a otro destino, que en esos años del
cionamiento, las intrigas y miserias de esa alfonsinismo se prepara, se va como gestan-
gran empresa. do, en ese caldo de cultivo hecho de viejos
A los años alfonsinistas, de los que Asís y nuevos reventados y acostados, para la
fue un testigo implacable, pertenecen, des- política argentina y para la vida y la obra
pués de la polémica Diario…, y entre otras de Asís: el menemismo. Al que no sería ex-
cosas, la provocativa Partes de inteligencia, cesivo decir que Asís, con reflexiones como
que narra las desdichas de un agente secre- ésta que acabamos de citar, había en cier-
to del Estado, dedicado a la penosa tarea de to sentido anticipado, acaso presentido, y
espiar, ahora en democracia, y también los al que acompañaría, cuando asomara por
Cuadernos del acostado, tramados en una fin en la escena política nacional, desde el
primera persona no por quejosa y resentida primer momento y hasta bastante después
menos eficaz. Hay aquí un desplazamiento (signo de nobleza encomiable: qué duda)
–de reventado, entonces, a acostado– que de su ocaso. El menemismo, al que Asís
vale la pena comentar, porque está en la adhiere con la convicción del justiciero que
base de la nueva posición de enunciación tiene una afrenta que vengar, puede en efec-
que el autor asumirá en esos años. Asís es- to pensarse como la expresión, en el terreno
cribe en los 80, en efecto, como “acosta- de las identidades políticas argentinas, de la
do”, y desde esa posición asume una frater- pintoresca coalición entre los reventados, los
na solidaridad con todos los otros acostados canguros y los acostados que el escritor había
que encuentra en su camino. En una de sus presentado en los 70 y los 80, a la que tal vez
crónicas para la revista Libre que recoge en habría que sumar todavía, para que el cua-
La ficción política, Asís dice sentir predi- dro fuera completo, una ética del perjurio
lección “por los perdedores, los derrotados, y la deslealtad. Esa ética también la escribió
los fracasados y los tristes”, entre quienes Asís. Lo hizo en La línea Hamlet, novela en

• 98 •
ASÍS A
clave que pretexta una historia de espionaje pero siempre inspiradoras–, y su crítica a
para hablar de la política argentina bajo el los dos gobiernos kirchneristas (contenida
signo menemista, es decir, bajo el signo de en sus últimos tres libros de crónicas) no
la traición y de la infamia. Así, en síntesis, logra distinguirse de la que suele levantar
podría describirse el itinerario de nuestro la derecha menos imaginativa y más con-
autor, de los 70 a los 90, como el viaje de vencional.
la sátira mordaz al cinismo más desvergon- De cómo los comunistas se comen a los
zado, operado a través de la mediación del niños, de 1971, se abría con una mínima
resentimiento y el rencor. declaración inaugural, de naturaleza, como
Pero no todas son transformaciones. En ahí aclaraba, obstétrica: “Hoy parto, sin
esta evolución permanece intacta la capaci- dolor”. Chiste fácil. Pero sugestivo: Asís
dad de Asís para burlarse, con despiadada se pasó la vida, decíamos, partiendo, sin
lucidez, del progresismo bienpensante y mucho dolor, de los sitios que había solido
de las almas bellas de las que estaba hecha frecuentar, y escribiendo sobre ellos algo
la porción más visible de la oposición al parecido a sus memorias. Vivió la vida –se
menemismo. Asís fue embajador ante la diría– para contarla, pasó por los lugares
Unesco, Secretario de Cultura de la Nación para después hablar de ellos: del Partido
y embajador en Portugal. Su conocimien- Comunista, del peronismo de las grandes
to del mundo de la diplomacia le inspiró manifestaciones callejeras, de Clarín, de la
su Excelencias de la NADA. Y su prolon- Unesco. Tal vez nos quepa esperar ahora,
gada estadía en París, dos novelas que cuando redactamos estas notas, que parta
aparecieron casi juntas, en 2000: Lesca, el cuanto antes del lugar en el que hoy lo ve-
fascista irreductible y Del Flore a Montpar- mos instalado, que no tiene la más mínima
nasse. Durante todo ese período defendió gracia desde ningún punto de vista: ni li-
con sagacidad y gracia las políticas de su terario, ni político, ni moral. Que se vaya
gobierno, lo que sin duda se veía facilita- de ahí y nos entregue, cuanto antes, una
do por la prodigiosa mediocridad de sus novela “fresca y jocunda” (palabras suyas),
impugnadores. Asís fue luego un incisivo llena, como todas las demás, de intrigas
crítico de la fácilmente caricaturizable ges- eróticas y de chantas y reventados y acos-
tión de Fernando de la Rúa y sostuvo una tados y canguros, sobre, verbigracia, los
actividad política intensa, también, tras su entretelones de los programas de televisión
caída. En este sentido, su pasaje a las filas en los que prodiga su retórica engolada o
de una derecha cada vez más declarada, sobre la experiencia de haber compartido
más achatada y menos picante no parece las tribunas del país con el candidato Jorge
tener retorno. Su candidatura a la vicepre- Sobisch o sobre el significado de una prác-
sidencia de la nación integrando la fórmu- tica novedosa –probablemente embriaga-
la encabezada por un político mediocre, dora– que hoy hace posible la tecnología:
conservador y verosímilmente acusado, en la de disparar a diario sus dardos envenena-
esos días, de un crimen político tremendo, dos desde un blog. Que escriba esa novela y
no presentaba ninguna arista recuperable que parta, sin dolor. A cualquier lado, por-
–como sí lo habían hecho otras actitudes que a esta altura casi cualquier otro lugar
suyas anteriores, eventualmente odiosas sería mejor.

• 99 •
A ATORRESI

Obra de Jorge Asís y consecuencias”, Anales de Literatura


Señorita vida (Instituto Amigos del Libro Hispanoamericana nº 30, pp. 249-268.
Argentino, 1970); La manifestación (Ga- Asís, Jorge, “Transfiguraciones literarias de
lerna, 1971); De cómo los comunistas se co- un dandy suburbano” (reportaje), El
men a los niños (L.H., 1971); Don Abdel Ojo Mocho (Buenos Aires), nº 16 (vera-
Zalim, el burlador de Domínico (Corregi- no), 2001-2002.
dor, 1972; primera edición de Sudame- Burgos, Nidia, “La fracturación del campo
ricana, 1986); La familia tipo (Planeta, intelectual: argentino. Un caso emble-
1974); Los reventados (1974; primera mático: Jorge Asís”, ponencia presenta-
edición de Sudamericana, 1977); Fe de da en el II Congreso Interoceánico de
ratas (Sudamericana, 1976; 3a edición, Estudios Latinoamericanos, Facultad
1981); Cuaderno de Oberdán Rocamora de Filosofía y Letras, Universidad
(Rodolfo Alonso, 1977); Flores roba- Nacional de Cuyo, 2003.
das en los jardines de Quilmes (Galerna, González, Horacio, “La figura literaria del
1980; primera edición de Booket, 2007); reventado como teoría picaresca de la
Carne Picada (Madrid, Legasa, 1981; 2a política”, El Ojo Mocho (Buenos Aires),
edición en la serie “Ómnibus”, 1984); El nº 16 (verano), 2001-2002.
Buenos Aires de Oberdán Rocamora (Losa- Pesce, Víctor, “Jorge Asís, al margen del pe-
da, 1981); La calle de los caballos muertos riodismo y la literatura”, El Ojo Mocho
(Canguros insert) (Legasa, 1982); Cangu- (Buenos Aires), nº 16 (verano), 2001-
ros (Legasa, 1983); Diario de la Argentina 2002, pp. 51-55.
(Sudamericana, 1984); La ficción políti- Rodríguez, Esteban y Alfón Scalfati, Fernando,
ca (Sudamericana, 1985); El pretexto de “Voladuras. (Historia, aventura y resig-
París (Sudamericana, 1986); La lección nación)”, El Ojo Mocho (Buenos Aires),
del maestro (Sudamericana, 1987); Cua- n° 16 (verano 2001-2002).
derno del acostado (Planeta, 1988); Partes Sosnowski, Saúl et al., Represión y reconstruc-
de inteligencia (Sudamericana, 1988); El ción de una cultura: el caso argentino,
cineasta y la partera (y el sociólogo marxis- Buenos Aires, Eudeba, 1988.
ta que murió de amor) (Planeta, 1989); E.R. y G.V.
La línea Hamlet o la ética de la traición
(Vergara, 1995); Sandra la trapera (Ca- Atorresi, Ana (Buenos Aires, 1963).
tálogos, 1996); Lesca, el fascista irreduc- Su única novela publicada, Un amor a la
tible (Sudamericana, 2000); Excelencias deriva: Horacio Quiroga y Alfonsina Storni
de la NADA (Sudamericana, 2001); La (Solaris, 1997), recrea la relación amorosa
marroquinería política (crónicas) (Plane- y de amistad entre ambas figuras. Para su
ta, 2006); El descascaramiento (crónicas) reconstrucción del período, Atorresi arti-
(Planeta, 2007); La elegida y el elegidor cula lo referencial y lo discursivo.
(crónicas) (Planeta, 2008). Por un lado, la ficción se puebla con
una multitud de personajes de la época y
Bibliografía sobre Jorge Asís (selección) se mencionan múltiples hechos históri-
Amarouch, Abdelhamid, “Jorge Asís: un best cos. Por el otro, el lenguaje de la novela se
seller en plena dictadura militar: triunfo construye a partir de las textualidades so-

• 100 •
AULICINO A
cialmente significativas de esos años, como terés general. En la década de 1980, empezó
el folletín, lo epistolar, la crónica periodís- a colaborar en Clarín y fue miembro del
tica, la poesía y la narrativa de los escrito- consejo de dirección de las revistas literarias
res referidos, los informes policiales y, en lo El Juguete Rabioso y Diario de Poesía. En su
que alcanza mayor originalidad –como lo actividad como traductor, Aulicino publicó
señala Claudia Edith Méndez–1 las publi- versiones de John Keats y Guido Cavalcanti,
cidades y el lenguaje comercial de las pri- y trabajó con las obras de Eugenio Montale,
meras décadas del siglo XX. Estos recursos Valerio Magrelli y Rodolfo Wilcock.
remiten al dispositivo narrativo de Manuel La obra poética de Aulicino se caracte-
Puig, si bien la obra de Atorresi se vincula riza por el uso del verso libre y la rima aso-
fundamentalmente con la expansión de la nante, que se van adecuando a las distintas
novela histórica en los años 90 y con los etapas de su producción. En ésta sobrevive
textos publicados con finalidad educativa. siempre un lenguaje que mezcla guiños del
Publicó además numerosos libros de registro urbano porteño con un abanico de
divulgación de temas de lingüística y se- expresiones castellanas tradicionales. Del
miótica, escribió y dirigió manuales para la seno de esta argamasa lingüística surge un
enseñanza de la lengua a nivel primario y yo poético que encuentra en la conversa-
secundario, y tradujo y adaptó obras para ción una instancia de indagación filosófica,
un destinatario también escolar. que generalmente parte de la materialidad
E.M. de los objetos y las escenas para enfrentarse
a sí misma, hasta extremar en imágenes su
Aulicino, Jorge (Buenos Aires, búsqueda de soluciones estéticas y envolver
1949). Poeta, periodista y traductor. en su movimiento la parcela de realidad in-
Editor adjunto y columnista de Ñ, la revis- volucrada.
ta cultural del diario Clarín, y director de Su trayectoria como poeta es extensa,
los weblogs: Otra iglesia es imposible, donde registrando distintas instancias de reflexión
publica obras de poetas argentinos y ex- teórica y producción estética. Los primeros
tranjeros, y Estación Finlandia, en el que se libros conforman un período exploratorio
ha publicado gran parte de su obra poética, y formativo, con una marcada preocupa-
acompañada de reseñas, comentarios y ar- ción por las circunstancias históricas y la
tículos críticos. militancia política y una apelación a un
A comienzos de la década de 1970, Au- conjunto heterodoxo de referentes cultu-
licino integró el taller literario de Mario rales. Sujeto, mundo y arte se entrelazan
Jorge De Lellis, espacio de recuperación y y auscultan en torno a una coyuntura con-
reformulación de la corriente poética colo- vulsa que pareciera exigir de la poesía des-
quialista de la década pasada. Trabajó como garradas adecuaciones. Datan de esa época
cronista y redactor en agencias de noticias, los libros: Reunión (Editorial del Alto Sol,
diarios y revistas de actualidad política e in- 1969); Mejor matar esa lágrima (1971);
Vuelo Bajo (El escarabajo de oro, 1974); y
1.  Méndez, C.E., Alfonsina Storni: análi- Poeta antiguo (Botella al mar, 1980).
sis y contextualización del estilo impresionista Finalizada la dictadura militar, hay un
en sus crónicas, College Park, University of
balance parcial de lo ensayado y acon-
Maryland, 2004.

• 101 •
A AVELLANEDA

tece una reformulación de su poética. Se ción de los objetos tampoco opaca el ses-
clausura cierta transigencia ingenua con go narrativo, que con distintos matices
respecto al lenguaje y sus posibilidades, se impone en su obra. Por otro lado, la
adoptan los poemas una forma breve y búsqueda de sentido nunca se abandona:
fragmentada. Aumenta, por otro lado, la la complejidad de la realidad, los dobleces
reflexión sobre el acto creativo. Los obje- del lenguaje, el desgarramiento de la poesía
tos cercanos aparecen como aperturas ha- frente a la historia no impiden que en la
cia fluires introspectivos o inquisiciones obra de Aulicino la materialidad de las co-
eruditas. En este período se enmarcan: La sas se mantenga como garantía última de la
caída de los cuerpos (Rosario, El lagrimal necesidad de la palabra poética.
trifulca, 1983); Paisaje con autor (Edicio- En 2000 se publicó una antología de
nes del Último Reino, 1988); Magnificat su producción, La poesía era un bello país.
(Mickey Mickeranno, 1993); Hombres en Antología 1974-1999 (Libros de Tierra Fir-
un restaurante (Libros de Tierra Firme, me), que incluye un estudio preliminar es-
1994); y Almas en movimiento (Libros de crito por Marcelo Cohen y una entrevista
Tierra Firme, 1995). al autor realizada por Jorge Fondebrider.
En una tercera etapa de su obra, la bre- Aulicino también cuenta con dos obras
vedad cede ante una estructura poética de inéditas, Ituzaingó y Primera Junta, dispo-
largo aliento. Una gran espesura de imá- nibles en su weblog Estación Finlandia.
genes y citas cultas configuran un espacio F.G.
desde el que se religan malestares metafí-
sicos, búsquedas lingüísticas, operaciones AVELLANEDA, Andrés (1937). Crítico
sobre la memoria y la reminiscencia y una literario, Licenciado en Letras Modernas
ardua pesquisa de nuevas expresiones esté- por la UBA y Doctor en Literatura
ticas, conjugada con un constante replan- Latinoamericana por la Universidad de
teo de las opciones antes realizadas. Son de Illinois (EE.UU.). Ha enseñado en la UBA,
este último período los libros de poemas: la Universidad de San Juan y la UNLP,
La línea del coyote (Ediciones del Dock, además de la Universidad de Puerto Rico;
1999); Las Vegas (Selecciones de Amadeo y en los EE.UU. en las universidades de
Mandarino, 2000); La luz checoslovaca (Li- Illinois, California y Florida, donde impar-
bros de Tierra Firme, 2003); La nada (Se- te actualmente Literatura Latinoamericana
lecciones de Amadero Mandarino, 2003); Contemporánea y donde fue hasta fecha
Hostias (Ediciones del Dock, 2004); Má- reciente director del programa de docto-
quina de faro (Ediciones del Dock, 2006); rado en Letras Latinoamericanas. También
y Cierta dureza en la sintaxis (Selecciones se destaca, en su desempeño no académico,
de Amadeo Mandarino, 2008). durante el período en el que trabajó en el
A pesar de los virajes y desplazamientos, periódico La Opinión; entre 1974 y 1976
en la obra poética de Aulicino es posible fue redactor del suplemento literario y jefe
reconocer un haz de operaciones estructu- de la sección Cultura.
rantes que particularizan su producción. En su primer libro, El habla de la ideo-
Así como el lenguaje coloquial no ahoga logía. Modos de réplica literaria en la Argen-
el aura poética, el trabajo con la percep- tina contemporánea (1983), consolida su

• 102 •
AVELLANEDA A
proyecto crítico, iniciado en 1967 con el políticos de la literatura argentina” (2004)
fascículo “El naturalismo. Eugenio Cam- y “Cabecitas y oligarcas: literatura argen-
baceres”, al proponer a la literatura en tina de los 40” (2006), Avellaneda vuelve
tanto réplica ideológica a una situación sobre su hipótesis de la réplica ideológica
socio-política determinada. El objeto que pero extiende su alcance al análisis de las
selecciona para desplegar su método, uti- obras de Roberto Arlt, Germán Rozenma-
lizando especialmente el análisis del dis- cher y Juan José Saer, entre otros. En su
curso y la semiología como herramientas, segundo libro, Censura, autoritarismo y cul-
es la literatura liberal durante los primeros tura. Argentina: 1960-1983 (CEAL, 1986)
años del peronismo (década de 1940), de- aborda el control de la cultura argentina
teniéndose en cinco escritores: Jorge Luis sobre el período 1960-1983 e intenta re-
Borges, Adolfo Bioy Casares, Julio Cortá- construir las grandes unidades de significa-
zar, Ezequiel Martínez Estrada y Enrique do que constituyeron el discurso de censu-
Anderson Imbert. A partir de una recons- ra cultural de dicho período histórico. Este
trucción del campo cultural e intelectual discurso define el sistema cultural a partir
de la primera década del peronismo (las de tres características: una misión noble
relaciones entre los intelectuales y el Esta- que no debe ser alterada, la subordinación
do, entre la cultura y la política, las insti- a lo moral y la capacidad de ser usado in-
tuciones literarias, etc.), Avellaneda señala debidamente. A partir de dichas caracterís-
dos formas retóricas que los escritores li- ticas, el discurso de la censura determina
berales emplearon para realizar su réplica: qué queda afuera del sistema cultural. En
el uso del código (Borges y Bioy Casares, un artículo posterior a su segundo libro,
Cortázar) y el uso de la alusión (Martí- “Hablar y callar: construyendo sentido en
nez Estrada y Anderson Imbert). Por un la democracia” (1995), Avellaneda retoma
lado, los primeros construyeron en sus sus hipótesis sobre el discurso de la censura
obras un código social que remite a una cultural para dar cuenta del panorama lite-
serie de oposiciones sémicas (vulgar / no rario a partir de 1983 con la vuelta de la de-
vulgar, cultura / no cultura, civilización / mocracia. En ese texto señala, por un lado,
barbarie, mesura / desmesura, etc.) que el la aparición de la censura en los entresijos
lector real debía reponer, oposiciones que, de la democracia y, por otro lado, la nueva
además, circulaban en el discurso social de relación que se establece entre la literatura
la época. En esto se evidencia la conexión y la política después del silencio dictatorial.
entre productos literarios y hechos socia- Además de sus dos libros publicados, Ave-
les. Por otro lado, los segundos planteaban llaneda ha escrito estudios sobre literatura
ciertos índices referenciales en sus relatos latinoamericana (“Mito y negación de la
que, leídos en conjunto, remitían a la si- historia en Zona sagrada de Carlos Fuen-
tuación discursiva desde la que escribían. tes”), sobre las representaciones literarias
En artículos como “Clase media y lectura: de Eva Perón (“Evita: cuerpo y cadáver de
la construcción de los sentidos” (2000), la literatura”), sobre crítica literaria (“Esta-
“Recordando con ira: estrategias ideológi- do actual de los estudios literarios. El caso
cas y ficcionales argentinas a fin de siglo” argentino”), entre muchos otros.
(2003), “Queremos tanto a Julio: decires M.R.

• 103 •
A AYALA GAUNA

Ayala Gauna, Velmiro (Corrientes, propia de los personajes correntinos: “El


1905 - Rosario, 1967). Docente, periodis- animal levanta sobre sus gruesa patas el
ta, recopilador y escritor. Exponente de la redondo, sombrío y aterciopelado cuer-
literatura costumbrista de la región meso- po. Es grande, casi como un puño, y pa-
potámica. Como docente desempeñó fun- rece dispuesto a lanzarse sobre el hombre;
ciones en todos los niveles. A los 19 años se pero éste baja una y otra vez el machete
recibió de maestro. Luego cursó el profeso- con furia salvaje y lo destroza en menudos
rado de Lengua Inglesa. Ejerció en escuelas pedazos mientras lo insulta profusamente
primarias, secundarias y en institutos ter- en castellano y guaraní. –¡Tomá, añamem-
ciarios. Fue profesor fundador del Liceo bú! ¡Picá otra vez, araña infeliz! ¡Súcu, hija
Militar “General Belgrano” en la provincia de…!”.1 En esta línea publica los mencio-
de Santa Fe y también de la Universidad nados Cuentos correntinos (1953); Otros
Popular de la Zona Sur. Su labor periodís- cuentos correntinos (1953); Leandro Montes
tica, desarrollada en la ciudad de Rosario, (1955), novela constituida por tres relatos
fue básicamente radial, si bien publicó largos; y Paranaseros (1957). El procedi-
cuentos sueltos en revistas de la Capital miento de incorporación a la escritura de
Federal, como Vea y lea. En radio condu- voces guaraníes y dialectales llega a su pun-
jo programas de música folklórica, en los to más extremo en las Cartas de correntinos
que intercalaba la lectura de sus cuentos. (1964). En estas “cartas”, la voz culta cede
Su función de recopilador fue fecunda. A la palabra a un emisor popular e ignorante
las leyendas y mitos correntinos escucha- que se desempeña con faltas ortográficas
dos en su infancia, sumó los que recogió esperables. Dicho emisor escribe con las
en toda la región mesopotámica. Sus dos estructuras sintácticas propias del que se ve
primeros libros evidencian esta faceta: La obligado a hablar y escribir en una lengua
selva y su hombre (1944) y Litoral (1950). pero piensa en otra; e incorpora también el
A esta línea de rescate de lo mítico suma léxico de la lengua originaria en el castella-
la investigación histórica en Rivadavia y no. De todas maneras, el tono humorístico
su tiempo (1952). Como escritor, si bien revela la mirada piadosa y nunca despecti-
publicó poemas sueltos y hasta una obra va del escritor sobre el personaje: “Queri-
de teatro (¿De qué color es la piel de Dios?, do Rito: Haller nicó receví su carta y lla te
1964), es el cuento el género en el que se estoi escribiendote para darle mis noticias
destaca. Por su obra narrativa recibió nu- de mí”.2
merosos premios regionales y nacionales. En el rubro de la creación de persona-
En primera instancia, sus cuentos re- jes se destaca uno: Don Frutos Gómez,
presentan un trabajo de recuperación del producto de una operación de adopción
habla coloquial correntina. Y si bien los y nacionalización de género que realiza
personajes y los mitos de Corrientes son Ayala Gauna. El escritor, que como do-
el material de sus historias (el lobisón, el cente frecuentaba la literatura culta (rea-
“cuarajhy-yará”), el eje está puesto en esta
reproducción naturalista del lenguaje del 1.  Ayala Gauna, V., “Araña pollito”, Cuentos
correntinos, Santa Fe, Castellví, 1953, p. 25.
lugar. Los textos alternan la voz culta de
2. Ayala Gauna, V., “El daño”, Cuentos corren-
un narrador omnisciente con la popular y
tinos, Santa Fe, Castellví, 1953, p. 121.

• 104 •
AZCONA CRANWELL A
lizó versiones al castellano moderno del sobre el poeta-demiurgo y su palabra, que
Libro de Buen Amor y de La Celestina), se posibilita el acceso a la esencia de los seres.
apropia de las características del policial Como traductora, se destacó por la prime-
inglés, género muy en boga en los años 50 ra versión al castellano de los Poemas com-
en la Argentina. Así, crea a un comisario pletos, con prólogo y notas, del poeta galés
de campo, sereno y en apariencia torpe, Dylan Thomas (1974).
quien, a través de la observación minucio-
sa y, sobre todo, de la experiencia, resuelve Obra de Elizabeth Azcona Cranwell
enigmas policiales por medio de la pura Poesía: Capítulo sin presencia (Botella al Mar,
deducción. El personaje de Don Frutos, 1955); La vida disgregada (Poesía Bue-
que Ayala Gauna hizo popular a través de nos Aires, 1956); Los riesgos y el vacío
la radio, es el hilo conductor de dos libros (Colombo, 1963); De los opuestos (Sud-
de cuentos: Los casos de Don Frutos Gómez americana, 1966); Imposibilidad del
(1955) y Don Frutos Gómez, el comisario lenguaje o los nombres del amor (Losada,
(1960). A partir del primero de estos tex- 1971); Anunciación del mal y la inocen-
tos, el director de cine Catrano Catrani cia (Corregidor, 1980); El mandato (To-
filmó en 1958 la película Alto Paraná. rres Agüero, 1985); Las moradas del sol
M.E.F. (Ediciones de Arte Gaglianone, 1987;
con dibujos de Ana Tarsia); El escriba
AZCONA CRANWELL, Elizabeth de mirada fija (Fraterna, 1990); El reino
(Buenos Aires, 1933 - 2004). Poeta, na- intermitente (Sudamericana, 1997); An-
rradora, crítica y docente, estudió en la tología poética (FNA, 2002).
Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Prosa: La vuelta de los equinoccios (Losa-
Dictó seminarios y conferencias y dirigió da, 1971); La mordedura (Atlántida,
talleres literarios. Participó de la revista 1993).
Poesía Buenos Aires. Su obra poética se re- Traducciones: Dylan Thomas, Poemas comple-
úne en Capítulo sin presencia (1955); De los tos (Corregidor, 1975); en colaboración
opuestos (1966; Premio Municipal de Poesía con Valeria Watson, tradujo los cuentos
y Primer Premio FNA); Imposibilidad del de Edgar Allan Poe, y al inglés textos
lenguaje o los nombres del amor (1971); de Borges, Pellegrini, Squirru, Lasaigne
El Mandato (1985; Premio Municipal de sobre el pintor Xul Solar.
Poesía); Las moradas del sol (1987); El es- S.M.
criba de mirada fija (1990); El reino inter-
mitente (1997), entre otros. Sus cuentos
también recibieron distinciones: La vuelta
de los equinoccios (1971; Primer Premio
FNA y Premio Municipal de obra inédita
en prosa); La mordedura (1993; Premio La
Nación). En Intramundos: conversaciones
con Alejandro Elissagaray (2004), Azcona
Cranwell expone su visión acerca del senti-
do de la existencia y la creatividad humana;

• 105 •
ppppppppppppppppppppppppppppppp

ppppppppppppppppppppppppppppppppppppppppppp
ppppppp
pppppppppppppppppppppppppppppppppppppppppppp

• pppppppp
B

ppppppppppppppppppppppppppppppp
BAIGORRIA B

Baigorria, Osvaldo (Buenos Ai- dictadura, desde Buenos Aires y San Pablo
res, 1956). Escritor, periodista, docente e en: Un barroco de trinchera, cartas a Osvaldo
investigador de la carrera de Ciencias de Baigorria 1976-1986 (Mansalva). En 2008,
la Comunicación de la UBA, secretario de reedita En Pampa y la vía en una versión au-
redacción de la revista Cerdos y Peces, ensa- mentada titulada Anarquismo trashumante
yista y amigo del poeta Néstor Perlongher. (Derramar).
Su producción se caracteriza por la hibri- P.C.
dación de géneros, el espíritu libertario, la + Perlongher, Néstor.
indagación sobre los vínculos amorosos. Pu-
blica, en 1989, su primera novela: Llévatela BAJARLÍA, Juan Jacobo (1914 - 2005).
amigo por el bien de los tres (Grupo Editor Escritor, periodista y crítico literario por-
Latinoamericano). En 1995, Con el sudor de teño. Se recibió de abogado, con especia-
tu frente: argumentos para la sociedad del ocio lización en Criminología, en la UNLP
(La Marca), antología de textos contra el aunque había comenzado sus estudios en
trabajo asalariado. En Pampa y la vía: crotos, la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
linyeras y otros trashumantes (Perfil Libros) es de la UBA. Introdujo el vanguardismo en
de 1998. En 2002, prohija el ensayo: Geor- Argentina a través del grupo Movimiento
ges Bataille y el erotismo (Campo de Ideas) y, del Arte Concreto-Invención (en el que
al año siguiente: Buda y las religiones sin dios también participaron artistas como Gyula
(Campo de Ideas, 2003) y Reencarnación Kosice, Edgar Bayley y Tomás Maldonado,
(Deva’s). En 2004 aparece su segunda nove- entre otros) en 1944 y de la revista Contem-
la: Correrías de un infiel (Catálogos). En El poránea, de la que fue director entre 1948
amor libre: Eros y anarquía (Libros de Ana- y 1956. Varias de sus obras dramáticas fue-
rres, 2006) compila una serie de artículos de ron representadas en teatros nacionales: en
cuño ácrata. Ese mismo año, además, reúne 1955 se estrenó La esfinge en el Teatro Ma-
las cartas que le envió Perlongher, durante la riano Moreno; en 1956, Pierrot en La Plata

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B BAJARLÍA

y Las troyanas, basada en el texto de Eurí- terarios. Por un lado, escribió poesía: Es-
pides, en el Teatro de la Reconquista; en tereopoemas (1950); La Gorgona (1953);
1969, La billetera del Diablo en el Teatro Canto a la destrucción (1968); Nuevos lí-
LYF; en 1972, Telésfora en Radio Nacional. mites del infierno (1972); El poeta y el exi-
Además, obtuvo cuatro distinciones por su lio (1990) y Poema de la creación (1996).
drama Monteagudo (1962): la Selección Su primer libro lírico, Estereopoemas, de-
Municipal para las Jornadas de Teatro Leí- lata su fascinación por la ciencia ficción
do, el Premio Municipal a la mejor obra no y lo convierte en uno de los pocos textos
representada, el del FNA y la Faja de Ho- poéticos inscriptos en este género en la
nor de la SADE. Tradujo numerosas obras literatura argentina. Por otro lado, escri-
del francés, italiano e inglés, incluyendo bió cuentos que fueron recogidos en las
autores como Pietro Aretino, el Marqués colecciones Historias de monstruos (1969);
de Sade, Kandinsky, Jean Tardieu, Eugène Fórmula al antimundo (1970); El día cero
Ionesco, entre otros. Por su producción (1972); Sables, historias y crímenes (1983);
literaria recibió varios reconocimientos: Historias secretas de putas, musas y otras da-
el Premio del Instituto del Nuevo Mundo mas (1996); Breve diccionario del erotismo
de la Facultad de Filosofía y Humanidades y cancionero satírico (1997). El grupo de
de Córdoba (1963), el Mystery Magazine relatos Historia de monstruos fue prologa-
Ellery Queen’s (1964), el Segundo Premio do por Leopoldo Marechal y ofrece una
Municipal de Narrativa (1969), el Premio recopilación de historias sobre casos cien-
Leopoldo Alas (“Clarín”) (1971), el Konex tíficos y criminales extraordinarios que
de Platino (1984) y el Premio Boris Vian van desde la Antigüedad hasta el Siglo
(1996). Fue colaborador de los diarios XX. Fórmula al antimundo recoge cuen-
Clarín, La Nación, La Prensa, La Gaceta tos que exploran lo que Bajarlía señalaba
de Tucumán, entre otros. También dirigió como los tres tópicos de la ciencia ficción:
distintos suplementos literarios y la revis- las máquinas del tiempo, la pluralidad de
ta Referente: el Ojo que Mira en 1983. Por los mundos habitados y la destrucción
otra parte, fue vicepresidente de la SADE masiva de la humanidad, a los que se le
y formó parte de la Asociación de Artistas suman lo paranormal y la creación de
Premiados Argentinos “Alfonsina Storni”. vida artificial; en cambio, El día cero nos
Su afición por la ciencia ficción y el te- propone una renovación de la literatura
rror lo llevaron a colaborar con las revistas fantástica a través de los procedimientos
Cuarta Dimensión y Umbral Tiempo Fu- de la ciencia ficción. Además de sus cuen-
turo, además de en las antologías de rela- tos, Bajarlía escribió dos novelas policiales
tos Cuentos argentinos de ciencia ficción que se mezclan con el género fantástico y
(1967); La ciencia ficción en la Argentina: de terror: Los números de la muerte (1972)
antología crítica (1985); Ciencia ficción: y El endemoniado Sr. Rosetti (1977). Esta
cuentos hispanoamericanos (1993); Los última intenta una versión criolla del
universos vislumbrados (1995) y Cuentos hombre lobo en la que se combinan ele-
con humanos, androides y robots (2000). mentos de la parapsicología, referencias
Bajarlía fue un escritor prolífico y sus a diversos mitos, el tema del doble y lo
obras se inscriben en distintos géneros li- siniestro y una atmósfera de horror y sus-

• 110 •
BALÁN B
penso. En cuanto a su labor como drama- del que fue presidente a partir de 1988.
turgo, se pueden señalar, además de las ya Integró, además, el Instituto de Desarrollo
mencionadas, Los robots (1955) y La con- Económico y Social, la Asociación de
fesión de Finnegan (1962). Los robots fue Estudios Latinoamericanos y el Consejo
transmitida por Radio Nacional y llevaba Latinoamericano de Ciencias Sociales. Fue
como subtítulo “Tragedia mecánica”, ya fundador y editor de la revista Ciencia Hoy
que ponía en escena el conflicto entre un y autor de: Migración, estructura ocupacio-
hombre que habita un mundo de robots nal y movilidad social (1973); Historias de
que –a pesar de su desarrollo tecnológico– vida en Ciencia Sociales: teoría y técnicas
son incapaces de entenderlo. Finalmente, (1974); Centro e periferia no desenvolvi-
su labor como crítico literario se mueve mento brasileiro (1974); Why People Move:
entre las vanguardias (sus orígenes, sus Comparative Perspectives on the Dynamics
características), la literatura de terror y la of Internal Migration (París, The Unesco
biografía literaria, tal como lo atestiguan Press, 1981; también publicado en español
las siguientes obras: Notas sobre el barroco por Unesco, 1982) y Cuéntame tu vida.
(1950); Literatura de vanguardia (1956); Una biografía colectiva del psicoanálisis ar-
El vanguardismo poético en América y Es- gentino (1991).
paña (1957); Sadismo y masoquismo en Pau. Cro.
la conducta criminal (1959); La polémica
Reverdy-Huidobro: el origen del ultraísmo BALLA, Andrés (Budapest, 1921 -
(1964); Drácula, el vampirismo y Bram 2001). Novelista, dramaturgo y cuentis-
Stoker (1992); Lovecraft, el horror sobrena- ta. Oriundo de Budapest, se estableció
tural (1959); Fijman, poeta entre dos vidas en Argentina en el año 1939. Publicó las
(1992) y Alejandra Pizarnik: anatomía de piezas teatrales Los que respondieron al fue-
un recuerdo (1998). go (Autores Argentinos Asociados, 1975),
M.R. El inca Túpac Amaru (Instituto Lucchelli
+ Bailey, Edgar; Marechal, Leopoldo. Bonadeo, 1971) y Dos por dos son seis entre
otras. Esta última es un unipersonal que
BALÁN, Jorge (Buenos Aires, 1940). se sitúa en la Florencia de los Médici (si-
Estudió Sociología en la UBA, doctorán- glo XIV). El protagonista, preso político
dose en 1968 en la Universidad de Texas. a causa de sus ideas republicanas, vive en
Se desempeñó como profesor invitado una celda de dos pasos por seis.
en las universidades norteamericanas de También publicó las novelas Sala de
Texas, Nueva York y Chicago, y en las bra- niños; El marinero de la montaña (Andró-
sileñas de San Pablo y de Minas Gerais. meda, 1965); Los dueños de la selva; La
Durante su residencia en los Estados república de Granato; El Mariscal (Simurg,
Unidos, recibió la beca Guggenheim y 1999). Esta última es una novela histórica
fue presidente del Comité de Estudios que narra los acontecimientos en torno de
Latinoamericanos del Wilson Center de la guerra que Argentina, Uruguay y Brasil
Washington. Desde 1985 es profesor en la emprendieran contra Paraguay, haciendo
UBA. Durante veinte años investigó en el especial énfasis en la figura del mariscal
Centro de Estudios de Estado y Sociedad, Francisco Solano López. El estilo fue elo-

• 111 •
B BALZARINO

giado por Félix Luna como “una prosa ágil sus relatos, en los que se evidencian lectu-
y entretenida […] que nos lleva al teatro de ras cortazarianas, aparece la alternancia de
aquella sangrienta guerra y a sus protago- voces y la mezcla de planos ficcionales. Por
nistas más importantes”. lo que respecta a la novela, cultiva el realis-
F.P. mo documentado, la indagación psicológi-
ca y la polifonía.
Balzarino, Ángel (Villa Trinidad Su obra ha sido premiada en diversas
[Santa Fe], 1943). Cuentista de larga ocasiones, tanto en su provincia de origen
trayectoria, radicado en Rafaela, donde como a nivel nacional. Entre otros, recibió
ha desarrollado una importante activi- el Premio “Mateo Booz” (1968), el Primer
dad cultural entre la que puede contarse Premio Ciudad de Santa Fe (1970), el Pre-
la presidencia de la asociación Escritores mio Nacional ALPI (1971) y el Premio
Rafaelinos Agrupados (ERA). Desde 1972 “Jorge Luis Borges” (1976).
ha editado libros propios y también ha M.E.F.
participado en publicaciones colectivas.
Individualmente publicó ocho libros de Bañez, Facundo (La Plata [Buenos
cuentos: El hombre que tenía miedo (Rafae- Aires], 1976). Cronista de información
la, ERA, 1974); Albertina lo llama, señor general del diario El Día, donde también
Proust (Rafaela, edición del autor, 1979); se desempeñó como editor del suplemen-
La visita del general (Rafaela, ERA, 1981); to “Joven”. Además, trabajó como lector
Las otras manos (Rafaela, Fondo Editorial para varias editoriales y fue docente de
Municipal, 1987); La casa y el exilio (Santa la Escuela de Periodismo Deportivo Lo
Fe, Sudamérica, 1994); Hombres y haza- Grupal Hoy. Bañez tiene publicadas dos
ñas (Rafaela, Fondo Editorial Municipal, novelas: Sueño macho (Rosario, Beatriz
1995); Mariel entre nosotros (El francotira- Viterbo, 2001) y Un león en la trinchera
dor, 1998); Antes del primer grito (Rafaela, (la historia del soldado que se enamoró de
edición del autor, 2003). Y cuatro novelas: Estudiantes) (El Arco, 2008). La gran ca-
Cenizas del roble (Rafaela, ERA, 1985); pacidad narrativa que Bañez demuestra en
Horizontes en el viento (Rafaela, edición del sus trabajos periodísticos queda un poco
autor, 1989); Territorio de sombras y esplen- opacada en su primera novela, donde un
dor (Rafaela, Fondo Editorial Municipal, lirismo excesivo le resta peso a la historia
1997); Con las manos atadas (Rafaela, La a favor del trabajo sobre la palabra. En la
Opinión, 2004). Por otra parte, cabe seña- segunda novela, en cambio, la incursión
lar que sus cuentos integraron diversas an- en lo que se ha dado en llamar literatura
tologías nacionales y que “Rosa”, “Prueba deportiva va de la mano de una narración
de hombre” y “El acecho” integran antolo- más legible –más narrativa, si cabe. Al mis-
gías publicadas en Estados Unidos, México mo tiempo, toca un punto álgido al con-
y el Reino Unido, respectivamente. tar la historia de Federico Bond, héroe del
En sus cuentos, la estética imperante fútbol argentino durante la primera época
comulga con el sentido clásico del cuento, de Estudiantes de La Plata y luego soldado
pensado como una economía de palabras inglés durante la Primera Guerra Mundial.
que apunta a un desenlace inesperado. En En 2006, Bañez fue finalista del Concurso

• 112 •
BAÑEZ B
de Novela Breve “Aurora Venturini” de la loma, provista de inclinaciones, rampas y
provincia de Buenos Aires con El primer senderos pavimentados. La vida rutinaria
enano, texto que permanece inédito. y barrial se ve turbada por un hecho sobre-
M.A. natural: los niños desaparecen. Los juegos
verbales y la prosa ácida e inquietante de
Báñez, Gabriel (La Plata [Buenos Báñez dan lugar a una escritura original y
Aires], 1951 - 2009). Durante décadas, distintiva: “Despertó en una sala blanca,
Báñez tuvo a su cargo la sección literaria del brotada en olores rancios y asépticos. Qui-
diario platense El Día, en donde desarrolló so moverse pero estaba atado de pies y ma-
una producción frondosa y heterogénea. nos. Al fondo había un aparato de rayos.
Su primera novela, publicada a sus 24 La intermitencia sorda de la exposición de
años, Parajes (1975), obtuvo el Primer las placas terminó de despertarlo. Había
Premio Provincial de Novela “Roberto una enfermera a su lado. Ella sonrió y dijo
J. Payró”. Asimismo publicó las novelas algo de un milagro. Él movió la cabeza y se
El Capitán Tresguerras fue a la guerra (De buscó las piernas: de la cintura para aba-
la Flor, 1980); Hacer el odio (Bruguera, jo había una manta. Preguntó la hora y la
1985); Góndolas (De la Flor, 1986); El cu- mujer lo amonestó con delicadeza” (p. 34).
randero del cuarto oscuro (Sudamericana, Entre sus trabajos, de evidente sentido co-
1990); Paredón, paredón (Sudamericana, rrosivo y absurdo, se destaca Cultura. Por
1992); el relato El circo nunca muere (Al- su nombre, Ibáñez, y su doble ocupación
magesto, 1992); Los chicos desaparecen (At- como escritor y editor, el protagonista de la
lántida, 1993); Octubre amarillo (Almages- historia parece un alter ego del autor. A tra-
to, 1994); Virgen (Sudamericana, 1998); vés del absurdo y la ironía como recursos
Cultura (Mondadori, 2006). En cuanto narrativos, el juego de desdoblamiento es
a Octubre amarillo: está escrita en forma llevado a la exasperación. El protagonista
de relato ficcional inspirado en el célebre encarna una personalidad escindida en el
caso del odontólogo Ricardo Barreda, un contexto de un puesto en la función pú-
platense que asesinó a su esposa, su sue- blica. La perspectiva crítica desde la que se
gra y sus dos hijas. El texto fue publicado observa la intimidad de la gestión cultural
como folletín primero y como libro des- compone un cuadro fascinante y, al mismo
pués. Además, publicó varios de sus relatos tiempo, abrumador. Un cambio de auto-
en antologías de Argentina y México. Parte ridades es el pretexto para que ese mundo
de su producción literaria fue traducida al comience a desplegarse ante la mirada es-
francés. Sobre su novela homónima en el quizoide de Ibáñez. Personajes y acciones
año 2007 se estrena la película Los chicos son retratados en términos desmesurados,
desaparecen, de fuerte repercusión en el pero el delirio que va regulando el relato
circuito off del cine nacional. Esta novela, no los hace menos identificables. Por ejem-
segmentada en breves capítulos, traza el plo, un político capta la demanda del pú-
mundo de un personaje delicioso. Se tra- blico en términos de “estas bostas humanas
ta de Macías Möll, un relojero paralítico quieren cultura” o en la descripción íntima
que habita una ciudad con leves pendien- que hace un conferencista de su auditorio
tes, a la vera de una plaza armada en una “cuarenta viejas de mierda que lo único

• 113 •
B BARACCHINI

que necesitan son kilómetros de pija” (p. ba yo” (disponible on line en: <www.cor-
58). Algunos nombres grotescos apenas tey.blogspot.com>). Bañez se suicidó el 8
disimulan las alusiones a escritores cono- de julio de 2009 a los 58 años en su quinta
cidos, la clave parece estar en la corrosión rural de Gorina, en las afueras de La Plata.
de los estereotipos. Las palabras solemnes y El escritor había convertido ese espacio en
los actos pomposos de la cultura son repre- su lugar de residencia, su “pago chico”. Allí
sentados como estrategias de dominación. desarrolló su escritura singular y su mirada
La simulación y la hipocresía son puestos lúcida del mundo.
al descubierto: funcionarios que encubren L.V.
su pasado en gobiernos de facto, presiden-
tes de entidades de escritores mediocres, BARACCHINI, Diego (1936 - 2004).
conferencistas y críticos mentirosos. Báñez Periodista y escritor considerado un ícono
lo hace todo, menos pararse en la medio- de las relaciones públicas en la Argentina
cridad. Otra de sus novelas destacables es por su desempeño en ese ámbito a partir
Virgen en la que el autor narra una historia de la década de 1970, actividad que cele-
de amor entre un cura y una joven “belga, braría y continuaría en sus trabajos perio-
judía y milagrosa”. Escrita con una prosa dísticos. Pese a ser ingeniero civil especiali-
provocativa y precisa devela un secreto y zado en obras hidráulicas, aceptó el convite
su traición: el del hijo del mariscal Tito de colaborar en La Prensa apenas graduado
de Yugoslavia y de Evita Broz. El escritor y desde entonces se desempeñó en medios
alternó la literatura con el periodismo y gráficos. Fue secretario de redacción de
dirigió el sello editorial municipal La Co- Primera Plana, Decoralia, Semana Gráfica,
muna de la ciudad de La Plata. Aseguró La Semana y Panorama, además de director
que todos los escritores son provincianos, de la revista Claudia. Como escritor es res-
reivindicó los errores de la escritura y creyó ponsable de La boca sobre el mármol (1958)
que el concepto de autor y sus derechos se y Ariadna en la ciudad (Losada, 1965). De
perderían en la literatura. Durante su vida su paso por los medios dejó testimonio en
fue coherente con su pensamiento: su no- los cuentos de Estamos en el aire (Emecé,
vela La cisura de Rolando (primer Premio 1977). Obtuvo la Faja de Honor de la
Internacional de Novela Letra Sur 2008) SADE y el Premio Municipal de Teatro por
fue publicada en su sitio personal Corte y El baile de las sirvientas (1971), estrenada
confección en Internet: “Al colegio fui has- por la compañía de Rosa Rosen. También
ta cuarto grado. Después de perder la voz figuró entre los creadores y promotores de
me llevaron a una escuela especial, pero no la Sociedad de Amigos del Teatro General
para resentidos. La ‘Escuela Especial’, así la San Martín.
llamaban, iba con mayúsculas y era para es- M.C.
peciales con problemas en la cabeza. A casi
ninguno de mis compañeros se les notaba Baranchuk, Norberto Samuel
lo que tenían. Eran retrasados con aspecto (Buenos Aires, 1940). Médico, ensayista,
normal. Lo que sí, pegaban. La mayoría te- novelista y cuentista.
nía la costumbre de atacar por la espalda, Su primera novela, Los sobrevivientes
dos o tres babeaban apenas y después esta- (Almagesto, 1998), que obtuvo una men-

• 114 •
BARBARITO B
ción de honor en el Concurso La Nación Como si el tiempo hubiera pulido la escri-
de Novela, trata sobre un grupo de perso- tura haciendo posible decir más con menos
najes que se cruzan en un bar porteño, con palabras o como si fuera cierto lo que el
el trasfondo político y social de la década mismo Barbarito afirma (parafraseando a
de 1990. Luego publicó las novelas El Can Adorno cuando decía que no podía haber
Cerbero del Río de la Plata (Libros de Tie- poesía después de Auschwitz): que después
rra Firme, 2002) y El nacimiento de Gardel de la década de 1970 ya no es posible se-
(Libros de Tierra Firme, 2006), que cinco guir escribiendo de la misma manera, con
años antes había recibido una mención de la misma confianza en la palabra. Entonces
honor del FNA con el título de El misterio la poesía –según el poeta y según es posible
de Cat Gardes. También sus cuentos han apreciar en sus textos– se vuelve fragmen-
obtenido diversos premios y menciones taria, se llena de preguntas sin respuesta.
en concursos. Paralelamente a su actividad A Barbarito se lo ha comparado con
literaria ha publicado numerosos artículos J.L. Borges y con César Vallejo, pero aquí
sobre medicina en revistas especializadas y prefiero asociarlo a esa poesía que durante
es autor o compilador de libros ensayísti- los últimos años (y ya van muchos) trabaja
cos donde pone en relación temas médicos con las “ruinas”. Esto es: los versos breves,
con diversos acontecimientos sociales (por desparejos, con las preguntas, las parenté-
ejemplo, Salud y posmodernidad [1997]; ticas. Y quiero subrayar que lo que no se
Nacer, crecer y morir en la crisis [1998], am- fragmenta es el sentido, aunque sí el ritmo,
bos publicados por Almagesto). la forma. A pesar de esto, es preciso en-
L.M.K. fatizarlo, en su poesía pueden leerse ideas,
relatos; no sólo sucesiones de palabras. Las
Barbarito, Carlos (Pergamino, preguntas no son recursos formales sino
06/02/1955). Es bibliotecario, correspon- verdaderas interrogaciones a la vida; lo que
sal de la revista costarricense Matérika y hay es un intento de alcanzar un sentido
colaborador de Los noveles, revista electró- que no se deja aprehender del todo. Más:
nica hecha por y para escritores latinoame- las palabras intentan formar imágenes. Y
ricanos jóvenes. Realiza dos weblogs: Viga es de la descripción y la enumeración que
bajo el agua, dedicado a las artes visuales, y surge lo que aparece como fragmentario.
Desnuda materia, donde escribe sobre arte Las diversas incursiones de Barbarito en las
y literatura. Además, forma parte del equi- distintas ramas del arte (pintura, fotogra-
po que realiza Una colección sin nombre, un fía, música) le permiten ciertos cruces. Y
weblog en el que recogen textos e imágenes no sólo porque suele acompañar sus poe-
de diversos autores. Publica plaquettes y des- marios con las ilustraciones de Rafael Lan-
plegables desde la década de 1970, aunque dea, Salvador Galup, Libero Baadi o Nessy
sólo algunas de esas primeras creaciones se Cohen, sino porque la poesía se vuelve una
recogen en su primer libro, Poesía quebrada máquina de reformulaciones.
(Mano de obra, 1984) y en Éxodos y trenes El trabajo con la palabra de otros es-
(Una retrospectiva, 1978-1985) (Último critores es central en los poemarios de la
reino, 1987). Sobretodo en el primero se década de 1980 y 1990. En Teatro de lirios
nota el contraste con su poesía posterior. (Pergamino, Fundación Alejandro Gonzá-

• 115 •
B BARBARITO

lez Gattone, 1985) escribe sobre Vallejo; Edit., 2006) y Música humana y de para-
en Páginas del poeta flaco (publicado junto mecio (San José de Costa Rica, Colección
con De uno y otro lado, de María Puglie- Manija, 2008). Actualmente, publica sus
se, Filofalsía, 1988) arma poemas a partir trabajos de manera dispersa en diversos
de las vidas de Arthur Rimbaud y Anto- sitios web.
nin Artaud, apropiándose de sus voces; Barbarito también dialoga con las artes
en Bestiario de amor (Santa Fe, El primer plásticas en sus ensayos críticos. Si bien
siglo, 1992) incorpora citas a los poemas sólo publicó Roberto Aizenberg. Diálogos
(pero sólo lo aclara afuera: en notas al pie); con Carlos Barbarito (Fundación Federico
en Viga bajo el agua (Ediciones del Dock, Jorge Klemm, 2001), escribió varios ensa-
1992) utiliza epígrafes y dialoga con ellos yos sobre artistas argentinos, como Mirta
desde el poema, transformándolos. En Kupferminc, Marcelo Pinto, o internacio-
los poemarios posteriores, sin embargo, nales, como Norbert Guthier, que han sido
lo que prevalece es la relación con las ar- publicados en catálogos de sus muestras o
tes visuales; ya no puede citar y entonces en Internet. Autodefinido como “polizon-
transpone lo que serían esas “voces” den- te” de la crítica de arte, Barbarito se aparta
tro de la poesía. Las obras de las que habla del lenguaje técnico para hacer una críti-
pueden ser reales –como una fotografía de ca más accesible en la que aparece una y
Tina Modotti, un cuadro de Frida Kahlo otra vez el cruce con la literatura. No sólo
o de Rothko, la música de John Cage o de porque se vale de autores literarios para
Velvet Underground que utiliza en Piedra hablar sobre arte sino porque sus ensayos
encerrada en piedra (La Plata, Hespérides, –como la poesía– se arman también con
2005) y en La orilla desierta (Costa Rica, descripciones de las obras. Pero no se de-
Andrómeda, 2003)– o pueden ser imá- tiene ahí. En sus críticas reflexiona sobre
genes que nunca fueron creadas. Incluso, los grandes temas presentes en las obras
como en el “Scatterpieces” de Ámsterdam analizadas porque entiende que todo el
(Colombia, Los papeles de Babel, 2004), arte –y no sólo la poesía– es un espacio de
el poema puede convertirse en exposición indagación. El procedimiento se reitera en
de los materiales con los que se elabora una su crítica literaria, especialmente cuando
obra imaginaria. Además de los ya mencio- escribe sobre sus contemporáneos (y no
nados, Barbarito ha publicado los poema- tanto), en sus trabajos sobre Borges, Valéry
rios Meninas/Desnudo y la máscara (Último o Lautreamont. La primera persona –au-
Reino, 1992); El peso de los días (Ediciones tobiográfica, por momentos– permite ins-
Electrónicas Altamira, 1995); La luz y al- taurar un diálogo entre los poetas. Cuando
guna cosa (Último Reino, 1998); Caballos escribe sobre Mercedes Roffé, Hector Ro-
y otros poemas (La Plata, Hojas de Sudesta- sales o Guillermo Pilía, quienes a su vez es-
da, 1990); Parte de entrañas (Arché, 1991); criben sobre él, y a quienes dedica algunos
Desnuda materia (Ediciones del Árbol, de sus poemas, Barbarito habla también de
1999); Puntos de fuga (México, Colectivo sí mismo. Es en sus ensayos sobre los otros
ZonAlta, 2002); Radiación de fondo (Bra- donde surge la reflexión sobre el lugar de
sil, Germina literatura, 2005); Figuras de la poesía actual; la idea de que la poesía no
ojo y sombras (San Sebastián, Bermingham puede sino ser fragmentaria o de que es ne-

• 116 •
BARBIERI B
cesario usar la palabra poética tanto para la y la tipografía. Sumido en la más absoluta
reflexión como para la comunicación. pobreza, decidió volver a Alberti, don-
Barbarito también incursionó en la es- de en 1930 fundaría el periódico Nueva
critura de textos escolares. Junto con María Era, favorable al régimen militar instau-
Pugliese publicó dos libros para la EGB: rado ese mismo año. Durante un viaje a
Buscapistas 1 y Buscapistas 2 (Santiago de Buenos Aires logró publicar un cuento,
Chile, Oxford University Press, 1998). “Vagos”, en el suplemento literario del
Aquí los autores desarrollan una propuesta diario Crítica que dirigían Ulyses Petit de
muy cercana a la del maestro Luis Fortuna- Murat y Jorge Luis Borges. Más tarde, en-
to Iglesias, ya que convierten la escritura de tabló amistad con Juan G. Ferreyra Basso
la experiencia personal en forma de apren- y comenzó a trabajar en un periódico de
dizaje de la lengua, y porque combinan Chivilcoy, donde publicó sus primeros
la palabra escrita con el dibujo con vistas poemas y conoció a León Benarós, re-
a facilitar los procesos de lecto-escritura. conocido poeta de la Generación del 40.
Propuestas pedagógicas aparte, Barbarito Además, se desempeñó como redactor de
apuesta a la integración de la literatura con La Razón, diario en el que escribía una
las artes visuales, incluso en este ámbito. columna de actualidad literaria. En 1934
M.A. se trasladó a Buenos Aires y algunos años
después se mudó a La Plata. En 1939,
BARBIERI, Vicente (Alberti [Buenos quizás en forma tardía, apareció su primer
Aires], 1903 - 1956). Poeta, maestro y libro, Fábula del corazón, bajo influencia
narrador, referente de la Generación ar- de los poetas españoles de la Generación
gentina del 40, la que integró junto a del 27. Mientras tanto, participó de la bo-
otros poetas de estilo neorromántico, hemia literaria en la que lo introdujo su
como Rodolfo Wilcock, Enrique Molina, amigo Octavio Rivas Rooney y fundó y
César Fernández Moreno, Olga Orozco, dirigió, junto a otros jóvenes poetas, la re-
José María Castiñeira de Dios y Jorge vista Hipocampo. Hojas de poesía y arte. Su
Calvetti. Nació en el partido de Alberti, segundo libro, aparecido en 1940, se titu-
provincia de Buenos Aires. Su madre mu- la Árbol total. En 1941 se editó Corazón
rió a los pocos días de su nacimiento y al Oeste, donde incluyó la “Balada del río
su padre lo dejó al cuidado de la propie- salado”, composición de remembranzas
taria de una estancia en la que se crió y infantiles. En 1942, la editorial Sur dio
vivió hasta su adolescencia. Comenzó sus a conocer La columna y el viento. A par-
estudios en Alberti y los prosiguió en la tir de 1941 varios de sus textos se inclu-
localidad de Chivilcoy. Hizo el servicio yeron en el suplemento literario de La
militar en Campo de Mayo, después de Nación, dirigido entonces por Eduardo
lo cual vivió errante entre varias localida- Mallea, como por ejemplo “Oda a Franz
des de las provincias de Buenos Aires y Schubert” y “Corazón al Oeste”. En esos
La Pampa. Durante su vagabundeo, tuvo años se radicó en la Capital Federal y en
diversas ocupaciones: se empleó como 1942 se casó con Irma Ester Nóbile, quien
peón de cuadrilla, cargador de bolsas y lo acompañaría en sus posteriores años de
maestro rural; se inició en el periodismo enfermedad: sufría de tuberculosis desde

• 117 •
B BARBIERI

principios de la década del 40, lo que lo tos emblemáticos sean el Martín Fierro y
obligó a viajar repetidas veces a Córdoba la gauchesca, además de la literatura euro-
para recibir curas, además de verse some- pea, y que las memorias terminen cuando
tido a varias operaciones y tratamientos el personaje llega a la ciudad y descubre los
infructuosos. La reclusión que le impuso avances de la técnica. Por otro lado, la no-
ese mal no le impidió seguir escribiendo vela Desenlace de Endimión está compuesta
en forma prolífica. En esos años publicó de estampas poéticas cuyo tema es la coti-
La columna del viento; Número impar; dianidad urbana percibida desde el punto
Anillo de sal y El bailarín. Asimismo, en de vista del recién llegado. Nuevamente,
1948 recibió la honorífica visita de Juan entre sus rasgos más sobresalientes, puede
Ramón Jiménez quien, junto con su es- notarse un sentimiento de melancolía e
posa y algunos poetas jóvenes, concurrió a irrealidad. Dejó inédita la novela El intru-
su casa de la Avenida Alem al 500, donde so, de género policial fantástico. Además de
permanecía postrado. Dirigió durante un sus textos infantiles, entre los que se cuen-
período la revista El Hogar y fundó, diri- tan El libro de las mil cosas y una traduc-
gió y redactó la revista de poesía Reseñas, ción de Las aventuras de Pinocho, de Carlo
además de ser director de una colección Collodi, escribió una obra teatral titulada
de libros de poesía. Fue presidente de la Facundo en la Ciudadela, que fue estrenada
SADE en 1955, antes de su fallecimiento en 1956 con dirección de Orestes Caviglia
en septiembre de 1956. por la Compañía Nacional, a cuyos ensa-
En 1971, Emecé publicó sus obras yos pudo asistir. Los críticos han observado
completas, con selección y comentarios la semejanza de su poesía con la de uno de
del poeta Carlos Mastronardi y el crítico sus contemporáneos, Carlos Mastronardi,
Juan Carlos Ghiano, incluyendo varios de que también formó parte de la Generación
sus textos que permanecían inéditos. Por del 40. Ha sido considerado maestro en el
otro lado, en 1957 se reeditó La balada del arte de la poesía monocorde y melancólica.
río Salado en forma de plaquette con ilus- El tono laudatorio de sus composiciones
traciones de Juan Battle Planas. Con res- poéticas se traslada sin solución de conti-
pecto a su creación en prosa, las memorias nuidad a sus textos en prosa. La sobrecarga
de sus primeros años, tituladas El río dis- de imágenes, los paisajes oscuros con reso-
tante. Relatos de una infancia, dedicadas a nancias mitológicas y la soledad del sujeto
su provincia natal, sobresalen por la solidez que canta su abandono inundan de opaci-
con la que el yo autoral traza la red de in- dad tanto sus versos como su obra prosís-
fluencias literarias de sus lecturas de niñez tica. La infancia aparece frecuentemente al
y juventud. Además, pinta el ambiente sór- ritmo de la danza melancólica y del trans-
dido de abandono del sujeto mediante el currir cíclico de la vida propia del ámbito
tono nostálgico y elegíaco respecto del pa- rural. El paisaje resulta exaltado hasta eri-
sado. Sin restar precisión formal, la prosa girse como un personaje más (un ejemplo
se vuelve golosa a medida que profundiza clave es el río Salado) o como un espejo
en las imágenes melancólicas y en la pin- que refleja la vida emocional del sujeto,
tura del mundo campesino de la estancia cuyas resonancias difieren de las suscitadas
La Azotea. No es casual que los intertex- por el paisaje urbano. La omnipresencia de

• 118 •
BARCIA B
las imágenes oníricas ha sido interpretada notas escritas hacia la década de 1960, so-
por algunos críticos como una proximidad bre el dramaturgo y compositor de tangos
con la estética surrealista. Por su interés en Enrique Santos Discépolo–; El lunfardo de
el paisaje pampeano y sus personajes rústi- Buenos Aires (1973), Diccionario hípico:
cos ha sido llamado el “lírico de la llanura voces y expresiones rioplatenses (1978); Las
bonaerense”. voces del tango (1978); Tangos, tangueros y
tangocosas (1979); Testimonios y experien-
Obra de Vicente Barbieri cias de un cronista policial porteño (1979);
Poesía: Fábula del corazón (1939); Corazón al Primer diccionario gardeliano (1985).
Oeste (1941); Cuerpo austral (1945); El Pau. Cro.
bailarín (1953); Nacarid Mary Glynor
(1939); Árbol total (1940); El bosque Barcia, Pedro Luis (Gualeguaychú
persuasivo (1941); La columna y el vien- [Entre Ríos], 1939). Profesor en la UNLP
to (1942); Numero impar (1943); Cabe- y la Universidad Austral e investigador
za yacente (1945); Anillo de sal (1946); del Conicet, es actualmente presidente
Obra poética (1961); Tareas tristes y otros de la AAL y miembro correspondiente de
poemas (1967). s la Real Academia Española. Sus vínculos
Prosa: El río distante. Relatos de una infan- institucionales le han valido, además de
cia (Losada, 1945); Fernández Moreno varios doctorados Honoris Causa, la pu-
(1945); Desenlace de Endimión (1951); blicación de la mayor parte de sus libros:
El intruso (1958). Lugones y el ultraísmo (UNLP, 1966); Pedro
Teatro: Facundo en la ciudadela (1956). Henríquez Ureña y la Argentina (Secretaría
ensayo: su extensa labor en este ámbito, apa- de Educación de la República Dominicana,
recida en periódicos, fue publicada por 1994); Ángel J. Battistessa. Semblanza y
la UNLP en 1970 con el título de Prosas bibliografía (Secretaría de Cultura del
dispersas de Vicente Barbieri. Arzobispado de Buenos Aires, 1994); El
A.J. nicaragüense Tomás de Rocamora, fundador
+ Benarós, León, Mastronardi, Carlos. y gobernador de pueblos en el Río de la Plata
(Embajada de Nicaragua en la Argentina,
BARCIA, José (Buenos Aires, 1911 - 1995); Shakespeare en la Argentina (UNLP,
1985). Periodista y ensayista especializado 1996); Rubén Darío, entre el tango y el
en lexicología. Fue director del periódico lunfardo (Consulado del Uruguay en
Noticias Gráficas y cronista policial y de turf. Nicaragua, 1997); Historia de la historio-
En 1962 asumió como primer director de grafía literaria argentina (Pasco, 1999);
la Academia Porteña del Lunfardo –insti- Fray Luis de Tejeda y Guzmán, primer poe-
tución dedicada al estudio del habla popu- ta argentino (AAL, 2005); La lengua en los
lar–, cargo que ocupó hasta 1981. Desde nuevos medios electrónicos (AAL, 2007); No
allí se abocó a la sistematización, valora- seamos ingenuos. Manual de lectura inteli-
ción y difusión de la cultura popular pote- gente de los medios (Santillana, 2008).
ña. Su trabajo periodístico y de investiga- Desde 2000, ha participado de la redac-
ción quedó plasmado en Entraña de Buenos ción de diccionarios y vocabularios de la
Aires (1969); Discepolín (1971) –que reúne AAL sobre el español hablado en nuestro

• 119 •
B BAREI

país. Ha publicado también un gran nú- Brudny, Mónica D’Uva, Mónica Efron y
mero de artículos y ediciones críticas de Graciela Fernández Alaimo, entre otras.
autores argentinos y latinoamericanos, Publicó la novela Las camisas de bra-
entre las que cabe destacar la recopilación mante (Nusud, 1994), basada en una in-
de varios de los escritos inéditos de Rubén vestigación sobre el asentamiento de un
Darío: Escritos dispersos de Rubén Darío grupo de inmigrantes dentro del matadero
(UNLP, 1968/1977); Edición crítica de la de la ciudad de Buenos Aires, y el libro de
Marcha triunfal de Darío; Prosas profanas cuentos El más allá de las damas (Nusud,
de Darío; y Las repúblicas hispanoamerica- 2004), serie de relatos que tienen como
nas (Embajada de Nicaragua en la Argenti- escenario el teatro Colón y articulados a
na, 1995-1997). partir de fragmentos de La Bohème. Ha
L.M.K. escrito, además, la novela inédita El resto
fue sombra.
BAREI, Silvia (San Francisco [Córdoba], F.N.
1950). Docente de la Universidad de
Córdoba, ensayista y poeta, además de in- Barletta, Leónidas (Buenos Aires,
vestigadora de temas de literatura y cultura 1902 - 1975). Nació en Barrio Norte, en
latinoamericanas, en especial en el campo “una casa pobre de un barrio rico” –de
de la crítica literaria. Entre sus libros de acuerdo con su propia definición–, que
ensayos destacan: Córdoba y su literatu- albergaba a una familia de inmigrantes
ra (Colihue, 1982); Literatura e industria provenientes de Potenza, Italia meridional.
cultural. Del folletín al best seller (Córdoba, Barletta quedó huérfano de madre a los 7
Alción, 1988); De la escritura y sus fronteras años y por largos años su padre los dejó, a
(Córdoba, Alción, 1991); Teoría de la críti- él y a sus hermanas, al cuidado de la abuela
ca (Córdoba, Alción, 1998); Borges y la crí- paterna, según relata Raúl Larra.1 No ter-
tica literaria (Madrid, Tauro, 1999); Texto minó la escuela secundaria y empezó a tra-
y discurso: recorridos teóricos (Córdoba, bajar muy joven; entre sus múltiples oficios
Epoké, 2001) y Reversos de la palabra. se cuenta el de despachante de aduana en
Poesía y vida cotidiana (Ferreira Editor, el puerto de La Boca entre 1924 y 1937,
2005). Participó en varias ediciones grupa- en paralelo con el inicio y desarrollo de sus
les de poesía, que recopilan poemas de Que actividades literarias y teatrales.
no quiebre el conjuro la palabra (Córdoba, Barletta perteneció desde sus inicios al
Alción, 1992) y De humana condición Grupo de Boedo, armado en torno a la
(Córdoba, Alción, 1996). actividad editorial del socialista español
D.M. Antonio Zamora. Colaboró activamen-
te en la segunda época de Los pensadores
Barletta, Angélica (Buenos Aires, (1924-1926), cuando pasó de ser un mero
1946). Maestra y arquitecta, integró el órgano de difusión de las grandes obras
Consejo de Redacción de la revista El de la literatura universal a transformarse
Desierto y el grupo cooperativo de la en una revista interesada en “arte, crítica
Editorial Nusud, integrado por María
1.  Larra, R., Leónidas Barletta, el hombre de la
Cristina Santiago, Delia Lavedán, Paula
campana, Buenos Aires, Conducta, 1978.

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BARLETTA B
y literatura”. Más adelante, junto a César o a un maniqueísmo básico que transfor-
Tiempo (seud. de Israel Zeitlin), fue secre- ma sus obras en un producto ideológico
tario de redacción de su sucesora, Claridad más propio “de un reformismo que de la
(1926-1941), que agregaba a sus intereses revolución”, en una expresión más cercana
literarios y artísticos la misión de ser una del “inconformismo antiburgués que [a] la
“tribuna de pensamiento izquierdista”, se- expresión de la lucha del proletariado en
gún rezaba su título. Desde ese lugar, fue sentido histórico”.1 Barletta escribió direc-
también uno de los protagonistas de la tamente “al calor de Boedo” (aunque la in-
encendida polémica con los jóvenes del fluencia de esos primeros años perduraría
Grupo de Florida, agrupados en torno a en su producción posterior), los poemas de
publicaciones como Martín Fierro y Proa. Canciones agrias (Tomás J. Scaglia, 1923),
En el ensayo Boedo y Florida: una versión las colecciones de Cuentos realistas (Glei-
distinta (Metrópolis, 1967), Barletta sinte- zer, 1923), Los pobres (Claridad, 1925) y
tizó –años después– la discusión que había las novelas Vientres trágicos (Tor, 1924),
dividido a la llamada Generación del 22: María Fernanda (Tor, 1924), Vidas perdi-
“los de Florida querían la revolución del das (Tor, 1926) y Royal circo (Tor, 1926).
arte, y nosotros buscábamos el arte para la Esta última, un éxito de ventas que recibió
revolución” (p. 19) y rescató los resultados en 1927 el Premio Municipal, es –según
positivos de la polémica: “Los de Boedo observa Beatriz Sarlo– un proyecto “a la
se aplicaron a escribir cada vez mejor y los vez ficcional y didáctico”, que agrega al
de Florida fueron comprendiendo que no realismo piadoso propio de Boedo algunos
podían permanecer ajenos a la política. tópicos de la novela sentimental tan popu-
Pero el beneficio más importante fue que lar en la época.2 Para ello, Barletta narra
la querella llegó a apasionar a la gente y la historia de los trabajadores de un circo
surgió una literatura argentina y una masa (equilibristas, payasos, contorsionistas)
de lectores hasta entonces inexistentes” que, a la vez, son excepcionales por sus ha-
(pp. 41-42). bilidades y miserables por la clase social a
Las obras del grupo de Boedo denun- la que pertenecen. La novela sigue minu-
cian la infelicidad, los fracasos, las mise- ciosamente las peripecias de los distintos
rias, la desigualdad social y la explotación personajes que, víctimas del sistema social
que sufren los pobres y los marginados. que los oprime, o bien sucumben a un (es-
Sus influencias incluyen a representantes perable) destino sórdido, o bien conservan
de la literatura social del 900, que habían sentimientos puros que no se condicen con
mantenido relaciones con el anarquismo su entorno. Aquellos que se mantienen fie-
o el socialismo (como Florencio Sánchez, les a sus afectos y sus convicciones, al final
Roberto Payró y Evaristo Carriego), ade- son recompensados con un happy ending,
más de otros escritores anarquistas (como proponiendo así una salida a la miseria y
Rafael Barrett) o realistas (como Manuel
Gálvez) y, desde ya, la literatura rusa y 1.  Giordano, C., Oficio de viento y sombra,
naturalista francesa. A menudo, la ideali- Catanzaro, Rubettino, 2002, p.133.
zación de los personajes de clase baja con- 2.  Sarlo, B., Una modernidad periférica:
Buenos Aires 1920-1930, Buenos Aires, Nueva
duce a los escritores de Boedo a la piedad
Visión, 1988, p. 196.

• 121 •
B BARLETTA

la opresión, en una moraleja que busca la arte en general, con el objeto de propender
inmediata identificación con el lector. a la elevación espiritual de nuestro pue-
La misma finalidad didáctica se advierte blo”, de acuerdo con el acta fundacional de
en otra de las grandes empresas de Barletta, la institución. Barletta defendió estos pos-
el Teatro del Pueblo, que se inauguró el tulados no sólo en su praxis concreta, sino
30 de noviembre de 1930 con Comedieta también en la revista Metrópolis (1931-
burguesa, de Álvaro Yunque, y Títeres de 1932), inaugurada casi simultáneamente
pies ligeros, de Ezequiel Martínez Estrada. con el Teatro del Pueblo. Si bien entendía
Barletta ya había intervenido previamente la labor dramática como un apostolado en
en las experiencias pioneras Teatro Libre favor del proletariado, Barletta se opuso a
(1926) y Teatro Experimental Argentino que el Teatro del Pueblo tuviera un sesgo
(1928), en las que también participaron partidista y mantuvo su independencia po-
otros escritores de Boedo, como Álvaro lítica. Su concepción pedagógica del teatro
Yunque o Elías Castelnuovo, junto con ar- (“El teatro es la más alta escuela de la hu-
tistas plásticos y actores. manidad”, declaró públicamente en 1964)
La primera sede estable del Teatro del explica también por qué se oponía al sai-
Pueblo se encontraba en la todavía angosta nete, género poco edificante, al igual que
calle Corrientes; luego, a causa de sucesi- su reivindicación de Roberto Arlt como
vos desalojos, deambularía por varios loca- el dramaturgo argentino por excelencia,
les del centro hasta recalar en 1943 en su en desmedro de Armando Discépolo. De
dirección más emblemática: el subsuelo de hecho, Barletta adaptó para la escena un
Diagonal Norte 943. Desde los inicios, el fragmento de Los siete locos (“El humilla-
Teatro del Pueblo, cuya dirección Barletta do”, 1932) y así convenció a Arlt para que
conservaría desde 1931 hasta su muerte, se escribiera teatro; por esa razón, casi toda
opuso radicalmente al “teatro comercial”. la producción dramática arltiana se estrenó
Por un lado, funcionaba como una autén- en el Teatro del Pueblo. Entre las obras de
tica cooperativa: las escasas ganancias se Barletta vinculadas con el teatro se cuen-
repartían equitativamente entre todos los tan Odio (Tor, 1933); Los duendes del bos-
trabajadores, que compartían las más di- que (Kapelusz, 1946; teatro para niños);
versas labores. Allí Barletta obtuvo su apo- La edad del trapo (Ariadna, 1956); Viejo
do más colorido –“el hombre de la campa- y nuevo teatro (Futuro, 1960); Manual del
na”–, ya que era quien avisaba al público actor (Teatro del Pueblo, 1961) y Manual
del comienzo de la función. Por otro lado, del Director (Stilcograf, 1969). Nunca fue-
el Teatro del Pueblo privilegiaba la drama- ron editadas otras obras suyas estrenadas
turgia nacional: si bien representó también en el Teatro del Pueblo, como A las 6.20 de
obras de grandes autores extranjeros, allí la mañana (1968) ni Sálvese quien pueda
estrenaron sus piezas Raúl González Tu- (1974). Barletta también escribió y dirigió
ñón, Nicolás Olivari, Ezequiel Martínez la película Los afincaos (1941), con el elen-
Estrada, Eduardo González Lanuza y Ro- co del Teatro del Pueblo.
berto Arlt, entre otros. Por último, y no Otro aspecto de la actividad intelectual
menos importante, se cobraba una entrada de Barletta que merece ser resaltado es el
muy accesible, para “llevar a las masas el periodismo. Más allá de la dirección, ya

• 122 •
BARÓN BIZA B
reseñada, de diversas revistas literarias y Cuento de hadas. La mesa (Editorial Puma,
culturales, y de sus colaboraciones ocasio- 1954; “La flor” ganó el Premio “Alfonso
nales en medios masivos como La Prensa, Hernández Cata” al mejor cuentista ame-
se destaca la labor periodística que llevó a ricano en Cuba, 1947); Cuentos del hombre
cabo con los semanarios político-culturales que le daba de comer a su sombra (Futuro,
Conducta (1938-1943) y, sobre todo, en 1957); Nuevos cuentos (Teatro del Pueblo,
Propósitos, que fundó en 1952 y dirigió 1963). Por su parte, el listado de las novelas
hasta su muerte (éste llegó a tirar 100.000 de Barletta se completa con: Vigilia por una
ejemplares por número). Barletta fue un pasión (Rañó, 1932); La vida (s/e, 1933);
decidido opositor a Perón, primero como Sobrevivientes (Nuestra Novela, 1941);
presidente de la SADE, entre 1946 y 1948, La ciudad de un hombre (Santiago Rueda,
y luego desde Propósitos. Sin embargo, se 1943); El barco en la botella (Sudameri-
opuso igualmente a las políticas de la Re- cana, 1945); Pájaros negros (Tor, 1946);
volución Libertadora. De hecho, Propósitos Historia de perros (Losada, 1951; Faja de
fue el primer medio en denunciar, en di- Honor de la SADE, 1950); De espaldas a
ciembre de 1956, la masacre de José León la luna (Platina, 1964); Novela (Talleres
Suárez, al publicar la investigación prelimi- de COGTAL, 1967); Aunque llueva (Me-
nar de Rodolfo Walsh que luego daría lu- trópolis, 1970) y Un señor de levita (novela
gar a Operación masacre. Esta actitud poco de Barrio Norte) (Metrópolis, 1972), a las
complaciente con el poder le significó cár- que se deben agregar, además, una serie de
cel, persecuciones y clausuras, incluyendo ensayos: El amor en la vida y en la obra de
varios cambios obligados de nombre para Juan Pedro Calou (Tor, 1928); Destino ca-
la publicación que presidía, que pasó a lla- bal de la obra de Lope de Vega (Teatro del
marse Las ciento y una (1959), Conducta Pueblo, 1936); Las mujeres en la expedición
(1959-1960), Principios (1961-1962) y de Mendoza (s/e, 1937) y Primer cielo de
Presente (1962-1963), para finalmente re- Buenos Aires (Goyanarte, 1960).
cuperar Propósitos (1963-1976). L.M.K.
En cuanto al resto de la vasta obra de + Castelnuovo, Elías; Yunque, Álvaro.
Barletta, pueden mencionarse libros de
poesía como Los destinos humildes (La BARÓN BIZA, Jorge (Córdoba, 1942 -
Pajarita, 1938); Rada (s/e, 1943); Aire de 09/09/2001). Escritor, periodista y docen-
proa (Amigos de Conducta, 1960); Oda al te, hijo de Raúl Barón Biza y Rosa Clotilde
Paraná (Teatro del Pueblo, 1965-1966); Sabattini. Su familia vivió un episodio trá-
Canción de cuna (Teatro del Pueblo, 1966); gico cuando su padre arrojó ácido sobre la
Lengua de pájaro (Rot & Denis, 1967) y cara de su esposa, tras lo cual se suicidó. De
Todo el Riachuelo (Metrópolis, 1972), al este modo comienza su novela El desierto y
igual que las colecciones de cuentos Relatos su semilla (Simurg, 1998): con el relato de
de otros tiempos y destas tierras (s/e, 1936); su madre camino al hospital y el lento y
Cómo naufragó el capitán Olssen (Conduc- doloroso proceso de reconstrucción de su
ta, 1942); La señora Enriqueta y su ramito rostro. “El libro fue bien recibido, sí. Pero
(Sociedad Impresora Americana, 1943); se leyó mucho lo autobiográfico y el su-
La felicidad gris (Corinto, 1945); La flor. frimiento no legitima la literatura. Lo que

• 123 •
B BARÓN BIZA

legitima la literatura es el texto”, declaró Cristina como Jorge se suicidaron, al igual


Barón Biza en una entrevista a Página/30. que sus padres.
Como periodista, fue asiduo colabora- Publicó novelas, cuentos y ensayos po-
dor, entre otros medios, del suplemento líticos: Del ensueño (1917); Alma y carne
“Radar” de Página/12 y de los periódicos de mujer (novela, 1923); Margot (novela,
cordobeses La Voz del Interior, Página Cór- 1923); Risas, lágrimas y sedas (cuentos que
doba y Adiario. Parte de las notas publica- llevan el subtítulo “De la vida inquie-
das en estos últimos medios forman parte ta”, 1924); Por qué me hice revolucionario
del libro que escribió en colaboración con (ensayo político de corte autobiográfico,
Rosita Halac, Los cordobeses en el fin del mi- 1933); El derecho de matar (novela, 1934);
lenio (1999). Punto final (novela, 1942); Lepra (novela,
Alguna vez declaró: “Me formé en co- 1943); La gran mentira (ensayo, 1949);
legios, bares, redacciones, manicomios y Todo estaba sucio (novela, 1963), además
museos de Buenos Aires, Friburgo del Sa- de la anunciada Gusanolandia (finalmente
rine, Rosario, Villa María, La Falda, Mon- Gusanos, 1935), reservada a la condición
tevideo, Milán y Nueva York. Empecé a es- de obra post mortem y sindicada de “trage-
cribir muy tarde. Tal vez porque temía que dia aeronáutica”, acaso debido a la obse-
me confundieran con mi padre, él mismo sión del autor por la posibilidad de que el
un escritor notable. Ahora tengo un cierto accidente en que murió su primera esposa
apuro. Tengo 57 años y no gozo de buena hubiera sido en verdad un atentado.
salud”. Dos años más tarde se arrojaría de Punto final fue juzgada por obsceni-
un piso doce, poniéndole punto final a su dad. Se trata de una obra provocativa,
vida. Al igual que su padre, su hermana y que se inicia con un epígrafe en el cual
su madre, el destino de Jorge Barón Biza queda establecido que “la pornografía de
fue el suicidio. En el año 2010, Martín los libros está en proporción a la degene-
Albornoz recopiló su obra ensayística y ración del cerebro del lector” y que lle-
periodística en el volumen Por dentro todo va una “Presentación del autor” a cargo
está permitido (Caja negra/ CCEBA). del probable seudónimo Max Hoxber en
J.I.C.Q el que consta que en la estancia de Alta
+ Barón Biza, Raúl. Gracia un sirviente negro “completaba
la decoración colonial del ambiente” (p.
BARÓN BIZA, Raúl (Buenos Aires, 9). Pese a que el libro se inicia con una
1899 - 1964). Escritor nacido en Buenos “Carta al hijo” cuyo desideratum consiste
Aires y radicado ocasionalmente en la pro- en “Dejar a nuestros hijos más libertad de
vincia de Córdoba en su estancia, militante la que hemos recibido” (p. 17), la ciudad
del radicalismo sabattinista hasta que raptó de Malos Aires –en la que transcurren los
a la hija del inminente gobernador cordo- hechos– se caracteriza por un demiurgo
bés, Rosa Clotilde Sabattini, con quien castigador que esteriliza a los humanos.
tuvo tres hijos (uno de ellos, el escritor Las ilustraciones de A. Rosendo contri-
Jorge Barón Biza, autor de una novela au- buyen a generar un clima desolador en
tobiográfica donde relata la historia fami- el que resuenan ciertas consideraciones
liar, El desierto y su semilla). Tanto María nietzscheanas en torno a la moral: “Es

• 124 •
BARRANCOS B
un arma de los hipócritas. La moral es la mo individualista devoto del nihilismo,
mentira de los incapaces” (p. 34). próximo a Nietzsche en su concepción
Acaso para su popularidad sea más im- moral aunque no en el estilo moralizador
portante que su escritura (una rareza para que desmiente tal adhesión para condenar
las décadas de 1930 y 1940 en el transcur- duramente el aborto y promover una rígi-
so de las cuales que publica la mayoría de da distinción entre la mujer en tanto hem-
sus libros), la figura de millonario excén- bra provocadora y la madre como objeto
trico, autor de dos hechos extraordinarios: de veneración.
la construcción de un mausoleo de 82 M.C.
metros de altura en Alta Gracia para los + Barón Biza, Jorge; Ferrer, Christian.
restos de su primera mujer, carbonizada en
un accidente de aviación (la austríaca Rosa Barrancos, Dora (La Pampa,
Martha Rossi Hoffmann, conocida como 1940). Socióloga, historiadora, investiga-
actriz con el nombre de Myriam Stefford), dora del Conicet, ex diputada de la ciudad
y el acto criminal de echar sobre el rostro de Buenos Aires, experta en educación y en
de su segunda cónyuge ácido clorhídrico, estudios de género. Los orígenes del movi-
deformando su cara y terminando así con miento obrero argentino, las luchas de las
su fama de beldad. mujeres para abrirse paso en la sociedad
Barón Biza se ufanaba de haber sido patriarcal y el aporte de las organizaciones
excomulgado por la publicación de El de- políticas libertarias constituyen los tópicos
recho de matar (cuya tirada, de 5.000 ejem- a partir de los cuales desarrolla la frenéti-
plares, fue incautada por el gobierno), en ca escritura de su obra. Milita en las filas
cuya portada llevaba una calavera con una de la llamada “Tendencia Revolucionaria”
guadaña que chorrea sangre. El mito que se del peronismo entre los años 1969 y 1973.
organizó a su alrededor a partir de aquel 16 Más tarde, el exilio. Ya en 1987 publica dos
de agosto de 1964 en que arruinó la vida artículos en el Boletín del Centro de Estudios
de la hija de Amadeo Sabattini y decidió e Investigaciones Laborales (nº 16): “Las
matarse llevó a algunos autores a escribir ‘lecturas comentadas’: un dispositivo para
biografías como las que se dieron a cono- la formación de la conciencia contestataria
cer en 2007, una firmada por el ensayista entre 1914-1930” y “Niños proselitistas de
Christian Ferrer y la otra por la periodista las vanguardias obreras”. En 1990, aparece
Candelaria de la Sota. su primera obra orgánica: Anarquismo, edu-
La militancia radical de Barón Biza cación y costumbres en la Argentina de princi-
–que consta en su libro Por qué me hice re- pios de siglo (Contrapunto, 1990), en la que
volucionario– le deparó algunos encarcela- analiza la evolución del anarco-comunismo
mientos y un entusiasmo por el alzamiento argentino, la influencia de los emigrados
del coronel Gregorio Pomar en Paso de los franceses de la Comuna de París en el mo-
Libres contra el gobierno del general Agus- delo cultural del mismo y sus aportes fun-
tín P. Justo. Apartado de la política a partir damentales: la educación racionalista, el
de su segundo matrimonio, dio a conocer ideario del amor libre y los postulados fe-
obras de inspiración stirneriana y schopen- ministas. El mismo año publica sus ensayos:
haueriana en que se advierte un anarquis- “Anarquismo y sexualidad”, en el volumen

• 125 •
B BARRANCOS

compilado por Diego Armus, Mundo ur- También colabora en Identità degli ita-
bano y cultura popular. Estudios de historia liani in Argentina. Reti sociali-famiglia-
social argentina (Sudamericana, 1990, pp. lavoro e identità degli italiani in Argenti-
15-37) y “Organización obrera y forma- na, Consiglio Nazionale delle Richerche,
ción laboral a principios de siglo: los ma- Roma y CEMLA (Gianfausto Rosoli ed.,
quinistas ferroviarios, los trabajadores grá- 1993) con el artículo: “Vita materiale e
ficos”, en Programa UTN, Sindicatos / OIT battaglia ideologica nel quartiere della
/ Organización Ebert (AA.VV., Secretaría Boca (1880-1930)”. En 1994 publica
de Extensión Universitaria, UTN, 1990). “Entre la celebración y el escarnio: mu-
Al año siguiente, aparece Educación, jeres contestatarias, 1890-1900”, en Mu-
cultura y trabajadores: 1890-1930 (CEAL, jeres y cultura en la Argentina del siglo XIX
1991), en el que agrupa una serie de tra- (Seminaria, pp.185-195). Al año siguien-
bajos de investigación sobre los aportes te incluye dos artículos en la compilación
del socialismo argentino a la cultura y de María del Carmen Anaiz, Movimien-
la educación, en su afán de complemen- tos sociales en la Argentina, Brasil y Chile,
tariedad con la iniciativa del Estado, en 1880-1930 (Biblos, 1995): “Historia del
contra de la intervención de la Iglesia y socialismo argentino, 1880-1930” (pp.
a favor de la construcción de bibliotecas 51-76) y “El proyecto de ‘Extensión Uni-
populares y escuelas para los obreros. De versitaria’ en la Argentina: el movimiento
marzo de ese mismo año es una colabora- obrero entre 1909 y 1918” (pp. 77-112).
ción para el Boletín del CEIL (nº 18-19, En 1996, publica La escena iluminada:
1991): “Una omisión de la historiogra- ciencias para trabajadores, 1890-1930
fía argentina hasta la década de 1980: la (Plus Ultra), versión ampliada de aquel
cultura y educación de las clases trabaja- que la acredita como Doctora en Ciencias
doras”, y para la revista Estudios Sociales Humanas en Historia por la Universidad
(nº 1, 1991): “Contraconcepcionalidad Estadual de Campinas (Brasil), país en el
y aborto en la década de 1920: proble- que vive exiliada entre 1977 y 1984. En él
ma privado y cuestión pública”. En 1993 da cuenta de los esfuerzos del socialismo
edita Historia y género (CEAL), en el que por alcanzar la divulgación científica en-
compila una serie de ensayos de otros in- tre las masas. Ese mismo año publica tam-
vestigadores. En la introducción, a su car- bién: “Problemas de la historia cultural;
go, plantea que “la teoría marxista de la triangulación y multimétodos”, en His-
historia –una de las más sólidas e incisivas toria de la educación en debate (AA.VV.,
narrativas de la modernidad– fue conmo- Miño y Dávila, pp. 147-169). En 1997
vida en sus propias entrañas [...] por las incluye “Socialistas y la suplementación
contribuciones de la ‘historia de las muje- de la escuela pública: la asociación de bi-
res’” (p. 7). El mismo año, con “Resisten- bliotecas y recreos infantiles”, en la obra
cia y negociación: el movimiento obrero compilada por Graciela Morgade, Mujeres
argentino desde sus orígenes hasta 1930”, en la educación: género y docencia en la Ar-
colabora en el libro compilado por Omar gentina, 1870-1930 (Miño y Dávila, pp.
Moreno: Desafíos para el sindicalismo en 130-150). De 1999 es un “Comentario”
la Argentina (Legasa, 1993, pp. 31-47). sobre comunicaciones alrededor de obje-

• 126 •
BARRANCOS B
tos culturales de la vida cotidiana, en la tivas y debates sobre reproducción en el
sección “Ideas” de La Argentina del siglo primer peronismo (1946-1952)”, en el
XX, de Carlos Altamirano (Bernal, UNQ, volumen compilado por Mario Boleda y
pp. 257-260). El mismo año también María Cecilia Mercado Herrera, Semina-
escribe: “Moral sexual, sexualidad y mu- rio sobre población y sociedad (SEPOSAL)
jeres trabajadoras en el período de entre- 2000 (Salta, Asociación Argentino-Chile-
guerras”, en la obra dirigida por Fernando na de Estudios Históricos e Integración
Devoto y Marta Moreno: Historia de la Cultural / GREDES-UNSA, 2002). En
vida privada en la Argentina: la Argenti- este último, intenta mostrar que durante
na entre multitudes y sociedades, de los años el primer peronismo se desarrollaron po-
treinta a la actualidad (Taurus, 1999, t. líticas de protección a la maternidad y la
III, pp. 199-224). En 2000, en Historia infancia, que contrastaron decididamente
de las mujeres en la Argentina (Taurus, t. con la orientación “pro natalista” de los
I, pp. 111-129), incluye “Inferioridad regímenes totalitarios europeos. En 2003
jurídica y encierro doméstico”, artícu- escribe el prólogo de Femenino, masculino:
lo en el que demuestra el sometimiento las relaciones intergenéricas en textos ingle-
de las mujeres instituido por el Códi- ses de los siglos XVIII y XIX (Bahía Blanca,
go Civil de Dalmacio Vélez Sarsfield. Y Universidad Nacional del Sur). En 2005
analiza el caso extremo de Amalia Pelliza llega el turno de: “¡Niñas, niños, ustedes
Pueyrredón de Durand, esposa del Dr. serán el cambio! La militancia precoz de
Carlos Durán. De ese mismo año es un las vanguardias obreras, 1898-1910”, en
breve ensayo referido a la participación la revista Todo es Historia (nº 457, agos-
de las tres únicas mujeres (todas argenti- to de 2005, pp. 6-16). Y en colaboración
nas) en el XVII Congreso Internacional con Ricardo Ceppi: “Sexo-s en el lupanar.
de Americanistas, en la Buenos Aires de Un documento fotográfico (ca. 1940)”,
1910, titulado: “Itinerarios científicos fe- en Cuadernos PAGU, UNICAMP, Brasil
meninos a principios de siglo XX: solas (Campinas, nº 25, julio-diciembre 2005,
pero no resignadas”, en la obra compila- pp. 357-390). En 2006, se edita su con-
da por Marcelo Montserrat: La ciencia en ferencia “Equidad de género” en Curso
la Argentina entre siglos: textos, contextos e de especialización en derechos humanos
instituciones (Manantial, 2000, pp. 127- (Buenos Aires, Ministerio de Defensa,
144). “La vida cotidiana”, en el tomo V pp. 271-292). También cumple la tarea
de Nueva historia argentina, titulado: “El de coordinación, junto con Asunción La-
progreso, la modernización y sus límites” vrin y Gabriela Cano, de la voluminosa
(Sudamericana, 2000, pp. 553-601). En Historia de las mujeres en España y Amé-
2002 edita Inclusión/exclusión, historia con rica Latina, bajo la dirección general de
mujeres (FCE), donde desarrolla la idea de Isabel Morant (Madrid, Cátedra, 2006,
un juego pendular que compensa la mar- 4 tomos). En 2007 publica el monumen-
ginación con celebraciones y rituales hacia tal Mujeres en la sociedad argentina, una
las mujeres, necesario para comprender la historia de cinco siglos (Sudamericana), en
subordinación a la que se las somete. Y la que realiza, entre otros, un análisis del
un artículo de cierta relevancia: “Inicia- estereotipo femenino desde el siglo XIX a

• 127 •
B BARRELLA

la revolución historiográfica de la última distintas historias sencillas mezclan la di-


mitad del siglo XX. Colabora, el mismo mensión animal con la humana (zoomor-
año, en Población y bienestar en la Argenti- fismo): hombres que devienen pájaros,
na del primero al segundo Centenario. Una pájaros que asumen características huma-
historia social del siglo XX, obra compila- nas. Relación en la que, sin embargo, lo
da por Susana Torrado, con el artículo: metafórico queda anulado.
“Contrapuntos entre sexualidad y repro- P.P.
ducción” (Edhasa). Su trabajo: “Maestras,
librepensadoras y feministas en la Argen- BARRENECHEA, Ana María (Bue­
tina, 1900-1912”, aparece en la pionera nos Aires, 06/03/1913). Crítica literaria,
Historia de los intelectuales en América cursó sus estudios terciarios en el Instituto
Latina (Katz Editores, pp. 465-491), di- Superior del Profesorado y luego ingresó
rigida por Carlos Altamirano, en agosto en el ámbito universitario, doctorándo-
de 2008. En septiembre, sale a la luz su se en Columbia University con una tesis
–hasta ahora– última obra: Mujeres, entre sobre Jorge Luis Borges, dirigida por el fi-
la casa y la plaza (Sudamericana). lósofo español José Ferrater Mora. Desde
P.C. la academia, Barrenechea dio a conocer
la obra narrativa de su amigo y compañe-
Barrella, Sandro (Buenos Aires, ro de generación Julio Cortázar, quien le
1967). Poeta, periodista cultural y libre- donó los originales de su novela Rayuela
ro. Colabora en el suplemento cultural (1962), con los cuales la crítica organizó
“ADN” del diario La Nación y en el del el Cuaderno de bitácora de Rayuela, obra
diario El País de Montevideo. Se desta- fundamental para entender el proceso de
can sus reseñas de libros de poesía y de composición de un texto que ocuparía
obras de poetas, en donde apela a una en la historia literaria el raro privilegio de
formación intelectual que trasciende las ser la primera muestra del llamado boom
apreciaciones instintivas e instala una latinoamericano. Su interés por Cortázar
descripción más apegada al orden teóri- forma parte de una fascinación mayor, la
co-experiencial de la literatura. Publicó de la literatura fantástica. En este aspecto,
los libros de poesía: El álbum de Pascal Barrenechea fue pionera al escribir en co-
(Último Reino, 1996) y El golf (Córdoba, laboración con Emma Speratti Piñero un
Alción, 2005), en donde el espacio coti- texto fundamental sobre el género, La li-
diano de un campo de golf adquiere, a teratura fantástica en Hispanoamérica, que
través de la imaginación poética, dimen- además de una guía sobre relatos y proce-
siones míticas. A partir de versos breves, dimientos se convierte en una abierta po-
el espacio se convierte en un dispositivo lémica con la Introducción a la literatura
que permite recuperar el tiempo pasado, fantástica (1970) del crítico franco-búlgaro
la historia familiar individual y la oscura Tzvetan Todorov, cuyas categorías –entien-
historia colectiva del país, de una manera den las autoras– sólo resultan útiles apli-
metafórica y original. También tiene in- cadas a la narrativa europea, volviéndose
éditos una serie de breves poemas en pro- inviables para la lectura del fantástico en
sa bajo el título Pájaros de ficción. Aquí lengua española.

• 128 •
BARRENECHEA B
Si esta contribución a la bibliografía ción se dedica Barrenechea, entendiendo
crítica hispanoamericana resulta funda- la estilística como estudio de las formas
mental, acaso su obra más significativa sea de expresión. Una preocupación filiatoria
aquella en la cual, con herramientas adop- encabeza el ensayo –propia de la crítica ge-
tadas en su formación en la estilística –su nética– ocupada en reconstruir y analizar
primera publicación es una antología de borradores, esbozos y adelantos de lo que
críticos de esta tendencia encabezados por serán los textos definitivos. Una originali-
Charles Bally, uno de los aplicados discípu- dad de Barrenechea consiste en estudiar el
los de Ferdinand de Saussure, cuyas notas estilo borgeano no sólo en sus textos sino
permitieron reconstruir el Curso de lingüís- en la antología y el comentario de los textos
tica general– se dedica a estudiar el estilo ajenos que practica el escritor a través de su
de Borges. La expresión de la irrealidad en actividad en revistas y editoriales.
la obra de Borges, el libro desprendido de su Desde la estilística, lo que una crítica
tesis doctoral y cuya primera edición realizó apresurada y de inclinación psicoanalítica
El Colegio de México en fecha tan tempra- puede resumir en “obsesiones” se revelan
na como 1957, consiste en la invención de como rasgos de escritura. De ese modo
Borges como objeto crítico. Previamente, aborda Barrenechea una figura recurrente
un artículo sobre Macedonio Fernández, en Borges como la del laberinto, que es
compuesto a partir de ese precario material zona de dualidad estilística en tanto remi-
conocido en 1941 que era la edición chi- te a los antepasados culturales –a aquellos
lena de Una novela que comienza (Ercilla), con quienes se afilia manifestando su pre-
opera como inauguración de la crítica ma- ferencia– y produce ficción, como eviden-
cedoniana, si bien el efecto de ese trabajo cian varios cuentos de Ficciones y El Aleph.
no fue tan inmediato como el de Borges, El análisis de un rasgo de estilo opera como
cuya consagración mundial en la década de disparador de algunas de las reflexiones so-
1960 convirtió al libro de Barrenechea en bre la literatura fantástica que enuncia Ba-
bibliografía obligada, mientras Macedonio rrenechea en el artículo sobre este género;
permaneció fiel a su condición de escritor así ocurre en cuentos como “La espera”,
“secreto” que se había expandido más en donde “el autor marca su preferencia por la
las tertulias orales del bar La Perla (en el última, la de explicación mágica”, aunque
barrio de Once) que en las páginas narra- mantiene las otras posibilidades, o “La otra
tivas, intercaladas de reflexiones filosóficas muerte”, donde se sugiere que Pedro Da-
y desarrollos teóricos, que luego serían pu- mián ha retornado a la vida para “corregir
blicadas por su hijo Adolfo de Obieta. su pasado”, tras lo cual debe desaparecer.
La expresión de la irrealidad en la obra El último libro orgánico de Barrenechea
de Borges conoció varias ediciones, desde la es Textos hispanoamericanos. De Sarmiento a
inicial de El Colegio de México hasta una Sarduy (Caracas, Monte Ávila, 1978), don-
del CEAL, pasando por otra de Paidós. El de incluye su famoso estudio sobre las “cam-
método filológico que rige el libro se asienta pañas pastoras” en el Facundo sarmientino
en el lenguaje como zona de comprobación y evidencia su permanente actualización
de las recurrencias temáticas, en cuya inter- en términos de lecturas e incorporación de
sección se diseña el estilo. A esa reconstruc- teorías críticas. Allí se evidencia un despla-

• 129 •
B BARRIOS

zamiento desde la estilística inicial, com- en dos volúmenes junto con María Negro-
plementada con una filología de método ni (Corregidor, 2000). Fue, sin duda, la
riguroso aprendida con María Rosa Lida, gran figura de la crítica literaria argentina
hacia la crítica genética teorizada por Gé- durante más de medio siglo, desde la dé-
rard Genette. Esta preferencia convertiría a cada de 1930 hasta 1980, y abrió el cami-
Barrenechea en miembro fundamental del no para el ejercicio de esta actividad por
Comité Científico Internacional de la co- parte de otras mujeres que, desde diversos
lección Archivos impulsada por la Unesco, enfoques analíticos –el estructuralismo, los
que solventó numerosas ediciones filológi- estudios culturales, la sociología de la lite-
cas de textos clásicos latinoamericanos. La ratura–, se perfilarían a partir de los años
misma Barrenechea, junto con José Luis 1970 y encontrarían su mayor resonancia
Abellán, se encargaría del volumen dedica- en las décadas de 1980 y 1990: Josefina
do al crítico dominicano Pedro Henríquez Ludmer y Beatriz Sarlo.
Ureña, quien junto con el español exiliado M.C.
Amado Alonso –fundador del Instituto de
Filología Hispánica de la UBA, nombrado BARRIOS, Alicia (Buenos Aires, 1956).
en su honor– fueron sus maestros. Escritora y periodista, se capacitó tempra-
Barrenechea dirigió durante cuatro dé- namente con Ulises Barrera en la Escuela
cadas el Instituto de Filología y la revista Roberto Arlt y ejerció la profesión desde los
homónima, en la cual cumplió una labor 17 años. Es socióloga egresada de la Uni-
de difusión crítica cuya amplitud teórica versidad del Salvador. Se inició en la sec-
e ideológica siempre ha sido elogiada por ción “Policiales” del diario Noticias, junto
sus colegas. Ostenta, además de un extenso a Rodolfo Walsh y Miguel Bonasso, y co-
currículum en el que se evidencia la riguro- laboró en la sección cultural de El Cronista
sidad de su trabajo, una conducta académi- Comercial dirigida por Carlos Somigliana.
ca impecable que la llevó a renunciar a su Participó del nacimiento del nuevo géne-
cargo de profesora titular de Introducción ro periodístico de humor con contenido
a la Literatura cuando en julio de 1966 el político, junto a Jorge Guinzburg y Oskar
general Juan Carlos Onganía asoló la uni- Blotta, colaborando en revistas como Sati-
versidad durante la funesta Noche de los ricón, Playboy, Emmanuele; y en TV, como
Bastones Largos. Es profesora emérita de la conductora de Noche de Brujas, además de
UBA y se destaca como figura que concita su paso por radio. Asimismo, elaboró una
el respeto internacional por sus aportes a serie de entrevistas a Jorge Luis Borges para
los estudios literarios y por un magisterio el semanario italiano L’Europeo. Es edito-
en el cual ha formado a docentes y críticos ra política de Crónica desde 1994, donde
como Enrique Pezzoni, entre otros. ideó y redactó la columna “La pavada”.
La cantidad de artículos publicados por En 1986 Sudamericana publicó su prime-
Barrenechea en revistas especializadas suma ra novela, Querido. En 2004, De la Orilla
varios centenares. Asimismo, se ocupó de reedita Bendita tú eres, novela situada en
dar a conocer la obra de una poetisa con tiempos de la Guerra del Golfo que trata
la que mantuvo una gran amistad, Susana sobre la situación de la mujer en Medio
Thénon, preparando la edición de su obra Oriente. Últimamente publicó El libro de

• 130 •
BARROS B
Buen Amor (De la Orilla), una no ficción (1998); Aproximación a la obra de Camilo
basada en los testimonios de sus oyentes José Cela (1998); ¿Qué es lo que no es poe-
radiales. En la actualidad se dedica al blog sía? (1998); Algunos nombres para el fútbol
de noticias labarriosonline.com y conduce (1999); Ensayos sobre poetas contemporáneos
el programa Qué más se puede pedir en Ra- (1999); Ensayos alrededor de las letras y el
dio 10, por el que recibió varios premios, a pensamiento (2000); Toques latinoamerica-
los que suma una distinción de la SADE. nos (2000); Ensayos alrededor de las letras
Además, es autora y protagonista del mo- y el pensamiento: J. Filloy, M. Zamprano,
nólogo teatral La barrios en la Línea, que etc. (2000); A la mujer (2001); Al boxeo
ha representado en diversas localidades. (2001); Lugares: de allende y de aquende
A.J. (2001); Buenos Aires: de antaño y de hoga-
ño (2002); A la provincia de Buenos Aires:
Barros, Daniel (Olivos [Buenos Ai­ poemas I (2003); A la provincia de Buenos
res], 01/05/1933). Poeta y crítico litera- Aires: poemas II (2003); Al otro Estados
rio. Autor de cuentos, novelas, biografías Unidos (2004) y Fragmentario y misceláneo.
y ensayos. El lenguaje coloquial, la temá- Notas de buena voluntad (2008).
tica social y política, la mirada puesta en P.C.
el barrio, el fútbol, el tango, definen su
obra. Integró la redacción de la revista El BASTOS, María Luisa (Buenos Aires,
Barrilete. Su vasta obra comprende: Lo que s/d). Crítica literaria, colaboradora de la re-
falta agregar: 1957-1958 (Ediciones del vista Sur, en 1961, tras la renuncia de José
Mediodía, 1962); Voluntad de la palabra Bianco a la jefatura de redacción, Bastos
(Ancú, 1962); Mujer en la calle (Ancú, ocupó ese puesto hasta 1968. En ese perío-
1963); Los círculos en el agua (A. Andrés y do, se convocó nuevos colaboradores como
D. Barros, 1963); Los días mandan: 1959- Alejandra Pizarnik, Mario Vargas Llosa,
1962 (Ediciones del Mediodía, 1964); Severo Sarduy y Sylvia Molloy, y se publi-
Despedida como tal (Cuadernos de poe- có un número especial sobre Shakespeare
sía, 1966); Ciento ochenta grados: poemas que incluía una selección de críticas pre-
(Ancú, 1967); Cross a la conciencia: poemas parada por Borges. Desde el año en que
(Cero, 1965, 1968); Leopoldo Marechal: dejó su rol en Sur, Bastos vivió en Nueva
poeta argentino (Guadalupe, 1971); Poesía York, donde se desempeñó como profe-
sudamericana actual. Algunos enfoques sora de Literatura Latinoamericana en el
(Madrid, Miguel Castellote editor, 1972) y Lehman College y en el City University
la presentación y notas de: Antología básica of New York’s Graduate School. Ha publi-
contemporánea de la poesía latinoamericana cado artículos en Hispamérica, Cuadernos
(De la Flor, 1973). Por Dunken publi- Hispanoamericanos, Hispanic Review, Lexis,
ca: España como pretexto: caligrafías 1989 Eco y Revista Iberoamericana, entre otras.
(1996); Y que salga el sol por Antequera Su primer libro, Borges ante la crítica
(1996); Juan de la cosa (1996); Santos y señas argentina (1923-1960), fue publicado en
(1997); Para no perder la costumbre (1997); 1974. En el prólogo se lee que la intención
En los quintos infiernos y algo más: 1989- de la autora es dar cuenta de la evolución de
1990 (1997); Algunos nombres para el tango la crítica literaria argentina en su capacidad

• 131 •
B BASTOS

de valorar la literatura nacional. En este sen- teriores. Así, otro de los objetivos del libro es
tido –a pesar del orden de los capítulos–, el indicar ciertas continuidades y rupturas en
estudio tiene un carácter diacrónico que va el discurso de la crítica literaria argentina.
desde 1923, año de publicación de Fervor de El capítulo 5 está dedicado a la revista Sur y
Buenos Aires, hasta 1960. En este recorrido su “Desagravio a Borges” de 1942, y los res-
temporal, Bastos organiza su pionero análi- tantes se ocupan, por una parte, de estudios
sis de la crítica literaria argentina tomando más pormenorizados de la obra del escritor
como eje ordenador la figura de Borges y la argentino –como los artículos de Amado
recepción que los críticos y sus colegas del Alonso, Enrique Pezzoni o de Ana María
campo intelectual tuvieron de su obra. Este Barrenechea (capítulos 4 y 5)– y, por otra
análisis no sólo fue inaugural en la selección parte, de la generación de 1950, sus revistas
de la crítica literaria nacional como objeto (Contorno, Ciudad, Gaceta Literaria, etc.) y
de estudio, sino que también realizó un su juicio hacia Borges, centrándose en parti-
verdadero rescate de ciertas revistas y textos cular en el libro de Adolfo Prieto, Borges y la
que de otra forma habrían quedado en el nueva generación (1954). En definitiva, este
olvido por obra de prejuicios intelectuales. primer libro de Bastos es un estudio pionero
Así, en el primer capítulo recorre y carac- de la crítica literaria argentina y adquiere su
teriza las revistas del campo intelectual de valor, principalmente, por la recopilación
la década de 1920 (como luego lo hará con documental y el recorrido por las publica-
las de la década de 1950) para dar cuenta ciones sobre Borges en los años indicados
de esos emprendimientos editoriales como en el título. Su segundo libro, Relecturas:
instituciones de legitimación y polémica en estudios de textos hispanoamericanos (1989),
el seno de la vida cultural argentina. En el es una recopilación de artículos escritos para
avance a través de manifiestos y artículos de diferentes revistas en los que, tal como lo
revistas como Inicial, Martín Fierro y Proa señala en la introducción, intenta captar
pero también –y he aquí el rescate que efec- ciertos rasgos esenciales que caracterizarían
túa– Los Pensadores y Claridad, Bastos seña- el proceso que ha llevado nuestra literatura,
la tópicos (que, por un lado, caracterizan el argentina y latinoamericana, del coloniaje
modo de hacer crítica de esta nueva gene- a la madurez. Los textos incluidos abordan
ración en contraposición a la crítica que se obras de Alonso Carrió de la Vandera, En-
escribía en una revista de la década anterior rique Gómez Carrillo, José E. Rodó, Juan
como Nosotros; y que, por otro lado, generan Rulfo, Borges, José Bianco y Adolfo Bioy
polémicas como realismo/ vanguardismo, Casares, entre otros. Se destacan “‘La muer-
Boedo/ Florida, localismo/ extranjerismo, te y la brújula’: modelo de repercusiones
etc.). En el capítulo 3, se recupera la famo- incalculables de lo verbal” y “La topografía
sa encuesta de 1933 de la revista Megáfono de la ambigüedad (Buenos Aires en Borges,
que se pregunta por la calidad literaria y la Bianco y Bioy Casares)”, en los que trabaja
influencia de la obra de Borges, que hasta sobre las relaciones entre la topografía sim-
ese momento había publicado ocho libros. bólica de las obras literarias y la ciudad de
Resulta muy instructivo el compilado de Buenos Aires como referencia.
posiciones analizado por Bastos, ya que las M.R.
mismas se repetirán y afinarán en años pos- + Molloy, Sylvia.

• 132 •
BATTILANA B
BATTILANA, Carlos (Paso de los trata de percibir algo que se descompone
Libres [Corrientes], 1964). Poeta, docen- ante los ojos de un sujeto quieto, que du-
te e investigador que, a pesar de su lugar ramente observa el movimiento en torno
de nacimiento, reside en Buenos Aires. Es para recoger los restos del magnetismo:
Licenciado en Letras por la UBA y espe- “Ahora / pesa esta delgada / atención / sobre
cialista en literatura hispanoamericana; / la tersura / del aire. / La calma / será este
prepara actualmente su tesis doctoral so- roce / que no tiene manos”. La subjetivi-
bre Crítica y poética en las revistas de poesía dad construida en los objetos, en las varia-
argentinas (1979-1996). En 1992 publica ciones de las cosas comunes, reaparece en
Unos días (Libros del Sicomoro), conjun- su segundo libro, El fin del verano (Siesta,
to de poemas breves donde la voz poética 1999). Si Unos días presenta un sujeto que
busca desarticular percepciones y catego- observa lugares y escenografías donde algo
rías aparentemente naturales o evidentes: cambia y finalmente desaparece, El fin del
espacio, tiempo, herencia familiar. Unos verano instala a ese sujeto en un espacio y
días establece, desde su estructura misma en un tiempo –¿míticos?– donde eso que
(1. La mirada de las moscas; 2. La inten- cambia vuelve una y otra vez, sin modifi-
ción; 3. Sitios), un diálogo entre lo minús- cación definitiva, sin clausura: “Cada vez
culo, generalmente lo minúsculo natural, resulta / más de noche: / las 6.30 en abril,
y la geografía de la ciudad; ambos espacios / las 6.30 en mayo, / las 6.30 en junio.
son vistos en igual escala. Esa nivelación de Nos acompañan / las voces de la radio /
todos los tamaños y de todos los espacios y la historia / de nuestra descomposición”
construye un paisaje irreal y preciso, como (“Familia 2”). El espacio y la materia en El
una imagen demasiado pixelada, donde el fin del verano no tienen límites fijos y se
sujeto percibe el detalle pero no logra, o convierten sigilosa, mágicamente en tiem-
no quiere, inferir totalidades. “No se hace po: esta metamorfosis de los objetos en
posible / desde esta perspectiva / leer los ta- tiempo legitima también su conversión en
tuajes del muro”, escribe Battilana en “Los palabras y en sonidos sucesivos, y termina
extraños momentos”, y ese no leer algo de- desintegrando (algo irónicamente) a quien
finitivo en las cosas le permite justamente los nombra: “en esa larga ausencia de signo
abordar, desde lo temático, las mismas co- / un enunciado se evapora: ‘yo tuve / un
sas desde distintos ángulos, como los ojos perro’. Deja de representar lo real / y que la
facetados de las moscas, cuya imagen abre hojarasca de la estopa / muerda tus ojos. /
y cierra Unos días. En lo formal, la frag- Como una imagen brillante / mi pobre pe-
mentación del verso, las tabulaciones y los rro / cubre sus letras con la / muerte cierta.
espacios en blanco dan lugar a lo no de- He ahí / la imagen del amo” (“Un perro”).
finido, al hueco, a lo que no se dice. La Inútilmente la voz poética busca asignar
intención de desarmar imágenes cerradas o límites, bordes, recortes, márgenes, líneas
formatos preestablecidos construye un re- (vocablos que reaparecen constantemente
ferente inestable, pequeños cuadros que se y que cierran el texto). En cierta medida,
sostienen desde la propia desintegración: escribir se convierte en la posesión iluso-
“Corre un adolescente, fláccidos sus mús- ria de un espacio que nada define y que es
culos, pálido, al costado de la carretera”. Se vano representar si no se toman en cuenta

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B BATTISTA

los límites invisibles: “Entre este punto y el po que avanza y consume el cuerpo que se
otro, entre esta cosa y el polvo que la recu- mueve; es el desgaste uniforme y sordo que
bre, ¿qué transparencia resiste?”. el sujeto percibe en la naturaleza, en sus
Sus dos últimos libros, La demora (Sies- repeticiones; es aquello que Darío (cuya
ta, 2003) y El lado ciego (Siesta, 2005), si- presencia en los textos es tenue y constan-
guen jugando con los puntos muertos de la te) llama “Lo fatal”. También la caminata
representación, aunque la última página de remeda el ritmo de la respiración que se
El lado ciego ofrezca la foto en blanco y ne- va agostando: aire, pneuma, viento o res-
gro de tres chicos en Mar del Plata, en los piración que es centro de la conciencia, a
años sesenta o setenta. En este sentido, a la la manera oriental. Las metáforas hiladas,
indeterminación resumida llanamente en las rimas internas y los juegos de palabras,
los demostrativos neutros (“Esto y lo otro la ausencia de un índice paratextual que
/ río sin luz”, “Para no decir / que esto / es singularice los textos y rompa la trabazón
esto otro”, “eso que la materia desea”) se del conjunto, crean ecos y repeticiones que
contrapone “el hilo” – imagen recurrente comprimen la sucesión temporal, la con-
de La demora– que une hijos, padres y her- vierten en círculo o en memoria de algo
manos, al poeta, y que lo atan simultánea- que no adviene. “Como un círculo dorado,
mente a un presente por fin aprehensible recuerdo el verano anterior, y el que está
(“Mi hijo está allí / el cuarto le pertenece”), por venir, como si ya hubiera ocurrido”:
y a un pasado complejo que Battilana neu- esta comparación, significativamente ubi-
traliza con expresiones distantes, de registro cada en la mitad de El lado ciego, parece
marcadamente lírico –“los magnos días”, cifrar la dinámica del texto. Carlos Batti-
“los grandes días”, “los días antiguos”. Aun lana empieza a publicar en los noventa y
así, “la quietud de las tardes espanta” y la sus textos aparecen naturalmente en los
contemplación de ese acontecimiento, que principales soportes (antologías, plaquetas,
sólo se explicita en sus efectos o en su pura inéditos en Diario de Poesía, Ediciones del
enunciación, se proyecta como tema cen- Dock, Ediciones del Diego, Editorial Sies-
tral de El lado ciego, conjunto de poemas ta, ciclo La voz del erizo) que difunden la
en prosa. Los textos, narrados en tercera llamada poesía de los noventa. Es colabo-
persona del singular, hilan un continuo rador desde 1999 del suplemento cultural
temático: cuando un texto se cierra sobre del diario La Nación y miembro del Con-
una imagen, ésta reaparece, transformada, sejo de Redacción de la revista de poesía y
en el texto siguiente (la respiración en aire, poética Abyssinia.
el hielo en el río, el animal “salvaje y tenue” M. Cám.
que camina en algo o alguien que “demora
el paso anterior”, etc.). Gracias a estas es- Battista, Vicente (Buenos Aires,
tructuras en cadena, un fragmento lleva a 1940). Narrador y crítico. En 1961 se in-
otro como un paso lleva a otro; de hecho, corporó al equipo editorial de la revista El
el personaje anónimo de El lado ciego está Escarabajo de Oro, dirigida por Abelardo
con frecuencia en movimiento. El motivo Castillo. En esta publicación publicó sus
de la caminata reviste en estas prosas poé- primeras narraciones. En 1971, cofundó
ticas un simbolismo particular: es el tiem- y codirigió, con Gerardo Mario Goloboff,

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BATTISTA B
la revista de crítica literaria Nuevos Aires. de la novela, El libro de todos los engaños.
En 1973, viajó invitado a Barcelona con Battista escribió dos novelas que es po-
el propósito de trabajar en cine. También sible inscribir dentro del género policial:
vivió en Canarias. Debido al golpe militar Siroco (Legasa, 1985) y Sucesos argentinos
de 1976, decidió quedarse en España, país (Planeta, 1995). Esta última, situada en la
en el que residió hasta 1984. La narrativa Argentina dictatorial, fue galardonada con
de Battista, en gran parte, se inscribe en el Premio Planeta en su edición de 1995,
el género policial, con una tendencia a re- con un jurado integrado por Abelardo
currir a los mecanismos literarios del poli- Castillo, Antonio Dal Masetto, José Pablo
cial negro, aunque a veces también revela Feinmann, Juan Forn y Vlady Kociancich.
rasgos del policial clásico y momentos que En la novela Gutiérrez a secas (Nuevo
lindan con lo fantástico. Su primer libro es Extremo, 2002), Battista se aparta del gé-
Los muertos (Jorge Álvarez, 1967), laurea- nero policial y aborda el tema de la pro-
do por la Casa de las Américas y el FNA. ducción de libros por encargo impuesta
Relatos de este libro aparecieron luego en por el mercado editorial. Esto es, de la si-
Esta noche: reunión en casa (CEAL, 1972). tuación del escritor frente a las redes de co-
Otros compendios de cuentos son: Como municación. El protagonista es un aislado
tanta gente que anda por ahí (Barcelona, cibernauta que escribe como un autómata,
Planeta, 1975); El final de la calle (Emecé, bajo diferentes nombres, un sinnúmero de
1992), que obtuvo el Primer Premio libros encomendados por su editor. La his-
Municipal de la Ciudad de Buenos Aires; toria remite a la propia experiencia de Bat-
El mundo de los otros (La Habana, Casa de tista quien, durante su estadía en España,
las Américas, 2006) y La huella del crimen escribió libros por encargo para Editorial
(Cántaro, 2007). Este último reúne relatos Bruguera bajo el pseudónimo de Tomás
policiales escritos a lo largo de su carrera Baeza. Como tal, y entre otros, escribió
literaria. Además, su obra incluye cuentos Sectas y sociedades secretas (1975) y La ka-
aparecidos en antologías; entre ellas, El cero bala (1977).
o la nada (Desde la Gente, 2006). Battista editó también las antologías
El libro de todos los engaños (Bruguera, La gallina degollada (Ediciones del Dock,
1984) es una novela cuya historia se desa- 1994) y Lo mejor de los mejores: diez cuentos
rrolla en la Buenos Aires de la década de argentinos elegidos por sus autores (Emecé,
1940 y en la Barcelona reciente. El texto 2000). Además de cuentos y novelas, el
narra la vida de ciertas familias porteñas autor incursionó en otros géneros: cine,
que se encuentran bajo la influencia del teatro, ensayo, periodismo. Escribió el
Hermano Silvio, líder espiritual que se de- guión para el largometraje La familia uni-
clara a sí mismo Regenerador Universal. El da esperando la llegada de Hallewyn, diri-
protagonista tiene como correlato a la figu- gido por Miguel Bejo, que en 1972 ganó
ra de Perón: “Uno sedujo al país, el otro a el Gran Premio de Mannheim (Alemania).
unas cuantas familias” (p. 54). Los perso- En 1984 fue coguionista del programa de
najes buscan un libro llamado La Cátedra, televisión La Centuria, dirigido por Mi-
que supuestamente contiene todas las ver- guel Rodríguez Arias. Con Jordi Estrada
dades, al que irónicamente alude el título es coautor del ensayo Literatura latinoame-

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B BATTISTESSA

ricana en lengua española (Barcelona, Pla- en juego su inteligencia y su sensibilidad


neta, 1974). Entre 1986 y 1987 puso en para poder distinguir lo fundamental de
escena la obra de teatro Dos almas que en el lo prescindible en su tarea de orientar al
mundo en el Centro Cultural San Martín. lector, que se concreta en notas aclaratorias
Actualmente, colabora en la sección cultu- suficientes para la comprensión de la obra.
ral de Clarín. Fustigó las recetas metodológicas para el
P.N. análisis y abogó por la libertad de interpre-
tación advirtiendo que, en literatura, no
BATTISTESSA, Ángel José (Buenos todo puede ser explicable: proponer y no
Aires, 1902 - 1993). Doctor honoris causa imponer; mostrar y no demostrar, son los
en Filosofía y Letras por la UBA, donde caminos del crítico de arte que, además,
se desenvolvió en diversos y prestigiosos debe rescatar su dimensión “extratempo-
cargos: fue sucesor de Ricardo Rojas en ral” y “extrageográfica” a la vez que con-
la cátedra de Literatura Española; direc- siderar el contexto en que se produce. La
tor del Instituto de Filología y Literaturas obra supone, por otra parte, un estilo que
Hispánicas; director fundador del Instituto permite reconocer al escritor y proyecta su
de Literatura Española; decano. Se ini- valor estético y originalidad.
ció en estudios de filología bajo la direc- Entre sus ensayos, fueron muy difundi-
ción eminente de los españoles Américo dos Poetas y prosistas españoles (1943); Ra-
Castro, Agustín Millares Carlo y Manuel iner María Rilke. Itinerario y estilo (1950);
de Montolíu, con quienes adquirió cono- El poeta en su poema (1965); El prosista en
cimientos de fonética, gramática, paleogra- su prosa (1969); Ricardo Güiraldes. En la
fía, lexicografía, historia literaria y estilísti- huella espiritual y expresiva de un argentino
ca. Fue el primer argentino becado por la (1987). Pensó que traducir no implicaba
UBA, a pedido de Ramón Menéndez Pidal, buscar equivalencias entre dos lenguas,
Arturo Farinelli y Ernest Martinenche, para sino recrear estéticamente las maneras elo-
perfeccionar estudios de filología e investi- cutivas del autor del original y acompañó
gación literaria en España, Francia e Italia. sus traducciones con comentarios de ca-
Su producción filológica abarca distintas rácter filológico, estilístico, histórico, mo-
épocas, idiomas y autores: Biblia medieval ral. Realizó, entre otros trabajos, versión,
romanceada (en colaboración, 1927); Juan estudio y notas de La divina comedia de
del Encina (1941); Esteban Echeverría, Dante Alighieri (1972), de obras de Paul
La Cautiva, El Matadero (1958, Primer Valéry (Política del espíritu, 1940), de Paul
Premio Municipal); José Hernández, El Claudel (La anunciación a María, 1945)
gaucho Martín Fierro, La vuelta de Martín y El canto del amor y la muerte del corneta
Fierro (1958), son ediciones reconocidas. Cristóbal Rilke, de Rilke (1944). La caden-
Entendió la crítica literaria como “ensa- cia y plasticidad de su prosa se corresponde
yo de nuevos puntos de vista frente a una con la disertación carente de rígida inte-
obra determinada”, aunque ésta surge en lectualidad del conferenciante, al que se
principio –para él– de una vivencia perso- recuerda por la expresividad del gesto y la
nal y subjetiva de goce del texto. Su visión entonación, y no por la grandilocuencia ni
del crítico es la del apasionado que pone la vacuidad del lugar común. Un ejemplo

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BATTISTESSA B
es la Lectura Dantis, curso que desarro- Ciudad de Buenos Aires, 1945; en co-
lló en la Asociación “Dante Alighieri” de laboración con Vicente Barbieri); Rainer
Buenos Aires. Entre las revistas que dirigió María Rilke: itinerario y estilo (Ollantay,
figuran Verbum del Centro de Estudiantes 1950); El argentino y sus interrogantes
de la Facultad de Filosofía y Letras de la frente a los problemas de la unidad de la
UBA, Cuadernos y el Boletín del Instituto lengua (AAL, 1963); Dante y las genera-
de Filología (UBA), Cuadernos del Idioma ciones argentinas (AAL, 1965); El poeta
de la Fundación “Pedro de Mendoza” y el en su poema (Nova, 1965); Personajes,
Boletín de la Academia Argentina de Letras, sitios y episodios de La Divina Comedia
institución esta última que presidió desde (Jockey Club, 1965); La lira argentina y
mayo de 1974, con dos reelecciones, hasta la poesía de nuestra independencia (AAL,
junio de 1980. 1966); Rubén Darío, los argentinos y las
Definido como un intelectual del huma- porteñas (Jockey Club, 1967); Monseñor
nismo católico, organizó en sus albores la Franceschi y sus preocupaciones idiomáticas
Facultad de Filosofía y Letras de la UCA, (AAL, 1967); Oír con los ojos. Shakespeare
de la que fue primer decano. Sucedió a Ar- en algunos de sus textos (La Plata, UNLP,
turo Marasso en la cátedra de Literatura 1968); El prosista en su prosa (Nova,
Española de la Facultad de Humanidades 1969); Goce y desengaño del mundo en
y Ciencias de la Educación de la UNLP, y los textos del autor de La gloria de Don
tuvo actuación docente en la UNR y en la Ramiro (AAL, 1973); El héroe, la mujer
Universidad del Sur, entre otras institucio- y el paisaje en algunos poemas y en la prosa
nes. Recibió numerosos galardones y distin- de Lugones (Jockey Club, 1974); Ricardo
ciones, como el Premio “Ricardo Rojas” de Güirales. En la huella espiritual y expresiva
Literatura, el Gran Premio de Honor de la de un argentino (1886- 1986) (Corregi-
SADE, la Pluma del PEN Club Internacio- dor, 1987).
nal, el doctorado honoris causa por la UNLP, Ediciones críticas: Biblia medieval romanceada
la Medalla de Oro a la actividad cultural del (UBA, 1927; en colaboración); Juan del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Ita- Encina, Canciones (Editorial Argentina,
lia, la Gran Cruz del Mérito Civil Española, 1941); Esteban Echeverría, La cautiva,
las Palmas Académicas de Francia, la Orden El matadero (Peuser, 1958); José Hernán-
de San Gregorio Magno del Vaticano. Falle- dez, El gaucho Martín Fierro. La vuelta de
ció en Buenos Aires en 1993, año en que se Martín Fierro (Peuser, 1958); Estanislao
publicaron sus Sonetos. del Campo, Fausto, AAL, 1989).
Traducciones (versión, estudio y notas): Paul Valéry,
Obra de Ángel José Battista1 Política del espíritu (Losada, 1940); Paul
Poesía: Sonetos (Corregidor, 1993). Valéry, Narciso (Huella, 1940); La can-
Crítica literaria: Poetas y prosistas españoles (Ins- ción de Roldán (Atlántida, 1942); Rainer
titución Cultural Española, 1943); Dos María Rilke, El canto del amor y la muerte
poetas argentinos: Enrique Banchs y Fer- del corneta Cristóbal Rilke (Viau, 1944);
nández Moreno (Municipalidad de la Paul Claudel, La anunciación a María
(Emecé, 1945); Paul Claudel, Juana de
1. Se omiten los artículos –muy numerosos–
Arco en la hoguera (Municipalidad de la
publicados en distintas revistas.

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B BAYER

Ciudad de Buenos Aires, 1948); Paul el negociado que conmovió un régimen”;


Claudel, partición de mediodía (Emecé, “La tragedia de la Rosales”; “Simón Ra-
1951); La flauta de jade (Kraft, 1951); dowitsky, ¿mártir o asesino?”; “El fin del
Dante Alighieri, La divina comedia último corsario: tragedia y supervivencia
(Lohlé, 1972). del Graff Spee”; “Los vengadores de la Pa-
S.M. tagonia trágica”; “Di Giovanni, el idealista
de la violencia”; “Los anarquistas expropia-
Bayer, Osvaldo (Santa Fe, 1927). dores” y “La masacre de Jacinto Aráuz”, así
Historiador, periodista, militante por los como la investigación sobre la matanza de
derechos humanos, anarquista y pacifista. obreros del sur argentino, perpetrada du-
En 1950 trabajó como colaborador en la rante el año 1921.
revista de artículos de costumbres y viajes Hacia el año 1975 se exilió en Berlín
Continente. Hacia 1952 viajó a Alemania, debido a la persecución política que sufrió
en donde residió hasta 1956. Allí estudió como consecuencia de su visión crítica de
Historia en la Universidad de Hamburgo. las instituciones militares presente en su
De regreso a la Argentina, se desempeñó ensayo La Patagonia rebelde –libro empa-
en Noticias gráficas como redactor y en rentado, temáticamente, con Los dueños de
1957 asumió la dirección del periódico la tierra de David Viñas– y en la película
chubutense Esquel. Su enfrentamiento con homónima (1974; Héctor Olivera [dir.]).
los terratenientes del lugar le valieron la ce- Con el advenimiento de la democracia, en
santía en su cargo y la detención por parte 1983, Bayer regresó a la Argentina y conti-
de la policía, que se vio obligada a liberarlo nuó con su labor en los medios del país. En
ante la presión ejercida por los medios de el año 1984 recibió el Diploma al Mérito
comunicación porteños. en la categoría testimonial de la Fundación
En 1958 fundó el periódico indepen- Konex y en 1987 comenzó a publicar sus
diente La chispa. En 1959, arbitrariamen- artículos en el periódico Página/12. En
te, fue expulsado de Esquel bajo la acusa- 2003 recibió el grado de Doctor hono-
ción de propagar información confidencial ris causa por la Universidad Nacional del
en la frontera. Ese mismo año asumió la Centro de la Provincia de Buenos Aires por
secretaría general del Sindicato General de su trayectoria en el periodismo, la literatu-
Prensa, cargo en el que se mantuvo hasta ra y la defensa de los derechos humanos.
1962. Para la misma época se desempeñó Su producción está conformada por los
como redactor y posteriormente director grandes ensayos Severino di Giovanni, el
del semanario Imagen. Desde 1960 formó idealista de la violencia (Galerna, 1970); La
parte de la redacción del diario Clarín, del Patagonia rebelde, que se publica en cuatro
cual renunció en el año 1969, debido a tomos: Los bandoleros y La masacre (Galer-
discrepancias con su directora, Ernestina na, 1972), Los vengadores (Galerna, 1973)
Herrera de Noble. y El vindicador, que se edita en Alemania;
Desde 1967, Bayer fue colaborador de Los anarquistas expropiadores y otros ensayos
la revista dirigida por el historiador Félix (Galerna, 1975); Exilio (Buenos Aires, Le-
Luna, Todo es Historia. En ella publicó di- gasa, 1984), en colaboración con el poeta
versos trabajos de investigación: “Palomar: argentino Juan Gelman; Fútbol argentino

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BAYER B
(Sudamericana, 1990); Rebeldía y esperan- y se centra en el análisis de sucesos con-
za (Grupo Editorial Zeta, 1993); El camino flictivos que ponen de manifiesto el abuso
del paraíso (Vergara, 1999); y la novela Ra- al que se ven sometidos estos grupos por
iner y Minou (Planeta, 2001). Asimismo, parte del Estado y las clases dominantes.
se destaca su producción como guionista Así como la obra de Bayer se erige como
cinematográfico: La maffia, escrito junto una respuesta al discurso oficial que preten-
con José Dominiani; La Patagonia rebel- de perpetuar la marginación y las desigual-
de, coescrito junto con Fernando Ayala y dades sociales, también es posible distinguir
Héctor Olivera; Todo es ausencia (1983); en ella una preocupación por los debates
Cuarentena: exilio y regreso (1984); el do- planteados en el seno de la izquierda, espe-
cumental Juan, como si nada hubiera pasa- cíficamente en el anarquismo, en torno a
do (1987); La amiga (1989); Amor América la praxis revolucionaria y, en especial, acer-
(1989); Elizabeth (1990); Fútbol argentino ca de la legitimidad del uso de la violencia
(1990); El vindicador (1991); Panteón mi- como estrategia política. Desde una mirada
litar (1992); y Jaime de Nevares, último via- vinculada al anarquismo y al pacifismo, los
je, con textos del autor, Carmen Guarini y textos de Bayer despliegan la hipótesis de
Ernesto Lamas. que la violencia popular está determinada
La producción de Osvaldo Bayer abar- por un contexto histórico oprobioso y es el
ca un amplio espectro genérico que posee resultado de la violencia que el Estado ejerce
una marcada coherencia ideológica y esti- sobre los ciudadanos; y, por lo tanto, quie-
lística. Sus ensayos, artículos de opinión y nes la practican no son susceptibles de ser
textos ficcionales están orientados a la dis- sometidos a la condena o la reivindicación.
quisición acerca de temáticas vinculadas a El discurso de la historia es –según Bayer–,
lo político, lo histórico, lo social con un desde su pretendida objetividad y aprecia-
pronunciado sesgo polémico y con una do como un saber sistemático y autorizado,
intencionalidad esclarecedora de los meca- el que hace explícitas las desventuras que
nismos inherentes a dichas cuestiones. La provoca la violencia estructural del orden
impugnación de la palabra oficial y a la vez capitalista. Así, en Los anarquistas expropia-
el afán por revelar una “verdad” ligada a los dores sostiene que “recordar, historiar no es,
procesos históricos y políticos representan por cierto, reivindicar. Explicar objetiva-
en su obra una constante siempre susten- mente cómo se desenvolvía la sociedad de
tada en la premisa de que aquellos pueden apenas tres o cuatro décadas es difícil y más
organizarse a partir de una clara oposición que eso, peligroso. Porque precisamente a
entre “poderosos” y “desposeídos”, “explo- veces se confunde objetividad con reivin-
tadores” y “explotados”. En ese sentido, sus dicación”. Los diferentes ensayos de Bayer
escritos toman como protagonistas a acto- acerca de grupos o personajes asociados des-
res sociales que a la vista de los discursos de el discurso oficial con la violencia o la
hegemónicos aparecen como sujetos mar- delincuencia política restituyen un contexto
ginales y controvertidos, tales como figuras histórico preciso que descalifica la declama-
sobresalientes y estigmatizadas del anar- ción ingenua de un pacifismo que no repara
quismo argentino de principios de siglo en las circunstancias en las que la violencia
XX, trabajadores, inmigrantes, aborígenes social se origina y dejan al descubierto las

• 139 •
B BAYER

iniquidades generalmente promovidas des- bien delimitados: por un lado, las agrupa-
de las esferas de poder. En concomitancia ciones y los trabajadores que intentan que
con esta línea de pensamiento, en su ensayo sus reclamos sean escuchados; por el otro,
Severino di Giovanni, el idealista de la vio- el grupo de los terratenientes, ligados a la
lencia reconstruye el periplo revolucionario Sociedad Patriótica y el Estado, en prin-
del militante ácrata a partir de la premisa cipio vacilante y luego comprometido con
de que el discurso oficial acerca de su figura los hechos sangrientos. No existen térmi-
debe ser revisado e imperiosamente desacre- nos medios: si unos actúan conscientes de
ditado. El historiador humaniza la figura una realidad que los margina y los conde-
del anarquista y lo despoja de la demoni- na a formas de vida degradantes, los otros
zación a la que fue sometido. El militante buscan mantener su espacio de poder con
libertario es en todo caso un “equivocado” el apoyo del gobierno central. Asimismo,
en términos de los procedimientos que uti- La Patagonia rebelde entabla una discusión
lizó con el fin de dar batalla a la desigualdad con el libro La Patagonia trágica de José
social y a los atropellos del poder. Pero nada María Borrero, en el que el autor desliga
más que eso. de toda responsabilidad al poder político
En La Patagonia rebelde –quizás su tra- y militar por la matanza, es decir, al go-
bajo más reconocido– se despliega clara- bierno de Hipólito Yrigoyen y al teniente
mente la relación entre Estado y violencia. coronel Varela, y se culpa al gerente de la
Bayer intenta reconstruir los hechos que Sociedad Rural de aquella época, Edelmiro
desembocaron en la matanza de trabaja- Correa Falcón.
dores acaecida en la gobernación de Santa La obra de Bayer no se restringe a lo
Cruz con motivo de las huelgas declaradas específicamente histórico y local. Si en la
entre los años 1920 y 1921 por las centra- problematización acerca de un suceso his-
les obreras anarquistas de la zona. Para ello tórico específico subyace habitualmente
se remonta a un período anterior al de la una visión orientada a la denuncia de un
tragedia con el fin de explicar los sucesos ordenamiento social sustentado en la vio-
desde una óptica condenatoria del accio- lencia de quienes detentan el poder políti-
nar oficial y de los terratenientes patagóni- co y económico, en el caso de su produc-
cos. Fotos, documentos oficiales, testimo- ción periodística, la universalidad de las
nios, artículos periodísticos de la época se condiciones de explotación, desigualdad
ordenan en la publicación con el análisis social y constante violación de los derechos
constante y la visión del comentarista. Al humanos se hace explícita. En ella, el autor
respecto, tal como sostiene Rossana Nofal, aborda aquellos temas que están estrecha-
en La Patagonia rebelde “héroes y villanos mente vinculados con la realidad argentina
protagonizan la historia. Bayer focaliza e internacional, y remite a temáticas vincu-
cada uno de los personajes y los presenta ladas con la violación a los derechos huma-
como actores de un drama”,1 dado que en nos durante el Proceso de Reorganización
el relato es posible distinguir dos bandos Nacional, los atropellos contra los derechos
de los pueblos originarios y el exilio siem-
1.  Nofal, R., “Osvaldo Bayer, La Patagonia pre con un afán de denuncia. Asimismo,
rebelde. La escritura de la memoria”, Revista
dichos artículos despliegan una premisa re-
Interamericana de Bibliografía, nº 2, 1998.

• 140 •
BAYLEY B
currente en la producción del autor: si bien Dr. Pi Torrendell (1976); Nuevos poemas
las dictaduras, los regímenes totalitarios, (1981); Vida y memoria del doctor Pi y otras
llevan al punto máximo el atropello contra historias (1983); Alguien llama (1983);
las libertades y la violencia contra las ma- Estado de alerta y estado de inocencia (1989),
sas, las democracias occidentales no repre- recopilados en Obra poética (Corregidor,
sentan una garantía de bienestar, ni mucho 1976) y Nuevos poemas (CEAL, 1983).
menos de poder sustentado en la voluntad Bayley jamás se presentó a un premio
popular. Por eso, en sendos artículos el au- literario y todos sus libros fueron publica-
tor arremete contra los sucesivos gobiernos dos en la periferia del circuito comercial del
democráticos que posibilitaron las leyes de mercado editorial. Pertenece a ese linaje de
Obediencia Debida, el Punto Final y los grandes poetas que, como Baudelaire o Apo-
indultos a los militares represores. Y que llinaire, no sólo fueron capaces de polemizar
además perpetúan la injusticia social. y pensar sobre la poesía y el arte en general,
En esa misma línea, y en cuanto a su sino también descubrir y anticipar valores y
producción ficcional, Reiner y Minou, pri- conducir nuevos o renovados movimientos.
mera novela del escritor, explora las marcas Participó de emprendimientos editoriales y
que los regímenes totalitarios imprimen en colectivos programáticos y tuvo una fuerte
el sujeto. Organizada a partir de la voz de presencia en la vanguardia argentina de los
un narrador que introduce al lector en la años cincuenta. Fundó su propia editorial
historia, el relato cuenta el romance entre –Poetas del subsuelo– y participó activa-
el hijo de un genocida alemán y una joven mente en reuniones y debates en el campo
judía que despierta el escándalo en la socie- de la cultura y las letras. En 1944, junto con
dad alemana. En ese sentido, Bayer opta por Arden Quin (pseud. del uruguayo Carmelo
una literatura que no pretende orientarse Heriberto Alves) y Gyula Kosice, fundó la
hacia la experimentación formal, sino que revista Arturo. En 1945 participa de la crea-
da cuenta, en términos estéticos, de una re- ción de las revistas Invención 1 e Invención
flexión de carácter moral asociada a un rea- 2. Tras estas experiencias, colabora en la
lismo cercano al discurso de la crónica. publicación de la Asociación de Arte Con-
A.E.B. creto-Invención (1945) que reúne a poetas
+ Viñas, David. y a artistas plásticos. En 1948, interviene en
la revista Contemporánea, creada por Juan
Bayley, Edgar (Buenos Aires, 1919 Jacobo Bajarlía. Bayley aparece vinculado al
- 1990). Bayley marcó profundamente a grupo de jóvenes que actúan en la década del
toda una generación de poetas argentinos. cincuenta emulando al Macedonio Fernán-
No sólo por su obra singular, sino porque dez de los años veinte. Reunidos en la casa
a través de distintas publicaciones dejó tes- de Suipacha (de Oliverio Girondo y Norah
timonio de sus preocupaciones estéticas. Lange), estos jóvenes poetas bohemios com-
Entre sus poemarios capitales merecen parten tertulias literarias. En ese círculo, en-
destacarse: Invención 2 (poemas, un mani- tre Carlos Latorre, Julio Llinás, Francisco
fiesto, y cuentos, 1945); En común (1949); Madariaga, Enrique Molina, Olga Orozco,
Poemas (1954; antología); La vigilia y el Aldo Pellegrini, Mario Trejo y Alberto Va-
viaje (1961); El día (1969); Memoria del nasco, Bayley ocupa un lugar significativo.

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B BAYLEY

En 1950 surge el movimiento Poesía Bue- En el prólogo que escribió para su Antología
nos Aires (1950-1960), cuyos principales personal (CEAL, 1983), señala: “No voy a
exponentes son Raúl Gustavo Aguirre, Ni- aducir, para descargar responsabilidades,
colás Espiro, Edgar Bayley y Jorge Enrique que he procurado adoptar un punto de
Móbili. De forma paralela, Bayley y Juan vista poético, tanto para vivir como para
Carlos Lamadrid editan tres números de manejar las palabras, y que de ese intento o
Conjugación de Buenos Aires (1951). Se trata propósito se deriva el modo como he vivi-
de un colectivo atravesado por tensiones y do y he escrito” (p. 18). Su poesía elíptica,
conflictos en torno a la concepción del len- de ruptura, procede por alusiones y desvíos.
guaje poético. Por un lado, recupera el re- Aunque se lo considera el creador del mo-
chazo, propio del movimiento Poesía Bue- vimiento invencionista (cuyo antecedente
nos Aires, de la generación del cuarenta y el directo es el creacionismo de Vicente Hui-
esteticismo que la definía. Por otra, imple- dobro), Bayley renegó repetidas veces de ese
menta las disputas con el grupo surrealista lugar. Su palabra y su pensamiento es un de-
encabezado por Aldo Pellegrini y la poesía cir subrepticio y furtivo: “vivo en una gran
madí que propone un suceder conceptual contradicción porque para mí el mundo de
puro, conceptos e imágenes no traducibles la subjetividad es muy fuerte, y también es
por otro medio que no sea el lenguaje. El muy fuerte la necesidad de objetivar, y no
manifiesto madí incluyó una propuesta in- he encontrado todavía la ‘ecualización’, no
terdisciplinaria para las distintas expresiones sé si se dice así. De todos modos, nunca me
artísticas. El concepto de “invención” como he planteado el objetivo de provocar algo
método estético es fundamental para carac- en un lector”.2 Su referente intelectual, pero
terizar el programa que se origina con la pu- también de vida, fue Guillaume Apollinai-
blicación de la revista Arturo, en cuyo único re, con el cual se sentía fuertemente identi-
número (marzo de 1944) Bayley publica su ficado. En En común (1949) es manifiesta la
poema “Eyaculación”. Más tarde y acerca de dimensión invencionista de su trabajo, que
esa experiencia, el poeta escribe junto a Raúl pone en escena el espíritu vanguardista que
Gustavo Aguirre una serie de documentos regirá todo su itinerario narrativo.
que delimitan las características de la nueva Ocasionalmente, Bayley ocupará el
percepción de la poesía: “En el curso de es- puesto de director de Poesía Buenos Aires,
tos años, con la aparición de nuevos poetas entre los números 21 y 24. En este último
y la consolidación de una actitud de espíritu (aparecido en 1952), publica un lúcido ba-
y de vida [...] POESÍA BUENOS AIRES lance de la poesía bajo el título “Breve his-
ha ido cobrando, aun sin proponérselo, el toria de algunas ideas acerca de la poesía”.
carácter de una expresión de movimiento. En Realidad interna y función de la poesía
[...] Corresponde, en consecuencia, que la (Rosario, Constancio C. Vigil, 1966), es
revista asuma la responsabilidad que las cir- evidente el conocimiento de Bayley acerca
cunstancias le señalan como órgano de ex- de la evolución de la poesía occidental y
presión de una actitud de vida y de poesía”.1 la forma sensible en la que capta aquellos
momentos en los que el dogma se pone en
1.  Bayley, E., El movimiento Poesía Buenos
Aires (1950-1960), Buenos Aires, Fraterna, 2.  Bayley, E., Diario de poesía, año II, nº 7,
1979, p. 56. p. 5.

• 142 •
BECCO B
cuestionamiento. Tanto N. Jitrik como F. se ha destacado como un prolífico investiga-
Urondo o C. Giordano han subrayado la dor y filólogo de la literatura hispanoameri-
impronta de Bayley dentro del campo de la cana –en especial de la literatura gauchesca– y
poesía nacional de la década del cincuenta. como bibliógrafo. Su producción en este úl-
El primero afirma que Bayley es parte del timo campo constituye material de consulta
grupo de poetas que tienen el mérito de imprescindible para cualquier investigador
“no haber eludido la representatividad de por la exhaustiva documentación que pro-
su clase, una pequeña burguesía que tiene porciona. Ha publicado fuentes bibliográfi-
mucho para hacer en el país”.1 En su ensa- cas para los estudios de las literaturas, las ar-
yo Realidad interna y función de la poesía, tes y las ideas argentinas y latinoamericanas,
Bayley concluye afirmando: “La capaci- como ser: Contribución a la bibliografía de
dad, por una parte, de negar toda salida la literatura argentina (Washington, OEA,
en este o en cualquier mundo, de rechazar 1960); La literatura gauchesca: aportes para
los valores y la ideología del conformismo una bibliografía (Cuadernos del Instituto
y el miedo, de asumir en suma, hasta sus Nacional de Investigaciones Folklóricas,
últimas consecuencias, la rebeldía y la des- 1960; 3 vols.; reed. por Cuadernos del
esperación, y, por otra, la voluntad de no Instituto Nacional de Antropología, 1962,
disolver la propia voz en el desprecio y la y por el Instituto Nacional de Antropología,
agresividad, de afirmar una difícil esperan- 1963); Fuentes para el estudio de la literatura
za, un modo de estar entre los hombres y hispanoamericana y Fuentes para el estudio de
las cosas, continuarán signando, como has- la literatura argentina (ambos CEAL, 1968);
ta ahora, la vida y el trabajo creador del Bibliografía de bibliografías literarias argenti-
poeta” (p. 116). Esta “consciencia infeliz” nas (Washington, OEA, 1972); La nueva
no lo conduce al nihilismo o a la inercia narrativa hispano-americana. Bibliografía
paralizante, sino a la idea de que “la sali- (Casa Pardo, 1976); Bibliografía general de
da”, la esperanza y el camino hacia la li- las artes del espectáculo en América Latina
bertad están en la manifestación interna (París, Unesco, 1977); Fuentes para el es-
del hombre. Bayley creyó siempre que una tudio de la literatura venezolana (Caracas,
poesía intensa y vibrante era ese lenguaje Centauro, 1978); Bibliografía de biblio-
posible. En definitiva, ni invencionista ni grafías venezolanas (1968-1978) (Caracas,
racional, antes bien, una mentalidad lumi- Casa de Bello, 1979); Contribución para
nosa y contradictoria. una bibliografía de las ideas latinoamericanas
L.V. (París, Unesco, 1981). Esto por un lado.
+ Aguirre, Raúl Gustavo; Por el otro, también posee trabajos biblio-
Bajarlía, Juan Jacobo. gráficos sobre autores individuales: W.H.
Hudson (en Contribución a la bibliogra-
Becco, Horacio Jorge (Buenos Aires, fía argentina: W.H. Hudson (1841-1922),
1924). Doctor en Letras por la UBA, Becco Alada, 1955); Horacio Quiroga (en N.
Jitrik (comp.), Horacio Quiroga: una obra
1.  Jitrik, N., “Poesía argentina entre dos ra- de experiencia y riesgo, ECA, 1959); Roberto
dicalismos”, Ensayos y estudios de literatura Arlt, Ricardo Güiraldes y Eduardo Mallea
argentina, Buenos Aires, Galerna, 1971, p.
(Instituto de Literatura Argentina “Ricardo
196.

• 143 •
B BECCO

Rojas”, 1959); José Hernández (en Martín y clasificar; es así como su argumentación
Fierro, un siglo, Xerox, 1972); Pablo Neruda constituye un intento de desbrozar con
(en Pablo Neruda. Bibliografía, Casa Pardo, cuidado categorías complejas como folklo-
1973); Jorge Luis Borges (en Jorge Luis re o poesía gauchesca con las herramientas
Borges: bibliografía total (1923-1973), Casa eruditas del filólogo. Por otra parte, en sus
Pardo, 1973) y Leopoldo Lugones (en trabajos se observa un interés por vincular
Leopoldo Lugones, bibliografía en su cente- la literatura con otros lenguajes artísticos:
nario (1874-1974), ECA / Ministerio de música, danza, iconografía. Entre sus estu-
Cultura y Educación, 1978). Su intensa dios literarios figuran El tema del negro en
participación en diferentes instituciones de cantos, bailes y villancicos de los siglos XVI y
Venezuela, desde 1975 hasta la actualidad, XVII (Ollantay, 1951); Don Segundo Som-
ha permitido la difusión de las bibliografías bra y su vocabulario (Ollantay, 1952); Lexi-
de personalidades centrales de la cultura cografía religiosa de los afroamericanos (AAL,
de ese país: A. Bello (Ediciones chilenas de 1952); Negros y morenos en el cancionero
Andrés Bello (1830-1893), Caracas, Casa de rioplatense (Sociedad Argentina de Ameri-
Bello, 1980) y S. Bolívar (Simón Bolívar, canistas, 1953); Nacimiento de la literatura
el libertador (1783-1830). Bibliografía se- gauchesca: Bartolomé Hidalgo y Desarrollo
lectiva, Washington, OEA, 1983) y, en de la literatura gauchesca (ambos en Capí-
el marco de la “Colección Clásica” de la tulo: la historia de la literatura argentina,
Biblioteca Ayacucho, las bibliografías de CEAL, 1967); Trayectoria de la poesía gau-
Guillermo Meneses (Espejos y disfraces, chesca (Plus Ultra, 1977; en coautoría con
1981); Manuel Díaz Rodríguez (Narrativa Rodolfo Borello, Félix Weinberg y Adolfo
y ensayo, 1982); Teresa de la Parra (Obra na- Prieto); El gaucho (Plus Ultra, 1978) y Dic-
rrativa, ensayos, cartas, 1982); Francisco de cionario de la literatura hispanoamericana.
Miranda (América espera, 1982); Fernando Autores (Huemul, 1984).
Paz Castillo (Poesía, 1986); Mario Briceño- Ha estado a cargo de la edición –ya sea
Iragorry (Mensaje sin destino y otros ensa- como anotador y como autor de los estu-
yos, 1988); Pedro Grases (Escritos selectos, dios preliminares o bien como compila-
1988); Isaac Pardo (Fuegos bajo el agua, dor– de las siguientes obras: Poetas libres
1990); Luis Beltrán Guerrero (Ensayos y de la España peregrina en América (Ollan-
poesías, 1994); Alfredo Armas Alfonzo (El tay, 1947); Diez poetas jóvenes. Ensayo so-
osario de Dios y otros textos, 1993); Arturo bre moderna poética, antología y ubicación
Uslar Pietri (Nuevo Mundo mundo nuevo, objetiva de la poesía joven desde 1937 a
1998) y Alfonso Rumazo González (Simón 1947 (Ollantay, 1948); Poesía argentina
Rodríguez. Maestro de América, 2005), entre moderna (Pedestal, 1953); Cancionero
otros. tradicional argentino (Hachette, 1960);
Sus estudios literarios evidencian una Rafael Alberti. Poesías completas (Losada,
obsesión por la exactitud del dato. La prác- 1961); Cuentistas argentinos (Buenos Ai-
tica crítica de Becco no apuesta tanto al de- res, Ministerio de Educación y Justicia,
sarrollo de una lectura original de los textos Dirección General de Cultura / ECA,
como al esfuerzo por precisar fechas, orga- 1961); Martín Fierro (Huemul, 1962);
nizar cronológicamente, definir conceptos Santos Vega y otros poemas (CEAL, 1967);

• 144 •
BECERRA B
Cielitos y diálogos patrióticos: Bartolomé BECERRA, Alfredo (Bahía Blanca
José Hidalgo (CEAL, 1967); Los cielitos [Buenos Aires], 1942). Abogado, perio-
de la patria (Nueva York, Columbia Uni- dista y escritor. Publicó varios artículos
versity, 1968); Antología lineal de la poe- y cuentos en diversos medios gráficos. Su
sía argentina (Madrid, Gredos, 1968; en primera novela, Catre polifónico (De la
colaboración con C. Fernández Moreno); Flor, 1985), es un relato en tono jocoso
Fausto. Estanislao del Campo (Edicom, y metaliterario sobre un grupo de rugbiers
1969); Obra poética. Baldomero Fernández que buscan a una prostituta –Norma– en
Moreno (Huemul, 1969); El modernismo la zona de los burdeles; la mezcla de re-
en América (Edicom, 1970); El romanti- gistros (polifónico) y la actividad sexual
cismo en América (Edicom, 1970); Jorge (catre) articulan los quince capítulos del
Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Dos fan- relato. Es también autor de Fuga de los
tasías memorables (Edicom, 1971); Cuen- Estados (Caja Editora, 1994), novela his-
tos de las provincias Argentinas (Huemul, tórica con una narrativa periodística sobre
1980); Venezuela. Imágenes de cuatro siglos la fuga de treinta presidiarios del penal de
(testimonios de viajeros) (Caracas, Funda- la Isla de los Estados, y editor de Protesta
ción de Promoción Cultural de Venezuela, por Malvinas (1833-1946) (Caja Editora,
1983); Cronistas y primitivos historiadores 1998), recopilación de más de cincuenta
de la tierra firme (Caracas, Fundación de documentos sobre el conflicto en torno a
Promoción Cultural de Venezuela, 1983); las islas desde la ocupación británica en
Crónicas de la naturaleza del Nuevo Mun- 1833. Sus libros cuentan con ilustracio-
do (Caracas, Cuadernos Lagoven, 1991); nes propias.
Poesía colonial hispanoamericana (Caracas, D.M.
Biblioteca Ayacucho, 1990); Historia real
y fantástica del Nuevo Mundo (Biblioteca Becerra, Juan José (Junín [Buenos
Ayacucho, 1992); Cronistas del Río de la Aires], 1965). Periodista cultural (de radio
Plata (Biblioteca Ayacucho, 1996); Cróni- y en diversas revistas), narrador y ensayis-
cas de los patagones (Biblioteca Ayacucho, ta. Fue titular de la materia Guión de la
2000); Crónicas de El Dorado (Biblioteca carrera de Cine de la Universidad de Bellas
Ayacucho, 2003). Artes de la UNLP. Desde 1998 es director
De sus compilaciones, la Antología de la del Centro Cultural “Islas Malvinas” de
poesía gauchesca (Madrid, Aguilar, 1972) La Plata. Su nombre se perfila como uno
continúa siendo uno de los aportes más de los que más interés concitan en la li-
significativos que, con los instrumentos teratura argentina actual. Martín Kohan
teórico-metodológicos de la filología, se lo ha señalado, junto con Sergio Chejfec,
han realizado al estudio de este género. Se Alan Pauls y Carlos Gamerro, como “el
trata, en efecto, de un estudio basado en canon de la literatura argentina de los 90
una exhaustiva documentación al servicio para acá”.1 La provincia de Buenos Aires,
de su delimitación, del examen etimológi- por su parte, lo convocó, en julio de 2008,
co, del análisis métrico y de la cuidadosa junto con Ricardo Piglia, Daniel Link,
edición de los textos analizados. Ángela Pradelli y Arturo Carrera para
F.N.
1.  Kohan, M., Ñ, 12/05/2007.

• 145 •
B BEJERMAN

confeccionar el canon literario argentino la filosofía, la mitología, la economía, la


para las escuelas de la provincia.1 gastronomía”.3
Ha publicado tres novelas: Santo (Ro- M.E.F.
sario, Beatriz Viterbo, 1994); Atlántida + Kohan, Martín.
(Norma, 2001) y Miles de años (Emecé,
2004). A propósito de ellas, Alan Pauls Bejerman, Gabriela (Buenos Aires,
sostiene que “Becerra ha escrito sus tres 1973). Licenciada en Letras, poeta, per-
libros en presente, en el presente liso, former y cantante. Fundadora de la revista
terso, casi cromado, que en este caso le literaria y de artes visuales Nunca nunca
reclamaban un país inenarrable (la co- quisiera irme a casa. Ha publicado los li-
lapsada Argentina del 2001, que Becerra bros de poemas: Alga (Siesta, 1999); Crin
abstrae y vuelve más nítida que nunca) y (Belleza y Felicidad, 2001); Pendejo (Eloísa
un narrador despótico, a la vez distante y Cartonera, 2003); Sed (Cencerro, 2004)
controlador, que siempre sabe más de lo y dos novelas cortas reunidas en Presente
que dice”.2 perfecto (Interzona, 2004). Algunos de
Publicó también un libro que recopila sus poemas han sido traducidos al inglés
sus artículos de prensa: Grasa. Retratos de y al alemán. En 2007, bajo el seudónimo
la vulgaridad argentina (Planeta, 2007), musical Gaby Bex, editó su primer disco,
texto en el cual analiza corrosivamente a Mandona, que combina pop eléctrico y
las figuras representativas de la cultura de poesía.
masas argentina y su representación en el S.D.
imaginario popular. Ese mismo año pu-
blicó La vaca. Viaje a la pampa carnívora BELGRANO RAWSON, Eduardo
(Arty Latino), texto inclasificable desde el (San Luis, 1943). Narrador, autor de las
punto de vista genérico; bilingüe, inclu- novelas No se turbe vuestro corazón (1975);
ye un ensayo textual y otro fotográfico, El náufrago de las estrellas (1979; Premio
a cargo del fotógrafo Alejandro Guyot, y del Club de los XIII); Fuegia (Planeta,
un mapa de los cortes oficiales de la Junta 1991; Premio de la Crítica); Noticias secre-
Nacional de Carnes. El texto desmenuza y tas de América (Planeta, 1998); Setembrada
desmitifica la costumbre del asado desde (2001); Rosa de Miami (Seix Barral, 2005)
la narración del proceso que sigue la vaca y el conjunto de cuentos El mundo se de-
a partir de su nacimiento y hasta su muer- rrumba y nosotros nos enamoramos (2006),
te en el matadero. Se constituye, de este cita de la célebre frase pronunciada por
modo, en “un ensayo de enfoques super- Ingrid Bergman frente a Humphrey Bogart
puestos y complementarios: así, el animal en la película Casablanca. Uno de los rela-
que fue –y tal vez sea– emblema, ícono, tos del libro, titulado “Garrapatenango”, es
escudo y motor de la Argentina durante el antecedente de la sección dedicada a este
décadas, es abordado desde disciplinas espacio en Rosa de Miami. Fue jurado del
como la historia, la literatura, la etología, Premio Clarín de Novela en 2006, junto
con la española Rosa Montero y el portu-
1.  En: Clarín, 06/07/2008.
gués José Saramago. Su éxito editorial y de
2.  Pauls, A., “Hacer tiempo”, Radar,
14/11/2004. 3. Tomas, M., “Cultura”, Perfil, 23/03/2008.

• 146 •
BELGRANO RAWSON B
público quedó asegurado por Fuegia, un li- de la invasión norteamericana a Cuba.
bro que reconstruye ficcionalmente la his- Aunque el título parece dedicarse a ella
toria de indígenas fueguinos y cuyo texto –quien se desboca en sus consideraciones
está escandido por fotografías e imágenes políticas contra la revolución cubana–, la
de las familias abordadas. novela elige la perspectiva de dos hombres
A los dieciocho años se instaló en Bue- para relatar el episodio central que reclama
nos Aires, donde se desempeñó como una minuciosa reconstrucción histórica
guionista de las historietas de editorial en la cual circulan nombres de políticos
Columba (con seudónimo) y como perio- y personajes reconocibles cuyos escorzos
dista tras un breve paso por la carrera de biográficos se ofrecen en el cierre del libro,
Derecho. Durante la década de 1980 viajó en el capítulo “Obituario”. Allí se suceden
con frecuencia a Tierra del Fuego, junto las muertes de Hemingway (suicidado), el
con expediciones de biólogos, y es a partir “Irlandés” (Kennedy) asesinado en Dallas
de esta experiencia que conforma el texto por el Consorcio –nombre que se le da a la
sobre el genocidio fueguino, partiendo de CIA–, Malcolm X, ultimado tras enrolar-
una descripción de la isla de los guanacos. se con los musulmanes y virar hacia el so-
El volumen relata la historia de un grupo cialismo, el coronel guatemalteco Castillo
de isleños capturados por el capitán britá- Armas, ajusticiado por su guardaespaldas
nico Fitz Roy en represalia por el robo de tras desechar las novelas de su compatriota
un barco ballenero, y su “transculturación” Miguel Ángel Asturias, Tachito Somoza,
que los lleva no sólo a conversar en inglés víctima de “un bazucazo en el exilio” asun-
con el capitán, sino incluso a convertirse ceño, y el Che, a quien “le llegó la hora en
en ladies & gentlemen británicos, de modo la famosa escuelita”. Ya desde la introduc-
que la niña Fuegia aprende el manejo de la ción se verifica la insistencia en la ficcio-
vajilla de porcelana. Al descubrirse la rela- nalización histórica, en cuyo marco se pre-
ción amorosa mantenida por ésta con un senta al futuro presidente de Guatemala,
inglés, todos los “transculturados” son de- “Juanjo” Arévalo, quien durante su exilio
vueltos a su tierra natal, hecho que permite se encontrará en un pueblo del interior ar-
a Fitz Roy soñar con expandir la cultura gentino con un joven de vacaciones con su
británica en la región más austral del mun- familia, “un pibe flaco llamado Jorge que
do, gracias a los transculturados. En el mis- ya por entonces tenía cara de general” y
mo barco de regreso de los fueguinos viaja que más tarde se revelará como el cabecilla
el naturalista Charles Darwin. Belgrano de la represión ilegal en el país, Jorge Ra-
Rawson evita conscientemente convertir el fael Videla.
relato de esta historia –en la cual la especu- Así como Fuegia hacía intervenir imá-
lación cultural fracasa– en una novela de genes a través de las fotos esparcidas en el
denuncia para no desvirtuar la narración. volumen, Rosa de Miami incluye planos di-
Rosa de Miami, por su parte, lleva por bujados a mano que cumplen en el orden
título el nombre de la locutora de Radio espacial la misma función que la familiari-
Swan, quien seduce desde la clásica Spika dad de los nombres reclama a nivel de los
al patrón del yate Shirley que circula por personajes: acercan la zona de los hechos al
Bahía Cochinos durante los preliminares lector y le proporcionan a éste una proximi-

• 147 •
B BELLESSI

dad con el Caribe que también se verifica a los españoles durante las celebraciones del
en ciertas equivalencias desmedidas como la Centenario de la Revolución de Mayo. Es
que vincula el cabaret habanero Tropicana el momento en que se expone la zoología
con la confitería bailable puntana o con un política argentina, dominada por “el zorro”
espectáculo de mulatas ofrecido en el pue- Roca, que no trepida en arrojar a su minis-
blerino Cine Ópera. Los títulos de los capí- tro “a las fieras” para evitar el enfrentamien-
tulos responden a frases extraídas de boleros to con el mitrismo.
que permiten leer en clave melodramática M.C.
la invasión norteamericana, las peripecias de
la campaña alfabetizadora, los pormenores Bellessi, Diana (Zavalla [Santa Fe],
de la vida en altamar y, por supuesto, las 1946). Poeta y traductora. Hija de inmi-
transmisiones de la mentada Rosa. Una cor- grantes italianos, representante acabada
tesía final reserva la novela al lector: la ex- de la “pampa gringa”, uno de sus inten-
tensa enumeración de medios, testimonios tos poéticos se ha constituido en unir esta
y obras de los protagonistas involucrados en raíz con aquélla telúrica de la América
un relato cuya tensión no decae en ningún originaria: “¿Es la primavera la Virgen
punto y cuyo tempo articula magistralmente Annunziata / que al sueño desciende en
hechos históricos, consideraciones políticas el oro de otoño / y dormida teje el ta-
y construcciones ficcionales. piz precioso, / los mantos del Ande que
Noticias secretas de América también se es- al Atlántico bajan? [...] Es borde impre-
pecializa en versiones menores de los hechos ciso, es dual, Dios Ometeótl”.1 Estudió
sobresalientes de la historia, enfocándose en Filosofía en la Universidad Nacional del
la historia menuda que, en este caso, resulta Litoral, pero jamás rindió las dos materias
filtrada por la escuela a través de la señorita que le faltaban para graduarse. En lugar
Chela. Las invasiones inglesas, los gauchos de eso, y tras su experiencia de maestra
de Güemes, el rosismo (el “demonio de rural, a partir de 1969 y hasta 1975 reco-
Southampton”, en alusión al exilio final del rrió todo el continente americano a pie,
Restaurador, morirá en vísperas de un inicio como mochilera, mientras realizaba los
de clases), la Guerra del Paraguay (a través más diversos trabajos. En 1972 la Casa de
de un músico que se enferma al pasar por el la Cultura de Guayaquil publicó Destino
lugar durante una gira sudamericana) y el y propagaciones, si bien Bellessi no se re-
Centenario, entre otros momentos, se van conoce en este primer libro. Este viaje
desgranando en la revisión del texto. El mi- iniciático marcó su poesía fuertemente al
nistro de Educación del segundo gobierno ponerla en contacto con las culturas de
de Roca, Osvaldo Magnasco, resulta reivin- los pueblos originarios. Producto de este
dicado por enfrentarse con la deficiente tra- recorrido es Crucero ecuatorial (“el primer
ducción de la Divina comedia realizada por libro que yo concibo más como libro”),2
Bartolomé Mitre (uno de los personajes po-
líticos más poderosos del momento, junto 1.  Bellessi, D., “¿Es la primavera?...”, Colibrí,
con el presidente) mientras, en contrapar- ¡lanza relámpagos!, Buenos Aires, Libros de
Tierra Firme, 1996, p. 160.
tida, se condena el recorte operado sobre la
2.  André, M.C., entrevista a Diana Bellesi,
letra del Himno Nacional para no ofender
Revista de Cultura, San Pablo, agosto de 2001.

• 148 •
BELLESSI B
publicado en Buenos Aires por Ediciones o quechuas que escuchaba en boca de los
Sirirí en 1981. En su poesía, el viaje no trabajadores del campo de su provincia.
es simplemente un detonador biográfico, Es por esto que, ya en Buenos Aires, tra-
sino que la atraviesa en tanto plantea la baja con la lectura de sus textos en fábricas
extranjería del poeta en este mundo –re- recuperadas, sindicatos y comedores comu-
flejada por ejemplo en “Tarzán perdida nitarios: “La poesía de Diana Bellessi no es
en las nieves”, “Ni un minuto fuera de una poesía coloquial, pero sí respirada”.3
casa”, en La rebelión del instante (Adriana A lo largo de los 80 publica –además del
Hidalgo, 2005)–, la imposibilidad de ya mencionado Crucero ecuatorial– Tribu-
encontrar el lugar definitivo, de cerrarse to del mudo (Sirirí, 1981) y Danzante de
a una cultura: “ni un minuto / quiero, doble máscara (Último Reino, 1985), libro
quién puede, elegir estar lejos / de casa, fundamental para comprender su intento
con gente que sonríe menos / pero sabe de cantar el y al mestizaje. La figura mítica
nombres, la mano extendida / y salto to- protagónica del libro, Waganagaedzi, da
das las charcas”.1 Además de la experiencia rienda suelta a su lirismo originario: “Toda
latinoamericana, en su primer viaje llega la tarde llovió. Waganagaedzi recibió la llu-
a vivir en los Estados Unidos. Allí traba- via con labios entreabiertos, un sueño tras
ja en una fábrica y aprende inglés por su los párpados desplegados. Waganagaedzi
cuenta, algo que será fundamental en su galopaba. Crin al viento, sudoroso, mo-
posterior tarea como traductora: “aprendí jado, cuatro cascos salvajes retumbando.
un inglés negro, apocopado. Me enseñaba Trueno y relámpago. Agua violenta. Los
inglés a mí misma por las noches para po- unía un grito sostenido, voraz, desbocado”
der leer en un inglés más letrado”.2 (p. 66). Este lirismo convive a manera de
En 1975 retorna al país y preocupa- contrapunto con la modesta épica de la in-
da por otra de sus constantes poéticas, migración familiar: “Levantaban la cosecha
la cuestión social, decide vivir en Fuerte propia / y después / enfilaban el buey / ha-
Apache. A esta elección, a partir del re- cia La Pampa / a levantar la cosecha ajena.
torno de la democracia, se suma su de- / Sin conquistas / de indios ni desiertos. /
cisión de realizar talleres de escritura en Amparados por el rezo / la voluntad y el
las cárceles. De esta experiencia da cuenta lucero” (ibíd.: p. 73).
su libro Paloma de contrabando (Torres Ya a partir de Tributo del mudo, la poesía
Agüero, 1988). La concepción de la poe- de Bellessi plantea la dificultad del decir,
sía de Bellessi pasa por la oralidad, ya que la presencia de lo censurado y lo suprimi-
rescata el carácter iletrado de su familia de do. Esta línea se retoma en Eroica (Último
origen. Al italiano que se hablaba en su Reino-Libros de Tierra Firme, 1988), que
casa, suma el “sonido” de voces guaraníes señala desde la omisión de la letra muda
en el título, la elisión de una voz. Ésta, a
1.  Bellessi, D., “Ni un minuto fuera de casa”, la que pretende dar cuerpo, es la del amor
La rebelión del instante, Buenos Aires, Adriana lésbico: “¿saciado / el instante del deseo? /
Hidalgo, 2005, p. 47.
2.  Vaccarini, F. y Docampo, M., entrevista a 3.  Monteleone, J., “La utopía del habla”, en
Diana Bellesi, La Guacha, Buenos Aires, ene- Bellessi, D., Colibrí, ¡lanza relámpagos!, 1996,
ro de 2002. p. 9.

• 149 •
B BELLESSI

¿del abrazo / que incorpora para siempre que ella misma considera su crítico privi-
/ el edén / o la casa de la muerte? / Un legiado, Jorge Monteleone, ha dicho: “En
segundo antes / su dedo roza / doble / el la poesía argentina escrita por mujeres se
cuerpo de la Otra” (p. 94). Con este tex- plantearía la cuestión de una voz femeni-
to, Diana confirma como constantes de su na, la cual deriva de la búsqueda de un su-
poesía “lo épico y lo erótico”.1 jeto poético nuevo. Es decir, al representar
En los 90 publica Buena travesía, buena el yo imaginario del poema, lo femenino se
ventura, pequeña Uli (Nusud, 1991); El jar- conforma como enunciación. […] De allí la
dín (Rosario, Bajo la Luna Nueva, 1992) aparición de ciertas búsquedas comunes
y Sur (Libros de Tierra Firme, 1998). Este que, por cierto, definen también la poesía
último retoma el contacto con lo ancestral de Diana Bellessi: un redescubrimiento de
originario de América, a través de las tres fi- la materia y una epifanía de lo concreto;
guras a quienes está dedicado el libro: Lola una exploración del pasado y la historia a
Kiepja, última de los onas; Agustina Kil- partir de los vínculos familiares; una ad-
chamal, mujer tehuelche, y Milton Krenax, hesión a la lengua en la palabra maternal;
aborigen brasileño. El pedido del poema una apelación a la memoria como funda-
inicial: “Oh Kiepja no me dejes / Sentar ción de la especie y no como nostalgia; una
en hain equivocado” alude al deseo de no experimentación verbal muchas veces radi-
sentarse en la choza ceremonial equivocada, calizada, porque en ello va la autonomía
de no emitir el canto erróneo. Otro de los de un decir. En este último punto la poesía
poemas del libro plantea también la elec- femenina se vuelve política”.3
ción de cantar la contrahistoria: “A mejorar Como traductora ha desarrollado su
el mundo / en arte menor, parte / intentan- actividad a partir de la poesía femenina
do borrar / aquel dolor que sufre / y otorga. norteamericana. Publicó Contéstame, bai-
Historia / donde reposa nuestro error”. la mi danza, una antología (1984; versión
Las publicaciones de 2000 incluyen: corregida y aumentada: Libros de Tierra
Mate cocido (Grupo Editor Latinoame- Firme, 2000); Días de seda, traducción
ricano, 2002); La edad dorada (Adriana y selección de poemas de Ursula K. Le
Hidalgo, 2003) y La rebelión del instante Guin (Nusud, 1996); y la que quizá sea
(Adriana Hidalgo, 2005). Asimismo, sus su experiencia más interesante: The twins
obras completas han sido publicadas por The Dream - Las Gemelas El Sueño (Texas,
el sello Adriana Hidalgo en 2009, bajo el University of Houston, Arte Público Press,
título: Tener lo que se tiene (1226 pp.). 1996; Norma, 1998), poemario en edición
En los últimos años el problema de la bilingüe, que incluye textos en castellano
finitud se ha incorporado a su temática: “el escritos por ella y en inglés, por Le Guin.
tiempo nos guiña un ojo y dice / ‘aprove- La particularidad reside en que cada una
chá’, rubia, te queda poco alpiste / salvo traduce los textos de la otra. “Porque sobre
dilatar el instante, es / tu eternidad”.2 El todo este libro está cifrado por la traduc-
ción que se traduce. Por el acto insólito del
1.  Freidemberg, D., El Ciudadano (Rosario),
nº 7, 06/12/1988. p. 40.
2.  Bellessi, D., “Alpiste”, La rebelión del ins- 3.  Monteleone, J., “La utopía del habla”, op.
tante, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2005, cit., pp. 22-23.

• 150 •
BELLOC B
descubrimiento de la equivalencia, del en- (La Rara Argentina, 2000; con Teresa
tendimiento, donde el pasaje por el cuerpo Arijón; en traducción al inglés de Hillary
de la lengua es la lengua misma. Un libro Gardner) y Espantasuegras (Pato-en-la-cara,
de traducción, mutua: dos lenguas que se 2005). También publicó el ensayo Tribus
tocan con la sensualidad del cuerpo, como porteñas (Perfil, 1998) y el texto Obrero ar-
si fuera el cuerpo mismo lo que se toca. tificial (2000; con Mónica Girón).
[…] Gemelas del sueño presupone un pacto En Tribus porteñas, parte de una colec-
de confianza”.1 Este rubro incluye tam- ción de carácter innovador en cuanto a arte
bién Desnuda y aguda la dulzura de la vida y crítica cultural dirigida por María More-
(Adriana Hidalgo, 2002), antología de una no, Belloc desarrolla –junto con Adriana
de las más importantes poetisas portugue- Imperatore– una investigación acerca del
sas del siglo XX: Sophia de Mello Breyner discurso y la cultura de la juventud de la
Andersen. ciudad de Buenos Aires. Se trata de una es-
Publicó, además, Las malas lenguas pecie de “zoología urbana” en la que, en un
(Ediciones del Sol, 1992), recopilación gesto de arrojo y desafío al canon, se llama
del cancionero tradicional picaresco, junto la atención sobre los cambios de la cultura
con Noemí Diez, y Lo propio y lo ajeno, en- juvenil que se especializan en subalterni-
sayo (Seminaria, 1996), como así también dad y diferencia. En el capítulo “Circuitos
distintas selecciones y antologías de su pro- nocturnos”, por ejemplo, las investigado-
pia obra. A lo largo de su carrera participó ras exploran el mundo disco y electrónico,
en la fundación de la revista Seminaria. mientras que en “Velada canyengue” ha-
Formó parte del equipo de redacción de cen lo propio con la murga y la milonga
Diario de Poesía y fue una de las fundado- del circuito “parakultural”. Asimismo, en
ras de la editorial cooperativa Nusud. Para “Casas tomadas” incursionan en los espa-
terminar, cabe señalar que ha recibido las cios alternativos de circulación de poesía y
siguientes distinciones: en 1993, la beca en “Aire libre” posan su mirada sobre los
Guggenheim de poesía; en 1996, la beca espectáculos callejeros y el circo. Final-
Trayectoria de las Artes de la Fundación mente, el apartado titulado “Moda” llama
Antorchas; y en 2004, el Premio Konex la atención del lector sobre el arte realizado
Diploma al Mérito en la categoría Poesía desde los circuitos marginales. La opera-
(1999-2003). ción apunta a tratar de leer las performan-
M.E.F. ces vivas de la cultura masiva como poemas
en prosa, testimonios de los cambios en el
BELLOC, Bárbara (Buenos Aires, ritual de la cultura urbana juvenil.
1968). Poeta, editora y periodista cultu- Entre los textos más recientes de Belloc
ral. Es Licenciada en Letras. Publicó los se cuentan una serie de antologías particu-
libros de poesía Bla (Último Reino, 1992); larmente relevantes. En El desnudo, la piel
Sentimental journey (La Rara Argentina, de Eros (Sudamericana, 2001), realiza una
1995); Ambición de las flores (Tsé-Tsé, exploración del desnudo en la literatura
1997) e Ira (Nusud, 1999). Asimismo, el como punto de partida para la descrip-
libro de fotografías y textos Orang-utans ción del objeto amado. La escritura como
discurso sobre el cuerpo, según ella, toma
1.  Liffschitz, G., Clarín, 10/1998.

• 151 •
B BELLOMO

el riesgo de convertir en lenguaje lo inde- mente, Belloc hace de la edición y la com-


cible. De este modo, el lenguaje adquiere pilación un acto de escritura, uniendo te-
un poder inusitado, ligado a la potencia mas, autores e imágenes diversas. Además,
erótica. La antología poética que este tomo su conocimiento bibliográfico se pone de
constituye implica, además, una búsqueda relevancia en la exhaustiva cita de traduc-
del fragmento como acto poético en sí, ciones que aparece al final del tomo.
entre la multitud autoral que se invoca: el A.J.
Antiguo Testamento, Giuseppe Ungaretti,
Silvina Ocampo, Monique Wittig, Roland Bellomo, Gabriel (Buenos Aires,
Barthes, Ovidio, Ezequiel Martínez Estra- 1956). Escritor, abogado, asesor en la ad-
da, Marosa di Giorgio, Safo o Catulo son ministración pública y docente. Fue seña-
sólo algunos de los nombres. Además, la lado por Ana María Shua como uno de los
diversidad de géneros (poesía, diario, refra- autores más destacados de la literatura ar-
nes), la división en cuanto a ejes temáticos gentina actual por su prosa exquisita, he-
relacionados con el cuerpo desnudo y la cha de climas y sensaciones. Publicó cua-
interposición final de imágenes (grabados, tro libros de cuentos, Historias con nombre
esculturas, pinturas, fotografías) tiene un propio (1994); Olvidar a Marina (1995)
efecto barroco sobre el lector. Surge como –que forman parte de la colección “Los
evidente no sólo la erudición de Belloc, Oficios Terrestres” de la editorial Libros
sino también su arte de composición su- de Tierra Firme–; Marea negra (2001) y
til en el armado de esta antología al modo Formas transitorias (2005) –primer pre-
de un rompecabezas en miniatura. En El mio del FNA en el año 2004–, ambos
amor platónico. Historias de deseos, anhelos e publicados por la editorial Simurg. Los
imposibles (Sudamericana, 2002), una vez relatos de su serie inédita, Seres de entre-
más abreva en las más diversas tradiciones guerras, salieron en la antología En frasco
literarias mediante la técnica del pastiche. chico de Ediciones Colihue (2004). Su úl-
De este modo, alcanza el interés de un lec- tima novela, El informe de Egan, obtuvo el
tor notoriamente más amplio que el que segundo premio del FNA en el año 2005
favorece la poesía. Se hace evidente aquí el y fue publicada por Sudamericana, bajo el
manejo de conocimientos filológicos y de sello Mondadori, en 2007. Colaboró en
lenguas clásicas por parte de Belloc. La an- diversos proyectos culturales, entre ellos
tología puede leerse como un acto poético la revista Diógenes.
que reúne temas atractivos, autores diver- S.F.
sos e ilustraciones sutilmente seleccionadas.
Un tercer tomo es El beso. Escenas y secretos Bellone, Liliana del Carmen (Sal­
del arte de besar (Sudamericana, 2001), en ta, 1954). Profesora en Letras por la
el que Belloc traza un recorrido temático y Universidad Nacional de Salta, crítica lite-
formal sobre el eje propuesto que, una vez raria, poeta y narradora.
más, invita al lector, quien debe comple- Ha obtenido el Primer Premio de Poe-
tar con su propia escritura la antología. De sía de la Dirección de Cultura de Salta en
este modo, se pone de relieve un pacto de 1977, el Premio de Poesía y Cuentos de la
lectura que ronda lo performativo. Nueva- Facultad de Humanidades de la Univer-

• 152 •
BELVEDERE B
sidad Nacional de Salta en 1975, el Pre- la discriminación social (Biblos, 2002);
mio del FNA para escritores latinoame- Semejanza y comunidad. Hacia una politi-
ricanos en 1978 y el Premio Casa de las zación de la fenomenología (Biblos, 2006)
Américas en 1993. Sus libros de poemas y El problema de la fenomenología social:
son Retorno (Salta, Dirección General de Schutz y las ciencias sociales (en prensa). En
Cultura, 1979); Convergencia (Salta, Re- Los Lamborghini…, Belvedere analiza las
torno, 1986); Elegía en primavera (Retor- obras de los hermanos Osvaldo y Leónidas
no, 1988); El cazador (Retorno, 1991); La para discutir con las diversas interpretacio-
travesía del cuerpo (Retorno, 1992) y Vo- nes que se hicieron sobre ellas y rearmar la
luntad y otros poemas (Salta, Comisión Bi- perspectiva de una literatura que se ve en
cameral Examinadora de Obras de Autores “sus huecos, sus roturas y estropicios”.
Salteños, 1993). Ha publicado además los M.R.
libros de cuentos El rey de los pájaros (Salta,
Fundación de Canal 11, 1992); De amores Benarós, León (San Luis, 1915).
y venenos (Salta, Ediciones del Robledal, Poeta, historiador, crítico y abogado, pre-
1998) y Estas que fueron pompa y alegría sencia constante en el panorama de la cul-
(Retorno, 2007), así como también las tura argentina a través de su participación
novelas Augustus (La Habana, Casa de las en medios gráficos, audio y televisión.
Américas, 1993); Fragmentos de siglo (Edi- Ha publicado textos en revistas argen-
ciones del Robledal, 1999) y Las viñas del tinas como Sur, Nosotros, Verde Memoria,
amor (Retorno, 2008). Su obra muestra un Lyra, Tarja, Realidad, Pájaro de Fuego,
universo constituido por la geografía del Anales de Buenos Aires (cuando era diri-
noroeste argentino, el tema de los privile- gida por J.L. Borges), Conducta, Colum-
gios de clase, la inmigración y la construc- na, Atlántida, Continente, Reseña de Arte
ción de la voz femenina. y Letras, Agonía, en el periódico Correo
F.N. Literario, y otras más. Colaboró en La
Nación, en Clarín y en la revista Proa.
BELVEDERE, Carlos (s/d). Doctor También publicó en revistas extranjeras
en Ciencias Sociales por la UBA y como Cuadernos Americanos (México),
Licenciado en Filosofía por la Universidad Asomante (Puerto Rico), Viernes (Vene-
del Salvador. Trabaja como profesor en la zuela), Poesía de Venezuela, Cordillera
UBA, la UNGS, la Universidad Nacional (Bolivia), La Gaceta de Chile, La Estafeta
Tres de Febrero y la Università di Bologna. Literaria (España).
Ha publicado artículos sobre filosofía, en Su obra presenta una vertiente popular,
particular sobre fenomenología y teoría de la que son testigos las letras de las can-
social, en las revistas Enfoques y Estudios ciones que compuso junto a músicos de la
de Filosofía y ha participado de la com- importancia de Adolfo Ábalos, Eduardo
pilación Racismo y discurso: una semblan- Falú, Carlos Di Fulvio, Jorge Cafrune o
za de la situación argentina (2007). Sus Mariano Mores. Este interés no se presen-
libros comprenden Los Lamborghini: ni ta sólo en tanto creador, sino también en
“atípicos”, ni “excéntricos” (Colihue, 2000); tanto investigador, ya que es uno de los
De sapos y cocodrilos: la lógica elusiva de cofundadores de la Academia Porteña del

• 153 •
B BENARÓS

Lunfardo. Su vertiente “culta”, además Otra de las características de los neorro-


de estar representada por los libros de mánticos es el nacionalismo. Esta tenden-
poemas y de crítica, también posee una cia es clara en la poesía de Benarós, quien
dimensión musical, como lo atestigua el concibe al romance en la línea más estricta
poema sinfónico que compuso junto a de la tradición hispánica. O sea, el metro
Carlos Gustavino. propio de la gesta histórica. La operación
Perteneció a la Generación del 40 que realiza es reemplazar la historia espa-
o neorromántica que sigue, cronoló- ñola con un contenido nuevo: los motivos
gicamente, a la de los martinfierristas. de la historia argentina. En sus textos el hé-
La poesía del 40 se caracteriza por pre- roe se transforma en arquetipo. Baumgart,
sentar continuidad con la estética ante- Crespo y Luzzani señalan que su roman-
rior, hecho que justifica la propuesta de ce “Juan Lavalle se arrepiente”, publicado
César Fernández Moreno de llamarlos en el Romancero criollo, es antecedente del
“hemigeneración”.1 La temática de estos episodio de la muerte de Lavalle que cruza
poetas consiste en los temas recurrentes la novela Sobre héroes y tumbas, de Ernes-
de la lírica: el amor, la muerte, la infan- to Sábato.4 La modalidad de la escritura
cia perdida, la tierra natal. No buscan la de estos romances sigue los parámetros de
innovación formal, de hecho, Benarós la gauchesca: invocación al lector, uso de
frecuenta metros clásicos como el soneto regionalismos, tono de payada. Siete colec-
o la décima encadenada; y el tono de sus ciones atestiguan este interés: Romances de
poemas es básicamente elegíaco. El pro- la tierra (Emecé, 1950); Romancero argen-
pio poeta explica esta tendencia como la tino (Troquel, 1959); Romances de infierno
principal característica del grupo: “No- y cielo (1971); Romances paisanos (1973);
sotros somos graves, porque nacimos a la Romancero criollo (1978); Romances argen-
literatura bajo el signo de un mundo en tinos (1981); Romances del pueblo (1999).
que nadie podía reír. De ahí, pues que casi En el 2003 recopiló todos estos textos con
toda nuestra poesía sea elegíaca”.2 Textos el nombre de Romancero criollo y los publi-
críticos como Orfeos argentinos. Lírica del có con ilustraciones de Roberto Páez.
40, de Víctor Zonana (Mendoza, Univer- Además de los romances Benarós pu-
sidad Nacional de Cuyo, 2001) confirman blicó los siguientes libros de poesía: El
esta idea, al señalar el tono elegíaco como rostro inmarcesible (Emecé, 1944); Versos
el “parámetro para la caracterización de la para el Angelito (Cuadernos de la Bande-
lírica neorromántica del 40”.3 rita, 1958); Décimas encadenadas (1962);
El río de los años (1964); Memorias ar-
1.  Cit. por Baumgart, C., Crespo de Arnaud, dientes (1970); Carmencita Puch (1973);
B. y Luzzani Bystrowicz, T., “La poesía del Elisa Brown (1973); La mano y los destinos
cuarenta”, Capítulo. Cuadernos de poesía ar- (1973); El bello mundo (1981); Flora na-
gentina. La poesía del cuarenta, Buenos Aires, tal (1983) y Canto de amor a Buenos Aires
CEAL, 1985, p. 190.
(1983). Su poesía, además de no represen-
2.  Benarós, L., “La generación de 1940”, El
40. Revista literaria de una generación, Buenos 4.  Baumgart, C., Crespo de Arnaud, B. y
Aires, Primavera, 1951, p. 13. Luzzani Bystrowicz, T., “La poesía del cuaren-
3.  Ibíd., p. 11. ta”, op. cit., p. 197.

• 154 •
BENASAYAN B
tar un quiebre con la lírica anterior, tampo- humanos: ¿una ideología? (1986); Crítica de
co tiene continuadores. Baumgart, Crespo la felicidad (1989; con Edith Charlton);
y Luzzani la incluyen en lo que denominan Esta dulce certidumbre de lo peor (1991; con
“una poética clausurada”.1 Edith Charlton); Para pensar la libertad: la
Sus textos en prosa son: Leyendas ar- decisión, el azar y la situación (1994; con
gentinas (Atlántida, 1955); Libro de vaca- Annick Monte); Peut-on penser le monde?
ciones (Sainte Claire, 1980); Antonio Por- Hasard et incertitude (1997; con Herman
chia (1988); El desván de Clio (Fraterna, Akdag y Claude Secroun, sin traducción
1990), y Mirador de Buenos Aires (Corre- al español); El mito del individuo (1998);
gidor, 1994). La fabricación de la información (1999; con
Cabe concluir anotando que ha recibido Florence Aubenas); Política y situación de
numerosos premios, entre los que se desta- la potencia al contrapoder (2000; con Die-
can el Premio Municipal Ciudad de Bue- go Sztulwarkal); Resistir es creer (2002; con
nos Aires, la Faja de Honor de la SADE, el Florence Aubenas); Che Guevara. Del mito
Premio Trayectoria del FNA. Además, fue al hombre, un ida y vuelta (2003); Abece-
declarado Personalidad Emérita de la Cul- dario del compromiso (2003; con Béatrice
tura Argentina por la Secretaría de Cultura Bouniol); La fragilidad (2004); La salud
y Comunicaciones de la Presidencia de la mental en actos: de la clínica a la política
Nación. (2005); Las pasiones tristes. Sufrimiento
M.E.F. psíquico y crisis social (2006; con Gérard
Schmit); Connaître est agir: Paysages et si-
BENASAYAN, Miguel (Buenos Aires, tuations (2006; con Angélique Del Rey, sin
1953). Filósofo y psicoanalista, miembro traducción al español); Nunca más solo. El
del ERP en la década de 1970. Fue víctima fenómeno del móvil (2007); Elogio del con-
de prisión y torturas hasta 1978, cuando su flicto (2007; con Angélique del Rey).
condición de ciudadano francés lo benefi- V.L.
ció con un programa de liberación de pre-
sos políticos de ese origen. Desde entonces Benesdra, Salvador (Buenos Aires,
reside en Francia. Sus trabajos se centran 1952 - 1996). Reconocido periodista, tra-
en una reflexión crítica permanente sobre bajó en La Voz, La Razón y Página/12; fue,
los alcances y los límites de las prácticas de además, psicólogo, docente universitario y
izquierda tradicionales, sobre la naturaleza sindicalista. Su única novela, El traductor,
del poder y de la hegemonía. Es fundador, mantiene vínculos evidentes con la narrati-
junto con Angélique del Rey, del colectivo va de Roberto Arlt y es un largo monólogo
A pesar de Todo (Malgré Tout), en el cual (tiene más de 600 páginas) a cargo de su
se materializa su concepción de la acción protagonista, Ricardo Zevi, una suerte de
concreta y cotidiana como principio básico alter ego de Benesdra. Zevi, un ex trotskis-
del cambio social. ta que trabaja para una pequeña editorial
La mayor parte de su obra fue publicada progresista, narra su recorrido alucinado
en francés y traducida al español: A pesar de por Buenos Aires en 1991, motivado por
todo (1980); Utopía y libertad. Los derechos tres hechos dispares: una traducción exas-
perante, la caída del régimen soviético y la
1.  Ibíd., p. 194.

• 155 •
B BERGEL

frigidez de su mujer, Romina. La novela social para movimientos sociales”, deven-


fue finalista del Premio Planeta en 1995. dría más tarde en el Frente Grande, del
Benesdra (que había sufrido varias inter- cual Bergel ya no formó parte. Con la
naciones psiquiátricas debido a recurrentes premisa de “consolidar la política desde
brotes psicóticos) se suicidó al año siguien- fuera del Estado”, su práctica ha asumido
te. En 1998 sus familiares costearon la pu- formas de acción directa no violenta: fue
blicación de El traductor por editorial De la director de Greenpeace y ha participado
Flor. Cabe mencionar que dejó inconclusa de movimientos sociales antiglobalización
una segunda novela (Puntería) y un libro y de foros sociales mundiales. A partir de
de autoayuda inédito (El camino total). la crisis de 2001, ha colaborado en mo-
L.M.K. vimientos asambleístas que promueven
prácticas contra el saqueo y la contami-
BERGEL, Pablo (Buenos Aires, 1946). nación de bienes sociales y naturales. Ac-
Sociólogo, periodista y escritor, prefiere tualmente, es el responsable del Programa
definir su práctica como la de un “ciu- Calidad de Vida en el INTI y está a cargo
dadano que deja marcas gráficas”. Su de la publicación institucional.
concepción de la escritura como modo V.L.
de intervención social asume una actitud
militante que data de su temprana parti- Bergero, Adriana, J. (Tucumán,
cipación en la agrupación Praxis, a princi- s/d). Egresada de la carrera de Letras de
pios de los años sesenta. En Quito, ciudad la Universidad Nacional de Tucumán y
de su exilio, escribió Historias de papá y doctora por la Universidad de California
Amigomío, una serie de cuentos que na- (Los Ángeles), se desempeña actualmen-
rran la experiencia de la paternidad en te como profesora del Departamento de
el marco hostil de la coyuntura política. Español y Portugués de dicha casa.
Entre el intimismo revelador y la labor Ha producido trabajos sobre escritores
literaria como conjuro, la esfera pública de la literatura española y latinoamericana,
y la privada encuentran su contrapun- como Federico García Lorca, Rafael Sán-
to en una escritura artesanal tan limpia chez Ferlosio, Eliécer Cárdenas, Jorge Luis
como conmovedora. El libro fue pelícu- Borges, Augusto Roa Bastos, Felisberto
la en 1994, bajo la dirección de Jeanine Hernández y Marcelo Cohen, entre otros.
Meerapfel y Alcides Chiesa. Además ha escrito numerosos artículos so-
De regreso a la Argentina, integró bre crítica cultural. Ha publicado El deba-
el staff de la revista Unidos, dirigida por te político: modernidad, poder y disidencia
Carlos “Chacho” Álvarez, junto a sus en Yo el Supremo de Augusto Roa Bastos
compañeros Horacio González y Mario (Nueva York, Peter Lang, 1994); Haciendo
Wainfeld. En ese marco, fundó Demo- camino. Pactos de la escritura en la obra de
cracia Popular para el Frente Social que Jorge Luis Borges (México, UNAM, 1999);
nuclearía a la izquierda independiente, e Intersecting Tango: Cultural Geographies
organizaciones de derechos humanos y of Buenos Aires, 1900-1930 (University of
Democracia Cristiana. Este partido, con- Pittsburgh Press, 2008). Es coeditora, jun-
cebido como “instrumento de incidencia to a Fernando Reati, de Memorias colectivas

• 156 •
BERNÁRDEZ B
y políticas de olvido. Argentina y Uruguay, y de la provincia de Pontevedra. Lo pinto-
1970-1990 (Rosario, Beatriz Viterbo, resco del caso es que, probablemente, estos
1997). cruces fueran cuidadosamente planeados
F.N. en el cuarto de pensión que ambos escrito-
res compartían.
BERNÁRDEZ, Francisco Luis (Buenos Paralela a su actividad periodística,
Aires, 1900 - 1978). Poeta nacido en transitó su carrera como poeta: en 1922
Buenos Aires, hijo de inmigrantes gallegos. publicó Orto y Bazar, un poemario de es-
Siendo un niño, sus padres fijaron resi- tética ultraísta; al año siguiente, aparece
dencia en Ourense (España), donde pasó Kindergarten (Poemas de infancia). Durante
su infancia y su primera juventud. “Crucé sus años de residencia en Galicia, entabló
seis veces el Atlántico. Viví en España y en sólidos vínculos con el círculo literario lo-
Portugal”, diría en relación con aquellos cal y metropolitano. En sus asiduos viajes
años itinerantes entre Iberia y Argentina. a Madrid, frecuentaba la tertulia literaria
Su estancia en tierra galaica le permitió del café Maxim donde conoció a Ramón
aprender el idioma de sus padres y apro- del Valle Inclán, máxima figura de las le-
piarse de la cultura de su pueblo. tras españolas en ese momento, también
Como gran parte de los escritores de de origen gallego y miembro de la Gene-
las primeras décadas del siglo XX, su ac- ración del 98. Por otro lado, sus vínculos
tividad literaria se combina y se comple- con la intelectualidad galaica lo convirtie-
menta con la periodística. Alrededor de los ron en un férreo defensor de su lengua y
veinte años, se instaló en Vigo, donde fue su cultura.
redactor de Pueblo Gallego, un periódico En 1925, retornó a la Argentina y se
progresista de perfil más ilustrado que Faro unió a la vanguardia local como militante
de Vigo, del cual había sido colaborador y activo: adhirió a la propuesta estética del
autor de una columna satírica llamada “De grupo popularizado como Florida y fue
mi espejo cóncavo”. La famosa polémica asiduo colaborador en la revista Martín
con Amado Villar, otro escritor argentino- Fierro. Ese año también publicó su cuarto
gallego, data de la partida de Bernárdez poemario, Alcándara, imágenes. Paralela-
a Pueblo Gallego, en febrero de 1924. A mente intervino en la revista Proa, cuyos
partir de allí, su columna en el diario con- directores tributaban asimismo a Martín
servador –habitualmente rubricada bajo Fierro, desde la cual impulsó y difundió
el nombre de Artemio– quedó a cargo de los argumentos y lineamientos para una
Villar, que firmará bajo el seudónimo de renovación del lenguaje literario. Tiempo
Villavril. Bernárdez, que es también Mar- después, fundó la Revista Oral junto al pe-
tín Fierro o Ambrosio, según el caso, in- ruano Alberto Hidalgo. Esta sociedad gozó
terpelará a su compatriota desde “Estelas”, de una vida breve: la actitud iconoclasta
su nuevo espacio en Pueblo Gallego. Ambos exacerbada de Hidalgo provocó el disgusto
autores polemizaban a diario asumiendo de Bernárdez y su posterior ruptura.
posiciones contrapuestas que respondían a Bernárdez también es responsable de la
la ideología de cada publicación y tenían creación de Libra, una publicación de cor-
en vilo a gran parte de los lectores de Vigo ta vida en la que coincide con Leopoldo

• 157 •
B BERNÁRDEZ

Marechal, al tiempo que colabora con la Como tantos otros, Bernárdez fue un
revista católica Criterio y con el diario La hombre de letras devenido en funcionario.
Nación. Por esos años, el escritor frecuen- En 1944, fue nombrado director general de
ta en Buenos Aires el Grupo de Cursos de Cultura Intelectual del Ministerio de Justi-
Cultura Católica Convivio, círculo que cia e Instrucción Pública. En 1948, ingresó
reunía a gran parte de la intelectualidad como miembro de número al Parnaso de
católica porteña y que sería uno de los ejes las letras nacionales y oficiales, la Acade-
sobre los cuales se organizaría el naciona- mia Argentina de Letras. De esos años data
lismo local. la publicación de Las estrellas (1947); El
Su producción sufre un cambio de ángel de la guarda (1949); Poemas naciona-
rumbo significativo a partir de la década les (1950); La flor (1951); El arca (1953); y
del treinta. Estos años oscuros para la vida Tres poemas católicos (1959). Como traduc-
artística e intelectual del país conviven en tor también apostó a la poesía católica con
Bernárdez con el principio de una larga en- Florilegio del cancionero vaticano e Himnos
fermedad que lo obliga a guardar reposo. del breviario romano, publicados en versión
En 1932, el escritor fija residencia en La española en 1952.
Calera, Córdoba, y su repliegue público Ejerció la actividad diplomática como
se traduce en una obra que se torna más agregado cultural de la Embajada Argen-
intimista y pesismista. Su recuperación de tina en Uruguay durante varios años, pero
la tradición hispánica –fundamentalmente no abandonó la pluma: de 1963 es el con-
de San Juan de la Cruz– se traduce en una junto Poemas de cada día, y también su
poética de corte solemne, místico y religio- único libro en prosa, La copa de agua.
so. En 1935 publica El buque, uno de sus Es uno de los poetas más relevantes de
libros más celebrados. Se trata de un poe- las letras argentinas, si bien de su obra ha
ma extenso de carácter místico que rescata trascendido y se ha popularizado su veta
la forma estrófica de la lira. más intimista y místico-religiosa. Su ico-
En 1937, de regreso a Buenos Aires, noclastia floridista puede ser interpretada
es nombrado secretario de las Bibliote- como las veleidades de un joven escritor
cas Públicas. De ese momento es su libro cosmopolita en los veinte, que construye
Cielo de tierra. Su obra más reconocida su espacio legítimo dentro del campo in-
fue La ciudad sin Laura, dedicada entera- telectual argentino. En Galicia es venerado
mente a su esposa Laura González Palau. como uno de los grandes defensores y difu-
Publicado en 1938, este poemario funcio- sores de la lengua gallega. Discurso encol do
na como una especie de credo romántico Idioma Galego, publicado en 1953 por Edi-
donde el sentimiento amoroso aparece ciones Galicia de Buenos Aires, y el artículo
tan sublimado como espiritualizado. El “El idioma prohibido” (1954) significaron
poema “Estar enamorado” es uno de los un gran aporte a la reivindicación de una
más populares y característicos de esta lengua que Bernárdez considera constituti-
producción. A esta obra le sucedieron va de la sensibilidad cultural de los pueblos
Poemas elementales (1942); Poemas de car- ibéricos y latinoamericanos. Tal vez, en el
ne y hueso (1943); y El ruiseñor (1945), cruce de sus tempranas experiencias en tie-
Premio Nacional de Poesía. rra gallega y en la búsqueda formal propia

• 158 •
BERNATEK B
de las vanguardias de los veinte, se cifre la Perón” (p. 360). En 2003, edita, en cola-
particularidad de su poética: la nostalgia boración con Mempo Giardinelli, México:
del mundo perdido expresada en la sólida el exilio que hemos vivido. Memoria del exi-
arquitectura de sus versos. lio argentino en México (1976-1983), pu-
V.L. blicado por la editorial de la UNQ; esta
obra aspira a dar cuenta del laborioso es-
BERNATEK, Carlos E. (Avellaneda fuerzo por sobrevivir a la dictadura y de la
[Buenos Aires], 1955). Reside en Santa Fe experiencia del exilio latinoamericano. En
desde hace varios años. Escribió las nove- el mismo año aparece Latinoamérica: del
las La pasión en colores (Planeta, 1994); Un New Deal a la Revolución Cubana (De la
lugar inocente (Atril, 2000); Rutas argenti- Campana, 2003).
nas (Adriana Hidalgo, 2001); y Rencores de P.C.
provincia (Adriana Hidalgo, 2008), a las
que se suman los volúmenes de cuentos BERTI, Eduardo (Buenos Aires, 1964).
Larga noche con enanos (Ameghino, 1998), Escritor, periodista y guionista. Luego
Mención Honorífica del FNA, y Voz de pez de colaborar en el suplemento “Cerdos
(Atril, 2003). Desde sus primeros textos, y Peces” de la revista El porteño, en 1987
su narrativa deja entrever una insistente comienza a escribir regularmente en
mirada sobre el territorio, particularmente Página/12 artículos sobre rock argentino.
desde el interior del país. También publicó De esos años son sus dos libros de ensayos:
el volumen de poemas Despertar a la so- Spinetta. Crónicas e iluminaciones (1988) y
námbula (Santa Fe, Universidad Nacional Rockología. Documentos de los 80 (1990).
del Litoral, 2008). Colabora con los suple- Colaboró también en los diarios Clarín y
mentos culturales de los diarios El Litoral La Nación. Su primer libro de relatos, Los
de Santa Fe y La Capital de Rosario. Sus pájaros, se edita en Madrid en 1994. Hasta
cuentos integran diversas antologías. 1998 trabaja como guionista y realizador
N.G. y M.F.P. de documentales sobre rock argentino (La
Cueva; Rocanrol) y más tarde como guio-
Bernetti, Jorge Luis (Buenos Aires, nista de un ciclo de documentales sobre
1946). Licenciado en Ciencias Políticas autores de tango (Roberto Goyeneche,
por la UNAM, militante, periodista y pro- Enrique Cadícamo). Su primera novela,
fesor universitario. A principios de los años Agua (Tusquets, 1997), también se edita
1970 fue cofundador del Bloque Peronista en España. Agua funciona como un jue-
de Prensa, parte del frente de masas de la or- go de contrastes entre los “iluministas” y
ganización Montoneros. En 1983 publica los “oscurantistas” de un pequeño pueblo
El Peronismo de la Victoria (Legasa) y junto portugués de principios del siglo XX, en
con Adriana Puiggrós, Peronismo, cultura momentos en que Luis Agua ofrece ins-
política y educación (1945-1955) (Galerna, talar luz artificial. El elemento fantástico
1993, t. 5 de Historia de la educación en la marca el inicio de su trayectoria narrativa
Argentina), donde plantea que “el desarro- y es la causa de que se lo suela filiar con
llo del sistema educativo moderno fue co- las figuras de Silvina Ocampo, Horacio
menzado por Sarmiento y culminado por Quiroga y Juan Rodolfo Wilcock. En

• 159 •
B BERTOLÉ

1998 se radica en España donde escribe en España. Si La mujer de Wakefield rees-


y publica lo más destacado de su obra. cribe a Hawthorne, Todos los Funes tiene
La novela La mujer de Wakefield (Buenos una declarada relación con el relato “Fu-
Aires y Barcelona, Tusquets, 1999) es con- nes el memorioso” de Jorge Luis Borges.
siderada por el Times Literary Supplement El tema de la memoria y el olvido recorre
de Inglaterra como uno de los mejores li- toda la trama, pero también el elemento
bros del año 2000. Berti recrea el entor- onírico presente en ella. La aparición de
no de la historia de “Wakefield”, el relato un personaje ciego, en cuyo bastón se lee
de Nathaniel Hawthorne que Jorge Luis la inscripción “La bruma se torna realidad,
Borges considera precursor de los de Kafka basta con cerrar los ojos”, cierra la conste-
y Melville, pero desde la óptica de la mu- lación de vínculos con el autor de Ficcio-
jer del personaje que desaparece y regresa nes. Algunos de sus relatos también toman
veinte años después. El secreto de Charles a la literatura como temática, como el caso
Wakefiled no se agota ni se devela en la de “Bovary”, que integra el volumen La
novela, pero el rol de la señora Wakefield vida imposible. En 2005 escribe el guión
y el final del relato se alteran. En 2001, la de Nordeste, el primer largometraje de Juan
novela La mujer de Wakefield recibe una Solanas. En 2006 regresa a Buenos Aires,
mención en el Prix Femina Étranger como donde reside en la actualidad. Junto con
Mejor Novela Extranjera. En 2002 se edita Edgardo Cozarinsky, compiló el volumen
su segundo libro de relatos, La vida impo- Galaxia Borges (Adriana Hidalgo, 2007),
sible, en la colección “Cruz del Sur” de la antología de textos que representa –según
editorial Emecé de Barcelona. Relatos cor- los compiladores–, la “galaxia” de lecturas
tos escritos en una prosa aparentemente borgeanas. En Internet, es autor del blog
sencilla, cercana al tono coloquial, donde Bertigo, disponible en línea en: <www.
lo fantástico adquiere una dimensión mo- eduardoberti.blogspot.com>, sobre litera-
ral. Algunos de los relatos están teñidos tura, música y misceláneas. Algunas de sus
por un humor negro, amargo, casi cíni- obras fueron traducidas al inglés, francés y
co, que distingue este libro de relatos del portugués.
anterior. A los autores mencionados por D.M.
la crítica como influencias de la labor de
Berti, se suma el de Julio Cortázar, pero Bertolé, Emilia (El Trébol [Santa Fe,
sobre todo comienza a tener relevancia la 1896] - Rosario, 1949). Es una de las poe-
influencia borgeana, ya desde La mujer de tas que actúa en las primeras décadas del si-
Wakefield y sobre todo en su última novela glo XX como representante de la poesía de
Todos los Funes (Buenos Aires y Barcelona, lenguaje y tópicos románticos que se seguía
Anagrama, 2004), finalista del Premio escribiendo paralelamente al desarrollo de
Herralde de la editorial. las vanguardias. Fue una artista plástica de
La literatura es una constante referen- formación académica tradicional con una
cia en la narrativa de Berti, al estilo de lo moderada influencia de la renovación en
que sucede con la producción del español las artes figurativas de su tiempo. Además,
Enrique Vila-Matas o Roberto Bolaño, fue una figura importante en el proceso de
chileno que produjo el grueso de su obra profesionalización de la actividad artística

• 160 •
BERTOLÉ B
y de la inserción de la mujer en ese campo inserción de Emilia en el ambiente literario
en las primeras décadas del siglo XX. de Buenos Aires, incluso a nivel institucio-
Bertolé crece en el campo santafesino nal, con su participación en el PEN Club.
entre inmigrantes italianos que intentaron A su vez, el encargo de los retratos de Hi-
desarrollar la actividad rural, hasta que su pólito Yrigoyen señalaría el momento más
padre obtiene un cargo en la compañía fe- importante de su carrera como retratista,
rroviaria y el grupo familiar se traslada a y la aceptación de sus pinturas en el Salón
Rosario. En esa ciudad, Bertolé se forma Nacional –con obras en las que intenta una
académicamente en dibujo y pintura, e expresión más personal que con sus retra-
ingresa muy tempranamente al circuito de tos por encargo–, el momento más alto de
difusión de las artes plásticas, participando su reconocimiento como artista plástica.
de concursos y exposiciones colectivas. A La década de 1930 marca un cambio
los veinte años se traslada a Buenos Aires, profundo en el lugar social de Bertolé: deja
contratada para efectuar un retrato; los de recibir encargos de retratos de las fami-
encargos empiezan a ser frecuentes y de- lias tradicionales porteñas y sus contactos
cide radicarse en dicha ciudad. Consigue oficiales se reducen casi por completo lue-
así una temprana profesionalización como go del Golpe de Estado, en un momento
retratista contratada por las familias más en el que también la bohemia porteña
acomodadas y tradicionales de Buenos Ai- propia de los 20 pierde vitalidad. Empieza
res, mientras procura, paralelamente, desa- a colaborar como ilustradora para revistas
rrollar una actividad plástica más personal. masivas y manuales escolares, y explota su
La tensión entre la pintura como modo de imagen de artista para encargos publicita-
subsistencia y como arte perduraría duran- rios. Después de readaptarse a estas nue-
te toda su vida. vas condiciones sociales, Bertolé retorna
La actividad plástica permitió a Berto- a Rosario, presionada por la necesidad de
lé tanto el acceso a los sectores altos de la atender problemas familiares, y en esta ciu-
sociedad de Buenos Aires como a la activa dad reencuentra un mercado que en Bue-
“bohemia” de la época y a las institucio- nos Aires ya no existe: vuelve a dedicarse
nes artísticas. Su intenso trabajo, su for- al retrato de las familias tradicionales rosa-
mación, y también su juventud y belleza rinas. Se radica, entonces, en su provincia
favorecieron su ingreso a los grupos artís- de forma permanente y su vida se rige por
ticos, en particular: Anaconda, integrado la atención de sus problemas familiares, la
por figuras como Horacio Quiroga, Alfon- pintura como fuente de subsistencia y la
sina Storni, Centurión, entre otros. Para- escritura (algo errática) de poemas que ya
lelamente a la actividad artística, Bertolé no intenta publicar.
vuelca a la escritura de poesía, tanteos que La tensión entre mercado y arte que se
culminan con la publicación del único li- observa en su producción visual no apare-
bro que aparece en vida de la autora, Espejo ce de la misma manera en su producción
en sombra, de 1927. Su presentación, en la poética. Ésta suele ser caracterizada como
que habló Alfonsina Storni y que visitaron “tardorromántica”, término normalmente
otras figuras como Roberto Giusti y Alfon- peyorativo para tildar a esta corriente lírica
so Reyes, marcaría el momento de mayor que continúa en el siglo XX con tópicos y

• 161 •
B BETTI

estilo del romanticismo, ignorando las in- BETTI, Atilio (San Fernando [Buenos
novaciones vanguardistas. Bertolé explota Aires], 1922 - 1993). Dramaturgo de
juegos de oposiciones (luz/oscuridad, pu- orientación costumbrista con arreglo a la
reza/corrupción, etc.) con un énfasis en renovación de esta corriente ocurrida a me-
los elementos cromáticos, conectando su diados del siglo XX. Inició su carrera tea-
poesía con la pintura. Es más: lo cromático tral en 1952 con la obra Farsa al corazón
en sus poemas está más utilizado como una –catalogada por el autor como un “cuento
referencia directa a lo visual que trabajado escénico”–, estrenada en 1953, seguida de
desde lo lingüístico. El cuerpo aparece espi- las farsas El buen glotón (1956) y El juego de
ritualizado y es posible advertir también una la virtud (1957), además del monólogo La
correspondencia entre las referencias que de culpa (1957). Luego, influido por la lectura
él hay en los poemas y el modo en que la de Bertolt Brecht, se abocó al teatro épico,
autora lo presenta en sus autorretratos. Las línea dentro de la cual compuso Francisco
marcas de los cambios sociales presentes en Bernardone en 1964, basada en la vida de
su obra visual (apogeo y decadencia del re- Francisco de Asís, en la que indaga acerca de
trato social, expansión de la ilustración pe- la relación del hombre con Dios. De 1960
riodística, del mercado editorial-educativo) es la tragicomedia Fundación del desengaño,
tampoco aparecen en su obra poética. Los pieza cuya historia transcurre durante la pri-
poemas posteriores a Espejo en sombra, halla- mera fundación de Buenos Aires, con la que
dos en papeles dispersos y en un cuaderno, Betti se propone indagar en los primeros
muestran estilo, lenguaje y temas similares a pasos de la conquista del Río de la Plata a
los de su juventud. fin de encontrar el germen del “ser argenti-
La obra poética de Bertolé fue reunida no” en el enfrentamiento del proyecto evan-
en dos ocasiones: en 1994, en Estrella de gelizador español con la realidad indígena
humo (El Francotirador), edición homenaje existente.
a su padre por parte de los descendientes de Obra de Atilio Betti
italianos de la “comunidad trebolense”, el La edad del hambre (Teatro Estudio,
lugar de nacimiento de la artista; y en 2006, 1951, 1953); Farsa del corazón (Teatro
cuando se publica una edición más comple- Estudio, 1953); Francisco Bernardote
ta, Obra poética y pictórica (Rosario, Edito- (Teatro estudio, 1955); El juego de la
rial Municipal de Rosario), que contiene un virtud (T.P.I., 1957); El nuevo David
análisis de su obra plástica y su producción (Teatro Expresión, 1959); Fundación del
poética, la narración de los avatares de su desengaño (Talía, 1960); Delta (1961);
familia y de los acontecimientos sociales y El duelo a bastonazos (1961); Chaveta
políticos de la primera mitad del siglo XX. (publicado en Revista Comentario, nº
Todos estos elementos están muy bien im- 32, 1966); Cuento de navidad (1966);
bricados en el estudio de Ana Avaro. Allí se La selva y el reino (Huemul, 1970); La
dan indicios de otras zonas a explorar en avaricia (1970); El hombre que no se ve
esta autora, como su producción epistolar, (1971); Comedietta (1972); El cuerpo y
que todavía no ha sido reunida. las águilas (1975); Sanseacabó (1981);
E.M. La noche lombarda (1984).
+ Storni, Alfonsina. Pau. Cro.

• 162 •
BIAGIONI B
BIAGIONI, Amelia (Gálvez [Santa Fe], cedía en su primer libro, el yo lírico de La
1916 - Buenos Aires, 19/11/2000). Poeta llave se corre del paisaje provinciano hacia
y escritora, hija de Francisco Biagioni y la soledad extrema que padece en la ciu-
Magdalena Frítolli. Después de realizar dad. En estos libros iniciales, Biagioni –a
sus primeros estudios en su pueblo natal, pesar de mantenerse dentro de las líneas de
continuó su formación en Rosario en el la versificación tradicional y del tono inti-
Magisterio y luego en el Profesorado en mista– empieza a explorar ciertas rupturas
Letras en la Escuela Normal Nº 1. En en el nivel del ritmo que la perfilan como
1936 regresa a Gálvez para ejercer como una renovadora de la poesía hegemónica
docente en una escuela media, al tiempo de su tiempo.
que se dedica a organizar distintas activi- Su siguiente libro es El humo (1967),
dades culturales. Su vocación de escritora por el cual recibe dos reconocimientos:
aparece en la década del 1940, cuando el Primer Premio Municipal de Poesía y
comienza a publicar con seudónimo poe- una mención en el Certamen Nacional.
mas en diarios y revistas locales. Por suge- Se trata de un trabajo en el que la autora
rencia del poeta José Pedroni, publica en apuesta a rupturas radicales en el nivel de
Santa Fe capital su primer libro de poe- la musicalidad de las palabras, combina-
mas, merecedor de la Faja de Honor de das con formas poéticas todavía clásicas,
la SADE, Sonata de soledad (1954); esta con el fin de exponer su concepción del
obra, contemporánea del surrealismo y universo alejado de un Dios, marco y sus-
del invencionismo, se ubica a medio ca- tento de la realidad. Varios años después
mino de la escritura de su mentor Pedroni aparece Las cacerías (1976), libro que dos
y del neorromanticismo vigente en el años más tarde recibe el Premio de la
campo literario después de la década del Fundación Argentina para la Poesía. Con
40, y toma la forma de la biografía espiri- inversión absoluta del tono negativo y
tual y amorosa de un yo lírico cuyas expe- angustiante que predomina en el anterior
riencias sentimentales en un ambiente de poemario, éste se presenta vital y exaltado
provincia se expresan en los poemas. a partir de la cacería como símbolo fun-
En 1955 Biagioni se radica en Buenos damental y estructurante de las relaciones
Aires, donde retoma las actividades pe- entre los hombres y entre ellos y Dios.
dagógicas, abandonadas unos años antes Asociaciones sonoras, homofonías, con-
para abocarse a la escritura y a publicar trastes, repeticiones constituyen el cam-
sus escritos poéticos en medios nacionales. po fónico innovador del libro, mientras
Coincide con la reedición de su primera que la disposición gráfica de los versos del
obra en 1957 la aparición de La llave, otro poema se asemeja a los caligramas utiliza-
poemario con el que obtiene el Segundo dos por Guillaume Apollinaire y Oliverio
Premio Municipal de Poesía. A partir de Girondo. Las cacerías es traducido al in-
este reconocimiento, comienza a colaborar glés por la escritora Renata Trietel, y algu-
con instituciones oficiales tales como la nos de los poemas del libro son vertidos al
división de publicaciones de la Dirección italiano por Antonio Alberti. A esta obra
Cultural de la Nación, donde trabajó hasta le sigue Estaciones de Van Gogh (1984), re-
1965 en ECA. A diferencia de lo que su- conocido en 1988 con el Segundo Premio

• 163 •
B BIANCHI

Nacional de Poesía. Centrado en la figu- y temática que incluye la ciencia ficción y


ra de Vincent Van Gogh, el libro elabora el realismo, la gramática y el fútbol, la ori-
una biografía artística y espiritual del pin- ginalidad y las operaciones intertextuales.
tor holandés que se desarrolla en los cinco M.E.F.
espacios determinantes de su vida y obra,
mientras que las cuatro estaciones hacen Bianciotti, Héctor (Córdoba,
referencia a las últimas paradas de Cristo 1930). Después de dejar su campo natal
en el Via Crucis. El último libro de Bia- para ingresar a un seminario franciscano
gioni es Región de fugas (1995). En él la en la ciudad de Córdoba, y luego, para
escritora extrema las posibilidades fónicas viajar a Buenos Aires –donde se dedicó a
del lenguaje a la manera de Stéphane Ma- la actuación–, Bianciotti emigró a Europa
llarmé en “El golpe de dados”, verdadero a comienzos de 1955. Un poco escapando
manifiesto prevanguardista que propone del peronismo, un poco de lo que supo-
posibilidades múltiples y azarosas de lec- nía que era el agobiante ámbito cultural
tura de los versos. argentino, el viaje lo llevó primero a Italia
Amelia Biagioni colaboró en distintas y España, donde siguió trabajando ocasio-
publicaciones nacionales e internacionales nalmente como actor, y finalmente a París,
como los suplementos literarios de diver- en 1961, donde Bianciotti encontraría su
sos diarios, la revista Sur en la Argentina, patria electiva. Esta elección se dio en tres
la Revista de Occidente de Madrid, y Poetry etapas: en 1981 se nacionalizó francés; en
Review y Aura de los Estados Unidos. 1985 publicó su primera novela escrita en
Pau. Cro. francés y en 1996 fue designado miembro
de la Academia Francesa de Letras. En
Bianchi, Sebastián (Buenos Aires, Francia, Bianciotti trabajó como crítico li-
1966). Poeta, narrador y docente. Se li- terario de Le Monde y, actualmente, escribe
cenció en Enseñanza de la Lengua y la en Le Nouvel Observateur. Durante la déca-
Comunicación en la Universidad Caece. da de 1980 y 1990 sucedió a Roger Callois
Tiene a su cargo un taller de cuento que como editor de letras hispanoamericanas
funciona en el oeste del Gran Buenos para Gallimard, junto a Severo Sarduy.
Aires. Participó en las revistas La trompa Incluso antes de comenzar a escribir
de falopo, Extremaficción, Aula abierta, El definitivamente en francés, las novelas
plato volador, como así también del alma- de Bianciotti fueron publicadas primero
naque Flora de selva negra. en Francia –gracias a las traducciones de
Publicó Segunda interpretación al Méda- Françoise Rosset– y después en español, en
no de Arena (Amadeo Mandarino, 1998); España. Su primera novela es Los desiertos
Atlético para discernir funciones (Ediciones dorados (Barcelona, Tusquets, 1975; trad.
del Dock, 1999); El trazado Luro-Matanza fr.: Les déserts dorés, París, Denoël, 1967),
(Ediciones Deldiego, 2000) y El resorte de en la que la construcción del relato en tor-
novia y otros cuentos (Paradiso, 2002). Tan- no a los diálogos de varios personajes con-
to en narrativa como en poesía sus textos trasta con las primeras personas introspec-
presentan un exacerbado hibridismo que se tivas que van a predominar en sus novelas
exhibe por medio de una mixtura genérica posteriores. A la vez, y paradójicamente, la

• 164 •
BIANCIOTTI B
escasa conexión que existe entre el discurso arraigada en Francia que ha traducido su
de los diferentes personajes –que contribu- nombre a Adélaïde Marèse. A través de
ye a la atmósfera de misterio que la nove- ella, Bianciotti construye una imagen de la
la intenta construir– hace que el diálogo Argentina a la vez que, por medio de los
sea más bien una secuencia de monólogos personajes franceses, adosa una imagen de
que ya no difiere, sino que anuncia el fluir Francia. Y tal como afirma el narrador, si
de la conciencia que predomina en las la memoria es olvido e imaginación, esta
demás novelas. Después de esta primera novela no sólo tematiza el abandono de-
obra vinieron Detrás del rostro que nos mira finitivo de una lengua literaria, sino tam-
(Barcelona, Tusquets, 1977; trad. fr.: Celle bién el de un espacio concreto, con vistas
qui voyage la nuit, París, Denoël, 1969); a construir otro que resulte más atractivo
Les Autres un soir d’eté (París, Gallimard, o favorable.
1970) –que no fue publicada en español–; Dos espacios entonces, un “allá” y un
Ritual (Barcelona, Tusquets, 1973; trad. “acá”, como en Cortázar de Rayuela, pero
fr.: Ce moment que s’achève, París, Denoël, invertidos: “acá” es siempre Francia, ámbi-
1972) y La busca del jardín (Barcelona, to de pertenencia que permite reflexionar
Tusquets, 1978; trad. fr.: Le traité de sai- sobre el lugar de origen, pero que no posi-
sons, París, Gallimard, 1977). En El amor bilita retornar a él porque se encuentra su-
no es amado (Barcelona, Tusquets, 1983; perado. Es posible verificar esa configura-
trad. fr.: L’amour n’est pas aimé, París, Ga- ción –que recorre una zona central dentro
llimard, 1982) –su único libro de cuen- de la obra de Bianciotti– en sus tres novelas
tos–, Bianciotti trabaja un tema que va a autobiográficas: Ce que la nuit raconte au
recorrer toda su producción posterior: la tour (París, Grasset, 1992; trad. esp.: Lo
idea del viaje y el exilio, principalmente de que la noche le cuenta al día, Barcelona,
la Argentina hacia Europa, y, consecuen- Tusquets, 1993); Le pas si lent de l’amor
temente, la reconstrucción de la memoria (París, Grasset, 1995; trad. esp.: El paso tan
de la infancia, de la familia y del espacio lento del amor, Barcelona, Tusquets, 1996)
nacional abandonado. Tras otro libro en y Comme la trace de l’ousseau dans l’air
el que pone en juego la relación entre ar- (París, Grasset, 1999; trad. esp.: Como la
gentinos y franceses –Seules les larmes se- huella del pájaro en el aire, Barcelona, Tus-
ront compteés (París, Gallimard, 1988)–, quets, 2001). Aquí, el contraste entre los
Bianciotti profundiza la indagación en la dos espacios se da por separado: el primer
tradición argentina, paradójicamente, en volumen se dedica a narrar la Argentina; el
la primera novela que escribe directamen- segundo, Europa; y el tercero se encarga de
te en francés: Sans la miséricorde de Christ relatar el retorno temporal al país natal. En
(París, Gallimard, 1985; trad. esp.: Sin la Lo que la noche le cuenta al día, Bianciotti
misericordia de Cristo, Barcelona, Tusquets, asume una tradición literaria que corres-
1987). En este libro, un exiliado argentino ponde a su país de origen (de Sarmiento a
en París –que narra en primera persona del Martínez Estrada). Entonces, la Argentina
singular– reflexiona sobre su condición a se asocia a la llanura, ésta al vacío y todo
través de la introspección y de la relación resulta en características y efectos negati-
con otra exiliada: Adelaida Marese, tan vos. Tanto la experiencia del lugar de ori-

• 165 •
B BIANCO

gen individual como el familiar –su padre ción del autor) y Claridad desierta (1972);
era piamontés– aparecen mediatizados por una antología de sus críticas literarias, Une
otras manifestaciones artísticas. De hecho, passion en toutes lettres (París, Gallimard,
si la narración de la Argentina establece 2001). Por otro lado, René de Ceccatty
una filiación literaria, la de Europa impo- recopiló un volumen de correspondencia:
ne una cinematográfica (el narrador de El Lettres à un ami prêtre 1989-1994. Hector
paso tan lento del amor, por ejemplo, no se Bianciotti-Benoît Lobet (París, Gallimard,
deja sorprender por Italia, ya que la conoce 2006).
a través del neorrealismo. Simultáneamen- M.A.
te, el trabajo sobre los recuerdos propios + Cortázar, Julio; Martínez
permite una indagación profunda en la Estrada, Ezequiel.
idea misma de memoria. El narrador se
detiene, se interroga, cuestiona sus propias BIANCO, José (Buenos Aires, 1908 -
acciones pasadas, pone en duda la capaci- 1986). Narrador y traductor, interrumpe
dad de recordar y evidencia la intervención sus estudios de Derecho en 1932 para de-
y/o modificación deliberadas de los he- dicarse a la escritura, actividad en la cual
chos. Así como la narración del trayecto de se inicia con sus colaboraciones en las re-
Argentina a Europa liga a Bianciotti con vistas Nosotros y Síntesis en 1928, y en el
una gran zona de la literatura argentina (la suplemento literario del diario La Nación
que vio en Francia el epítome de la civili- en 1929. En coincidencia con su abando-
zación, opuesta a la barbarie autóctona), la no de la universidad, publica los relatos de
construcción de una teoría personal sobre La pequeña Gyaros, estreno literario que
la memoria y sus (im)posibilidades lo nexa también significa un reconocimiento in-
con una zona de la literatura francesa que mediato cuando la Biblioteca del Jockey
tiene a Marcel Proust como mascarón de Club lo premia.
proa. En 1935 comienza a escribir para la re-
Después de esta serie de textos autobio- vista Sur, dirigida por Victoria Ocampo,
gráficos, Bianciotti publicó La nostalgie de de la cual se convertirá en jefe de redac-
la Maison de Dieu (París, Gallimard, 2003; ción, estrenándose con el volumen dedica-
trad. esp.: La nostalgia de la casa de Dios, do a Sarmiento (n° 47). Durante la Guerra
Tusquets, 2007). En esta novela la recons- Civil Española se encarga en la revista El
trucción de la memoria familiar se da a Hogar de la sección “Libros y autores de
través del diálogo con personajes ajenos a idioma español”, en la misma época en que
la familia. En este caso –y esto resulta sig- Jorge Luis Borges desarrollaba sus biogra-
nificativo– el narrador no interviene en los fías sintéticas y las reseñas de autores ex-
relatos que los otros hacen de su infancia y, tranjeros. La muerte del padre lo impulsa
una vez más, el diálogo deviene en secuen- a ganarse la vida como traductor de inglés
cia de monólogos. y francés, actividad en la que se destaca y
Además de novelas, Bianciotti ha publi- que dejará algunas de las versiones más re-
cado: una obra de teatro, Les autres, un soir presentativas de autores extranjeros. A su
d’été (París, Gallimard, 1970); dos libros inventiva lingüística y a la precisión de su
de poemas, Salmo en las calles (1955; edi- lectura se debe la conversión del título The

• 166 •
BIANCO B
Turn of the Screw de Henry James en el no- su alejamiento de Sur radica en el carácter
toriamente ambiguo Otra vuelta de tuerca ecuménico de su concepción del ejercicio
(vertida al español en 1945), más acorde literario: convocado a participar del jurado
con las características del relato. Su con- del Premio Casa de las Américas en Cuba,
cepción de la traducción consistía precisa- aceptó el convite y mientras permanecía en
mente en elevarla a nueva creación. la isla Victoria Ocampo lanzó un núme-
La presencia de Bianco en Sur tiene reso- ro de la revista en el cual se incluyó una
nancias múltiples: por una parte, es la cabeza carta que aclaraba que se desempeñaba
de un conjunto de traductores que mostra- como jurado a título personal y no como
rán el esplendor de la práctica en la Argen- representante de la publicación. La revolu-
tina (Borges, Adolfo Bioy Casares, María ción cubana se había declarado marxista-
Rosa Lida); por la otra, será el responsable de leninista en 1961, y la Ocampo había de-
la modernización de la revista, incluyendo a cidido despegarse de ese signo ideológico
nuevos autores europeos y comprendiendo que resultaba demasiado “comprometido”
la necesidad de ajustar la difusión cultural al para alguien cuya admiración política se
cambio del orden mundial consecuencia de resolvía en la resistencia pacífica promo-
la Segunda Guerra. Así, mientras en el ám- vida por Mahatma Gandhi. Ofendido por
bito europeo abría las páginas de Sur a Jean el episodio, Bianco presentó su renuncia
Genet y Graham Greene, en el orden nor- indeclinable a Sur y en julio de ese mismo
teamericano iniciaba la publicación de los 1961 comenzó a desempeñarse en Eudeba,
grandes novelistas como William Faulkner fundada por Boris Spivacow, un proyecto
y Ernest Hemingway. de democratización de la cultura que resul-
Bianco será también el promotor de taba ajeno a Victoria.
algunas originalidades en la revista, como La proximidad con Cuba no implicaba
el “Desagravio a Borges” que ocupa buena acuerdo ideológico por parte de Bianco,
parte del n° 94 (1942), llevado a cabo jun- quien mostraría siempre su independen-
to con Eduardo González Lanuza a modo cia de criterio y no vacilaría en condenar
de protesta por la forma en que ese año le la decisión del gobierno de la isla de pre-
fue escamoteado al autor de Fervor de Bue- miar en 1968 las obras de Antón Arrufat
nos Aires el Premio Nacional de Literatura. y Heberto Padilla, cuando fue jurado del
Asimismo convocará a Roger Caillois para Concurso “José Antonio Ramos”, organi-
compilar un número dedicado a las letras zado por la Unión Nacional de Escritores
francesas (n° 147-148-149) y lo convertirá y Artistas Cubanos. El galardón obtenido
en una figura decisiva en lo que hace a la por Padilla derivaría en un escándalo ma-
actualización de la revista en el ámbito de yúsculo que en 1971 operaría como par-
la teoría literaria. teaguas de la intelectualidad continental.
No es excesivo afirmar que Bianco mar- La renuencia de Bianco a premiar las obras
ca el rumbo de Sur durante dos décadas y –Fuera de juego de Padilla y Los siete contra
media, y su extemporánea salida, merced Tebas de Arrufat– no impidió, no obstante,
a una arbitrariedad de la propietaria, le que las hiciera publicar en Buenos Aires en
hace perder a la publicación el esplendor el CEAL, una empresa también creada y
que tuvo en los años 40 y 50. La causa de orientada por Spivacow. Sin embargo, sus

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B BIGNOZZI

preferencias entre los escritores isleños se Los trabajos críticos de Bianco fueron
enfocaron hacia Virgilio Piñera, a quien le reunidos en el volumen Ficción y reflexión,
dedicó un artículo crítico que se reprodujo prologado por Borges en 1985, que compi-
como prólogo a las ediciones argentina y la artículos sobre autores, ensayos sobre un
francesa de sus cuentos. género como los diarios de escritores, evo-
La obra narrativa de Bianco es reducida caciones de figuras como Victoria Ocampo
y exquisita. Además de los cuentos inhalla- y María Luisa Bombal y anécdotas de toda
bles de La pequeña Gyaros es autor de un índole entre las cuales la más sorprendente
extraordinario relato fantástico cuyo título es la que recuerda el encuentro con Jean
reproduce una frase gongorina, “Sombras Genet en ocasión de la compra de los de-
suele vestir”, publicado en Sur en 1941 e rechos del drama Las criadas. Entre sus tra-
incluido en la Antología de la literatura fan- ducciones más reconocidas figuran las de
tástica organizada por Borges, Bioy Casares Jean Giraudoux, Henry James, Jean-Paul
y Silvina Ocampo. El cuento despliega un Sartre, Jean Genet (en colaboración con
conjunto de referencias que dan cuenta Silvina Ocampo), Paul Valéry, François
del refinamiento cultural que asistía al es- Mauriac, James Kierwood y Bernard Po-
critor: pintura barroca, poesía del Siglo de merance.
Oro y conocimiento preciso de la literatura M.C.
fantástica europea se conjugan en un tex- + Borges, Jorge Luis; Ocampo, Victoria.
to cuya marca distintiva es la ambigüedad.
En atmósferas igualmente indecidibles se Bignozzi, Juana (Buenos Aires,
desarrolla el relato Las ratas, una nouvelle 1937). Hija de obreros, militantes anar-
aparecida en 1943 por el sello de Sur, que quistas, que se pasan al comunismo des-
plantea una difícil relación entre herma- pués de la llegada de Perón al poder. Esta
nos. La historia fue llevada al cine en 1963 militancia política, clave en su forma-
por Luis Saslavksy, un director que coin- ción y cosmovisión, pervive en su poesía
cide con las inclinaciones del autor en el como ideología y como mito: “Vengo de
cuidado formal, la capacidad de sugerir a los mitos culturales de las bibliotecas, de
través de imágenes y la vocación por las si- las veladas de estudio después del traba-
tuaciones que admiten múltiples lecturas. jo […]. Me crié en los mitos del arte, la
Su única novela, La pérdida del reino cultura, los viajes, la ópera […]. Y he ido
(1972), transita la formación intelectual creciendo con esos mitos […], de mayor
y las experiencias sociales protagonizadas sólo he ido comprobando o deshaciendo
por un hombre integrado a la alta cultura mis mitos. Prácticamente no he agrega-
argentina, el ámbito en el cual Bianco de- do ninguno”.1 Periodista en su juventud
sarrolló su actividad y cuya decadencia se (comparte la redacción del periódico La
le aparece como inevitable. Autobiografía Hora junto con Gelman, Estela Canto
intelectual de un estilista irreprochable, el y Andrés Rivera), traductora y poeta.
libro consigue en 1974 el Primer Premio En 1955 fue la única mujer que integró
Municipal, circunstancia que acaso influye
en la obtención de la beca de la Fundación 1.  Prieto, M., “Reportaje a Juana Bignozzi”,
Diario de poesía, nº 46 (“Dossier Juana
Guggenheim al año siguiente.
Bignozzi”), 1998.

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BIGNOZZI B
–junto con Gelman, Hugo Ditaranto y En 1970 Bignozzi se casa con Hugo
Héctor Negro, entre otros jóvenes miem- Mariani y en 1974 fija su residencia en
bros del Partido Comunista– el grupo de Barcelona, donde desarrolla una intensa
poesía Pan Duro. Éste tenía como fina- actividad como traductora de textos no li-
lidad práctica la autofinanciación de sus terarios. Viaja por toda Europa y permane-
publicaciones mediante recitales y venta ce en la ciudad catalana hasta el año 2004,
de bonos. Sus referentes poéticos eran cuando vuelve a Buenos Aires.
Raúl González Tuñón y su concepción de Además de los libros mencionados per-
la poesía como “rosa blindada”; es decir, tenecientes a la etapa de Pan Duro, Big-
puesta al servicio de la ideología “de iz- nozzi ha publicado: Mujer de cierto orden
quierda, naturalmente: marxista”, como (Falbo Librero Editor, 1967); Regreso a
sostuvo la poeta en un reportaje concedi- la patria (Libros de Tierra Firme, 1989);
do a M. Prieto.1 Interior con poeta (Libros de Tierra Firme,
La marca ideológica es una constan- 1993); Partida de las grandes líneas (Libros
te que Bignozzi, a lo largo de sus más de de Tierra Firme, 1997); La ley tu ley. Obra
cuarenta años de actividad poética, no reunida (Adriana Hidalgo, 2000) y Quién
traiciona. Se trata de un eje coherente que hubiera sido pintada (Siesta, 2001).
estructura toda su obra. Así lo reconoce Con Mujer de cierto orden la autora, des-
Sarlo: “tuvo una relación no contradictoria de el título, presenta dos de las caracterís-
sino violentamente sucesiva con su propia ticas que marcan su poesía: el tono irónico
poesía”.2 Resulta curioso, por ende, que en que “neutraliza el sentimentalismo” y cuya
la edición que realiza Adriana Hidalgo de consecuencia es que “los afectos de su poe-
su obra, reunida en 2000, no figuren sus sía [sean] siempre fuertes”;4 y la coloquiali-
dos primeros textos: Los límites (Stilco- dad: “Como siempre, hablo de los demás,
graf, 1960) y Tierra de nadie (Nueva Ex- pero digo yo” (“Sprit o sentido del humor,
presión, 1962), textos que pertenecen a la como gusten”, Mujer de cierto orden, p. 25).
etapa de predominio de la estética de Pan El yo lírico que construye Bignozzi en este
Duro. Lafforgue lo justifica en la “Notas” libro es un yo femenino que no se reivin-
de esta edición diciendo que: “es Juana dica como tal; simplemente es. Un yo que
Bignozzi la que ha querido que los lectores acepta tener “Veleidades más veleidades”
de hoy accedan a su obra a través de estos (título de uno de los apartados de la obra),
textos [los cinco libros restantes hasta ese pero no puede evitar “La vida de relación”
momento]”.3 (título de otro de los apartados). Dicha co-
loquialidad –“Los que juegan a cosas im-
1.  Prieto, M., “Poemas de belleza, paz y fe- portantes / no entenderán mi vida / una
licidad”, Suplemento Cultural Ñ, Clarín, vida demasiado conversada” (poema sin
21/12/2002. título, p. 49) – y esta ironía son el soporte
2.  Sarlo, B., “Ella, Juana Bignozzi”, Escritos que sostienen a esta “mujer sin problemas”,
sobre literatura argentina, Buenos Aires, Siglo como reza el título de uno de los textos,
XXI, 2007, p. 415. que, sin embargo, vive vacilando: “abro
3. Lafforgue, J., “Notas sobre Juana Bignozzi”, las ventanas, nunca me animo a tirarme”
en: Bignozzi, J., La ley tu ley, Buenos Aires,
Adriana Hidalgo, 2000. 4.  Sarlo, B., op. cit., p. 414.

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B BIGNOZZI

(poema sin título, p. 52). En este libro, se- A.B.”, p. 126). Los poemas, en su mayo-
gún la lectura de Sarlo, ya se pueden ver las ría breves, con métrica irregular, siguen el
características centrales de la poesía de la periplo de un yo lírico que conoce cuál es
autora: “la musicalidad atenuada, moldea- el fin de su camino y lo manifiesta en una
da sobre una sintaxis perfecta, que no ne- idea eje del libro: “nos iremos pareciendo a
cesita de la puntuación porque parece un nuestros mitos” (p. 131); un yo lírico que
orden natural de la lengua”.1 En cambio, trasciende la omnipotencia de la genera-
los libros siguientes, según la crítica, sólo ción a la que pertenece para encontrar su
se limitarían a “lo más difícil”: acentuar las límite: “dejé de hablarle todo a alguien / e
características señaladas. intento decirles algo a todos” (p. 102).
Regreso a la patria, como lo señala su El quinto libro de Bignozzi es Interior
nombre, es su primer libro posdictadura. con poeta. Sobre los temas habituales de la
Tiene una estructura tripartita con sec- autora, los viajes europeos y la frustración
ciones que no llevan título, identificadas del proyecto político en el que se ha creído
gracias a sus respectivos epígrafes: de Juan –“preparada para una eterna carrera de fon-
L. Ortiz, el primero; de Eugenio Montale do / tengo ante los ojos una pared impene-
y Anna Ajmátova, los otros dos. Aquí los trable / detrás de la cual sólo hay / otros
poemas de amor (“Qué haría yo sin tus 50 años de trabajo y de espera” (“El sujeto
flores / qué haría yo sin esta permanencia de la izquierda”, p. 154)– crece el tema del
/ de tu gesto y tu lugar” (“H.M.”, p. 125) exilio. En un momento histórico en el cual
conviven con la presencia del país ausente resulta extraña la idea del autor latinoame-
y la inquietud por la suerte de los amigos: ricano visto como exiliado político, el tex-
“patriotera, portuaria mítica / el camino de to presenta la dualidad que experimenta la
la revolución eternamente perseguido / el persona que vive dos mundos: “me temo
camino del amor / el paso de mis amigos que este verano señale la distancia / entre la
en estas historias”; “Porque este es el vino ciudad en la que me muevo / y la ciudad en
de la noche con un viejo desconocido y no la que vivo” (p. 172). Asimismo, y es nece-
tu destino” (p. 75). Y contrapuntean la es- sario subrayarlo, en el último apartado de
peranza (“sé que largué un bumerang que este libro, la poeta se anima a realizar el ba-
todavía no volvió”, p. 77), y la impotencia lance de su generación: “el vínculo dudoso
(“siempre miraremos por una ventana / era la pasión y la pasión era la palabra […]
cómo se están llevando a alguien”, p. 107). y el Partido era el padre […] y la poesía
El libro presenta también la superposición eran los amigos […] los enigmas eran más
de los viajes que realiza Bignozzi por Eu- de tres y no los has resuelto todos” (“Poetas
ropa (“Tumba de Verlaine”, p. 103) con el del 60 II”, p. 180).
viaje temporal de la que sabe que “la muer- En 1997 aparece publicado en Buenos
te aún está lejos” (p. 81), pero que frente al Aires Partida de las grandes líneas, colección
fallecimiento de un amigo reconoce: “me de cincuenta poemas numerados a los que,
acaban de presentar un panorama desco- en algunos casos, se les agrega un título.
nocido: / el escenario intacto y perenne de El libro plantea nuevamente la temática de
mi juventud terminada” (“La muerte de los viajes europeos (“Fuencarral”, “Stazio-
ne Termini”, “Frutas de Niza”), ciudades
1.  Ibíd., p. 415.

• 170 •
BINETTI B
amadas donde “una mujer sigue buscan- que la pintura produce en la sensibilidad
do / la piedra mágica de la felicidad por de Bignozzi”.1 Esta sensibilidad se concreta
el saber” (“V”, p. 187). Y, nuevamente, el de manera más contundente en el último
recorrido espacial parece superponerse con texto de Bignozzi: Quien hubiera sido pin-
el temporal: “todos los monumentos que tada. Íntegramente dedicado a pinturas o
amé / están in restauro pero no destrui- a pintores, en él las “pinturas” hablan de
dos […] está in restauro una parte de mí la problemática del yo lírico (“Olimpia-
/ que no volveré a ver como la recordaba” Manet”) y retoman nuevamente las viejas
(“XLII”, p. 225). obsesiones que, como es posible apreciar
La ley tu ley es el libro del afincamiento. en su obra, muestran cierta circularidad:
Del regreso definitivo. Los tres breves tex- “sobre cada utopía en retirada / el cielo se
tos que conforman “Plaza Congreso” com- abre / para mostrarla a contraluz” (“Caba-
binan la nostalgia por un mundo perdido llería roja-Malevich”).
–“si aún quedara un anarquista como mi En cuanto a los reconocimientos, por
tío / y tuviéramos a mano un archiduque” Partida de las grandes líneas, recibió el Se-
(“I”, p. 256) – con el encuentro con los gundo Premio Municipal, en el año 2000.
jóvenes poetas que la reciben después del Y por su obra comprendida entre 1999 y
largo exilio (“II”, p. 256). La oposición 2003, se le otorgó el Diploma al Mérito
entre los dos mundos, el del pasado y el del Premio Konex 2004.
del presente, definen su ubicación en el M.E.F.
mundo: “sin ser columna estar de pie en
medio de las ruinas” (“III”, p. 257). Aquí, Binetti, Mario (Buenos Aires, 1916 -
la reflexión sobre la poesía –uno de los tres 1980). Poeta y prosista de fuerte impronta
ejes que registra Lafforgue en el prólogo– latina. Sus padres, los italianos Antonio
vuelve a ser preponderante: “la única fa- Binetti y Erminda Schiuma, se instalaron
lacia es la poesía / la única realidad / son en Buenos Aires en la década del veinte y
los poetas / la única realidad son los otros este origen italiano marcó la producción
poetas” (p. 249). Los dos poemas finales literaria de su hijo. Entre 1931 y 1935
del libro reafirman la línea que Bignozzi realizó sus estudios en el Colegio Nacional
mantiene desde la principio: la voz de la “Bartolomé Mitre” y fue entonces cuan-
mujer poeta que se pregunta “de dónde el do comenzó su vocación por las Letras.
acento / […] de qué lengua inmigrante las Estimulado por los profesores Francisco
palabras / […] de cuántas generaciones / Carlos Rojo y René Bastianini, conoció y
el agua de la mirada / el argentino que ha- se nutrió de las lecturas de Victor Hugo,
bla esta mujer” (p. 277); y la imagen de la Cervantes, Chateaubriand, Virgilio,
mujer que arma “la ley tu ley”: “el acero de Homero, Dante, Lamartine, Goethe,
esta luz para una mujer sola / que no debe Balzac y Flaubert, entre muchos otros que
temer sino decidir” (p. 278). aparecen mencionados en su libro Tiempo
En 1993, cuando la publicación de Inte- de adolescencia (Huemul, 1975), junto
rior con poeta, Sarlo señaló que el título era con sus experiencias y sensaciones dentro
“de naturaleza muerta y de retrato al mis- del colegio nacional. En 1936, concluido
mo tiempo, que exhibe los ecos notables
1.  Ibíd., p. 416.

• 171 •
B BINETTI

el bachillerato, pasó al Instituto Nacional primeros libros, lo cual lo acerca a su gran


del Profesorado de Buenos Aires, mientras libro de madurez: Mundo milagro, de 1952
trabajaba como celador y atendía la biblio- (Francisco A. Colombo). En éste, Binet-
teca de su antiguo colegio. En estos años ti define una voz propia y se asegura un
resultó fuertemente influenciado por dos lugar dentro de la generación de 1940,
profesores: Roberto Giusti y Jorge Guasch. ya que en los versos domina un profundo
El primero estimuló la publicación de humanismo que rescata paisajes, hombres
versos y fragmentos en prosa del escritor e imágenes del pasado. Posteriormente, se
en la revista Nosotros y prologó La sombra dedicó a la poesía infantil. En este género,
buena (La Facultad, 1941), su primer li- su primer libro fue Ronda dorada (Instituto
bro (de versos de carácter autobiográfico Amigos del Libro Argentino, 1955), texto
y confidencial). Guasch, en cambio, lo compuesto por poemas breves, horas de
influenció no sólo con su enseñanza lite- vida, instantes, circunstancias y emociones
raria, sino que lo dirigió en el estudio de infantiles. En 1956 publicó Poemas junto
las posibilidades y dificultades de la poesía a una cuna (Francisco A. Colombo), con
y la prosa infantiles. Tres años después de versos despojados de toda retórica e inte-
su ingreso al profesorado, Binetti conoció lectualismo, retomados quince años des-
y entabló amistad dentro de dicha ins- pués en su tercer libro de poesía infantil:
titución con tres eminentes figuras aca- El ángel quieto (Francisco A. Colombo,
démicas: Pedro Henríquez Ureña, quien 1971).
enseñaba allí Literatura Iberoamericana; Su vasta producción lírica comprende a
Amado Alonso, quien dictaba Gramática su vez el poema Endymión (Francisco A. Co-
Histórica, y que marcó a Binetti con su só- lombo, 1956) de claras intenciones simbóli-
lida cultura lingüística y su prosa afilada y cas; el libro Los días y las ausencias (Francisco
moderna; y Rafael Alberto Arrieta, profesor A. Colombo, 1957); El libro de los regresos
de Literatura de la Europa Septentrional y (Francisco A. Colombo, 1959); Gracia de
Meridional. la vida (Francisco A. Colombo, 1966); El
En 1944 publicó Agua de Olvido (Mer- pan de la palabra (Francisco A. Colombo,
catali), su segundo libro de poesía. Allí 1972), que tiene como tema la vida de Cris-
despunta el paisaje mendocino a partir de to según el testimonio de los Evangelios;
un mayor aplomo lingüístico, ya que desde y Perfil de niebla (Francisco A. Colombo,
1942 Binetti se desempeñó como profesor 1973), dedicado a rescatar la figura de su
de literatura en la Facultad de Filosofía y madre fallecida. En general, es posible decir
Letras y en la Escuela de Lenguas Vivas de que su poesía, de características elegíaca y
dicha provincia. En 1946, nuevamente en confidencial, recupera los elementos líricos
Buenos Aires, publicó La lumbre dormida de la cultura latina, de Grecia, el culto de
(Francisco A. Colombo) donde se ponen Dante, Petrarca y Leopardi.
en evidencias sus lecturas de la Biblia, los En cuanto a su prosa, publicó de mane-
líricos griegos, algunos latinos, románti- ra fragmentaria, en la Revista Buenos Aires,
cos y simbolistas. La paz adorable de 1950 su Viaje lírico por Italia en 1962 y sus ver-
(Francisco A. Colombo), recupera el tono siones de la Vita Nuova de Dante, en 1966.
elegíaco pero despojado del lirismo de sus En 1969 dio a conocer su libro País de in-

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BIOY CASARES B
fancia (Francisco A. Colombo) y en 1977, juegos de infancia le fue revelado el mundo
Viñetas de Buenos Aires (Huemul, 1977), de la imaginación, a través de las escenas
donde plasma su interés por su ciudad na- reflejadas en un espejo de tres fases estilo
tal y los distintos lugares (el puerto, la zona veneciano, que había en la habitación don-
sur, Palermo), el barrio y sus personajes. de su madre se vestía, y que despertó en
En su prosa se distinguen dos estilos. Un él el deseo de pensar en cosas sobrenatura-
estilo literario e intelectual que caracteriza les. A los diez años realizó su primer viaje
sus páginas de crítica, a partir de la clari- a Europa junto a sus padres, Adolfo Bioy y
dad de los términos, giros sintácticos y la Marta Casares, viviendo largo tiempo en
fluidez en la frase; y otro más artístico, que París, ciudad a la que volvió repetidas veces
caracteriza sus obras de ficción, en las que a lo largo de su vida, llevado por la aventu-
predominan las imágenes de valor afectivo, ra, los homenajes, las traducciones de sus
imaginativo y poético. libros. Años después, decidido a escribir,
P.P. obsesionado por la búsqueda de teorías,
abordó la lectura de Traficando con pala-
BIOY CASARES, Adolfo (Buenos Ai­ bras, de la escritora inglesa Vernon Lee.
res, 15/09/1914 - 08/03/1999). Fue uno Entretanto, alentado por Jorge Luis Bor-
de los escritores argentinos con mayor obra ges y Silvina Ocampo, escritora con quien
escrita y publicada, traducida a diecinue- contrajo matrimonio en 1940, abandonó
ve idiomas, con estilo y lenguaje propios los estudios de Derecho. Con ella escribió,
y uno de los grandes estudiosos del libro y años más tarde, la novela policial Los que
la literatura. Su vida, muy intensa, se pobló aman odian (Emecé, 1946), único texto
de viajes que enriquecieron su imaginación compartido por ambos.
y afectos que colmaron su felicidad, pero A partir del trato con Borges y Silvina
en 1993 dos grandes pérdidas quebranta- Ocampo, quienes contribuyeron a su for-
ron su dicha: el fallecimiento de su esposa mación de escritor, se sucedieron las cola-
Silvina Ocampo y poco después la pérdi- boraciones, discusiones, preparación de an-
da de su hija Marta a raíz de un trágico tologías y de colecciones de libros, charlas
accidente. sobre traducciones, poesía, argumentos de
Se inició en la literatura siendo adoles- novelas policiales. Sin homologarlas, ya es
cente, y con el estímulo de su padre difun- imposible desligar sus narraciones, el ritmo
dió en 1929 su primer libro de cuentos, de su discurso y la precisión de su sintaxis,
Prólogo (Biblos). Otras publicaciones si- de las de los dos interlocutores amigos,
guieron a ésta: Diecisiete disparos contra lo desde la fecha en que se conocieron con
porvenir (Tor, 1933); Caos (Viau y Zona, Borges, en 1932 y con Silvina Ocampo, en
1934); la novela La nueva tormenta o La 1934, escritora con quien descubrió la obra
vida múltiple de Juan Ruteno (1935; ed. de Marcel Proust. “Cambió mi vida Proust.
del autor); Luis Greve, muerto (Destiempo, Me deslumbró. Me dejó con el deseo des-
1937), de las que sólo reconoció La inven- esperado de que esos libros continuaran”.1
ción de Morel (Losada, 1940) como prime-
ra novela, que recibió en 1941 el Primer 1.  Ulla, N., Conversaciones con Adolfo Bioy
Casares, Buenos Aires, Ediciones Corregidor,
Premio Municipal de Literatura. Con los
2000, p. 162.

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B BIOY CASARES

Asimismo, siempre recordó con admira- homenaje en el cuento “Todas las mujeres
ción a H.G. Wells, a Jane Austen y a Eça son iguales” del libro Guirnalda con amores
de Queiroz, además de su muy apreciado (Emecé, 1959).
Robert Louis Stevenson. La Antología de la Si bien La invención de Morel descubre
literatura fantástica, primera en el género al escritor por la originalidad de su fanta-
que se publicó en la Argentina y la Anto- sía, en los cuentos de La trama celeste (Sur,
logía poética argentina (1941), compuestas 1948) se manifiesta el influjo de Borges
ambas por los tres escritores, fueron en en aquella sintaxis barroca de la etapa de
su momento una elocuente y promisoria El Aleph. De todas maneras, Bioy Casares
muestra de la comprensión intelectual encuentra su propia entonación en las his-
del trío. Por esos años, entre la estancia torias de Guirnalda con amores. Si La in-
La Reducción (Córdoba) de las hermanas vención de Morel muestra que los mundos
Ocampo, Rincón Viejo (campo de Pardo imaginarios pueden habitar la realidad de
de los Bioy en la provincia de Buenos Ai- un náufrago enamorado de la bella Faus-
res) y Villa Silvina (Mar del Plata), la vida tine, Guirnalda con amores se sitúa en un
transcurrió para la pareja Bioy-Ocampo mundo real y el autor se aparta del mo-
dedicada casi por completo a leer y a es- delo de la mujer amada y distante, que
cribir literatura, con la frecuente visita de volverá a encarnarse de otro modo en la
Borges, con quien Bioy publica los relatos figura de Diana de la novela Dormir al sol
policiales reunidos en Seis problemas para (Emecé, 1973). En Guirnalda con amores
don Isidro Parodi (Sur, 1942). En El perju- lo fragmentario convive con los relatos, los
rio de la nieve (Emecé, 1944) Bioy describe aforismos, y una traducción de la “Oda
aspectos burlones del poeta Oribe y del V” (del Libro I) de Horacio. Excepto en el
periodista Villafañe con un tono zumbón cuento “Mito de Orfeo y Eurídice”, Bioy
que lo liga a Borges. Este cuento fue la base olvida aquí las construcciones imagina-
de la película El crimen de Oribe filmada en rias, reuniendo relatos de amor y sin amor,
1950 por Leopoldo Torres Ríos y su hijo como reza el título de su traducción a la
Leopoldo Torre Nilsson. En 1945, año lengua italiana (Storie con amore e senza
en que se publica Plan de evasión (Emecé, amore). Con este libro inaugura una mis-
1945), Bioy ocupó junto a Borges la ase- celánea anterior a Rayuela (1963) en la que
soría de Emecé, codirigiendo la colección el cultivo de textos fragmentarios –el libro
de novelas policiales “El séptimo círculo”. incluye un libro de fragmentos– lo vincula
Años más tarde realiza junto a Hugo San- con Julio Cortázar y con el Libro del des-
tiago el guión cinematográfico de Invasión asosiego de Fernando Pessoa. La cortesía y
(1969). En 1949 visitó Pau, capital del el tono humorístico exento de dramatismo
Béarn, tierra de origen de su abuelo pater- burla las convenciones y muestra la trivia-
no, ciudad adonde lo llevaron nuevamente lidad de los personajes al tiempo que ridi-
otros viajes en 1954 y 1970, año en que culiza conductas y convicciones de mujeres
vivió allí un tiempo prolongado, junto a su burguesas. Los personajes de estos cuentos
esposa y su hija Marta. Al poeta y narrador habitan en la ciudad de Buenos Aires o via-
Paul Jean Toulet (1867-1920), oriundo de jan por ciudades europeas a las que el autor
Pau, y uno de sus modelos literarios, rindió conoció muy bien y que dejaron huellas

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BIOY CASARES B
significativas en este libro y en los cuentos pocos. Especial vigor narrativo domina
de Una muñeca rusa (Tusquets, 1991), y en esta novela comentada por Borges en la
los de Historias desaforadas (Emecé, 1986) revista Sur (nº 235, 1955), donde destacó
como también en las cartas publicadas con “la descuidada felicidad del estilo oral, la
el nombre de En viaje (Barcelona, Tusquets, trama onírica, el hábil manejo del carna-
1997). Esta correspondencia, además de val para facilitar lo fantástico y su valor
ser un homenaje de amor a su mujer e hija, como símbolo”.
da a conocer al lector los pasos del viajero La lectura de Stevenson, como el mismo
que asiste al despliegue cultural de Europa autor ha observado,1 impregna su novela
de los años sesenta y remite asimismo al Dormir al sol (1973), influye en el carácter
mundo solitario que Bioy buscaba, para visual de la construcción narrativa, fuerte-
celebrar el asombro y el silencio. mente cargada de elementos descriptivos
Aunque buen conocedor de los países que impresionan de manera cinemato-
de Europa, Bioy fue también un camina- gráfica al lector. La vida del protagonista
dor de la ciudad de Buenos Aires, reco- transcurre en Villa Urquiza, barrio en el
rriéndola por placer o por su trabajo de que la ciudad parece detenerse en un pasaje
escritor. Las caminatas realizadas tanto tranquilo, donde irá creciendo una red de
con Borges como con Silvina Ocampo, malos entendidos y equívocos. Frecuente
la observación de sus gentes y sus calles, en el relato tradicional, se manifiesta aquí
lo llevaron a abandonar el mundo de la el uso del “doble”, compartido con Borges
exclusiva ficción y a convertirse en el gran y con Silvina Ocampo, que en Bioy en-
narrador urbano de la novela El sueño de cuentra un alcance más científico que má-
los héroes (Losada, 1954), donde se reúnen gico, a partir de sus últimos libros, Histo-
el mito del coraje, presente en la política rias desaforadas (1986) y Una muñeca rusa
argentina de finales de los años veinte en (1991). Igualmente se destaca en Dormir
los que la novela transcurre, y el festejo al sol la presencia del diálogo de los per-
del carnaval. La historia que subyace en sonajes, revelándose con mayor insistencia
este texto se revela en el desarrollo de he- que en su narrativa anterior. Pero donde
chos que transcurren en Buenos Aires con triunfa el recurso del diálogo casi sin aco-
la detallada reconstrucción de época, con taciones es en La aventura de un fotógrafo
caminatas por los barrios de Flores, Villa en La Plata (Emecé, 1985), que muestra
Luro, Nueva Pompeya. Su protagonista, la nueva prosa de Bioy como la huella más
el joven Emilio Gauna, empleado de un acentuada de Hemingway dentro de la li-
taller mecánico, y sus compañeros quedan teratura rioplatense.
presos de la fascinación del coraje encar- Aunque Borges y Bioy acordaron en
nado en el caudillo y falso “doctor” Sebas- sus colaboraciones desarrollar una “litera-
tián Valerga; Emilio busca luego refugio tura conversada” –en palabras de Borges–2
en una práctica tan irracional como la del sólo bajo el seudónimo de Bustos Domecq
coraje, la del Brujo Taboada. Bioy denun-
cia aquí el vacío que reina en la sociedad 1.  Ibíd., p. 93.
por la ignorancia de muchos, donde es 2.  Borges, J.L., “La supersticiosa ética del lec-
tor”, Discusión [1932], en Obras Completas,
común que reine el autoritarismo de unos
1974, p. 203.

• 175 •
B BIOY CASARES

(1942) y a través de la parodia, advirtieron esto despierta la simpatía de un héroe casi


con ironía sobre la ridiculez del lenguaje chaplinesco, que conquista con su debili-
artificioso. Pasaron muchos años, muchas dad y búsqueda de protección. Aquellos
obras narrativas para ambos, escritas in- personajes femeninos que en otras narra-
dividualmente, para que retomaran aquel ciones, en otros tiempos, dialogaban de
propósito de la “naturalidad” de la prosa manera menos directa, cautivos de la cor-
conversada. Si bien este objetivo recorre la tesía de los salones, son en esta novela pre-
interioridad narrativa de Bioy hasta bien cisos, concretos e informales, llaman a las
avanzados los años setenta con diferen- cosas por su nombre y –en los encuentros
tes vaivenes –entre ejercer una literatura con el personaje masculino– las mujeres
conversada o no– (de hecho, María Luisa abandonan el trato de usted para pasar al
Bastos señaló Diario de la guerra del cerdo tuteo directo. De esta manera, el narrador
como su novela más dialogada),1 la produc- consigue la inmediatez de las respuestas y
ción posterior del autor sitúa esta caracte- se acerca al diálogo dramático casi sin ne-
rística en La aventura de un fotógrafo en La cesidad de acotaciones, en un difícil ejer-
Plata, donde la profusión de diálogos de cicio que otorga a la conversación de los
los personajes ocupa mucho mayor espacio personajes un espacio en el que simula des-
que en las anteriores, con un lenguaje que aparecer, estando sin embargo tan presente
recuerda el habla y sus diversas formas co- en la totalidad del texto como el personaje
loquiales, presentando al autor en busca de del joven fotógrafo, dueño de las imágenes
la sencillez y la naturalidad que muestran que hace suyas a distancia. La escritura de
la constante importancia que tuvo la co- Bioy Casares fue afirmándose en la conti-
municación a lo largo de su generosa vida nua, reflexiva y crítica actitud de su vida
literaria. Asimismo, los caracteres de los literaria, con la exigencia del diálogo en su
protagonistas de esta novela acentúan, en última narrativa, y con la certeza del poder
su ingenua apariencia, los ya desarrollados de la comunicación en el lenguaje hablado
en novelas anteriores, como Emilio Gauna de la ciudad de Buenos Aires, sin acudir en
de El sueño de los héroes o don Isidoro Vi- su escritura a la representación o a la fácil
dal de Diario de la guerra del cerdo (Emecé, transcripción. En 1990 le fue otorgado el
1969). En La aventura de un fotógrafo en Premio Cervantes.
La Plata, Nicolasito Almanza, acosado por Otros obras suyas son: Las vísperas de
una figura paternal autoritaria y portadora Fausto (Arturo J. Álvarez, 1949); Historia
de mensajes ambiguos, víctima de quien prodigiosa (México, Obregón, 1956); El
lo seduce con sus ironías, se independiza lado de la sombra (Emecé, 1962); El gran
en medio de enredos de comicidad lige- Serafín (Emecé, 1967; Primer Premio Na-
ra, por el amor a la fotografía y a las hijas cional de Literatura de 1970); los ensayos
de su victimario. El personaje masculino de La otra aventura (contiene Libros y
de Bioy, si de amor se trata, es en general amistad, Galerna, 1968); Memoria sobre la
vencido por la mujer que reina distante, y pampa y los gauchos (Sur, 1970); El héroe de
las mujeres (Emecé, 1978); Diccionario del
1.  Bastos, M.L., Relecturas. Estudios de textos argentino exquisito (Emecé, 1978; realiza-
hispanoamericanos, Buenos Aires, Hachette,
do a base de declaraciones de gobernantes
1989.

• 176 •
BIRMAJER B
y políticos); Historias desaforadas (Emecé, comenzó, sin embargo, con su ingreso a
1986); el diario de viaje Unos días en el la revista de historietas Fierro, publicada
Brasil (Grupo Editor Latinoamericano, por Ediciones de la Urraca. Allí escribió
1991); Un campeón desparejo (Tusquets, guiones de historietas, ensayos y artículos
1993); Memorias (Barcelona, Tusquets, humorísticos bajo el seudónimo de Berni
1994); Una magia modesta (Temas, 1997); Danguto, que más adelante utilizó también
versos breves y fragmentos en De jardines en sus notas para el suplemento humorís-
ajenos (Temas, 1997); De un mundo a otro tico “Sátira/12” del diario Página/12. Para
(Temas, 1998); la evocación de Descanso el mismo medio, también escribió reseñas
de caminantes (Sudamericana, 2001); y la bibliográficas y ensayos en el suplemento
detallada memoria que reunió dedicada al cultural “Primer Plano”. En 1989 comen-
escritor Jorge Luis Borges, su amigo más zó a formar parte de la redacción del diario
preciado, bajo el nombre de Borges (Plane- Nuevo Sur. Más adelante, fue colaborador
ta, 2006; al cuidado de Daniel Martino), de la redacción del periódico Nueva Sion.
donde da cuenta de los diálogos habidos Su papel como guionista se consoli-
con él, tanto como con Silvina Ocampo y dó en 1992 con los libros televisivos del
con diferentes escritores hombres y muje- programa infantil TV-ZOO. En esa mis-
res desde 1931 a 1986, que ilustran sobre ma época colaboró en publicaciones para
el clima intelectual de esos años en casa adolescentes como las revistas 13/20 y Vos
de los Bioy y en el mundo de la cultura en todas. En 1996, fue director editorial
porteña. del periódico La Nave, dirigido al mismo
Colaboraciones con Jorge Luis Borges, público.
además de las obras ya citadas: Dos fanta- Escribió el guión del cortometraje Un
sías memorables (Oportet y Haereses, 1946; día con Ángela (1993) y los textos del film
con el seudónimo de H. Bustos Domecq); Sol de noche (2002), si bien su trabajo más
Un modelo para la muerte (Oportet y Hae- reconocido fue la coautoría del guión de El
reses, 1946); los guiones cinematográficos abrazo partido (2003), escrito junto con el
Los orilleros. El paraíso de los creyentes (Lo- director cinematográfico Daniel Burman.
sada, 1955); Crónicas de Bustos Domecq Este film fue galardonado con el Premio
(Losada 1967); Nuevos cuentos de Bustos al Guión Inédito en el Festival de Nue-
Domecq (La ciudad, 1977). vo Cine Latinoamericano de La Habana
N.U. (2002), el Oso de Plata en el Festival de
+ Borges, Jorge Luis; Ocampo, Silvina. Cine de Berlín (2004) y el Premio al Me-
jor Guión en el Festival de Lleida, España
BIRMAJER, Marcelo (Buenos Aires, (2004). Además, su relato “Un cuento de
1966). Narrador y guionista, conocido ini- navidad” fue adaptado a un telefilm por
cialmente por su desempeño en el ámbito Burman en 2003.
de la literatura juvenil, escribe también Su trabajo en medios masivos de comu-
narraciones para adultos. En su juven- nicación se completa con la participación
tud publicó en la revista Nueva Presencia en los diarios españoles ABC, El País y El
y también en la revista israelí Aurora, Mundo. En los últimos años colaboró asi-
como corresponsal argentino. Su carrera duamente con cuentos y artículos periodís-

• 177 •
B BIRMAJER

ticos en las revistas Ya (El Mercurio, Chile), majer narra las historias de la mitología
La Revista (La Nación) y Viva (Clarín). griega y luego ubica esos conflictos en el
En el conjunto de su obra Birmajer se mundo contemporáneo. Con Historias de
destaca como narrador. Su primera nove- hombres casados (Buenos Aires-Madrid,
la, Un crimen secundario (Colihue, 1992), Alfaguara, 1999) inicia una serie de vo-
surgió por pedido de Pablo de Santis, com- lúmenes de cuentos para adultos de gran
pañero en la revista Fierro y creador de la repercusión mediática; a esta primera obra
colección de literatura juvenil “La Movi- le siguen Nuevas historias de hombres ca-
da”; De Santis creyó en las condiciones de sados (Buenos Aires-Madrid, Alfaguara,
Birmajer para desarrollarse en el campo de 2001) y Últimas historias de hombres ca-
la literatura e, inmediatamente, la novela sados (Barcelona, Seix Barral, 2004). Me
se convirtió en un éxito entre el público gustaba más cuando era hijo. Confesiones de
juvenil. Luego siguieron las novelas De- un padre (Sudamericana, 2003) recopila
rrotado por un muerto (Colihue, 1993); algunos de sus relatos sobre la vida coti-
El alma al diablo (Bogotá, Norma, 1995; diana. Entre estos volúmenes para adultos,
ganador del Premio Destacados de ALI- Birmajer sigue publicando literatura para
JA); Un veneno saludable (Colihue, 1995); adolescentes: Piedras volando sobre el agua
y Fábulas salvajes (Sudamericana, 1996), (Alfaguara, 2000); No es la mariposa negra
que rinde homenaje a fábulas clásicas de (Sudamericana, 2000; ganador de Desta-
Esopo, La Fontaine y Samaniego a partir cado de ALIJA 2002 y Mención al Mejor
de la recreación de sus historias. Más ade- Libro de Literatura Juvenil de Fundación
lante, publicó El abogado del marciano y El Libro); Garfios (Sudamericana, 2001);
El fuego más alto (Norma, 1997) y la tri- Hechizos de amor (Santillana, 2001) y Los
logía Noticias extrañas: La segunda cabeza, caballeros de la Rama (Alfaguara, 2003), en
La máquina que nunca se apagaba y Jugar donde utiliza como intertexto cuentos clá-
a matar (Norma, 1999), que se completó sicos de la literatura universal para crear a
posteriormente con Una vida más. Noticias partir de ellos una nueva historia mediante
extrañas IV (Norma, 2003). Sus siguientes el humor y la sorpresa. Además, recopiló
novelas tienen como destinatario el públi- y prologó Antología del cuento fantástico
co adulto: No tan distinto (Norma, 2000); (Troquel, 1998).
Tres mosqueteros (Madrid, Debate, 2001); Como dramaturgo escribió la pieza
Eso no (Barcelona, Tusquets, 2003; finalis- Cuatro vientos y el saxo mágico (Primer
ta del premio de literatura erótica La Son- Premio del Certamen Metropolitano de
risa Vertical); El siglo XX (México, FCE, Espectáculos Infantiles, otorgado de por el
2004) e Historia de una mujer (Seix Barral, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires).
2007). Esta obra fue representada en numerosas
Su primer volumen de cuentos fue salas de las ciudades más importantes de
Ser humano y otras desgracias (De la Flor, América Latina. En el orden ensayístico
1997). En él recoge algunos de los textos publicó Historieta, la imaginación al cua-
humorísticos sobre la clase media judía drado (Dialéctica, 1988); Ser judío en el
argentina publicados en “Sátira/12”. En siglo XXI (Milá, 2002); y El Once. Un reco-
Mitos y recuerdos (El Ateneo, 1999), Bir- rrido personal (Aguilar, 2006).

• 178 •
BIZZIO B
Algunos de sus libros han sido traduci- convencional es el primero de una serie de
dos al alemán y al italiano y su obra apa- procedimientos que conducen a introducir
rece en antologías de Argentina, España y “lo inesperado”: la inclusión de elementos
Alemania. inverosímiles o absurdos, la inversión pro-
N.G. y M.F.P. nunciada de lugares comunes o la fusión
+ De Santis, Pablo. de registros cultos y coloquiales en el habla
de los personajes. Aunque a veces abusa de
Bizzio, Sergio (Villa Ramallo [Buenos la estrategia de traicionar las expectativas
Aires], 1956). Poeta, novelista, guionista del lector, En esa época, sin embargo, resul-
de televisión y cine, director cinematográ- ta una novela de ritmo intenso y bastante
fico, Bizzio participó activamente de la re- “eficaz” (pese a que Bizzio ha negado repe-
vista Babel (1988-1991), junto con Martín tidamente que la eficacia narrativa sea un
Caparrós, Alan Pauls, Daniel Guebel, valor literario).
Sergio Chejfec, C.E. Feiling, Jorge Dorio, La narrativa de Bizzio dio un “giro rea-
Luis Chitarroni, Guillermo Saavedra, en- lista” con Rabia (Interzona, 2005; Premio
tre otros. Si bien ha negado reiteradamente Internacional de Novela de la Diversidad
esa filiación, fue vinculado al denominado 2004), que comienza con el relato del
Grupo Shanghai, que abogaba por la au- romance entre una mucama (Rosa) y un
tonomía de la literatura tanto del mercado albañil (José María, apodado “María”).
editorial como de los intereses políticos o María asesina al capataz de una obra en
ideológicos que habían motorizado a las construcción y se refugia durante años en
generaciones anteriores.1 los pisos altos de la enorme mansión en la
Las primeras novelas de Bizzio se ba- que trabaja su novia, sin que ella lo sepa.
san en géneros como la ciencia ficción, el La novela cuenta básicamente la historia
fantástico o el relato de aventuras, minu- del encierro de María: desde sus fantasías
ciosamente desmenuzados y subvertidos, y sueños hasta las triquiñuelas que le per-
como se corrobora en las novelas Son del miten alimentarse o no ser descubierto.
África (FCE, 1993); Más allá del bien y Pese al aparente realismo de la trama, lo
lentamente (Sudamericana, 1995); y Planet fantástico acecha permanentemente; re-
(Sudamericana, 1998). Uno de los mejores sulta factible interpretar la historia como
ejemplos de su primera narrativa es En esa una deconstrucción de la figura clásica del
época (2001; Premio de Novela Emecé), fantasma o como una inversión novelada
obra en la que se percibe la clara influencia (desde la perspectiva del “invasor”) de
del Aira de Ema la cautiva o La liebre. En “Casa tomada”, de Cortázar. Como suce-
esa época planta una nave extraterrestre en de en otras novelas de Bizzio, los perso-
el camino de los militares argentinos que najes refieren en forma explicíta –y, por
excavan la Zanja de Alsina y de los indios lo mismo, inverosímil– sus teorías acerca
que huyen de la Campaña al Desierto de de la literatura en relación con la percep-
Roca. Ese disparador narrativo tan poco ción, la sensibilidad, el trabajo, el ocio o
la realidad.
1. Caparrós, M., “Mientras Babel”, Cuadernos Por otra parte, Bizzio trabaja como guio-
Hispanoamericanos, julio-septiembre, 1993,
nista de televisión y es autor de varios guio-
pp. 525-529.

• 179 •
B BLAISTEN

nes y argumentos cinematográficos, como BLAISTEN, Isidoro (Concordia [Entre


Chicos ricos (Mariano Galperin, 2000); Ríos], 1933 - 28/08/2004). Escritor. Fue
Adiós querida luna (Fernando Spiner, redactor publicitario, periodista, fotógrafo
2003), basado en su obra de teatro Gra- y librero. Como periodista participó en la
vedad (Rosario, Beatriz Viterbo, 1999); y revista Siglo XX, escribió una columna en
El regreso de Peter Cascada (Nestor Montal- el diario Democracia, comenzó a publicar
bano, 2005). Un cuento suyo, “Cinismo”, sus cuentos en El Escarabajo de Oro y se
sirvió de base para la premiada película desempeñó como colaborador permanente
XXY, dirigida por su mujer, Lucía Puenzo. de los diarios Clarín y La Nación. Su obra
Además, cabe mencionar que el ecuatoria- literaria resultó premiada con diversas dis-
no Sebastián Cordero es el director de una tinciones. En El Escarabajo de Oro obtuvo
versión cinematográfica de Rabia. Bizzio los tres primeros premios del Concurso
dirigió el largometraje Animalada (2002) Latinoamericano de 1968. Además, re-
y el mediometraje El disfraz (2004) y tiene cibió el Premio FNA, Primer Premio
otras dos películas listas para estrenar: No Municipal de la Ciudad de Buenos Aires,
fumar es un vicio como cualquier otro (de Segundo Premio Nacional de Ensayo
la que fue guionista y director) y 100 tra- y Crítica Literaria, Premio “Esteban
gedias (que codirigió con Mariano Galpe- Echeverría”, Premio Konex de Platino
rin). Y sobre su propia vida se ha filmado 1994 y 2004, Gran Premio de la Crítica
el documental Planeta Bizzio, dirigido por de la Fundación Feria del Libro 1995 al
Nadina Fushimi (2003). Mejor Libro de Narrativa publicado en el
Bizzio publicó también el libro de país (por Al acecho) y el Premio Trayectoria
cuentos Chicos (Interzona, 2004); las Artística en Letras del FNA 2001. Desde
novelas El divino convertible (Catálogos, ese año integró la AAL y fue miembro co-
1990); Infierno albino (Sudamericana, rrespondiente de la RAE. Como librero,
1992); y Era el cielo (Interzona, 2007). trabajó durante varios años en un local de
Las colecciones de poemas Gran salón con San Juan y Boedo (esquina mítica a la que
piano (Ediciones Salido, 1982); Mínimo le dedicaría el cuento “Carroza y reina”),
figurado (Último Reino, 1990); Paraguay experiencia que luego llevaría a la ficción
(Mickey Mickerano, 1995); El abanico en uno de sus mejores cuentos: “Cerrado
matamoscas (Belleza y Felicidad, 2002); por melancolía”.
y Te desafío a correr como un idiota por el Su obra literaria se abre con un libro de
jardín (Mansalva, 2008). En colaboración poemas, Sucedió en la lluvia (1964), pre-
con Daniel Guebel escribió la novela El miado por el FNA. Cinco años después,
día feliz de Charlie Feiling (Beatriz Viter- en La felicidad (1969), su primer libro de
bo, 2006) y las piezas teatrales Carnicerías cuentos, Blaisten abre su producción de na-
argentinas (1993; inédita) y Dos obras or- rrativa corta con un grupo de relatos cuyas
dinarias: “La china” y “El amor” (Beatriz características reaparecerán en sus poste-
Viterbo, 1995). riores libros: cuentos relativamente cortos,
L.M.K. tono humorístico que raya con el absurdo
+ Aira, César; Feiling, Carlos y lo grotesco, peculiar capacidad de captar
Eduardo Antonio; Guebel, Daniel. la vida cotidiana y plasmarla en las descrip-

• 180 •
BLAISTEN B
ciones y en el habla de sus personajes, ga- ración del loro Fénix”, “El hombre de la
lería de hombres fracasados, defraudados bolsa”) hasta el psicoanálisis (“El significa-
por la realidad que buscan una salida en la do del significado”, “El asceta mendican-
fantasía (por ejemplo, “Alimentación y sa- te”) y el arte comprometido o la literatura
lud” o “El remate”). En su siguiente libro, erótica (“El sotobosque del country”, “El
La salvación (1972) vuelven a aparecer los por qué de las bombachas rosas o decálogo
personajes frustrados que persiguen una del escritor bombachista o carta abierta a
salida de la dura realidad (“El gran poeta”, un joven cuentista de sexo”). Por lo gene-
“La pared, el techo y el viernes”) pero se ral, los recursos que utiliza Blaisten para
agrega otro tópico que caracteriza el con- burlarse son la imitación deformada y exa-
junto: la desmitificación de la literatura y gerada de ciertos estilos y la banalización
de la cultura intelectual a través de la paro- de temas consagrados al transplantarlos a
dia. En este caso, el relato “Un extraño re- la vida cotidiana (recurso que desplegará
portaje”, presenta la caracterización de un con maestría en sus mejores cuentos de
escritor, Silenio Dagnino Taibo, a través de Dublín al sur y sus libros sucesivos) o al
dos reportajes incoherentes en los que el sacarlos de contexto e incorporarlos a si-
periodista le realiza preguntas sofisticadas tuaciones en las que su sentido se despla-
por las cuales el entrevistado le devuelve za creando un clima absurdo o delirante.
respuestas absurdas; una biografía literaria Por otro lado, volviendo a las secciones de
de Taibo que hace recordar las ficciones so- El mago, “Cuentos cortitos así” funciona
bre escritores de Borges; una serie de opi- como una colección de microrrelatos de
niones de escritores destacados (Borges, Li- uno o dos renglones: chistes, aforismos
liana Heker, Ernesto Sábato) exaltando las o pequeños diálogos con una importante
cualidades de la obra del escritor; y otros carga de humor (por ejemplo, en “Libros
procedimientos. Así, mediante distintos y mercaditos”, “Conflicto de pareja” y
géneros discursivos, Blaisten construye a “Conversaciones en el umbral”, dos inte-
su personaje pero también se burla de la lectuales y dos vendedores de garrapiñadas
consagración literaria, de las publicaciones comunican lo mismo pero con distintas
especializadas y de los literatos santificados. expresiones, serie que remarca una vez más
En 1974, sale El mago, colección de textos la intención de desacralizar lo intelectual
más cortos que los de sus libros anterio- que preocupa al autor). Finalmente, en la
res y agrupados en tres secciones (“Ludo sección agregada en 1991, “El revés de los
Real”, “Cuentos cortitos así” y “Rosebud”) refranes”, Blaisten incorpora nuevos temas
y una cuarta que se agrega en 1991 (“El de los cuales mofarse (la corrupción, las ci-
revés de los refranes”). Por un lado, “Ludo rugías estéticas, la “mano dura”, la corrien-
Real” y “Rosebud” presentan característi- te New Age, la ingenuidad de los votantes,
cas similares: relatos de poca extensión en la manipulación de los políticos, etc.) y
los que se parodia desde la literatura uni- genera las narraciones a partir de la exten-
versal (“Hamlet, príncipe de Dinamarca sión e inversión de los clásicos refranes del
o la dicha de vivir”, “El elefante blanco”, habla popular (“El diablo sabe por diablo
“Melpómene y los tres mosqueteros”) y la pero más sabe por viejo”, “No hay mal que
fantasía mitológica o maravillosa (“Perdu- por bien no venga”, etc.). En 1980, publica

• 181 •
B BLASETTI

Dublín al sur, su mejor libro de cuentos, oral, como lo venía haciendo en algunos de
compuesto por relatos difundidos en sus sus anteriores cuentos, tanto en sus expre-
libros anteriores, más tres inéditos publi- siones como en su organización en la que
cados en revistas. Al igual que en sus tex- abundan las elipsis, los recuerdos y la mezcla
tos iniciales, algunos cuentos dan cuenta de registros. En 1986, aparece Carroza y rei-
de la búsqueda obsesiva de un objeto que na, obra en la que se destacan los relatos so-
rompa la rutina o redima el fracaso de sus bre la vida de barrio (“Carroza y reina”), las
personajes (“La felicidad”, “La salvación”, relaciones de pareja (“Te estaré esperando”),
“La puerta en dos”). También reaparecen el la parodia a lo literario (“Permiso, maestro”,
humor (“Victorcito, el hombre oblicuo”), “El tiempo que ni vuelve ni tropieza”) y el
el humor negro (“Los tarmas”, “La sed”) y juego con la estructura del cuento (“Lotz
la parodia a los intelectuales y la literatura no contesta”, “La última decoración”). Fi-
(“Mishiadura en Aires”, “Violín de Fango” nalmente, Al acecho (1995) continúa con el
y “Dublín al sur”). En este libro, Blaisten estilo de los otros libros y presenta algunos
produce, por un lado, una mezcla entre lo cuentos memorables como “Versión defini-
humorístico, lo paródico y lo patético, un tiva del cuento de Pigüé”, “Desde el alma” y
trabajo de estilo, fundamentalmente en “El crimen del diputado Estigmetti”.
la capacidad de construir escenarios coti- Además de las obras antes referidas, pu-
dianos e imitar el habla coloquial, sobre blicó dos libros de ensayos, Anticonferen-
la mediocridad de los personajes y el afán cias (1983) y Cuando éramos felices (1992),
que poseen de superarla; por el otro, vuel- y la novela Voces en la noche (2004). Esta
ve a lograr, como lo venía haciendo desde última lleva al paroxismo su burla hacia la
“El extraño reportaje”, la transposición de solemnidad intelectual y literaria sobre una
la “alta cultura” a la vida cotidiana no in- trama que nos presenta a un vendedor de
telectualizada. camisones dispuesto a asesinar –por orden
Un año después, se edita Cerrado por de voces infernales ahuyentadas a base de
melancolía (1981), libro de cuentos en el haikus y lecciones de su maestro, transmi-
que predominan las narraciones en primera tidas por la señora Tokoyama–, al descono-
persona aunque siguen apareciendo ciertos cido que quiere arruinar la literatura para
relatos con tono humorístico (“A mí nunca las generaciones futuras y que tiene como
me dejaban hablar”). En cuanto a los cuen- súbdito a un comerciante de cotillón.
tos en primera persona (“Última empresa”, M.R.
“Y vendrá la muerte y tendrá tus ojos”, “Ce-
rrado por melancolía”, “El total”), pueden Blasetti, Alberto Claudio (Buenos
leerse como una mezcla de situaciones y Aires, 1923 - 2005). Crítico literario, poe-
experiencias que constituyen la “educación ta y periodista. Colaboró en numerosas re-
sentimental” de sus narradores, en lo que se vistas literarias nacionales e internacionales
ve cierta relación con los relatos de Cortázar hasta que en 1945 publicó su primer libro
(si bien “Y vendrá la muerte…” tiene claras de poemas: Siete azules para una sonrisa.
similitudes con la obra de Puig, más allá de A este siguieron Diosma (1958); Ar-
las resonancias de Pavese). En estos relatos, quitrabe y solsticio (1970); Ecuación con
además, Blaisten logra imitar el discurso alondras (1972); Tadmor (1979); Clina-

• 182 •
BLAUSTEIN B
men (1984); Las vetas del Ágata (1990); y ta compilan un testimonio gráfico sobre el
El esmalte del ruiseñor (1994). Se trata de vacío de información, la autocensura y las
una poesía construida sobre la base de un formas de resistencia de la prensa argentina
lenguaje modernista en el que se destacan entre 1976 y 1983. Decíamos ayer analiza
imágenes coloridas y exóticas, así como la circulación deficiente de la información
también la utilización de la métrica y la tó- y las complacencias con el régimen desde
pica clásicas. En los últimos años se dedicó una perspectiva global: se trata de enten-
a escribir ensayos de crítica literaria y tea- der el periodismo como “la zona apenas
tro. Entre sus últimas publicaciones se en- emergente de las industrias culturales que
cuentran: Diálogo de los pájaros en la fuente lo sostienen” (lo que refleja el título al ha-
de los vitraux (1981); Trinos ocultos en la blar de “Proceso” y no de dictadura). En
psiquis de cristal (1998); Breve historia de la este sentido, las estrategias discursivas de
literatura contemporánea (1999); El remero autocensura y de omisión que los periódi-
de los ojos azules (2000); La Dama de las cos de la época revelan son para los autores
Diosmas (2001); Los ópalos del río (2003) y la punta del iceberg, el signo más evidente
dos volúmenes de teatro publicados entre de un estado de sociedad que también exi-
2002 y 2003 por la editorial Cassandra. En ge ese “arte de informar sobre la nada”. De
2003 publicó Tulipas iluminadas en las te- manera general, y más allá de la problemá-
rrazas del tiempo. Summa poética, con una tica de medios y dictadura, Blaustein con-
segunda edición ampliada en 2004. sidera que el verdadero desafío consiste en
S.F. develar los mecanismos de construcción de
la realidad propios del lenguaje mediático.
BLAUSTEIN, Eduardo (Buenos Aires, Y señala dos, opuestos en sus formas pero
1957). Periodista, analista de medios y es- similares en sus efectos: la sobreabundan-
critor. En 1976 se exilia en México y lue- cia vertiginosa de información y la omisión
go en España, donde trabaja en periodis- sistemática de la misma. El primero carga
mo y estudia Comunicación Social en la las noticias de temporalidad pura, distor-
Universidad Autónoma de Barcelona. Con sionándolas: lo inmediato sólo sirve para
la democracia regresa al país y colabora en ser inmediatamente desechado. El segundo
numerosos medios de prensa gráfica: jefe elude zonas enteras de la realidad histórica
de redacción de El Porteño, responsable de y social. Intentando quizás resistirse a esta
sección en Página/12, editor de Página/30, última faceta del método, Blaustein lleva
colaborador de las revistas XXI, Tres Puntos a cabo una investigación sobre las villas
y del diario Crítica de la Argentina. miseria en Buenos Aires: Prohibido vivir
En 1998 publica, con Martín Zubieta, aquí. Una historia de los planes de erradica-
Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el ción de villas de la última dictadura (Punto
Proceso (Colihue), importante reflexión y de Encuentro, 2001). En 1957, Bernardo
testimonio sobre la actuación de la prensa Verbitsky había denunciado en Villa mise-
nacional durante la dictadura. Al reprodu- ria también es América el primer plan de
cir en un volumen de 650 páginas tapas, eliminación de asentamientos, puesto en
titulares, volantas y editoriales de los prin- marcha por el gobierno de facto en 1955;
cipales medios del país, Blaustein y Zubie- Blaustein centra su análisis en el proceso

• 183 •
B BLOMBERG

de destrucción sistemática iniciado vein- Nacional de Buenos Aires e inició la ca-


te años más tarde, tras el golpe militar de rrera de Derecho, que interrumpió para
1976. Además de exponer las políticas de dedicarse a la literatura y el periodismo.
erradicación implementadas durante la Fue colaborador en los diarios La Nación,
dictadura, Prohibido vivir aquí recoge tes- Crítica, El Mundo y La Razón, y en las
timonios de los habitantes de las villas, que revistas Caras y Caretas, Martín Fierro, El
se convierten en personajes casi ficticios de Hogar y Billiken.
una historia de violencia e incomprensión Publicó los libros de poesía La canción
que se repite de gobierno en gobierno. La lejana (Barcelona, Edición de “La Acade-
palabra del otro, hábilmente intercalada mia”, 1912); A la deriva. Canciones de los
por Blaustein entre los planes aberrantes puertos, de las tierras y de los mares (Edicio-
de la dictadura, muestra hasta qué punto nes Selectas América, 1920); Gaviotas per-
el llamado “problema de las villas” es un re- didas (Ediciones Selectas América, 1921);
flejo condensado y brutal de la realidad so- Bajo la Cruz del Sur. Nuevas canciones de
cial y económica argentina. Sugestivamen- los puertos, de las tierras y de los mares (Por-
te, la búsqueda de contracaras o escenarios teña, 1922); Las islas de la inquietud (Tor,
elocuentes y alterados de la realidad nacio- 1924); y El pastor de estrellas (Tor, 1928).
nal es un motivo que reaparece en su obra En cuanto al género cuento escribió: Las
ficcional: así la novela de ciencia ficción puertas de Babel (Buenos Aires Cooperati-
Cruz diablo (Emecé, 1997; Premio Emecé va Editorial Limitada, 1920); Los habitantes
de Novela 1997) propone la visión apoca- del horizonte (Tor, 1923); Los soñadores del
líptica de una Argentina futura desfigurada bajo fondo (Tor, 1924); Los peregrinos de la
y en estado de desintegración. La condición espuma (Tor, 1924); La otra pasión (La No-
K (Altamira, 2003) se adentra también, en vela Semanal, 1925); Los pájaros que lloran
tono a veces paradójico y a veces grotesco, (Tor, 1926); Naves: las veladas del bar Ga-
en las vicisitudes del ser nacional. Su pro- ribaldi (Edén, 1927); La pulpera de Santa
tagonista, Breitner, trabaja en un diario y Lucía y otras novelas históricas (Tor, 1930);
llena su tiempo libre con la cría de hormi- La cantora de La Merced (Librerías Anacon-
gas. La ambición científica del personaje da, 1933); Las lágrimas de Eva (Americana,
consiste en descubrir el lenguaje secreto de 1937); y La mulata del restaurador (Sope-
insectos depredadores que invaden la tie- na, 1938). Compuso los siguientes ensayos:
rra: el sueño es alcanzar la “condición K”, Mujeres de la historia americana (Anaconda,
cifra kafkiana y quimérica de un sentido 1933) y Mitre poeta (Coni, 1941), y los li-
posible de la realidad argentina. bros de lectura para el nivel primario El sem-
M. Cám. brador (Estrada, 1925); Pensamiento (Estra-
da, 1925); El surco (Estrada, 1926); Fábulas
Blomberg, Héctor Pedro (Buenos de la pampa y de la selva (Peuser, 1946; en
Aires, 1889 - 1955). Hijo de un ingeniero colaboración con María Lucía Rumora); Así
noruego y de la escritora y traductora pa- es mi patria (Estrada, 1942) y Libro amigo
raguaya Ercilia López, Blomberg fue poe- (Estrada, 1942).
ta, guionista, periodista y narrador. Cursó La obra de Blomberg abarca también la
sus estudios secundarios en el Colegio canción popular. Con música de Enrique

• 184 •
BLOMBERG B
Maciel compuso valses, tangos y milongas articulan en narraciones donde están pre-
grabados por el cantor Ignacio Corsini, ta- sentes los tópicos de la novela sentimental
les como La pulpera de Santa Lucía (1928); y del naturalismo: conflicto amoroso, deter-
La guitarrera de San Nicolás (1930); Violi- minismo social, destinos adversos. Es inte-
nes gitanos (1930); Tirana unitaria (1930); resante observar que el impulso fuertemente
La mazorquera de Monserrat (1930); La narrativo de la literatura de Blomberg afecta
viajera perdida (1930); La que murió en también a su poesía: los poemas se cons-
París (1930); La bordadora de San Tel- truyen como pequeños relatos de modo tal
mo (1932); Los jazmines de San Ignacio que no es extraño leer en la última estrofa
(1932); La canción de Amalia (1933); El un verdadero desenlace: “Y ella siguió en el
adiós de Gabino Ezeiza y La china de la ma- antro rojo de la ribera, / jadeando sus es-
zorca (1939). Muchas de estas canciones pasmos la turba marinera, / hasta que un
fueron incluidas en una serie de obras para fogonero borracho la mató” (“La griega del
radioteatro escritas por Blomberg y Carlos antro”, A la deriva).
Max Viale, ciclo que se inicia en 1933 con La otra gran zona de su literatura que
el título Bajo la Santa Federación. Romances Blomberg comienza a diseñar hacia fines
de la tiranía y que se transmite por Radio de la década de 1920, encuentra los ma-
Nacional. Asimismo, cabe recordar que en teriales en el imaginario bonaerense del
este folletín radioteatral se basa la película siglo XIX, particularmente en la época del
Bajo la Santa Federación, dirigida por Da- gobierno de Juan Manuel de Rosas. Dice
niel Tinayre en 1934. Blomberg: “Desde 1929 […] me dediqué a
La literatura de Blomberg se construye a evocar a los hombres y mujeres del pueblo
partir de dos zonas bien diferenciadas. Por porteño. Los fui a buscar en las pulperías,
una parte, especialmente al comienzo, in- los mercados, los cuarteles, el matadero,
gresan en sus trabajos los materiales ideoló- los suburbios hormigueantes, las parro-
gicos procedentes de las zonas marginales de quias rumorosas, y los he evocado con toda
una ciudad absolutamente contemporánea: la vida posible en la serie, ya un poco larga,
la Buenos Aires cosmopolita de las primeras de mis romances y dramas de la tiranía,
décadas del siglo XX. Los primeros textos breves casi todos ellos, pero a los cuales
de Blomberg encuentran en el puerto un traté siempre de dar colorido y realidad”.1
espacio privilegiado para narrar historias Con el desplazamiento del siglo XX hacia
de inmigrantes, prostitutas, borrachos, en- el mítico “año cuarenta” del siglo XIX,
fermos y delincuentes. Estos materiales, en constituido en cronotopo, el exotismo de
su poesía, se combinan con procedimientos un mundo cosmopolita se transforma en
estilísticos y métricos propios del modernis- un exotismo generado por la construcción
mo, del cual, sin embargo, Blomberg sólo de un mito con color local que, pese a los
conserva el interés por el exotismo. Así, los cambios, conserva el interés por los subur-
versos de arte mayor y la rigurosa rima con- bios. En ellos ahora abundan mazorqueros
sonante abandonan el imaginario moder- y payadores y, fundamentalmente, mujeres
nista para acercarse a los bajos fondos de la en versión de pulperas, cantoras, pardas,
ciudad. En cuanto a sus relatos, los mismos
1.  Blomberg, H.P., La cantora de la Merced,
personajes y escenarios de sus poemas se
p. VII.

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B BOCCANERA

federalas chinas, bordadoras. Novelas y Estas motivaciones fueron reelaboradas en


canciones, popularizadas a través del ra- su poesía: “Hoy la tarde sobre Ingeniero
dioteatro, conservan la matriz narrativa White es suave / como mi abuelo peinán-
ensayada por Blomberg en sus primeros dome de niño”.4 La pertenencia a Bahía
relatos sentimentales aparecidos en La No- Blanca lo puso en contacto con autores del
vela Semanal, pero la mezcla –circunscripta lugar, a los que reconoce como influencias
ahora sólo a pardos y mulatos– desaparece, importantes: entre ellos, Javier Villafañe y
y con ella se esfuman también “sus vicios, Pedro Orgambide.
sus lacras, sus deformaciones morales”:1 el En 1973, junto con Vicente Muleiro,
conflicto es ahora exclusivamente amoroso entre otros, funda el grupo literario El La-
o, en todo caso, sólo aparece determinado drillo. Al comenzar la dictadura militar, en
por los acontecimientos políticos del ima- 1976, se exilia en México (“Lluvia, / somos
ginario rosista: el enfrentamiento de unita- dos extranjeros. / Nos separa una herida”).5
rios y federales. Allí, junto con Humberto Constantini,
Asimismo, cabe señalar que en cualquie- David Viñas, Pedro Orgambide y Alberto
ra de las dos zonas, tanto en la exploración Adellach, funda la editorial Tierra del Fue-
de los bajos fondos como en sus ensayos go; nombre que alude a su situación com-
criollistas, y tanto en la poesía como en la partida de exiliados: “era tierra del fuego
narrativa y en sus reelaboraciones radio- porque no se puede pisar, es abrasadora”.6
teatrales, Blomberg produce una literatura Con el inicio de la democracia vuelve al
popular que la crítica ha observado como país, pero en 1989 viaja nuevamente, esta
antecedente de Boedo y aun de la literatura vez a Costa Rica, donde reside hasta 1997,
de Roberto Arlt.2 momento en que regresa a la Argentina.
F.N. Se desempeñó como jefe de redacción
de las revistas Crisis (Argentina), Plural
BOCCANERA, Jorge (Bahía Blanca (México) y Aportes (Costa Rica), y ocupó
[Buenos Aires], 1952). Crítico, antólogo, también el cargo de editor de Forja (suple-
periodista cultural y, fundamentalmente, mento cultural de la Universidad de Costa
poeta. La ciudad natal “me motivó, por la Rica). Como periodista especializado rea-
historia que tenía, porque donde yo me crié lizó entrevistas a personajes de la cultura
era un ambiente de marineros, pescadores (fundamentalmente latinoamericana) que
[…], ese pueblo tenía algo de aventura”.3 ha reunido en los textos: Ángeles trotamun-
dos. Historias de vida (IMFC, 1993); Malas
1.  Blomberg, H.P., “Crónicas de la vida trá-
compañías (San José de Costa Rica, EDU-
gica y pintoresca. Los buscadores de delirios”,
Crítica, 15/01/1923. CA, 1997); Ángeles trotamundos 2 (IMFC,
2.  Delaney, J.J., “Sobre los orígenes de la li- 1998); Entrelíneas. Diálogos con Jorge Boc-
teratura fantástica, policial y de ficción cien- canera (IMFC, 1999); Tierra que anda. Es-
tífica en la Argentina”, en Rubione, A. (dir.),
La crisis de las formas, vol. 5 de Jitrik, N. (dir. 4.  Boccanera, J., “1958”, Sordomuda, San
col.), Historia crítica de la literatura argentina, José de Costa Rica, EDUCA, 1991.
Buenos Aires, Emecé, 2006. 5.  Boccanera, J., “VI”, Oración (para un ex-
3. Palacios, R., “Entrevista a Jorge Boccanera”, tranjero), México, Siglo XX, 1980.
disponible on line: <revistaaxolotl.com.ar>. 6.  Palacios, R., op. cit.

• 186 •
BOCCANERA B
critores argentinos en el exilio (Ameghino, Sofía. Por último, es autor de: Voces tatuadas
1999); Redes de la memoria. Escritoras exde- / Crónica de la poesía costarricense (San José
tenidas /testimonio y ficción (IMFC, 2000); de Costa Rica, Centro Cultural de la Emba-
Entrelíneas 2 (IMFC, 2006). jada de España, 2004).
La premisa de la que parte en sus inda- Como antólogo, siempre teniendo la
gaciones está expuesta en el “Prólogo” de poesía como centro de su atención, ha
Entrelíneas 2: “Curioso pero no indiscreto, seleccionado y prologado (para Editores
fisgón pero nada impertinente; algo hus- Mexicanos Unidos) una serie de antologías
meador y preguntón. Siempre insatisfe- sobre poesía latinoamericana y argentina.
cho, con la sensación de que podría haber Producto de este trabajo son: Poesía rebelde
obtenido algo más de cada entrevistado, en Latinoamérica (1979); La nueva poesía
adhiero […] a la idea del polaco Ryszard amorosa de América Latina (1980); El poeta
Kapuscinski, quien ve al periodista como y la muerte (1981); Poesía contemporánea
un estudioso, un ‘cazador furtivo en todas de América Latina (1982); Palabra de mu-
las ramas de las ciencias humanas’” (p. 7). jer, poetas de ayer y hoy en América Latina
Su especialidad, la entrevista, es concebida y España (1982); Voces y fragmentos (1981;
como “ese formato que a golpes de interro- poesía argentina) y Poesía joven de Argenti-
gantes avanza en el armado de un tema, un na (1981).
clima y un lenguaje informativo que circu- Además, ha seleccionado y prologado:
la sobre un entramado de ideas. Se trata de Poesía de García Lorca (San José de Cos-
viajar por vidas a golpes de preguntas para ta Rica, EDUCA, 1994); Raúl González
llegar a un dibujo central: una pulsión, un Tuñón, Juancito Caminador (Ameghino,
latido donde la tecla de la existencia en- 1998); Tiros libres. El fútbol en cuentos,
cuentra su sonido” (p. 8). poemas y crónicas (IMFC, 2002); La pasión
Como crítico literario ha escrito tres en- de los poetas. La historia detrás del poema
sayos: Sólo venimos a soñar (México, Era, (Alfaguara, 2003); Antología poética de Er-
1999), dedicado a la poesía del guatemal- nesto Cardenal (IMFC, 2005) y su propia
teco Luis Cardoza y Aragón; Confiar en el Antología personal (IMFC, 2001). Por otra
misterio. Viaje a la poesía de Juan Gelman parte, antologías de sus poemas fueron pu-
(Sudamericana, 1994), sobre la obra poética blicadas con distintos títulos en España y
del que llama su “hermano Juan”.1 En este en diversos países de América Latina, bajo
texto Boccanera logra sintetizar en una frase los títulos de: Marimba; Zona de toleran-
el proceso de deconstrucción (morfológi- cia; Servicios de insomnio; Antología poética;
ca, léxica y sintáctica) que Gelman emplea Jorge Boccanera. Poemas; Jadeo del viaje y
para someter a la lengua: lo llama “Guerni- Tambor del jadeo.
ca hablado”. Su conocimiento de la poesía También incursionó en el teatro con
gelmaniana fue la razón por la que la Uni- tres obras: Arrabal amargo (México, Uni-
versidad de Salamanca, en 2005, lo invitó a versidad Michoacana/ Hidalgo, 1984), re-
inaugurar la jornada con que homenajeó al presentada en 1982 en Buenos Aires en el
poeta argentino ganador del Premio Reina marco de Teatro Abierto; Perro sobre perro,
representada en 1986 en Buenos Aires (y
1.  Boccanera, J., “Panes y peces”, Oración
publicada en San José de Costa Rica: Re-
(para un extranjero), México, Siglo XX, 1980.

• 187 •
B BOCCANERA

vista Escena, nº 32-33, 1993-1994) y Pols- quehacer poético, que se hace más profun-
ki, en coautoría con el narrador argentino da en Polvo para morder (1986) y Sordo-
Carlos María Domínguez (inédita y aún muda (1991). En estos textos, “Boccanera
sin estrenar). aborda una temática crucial en su obra: la
Su obra poética, traducida a nueve idio- propia ambivalencia de la poesía, un reino
mas, consta de diez libros publicados: Los siempre traicionado por la dualidad posibi-
espantapájaros suicidas (Mensaje, 1973); lidad / imposibilidad”.4 En el primer libro
Noticias de una mujer cualquiera (Lima, la palabra es asimilada al “polvo”, marca de
Canto rodado, 1976); Contraseña (La Ha- la mortalidad, de lo que se deshace, de lo
bana, Casa de las Américas, 1976); Poemas que, paradójicamente, la hace posible: “Fi-
del tamaño de una naranja (Tacna, Sadín, nalmente / palabra / he de morder el pol-
1979); Música de fagot y piernas de Victoria vo / para que tú / puedas mover las alas”
(Lima, Ruray, 1979); Los ojos del pájaro que- (“VII”). El poeta busca el difícil equilibrio
mado, que incluye Contra el bufón del rey y entre la palabra efectiva, la palabra-acto, y
Oración para un extranjero (México, Siglo la palabra estética, la palabra-canto: “No
XX, 1980); Polvo para morder (Tierra firme, quiero la palabra saciada de sí misma, / ni
1986); Sordomuda (San José de Costa Rica, la verdad dorada donde no cruje un pájaro
EDUCA, 1991); Bestias en un hotel de paso / […] Quiero besar el caos” (“Marimba”).
(Córdoba, Narvaja editor, 2001); Palma En los poemas de Sordomuda la metáfora
real (Madrid, Visor Libros, 2008). del polvo se intensifica y llega a representar
Uno de los ejes que atraviesa su poesía la carencia. El poeta parte de una referen-
es el erotismo: “¿Qué haré con este corazón cia concreta: “esa niña sordomuda que ya
desordenado y triste, / que no responde a en ‘La cava’ te pide monedas, y para que
nada ni recuerda su nombre / desde aquella vos le des una moneda te muestra la len-
emboscada entre tus pechos?”;1 al que ha- gua, y la lengua está vacía”.5 A esta imagen,
bría que sumar, como marca propia de la el autor le atribuye la representación de lo
literatura de los 70, la preocupación por los poético: “la poesía es una lengua vacía, y
aspectos políticos y sociales del país: “¿Será después viene y me cuenta a mí, y yo ten-
posible el sur? / ¿Será posible / tanta bala go que entender el mundo contado por
perdida al corazón del pueblo, tanta madre una niña que no puede hablar. Eso es un
metida en la palabra loca y toda la memoria poco la poesía, esa imposibilidad”.6 A lo
/ en una cárcel?”.2 Dice Boccanera: “todo largo del libro, la sordomuda es la musa
se refunde, vos estás escribiendo un poema que provoca esta poesía imposible: “No es
de amor y estás escribiendo lo social y estás la musa cantora ni el pájaro chillón, / ni
escribiendo un poema social”.3 Sin embar- el muñeco parlante ni la dama que dicta.
go, el tema estructurante de toda su obra / Es una Sordomuda, / que te muestra la
lo constituye la reflexión sobre el propio lengua por solo una moneda” (“Pordiose-
1. Boccanera, J., “XIV”, Noticias de una mujer 4.  Muleiro, V., “Boccanera, el arte de besar el
cualquiera, Lima, Canto rodado, 1976. caos”, en Boccanera, J., Servicios de insomnio.
2.  Boccanera, J., “X”, Oración (para un ex- Antología, Madrid, Visor Libros, 2005, p. 13.
tranjero), México, Siglo XX, 1980. 5.  Palacios, R., op. cit.
3.  Palacios, R., op. cit. 6.  Ibíd.

• 188 •
BONASSO B
ra”). Esta concepción de la imposibilidad La agrupación peronista revolucionaria
de la expresión poética plena es la estética Montoneros lo tendrá entre sus filas a partir
consciente sobre la que trabaja el poeta: “El de los primeros años de la década del seten-
poeta que arroja su anzuelo en la garganta ta. En noviembre de 1973, Bonasso funda-
de la Sordomuda, ¿qué busca?” (“Univer- ría el diario orgánico a su proyecto político:
so”), ya que, además de hueco, esta impo- Noticias. La publicación –que contaba con
sibilidad, al mismo tiempo, es concebida figuras del periodismo militante como Paco
como el único haber: “¡Todo mi harén es Urondo, Rodolfo Walsh, Horacio Verbitsky
una Sordomuda!” (“Oasis”). y Juan Gelman– se propondría como ór-
Para finalizar, cabe señalar que la obra gano promotor de la futura revolución. La
de Boccanera ha sido premiada en varias convicción de que el periodismo debía ser la
ocasiones: en 1976, recibió el Premio herramienta clave de la vida política signó
Casa de las Américas de Cuba por Con- la línea editorial del diario, cerrado el 27 de
traseña; en 1977, el Premio Nacional agosto de 1974, por decreto presidencial.
de Poesía Joven de México; en 2007, el Bonasso se convertiría entonces en uno de
Premio TEA de Periodismo; finalmente, los tantos intelectuales militantes persegui-
en 2008, su obra Palma real obtuvo en dos por el bloque anticomunista del pero-
España el Premio Casa de América mien- nismo, la Triple A.
tras que la traducción al italiano de Sor- Los años intensos de la década del se-
domuda, obtuvo el Premio Internacional tenta lo tuvieron como un indiscutido
de Poesia Camaiore (Italia). Actualmen- protagonista político: fue secretario de
te, el poeta está a cargo de la cátedra de prensa del Frente Justicialista de Liberación
Poesía Latinoamericana en la Universidad (FREJULI), entre enero y marzo de 1973,
Nacional de San Martín (Buenos Aires), a lo que luego siguió un cargo de asesor del
donde también dirige la revista cultural presidente Héctor Cámpora. Después del
Nómada. golpe de marzo de 1976, grupos de tareas
M.E.F. de la dictadura militar asumirían la faena
+ Gelman, Juan. de “desaparecerlo”. Es el año que Bonasso
vive en la clandestinidad. Su libro Diario de
BONASSO, Miguel (Buenos Aires, un clandestino, publicado en el año 2000,
1940). Pensador, escritor, periodista, pro- documenta la experiencia militante en uno
fesor universitario y actual diputado na- de los años más cruentos de la represión
cional por el Frente para la Victoria. A los militar. De tono testimonial, una segunda
18 años comenzó su carrera como perio- persona informal interpela con virulencia a
dista en el semanario Leoplan, legendaria un lector cómplice o compañero, lo enfren-
publicación de la joven izquierda ilustra- ta a la experiencia mediante el relato por-
da argentina. Vendría luego la jefatura de menorizado del horror cotidiano, del suceso
redacción de las revistas Análisis, Extra y noticiable, de la marca de la violencia en el
Semana Gráfica, antes de integrar al equipo registro. Cierta afectación denuncialista y
redactor del diario La Opinión, fundado y narcisista –exacerbada por un uso agotador
dirigido por Jacobo Timerman entre 1971 del presente enfático– contribuye a la miti-
y su expropiación en 1977. ficación acrítica del militante heroico, a la

• 189 •
B BONDONI

vez que constituye un testimonio necesario En 1992, publicó la novela La memo-


para el repudio, la condena y la memoria. ria en donde ardía, que ejerce en clave de
El libro fue concebido en México, el país de policial una denuncia a la vez que inter-
su largo exilio, al cual regresa en 1999 para pela sobre la necesidad de la memoria. De
recuperar las actas secretas de Montoneros, 1997 es su biografía de Héctor Cámpora, El
cuando halla los manuscritos de sus épocas presidente que no fue, ganadora del premio
de militante. Planeta a la mejor investigación periodística
Bonasso residió en México durante doce y del Premio Walsh de la Facultad de Perio-
años, después de su ruptura con Montone- dismo de la UNLP. Obtuvo otro galardón
ros en 1979, producida en Italia. Roma ha- similar en la Semana Negra de Gijón por su
bía sido el primer destino de su exilio y allí novela Don Alfredo, relato que linda entre
formó parte de la Secretaría de Prensa del el periodismo de investigación y el thriller,
Consejo Superior del Movimiento Peronis- publicado en 1999 a raíz de los hechos que
ta Montonero. El desengaño con la organi- involucraron a Alfredo Yabrán.
zación –sobre todo con uno de sus líderes, Su incursión en la industria cinemato-
Mario Firmenich– y el exilio en México gráfica data de 1997: estuvo a cargo de la
fueron para Bonasso los dos desencadenan- investigación y guión de Evita: la tumba sin
tes de su denuncia de la represión (cifrada paz, dirigida por Tristán Bauer. En 2005,
en el secuestro y la fuga de la ESMA) de vuelve al ruedo con Iluminados por el fuego.
un compañero de militancia, Jaime Dri. Publicado en 2002, El palacio y la calle.
Recuerdos de la muerte, su primera novela, Crónicas de insurgentes y conspiradores, re-
publicada en 1984, funcionó como el con- úne una serie de relatos ficcionales sobre
juro del fracaso, del destierro o la muerte las trágicas jornadas de diciembre de 2001.
que signó a toda un a generación. El texto El contrapunto narrativo entre la voz de la
–que Bonasso le había propuesto a García dirigencia palaciega y la del pueblo rebe-
Márquez, en primera instancia– no respon- lado dan cuenta de la crisis institucional y
de estrictamente a una non fiction como po- política, pero sobre todo intenta exponer
dría inferirse, sino que sondea “ciertas claves una lectura de sus causas.
inconscientes que sólo podía explorarlas a Actualmente, además de sus funciones
través de la novela, de la cosa psicológica, no legislativas es asiduo colaborador del diario
de la descripción sociológica y de testimo- Página/12 y la revista Tres puntos.
nios de la denuncia”. Por esta obra recibió el V.L.
Premio Rodolfo Walsh a la mejor narración + Walsh, Rodolfo.
testimonial de tema criminal, otorgado por
la International Crime Writers Association. BONDONI, Néstor (Capilla del Señor
Durante su residencia en México ejerció [Buenos Aires], 1916). En 1956 publicó
el periodismo como editor en las agencias la novela La boca sobre la tierra (Ediciones
ALASEI y PAL, como columnista en el Doble P) y el libro de poemas Travesía
semanario Proceso y como corresponsal de (Ediciones Poesía).
Página/12, entre otros medios latinoameri- También es autor de la novela Como
canos. Fue presidente de la Asociación de vino al mundo (Vinciguerra, 1990). En la
Corresponsales Extranjeros. década de 1990 dio a conocer el libro de

• 190 •
BONEO B
cuentos Alguien sabía su nombre (Vinci- incluidos en diversas antologías referidas a
guerra, 1992) y los relatos “Al fin la luz” la poesía de las décadas de 1940-1960. Por
y “Raíces” incluidos en el volumen Narra- ejemplo, Poesía argentina actual (David
dores argentinos de hoy: antología (Buenos Martínez [comp.], ECA, 1961) y La poesía
Aires, Vinciguerra, 1993). A lo largo de su del cuarenta (Claudia Baumgart, Bárbara
obra, Bondoni hace hincapié en presentar Crespo de Arnaud y Telma Luzzani Bys-
los hechos de la vida humana como un ni- trowicz [comps.], CEAL, 1981).
cho dentro de un mundo visto en su totali- L.M.K.
dad. Los tópicos que elige el escritor son el + Benarós, León.
sexo, la violencia y la muerte. La violencia
aparece como inexorable, una condena, el BONOMINI, Ángel (Buenos Aires,
único camino posible hacia una América 1929 - 1994). Poeta y cuentista, su renom-
infernal. bre como escritor fantástico ha alcanzado
F.P. nivel internacional. Inscripto en la estética
de la llamada Generación del 40, publicó
Boneo, Martín Alberto (Buenos su libro inicial de poemas, Primera enuncia-
Aires, 1913 - 1973). Poeta y diplomático. ción, en 1947. En 1950 apareció en Losada
Participó activamente de la revista El 40 el tomo de poemas escrito en conjunto con
(Buenos Aires, 1951), que administraba María Elena Walsh, su pareja de entonces.
su esposa Dora Sanseverino. En ella co- “Argumento del enamorado” fue la sección
laboraron otros importantes poetas de la de su autoría, mientras que “Baladas con
misma generación, como César Fernández Ángel” fue redactada por la precoz poetisa.
Moreno, León Benarós, Alberto Ponce de Entre 1955 y 1961, durante una estadía en
León, Horacio Rega Molina, Juan Rodolfo los Estados Unidos, se desempeñó como
Wilcock y María Granata. Escribió nu- asistente de dirección y traductor al español
merosos poemarios: Sonetos del Eterno de la revista Life. A partir de 1970, y hasta
Amor (Mercatali, 1944); El Laberinto 1978, colaboró en el diario La Nación como
(El Ateneo, 1947; Premio Municipal de crítico de artes plásticas. Volvería a incurrir
Literatura); La rama caída (El Ateneo, en la poesía con Las leyes de júbilo y El mar,
1949; Premio de Honor de la Asociación pero también comenzaría a inclinarse por la
de Escritores Argentinos); Crónica roman- cuentística. Su primer libro en ese género
ceada del Libertador (Francisco Colombo, fue Los novicios de Lerma (Emecé, 1972),
1950); Poeta en Maryland (La Clepsidra, Primer Premio Municipal en 1982, tradu-
1957); Inolvidable infancia (Francisco cido al italiano en 1988 por encargo de la
Colombo, 1958); Frontera al mar (Bilbao, cátedra de Lengua y Literatura Española de
Alrededor de la Mesa, 1963); De aquí al la Universidad de Chieti. El cuento que da
olvido (Merino, 1963); Sonetos del corazón nombre al libro ha sido considerado uno
(Francisco Colombo, 1966); El riesgo in- de los mejores del autor. En 1975 aparece-
cendiado (Guillermo Kraft, 1967). ría El libro de los casos (Sudamericana) y en
También publicó un libro de ensayos, 1978, Los lentos elefantes de Milán (Fraterna;
Poesía argentina (Instituto Amigos del Li- Barcelona, Reverso, 2004), traducido por
bro Argentino, 1968). Sus poemas fueron Yves Roullière y publicado en francés por

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B BORDELOIS

Éditions du Rocher, de Mónaco, con pre- Borges, la de Silvina Ocampo o la de Julio


facio de Silvia Baron Supervielle. Los lentos Cortázar por su coqueteo con el surrealis-
elefantes… ha sido denominado neofantásti- mo y su transgresión del límite entre la vi-
co por la crítica, utilizando el término que gilia y el sueño, la realidad y la ficción. Por
acuñara Italo Calvino para dar nombre a otro lado, ha sido admirado por autores
aquella vertiente del fantástico en que pri- como Adolfo Bioy Casares por su sutileza
ma lo intelectual por sobre lo emocional. en el uso de las herramientas expresivas. Es
En sus cuentos, la sorpresa ante lo extraordi- que, en Bonomini, el lenguaje llano, casi
nario queda suspendida en una bruma, sin coloquial, no entorpece la reflexión sobre
explicación posible. El procedimiento del lo irreal y lo perverso. Su escritura muchas
absurdo revierte tanto la lógica que gobier- veces juega con la idea del performativo,
na el mundo ficcional como la que rige el de obra en progreso. Hay en ella una cons-
lenguaje con el que se nombran sus objetos, tante exploración del desarraigo subjetivo
dispersando el sentido por el juego exaspe- y el quiebre de la identidad.
rado con la sonoridad de los vocablos. A Con respecto a su obra poética, su libro
plena luz del día, emergen el deseo sexual de poemas Torres para el silencio (1982)
y el inconsciente, lo que genera un efecto fue traducido al francés y prologado por
de extrañamiento en el lector. Asimismo, la Silvia Baron Supervielle para la editorial
recurrencia de lo onírico le ha valido a su Arfuyén en el año 2004. En 1991 apare-
escritura el mote de prosa metafísica. cería su último libro de poesía, De lo oculto
Luego vinieron Zodíaco (1981); Cuentos y lo manifiesto. Entre las distinciones que
de amor (Belgrano, 1982); Historias secre- se le otorgaron, recibió la beca de la Fun-
tas (1985) y Más allá del puente, publicado dación Fulbright en 1971, el premio de
póstumamente en 1996. Su cuento “Me- la Fundación Lorenzutti en 1974 por su
moria de Punkal”, de atmósfera onírica, labor como crítico de arte en La Nación,
fue seleccionado en 1983 entre los ocho el Segundo Premio de la Municipalidad
mejores enviados desde los países de len- de Buenos Aires en 1974, el Diploma al
gua española al Primer Concurso Interna- Mérito que otorga la Fundación Konex en
cional “Juan Rulfo”, organizado en París 1984 y en 1994 por su obra cuentística.
por el Ministerio de Cultura de Francia y Finalmente, en 1989 recibió el Primer Pre-
la Casa de la Cultura de México. Por otro mio de Cuento otorgado por el diario La
lado, Jorge Luis Borges lo seleccionó entre Nación. Llamativamente, sus textos no han
2.700 autores por su cuento “Iniciación al sido reeditados en la Argentina.
miedo”, relato que sobresale por la explo- A.J.
ración del desdoblamiento de la subjetivi-
dad, el extrañamiento radical y la paranoia. Bordelois, Ivonne Aline (Buenos
Además, en esta etapa es de subrayar la im- Aires, 1934). Egresada de la Facultad de
plementación de diversos recursos de ex- Filosofía y Letras de la UBA, entre 1959
perimentación con el estatuto de la ficción y 1962 estudió literatura y lingüística en
y las percepciones del lector, en explícito la Sorbona, en París, ciudad en la que co-
intertexto con el género policial. Su esté- noció a Alejandra Pizarnik. Testimonio de
tica ha sido comparada con la del propio esta amistad son –en la década de 1960 y

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BORDELOIS B
principios de 1970– las traducciones y ar- gulo crucial: Borges, Güiraldes y Lugones
tículos escritos en colaboración, una serie (Eudeba, 1999), que obtuvo el Segundo
de reseñas de obras de Pizarnik firmadas Premio Municipal en la categoría Ensayo.
por Bordelois que aparecieron en la revista También reunió viejos y nuevos poemas
Sur y las dedicatorias que encabezan varios en la colección El alegre apocalipsis (GEL,
poemas de Pizarnik. Treinta y seis años des- 1995). A partir de ellos, unos años más
pués de la muerte de esta poeta, Bordelois tarde, Fabiana Rey montó un espectáculo
publicó buena parte de su epistolario, que unipersonal.
incluye cartas dirigidas a ella misma, a Ana El reconocimiento público más impor-
María Barrenechea, León Ostrov, Juan tante llegó con sus ensayos de los últimos
Jacobo Bajarlía, Silvia Molloy, entre otros: años, que ligan temas de lingüística, filo-
Correspondencia Pizarnik (Seix Barral, logía, literatura y comunicación con fe-
1998). Otro personaje con el que se ligó en nómenos sociales más amplios, y por los
esas décadas fue Victoria Ocampo, a quien que obtuvo el Premio Konex 2004. Estos
posteriormente reivindicó en su múltiple ensayos, que han logrado una considerable
papel de intelectual, escritora, gestora cul- repercusión mediática, tienen el mérito
tural y militante feminista y de quien es una indudable de haber sacado de los ámbi-
suerte de albacea a través de la Fundación tos académicos temas que suelen circular
Sur (véase su libro Villa Ocampo, escenario sólo allí. Hay, además del contenido, un
de cultura, Sudamericana, 2006). interesante equilibrio en la forma: las citas
En 1968 Bordelois se trasladó, con eruditas se combinan armoniosamente con
una beca del Conicet, a Boston, donde en ejemplos sacados de la actualidad o con re-
1974 se doctoró en lingüística con Noam flexiones de la sabiduría popular, gracias
Chomsky en el Massachusetts Institute a una prosa tersa y elegante. En La pala-
of Technology. Entre 1975 y 1988 ocupó bra amenazada (Libros del Zorzal, 2003),
una cátedra en el Instituto Iberoamericano Bordelois establece variados enemigos de
de la Universidad de Utrecht (Holanda), la palabra –y particularmente del lenguaje
donde se convirtió en un referente de la poético concebido como fuente de placer,
lingüística de inspiración generativa en el como objeto en sí mismo, y no como mero
ámbito de las lenguas románicas. En 1983 instrumento transparente de las ideas–:
recibió la beca Guggenheim por su labor la violencia, el consumo, la velocidad, la
como lingüista. imagen, la tecnología. Es seductora su hi-
Después de treinta años de ausencia, pótesis de que la violencia es un modo de
en 1994 regresó a Buenos Aires. En ese acallar la palabra y, por lo tanto, limitar la
momento comenzó su etapa más prolífi- libertad de los individuos y potenciar su
ca como escritora. Retomó su interés por sometimiento. Pero el terreno, también,
la crítica literaria que ya había transitado es resbaladizo: parece ingenuo creer que el
en la década de 1960 con sus colaboracio- lenguaje simplemente sea un “sistema gra-
nes en Sur y en Genio y figura de Ricardo tuito de creación e intercambio de bienes”
Güiraldes (Eudeba, 1967). Participó en (p. 27). La consigna “recuperar la palabra”
diversos proyectos de investigación de la puede servir como bandera idealista de
UBA y, como resultado, publicó Un trián- desafío y resistencia al poder o blandirse

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B BORELLO

igualmente para reprimir los síntomas de Siempre en la misma línea, ha publica-


un malestar más profundo. No pocos pe- do también A la escucha del cuerpo (Libros
riodistas, de hecho, han usado los libros de del Zorzal, 2008) y Del silencio como porve-
Bordelois como argumento para condenar nir (Libros del Zorzal, 2010).
la pobreza del lenguaje de los jóvenes y los L.M.K.
peligros de las nuevas tecnologías: la sim- + Pizarnik, Alejandra.
plificación es, quizás, el mayor riesgo de la
popularización mediática. BORELLO, Rodolfo Antonio (Cata­
Las ideas de La palabra amenazada marca, 1930 - Ottawa [Canadá], 1996).
encuentran eco en sus dos libros poste- Crítico literario y notable estudioso de la
riores. El título El país que nos habla (La poesía gauchesca. La perspectiva novedosa
Nación-Sudamericana, 2005; Premio La de su análisis consiste en la identificación de
Nación-Sudamericana) resulta un juego de una veta hispánica en la primitiva gauches-
palabras con el que Bordelois nos propone ca, favorecida por reminiscencias y tradicio-
como responsables del deterioro lingüísti- nes que provienen del romancero popular
co y cultural de la Argentina (ya que no español del siglo XVIII, la picaresca, el re-
del político-económico) y propugna, una franero e incluso elementos de la literatu-
vez más, por un rescate de la palabra. Para ra campestre de otras regiones de Europa.
ello analiza la historia lingüística nacional Rescata también la incidencia de la tradi-
(a través de la generación del 37, la del 80 ción oral en la gauchesa al señalar, por caso,
y los debates entre los grupos de Florida las numerosas invocaciones al público, soli-
y Boedo), pasando revista a los problemas citudes de atención y encomendaciones a la
lingüísticos centrales de nuestro país: el Virgen y a los Santos que efectúa el gaucho
lunfardo, la relación con el dialecto penin- cantor sobre el cual recae la voz poética. De
sular, la actual tensión entre el inglés y el esta manera, autores como José Hernández
resto de las lenguas o las viejas y nuevas habrían realizado un doble juego para la
jergas. Por su parte, en Etimología de las ampliación del público lector: la elección
pasiones (Libros del Zorzal, 2006) recupera de un motivo grato y adecuado para la sen-
la historia de las palabras involucradas en sibilidad de su público y la adaptación de
la descripción de sentimientos. Concibe esos esquemas a una usanza ya consolidada,
la etimología como la posibilidad de “ex- aunque sin desechar también el influjo de la
ploración y hermenéutica de un saber pro- poesía rioplatense previa.
fundo, muchas veces olvidado, encerrado Hijo de un comerciante catamarqueño
y enterrado en el lenguaje” (p. 20), idea y nieto de un zapatero calabrés, Borello es-
ya explorada en La palabra amenazada. Al tudió en la Facultad de Filosofía y Letras
recuperar similitudes, divergencias y opo- de la UBA. En más de una ocasión lamen-
siciones, va trazando redes conceptuales y taría la pedantería de muchos de sus com-
nuevos significados alrededor de nodos se- pañeros, egresados del Colegio Nacional
mánticos como la cólera, el amor y la dico- de Buenos Aires, que manipulaban el latín
tomía entre las “pasiones oscuras” (codicia, y el griego, el inglés y el francés. El medio
avaricia, envidia, tristeza) y las “pasiones literario porteño sería esquivo con respecto
claras” (alegría, esperanza, felicidad). a su producción. A comienzos de la década

• 194 •
BORGES B
de 1950 estuvo vinculado al grupo de jó- Jorge Luis y su hermana, la pintora Norah
venes intelectuales que coincidieron en la Borges permanecen como pupilos en el co-
revista Contorno. Su estudio Jaryas Andalu- legio Calvin, en Ginebra, donde estudian
sies (1959) señala ya a partir del siglo VII, letras y lenguas clásicas y europeas. Antes
la existencia de una remota y popular lírica de concluir el secundario, al final de la
romance en la península hispánica, de rai- Primera Guerra Mundial, la familia Borges
gambre mozárabe. Publicó varios trabajos emprende una serie de viajes por Europa,
sobre poesía gauchesca y letras nacionales visitando Francia, Inglaterra, España. Es
como Mayo: literatura y realidad (1965); en particular en este último país, donde se
Hidalgo, iniciador de la poesía gauchesca produce el comienzo de la carrera de es-
(1966); Ascasubi: Santos Vega (1971); El critor de Jorge Luis, cuando se vincula a
poema Martín Fierro (1972) y Hernández: la vanguardia peninsular, esencialmente al
poesía y política (1973). En Habla y litera- ultraísmo, y a sus principales representan-
tura en la Argentina (1974) repasa la in- tes: Ramón Gómez de la Serna, Guillermo
cidencia de los giros y maneras populares de Torre (quien más tarde se casará con
en la producción literaria argentina de los su hermana Norah) y Rafael Cansinos-
siglos XIX y XX. Enseñó por dos décadas Asséns. Entre los numerosos movimientos
en la Universidad Nacional de Cuyo, has- de vanguardia, también el expresionismo
ta que la dictadura militar (1976-1983) lo alemán interesa a Borges, por lo que tradu-
declaró prescindible. Debió marcharse a ce y compila varias antologías de este mo-
Estados Unidos, en donde fue profesor de vimiento para la revista Ultra. A su regreso
la Universidad de Cincinnati entre 1977 a Buenos Aires en 1921, se transforma en
y 1978. Finalmente, se trasladó a Cana- uno de los mayores impulsores y repre-
dá y ocupó la Dirección de Español en la sentantes de la vanguardia argentina, casi
Universidad de Ottawa. Allí permaneció inexistente antes, y cofunda y dirige va-
hasta su muerte. Cinco años más tarde, rias revistas, entre ellas las célebres Prisma,
la editorial de la Universidad Nacional de Proa, Martín Fierro.
Cuyo publicaría La poesía gauchesca. Una Sus primeros intereses son la poesía y la
perspectiva diferente (2001), frondosa com- crítica; su poesía, marcada en un comienzo
pilación de su tarea crítica. por el ultraísmo, evoluciona rápidamente
L.P. hacia una estética criollista, como puede
verse en Fervor de Buenos Aires (1923);
BORGES, Jorge Luis (Buenos Aires, Luna de enfrente (1925) y Cuaderno San
1899 - Ginebra [Suiza], 1986). Poeta, en- Martín (1929). Simultáneamente, en sus
sayista, cuentista y periodista, nacido en ensayos del período, reunidos en tres vo-
Buenos Aires en una familia de orígenes lúmenes –Inquisiciones (1925); El tamaño
europeos diversos, vinculada a la gloria mi- de mi esperanza (1926); El idioma de los ar-
litar y a la historia de la nación, Jorge Luis gentinos (1928)– emprende una relectura
Borges se apasiona tempranamente por las crítica de la vanguardia, como es evidente
letras y las lenguas. Luego de una educa- en el ensayo “La aventura y el orden”. Sus
ción primaria en el barrio de Palermo, la ensayos sobre la actualidad literaria convi-
familia se traslada a Europa en 1914, donde ven con otros sobre autores y obras clási-

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B BORGES

cas (Quevedo, Góngora, Torres Villarroel, publicación en ellos. Borges comienza a in-
poesía clásica), que ponen de manifiesto su teresarse entonces por el género policial, la
conocimiento de las lenguas y culturas eu- literatura fantástica y el cine, considerados,
ropeas gracias al que ganará rápidamente en la época, “géneros menores”, reciclando
la admiración de sus contemporáneos. Pese procedimientos y temas de estos géneros,
a esta manifiesta erudición, sus posiciones que combina con otros ya clásicos de la
en tanto crítico serán siempre discutidas literatura mundial, en particular inglesa y
y a menudo parecerán a sus contemporá- alemana. Su cuarto libro de ensayos, Discu-
neos como contrarias al movimiento de sión (1932), propone una serie de reflexio-
la época. En estos libros de ensayos se ob- nes sobre sus desplazamientos genéricos, y
serva también un interés pronunciado por sobre lo que considera como los debates
la reflexión sobre la fama y el proceso de estéticos esenciales de la época.
constitución de los clásicos en Occidente, Contrariamente a lo que había ocurrido
igualmente polémico, que Borges conside- con su poesía, sus cuentos no encuentran
ra un fenómeno cultural independiente de un eco favorable entre sus contemporá-
la calidad de las obras. neos, para quienes tal literatura resulta ile-
Los cambios políticos y culturales que gible y desvinculada de su contexto. Es, sin
se producen a partir del golpe de estado embargo, en esta primera etapa cuando es-
de 1930 y de la difusión de las teorías na- cribe sus dos obras clásicas, sobre las que se
cionalistas aportan una serie de transfor- fundará la extensa fama internacional que
maciones radicales en todas las esferas en adquiere a partir de los años 1960, los rela-
Argentina. La extensa red de revistas lite- tos reunidos en Ficciones (1944) y El Aleph
rarias que caracterizó la década anterior se (1949). En varios de ellos –como “Tlön,
reduce, y escritores y artistas se vinculan a Uqbar, Orbis Tertius” (publicado por pri-
la industria cultural. Borges conoce enton- mera vez en Sur en 1940)–, Borges im-
ces una situación que se volverá altamente planta la ficción en su propio ambiente, en
productiva para él, el vínculo estrecho con la ciudad de Buenos Aires, tomando como
los medios de producción y de edición. personajes a varios de sus contemporáneos,
Colabora regularmente en la revista Sur, y poniendo en escena a un narrador tras
fundada por Victoria Ocampo en 1931, el cual una serie de rasgos permiten iden-
orientada en un comienzo hacia la cultura tificar al autor. Estos cuentos proponen
europea; en 1933, realiza su primera expe- al lector una fórmula narrativa inédita en
riencia de trabajo en un diario de gran tira- la medida en que tanto el texto como sus
je, Crítica, sin duda el más popular de Bue- condiciones de publicación no postulan
nos Aires, codirigiendo, junto con Ulyses un pacto de lectura previo explícito, de
Petit de Murat, el suplemento literario del modo que el relato vacila entre documento
diario, la Revista Multicolor de los Sábados. y ficción. Los célebres “El acercamiento a
A estas colaboraciones viene a sumarse su Almotásim” (publicado en Historia de la
trabajo en la revista El Hogar (1936-1939). eternidad, 1936) y “Examen de la obra de
El comienzo de su carrera como narrador Herbert Quain” (El jardín de senderos que
se realiza en estos medios, y es imposible se bifurcan, 1941) plantean el mismo tipo
disociarlo de las condiciones materiales de de fenómeno, aunque con variantes. Otra

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BORGES B
serie de cuentos alude a la problemática detractores de Nosotros, como lo muestra
de la guerra, en particular “Deutsches Re- el célebre episodio del Premio Nacional
quiem” (1946), escrito y publicado duran- de Literatura de 1942). Enemigo de toda
te los juicios de Nuremberg, que pone en forma de fascismo, y luego del peronis-
escena las confesiones de un responsable mo, durante el primer gobierno de Perón
de campo de concentración nazi. (1946-1955), Borges pierde su empleo en
Oponiéndose a la estética dominante de la Biblioteca Municipal “Miguel Cané” en
la época, que consideraba la novela realista 1946, y se encuentra limitado a las publi-
y temática como los géneros de mayor pres- caciones contrarias a la ideología oficial, es
tigio y valor, Borges propone –en sus nu- decir, esencialmente el diario La Nación y
merosos ensayos y en su narrativa– la idea la revista Los Anales de Buenos Aires (que di-
de que el relato breve, fantástico y policial, rige entre 1946 y 1947), las editoriales Sur
puede erigirse en género nacional. Esta y Emecé. También en este período empren-
idea es difundida también en una serie de de la publicación de sus primeras Obras
antologías, entre las cuales la más célebre completas en Emecé, en diez tomos, que
es sin duda la Antología de la literatura fan- ponen en evidencia el proceso de selección
tástica, compilada junto con Adolfo Bioy violento al que Borges sometió su produc-
Casares y Silvina Ocampo en 1940 para la ción. Durante este lapso, en el cual vive de
colección “Laberinto” de la editorial Sud- dar conferencias y cursos, Borges comienza
americana; a pesar de su éxito de público, a interesarse en la literatura francesa, prác-
esta antología resulta controvertida para ticamente ausente hasta entonces de su en-
los intelectuales de la época, en particular sayística, y escribe “Flaubert y su destino
porque no privilegia la literatura fantástica ejemplar”. Gran parte de estas conferencias
alemana, considerada la más representativa se cuentan entre las más célebres y fueron
hasta entonces. Poco después edita tam- editadas en Otras inquisiciones (1952) y en
bién con Bioy Casares, dos antologías de la segunda edición de Discusión (1957), en
cuentos policiales (Los mejores cuentos po- la que se publica “El escritor argentino y
liciales, 1951, y Los mejores cuentos policia- la tradición”, conferencia pronunciada en
les II, 1952) y, a partir de 1945, dirigen la 1951, en la cual, con un tono menos polé-
colección “El séptimo círculo”, de novelas mico que el que lo caracteriza en los años
policiales. En esta época comienza tam- 1940, Borges reexamina la relación entre
bién su experiencia de escritura en colabo- literatura nacional y estética. Otras de las
ración, bajo la forma de relatos paródicos numerosas conferencias que se editan bajo
policiales escritos junto con Bioy Casares, forma de libro son: Aspectos de la literatura
publicados con el seudónimo de H. Bustos gauchesca (1950), Antiguas literaturas ger-
Domecq y reunidos en una serie de libros, mánicas (1951; en colaboración con Delia
entre los cuales se destaca Seis problemas Ingenieros) y Leopoldo Lugones (1955).
para don Isidro Parodi (1942). Su prácti- El verdadero proceso de canonización de
ca narrativa aparece en esta etapa como Borges comienza con su consagración ofi-
opuesta a los valores encarnados en grupos cial en el momento del golpe de Estado de
e instituciones diversos y contemporáneos 1955, conocido como “Revolución Liber-
(que van de sus defensores de Sur a sus tadora”, cuando es nombrado director de la

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B BORGES

Biblioteca Nacional, además de integrarse trándose en el cuento y el ensayo, la práctica


como profesor de la Facultad de Filosofía y más constante en su carrera; en los años se-
Letras de la UBA y ser elegido presidente senta, luego de la publicación de sus Obras
de la AAL. Junto con este cambio de esta- completas, retorna a la poesía y publica una
tuto social, Borges siempre aseguró que el serie de volúmenes, entre los cuales se en-
año 1955 correspondía al momento en que cuentran El otro, el mismo (1964) y Elogio
perdió definitivamente la vista, encarnando de la sombra (1969), en los que relaciona la
desde entonces al poeta ciego y sabio, según práctica de la poesía con la ceguera. Aunque
la tradición occidental, tal como lo recorda- en los años siguientes este género permane-
rá en uno de sus más célebres ciclos de con- cerá como dominante, en 1970 retoma el
ferencias, Siete noches (“La ceguera”, 1980). ejercicio del cuento, con la publicación de
Su fama internacional se instaura definiti- El informe de Brodie –volumen donde relee
vamente cuando recibe, junto con Samuel su relación con la estética realista– y El libro
Beckett, el Premio Formentor en 1961, de arena (1982), en el que se plantean una
luego de haber sido traducido al francés por serie de cuestiones que vinculan lo fantásti-
Roger Caillois y publicado en su colección co a la ciencia ficción.
“La croix du sud” de la editorial Gallimard. Su fama determina una nueva versión
Distinciones y premios se suceden a partir de sus Obras completas, tomo de 1974 pu-
de entonces. Borges se vuelve una figura blicado por Emecé, que fue mucho tiem-
mundial, sus libros se traducen y difunden po considerado como canónico. Para éste,
en el mundo entero, y el escritor recibe nu- Borges redacta una imaginaria nota sobre
merosas invitaciones internacionales para sí mismo, presentada como proveniente
impartir cursos y pronunciar conferencias. de una enciclopedia del año 2.074, en la
Su pasión por el cine aparece a fines de cual presenta irónicamente su propio re-
los años veinte, cuando escribe una serie de corrido bajo un ángulo distinto al de la
notas sobre films para diferentes medios crítica que le era contemporánea. Otra
como La Prensa, Selección y Sur, entre otros, consecuencia de la celebridad, vinculada
en las que analiza las posibilidades narrativas al vasto interés del público por su figu-
de este nuevo arte; como narrador, utilizará ra y obra, fue la producción de una masa
algunos de sus procedimientos en el relato de entrevistas, reportajes y diálogos, entre
literario; en tanto crítico, escribir sobre cine los cuales se destaca Borges el memorioso,
le permite evocar cuestiones teóricas a partir transcripción de una serie de entrevistas
de obras conocidas por el público. Aunque realizadas en la radio por Antonio Carrizo
ya en 1955 había publicado dos guiones en 1979. En esta “obra oral” de Borges,
escritos con Bioy Casares, Los orilleros y El los temas abordados son variados, e in-
paraíso de los creyentes, recién en 1968-1969 cluyen su propia biografía, que el escritor
participa de la escritura y realización de uno ficcionalizó sin cesar.
de ellos, el de Invasión, escrito con Hugo Poco antes de su muerte, la publica-
Santiago y Bioy Casares. Con el mismo ción de sus obras completas en la célebre
Santiago, escribirá Les Autres, en 1974. colección francesa “La Pléiade” –para la
Desde el final de los años veinte, Borges cual Borges autorizó la inclusión de sus
había casi abandonado la poesía, concen- escritos de la revista El Hogar– aceleró un

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BORINSKY B
proceso que el escritor había cultivado Borinsky, Alicia (Buenos Aires,
durante toda su vida: la recuperación de 1946). Poeta, narradora y crítica literaria,
textos excluidos de los diferentes volúme- ha ganado la beca Guggenheim en 2001
nes que publicara en distintas etapas de su y el Premio Latino de Literatura (Nueva
vida. Esta drástica selección resultó siem- York), en 1996, por su novela Sueños de
pre de principios estéticos, que en Borges seductor abandonado. Vive en Boston des-
nunca están exentos de una dimensión de 1967 y regresa a Buenos Aires en el
ideológica (aunque no siempre política), período de vacaciones en busca de nue-
y creó el mito de la existencia de una vas imágenes que le permitan construir
“obra oculta”. Ésta consistía, en verdad, su particular mundo narrativo, poético, y
en escritos publicados en diarios y revis- elaborar sus ensayos. Una sutil percepción,
tas o bajo forma de libros que su autor cuyo instrumento privilegiado suele ser las
se negaba a reeditar (como sus tres pri- lentes de la literatura y la crítica, le permite
meros libros de ensayos). El fenómeno de captar y describir los cambios culturales y
reedición se extendió luego de la muerte lingüísticos de los argentinos. Por ejemplo,
de Borges, ocurrida en Ginebra en 1986, en 2005, vinculaba la actitud de los polí-
gracias a la publicación de una serie de ticos y el electorado con las novelas psico-
tomos como Textos cautivos (1986); Textos lógicas, al observar que las preferencias se
recobrados (1997, 2001 y 2005); Borges en regían más por “cómo suena y por cómo se
Sur (1999) y otros. ve” el candidato que por la reflexión crítica
Desde entonces, la imagen del escritor y sobre su postura ideológica. En la analogía
su obra se transformó radicalmente; gracias con las novelas psicológicas puede leerse el
a estas publicaciones, adquirieron relieve contraste que proponía Bertold Brecht –en
zonas de su producción que parecían poco “De la popularidad del relato policíaco”
relevantes, surgieron aspectos casi desco- (1939)– entre el razonamiento que ofrecía
nocidos y se relativizó la trascendencia de al lector el policial clásico y el prejuicio que
ciertos temas. Además, la recuperación de implicaba la lógica de las novelas psicoló-
tales escritos puso en evidencia la exten- gicas. Borinsky observa en el campo políti-
sión e importancia teórica de la crítica bor- co el funcionamiento de aquella mecánica
geana, y mostró hasta qué punto Borges, que Brecht denostaba. Por otra parte, con
cuya fama se construyó a partir de la ima- respecto a la relación entre crisis política y
gen de escritor indiferente y extranjero a literatura, en una entrevista publicada en
su país y al mundo contemporáneo, fue un La Nación, la autora señala que: “La crisis
apasionado de los debates y cuestiones de de la clase política tuvo una consecuencia
su época, de los que participó con ironía e positiva, literariamente. La literatura par-
inteligencia. En Argentina, la publicación tidista de las opciones claras y los pronun-
integral de su obra permitió recuperarlo ciamientos históricos ha cedido el lugar
como escritor arraigado en su propio país a propuestas más modestas que, por eso,
pero que siempre propuso estéticas alejadas tienen la capacidad de ser más originales.
del nacionalismo, político y cultural. A nadie se le ocurre decir hoy que el grupo
A.L. Sur estaba divorciado de la realidad y que
+ Bioy Casares, Adolfo. Borges era un aristocratizante refugiado en

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B BORNEMANN

la literatura fantástica. Más que una nueva 1992); Mina cruel (1989; traducido al
producción literaria, que existe y que por inglés como: Mean Women, Lincoln, Uni-
ahora es prematuro clasificar, hay una nue- versity of Nebraska Press, 1993); La pare-
va actitud crítica. Los discursos literarios ja desmontable (1994; edición bilingüe es-
de corte autoritario han perdido vigencia pañol/ inglés: La pareja desmontable/ The
entre nuestros escritores. El didactismo Collapsible Couple, London, Middlesex
ya no es bien visto”.1 Otro ejemplo de University Press, 2000); Sueños del seduc-
cómo las apreciaciones de Borinsky sobre tor abandonado (Corregidor, 1995; tra-
los cambios culturales del país se arman ducido al inglés en colaboración con C.
a partir o a través de la literatura: en Las Franzen: Dreams of the Abandoned Sedu-
ciudades perdidas van al paraíso (2003) se cer, Lincoln, The University of Nebraska
observa la presencia de un humor de gestos Press, 1998), Madres Alquiladas (Corregi-
satíricos y tristes para describir el comer- dor, 1996); La mujer de mi marido (Co-
cio que repunta: “en las calles de mi ciudad rregidor, 2000); Las ciudades perdidas van
hay una esquina donde los inmigrantes / al paraíso (Corregidor, 2003); Golpes bajos
venden fotos de parientes equivocados y (Corregidor, 1999; edición bilingüe espa-
esconden a los niños para / que los padres ñol/ inglés: Golpes bajos/Low Blows, con la
no los vean nunca desamparados”. En efec- colaboración de C. Franzen, University of
to, por debajo de sus textos, Macedonio Wisconsin Press, 2007); Frívolas y pecado-
Fernández, el vizconde de Lascano Tegui y ras (edición bilingüe español/ inglés, con
Felisberto Hernández cifran la inclinación la colaboración de C. Franzen, Chicago,
de Borinsky por un humor no convencio- Swan Isle Press, 2008); Cine continuado
nal. Otro de los rasgos salientes de su escri- (Corregidor, 1997; traducido al inglés
tura literaria es la reelaboración de una tra- como: All Night Movie, Northwestern
dición que retoma el tango y diversas zonas University Press, 2002).
de la literatura marginal. Desde allí, entre En cuanto a la crítica, ha publicado:
otras cosas, desmonta ciertos tópicos de la Epistolario de Macedonio Fernández (Co-
representación estética e ideológica de los rregidor, 1976, 2000); Ver/ Ser visto: no-
personajes femeninos. tas para una analítica poética (Barcelona,
A su actividad crítica y literaria, Borinsky Bosch, 1978); Intersticios: estudios críticos
suma la de dirigir, en el campo de los estu- de literatura hispana (Veracruz, México,
dios que vinculan Historia, memoria y fic- Universidad Veracruzana, 1986); Macedo-
ción, proyectos de investigación desarrolla- nio Fernández y la teoría crítica: una eva-
dos en el marco del Latin American Studies luación (Corregidor, 1987); Theoretical
Program de la Universidad de Boston. Fables: The Pedagogical Dream in Latin-
Su obra literaria cuenta con los siguien- American Fiction (University of Pennsyl-
tes títulos: La ventrílocua y otras canciones vania Press, 1993).
(Cuarto Poder, l975); Mujeres tímidas y la M.L.C.
Venus de China (Corregidor, 1987; tra-
ducido al inglés como: Timorous Women, Bornemann, Elsa Isabel (Buenos
Peterborough, Cambs, Paul Green Press, Aires, 1952). Bibliografía recurren-
te en la escuela primaria, la obra de Elsa
1.  Beccacece, H., La Nación, 08/10/2005.

• 200 •
BORNEMANN B
Bornemann –como las de Graciela Montes A diferencia de esta última, que hizo
y María Elena Walsh– cuenta con publica- circular su obra clandestinamente hasta el
ciones ya clásicas en el campo de la litera- regreso de la democracia, durante la dicta-
tura infantil y juvenil. dura Bornemann pudo seguir publicando.
Elsa Bornemann es la tercera hija de De este período son algunos de sus clásicos:
un matrimonio de origen inmigrante, El libro de los chicos enamorados (Editorial
constituido por Wilhelm Karl Henri Bor- Librerías Fausto, 1977), luego musicalizado
nemann, relojero alemán, y –paradójica y versionado por María Rosa Yorio y Jorge
anticipación de su oficio– Blancanieves Mehaudy en El disco de los chicos enamora-
Fernández, de ascendencia luso-española. dos (1982); No somos irrompibles (cuentos
Elsa se graduó y doctoró en Letras por la de chicos enamorados) (Editorial Librerías
UBA. Además de su trabajo de ficción, Fausto, 1981), y la novela El niño envuelto
también dictó múltiples seminarios y cur- (Ediciones Orión, 1981), por mencionar
sos con la literatura infantil como objeto. sólo algunos. En democracia, recibió el
Comenzó a publicar desde muy joven. Su Premio Argentores por su obra teatral Lisa
primer libro editado fue Tinke Tinke (55 de los paraguas. Publicó luego su ya clásico
versicuentos) (Edicom, 1970); tras el buen volumen de cuentos de terror Socorro. Doce
desempeño comercial de esta primera pu- cuentos para caerse de miedo (Editorial Rei,
blicación, la misma editorial publicó El 1988), al que le siguieron Queridos mons-
espejo distraído (55 versicuentos) al año si- truos (Alfaguara, 1991) y Socorro diez. Libro
guiente, por el cual la SADE la distinguió pesadillesco (Bogotá, Norma, 1996).
con la Faja de Honor. La narrativa de terror de Bornemann
Mención aparte merece el libro de cuen- suele retomar motivos y personajes clási-
tos Un elefante ocupa mucho espacio (Edito- cos del género, como el Frankenstein que
rial Librerías Fausto, 1975), obra que reci- –inclinado aquí hacia un tono cómico–
bió el galardón Hans Christian Andersen “prologa” su primer Socorro. De todos
de la International Board on Books for modos, la particularidad de su literatura
Young People, que luego –tras el golpe del redunda en que los relatos no siempre tie-
76– pasó a formar parte de los libros pro- nen por protagonistas a niños, ni alcanzan
hibidos por la Junta Militar. Según el De- un happy ending; muchas veces ni siquiera
creto 3.155, el gobierno de facto entendía presentan una explicación satisfactoria de
que el volumen –cuyo cuento homónimo los fenómenos que narran. Al contrario,
narra una huelga de animales y la toma de aunque el sistema de oposiciones suele ser
un circo– pretendía adoctrinar a sus lec- simple (por lo general, el lector sabe con
tores con fines subversivos. No fue ésta la claridad quiénes son los buenos y quié-
única obra de literatura infantil prohibida. nes los malos, ya que los grises escasean),
En efecto, también son conocidos los casos muchos de estos relatos dejan lugar para
de María Elena Walsh y de Laura Deve- lo inefable e inconcluso, tal el caso de
tach, cuya La torre de cubos fue prohibida “Manos” o “Nunca visites Maladony” de
por el Operativo Claridad, digitado desde Socorro, por ejemplo. Otros cuentos del
el Poder Ejecutivo para silenciar a artistas mismo volumen llegan a un nivel desacos-
e intelectuales. tumbrado de violencia y horror dentro

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B BOSCO

del género, como “Joichi, el desorejado” o BOSCO, Eduardo Jorge (1913 -


“La casa viva” en los que sus protagonistas 30/12/1943). Poeta porteño, artífice de
–en lucha contra las fuerzas del mal– re- la llamada Generación del 40. En su obra
sultan muertos o mutilados, siguiendo el gravitan la esencia criollista, la resonancia
modelo de “El almohadón de plumas” de del tiempo transcurrido, la impregnación
Horacio Quiroga –uno de los autores que emotiva y las alusiones campestres. Bosco
Bornemann toma como referente–, en el se resistió a que su producción se divul-
que la muerte adviene dentro del espacio gara y fue recién de manera póstuma, en
de lo cotidiano. La diferencia más impor- una iniciativa de su círculo íntimo, que
tante entre uno y otra –más allá del des- se publicaron los dos tomos de sus Obras
nivel literario del que adolece la compa- (1952). El escritor Daniel Devoto, en el
ración– estriba en que Bornemann hace prólogo del primer volumen, manifiesta
del espacio siniestro algo verdaderamente que el propósito de Bosco era editar un
inexplicable, a veces mágico, explotando solo libro con un puñado de poesías per-
de esta forma un universo caro a su pú- fectas, una vez que cumpliera los cuarenta
blico. años de edad. Sus Obras comprenden so-
En el área que el mercado cataloga como netos, coplas, milongas, breves textos en
“literatura juvenil”, de acuerdo con la co- prosa y las llamadas canciones gallegas, así
rrespondencia que establece entre temáti- como también estudios sobre el gaucho,
cas y edades, Bornemann también cuenta la poesía y la figura de Hilario Ascasubi.
con La edad del pavo (Alfaguara, 1990) y En las composiciones de Bosco, de estilo
Los desmaravilladores (Alfaguara, 1991). En conciso y depurado, se identifica la com-
estos volúmenes, la autora se aboca al tra- penetración del hombre con las fuerzas de
bajo con problemáticas de la adolescencia, la naturaleza, la fermentación de las vidas
el amor juvenil o la búsqueda de la propia que se escurren y la percepción de los co-
identidad, llegando –en algunos casos– a lores y aromas de la tierra a través de los
tocar temas complejos como la dictadura sentidos. Las líneas del poema “Relato de
militar y los desaparecidos. una muerta” enseñan esos motivos: “Está
Ni el mercado –que suele encontrar en inmóvil en el aire. / Reluce el campo a tra-
la literatura infantil un espacio siempre vés de su rostro / con la tarde allá lejos.
provechoso– ni las menciones honorífi- / Sauces que se reclinan sobre sus hom-
cas han sido evasivos con Bornemann. En bros / y la hierba infinita por su cuerpo”.
efecto, la mayoría de sus textos ha sido éxi- El tono evocador también se aproxima al
to de ventas, éxito influido también por la acecho de lanzas y malones en las sierras
entrada de su obra a los programas escola- del Sur, a los duelos de gauchos cantores
res. Respecto de los premios y menciones, bajo ombúes patriarcales y a las pulperías
además de los ya nombrados, Bornemann de antaño. Las coplas y milongas del apó-
recibió el Konex de Platino a la escritora crifo guitarrero Sebastián Luna muestran
más importante del género infanto-juvenil, la ocurrencia y el ingenio de la sabiduría
decenio 1984-1994. popular, así como recuerdan las reiteradas
C.B. vacaciones de Bosco en suelo oriental, ya
+ Walsh, María Elena. que al igual que éste, Luna es un cantor

• 202 •
BOSCO B
urbano que pasó varias temporadas en las da Rosa” y así lo recrea en una atmósfera
cuchillas uruguayas y resguarda un cono- soñada y primaveral. En 1942 se frustró su
cimiento inexacto pero hondo y sentido romance con Pepita y Bosco experimentó
de ese medio pampeano. En sus breves y las alternativas de una tormentosa relación
punzantes reflexiones sobre nuestras letras, con otra mujer. En la noche del 30 de di-
Bosco entiende que el barroco americano ciembre de 1943, se quitó la vida al arro-
se ajusta a Lima y a México, pero no a la jarse a las aguas del Río de la Plata.
zona rioplatense, en donde prima el arco L.P.
de la luna sobre las casonas coloniales y el
paisaje empuja más a la reflexión que a la Bosco, María Angélica (Buenos Aires,
contemplación extasiada de una naturaleza 1909 - 2006). Narradora, guionista, ensa-
desmesurada. De allí que la poesía del es- yista, traductora. Es una de las más leídas y
tuario resulte más filosófica que plástica. prolíficas escritoras dentro del género poli-
En 1937, mientras estudiaba Literatura cial en la Argentina. Nació en una familia
en la Facultad de Filosofía y Letras de la acomodada de Buenos Aires y estudió en
UBA, Bosco conoció a Josefa Emilia Sa- la escuela de Lenguas Vivas, donde se re-
bor, “Pepita”, hija de padre gallego y madre cibió de maestra. Si bien publicó algunos
santanderina, quien tendría una participa- textos en su juventud, no difundió ni ree-
ción decisiva en la recuperación de sus es- ditó su literatura hasta que ganó, en 1954,
critos dispersos y su posterior publicación. el Segundo Premio de Novela Emecé con
La muchacha había nacido en el caserío de La muerte baja en ascensor (el primero lo
Vilanova da Arousa, en Galicia, pero antes obtuvo Beatriz Guido por La casa del án-
de cumplir los dos años, su familia emigró gel). Fue publicada en la colección “El sép-
a la Argentina. De novio con la joven, Bos- timo círculo”, dirigida por Borges y Bioy
co se relacionó con la lengua gallega a raíz Casares.
de las visitas de vecinos y parientes de la Su profesionalización como escritora
rama paterna a la casa familiar. Para aquel fue paralela al desarrollo de una imagen de
entonces, los acontecimientos peninsula- mujer transgresora en lo sexual (manifestó
res habían suscitado cierta efervescencia públicamente puntos de vista muy libera-
en Buenos Aires, al tiempo que arribaban les en este aspecto) e intelectual. Y si bien
a nuestro país muchos poetas españoles y perteneció a sectores acomodados, en su
cobraban notoriedad los Seis poemas gale- familia no había antecedentes de figuras
gos (1935) de Federico García Lorca. De dedicadas a la cultura. La presentación y
esta manera, Bosco compuso sus siete can- premiación en el concurso Emecé, su tra-
ciones gallegas, fechadas en 1939 y recu- bajo de traductora del francés y del italia-
peradas luego en Poemas en Língua Galega no y su progresiva participación en medios
(2007), en la edición a cargo de la Xunta de gráficos, televisivos y en el cine afirmaron
Galicia, mucho después de que un par de su imagen de “mujer de letras” profesiona-
ellas fueran presentadas en sus Obras. En lizada y mediática.
la segunda de estas canciones, Bosco per- Su dedicación al género policial la
muta el nombre del caserío gallego del cual acerca más a la tradición clásica, detecti-
era oriunda su novia, por el de “Vilanova vesca, que a la vertiente que incorpora los

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B BOSCO

problemas sociales y políticos. De todas del lenguaje e intenta experimentos con


formas, la propia Bosco rechazó su filia- la estructura narrativa propios del sesenta,
ción con autoras como Agatha Christie como en La negra Vélez y su ángel (Com-
(solía ser tildada de “la Agatha Christie pañía General Fabril Editora, 1968). Las
argentina”), por ser una literatura que mencionadas características de su narrativa
consideraba fría y mecánica. Dentro de policial le permiten, incluso, incursionar
la tradición del policial europeo, se in- en géneros todavía más pautados por las
clinaba por la línea francesa. A pesar de condiciones de producción, como los pro-
que sus novelas policiales fueron escritas gramas televisivos de ficción: fue guionista
y publicadas en contextos de intensa poli- del exitoso ciclo División Homicidios entre
tización, sus referencias al contexto socio- 1977 y 1979. Tuvo ocasionales colabora-
político son lo suficientemente ambiguas ciones para el cine, también en el género
como para no sufrir problemas de censura policial: escribió el guión original de El
ni atribuírsele una filiación a determina- amor infiel (Mario David [dir.], 1974), ba-
das corrientes ideológicas. Así, a lo largo sada en su novela La trampa y, en colabora-
de casi cincuenta años publicó una serie ción con Marco Denevi, el de Contragolpe
de novelas encuadrables en ese género: la (Alejandro Doria [dir.], 1979). Bosco cola-
mencionada La muerte baja en el ascensor; boró también como comentarista cultural
La muerte soborna a Pandora (Compañía en otros programas de televisión (Buenas
General Fabril Editora, 1956); La tram- tardes, mucho gusto) y en diarios (La Na-
pa (Emecé, 1960); ¿Dónde está el cordero? ción, La Prensa y Clarín). Trabajó también
(Emecé, 1963); Historia privada (Emecé, para editoriales masivas, como Perfil. Asi-
1972); Muerte en la costa del río (Emecé, mismo, fue conductora de Radiografía de
1979); En la estela de un secuestro (Emecé, un best seller, en Radio Nacional, entre
1977); La muerte vino de afuera (Editorial 1963 y 1971. Por otro lado, también llegó
de Belgrano, 1982) y Burlas del porvenir a ocupar cargos importantes en institucio-
(Atlántida, 1993). Tuvo una circulación nes culturales: dirigió la SADE de 1965 a
sostenida y un reconocimiento por diver- 1969 y el FNA en 1994.
sos premios, además del de Emecé, como Las características de su narrativa,
la Faja de Honor de la SADE, el Premio orientada fuertemente al mercado, a su
Nacional y Municipal, el de la Fundación lugar social de clase, al cruce de actitu-
Konex, entre muchos otros. des liberales en cuanto a moral sexual y
Estilísticamente, Bosco emplea en gene- lugar social de la mujer, a una escritura
ral una prosa directa, con un trabajo sobre “de mujeres” que rechaza las constriccio-
el lenguaje que subraya la claridad y refe- nes de su lugar de género pero que está
rencialidad. Si bien los aspectos de la trama comprometida en cuanto a otras cuestio-
predominan por sobre la construcción del nes políticas, relacionan a la autora con
personaje, se permite una reflexión sobre otras como Syria Poletti, Martha Lynch y
las motivaciones de la conducta criminal, Silvina Bullrich.
en las que siempre deja un espacio para Trabaja la escritura biográfica y au-
la ambigüedad. En ocasiones, se acerca tobiográfica en Borges y los otros (Libros
a formas más orales y dialectales del uso del Mirasol, 1967); Memoria de las casas

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BOTANA B
(Vinciguerra, 1998) y El comedor de dia- Botana, Helvio Idelfonso (Buenos
rio (Emecé, 1963). El primer texto es una Aires, 1916). Periodista, dramaturgo, na-
narración de la vida de Borges que enfatiza rrador y ensayista. Hijo de Natalio Botana,
aspectos privados y de su entorno social y fundador del mítico diario Crítica, y de
familiar, y cómo es observado por los crí- la escritora anarquista Salvadora Medina
ticos locales más cercanos al autor. Memo- Onrubia. Entre sus obras teatrales figu-
ria… narra su propia historia desplazando ran Los hilos invisibles (1954) y El Alma
a veces la voz narrativa hacia las viviendas de Maruf (Conducta, 1943). Ha publica-
que fue ocupando a lo largo de su vida. do los ensayos Los pervertidores. Bosquejo
En El comedor… reconstruye la historia de la historia bajo un mirar pagano (Julio
del ascenso social de una familia de clase Suárez, 1942); Elogio de la burguesía (Julio
media argentina, de origen italiano entre Suárez, 1943); La viña y el grano (Servicios
1920 y 1955. La escritura de Bosco en es- Editoriales Americanos, 1952); Esta di-
tos textos maneja la economía de lenguaje fícil libertad (Unión de Editores Latinos,
propia de sus novelas policiales e incluso 1955); David el Rey. Por la estrella y por la
algunos de sus códigos, como la ambigüe- cruz (Centurión, 1965); Memorias. Tras
dad en el establecimiento de sus referentes los dientes del perro (Peña Lillo, 1977);
y en el señalamiento de las motivaciones de San Martín de Tours: el amigo de Dios y
la conducta. Los relatos de La noche anti- Patrono de Buenos Aires (Municipalidad de
cipada (Nueva Generación, 2003) son un la Ciudad de Buenos Aires, 1980); El cal-
muestrario de la diversidad de intereses de dero de Yacyretá (Peña Lillo, 1982); La com-
la autora: el policial, el lugar de la mujer, la putadora mal cargada (Peña Lillo, 1983);
memoria, lo epistolar. En su colección de Catecismo reo (Libros de Hispanoamérica,
relatos Cartas de mujeres (Emecé, 1975) le 1988). Ha publicado, además, dos libros
da voz a una serie personajes femeninos, de relatos fantásticos y de ciencia ficción
desde anónimas amas de casa a Catalina Cuentos con ángeles y demonios (Lautaro,
de Rusia o Yocasta. Aquí ensaya registros 1947) y Cuentos con mala intención (Trenti
coloquiales, un humor constante, una mi- Rocamora, 1959).
rada atenta sobre los lugares de género y F.N.
una posición ambigua y ecléctica frente a
la relación de la mujer con su medio. En BOTANA, Natalio R. (Buenos Ai­
Tres historias de mujeres aborda la novela res, 1937). Historiador y politólogo.
histórica, a partir de tres momentos de la Estudió Ciencias Políticas y Sociales en la
ciudad uruguaya de Colonia, cruzada tam- Universidad de Lovaina (Bélgica), donde
bién por cuestiones de género. En la piel se doctoró en 1968. Se desempeñó como
del otro (Losada, 1981) vuelve a centrarse docente en la Universidad del Salvador
en experiencias de vida de mujeres, ensaya entre 1968 y 1973 y en la Universidad
una reflexión sobre la memoria, recurre al Católica Argentina entre 1978 y 1987.
cruce con la novela epistolar. Su única in- En 1976 fue designado director del
cursión en el teatro fue con La noche dos Centro de Investigaciones Sociales del
mil dos, estrenada en 1962, aún inédita. Instituto di Tella. Fue profesor visitante
E.M. de la Universidad Nacional de Tucumán,

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B BOTANA

de Oxford University, de la Universidad dado comienzo a un país. Sus siguientes


Complutense de Madrid y de Flacso (Chile). libros fueron La libertad política y su histo-
En 1979 obtuvo la beca Guggenheim y en ria (Sudamericana, 1991); Domingo Faus-
1995 el Premio Consagración Nacional tino Sarmiento, una aventura republicana
en Historia y Ciencias Sociales. Recibió (FCE, 1996), acompañado de un valioso
el Premio Konex de Platino en la catego- material gráfico de la época sarmientina;
ría Ensayo Político en dos oportunidades El siglo de la libertad y el miedo (Sudame-
(1994 y 2004). Es miembro de número de ricana, 1998); y Poder y hegemonía. El ré-
la Academia Nacional de Ciencias Morales gimen político después de la crisis (Emecé,
y Políticas y de la Academia Nacional de 2006).
Historia. Actualmente es Profesor Emérito Además de innumerables artículos en
de la Universidad Torcuato di Tella, don- obras colectivas, escribió en colaboración
de dirigió el Departamento de Ciencias con Peter Waldman: El impacto de la in-
Políticas y Gobierno. Ha publicado en flación en la sociedad y la política (Tesis,
gran cantidad de medios de nuestro país 1988); con Félix Luna: Diálogos con la his-
y del extranjero y colabora habitualmente toria y la política (Sudamericana, 1995); y
en el diario La Nación con artículos sobre con Ezequiel Gallo De la república posible
política argentina contemporánea. a la república verdadera, 1880-1910 (Ariel,
Su primer libro publicado fue el resul- 1997), donde reúnen textos de autores que
tado de su tesis doctoral: La legitimité, pro- marcaron la época, entre ellos, José Her-
blème politique (Louvain, Centre des Études nández, Sarmiento, Leandro N. Alem, Ju-
Politiques, 1968). El resto de su producción lio A. Roca, Miguel Juárez Celman, Carlos
fue editada en Buenos Aires. Su siguien- Pellegrini, Manuel Quintana, Juan B. Jus-
te libro fue El régimen militar: 1966-1973 to e Hipólito Yrigoyen.
(Astrea, 1973) y luego El orden conserva- No solamente Botana se ha interesa-
dor. La política argentina entre 1880 y 1916 do por comprender la historia argentina
(Sudamericana, 1977), por el que obtuvo desde una larga tradición política liberal,
el Segundo Premio Nacional de Derecho y sino que también el análisis de la histo-
Ciencias Políticas 1976-1979. Este ensayo ria le ha permitido acercarse a la política
es un aporte fundamental para comprender contemporánea desde esa misma perspec-
el período que comienza con la constitución tiva. La república vacilante. Entre la furia
del Estado nacional y termina con el ascen- y la razón (Taurus, 2002) presenta sus
so al poder del radicalismo. conversaciones con Analía Roffo y ma-
La tradición republicana. Alberdi, Sar- nifiesta su interés por la realidad política
miento y las ideas políticas de su tiempo actual de nuestro país. En El horizonte del
(Sudamericana, 1984) recibió el Premio nuevo siglo (Sudamericana, 2004), escri-
Poblet al mejor ensayo y Primer Premio to en colaboración con Jean-Yves Calvez,
Nacional de Historia 1982-1985; en este Botana reflexiona sobre problemáticas de
libro Botana recorre las vidas de Sarmien- la política contemporánea: el terrorismo,
to y de Alberdi y expone las ideas que los conflictos de las democracias, el im-
ambos tenían para constituir un Estado perialismo y las intervenciones norteame-
luego de que la Independencia hubiera ricanas.

• 206 •
BOTTA B
De sus investigaciones en el Instituto di rradoras de la propia historia, son hábiles
Tella junto a Ezequiel Gallo y Eva Fernán- y sagaces a la hora de resistir.
dez surgieron una serie de ensayos sobre la M. Cám.
década de 1930 publicados por la misma
casa de estudios: La crisis de 1930 (1997); Braceli, Rodolfo (Luján de Cuyo
La abstención del radicalismo: 1931-1934 [Mendoza], 1940). Sobre Braceli puede
(1998); El final de la abstención: 1934- decirse que es fundamentalmente periodis-
1936 (2000) y Las elecciones presidenciales ta sin desmerecer su obra literaria. Desde
de 1937 (2003). Su último libro en cola- el comienzo de su carrera en el diario Los
boración lo escribió con Marco García: Andes de Mendoza en la década de 1960,
La democracia en América Latina (Aguilar, el periodismo ha sido una labor constante
2004). para él. Durante su residencia en Mendo-
N.G. y M.F.P. za, fue corresponsal de El Gráfico y de la
revista Talía y redactor de deportes de El
BOTTA, Mirta (Buenos Aires, 1940 - Diario. Ya en Buenos Aires, donde fijó su
2002). Narradora y ensayista. Se graduó residencia a partir de 1970, fue redactor
en Letras en la UBA y se especializó en especial de la revista Gente hasta 1974,
metodología de la investigación (Tesis, cuando debió retirarse de los medios ar-
monografías e informes: nuevas normas gentinos hasta 1981. En ese lapso, trabajó
y técnicas de investigación y redacción, para la Agencia Internacional Ameuropress
Biblos, 2002) y en dinámicas de la co- y fundó la Agencia Internacional Plenosur.
municación (Comunicaciones escritas en Desde su regreso al periodismo nacional en
la empresa: cómo dominar la escritura de 1981 ha escrito para Siete Días, La Razón,
negocios, Granica, 1994). En 1986 reci- Plural, Gente, Revista Nueva, Veintitrés,
bió el Premio Nacional de Ensayo “Alicia Clarín, Perfil y La Nación.
Moreau de Justo”. Integró la Comisión Pero el periodismo también inunda una
Directiva de la SEA y el grupo Sudestada. amplia zona de su producción literaria a
Editó una Antología de la literatura erótica través de una trama de constantes que pue-
argentina (Fraterna, 1990) y participó de de rastrearse desde Don Borges, saque su cu-
las selecciones Salirse de madre (Croquiñol, chillo porque he venido a matarlo (Galerna,
1990) y Mujer y dinero: cuentos de escrito- 1979; segunda versión aumentada, 1998).
ras argentinas contemporáneas (Corregidor, El libro se construye a partir de entrevis-
2002). Su obra ficcional (Aquí yace una tas pero introduce una vuelta de tuerca: el
dama, Ada Korn, 1986; El rapto, Simurg, diálogo como forma del ensayo (primera
1998) está marcada por la problemática constante en la producción de Braceli). La
de género y por los alcances del feminis- conversación se subordina a una idea rec-
mo. Aquí yace una dama describe a muje- tora y se usa como trampolín para desa-
res inmersas en una sociedad sutilmente rrollarla: tiene la profundidad del ensayo
opresiva, donde figuras ambiguas marcan sin la rigidez sesuda del investigador. En
los límites y ejercen el control. A pesar de este caso, se trata de acercarse a la figura
esto sus protagonistas, generalmente na- de Borges eludiendo las posturas extremas
mediante la postulación de un “tercer Bor-

• 207 •
B BRACELI

ges”: el de las ideas políticas. Braceli invita dos mitades de la identidad nacional. En
a Borges a leerlo para salvarlo de sí mismo Don San Martín, ¿a usted qué le parece?
con la promesa de que encontrará, dentro (Galerna, 1991) la pregunta es por el lu-
del libro, nuevos relatos de cuchilleros –es- gar de la historia y de los próceres. No sólo
critos todos de acuerdo al esquema bor- las frases están “fuera de contexto”, sino
geano–. Segunda constante: la entrevista el mismo personaje, a quien se usa para
como excusa para la ficción. dar respuestas al presente. En ese sentido,
Esa idea desemboca en otros dos libros la conversación –esta vez real– con Alicia
que tienen a Borges como uno de sus cen- Moreau de Justo que cierra el volumen le
tros. En primer lugar, y privilegiando la fic- da un anclaje más actual a la misma bús-
ción, Padres nuestros que están en los cielos. queda de salidas para los 90.
Borgesperón (Atlántida, 1994), que no sólo Si Borges, Bioy o Perón podían con-
incluye cuentos que tienen a Borges y Bra- vertirse en personajes de ficción, todos
celi como personajes o punto de referencia, aquellos que dialogan con Braceli –cara a
sino que la conversación se ubica en un cara o texto a texto– también se convierten
terreno indefinido entre la entrevista y la en personajes: los desconocidos adquieren
ficción: Borges ya no dialoga con el autor, una voz y los famosos se transforman al
sino con Perón. El procedimiento consiste ser apartados de sus identidades mediáti-
en utilizar frases reales de diálogos que les cas. Por detrás, sigue latiendo la pregunta
son ajenos, procedimiento que Braceli ya por la identidad de los argentinos. Caras,
había ensayado en Fuera de contexto (Galer- caritas y caretas. Biblia, calefón y golosinas
na, 1991). “Transensayo” lo llama Braceli: surtidas. Cincuenta personajes de la Argen-
seleccionar pasajes e intercalar preguntas tina moderna para armar (Sudamericana,
para hacer hablar a los textos de los “entre- 1996) reúne entrevistas disímiles pero re-
vistados” –Girondo, Henry Miller, Rulfo, presentativas que van desde Rucci en 1972
entre otros– y que digan algo más. En Pa- a Tinelli en 1992. Argentinos en la cornisa
dres nuestros aparece otra constante: la con- (Aguilar, 1998) agrega la reelaboración de
versación Borges-Perón como acercamiento la idea de hacer hablar a los muertos. Lo
a la identidad nacional. En segundo lugar, que había comenzado con las conversacio-
y privilegiando la conversación, Borges-Bioy. nes a través de fragmentos literarios (uno
Confesiones, confesiones (Sudamericana, de cuyos precursores, la “entrevista” a Gi-
1997). Los dos escritores dialogan con Bra- rondo, se reproduce) se continúa en una
celi y entre ellos y sirven de excusa, otra vez, ficción en primera persona, donde habla
para la narración: sobre ellos o como ellos, José Luis Cabezas y en la reconstrucción
entre la parodia y el homenaje. del Che a través de su hija. Otros dos libros
Braceli se anima al tema de la identidad pretenden indagar en la condición argen-
nacional en otros dos libros de entrevistas tina lateralmente: ¿En qué creen los que sí
imaginarias. En Fontanarrosa, entrégate. (Y creen? Los argentinos y el más allá o el más
vos también, Boogie. Y usted también, don acá, Dios mediante. Reportajes reveladores
Inodoro) (De la Flor, 1992) sólo la conver- (Aguilar, 2001) –que abarca desde los per-
sación con Fontanarrosa es real; las otras sonajes que se ocupan del tema, como In-
dos, imaginarias, apuntan nuevamente a dra Devi, hasta los inesperados, como Su-

• 208 •
BRAILOVSKY B
sana Giménez– y Madre argentina hay una en 2005 y Vincent te espero desnuda al fi-
sola (Sudamericana, 1999; en colaboración nal del libro (poemanovela, casiteatro) (Al-
con Juan Andrés Braceli), que incluye en- ción, 2007), que no ha sido aún puesta
trevistas y relatos sobre madres anónimas, en escena.
famosas –o de famosos– y ficcionales, Al teatro como resurrección escapa
como la costurerita que fue madre después La misa humana (Mendoza, Diógenes,
de dar el mal paso. Finalmente, De fútbol 1998), estrenada por Luis Rivera López
somos. La condición argentina (Sudamerica- en 1999 y El último padre (poema-novela)
na, 2001) reúne varios géneros –el ensayo, (De la Flor, 1974), puesta en escena por
la entrevista y la ficción– para indagar en primera vez en Tucumán y Mendoza en
un rasgo que presuntamente define a los 1984 por Héctor Posadas y Jorge Gó-
argentinos. mez, respectivamente. Las dos salen de la
La conversación, sin embargo, sirve de poesía: La misa es la reelaboración teatral
sustento a otros dos géneros: la biografía de La conversación de los cuerpos (Galer-
y el teatro. En Mercedes Sosa, la Negra na, 1982) y el texto de El último padre
(Sudamericana, 2003) y Bocca. Yo, prínci- era, originalmente, poesía. Y es que para
pe y medigo (Atlántida, 1995), el entrevis- Braceli todo empieza con la poesía. No
tador sólo se asoma por momentos a las sólo en el sentido cronológico con la pu-
voces en primera persona de los protago- blicación de Pautas eneras (Mendoza, Bi-
nistas, que construyen su autorretrato, y a blioteca Pública Gral. San Martín, 1962)
los testimonios de terceros. En el teatro, sino porque, dice, la poesía está siempre
una serie de textos tiene su base en las en- en la base de su escritura. Ha publicado
trevistas imaginarias aunque con el pro- también Cuerpos abrasados (De la Flor,
pósito definido de resucitar a los muertos: 1984), con fotografías de Gianni Mesti-
re-presentarlos y ponerlos en contacto con cheli. Braceli ha incursionado también en
el presente. Así, la serie adquiere una for- el cine. Puede destacarse el mediometraje
ma básica: casi unipersonales que requie- Nicolino Intocable Locche, protagonizado
ren de personajes menores para conducir por Nicolino Locche (Mendoza, 1968).
al resucitado hacia el presente. Federico En 2009 publicó Perfume de gol (Pla-
García viene a nacer / Y ahora la resucitada neta), colección de cuentos sobre fútbol
de la violenta violeta (Galerna, 1991), la con protagonistas mujeres. Actualmente
primera estrenada por Inda Ledesma en prepara una compilación de entrevistas a
La Gran Aldea (Buenos Aires, 1986) y la escritores que será publicada por Capital
segunda como Violeta viene a nacer en el Intelectual.
Paseo La Plaza en 1993 con dirección de M.A.
Rubens W. Correa y Javier Margulis; El
novio de la memoria. Una resurrección de Brailovsky, Antonio Elio (Buenos
Cabezas, estrenada también en el Paseo La Aires, 1946). Economista, ambientalista,
Plaza en 2000 por Daniel Marcove; Teja- catedrático, escritor, periodista. Cuenta
da Gómez viene a nacer (la resurrección del con una activa participación en el ámbito
poeta) (Desde la Gente, 2006), estrenada del medioambiente y los recursos natura-
en el Teatro Independencia de Mendoza les, que incluye las funciones de defensor

• 209 •
B BRAILOVSKY

adjunto del pueblo de la ciudad de Buenos lujuria (La Habana, Casa de las Américas,
Aires, director general de la Comisión de 1991); Me gustan sus cuernos (Barcelona,
Ecología de la Legislatura de la misma ciu- Tusquets, 1995); No abrirás esta puerta
dad y presidente del Movimiento Argentino (Atlántida, 1996); Isaac Halevy, rey de los
Ecológico, entre otras. Como académico, judíos (Tusquets, 1997); un libro de cuen-
fue profesor titular de diversas cátedras de tos, Libro de las desmesuras (Celtia, 1984);
posgrado en la Universidad de Belgrano, y teatro, Memorias y olvidos de José de San
titular en el CBC en la UBA, profesor in- Martín (Revista Tramoya, Universidad
vitado en la Universidad Nacional de Río Veracruzana, Xalapa, México, 1993) y Te
Cuarto y en la Universidad José Antonio compro mis veinte años (1992, inédita).
Páez de Venezuela. Esta vasta experiencia Las novelas recrean tiempos pasados
profesional se traduce en un extenso tra- como los bíblicos, los de la Inquisición, la
bajo en temas económicos y ambientales, Colonia, la Independencia. E incorporan
que incluye: Historia de las crisis argentinas: mitos de las Escrituras y de la tradición
un sacrificio inútil (1982); El negocio de en- clásica. Muestran que la historia recurre
venenar (1988); Esta, nuestra única tierra: a procedimientos similares a los literarios,
introducción a la ecología y medio ambien- y de este modo cuestionan el estatus de la
te (1992); Verde contra verde: las difíciles verdad histórica y deconstruyen la histo-
relaciones entre la economía y la ecología ria oficial. Tiempo de opresión reconstruye
(1993); Historia ecológica de Iberoamérica: el Potosí de comienzos del siglo XIX, en
de los mayas al Quijote (2006), entre otros. el que un estudiante es testigo de la sub-
Además, tiene publicaciones conjuntas con yugación impuesta a los aborígenes en las
Dina Foguelman: Memoria verde: historia minas de plata. Relata el sometimiento en
ecológica de la Argentina (1991) y Buenos un país en vísperas de nacimiento, alego-
Aires y sus ríos: el agua en el área metropoli- ría de la opresión en una Argentina bajo
tana (1999). En el ámbito periodístico, es la dictadura. Este texto exhibe una visión
columnista de Clarín y La Nación. ecologista por la cual la explotación de los
Los estudios de Brailovsky revelan una recursos naturales se trabaja en paralaje
sensibilidad social y un especial interés por con la de los trabajadores. Esta maldita
los procesos históricos, por los paralelos lujuria, por su parte, se sitúa en la Semana
entre diferentes períodos, por la relación de Mayo de 1810, en momentos previos a
entre pasado y presente. Ello se refleja en la Independencia. Se trata de una novela
Historia de las crisis argentinas, estudio epistolar en la que el narrador, Ambrosio
que contempla el período que va de 1860 de Lara, un armero de Carmen de Patago-
a la década de 1990. Su predilección por nes, escribe al virrey, y de esta manera, re-
los temas históricos y su preocupación so- escribe la historia parodiando el discurso
cial son distintivos que invaden también histórico colonial. En Me gustan sus cuer-
sus textos ficcionales. Su obra literaria nos, dos protagonistas leen testimonios de
está integrada por las novelas Identidad mujeres contra Don Juan Tenorio presen-
(Sudamericana, 1980); El asalto al cielo tados ante la Inquisición. La lectura de
(Sudamericana-Planeta, 1985); Tiempo estas declaraciones pone de manifiesto
de opresión (Belgrano, 1986); Esta maldita el carácter textual y narrativo de la his-

• 210 •
BRANDÁN CARAFFA B
toria, y su proximidad con la ficción. En Mastronadi, Horacio Rega Molina y Raúl
Isaac Halevy, rey de los judíos –reedición González Tuñón, entre otros. Sus libros de
de Identidad–, David Kaminsky, en busca poesía Las manos del Greco (1921); Nubes en
de las tribus perdidas de Israel, encuentra silencio (1927); Aviones (1932); El silencio
en la selva mexicana un poblado de in- y la estrella (1936); Visiones sobre la pampa
dígenas que hablan hebreo. Dicha aldea (1939); Voces del amor intenso (1943) y Ecos
había sido el reino Segunda Jerusalén de del hombre infinito (1965) ponen en evi-
la Nueva Sefarad, establecido en el siglo dencia dicha filiación vanguardista, sobre
XVI por Isaac Halevy, un criptojudío que todo por la idea de renovación de la tradi-
había llegado a América huyendo de la ción estética, la atención a la configuración
Inquisición. Esta novela, como también del poema en la página y el problema de la
lo hace La gesta del marrano (1991) de temporalidad poética. Pueden observarse
Marcos Aguinis, narra la presencia ju- resonancias futuristas en la exploración de
día en la historia de la Colonia. De esta la tecnología de la guerra como propues-
forma, la narrativa de Brailovsky inscribe ta estética y en la mirada a la naturaleza
textualidades que cuestionan las historio- cósmica a través de la óptica de la técni-
grafías y reformulan la historia, señalando ca. La reflexión trascendental acerca del
la necesidad de reconocer al otro. Y así re- hombre impregna de cierto halo religioso
plantean el concepto de nación. a sus odas. Llama la atención un tipo de
P.N. religiosidad pagana, latinizante, mezclada
+ Aguinis, Marcos. con el ya mencionado énfasis en el avance
técnico. Entre sus textos narrativos, sobre-
BRANDÁN CARAFFA, Alfredo sale La serpiente rosada (Kraft, 1967), edi-
(Córdoba, 1898 - 1978). Poeta y escritor, tada con el apoyo del FNA y dedicada a los
se recibió de abogado en su provincia natal, codirectores de Proa. Allí, Brandán Caraffa
aunque nunca ejerció dicha profesión pa- explora imágenes corporales por medio de
sando luego a estudiar filosofía en Buenos una narración vívida. Es de notar la maes-
Aires. Fue poeta en su temprana juventud tría en el uso del lenguaje, lo que le per-
y se distinguió por sus discursos en las jor- mite experimentar con rigor en el género
nadas de la Reforma Universitaria de 1918. fantástico. Aparecen potentes imágenes de
Con Roberto M. Ortelli, Roberto Smith y decadencia, en las que la mujer es asociada
Homero Guglielmini fue uno de los res- a la serpiente y a la voluptuosidad. Dicha
ponsables de Inicial, publicación fundada “mujer lujuriosa” traza la caída a un abis-
en 1923. Participó en el movimiento lite- mo totémico o mitológico; simboliza el
rario de la generación de 1922. Formó par- miedo, pero también el hambre sexual. El
te de la reacción contra el modernismo que modelo femenino, de este modo, aparece
tuvo como escenario las revistas Prisma y demonizado. En estas piezas narrativas,
Proa. Dirigió esta última en su segunda modos del cuento, pueden rastrearse ecos
época, junto a Ricardo Güiraldes, Pablo de la literatura fantástica, pero también
Rojas Paz y Jorge Luis Borges. Fue uno del género detectivesco y de la cuentísti-
de los colaboradores de la revista Martín ca de Julio Cortázar y Edgar Allan Poe.
Fierro, junto a Leopoldo Marechal, Carlos El misterio se asocia con conceptos físicos

• 211 •
B BRASCÓ

aunque también con lo esotérico. El flujo la fealdad como recurso. Se imita la ora-
del relato, sin embargo, muestra algunas lidad del habla extranjera, y se explora el
debilidades narrativas, sobre todo en el rol mundo “bajo” de la prostitución. Aquí re-
del narrador que inicialmente duda, pero aparece el tema de la mujer que, en este
cuya locura explica racionalmente toda caso, pasa de ser instigadora del pecado a
la trama. Es notable la inclusión de citas santa. En conclusión, podemos decir que
bíblicas, así como platónicas, e incluso de la narrativa de Brandán Caraffa consigue
Gilbert Keith Chesterton en algunos de resultados menos relevantes que su obra
los cuentos. Sin embargo, en ninguno se poética inicial.
advierte la sutileza del efecto ambiguo que A.J.
resulta de la literatura fantástica cortazaria-
na. Por el contrario, en estos textos la so- BRASCÓ, Miguel (Puerto Santa Cruz
lución al misterio es siempre unívoca y se [Santa Cruz], 14/09/1926). Escritor, hu-
halla explicitada en la voz del narrador. No morista, dibujante y también enólogo, de
obstante, realiza una interesante explora- lo que da cuenta mediante su participación
ción del nexo entre sexualidad y literatura, en medios, en las secciones dedicadas a vi-
aunque ciertos enunciados quizá demasia- nos y cocina gourmet. Su formación lite-
do generales le quiten fuerza a la poética de raria se cumplió fundamentalmente en la
la narración. Universidad Central de Madrid, donde
En otros cuentos, Brandán Caraffa re- fue alumno de Carlos Bousoño y del poeta
cupera leyendas campesinas como motivos Vicente Aleixandre, uno de los miembros
del fantástico, medios para una reflexión de la Generación del 27 española que se
sobre la angustia existencial, que proba- reunió en torno a la celebración del tercer
blemente disminuyen la fuerza final de la centenario del nacimiento de Góngora. Tal
elección del género. En cuentos como “La proximidad con la poesía, junto con el do-
siesta del fauno” realiza una interrelación minio de las respectivas lenguas, lo habilitó
de reflexiones físicas con ideas filosóficas. para a traducir a poetas alemanes e ingleses.
Allí, el retrato realista muestra un mecanis- Entre sus libros constan los cuentos de De
mo narrativo más aceitado. Nuevamente criaturas triviales y antiguas guerras (1967);
la sexualidad aparece como el tema recu- la novela Quejido huacho (Tusquets, 1999)
rrente a través de la poligamia y la actitud y cuatro volúmenes de poesía: Otros poe-
hacia la mujer. Hay una proliferación de lo mas e Irene (1959); Las tribulaciones del
monstruoso unido a la imagen de lo feme- amor (Schapire, 1961; con ilustraciones);
nino como corrupto. Asimismo, se asocian La máquina del mundo (1964); y El buey
estereotipos de enfermedades (como la solo (1985). En el orden de la gourmandise
lepra) a lo femenino, se medicaliza el mal publicó Anuario Brascó (2006), una guía
y se demoniza reiteradamente a la mujer. de vinos escrita con Fabricio Portelli que
En “Luna llena sobre la pampa”, se des- vendió ocho mil ejemplares, cifra muy
cribe ese espacio en términos metafísicos poco usual en la Argentina.
y se abreva en la mitología borgeana del Quejido huacho cuenta el recorrido del
cuchillero. En cuentos como “He visto a ingeniero Schlagenson por pueblos bonae-
Dios”, la mitología griega se une al uso de renses en los que homenajea a Roberto Arlt

• 212 •
BRASCÓ B
al situar como capomafia provinciano a un comienzos de los años 1980, Brascó fue
personaje llamado Barsut, cuya facundina director editorial de la revista Status, una
“sombra terrible” amenaza a otros perso- publicación de carácter refinado que com-
najes extravagantes como un travesti que binaba intereses gastronómicos y eróticos.
imita a Marlene Dietrich en un bar y dos Allí desplegó sus inclinaciones por ambas
hermanos que afirman haber asistido a una ramas, en especial a través de crónicas foto-
aparición de la Virgen. gráficas y relatos sibaríticos complementa-
Como dibujante, Brascó se formó con dos con ilustraciones de su propia cosecha.
José Planas Casas, tío del artista plástico Previamente había colaborado en Claudia
Juan Batlle Planas. Amigo personal del di- (dirigida por Mina Civita), de característi-
bujante Joaquín Salvador Lavado –popu- cas similares a las de Status. A estas publi-
larizado como Quino–, participó con él en caciones se suman Adán y Pautas y Con-
las revistas humorísticas Tía Vicenta (fun- traseñas como sedes de sus crónicas, por
dada por Juan Carlos Colombres, Landrú) las cuales se le otorgó en 1984 el Diploma
y Cuatro Patas, dirigida por Carlos del Pe- al Mérito Konex en el rubro Literatura de
ral. Este vínculo lo convierte en responsa- Humor.
ble de la creación de la célebre historieta Su última creación en el orden de las
Mafalda de Quino, en 1962, cuando le publicaciones periódicas es Cuisine &
propone una tira cómica que iniciaría en Vins, una sofisticada revista de gourman-
la Argentina la práctica de la publicidad dise que se combina con sus apariciones
indirecta, ya que estaba destinada a pro- televisivas en el canal Gourmet, en los
mocionar los electrodomésticos de la línea programas Notas de cata y El buen beber, y
Mansfield producidos por la empresa local por supuesto con sus ejercicios literarios.
Siam Di Tella. Como el nombre de todos Otra faceta de Brascó, más próxima a la
los personajes debía empezar con “M”, poesía, es la composición de canciones.
Quino inventa una familia donde el lugar Es autor de “La vuelta de Obligado” y de
central lo ocupa la niña, cuyo nombre fue “Santafecino de veras”, esta última con
obtenido de una escena de la novela Dar música de Ariel Ramírez, que adquirió
la cara (1962) de David Viñas. La tira fue una popularidad que lo convierte en un
rechazada por el diario Clarín por publi- clásico, como evidencia esta estrofa: “Me
cidad encubierta y, aunque la campaña se llaman el Caburé / A veces el Guaraní /
frustra, Brascó recupera las tiras para “Gre- Porque soy de Santa Fe / Que es el lugar
gorio”, el suplemento que había lanzado donde nací”.
y dirigía en la revista Leoplán –en el que Brascó practica el budismo zen, al que
colaboraban, entre otros, Rodolfo Walsh, confiesa haberse acercado cuando falleció
Carlos del Peral y Copi– y se presentaba su mujer Lucila Goto a los cuarenta años a
como “Primer suplemento argentino de causa de un cáncer.
humor para no-juanjuanes”. Además de En 2008 se publicó un libro de conver-
colaborar en Primera Plana, La Opinión y saciones de Brascó con Mónica Albirzú,
El Cronista, en la década de 1960 tuvo un Creo que soy poeta más que ninguna otra cosa
paso fugaz por la revista literaria Zona. (Capital Intelectual).
Desde fines de la década del 1970 y M.C.

• 213 •
B BRATOSEVICH

Bratosevich, Nicolás (Buenos chea y Mabel Manacorda de Rosetti en la


Aires, 1926). Ejerció la profesión docen- conformación de una tradición de críticos,
te como maestro primero, como profesor teóricos de la literatura y lingüistas –egre-
después y actualmente continúa dictando sados todos ellos del mismo instituto– que
talleres de lectura y escritura, y seminarios se destacaron por su labor orientada hacia
sobre distintos temas literarios. Egresado la docencia, de la cual y hacia la cual surge
del Instituto Nacional del Profesorado buena parte de su producción escrita. En
“Dr. Joaquín V. González”, de la ciudad de efecto, Bratosevich, por un lado, despliega
Buenos Aires, con el título de Profesor de una labor docente y crítica, y cuenta con
Castellano, Literatura y Latín, Bratosevich una consecuente producción bibliográfica
desarrolla su actividad, hasta un punto, en orientada hacia el estudio de autores de la
forma paralela a la historia de esta institu- literatura argentina, hispanoamericana y
ción. Después de una ardua actividad den- española. Por el otro, se dedica a la produc-
tro del sistema educativo formal, se jubila ción de textos que se volverían inmediata-
en 1991 como profesor titular de Teoría mente referentes insoslayables para quienes
Literaria y Educación –uno de los semina- trabajan con la escritura de talleristas y de
rios que conformaban el plan de estudios estudiantes de todos los niveles educativos:
de la primera maestría que se abriera en el tanto en el primer caso como en el segun-
país en el campo de las ciencias del lengua- do, la docencia suele constituirse ya como
je, dirigida por Elvira Arnoux– poco antes punto de partida basado en la experiencia
de la reforma educativa; ésta, a través de del autor o bien como destinataria de sus
la Ley de Enseñanza Superior (1995), hizo reflexiones.
que el instituto pasara al ámbito de la Mu- Además de los libros, la producción
nicipalidad de la Ciudad de Buenos Aires e crítica de Nicolás Bratosevich se compone
interrumpió el estatuto legal de los posgra- de varios artículos y ponencias presentados
dos en un instituto terciario. De esta for- en diversos eventos académicos, entre los
ma, Bratosevich alcanza a ver, a su salida en cuales se destacan los dedicados a pensar la
los noventa, la entrada en decadencia del lírica –en especial el sujeto lírico– a través
sistema educativo. Por fuera del circuito de la lectura de un amplio conjunto de au-
educativo formal, nuestro autor mantenía tores que van desde los clásicos españoles e
y mantiene una intensa labor en talleres de hispanoamericanos, como San Juan y Sor
escritura en los cuales se vienen formando Juana Inés de la Cruz, hasta poetas argen-
distintos grupos y generaciones de coordi- tinos contemporáneos como Olga Oroz-
nadores de talleres literarios desde los años co. En uno de sus artículos, Bratosevich
80. Desde la década del 70 trabaja con Su- propone entender lo lírico más en su de-
sana Cazenave de Rodríguez, quien, ade- pendencia de “determinada disposición de
más, se destaca por fuera del grupo como lectura (parejamente, y/o de escritura), que
especialista en literatura infantil y juvenil, de marcas formales escritas, sobre todo si
y en talleres orientados a los primeros ni- se pretenden universales”.1 Su afirmación
veles educativos. Por otro lado, el nombre
de Nicolás Bratosevich se vincula con el 1.  Bratosevich, N., “Perfiles del sujeto”, en
AA.VV., Lenguajes: teorías y prácticas. Primer
de Enrique Pezzoni, Ana María Barrene-
Simposio de la Maestría en Ciencias del Lenguaje

• 214 •
BRAU B
implica una perspectiva que lee el texto crítico. Tanto la preocupación didáctica de
en relación con su contexto. Esta mirada apostar al análisis de las perspectivas teó-
fructifica en otras lecturas críticas como la ricas para mostrar su encuadre, como el
que se lee en su artículo “Las cambiantes hecho de que los textos elegidos como ob-
formas de la lírica”, publicado en el volu- jeto del mismo corresponden en la mayor
men 5 de la Historia crítica de la literatu- parte de los casos a autores canónicos, son
ra argentina que dirige Noé Jitrik. En ese indicadores de la orientación didáctica y
artículo propone considerar la profusión formadora de éste y otros trabajos críticos
de poetas y de búsqueda de poéticas que del autor.
se da en las dos primeras décadas del siglo Por otro lado, se ubica la producción bi-
XX como (“acaso”, dice) “expresión de lo bliográfica con pautas para el trabajo con
que podría llamarse ‘el nacimiento de una la escritura dentro o fuera de la educación
Nación’”.1 Lo interesante es constatar que formal: Expresión oral y escrita (Guadalu-
tal perspectiva se manifiesta también en pe, 1975; en coautoría con S. Cazenave de
la producción bibliográfica del autor so- Rodríguez); Taller literario (Metodología /
bre técnicas de talleres o enseñanza de la Dinámica grupal / Bases teóricas) (Edicial,
lengua oral y escrita en las escuelas, en la 1992; en coautoría con S. Cazenave de Ro-
medida en que la escritura y la lectura se dríguez y A. Rosenbaum). En este grupo
conciben situadas. de textos se vuelve evidente la preocupa-
Entre su obra teórica y crítica se desta- ción del autor y su equipo de colaborado-
can los siguientes títulos: El estilo de Hora- res por articular teoría literaria y actividad
cio Quiroga en sus cuentos (Gredos, 1973); crítica con técnicas de taller y dinámica
Métodos de análisis literario (aplicados a de grupos. Por lo que atañe a Taller litera-
textos hispánicos) (Hachette, tomo I: 1980, rio… se recurre a ficheros de información
tomo II: 1988); Posmodernismo y vanguar- sobre distintas perspectivas teóricas desde
dia (La Muralla, 1979); y Ricardo Piglia y las cuales es posible ampliar el concepto y
la cultura de la contravención (Atuel, 1997). la práctica de la escritura en un taller. Y
En los dos tomos de Métodos de análisis li- para terminar, es de destacar que la arti-
terario… se expresa la intención de poner culación de estos campos (teoría literaria,
en juego una serie de dispositivos teóricos crítica, producción escrita) tiene siempre,
para leer distintos textos. El objetivo que en la obra de Bratosevich, la intención y el
se persigue es dar cuenta de la operativi- efecto de desautomatizar prácticas docen-
dad de tales dispositivos en función de lo tes, prácticas de lectura y escritura.
que se quiera poner en foco en el trabajo M.L.C.

(1999), Gobierno de la Ciudad de Buenos


+ Cazenave de Rodríguez, Susana.
Aires, Instituto Superior del Profesorado “Dr.
Joaquín V. González”, 2000, p. 228. Brau, Edgar Aldo (Resistencia [Chaco],
1. Bratosevich, N., “Las cambiantes formas de 1958). Escritor outsider, refinado, erudito,
la lírica”, en Rubione, A. (dir.), La crisis de las además de actor y director teatral.
formas, vol. 5 de Jitrik, N. (dir. col.), Historia A los 10 años se traslada junto a su fami-
crítica de la literatura argentina, Buenos Aires, lia a Buenos Aires; cinco años después deja
Emecé, 2006, p. 203.
la educación formal por la lectura y el de-

• 215 •
B BRAVO

porte, pero a los 18 una afección respirato- transcurrió su infancia, con los propios de
ria no le permite continuar con sus prácticas Tierra del Fuego, provincia donde reside
de boxeo. En 1986 recibe el primer premio desde 1989: “soy lo que soy, / alma en pena
en un certamen de cuentos cortos auspicia- en otro pago”.1
do por la embajada italiana en Argentina. Ha publicado Evangelio de un loco (Mar
Se aboca a la fotografía, la pintura y fun- del Plata, Editora Cultural, 1989); Poesía
damentalmente la actuación. Luego aban- desde el confín del mundo (Ushuaia, Ate-
dona las tablas y publica su primer libro de lí, 1995); Cuentos y relatos de mar, nieve
relatos, El poema y otras historias (Antigua y viento (Parque Chas, 2000); y el ya ci-
Librería de Marie Roget), en 1992. De tado Del algarrobo a la lenga. Sus libros
1995 es su novela El comediante (Antigua son híbridos genéricos: conviven en ellos
Librería de Marie Roget). En 1998 vuelve poemas, cuentos, relatos, reflexiones y evo-
con Tres cuentos (Metzengerstein ediciones) caciones. Utiliza un lenguaje enfático, de
y dos obras con las que reedita los relatos interpelación al lector, con inclusión de
de su ópera prima: El viaje y Dos historias voces aborígenes, tanto quechuas como
fantásticas (Metzengerstein). También apa- australes (rancules, mapuches).
rece su segunda novela, El último viaje del Ganó el tercer premio del Atlas y Letras
capitán Lemuel Gulliver (Metzengerstein, de la Universidad Nacional de la Patagonia.
1998). Al año siguiente, la colección de Se desempeña como jurado en concursos
poemas La torre y Babel (1999). En 2000 literarios municipales y ha participado en
tenemos otro poemario: Mares de Ahab y dos colecciones colectivas: Ballena varada
cuatro relatos sobre la última dictadura mi- (Biblioteca Nacional, 1998) y Antología
litar recogidos en Suite argentina. En 2001 literaria provincial (Ushuaia, Secretaría de
publica sus diarios: El fin de Cronos (diarios Cultura, 2001).
1999-2001) y El sueño de Tiresias, libro de M.E.F.
poesías. Entre agosto de 2002 y mayo de
2003 ofrece en la Universidad de Nevada Briante, Miguel (General Belgrano
(Estados Unidos), como Visiting Writer-in- [Buenos Aires], 1944 - 1995). Antes
Residence, una serie de cursos de composi- de cumplir 20 años su relato “Kincón”
ción y seminarios para alumnos graduados. mereció el primer premio del concurso
De este último año es la nouvelle Casablan- de cuento organizado por la revista El
ca y de 2005, el poema Woodstock (Naphta Escarabajo de Oro, con un jurado inte-
& Settembrini). Su obra completa ha sido grado por Beatriz Guido, Dalmiro Sáenz,
traducida al inglés. Permanecen inéditos la Humberto Costantini y Augusto Roa
pieza de teatro Fausto y el libro de poemas Bastos.
Como salmos. A pesar de aquel temprano éxito, su
P.C. principal actividad fue el periodismo, es-
Bravo, Héctor (Chaco, 1963). pecíficamente la crítica de arte. Y desde
Profesor de filosofía, narrador y poeta. Su 1987 hasta su muerte estuvo a cargo de
obra conjuga elementos folklóricos (leyen- la sección de artes plásticas de Página/12.
das, mitos, fábulas, costumbres) caracterís-
1.  Bravo, H., “El santiagueño”, Del algarrobo
ticos de Santiago del Estero, lugar donde
a la lenga, Ushuaia, Utopías, 2006.

• 216 •
BRIENZA B
Entre 1990 y 1993 se desempeñó como digital en El Sitio y UOL. Actualmente, cola-
director del Centro Cultural Recoleta. bora en Caras y Caretas, Ñ, Lezama, Acción,
Trabajó como periodista en Confirmado, Crítica y Le Monde Diplomatique. En radio,
Primera Plana, Panorama, La Opinión y El es columnista de historia y cultura en Tarde
Porteño. Su obra periodística, por tanto, es o temprano, conducido por Jorge Halperín y
sin dudas más profusa que su producción Tom Lupo en Radio Nacional.
literaria, compuesta por: un primer libro En su primer libro, Maldito tú eres. Igle-
de relatos, Las hamacas voladoras (Falbo sia y represión ilegal (Marea, 2003), Brienza
Editor, 1964; reeditado años después por indaga las relaciones entre la Iglesia y el
Puntosur/ Página/12 y con una última Proceso de Reorganización Nacional, y sus
edición en 2006 a cargo de Sudamerica- prolongaciones después de 1983 a partir
na); Hombre en la orilla (Editorial Estua- del caso del cura Von Wernich, participan-
rio, 1968); Kincón (Caracas, Monte Ávila, te de sesiones de tortura, interrogatorios,
1975; reeditada por Alfaguara en 1993 y proyectos de “recuperación de subversivos”
por Sudamericana en 2005) y Ley de jue- y encargado de la justificación ideológica
go (Folios Ediciones, 1983; reeditado por (y teológica) de la represión. En este libro
Sudamericana en 2002). de no ficción, una rigurosa investigación se
La clave para entender la brevedad de complementa con la imaginación efectista:
su obra de ficción tal vez pueda encon- la indagación en las diferentes posiciones
trarse en una respuesta dada por el propio de la Iglesia y la forma de operar de los dis-
Briante ante la pregunta “¿Qué es escri- tintos actores de la represión está tan pre-
bir bien?” en una entrevista realizada por sente como los minuciosos relatos de las
María Moreno en 1977: “Narrar algo de escenas de tortura. Se trata de un caso real,
la manera más corta y lo más perfecta- en un contexto histórico concreto y deter-
mente posible. Un poco como decía Va- minado, pero con énfasis en lo individual.
léry: con la soltura y la elegancia de un No sólo Von Wernich aparece a través de
hombre de mundo”.1 En Miguel Briante: su historia personal en un contexto que da
genealogía de un olvido (Rosario, Beatriz pie a su actuación –si bien no la explica to-
Viterbo, 2001), Elisa Calabrese y Luciano talmente–, sino que el relato está apoyado
Martínez realizan un excepcional aporte también en fragmentos ficcionalizados de
al rescate de la obra de este autor, escritor la vida de sus víctimas. Para Brienza, re-
fundamental para comprender la diversi- mitir a las causas históricas de la actuación
dad del panorama literario argentino de individual no implica una justificación,
los años 60. sino la comprensión necesaria para el fun-
S.D. cionamiento de la sociedad. Si bien hay
guiños a la reconciliación y coqueteos con
Brienza, Hernán (Buenos Aires, 1971). la culpa colectiva, Brienza sienta posición
Estudió Ciencias Políticas y Periodismo. en el sentido de que el diálogo sólo es posi-
Trabajó en las secciones Policiales e ble si los culpables reconocen los crímenes
Internacionales de La Prensa y Perfil, en las perpetrados.
revistas Tres puntos, TXT y realizó periodismo En su segundo libro, El loco Dorrego.
El último revolucionario (Marea, 2007),
1.  Página/12, 30/01/2005.

• 217 •
B BRINDISI

Brienza pone en juego las mismas variables: Primer diputado socialista (Capital Intelec-
un recorrido por la vida de Dorrego –que tual, 2006), con prólogo de Hermes Bin-
incluye la historia de su familia– permite ner; Nahuel Moreno, el trostkismo criollo
dar cuenta de la historia argentina desde la (Capital Intelectual, 2006), con prólogo
fundación del Virreinato del Río de Plata de Vilma Ripoll; y Mario R. Santucho. La
hasta Rosas. Como en su libro anterior, la guerrilla de izquierda (Capital Intelectual,
reconstrucción de los hechos avanza en dos 2006), con prólogo de María Seoane. Ade-
frentes simultáneos: los datos –basados en más, fue el encargado de Che Guevara,
fuentes y en ensayos históricos anteriores: desde la histórica altura (Capital Intelec-
de Mitre a Felipe Pigna– y la ficcionali- tual, 2007), con prólogo de Luis Mattini.
zación de situaciones se articulan con la En todos ellos, Brienza intenta –con éxito
subjetividad del personaje principal. Sin desigual– escapar a la exaltación individual
embargo, la focalización en el pasado hace poniendo énfasis en el contexto histórico
que esos mismos procedimientos rocen la a la vez que conjugando lo biográfico con
novela histórica. Por su inclasificabilidad, un recorrido por el pensamiento de los di-
el texto se deja llamar ensayo; sobre todo ferentes personajes.
porque el trabajo historiográfico se reclama M.A.
interpretativo. De acuerdo con Brienza,
la única forma de que la historia permita BRINDISI, José María (Buenos Aires,
pensar pasado y presente es transformán- 1969). Escritor y periodista, colabora con
dose en una mitología. distintos medios gráficos y anima talleres
A partir del rescate ya realizado por de escritura. En 1996 publica su libro de
Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Ortega cuentos Permanece Oro (Sudamericana;
Peña en El asesinato de Dorrego (A. Peña Primer Premio FNA). Los relatos se cen-
Lillo, 1965), Brienza va un paso más allá: tran en un momento preciso e ínfimo de
hablar de Dorrego es hablar de quien no la vida de sus protagonistas; ese momento
se deja encauzar en ninguna de las dos co- único establece una continuidad entre un
rrientes sintetizadas por Jauretche. Ni to- pasado y un futuro que no se dicen, pero
talmente en la línea liberal ni por completo que están signados por una violencia sorda,
en la nacional y popular, Dorrego permiti- como en aquel cuento en el que se descri-
ría pensar el país desde nuevas categorías. be la agonía de un perro. En “Tomahawk”
A la vez, también Juan Galo Lavalle se pro- el narrador afirma que “lo importante es
yecta hacia el futuro: es el primer militar encontrar el tono. La manera en que las
golpista de la historia argentina. cosas suceden en nuestros ojos”. Esa bús-
Brienza también publicó diversos títu- queda de un tono a través de la experi-
los en la serie “Fundadores de la izquierda mentación formal marca gran parte de la
argentina”: Silvio Frondizi, un francotira- producción de Brindisi, si bien la voz na-
dor marxista (Capital Intelectual, 2006), rrativa es homogénea. Por debajo de una
con prólogo de Horacio Tarcus; John Wi- prosa compacta y de ritmo entrecortado,
lliam Cooke. El peronismo revolucionario que por momentos sugiere la tradición
(Capital Intelectual, 2006), con prólogo beat y por otros incorpora un narrador a
de José Pablo Feinmann; Alfredo Palacios. lo John Fante, se construye una voz donde

• 218 •
BRIONES B
conviven autocompasión e ironía, efusión donde los cambios temporales, la presencia
de subjetividad e inmediata reserva, vio- de un narrador plural, las digresiones, la
lencia de la primera juventud y percepción teorización sobre los hechos narrados, los
de la distancia que supone la escritura. Sus modelos narrativos que remiten a otros gé-
personajes se mueven con frecuencia en el neros discursivos (canciones, periodismo,
límite nebuloso de la autoficción, como si monólogos casi teatrales) buscan reprodu-
hablar de sí mismo o de personajes fácil- cir una voz y una vivencia comunes a un
mente asimilables al autor empírico fuera mismo grupo. De esta manera, su ficción
para Brindisi un medio eficaz para expre- va del examen de la intimidad al diálogo
sar, por un lado, la individualidad, y para con los contemporáneos, que surge de un
proyectar, por el otro, las preocupaciones imaginario y de modelos simbólicos co-
de una generación (la que tuvo 20 años en lectivos (música, cine, televisión, etc.) e
los noventa), que se siente tan desligada de intervienen fuertemente sobre la forma de
la militancia de los setenta como de la es- la escritura, marcándola temporalmente,
peranza de renovación de los ochenta. La inscribiéndola, desde la estructura misma,
solución que encuentran sus personajes es en una época identificable.
encerrarse en los núcleos íntimos, volverse Brindisi ha participado en diversas an-
hacia el propio cuerpo, buscar en la proxi- tologías: Después: literatura argentina poste-
midad con el otro algún tipo de espejo: rior a la dictadura (IMFC, 1996); Las horas
la mujer se presenta en su escritura como y las hordas: el cuento latinoamericano del
motivo de búsqueda o desencuentro. siglo XXI (México, Siglo XXI, 1997); La se-
Su primera novela publicada, Berlín lección argentina (Tusquets, 2000); Antolo-
(Sudamericana, 2001), profundiza la ex- gía narrativa argentina: siglo XXI (Opción
ploración y el método. En 2006 publica Libros/ Ministerio de Producción, 2006).
Frenesí (Emecé; Premio de Novela Corta M. Cám.
Casa del Escritor, Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires, 2005). La novela presenta BRIONES, Carola (La Banda [Santiago
a cinco jóvenes que viajan por Europa y del Estero], s/d). Poeta y narradora. Nació
buscan en el movimiento y la conciencia en La Banda, Santiago del Estero; vi-
que da el viaje, otras formas de lo nuevo vió en Tucumán y reside actualmente en
o del exceso (“casi puedo salirme de mí Cafayate, Salta.
mismo y vernos a los cinco, solos, muertos Fue secretaria de Zizayán (1944), re-
de frío en la madrugada de Praga, prome- vista santiagueña que se inscribe en la
tiendo que no vamos a dejar pasar nada, dinámica de promoción cultural del No-
[…] nos decimos, a no dejar que el tiem- roeste iniciada por el grupo vanguardista
po nos humille, vamos a ser más rápidos, La Brasa en la década de 1920. Zizayán
más fuertes, más despiertos […] a estallar refleja esencialmente las voces del grupo
en cientos de pedazos y jamás armar el La Carpa (1944-1953), del cual Briones
rompecabezas”). El frenesí anunciado por formó parte. Su obra trasluce las preocu-
el título está en el tema y en la forma: el paciones estéticas del conjunto: represen-
argumento es paulatinamente desplazado tación de lo regional sin pintoresquismos
por una escritura experimental y polifónica ni folklore (“pequeña y extranjera / capital

• 219 •
B BRIZUELA

del noroeste / […] novia vegetal / arropa- 1985); e Inglaterra. Una fábula (Clarín-
da de tarcos y lapachos / cántaro pluvial Aguilar, 1999; Primer Premio Clarín de
/ señora de las lluvias en estío” (“Ciudad Novela 1999, con un jurado integrado por
y presencia”, Con ojos de silencio, 1965; Vlady Kociancich, Andrés Rivera y Augus-
Agua de esteros, 1961); percepción metafí- to Roa Bastos). También ha publicado el
sica de la geografía del NOA, en particular libro de poemas Fado (La Marca, 1995);
del viento (Donde el tiempo es más lento; la nouvelle El placer de la cautiva (Temas,
Comarca alucinada); construcción de un 2000); el libro de cuentos Los que llegamos
paisaje mítico y despojado que absorbe a más lejos (Alfaguara, 2002); y la novela Lis-
los personajes de sus relatos (Cuando sopla boa. Un melodrama (Alfaguara, 2010).
el viento norte, 1970; Llueve sobre la caña Es autor de cuatro antologías. Tres de
dulce, 1985; Remolinos de agosto, 1996). Su ellas reúnen textos en los que diversos escri-
tono sin embargo es siempre de suavidad y tores reflexionan acerca del oficio de escri-
de sorpresa (El tiempo de tu ausencia, 1963; bir: Cómo se escribe una novela (El Ateneo,
Jinete de sueños, 1965). También integró 1993; con Edgardo Russo); Cómo se escribe
junto a Carlos Duguech y Manuel Serrano un cuento (El Ateneo, 1993) –ambos for-
Pérez el proyecto editorial y la revista Car- man parte de la colección “El taller del es-
tón de Poesía. critor” de El Ateneo, ideada por Brizuela–,
M. Cám. e Instrucciones secretas. Guía para empezar
a escribir (Colihue, 1998). La cuarta anto-
Brizuela, Leopoldo Diego (La Plata logía, Historia de un deseo (Planeta, 2000),
[Buenos Aires], 1963). Publicó sus prime- incluye relatos de Silvina Ocampo, Carlos
ros cuentos en la revista Oeste en 1977 y al Correas, Abelardo Castillo, Mujica Láinez
año siguiente se inició como periodista en y Hermes Villordo, entre otros autores, en
distintos medios gráficos. Cursó algunas los que aparece el tema del deseo homo-
materias de Abogacía y estudió Letras en sexual “como motor principal de la histo-
la UNLP. Es escritor y traductor (ha tradu- ria, como dato secundario, como simple
cido a Henry James, Flannery O’Connor, telón de fondo, o incluso como raíz oculta
Eudora Welty, entre otros autores), y como de una conducta que el propio texto no ca-
periodista cultural colabora habitualmen- lifica en términos sexuales” (p. 6).
te en los diarios Página/12, Clarín y La También ha publicado dos libros de en-
Nación. Entre 1995 y 2001 se desem- trevistas: Cantoras (Torres Agüero, 1987)
peñó como docente de la cátedra Guión contiene reportajes a Gerónima Sequeida
Cinematográfico en la UNLP. Desde y Leda Valladares (con esta última Brizuela
1987 dicta clases de escritura creativa en ha estudiado canto y trabajado en colabora-
forma particular y en ONG. Entre 1990 ción durante cinco años); el segundo, Can-
y 2000 coordinó el taller de escritura de tar la vida (El Ateneo, 1992), reproduce
la Asociación Madres de Plaza de Mayo, conversaciones del autor con las cantantes
tarea que le ha valido reconocimientos en Mercedes Sosa, Aimé Painé, Teresa Parodi,
Brasil, España, Canadá y Estados Unidos. Leda Valladares y Gerónima Sequeida. En
Ha publicado las novelas Tejiendo agua estos dos libros se exhibe otro de los intere-
(Emecé, 1985; Premio Fortabat de Novela ses estéticos de Brizuela, quien ha dictado

• 220 •
BROCATO B
cursos sobre la relación entre letra y músi- histórico como la “verdadera” versión del
ca: la canción popular. pasado y, por otro, cuestiona los límites
Además de los galardones ya mencio- entre realidad y ficción.
nados, su obra recibió el Premio Edelap F.N.
de Cuento (1996), el Premio Municipal
Ciudad de Buenos Aires 1999-2000 por Brocato, Carlos Alberto (Buenos
Inglaterra (2001) y el Premio Konex Di- Aires, 1932 - 1996). Ensayista, poeta, pe-
ploma al Mérito en la categoría Cuento riodista. A finales de la década de 1950,
(quinquenio 1999-2004). Obtuvo, tam- fue cofundador y codirector, junto al poeta
bién, becas de la Fundación Gulbenkian José Luis Mangieri, de la editorial La Rosa
de Lisboa (2001), de la Fundación An- Blindada, nombre que homenajeaba al
torchas de Buenos Aires (2002), de la del poemario homónimo de Raúl González
Banff Center for the Arts (2002) y fue Tuñón. Posteriormente, apareció la revis-
escritor residente en el International Wri- ta La Rosa Blindada, publicación literaria,
ting Program de la Universidad de Iowa, poética, política y cultural, codirigida por
Estados Unidos (2003). Brocato entre 1962 y 1965. La publica-
Los temas predominantes en su lite- ción fue cerrada por el golpe de militar
ratura se vinculan con el pasado de los de Onganía, y siguió como editorial hasta
pueblos aborígenes de la Argentina, espe- 1976. La Rosa Blindada, que participaba
cialmente de la Patagonia, y con el con- en los debates teóricos de los años sesen-
flicto del encuentro de los pueblos ame- ta, aglutinó distintas vertientes marxistas y
ricanos con la cultura europea. A partir reunió, entre otros, al poeta Juan Gelman,
de estos núcleos, las obras problematizan a los escritores Estela Canto, Horacio
un tópico de larga tradición en la litera- Néstor Casal y Andrés Rivera, al drama-
tura argentina –la oposición civilización/ turgo Roberto Cossa y Andrés Lizárraga,
barbarie–, a la vez que otorgan la palabra al artista plástico Norberto Onofrio, a los
a quienes fueron silenciados por la histo- cineastas Nemesio Juárez y Fernando Pino
ria oficial. También están presentes en su Solanas, a las actrices Norma Aleandro y
literatura temas tales como el erotismo, Cristina Banegas. En esta década, Brocato
la sexualidad y la identidad de género. A también publicó los poemarios La sonrisa
través de una frase siempre clara y preci- del tiempo (Horizonte, 1962); Mundo de
sa, en los textos predomina el interés por sucia lágrima (La Rosa Blindada, 1964); y
la narración de acontecimientos, inte- Furia (El Manchón, 1969).
rés característico del relato de aventuras. Brocato, de inspiración ideológica
En esas intrigas ininterrumpidas, donde existencialista sartreana y marxista, contó
muchas veces un relato deriva en otro y con una extensa experiencia sindical y ac-
remite a textos de otros autores, abundan tuación política en partidos de izquierda.
las referencias a testimonios, crónicas y No obstante, como intelectual indepen-
documentos combinadas con alusiones a diente también se alejó de la izquierda.
mitos, fábulas y leyendas y al acto mis- En su ensayo La Argentina que quisieron
mo de narrar, procedimiento que, por (Sudamericana/ Planeta, 1985) analiza el
un lado, pone en entredicho el discurso metalenguaje tanto de la acción armada

• 221 •
B BRUGHETTI

de izquierda como del terrorismo de Es- para justificar la guerra. El folleto salió pu-
tado. Critica el foquismo de las décadas blicado en la revista judía Nueva Presencia
1960 y 1970 en Argentina. Desoculta los (nº 258, 1982).
eufemismos utilizados por la guerrilla ur- Bajo el pseudónimo Cayetano Bollini,
bana y examina sus procedimientos, que Brocato escribió textos político-literarios
en ocasiones contradicen la ética a que se de tono humorístico y mordaz, como
acogen. En este texto, Brocato toma en Manual del buen argentino (De la Flor,
cuenta el discurso y las formas de repre- 1972) y ¿Quién incendió la iglesia? (Pla-
sión de la dictadura militar, a la cual atri- neta, 1988).
buye el “tercer genocidio de nuestra histo- P.N.
ria”, después de la Guerra del Paraguay y
la Conquista del Desierto. BRUGHETTI, Romualdo (La Plata
La actitud crítica hacia la izquierda se [Buenos Aires], 1912 - Buenos Aires,
encuentra también en El exilio es nuestro 2003). Poeta, ensayista y crítico de arte.
(Sudamericana/ Planeta, 1986), libro en Hijo del pintor Faustino Brughetti, es-
el que se analiza la experiencia de exi- tudió Derecho y humanidades. Fue pro-
lio, que después de la dictadura alcanza- fesor de Historia del Arte y director del
ba un número de “más de dos millones Seminario de Arte Americano y Argentino
de argentinos” (p. 9). El autor discute y en la UNLP. Hombre de amplia trayecto-
desenmascara los mitos respecto de esta ria en importantes asociaciones artísticas y
problemática, contemplando el destierro culturales del país y el exterior, fue miem-
y la permanencia en el país, aludiendo a bro de honor de la Academia Nacional de
los argumentos utilizados por los que se Bellas Artes, presidente de la Asociación
fueron y los que se quedaron. Puntua- Argentina de Críticos de Arte, miembro
liza que ambas partes, los “de afuera” y honorario de la SADE y parte del Comité
los “de adentro”, recurren incluso a los de la Association Internationale des
mismos mecanismos, como la atribución Critiques d’Art, con sede en París.
de heroicidad a unos y de cobardía a sus Impulsor de un nuevo humanismo, su
contrincantes. De manera similar, opera vasta obra poética manifiesta la contem-
el “lamento excluyente”, que descalifica el plación extasiada de un paisaje abismal a
dolor del otro: “Unos dirán que los del la vez que presenta la confianza en el genio
exilio se divirtieron… Los otros dirán que innovador del hombre para la compren-
los que se quedaron recibieron la dulce sión y el dominio de los elementos natu-
protección del ámbito entrañable” (p. rales. Los versos de “La catedral”, referidos
77). al magnífico templo de la ciudad natal de
Brocato también cuestionó los argu- Brughetti, en su primer poemario Las nu-
mentos a favor de la Guerra de Malvinas. bes y el hombre (1962), ya evidencian esta
En un folleto anónimo y titulado “¿La ver- compenetración y correspondencia en la
dad o la mística nacional?”, hizo circular constitución de una arquitectura fosili-
su visión antinacionalista, desenmascaran- zada, resultado de la acción creadora del
do el discurso de la dictadura militar y las hombre: “cavad, cavad / más hondo: / el
razones antiimperialistas de la izquierda hierático bosque / es un lago de espejos, /

• 222 •
BRUMANA B
un golfo de columnas / de cielo, / voz que comentarios de artes plásticas en el diario
arde en las ramas / de nubes de la piedra, Uruguay de Montevideo. Falleció a los 91
/ absorto sueño / que devora el semblan- años en Buenos Aires.
te / del viento fatigador de la pampa, / la L.P.
hosca cabellera del abismo”. A este libro
inicial le siguieron Hay cosas que duelen Brumana, Herminia C. (Pigüé
(1965); Corona de cielo para tanta lágrima [Buenos Aires], 1897 - Buenos Aires,
(1966); Esa piedra cruel (1968); Historias 09/01/1954). “Hija de gringos”. Escritora
cotidianas (1970); La imagen y la palabra de formación anarco-socialista y admi-
(1973); Enigmas y claridades (1976); Tie- radora del anarco-español Rafael Barrett
rra Madre / Tiempo de inequidades (1982); (1876-1910). Educadora –seguidora de
Animus et Anima / La tierra prometida los ideales sarmientinos–, se graduó en la
(1989) y Forjadores de luz (1994). Dos Escuela Normal de Olavarría con el título
publicaciones reúnen sus versos: Antología de Maestra Normal Nacional. Comenzó la
en tres movimientos (Emecé, 1977), con se- carrera docente en su pueblo y allí mismo,
lección y prólogo de Alberto Coronato, y en 1917, dirigió una revista literaria, so-
el frondoso Hombre Mundo Hombre. Obra cial, de ideas y de crítica: Pigüé.
poética completa (1996). Su estilo escueto En cuanto a su obra: se encarga de “de-
pero incisivo tiende a desplegar un raudal nunciar las injusticias sociales en general y
de sustantivos, pero es más bien medido […] la institución escolar en particular y,
en cuanto al uso de epítetos: adquiere de sobre todo, la cuestión de la mujer. […] Su
esta manera un marcado tono enunciati- voz se dirigió especialmente a los sectores
vo. Raúl Gustavo Aguirre, promotor de la medios argentinos, y en ellos a las mujeres,
revista Poesía Buenos Aires, ha reconocido con el objeto de que ellas se hicieran due-
el lirismo de Brughetti como una “poesía ñas de sí mismas y a la vez se convirtieran
cósmica y a la vez intensamente humana”. en palancas de transformación social”.1
En el plano de la crítica e historia del Su primera obra es un libro de lectu-
arte publicó numerosos trabajos, como: De ras: Palabritas (Talleres Gráficos Argenti-
la joven pintura rioplatense (1942); Veinte nos L. J. Rosso, 1918). Se trata de una
expresiones de arte humanista (1947); Italia colección de cuentos infantiles dirigida
y el arte argentino (1952) –Premio “Dan- a “sus niños”, según la autora; o sea, a
te Alighieri”–; Raúl Soldi (1958); El arte esa infancia humilde que al no tener un
precolombino (1963); e Historia del arte en hogar adecuado en donde vivir, sino un
la Argentina (1965). Es autor de los ensa- “rancho” desolado, vuelve a su casa con
yos Descontento creador. Afirmación de una “ganas de llorar”. La temática de esta co-
conciencia argentina (1943) y Prometeo. El lección es próxima al boedismo de Caste-
espíritu que no cesa (1956). Preparó la bio- lnuovo. O a la opción de este escritor por
grafía Vida de Almafuerte. El contratiempo los “humillados y ofendidos”. Seres mar-
perpetuo (1954). ginados por las presiones de la alienación
Colaboró en el diario La Nación a par-
tir de 1939, y en revistas como Sur, Correo 1.  Solari, H., “Herminia Brumana ante la
condición humana”, disponible on line en:
Literario y El Hogar. También realizó los
<www.ensayistas.org>.

• 223 •
B BRUMANA

y de las formas coercitivas impuestas por 1929). Se trata de otro ensayo que rescata
una sociedad injusta. Libro que también la figura de la mujer-maestra y de la res-
presenta el gusto por el efectismo y los ponsabilidad que ésta tiene hacia el mun-
excesos patéticos (intensificación extrema do y hacia sus alumnos, a quienes debe
de lo sentimental cuyo fin es conmover) orientar para que aprendan a soslayar los
que buscan despertar en el lector un sen- prejuicios, la ignorancia, la injusticia so-
timiento de compasión. cial. Más: la preocupación por la autoafir-
En 1921 se casa con Juan Antonio Sola- mación de la mujer encuentra otro lugar
ri (Buenos Aires, 1899 - San Pablo, 1980), en Cartas a las mujeres argentinas (San-
quien en la década de 1920 participó en tiago de Chile, Ediciones Ercilla, 1936).
el grupo universitario anarco-comunista Trabajo articulado en forma epistolar que
Insurrexit y que posteriormente se afilió insta a la mujer a pensarse como motor
al Partido Socialista; además fue diputado de la transformación social y ya no como
nacional y director de La Vanguardia. mero adorno falto de libertad. Entonces,
Cabezas de mujeres (Gleizer, 1923) es la propuesta general redunda en drama-
un ensayo protosociológico de índole tizar los límites y la discriminación de la
pedagógica que tiene una finalidad mo- mujer con vistas a superarlos.
ral. Taxonómicamente, Brumana pone En la sincronía: la inquietud por los
en foco a las mujeres de su pueblo, lugar temas escolares y la modernización de la
achatado, capaz de asfixiar a cualquiera. didáctica con vistas a formar ciudadanos li-
De manera sistemática, formula catego- bres se prolonga en La grúa (1931) y Tizas
rías claras y propone una clasificación en de colores (1932), ambos editados por L. J.
función de la edad: 18, 25, 35. Dentro Rosso. Estos textos rescatan la experiencia
de este marco sitúa a las “cobardes” (que de Brumana como maestra en escuelas del
se resignan al contorno que les tocó), las sur del conurbano. En el segundo se critica
“frívolas” (que recuperan el brillo aparente “la injusticia social en que vivían esos ni-
de la fachada), las “culpables” (circunlo- ños ‘sumergidos’, en ambientes de pobre-
cución para indicar a las que dieron el mal za, hijos de obreros mal pagos de ese Gran
paso), las “ignorantes”, las “desorientadas” Buenos Aires […] donde la miseria es el
(que viven de sus propias ilusiones); pero caldo de cultivo donde pululan los gérme-
también a la trabajadora, la socialista y nes de disolución de la […] sociedad ”.1
a la misma maestra. Otro blanco que el Con los dos trabajos siguientes Bru-
texto se encarga de desarticular es la ins- mana cambia de rumbo temático. Nuestro
titución del matrimonio (con el amor y hombre (L. J. Rosso, 1939) es un ensayo
la felicidad como aspectos presuntamente que aborda el poema de José Hernández.
correlativos) en tanto destino obligado o Martín Fierro, según la autora, es le pro-
fin último de la mujer. Este libro, más allá totipo del hombre libre, el “anarquista”,
de su contenido, prueba que Brumana se “capaz de desempeñarse en la vida a sola
destacó como defensora de la autoafirma- orientación de su conciencia” (p. 459).
ción y los derechos de la mujer. Derechos
que recupera una vez más en Mosaico 1.  Szlaska de Dujovich, R., Herminia C.
Brumana en su proyección docente e intelectual,
(Talleres Gráficos Argentinos L. J. Rosso,
Buenos Aires, ed. de la autora, 1987, p. 38.

• 224 •
BRUZZONE B
En cambio, Me llamo Niebla –impreso en gentinas), Mundo Argentino, Nosotros.
1946 en los Talleres Gráficos Américalee Coda. Es posible decir que Brumana fue
(librería y editorial fundada por América una escritora con preocupaciones protofe-
Scarfó)– es una colección de cuentos que ministas y cuya obra, con tónica de protes-
contiene treinta y tres relatos para ser leí- ta (sobre todo en relación con la condición
dos –según la autora– en algún consultorio de la mujer de clase media y su emanci-
mientras se espera ser atendido. pación, por lo que atañe a temas escolares
A Buenos Aires le falta una calle (Losada, y en lo que hace a la modernización de la
1953) es su último trabajo. Es un texto de didáctica), persigue un pedagogismo liber-
índole histórica –con veintidós ilustracio- tario y moralizante. En 1958, la Sociedad
nes de W. Melgarejo Muñoz– que preten- Amigos de Herminia Brumana editó sus
de recuperar el nombre de Michael Ske- Obras completas con un prólogo de José
non, cabo inglés que durante las invasiones Rodríguez Tarditi.
inglesas al Río de la Plata, defendió junto R.C.
con los patriotas la ciudad de Buenos Aires
y peleó por la independencia Argentina. Bruzzone, Félix (Buenos Aires,
Brumana propone que alguna calle de la 1976). Narrador y editor. Publicó un li-
ciudad recuerde su nombre. R. Giusti, por bro de cuentos: 76 (Tamarisco, 2007) y
ejemplo, le dedicó una reseña en Nosotros. la novela Los topos (Mondadori, 2008).
Corolario. Brumana incursionó también El libro de cuentos se propone en clave
en la dramaturgia: como directora de Con autobiográfica: “autobiografía, libro de
las alas rotas (de Camila Quiroga) y como cuentos, protonovela o novela rota”, recita
autora de una comedia en tres actos y cuatro la contratapa de Tamarisco, editorial diri-
cuadros: Mañana me caso; además, estrenó gida, entre otros, por el propio Bruzzone.
Cuando plante los rosales (1927; en cola- La coincidencia del año de nacimiento del
boración con José N. Vázquez) y Miluch autor y del título del libro refuerza la cla-
(1932); en El Hogar (17/02/1933) publicó ve autobiográfica. Todo parece girar alre-
la comedia en un acto “La protagonista ol- dedor de la búsqueda de información que
vidada”. Fue también conferencista; como lleva a cabo un hijo de desaparecidos sobre
tal, en 1943, habló en la New School for los acontecimientos en que estuvieron in-
Social Research (Estados Unidos) sobre volucrados sus padres, y del impacto de ese
la actividad literaria en la Argentina. Asi- pasado sobre la vida presente. Sin embar-
mismo, quiero recordar que fue quien dio go, la serie se dispersa en voces narrativas
el primer impulso para la creación de la diferentes, la memoria no llega a recons-
biblioteca de la SADE y que colaboró en truir una historia personal o familiar que
varias revistas y periódicos de circulación explique el presente sino que se disgrega en
nacional: Caras y Caretas, El Hogar (en- exploraciones que afirman el pasado como
tre 1923 y 1949), El Suplemento (1938), una trama deshecha y a la que es imposible
Estampa (entre 1943 y 1947), La Nación otorgar sentido.
(entre 1933 y 1953), La Novela Semanal En la novela Los topos se parte de una
(entre 1929 y 1936; aquí publicó varios premisa similar: un hijo de desaparecidos
textos que integran Cartas a las mujeres ar- busca reconstruir su historia. Pero los in-

• 225 •
B BUBLIK

dicios que recupera del pasado no le per- con otras colectividades, tanto inmigrantes
miten crear una narración que subyaga como aborígenes. Mediante el relato vívi-
una identidad presente, subrayándose la do de historias pequeñas, revela la hetero-
imposibilidad del protagonista de sostener geneidad que funda la cultura nacional.
los distintos lugares posibles de afirmación Sus libros comprenden: Según pasan los
de una identidad en diversos niveles: no años (Galerna, 1983); El country (Galerna,
sostiene su lugar de clase (la “propiedad” 1985); Los Solos (Galerna, 1992); Poncho
que hereda la dilapida o se la roban), ni su y Talmud (Atlántida, 1993); La saga. En-
lugar político (a diferencia de otros hijos cuentro de tres culturas (Milá, 2008).
de desaparecidos, no toma una posición A.J.
definida en la evaluación ideológica de los
acontecimientos políticos que lo afecta- Buch, Esteban (Buenos Aires, 1963).
ron); y hasta su lugar de género se vuelve Ensayista, periodista y musicólogo, es ac-
igualmente inestable. tualmente profesor de la Escuela de Altos
En suma, la ficción de Bruzzone parte Estudios de Ciencias Sociales de París,
de acontecimientos sociales y personales donde reside desde 1990.
claves en la historia política reciente, crea De origen judío y criado en Bariloche,
una literatura que formalmente va más allá Buch cobró notoriedad por su libro El
de las narrativas autobiográficas y dramati- pintor de la Suiza argentina (Sudamerica-
za aspectos centrales de la crisis de los luga- na, 1991), centrado en la figura del pintor
res de identidad en nuestra sociedad. nazi Toon Maes, en el cual denunció por
En 2010 publicó la novela Barrefondo primera vez la presencia de varios crimi-
(Mondadori). nales de guerra nazis en el sur argentino,
E.M. entre ellos Erich Priebke, posteriormente
+ Budassi, Sonia. extraditado a Italia y condenado por la
masacre de las Fosas Ardeatinas. Sus en-
BUBLIK, Armando (Santa Fe, 1930). sayos posteriores se centran también en la
Escritor y periodista. Además de cuentos y relación entre arte y política: Historia de
novelas, ha publicado numerosos artículos un secreto: a propósito de la Suite Lyrique
periodísticos y culturales en medios de cir- de Alban Berg (París, Actes Sud, 1994); O
culación períodica. Es creador y conduc- juremos con gloria morir. Historia de una
tor del programa El Rincón de la escritura épica de Estado (Sudamericana, 1994); La
(Cablevisión, 1993) y del programa radial neuvième de Beethoven. Une histoire poli-
Armando las noticias (Radio Jai). Ha re- tique (París, Gallimard, 1999); The Bo-
cibido un premio del FNA por su novela marzo affair: ópera, perversión y dictadura
Según pasan los años y la Faja de Honor de (Adriana Hidalgo, 2003); Le cas Schönberg.
la SADE por Poncho y Talmud. Su escritura Naissance de l’avant-garde musicale (París,
aborda el dilema de la colectividad judía Gallimard, 2006). También actuó como
en tanto cultura transplantada: la funda- investigador-presentador del documental
ción de colonias, la relación con el yiddish Juan, como si nada hubiera sucedido (1987;
como lengua materna, la violencia de la Carlos Echeverría [dir.]), centrado en la
experiencia migratoria y la convivencia historia de Juan Horacio Herman, el único

• 226 •
BUDASSI B
desaparecido de Bariloche. Y escribió los doblega frente a los escollos que se le presen-
textos de la ópera Richter (estrenada en el tan cuando intenta conseguir una nota con
Teatro Colón en 2003), sobre la vida del el jugador del título. Y también Periodismo
científico alemán que convenció a Perón (Bahía Blanca, 17 grises, 2010), cuentos
de desarrollar un programa nuclear en la que versan sobre las miserias cotidianas de
Argentina. Obtuvo el Premio de Estética un periodismo que, en palabras de la au-
del Conservatorio Superior de Música de tora: “Es embrutecimiento muy funcional,
París y la beca Guggenheim en 1999. muy productivo para las empresas periodís-
L.M.K. ticas. No sólo por el lugar común que dice
que a los poderosos no les conviene que el
Budassi, Sonia (Bahía Blanca [Buenos pueblo piense, que algo de verdad tiene,
Aires], 1978). Escritora y periodista. Entre sino por el trabajo sobre el narcisismo, el
2008 y 2009 se desempeñó como redac- afán de visibilidad de los periodistas (sobre
tora del suplemento “Cultura” del diario todo de los más jóvenes): firmar una nota,
Perfil, tras lo cual pasó a colaborar con el aparecer en la tele, que compite con el de-
diario Crítica de la Argentina, en la mis- seo de estudiar, leer, preocuparte, tratar de
ma sección. Fue además docente de la buscarle un viraje nuevo a los relatos que
Universidad Austral. ya existen… Las empresas son muy astutas
En 2006 fundó, junto a Félix Bruzzo- con eso. Vos estás firmando acá, te leen tan-
ne, Hernán Vanoli y Violeta Gorodischer tas personas, estás laburando en tal progra-
–todos a su vez escritores– la editorial Ta- ma de tele: no importa si está bueno, te es-
marisco, que en la actualidad codirige. Su tamos dando una ‘oportunidad’. Hay gente
recorrido literario comienza con Los do- que es demasiado ignorante para ejercer un
mingos son para dormir (Entropía, 2008), oficio que tiene que ver con el manejo del
volumen en el que reúne nueve cuentos lenguaje. Digamos, que no pueden medir
dedicados a explorar el detalle de lo coti- las consecuencias de las palabras que usan,
diano, a partir de una reflexión acerca de por ejemplo”.1
la soledad y el desarraigo, la incomunica- Budassi integró la antología Buenos
ción y la imposición de códigos sociales Aires escala 1:1. Los barrios por sus escrito-
que anulan la individualidad. Ese mismo res (Entropía, 2007), compilada por Juan
año apareció también Mujeres de Dios Terranova, en el que también participa-
(Sudamericana, 2008), en el que explora el ron Washington Cucurto, Oliverio Coelho,
mundo de las monjas, deteniéndose tanto Mariana Mariasch, Violeta Gorodischer,
en las declinaciones específicas comporta- Ricardo Romero, Juan Incardona, entre
das por el voto de castidad, como en las otros.
implicancias de las diversas renuncias que A.O.
estas mujeres se autoimponen con el obje- + Bruzzone, Félix.
tivo de reservarle al creador “la integridad
del alma y el cuerpo”. BUFANO, Alfredo (Guaymallén [Men­
Dos años más tarde publica Apache, en doza], 1895 - 31/10/1950). Poeta, narrador
busca de Carlos Tevez (Tamarisco, 2010),
1.  “Periodismo de ficción”, mu. el periódico de
sobre el periplo de una periodista que no se
lavaca, a. 4, nº 36 (julio), 2010, p. 20.

• 227 •
B BUFANO

y maestro, su origen humilde lo empujó a la crucifixión y un conjunto de personajes


una actividad de impronta dickensiana: populares que asisten a ella.
la de lustrabotas. Ejerciéndola en Buenos Otros escritos son recogidos en Poe-
Aires conoció a José Ingenieros, una de las mas de la nieve (1928); El reino alucinante
figuras más destacadas del ambiente inte- (1929); Valle de la soledad (1930; Premio
lectual porteño del primer cuarto de siglo, Provincial de Cuyo); Romancero (1932;
que Bufano reconoce como su primera Premio Nacional de Poesía), con la misma
influencia. impronta sencillista que recorre su obra y
En 1917 se casa con Ada Giusti y pu- que guarda parentesco con uno de sus poe-
blica su primer poemario, El viajero inde- tas admirados, Baldomero Fernández Mo-
ciso. Nueve años más tarde se radica en la reno. En Los collados eternos (1934), por su
localidad mendocina de San Rafael, donde parte, se vislumbra la frecuentación de las
ingresa a la Escuela Normal de Maestros, hagiografías medievales, otra forma de reli-
desempeñándose como docente hasta 1947, giosidad en la que incursionó el poeta.
momento en que el gobierno peronista lo Con la excepción de Poemas para los
deja cesante. Retorna entonces a Buenos niños de las ciudades (1935), Bufano se re-
Aires y trabaja en Amigos del Libro. En el corta sobre la región cuyana, la experiencia
transcurso de esta actividad realiza un viaje a pueblerina y el paisaje local. Así se verifica
España, en carácter de organizador de la Ex- en Poemas de las tierras puntanas (1936);
posición del Libro Argentino, circunstancia Ditirambos y romances de Cuyo (1937);
que influye en sus dos últimas obras: Junto Presencia de Cuyo (1940); Mendoza la de
a las verdes rías (1950), dedicada a la zona mi canto (1943); Colinas del alto viento
gallega; Elegía de un soldado muerto por la (1943); Infancia bajo la luna (1945) y Cha-
libertad (1950), que alude a la Guerra Civil rango (1946). Sus libros finales, como ya
Española; y el póstumo Marruecos (1951), se señaló, escritos luego del impacto de su
editado tras el deceso de Bufano a su regreso paso por España y el norte de África, que-
a San Rafael, el 31 de octubre de 1950. dan impregnados por esa experiencia. De
Su producción, inaugurada con El via- hecho, ciertas composiciones del poemario
jero indeciso, prosigue con Canciones de mi póstumo fueron recogidas por la Revista
casa (1919; Premio Municipal de la Ciu- Árabe, en función de la temática morisca
dad de Buenos Aires) y Misa de Requiem a la que se pliegan: es el caso de “Barrio
(1920). Estos tres libros ameritan el lan- Moro de Tánger” (“¡Qué gozo mirar el cie-
zamiento de una Antología (1921) que lo, / sobre vetustas murallas, / o verlo en
anuncia un cambio de rumbo hacia una cintas de seda / en la calle Bab el Assa!”),
poesía más provinciana, como consta en “Calle de la luneta” (“No hay en Tetuán
los textos incluidos en Poemas de provincia una calle / que un nombre más bello tenga
(1922); Poemas de Cuyo (1925); y Tierras / que ésta, de la morería / llamada de la
de Huarpes (1926), con la mediación de El Luneta”) y “A una vendedora de jazmines”,
huerto de los olivos (1923). El tema religio- que reúne la fascinación magrebí con la pa-
so de este libro retorna en Laúdes de Cristo sión argentina (“Mujer de rostro moreno /
Rey (1933) y Tiempos de creer (1943), cuya como la tierra sagrada, / mujer de manos
portada dibujada por D’Acurzzio muestra de trigo / y voz de lluvia lejana: / dame tu

• 228 •
BUFANO B
mejor cenefa, / dame tu mejor guirnalda, / enguantar los títeres detrás del retablo).
que allá, detrás de los mares, / mujer muy A partir de 1949, se independizó y co-
bella me aguarda. / Tiene la voz argentina, menzó a montar sus propios espectáculos
/ tiene las carnes de plata, / es argentina su itinerantes, que llevaba mediante una ca-
boca, / porque Argentina se llama”). rreta a distintos pueblos del interior. Allí
En 1983, la profesora Gloria Videla representaba piezas de Villafañe y otros
de Rivero, de la Universidad Nacional de autores, y también sus primeras compo-
Cuyo, preparó y prologó las Poesías com- siciones al tiempo que experimentaba en
pletas de Bufano, reuniendo sus veinticin- la realización de escenografía, vestuario e
co libros de poesía en tres volúmenes, en incluso en nuevas técnicas de modelación
una edición auspiciada por la Secretaría de los muñecos.
de Cultura de la Presidencia de la Nación En la década de 1950, frente a la ne-
a través de ECA. Tanto narraciones y en- cesidad de crecer profesionalmente deci-
sayos –minoritarios en la producción de dió trasladarse a Buenos Aires con el fin
Bufano, reconocido principalmente como de investigar y actualizar su repertorio de
poeta– como colaboraciones en revistas y obras. En la capital actuó en distintas salas
periódicos fueron excluidas de esta reco- teatrales y puso en escena algunas piezas
pilación. En la presentación de los textos, de su autoría como La lágrima de María o
Videla de Rivero insiste menos en el sen- Mimodrama de las rosas. Durante la década
cillismo del autor que en su orientación de 1960 enseñó en el Instituto Vocacional
“post-romántica y modernista”, subrayan- de Arte donde conoció a Adelaida Manga-
do con un infundado prejuicio que “Bufa- ni, su pareja de muchos años, con quien
no no adopta las oscuridades vanguardistas abrió el Centro de Estudios Dramáticos,
(ciertamente no por desconocimiento sino una escuela de títeres ubicada en el barrio
por consciente rechazo)” (p. 43). porteño de Flores. Pronto se asoció con
Alfredo Bufano fue padre del titiritero el dramaturgo Sergio de Cecco para crear
Ariel Bufano y abuelo del cantante Gabriel los grupos La Botella y Las Malas Artes.
Fernández Capello, popularizado como Además, con un funcionario municipal
Vicentico, quien conserva un notorio pare- –el arquitecto Guillermo Linares– idearon
cido físico con el poeta. En su homenaje, un retablo sobre el chasis de un acoplado
una calle de la ciudad de Buenos Aires, que de camión en el que montaron obras de
atraviesa los barrios de Flores y Villa del Sergio de Cecco, utilizando muñecos de
Parque, fue bautizada Alfredo Bufano. hasta un metro de altura. Estas representa-
M.C. ciones, entre las que figuraba una versión
completa de Romeo y Julieta, recorrieron
BUFANO, Ariel (Mendoza, 1931 los barrios de la ciudad durante tres tem-
- 1992). Tiritero, autor teatral, direc- poradas hasta mediados de la década de
tor de actores y docente, hijo del poe- 1970. Por esa época Bufano se incorporó
ta Alfredo Bufano. Como discípulo de al Teatro Municipal General San Martín
Javier Villafañe, durante muchos años (TMGSM) donde dio origen a un grupo
acompañó a su maestro en sus giras por estable de titiriteros y, desde entonces, se
el país haciendo de guante (encargado de abocó a la formación y producción del

• 229 •
B BUFANO

elenco a su cargo y a modificar las tenden- y diferentes tamaños, vestidos y pintados


cias del público al que estaban dirigidas con colores brillantes, eran manejados a
sus obras. Según él mismo señaló en más través de hilos y varillas por personas que
de una oportunidad, cuando se le pregun- se escondían detrás de las figuras. Para
taba acerca de la especificidad del teatro su puesta, el director siguió la estructura
infantil, “no existe una auténtica división del llamado circo de primera y segunda
entre espectáculos para niños y para adul- parte. En la primera, figuran los núme-
tos. Frente al fenómeno estético hay que ros circenses típicos del circo europeo, y
replantearse, por ejemplo, el repertorio, en la segunda, el drama gauchesco de las
pero hay que trabajar con calidad para peripecias de Santos Morales, gaucho per-
todo público”. seguido por los “milicos”, basado en las
En el TMGSM representó David y Go- historias de Juan Moreira, Juan Cuello y
liat (1977), sobre una adaptación propia Santos Vega. Lejos de reivindicar la figura
y de Ruth Schwarz; dos años más tarde política de un matón a sueldo, Bufano no
montó Carrusel titiritero (1979), a la que reproduce la historia de Moreira, sino que
le incorporó música de Carlos Gardel. elige enfatizar ciertos aspectos del gaucho
El mismo año estrenó en funciones noc- ya subrayados en las versiones teatrales an-
turnas, con gran éxito de público, Amor tiguas. La producción de Bufano se com-
de don Perlimplín con Belisa en su jardín pleta con Guillermo Tell y su hijo Gualtrejo
de Federico García Lorca, con el fin de (1986) y Pequeño varieté (1988).
demostrar que el teatro infantil no tiene Pau. Cro.
un horario distinto del de los adultos. De
1982 es La bella y la bestia (adaptación del BUFANO, Sergio (Buenos Aires, 1943).
relato del siglo XVIII), a través de la que Periodista y escritor. Ha publicado cuentos,
intenta exaltar ciertos valores universales ensayos y libros de divulgación cultural.
como el triunfo del amor por sobre la be- Por su actividad política tuvo que exiliar-
lleza o del bien frente a la hipocresía. Bu- se en México durante la última dictadura
fano incorporó en esta obra una técnica militar. Recibió allí el Premio Nacional de
novedosa para el teatro de títeres occiden- Bellas Artes por Cuentos de guerra sucia y
tal, proveniente de la tradición titiritera fue jefe de redacción de la edición mexi-
japonesa llamada Bunraku, que consiste cana de Le Monde Diplomatique. Obtuvo
en combinar la varilla con manipulación una mención especial en el Premio “Juan
a la vista del público. Al año siguiente Rulfo” por su cuento “Campana al 2500”.
estrena en la sala Martín Coronado del Escribió sobre violencia y política en
TMGSM El gran circo criollo, su pieza América Latina y se desempeñó como pe-
más conocida, con la que rinde homena- riodista en diarios y revistas argentinos, en
je al tradicional circo criollo a través de los que redactó crónicas policiales. Es di-
un verdadero trabajo de reconstrucción rector de la revista de historia Lucha Arma-
arqueológica del género: animales, equili- da en la Argentina, que aborda temas vin-
bristas, magos, payasos, bailarinas japone- culados con la violencia política en el país.
sas, gauchos y paisanos, entre otros perso- De próxima edición son las novelas: Una
najes, realizados en variedad de materiales bala para el comisario Valtierra y El dinero

• 230 •
BULLRICH B
de los muertos. Sus libros publicados son: patria (Sudamericana, 1965); Los pasajeros
Cuentos de guerra sucia (Bruguera, 1985); del jardín (Sudamericana, 1971) y Mis me-
la antología Cuerpos y deseos, textos eróticos morias (Emecé, 1980). Estos dos últimos
(Losada, 1994); Diccionario de la injuria trabajos tienen claras referencias autobio-
(Losada, 2006; con Jorge Santiago Pered- gráficas. Como traductora, versionó libros
nik); Harpías y Nereidas, pasiones y muertes de Graham Greene, Simone de Beauvoir,
en los setenta (Losada, 2007). Beatriz Beck y Louis Jouvet, entre otros.
A.J. La obra de Bullrich es prolífica ya que
comienza a publicar desde muy tempra-
Bullrich, Silvina (Buenos Aires, na edad y sus publicaciones alcanzaban
4/10/1915 - Ginebra [Suiza], 02/07/1990). durante la época tiradas sorprendentes. A
Escritora, traductora, poeta y periodista, los 19 años envía sus primeros versos a la
Bullrich desarrolla una sensible y mordaz revista Atlántida y poco después publica su
crítica a la política y sociedad de su tiempo. poemario Vibraciones, en el que reúne poe-
Sin embargo, poco se ha destacado su obra mas escritos entre los 14 y los 18 años de
respecto de la de sus colegas en las letras con- edad. La autora tuvo desde muy pequeña
temporáneas: Victoria y Silvina Ocampo, libre acceso a la biblioteca paterna y desde
Martha Lynch, Estela Canto, Beatriz niña manifestó sus inquietudes literarias:
Guido, Alejandra Pizarnik y Norah Lange, “De haber nacido cincuenta años después
entre otras. Su padre, Rafael Bullrich, hijo me hubieran llevado a un psicoanalista y
de alemanes y educado en París, fue deca- hubieran creído que tenía tendencias les-
no de la Facultad de Medicina de la UBA bianas. Por fortuna, nací cuando a nadie
y un profuso coleccionista de obras de se le ocurría pensar cómo iba a evolucio-
arte. Su madre, María Meyrelles, era hija nar una chica. A mis padres les causaba
del embajador de Portugal en Argentina. gracia mi disposición guerrera, y mi pa-
Silvina y sus dos hermanas, Laura y Marta, dre afirmaba: Silvina es mi hijo varón”.2
crecieron en un ambiente culto y con un La autora decidió abandonar sus estudios
alto pasar económico, gracias al cual pu- secundarios en el Colegio “Onésimo Le-
dieron realizar periódicos viajes a Europa, guizamón”, aunque continuó asistiendo
fundamentalmente a Francia, en donde su a las lecciones de la Alianza Francesa, lle-
abuelo paterno había sido diplomático. gando a obtener un diploma en formación
La misma autora se referiría a su infancia humanística en esa lengua. Tuvo un breve
como una etapa de su vida “terriblemen- paso por la docencia (se desempeñó como
te feliz”.1 Entre sus títulos más destacados profesora de Literatura Francesa en la Fa-
merecen citarse: La redoma del primer án- cultad de Humanidades de la UNLP y en
gel (Sudamericana, 1943); Bodas de cristal el Instituto Francés de Estudios Superio-
(Sudamericana, 1951); Teléfono ocupado res). Silvina Bullrich contrajo matrimonio
(Sudamericana, 1956); Un momento muy a los 33 años con Arturo Palenque, aun-
largo (Sudamericana, 1963); Los burgueses que rápidamente la pareja concluyó; de la
(Sudamericana, 1964); Los salvadores de la unión quedaría un hijo, permanentemente
resaltado en su obra biográfica. A partir de
1.  Bullrich, S., Mis memorias, Buenos Aires,
Emecé, 1980, p. 23. 2.  Ibíd.

• 231 •
B BULLRICH

entonces y frente a la gradual mengua de la los viajes y los pequeños placeres burgue-
fortuna familiar, la escritura pasó a ser para ses. En una etapa más madura de su vida,
Bullrich no sólo una necesidad creativa aparecen otras problemáticas ligadas a la
sino también su única posibilidad de sub- cuestión de la identidad, el rol de los in-
sistencia. Tras el fallecimiento de su padre, telectuales, la identidad nacional, las clases
la tragedia envolvió a la familia, quedando sociales y la política. Estas inquietudes, que
ello fuertemente retratado en sus memo- acompañan la sensibilidad de una facción
rias: “Vivíamos henchidas de nostalgias de la oligarquía letrada de la Argentina de
ajenas, de una Francia que no conocíamos los cincuenta y sesenta, aparece claramente
pero echábamos de menos por interpósi- representada en su exitosa y mítica trilo-
ta persona: por papá, por su infancia. No gía: Los burgueses (1964), Los salvadores de
ser francesas, no vivir en París, nos parecía la patria (1965) y Los monstruos sagrados
un castigo inmerecido. ¿Qué hacíamos en (1966). En la primera de estas novelas, Bu-
este país donde sin embargo éramos tan llrich pone en escena la hipocresía o sorde-
dichosas sin saberlo? No era nuestro país, ra de la clase alta argentina y para ello re-
nuestra patria espiritual era Francia”.1 Des- curre a experiencias de su propio itinerario
de muy joven, y debido a su inserción en el biográfico: “Hay dos corrientes marcadas
ambiente literario de la época, entabló una en la familia: la de los anglófilos y la de
fuerte amistad con Manuel Mujica Láinez, los francófilos. Pero están también los con-
a quien se conocía en el círculo literario desitos da Berttini y ellos tienen el deber
como Manucho y quien tiempo después la de hablar en italiano; sería una vergüenza
puso en contacto con Jorge Luis Borges, que no supieran su idioma cuando fueran
Adolfo Bioy Casares, Estela Canto y los a Florencia […]. Los hijos de los parientes
grandes escritores de la generación anterior. pobres hablan español pero temen que na-
Sus permanentes viajes a Francia no sólo la die los entienda y sienten además un gran
vincularon al circuito crítico y literario de complejo de inferioridad”.2 Bullrich pro-
la época, sino que también le proveyeron la pone una literatura intimista de cándido
materia prima de sus obras. En uno de sus “sabor afrancesado”. Al final de su vida, in-
múltiples viajes, conoció en París a quien tentó forjarse una mirada social y literaria
sería su segundo marido, Marcelo Dupont. más comprometida y crítica, distante de
Sin embargo, poco después de contraer los gestos del mercado. Apenas fue perci-
matrimonio, la autora confirma que su bida frente a una trayectoria signada, fun-
pareja padecía de un cáncer terminal. La damentalmente, por el éxito del best seller
trágica historia de amor y pasión de esta inmediato. La autora producía una o dos
relación quedó reflejada en Los pasajeros del obras por año y sus libros se editaban para
jardín, novela que constituyó un best seller ser leídos en los meses de verano, pudién-
al punto de ser llevada al cine por Alejan- dose anticipar sus cuantiosas ventas. A los
dro Doria, en 1982. Pero en la obra de 65 años escribió su biografía como ajuste
Bullrich no solamente aparecen retratados de cuentas o balance de vida: “y me ade-
tópicos como el amor, los conflictos entre lanto a decir que la primera vez que leí el
amantes, la soledad, la cuestión femenina,
2.  Bullrich, S., Los burgueses, Buenos Aires,
1.  Ibíd., p. 44. Sudamericana, 1964, p. 35.

• 232 •
BUSIGNANI B
Quijote ¡lo leí en francés!”, destaca en Mis y por algunos países latinoamericanos
memorias. Pasó los últimos años de su vida (Brasil, Bolivia, Perú). Este viaje, como le
en la ciudad uruguaya de Punta del Este. había ocurrido a Ernesto Guevara, cambió
Falleció en la misma ciudad que Borges, el su cosmovisión a partir del contacto con
2 de julio de 1990. las culturas amerindias y su literatura. En
L.V. 1964 sufre una experiencia crucial: a su
+ Gallardo, S.; Guido, B.; Ocampo, S. epilepsia suma desarreglos nerviosos que,
tras un intento de suicidio, lo llevan a la
Busignani, Mario Raimundo (Jujuy, reclusión en el Hospital Neuropsiquiátrico
29/09/1908 - 9/10/1990). Poeta, abogado Borda, donde traba relación con el poeta
y político: fue diputado provincial entre Jacobo Fijman, también internado allí. Se
1936 y 1938 e, inmediatamente después, casó dos veces: su primer matrimonio duró
diputado nacional hasta 1943. Uno de menos de un año. Su segunda esposa, la di-
los fundadores –junto a los poetas Jorge señadora Iris Alba, fue la madre de su hijo:
Calvetti, Andrés Fidalgo, Néstor Groppa y Emiliano.
al artista plástico Medardo Pantoja– de la La vocación poética de Bustos co-
revista literaria jujeña Tarja (1955-1960). rrió paralela a sus intereses por el dibujo.
Sus libros de poesía, que evidencian Como maestros, en las dos disciplinas ar-
huellas de la lírica española renacentista, tísticas, reconocía a Leopoldo Marechal
son: Tiempo ensimismado (San Salvador y a Juan Battle Planas, respectivamente:
de Jujuy, Gutenberg, 1947); Memorias de “Pintar el verbo es mi obsesión”, declararía
un asombro (San Salvador de Jujuy, Gu- en una entrevista de 1970.1 Trabajó como
tenberg, 1950); Imágenes para un río (San periodista cultural y crítico literario en las
Salvador de Jujuy, Gutenberg, 1960); Ci- principales revistas y periódicos de los años
fras de la apariencia (San Salvador de Ju- 70: Siete días, Panorama, La Nación, La
juy, Juárez Editor, 1970; publicado con el Opinión, El Cronista Comercial.
apoyo económico del FNA y prólogo de A partir de 1972, con los fusilamientos
Manuel Mujica Láinez); Cantos para Jujuy de Trelew y sobre todo con el golpe mi-
(Universidad Nacional de Jujuy, 1980); y litar de Chile (1973), se agudizó su com-
Días convocados (San Salvador de Jujuy, promiso político. Fue redactor de la revista
Buenamontaña, 1982). En 1989 fue de- Nuevo Hombre, dirigida por miembros
signado miembro de la AAL. del PRT, partido que en julio del 70 ha-
F.N. bía dado origen al ERP. El 30 de mayo de
1976 fue secuestrado y desde ese momento
Bustos, Miguel Ángel (Buenos Aires, permanece desaparecido.
1932 - desaparecido en Buenos Aires, Además de integrar diversas antologías,
1976). Poeta, artista plástico y periodista publicó cinco libros de poemas, cuatro de
cultural. Cursó la carrera de Letras en la los cuales fueron ilustrados por él mismo.
UBA, aunque no la terminó. Se destacó En 2007, su hijo compiló la obra en prosa
como políglota: estudió inglés, francés, ale-
mán, italiano, portugués y rumano. Entre 1.  Bustos, M.A., “América antes de la
violación”, Análisis, Buenos Aires, nº 508,
1960 y 1963 viajó por el norte argentino
8/12/1970.

• 233 •
B BUSTOS

de su padre con el título de Miguel Ángel rra” anticipa significativamente la tragedia


Bustos. Prosa, 1960-1976 (Centro Cultu- que habría de vivir su autor años después:
ral de la Cooperación “Floreal Gorini”). “Un día seré la ausencia visible de Miguel
Al año siguiente, también compilada por Ángel”.
el hijo, apareció su obra poética completa, Fragmentos fantásticos (Francisco A.
bajo el título del anteúltimo libro publica- Colombo, 1965) señala el camino hacia la
do por Bustos en vida: Visión de los hijos del voz propia de Bustos. Aparecen temas más
mal. Poesía completa (Argonauta). íntimos como la reflexión sobre la locura:
Su primer libro de poesía, Cuatro mura- “será el tigre incierto de la locura el que me
les. Un óleo (1957; ed. del autor), plantea lleve tanteando a la nada” (“Los patios del
lo que serían algunas de las características tigre”, p. 113); el suicidio: “aquel tigre de
de la poesía de Bustos: utilización del poe- titubeo y delirio del suicidio que en su boca
ma en prosa como forma privilegiada que me ahogará clamando” (ibíd.); la visión re-
convive con el poema en verso; coexisten- ligiosa desviada: “en tus manos encomien-
cia entre poesía y dibujo; utilización de do mi cuerpo” (“VI”, p. 154). El libro está
epígrafes propios, constante de su poesía; y estructurado por apartados temáticos (re-
por último, toma de posición que sostiene ligión, música, recuperación de lo prehis-
a lo largo de sus textos: “Ante el enigma pánico) y plantea una poesía de derivas ex-
que me representa la vida de un instante, perimentales: “Sea tu adiós mi más golpe”
la extraña multiplicación que une las cosas (“Arreglo para cuerdas y vocales”, p. 144).
y los hombres, sólo puedo proceder plan- El texto comulga con el arte poética propia
tándome justo en el filo de todo” (“Óleo de los años 70: “hago ensayos de mundos
único”, p. 23). desplazando pueblos enteros” (“Oboe para
Corazón de piel afuera (Nueva Expre- metales y palabras”, p. 147). El apartado
sión, 1959) está prologado por Juan Gel- “Memorias de mi muerte” vuelve a señalar
man. El texto, compuesto por poemas bre- la premonición poética de su destino: “El
ves, en prosa y en verso, posee un marcado ataúd es una estación que no conozco. […]
acento en lo infantil. Aparecen canciones Que maúllen de noche cerca de mi tumba
para niños que recuerdan a algunos poe- los enormes gatos cubiertos de plata, con
mas de Federico García Lorca: “Mamá / los pelos erizados de horror. Yo no estoy. Yo
lunita / suave / cálida. / Ven niño. Juega. no estuve jamás aquí” (pp. 169-170).
/ Mamá, / puñito / lleno / de besos. / Ven Visión de los hijos del mal (Sudamerica-
niño. Lávate. / Mamá / palomita / salto / de na, 1967), compuesto por poemas en pro-
estrellas. / Ven niño. Sueña” (“Canción del sa, aparece con un prólogo del que Bustos
niño y la mamá”, p. 44); y que justifican llama “maestro”: Marechal. En este texto,
las palabras de Gelman en el prólogo: “El el autor de Adán Buenosayres define al jo-
aire general de la pura niñez hace temblar ven poeta como “un agonista de su mun-
los poemas de Corazón de piel afuera”. La do interior” (p. 181). Bustos plantea en
poesía amorosa incluida retoma el discur- este libro la búsqueda desesperada de la
so nerudiano de los 70 y delata también la Armonía Celeste, lo que sin dudas atrae a
lectura de textos de poetas españoles como Marechal: “Si yo soy Hijo del Cielo, ¿a qué
Miguel Hernández. “Me afirmo en la tie- las leyes ausentes de un ritmo de Analogía

• 234 •
BUSTOS B
y Semejanza Celestial?” (“In Gloriam”, p. que lanzar sólo hará palabras” (“8”, p.
236). A lo largo de la obra desarrolla la 250-251).
relación del místico con el poeta, otro de Para terminar, queremos recuperar las
los tópicos del maestro. Los poemas pre- palabras con las que su amigo Juan Gel-
sentan una gran condensación, algunos se man lo recuerda: “ahora miguel ángel cru-
limitan al espacio de un verso o una frase: za la noche del país / va en un caballito
“Todo me mira sin párpados” (“120”, p. de fuego / se le caen palabras que tiemblan
210). Nuevamente aparece, sobre la es- como el sur / tira balazos de esperanza”
tructura religiosa, el desvío, lo herético, la (“Ahora”, Hacia el sur, México, Marcha
blasfemia: “Oh Navidad Navidad del dios Editores, 1982).
perdido yo te digo mi crucificado mis tres M.E.F.
clavos visionarios que ya es el tiempo. Ya
vienen yo los siento la legión desespera-
da la que beberá tu sangre límite de un
alcohol homicida. La legión salvaje que
violará tu madre, Virgen de un beso mi
Sol Negro, legión del orgasmo de los si-
glos últimos padre de un Cristo entre los
hombres” (“Navidad en los infiernos”, p.
218). Una vez más, en este libro pueden
rastrearse presentimientos nefastos de su
fin: “no se haga mi voluntad sino la del
horror” (“51”, p. 199).
En 1975 aparece El Himalaya o la
visión de los pájaros (Sudamericana), sin
duda su libro más maduro y complejo, el
que mejor manifiesta el sincretismo que
le interesa y el que plantea plenamente la
conciencia del proceso creativo. La pre-
gunta esencial que se hace el yo lírico trae
reminiscencias de la influencia de Mare-
chal: “¿Dónde hallaré la montaña santa
del Verbo final?” (“7”, p. 247). Elementos
del lejano Oriente aparecen mezclados
con elementos prehispánicos y cristianos:
Himalaya es la montaña mágica que hay
que subir para acceder a la poesía, cuya
conquista es concebida como un ascenso.
En este proceso encuentran lugar tanto
la voz de Polifemo como la de Malinche.
Y la concepción de la poesía es de índole
trascendente: “El que no tiene universos

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C

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CABAL C

Cabal, Graciela Beatriz (Buenos Aires, Entre sus entrañables personajes de ficción
1939 - 2004). Profesora en Letras, narra- se destacan Tomasito y Toby. Recibió el
dora oral, guionista de televisión y escri- Premio Konex en la categoría “Literatura
tora para chicos y adultos, Cabal trabajó infantil” en 2004. Sus obras para adultos
durante las décadas de 1960 a 1990 en el incluyen dos novelas con un fuerte sesgo
CEAL, donde fue secretaria de redacción autobiográfico, que entrelazan con agude-
de varias colecciones de importancia histó- za y sentido del humor la historia familiar,
rica, como “Nueva Enciclopedia del mun- íntima, con la social y colectiva: Secretos de
do joven”, “Capítulo. Historia de la litera- familia (Sudamericana, 1995) y Las cenizas
tura argentina” y “Los grandes poetas”. de papá (Suma de Letras, 2005). Además,
Realizó un intenso trabajo de difusión escribió los ensayos Mujercitas eran las de
de la lectura a través de su rol de presidenta antes y otros escritos (Sudamericana, 1998);
de la Asociación de Literatura Infantil y Ju- La emoción más antigua (Sudamericana,
venil de la Argentina (ALIJA) entre 1993 2001); y la obra de teatro Mantones y cu-
y 1995, y de vicepresidenta de la SEA en- plés (1997).
tre 2001 y 2004. Organizó y participó en L.M.K.
conferencias, seminarios, talleres, mesas
redondas y ciclos de lectura, en los que se CÁCERES, Germán (Buenos Aires,
refirió a temas como el sexismo en la litera- 1938). Economista, escritor, historietista y
tura, los cuentos de hadas y los medios de ensayista bonaerense. Fue miembro de la
comunicación, la imagen de la mujer en Comisión Directiva del Cineclub Núcleo y
los libros de lectura, el proceso creativo y el colaborador asiduo de la revista Tiempo de
perfil del lector. Cine. A su cinefilia responde su ingreso en
Cabal publicó decenas de libros para el mundo de las letras: la mirada especiali-
chicos, en temáticas que abarcan desde zada sobre la narración cinematográfica fue
la historia hasta la divulgación científica. determinante en su carrera de escritor. De-

• 239 •
C CÁCHARO

butó como cuentista en 1974 con El checo, de No había luna esa noche (Simurg, 2000),
la giganta y el enano, una antología de rela- libro a su vez galardonado con el 2º Premio
tos realistas. Su versatilidad le ha permitido de la Secretaría de Cultura de la Nación. Es
explorar también el universo de la literatu- autor de las obras dramáticas: Silvia en el
ra infantil; Cuentos para mocosos y purretes espejo, que recrea la vida de Rosa Cravchov
(1980) marcó su debut como reconocido de Resicoff, madre de Silvia, desaparecida
autor del género. Le siguieron las novelas por la dictadura junto a su esposo Mario
Soñar el paraíso (1996) y Traficantes de la Orzabat, y Memorándum. Su obra poética
selva (1999). Igualmente reconocida es su aún permanece inédita.
labor como historietista de la revista Fierro P.C.
y como uno de los autores del Diccionario
de uso de la historieta española (1997). CADÍCAMO, Domingo Enrique (Ge-
Sus múltiples trabajos en el periodismo neral Rodríguez [Buenos Aires], 1900
cinematográfico y en el mundo del cómic - Buenos Aires, 03/12/1999). Narrador,
lo posicionan también como ensayista. En dramaturgo, guionista y, esencialmen-
Entre dibujos, marionetas y pixels. Notas so- te, poeta. Sus padres, Ángel Cadícamo y
bre cine de animación (2004) se encuentran Hortensia Luzzi, emigraron a la Argenti-
desarrollados sus dos tópicos más recurren- na en 1880 provenientes de San Deme-
tes: la historieta y el film de animación. trio (Cosenza), Italia. Luego de pasar sus
Es autor de colecciones de cuentos primeros años entre General Rodríguez y
–Frankenstina (1977); Los pintores mueren Luján, en el aniversario del Centenario su
del corazón (1985)– y reconocidas novelas familia se mudó al barrio de Flores en la
–Los silencios prohibidos (1982); Matar una Capital Federal. En 1919 comenzó su tra-
vez (1992); Lluvia de esqueletos (2006). bajo en el Archivo del Consejo Nacional
En ensayo produjo Charlando con Super- de Educación, que le permitió vincularse
man (1988); Oesterheld (1993); Así se lee con escritores consagrados como Leopoldo
la historieta (1994); El dibujo de aventuras Lugones, Enrique Banchs y Héctor Pedro
(1996); La aventura en América (1999). Blomberg. Al mismo tiempo, frecuentaba
Como dramaturgo se distingue por Vamos la noche de Buenos Aires, que vivía su es-
a Manhattan (1998); Suicidios en la cuarta plendor en la nueva calle Corrientes a tra-
dimensión (1999); y El postre (2001). vés de los espectáculos de variétés y los ca-
V.L. barets. Allí se relacionó con los miembros
de las principales orquestas de tango de la
Cácharo, Guillermo Daniel (s/d). ciudad, como Osvaldo Fresedo y Juan Car-
Licenciado en Letras por la UBA, coordina los Cobián, con quien entabla una entra-
talleres literarios, además de desempeñarse ñable amistad. En 1924 escribe su primera
como corrector, docente universitario, es- letra de tango, “Pompas de jabón”, musica-
critor, dramaturgo e integrante del grupo lizada por el pianista Roberto Emilio Go-
de música medieval Ensamble Marion. En yeneche y estrenada al año siguiente por
1998 recibe el Premio de la Unión Latina Carlos Gardel. Cadícamo comenzó de este
del Concurso de Cuentos “Juan Rulfo” por modo su carrera como letrista. Fue uno de
“Paso de viejo”, relato que formaría parte los más importantes poetas del tango, que

• 240 •
CADÍCAMO C
contribuyó a definir y caracterizar este gé- en el libro Los poemas bajos (Corregidor).
nero popular, ya que hasta ese momento el La característica central de los poemarios
tango era fundamentalmente música para emerge desde el título de la compilación.
ser bailada. La luna del bajo fondo refleja el idioma,
En 1926 publica Canciones grises (Talle- los espacios y los personajes del suburbio
res Gráficos Porter Hnos.), su primer libro y, como señala Juan José de Soiza y Reilly,
de poemas de corte modernista. Éste es un marca una época como ya lo había hecho
momento consagratorio para Cadícamo, ya anteriormente Misas herejes de Evaristo
que es legitimado por diferentes figuras de Carriego. Los poemas de Cadícamo esta-
la cultura porteña: Lugones realiza la reseña blecen una fuerte distancia respecto de los
de su libro para La Nación y Gardel graba, modos de la Academia; escribe el lunfardo
entre 1927 y 1932, veintitrés de sus obras. con su propia sintaxis, la de los bares y los
En esos años el letrista viaja a Barcelo- cabarets, y lo profana con vocablos cultos,
na y a París, y a su regreso renuncia a su galicismos y germanismos. Cadícamo no
antiguo empleo. Conoce entonces a los desconoce la gramática, pero no encuen-
periodistas del diario Crítica, los herma- tra sino en el arrabal el alma de la poesía.
nos Enrique y Raúl González Tuñón, el La continuación natural de este libro es
Malevo Muñoz y Nicolás Olivari, quien Viento que lleva y trae; aquí el autor recurre
recientemente había publicado La musa de a una nostálgica evocación de un pasado
la mala pata. arrabalero para recrear el universo mítico
En la década de 1930 realiza viajes a de los malevos de antaño, las pulperías y
Madrid –alejándose de la agitada vida po- los viejos cafetines. Si bien reconoce que
lítica que vivía el país como consecuencia es un mundo ajeno al nuevo tiempo de la
del Golpe de Estado de Uriburu–, a Río ciudad, es la manera que encuentra para
de Janeiro con Charlo y José Razzano, y recuperar la esencia de lo popular. Para Ni-
finalmente, a Nueva York –acompañado colás Olivari, Viento que lleva y trae es la
por Juan Carlos Cobián–, donde triunfa síntesis del tango y su escenario e historia
en los escenarios de la bohemia neoyorqui- principal, el arrabal. En Los inquilinos de
na. Si bien en esta época estrena sainetes, la noche. Poemas lunfardos, Cadícamo reto-
comedias y revistas –muchas de ellas en co- ma, treinta años después, los grandes ejes
laboración– en el teatro, lo que predomina de su poesía para conformar una trilogía
es el comienzo de su apasionamiento por que pretende encontrar en los versos la len-
el cine y realiza sus primeros guiones, ac- gua de la calle.
tividad que lo mantiene alejado del tango En 1969 sale su novela Café de ca-
por un breve lapso. Ya en 1940 publica en mareras (Acleón). Historia dramática de
Buenos Aires La luna del bajo fondo (Ac- arrabal, se desarrolla en el Buenos Aires
cinelli) y en 1945 Viento que lleva y trae del Centenario, más precisamente en
(Fermata). Habrá que esperar hasta 1978 el barrio porteño de La Boca; este lugar
para que aparezca un nuevo volumen de característico le sirve a Cadícamo para
poemas: Los inquilinos de la noche. Poe- trabajar con el mundo de los compadri-
mas lunfardos (Fraterna). Estas tres obras tos y las cupletistas. Para César Tiempo,
fueron recopiladas por el autor en 1994 el texto se asocia a los grandes folletines

• 241 •
C CALABRESE

del siglo XX por ser un trozo de vida en gias”, “Garúa” y “Los mareados”. Gran
donde se cruzan lo artístico y lo social. cantidad de ellos han sido incluidos en
La impresión nostálgica por una ciudad filmes nacionales y extranjeros. Entre los
perdida (como así también sucede en sus innumerables premios que obtuvo se des-
libros de poemas) prevalece ante su nota- taca el Konex de Platino al Mejor Autor
ble anacronismo. En 1972 aparece Juan de Tango (1985). En 1996 fue nombrado
Carlos Cobián (SADAIC), una biografía Personalidad Emérita de la Cultura Na-
novelada de corte anecdótico y sentimen- cional, dos años más tarde recibió el Pre-
tal del músico con el que trabajó y com- mio SADAIC de Oro y, semanas antes de
puso innumerables tangos de extrema po- morir, el Premio a la Trayectoria otorgado
pularidad. En 1975 se publica La historia por el FNA.
del tango en París (Corregidor), en donde N.G. y M.F.P.
Cadícamo relata la vida del tango desde + González Tuñón, Enrique;
1912 –año en que el género arriba a la Olivari, Nicolás.
capital francesa– hasta 1952, incluyendo
su experiencia personal. El libro ofrece, CALABRESE, Elisa Teresa (Buenos
en breves crónicas, una galería de los per- Aires, s/d). Doctora en Letras por la UBA
sonajes más importantes que pasaron por (1986) y profesora titular de Literatura
dicha ciudad y de los lugares a los que lle- Argentina en la Universidad Nacional de
gó el tango, tales como el barrio parisino Mar del Plata, donde también se desem-
de Montmartre, los cabarets, los grandes peñó como vicedecana de la Facultad de
hoteles o los teatros. De 1984 es Debut Humanidades, directora del Departamento
de Gardel en París; cuyo tratamiento de de Letras, coordinadora de la Maestría en
guión cinematográfico superpone anéc- Letras y directora del Centro de Letras
dotas y diálogos imaginarios con persona- Hispanoamericanas (cuya revista creó y
jes y escenarios reales. Al momento de su dirige). Investigadora del Conicet, dicta
aparición, ofrece una mirada inexplorada seminarios de posgrado en universidades
de Carlos Gardel, de quien se conocerán nacionales y extranjeras. Autora del ensa-
más tarde innumerables biografías. yo Miguel Briante: genealogía de un olvido
Finalmente, en 1983 editó su primera (2001) y del estudio Animales fabulosos.
autobiografía, Bajo el signo del tango, re- Las revistas de Abelardo Castillo (2006),
escrita en diferentes oportunidades hasta multiplica artículos sobre literatura ar-
su última versión titulada Mis memorias gentina en revistas especializadas (Proa,
(Corregidor, 1999). En ella, Cadícamo Prisma, Celehis, Hablar de Poesía, Anales
narra su vida con una prosa simple pero de Literatura Hispanoamericana). Mereció
también escribe la historia de la ciudad los premios Alfonsina (literatura, 1989),
de Buenos Aires y sus personajes duran- Lobo de Mar (investigación, 1995) y la
te el siglo que lo tuvo como protagonis- Medalla de Plata Mujer del Año en el ru-
ta. Falleció el 3 de diciembre de 1999 en bro Cultura, otorgada por la Cámara de
Buenos Aires, habiendo escrito centenares Diputados de la Provincia de Buenos Aires
de tangos, entre los que se incluyen “Mu- (2001).
ñeca Brava”, “Anclao en París”, “Nostal- S.M.

• 242 •
CALAMARO C
CALAMARO, Eduardo Samuel (Bue­ cepción de la naturaleza como caja de reso-
nos Aires, 1917). Abogado, ensayista y nancia de la propia vivencia, respeto por las
poeta. Miembro de la Generación del 40, formas poéticas tradicionales, musicalidad
participa del movimiento poético no sólo (“Bogando, siempre bogando, / marinero,
como escritor sino también como editor marinero. / De nada sirven las rutas. / Nos
de libros de poesía y de una revista. Desde lleva el viento”). Es de notar, sin embargo,
el grupo editor Tiempo Nuestro, a fines de que la poesía de Eduardo Calamaro se aleja
la década de 1930, busca promover la poe- del individualismo neorromántico ya que
sía “en este tiempo nuestro de dificultades adquiere con frecuencia el tono del testi-
concitadas, de rejas por cada claro deseo, monio y la denuncia social. En los poemas
de subversión de circunstancias”. más comprometidos, el contraste entre los
En 1940 funda, junto a Miguel Ángel recursos líricos tradicionales, los nombres
Gómez y Julio Marsagot, la revista Canto. propios y la temática genera en el lector
Aunque sólo se editan dos números, la pu- un vago desconcierto que colabora eficaz-
blicación reúne a los principales represen- mente con la denuncia: “Obrero, sección,
tantes del movimiento neorromántico: Vi- montaje: / media vuelta, dos tornillos. /
cente Barbieri, León Benarós, José María En los talleres sin Dios: / media vuelta, dos
Castiñeira de Dios, Daniel Devoto, César tornillos. […] / Johnny Balbi está en la ca-
Fernández Moreno, Alberto Girri, Eduar- lle. / Treinta años, cuatro hijos. / Johnny
do Jonquières, Horacio Raúl Klappenbach, Balbi está en la calle. / Media vuelta, dos
Enrique Molina, Olga Orozco, Roberto tornillos”.2 Su obra ensayística confirmará
Paine, Alfonso Sola González, Juan Rodol- este interés por lo social y lo político, así
fo Wilcock. El vasto proyecto planteado en como la preocupación por el desvalido ser
la presentación de la revista consiste en re- nacional.
componer los lazos (lazos que las vanguar- En 1943 colabora en un libro editado
dias de los años veinte habrían distendido) por Rogelio Frigerio, Cultura nacional
entre poesía, subjetividad y espíritu del (Crisol). Su participación en la Intro-
pueblo, en el sentido que le daban los ro- ducción a los problemas nacionales de Ar-
mánticos alemanes: “Queremos para nues- turo Frondizi (Escorpio, 1965) refleja la
tro país una poética que recoja su aliento, comunión con el desarrollismo y con el
su signo geográfico y espiritual. Una poesía proyecto político y económico de “inte-
adentrada en el corazón del hombre, bien gración independiente” puesto en marcha
ceñida a su alma”.1 Este proyecto, tal vez por Frondizi entre su elección en 1958 y
más cercano a la poética individual de sus el golpe de estado de 1962. Convencido
fundadores que a la del grupo en general, de la necesidad de un análisis de las activi-
ya había sido puesto en práctica dos años dades culturales y sociales que reforzara el
antes por Calamaro en su libro Caramillo. proyecto desarrollista, Eduardo Calamaro
Versos (Tiempo Nuestro, 1938). Caramillo publica en 1963 La comunidad argentina
es una muestra elocuente del imaginario y (Losada): “La primera lección de nuestro
las formas retóricas de la Generación del estudio es que vivimos ahora las circuns-
40: fuerte presencia de la subjetividad, per- tancias propicias para completar la obra
1.  Canto, nº 1 (junio), 1940, p. 1. 2.  “Romance de Johnny Balbi”, Caramillo.

• 243 •
C calí

de nuestros antecesores y promover esta cas, aparecen como ejemplos de lo más


comunidad a los niveles más elevados del representativo de la poesía mendocina del
bienestar y del espíritu”. Se trataba enton- momento.
ces de describir un país “que cumple con De su obra poética, siempre respetuosa
la ley del esfuerzo creador, para ser el due- de las formas métricas tradicionales espa-
ño de su destino”. Veinte años más tarde, ñolas, se pueden mencionar Laurel de estío
con un epígrafe de Manuel Belgrano que (1946); Coplas del amor en vano (1960);
reza “¡Ay patria mía!”, publica La cultu- Capitán de ruiseñores (1966); Herencia
ra nacional. Examen crítico (Hachette, del árbol (1972); y Cantares de la duda
1985), relectura de La comunidad argenti- (1981).
na que oscila entre el desengaño y la espe- M.E.F.
ranza. Es también autor de El proyecto y la + Bufano, Alfredo; Di
muerte (Grupo Editor Latinoamericano, Benedetto, Antonio.
1992); La novela de la Argentina (Conti-
nente, 1999); Historia de una traición ar- CALLONI, Stella (s/d). Escritora y pe-
gentina (Sudamericana, 2005), sobre José riodista argentina, ganadora del Premio
Alfredo Martínez de Hoz; La lucha por el Latinoamericano de Periodismo “José
poder cultural (Libros del Zorzal, 2009). Martí” en 1986 por su labor como cronista
Su apellido continúa ligado a las labores y crítica de noticias internacionales. Es co-
artísticas de su etapa poética a través de rresponsal en Buenos Aires del diario mexi-
dos de sus hijos, los músicos Andrés y Ja- cano La Jornada, integrante de la Red de
vier Calamaro. Prensa No Alineados (<www.voltaire.org>)
M. Cám. y miembro del directorio de la Unión de
Trabajadores de Prensa (UTPBA).
Calí, Américo (Mendoza, 1910 - 1982). En su obra poética figuran: Los Subredes
Poeta, historiador y abogado. Desarrolló (1975); Cartas a Leroi Jones (1983), sobre
una amplia actividad docente en distintos el escritor negro norteamericano, y Poe-
niveles educativos: fue maestro en escuelas mas de transhumante (1998). Es asimismo
primarias, profesor en escuelas secunda- autora de una novela: El hombre que fue
rias y en la Universidad. Fundó, junto con yacaré (1998), finalista del concurso Casa
Ricardo Tudela, Alfredo Bufano y otros, la de las Américas 1992. El libro más impor-
SADE Mendoza y, poco antes de morir, tante de su investigación periodística es
fue elegido miembro de la AAL. Operación Cóndor. Pacto criminal (2005),
Como poeta, fue miembro del Grupo en el que vincula la política de exterminio
Regionalista Mendocino de 1925, que de la derecha latinoamericana con la Ope-
habría de dar sus frutos más acabados en ración Fénix lanzada por EE.UU. contra
la década del 40, influencia reconocida en la insurgencia en Vietnam. Este texto fue
la estética de autores como Antonio Di antecedido por Los años del lobo: Operación
Benedetto. Cóndor (1999) y Argentina, de la crisis a la
Miembro activo de la vida cultural resistencia (2002). Su militancia política,
de su época, Calí dirigió Égloga, revista visible en estos títulos y en sus elecciones
que, junto con Pámpano y Brigadas líri- periodísticas, también se manifiesta en su

• 244 •
CALMELS C
función de asesora del Centro Cultural de mar (D&B Editores, 1999; Premio Rodol-
la Cooperación (Buenos Aires). fo Walsh-Derechos Humanos); la antolo-
M.C. gía poética Marea en las manos (Colihue,
2006) y La almohada de los sueños (Coope-
Calmels, Daniel (Buenos Aires, rativa El Farol, 2007).
1950). Poeta y ensayista, es además psicó- L.M.K.
logo social y psicomotricista en el Hospital + Fijman, Jacobo.
de Clínicas y en el Hospital Garrahan,
ambos de Buenos Aires. Publicó una se- CALVEIRO, Pilar (Buenos Aires,
rie de libros vinculados con la investiga- 1958). Intelectual: quien tiene un com-
ción en el campo de la psicomotricidad: promiso histórico con su clase y, más, con
Espacio habitado; Cuerpo y saber; El cuer- su época. Conciencia crítica de la sociedad
po en la escritura; Del sostén a la transgre- en la que le toca vivir. Si bien la categoría
sión, editados los cuatro por Novedades de “intelectual” es de carácter valorativo,
Educativas en 2001; ¿Qué es la psicomo- en el sentido de que no representa una
tricidad? (Lumen, 2003); El cuerpo cuenta misma figura en todas las sociedades ni
(Cooperativa El Farol, 2004) y Juegos de todas las épocas, es posible postular tres
crianza (Biblos, 2004). inflexiones de esa categoría: intelectuales
Presumiblemente, a causa de su interés que enfrentan el poder, cooptados por el
profesional, el tema del cuerpo es uno de poder y que lo denuncian. Enfrentados,
los ejes centrales de su obra literaria, tanto cooptados, denuncialistas. La cooptación
en el terreno del ensayo como de la poesía. no merece mayores aclaraciones, salvo
Ha publicado dos ensayos acompañados apuntar que se relaciona con una suerte de
de ilustraciones y dibujos: El libro de los seducción por el poder: se dejan someter
pies: memoriales de un cuerpo fragmentado por él, porque en definitiva lo desean. Si el
(Biblos, 2001), indagación sobre las con- enfrentamiento presupone la denuncia a la
cepciones de los pies en la literatura, las ar- que se suma una acción, el denuncialismo
tes plásticas, las expresiones metafóricas, la queda en eso: suerte de quietud, aunque
cultura popular y las mitologías europeas nada despreciable. Para dar algunos nom-
y americanas, obtuvo el primer premio de bres: intelectuales enfrentados al poder, pa-
ensayo del FNA; mientras que en El Cristo radigmáticos, son José Martí, Severino Di
rojo: cuerpo y escritura en la obra de Jacobo Giovanni, Rodolfo Walsh, el Che Guevara.
Fijman (Topía, 1996; Faja de Honor de la Casos –podría agregar otros– agrupables
SADE) aplica sus conocimientos sobre el en dos vertientes: “letra de hierro” o letra y
dolor, la enfermedad y la simbología cor- “fierro”. Cuatro intelectuales de espléndida
poral a un minucioso análisis de la obra turbulencia. En esta serie pretendo situar a
literaria y pictórica de Fijman. Pilar Calveiro.
Calmels también ha publicado varios Intelectual y militante montonera
volúmenes de poesía y prosa poética: Qui- exiliada (y radicada) en México desde
pus (1981); Desnudos (1984); Lo que tanto 1979, luego de haber permancido bajo
ha muerto sin dolor (La Papirola, 1991); El secuestro ilegal –entre el 07/05/1977 y el
cuerpo y los sueños (Kine, 1995); Estrella- 25/10/1978– en distintos centros clandes-

• 245 •
C CALVEIRO

tinos de detención: desde Mansión Seré En cuanto a otros proyectos individuales


(en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, llevados a cabo por Calveiro, quiero hacer
bajo la jurisdicción de la Fuerza Aérea Ar- constar las investigaciones sobre el sistema
gentina) hasta la ESMA. penitenciario mexicano en la modernidad
Politóloga. En la Universidad Nacio- tardía, las nuevas formas de violencia es-
nal Autónoma de México, en la Facultad tatal en la reorganización hegemónica, la
de Ciencias Políticas y Sociales, cursó sus constitución de nuevas hegemonías a nivel
estudios a lo largo de los cuales se dedicó internacional y en América Latina, los usos
a investigar el tema del poder militar en políticos de la memoria, el sindicalismo en
Argentina y el poder familiar en México. la Argentina y América Latina.
Temas crispados que se concretaron en Participó en numerosos eventos acadé-
tres tesis: La autonomía relativa del poder micos en los que intervino, esencialmen-
militar en Argentina, 1943-1966 (de licen- te, sobre cuestiones relacionadas con los
ciatura); Poder y desaparición, campos de problemas y los desafíos de la memoria
concentración en Argentina, 1976-1980 (de –y complementariamente: la desmemo-
maestría); Confrontación, resistencia y fuga ria; la política bajo el perfil del terrorismo
en las relaciones de poder. Poderes masculinos de Estado y el poder concentratorio, por
y femeninos en el ámbito familiar urbano. ejemplo; la construcción del odio; el rol de
México, una reconstrucción según historias los derechos humanos y de la justicia; la
de vida (de doctorado). Estas tres tesis desaparición forzada como política de Es-
abarcan temas relacionaldos con el papel tado y la tortura como decisión política;
de la violencia estatal en los regímenes au- las formas de violencias hegemónicas en
toritarios en oposición a las articulaciones la reorganización del derecho; la ética; la
democráticas, en primer lugar, y con nue- transición a la democracia– en el subcon-
vas formas de violencia, en segundo. Am- tinente latinoamericano, ya que a raíz de
bos se desbordan sobre numerosos proyec- las largas y repetidas experiencias de vio-
tos de investigación actuales de Calveiro, lencia dictatoriales que articulan la historia
tanto colectivos como individuales, y sobre latinoamericana reciente, el concepto de
su actividad docente en la Universidad Na- memoria –y su rol propiamente político
cional Autónoma de México, la Universi- (la memoria de los muertos y de los sobre-
dad Autónoma de la Ciudad de México, vivientes, de esto se trata, constituye un
la Benemérita Universidad Autónoma de problema político)– se ha vuelto nuclear
Puebla (como en otras universidades lati- no sólo como forma de reivindicación para
noamericanas), en las que impartió e im- distintas agrupaciones (H.I.J.O.S. en la
parte materias como Teoría del Estado, Argentina, por ejemplo, la Comisión Ver-
Análisis Político Contemporáneo, Historia dad y Justicia en Paraguay, la Comisión
del Pensamiento Social y Político, Pensa- para el Esclarecimiento Histórico en Gua-
miento Político o seminarios sobre la Cons- temala, entre un largo etcétera) sino tam-
trucción del odio (encabalgado entre ética y bién, en la sincronía, como interrogación
política), el Encierro de personas, la Desapa- intelectual. Otras cuestiones sobre las que
rición de personas, cursos situables dentro se pronunció tienen que ver con la violen-
del ámbito general de las Ciencias Políticas. cia familiar: las relaciones de poder en la

• 246 •
CALVEIRO C
familia mexicana del sector mayoritario de literatura argentina, según indica Viñas–,
la población (el urbano), las relaciones de cuyo recuerdo solapado u “olvido” es pro-
poder y violencia en la vida cotidiana; el ducto tanto de una operación ideológica
rol de las mujeres, entrenadas –tradicional como de su institucionalización. Además,
y culturamente– para invertir las desventa- ese mismo título insinúa que esa constante
jas y usarlas a favor propio en situaciones tensión debe realizarse bajo la primacía de
límites; con el rol de la religión y el poder la política, y no al revés, como sucedió en
en las familias mexicanas; la religiosidad la década de 1970 y en el caso concreto de
como forma de sumisión o resistencia; las Montoneros. Este libro es un balance po-
políticas penitenciarias y un largo etcétera. lítico que somete la militancia a discusión.
Cuestiones y correlativos cuestiona- Se trata de una aproximación a la guerilla
mientos que se corporizan bajo la forma de los setenta y sobre todo de una puesta
genérica del ensayo y se desbordan en va- en foco de la experiencia de Montoneros
rios artículos y capítulos de libros. En este (y en menor medida del ERP) dentro del
sentido, cabe recordar los trabajos nuclea- marco del poder desaparecedor, de la “ci-
res de Calveiro: Trópico húmedo (México, rugía mayor” –definición de los milicos–,
CNA, 1994); Poder y desaparición. Campos que extirpara el “cáncer subversivo” de la
de concentración en Argentina 1976-1980 Argentina. Según Calveiro, Montoneros
(Colihue, 1998; reimpresiones: 2001, conformó una organización que pronto
2004, 2006), del cual hay también una perdió de vista su deseo de revuelta, deseo
edición en francés publicada en 2006: contestatario, esto es, su proyecto político
Pouvoir et disparition (París, La Fabrique); concretado, digamos así, en el cuestiona-
Desapariciones. Memoria y desmemoria miento del orden vigente bajo el perfil de
de los campos de concentración argentinos las relaciones personales, familiares, de
(México, Taurus, 2002); Redes familiares de pareja, del lugar de la mujer y un largo
sumisión y resistencia (México, Universidad etcétera que implicaba tomar el cielo por
de la Ciudad de México, 2003); Familia asalto con vistas a asumir –paradójicamen-
y poder. Violencia, memoria y religión como te– la misma lógica del enemigo: la orga-
formas de resistencia (Libros de la Arauca- nización militar y su inflexión jerárquica,
ria, 2005); Política y/o violencia (Norma, burocrática, altamente disciplinante. En
2005); El Estado y sus otros (Libros de la definitiva, en el lugar de la política, tem-
Araucaria, 2006), en el que fungió de coor- pranamente, Montoneros situó la violen-
dinadora. cia (las armas): “la lucha armada comenzó
Escrutar el pulso de la cultura nacional siendo la máxima expresión de la política
bajo la violencia de las ideas. Entonces: Po- primero, y la política misma más tarde”.1
lítica y/o violencia, empecemos por allí. A Se otorgó preeminencia a lo militar por so-
partir de esta coordinación/disyunción, re- bre lo político, inflexión que implicó, en
sulta claro que política y violencia no des- términos generales, una progresiva y pau-
criben una dicotomía nítida sino que son latina autonomización de las vanguardias
dos ejes en constante tensión. Todo pacto revolucionarias de sus bases (conformadas
social implica un origen violento –tal como
1.  Calveiro, P., Política y/o violencia, Buenos
sucede, sin ir más allá, en el origen de la
Aires, Norma, 2005, p. 129.

• 247 •
C CALVEIRO

por organizaciones territoriales, sindicales, –que hace sistema con Política y/o violen-
estudiantiles) y, complementariamente, cia– mueve sus cuestionamientos a partir
una desvinculación de las masas. Corri- de un postulado de H. Arendt: “cualquiera
miento de lo político hacia lo militar o, que hable o escriba acerca de los campos
mejor, preeminencia de la violencia por de concentración es considerado como un
sobre las acciones estrictamente políticas sospechoso; y si quien habla ha regresado
que, según Calveiro, constituyó uno de los decididamente al mundo de los vivos, él
errores fundamentales de las vanguardias mismo se siente asaltado por dudas con
de los setenta. Y que, en parte, las hace respecto a su verdadera sinceridad, como
responsables de su destino trágico: fueron si hubiera confundido una pesadilla con
derrotadas también por razones inherentes la realidad”. En ese libro, como dice Gel-
al propio proyecto revolucionario. Quiero man, victorioso –que se hace cargo de re-
decir que los movimientos revolucionarios latos invisibilizados para hacer emerger el
–y sus cuadros dirigentes sobre todo, como sentido apresado en esa palabra invisibili-
en el caso concreto de Montoneros– tie- zada: ese sentido que tiene una connota-
nen importantes responsabilidades en lo ción política–, Calveiro aborda el proble-
que atañe al desenlace catastrófico de los ma de la última dictadura como modelo
años setenta. “Este deslizamiento hacia lo específico de autoritarismo a través de la
militar se va a ir dando desde antes de la puesta en foco del “poder concentracio-
ruptura con Perón, cuando se inicia la con- nario” y de la experiencia de los campos
frontación interna dentro del movimiento de concentración-exterminio. Autorita-
peronista. Allí se comprueba que Monto- rismo que tiene sus raíces en el primer y
neros no sabe pelear en términos políticos, consternante golpe militar de la historia
que pretende resolverlo desde el lugar de la argentina: el del 6 de septiembre de 1930.
presión, de la fuerza, de la exhibición de su Práctica autoritaria por medio de la cual se
fuerza. Ya ahí hay algo muy peligroso, una pretendió garantizar el retorno del orden
incapacidad política”.1 y cuya voluntad de borrar toda disidencia,
Quisiera recordar ahora, aunque sea de exterminar la militancia armada junto
rapidísimamente, lo que es posible definir con sus contornos más inmediatos –como
como la visión de(sde) las víctimas. De la política de Estado, en la Argentina– estaba
perversidad de la dictadura, máximo ade- presente desde mucho antes del golpe de
mán de la mayor degradación y miseria 1976. Un autoritarismo, además, que en
humanas2 nace un libro que es un acto la sincronía apuntaba a borrar toda hue-
de redención política: Poder y desaparición lla de sus ademanes represivos. Calveiro
muestra cómo desde los años anteriores
1.  Calveiro, P., “Quienes condujeron la gue-
rrilla deben reconocer sus errores” (reportaje), a 1976 se preanunció de manera directa,
Clarín, 16/10/2005. explícita, lo que vendría después. A partir
2.  De ambos lados. De uno, el del verdugo, del 24 de marzo de 1976, “la desaparición
y del otro, el del humillado, el que resiste: y el campo de concentración-exterminio
“Nadie olvida: ni los verdugos ni los humilla- dejaron de ser una de las formas de la re-
dos. Los verdugos, porque apretar a una per-
sona es una experiencia límite, feroz, infame, olvidamos” (“David Viñas ante el vértigo del
miserable. Y nosotros, las víctimas, tampoco tiempo” [entrevista] en Cultura, La Habana).

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CALVEIRO C
presión para convertirse en la modalidad vido a ellas: Graciela Geuna (secuestrada
represiva del poder, ejecutada de manera en el campo de concentración de la Per-
directa por las instituciones militares”.1 La la, Córdoba, correspondiente al Ejército),
política oficial entrelazó, así, modalidades Martín Grass (secuestrado en la ESMA,
legales y subterráneas de represión duran- correspondiente a la Armada), Juan Carlos
te los años que duró la dictadura militar. Scarpatti (secuestrado y fugado de Campo
Calveiro pone en foco la sociedad argen- de Mayo, del Ejército), Luis Tamburrini
tina contemporánea del llamado “Proceso (secuestrado y fugado de Mansión Seré,
de Reorganización Nacional” para advertir correspondiente a la Fuerza Aérea) y Ana
que éste no fue una perversión –o, diga- María Careaga (secuestrada en El Atlético,
mos, un hecho lateral o ajeno a la socie- Capital, correspondiente a la Policía Fede-
dad argentina–, sino un fenómeno que se ral). El ensayo –relato del martirio que lo-
inscribe en su historia íntima. Y que como gra un distanciamiento crítico a través de la
tal se encuentra estrechamente asociado a escritura: Calveiro solapa el yo testimonial
ella. El Proceso y la sociedad son “consus- en procura de una tercera persona lúcida,
tanciales” o, si se quiere, articulan la figura que formula con rigor crítico un análisis
de un Jano institucionalizado: “campo de filosófico-político– lee en los pliegues, los
concentración y sociedad se pertenecen, resquicios, las íntimas fisuras de las formas
son inexplicables uno sin el otro. Se refle- moldeadas por el poder “portador de la sal-
jan y se reproducen”.2 vación nacional”, ejercido en la Argentina
La autora narra de manera rigurosísima a lo largo de los años de la última dictadu-
y apasionada su propia experiencia frente ra. Formas concretadas en la lógica de la
al horror militar como cautiva y sobrevi- desaparición como nueva inflexión de in-
viente de los campos clandestinos de de- tervención política. Allí, además de desen-
tención y exterminio (que hoy Calveiro trañar el origen del genocidio y formular la
prefiere pensar como campos de aislamien- génesis de lo que ella denomina el “poder
to, en la doble acepción de aislamiento de desaparecedor”, reflexiona sobre la vida en-
los “delincuentes terroristas” respecto del tre la muerte “de los prisioneros, [sobre] la
resto de la sociedad y de los militantes des- esquizofrenia de los verdugos, [de] los cru-
aparecidos entre sí, dentro del espacio del ces obligados entre unos y otros. Las dife-
campo). El método de trabajo que da vida rentes actitudes de los unos y los otros. No
a este ensayo está dado por el nexo entre elude tema alguno, ni aun el todavía hoy
reflexión político-filosófica y constatación urticante en la Argentina de las sospechas
vivencial (el mismo utilizado por Calveiro que se propinan a los sobrevivientes de un
en Redes familiares de sumisión y resisten- campo [...]. Desmonta la fácil división de
cia, construido a partir de cuatro relatos los cautivos en ‘héroes’ y ‘traidores’ y abor-
de vida). En efecto, lo filosófico-político da la dura complejidad de ese problema en
se trenza con el relato de sujetos que han un universo dominado por los tormentos,
vivido situaciones de sumisión y sobrevi- el silencio, la oscuridad, el corte brutal con
el afuera [...], la arbitrariedad de los victi-
1.  Calveiro, P., Poder y desaparición, Buenos
Aires, Colihue, 2006, p. 27. marios, señores de la vida y la muerte, su
voluntad de convertir a la víctima en ani-
2.  Ibíd.

• 249 •
C CALVETTI

mal, en cosa, en nada”.1 En definitiva, si es Castilla o Jaime Dávalos, Calvetti nunca


cierto que se trata de un libro victorioso, pudo ser catalogado como un poeta de
también puede pensarse como un acto de lo popular. En 1944 obtuvo el Premio
redención política colectiva, ya que su tras- Iniciación de la Comisión Nacional de
cendencia real atañe al futuro de un pasado Cultura por Fundación en el cielo, su pri-
que aún no ha concluido. mer libro. En 1955 fundó el grupo Tarja,
R.C. y la revista del mismo nombre (Jujuy,
+ Gelman, Juan; Viñas, 1955-1961), cuya dirección compar-
David; Walsh, Rodolfo. tió con los escritores Mario Busignani,
Andrés Fidalgo, Néstor Groppa y el artista
Calvetti, Jorge (Maimara [Jujuy], Medardo Pantoja. El nombre de esta pu-
1916 - Buenos Aires, 2002). Poeta, narra- blicación –que se refiere a una raya o mar-
dor, ensayista y docente. Hijo de un im- ca que se trazaba en la libreta de cuentas
portante diputado radical de su provincia para relevar los días de trabajo cumplidos
de origen –Don Froilán Calvetti,– se tras- por un peón– fue sugerido por él y acep-
ladó a Buenos Aires en 1926 junto con su tado por el resto de los participantes por
familia. Después de terminar sus estudios unanimidad. La revista Tarja se proponía
en el Colegio “San José”, se vinculó con la reivindicación del trabajo intelectual
prestigiosos poetas, entre ellos Leopoldo y creativo dentro de la sociedad norteña,
Lugones, Alfonsina Storni, Macedonio unida a la intención de marcar la presencia
Fernández, Jorge Luis Borges y Carlos del interior en la cultura argentina.
Mastronardi. De los últimos dos fue, ade- En esa misma época, Calvetti regresó a
más, un gran amigo. Ellos lo introdujeron Buenos Aires para desempeñarse como pe-
en el vasto y variado universo de la cultu- riodista en el diario La Prensa, profesión de
ra argentina durante la década de 1940. la que se jubiló en 1983. Entre las décadas
Estudió astrología con Xul Solar y siguió de 1950 y 1990 publicó siete volúmenes
cursos de patrística junto con Roque Raúl de poesía: Libro de homenaje (1957); Imá-
Aragón, quien años después firmaría con genes y conversaciones (1966); La Juana Fi-
él el libro Genio y figura de José Hernández. gueroa (1968) –aquí se retoma una figura
Pero fue la poesía, sin duda, su mayor in- femenina de la historia de Salta convertida
terés. Cuando su padre abandonó la vida en mito–; Solo de muerte (1976); Memoria
política, la familia volvió a Maimara. Allí terrestre (1983; antología); Poemas conje-
Calvetti se dedicó a actividades rurales, es- turales (1992) y Obra poética (1997; an-
pecialmente la doma de caballos, pero sin tología), que forma parte de la colección
abandonar la escritura. Como otros poetas “Poetas Argentinos Contemporáneos” pu-
del Noroeste participó de las tradicionales blicada por el FNA. En todas estas obras
tertulias folklóricas en las que alternaban se puede apreciar el interés de este poeta
músicos, artistas plásticos y otros escrito- por dar protagonismo al paisaje y las voces
res. Sin embargo, a diferencia de Manuel de su tierra, pero siempre desde la mira-
da de un hombre cosmopolita; y aunque
1.  Gelman, J., “Preludio”, en Calveiro, P., dijera de sí mismo que era un forastero
Poder y desaparición, Buenos Aires, Colihue,
en Buenos Aires, sus años de formación
2006.

• 250 •
CALVEYRA C
en esta ciudad se evidencian en ese rasgo bierno francés el título de Comendador de
de su escritura. Calvetti también publicó la Orden de las Artes y las Letras.
tres obras narrativas: Alabanza del Norte Su obra, iniciada a fines de la década
(1944); El miedo inmortal (1968); Escri- de 1950, comprende: Cartas para que la
to en la tierra (1993), en las que se podía alegría (Coop. Impresora y Distribuidora
apreciar la forma particular que tenía de Argentina, 1959); El diputado está tris-
moverse entre lo regional y lo universal. te (Leonardo, 1962); Moctezuma (París,
Realizó, además, numerosos ensayos en- Gallimard, 1968); Latin American Trip
tre los que se destacan Juan Carlos Dávalos (Caracas, Monte Ávila, 1978); La cama de
(1961), uno de los estudios más rigurosos Aurelia (Plaza y Janés, 1990); El hombre
que se hicieron sobre el prestigioso poeta del Luxemburgo (Tusquets, 1997); Morse
salteño, y Genio y figura de José Hernández y otros textos (Mate, 1999); Si la Argenti-
(1973). En 1984 fue elegido miembro de na fuera una novela (Simurg, 2000); Libro
la AAL, de la que llegó a ser vicepresidente. de las mariposas (Córdoba, Alción, 2001);
En 1993 recibió el Gran Premio de Honor Diario del fumigador de guardia (Vox,
de la SADE. En 1986, participó como ac- 2002); El origen de la luz (Sudamericana,
tor, interpretándose a sí mismo, en el film 2004); Maizal del gregoriano (Adriana Hi-
Gombrowicz, o la seducción. (Representado dalgo, 2005); Diario de Eleusis (Adriana
por sus discípulos) de Alberto Fischerman, Hidalgo, 2006); Poesía reunida (Adriana
filme que recrea la estadía del gran escritor Hidalgo, 2008); El cuaderno griego (Adria-
polaco en la Argentina. En 2002, el direc- na Hidalgo, 2010).
tor de cine Gustavo Fontán filmó El paisaje A.J.
invisible, documental en el que Jorge Cal-
vetti cuenta su vida desde una perspectiva Calvo, Rubén (Buenos Aires, 1955).
cercana a la muerte, tema recurrente en Crítico cinematográfico, periodista, na-
su obra. Unos meses después de terminar rrador, fotógrafo. Escribe también bajo el
la filmación, el poeta murió en su casa de nombre de Guadi Calvo en distintos me-
Buenos Aires. dios de difusión de diferentes países, como
S.F. las revistas culturales Archipiélago (México),
+ Dávalos, Juan Carlos. Rampa (Colombia), Rayentru (Chile),
XIcóATL (Austria), Zoom (Argentina).
CALVEYRA, Arnaldo (Mansilla [En­ Su labor crítica y periodística se focaliza
tre Ríos], 1929). Poeta y dramaturgo. en general en el cine latinoamericano, la
Estudió y publicó sus primeros libros en la realidad social de América Latina y temas
Argentina. En 1961 viajó a Francia con una relacionados con lo periférico.
beca para escribir su tesis sobre los trova- Publicó un libro de cuentos: El guerrero
dores provenzales; desde entonces reside en y el espejo (Filofalsía, 1990) y una novela,
ese país. Sus textos poéticos y teatrales han Señal de ausencia, (Corregidor, 1993). En
sido traducidos al francés y sus obras fue- el primero explora con nitidez fotográfica
ron estrenadas en Buenos Aires, Córdoba, la soledad, el desamparo, la humillación, el
Montréal y París. En 1999 recibió del go- dolor, la vejez, la locura, la marginalidad,
la muerte. Esos estados recrudecen en los

• 251 •
C CAMPANELLA

finales de relato, con frecuencia, desauto- Campos, Martín (Buenos Aires,


matizantes o desconcertantes. En cuanto a 1929 - 1996). Poeta, narrador, dramatur-
la novela, es posible adscribirla a la litera- go y periodista. Colaboró en los diarios
tura urbana, ya que relata una semana en la Crítica y El Mundo, en la página literaria
vida de un joven, Floreal Soler, que deam- de la Gaceta de Tucumán –dirigida por
bula por una Buenos Aires hostil. El pro- Daniel Dessein– y en la revista Centro
tagonista se topa con otros personajes que, (1951-1956) del Centro de Estudiantes
como él, habitan los ámbitos marginales de la Facultad de Filosofía y Letras de la
de la ciudad y viven los cotidianos retos de UBA. Formó parte del Consejo Editor de
la miseria. El texto configura con crudeza la revista literaria El Barrilete (1963-1968;
un mundo de pobreza urbana y examina un último número se publicó en 1974),
la dinámica interpersonal de personajes de fundada por Roberto Jorge Santoro y en
futuro sin esperanza. la que participaron, entre otros, Ramón
P.N. Plaza y Horacio Salas. Ha publicado los
poemarios Poemas para la infancia del hom-
CAMPANELLA, Hebe (Buenos bre (Botella Al Mar, 1955); El temor y la
Aires, 1925). Docente, ensayista y crítica búsqueda (Stilcograf, 1960); Desde un vasto
literaria, también escribe teatro y cuento. recuerdo (Siroco, 1961); Con el puño entre
Obtuvo su doctorado en la UBA y fue be- los dientes (Ediciones El Barrilete, 1963);
cada por la Fundación “Pedro de Mendoza” Cuando el perro es uno mismo (Stilcograf,
para realizar estudios  en la Universidad 1964) y la obra teatral El vendedor de san-
Complutense de Madrid. Recibió el  pri- gre. Farsa dramática (Burnichon, 1963).
mer premio en ensayo inédito del FNA En 1964 prologó, con “Palabras para no ser
y el tercer Premio Municipal por su texto leídas”, De tango y lo demás (El Barrilete)
Valle Inclán, materia y forma del esperpento. de Santoro. Publicó también un libro de
Por su ensayo La generación del 80 obtu- cuentos: El almanaque (Sudestada, 1968).
vo la Pluma de Plata del Pen Club y el se- En su obra se observan alusiones políticas
gundo Premio Municipal “Ricardo Rojas”. y cierto interés por producir una crítica so-
También consiguió el primer Premio de cial a través de un lenguaje que introduce
Ensayo “Eduardo Mallea” de Buenos Aires marcas del lunfardo y del habla porteña.
por La novela histórica y otros ensayos.     F.N.
Su obra comprende: Valle Inclán: ma-
teria y forma del esperpento (Epsilon, CAMURATI, Mireya (Buenos Aires,
1980); La generación del 80 (Tekné, 1983); 1934). Crítica literaria, egresó de la
Enrique Larreta: el hombre y el escritor UBA y se doctoró en la Universidad de
(Marymar, 1987); La novela histórica ar- Pittsburgh. Es profesora de Literatura
gentina e iberoamericana hacia fines del si- Hispanoamericana en la Universidad del
glo XX (1969-1999) (Vinciguerra, 2003); Estado de Nueva York (Buffalo).
Caminos críticos por la creación literaria Publicó numerosos estudios críticos
de Iberoamérica  y Argentina (1940-1999) en revistas especializadas de los EE.UU.,
(Dunken, 2007). Iberoamérica y Europa. Entre sus libros,
A.J. La fábula en Hispanoamérica (México,

• 252 •
CANAL FEIJÓO C
UNAM, 1978) intenta definir la fábula y de Santiago del Estero (1937). El mismo
su relación con otros géneros literarios en año edita su obra de teatro más famosa,
nuestro continente, mientras Poesía y poéti- Pasión y muerte de Silverio Leguizamón, es-
ca de Vicente Huidobro (García Cambeiro, trenada en 1944.
1980) expone la influencia de Emerson en Respecto de su rol como intelectual,
el creacionismo. Coeditó, junto con Jor- junto a otros artistas y escritores funda el
ge J.E. Gracia, el ensayo Philosophy and grupo La Brasa en 1925, dedicado a orga-
Literature in Latin America: A Critical As- nizar ciclos de conferencias con disertantes
sessment of the Current Situation (Albany, de nivel internacional (Waldo Frank, Her-
State University of New York Press, 1989). mann Keyserling, Roger Caillois); editaban
En Bioy Casares y el alegre trabajo de la in- un periódico mensual y libros de diverso
teligencia (Corregidor, 1990) estudia los carácter, literario y científico, obras de sus
temas, técnicas y recursos narrativos del integrantes, además de presentar exposi-
autor y en Los “raros” de Borges (Corregi- ciones. En la década de 1940, fue impul-
dor, 2007) aborda los autores marginales sor del PINOA (Congreso de Planificación
como Xul Solar, John Wilkins o Michael Integral del Noroeste Argentino), en el
Innes que merecen la atención del escritor cual mostró preocupación por la cuestión
a lo largo de toda su obra. del desarrollo de su provincia y de toda la
N.G. y M.F.P. región del noroeste argentino. Desde esa
posición, propuso un aprovechamiento
CANAL FEIJÓO, Bernardo (Santiago integral de los recursos naturales y huma-
del Estero, 1897 - 1982). Abogado, ensa- nos y estimuló el análisis de las causas que
yista, poeta y dramaturgo. A los doce años afectaban a la región para buscar solucio-
se trasladó a Buenos Aires y estudió en el nes eficaces. Según su planteo, el desarrollo
Colegio Nacional. En 1918 se graduó en de la planificación integral debía postular y
Derecho por la Facultad de Derecho y explicar tres aspectos: el socio-económico,
Ciencias Sociales de la UBA y se docto- el del ambiente físico y la cultura regional.
ró en Jurisprudencia y Ciencias Sociales El costado poético de su obra lo inte-
en 1922. Durante los años que vivió en gran cinco libros publicados a lo largo de
Buenos Aires recibió la influencia de las su vida, que suman a los de los años 1920 y
vanguardias literarias y se alineó con la 1930 La rama ciega (1942). En Penúltimo
estética ultraísta, sumándole algunos ele- poema del fútbol se adelanta a los poetas de
mentos nacionalistas, como lo verifican los los 60 que tomarían el fútbol como tema
libros de poemas con los que inició su ca- estético y escribe un conjunto de poemas
mino literario: Penúltimo poema del fútbol vanguardistas, prosa poética y versos libres,
(1924); Dibujos en el suelo (1930); La rueda en el que la pelota y los jugadores son vistos
de la siesta (1930); y Sol alto (1932). En la a través de un prisma estetizante y moder-
década de 1930 Canal Feijóo, inscribién- no. A partir de La rueda de la siesta (1930),
dose en la corriente del ensayo de interpre- Canal Feijóo tomará un camino en conso-
tación nacional, comienza una serie de es- nancia con su producción ensayística, que
tudios vinculados a la cultura popular con desembocará en su preocupación por la
el Ensayo sobre la expresión popular artística cultura regional, argentina y americana.

• 253 •
C CANAL FEIJÓO

Si bien el género más explorado en la la maldita viuda”, Canal Feijóo cree encon-
obra de este autor fue la ensayística, po- trar una aproximación al Edipo rey de Sófo-
demos dividir dicha producción en dos cles, pero desde una perspectiva diferente
grupos: el primero, de ensayos culturales ligada con el mito en acción, la oralidad y
y literarios; el otro, de ensayos históricos la aproximación elemental).
y sociológicos. En el primer grupo se en- Por otro lado, retomando la división en
cuentran algunos textos relacionados con la ensayística de Canal Feijóo, el segundo
la cultura popular –Ensayo sobre la expre- grupo conformado por ensayos históricos
sión popular artística de Santiago del Estero y sociológicos comprendería las siguientes
(1937); Mitos perdidos (1938); Burla, credo obras: Nivel de historia (1934); Proposi-
y culpa en la producción anónima (1952); ciones en torno al problema de una cultura
La leyenda anónima argentina (1970); y popular (1944); Confines de Occidente: no-
De las aguas profundas en el Martín Fierro tas para una sociología de la cultura ameri-
(1972)– y otros que exploran, en parti- cana (1954; reelaboración de Proposiciones
cular, el teatro –La expresión popular dra- en torno…); De la estructura mediterrá-
mática (1943); Tragedia y tragedia ameri- nea (1948); Teoría de la ciudad argentina
cana (1952); Una teoría teatral argentina (1951); Constitución y revolución argentina
(1956)–. En los ensayos de Canal Feijóo (1955); Integración constitucional argentina
sobre cultura popular, se advierte una in- (1957); Alberdi y la proyección sistemática
clinación por las leyendas y los mitos po- del espíritu de Mayo (1961); Fundación y
pulares argentinos como género particular frustración en la historia argentina (1977);
y autóctono. A la par de dicha preocupa- Lugones y el destino trágico (1977). En Nivel
ción, su ensayo De las aguas profundas en el de historia analiza ciertas anomalías en la
Martín Fierro plantea una lúcida reflexión relación entre el hombre y la tierra duran-
sobre la obra de José Hernández, símbolo te el proceso cultural de Hispanoamérica,
alegórico de las vicisitudes de nuestro país, en general, y de la Argentina en particu-
considerándolo un poema de corte bíblico, lar. Este análisis, que luego continuará en
ya que en éste podría leerse el problema Proposiciones… (1944) y en Confines de
del destino humano después del “peca- Occidente (1954), comienza analizando la
do” y antes de la idea de “salvación”. Para relación que los conquistadores estable-
Canal Feijóo, el destino de Martín Fierro, cieron con la nueva tierra y deriva, luego,
extensible a la Argentina, está privado de en una concepción de la historia sostenida
la promesa de la gracia (no hay un favor en el “juego sinérgico” entre dos tipos de
divino que lo perdone y lo conduzca ha- factores: los “naturales” (físicos, étnicos,
cia el bien) y condenado a pagar las culpas, demográficos; que también podrían de-
como ocurre con el país. nominarse “nacionales”) y los “artificiales”
En cuanto a su producción sobre teatro (técnicos, económicos y políticos, espiri-
popular, en su libro La expresión popular tuales o culturales; que podrían denomi-
dramática (1943) recorre distintos relatos narse “universales”). En esta obra, por otra
populares, los pone en relación con los mi- parte, Canal Feijóo vincula estrechamente
tos griegos y analiza sus particularidades la historia con la geografía y avanza uno
(por ejemplo, en el caso de la “leyenda de de los temas centrales de Proposiciones…:

• 254 •
CANAPARO C
la relación raza-tierra (binomio en el que de 1980. Por su obra obtuvo los siguientes
se puede leer un rasgo nacionalista y, en premios: primer Premio de la Comisión
cierto modo, esencialista). En 1954, Canal Nacional de Cultura (1938); primer Pre-
Feijóo publica una de sus obras más rele- mio Municipal (1944); segundo Premio de
vantes, Confines de Occidente: notas para Ensayo otorgado por la Dirección Nacional
una sociología de la cultura americana, libro de Cultura (1958); primer Premio Losada
en el que despliega una serie de ideas, entre de Ensayo (1962); Gran Premio de Honor
las que se destacan los contactos entre las otorgado por la SADE (1963); Premio
culturas indígena y la hispánica, vinculadas Puma de Oro otorgado por la Fundación
con los problemas precisos de la cultura ar- Argentina para la Poesía (1980); Premio
gentina en su proyección americana. Den- al Mérito en Letras (1980); Premio “Sixto
tro de la ensayística histórica y sociológica Pondal Ríos” otorgado por la Fundación
de Canal Feijóo, además, encontramos un Odol (1981); y Premio de la Agrupación
subgrupo de obras centradas en la figura Cultural Gente de Letras (1981).
de Alberdi y su pensamiento: Constitución Murió en 1982.
y revolución argentina (1955); Integración M.R.
constitucional argentina (1957); Alberdi y la
proyección sistemática del espíritu de Mayo Canaparo, Claudio (Campana
(1961) y una obra que cierra este conjun- [Buenos Aires], 07/10/1962). Especialista
to, Lugones y el destino trágico (1977), bara- en sociología de la ciencia y docente en el
jando los conceptos de destino, historia y área de estudios culturales de la Universidad
tragedia para explicar la figura y la obra del de Exeter, Inglaterra.
“poeta nacional”. De intensa labor académica, autor de
Finalmente, entre las tres obras dra- numerosos artículos, su obra comprende:
máticas de Canal Feijóo –Pasión y muerte El artificio como cuestión. Conjeturas en tor-
de Silverio Leguizamón (1937); Los casos no a Respiración artificial (Rosario, Beatriz
de Juan (1954); y Tungasuka (1963)–, se Viterbo, 1998); la compilación Jorge Luis
destaca la primera, ya que pone en escena Borges: intervenciones sobre pensamiento y
un mito popular heroico en el personaje de literatura (Paidós, 2000; junto a William
Silverio Leguizamón como la mítica figura Rowe y Louis Annick), colección de artí-
rebelde, resumen de los ideales de libertad culos entre los que figura: “De Bibliogra-
y justicia del pueblo. phica ratio” (pp. 199-247), de su autoría;
A la par de su obra literaria y cultural, Imaginación, mapas, escritura. Noción de
Canal Feijóo se desempeñó en diversas espacio y perspectiva cognitiva (Zibaldone,
funciones institucionales en el ámbito 2000); El perlonghear. Postulados de un
educativo: fue presidente del Consejo de pensamiento posracionalista (Zibaldone,
Educación de Santiago del Estero; decano 2001); The Manufacture of an Autor. Rei-
interventor de la Facultad de Humanida- naldo Arenas’s Literary World, his Readers
des de la UNLP (1956-1957); director del and Other Contemporaries (Londres, King’s
Departamento de Actividades y Relaciones College London / Centre for Latin Ameri-
Culturales de la UBA (1958-1966); y, fi- can Cultural Studies, 2001); una edición
nalmente, presidente de la AAL a partir crítica del libro de relatos del colombiano

• 255 •
C CANCELA

Álvaro Mutis, Abdul Bashur, soñador de La primera obra publicada por Cancela
navíos (Madrid, Cátedra, 2003); Ciencia fue Cacambo (Ediciones Selectas América,
y escritura. Una historia retórica e intelec- 1920; reproducida también en El burro de
tual de Nature (1869-1999). La Nature- Maruf), breve diálogo ficcional-filosófico
lización del pensamiento científico (Zibal- en el que retoma la figura del sirviente
done, 2004); Muerte y transfiguración de tucumano del Cándido de Voltaire. Su
la cultura rioplatense. Breve tratado sobre el siguiente libro, Tres relatos porteños (Glei-
pensamiento del espacio en el Río de la Plata zer, 1922) lo llevó a la popularidad. Las
(Zibaldone, 2005); Latin American Studies tres historias, que mantienen su eficacia
in the UK. Bulletin of Spanish Studies (vol. humorística aún hoy en día, retratan con
LXXXIV, nº 4-5 [junio-julio], 2007, pp. precisión e ironía a la sociedad argentina
441-676; con Luis Rebaza-Soraluz y Wil- contemporánea y, especialmente, a sus
liam Rowe); El enigma de lo real. Las fron- élites. “El cocobacilo de Herrlin” es una
teras del realismo en la narrativa del siglo XX contundente parodia de la burocracia ar-
(Berna, Peter Lang, 2007; en colaboración gentina a partir del relato de las desventu-
con Geneviève Fabry). Su última obra es: ras de un científico sueco contratado por
Geo-epistemology. Latin American and the el gobierno argentino para eliminar a una
Location of Knowledge (Berna, Peter Lang, hipotética plaga de conejos; “Una semana
2009). de holgorio”, cuyo título juega con las pa-
P.C. labras huelga y jolgorio, cuenta los sucesos
de la Semana Trágica a través de la mirada
Cancela, Arturo (Buenos Aires, entre cínica y autista de un cajetilla porte-
1892 - 1957). De ascendencia gallega, ño que recorre las calles de Buenos Aires;
nació en Buenos Aires en 1892. Empezó “El culto de los héroes” ironiza acerca de
estudios en medicina, que abandonó las pretensiones aristocratizantes de la alta
muy pronto, e ingresó en el Instituto del burguesía argentina. El libro resultó un
Profesorado Secundario, de donde se reci- éxito rotundo: en menos de un año agotó
bió en 1913. Trabajó como periodista en cinco ediciones, obtuvo el Premio Muni-
La Nación durante tres décadas, a partir cipal de Literatura de 1922 y fue traduci-
de 1912; fue el primer director del suple- do al inglés. Adolfo Bioy Casares sostu-
mento literario de ese diario, entre 1920 y vo más tarde que los relatos de Cancela
1925. A partir de ese momento, y en las fueron para él un estímulo central para
décadas siguientes, colaboró con diversas buscar un tono porteño en los ambientes
revistas literarias y humorísticas, entre ellas y diálogos de sus cuentos y novelas. La in-
La Nota, Martín Fierro, Leoplán, Popurrí y fluencia de Cancela se advierte asimismo
La Novela Semanal. en las parodias de Bustos Domecq, cuyos
Su producción literaria comenzó con dardos apuntan a discursos socialmente
una pieza de teatro en tono de comedia: prestigiosos como el periodismo, la polí-
El día de la flor (en colaboración con Gus- tica o la Academia.
tavo Landívar), estrenada en 1915, a la Con su estilo barroco y erudito, y una
que más adelante seguirían El origen del marcada atención por la realidad política
hombre (1923) y Sansón y Dalila (1925). y social, en la década de 1920 Cancela se

• 256 •
CANCELA C
ubicaba a mitad de camino entre los gru- aplaudida como su obra maestra. En ella,
pos de Florida y Boedo. En este sentido, un profesor francés de visita en Buenos Ai-
una de sus bromas más recordadas es, jus- res es prácticamente secuestrado por una
tamente, su propuesta de superar dicha di- delirante agrupación llamada Modive
visión por medio de una fusión que llevara (Monopolio Oficial de Ilustres Visitantes
el nombre híbrido de “Escuela de la calle Extranjeros), cuyo objetivo es agasajar del
Floredo”. modo apropiado a los viajeros distingui-
Sin abandonar su estilo humorístico, dos y evitar “que caigan en manos de gen-
luego de Tres relatos porteños publicó varios te de medio pelo, guarangos y demás, que
libros de ensayos en los que tocaba temas les den una falsa impresión de lo que es
literarios, filosóficos y políticos: El burro de el país”. Cancela se burla así de la actitud
Maruf (Gleizer, 1925); Palabras socráticas a de la intelectualidad argentina frente a los
los estudiantes (Gleizer, 1928); y Film por- viajeros ilustres que pulularon por Bue-
teño: del diario de Nasute Pedernera (Ana- nos Aires después del Centenario, como
conda, 1933). Keyserling, Clemenceau o Waldo Frank.
Durante la Guerra Civil Española Retoma el motivo del sabio extranjero
(1936-1939), Cancela firmó manifies- entrampado en una burocracia absurda,
tos y se movilizó en favor del gobierno que ya había aparecido en “El cocobacilo
franquista. También formaba parte del de Herrlin”, y también parodia discur-
grupo profranquista Pilar de Lusarreta, sos periodísticos, académicos, políticos
con quien Cancela comenzó a colaborar y jurídicos. La novela remite inmediata-
en 1939. Fueron coautores de las obras de mente a Cervantes y la picaresca españo-
teatro: El culto de los héroes; El amor a los la, tanto por pequeños detalles formales
sesenta; Alondra (Bonasito, 1949); y Dos (por ejemplo, el estilo de los títulos de los
más dos igual a dos, publicada luego de la capítulos), como por los rasgos quijotes-
muerte de ambos (Cajica, 1968). Tam- cos del propio Landormy (en especial, su
bién escribieron los diálogos de Petróleo, percepción ingenua y distorsionada de la
película dirigida por Arturo Mom (1940) realidad), que provocan buena parte de
y el cuento “El destino es chambón”, in- los efectos cómicos de la obra. Además,
cluido en la Antología de la literatura fan- al igual que en el Quijote, las peripecias
tástica de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy de Landormy son frecuentemente inte-
Casares y Silvina Ocampo (Sudamerica- rrumpidas por bifurcaciones sorpresivas
na, 1940). de la trama que se ocupan en detalle de
De 1939 data la primera novela de personajes u objetos secundarios. Si bien
Cancela, La mujer de Lot, publicada por esas digresiones parecen haber tenido al-
el Club del Libro, que reproduce en tono guna motivación (Rodolfo Modern ha
humorístico el diario ficticio de un inge- señalado que la figura del doctor Aníbal
niero argentino que trabaja para el ejérci- Izquierdo, a quien está dedicada la más
to británico en África del Norte durante extensa de esas digresiones, es una parodia
la Primera Guerra Mundial. Su segunda del diputado Alfredo Palacios), lo cierto
novela, Historia funambulesca del profesor es que en la actualidad le quitan brillo y
Landormy (Espasa-Calpe, 1944), ha sido eficacia narrativa a la novela.

• 257 •
C CANÉ

En 1945 la SADE, fuertemente com- a organizaciones métricas clásicas, como la


prometida con el antiperonismo, expulsó a copla, el romance y el soneto. Este rigor
Cancela y a Leopoldo Marechal, que se ha- formal y la sencillez acotada de sus versos
bían negado a aceptar esa línea política. En permitieron también que se relacionara su
respuesta, Cancela fundó en 1947 la Aso- trabajo con el de Enrique Banchs.
ciación de Escritores Argentinos (ADEA), Único hijo varón de un hogar enlazado
afín con el peronismo, junto con Marechal, con la élite dirigente del período, pasó su
Manuel Gálvez, Pilar de Lusarreta, Nicolás infancia y adolescencia en su ciudad natal.
Olivari, César Tiempo, Brandán Caraffa y Alternó el ejercicio del periodismo en me-
Horacio Rega Molina, entre otros. dios porteños con el desempeño de tareas
A partir de la década de 1940, Cancela relacionadas con su profesión de escribano
trabajó como profesor de filosofía, prime- en los Tribunales de Mercedes. En 1917
ro, e inspector de enseñanza secundaria, apareció en La Prensa su primer cuento,
después, hasta su muerte, ocurrida en Bue- “De la vida”, y más tarde colaboró en Caras
nos Aires en 1957. y Caretas, revista en donde publicaría algu-
Exceptuando los Tres relatos porteños, nos de sus versos. Mal estudiante (1925), su
la mayor parte de los cuentos de Cancela debut en poesía, ganó el premio de la Edi-
fueron publicados después de su muerte, torial Babel por decisión unánime de un ju-
en la recopilación De campanarios y rasca- rado consagratorio integrado por Leopoldo
cielos (Espasa-Calpe, 1965); uno de ellos, Lugones, Enrique Banchs y Fernández Mo-
“El suicida y el león de Persia”, ilustrado reno. El trabajo refiere con tono desenfa-
por Luis Seoane, forma parte del volumen dado y burlón el chismorreo pueblerino de
Cuentistas y pintores (Eudeba, 1963). una sociedad pudibunda y conservadora,
L.M.K. que desaprueba con desdén resignado su
inclinación por las letras. Su segundo poe-
CANÉ, Luis (Mercedes [Buenos Aires], mario, Tiempo de vivir (1927), manifiesta
1897 - 01/03/1957). Poeta nacido en la la celebración de la vitalidad creadora y
localidad bonaerense de Mercedes y alista- el goce sensorial. Con Romancero de niñas
do en una perspectiva lírica directa e inti- (1932) presenta un corredor de imágenes
mista del entorno cotidiano, sin atavíos ni pueriles y luminosas, desde una dimensión
fatuidades metafísicas, aunque regida por evocadora que retoma el camino de la in-
estrictas pautas formales. Esta ligazón a la fancia, los secretos y el enamoramiento
experiencia del acontecer diario y la adop- que no se declaró. Una de la piezas de más
ción de un tono confidencial hizo que se honda ternura que comprende el libro es
asociara su vasta producción a la tendencia “Romance de la niña negra”: “Las otras ni-
denominada “sencillismo”, caracterización ñas del barrio / jugaban en la vereda; / las
suscitada a partir de las primeras obras otras niñas del barrio / nunca jugaban con
de Baldomero Fernández Moreno. Pese ella. / Toda vestida de blanco, / almidonada
a coincidir la publicación de sus produc- y compuesta, / en un silencio sin lágrimas
ciones iniciales con la efervescencia expe- / lloraba la niña negra”. Cané inicia en Ro-
rimental de las vanguardias, la poesía de mancero del Río de la Plata (1936) el cantar
Cané guarda filiación hispánica y adhiere evocador que recupera el pasado colonial

• 258 •
CANGI C
de conquistadores, malones indígenas y En el marco de su labor periodística es-
vecinos del puerto, en clave entre histórica cribió, con el seudónimo Luis Canela, la
y legendaria. El carácter de los moradores sección “Cancionero porteño” del diario
de antaño y la vastedad de la pampa baldía Crítica por espacio de siete años. También
proporcionan motivos poéticos a un plan tuvo a su cargo el suplemento literario del
forjador de identidad. En este romancero, diario Clarín y, durante una década, las po-
la composición “Ciudad de conquistadores pulares secciones “Clarín porteño” y “Ca-
(siglo XVII)” describe los peligros que una nela deportiva” del matutino. Cora Cané,
travesía afronta en la desmesurada campi- su esposa, lo reemplazaría en la confección
ña: “Gente guerrera es el indio / y, aunque de la primera de estas columnas, la más an-
no provoca guerra, / ronda por los aleda- tigua del periódico, tras su muerte a causa
ños / destruyendo sementeras, / asaltan- de una dilatada enfermedad, el 1º de marzo
do caravanas / y despojando las huertas. / de 1957.
Vecino que, por negocios, / hasta Santa Fe Eudeba imprimió en 1965 la antología
se arriesga, / antes de emprender camino / de poemas Luis Cané, con prólogo y selec-
confiesa, comulga y testa”. Este propósito ción de Ángel Mazzei. Décadas más tarde,
de remembranza prosigue en Cancionero en franca revalorización de su obra, la Co-
de Buenos Aires (1937) y Nuevos romances lección Identidad Nacional presentó Luis
y cantares de la Colonia (1938). Ya en Libro Cané. Antología (1994), con un estudio
en espera (1941) irrumpe en su poética la preliminar de Cora Cané.
reflexión sobre la muerte y las cavilaciones L.P.
de la madurez, lejos de aquellos versos de + Fernández Moreno, Baldomero.
inspiración juvenil. Tu amor y veinte cen-
tavos (1945) alude al galanteo candoroso e CANGI, Adrián (1965). Doctor en
inocente del cortejo, más proclive a ocasio- Filosofía y Letras por la Universidad de San
nar el rubor de la amada que a incitar el Pablo y profesor en la UBA, la Fundación
arrebato pasional. Bailes y coplerías (1945) Universidad del Cine y la Universidad
enseña un conjunto de sencillas composi- Nacional del Centro de la Provincia de
ciones, concisas e ingeniosas, que a partir Buenos Aires.
de la manipulación de un lenguaje colo- Es autor de: Lúmpenes peregrinaciones.
quial y directo producen cierto efecto de Ensayos sobre Néstor Perlongher (1996);
comicidad. Roberto Echavarren. Performance: género y
Cané incursionó en la narrativa con los transgénero (2000); Néstor Perlongher. Evita
relatos de Marido para mi hermanita (1928) vive e outras prosas (2001); César Aira. A
y trató la poesía en prosa en El amor de las trombeta de vime (2002), entre otros. Parti-
muchachas (1934). Asimismo, extendió su cipó en los libros: La ética y otros demonios
escritura al drama y brindó tres obras de (1997); Cóncavo y convexo. Escritos sobre
teatro que se estrenaron en distintas salas Spinoza (1999; volumen colectivo); Instan-
de Buenos Aires: Yo quiero ser torero (1931) tes y azares. Escrituras nietzscheanas (2002);
–en colaboración con Oscar R. Beltrán–; Glauber Rocha. Del hambre al sueño. Obra,
Vanidad (1942) y Un agujero para mirar al política y pensamiento (2004); Papeles insu-
cielo (1948). misos. Ensayos de Néstor Perlongher (2004);

• 259 •
C CANO

Roberto Echavarren. Fuera de género. Cria- ción en lengua y literatura; se destaca su


turas de la invención erótica (2007; a cargo Configuraciones. Un estudio de las figuras
del posfacio). retóricas (Puerto de Palos, 2001).
En el dominio de la literatura argentina, E.M.
ha trabajado sobre la obra de Macedonio + Alvarado, Maite.
Fernández, Roberto Arlt, Osvaldo Lam-
borghini, Copi, Witold Gombrowicz, Cé- CANTO, Estela (Buenos Aires, 1919 -
sar Aira y Milita Molina. 1994). Nacida en Buenos Aires, se desem-
M.R. peña como periodista dirigiendo la revista
Nuestras Mujeres y colaborando en la revis-
Cano, María Fernanda (Buenos Aires, ta Sur, así como en publicaciones y diarios
1965). Narradora, dramaturga, poeta. En nacionales. Se inicia como narradora con
el terreno de la ficción publicó El error la colección de cuentos Los espejos de la
(Simurg, 2000), novela con la que fue fi- sombra (Claridad, 1945), que ella misma
nalista del concurso La Nación en 1999. ilustra. Ese año, gana el Premio Imprenta
Narra el retorno a su pueblo natal de un López, cuyo jurado estaba integrado por
hombre que busca aclarar acontecimientos Victoria Ocampo, Adolfo Bioy Casares,
en los que estuvieron involucrados sus pre- Leónidas Barletta, Guillermo de Torre y
decesores y discute indirectamente su iden- Julio Aramburu, lo que le permite publi-
tidad a través de su genealogía. Personajes, car su primera novela, El muro de mármol
lugar (un hipotético pueblo de la costa), (Losada, 1945). Con la misma novela y el
tiempo y acontecimientos (algunos parti- mismo jurado, gana el Premio Municipal
cularmente dramáticos: incendios, muertes en 1945. De 1950 es El retrato y la imagen
violentas) son expuestos con un lenguaje (Losada), en su opinión, su mejor nove-
neutro que crea en el lector un efecto de la. Con su libro El hombre del crepúsculo
atemporalidad, vacío, ausencia. (Sudamericana, 1953) gana la Medalla de
Algunos de sus cuentos aparecen en Honor de la SADE en 1953. En 1956, la
antologías españolas, como la Antología de Editorial Goyanarte da a conocer El es-
autores argentinos de Siruela. Publicó tam- tanque, más tarde traducida al ruso y al
bién Beowulf (Del Eclipse, 1994), versión rumano.
con destinatario escolar de la historia tra- En sus primeras novelas sobresalen lo
dicional y se representó su versión de Pul- fantástico, lo simbólico y lo mítico-re-
garcito (en coautoría con Maite Alvarado), ligioso. Su narrativa tiene una clara nota
dirigida por Ana Alvarado. Su poesía fue poética, que rompe con las convenciones
premiada (en un concurso de estudiantes del realismo. Asimismo, discute el rol es-
de Filosofía y Letras de la UBA en 1989; y tablecido para las mujeres y cuestiona los
en la Bienal de Arte Joven de la Ciudad de estereotipos de género por medio de la
Buenos Aires en 1999) y apareció en diver- representación de la liberación femenina a
sas publicaciones: Cuadernos de Almafuerte través de una religiosidad no tradicional.
(Almafuerte, 1988) y en otras ediciones in- Su admiración por la psicología de Carl
dependientes. Es autora además de abun- Gustav Jung se pone en evidencia en los
dantes materiales didácticos y de divulga- climas oníricos de su narrativa y en los

• 260 •
CANZANI C
personajes indios o mestizos. El misterio se rebajamiento moral del sujeto enunciador.
construye en torno a la unión del sujeto Sería interesante leer dicho rebajamiento
indígena con el sujeto mujer, es decir, me- como una operación retórica destinada a
diante la identificación con el rechazado fortalecer su juicio respecto de la subjetivi-
por la sociedad. Se trata de una revalori- dad de su objeto. En lugar de haber tenido
zación de la barbarie unida a lo cósmico un rol positivo en la vida de Borges, Canto
y a una utopía de trascendencia. En nove- se propone como su lectora privilegiada.
las como El hombre en el crepúsculo, pero La escena central de Borges a contraluz es
también en Isabel entre las plantas (Falbo, la arenga del psiquiatra del escritor, quien
1966) o Ronda Nocturna (Emecé, 1980), la alienta a que se case con él por amor a la
los personajes femeninos de Paula, Isabel patria y a la literatura argentina. Finalmen-
y Marta sufren una caída irremediable que te, la ruptura de la pareja se desencadena
conduce al suicidio, la humillación, la de- por la afiliación de Canto al Partido Co-
gradación y el fracaso, al que parece conde- munista y por las supuestas maquinaciones
nada toda intención romántica. matrimoniales de la madre de Borges. Una
Estela Canto utilizó, para algunas de característica notable del tomo es la frag-
sus publicaciones, los pseudónimos Alma mentariedad y la hibridez genérica, que lo
Canto y Evelyn Clift. Fue traductora del sitúa entre biografía, crítica literaria y carta
francés y del inglés para editoriales como íntima.
Sudamericana, Goyanarte, Emecé, Losada A.J.
y Siglo XX. Ha difundido sus cuentos en
La Nación, El Hogar, Sur y La Gaceta. En CANZANI, Ariel (1928 - 1983). Poeta
1990 Espasa-Calpe publicó Borges a con- y periodista, marino y capitán del buque
traluz, en el que Canto relata su relación La Pampa. Además de haber colaborado
con Jorge Luis Borges. El tomo incluye en el periódico Alberdi de Vedia, provincia
cartas, postales y fotografías del breve idilio de Buenos Aires, fue director y fundador
romántico de ambos. Varias de sus afirma- de la importante publicación Cormorán y
ciones suscitaron gran polémica en el en- delfín. Revista Planetaria de Poesía (1963-
torno cultural de la época. Según algunos 1973).
críticos, el texto sería una biografía auto- El “planetarismo” profesado como
biográfica que juega con las convenciones motor y objeto de la actividad literaria se
de ambos géneros. Borges, entonces, pare- funda en la socialización de la literatura,
cería tan sólo un pretexto para dar cuenta su internacionalización y la ampliación del
de la propia obra de Canto, así como de público lector. Se trata de “una poesía al al-
su rol en la explicación de la subjetividad cance de todos”, situada “fuera de todo tipo
y el “problema sexual” de Borges. Subyace de grupos o de clanes” y propulsora de los
al texto un tono de culpa por una supuesta fines revolucionarios. Cierto pesimismo en
“superficialidad” en su trato con Borges, relación con el futuro del socialismo tiñe
así como un halo de patetismo. Asimis- su obra poética y periodística. Como edi-
mo, la rivalidad con la madre del escritor tor, dirigió la colección de poesía “Dead
surge en forma explícita. Algunos críticos Weight” en la cual publicó autores de diver-
han dicho que el resultado del libro es un sas lenguas. En 1977, la dictadura militar lo

• 261 •
C CAPANNA

secuestró, pero su familia y el Consejo Ar- (Sudamericana, 1984); Idios Kosmos: claves
gentino para la Paz lograron su liberación. para Philip K. Dick (Axxón, 1991; reedita-
Entre sus obras publicadas se destacan: do en 1995 por Almagesto como Philip K.
La sed (1960); El sueño debe morir maña- Dick. Idios Cosmos); J.G. Ballard. El tiempo
na (1962); Filásticas de la angustia (1963); desolado (Almagesto, 1993); “Contactos”
El payaso del incendio (1965); Monigo- extraterrestres (Claretiana, 1993); El mito
tes (1966); Poemas loxodrómicos (1968); de la nueva era. Vino viejo en odres descarta-
Clamor (1968); Poemas del círculo vicioso bles (Criterio-Paulinas, 1993); La tentación
(1970); Poemas del crecimiento necesario de la magia (Claretiana, 1995); Excursos.
(1974); Poemas para que viva la esperanza Grandes relatos de ciencia ficción (Simurg,
(1977); De mar en mar, de tierra en tierra 1999); Andrei Tarkovski: el ícono y la pan-
(1979), Poemas dióptricos (1980); y Los co- talla (De la Flor, 2003) e Historia de los
liosos (1980). extraterrestres (Capital Intelectual, 2006).
V.L. Ha realizado también la recopilación de
artículos Ciencia ficción, la otra respuesta
Capanna, Pablo (Florencia [Italia], al destino del hombre (Timerman Editores,
16/11/1939). Residente en la Argentina 1976) y las antologías de cuentos Ciencia
desde 1949, es Profesor de Filosofía, egre- ficción argentina (Aude, 1990) y El cuento
sado de la Facultad de Filosofía y Letras de argentino de ciencia ficción (Nuevo Siglo,
la UBA, y se ha desempeñado como docen- 1995). Una obra conspicua, como es más
te en la Universidad Tecnológica Nacional, que evidente, que en dos oportunidades
la Universidad Católica Argentina y la obtuvo el Premio Pléyade de la Asociación
Universidad del Salvador. Argentina de Editores de Diarios y Revistas
En cuanto a su producción ensayísti- (1991 y 1992), el Diploma al Mérito de la
ca, la obra de Capanna se ha consagrado Fundación Konex en 1994 en la categoría
fundamentalmente a temas vinculados con “Ciencia ficción” y cinco veces el Premio
el campo de la ciencia ficción. Además de Más Allá, otorgado por el Círculo Argen-
numerosos artículos aparecidos en el suple- tino de Ciencia Ficción y Fantasía (1985,
mento “Futuro” del diario Página/12, en la 1991, 1992, 1995 y 1996).
revista Criterio (de la cual ha sido vicedi- Capanna es sin dudas una figura funda-
rector y cuyo Consejo de Redacción inte- cional en la Argentina en lo que concierne
gró entre 1971 y 2001) y en publicaciones a la crítica de la literatura de anticipación
dedicadas a la ciencia ficción tales como El científica. Su primer libro, El sentido de la
Péndulo, Minotauro y Axxón, Capanna ha ciencia ficción, dos veces reeditado y nota-
publicado los libros El sentido de la cien- blemente ampliado, constituye no sólo una
cia ficción (Columba, 1967) –ampliado y propuesta teórica para la definición del gé-
reeditado con el título El mundo de la cien- nero y su periodización, sino también la pri-
cia ficción (Ediciones Letra Buena, 1992) mera obra en lengua española dedicada a ese
y como Ciencia ficción, utopía y mercado campo literario ignorado por la Academia
(Cántaro, 2007)–; La Tecnarquía (Barce- a fines de los años 60. La libertad teórica
lona, Barral, 1973); El Señor de la tarde. que exhibe su práctica crítica, más vincula-
Conjeturas en torno de Cordwainer Smith da con lo ensayístico que con la rigidez del

• 262 •
CAPARRÓS C
discurso académico, le posibilita la lectura de la organización Montoneros de corta
de los textos desde las claves interpretativas existencia (diciembre de 1973 - agosto de
más diversas. En este sentido, su discurso se 1974), que cuenta entre los miembros de
entrega alternativamente a las descripciones su staff a Rodolfo Walsh, Paco Urondo,
formales y al análisis sociocrítico, sin temer Juan Gelman y Miguel Bonasso.
al poder explicativo del dato biográfico (es- En 1983 trabaja en la sección cultural
pecialmente en sus trabajos consagrados a del diario Tiempo Argentino. En 1984 apa-
Jim Ballard y a Philip Dick) ni a la expli- rece Ansay o los infortunios de la gloria (Ada
cación pormenorizada del nivel simbólico, Korn Editora), novela histórica construida
alegórico y aun metafísico de los textos. Al sobre la base de una suma de géneros, coro
respecto, el “Apéndice” a Idios Kosmos pue- polifónico, carnaval, como se ha dicho en
de ser leído como una poética y una ética frías estepas. La historia de un oscuro go-
de la práctica crítica tal como la entiende bernador del virreinato, las postrimerías de
el autor: se trata de escapar tanto de la “crí- la Revolución de Mayo, la pregunta por los
tica androide” –aquella interesada por la orígenes, esbozadas en un complejo articu-
descripción cientificista y pretendidamen- lado de formas distintas: memoria, ensayo,
te objetiva de los elementos constitutivos crónica de Indias, epístola, guión dramáti-
de una obra, cuyo modelo se encontraría co. Ficción que, por momentos, devela la
en las corrientes teóricas francesas– como “cocina” de la escritura en una suerte de
de la “crítica empática” –aquella de cuño distanciamiento brechtiano; o, si se quie-
neokantiano que, en el intento de evitar el re, de apartado reflexivo que constituirá
objetivismo, igualmente dificulta la com- un procedimiento estilístico constante a
prensión en tanto no logra evitar identifi- lo largo de toda su obra. Ese mismo año
carse con la perspectiva del autor. Entre una conduce, junto a Jorge Dorio, el programa
y otra, la actitud “simpática” permitiría un de radio Sueños de una noche de Belgrano.
diálogo productivo y verdadero con el texto En 1986 publica No velas a tus muertos (De
literario. Esta modalidad de intervención, la Flor), una historia de jóvenes militantes
caracterizada por la polémica, atraviesa la de los setenta y su primera novela, escri-
totalidad de la producción de Capanna des- ta durante el exilio en París y Madrid, y
de sus comienzos hasta hoy. A principios de culminada significativamente el 1º de julio
los 70 reivindicaba la legitimidad del género de 1981, séptimo aniversario de la muerte
contra sus detractores. Y ya en el siglo XXI del general Perón. En 1987 se desempeña
anuncia el agotamiento de la ciencia ficción como editor de la revista El Porteño y par-
y el final de un ciclo literario. ticipa de la creación del diario Página/12.
F.N. Al año siguiente, dirige la revista Babel, de-
dicada en lo fundamental al comentario de
Caparrós, Martín (Buenos Aires, libros, e integrada por Dorio, Pauls, Gue-
29/05/1957). Escritor, traductor y pe- bel, Chitarroni y otros escritores jóvenes e
riodista, Licenciado en Historia, autor irreverentes del grupo Shanghai, que pro-
profuso de novelas, ensayos, crónicas y ponían, en una suerte de programa estético,
relatos de viajes. Se inicia muy joven en la desconfianza ante los grandes temas y las
la redacción del diario Noticias, periódico totalidades, el trabajo sobre el fragmento y

• 263 •
C CAPARRÓS

la digresión, la autonomía y manipulación del segundo y tercer tomo, que abarcan los
de los géneros; todo con algo de dandis- períodos 1973-1976 y 1976-1978, respec-
mo y exotismo. En 1990, publica El tercer tivamente. También colabora con el texto
cuerpo (Norma), una novela policial, y La “Apariciones” para el ensayo fotográfico
noche anterior (Sudamericana), que narra de Marcelo Brodsky Buena memoria (La
la travesía de una pareja por las costas de Marca, 1997), dedicado al tema de los jó-
Grecia, sin abandonar ciertas disquisi- venes secuestrados-desaparecidos del Co-
ciones metaliterarias: “Charles Delacroix legio Nacional de Buenos Aires. De 1999
anotó que si la luz de una estrella tarda 20 es su proyecto novelístico más ambicioso:
años en llegar a la tierra [...], toda estrella La historia (Norma), texto monumental,
es, en realidad, la historia de una estrella, de casi mil páginas, en el que postula una
el signo que da cuenta de ella, que de ella civilización entera, que transita todos los
queda. Toda estrella es literatura, realismo géneros y se sirve de ciertos procedimien-
barato, novela histórica” (p. 25). En 1992, tos borgeanos para trasvasarlos y parodiar-
aparece Larga distancia (Planeta), crónicas los. Del mismo año es La guerra moderna
de viajes publicadas originalmente en la (Norma), otro libro de crónicas de viajes,
revista Página/30 bajo el título “Crónicas implacable en la descripción de siniestras
de fin de siglo”, que le valdrían el Premio realidades en medio de paisajes paradi-
Rey de España de periodismo, en las que síacos, en el que “desplegó una suerte de
priman la denuncia social, el sesgo iróni- cronista bufo, cobardón y autodenigrato-
co, la reflexión sobre el género y el cuidado rio, contracara clownesca del investigador
por la forma. En 1993 le otorgan la beca comprometido”.1 En 2001, aparece Extin-
Guggenheim; la misma que rechazaran, en ción, últimas imágenes del trabajo en la Ar-
otras ocasiones, Haroldo Conti y David gentina, libro de fotografías de Dani Yako
Viñas. Al año siguiente, publica Dios mío, acompañado de textos de nuestro autor,
un viaje por la India en busca de Sai Baba y Un día en la vida de dios (Seix Barral),
(Planeta), crónica centrada en la figura del novela en la que dios es mujer. En abril
famoso gurú con el objetivo de concertar de 2002, poco después del estallido social
una entrevista y preguntarle, en definitiva: del 20 de diciembre de 2001, publica Qué
“¿Cómo es ser un dios?” (p. 320). En 1995, país. Informe urgente sobre la Argentina que
edita La patria capicúa (Altamira), colec- viene (Planeta), un conjunto de entrevis-
ción de artículos aparecidos en Página/12 tas a politólogos, economistas, sociólogos,
y Página/30 abocados a la crítica del me- historiadores, artistas, militantes, etc.,
nemato. En 1997, en colaboración con que invitan a la reflexión colectiva sobre
Eduardo Anguita, aparece el primer tomo los dilemas políticos y sociales de la hora.
de La voluntad. Una historia de la militan- ¡Bingo! Cien panfletos contra la realidad es
cia revolucionaria argentina 1966-1973 de 2003 (Norma). Se trata de un libro en
(Norma), exhaustiva crónica que compila, el que agrupa lo que durante dos años fue
a través del relato de sus protagonistas y una columna en las revistas de edición se-
un riguroso trabajo de investigación, deta- manal Veintidós y Veintitrés; cien artículos,
lles inéditos de ese período. La misma se
1. Moreno, M., “El pintor de la vida moderna”,
completa, al año siguiente, con la edición
Radar libros, Página/12, 18/09/2003.

• 264 •
CARAVARIO C
cada uno dedicado a un número del 0 al rio de hiperviaje (Barcelona, Anagrama) se
99, respectivamente, que sirven de excu- edita en 2009 y compila ocho historias de
sa a la evocación íntima y a la comunión jóvenes migrantes encomendadas, origina-
social que articulan las cifras. El mismo riamente, por el Fondo de Población de la
año publica un trabajo que María Moreno ONU. Es decir: con Federico acordamos:
saluda: “Entonces, chapeau: el cronista del “la luna / pero no la luna”.
bigote de manubrio, con materiales reales, P.C.
en asamblea de testigos, ha construido una + Chitarroni, Luis; Guebel,
magnífica y duradera heroína literaria”.1 Se Daniel; Pauls, Alan.
trata de Amor y anarquía. La vida urgen-
te de Soledad Rosas (1974-1998) (Planeta, Caravario, Alejandro (Buenos
2003), biografía de la joven argentina que Aires, 1963). Periodista y narrador.
en Italia se une al movimiento squatter, de Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras
filiación libertaria, y sufre la represión del de la UBA. Como periodista se ha espe-
aparato de Estado junto a su compañero cializado en deportes. Fue prosecretario de
Edoardo Massari. En 2004 Caparrós re- redacción de Olé y director adjunto de El
cibe el Premio Planeta por Valfierno (Pla- Gráfico. Trabajó para el grupo Clarín des-
neta). Y en 2005, en otro giro de cierto de 1983 hasta 1995. Entre 2005 y 2006
eclecticismo, publica Boquita (Planeta), fue editor de deportes del diario Perfil y
historia del club de fútbol Boca Juniors en- actualmente se desempeña como director
tretejida con recuerdos de infancia, versos adjunto de deportes del diario Crítica.
de la lírica propia del tablón y análisis que Como narrador ha publicado tres libros:
bordean la sociología del deporte. Al año Sangra (1999), conformado por nueve re-
siguiente, presenta El interior (Seix Barral), latos, entre los que se destaca “Carnaval”; y
crónicas que siguen, esta vez, un itinerario dos novelas: Costumbres de la carne (2001)
de viaje por las provincias del litoral, norte –texto que puede ser leído como novela o
y Cuyo de la república. En 2008 participa trilogía de relatos– y Palermo (2003). En
de la fundación del diario Crítica, junto a sus textos literarios aparecen como cons-
Jorge Lanata, prologa otro libro de foto- tantes las temáticas de la carne, la sangre
grafías de Dani Yako, Presagio, y publica A y el sexo, que retoman las líneas fundantes
quien corresponda (Barcelona, Anagrama), de El matadero de Esteban Echeverría.
novela en la que vuelve sobre la temática M.E.F.
de la militancia política durante los seten-
ta, desde la perspectiva de uno de sus pro- CARELLA, Tulio (Buenos Aires, 1912
tagonistas que, lejos de la reivindicación - 1979). Poeta, comediógrafo, narrador,
heroica, plantea ácidos cuestionamientos crítico y notable estudioso de porteñismos,
al proceder político y militar de las organi- maneras populares y formas del teatro
zaciones revolucionarias de las que formó criollo. Si bien su obra comprende distin-
parte. Provocativa, abre el cauce de voces tos géneros, ganó el reconocimiento de sus
soterradas que exigen deshilachar remien- contemporáneos por sus intervenciones
dos y enhebrar de nuevo. Una luna, dia- ensayísticas sobre los aspectos culturales de
la zona del Río de la Plata. Tulio Carella
1. Ibíd.

• 265 •
C CARELLA

fue el sexto hijo de un matrimonio cala- Una referencia obligatoria para la inves-
brés del barrio porteño de San Cristóbal. tigación de las manifestaciones del teatro
Estudió bellas artes y música. En 1934 in- popular en la Argentina es El sainete (1967),
gresó a la redacción del diario Crítica, en versión corregida y aumentada del trabajo
donde sus crónicas y comentarios sobre que Carella había presentado diez años an-
temas cinematográficos adquirieron rápida tes como nota preliminar en El sainete crio-
popularidad. llo. Antología, compendio de los títulos más
La operación que sustenta la origina- representativos del género. En este estudio
lidad de los ensayos de Carella es la in- analiza las alteraciones que sufrió la forma
corporación de elementos socioculturales original, de raigambre española, en su reela-
hasta entonces descuidados para el estu- boración porteña. El tipo criollo incorpora
dio de la expresión nacional. Tres trabajos una nota trágica a las intrigas intrascenden-
de esta índole merecen un repaso minu- tes propias de la pieza breve de carácter jo-
cioso. El primero, Tango. Mito y esencia coso conocida como sainete. Esta novedosa
(1956), no propone el análisis historicista entonación, quejumbrosa o desafiante, des-
ni la dilucidación genealógica de la mú- plaza el género hacia lo tragicómico y su-
sica arrabalera –entendida en sus páginas pera la trivialidad de los personajes risibles
como una mezcla de habanera tropical y que ostentan otras formas menores. En el
milonga falsificada–, sino la indagación sainete criollo, la ridiculización del extran-
acerca de su condición. El carácter intro- jero obedece a la resistencia del nativo frente
vertido y la falta de expansión del baile a una mayoría que se adueña de su patri-
indicarían para Carella el fracaso de las monio e intimida su conciencia nacional.
ilusiones de los inmigrantes y el repliegue En la tipología de personajes, poco variables
a una sordidez que se vuelve rutina. Asi- en cuanto a atuendo, actitudes y lenguaje,
mismo, considera el lenguaje del tango un el italiano que se acriolla a las apurdas y
amalgama de vocablos improvisados por reproduce sin suerte las maneras del com-
el pueblo con los aportes más pretencio- padrito es uno de los primeros personajes
sos de letristas. Estas últimas contribucio- irrisorios que se cristalizan en el género.
nes eran adoptadas por las clases popula- Carella subraya dos importantes logros del
res como novedades jocosas. A partir de sainete criollo: el aporte a la cimentación de
esta retroalimentación entre lo propio y una literatura ciudadana –tan típica como
lo nuevo, el tango permite la confluencia la gauchesca para el medio rural– y la inda-
de lunfardismos, habla vésrica y presta- gación de los prejuicios sociales y los abusos
mos del cocoliche con licencias y aportes de los poderosos, en franca defensa de los
de los letrados. Por otra parte, el trabajo humildes y en plan condenatorio del lujo
de Carella señala la recreación de tipos improductivo, la hipocresía y la impostura
humanos –el cachafaz, la chorra, el mau- de los tilingos.
la, la galería de mujeres– como ejempla- Picaresca porteña (1966) es un ensayo
res de dolor y problema, recluidos en un sociológico de estilo certero y atrayente
ambiente propio o bien inmersos en uno que explora los hábitos del bajo fondo y
ajeno que funciona en tanto instauración las producciones discursivas menores: tra-
de un contraste. to y características de las casas de mujeres,

• 266 •
CARELLA C
aproximaciones al lunfardo, inscripciones la descontenta (1941). Publicó varios li-
de los baños públicos y letras de las mur- bros de poesía: Ceniza heroica (1937); Los
gas carnavaleras. Una hipótesis sugestiva del mendigos (1953); e Intermedio (1955). Su
texto es que la sanción de la Ley de Profilaxis Cuaderno del delirio (1959), galardonado
Social de 1936, apremiada por el calamito- con la Faja de Honor de la SADE, agrupa
so estado sanitario de la población, ocasionó apuntes de viaje a raíz de su tormentoso
no sólo formas encubiertas de prostitución retorno en barco de Europa a la Argentina,
femenina y masculina, sino también el des- en medio de las alucinaciones febriles cau-
quicio sexual de exhibicionistas y violado- sadas por la combinación de una pleuritis
res, así como el auge delictivo del robo y el y una bronconeumonía. La circunstancia
homicidio, favorecido por el anonimato de de este padecimiento originaría un diario
encuentros ocasionales y furtivos. Además, articulado por el arrebato del autodiálogo,
la clausura de quilombos, burdeles clan- atestado de fantaseos verbales y pugnas de
destinos y cafés, enclaves que permitían la ideas. Las puertas de la vida (1967), de es-
anulación del característico pudor del varón bozo autobiográfico, recupera desde una
porteño, apuró el declive del arte popular, dimensión infantil las orillas semirurales
al birlarles a los autores del género chico la de una Buenos Aires de lecheros callejeros,
cotidianeidad con el submundo que funcio- ferias, pequeños gallineros, calles asoladas
naba como fuente de inspiración. La con- por la sombra maldita del hombre de la
finación de estos escritores a una lastimosa bolsa, y el recuerdo de una Mercedes de
añoranza del pasado impidió entonces la encanto pueblerino y juegos escolares, ciu-
progresión de su producción. Por último, dad bonaerense en la transcurrió parte de
Carella retoma la figura de Calibán, esclavo su infancia.
salvaje y deforme, para aludir a un nuevo Fue profesor de dirección y escenografía
orden de revalorización de lo otrora feo e en la Escuela de Teatro de la Universidad
imperfecto, que permite la manipulación de Recife (Brasil), en donde se estableció
snob de lunfardismos por parte de quienes a comienzos de la década de 1960. En
intuyen que su adopción posibilita el desen- reconocimiento a la actividad académica
volvimiento de una lengua más argentina. desarrollada, la Dirección de Educación y
Así se arriba a la transfiguración de vocablos Cultura local le editó bajo el título de Ro-
populares, propios de un uso preciso que teiro Recifense (1965) un grupo de poemas
evita la expresión de conceptos abstractos, en español. Los versos, escritos en Buenos
en un lenguaje poético. Sin dudas, Picaresca Aires, evidencian una añoranza de la tierra
porteña guarda cierta filiación con la crítica pernambucana, aludida por la mágica fu-
de la vida rutinaria de la gran ciudad expues- sión de hombres de distintas latitudes, la
ta en el ensayo de Juan José Sebreli Buenos nostalgia de África, los cuerpos bajo el sol
Aires. Vida cotidiana y alienación (1964). y el resguardo de un deseo ardiente. Tam-
En su primera juventud, Carella habría bién en Brasil se publicó la novela Orgía
estrenado algunos de sus números teatrales (1968). Escrito en portugués, el texto se
en los intervalos de espectáculos circenses. volvería una leyenda de la narrativa ho-
Más tarde llegarían las piezas Don Basi- moerótica de nuestras letras, inhallable y
lio, mal casado (1940) y Doña Clorinda, casi desconocido en la Argentina. La obra

• 267 •
C CAREY

relata el despertar pasional de un hombre vida y obra de Enrique Santos Dicépolo);


en la lujuria del trópico y el arrebato exci- y Fuego en Casabindo (2004; en colabora-
tado en los paseos licenciosos por el bajo ción con Eduardo Rovner, sobre la novela
fondo de Recife. Las vicisitudes e inciden- homónima de Héctor Tizón). En el Teatro
cias que acompañaron la escritura de Orgía Municipal General San Martín estre-
harían que Carella sufriera la tortura y la nó la tragedia histórica El sillico de alivio
deportación del Brasil. (1985) –en la que puede apreciarse el gus-
Fue guionista de las películas El gran to de Carey por un teatro costumbrista– y
secreto (1942), de Jacques Remy, que con- Florita, la niña perseguida (1991), comedia
tó con el protagónico de Mecha Ortiz, y gauchesca en la que se entrecruzan una
de Mi divina pobreza (1951), de Alberto leyenda del noroeste argentino y el mito
D’Aversa, con las actuaciones de Elina Co- de Leucipo. Fue nombrado secretario de
lomer y Armando Bó. la Fundación Carlos Somigliana (SOMI)
Tulio Carella murió de un paro cardíaco desde su creación, en 1990. Actualmente,
en 1979. forma parte del Consejo Directivo del
L.P. Teatro del Pueblo. Sus obras han sido pu-
blicadas por el Teatro Municipal General
Carey, Bernardo (Buenos Aires, 1934). San Martín y por el Teatro del Pueblo.
Dramaturgo, narrador, ensayista y docente S.F.
de dramaturgia. En 1957 comenzó a escri-
bir artículos sobre teoría y crítica teatral, y CARLINO, Alfredo (Buenos Aires,
cuentos que publicó en prestigiosas revistas 1932). Poeta porteño, afirmado en la
literarias; su libro de relatos El frasco dulce cultura popular, el tango y la militancia
apareció en 1958. Sin embargo, fue en el peronista. Hijo mayor de los cinco que
teatro en donde Carey encontró su pasión. tuvo un matrimonio de obreros italianos
Sus primeras obras dramáticas rondan gé- establecidos en el barrio de Boedo, fue
neros tradicionales como el grotesco, el boxeador desde los 13 hasta los 22 años
sainete y la parodia musical: Don Miseria y y se desempeñó como actor, recitador y
Margarita (1982); El hombre de yelo (1983); titiritero en el marco del Nuevo Teatro,
Los dos ladrones (1986); Mate amargo (1991; en los primeros años de la década de
estrenada en Suecia); y La transa (1993). A 1950. Discípulo de Arturo Jauretche y
partir de 1990 se dedicó especialmente al Raúl Scalabrini Ortiz, en su poesía coin-
guión de espectáculos musicales que reto- ciden los motivos arrabaleros, el habla de
maban el universo del tango y de la litera- un Buenos Aires de guapos, la indagación
tura argentina: Don Juan Milonga (1993; sobre la historia argentina y la lucha tenaz
ópera-tango); Homero (1998; sobre moti- de las masas peronistas en clave épica y
vos de la vida y obra de Homero Manzi); celebratoria. En los años de la proscrip-
Hormiga negra (2000; versión libre de la ción del partido mayoritario, Carlino
novela homónima de Eduardo Gutiérrez, inició varios proyectos artísticos de in-
en colaboración con Lorenzo Quinteros y tervención cultural, como Monoblock al
Leónidas Lamborghini); Bar / Grill (2001); Sur, a comienzos del decenio de 1960 en
Dicepolín y yo (2003; sobre motivos de la Avellaneda.

• 268 •
CARLINO C
Su primer libro de poemas, Cuaderno Carlino procura el rescate de otra popular
de Mabel (1958), enseña la conmoción de figura rutilante, Alfredo Gobbi, “el violín
la pasión amorosa y el enaltecimiento de más romántico del tango”, que sucumbió
aquella que fuera su mujer y con quien se a un derrotero de pensiones, tugurios y
fugó en su juventud para casarse, lejos de fondas. En correspondencia con las pro-
la vigilancia de un padre celoso. La inquie- puestas coloquiales que habían surgido en
tud política despunta ya en algunos versos la poesía argentina, el trabajo presenta ca-
y el segundo apartado del libro, “Poemas torce breves poemas que conjugan expre-
ciudadanos”, resulta el comienzo del tema siones cotidianas, voces vésricas y lunfar-
urbano en su obra, con jóvenes y obreros dismos, con pasajes de gran condensación
deambulantes que aún preservan sus an- semántica. El paisaje urbano y los temas
helos en una ciudad esquiva. La publica- callejeros recuerdan la obra de Raúl Gon-
ción de Chau Gatica (1964), ilustrado por zález Tuñón. Más tarde, Carlino originó
Roberto Duarte, a pocos meses de que Chau Gabino (1972), long play ilustrado
falleciera el puntano José María Gatica, por Ricardo Carpani, con música de Ro-
comprende una serie de poemas que alude dolfo Mederos ejecutada por este último
al ascenso del popular astro del box, ícono y Virgilio Espósito. Por su parte, Osvaldo
del deporte peronista, desde los tiempos Manzi le pondría música a Operita meta-
de lustrabotas en la estación de Constitu- lúrgica en Re menor para Felipe Vallese, con
ción hasta la consagración en el Luna Park. la que el poeta recuerda al joven delegado
La voz poética recae en el mismo Gatica, obrero y militante de la resistencia pero-
quien repasa su convulsionado periplo, nista, desaparecido en 1962. La primera
al calor de la exaltación y el apoyo de las edición de Perón siempre de Juan (1976),
barriadas. La composición que clausura la obra de carácter evocador, fue quemada
serie, “Chau Mono”, presenta una instan- en la imprenta después del golpe de Esta-
cia compañera y fraterna que interpela al do de ese año. Carlino comenzó a escribir
deportista y a la vez acusa el recelo del me- Evita: la eternidad de un pueblo (1996)
dio pelo, que observó con sorna revanchis- veinte años antes de su publicación. En
ta los últimos días de Gatica en la miseria: este poemario los elementos de la liturgia
“Cómo te iban a perdonar los bandoneo- peronista y la jornada del 17 de octubre de
nes numerosos / trepados a tus gestos, / las 1945, en la que el poeta participó como
historias de júbilo popular iluminadas de delegado estudiantil secundario, adquie-
fervor y / de distancias / la “Misión Ingle- ren un desatado aliento épico. El libro
sa” el nombre de tu hija, el estrellato. / Lo comprende tres unidades. La primera,
que no te perdonan son tus pies de canilli- “De octubre hasta su muerte”, enseña una
ta / el no haber ido a la escuela”. Eva capitana con ojos de bandera, cifra de
Ciudad del tango (1966), Faja de Ho- amor y coraje, cuya insignia rectora es una
nor de la SADE, emprende una poéti- fuerza desbocada que incita a la multitud,
ca de la autenticidad que encuentra su en un continuo histórico que recupera el
inspiración en los cafetines, el vino y el temple de los caudillos y las montoneras:
esfuerzo de los inmigrantes laboriosos. “Hay una rubia cargada de tormentas, /
Con Buenos Aires. Tiempo Gobbi (1970), es de nácar su piel / y un colmenar la in-

• 269 •
C CARLINO

cita / está en la velada ardiendo, / danza (1933); Vecindades (1934); Poemas de la


como una estrella / su cautivante sonrisa, tierra (Atlas, 1938); Poemas con labradores
/ delira por la mañana / y le salen edictos (Santa Fe, El Litoral, 1940); La voz y la es-
de su corazón”. La segunda parte, “Eva trella (Santa Fe, PARLA, 1945); Patria li-
Perón en la resistencia popular”, presen- toral (Santa Fe, Castellvi, 1946); y Abril se
ta imágenes de matiz heroico en las que inclina hacia el oeste (R. Campos, 1969).
los obreros protegen los bustos de Evita Como dramaturgo se inicia con un bo-
frente a los tanques y las metralletas de ceto dramático de 1946, Cuando trabaje,
los golpistas de 1955. El apartado final, pero su oficio se afirma con Tierra del
“Nuestra Evita hoy”, subraya la voz del destino, presentada en 1951 en el Teatro
pueblo como una fuerza siempre pronta del Pueblo. Sus obras teatrales publicadas
al retorno, latente en las barriadas. Como son: Las andanzas de Juan Tordo (Santa
marca de originalidad, algunos poemas Fe, Castellvi, 1954); La Biunda (Ámbar,
presentan encabezamientos o notas al pie 1955); Tierra del destino (Ámbar, 1955);
que ofrecen contextualizaciones históricas Un cabello sobre la almohada, Esa vieja ser-
y rasgos autobiográficos. El carácter expli- piente encantadora y Cuando trabaje, pu-
cativo de estas anotaciones y cierto afán blicadas en un único volumen (Cátedra
didáctico aproximan la poesía de Carlino Lisandro de la Torre, 1958); Todos contra
a un área de intersección entre el mani- la pared (R. Campos, 1970); La gente que,
fiesto y la ensayística. a veces, es buena (R. Campos, 1970); y
Por último, Bailarín canyengue (1999) Los clientes (R. Campos, 1970). Estrenó
se encuentra anclado en la porteñidad también La última palabra (1956);
nostálgica de los viejos varones de los Lázaro vuelve (1957); Un viaje por un
barrios del sur, los afectos perdidos y las sueño (1959); Está la soledad (1962); y
glorias del tango, imágenes ya remotas Casamiento en Moisesville (1976). En
en una ciudad agónica. Carlino fue ase- cuanto al ensayo escribió: Biografías con
sor histórico de la película de Leonardo gringos (Axioma, 1976) y Gauchos y grin-
Favio Perón, sinfonía del sentimiento y se gos en la tierra ajena (Plus Ultra, 1976).
constituyó en una voz ineludible y reco- F.N.
nocida en lo referente a la historia del mo-
vimiento. Al cumplirse cinco décadas de CARNEVALE, Jorge (Buenos Aires,
la primera edición de Cuaderno de Mabel, 1938). Narrador, periodista y, principal-
se publicó con prólogo de Germán García mente, crítico de cine. Su labor en los me-
la antología Carlino. Poemas. 50 años con dios gráficos comenzó en el diario Noticias
la poesía (selección 1958-2008). para continuar en El Cronista Comercial, El
L.P. Heraldo de Buenos Aires y en las revistas La
Semana, Playboy y El Observador. Trabajó
Carlino, Carlos (Oliveros [Santa en radio y en televisión y fue jurado en
Fe], 1910 - 1981). Poeta y dramaturgo. los festivales internaciones de cine de Mar
Su obra se consagra al tema de la “pampa del Plata, Montevideo y Gramado. En la
gringa” desde una poética costumbrista. actualidad escribe columnas cinematográ-
Publicó los libros de poesía: Cara a cara ficas para la revistas Noticias y Ñ (Clarín).

• 270 •
CARNEVALE C
Como narrador publicó el volumen de Oro español (1963). Su literatura rescata
cuentos Detrás (Cero, 1965) y las novelas el Buenos Aires de comienzos de siglo y
Impostergable (Tiempo Contemporáneo, recupera, especialmente, a los payadores
1971) y Puesta en limpio (Ediciones de la llegados desde el campo que buscan so-
Pluma, 1984). Sus reflexiones sobre cine brevivir gracias a su canto y su música. Ha
fueron publicadas en el ensayo Así se mira obtenido numerosas distinciones, entre
el cine hoy (Beas, 1993), obra en la que las que se destacan el Premio Municipal
Carnevale hace un recorrido por el cine de Poesía (1937), el Premio Nacional de
mundial desde los sesenta hasta los noven- Literatura (1950) y la Faja de Honor de
ta. En 2007 recibió el Diploma al Mérito la SADE.
Konex en el área “Espectáculos”. M.R.
N.G. y M.F.P.
Cárrega, Hemilce (Haedo [Buenos
Carnevale, Susana (Buenos Aires, Aires], 1928). Docente y profesora de
s/d). Periodista y escritora. Investigadora, Letras por la UBA, narradora y crítica.
especialista en medios de comunicación. Durante años, mientras ejercía la docen-
Colabora en el diario Primera Plana e inte- cia a nivel secundario, escribió artículos
gra el staff de Crónica y Popular. Autora de y reseñas para el diario La Prensa y para
libros de poesía, cuentos y novelas. Participa diversas revistas. Ha participado también
de la compilación: Veinticuatro poetas argen- como crítica literaria en programas de
tinos: café literario III (Vinciguerra, 1991), Radio Nacional, y concurrido a congresos
de Lilia Argañarás (et al.). En 1999 publica de literatura y educación. Como cuentista
su ensayo: La patria periodística (Colihue), publicó Credos de la calle (Febra Editores,
obra en la que repasa publicaciones que 1981), uno de cuyos textos fue premia-
comprenden el período 1962-1986 con el do en el Concurso Nacional de Cuentos
fin de denunciar sus componendas con el de Radio Nacional de 1977; Nada nue-
poder político y militar. Completa su pro- vo (Febra, 1982); y Felices fiestas (Agón,
ducción poética con: La tierra extrema (Del 1984). Prologó y tradujo Giovanni Pascoli.
Dock, 2001); La casa de siempre (Córdoba, Poesías selectas (Albatros, 1953). Como
Alción, 2004); y El octavo día (Ediciones crítica ha publicado Las novelas argentinas
en Danza, 2007). de Carlos María Ocantos (Fabra, 1986) y
P.C. Aspectos del inmigrante en la narrativa ar-
gentina (El Francotirador, 1997), obra en
CÁRPENA, Elías (Buenos Aires, 1897 la que, tomando como eje al inmigrante,
- 1988). Bibliotecario de la Biblioteca realiza un relevamiento de esta figura en la
Nacional en 1929 y de la Biblioteca de narrativa de nuestro país, desde Eugenio
la Escuela Normal “Mariano Acosta” diez Cambaceres hasta José Chudnovsky. En
años después. En 1980 pasó a integrar la 2004 publicó un libro de autoayuda, El
AAL. Sus libros comprenden Matinales salto interminable (Dunken, 2004).
(1922); Rumbo (1926); El doradillo Su libro sobre Ocantos mereció la Faja
(1949); El cuatrero Montenegro (1949); y de Honor de la SADE y fue premiado en el
Las soledades de los poetas líricos del Siglo de Concurso “Ricardo Rojas” organizado por

• 271 •
C CARRERA

la Municipalidad de Buenos Aires (trienio Nacen los otros (Rosario, Beatriz Viterbo,
1985-1987). En 2005 recibió el Premio “Es- 1993); y Ensayos murmurados (Mansalva,
teban Echeverría” en la categoría ensayo. 2009).
M.E.F. Se distinguió como colaborador de la
revista de poesía Xul, dirigida –en la déca-
CARRERA, Arturo (Buenos Aires, da de 1980– por Jorge Santiago Perednik.
27/03/1948). Poeta, cuya infancia trans- Se lo conoce como uno de los representan-
currió en el partido bonaerense de Coronel tes del neobarroco latinoamericano, cuya
Pringles. También se desempeña como figura más significativa fue Néstor Per-
traductor, habiendo vertido al español longher. Su labor de difusión se desarro-
a Stendhal y Mallarmé, entre los autores lla a través de antologías como Ciudad del
del siglo XIX, y a Henri Michaux e Yves colibrí (1982); Monstruos (FCE, 2001); y
Bonnefoy entre los del siglo XX. Sus libros Animaciones suspendidas (2006), a través de
de poemas comprenden: Escrito con un nic- las cuales pone a disposición de un públi-
tógrafo (Sudamericana, 1972); Momento co ampliado los textos poéticos que suelen
de simetría (Sudamericana, 1973); Oro circulan en pequeños grupos, cenáculos o
(Sudamericana, 1975); La partera canta revistas especializadas.
(Sudamericana, 1982); Arturo y yo (De la M.C.
Flor, 1983); Mi padre (De la Flor, 1985);
Animaciones suspendidas (Losada, 1986); Carricaburo, Norma (Buenos
Ticket (Último Reino, 1986); Children’s Aires, 1943). Filóloga, gramática y críti-
corner (Mickey Mikerano, 1989); Negritos ca literaria, es investigadora del Conicet,
(Mickey Mikerano, 1993); La banda oscura profesora en la Universidad Católica
de Alejandro (Bajo la luna, 1994); El vesper- Argentina y miembro de la AAL.
tillo de las Parcas (Tusquets, 1999); Tratado La investigación de Carricaburo cruza
de las sensaciones (Valencia, Pre-Textos, temas de la lingüística y la literatura, como
2002); Potlach (Interzona, 2004); Noche y puede advertirse en sus numerosos artícu-
día (2005); La inocencia (Mansalva, 2006); los académicos, de divulgación y, parti-
Las cuatro estaciones (Mansalva, 2008); cularmente, en sus libros. En el primero,
y Fotos imaginarias con nieve de verdad estudia la variación gramatical, geográfica
(México, Apuntes de lobotomía, 2009). y sociolingüística en relación con Las fór-
Junto con Teresa Arijón publicó Teoría mulas de tratamiento en el español actual
del cielo (Planeta, 1992) y El libro de las (Madrid, Arco Libro, 1997); en El voseo
criaturas que duermen a nuestro lado (El en la literatura argentina (Madrid, Arco
Ateneo, 1997). Con Emeterio Cerro dio a Libro, 1999; versión de su tesis doctoral)
conocer Retrato de un albañil adolescente y y La literatura gauchesca: una poética de
Telones zurcidos para títeres con himen (Úl- la voz (Dunken, 2004) analiza diacróni-
timo Reino, 1988). En 2002 se difundió camente el tratamiento de la oralidad en
Palacio de los aplausos o El suelo del sentido la literatura argentina, mientras que Del
(Rosario, Beatriz Viterbo), en colabora- fonógrafo a la red (Circeto, 2008) se cen-
ción con Osvaldo Lamborghini (fallecido tra en la relación de la literatura argentina
en 1985). En el orden del ensayo escribió contemporánea con las nuevas tecnologías.

• 272 •
CARRIZO C
Además ha publicado estudios particulares en su objeto. Así, efectúa retoques a versio-
sobre la obra de escritores argentinos como nes incompletas o deterioradas por la mala
Sarmiento, Sábato, Arlt y Marechal, entre memoria de algunos informantes. Su labor
otros. fue mayormente individual: recorrió las
L.M.K. provincias del Noroeste por veinte años,
registrando todo el material disponible y
Carrizo, Juan Alfonso (San Antonio luego lo organizó en función de ciertos cri-
[Catamarca], 1895 - San Isidro [Buenos terios formales básicos (romances, cancio-
Aires], 1957). Investigador del folklore ar- nes, coplas) y temáticos (textos religiosos y
gentino. Efectuó una importante tarea de morales, históricos; declaraciones, finezas
recopilación de la poesía oral, sobre todo y juramentos, penas y desconsuelos, que-
en las provincias del Noroeste. Carrizo fue jas y reproches, coplas jocosas y satíricas,
maestro, si bien por lo que respecta a sus de parranda; adivinanzas, despedidas y
investigaciones su formación es de autodi- ausencias, desprecio, indiferencia y despe-
dacta. Pese a esto alcanzó un fuerte recono- cho, sentenciosas y reflexivas, entre otras).
cimiento que lo llevó a la AAL. Asimismo, Además del registro, introducía sus libros
fue invitado en numerosas oportunidades y agregaba notas con abundante informa-
a conferencias en universidades nacionales, ción de origen (detectando y señalando la
que publicaron buena parte de su obra. autenticidad o “impurezas” en las fuentes),
Fue director del Instituto Nacional de la de variantes, y enciclopédica.
Tradición desde 1943 hasta poco antes de Es posible dividir su obra en tres grandes
su muerte. grupos. Los primeros libros reproducen los
Carrizo inscribe su propia obra en la textos recogidos. Éstos buscan afirmar hipó-
tradición de investigadores e intelectuales tesis sobre el origen y la evolución de la poe-
de fines del siglo XIX y de las primeras dé- sía oral y tienen como función difundirla,
cadas del XX como Joaquín V. González, sobre todo en el contexto educativo. Dentro
Adán Quiroga, Juan Pablo Ramos y Paul de este primer grupo publica Antiguos can-
Groussac, quienes dieron un fuerte impulso tos populares argentinos: cancionero de Cata-
al trabajo de recolección. En su Historia del marca (Silla Hermanos, 1926); Cancionero
folklore argentino (Ministerio de Educación popular de Salta (Universidad Nacional de
e Instituto Nacional de la Tradición, 1953), Tucumán, 1933); Cancionero popular de Ju-
Carrizo lleva a cabo un relevamiento de las juy (San Miguel de Tucumán, Universidad
investigaciones en folklore en la Argentina Nacional de Tucumán, 1935); Cancionero
y reconoce antecesores y pares, con los que popular de Tucumán (Universidad Nacio-
suele entrar en polémicas. Un ejemplo es nal de Tucumán y Baiocco Editores, 1937);
Ricardo Rojas, de cuyo trabajo relativiza Cancionero popular de La Rioja (Universidad
el rigor y sus puntos de partida. Ideológi- Nacional de Tucumán y Baiocco Editores,
camente, Carrizo se aleja de los puntos de 1942). Se trata de libros de un promedio
partida románticos o positivistas, por su de mil páginas cada uno, donde vuelca al-
orientación fuertemente hispanocéntrica rededor de veintitrés mil piezas. Además de
y cristiana. Metodológicamente, sigue un los textos recopilados, estos libros abundan
criterio ecléctico: interviene activamente en notas explicativas. Al segundo grupo es

• 273 •
C CARRIZO

posible adscribir Florilegio. El cristianismo en enunciados que toman posición frente a la


los cantares populares (San Miguel de Tucu- materia analizada. Si bien establece lazos
mán, 1934). Aquí se destaca, sobre todo, su entre las tradiciones del noroeste argenti-
Antecedentes hispano-medioevales de la poesía no y lo precolombino, siempre enfatiza la
tradicional argentina (Publicaciones de Es- importancia central de la herencia españo-
tudios Hispánicos, 1945). En estos libros la, quedando lo indígena como “rastros”,
explica y sostiene con abundantes ejemplos elementos aislados, nunca estructurales de
su hipótesis de que la poesía tradicional es la producción cultural. Ataca la tradición
heredera directa de la española de la épo- positivista y rechaza la idea de la “barbarie”
ca medieval y de los primeros dos siglos de de la campaña: rescata enfáticamente la
la conquista. Por otra parte, le interesa su- herencia colonial. Defiende el cristianismo
brayar la religiosidad católica como factor como elemento que cohesiona las socie-
de cohesión. Dentro del grupo de textos dades. Ataca la gauchesca, considerándola
didácticos y de difusión publica Cantares una producción de letrados escasamente
históricos del norte argentino (Biblioteca del relacionada con la poesía realmente popu-
Suboficial, 1939); Cancionero tradicional lar: la ve en la línea de la poesía “de guapos
argentino, seleccionado para uso de los niños y valentones” en que derivó y “degeneró”
(Comisión de Folklore y Nativismo, 1952). la épica después del Medioevo. Así, Carri-
Algunas de sus últimas obras constitu- zo subraya que la presencia del quechua
yen una síntesis del trabajo que desarrolló es tardía en la región, posterior incluso al
a lo largo de su vida y de las posturas que español, y que la conservación del guaraní
sostuvo. El índice de La poesía tradicional se debió, justamente, a la intervención es-
argentina (La Plata, Anales del Ministerio pañola a través de los jesuitas.
de Educación de la Provincia de Buenos Su obra y su figura fueron rescatadas des-
Aires, 1951) es muy claro en cuanto a di- de lugares políticos diferentes: su rescate de
chas posturas: “Cantares y temas poéticos voces populares “puras” contrastaría con la
de Oriente, Grecia, Roma y Europa me- “impureza” traída por el flujo migratorio de
dioeval pasados por las puertas de España a principios de siglo, como lo señala el pró-
nuestro país”, “Temas poéticos del Siglo de logo de Alberto Rougés a los Cantares tra-
Oro español en la poesía tradicional argen- dicionales del Tucumán; se lo muestra como
tina”, “Cantares y temas poéticos de In- un espíritu cristiano e hispánico frente a la
glaterra, Francia e Italia contemporáneas, tradición secular y positivista de la gene-
tradicionales en nuestro país”, “Proceso ración del 80 y la educación pública laica.
de penetración en América de la poesía Sin embargo, durante el gobierno peronista
tradicional de España en los siglos XVI, su obra fue difundida dentro del aparato
XVII y XVIII”, “Pervivencia de cantares escolar, resultando el folklore un símbolo
españoles en la tradición oral de nuestro de lo popular frente a la cultura alta, elitis-
pueblo”, “Los cantares tradicionales con- ta, europeizante. En la actualidad, su obra
servados actualmente en quichua y guara- constituye un valioso registro del que echan
ní revelan, en su forma y en su fondo, su mano escritores y cantantes que buscan ins-
ascendencia hispánica”. Como se ve, com- cribirse en la tradición folklórica.
bina criterios temáticos y descriptivos con E.M.

• 274 •
CARUSO C
Caruso, Marcelo David (Buenos conformó el grupo editor de la revista de
Aires, 1958). Cursó las carreras de Letras e poesía 18 whiskies, junto con otros poe-
Historia de las Artes en la UBA y publicó tas y escritores que integraron la llamada
cuentos en revistas del país y de España. generación del 90. En 1998 obtuvo una
En 1988, recibió el primer Premio del beca Fulbright, viajó a Iowa (EE.UU.) y
Concurso Latinoamericano de Cuento de dictó una serie de conferencias en el marco
Puebla (México), con un jurado integrado del Programa Internacional de Escritores.
por Ignacio Betancourt, Joaquín Chacón Cinco años más tarde, en el 2003, recibió
y Héctor Alvarado Díaz. En 1989, obtuvo una beca de la Fundación Antorchas.
el primer Premio Ex aequo de Cuento en Su producción literaria está integra-
la Primera Bienal de Arte Joven, organiza- da por Otoño, poemas de desintoxicación y
da por la Municipalidad de la Ciudad de tristeza (1985), un libro de poemas al que
Buenos Aires. Ese mismo año, la editorial siguen otros siete poemarios: Tuca (Libros
Galerna publicó Un pez en la inmensa no- de Tierra Firme, 1990); El salmón (Libros
che, volumen constituido por cuentos en de Tierra Firme, 1996); Pogo (Ediciones del
los que los procedimientos más típicos de Diego, 1999); Bueno, eso es todo (Ediciones
la narrativa argentina –el abordaje del gé- del Diego, 2000); Ocio (Libros de Tierra
nero fantástico a partir de la conexión de Firme, 2000); Oda (Libros de Tierra Fir-
tiempos y espacios distantes, la experimen- me, 2004); El spleen de Boedo (Bahía Blan-
tación en la construcción del punto de vis- ca, Ediciones Vox, 2004); una recopilación
ta, por ejemplo– le sirven para explorar la de cuentos, Los Lemmings y otros (Santiago
angustia de los hombres frente al paso del Arcos Editor, 2005); una novela, Veteranos
tiempo, la ausencia, la muerte y el amor. En del pánico (Eloísa Cartonera, 2005); y dos
este sentido, los relatos de Caruso siguen la ensayos, Matas de pasto (Eloísa Cartonera,
línea de narradores como Julio Cortázar y 2005) y Ensayos Bonsai (Emecé, 2007). En
Abelardo Castillo. En 1996 aparece su pri- el 2007 fue galardonado en Berlín con el
mera novela, Brüll (Planeta), cuya historia Premio Literario “Anna Seghers”.
transcurre en el Delta, durante la última S.D.
dictadura militar. Mariano, su protagonis-
ta, en las islas asoladas por la Sudestada y CASTAGNINO, Raúl Héctor (1914
los escuadrones de la muerte, busca a Brüll, - 1999). Doctor en Letras, prolífico inves-
un escultor desaparecido. tigador y reconocido profesor universita-
S.F. rio. Fue presidente de la AAL desde 1982
hasta su muerte. Su carrera en la docencia
Casas, Fabián (Buenos Aires, 1965). superior ha sido meritoria y extensa. De
Poeta, narrador y ensayista nacido en el 1942 data su título doctoral en Filosofía
barrio de Boedo, muchas veces escenario y Letras y su desempeño como profesor ti-
de sus poemas y relatos. Su producción tular de la UBA, cargo que conservó hasta
literaria, tanto poética como narrativa, se 1975. En 1980, la universidad lo nombró
caracteriza por el uso de un lenguaje lla- Profesor Emérito. También fue docente en
no y preciso. Trabajó como periodista para la Facultad de Humanidades de la UNLP
algunos medios gráficos como Clarín y entre 1956 y 1975; en la Universidad de

• 275 •
C CASTAGNINO

Tucumán fue nombrado Doctor Honoris ca argentina (1717-1949) (1950); El circo


Causa, en 1993. criollo. Datos y documentos para su histo-
El prestigio profesional de Castagnino ria (1759-1924) (1953); Teoría del teatro
radica en su rigurosa formación, sostenida (1956; tercer Premio de Crítica Literaria
por la periodicidad de sus publicaciones y 1956-1958); Primitivo teatro argentino
la sistematización en la exposición del co- (1717-1884) (1959); Sociología del tea-
nocimiento. Intelectual a la vieja usanza, tro argentino (1963); Literatura dramá-
el tono reverencial y solemne de su prosa tica argentina (1968); Teatro argentino
responde a la mirada sublimada de quie- premoreirista (1969); Semiótica, ideología
nes consideran el estudio de las letras una y teatro hispanoamericano contemporáneo
actividad privativa de espíritus superiores. (1974); Crónicas del pasado teatral argenti-
Si bien se abocó a la investigación sobre la no (1977); Vínculos hispanos y mediaciones
historia del teatro argentino, sus estudios académicas en el teatro porteño (1989); y
sobre teoría literaria conforman buena par- Teorías sobre el texto dramático y represen-
te de su obra. La perspectiva teórica que tación teatral (1981) son algunos de los li-
exponen obras como El análisis literario bros que recuperan de manera minuciosa
(1953) está anclada aún en la tradición fi- la tradición escénica argentina y aportan
lológica y pone su acento en el abordaje un sólido análisis sobre el género dramáti-
estilístico de los estudios literarios. Sólo a co. En José Antonio Saldías (1992), le rinde
partir del conocimiento de lo que Castag- homenaje a la figura del memorialista y
nino llama “estilística integral”, la literatu- dramaturgo argentino en el centenario de
ra puede ser concebida en su especificidad su nacimiento.
y en relación con aquellos discursos que También incursionó en la historia de
carecen de “intención estética”. la literatura argentina con títulos como
En la misma línea de análisis se inscri- Miguel Cané, cronista del ochenta porteño
ben sus estudios posteriores sobre la ma- (1952); Milicia literaria de Mayo (1960);
teria: ¿Qué es la literatura? Naturaleza y La vida literaria argentina entre 1862 y
función de lo literario (1954); Biografía del 1930 (1968); Rosas y los Jesuitas (1970); e
libro. Exégesis y exégetas (1961); Semiótica Historias menores del pasado literario argen-
(1961); El libro y sus cuatro mundos. La tino (1974).
enseñanza de la composición (1965); Expe- Ha obtenido numerosos reconocimien-
rimentos narrativos (1968); Fenomenología tos a lo largo de su carrera. En 1942, reci-
de lo poético (1980); Fronteras del texto. El bió el Premio Bunge. Luego, el Premio Na-
libro en otra encrucijada (1987); y Miscelá- cional de Crítica (1958), el Premio “Aníbal
neas de lo literario (1998). Ponce” (1961), el Premio “Juan Bautista
Son de fundamental importancia en Alberdi” (1966) y el Premio Municipal
la obra de Castagnino sus investigaciones de Ensayo (1968). El Pen Club le otorgó
sobre el teatro argentino, tanto a nivel crí- su galardón en 1977 y en 1983 obtuvo el
tico y teórico, como a nivel documental. Premio “Esteban Echeverría” y el Premio
Contribución documental a la historia del Consagración en Letras.
teatro en la época de Rosas (1830-1852) La literatura latinoamericana también
(1944); Esquema de la literatura dramáti- fue objeto de sus investigaciones. En Imá-

• 276 •
CASTANY C
genes modernistas (1967) trabaja sobre las 1948); La red sutil (Tiempo, 1954); Can-
figuras claves del movimiento: Rubén to a Florentino Ameghino (Tiempo, 1956);
Darío, Rufino Blanco Fombona, Amado Oda Natal (en ENET, nº 31, 1968); De
Nervo y Ramón María Del Valle Inclán. Norte a Sur (Adrogué, La Rosa, 1971);
Sor Juana Inés de la Cruz, Concolorcorvo, y Habitantes del aire (La Rosa, 1985).
Andrés Bello, José Martí, José Asunción Publicó también un libro de cuentos: El
Silva, Porfirio Barba-Jacob, César Vallejo, cazador de la muerte (Tiempo, 1953). Su
Armando Moock, entre otros, son los es- libro de poemas Los cantos fraternales (La
critores de los cuales se ocupa en Escritos Rosa, 1976) contiene textos dedicados a
hispano-americanos desde otros ángulos de personajes de la literatura que revelan sus
simpatía (1971). simpatías estéticas e ideológicas: García
La rigurosidad y extensión de su obra Lorca, Horacio Quiroga, Alfonsina Stor-
revelan la erudición propia de un intelec- ni, César Vallejo, Antonio Machado y
tual entregado a la actividad académica. La Juan Ramón Jiménez.
UBA, su casa de estudios, le ha rendido F.N.
homenaje: el Instituto de Investigación de
Artes del Espectáculo lleva su nombre a CASTELLANI CONTEMPOMI,
partir de la iniciativa de su actual director, también documentado Conte-Pomi y
Jorge Armando Lurati. Conteponi, Leonardo Luis (Reconquista
V.L. [Santa Fe], 1899 - 1981). Sacerdote cató-
lico, filósofo, teólogo, narrador, poeta, en-
Castany, Ernesto (Buenos Aires, sayista, traductor; polígrafo de producción
1914 - 1993). Dramaturgo, ensayista y vasta y variada que visitó los géneros más
poeta, perteneció al grupo de escritores de diversos con su prosa polémica y tempe-
teatro independiente –que desde los años ramental. Su humorismo ácido y campe-
30 había constituido una alternativa con- chano, sus narraciones ágiles y su intran-
tra el teatro regenteado por empresarios y sigencia doctrinaria lo convertirían en un
capocómicos–, en cuyo marco realizó –a intelectual maldito, pero también en uno
partir de Los siete locos de Roberto Arlt– la de los escritores católicos argentinos más
puesta en escena de Erdosain, el humillado influyentes del siglo XX.
en 1955, en el Teatro del Pueblo. Su padre fue maestro normal y perio-
Ha escrito los ensayos críticos: La ago- dista, militante de la UCR asesinado en
nía de César Vallejo (Publicaciones del 1906 en un confuso episodio policial.
Instituto Cultural “Joaquín V. González”, Castellani realiza su bachillerato como
1946); “Como el pájaro y el viento…”. pupilo en el célebre Colegio de la Inma-
Juan M. Prieto (Cuaderno Homenaje, culada de la Compañía de Jesús, donde
1965); y Miguel Diomede, el pintor del si- ingresa a la Academia de Literatura lo-
lencio (Adrogué, Cajita de Música, 1976). cal y traba amistad con el poeta Horacio
Sus libros de poesía son Ciudad batalla- Caillet-Bois, a quien sucederá, en 1917,
dora (La Insignia, 1941); Las banderas op- como presidente de la institución. En la
timistas (La insignia, 1944); Milicia (La Antología de la academia de ese año, con
Insignia, 1946); Compañera (La Insignia, prólogo de José Zorrilla de San Martín,

• 277 •
C CASTELLANI CONTEMPOMI

se publica el primer poema de Castellani, (1939); Las nueve muertes del padre Metri
“Héroes sin nombre”. (1942); los ensayos y sátiras políticas de El
En 1918, ante el disgusto ideológico nuevo gobierno de Sancho (como Jerónimo
y afectivo de su madre, decide ingresar del Rey, 1942); y Las canciones de Militis
al Noviciado Jesuita de Córdoba, conti- (1945). También publica algunos volúme-
nuando en 1922 sus estudios de Filosofía nes de crítica literaria: Sentir la Argentina.
en Santa Fe y, en 1928, en el Seminario Leopoldo Lugones (1938); Crítica literaria
Metropolitano de Villa Devoto. En esta (1945; con prólogo de Hernán Benítez).
época comienza a escribir sus Camperas, Sus textos sobre filosofía son difundidos
fábulas de tema tradicional y ambiente te- por las universidades de Buenos Aires (San
lúrico que publicaba en la revista Ichthys, Agustín y Descartes, 1937) y La Plata (Notas
de Delfina Bunge de Gálvez, alternando sobre la psicología cartesiana, 1938).
su nombre con el seudónimo Jerónimo del En esta época canaliza su militancia
Rey. Éstas serían luego recopiladas en volu- política en el nacionalismo católico a tra-
men en 1931, con prólogo de Hugo Wast vés de la Alianza Libertadora Nacionalista
(seud. de Gustavo Martínez Zuviría). En –donde hicieron sus primeras armas algu-
ese año, después de dos años de estudios en nos intelectuales como Rodolfo Walsh–,
Europa, es ordenado sacerdote en Francia creada en 1943, y su órgano de difusión,
y recibe su título de Doctor Sacro Univer- la revista Cabildo. Desde La Tribuna, en
sal de la Universidad Gregoriana de Roma. 1945, Castellani apoya a Perón y su pro-
Su tesis fue publicada como libro en 1934, grama social. Las elecciones de 1946 lo en-
en París, con el título La catharsis catho- contraron sosteniendo la candidatura pre-
lique dans les exercises spirituels d’Ignace de sidencial del líder laborista, pero también
Loyola; la traducción, póstuma, al castella- como candidato a diputado por la Alianza,
no, vería la luz recién en 1991. en unas elecciones que no sólo no ganó,
Al regresar en 1935, y hasta 1946, escri- sino que le acarrearon graves inconvenien-
be sobre temas de actualidad en los diarios tes. Años después escribiría al respecto: “Lo
La Nación, La Prensa y Clarín; también so- que pasó desde 1946 (en que fui llamado
bre política en las revistas Criterio, Tribuna, a Roma) hasta 1949 (en que fui expulsado
Nuestro Tiempo y sobre filosofía, teología y de la S. J.), y aun diez años después, en que
crítica literaria en la revista jesuita Estudios me mantuvieron ‘suspendido’ sin razón (o
y la Revista de la Universidad de Buenos Ai- al menos sin darme la razón) […] no lo
res. En estrecha vinculación con el nacio- escribiré […] en todo caso […] no vale la
nalismo católico de la época, alterna con pena conocer”. Lo cierto es que, luego de
Mateo Booz (seud. de Miguel Ángel Co- una exposición pública tan importante, y
rrea), Juan Pablo Echagüe, Matías Sánchez especialmente después de sus fuertes críti-
Sorondo y Leopoldo Lugones. En este pe- cas al sistema educativo religioso, a la So-
ríodo publica una docena de libros, entre ciedad de Jesús en particular y a la Iglesia
los cuales se encuentran algunos de los más católica en general, sufrió la condena y el
célebres de su producción: las narraciones ostracismo interno.
breves de Historias del norte bravo (1936); En efecto, se ha señalado recientemente
Martita Ofelia y otros cuentos de fantasmas que, quizás por puro espíritu de contradic-

• 278 •
CASTELLANI CONTEMPOMI C
ción, Castellani fue de los pocos católicos de seudónimos ya transparentes –la obra
que reaccionaron crítica y violentamente se atribuye a Cide Hamete Benengeli (h),
frente a la consagración estatal del catolicis- traducida directamente del arábigo por Je-
mo en el golpe de Pedro Pablo Ramírez en rónimo del Rey)– fue inútil y el Superior de
1943, no por un sentimiento pluralista en la Compañía de Jesús, Tomás Travi, le pro-
cuyas antípodas se encontraba, sino porque hibió que volviera a publicar, silencio que
acusaba a ese catolicismo triunfante de su- duró hasta 1951.
perfluo, hipócrita y hasta “liberal”. En este En este contexto comienza una tra-
sentido es necesario distinguirlo de otros in- ducción anotada de la Summa theologica
telectuales católicos de la época –como Julio de Tomás de Aquino, interrumpida ante
Meinvielle y Gustavo Franceschi– cuyos es- las presiones ejercidas para que abandone
critos triunfalistas celebraban este proceso. la Compañía de Jesús. También datan de
Castellani, en cambio, fustigaba las “capi- esta época algunos poemas religiosos inti-
llitas de colegio”, los “cuadros atroces”, los mistas: “De mi antiguo vigor no hay ni un
“libros idiotas” y cuanto “cabaré católico” adarme / la provisión se agota a toda prisa
encontraba en su entorno. A Constancio / ya no afronto el ciclón con la sonrisa… /
C. Vigil, editor y best seller infanto-juvenil, Ya no te falta más sino tragarme”.
dedicó algunas de las mejores injurias de En 1947 viaja a Europa a entrevistarse
este período: “cuando escribió los Cuen- con el general de los jesuitas, Jean-Baptiste
tos para niños era bobo (aunque no para la Janssens, el cual lo recluye en Manresa (Es-
platita)”. Asimismo criticaba, en público y paña) hasta que, quebrantado física y mo-
en privado, a la Compañía de Jesús, “muy ralmente, pide el traspaso al clero secular y,
por debajo del nivel que la más elemental en 1950, se traslada a la Arquidiócesis de
decencia (intelectual) admite”. El cardenal Salta con el obispo local, Roberto Tavella,
Santiago Copello le prohíbe dictar clases en admirador suyo. Allí comienza a reponerse
el Seminario Metropolitano, donde tenía y se desempeña como docente de Metafí-
un gran ascendiente entre sus estudiantes. sica y Problemas Nacionales en la Escuela
Haroldo Conti, en esa época seminarista, Normal de Salta, donde publica algunas
publicaría en la revista Crisis, en el mes de obras pedagógicas menores (Elementos de
su secuestro, que Castellani “era un lejano metafísica, 1951), ensayos religiosos (Cris-
y legendario fantasma que transitaba furti- to, ¿vuelve o no vuelve?, 1951) y poesías (El
vamente por los pasillos penumbrosos del libro de las oraciones, 1951). En 1952 se
seminario, provocando gestos y cuchicheos instala nuevamente en Buenos Aires, reto-
entre nosotros, que lo admirábamos más mando su cátedra del Instituto Nacional
bien de oídas”. del Profesorado Secundario. Persiste, sin
En 1942 publica El nuevo gobierno de embargo, la prohibición canónica de ejer-
Sancho, sátira política en la que se refiere cer públicamente el sacerdocio.
a los “obispos de facies vistosas y molleras Su relación con el peronismo fue cerca-
hueras” o a los sacerdotes que bendicen na y reconocida, puesto que “el componer
“hasta los cóndones [sic] […] cuando se (sea ‘cantos’, sea relatos o discursos) es tra-
arrojan a bendecirlo todo, incluso las fábri- bajo, por más que la CGT no nos cuente
cas de efectos de goma”. La acumulación entre los ‘trabajadores’”. En consecuencia

• 279 •
C CASTELLANI CONTEMPOMI

comienza a participar del dispositivo cul- religión y política: “La información buena
tural peronista: colabora en el suplemen- acerca de Freud es necesaria para no tener
to literario del diario de la CGT –el ex- información mala; porque hoy el judío
propiado La Prensa–, dirigido por César vienés ‘está en el aire’, como dicen, –de-
Tiempo (seud. de Israel Zeitlin); también masiado. Freud es una de las glorias de la
publica, hasta 1953, en la revista peronis- raza judía –para los judíos. No así para los
ta Continente; dicta cursos de filosofía en austríacos, cuya creciente malquerencia fue
la Sociedad Científica Argentina y en el lo principal (y no tanto el ‘Anschluss’ con
Teatro del Pueblo. Durante lo que llamó la Alemania nazi) que lo movió a expatriar-
“el sarampión anticlerical de Perón”, en se a Londres. Cuando pasé por Viena en
1955, es dejado cesante de sus cátedras, y 1935, todavía el popolino de la hermosa ca-
sólo colabora con La Tribuna de San Juan, pital del Danubio decía que el cáncer en la
diario dirigido por su amigo de la infan- lengua (del que después murió) era castigo
cia Alberto Graffigna, hasta su clausura en de Jesucristo por haber blasfemado de su
1957, escribiendo los comentarios al evan- Santísima Madre –asunto sobre el cual no
gelio dominical. Luego de la Revolución osaría opinar. Aunque ni por sueños pensé
Libertadora, en 1955, escribe en la revista en ser nombrado ‘experto’ del Concilio Va-
peronista Azul y Blanco. ticano II, hice para mí una lista de proposi-
En esta época, y hasta su rehabilitación ciones freudianas a condenar, si el Concilio
eclesiástica en 1966, dado el silencio for- se ocupara de las herejías actuales; cosa que
zoso al que se veía obligado por no poder no hizo”. El Concilio mencionado, quizás
ejercer el sacerdocio ni el periodismo, dio el acontecimiento católico más importante
a luz catorce libros en los que, nuevamen- del siglo, tanto por su magnitud como por
te, intercala estudios teológicos eruditos los efectos de renovación que produjo, no
(El Apokalipsis de San Juan. Traducción del podía quedar fuera de la mira de Castella-
griego y estudio literal, 1963) y populares ni, el cual, amén de ensayos variados, de-
(El Evangelio de Jesucristo, 1957; Las pará- dicó una novela satírica a quien lo convo-
bolas de Cristo, 1959) con ensayos político- cara, el papa Juan XXIII, con el título Juan
religiosos (Perspectivas argentinas, 1962), XXIII (XXIV) o sea la resurrección de Don
narraciones fantásticas, policiales y telúri- Quijote. (Sinfonía fantástica a la Berlioz en
cas (El enigma del fantasma en coche, 1958; tres movimientos y una coda; para uso de na-
El crimen de Ducadelia y otros cuentos del ciones subdesarrolladas) (como Jerónimo del
trío, 1959), poesías (Sonatas tristes de todo Rey, 1964). Diez años antes había publica-
el año manresano, 1964), crítica literaria do obra semejante, focalizada en el ámbito
(Lugones, 1964) y, como no podía faltar, político nacional, con el excesivo título:
sátiras variadas de lo mejor del humorismo Su majestad Dulcinea. Historia pueril-pro-
feroz e intransigente de Castellani. En este fético-policial-prodigioso-político-religiosa
conjunto, vale la pena señalar en primer del fin de este siglo extraída de las memorias
lugar las críticas realizadas al psicoanálisis de Luis Sancho Vélez de Zárate Namuncurá
y, en particular, a Freud. En Freud en cifra (a) el Cura Loco; Primer Patriarca del Neo-
(1966) observamos esa combinación de Virreynato del Río de la Plata por Edmundo
erudición, tradicionalismo, antisemitismo, Florio y Jerónimo del Rey (1956).

• 280 •
CASTELLI C
En 1966, y gracias a las diligencias de la actualidad vive en el aprecio de sus ami-
algunos seguidores, es rehabilitado por el gos. Poco le importan ya las cosas de este
nuncio Lino Zanini, “un gran eclesiásti- mundo. Todo su tiempo lo tiene ocupado
co con tanto poder o más que los otros en preparar una buena muerte”. Hubo de
dos maquinarios o maquinadores […] esperar dos años más para conseguirla, en
con un solo golpe de espada gordiana, marzo de 1981.
me liberó de todas las suspensiones, san- A diferencia de otros autores católicos
ciones, prohibiciones y deshonoraciones que le fueron contemporáneos, su obra ha
que me ligaban”. Al año siguiente funda recibido constante atención y las reedicio-
la revista Jauja, que dirige hasta su cierre, nes, antologías y compilaciones de escritos
en 1969. A partir de ese año, convertido inéditos se han sucedido hasta el día de
ya en una figura patriarcal del catolicismo hoy. Sigue siendo una figura emblemática
político argentino, admirado por derechas del nacionalismo católico, cuyas editoriales
e izquierdas nacionalistas, leído profusa- realizan tiradas pequeñas pero constantes
mente, se dedica a dictar conferencias y de sus libros. En 2008, el periodista y abo-
escribir, abandonando progresivamente la gado español Juan Manuel de Prada escri-
temática política y volcándose a tópicos bió una serie de artículos sobre Castellani
más clásicamente religiosos y filosóficos que culminó con una antología de textos
(De Kierkegaard a Tomás de Aquino, 1973; editada en España (Cómo sobrevivir intelec-
Catecismo, 1973; Catecismo para adultos, tualmente al siglo XXI. Los escritos más polé-
1976). micos del Chesterton de la lengua española).
En efecto, la década del setenta será el La sola enumeración de sus más de cin-
momento de reedición de su enorme obra cuenta libros supera el espacio de esta ficha;
–en varias editoriales, incluyendo unas puede consultarse la bibliografía elaborada
Obras completas, inconclusas, a cargo de por Pedro Luis Barcia, fácilmente asequible
la Editorial Dictio. También se suceden en Internet. Su Obra completa, iniciada en
las antologías y las compilaciones de tra- los años setenta, fue impulsada nuevamen-
bajos inéditos (como homilías, editoriales, te en los noventa por el cardenal de Buenos
artículos). Asimismo recibe, en 1970, el Aires, Antonio Quarracino, aunque tam-
Doctorado Honoris Causa de la UBA y, poco esta vez logró completarse.
en 1975, el Premio Consagración Nacio- J.E.B.
nal, otorgado por el gobierno nacional. En
mayo de 1976, el presidente de facto Jorge CASTELLI, Jorge (Buenos Aires, 1956).
R. Videla invita a un almuerzo a persona- Escritor y poeta, director del suplemen-
lidades de la cultura: Horacio Ratti (pre- to cultural del diario El Patagónico, de
sidente de la SADE), Jorge L. Borges, Er- Comodoro Rivadavia.
nesto R. Sábato y Leonardo Castellani, el Su primera novela obtuvo el premio La
cual reclamó, privada y públicamente, por Nación de novela en 2000: El delicado um-
la vida de Haroldo Conti. bral de la tempestad (Sudamericana, 2001).
En 1979, apenas recuperado de un Se trata de un relato histórico que aborda
cáncer de lengua, escribe una semblanza los conflictos del comandante inglés Whi-
biográfica en la que dice de sí mismo: “En telocke durante la guerra de Malvinas. Es

• 281 •
C CASTELNUOVO

autor de los libros de cuentos El lugar de yo no conocía para empezar ni el forro de


Fanny (Torres Agüero, 1988) y Aquella flor las tapas de tan opulentos tesoros”. En esa
en el centro del caos, y otros relatos, que ob- biblioteca ajena comenzó una formación
tuvo el Premio Ciudad de Alcalá en 2000 intelectual ininterrumpida y desordena-
(Madrid, Fundación Colegio del Rey, da, sostenida en la productiva mezcla de
2002). También cuenta con otra novela discursos técnicos, científicos, estéticos y
histórica, Las campanas de la revolución. literarios.
Liniers y Moreno (Sudamericana, 2003). Su Dos años después regresó a su casa; el
poesía se reúne en la antología Los pájaros panorama que encontró fue desolador:
de la mañana (1980). uno de sus cuñados, autoritario y brutal,
D.M. había asumido las riendas de la casa y Cas-
telnuovo, a golpes, fue obligado a realizar
CASTELNUOVO, Elías (Montevideo tareas humillantes o a emplearse a cambio
[Uruguay], 06/08/1893 – 11/10/1982). de monedas. Después de haber recibido
Nació en Montevideo, Uruguay, en el barrio golpizas y palizas de todo tipo, a los quince
obrero de Palermo. Sus padres, que habían años, abandonó su hogar definitivamente.
inmigrado de Piamonte y Lombardía, fue- Fue así como emprendió una vida erran-
ron Carolina Serra y Carlos Castelnuovo, te durante la cual se desempeñó en los más
trabajador manual que murió en un ac- diversos oficios en varias ciudades urugua-
cidente cuando Castelnuovo era todavía yas, en Rio Grande do Sul y en Entre Ríos
un niño: “al morir –cuenta Castelnuovo y Corrientes. Fue mozo de cuadra, peón de
en sus Memorias–,1 como único patrimo- saladero, albañil, constructor, escribiente
nio, le dejó a mi madre una finca con tres en una receptoría de rentas, aprendiz de li-
habitaciones que se salvó milagrosamente notipista. Regresó a Montevideo tres años
del naufragio, y nueve criaturas famélicas”. después donde trabajó de día y estudió por
Castelnuovo tuvo que abandonar entonces la noche; primero, ingresó en la carrera de
la escuela primaria para comenzar a tra- magisterio; después, en la Escuela Experi-
bajar; su madre lo ubicó como aprendiz mental de Arte Dramático; por último, en
en la imprenta de un matrimonio catalán el Círculo de Bellas Artes. Conoció el Cen-
donde, a cambio de cinco pesos mensuales, tro Internacional de Estudios Sociales, ca-
casa y comida, aprendió los rudimentos del tedral del anarquismo, donde participó en
oficio. Y algo más; porque en ese ámbito, diversas actividades políticas y culturales y
Castelnuovo dio sus primeros pasos como escuchó, por primera vez, las conferencias
autodidacta: “de todos los efectos existen- de algunos de los anarquistas rioplatenses
tes en el edificio, el que jugó el rol más más importantes como Alejandro Sux, Fé-
perdurable en mi vida no fue la minerva ni lix Basterra o Ángel Falco. Mientras tanto,
la rotoplana; fue la biblioteca. […] Lo pe- “no sabía muy bien qué iba a hacer en mi
noso de ello consistía en que el destino me vida –admitió Castelnuovo en una entre-
había puesto ante todo el conocimiento vista–,2 pero estaba lleno de ambiciones. Y
humano completamente inerme, porque
2. Giardinelli, O., “Elías Castelnuovo: la es-
1. Castelnuovo, E., Memorias, Buenos Aires, pada, la pluma y la palabra”, Siete Días, sep-
ECA, 1974. tiembre, 1975.

• 282 •
CASTELNUOVO C
como me interesaban la literatura, la músi- Julio R. Barcos, un puesto como maestro
ca y la pintura, visitaba bibliotecas… ¡Qué de escuela en un reformatorio de menores
sé yo! Quería ser algo, y algo grande. Por en la localidad de Olivera; diez años des-
eso soñé con Buenos Aires”. Ese anhelo se pués, esos niños –catalogados con mirada
hizo realidad en 1910, cuando consiguió científica, fisiológica y moral– aparecieron
trabajo como linotipista y tipógrafo en la como protagonistas de Larvas (1931), con-
imprenta de Lino Tognolini que funcio- junto de relatos, “resultado de su experien-
naba en un sótano cercano al Mercado de cia como maestro en el Reformatorio de
Abasto. Como fue asignado a la compo- Niños Abandonados y Delincuentes de
sición de las tesis doctorales de medicina, Olivera donde ejerció su menester cerca de
aprendió no sólo la terminología específica un año”, como se afirma en la contratapa
de la disciplina sino también muchos de de su segunda edición, publicada en 1932
sus conocimientos; allí, conoció al doctor en la colección “Cuentistas latinoamerica-
Lelio Zeno, quien sería su amigo durante nos”, dirigida por el mismo Castelnuovo.
toda su vida. Lejos del reformatorio, Castelnuovo
Bajo el impacto de la Revolución Rusa, y retomó su trabajo como linotipista en la
alistado en el sector anarquista pro soviéti- imprenta; durante las noches –comenta en
co, Castelnuovo abandonó el taller y se de- sus Memorias– “escribía como un condena-
dicó de lleno a la actividad política y cultu- do; escribía y corregía a la par, siempre des-
ral. Pegó carteles en las paredes de las calles, contento de mi labor, rompiendo cuartillas
escribió artículos en periódicos gremiales, y sosteniendo una verdadera batalla con-
militó en sindicatos, ingresó en la redacción migo mismo”. Sus cuentos comenzaron a
de La Protesta, escribió en la revista liberta- aparecer en Mundo Argentino y Nueva Era;
ria Prometeo, fue redactor en jefe del Boletín en 1922 obtuvo el primer premio en un
Oficial de la Unión Sindical Argentina. No concurso organizado por el vespertino La
obstante, la Semana Trágica de enero de Montaña y publicó su largo relato “Notas
1919 puso un dramático freno a la activi- de un literato naturalista” en el semanario
dad anarquista con la clausura de los medios Las Grandes Obras. Al año siguiente, ganó
de prensa, la persecución de los militantes el Premio Municipal con su primer libro de
y cientos de presos políticos. Castelnuo- relatos, titulado Tinieblas, que fue publica-
vo aceptó entonces la propuesta de Lelio do por la editorial Tognolini en 1923, con
Zeno de abandonar la ciudad para radicarse prólogo de Barcos. Ese mismo año partici-
en una isla del Delta y ejercer la medicina pó en la fundación de la Alianza Libertaria
entre los isleños. Muy pronto, aprendió a Argentina (ALA); fue elegido su secretario
sacar muelas, suturar heridas, atender par- de prensa y colaboró en los primeros nú-
turientas. Además de cuidar a los enfermos, meros de El Libertario (1923-1932) y La
la particular clínica recibía a los militantes Rebelión (1925-1926). En esos primeros
heridos de bala en los conflictos gremiales relatos de Tinieblas ya aparecen algunos
y funcionaba como centro de organización de los rasgos que caracterizan su obra, ese
política de isleños y campesinos. escenario de la marginalidad poblado de
En 1921, Castelnuovo obtuvo, a tra- locos, degenerados, sifilíticos, leprosos,
vés del pedagogo y militante anarquista jorobados, tuberculosos, fetos nacidos de

• 283 •
C CASTELNUOVO

“partos teratológicos”, deformados por la prepotencia de los poderosos”.1 Por estas


miseria y la ignorancia. cuestiones, Juan Carlos Portantiero afir-
En diciembre de 1924, Antonio Za- mó que Castelnuovo es el representante
mora, fundador y director de la editorial dominante del grupo de Boedo ya que
Claridad y de Los Pensadores –cuaderni- nadie como él explicitó sus características
llos que reproducían obras literarias y como corriente cultural: el arte social, el
políticas–, lo convocó como jefe de re- populismo, el naturalismo, la visión piado-
dacción de Los Pensadores. Revista de Se- sa de la clase trabajadora.2 En sus relatos,
lección Ilustrada. Arte, Crítica y Literatura, los límites entre el proletario y el lumpen
nueva publicación que reemplazaría a la nunca son precisos; el mundo de pobres
anterior; dieciocho meses después esta y humildes suele ser infernal, sombrío,
revista dejó su lugar a Claridad. Revista generalmente monstruoso. A su vez, su li-
de Arte, Crítica y Letras. Tribuna de pen- teratura de los años veinte excedió, como
samiento izquierdista. En torno a estas demostró Adriana Astutti, los presupues-
publicaciones, editadas en los talleres grá- tos de Boedo tanto por su mirada sobre
ficos de Lorenzo Rañó en la calle Boedo, la miseria según una lógica religiosa que
nació el denominado grupo de Boedo; difícilmente compartieran sus compañeros
en la colección “Los Nuevos” de la edi- de izquierda, como por su fascinación por
torial Claridad, dirigida por Castelnuovo, lo monstruoso, lo miserable, lo horroroso,
se consolidó como grupo pues allí, entre lo deforme.3 Sus textos son, en palabras de
1924 y 1928, se publicaron sus libros más Beatriz Sarlo, “ficciones científicas del te-
representativos. En Claridad, Castelnuo- rror social” donde el hipernaturalismo de
vo reeditó Tinieblas y publicó Malditos en los manuales médicos, los casos clínicos,
1924, El monstruo. (Historia natural de un la documentación de reformatorio y de
tarado) en 1925, Carne de cañón en 1930 manicomio, se combinaron con una na-
y Larvas en 1931. rración voyeurista que no conoce los lími-
En 1928, Castelnuovo se casó con Inés tes del corte, de la elipsis, del buen gusto,
Delfino, con quien tuvo dos hijos: Allan del silencio.4 Asimismo, por los temas que
Poe y María Eugenia. En esos años, ade-
más de los libros editados por Claridad, 1.  Altamirano, C. y Sarlo, B., “Encuesta a
publicó Entre los muertos (Atlas, 1925) y Elías Castelnuovo”, en Zanetti, S. (dir.),
participó del Teatro Experimental de Arte Historia de la literatura argentina, t. 6, Buenos
Aires, Ceal, 1982.
(TEA), el primer teatro independiente del
2.  Portantiero, C., Realismo y realidad en la
país, con el drama En el nombre de Cristo,
narrativa argentina, Buenos Aires, Procyón,
en 1928. En novelas, cuentos y obras de 1961.
teatro, como el mismo Castelnuovo seña- 3. Astutti, A., “Elías Castelnuovo o las inten-
ló en más de una oportunidad, los temas ciones didácticas en la narrativa de Boedo”, en
son los mismos: “son casi siempre de ca- Gramuglio, M.T. (dir.), El imperio realista, t.
rácter social. Siempre encaran la injusticia, 6 de la Historia crítica de la literatura argenti-
la infamia, el drama de la explotación del na, Buenos Aires, Emecé, 2002.
hombre por el hombre. Siempre se plan- 4. Sarlo, B., Una modernidad periférica: Buenos
Aires 1920 y 1930, Buenos Aires, Nueva
tea la defensa de los humildes contra la
Visión, 1988.

• 284 •
CASTELNUOVO C
abordaron y por los escenarios en los cuales y centrales obreras, hospitales y centros
se situaron, esos relatos buscaron dar tes- sanitarios, teatros y circos populares; con-
timonio de la miseria y de la pobreza de versó con obreros, artistas, comandantes y
una verdadera galería de personajes mar- médicos; asistió a los actos oficiales y a los
ginales: niños abandonados, ciegos, men- grandes eventos culturales.
digos, artistas pobres, personajes enfermos Cuando regresó a Argentina, todavía
y alucinados. Como señaló Nicolás Rosa, gobernaba el país el general Uriburu; re-
la descripción de la pobreza asumió, en el cién llegado, la policía allanó su casa y se-
plano narrativo, “una narración que apela cuestró sus apuntes de viaje. De memoria,
a la cientificidad de sus enunciados (la po- Castelnuovo los reconstruyó, pero sus cró-
breza entendida como mal social) y en el nicas no fueron publicadas por La Nación
otro extremo como miserabilismo folleti- como se había previsto, sino en publica-
nesco que va desde el concepto patibulario ciones de izquierda: en Bandera Roja, di-
de la niñez […] cuyos temas se convierten rigido por Rodolfo Ghioldi, y en la revista
en verdaderas cristalizaciones narrativas: la marxista Actualidad Económica, Política,
orfandad, la internación en celdas y asilos, Social, de la que fue director entre abril y
y, en un espacio público, el itinerario de noviembre de 1932. Estos textos fueron
la pobreza como circulación en los sitios recopilados, en el sello de Actualidad, en
secretos de la ciudad: aquellos que marcan dos libros: Yo vi… en Rusia! (Impresiones
las entradas y salidas de la planimetría ciu- de un viaje a través de la tierra de los traba-
dadana: estaciones, vías férreas, subsuelos, jadores) en 1932 y Rusia Soviética en 1933.
subterráneos, etc.”.1 A partir de este momento, intervino en
En junio de 1931, con un conocimien- diferentes empresas culturales vinculadas
to escaso del marxismo y un ruso mal al Partido Comunista: escribió en Bandera
aprendido, Castelnuovo viajó a la Unión Roja y Actualidad; participó, con Roberto
Soviética. No se trató de un viaje promo- Arlt, de la fundación de la Unión de Escri-
vido por el Partido Comunista, condición tores Proletarios, y fue secretario general de
en la que asistían los dirigentes comunistas Teatro Proletario para el que escribió, en
argentinos y la mayor parte de la intelec- 1934, Vidas proletarias. (Escenas de la lu-
tualidad internacional: fue su amigo Lelio cha obrera). Con este libro –precedido por
Zeno, quien había sido convocado por el una introducción que funciona como un
gobierno soviético para trabajar en un hos- manifiesto estético y político–, su ensayo
pital de Moscú, el que lo invitó a ir con él. El arte y las masas, de 1935 y la novela cor-
No obstante, por la mediación de Hora- ta Resurrección (1936), dedicada a la causa
cio Quiroga, Castelnuovo viajó como co- republicana de la Guerra Civil Española,
rresponsal de La Nación. A lo largo de los se produjo un viraje de su producción lite-
días, en un recorrido que duró tres meses, raria: en este momento Castelnuovo realiza
Castelnuovo realizó la gira usual de todo una lectura crítica de su propia literatura,
viajero a la Unión Soviética: visitó mu- toma distancia del naturalismo francés
seos, fábricas, usinas, cuarteles, bibliotecas y de la literatura rusa anterior a la revo-
lución, y postula a la literatura proletaria
1.  Rosa, N., La lengua del ausente, Buenos
como modelo estético e ideológico de su
Aires, Biblos, 1997.

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C CASTELPOGGI

generación. En la obra Vidas proletarias Elías Castelnuovo murió, en su casa de


Castelnuovo abandonó el mundo de los siempre del barrio de Liniers, el 11 de oc-
marginales y desarrapados de su produc- tubre de 1982.
ción anterior para centrarse en la represen- Sy. Sa.
tación del mundo obrero, incorporando en + Barletta, Leónidas.
la literatura argentina una de las primeras
representaciones del militante comunista. Castelpoggi, Atilio Jorge (Buenos
En los años cuarenta, y a diferencia de Aires, 1919 - 2001). Poeta, tanguero y en-
la mayor parte de los intelectuales de iz- sayista. Su obra gira en torno a la ciudad
quierda, Castelnuovo adhirió al peronis- de Buenos Aires y Boedo, su barrio. Poeta
mo. Colaboró en Mundo Peronista con la ya maduro en la adolescencia, influenciado
sección “Grageas al paso”, que firmaba con por el surrealismo (característico de su épo-
el seudónimo de Elicás, y en el suplemento ca), y con un gran dominio de las imágenes
cultural de La Prensa, intervenida por el líricas. Las lecturas que marcaron su obra
gobierno peronista, y participó de las acti- fueron las de Pablo Neruda, Raúl González
vidades del Instituto de Estudios Económi- Tuñón, Vicente Huidobro y César Vallejo.
cos y Sociales dirigido por Juan Unamuno, Toda su poesía es una sucesión de imá-
espacio de encuentro entre la izquierda y genes elaboradas, sugestivas y profundas
el peronismo. En esos años sólo publicó, y sobre el amor por Buenos Aires; de co-
en edición de autor, su novela Calvario de mentarios socio-políticos; y de delicadas
1949, donde retomó sus constantes temas, reflexiones existenciales. Tal vez la inclina-
escenarios y sistemas de personajes. ción por la pintura y el retrato de estam-
En los años setenta, enrolado en las fi- pas cotidianas de Buenos Aires, clave de
las de la izquierda peronista, escribió en su obra a partir de los sesenta, haya sido
revistas político-culturales como Barrilete, fomentada por su trabajo como secretario
Crisis y Nuevo Hombre. En 1971 publicó el de redacción en la revista Ventana a Buenos
ensayo Jesucristo, montonero de Judea –de- Aires (1953-1955). Su primer poemario es
dicado al sacerdote tercermundista Hernán Tierra sustantiva (Señal en el alba, 1952),
Benítez y “a todos los nuevos apóstoles del por el cual ganó el premio Municipal Ini-
tercer mundo”–, una lectura marxista de ciación en 1954. Lo siguieron Los hom-
la Biblia, donde presentaba a Cristo como bres del subsuelo (Señal en el alba, 1954) y
“proto-comunista”; en su contratapa, se Cuaderno de noticias (Signo, 1956), ambos
leía: “Mientras Borges aboga por una mo- de violento tinte social. Y Frente del cora-
narquía ilustrada a cargo del Almirante zón (Tirso, 1960); Destino de Buenos Ai-
Rojas, Elías Castelnuovo, a los 78 años, res (Pleamar, 1961); El alucinado (Mirto,
publica este libro joven y polémico”. 1963); Las máscaras (Kraft, 1967); El adiós
En agosto de 1973, Castelnuovo recibió incompleto (Fundación argentina para la
su mayor reconocimiento institucional: el poesía, 1981); Pecado de desmesura (Vinci-
rector de la entonces denominada Univer- guerra, 1991) y Citas de amor (Vinciguerra,
sidad Nacional y Popular de Buenos Aires, 1998). La mayoría de ellos se caracterizan
Rodolfo Puiggrós, lo nombró Profesor por el desarrollo de un tipo de poesía muy
Emérito Honoris Causa. rico en poemas largos con elementos na-

• 286 •
CASTEX C
rrativos y descriptivos, en los que el barrio tizada. Sobre este autor, del cual se nutrió,
no aparece sólo como ámbito geográfico escribió también un importante ensayo:
sino como mito. Miguel Ángel Asturias (La Mandrágora,
Entre sus producciones se destacan Una 1961), en donde se sumerge en el estilo
calle fuera del tiempo (Junta de Estudios renovador de sus obras, las cuales se inscri-
Históricos de Buenos Aires, 1997), texto ben en la irrealidad sin huir de lo concreto.
que evidencia su recurrente interés por res- Es decir, reivindica el carácter literario y
catar, a través de una rica prosa, la memoria poético de la obra de Asturias, sus descu-
barrial de aquellos lugares en donde nació brimientos idiomáticos y su exploración
y vivió; y Apenas un cuidador de palabras estética, sin olvidarse del esclarecimiento
(Torres Agüero, 1995), en el que reivindica de ciertos temas respecto de la causa de los
la apuesta al misterio como su verdad poé- pueblos de nuestra América. Causa de la
tica. Misterio que sobre él ejercía Buenos cual Asturias se hace vocero, para el des-
Aires, ciudad que compara con una mu- cubrimiento del hombre latinoamericano,
jer magnética en su poemario Buenos Ai- las causas de sus miserias y las instancias
res, mi amante (Vinciguerra, 1991), en la necesarias de su liberación.
medida en que nunca se la posee del todo. Gracias a su vasta y variada obra, Cas-
En cambio, en El exilio de mis personajes telpoggi fue premiado en múltiples opor-
(Vinciguerra, 1989) y Los oficios anónimos tunidades. Recibió el Premio “Leopoldo
(Fundación argentina para la poesía, 1980) Lugones” (1963), luego el Premio FNA
pone en escena un tono más intimista y (1967), el Gran Premio de Honor de la
existencial. SADE (1996), entre otros.
Su relación con el tango comenzó como Finalmente, fue también hombre de
asesor literario de Radio Municipal, donde contabilidades y administraciones econó-
llevó a compositores de la talla de Aníbal micas, funcionario público, director del
Troilo. Como compositor se nutrió de una FNA y presidente de su Comisión de Letras
larga lista de personalidades del mundo del y coordinador por años de los talleres de la
tango, como Astor Piazzolla, Homero Ex- SADE. Pero se lo recuerda especialmen-
pósito y Hugo del Carril. Escribió las mi- te como poeta y como gran frecuentador
longas “Memorias de un payador moreno” de tertulias a las cuales concurrían, entre
y “Yo quiero quererte así”, canciones como otros, Nicolás Olivari, Oliverio Girondo,
“Asalto y los candombes”, “Mulata de voz Norah Lange, Raúl González Tuñón, Er-
profunda” y “Aquella negra de amor”, con nesto Sábato, el poeta español Rafael Al-
música de Jorge Milikota y grabados por berti y el paraguayo Augusto Roa Bastos.
el cantante Luis Lagos. De todas ellas, se P.P.
desconoce el año en el que fueron puestas
en circulación. CASTEX, Mariano (Buenos Aires,
Posteriormente, escribió un libro inspi- 1932). Ex sacerdote jesuita, Doctor
rado en la obra de Miguel Ángel Asturias, en Medicina por la Universidad de la
Oratorio menor de un aborigen (Vincigue- República (Uruguay) y por la UBA.
rra, 1986), que resalta al indio y reconoce Doctor en Derecho Canónico por la
lo latinoamericano como raza nueva, mes- Universidad Católica Argentina. Médico

• 287 •
C CASTEX

Legista por la UBA y Médico del Trabajo y fue honrado con el Premio Internacional
(SESPN), especialista en psiquiatría y psi- de la Real Academia Española de Ciencias
cología médica, Licenciado en Filosofía y Exactas, Físicas y Naturales.
Teología por la Universidad del Salvador. Entre sus numerosas publicaciones
Es miembro fundador de la Academia científicas cabe destacar: Médico y enfer-
Latinoamericana de Neurociencias, titu- mo: relación existencial (Club de Lectores,
lar de la Academia Argentina de Ciencias 1949); El poder penal (Facultad de Psico-
Penales, miembro Honorario Nacional logía-Oficina de Publicaciones del CBC,
de la Asociación Médica Argentina, ex UBA, 1997); más recientemente, El
miembro de la Academia de Ciencias daño en psicopsiquiatría forense (Ad Hoc,
de Nueva York, miembro vitalicio de la 2004), donde definió el daño psíquico
National Geographical Society, fundador como el “deterioro, disfunción, disturbio
y director del Centro Interdisciplinario o trastorno del desarrollo psico-génico o
de Investigaciones Forenses (CIDIF) de psico-orgánico que, afectando las esferas
la Academia Nacional de Ciencias de afectiva y/o intelectiva y/o volitiva, limita
Buenos Aires desde 1993. Es profesor ti- la capacidad de goce individual, familiar,
tular regular de Psicología Forense y de laboral, social y/o recreativa”; Capacidad
Medicina Legal, además de profesor en el para estar en juicio (Ad Hoc, 2007); Cien-
posgrado de especialización en Medicina cia y derecho (Ad Hoc, 2008).
Legal de la UBA y profesor adjunto de La conducta pasional en el derecho pe-
Actualizaciones en Medicina Legal y nal canónico: graduación de culpabilidad y
Psicopatología Forense. Se desempeñó relación entre el derecho penal canónico y el
como profesor en el posgrado de Ciencias derecho penal comparado (Pontificia Uni-
Penales en la Facultad de Derecho de la versidad Católica Argentina Santa María
UBA. Es profesor titular en la maestría de de los Buenos Aires) fue la tesis con la que
Criminología y Psicopatología del Delito obtuvo su doctorado en derecho canónico
en la Universidad Nacional de Lomas de en 1999. En el orden forense se agrega El
Zamora. Fue asesor especial en Medicina y secreto médico en peritación (Ad Hoc) y en
materia forense de Amnesty International coautoría con D. Silva publicó en la web:
(Londres), hasta 1998. Intervino por de- La determinación pericial de daño psíquico
signación especial en pericias en la Corte (<www.forense.argentina.com>).
Interamericana de Derechos Humanos Colaboró en numerosas oportunidades
y ante la Corte Europea de Derechos en Adversus. Revista de semiótica, presti-
Humanos. Durante la última dictadura giosa publicación periódica editada por el
militar sufrió la cárcel; desde allí sostuvo, Centro di Ricerca Semiotica del Istituto
junto a otros compañeros de cautiverio, Italo-Argentino di Ricerca Sociale con el
una lucha que incluyó varias huelgas de patrocinio del Istituto Italiano di Ricerca
hambre y la presentación de más de tres- Sociale de Roma y del Institut Européen
cientas denuncias. de Recherche Sociale de Bruselas. También
Es autor de más de trescientos cincuen- publicó obras de interés histórico-político
ta trabajos científicos, ensayos, un libro de como Un año de Lanusse. Del acuerdo in-
cuentos, dos novelas y tres obras de teatro creíble al retorno imposible (Achaval Solo,

• 288 •
CASTILLA C
1973) y El Escorial de Onganía (Hespéri- literario. La idea del grupo fue constituirse
des, 1981). en la verdadera voz poética de la región, le-
Incursionó en la ficción con las novelas jos del designio centralista de expresar sólo
El país del Minotauro (Activos) y El Otro el “color local”. El manifiesto del grupo, de
(Ediciones del Rocío, 1983). índole fundamentalmente estética, se reco-
F.P. nocía como fundante: “tenemos concien-
cia de que en esta parte del país, la poesía
Castilla, Manuel José (Salta, 1918 comienza con nosotros”3 y, si bien eludía
- 1980). Poeta y hombre de la cultura el planteo político directo, evidenciaba
salteña, hijo de un ferroviario. La imagen una fuerte atracción por los temas sociales.
del niño que ve pasar el tren, constante en A esta “ideología” Castilla unió sus viajes
su poesía, se hace presente en uno de sus por Bolivia, lugar donde conoció la pro-
más conocidos sonetos: “Padre, ya viene blemática de la explotación de los mineros,
el tren de Alemanía, / anúncialo tocando experiencia que devino en compromiso
la campana”.1 El dato de filiación también trasladado a su poesía.
resulta pertinente para ubicar ideológica- Publicó: Agua de lluvia (1941); Luna
mente la figura de Castilla fuera de los cá- muerta (1943); La niebla y el árbol (1946);
nones de la aristocracia salteña que, desde Copajira (1949) – nombre que recibe el lí-
siempre, monopolizó la representación de quido corrosivo con el que trabajan los mi-
las voces culturales de la provincia. neros bolivianos–; La tierra de uno (1951);
La poética de Castilla propone un afin- Norte adentro (1954); De solo estar (1957)
camiento profundo en la región (que se –texto en prosa poética–; El cielo lejos
extiende desde Salta hasta el Norte, para (1959); Bajo las lentas nubes (1963); Pose-
llegar hasta el Perú), en la cual reconoce sión entre pájaros (1966); Andenes al ocaso
la unidad prehispánica y la comunión (1967); El verde vuelve (1970); Cantos del
de intereses estéticos, pero evade el cos- gozante (1972); y Triste de la lluvia (1977).
tumbrismo y la mirada meramente fo- Si bien no hay acuerdo en la crítica ni
lklórica o pintoresquista. Tan importante en cuanto al modo de periodizar ni en lo
resulta este afincamiento del poeta en el que tiene que ver con los méritos de la obra
paisaje y en la cultura de esta zona que de Castilla, Copajira, en tanto ejemplo de
un crítico acuñó la definición de “región poesía social (“La montaña, minero, / que
castillana”.2 siempre estuvo quieta / sigue ahora tus pa-
En 1943, junto con figuras como Raúl sos / y tú no te das cuenta. / La copajira
Galán, Julio Ardiles Gray, María Adela lima, / lima piedra por piedra / y queda,
Agudo y otros, integró el grupo La Carpa, si te has ido, / comiéndose tu huella”)4 y
movimiento cultural, pictórico, musical y
3. “Manifiesto de La Carpa”, cit. por Rubens
1. Castilla, M.J., “El tren”, Ángeles de visillo, Agüero, G., “Parado al pie de tu memo-
San Salvador de Jujuy, Buenamontaña, 1976. ria”, en Graboski, V. y Gutiérrez, R., En la
2.  Kaliman, R., “Sobre el proyecto creador de tierra de Manuel. Ensayo homenaje, Salta,
Manuel J. Castilla”, en Royo, A. y Armata, O. Municipalidad de Cerrillos, 2005, p. 22.
(coords.), Por la huella de Manuel J. Castilla, 4.  Castilla, M.J., “Copajira”, Copajira, San
Salta, Del Robledal, 2007, p. 20. Salvador de Jujuy, Buenamonteña, 1974.

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C CASTILLO

Cantos del gozante, en tanto construcción Verlag, 1975), al inglés (Contemporary Ar-
de un sujeto poético celebrante de la crea- gentine Poetry, Buenos Aires, Fundación
ción (“Dentro del monte yazgo preñado Argentina para la poesía, 1969), y al ja-
de quietudes furiosas. / A veces un lapacho ponés (Zen -on Gakufu, Tokio, Shuppan
me corona con flores blancas / y me bebo Sha, 1965).
esa leche como si fuera el niño más viejo de M.E.F.
la tierra”),1 son señalados como sus textos
más característicos. Castillo, Abelardo (San Pedro
Sus poemas son expresión de la cos- [Buenos Aires], 1935). En 1959 publicó
movisión del hombre del lugar que se su primer cuento, “El volvedor”, ganador
constituye como un yo colectivo y asume de un concurso literario organizado por la
su pertenencia al grupo social originario; revista Vea y Lea con un jurado integrado
“sujeto-colectivo” que concibe el tiempo por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares
de manera cíclica y plantea la unidad del y Manuel Peyrou. Fundó ese mismo año
individuo con lo cósmico. la revista de literatura El Grillo de Papel,
Párrafo aparte merece la obra de Casti- prohibida posteriormente por el gobierno
lla como recopilador de coplas y romances de Arturo Frondizi a causa de su orien-
anónimos y como autor de canciones de tación marxista y sartreana y, en 1961,
proyección folklórica, junto a músicos de junto con la escritora Liliana Heker, creó
la talla de Eduardo Falú o Gustavo Cuchi El Escarabajo de Oro, una de las publica-
Leguizamón. Canciones tan famosas como ciones literarias más representativas de la
“Zamba de Balderrama”, “La arenosa” o década del sesenta, que dejaría de apare-
“Pastor de nubes” son ejemplo de ello. Éste cer en el año 1974. En 1969 conoció a la
es el espacio en el cual el poeta cultiva la escritora Sylvia Iparraguirre, quien se con-
lírica amorosa, además del libro La niebla y vertiría en su compañera. En 1977 fundó
el árbol, de resonancias nerudianas. junto con ella y Liliana Heker la revista
En el grupo de poetas del interior del El Ornitorrinco, una de las publicaciones
país, la crítica reconoce el carácter canó- periódicas de resistencia al Proceso de
nico de Castilla teniendo en cuenta su Reorganización Nacional.
magisterio y apoyo a la iniciativas cultu- Publicó los volúmenes de cuentos: Las
rales de la región; su evolución desde el otras puertas (Goyanarte, 1961); Cuentos
tono vanguardista de los primeros libros crueles (Jorge Álvarez, 1966); Los mun-
hasta la voz personal de los últimos; su dos reales (Santiago de Chile, Ed. Uni-
afincamiento en su entorno lírico; su versitaria, 1972); Las panteras y el templo
compromiso estético y social, y su par- (Sudamericana, 1976); El cruce de Aque-
ticipación en grupos clave en el desarro- ronte (Galerna, 1982); Las maquinarias de
llo de la cultura regional. Algunas de sus la noche (Emecé, 1992); Cuentos completos
canciones y poemas han sido traducidas (Alfaguara, 1997); y El espejo que tiembla
al alemán (Moderne Argentinische Lyrik, (Seix Barral, 2006). Y las novelas: La casa
Turbingen und Basel, Horst Eedermann de ceniza (Estuario, 1967); El que tiene
sed (Emecé, 1985); Crónica de un iniciado
1. Castilla, M.J., “El gozante”, Cantos del go-
(Emecé, 1991); y El evangelio según Van
zante, Córdoba, Burnichon, 1974.

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CASTILLO C
Hutten (Seix Barral, 1999). Su producción personajes sentimientos de remordimien-
teatral está compuesta por: El otro Judas to, culpa e inclusive arrepentimiento, al
(El grillo de papel, 1961); Israfel (Losada, mismo tiempo que les confiere cierto goce
1964); Tres dramas (Stilcograf, 1968) y efímero. El tema de la crueldad en los tex-
Teatro completo (Emecé, 1995). También tos de Castillo parece cerrar el círculo que
publicó los ensayos Las palabras y los días abren ciertas narraciones arltianas, como
(Emecé, 1988); Ser escritor (Perfil, 1997) “El jorobadito”. Si en Arlt la crueldad ac-
y Desconsideraciones (Seix Barral, 2010). túa a veces como una forma de revancha
Su obra fue galardonada en numero- ante las desventuras de una vida de aflic-
sas ocasiones. Recibió el Premio Casa de ciones y como una reivindicación personal
las Américas (1961), la Faja de Honor de desde la mirada de los propios personajes
la SADE por Las otras puertas (1962), el que la practican o simplemente como una
primer Premio Internacional de Autores forma de diversión atravesada por el goce
Dramáticos Latinoamericanos Contem- en la humillación del otro, en Castillo el
poráneos del Institute Internactional du placer está opacado por el acto de arre-
Théâtre de la Unesco por Israfel, el primer pentimiento y solidarización culposa con
Premio del Festival de Teatro de Nancy la víctima. En ese sentido, el autor abre la
por El otro Judas (1964), el primer Premio serie Cuentos crueles con un epígrafe en el
y el Gran Premio de los Festivales Mun- que cita a William Blake y que da cuenta
diales de Teatro Universitario de Varsovia del valor que adquiere en su producción
y Cracovia por la misma obra (1965), el este tema: “la crueldad tiene un corazón
Premio Konex, Diploma al Mérito (1984), humano / y los celos un rostro humano;
el primer Premio Municipal de Literatura / el terror tiene la divina forma humana /
por su novela El que tiene sed y el Premio y el misterio tiene el vestido del hombre”.
Nacional “Esteban Echeverría” (1993) por En relatos como “La madre de Ernesto” y
su obra, entre otros. “El marica”, del libro Las otras puertas, la
La producción de Castillo representa crueldad es el motor que posibilita el de-
uno de los pilares insoslayables del sistema sarrollo de ambas historias. En el prime-
literario argentino. Su obra, que abarca ro, un grupo de jóvenes decide utilizar los
prácticamente todos los géneros y oscila servicios de una prostituta, madre de un
entre una tendencia realista y otra fantásti- joven conocido por ellos. El relato en pri-
ca –con un estilo que deja entrever en oca- mera persona hace explícitas las marcas de
siones la influencia de autores como Jorge culpabilización y arrepentimiento por par-
Luis Borges, Henry Miller y Edgar Allan te del narrador, pero también la satisfac-
Poe– despliega temáticas disímiles ligadas ción que los preparativos para el acto cruel
tanto a cuestiones de índole existencial y ocasionan en los personajes. La visita a la
filosóficas como literarias. Uno de los te- prostituta despierta entonces sentimientos
mas más recurrentes y ampliamente desa- ambivalentes: por un lado, el reconoci-
rrollados en su narrativa es el de la cruel- miento de que se trata de un acto turbador,
dad considerada como una característica ya que a la función de mujer-prostituta se
inherente a los seres humanos, cuya mani- le superpone la de mujer-madre con la que
festación y puesta en acto despierta en los los personajes ya habían experimentado un

• 291 •
C CASTILLO

trato relativamente afectivo; por otro, el locura remite a la frustración vital causa-
imperativo social en términos de la confir- da por la alienación laboral. A partir de
mación de la virilidad fija la urgencia por la utilización de la parodia del discurso
concretar el acto con la mujer-prostituta. filosófico y político, que aporta un tono
Esta ambivalencia se resuelve por la poten- humorístico al relato, un oficinista deci-
ciación del deseo de poseerla por su condi- de dar muerte a sus compañeros ante la
ción de madre de un amigo. Asimismo, el certeza de lo intrascendentes y oprobiosas
imperativo social que orientaba a los jóve- que resultan, desde su punto de vista, sus
nes a visitar a la prostituta deja de ser de- vidas. En “Vivir es fácil” y “Las panteras y
terminante para constituirse en secundario el templo”, ambos de la serie homónima,
ante el goce (no ya sexual) que promete el el desequilibrio emocional se resuelve con
encuentro. En la economía del placer pre- un suicidio, en el caso del primero, mien-
sente en el cuento, la duda y la posibilidad tras que el segundo –cuya temática y esti-
de arrepentimiento obstruyen la puesta en lo remiten a la narrativa de Poe– culmina
acto de la actitud cruel. El reconocimiento con la obsesión placentera del protagonista
de quiénes eran los jóvenes que iban en su por llevar a cabo repetidas veces un acto
búsqueda y la alusión por parte de la mujer de simulación del asesinato de su esposa en
a su rol de madre impiden el hecho. En “El el momento en que ella duerme. La pre-
marica”, la crueldad de los personajes y del sencia de personajes marginales también
protagonista está también orientada hacia es un elemento constitutivo destacable en
un personaje marginal. Se trata de un jo- la obra de este autor. Además de en los ya
ven que presenta rasgos de afeminamiento citados, la construcción de la figura del es-
y no se identifica con las actividades con- critor atormentado aparece en su novela El
sideradas masculinas por sus compañeros. que tiene sed. En ella se despliega la historia
El narrador, Abelardo –la utilización del de un escritor y su relación con el alcohol.
nombre del autor para la construcción de El protagonista realiza un recorrido meta-
personajes remite en la obra de Castillo fórico y un aprendizaje relacionado con sus
a una voluntad de otorgar un mayor gra- miedos y su angustia existencial.
do de verosimilitud al texto– recuerda su Más allá de la inagotable diversidad te-
amistad y su traición hacia el personaje al mática de la obra de Castillo, en el plano
engañarlo y llevarlo a ver a una prostituta formal resultan claras algunas recurrencias.
sin su consentimiento. El arrepentimiento El autor no descarta ninguno de los pro-
atraviesa todo el relato, pero el acto cruel cedimientos de la narrativa moderna. Así,
y la posterior violencia física son efectiva- en la novela citada, el discurso del protago-
mente llevadas a cabo. nista adquiere la forma del monólogo in-
También es posible encontrar en la na- terior, cambios en la focalización, etc. Por
rrativa de Castillo temáticas ligadas con la otra parte, Isabel Vassallo observa una de
locura y la venganza como desquite ante las constantes de la narrativa de Castillo: la
la humillación tanto por parte de la socie- alternancia de las personas narrativas como
dad como por la de un personaje específi- forma de experimentación literaria que
co. En ese sentido, en “Also sprach el señor otorga cierta inestabilidad al texto y cierto
Núñez” de Las otras puertas el tema de la “espesor mayor”, al desafiar la comúnmen-

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CASTIÑEIRA DE DIOS C
te presente voz única que guía el relato en sus composiciones cierto acervo popular y
las narraciones canónicas.1 el carácter patrio de su apego a la tierra.
En relación con su producción en el Su infancia transcurrió en el paraje bo-
ámbito de la dramaturgia, las obras de naerense de Tres Picos, al sur de Sierra de
Castillo desarrollan temáticas acordes a las la Ventana, medio que luego le inspiraría el
que caracterizan su narrativa. Israfel cons- poemario Campo sur (1952). Al establecerse
tituye uno de sus trabajos más acabados. su familia en la ciudad de Buenos Aires, su
En ella, su personaje principal es el escri- maestro de 5º grado fue el escritor Leopol-
tor Edgar Poe. Israfel no pretende ser, sin do Marechal, a quien después Castiñeira
embargo, una obra de carácter puramente de Dios reconocería como iniciador litera-
biográfico. En todo caso, los profusos co- rio y a quien –varias décadas más tarde–
mentarios con los que el autor acompaña dedicaría el homenaje “Responso para mi
el texto desempeñan un papel secundario maestro Leopoldo Marechal” (1991). Par-
para dejar paso a la reflexión por parte ticipó en la revista Canto, publicación que
del espectador acerca de cuestiones tanto contó con sólo dos números en el transcur-
existenciales como específicamente litera- so de 1940, si bien fue de gran relevancia
rias. En la obra resulta clara la intención ya que aglutinó a los jóvenes poetas de la
de resaltar ciertos atributos en el personaje promoción del cuarenta. Al año siguiente,
principal que remiten a una visión román- Castiñeira de Dios dirigió la revista Huella,
tica: el escritor soñador, fervientemente también de vida fugaz. Identificado con la
enamorado, sumido en la pobreza, díscolo irrupción de las masas en la escena políti-
y a la vez hiperbólicamente afectivo, carac- ca, ocupó la Subsecretaría de Cultura de la
terísticas todas atribuibles a muchos de los Nación en el primer peronismo y trabajó
personajes de su producción narrativa. junto a Eva Perón en la fundación homó-
A.E.B. nima. Por aquellos años, publicó algunos
+ Heker, Liliana. versos en la revista Mundo Peronista.
Mucho tiempo después, en 1972, sería
CASTIÑEIRA DE DIOS, José Ma­ uno de los integrantes de la heterogénea
ría (Ushuaia [Tierra del Fuego], 1920). comitiva que viajaría a Madrid para acom-
Destacado poeta, miembro de la llamada pañar al líder en el legendario charter que
Generación del 40, enrolado en la cau- lo regresaría al país, tras diecisiete años de
sa justicialista e inscripto en una línea de exilio. En 1973, Castiñeira de Dios ocupó
pensamiento católico y nacional, corriente la Secretaría de Prensa y Difusión. Ya en
proyectada de lleno en su obra. Si bien el 1989, con otro gobierno peronista, sería
rigor formal de sus versos enseña una li- director de la Biblioteca Nacional, cargo
gazón con la tradición lírica de la poesía que dejaría en 1991 para asumir la Secre-
castellana, resultan elementos singulares de taría de Cultura y luego la titularidad de
la Oficina de Ética Pública. En 1999 fue
1.  Vassallo, I., “Típicas atracciones genéricas. designado miembro correspondiente de la
El punto de vista”, en Elsa Drucaroff (dir.), RAE. Recibió numerosos galardones, entre
La narración gana la partida, vol. 11 de Jitrik, ellos el Gran Premio de Honor 2003 de la
N. (dir. col.), Historia crítica de la literatura
SADE. En el transcurso de su trayectoria
argentina, Buenos Aires, Emecé.

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C CASTIÑEIRA DE DIOS

colaboró en distintos medios periodísticos, Oda filial a Tierra del Fuego (1966) es
tales como los diarios Clarín y La Nación. una remembranza melancólica de la tie-
Del ímpetu dichoso (1944), su primer rra de sus primeros años, plena en imá-
libro de poesías, se alzó con el Premio genes oníricas de una cordillera helada y
Municipal de Poesía. Campo sur (1952), un mar resplandeciente de lumbre polar.
su trabajo siguiente, comprende una serie El retraimiento insular acarrea la soledad
de sonetos, coplas y composiciones que pero también permite preservar el tiempo
exaltan el motivo campestre y el apego añorado de la niñez. El relato en verso El
por la morada infantil, de manera tal que santito Ceferino Namuncurá (1968) re-
el enaltecimiento y la gloria del pago chi- cupera esta figura de raíz indígena, pro-
co trascienden el ámbito local y adquie- pia del santoral rural –décadas antes de
ren resonancia nacional. Los versos del que fuera beatificada– y narra en cinco
poemario manifiestan la afinidad entre cantos el periplo del discípulo, desde su
el hombre y su entorno natural, así como nacimiento hasta su muerte. El plan de
cierta tentación metafísica y una propen- la obra procura identificar la abnegación
sión al desafío en la contigüidad con la cristiana y la vocación patria en un hijo
muerte. De este modo leemos en la copla de la pampa, propósito ya expuesto por el
“Si hay tras de la muerte amor”: “Si hay novelista Manuel Gálvez en El santito de
tras de la muerte amor / después de muer- las tolderías. La vida perfecta de Ceferino
to he de amarte / y aunque esté en polvo Namuncurá (1947). El primer segmento
disuelto / seré puro y fino amante”. Las de esta obra de Castiñeira conjuga la ce-
líneas del soneto “Saqué mi corazón de la lebración de las misiones salesianas que se
tierra quemada” evidencian la comunión internaron en la Patagonia con la contro-
entre el hombre y la tierra, en la manifes- versial salvación individual de un solitario
tación del mismo universo en la interiori- elegido que se sobrepone a la humillación
dad del ser: “Saqué mi corazón de la tierra de su pueblo. De esta manera leemos:
quemada / y lo partí, como a la vida ente- “¡Ah, curitas misioneros / que anduvieron
ra: / vi en su centro el milagro de la era / y la llanura; / muchos dejaron sus cueros /
el árbol de la vida en su enramada”. Se ha oreándose en los esteros / por amor a la
señalado la contradicción de una poesía creatura! / (Vale la pena, señores, / dete-
pastoril y elegíaca, que se regodea en la nerse aquí un momento / para rendir unas
nostalgia por la pampa pretérita de reseros flores / a estos civilizadores / sin himno ni
y pueblos mínimos, sin reparar en la vasta monumento) […] Y es cosa de no creer /
transformación de la Argentina industrial que entre tanta salvajada / pueda Ceferi-
que incitó las migraciones internas hacia no ser / el triunfo, a mi parecer, / de una
las ciudades y provocó el establecimien- raza derrotada”.
to de los cordones industriales en los su- Otros de sus textos son: El leño ver-
burbios. No obstante, en Las antorchas de (1960); Cada día su pena (1960); Tres
(1954) Castiñeira de Dios propuso, en poemas paternales y una oda a la soledad
concordancia con su tiempo, una poesía (1960); Santos Vega y Campo sur (1967);
de compromiso cívico que encumbraba Testimonio cristiano (1982); Obra poética
los valores del justicialismo. (1985); Celebración del sacramento del ma-

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CASTRO C
trimonio y Cantos de amor a Elena (1996); de la razón quebrada, equivalente al mis-
De los tiempos del Eclesiastés (1997); Cán- mo sujeto envuelto en una reproducción
tico del Gran Jubileo en el segundo milenio degradada de valores ya anulados pero
del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo formalmente vigentes. A ese sujeto sólo le
(1999); y Dos poemas ante el Cristo de la queda, para Casullo, la descripción sarcás-
Santa Paciencia (1999). tica de su entorno cultural vaciado.
L.P. La obra crítica de Casullo se expone es-
pecialmente en la revista Pensamiento de los
Castro, Luciano (Buenos Aires, Confines, que dirigió con entusiasmo arte-
1969). Escritor. Comenzó la carrera de sanal y dotes de editor vienés, examinando
Letras y, luego de abandonarla, siguió con con preferencia las formas que una época
estudios de periodismo. Escribió Las pá- adquiere en la subjetivización colectiva,
ginas del enano (Paradiso, 1995), novela bajo el amplio lienzo de las fuertes evoca-
con elementos de suspenso, cuya historia ciones críticas provenientes de lecturas del
transcurre en seis días y se sitúa en un lu- romanticismo alemán, la crítica religiosa a
gar aislado en los Andes del Sur, próximo la religión, una sociología de los sentidos o
a El Calafate. Los protagonistas son turis- del gusto, una reubicación de las filosofías
tas porteños que llegan a una hostería de del mal o sobre el mal, una problematiza-
propietarios alemanes con un sospechoso ción, como dijimos, del concepto de época
pasado nazi. En el texto se configura un que menos proviene de las “epistemes” de
mundo en el que los estados de fantasía, raíz francesa que de un magma conceptual
sueño, delirio o alucinación dificultan ob- en que se traducen formas que van del su-
tener explicaciones ontológicas de una si- jeto heroico –a la manera de momentos
tuación terrorífica y apocalíptica en la que sociales épicos, como los 70 argentinos–,
se ven atrapados los personajes. hacia una razón simbólica o a una filiación
P.N. de lo “sagrado social”. Ambas ideas, sin
mencionárselas más que quedamente, son
Casullo, Nicolás (Buenos Aires, el cierne de la reflexión más elocuente de
10/09/1944 - 09/02/2008). Nicolás Ca­ lo que sin duda –y no hace falta evocar a
sullo inventó y desarrolló de muchas Bataille o a Goethe, entre tantos–, sería el
maneras una escritura rica en alegorías y aproximado sinónimo de la idea de “pensar
recursos expresivos para una gran investi- en los confines”.
gación de las lógicas bajo las que se pro- No podríamos saber muy bien a qué
duce y reproduce una época. En efecto, la cultura, qué subsuelo, en qué mercado de
noción de época es fundamental en sus en- frutos se produce literariamente alguien
sayos, a la que no ve como una determina- como Nicolás Casullo. Cómo viene a ser,
ción final en el crisol de los sujetos cultura- de qué manera especial se forma un pues-
les, sino como un tejido de conocimientos to, un encargo en el que se habla con un
astillados, sueño cercano a la pesadilla, que sentido tal que no podemos dejar de verlo
introduce lógicas de miedo, hipocresía o como algo elaborado por toda clase de ele-
fraude en la conciencia colectiva. La época, mentos o matices de la sociedad argenti-
entonces, no será otra cosa que una forma na, del mundo real de la existencia del que

• 295 •
C CASULLO

habla, del que escribe en un país. Casullo valores por los que ha transitado la usanza
fue antes que nada un novelista, y de las narrativa de Casullo.
varias novelas que escribió, El frutero de los En efecto, Casullo resulta un agudo in-
ojos radiantes tiene un aire extenso, toma el vestigador de objetos culturales y pasa de
tiempo largo de una familia de inmigran- los considerandos propios de la llamada
tes, en lo que puede ser entendido como “alta cultura” –luego de un vertiginoso de-
una crónica aluvional de la espera de un rrape– a la lírica y obtusa compenetración
lenguaje, mientras –como un largo espec- argentina. Véase: “Regresó de la tierra fa-
táculo– se expone la política y la cultura raónica en compañía de una alemana de
del país durante más de un siglo. En la Frankfurt y que hablaba de Habermas,
presentación de esta novela, Premio Poblet con una receta de vida ecológica a impo-
a fines de la década del 80, Casullo mos- ner por correspondencia en el Trastévere,
tró su pudoroso laconismo, rechazando incluido bicicleta, zonas campestres, coitos
la invitación a cerrar el acto. Como autor colectivos y aguas de cercanas volcánicas.
habló poco de su obra, y cuando lo hacía, Hasta que una noche, cuando su esposa
comentaba aspectos tangenciales de la mis- Adela, antigua responsable en la Boca para
ma, con ironía. Beatriz Sarlo comparó con el regreso de Perón….”. O bien: “Sus hijos
los largos períodos de Cortázar, el modo lo fueron olvidando, Adela conoció a un
en que Casullo armaba frases serpenteantes secretario de la Embajada de Libia que se
que arrastraban por el camino membranas propuso como amante y socio suculento
olvidadas de todos los lenguajes posibles. en el negocio, encrucijada en la cual Darío
En La cátedra, escrita en los últimos Zabala decidió volver a Heidegger, George
años, un grupo de profesores, como si Trakl y Paul Celan, como inescrutable res-
fuera también una familia de exilados, se puesta a su expulsión del hogar fundado en
desdobla en una conspiración que ocurre épocas utópicas bajo el signo Rosas y tam-
en varias temporalidades, donde desfilan bién de Yrigoyen…”. Los nombres per-
asimismo fantasmas salidos de nuestra tenecen a una grilla jocosamente tratada
propia conciencia insatisfecha. Cometido con el método del contraste satírico. Bas-
novelístico que procede caudalosamen- ta poner una realidad demasido conocida
te, La cátedra es una novela total (el ciclo por chanflona de rehén de una situación
de una vida que reúne en cierto punto de augusta, para que se desencadene un dis-
ebullición toda su temporalidad posible) positivo conocido: rebajamiento cómico y
que menta una sociedad secreta perdida, si ascenso bufonesco de rango. Casullo con-
se quiere a una civilización que remite a duce esos tempos con particular maestría, y
mapas esquivos que se descifran desde las así La cátedra parece una conspiración de
incertezas de nuestro propio presente cul- los demonios culturales del siglo XX, fabri-
tural. La presentación de dos mundos o de cada con restos de mitos políticos naciona-
dos planos temporales, uno de los cuales les, mientras “la cátedra real” vive su vida
–el incógnito– deja huellas amenazadoras comprimida entre rutinas irredimibles y
en el mundo visible, origina una investi- caricaturescas, con hábitos intelectualoides
gación del profesor Humberto Baraldi, al que Casullo describe al pasar con divertida
tiempo que sostiene el mismo núcleo de aspereza.

• 296 •
CASULLO C
Un ramillete de escenas eróticas mues- sobre lo que han leído o pensado cuando
tran una artesanía convincente. Y a veces el eran fantasmas.
suspenso o el terror impregnado de lo coti- En las novelas de Casullo siempre hay
diano deja paso a diálogos “orilleros” . Son personajes a ser liberados de un lenguaje
los especialistas en romanticismo alemán irrisorio. Los instrumentos del novelista
que conviven con otras expresiones del para invitar a esa liberación son el sarcas-
anaquel popular argentino: “Igual te voy a mo, la melancolía, los poderes del absurdo
matar, pelotudo”. Prueba de que para Ca- que no nos permiten comprender nunca
sullo lo gótico es la intromisión fantasmal en qué realidad última estamos envueltos.
de una lenguaje en el otro, como amenaza Casullo dio mil vueltas, con artilugios de
o transfiguración. Hacer del desprecio algo extrema fineza, a una lengua que expuso
gracioso. con sabia elevación. Así investigó el otro
Lo gótico, anunciado por el propio edi- polo de las culturas, a los hombres y muje-
tor en la contratapa del libro, sería así un res que no se deciden a abordar su oscura
cierto uso torvo del idioma nacional, que rusticidad, el problema de sus pasiones más
Casullo maneja diestramente con el condi- groseras o ridículas, su lenguaje más ani-
mento de íconos culturales que exhibe en mal. Por eso, podía descender a los últimos
solfa. Sus personajes son pillos beatíficos, confines del idioma y encontrar allí la base
sumergidos en culturas metropolitanas, del ludibrio, de la carnavalada, la fábrica
que conversan de elevadas cuestiones del oprobiosa de nuestras relaciones diarias.
espíritu y avezadas bibliografías. Pero en La descubría y la mostraba en él y en los
la napa interna de las cosas está el destino demás. Y con asombro, podíamos percibir
destrozado, aquellos años que fueron los en una inesperada vuelta de sentido que
más revolucionarios de la Argentina, que todo podía transformarse en una narración
Casullo ve como un cobertizo mitológico viva sobre un mundo desencantado y con
que trata con eufórico sarcasmo. No deja fisuras filosóficas a la espera de su cronista.
en todo momento de mostrar la rudeza de Casullo fue uno de esos cronistas con una
la vida, la tragedia de toda máscara intelec- secreta piedad sobre las cosas y las perso-
tual, los hábitos intelectuales tratados con nas, sentimiento guardado íntimamente
humor crítico y piadoso. El tema de Ca- en su inconfesable suma teológica –la teo-
sullo –mas allá de Hölderlin– se presenta- logía del Abasto, de Racing, de la política,
ría así como la pregunta acerca de si hubo las cenas amistosas, Musil o Breton, los
romanticismo e “individualidad moderna” populismos latinoamericanos o el cine de
en la Argentina en esas criaturas perdidas Tarkowsky–, conjunto entreverado en la
que atravesaban los pasillos de las facul- ciudad y expresado en grandes panoramas
tades. Escribe, sin duda, una novela para imaginativos y amargos sobre la civiliza-
aclarar(se) estos aspectos. La cátedra es un ción contemporánea, hasta la exasperación
tratado sobre las retóricas políticas y profe- de un camino sin salida. Pero todo era un
sorales, con una trama policial subyacente juego amoroso apenas entrevisto y en su
que no necesita imponerse sobre los fuertes forma extrema de pudor.
momentos en que los personajes, con un Los ensayos de Nicolás Casullo –y es
leve –en efecto– aire cortazariano, discuten inútil establecer si el ensayista estaba al

• 297 •
C CASULLO

acecho en el novelista o viceversa– tienen ese punto de tensión en sus novelas y ensa-
la elegancia de un montaje en que final- yos, buscándolo con el método rapsódico,
mente, luego de que el filósofo autodidacta es decir, con un desfile de enumeraciones
hace su gran trabajo, se expone un descrip- que obedecían a una selección un tanto
cionismo radical, chispeante, jocoso, el disparatada, pero que su transcurso permi-
que podríamos encontrar en la mejor ex- tía formar una línea de pensamiento ciné-
posición de las existencias cómicas. Como tica, con imágenes rápidas entrechocadas.
los grandes optimistas encubiertos, Casullo Luego venía la coronación en una suspica-
hacía reír para pensar. Como estilo intelec- cia ocultamente tierna, pero que aludía al
tual, recordaba las atmósferas románticas ridículo del vivir, a las formas de vida que
del siglo XIX, en medio de grandes salones eran portadoras de arquetipos inverosími-
de debate, entre añoradas humaredas de les de los que no sabían dar cuenta.
cigarros y poetas de estilizadas enfermeda- Las piezas a ser combinadas quedan
des. Pero a la distancia, se escucharía el gol sueltas, fuera de cuajo, ignotas. El “des-
de las canchas argentinas. Casullo estaba tiempo” –concepto de Casullo– es la ma-
en la feria abigarrada y en la forma exqui- nera específica en que se produce el pen-
sita del espíritu, si es que ambas cosas no samiento sobre las épocas, a la manera de
son la misma. Ausentes en nuestro medio la mueca del historicista. El pensamiento
los grandes atrevimientos de lenguaje y la de Casullo, la rapsodia, nace irónica para
gran filosofía hecha con medios intelectua- luego poder ser condescendiente y acep-
les propios, Casullo –que provenía de los tar que las épocas pueden explicarse a
elocuentes fervores del país convulsionado condición de no tener un núcleo interno
y había trabajado con Alicia Eguren, para totalmente inteligible, patente. Un poco
poner un nombre posible, ahora, al lado marechalianamente, no en vano mencio-
del suyo– repartió esos frutos con toda cla- namos a Cortázar, Casullo toma su mate-
se de estilos, el llano, el áspero, el erudito, ria de objetos encantados, tal como se ve
el sensitivo, el conceptual, y muchos ni se en el prólogo de uno de sus últimos libros,
habían dado cuenta. Peronismo, militancia y crítica, donde la
Nicolás Casullo, como se ha dicho, po- rememoración de una calle del barrio de
seía la veta cortazariana, pero de modo más Almagro lo lleva a perseguir distintas asti-
fidedigno se debe decir que existía bajo el llas del tiempo y la catalogación dramáti-
empleo del modo rapsódico, con compo- ca de iconografías del peronismo, las de la
nentes diversos que surgen de una recopi- alta cultura y las pulsaciones combinadas
lación de hechos dispersos que de pronto de los mitos populares con los emblemas
adquieren una dramática unidad. Rayuela que provienen de los usos líricos, vulga-
era un ejemplo de esta modalidad. La lleva res o encumbrados. El vertiginoso acto de
a su extenuación y la realiza como forma nombrar todas esas estaciones, de arriba
superior del chiste, del recorte de hechos, para abajo y en ennumeraciones irrisorias,
de mezcla de las barajas con ingenio mági- es lo que llamamos “estilo rapsódico” de
co, buscando un punto último de tensiones Nicolás Casullo. Pero rapsodia que surge
sobre el cual resiste todo, más allá del cual como la descripción de una pesadilla, de
no hay nada. Nicolás tomó el problema de un sueño constante y quebradizo conta-

• 298 •
CASULLO C
do por un desatinado o un demente. He explorara un planeta vacío de hombres y
aquí la aludida memoria sobre el barrio de actualidad, pero que ofrece una viva y
de Almagro luego de la caída del peronis- seductora nota antropológica. Una arreba-
mo en 1955, según la urdimbre de voces tadora cultura extinguida. ¿Pero se dice eso
desbocadas que se referían al nombre de para denostar, prescindir, rehusar? Todo lo
Evita: “Era el sonido atroz de los negros contrario. No se trata de examinar despecti-
de a montones, era un mundo de telaraña vamente la cultura de esa lengua que perma-
que abrazaba un apellido abandonado, un nece sugerente pero talada por dentro, sino,
hijo saturnal, un Nerón de las pampas y primero, de contarla en sus más emotivas
además trenes de pan dulce comidos por facetas ya sucedidas. Hacer la “crónica”.
las ratas, hoteles de carniceros en Pla- Casullo llamaba crónica a los pensamientos
ya Grande, sacristías en llamas y Cristos enteros, en su máxima tensión, pero con su
incendiados que gemían, familias probas narrativa interna intacta. Y esa crónica es
denunciadas y requisadas, mundo de rei- fascinante, caudalosamente conmovedora,
nas proletarias todas rameritas, fiestas na- pero de una conmoción heroica, sin llanto
cionales de vagos, fogatas con el parquet, ni demasía.
quejidos de las hembras los veintiséis de Justo cuando se cree que Casullo mira
julio llorando por la yegua”. Y sigue: es detrás un pilón de ruinas, es que usa el
la imaginación salida de un aquelarre tex- sortilegio de la crónica para –en lo escri-
tual que va frotando su objeto con distin- to– reavivarlas. Pero en segundo lugar, se
tas láminas de sarcasmo barroco y capas trata de descubrir el destino de una época
oníricas que se exceden unas a otras bajo y desbrozar el tema esencial de estos es-
el mismo tañido. critos de Casullo: ¿qué cosa es un cambio
Su gran trabajo maduro y excepcional, de época? Casullo no era un historicista,
que en sí mismo representa una de las vetas por eso cada hecho que relataba con su
de la pregunta sobre “el intelectual”, que se- destreza de novelista tenía que permitir
gún se lee en ese mismo libro, vale la pena que se extrajera de él toda su esencia. Así
saber si se va a mantener en las mismos tér- interpretado, cada hecho quedaba como
minos que en la época de Voltaire o de Tho- un ícono solitario en la historia: los popu-
mas Mann, o bien se extinguirá como pa- listas rusos, el monóculo de Bernstein con
labra repudiada y vencida. En primer lugar su socialismo de salón de buen burgués
me gustaría recordar brevemente el artículo alemán, el marxismo con su escisión dra-
“La revolución como pasado”, que en sí mática entre su sujeto lector proclamado
mismo es un libro dentro del libro póstumo y los lejanos lectores reales. Específica-
Las cuestiones. Se trata de un texto funda- mente, los aparatos de vulgarización del
mental de la cultura crítica argentina. Con marxismo durante más de un siglo esta-
su escritura de ritmos que periódicamente blecieron un drama humano e intelectual
se expresan en cascada para luego volver a la de la convivencia de esos escritos filosó-
calma, Casullo reescribe el panorama com- ficos con los públicos urbanos y fabriles
pleto de la cultura revolucionaria del siglo reales, tema desolador que así como lo
XIX y el que le sigue –Marx, Proudhon, presenta Casullo, nadie en nuestro país lo
Lenin, Kautsky, Trotsky, Sartre–, como si había estudiado en su capacidad de defi-

• 299 •
C CATANI

nir una cuestión de honda actualidad: la mente la manera en que ésta se iba recono-
de los mediadores culturales. ciendo en un tiempo escatológico, como la
Es así, pues, que cambian las épocas en audaz inmanencia de un reino mesiánico
cada acontecimiento con la suficiente fuer- que aunque se pugnaba por sofocar, favo-
za metafísica –emplea, sí, este concepto, recía en no poco las versiones populares
pues con él ve un reflejo intenso de cada del gran cambio teorizado como si éste en
época en lo apenas intuido por millones de verdad fuese apenas una ciencia, una razón
hombres–, fuerza y acontecimientos que científica. Recogiendo así los idiomas de lo
sin que se lo advierta, hacen de la verdad teológico-político, concepto que al cabo
profunda del mundo histórico que vivimos se halla en las más importantes obras de
algo desapercibido, pues siempre hablamos la modernidad, por supuesto en Benjamin
de otra cosa. y Schmidt, pero en esencia en los mayores
¿Qué es lo que no percibiríamos? Los filósofos modernos desde hace más de cua-
alcances humanos de la “apoteosis tecno- tro siglos, Casullo se propone una empre-
lógica”, en la que el mundo comunicacio- sa de estatura benjaminiana. Pero sin que
nal que hoy conocemos y sobre el que se Benjamin sea una cita ni una bandera ni
plantea una nueva legislación, es su gema una conversación erudita, ni un mendrugo
más autóctona. ¿Pero era Casullo un apo- de una clase con parcial y final bien dados.
calíptico o un antitecnológico? No, porque Es un Benjamin asimilado secretamente
lo que quiere es ver en qué condiciones y puesto de otro modo, silenciado en su
un mundo de signos nuevos aloja viejas idioma mesiánico, para pasar a ser escrito
cuestiones. Esto es, la antigua forma de de otro modo, que lo desmantelaba y lo
la cambiante creación humana, cómo se volcaba en los odres de “nuestra crónica
desenvolvería ahora en tiempos en que la argentina”. La pregunta de Casullo –el
“utopía tecnológica e informática” ya ha centro de las cuestiones– dirigía su flecha a
creado lenguajes propios, en parte expro- saber si algo de aquella época que ofrece su
piados del bagaje revolucionario anterior, valiente museo sin querer ser pieza arrum-
dejando ante la realidad de su propio can- bada, puede volver a rozarnos.
dor a los que creen –como creyeron los H.G.
revolucionarios rusos– que los eventos de
un tiempo de cambio ideológico bastaban CATANI, Enrique (9 de Julio [Buenos
para tranquilamente heredar la tecnología Aires], 1914 - 1974). Ingresó a la Facultad
existente. Dicho esto, la obra de Casullo se de Humanidades y Ciencias de la
lanza a investigar, siempre con su lengua- Educación de la UNLP, donde se graduó
je autocreado (necesario para hablar de lo como profesor de Enseñanza Secundaria,
que se habla: precisamente, quiénes hablan Normal y Especial en Letras.
o hablarán el lenguaje de la emancipación), Obtuvo el doctorado con una tesis
qué se puede hacer. Eso mismo investiga: acerca del simbolismo de la Divina come-
qué nos está dado realizar, pensar, compro- dia. Fue vicedecano de la misma facultad
meter, ofrendar, hacer. en la que se formó. También se desempe-
En su crónica de los años de la utopía ñó como director de la Escuela Nacional
social revolucionaria, había seguido aguda- de Bellas Artes de La Plata. Finalmente,

• 300 •
CATANIA C
fue nombrado director general de Cultura (Barcelona, Círculo de Lectores, 1994).
de la Nación. También el libro de entrevistas Entre la le-
En 1943, publicó Core y otros poemas tra y la sangre. Conversaciones con Ernesto
(Colombo), a la que le siguieron múltiples Sábato (Planeta-Seix Barral, 1989). Entre
obras poéticas, narrativas y dramáticas. sus numerosas obras teatrales ha estrena-
Merecen especial consideración: El héroe do La nube en la alcantarilla (Talía, 1955);
(1944); El bosque (1948); Poema histórico Tres en el centro de la tierra (1963) y Sibe-
de Nueve de Julio (1950); Una barca na- lius (2004).
cida en el mar, Melodía en el parque y Un F.N.
tren pasa al Oeste (1957); El latir de la calle
(1961); La ciudad que yo canté (1963). Fue CATUOGNO, Carlos (Buenos Aires,
uno de los fundadores de la Sociedad de 1947). Publicó artículos de teoría socio-
Escritores de la Provincia de Buenos Aires lógica en el Diccionario de ciencias sociales
y presidió la filial platense de la SADE. (Madrid, Unesco, 1976) y en Dependencia
F.P. e independencia (Madrid, CIS, 1979).
En 1985 recibió el segundo premio en el
Catania, Carlos (San Carlos [Santa Concurso “Juan Rulfo” en París.
Fe], 1931). Actor, director teatral, drama- Su libro de relatos Y si los bárbaros asal-
turgo y narrador. Ha desarrollado una in- tan (Torres Agüero, 1988) fue premiado
tensa labor cultural en Costa Rica, donde se por el FNA el año anterior. También pu-
ha desempeñado como actor fundador de blicó Historia del arte, otro libro de relatos
la Compañía Nacional de Teatro de Costa (Paradiso, 1995) y la novela Angelis (Para-
Rica, como profesor de la Escuela de Artes diso, 2003). Sus narraciones formaron par-
Dramáticas de la Facultad de Bellas Artes te de varias antologías, entre ellas Cuentos
de la Universidad de Costa Rica y como de historia argentina (Alfaguara, 1998).
director de la primera Escuela Oficial de Volcado al área de capacitación y co-
Teatro, dependiente del Ministerio de municación corporativas, publicó junto a
Educación de dicho país. Sandra Somoza el ensayo Maquiavelo light:
Considerado como una de las revela- una crítica sobre el trabajo en la modernidad
ciones literarias posteriores al boom, ha tardía (Biblos, 2007).
publicado los libros de cuentos: La ciudad F.P.
desaparece (Santa Fe, Colmegna, 1966); La
mutiladora (Santa Fe, Colmegna, 1993) y CÉDOLA, Estela (s/d - 2004). Crítica
Como duermen las palomas (Editorial Uni- literaria. En 1966 se recibió de Profesora
versidad de Costa Rica, 2000). Las nove- en Letras por la UNLP y en 1969, viajó a
las: Las varonesas (Barcelona, Seix Barral, Europa. Tras escribir su tesis sobre Borges,
1977; Premio “Aquileo Echeverría”); El se doctoró en la Université de la Sorbonne
pintadedos (Legasa, 1984); Diario de Bonka (París), en donde fue discípula de Lucien
(Prisma, 2008). Los ensayos: El escritor y Goldmann. Se desempeñó como docente
el teatro (Universidad Nacional del Lito- en la UNLP, la Universidad del Sur (Trelew)
ral, 1959); Genio y figura de Ernesto Sába- y, en Francia, en la del Franco-Condado
to (Editorial Costa Rica, 1972) y Retrato (Besançon) y en el curso preparatorio para

• 301 •
C CÉDOLA

las Grandes Écoles de París. Fue investi- tida, Cédola problematiza la relación entre
gadora independiente del Conicet, con literatura y política en la novela de Cortá-
sede de trabajo en la UBA. Ha publicado zar para descubrir que si bien la novela fue
diferentes artículos sobre Borges, García escrita como el texto comprometido que el
Márquez, César Aira, Daniel Guebel y público latinoamericano de los 60 quería
Griselda Gambaro, tanto en Argentina leer, la narración en sí presenta una co-
como en el exterior. Su tesis doctoral, Jorge rriente en sentido contrario que cuestiona
Luis Borges o la coincidencia de los opuestos el referente con cierta desconfianza frente
–con la cual obtuvo el título de Doctora a los “fascistas de la revolución”. Cédola
en Filosofía en la Sorbonne–, fue distin- señala que el Libro de Manuel de Cortá-
guida con el premio a mejor ensayo de la zar pone en el tapiz las contradicciones de
Editorial Planeta y el Ayuntamiento de la cultura política que sedimentó el Mayo
Benalmadena (Málaga). francés desde lo específico literario. En el
En 1987, Estela Cédola publicó su ensa- segundo artículo del libro, “El oficiante
yo sobre Borges. El trabajo plantea una lec- y el acólito”, la crítica analiza cierto resa-
tura de la obra, en particular de los cuentos bio, a pesar de la postura revolucionaria de
reunidos en El Aleph, desde una perspectiva Cortázar, que sigue sosteniendo las relacio-
de crítica estructuralista genética aprendida nes de dominación y sumisión en las que la
de su maestro Goldmann. Básicamente, la mujer juega el papel de acólito que ayuda
tesis de Cédola se propone el rastreo de cier- e ilumina al hombre (el rastreo del rol fe-
tas oposiciones que entran en relación, en menino pasa por Rayuela, Las armas secre-
tensión y en coincidencia en los cuentos de tas, Queremos tanto a Glenda, Alguien que
Borges: civilización y barbarie (por ejemplo, anda por ahí, etc.). Por último, en “Borges
en “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz”); rea- y Cortázar”, Cédola realiza una lectura
lidad y apariencia (en “El Aleph”, uno de los cruzada de “El Aleph” y “El perseguidor”
cuentos que más cautiva a Cédola); tiempo en busca de la reflexión sobre la literatura
histórico e infinito; acción y pensamiento; que se despliega en cada cuento y que se
etc. En dicho rastreo, Cédola desmonta el relaciona con la poética de cada escritor.
pensamiento binario en la obra de Borges En 1999, Cédola dio a conocer Cómo
para hallar su propia dialéctica y conseguir el cine leyó a Borges, libro en el que analiza
aislar una estructura significativa (la coinci- la transposición del discurso literario (los
dencia de los opuestos) para leer la obra del cuentos de Borges) hacia el discurso fílmi-
escritor canónico. co, lo que se suprime y lo que se añade. La
Cortázar: el escritor y sus contextos apa- crítica dedica cada capítulo de su libro a un
rece en 1994 y recopila tres artículos pre- cuento (“La muerte y la brújula”, “Emma
vios: “El ocaso de las vanguardias: Libro de Zunz”, “Hombre de la esquina rosada”, “El
Manuel”, “El oficiante y el acólito: roles Evangelio según Marcos”, entre otros) y a
femeninos” y “Borges y Cortázar: la utopía sus adaptaciones cinematográficas, nacio-
de un lenguaje desalienado”. El primero nales e internacionales. En el recorrido dis-
propone una relectura de Libro de Manuel puesto a través de los cuentos borgeanos y
en íntima relación con la cultura política de las películas de directores como Leopol-
de Mayo del 68. Desde ese punto de par- do Torre Nilson, Edgardo Cozarinsky, Ber-

• 302 •
CEDRÓN C
nardo Bertolucci, etc., Cédola rastrea las el Centro Cultural de la Cooperación. En
técnicas cinematográficas que los realiza- este último, su obra forma parte de un
dores y sus colaboradores desplegaron para grupo declarado Patrimonio Cultural por
releer, en otro formato, la obra de Borges la Subsecretaría de Cultura de la Ciudad
y el grado de fidelidad de las producciones de Buenos Aires.
que –más allá de la literalidad– guardan la Asimismo, es autor y editor de publica-
esencia de la narración, el conflicto del tex- ciones de arte: Doce dibujantes en búsqueda
to borgeano. En definitiva, el libro plantea de un texto (1990); El Color (IMFC, 1991)
un análisis desde una perspectiva semiótica y Arte latinoamericano: territorio de utopía
de la transposición entre la literatura y el (IMFC, 1992), en los que fueron coauto-
cine en un intento de analizar cómo el cine res Alberto Collazo, Fermín Fevre, Miguel
intentó abordar las dificultades de las na- Briante, Alberto Giudici, y participaron
rraciones borgeanas. otros artistas como Luis Felipe Noé, León
M.R. Ferrari y Marta Minujin.
Entre otros roles que cuenta su trayec-
Cedrón, Aníbal (Puerto San Julián toria profesional, vale mencionar los de
[Santa Cruz], 1948). Artista plástico, perio- ilustrador de la sección “Cultura y Na-
dista, crítico, narrador. Entre 1967 y 1973 ción” del diario Clarín (1993-1994) y de
estudió en la Facultad de Arquitectura y la Revista La Maga (1995-96), columnista
en la Facultad de Filosofía y Letras de la del suplemento “Zona” de Clarín (2003),
UBA. Fue activista contra la dictadura de colaborador de Caras y Caretas (desde
Onganía, expulsado de la universidad a 2004), actual asesor crítico en la Coope-
causa de su actuación como dirigente es- rativa Guiarte Argentino y coordinador
tudiantil, motivo por el cual no concluyó de Artes Visuales del Centro Cultural Ca-
sus estudios. ras y Caretas.
En el campo de las artes plásticas, parti- Un aspecto general que caracteriza la
cipó como artista y coordinador en diver- obra plástica, crítica y literaria de Cedrón
sas exposiciones. Entre sus más recientes es el trazo de paralelos históricos con temas
muestras de dibujo y gráfica se encuen- de la actualidad social, política y cultural.
tran: Argentina de sombras y esperanzas, en Gran parte de su creación plástica mantie-
el Centro Cultural Caras y Caretas (2006); ne un diálogo con el pasado, que indaga
El No Lugar, en el Centro Cultural Borges y denuncia episodios críticos de la historia
(2007); En el Sur, en el Espacio de Arte de nacional y aun del escenario internacio-
la Universidad Nacional de Lanús (2008); nal. El rescate de la memoria y el cuestio-
y en Venecia (Italia), una muestra indivi- namiento de la historia también tienen
dual en el Spazio Arte Dei Mori (2008). lugar en la novela La memoria extraviada
Cedrón también es autor de murales y (Cartago, 1985), la cual recibió mención
trabajos exhibidos permanentemente en la en Casa de las Américas (La Habana). El
Facultad de Ingeniería de la UBA, la Co- “viejo” Orestes, protagonista de la novela,
misión Nacional de Energía Atómica, el bramaba “como un león enjaulado contra
Auditorio del Banco Ciudad de Buenos ‘los cuenteros de la Historia’ –así los cali-
Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes, ficó– que le impedían hablar de los verda-

• 303 •
C CELLA

deros cuentos que a él en suerte le habían José Martí (Losada, 1997). Editó también
tocado vivir” (p. 15). De este modo, en el Para leer sin parar: antología del lector joven
texto se indaga en la memoria de los anti- (El Ateneo, 1996), volumen para iniciar-
guos habitantes de la Patagonia, se revisa se en la lectura, compuesto de textos de
la historia y se cuestiona el origen de los diversos autores de épocas, procedencias,
terratenientes. géneros y estilos diferentes: Juan Gelman,
P.N. Ernest Hemingway, César Vallejo, Voltaire
y otros. Junto con Hugo Padeletti escribió
Cella, Susana Beatriz (Buenos Aires, algunos textos introductorios: a Plancton
1954). Catedrática, investigadora, poetisa, (La Marca, 1998), selección de poemas
narradora y ensayista. Obtuvo su doctora- de César Bandin Ron y collages de Adolfo
do en Letras en la Facultad de Filosofía y Nigro, por ejemplo. Prologó Temerarios y
Letras de la UBA, donde ejerce como do- heroicos: relatos de guerras en América La-
cente e investigadora. Su obra reúne críti- tina (IMFC, 1999); trabajo, además, en el
ca, ficción y traducción. que seleccionó textos poco difundidos so-
Es autora de los poemarios: Tirante (Pa- bre episodios bélicos en el subcontinente
radiso, 2001); Río de la Plata (La Bohemia, desde tiempos precolombinos. En El peso
2001); De amor (dientes paredes arrugadas) de las cosas en la luz (Colihue, 2006) editó
(Zorra Poesía, 2006) y Entrevero (Sigamos una selección de poemas de la cubana Fina
Enamoradas, 2008). Publicó las novelas El García Marruz, y en Obra poética (Adria-
inglés (Paradiso, 2000) y Presagio (Santiago na Hidalgo, 2006), poemas de Francisco
Arcos, 2007). Esta última aborda el tema Urondo.
de los hijos de desaparecidos durante la Por lo que atañe a obras colectivas, pu-
dictadura militar. En el texto se articula blicó el Diccionario de literatura latinoa-
una prosa densa, de oraciones y párrafos mericana (El Ateneo, 1998), que abarca
extensos, saturada de detalles que dificul- autores, obras y movimientos de tiempos
tan el avance de la historia. Estos rasgos precolombinos a la actualidad, incluyendo
–junto a omisiones, mentiras, presagios, escritores nacidos hasta 1940. Asimismo,
anunciados ya en el título de la obra, pre- compiló compendios de trabajos críticos,
moniciones y señales de futuro– operan en en los que se plantean cuestionamientos del
la construcción de un mundo incierto, en canon. Uno de ellos es Dominios de la lite-
la recreación de un pasado correspondien- ratura: acerca del canon (Losada, 1998), tex-
te al régimen militar. to que reúne ensayos de M.T. Gramuglio,
El trabajo crítico de Cella se centra so- N. Jitrik, J. Lafforgue, T. Eloy Martínez, R.
bre todo en la producción literaria de au- Piglia, B. Sarlo, entre otros. En el volumen
tores hispanoamericanos de los siglos XIX La irrupción de la crítica, perteneciente a la
y XX. Una importante parte del mismo colección dirigida por N. Jitrik, Historia
aparece en estudios preliminares de textos crítica de la literatura argentina (Emecé,
literarios. Prologó Sucesivas y coordenadas 1999), Cella reunió ensayos sobre la litera-
de Lezama Lima (Espasa-Calpe, 1993); La tura argentina de los años 1950 y 1960, los
guerra gaucha de Leopoldo Lugones (Lo- cuales revisan perspectivas críticas del pasa-
sada, 1992) y Vibra el aire y retumba de do y rescatan autores soslayados.

• 304 •
CENDOYA C
Publicó, además, los estudios críticos inició con un ensayo en Tribuna Libre (nº
El saber poético: la poesía de Lezama Lima 115, 12/04/1922) dedicado al poeta ba-
(Nueva Generación, 2003) y Por Tuñón rrial Evaristo Carriego, anticipando la pre-
(Centro Cultural de la Cooperación “Flo- ferencia que manifestaría Jorge Luis Borges
real Gorini”, 2005). En este último, in- casi una década después por el autor de las
cluyó textos críticos de D. Freidemberg, Misas herejes. En el texto, Cendoya rescata
R. Sarabia, D. Viñas y otros, ofreciendo de Carriego un rasgo que sería sobresatura-
una aproximación a la obra del poeta Raúl do por los boedistas: “sintió en carne pro-
González Tuñón. pia el dolor de sus semejantes en todos sus
También dedicó su labor académica a varios matices” y subraya su conmoción
narradores norteamericanos de los siglos ante la muerte de su gran amigo, el drama-
XIX y XX. De hecho, compuso la Antología turgo Florencio Sánchez.
del cuento norteamericano (Losada, 1992), En 1927 Cendoya da a conocer la co-
que comprende relatos, traducidos por Ce- lección de cuentos Desventurados, inclui-
lla, de autores nacidos en el siglo XIX. En da por Elías Castelnuovo en la colección
este sentido, también llevó a cabo traduc- “Los Nuevos” de la editorial Claridad. El
ciones de obras de escritores norteamerica- título de los relatos revela su afinidad con
nos contemporáneos; esto es, una selección las elecciones temáticas de Castelnuovo.
de narrativas sobre diferentes tópicos en las En la revista Los Pensadores –de la misma
que sobresale el protagonismo de mujeres: editorial– Cendoya publica “La nueva ge-
Tienda roja (Barcelona, Emecé, 1999), de neración” (nº 113) y, en la entrega final,
Anita Diamant, que re-cuenta la historia de que evalúa las consecuencias de la Primera
la figura bíblica de Dina; la novela policial Guerra Mundial, “América y el gran cri-
Viuda negra (Emecé, 2001) de Richard Nor- men”. En otros números constan los textos
th Patterson, en la que la figura principal es críticos de Héctor Izaguirre y de José C.
una fiscal investigadora de un homicidio; Picone sobre Desventurados.
las novelas históricas, cuyos relatos se sitúan Cendoya es recordado por César Tiem-
a fines del siglo XVIII, A la luz del amanecer po en su “Pequeña cronistoria de la gene-
(Barcelona, Salamandra, 2002) y En tierras ración literaria de Boedo” (en Argentina de
lejanas (Salamandra, 2002), ambas de Sara Hoy, noviembre de 1953). Otras referen-
Donati. Otra parte de la obra crítica y li- cias al autor constan en el libro de Carlos
teraria de Cella se encuentra publicada en Giordano Los escritores de Boedo (Buenos
diarios, revistas y capítulos de libros difun- Aires, CEAL, 1968).
didos en América Latina, Estados Unidos M.C.
y Europa; entre ellos, Página/12, Clarín, El
Cronista Comercial, Perfil, El País de Mon- CERRETANI, Arturo (Buenos Aires,
tevideo, Caras y Caretas. 1907 - 1986). Escritor, dramaturgo y
P.N. periodista. A principios de la década de
1930, junto a otros escritores, Cerretani
CENDOYA, Juan Ignacio (Buenos Ai­ se posiciona violentamente al margen de
res, 1896 - s/d). Escritor radicado en La la “nueva generación” que había publica-
Plata, estuvo ligado al grupo de Boedo. Se do en los años veinte en Martín Fierro,

• 305 •
C CERRETANI

Proa, Claridad o Los Pensadores. Arturo No obstante, como señalan Lafleur,


Cambours Ocampo, Sigfrido Radaelli Provenzano y Alonso, “la polémica ter-
(director de Megáfono, donde aparece en minó muy pronto porque los atacados no
1933 la conocida encuesta sobre Jorge respondieron”.1 De los novísimos, Cerreta-
Luis Borges), José Portogalo, Luis Emilio ni conservará a lo largo de su producción
Soto, Enrique Mallea Abarca, Juan Oscar ciertos ideales estéticos: la sencillez estilísti-
Ponferrada y Cerretani, entre otros, con- ca, la interrogación por el ser argentino, el
forman la premeditada reacción a los “no- coloquialismo. Sus dos primeros libros son
visensibles”, que se organiza en torno a de cuentos: Celuloide: Films (Samet, 1930)
distintas publicaciones: Letras, Megáfono, y Triángulo isósceles (Letras, col. “Valores
Voces, Feria y Capítulo. Novísimos”, 1932); algunos cuentos apa-
Cerretani participa activamente en Le- recen prepublicados en la revista El Hogar,
tras, dirigida en su primera época (1930- donde también colabora con la serie “Los
1933) por Arturo Cambours Ocampo y Grandes Hombres cuando eran niños”. En
codirigida luego por el propio Cerretani a 1933 lanza Muerte del hijo (Tor) y en 1937
partir de 1933 (significativamente, el pri- El hombre despierto (Sociedad Amigos del
mer número de esta segunda época publica Libro Rioplatense). En estas primeras no-
una violenta crítica de Ramón Doll contra velas, así como en los relatos cortos, se an-
Borges: “Discusiones con Borges”, Letras, ticipan ya los temas que desarrollará con
Segunda época, septiembre de 1933, pp. fuerza en su obra posterior, en particular
3-13). Desde Letras se define la “novísima en La violencia y La viaraza (tal vez sus
generación”, cuyos rasgos también son de- mejores novelas): historias de desencuen-
lineados en la Novísima poesía argentina, tros y de incomprensión amorosa, ausencia
antología de Cambours Ocampo publicada de estructuras familiares fijas, descripción
en 1931 (Letras). En uno de los prólogos, sagaz del submundo porteño, malestar
Cerretani sostiene que el grupo “no adop- existencial.
ta una postura hostil a los que se llamaron Cerretani trabaja en el diario La Razón
nuevos [porque] no se lucha contra un ca- como cronista teatral; se acerca al género
dáver”. Pero advierte con sorna que la “no- y al mundo de los teatros; rápidamente
visensible fue una generación ahijada del presenta sus propias obras: El hombre que
deporte y del jazz”, marcada por “la pose perdió su nombre (1934); Hay que salvar
[de] hombres que hacían gala de un humo- a Susana (1934); A la salud del viajero
rismo venal forzado”; constata además que (1935); La mujer de un hombre (1936;
“los hombres raros han dejado de serlo, se Premio Nacional de Drama); La casa sin
ocupan en labores mejor remuneradas en dueño (1937); Esta noche me mato, señora
periódicos informativos”. Cerretani con- (1939). La incomunicación, la violencia
cluye con una exhortación provocadora: como reacción inmediata ante el apremio,
“la inquietud del Momento no desea ni el inmovilismo social causan el conflic-
una Venus de Milo, ni las circunvalaciones to dramático; son obras costumbristas,
cerebrales de un Pettoruti plasmadas en la
tela. La inquietud del Momento desea un 1.  Lafleur, H., Provenzano, S. y Alonso, P.,
Las revistas literarias argentinas (1893-1967),
arte sin artificio”.
Buenos Aires, El 8vo. loco, 2006.

• 306 •
CERRETANI C
donde busca recrearse el habla de los ar- ft, 1959); Retrato del inocente (Emecé,
gentinos y sus modos de relacionarse. Su 1960); La puerta del bosque (Goyanarte,
producción dramática disminuye progre- 1960); La viaraza (Sudamericana, 1962);
sivamente, aunque seguirá frecuentando El deschave (Sudamericana, 1965); Matar
el género y publicando su obra inédita: a Titilo (Siglo XXI, 1974). La estructura
La dama de las comedias (1951; Edición de su obra tiene puntos de contacto con
del Carro de Tespis, 1971); Delito frente La comedia humana: algunos personajes
al mar (1952; publicada como La zona vuelven de un texto a otro y los espacios
de sombra, 1964); Tres dramas y un cuarto se repiten (Pueblo Llano o el Café Fergu-
(Editorial Ser, 1964; incluye La casa sin son), creando correspondencias secretas
dueño; La mujer de un hombre; La zona de entre cada relato. Como en Balzac, tam-
sombra; A la salud del viajero); Misterio de bién, el realismo argumental y descriptivo
Beata Faragó. La Sra. Volanté (Castañeda, puede súbitamente mezclarse con recur-
1977); Pequeña suite (Editorial de Belgra- sos fantásticos: así por ejemplo en La bra-
no, 1983). El manejo del diálogo y de la sa en la boca, que sucede en una sombría
secuencia lo llevan al cine como guionista pensión porteña, el personaje femenino se
y adaptador de sus propias novelas. Cola- convierte al final en ángel y desaparece.
bora, entre otras, en Medio millón por una De manera general, sus personajes oscilan
mujer (Francisco Mugica, 1940); Veinti- entre ideales de pureza imposibles de rea-
cuatro horas en la vida de una mujer (Carlos lizar y reacciones automáticas al estímulo;
Borcosque, 1944); La verdadera victoria esa oscilación los sumerge en situaciones
(Carlos Borcosque, 1944; guión con César ambiguas y siniestras. A las observaciones
Tiempo); Chiruca (Benito Perojo, 1945); iniciales sobre el relato (“se va a narrar
El crimen de Oribe (Leopoldo Torres Ríos aquí la historia de un hombre que se vio
y Leopoldo Torre Nilsson, 1950); Corazón precisado a cumplir un acto de falso he-
fiel (Leopoldo Torres Ríos, 1951); Mar- roísmo para evadir las vaguedades de la
tín Pescador (Antonio Ber Ciani, 1951); existencia”) se suma además, balzaciana-
Graciela (L. Torre Nilson, 1956); La cifra mente, el carácter monstruoso, dantesco
impar (Manuel Antín, 1961; basada en el de una Buenos Aires que absorbe a los dé-
cuento “Cartas de mamá” de Cortázar); biles (La violencia; Retrato del inocente; La
El bruto (Rubén W. Cavallotti, 1962); La puerta del bosque) y confronta las aspira-
violencia (Alfredo Mathé, 1968). ciones individuales con las imposiciones
En la década del cincuenta escribe de la máquina social. Con mucho arte,
audiciones y radionovelas junto a César Cerretani logra que la imagen de ciudad
Tiempo. Paralelamente, Cerretani desa- surja del habla coloquial de los persona-
rrolla una extensa obra novelística. En jes, antes que de la descripción minuciosa
1944 publica El bruto (Ed. Feria; Premio o del detalle de contexto. Como escribe
Municipal y Faja de Honor de la SADE), en un párrafo de El deschave: “Es en estos
al que le siguen Confesión apócrifa (Kra- ajetreados años cuando me doy el lujo de
ft, 1955); María Donadei (Kraft, 1956); propalar a la marchanta, y con las voces
La violencia (Doble P, 1956); La brasa en de mi ciudad por cabal instrumento, bien
la boca (Emecé, 1958); El pretexto (Kra- o mal dichas, con justa o con bronca gra-

• 307 •
C CERRO

mática, hombres con un clavel en la boca traducir poemas de Jacques Prévert hasta
[…]. Lirio no entiende, pero yo embalado 1961, año en el que regresó a Argentina
voy al borde de su oreja matosa y le grito para ocuparse de la publicación de Violín
que lo importante es contar el cuento.” María que obtuvo el premio del FNA.
M. Cám. Formaba parte del grupo que editó la re-
vista Vía Libre. Según él mismo reconoce,
Cerro, Emeterio. Véase Medina, retomó su labor poética gracias al descu-
Héctor. brimiento de Pablo Neruda a comienzos
de la década de 1950. En 1953 publicó
CERSÓSIMO, Emilse (San Fernando su primer libro de poemas, La otra cara de
[Buenos Aires], 1932). Obtuvo el títu- la luna (Botella al Mar). La crítica, rápi-
lo de Profesora en Letras por la UNLP damente, señaló que sus composiciones
donde, además, ejerció la docencia y el de pertenecían a la escuela surrealista aunque
Licenciada en Letras por la Stephen Austin el autor no había tenido hasta ese momen-
State Universtity (EE.UU.). Publicó nu- to contacto con otros poetas surrealistas ni
merosos artículos críticos, como “Espacio con sus textos; era, en cambio, ávido lector
y tiempo en Sobre héroes y tumbas” (Helmy de obras filosóficas y ensayísticas. La frase
Giacoman, Homenaje…, Nueva York, con la que comienza el poemario indica
Anaya-Las Américas, 1973). En 1972, la concepción del surrealismo no como
publicó su tesis de licenciatura para el retórica sino como posición natural del
Stephen Austin: Sobre héroes y tumbas, de individuo frente a la vida: “El milagro es
los caracteres a la metafísica (Sudamericana). la forma de hacer visible el mundo invisi-
En este ensayo, los personajes centrales del ble, del que está hecho el mundo visible”.
texto de Ernesto Sábato (Fernando Vidal, Para el poeta el surrealismo busca el lado
Alejandra, Martín, Bruno y Lavalle) son maravilloso de la existencia, persiguiendo
analizados desde una óptica jungiana, aun- el instante fugitivo que se experimenta en-
que también están presentes posibilidades tre el sueño y la vigilia, en que lo real y lo
míticas, simbólicas y metafísicas. Asimismo sobrenatural se confunden en una sola y
es autora de Literatura y profecía: Arlt, misma cosa y todos los milagros parecen
Sábato, Marechal, Güiraldes (Centro de entonces posibles.
Investigación y Acción Educativa, 1982). Consciente o no, la influencia de esta
Hasta 2007 ejerció la docencia en diversos posición estética se encuentra claramen-
profesorados de la localidad de Berazategui te definida en dos etapas que dividen el
y Florencio Varela. espíritu que imperó en la creación de
F.P. sus obras. La primera, que va de La otra
cara de la luna hasta La sirena violada; y
CESELLI, Juan José (Buenos Aires, la segunda, que comprende Violín María
1909 - 1982). Nació en Buenos Aires y (La Reja, 1961); El paraíso desenterrado
vivió gran parte de su vida en el barrio de (Sudamericana, 1966) –escritos durante su
Floresta. Residió en Francia desde 1956; permanencia en Francia–; La misa tanguera
allí se relacionó con los poetas surrealistas y La selva 4040 (en alusión a la dirección
Benjamin Péret y André Breton, además de de su casa), además de Poemas jíbaros, Hu-

• 308 •
CHÁVEZ C
mor mágico y La dame sans merci. El paraí- sía argentina contemporánea (Fundación
so desenterrado es un largo poema dividido Argentina para la Poesía, 1978).
en partes cuyo fin constituye el relato de Su obra fue objeto de numerosas pro-
una historia mítica de la caída del hombre ducciones y análisis críticos entre los cua-
que procura rehabilitarse desenterrando el les cabe destacar el de Josefina Robirosa,
Paraíso, es decir, recuperar el bien perdido Proyecciones del surrealismo en la literatura
por medio del conocimiento y del amor. argentina. Movimientos literarios (ECA,
“¿Qué historias son esas de la vida eterna 1967).
/ nada hay más allá de ti y de mí / ven y F.P.
mientras los demonios desentierran el pa-
raíso / nosotros seremos a la vez el infierno CHÁVEZ, Fermín (Nogoyá [Entre
y la Gloria / nosotros seremos la eternidad” Ríos], 1924 - Buenos Aires, 13/07/2006).
(p. 14). En la misma dirección, en La selva Poeta, periodista, historiador y catedrá-
4040, establece: “El hombre, al conquistar tico. Estudió Humanidades en Córdoba,
el Amor, se alejó de la bestia tanto cuanto Filosofía en Buenos Aires y durante tres
se acercó a Dios”. En este poema, el autor años se dedicó al estudio de Teología,
describe el proceso de ascensión, al cual, Derecho Canónico, Arqueología y Hebreo
inexorablemente, se accede por medio del Antiguo en Cuzco (Perú). Fue militan-
dolor, del sufrimiento, de las inenarra- te justicialista bajo el Gobierno de Juan
bles vejaciones que diariamente padece Domingo Perón (1946-1956). Conoció
la criatura humana en el camino hacia la a Eva Duarte en 1950 y formó parte de
divinidad. En resumen: sus poemas, por su círculo de allegados. Junto a otros in-
momentos herméticos, además de estar telectuales católicos como José María
consagrados al amor, al erotismo, al miste- Castiñeira de Dios, se unió a la causa pe-
rio de Dios y a la posición del hombre en ronista, formando parte del movimiento
la Tierra, exploran los caminos de la magia, conocido como “Resistencia”, que prestó
la alquimia (los cuatro primeros capítulos apoyo al líder a partir de 1955. Asimismo,
de Paraíso desenterrado son: “Coagulación”, fue miembro de la delegación que regresó
“Fijación”, “Reducción” y “Sublimación”, con Perón a la Argentina luego de su exilio
y responden al proceso alquímico que se español. Es autor de más de cuarenta li-
utilizaba para la transformación de la ma- bros y folletos sobre historia y biografías de
teria vil en materia noble) e inclusive los personajes nacionales. Enseñó en la UBA,
secretos del Tarot, lo que permite asociar la en una cátedra sobre historia de la educa-
obra de este autor a la de otro gran artista: ción en la Facultad de Filosofía y Letras, así
Xul Solar. como en la UNLP y en la Universidad de
Sus poemas han sido incluidos en an- Lomas de Zamora.
tologías como Doce poetas argentinos (Ru- Su carrera comenzó en el periodismo,
bio Galería de Arte y Cultura, 1964; con publicando en órganos nacionalistas como
introducción de Ernesto Ramallo); Poesía Tribuna, en publicaciones peronistas y en
argentina (La Reja, 1961); Cuarenta años diarios como La Capital, La Opinión, Ma-
de poesía argentina: 1920-1960 (Aldaba, yoría y Clarín. Colaboró con diversas revis-
1964); La anunciación (Aucan, 1975); Poe- tas, diccionarios y enciclopedias. En 1949,

• 309 •
C CHÁVEZ

fundó la revista de poesía Nombre y, en Juan Domingo Perón, ha concluido la


1967, Ahijuna. Fue jefe de prensa de YPF, Historia argentina de José María Rosa, de
la compañía petrolera estatal, entre 1970 y quien fue discípulo y ha realizado antolo-
1973, y trabajó en la oficina de prensa ofi- gías folklóricas de autores escogidos, como
cial de la ciudad de Buenos Aires durante Aquí me pongo a cantar, poetas y trovadores
la administración de José Embrioni desde del Plata (Editorial Pueblo Entero) o su
1973. Recibió las siguientes distinciones: Historia y antología de la poesía gauches-
Premio Consagración Nacional 1990, Pre- ca (Margus, 2004). En general, su estilo
mio “Bartolomé Mitre”, Premio “Adolfo es directo, pedagógico y su lenguaje vir-
Saldías” 1991 (La Plata). Asimismo, fue tuoso. Repone nombres, explica las citas,
nombrado nogoyaense ilustre en su pue- precisa el vocabulario y proporciona datos
blo natal –Campaña de Nogoyá– en 1994. históricos. Sobresale en sus textos el ideal
Entre sus últimos libros se cuentan: Porque de reivindicación nacional y el propósito
esto tiene otra llave (1994), en alusión a un de hacer visible, editar y recuperar la tra-
verso del Martín Fierro; Goya en la Argenti- dición patria inédita. En sus textos anto-
na (1995); La conciencia nacional. Historia lógicos, no distingue entre poetas cultos y
de su eclipse y recuperación (1996); De Don populares. Se trata de un gesto de ruptura
Juan Bautista a Don Juan Manuel (Institu- de la jerarquía literaria, al incluir poesía de
to Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, tangos de Cátulo
“Juan Manuel de Rosas”, 1997); y prólo- Castillo, versos de resistencia de José Ma-
gos a obras como John William Cooke. El ría Castiñeira de Dios fechados en 1956 y
diputado y el político (Círculo de Legislado- 1957, junto a aportes de Carlos Saúl Me-
res de la Nación Argentina, 1998). nem de octubre de 1993, poesías de Jorge
Se ha especializado en historia de la Luis Borges sobre Juan Domingo Perón,
cultura argentina, formando parte de la e incluso piezas escritas por él mismo. La
corriente historiográfica llamada “revisio- recuperación de Borges es particularmente
nismo histórico”, que plantea una nueva significativa en el volumen porque implica
mirada sobre la historia nacional, con la la unión de la alta cultura argentina con
idea de revertir el modo en que ha sido la tradición popular, además de la inclu-
visto el rol de los caudillos. Su desarrollo sión de un acérrimo antiperonista. Otros
más claro al respecto consta en El revisio- poetas citados en sus antologías son Rafael
nismo y las montoneras (Theoria, 1966). Hernández, Leandro Alem, Pablo Subieta
Entre sus libros figuran algunos manuales y José M. Piedrabuena. La idea de literatu-
editados por departamentos de educación ra que subyace a esta empresa tiene que ver
provinciales como Flora y fauna en el Mar- con la unión de poesía y política, muy si-
tín Fierro (Dirección de Escuelas de Entre milar a la de los gauchipolíticos que Ángel
Ríos, 1997); Abrieron rutas a punta de trote Rama leía en el siglo XIX rioplatense. Se
y coraje (Dirección General de Escuelas y trata del verso ligado al acontecer históri-
Cultura) o Entre Ríos, cuchillas, historias co, escrito al calor de la lucha política. De
(CEAL, 1971). Alberto Vaccarezza recupera la unión de
Chávez ha estado encargado de super- tango y poesía en el sainete porteño como
visar la edición de las obras completas de género popular. Pero también reúne auto-

• 310 •
CHEJFEC C
res como Ernesto Marsili –en cuyas obras cultural del diario Tiempo Argentino; allí
actuaba Evita–, Jacobo Fijman, Leopoldo trabaja con un grupo de jóvenes escritores
Marechal, Nicolás Olivari, Arturo Jauret- que comenzaba entonces a publicar su obra.
che, Homero Manzi, Atahualpa Yupanqui, Ellos eran Alan Pauls, Martín Caparrós,
María Granata e incluso Ernesto Che Gue- Jorge Dorio y Daniel Guebel, entre otros.
vara. Según consta en dichas antologías, Al cerrar el diario en 1986, Chejfec par-
Chávez utilizaba como fuente su archivo ticipa del grupo Shangai, que publica un
personal, lo que nos confiere una idea de la manifiesto en el diario Página/12 y en la re-
unión entre afectividad, historia y política vista El Periodista. Pese a la heterogeneidad
en su biografía. También ha escrito sobre que los caracteriza, estos jóvenes lograron
peronismo, en textos como El peronismo conformar una síntesis de lo que represen-
visto por Victor Frankl (Theoria, 1966), y taba la nueva narrativa argentina. Parodia,
ha redactado varios tomos sobre Eva Duar- anacronismo y mezcla fueron sus puntos
te: Eva Perón en la historia (Oriente, 1986); fundamentales. Al grupo de escritores de
Eva Perón sin mitos (Theoria, 1996); y Tiempo Argentino ya mencionado, se le
Evita hay una sola (1999). En esos textos, suman Carlos E. Feiling y Luis Chitarroni
recupera la palabra de Eva en momentos para crear Babel. Revista de Libros, que apa-
claves, páginas de 1952 y discursos. Pero rece en abril de 1988 y finaliza luego de 22
además recoge testimonios y opiniones so- números en marzo de 1991.
bre ella, e incluso integra una cantata que Chejfec se reconoce como parte de esta
le está dedicada. En el último tomo so- generación literaria por compartir “una
bresale la presentación que Horacio Rega serie de experiencias comunes en relación
Molina hiciera de La razón de mi vida, así con la historia política”1 y por la marcada
como un prólogo de su colaboradora y se- influencia de Juan José Saer y Ricardo Pi-
cretaria Emma Chocha Nicolini. El libro, glia en su literatura. Luego de estas expe-
cuyo género se asimila al rigor histórico del riencias en los medios nacionales, en 1990
documento, incluye también una cronolo- Chejfec se muda a Caracas, donde dirige
gía de la vida y obra de Eva, fotografías, Nueva Sociedad, una revista de ciencias
artículos sobre ella aparecidos en revistas, sociales, cultura y política. En 2005 aban-
testimonios de sus colaboradores, una de dona la capital venezolana para trasladarse
sus cartas a Perón, sus discursos sobre el rol a Nueva York, lugar en el que reside en la
social de la mujer, algunos de sus mensajes actualidad.
radiales más relevantes y los apuntes inicia- Influido por la literatura de Saer, escribe
les para su libro La razón de mi vida. en Buenos Aires sus dos primeras novelas,
A.J. Lenta biografía (Puntosur, 1990), en la que
trabaja con la historia del Holocausto y la
CHEJFEC, Sergio (Buenos Aires, 1956). inmigración judía en Argentina, y Moral
Narrador. A comienzos de la década de (Puntosur, 1990). Una vez en Caracas,
1980 escribe en las revistas Fin de Siglo y escribe El aire (Alfaguara, 1992); en este
Pie de Página con los seudónimos Sergio momento su narrativa comienza a acer-
Racuzzi y Rita Fonseca. Posteriormente carse a la de César Aira y puede vincularse
ingresa como redactor del suplemento
1. “Radar Libros”, Página/12, 12/09/2004.

• 311 •
C CHEJFEC

también con el pesimismo de Radiografía otras lecturas. El narrador ve el mundo a


de la pampa (1933) de Ezequiel Martínez través de los ojos de la literatura.
Estrada. La aparición de El aire significa el A diferencia del paisaje y la escritura, la
primer reconocimiento importante de su clase obrera no es abandonada en la inde-
trabajo por parte de la crítica y los medios, terminación sino que se afirma de manera
fundamentalmente a partir de la valora- constante en su plenitud, su naturaleza y
ción y el impulso que Beatriz Sarlo otorgó su idiosincrasia. En algún sentido se reto-
a sus textos. ma su idealización, aunque está disociada
Su producción continúa con la nouvelle del concepto de revolución y se define por
Cinco (Saint-Nazaire, MEET, 1996) y El su resignación. De manera semejante a El
llamado de la especie (Rosario, Beatriz Vi- llamado de la especie, que toma como esce-
terbo, 1997). En Los planetas (Alfaguara, nario los barrios periféricos, y al igual que
1999), Chejfec se separa del relato testimo- en El aire, aquí el espacio geográfico –cuya
nial sobre los desaparecidos tan utilizado representación se privilegia– es el lugar
en la narrativa de la década de 1980. Re- de la indeterminación entre el campo y la
chaza el concepto de “desaparecido” y uti- ciudad; éste quizás sea el aspecto más inte-
liza la categoría de “muerto” para referirse resante de la novela, situada en un barrio
al amigo que evocan los dos adolescentes fabril sin límites precisos. Para ello Chejfec
para recuperar su “entidad humana”, como vuelve a recuperar una serie de ideas de
él mismo expresa. Radiografía de la pampa: la civilización ar-
Boca de lobo (Alfaguara, 2000) puede gentina como artificio y la ciudad a punto
ser considerada su obra más representati- de desmoronarse, la pampa y su venganza
va porque condensa la mayoría de los as- realizada en un campo, lo natural, devora-
pectos que el autor elaboró en sus libros dor de las grandes ciudades. La ciudad que
anteriores y funciona como puerta de en- representa Chejfec en Boca de lobo es –en
trada para los siguientes. En esta novela efecto– una ciudad en ruinas, deteriorada.
Chejfec muestra el mundo del adentro y Su siguiente novela, Los incompletos
el afuera de las fábricas, de los obreros. Si (Alfaguara, 2004), tiene como rasgo so-
bien puede pensarse que es un tema que bresaliente la fragmentación de los perso-
se estaba agotando literariamente, Chejfec najes y de la historia. En Baroni: un viaje
lo retoma. De este modo, representar a la (Alfaguara, 2007) Chejfec decide mostrar
clase obrera en ese momento se transfor- Venezuela desde uno de sus personajes más
ma en una actitud nueva, aunque no por singulares, la artista plástica Rafaela Baro-
eso actual, ya que se trata de una nove- ni. En su última novela, Mis dos mundos
la extemporánea. El narrador se presenta (Alfaguara, 2008), Chejfec busca represen-
como lector crítico: “He leído muchas tar el delgado equilibrio entre la inmovili-
novelas…” es una frase que se repite una dad y la acción trabajando con el tiempo y
gran cantidad de veces y otorga un ritmo y la memoria. Chejfec acude a un narrador
unidad particular a la narración. Plantea la en primera persona que utiliza la caminata
idea de que el relato no es una ficción. El por una ciudad al sur de Brasil para lograr
patrón comparativo de la novela no pasa un estado de profunda introspección, re-
por “otras experiencias reales” sino por curso literario recurrente en la historia de

• 312 •
CHERNOV C
la literatura del siglo XX a partir de James de cuentos: Amores brutales (Sudamericana,
Joyce, y que en Argentina tuvo su mejor 1992) y Amor propio (Alfaguara, 2007).
expresión con Glosa de Saer. Este despla- Chernov reconoce ciertas corresponden-
zamiento por la ciudad, en algunos casos cias entre algunos de los relatos de estas
paseo, en otros constante deambular, es un dos obras; algunas son obvias (“La compo-
movimiento que aparece con asiduidad en sición del relato” / ”La descomposición del
su obra. Ya en El llamado de la especie, la relato) y otras, en cambio, menos eviden-
protagonista se desplaza por barrios perifé- tes (“Eugenia convertida en obra de arte” /
ricos y en Los planetas los dos adolescentes “La bella del leprosario”).
recorren Buenos Aires mientras evocan a Los temas de la narrativa de Chernov
su amigo desaparecido. En este sentido, provienen de los otros campos profesiona-
para Edgardo Berg “los personajes de Che- les en los que se desempeña este escritor:
jfec, muchas veces desprovistos de un lugar la medicina, el psicoanálisis y la psiquia-
seguro y caracterizados por un nomadismo tría. En este sentido, los textos proponen
crónico, son sujetos desterritorializados un trabajo formal con lo siniestro –tópico
que sólo fijan residencias transitorias”.1 de larga tradición en la literatura fantásti-
Al margen de su producción novelísti- ca– construido a partir de personajes que
ca, Chejfec incursionó en el campo de la asumen conductas asociadas a ciertas per-
poesía. Publicó Tres poemas y una merced versiones, en las que el eje predominante es
(Diario de Poesía, 2002) y Gallos y huesos la posesión del cuerpo ajeno. Los cuerpos
(Santiago Arcos, 2003), compuesto por –presentes ya en muchos de los títulos–
dos largos poemas, “Mapa” y “Gallos y son descriptos en su dimensión material,
huesos”. despojados de toda subjetividad; por eso
El punto vacilante. Literatura, idas y mun- los narradores se detienen en la descripción
do privado (Norma, 2005) es una compila- minuciosa de los olores corporales, enfer-
ción de algunos de sus ensayos críticos en medades, heridas, mutilaciones y torturas.
los que puede leerse un reconocimiento de En los textos de Chernov, el cuerpo hu-
los aportes de aquellos escritores que contri- mano pasa a ser, literalmente, un objeto.
buyeron a formar su proyecto literario. Abundan, entonces, personajes enfermos
N.G. y M.F.P. (leprosos, hemofílicos, alcohólicos) y per-
+ Bizzio, Sergio; Guebel, Daniel. sonajes que se dedican a actividades tra-
dicionalmente asociadas al uso del cuerpo
Chernov, Carlos Ernesto (Buenos como objeto: modelos, “rubias tontas”,
Aires, 1953). Médico psiquiatra, psicoa- prostitutas, taxi boys, actores porno, íconos
nalista y narrador. Ha escrito las novelas hollywoodenses. La pasividad de los cuer-
Anatomía humana (Planeta, 1993); La pos también se pone en escena a través de
conspiración china (Perfil, 1997); La pasión la presencia de un otro dominante e “inva-
de María (Alfaguara, 2005); y El desalmado sivo” encarnado en médicos, ginecólogas,
(inédita). Ha publicado también dos libros abortistas y, más siniestramente, violadores
y torturadores.
1. Berg, E., “Siete notas sobre la poética de En algunos casos, el tratamiento de los
Sergio Chejfec”, El Interpretador, n° 32 (di-
cuerpos como objetos conduce a la cons-
ciembre), 2007.

• 313 •
C CHIROM

trucción de mundos hipotéticos vincula- rable Concejo Deliberante por Amores


dos con la ciencia ficción; en Anatomía brutales en 1992, el Premio Planeta Ar-
humana, por ejemplo, todos los varones gentina –otorgado por Alicia Steimberg,
han desaparecido de la faz de la tierra y Marcos Aguinis, Tomás Eloy Martínez,
las mujeres luchan entre sí por apropiarse Juan Forn y Guillermo Schavelzon– por
del cuerpo del protagonista con el fin de Anatomía humana en 1993, y el Premio
asegurar la continuidad de la especie. En Único de Novela Inédita en el Concur-
otros casos, sin acudir a hipótesis “futu- so de Literatura de la Ciudad de Buenos
ristas”, el extrañamiento se produce res- Aires, bienio 1998-1999 (2005), por El
pecto de una agrupación profesional o de desalmado.
aficionados que, desde una perspectiva F.N.
antropológica, el relato describe en tér-
minos de secta: “la comunidad necrofílica CHIROM, Daniel (Buenos Aires,
de Buenos Aires” (“Eugenia convertida en 13/05/1953 - 2008). Abogado, periodista
obra de arte”), el colectivo profesional de y poeta, hijo de la escritora Perla Chirom,
actores y actrices de películas pornográ- fue socio fundador de la SEA. Dirigió la
ficas (“La enfermedad china”), los inte- revista de poesía El Jabalí y condujo el pro-
grantes de un club de componedores de grama homónimo en Radio Nacional hasta
relatos a partir del hallazgo de partes de que se trasladó a FM Palermo. Las huellas
cuerpos (“La composición del relato”). de su paso por el periodismo (fue colabo-
Pero los textos de Chernov encuentran la rador del suplemento “Cultura” de Clarín,
forma más acabada del cuerpo-objeto en además de los diarios La Prensa y La Razón
el cadáver: el proceso de descomposición, y las revistas El Periodista y Debate, entre
las emanaciones y aun la manipulación de otros medios) se reconocen en el título de
los muertos ocupan un lugar importante su primer poemario, Crónica a Robledo
en su particular construcción del género Puch (La Trenza Loca, 1975), sobre el fa-
fantástico. moso asesino serial. Le siguen Los Atlantes
Rasgo común en la narrativa posmoder- (Anagrama, 1979); La diáspora (Libros de
na, la irrupción de lo siniestro se acentúa Tierra Firme, 1983); El hilo de oro (Último
gracias a un estilo expositivo en el que los Reino, 1989); Candelabros (2000; Primer
narradores se cuidan de valorar; esta dis- Premio Fundación Inca de Poesía en 1994);
tancia respecto de la materia narrada se y Manjar del exilio (2005). En homenaje al
percibe también en la prescindencia de pintor Wilfredo Lam compuso la cantata
sorpresas en los finales. Aun así, la puesta Lamdelam. También es autor de una bio-
en escena de lo perverso es planteada en grafía del músico Charly García (El Juglar,
los relatos, en última instancia, como una 1983), que alcanzó seis reediciones.
alegoría de las relaciones humanas en las Es responsable de la Nueva antología de
que también existirían perversiones (so- poesía argentina (1980) y de selecciones de
cialmente aceptadas). Wallace Stevens y Walt Whitman, además
La obra de Chernov ha sido traducida de Edgar Bayley y Raúl Gustavo Aguirre
al inglés, italiano y francés. Ha obtenido en el orden local, las que fueron publica-
el Premio Quinto Centenario del Hono- das por el CEAL. El profesor Juan Manuel

• 314 •
CHIROM C
Marcos realizó una tesis sobre su obra en la Bizzio y Sergio Chejfec. Para esa publica-
Universidad de Lousiana (EE.UU.). ción, dirigida por Dorio y Caparrós, escri-
M.C. bió un conjunto de retratos de escritores
que reunió en un volumen con el título de
CHIROM, Perla Luisa Waksman de Siluetas (Juan Genovese, 1992), sin distin-
(Mar del Plata [Buenos Aires], 1937 - guir entre personajes reales e imaginarios.
s/d). Abogada y escribana, fundó la re- El crítico cinematográfico Quintín lo juzgó
vista Polémica Literaria junto a poetas y “un libro erudito, a veces pedante, gracioso,
narradores. encantador casi siempre”. Desde entonces
Fue madre del poeta Daniel Chirom y Chitarroni se desempeña como editor de
colaboradora de medios locales y extranje- Sudamericana, una de las mayores edito-
ros, además de desempeñarse como asesora riales de la Argentina, que fue absorbida
de la revista Puro Cuento. Sus libros inclu- por el grupo Random House-Mondadori,
yen los relatos breves de Cuentos con abo- integrado a la poderosa discográfica alema-
gados (1970); El deseo sin amor (1980); En na BMG. Para este sello editorial se ocupó
la fiesta (Losada, 1984); y la novela Nostal- de la versión en inglés de Fulgor y muerte
gia del último domingo de verano (Galerna, de Joaquín Murieta de Pablo Neruda, junto
1988); además de Pequeña familia, peque- con el biógrafo oficial del poeta chileno,
ña historia (Milá, 1991). Mantuvo inéditas Hernán Loyola.
las historias de De arena y agua. Participó También realizó la antología Los escri-
del volumen colectivo Cien años de na- tores de los escritores, en una serie de edi-
rrativa judeoargentina 1889-1989 (Milá, torial El Ateneo que reúne los reportajes
1990), donde fue seleccionado su relato de The Paris Review. En esta ocasión, en-
“Abuelo Víctor” que cuenta la historia de tre los reunidos por Chitarroni –a quienes
un emigrado de Kiev en quien se repite “la escoge como narradores, si bien varios de
diáspora […], acompañando el milenario ellos han incursionado también en otros
exilio del Antiguo Testamento, hacia una géneros– figuran los franceses Louis Ferdi-
tierra prometida” que es la Buenos Aires en nand Céline y Jean Cocteau, el ruso Vla-
la que escapa del zarismo. dimir Nabokov, los norteamericanos Wi-
M.C. lliam Faulkner y Ernest Hemingway y los
británicos Edward M. Forster y Graham
CHITARRONI, Luis (Buenos Aires, Greene. El crítico admite que Nabokov es
1958). Se dedicó fundamentalmente a uno de sus autores preferidos y así lo hizo
la crítica literaria, estrenándose como constar en una nota publicada en el dia-
novelista recién en 1997 con El carapáli- rio Perfil, donde subraya que “en un pe-
da (Tusquets). Fue uno de los miembros ríodo que incluye a James Joyce, Marcel
más reconocidos de la revista literaria Proust y Franz Kafka, llamar a Vladimir
Babel (1988-1991); en ese marco parti- Nabokov ‘el novelista del siglo’ parece una
cipó del grupo Shanghai, a cuyo esnobis- exageración fanática”,1 y a renglón segui-
mo tributaban también Martín Caparrós, do pasa a ocuparse de las novelas de este
Matilde Sánchez, Jorge Dorio, Alan Pauls, narrador, puntualizando aspectos de cada
Guillermo Saavedra, Daniel Guebel, Sergio
1. Perfil, 08/07/2007.

• 315 •
C CHOUHY AGUIRRE

una y destacando a Pnin y Lolita como las tras la revista Ágrafa se convoca al grupo
grandes obras del período norteamericano Shanghai de Babel, Sarlo establece que el
del ruso. libro puede leerse salteando esos datos y
Junto con Raúl Brasca, Chitarroni or- desconociendo el acceso cifrado. Asimis-
ganizó para Sudamericana la selección de mo, señala la diferencia básica entre Ágrafa
minirelatos Antología del cuento breve y y Babel: mientras la primera se asienta en
oculto (2001), y para la colección “Desde el anonimato, como Acéphale de Bataille
la gente” (editada por el IMFC) la recopi- (“de un extremismo difícil de sostener”), la
lación Textículos bestiales: cuentos breves de otra apelaba a la figuración constante del
animales reales o imaginarios (2004). nombre propio.
Su libro Peripecias del no. Diario de una Chitarroni fue jurado de los Premios
novela inconclusa fue editado por Interzona Konex en la categoría Letras (2004). Du-
en 2007. La novela inconclusa, al parecer, se rante al menos una década dirigió un taller
habría llamado Las equis distantes, aunque literario que se contó entre los más reco-
algunas otras partes contienen el germen nocidos de Buenos Aires, junto con el de
de lo que hubiera sido Sextina, según revela Abelardo Castillo y el de Guillermo Sacco-
Chitarroni en una entrevista con Pablo Gia- manno. En esta práctica se declara “hetero-
nera para la revista literaria virtual Azularte, doxo”, por temor a la forma dictatorial de
en la cual reconoce que “las citas han sido escritura que desde su perspectiva promue-
el amuleto de mi vida. Las digo y las repito ven los talleres.
con un aire de fatalismo conmovedor e in- En 2008, Chitarroni prologó la traduc-
oportuno, tanto si se adecuan al momento ción local de Las encantadas (Miluno) de
de su declamación como si no”. Peripecias Herman Melville, y lanzó en la editorial La
del no se vincula con la otra novela de Chi- Bestia Equilátera el ensayo Mil tazas de té,
tarroni, El carapálida, a través de la figura donde revisa ciertos presupuestos que se
del poeta Alberto Girri, cuyo Diario de un han establecido como lugares comunes al
libro es de 1971, el mismo año en que trans- tiempo que ubica la literatura argentina en
curre el relato de El carapálida. relación con el canon occidental.
En uno de los últimos números de la M.C.
revista Punto de Vista en 2008, Beatriz
Sarlo comentó Peripecias del no marcán- Chouhy Aguirre, Ana María
dola como el hecho más destacado de la (Lomas de Zamora [Buenos Aires], 15
literatura argentina en 2007 y comparán- de febrero de 1918 - Adrogué [Buenos
dola con la narrativa de Héctor Libertella: Aires], 1945). Su poesía, que muestra par-
“Últimamente, quizá después de la muer- ticular interés por el soneto de inspiración
te de Libertella, no se imprimía algo tan neorromántica, abarca sólo dos libros de-
desesperado, tan insensato y, al mismo bido a su prematura muerte, a los 27 años
tiempo, tan literario y erudito. Una novela de edad.
fuera de tiempo, que habría sido verdade- Publicó Alba gris (El bibliófilo, 1938),
ra vanguardia, si existiera ese lugar en el libro que reúne sus poemas escritos entre
arte contemporáneo”. Aunque admite que 1929 y 1938. Póstumamente apareció Los
se trata de una novela en clave en la cual días perdidos (Losada, 1947). En 1948 se

• 316 •
CHUMBITA C
publica Homenaje a Ana María Chouhy Retoma, en 1999, la historia de Juan
Aguirre (edición de autor), que –además de Bautista Bairoletto con Última frontera.
textos de la escritora– incluye poemas de Bairoletto: vida y leyenda de un bandolero
León Benarós, Fermín Estrella Gutiérrez, (Planeta); esta vez en clave de novela histó-
César Fernández Moreno y Rodolfo Wil- rica, sin privarse por eso de un relevamiento
cock, entre otros, en homenaje a la poeta. exhaustivo de fuentes bibliográficas al pie
Entre 1942 y 1944 editó, junto al es- de cada capítulo. En 2000 publica Jinetes
critor Rodolfo Wilcock, los seis números rebeldes: historia del bandolerismo social en la
de la revista de poesía Verde Memoria, en Argentina (Javier Vergara), obra en la cual
la que ambos desplegaron un estilo crítico se propone abarcar el vasto y heteróclito
mordaz y sarcástico. conjunto de luchadores indómitos, al mar-
F.N. gen del relato instituyente que cifra leyes y
honores en nuestra sociedad. El libro reci-
Chumbita, Hugo (La Pampa, be el primer Premio de Ensayo “Eduardo
1940). Historiador revisionista abocado a Mallea” que otorga la Secretaría de Cultura
vindicar figuras populares negadas o de- de la Ciudad de Buenos Aires. También
monizadas por la tradición historiográfica escribe, en colaboración con León Gieco,
de cuño liberal, Doctor en Derecho, do- la letra de la canción “Bandidos rurales”
cente e investigador universitario. Milita del disco homónimo editado en 2001. Ese
en las primeras juventudes peronistas, mismo año publica El secreto de Yapeyú: el
asesora legalmente a sindicatos, participa origen mestizo de San Martín (Emecé), si-
como miembro del cuerpo de abogados guiendo el rastro genealógico del libertador,
de la CGT de los Argentinos. Su primer ofrecido por el historiador uruguayo Reyes
ensayo: Bairoletto: prontuario y leyenda Abadie, que lo señala como hijo de Diego
(Jorge Álvarez) data de 1974, aunque de Alvear y Rosa Guarú o Rosa Cristaldo,
originalmente fue publicado en la revis- una joven indígena guaraní. Nuevamen-
ta Todo es Historia (nº 10, diciembre de te la tradición popular en disputa con la
1968) con el título de: “Bairoletto, el úl- construcción oficial de la historia. En 2003
timo bandido romántico”. Entre 1975 y tiene una participación como entrevistado
1978 es secuestrado y puesto en prisión en el film Mate cocido, el bandolero fantas-
sin causa judicial en el penal de Rawson, ma, de Michelena Oviedo. Al año siguiente
luego transcurre su exilio en España. Con ofrece a imprentas Hijos del país: San Mar-
la vuelta de la democracia escribe en las tín, Irigoyen, Perón (Emecé, 2004), en el
revistas El Despertador y Unidos. En 1989, que cruza el destino del prócer con el de los
junto a Paz Gajardo y Susana Gamba, caudillos populistas a raíz de una común
bajo la supervisión de Torcuato Di Tella, descendencia indígena por el lado materno
edita un Diccionario de ciencias sociales y que explicaría su vocación para con las ma-
políticas (Puntosur). Del mismo año es el sas desheredadas de Sudamérica. En 2007,
ensayo: El enigma peronista (Puntosur). en línea con El secreto de Yapeyú, publica
En 1990, un texto de coyuntura: Los ca- El manuscrito de Joaquina: San Martín y
rapintada: historia de un malentendido ar- el secreto de la familia Alvear (Catálogos),
gentino (Planeta). un ensayo que aborda particularmente las

• 317 •
C CIEZA

memorias de la sobrina de Diego de Alvear CIRIA, Alberto (Buenos Aires, 1934 -


ofrecidas por el genealogista Diego Herre- Vancouver [Canadá], 2005). Prestigioso
ra Vegas. La tarea de desglose que la autora abogado e intelectual nacido en el seno
dejó para sus nietos la emprende Chumbita de una modesta familia de inmigrantes.
bajo forma novelada que recorre los “cua- Estudió en el Colegio Nacional de Buenos
dros vivos” esbozados por ésta. Colabora Aires en la década de 1950 y se graduó
con publicaciones en distintos medios na- en Derecho en la UBA en 1959. Ejerció
cionales y extranjeros, conduce programas como profesor en la Facultad de Ciencias
radiales y permanece aún inédito el chama- Económicas, de la cual se vio obligado a
mé “Hijo del Sol”, cuya letra es un poema renunciar con el advenimiento del golpe
de su autoría. de Estado de 1966. Su labor intelectual se
P.C. extendió a temas cívicos y culturales como
el cine y el teatro. Fue uno de los que apo-
CIEZA, Horacio Guillermo (Bolívar yó la teoría de que el revisionismo histó-
[Buenos Aires], 1952). Escritor, periodista, rico no debe nada al período 1946-1955,
actor político y social. Militó en las Fuerzas demostrando en Política y cultura popular:
Armadas Peronistas-Peronismo de Base; la Argentina peronista 1946-1955 (De la
actualmente está vinculado con los movi- Flor, 1983) que las analogías oficiales entre
mientos sociales desde el Frente Popular Perón y figuras históricas se referían a “per-
Darío Santillán. Cofundó y dirigió las sonajes o episodios de la historia patria,
publicaciones periodísticas Orsay (1984- dentro de lo que se puede llamar la historia
1985); Retruco (1987-2001); Bases peronis- liberal o tradicional, nunca la revisionista”.
tas para la liberación (1990-1994) y es co- Recibió el premio de la Fundación Konex
laborador de la publicación virtual Darío en la categoría Ensayo Político en 1994.
vive. Portal latinoamericano de crítica social Publicó numerosos artículos en revistas
y pensamiento plebeyo. Publicó dos volúme- especializadas. Entre sus libros, cabe desta-
nes de artículos políticos: Borradores sobre la car: Sorel (CEAL, 1968); Política y cultura
lucha social y la autonomía (Manuel Suárez, popular: la argentina peronista 1946-1955
2004) y Borradores sobre la lucha popular (De la Flor, 1983); Partidos y poder en la
y la organización (Manuel Suárez, 2006). Argentina moderna: 1930-1946 (Hyspa-
Participó en la compilación Venezuela, mérica, 1985); Treinta años de política y
¿la revolución por otros medios? (Dialektik, cultura: recuerdos y ensayos (De la Flor,
2006). Es autor de las novelas Destiempo 1990); Más allá de la pantalla: cine argenti-
(Ediciones de Retruco, 1997); Veteranos no, historia y política (De la Flor, 1995); So-
de guerra (Ediciones de Retruco, 1999); y bre la esencia del sabio y sus manifestaciones
Estado de gracia (El Colectivo, 2007). Esta en el dominio de la libertad (Tecnos, 1998);
última evoca por medio de personajes fic- Doctrina de la ciencia, 1811 (Akal, 1999).
ticios, a menudo alegóricos, los procesos Además, es coautor de: Estética del cine
históricos de sublevación, resistencia cívica (Eudeba, 1962); Naturaleza del peronismo
y represión policial en la Argentina entre (Viracocha, 1967); Los nacionalistas (Jorge
julio de 2001 y julio de 2002. Álvarez, 1968); La Reforma Universitaria
M. Cám. (1918-1983) (CEAL, 1983); Argentina. La

• 318 •
CITTADINI C
democracia constitucional y su crisis (Paidós, un diálogo intertextual con la tradición y
1990); La exhortación a la vida bienaven- explotan las potencialidades de la música
turada o La doctrina de la religión (Tecnos, popular en función de las necesidades del
1995). Como traductor vale la pena men- texto.
cionar su versión de Movimiento obrero, Junto a Graciela Speranza, Cittadini co-
nacionalismo y política en la Argentina de editó Partes de guerra: Malvinas 1982 (Ed-
Samuel Baily (Hyspamérica, 1985) y Pro- hasa, 2005), un texto que reúne testimo-
blemas sociales de una civilización industrial nios de soldados y militares argentinos que
de Elton Mayo (Nueva Visión, 1977). participaron en la Guerra de las Malvinas.
Falleció en Vancouver, Canadá, tras una Los veteranos de guerra, que narran sus
larga dolencia. memorias del conflicto, formaban parte
F.P. en su mayoría de la guarnición de Darwin-
Goose Green, la primera en sufrir el ataque
Cittadini, Fernando (s/d, 1958). inglés y también en rendirse. Cittadini y
Crítico literario. Su trabajo se centra en el Speranza realizan un ensamblaje de los tes-
área de la literatura argentina contempo- timonios, acoplándolos en una narración
ránea, como refleja el análisis de un texto que, a manera de crónica, siguen la secuen-
de Ricardo Piglia, “Historia y ficción en cia de los hechos, desde el llamamiento de
Respiración artificial”, publicado en La los reclutas hasta el regreso y el proceso de
novela argentina de los años 80 de Roland reintegración de los soldados en la socie-
Spiller (Frankfurt, Vervuert, 1991). Aquí dad. El texto, a través de voces diferentes,
se hace referencia a las estrategias borgea- muestra la experiencia extrema y cruenta
nas utilizadas y la presencia benjaminiana de las Malvinas; en palabras de uno de
en lo que a la escritura y lectura de la his- los sobrevivientes: “La guerra no se puede
toria se refiere, y al proyecto estético que contar” (p. 222).
propone la novela de Piglia. P.N.
Cittadini también compiló Mano a
mano (Norma, 2004), un volumen que CLEMENTE, Horacio (Buenos Aires,
contiene diez cuentos inéditos de autores 1930). Escritor y guionista. Desde fines
como Nicolás Casullo, Marcelo Cohen, de 1955 y hasta 1960 escribió historietas
Elvio Gandolfo, Luis Gusmán, Vlady Ko- para la Editorial Abril. En 1966, produjo
ciancich, Alberto Laiseca, Juan Martini, sus primeros cuentos para niños, que con-
Héctor Tizón y Hebe Uhart. El núcleo de sistieron en cinco adaptaciones de Las mil
esta antología es el tango, base a partir de y una noches para la colección “Los cuen-
la cual se construyen los textos, que tam- tos de Polidoro” del CEAL. Se desempe-
bién es el trasfondo musical de las genera- ñó como fotógrafo profesional durante
ciones en las que crecieron los autores de treinta años y dio a conocer un libro con
los relatos. En este caso, apelar al tango no sus trabajos: Fotografiando en Buenos Aires
significa recuperar una tradición para que (1987). Sus obras de literatura infantil y
ésta perdure, sino realizar una relectura de juvenil comprenden: La gallina de los hue-
una expresión musical que es parte de una vos duros (1990); Amores imposibles y otros
identidad cultural. Los relatos mantienen encantamientos (1994); Andanzas de Juan

• 319 •
C CLEMENTE

el Zorro (1999), en el que parecen resonar el Premio de la Fundación Konex en la


los folkóricos “casos de Zorro” recopilados categoría Ensayo Filosófico. El gobierno
por Bernardo Canal Feijóo; El chancho de Francia lo condecoró con la Orden de
limpio (2005); la novela De viaje (1998) Caballero de las Artes y las Letras. El 27
y la adaptación para niños y adolescentes de mayo de 1993 fue nombrado académi-
de Don Quijote de la Mancha (2005), entre co de número de la AAL, donde ocupa el
otros. sillón n° 5 que lleva el nombre de Martín
M.R. Coronado y desde 1995 es miembro co-
rrespondiente de la RAE. La Universidad
CLEMENTE, José Edmundo (Salta, Nacional de Salta le otorgó el 26 de mayo
16/11/1918). Ensayista y filósofo. Cursó de 2005 el título Honoris Causa por su des-
sus estudios primarios en la ciudad natal y tacada trayectoria en el ámbito de la cultu-
luego se trasladó a Buenos Aires para asis- ra nacional.
tir a la facultad de Filosofía y Letras de la Su ensayo Estética del lector (1951) le
UBA donde se formó en bibliotecología. valió la Faja de Honor de la SADE y el
Inició su obra literaria a los treinta años premio del Consejo del Escritor. Allí con-
cuando publicó su primer libro en la pro- signa que “una observación atenta demues-
vincia de Salta. Fundó la Escuela Nacional tra que el libro también depende del lector.
de Bibliotecarios, que actualmente se No sólo del lector como intérprete inteli-
transformó en el Instituto Superior de gente y custodio histórico de su contenido,
Bibliotecología, del que continuó siendo sino del lector como destinatario obligado
su rector hasta avanzada edad. Desempeñó del mensaje estético. Una obra que no en-
múltiples roles dentro de la función pú- contrara eco propicio en él, quedaría este-
blica, desde 1943 como bibliotecario jefe rilizada en su propia impotencia. Y aunque
del Ministerio de Obras Públicas de la el autor al crear no lo tenga en cuenta o
Nación. En 1955, durante la gestión de finja luego orgulloso desdén, escribe al
Jorge Luis Borges, fue vicedirector de la cabo para el lector”.
Biblioteca Nacional; al decir de Norman Entre sus ensayos y artículos cabe des-
Thomas di Giovanni –biógrafo del autor tacar el que editara en colaboración con
de Ficciones–: “El puesto era, desde luego, Jorge Luis Borges, El idioma de Buenos
una sinecura. Borges no era bibliotecario Aires (Peña Del Giúdice, 1953). También
y mucho menos administrador, y un fiel figuran “El tema de José Hernández” en
subdirector, José Edmundo Clemente, Martín Fierro: cien años de crítica (Plus
hacía el verdadero trabajo”. Presidió la Ultra, 1986) y, en colaboración con Al-
Dirección General de Cultura entre 1963 fredo Raúl Palacios, Pedro Luis Barcia,
y 1966. Entre 1976 y 1979 fue director de Juan Bolzán y Enrique Anderson Imbert,
la Biblioteca Nacional. En 1982 asumió la La matemagia del laberinto: hacia la inte-
Subsecretaría de Cultura de la Provincia gración del saber (Magisterio del Río de la
de Buenos Aires. Fue colaborador de va- Plata, 1997).
rios suplementos culturales, como el de La Prologó algunos de los libros de cuentos
Nación, y dirigió el suplemento cultural de Borges, con quien tuvo una larga amis-
de La Prensa. En 1984 fue honrado con tad, y también otras obras como Estética

• 320 •
CÓCARO C
de la razón vital (La Reja, 1956) de José mariscal (Emecé, 1986); Mariano Moreno
Ortega y Gasset y Cuadros de la ciudad de y el periodismo libre (Fundación Banco de
Fray Mocho (Eudeba, 1961). Boston, 1989); Lo pasajero y lo perdura-
Su producción individual comprende ble (Academia Nacional de la Historia,
Los temas esenciales de la literatura (Eme- 1989); El grito de los fuertes (Emecé,
cé, 1959; segundo Premio Municipal); 1991); El joven Cortázar (Ediciones del
Estética del contemplador (1960) y El en- Saber, 1993); Don Francisco de Achuvivos
sayo (ECA, 1961); Estudio y antología de (Emecé, 1994). Por su trabajo Donde la
ensayistas argentinos (1963); Historia de la patria es un largo glaciar (Emecé, 1958)
soledad (1969); El tercer infierno (1979); obtuvo el Premio Nacional de Literatura.
Guía de lecturas informales (1988); Geo- Asimismo, participó en diversas antologías
grafía de la metáfora (Metáfora, 1997). Las poéticas y narrativas entre las que sobre-
memorias Borges, director de la Biblioteca sale su cuento “Caminar sobre la luz, un
Nacional (Ediciones Biblioteca Nacional/ día”, en 40 cuentos breves argentinos (Plus
Página/12, 1998) y Vigencia de Homero Ultra, 1992) y “Un vaso de cerveza”, en
(Victoria Ocampo, 2008). 39 cuentos argentinos de vanguardia (Plus
F.P. Ultra, 1995). Por otra parte, entre otros,
escribió el prólogo a Diario de una mu-
Cócaro, Nicolás (Mercedes [Buenos jer en las Malvinas (Fundación Banco de
Aires], 1926 - 1994). Su actividad es múl- Boston, 1982) de María Sáez de Vernet,
tiple: poeta, narrador, crítico, periodista. en el que exhibe su erudición. Asimismo,
Entre sus obras más significativas se desta- fue redactor permanente del diario La
can: Alegre muchacha de América (Botella Nación en el que publicó una importante
al Mar, 1952); Clarinadas de sol (Albatros, cantidad de notas críticas sobre cultura y
1954); En tu aire (Voz Viva, 1957); sociedad.
Cuentos fantásticos argentinos (Emecé, Su vocación por la documentación (que
[1960], 1970; este último con prólogo del redunda en una erudición enciclopédica)
autor); Provincias y poesía (ECA, 1961); convive con su interés por la reflexión crí-
Martín García Mérou (ECA, 1965); Los tica y el análisis literario. Sirve de ejemplo
creyentes (Emecé, 1966); Héroes, caballos su prólogo a Cuentos fantásticos argentinos
y vientos (Emecé, 1968); Canto al amor de 1960, en el que subraya: “Un tema vas-
(Puma, 1968); El tigre salta hacia la luz to y sin duda poco frecuentado es el de
(Emecé, 1968); Del otro lado del viento la llamada literatura fantástica argentina.
(Emecé, 1972); Las esquinas del mundo Nosotros […] apoyándonos en la orien-
(Emecé, 1975); Silvina Bullrich (ECA/ tación cronológica –la única que podía
Ministerio de Cultura y Educación, tener cabida, por el momento, dentro del
1979); Las sombras se alargan en la tierra incipiente conocimiento de esta tendencia
(Emecé, 1979); Y mientras haya un cuer- literaria–, damos en forma casi exhaustiva
po siempre habrá una sombra (Corregidor, sus dispersos mosaicos. Hay, de continuo,
1982); Florida, la calle del país (Fundación un peligro: lo fantástico y lo psicológico
Banco de Boston, 1984); Juntadores de se rozan; los separa […] un débil y frágil
maíz (Emecé, 1984); Las cautivas del muro, a menudo confundido por críticos,

• 321 •
C CODINA

ensayistas y lectores poco avisados. Lo enmarcarse en la corriente de la “literatura


fantástico […] trae a nuestro aceptado or- social”: La luna ha muerto (1957); Detrás
denamiento humano una presencia irreal del grito (1962); el ensayo América en la no-
que, después de ubicarse, atrae, seduce y vela (1964); la antología de cuentos La en-
se instala como si desde siempre hubiera lutada (1966) por la que recibe el Premio
pertenecido al mundo que nos rodea”.1 Municipal de Buenos Aires y las novelas
Por último, cabe acentuar que Cócaro es Los guerrilleros (1968) y Los días y la san-
el autor de la letra “Un silbido en el bol- gre (1977). Durante la última dictadura
sillo”, con música de Julio de Caro. Este militar argentina (1976-1983), estuvo ra-
tango forma parte del disco 14 con el tan- dicada en Cuba. Allí trabajó en Casa de las
go (1966), producción experimental que Américas. Actualmente vive en la ciudad
reunió a los pintores, escritores y músicos de Buenos Aires.
más prominentes y populares de la época. L.V.
Este trabajo es significativo porque pone
en escena las condiciones de producción COELHO, Oliverio (Buenos Aires,
de su escritura: una discreta y sutil asocia- 1977). Narrador y poeta porteño, forma
ción entre el margen y la legitimación, lo parte de la “joven guardia” de la literatu-
culto y lo popular, el periodismo y la Aca- ra argentina, un conjunto heterogéneo de
demia. Escribir para Cócaro es dialogar en autores nacidos en torno de la década de
el límite de esas convenciones: “Yo desafío 1970 que si bien no comparten una esté-
a Dios desde mi nada, que me conteste tica ni una ideología en particular repre-
qué hizo de mi vida / Él me cubrió de sentan un recambio en el ámbito literario
bruma tan oscura, que dejó con mi amar- local. Se los vincula por su participación
gura, sólo un sueño sin olvido y un silbi- en diferentes antologías; la primera y más
do en el bolsillo” (14 con el tango). importante de ellas, que dio nombre al
L.V. grupo, es La joven guardia (Norma, 2005),
compilada por Maximiliano Tomas, que
Codina, Iverna (Quillota [Chile], reúne veinte cuentos de veinte nuevos na-
1924). Nació en la región de Quillota, rradores entre los que se encuentran Pedro
pero residió desde pequeña en Mendoza. Mairal, Florencia Abbate, Juan Nicolás
Hija de una de las familias más ilustres de Terranova y Washington Cucurto. Se dis-
Chile, publica tempranamente dos libros tinguen por llevar a cabo diversos proyec-
de poesía: Canciones de lluvia y cielo (1946) tos en común y por la expresa voluntad de
y Más allá de las horas (1950). Estos tra- difundir sus obras.
bajos denotan la influencia de su maestro A los veinte años Coelho publicó el volu-
Ángel Bustelo y un apego convencional y men de poemas Desmárgenes. Le siguieron
respetuoso por las formas clásicas del géne- las nouvelles La víctima y los sueños (Tétrada
ro. Es a partir de su producción como pro- de Bilbao, 2002) y El umbral (2003). Su
sista que tuerce radicalmente su curso na- primera novela, Tierra de vigilia (Simurg,
rrativo. Publica varios trabajos que pueden 2000; México, BUAP, 2001), narra el viaje
de un solitario matemático a la alucinante
1. Cócaro, N., Cuentos fantásticos argentinos,
Estambul en busca de una nueva identidad
Planeta, 2008, pp. 20-21.

• 322 •
CÓFRECES C
contemporánea. El remordimiento, los re- género otorga a Coelho la posibilidad de ex-
cuerdos y una extraña trama, se dan cita pandir su lenguaje literario. Luego de esta
en una de las ciudades orientales más vivas trilogía publica Ida (Norma, 2008), que
de la actualidad. Su atmósfera, exactamen- forma parte de un nuevo proyecto literario,
te en el margen del realismo, ya anticipa de corte realista. Como en Tierra de vigilia,
los universos que Coelho explorará en sus vuelve a indagar –a través de un personaje
libros posteriores.  abandonado por su amada– en la identidad
Con Los invertebrables (Rosario, Beatriz del hombre en la ciudad actual. El prota-
Viterbo, 2003) inició una trilogía futuris- gonista, Eneas Morosi, se define no por lo
ta que completó con Borneo (El cuenco de que tiene sino por lo que perdió, como los
plata, 2004) y Promesas naturales (Norma, varones del tango. Es el antihéroe rioplaten-
2006), cuyos ejes espacio-temporales se se, sin historia. En la novela, lo que se insi-
ubican en un futuro posible, anclado en la núa como expiación amorosa se transforma
realidad, que contiene distintas fabulacio- en un viaje imperdible y mitológico por la
nes sobre lo humano. Los tres libros com- actual Buenos Aires. El relato, narrado en
parten una atmósfera de post Apocalipsis, tercera persona, no deja de filtrar una mira-
donde personajes “fallados” han quedado a da entre ácida y antropológica sobre la alie-
la deriva. Estos universos presentan una crí- nación en la ciudad capitalista.
tica a los sistemas políticos modernos, cuyo Coelho también publicó cuentos, re-
centro es la noción de Estado, y en clave señas y poemas en distintas antologías
intentan incorporar elementos históricos de y revistas literarias de Argentina, Cuba,
la Argentina reciente. Así, la trilogía pue- México y España. Ha colaborado en los
de leerse, independientemente de su sesgo suplementos culturales de La Nación, Per-
inventivo y delirante, como una narración fil y Clarín y escribe sobre literatura en la
sobre la crisis social y política argentina en revista Los Inrrockuptibles. Recibió, entre
los últimos treinta años. Promesas naturales, otras distinciones, el Premio Nacional
que adquiere su verdadero sentido a partir Iniciación en narrativa, el Premio Latino-
de la lectura de Los invertebrables y Borneo, americano de Cuento “Edmundo Valades”
representa la síntesis de los mundos posibles (México), el primer Premio de Novela
de Coelho y se ofrece como el límite de un Bienal Internacional de Literatura (Puerto
proceso y, al mismo tiempo, como el final Rico). En 2002 obtuvo el Premio Único
y la conclusión de un ciclo. A pesar de que Bienal Latinoamericana de Literatura “José
las tres novelas dialogan y se modifican en- Rafael Pocaterra” (Venezuela) por el libro
tre sí, no requieren una lectura de conjunto de cuentos, aún inédito, Los que se quedan.
puesto que cada una es autónoma. Si bien Su última publicación es el conjunto de re-
Coelho afirma haber leído a quienes él lla- latos Parte doméstico (Emecé, 2009).
ma autores extraordinarios (Ballard, Wolfe N.G. y M.F.P.
o Harrison, identificados con la ciencia fic-
ción), su incursión en el género no fue deli- CÓFRECES, Javier (Buenos Aires,
berada al escribir Los invertebrables, sino que 1957). Poeta, editor y traductor. Con Jonio
se vincula con una inquietud metafísica. Ya González y Miguel Gaya funda en 1977 el
en Borneo, la elección no fue imprevista. El grupo Onofrio de Poesía Descarnada, del

• 323 •
C CÓFRECES

que editará veinte años después una anto- de Carlos Latorre y reproduce en su tapa
logía: Onofrio, grupo de poesía Descarnada un collage que Enrique Molina había hecho
(Ediciones en Danza, 2007; incluye poemas para la tapa de uno de sus libros, reubicando
de Cófreces, González y Gaya), eco de una así hábilmente al autor de Puerta de arena
primera edición de 1979 (Grupo Onofrio de entre los surrealistas argentinos (Cófreces
Poesía Descarnada, Crisol). El grupo poé- ya había publicado Siete surrealistas argen-
tico genera un espacio de libertad y respi- tinos, Leviatán, 1999). La tarea de rescate
ración en plena dictadura y se ramifica en poético se hace aún más patente con la an-
1981 en una revista de poesía, La Danza tología dedicada a la Primera poesía argenti-
del Ratón, que Cófreces y González dirigen na (Ediciones en Danza, 2006), que reúne
hasta su último número (el nº 20) en 2001. textos escritos entre 1600 y 1850. La selec-
La dinámica que convierte un espacio de ción despierta en el lector cierta conciencia
creación común en proyecto editorial se re- lingüística respecto del idioma de los argen-
pite con Alberto Muñoz y Eduardo Mileo: tinos. La traducción del latín de cinco poe-
junto con Cófreces conforman primero el tas –Ausonio, Catulo, Claudiano, Marcial
grupo poético La Epopeya y en 2001 crean y Pentadio– que Cófreces lleva a cabo en
Ediciones en Danza. El sello se propone la colaboración con Matías Mercuri participa
“publicación, difusión y distribución de la quizá de este mismo gesto: las versiones se
obra de los poetas argentinos habitualmente ciñen a los modismos y el habla vernáculos,
soslayados por los medios comerciales vin- incluso en la humorada implícita en el título
culados a la literatura y la cultura”. Se trata de la antología, Los V latinos (Ediciones en
de atenuar la maquinaria que hace que au- Danza, 2005). Venecia negra (Ediciones en
tores poco difundidos, de pequeñas tiradas, Danza, 2003; en colaboración con Alberto
caigan en el olvido o se vuelvan de culto Muñoz) es una historia de la mirada de los
a los que sólo unos happy few (como diría otros (y de Cófreces y Muñoz) sobre la “re-
Stendhal) tienen acceso. Una lectura del pública mojada”: cada hoja de Venecia negra
catálogo confirma el logro de este propósi- es una especie de cuarto oscuro en el que
to: a la obra valiosa de poetas como Jorge se proyectan inéditos, diarios, poemas, car-
Leónidas Escudero, Beatriz Vallejos, Luis tas, transposiciones pictóricas en torno del
Luchi o Carlos Latorre, se suman nume- “imperio del agua”. La percepción fascina-
rosas voces jóvenes de la poesía actual (véa- da de la unión entre agua y tierra se repite
se, por ejemplo, Última poesía argentina, en Canción de amor vegetal (Ediciones en
de Cófreces en colaboración con Gabriela Danza, 2006; en colaboración con Alberto
Franco y Eduardo Mileo, Ediciones en Muñoz), poemario que da voz a los árboles
Danza, 2008). El instrumento más frecuen- del delta del Paraná: “La gota que cae / es
te al que recurre Cófreces para la difusión suficiente / para la araña / Alguien necesita /
de estas obras relegadas es la antología: beberse el agua / de la carne […] Estoy a tu
así por ejemplo El cántaro (Ediciones en ribera” (“Ceibo”). La flora del litoral apare-
Danza) recupera y condensa en 2001 una ce en orden alfabético, acompañada por una
obra iniciada en 1945 por Beatriz Vallejos; noticia botánica redactada con humor, en
Los móviles secretos (Ediciones en Danza, versos cortos y disposición tipográfica que
2001; con Mary Latorre) rescata inéditos reproduce la verticalidad del árbol. El agua

• 324 •
COHEN C
y la tierra son elementos esenciales de su “Este no es mi sitio hoy. / Hablo de mi casa
poética. Una de las secciones de Ropa ínti- como vacía / hablo de un hueco / en pos
ma (Libros de Tierra Firme, 1997) lleva por de mí / de un lugar / que me deja afuera”).
nombre “Poemas del río” y celebra también Pasaje Renacimiento (Libros de Tierra Fir-
los paisajes de litoral. En esta poesía del agua, me, 1988) y Mar de fondo (Libros de Tierra
el espacio se divide en planos horizontales y Firme, 1994) reflejan a su vez la violencia
en líneas (“Plancha densa en tu nivel / tabla de la dictadura, que se traduce en imágenes
quieta de tu estuario / Mansa corteza de ba- fragmentadas, en la evocación del dolor y
rro en superficie / aspecto plano de sostén de la agresión, en el desmembramiento del
dormido / Describo la capa limítrofe / de cuerpo del que sólo se nombran los ojos,
caudal amoroso y playero”). La horizontali- la lengua, la boca como cavidad oscura o
dad y los colores evocados conforman en su fuente de sensualidad que trae de repente la
poesía un extraño espacio pictórico, donde muerte. La indignación ante la violencia se
los colores puros marcan el límite entre el transforma por momentos en interrogación
agua y la ribera según un contraste de ver- religiosa que increpa (y utiliza) el lenguaje
des, rojos y marrones que recuerda la pintu- del cristianismo. Pero no hay solemnidad
ra nabi. En ese mundo el hombre es apenas en su poesía, donde muerte y nostalgia se
perceptible (la figura recurrente es la canoa, confunden con el paisaje urbano conden-
madera horizontal en movimiento, quiebre, sado en Barracas: “He visto el féretro de
féretro). A su vez la dimensión pictórica es Edy Jotzel / con la camiseta de Juventud
visible en la organización del material poéti- Unida / sobre su pecho al día siguiente /
co: las series se repiten de poemario en poe- de reventarse el cráneo contra el pavimento
mario (“Autorretratos I”, “Autorretratos II”, / mientras se me partía el corazón por pri-
“Autorretratos III”, “Buenos Aires/1978”, mera vez / y C.A. nos obligaba a rezarle a
“Buenos Aires/1979”, “Buenos Aires/1980”, S.M. Garicoits / por el alma del pobre an-
etc.), como si se tratara de crear a partir de gelito / (A. Pérsico también murió de niño
variaciones sobre un mismo motivo. El ma- y un aula / del colegio llevaba su nombre
nejo de la luz, los rostros recortados, los per- (era buen alumno)” (“Paseo por Iriarte”).
files, los trazos violentos que parecen cortar Cófreces es además autor de los siguientes
la hoja –“Los siglos del labio / los siglos del libros de poesía: Años de goma (La Clarabo-
ojo / torcieron mi cara / y sentí un navaja- ya, 1982); La liebre tiesa (Trocadero, 1985);
zo / en la frente” (“Frente a un cuadro de Historias de la gran boa (cassette de poesía,
Velásquez”)–, los claroscuros surgidos del Circe/ Último Reino, 1989); Amianto (Li-
contraste entre objetos (los gatos negros, la bros de Tierra Firme, 1991); El ojo de agua
claridad más fuerte del día) refuerzan el diá- (Ediciones en Danza, 2001).
logo con la pintura. M. Cám.
Por otra parte, Cófreces parece buscar en
el verso una representación de la ausencia: Cohen, Marcelo (Buenos Aires, 1951).
sólo quedan rastros, huellas de una mate- Escritor, traductor, periodista cultural y
rialidad que estuvo hace apenas un instante editor, cursó sus estudios secundarios en
y ya desaparece (“la noche queda / como el Colegio Nacional de Buenos Aires y
un sillón vacío / […] los labios en el vaso”; luego dos años de la carrera de Letras. En

• 325 •
C COHEN

1975 viajó a España donde vivió durante En cuanto a su labor editorial, en España
veinte años, y en 1996 regresó a Buenos ha sido cofundador de la editorial Montesi-
Aires. nos, asesor de la editorial Icaria, director de
Tanto en España como en la Argentina, la colección “Península Narrativa” y conse-
Cohen se ha dedicado al periodismo cultu- jero editorial de Anaya y Mario Muchnik.
ral. En España, entre 1979 y 1981, trabajó En Argentina, desde 1999, ha dirigido la
como colaborador del suplemento literario colección “Shakespeare por escritores”, un
del diario El País y, entre 1984 y 1995, proyecto de editorial Norma de traduc-
como colaborador permanente del diario ción al castellano de las obras completas de
La Vanguardia. Asimismo, fue redactor en Shakespeare, hecha por escritores de once
las revistas literarias Quimera y Lateral, en- países de lengua española. Este proyecto ob-
tre otras, y redactor-jefe de la revista cul- tuvo el Premio Teatro del Mundo a la labor
tural El Viejo Topo en 1982. En Argentina editorial, otorgado por el Área de Historia
ha colaborado con el suplemento cultural y Teoría Teatral del Centro Cultural Rector
del diario Clarín y la revista Página/30. Ricardo Rojas de la UBA.
Además, fundó y codirigió la revista de Por lo que concierne a su producción
artes y letras milpalabras desde 2001 hasta literaria, cabe señalar que Cohen ha ob-
comienzos de 2003, momento en que la tenido la beca Guggenheim (EE.UU.) en
misma dejó de publicarse, y a fines de ese 1995, y en 2004 recibió el Premio Konex,
año fundó –y actualmente codirige – la re- Diploma al Mérito, en el rubro Novela
vista Otra Parte junto con la investigadora (quinquenio 1999-2003). Ha publica-
y crítica literaria Graciela Speranza. do las novelas: El país de la dama eléctri-
A comienzos de la década de 1980, en ca (Barcelona, Bruguera, 1984); Insomnio
España, comenzó a consolidarse como (Barcelona, Muchnik, 1985); El sitio de
traductor. En efecto, Cohen ha recibido Kelany (Barcelona, Muchnik, 1987); El
numerosas becas para la realización de tra- oído absoluto (Barcelona, Muchnik Edito-
ducciones –becas de residencia de la Casa res, 1989); El testamento de O’Jaral (Ma-
del Traductor de Tarazona (España) en dos drid, Anaya y Muchnik, 1994); Inolvida-
oportunidades, del Collège de Traducteurs bles veladas (Barcelona, Minotauro, 1996);
de Arles (Francia), del British Centre for y Donde yo no estaba (Norma, 2006). Los
Literary Translation de la Universidad de libros de relatos El instrumento más caro de
East Anglia, Norwich (Inglaterra)– y ha la tierra (Barcelona, Montesinos, 1982); El
traducido más de cien libros de narrativa, buitre en invierno (Barcelona, Montesinos,
poesía y ensayo, del inglés, el francés, el 1984); El fin de lo mismo (Madrid, Anaya
italiano, el portugués y el catalán. Entre y Muchnik, 1992); Hombres amables (Nor-
otros autores ha traducido a Christopher ma, 1998); Los acuáticos (Norma, 2001);
Marlowe, Ben Jonson, Jane Austen, Henry y La solución parcial (Madrid, Páginas
James, T.S. Eliot, John dos Passos, Scott de Espuma, 2003). La nouvelle Impureza
Fitzgerald, Ray Bradbury, J.G. Ballard, (Norma, 2007; aparecida por primera vez
Martin Amis, William Burroughs, Italo en la antología Mano a mano. Cuentos sobre
Svevo, Fernando Pessoa, Machado de Assis tangos, Fernando Cittadini [comp.], Nor-
y Clarice Lispector. ma, 2004), y los libros de ensayos Buda

• 326 •
COHEN C
(Barcelona, Lumen, 1993) y ¡Realmente las ciudades futuristas de Cohen a través de
fantástico! y otros ensayos (Norma, 2003), residuos y materia en estado de descompo-
que reúne algunos de los artículos publica- sición, pero también son desechos de la in-
dos en suplementos literarios y revistas de dustria cultural los que se acumulan. Frente
Argentina y España entre 1986 y 2000. a este movimiento entrópico, los personajes
La narrativa de Cohen posterior a 1980 ejercen diversas formas de resistencia, fun-
encuentra sus materiales y procedimientos damentalmente dos: la escritura y la música.
en la literatura fantástica y especialmente Contra la lengua estandarizada del poder,
en la ciencia ficción. Una de las marcas más los personajes escriben y trabajan la palabra;
significativas de producción consiste en la contra la música que proponen los medios,
construcción de distopías, espacios imagi- los personajes se refugian en la música de
narios hostiles ubicados en el futuro y que Sibelius, el tango o el rock. Basura material y
funcionan como alegoría de las sociedades simbólica conviven así con los instrumentos
contemporáneas: Bardas de Krámer, una más avanzados de la tecnología, instrumen-
ruinosa ciudad de la Patagonia en la que tos que sólo pueden nombrarse a través de
los personajes conviven con los residuos de neologismos (flaycoches, pantallátors, auto-
un esplendor vinculado a yacimientos pe- voxiles…). Pero los neologismos (y también
trolíferos agotados para siempre (Insomnio); arcaísmos, provenientes muchos de ellos del
Lorelei, ciudad cosmopolita y kitsch, paraíso lunfardo) resultan de un trabajo sutil vincu-
del consumo, plagado de imágenes virtuales lado con la construcción de sociolectos, ver-
y música de boleros entonados por su go- daderos argots o slangs que, por una parte,
bernador (El oído absoluto); Villa Canedo, junto a las metáforas, comparaciones y des-
barrio porteño lindante con un lago artifi- acomodamientos sorprendentes de la frase,
cial donde flotan los restos de una villa mi- se oponen al lenguaje de la propaganda y al
seria (El país de la dama eléctrica); una cárcel eslogan del poder en las ciudades futuristas
de tres paredes que se interna doscientos y, por otro lado, contribuyen con una de las
metros en el mar (“La ilusión monarca”, obsesiones más evidentes de la narrativa de
en El fin de lo mismo); Lavinia, ciudad de Cohen: la destrucción de las convenciones
Murmora, una de las islas del Delta Pano- lingüísticas y del lugar común.
rámico, donde la Democracia Gentil como F.N.
sistema político ha entrado en crisis (Donde
yo no estaba); el barrio Lafiera, localidad su- COHEN, Sara (Buenos Aires, 1955).
burbana donde las arcaicas letras de tangos Poeta, ensayista, traductora y psicoanalista
hacen menos intolerable la muerte de una porteña.
mujer (Impureza). Estos espacios distó- Sus primeras publicaciones fueron los
picos están construidos a partir de la idea volúmenes de poesía El poema que insiste
de aquello que el narrador norteamericano (1992) y Puertas de París (2000). Su traba-
Thomas Pynchon bautizó en su novela de jo El silencio de los poetas (2002) aborda las
1960 como entropía: la desorganización de obras de Fernando Pessoa, Alejandra Pizar-
un sistema cultural que se desploma hacia nik, Paul Celan y Henri Michaux. Escenas
la disgregación, la indiferenciación y el de- con cartas (2003) comprende breves com-
secho. Los desperdicios se amontonan en posiciones, a la manera de imágenes pic-

• 327 •
C COLAUTTI

tóricas por su condensación expresiva. Sus COLAGIOVANNI, Vanina (Buenos


poemas manifiestan el anhelo por partir y Aires, 23/12/1976). Licenciada en Ciencias
las ansias del desplazamiento, tras la evoca- de la Comunicación por la UBA, estudió
ción de una niñez concluida y una mirada Letras en la misma universidad. Es autora
paterna esquiva e imprecisa. De este modo, de los libros de poemas Travelling (2005)
en los versos de “Tren de las sombras” se y Sala de espera (2007), ambos publicados
lee: “Hay un momento / para retirarse de con el sello de la editorial Gog y Magog
la sombra / y desprenderse / de la trampa. / que integra junto con Julia Sarachu, Laura
Ser hija / no es para toda la vida”. Más tar- Lobov y Miguel Ángel Petrecca. Sus tex-
de, Cohen presentó el ensayo La frontera tos poéticos fueron difundidos en revistas
de la lengua (2006) y la novela Veintinueve como Pisar el Césped, Espacios y Litoral.
días de junio (2006), su primera incursión Asimismo integra el panorama de la poe-
en la narrativa. Tradujo las obras de varios sía argentina contemporánea Fuego cruza-
poetas de lengua francesa, entre los que se do, resultado de la iniciativa común de la
encuentran Bernard Noël y Nicole Bros- revista y editorial Lanzallamas de Chile y
sard. En la actualidad es colaboradora de Vox de Argentina, donde fueron incluidos
literatura en la revista Ñ del diario Clarín. sus poemas “Instantánea”, “La fiesta extra-
L.P. viada”, “Plumilla” y “Plumífero”. Colaboró
en la revista Artefacto. Pensamientos sobre la
Colautti, Ricardo (Buenos Aires, Técnica de la UBA con el artículo “Deus ex
14/12/1937 - 1992). Abogado y escribano. machina”, donde realiza una lectura de La
Autor de tres novelas tan breves como secre- bestia humana de Émile Zola.
tas: Sebastián Dun (Sudamericana, 1971); A un lado de la producción poética, se
La conspiración de los porteros (De la Flor, desempeña en el sector de Relaciones Pú-
1976); e Imagineta (De la Flor, 1988). En blicas y Comunicaciones en empresas loca-
ellas mezcla lo que en su época fue defini- les. Actualmente trabaja en un fotodocu-
do como “insólito”, “desopilante”, “surrea- mental sobre poesía argentina de la década
lista”; hoy podríamos definirla, en cambio, del sesenta.
como sencillamente aireana.1 En palabras M.C.
de Francisco Garamona, editor de Mansalva
(sello que en 2007 editó las tres obras con COLOMBRES, Adolfo (Tucumán,
el título La conspiración de los porteros, con 1944). Abogado, escritor y antropólogo.
prólogo de Elvio Gandolfo), Colautti es Tras graduarse en la UBA en Derecho y
“El eslabón perdido entre Arlt y Copi”. Ciencias Sociales, se radicó durante largos
Considerada demasiado “adelantada” para períodos en Ecuador y México, dedicándo-
su época, su obra todavía aguarda el interés se especialmente al estudio de las poblacio-
de la crítica. Colautti falleció en octubre de nes indígenas, actividad que realizó en el
1992 debido a un enfisema pulmonar. último caso con apoyo estatal. Es fundador
A.O. y director de Ediciones del Sol, en Buenos
Aires, dedicada a la difusión de la literatura
1.  Núñez, S. e Idez, A., “El otro yo del antropológica local, donde dio a conocer
Dr. Colautti”, Radar Libros, Página/12,
buena parte de su producción ensayística.
06/01/2008.

• 328 •
COLOMBRES C
Fue responsable del Programa de Res- Paraíso (Losada, 1984); Karaí, el héroe -
cate de Literatura Popular e Indígena, en Mitopopeya de un zafio que fue en busca de
el que recuperó materiales que reunió en la Tierra sin Mal (Ediciones del Sol, 1987);
cinco volúmenes bajo el título Literatura Territorio final (Torres Agüero, 1987); Sa-
popular bonaerense que integra, entre otros crificio (Corregidor, 1991); La gran noche
ejercicios, la literatura payadoresca y, pre- (Editorial Letra Buena, 1993); Tierra in-
visiblemente, los cuentos y leyendas pro- cógnita (Ediciones del Sol, 1995); La estir-
vinciales (Catálogos, 2004). pe de Kedoc (Córdoba, Alción, 2004); Las
Entre sus obras antropológicas figuran: montañas azules (Córdoba, Alción, 2006).
La colonización cultural de la América in- Como cuentista publicó El ropaje de la glo-
dígena (Quito, 1977; reeditado en Edicio- ria (Sudamericana, 1997).
nes del Sol, 1987); La hora del “bárbaro”, A los 500 años del choque de dos mun-
bases para una antropología social de apoyo dos revisa la perspectiva indígena como
(México, 1982; reeditado en Ediciones del un reconocimiento a la resistencia que
Sol, 1986, y en Ediciones Premiá, México, estos pueblos protagonizaron frente a los
1988); Seres sobrenaturales de la cultura po- colonizadores españoles. Para ello reúne
pular argentina (Ediciones del Sol, 1984); opiniones de dirigentes de organizaciones
Liberación y desarrollo del arte popular indígenas, antropólogos e intelectuales
(Museo del Barro, 1986); Sobre la cultura comprometidos con la realidad americana,
y el arte popular (Ediciones del Sol, [1987] dispuestos a reconocer y hacer respetar los
2007); La democratización del conocimien- derechos de los pueblos originarios, recha-
to liberador (Equipo de Pastoral Aborigen, zando la celebración del genocidio.
1987); Hacia una teoría americana del arte En su libro sobre arte y cultura popular
(Ediciones del Sol, 1991; el colaboración se ocupa de algunas definiciones que tam-
con Ticio Escobar y Juan Acha); América bién han sido abordadas desde la teoría y
Latina, el desafío del tercer milenio (Edicio- la crítica literaria, aunque generalmente
nes del Sol, 1993); Celebración del lenguaje, prescindiendo de la apoyatura antropoló-
hacia una teoría intercultural de la literatura gica que se revela fundamental en el texto
(Ediciones del Sol, 1997); Manual del pro- de Colombres, recorriendo conceptos tales
motor cultural (Colihue, 1991; obra en tres como cultura popular y de masas, cultura
tomos); Seres mitológicos argentinos (Eme- nacional, cultura universal y colonialismo
cé, 2000); A los 500 años del choque de dos cultural, la distinción entre arte y artesanía,
mundos (Ediciones del Sol, 2002); Amé- además del abordaje comparativo del relato
rica como civilización emergente (Random culto y el popular, junto con la revaloriza-
House Mondadori, 2004); Teoría transcul- ción de los mitos en tanto narrativas en las
tural del arte. Hacia un pensamiento visual que se condensa la clave de una cultura.
independiente (Ediciones del Sol, 2005), En La hora del “bárbaro” se pronuncia a
Los guaraníes (Colihue, 2008). favor de una antropología indígena que se
En el orden de la ficción es autor de las libere de la habitual enajenación a mode-
novelas: Siete para la eternidad (1966); Los los extranjeros y a planteos cuya aplicación
días imposibles (CEAL, 1972); Viejo ca- resulta inadecuada no ya a los objetos de
mino del maíz (México, 1979); Portal del estudio del antropólogo sino a los sujetos

• 329 •
C COLOMBRES

históricos que reconoce en ellos. De este camente desconocida, representada por el


modo, casi plegándose al reclamo de Cor- recopilador de cantares Crisóstomo Quija-
nelius Castoriadis acerca de una historia de no y el naturalista Amadeo Funes, en cuyo
la clase obrera escrita por sus protagonis- nombre es posible leer la combinación del
tas, convoca a las organizaciones indígenas naturalista francés Aimé Bonpland y la tra-
para desarrollar una antropología de acuer- dicional familia cordobesa de los Funes. La
do con sus propios criterios. presencia de los jóvenes es la excusa para el
Celebración del lenguaje se manifiesta despliegue del lenguaje de los valles precor-
en un sentido similar, lo que evidencia la dilleranos que fascina a Colombres como
coherencia interna y epistemológica de la antropólogo y cuya narrativa exhibe su
obra de Colombres, que en este caso se confianza en sus condiciones estéticas.
pronuncia a favor de una teoría de la in- Colombres es asimismo autor de los
terculturalidad arraigada en el lenguaje, a libros para niños El zorro que cayó en la
través del cual recupera especialmente as- luna (1986); El zorro que se metió a cura
pectos orales de muchas lenguas indígenas –en los que es posible reconocer la in-
en las que son no sólo prevalecientes sino fluencia del folklorista Bernardo Canal
en ocasiones exclusivos. En Teoría trans- Feijóo y sus célebres Casos del zorro–; y
cultural del arte atribuye a esta actividad Un carancho muy devoto (1997), los tres
un papel de vinculación de culturas que en Editorial Colihue, de la que es asiduo
se aproxima a la idea de transculturación colaborador.
tal como la refinó Ángel Rama, en tanto Entre las distinciones que consiguió fi-
proceso de enriquecimiento mediante la guran el Premio Bienal de Novela del No-
sucesiva incorporación a una cultura (por roeste Argentino (1972), el premio Bienal
lo general, la hegemónica) de elementos de Novela “Laureano Carús Pando” (Méxi-
provenientes de otras, aunque no de forma co, 1980), el premio de cuentos de la revis-
acrítica y pasiva sino activa y productiva, ta La palabra y el Hombre (Xalapa, México,
modificándolos hasta integrarlos. 1981), el Premio Sudamérica de Lenguas
América como civilización emergente y Letras (1991) y el Premio Regional de
especifica el proyecto de Colombres de Literatura del Noroeste Argentino para el
recuperar el pensamiento independentis- período 1989-1992. En 1994 recibió el
ta continental reclamando la concreción Premio Konex de Letras en reconocimien-
de “aquel viejo sueño integracionista que to a su actividad literaria de los últimos
arranca con Francisco de Miranda, Si- diez años. Posteriormente obtuvo el Pre-
món Rodríguez, Simón Bolívar y José de mio “Ricardo Rojas” de Narrativa (1996)
San Martín, expresándose luego en el lati- y el Premio Brocal de Oralidad conferido
noamericanismo como alternativa al pana- por la UNEAC (Cuba, 1999).
mericanismo”. Colombres también desarrolló una ac-
La novela Las montañas azules, por su tividad importante en el cine argentino.
parte, cuenta la historia de dos enamora- A fines de la década de 1980, se desem-
dos que llegan al pueblo catamarqueño de peñó como guionista de la inconclusa
Belén durante la última dictadura militar y Caminos del maíz (Miguel Mirra y Julia
allí se encuentran con una cultura prácti- Vargas, 1988, sobre la novela Viejo cami-

• 330 •
COLUSSI C
no del maíz) y de Después del último tren dia poética con la vanguardia política, lo
(Miguel Mirra, 1989; sobre novela inédita que también se expresa en la insistente
del antropólogo) e intérprete y asesor an- recuperación de César Vallejo, del que
tropológico de Hombres de barro (Miguel los realizadores de la revista no sólo pu-
Mirra, 1988; sobre tema original del direc- blican textos, sino al que le dedican sus
tor y Edith Paya). El interés por este arte poemas, tomándolo también como tema
se manifiesta asimismo en su ensayo Cine, de los mismos. Así y todo, cabe deslindar
antropología y colonialismo (Ediciones del ciertas inclinaciones de los escritores ha-
Sol, 1985). cia uno u otro de los dos polos. Si Pidello
M.C. es el más cercano a la vanguardia estética
–fundamentalmente por el trabajo espa-
COLUSSI, Guillermo Claudio (Rosario cial y visual con la poesía–, Colussi es el
[Santa Fe], 1951). Junto con Jorge Isaías más cercano a la vanguardia política, aun-
y Alejandro Pidello, codirigió la revista que alejado de lo que tradicionalmente
de poesía La Cachimba. Creada en 1971 se entiende como poesía social. A pesar
y con diez números publicados, dejó de de esto, no descuida lo formal. Es más:
aparecer en 1974 por razones políticas. lo formal se convierte en cuestión ideo-
A pesar de esto, el grupo de directores lógica. Por el intento de crear una poesía
continuó nucleado en torno al proyecto terrenal y cotidiana –capaz de comunicar
editorial del mismo nombre que habían y de interpelar– y por la gran cantidad de
comenzado simultáneamente. Si bien producciones que pueden ser leídos como
La Cachimba se creó con la intención textos programáticos. Los de Colussi son
de difundir la poesía de los directores, poemas-manifiestos donde ensaya –a la
fue incorporando las producciones de vez que propone– una poesía que exalte
otros poetas, primero rosarinos, después e invite a la acción, y una poesía amorosa
de toda la Argentina y luego también de que privilegie lo corporal. La Cachimba
otros países de América Latina, algo simi- no produce manifiestos: en ella la proli-
lar a lo que ocurrió con la editorial. Sin feración de textos programáticos habitual
embargo, la revista alcanzó un tono lati- en toda vanguardia no se independiza de
noamericanista más marcado al asumir la la producción poética (como sí sucede en
difusión de poetas centroamericanos, de muchas vanguardias). Si la producción de
poetas revolucionarios y de traducciones Colussi une el compromiso político con
de poesía precolombina como compromi- el poético, también intenta que lo dos se
so político. manifiesten exclusivamente en su poesía.
En ese tipo de elecciones tal vez se en- Es probable que Guillermo Colussi sea
cuentre uno de los pocos posicionamien- el miembro más silencioso de La Cachim-
tos ideológicos explícitos de una revista ba. A diferencia de sus compañeros, nunca
que prácticamente carece de sección edi- publicó un libro propio. Además de los
torial, salvo por pequeños comentarios escasos poemas que aparecieron en la re-
o dedicatorias a escritores o militantes. vista, publicaba hojas periódicas de poesía
A partir de esto, podría decirse que La en la editorial La cachimba y participó en
Cachimba intenta vincular la vanguar- los volúmenes colectivos Pájaro anual (La

• 331 •
C CONSIGLIO

cachimba, 1974; con Isaías y Pidello), y 1951), Tarea Universitaria (1957-1959),


De lagrimales y cachimbas (El lagrimal tri- Damas y Damitas (1959-1961), Mundo
fulca/ La cachimba, 1972), que incluía a Argentino. En la década del cincuenta
los autores de La cachimba y de otra revista fue secretaria de redacción de la revis-
rosarina, El Lagrimal Trifulca, dirigida por ta Mucho Gusto. En 1960, junto a otros
Elvio E. Gandolfo. miembros del PSA (Pablo Giussani, direc-
Después de finalizado el proyecto de La tor de la revista y en esa época su pareja,
Cachimba, Colussi se dedicó a la docencia Abel Latendorf, Manuel Dobarro, Elías
e investigación en los ámbitos de la filo- Semán), Constenla fundó la revista Che,
sofía y la psicología, disciplinas que había cercana a la Revolución Cubana y a John
estudiado en la Universidad Nacional de William Cooke (en ese entonces exiliado
Rosario. en Cuba), clausurada a fines de 1961. A
M.A. principios de los sesenta Constenla parti-
cipó activamente en el proyecto editorial
CONSIGLIO, Jorge (Buenos Aires, de Jorge Álvarez (1963-1969), junto a Pirí
1962). Escritor y poeta. Obtuvo la licen- Lugones, Rodolfo Walsh, Rogelio García
ciatura en Letras por la UBA, donde ejerció Lupo, entre otros. Fue directora de la exi-
la docencia como profesor de Semiología tosa colección “Crónicas”, antologías te-
en el CBC. Escribió artículos, poemas máticas, de títulos llamativos para la época
y cuentos cortos para diversos medios (Crónicas de la violencia, 1965; Crónicas del
gráficos. Es autor de las novelas: El bien sexo, 1965; Crónicas para las fiestas, 1965;
(Norma, 2003; ganador del IV Premio Crónicas bastante extrañas, 1965; Crónicas
Ópera Prima de Nuevos Narradores) y del amor, 1965; Crónicas de la burgue-
Gramática de la sombra (Norma, 2007). sía, 1965; Crónicas de la incomunicación,
Un libro de relatos: Marrakesch (Simurg, 1966; Crónicas con espías, 1966), que con-
1998); y los libros de poesía: Indicio de lo vocaron a prestigiosos autores argentinos
otro (1986); Las frutas y los días (1992); y y extranjeros. Editadas en formato bolsi-
La velocidad de la tierra (Córdoba, Alción, llo, la selección de cada volumen estaba
2004). Sus relatos forman parte de las acompañada por un prólogo, pequeñas
antologías Historia de un deseo (Planeta, biografías y notas, generalmente a cargo
2000), organizada por Leopoldo Brizuela, de la propia Constenla, si bien también
y Nuevos cuentos argentinos (Alfaguara, se convocó a otros autores (las Crónicas
2001). de Latinoamérica, 1968, cuentan con pró-
D.M. logo, selección y notas de Ricardo Piglia;
las Crónicas de Cuba, 1969, con selección
CONSTENLA, Julia (Tucumán, y noticia preliminar de Rodolfo Walsh).
1927). Periodista y editora, figura signifi- La operación editorial fue eficaz en tanto
cativa del escenario editorial y periodístico desplazó, por un lado, la funcionalidad
de los años cincuenta y sesenta. Participó didáctica, de público cautivo (escolar o
en proyectos que evidencian los paradig- universitario) hasta entonces reservada a
mas culturales, sociales y políticos de su las antologías (con excepciones evidentes
época. Fue redactora de Chicas (1948- como las selecciones realizadas por Borges)

• 332 •
CONTI C
y reafirmó, por el otro, la fortaleza genérica del Ministerio de Relaciones Exteriores de
de la forma breve en los hábitos de lectura Italia; el segundo, en Buenos Aires (1986),
y en el imaginario del lector argentino. con el auspicio de la Secretaría de Cultura
Desde sus comienzos en 1973, Cons- de la Nación. Este interés por el papel de
tenla participó de la publicación mensual la mujer en la vida política y social se re-
Crisis (1973-1976). Ideada por el empre- fleja en las biografías que escribió sobre la
sario y coleccionista de arte Federico Vo- madre del Che Guevara, Celia, la madre del
gelius, el director editorial era Eduardo Che (Sudamericana, 2004) y sobre la presi-
Galeano. Constenla se desempeñó como denta chilena: Michelle Bachelet (Lumière,
secretaria de redacción. Participaron, entre 2006). De manera general, su tarea como
otros, Aníbal Ford, Juan Gelman, Rogelio biógrafa traduce compromisos, pasiones y
García Lupo, Jorge Rivera, Ernesto Sába- amistades intelectuales de larga historia: es
to, Eduardo Romano, Haroldo Conti; los autora de Sábato, el hombre (Seix Barral,
dibujos eran de Hermenegildo Sábat. El 1997) y de Medio siglo con Sábato (Edicio-
subtítulo de la publicación: “Ideas, letras, nes B, 2000; conversaciones con el autor);
artes en la crisis” apuntaba, por un lado, en 2006, publicó Che Guevara, la vida en
a repensar los límites convencionales entre juego (Edhasa; una biografía en imágenes).
alta cultura y cultura popular, y por otro de Su autobiografía, que evoca indirectamen-
cuestionar el discurso historiográfico libe- te numerosos capítulos de la vida política
ral. Revisión histórica y lectura contextual y cultural argentina en la segunda mitad
de la realidad argentina se conviertieron de del siglo veinte, se titula Vivir vale la pena
esta manera en instrumentos para construir (Sudamericana, 2002).
“una dimensión democrática de la cultu- M. Cám.
ra”. Paralelamente al proyecto periodístico,
Constenla dirigió la colección editorial Conti, Haroldo (Chacabuco [Buenos
“Cuadernos de Crisis” (1974-1976) donde Aires], 25/05/1925 - desaparecido el
se editaron números monográficos sobre 05/05/1976). Refractario de su origen
Cooke, Jauretche, Scalabrini Ortiz y Eva pequeño burgués, pugna por definir un
Perón. En 1976, al producirse el golpe mi- compromiso intelectual en la causa re-
litar, se exilió junto a su marido Giussani y volucionaria por el socialismo, defiende
sus cuatro hijos en Italia. Con la democra- los postulados de la autonomía del arte y
cia regresó al país y dirigió de 1985 a 1989 milita en el PRT. La impronta de una rí-
Radio Belgrano. Entre 1991 y 1994, fue di- gida formación en colegios confesionales
rectora de la editorial Tiempo de Ideas. En permanecerá como base de sustento mo-
1993 publicó, con Justo Laguna, un con- ral en su futura orientación política, más
junto de diálogos titulados El ser social, el influenciada por el humanismo que por el
ser moral y el misterio: conversaciones con Ju- materialismo dialéctico. En 1944 comple-
lia Constenla (Tiempo de Ideas). Organizó ta sus estudios de filosofía en el Seminario
dos encuentros internacionales auspiciados Metropolitano Conciliar y abandona nú-
por la Unesco sobre “Mujer, comunicación biles pretensiones de ordenación sacerdo-
y desarrollo en América Latina”: el prime- tal. El manejo del latín le servirá poste-
ro, en Roma (1981), con la participación riormente para el dictado de esta materia

• 333 •
C CONTI

en distintos colegios secundarios. 1947, “Marcado” en Baires (verano 1963-1964),


comienza la vorágine: trabaja como actor, que recogerá, en forma póstuma, la edi-
empleado de banco, inicia estudios avan- ción de los Cuentos completos (1994) y que
zados de filosofía y letras, conoce las islas sigue la misma tónica de Sudeste. En 1966
del Delta del Río de la Plata, se recibe de aparece su segunda novela, Alrededor de la
piloto civil, se desempeña como profesor jaula, editada en México y Buenos Aires
en Santos Lugares, obtiene dos becas del bajo el auspicio del Premio Universidad de
Club Gente de Cine y realiza su primer Veracruz. La suerte cotidiana de los tristes
trabajo como asistente de dirección en el se muda de márgenes, entre el puerto de
film La bestia, de Román Vignoli Barreto. Buenos Aires y las rejas del zoológico. Hay
Todo esto hasta 1954, año en que contrae una adaptación para cine de esta novela,
matrimonio con Dora Campos. En 1956 con dirección de Sergio Renán y guión
recibe el Premio Olat por Examinado (obra de Aída Bortnik, titulada Crecer de golpe
de teatro en un acto), pieza seleccionada (1976). Al año siguiente publica Con otra
para ser leída en las tertulias del Teatro gente (1967), nuevos cuentos, la mayoría
Odeón. En 1960 obtiene el Premio Life inéditos, entre los que se incluye “Como
por su relato “La causa”; acontecimiento un león”. Relato en primera persona de
que marcará, en adelante, una orientación un niño, Lito, de la villa 31 de Retiro, in-
de su escritura hacia la narrativa. En 1962 trospectivo, melancólico, que observa la
aparece Sudeste, su primera novela, premia- miseria que lo rodea y reflexiona, extraña
da en el concurso de Fabril Editora, que la presencia física de su padre y de su her-
en una primera versión llevaba por título mano, los recuerda y se dice cada mañana:
Ligados. Efectivamente, hay un orden que “Levántate y camina como un león”. En
concatena sucesos, personajes, estaciones, febrero de 1969, Conti, como guionista de
días y noches en torno a los arroyos y ca- cine publicitario, participa en la filmación
nales de la zona del Delta; el argumento se de un documental sobre la Antártida. En
desarrolla a bordo de un bote, bajo el peso 1971 se separa de su primera mujer, con
de un tiempo sin horas que gira, fusiona, quien tuvo dos hijos. Ese mismo año gana
amalgama, marea, resplandece. Marcas de el Premio Barral por su novela En vida
estilo que fundan una poética. Tono me- (1971), que se edita en España. Oreste es
lancólico. Tematización del fluir de la tem- el protagonista que, como el Boga de Su-
poralidad. Descripción minuciosa de los deste, se hunde en lo trivial del acontecer
objetos. Inmanencia. Boga el protagonista cotidiano sin mayores pretensiones ni po-
entre un punto cardinal y un viento teme- sibilidades. Monotonía, alienación, pesa-
rario. A la deriva. Los tópicos de la llamada dumbre. Registro realista que se detiene en
“literatura regional” recobran valor estéti- detalles mínimos que constituyen la sus-
co, dimensión existencial, en un laberinto tancia material de los días: “Uno de esos
sin veredas ni míticos paisajes. Ni destino días Margarita decidió lavarle el pantalón
alguno más allá. y la camisa comando que olían fuerte.
Volviendo: 1964, Todos los veranos, volu- Oreste se metió en la cama a esperar que
men de cuentos, se lleva el segundo Premio se secaran. Margarita se fue a las seis, cuan-
Municipal. Un año antes, había publicado do oscurecía. Oreste vio un poco de tele y

• 334 •
COPI C
leyó un número viejo de Antena. Al final de estulticia irrelevante si nos pudiéramos
se pudrió y como la ropa no se secaba no sustraer del posterior secuestro y desapari-
tuvo más remedio que ponerse el traje que ción que el autor sufre a manos del Bata-
había traído”.1 llón 601 del Ejército, la madrugada del 5
En 1972 publica “Con gringo” en la re- de mayo de 1976.
vista cubana Casa de las Américas (nº 71), En forma póstuma se publicaron los
donde utiliza el procedimiento de la singu- cuentos “A la diestra”, en Casa de las Amé-
larización para hacer alusión a la figura del ricas (nº 107, 1978) y “Rosas de picardía”,
Che Guevara. El mismo año publica otro en Crisis (nº 50, enero de 1987).
cuento inédito, “La espera”, en el número Último: testimonios de sobrevivientes
inaugural de la Revista Latinoamericana. del genocidio continental afirman que
En el ámbito personal, se une a su nueva compartió sesiones de tortura en el cam-
compañera, Marta Scavac, con quien escri- po de concentración El Vesuvio con el
be una serie de notas para la revista Crisis cineasta Raymundo Gleyzer. En 1978,
entre 1974 y 1975. Ese mismo 1972 re- en una ominosa cena ofrecida por el Ge-
chaza la invitación para aplicar a la beca neral Videla de la que participaron, entre
Guggenheim. Escribe, para el caso, una otros, Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato,
carta antológica de coherencia política. el Padre Castellani preguntó por Haroldo
En 1974 realiza el guión cinematográfico Conti. Videla dijo que estaba muerto, sin
del film La muerte de Sebastián Arache y su adentrar en mayores precisiones.
pobre entierro, que dirige Nicolás Sarquís. P.C.
Su último libro de cuentos lleva el título
del excelente relato homónimo, La bala- CopI, véase Damonte Botana,
da del álamo carolina (Corregidor, 1975). Raúl Natalio.
El mismo año aparece su última novela,
Mascaró, el cazador americano, que obtiene Corbatta, Jorgelina F. (Bahía Blanca
el primer Premio de Casa de las Améri- [Buenos Aires], s/d). Argentina, naturaliza-
cas. Nuevamente el personaje principal es da estadounidense desde 1999. Licenciada
Oreste, ahora embarcado en una aventura y Profesora en Letras por la Universidad
delirante y festiva, con toques de realismo Nacional del Sur (Bahía Blanca) y Doctora
mágico y un valor alegórico que los infor- en Literaturas Hispánicas por la University
mantes de la SIDE caracterizaron en los si- of Pittsburgh.
guientes términos: “Propicia la difusión de En la Argentina trabajó en la univer-
ideologías, doctrinas o sistemas políticos, sidad en la que se graduó, en el Instituto
económicos o sociales marxistas tendientes Interuniversitario de Trelew (Chubut) y en
a derogar los principios sustentados por la Universidad del Comahue. Entre 1977
nuestra Constitución Nacional”.2 Signo y 1987 se desempeñó como profesora en
Colombia, en la Universidad Javeriana
1.  Conti, H., En vida, Barcelona, Barral (1977) y en la de Antioquia (1977-87).
Editores, 1971, p. 236.
2. SIDE 83.864/75, Legajo nº 2516 L. Cedido 17470, a la Audiovideoteca de Escritores de
por la Comisión Provincial por la Memoria, Buenos Aires. Disponible on line: <www.au-
archivo DIPBA, Mesa Referencia, Legajo Nº diovideotecaba.gov.ar>.

• 335 •
C CORBIÈRE

Desde 1987 desarrolla su actividad docen- las novelas de Manuel Puig (Madrid, Oríge-
te en los EE.UU., donde actualmente es nes, 1988); Narrativas de la Guerra Sucia
Professor of Latin American Literature and en Argentina 1976-1983: Saer, Puig, Piglia,
Culture en la Wayne State University (De- Valenzuela (Corregidor, 1999). En este en-
troit, Michigan). sayo, la autora avanza sobre una gran opo-
En cuanto a las áreas de interés e in- sición que tuvo lugar en la Argentina de la
vestigación de Corbatta es posible identi- última dictadura: exilio exterior vs. exilio
ficar algunos focos nucleares: el exilio en interior. En función de esta fuerte anti-
la narrativa latinoamericana contemporá- nomia, Corbatta organiza dos series: la de
nea, los desaparecidos, el feminismo y la “los que se fueron” (Puig-Saer-Valenzuela)
escritura femenina en América Latina, los y la de “los que se quedaron” (Piglia-Shua).
nexos entre memoria y reconstrucción his- Series que implican retóricas encontradas:
tórica del pasado en la narrativa argentina, crítica-denuncia-libertad de expresión,
la literatura fantástica en relación con el por un lado; oblicuidad-(auto)censura-
psicoanálisis, la figura de Borges (y en con- estrategias elusivas, por el otro. Feminis-
creto: el tema del lector, las intersecciones mo y escritura femenina en Latinoamérica
entre reescrituras y relecturas, su legado en (Corregidor, 2002), en cambio, pone en
la narrativa argentina contemporánea), la foco la escritura de algunas mujeres lati-
narrativa colombiana contemporánea (que noamericanas (Clarice Lispector, Diamela
se concreta en la figura de Manuel Mejía Eltit, Luisa Valenzuela, Cristina Peri Rossi,
Vallejo, representante de la vertiente paisa Ana María Shua, Beatriz Sarlo y las colom-
–antioqueña– de la narrativa colombiana; bianas Fanny Buitrago, Alba Lucía Ángel,
y en la de Fernando Vallejo con un trabajo Helena Araujo) desde una crítica literaria
que compara el Medellín de La virgen de los feminista. Y finalmente, en Juan José Saer.
sicarios con el de Aire de tango de Mejía Va- Arte poética y práctica literaria (Corregidor,
llejo, en Revista Iberoamericana, vol. LXIX, 2005), Corbatta lee la producción de Saer
nº 204, 2003), el tango y el mito de Gar- entrelazando sus trabajos teóricos, ficcio-
del en Colombia, los cruces entre discurso nales y poéticos.
histórico y discurso ficcional en escritores R.C.
como Luis Gusmán, Manuel Puig, Luisa
Valenzuela, Ricardo Piglia, Juan José Saer, Corbière, Emilio J. (Buenos Aires,
Ana María Shua, la narrativa de la Gue- 1944 - 2004). Historiador, periodista,
rra Sucia: lista necesariamente incompleta, investigador y profesor universitario. Su
pero de todos modos representativa. Estos producción es prolífica e intensa. Doctor
temas encuentran un reflejo en numerosos en Derecho, cultivó una actitud militan-
trabajos aparecidos en varias revistas esta- te, coherente con su formación y pensa-
dounidenses dedicadas a las literaturas la- miento. Fue redactor de La Vanguardia,
tinoamericanas. Para no abundar: Hispanic La Opinión, La Nación, Sur, El Cronista,
Review, Chasqui, INTI, Revista Iberoameri- Tiempo Argentino, Buenos Aires Herald y
cana, Hispamérica, y un largo etcétera. Perfil, columnista de la revista Noticias
Entre sus libros, cabe recordar los si- y colaborador permanente de la edición
guientes: Mito personal y mitos colectivos en en español de Le Monde Diplomatique.

• 336 •
CORBIÈRE C
Fue jefe de redacción de la revista Todo desde su creación en 1986, participó agu-
es Historia y columnista de las revis- damente en el debate de ideas que propu-
tas Primera Plana, Confirmado, Crisis, so la Unión de Trabajadores de Prensa de
Cuestionario, Descubrir y Nueva Sociedad Buenos Aires. Uno de sus proyectos más
(Caracas). También se desempeñó como recientes (inconcluso) fue la creación de
director editorial de la Agencia de noti- una universidad popular en la Biblioteca
cias Argenpress. En este espacio alcanzó del Congreso de la Nación, una de las ins-
una fuerte repercusión por imprimir a la tituciones a las que dedicó gran parte de
información una reflexión crítica y aguda. su vida.
Asimismo, fue director de la Fundación Entre su profusa bibliografía se desta-
Juan B. Justo –para la cual dirigió la co- ca: Conversaciones con Oscar Allende (Ha-
lección “Marx XXI”– y editor de Icaria, chette, 1978); El marxismo de Enrique del
revista de crítica y cultura (1985). En ésta Valle Iberlucea (CEAL, 1988); Orígenes del
última difundió el programa del marxismo comunismo argentino: el Partido Socialista
en consonancia con los problemas y te- Internacional (CEAL, 1984); Estaban en-
mas de la realidad latinoamericana. Desde tre nosotros. Argentina y el nazismo (Letra
su temprana juventud estuvo afiliado al Buena, 1992); La masonería. Política y so-
Partido Socialista Democrático, posterior- ciedades secretas (Sudamericana, 1998); La
mente fue dirigente de la Confederación masonería II. Tradición y revolución (De
Socialista Argentina, y más tarde del Bolsillo, 2007); Mamá me mima, Evita
Partido Socialista Auténtico. Fundada me ama. La educación argentina en la en-
en el año 2000, presidió la Asociación crucijada (Sudamericana, 1999); Los cate-
Argentina “Antonio Gramsci”, sección de cismos que leyeron nuestros padres. Ideología
la International Gramsci Society. Fue pro- e imaginario popular en el siglo XX (Sud-
fesor en la Cátedra Libre Antonio Gramsci americana, 2000); Acerca de los “Escritos
en la Facultad de Ciencias Sociales de la económico filosóficos de 1844” de Carlos
UBA y de la Cátedra Libre José Carlos Marx (Montevideo, Arca de Montevideo,
Mariátegui en la Facultad de Filosofía y 2000); y Opus Dei, el totalitarismo católico
Letras de la misma universidad. Integró (Sudamericana, 2002). También fue autor
también la Asociación Argentina de de un destacado ensayo: “El nuevo panóp-
Filosofía del Derecho y fue investigador tico y la revolución comunicacional”, en
del Instituto de Derecho Constitucional y Poder comunicacional y libertad de expresión
Ciencia Política de la Academia Nacional (Abeledo-Perrot, 2001).
de Ciencias de Buenos Aires. Se dijo: su En el prólogo a La masonería II Corbière
actividad académica fue intensa y pro- señala: “Mis dos abuelos y mi padre habían
lífica. Como director de la Biblioteca sido masones. Fallecieron antes de mi na-
“Domingo F. Sarmiento” llevó adelan- cimiento o a los pocos años; en el caso del
te una apasionada y meritoria actividad escribano e historiador Emilio P. Corbière,
cultural y de formación intelectual. Cabe mi abuelo paterno, cuando yo tenía un año
destacar también que participó en la con- de edad y mi padre, el médico Emilio Cor-
formación de la antigua Asociación de bière, cuando tenía cinco. Curiosamente,
Periodistas de Buenos Aires (APBA) y, también mi abuelo materno, el martillero

• 337 •
C CORDERO

Salvador Lino, un viejo garibaldino que cos. Se trata de un intelectual (a la vieja


actuó en la ‘Logia Estrella Polar’ de Bahía usanza) que buscaba entroncar sus saberes
Blanca, había revistado en las filas de los enciclopédicos con su compromiso con la
hermanos tres puntos. Mi madre, Celina realidad política y social argentina. Dejó
Lino de Corbière, me contaba que cuando inconclusa, pero en estado avanzado de re-
era adolescente había aprendido a bailar, dacción, una investigación sobre el nazis-
a los quince años, en las fiestas familiares mo en la Argentina, producto de sus más
que organizaban los masones bahienses, recientes trabajos a partir de la apertura de
veladas que seguían a una tenida blanca los archivos de la Cancillería. Esta obra fue
de conferencia. Emilio P. Corbière era de concluida por su hijo y principal colabora-
ideas socialistas, hijo de un ‘comunero’ pa- dor, Emilio Federico Corbière. En definiti-
risino de 1848, que arribó a Buenos Aires va, se trata de un escritor consecuente con
en 1853. Mi padre también fue socialista, una obra exhaustiva. Corbière reivindicaba
partícipe de la Alianza de los Intelectua- un socialismo marxista y latinoamericano.
les Antifascistas, Periodistas y Escritores Una mentalidad cuya vitalidad sería erró-
(AIAPE), junto a su amigo el médico Emi- neo asimilar a una época. Un legado de
lio Troise. En cambio, mi abuelo materno compromiso y resistencia política.
era miembro del Partido Conservador de L.V.
la provincia de Buenos Aires, pero todos
profesaban el librepensamiento, el libera- CORDERO, Ricardo (9 de Julio [Buenos
lismo político y filosófico. Ese ambiente se Aires], 1933). Narrador y redactor publici-
respiraba en mi casa, en donde se acumu- tario. Por motivos laborales, vivió algunos
laron las bibliotecas de dos generaciones años en Nueva York y luego fijó residencia
que constituyeron una base de mis conoci- en Buenos Aires. En relación a su trabajo
mientos” (p. 12). En varios de sus trabajos, en el área creativa, escribió Publicidad con
el testimonio y el relato autobiográfico le los pies en la tierra (1994), texto de consul-
sirven para presentar posiciones, propues- ta en la materia.
tas, incertidumbres. Corbière trabaja con Su primera novela publicada fue Día
distintas fuentes y documentos: los recur- matador (1986) y la siguiente, Bulevar
sos historiográficos clásicos y las (otras) vo- Utopía (1991), merecedora de la Faja de
ces de un pasado más inmediato, cotidiano Honor de la SADE y la misma distinción
y familiar que es posible situar bajo el rótu- de la Asociación de Escritores Argentinos
lo de memoria. El autor dedicó sus libros, (ADEA). Temporal (1994) refiere la ma-
artículos, conferencias y exposiciones a la ledicencia e inquina de la postración te-
historia política de la Argentina, atendien- diosa de un pueblo pampeano, a la orilla
do la realidad nacional como una parte de del vertiginoso desarrollo de la década de
un contexto más amplio y global. 1920. Con el mismo título, la novela fue
Fue un escritor audaz y en cierta ma- llevada al cine y estrenada en 2001, con
nera periférico. No se limitó a los temas guión de Pedro Orgambide. En El contra-
de actualidad ni a las investigaciones de tiempo (1998), a la manera de un juego de
moda. Se animó a reflexionar y estudiar espejos, la trama entrecruza desencuen-
objetos dificultosos y, alguna vez, polémi- tros amorosos e intrigas empresariales en

• 338 •
CÓRDOVA ITURBURU C
distintas líneas temporales. Mis películas le formuló la pregunta: ¿Debe estar el arte
en el tintero (2006) reúne algunas escenas al servicio del problema social? quiso de-
y sinopsis que ambicionan la transposi- círsele –y él no pudo dejar de entenderlo–
ción a la pantalla grande. La narración de ¿no cree usted que esa ideología y ese sen-
Días inciertos (2006), novela publicada timiento revolucionarios tienen bastante
por la Fundación Jorge Luis Borges, se dignidad humana para engendrar un arte?
sitúa en un caserío de la llanura argentina ¿No cree usted que ese espíritu universal
en 1910. El texto traza una atmósfera de de revuelta, generador en el sentimiento
malestar y zozobra a partir del fuerte ren- heroico de la justicia necesaria, asume una
cor entre dos vecinos, al momento en que dignidad suficiente como para que los ar-
coinciden las pomposas celebraciones del tistas desciendan de su pedestal y presten
Centenario con la peligrosa aparición del oído al rumor amenazante de la marea que
Cometa Halley. sube desde capas inferiores de la sociedad?
L.P. ¿No cree usted que el mundo ha cambia-
do, que algo se ha roto para siempre, que
CÓRDOVA ITURBURU, Cayetano algo para siempre ha nacido y que ese algo
(Buenos Aires, 1902 - 1977). Periodista, –sentimiento, idea– puede constituir en
poeta y crítico de arte. Entre 1924 y 1927 muchos corazones una religión nueva, una
colaboró en las revistas Proa y Martín emoción universal, rica de elementos artís-
Fierro. Participó activamente del grupo ticamente utilizables?”.
Florida, desde donde promovió las van- Años más tarde, surgieron discrepancias
guardias artísticas. que terminaron por alejarlo del partido. Se
En 1934 se afilió al PC. Consideraba enfrentó al dirigente Rodolfo Ghioldi, quien
que la tarea del crítico era esencialmente promovía la necesidad de adoptar un canon
apasionada y partidaria. En abril de 1933 estético realista. Aún en el seno del partido,
protagonizó –a través de la revista Contra, polemizó y defendió la necesidad de una
dirigida por Raúl González Tuñón– una apertura hacia la vanguardia y la libertad en
fervorosa polémica con Jorge Luis Borges la creación. Las cartas inéditas entre Rodolfo
suscitada a raíz de la controvertida res- Ghioldi y Córdova Iturburu revelan que el
puesta que éste dio cuando se lo interrogó PC fue un espacio donde se dio el debate en-
acerca de si el arte debía o no estar al ser- tre vanguardia artística y vanguardia política
vicio de algún problema social. En dicha tanto como en las revistas literarias. A partir
oportunidad dijo sobre el cuentista argen- de la lectura de aquellas cartas inéditas, fue
tino: “La respuesta de Borges no debió pu- posible aproximarse a las inflexiones locales
blicarse. Es una burla y una disminución de la alternativa entre arte realista y de van-
intencionada del problema. Claro está que guardia, la autonomía de los intelectuales y
un arte al servicio del voto secreto y obli- la tutela del partido. A mediados de 1948, la
gatorio o del impuesto único sería esencial- dirección del PC argentino convocó a una
mente ridículo. Tan ridículo como un arte reunión interna de sus artistas, escritores e
al servicio del Jabón Reuter o de los pan- intelectuales. Rodolfo Ghioldi, uno de los
talones con una franja de los compadritos intelectuales de la dirigencia partidaria, sos-
convencionales del sainete. […] Cuando se tenía la necesidad de adoptar un canon es-

• 339 •
C CÓRDOVA ITURBURU

tético realista único para la creación cultural mas? ¿Es deshumanizado el surrealismo, esa
de los comunistas. Muchos artistas plásticos incursión del arte en el dominio humano
y escritores resistieron la línea oficial, frus- de los sueños, de los impulsos imprecisos de
trando las intenciones del partido. En un la subconciencia, de las subyacencias espiri-
intento por ganar el beneplácito del crítico, tuales y nerviosas, si te parece mejor, del ser
Ghioldi le dirigió una carta (en agosto de humano? La expresión deshumanización del
1948) que sería el inicio de la serie desti- arte fue consecuencia de la ligereza snob de
nada a alojar el persistente debate. Allí es- un escritor snob, de un conferencista para
cribía: “Te quejas porque los soviéticos son señoras bien vestidas y perfumadas…”. El
muy injustos con los modernistas; insisto en resultado de este intercambio epistolar fue,
que el equívoco de Uds. es considerar que claro está, su expulsión del PC.
el problema de la herencia cultural referido En 1950 coparticipó de la fundación
a los modernistas es sencillamente el de la de la Asociación Argentina de Críticos de
búsqueda de nuevos medios expresivos, y Arte, junto a Basilio Uribe, Guillermo de
eso no es lo específico del modernismo; la Torre, Julio Llinás, Vicente Caride, Ro-
estimación de las escuelas modernistas y de mualdo Brughetti, Sigwart Blum y Osval-
cualquier otra escuela en cualquier época ha do Svanascini. En 1971 fue incorporado a
de partir de la concepción del arte que ellas la Academia Nacional de Bellas Artes.
traducen y postulan, y en este sentido, nadie Entre sus obras más importantes figu-
puede negar que el rasgo característico del ran: La danza de la luna (1926); La civili-
modernismo es la deshumanización del arte, zación azteca (1944); El viento en la bande-
con toda la carga irracionalista y desespera- ra (1945); y La pintura argentina del siglo
da que ello comporta necesariamente. No veinte (1958).
veo pues la injusticia de los soviéticos, sino En Cómo ver un cuadro: del arte tradicio-
la inconsecuencia de los escritores y artistas nal al informalismo (1962) afirma: “quien
comunistas…”. A lo que Córdova Iturburu no comprenda el arte actual no se halla en
respondió, en setiembre de 1948: “pienso condiciones de comprender el arte anti-
que no es posible un arte revolucionario, guo”. En la obra sobre su gran y admirado
nuestro, comunista, sin la utilización de los amigo, Pettoruti (1980), leemos “la fuerza
elementos estéticos y técnicos proporciona- de su pintura residía en que era verdadera,
dos por la gran experiencia artística y litera- despojada y libre, una ideal ordenación de
ria de nuestra época. Pienso, en una palabra, equilibrios”. En 80 años de pintura argenti-
que no podemos hablar válidamente, desde na abordó un período preciso en el que el
el punto de vista artístico sino con el idioma arte argentino comenzaba a ser reconocido
artístico de nuestra edad. […] ¿Es deshuma- por críticos internacionales de la talla de
nizado el impresionismo, esa expresión tan Herbert Read, Giulio Argan, Pierre Res-
humana de la emoción del hombre frente tany. Allí, abarcó corrientes y movimientos
al fenómeno maravilloso de la luz? ¿Es des- del arte nacional, más allá de convencio-
humanizado el expresionismo, esa profun- nes historicistas o planteos cronológicos.
dización en el carácter de la realidad de la Estudiosos como Verón e Irrazábal se inte-
naturaleza y de la psicología humana me- resaron profundamente en su obra, como
diante la exasperación expresiva de las for- queda plasmado en El rol del crítico de arte

• 340 •
CORREA C
en la Argentina del siglo XX, editado por las Su primer libro de poesía, Río partido
fundaciones Espigas, Telefónica y FIAAR. (El otro cielo, 1998), aborda la experiencia
Córdova Iturburu falleció en Buenos del desarraigo y la violencia simbólica que
Aires en 1977. supone el exilio, vinculados a la necesidad
F.P. de restituir el pasado de la infancia. Aquí
+ González Tuñón, Raúl. ya se construye la poesía como una bús-
queda, como un viaje hacia el sentido y la
Correa, Alejandra (Minas [Uruguay], restitución de una totalidad perdida que
1965). Escritora, poeta y periodista cul- se proyecta en el cuerpo femenino como
tural. Se instaló en Buenos Aires a los 3 un objeto mutilado, animalizado y sin
años de edad, adoptando la nacionalidad identidad. La fundación de una voz lírica
argentina. Se formó como comunicadora se instala personal, íntima, y se intensifica
social y se desempeñó profesionalmente en en sus otros dos libros de poesía: El grito
el ámbito del periodismo gráfico y audio- (Córdoba, Alción, 2002) y Donde olvido
visual. Trabajó como redactora e investiga- mi nombre (Córdoba, Alción, 2005).
dora periodística en el diario Clarín y lue- Se trata de tres poemarios que giran
go en la revista Viva, en donde también se alrededor de una misma experiencia: la
desempeñó como editora. Posteriormente, infancia como momento de plenitud, la
trabajó en otras revistas: Noticias (Editorial muerte, el exilio y la pérdida de identidad.
Perfil), Historias de la Argentina, Tres Y entremedio: la palabra, el lenguaje, la
Puntos y Todo es Historia, entre otras. En poesía erigida como refugio. Sin embargo,
esta última publicó varios ensayos sobre la el trabajo cada vez más minucioso sobre lo
vida cotidiana argentina, germen del ensa- formal llega a su esplendor en Donde olvi-
yo “Parir es morir un poco”, sobre la his- do mi nombre. En este libro, la perspectiva
toria del parto en la Argentina, que forma casi íntima y personal del yo lírico –que en
parte del volumen de Historia de las muje- los trabajos anteriores se enfrentaba a un
res en Argentina (Taurus, 2000). En el año interlocutor siempre como la otredad– se
2000 fue editora jefe de la revista Ciudad universaliza. Gesto que permite la depu-
Abierta, órgano de la Secretaría de Cultura ración y simplificación de los versos, una
del Gobierno de la Ciudad Autónoma de mayor experimentación estética y un hin-
Buenos Aires. capié notorio en torno a la estructura del
También se desempeñó en el ámbito de libro.
la gestión cultural. En este rubro fundó y Correa además tiene dos poemarios
dirigió el proyecto Audiovideoteca de Es- inéditos: Los niños de japón y Cuadernos
critores de Buenos Aires dentro del marco de caligrafía. En el primero retoma nue-
del Gobierno de la Ciudad. Dicho progra- vamente el motivo del desamparo en la
ma consistía en la realización de entrevistas infancia tan abrumadoramente abordado
a escritores argentinos, la edición de docu- en El grito, pero atravesado ahora por la
mentales televisivos para el canal Ciudad influencia de autores japoneses de la pos-
Abierta, la puesta en marcha de una audio- guerra. La autora se avecina al territorio de
videoteca virtual y microprogramas para la poesía como a un espacio en el cual se
Radio Ciudad. reúnen elementos diversos que no podrían

• 341 •
C CORREA LUNA

encontrarse juntos bajo otra causalidad que recieron dos novelas que permiten evaluar
no fuera la poética. Dentro de ese espacio su obra con justicia: El enigma de Herbert
explora los límites de una palabra tensio- Hjortsberg (Barcelona, Del Cobre, 2005)
nada entre el sentido exasperado del re- y La pura realidad (Losada, 2007). En
cuerdo y el silencio implacable del olvido. apariencia dispares, la primera se trata del
La poesía se presenta aquí como la posibi- cruce de un relato policial con el fantásti-
lidad de suturar un espacio partido, como co, mientras que en la segunda, la incerti-
una necesidad dolorosa que el individuo dumbre del fantástico se cuela en un relato
eyecta a la manera de un grito desespera- que es básicamente costumbrista. En am-
do y, finalmente, como restitución del yo bas se descubren constantes que definen el
en el mundo, como madurez, crecimiento, original estilo de Correa Luna: la ironía,
aceptación del desamparo y la imposibi- el humor, los juegos con el lenguaje y con
lidad. Sus libros instalan una exploración los lugares comunes o la relativización de
incesante en torno a la discontinuidad de la realidad (problematizada irónicamente
la experiencia humana y a la intimidad, en el título de su segunda novela) a través
pero con una originalidad y la intensidad de las voces discordantes de distintos per-
de un léxico que huye de los convenciona- sonajes.
lismos sentimentales. L.M.K.
En 2005 recibió una beca del FNA en
Letras para realizar una investigación sobre CORREAS, Carlos (Buenos Aires, 1931
la irrupción de la literatura en los medios - 2000). Ensayista, narrador y traductor.
de comunicación en la Argentina. Cursó la carrera de Filosofía en la UBA,
P.P. de la cual también fue docente. Se inició
como colaborador de la revista Centro, ór-
Correa Luna, Hugo Roberto gano del Centro de Estudiantes de Filosofía
(Buenos Aires, 1949). Desde hace tres dé- y Letras de dicha casa. Allí se publicó su
cadas coordina talleres literarios de lectura relato “La narración de la historia”, que
y escritura en forma particular. cuenta un episodio homosexual. Por esa
Tambien ha trabajado en los talleres de razón fueron procesados tanto el autor
expresión y redacción de la Facultad de del cuento como el presidente del Centro,
Ciencias Sociales de la UBA. Jorge Lafforgue. Casi simultáneamente
Ha colaborado en la revista El Molino Correas se desempeñó como colaborador
de Pimienta (1983) y en la Enciclopedia ocasional de Contorno (1953-1959), míti-
de la lengua y la literatura (Hyspamérica, ca revista creada por los hermanos Ismael y
1986-1987). Publicó esporádicamente David Viñas, en la cual integraba un grupo
cuentos (por ejemplo, en El cuento argen- marginal a los directores, junto con el en-
tino 1983, Editorial de Belgrano, 1983; o sayista Oscar Masotta y el sociólogo Juan
Cuentos argentinos (una antología), editado José Sebreli. De la última etapa de su vida,
por Eduardo Hojman, Madrid, Siruela, en la década de 1990, data su participación
2004) y poesías (en Poesía varia, Botella al en la revista La Caja (1992-1995), funda-
Mar, 1982, y Andado poesía, Ediciones de da y dirigida por Tomás Abraham, y El
Cero, 1989). En estos últimos años apa- Ojo Mocho (iniciada en 1991), creada por

• 342 •
CORREAS C
Horacio González y un grupo de colabo- que tenía de Sartre estaba mediado por
radores de la Facultad de Ciencias Sociales malas traducciones del francés, y lo mismo
de la UBA. En el reportaje que incluye El había ocurrido con los filósofos alemanes,
Ojo Mocho en su número de 1995, Correas hasta que su dominio de la lengua germana
relata los pormenores del incidente judicial lo acercó al pensamiento de Kant y Hegel.
en que derivó “La narración de la historia”, Durante los años de la última dictadu-
que poco después integró una antología de ra militar (1976-1983), Correas organizó
relatos eróticos organizada por Leopoldo grupos privados de estudio, en los que en-
Brizuela (1998). Tras el suicidio de Correas señaba filosofía, práctica que le permitió
en 2000, El Ojo Mocho publicó un dossier sobrevivir cuando la virulencia de su estilo
en su homenaje. resultaba demasiado arriesgada como para
Entre sus ensayos figuran Kafka y su encontrar editores. Hecho que explica que
padre (Leviatán, 1983); La operación Ma- su ensayística se haya desarrollado recién a
sotta (cuando la muerte también fracasa) partir del retorno del país a la democracia.
(Catálogos, 1991; reeditado por Interzona El prólogo de Juan Manuel Levinas a
en 2007); Arlt literato (Atuel, 1996); En- Los reportajes de Félix Chaneton subraya un
sayos de tolerancia (Colihue, 1999); y los procedimiento que Correas retoma en la
póstumos El deseo en Hegel y Sartre (Atuel, biografía que le dedica a Masotta, consis-
2002) y Un trabajo en San Roque y otros tente en rescatar “tres momentos sucesivos
relatos (Interzona, 2005). En el ámbito de su vida”. Como en el libro sobre Ma-
narrativo sus cuentos editados en vida sotta, “estos reportajes son autorreportajes
integran Los reportajes de Félix Chaneton a modo de capítulos de una novela auto-
(Celtia, 1984), que incluyen “Rodolfo Ca- biográfica” cumplidos sobre la convicción
rrera, un problema moral”, “En la vida de de que “toda autobiografía es una hetero-
un pueblo” y “El último recurso”. Como biografía” (pp. 11-12). Con una impronta
traductor versionó obras de Kafka y, bajo notoriamente adherida al título más co-
el seudónimo de Emilse Ruggiero, del es- nocido de Georges Bataille, La literatura y
critor de policial negro norteamericano el mal, la “moral” a la que alude el primer
Dashiell Hammett. relato atañe a la calificación de la escritura
Su condición homosexual tuvo mo- y se manifiesta en la adjetivación: “querría
mentos de militancia (además de la refe- escribir aquí como una potencia retórica y
rencia casi constante que merece en sus re- desarrollar de un modo insolente y pom-
latos), especialmente en la década de 1950, poso las múltiples imágenes que podrían
cuando las lecturas filosóficas de Jean-Paul derivarse de la palabra ‘paraíso’, así como
Sartre lo acercaron a los “sartreanos” ar- discutir, en estilo señorial, cuestiones de
gentinos que se reunían en Contorno y la jerarquía y protocolo entre pobres tipos”
frecuentación de la fenomenología, espe- (p. 17).
cialmente en la vertiente desarrollada por El libro más difundido y comentado de
Maurice Merleau-Ponty, lo aproximó a un Correas es La operación Masotta (cuando la
planteo en el cual predomina la percepción muerte también fracasa), en el que recupera
del cuerpo. Décadas más tarde, no obstan- cierta tendencia compartida con Masotta
te, Correas admitiría que el conocimiento hacia la autobiografía fenomenológica (el

• 343 •
C CORTAZAR

caso del texto con el cual presenta su obra La segunda etapa marca las primeras se-
Sexo y traición en Roberto Arlt, titulado “Ro- ñales de desequilibrio mental de Masotta,
berto Arlt, yo mismo”) para dedicarse a des- que él mismo ha referido en “Roberto Arlt,
montar algunos de los mitos construidos en yo mismo” y que Correas reencuentra en los
torno a la figura de su antiguo amigo. An- “Seis intentos frustrados de escribir sobre
ticipando una práctica en la que él mismo Arlt”, algunas de cuyas frases transcribe con
incurriría con Arlt literato –y que evidente- el propósito de “fijarlo aquí en la prolon-
mente lo rondaba a comienzos de la década gación de su lenguaje después del entume-
de 1990, cuando dio a conocer La operación cimiento de la locura”. En este segmento,
Masotta, y en cuya redacción acaso ya había Correas también se dedica a condenar la
avanzado–, establece que “por lo general, participación del ensayista en el Instituto
el escritor argentino escribe sobre Arlt para Di Tella, fomentando y sosteniendo teóri-
purgarse de Arlt; no es un autor al que se camente el desarrollo de la vanguardia se-
vuelve por placer” (p. 78). sentista en la Argentina (y aprovechando
Como Los reportajes de Félix Chaneton, para defenestrar definitivamente a ciertos
el libro sobre Masotta está dedicado a Mar- exponentes de ese ejercicio, como Marta
ta Brarda, aunque también incluye ahora a Minujin). La tercera parte del libro verifica
Oscar Traversa, y se divide en tres grandes el pasaje de Masotta hacia el psicoanálisis,
bloques que corresponden respectivamente su papel como difusor de Lacan en la Ar-
a las décadas de 1950, 1960 y 1970. El pri- gentina y una ambigua actitud final, antes
mero traza los inicios intelectuales de Ma- de su instalación en España y su abandono
sotta y restituye una cofradía que explica la definitivo del campo intelectual argentino.
lateralidad del grupo respecto del conjunto M.C.
más amplio aglutinado en Contorno (“Yo + Masotta, Oscar; Sebreli, Juan José.
era entonces su otro, al menos en 1958: esto
exhibe otro aspecto de nuestras relaciones. Cortazar, Augusto Raúl (Salta,
Siempre teníamos otros […]. Así era; así es; 1910 - Buenos Aires, 1974). Docente e
así éramos: cónyuges”, pp. 54-55), además investigador, hijo de Octavio Augusto
de las relaciones con el peronismo (“El pe- Cortazar Arias (descendiente de los funda-
ronismo fue actual para nosotros, pequeño- dores de Salta) y de Irene Lozano Valdez
burgueses, hasta setiembre de 1955. Luego (ligada a la antigua aristocracia rural de los
de esa fecha se retiró de nosotros para con- valles calchaquíes). Junto con su familia se
finarse en los obreros y en los sindicatos; y trasladó a la Capital Federal, donde cursó
nosotros no fuimos ni hacia los obreros ni estudios medios en el Colegio Nacional
hacia los sindicatos”, p. 64). En esa época, de Buenos Aires (en cuya biblioteca tra-
Correas se reconoce como un outsider y de bajó posteriormente como colaborador).
algún modo este libro –una autobiografía Realizó sus estudios superiores en la UBA,
de Correas al tiempo que una biografía “ge- donde obtuvo los títulos de Profesor
netiana” preocupada por el “mal”– intenta en Letras (1934), Abogado (1938),
rescatar tal definición: “Ser outsiders era y es Bibliotecario (1940) y Doctor en Filosofía
también una llana convención en la intelec- y Letras (1954). Nunca ejerció la profesión
tualidad argentina” (p. 65). de abogado y prefirió dedicarse primero a

• 344 •
CORTAZAR C
la literatura y a la bibliotecología, y luego (Instituto de Literatura Argentina, 1941);
al folklore. Se desempeñó como docen- “Panorama de los estudios folklóricos en la
te en la UBA y la Universidad Católica Argentina” (Verbum, Centro de Estudian-
Argentina y como investigador (de gabine- tes de la Facultad de Filosofía y Letras, nº
te y de campo). En la UBA fue profesor de 1, 1941); Bosquejo de una introducción al
Literatura Argentina, en la cátedra creada folklore (Instituto de Historia, Lingüísti-
por Ricardo Rojas, y de Folklore General y ca y Folklore de la Universidad de Tucu-
Ciencias Antropológicas. También se des- mán, 1942); “Panorama y perspectivas de
empeñó como director de la Biblioteca del nuestro folklore” (Verbum, nº 2-3, 1942);
Museo Etnográfico. Fue fundador y jefe y Guía bibliográfica del folklore argentino
del Departamento de Folklore, director (Instituto de Literatura Argentina, 1942),
de la Biblioteca Central de la Facultad de prologado por Ricardo Rojas. También se
Filosofía y Letras (UBA) desde 1944 hasta destacan La fiesta patronal de Nuestra Se-
1952; director honorario de los cursos de ñora de la Candelaria en Molinos (Redac-
la Carrera de Bibliotecarios, creador del ciones de la sociedad argentina de antro-
Seminario de Folklore y encargado del cur- pología, vol. 4, 1944), donde describe en
so de Introducción a la Ciencia del Folklore sus pormenores las ceremonias y rituales
desde que, por iniciativa suya, se instaura- que los vecinos celebran a la virgen patro-
ra la licenciatura en dicha área. Al mismo na de la villa, estableciendo un modelo de
tiempo se desempeñó como director del descripción folklórica; y Confluencias cul-
FNA (1953-1974). En tanto presidente de turales en el folklore argentino (Institución
la Comisión de Expresiones Folklóricas, y Cultural Española, Buenos Aires, 1944),
como coordinador y asesor del relevamien- en donde formula un completo resumen
to cinematográfico de expresiones folkló- sobre el tema llevado a cabo por otros
ricas, asistió al rodaje de veintitrés pelí- intelectuales como Lugones, Rojas, Juan
culas de diverso metraje junto al director Alfonso Carrizo, José Torre Revello y José
etnográfico Jorge Preloran. Entre ellas se Imbelloni. En este último libro, se limita
destaca el documental Hermógenes Cayo de casi con exclusividad a la exposición de
1967. Por todo esto se lo considera como citas ajenas, emitiendo escasas opiniones
el más grande estudioso del folklore de propias, actitud que será revertida en su
nuestro país. Asimismo, vale recordar que siguiente trabajo: El carnaval en el folklore
fue miembro de distintas instituciones, na- calchaquí (Sudamericana, 1949). Este li-
cionales e internacionales (muchas de ellas bro –cuyo antecedente fue el ensayo “La
latinoamericanas), todas relacionadas con vida tradicional en las fincas calchaquíes”
los estudios sobre el folklore. (Santa Fe, Universidad, 1949)– se destaca
En cuanto a su producción intelec- por sus creativas descripciones en donde se
tual, publicó una totalidad de 134 obras. pone en evidencia la formación literaria de
Sus primeros trabajos fueron: El folklore y Cortazar, ya que reivindica, antes que una
el concepto de nacionalidad (Ateneo Estu- redacción técnica y cientificista, el recurso
diantil de la Escuela Superior de Comercio artístico del estilo para aprehender el caso
“Dr. Joaquín V. González”, 1939); Valora- de estudio en cuestión. Más aún, se trata
ción de la naturaleza en el alma del gaucho del estilo que tiñe toda su obra, la cual re-

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C CORTAZAR

sulta por momentos ingenua, si no se tiene relativos a la literatura, cabe recordar: El


en cuenta que toda ella postula la funda- folklore y sus expresiones en la literatura ar-
ción de un campo de estudio inexistente gentina (1950); Indios y gauchos en la litera-
hasta el momento en la Argentina. Por ello, tura argentina (Amigos del libro argentino,
la reivindicación excesiva y por momentos 1956); José Hernández, Martín Fierro y su
idealizante de la tradición y sus manifes- crítica (FNA, 1960); Folklore y literatu-
taciones folklóricas (como las artesanías), ra (Eudeba, 1964); y Literatura y folklore
preservadas de los achaques de la moder- (CEAL, 1968). En este último trabajo lle-
nidad, resulta imprescindible, aunque un va a cabo un distinción conceptual entre
tanto contradictoria en la medida en que folklore literario, incluyendo en esta cate-
sostiene al mismo tiempo una visión diná- goría aquellas producciones provenientes
mica y funcional del fenómeno. de la tradición popular y anónima, al cual
También fue autor de Echeverría: ini- dedica el primer tomo; y folklore en la lite-
ciador de un rumbo hacia lo nuestro (Peu- ratura, al cual dedica el segundo tomo, en
ser, 1946); Ecología folklórica (Anales de el que aborda a aquellos escritores que se
la Sociedad Argentina de Estudios Geo- han nutrido de materiales folklóricos como
gráficos, 1947); El folklore y su estudio Sarmiento, Lugones, Rojas. Posteriormen-
integral (Anales del Instituto Popular de te, publicó Poesía gauchesca (Ministerio de
Conferencias, 1948); El folklore argentino Cultura y Educación, 1970) y “Martín
(Rumbos, 1950); ¿Qué es el folklore? Plan- Fierro a la luz de la ciencia folklórica” (se-
teo y respuesta con especial referencia a lo parata de la revista Logos, 1972).
argentino y americano (Lajouane, 1954); En cuanto a la bibliotecología: sus es-
Andanzas de un folklorista (Eudeba, 1964), tudios en este ámbito se debieron a su
indicación amena y vivaz sobre las técnicas preocupación por la importancia que la
de la investigación de campo, en donde el bibliografía desempeña en el marco de la
autor subraya la relación profunda y de investigación. Es así que se encargó de la
servicio que el folklorista debe tener para creación y difusión de la metodología y la
con el pueblo que observa; y Los fenómenos técnica de dicha disciplina a través de ar-
folklóricos y su contexto humano y cultural tículos como “La técnica bibliográfica en
(Cátedra de Folklore General, 1965). Para nuestros estudios folklóricos” (Imprenta
este intelectual, la difusión del folklore ar- de la UBA, 1942); “Organización de la
gentino obraba de amalgama para la iden- Biblioteca Municipal ‘Mariscal Andrés de
tidad nacional y colectiva, al reducir las Santa Cruz’” (Guillermo Kraft, 1946);
distancias entre las producciones culturales “Investigaciones bibliográficas en institu-
de las distintas regiones del país y aquéllas tos universitarios” (Universidad Nacional
de los grandes polos urbanos. De esta ma- del Litoral, 1946); “Actualidad y pers-
nera, bregaba por la construcción de una pectiva de la biblioteca de la Facultad de
cultura enriquecida por la tradición y la Filosofía y Letras” (Revista de la Biblioteca
historia, labor a la cual dedicó gran parte Nacional, San Salvador, 1948); y “Visión
de su carrera. sintética de un curso de introducción a la
Entre los trabajos en los que cruza sus bibliotecología” (Universidad Nacional del
conocimientos de folklore con aquellos Litoral, 1956).

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CORTÁZAR C
En junio de 1974 renunció a todos sus del racismo y la intolerancia; Argentina
cargos en la UBA por incompatibilidad po- estaba sumida en la “década infame” y, se-
lítica y pocos meses después murió, luego gún su director, Addenda aspiraba a llegar
de una breve enfermedad, dejando varios a toda la juventud argentina “que vive la
trabajos inéditos como Ciencia folklórica intensidad del siglo, presenciando el de-
aplicada (FNA, 1976), su obra póstuma rrumbe de regímenes corrompidos y de
más importante. En este libro retoma sus una moral hipócrita. La juventud que pre-
conceptos teóricos y metodológicos funda- sencia, los ojos abiertos hacia el devenir, la
mentales (como el de “método integral” o floración pujante de un mundo nuevo en
“fenómeno folklórico”) y es guiado por la lucha sin cuartel con las falanges que pre-
idea de la “antropología aplicada” de Roger tenden sostener restos irremediablemente
Bastide, quien postula una ciencia teóri- corrompidos”. En un editorial de la revista,
ca de la práctica. Cortazar traslada dicho y para contrarrestar la cerrazón de muchos
concepto al folklore en la medida en que de sus compañeros, también señaló la ne-
considera que en América Latina la escasez cesidad de abrir las fronteras letradas y ar-
de especialistas en esta disciplina impide la tísticas hacia el resto del mundo (actitud,
separación entre teoría y praxis. Por el con- diálogo y conducta que sostendría tanto en
trario, ambas dimensiones deben estimu- su carrera profesional como en su produc-
larse recíprocamente en la ciencia folkló- ción literaria).
rica de acuerdo con pautas metodológicas Profesor de enseñanza media en Bolívar
adecuadas. Si bien esta obra retoma ejes y en Chivilcoy, y de literatura inglesa y fran-
que rigen toda su producción y los analiza cesa en la Universidad de Cuyo, colaboró en
en concreto a partir de la situación de las diversas revistas (Cabalgata, Realidad, Sur,
artesanías en la Argentina, posteriormen- Buenos Aires Literaria) con ensayos acadé-
te termina cayendo en una enumeración micos, reseñas, notas y poemas y tradujo
autorreferencial de la obra realizada como numerosas obras del inglés y del francés. En
funcionario del FNA. los años 40 también escribió Los reyes, una
P.P. serie de ensayos académicos y extensos es-
tudios sobre John Keats y sobre la relación
Cortázar, Julio (Bruselas [Bélgica], existencialismo-surrealismo que informan
1914 - París [Francia], 1984). Julio Flo­ sobre diversas facetas de su visión del mun-
rencio Cortázar obtuvo el título de Profesor do. En 1951, año en que aparece Bestiario,
Normal en Letras por la Escuela Normal de viajó con una beca del gobierno francés a
Profesores “Mariano Acosta”. Allí dirigió París, ya para siempre su lugar de residencia.
Addenda del Centro Estudiantes de la Escuela Allí fue traductor para Unesco, completó la
Normal de Profesores “Mariano Acosta” y al traducción de Obras en prosa de Edgar A.
cumplirse en 1935 el 61º aniversario de la Poe que, con un extenso ensayo preliminar,
Escuela, como alumno del 7º año de letras, la Universidad de Puerto Rico publicó en
pronunció un discurso que marca los pasos 1956; allí escribió casi toda su obra y desde
en las huellas de los valores que definirían allí sostuvo sus incuestionables lazos y com-
a “Julio Cortázar”. En Europa ya se habían promisos con Argentina y el resto de Lati-
afincado el fascismo y las medidas propias noamérica.

• 347 •
C CORTÁZAR

En 1961 viajó a Cuba por primera vez, lo anticipado. Muchos de sus textos apun-
experiencia que cambió para siempre su tan hacia espacios recónditos que son so-
relación con el subcontinente. Defensor metidos a lo inesperado, a lo racionalmente
de los ideales del socialismo que se perfila- inaudito; se instalan en el cuestionamiento e
ron en Cuba, en Chile y en los comienzos impugnación de lo convencional; se perfilan
de la revolución sandinista, luchó por los en la sonrisa inquieta que anticipa el gozoso
derechos humanos y contra las dictadu- zambullido hacia adentro, justamente hacia
ras que uniformaron el Cono Sur en los lo que se empieza a reconocer como propio
años 70. Fiel al oficio de las letras, y sin en el instante mismo en que se diluye toda
concesión alguna, máxime en los años en red urdida por palabras ajenas.
que se insistía en un recetario para el “es- Si bien muchas de sus páginas son “de
critor comprometido”, Cortázar logró que antología” y varios de sus textos fueron lle-
su obra fuera testimonio de su historia. Ser vados al cine, es particularmente significati-
un escritor latinoamericano –afirmó en vo que así como “El perseguidor” aparece en
“Literatura e identidad” (1982)– “supo- la crónica de Cortázar como la instancia de
ne, cuando se lo es honestamente, pensar una transición del “yo” al “nosotros”, el paso
y actuar en un contexto donde realidad de la exaltación del individuo al reconoci-
geopolítica y ficción literaria mezclan cada miento de los otros, Rayuela es considerada
vez más sus aguas” para producir la com- una divisoria de aguas para la novela hispa-
plejidad cultural que define la identidad noamericana. Explorador y perseguidor a
del continente. Retomando lo que ya ade- lo largo de décadas de textos, conferencias
lantara en los años 40, Cortázar reiteró que y entrevistas, ya en sus primeros ejercicios
la práctica literaria, tanto en su etapa de literarios se registran los interrogantes que
producción como en el tiempo de la lec- darían lugar a esas obras y aun –desde su
tura, ya no puede ser un mero regocijo ni ser “Cortázar escritor”– a su actuación en
existir al margen de lo cotidiano. Y en una la escena política. Percibo esa actitud, esa
de sus numerosas entrevistas afirmó: “La conducta, en el discurso de un flamante
literatura es algo que nace del encuentro de profesor normal, en su meticulosa lectura
una voluntad del lenguaje con una volun- del existencialismo y del surrealismo y en
tad de utilizar ese lenguaje para crear una la figura (atención, Persio) del túnel, en la
nueva visión del mundo, para multiplicar introducción a las obras de Poe y de allí en
un conocimiento, para descubrir”. más en cuentos y guiños, en sesudas y no tan
Uno de los rasgos definitorios de la obra melodiosas sesiones de jazz y en el estreme-
de Cortázar es el cruce de géneros, el cues- cimiento de la violencia que se esconde tras
tionamiento de las fronteras y el cultivo efi- puertas condenadas o frente a la violencia
caz de una única expresión literaria. Su obra del poder. Simpatiza con los que interrogan,
incita a la apertura, al cuestionamiento de con quienes se niegan a acatar que lo repre-
todo lo dado y a un estado de disponibili- sentado a flor de piel es la definición íntima
dad. Recorrerla en cualquiera de sus tramos de realidades más profundas, con quienes,
es admitir que en cualquier momento y des- ya en el plano de lo político, rechazan que
de cualquier renglón puede surgir la vuelta las cosas no pueden ser de otro modo, con la
que por una vez y ya para siempre trastocará locura como antídoto. Restitución, enton-

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COSSA C
ces, rescate de lo perdido, intensa búsqueda va Imagen, 1982); Cuentos completos (2
de la armonía negada desde que la razón vols., México, Alfaguara, 1998).
se encaramó por encima de toda otra pul- Novelas: Los premios (Sudamericana, 1960);
sión, el acceso por la vía del humor y la bien Rayuela (Sudamericana, 1963); 62. Mo-
entendida simpatía a la fragmentada suma delo para armar (Sudamericana, 1968);
del homo sapiens, homo ludens, homo faber, Libro de Manuel (Sudamericana, 1973);
homo eroticus… Podría decir que la búsque- El examen (Sudamericana, 1986).
da del latido cósmico no representó jamás Ensayos: Obra crítica (3 vols., Madrid, Alfa-
una marginación de la historia. guara, 1994).
También desde esa voluntad de ser, Cor- Poesía: Pameos y meopas (Barcelona, Oc-
tázar fue un lector crítico y a la vez generoso nos, 1971); Salvo el crepúsculo (México,
de las obras de Marechal (en 1949, cuando Nueva Imagen, 1984).
fue más necesario), de Arlt y esa otra ver- Miscelánea: Historias de cronopios y de famas
sión de la ciudad que compartía con Sur, (Minotauro, 1962); La vuelta al día en
de Lezama Lima (abriendo así el juego para ochenta mundos (México, Siglo XXI,
lectores reacios) y de Felisberto, así como 1967); Último round (México, Siglo
de autores que necesitaban que les abriera XXI, 1969); Prosa del observatorio (Bar-
la puerta para poder editar. Había en él una celona, Lumen, 1972); Fantomas contra
fascinación por la piel curtida del mundo, los vampiros multinacionales. “Una uto-
por los seres que la habitan, por aquellos pía realizable narrada por Julio Cortázar”
que la recorren desde sus páginas pregun- (México, Excélsior, 1975); Territorios
tándose con esa mezcla de ironía y humor (México, Siglo XXI, 1978); Los auton-
y la sabiduría de quien ya todo lo intuye, autas de la cosmopista o Un viaje atempo-
si realmente esto es todo. Quizá también ral París-Marsella (con Carol Dunlop)
por eso, más allá de esa signatura que dilu- (Buenos Aires/ Barcelona, Muchnik,
ye las fronteras textuales (¿sensuales?) entre 1983); Nicaragua tan violentamente dul-
niveles de realidad y acerca y genera otras ce (Managua, Nueva Nicaragua, 1983);
dimensiones del ser y el estar, Cortázar y la Argentina: años de alambradas culturales
piel de su literatura nos siguen mostrando el (Barcelona/ Buenos Aires, Muchnik,
revés de la trama, el cuerpo de lo posible. 1984; Saúl Yurkievich [comp.]).
S.S.
Obra de Julio Cortázar (selección)
Cuentos: Bestiario (Sudamericana, 1951); Cossa, Roberto (Buenos Aires, 30/11/
Final del juego (México, Los Presentes, 1934). Nació en el seno de una familia de
1956); Las armas secretas (Sudamerica- origen italiano. Es uno de los dramaturgos
na, 1959); Todos los fuegos el fuego (Sud- más sobresalientes de su generación; tam-
americana, 1966); Octaedro (Sudameri- bién se desempeña como periodista y guio-
cana/ Alianza, 1974); Alguien que anda nista de televisión y cine.
por ahí (Madrid, Alfaguara, 1977); Un En el año 1951 comenzó una carrera
tal Lucas (Sudamericana, 1979); Que- como actor en un teatro de San Isidro, pero
remos tanto a Glenda (México, Nueva la abandonó rápidamente para dedicarse a
Imagen, 1980); Deshoras (México, Nue- la escritura. En 1960 se inició como corres-

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C COSSA

ponsal de la agencia de noticias Prensa La- estos autores eran Arthur Miller y también
tina, actividad que desarrolló entre Buenos el realismo cinematográfico italiano y nor-
Aires y Montevideo hasta 1968: la agencia teamericano: se trataba de sostener una tesis
tenía “la tarea de mostrarle al mundo cuál realista a través de la exhibición del conflic-
era la verdad de la Revolución Cubana. Y to encarnado en una sociedad que, al mis-
yo estaba acá, era el corresponsal clandes- mo tiempo que destina un objeto de deseo
tino de la agencia”.1 Su tarea periodística (como un mandato) para el sujeto, le pone
continuó en los diarios La Opinión, entre escollos para su logro. En el escenario local,
1971 y 1973, y El Cronista Comercial, en- esto retoma también el conflicto del grotes-
tre 1973 y 1976. co discepoliano en el que el sujeto tiende a
En 1964 estrenó su primera obra teatral, un objeto y, a la vez, en su contradicción, se
Nuestro fin de semana, texto con el cual se boicotea en la búsqueda. Con estos intertex-
inscribe en la corriente que Pellettieri de- tos (Miller, Discépolo, a los que habría que
nominaría “realismo reflexivo”2 y que Cella agregar la tradición del Teatro Independien-
define como “realismo objetivista”.3 En la te), el realismo reflexivo se caracterizó por
primera mitad de la década del 60 y den- abordar la problemática de la clase media
tro de la misma corriente, también estrenan porteña de esa época, cuya visión de mundo
sus primeras obras autores como Ricardo aparece desmitificada: los textos evidencian
Halac (Soledad para cuatro, 1961), Germán el desengaño respecto del proyecto de pro-
Rozenmacher (Réquiem para un viernes a la greso que la clase media, a la que pertenecen
noche, 1964) y Carlos Somigliana (Amari- los personajes, construye (y consume) en los
llo, 1965). “El sistema teatral inaugurado límites de un marco familiar decadente en
en los 60 implica una modernización en el que los afectos se vuelven mercancía y la
relación con las textualidades existentes has- relación con el mundo está absolutamente
ta ese momento. Tanto el realismo reflexivo reflejada en aquél. El espacio dramático,
–Halac, Cossa, Somigliana, Rozenmacher– justamente por eso, es el de la casa. En-
como el absurdismo de Gambaro o Pavlo- tonces, esta dramaturgia proponía un tea-
vsky significaron un cambio abrupto frente tro entendido como lenguaje accesible que
al realismo finisecular o al realismo mensajista hablara claramente de la realidad propia:
de Cuzzani o Dragún.4 Los referentes de “la postura de nuestro lado era que el na-
turalismo era una forma de ser nacional,
1. Arrosagaray, E., “Siempre escribo en con- una forma de recuperar la raíz nacional”.5
tra mío”, entrevista a Roberto Cossa, Perfil,
28/06/1998.
Así el verosímil del género se construye en
términos de lo que Tschudi llama “teatro
2.  Pellettieri, O., “Estudio preliminar”, en
Cossa R., La pata de la sota. Ya nadie recuer- de reportaje”: un teatro documental cuya
da a Fréderic Chopin, Buenos Aires, Huemul, construcción se basa en una serie de proce-
1985. dimientos que tienden a “transparentar el
3.  Cella, S., Diccionario de literatura latinoa-
mericana, Buenos Aires, El Ateneo, 1998, p. 5.  López Casanova, M. y Garbarini, M.,
73. “Entrevista a Roberto Cossa” (enero de 1995),
4.  Pellettieri, O., “El sistema teatral del 60”, en Kohut, K. y Pellettieri, O. (eds.), Theater
en Eduardo Rovner, Teatro, Buenos Aires, in Argentinien, Frankfurt am Main, Vervuert
Corregidor, 1989, pp. 11-12. Verlag, 2002, p. 150.

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COSSA C
referente” de la realidad local.1 La estética sentan por primera vez algunos rasgos que
del realismo reflexivo, además de entablar marcan un desplazamiento del ilusionismo
una polémica con el “realismo finisecular” de la estética realista hacia el teatralismo
y con el “mensajista” (en términos de Pellet- de las neovanguardias. En este sentido, un
tieri), batalla en su contemporaneidad con procedimiento innovador fundamental es,
el absurdismo desde todos los frentes: en los seguramente, el humor. Haciendo hinca-
textos, en el escenario, en la crítica y hasta pié en él, en 1971, Cossa escribe un libreto
en lo personal.2 El referente del absurdismo para televisión (“totalmente humorístico”,
es El desatino, de Gambaro, que se estrena según el propio autor), que luego trans-
en el Instituto Di Tella en 1965 con direc- formará para constituir el primer acto de
ción de Jorge Petraglia. La nona. Este guión salió al aire recién en
A Nuestro fin de semana seguirían, en 1973. Su reformulación como texto dra-
1966, Los días de Julián Bisbal y La ñata mático y el agregado de la segunda parte se
contra el libro; y en 1967, La pata de la ubican en el comienzo de la dictadura mi-
sota. En 1968 se estrenó en Buenos Aires litar: la obra definitiva se estrena en 1977.
la película Tute cabrero, con dirección de En ella el autor incorpora a su producción
Juan José Jusid y guión de Cossa, más tarde procedimientos propios de poéticas nacio-
transformado en una obra teatral homóni- nales: el sainete, el grotesco, el expresionis-
ma, estrenada en 1981. mo. La entonación humorística del texto
El avión negro, escrita en coautoría con aparece en la construcción grotesca de
Rozenmacher, Somigliana y Talesnik, se es- personajes como Carmelo y la nona (a la
trenó en 1970. Esta escritura conjunta sería que se superpone un carácter expresionis-
el germen del Grupo de Autores, conforma- ta), y en la construcción sainetera de otros,
do por los cuatro escritores mencionados, como Chicho y don Francisco. Por otra
a quienes luego se sumó Ricardo Halac. parte, en cuanto a lo grotesco, se intensi-
Este último sostiene: “Visto en su totali- fica el patetismo propio de dicha poética
dad, en El avión negro campea el realismo, en el choque entre la comicidad del primer
el realismo mágico, la canción épica y por acto y la angustia producida por los hechos
momentos hasta el absurdo. Pero El avión del segundo; la repetición de la situación
negro cobra su identidad con el grotesco. Si conflictiva se profundiza hasta llegar, sobre
realismo es selección de datos significativos el final, a un clímax que podríamos llamar
de la realidad, grotesco es exacerbación de “de hipérbole dramática”. De este modo,
esos datos hasta la exasperación”.3 Obser- al tratamiento de temas considerados ge-
vación que enfatiza la importancia de esta nuinamente nacionales, propios del rea-
obra en la poética de Cossa; esto es, se pre- lismo reflexivo, la producción de Cossa, a
partir de La nona, incorpora la utilización
1. Tschudi, L., Teatro argentino actual (1960- de procedimientos de poéticas típicamen-
1972), Buenos Aires, Fernando García te argentinas. Más: en 1979, se estrena la
Cambeiro, 1974, p. 53.
película La nona, con dirección de Héctor
2.  López Casanova, M. y Garbarini, M., op. Olivera y guión de Cossa.
cit., pp. 149-159.
Dicha poética reaparece y, a la vez, se
3.  Halac, R., “Prólogo”, en Cossa, R., Teatro
resignifica en Gris de ausencia, estrenada
2, Buenos Aires, De la Flor, 1989, p. 8.

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C COSSA

en 1981 en el marco del acontecimiento acción se desarrolla en un “cabaret socia-


teatral y político que constituyó la prime- lista” y la construcción de la obra será la
ra edición de Teatro Abierto. La mezcla de la parodia. En ese año también se rees-
de las lenguas y las culturas de los in- trena La nona, que ya se lee (puede leerse)
migrantes con la criolla, nudo típico del en clave política. La nona y su voracidad
conflicto en el sainete, aquí se vuelve un son metáfora de la dictadura y la desapa-
problema grotesco, ya que en lugar de per- rición de personas. Cabe aclarar que no
sonajes provenientes de diferentes lugares es sólo el entorno político democrático
del mundo, encontramos integrantes de lo que posibilita esta lectura (vedada en
una misma familia que se dispersan do- la mayor parte de la crítica mediática del
blemente: geográfica e idiomáticamente. momento del estreno: 1977), sino tam-
Pero sobre todo, afectiva y culturalmente. bién la huella que dejó la experiencia Tea-
Gris de ausencia habla de un movimiento tro Abierto.
inverso al de sainetes como El conventillo Bien visto: si en los 60 Cossa se ubica
de la paloma (1929), de Alberto Vacarez- al lado de Halac, en los 70 se define como
za. Aquí, luego de diferentes peripecias, dramaturgo en tensión entre el primero
los inmigrantes pueden formar algo si- y Griselda Gambaro. Nombres que se-
milar a “una familia” en la constitución guirán marcando las líneas del teatro de
de una nacionalidad que se adopta como los 90, según la perspectiva de Pellettieri.
propia; en el texto de Cossa, en cambio, Por otra parte, en el año 2000 los drama-
la familia emigra y se disgrega, ya que sus turgos jóvenes consideran a Cossa, junto
integrantes pasan a tener diferentes nacio- a Gambaro, Ricardo Monti y Pavlovsky
nalidades. como “toda una tradición dramatúrgica
Con el estreno de Los compadritos, en que desde Discépolo en adelante es re-
1985, Cossa da todavía un paso más allá conocida como una de las más fértiles y
en la incorporación de procedimientos sólidas de Iberoamérica”;1 y a la vez, desde
estéticos híbridos. De hecho, en esa obra esa tradición, arman la polémica contra
se conjugan el sainete y el absurdo. Apa- el teatro convencionalizado, “de mensaje”,
recen nuevamente los inmigrantes, pero contra el teatro al que “es probable que le
ahora migran para fracasar (al igual que sobre sentido común y le falte sentido de lo
los criollos). Ambos grupos se unen en la extraño”.2
frustración de sus proyectos. A esto con- Además de las obras mencionadas,
tribuyen una extraescena que combina lo Cossa también estrenó las siguientes:
histórico con lo absurdo, y un paso del No hay que llorar (1979); El viejo criado
tiempo que no hace más que reafirmar la (1980); Ya nadie recuerda a Fréderic Chopin
situación inicial en una confirmación gro- (1982); El tío loco (1982); De pies y manos
tesca de proyectos que están destinados al
fracaso por la propia necedad de quienes 1.  Zangaro, P., en AA.VV., Lo que sobra y lo
los sostienen. que falta en los últimos veinte años de literatu-
En 1991 se estrena Angelito, en la cual ra argentina, Buenos Aires, Centro Cultural
Rojas, 2004, p. 50.
todos los procedimientos anteriores se
2. Spregelburd, R., en AA. VV., Lo que sobra y
trenzan con los de la comedia musical. La
lo que falta…, op. cit., p. 41.

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COSTANTINI C
(1984); Yepeto y El Sur y después (1987); Mauricio Kartun) (De la Flor, 1999);
Don Pedro dijo no y Lejos de aquí (1993; en La nona (Corregidor, 2004); Teatro 6.
colaboración con Mauricio Kartun); Viejos El Saludador. Pingüinos. El caso cien (De
conocidos (1994); Los años difíciles (1997); la Flor, 2005).
El Saludador (1999); y Pingüinos (2001). M.I.G. y M.L.C.
Como guionista, Cossa participó en los + Discépolo, Armando;
siguientes filmes: El arreglo, con dirección Gambaro, Griselda.
de Fernando Ayala y guión en coautoría
con Somigliana; No habrá más penas ni ol- Costantini, Humberto (Buenos
vido, adaptación de la novela de Osvaldo Aires, 1924 - 1987). Novelista, cuentista,
Soriano, con dirección de Héctor Olivera dramaturgo y poeta, hijo de inmigran-
(1983); y Yepeto (1999), con dirección de tes italianos de origen judío. Veterinario,
Eduardo Calcagno. ejerció la profesión simultáneamente con
En 1984, recibió el Premio Konex Di- la escritura y con la militancia política de
ploma al Mérito en la categoría Teatro; en izquierda. De hecho, perteneció al ERP y
1994, los premios Konex de Platino y Di- estuvo un tiempo afiliado al PCA, del cual
ploma al Mérito en la categoría Teatro, y se distanció por disidencias con la conduc-
Argentores le otorgó su Medalla de Honor. ción pro soviética. A lo largo de su vida y
En 2007 fue nombrado Ciudadano Ilus- su obra se reivindicó como compañero ge-
tre de la Ciudad de Buenos Aires y elegido neracional e ideológico de Haroldo Conti,
presidente de Argentores, cargo que des- Paco Urondo y Rodolfo Walsh.
empeñará hasta 2010. Ya en su obra temprana, realizada antes
de su exilio en México, se advierten cons-
obra de Roberto Cossa tantes temáticas y procedimentales, como
El viejo criado (en El teatro argentino, así también fuertes intereses por explorar
16: Cierre de un ciclo, CEAL, 1981); La ámbitos culturales concretos, que habrían
pata de la sota. Ya nadie recuerda a Fré- de mostrarse en plenitud en su producción
deric Chopin (Huemul, 1985); La nona realizada fuera del país.
(Editorial Teatro Abierto, 1985); Teatro En lo cultural, puede señalarse el in-
1. Nuestro fin de semana. Los días de Ju- terés de Costantini por el mundo hebreo
lián Bisbal. La ñata contra el libro. La (en cuentos como “Una vieja historia de
pata de la sota. Tute cabrero (De la Flor, caminantes”, de Una vieja historia de ca-
1987); Teatro 2. El avión negro. La nona. minantes, 1967, o “Don Iudá”, de De por
No hay que llorar (De la Flor, 1989); aquí nomás, 1958); por el mundo griego,
Teatro 3. El viejo criado. Gris de ausen- concretamente por su mitología (“Amari-
cia. Ya nadie recuerda a Fréderic Chopin. llo sol, amarillo pétalo, amarillo flamante,
El tío loco. De pies y manos. Yepeto. El Sur amarillo poema”, y “Háblenme de Funes”,
y después (De la Flor, 1990); Teatro 4. ambos pertenecientes al libro homónimo
Angelito. Los compadritos. Tartufo (adap- de este último, 1970); o por el mundo del
tación) (De la Flor, 1991); Teatro 5. Años tango, interés que atraviesa toda su obra,
difíciles. Viejos conocidos. Don Pedro dijo especialmente la poética, no sólo en lo
no. Lejos de aquí (en colaboración con referido a sus personajes clave (“Gardel”,

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C COSTANTINI

“Pichuco”, de Cuestiones con la vida, 1966) el protagonista (casado, dos hijos, empleo
sino también al ambiente marginal y pros- mediocre) una noche de 1977 cuando, casi
tibulario y, sobre todo, al lenguaje que éste casualmente, se entera de que dos perso-
ambiente genera (“Háblenme de Funes”). nas van a ser secuestradas por un grupo de
Respecto de sus constantes temáticas, se tareas de la ESMA. La que relata el texto
pueden mencionar el planteo de la inocen- es la aventura moral de diez horas del pro-
cia perdida (“El cielo entre los durmientes”, tagonista (“bravísima pulseada conmigo
de De por aquí nomás); el interés por lo po- mismo”), quien debe decidir si involucrar-
lítico (que aparece en cuentos tan tempra- se o no para salvar a los dos desconocidos.
nos como “La promesa”, de Un señor alto, El texto, en el cual el carácter de aventura
rubio, de bigotes, 1963, verdadero anticipo se subraya desde los cervantinos títulos de
de la problemática histórica que después cada capítulo (“Donde, con el objeto de
presentarán las Madres de Plaza de Mayo); que el lector no se forje demasiadas ilusio-
y la preocupación religiosa (“Entrevista”, nes respecto a la amenidad de este librito,
de Una vieja historia de caminantes, 1967), se declara de entrada nomás su materia que
preocupación que se centra más que en el parece ser de índole más bien psicológica,
ejercicio de un ritual determinado, en los o sea que para decir la verdad la cosa pinta
esfuerzos que manifiestan sus personajes de bastante aburrida. Hecha la cual adverten-
presentarse limpios y justos ante los ojos de cia se pasa a contar algo acerca de cierto
Dios. Todos estos temas giran alrededor de intempestivo llamado telefónico”), con-
una de las obsesiones evidentes en la obra trapone a esta exterioridad la focalización
del autor: la figura del hombre mediocre en la mente del personaje que realiza el
y gris que debe descubrir su heroicidad a narrador. Este procedimiento hace que la
partir de un compromiso moral autoexigi- historia se transforme en una aventura casi
do (“El príncipe, la princesa y el dragón”, puramente mental.
de Una vieja historia de caminantes). Con la segunda novela, Costantini,
Respecto de las constantes procedimen- hombre de notable formación clásica, con-
tales, conviene destacar la apropiación que sigue el mejor y más premiado de sus textos
Costantini realiza de los discursos sociales (Premio Casa de las Américas, 1979). Escri-
y culturales: máxime el tango y el fútbol ta durante la represión, coexisten en ella tres
(“Fichas”, de Háblenme de Funes, 1970; espacios (el terrenal de la poesía y el infernal
“Insái derecho”, “La llegada” de Bandeo, de la Triple A en el Buenos Aires de 1975,
1975), apropiación que deviene finalmen- al que se les suma el celestial del Olimpo).
te en parodia. Todos estos elementos llegan Además de los espacios, coexisten tres tipos
a su máximo nivel de desarrollo en la lite- de personajes (los del título) y, de modo ma-
ratura que escribe a partir del exilio mexi- gistral, tres lenguajes parodiados (el cursi de
cano. De esta segunda etapa de su produc- los poetas, el brutal de los parapoliciales y el
ción son las dos novelas: La larga noche de homérico de los dioses). El alarde discursivo
Francisco de Santis y De dioses, hombrecitos es amplio: la novela reproduce los sonetos
y policías, ambas publicadas en 1984. La que escriben los poetas de la agrupación Po-
primera narra las elucubraciones, avances y limnia, como también los memorandos que
retrocesos internos y geográficos que sufre circulan entre los parapoliciales. Y opone a

• 354 •
COSTA PICAZO C
la sequedad de los diálogos de los represores, (“Tantas veces lo he pensado / y hoy se lo
los epítetos floridos que acompañan a los digo en la cara: / Borges, era su destino /
nombres de los dioses. El referente, mirado cantarle a Ernesto Guevara. / Mucho más
desde tres puntos de vista tan disímiles, se para su temple / el fulgor de sus hazañas /
torna caricaturesco. que las turbias compadradas / de Chiclana
Su obra narrativa se compone de los li- y de Muraña”).2
bros de cuentos: De por aquí nomás (1958); Incursionó también en la dramaturgia
Un señor alto, rubio, de bigotes (1963); con Tres monólogos (1964). Su obra ha sido
Una vieja historia de caminantes (1966); traducida a nueve idiomas.
Háblenme de Funes (1970); Bandeo (1975); M.E.F.
En la noche (1985); además de las dos no- + Conti, Haroldo; Urondo,
velas mencionadas y una investigación pe- Paco; Walsh, Rodolfo.
riodística, Libro de Trelew, sobre la masacre
ocurrida en la cárcel de la Patagonia en Costa Picazo, Rolando (Santa Fe,
1972. Como poeta –a lo Walt Whitman– 01/10/1931). Doctor en letras, traductor
publicó un solo libro que fue engrosando y catedrático en literatura anglosajona. Por
con el paso del tiempo, pero que conser- su labor de traducción, que comprende
vó el título con el que había aparecido en alrededor de cien obras del inglés al cas-
1966: Cuestiones con la vida. La última tellano, recibe el Premio Konex de Platino
edición es de 1986. El lenguaje poético en dos oportunidades: 1994 y 2004; ade-
de Costantini asume la voz coloquial del más de otras distinciones en la Argentina
porteño y también sus mitos, sus pasiones. y en España. Desde 1957 a 2001 ejerce la
Buenos Aires, la “hembra” del poeta, impe- docencia universitaria en varias casas de
ra en el texto como protagonista absoluta. altos estudios del país y de los EE.UU. A
La Buenos Aires de Costantini es barrial y partir de 2002, se desempeña como profe-
céntrica, mítica y realista. En el apartado sor consulto titular de la cátedra Literatura
“Vaya un punteo florido”, por ejemplo, Norteamericana en la Facultad de
agrupa once milongas, una de las cuales, Filosofía y Letras de la UBA. Es presiden-
como corresponde al género, desafía a un te de la Asociación Argentina de Estudios
duelo verbal a una voz característica de la Americanos (AAEA) desde 1988. Publica
ciudad: Borges. El desafío a la figura em- numerosos artículos de análisis literario en
blemática es doble: para pelearle su rol medios locales y estadounidenses.
dentro de la literatura ciudadana (“La Boca En 1990 edita Estados Unidos y Améri-
y Palermo alegan / sobre cierta fundación; ca Latina: Relaciones interculturales (XXIII
sostengo que Buenos Aires / nació en Vi- Jornadas de la AAEA, Santa Fe, Universi-
lla Pueyrredón. / Allí nomás la plantaron / dad Nacional del Litoral). En 1993: Es-
para la Historia y la Fama, / entre Terrada y tados Unidos y América Latina. Relaciones
Vallejos /, entre Nazca y Tequendama”);1 y Interculturales. Problemas de la contempora-
también desde el punto de vista ideológico neidad (XXVII Jornadas de la AAEA, Bue-
nos Aires, UBA). En 1994 publica W.H.
1. Costantini, H., “Milonga de Tequendama”, Auden. Los primeros años (Grupo Editor
Cuestiones con la vida, Buenos Aires, Carlos
Hernández, 1975. 2. Ibíd.

• 355 •
C COSTA STAKSRUD

Latinoamericano). En 1997 participa de la bibliográficas, artículos de opinión y no-


edición de XXVIII Jornadas de la Asociación tas en revistas políticas y de actualidad. En
Argentina de Estudios Americanos (Río Cuar- 1989 viajó a España, donde estrenó su pri-
to, Fundación de la Universidad), en cola- mera obra de teatro, El sello de la necesidad,
boración con Cristina Boiero y Ana Celi. llevada a escena con el título El destrozo de
En 1999: Relaciones Interculturales entre mi cuerpo, publicada en Madrid en 1994.
Estados Unidos y América Latina. Moderni- Allí también comienza su formación femi-
dad, posmodernidad (La Plata, UNLP), en nista. A partir de 1995 impartió el curso
colaboración con Alejandra Rosarossa. En La Literatura como Espejo, el cual incluía
2001: Escrituras al filo del milenio. Estados una reflexión sobre escritoras y escritura
Unidos / América Latina (XXXII Jornadas de mujeres. Coordinó talleres de escritura
de la AAEA, Buenos Aires, BMPress), en creativa, fue conferencista, realizó lecturas
colaboración con Armando Capalbo. Del públicas de su obra. Publicó en Buenos
mismo año es su ensayo: Borges: una forma Aires un libro de cuentos, Infinitas formas
de felicidad (Fundación Internacional Jorge de cosas tan delgadas (1999); en Madrid dio
Luis Borges, 2001). Al año siguiente edita, a conocer el ensayo Rosalía de Castro, las
junto a Armando Capalbo: Perspectivas crí- estrategias del disfraz (2000) y el libro de
ticas sobre los Estados Unidos. Estudios litera- poemas Y yo, ¿de quién soy? (¿me saco el saco
rios, culturales y ciencias sociales (BMPress, o me pongo el pongo?) (2001). Desde 2004
2002). En 2004: Reflexiones sobre cultura vive en Buenos Aires.
estadounidense. Literatura, medios y ciencias A.J.
sociales (BMPress), nuevamente con la co-
laboración de Armando Capalbo. En 2008 COVADLO, Eduardo Lázaro (Buenos
llega el turno de: Hart Crane y El puente. Aires, 1937). Escritor y periodista, Covadlo
Una aproximación a la poética modernista es uno de aquellos autores que encasillan
de Hart Crane (Colihue), ensayo sobre la en la siempre borrosa categoría de “raros”.
obra del poeta norteamericano que incluye Su debut literario es del año 1965, con la
la edición bilingüe anotada de su poema al colección de cuentos Los humaneros (Falbo
puente de Brooklyn. El trazo biográfico se librero editor), “que tuvo buenas críticas,
articula con el análisis estructural del poema pero que hoy me parece malo. No pien-
para desglosar niveles de significación y es- so asumirlo: lo considero un borrador que
tablecer una puesta en contexto en el marco pasó por la imprenta”.
de la tradición de la poesía homosexual nor- Unos años más tarde llegarían las nove-
teamericana, el legado de Walt Whitman, la las En este lugar sagrado (LH, 1970), acerca
admiración y el rechazo a T.S. Eliot. de un literato que escribe sus textos en las
P.C. paredes de los baños públicos, y La cámara
de silencio (Ediciones Noé, 1973). Los tres
COSTA STAKSRUD, Liliana (Bue­ libros los publicó como Eduardo Covadlo.
nos Aires, 1953). Estudió Letras, fonoau- En 1970 ingresa en una secta, “experiencia
diología y música. Es periodista, docen- monstruosa” que lo mantuvo alejado du-
te, poeta y dramaturga. También escribe rante muchos años de la literatura. Acerca
cuentos y ensayos. Es autora de reseñas de esta etapa de su vida, años más tarde

• 356 •
CRISTÓFALO C
contaría: “Actualmente puedo presumir de Cristófalo, Américo (Buenos Ai­
conocer la génesis de la locura”. En 1975 res, 1954). Licenciado en Filología por la
se exilió en España, donde reside actual- Universidad Central de Barcelona (España),
mente. título que obtiene menos por sus estrictas
Luego de veinte años de silencio, en inclinaciones culturales eurocéntricas que
1994 fue finalista del premio Planeta por la historia reciente del país. Dicho títu-
Biblioteca del Sur con su novela Conver- lo es convalidado en la Argentina en 1985.
sación con el monstruo (Emecé). A partir Poco después, empieza a ejercer la docen-
de allí comenzó a publicar regularmente. cia. En la UBA, desde 1987, se desempeña
“Acaso se deba a que suprimí mi primer como profesor de Literatura del Siglo XIX.
nombre, adoptando –literariamente– el En la misma universidad ocupa también,
segundo: Lázaro. Como Lázaro Covadlo interinamente, la cátedra de Literaturas
me levanté y anduve… y renací para la Eslavas, entre 2002 y 2006. En esta se-
literatura.” Bajo este nombre publicó los cuencia, cabe recordar que desde 1990 has-
cuentos de Agujeros negros (Barcelona, Al- ta 1995 también es profesor de Literatura
tera, 1997) y Animalitos de Dios (Barcelo- Europea Moderna y Contemporánea en la
na, Mondadori, 2000); y las novelas Re- Universidad Nacional del Comahue (Sede
mington Rand, una infancia extraordinaria Atlántica de Viedma).
(Barcelona, Mondadori, 1998); La casa de Sus trabajos de investigación exhiben la
Patrick Childers (Barcelona, Mondadori, orientación de algunos de sus intereses más
1999); Bolero (Barcelona, Mondadori, persistentes. En esta categoría cabe señalar
2001); Criaturas de la noche (Barcelona, El las investigaciones situadas en el marco de
Acantilado, 2004; Premio de Novela Café la literatura argentina: Ricardo Rojas en-
Gijón); y Las salvajes muchachas del Partido tre nacionalismo, polémicas y contradic-
(Barcelona, Candaya, 2009). En esta últi- ciones; la obra seriada de Rodolfo Walsh,
ma, quizás su novela más lograda, recrea llevada a cabo en torno a los géneros “his-
la historia del anarquista Baruj Kowenski, torias de vida” y “reportaje”; la lírica argen-
un trasunto de su abuelo, inmigrante ruso tina entre los setenta y los noventa como
en la Argentina que regresa a su tierra para producción que nexa poesía y política. Y
colaborar con la Revolución Rusa y luego aquéllas situadas en un marco más orienta-
se alista en las Brigadas Internacionales en do a las literaturas europeas del siglo XIX:
defensa de la República española. En Las problemas relativos a la traducción en el
salvajes…, Covadlo condensa muchos de siglo XIX y las relaciones históricas entre
los tópicos que ya aparecieran en Reming- poéticas literarias a partir de un itinerario
ton Rand y Conversación con el monstruo: la que va del prerromanticismo a las vanguar-
actuación de la red prostibularia conocida dias. Más recientemente, Américo se está
como Zwi Migdal, la inmigración judía ocupando del concepto, la historización y
en la Argentina, y los imprecisos límites representación de la idea de “revolución”
entre realidad y ficción. En 2010, la edito- en la literatura del siglo XIX.
rial argentina Libros del Náufrago reeditó Publicaciones. Si de éstas se trata, en-
Criaturas de la noche. tonces hay que avanzar diciendo que es
J.I.C.Q. autor de numerosos trabajos que encuen-

• 357 •
C CRISTÓFALO

tran su centro en el ensayo y enriquecen el de (Perfil, 1999) y Discusión sobre el peca-


caudal de lo que es posible definir como do de Georges Bataille (Paradiso, 2005).
literatura ensayística argentina. El ensayo, En el caso de Américo, las problemáticas
pues, género que promueve esa arbitra- propias de la traducción se entraman con
riedad tan renuente al pretendido cien- otras intervenciones. Es posible conjeturar
tificismo (riguroso, acaso, pero tan poco (y convendría ratificarlo con un análisis
desafiante) propio de la filología. Rese- crítico detenido) que de ellas se despren-
ñando lo más nuclear de su producción: den trabajos de índole lírica. Pienso en su
su primer libro, de poesía, es de 1984. Se volumen de poesía: Baudelaire (Paradiso,
publica en España por una editorial de 2002). A manera descriptiva: Baudelaire,
claro eco vallejiano: La parte de la sombra evidentemente, un libro-homenaje que,
(Barcelona, Trilce). Ya en Buenos Aires, su pese a su título, inmediatamente referen-
primer ensayo, sobre un enclave argentino cial, recoge el ademán crítico que el fran-
en tierra oriental: Punta del Este: la políti- cés formuló en la Francia de mitad del si-
ca excluyente (Armas de la Crítica, 1996). glo XIX por medio de su poesía, en contra
Ciudad de la cultura turística por antono- de la ideología capitalista y la modernidad
masia, en tiempos de expansión de masas del progresso e ordem. Cristófalo recupera
y en donde, paradójicamente y no tanto, ese ademán baudelairiano y lo recontex-
se practica una política de la exclusión. túa: Buenos Aires es el escenario de su
Ciudad del consumo, lugar capitalista. poesía; espacio en vía de descomposición.
Es más: reducción operativa del sistema Recontextualización insinuada a través
capitalista que sintetiza –hacia adentro de fechas (1998-1999 y 2001-2002) que
y hacia afuera– la barbarie de la cultura su lírica rellena denunciando la degra-
moderna. Ciudad de/ en los extramuros, dación político-social del menemato. Y
respecto de Buenos Aires, que se ostenta, el derrumbe, en grado extremo, del país
máxime en los años del menemato, como con el “argentinazo”. En este libro, algu-
escenario del bienestar y de la moral del nos versos que evocan los de Baudelaire
confort. De aquí, a la traducción crítica: sirven como disparadores de los poemas:
de Wilde, Baudelaire, Bataille (todas con poesía denuncialista y polémica (fórmula
estudio preliminar y notas). En este rubro casi en desuso, en los ámbitos propios de
es posible mencionar cinco trabajos: Pobre la intelligentsia) con su entorno, la Argen-
Bélgica (Losada, 1999; en colaboración tina contemporánea, cuyo neoliberalismo
con Hugo Savino), seguida por Corres- prometía un “progreso” indefinido –cuyo
pondencia general (Paradiso, 2005) y por derrame más que teoría era de índole ce-
Las Flores del mal (Colihue, 2006) –obras rebral– y una ilusión económica primer-
de Charles Baudelaire; la segunda, sobre mundista con una contracara de exclusión
todo, nos revela los inconvenientes con el social generalizada.
dinero que solía tener el poeta, sus flirteos Problemáticas de la traducción que
y también las polémicas estéticas que sos- redundan también en trabajos más es-
tenía con sus contemporáneos. Siguiendo trictamente críticos: “Política y teatro en
con la traducción, otros dos trabajos de Baudelaire”, en Deseo de Ley (t. I, Biblos,
Cristófalo son De profundis de Oscar Wil- 2003); “Sartre con Baudelaire”, en El

• 358 •
CRISTOFF C
Ojo Mocho (nº 18, 2004); “El ritmo del en general aparece en superficie Paradiso
spleen”, en Otra Parte (nº 4, 2004); “La Ediciones, de la que Cristófalo es director
comedia del contemporáneo, a propósito editorial desde 1992.
de Georges Bataille”, en Artefacto (nº 5, R.C.
2004); “Traducir Las flores del mal”, en + Raschella, Roberto; Savino, Hugo.
Vasos Comunicantes (Barcelona, otoño de
2005). Y para rechazar el catálogo o meras CRISTOFF, María Sonia (Trelew
acumulaciones enciclopédicas, un contra- [Chubut], 1965). Escritora y compiladora,
punto: algunos artículos representativos: en 1990 concluyó la carrera de Letras en la
sobre Murena, en Historia crítica de la li- UBA. Su primera publicación fue Acento
teratura argentina (vol. 10: La irrupción de extranjero, una recopilación de relatos de via-
la crítica, N. Jitrik [dir.], Emecé, 1999); jeros en la Argentina (2000). En 2003, se
y sobre poesía argentina en los años del hizo acreedora de una beca del FNA con el
peronismo clásico, “Metafísica, ilusión y proyecto de escritura que más tarde origi-
teología poética; notas sobre poesía argen- naría Falsa calma. Un recorrido por los pue-
tina 1940-1955” en Literatura argentina blos fantasmas de la Patagonia (2005). Este
siglo XX (vol. 4: El peronismo clásico, D. trabajo comprende una serie de crónicas
Viñas [dir.], Paradiso, 2007). “Nombres, numeradas, referidas a los desmantelados
circuncisiones y bautismos (a propósito de núcleos urbanos de esa extensa comarca
Ismael Viñas)”, en El Ojo Mocho (nº 16, argentina. Falsa calma confronta la sem-
2001), es un artículo que delata los nexos blanza idílica de la Patagonia como meca
de Cristófalo con la historia reciente de la para exploradores, aventureros, científicos
Argentina: durante los 70 formó parte del y colonos, con la impresión de abandono y
grupo de Ismael Viñas y luego en 1974 asfixia que aqueja a sus habitantes. En Idea
pasó a Poder Obrero, militancia que de- crónica (2006) recopiló quince textos de
terminó su exilio barcelonés. distintos autores, todas producciones cer-
Publicaciones periódicas. Otro capítulo canas al marco genérico de la crónica, con
en el que Américo ingresa con entusiasmo el objeto de presentar la manifestación de
son las revistas literarias. Interés que se ma- lo no ficcional en escritores provenientes
nifiesta ya en España con Voces y Culturas de la narrativa o la poesía. Cristoff colabo-
y El Viejo Topo (ambas de Barcelona). En ra con asiduidad en el diario La Nación.
la Argentina, entre 1988 y 1991 dirigió L.P.
la sección “Poesía y Teatro” de la revis-
ta Babel. Entre 1995 y 2002 fue director CROSS, Esther (Buenos Aires, 1961).
de una revista de cultura judía Mitzvá. Es Escritora y traductora. Cursó la licenciatu-
además colaborador habitual de Espacios, ra en Psicología pero se dedicó a las letras
la ya renombrada El Ojo Mocho y, desde luego de participar del taller literario que
2005, integra el Consejo de Dirección de dirigía Félix Della Paolera, con quien pu-
Las Ranas. Finalmente, la ya extinguida La blicara por el sello español Fuentetaja dos
Ballena Blanca (dirigida por Roberto Ras- libros de conversaciones con escritores:
chella) también conoció sus colaboracio- Sobre la escritura. Conversaciones con Bioy
nes. Y si de aquí pasamos a la publicación Casares en el taller literario (1988) y Sobre

• 359 •
C CROSS

la escritura. Conversaciones con Borges en el humorístico, El banquete de la araña in-


taller literario (1988). El mismo año de la daga también sobre el mundo del arte, sus
publicación de su primera novela, Crónicas usos y alcances. Con esta novela, Cross
de alados y aprendices (Emecé, 1992) reci- obtuvo el tercer Premio Nacional de No-
bió el primer Premio de Novela Inédita de vela (1999). Su último libro es también el
la Fundación Fortabat por La inundación más logrado. Para escribir Radiana, Cross
(Emecé, 1993). Es colaboradora habitual se valió de la beca Citatela Ranieri que le
de medios como el diario Página/12 y la re- permitió pasar casi dos meses en un cas-
vista La Mujer de mi Vida, donde difunde tillo en Umbría, Italia. Radiana es una
artículos y relatos. Su prosa es directa y sin fábula, una sátira –con más ironía que
ornamentos; la mayoría de sus narraciones humor– sobre el tiempo y la inoportuni-
tiene una estructura musical interna, un dad del amor, pero también un cruce de
tono dialógico. La decisión de abandonar discursos entre ciencia y arte. La historia
la psicología para dedicarse a las letras pue- de Rita Lavenza, una pianista que pierde
de percibirse en su narrativa, que no inda- el dominio de sus manos al ser interrum-
ga de modo analítico. pida por la sirvienta, y de Elmer Dus, su
Es autora de dos libros de cuentos: La marido, estudioso que procura “cambiar
divina proporción y otros cuentos (Emecé, el rumbo de las investigaciones científi-
1994) y Kavanagh (Tusquets, 2004), aun- cas”, se verá afectada cuando Elmer consi-
que en términos estructurales este último ga crear el primer robot de la historia. Se
puede leerse como una novela. Los relatos trata de Radiana, hecha a imagen y seme-
que lo integran comparten una narradora janza de Rita, que cambiará las relaciones
común y los hechos transcurren dentro del matrimoniales para siempre.
edificio Kavanagh –situado frente a la por- En 1998, Cross se hizo acreedora a la
teña Plaza San Martín–, centro turístico beca Fulbright/ FNA, lo que le permitió
para afuera y carnaval de almas en deca- estudiar cine en Nueva York durante un
dencia por dentro. año. Allí leyó, por recomendación de uno
La obra de Cross se completa con dos de sus profesores, Eleven kinds of loneliness
novelas: El banquete de la araña (Tus- de Richard Yates, libro con el que comien-
quets, 1999) y Radiana (Emecé, 2007). za su labor de traducción (Once tipos de
La primera narra, a modo de novela de soledad, Emecé, 2001). Ese viaje también
aprendizaje, la búsqueda genealógica del le permitió escribir, dirigir y producir el
“vandalismo artístico” de la familia Dor- cortometraje documental Humillados y
val, llevada a cabo por Celina. La familia ofendidos, organizado con la colaboración
Dorval tiene gustos excéntricos y actúa de Alicia Martínez Pardíes en 2001 y edi-
sobre grandes íconos del arte, como La tado en 2002.
Gioconda o La Piedad, produciendo al- En septiembre de 2008, Cross fue una
teraciones, mutilaciones o robos. Celina de las firmantes de la protesta de escritores
sólo ha heredado las “orejas de duende” argentinos por el modo en que oficialmen-
de la familia y el gusto por el arte, libe- te se planea la Feria Literaria de Frankfurt
rándose del componente destructivo y bi- 2010, edición que estará dedicada a la Ar-
zarro que la caracteriza. Narrada en tono gentina. La idea original era priorizar íco-

• 360 •
CUCURTO C
nos nacionales como Carlos Gardel, Diego Dante-Baudelaire-Eliot (Rosario, Beatriz
Maradona, Evita y el Che Guevara, y sólo en Viterbo, 2001), a pesar de su título, está
segundo término incluir a escritores de re- más cerca de un ensayo sobre la poesía que
nombre internacional como Borges y Cor- de la especialización del estudio. Desde una
tázar. Cross y sus compañeros de queja pro- fuerte impronta posestructuralista, Cueto
pusieron poner su experiencia al servicio de recorre los textos consagrados a través de
una mejor representación literaria del país, sus temas, lo que le permite dejar a un lado
tanto con autores consagrados ya fallecidos su lugar en el canon y en la historia para
como con nuevos nombres que han obteni- encontrar constantes en ellos que pueden
do reconocimiento en las últimas décadas. proyectarse hacia la literatura en general y,
Su último libro, La señorita Porcel entonces, aproximarse a la teoría literaria.
(2008) ganó el sexto Premio Internacional Dentro del campo de la literatura euro-
de Narrativa de la editorial Siglo XXI de pea, Cueto ha publicado también: Escritura
México. En la novela, la autora se ocupa de del horror: Joseph Conrad, Pier Paolo Passo-
la clase alta de la ciudad de Buenos Aires lini (Rosario, UNR, 2000; con Elena Tar-
focalizándose en su barrio de la infancia, donato Faliere) y Kafka: una construcción
la Recoleta, donde tuvo la oportunidad de (Rosario, Serapis, 2009). En teoría literaria,
conocer personalmente a Adolfo Bioy Ca- publicó Maurice Blanchot. El ejercicio de la
sares, a quien adhirió en los inicios de su paciencia (Rosario, Beatriz Viterbo, 1997),
carrera de escritora. ensayo que resulta tanto más críptico que el
D.M. resto de sus producciones por su apego a la
terminología y retórica del teórico francés
Cucurto, Washington. Véase Vega, al cual Cueto lee, sin embargo, como una
Santiago. forma más de pensar la poesía (lectura que,
por otra parte, se encuentra replicada en el
Cueto, Sergio (Rosario [Santa Fe], uso de las ideas de Blanchot en los ensayos
1960). Licenciado en Letras, actualmen- sobre poesía).
te enseña en la Facultad Libre de Rosario En una temática bien diferente, Cueto
y en la UNR, donde también desarrolla ha publicado Versiones del humor (Rosario,
actividades de investigación en el Centro Beatriz Viterbo, 1999) y Otras versiones del
de Estudios de Teoría y Crítica Literaria. humor (Rosario, Beatriz Viterbo, 2008).
A esas investigaciones, Cueto debe la Si bien estos dos libros son recopilaciones
mayor parte de su obra. Aunque enseña de ensayos y carecen, por lo tanto, de una
Literatura Europea, su primer libro está organicidad explícita, puede leerse en ellos,
dedicado a Alberto Girri. Seis estudios gi- aunque de manera fragmentaria, una pro-
rrianos (Rosario, Beatriz Viterbo, 1993) puesta crítica en torno al concepto de hu-
coloca al poeta argentino en el contexto de mor que ya no reside exclusivamente en lo
la poesía universal de todos los tiempos. La cómico sino en una calidad particular de la
obra de Girri, para Cueto, es un espacio escritura. El primero, que recopila trabajos
para formular –y eventualmente respon- escritos entre 1990 y 1997, propone un re-
der– preguntas sobre el género y el lengua- corrido por el humor en la literatura humo-
je poético. En la misma línea, Tres estudios. rística y no humorística de autores tan disí-

• 361 •
C CÚNEO

miles como Borges, Arreola, Lewis Carrol o las ideas sociales. Hijo del jefe de rotativas
Flaubert. Sin embargo, y ésta es la apuesta del diario porteño La Prensa, tuvo una ni-
más fuerte de la colección, el libro se cie- ñez y adolescencia rodeadas de linotipos,
rra con una exaltación del “humor trivial” tinta y papel impreso. Forjó su incisivo es-
de Los tres chiflados (en contraposición a tilo periodístico en el legendario periódico
Chaplin y a Laurel & Hardy) aunque desde Crítica de Natalio Botana, como así tam-
una perspectiva fuertemente intelectual. En bién en el diario socialista La Vanguardia
el segundo, se suman otros autores –Swift, y en la revista Claridad, tribuna del pen-
Chejov, Chesterton– y hasta un género en- samiento de izquierda y del grupo de es-
tero: el haiku. En este nuevo acercamiento critores e intelectuales conocidos como
a la poesía se hace explícita la propuesta de “Boedo”.
desvincular el humor de lo cómico (que, si Desde muy joven fue miembro de la Ju-
bien estaría en los orígenes del haiku, no se ventud Socialista. Viajó a España en vísperas
encuentra presente en el corpus trabajado de la Guerra Civil para defender la Repúbli-
por Cueto). ca contra el fascismo. Allí, entrevistó a su
La recurrencia de la poesía en los trabajos amigo, el socialista Álvarez del Vayo y cono-
críticos y teóricos se vincula, por fuera de lo ció a Julián Besteiro y al dirigente Indalecio
académico, con la actividad poética del pro- Prieto. De su estadía en España surgieron
pio Cueto, que puede encontrarse en Poesía crónicas consideradas clásicos del periodis-
(Rosario, Endymion, 2001). Por otra par- mo local que fueron publicadas por Crítica.
te, y desde otro ángulo, la inquietud por la Cúneo fue un luchador socialista que
poesía reaparece en su traducción de Poesía batalló por una concepción popular, nacio-
sacra de John Donne (Rosario, Beatriz Vi- nal y latinoamericana, como lo confirma su
terbo, 1996), a quien dedica un estudio crí- interés por el pensamiento revolucionario
tico –incluido en el mismo volumen– que, continental. Fue miembro de número de
si bien se centra en el concepto de “poesía la SADE, ocupando el sillón denominado
metafísica”, da con algunas claves para en- “Leopoldo Lugones” en los períodos 1971,
tender la poesía en general. La dedicación 1973, 1980-1982 y 1982-1984. Dirigió la
a la poesía le ha valido a Cueto la participa- Biblioteca Nacional entre 1985 y 1988.
ción como jurado del Premio Municipal de La prosa de Dardo Cúneo posee la
Poesía de Rosario en 2007. rigurosidad del discurso histórico unida
Cabe mencionar, finalmente, la partici- a la soltura necesaria para configurar re-
pación de Cueto en el volumen colectivo tratos vívidos de sus personajes. Escribió
Borges. Ocho ensayos (Rosario, Beatriz Vi- sobre Lugones, Sarmiento, José Martí,
terbo, 1995), junto a Sandra Contreras, José Carlos Mariátegui y Charles Péguy.
Alberto Giordano y Adriana Astutti, entre Publicó numerosos ensayos y biografías,
otros, donde se incluye el ensayo posterior- entre las que cabe destacar Juan B. Justo y
mente publicado en Versiones del humor. las luchas sociales en la Argentina, un libro
M.A. de insoslayable lectura sobre el fundador
del Partido Socialista y sobre las luchas,
CÚNEO, Dardo (Buenos Aires, 14/02/­ esperanzas, triunfos y derrotas del movi-
1914). Escritor, periodista e historiador de miento proletario argentino. El socialismo

• 362 •
CÚNEO C
ético de Charles Péguy se ocupa del cató- editorial que ha quedado como referen-
lico francés, amigo de Jean Jaurès, que cia de ese período y que llevó como título
abrió en Francia la vía para un socialis- “Ni bombas, ni incendios”, en referencia
mo cristiano. Comportamiento y crisis de también al trágico incendio de la Casa del
la clase empresaria, Esquemas americanos, Pueblo del Partido Socialista y de otros
Sarmiento y Unamuno y El militante son partidos opositores e instituciones como el
algunos de los ensayos que integran los edificio del Jockey Club.
numerosos tomos se su obra. También se Escribió en la revista Qué, órgano del
ocupó de la labor del fundador del Parti- desarrollismo argentino, en sus diversas
do Demócrata Progresista, el senador Li- etapas junto a Baltasar Jaramillo, Narciso
sandro de La Torre, y del socialista Mario Machiarandarena, Faustino Jorge y Rogelio
Bravo –uno de sus maestros–, al punto de Frigerio. En 1946, este popular semanario
publicar en su periódico Acción Socialista vendía 100.000 ejemplares y junto a Cú-
el testamento político del senador y poeta neo escribían periodistas e intelectuales de
tucumano. En otro orden, se encargó de la talla de Vicente Fatone, Ernesto Sabato,
estudiar la figura del famoso payaso Frank Jacobo Timerman, Raúl Scalabrini Ortiz y
Brown. Además fue un prolífico poe- Julio Payró. La revista fue clausurada por
ta, entre otros publicó: Sonetos con Dios, el gobierno peronista y reapareció en 1957
Cancionero de frontera y anticipación y en para apoyar la campaña de Arturo Frondizi.
1958, El fusilado. Esa última obra, ilustra- También escribió en la década de 1940 y co-
da por el pintor Luis Felipe Noé, aludía mienzos de 1950 en Liberalis, dirigida por
a los fusilamientos de civiles y militares Justo Prieto, en donde también colaboraba
peronistas entre los cuales se encontraban su amigo y compañero Marcos Merchensky.
el general Juan José Valle y los hombres Liberalis era una publicación impulsada por
masacrados en los basurales de José León el Gran Oriente Federal Argentino, de la
Suárez cuya denuncia realizó Rodolfo masonería progresista argentina.
Walsh en Operación Masacre. Durante el gobierno de Frondizi fue
Luchador consecuente, heterodoxo y designado embajador ante la OEA, re-
tenaz, consejero de los jóvenes a quienes corrió América Latina y visitó en varias
se ofrecía como maestro, se enfrentó al oportunidades Venezuela, donde forjó una
Comité Ejecutivo del Partido Socialista íntima amistad con el presidente Rómulo
y al profesor Américo Ghioldi, pues no Betancourt y con Juan Liszcano. Impulsó
acordaba con el perfil cada vez más anti- la Ley del Libro en 1972. En 1975, ame-
peronista que la cúpula del partido estaba nazado por la Triple A, organización para-
adquiriendo, hasta que rompió definitiva- militar que operó durante el gobierno de
mente con éste en 1952. En cambio, co- María Estela Martínez de Perón, tuvo que
incidió en ideas con el eminente socialista exiliarse en Venezuela. Regresó al país en
Julio V. González. Fue fundador del perió- 1979. En 1985 ganó el Gran Premio de
dico Acción Socialista. El mismo día que Honor de la SADE y en 1999 obtuvo el
los grupos antiperonistas bombardearon premio del FNA.
Plaza de Mayo en junio de 1955, causando Cúneo enfrentó las falsas antinomias,
innumerables víctimas, Cúneo publicó un testimoniando en sus escritos sobre los

• 363 •
C CUZZANI

encuentros y desencuentros de los argen- blico de entonces era esencialmente bur-


tinos. Por ese espíritu crítico fue muchas gués, acercó sus personajes a los históricos
veces anatematizado por los sectarios de para transgredirlos y así cuestionar las su-
todos los dogmatismos y será, justamente, puestas verdades históricas. Una situación
recordado. similar sucedió con la obra de Bertolt
F.P. Brecht, pues los textos de Cuzzani repi-
ten algunos de sus procedimientos para
CUZZANI, Agustín (1924 - Los Cocos refuncionalizarlos. Como consecuencia
[Córdoba], 1987). Narrador, dramaturgo del acercamiento a estas tendencias con-
y guionista de radio, cine y televisión, temporáneas, el teatro independiente en-
inició su carrera literaria con el volumen contró en el peronismo a su adversario, ya
de cuentos Mundos absurdos (1941). Tres que éste tomaba como base el viejo teatro
años después se recibió de abogado e in- español y el teatro nacional popular.
mediatamente comenzó a inmiscuirse en La integración de Cuzzani al teatro
el ámbito teatral, para no sólo escribir independiente se realiza a través de la
sino, además, dictar cursos y realizar es- farsátira. Cuzzani acuña el término para
tudios de dramaturgia. Su primera obra cuatro de sus obras: Una libra de carne
fue la tragedia Dalilah (1945), que le per- (1953); El centroforward murió al ama-
mitió vincularse con los actores y autores necer (1955); Los indios estaban cabreros
de los grupos de teatro independiente de (1958); y Sempronio, el peluquero y los
Buenos Aires. Es así como se convirtió hombrecitos (1962). La originalidad de las
en uno de los fundadores de los grupos farsátiras radica en la combinación de ele-
Teatro Fray Mocho, Los Independientes mentos de ambos subgéneros: de la sátira
y La Máscara. toma su parte crítica, de denuncia social
Como parte del Teatro Independien- y, en este punto, se establece una situa-
te Argentino, concibe el teatro como un ción didáctica, ya que el público concurre
espectáculo, “una fiesta teatral para gente al teatro para aprender. Simultáneamente,
libre y democrática”, como afirman Ale- se apodera de los recursos propios de las
jandra Boero y Pedro Asquini, creadores situaciones cómicas que promueve la far-
de la puesta de Los indios estaban cabre- sa. El humor es uno de sus procedimientos
ros. Según esta concepción, las obras no centrales. Entre las farsátiras se destacan
solamente son escritas para ser represen- las dos obras centrales del ciclo. El cen-
tadas, sino que el autor produce un espec- troforward murió al amanecer retoma dos
táculo teatral para ser llevado a cabo en elementos perdurables desde los inicios
un escenario, concebido para un público del género: el héroe y el coro, que permi-
determinado. En este aspecto, la idea del ten reconocer la apropiación de compo-
tiempo presente resulta fundamental en nentes teatrales preexistentes, adaptados
las representaciones. Como sucede con a su tiempo y espacio. Los indios estaban
otros dramaturgos argentinos vinculados cabreros es el relato del descubrimiento de
al teatro independiente, la obra de Cuz- América al revés, cuando los indios arri-
zani se aproxima al realismo socialista; sin ban a España y son animalizados. Repre-
embargo, si se tiene en cuenta que el pú- senta una tentativa de rectificar la historia

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CUZZANI C
oficial a partir de la comicidad. La sátira
implica una crítica a la corrupción de los
gobernantes (cuyo representante, aunque
nunca se nombre, se identifica con Juan
Domingo Perón), pero también resulta
una transformación para el progreso.
Con el mismo espíritu innovador es-
cribió sus obras posteriores, que comple-
jizaron otros subgéneros del teatro. En
1965 apareció El leñador, “espectáculo
danzatírico en siete golpes de hacha y un
interballet”; le siguió Agamenón y las ubres
(designada trajodia). En 1965 estrenó el
drama Para que se cumplan las escrituras.
En 1981 dio a conocer El mundo está mes-
higüe (sainete judío). En 1983 aparecieron
Pitágoras go home y Disparen sobre el zorro
gris. Al año siguiente presentó un espectá-
culo (Cuzzani el breve) en el que incluyó
tres piezas cortas: Deliciosa, “génesis en
un acto”, Complejísima, “barbaridad en
un acto” y Espantosa, “ninfa en un acto”.
En 1985 pone en escena Lo cortés no quita
lo caliente. Del mismo año es Historia de
un zurdo contrariado, escrita para Les Lu-
thiers. Realizó las adaptaciones del musi-
cal Hair de Ragni y Rada y de Marat-Sade
de Peter Weiss. Como narrador, además
del volumen de cuentos, publicó las nove-
las Lluvia para Yosia (1950) y Las puertas
del verano (1956). Falleció en Los Cocos,
Córdoba, en 1987. Al año siguiente se
publicó su Teatro completo (Almagesto).
N.G. y M.F.P.
+ Dragún, Osvaldo.

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D

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D’ANNA D

D’ANNA, Eduardo (Rosario, 1948). Poe- Dabini, Attilio (Vergiate [Varese, Ita-
ta, dramaturgo y abogado. Dirigió la revista lia], 1902 - 1981). Escritor y crítico ita-
literaria Parábolas (1965-1966) y organizó liano. Entre 1907 y 1924 vivió en la Ar-
la publicación de el lagrimal trifurca [sic] gentina, donde se radicó definitivamente
(1968-1976) junto con Elvio Gandolfo y a partir de 1947, después de participar en
Sammy Wolpin, a quienes se sumaron Hugo la Resistenza, durante la ocupación alema-
Diz y Sergio Kern. Sus libros de poesía ini- na en Italia, como miembro de Gruppi di
cian con Muy, muy que digamos (Ensayo Azione Patriottica (GAP) en Verona. Entre
Cultural, 1967) y continúan con los que se estos dos espacios, Dabini se convirtió en
difundieron bajo el sello de el lagrimal tri- una figura de cruce: se dedicó a la difusión
furca [sic]: Aventuras con usted (1975); Car- de la literatura italiana en la Argentina y, a
ne de la flaca (1978); A la intemperie (1982) la vez, de la literatura en lengua española
y Los rollos del mar vivo (1986). En la década –no sólo argentina– en Italia. Allí tradujo
de 1990 sus libros aparecieron en Rosario, y difundió las obras de Azorín, Unamuno,
en Ediciones del Hibiscus; allí figuran La Mariano Azuela, Horacio Quiroga, Mi-
máquina del tiempo (1992) y Obra siguien- guel Ángel Asturias, Eduardo Mallea y, en
te (1999). Como dramaturgo es autor de la Argentina, hizo lo mismo con Pavese,
Morante, un espejo para la revolución (1984) Calvino, Pratolini, Vittorini, Bompiani y
y en el orden de la crítica produjo en tres Moravia; muchas de cuyas obras tradujo
tomos La literatura de Rosario (Fundación para la editorial Losada en Buenos Aires.
Ross, 1990-1991). Es traductor de W.B. Paralelamente, desde la revista Sur, Dabini
Yeats y de Manuel Bandeira. Asimismo, desarrolló una tarea más amplia y orgánica
ha integrado numerosas antologías locales de traducción y difusión de la nueva litera-
organizadas por Juan Carlos Martini Real, tura italiana junto a Enrique Pezzoni.
Raúl Gustavo Aguirre y Eduardo Romano. De ambos lados del océano publicó
M.C. crítica y ensayos sobre literatura argentina

• 369 •
D DABINI

e italiana. Por ejemplo, durante la década da, 1956). Hay una primera serie de relatos
de 1940, Dabini publicaba simultánea- donde los personajes son inmigrantes que
mente en La fiera letteraria, revista que di- se abren camino o inmigrantes de regreso.
fundía la nueva literatura de la posguerra Incluso –como en “La inauguración”– lo
–es decir que se dedicó a la difusión de la que se narra es la historia del arraigo como
renovación literaria también hacia adentro versión a escala de la historia de la forma-
de las fronteras nacionales–, en La Nación ción un país. Dabini revisita el recurrente
–donde escribía alternativamente crítica y tema del campo y la ciudad. El campo es
literatura– y en la inevitable Nosotros. ahora la tierra de los inmigrantes que con-
Por otro lado, en Argentina publicó dos struyen nuevos pueblos y ya no el lugar
libros sobre teatro italiano: Teatro italiano de la barbarie ni del prado ameno, sino el
del siglo XX (Losange, 1958) y, como do- único espacio posible para el progreso. Es
cente de la Universidad Nacional del Sur decir, progreso del inmigrante que encuen-
–donde trabajó desde 1958–, Notas sobre tra un lugar y progreso de un territorio que
la “commedia dell’arte” (Bahía Blanca, Cua- encuentra quien lo habite. La serie se inter-
dernos del Sur, 1967). En el primer trabajo rumpe con “Un viaje en sidecar”, donde una
intenta desarrollar una historia que sea más primera persona, previsiblemente autobio-
que un catálogo de nombres, a la vez que gráfica, hace un relato o una descripción de
intenta dar cuenta del teatro de forma in- la Verona de posguerra. A partir de allí se
tegral, como espectáculo y no sólo como abre la segunda zona del libro, donde los
texto. Sin embargo, al asociar la cronología relatos dan cuenta de la experiencia de la
con algunas figuras centrales, el papel de Resistencia. El último de los relatos –que da
directores, intérpretes y compañías queda nombre al volumen– fue publicado poste-
relegado a un capítulo aparte. El segundo riormente en Assalto al carcere. La storia e il
trabajo, en cambio, viene a suplir dicha racconto della liberazione di Roveda dal car-
carencia. Allí, por la naturaleza misma cere degli Scalzi di Verona (Verona, Cierre,
del objeto, todo es análisis del espectácu- 1995), junto con un ensayo de Berto Perotti
lo: incluso las transcripciones de escenas sobre la liberación del sindicalista Giovanni
y diálogos son acompañadas de extensos Roveda, aludida en el cuento.
parágrafos que reponen todo lo que el tex- Si Dos muertos reunía esas dos zonas
to deja afuera pero que es central para la dispares, ambas reaparecen separadas en
comprensión del género. otros dos textos. Por un lado, la inmigra-
Si como difusor de las literaturas ita- ción en los relatos de Una cierta distancia
liana y argentina Dabini es una figura de (Losada, 1958; trad. it.: Una certa di-
cruce, también lo es como narrador. Toda stanza, Milano, Mondadori, 1944). Las
su producción literaria, que se ha clasifica- opciones aquí son más variadas: se puede
do como precursora del neorrealismo, gira estar desarraigado dentro del propio país,
en torno o de la experiencia de la guerra y vagando entre ciudades, o se puede volver
la Resistencia, o del exilio, el desarraigo y para descubrir que es imposible hacerlo re-
de los nuevos arraigos. Las dos zonas son almente. Incluso, el desarraigo está mucho
claramente reconocibles en el volumen de más presente en estos personajes que en los
cuentos Dos muertos en un automóvil (Losa- inmigrantes, a los que Dabini asocia con

• 370 •
DABOVE D
la posibilidad de crear una “familia uni- y sensibilidad para la música; que trabaja-
versal” que permitiría entender a la huma- ba como empleado en el Hipódromo de
nidad como un todo sin enfrentamientos Palermo. Sus actividades literarias fueron
entre naciones. Por otro lado, en El toro más visibles: junto con su hermano Julio
de Tusco (Losada, 1958; trad. it.: Il toro di César, desde la década de 1920, parti-
Tusco, Firenze, Vallecchi, 1974) se vuelve cipó del círculo literario de Macedonio
sobre la problemática de la guerra, aunque Fernández, que algunas veces se reunía en
no ya sobre la Resistencia. Su tema es la el bar La Perla de Once y otras en la propia
falta de compromiso, aunque también la casa de los Dabove en Morón, para discu-
imposibilidad de permanecer al margen de tir sobre literatura, estética y filosofía. A
los hechos. El protagonista de esta novela través de Macedonio conoció a otros escri-
vive evadido de los acontecimientos de su tores, como Jorge Luis Borges, Leopoldo
tiempo, aunque éstos van a su encuentro Marechal y Raúl Scalabrini Ortiz.
una y otra vez; esto es, se trata del relato En las décadas de 1930 y 1940 algunos
de evasión en el que la realidad se perfila cuentos de Dabove aparecieron esporádi-
como un emergente ocasional pero inevi- camente en revistas como Multicolor (su-
table. De la misma manera en que en el plemento literario de Crítica), Papeles de
intento de llevar una vida de cierto lujo, Buenos Aires y Anales de Buenos Aires. Nue-
el protagonista debe enfrentarse al racio- ve años después de su muerte, sus cuentos
namiento, cuando intenta obtener dinero publicados e inéditos, junto con algunos
extra trabajando como traductor de la pro- poemas y escritos breves, fueron reunidos
paganda fascista, debe enfrentarse primero en un único volumen, editado en 1961
a la realidad, y después al recuerdo de un por Alcántara con un prólogo de Borges.
judío que trabaja de eso mismo hasta que El nombre del volumen es La muerte y su
es llevado a un campo de concentración. La traje e incluye el que probablemente sea
responsabilidad que el protagonista siente el más famoso de sus cuentos, “Ser pol-
frente a esa historia es lo que permite ligar vo”, que también había sido seleccionado
a Dabini con el existencialismo. por Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina
Además de los textos mencionados, pu- Ocampo para la Antología de la literatura
blicó un volumen de relatos en el que vuel- fantástica (Sudamericana, 1940). El hecho
ve sobre los mismos temas: Taffari (Plati- de que Dabove casi no haya publicado en
na, 1966; trad. it.: Milano, Il Formichiere, vida le proporcionó fama de autor “alter-
1977). nativo” dentro de la literatura argentina
M.A. (bajo esa denominación figura, por ejem-
+ Pezzoni, Enrique. plo, en Once relatos argentinos del siglo XX,
antología compilada por Héctor Libertella
Dabove, Santiago (Morón [Buenos para editorial Perfil en 1997), a pesar del
Aires], 1889 - 1952). Pocos datos han carácter objetivamente tradicional y poco
trascendido acerca de su vida: que vivió rupturista de sus narraciones.
siempre en Morón, donde se habían criado Los cuentos de La muerte y su traje son
también sus padres y abuelos; que nunca de extensión y elaboración variable y perte-
se casó; que tocaba el violín y tenía talento necen mayoritariamente al género fantás-

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D dal masetto

tico tradicional, que permite siempre una parte de los personajes pertenecen a una
explicación racional de los acontecimien- aristocracia desocupada y las mujeres son
tos (“ficciones razonadas”, las llama Bor- meras figuras decorativas o musas román-
ges en el prólogo). Dabove muestra una ticas. Asimismo, a pesar de las indicacio-
influencia no disimulada de los grandes nes geográficas explícitas, que suelen ubi-
autores de la literatura fantástica del siglo car las historias en algún país americano,
XIX, como Guy de Maupassant y, sobre los escenarios son irreconocibles y podrían
todo, Edgar Allan Poe. Así, por ejemplo, estar localizados en cualquier continente.
“El experimento de Varinsky” constituye Excepciones interesantes a estos ambien-
un homenaje explícito a “El caso del se- tes despojados de indicios históricos o
ñor Valdemar”, mientras que “La muerte marcas locales son “El espantapájaros y la
y las máscaras” remeda ya en su nombre melodía”, uno de los cuentos más origi-
(pero también en el ambiente y en el mo- nales de la colección, que agrega diversos
tivo narrativo de la fiesta que termina en condimentos costumbristas a la narración
catástrofe) “La máscara de la muerte roja”. fantástica, y el breve “Tren”, estructurado
No obstante, algunos cuentos de La muerte narrativamente sobre las estaciones de la
y su traje se acercan más a lo extraño, lo línea Sarmiento, en el que se recuperan
maravilloso e incluso a la ciencia ficción, elementos familiares a la burguesía bo-
como “Finis”, que incluye un hipotético naerense.
relato del fin del mundo. L.M.K.
Como anticipa el título de la colección, + Bioy Casares, Adolfo; Borges,
los cuentos giran en forma obsesiva alre- Jorge Luis; Fernández, Macedonio.
dedor de la enfermedad, la decadencia y,
sobre todo, la muerte que, según quienes DAL MASETTO, Antonio (Intra [Ita­
lo frecuentaron, eran también los temas lia], 1938). Reconocido narrador, pertene-
de meditación y conversación predilectos ciente a la “generación mufada”, definición
de Dabove. Entre los recursos narrativos que Horacio Salas dio a la camada de es-
recurrentes, ligados al relato fantástico de- critores que, a partir de la década del 60,
cimonónico, se cuentan el empleo de un declaman y materializan una ruptura con
narrador poco confiable por alguna clase las convenciones que rigen la producción
de debilidad física o mental y las descrip- literaria de los años cuarenta y cincuenta
ciones de ambientes lúgubres, extraños u en Argentina.
opresivos. Frecuentemente, el narrador, o Dal Masetto emigró con su familia a
algún personaje secundario, incurre en di- la Argentina en 1950, como consecuen-
gresiones filosóficas o científicas; en menos cia de los desastres de la Segunda Guerra
ocasiones, se trasluce una veta humorística Mundial y se radicó en Salto, provincia
o irónica en el tratamiento de lo macabro, de Buenos Aires. La experiencia del inmi-
como en “Monsieur Trépassé”. grante define su obra a la vez que le im-
Tal vez por la influencia del fantástico prime un tono entre autobiográfico e in-
decimonónico, la sociedad que se describe timista, personal y reconocible. Su cuento
en los cuentos de Dabove resulta ligera- “El padre” es una conmovedora evocación
mente anacrónica. Por ejemplo, la mayor de su progenitor, hombre endurecido por

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DAL MASETTO D
la experiencia de la migración y de la frus- vísperas del partido final del Mundial de
tración de sus expectativas. fútbol 78, Argentina - Holanda.
Entre el allá y el acá, la obra de Antonio Dal Masetto ha tallado trabajosamente
Dal Masetto se instala sólida y austera en la el material de su escritura. Su acercamien-
endeble sentimentalidad del entremedio. to al español fue autodidacta, a fuerza de
El desarraigo como experiencia desestabili- lecturas azarosas y una voluntad considera-
zante es retomado como tópico en novelas ble: desde las revistas de la carnicería de su
como Oscuramente fuerte es la vida (1990; padre –entre ellas, el semanario Leoplán–
Primer Premio Municipal) y La tierra in- hasta la literatura a mano en una biblioteca
comparable (1994; Premio Planeta Biblio- incierta, el aprendizaje de la lengua como
teca del Sur). La primera de ellas es una conjuro de la traumática experiencia trans-
reconciliación con su condición de inmi- culturadora sigue definiendo su relación
grante, preocupado por no ser tildado de íntima con la escritura: “Sufrí mucho con
tal. El relato de sus memorias encuentra en el traslado. Me sentía un marciano en el
el personaje de Ágata –su madre, su perso- mundo. Como todo adolescente, pensaba
naje, su narradora real, la voz de su novela– que mi sufrimiento era único y que nadie
el vehículo para narrar la experiencia de la me entendería. Un día encontré un libro,
distancia y ficcionalizar la evocación. no recuerdo el autor, cuyo protagonista era
En La tierra incomparable, el retorno al un adolescente al que le pasaba lo mismo
pueblo es el motivo central del relato: Ága- que a mí. Descubrí que no estaba tan solo
ta vuelve a su lugar de nacimiento después en un pueblo perdido de la pampa. Para
de cuarenta años. La imbricación del retor- eso me sirvió la lectura”.
no del autor a su pueblo natal se resuelve En Buenos Aires, ciudad a la que arri-
literariamente en la voz de su madre, que bó con 18 años, el mundo del trabajo ta-
una vez leída la novela evaluó: “Sí, está lló el temple del escritor que sería después
bien”. de veinte años: allí ejerció como albañil,
La literatura como el espacio de reso- pintor, heladero creador de cucuruchos
lución de la experiencia personal es una que parecían flores, vendedor ambulante
característica de la narrativa de Dal Ma- de artículos del hogar, empleado público
setto en la que prima el discurso íntimo y periodista. La experiencia del trabajo y
materializado en un realismo prolijo que la voluntad como valor atraviesan su obra
da cuenta de cierta crueldad inherente al como sino y proyecto: la adquisición de la
mundo representado. Lejos del testimonio lengua y de una nacionalidad sumadas a
y del hermetismo de algunos escritores co- su condición de trabajador incansable re-
etáneos, este autor logra un equilibrio sutil velan una prosa “cortada con el hacha” –en
entre la búsqueda estética y el compromi- palabras del poeta Roberto Santoro–, con
so político. Su novela Hay unos tipos abajo una impronta militante que revela maes-
(1998) es prueba de ello: cuidadosamente tría narrativa a través de un realismo sobrio
documentada, la novela –que en 1985 fue y dúctil.
guión de la película homónima dirigida Inscripto por la crítica en la generación
por Emilio Alfaro y Rafael Filippelli– na- de escritores argentinos de la década del
rra la paranoia de un joven periodista en 60, Dal Masetto comparte con sus colegas

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D DÁMASO MARTÍNEZ

Abelardo Castillo, Miguel Briante y Jorge Entre sus obras se cuentan: Reventando
Di Paola la experiencia de la partida del corbatas (1988) y Amores (1991; con ilus-
pueblo en pos de la conquista de la ciudad, traciones de Luis Pollini), ambos libros de
que es vivida como la condición del ingre- cuentos. Gente del bajo, publicado en 1995,
so al campo cultural. De los vínculos con también reúne relatos breves. Después
sus colegas, la relación con Osvaldo Soriano de la novela Demasiado cerca desaparece
fue uno de las más entrañables. Dice Dal (1997), publicó en Editorial Sudamericana
Masetto: “Mi amistad con Osvaldo era muy El padre y otras historias (2002), Crónicas
fuerte. Charlábamos horas por teléfono y argentinas (2003) y Tres genias en la mag-
nos encontrábamos a cenar cada tanto. Él nolia (2005). Afirmado como uno de los
era un personaje muy ávido por conocer co- narradores más templados y consistentes
sas. Cualquier excusa disparaba un tema que de su generación, su narrativa conjuga la
iba encadenando una asociación con otro”. profundidad de los planteos humanos con
El 22 de abril de 1999 se estrena Soriano, la vertiginosa dinámica de sus ficciones. Su
el documental de Eduardo Montes-Bradley obra fue traducida al francés, al italiano y
sobre el escritor, en el que Antonio Dal Ma- al alemán. Fue asiduo colaborador del dia-
setto participa como entrevistado. rio Página/12 durante muchos años.
De 1964 es su primer libro de cuentos, V.L.
Lacre, que lo hizo merecedor de una men- + Soriano, Osvaldo.
ción del Premio Casa de las Américas (La
Habana). Su novela inaugural fue Siete de DÁMASO MARTÍNEZ, Carlos
oro (1963; con edición definitiva en 1991), (Córdoba, 1944). Narrador y ensayista na-
en la cual puede leerse lo que sería el estilo cido en Córdoba, donde estuvo radicado
particular de su prosa narrativa: un realis- hasta 1973, momento en que se trasladó
mo duro y económico en el que se inscri- a Buenos Aires. Se graduó de la carrera de
be una profunda huella generacional. Dos Letras.
veces ganó el segundo Premio Municipal Es autor de las novelas: Hay cenizas en el
por su novela Fuego a discreción (1983) y su viento (CEAL, 1982; reeditada en Córdo-
libro de cuentos Ni perros ni gatos (1987). ba, Alción, 1997); El informante (Losada,
En 1992 se publica su novela Siempre es 1998); y Serial (Córdoba, Ediciones del
difícil volver a casa, un hito en el contexto Copista, 2006); además de los relatos de
de su obra. Se trata de una narración de Hasta que todo arda (Puntosur, 1989; ree-
sólido planteo y eficaz resolución en la cual ditado en Córdoba, Ediciones del Copista,
los cuatro protagonistas desesperados que 2008); La frontera más secreta (Paradiso,
deciden atacar un banco de pueblo quedan 1993); La creciente (Rosario, Beatriz Vi-
atrapados en el fracaso de su plan. El azar y terbo, 1997); y El amor cambia (Córdoba,
Bosque –pueblo que retomará en su nove- Alción, 2001). Reunió sus ensayos críticos
la homónima publicada en 2001– impon- en: La seducción del relato (Córdoba, Al-
drán su lógica implacable y reducirán a los ción, 2002) y unos años después recopiló
hombres a su cruel arbitrio. Siempre es difí- sus reportajes en El arte de la conversación.
cil volver a casa fue llevada al cine por Jorge Diálogo con escritores latinoamericanos
Polaco en 1992 y traducida al francés. (Córdoba, Alción, 2007), donde entrevista

• 374 •
DÁMASO MARTÍNEZ D
a Adolfo Bioy Casares, Augusto Roa Bas- bras dichas al viento, irrecuperables. Los
tos, Héctor Tizón, Enrique Molina, Juan cuentos de Hasta que todo arda son relatos
José Saer, Noé Jitrik, Armonía Sommers, de un realismo seco e íntimo, como si se
Juan Carlos Onetti, Andrés Rivera, Hora- aferraran a una profundidad notoria pero
cio Salas, Jean Franco, Ricardo Piglia, Ro- poco visible, depurada del tono fantástico.
salba Campra, Jorge Lafforgue, Gonzalo Si hay fantasía en el libro, es sexual y mór-
Celorio y David Viñas. bida, ubicada sobre el cuerpo de las femmes
La preferencia de Dámaso Martínez por fatales, criaturas de dudosa inocencia que
el género cuento responde a su concepción circulan casi en silencio”.3
de que el mismo ha producido una renova- En el cuento que da título a la colección
ción en la literatura latinoamericana, pese La creciente, un pueblo asiste azorado a la
al “desinterés de las grandes editoriales por aparición de una enorme yegua muerta,
el género”.1 Su inclinación particular por el varada en un recodo del río. Un turista se
género policial responde a su concepción prestará a descifrar tal fenómeno, al tiempo
de que “contar una historia es convocar que sus conjeturas y experiencias se super-
al lector a desatar su vehemencia por des- ponen con las informaciones que circulan
cubrir lo secreto y lo misterioso. Me en- en los medios.
canta trabajar sobre lo enigmático de una Durante veinte años, Dámaso Martínez
historia, desarrollar sus expectativas de un fue asesor editorial de la revista Espacios,
modo conjetural, dando señales, indicios publicada por la Facultad de Filosofía y
para establecer una significación, tratando Letras de la UBA. Prologó la compilación
de que el relato valga por sí mismo y que de Gastón Gallo Arte y lenguaje del cine
pueda dejar en el mundo del lector ciertos (Losada, 1997) que reunió textos cinema-
filamentos, zonas luminosas que se vuel- tográficos de Horacio Quiroga, uno de los
van recordables en su memoria como le intereses de Dámaso Martínez, quien le de-
sucede con algunos hechos o instancias de dicó un artículo en el volumen VII de la
su propia vida”.2 Historia social de la literatura argentina diri-
Ezequiel Acuña, reseñando la reedi- gida por David Viñas (Contrapunto, 1989;
ción de Hasta que todo arda, sostiene que reeditado por Paradiso en 2006), además
“Carlos Dámaso Martínez escribe con las de prologar sus Cuentos completos (Seix Ba-
estrategias del relato policial, como si todo rral, 1997). También se desempeñó como
fuera intriga alrededor de las historias, prologuista de La cautiva y El Matadero de
aunque en la mayoría de estos cuentos no Esteban Echeverría (Losada, 1995).
haya asesinato ni crimen por develar. […] Fue guionista de El ausente (1987, es-
Las historias quedan suspendidas en el trenada en 1996) junto con Rafael Filipelli
misterio, en la ansiedad que producen las –quien dirigió la película–, a partir de un
pistas cuando no pueden ser unidas. Sólo relato de Antonio Marimón que detrás del
hay partes conocidas de la historia y otras personaje de Raúl Salas cuenta hechos rela-
que permanecerán en la oscuridad, pala- tivos a la actividad del sindicalista cordobés
René Salamanca, desaparecido en 1976.
1.  Damiani, M., reportaje a Carlos Dámaso
Martínez, revista Ñ, Clarín, 02/11/2002. 3.  Acuña, E., en suplemento “Radar Libros”,
2.  Íbid. Página /12, 12/10/2008.

• 375 •
D DAMIANI

Como periodista cultural colaboró en lingüística, el abordaje y cruce de géneros


los medios porteños Clarín, La Razón, La diversos, la reformulación de constructos
Opinión y Tiempo Argentino. culturales de sexo y género, la deconstruc-
M.C. ción de las imágenes de lo nacional.
Copi nació en Buenos Aires en una fa-
Damiani, Marcelo (Córdoba, 1969). milia fuertemente ligada a la vida política
Vive en Buenos Aires desde 1981. Escritor, e intelectual rioplatense. Su abuelo fue el
periodista y docente universitario, es egre- fundador y director del diario Crítica, Na-
sado de la Facultad de Filosofía y Letras de talio Botana; su padre fue un activo políti-
la UBA y del Bath Spa University College co de la UCR, cuya actividad pública más
de Inglaterra. Ha colaborado en los dia- notoria fue la denuncia de la infiltración
rios Clarín, Página/12, El metropolitano de nazi y, luego, la violenta oposición al pero-
Chile y El país de Montevideo, y en las re- nismo; su abuela fue la conocida y polémi-
vistas Espacios (UBA), Yagrumal de Puerto ca militante anarquista Salvadora Medina
Rico y Lateral de Barcelona. Onrubia. En la obra de Copi dichas cir-
Ha publicado tres novelas en las que se cunstancias biográficas tienen una fuerte
observa un fino trabajo de experimenta- presencia. Su infancia y juventud transcu-
ción formal que cuestiona los límites del rre entre Argentina, Uruguay y Francia, a
género: Adiós, pequeña (Paradiso, 1995); consecuencia de la actividad política de su
El sentido de la vida (Adriana Hidalgo, padre. Después de la caída de Perón, vuel-
2001); y El oficio de sobrevivir (Adriana ve con su familia a Buenos Aires, donde
Hidalgo, 2005). Ha publicado también inicia su actividad artística. Parte hacia
el libro de poemas Pasajeros (Córdoba, Francia en 1962, donde se radicaría defi-
Alción, 2003) en los que se destaca fun- nitivamente y desarrollaría la mayor parte
damentalmente el trabajo detallado en las de su producción, hasta que su muerte,
percepciones del yo lírico. Ha obtenido el víctima del sida.
Premio del Régimen de Fomento a la Pro- La producción dramática de Copi se
ducción Literaria del FNA por El sentido inicia en Buenos Aires con la presentación
de la vida (1998), novela finalista, ade- de Un ángel para la señora Lisca, obra que
más, del Premio Clarín (1998). Luego de no vuelve a presentar ni a editar. Su acti-
la publicación de este libro, Damiani fue vidad vuelve a comenzar en París con per-
elegido Revelación del Año por el diario formances breves que tienen un escaso so-
Página/12 (2001). porte textual y funcionan en el marco de
F.N. las experimentaciones del grupo de teatro
Pánico. En 1968 se representa La journée
damonte botana, Raúl Nata­ d’ une reveuse, que es editada, como casi
lio (Copi) (Buenos Aires, 1939 - París, toda su obra subsiguiente, por Christian
1987). Dramaturgo, narrador, artista grá- Bourgois. El absurdo, los rasgos surrealis-
fico y actor. La figura de Copi es la de un tas, el tipo de humor, la localización y el
artista cuya identidad estética e ideológi- lenguaje franceses de esta obra lo relacio-
ca se define por la subversión permanente nan estrictamente con la tradición van-
del verosímil realista, la experimentación guardista de Francia. En su producción

• 376 •
DAMONTE BOTANA D
siguiente desarrollará una obra más per- de lugares de sexo-género tradicionales.
sonal que definiría su perfil artístico: jue- Muchos dramas de Copi remiten a una
gos de transformación sexual, travestismo escena sólo francesa. También en relación
en la actuación, parodia de íconos funda- con lo francés Copi atiende a grupos mar-
mentales de la cultura argentina, humor ginales de la sociedad: inmigrantes árabes,
transgresor, violencia sobre los cuerpos. asiáticos y sudamericanos; o figuras locales
Así, Eva Perón presenta a una Eva supues- heterodoxas en términos de género o clase.
tamente agonizante, una especie de diva En otras obras elige localizaciones entre lo
desquiciada y maligna cuyo cáncer es una exótico y lo transnacional, como Siberia,
impostación para escapar de la mirada el imperio incaico o el espacio exterior. Su
pública y huir secretamente a Europa con última obra, Une visite inopportune, es otro
su fortuna. Su representación en París, en hito en que convergen temas de Copi con
1969, con un actor travestido en el papel la dramatización de su propia enfermedad:
de Eva, generó la violenta reacción de un la obra muestra la agonía en un hospital
grupo peronista de derecha que atentó de París de un dramaturgo francés víctima
contra el teatro y la compañía. Este hecho del sida. Utiliza un tono de comedia negra,
profundizaría la separación entre Copi y que oscila entre el humor más macabro y
su país de origen, lo que no significaría el de comedia de boulevard, recurre al tó-
el abandono de la temática “argentina” pico del teatro dentro del teatro (también
en su producción, que puede apreciarse presente en otras obras como La nuit de
en particular en La sombra de Wenceslao y Madame Luciente), y desarrolla en particu-
Cachafaz. Esta última constituye la obra lar los procesos de modificación y degrada-
en que el tratamiento de los tópicos na- ción de los cuerpos.
cionales se muestra más cohesivo: en un La obra narrativa de Copi oscila entre
conventillo de Montevideo, el compadri- las tradiciones y las lenguas francesas y rio-
to llamado Cachafaz vive con el travesti platenses. Escribe una fábula moderna de
la Raulito; ambos organizan un matadero tono rabelaisiano en La cité de rats, agrupa
clandestino alimentado con los cuerpos relatos breves en Une langouste pour deux y
de policías asesinados; la obra tiene un Virginia Woolf a encore frappé, escribe una
final trágico, con la pareja fusilada. Pre- novela corta, L’ uruguayen, una fantasía
senta allí un collage abigarrado y al mismo ubicada en un Montevideo que se hamaca
tiempo dramáticamente fluido de tópicos entre lo surreal y lo apocalíptico. Su novela
rioplatenses: el matadero, el anarquismo Le bal des folles constituye la que en general
de principios de siglo, registros lingüís- es considerada su obra más representativa.
ticos, figuras y géneros locales de distin- Presenta la historia de amor de un escri-
tas épocas, una visión de lo nacional en tor francés con un joven italiano que va
términos de pesadilla, una fantasía social viviendo un proceso de mutación sexual.
más cerca de los fenómenos populares de Una historia de amor que se articula entre
principio de siglo que de los que surgen crímenes, catástrofes naturales, mutilacio-
con el peronismo y con los movimientos nes y que, a pesar de los quiebres tempo-
de izquierda posteriores, un humor per- rales y elementos oníricos que dramatiza,
manente y macabro, una deconstrucción exhibe una trama fuertemente cohesiva y

• 377 •
D DAMONTE BOTANA

en última instancia consigue articularse ses, y oscila entre el francés y español, la


como una historia de amor de bordes trá- producción gráfica de Copi es la que más
gicos, siempre suavizados por el humor. estrictamente ligada está a tópicos, intere-
En La guerre des pédés juega con tópicos de ses y lectores no argentinos.
ciencia ficción y su personaje central es un Durante su vida, la recepción que tuvo
brasileño hermafrodita en el contexto de fue la del público alternativo francés; hizo
una invasión amazónica a París. Las formas también giras por Italia, Estados Unidos y
de exotización del Otro cultural, las fan- España. Su resonancia en Argentina, du-
tasías sexuales de los europeos en su mira- rante su vida, fue escasa, o marcada por
da hacia el resto del mundo atraviesan esta el rechazo y el escándalo. En la década de
novela en un tono lúdico que concluye con 1990 y en la primera década de este siglo
un final feliz folletinesco. En ésta como en se asistió a un gran interés por la obra de
todas las obras, Copi deconstruye conven- este autor. Las representaciones de su obra
ciones sociales de felicidad burguesa, dán- se multiplican tanto en Buenos Aires como
dole finales trágicos o, inversamente, toma otras ciudades latinoamericanas como San-
personajes del terreno de lo abyecto que tiago o México.
terminan por vivir escenas idílicas. La vida Los aspectos que se analizaron de Copi
es un tango muestra la vida de un personaje aquí fueron cuestiones vinculadas con su
que sale de Argentina en los años treinta relación con la tradición intelectual ar-
para ir a París, y luego vuelve a instalarse gentina, como figura representativa de las
en su lugar de origen donde muere a los poéticas no realistas, y por la revisión de
cien años. En ésta como en su última no- los aspectos de sexo-género. César Aira
vela, L’ Internationale Argentine, juega con publicó un ensayo que, si bien se centra
el ambiente argentino de París para crear en aspectos formales de su dispositivo es-
una fantasía en la que convergen, desde el tético, también abrió el análisis a aspectos
sarcasmo, rasgos de la política local, refe- sociales. Su relación con fenómenos más
rencias directas a la vida literaria nacional, puntuales de la historia literaria nacional,
hasta una parodia de la retórica y la figura como su relación con el grotesco, la línea
de Borges. borgeana y arltiana, la relación con lo per-
La producción gráfica fue lo que más formático, etc., todavía esperan un análisis
popularidad le dio durante su vida: su más amplio.
personaje de “la mujer sentada”, señora
convencional que ve pasar ante sí una ga- Bibliografía de Copi
lería bizarra de personajes, y otros perso- Copi humour secret (París, Julliard, co-
najes menos populares, aparecieron en las lección “Humour secret”, 1965; prefa-
páginas de Le Nouvel Observateur, Libéra- cio de Michel Laclos); Les poules n’ont
tion y otros medios masivos franceses. Pu- pas de chaises (París, Denoël, 1966); Pe-
blicó también historietas más alternativas tite folie collective (París, Tchou, 1966;
que se editaron y circularon entre el me- con Michel Corvin); La journée d’un re-
dio de lectores europeo y norteamericano veuse (París, Christian Bourgois, 1968);
más outsider. Como dije, si en el teatro Eva Perón (París, Christian Bourgois,
hace uso frecuente de tópicos rioplaten- 1969); Un libro bianco (Milán, Milano

• 378 •
DÁVALOS D
Libri, 1970); Copi 10/18 (París, U.G.E- go, Les Escaliers du Sacré-Cœur, La Nuit
10/18/ Christian Bourgois/ Domini- de Madame Lucienne (París, Christian
que de Roux, 1971); L’ homosexuel ou Bourgois, 1986); L’ Internationale Ar-
la difficulté de s’exprimer (París, Chris- gentine (París, Belfond, 1988); Une vi-
tian Bourgois, 1971); Le dernier salon site inopportune (París, Christian Bour-
où l’on cause (París, Éditions du Square, gois, 1988); Copi. Textes rassemblés par
1973); Les quatre jumelles (París, Chris- Jorge Damonte (París, Christian Bour-
tian Bourgois, 1973); L’ Uruguayen gois, 1990); Cachafaz / La sombra de
(París, Christian Bourgois, 1973); Lo- Wenceslao (Adriana Hidalgo, 2002).
retta Strong (París, Christian Bourgois, E.M.
1974); Et moi, pourquoi j’ai pas une + Arlt, Roberto.
banane? (París, Éditions du Square,
1975); La pyramide! (París, Christian Dávalos, Jaime (San Lorenzo [Salta],
Bourgois, 1975); Le Bal des folles (París, 29/01/1921 - 1981). Hijo del prestigioso
Christian Bourgois, 1977); Les vieilles escritor y poeta Juan Carlos Dávalos, cre-
putes (París, Éditions du Square, 1977); ció en un ambiente en el que las activida-
Du coté des violés (Éditions du Square, des culturales de la élite letrada de Salta
1978); Une langouste pour deux (París, alternaban con la inmediatez del trabajo
Christian Bourgois, 1978); La Tour de rural y minero del interior de esa provin-
la Défense (París, Christian Bourgois, cia. Fue el hijo rebelde de una familia nu-
1978); La cité des rats (París, Belfond, merosa y con su padre, quien quería que
1979); Tango charter (Milán, Moizzi, fuera abogado, tuvo una relación marcada
1980; con Riccardo Reim); La femme por la provocación. Junto con sus herma-
assise (París, Le Square/ Albin Michel, nos se inició tempranamente como fo-
1981); La vida es un tango (Barcelona: lklorista, tocaba la armónica, la caja y el
Anagrama, 1981); La guerre des pédés charango; las coplas populares y las cancio-
(París, Albin Michel, 1982); Le frigo nes que aludían al paisaje y al hombre del
(París, Persona, 1983; seguido de una noroeste le dieron su identidad de juglar
entrevista con Michel Cressole); Vir- de esa región. Esta condición juglaresca se
ginia Woolf a encore frappé (París, Per- puso de manifiesto en su primer libro de
sona, 1983); Kang (París, Dargaud, poemas titulado Rastro seco, publicado en
1984); Sale crise pour les putes! (París, 1947. En ese primer volumen ya aparecen
L’Echo des Savanes/ Albin Michel, personajes recurrentes en su obra: el indio,
1984); “La Nuit de Madame Lucien- y sobretodo, los trabajadores de la mina, la
ne”, en L’Avant Scene Theatre (nº 773, zafra y el monte. Según la opinión del mis-
1985, pp. 14-34); Le monde fantastique mo Dávalos, su voz surgía del silencio de
des gays (París, Glénat, 1986); Théâtre. estos hombres simples, dueños de un co-
Tome 1: La Journée d’une rêveuse, Eva nocimiento que sólo puede entenderse en
Perón, L’ Homosexuel, Les quatre Ju- la complejidad de la naturaleza, el trabajo y
melles, Loretta Strong (París, Christian la vida social del interior del país.
Bourgois, 1986); Théâtre. Tome 2: La Sus amigos y familiares cuentan que era
Pyramide, La Tour de la défense, Le Fri- un gran improvisador, sus poemas surgían

• 379 •
D DÁVALOS

en medio de otras actividades, laborales, personajes populares de Dávalos que dan


festivas, sociales. Esto dificultó la recopi- vida a esta historia. En 1959 aparecieron
lación de sus obras, las cuales muchas ve- Coplas y canciones y El nombrador, poemas
ces fueron registradas de modo informal o y canciones, dos volúmenes que terminaron
publicadas en ediciones de escasa tirada. de definir el perfil cancionístico de su obra.
Recorrió el país como músico, pero tam- Las canciones de Dávalos fueron recono-
bién como dibujante, alfarero y titiritero. cidas fundamentalmente por su vitalidad,
Junto al guitarrista Eduardo Falú impulsó, que surge del vínculo que el escritor tiene
alrededor de 1950, una renovación en el con la tierra, la fiesta, el vino y el amor.
cancionero folklórico argentino que tuvo Entre fines de los años 50 y principios
su hito en la composición musical Zamba de los 60 Dávalos condujo dos ciclos tele-
de la Candelaria. Esta renovación implicó visivos El patio de Jaime Dávalos y Desde
el surgimiento de nuevas representaciones el corazón de la tierra, con el que ganó un
de lo popular, cifradas en formas poéticas Martín Fierro. Estos espacios, que evoca-
que buscaban dar la palabra al hombre del ban el clima de las peñas que los hermanos
interior. Fue colaborador de la prestigiosa Dávalos organizaban en el patio de la casa
revista cultural Tarja, en la que publicó paterna, le permitieron mostrar sus dotes
no sólo poemas sino también breves ensa- de conversador: se trataba de programas
yos. En 1957 su éxito como folklorista fue con invitados, en los que la música y la
acompañado de la publicación de El nom- poesía popular alternaban con relatos de la
brador, libro con el que se consolidó como tradición oral y extensas anécdotas. Estos
poeta popular. Como se puede observar programas, junto con la publicación en
en uno de sus poemas más característicos, 1962 de la recopilación Canciones de Jaime
Vidala del nombrador, su vínculo con lo Dávalos, pusieron a este autor a la cabeza
popular se asienta más en su carácter de del movimiento folklórico que se desarro-
mediador que de hacedor. En Vidala… los lló con indiscutible fuerza a partir de la
versos octosílabos de la copla alternan con década del 60 en Buenos Aires. Durante
los endecasílabos cultos que definen la voz esos años, junto con otros músicos y poe-
del poeta; esta alternancia métrica muestra tas (muchos de ellos salteños), cumplió el
la distancia que separa al nombrador del rol de presentador de la cultura del interior
mundo popular nombrado. En este senti- para el público de la Capital. También en
do, la poética de Jaime Dávalos se fusiona esta época, su hija mayor, Julia Elena Dá-
con lo popular (la copla, la vidala, la can- valos, se convirtió en una de las principales
ción), pero sin alcanzar una completa iden- figuras femeninas del folklore nacional.
tificación, sin dejar de ser una voz otra. Ese En 1970 publicó Solalto, libro de poe-
mismo año se publicó también Toro viene mas que resumía sus intereses estéticos y
el río, relato de carácter autobiográfico en sociales. La métrica culta, heredada de la
el que se narra, con un delicado equilibrio tradición hispánica, se pone al servicio de
entre la ternura y la sensualidad, el des- dar la voz a quienes no la tienen: un sone-
pertar sexual de un niño. En un elogioso to de este libro, titulado “Quenero”, por
prólogo, Miguel Ángel Asturias se ocupó ejemplo, refiere la vivencia del peón que se
de señalar la profunda humanidad de los ocupa de atar las cañas durante la zafra. En

• 380 •
DAVID D
este poema se reconoce la deuda que este Audiovisual de la Universidad del Comahue
poeta tiene con la lírica del Siglo de Oro y el Complejo Cultural de la Calle. Además,
español. En este volumen aparece también fundó la Biblioteca Popular y Centro de
una temática recurrente en su obra: la del Documentación “Carlos Astrada”. En Bue­
vino y su valor como restaurador de la ale- nos Aires, actualmente, coordina el Museo
gría y el goce. Nacional del Grabado.
Durante la década de 1970 Dávalos ter- Witoldo o la mirada extranjera (Colihue,
minó de afianzarse como referente indiscu- 1998) es de textura híbrida, novela ensayís-
tible del movimiento folklórico argentino, tica o ensayo novelado (al estilo de Respira-
su presencia era reclamada en todos los ción artificial) en el que David se encarga
festivales y tenía el proyecto de construir de analizar tanto la figura como el pensa-
cerca de la capital de Salta un lugar que miento de Gombrowicz dentro del ámbi-
funcionara como centro cultural. En 1975 to de la literatura argentina. Sigue: Carlos
fundó junto a Jaime Torres el festival de Astrada. La filosofía argentina (El cielo por
Tantanakuy que se realiza en Jujuy cada asalto, 2004). Y Perón en la Chacra Asfal-
año durante la época de carnaval. tada. Figuras del peronismo bahiense (Punta
En 1980, un año antes de su falleci- Alta, Ediciones de Barricada, 2006). Tabajo
miento, se publicó Cancionero, antología que, básicamente, se encarga de relatar –a
en la que se presentan sus canciones más través de los testimonios de David Diskin,
populares, acompañadas de breves anéc- Ezequiel Crisol, Mario Agesta, Víctor Be-
dotas que explican el origen de cada una. namo, Julio Ruiz: militantes peronistas– la
En estos sencillos relatos puede verse la historia del justicialismo en la historia po-
soltura con la que Jaime Dávalos compo- lítica de Bahía Blanca. Su último trabajo es
nía y el modo en que familiares y amigos El indio deseado. Del dios pampa al santito
acompañaban cada creación. En 2006, a gay (Las Cuarenta, 2009), relato histórico
veinticinco años de su muerte, sus siete hi- que tematiza la resistencia política y cultu-
jos y su última esposa, María Rosa Poggi, ral a través de la vida del cacique mapuche
emprendieron la tarea de recopilar su obra Cafulcurá, de su hijo Manuel Namuncurá
completa. Para llevar adelante este proyec- y de su nieto Ceferino (beatificado última-
to tuvieron que recurrir tanto a la recupe- mente por Ratzinger en 2007).
ración de publicaciones dispersas, como a El segundo título de la serie, una pre-
la memoria de quienes compartieron con cisa biografía, delata una obsesión de Da-
él la vida, así de cotidiana era la poesía para vid, a la cual dedicó varios estudios. Se
este autor. trata de Carlos Astrada, pensador cordo-
S.F. bés que ocupa un lugar eminente y ecléc-
tico (heideggeriano, peronista, marxista,
David, Guillermo (Bahía Blanca [Buenos maoísta) en el ámbito de la filosofía y el
Aires], 1965). Escritor y editor. En su ciu- pensamiento argentinos, y que es posible
dad de nacimiento se desempeñó como di- adscribir al llamado Humanismo de la Li-
rector de distintas instituciones: el Instituto bertad. A este pensador, David le dedicó
Cultural (dependiente de la Secretaría de los siguientes trabajos: “Carlos Astrada
Cultura), la Carrera de Comunicación y el mito fundante de la nación”, en Qué

• 381 •
D DE CARTOSIO

es una nación (Prometeo, 2005), la entra- integrada entre otros por Saúl Taborda,
da biográfica publicada en el diccionario Juan Mantovani, Francisco Romero, José
dirigido por Horacio Tarcus (Diccionario Luis Romero, Horacio Cóppola, Carlos
biográfico de la izquierda argentina, Emecé, Astrada, Marta Samatán. En el FANOE,
2007), “El numen pampero. El debate en- según David, “se organizan buena parte de
tre Carlos Astrada y Ernesto Grassi sobre las tradiciones culturales que vibrarán en
la historicidad de la naturaleza” (apéndice la entraña del movimiento peronista en su
a C. Astrada, Metafísica de la pampa, Bi- década clásica” (p. 184). Si esto acontece
blioteca Nacional, 2007), “Carlos Astrada. en el primer trabajo, en el segundo el au-
El hecho maldito de la filosofía argenti- tor reseña los zigzagueos gombrowiczianos
na” (El Ojo Mocho, nº 14, 1999), “Carlos en la Buenos Aires del peronismo clásico
Astrada: la larga marcha de la filosofía ar- (1945-1955).
gentina” (Nombres. Revista de Filosofía, nº En 2008 escribió “Yunque, nuestro Ma-
13, 1999), “A la búsqueda de un sujeto riátegui”, prólogo al texto de Álvaro Yun-
político. Las afinidades electivas de Carlos que, Calfucurá. La conquista de las pampas
Astrada” (Políticas de la Memoria, 2003), (Biblioteca Nacional). Por último, cabe re-
“Carlos Astrada. Aporías y dilemas para un cordar que colabora en varias revistas cul-
pensamiento soberano” (Pensamiento de los turales como El Ojo Mocho, El Rodaballo,
Confines, 2004), “Entre Fausto y Prome- Confines, Nombres, La Posición.
teo. Carlos Astrada y el Primer Congreso R.C.
Nacional de Filosofía” (Cuadernos Filosó-
ficos, nº 2, Rosario, 2005), “Gauchesca y De CARTOSIO, Emma (Concepción
letra gótica. La biblioteca de Carlos Astra- del Uruguay [Entre Ríos], 1928). Cuentista
da” (La Posición, nº 9-10, 2006), “El mito y poeta. Egresó de la Facultad de Filosofía
gaucho: un clásico de la filosofía argentina” y Ciencias de la Educación de la UNLP.
(prólogo a El mito argentino, FNA, 2006). Residió en París entre 1965 y 1969.
Además, colaboró con capítulos –sobre Madura soledad (1948) fue su primer
Lacan, el surrealismo, Proust y Pepe Bian- libro de poemas; desde entonces ha pu-
co, el pensar guevarista, Pedro de Ángelis, blicado numerosos títulos: Antes de tiempo
Mansilla– en varios libros. Entre ellos, (1950); Cuentos del ángel que bien guar-
quiero destacar sobre todo dos: “El fantas- da (Hachette, 1958); Elegías analfabetas
ma precursor” y “El estatuto del peón. Peri- (1960); Tonticanciones para Grillito (Ha-
pecias de un polaco en las pampas”, ambos chette, 1962); La lenta mirada (Madrid,
publicados, respectivamente, en el tercer y Rialp, 1964); En la luz de París (1967);
cuarto tomo de Literatura argentina siglo Cuando el sol selle las bocas (1968); Contes
XX (D. Viñas [dir.], Paradiso/ Fundación et récits de la Pampa (1971); Cuentos para
Crónica General, 2007). El primer traba- la niña del retrato (Doncel/ La Ballena
jo se encarga de leer un “raro texto”, casi Alegre, 1973); Cuentos del perdido camino
fantasma de la Década Infame, que toma (Plus Ultra, 1976; ilustraciones de Luis Po-
su título del nombre de una formación llini); Automarginada (1980); Allá tiempo y
política anómala: Frente de Afirmación hace lejos (Corregidor, 1992). Su obra fue
del Nuevo Orden Espiritual (FANOE), galardonada en dos oportunidades por el

• 382 •
DE CASASBELLAS D
FNA (1962 y 1968) y por la SADE (1948 escribió sus columnas en Diario Popular y
y 1993), también recibió premios de insti- en El Día de La Plata. Al retornar la de-
tuciones españolas y francesas. mocracia, Raúl Alfonsín lo nombró como
F.P. director general de Asuntos Culturales
del Ministerio de Relaciones Exteriores
de Casasbellas, Ramiro (Buenos y Culto entre 1983 y 1986, para después
Aires, 1936 - 1999). Periodista, poeta y ocupar las Subsecretaría de Cultura entre
crítico literario. En la década del cincuen- 1987 y 1988. Su periplo como funciona-
ta, formó parte de la renovadora Poesía rio alfonsinista culminó con la presidencia
Buenos Aires, publicación dirigida por Raúl de Argentina Televisora Color (ATC) por
Gustavo Aguirre. un breve lapso de tiempo. Hacia fines de
Signado por las inquietudes estéticas de la década de 1980, dirigió El Ciudadano,
su juventud, publicó su libro de poemas El efímero semanario de información política
doble fondo (1954). Lejos de todo impulso que promovió la candidatura a presidente
evocador o expectante, la obra desacraliza del radical Eduardo Angeloz. En sus últi-
el pasado y el porvenir, en función de la mos años, colaboró en los diarios La Na-
inmediatez y una experiencia plena del ción y La Gaceta de Tucumán.
presente: “hoy tenemos el día (los dados de L.P.
vivir están entre las manos)”. También el
volumen cuenta con dos poemas celebra- DE CECCO, Sergio (Buenos Aires, 1931
torios que se titulan “Miguel Hernández” - 26/11/1986). Reconocido dramaturgo,
y “Arthur Rimbaud”, en los que declama periodista y guionista porteño. Comenzó
su filiación poética. A los veinte años in- como titiritero al frente de su compañía
gresó como reportero policial en La Razón, itinerante De las Malas Artes, con la cual
donde pronto llegó a desempañarse como recorrió la Argentina y varios países de
secretario de redacción. Jacobo Timerman América Latina. Otra de sus actividades
lo convocó para participar del moderniza- iniciáticas fue la de libretista de radio, al-
dor semanario Primera Plana, del cual fue ternativa legítima a su frustrado deseo de
director entre 1967 y 1969. Años después actor: De Cecco no había podido sortear
Casasbellas lamentaría el apoyo que brindó el casting para un radioteatro y decidió su
esa revista al golpe militar que derrocó al destino laboral desde las bambalinas.
gobierno de Arturo Illia. En 1973, Timer- Su primera obra teatral, en la que debu-
man lo volvió a llamar para que ocupara tó como dramaturgo, actor y director, fue
la subdirección del matutino La Opinión, Desde el ensayo. El estreno en 1949 tuvo
diario que sería intervenido y expropiado lugar en la sala de un pequeño teatro in-
por la dictadura militar que se precipitó dependiente que había fundado junto con
en 1976. En abril de 1977, Timerman fue Ángela Ferrer James. Ya en 1956, el dra-
secuestrado y padeció tortura y cautiverio ma Prometeo es premiado con el segundo
por treinta meses. Casasbellas debió de- puesto en las Tertulias del Teatro Leído, or-
clarar ante la policía de Ramón Camps y ganizadas por el Ministerio de Educación.
después de este suceso el vínculo con Ti- Dos años después, la pieza El invitado gana
merman se resintió. Entre 1980 y 1983, el concurso de autores noveles organizado

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D DE CECCO

por la editorial Carro de Tespis. El gran y determinante; los personajes asumen las
reconocimiento le llegaría en 1965 con funciones que el contexto demanda: Paler-
la publicación y el estreno de El reñidero, mo del 900, el espacio de la riña de salvajes
la árida y vernácula reescritura de Electra amalevados. La desmitificación del guapo
de Sófocles. La tragedia griega aparece re- aparece delineada con claridad en la figura
situada en la Buenos Aires suburbana de de Orestes que, atado al mandato paterno
1905. El espacio en crisis funciona como y sus códigos de legitimación, encarna la
escenario ideal para el desarrollo del con- contradicción del que viola su propia mo-
flicto dramático que deviene en tragedia. ral en virtud de los principios en los que se
Pancho Morales es un malevo asesinado apoyaría la virilidad que su padre se negó a
en duelo a cuchillo por Santiago Soriano, ver. La operación de De Cecco interpela al
aliado de la viuda Nélida Morales. El ma- mito literario del guapo del 900 y abre un
tricidio en venganza del padre –en la trage- resquicio a partir del cual es posible cues-
dia cometido por Orestes y Electra, hijos tionar la tradición.
de Agamenón y Clitemnestra– será perpe- El reñidero se estrenó en 1964, en el
trado por Elena y ejecutado por Orestes, teatro del Jardín Botánico y pasó luego a
un ex convicto. El ambiente del malevaje la sala del Teatro Municipal General San
propone una mirada sociológica sobre la Martín. La obra fue distinguida con el
violencia que trasciende el drama personal Premio Municipal de Obras Inéditas y
y psicológico. La violencia aparece deter- el de Teatro Dramático. Con guión del
minada por el medio, y la solemnidad uni- propio De Cecco, René Mugica dirigió,
versal del drama clásico cede a la denuncia en 1965, la transposición cinematográfi-
de la coyuntura sociopolítica. La riña fun- ca que resultó seleccionada para la com-
ciona como metáfora local para semantizar petencia oficial del Festival de Cannes
el salvajismo de las disputas y sus agentes. y ganó el tercer Premio del Instituto de
El reñidero resulta un trabajo de re- Cinematografía Argentina. Alfredo Alcón
escritura eficaz: la apropiación del texto fue su protagonista.
clásico redunda en un ejercicio crítico que The cockpit fue el nombre con el cual
establece nuevas pautas interpretativas. La la obra de De Cecco se posicionó interna-
tragedia como género de las pasiones ele- cionalmente: el estreno fue en el Theatre
vadas y de los espíritus selectos se escribe of University College of Cardiff, el 26 de
como drama realista que reúne elemen- enero de 1975. La danza también se apro-
tos del grotesco y de la literatura de ma- pió del universo de los Morales en una
levaje. Diría De Cecco: “Presentí que los transposición de Julio López, interpretada
hombres conservaban las pautas morales por la compañía de Maia Plissetskaya en el
rígidas, cristalizadas por la lucha contra Teatro Colón.
el indio. Esta rigidez ética me permitió su Otra de las obras que han gozado de
evocación en las duras normas impuestas a un amplio reconocimiento por parte del
los personajes del teatro griego”. El mun- público y de la crítica especializada fue El
do representado es brutal en sí mismo y la gran deschave, estrenada en 1975. Escrita
violencia ejercida es de orden social, está en colaboración con Armando Chulak, fue
en el medio. El reñidero es el espacio causal dirigida por Carlos Gandolfo, y protago-

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DEFILIPPIS NOVOA D
nizada por Federico Luppi y Haydée Padi- Argentores); Llegó el plomero (1980); La
lla. El año 1978 sella la proyección inter- demolición (1982); Blues de calle Balcarce
nacional de De Cecco como dramaturgo: (para el tercer ciclo de Teatro Abierto, en
El gran deschave es presentada en el Teatro colaboración con Carlos Pais y Gerardo
Arniches de Madrid con una excelente res- Taratuto); y ¡Moreira! (1984; junto a Pais
puesta de la crítica especializada, al igual y Peñarol Méndez), estrenada en el Teatro
que en Río de Janeiro y San Pablo, bajo el Nacional Cervantes.
nombre de Fim do papo. Con adaptación En la década del 80, incursionó en el
de Allan Scott, llega a Broadway como rubro audiovisual: escribió varios unita-
Incidentally. We’re married y, ese mismo rios para televisión y, en 1986, junto con
año, sube a escena también en Santiago de Luisa Irene Ickowicz fue guionista de Seré
Chile. La naturaleza del conflicto que la cualquier cosa, pero te quiero, la transposi-
obra plantea –la saturación de una pareja ción cinematográfica de Llegó el plomero.
hastiada y enmudecida que se reencuentra El filme, dirigido por Carlos Galettini,
a partir de la avería del televisor– y la suti- fue protagonizado por Luis Brandoni y
leza en la caracterización de los personajes Dora Baret.
le valieron la repercusión y la vigencia de la El 26 de noviembre de 1986, después
que aún hoy goza la obra. de un silencio de casi dos años, Sergio De
Más allá del reconocimiento de De Cecco se quitó la vida en la ciudad de Bue-
Cecco por parte del campo literario y del nos Aires.
público en general, el autor practicó un V.L.
curioso rechazo a su propia producción:
se rehusaba a presenciar sobre las tablas Defilippis Novoa, Francisco
las escenas que él mismo había concebido. (Paraná [Entre Ríos], 1889 - Buenos Aires,
Algo del orden de la frustración condicio- 1930). Destacado dramaturgo que renovó
nó una mirada exigente (que rozó lo au- el teatro de su época. Osvaldo Pellettieri
todestructivo) hacia su propia producción. lo ubica en la etapa del teatro argentino
Afirmaba que no había ninguna obra suya “premoderno” y lo reconoce como uno de
que lo hubiera satisfecho totalmente, más los “precursores de la modernización del
allá del éxito y del reconocimiento que su- treinta”, junto con Armando Discépolo
pieron conseguir. La crítica pudo ver en (en lo que hace a su denominado “teatro
sus producciones la ductilidad de un autor culto”), Vicente Martínez Cuitiño, Elías
capaz de trazar personajes tan profundos Castelnuovo y Enrique Gustavino.1
como prototípicos y de proponer situacio- Antes de dedicarse al teatro, Defilippis
nes dramáticas de carácter humano que ci- Novoa fue maestro rural en su provincia
fran –tanto en el realismo brutal como en tras lo cual se trasladó a Rosario, donde
el humor negro– una lectura social y una se dedicó al periodismo y donde inició
denuncia política. su producción dramática con la obra
Entre sus obras se cuentan: Capocó- costumbrista El día sábado, estrenada en
mico y Titeatro de las malas artes (1965);
El hombre invisible ataca (1967); El chou 1.  Pellettieri, O., Una historia interrumpida.
Teatro argentino moderno (1949-1976),
de la Chona (1969; ganadora del Premio
Buenos Aires, Galerna, 1997.

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D DEFILIPPIS NOVOA

1913 en el Teatro Olimpo (y publicada clase media del litoral estaba empeñada en
por la revista Nuestro Teatro [Buenos Ai- consolidar”.3 En este aspecto, estas piezas
res], año I, nº 11, abril de 1914). Pero es siguen la intención de una obra anterior,
en Buenos Aires, con el estreno en 1918 Los tristes o gente oscura (1906) de Carlos
de la sátira política El diputado por mi Mauricio Pacheco, que los autores consi-
pueblo, que Defilippis Novoa se consagra deran el primer grotesco con protagonista
como autor teatral. criollo. Alfredo Rubione, en cambio, ubi-
Con respecto a la primera obra, Susa- ca el inicio del grotesco con el estreno de
na Marco, Mirta Speroni y Griselda Vig- Los disfrazados (1906), también de Pache-
nolo1 señalan que El día sábado responde co, que expone el gesto desencantado del
al denominado género chico criollo –que inmigrante recién llegado: éste “da inicio
comprende obras de un solo acto–, pro- al grotesco teatral, el que luego sería lleva-
ducto surgido de las necesidades de una do a su grandeza, a partir de la década del
nueva clase media urbana litoraleña en veinte, por Armando Discépolo y Francis-
su fase de ascenso y apogeo. Este género co Defilippis Novoa”.4 Con respecto a la
se instala, desde 1890, con el estreno de definición de grotesco, Osvaldo Pellettieri
dos obras de Nemesio Trejo: La fiesta de propone entender el género como aquel en
Don Marcos y, dos años más tarde, con el que se destaca, en el nivel del conflicto,
Los óleos del chico, estrenada en el Teatro el hecho de que el protagonista funciona
Pasatiempo por los Podestá. Más tarde, el como oponente de su propio deseo; para
género entrará en su etapa de decadencia a David Viñas, “el grotesco aparece como la
partir del golpe militar de José Félix Uri- interiorización del sainete”.5 Y como base
buru en 1930 y crecerá el éxito de la radio del sainete está el teatro de Florencio Sán-
y el cine. El género chico criollo transmite chez de comienzos del siglo XX.
valores, registra los acontecimientos con- La discusión sobre el lugar de Defili-
temporáneos y se muestra como “comuni- ppis Novoa en la estética del grotesco se
cación rápida y transitoria”.2 Esto lo define registra en análisis y comentarios de obras
como el primer medio masivo del país, la suyas puntuales. Según algunos críticos,6
primera expresión de la cultura de masas.
Dentro del género, Susana Marco observa 3.  Ibíd.
que El día sábado de Defilippis Novoa y 4.  Rubione, A., “Introducción. Las crisis de
otras obras de la época, como los sainetes las formas”, La crisis de las formas, vol. 5 de
Los primeros fríos (1910) y El rincón de los Jitrik, N. (dir. col.), Historia crítica de la lite-
ratura argentina, Buenos Aires, Emecé, 2006,
caranchos (de la década del 10) de Alberto
p. 9.
Novión, reflejan que el “clima de euforia
5.  Viñas, D., “Armando Discépolo: grotes-
inicial tiene una zona [en la que se des- co, inmigración y fracaso”, en Montaldo, G.
cubren] las grietas de los cimientos que la (comp.), Irigoyen entre Borges y Arlt (1916-
1930), vol. 2 de Viñas, D. (dir.), Literatura
1.  Marco, S., Speroni, M. y Vignolo, G. (se- argentina siglo XX, Buenos Aires, Fundación
lección), “Noticia sobre el género criollo”, en Crónica General/ Ediciones Paradiso, 2006,
AA.VV., Antología del género chico, Buenos p. 287.
Aires, Eudeba, 1976. 6.  Blanco Amores de Pagella, A., “El grotesco
2.  Ibíd., p. 9. en la Argentina”, en Universidad, n° 49

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DEFILIPPIS NOVOA D
He visto a Dios (1930), la obra con la que Ciudad y teatro. En la Buenos Aires
Defilippis Novoa alcanza el punto culmi- que va desde fines del siglo XIX a co-
nante de su producción dramática, es un mienzos del XX la escena teatral crece al
exponente del género del grotesco criollo. ritmo de la ciudad en la multiplicación
Osvaldo Pellettieri, en cambio, señala que de elencos de compañías nacionales y en
la obra corresponde a lo que él mismo la expansión del público. Esto “posibili-
define como el tercer modelo del sainete ta el desarrollo de los autores y un mo-
tragicómico al que denomina “sainete del vimiento que en la década siguiente será
autoengaño”, en el que el protagonista casi calificado de ‘industria cultural’. […] La
nunca puede salir de su propia ilusión.1 influencia del teatro nacional se extiende
Dicho crítico ubica también en este mode- al cine”.2 En ese marco se ubica la prolí-
lo otras obras del autor: Los desventurados fica producción de Francisco que deja, al
(1922) y Despertate Cipriano (1929). morir a los 41 años, treinta títulos entre
Defilippis Novoa se ubica en el campo los que figuran: El día sábado (1913); La
teatral argentino en directa relación con casa de los viejos (1914); El diputado por
Armando Discépolo, dentro del grupo de mi pueblo (1918); El conquistador de lo
modernizadores del teatro y en su aproxi- imprevisto (1919); La madrecita (1920);
mación al grotesco. Las discusiones de la La loba (1920); El turbión (1922); La sa-
crítica sobre el encuadre genérico de la maritana (1923; publicada por la revista
dramaturgia de Defilippis Novoa se tejen Bambalinas [Buenos Aires], nº 279); Los
alrededor de un recorrido de su estética caminos del mundo (Claridad, 1925); Tu
más o menos consensuado por los especia- honra y la mía (1925); Yo tuve veinte años
listas del tema, que podría resumirse con- (1926); María la tonta (1927); Despertate
siderando una primera etapa costumbrista, Cipriano (1929); He visto a Dios (1930);
un momento de corte neorromántico y el Sombras de la pared e Ida y vuelta, estos
contacto del autor con las vanguardias eu- dos últimos títulos póstumos.
ropeas. Finalmente, se observa su relación En cuanto a las publicaciones: en 1967,
con el grotesco, género que se convertiría Eudeba publicó María la tonta y Desperta-
en uno de los más relevantes de la escena te Cipriano. Por su parte, el CEAL cuenta
dramática local. Y en esta serie de cosas, con la publicación de María la tonta y He
cabe señalar que Defilippis Novoa también visto a Dios en 1980.
se desempeñó como traductor; como tal Cine. En aquella primera efervescencia
tradujo a autores como Luigi Pirandello, a de los medios a comienzos del siglo XX,
través de los cuales entró en contacto con Defilippis Novoa también dirigió cine. En
el teatro vanguardista. 1919 filmó una adaptación de Los muertos,
(julio-septiembre), 1961; Blanco Amores de de Florencio Sánchez; y en 1924, una ver-
Pagella, A., Nuevos temas en el teatro argenti-
no, Buenos Aires, Huemul, 1965; Carbone, 2.  Seibel, B., “La construcción de los escena-
R., Imperio de las obsesiones. Los siete locos de rios nacionales (1880-1920)”, en Rubione, A.
Roberto Arlt: un grotexto, UNQ, 2007, p. 81. (dir.), La crisis de las formas, vol. 5 de Jitrik,
1. Pellettieri, O., Cien años de teatro argentino. N. (dir. col.), Historia crítica de la literatura
Del Moreira a Teatro Abierto, Buenos Aires, argentina, Buenos Aires, Emecé, 2006, pp.
Galerna, 1990. 290-291.

• 387 •
D DE GRINBAUM

sión de su propia obra La loba. Se le atri- para el llavero (1990; en colaboración con
buyen además las películas: Flor de duraz- Adolfo Pérez Zelaschi) y La inocencia de
no (1917), éxito de taquilla; Blanco y negro los culpables (2003). De 2002 es su poe-
(1919) y La vendedora de Harrod’s (1920), mario Inmolación. Como antóloga com-
en la que trabajó la actriz Berta Singerman. piló más de treinta volúmenes de cuento,
En este sentido, cabe recordar que otra ac- ensayo y poesía. Dirigió la selección de
triz, Camila Quiroga, realizó giras por Es- textos críticos Preceptiva y prodigios en la
paña y Francia y debutó en 1920 en Cádiz; obra de Julio Cortázar (1996), que con-
dentro de su repertorio se incluyen obras tiene un trabajo de su autoría. Recopiló
de Defilippis Novoa junto a otras de au- sus pensamientos breves en El libro de las
tores como Florencio Sánchez, Armando reflexiones (1992), El breviario de las re-
Moock y Martínez Cuitiño. flexiones (2002) y El libro de los adagios
M.L.C. (2007). Incursionó también en la literatu-
+ Discépolo, Armando; Pacheco, ra infanto-juvenil con Carmelo, Caramelo
Carlos Mauricio; Sánchez, Florencio. y el libro parlanchín (1996) y El misterio
de las rosas aterciopeladas (2001).
De GRINBAUM, Carolina (Buenos L.P.
Aires, 1929). Autora porteña de varios li-
bros de narrativa, poesía y ensayo. Fundó De ÍPOLA, Emilio (Buenos Aires,
y dirige desde 1991 la revista cultural El 1939). Sociólogo, filósofo y politólogo.
Grillo. Su novela La confesión de la piedra Obtuvo la licenciatura en Filosofía por
(2006; Faja de Honor de la SADE 2007) la UBA. Más tarde, estudió sociología en
supone la restitución del hombre a un uni- Francia donde debió permanecer durante
verso tutelado por la sabiduría de la natu- un tiempo a causa del golpe de Estado que
raleza. Esta vuelta se articula a partir de la sufrió Argentina en 1966 y que le impi-
comprensión del medio que desarrolla la dió regresar al país. Es además Docteur ès
sufrida protagonista. A partir de cierto an- Lettres (Doctorat d´État) de la Universidad
claje en la oralidad, sus últimas novelas se de París. Residió en Canadá, donde dic-
caracterizan por las digresiones y comen- tó clases en la Universidad de Montréal.
tarios del narrador que se desprenden del Regresó a su patria en 1974. Allí pudo ejer-
eje del relato. cer libremente tan sólo hasta 1976, pues
Publicó las novelas: La isla se expan- un nuevo golpe de Estado acontecido el 24
de (1992); Violeta de las cuatro estaciones de marzo lo persiguió y encarceló. Así, se
(1997); Estampidos en el ámbito de un jar- instaló en México hasta 1984 cuando fi-
dín (1998); En el museo de barro (1999); nalmente, con el retorno a la democracia,
El amor se cocina a fuego lento (2000); pudo regresar a Argentina. Fue profesor e
La jaula de los pájaros (2001); El sépti- investigador en Flacso y profesor invitado
mo retorno (2002); La dignidad escamo- en la École des Hautes Études en Sciences
teada (2004); y El hombre que perdió la Sociales de París. Actualmente, es profe-
paciencia (2007), además de los cuentos sor titular de Sociología Sistemática en la
de: Mariana de la tierra (1984); Fórmula carrera de Sociología de la UBA e inves-
para borrar el día de ayer (1988); Cuentos tigador principal del Conicet. En 2004,

• 388 •
DE ÍPOLA D
fue honrado con la beca Guggenheim y en significa rumor o versión. El autor, que pa-
2006 con el Premio Konex de Platino en la deció el cautiverio durante dos años al ser
categoría “Sociología”. secuestrado por un comando del Primer
Publicó: Ideología y discurso populista Cuerpo del Ejército el 7 de abril de 1976,
(Alianza, 1982); Investigaciones políticas agrega que, pese al tiempo transcurrido,
(Nueva Visión, 1989); Las cosas del creer. entre los ex militantes de izquierda y los
Creencia, lazo social y comunidad políti- actuales falta la revisión profunda de algu-
ca (Ariel, 1997); La crisis del lazo social. nas metodologías y estrategias. El motivo
Durkheim cien años después (Eudeba, de su secuestro tuvo que ver con que –si
1998); Metáforas de la política (Homo bien no militaba en ninguna agrupación
Sapiens, 2001); El eterno retorno (Biblos, política– viajaba a Chile con frecuencia, en
2004); La bemba (Siglo XXI, 2005; reedi- calidad de investigador de Flacso y apro-
ción del texto escrito a partir de su expe- vechaba la ocasión del traslado para llevar
riencia carcelaria); Tristes tópicos de las cien- correspondencia de militantes argentinos
cias sociales (De La Flor, 2006); Althusser, el a organizaciones de la izquierda chilena
infinito adiós (Siglo XXI, 2007). También como el Mapu OC, el Partido Socialista y
conviene mencionar algunos de los nu- el MIR (Movimiento de Izquierda Revo-
merosos artículos que publicó en revistas lucionaria).
argentinas y extranjeras como, por ejem- En Althusser, el infinito adiós, De Ípola se
plo: “Peronismo y populismo: nueva pro- propone restituir la valiosa empresa teórica
puesta de interpretación” (1991) y “Días del filósofo francés y contribuir a poner fin
aciagos” en Anuario Social y Político de al injusto destino de olvido reservado a su
América Latina y el Caribe (n° 7, Caracas, pensamiento. A mediados de los años se-
Flacso/ Unesco/ Nueva Sociedad, 2004, senta, cuando aparecieron sus grandes obras
pp. 15-16). Por otro lado, en colaboración clásicas –entre las que sobresale Para leer El
con Manuel Castells publicó Metodología y Capital, el prestigio de Althusser pareció
epistemología de las ciencias sociales y Prácti- asegurado. Pero ese momento duró poco,
ca epistemológica y ciencias sociales (Sinaloa, ya que desde comienzos de los setenta su
Universidad Autónoma). nombre fue asociado a la crisis del marxis-
En La bemba reflexiona sobre las con- mo y al posterior derrumbe de los regíme-
diciones carcelarias de los presos políticos nes del Este. Para agravar este panorama,
(clandestinos o no) durante los años en los Althusser fue protagonista, en 1980, de un
que, en Argentina, imperó el terrorismo de drama personal: el asesinato de su esposa,
Estado, es decir entre 1976 y 1982. Se trata por el que se lo declaró inimputable debido
de un testimonio acerca del funcionamien- a su estado mental. Luego de su muerte en
to de los rumores en la cárcel, apoyado en 1990, su obra, marcada por este estigma,
conceptos teóricos extraídos de Internados fue arrojada al puro y simple olvido. Dos
de Erving Goffman y Vigilar y castigar de hechos modificaron ese panorama: la pu-
Michel Foucault. “Bemba”, expresión pro- blicación póstuma de su autobiografía y de
pia del lenguaje cubano, designa popular- una gran cantidad de trabajos inéditos. Con
mente los labios gruesos y prominentes de entusiasmo y agudeza crítica, De Ípola ex-
ascendencia negra; en sentido extendido plora y discute el recorrido del pensamiento

• 389 •
D DE LA BARRA

del último marxista europeo del siglo XX y Los escritos que componen La crisis del
desentraña las claves de la actualidad de su lazo social abordan diferentes problemá-
derrotero teórico. ticas desde perspectivas teóricas y prác-
Tristes tópicos de las ciencias sociales ticas, y retoman conceptos centrales del
aborda críticamente ciertas falencias teó- pensamiento de Durkheim tanto desde la
rico-metodológicas que afectan algunos aprobación como desde la discusión y la
supuestos básicos de las ciencias sociales. crítica.
Se trata de una serie de ensayos construi- En Las cosas del creer, De Ípola aborda el
dos desde el absurdo que, sin embargo, se tema de la construcción de la identidad de
valen de elementos de algunas zonas de lo los sujetos. El autor define las identidades
real. La paradoja de estos absurdos es que, colectivas como presididas por la amenaza
aunque en todos los casos pueden ser con- y la creencia. En sus términos: “Un dispo-
ceptualmente realistas, en momentos de sitivo institucional, un gesto, una acción,
debilitamiento de las instituciones sociales tanto como un discurso (no necesariamen-
–cuando lo viejo no ha terminado de mo- te ‘performativo’) pueden funcionar como
rir y lo nuevo todavía no está prefigurado– amenaza, esto es, como un peligro que se
se tornan más directamente realistas. cierne sobre un individuo o un grupo, pe-
En el mismo sentido, Metáforas de la ligro imputable a otro individuo o grupo”.
política examina y discute la fecundidad Esta amenaza funcionaría para todos los
analítica de ciertas categorías sociológicas actores sociales afectados por los gobiernos
para la reflexión política. Es un intento de dictatoriales.
aproximar a nivel teórico temas y proble- F.P.
mas sociológicos con temas y problemas de
la teoría y filosofía políticas. En ese inten- de la barra, Emma (César Duayen,
to, el concepto de “decisión” desempeña también Duáyen o Duayén) (Rosario
un papel crucial. El libro tiene como pun- [Santa Fe], 21/01/1861 - Buenos Aires,
to de partida e hilo conductor la idea de 1947). Travestismo literario. Seudónimo
que el imaginario político moderno tiende de Emma de la Barra de De la Barra.
a concebir la política, ya como un subsiste- Mujer heterodoxa, por sus lecturas, sus
ma del edificio social dotado de funciones paseos y, audaz, sobre todo, por su lite-
predeterminadas, ya como la dimensión ratura. Hacerse un lugar de escritura o el
de contingencia y apertura inherente a lo oficio de escritora, sobre el 1900, “esta-
social, dimensión que posibilita la inter- ba casi tan mal mirado […] como el de
vención eficaz de la decisión sobre el mun- actriz o bailarina”.1 Emma: mujer que
do humano y que permite, dadas ciertas –junto con Mariquita Sánchez, Juana
circunstancias, el cuestionamiento radical Manso, Juana Manuela Gorriti, Eduarda
del orden estructurante de una sociedad, Mansilla– ensanchó el tradicional ámbito
de su pacto social constitutivo; esboza la de lo domestico para hacerse de un nom-
tesis de que ambas formas de concebir la bre en el campo de las letras. Figura mar-
política, aunque habitualmente planteadas ginal, excéntrica, si se quiere, respecto del
como excluyentes, son en verdad comple-
1.  Gálvez, M., Amigos y maestros de mi
mentarias.
juventud, Buenos Aires, Kraft, 1944, p. 32.

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DE LA BARRA D
canon de género argentino: “este medio gio de Ciencias Morales. Como los demás
siglo la postergó lo suficiente como para fue proscripto durante la tiranía”.2 Tira-
olvidarla”.1 Emma, entonces, más conoci- nía rosista que lo obliga a desterrarse en el
da, literariamente hablando, como César. vecino Uruguay –donde colabora en dos
Autor del primer best seller argentino: periódicos de Montevideo: Las Atenas del
Stella (A. Moen y Hno., 1905). Novela Plata y La Nueva Troya– y en Chile. Poste-
o “fiel retrato” de la sociedad de enton- riormente, vuelve a la Argentina y en 1846
ces; su subtítulo: “Novela de costumbres lo encontramos ocupando el puesto de se-
argentinas”. Buenos Aires en los años an- cretario general del ejército correntino a
teriores al Centenario es ya una ciudad las órdenes del Gral. Joaquín Madariaga.
inmigratoria. Y si la inmigración es el En 1847, después de la batalla de Vences
rasgo mayor de la Argentina sobre princi- (27 de noviembre), en la que Urquiza de-
pios del siglo XX, y si Stella pretende ser rrota a Madariaga, se ve obligado a des-
una pintura de época de la sociedad de ese terrarse nuevamente; esta vez a Paraguay.
momento, entonces, hay que poner las Al retornar a la Argentina se establece con
cosas en foco: se trata de un retrato que su familia en Rosario, donde crece su hijo
perfila la haute porteña. Clase social que varón –Horacio– y nace Emma; ambos de
De la Barra conoce bien porque le perte- Emilia González del Río. En esa ciudad,
nece y que muestra en sus más mínimos Federico se desempeña como periodista
detalles, denunciando el cinismo e hipo- en El Diario de la Tarde. Asimismo, funda
cresía de sus representantes por medio de La Crónica y La Confederación. Instituyó
una mirada y una voz extranjera: la de también una Sociedad de Beneficencia,
Alejandra Fussler, joven mujer instruida un hospital de caridad y un club social.
y pobre, lo cual, en la haute configura una Iniciativas intelectuales-filantrópicas, a
“mancha”. Alejandra se encarga de poner las que siguió un desempeño político: De
en la superficie de su discurso las contra- la Barra ocupó el cargo de senador en el
dicciones de los hombres, su spleen, sus Congreso de Paraná. Y de la política, nue-
tironeos morales, políticos; y las miserias vamente a las letras: en 1862, en Uruguay,
de las mujeres, desde la más pequeña has- publica un panfleto en el que denuncia la
ta la más adinerada. inflexión liberal de Bartolomé Mitre y la
Emma de la Barra: ascendencia y bio- capitalización de Buenos Aires. En 1877
grafía. Su abuelo, Francisco León de la se instala en esta ciudad y nuevamente en-
Barra, chileno, se casó con Dolores De- trelaza relaciones con algunos periódicos.
maría, señora porteña emparentada con Colabora en El Nacional, funda El Siglo y,
apellidos categóricos como los Escalada o junto con Olegario V. Andrade, redacta
los Arana. El padre de Emma, Federico, La Tribuna Nacional, en calidad de perio-
nació en Buenos Aires el 14 de octubre dista de ideas, doctrina, dialéctica y cul-
de 1818. Había sido compañero de “Már- tura. Éstos son los hechos salientes de la
mol, Vicente F. López, Félix Frías, Luis L. vida de Federico de la Barra, recuperadas
Domínguez, Calvo y Tejedor en el Cole-
2.  Pierini, C.B. (1942), César Duayen.
1.  Mizraje, G., Argentinas entre Rosas y Perón, Novelista, tesis de profesorado, Facultad de
Buenos Aires, Biblos, 1999, p. 158. Filosofía y Letras (UBA), p. 2.

• 391 •
D DE LA BARRA

aquí no por afán de archivista sino porque la Sociedad Musical Santa Cecilia. Fue una
muchas de sus preocupaciones –máxime de las principales iniciadoras de la Primera
las de índole intelectual y filantrópica– Escuela Profesional de Mujeres. Junto con
tomaron cuerpo en su hija. una prima suya –Elisa Funes de Juárez Cel-
Emma. Al parecer, no recibió una educa- man– impulsó la filial argentina de la Cruz
ción formal, sino que estudió con profeso- Roja. Con Delfina Mitre de Drago, en
res particulares. Fue una lectora ávida, in- 1893, organizó una exposición de joyas de
fatigable y de lecturas desordenadas (según arte en la palacio Hume. Pero lo que quiero
Pierini, quien la conoció personalmente). recordar, sobre todo, es un emprendimien-
Recupero estos comentarios anecdóticos to utópico: la construcción de un barrio
acerca de su educación porque también obrero en Tolosa, donde estaban situados
se le achacaron a Arlt, en la punta opuesta los talleres ferroviarios, cerca de La Plata;
del espectro social. Y si ésta es una prime- lugar conocido como “el barrio de las mil
ra semejanza entre Emma y Roberto, hay casas”, en donde Emma residió entre 1901
también otra. Los críticos literarios de la y 1904. Allí impulsó la construcción de
época saludaron con entusiasmo la apari- una escuela, un teatro y una iglesia, pero
ción de Stella (menos la de Mecha Iturbe o fracasó económicamente y perdió casi toda
El manantial), pero siempre la acusaron de su fortuna (según Mizraje, este emprendi-
escribir mal. Preocupaciones que la crítica miento la perfila a Emma como precursora
argentina ortodoxa tuvo desde un princi- de Eva Perón). Este plan es retomado fic-
pio. Y si la instrucción deja que desear, esta cionalmente en su segunda novela, Mecha
situación se revierte con la frecuentación Iturbe (Maucci Editores, 1906).
mundana de Emma. Gracias a las relacio- De la Barra de De la Barra. O los ma-
nes políticas de Federico, en Buenos Aires trimonios. En la década del 80 Emma se
frecuenta los salones más distinguidos, convierte en Emma de la Barra de De la
como el de Carmen Nóbrega, mujer de Barra. Se casa con el hermano menor de
Nicolás Avellaneda. En estos ambientes, es su padre: Juan de la Barra. Éste se desem-
posible suponer, la futura escritora vivió las peñaba como gerente general del Banco
articulaciones sociales de lo que en Stella Nacional, de manera tal que la joven, con
llama la haute; pienso en el baile para la pre- el matrimonio, no se aleja de ese círculo
sentación en sociedad de las niñas, al cual social, político y financista al que la había
se le dedica un espacio considerable en su acostumbrado su padre. El tío-marido fa-
primera novela. En cuanto a De la Barra, llece a los pocos años de matrimonio, en
Pierini sostiene: “Además de señorío en el 1904, y deja a su mujer dueña de una con-
andar, gracia en el baile, agilidad y sutileza siderable fortuna. Con su muerte adviene
en la esgrima verbal que domina como na- también el alejamiento de Emma de la
die, posee una hermosa voz de soprano que actividad mundana y filantrópica, tras lo
le conquista los aplausos de su círculo”.1 Si cual se traslada a La Plata, al suburbio de
recupero este dato es para avanzar sobre los Tolosa. Su fortuna empieza a evaporarse
emprendimientos filantrópicos de la escri- con cierta rapidez y es en ese momento
tora. Concibió diversas iniciativas: fundó cuando escribe Stella. La novela parecería
tener un fin de índole económica: “todo el
1.  Ibíd., p. 6.

• 392 •
DE LA FUENTE D
caudal de observaciones del mundo en que en que fallece Llanos. A partir de ese mo-
había vivido [… lo] puso al servicio de un mento, Emma se retira de la vida pública
solo fin: […] reconquistar una posición. y abdica también de su escritura, tanto la
De ese esfuerzo […] nació Stella –que no literaria como la periodística. Es así que da
fue escrita por pasatiempo”.1 Y el segundo por terminada su trayectoria como escrito-
matrimonio. La viuda De la Barra de De ra. Fallece en Buenos Aires durante la pri-
la Barra, que ya circulaba en Buenos Aires mera presidencia de Perón, en 1947.
con el seudónimo de César Duayen, en di- El primer best seller argentino. Al comien-
ciembre de 1905 se casa con un conocido zo dije que Stella fue el primer best seller
político, también periodista: Julio Llanos. argentino, ya que se lo recuerda –después
Con éste, Emma viaja a Europa y se ra- de Amalia de Mármol– entre los mayores
dican en Italia. Desde allí envía a Buenos éxitos de librería en el ámbito de las letras
Aires su segunda novela –Mecha Iturbe– y argentinas. Fue un texto tan popular que
también la tercera –El manantial (Estrada, a dos años de su publicación se lo men-
1908)–, fechada en Torino. Por lo visto, ciona en Nuestros hijos de Florencio Sán-
en Italia traba relaciones con Edmondo chez. En el acto I, escena X leemos: “Sra.
de Amicis, quien prologa la traducción de de Álvarez.– Venga acá. No sea huraño. ¿O
Stella al italiano, publicada por el editor tiene miedo al sablazo?… Dedíquenos un
Treves en 1908. Desde Italia, Julio Llanos instante. Cuéntenos algo de su obra. ¿Ten-
envía correspondencia al diario La Nación dremos el gusto de leerla? / Sr. Díaz.– No
y también Emma despacha algunas notas, he empezado a escribir. Continúo docu-
como “El libro de mis viajes”, especie de mentándome. / Sra. de Álvarez.– ¿En la
aguafuertes de viaje en las que “retrata” lu- crónica policial? / Sr. Díaz.– En la crónica
gares y personajes europeos que la pareja policial. / Sra. de Álvarez.– Qué original!
visita o conoce. Ambos regresan a la Ar- Será un libro trágico. / Sr. Díaz.– Efecti-
gentina en 1911, pero vuelven a Europa vamente. Trágico. / Sra. de González.– Se
poco después, en 1913. En este segundo va a vender mucho, eso. Un éxito así como
viaje los sorprende la guerra y se ven obli- el de ‘Stella’ de Emita de la Barra. ¿No lo
gados a quedarse en París. En 1915, Emma ha leído usted? […] Toda la gente de bien
sustituye al marido en la redacción de las lo conoce”.
crónicas que Llanos solía enviar a La Na- R.C.
ción, sin alterar la firma de los mismos. De
vuelta al país, en 1916, ambos se man- DE LA FUENTE, Alfredo (s/d, 1935).
tienen escribiendo en varios periódicos y Poeta, narrador, crítico literario y comuni-
Emma publica cuentos y novelas cortas en cador social.
Caras y Caretas, Plus Ultra y El Hogar. En Publicó las siguientes obras: Crónica de
este último aparece un cuento, “El beso un alcohólico; La perra vida (1978); Anoche
aquel”, en 1932, y un año después, como murió Ramiro; De marginados y clase me-
folletín, Eleonora, su última novela, ilustra- dia (1980); As de copas; Poemas de urgencia;
da por Pinto Rosas. Este trabajo se publica El payador en la cultura nacional (1986) y
en 1933 (por la editorial porteña Tor), año Necesito falopa: confesiones de alcohólico y
drogadicto (1991). Su narrativa se caracte-
1.  Pierini, C.B., op. cit., p. 9.

• 393 •
D DEL BARCO

riza por la temática de la marginación, la Ante la interpelación la respuesta es auto-


incorporación de elementos coloquiales y rreferencial, de identificación. Soy aquel
la construcción de espacios sórdidos. Por que soy, contesta el hijo según el profeta.
otro lado, en su ensayo El payador en la cul- En la ideología religiosa cristiana Dios es
tura nacional, presenta un recorrido por los aquel que es por sí y para sí. La denomi-
antecedentes españoles y provenzales del nación sujeto no aparece hasta el adveni-
personaje criollo, una exploración de sus miento del pensamiento jurídico-burgués.
orígenes y de su historia basándose en la En francés, la subjectivité implica tanto la
recopilación de payadas (o fragmentos de sujeción, el sujetamiento que remite al pa-
éstas), además de breves semblanzas bio- radigma político-teológico de soberanía,
gráficas que van desde Bartolomé Hidalgo dominio o dominación; como a la subje-
hasta el mítico payador Gabino Ezeiza y el tivación, neologismo reciente que designa
dramaturgo Nemesio Trejo. un devenir sujeto. Entre la diferencial de
M.R. sujeción/subjetivación se encuentra la pro-
blemática de la libertad o la resistencia. El
Del Barco, Oscar (Bell Ville [Cór­ sujeto es la dualidad, la interferencia ineli-
doba], 1928). Ha sido titular en la carrera minable de un proceso de interlocución.
de Historia y de Filosofía de la Universidad Entonces, la sujeción se materializa en dos
Nacional de Córdoba. Director y pro- registros diversos; a saber: el del lenguaje
fesor de la maestría de Filosofía de la y el jurídico-político o legal. Y si la escri-
Universidad Autónoma de Puebla, tura tiene un sujeto, ¿de quién se trata en
México. Ha formado parte de la dirección el caso de Del Barco? Yo. Uno. El escritor.
de la revista Pasado y Presente y Nombres ¿Quién es yo?
(ambas cordobesas), y de Dialéctica y “¿Qué importa quién habla, dijo al-
Espacios. Ha publicado: Esencia y aparien- guien qué importa quién habla?” La cita
cia en El Capital de Marx (1977); Esbozo que hace Foucault de Beckett refiere a la
para una crítica de la teoría y la práctica dislocación de la idea de atribución legí-
leninista (1980); El “otro” Marx (1983); tima, de la apropiación de una escritura,
El abandono de las palabras (1994); Juan una partitura. Como si el proyecto-obra
L. Ortiz. Poesía y ética (1996); Memoria fuera una proyección del derecho patrimo-
de aventura metafísica; Variaciones sobre nial donde se reconociera a un propietario.
un viejo tema; Infierno; Elegía a Alberto Reconocimiento moral que implicaría un
Burnichon; Tú- él; Dijo I (2000); Dijo II lugar donde resolver contradicciones. El
(2001); Exceso y donación (2003); Poco po- autor, el regulador, es el nombre de una
bre nada (2005); Diario (2007); La intem- legalidad y, por lo tanto, objeto de un pro-
perie sin fin (2008). Tradujo, entre otros, a cedimiento judicial: el blanco del ejercicio
J. Derrida, G. Bataille, J.-P. Sartre. Como crítico. Dador, fundador, causante de un
artista plástico, su obra ocupa un lugar discurso; el discurso de un productor. Se
preponderante en la escena de la pintura trata de la idea de una constitución, de
nacional. la obra como reglamentación a la que se
Lectura. En San Juan, Jesús dice “Yo podría regresar portando el nombre del
soy, que hablo contigo” (cap. IV, vers. 26). fundador, o apelando a él. Sin embargo, en

• 394 •
DEL BARCO D
el poema, la cuestión radica en sostener el desgaste del lenguaje constituido por la frase
anonimato contra el ejercicio de la domi- de Wittgenstein: “Los límites de un lenguaje
nación. Del Barco avanza en la fascinación significan los límites de mi mundo”. Porque
del lenguaje; busca salir del lenguaje tal como no es un productor de palabras, “de lo que
se lo entiende comúnmente, lo que implica no se puede hablar hay que callar”.
abandonar lo subjetivo. Dice, dijo, él. Un “En los labios están las palabras / de-
alguien Oscar entregado a la desposesión de rrumbándose” (“Diarios”). ¿Qué se quiere
uno en la posesión de otro. decir cuando se dice Dios o yo? ¿Hay alguna
El 13 de mayo de 1871, en una carta, relación entre lo que llamamos Dios y lo que
Rimbaud le escribe a su profesor G. Izam- llamamos yo?, se pregunta Del Barco en
bard: “Yo quiero ser poeta, y trabajo para Exceso y donación. El devenir como nue-
volverme vidente… Se trata de llegar a lo vo comienzo, para el poeta, es el aconte-
desconocido por el desarreglo de todos los cimiento absoluto. ¿Un nuevo comienzo
sentidos… Yo es un otro”. El verbo en ter- acaso es una resurrección? El sepulcro va-
cera persona del singular: ¿quién es yo? “El cío está abierto. El sepulcro. Constatación
// sin nombre / muere / aun más blanco // no de la realidad del Aparecido, mediante el
recuerda la palabra” (“Dijo”). Y para esta- tacto, la vista de las manos y pies, la comi-
blecer un paralelismo: en el mismo mes de da. Jesús se manifiesta de entrada en forma
mayo, pero de 1952, I. Bachmann escribe inédita, y es reconocido en el proceso de la
“Quizás alguna vez me pueda reconocer, / narración: el teatro de la escritura de Del
en una paloma, en una piedra rodante. / Barco. En la predicación de los profetas re-
¡Sólo falta una palabra! Cómo debo llamar- vivirían los muertos, un cadáver resucitará,
me / sin existir en otro idioma”. Con esto despertarán y saltarán de alegría los habi-
quiero señalar que la búsqueda de una pala- tantes del polvo. El destino del cadáver del
bra que lo nombre atraviesa la vocación de crucificado. Romper las limitaciones de la
poeta y de filósofo de Del Barco, quien ha materia. Un cuerpo que sigue la desinte-
recorrido la obra de Marx, de Nietszche, de gración reintegra al mundo los componen-
Kant, de Heidegger. Pero son los trazos de la tes de la realidad destruida.
teoría wittgensteiniana los que se observan “Eso lejos eres tú llegarás un día / a ti y
en sus poemas. Si recordamos a Bachmann ese día recibirás tu herencia // eres dirás”
soñando con otro idioma, ése que le hubiera (Poco pobre nada). ¿Cuál es tu nombre? La
dado a un austríaco la posibilidad de ser un Torá contesta, “Ehié Asher Ehié”; no: soy el
hombre nuevo en un país independiente de que soy, sino: Seré el que Seré. Algo ocurri-
culpa, ya que fue el lenguaje lo que causó la do en el mundo induce hacia una presen-
Anschluss (anexión) con los alemanes. Y en cia no mundana, trascendente.
estas latitudes, ¿qué fantasmas merodean las ¿Qué sentido tiene un cadáver que per-
pesadillas del castellano? Un proverbio de la manece tal durante cierto tiempo, para ser
filosofía oriental reza: “El hombre nace caña luego no revivificado, sino transformado
y su destino es convertirse en flauta: lim- en algo distinto y ajeno a todas sus leyes y
piarse y vaciarse por dentro para que pue- propiedades?
da pasar por él el soplo de la verdad hecha El tercer día. “Esta prolongación de
música”. Vaciarse por dentro. Vaciamiento y otro día / y otra luz // o este / nacimiento

• 395 •
D DEL BARCO

de ojos que no / ven // o dejarse fuera / del esa inmensa distancia entre la muerte de
cuerpo” (“Diario”). La insistencia de pre- la palabra y la aparición abundante de una
servar una expresión que sea capaz de enta- voz. Recorrer la catástrofe, dar el paso del
blar alguna relación. “Hundió / su llama / saber, al éxodo de los nombres. Tal la pos-
en el vacío / y luego fue mujer y hombre / tura fiel del poeta. Hablar, ver, temer. Tan-
con los pedazos / cayendo / sin / el sostén / to cuando se aparece Elohim como cuando
de sus costillas” (“Dijo”). Atravesar la con- lo hace Jesús, el texto bíblico pide al lector
tundente evidencia del muerto. ¿Difunto o no temer. Recordemos que Shemot en he-
muerto? Jesús es el primogénito de los di- breo significa Nombres y que el traductor
funtos o la “primicia de los que duermen” ha optado por llamar a este libro, “Éxodo”.
en expresión paulina. Difunto es alguien El capítulo 1 comienza con “estos son los
que ha muerto, que ha cumplido su trán- nombres de los hijos de Isreael”. Y si la
sito, pero de quien se cree que está vivo en propiedad es la facultad legítima de gozar y
lo eterno. Relación tanto privada como disponer de una cosa, en caso del nombre,
litúrgica con los difuntos. La metáfora de el traductor no traicionó el sentido último
Cristo como difunto prototípico, el que de la palabra, ya que sólo perdiéndolo, dis-
no se ve, pero está presente y actuante en persándolo, desde su éxodo, se puede ha-
nuestras vidas. blar de un nombre. Nombrar. Movimiento
En este sentido, la escritura de Del emocional, experiencia estética, devenir de
Barco celebra el rito de las exequias, se la poesía de Del Barco donde se lee lo im-
constituye en la celebración litúrgica de propio del nombre, de las palabras, de ma-
la muerte. Pero no es una muerte sin más, nera que no se encuentran sometidas a la
como si la palabra, a través de la muerte, acción y a la voluntad del escritor, sino que
estuviera definitivamente viva. Entonces, consisten en apariciones en aquello que
la poesía de Oscar del Barco celebra “con” Juan L. Ortiz definía como la intemperie
el difunto, no por él. La muerte no es un sin fin. En sus “Notas sobre Paul Celan”
mero recuerdo o un objeto pasivo: “raspar Del Barco refiriéndose al poeta de La fuga
el hueso / hasta el olvido / por donde corre de la muerte dice, repito: “Paul Celan no es
/ el oh celeste del acontecer de la presencia” ni poeta ni testigo, ante todo porque no se
(“Dijo”). En efecto, ya en Sein zum Tode puede ser, ni, en consecuencia, ser-poeta…
(Ser para la muerte) de Heidegger, la “me- Eso que llamamos Paul Celan y que llama-
ditatio mortis” es luz para la autenticidad de mos poetas es (sin ser) un lugar donado.
la vida; aquí se trata de tránsito. De hecho, Donante de Nadie”.
el giro del tercer día “es posible dijo que re- En Corintios (XV, 17), Pablo afirma
sucite entre las piedras” en Poco pobre nada. que “si Cristo no hubiera resucitado vana
En esta serie de cosas: en “Una tumba para es nuestra fe”. La “revelación como Palabra
Anatole”, Mallarmé escribe “suspenso-vida de Dios” es el motivo de credibilidad. Creer
/ muerte- / poesía-pensamiento / […] / –sostiene Del Barco en su artículo “Home-
encontrar ausencia / únicamente- / en pre- naje mortuorio de Mallarmé a su hijo Ana-
sencia / de ropitas”. El carácter fronterizo tole” (El Banquete, nº 6)– y se pregunta: “¿o
de depender la fe en la resurrección, en la hay que creer para entender?”. Creer en eso
aceptación del sepulcro vacío. Atravesar que no es “ni prosa, ni poesía, ni filosofía, ni

• 396 •
DELFINO D
teatro; un algo llegado de quién sabe dónde La Novela Semanal y La Razón. Fue direc-
y que estaba allí”. Del Barco camina al lado tor de la revista El Hogar y en La Nación
de Mallarmé, es un andante, un Gänger, un ejerció el cargo de editorialista. Entre sus
Doppelgänger. “Esas palabras al ser leídas obras sobresalen: Márgara, que venía de
producen efectos, como cuando una piedra la lluvia (1936); Fin de siglo (1939); Para
cae en un estanque y produce un movi- olvidarse de la guerra (1941); y Cuentos de
miento en el agua… El lector debe asumir Nochebuena (1946). En 1939 obtiene el
la tareas de sostener, allí donde Mallarmé Premio Municipal de Literatura. Sus per-
desfalleció, el espíritu vivo del muerto me- sonajes expresan agudos dramas psicológi-
diante esas hojitas salvadas casualmente de cos, en una realidad matizada de elementos
la catástrofe”. Y esas hojitas son el poema. Y fantásticos y misteriosos. Se destacó por
el lector es Del Barco escritor. Aquel que lee sus creaciones sobre lo cotidiano, pobladas
la resurrección, aquel que escribe eso que en de fantasía o de misterio, entramadas con
el principio es el verbo, una acción: el escri- elementos poéticos.
bir la palabra sobre alguien-algo que murió En Márgara, que venía de la lluvia, pre-
y resucitó (en el poema). Pero “¿quién o qué dominan el análisis psicológico y la aven-
muere?”, se pregunta Del Barco caminando tura sentimental de los adolescentes. En
junto a Mallarmé. Quizás ese “yo” que es el cambio, en Para olvidarse de la guerra Del-
sujeto Oscar del Barco para renacer en pala- fino describe, mediante historias y perso-
bras bajo un nombre que se exilia del mun- najes de Buenos Aires, la emoción de una
do. En la poesía de Del Barco sentimos que gran ciudad americana ante el estallido de
él es ninguno, cualquiera, todo aquel que se guerra europea. Fin de siglo encarna el espí-
pierde, y sin embargo, “va a lo mortal para ritu de lo finisecular, con ternura y gracia;
algo”. ¿Dónde va, deshabitado? ¿Será dema- una época que se clausura según el autor
siado tarde para la palabra? Replegada sobre en el mismo momento en que se declaró
sí con el desamparo como única posesión. la Primera Guerra Mundial, tal como Eric
Un lugar imprevisto, un movimiento hacia Hobsbawm lo planteara mucho después
otra cosa, un golpe de objeto que descon- con el corto siglo XX.
cierta la mirada. El poeta sabe que la palabra Aunque no puede ser considerado un
perro, muerde. Un escozor, un tormento. escritor para niños, aparece en su obra la
Una intensidad sin traducción. Como si ta- descripción del mundo de la infancia en
tuase sobre su cuerpo-hoja la frase que dice: el que se expresan las penas, angustias, te-
No está aquí. Ha resucitado. mores y fantasías, tal como en los Cuentos
A.A. de Nochebuena. En ellos Delfino presentó
a María Pastor, quien oye por la ventana
DELFINO, Augusto Mario (Paso del del cuarto de baño de su departamento las
Molino [Montevideo], 1900 - 1961). Es­ voces del mundo que entran en su espíritu;
critor y periodista oriundo del barrio Paso y a Agustín, un niño de 8 años que quiere
del Molino, donde se inició en el perio- ver los fuegos artificiales, y los únicos res-
dismo. En 1922 se radicó definitivamen- plandores que llegan a sus ojos son los del
te en Buenos Aires. En la Argentina, se revólver que mata a su papá y los del incen-
desempeñó como redactor en El Diario, dio de la fábrica de cohetes donde trabaja.

• 397 •
D DELGADO

En el suplemento dominical de La Na- zo de su desarrollo sólo llevó a las canchas,


ción publicó en 1950 “El teléfono”. Este junto con los actores del juego, a los parien-
cuento apareció a comienzos de una déca- tes y amigos de los jugadores, y que todavía
da en la que se experimentó un vuelco en en 1910 –en la ciudad de un millón y me-
la narrativa breve argentina, como certifica dio de habitantes– asombraba cuando diez
Bestiario de Julio Cortázar (1951), obra en mil espectadores colmaban la capacidad del
la que, como en este cuento de Delfino, se palco y se desplazaban detrás de la baranda,
advierte el manejo de ciertos procedimien- al extender su popularidad fue sustrayendo
tos que hacen de los textos obras cercanas a gentes a esparcimientos dominicales en los
la categoría de “extraño” expuesta por Tzve- que imponíanse formas groseras de la hom-
tan Todorov. Este cuento luego fue luego bría. Quien revise las colecciones de los dia-
publicado en 25 cuentos argentinos magistra- rios verá en los ejemplares de fines del siglo
les (Plus Ultra, 1977). “El teléfono” cuenta XIX y principios del siglo XX cómo la po-
la desdichada noche de una familia de clase blación masculina nutría la crónica policial
media que se entera de que ha muerto el con sus desahogos del domingo”.
padre. El relato gira en torno del dolor que L.L.
transita el núcleo familiar compuesto por la
madre, dos hijas, un hijo y una mucama, Delgado, Sergio (Santa Fe, 1961).
quienes reciben la noticia por teléfono. El Profesor de cine y coordinador de la edi-
aparato se constituye en el objeto a través torial de la Universidad del Litoral, donde
del cual se muestra cómo responde al do- tuvo a su cargo varias ediciones críticas, en
lor la hermana mayor, convencida de estar particular la de la obra completa del poe-
hablando con su padre, quien se despide de ta entrerriano Juan L. Ortiz (1896-1978).
ella desde el andén de un tren, como un no- A propósito, se destaca su trabajo de diez
vio enamorado, por lo que se puede recons- años de investigación sobre El Gualeguay
truir a partir del monólogo de su hija. (1970) el poema más extenso de Ortiz (que
Delfino continuó forjando una amplia consta de 2.639 versos).
trayectoria en los medios de comunicación En 1999, Delgado se radicó en la ciu-
que lo llevó a colaborar a mediados de la dad de Lorient, Francia. Desde entonces
década de 1950 en la revista Popurrí, junto enseña Arte y Literatura en la Universi-
con Marcelo Menasché, Rodolfo Cárdenas dad Bretagne-Sud. Publicó varios libros
Behety, Carlos Coldaroli, Luis Alberto Mu- de relatos: La selva de Marte (1994); El
rray, y los dibujantes Quino y Garaycochea. alejamiento (1996); La laguna (2001); Al
En 1955 incluyó en cuento “Lo bueno fin (2005); y Estela en el monte (2006).
del fútbol” en Historia del fútbol argentino, Su particular sensibilidad está en la flui-
donde precozmente analiza el modo de juz- dez narrativa de sus descripciones y en
gar los hechos de violencia desatados por su obsesión por indagar la percepción
la pasión deportiva, destacando el carácter ahondando en sus propias experiencias.
democrático del juego y su aporte a la sal- Delgado ofrece una literatura con remi-
vación de las almas perdidas: “El fútbol, que niscencias de Saer, pero con una entona-
nació y dio sus primeros pasos como el ejer- ción propia.
cicio solaz de unos pocos; que en el comien- L.V.

• 398 •
DELLA PAOLERA D
DELLA PAOLERA, Félix (Buenos español y madre judía, con 8 años ganó
Aires, 1923). Poeta, traductor y periodista. su primer premio literario por una com-
Miembro precoz y compañero de andanzas posición escolar. En su juventud viajó a
de los escritores de la Generación del 40, Buenos Aires para tomar los hábitos re-
entre ellos Olga Orozco, Oliverio Girondo ligiosos. Ingresó a la congregación de las
y Juan Rodolfo Wilcock. También fue Paulinas, una comunidad de monjas laicas,
amigo de Jorge Luis Borges, con quien donde permaneció por un período de diez
almorzó todos los sábados durante cuatro años en que comenzó sus estudios en la
décadas. Mantuvo cierta correspondencia Facultad de Filosofía y Letras de la UBA,
con el filósofo alemán Martin Heidegger, a hizo una revista y cumplió actividades de
quien vio por primera vez durante una es- ayuda social. Viajó a Italia para estudiar li-
tadía en Alemania como enviado cultural. teratura italiana contemporánea en Roma
También conoció a William Faulkner en becada por el Instituto de Cultura Italiana.
ocasión de una conferencia de la Unesco A su vuelta, abandonó definitivamente la
presidida por el premio Nobel. vida conventual, si bien nunca dejó de ser
Fue colaborador de la revista Sur y pu- fervorosa creyente. Conoció a quien sería
blicó artículos y poemas en el suplemen- su marido, Andrés Alfonso Bravo, a fines
to cultural de La Nación. Tradujo, entre de la década de 1960. Fue directora de la
muchos otros textos, la obra teatral Bajo revista bibliográfica Señales, asesora de va-
el bosque de leche, de Dylan Thomas, jun- rias editoriales y colaboradora en medios
to a Victoria Ocampo. Su taller literario es nacionales como La Nación, Clarín, El
considerado uno de los más antiguos de Cronista Comercial, La Gaceta de Tucumán
la ciudad. Allí dieron charlas, entre otros, y Todo es Historia. Trabajó en radio con
Borges y Adolfo Bioy Casares, cuyo resul- María Saénz Quesada, comentando li-
tado son los libros Jorge Luis Borges. Sobre bros o debatiendo temas históricos. Ganó
la escritura. Conversaciones en el taller lite- numerosísimos premios literarios, entre
rario (2007) y Adolfo Bioy Casares. Sobre la los cuales se cuentan el Premio Emecé de
escritura. Conversaciones en el taller literario Novela en 1961 por La hora undécima, el
(2007), que consisten en consejos para fu- Premio Nacional de Novela, la distinción
turos escritores y han sido publicados por otorgada por la revista Plural, el Premio
la editorial española Fuentetaja. Della Pao- FNA, el Premio Municipal de Cuento
lera es autor de Borges, develaciones (1999), en 1965 por Los que comimos a Solís, el
libro fotográfico que rastrea algunos corre- primer Premio Municipal de Novela y el
latos geográficos e históricos en los textos Premio de Cultura de la Provincia de Entre
del autor de “El Aleph”, y Bioy Casares a la Ríos en 1980 por Espejos y daguerrotipos,
hora de escribir (1988). Actualmente dicta el Konex de Platino categoría “Cuento”
cursos de literatura en el MALBA. en 1984, el Premio al mejor libro otor-
A.J. gado por la Feria del Libro en 1994, el
Premio “Silvina Bullrich” en 1995, el
DE MIGUEL, María Esther (Larroque Premio Nacional de Literatura en 1997
[Entre Ríos], 1929 - 2003). Narradora, por La amante del Restaurador y el Premio
docente y periodista. Hija de inmigrante Planeta en 1996 por El general, el pintor

• 399 •
D DE MIGUEL

y la dama (en esa ocasión, el jurado esta- clave de definición de los grandes dilemas
ba compuesto por Tomás Eloy Martínez, de la cultura nacional, la novela es narrada
Mario Benedetti, Ángeles Mastretta y desde el punto de vista poco convencional
Guillermo Schavelzon). Recibió además la de una de las amigas de Manuelita Rosas,
Palma de Plata del Pen Club y el Premio que ha quedado loca como consecuencia
Dupuytrén. Entre los cargos que ocupó del reiterado abuso sexual de que es objeto
en el mundo de las letras, fue directora por parte del Restaurador. Además de una
del FNA (1983- 1989), secretaria general denuncia del sometimiento femenino, la
y jurado de los Premios Konex en 1994 novela quiere ser una experimentación con
y 1997. Asimismo, es reconocida como la subjetividad del personaje principal, sin
una de las más grandes impulsoras de la abandonar las convenciones del realismo y
Feria del Libro; fue parte del Consejo de la temática sentimental. Asimismo, pone en
Administración de la Fundación El Libro e juego algunos procedimientos formales que
integró la Comisión Directiva de la SADE. alteran la narración lineal, como el cambio
Se ha dicho que siempre estaba dispuesta a de narrador y de tono, los saltos temporales
leer manuscritos de autores jóvenes, lo que o la puesta en abismo. Las batallas secretas de
enfatiza el grado de su dedicación hacia el Belgrano, por su parte, también fue un ver-
mundo de la producción literaria e intelec- dadero suceso de público y estuvo entre los
tual. Por su parte, ella se consideraba una libros más vendidos del país durante varias
“cuentera”; su interés por el desarrollo del semanas consecutivas. En El general, el pintor
relato y su narratividad se traduce en sus y la dama, de Miguel vuelve a experimentar
textos, de verdadera “manufactura” ficcio- con estrategias verosimilizadoras propias del
nal. Dos ejes estructuran su labor literaria: relato tradicional, como el motivo del ma-
por un lado, el trabajo con documentos nuscrito encontrado al azar. A partir de allí,
históricos y la investigación de fuentes para nos embarca en un viaje de recuperación del
reconstruir voces y ambientes de época y, lado “oculto” de la historia y de la intimidad
por otro, la inclusión de materiales auto- de los próceres nacionales. El desencuentro
biográficos. El caso de Las batallas secretas amoroso entre Juan Manuel Blanes y su hijo
de Belgrano, confeccionado en base a las y los frecuentes amoríos de Justo José de Ur-
cartas del prócer, es ejemplo de lo primero. quiza entraman el argumento que posibilita
En cuanto a lo segundo, se registra en al- una revisión del pasado histórico en clave
gunos cuentos, en ciertas novelas como El sentimental. El hecho de que el punto de
palacio de los patos o en las memorias que, vista de la mayor parte de sus textos sea el
al decir de la autora en una de las últimas de personajes marginales a la gesta patria,
entrevistas que brindó, estaba elaborando mujeres o hijos bastardos, contribuye a la
cuando falleció, inspirada en los sucesos denuncia de injusticias de género o de la
argentinos del año 2001. desigualdad social. Todos los procedimien-
La amante del Restaurador, novela que tos arriba enumerados, junto al ritmo rá-
se volvió un fenómeno de ventas y públi- pido y de fácil lectura que la caracteriza,
co, puede considerarse la consolidación de pueden pensarse como modos de acercar el
su fama como escritora de ficción histórica. texto al lector contemporáneo. De hecho,
Ambientada en la época rosista, momento es considerada una de las escritoras pioneras

• 400 •
DEMITRÓPULOS D
en la divulgación masiva de ficción históri- 19/07/1998). Su padre, de origen griego,
co-literaria en la Argentina, además de una estimuló su inclinación literaria. Realizó
de las escritoras argentinas más leídas, con sus primeros estudios en Salta y luego cur-
un promedio de 50.000 ejemplares vendi- só en la Facultad de Filosofía y Letras de
dos por obra. Su interés por las cuestiones la UBA. En una primera etapa, su obra se
de género se traduce en varios temas que afinca en la poesía. Publica colaboraciones
frecuentemente aparecen en sus libros: el en distintos diarios y revistas: revista Tarja,
placer femenino, la locura, el mercado ma- de Jujuy, el diario El Intransigente, de Salta,
trimonial y las interdicciones del deseo en la y en 1950 publica algunos poemas en La
mujer. La presencia de grandes personalida- Nación. En 1951 aparece su libro de poe-
des de la cultura nacional y americana, cla- mas Muerte, animal y perfume editado
ramente reconocibles para el lector, es casi por Agrupación Cultural Renacimiento.
un gesto reivindicativo de parte de una au- Además, Demitrópulos forma parte del
tora que, por otro lado, insiste en inscribirse grupo La Carpa, que surge en 1944 alre-
en los propios textos como recuperadora de dedor de la revista Ángulo, donde partici-
testimonios y huellas perdidas de la vida pri- paron varios artistas del norte argentino,
vada argentina en el momento de gestación entre ellos, el escritor Raúl Galán y el
nacional. Su proyecto, evidentemente, era poeta Raúl Aráoz Anzoátegui, los plásticos
tanto de difusión como didáctico. De Mi- Carybé y Luis Pret, y el músico Gustavo
guel falleció de cáncer a los 77 años, luego Leguizamón.
de varias intervenciones quirúrgicas. La consolidación de su producción no-
velística corresponde a una etapa posterior,
Obra de María Esther de Miguel pero su estética se construye con la presen-
Novela: La hora undécima (1961); Puebla- cia de fuertes marcas líricas. El conjunto
mérica (1973); Espejos y daguerrotipos de sus novelas está integrado por los títu-
(1980); Jaque a Paysandú (1983); La los: Los comensales (Testimonio, 1967); La
amante del Restaurador (1993); Las flor de hierro (Sudamericana, 1978; Premio
batallas secretas de Belgrano (1995); El Dupytren); Río de las congojas (Sudameri-
general, el pintor y la dama (1996); Vio- cana, 1981; primer Premio Municipalidad
lentos jardines de América (1998); Un de la Ciudad de Buenos Aires, Premio
dandy en la corte del rey Alfonso (1998); Club de los XIII y, en 1996, con la reedi-
El palacio de los patos (2001). ción de Ediciones del Dock, Premio “Boris
Cuentos: Los que comimos a Solís (1965); Ca- Vian” al mejor libro del año); Sabotaje en el
lamares en su tinta (1970); En el otro ta- álbum familiar (Rosario, Fundación Ross,
blero (1972); Dos para arriba, uno para 1984; “El Almafuerte” obtuvo el primer
abajo (1986); En el otro lado del tablero Premio Municipalidad de La Matanza, el
(1997). Premio Fortabat y una mención del Pre-
Biografía: Norah Lange (1991). mio Nacional); La seducción de las fogatas
A.J. (1987; Premio Fortabat) y Un piano en Ba-
hía Desolación (Braga-Nalidra, 1994). Río
Demitrópulos, Libertad (Le­ de las congojas (dedicada al poeta argentino
desma [Jujuy], 1922 - Buenos Aires, Joaquín O. Giannuzzi, marido de la auto-

• 401 •
D DEMITRÓPULOS

ra) es una de sus novelas con mayor impac- mínguez afirma que “El texto lee la época
to en la crítica feminista. Fue traducida al de la conquista en clave peronista y al pe-
inglés por Mary G. Berg –investigadora de ronismo desde la tragedia que implicó el
Harvard– como River of sorrows y editada accionar del terrorismo de Estado”.3 Esto
por White Pine, EE.UU., en 2001. implica una técnica narrativa que, a través
Demitrópulos también publicó Poesía de diversos gestos sostenidos en una con-
tradicional argentina: selección para niños cepción acorde del tiempo de la historia
con material de la Colección de Folklore y del relato, superpone épocas, aunque la
(Huemul, 1972), una biografía novelada historia narrada remita, en el primer plano
de Eva Perón (CEAL, 1984), un libro de de su referencia, a la época de la conquista,
relatos Quién pudiera llegar a Ma-Noa (Plus exactamente a los cien años que siguen a la
Ultra, 1986), varios cuentos y diversas no- fundación de Santa Fe por Juan de Garay.
tas para revistas y periódicos nacionales y Con respecto al vínculo entre literatu-
extranjeros. Si bien ocupa un lugar perifé- ra y memoria, algunos autores destacan4
rico en el campo de la crítica, su narrativa que Demitrópulos trabaja con materiales
es objeto de lecturas que hacen hincapié míticos e históricos y resignifica géneros
en tres ejes que se enlazan: la perspectiva como la novela histórica, la biografía y el
feminista que subyace en su escritura, la re- testimonio. Asimismo, su narrativa surge
lación en clave con la historia y el vínculo de la posibilidad de hacer converger his-
entre literatura y memoria. torias privadas y colectivas, de modo que
Con respecto al primero, algunos traba- sea posible imponerlas frente a la amenaza
jos críticos subrayan la importancia de una del olvido.
estética al servicio de la deconstrucción En Río de las congojas, María Muratore
del estereotipo femenino y de la propuesta se vuelve madre elegida por todos en el re-
del relato de historias de mujeres sobre la lato mítico que arman las generaciones si-
base de protagonistas de rasgos heroicos.1 guientes sobre la base de la memoria funda-
Con respecto al segundo, varias lecturas mental de otro personaje femenino, Isabel
se centran en la interpretación de la his-
toria argentina que proponen algunos de 3.  Ibíd.
sus textos.2 Sobre Río de las congojas, Do- 4.  Por ejemplo: Nallim, M.A., “El viaje
fundacional: Utopía y distopía en la na-
1.  Entre ellos: Domínguez, N., “Un escri- rrativa de Demitrópulos”, en Actas del I°
tora en perpetua disidencia”, La Marea, Congreso Regional del Instituto Internacional
año IV, n° 8, 1997 y Poderti, A., “Libertad de Literatura Iberoamericana “Nuevas car-
Demitrópulos: la historia y la armadura”, en tografías críticas: problemas actuales de la
“Homenaje a Libertad Demitrópulos”, Alba Literatura Iberoamericana, 2006; Ainsa, F.,
de América, Instituto Literario y Cultural “Nueva novela histórica y relativización del
Hispánico (California State University), vol. saber historiográfico”, Casa de las Américas
17, nº 32, 1999. (La Habana), XXXVI, nº 202 (enero/marzo),
2.  Domínguez, N., “Un mapa hecho de es- 1996, pp. 9-18; Pons, M.C., “El secreto de la
pacios y mujeres”, en Spiller, Roland (ed.), historia y el regreso de la novela histórica”, en
La novela argentina de los años 80, Frankfurt, Drucaroff, E. (dir.), La narración gana la par-
Vervuert, 1993; Domínguez, N., “Los tiem- tida, vol. 11 de Jitrik, N. (dir. col.), Historia
pos de Eva Perón”, disponible on line: <www. crítica de la literatura argentina, Buenos Aires,
unsam.edu.ar>. Emecé, 2000, pp. 97-116.

• 402 •
DENEVI D
Descalzo. Desde ese lugar, María se mezcla que de diversiones (Emecé, 1970); Hierba
por momentos con la figura de Eva Perón del cielo (Corregidor, 1973); Salón de lec-
(que, a su vez, puede leerse en consonancia tura (Huemul, 1974); Los locos y los cuerdos
con la de la biografía novelada que publica (Huemul, 1975); Reunión de desaparecidos
CEAL en 1984): una Eva montonera que (Macondo Ediciones, 1977); Parque de di-
obtura la posibilidad de leer en clave de versiones II (Macondo Ediciones, 1979);
fracaso la acción del peronismo armado de Araminta o el poder (Editorial Crea, 1982);
los 70 y que, o bien deja abierta la posibi- El jardín de las delicias. Mitos eróticos (Co-
lidad del regreso, o bien se construye como rregidor, 1992); y El amor es un pájaro re-
presente en el relato que no cesa. belde (Corregidor, 1993). Los relatos para
Libertad Demitrópulos falleció el 19 niños Robotobor (Editorial Abril, 1983) y
de julio de 1998 en la ciudad de Buenos Furmila la hermosa (Ediciones de Arte Ga-
Aires. glianone, 1986). Las obras teatrales: Los
M.L.C. expedientes (Talía, 1957) y El emperador de
la China (Aguaviva, 1960). Y los ensayos
Denevi, Marcos Horacio (Denevi, La república de Trapalanda (Corregidor,
Marco) (Sáenz Peña [Buenos Aires], 1989) y Juan Nielsen. Retrato de un maestro
13/05/1920 - Buenos Aires, 12/10/1998). (Ediciones Unilat, 1998).
Cursó sus estudios secundarios en el Su obra, que además de los géneros
Colegio Nacional de Buenos Aires y en mencionados abarcó también el guión
1939 inició estudios de Derecho que aban- cinematográfico y televisivo, fue galardo-
donó luego de algunos años. Entre 1948 y nada en numerosas oportunidades. Entre
1968 trabajó en el ámbito de la adminis- muchos otros reconocimientos, Denevi
tración pública, primero como empleado obtuvo el Premio Kraft por Rosaura a las
y luego como segundo jefe de la Asesoría diez (1955), el Premio Life en Español por
Letrada de la Caja Nacional de Ahorro Ceremonia secreta (1960), el Premio Argen-
Postal. tores por El cuarto de la noche (1962), el
Publicó las novelas Rosaura a las diez Diploma al Mérito de la Fundación Konex
(Guillermo Kraft, 1955); Ceremonia se- (1994), el título de Personalidad Emérita
creta (Revista Life en Español, 1960); Un de la Cultura Argentina otorgado por la
pequeño café (Calatayud, 1966); Los ase- Secretaría de Cultura de la Nación (1995)
sinos de los días de fiesta (Emecé, 1972); y el Gran Premio del FNA (1995). Ade-
Manuel de historia (Corregidor, 1985); más fue distinguido como miembro de la
Enciclopedia secreta de una familia argenti- Academia Porteña del Lunfardo en 1978
na (Sudamericana, 1986); Música de amor (a la cual renuncia al año siguiente), de la
perdido (Corregidor, 1990); Noche de due- AAL desde 1987 y del Consejo Superior de
lo, casa del muerto (Huemul, 1994); Nues- la Universidad de Ciencias Empresariales y
tra Señora de la Noche (Corregidor, 1997); Sociales desde 1992.
y Una familia argentina (Sudamericana, Pese a estas formas de reconocimiento
1998). Los volúmenes de cuentos Falsifi- institucional, la obra de Denevi ha perma-
caciones (Eudeba, 1966); El emperador de la necido por fuera de los intereses de la críti-
China y otros cuentos (Huemul, 1970); Par- ca académica. En efecto, la frase con que el

• 403 •
D DENEVI

autor alude a su intento de crear “una obra como señala Delaney en su exhaustivo tra-
que no sea, para la literatura argentina, un bajo sobre el autor, la calidad literaria de
mero etcétera”1 es quizás la expresión que la obra de Denevi es sumamente irregular:
mejor describe un deseo incumplido, con- junto a la “serie de cuentos magistrales que
siderando la escasa atención que su obra ha honrarían a cualquier literatura”, reunidos
suscitado en la crítica en la construcción en Hierba del cielo, convive Nuestra Señora
de un sistema literario nacional. Siempre de la Noche, “miscelánea amorfa y mono-
mencionado como un agregado (ya sea corde que como novela falla por la carencia
junto a David Viñas, Bernardo Kordon y de una columna vertebral”.3 Por el contra-
Beatriz Guido como integrante de la hete- rio, y para matizar lo dicho, puede afirmar-
rogénea Generación del 55; ya sea asocia- se que la obra de este autor ha presentado
do a los nombres de José Bianco, Rodolfo un mayor interés en los últimos años para
Wilcock y Julio Cortázar en tanto escri- la crítica articulada en torno a las teorías
tores de la literatura fantástica producida de género y de los estudios queer. Desde
bajo el influjo de la Antología de Borges, esta perspectiva el tema de la sustitución
Bioy Casares y Ocampo; o bien vinculado de identidades recurrente en Denevi, que
con los nombres de Manuel Peyrou, María ha sido leído como una inflexión típica de
Angélica Bosco y Rodolfo Walsh entre los su trabajo con la narrativa fantástica y po-
cultores del género policial en los 50), el licial, adquiere un sentido diferente: ya no
nombre de Denevi –condenado, además, a se trata del tema del equívoco que, desde
ser identificado casi exclusivamente con su el género (genre), desencadena un enigma
primera novela: “el autor de Rosaura a las policial o la vacilación propia del fantasy,
diez”– no ha merecido un capítulo propio sino de un equívoco que, desde el género
en las historias de la literatura contempo- (gender), desestabiliza las categorías genéri-
ránea. Y esto se dio, lo propongo a manera cas y sexuales de la sociedad patriarcal. Así,
de hipótesis, por razones políticas y estéti- por ejemplo, Brant ha observado en la fi-
cas. Por una parte, los artículos publicados gura del protagonista de Rosaura a las diez
por el autor como asiduo colaborador en una naturaleza homosexual forzada a cons-
La Nación, a partir de los años 80, repro- truir para el sistema heterosexista una fal-
ducen los clisés de una clase media anti- sa identidad.4 Benítez, por su parte, habla
peronista, anticomunista y conservadora de una “narrativa de la marginalidad […]
preocupada por la decadencia moral del que parece ligarse en forma recurrente a las
ser nacional. El mismo tono se exhibe en categorías de sexo y género”, y encuentra
su ensayo La república de Trapalanda, en el en los personajes de Rosaura, Ceremonia
que, al decir de Warley, Denevi “no olvida secreta y de los relatos “Michel” (en Hierba
citar lugar común alguno de los que alguna
vez se hayan pronunciado para describir el 3.  Ibíd., pp. 186 y 179.
alma de la argentinidad”.2 Por otra parte, 4.  Brant, H., “Camilo’s Closet: Sexual
Camouflage in Denevi’s Rosaura a las diez”,
1. Delaney, J.J., Marco Denevi y la sacra ceremo- en Foster, D. y Reis, R., Bodies and Biases:
nia de la escritura, Buenos Aires, Corregidor, Sexualities in Hispanic Cultures and Literatures,
2005, p. 166. Minneapolis, University of Minnesota Press,
2.  Ibíd., p. 174. 1996.

• 404 •
DE OBIETA D
del cielo, 1973), y “Redención de la mu- redacción. Los comics allí publicados, jun-
jer caníbal” (en Reunión de desaparecidos, to con el dibujante Max Cachimba (Juan
1977) un como si consistente en “la necesi- Pablo González), fueron reunidos en el vo-
dad de los personajes de operar un borra- lumen Rompecabezas (Colihue, 1996). El
miento de los atributos que los designan interés de De Santis por el comic lo ha lle-
como outsiders” con el intento infructuoso vado también a la producción de ensayos
de resolver una tensión con los mandatos sobre esta forma de la ficción: Historieta y
sociales de género.1 política en los ochenta (Letra Buena, 1992),
La obra de Denevi tuvo una recepción Rico Tipo y las chicas de Divito (Espasa-
privilegiada en el ámbito de la escuela me- Calpe, 1995) y La historieta en la edad de
dia y fue rápidamente incluida dentro del la razón (Paidós, 1998).
canon literario escolar: sus dos primeras Su tarea de guionista no se redujo al ám-
novelas y muchos de sus cuentos se pu- bito de la historieta, sino que se ha desarro-
blicaron en ediciones con propuestas de llado también en programas televisivos: ha
actividades destinadas a los estudiantes escrito los textos de El otro lado (1993-1994)
secundarios. y El visitante (programas realizados por el
Entre otros rasgos de su literatura no periodista Fabián Polosecki) y el guión de
pueden dejar de mencionarse el humor la miniserie Bajamar, la costa del silencio
y la ironía (presentes especialmente en (1995), dirigida por Fernando Spiner.
la construcción de los personajes y en la Como editor está a cargo de las colec-
elección de sus nombres), la destreza en la ciones “La movida” y “Obsesiones”, de
combinación de lenguaje culto y coloquial Ediciones Colihue, destinadas a lectores
y la reescritura incesante tanto de los textos adolescentes, y ha coordinado la colección
clásicos como de su propia obra. “Enedé. Narrativa dibujada” de la misma
F.N. editorial, dedicada a los clásicos de la his-
+ Cortázar, Julio; Guido, Beatriz. torieta.
Su obra obtuvo los premios Los Des-
DE OBIETA, Adolfo. Véase Fernán­ tacados de ALIJA (1993), Mención en
dez de Obieta, Adolfo. el Premio Nacional de Literatura Infan-
til (Secretaría de Cultura de la Nación),
De Santis, Pablo (Buenos Aires, Premio Fundación Konex de Platino de
1963). Licenciado en Letras por la UBA, Literatura Juvenil y Diploma al Mérito de
escritor, guionista, crítico y editor. A los 21 la Fundación Konex en Literatura Juvenil
años obtuvo el Premio al Mejor Guionista (2004), y el Primer Premio de Narrativa
otorgado por Fierro, revista donde comen- Iberoamericana Planeta/ Casa de América
zó a escribir como autor de historietas y (2007), entre otros.
donde llegó a ocupar el cargo de jefe de Su práctica literaria está asociada fun-
damentalmente a la escritura de literatura
1. Benítez, A., “Marco Denevi, un copista su- para jóvenes. En efecto, la mayor parte de
blevado”, Historia de la literatura argentina. La su obra ha sido publicada por coleccio-
literatura de las vanguardias, nº 56, Página/12/ nes destinadas a un público adolescente:
Colegio Nacional de Buenos Aires, 2006, p.
la editorial Colihue ha publicado, dentro
891.

• 405 •
D DEVOTO

de la colección “La Movida”: La sombra el humor y lo lúdico; la construcción del


del dinosaurio (1992); Pesadilla para hac- misterio en el cruce del relato de aventu-
kers (1992); Astronauta solo (1993); En- ras y el policial; las huellas de la literatura
ciclopedia en la hoguera (1995); y Páginas gótica en la caracterización de los espacios
mezcladas (1997). Dentro de la colección donde se desarrolla la intriga; la preferen-
“Obsesiones”: Transilvania Express. Guía cia por narradores protagonistas en situa-
de vampiros y de monstruos (1994) e Inven- ción de aprendizaje; la presencia de ritos
ciones argentinas. Guía de cosas que nunca iniciáticos, sectas y pruebas a superar, y la
existieron (1995). Y dentro de la colección agilidad narrativa del comic atraviesan tan-
“Los libros de Boris”, el libro de cuentos to uno como el otro grupo de textos.
Rey secreto (2005). En la colección “Joven Por otra parte, lo metaficcional también
novela”, editorial Sudamericana publicó: constituye un rasgo central en toda su obra:
Desde el ojo del pez (1991) y en la colec- los personajes –entre los cuales abundan
ción “Especiales”: El último espía (1992). escritores, traductores, críticos, correctores,
La editorial Alfaguara publicó Lucas Lenz calígrafos– y las situaciones –búsquedas de
y el Museo del Universo (1992); Las plan- manuscritos, reconstrucciones de relatos,
tas carnívoras (1995) y El inventor de juegos proyectos de torres babélicas y escrituras y
(2003) en la colección “Infantil-juvenil”. desciframientos de mensajes secretos– po-
El Grupo Editorial Norma, en su colec- sibilitan de manera privilegiada la reflexión
ción “Torre de Papel”, hizo lo propio con: sobre la práctica literaria.
Lucas Lenz y la mano del emperador (Bogo- F.N.
tá, 2000). En su mayoría, estos libros con- + Birmajer, Marcelo.
tienen ilustraciones de Fabián Slongo, Pez
(Alberto Pez), Max Cachimba, Augusto DEVOTO, Daniel Jesús (Buenos Aires,
Costanzo, Diego Bianchi; O’Kif (Alejan- 1916 - Saint Jean de Luz [Francia], 2001).
dro O’Keeffe). Filólogo, crítico literario, musicólogo,
La obra de De Santis no publicada en poeta. Estudió Letras en la UBA. Radicado
colecciones destinadas a un público juve- en París a partir de 1952, siguió la carrera
nil está formada por el libro de cuentos: del investigador en el Centre National de
Espacio puro de tormenta (La Serpiente, la Recherche Scientifique (CNRS). La li-
1985); las novelas: El palacio de la noche teratura española medieval fue su campo
(De la Flor, 1987); La traducción (Planeta, principal de estudios, como lo ilustran los
1998); Filosofía y Letras (Barcelona, Desti- trabajos sobre Gonzalo de Berceo (Locos
no, 1998); El teatro de la memoria (Barce- y locura en Berceo, México, El Colegio de
lona, Destino, 2000); El calígrafo de Vol- México, 1985-1986; Notas al texto de los
taire (Barcelona, Destino, 2001); La sexta Milagros de Nuestra Señora, Bordeaux,
lámpara (Seix Barral, 2005) y El enigma de Féret & Fils, 1957) y el Infante Don Juan
París (Planeta, 2007). Manuel (Introducción al estudio de don Juan
De todas maneras, más allá del público Manuel y en particular de El conde Lucanor,
al que fueron destinados desde lo paratex- Madrid, Castalia, 1972), así como la edi-
tual, los textos de De Santis se resisten al ción de cancioneros (Cancionero llamado
trazado de límites precisos. El trabajo con flor de la rosa, Gulab y Aldabahor/ Losada,

• 406 •
DEVOTO D
1950; Cancionero llamado flor de enamora- yas doscientas páginas sean de verdadera
dos, Valencia, Castalia, 1954; con Antonio utilidad a los alumnos no muy aventaja-
Rodríguez Moñino). dos”. Estas reseñas, recogidas en Las hojas
Devoto, discípulo de Marcel Bataillon, (1940-1949) (Losada, 1950), recurren al
logra conciliar el interés por la transmisión arte de injuriar borgeano que Devoto al-
y la recreación de la tradición en la mo- terna, como él mismo define con humor
dernidad, con la necesaria interpretación o cinismo, con el “mayor placer humano y
del texto desde su marco específico de pro- literario: señalar el defecto ajeno, en cons-
ducción. Prueba de esto son los artículos tater les ravages dans la maison d’autrui”.
recogidos en Textos y contextos. Estudios Las hojas contiene también artículos (bas-
sobre la tradición (Madrid, Gredos, 1974) tante más benévolos) sobre Olga Orozco,
o la “declaración” del antólogo al final del Julio Cortázar o Miguel D. Etchebarne,
Cancionero llamado flor de la rosa: “Los compañeros de generación. Porque a los
cantares de antaño son los de hogaño”. trabajos del filólogo y el crítico, Devoto
Asimismo, villancicos, seguidillas y versos sumó los de editor y poeta. En 1938 crea
sueltos transcriptos en las antologías fun- (y costea) las ediciones del Ángel Gulab,
cionan como micronarraciones avant la conocidas luego como Gulab y Aldabahor.
lettre (“Feridas tenéis, amigo, y duelen os, En ediciones cuidadas, con paratextos
/ tuviérales yo, y no vos”) y la forma de su e ilustraciones (por ejemplo de Enrique
propia poesía es una continua celebración Molina) originales, publica a Etchebarne,
de la forma lírica tradicional. Salas, Sola González; también, sus propias
En tanto musicólogo (particularmente poesías. El sello edita Los Reyes de Cortázar
en la Revue de Musicologie) y divulgador en 1949 y lanza la colección de los “Cua-
de música moderna (desde la Agrupación dernos del Eco”, donde resuenan Las mil y
Nueva Música en los años cuarenta), De- una noches en versión de Mardrus (La ve-
voto se ocupó de teoría, historización y lada de invierno de Isjak de Mosul: Relato
procesos de transposición de la música a de las Mil y una noches, Cuadernos del Eco
la literatura (por ejemplo, las canciones del nº 1, 1949), la música de Castiglione (La
teatro de Federico García Lorca o la músi- música en El cortesano y su traducción, Cua-
ca en la poesía de los trovadores). Reseña- dernos del Eco nº 2, 1949), los cronistas
dor temible, en sus recensiones modula –a de Indias (Gonzalo Fernández de Oviedo,
veces con crueldad– sarcasmo y erudición. Pedro Mártir de Anglería, Padre Las Casas y
Sobre una antología trovadoresca: “Lo que Francisco López de Gomara: El areito, Cua-
sí puede asombrar a cualquiera es la sor- dernos del Eco, nº 3, 1949; Alberto Mario
prendente circunstancia de que el señor Salas selección y notas), la vida del teórico
M., traductor de trovadores, ignore tanto musical Antonio Eximeno (Autobiografía
del provenzal como del castellano”; sobre inédita, Cuadernos del Eco, nº 4, 1949)
un diccionario musical: “es en realidad una o la traducción de Cortázar de un cuen-
obra más jugosa de lo acostumbrado, con to fragmentario de Villiers de l’Isle Adam
la que quitando lo que sobra, poniendo (La sombra de Meyerbeer, Cuadernos del
lo que falta y remendando el resto, pue- Eco, nº 5, 1949). Las ediciones del Ángel
de hacerse un diccionario económico cu- Gulab y Aldabahor, tanto en Buenos Aires

• 407 •
D DEVOTO

como en París, publican los libros del pro- la biblioteca que compartió con su mujer,
pio Devoto, en particular sus poemarios: Mariquiña del Valle Inclán (hija del escri-
Tres canciones (1938); Aire dolido (1940); tor español), subastada en 2007 con el ex
Las elegías del empalme (1940); El arquero libris “El fruto pasa, el árbol queda”.
y las torres (contiene La sirena de sombra, M. Cám.
Canciones de la rosa coronada, El aire flo-
recido, 1940); Libro de las fábulas (1943); Devoto, Fernando (Buenos Aires,
Canciones de la azotea (1943); Canciones 1949). En 1967 se recibió de bachiller
contra mudanza (1945); Canciones despei- en el Colegio Nacional de Buenos Aires.
nadas (1947); Dos rondeles con maderas del Posteriormente, se graduó con diplo-
país (1948); Canciones de verano (Taladriz, ma de honor como profesor de Historia
1950); Consonancia (París, Gulab, 1963). en la Facultad de Filosofía y Letras,
Colaborador de la revista Canto, Devo- UBA. Realizó estudios de posgrado en la
to es una de las figuras de la poesía neorro- Universidad de Roma (1980-1981) y se
mántica argentina de la década de 1940. doctoró en la Universidad del Centro de
Sus textos presentan las marcas propias de la Provincia de Buenos Aires. Desde 1988
esa generación: expresión detallada de la es profesor titular de la materia Teoría e
subjetividad, melancolía, búsqueda de lo Historia de la Historiografía y director del
sublime, lirismo y musicalidad, construc- Programa de Investigación en Historia en
ción de un sujeto poético que es enlace y el Instituto Ravignani (UBA). Asimismo,
revelación de una realidad secreta y postu- fue coordinador del Programa de Maestría
lada, y que vive esa unión órfica con an- en Historia en la Universidad de Mar
gustia: “Como la antigua lluvia, de quien del Plata durante el período 1994-2000.
nadie se acuerda, / a veces el pasado nos Devoto ha sido profesor invitado en nu-
golpea las manos / y nos llena los ojos de merosas universidades internacionales
ceniza, como un viento sobre la noche, con como la de Burdeos, Paris VII, Barcelona,
su rosa de antes. / Y es perder el camino, / Valencia, Santiago de Compostela, Turín,
es ir hacia la muerte con los puños en alto” Milán, Ancona, Nápoles, en el Instituto
(“Himno”, en Libro de las fábulas). Devo- Ortega y Gasset (Madrid), en el Instituto
to se caracteriza además por el cuidado ri- Italiano per gli Studi Filosofici (Nápoles) y
guroso de la forma y el trabajo del verso, en la École des Hautes Études en Sciences
por los motivos mitológicos, por el juego Sociales (París), entre otras. Asimismo, ha
de palimpsestos con la tradición lírica es- dirigido proyectos de investigación finan-
pañola (“Por la orilla del aire / vuelan los ciados por instituciones académicas como
ánades”, Canciones de la rosa coronada, I) y el CNR (Italia) el CNRS (Francia), el
por una dimensión epigramática y aforís- Ministerio de Asuntos Exteriores (España)
tica presente a lo largo de su producción y el Conicet. Ha publicado numerosos
(“Nuestra vida es tan solo la historia del libros, entre los que se destacan: en cola-
deseo / como el árbol es tan sólo la historia boración con Maria Inés Barbero, Los na-
de su sombra”, Libro de las fábulas). Algo cionalistas (CEAL, 1982); La inmigración
de esa densidad epigramática permanece italiana en la Argentina (Biblos, 1985);
materialmente en los veinte mil libros de Estudios sobre la emigración italiana a la

• 408 •
DIACONÚ D
Argentina en la segunda mitad del siglo XIX presencia de la cultura italiana y su visibi-
(Nápoles, Edizioni Scientifiche Italiane, lidad en los relatos de la historia argentina.
1991); Entre Taine y Braudel: itinerarios De allí que las discusiones que proponen
de la historiografía contemporánea (Biblos, sus escritos estén atravesadas por distintos
1992); Movimientos migratorios: historio- campos de investigación. La pregunta por
grafía y problemas (CEAL, 1992); Le mi- las formas de acercarnos al pasado, por el
grazioni italiane in Argentina: un saggio giro subjetivo, por la aparición de nuevos
interpretativo (Nápoles-Roma, Istituto actores y sujetos históricos, cobra centrali-
Italiano per gli Studi Filosofici, 1994); dad en su obra. Intelectual e historiador, es
Nacionalismo, fascismo y tradicionalis- ante todo escritor. De esta manera, apare-
mo en la Argentina moderna (Siglo XXI, cen en sus escritos historiográficos tópicos
2002); Braudel y la renovación históri- en torno a las formas de la sociabilidad, la
ca (Buenos Aires, Comisión Provincial, vida privada según los grupos sociales de
2002); Historia de la inmigración en la pertenencia, los espacios urbanos, los ba-
Argentina (Sudamericana, 2003); Brasil- rrios de inmigrantes, la vivienda, la arqui-
Argentina, Um ensaio de historia comparada tectura, la niñez, el consumo, las formas
(San Pablo, Editora 34, 2004; en colabora- del ocio y el rol de los medios masivos en la
ción con Boris Fausto); como codirector: sociedad, entre otros aspectos. A la proble-
Political Culture, Social Movements and mática de la escritura de la historia como
Democratic Transitions in South America verdad objetiva u objetivable, Devoto an-
in the XXth Century (Bologna, Feltrinelli, tepone el desafío de interrogarse sobre la
1997); Historia de la vida privada en la construcción ficcional del relato histórico
Argentina (Taurus, 1999); Emigration po- para abrir problemáticas contemporáneas
litique. Une perspective comparative Italiens en distintas zonas de la historia de las ideas,
et espagnols en Argentine et en France, XIXe la cultura y la política.
e XXe siecles (París, L’Harmattan, 2001); en L.V.
colaboración con Nora Pagano: La historio-
grafía académica y la historiografía militan- Diaconú, Alina (Bucarest [Rumania],
te en Argentina y Uruguay (Biblos, 2004); 1945). Radicada en la Argentina desde
Historia de los italianos en la Argentina 1959, publicó toda su obra en este país.
(Biblos/ Cámara de Comercio Italiana, Fue colaboradora de Cultura, Clarín, La
2006); Storia degli italiani in Argentina Prensa y de la sección de opinión del diario
(Roma, Donzelli, 2007). La Nación, donde continúa escribiendo.
Devoto participa de numerosas comisio- También colabora con dos publicaciones
nes evaluadoras (en el país y en el exterior) de la Fundación Internacional Jorge Luis
de proyectos de investigación en el campo Borges: Prisma y Proa.
de las ciencias sociales y más específicamen- Es fundamentalmente una novelista.
te de la historia latinoamericana y europea. Ha publicado: La señora (Rodolfo Alonso,
A partir de sus cuantiosas publicaciones se 1975); Buenas noches, profesor (Corregidor,
percibe que uno de los principales intere- 1978); Enamorada del muro (Corregidor,
ses y desafíos del autor ha sido explicar la 1981); Cama de Ángeles (Emecé, 1983); Los
importancia que tuvo en la Argentina la ojos azules (Fraterna, 1986); El penúltimo

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D DÍAZ

viaje (Javier Vergara, 1989); Los devorados En las décadas de 1960 y 1970 fue reco-
(Atlántida, 1992); Una mujer secreta (Fun- nocido por los monólogos que desarrolló
dación Jorge Luis Borges, 2002); y Avatar para espectáculos teatrales, en los que par-
(Ediciones B, 2009). Centradas siempre ticipó o para los cuales operó como guio-
en un personaje –y usualmente bajo for- nista, como el grupo cómico Les Luthiers,
mas cercanas al monólogo interior–, sus los trabajos de Nacha Guevara, los del con-
novelas se organizan en torno a reiterativos junto Los Andariegos y las presentaciones
recorridos urbanos de personajes en deca- de Eduardo Falú, junto con numerosas
dencia que no logran cambiar sus circuns- intervenciones en el espectáculo más con-
tancias sino a través de la alucinación o de currido del momento, el café-concert, ade-
un giro fantástico. más de algunos monólogos televisivos es-
Publicó también el libro de cuentos critos especialmente para Tato Bores (para
¿Qué nos pasa, Nicolás? (Atlántida, 1995); los ciclos Tato qué bien se TV de 1984 y
Preguntas con respuestas (Vinciguerra, Tatus de 1985).
1998), una recopilación de entrevistas de Sus publicaciones iniciales son libros
tono intimista a Borges, Cioran, Girri, de dibujos: Tango y Kama Sutra (letras de
Ionesco y Sarduy –donde también inclu- tango ilustradas por láminas); 50 gatos por
ye entrevistas imaginarias donde Borges, diez pesos, la primera versión de Genocidio
Ionesco y Cioran “responden” con frag- (1973); Pero reímos. Dibuxos de Betanzos;
mentos de sus textos–; Calidoscopio (El y la graciosamente provocativa Kama sutra
francotirador, 1998), un libro de reflexio- Kamanostra. Emigrantes, ejercicio combi-
nes; Alberto Girri. Homenaje (FNA/ Sud- natorio de texto y dibujos.
americana, 1993) y dos libros de poesía: Además fue asiduo colaborador de
Intimidades del ser (Vinciguerra, 2005) y varios medios gráficos como las revistas
Poemas del silencio (Lumière, 2007). Adán, La Hipotenusa, Rico Tipo (durante la
M.A. segunda época de la publicación, hegemo-
nizada en su primera etapa por su creador
DÍAZ, Eugenio (Díaz, Geno) (Buenos Guillermo Divito), Morisqueta, el semana-
Aires, 1926 - 1986). Escritor y dibujante rio Convicción y la tercera etapa de Caras y
nacido en el barrio porteño de Mataderos, Caretas. Entre 1974 y 1976 fue colabora-
que participó en programas televisivos y se dor de Mengano y el 15 de septiembre de
desempeñó en el periodismo gráfico. Entre 1975 lanzó el quincenario Media Suela, del
1957 y 1981 realizó más de treinta exposi- que ofició como director.
ciones de sus dibujos en la Argentina y en Había comenzado en la revista Atlántida
la localidad gallega de La Coruña. Para for- y su fama lo llevó a trabajar como colum-
marse en artes plásticas acudió a la Escuela nista en el programa La hora de la mujer
Manuel Belgrano y luego a la Escuela (1962) conducido por Susy Kent en Canal
Prilidiano Pueyrredón, donde tuvo como 11. Su próxima aparición televisiva sería en
maestro al prestigioso pintor Lino Enea un programa de su propia invención, La
Spilimbergo. Además de los dibujos en los muela del juicio, en el que parodiaba a la
que se especializó, realizó cerámica y otras justicia e interpretaba el rol de magistrado,
actividades artísticas como la de pianista. mientras Fernando Bravo se desempeñaba

• 410 •
DÍAZ MINDURRY D
como defensor, José de Zer como fiscal y a las órdenes de María Herminia Avellane-
Santo Biasatti en calidad de asistente. da sobre libros y personajes de María Elena
Su primera novela, Los desangelados Walsh.
(1977), es un relato policial cuyo éxito M.C.
convence a Sergio Renán para llevar a cabo
una versión cinematográfica, titulada Sen- Díaz Mindurry, Liliana (Buenos
timental (Requiem para un amigo) (1980). Aires, 1953). Narradora y poeta. Es abo-
Dos años después de su debut novelístico gada pero se dedicó desde su juventud a
reincide en el policial, incorporando en la literatura. Además de su propia escritura
esta oportunidad elementos humorísticos creativa ha trabajado de un modo sosteni-
en Moriré sin conocer Disneylandia (Ga- do dando talleres literarios. Dirige la re-
lerna, 1979), que como el libro anterior vista literaria Zahir. Fue premiada en nu-
se encuentra ambientado en el barrio de merosísimas ocasiones; entre otros, recibió
Mataderos del que resultan reconocibles el Premio Planeta por su novela Pequeña
algunas zonas a través de menciones y des- música nocturna (Planeta, 1998). Es la his-
cripciones. Le siguen La cueva del chan- toria de dos muchachas muy jóvenes que
cho (Galerna, 1982), precisamente sobre se enamoran de un mismo hombre. Exhibe
uno de los lugares típicos de Mataderos; el amor y el erotismo vivido como trans-
El hombre que compró su muerte (Emecé, gresión y que puede llevar a un fin trágico.
1983); Bazar de 0.95 (Galerna, 1984); y Hay frecuentes intertextos de alta cultura,
Cenizas y fatigas (Emecé, 1984). clásicos como La divina commedia o refe-
De 1984 es Genocidio II (Planeta), au- rencias a la plástica o a la música, evidente
tobiografía en clave jocosa como evidencia ya en el título, de aires mozartianos. El in-
el juego de palabras del título, que contiene tertexto musical funciona también a nivel
asimismo elementos de diario de viaje con- de estructura. En esta obra, como en el res-
figurando un híbrido en algunos de cuyos to de su producción, el lenguaje tiene una
resquicios se desencadena el humor que ca- fuerte carga lírica, con un tono enfático,
racteriza a este autor. Diez años más tarde, dramático: lo morboso domina lo lúdico;
en 1994, será distinguido con el Premio Ko- lo solemne, lo humorístico. Dentro de la
nex en el rubro “Literatura Humorística”. tradición latinoamericana, su tono ba-
Luego de este libro sólo publicará una rroco la relaciona con figuras como Alejo
novela más, Kermesse (1985), el año previo Carpentier y con Liliana Bellone, a nivel
a su deceso a causa de un enfisema pul- argentino. La dimensión trágica de ciertos
monar. acontecimientos narrados se refuerza por
En 1983 se estrena como guionista de las relaciones con textos clásicos, desde los
cine con Se acabó el curro, dirigida por mitos griegos hasta el tango (la presencia
Carlos Galettini (quien también colaboró de éste es importante en Último tango en
en el guión). Sin embargo, no fue su única Malos Ayres, Ediciones del Zahir, 1998),
incursión en el ámbito cinematográfico, con predominio de las grandes obras del
ya que también al libro que dio origen a canon occidental.
Sentimental debe sumarse su debut como Sus intereses por lo político toman relie-
intérprete en Juguemos en el mundo (1971) ve en Summertime (Seix Barral, 2000), no-

• 411 •
D DI BENEDETTO

vela situada en los años de violencia entre y Europa. Paralelamente, se inclinó por la
Onganía y la última dictadura militar. Su escritura de cuentos y artículos que apare-
frecuente preocupación por la dificultad o, cieron en difundidas revistas como Mundo
incluso, imposibilidad de comunicación a Argentino y El Hogar. En 1953 se publica su
través de la lengua, incluso de la literaria, primer libro, Mundo animal (Primer Premio
se muestra en la historia de Lo indecible Municipal de Mendoza y Faja de Honor
(Último Reino, 1998) y en los relatos de de la SADE), compilación de extraños re-
En el fin de las palabras (Fundación Ace- latos –ajenos a la narrativa regionalista en
ro Gral. Manuel N. Savio, 1992). En ellos boga en su provincia–, en los que hombre y
suele profundizar también en una crítica al animal quedan reducidos a la expresión de
ambiente literario, por las competencias, un salvajismo que los identifica y destruye.
envidias, mercantilización del medio. El Tributarios del fantástico, estos breves cuen-
frecuente uso de juegos borgeanos en los tos –entre los que se destacan “Mariposas
marcos narrativos elegidos (manuscritos de Koch” y “Hombre-perro”– anuncian
hallados que constituyen el cuerpo prin- los temas que Di Benedetto desarrollará en
cipal del texto al que accedemos, falsas adelante: el sentido kafkiano de la culpa;
referencias, epígrafes que proponen una la metamorfosis, mutilación o descompo-
compleja clave de lectura) se hacen parti- sición del hombre; la adversidad y el fata-
cularmente evidentes en la novela La resu- lismo; la venganza reparadora; el absurdo.
rrección de Zagreus (Torres Agüero, 1998). Estas historias que revelan la existencia en
Entre su voz narrativa y la poesía se ob- crisis del sujeto se corresponden con la ex-
serva una fuerte continuidad. En Wonder- perimentación que prueba el autor a nivel
land (Ediciones del Dock, 1993) y Paraíso del relato, el cual –fragmentado y de final
en tinieblas (Torres Agüero, 1991) aparecen abierto– inaugura varias lecturas posibles.
múltiples referencias a la alta cultura, uti- En 1955, aparece El pentágono (novela
liza recursos que enfatizan un tono dramá- en forma de cuentos), título sustituido por
tico, enfático, con repeticiones sintácticas Anabella en la segunda edición, de 1974,
y léxicas, referencias a pasiones de alcances que conlleva otros cambios, argumentales
trágicos. Sin embargo, recurre a formas de y de estilo. Inspirado por el conocimiento
versos libre, raramente a metros clásicos. de Joyce, Pirandello y Dostoievski, expli-
E.M. cita la necesidad de Di Benedetto de re-
vertir los moldes de la novela tradicional;
DI BENEDETTO, Antonio (Mendoza, su atrevimiento radica en contar de forma
02/11/1922 - Buenos Aires, 1986). Inició exasperante la historia del adulterio –juego
estudios de Derecho en las universidades entre dos traidores y un humillado–, en
de Córdoba y Tucumán, que dejó incon- capítulos que pueden pensarse como cuen-
clusos. En cambio, prefirió dedicarse al pe- tos independientes, algunos de factura ale-
riodismo; en su ciudad natal, fue jefe de la górica, pero que encadenados de diversas
sección “Arte y Espectáculos” del diario Los maneras configuran el drama del tercero
Andes y su director; además, se desempeñó excluido, reproducido simbólicamente en
como corresponsal de La Prensa de Buenos la figura del pentágono que es la sumato-
Aires en Mendoza y, más tarde, en América ria de triángulos que lo constituyen. Su

• 412 •
DI BENEDETTO D
narrador-protagonista sintetiza en pocas detto reproduce en otras dos novelas con
palabras un eje de la narrativa de Di Bene- que alcanza a definir su estilo: El silenciero
detto: “siempre nos falta algo y, al buscarlo, (1964; reeditada con significativas modi-
nos perdemos […]. Me faltaba […] medio ficaciones en 1975) y Los suicidas (1969;
de estabilizarme, sostén, agarradura”. primera Mención Concurso de Novela
La novela Zama (1956) –de reconoci- Primera Plana/ Sudamericana, 1967). En
miento tardío pero contundente en 1979, la primera, el narrador –“hacedor del silen-
cuando recibe el prestigioso premio del cio”– juega a ser el antagonista del mundo
Instituto Ítalo-Latinoamericano de Roma– identificado con el ruido que lo condena
repite la idea del deambular del hombre en a la disolución de sí mismo, el aislamien-
persecución del sentido de su vida y de su to, la paranoia. Como sujeto de acciones
muerte. Dedicada a “las víctimas de la es- (no como entidad psicológica), el narrador
pera”, Zama es fruto de la documentación no tiene nombre dada su imposibilidad de
rigurosa sobre el Paraguay del siglo XVIII elegir el propio yo y se debate en el absurdo
y la biografía del doctor Miguel Gregorio de la prisión en que se mueve. Como en
de Zamalloa, primer rector revolucionario Kafka, el extrañamiento del mundo con-
de la Universidad de Córdoba. Sin embar- duce al agonista a una paradójica actitud
go, no se trata de una novela histórica; en de espera. En Los suicidas, otro narrador
parte por los anacronismos, la invención innominado debe hacer un reportaje a par-
de episodios y la negativa a imitar el cas- tir de las fotos de cadáveres de suicidas; la
tellano de las fuentes coloniales; pero sobre consecución de su trabajo lo pone frente a
todo –como explica Juan José Saer– por- la discusión sobre el origen, las motivacio-
que el objetivo no es reconstruir el pasa- nes y la responsabilidad moral en relación
do histórico sino practicar “un rodeo ló- con el acto del suicidio, a través del artificio
gico, y hasta ontológico” del pasado, para de presentar distintas perspectivas sobre él,
comprender mejor en la experiencia del ofrecidas por el resto de los personajes y
narrador-protagonista Diego de Zama (un contenidas en textos del ámbito periodís-
criollo de la colonia desplazado de su cargo tico, teológico, científico, filosófico, que se
por funcionarios peninsulares que busca incluyen en la novela. Este relato con un
resarcirse económicamente y rehabilitarse epígrafe de Albert Camus focaliza la indo-
frente a la corona española), la decadencia lencia del protagonista frente al mundo,
física y moral del hombre desarraigado: violento y sin sentido.
“tenía su pensamiento puesto en Europa La renovación formal de la narrativa de
porque le parecía que allí estaba su destino. Di Benedetto se advierte en nuevas com-
Pero un océano lo separaba y lo hacía sen- pilaciones de cuentos: Grot (1957, título
tirse aislado del mundo, lejos del Paraíso, que alude a las primeras letras de la palabra
en medio de la Tierra. De ahí que el título “grotesco”; se reedita como Cuentos claros
original de la novela fuese Espera en medio en 1969), caracterizado por la limpidez de
de la Tierra”, comenta el autor. las tramas y un lenguaje depurado de in-
En una prosa tensa y de austeridad ver- telectualismos, pero que traduce el clima
bal, Zama exorciza las imágenes del des- tortuoso en el que evolucionan personajes
amparo y la autodestrucción que Di Bene- conflictivos; Declinación y ángel (1958), fi-

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D DICKMANN

liado al nouveau roman u objetivismo –que 1971); El pentágono (novela en forma de


se detiene largamente en la descripción de cuentos) (Doble P, 1955, Adriana Hidal-
los objetos, convertidos en actantes–, es- go, 2005; Anabella (novela en forma de
tética que fundamenta otro de sus relatos cuentos), Orión, 1974); Zama (Doble P,
más afamados y de gran potencia lírica, 1956; Alianza, 1984); Grot (Mendoza,
“Caballo en el salitral” (en El cariño de los D’Accurzio, 1957; Cuentos claros, Bue-
tontos, 1961). Crítico del carácter dictato- nos Aires, Galerna, 1969, Adriana Hi-
rial del gobierno peronista, cuya influencia dalgo, 2000); Declinación y ángel (Men-
asfixiante puede observarse en su escritura, doza, Biblioteca Pública San Martín,
no asumió una postura militante de ningún 1958; Gárbola, 2006); El cariño de los
tipo; sin embargo, siendo director de Los tontos (Goyanarte, 1961); El silenciero
Andes, fue detenido por el régimen militar (Troquel, 1964; Orión, 1975); Los sui-
que interrumpió el proceso democrático en cidas (Sudamericana, 1969); Absurdos
1976. Recluido y sometido a tortura sin ex- (Barcelona, Pomaire, 1978); Cuentos del
plicación evidente, fue liberado en 1977 y exilio (Bruguera, 1983); Sombras, nada
se exilió en Europa. Fruto del cautiverio son más… (Madrid, Alianza, 1985; Adria-
varios de los relatos que integran Absurdos na Hidalgo, 2008); Cuentos completos
(1978) –el más destacado, “Aballay”–, nue- (Adriana Hidalgo, 2006).
vas ficciones del encierro y la insatisfacción Antologías: Two stories (Mendoza, Voces,
de vidas errantes y almas penitentes, que se 1965; ed. bilingüe español-ingles de
repiten en Cuentos del exilio (1983), cuyo Declinación y ángel); El juicio de Dios
núcleo es un conjunto de alegorías signadas (Orión, 1975); Caballo en el salitral
por la desolación y los deseos truncos. Su (Barcelona, Bruguera, 1981); Páginas
última novela, Sombras, nada más… (1985) escogidas de Antonio Di Benedetto. Selec-
constituye un entramado heterogéneo de cionadas por el autor (Celtia, 1987).
delirios oníricos en el que se desdibuja la S.M.
frontera entre realidad y ficción. En 1984, + Saer, Juan José.
Di Benedetto retorna a la Argentina, donde
recibe un Homenaje en el Centro Cultural Dickmann, Max (Buenos Aires, 1902
General San Martín, es elegido miembro de - 1991). Novelista, traductor, periodista.
número de la AAL, nombrado asesor de la Escribió un vasto número de novelas, y tra-
Secretaría de Cultura de la Nación y mere- dujo del inglés obras de Erskine Caldwell,
cedor del Premio Konex de Platino al mejor John Dos Passos, William Faulkner, D. H.
novelista. Pero la estrechez económica y una Lawrence, Robert Sherwood y otros auto-
grave depresión lo enajenan. En 1986, reci- res. Fue miembro de la SADE.
be el Gran Premio de Honor de la SADE. La narrativa realista de Dickmann ma-
Ese mismo año tiene un accidente cerebro- nifiesta las preocupaciones sociales del no-
vascular y muere en Buenos Aires. velista, como en el caso de la novela Madre
América (Claridad, 1935), que recibió el
Obra de Antonio Di Benedetto Premio Municipal de Literatura, donde
Mundo animal (Mendoza, D’Ac­
Narrativa: se retrata la crítica década de 1930 en lo
curzio, 1953; Buenos Aires, Fabril, moral, social y político. Plantea temas tales

• 414 •
DIEZ SUÁREZ D
como las diferencias entre lo urbano y ru- compañeros, en 1987. Le siguieron: Vla-
ral, las ideas de civilización y progreso fren- dimir Illich contra los uniformados (1989);
te a los valores de la Iglesia, e incluso, la Paso del tigre (1991); Gatos de azotea; Mato
condición de la mujer y el patriarcado, las y voy; Una baldosa en el Valle de la Muerte
posiciones divorcistas y sus antagonistas. A (1992); Luna de escarlata (1994; Premio
diferencia de Alberto Gerchunoff, quien Internacional Dashiell Hammet de Nove-
contribuyó con la inscripción de la presen- la Negra); Gambito de dama (1998); y La
cia judía en las letras argentinas, la narrativa vida que me doy (2001; Premio Nacional
de Dickmann no crea escenarios en que se de Novela “José Rubén Romero” de Méxi-
retrata la vida judía. Sin embago, en la vi- co). En colaboración con Myriam Laurini,
sión de ambos autores, América representa escribió: La nota roja 1970-1979 y La nota
una tierra promisoria. En esa misma déca- roja 1980-1989. En 2003 ganó el Premio
da, el escritor publicó también las novelas Umbriel Semana Negra de Gijón por Pa-
Europa (Palacio del Libro, 1930) y Gente: pel picado, policial que tematiza la cruenta
historia de una generación (Buenos Aires/ Argentina que va de 1976 a 1983. Un año
Montevideo, Sociedad Amigos del Libro después recibió el Premio Internacional
Rioplatense, 1936). La novela Los habitan- Gran Angular de novela para jóvenes por
tes de la noche (Santiago Rueda, 1952) fue La carabina de Zapata.
galardonada por la SADE. Entre las otras Su obra, de gran calidad literaria, enri-
novelas de Dickmann se encuentran: Los quece el género negro con una comprome-
frutos amargos (Claridad, 1941); Esta gene- tida mirada política que incorpora como
ración perdida (Santiago Rueda, 1945); El material literario los tópicos propios de su
motín de los ilusos (Santiago Rueda, 1949); experiencia militante: el terrorismo de Es-
El dinero no cree en Dios (Santiago Rue- tado, la resistencia y el exilio.
da, 1958); Los atrapados (Santiago Rueda, V.L.
1962); La porteña, crónica de lo ocurrido a
la Srta. (Santiago Rueda, 1968). Di Marzo, Laura (Buenos Aires,
P.N. 1960). Escritora, docente y ensayista.
+ Gerchunoff, Alberto. Profesora en Castellano, Literatura y Latín.
Trabaja en escuelas secundarias y en la ca-
DIEZ suárez, Rolando Aurelio rrera de Comunicación de la UBA. Dicta
(Diez, Rolo) (Junín [Buenos Aires], 1940). cursos de perfeccionamiento docente en la
Narrador y ensayista de reconocimiento provincia de Buenos Aires.
internacional: su obra ha sido publicada en Entre 1996 y 1998, publica libros para
México, Argentina, Cuba, España, Italia, la enseñanza primaria y universitaria,
Francia, Alemania, Grecia e Inglaterra. como: El trébol azul: guía para el docente
El exilio lo llevó a España en 1977 don- (Aique, 1996); Manual Aique multiciencias
de vivió tres años de la artesanía y la venta (Aique, 1996) y Lengua 6° EGB (Aique,
ambulante. 1998). En 1999, aparece su primer libro
En 1980 se instaló definitivamente en de cuentos, Telarañas (Simurg; con pró-
México y comenzó su carrera literaria con logo de Gloria Pampillo). El mismo año,
la publicación de su primera novela, Los en la colección de ensayos sobre narratolo-

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D DI PAOLA

gía, coordinada por esta última, que lleva y significado poético y cultural, Armando
el título Permítame contarle una historia Discépolo se inició en el teatro allá por
(Eudeba, 1999), incluye el artículo “De la 1910 con Entre el hierro, escrita para la
pregunta al relato”, un análisis del género legendaria compañía de Pablo Podestá.
entrevista relacionado en particular con los Ya el drama en tres actos introducía los
trabajos de investigación. lugares de la vida cotidiana de los sec-
P.C. tores más populares de Buenos Aires; en
este caso el patio de la herrería, y luego
DI PAOLA, Jorge (Tandil [Buens Aires], la pieza-comedor, con objetos tan habi-
1940 - 2007). Escritor y periodista, colabo- tuales de esa vida como eran la máquina
ró con las revistas Panorama, Confirmado, de coser, la jaula del canario, el calenta-
La Opinión y fue uno de los fundadores dor o la pava. Y también ya aparecía el
de El Porteño. Publicó la obra de teatro tránsito de un espacio a otro que, veinte
Hernán (1963), un libro de cuentos titula- años más tarde, después de los cambios
do La virginidad es un tigre de papel (1974), sucedidos en la realidad de los ámbitos
la novela Minga! (1987) y el relato de es- naturales del autor, mostrarían la radi-
pionaje Moncada (2003; en colaboración calización de su experiencia poética. Así,
con Roberto Jacoby). Su novela Minga!, no debería extrañar la constante variedad
propone una escritura que experimenta de lo que hoy llamamos locaciones: los
con las digresiones, las intervenciones del patios de los conventillos, los rincones
narrador, los relatos enmarcados, la proli- de esos patios, los tranvías, y las preci-
feración de personajes de perfiles distintos sas indicaciones de la utilería: los pobres
y los juegos de palabras y que se acerca a las objetos de necesidades, creencias y expre-
obras de Witold Gombrowicz y César Aira. siones, como la palangana, el crucifijo, la
En la novela, los hechos suceden de forma virgen, el brasero, el acordeón. Integrado
atropellada y sin sentido, envueltos en un rápidamente al ambiente del espectáculo
continuo acercamiento paródico a la tradi- teatral de entonces, escribió varias obras
ción argentina –movimiento que muestra en colaboración. Con Rafael José de Rosa
una relación íntima con Adán Buenosayres fueron: El viaje aquel… (1914) y El guar-
de Marechal– y a las vidas y destinos de los da 323 (1915), y con el mismo de Rosa y
personajes del relato. Mario Folco: Mi mujer se aburre (1914);
M.R. El novio de mamá (1914); El movimiento
+ Aira, César; Gombrowicz, continuo (1916); ¡¡La ciencie de la casuali-
Witold; Marechal, Leopoldo. tat!! (1916); Conservatorio “La Armonía”
(1917) y El chueco Pintos (1923). Mientras
Discépolo, Armando (Buenos tanto, habían seguido sólo de él: El rincón
Aires, 1887 - 1971). Hijo mayor de un de los besos (1911); La fragua (1912); El
padre homónimo, napolitano, que fuera reverso (1916); El vértigo (1919) y Mateo
director de la Banda Municipal, y her- (1923), denominada por el propio au-
mano de Enrique Santos, al que estuvo tor como “grotesco en tres cuadros”. A
unido no solamente por el afecto y por partir de ese año, pasado el tiempo del
alguno de sus trabajos, sino por espíritu sainete y con la más grande conciencia

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DISCÉPOLO D
estilística, Discépolo estrenará sucesiva- llegar en algún caso a un verdadero maca-
mente: Hombres de honor (1923); Muñeca rrónico, como sucede con el personaje de
(1924); Babilonia (1925); Patria nueva Astrada, en El movimiento continuo o con
(1926); Stefano (1928). Perteneciente al la apoteosis del monólogo basado en la
acervo más rico del arte teatral popular misma obra, ¡¡La ciencie de la casualitat!!,
del siglo, con sus vigorosas encarnaciones que representara el gran actor Roberto
del mundo ciudadano de la primera mitad Caseaux en el año 1916. Da Ferro, de
del siglo, su búsqueda artística no parece El novio de mamá, era un portugués, y
ajena a cuanto muchos años antes dijera varios personajes de Patria nueva, situa-
Francisco Soto y Calvo (1860-1936) sobre da en la provincia de Córdoba, remedan
las posibilidades de los géneros bajos y del una convencional habla rural. Por otro
caos lingüístico, sobre el fundamento del lado, el principio mismo de la represen-
caos de la inmigración. Y al respecto, no tación, por lo general en tan alto nivel de
deben olvidarse los dichos de diverso sen- la creación artística, suponía el abandono
tido, el de Américo Castro sobre “la irres- definitivo del entrecomillado con que la
ponsabilidad lingüística del rioplatense”, mayor parte de los narradores y poetas de
el del mismo Borges, cuando afirmaba, la época introducían vocablos o frases del
con razón, que “los saineteros escriben mismo cuño, como sucedía en Roberto
un lenguaje que ninguno habla”, o el de Arlt o en Enrique González Tuñón. Ya en
Miguel Cané, que afirmaba: “el napolita- la primera madurez no faltaron tampoco
no ha creado un idioma literario”. Ligado las obras en colaboración: así, El organito
desde un comienzo al espíritu de la fiesta, y Giacomo fueron escritas junto al her-
del espectáculo teatral entendido también mano. Colaboración seguramente no ca-
como una continua exposición del ca- sual, en tanto se ha dicho con razón que
pocómico, del actor popular de la época, el conjunto de la obra de Armando es la
y justamente a partir de Mateo, ya en el metáfora del cambalache, en referencia al
camino de una creciente introspección, tango de Enrique Santos, del año 1935.
Discépolo llegaría a la original expresión Discépolo participaba además activamen-
de aquello que él mismo llamara “el gro- te del clima cultural de la época, frecuen-
tesco”, en el cual la figura del antihéroe, tando entre otros la amistad de Guillermo
el pesimismo y el choque de generaciones, Facio Hebécquer, Benito Quinquela
la relación entre padres e hijos, en el mo- Martín o Gustavo Riccio y ofreciendo una
mento histórico de la primera filiación de afinidad temática con el propio Roberto
los inmigrantes, encontraría una auténti- Arlt, por ejemplo en el caso de la locura
ca superación del cocoliche tradicional, del inventor, emparentado con la búsque-
constituyéndolo ya en lengua literaria, da del ascenso social por medios santos
a través de una riquísima inventiva, tan o no tanto (el “salir de pobre” de El mo-
arbitraria como había sido aquél, inclu- vimiento continuo, con los “locos” que se
yendo además no sólo los dialectos italia- sienten émulos de Stephenson o Galileo).
nos (“la selva dialectal”), sino también el Tampoco falta la carga semántica en los
portugués o el catalán, en audaces conta- nombres de algunos personajes como
minaciones y sutiles ambigüedades, hasta el utopista Avvenire (“porvenir”) en La

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D DISCÉPOLO

fragua. En cambio, pero en el mismo sen- la originalidad de una operación lingüísti-


tido, y en correspondencia con los gustos ca auténticamente aluvional, expresión de
contemporáneos, sujetándose también a una sociedad en conflicto permanente y
la experiencia familiar, tenemos la Aída de de carácter siempre dramático, acaso con-
El rincón de los besos, que ama a Chopin, denada a la incomunicación y a la final
o la Desdémona de Mi mujer se aburre, y clausura en el espacio cerrado y arcaico,
son infinitas las sabrosas y constantes re- es decir en aquella pieza-comedor de un
ferencias al mundo de la música, especial- principio.
mente de la ópera, como en Conservatorio R.R.
“La Armonía” : así sucede en los casos de + Arlt, Roberto; Discépolo, Enrique
Nicolás Olivari o del ya citado Enrique Santos; González Tuñón, Enrique.
González Tuñón. Pero la culminación de
esta vertiente discepoliana es el personaje DISCÉPOLO, Enrique Santos (1901 -
de Stefano, que quiere escribir justamente 1951). Poeta, dramaturgo, actor, composi-
una ópera en la obra del mismo nombre, tor y hombre de radio porteño, conocido
y finalmente muere. Mientras tanto, su por el apodo Discepolín, fue el cuarto hijo
hijo Esteban dice: “Lo que se piensa no de una familia establecida en el barrio de
se cuenta, se escribe”, casi como asunción Once, compuesta por el inmigrante napo-
de un legado de la condición de origen. litano Santo Discépolo –músico egresado
Desde Mateo, el primer grotesco, hasta del Conservatorio Real de Nápoles– y la
Relojero, acaso el último, y con notables argentina de origen italiano Luisa Luque.
trabajos como director, tarea en que en- A los 8 años ya era huérfano de padre y ma-
caró entre otros a Pirandello (El gorro de dre, por lo que creció bajo la protección de
cascabeles) y a Chéjov (Las tres hermanas), Armando, su hermano mayor e inminente
Discépolo recurrió a figuras del teatro creador del grotesco criollo. En más de un
y de la música tan memorables como reportaje hablaría con dolor de su niñez:
Libertad Lamarque, Leonor Rinaldi, Pepe “Tuve una infancia triste. Vivía aislado y
Arias, Luis Arata o Guillermo Battaglia y taciturno. Por desgracia no era sin motivo.
muchos más. Armando Discépolo vivió y A los cinco años quedé huérfano de padre,
sufrió largas décadas de la historia nacio- y antes de cumplir los nueve perdí también
nal, signadas por grandes luchas y grandes a mi madre. Entonces mi timidez se volvió
fracasos, con el radicalismo en el poder, miedo, y mi tristeza desventura”. Estudió
la primera revolución cívico-militar y la en la Escuela Normal “Mariano Acosta”,
consiguiente década infame, expresando formación que pronto abandonó, con
desilusiones y pesimismos, heroicidad co- anuencia de su hermano, para ingresar en
tidiana y violencias, “el mundo de los de el ambiente bohemio en el que circulaba
arriba y el mundo de los de abajo”, los Armando, integrado por actores, músicos,
vencidos, como en la genial Babilonia, escritores y artistas, muchos de los cuales
casi una protoópera perfecta, en su es- luego conformarían el grupo de Boedo.
tructura dramática digna de la envergadu- Junto con sus amigos Quinquela Martín
ra de una Cavalleria Rusticana, y con una y Juan de Dios Filiberto solía recorrer las
verdadera fiesta del lenguaje que dice de calles de Parque Patricios y los barrios

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DISCÉPOLO D
proletarios para recoger los padecimientos autor del tango que ella solía interpretar.
e ilusiones de los más pobres, observacio- Tras presentarlos, y de a poco, nació una
nes que luego plasmaba en sus obras. relación que duró más de veinticinco años
Con el seudónimo E. Santos se inició y que cambió la vida de Discépolo, ya que
como actor de la compañía teatral de Ro- Tania lo apartó del ambiente intelectual del
berto Casaux, en el sainete El chueco Pintos, que solía formar parte para adentrarlo en
obra de Armado Discépolo y Rafael José de los “divertidos” intersticios del espectáculo
Rosa estrenada en el Teatro Apolo en 1917. y la bohemia. De los inicios de esa época es
Al año siguiente dio a conocer en el Teatro Malevaje (1929), estrenado por Maizani.
El Nacional la obra Los duendes, escrita en Al mismo tiempo que los tangos de Dis-
colaboración con Mario Folco. Su primer cépolo empezaban a sonar en los medios de
sainete, Día feriado, fue estrenado en 1920 Buenos Aires, comenzaron a generar ma-
por la compañía Blanca Podestá. lestar entre las autoridades de turno. Fue
Por encargo del dramaturgo José Anto- el Ministerio de Marina el responsable de
nio Saldías, compuso en 1924 su primer prohibir la difusión de las composiciones
tango, Bizcochito –firmado por Saldías– de denuncia de Enrique, aduciendo que
que el público pudo conocer a través de el lenguaje popular utilizado no era acep-
su lanzamiento sin mucha repercusión table. La década de 1920 se cierra para el
en Montevideo. Tampoco alcanzó éxito poeta en 1929 con la crisis financiera que
alguno con el siguiente: Qué vachaché, de se desata en el mundo y golpea al país. En
1925, en el que ya se empezaba a vislum- ese momento, compone Soy un arlequín,
brar su interés por ofrecer una crítica ácida tango que exacerba las desventajas de ser
a la situación social por la que atravesaba un “hombre bueno”, algo que el poeta so-
el país. Del mismo año es El organito, obra lía lamentar: “Más de una vez hubiera que-
creada en colaboración con su hermano rido ser malo, de estafado perpetuo pasar
Armando. La tibia acogida que recibieron a estafador, de hombre mordido a hombre
sus primeras letras de tango y los escasos que muerde. Pero nunca pude hacerlo. Para
recursos con los que contaba para subsis- todo se necesita una educación, una sangre
tir no impidieron que Discépolo siguiera especial”. Seguirá con Yira yira, estrenado
probando suerte en ese medio; el próximo en 1930, un día antes del golpe que derro-
intento fue con Chorra de 1927, tango cara a Yrigoyen el 6 de septiembre. Escrito
que mantiene sin estrenar debido al esca- con “lengua de la calle” como se solía de-
so éxito de los anteriores y luego con Esta nominar a los registros populares, este tan-
noche me emborracho (1928), interpretado go devela una realidad social desesperada
por Azucena Maizani en el Teatro Maipú y producto del totalitarismo y la corrupción
de inmediato incluido por Roberto Maida política. Hacia 1935 comienza una larga
en su espectáculo del Teatro Astral cantado gira por Europa y el norte de África, en la
por Tania (Anita Luciano Davis), españo- que actúa y da conferencias. Consolidada
la que se lucía en el cabaret porteño Folies su imagen en el exterior, tras su regreso a la
Bergère. José Razzano, antiguo compañero Argentina formó una orquesta que debutó
de dúo de Carlos Gardel y amigo de Tania, en Radio Municipal y grabó varios tangos
fue quien hizo que la cantante conociera al para el sello RCA-Víctor.

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D DITARANTO

Lirismo y humor irónico fueron la base ciendo la simpatía del músico y dramaturgo
del estilo característico de Discépolo, plas- por el gobierno y el afecto que Perón y Eva
mado en composiciones que intentaban res- sentían por Discepolín, lo convocó para el ci-
catar los lugares comunes de los argentinos. clo Pienso y digo lo que pienso, en el que artis-
Esta combinación de pesimismo y burla, de tas de renombre leían libretos de propagan-
drama y aguafuerte, sumado al hecho de da. La colaboración de Discépolo fue una
que fuera Carlos Gardel el intérprete de sus serie de monólogos dirigidos a un supuesto
primeros tangos, fortalecieron el papel de opositor del gobierno al que llamó Mordis-
Discepolín en el mundo de los compositores quito, con el que se ganó el beneplácito de
y músicos del género en las décadas de 1930 Perón y el repudio de amigos y conocidos,
y 1940. Por la mirada negativa sobre la ac- quienes sorprendidos por la declarada obse-
tualidad y los afectos, por ese modo particu- cuencia al régimen condenaron su actitud.
lar de percibir la realidad, el músico y dra- Murió en 1951, víctima de una gripe que su
maturgo solía justificarse en los libretos del cuerpo debilitado no pudo resistir. Entre sus
ciclo radial Cómo nacieron mis canciones: “El últimas composiciones se cuentan Sin pala-
drama no es invento mío. Acepto que se me bras y Cafetín de Buenos Aires (1948).
culpe del perfil sombrío de mis personajes P.C.
–por aceptar algo nomás–, pero la vida es la + Armando Discépolo.
única responsable de ese dolor. Yo –honra-
damente– no he vivido la letra de todas mis Ditaranto, Hugo (Buenos Aires,
canciones, porque eso sería materialmente 1930). Poeta y docente, Ditaranto fue uno
imposible, inhumano. Pero las he sentido de los fundadores del grupo El Pan Duro
todas. Me he metido en la piel de otros y junto a Juan Gelman y Héctor Negro. El
las he sentido en la sangre y en la carne”. grupo, nacido en 1955 y disuelto en 1964,
En esos años compuso: Cambalache (1934); proponía que la comunicación era lo cen-
Alma de bandoneón (1935); Melodías porte- tral de la poesía. Contra las vanguardias
ñas, Desencanto (1937); Tormenta, Martirio, históricas, la nueva vanguardia debeía im-
Infamia, Uno (1943); Canción desesperada plicar una absoluta contemporaneidad: la
(1944). renovación del lenguaje poético se orienta
La inclinación de Discépolo por el tea- hacia la posibilidad de diálogo con el pre-
tro nunca fue postergada a pesar del éxito sente y no a la novedad en sí misma. Bajo
que tenía en el circuito del tango. Carame- la premisa de llegar al pueblo, la poesía se
los surtidos, una suerte de sainete con ritmo volvía, también, una actividad instalada en
de comedia musical, lo obligó a volver al bibliotecas populares, sindicatos y conven-
escenario como actor. También incursionó tillos. Durante los tres años que Ditaranto
en el cine, como director en Cuatro cora- participó de este grupo –hasta 1958–, no
zones (1939) y El hincha (1951), y en ésta publicó sus poemas en libros. Sin embar-
también como autor del argumento y actor go, algunos de ellos pueden encontrarse en
protagónico. la antología El pan duro (La rosa blindada,
Su vida hizo un cambio radical cuando 1963), que también incluye poemas de
en 1951 Alejandro Apold, secretario de In- Juana Bignozzi, Luis Alberto Navalessi y
formaciones del gobierno de Perón, cono- Atilio Jorge Castelpoggi, entre otros.

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DITARANTO D
Las publicaciones de Ditaranto co- los poemas sino que representan su punto
mienzan a circular en la década de 1960 de partida. La palabra sirve para darle ac-
con Agropenario (Colombo, 1964), donde tualidad a las imágenes de la guerra, que ya
la simplicidad de la palabra cotidiana y la no se piensa como una circunstancia his-
ausencia de rima y metro coexisten con la tórica particular sino como un problema
formación de imágenes más o menos críp- humano universal.
ticas. A este poemario le siguen A pesar de En al ámbito de la narrativa, el primer
todo (Hoy en la Cultura, 1965) y Cal y libro de Ditaranto fue Fernando, un perro
sombra (Colombo, 1967), de característi- de verdad (Besana, 1985). A partir de los
cas similares. El último de estos primeros testimonios del periodista Emilio Novas,
poemarios –recopilados posteriormente Ditaranto recrea en primera persona la
bajo el nombre de Antología de lo publicado historia de un perro de Resistencia deve-
(Besana, 1993)– es Álbum de familia (La nido leyenda provincial. Posteriormente,
gotera, 1970), texto en el que Diataranto publicó Esperando (cartas a mi hijo) (El
comienza con lo que será una constante en otro mundo, 1993), serie de cartas escri-
su obra: la agrupación de poemas en torno tas durante la recuperación de su hijo de
a un tema. En este caso, la familia abre el la drogadicción y publicado a modo de
camino hacia la indagación en el pasado reflexiones sobre esa situación y sobre la
reciente de la infancia y en el lejano de la paternidad en general. Sobre la misma ex-
historia familiar. Después vino otro libro periencia, junto con Mario Paoletti, escri-
temático: Los procesos (Besana, 1981). Aquí bió el guión de Tomás en el infierno, que se
Ditaranto deja de lado la primera perso- estrenó en 2003 en el Teatro Barakaldo del
na dominante en sus primeros poemarios País Vasco.
a favor de poemas narrativos sobre la vida Los últimos dos libros de prosa de Di-
misma. En ellos condena a diversos per- taranto vuelven a su barrio natal: Liniers.
sonajes históricos, desde Adán hasta Tu- El primero, Un país para el olvido (al Sur
pac Amaru. La reelaboración de los datos del purgatorio) (Besana, 2001), ficciona-
históricos se revela en la inclusión de un liza el encuentro y la transcripción de los
índice de pequeñas biografías de todos los diarios de un maestro local. Como otra
personajes como forma de salvaguardar la excusa para la reflexión, los diarios repa-
comunicación sin forzar la información san, desde una perspectiva individual, la
dentro de los poemas. En este libro aparece historia barrial y nacional entre 1950 y
otro elemento que va a reiterarse en la obra 1975. En el mismo año, Ditaranto publi-
del poeta: las ilustraciones que acompañan ca, junto a Pedro D’Alessandro, La vera
cada uno de los textos. Finalmente, en historia del Bero. Beromamacacumaospobi-
el terreno de la poesía Ditaranto publicó chucaco… pripejopi (Besana, 2001), una
también La mandrágora alucinada (Nueva narración sobre el club barrial que es a la
Visión, 2000) y Los desastres de la guerra vez investigación y ficción. Aquí los tes-
(Besana, 2005), similar a Los procesos por timonios y las fotos se entrecruzan con
lo que atañe a su formato. En este caso, las la historia de un hombre que recuerda la
imágenes –aguafuertes y aguatintas de F. historia del club, a la vez que vive su des-
Goya (de los años 1810-1820)– no ilustran aparición.

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D DI TULLIO

Además de lo estrictamente literario, mente ha sido convocada como consultora


Ditaranto se ha dedicado al trabajo au- en la Nueva gramática de la Real Academia
diovisual sobre la literatura infantil –pro- Española (2009) y es una de las redactoras
duciendo obras basadas en Tom Sawyer, de su versión compendiada. Ha recibido el
Robinson Crusoe y su propio Fernando, Premio Konex en la disciplina “Teoría lin-
entre otros– y sobre temas históricos y cul- güística y literaria” en 2006.
turales, como Campaña al desierto, Victoria L.M.K.
Ocampo, Pablo y los Podestá.
M.A. Diz, Hugo (Rosario [Santa Fe], 1942).
Su vasta y variada producción se distribuye
Di Tullio, Ángela (Buenos Aires, en distintos campos artísticos: es poeta, le-
1951). Lingüista, gramática y filóloga. Es trista de canciones, dramaturgo y guionista
profesora en la Universidad Nacional del de televisión. Desde niño comenzó a inte-
Comahue desde su fundación en la década resarse por el arte e inició su formación en
de 1970 y miembro correspondiente en la fotografía y dibujo. A los 23 años publicó
AAL. Sus trabajos se concentran en dos lí- en revistas algunos de sus poemas.
neas centrales de investigación: una vincula- En el terreno de la plástica se destaca
da con el estudio del español hablado en la Montalages, exposición realizada en el
Argentina, a partir de una perspectiva pre- Centro Cultural “Bernardino Rivadavia”
dominantemente generativa, y la otra con de Rosario (1990). En esta muestra, Diz
la historia de las ideas y las políticas lingüís- exhibe su propuesta estética basada en una
ticas, en particular los conflictos en torno combinación de diversas técnicas de colla-
de la lengua suscitados por la inmigración ge. Otro sobresaliente evento en su reco-
(sobre todo italiana) en la Argentina. En la rrido es una muestra que se lleva a cabo
primera línea se destaca el Manual de gra- en agosto de 2001, cuando Diz recibe una
mática del español (Edicial, 1997) y en la invitación por parte de La Galería de Arte
segunda, Políticas lingüísticas e inmigración, Gras. Como letrista de canciones, en 1997
versión de su tesis doctoral publicada por trabaja con Litto Nebbia, Néstor Marconi
Eudeba (2003), además de múltiples artícu- y Virgilio Expósito. De esta colaboración
los publicados en revistas y libros especiali- resulta el compacto A la sombra y después.
zados nacionales y extranjeros. En su juventud forma parte del grupo
Di Tullio es una de las lingüistas con- que en la década del sesenta funda la re-
temporáneas más transcendentes de la vista y editorial rosarina el lagrimal trifurca
Argentina y de América Latina. Su cono- (sic). Con Elvio Gandolfo como director,
cimiento de la gramática, que prescinde se nuclearon en torno a la revista, entre
felizmente de las visiones normativas tan otros, Manuel Bandera, Luis Bras y Ar-
habituales en los ámbitos educativos y aca- turo Frutero. El lagrimal… proponía una
démicos, se basa no sólo en una erudición estética definida en la convergencia del
notable sino también en una enorme sensi- modernismo brasileño, el “exteriorismo”
bilidad que le permite captar las singulari- nicaragüense y la “antipoesía” de Nica-
dades de los distintos dialectos del español, nor Parra. El nombre del emprendimien-
particularmente el rioplatense. No casual- to remite al poema IV de Trilce de César

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DIZ D
Vallejo: “Rechinan dos carretas contra los Los resultados pueden leerse en el se-
martillos / hasta los lagrimales trifurcas / gundo tomo de Palabras a mano. Uno de
cuando nunca las hicimos nada”. El segun- los puntos culminantes de esta serie lírica
do verso se transforma para dar nombre al es Baladas para Marie (Rosario, La Venta-
proyecto editorial. De este modo, el grupo na, 1988). Cercado por la ausencia de los
se inserta en la tradición poética de Vallejo, amigos desaparecidos y la derrota de los es-
pero hay un poeta más próximo que resue- tandartes revolucionarios, Diz se exilia de
na en la primera poesía de Hugo Diz: Juan la lucha que había sostenido en los años
Gelman. En la poesía de Diz se estremece anteriores en una ciudad poéticamente
el acontecer político: el estilo cifra las cir- configurada como el lugar más evidente
cunstancias y registra sus giros. El relieve de la desolación y el miedo. Los espacios,
que fue alcanzando su obra poética explica que estaban presentes ya en Canciones del
la necesaria aparición en 2003 del primer jardín de Robinson, son o los del interior
tomo de Palabras a mano. Poemas escogidos de la casa que adquiere carácter de refugio
(1969-1983) (Rosario, Ciudad Gótica), o los que posibilita el cruce de la tarde o
que reúne poemas de distintos libros. En- de la noche con los espacios que recortan
tre ellos, Canciones del jardín de Robinson los bares en la ciudad. Retomando el tópi-
(Rosario, La Ventana, 1983), cuyo proceso co del alejamiento del mundo engañoso y
de escritura comienza en 1976 y se cierra hostil, las islas del Paraná permiten el re-
en 1983. Este texto expresa el sesgo que pliegue del sujeto. En Las alas y las ráfagas
cobrará la lírica de Diz a partir de los años (Rosario, La Ventana, 1985) se inscriben el
de la última dictadura. De hecho, el víncu- testimonio del mundo devastado y el ho-
lo que establece con la novela de D. Defoe, menaje a los ausentes: Haroldo Conti, por
Robinson Crusoe (1719), apunta a la cons- ejemplo. Pero mientras que Baladas para
trucción poética de una ciudad devastada. Marie exhibe la consolidación del intimis-
En Canciones… se genera un cambio en mo, Las alas y las ráfagas ya inicia el cierre
la estética de Diz que, después, marca los del espacio de la ciudad del desamparo.
poemas del segundo tomo, publicado en Finalmente, si en Ventanal (Rosario, Lett,
2004, Palabras a mano. Poemas y aforismos 1990) continúa el aislamiento, ya se ha
escogidos (1985-1997). Tal cambio se vin- perdido la contundencia de las Baladas…,
cula con el abandono del gesto épico y la y se saldrá del automatismo con el pasaje a
entonación revolucionaria, cambio obli- una nueva etapa.
gado durante la última dictadura, luego La selección de los textos que integran
de haber escrito en la primera mitad de los dos primeros volúmenes de Palabras a
la década del setenta Secuencias de mayo mano se combina con la reescritura: Diz no
(Rosario, La Ventana, 1972), centrado en se limitó a escoger los poemas, sino que pro-
la revuelta rosarina de mayo de 1969, y dujo, en muchos casos, nuevas versiones. En
Manual de utilidades (Rosario, La Ventana, 2005 se publica el tomo 3, Palabras a mano.
1972). Sin embargo, lejos de empobrecer Poemas y aforismos inéditos (1998-2001) con
o disminuir su capacidad poética, este giro el resto de su obra: Que las flores vengan a
forzoso dio lugar a una nueva etapa de su mí (1998); Cordeles (1999); Apuntar al ín-
escritura. dice (2000); Ludir (2001); y Sin decirlo esta

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D DOCAMPO

canción dirá tu nombre (2001). Si el primer de vínculos que combinan la distancia y lo


tomo se armaba sobre su poesía política y el opresivo, o en los que la aparente cercanía
segundo a partir de poemas más intimistas, se pierde en la comprobación de una pro-
el tercero presenta textos que todavía no ha- funda otredad. Los personajes dirigen su
bían sido impresos. En ellos, como en los voz hacia un narrador que suele limitarse al
anteriores, es posible leer la comunicación mero registro de lo escuchado, del mismo
poética del impacto del mundo sobre el modo que la voz en primera persona suele
sujeto. La tradición clásica y el formato del no ser oída por sus interlocutores (como
soneto son algunas de las claves del libro. sucede en “Egocéntricos”).
La obra poética de Diz fue traducida a Estos fenómenos se ven condensados en
distintas lenguas: ruso, francés, húngaro, “Mientras sea un buen libro”: alguien lee,
italiano, portugués. También al alemán, concentrado; el narrador apenas observa
después de su participación en el III Fes- que el otro lee y los intentos de acercamien-
tival de Poesía Latinoamericana en Viena. to entre los personajes rondan siempre el
Además, sus poemas integran varias anto- malentendido o la intrusión. Su lenguaje
logías, publicadas tanto en el país como en de tono habitualmente neutro, referencial,
el extranjero. da paso a veces a lo lírico: algunos de los
textos del libro entran en el terreno de la
Otras obras de Hugo Diz prosa poética. En ésta el tono se hace más
El amor dejado en las esquinas (Falbo, subjetivo y se permite recursos experimen-
1969); Poemas insurrectos (Rosario, el tales. El registro objetivo de la escena se
lagrimal trifurca [sic], 1971); Algunas acentúa en su otro libro: El molino (Bajo la
críticas y otros homenajes (Rosario, el luna, 2007). En esta novela corta, que ob-
lagrimal trifurca, 1972; Rosario, La tuvo el segundo premio del FNA en 2006,
Ventana, 1976); Manual de utilida- la nitidez que se consigue en la reconstruc-
des (Rosario, La Ventana, 1972; 1974; ción de escenas familiares contrasta con la
1976); Historias, veras historias (Schapi- dificultad para asignarles un significado.
re, 1974; con ilustraciones de Roberto El tono “objetivo” se hace más extremo y
Fontanarrosa); A través de los ríos y los homogéneo en este libro que en el ante-
mares (1986-1987, Los Lanzallamas, rior; la separación entre el yo que recuerda
2000); La lírica y el exabrupto (Dins- y lo recordado se agudiza, y la eliminación
mann, 1997; conjunto de aforismos de la resonancia emocional de lo descripto
cuya edición se agotó en pocos meses). genera una atmósfera opresiva.
M.L.C. Docampo colabora además con publica-
+ Gelman, Juan. ciones culturales, como la revista La Guacha.
E.M.
Docampo, Mariana (Buenos Aires,
1973). Narradora y poeta. Su primer libro DOCAMPO FEIJÓO, Beda (Vigo
de ficción es Al borde del tapiz (Simurg, [España], 1948). Director y guionis-
2001). En estos cuentos, Docampo crea ta español. Nació en Vigo, provincia de
tramas que se apoyan en la rareza de la Pontevedra, pero llegó a la Argentina sien-
escena o los personajes, en la descripción do recién nacido.

• 424 •
DOLINA D
En 1974 se recibió de abogado en la no pudo ser, y personajes, como el escritor
UBA y en 1978 se graduó como Direc- Manuel Mandeb, reunidos bajo el título de
tor de Cine en el Instituto Nacional de Hombres sensibles de Flores. En 1987 esos
Cinematografía. Inició su carrera en el relatos se publicaron en el libro Crónicas
rol de guionista en 1980 con la película del Ángel Gris, éxito editorial que acompa-
La educación sentimental, pero su trabajo ñó la popularidad que Dolina alcanzó por
cobró relevancia a partir del guión escrito esos años como animador radial. En 1990,
en colaboración con Juan Bautista Stag- el artista plástico Carlos Terribili realizó en
naro para la película Camila, dirigida por la estación de Flores un mural inspirado en
María Luisa Bemberg (1984). Además de los relatos de este libro, muestra de la in-
las ya mencionadas, como guionista y di- discutible popularidad de sus personajes.
rector, trabajó en las siguientes películas: En cuanto a la carrera de conductor,
Debajo del mundo (1987); Los amores de Dolina la comenzó en Radio El Mundo,
Kafka (1988); El marido perfecto (1992); en 1983, con el programa Demasiado tarde
Buenos Aires me mata (1998); Ojos que no para lágrimas que, luego de pasar por dife-
ven (1999); y Quiéreme (2007). Obtuvo el rentes estaciones y cambios de nombre, se
premio al mejor guión original otorgado transformaría en el popular espacio radial
por el INC en 1979, el Premio Cóndor de medianoche llamado La venganza será
de Cronistas al mejor guión adaptado en terrible, que todavía se emite en la actuali-
1994 y una nominación al Oscar por el dad. Este programa se realiza con público
guión de Camila en 1984. Se ha desempe- en vivo en estudios montados en espacios
ñado como Profesor del INC (1984-1986) teatrales de la ciudad de Buenos Aires, pero
y como profesor de la Universidad del Cine también del interior del país; cada entrega
(1989-1994). Además, escribió una novela se centra en un tópico desarrollado desde
titulada Vender la pluma en 1988, finalista diferentes perspectivas: la literaria, la tan-
del premio Plaza & Janés (España) y el li- guera, la barrial. Las temáticas recurrentes
bro Una estructura a la espera (1993). son el amor frustrado, la amistad y el ho-
M.R. nor, entendidas como problemáticas del
universo masculino. Dolina, junto a sus
Dolina, Alejandro (Caseros [Buenos colaboradores, relata historias, interpreta
Aires], 1945). Escritor, músico y conduc- canciones y parodia personajes a partir de
tor de radio y televisión. Estudió Derecho, esas problemáticas, mezclando representa-
Música, Letras e Historia. Su actividad ciones de la literatura universal con otras
como escritor se inició a principios de los venidas de la cultura barrial y el tango. Por
años 1970 en Satiricón, revista cómica que su trabajo en este programa fue nominado
parodiaba temas de la política, sociedad y como conductor al Premio Konex en 1991.
estilo de vida del momento. En 1978 co- En 1996, la editorial Colihue presentó una
menzó a escribir una serie de relatos para edición corregida y ampliada de Crónicas
la revista Humor en los que fue constru- del Ángel Gris. En 1999, esta misma edito-
yendo una mitología barrial centrada en rial publicó El libro del fantasma, volumen
el Ángel Gris, entidad mágica hecha fun- de cuentos en los que vuelven a aparecer
damentalmente de la añoranza de lo que las historias del barrio de Flores; zona de

• 425 •
D DOLL

la ciudad en la que, según estos relatos, se los principales difusores de su obra tanto
acumulan personajes determinados por su literaria como musical.
vocación para el fracaso. En 2004, el Gru- S.F.
po Planeta publicó su colección de bolsillo
Biblioteca Alejandro Dolina y en 2005, esta DOLL, Ramón (La Plata [Buenos Aires],
misma editorial presentó Bar del infierno, 1894 - 1970). Abogado cuyas actividades
su obra más reciente. públicas se desarrollan durante la Década
En cuanto a su formación como mú- Infame y alcanzan su esplendor en el perío-
sico: se evidencia no sólo en algunos seg- do 1943-1944, cuando la inminencia del
mentos clásicos de su programa, sino tam- peronismo quedaba impregnada en su re-
bién en proyectos musicales de los que ha tórica y su gestualidad por los excesos aca-
participado como compositor y cantante. rreados durante la Década Infame. Desde
En 1995 empezó a grabar Lo que me cos- 1930 Doll actúa como juez del crimen
tó el amor de Laura, opereta criolla que –actividad en la cual podría arraigar cierto
condensa su mirada de lo femenino como vocabulario del que abusa en sus ensayos–
motivación del hombre y musa del artis- para convertirse en 1937 en inspector de
ta. La opereta, estrenada y publicada en Sociedades Anónimas, antesala de sus car-
1998, es un recorrido por los géneros mu- gos oficiales: ministro de Hacienda en la
sicales más típicos de la ciudad de Buenos intervención de la provincia de Tucumán
Aires: el tango, la milonga, el vals. Doli- (1943) e intendente de la Universidad
na interpretó el personaje protagónico de Nacional de Cuyo (1944).
esta obra y cantó junto a artistas invitados Paralelamente escribe sus textos críticos,
como Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, que evidencian no ya el anarquismo con
Ernesto Sábato, Les Luthiers, Horacio Fe- el que simpatizó en sus comienzos sino en
rrer, Sandro, Julia Zenko, Juan Carlos Ba- forma casi exclusiva la derechización que
glietto y otros. Grabó, también, algunos sufrió hasta convertirse en un emblema de
Radiocines, pequeñas obras radioteatrales la xenofobia y el antisemitismo locales, des-
paródicas emitidas en La venganza será te- plegando una prosa de recursos inagotables
rrible que luego fueron editadas en CD. y difícilmente superables, que transitan la
También es autor de las comedias musi- inflamación emotiva del panfleto, la pasión
cales El barrio del Ángel Gris, que obtuvo investigadora de la historia revisionista y el
el premio Argentores en 1990, y Teatro de imponente alegato del proceso judicial.
Medianoche, protagonizada por él mismo Sus textos ocupan los años que van des-
como actor y cantante. En el 2003 realizó de fines de la última presidencia de Hipóli-
el ciclo televisivo Bar del infierno, progra- to Yrigoyen (1928-1930) hasta el estallido
ma en el que se cruzaban nuevamente sus de la Segunda Guerra Mundial. La rela-
conocimientos sobre literatura y sobre ción con el primer hecho la marca El caso
tango; en el 2004 editó el CD Tangos del Radowitzky (1929) sobre la conmutación
bar del infierno. de pena con que el mandatario benefició al
Alejandro Dolina contó desde sus ini- autor del atentado contra el jefe de policía
cios en la radio con un grupo masivo de Ramón Falcón en 1909. Del otro extremo
seguidores que, fieles a su estilo, fueron de ese recorrido histórico se ocupa Acerca

• 426 •
DOMÍNGUEZ D
de una política nacional (Difusión, 1939). Sión–, si bien admite que “con la Consti-
Entre ambos se ubican: Ensayos y críticas tución en la mano” el poeta tiene razón. La
(s/d, 1929); Crítica (Talleres Gráficos L. otra con la figura en la que coloca todos los
J. Rosso, 1930); Reconocimientos (Talleres denuestos contra el inmigrante, el médico
Gráficos L. J. Rosso, 1932); Policía inte- positivista José Ingenieros, a quien tilda
lectual (s/d, 1933); y Liberalismo en la li- de “travieso meridional”. En Ingenieros se
teratura y la política (Claridad, 1934), que condensan numerosos elementos que Doll
en su reedición agrega un folleto de título vilipendia: origen italiano, vulgata cientí-
programático –Democracia, mal menor– en fica, ausencia de método, resistencia a las
el cual evalúa los límites del parlamentaris- jerarquías, simpatías socialistas y aspiracio-
mo, al tiempo que desconfía de las dicta- nes universitarias.
duras que van ganando terreno en la Euro- En la crítica literaria, el juicio lapidario
pa de esos años. de Doll no se detiene ni siquiera ante los
Aunque Doll no está explícitamente aliados ideológicos. Allí condena la falta de
afiliado a ninguna de las numerosas pu- imaginación que exhibe el novelista nacio-
blicaciones con que la derecha argentina nalista Manuel Gálvez, mientras rescata,
abruma el espectro periodístico y edito- en cambio, los relatos infantiles del boedis-
rial en las décadas de 1930 y 1940, resulta ta Álvaro Yunque. Por su parte, Ricardo
evidente la proximidad a Rodolfo y Julio Güiraldes es descartado por proponer en
Irazusta (creadores de La Nueva República, Don Segundo Sombra la figura del “gaucho
1928-1931), primero en la reseña elogiosa que ve el hijo del patrón”. Su mayor disi-
que dedica a La Argentina y el imperialis- dencia la reserva a Lugones, en especial por
mo británico. Los eslabones de una cadena la sofisticada retórica a la que acude para
(1934), donde los escritores entrerrianos exponer sus razonamientos políticos. Este
condenan el malhadado pacto Roca-Run- texto y otros dedicados a temas literarios
ciman de 1933, y luego en la fundación son recogidos póstumamente en Lugones el
del Instituto de Investigaciones Históricas apolítico y otros ensayos (Peña Lillo, 1966).
“Juan Manuel de Rosas” en 1938, dedica- M.C.
do a reivindicar la figura del Restaurador y + Irazusta, Julio.
a ofrecer un ejemplo de política nacional
frente al extranjerismo que impone “ante- Domínguez, Carlos María (Buenos
ojeras” a la realidad propia. Aires, 1955). Reside en Montevideo desde
Para contrarrestar los efectos que per- 1989. Durante las décadas de 1970 y 1980
cibe en esa perspectiva, sostiene dos po- participó de los grupos de estudio de San-
lémicas: una con César Tiempo, a quien tiago Kovadloff. Colaboró en la primera
descalifica por su condición judía –son los época de la revista Crisis, donde recopiló
años de esplendor de la novelística de Hugo testimonios e historias de vida, y fue secre-
Wast (seud. de Gustavo Martínez Zuviría), tario de redacción en su segunda época du-
que alucinaba un complot semita contra la rante la década de 1980. En Montevideo,
tradición occidental y cristiana; también el fue jefe de redacción de la revista Brecha.
momento de mayor difusión de ese fraude Entre el periodismo y la literatura –y en
conocido como Protocolos de los Sabios de sintonía con sus notas de Crisis–, publicó

• 427 •
D DOMÍNGUEZ

los trabajos de investigación: Delitos de amo- historia se usa para hablar del presente: los
res crueles. Las mujeres uruguayas frente a la silencios y la ausencia de ciertas precisiones
justicia (1865-1911) (Aguilar, 2001); Histo- permiten imaginar correspondencias entre
rias del polvo y el camino (Santiago de Chile, el pasado narrado y el presente de la es-
IMFC, 2002); Escritos en el agua. Aventuras, critura. Este trabajo comienza con Pozo de
personajes y misterios de Colonia y el Río de la Vargas (Emecé, 1985), donde Domínguez
Plata (Montevideo, Banda Oriental, 2002) hace una exposición más acabada de los
–donde se centra en la historia de las islas recursos y del sentido de la novela histó-
del Río de la Plata–; El norte profundo. Un rica –citas de Gyorgy Lukács incluidas–, al
viaje por Tacuarembó, Artigas, Rivera y Cerro tiempo que convierte la narración de un
Largo (Montevideo, Banda Oriental, 2004); episodio de las montoneras riojanas del si-
y Las puertas de la tierra (Montevideo, Ban- glo XIX en un comentario sobre la guerri-
da oriental, 2007), sobre los prácticos del lla urbana de la década de 1970.
puerto de Montevideo pero también sobre A esta novela siguen: Bicicletas negras
su historia y sus leyendas. (Montevideo, Arca, 1991); La mujer ha-
En la misma línea, escribió varias bio- blada (Montevideo, Cal y Canto, 1995);
grafías noveladas. En El bastardo. La vida y Tres muescas en mi carabina (Alfaguara,
de Roberto de las Carreras y su madre Clara 2002), en la que el autor ya no se apega
(Montevideo, Cal y Canto, 1997), la in- tan dogmáticamente a la novela histórica.
vestigación –literaria y a pedido de la edi- Sin embargo, el trabajo histórico no es me-
torial– retoma los trabajos de Ángel Rama, nos riguroso. Al contrario, en esta última
Emir Rodríguez Monegal y Alberto Zum novela, Domínguez reelabora en la ficción
Felde para reconstruir la vida y la época un tema que ya había investigado para las
del poeta del 900 rioplatense, evadiendo crónicas de Escritos en el agua: la historia,
tanto la banalidad como el academicis- el mito y los personajes de la isla Juncal,
mo. Publicó también Tola Invernizzi. La situada en el Río de la Plata. La constante
rebelión de la ternura (Montevideo, Trilce, referencia a esta región –en la narrativa y
2001) y Una joya por cada rata. Memorias en los trabajos de investigación– permite
de un asaltante de bancos (Montevideo, Cal definir a Domínguez como un escritor
y Canto, 2001), con la colaboración de propiamente rioplatense más allá de lo bio-
Darío Giró (asaltante de bancos y dueño gráfico y de la alternancia entre Argentina
de las memorias). Finalmente, con María y Uruguay como espacios narrativos.
Esther Gilio, Domínguez escribió Cons- Además de las novelas, publicó La casa
trucción de la noche. La vida de Juan Carlos de papel (Alfaguara, 2004), una historia so-
Onetti (Planeta, 1993), donde la biografía bre los libros narrada con las mañas de una
se encuentra con la novela y con la historia investigación; y la recopilación de cuentos
y donde los datos biográficos se combinan Mares baldíos (Montevideo, Cal y Canto,
con al crítica literaria. 2005). Escribió también las obras de teatro
De Onetti, Domínguez recupera un La incapaz (1998), a partir de El bastardo;
modo de narrar donde lo fundamental es y Polski, junto con Jorge Boccanera. Sus
lo que se calla. Pero el sobreentendido y la reportajes a escritores –Andrés Rivera, José
alusión sirven a una novelística en la que la Donoso y José Saramago, entre otros– fue-

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DOMÍNGUEZ D
ron compilados en El compás de oro (Santia- Domínguez, María Alicia (Buenos
go de Chile, IMFC, 1999). En 2010 publi- Aires, 1908 - 1988). Maestra normal y pro-
có la novela La costa ciega (Mondadori). fesora en Letras. Se dedicó a la literatura in-
M.A. fantil como parte de un proyecto más abar-
+ Gilio, María Esther. cador que incluyó la creación y dirección
de la Fundación Estímulo del Niño Artista
DOMÍNGUEZ, Fabián (Santa Rosa y de un teatro para niños. Escribió obras
[Corrientes], 1966). Reside en el Gran de ficción y poesía infantiles: Canciones de
Buenos Aires. Es periodista y escritor. la niña Andersen (Anaconda, 1933); Rosas
Trabajó en distintos diarios del noroeste en la nieve (poema escénico musical inspira-
del conurbano bonaerense; desde 1996 do en la infancia de Santa Teresa del niño
escribe en La Hoja de San Miguel, don- Jesús) (Difusión, 1940); Héroes y libertado-
de obtuvo el Premio Memorial de la Paz a res (Kapelusz, 1950); Lindamor (Atlántida,
la labor periodística, otorgado por Adolfo 1964); Fanfán viaja en cohete (Atlántida,
Pérez Esquivel. En 1997 publica Bitácora 1968); Pedrito Pereza (Atlántida, 1970);
de un clandestino. Rodolfo Walsh (La Hoja). Bufalito (Atlántida, 1970); Ginés del mar
En 1999, junto a Alfredo Sayus, escribe (Acme, 1976); El niño que olvidó su nom-
La sombra de Campo de Mayo (La Hoja), bre (Sigmar, 1977); Cocotón (Plus Ultra,
investigación sobre los chicos nacidos 1977); y Canciones de Mari Alas (Plus
en cautiverio durante la última dictadu- Ultra, 1978; Premio Nacional de Literatura
ra militar. Ese mismo año gana el primer Infantil). También escribió los libros esco-
premio del Concurso Anual de Ensayos lares: La aureola y La orientación (Moly &
“Legislador José Hernández”, organizado Laserre, 1937) –para niños y para niñas,
por el Senado de la Nación, sobre el tema respectivamente– y Niños felices (Kapelusz,
“El periodismo y su aporte a la identidad 1954). Salvo en este último, atravesado
nacional”. Siempre en coautoría con Sayus, por los contenidos que hizo obligatorios
publica en 2001 Apuntes del horror: la vio- el peronismo –movimiento al que María
lencia de los años setenta en Hurlingham y Alicia apoyó–, todos los textos aparecen
su influencia en la vida nacional (Ediciones recorridos por la voluntad de inculcar la
del Pilar). Su práctica periodística está mar- bondad, la humildad y la tolerancia. Esta
cada por el modelo de Walsh: a la hipótesis insistencia enlaza, por otro lado, con la
inicial y un trabajo de campo metódico se inspiración religiosa de su obra, no sólo de
suman los recursos que configuran el relato sus libros infantiles sino de la mayoría de
de non fiction en su vertiente clásica: mon- su obra poética.
taje, efectos de suspenso, reproducción Si en los primeros textos de Domínguez
de diálogos o entrevistas que inscriben en la imaginería religiosa se introduce como
el cuerpo del texto la voz del otro, líneas un elemento más de la estética moderni-
argumentales secundarias que corren en sta –aunque de un modernismo tardío,
paralelo al tema central, asentando la vero- llamado usualmente “posmodernismo”–,
similitud de la historia. alrededor de la década de 1940 lo religioso
M. Cám. se convierte en el eje central de su produc-
+ Walsh, Rodolfo. ción, integrada por: La rueca (Agencia

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D DOMÍNGUEZ DE RODRÍGUEZ PASQUÉS

General de Libros y Publicaciones, 1925); Andersen, el abuelo universal (1943); y Qué


Crepúsculo de oro (Tor, 1926); Música de es la fábula (Columba, 1969). En los últi-
siglos (Tor, 1927); Las alas de metal (La mos dos trabajos reflexiona sobre temáti-
Facultad, 1930); El nombre inefable (1931; cas vinculadas con la literatura infantil que
ed. de autor); Romanzas del lucero (1935; se relacionan con su propia producción:
ed. de autor); Romance del lucero (1937; desde la fábula clásica hasta Walt Disney
ed. de autor); El pesebre: poema de Navidad lo importante es que los relatos para niños
(El Ateneo, 1938); Campo de luna (1943; cumplan una función moral.
ed. de autor); Al aire de tu vuelo (Foyatier, M.A.
1949); Siete espadas (Dinizo, 1959); Las
muchas aguas (1967; ed. de autor; Premio DOMÍNGUEZ DE RODRÍGUEZ
Municipal de Poesía); Francisco de la tierra PASQUÉS, Petrona (Domínguez, Mig­
(Foyatier, 1973). También publicó un libro non) (1918 - 2005). Crítica, narradora
de poemas en prosa: El hermano ausente y antóloga. Estudió en la Facultad de
(Tor, 1929) y una recopilación de versos Filosofía y Letras de la UBA, en donde
religiosos de temática espiritual llamado más tarde tendría a su cargo la cátedra de
Canto a lo sagrado (Puma, 1968), uno de Literatura Brasileña y Portuguesa. Realizó
los pocos textos donde lo religioso no es de estudios de posgrado en los EE.UU., y su
índole exclusivamente cristiana. tesis doctoral en la Catholic University of
Domínguez escribió asimismo los cuen- America (Washington) fue publicada con
tos de Ídolos de bronce (Tor, 1926); La cruz el título de El discurso indirecto libre en la
de la espada (Amigos del Libro Americano, novela argentina (1975) por la Universidad
1940); Mar de retorno (Anaconda, 1941), Católica de Río Grande do Sul (Brasil), en
y las novelas Redención (Juventud, 1933; donde se desempeñaría como profesora.
Premio Nacional de Literatura) y Vidas de En 1993, fundó el Centro de Estudios de
una calle (Acanto, 1949). Obras en prosa Narratología en Buenos Aires con el pro-
que también son recorridas por una estética pósito de difundir las postulados de esa
de la moralización, en especial sobre y para corriente.
las mujeres. En ese mismo tono publicó Se inicia con los relatos El pacará de los
la biografía Mariquita Sánchez. Biografía tucos. Cuentos de la patria vieja (1952), lite-
novelada (El Ateneo, 1937), en la que ex- ratura de ambiente provinciano, misericor-
alta a su protagonista por ser una mujer diosa y aleccionadora en su redención de
activa sin ser trasgresora y sin, entonces, los humildes. Las maneras populares de la
poner en riesgo su feminidad. Domínguez devoción religiosa, las tortillas y los tama-
publicó también: El huésped de las nieblas les, la gesta gaucha de los ejércitos andrajo-
(Juventud, 1942), biografía de Bécquer, a sos de la Independencia, así como la pro-
quien también se dedicó en el ensayo Béc- fusión de arcaísmos y regionalismos (que
quer y el amor (Sopena, 1942). Además, es- reclaman un glosario final), evidencian la
cribió los ensayos: La amistad de los mejores impronta del área cultural del noroeste ar-
(El Ateneo, 1935); Las mujeres en las novel- gentino, zona en la cual transcurrieron al-
as de hoy (1942); Presencia del paisaje en gunos veraneos familiares. Más tarde com-
la obra de Hudson (1949); Hans Christian piló la antología Dieciséis cuentos argentinos

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DONANTUONI D
(1955) según un criterio regionalista que su segunda novela, Donantuoni perfec-
permitiera la representación de las distintas ciona los procedimientos de la primera:
áreas del país, a partir de la elección de es- la superposición de narradores y de focos
critores del interior. Tucma. Diálogo con las narrativos permite una combinación de lo
tierras norteñas (1963) comprende notas de público y lo privado que va dando cuenta
viaje que refieren las tradiciones, labores y de la emergencia del peronismo.
costumbres provincianas, tomadas duran- M.A.
te su marcha por el noroeste gracias a una
beca otorgada por el FNA. Su trabajo Car- DONATO, Ada Rita María de Luján
tas desconocidas de Julio Cortázar (1992) (Rosario [Santa Fe], 1933 - 2003).
presenta y analiza la correspondencia entre Narradora. Se graduó como maestra y
el escritor y la profesora de inglés María de luego como profesora en Letras antes de
las Mercedes Arias, a quien conoció en el recibirse de abogada, al tiempo que se des-
Colegio Nacional de Bolívar y con quien empeñaba como periodista.
se comunicaría por correo entre 1939 y Su novela Eleonora que no llegaba (Eme-
1945, una vez que Cortázar se estableciera cé, 1964) recibió el premio literario otor-
en Chivilcoy. Con posterioridad, Mignon gado por dicha editorial en 1963. Se trata
Domínguez coordinó el volumen Historia, de un relato en el cual la protagonista pasa
ficción y metaficción en la novela latinoame- de la infancia a la edad adulta a través del
ricana contemporánea (1996). eje que representa el colegio. Le siguen: El
L.P. olor de la gente (Falbo, 1965); Cristina y
la luna de agua (Plus Ultra, 1968); El des-
Donantuoni, Lucio (Buenos Ai­ tiempo (Rosario, Fundación Ross, 1985); A
res, 1935). Cineasta y escritor. En 1971 la luz de las sombras, Había una vez (Edito-
filmó su primer cortometraje: Un hom- rial Municipal, 1994). En 1989 fue nueva-
bre, una mujer, una flor, sobre la historieta mente galardonada, esta vez con el premio
La XXIII Guerra Mundial, de H. Turber. Clarín/ Aguilar de Novela, por De cómo se
Después siguió su trabajo cinematográfi- amaron Salvador y la Celeste, publicando
co como escritor y director de Historia de el libro por ese sello. Su único ensayo es
un hombre de 561 años, realizada junto a Aproximación al cooperativismo del fin de
Carlos Grassi sobre un poema de Armando siglo (IDELCOOP, 1985).
Tejada Gómez; de El Astillero (1980), so- Se desempeñó como secretaria de Cul-
bre la novela de Juan Carlos Onetti; y de tura de Rosario durante la gestión del in-
Desprendimientos (1981), sobre “Un par tendente Héctor Cavallero (1989), oportu-
de escritores” de Raymond Chandler. En nidad en que se estrenó en el Monumento
la década de 1980, Donantuoni comienza a la Bandera su cantata El color de la patria.
a colaborar en la revista El Ornitorrinco, A su muerte, la Municipalidad de Rosario
de Abelardo Castillo, quien también diri- declaró de interés patrimonial y arquitec-
gía la colección “La rosa de cobre” en la tónico la casa donde vivió y desarrolló su
que Donantuoni publicó su primera no- labor literaria, otorgando su nombre a una
vela, Carne de cañón (Galerna, 1988). En plaza de la ciudad.
Juan Juanes y Coroneles (Galerna, 1998), M.C.

• 431 •
D DORR

Dorr, Mariano (Buenos Aires, 1977). sonidos (Sudamericana, 1965), que com-
Narrador, guionista, dramaturgo, actor, prende la novela corta Gutural, narración
crítico. Autor de la novela corta Preguntale de una experiencia de hospitalización des-
(Cencerro, 2004) y el texto dramático Jesús de la perspectiva de la enferma, y cuatro
detrás de ti (2003). Presenta, además, con relatos breves. La voz en primera persona
frecuencia, textos entre ficcionales y auto- relata desde el presente de los sucesos. No
biográficos en distintos sitios de Internet, hay desde el narrador una conciencia que
como anticipos de dos novelas, La doble y “objetive” el propio cuerpo; el dolor físico
Musulmanes. Desde 2007 es el guionista de se constituye en el factor que establece una
la historieta Cocaína Buenos Aires, ilustrada continuidad entre la voz, el cuerpo e inclu-
por María Giuffra. En los textos de Dorr so los estímulos exteriores o los otros perso-
se recrea el mundo juvenil de ambiente najes. La posibilidad de transmisión verbal
universitario de Buenos Aires, el escenario del dolor tiene un paralelo claro en la lite-
urbano, las búsquedas artísticas del grupo ratura rioplatense de Armonía Somers, en
con el que el narrador interactúa, la trama su Sólo los elefantes encuentran la mandrágo-
sentimental y sexual, los estímulos de su ra (Legasa, 1986). Como en Somers, aquí
medio, desde los provenientes de las lec- la torsión de la lengua expresa la tortura
turas literarias o filosóficas hasta el alcohol sobre el cuerpo; Ana María Barrenechea,
o las drogas. Utiliza un lenguaje oral, en el en su prólogo a Gutural y otros sonidos, sos-
que hay marcas de sus consumos cultura- tiene que Dos Santos consigue “un sonido
les y, a veces, términos en clave sólo com- que no tiene igual en la literatura españo-
prensibles para sus pares. La intensidad y la”. Asimismo, fragmentos de esta obra
radicalidad en la representación de sus vi- fueron seleccionados por Ricardo Piglia
vencias, ciertos efectos oníricos en la trans- para su antología Las fieras.
formación literaria de esas experiencias y El segundo libro de ficción es Las des-
el trabajo poético con la oralidad hacen pedidas (CEAL, 1972). En los cuentos allí
que sus textos consigan autonomía e inte- agrupados la mirada se dirige hacia una va-
rés para un público más amplio que el de riedad de personajes: desde mujeres que se
su grupo de referencia. Estos elementos lo van insertando en el mundo laboral de la
conectan además con otros escritores con- época peronista a trabajadores portugueses
temporáneos como Gabriela Bejerman. del tipo de los que la autora conoció en
Dorr publica también textos académi- su infancia (sus padres eran inmigrantes de
cos en que analiza fenómenos sociales con- ese origen). Las diversas formas de “despe-
temporáneos desde la filosofía derridiana dida” dan cierta continuidad temática a los
y reseña libros para el suplemento cultural relatos y, por momentos, las voces narrati-
de Página/12. vas adquieren una intensidad similar a la
E.M. de Gutural; particularmente en “Todos se
fueron” y “Este verano”, en los que se rela-
Dos Santos, Estela (Buenos Aires, tan escenas de muertes, abandonos, aleja-
1940 - 2007). Escritora, ensayista, tra- mientos sentimentales. En el primer caso,
ductora y dramaturga. Como narradora, la acción transcurre en una casa familiar;
su primera publicación fue Gutural y otros en el segundo, en la sala de un hospital,

• 432 •
DOS SANTOS D
donde una adolescente que acompaña a su lugares de género. Este relato fue traduci-
madre enferma asiste a la muerte de otros do para la antología de Norman Thomas
y finalmente a la de su propia madre. La di Giovanni de literatura argentina, y fue
narración oscila entre el recuento casi obje- elegido para el título del libro (Celeste Goes
tivo de escenas terribles y un tono crispado Dancing and Other Stories, San Francisco,
en el que –como en Gutural–, las altera- North Press, 1990).
ciones sobre el lenguaje se relacionan con Como ensayista escribió sobre temas
formas del dolor. Además, el sufrimiento de cultura popular, en particular, el tango.
por motivos afectivos posee un correlato En la colección “La historia popular” del
en los sufrimientos físicos. CEAL publicó Las mujeres del tango (1972);
Los relatos breves que cierran Gutural en “La historia del tango” de Corregidor
y otros sonidos y la mayoría de los cuentos colaboró con Las cantantes (1994). Amplía
agrupados de su tercer libro, Sanata triste la información de este libro en Damas y
(Celtia, 1983), abandonan la voz enun- milongueras del tango (Corregidor, 2001).
ciativa en tiempo presente para explorar la Para el CEAL escribió también sobre cine
memoria. Recurren marcadamente a tópi- –El cine nacional (1971)– y política: Las
cos realistas y costumbristas, aprovechan mujeres peronistas (Biblioteca Política Ar-
la escena y los temas del tango, recrean gentina, 1983). En todos los casos Dos
la “decencia gris de los suburbios”. En es- Santos muestra un enorme conocimiento
tos relatos, si bien se evidencia un interés de hechos y personajes, y prefiere profun-
por cuestiones sociales, como el lugar de dizar en anécdotas o circunstancias perso-
la mujer, en la reconstrucción de época nales más que focalizar aspectos sociológi-
(el libro es de los ochenta, pero las esce- cos o históricos más amplios. Asimismo,
nas de los relatos parecen remitir a déca- escribió materiales de divulgación sobre
das anteriores) un matiz nostálgico y casi literatura brasileña, africana y argentina.
utópico tiñe todos los ámbitos recreados. Colaboró como asesora en programas de
El último relato de Sanata triste, “Celeste”, televisión como La cigarra, de María Elena
sin embargo, retoma el tono de Gutural y Walsh, y participó en el documental Yo no
de los relatos afines pertenecientes a Las sé qué me han hecho tus ojos (dirigido por
despedidas: una adolescente transmite la Sergio Wolf y Lorena Muñoz, 2003), sobre
experiencia de la desposesión de su subje- la vida de Ada Falcón.
tividad y de su cuerpo, a la que se suman Dos Santos tradujo numerosas obras
las humillaciones por los lugares conven- brasileñas y portuguesas al español. Entre
cionales de género, de clase y las dificul- sus encargos más destacados se encuentran
tades en la manifestación del deseo. Estos sus colaboraciones para Biblioteca Ayacu-
elementos convergen en una voz narrativa cho, con los clásicos Los sertones de Eucli-
que va dando cuenta de una atormentada des da Cunha y Visión del paraíso de Sergio
experiencia de crecimiento. Dos Santos se Buarque de Holanda. Tradujo también
inscribe así en las escrituras femeninas que desde poesía (Guimarães Rosa) hasta ensa-
enfatizan la mirada sobre el cuerpo y que yos (Furtado, Cardoso). Como dramatur-
crean una voz que da cuenta de las expe- ga, escribió Azucena, basada en la vida de
riencias vividas por las restricciones de los Azucena Maizani, y País cerrado, presenta-

• 433 •
D DOTTI

da en el segundo ciclo de Teatro Abierto. tantes se destacan: Dialéctica y derecho. El


Ambas obras están inéditas. proyecto ético-político hegeliano (Hachette,
E.M. 1983); Las vetas del texto (Puntosur, 1990),
en el que trata a Alberdi y el problema de
Dotti, Jorge Eugenio (s/d). La labor la emancipación sudamericana, la relación
de Dotti en el campo académico es in- entre ética y ciencia en el positivismo y la
tensa. Ante todo, obtuvo su doctorado lectura del Das Kapital llevada a cabo por
en Filosofía en la Universidad de Roma. Juan B. Justo, su traductor al castellano y
Actualmente es investigador principal uno de los fundadores del socialismo en
del Conicet y profesor titular de Filosofía la Argentina; La letra gótica (Facultad de
Política en la Facultad de Filosofía y Letras Filosofía y Letras, 1992); Carl Schmitt en
de la UBA. Ha dictado numerosos cursos Argentina (Rosario, Homo Sapiens, 2000).
de posgrado en Universidades naciona- Asimismo, escribió el prólogo a Carl Sch-
les y extranjeras. Ha sido becario de in- mitt, El romanticismo político (UNQ,
vestigación del Deutscher Akademischer 2001) y en colaboración con Julio Pinto
Austauschdienst (Servicio Alemán de compiló el libro Carl Schmitt, su época y su
Intercambio Académico) y de la Friedrich pensamiento (Eudeba, 2002). Al respecto,
Ebert-Stiftung. Por su labor científica y cabe recordar que en la Argentina el interés
de investigación ha recibido los premios por Carl Schmitt se ha dado merced a los
“Bernardo Houssay” (Conicet, 1987) trabajos de José M. Arico (a principios de
y Antorchas (1997). Dotti es Miembro la década del ochenta) y gracias a la labor
fundador de la Asociación de Estudios hermenéutica y de análisis realizada por
Hobbesianos y de la Sociedade Hegel Dotti.
Brasileira. La necesidad, siempre presente en el
En su labor editorial se destaca la pu- mundo contemporáneo, de una reflexión
blicación Deus mortalis. Cuaderno de filo- sobre las normas, el Estado y la política,
sofía política, del que es director editorial. que tiene en cuenta los cambios históricos
La perspectiva y análisis de clásicos como y que escapa a la rigidez de los sistemas y
Rousseau, Hegel, Kant, entre otros, en la a lo efímero del acontecimiento, encuentra
obra de Dotti adquiere vigencia y contem- en la obra de Dotti un marco de referencia
poraneidad. Es el caso particular de su in- ineludible y un centro generador de polé-
vestigación sobre Carl Schmitt, en la que el micas. En su pensamiento la simetría entre
autor pone de manifiesto el aporte de este lógica y política no es meramente formal.
pensador acerca de la soberanía y la neu- Ambas esferas conforman una unidad de
tralidad estatal frente a los intereses parti- inspiración totalizante que determina una
cularistas que pretenden predominar por conexión recíproca, la interrelación de sus
sobre el interés general. Existen pensadores figuras internas y los correspondientes
que mantienen su actualidad a través del cruces dialécticos. La certidumbre de que
tiempo por la vigencia que conservan sus una crisis socava las articulaciones socia-
conceptos. Y Dotti reflexiona críticamente les constituye la punta de lanza para un
sobre los grandes temas del corpus schmit- análisis que busca aprehender en todas sus
tiano. Entre sus publicaciones más impor- dimensiones la problemática cultural y po-

• 434 •
DOVAL D
lítica argentina. El trabajo de Dotti aborda feroz, con lucidez y con maestría narrativa,
desde distintas temáticas problemas con- Romina Doval consigue no sólo ahondar
temporáneos, “lejanos” y “cercanos”, en el en esos jóvenes, condenados a construirse
mismo movimiento. La teoría política es un destino, y un sentido, con los residuos
sometida a una revisión crítica a través de nada tentadores que les dejó la generación
la cual el investigador construye las líneas anterior, sino también mostrar en su com-
del pasado argentino, cuyo legado intelec- plejidad a los individuos de esa generación,
tual considera perentorio reasumir. De esta derrotados o farsantes pero todavía, a ve-
manera, Dotti produce intervalos, brechas ces, capaces de soñar”.
e intersticios en los discursos científicos. En 2004 obtuvo el premio de la Fun-
Esos emplazamientos garantizan el acerca- dación Ciudad de Arena, de género fan-
miento de su obra a un público no necesa- tástico, y tres años más tarde, el segundo
riamente (in)formado en temas de filosofía, premio del FNA por su novela Desencanto
derecho y política. En sus trabajos teóricos (Mondadori, 2009). Sus cuentos han apa-
y ensayísticos se despliega su concepción recido en diversas antologías, entre ellas
de la condición humana, que es también La joven guardia (Norma, 2005; selección
la condición del hombre americano eman- y prólogo de Maximiliano Tomas), libro
cipado. Subrayar la decisiva pertinencia de que sugiere la existencia de una nueva ge-
su pensamiento en la “agenda actual” sería neración literaria de narradores nacidos a
acotar una nota redundante. principios de los años setenta. Como tra-
Concluyendo, a partir de 1995 formó ductora, vertió al español la controvertida
parte del Consejo Editor de la revista Pun- biografía de Isabelle Rimbaud, Mi herma-
to de Vista. no Arthur (La isla de la luna, 2003) y la
L.V. novela de Henri Duvernois El hombre que
se reencontró (Cántaro, 2007).
DOVAL, Romina (Buenos Aires, 1973). J.I.C.Q.
Escritora, profesora en letras y traductora.
Se graduó en la UBA con una tesis sobre DRAGHI LUCERO, Juan (Los No­
el poeta francés Arthur Rimbaud. Residió gales [Santa Fe], 05/12/1895 - Mendoza,
en Francia durante diez años, y actual- 17/05/1994). Se destacó por su trabajo
mente vive en Buenos Aires. En el año etnográfico, narrativo y poético. Aunque
2000, ganó el Premio Nacional “Estímulo su padre falleció cuando era muy pequeño,
a la Creación Literaria y Teatral” de la el tiempo que convivieron fue suficiente
Secretaría de Cultura de la Nación con para que le transmitiera su pasión por la
su libro de cuentos Signo de los tiempos música, particularmente el violín, y la len-
(Colihue, 2004). En palabras de Liliana gua alemana. En este idioma leyó a sus es-
Heker: “Despiadados, y secretamente nos- critores esotéricos favoritos (Flammarion,
tálgicos de un tiempo menos desencantado Kardec, Wheeler, Wilcox). Su madre, que
que el que les tocó en suerte, los jóvenes contrajera matrimonio en segundas nup-
que protagonizan estos cuentos instalan en cias, decidió retirarlo en tercer grado del
nuestra literatura un mundo a la vez fas- colegio para que trabajara con su padras-
cinante e incómodo. Con humor a veces tro. Así entró en contacto con las tonadas y

• 435 •
D DRAGHI LUCERO

dichos de los jarilleros. Si bien nunca pudo lo maravilloso se amalgaman. La mayoría


regresar a la escuela, ello –lejos de impedir- de los relatos están introducidos por un
le desarrollar sus intereses y aptitudes– lo breve y anónimo cantar o poema como,
impulsó a ser un autodidacta. Hacia 1925 por ejemplo, tonadas abajinas, arribeñas
comenzó a investigar sobre los huarpes. y cordilleranas, contrapuntos y cogollos;
Su curiosidad por las costumbres, el respetando el tono de la voz campesina,
folklore y la tradición surgió en él desde pero con giros estilísticos que acentúan la
muy pequeño, en parte gracias a la activi- tensión y el drama del esqueleto de la fábu-
dad que desarrollara, en el campo, junto la. Arrieros, carreros y hombres de campo
a su padrastro, rodeado de paisanos. De tienen voz en sus relatos pero esas voces
esos recuerdos de infancia surgió Las mil conviven con registros técnicos y eruditos
y una noches argentinas, con la intención y con reflexiones metapoéticas.
de eternizar por medio de la escritura las En 1938, la Comisión Nacional de Cul-
leyendas locales de transmisión oral. Según tura lo premió por recopilar el Cancionero
él mismo declaró al periódico mendocino popular cuyano, en el que aparecen registra-
Los Andes: “Cuando nosotros caímos a la dos a lo largo de más de seiscientas páginas
tremenda pobreza, mi madre se asoció los versos –romances, décimas, canciones y
con un carrero para que cortara leña en el coplas– que escuchara en sus viajes de re-
campo y la vendiera. Yo solía irme con él y levamiento, muchas veces con las tonadas
formaba parte de los fogones campesinos, con las que se cantaban dichas canciones.
donde es habitual que se escuchen cuentos En 1945 viajó a EE.UU. y se dedicó a estu-
del folklore español. Advierta usted que diar, sobre todo, asuntos económicos en las
este folklore español es riquísimo. Cuenta bibliotecas de Washington y Nueva York,
con el aporte árabe, norafricano y de gran aunque también asistió a cursos dictados
parte del Asia menor, todo eso se funde en por reconocidos folkloristas de la Univer-
una especie de folklore cuyano-chileno. sidad de Carolina del Norte. Ofreció una
Chico todavía, oí estos cuentos maravillo- conferencia sobre folklore cuyano en la
sos. Creía que eran ciertos. Se afincaron en National System Broadcasting, importante
mí. Por lo demás, mis parientes maternos radiodifusora de la época, y entró en con-
eran realmente criollos, muchos de raíz co- tacto con la American Folklore Society, de
lonial. […] No me costó mucho escribir las la que fue miembro. Asimismo, estableció
mil y una noches, apelando a los recuerdos vínculos con asociaciones de México y de
de mi niñez y sobre todo también porque Uruguay. Las revistas New México y Ame-
quería que quedara nuestro folklore en la rican Poetry publicaron traducciones de
narrativa. Ya veía yo el avance tremendo de sus poesías. Fundó y presidió la Sociedad
influencias extranjeras y, sin ser naciona- de Historia y Geografía de Cuyo, además
lista, deseaba que se conservara lo nuestro de dirigir la Biblioteca Sanmartiniana. En
con cierta pureza; de ahí que en las mil y 1950, la Universidad Nacional de Cuyo lo
una noches trato de ser puro, de contar las designó profesor de Historia y Castellano.
tradiciones de nuestros antepasados”. En Su trayectoria se vio coronada cuando in-
efecto, Las mil y una noches es una obra gresó en la AAL en 1966. El FNA le otor-
en la que lo costumbrista, lo fantástico y gó una beca para proseguir con sus inves-

• 436 •
DRAGÚN D
tigaciones en materia de folklore regional y se traslada, solo, al desierto lavallino. En
y también participó del Primer Congreso esta novela, Draghi Lucero describe a los
Internacional de Folklore realizado en San- últimos descendientes de la cultura huarpe
tiago de Chile como enviado especial de en lo que denominó “Egipto cuyano”, al
la Universidad Nacional de Cuyo a la cual tiempo que revive sus tradiciones, el ima-
donó un importante acervo compuesto ginario mítico, los ritos de la Pachamama,
por cinco mil piezas tradicionales, colec- las comidas típicas. Todo ello en una suerte
cionadas durante sus excursiones. En 1978 de sincretismo y, al mismo tiempo, de ten-
la SADE le otorgó el Premio de Honor y sión con el cristianismo.
la Medalla de Oro. Manuel Gálvez, Ber- F.P.
nardo Canal Feijóo, Adolfo Colombres,
León Benarós, Graciela Maturo y Marta DRAGÚN, Osvaldo (Entre Ríos, 1929
Castellino, entre otros relevantes escritores - 1999). Dramaturgo. En 1945 se radicó
argentinos, lo consideraron uno de los pa- en Buenos Aires hasta 1961, momento en
dres de la literatura nativa. que inicia un viaje por distintos países de
Fue autor de: Tres libros de poemas América hasta establecerse en México. En
(1929); Sueños (1930); Cancionero popu- 1996 regresa a Buenos Aires, ciudad en
lar cuyano (1938); Las mil y una noches la que vive hasta su fallecimiento. Según
argentinas (1942); El loro divino (1963) Osvaldo Pelletieri, su trayectoria “puso de
–continuación de Las mil y una noches ar- manifiesto un teatro nacional en contacto
gentinas–; Cuentos mendocinos (1964); El con el mundo que, al mismo tiempo, fue
hachador de Altos Limpios (1966); El bai- expresión de una temática que profundi-
larín de la noche (1968); El pájaro brujo zó en los problemas de la realidad social y
(1972); y La cabra de plata (1978). muy especialmente los de la juventud”.1
La música fue una preocupación funda- Su primer texto, El gran duque ha des-
mental para Draghi Lucero, que reivindicó aparecido (1947), no llega a estrenarse. En
la tonada como medio de expresión de los esa época abandona sus estudios de Dere-
campesinos y no como mera manifesta- cho, comenzados tan sólo dos años antes.
ción de una supuesta ingenuidad, que era Recién en 1956, cuando Dragún se suma
la idea que sobre el folklore predominaba al Teatro Popular Independiente “Fray
en los círculos escolares de su época. Mocho”, dirigido por Oscar Ferrigno, el
Hacia el final de su vida, sus relatos se grupo le permite estrenar su obra inaugu-
vuelven más sombríos y la memoria de su ral, La peste viene de Melos, sobre la inva-
padre muerto surge fantasmal en el relato sión a Guatemala, y luego, en 1957, Túpac
“El bailarín de la noche” del libro homóni- Amaru, Los de la mesa diez –llevada al cine
mo. La cabra de plata, publicada en 1978, por Simón Feldman tres años más tarde– e
fue su única novela y transcurre íntegra- Historias para ser contadas, que consta de
mente en las lagunas de Guanacache, en tres dramas de la vida cotidiana urbana en
Lavalle. El argumento se centra en la figura los que se destaca la riqueza y, al mismo
de un profesor que conoce a un “lagune-
ro”, a partir de lo cual decide darle un giro 1. Pelletieri, O., “Dragún y el drama social”,
en Dragún, O., Historias para ser contadas,
a su vida. Adquiere una majadita de cabras
Buenos Aires, Corregidor, 2008.

• 437 •
D DRAGÚN

tiempo, sencillez del lenguaje. Cerrando como expresa Dragún –uno de los prin-
este primer período de su dramaturgia, en cipales ideólogos del movimiento–, “para
1958 escribe Historia de mi esquina. Dra- mostrar y exponer cosas que ningún otro
gún introduce en sus obras técnicas experi- medio puede hacer”, y agrega más adelante:
mentales y las combina con el humor para “El éxito de las obras que se representan en
enfatizar la crítica a la realidad de su tiem- Teatro Abierto no surge tanto de la calidad
po. Como lo hiciera en sus textos su con- de ellas como de que el público sabe que va
temporáneo Agustín Cuzzani, aunque con a ver veinte maneras distintas de contar co-
matices diferentes, la característica central sas en una época en que las cosas se cuentan
de las obras de Dragún en esta etapa es la y escuchan de una sola manera”.1 Dragún
combinación de procedimientos brechtia- escribe Mi obelisco y yo para Teatro Abierto
nos. Su producción continúa con El jardín 1981, donde acentúa la importancia de la
del infierno (1959) e Y nos dijeron que éra- libertad de pensamiento en ese momento
mos inmortales (1960). tan particular de la historia nacional, Al
En 1961, instalada ya la revolución, vencedor para la versión de 1982 y Hoy se
viajó a Cuba, donde dirigió junto a la comen al flaco para la edición de 1983, con
mexicana Luisa Josefina Hernández el el regreso de la democracia.
Seminario de Dramaturgia del Teatro En los años sucesivos escribe las obras:
Nacional. Durante su largo viaje escri- Hijos del terremoto (1986); ¡Arriba, Co-
bió: Milagro en el Mercado Viejo (1962) razón! (1987); La parakultural (ópera)
por el que recibió el Premio Casa de las (1987); Volver a La Habana (1988); Los
Américas (La Habana); Amoretta (1964); alpinistas (1989); El delirio (1991); El pro-
El amasijo. (Un maldito domingo) (1964); fesor visitante (1991); La balada del pobre
Una mujer por encomienda (1965); He- Villon (1992); Bogata (1993); El pasajero
roica de Buenos Aires (1966), por la que del barco del sol (1996); y La soledad del as-
recibió nuevamente el Premio Casa de las tronauta (1996).
Américas; Pedrito el grande (1966); His- En 1988 fundó en Cuba la Escuela In-
torias con cárcel (1972); El Che Quijote ternacional de Teatro de América Latina
(1974); ¡Mamá! ¿Dónde estás, que te bus- y el Caribe, institución que dirigió hasta
co y no te encuentro? (1977); Al violador 1995. Luego de vivir en México largos
(1980); Historia del mono que se convir- años, regresa a Buenos Aires para hacerse
tió en hombre (1980-1981); y Al perdedor cargo, hasta sus últimos días, de la direc-
(1981). ción del Teatro Nacional Cervantes, que
Del mismo modo que la aparición del facilitó durante su mandato la realización
Teatro Independiente resultó una renova- del Primer Encuentro Iberoamericano de
ción para el teatro porteño, el surgimien- Teatro. Escribió, además, los teleteatros
to de Teatro Abierto en 1981 tiene como Personas, Historias de jóvenes y Uno entre
principal objetivo recuperar el gran públi- nosotros, por el que obtuvo el Premio Mar-
co y escaparle al silencio que imponía el tín Fierro al mejor autor.
gobierno dictatorial; para eso los mejores N.G. y M.F.P.
dramaturgos, directores, actores, escenó- + Agustín Cuzzani.
grafos, vestuaristas y técnicos se reúnen,
1.  Dragún, O., Clarín Revista, 13/09/1981.

• 438 •
DRI D
Dri, Rubén Rufino (Federación [Entre ca tajante a la lectura posmoderna de la po-
Ríos], 1929). Estudió Teología en la lítica y que se plasma en una serie de libros
Pontificia Universidad Salesiana (Turín) destinados sobre todo a sus alumnos de la
y Filosofía en la Universidad Nacional carrera de Sociología. Esa serie “didáctica”
del Nordeste, donde comenzó su carre- –a la que puede sumarse la introducción
ra como profesor en la década de 1960. a la epistemología Los modos del saber y su
Paralelamente, como sacerdote realizó periodización (México, El Caballito, 1983;
tareas pastorales en barrios periféricos Buenos Aires, Letra Buena, 1994; Biblos,
de Resistencia (Chaco); perteneció al 2005)– está constituida por: Revolución
Movimiento de Sacerdotes para el Tercer burguesa y nueva racionalidad. (Sociedad
Mundo hasta su disolución en 1974 y mi- burguesa y razón en el joven Hegel); Razón
litó en sectores afines a las Fuerzas Armadas y libertad. (Hermenéutica del capítulo V de
Peronistas. Por esa doble afiliación sufrió la Fenomenología del espíritu), ambos pu-
persecuciones y cárceles de sucesivos go- blicados por Biblos en 1994; Intersubjeti-
biernos chaqueños en las décadas 1960 y vidad y reino de la verdad: aproximaciones
1970. En 1974 las amenazas de la Triple A a la nueva racionalidad (Biblos, 1996); La
lo obligaron a trasladarse a Buenos Aires, odisea de la conciencia moderna. (Exégesis
pero con el comienzo de la dictadura mi- y hermenéutica del capítulo VI de la Feno-
litar, partió exiliado a México, luego de menología del espíritu) (Biblos, 1999); La
abandonar la carrera eclesiástica. Durante utopía que todo lo mueve: hermenéutica de
su exilio se desempeñó como investiga- la religión y el saber absoluto (Biblos, 2001);
dor y docente, primero en la Universidad Racionalidad, sujeto y poder: irradiaciones de
Autónoma de México y luego en la la fenomenología del espíritu (Biblos, 2002);
Universidad Autónoma Metropolitana, y Hegel y la lógica de la liberación (Biblos,
hasta su retorno al país con la democracia. 2007). Dri también ha estudiado el trata-
En 1986 empezó a trabajar en la carrera miento filosófico de la sociedad, el Estado,
de sociología de la UBA, de la cual actual- la economía y la religión en autores como
mente es profesor consulto. Estuvo dos Santo Tomás, Spinoza o Marx, además
décadas a cargo de las materias Filosofía y de Hegel, sobre los que publicó artículos
Sociología de la Religión, y alrededor de aparecidos en compilaciones y revistas de
esas dos líneas temáticas estructuró una diversos países.
vasta producción intelectual, dentro y En la línea de la sociología de la reli-
fuera del ámbito académico, que incluye gión, los principales aportes de Dri están
libros, artículos en publicaciones especia- constituidos por una serie de reflexiones
lizadas y de interés general, y numerosas acerca del papel político de la Iglesia y la
intervenciones en jornadas de discusión religión, en las que se refiere a la tensión
centradas en temas afines a la teología, la entre el espíritu cristiano de compromiso
sociología, la religión y la filosofía. con los sectores populares y el papel cor-
En lo que hace a la relación entre filo- porativo (a menudo siniestro) jugado por
sofía y sociología, Dri ha dedicado muchos la Iglesia en la historia nacional y univer-
años a una investigación referida la feno- sal. Esa línea de investigación se sigue a lo
menología de Hegel, que supone una críti- largo de varias décadas en los libros: Insu-

• 439 •
D DUAYEN

rrección y resurrección: reflexiones en torno al como profesional en el campo de la his-


compromiso cristiano (México, Centro De toria y del derecho está determinado por
Estudios Ecuménicos, 1979); Autoritaris- su temprana participación en la lucha
mo y democracia en la Biblia y en la Iglesia revolucionaria que signó los años setenta
(Biblos, 1996); Proceso a la Iglesia argenti- en la Argentina. Fue uno de los militan-
na. (Relaciones de la Iglesia con los gobiernos tes más visibles de la cúpula de la agrupa-
de Alfonsín y Menem, 1984-1995) (Biblos, ción Montoneros. Dentro de la organi-
1997); La utopía de Jesús (Biblos, 2000); zación, cumplió un rol clave en la Junta
y El movimiento antiimperial de Jesús: Jesús Coordinadora Revolucionaria (JCR): fue
en los conflictos de su tiempo (Biblos, 2004). el responsable jurídico de la defensa de
Otro tópico que ha suscitado el interés de la organización bajo el nombre de guerra
Dri es la relación entre cultura popular y Demian. Durante los años sesenta, el ejerci-
religión, en particular la constitución de cio militante del derecho lo posicionó como
los mitos religiosos populares en la Argen- el abogado laboralista de más de dos mil
tina, como la Difunta Correa o el Gauchi- trabajadores de gremios peronistas como
to Gil, tema sobre el que ha publicado, en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y
calidad de editor, dos libros junto con su la Federación Gráfica Bonaerense. En di-
equipo de investigación: Los caminos de la cha empresa no estuvo solo sino junto con
racionalidad: mito, filosofía y religión (Bi- su colega, amigo y compañero Rodolfo
blos, 2001) y Símbolos y fetiches religiosos Ortega Peña, asesinado por la Triple A en
en la construcción de la identidad popular julio de 1974. La muerte de Ortega Peña
(Biblos, vol. 1, 2003; vol. 2, 2007). –siendo diputado justicialista– selló el fin
Finalmente, manifestando su preocupa- de una etapa en la que ambos fueron ob-
ción por los aspectos teóricos y prácticos jeto de persecución y censura: en octubre
de los fenómenos vinculados con los movi- de 1965, después de un plenario en la
mientos sociales y el compromiso político, CGT, fueron interceptados por un coman-
Dri analiza en La revolución de las asam- do armado del que lograron escapar. Los
bleas (Diaporías, 2006) los mecanismos biógrafos de Ortega Peña, Felipe Celesia
de participación popular en la Argentina y Pablo Waisberg, atribuyen el ataque a la
surgidos luego de la crisis socioeconómica publicación de su primer libro en coauto-
de 2001. El libro reúne una serie de textos ría Felipe Vallese: proceso al sistema, en sep-
breves producidos a lo largo de varios años tiembre de ese año. Allí se denunciaba el
para medios de comunicación masivos o secuestro, tortura y desaparición del dele-
para su discusión en las propias asambleas gado metalúrgico, militante de la Juventud
populares. Peronista.
L.M.K. Fue con la publicación, en 1966, de Fe-
lipe Varela contra el Imperio Británico: las
DUAYEN, César. Véase de la ba­ masas de la Unión Americana enfrentan a
rra, Emma. las potencias europeas, que el dueto Ortega
Peña-Duhalde contraataca con una lectura
DUHALDE, Eduardo Luis (s/d). Abo­ antiimperialista de la historia argentina y de
gado, historiador y periodista. Su perfil sus procesos histórico-sociales que sitúa a las

• 440 •
DUHALDE D
masas como sujeto histórico de la transfor- partió hacia su exilio en España desde
mación socioeconómica del país. A partir de donde sostuvo su militancia y promulgó la
este texto, ambos se perfilan como referen- imputación internacional contra el terro-
tes obligados del “peronismo de izquierda” rismo de Estado en su país. Fue consultor
que abreva en cierto revisionismo histórico de Derechos Humanos de las Naciones
por su rescate de la figura caudillesca. Unidas.
Ya en los setenta, su actividad como Su trayectoria académica reúne su tra-
abogado militante junto a su compañero bajo como profesor de Historia y Derecho
de ruta incluye la defensa de diez de las en universidades nacionales y extranjeras.
víctimas de la Masacre de Trelew. En 2007, Es profesor consulto en la Facultad de
como secretario de Derechos Humanos del Ciencias Sociales de la UBA.
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos Antes de su filiación al oficialismo kir-
–cargo obtenido en 2003, bajo la presiden- chnerista en el año 2003, fue juez de Cá-
cia de Néstor Kirchner–, declaró en calidad mara de los Tribunales Orales en lo Crimi-
de testigo de los hechos ocurridos de agosto nal de la Capital Federal.
de 1972, en la causa reabierta después de 35 Su producción reúne libros en coautoría
años por el juez Hugo Sastre. con Ortega Peña, entre ellos: El asesinato
Duhalde fue confundador de la revista de Dorrego: poder, oligarquía y penetración
Militancia Peronista para la Liberación, en extranjera en el Río de la Plata (1965); Las
1972, junto con Ortega Peña. La publica- guerras civiles argentinas y la historiografía
ción se convirtió en un órgano de denuncia (1967); y el ya célebre Facundo y la Mon-
de la actividad de la Alianza Anticomunista tonera: historia de la resistencia nacional a
Argentina (Triple A) y fue vocera clave del la penetración británica, trabajo de revisio-
proyecto y la actividad revolucionaria. Cu- nismo histórico militante que invierte la
riosamente, los fundadores de Militancia… lectura de la historia oficial –determinada
habrían compartido con José López Rega inexorablemente por la perspectiva moder-
–cabecilla de la Triple A– el vuelo charter nizadora de Sarmiento– respecto de Facun-
que trajo del exilio a Juan Domingo Perón do Quiroga. Los naturalizados binomios
a la Argentina, en octubre de 1972. Deta- de centralización/ barbarie, progresismo/
lle al margen: Eduardo L. Duhalde recibió élite dominante y caudillo bárbaro/ masas
una de las armas repartidas por el General incivilizadas son cuestionados, puestos en
a sus discípulos en dicha ocasión. duda y quebrados a la luz de una minucio-
Ya en marzo de 1974, con la revista clau- na investigación que consolida el proyecto
surada, la actividad política de Duhalde provocador de los autores y refuerza su vi-
siguió fuertemente ligada al peronismo de sibilidad. El libro fue publicado en 1968,
base al cual representaba desde 1973 como cuando la dictadura de Juan Carlos Onga-
diputado del Frente Justicialista de Libera- nía inhibió a los autores en el ejercicio del
ción Nacional (FREJULI), propulsor de la Derecho y de la actividad política.
llegada de Héctor Cámpora al poder. En 1983, apareció El Estado terrorista
La última dictadura militar le quitó ga- argentino, una de sus obras de mayor reper-
rantías civiles y políticas, incautó sus bie- cusión. Se trata de un inteligente análisis
nes y ordenó su captura. A fines de 1976, del esquema represivo puesto en funciona-

• 441 •
D DUJOVNE ORTIZ

miento durante la última dictadura militar. gráficos de carácter periodístico, histórico


En 1999, Eudeba lo reeditó con el título o literario. Entre ellos se encuentran el re-
El Estado terrorista argentino. Quince años portaje María Elena Walsh (Madrid, Edi-
después, una mirada crítica con un prólo- torial Júcar, 1979); la biografía periodísti-
go que revisa la responsabilidad política y ca Maradona soy yo (Emecé, 1993; existe
social del pueblo argentino en las prácticas edición previa en francés: Maradona c’est
de una dictadura cruel y genocida. moi, París, Éditions La Découverte, 1992);
V.L. y Eva Perón: la biografía (Aguilar, 1995;
+ Bonasso, Miguel. traducción de su propio libro: Eva Perón:
la Madone de sans-chemise, París, Éditions
Dujovne Ortiz, Alicia (Buenos Grasset & Frasquelle, 1995). Rigurosa y
Aires, 1939). Estudió en la Facultad de atrapante, esta biografía pasa revista en
Filosofía y Letras de la UBA. Desde la forma sistemática a versiones, testimonios
década de 1960 trabajó como traductora y documentos sobre Eva Perón y, paralela-
y periodista en medios de diversos países, mente, propone un contrapunto entre su
como La Opinión y La Nación (Argentina), figura y la de Juan Domingo, rescatando
Excelsior (México), La Vanguardia (España) la sinceridad de su lucha y su compromiso
y Le Monde (Francia). En 1978 se radicó con los humildes. Considerada una de las
con su hija en Francia, donde fue conse- mejores biografías sobre ese personaje clave
jera literaria de la editorial Gallimard para de nuestra historia, ha resultado un éxito de
las lenguas española e italiana. Retornó a mercado tanto en la Argentina como en el
la Argentina en 1998, pero volvió a mar- resto del mundo, con traducciones a varias
charse a Francia cuatro años más tarde, lenguas. Más cercanas a las biografías no-
luego de la crisis socioeconómica de 2001. veladas pueden mencionarse: Dora Maar:
Obtuvo la beca Guggenheim en 1986 y, en prisionera de la mirada (Barcelona/ Buenos
cuatro oportunidades, la beca de creación Aires, Tusquets, 2003), que trata sobre una
del Centre National du Livre de París. de las amantes de Picasso; y Anita cubier-
La trayectoria de Dujovne Ortiz como ta de arena (Alfaguara, 2003), acerca de la
escritora comenzó por la poesía: Orejas in- mujer brasileña de Garibaldi. Por último,
visibles para el rumor de nuestros pasos (Edi- podría agregarse a este primer conjunto de
torial Bibliográfica Omeba, 1967); Mapa obras la biografía ficticia Mireya (Alfagua-
del olvidado tesoro (Kraft, 1969); y Recetas, ra, 1998), que desarrolla una idea de Julio
florecillas y otros contentos (Editorial Rayue- Cortázar de Un gotán para Lautrec acerca
la, 1973) fueron sus primeros tres libros de una prostituta amante del pintor Henri
publicados. Sin embargo, se ha destacado Toulouse-Lautrec que terminaría siendo,
sobre todo por su narrativa, en la que pue- en Buenos Aires, la rubia homónima del
den reconocerse intereses recurrentes (la tango y amante de Gardel.
identidad y la marginalidad racial, religio- La segunda serie reconocible en la na-
sa y política, el lugar de la mujer, los mi- rrativa de Dujovne Ortiz está constituida
tos populares, la política, la inmigración), por aquellas novelas que recuperan más o
plasmados en dos series bien definidas. La menos directamente elementos autobio-
primera consiste en una serie de textos bio- gráficos y problematizan su propia histo-

• 442 •
DUJOVNE ORTIZ D
ria familiar, junto con su identidad, sus
desarraigos, su escepticismo político o sus
desengaños amorosos: El agujero en la tie-
rra (Caracas, Monte Ávila, 1980); El árbol
de la gitana (Alfaguara, 1997); y Las perlas
rojas (Alfaguara, 2003). En ellas aparece
recurrentemente la figura de sus padres: la
ensayista Alicia Ortiz Oderigo, que pro-
venía de una familia criolla acomodada,
y Carlos Dujovne, colono judío de Entre
Ríos, uno de los fundadores del PCA en
1918 y miembro de su Comité Central has-
ta 1947, año de su renuncia. Precisamente
en El camarada Carlos (Aguilar/ Taurus/
Alfaguara, 2007), Dujovne Ortiz investiga
la historia de su padre y, en particular, su
papel como agente soviético para el Cono
Sur en las décadas de 1920 y 1930, basán-
dose tanto en la memoria familiar como en
la compulsa de documentos desclasificados
luego de la caída de la URSS.
En español también ha publicado la
novela El buzón de la esquina (Calicanto,
1977); y el ensayo Al que se va (Del Zorzal,
2003), “manual del inmigrante” en el que
desempolva su experiencia en mudanzas y
desarraigos varios. Ha publicado exclusi-
vamente en francés las novelas para ado-
lescentes: L’or de Pizarre (París, Hachette,
1986); Le sourire des dauphins (París, Galli-
mard, 1987); Villa Miseria (París, Éditions
Rageot, 2003); y los ensayos Buenos Aires y
Bogota (París, Éditions du Champ Vallon,
1984 y 1991).
L.M.K.

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• pp pppppp
E

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EANDI E

Eandi, Héctor Ignacio (Tandil [Buenos la publicación de su primer libro, Eandi edi-
Aires], 1895 - Buenos Aires, 1965). Eandi ta Errantes (Samet, 1926). La gran mayoría
pareciera ser recordado exclusivamente por de los cuentos de esa serie –localizados en el
su relación –tanto personal como comer- Chaco y en las islas del río Paraguay, donde
cial y literaria– con Pablo Neruda y por la Eandi vivió durante varios años– parecieran
correspondencia que ambos intercambia- apuntar hacia la condena de ese espacio.
ron. Ésta fue recopilada por primera vez Aunque con cierto matiz pintoresquista,
por Margarita Aguirre en Pablo Neruda- Eandi “diseña” un paisaje de selvas impene-
Héctor Eandi. Correspondencia durante Re- trables y de un clima imposible que engen-
sidencia en la tierra (Sudamericana, 1980) dra la locura, la enfermedad y el crimen. El
y posteriormente en Itinerario de una amis- realismo roza el naturalismo; el medio sal-
tad (Corregidor, 2008). vaje, inevitablemente, convierte en salvajes
Sin embargo, aunque Eandi no haya a quienes lo habitan. Aunque escasos, hay
sido prolífico, su obra literaria se extiende relatos en los que la temática se desplaza ha-
desde la década de 1920 hasta la de 1940. cia lo sentimental. Es el caso de “Un cuento
Su primer libro, Pétalos en el estanque (Sa- de amor”, donde el mismo título señala su
met, 1924), se aparta ligeramente de su pro- excepcionalidad.
ducción posterior. En parte porque se trata Durante esta misma época, hacia fines
de poemas en prosa, a diferencia del resto de la década de 1920, Eandi realiza una
de su obra, compuesta principalmente de variedad de actividades culturales no ex-
cuentos; en parte porque su tono se aparta clusivamente literarias. Escribe en la revista
del realismo que Eandi va a desarrollar en Claridad, se vincula con el grupo de Boedo
su narrativa. y aparece en la antología de narradores jó-
Vale aclarar que la vertiente poética y la venes publicada por la editorial de Antonio
de la narrativa realista no aparecen separa- Zamora (Claridad) y compilada por José
das en el tiempo. Sólo dos años después de Guillermo Miranda Klix. En esa antología

• 447 •
E ECKHARDT

también aparecen relatos de Roberto Arlt, ECKHARDT, Marcelo (Salta, 1965).


Elías Castelnuovo, Armando Cascella y Ro- Escritor y docente universitario. Estudió
berto Mariani, entre otros. Al mismo tiem- Letras en la UBA en la década de 1980.
po, Eandi colabora con las revistas Nosotros, Se desempeña como docente de la Univer-
Cartel y participa desde el comienzo del sidad Nacional de la Patagonia “San Juan
Cine Club de Buenos Aires, experiencia ini- Bosco”. La editorial Quipu publicó en
ciada por León Klimovsky para difundir el 1993 El desertor, novela que se desarrolla
contemporáneo cine europeo de vanguardia durante la guerra de Malvinas, escenario
(fundamentalmente ruso y alemán). del encuentro entre un argentino y un
Casi veinte años después de Errantes, gurka. De dicho intercambio surgen diver-
Eandi encuentra otra naturaleza que sí se sas consideraciones acerca de la historia, y
deja dominar por el hombre. En Hombres de aspectos culturales como por ejemplo
capaces (Emecé, 1944), publicado con el la ecología, el rock y los medios masivos
subtítulo “relatos de la campaña bonaeren- de comunicación. Un año después, otra
se”, la naturaleza ya no es el espacio de la novela, Látex (Magnus Paranoia Produc-
barbarie sino que es un espacio rural do- ciones), excede los límites de la literatura
mesticado que entra en oposición con una para proponerse, en su totalidad, como
ciudad que ha dejado de ser el lugar de la un objeto de arte. En efecto, lo visual y lo
civilización para convertirse en un espacio táctil operan como una intervención en la
invadido por la barbarie y poblado de ex- propia obra que, así, alcanza una perfec-
cesos. Paradójicamente, es éste el libro que ta comunión entre forma y contenido. El
Eandi le dedica a Horacio Quiroga y no propio autor se encarga de explicitar las
Errantes, más cercano a su narrativa por el filiaciones que en el texto podrán ser, sin
protagonismo de una naturaleza desbocada. duda, halladas: vanguardia, modernidad,
El campo de Hombres capaces, en cambio, es rock, teoría literaria e, inclusive, la postu-
el lugar idílico de los trabajadores rurales y lación de una cultura moderna argentina
el lugar de refugio para los que huyen de la cuyas siglas serían C.M.A. Todos esos ele-
ciudad. Si bien se trata de un lugar común mentos orientan y generan sentido en el
que en la década de 1940 ya tenía una larga interior del propio texto y en las relaciones
tradición en la literatura argentina, Eandi le que el mismo establece con otras esferas
da una vuelta de tuerca. Si el campo puede extratextuales. En la introducción, el autor
volverse el lugar de la pobreza y la explota- describe el ejercicio como “un olvido, una
ción o poblarse de peligros para los que no memoria y un divague entre las estructu-
pertenecen a él, para los que no son “hom- ras sonoras de Radio Bangkok (Lalo Mir,
bres capaces”, también puede –a diferencia 1988) y las nuevas situaciones perceptivas
de la selva incivilizada– ofrecer siempre una del Club Sónico (Schanton, 1991)”.
posibilidad de redención. Ya no hay un des- Al año siguiente aparece Radio La len-
tino inevitable determinado por el medio, gua; en 1997 el poemario No me acuerdo.
sino que es la acción individual la que con- También de 1997 es Trelew (Paradiso), que
duce a la condena o a la salvación. constituye una mirada poco común sobre
M.A. la ciudad patagónica y sus habitantes. En
+ Quiroga, Horacio él, Ekhardt reflexiona acerca de las posibili-

• 448 •
EHRENHAUS E
dades y los alcances de la actividad literaria En resumen, el conjunto de la obra de
local. Trelew no deja de ser una suerte de Eckhardt establece, en lo temático, un re-
homenaje a la ciudad que lo acogió como corrido por la Patagonia como objeto lite-
profesor y que arrastra el ominoso recuer- rario. Si bien algunos de sus libros se pre-
do de la masacre perpetrada en la base sentan como novelas, cuentos o ensayos, su
militar Almirante Zar en el mes de agosto escritura borra siempre las fronteras entre
de 1972. Eckhardt recuerda allí que desde los géneros. Cruza permanentemente lo
un tiempo atrás aseguraba que “el primer lírico y lo teórico, lo narrativo y lo crítico,
libro que escribiría sería sobre Trelew. Se la cultura alta y muchas formas de cultura
es de Trelew cuando hay mucha distancia popular y masiva como la música de rock
en uno, en una, cuando hay historia y una o el medio televisivo. La trama resultante
boca cansada de producir palabras para la termina por acercarse sobre todo a lo ensa-
riqueza de los vientos”. yístico, continuando la tradición que parte
En 1998 publicó Ya fue (Trelew, Celpat) del Facundo y que atraviesa la historia inte-
y Cero, “ejercicio narrativo sobre una pelí- lectual argentina hasta figuras contempo-
cula imposible de filmar” (Trelew, 2008; ráneas como Nicolás Rosa. A pesar de la
ed. del autor). En 1999 ¡Nítida esa euforia! complejidad de su escritura, la permanente
(Rosario, Beatriz Viterbo). En este libro, reflexión sobre la literatura, el paisaje, la
retoma y consolida las citas que aparecían historia, la tradición intelectual argentina y
en Látex, desplegando las constantes de los medios nunca deja de enunciarse tam-
una escritura que convoca reiteradamente bién desde lo pasional; y éste se manifiesta
las clases teóricas de Nicolás Rosa y la pre- en la voluntad permanente de transgresión
ferencia por una cultura musical y popular contra las convenciones literarias, en el in-
en que aparecen reunidos Spinetta, Lito terés por los personajes que escapan de los
Nebbia y Maradona. Martín Kohan, en la lugares sociales establecidos (muchas veces
contratapa de ¡Nítida esa euforia!, advierte extranjeros en su tierra, como los jóvenes
que las referencias espaciales de Eckhardt que escapan de la guerra en Malvinas en
coinciden con “el recorrido de la ruta 3: El desertor o la figura de Silvio Astier que
del desierto a la metrópolis y de la metró- retoma en La nueva rabia, Mondadori,
polis al desierto”. 2008), o en su voluntad de deconstrucción
En sus trabajos más recientes, aún y superación de los lugares comunes de la
inéditos, el autor persiste en sus indaga- crítica.
ciones metaliterarias a través de dos obras F.P. y E.M.
diversamente canonizadas en la literatura
argentina: la pretensión de poema épico Ehrenhaus, Andrés (Buenos Aires,
del Martín Fierro y la presencia central de 1955). Hijo de padre alemán y madre in-
Arlt a partir de los años 50. Tales eleccio- glesa, y nieto de sirios. Desde 1976 vive en
nes redundan en la posibilidad de estable- Barcelona, ciudad en la que decidió per-
cer cierta continuidad y diálogo con otros manecer luego de la vuelta a la democracia
textos de la literatura argentina, como en el país. Se desempeña como traductor
ocurre con el cuento “El fin” de Jorge Luis del francés y del inglés y como profesor de
Borges. traducción en cursos de posgrado.

• 449 •
E EICHELBAUM

Publicó un libro de entrevistas junto de Amigos del Libro Rioplatense, 1933); y


con Jorge Pérez: El futuro es esto (1999); el libro de relatos: Un monstruo en libertad
y tres de relatos: Subir arriba (1993); Mo- (Gleizer, 1925). Pero es al teatro a quien
nogatari (1997); y La seriedad (2001). An- dedicará sus mejores esfuerzos. A los 7
tes de estas ediciones había publicado, en años escribe su primera obra: El lobo man-
ediciones de autor: A favor de la risa fácil so; a los 18, Por el mal camino, traducida
(1982); La verdadera historia de palosanto y al idish y puesta en escena por un grupo
piretro (1983) y el libro de poemas Noli me de aficionados de la colectividad judía. En
tangere (1984), breves textos casi artesana- 1919 estrena por fin en Buenos Aires En la
les con ilustraciones del propio escritor. quietud del pueblo. Al año siguiente, una
Si bien la suya no es una “literatura del obra de cierta repercusión: La mala sed
exilio”, su producción tiene característi- (en La Escena, nº 126, 1920), que alude
cas de la literatura migrante. Utiliza una al tormento psicológico que atraviesan los
lengua sin marcas de lugar de pertenen- personajes al ser presas de sus instintos
cia que construye por medio de diversas sexuales sin reparos. Crainqueville, adap-
estrategias: neologismos, deformaciones, tación de la novela de Anatole France, y
escritura fonética de otras lenguas, uso de el sainete Un romance turco (en La Escena,
vocabulario de las más diversas disciplinas nº 9, 1920) son del mismo año; este úl-
y mezcla de registros. timo, escrito en colaboración con Pedro
M.E.F. E. Pico. De 1921 son: El dogma (en Bam-
balinas, nº 236, 1922); La Juana Figueroa
Eichelbaum, Samuel (Entre Ríos, (con Pedro E. Pico) y La cáscara de nuez
1894 - Buenos Aires, 04/05/1967). Dra- (en Teatro Popular, nº 123, s/f ). 1922: Un
maturgo, crítico y director de escena; hogar (en Bambalinas, nº 236); El camino
además de periodista, escritor y guionista de fuego (en Bambalinas, nº 236) y Doctor
cinematográfico. Hijo de inmigrantes ru- (en Bambalinas, nº 254, 1923), esta última
sos, de filiación socialista, su obra se en- con Pedro E. Pico. 1923: El ruedo de almas
cuadra en el drama de introspección que (en La Escena, nº 259). 1924: La herma-
reconoce la influencia de Dostoievski, na terca (en Teatro Nuevo, nº 1), comedia
Strindberg, Ibsen y otros autores que in- en tres actos. 1926: estrena El judío Aarón
dagan en el subconsciente de los sujetos (en Talía, nº 32, 1927) y Nadie la cono-
del agón dramático. Desarrolla su labor ció nunca (en Bambalinas, nº 461, 1927).
periodística y de crítica de espectáculos en 1927: N. N. homicida (Gleizer, 1928) y
las revistas: La Vanguardia, Caras y Caretas, Señorita (en el suplemento literario de La
Noticias Gráficas, Ahora, Argentina Libre y Nación, 28/07/1928). 1928: ¡Viva el Padre
La nota. Escribe los guiones de las pelícu- Krantz! 1929: Cuando tengas un hijo (El
las: Una mujer de la calle (1939); Las tres Inca, 1931). 1930: Lotería sin premios, en
ratas (1946); Arrabalera (1950); El pen- colaboración con Agustín Remón. 1931:
diente (1951), según el cuento “The Ea- Ricardo de Gales, príncipe criollo. 1932:
rring”, de William Irish; y Dios no lo quiera Soledad es tu nombre (Gleizer). 1934: En
(1957); las novelas: Tormenta de Dios (El tu vida estoy yo (Gleizer). 1936: El gato y
Inca, 1929) y El viajero inmóvil (Sociedad su selva (Sudamericana, 1952) y Tejido de

• 450 •
ERRO E
madre (Carro de Tespis, 1952). Tras cuatro tebradora de su escritura. En este sentido,
años lejos de los escenarios, vuelve con la el autor señala: “quiero decir aquí cuánto
comedia Pájaro de barro (Sudamericana, le debo al D. Miguel de Unamuno. Proba-
1952) y una obra fundamental: Un guapo blemente ningún otro escritor argentino de
del 900 (Carro de Tespis, 1940), estrenada mi generación le debe tanto como yo”.1 Fue
bajo la dirección de Armando Discépolo. uno de los primeros investigadores de Hei-
Lo más granado del campo cultural aplau- degger y el existencialismo en la Argentina.
de de pie el día del estreno. La figura del De su bibliografía es posible destacar: Me-
guapo sube a escena con una nitidez pre- dida del criollismo (Talleres Gráficos Porter,
cisa sin los ademanes exacerbados por el 1929); El sujeto del derecho (Talleres Gráficos
sainete ni formas idealizadas. Se traza una Porter, 1931); Tiempo lacerado (Sur, 1936);
genealogía y una inflexión hacia el presente Mayo en la vida de Sarmiento (Boletín Sar-
que inquiere sobre el sentido del coraje en miento, Técnica Impresora, 1965); y Qué
tiempos en que impera el fraude patrió- somos los argentinos (Editorial Docencia/
tico. En 1941 estrena Vergüenza de que- Proyecto CINAE, 1983). Dirigió la Revista
rer (Conducta, 1942) y Divorcio nupcial de América, en la que Borges publicó por
(Conducta, 1942). Al año siguiente, vuel- primera vez algunos de sus poemas más cé-
ve a la temática del orillero con Un tal Ser- lebres y, de 1948 a 1950, presidió la SADE.
vando Gómez (Conducta, 1942). De 1952 En sus trabajos es evidente el interés por el
es Rostro perdido (Eudeba, 1966). En 1955 ensayo y la polémica en torno a determina-
estrena Dos brasas (Sudamericana, 1952), dos temas, tratados desde una perspectiva
obra escrita en Chile en 1948. Las aguas del humanista, ética y profundamente moral.
mundo (Carro de Tespis, 1959) es de 1957 Esto se hace manifiesto en la posición que
y Subsuelo (Eudeba), comedia en tres actos asume frente a la guerra. Al respecto, publi-
escrita en 1963, la última estrenada en vida ca en la revista Sur (nº 60, octubre de 1930)
(en 1966). Don Muelsa, como lo apodaron un enérgico artículo titulado “La Argentina
sus amigos de la bohemia porteña, murió frente a la nueva guerra”, en el que reflexio-
el 4 de mayo de 1967. Tres obras suben a na sobre la posición que debe tomar el país
las tablas posteriormente: Un cuervo sobre en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
el imperio (Eudeba, 1966); Gabriel, el olvi- Condena decididamente la posición de
dado (Eudeba, 1966) y Un patricio del 80 neutralidad del gobierno y argumenta que
(Talía, nº 69, 1969). ello es ser “cómplice indiferente” de una
P.C. contienda en la que está “en juego el desti-
no del mundo”. Acusa a Hitler y al Partido
Erro, Carlos Alberto (Gualeguaychú Nazi de haber cometido los mayores aten-
[Entre Ríos], 1903 - Buenos Aires, 1968). tados contra la dignidad humana y contra
Integrante del grupo Sur. La narrativa de la doctrina y la fe de Jesucristo. En la sin-
Erro gira en torno a los grandes “temas cronía, deja sentado también que repudia
nacionales” en declarada deuda intelectual el régimen nazi tanto como el comunismo
con Ortega y Gasset y Miguel de Unamu- materialista de Stalin.
no. Su tendencia al análisis y a la reflexión
1.  Erro, C.A., Diálogo existencial, Buenos
argumentativa se desarrolla como línea ver-
Aires, Sur, 1937, p. 180.

• 451 •
E ESCARDÓ

En cuanto a la literatura argentina, titular de la cátedra de Pediatría. En 1933


es manifiesta su admiración por el estilo ingresó en la Sociedad Argentina de Pe-
literario borgeano y censura en térmi- diatría, de la cual llegó a ser presidente. Se
nos críticos la agotada construcción y el apartó de ella en 1984, cuando fue nom-
léxico monótono (deficiencia atribuida brado Miembro Honorario Nacional.
al periodismo) de autores como Manuel En 1958, fue decano de la Facultad de
Gálvez. De este escritor nos dice: “Su pro- Medicina y luego vicerrector de la UBA.
sa es arcaica. Su prosa tiene la diversidad, Su gestión convirtió al Colegio Nacional
el remansamiento y la tupidez del estilo Buenos Aires y a la Escuela Superior de
español del seiscientos. Hay en ella la cita Comercio “Carlos Pellegrini” en institu-
preciosa, denotadora de una riquísima ciones de enseñanza mixta, más allá de la
erudición en antigüedades; hay el giro resistencia que esto generó en los círculos
flamante y la sorpresa difícil; […] Allí no la élite dominante.
se refleja la urgencia del vivir moderno, Como docente, implementó el trabajo
allí no transcurre el tiempo” (Medida del de campo para inscribir la práctica médica
criollismo, p. 99). Tras ello destaca el li- en contextos reales que requieren la mira-
rismo de Borges, su escritura, que califica da interdisciplinaria sobre la enfermedad
de “moderna” y asegura que lo acerca a como problema social: sus alumnos par-
“los prosistas franceses del momento” y a ticiparon de un proyecto asistencial y co-
la “implantación de un nuevo estilo” (p. munitario en la Isla Maciel. Entre sus nu-
101). En síntesis, ¿cuál es el interés que merosas contribuciones al sistema de salud
ejerce la narrativa de Carlos Alberto Erro? desde el ámbito universitario se cuentan
Posiblemente el equilibrio (siempre débil la creación del primer laboratorio de bac-
y complejo) entre lo sentido y lo pensa- teriología y de un laboratorio de isótopos
do, la espontaneidad y el argumento, lo monitoreado por la Comisión Nacional de
tradicional y lo moderno, el límite difuso Energía Atómica. La mirada integral sobre
entre la historia y el testimonio de época. su disciplina redundó en dos proyectos que
La ambigüedad, o mejor dicho, la tensi- sentaron un precedente en la Argentina: la
ón entre aparentes opuestos, es una de las inauguración de la residencia de Psicología
potencias y debilidades de la escritura de Clínica y de un Pabellón de Psicología.
Erro. Una obra densa para una crítica de Vanguardista y luchador, era un profe-
provocante fertilidad. sional de profunda sensibilidad social. Su
L.V. concepción de la medicina como una cien-
cia humana lo singularizó en el ámbito de
ESCARDÓ, Florencio (Mendoza, 1904 su especialidad. Fue promotor de proyectos
- Buenos Aires, 1992). Médico pediatra, tan innovadores como resistidos. Una de
docente universitario, escritor, periodista y las reformas más polémicas que impulsó
poeta. Fue un referente para el avance de la fue permitir la internación del niño junto
medicina infantil en la Argentina. con su mamá en los hospitales: en la con-
En 1929, egresó de la Facultad de Me- tención afectiva y la compañía permanentes
dicina de la UBA, donde ejerció la docen- se encontraría la clave de un proceso de re-
cia como profesor ayudante y luego como cuperación sólido y real. También fundó la

• 452 •
ESCARI E
Escuela para Padres del Hospital de Niños. tura científica con un humor exquisito: “el
Escardó fue gestor de reformas que con- humorismo es una transacción honorable
ciben la salud como el estado de equilibrio entre la agresión y el perdón, es el térmi-
entre variables físicas y psíquicas. De he- no medio entre el amor y la crítica”. Pio-
cho, la inclusión de la asistencia social y lín de Macramé debutó con una columna
psicológica como pilar de la práctica mé- semanal en Crítica y escribió para Clarín,
dica significaron una ruptura con las con- El Mundo, La Razón y La Nación. Sus ar-
cepciones mecanicistas y meramente bio- tículos aparecen recopilados –a partir de
lógicas del ejercicio de la medicina: “Todo 1966– en: Oh; Nuevos Oh; y Penúltimos
el que padece en su persona, sea en su área Oh. La industria audiovisual también lo
física, emocional o social, es un paciente”. tuvo entre sus filas: fue el guionista de La
Gran parte de su obra pertenece a la cuna vacía (1942), que narra la vida del Dr.
rama científica y trata sobre medicina de Ricardo Gutiérrez, y condujo un progra-
niños; es el caso de Neurología infantil; La ma de considerable rating, Volver a vivir.
pediatria, medicina del hombre; Moral para Perteneció a la ADEA desde 1989 hasta su
médicos; Carta abierta a los pacientes (1972); muerte, y fue miembro titular de la Aca-
Anatomía de la familia; Sexología de la fa- demia Argentina del Lunfardo. Fue decla-
milia; Manual de puericultura; Los alimen- rado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de
tos del niño pequeño (en colaboración con Buenos Aires. Florencio Escardó, de filia-
el Dr. Mario Waissmann); La inapetencia ción socialista y casado con la psicoanalista
infantil; El niño asmático; Abandonismo y Eva Giberti, fue un médico heterodoxo. Su
hospitalismo; La Casa Nuevamédico; ¿Qué es práctica estuvo determinada por la lucha
la pediatría?; Elogio de la pediatría; El médi- contra el hospitalismo y por la profunda
co y las gentes; La sociedad ante el niño; y Los convicción de trabajar para la salud y no
derechos del niño, entre otros. por la enfermedad. Atendió en su consul-
La producción científica cede su lugar torio hasta pasados los 80 años.
a la creación literaria con Cosas de Argenti- V.L.
no; Un pueblo desierto; Ariel o el discípulo;
Pinocho y Peter Pan; Sydenham; y Don Qui- Escari, Raúl (Buenos Aires, 1944).
jote. En 1971, escribió Geografía de Buenos Escritor, se autodefine como no profesio-
Aires. Sus homenajes a la ciudad también nal: “Escribo cuando tengo ganas”. Estudio
pueden leerse en las letras de los tangos Filosofía en la UBA e integró el Consejo
La ciudad que conocí y ¿En qué esquina te Editorial de la revista El Escarabajo de Oro.
encuentro, Buenos Aires?, musicalizados por En los años 60 participó de la movida
Atilio Stampone y Julio de Caro. Cuenta vanguardista que se agitaba en torno del
con una considerable obra también como Instituto Di Tella. En 1966, junto con
poeta: Versos (1922); Poemas de la noche; Eduardo Costa y Roberto Jacoby produjo
Siluetas descoloridas; La sombra de la nube; el Happening que nunca existió. Gracias a
y De niños para cuentos. una beca, el año siguiente partió a Francia,
Bajo los seudónimos Juan de Garay y país en el que residió durante treinta años y
Piolín de Macramé –este último sugerido en el que se ganó la vida como periodista de
por Conrado Nalé Roxlo– conjuró la escri- France Press. Allí conoció a gran cantidad

• 453 •
E ESCLIAR

de intelectuales europeos y latinoamerica- por la UBA, además de profesora de inglés


nos con los cuales estableció amistad y que e italiano. Entre sus labores de traducción
pueblan sus escritos: Severo Sarduy, Roland se encuentra la obra del escritor ruso-polaco
Barthes, Copi, Enrique Vila-Matas, entre Isaac Bashevis Singer. Ha publicado Mujeres
otros. Escari se considera a sí mismo una en la vida y en la literatura judeo-argentina
“loca” y, de hecho, la homosexualidad es (Milá, 1996), conjunto de tres ensayos que
un tema explícito, siempre presente en sus investiga el rol de las mujeres en el imagi-
obras. Cultiva el género autobiográfico, en nario y la vida de dicha comunidad, analiza
el cual se enmarcan sus dos únicas obras: la historia de las pioneras en los primeros
Dos relatos porteños (Mansalva, 2006) y Ac- tiempos de la inmigración, así como la in-
tos en palabras (Mansalva, 2007). fluencia femenina en la actividad literaria
A.O. de los principales escritores judíos del si-
+ Copi. glo XX (entre otros, Alberto Gerchunoff,
César Tiempo y Samuel Eichelbaum). Por
ESCLIAR, Liliana (Buenos Aires, 1959). otro lado, Fenia (Acervo Cultural, 1997)
Escritora, periodista, guionista y autora de es una novela histórica acerca de la vida y
teatro. Escribió tres libros de humor: Cómo obra de Fenia Chertkoff, feminista, política,
deshacerse del marido (Planeta, 1993) –una defensora de los derechos de la mujer y del
guía que parodia el estilo de los libros de niño. Asimismo, ha publicado Arele y otras
autoayuda–; Cómo resistir en la clase media historias (Acervo Cultural, 1998), relatos de
(Planeta, 1994) –un manual para evitar inmigrantes judíos en la Argentina, y dos
“el descenso y la caída”–; y La máquina de biografías noveladas: Los otros gauchos judíos
sufrir (Sudamericana, 2003), sobre la com- (Milá, 2005), que reconstruye la vida de los
plicada maquinaria femenina que “nunca héroes menos conocidos de la inmigración
se apaga”. Su primera novela, La arquitec- judía a la provincia de Entre Ríos, y Blackie
tura de los ángeles (Planeta, 2000), recibió el (Milá, 2007), en la que recupera a un per-
Premio Planeta Latinoamérica en 2000. Se sonaje olvidado pero de inmensa relevancia
trata de una novela urbana sobre perdedo- en la historia cultural argentina, Paloma
res que buscan la salvación en la astrología, Efrom, precursora de la radio y la televisión
la revolución y el sexo. En teatro se des- nacionales.
taca el unipersonal Muerte íntima (2000). A.J.
Como guionista realizó el largometraje El
tigre escondido (2003), dirigido por Luis Escofet, Cristina (La Pampa, 1945).
Barone. En televisión es coguionista, jun- Escritora, poeta, dramaturga, guionista de
to con Marisa Grinstein, del ciclo Mujeres televisión y actriz. La obra de Cristina Es-
asesinas (2005). cofet es versátil y polifacética. Desde muy
D.M. joven estuvo vinculada al mundo teatral,
pues desde 1960 hasta 1967 fue actriz de
ESCLIAR, Myriam (Buenos Aires, 1927). teatro independiente. Egresa como profeso-
Escritora, traductora y crítica literaria. Su ra de Filosofía por la UNLP, casa en la que
padre fue uno de los primeros dramaturgos ejerció como docente en la cátedra Historia
judeo-argentinos. Es Licenciada en Letras de la Filosofía Moderna, desde 1970 hasta

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ESCOFET E
1975. Paralelamente, realiza sus estudios de que nuestra autora desarrolla una actividad
arte dramático, teatro-danza y participa en profusa en el ambiente teatral argentino. En
los talleres de Osvaldo Dragún y Eduardo 1992 participa del colectivo de mujeres que
Rovner. De su obra narrativa se destaca su impulsa el Primer Encuentro Nacional de
novela Mariana (Plus Ultra, 1986) y su Mujer y Teatro y en 1995 forma parte de la
antología de cuentos Las valijas de Ulises Comisión Organizadora de la Primera Feria
(1992). En 1984, recibe la Faja de Honor Argentina del Libro de Teatro.
de la SADE, género novela, por Primera En su obra es constante el tema de la
piel (1984) y en 1995 recibe de la misma identidad femenina con impronta testi-
institución una Faja de Honor en el géne- monial. Desde su mirada, la mujer no es
ro teatro por sus Obras completas de teatro un todo homogéneo o simétrico: Escofet
(Torres Agüero, 1994); el mismo año, ob- deconstruye el arquetipo y afirma la false-
tiene también una mención de honor en el dad de la definición tradicional (o sea: pa-
Premio Municipal de Teatro por su drama- triarcal) de la mujer. En Arquetipos, modelos
turgia Nunca usarás medias de seda (1989). para desarmar, subraya: “A una edad muy
En 1998, se le otorga una beca nacional del temprana me zambullí en la pregunta por la
FNA por su narrativa Arquetipos, modelos identidad. Prohibiciones individuales y pro-
para desarmar (Nueva Generación, 2000). hibiciones históricas y filosóficas comenza-
La obra teatral de Escofet abarca casi tres ron a mezclarse en una forma bastante ver-
décadas: comenzó en 1982 con Apuntes tiginosa, y al comprender que en realidad,
sobre la forma y su última obra es Sonata cuando trataba de definirme como mujer
erótica del Río de la Plata (2008). Entre sus me explicaba a partir de lo que no era, me
dramaturgias más importantes se destacan: lancé, como muchas mujeres pensadoras y
Solas en la madriguera (1988); Nunca usa- artistas a lo único que podía hacer: ver dón-
rás medias de seda (1989); Ritos del corazón de estaba la punta de este laberinto” (p. 15).
(1992); Señoritas en concierto (1993); Las La autora hace de la identidad femenina el
que aman hasta morir (1995); Los fantas- eje central de su narrativa, pero al mismo
mas del héroe (2000); Fridas (2000); Eterni- tiempo se distancia de una mirada apasio-
ty Class (2001); ¿Qué pasó con Bette Davis? nada del género. En este sentido, es posible
(2001); Nunca te prometí un jardín de sostener que la escritura de Escofet es una
rosas (2002); La doncella de Ámsterdam (El escritura femenina. Y no.
Diario de Ana Frank), también de 2002. Su Concluyendo: Cristina ha escrito tam-
revelación como autora teatral fue en 1985 bién guiones para televisión como Corazón
con la puesta en escena de Té de tías (1985) de tiza, los guiones para el programa Noches
en el contexto de las experiencias Teatro temáticas de la serie Infinito y actualmente
Abierto. El fenómeno de Teatro Abierto es coordinadora del programa Rituales de
se inaugura en 1981 con vistas a acercar memoria, un documental sobre ritos en la
el espacio teatral a la oposición y denun- región del noroeste argentino. Ha traba-
cia a la última dictadura militar argentina jado también en la programación fílmica
(1976-1983). En ese contexto, la escritura y en la promoción de canales televisivos
de Escofet cobra un particular aliento po- como Canal 13, Space e ISat.
lítico y crítico. Por otra parte, cabe señalar L.V.

• 455 •
E ESPEJO

ESPEJO, Miguel (Jujuy, 1948). Narrador, y entre 1963 y 1965. Publicó trabajos crí-
poeta, investigador y periodista. Estudió fi- ticos en diversas revistas, entre las que se
losofía y dictó seminarios y conferencias na- destaca Nosotros, en la que colaboró desde
cionales e internacionales sobre su especiali- 1925. Fue profesor de literatura española
dad y sobre historia del arte y la literatura. en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Durante la última dictadura militar UBA, docente, inspector de enseñanza y
(1976-1983) residió en Canadá y en Méxi- subsecretario del Ministerio de Educación
co, donde publicó los ensayos: El jadeo del y vocal del Consejo Nacional de Educación
infierno (1983); Senderos en el viento (1985; durante la Revolución Libertadora.
Premio Nacional de Ensayo y Crítica Lite- Como poeta se mantuvo ajeno a las re-
raria de Argentina, 1992); y La ilusión lírica novaciones vanguardistas y –como su amiga
(1984) sobre la obra de Milan Kundera. El Alfonsina Storni– cultivó un modernismo
enigma de la técnica (México, 1988) aborda tardío. Sólo ocasionalmente abandonó el
el tema desde una perspectiva filosófica. En uso de la rima y matizó el exotismo propio
el exilio dio a conocer Fragmentos del uni- del modernismo con el “color local” de los
verso (1981) y Mundo (1983). Con La brú- ambientes rurales y con representaciones
jula rota (1996) obtuvo el primer Premio urbanas que lo asemejan a Carriego (a quien
Municipal de Literatura de la Ciudad de también lo acerca la romantización de la po-
Buenos Aires (1990-1991) y el primer Pre- breza). Si estos rasgos se mantuvieron esta-
mio Regional de Literatura de la Secretaría bles en toda su obra, el tono melancólico
de Cultura de la Nación (1998). Pórticos del de Canciones de la tarde (Agencia general de
naufragio y Remisión de la historia recibie- librería y publicaciones, 1925) o de Destie-
ron Mención de Honor del FNA en 1994. rro (El Ateneo, 1935) se fue transformando
También editó en Córdoba el extenso poe- en una exaltación de la sabiduría, apreciable
ma Negaciones (1998) y en Buenos Aires la en los poemas de vejez: El libro de las horas
recopilación de poemas escritos entre 1967 (Losada, 1972) o Sonetos de la vida interior
y 2004 titulada Larvario (2006). Es autor de (Losada, 1979). Publicó además: El cánta-
las novelas El círculo interno (1990) y, con el ro de plata (Agencia general de librerías y
pseudónimo de Álvaro Gutiérrez Silva, Los publicaciones, 1924); La ofrenda (Agencia
miasmas del Plata (1992). Como periodista general de librerías y publicaciones, 1927);
dirigió el diario El Tribuno de Jujuy (2000- Los caminos del mundo (Agencia general de
2002) y colaboró con importantes medios librerías y publicaciones, 1929); La niña de
nacionales e internacionales. la rosa (Nosotros, 1931); Sonetos del cielo y
N.G. y M.F.P. de la tierra (1941; ed. de autor); La llama
(El bibliófilo, 1941); Sonetos del tiempo y
Estrella Gutiérrez, Fermín su mudanza (1943; ed. de autor); Noctur-
(Almería [España], 1900 - Buenos Aires, no (Losada, 1943); Sonetos de la soledad del
1990). Poeta y narrador, ganó el Premio hombre (Sudamericana, 1949). En 2004,
Municipal de Poesía en 1924 y el Premio la editorial Último Reino publicó Los altos
Nacional de Literatura en 1949. Fue miem- años, recopilación de sus poemas inéditos.
bro de la AAL y de la SADE, de la que En su obra de ficción también trabajó
llegó a ser presidente entre 1959 y 1961, con la representación de espacios rurales y

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ESTRIN E
urbanos, si bien la focalización en la psico- sía argentina (Kapelusz, 1948), por ejemplo,
logía de los personajes lo apartó del realis- lo autóctono y lo patriótico son contenidos
mo. El uso de la introspección dio lugar a excluyentes de la selección destinada a in-
un tipo particular de fantástico y, por otro culcar valores. En colaboración con Josefina
lado, a cierta vertiente moralizadora de la Barrio de Estrella Gutiérrez escribió libros
narración. Escribió los libros de cuentos: de lectura para la escuela primaria: Días de
Desamparados (Editorial Buenos Aires, infancia (Kapelusz, 1942); Nuestra tierra
1926); El ídolo y otros cuentos (La facultad, (Kapelusz, 1957); y Oíd, mortales (Kape-
1928); El ladrón y la selva (Gleizer, 1930); lusz, 1957). En ellos, la patria y la familia
El río (Tor, 1933); Memorias de un estan- son conceptos fundamentales e íntimamen-
ciero (Zig-zag, 1949); y las novelas: La re- te ligados. De hecho, la familia modelo que
voltosa (Clio, 1928) y Trópico (Sociedad de proponen dichas lecturas es aquella cuya
amigos del libro rioplatense, 1937). historia permite reconstruir la historia de la
Los rasgos de su obra literaria son fun- patria a través de los relatos de los mayores.
cionales a la concepción de la literatura que Escribió también libros de viajes: Viaje
desarrolló en sus textos para la educación se- a Venezuela (Publicaciones de la Embaja-
cundaria, entre los que se destaca la Historia da de Venezuela, 1979) y Un film europeo
de la literatura argentina e hispanoamericana (1930; publicado originalmente en Noso-
(escrita en colaboración con Emilio Suárez tros, 1929); y unas memorias: Recuerdos de
Calimano, Kapelusz, 1940), utilizada am- la vida literaria (Losada, 1966). Su obra
pliamente entre 1940 y 1980. En estas obras crítica fue compilada en Estudios literarios
siguió algunas de las premisas de Ricardo (AAL, 1969). Además publicó: Panorama
Rojas, como el hispanismo que se revela sintético de la literatura argentina (Ercilla,
en la inscripción de los escritores coloniales 1938); La poesía brasileña (1936); Historia
(Ruy Díaz de Guzmán o Luis de Tejeda), y de la literatura española (Kapelusz, 1945);
de algunas figuras españolas (como Martín San Martín. Páginas escogidas sobre el héroe
del Barco Centenera), entre los escritores ar- (Kapelusz, 1950); Nociones de literatura es-
gentinos por su manejo de temáticas nacio- pañola, hispanoamericana y argentina (Ka-
nales. De Rojas también tomó su periodi- pelusz, 1954); Rafael Obligado (1942); y
zación cuatripartita: coloniales, gauchescos, Arturo Capdevila (ECA, 1962).
proscriptos y contemporáneos; la exaltación M.A.
del papel de los gauchescos y el uso de esta
categoría para designar un manejo particu- Estrin, Laura (Buenos Aires, 1967).
lar de la temática y el ambiente nacional Docente universitaria, crítica, escritora y
más que un género. Sin embargo, en el afán editora de Santiago Arcos (Buenos Aires).
didáctico debió ajustar la clasificación de Entre sus publicaciones críticas cabe
Rojas a la sucesión cronológica y entrecru- destacar los ensayos: César Aira. El realismo
zarla con una clasificación por género. y sus extremos (Andrés Valle, 1999); Mit-
Si bien en toda su obra crítica exaltó el ten drinen (entre medio). Notas acerca de la
uso de los temas locales, su nacionalismo se obra de Marina Tsvietáieva (Opfyl/ UBA,
intensifica en las obras destinadas al público 2005); Víctor Shklovski: las obras de arte son
infantil. En su Antología didáctica de la poe- a su manera impenetrables (Opfyl/ UBA,

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E ETCHEBEHERE

2006); su prólogo del libro Tres poemas de milla del viento (1947); y La lumbre perma-
la autora rusa Marina Tsvietáieva (Córdo- nente (1957). Algunos de sus poemas como
ba, Alción, 2005); y un estudio introduc- “La mano de mi rumor”, “Memoria para el
torio a la antología Simbolistas rusos para la olvido” y “La gente con su esperanza” se
colección “Traductores” (Santiago Arcos). hicieron popularmente conocidos gracias a
También participó en ensayos colectivos la interpretación de Atahualpa Yupanqui.
sobre Ricardo Rojas y Enrique Pezzoni Pau. Cro.
(Biblos, 1999), y sobre Eduardo Wilde y
Héctor A. Murena (Alianza, 2003). Eyras, María Eugenia (General Ma­
Se dedicó a la ficción en Parque Cha- dariaga [Buenos Aires], 1945). Escritora,
cabuco (Córdoba, Alción, 2004) y Álbum periodista y ensayista participó en distin-
(BCZ, 2001). En estas obras, a través de la tos proyectos editoriales y fue parte del
fusión de prosa y poesía, explora estampas staff de varias redacciones periodísticas.
cotidianas y descriptivas que tratan de re- En 1961 ganó una beca del American
poner un lenguaje literario mucho menos Field Service, por la que permaneció en
abigarrado que aquel de su obra crítica. En Franklin Park (Illinois, EE.UU.) durante
ésta, la búsqueda de una entonación per- un año. Allí se graduó como bachiller en
sonal pone en crisis la originalidad de las el East Leyden High School. A su regreso
ideas que se presentan como poco orgáni- a la Argentina comenzó a estudiar la carre-
cas, limitándose a recuentos descriptivos ra de Letras en la UBA, pero interrumpió
con poco respaldo teórico. sus estudios para asistir a un curso de so-
P.P. ciología en la Universidad de La Sorbona,
París. Radicada finalmente en Buenos
ETCHEBEHERE, Guillermo (Cañuelas Aires prosiguió sus estudios en la carrera
[Buenos Aires], 1917 - 1978). Poeta des- de Sociología en la UBA y de Derecho en
cendiente de vascos nacido en Cañuelas. la Universidad de Belgrano; estudios que
Vivió desde los 20 años en la Capital, no llegó a terminar, absorbida ya por el
donde entró en contacto con el grupo de periodismo y, un poco más tarde, también
jóvenes intelectuales Lilulí, asociado al am- por la literatura. Fue columnista de varias
biente teatral de La Máscara. Por su cerca- publicaciones, entre las que se destacan:
nía a Alberto Girri y José Sebastián Tallón, First, Emanuelle, Satiricón, El Ratón de
con quienes compartió una vida bohemia Occidente y Para ti. Sus novelas publica-
y literaria, se lo suele inscribir dentro de la das son: Pasaje de ida (1982); Misa roja
generación poética del 40. (1985); El viento en el jardín (1995) y El
La preocupación estética de Etchebe- vientre cósmico (2007), esta última, edita-
here se plasmó en uso del soneto para la da en España, país en el que reside desde
evocación de la infancia y el ámbito rural; 1990.
el paisaje y el hombre de campo fueron sus L.V.
tópicos más frecuentes. Su obra, escrita casi
en su totalidad durante la década del 40, se
compone de cuatro libros: Pulso de la tierra
(1940); Jornada del hombre (1943); La se-

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F

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FASCE F

FASCE, María (Buenos Aires, 1969). Feierstein, Ricardo (Buenos Aires,


Escritora, traductora, periodista y editora, 1942). Arquitecto, narrador, ensayista,
radicada en Barcelona. Se graduó como poeta y periodista. Ha publicado un im-
Licenciada en Letras por la Universidad portante número de novelas, relatos bre-
del Salvador. Ha publicado: El oficio de ves, poemarios, ensayos y crítica, donde
mentir. Conversaciones con Abelardo Castillo deja ver un marcado compromiso con la
(Emecé, 1996); los cuentos de La felicidad vida judía en la Argentina. Esta participa-
de las mujeres (Destino, 2001; Premio FNA ción comunitaria también se refleja en su
1999); la novela La verdad según Virginia desempeño como director de la Editorial
(Planeta, 2004; traducida al francés ese Milá, del Departamento de Cultura de
mismo año por Gallimard); los cuentos de la Asociación Mutual Israelita Argentina
A nadie le gusta la soledad (Emecé, 2007) y (AMIA). Entre los primeros textos de
la novela La naturaleza del amor (Emecé, Feierstein, se encuentran libros de cuen-
2008). Como lo sugieren los títulos de sus tos y poemarios. Los compendios de rela-
ficciones, sus temáticas tienen que ver con tos breves son: Cuentos con rabia y oficina
las variaciones amorosas, el análisis del de- (Stilcograf, 1965); Cuentos para hombres
seo, la incomunicación que genera soledad. solos (Instituto Amigos del Libro, 1967);
Las narraciones alternan frecuentemente Cuentos con un gris absurdo (Dos, 1970);
el análisis de los sentimientos y la mirada Lucy en un cielo con diamantes (Papiro,
irónica, con una descripción minuciosa del 1972); Bailáte un tango, Ricardo (CEAL,
entorno físico y del ambiente. Por momen- 1973); y las antologías de poemas: La ba-
tos incluso el detalle, la circunstancia o el lada del sol (Índice, 1969); Inventadiario
diálogo trivial parecen erigirse en único (Tiempo de Hoy, 1972); Letras en equili-
lazo posible (o verdadero) con el otro. brio (Caracas, Árbol de Fuego, 1975).
M. Cám. Los elementos autobiográficos constitu-
+ Abbate, Florencia. yen un rasgo persistente en toda la obra de

• 461 •
F FEILING

Feierstein, ya desde las publicaciones tem- generaciones, y sus vías de inserción en el


pranas. El énfasis en lo personal se pone país. Presenta la condición judía argentina
de manifiesto en la reconstrucción de me- como un mestizaje de dos legados cultura-
morias sobre diferentes etapas de su vida, les. En el ensayo Contraexilio y mestizaje:
como su infancia en Villa Pueyrredón o su ser judío en Argentina (Milá, 1998) pro-
estadía en Israel durante la Guerra de Iom pone una idea análoga de mestizaje, o de
Kipur. Este hincapié es también evidente multiculturalismo, para describir la cultura
en las novelas que constituyen la trilogía nacional, tema que ya había abordado en la
denominada Sinfonía inocente: presto con novela Mestizo (Milá, 1988). En la obra de
anima, allegro con brío, sforzato piano, Feierstein, las indagaciones en el pasado,
que incluye: Entre la izquierda y la pared tanto en la memoria como en la historia,
(Pardés, 1983); El caramelo descompuesto son fundamentales para la construcción
(Nueva Presencia, 1979); y Escala uno en del futuro, la solidez de los proyectos inte-
cincuenta (Pardés, 1984). También es ob- lectuales y el cambio.
servable en textos poéticos posteriores, en Feierstein publicó, asimismo, los libros
las antologías bilingües: We, the Generation de cuentos: La vida no es sueño (De la Flor,
of the Wilderness (Boston, Ford-Brown, 1987); Homicidios tímidos: los casos policia-
1989) y Las edades/ The Ages (Milá, 2004), les del inspector Leppe (Galerna, 1996); y
en las que las traducciones al inglés corres- los dos volúmenes de Postales imaginarias:
ponden, en el primer poemario, a J. Kates viajes alrededor de la tierra antes de Internet
y Stephen A. Sadow (este último también (vol. 1: Milá, 2002; vol. 2: Acervo Cultu-
responsable de la del segundo). ral, 2003).
Feierstein revela un particular interés Además de su obra literaria, seleccionó
por las trayectorias recorridas a través de textos y prologó Cuentos judíos latinoame-
las generaciones y por los conflictos y dile- ricanos (Milá, 1989); Alberto Gerchunoff,
mas de las diferentes fases vitales. En Con- judío y argentino (Milá, 2000); compiló Los
sorcio utopía (Galerna, 2007), explora la mejores relatos con gauchos judíos (Ameghi-
franja etaria de los 60 años. La historia de no, 1998). Coeditó, junto a Samuel Pecar,
los judíos en la Argentina constituye otro La última profecía y otros textos: del “Sholem
tema significativo, como se evidencia en el Aleijem” argentino al Premio Presidente de
trabajo histórico Historia de los judíos ar- Israel por su obra en hebreo (Milá, 2001);
gentinos (Planeta, 1993), en Vida cotidiana con Stephen A. Sadow, Crecer en el gueto,
de los judíos argentinos: del gueto al country crecer en el mundo: Tercer Encuentro Inter-
(Sudamericana, 2007), pero también en su nacional de Intelectuales (Milá, 2005), en-
obra de ficción, como en la novela La logia tre otras obras.
del umbral (Galerna, 2001), donde recorre P.N.
un período de más de un siglo, focalizando + Gerchunoff, Alberto.
en hechos que afectaron a la comunidad
judía y al país, como el atentado contra la FEILING, Carlos Eduardo (Rosario
AMIA en 1994. Feierstein analiza los pro- [Santa Fe], 1961 - 1997). Escritor, profesor
cesos de aculturación experimentados por y periodista. Estudió en el Liceo Naval y
los judíos en la Argentina a lo largo de las luego se licenció en Letras por la UBA y fue

• 462 •
FEILING F
becario del Conicet y de la Linguistic Society pornográficos). En la trama se mezclan un
of America. Se desempeñó como profesor suicidio y un doble crimen, tres idiomas (el
en numerosas materias: Latín, Lingüística, español del relato, el inglés que se habla en
Semántica y Pragmática y Comunicación la casa de los padres de Tony, el latín de las
en la UBA; Lingüística Formal y Filosofía frases eruditas y clásicas del protagonista
del Lenguaje en la Universidad de Lomas que, en cierta forma, traducen la realidad
de Zamora; Filosofía en la Universidad en en la que vive), pasajes de la cultura alta a
San Andrés; Literatura Hispanoamericana la cultura popular y viceversa, el ambiente
en la Universidad de Nottingham (Reino académico y literario, la ciudad y sus zonas
Unido). En 1989 volvió de Inglaterra y como escenarios significativos y, además,
abandonó la carrera académica y la docen- los residuos de la última dictadura como
cia para dedicarse a la literatura y el perio- telón de fondo: fragmentos del Nunca más,
dismo cultural. Colaboró en publicaciones un coronel de la Marina, una “quebrada”.
del país y del exterior: Clarín, La Nación, En 1993, Feiling publica su segunda
Página/12, Página/30 y Plural. También es- novela, Un poeta nacional, relato de aven-
cribió en Vuelta, Revista Latinoamericana turas que ficcionaliza un episodio de la vida
de Filosofía, Lenguaje en Contexto. En la de Leopoldo Lugones a principios de siglo
revista Babel, publicación argentina de fi- XX. La narración trama las peripecias de
nes de la década de 1980, tuvo a su car- Esteban Errandonea, poeta promisorio de
go la sección “El cónsul honorario” en la su generación, que se debate entre la posi-
cual, desde el título, homenajeó a Graham bilidad de un futuro prestigioso bajo el ala
Greene y publicó breves ensayos y reseñas. del poder nacional y su pasado anarquista
Además, por su ascendencia británica y que lo acosa. El clima de principios de siglo
su especial conocimiento del inglés, rea- XX en Argentina con sus características tí-
lizó diversas traducciones entre las que se picas (la bohemia, el anarquismo, las fuer-
destacan fragmentos del Finnegans Wake zas conservadoras y los capitales extranje-
de James Joyce (en colaboración con Luis ros, el Ejército, el fraude político, el lugar
Chitarroni) para la revista Conjetural en de la poesía y la literatura en la sociedad
1992. capitalista, la relación entre el intelectual
Su primera novela, El agua electrizada y el Estado) se imbrica con una historia de
(1992), es un policial situado en la ciudad aventuras (la isla del fin del mundo, el pre-
de Buenos Aires en 1989, que mezcla in- sidio como castillo, las intrigas políticas,
gredientes del policial clásico o de enigma los conflictos entre servidumbre y amo) y
(las “facultades asociativas” del protagonis- de amor en una isla al sur del país en la que
ta, Tony; sus características como persona- Errandonea tendrá que convencer a la viu-
je: erudito profesor de Latín de la UBA, da de un anarquista apresado de que vuelva
cerebral, de ascendencia inglesa, solitario) a Inglaterra.
con otros del policial negro (los residuos En 1995, aparece el primer y único li-
de la última dictadura; los aprietes, las bro de poemas de Feiling, Amor a Roma,
golpizas y los interrogatorios; ciertos im- donde detrás del palíndromo del título el
pulsos de Tony; enfrentamientos entre la autor recoge poemas propios y ajenos con
policía y algunos investigadores; elementos un objetivo: recorrer “las formas del amor

• 463 •
F FEINMANN

para ahogarlas en el procaz y melancólico lo de la novela de fantasy que dejó incon-


vitriolo de la literatura”, como confiesa en clusa, La tierra esmeralda, que se desarro-
“Pecado de juventud. (Sobre la escritura de llaría nuevamente en Buenos Aires pero,
Amor a Roma)”. esta vez, a mediados de la década de 1990.
El mal menor (1996) es su tercera nove- M.R.
la, que elige el género de terror para foca- + Soriano, Osvaldo.
lizar en dos personajes, Inés y Nelson Flo-
real, quienes deberán unirse para matener FEINMANN, José Pablo (Buenos Aires,
el Cerco que separa el mundo real del otro 1943). Licenciado en Filosofía por la UBA,
y cuyas fisuras producen alucinaciones ho- donde ejerció la docencia en la década de
rrendas y peligrosas (las descripciones de 1970. Escritor, guionista, “filósofo”, perio-
estas apariciones y los climas de terror que dista y conductor de televisión, fue uno
conllevan son un logro estético de Feiling de los fundadores del Centro de Estudios
digno de mención). El relato construye a del Pensamiento Latinoamericano del
medida que avanza una cosmogonía par- Departamento de Filosofía de la UBA.
ticular con referencias a lo onírico y a lo Ligado al peronismo desde los años seten-
religioso que explica el terror que se desata ta, hoy asegura no ser peronista ni “gorila”,
en Buenos Aires y se mezcla con continuas tampoco kirchnerista. Como intelectual
referencias a la cultura argentina e interna- permaneció “en blanco”, según su testi-
cional de principios de los 90: Los Simp- monio, durante los años más duros de la
sons, Celeste siempre Celeste, el boom de la última dictadura. Estudió piano pero, bro-
cocaína, el fin de las utopías, la caída del mea, “dejé de tocar cuando vi que Marta
Muro de Berlín y el fracaso de la URSS (el Argerich era mejor que yo”. Actualmente
viaje de Inés a Cuba es uno de los mejores escribe en el diario Página/12 sobre filoso-
episodios del texto). En este entramado fía, cine y literatura. En ese mismo medio
entre el relato de terror y las referencias dirigió la colección de treinta fascículos
contextuales, el tema de la novela parece “Peronismo. Filosofía política de una obs-
sintetizarse en una frase: los sueños pueden tinación argentina”. Su obra se puede divi-
volverse pesadillas. dir en tres grandes bloques: la novelística,
En 2005, ocho años después de su los ensayos y los artículos periodísticos
muerte causada por una leucemia, se pu- reunidos, a los que se agregan los guiones
blica Con toda intención, libro que recopila para cine; es también autor de dos piezas
artículos y ensayos agudos y mordaces es- de teatro.
critos por Feiling para distintas publicacio- Su primera novela, Últimos días de la
nes. Se destacan “El culto a San Cayetano” víctima (Madrid, Espasa-Calpe/ Seix Ba-
(crítica incisiva a Osvaldo Soriano); “Sus rral, 1979), despunta su preferencia por el
epítetos casi siempre” (sobre la relación en- género policial, que se completa con: Ni el
tre Borges y Lugones); los artículos sobre tiro del final (Barcelona, Pomaire, 1981); El
terror y fantasy; los textos sobre Stephen cadáver imposible (Clarín/ Aguilar, 1992); y
King y P.D. James, entre otros. Los crímenes de Van Gogh (Planeta, 1994).
Finalmente, Los cuatro elementos (2007) Últimos días de la víctima narra, al estilo de
compila sus tres novelas y el primer capítu- la serie negra pero con elementos del poli-

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FEINMANN F
cial de enigma, un dilema metafísico entre dialoga con su narrativa. De su posición
la víctima y el asesino a sueldo Mendizábal. sobre el peronismo, que lo lleva a divergen-
La novela tuvo tres adaptaciones cinema- cias y corrimientos a lo largo de su carrera,
tográficas (la de Adolfo Aristarain en 1982; se destacan: El peronismo y la primacía de
una coproducción de Héctor Olivera en la política (Cimarrón, 1974), serie de seis
1988 y una adaptación libre del francés ensayos sobre el retorno de Perón al país y
Bruno Gantillon en 1995). Ni el tiro del su tercer gobierno –ya adelantado en 1973
final también fue llevada al cine (esta vez por la revista Envido, de la cual participa-
por Bruno Campanella, 1997). Otra zona ba el filósofo–; Estudios sobre el peronismo.
de su narrativa la constituye una trilogía Historia, método, proyecto (Legasa, 1982) y
de “novelas filosóficas”: La astucia de la López Rega, la cara oscura de Perón (Legasa,
razón (Madrid, Aguilar, 1990); La crítica 1987). El autor prefiere dentro de su pro-
de las armas (Norma, 2003); y La sombra pia producción Filosofía y Nación (Legasa,
de Heidegger (Booket, 2005). La primera 1982), siete estudios sobre el desarrollo
traza una compleja trama en dos tempora- intelectual y cultural del siglo XIX argen-
lidades, desarrolladas en los capítulos pares tino, que se suma a la corriente bibliográ-
e impares diferenciadamente, ligadas por el fica que estudia la historia de las ideas: la
discurso neurótico del protagonista, el filó- Revolución de Mayo, el pensamiento de
sofo Pablo Epstein (evidente alter ego nomi- Sarmiento y Alberdi, la generación román-
nal de Feinmann). Los discursos histórico tica son algunos de los temas tratados. En
y filosófico se debaten a partir de la narra- esta línea, La sangre derramada (Espasa-
ción de un “yo fragmentando”, analizado Calpe, 1998) analiza la violencia política
por su interlocutor y psicoanalista Nor- argentina a lo largo del siglo XX. Algunos
man Backhauss. La sombra de Heidegger, artículos periodísticos fueron reunidos en:
su última obra, se articula a partir de una El mito del eterno fracaso (Legasa, 1984);
extensa carta que Dieter Müller le escribe Ignotos y famosos. Política, posmodernidad y
a su hijo explicando por qué formó parte farándula en la nueva Argentina (Planeta,
de las SS nazis durante la Segunda Guerra 1994) y dos volúmenes con sus Escritos im-
Mundial. La novela repasa el repertorio del prudentes (Norma, 2002-2004).
pensamiento nacionalista de Heidegger, Su relación con el cine se plasma a tra-
colocado ante los ojos del hijo y del lector. vés de guiones y críticas, reunidas en Pasio-
La carta del hijo cierra la novela sin perdón nes de celuloide. Ensayos y variedades sobre
ni castigos. Por otro lado, con El ejército cine (Norma, 2000). Feinmann declaró ser
de ceniza (Alianza, 1994) y El mandato autor de más de cuarenta guiones, aunque
(Norma, 2000) Feinmann se aleja de la na- sólo una parte de ellos hayan sido filmados.
rrativa policial y filosófica para incursionar Entre ellos figuran: Últimos días de la vícti-
en la historia argentina desde la ficción. ma (Adolfo Aristarain, 1982); En retirada
El mandato se sitúa a fines de la década de (Juan Carlos Desanzo, 1984); Luna calien-
1920, en el clima que gestaba el golpe de te (Roberto Denis, 1986); Matar es morir
Estado de septiembre de 1930 encabezado un poco (Héctor Olivera, 1988; en inglés:
por José Félix Uriburu. La producción en- Two to tango); Cuerpos perdidos (Eduardo
sayística de Feinmann, de alguna manera, de Gregorio, 1990); Al filo de la ley (Juan

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F FERNÁNDEZ

Carlos Desanzo, 1991); Facundo, la sombra sella de manera significativa la impronta


del tigre (Nicolás Sarquis, 1995); Eva Perón vanguardista de su trayectoria: “Fue mi más
(Juan Carlos Desanzo, 1996); Love walked grande crisis de los 22 años, cuando yo era
in (Juan José Campanella, 1998; en espa- anarquista spenceriano”, escribirá más tar-
ñol, Ni el tiro del final); El visitante (Javier de. Publica por insistencia de sus directores
Olivera, 2000); El amor y el espanto (Juan (Leopoldo Lugones y José Ingenieros) en
Carlos Desanzo, 2000); Ay, Juancito (Héc- el diario socialista La Montaña. Fue amigo
tor Olivera, 2003). Algunas de sus obras personal de Juan B. Justo, con quien man-
fueron traducidas al alemán, italiano, por- tuvo una prolífica correspondencia. Tras
tugués e inglés. recibirse de abogado, en 1899 contrae ma-
D.M. trimonio con Elena de Obieta, con quien
tendrá cuatro hijos. A partir de allí publica
Fernández, Macedonio (Buenos asiduamente en las revistas de vanguardia
Aires, 1874 - 10/02/1952). Escritor argen- de la época como Martín Fierro y Proa, así
tino, de formación múltiple y erudita, au- como en publicaciones menos reconocidas
tor de una obra tan original como inclasifi- como Pulso, Carátula y Libra. A partir de
cable. Su complejidad parte de una vasta y 1925 figura junto a Xul Solar en diversos
heterogénea producción: novelas, cuentos, proyectos relacionados con el periódico
poemas, artículos periodísticos y textos en- Martín Fierro, en el cual ambos colaboran.
sayísticos. Ya como estudiante universitario El contacto con la vanguardia ultraísta y
publica una serie de crónicas costumbristas creacionista es paradigmático en su promo-
en El Progreso, periódico literario dirigido ción intelectual. Inmerso en el clima de los
por su primo Octavio Acevedo. Ya en su jóvenes poetas (aunque él ya promediara
adolescencia –a los 17 años– exhibe una una edad más avanzada) perpetra un parri-
escritura cuyo tono oscila entre lo irónico cidio ritual respecto de Leopoldo Lugones,
y lo paradojal; tono que caracteriza toda su el poeta nacional que ocupaba el canon en
obra. La escritura de Macedonio parte del el momento en el que los jóvenes del vein-
humor y el sarcasmo para terminar que- te optan por irrumpir con gesto rupturista
brando y disolviendo el lenguaje mismo. contra tanta rima y metro. Por esos años,
Dichas crónicas, publicadas en el periódico como parte de sus aficiones excéntricas y
de su primo, años más tarde son incluidas metafísicas, postula la existencia de una
en Papeles antiguos. comunicación entre conciencias a través
Amigo íntimo de Jorge Borges (padre de la telepatía. En 1910 obtiene el cargo
de Jorge Luis), comparte con él el interés de fiscal en el Juzgado Letrado de Posadas
por el estudio de la psicología y por la filo- (Misiones), puesto que ejerce sin demasia-
sofía de Arthur Schopenhauer. En 1897 la do entusiasmo durante algunos años. En
Facultad de Derecho de la UBA le otorga 1905 inicia su correspondencia con el fi-
el título de Doctor en Jurisprudencia. Una lósofo y psicólogo estadounidense William
de las primeras actividades que proyecta, James, hermano del escritor Henry James.
junto con varios amigos, es la fundación de La relación epistolar se mantiene hasta la
una comuna socialista en la selva de Para- muerte de James en 1911. También man-
guay. La utopía nunca se llevó a cabo pero tiene una profusa comunicación epistolar

• 466 •
FERNÁNDEZ F
con Ramón Gómez de la Serna. En 1920 disculparme no haber ido anoche. Soy tan
fallece su esposa, luego de una operación distraído que iba para allá y en el camino
quirúrgica y los hijos del escritor quedan al me acuerdo de que me había quedado en
cuidado de los familiares. Al respecto, vale casa. Estas distracciones frecuentes son
señalar que en varios de sus escritos, como una vergüenza y me olvido de avergon-
evidencia, Macedonio demuestra no creer zarme también. Estoy preocupado con la
en la muerte de los que se aman. A partir carta que ayer concluí y estampillé para
de entonces y durante casi dos décadas, el vos; como te encontré antes de echarla al
escritor deambula por modestos hospeda- buzón tuve el aturdimiento de romper-
jes y casas de amigos, adquiriendo extrañas le el sobre y ponértela en el bolsillo: otra
costumbres. Terriblemente friolento, duer- carta que por falta de dirección se habrá
me vestido: “Morir es sacarse el sobretodo”, extraviado. Muchas de mis cartas no lle-
escribirá el poeta. Asimismo abandona su gan, porque omito el sobre o las señas o
profesión de abogado. Una amistad crucial el texto. Esto me tiene tan fastidiado que
en la trayectoria del autor se inicia cuando rogaría que se viniera a leer mi correspon-
Jorge Luis Borges, tras su viaje a Europa, dencia en casa” (Papeles de Recienvenido,
regresa a la Argentina. En Fervor de Buenos 1929). Su producción literaria es intensa
Aires (el primer libro de poesías publicado pero reescribe permanentemente su obra,
por Borges, en 1923) hay un poema que al punto de mantener siempre sus textos
se titula “La plaza San Martín” y la dedi- como borradores, en situación “previa” a
catoria señala: “A Macedonio Fernández, la impresión. En 1927, en un momento
espectador apasionado de Buenos Aires”. electoral, el escritor organizó uno de sus
Al mismo tiempo, Macedonio reconoce en mayores actos humorísticos y transgreso-
sus escritos la apasionada generosidad de res: su postulación como candidato a la
su admirador. En el epígrafe de “Cirugía presidencia de la República. En 1928, la
psíquica de extirpación”, cuento publicado editorial de Manuel Gleizer edita No toda
en 1941 en la revista Sur, destaca: “Nací es vigilia la de los ojos abiertos, un extenso
porteño y en un año muy 1874. Todavía relato metafísico, a instancias de Raúl Sca-
no, pero muy poco después empecé a ser labrani Ortiz y Leopoldo Marechal. Al año
citado por Jorge Luis Borges, con tan poca siguiente publica Papeles de recienvenido en
timidez de encomios que por el terrible una colección dirigida por Alfonso Reyes.
riesgo a que se expuso con esta vehemen- En 1940, en Santiago de Chile se edita
cia comencé a ser yo el autor de lo mejor Una novela que comienza. En textos disper-
que él había producido. Fui un talento de sos como Novela de la Eterna (1929), Sobre
facto, por arrollamiento, por usurpación “belarte”, poesía o prosa (1933), Doctrina es-
de la obra de él. Qué injusticia, querido tética de la novela (1940), Poema de Poesía
Jorge Luis, poeta del ‘Truco’, de ‘El general del Pensar (1943) o Para una teoría de la
Quiroga va al muere en coche’, verdadero humorística (1944), el escritor planteó de
maestro de aquella hora” (Sur, nº 84, sep- modo anticipatorio la cuestión de los gé-
tiembre de 1941). La correspondencia que neros, junto con otros problemas teóricos
ambos mantienen refleja el humor absurdo como los conceptos de obra abierta, la in-
e irreverente de Macedonio: “Tienes que tertextualidad y la escritura. Su poesía –de

• 467 •
F FERNÁNDEZ DE OBIETA

fuerte intensidad lírica– marca decisiva- desde comienzos de la década de 1970,


mente su percepción metafísica de lo real: escribió junto con Gabriel del Mazo una
Elena Bellamuerte (1940); Muerte es beldad biografía de su padre, Macedonio Fernández
(1942); y Poemas (1953). Finalmente, en (Carlos Pérez, 1969).
1967 se comienzan a publicar sus trabajos Fue colaborador de la revista Palabra y
finales: Museo de la Novela de la Eterna. Persona, órgano de la filial argentina del Pen
Años más tarde aparecen: Cuadernos de Club, y de la revista Sur, a cuya directora
todo y nada (1972); Teorías (1974); Adria- le dedicó una biografía: Victoria Ocampo
na Buenos Aires (1975); Epistolario (1976); (Corregidor, 2000), aunque declara en una
Papeles Antiguos (1981). advertencia inicial al lector que el texto no
Y una vuelta atrás: en 1947, Mace- participa estrictamente de las convencio-
donio se instala en el barrio de Palermo, nes del género, sin ser tampoco “estudio,
en el departamento de su hijo Adolfo de panegírico, semblanza, sino unos cuantos
Obieta. Allí se dedica exclusivamente a es- apuntes que historian una admiración y
cribir una obra que comenzará a editarse una amistad” formulados sobre un conjun-
póstumamente. Efectivamente, todos sus to de cartas y recuerdos que abarcan la dé-
libros preparados para la publicación antes cada de 1968 a 1978 (p. 9). Lo que rescata
de su muerte –acaecida el 10 de febrero de fundamentalmente en la Ocampo es que
1952– fueron rescatados y entregados a las “había desafiado a una sociedad patriar-
editoriales por otros. Probablemente como cal y timorata” y confiaba en la juventud
parte de su estilo bohemio y extravagante, “como esperanza de humanidad creadora”
Macedonio fue descuidado (manifestando (p. 11). Renuente a la taxonomía literaria,
cierto desdén o indiferencia) en la publi- recupera a la mujer Victoria como “un ser
cación y difusión de sus escritos. En vida, humano hecho y derecho” (p. 13) que asis-
publicó cuatro libros y dos cuadernos de tió al equívoco privilegio de ver el fin de
poesía. Bastaron para sellar una obra ma- “un tipo de civilización”, como ella misma
yor de contraliteratura. le escribió a André Malraux (p. 12).
L.V. En el orden memorialista también es res-
+ Borges, Jorge Luis; De Obieta, Adolfo. ponsable de Macedonio. Memorias errantes
(Corregidor, 1999), con un enfoque muy
fernández DE OBIETA, Adolfo similar al empleado con Victoria Ocampo.
(De Obieta, Adolfo) (1902 - 2002). Nombre Así lo declara en la presentación del libro,
con el que se dio a conocer como escri- en el que confiesa reunir apenas “algunos
tor Adolfo Fernández de Obieta, hijo de recuerdos, algunas instantáneas de un muy
Macedonio Fernández y Elena de Obieta. interesante ejemplar de la raza humana al
En los últimos años de vida de Macedonio se que llegué a conocer bastante en sus últi-
consideró su “amanuense”, recomponiendo mos veinticinco años, como hijo y como
una relación que no siempre resultó cordial, amanuense” (p. 11). El volumen recupera
para convertirse más tarde en el principal algunas fotografías (Macedonio con sus hi-
impulsor de sus libros. Además de ordenar jos Adolfo y Jorge, por ejemplo), además de
y anotar las obras completas que en varios parte del epistolario entre padre e hijo que
volúmenes publica la editorial Corregidor se inicia con la fórmula “Querido Adolfito”

• 468 •
FERNÁNDEZ MORENO F
para atenuarse en un seco “Adolfo”, justa- de las mayúsculas en los textos, deificando
mente en aquellos años –mediados de la dé- algunos conceptos y abrumando con nom-
cada de 1930– en que el hijo parece burlarlo bres propios.
con la apertura “Mi querido papá y genio”, El escritor realizó una aparición en la
en ocasiones antecedida por el título de película Gombrowicz, o la seducción (re-
“doctor” que había conseguido Macedonio presentado por sus discípulos), dirigida por
al recibirse de abogado. Alberto Fischerman en 1986.
La presencia permanente de la figu- M.C.
ra paterna, que prácticamente condena a + Fernández, Macedonio.
Adolfo de Obieta a ser “el hijo de Mace-
donio”, se verifica en el volumen Conversa- Fernández Moreno, Baldo­
ciones imposibles con Macedonio Fernández, mero Eugenio Otto (Buenos Aires,
registro de un diálogo entre de Obieta y 15/11/1886 - 07/07/1950). Médico y
Ricardo Piglia (Corregidor, 2001). poeta, fue el mayor de los cinco hijos de
Una excepcionalidad de Adolfo de Baldomero Fernández y Amalia Moreno,
Obieta en la literatura argentina es su pre- un matrimonio de comerciantes españoles.
ferencia por las profecías, sobre las cuales Parte importante de la infancia del escri-
publicó tres volúmenes, todos ellos con tor –de los 6 a los 13 años– transcurre en
el título Tiempo de profecías (Corregidor, España: primero en Bárcena, entre 1892
1988), a los que se agregan los subtítulos y 1896, y luego en Madrid, entre 1896 y
El Apocalipsis (vol. 2, Corregidor, 1992) 1899; a fines de 1899 regresa definitiva-
y Profecías Siglo XX (vol. 3, Corregidor, mente a su ciudad natal. Allí continúa con
1998). En el primer caso recorre profecías sus estudios secundarios y, posteriormente,
precristianas, bíblicas, posbíblicas y deci- en la UBA cursa la carrera de medicina, de
monónicas, deteniéndose en el Apocalipsis, la que egresa en 1912.
Santa Hildegarda, Nostradamus y Joseph El poeta y crítico César Fernández Mo-
de Maistre. En el segundo caso se dedica reno ha señalado tres épocas en la produc-
a indagar las interpretaciones cristianas y ción poética de su padre: la etapa sencillista
extracristianas del Apocalipsis, vinculán- (1910 a 1923), la etapa formal (1924 a
dolo finalmente con el yoga, la astrología, 1937) y la sustancial (1938 a 1950).1 El
el tarot y el arte. En el último volumen se primer período coincide con el desarro-
ocupa de predicciones contemporáneas, llo paralelo de las tareas de médico y es-
tanto las teosóficas, astrológicas y espiri- critor, y con el establecimiento itinerante
tistas como las que emanan del papa Juan entre la ciudad de Buenos Aires y algunos
XXIII. En este texto subraya “la urgencia pueblos del interior de las provincias de
de una colaboración, fundamentalmente Buenos Aires y La Pampa (Chascomús,
cualitativa, para la autoregeneración de Catriló y Huanguelén). En 1924 el poeta
una humanidad en riesgo de degeneración se establece definitivamente en Buenos Ai-
masiva, terminal” sobre las que advierten res y abandona la medicina para dedicarse
tanto Gandhi en un extremo como Heide-
gger en otro y la sempiterna Roma por su 1.  Fernández Moreno, C., Introducción a
Fernández Moreno, Buenos Aires, Emecé,
parte. En todos los casos, De Obieta abusa
1956.

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F FERNÁNDEZ MORENO

exclusivamente a las letras y la enseñanza modernista). La crítica contemporánea ha


secundaria de literatura e historia. Es en encontrado, además, en los textos del co-
esta primera etapa cuando contrae matri- mienzo, un espacio privilegiado en el que
monio con Dalmira del Carmen López es posible leer la problemática baudelairea-
Osornio (la mujer inspiradora de la “Ne- na del poeta moderno en la multitud, y la
grita” de sus Versos de Negrita) y nace su irrupción de la nueva conciencia percepto-
primer hijo, César (1919-1985). También ra del paseante urbano.1
comienza a colaborar periódicamente en Entre 1925 y 1937 se desarrollaría el
diarios y revistas y a frecuentar las redac- período formal: los libros publicados aban-
ciones de las revistas Caras y Caretas y No- donan la unidad temática buscada en la
sotros. Se publican asimismo sus primeros época anterior y se centran, en cambio,
libros de poesía: Las iniciales del misal (Im- en un tipo de unidad atenta a los proce-
prenta de José Tragant, 1915); Intermedio dimientos formales, unidad evidenciada
provinciano (Imprenta de José Tragant, en los títulos: Décimas, Sonetos, Roman-
1916); Ciudad (Buenos Aires Sociedad ces, Seguidillas. La nueva producción líri-
Cooperativa Editorial Limitada, 1917); ca se caracteriza fundamentalmente por la
Por el amor y por ella (L. J. Rosso y Cía., “utilización de formas poéticas clásicas” y
1918); Campo argentino (Provincia de Bue- “cierto barroquismo en el pensamiento y
nos Aires) (Imprenta A. Mercatali, 1919); la expresión”.2 Publica entonces los libros
Versos de Negrita (Imprenta A. Mercatali, de poesía: Aldea española (Tor, 1925); El
1920); Nuevos poemas: Ciudad-Intermedio hijo (Buenos Aires Cooperativa Edito-
provinciano-Campo argentino (Tor, 1921); rial Limitada, 1926); Poesía (L. J. Rosso,
Canto de amor, de luz, de agua (Tor, 1922); 1928); Décimas (L. J. Rosso, 1928); Úl-
Mil novecientos veintidós (Tor, 1922); y El timo cofre de Negrita (L. J. Rosso, 1929);
hogar en el campo (Tor, 1923). Estas obras Sonetos (L. J. Rosso, 1929); Cuadernillos de
obtienen un muy inmediato reconoci- verano (L. J. Rosso, 1931); Dos poemas: La
miento por parte de la crítica; los primeros tertulia de los Viernes-Epístola de un verano
artículos que las celebran pertenecen, entre (El Ateneo, 1935); Seguidillas (El Ateneo,
otros, a Enrique Banchs (La Razón, 1915), 1936); y Romances (El Ateneo, 1936). En
Roberto Giusti (Nosotros, 1917) y nada este período comienza a escribir y difundir,
menos que Leopoldo Lugones (La Nación, tanto en publicaciones periódicas como en
1916). Si bien C. Fernández Moreno con-
sidera que este período constituye la época 1.  Monteleone, J. (2006), “La invención de
sencillista de Baldomero, puede afirmarse la ciudad. Evaristo Carriego y Baldomero
que el concepto de sencillismo ha perma- Fernández Moreno”, en Rubione, A. (dir.),
La crisis de las formas, vol. 5 de Jitrik, N.
necido asociado a la totalidad de su obra (dir. col.), Historia crítica de la literatura ar-
y no sólo a la producida en esta primera gentina, Buenos Aires, Emecé; Monteleone,
etapa. A través de este concepto se ha que- J. (2006), “Baldomero Fernández Moreno:
rido destacar cierta austeridad temática y el poeta en la ciudad”, en Montaldo, G.
formal, cierta concisión expresiva para la (comp.), Irigoyen entre Borges y Arlt (1916-
1930), t. 2 de Viñas D. (dir. col.), Literatura
evocación de imágenes cotidianas (contra argentina siglo XX, Buenos Aires, Paradiso.
la hegemonía del grandilocuente verso
2.  Fernández Moreno, C., op. cit., p. 21.

• 470 •
FERNÁNDEZ MORENO F
conferencias, diversos textos en prosa. Co- “Obra ordenada”– en función de diferen-
mienza también el reconocimiento oficial tes núcleos temáticos o secciones, proyecto
a su obra: en 1925 es elegido presidente no realizado totalmente hasta después de
de la SADE y obtiene el primer Premio su muerte. De las secciones que elige para
Municipal por Aldea española; el segundo su obra poética aparecen: Yo médico; yo
Premio Nacional por Décimas y Poesía en catedrático (Anaconda, 1941); San José de
1928; y el primer Premio Nacional en poe- Flores (Emecé, 1943); Ciudad (Edición de
sía por Dos poemas, Romances y Seguidillas la Municipalidad de Buenos Aires, 1949);
(1933-1937). En cuanto a la vida perso- y Viaje del Tucumán (El Balcón de la Ma-
nal del poeta, nacen sus otros cuatro hijos: dera, 1949). Asimismo, deja concluidas la
Dalmira, en 1926 (fallece al año siguien- corrección y ordenación de todas las demás
te), Ariel en 1927, Manrique en 1928 y secciones salvo “El hogar en el campo y en
Clara en 1930. la ciudad” y “Los hijos”. De las secciones
El inicio de la tercera etapa de su escri- que proyecta para su obra en prosa alcanza
tura en 1937 coincide con un episodio bio- a publicar un anticipo de La patria desco-
gráfico que algunos críticos sindican como nocida (Emecé, 1943) y la primera serie de
causante de un giro en su cosmovisión La mariposa y la viga (Editora del Plata,
poética: la muerte de su hijo Ariel, de 10 1947); deja terminados los originales de
años, y el consecuente “estado de insom- Quiosco, Guía caprichosa de Buenos Aires,
nio y depresión nerviosa que se prolonga gran parte de La patria desconocida, La ma-
hasta fines de 1939”.1 En esta época sus- riposa y la viga y, en borrador, el resto de
tancial “concurren en su más alta tensión estos dos últimos libros: Figuras del polvo y
todos los caracteres de las etapas anterio- de la garúa, y la parte que alcanza a escri-
res: el máximo de intensidad lírica unido al bir de Vida y desaparición de un médico. En
máximo de perfección formal, volcándose cuanto a Un hilo de araña, queda corregido
en una escala de temas que abarca desde pero sin ordenar.
la vida cotidiana descubierta por el poeta En esta tercera etapa continúan los reco-
hasta los motivos centrales de la poesía de nocimientos a su obra; el último de ellos,
siempre […] y se instala, cuando no en la en junio de 1950, consistió en el Gran Pre-
angustia, en la más acerada melancolía, mio de Honor por Parva, otorgado por la
en el desengaño y la amargura”.2 Durante SADE. Pocos días después, el 7 de julio, el
este período se publican los libros de poe- poeta muere en Buenos Aires como con-
sía Continuación (Espasa-Calpe, 1938); secuencia de un derrame cerebral a los 63
Buenos Aires: Ciudad-Pueblo-Campo (Gui- años de edad.
llermo Kraft, 1941); Parva (Guillermo F.N.
Kraft, 1949); y, póstumos: Suplementos (El
Balcón de la Madera, 1950) y Penumbra. FERNÁNDEZ MORENO, César
Libro de Marcela (Losada, 1951). El poe- (Buenos Aires, 26/11/1919 - París, 1985).
ta concibe el proyecto de publicar toda su Poeta argentino fallecido en París, circuns-
producción corregida y sistematizada –su tancia que no atenúa la convicción esta-
1.  Ibíd., p. 22. blecida en “Argentino hasta la muerte”,
poema en el cual recupera un verso de su
2.  Ibíd., p. 23.

• 471 •
F FERNÁNDEZ MORENO

antecesor Carlos Guido y Spano. César alegre ciprés y La palma de la mano. Otros
es hijo del también poeta Baldomero poemarios suyos son: Veinte años después
Fernández Moreno (sobre quien bromeaba (1953); Buenos Aires me vas a matar (15
insinuando: “adonde vaya me persiguen se- poemas largos dispuestos a modo de auto-
tenta balcones”) y hermano de Manrique, biografía) (1963), que contiene el célebre
asimismo dedicado al menester poético, “Argentino hasta la muerte” (luego editado
además de Clara. Su hija Inés se destaca en forma individual por CEAL en 1982);
también como narradora. Aunque se lo re- Los aeropuertos (1967); Ambages (1972);
conoce como miembro de la Generación Sentimientos completos (De la Flor, 1981).
del 40, alentó a las promociones posterio- La editorial Perfil reunió en dos volúmenes
res e incluso teorizó sobre ellas, organizan- todos los poemas, con el título Obra poéti-
do antologías a través de las cuales difun- ca I y II (1999).
dió a los jóvenes y desarrollando la crítica Los “ambages” –recopilados en dos li-
de poesía, en la que se destacó tanto como bros y luego unificados en Sentimientos
en la creación. completos (De la Flor, 1982)– son frases in-
Su papel como promotor de poesía fue sinuantes, a veces irónicas, que juegan con
cumplido fundamentalmente en la co- el significado de la expresión “decir algo
lección “Fontefriada” y en la fundación y sin ambages”, deleitándose en el carácter
dirección de revistas como Contrapunto, indirecto de las observaciones que contie-
Correspondencia y Zona, a las que se lan- nen tales ejercicios, a veces resueltos en un
zó tras haberse desempeñado como críti- dístico (“De cariño y de farmacia / la mu-
co de cine en la legendaria revista Nosotros jer nunca se sacia”), otras veces con ento-
(1907-1943) orientada por Roberto Giusti nación refranera (“Hay dos clases de deses-
y Alfredo Bianchi. Simultáneamente fue peración. La relativa o poesía. La absoluta
colaborador del diario La Nación y de la o muerte”) y algunas más con resignación
revista Sur, dirigida por Victoria Ocampo. filosófica (“La vida es un quilombo pero
En sus publicaciones se dedicó sobre todo uno lo va regenteando”), ya muy próxima
a la vanguardia poética y enfiló sus intere- a las reflexiones de las Charlas de mi amigo
ses hacia la renovación del verso, de lo que de Enrique Loncán, del estilo “El borra-
dejará testimonio en los ensayos Introduc- cho que comienza a frecuentar la lechería
ción a la poesía y La realidad y los papeles ya está muy cerca del delirium tremens”, no
(Madrid, Aguilar, 1961), además del texto sin conceder resonancia a los membretes de
que dedicó a la obra de su padre, Introduc- Oliverio Girondo (“Las orejas ponen a la
ción a Fernández Moreno (Emecé, 1956). nariz entre paréntesis”).
Junto con Horacio Jorge Becco organizó la En “Argentino hasta la muerte”, Fer-
Antología lineal de la poesía argentina. nández Moreno enumera idiosincrasias
Sus comienzos en la creación corres- locales, sin orden ni jerarquía, además de
ponden a la década de 1940 con Gallo deslizar algunas críticas semiveladas hacia
ciego (1940), que tuvo el espaldarazo de Perón, llegando a unificar en un mismo
un prólogo en verso escrito por su padre. verso la metafísica pampeana de Macedo-
En el prolífico año 1941 se suceden: Ro- nio Fernández con la destreza deportiva
mance de valle verde; La mano y el seno; El de un ídolo del box como Pascual Pérez,

• 472 •
FERNÁNDEZ MORENO F
como consta en estos versos: “enormes es- verdad radica en soplos”. A continuación
calinatas rampas rampantes / pero se sube se dedica a definir al poeta menos como
por el pastito / aquí las vacunas nunca responsable de esas combinaciones lingüís-
prenden / los timbres de alarma sólo sue- ticas que como un sujeto inevitablemen-
nan cuando se descomponen / entonces de te arrastrado al destino de la expresión en
todos modos nadie se alarma / la policía función de una sensibilidad peculiar más
sólo descubre a los terroristas cuando se les próxima a la animalidad que a la condición
caen las bombas / los teléfonos se cortan etérea que se le atribuía al poeta románti-
solos ni las malas noticias pueden recibirse co: “el poeta nace se hace se deshace / se
de un tirón / cuando alguien lleva un libro rehace renace / es el inspector más general
en la mano es su autor / cuando no es una / un contemplativo sin contemplaciones /
caja de ravioles / y de pronto salta Mace- todas las cosas le interesan por igual pero
donio Fernández zapateando un malambo a algunas les presta / demasiada atención
con Pascualito Pérez / pero no me hable de / a otras demasiado poca / es un científico
la literatura argentina ni del atletismo na- cuya mente funciona sin datos / es un des-
cional / no crean en lo general en el general lenguado / es una cruza de perro y dactiló-
/ crean en lo particular en el particular / grafo / para ser poeta basta con saber oler
crean en algunas firmas no crean en nin- y escribir / su conducta nunca es absurda
gún sello aclaratorio / la realidad tiene más / nunca sabe en qué recodo encontrará las
de veinticinco renglones por foja / de qué palabras / siempre está naufragando en la
sirve un papel bajo la lluvia / y bueno soy libertad / atravesando de piedra en palabra
argentino”. el río del tiempo / todo el tiempo siente
En “Las palabras”, del mismo 1963, en- cómo pasa el tiempo / cambia gente por
saya una fenomenología del lenguaje poé- soledad a través de angustia”.
tico que aparece asociado a la agresividad Fernández Moreno ha sido identificado
y a la efectividad inmediata: “sólo viven como representante de la Generación del
para morir / son pilotos suicidas / perecen 40 en poesía, que según su propio análisis
al tocar su objetivo / la poesía es uno de plasmado en La realidad y los papeles cons-
esos objetivos / uno de los nombres del ta de “muchos valores estimables” y no de
hombre / su respuesta al canto del gallo / dos o tres cumbres que opacan al resto.
toda expresión equívoca que aclara las co- Junto con Enrique Molina, Olga Orozco,
sas / la parte en blanco de los formularios Daniel Devoto, Juan Rodolfo Wilcock,
/ el himno de libertad de un libre o de un Vicente Barbieri, Alberto Girri y Eduardo
esclavo / un balbuceo muy bien impos- Jonquières participó de la revista Canto,
tado / un abuso del lenguaje / cualquier limitada a dos números en 1940, dirigi-
cosa natural para decir después de hacer dos por Miguel Ángel Gómez, Julio Mar-
el amor / un lenguaje siempre tan intenso sagot y Eduardo Calamaro. Muchos de
como una despedida / el halo que circun- ellos continuarían su difusión poética en
da ese lenguaje / cuando se llega al límite la revista Huella (1941), dirigida por José
sólo hay un modo de hablar / la metáfora María Castiñeira de Dios y Verde Memoria,
decir que una cosa es otra / en el límite creación de Wilcock y Ana María Chohuy
todas las cosas son otras / todo es todo la Aguirre.

• 473 •
F FERNÁNDEZ MORENO

Los poemas de Fernández Moreno in- nacionales como los diarios Clarín y La
tegran varias antologías, desde las Páginas Nación y revistas cuya diversidad se ex-
australes seleccionadas por Luis Beltrán tiende desde Para Ti hasta Maniático tex-
Guerrero (Publicaciones de la Embajada tual. Es autora de los libros de cuentos: La
de Venezuela, 1979) hasta la binacional vida en la cornisa (Emecé, 1993); Un amor
Pontes, organizada por el argentino Jorge de agua (Alfaguara, 1997); Hombres como
Monteleone y la brasileña Heloisa Buarque médanos (2003) y Mármara (Alfaguara,
de Hollanda (FCE, 2003). 2009); además de la novela La última vez
Desde París, a fines de la década de que maté a mi madre (Punto de lectura,
1960, Fernández Moreno recitaba sus poe- 1999). Luego de la crisis económica y
mas por radio en el marco del programa política de la Argentina en diciembre de
conducido por el locutor peruano Hugo 2001 abandonó el país para instalarse en
Guerrero Martinheitz. Allí se lo conocía Marbella (España), donde se desempeñó
como “el Joven”, en evidente diferencia- como publicista continuando una labor
ción de su padre Baldomero, inevitable- ya ejercida en su ciudad natal, donde
mente “el Viejo”. En 1982 organizó junto llegó a directora creativa de una agencia
con David Viñas un número de la revista que sufrió el remezón 2001. A su regreso,
Les Temps Modernes –fundada por Jean- publicó la novela La profesora de español
Paul Sartre– dedicado a la Argentina. Su (Alfaguara, 2005), con elementos auto-
presencia en París, donde se destacó por biográficos de su exilio de tres años. Sobre
su militancia a favor de los derechos hu- algunos textos suyos se desarrolló la obra
manos, llevó al presidente Raúl Alfonsín teatral Marta y Marta, representada entre
(1983-1989) a designarlo agregado cultu- 2000 y 2003.
ral en Francia en 1984. M.C.
Bajo la dirección de Luis Felipe Alegre
se presentó en 2005 un espectáculo teatral Fernández Moreno, Man­
sobre textos de César Fernández Moreno, rique (Buenos Aires, 1928-2006). “[E]ra
que se proponía como reedición del ciclo un hombre colgado de una pipa / lento
“La poesía es para todos”, conducido por particularmente vulgar” (“25 de octubre
el propio poeta a comienzos de la década de”, Pateando un empedrado), declara en un
de 1960. La obra fue coproducción de los poema suyo Manrique. Y verosímilmente
grupos El Silbo Vulnerado de España (ho- estos versos pueden representar a su autor,
menaje desde su nombre al poeta Miguel si atendemos a cierta iconografía que lo re-
Hernández) y El Indicio de Argentina. trata fumando una pipa; lo de “vulgar”, en
M.C. sentido de más común, menos conocido, si
lo contrastamos con Baldomero, su padre,
FERNÁNDEZ MORENO, Inés poeta sencillista de nítido renombre, y con
(1947). Narradora argentina, cuya pro- su hermano César, crítico y poeta.
sapia poética entronca en su abuelo Manrique o Manro, entonces. Poeta, no-
Baldomero y su padre César. Licenciada velista, diplomático (entre otros cargos fue
en Letras, además de en la literatura, cónsul en Uruguay y Chile). Accedió a la
incursionó en el periodismo en medios literatura por la senda de una poesía “pa-

• 474 •
FERNÁNDEZ MOUJÁN F
rricida”. Esto es: “de arranques modernis- mero Fernández Moreno, texto en el que
tas”, que se volvieron progresivamente más se tematiza la inmigración europea al Río
módicos hasta aproximarse a la entonación de la Plata y su carácter ascensional. De
paterna. Entre sus poemarios, cabe seña- hecho, el libro sigue el itinerario de un
lar: Poemas, 1948 (El balcón de madera, emigrante –padre del autor– que de mu-
1948; editorial dirigida por Luis Seoane); chacho pobre en España se transforma en
Suplementos (El balcón de madera, 1950); señor aseñorado en la Argentina. Junto
Poemas hasta 1951 (El balcón de madera, con su hermano César compiló Biblio-
1952; Premio Iniciación de Poesía de la grafía de Fernández Moreno (Universidad,
Comisión Nacional de Cultura 1949). En 1961; con un apéndice de Horacio Jorge
septiembre de 1954, en el Teatro Florencio Becco). Y en 1968 prologó una serie de
Sánchez, el movimiento Poesía Buenos Ai- sonetos de Dalmira del Carmen López
res (también revista y editorial: fundamen- Osornio, su madre, Obras completas in-
tal en la llamada Generación del 50) lleva éditas (Huemul).
a cabo una presentación de la nueva poesía Fue redactor en varios periódicos y co-
argentina y entre sus integrantes aparecen laboró en distintas revistas literarias, entre
entre otros: Manrique, Alberto Vanasco, ellas: Ventana de Buenos Aires (1952-1956;
Mario Trejo, Raúl Gustavo Aguirre, Jorge dirigida por Mario Jorge De Lellis y Ro-
Enrique Móbili, Francisco Paco Urondo, berto Hurtado de Mendoza) y Correspon-
Rodolfo Alonso, Ramiro de Casasbellas, dencia.
Edgar Bailey. El ciclo poético del autor R.C.
continúa con: Beso en automóvil (Trayec-
toria, 1956); Memorias de un príncipe ar- FERNÁNDEZ MOUJÁN, Pedro
geutimo. A la memoria de una princesa rusa (Buenos Aires, 1961). Corrector, periodis-
(Editores Dos, 1969); Pateando un empe- ta, escritor y director de cine documental.
drado (Rodolfo Alonso Editor, 1970), en En prensa ha trabajado en medios nacio-
cuya nota el autor precisa que: “Este libro nales como La Nación, La Razón, Clarín,
es el resultado de 17 años de indolencia. Es Página/12 y revista Crisis, y en diarios in-
una especie de espiral cuya iniciación, en ternacionales como Mundo Obrero y Cinco
general, está al final del volumen, y cuyas Días (España). En 1987 fundó la revista
contorsiones, o círculos superiores –aún de psicoanálisis y cultura Psyque, que di-
en movimiento–, aparecen, también en rigió hasta 1989. Actualmente trabaja
general, al principio del libro”. Por lo que en la agencia Télam como periodista de
atañe a la producción novelística, tenemos espectáculos.
dos ejemplos: Suicidio natural (Botella al En 1997 entró en contacto con el mun-
mar, 1953) y Sus otras muertes (Goyanarte, do de las murgas porteñas e inició un tra-
1963), especie de memoria de la carrera li- bajo orgánico de investigación sobre los
teraria del autor. modos en que la tradición de Buenos Aires
Por otra parte, se encargó de editar al- diluye y subestima las manifestaciones ar-
gunas de las obras de sus padres. En 1959 tísticas de corte popular. En su documental
seleccionó, prologó y anotó La patria Murgas y murgueros (2003), presentado en
desconocida (1943), memorias de Baldo- el Festival Internacional de Cine Indepen-

• 475 •
F FERNÁNDEZ VEGA

diente de Buenos Aires (Bafici), recupera la enfatizando una idea que recorre sus dos
denuncia y analiza las implicancias sociales trabajos: que Clausewitz no fue sólo un
de la pérdida del carnaval como fiesta po- escritor militar sino también un pensador
pular genuina y aglutinante. político y social.
En 2000 publicó su novela Millas, en la En el campo de la estética ha publicado:
cual, con una prosa que juega con el tono Lo contrario de la infelicidad. Promesas esté-
indiferente de las traducciones y el subtitu- ticas y mutaciones políticas en el arte actual
lado cinematográfico, inventa un EE.UU. (Prometeo, 2007), donde discute el lla-
que se dirime entre la carretera y la ciudad mado “fin del arte”, a la vez que propone
de Nueva York. resistirlo.
V.L. M.A.

Fernández Vega, José (Buenos FERNANDO, Valentín. Véase Schp­


Aires, 1965). Doctor en Filosofía por la rejer, Abraham Valentín.
UBA e investigador del Conicet. Dedicado
a la filosofía política y a la estética, colabora FERRARI, Juan Carlos. Véase Gran­
habitualmente con el suplemento cultural de, Enrique.
del diario Clarín y con Ramona, además de
publicar regularmente en diversas revistas FERRER, Christian (Santiago de Chile,
académicas (Prismas y Cuadernos de Ética 1960). Sociólogo egresado de la UBA y po-
entre las más frecuentes). lémico ensayista. Es titular de la cátedra de
Publicó dos libros sobre Von Clausewitz Filosofía de la Técnica y del Seminario de
(sobre quien hizo su tesis de doctorado). Informática y Sociedad en la Facultad de
En el primero, Carl von Clausewitz. Gue- Ciencias Sociales de la UBA. Ha colabora-
rra, política, filosofía (Almagesto, 1993), do en diferentes medios de comunicación
expone las teorías desarrolladas por Calu- y, como juez y parte, reflexiona sobre ellos
sewitz en De la guerra y las relaciona con con rigor y asiduidad: los nuevos soportes
la filosofía anterior y contemporánea a él. de circulación de la información, sus efec-
Profundiza este aspecto en su segundo tra- tos sobre la recepción y su pregnancia son
bajo: Las guerras de la política. Clausewitz algunos de sus tópicos habituales.
de Maquiavelo a Perón (Edhasa, 2005). El eje más transitado de sus investiga-
Aquí Fernández Vega hace un análisis de ciones ronda alrededor del anarquismo, tó-
la recepción de De la guerra por el mar- pico con el que parece unirlo algo mucho
xismo, durante las dos guerras mundiales más profundo que la curiosidad intelec-
y en la Argentina. En esta última parte, tual. Christian Ferrer se declara anarquista
el proyecto se vuelve más ambicioso: no y explica la génesis de su condición en su
sólo hay un rastreo de la forma en que se formación: a diferencia de los jóvenes ar-
leyó a Clausewitz, sino que arriesga un in- gentinos de los sesenta y setenta, formados
tento explicativo. A partir del análisis de en una moral de izquierda nacionalista y
trabajos anteriores de Juan Carlos Morín y clásica, él creció en contacto con la con-
Leon Rozitchner, Fernández Vega intenta tracultura norteamericana que, lejos de as-
que De la guerra explique la “guerra sucia” pirar a la toma del poder, pujaba por una

• 476 •
FERRER F
nueva espiritualidad. Esa espiritualidad de un movimiento que conjuga la radica-
renovadora, sostenida por un profundo lidad con la heroica y frustrada tarea de
sentido de justicia social y organización combatir la injusticia de un sistema que se
colectiva, horizontal y orgánica es lo que afirmaba y los confinaba a la marginalidad.
Ferrer entiende como “ideología anarquis- Esta obra es el análisis de cómo una con-
ta”. Una ideología en el sentido más plural ciencia de libertad ilustrada y una imagina-
y exacto de la categoría, como sistema de ción política luminosa deviene en cabeza
principios básicos para operar sobre la vida de tormenta.
cultural y la realidad social. Además de su particular filiación con el
En relación con el ejercicio y la perma- anarquismo, sus ejes de análisis incluyen
nencia del anarquismo en su forma contem- la influencia del imperio de la técnica en
poránea, ha publicado El lenguaje libertario: el desarrollo de nuevos modos de relación
antología del pensamiento anarquista con- social e interpersonal. La consolidación de
temporáneo (1998), compilación en la que una nueva hegemonía respecto de los mo-
se aborda el aggiornamiento y adecuación dos de pensar y de vivir en relación con
de la discursividad libertaria en un contex- este fenómeno es el tópico de El mal de ojo.
to moderno. Textos de Michel Foucault, El drama de la mirada: crítica de la violencia
Gilles Deleuze, Murray Bookchin, Paul técnica (Colihue, 1997; Octaedro, 2000).
Feyerabend, Agustín García Calvo, Ho- Barón Biza. El inmoralista (Sudamerica-
racio González, Dora Barrancos, Néstor na, 2007) es su última obra publicada. A
Perlongher y Noam Chomsky, entre otros, partir del excéntrico y alucinado intelectual
permiten poner en diálogo el pensamiento cordobés Raúl Barón Biza, Ferrer analiza la
ácrata original con sus formas y posibili- figura estigmatizada del escritor misógino,
dades actuales. El trabajo de Ferrer ubica anticlerical, blasfemo, pornógrafo y sexó-
nuevos modos de pensar “lo libertario” –ya pata que se hizo mito por fuera del sistema
no entendido estrictamente como anarquis- literario y que tiende hoy a instalarse en el
ta– a partir de la selección de ideólogos que paradójico canon de los marginales. La re-
establecen propuestas de continuidad con cuperación de la historia del “escritor mal-
la posibilidad de una transformación que dito” –trabajo facilitado por su hijo Jorge
excede la política en un planteo de tipo cul- Barón Biza, amigo de Ferrer– intenta dar
tural. Se trata, en definitiva, de un discurso cuenta de las grietas de una historia tan si-
superador que interpela el esencialismo del lenciada como truculenta.
pensamiento anarquista y lo somete a una Como editor, Christian Ferrer perteneció
deconstrucción que materializa el enfoque al staff de las revistas El Ojo Mocho (1991),
respecto de las relaciones sociales en un Utopía, Fahrenheit 450, La Caja, La Letra A
marco igualitario. y Artefacto. Ferrer también ha publicado La
Con Cabezas de tormenta, publicada en curva pornográfica: el sufrimiento sin sentido
el año 2004 por la editorial Utopía liberta- y la tecnología (Pepitas de Calabaza, 2006).
ria, afirma su mirada sobre el anarquismo Su libro Lírica social amarga. Últimos escritos
desde una perspectiva personal, que com- sobre ajedrez, ciudad, técnica, paradoja (Pepi-
bina una especie de autobiografía lírica y tas de calabaza, 2003) reúne escritos inédi-
evocativa de su experiencia ácrata. La idea tos de Ezequiel Martínez Estrada. Con Os-

• 477 •
F FERRETI

valdo Baigorria compiló Néstor Perlongher. café de Euterpe (1951); La pasión de Jus-
Prosa plebeya, Ensayos 1980-1992 (Colihue, to Pómez (1954); Farsa de farsas (1954);
1997). Su última recopilación es La mala Farsa del consorte (1954); La prédica
suerte de los animales (Biblioteca Nacional/ con música (1955); Farsa del cajero que
CCC, 2009). fue hasta la esquina (1957); ¡Pum…
V.L. en el ojo! (1961); Farsa del sexo opuesto
(1967); Farsa sin público (1969).
FERRETI, Aurelio (1907 - 1963). Ac­ Pau. Cro.
tor, director y autor teatral especialmente
dedicado a la farsa según el modelo y el Ferreyra, Gustavo Alejandro (Bue­
espíritu medieval. Este género le permi- nos Aires, 1963). Narrador. Publicó cin-
tió desarrollar una búsqueda estética que co novelas y un libro de cuentos. Su obra
consiste en sacar de una realidad formal a consigue articular uno de los mundos fic-
los personajes –inspirados en hombres con cionales más consistentes de la narrativa
los pies en la tierra– para desenmascararlos argentina de las últimas dos décadas.
moralmente. El desamparo (Sudamericana, 1999)
Son exponentes de esta exploración: La se plantea como novela de iniciación. Es
multitud (1945); Farsa del héroe y el villano la historia de dos jóvenes que pasan por
(1946); Fidela (1946) en la que, a través de acontecimientos propios de su clase (estu-
muñecos que se humanizan para hacerse dian, inician relaciones sentimentales, se
cargo de sus destinos se elabora una crítica reciben, trabajan) en un medio alienante
de la rutina que subyace en el matrimonio; que no parece ofrecer protección para la
Las bodas del diablo (1947), versión del construcción de una subjetividad. El clima
pacto fáustico; y especialmente, la Farsa del de desprotección augura el mundo que se
cajero que fue hasta la esquina (1957). Esta presenta, en realidad, en la novela anterior:
última pieza esgrime –aprovechando los El amparo (Sudamericana, 1994). Aquí, la
modismos del hablar porteño– una crítica acción se desarrolla íntegramente en una
a los mecanismos de la Justicia. La obra de especie de casa señorial. El protagonista,
Ferretti apela además al principio de dis- uno de los sirvientes, vive en el temor de
tanciamiento propuesto por Brecht y llama ser expulsado de un mundo que siente que
a la reflexión metateatral en los segmentos lo protege, más allá de graves humillacio-
en los que representa escenas teatrales den- nes que nunca percibe como tales.
tro de las tramas. Gineceo (Sudamericana, 2001) muestra
las experiencias y la interacción de tres mu-
Obra de Aurelio Ferreti jeres de generaciones diferentes que convi-
La multitud (1945); Farsa del héroe y el ven en un departamento arruinado. Vértice
villano (1946); Fidela (1946); Bertón y (Sudamericana, 2004) presenta las viven-
Bertina. Farsa de los consortes (1946); cias de personajes que circulan por mun-
Las bodas del diablo (1948); Farsa de la dos paralelos, cruzándose sin reconocerse.
cama y el sofá (1947); La ilusión de Bal- Los espacios urbanos en los que coinciden
tasar (1949); Bonome. La farsa del hom- y la representación de la ciudad como un
bre y el queso (1949); Histrión (1949); El todo son los mayores factores de cohesión

• 478 •
FERREYRA F
del relato. En El director (Losada, 2005), la por los otros o por sus propios pensamien-
voz en primera narra los cuarenta años de tos obsesivos. Ese mundo cerrado se tra-
vida de un director de escuela, entre 1966 duce en distintos tópicos, como el de las
y 2006. A su vez, se presentan capítulos de casas que se constituyen como un espacio
una novela sobre un amor incestuoso, que del que no hay escapatoria, o las relaciones
ese personaje va escribiendo. La narración incestuosas, en que el deseo circula sólo
en primera, los quiebres temporales, la dentro del espacio de lo familiar.
clara historización de los acontecimientos El lenguaje se hace cargo de este mun-
son diferencias respecto de su narrativa do: es cerrado sobre sí mismo; la escasa
anterior. Sin embargo, persisten ciertas presencia de marcas de oralidad o dialec-
constantes: un efecto de “acorralamiento” tales crean un clima enrarecido. No es un
de los personajes en un mundo opresivo o lenguaje neutro, sino con la carga de la
sin sentido, la dificultad para realizar una tensión propia del mundo que se describe.
reflexión sobre la propia experiencia, la di- La obra de Ferreyra tiende un puen-
ficultad para una conciencia del paso del te desde las obras en que se muestra un
tiempo. En 2009, aparece Piquito de oro, mundo cerrado, entre atemporal y no
novela en la que Ferreyra retoma muchas claramente localizado (como El amparo)
de estas cuestiones. a otras en que la acción se sitúa en contex-
Cada uno de los cuentos de El perdón tos más precisos, como El director; desde
(Simurg, 1995) muestra los temas que se personajes que no evolucionan ni apren-
expanden en sus novelas: relaciones fami- den hasta narrativas más concretamente
liares o laborales en las que pesa más el de iniciación o aprendizaje; desde mundos
ejercicio del poder que las tentativas de kafkianos a otros que parecen responder a
comunicación, la profunda incomodidad una clave más realista. De todas formas, a
de los sujetos ante la dificultad de com- pesar de estas diferencias, lo que domina
prender sus experiencias, el cuerpo como es la imposibilidad de explicar a través de
una torturada zona de mediación entre yo la historización y la imposibilidad de un
y el mundo. aprendizaje. En ese clima opresivo, su lite-
El mundo ficcional de Ferreyra muestra ratura consigue un efecto paradójicamente
marcadas constantes. Se describe el efecto liberador en lo que hace a la posibilidad de
de la internalización de las consecuencias enunciación de esos mecanismos, libera-
de las relaciones de poder; la imposibilidad ción que nunca se otorga a sus personajes.
de comunicación en un mundo de relacio- Si bien es escasa la escritura académica
nes verticales, que pueden afectar incluso sobre este autor, su obra recibió reseñas pe-
los ámbitos más privados; los mecanismos riodísticas atentas de críticos y narradores
obsesivos que no llevan al autoconocimien- como Oliverio Coelho, Aníbal Jarkowski,
to y que a la vez impiden la posibilidad de Martín Kohan, Fermín Rodríguez y Syl-
comunicación con el otro; el mundo como via Saítta. Estos en general coinciden en la
un espacio cerrado donde no parece haber originalidad, consistencia y profundidad
un “afuera” en el cual el yo encuentre espa- de la obra de Ferreyra, en los rasgos arriba
cios no controlados, o en los que al menos descriptos y en la escasa relación que esta
los sujetos descansen del control ejercido literatura guarda con las líneas dominantes

• 479 •
F FERREYRA BASSO

de la narrativa argentina. Se diferencia de Castro (1956) es una loa a este compositor,


la tradición realista, pero su humor negro pianista, violinista y director de orquesta
raramente se contacta con formas de iro- argentino, que contó con la viñeta e ilus-
nía posmoderna al modo de César Aira. Se tración del artista plástico argentino Raúl
contacta con los climas de Luis Gusmán Soldi.
o con las representaciones de la ciudad y L.P.
subjetividad de Oliverio Coelho o Edgar-
do Scott. Sus filiaciones son más claramen- Ferro, Roberto (Buenos Aires, 1944).
te europeas, con la tradición kafkiana, o Autor, investigador y profesor de litera-
con las ficciones de Thomas Mann y, sobre tura hispanoamericana en la Facultad de
todo, de Robert Walser. Filosofía y Letras de la UBA. Se doctoró
E.M. en Letras en 2002 con una tesis sobre Juan
Carlos Onetti. Como parte de su labor
FERREYRA BASSO, Juan G. (Alberti académica dictó cursos de posgrado en
[Buenos Aires], 1910 - 1984). Poeta en- países de América Latina y Europa. Entre
rolado en una estética elegíaca y pastoril. 1978 y 1985 participó en Xul, revista de
Rasgos de su lírica ensimismada, como la poesía; entre 1989 y 1999 fue miembro del
remembranza del terruño y el amarre en la Consejo de Redacción de la revista SyC.
tradición, son marcas que lo incluyen en la Ha publicado artículos en diversas revistas
llamada Generación del 40. internacionales.
Rosa de arcilla (1940), su primer poe- Sus intereses, desplegados en semina-
mario, se desplaza de la alegría festiva de la rios, investigaciones y obra publicada,
niñez y la frescura de la juventud al desga- atraviesan diversos géneros (literatura in-
rro de la muerte y la podredumbre de las fantil y policial, entre ellos). Ha estudiado
últimas cosas. El libro contiene homenajes la obra de autores latinoamericanos como
a dos poetas, Fernández Moreno y Anto- Cortázar, Onetti, Borges, pero también
nio Machado; de este último, enaltece la investigado acerca de críticos como Ángel
función purificadora de su muerte. La so- Rama o teóricos como Derrida y Barthes.
ledad poblada (1942) reúne un conjunto Es especialmente significativa la traduc-
de sonetos en los que predomina un afán ción, difusión y análisis que realizó de la
de restauración del pasado. El mineral, el obra de este último, que el mismo autor
árbol, el caballo (1943) impone el motivo francés reconoció.
campestre y la compenetración del hombre Publicó dos libros de poemas: Trazos
con su medio natural, la “patria vegetal” (Botella al mar, 1978) y Grabados (Últi-
pampeana. Una noción de convalecencia, mo reino, 1996). Su obra crítica incluye:
la preeminencia de horizontes otoñales y la Una lectura de La vida breve de Juan Carlos
angustia por el ineludible paso del tiempo Onetti (Hachette, 1986); Escritura y de-
operan como unidad orgánica de toda su construcción. Lectura (h)errada con Jacques
obra. Su ensayo Hilario Ascasubi (1945) Derrida (Biblos, 1992); La ficción. Un caso
es resultado de una exposición en el Ins- de sonambulismo teórico (Biblos, 1998);
tituto Municipal de Extensión Artística Onetti. La fundación imaginada (Córdoba:
porteño. Su Poema de homenaje a Juan José Alción, 2003).

• 480 •
FIDALGO F
Ha realizado la edición y prólogo de bunal de Justicia. En el ámbito académico
las siguientes compilaciones: Rodolfo Wal- fue Profesor Extraordinario Honorario de
sh. Yo también fui fusilado y otros textos la Universidad Nacional de Jujuy, en la Cá-
(Gentesur, 1990); Policiales. El asesino tie- tedra Libre de Derechos Humanos.
ne quien le escriba (Desde la gente, 1991); Su trabajo como poeta, que linda entre
5 grandes en el arte de contar (Desde la el compromiso reflexivo y la palabra hecha
gente, 1992); La parodia en la literatura cuerpo, cuenta con obras como: Serenata
latinoamericana (UBA, 1993); El caso Sa- (1943), que se complementa con el poe-
tanowsky (De la Flor, 1997); El lector apó- mario Toda la voz (1971) y Coplas y varia-
crifo (De la Flor, 1998); Sostiene Tabucchi ciones (1989). También publicó los ensa-
(Biblos, 1999); Línea de flotación (Cara- yos: La copla, (1958); Elementos de poética
cas, El Otro, el mismo, 2002); Universos (1961); Breve toponimia y vocabulario juje-
discursivos. Obra de Noé Jitrik (Alción, ño (1965); su fundamental Panorama de la
2003). Por otra parte, dirigió el tomo literatura jujeña (1975); Aproximaciones a
VIII de la Historia crítica de la literatura la poesía (1986); y El teatro en Jujuy (1995).
argentina dirigida por Jitrik: Macedonio En el ámbito de la narrativa histórica escri-
(Emecé, 2007), en cuya introducción ex- bió: ¿De quién es la Puna? (1988); Túpac
pone sus presupuestos críticos: concebir Amaru (1989); y Jujuy 1966-1983: viola-
al texto literario como “escenografías de ciones a los Derechos Humanos cometidas en
procedimientos discursivos [en los que] la el territorio de la provincia o contra personas
significación no tiene fin, siempre es una a ella vinculadas (2001).
dinámica inconclusa” (p. 9). A partir de V.L.
esta concepción, la tarea crítica es conce-
bida por Ferro como el estudio de las ten- Figueras, Marcelo (Buenos Aires,
siones entre literalidad y significado. 1962). Además de escritor, Figueras es pe-
M.E.F. riodista y guionista de cine. Colaboró re-
gularmente con artículos de crítica litera-
FIDALGO, Andrés (Buenos Aires, 1919 - ria y cinematográfica en Clarín y también
Jujuy, 2008). Abogado, poeta y ensayista na- en dos revistas emblemáticas de los años
cido en Buenos Aires, formado en Córdoba 1980: El Periodista y Humor.
y radicado en Jujuy, donde falleció. En el Sus dos novelas más conocidas, El mu-
noroeste vivió con su mujer y sus dos hijas, chacho peronista (Planeta, 1992) y Kam-
una de ellas la poeta Alcira Fidalgo Pizarro, chatka (Alfaguara, 2003), son relatos de
desaparecida durante la dictadura. Letrado iniciación, realistas, que toman elementos
defensor de presos políticos y gremiales, de la literatura policial para narrar hechos
estuvo detenido a disposición del Poder fundamentales de la historia argentina
Ejecutivo Nacional. Luego eligió Venezuela (el peronismo clásico y la dictadura mili-
como país del exilio. Allí vivió junto a su tar, respectivamente) desde la perspectiva
esposa Nélida entre 1976 y 1982. de un niño. No sorprende, entonces, que
Fidalgo ocupó altos cargos en el Poder Figueras también haya incursionado en la
Judicial jujeño como juez de Instrucción literatura infantil, con Gus Weller rompe el
Vocal de Cámara y vocal del Superior Tri- molde (Alfaguara, 2006). Sus otras dos no-

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F FIJMAN

velas, El espía del tiempo (Alfaguara, 2002) aficionado al violín, y sitúan sus primeros
y La batalla del calentamiento (Alfagua- versos alrededor de 1919 (“Elementos para
ra, 2006), muestran el gusto de Figueras una biografía”, Talismán, vol. 1, nº 1, mayo
por géneros como el relato de aventuras o de 1969, pp. 3-4). Los versos de juventud
–nuevamente– el policial, aunque en este del poeta, escribe Alberto Arias, fueron
caso desdibujando las fronteras entre lo publicados en la revista de la colectividad
fantástico y lo real. En líneas generales, por judía de Buenos Aires Vida Nuestra, luego
los géneros que transita, la narrativa de Fi- de que Fijman los enviara desde Uruguay,
gueras hace hincapié en la trama y las peri- donde vivía en ese momento, a su amigo,
pecias de los protagonistas, si bien última- el poeta Carlos M. Grünberg. De regreso a
mente ha reivindicado la preeminencia de Buenos Aires, entre 1924 y 1925, Fijman
los sentimientos en literatura por encima entró en contacto con poetas y escrito-
de las argucias intelectuales. res, entre ellos, Oliverio Girondo, Jorge
Publicó, además, una antología de tex- Luis Borges, Antonio Vallejo, Leopoldo
tos producidos a lo largo de un año en el Marechal, y los artistas plásticos Pompeyo
blog de los escritores “oficiales” de Alfa- Audivert y José Planas Casas, cuyas xilo-
guara (llamado El boomeran): El año que grafías ilustraron su posterior obra poéti-
viví en peligro (Alfaguara, 2007). Es autor ca, y se unió a los martinferristas. Luego,
de varios exitosos guiones cinematográfi- publicó poemas, narraciones y notas en
cos, entre ellos el de dos películas dirigi- el periódico Crítica y las revistas Martín
das por Marcelo Piñeyro: Plata quemada Fierro y Mundo Israelita. En 1928, visitó
(2000), sobre la novela de Ricardo Piglia Europa, viaje en el que conoció a artistas
(publicado como guión por Norma), y y escritores, entre ellos a algunos surrea-
Kamchatka (2002), del que surgió su no- listas.1 Fijman estuvo recluido en institu-
vela homónima. ciones psiquiátricas en diferentes períodos
L.M.K. de su vida, en 1921 y 1942. En 1921,
permaneció seis meses en el Hospicio de
Fijman, Jacobo (Besarabia [Moldavia/ las Mercedes –institución que luego pasó
Ucrania], 1898 - Buenos Aires, 07/12/­ a ser el Hospital Neuropsiquiátrico “Dr.
1970). Poeta, artista plástico, violinista. Borda”–, a causa de un “decisivo y confuso
De origen judío, inmigró a Argentina en episodio frente a una comisaría de Buenos
1902. El primer número de la revista litera- Aires, en donde es detenido y brutalmente
ria Talismán, un año antes de la muerte de golpeado”, según Arias. Antes de ser inter-
Fijman, fue dedicado al homenaje del poe- nado por segunda vez, en 1942, Fijman vi-
ta con el fin de rescatar y difundir su obra. vía errante, en “estado de abandono”, y fue
En este fascículo, Héctor Toyos y Vicente detenido por la policía en la cárcel de Villa
Zito Lema describen la vida de Fijman Devoto. Arias señala que ese año, Gustavo
como una trayectoria de creación poética Martínez Zuviría, conocido también por
y artística, viajes y búsquedas espirituales, el nombre de pluma Hugo Wast, direc-
marcada por la pobreza y la precariedad. tor de la Biblioteca Nacional, prohibió la
Asimismo, retratan al poeta como un au-
1.  Véase Arias, A.: <www.jacobofijman.com.
todidacta en diferentes áreas y lenguas,
ar/brevecronicabio.htm>.

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FIJMAN F
entrada del poeta a esta institución, que En referencia a la influencias en su for-
frecuentaba con asiduidad. Entre 1950 y mación literaria, Fijman recuperaba la obra
1952, Fijman fue trasladado a la Colonia de Sherlock Holmes, Graziella de Alphon-
de Alienados “Open Door”, para regresar se de Lamartine, textos de Victor Hugo,
luego al Hospital Neuropsiquiátrico “Dr. La hija del capitán de Alexander Pushkin y
Borda”, donde falleció el 1º de diciembre los cuentos de Calleja. En la entrevista con
de 1970. Zito Lema, destaca que de adulto “ningún
En una entrevista realizada por Zito escritor ha tenido en [mí] una influencia
Lema, Fijman sugiere una concepción de decisiva”, aunque admite la asidua lectura
la locura “desde un punto de referencia de filósofos clásicos y escolásticos. No ins-
moral”, desde cuya perspectiva no se cap- cribió su poesía dentro de ninguna escuela
ta a sí mismo como enfermo mental, sino literaria, pero aún así se definía como su-
como santo, lo cual hace que médicos y rrealista.3
medio cultural lo consideren enfermo.1 Sin Fijman publicó tres poemarios: Molino
embargo, Zito Lema subraya la bondad y rojo (Talleres Gráficos El Inca, 1926); Hecho
autenticidad como rasgos que caracteriza- de estampas (Gleizer, 1929) y Estrella de la
ron al poeta. En cuanto a su propia obra, mañana (Número, 1931). Otros poemas,
Fijman observa que “los médicos dicen que y también relatos y crítica, salieron a la luz
no hay en ella signos de enfermedad”, a lo en revistas y periódicos como Crítica, La
cual socarronamente agrega: “no hay en mi Nación, Martín Fierro, Mundo Israelita y
poesía nada en contra de la gramática”.2 En Vida Nuestra, como ya se ha mencionado,
efecto, su obra poética revela una forma y y en Arx, Mundo argentino, Número y otras.
una métrica muy cuidadas, un manejo de Asimismo, Fijman dejó numerosos poemas
amplio vocabulario y un profundo conoci- inéditos, publicados después de su muerte.
miento de la lengua castellana. Toda su producción está agrupada en Poesía
La vida de Fijman, sus estadías en insti- completa (Ediciones del Dock, 2005).
tuciones psiquiátricas, vivencias místicas, En Molino rojo, ilustrado por Audivert
experiencia musical y práctica artística, y Planas Casas, Fijman hace referencia al
marcaron en gran medida su poesía, pero encierro en un hospicio, a la desolación,
también influyeron en la obra de ficción al horror, a la angustia. En “Canto del cis-
de otros autores. Su particular persona- ne”, se capta en la visión de la locura de
lidad inspiró la construcción de varios Fijman, que es “el camino más alto y más
personajes de novelas: Ergueta, uno de desierto”, la desolación en la que canta el
Los siete locos (1929), de Roberto Arlt, el hablante lírico, el cisne. En el poemario se
filósofo Samuel Tesler de Adán Buenosa- manifiesta una predilección por las imá-
yres (1948), de Leopoldo Marechal, Jaco- genes sensoriales, en particular, en la con-
bo Fiksler en El que tiene sed (1989), de figuración de una isotopía semántica de
Abelardo Castillo. la luz, por ejemplo, en “Mañana de sol”,
“Ocasos”, “Crepúsculo”. Y en ocasiones,
1. Zito Lema, V., “Reportaje a Jacobo Fijman. se recurre a la sinestesia: “Velada”, “Có-
Contribución a un intento de conocimiento”,
Talismán, vol. 1, nº 1 (mayo), 1969, p. 11. pula”, “Requiem”. El título del libro, ex-
2.  Ibíd., p. 11. 3.  Ibíd., p. 10.

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F FILLOY

plicó Fijman, proviene de un molino rojo gregoriana, en Hechos de estampa, y en Es-


para la pimienta que se encontraba en su trella de la mañana “la medición sigue la
cocina, utensilio que le sirvió de fuente de del latín eclesiástico”.4 La musicalidad en
inspiración, ya que vio “en ese objeto todo la poesía de Fijman, en particular en los
lo que [mi] poesía quería expresar”.1 Asi- dos últimos poemarios, se capta en las re-
mismo, advirtió que el mismo “atrapaba a peticiones, las aliteraciones, las anáforas,
los anarquistas y socialistas”.2 En efecto, los paralelismos, los opuestos.
la época en que aparece el poemario es de P.N.
inestabilidad política y social, coincide
con “el momento en que se [estaba] pre- FILLOY, Juan (Córdoba, 1894 - 2000).
parando la revolución contra Yrigoyen”, Nació y murió en Córdoba, dos sema-
de una “pobreza atroz”, aun culturalmen- nas antes de cumplir 106 años de edad.
te, en una Buenos Aires que Fijman des- Escritor y juez, su vasta producción está
cribe como una “demencia general”.3 ligada a su ya mítica figura, que él mismo
Respecto de Hecho de estampas, Fijman alimentó en vida. Comienza a publicar
destacó que en dicho volumen intenta en la década del 30, la “Década Infame”,
retornar a la filosofía de Aristóteles y a la que se abre con el primer golpe de Estado
escolástica. El título del libro se inspiró en en Argentina, protagonizado por el gene-
“las estampas de esos cuadros religiosos”, ral José Félix Uriburu. Al gobierno auto-
del Beato Angélico, Boticelli, que el poeta ritario de Uriburu que volteó a Hipólito
ve en el museo de Louvre y asocia a sus Yrigoyen le sigue el fraude electoral que
poemas. Son frecuentes, en este volumen, lleva a otro militar al poder, Agustín P.
la noche, el cielo, el frío, la soledad, y la Justo, quien en 1933 prohíbe por decre-
muerte, que aquí es “presencia graciosa”. to el uso del lunfardo. En este contexto,
En Estrella de la mañana, alude a “los es- los libros de Filloy, que nunca participó
tados místicos” experimentados después en ningún movimiento vanguardista ni se
de haberse convertido al cristianismo. En afilió a ningún partido político (aunque
este texto persisten las imágenes nocturnas más de una vez declarara su simpatía hacia
y álgidas, la desolación y la muerte, pero el socialismo), llamaron la atención. Sus
también se advierte una experiencia místi- primeros siete libros salieron en edición
ca de alejamiento de lo material y la bús- privada que Filloy dedicaba a sus amigos
queda de Dios, como la vivencia descripta y enviaba por correo. El primero, Periplo
en el “Poema X”, “en nuestra sangre muero (Imprenta Ferrari Hermanos, 1931), son
y resucito en la sangre de Cristo”. crónicas del viaje que realizó en 1930 por
Fijman relacionó su poesía con la músi- la cuenca del Mediterráneo. Le siguen
ca, vínculo que se presenta en “la medida”. sus tres novelas más conocidas: ¡Estafen!
De este modo, “La locura” de Arcangelo (Imprenta Ferrari Hermanos, 1932); Op
Corelli influyó en Molino rojo, la música Oloop (Imprenta Ferrari Hermanos, 1934)
y Caterva (Imprenta Ferrari Hermanos,
1.  Ibíd., p. 11. 1937). A continuación aparecen dos li-
2.  Ibíd. bros de poesía: Balumba (Imprenta Ferrari
3.  Ibíd., p. 13. 4.  Ibíd., p. 11.

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FILLOY F
Hermanos, 1933) y Finesse (Imprenta libro de poesías Elegías (Córdoba, Edito-
Ferrari Hermanos, 1939), además de rial Argos, 1994); las memorias Esto fui
Aquende (Imprenta Ferrari Hermanos, (Córdoba, Marcos Lerner Editora, 1994);
1935), un libro muy personal que el autor Sagesse (Córdoba, Op Oloop Ediciones,
alguna vez definiera como “una geografía 1995); la novela Sexamor (Córdoba, Op
musical de la Argentina”. Oloop Ediciones, 1996); Sonetos (Córdo-
La escasa circulación de sus libros no ba, Ediciones Argos, 1996); y la obra que
impidió que ya en 1934 Alfonso Reyes continúa la saga gauchesca inaugurada por
declarara: “Juan Filloy es el progenitor de La potra, Decio 8A (Córdoba, Op Oloop
una nueva literatura americana”. El autor Ediciones, 1997). Con la publicación de
establece un enlace generacional al atra- Esto fui a los 100 años de edad, comien-
vesar todas las vanguardias del siglo XX. za, también, la curiosidad de los medios
En novelística es el eslabón que une el Ro- de comunicación y la entronización Filloy
berto Arlt de Los siete locos (1929) con el en tanto mito. Como su figura ha entra-
Leopoldo Marechal de Adán Buenosayres do a las letras argentinas de forma lateral,
(1948). David Viñas, en Literatura argen- la obra quedó excluida de los circuitos de
tina y política, coloca la producción de Fi- legitimación, tanto académicos como edi-
lloy de los años 30, sobre todo ¡Estafen! y toriales. Es conocida la cita que Cortázar
Caterva, entre las novelas de Roberto Arlt, hace en Rayuela (1963): “–La cloche, le
el teatro de Armando Discépolo y la poesía clochard, la clocharde, clocharder. Pero si
de Oliverio Girondo. En 1967, el escritor hasta han presentado una tesis en la Sobor-
Bernardo Verbitsky le propone a Filloy na sobre la psicología de los clochards. /
reeditar algunos de sus libros de la década –Puede ser –dijo Oliveira–. Pero no tienen
del 30, con lo que luego de treinta años de ningún Juan Filloy que les escriba Caterva.
silencio editorial, reedita sus obras por el ¿Qué será de Filloy, che? / Naturalmente,
sello Paidós y comienza a publicar títulos la Maga no podía saberlo, empezando por-
inéditos: Yo, yo y yo (monólogos paranoicos) que ignoraba su existencia”. Pero, pese a la
(Río Cuarto, Imprenta Macció Hermanos, marginalidad respecto del canon literario,
1971); La potra (Paidós, 1973); Vil y Vil abundan las anécdotas personales de su ju-
(Río Cuarto, Imprenta Macció Hermanos, ventud, cuando en su Córdoba natal fundó
1975), novela que sufrió la censura por el club Talleres de Córdoba (aunque nunca
parte del gobierno de militar de la última haya jugado al fútbol), el Club de Golf y el
dictadura argentina en 1976, por tratarse Museo de Bellas Artes de Río Cuarto, ade-
de un texto que ridiculiza el accionar cas- más de haber participado en la Reforma
trense, con el característico humor irónico Universitaria en 1918, junto con su breve
del cordobés. incursión como boxeador y su producción
La década del 90 es la más rica en publi- como dibujante. Nunca vivió fuera de su
caciones para este autor. Surgen Gentuza provincia. En la década de 1990 comien-
(Río Cuarto, Blanco y Barchiesi Edito- za a circular la versión “Filloy, el escritor
res, 1991); Mujeres (Río Cuarto, Blanco centenario”, que llegaría a su muerte como
y Barchiesi Editores, 1991); La purga “Filloy, el escritor de los tres siglos”, fanta-
(Córdoba, Editorial Advocatus, 1994); el sía que él mismo venía alimentando pre-

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F FIRPO

monitoriamente en varios reportajes: “Me Mujeres; Nepente (inédito); Nefilim (in-


gustaría ser el único escritor que vive en édito); Ñampilm; Op Oloop; Periplo;
tres siglos diferentes, nace en el XIX, atra- Quolibet (inédito); Recital (inédito);
viesa todo el XX y llega gateando al XXI”. Revenar (inédito); Sájese; Sexamor; Sici-
El mito Filloy también se entreteje con una gia (inédito); Sonetos; Tal cual; Tanatos
obra que ha sido más citada que leída. (inédito); Todavía (inédito); Urumpta;
En su producción sobresalen los títulos Usaland; Vil y Vil; Yo, Yo y Yo; Xinglar
de siete letras, además de haber escrito por (inédito); Zodíaco (inédito).
lo menos un libro para cada letra del abe- D.M.
cedario. Desde la publicación de Periplo
transitó todos los géneros: poesía, cuentos, Firpo, Norberto (Buenos Aires, 1934).
novelas, memorias, ensayo, libro de viajes, Escritor y periodista, Firpo participa de una
teatro. Es recordman de palindromía y en tradición de autores que combina escritura
su libro Karcino (Río Cuarto, Blanco y literaria y periodística con el compromiso
Barchiesi Editores, 1988), además de re- político y social, como puede observarse,
unir más de dos mil frases de hasta dieci- por ejemplo, en su novela Cuerpo a tierra
siete palabras, desarrolla una teoría sobre (Galerna, 1983). Ésta se ocupa del tema de
la técnica del palíndromo. Entre sus car- la guerra de Malvinas y de la represión mi-
tas más preciadas está la correspondencia litar de la última dictadura. Su publicación
que mantuvo con su admirado Sigmund en diciembre de 1983 coincide con la de
Freud, quien leyó la novela Op Oloop que Los Pichiciegos de Rodolfo Fogwill, novela
Filloy le enviara por correo. clave en la representación de esta guerra. En
En 1986 recibió el título de Ufficiale al Cuerpo a tierra hay un enigma de tipo poli-
Mérito de la Bella República Italiana y, en cial para resolver. Éste permite una mirada
1990, fue nombrado Chevalier de l’Ordre interpretativa de la historia sobre los prime-
des Arts et des Lettres por la Academia ros años de la dictadura. La investigación del
Francesa de Letras. narrador tiene como objeto la desaparición
Su obra está siendo reedita en su totali- de su hermano. El narrador-personaje es un
dad (con títulos que aún permanecían in- periodista y escritor que sigue la tradición de
éditos) por el sello El Cuenco de Plata, en los investigadores del policial negro de 1970
la colección “Biblioteca Juan Filloy”. y es tan cercano a Firpo como el personaje
que rescribe el testimonio del sobreviviente
Obra de Juan Filloy Quiquito lo es a Fogwill en Los Pichiciegos.
Ambular (inédito); Aquende; Balum- El periodista de Cuerpo a tierra quiere escri-
ba; Chagüí (inédito); Churque (inédi- bir una novela que narre una historia ubica-
to); Decio 8a; Don Juan; Elegías; Eran da entre el 77 y el 79, pero perderá sus notas
así (inédito); ¡Estafen!; Esto fui; Finesse; cuando es secuestrado. La novela que lee-
Gaudium (inédito); Gentuza; Homo mos, en cambio, centra la historia en 1982.
Sun (inédito); Ignitus; Ironike (inédito); La guerra está focalizada en el recorte tem-
Item más (inédito); Jjasond (inédito); poral pero queda fuera de lugar porque los
Karcino; L´ambigú; La potra; La purga; personajes y las acciones narradas se ubican
Los Ochoa; Llovizna (inédito); Metopas; en Buenos Aires: el relato de la guerra sólo

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FISZMAN F
ingresa por el discurso mediático y político, Allan Poe. Otros títulos: Las paralelas no se
el relato del fervor patriótico. La historia se tocan, nene (Emecé, 1971); Ejercicio erótico
inicia en Buenos Aires “a menos de veinti- (Nueva Senda, 1973); El náufrago y la galli-
cuatro horas” de la manifestación del 30 de na (Interesa, 1975); La Argentina. Un país
marzo de 1982 contra el gobierno militar maravilloso (Manrique Zago, 1986).
de Galtieri, en los ciernes de la entrada en Con respecto a su labor periodística, in-
Malvinas; y concluye con la derrota de la gresó en el diario La Nación en 1980, en el
guerra el 14 de junio. La represión es el tema cual se desempeña como columnista desde
puesto en primer plano, aunque el escenario 1990; en 1991 fue secretario de redacción.
es el del 82: el narrador sólo puede centrar- También fue columnista de Humor, secre-
se en cómo se busca a los desaparecidos y tario de redacción de Primera Plana (1964)
cómo sigue la represión. La guerra, como el y director de Siete Días (1968), medios de
Mundial de Fútbol, es un relato que viene diferentes estilos, a veces incluso, contra-
de otra parte y despierta pasiones heroicas puestos. Al respecto, cabe destacar que
que el narrador retoma y evalúa desde la iro- Firpo pudo mantenerse al margen de los
nía y el escepticismo. El policial pasa a ser el rasgos de cada periódico y desarrollar una
género predilecto de Firpo. Tanto la revista escritura con estilo propio, en la que el hu-
Leoplán como Vea y Lea brindarán un apoyo mor y el lenguaje sencillo, casi propio de
sistemático al desarrollo del género con las la oralidad, no dejan de combinarse con el
colaboraciones de Firpo, entre otros auto- compromiso.
res como Daniel Hernández (pseudónimo M.L.C.
de Rodolfo Walsh), Adolfo Perez Zelaschi
y Syria Poletti. Fiszman, Mariano (Buenos Aires,
Una novela de los años noventa, Redon- 23/05/1965). Fiszman es un autor que
deces (Sudamericana, 1992), retoma la línea nada tiene que ver con esas presuntas
de Cuerpo a tierra en cuanto al estilo y en “nuevas caras” mediáticas “de la literatura
cuanto a la secuencia temporal: la historia se argentina” que ocupan profusamente las
ubica en los primeros años de la democracia, páginas de los suplementos literarios.1 Y es
a mediados de los 80. El personaje, guionis- el más indudable narrador de los que oigo.
ta porteño, se ve embarcado en una terrible Por la presencia inobjetable de un estilo
confabulación y el relato permite hablar del narrativo personal que reclama lecturas
pasado de la dictadura. Firpo ha escrito, precisas. Quiero decir, sin diagonalidad y
además, la novela Grandísimo idiota (Galer- privilegiando mucho la horizonalidad.
na, 1985) y libros de cuentos. En 1964 pu- Y si se trata de textos, quiero empezar
blica junto con Horacio Martínez una anto- mencionando dos obras que escribió en
logía de relatos policiales, Tiempo de puñales colaboración. La primera es una travesura
(Seijas/ Goyanarte). El cuento que le da el juvenil en la que aparecen textos de Ma-
título al libro trabaja con el tópico del cri- riano junto con otros de Eduardo Rubins-
men en un cuarto cerrado, inscripto en la chik; se trata de Trama, publicada en 1987
tradición de la narrativa policial clásica o de en edición de autor que aborda el género
enigma desde sus inicios, a partir del cuento cuento. La otra, junto con Roberto Ras-
“Los crímenes de la calle Morgue”, de Edgar
1. Véase ADN, La Nación, 08/03/2008.

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F FISZMAN

chella: La historia que nunca les conté. El li- bos coquetean con lo poético.) Y en cuanto
bro de Gisela. Polonia 1943-1944 (Norma, al fraseo: el autor trama un lenguaje hecho
2005). Novela tramada a partir del testi- de frases apretadas y crispadas (priman en
monio de Gisela Gleis. Ésta –casi como El antílope) que flirtean con otras largas,
Anna Frank–, junto con otros treinta y aunque jadeantes, entrecortadas (pienso en
un judíos polacos, vivió durante un año y Nuevas cenizas). Lenguaje hecho de cons-
medio encerrada bajo tierra, en el sótano trucciones elípticas, repetitivas, que a me-
de una casa, para escapar de la persecución nudo desarticula la sintaxis convencional y
nazi. La obra relata básicamente la historia casi siempre ofrece una visión habitual de
de un encierro y de una fuga por medio de las cosas, privada de –justamente– su aspec-
la excavación de un túnel, “salvoconducto” to “habitual”. Se trata de una literatura que
de una libertad representada por las cloa- rechaza la “rutinización visual” de las cosas,
cas de la ciudad de Stanislawow, situada en que privilegia las alusiones, los entredichos,
la Galitzia polaca. De las cloacas polacas el decir a medias, articulando escenarios o
(a mediados del 44) a Alemania, de allí a climas enrarecidos en los que lo no dicho se
París (fines del 46) y finalmente a Buenos transforma en materia narrativa. Son estas
Aires: Gisela llega al Río de la Plata en el las cenizas esparcidas que remiten desola-
47 y fallece en 2001. ción, marginalidades sociales y geográficas.
Entre estos márgenes, cabe mencionar Literatura que, a lo Roa Bastos, incrusta
que Fiszman escribió una colección de los diálogos directamente en la narración y
cuentos (ocho fragmentos discontinuos y promueve “movimientos de cámara” que de
desiguales que superponen tiempos): El un personaje permiten desplazarse violenta-
antílope (Beatriz Viterbo, 1999) y dos no- mente a otro(s). Personajes: vencidos por la
velas: Nuevas cenizas (El 8vo. loco, 2007) vida, seres hundidos que buscan una salva-
y Muñecas 970 (El 8vo. loco, 2009). Y en ción que, de todos modos, saben fuera de su
esta serie de cosas: Mariano se desempeña alcance. Vencidos por la vida, postrados o
también como traductor del francés para la ilegales que a pesar de todo tratan de ampa-
editorial Losada. Allí, entre otros, tradujo a rarse en alguna forma de legalidad: la de un
Radiguet, Balzac, Schwob. trabajo, sin ir más allá. Fiszman problemati-
Volviendo a ese “estilo narrativo perso- za el trabajo entendido como valor, esfuerzo
nal” del comienzo. Quiero agregar que –pese humano efectuado con vistas a abastecer las
a la diversidad temática de su narrativa, que necesidades diarias. Personajes, decía: a ellos
casi siempre combina dos planos: uno coti- se les pueden asociar los significados de rup-
diano y uno extraño, sin imperialismos ni tura, cambio, catástrofe inminente (amena-
colonialismos del uno sobre el otro– es esa za de caída y destrucción, pero también de
tónica la que “garantiza” una fuerte unidad salvación). Va de suyo: se determina una si-
en sus trabajos. Tónica, estilo o hilo rojo que tuación ambigua. Es así como se construye
entrelaza sus historias y remite siempre a lo la impresión de que el mundo narrado está
mismo: un viaje, una indagación por el len- a punto de desintegrarse, sin llegar jamás al
guaje. (En este sentido, convendría poner estallido final, definitivo.
en paralelo la producción de Fiszman con la Por último: la literatura de Fiszman elu-
narrativa de Roberto Raschella, ya que am- de consensos fáciles y entreteje historias sin-

• 488 •
FLORES F
gulares que significan “algo” disfrutable sin “Viejo smoking”; “¡Atenti pebeta!”; “Viejo
necesidad de descubrir necesariamente su coche” y “Corrientes y Esmeralda”. La poe-
significado. Se trata de una literatura que se sía de Celedonio Flores se caracteriza por
inspira en el principio de indeterminación, un uso medido del lunfardo; es así como
fundado en la ambigüedad del relato, eje es- en la segunda estrofa de “Mano a mano”
tructurador de los relatos de Fiszman. incorpora un único vocablo en esta forma
R.C. dialectal para describir al personaje feme-
nino: “Tu presencia de bacana / puso calor
FLORES, Celedonio Esteban (Buenos en mi nido, / fuiste buena, consecuente,
Aires, 1896 - 1947). Poeta y letrista de / y yo sé que me has querido / como no
tango. Nació en la ciudad de Buenos Aires, quisiste a nadie, / como no podrás querer”.
en el barrio de Congreso. En su juventud Aquí, el término “bacana” es el que le otor-
se mudó a Villa Crespo, lugar que le po- ga la potencia a la estrofa. En sus poemas
sibilitó el descubrimiento de la ciudad y se conserva la sintaxis tradicional de la len-
sus arrabales. Así como Carriego encuen- gua y se observa una escasa utilización de
tra en Palermo el universo para su poesía, figuras retóricas. La riqueza de su poesía
Celedonio Flores revela el paisaje y los está en los destellos del lunfardo y en haber
personajes de Villa Crespo a partir de la encontrado una voz que caracteriza al per-
adopción del lenguaje popular que traslada sonaje urbano y popular.
a su obra. En 1914 su poema “Por la pinta” Su obra poética se compone de dos
gana un concurso poético organizado por volúmenes; su primera antología, Chapa-
el diario Última Hora. En este momento se leando barro (1929), tuvo una nueva edi-
produce su salto a la fama, ya que Carlos ción (1951) que incorporó veinte poemas
Gardel, luego de sugerirle que cambiara el póstumos. Para Osvaldo Rossler, cuando
título del poema por el de “Margot”, gra- Flores “cantó el suburbio, éste contaba
ba la obra y la convierte en un tango de con un dueño parcial: Carriego. A esa
notable popularidad, que aún en la actua- ciudadanía de organilleros y tísicas que
lidad mantiene su vigencia. De este modo vino de la mano del autor de Misas he-
comienza un estrecho vínculo entre ambos rejes, Celedonio le agregó los personajes
que se fortalecerá durante la década de definitivos. A él le corresponde el acabado
1920 cuando Gardel grabe veintiuna de sus de la escena”.1 Esta configuración del es-
composiciones. “Mano a mano”, el segun- pacio urbano se termina de completar en
do de sus éxitos, que reitera el tópico tan- su segundo libro, Cuando pasa el organito
guero del hombre en conflicto con la mu- (1935). En el prólogo define su público,
jer, se destaca por la renovada utilización su espacio y sus protagonistas: “Este libro
del octosílabo, un tipo de metro de larga es para los hombres modestos, para los
tradición en la poesía en lengua española, que no saben nada, para los que leen dele-
que Celedonio Flores adapta a las anéc- treando dificultosamente, los que tienen
dotas urbanas introduciendo el lunfardo las manos fuertes, rugosas y encallecidas,
que modifica la musicalidad del verso. Sus los que llevan las mangas del saco lustro-
letras de tango más destacadas son: “Mala
1.  La historia del tango 17, Buenos Aires,
entraña”; “El bulín de la calle Ayacucho”;
Corregidor, 1980.

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F FLORES

sas por las carpetas de las timbas, las ma- Flores, Jorge Alejandro (Buenos
deras de los escritorios y los estaños de los Aires, 1951). Poeta. Su primer libro es
boliches. Para la pobre modistita que en Flores de biógrafo (Último Reino, 1992).
el rigor del invierno cubre con un tapado Como la ambigüedad de la palabra bió-
de transparente algodón el vestido del pa- grafo en el título lo anticipa, y como lo
sado verano, para la pobre fabriquerita de sugiere Elena Huber desde la contrata-
mi suburbio, para el vigilante de facción pa, Flores emprende un recorrido que es
en la más apartada calleja arrabalera, para a la vez biográfico y cinematográfico. Se
el carrero, el canillita y el malandrín…”. destaca la recurrencia de procedimientos
Esta definición de su escritura se comple- propios de César Vallejo (como cons-
ta en uno de los poemas de la antología trucciones sintácticas abiertas cerca del
donde expone su arte poética, “Musa rea” anacoluto, neologismos, entre otros) y
(emparentada con la musa de la mala pata de Juan Gelman (como la recurrencia a
de Nicolás Olivari y la musa mistonga de una personal sustantivación de verbos y
Julián Centeya), a través de la cual pro- adverbios) para lograr el ritmo verbal y el
pone una estética simple. Si bien utiliza de las imágenes que articula en sus versos.
un esquema clásico como el soneto, in- En Retrato trucado (Último Reino, 2003),
corpora el lunfardo para dejar de lado el el estilo y las imágenes consiguen un si-
lenguaje poético y representar el habla milar movimiento, acompañando aquí
popular. En este mismo sentido, su poe- un “viaje nocturno” que alude al de San
ma “Sonatina” parodia el homónimo de Juan de la Cruz, pero que vuelve una y
Rubén Darío. Celedonio Flores mantie- otra vez sobre escenas terribles de la no-
ne la estructura formal del poema, pero che: partos que llevan a la muerte, reco-
sustituye los lugares comunes del moder- rridos sin esperanzas. Todos los recursos
nismo por el universo del suburbio y su utilizados (encabalgamientos continuos,
vocabulario. Mientras que para Darío “la puntuación laxa, fórmulas que se reite-
princesa no ríe, la princesa no siente; / la ran) afirman el efecto de movimiento que
princesa persigue por el cielo de Oriente / es común a ambos poemarios.
la libélula vaga de una vaga ilusión”, para Luego publica Libro de horas (Cen-
Celedonio Flores, “la bacana no ríe, la ba- cerro, 2005). El título alude a los “libros
cana no siente, / la bacana parece que ha de horas” medievales, conjunto de textos
quedado inconsciente / con el mate ocu- destinados a la práctica religiosa, escritos
pado por algún berretín”. En cada una de y destinados para una única persona. El li-
las estrofas de “Sonatina”, el poeta pone bro está integrado por veinticuatro poemas
de manifiesto que el suburbio requiere breves en los que la devoción se traslada
otro tipo de representación. a lo amoroso. El uso de imágenes fuerte-
Muchos de sus versos se han convertido mente carnales se destaca sobre el tono es-
en reconocidas letras de tango, sin embar- piritual que atraviesa el conjunto. El efecto
go, el resto de su obra poética permanece de individualidad, “unicidad” del libro, se
desconocida para el gran público. reafirma desde la dedicatoria inicial y tam-
N.G. y M.F.P. bién por el carácter casi artesanal de la edi-
+ Carriego, Evaristo; Olivari, Nicolás. ción de Cencerro.

• 490 •
FOGUET F
Su último poemario, en el que home- cen concebidos, delimitados y vinculados
najea a Olga Orozco desde el título (Y distintos territorios en su obra constituye
también la luz, Último Reino, 2008), es una de las claves de su estética: periferias
un conjunto de poemas en prosa en los y centros que recrean el punto de vista;
que se crea un mundo “ahistórico”, por lo poético que recorre la narración. Estos
la utilización de un léxico que parece de rasgos aparecen claramente en Pretérito
traducción de clásicos grecorromanos, perfecto. La crítica ha asociado su produc-
ciertos tonos modernistas, referencias ción con la de otros autores como Anto-
a autores canónicos (Dante, Quevedo, nio Di Benedetto, Daniel Moyano, Juan
Góngora), el campo de lo mítico o le- José Hernández, Carlos Aparicio, Harol-
gendario (arcanos, sacrificios, hadas). En do Conti y Hector Tizón; básicamente, a
ese mundo está siempre la sombra de las partir de dos criterios: uno, de orden ca-
emociones presentes: el temor a la muerte nónico, consiste en reconocer el grupo de
o al olvido, el dolor de las despedidas o escritores más valorados del interior del
de lo irrecuperable. El lenguaje de Flores país, y el otro señala la convergencia de
transmite una emoción contenida pero obras que –aunque disímiles– comparti-
no congelada. La sintaxis de los textos rían el rasgo de ser valoradas como expo-
obliga a una lectura sostenida pero len- nentes de la literatura de las provincias a
ta, lentitud necesaria para la comprensión la vez que como formas superadoras de las
que, por otra parte, siempre se produce: poéticas regionales tradicionalistas.
la complejidad léxica y sintáctica nunca En cuanto a su obra narrativa cabe se-
alcanza la incomunicabilidad. ñalar: Hay una isla para usted (Tucumán,
E.M. Ediciones del Consejo Provincial de Di-
+ Gelman, Juan; Orozco, Olga. fusión Cultural, 1963); Advenimiento de
la bomba (1965); Frente al mar de Timor
Foguet, Hugo (Tucumán, 1923 - (Granica, 1976); Pretérito perfecto (Legasa,
1985). Poeta y narrador, recibió dos ve- 1983); Convergencias (Ada Korn, 1985). Y
ces el Premio Bienal “Ricardo J. Freyre” por lo que atañe a su producción poética:
y otras dos el Premio Bienal “Pablo Rojas Lecturas (1976); Los límites de la tierra: en
Paz”. Ambos constituyen el máximo reco- el canal (1980); y Naufragios (1985), de
nocimiento a la producción poética y a la edición póstuma.
narrativa, respectivamente, en el ámbito M.L.C.
tucumano. En 1982 fue distinguido por
su relato “Playas” en el Primer Concurso Fogwill, Rodolfo Enrique (Buenos
de Cuento Argentino organizado por el Aires, 1941). Licenciado en Sociología por
Círculo de Lectores, con un jurado in- la Universidad de Buenos Aires (1964),
tegrado por Jorge Luis Borges, Josefina trabajó durante décadas como consultor
Delgado, José Donoso, Jorge Lafforgue y de empresas en temas vinculados con la
Enrique Pezzoni. publicidad y el marketing. En 1979, fundó
Foguet fue marino –egresó de la Escue- la editorial Tierra Baldía, en la que publi-
la Nacional de Náutica– y como tal reali- có sus primeros libros de poesía y cuentos,
zó varios viajes. El modo en el que apare- además de obras de otros escritores, como

• 491 •
F FOGWILL

Austria-Hungría, Poemas y Episodios, de menudo irónico, que delata –al igual que
Néstor Perlongher, y de Osvaldo y Leónidas las varias versiones de cada uno de sus
Lamborghini, respectivamente. cuentos– al corrector obsesivo, pese a que
Con el regreso de la democracia, en la Fogwill gusta decir que escribe “mal, pero
década de 1980, fue profesor titular en rápido”, a la manera de Arlt.
Sociología, donde enseñó metodología, La primera novela de Fogwill, Los pi-
estadística y teoría de la comunicación, chiciegos (conocida también como Los pi-
aunque pronto renunció a la docencia. chy-cyegos), fue escrita coetáneamente a la
Desde entonces, colabora regularmente guerra de Malvinas, en junio de 1982, y
con revistas literarias y medios masivos de circuló en forma de manuscrito hasta ser
comunicación. publicada un año después. Se centra en un
Es casi un lugar común decir que Fo- grupo de soldados argentinos que deser-
gwill trabaja su imagen de escritor desde las tan con el único objetivo de sobrevivir a
herramientas del marketing. Él mismo se la guerra: los héroes de la novela son, pues,
ha definido reiteradamente como una má- traidores, marginados voluntarios que fun-
quina de hacerse propaganda. Provocador y dan su propio bando y, paralelamente, su
gran polemista, ha construido una imagen lenguaje. Los pichiciegos se nombran a sí
controvertida, cínica e irritante para el ám- mismos, bautizan su lugar (su trinchera-
bito intelectual, políticamente incorrecta, madriguera deviene “Pichicera”) y a sus
capaz de indefinirse entre lo progresista y jefes (los “Reyes Magos”), subvierten las
lo reaccionario, caracterizarse como “un li- letras patrióticas de los himnos para ex-
beral marxista”, elogiar al Movimiento por presar sus deseos más primarios (“quiero
la Dignidad y la Independencia (MODIN) culear / morfar / bañarme / ser pichi… ¡y
de Aldo Rico por su militarismo o asesorar licenciarme!”), instituyen boca a boca sus
al gobierno PRO de Mauricio Macri en la propias leyes, sus ritos de iniciación, sus
Ciudad de Buenos Aires. mitos. A su manera, son utópicos de la re-
Más allá de las polémicas e irritaciones sistencia, una resistencia obstinada, mini-
que suscita su figura, no cabe duda de que malista, que lucha día a día, provisión por
Fogwill es uno de los grandes escritores ar- provisión, y cuyo valor excede el previsible
gentinos contemporáneos, con hitos como fracaso final de la aventura. Si bien estos
la novela Los pichiciegos y los cuentos “Mu- tópicos reaparecen en novelas posteriores,
chacha punk” o “Help a él”. Su narrativa se su tratamiento en Los pichiciegos resulta ex-
caracteriza desde el punto de vista temáti- cepcionalmente logrado, como el mismo
co por recurrrentes referencias al contexto Fogwill ha reconocido.
político-social y por numerosas alusiones Los cuentos, escritos en su mayoría en-
a otros escritores y obras literarias. Desde tre 1978 y 1990, configuran un universo
el punto de vista estilístico, se apoya en poético a partir de los lugares comunes, los
un refinadísimo mecanismo de disección nombres propios, las situaciones y los iti-
lingüística: dialectos, neologismos, jergas, nerarios de la burguesía porteña, que casi
expresiones en otras lenguas y traducciones siempre tienen por eje Buenos Aires y sus
son analizados, triturados y mixturados. El adyacencias: “la pampa”, “el campo”, Mar
resultado es un estilo brillante y terso, a del Plata, Punta del Este. Se destaca el ex-

• 492 •
FOGWILL F
quisito “Muchacha punk”, que, desde su En los últimos años, Fogwill ha acen-
citado inicio, presenta todas las marcas del tuado cada vez más el carácter experimen-
estilo de Fogwill: “En diciembre de 1978 tal y de tesis de su literatura, dejando en
hice el amor con una muchacha punk. evidencia los mecanismos de disección
Decir ‘hice el amor’ es un decir, porque el antropo-sociológica de los personajes de
amor ya estaba hecho antes de mi llegada sus relatos o produciendo textos técnica-
a Londres y aquello que ella y yo hicimos, mente inclasificables entre la poesía y la
ese montón de cosas que ‘hicimos’ ella y yo, narración, como Runa (Interzona, 2003).
no eran el amor y ni siquiera –me atrevería El alcance de ese proyecto intelectual se ex-
hoy a demostrarlo– eran un amor: eran eso plicita en los ensayos reunidos en Los libros
y sólo eso eran”. Otros cuentos constituyen de la guerra (Mansalva, 2008).
homenajes literarios, como “Help a él”, Fogwill ha recibido el premio Coca-Co-
anagrama de “El aleph”, reescritura aloca- la en 1980 por Mis muertos punk, la beca
da (en clave de sexo y droga) del cuento de Guggenheim en 2003, el Premio Nacional
Borges, con un “Adolfo Laiseca” que juega de Literatura en 2004 por Vivir afuera y
el papel de Daneri, o “Memoria de paso”, el Premio Konex 2004 en el rubro “Nove-
la versión local (e invertida) del Orlando de la”, quinquenio 1999-2003. Los pichiciegos
Virgina Woolf. ha sido traducida al inglés (con el título
En su producción poética se encuentran de Malvinas Requiem, Londres, Serpent’s
variaciones formales que incluyen poemas Tail, 2007) y una selección de sus cuentos
breves y largos, sonetos, poemas en prosa. al francés (Muchacha punk, Albi, Éditions
Se trata de una poesía tenue, fragmenta- Passage du Nord-Ouest, 2006).
ria, elíptica, basada en alusiones. Sin em-
bargo, puede reconstruirse a partir de ella Obra de Rodolfo Enrique Fogwill
una suerte de “metapoética” o reflexión Novelas: Los pichiciegos (De la Flor, 1983);
sistemática acerca del yo, la verdad, la li- La buena nueva (Planeta, 1990); Una
teratura, que en algunos casos se explici- pálida historia de amor (Planeta, 1991);
ta recurriendo a procedimientos similares Vivir afuera (Sudamericana, 1998); La
a los de su narrativa (intertextualidades, experiencia sensible (Mondadori, 2001);
alusiones sarcásticas o elogiosas a escrito- En otro orden de cosas (Mondadori,
res, mixturas sorprendentes de registros, 2002); y Urbana (Mondadori, 2003).
estilos y lenguajes, referencias a la realidad Cuento: Mis muertos punk (Tierra Baldía,
social y política argentina). Ejemplo para- 1980); Música japonesa (Universidad de
digmático es el poema largo “El antes de Belgrano, 1982); Ejércitos imaginarios
los monstruitos” (incluido en Lo dado), un (CEAL, 1982); Pájaros de la cabeza (Ca-
cruce bizarro entre el Fausto de Estanislao tálogos, 1985); Muchacha punk (Plane-
del Campo y “La fiesta del monstruo” de ta, 1992); Restos diurnos (Sudamericana,
Borges y Bioy Casares en el que se basa la 1997) y Lo cristalino (Eloísa Cartonera,
ópera Eterna flotación. Los monstruitos, con 2003).
música de Oscar Edelstein, fue estrenada Poesía: El efecto de realidad (Tierra Baldía,
por el Centro de Experimentación del Tea- 1979); Las horas de citar (Tierra Baldía,
tro Colón en 2006. 1980); Partes del todo (Último Reino,

• 493 •
F FONDEBRIDER

1990); Lo dado (Paradiso, 2001); Can- Fontanarrosa, Roberto (Ro­


ción de paz (Paradiso, 2003) y Últimos sario [Santa Fe], 1944 - 19/07/2007).
movimientos (Paradiso, 2004). Si bien su carrera profesional comenzó
Antologías: Cantos de marineros en las pampas como dibujante humorístico, dando lugar
(Barcelona, Mondadori, 1998); Lo cris- a una profusa producción gráfica, la obra
talino (Santiago de Chile, RIL Editores, de Fontanarrosa se resiste a esa clasifica-
2003). ción. En 1957 termina la escuela primaria
L.M.K. e inicia el curso por correspondencia de
los “12 Famosos Artistas” dictado por la
FONDEBRIDER, Jorge (Buenos Aires, Escuela Panamericana de Arte. En 1961
1956). Periodista, poeta, crítico y traduc- y tras reprobar el tercer año, abandona
tor. Fue miembro fundador y secretario la escuela secundaria: “No siento ningu-
de redacción de Diario de Poesía, órgano na frustración por haber abandonado:
difusor de la producción lírica nacional al fin de cuentas soy un precursor de la
contemporánea. deserción escolar. De esos días, el úni-
Como coordinador general de Eventos co recuerdo agradable que se conserva
y Publicaciones del Centro Cultural Ri- es el de los días miércoles al mediodía
cardo Rojas (2002-2006), editó la com- que salía del colegio para comprar en el
pilación de ensayos Treinta años de poesía kiosco Hora Cero”, destacó en su sitio
argentina (1976-2006) (2006). Es autor personal La web de Fontanarrosa (<www.
de los poemarios: Elegías (1983); Imperio negrofontanarrosa.com>). En 1963, en
de la luna (1987); Standars (1993); Los úl- Rosario, comienza a trabajar en la agen-
timos tres años (2006); y de los ensayos: La cia de publicidad de Roberto Reyna y en
Buenos Aires ajena. La ciudad vista por los 1968, la revista rosarina Boom, dirigida
viajeros extranjeros (1536-1999) (2001); por Ovidio Miguel Lagos, lo convoca
Versiones de la Patagonia (1536-1900) para ilustrar sus tapas a color. Es en este
(2003); Licantropía. Historias de hombres espacio editorial donde publica sus pri-
lobos de Occidente (2004); y La París de los meros trabajos humorísticos. En 1971, y
argentinos (2006). Editó la Obra poética en homenaje a la jornada en que el equi-
de César Fernández Moreno, antologías po de fútbol Rosario Central –del que
de Joaquín Giannuzzi (1988) y de Juan el autor fue ferviente fanático– logra su
Gelman (1994) y un volumen de entre- primer campeonato, escribe el cuento
vistas: Conversaciones con la poesía argenti- “19 de septiembre de 1971”, incluido en
na (1995). Como traductor realizó, entre Nada del otro mundo (De la Flor, 1988).
otros trabajos, Antología de la poesía fran- En ese mismo año crea una parodia del
cesa contemporánea (1940-1997) (1997) agente secreto James Bond, dibujada en
y Poesía irlandesa contemporánea (1999). tinta china y publicada episódicamente
Colaboró en los suplementos culturales en la revista rosarina Tinta. En 1972 co-
de La Razón, Clarín, Página/12, La Na- mienza a colaborar en la exitosa revista de
ción y La Prensa y en las revistas Mascaró humor cordobés, Hortensia, dirigida por
y Babel. Landrú (seud. de Alberto Cognigni). Esta
S.M. publicación es considerada por el propio

• 494 •
FONTANARROSA F
Fontanarrosa como la madre de Boogie, la Flor, 1983). En 1985, De la Flor publi-
el aceitoso e Inodoro Pereyra, el renegau, ca su libro El mundo ha vivido equivocado
sus más famosos y entrañables personajes. y otros cuentos y reedita el exitoso Best se-
En Rosario, la editorial Encuadre, diri- ller. En 1986, el mismo sello publica No
gida por Juan Martini, publica el libro sé si he sido claro y otros cuentos y reedita El
Fontanarrosa se la cuenta (1972), reedita- área 18. En 1987, también por De la Flor,
do posteriormente bajo el título Los tre- se editan sus libros Nada del otro mundo
nes matan a los autos (De la Flor, 1997). y otros cuentos y Fontanarrosa y los médi-
Durante ese mismo año, aparece la revista cos. 1988 es el año de El segundo sexo de
Satiricón, en la que Fontanarrosa colabo- Fontanarrosa, publicado siempre por De
ra con historietas basadas en cuentos de la Flor que además, en 1989, lanza la no-
Jorge Luis Borges, películas y algunos best vela La gansada y en 1990, El mayor de
sellers. En 1973, junto con Caloi, Viuti, mis defectos y otros cuentos y El fútbol es
Tabaré, Altuna, Dobal, Ian, Rivero y Crist, sagrado. En 1992 sale Fontanarrosa contra
comienza a publicar sus tiras gráficas en la cultura (De la Flor) y recibe el Premio
la contratapa del diario Clarín. En 1974, Konex Diploma al Mérito en la categoría
colabora en la revista Mengano con su “Artes visuales: humor gráfico”. En 1994
personaje Inodoro Pereyra y en el mismo Fontanarrosa es contratado por Clarín
año De la Flor publica la primera com- para comentar los partidos jugados por
pilación de sus tiras gráficas. Finalmente, la Selección Argentina en el Mundial de
en 1976, Inodoro Pereyra se incorpora al Fútbol en EE.UU. Para esas crónicas, que
diario Clarín. Mientras, en el bar El Cairo continuará escribiendo durante los años
(Rosario), comienzan las míticas reunio- siguientes, crea dos de sus más caros per-
nes que Fontanarrosa inmortalizará en sonajes: la Hermana Rosa, una vidente,
relatos como La mesa de los galanes: “Una y Juan José Yaya Serenelli, un sociólogo
veintena de hombres se reúnen todas las especializado en fútbol. El mismo año re-
tardes y lo fantástico es que no se habla de cibe el segundo Premio Konex de Platino,
nada importante, es la insoportable leve- esta vez en la categoría “Letras: literatura
dad de la conversación”.1 de humor”. En 1995 De la Flor publi-
En 1978 se publica su libro Fontana- ca La mesa de los galanes y otros cuentos.
rrosa de penal (De la Flor) y un año más Por ese entonces la “mesa de los galanes”
tarde la historieta “Boogie, el aceitoso” abandona el mítico bar El Cairo para rea-
comienza a publicarse en la revista Humor lizar sus encuentros en La Sede.
registrado. En 1980, comienza a trabajar Casi sobre el final de los noventa las
como asesor creativo del grupo humo- grandes editoriales empiezan a poner el
rístico-musical Les Luthiers. En 1981, la ojo sobre la producción de Fontanarro-
editorial Pomaire publica su novela Best sa y entonces aparecen Cuentos del fútbol
seller y aparece también el libro humorís- argentino (Alfaguara, 1997), con selección
tico Fontanarrosa y la pareja (De la Flor). y prólogo del autor y ya sobre 2000, No
Un año más tarde, El área 18 (Pomaire) y te vayas, campeón. Equipos memorables del
poco después Fontarrosa y la política (De fútbol argentino (Sudamericana). Paralela-
mente, en Buenos Aires se estrena el corto-
1. Véase: <www.negrofontanarrosa.com>.

• 495 •
F FORD VON HALLE

metraje Una historia de tango, dirigido por y su gráfica habilitan el placer de la relec-
Hernán Vieytes, basado en la historia ori- tura y el goce de los fragmentos a partir
ginal de Fontanarrosa. En 2001, se publica de una obra vasta y compleja, popular y
Te digo más… y otros cuentos (De la Flor) y erudita, un rompecabezas de piezas únicas:
en 2003 el mismo sello publica Usted no “Me gusta Rosario cuando llega el invier-
me lo va a creer y otros cuentos. 2004: otro no. Cuando caen las primeras nevadas y
Konex Diploma al Mérito en la categoría por el Paraná bajan los grandes bloques de
“Letras. Cuento”, quinquenio 1994-1998. hielo. De chico, yo subía a la terraza de mi
En noviembre de ese año interviene en el casa, me trepaba a un pilar y desde allí veía,
III Congreso Internacional de la Lengua, entre algunos edificios, pedazos del río y
celebrado en Rosario, en donde expone el rayón verde de la isla. Y también divisa-
una defensa del uso de las malas palabras: ba los hielos, derivando aguas abajo de la
“No sé quién define lo que es vulgar y misma forma en que lo hacían los camalo-
lo que no es vulgar. Pienso que las malas tes durante el verano” (“Tío Enrique”, La
palabras brindan otros matices. Soy fun- mesa de los galanes, p. 32). El autor traza
damentalmente un dibujante, con lo cual el gesto extremo y estratégico de llevar a
más de uno se preguntará ‘qué hace este la legitimación una literatura que apues-
muchacho en esta mesa’. Hay palabras de ta tanto a deslindarse del canon como de
las denominadas ‘malas palabras’ que son la escritura banal y veloz del mercado. Es
irreemplazables, por sonoridad, por fuerza que, en definitiva, Fontanarrosa inscribe/
y por contextura física de la palabra. No es escribe su propio linaje, y en esa apuesta
lo mismo decir que una persona es tonta o (se) transciende a sí mismo.
sonsa que decir que es un pelotudo”. L.V.
En 2005 se estrena en Buenos Aires el
film de Benjamín Aladro Tómalo con cal- Ford Von Halle, Aníbal Horacio
ma, basado en el cuento “Mamá” de Fon- (Ford, Aníbal) (Buenos Aires, 1934 -
tanarrosa. En 2006, De la Flor publica El 06/11/2009). Periodista y escritor, profe-
rey de la milonga y otros cuentos y el mismo sor en Letras por la UBA, especialista en
año es premiado en el Festival de Cartage- comunicación. Su obra exhibe entrecruza-
na (Colombia). mientos entre teoría literaria, literatura, in-
El 19 de julio de 2007 Fontararrosa fa- vestigación y crítica. En su primer libro de
llece en la ciudad en la que naciera, como cuentos, Sumbosa (Jorge Álvarez, 1967), se
consecuencia de una enfermedad neuroló- quiebra la organización narrativa tradicio-
gica. En su sitio personal subrayó: “De mí nal y sale al cruce del estructuralismo. Sigue
se dirá posiblemente que soy un escritor otro libro de cuentos, Los diferentes ruidos
cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me del agua (Puntosur, 1987), que presenta la
interesa demasiado la definición que se misma tendencia, y en el cual el humor es
haga de mí. No aspiro al Nobel de Lite- el medio principal de la innovación. Ramos
ratura. Yo me doy por muy bien pagado generales (Catálogos, 1986) es una nouvelle
cuando alguien se me acerca y me dice: me que expresa la preocupación por la histo-
cagué de risa con tu libro”.1 Su literatura ria, la comunicación y la cultura popular, y
cobra el lugar de disparatado correlato de
1.  Ibíd.

• 496 •
FORD VON HALLE F
Desde la orilla de la ciencia. Ensayos sobre Viñas los ve como una prolongación de
identidad, cultura y territorio (Puntosur, los “resultados literarios” de Cortázar.1 Por
1987), en el que, por ejemplo, se dedica otra parte, Jitrik señala el impacto de Os-
un capítulo a dos escritores desaparecidos: car Masotta sobre algunos de estos escrito-
Haroldo Conti y Rodolfo Walsh. En Del res desvalorizados por Viñas, como Ford y
orden de las coníferas (Norma, 2007), Ford García. El crítico observa que el psicoaná-
selecciona relatos publicados en distintos lisis imprimió en sus primeras obras una
momentos y les añade otros inéditos, de fuerte crítica al sistema literario que por
modo que la suma se vuelve un repertorio esos años “navegaba en la plena euforia del
que ilustra su trayectoria. Una de las claves ‘boom’ latinoamericanao, la novela históri-
del libro se encuentra en el cuento que le ca y la denuncia social”.2 Esta apropiación
da el título: el protagonista, que busca de- del psicoanálisis por parte de la literatura
sechos y construye con ellos artefactos ab- y la crítica intentaba descentralizar el dis-
surdos, permite leer cierta correspondencia curso marxista y estructuralista dominante
con la relación que Roberto Arlt proponía en el campo intelectual de aquellos años.
entre literatura y trabajo. Ford se inserta Podríamos decir que éste era el principal
en esta tradición del narrar como valor punto de fricción con Viñas y el grupo que
contrario a la concepción capitalista del se había reunido alrededor de Contorno
trabajo. En esto la literatura es, al mismo (1953-1959), aunque algunos de sus inte-
tiempo, fuente (Arlt, por debajo, permite grantes (como Ramón Alcalde) protagoni-
la operación) y material contrapuesto, en zaban ahora un replanteo crítico.
su lógica dispersa, al trabajo capitalista. A pesar de la trabada tensión entre críti-
Finalmente, la literatura se concibe como ca y literatura, en la obra de Ford por mo-
un trabajo otro, es decir, como trabajo di- mentos predomina una por sobre la otra.
ferente: el de la invención. En este sentido, Así, en la primera mitad de la década de los
Ford también rescata la idea de la literatura setenta, la escritura de ficción cede lugar a
opuesta al pragmatismo de Julio Cortázar. la crítica: se publica, por ejemplo, Homero
La revista Primera Plana coloca en el Manzi “biografía” (CEAL, 1970) y “Wal-
centro del sistema literario a Roberto Arlt sh: la reconstrucción de los hechos” (en
y Rodolfo Walsh y legitima (o descubre) a Lafforgue, J. [ed.], Nueva novela latinoame-
Ford, León Rozitchner, Manuel Puig, Ha- ricana 2, Paidós, 1972). Son al menos dos
roldo Conti y Griselda Gambaro a fines de las operaciones críticas salientes de Ford.
la década del sesenta. En cambio, Viñas re- La primera, haber impulsado –junto con
chaza la obra inicial de Ford y la de los otros Eduardo Romano, Jorge Lafforgue, Oscar
escritores jóvenes (Ricardo Piglia, Néstor Steimberg y Beatriz Sarlo, entre otros– el
Sánchez, Ricardo Frete, Germán García 1.  Viñas, D., “Después de Cortázar: historia
y Puig) que incluye en “la generación del y privatización”, Cuadernos Hispanomericanos
66”. Los acusa de pseudoestructuralistas, (junio), nº 234 (Madrid), 1969.
apolíticos y proclives a “una actitud […] 2.  Jitrik, N., “Las marcas del deseo psicoana-
pendular frente al tono de compromiso ex- lítico”, en Cella, S. (dir.), La irrupción de la
plícito con la historia que caracteriza a los crítica, vol. 10 de Jitrik, N. (dir. col.), Historia
crítica de la literatura argentina, Buenos Aires,
narradores argentinos alrededor de 1965”.
Emecé, 1999.

• 497 •
F FORN

estudio de géneros “marginales” como la ma. Fue jefe de redacción de Crisis, co-
ciencia ficción, la historieta, el policial, a lumnista de La Opinión y El Porteño. En
comienzos de los 70. A mediados de los el campo académico, se destacan su labor
80 se publica Medios de comunicación y como profesor y director de la Licencia-
cultura popular (Legasa, 1985), editado tura en Ciencias de la Comunicación y la
por Lafforgue y prologado por Heriberto Maestría en Comunicación y Cultura de
Muraro, con los ensayos más importantes la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y
en esa tendencia, de Ford, Jorge Ribera y como integrante del Comité Académico de
Romano. La segunda, su participación en la Maestría en Análisis del Discurso de la
CEAL y en Crisis (1973-1976): ambos Facultad de Filosofía y Letras (UBA).
proyectos continuaron con el estudio de M.L.C.
los géneros “marginales”, que ganaron cada
vez más terreno, mientras bregaban por la FORN, Juan (Buenos Aires, 1959).
construcción y defensa de una cultura na- Narrador y periodista. Se formó en el
cional y latinoamericana. Cardinal Newman College. Aunque ini-
Dedicado también a la investigación, ció estudios universitarios, rápidamente
Ford escribió ensayos como: Navegaciones: eligió reemplazar los rigores académicos
comunicación, cultura y crisis (Amorrortu, por un viaje a Europa, donde vivió casi un
1994); La marca de la bestia: identificación, año oficiando de lavacopas, mayordomo
desigualdades e infoentretenimiento en la y entrenador infantil de fútbol. De regre-
sociedad contemporánea (Norma, 1999); so a su ciudad natal en 1981, comenzó su
y Treinta años después: 1973. Las clases de carrera editorial en Emecé, primero como
introducción a la literatura y otros textos de telefonista; luego, como corrector de prue-
la época (UNLP, 2003); Resto del mundo. bas, traductor de Hemingway, Chandler,
Nuevas mediaciones en las agendas críticas Salinger, entre otros, hasta llegar a asesor
internacionales (Norma, 2005). A partir literario, especializado en ficción argentina
de una variada documentación, Ford y sus cuando se contactó con autores como Bioy
colaboradores analizan en Resto del mundo Casares, Blaisten, Castillo, Laiseca. En 1987
los modos en los que los países centrales publicó Corazones cautivos más arriba, su
se apropian de las culturas de la periferia, primera novela; el título proviene del epí-
con el impacto de las nuevas tecnologías grafe de Roberto Juarroz a la “Nota final”
de por medio. y autobiográfica con la que Forn cierra la
Por último, cabe destacar su intensa novela: “Hay vidas que son como la lluvia.
apuesta editorial: integró los consejos edi- / La lluvia también es testimonio de / cora-
toriales de la Federación Latinoamericana zones cautivos más arriba”. Su protagonista,
de Facultades de Comunicación Social Iván Pujol, es un adolescente que, huérfano
(FELAFACS), la Asociación Latinoameri- de padre, va a vivir con su abuelo Galo a
cana de Investigadores de Comunicación La Cumbre (Córdoba), un pueblo para él
(ALAIC) y el Instituto de Investigaciones “lleno de caras desconocidas e imbéciles”,
en Comunicación de Venezuela (ININ- pero donde se descubre en lo hondo de
CO). Trabajó en Eudeba, dirigió diversas sus sentimientos y sensaciones, sondea en
colecciones del CEAL, Amorrortu y Nor- sus pensamientos y busca fundamentarlos,

• 498 •
FORSTER F
a la vez que extrema su rebeldía como vía International Center. Entre 1996 y 2002, el
de afirmación personal. El taciturno y dis- diario Página/12 lo cuenta entre sus colabo-
conforme Iván –prefiguración de varios de radores más apreciados: allí fundó y dirigió
los personajes posteriores de Forn– reapare- Radar, la revista dominical de cultura que
ce recluido en un hospital psiquiátrico en renovó el encuentro de los lectores de pe-
“Alquitrán en los pies” de Nadar de noche riódico con los artífices y productos litera-
(1991), compilación de relatos que descri- rios nacionales e internacionales, sobre todo
ben la vida desarticulada de los jóvenes de contemporáneos. Una pancreatitis aguda
los años ochenta, cruzada por el alcohol o la en 2003 hace que abandone la dirección de
droga, la desorientación y la abulia. El mis- Radar y se radique en Villa Gesell junto a su
mo Iván es recuperado para el mundo des- mujer e hija, desde donde sigue escribien-
pués de una desintoxicación espiritual en do para ese periódico. En 2001 publicó en
Frivolidad, novela publicada en 1995 que Alfaguara la novela Puras mentiras, historia
mereció el segundo Premio Municipal en el de un hombre que busca salvar su futuro en
bienio 1995-1997. Esta última –que reto- un mundo cambiante e incierto. La misma
ma otras historias de Nadar de noche como editorial lanzó entonces su obra completa
“El borde peligroso de las cosas”– representa para el mercado de habla hispana. Entre sus
la Buenos Aires de la década siguiente, sig- traducciones se destacan: País de nieve de Ya-
nada por la labilidad de seres que sucumben sunari Kawabata (2003) y Mescalito (2007)
frente al dinero, el éxito y el poder; sin em- de Hunter Thompson. Sus crónicas perio-
bargo, y pese a la desazón existencial, el na- dísticas fueron reunidas por Emecé en 2005
rrador intenta delinear al “Hombre Nuevo con el título La tierra elegida. Se trata de un
que pise este mundo el próximo milenio”, corpus variado de reseñas de literatura (Mu-
ser capaz de leer el sentido de las cosas más rakami, Tolstoi), comentarios sobre vida y
allá de las apariencias. obra de pintores (Alonso, Ferrari), arquitec-
En 1989 Forn acompañó al actor Enri- tos (Salamone), cantantes (Billie Holiday,
que Pinti en la redacción de sus memorias Rita Lee) o reflexiones sobre sus escritores
Pinti. Conversaciones con Juan Forn. Du- favoritos (García Márquez, Pessoa, Briante),
rante 1990-1996, fue director editorial de que se ubican entre el ensayo y la narración.
Planeta Argentina, donde condujo dos co- En 2007 apareció su novela María Domecq
lecciones que alcanzaron importante acepta- sobre la presunta identidad argentina del
ción de la crítica especializada y del público personaje de Pinkerton en la ópera Madame
general: Biblioteca del Sur (ficción) y Espe- Butterfly. Obtuvo el Premio Konex de Plati-
jo de la Argentina (ensayo e investigación no al mejor periodista literario de la década
periodística). Anagrama publica en 1993 1996-2006.
su Buenos Aires, una antología de la nueva S.M.
ficción argentina, visionaria si se tiene en
cuenta que incluye escritores que alcanza- Forster, Ricardo (Buenos Aires,
rán el reconocimiento años después, como 1957). Investigador y ensayista en el cam-
Aira, Fogwill o Pauls; durante 1994 se insta- po de la historia de las ideas en la UBA.
la en Washington DC como visiting scholar Obtuvo el título de Doctor en Filosofía
al obtener una beca del Woodrow Wilson por la Universidad Nacional de Córdoba.

• 499 •
F FRANCESCHI

Ha cursado estudios de historia y filosofía te en 1904. Colabora con las figuras más
en la Universidad Autónoma de México, prominentes del catolicismo social de la
en la Universidad del Salvador (Argentina) época. En 1907 dirige los periódicos El
y en Flacso. Ha sido profesor titular de gra- Trabajo y Justicia Social, órganos oficiales
do y posgrado en numerosas universidades de los Círculos Católicos de Obreros y la
argentinas e internacionales como la UBA, Liga Democrática Cristiana, ambas insti-
la Universidad Nacional de General San tuciones creadas por el redentorista alemán
Martín, la UNR, la Universidad Nacional Federico Grote. Colaboró en los periódi-
de Comahue, la Universidad de Princeton cos El Pueblo y Democracia Cristiana, in-
(EE.UU.), la Universidad Hebrea de Jeru- tegró la Academia de Ciencias Sociales y
salén y el Instituto Tecnológico de Monte- dictó conferencias en distintas institucio-
rrey. Entre sus ensayos filosóficos se desta- nes. En 1909 viaja a Europa, donde reali-
can las siguientes obras: W. Benjamin - Th. za estudios en sociología y se actualiza en
W. Adorno, el ensayo como filosofía (Nueva los movimientos y debates del catolicismo
Visión, 1991); Itinerarios de la modernidad continental, escribiendo notas para la Re-
(Eudeba, 1996); El exilio de la palabra. En- vista Eclesiástica Argentina. Ese año es de-
sayos en torno a lo judío (Eudeba, 1999) y signado secretario general de la Liga Social
Walter Benjamin y el problema del mal (Al- Argentina, cargo que ejerce hasta 1917.
tamira, 2001). Siendo ya una figura reconocida, cola-
L.V. bora en la destitución de Grote al frente
de los Círculos de Obreros en 1912 y, jun-
FRANCESCHI, Gustavo Juan (París, to a su reemplazante, Miguel de Andrea,
1881 - 1957). Sacerdote católico, escri- abandona la Liga en 1913 para promover
bió en los campos más diversos, desde el la disolución de la Unión Democrática
derecho laboral hasta la crítica literaria, Cristiana en 1919. Queda así al frente
pasando por la crítica musical, la teología, de la institución creada para sustituirla,
la filosofía, la doctrina y, especialmente, la la Unión Popular Católica Argentina, en
política europea y argentina. Esta variedad 1920. Desde 1917 reside en la Iglesia de
de intereses, sumada a su vocación de pole- San Miguel, con De Andrea, abandonando
mista, se materializó en una vasta produc- la acción directa en el mundo obrero y vol-
ción periodística, privilegiando el ensayo cándose a la formación de cuadros laicos
breve por sobre la escritura sistemática de entre las élites políticas y económicas de la
obras de largo aliento. Como director de época mediante las Conferencias populares
la revista Criterio, fue uno de los exponen- y la asesoría de la Confederación Profesio-
tes y difusores más prominentes del movi- nal Argentina y el Centro Católico de Es-
miento católico en la Argentina, y su bio- tudiantes. Estas vinculaciones le granjean
grafía permite comprender gran parte del a Franceschi enemigos entre sus antiguos
derrotero político-religioso del catolicismo colegas, que lo consideran un “traidor”.
en el siglo XX. En 1917 publica un libro de relativo
Nacido en París, a los cinco años se ins- éxito, inesperado en el contexto de sus
tala en Buenos Aires con su familia. Allí anteriores intervenciones, titulado: El espi-
ingresa al seminario y se ordena sacerdo- ritualismo en la literatura francesa contem-

• 500 •
FRANCESCHI F
poránea; también un opúsculo sobre Fun- de diversos ámbitos, desde representantes
ción social de la propiedad en la República de las vanguardias artísticas como Jorge
Argentina y, al año siguiente, La democra- Luis Borges y Emilio Pettorutti hasta el
cia y la Iglesia. Esta línea será continuada tradicionalismo católico de Hilaire Belloc
en: Los círculos de estudios sociales (1922); o Ramiro de Maeztu (embajador del fala-
Las orientaciones sociales de Pío IX (1923); gismo español en Buenos Aires). Bajo la
Principios fundamentales de Doctrina Social dirección de Osés, la publicación adquiere
Católica: principios sociológicos (1939; con un carácter explícitamente político, vien-
F. Valsecchi) y Significado histórico de la en- do a la nación argentina “amenazada” por
cíclica ‘Rerum Novarum’ (1942). el imperialismo norteamericano, el pro-
En 1923, ante el fracaso de la candidatu- testantismo, el comunismo y el judaísmo.
ra de De Andrea al arzobispado de Buenos Franceschi introducirá la perspectiva in-
Aires, presentada por el Senado, Franceschi ternacional, especialmente europea, tan-
gravita en la curia, logrando instalarse en to desde el punto de vista de los debates
el centro del dispositivo político-religioso- intelectuales como de los temas políticos
cultural del integralismo católico: confe- de aquella hora. Bajo su dirección, la re-
rencista de las élites, profesor de Sociología vista se convertirá en la voz oficiosa de la
del Seminario Conciliar de Buenos Aires, doctrina social y política del episcopado.
profesor de los Cursos de Cultura Católi- Allí formalizó y difundió un catolicismo
ca, miembro fundador de la AAL (1931), integral que, ante la crisis del imaginario
asesor eclesiástico del Secretariado Econó- liberal, propone una alternativa católica
mico-Social de la Acción Católica (1934), intransigente frente a las modernidades
locutor oficial del Congreso Eucarístico liberal y socialista. Ubicado en esta “ter-
Internacional de 1934, director del Museo cera posición” sería caracterizado con la
Oceanográfico de Mar del Plata. Desde allí diversidad que implican sintagmas como
proyectó su influencia sobre la dirigencia “sacerdote liberal”, “cura de derecha”,
emergente, como lo prueba la conferencia “fascista” y también “comunista”. Desde
ofrecida poco después del golpe de Estado allí, enfrentado a las evoluciones de los
en el Jockey Club de Buenos Aires. En oc- nacionalismos europeos, terminará por
tubre de 1931 actúa como vocero oficioso condenar a quienes antes admiraba por
del episcopado para “aclarar los deberes anteponer el nacionalismo al catolicismo.
políticos de los católicos”. Uno de los tópicos polémicos que abor-
En junio de 1932 es designado director daría sería el del antisemitismo, fogonea-
de la revista Criterio, cargo que ejerce has- do en el mundo católico por el ex director
ta su muerte en julio de 1957. La revista de Criterio, Enrique P. Osés. Partiendo
había sido dirigida primeramente por Ati- de una posición típica en el nacionalismo
lio dell’Oro Maini, desde su creación en de la época, Franceschi se desplaza hacia
1928. Luego, y hasta 1932, por Enrique una tolerancia desconfiada y una poste-
P. Osés, católico maurrasiano antisemita. rior aceptación del Estado de Israel, visto
En su primera etapa de revista cultural, como dique del comunismo soviético. En
rica en ilustraciones y xilografías, Criterio marzo de 1936 abría las páginas de Crite-
dio espacio a intelectuales provenientes rio a Israel Zeitlin (César Tiempo), quien

• 501 •
F FRANCESCHI

mantendría una polémica con Gustavo y los encontraría en las filas excomulgadas
Martínez Zuviría (Hugo Wast) de la que del comunismo”. Esta asociación, evocada
participarían Manuel Gálvez y el mismo por el diálogo católico-marxista veinticin-
Franceschi “en defensa de los judíos y del co años después, hizo sonar la alarma de
pueblo israelita”. En julio de 1939, Fran- la ortodoxia integral de Franceschi, que
ceschi escribe una serie de artículos sobre dedicó una serie de artículos de fondo
“El problema judío”, afirmando que “hay en Criterio, recopilados y editados por la
que respetar, lo repito una vez más, la editorial Difusión ese mismo año, con el
dignidad humana del hebreo, pero social- poco ingenioso título de Se recopilan aquí
mente, dentro de la colectividad orgánica las respuestas a la conferencia y artículos del
cristiana, no le corresponden los puestos Dr. Lisandro de la Torre. Allí Franceschi
directivos. Es por esto que el presidente de desarrolla un argumento doble: reafirma la
nuestra república debe ser cristiano”. En incompatibilidad de catolicismo y socialis-
octubre de ese mismo año hay editoriales mo por ateo, invirtiendo el razonamiento
cruzados con la revista de Osés, Crisol, de De la Torre al afirmar que la excepción
por el mismo tema, iniciando una serie de no es el cristianismo social sino, por el con-
enfrentamientos en los que antisemitismo trario, el indiferente: “El Dr. De la Torre
y nazismo se funden en uno. Mientras confunde a los católicos, o mejor dicho
Franceschi se declara a favor de la neutra- a una parte de ellos, con la Iglesia misma
lidad argentina en la guerra y en contra […] los sedicentes católicos que se acuer-
del nacionalsocialismo, Osés prosigue en dan apenas de esta sublime ley de justicia
la defensa nazi con Crisol y, en 1942, con y caridad […] son causa de que la Iglesia,
Orientación Cristiana y Pampero, esta últi- sin haberlo merecido, haya podido apare-
ma sospechada de financiación directa por cer defendiendo a los ricos y se haya visto
parte del gobierno alemán. La volumino- acusada de ello”.
sa evaluación de estos movimientos sería También en 1937 Criterio protagoniza
reunida por Franceschi en Totalitarismo, una resonante polémica con Jacques Ma-
liberalismo, catolicismo (ACA, 1940) y, ritain, uno de los intelectuales más impor-
especialmente, Totalitarismos I: nacional- tantes del catolicismo de la época y asiduo
socialismo y fascismo y Totalitarismos II: colaborador de la revista. En abril de ese
comunismo (Difusión, 1944-1945). año publica algunas intervenciones en Sur
En 1937 mantiene una resonante polé- (“cuya orientación –diría Franceschi– es
mica con Lisandro de la Torre acerca del francamente de izquierda”), desde cuyas
“cristianismo social”, caracterizado por el páginas –a los ojos de algunos contemporá-
ex senador santafesino como aquel que, en neos– transige con una modernidad liberal
oposición a la jerarquía eclesiástica, realiza que hubiera debido enfrentar sin tregua.
una lectura “auténtica” de los evangelios Franceschi no interviene en el debate sino
insertando su práctica en la acción social hasta julio, cuando la discusión doctrinal
y la organización obrera. En una defensa se plantea en el terreno concreto de la Gue-
del socialismo, llega incluso a afirmar que rra Civil Española. Ya en abril de ese año, a
“Si Jesús volviera a nacer […] buscaría a raíz de un viaje a la península para entregar
su alrededor a los pescadores sencillos […] una donación a la Iglesia franquista, había

• 502 •
FRANCESCHI F
denunciado el “terror rojo”, el “satánico” do piropos apestosos a las mujeres”. Aun-
comunismo de los republicanos. Desde que es posible que Franceschi haya compi-
esta posición, niega que el franquismo sea lado, en su juventud, un lexicón carcelario
fascista y descalifica los movimientos euro- –luego perdido–, durante su gestión las ra-
peos por la paz, defendidos por Maritain. dios se vieron obligadas a cambiar los títu-
Los textos profranquistas y antirrepubli- los de muchas piezas: “Chiqué” devino “El
canos/ comunistas de Franceschi, que in- elegante”, “Susheta” se transformó en “La
cluyeron una breve discusión con la revista aristócrata”, “El ciruja” fue “El recolector”
Sur (indignada por la acusación de izquier- y “Yira yira”, “Camina, camina”. Irónica-
dista recibida) y con el siempre activo De la mente se decía que el tango “Guardia vie-
Torre, fueron recopilados y publicados por ja” debería rebautizarse “Cuidado, mamá”.
Difusión en: Frente al comunismo (1937); En 1949, a instancias del presidente Perón,
El movimiento español y el criterio católico la medida fue retirada.
(1937); En el humo del incendio (1938); y El apoyo al movimiento que se origina
Visión espiritual de la guerra (1940). en 1943 no fue extensivo al gobierno de Pe-
En el ámbito nacional, Franceschi ce- rón. A pesar de la coincidencia de intereses
lebra el golpe de junio de 1943 afirman- y discurso entre el catolicismo integral y el
do que “en el evangelio, fue un soldado, justicialismo, la figura de Perón sería resisti-
primero que nadie, quien hizo acto de fe da desde antes de su presidencia, mediante
[…] como si desde aquel instante la cruz la denuncia de la progresiva –y excesiva–
y la espada debieran para siempre marchar asociación entre peronismo y catolicismo,
unidas”. En julio publica la carta de saluta- por ejemplo, en las medallas que, en enero
ción enviada por el general Ramírez, que se de 1946, unían la imagen de la virgen de
declara fiel lector de la revista. Cuando, en Luján y la del líder laborista. En febrero, ha-
noviembre, Martínez Zuviría es nombrado ciendo referencia polémica a sus constantes
al frente del Ministerio de Justicia e Ins- menciones a la doctrina católica, Franceschi
trucción Pública –decretando la enseñanza publica el editorial “No abusemos de las en-
religiosa en las escuelas públicas–, Frances- cíclicas”, afirmando que “jamás será permi-
chi preside la comisión estatal destinada a tido utilizar para fines puramente tempora-
“salvaguardar la pureza del idioma”, triste- les –menos aún partidarios– una palabra de
mente célebre por las correcciones intro- tan elevado origen y tan eximia autoridad”.
ducidas en los títulos y letras de los tangos Sobre el filo de los cincuenta se profundiza
de aquel entonces. Franceschi ya había in- el enfrentamiento entre las autoridades ecle-
tervenido, desde Criterio, en el campo de siásticas y el gobierno peronista. La escala-
la crítica cultural, opinando en 1936 que da culminaría con el enfrentamiento en la
Manuel Gálvez “no respeta la castidad en marcha de Corpus Christi de junio de 1955
sus novelas Cautiverio y La noche toca a su y el incendio de templos católicos, en una
fin” o aprobando la prohibición de El gran confusa jornada que Franceschi describió,
dictador, de Charles Chaplin, en 1941. según el título del editorial correspondiente,
Con respecto al tango, desde una década “A la luz de los incendios”.
antes manifestaba su hostilidad hacia los El antiperonismo de Franceschi, uno de
“gandules de pañuelito al cuello, dirigien- sus legados más duraderos para quienes lo

• 503 •
F FRANCO

sucedieron en la revista, por el que incluso Franco, Luis Leopoldo (Belén [Ca­
fue detenido en 1955, no era restaurador. tamarca], 1898 - Buenos Aires, 1988).
No pregonaba un retorno al Estado pre- Franco vivió la mayor parte de su vida
peronista, sino un aprovechamiento de en su provincia natal y allí escribió una
sus logros por parte de una democracia extensa obra poética, narrativa y ensayís-
“auténticamente” cristiana: “Un partido tica. Su poesía, que rescata formas tradi-
demócrata cristiano en la Argentina […] cionales y populares como las coplas y los
en ningún caso intentará borrar alguna de romances en una actitud celebratoria de
las conquistas logradas por la clase obrera la vida rural, inicialmente genera recono-
en estos últimos diez años. Es imposible cimiento entre los más centrales escritores
que olvide la justicia social”. Con un elo- de principios de siglo: gana un concurso
cuente título, “¡Libertad!”, saluda el golpe con Ricardo Jaimes Freyre como jurado, y
de Estado contra Perón, ofreciendo un ba- Leopoldo Lugones, al igual que Alfonsina,
lance de la “dictadura” en el que valora po- elogia su producción poética. Su produc-
sitivamente los avances del sector obrero, ción narrativa se orienta al rescate de tra-
pero justifica el golpe en los “abusos”, el diciones folklóricas, y su escritura ensa-
“autoritarismo”, la “inmoralidad en la vida yística cubre una variedad de temas, desde
privada” del líder y la obsecuencia de sus la revisión de figuras históricas del siglo
“secuaces”. Un balance de orden más doc- XIX al rol social de la mujer.
trinal acerca de estas reflexiones políticas es La poesía de Franco es heredera de las
publicado ese mismo año en La democracia vertientes del modernismo que efectúan
cristiana (Criterio, 1955). un retorno a la expresión de un contacto
En esos años vuelve al ataque contra más directo con la naturaleza, sencillez,
el comunismo: por un lado, fustiga a los oralidad; las observaciones del Lugones
“cristianos progresistas” franceses y el in- de Romances del río seco marcan esta fi-
cipiente diálogo católico-marxista; por liación. Su obra continuará por muchos
el otro, derrocado el gobierno de Perón años en esta línea, y alternará metros
y perseguidos sus militantes, la revista tradicionales con un verso un poco más
comienza a alertar sobre la injerencia del experimental, desde el aforismo a formas
comunismo en el mundo de las reivindi- más extensas y libres; la celebración de la
caciones obreras. Estas nuevas batallas ya naturaleza y el erotismo de la mujer dan
no serían dirigidas por Franceschi, quien paso con el tiempo a una mirada menos
desde 1952 compartía la dirección de la integrada a ese paisaje y más dolorosa del
revista con Luis R. Capriotti y, a partir de amor. La mujer aparece como el tópico
1955, con Jorge M. Mejía, quien lo suce- más permanente en su obra; el arco des-
dería a su muerte, en 1957. criptivo que cubre va desde la idealización
Su amplia obra escrita no ha sido reuni- romántica a formas mucho más carnales.
da hasta hoy en una colección. El intento En una parte de su poesía aparecen inten-
que a mediados de la década de 1940 lleva- ciones de crítica social con un tono entre
ra a cabo la editorial Difusión quedó frus- la arenga y el sarcasmo, centradas en la
trado en sus primeros cuatro volúmenes. distribución de la propiedad y en la moral
J.E.B. sexual religiosa.

• 504 •
FRANCO F
La producción narrativa de Franco Cioran: escritura despegada del contexto
busca en general reescribir las tradiciones sociopolítico inmediato, una filosofía no or-
orales de su región. En estas narrativas gánica, rescate de la actitud vital occidental
consigue un tono a la vez personal y res- precristiana, escritura a menudo aforística,
petuoso de la tradición; va más allá del res- sensualismo.
cate antropológico, para conseguir una voz Terminando: la discusión entre centro
atenta, cuidada y a la vez fresca. De este y periferia. Ésta emerge inmediatamen-
modo, árboles, arroyos, caballos o ganado te en relación con nuestro autor. Se suele
no son los lugares comunes de la tradición señalar la marginación de Franco por par-
más conservadora del interior argentino: te del “canon porteño”, si bien él mismo
Franco consigue manifestar en sus textos la parece haber elegido tal marginación, más
vivencia presente de esos elementos, subra- allá de que vivió también en Buenos Aires
yando el efecto subjetivo de la convivencia y fue publicado por editoriales de alcance
con el medio natural. masivo como el CEAL. El abordaje de la
La producción filosófica y ensayística de extensa obra de Franco pide su puesta en
Franco tiene características afines. Sus críti- relación con aquella literatura latinoame-
cos observan una actitud de celebración de ricana que enfatiza el rescate de las voces
la naturaleza cercana a formas de panteís- rurales, más que con la dominante urbana
mo; pero dicha observación no se reduce a del canon literario argentino. Está todavía
la celebración distante o al homenaje, sino pendiente la puesta en relación de su res-
a la participación. Manifiesta una religiosi- cate de tradiciones regionales con la revi-
dad pánica, que rechaza explícitamente las talización del folklore en los años 60 y 70;
formas de catolicismo institucional domi- sus textos sobre historia argentina con las
nantes en su provincia. Franco tiene una diversas formas de revisionismo histórico
producción ensayística diversa, personal, a lo largo del siglo XX. Y, en lugar de la
apasionada, que encuentra su modelo entre insistencia en el carácter excepcional de su
los intelectuales del siglo XIX o de figuras figura, en su carácter “antisistema”, anti-
como Lugones o Ezequiel Martínez Estrada, político, antiporteño, sería conveniente
pero sin un proyecto político o intelectual ver su lugar “contracultural” no como algo
definido que oriente su actividad. Su espí- que lo excluye sino como una forma más
ritu anarquista, su rechazo a las institucio- de articulación con el resto del campo lite-
nes políticas o al activismo más organizado rario argentino.
y su escasa educación formal lo llevan a no
participar en política ni en los ámbitos uni- Obra de Luis Leopoldo Franco
versitarios, con la excepción de protestas en Poesía: Oda Primaveral (s/d); La flauta de
los años 30 y 40 en defensa de los derechos caña (América, 1920); Coplas (1921);
de los campesinos catamarqueños. Por otra Libro del gay vivir (Babel, 1923); Coplas
parte, su obra a menudo elige dialogar más del pueblo 1920-1921 (incluye Coplas de
con la tradición clásica, de Hesíodo a los ro- 1921) (Gleizer, 1927); Nuevo mundo
manos, más que con sus contemporáneos. (Gleizer, 1927); Los trabajos y los días
Muchas de sus características relacionan la (Babel, 1928); Nocturnos (Babel, 1932);
obra ensayística de Franco con la de E.M. Suma 1927-1937 (Perseo, 1938); Co-

• 505 •
F FREIDEMBERG

plas, para canto y piano (Ricordi, 1942); entre dos fuegos (Paidós, 1968); Cuen-
Catamarca en cielo y tierra (Kraft, 1944); tos orejanos (CEAL, 1968); La pampa
Pan 1937-1947 (Suma, 1948); Conste- habla (Shapire, 1968); Guitarra aden-
lación (Stilcograf, 1959); El corazón de tro (CEAL, 1971); Rosas (Propósitos,
la guitarra (1963; carpeta con dibujos 1970); Lucifer (ECA/ Cultura Argen-
de Ricardo Carpani); 4 poemas de Luis tina, 1972); El arca de Noé en el Plata
Franco y 4 litografıas de Demetrio Urru- (Lagos, 1976); El zorro y su vecindario
chúa (1965); Poesías de Luis Franco, an- (Plus Ultra, 1976); Zoología de bolsillo
tología (Eudeba, 1965); Trotsky (Chajá, (Schapire, 1976); Nuestro padre el ár-
1967); Guitarra (teoría y práctica de la bol (Colihue/ Hachette, 1978); El pre-
copla) (Lagos, 1971); Insurrección del sidente Illia y un libro de ocasión (1984;
poema (Colihue/ Hachette, 1979). ed. de autor).
Prosa: Coplas del pueblo (1920); Los hijos E.M.
del Llastay (fábulas o relatos de ani-
males) (1926); América inicial (Ba- Freidemberg, Daniel (Resistencia
bel, 1931); El general Paz y los dos [Chaco], 1945). Reside en Buenos Aires
caudillajes (Anaconda, 1933); Walt desde 1966. Realizó sus estudios secun-
Whitman, el mayor demócrata que el darios en Mar del Plata y ejerció como
mundo ha visto (Perseo, 1940); Bio- maestro algunos años. Cuenta con una
grafía de la guerra (Perseo, 1941); El importante producción poética y crítica,
fracaso de Juan Tobal (Nueva Novela, y se desempeña también como traductor.
1941); Walt Whitman (Americalee, En 1986 funda con otros poetas la revista
1941); El otro Rosas (Claridad, 1945); trimestral Diario de Poesía (Buenos Aires),
Rosas entre anécdotas (Claridad, 1946); cuyo Consejo de Dirección integra. Diario
Biografías animales (Peuser, 1953); An- de Poesía –junto con las revistas Xul y
tes y después de Caseros (Reconstruir, Último Reino, las tres con poéticas notable-
1954); Hudson a caballo (Alpe, 1956); mente enfrentadas entre sí– constituye una
Biografía sacra (Reconstruir, 1957); de las voces más importantes del campo
Sarmiento y Martí (Lautaro, 1958); poético en la activa escena cultural porteña
Biografía patria (Stilcograf, 1958); Pe- de la segunda mitad de la década del 80.
queño diccionario de la desobediencia También integró el Consejo de Redacción
(Americalee, 1960); Domingo Faustino de la revista El Escarabajo de Oro y diri-
Sarmiento (antología) (Cía. Gral. Fabril gió la sección de poesía de la revista El
Editora, 1960); Revisión de los griegos Ornitorrinco.
(Americalee, 1960); La hembra huma- Su obra poética comprende: Blues del
na (Futuro, 1962); Prometeo ante la que vuelve solo a casa (El escarabajo de oro,
URSS (Dávalos y Hernández, 1964); 1973); Diario en la crisis (Libros de Tie-
Espartaco en Cuba (Dávalos y Her- rra Firme, 1986); Lo espeso real (Libros de
nández, 1965); De Rosas a Mitre: me- Tierra Firme, 1996); La sonatita que haga
dio siglo de historia argentina (Dávalos fondo al caos (Red Internacional del Libro
[Astral], 1967); Los grandes caciques de de Santiago de Chile, 1998); Cantos en la
la pampa (Shapire, 1967); Sarmiento mañana vil (Paradiso, 2001); y Noviembre

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FREIDEMBERG F
(plaquette) (Zona Poesía, 2006). Algunos la distancia con los lectores y, simultánea-
de sus poemas aparecen también en an- mente, como había ocurrido unos años an-
tologías como: Los que siguen (Ediciones tes con los jóvenes novelistas en relación con
Noé, 1972) y Lugar común (El Escarabajo Rayuela, provocó una especie de contagio
de Oro, 1981). Otros se han publicado en de su manera de escribir y aun de sus temas.
revistas y suplementos culturales tanto de Sólo un grupo de aquellos que empezaron
Buenos Aires como del extranjero: Méxi- a escribir bajo el influjo de sus versos logra-
co, Madrid, Barcelona, París, Ginebra y ron más adelante neutralizar la fuerza de esa
La Habana. Ha escrito también libros y influencia para construir una obra personal.
letras de canciones para niños; Freidem- Es el caso de Hugo Diz, Jorge Isaías, Daniel
berg se acerca a la poesía partiendo de la Freidemberg, Eduardo D’Anna, Ricardo
escritura de canciones que se inscriben en Aulicino e Irene Gruss”.1
el marco de lo que se denominó “el nuevo El primer signo de la reacción frente al
folklore”. neobarroco puede fecharse en 1987 con la
Entre su obra crítica y ensayística se publicación del artículo de Daniel García
destaca la que aborda la poesía: La poesía Helder “El neobarroco en la Argentina”,
del 50 (1982); La palabra a prueba (poe- aparecido en el nº 4 de la revista Diario de
sía argentina de los 70 y 80) (1993); Cómo Poesía, y que funcionó como un manifiesto
se escribe un poema (El Ateneo, 1994; en para el grupo de poetas que cuestionaban el
coautoría con Edgardo Russo). Ha compi- léxico ostentoso del neobarroco y la inde-
lado dieciséis antologías de poesía, en su terminación del sentido en sus textos. Con
mayor parte argentina y latinoamericana; este artículo, Diario de Poesía instala lo que
ha escrito prólogos y estudios preliminares tiempo después la misma revista denomi-
sobre las obras de diversos autores, tanto naría “poesía objetivista”, caracterizada por
poetas como narradores, entre los que se la aspiración de alcanzar un ideal de belleza
cuentan: Rubén Darío, Raúl González Tu- cifrada en una poética cuyos signos fueran
ñón, Joseph Conrad, Katherine Mansfield, la claridad y la precisión. Freidemberg for-
Italo Svevo, Leopodo Lugones, Daniel mó parte de ese nuevo grupo de poetas que
Samoilovich, y Evaristo Carriego. se ubicarían en la construcción de una tra-
En la base de la escritura poética de Frei- dición asentada en, por una parte, la lectu-
demberg se encuentra la estética que supo- ra en clave poética de la narrativa de Juan
ne la obra de Juan Gelman entre fines de José Saer; y, por la otra, en la recolocación
los sesenta y principios de los setenta, y que de la obra de autores como, entre otros,
operaba como quiebre frente a la poesía an- Constantino Kavafis, Edgar Lee Masters y
terior de corte más elitista: “después de las Rainer Maria Rilke, en su período objeti-
experiencias más bien excluyentes de la poe- vista. Esta tradición encontraría su punto
sía neorromántica, invencionista y surrealis- culminante con la incorporación del poeta
ta en todas sus variantes y, también, de las Joaquín O. Giannuzzi.
dificultades que provocaba la experimenta- La clave de gran parte de la poesía de
ción con los distintos niveles de lengua de Freidemberg (y de la de autores como
Fernández Moreno, Leónidas Lamborghini
1. Prieto, M., Breve historia de la literatura ar-
o Paco Urondo, la obra de Gelman achicó
gentina, Buenos Aires, Taurus, 2006, p. 428.

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F FREIDEMBERG

Samoilovich, Aulicino, Fondebrider y has- poesía objetivista toma del legado de la de


ta la de algunos poetas jóvenes de los 90 Gelman de fines de los sesenta, principios
como José Villa –director de la revista 18 de los setenta: la comunicación directa con
wiskys–, Laura Wittner y Fabián Casas) ra- un público amplio. Por otro lado, esto se
dica en la representación objetivista tanto convierte en su punto de partida para anali-
del mundo físico como del imaginario a zar las pautas y reglas de la constitución de
través de, fundamentalmente, un tono co- lo que él denomina el “ambiente literario”,
loquial y un léxico directo y simple.1 y para cuestionar las bases desde las cuales
En el campo de la producción crítica el género de la crítica caracteriza la poesía
de Freidemberg se puede ubicar, a modo identificada como “poesía actual”. Esto lo
de balance, su artículo “Lo que alcanzo a lleva a interrogarse por el sentido de la prác-
ver”, publicado en 2004 en el volumen Lo tica de la crítica literaria y hasta a revisar la
que sobra y lo que falta (en los últimos veinte suya propia. Freidemberg va a sostener que
años de la literatura argentina) por la UBA en esos últimos veinte años sobra tanto “au-
en la colección “Libros del Rojas”. En ese tolimitación, una búsqueda de seguridad
artículo se adentra en el panorama de la que achica las tentativas, un miedo a aban-
poesía, al que observa como un conjunto de donar ciertos carriles” como “conformismo,
problemas sobre los cuales busca reflexio- no hacia el mercado o la sociedad sino hacia
nar críticamente, más allá del género de la lo que manda o parece mandar el ‘ambien-
crítica, al que también analiza en sus faltas te’”. Esto conduce a “hacer lo que convenga”
y excesos. Finalmente, Freidemberg traza el para “no quedar afuera”. Es así que de estas
arco de los últimos veinte años de la literatura cuestiones “surge una tercera cosa que es-
(paralelamente, por momentos, a la historia taría sobrando: corporativismo, pulsión de
del país), de modo tal que le es posible re- pertenencia”.2 Contrapuesto a lo que sobra,
visar también la experiencia del grupo que lo que falta se evidencia como ausencia de
integraba en los 80 y que se aglutinaba al- una actitud crítica que permita “desconfiar
rededor de Diario de Poesía en torno a los de aquello que se da por supuesto”: “¿Efec-
principios objetivistas. Parte entonces de allí tos residuales de la dictadura? ¿Un acostum-
para cuestionar los rasgos que ve como falta bramiento a pensar con terror […]?”.3
en los mismos excesos que encuentra en el Sus planteos apuntan a señalar que el
ámbito literario de 2006. En primer lugar, problema de la “autocomplacencia”, de
Freidemberg plantea que falta público lec- la “autosatisfacción”, producidas por una
tor de poesía frente a la gran cantidad de poesía que obedece por conveniencia a las
poetas que se registran en los últimos años; reglas de pertenencia del ámbito poético,
de esta manera, implícitamente, vuelve a transforman ese espacio en un ámbito ce-
una de las preocupaciones originales que la rrado. También advierte que la autocom-
placencia (como ocurriera –por motivos
1.  Prieto, M., “Poesía argentina 1980-2000.
Neobarroco y objetivismo, después de las po- 2.  Freidemberg, D., “Lo que alcanzo a ver”,
lémicas”, en Lo que sobra y lo que falta (en los en Lo que sobra y lo que falta (en los últimos
últimos veinte años de la literatura argentina), veinte años de la literatura argentina), Buenos
Buenos Aires, UBA/ Libros del Rojas, 2004, Aires, UBA/ Libros del Rojas, 2004, pp. 126.
pp. 77-85. 3.  Ibíd., p. 127.

• 508 •
FREIRE F
diferentes de los que estarían operando deácada de 1980 integró el grupo de escri-
en la escena cultural de los primeros años tores de la colección “Biblioteca del Sur” de
2000– con el objetivismo autocomplacido Planeta entre los que se contaban Osvaldo
de sus postulados) naturaliza el lenguaje Soriano, Eduardo Galeano, Antonio Dal
poético y desarticula el sentido y la finali- Masetto, Tomás Eloy Martínez, Guillermo
dad misma de la poesía. Saccomanno, Juan Forn y Marcelo
M.L.C. Figueras. Puede ubicárselo dentro de la
+ Giannuzzi, Juan O.; Gelman, Juan. llamada “generación McOndo”, diagrama-
da en la antología de los chilenos Alberto
FREIRE, Héctor José (Buenos Aires, Fuguet y Sergio Gómez: McOndo (1996).
1953). Poeta y crítico literario porteño. Ha traducido y prologado obras de la li-
Publicó los poemarios Quipus (1981) y teratura norteamericana, entre las que se
Des-nudos (1984). destacan las de John Cheever. Desde hace
Años después, Voces en el sueño de la pie- década y media escribe para Página/12,
dra (1991) comprendió una serie de exten- donde publica artículos sobre cine, músi-
sas composiciones signadas por la pérdida ca, literatura norteamericana y demás ob-
de confianza en el rigor alusivo de la pala- sesiones. En 1999 se radicó en España y
bra, apenas reducida a una cáscara vetusta. ejerce desde allí su trabajo como traductor,
En sus versos se lee: “Las palabras dejan fó- periodista y escritor.
siles a la espera de nuevos cuerpos”. Por el Su primer libro, Historia argentina (Pla-
contrario, la obra apuesta a los elementos neta, 1991), es una colección de cuentos
naturales, en tanto reconoce en ellos fuer- que toma como objeto a la historia argen-
zas que permiten el asedio al secreto del tina de las últimas décadas del siglo XX y
conocimiento: “Para los que nunca han realiza una reescritura en tono paródico.
sentido la sed / de la velocidad del fuego Los temas históricos que aparecen son los
nace el rocío, / un rumor de raíces sacu- desaparecidos (“El aprendiz de brujo”), la
didas y el sol / que mancha de sombras al dictadura (“El asalto a las instituciones”),
suelo quieto”. Más tarde, presentó los tí- la guerrilla y su decadencia (“El lado de
tulos Poética del tiempo (1997) y Motivos afuera”), la guerra de Malvinas (“La so-
en color de perecer (2003), obra que había beranía nacional”), la figura de Eva Pe-
obtenido la Mención de Honor del FNA rón (“El único privilegiado”), la fuga de
en el concurso Régimen de Fomento a la cerebros (“La formación científica”) y el
Producción Literaria Nacional y Estímulo exilio. El recurso de Fresán para la ficcio-
a la Industria Editorial (2001). Freire inte- nalización de estos temas pasa por una
gra el grupo de escritores nucleados en la perspectiva crítica y paródica que roza por
revista literaria Barataria y colabora tam- momentos el humor negro, tal como es-
bién en Topía, publicación de psicoanálisis cribe en uno de los cuentos: “las historias
y cultura. más terribles se convierten en historietas”.
L.P. Por otra parte, la estética de estos primeros
cuentos, que se retoma a lo largo de toda
FRESÁN, Rodrigo (Buenos Aires, 1963). su obra, se caracteriza por una suerte de
Escritor, periodista y traductor. En la cruce entre una línea faulkneriana reto-

• 509 •
F FRESÁN

mada por el realismo mágico de los años El tercer libro de Fresán, Trabajos ma-
sesenta –evidente en la repetición de per- nuales (Planeta, 1994), retoma –a medio
sonajes y elementos que aparecen en un camino entre el ensayo, el artículo periodís-
cuento y en otro, en primer o en segundo tico y el relato corto– personajes y temáticas
plano (por ejemplo, Alejo en “Histeria ar- de los dos libros anteriores para insistir, a
gentina II”, en “La soberanía nacional” y través del personaje de Forma, con sus ob-
en “Gente con walkman”)– y la creación sesiones literarias. Un año más tarde publica
de un lugar imaginario, que se desarrollará Esperanto (Debolsillo), su primera novela,
mucho más en el segundo libro del autor, que tiene como protagonista al joven ho-
el pueblo Canciones Tristes, por un lado. mónimo, quien en una semana hace un re-
Por el otro, estas narraciones inaugurales corrido por su vida cotidiana, su pasado y su
presentan una estética pop con reminis- presente en el que reaparecen elementos y
cencias de la obra de Manuel Puig eviden- personajes de Historia argentina (el servicio
te, por ejemplo, en la caracterización de militar y la guerrilla en los años setenta) y en
los personajes de la colección que muchas el que se plasma como ambiente la cultura
veces está definida por productos mediá- juvenil de fines de los ochenta y principios
ticos y culturales (Lucas Cheveaux y “Los de los noventa: el canal de cable MTV, se-
siete pilares de la sabiduría”). ries al estilo Beverly Hills 90210, el grupo
En 1993, Fresán publica Vidas de santos Nirvana y su líder Kurt Cobain, el mundo
(Debolsillo), su segundo libro de cuentos, comercial de la música, las drogas, la cultura
que si bien continúa con el tono paródico del zapping y el videoclip. El tema central
en referencia a la historia argentina de los de la novela parece ser el paso del tiempo
últimos treinta años (por ejemplo, la histo- –Esperanto y sus 30 años como un punto
rieta del superhéroe guerrillero en “La me- de ruptura entre la juventud y la adultez– y
moria de todas las cosas”), posa su mirada las cuentas pendientes.
sobre la religión cristiana y sus símbolos La velocidad de las cosas (Tusquets, 1998)
y la hace pasar por la industria cultural y es el tercer volumen de cuentos de Fresán.
el imaginario pop. Así, nos encontramos Eduardo Gudiño Kieffer lo ha considerado
con la receta del Corpus Christi, el orgas- una de sus mejores producciones. Vuelven
mo de la Virgen María en la Anunciación, la continua reflexión sobre la propia escri-
un musical hollywoodense llamado “La tura, las digresiones y los comentarios joco-
Crucificción” (sic), una copia del juego de sos al estilo de la serie Seinfeld, la crítica a
mesa Monopoly llamada “Calvary” y otros la política de los setenta, la abundancia de
temas. En este segundo libro, el pueblo narradores escritores y los personajes que
Canciones Tristes cobra solidez y muchas arman teorías explicativas sobre todo lo que
historias suceden en esta localidad imagi- los rodea. Por lo demás, el tema del fin del
naria. Además, vuelven a aparecer perso- mundo atraviesa toda la colección.
najes de Historia argentina como Alejo, En 2001, Fresán publica Mantra
Nina y el hermano de Alejo; la narración (Mondadori), novela que se desarrolla en
se vuelve más fragmentaria y digresiva que Argentina y en México y que propone en
en el libro anterior y siguen abundando los sus tres partes un relato escolar morboso,
narradores en primera persona. un diccionario escrito por un francés en

• 510 •
FRUGONI DE FRITZSCHE F
México y un relato futurista que postula Eduardo Ruiz). En el marco del progra-
una nueva ciudad llamada Nueva Teno- ma Literatura Argentina/ Comparatística
chtitlán del Temblor. del Instituto de Literatura Argentina de la
Finalmente, Jardines de Kensington UBA, Andrés Rivera: utopismo y revolución
(Mondadori, 2003), su tercera novela, (Facultad Filosofía y Letras/ UBA, 1996),
cruza –en una jugada de experimentación junto con otros investigadores.
que involucra distintos períodos históri- Fuera de ese ámbito, publicó otros tra-
cos con las obsesiones características de bajos de investigación: El 40: 25 poetas y
la obra de Fresán– la biografía de James bibliografía de una generación (Centro Edi-
Barrie (autor de Peter Pan) con la de Pe- tor Argentino, 1963; en colaboración);
ter Hook –Garfio–, autor de la biografía Eduardo Wilde. Un cronista de veinte años
de Barrie y de la suya propia. En 2009 (1863-1865) (Artificios, 2004); y Murena.
publicó El fondo del cielo (Mondadori), Un escritor argentino ante los problemas del
también novela. país y de su literatura (El imaginero, 1985),
M.R. donde reivindica el afán de Murena de
+ Forn, Juan, Rejtman, Martín. pensar los problemas morales universales
y no sólo los políticos nacionales, dife-
Frugoni de Fritzsche, Te­ renciándose de los contornistas que le son
resita (s/d). Doctora en Letras por la UBA, contemporáneos. Este texto, al igual que
título que obtuvo en 1980 con la tesis El la mayoría de sus otros trabajos de inves-
humorismo argentino en la década de 1930- tigación, se presenta más como un texto
1940. Trabajó dentro de esa institución de divulgación y difusión que como una
a partir de la década de 1960. Fue titular obra estrictamente escrita para académicos
de la cátedra de Literatura Argentina II e y especialistas. A su favor tiene la accesi-
investigadora del Instituto de Literatura bilidad; en su contra, la supremacía de lo
Argentina “Ricardo Rojas”. En ese marco, descriptivo por sobre lo crítico.
publicó una serie de textos producto de in- En cuanto a la difusión y organización
vestigaciones individuales o colectivas. Al de materiales didácticos, publicó: La cul-
primer caso corresponden: Un folletinista tura argentina (Fundación Universidad a
olvidado: Julio Llanos (Facultad de Filosofía Distancia “Hernandarias”, 1995; en cola-
y Letras/ UBA, 1972); El naturalismo en boración). Escrito sobre la base de Raíces
Buenos Aires (Facultad de Filosofía y Letras/ de Occidente de Alfredo Fraschini, el libro
UBA, 1966), en el que Frugoni recopila –compuesto por dos tomos correspon-
textos aparecidos en diversos medios de la dientes al siglo XIX y al XX– se divide en
época; Índice de poetas argentinos (Facultad etapas históricas que, a su vez, se subdivi-
de Filosofía y Letras/ UBA, 1963-1968), den en historia, historia del arte e historia
una guía bio-bibliográfica en cuatro tomos; de la literatura. Esta última sección estuvo
y La narrativa de Carlos Alberto Leumann a cargo de Frugoni –quien reconoce haber
(Facultad de Filosofía y Letras/ UBA, 1963). tomado la Historia de la literatura argenti-
En colaboración publicó: Ricardo Güiraldes: na de Ricardo Rojas como modelo– y está
proa hacia el Caribe (Facultad de Filosofía básicamente organizada en torno a los di-
y Letras/ UBA, 2000; junto a Horacio ferentes movimientos o escuelas.

• 511 •
F FUTORANSKY

En la misma línea de producciones su diploma de abogada, profesión que


didácticas, Frugoni también es autora de nunca ejerció. En 1970 fue becada por
varios libros para la educación primaria la Universidad de Iowa (EE.UU.). Luego
y secundaria publicados a lo largo de la se formó en poesía contemporánea en la
década de 1980. Con Taller de Ciencias Universidad de Roma y en la Accademia
del Lenguaje (Plus Ultra, 1988), la autora Chighiana en Siena. Desde 1981 vive en
participa de la renovación de la enseñan- Francia, donde trabaja como conferen-
za de la Lengua y la Literatura: suma el ciante en el Centro Georges Pompidou y
análisis del discurso al estructuralismo, a como redactora en la agencia de noticias
la vez que incorpora formas textuales más France Presse. Entre las distinciones más
allá de los tres clásicos (poesía, teatro, na- destacadas, recibió el Premio Internacional
rrativa): las historietas, el discurso de los de Poesía “Carmen Conde” en España, tres
medios, la publicidad e incluso el cine. galardones de poesía del FNA y fue conde-
Esta perspectiva, con adaptaciones, es la corada en Francia con la orden Chevalier
que predomina en los libros que escribió des Arts et des Lettres. Además, en 1991
para la escuela primaria: Mundo de alas I recibió la beca Guggenheim y en 1993 la
y II (Plus Ultra, 1983-1984) y De cara al del Centre National des Lettres. Ha traba-
cielo (Plus Ultra, 1986), ambos libros de jado como colaboradora de diferentes me-
lectura sin casi actividades. Articulación dios literarios y periodísticos: Ars, L’Ane,
que se modifica en la serie Palabra va, Página/12, Clarín, El Correo de la Unesco,
palabra viene… (Huemul, 1989; en cola- World Fiction, Hispamérica, Basel Zeitung,
boración), integrado por una antología y entre otros. Asimismo, se desempeñó en va-
un volumen de taller, bajo la propuesta de rias emisoras radiales, como Radio France,
“jugar” con las palabras. del Ministerio de Cultura Francés, y Radio
Teresita Frugoni ha prologado diversos Euskadi (País Vasco), de la cual es corres-
autores clásicos de la literatura argentina: ponsal desde 1986. En 1997 fue convoca-
Olegario Víctor Andrade, Horacio Qui- da como regent’s lecturer en la Universidad
roga, Marcos Sastre y Leopoldo Lugones. de Berkeley (California).
Actualmente es la presidenta de la filial ar- Su obra incluye numerosos libros de
gentina del Pen Club. poesía; entre los más relevantes figuran:
M.A. Trago Fuerte (Casa de la Moneda, 1963);
El corazón de los lugares (Perrot, 1964); Ba-
FUTORANSKY, Luisa (Buenos Aires, bel Babel (La Loca Poesía, 1968); Lo regado
1939). Escritora, poeta y periodista. Hija por lo seco (Noé, 1972); Partir, digo (Pro-
de inmigrantes judeo-polacos, ha llevado meteo, 1982); La sanguina (Taifa, 1987);
una vida marcada por los desplazamientos Cortezas y fulgores (Barcarola, 1997); y La
geográficos. Inicialmente, cursó estudios parca, enfrente (Libros de Tierra Firme,
de música en el Conservatorio Municipal 1997). Ya en sus primeros textos irrum-
de la Ciudad de Buenos Aires bajo la di- pe una voz poética fresca, que pone al yo
rección de Cátulo Castillo y fue alumna en entredicho por el uso alterado de la
de Jorge Luis Borges en la Facultad de coloquialidad, la sonoridad y el ridículo,
Letras de la UBA, casa en la cual obtuvo procedimientos que se radicalizan en sus

• 512 •
FUTORANSKY F
textos posteriores. La técnica del montaje tuvo a cargo la traducción de uno de sus li-
también aparece en forma temprana, por bros de poesía. Parte de su obra ensayística
la cual yuxtapone referencias a mitologías ha sido traducida al francés y al alemán. La
diversas, así como palabras de varias len- agudeza de su mirada se pone en eviden-
guas, con efecto fantástico y contenido cia asimismo en sus crónicas periodísticas,
político. Cada poema trasunta no sólo un entrevistas y reseñas teatrales. En general,
paisaje sonoro, dado por la melodía del puede decirse que su obra quiebra las cla-
significante, sino también una historia y sificaciones genéricas mediante poemas
una geografía, siempre errante. Más re- en prosa de tinte ensayístico y crónicas de
cientemente, ha publicado: París, desvelos gran valor poético. Uno de los elementos
y quebrantos (Pen Press, 2000); Prender que explora en su obra es el lugar de la
de gajo (Calambur, 2006); Inclinaciones mujer como enunciadora y lectora, aun-
(Leviatán, 2006); y Seqüana Barrosa (EH, que no en forma temática, sino a partir de
2007). En sus últimas poesías, parece lle- una mirada irreverente hacia el mundo de
var al extremo la experimentación con el la alta cultura, de la política y de la cultura
significante, añadiendo efectos hilarantes de masas, vistos desde el intersticio. Otro
para el lector, a quien los poemas parecen de los temas que atraviesan su obra es el
llevar de viaje por ciudades insospechadas, desplazamiento: la mirada redescubre una
mezcla de un mundo onírico con la mo- y otra vez cada geografía urbana como si se
dernidad más radical. Es notable en sus tratara de un mundo mítico.
textos la preocupación por la tecnología y A.J.
su efecto en la sociedad moderna de masas,
sin volverse nunca un tema a nivel referen-
cial. Recupera la magia de la brujería y el
esoterismo femeninos y la evocación de
un mundo oral, pero no niega el influjo
del mundo tecnológico. Los poemas crean
mitologías artificiales que unen el paisa-
je urbano (a la manera de Italo Calvino)
con una sentimentalidad sarcástica y hu-
morística. También ha escrito las novelas:
Son cuentos chinos (Planeta, 1991); De pe
a pa (Anagrama, 1986) y Urracas (Planeta,
1992), así como dos libros de ensayo: Pe-
los (Temas de Hoy, 1990) y Lunas de miel
(Juventud, 1997). Plaza y Janés ha editado
De donde son las palabras, antología poética
en 1998 y el FNA diufndió otra antología
suya en el año 2002. Dos de sus novelas
han sido traducidas al francés y con sendas
ediciones a cargo de Éditions de l’Aube
y Editions Actes-Sud. Esta última también

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G

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GACHE G

Gache, Belén (Buenos Aires, 1960). América, 1999) y De poemas no humanos y


Licenciada en Historia del Arte. Realiza cabezas parlantes (Badajoz, MEIAC, 2008);
trabajos experimentales con recursos mul- además de varios ensayos en compilacio-
timedia e hipertextuales fundados en una nes y online. Tiene una novela inédita: La
concepción lúdica de la literatura. Codirige vida y obra de Ambrosia Pons, finalista del
el sitio de net art Fin del Mundo, reali- Premio Herralde en 2005 y del Premio
zó el weblog de ficción El diario del niño Planeta en 2006.
burbuja (2004) y actualmente trabaja en M.A.
El blog de los sueños. En sus videopoesías,
El libro del fin del mundo (Fin del mun- GACHE, Roberto (Buenos Aires, 1891
do, 2002) o Wordtoys (2006), el uso de las - 1966). Abogado, diplomático y escri-
nuevas tecnologías desacraliza la palabra tor porteño, autor de obras humorísticas.
poética, incluso la ajena y ya clásica. Más Se inició como dramaturgo con piezas
lejos de la experimentación formal, sus que fueron publicadas por la colección
novelas –Lunas eléctricas para las noche sin “Bambalinas” y estrenadas en muchos ca-
luna (Sudamericana, 2004), Divina anar- sos por compañías reconocidas como las
quía (Sudamericana, 1999) y Luna india de Camila Quiroga y Roberto Casaux.
(Planeta, 1994)– se centran en personajes Entre ellas, se destacan: Un error de San
que, como el niño del blog, existen dentro Antonio (1915); Nuestras dueñas (1916);
de sus burbujas. Como crítica, dicta cursos Elecciones en la Puna (1919); Te adoro, te
y talleres sobre arte experimental y publi- quiero (1920); Maridito mío (1921); Una
có los siguientes libros: Escrituras nómades mujer ajena (1922); Las estatuas (1924); y
(Limbo, 2004), Jorge Macchi: el destino Polleras cortas (1927).
como principal sospechoso (Francia, Centre Posteriormente se dedicó al ensayo, gé-
Régional d’Art Contemporain, 2001), El nero al que pertenecen Glosario de la farsa
lado invisible de las cosas (Madrid, Casa de urbana (1919, reeditado por el CEAL en

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G GAGLIARDI

1968) y, con la misma gracia lingüística, eco de la cultura vanidosa que, para mayor
París glosario argentino (1928). En el orden desgracia, tiene, bajo la Cruz del Sur, el es-
de la antropología impresionista escribió tigma trágico de la esterilidad”.2
Baile y filosofía (1922), con el que obtu- La poesía de Gagliardi interpela al
vo el Premio Nacional de Literatura de ese hombre común, con un lenguaje coloquial
año, además de Del vestido y del desnudo, salpicado por el lunfardo, y temas que gi-
en el que se detiene en la función del som- ran sobre lo cotidiano y los personajes de
brero y en los aspectos políticos que impli- la ciudad. Poemas como “El jubilado”,
ca la indumentaria. “Novia oficial”, “El dotor”, “El portero”
M.C. son estampas de la Buenos Aires de me-
diados de siglo XX. Puede que haya algo
GAGLIARDI, Héctor Francisco (Bue­ de ingenuidad en su poesía, y que sus ver-
nos Aires, 29/11/1909 - Mar del Plata sos cristalicen representaciones sociales sin
[Buenos Aires], 19/01/1984). Poeta, reci- cuestionarlas, pero allí reside justamente
tador y letrista de tango. Gran amigo de el interés de su obra. Buenos Aires es un
Celedonio Flores, es éste quien lo impulsa tema omnipresente en su poesía: “Sol de
a recitar sus versos en público, actividad América Latina / sobre el Río de la Plata
que comenzó a desarrollar en bares noctur- / para vos la serenata / de tu gente que te
nos y que luego continuó en el programa admira. / Por eso con tus esquinas / con
de Radio Belgrano Jabón federal. “Apareció tus barrios y tus calles / te saludo Buenos
de pronto, con sus versos, en el polícromo Aires / capital de mi Argentina” (“Buenos
panorama de nuestra radiotelefonía […]. Aires”). También las calles porteñas. Uno
Cantaba las cosas sencillas, con una fuerza de sus más celebrados poemas hace un
evocadora que desbordaba en cada estrofa, recorrido por la avenida Corrientes: “Co-
en cada una de las palabras que encerra- rrientes, sos el pincel / que disimula pesa-
ba en la tesitura variada y personalísima res, / imán de los arrabales / que todos te
se sus poesías.”1 Su popularidad fue cre- quieren bien; / ¿te acordás cuando Gardel,
ciendo, y sus libros de versos alcanzaron / tu morocho del Abasto, / encontraba en-
cifras de ventas extraordinarias, superando tre canastos / su casa de Jean Jeaures? // Sos
el millón y medio de ejemplares. Quizás hija del Luna Park / con Avenida Madero,
habría que definirlo como un artista po- / te canto porque te quiero / banderín de
pular, antes que un poeta; en palabras de mi ciudad. / Si tu punto terminal / es el
Homero Mazi: “Me pregunto ¿es [Héctor mío… Chacarita… / donde un coro de
Gagliardi] un poeta? ¿Es un payador? ¿Es floristas / nos cantan el funeral” (“Calle
un cantor? No lo sé. Pero sé, eso sí, que él Corrientes”). Algunos de sus más recorda-
canta y que su pueblo lo escucha, mientras dos tangos son: “Yo te recuerdo tranvía”,
poetas nacidos de esta tierra, que no son de con música de Leopoldo Federico; “Claro
esta tierra, viven arrojando parvas versifica- de luna” y “Media noche”, ambos con mú-
das con resonancias exóticas, al abismo sin sica de Aníbal Troilo.­Su obra está reunida

1.  Ardigó, E., “Héctor Gagliardi: un poe- 2.  Manzi, H., “Prólogo”, en Gagliardi, H.,
ta”, en Gagliardi, H., Versos de mi ciudad, Por las calles del recuerdo, Buenos Aires, Plus
Buenos Aires, Julio Korn, 1967. Ultra, 1981.

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GALÁN G
en los siguientes libros: Puñado de emocio- Carpa, junto a otras figuras como Manuel
nes (1941); Versos de mi ciudad (1944); Por J. Castilla, y como reivindicador de otros
las calles del recuerdo (1946); Esquinas de renovadores de la región, entre los que se
barrio (1949); y El sentir de Buenos Aires cuenta Luis Leopoldo Franco. Galán ocu-
(1981). pó cargos docentes importantes, tanto en
J.I.C.Q Tucumán como en Jujuy. Su actividad
+ Flores, Celedonio. ensayística y periodística muestra interés
por toda la tradición occidental, desde los
Galán, Raúl (Ledesma [Jujuy], 1913 griegos a los grandes poetas modernistas
- Baradero [Buenos Aires], 1963). Poeta, ingleses y franceses, pasando por los gran-
ensayista, narrador y dramaturgo. Su pro- des nombres de la tradición española. Es-
ducción poética, agrupada en cinco libros tos intereses convergen en sus análisis de la
–Huerto (Jujuy, Cardón, 1942); Se me ha especificidad de lo poético. Su obra narra-
perdido una niña (Tucumán, La carpa, tiva y dramática es escasa, y oscila entre el
1951); Carne de tierra (Tucumán, La car- realismo de temas locales y lo didáctico o
pa, 1952); Ahora o nunca (Jujuy, Cardón, alegórico. Toda su producción se encuen-
1960); Canto a Jujuy (Jujuy, Imprenta del tra reunida en sus Obras completas (Jujuy,
Estado, 1960)– tiene como constantes las Cuadernos del duende, 2004).
referencias a la niñez, la relación con la E.M.
naturaleza, el amor espiritual como pro- + Castilla, Manuel J.;
tección frente a los males del mundo y Franco, Luis Leopoldo.
una progresiva tematización de la muerte.
En sus ritmos, recurre a formas clásicas Galasso, Norberto (Buenos Aires,
de la lengua española (como el soneto o 1936). Historiador y polemista vinculado
el romance), y formas populares como las a la corriente del pensamiento nacional. Su
coplas. Las formas de versificación más li- obra apunta, fundamentalmente, a reivin-
bres siempre mantienen un cuidado por el dicar la figura de distintas personalidades
tono oral, y su lenguaje suele ajustarse a de la política que han sido distorsionadas
un español general con escasa presencia de o negadas por la corriente historiográfica
regionalismos o cultismos de raíz román- dominante de corte liberal. La biografía,
tica o modernista. entonces, como arena de la lucha. Nómina
Participó de la renovación de la poesía de “malditos” como derrotero de la causa
en su región y en sus ensayos (como “Raíz nacional. FORJA, Latinoamérica, poetas
y misterio de la poesía” o “La poesía como del campo popular, debates coyunturales,
vocación de amor”, publicados en diversos completan el núcleo de su labor intelec-
diarios y revistas, y agrupados en sus Obras tual. Egresa de la Facultad de Ciencias
completas) defiende una poética superadora Económicas en 1961. Se dedica al perio-
de la herencia del modernismo de Jaimes dismo y a la docencia. En 1963 arranca
Freyre y los límites del regionalismo. Busca una serie de numerosas publicaciones
también un tono que evite el hermetismo –que no mencionaremos completamen-
y elitismo de las vanguardias. Es conoci- te por cuestiones de extensión– y aparece
do como fundador del grupo poético La su primer trabajo: Mariano Moreno y la

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G GALASSO

revolución nacional (Coyoacán), en el que de trazar “rutas inéditas en el revisionis-


destaca la pasión jacobina del autor del mo histórico popular” (p. 7), “revelará el
Plan de operaciones en franca disputa con mecanismo de la opresión inglesa sobre la
la versión mitrista de la historia que plan- Argentina” (p. 11).
tean los manuales escolares del momento. En 1985 edita Imperialismo y pensa-
En 1967 aparece Discépolo y su época (Jorge miento colonial en la Argentina (R. Vera),
Álvarez); aquí describe cómo se reflejan los donde fustiga a Jorge Luis Borges en estos
avatares políticos, especialmente el duro términos: “Un anciano que reconoce que
trance de la década infame, en las letras de le ha faltado ‘vida’ a su vida. Limitó sus
tango del poeta bohemio y da cuenta de posibilidades a una orfebrería exquisita
un clara vindicación del régimen depues- sin emoción, entretenida en los juegos
to: “El nombre de Hipólito Yrigoyen va con el infinito, el polvo y el olvido, en
creciendo y muy pronto las masas deshe- vez de sublimar en arte el drama porten-
redadas encontrarán quien recoja la ban- toso de millones de argentinos que, entre
dera que Roca acaba de abandonar” (p. sangre y lágrimas, van creando una patria
21). En 1970, Vida de Scalabrini Ortiz mientras sueñan con una vida mejor”
(Ediciones del Mar Dulce) traza el perfil (p. 172). Jauretche y su época (Peña Lillo
del escritor, militante y fundador, entre Editor) es del mismo año. En 1986, J. J.
otros, de la Fuerza de Orientación Radical Hernández Arregui. Del peronismo al socia-
de la Joven Argentina (FORJA). Tres años lismo (Ediciones del Pensamiento Nacio-
después publica Qué es el socialismo nacio- nal). Un año más tarde, No lo dejemos ahí
nal (Ediciones Ayacucho). De 1974 es su (F. Varela). En 1989, Ramón Doll: socia-
libro sobre el militante antiimperialista lismo o fascismo (CEAL). Al año siguiente,
Manuel Ugarte (Eudeba). En 1975 llega en pleno menemato, De Perón a Menem:
el turno de Felipe Varela: un caudillo lati- el peronismo en la encrucijada (Ediciones
noamericano (Crisis) y dos años después, del Pensamiento Nacional), una breve
el del poeta y ensayista venezolano Rufino historia del peronismo en el poder que va
Blanco Fombona (El Cid Editor). En 1981 de una “revolución nacional inconclusa”
edita Escritos inéditos de Enrique Santos a un proceso de “alvearización” (p. 121),
Discépolo (Ediciones del Pensamiento a una capitulación ante el poder de la oli-
Nacional). En 1983, La izquierda nacional garquía y el imperialismo. En 1991 es el
y el FIP (CEAL), donde plantea la derrota turno de Liberalismo nacional, socialismo
del yrigoyenismo y del peronismo a manos y clase trabajadora (Ediciones Ayacucho).
de la oligarquía y la necesidad de “abrir el En 1992 publica Atahualpa Yupanqui: el
camino hacia un socialismo criollo, nacio- canto de la patria profunda (Ediciones del
nal, popular y latinoamericano” (p. 135). Pensamiento Nacional) y De Martínez de
Al año siguiente, Testimonios del precursor Hoz a Cavallo: gatos y sardinas en la econo-
de FORJA: Manuel Ortiz Pereira (CEAL) mía argentina (Fraterna). En 1994 vuelve
y Raúl Scalabrini Ortiz y la penetración in- a la figura de Moreno con Mariano Mo-
glesa (CEAL); obra, esta última, en la que reno: “El sabiecito del sur” (Ediciones del
vuelve sobre un escritor prototípico de la Pensamiento Nacional), en el que analiza
década de 1920 (y no sólo) que, además el célebre Plan de Operaciones, al que con-

• 520 •
GALASSO G
sidera “el intento más audaz de soberanía fraudulento. Del televisor a la cacerola:
y redención social” (p. 138). Ese mismo desventuras y replanteos de un hombre de
año se edita La Revolución de Mayo: el la clase media de Buenos Aires (Astralib)
pueblo quiere saber de qué se trató (Edicio- aparece en 2003. Del año siguiente es
nes del Pensamiento Nacional). En 1995 Fratelanza: Enrique Santos Discépolo, el re-
publica La larga lucha de los argentinos: y verso de una biografía (Colihue), en cola-
cómo la cuentan las diversas corrientes his- boración con Jorge Dimov, que plantea la
toriográficas (Ediciones del Pensamiento gran influencia, cuando no la sospecha de
Nacional) y Borges, ese desconocido (Edi- autoría, del poeta sobre las obras teatrales
ciones Ayacucho). Al año siguiente, El de su hermano. De 2005 es su monumen-
socialismo que viene (Colihue) critica las tal Perón (Colihue), vasta biografía nece-
posiciones eurocentristas del marxismo sariamente polémica que apunta algunas
clásico y avanza sobre cómo, en el mar- hipótesis sobre hechos controversiales en
co de la “posmodernidad”, se observa una la vida del general. Sobre su participación
persistencia de la confrontación política durante la Semana Trágica propone: “Se
desde los países oprimidos. Además, pu- trataría de un teniente sometido a la dis-
blica Verdades y mentiras acerca de Perón y ciplina castrense, en su tarea de aprovisio-
Eva Perón: una polémica abierta (Edicio- namiento de material bélico” (p. 58). Ese
nes Ayacucho), y un insólito intercambio mismo año aparece Los malditos: hombres
epistolar: Dos Argentinas: Arturo Jauret- y mujeres excluidos de la historia oficial de
che, Victoria Ocampo. Correspondencia in- los argentinos (Ediciones Madres de Plaza
édita: sus vidas, sus ideas (Homo Sapiens de Mayo) y escribe el prólogo del libro de
Ediciones), donde se polemiza con ironía María Clara Ardanaz: Escritos en la memo-
y mordacidad hasta de medialunas y crois- ria. Escritores asesinados y/o desaparecidos
sants. En 1997 publica Cooke: De Perón entre 1974-1983 en la República Argentina
al Che. Una biografía política (Homo (Los Cuatro Indiecitos). En 2006 publica
Sapiens Ediciones) y El Che: Revolución San Martín, ¿Padre de la patria? o Mitre,
latinoamericana y socialismo (Ediciones ¿Padre de la historia? (Nuevos Tiempos) y
del Pensamiento Nacional). En 1998, La colabora con: “La Revolución de Mayo.
búsqueda de la identidad nacional en Jorge Separatista o democrática”, en la compi-
Luis Borges y Raúl Scalabrini Ortiz (Homo lación de varios autores: ¡Libertad, muera
Sapiens Ediciones). En 2000, Seamos li- el tirano! El camino a la Independencia en
bres y lo demás no importa nada: vida de América (Ediciones Madres de Plaza de
San Martín (Colihue). Al año siguien- Mayo). Al año siguiente, Aportes críticos
te, Socialismo y cuestión nacional (Homo a la historia de la izquierda argentina; so-
Sapiens Ediciones). En 2002 edita De la cialismo, peronismo o izquierda nacional
Banca Baring al FMI, historia de la deu- (Nuevos Tiempos) y Julián Centeya, el
da externa argentina (Colihue), en la que poeta de las musas reas (Corregidor). En
analiza la doble opresión que significa la 2008 publicó Cómo pensar la realidad na-
deuda externa en tanto sistema de explo- cional; crítica al pensamiento colonizado
tación económica y de sometimiento po- (Ediciones del Pensamiento Nacional).
lítico, al tiempo que denuncia su carácter P.C.

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G GALLARDO

Gallardo, Sara (Buenos Aires, 1931 aparece aquí la relación entre moral católi-
- 1988). Narradora y periodista. En los úl- ca y perfil ideológico nacionalista represor,
timos años alcanza un reconocimiento que en este caso antisemita. Los sectores me-
la posiciona en un lugar central entre las dios y bajos son los lugares en los cuales
escritoras argentinas del siglo XX. los miembros de la clase alta exploran una
Pariente directa de Bartolomé Mitre y relación diferente con el cuerpo y la sexua-
Luis María Drago, Gallardo perteneció a lidad. En este caso, como en el anterior, esa
las clases altas porteñas. Este hecho resulta indagación no lleva a un cambio en las pau-
relevante para pensar sus novelas, que se tas morales o a relaciones sociales más flui-
detienen tanto en las figuras de su entor- das, sino que reafirma los límites de clase.
no como en las del extremo opuesto del La ficción de Gallardo vuelve al ambiente
arco social, los campesinos e indígenas rural en Los galgos, los galgos (Sudamerica-
integrados o desplazados de las estancias, na, 1968), novela que en su momento le
omitiendo casi completamente la represen- otorga un fuerte reconocimiento de crítica
tación de los sectores medios. Después de y un éxito editorial. En este caso, el punto
su divorcio de Luis Pico Estrada, Gallardo de vista es el de un joven que debe hacer-
se casa, en 1970, con H.A. Murena, he- se cargo de la estancia que hereda. Su vida
cho que reafirma su conexión con el medio pasa de un cómodo letargo a la tensión que
intelectual; para esa época intensifica tam- implica la necesidad de definir de pronto
bién su trabajo periodístico para medios múltiples aspectos de su vida. Finalmente,
como La Nación y otros más renovadores el protagonista termina resignadamente
como Primera Plana y Confirmado. La cumpliendo con los mandatos sociales.
primera novela de Gallardo es Enero (Sud- Gallardo reescribe con posterioridad esta
americana, 1958), de ambiente rural. El obra, volviendo a publicarla como Histo-
personaje central es una muchacha joven ria de los galgos (Alfa Argentina, 1975). Su
de origen humilde que es violada y queda siguiente novela, Eisejuaz (Sudamericana,
embarazada; en el ámbito cerrado de la es- 1971), constituye un momento de cambio
tancia –controlado por los patrones y por importante en la narrativa de esta autora.
la moral católica representada por el cura La narración se construye desde el punto
visitante–, la joven termina siendo obli- de vista de un indio mataco, habitante de
gada a desposar al violador. Muy logrado la selva salteña. En su lenguaje se articu-
resulta el retrato que Gallardo realiza del lan distintos elementos: el sustrato de las
ambiente natural –siempre integrado a la lenguas indígenas, el español del discurso
acción–, a lo que se suma el logrado acceso religioso católico y los dialectos regionales,
a la conciencia de la muchacha campesi- conformando un rico y complejo meca-
na, que oscila entre la moral de sus amos nismo. Así, su prosa rompe los límites del
y la zona “alternativa” habitada por los in- realismo para crear una voz que encuentra
dígenas mal integrados. A continuación, paralelos en escritores como J. Rulfo, José
publica Pantalones azules (Sudamericana, María Arguedas, J. E. Rivera o Mário de
1963), una frustrada historia de amor en- Andrade, logrando un original cruce entre
tre un joven estudiante de clase alta y una formas de realismo mágico, novela de la
adolescente inmigrante judía. Nuevamente tierra y prosa vanguardista. Esta obra fue

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GALLIPOLI G
recientemente rescatada como central en el Gallipoli se dedicó primero a la actuación
contexto de la literatura argentina contem- y en 1964 hizo su debut como director.
poránea. En los relatos de El país del humo En la década de 1970 estrenó sus prime-
(Sudamericana, 1977), Gallardo elige con- ras piezas, asociadas al teatro del absurdo y
tar historias lejanas en el tiempo y en el a menudo escritas originalmente para cur-
espacio. Desde anécdotas familiares (que sos o seminarios de teatro: Hola, hermani-
son también “anécdotas nacionales”, por la to (Premio Municipal, 1972), De nosotros
mezcla entre familia e historia, inevitable (creación colectiva 1974/1976), ¿Dónde está
en su medio social) recrea relatos de hom- Génica? (1976), El rictus (1979, publicado
bres y mujeres de origen popular. Gallardo en Cuadernos americanos, nº 265, México,
experimenta aquí también con diversos 1986), La espera (1980) y Del tiempo nuestro
géneros y registros. Por último, publica (1980). Participó del nacimiento de Teatro
La rosa en el viento (Barcelona, Pomaire, Abierto y mantuvo una estrecha amistad
1979). La acción se desarrolla en la Patago- con su principal inspirador, Osvaldo Dra-
nia, a principios del siglo XX. Como en sus gún. Gallipoli aportó obras para los ciclos
otras ficciones, también aquí encontramos 1981 (El 16 de octubre, sobre una primera
las figuras y estructuras de poder, así como escritura de 1979 que se tituló Y si..., publi-
los seres que quedan por fuera o sometidos cada en Teatro Abierto 1 1981 en la editorial
a ellas, o que son desaparecidos –inexisten- Corregidor); 1982 (La ñata contra el tiempo,
tes– para ellas, como los grupos indígenas. ofrecida como Varón V) y 1983 (Para amar-
Este mundo se relaciona con el de aque- te mejor). El conjunto de las obras escritas
llos narradores que retomaron la Patago- por Gallipoli para Teatro Abierto, todas con
nia como mundo literario, en particular un fuerte vínculo con la realidad social y
Leopoldo Brizuela, quien además reagrupó política nacional (se suman a las anteriores
y prologó, organizando y estableciendo las Después de la lluvia, Construyendo y Duelo
diversas líneas de la obra de Gallardo, la y después, que por diferentes razones no se
Narrativa breve completa de esta escritora llegaron a escenificar en esos años) fue pu-
(Emecé, 2004). Esta edición toma toda blicado bajo el título de Participación (Edi-
la obra de ficción publicada por Gallardo ciones del Leopardo, 2002). Luego del fin
con excepción de Eisejuaz y Los galgos, los de Teatro Abierto, Gallipoli estrenó Mario
galgos. Tampoco reúne su narrativa juvenil, contra la guita (1983), Del tiempo nuestro
Los dos amigos (Estrada, 1974), Teo y la TV (1984), Plaza Moreno (1985), Strogonoff
(Estrada, 1974), Las siete puertas (Estrada, (1985), Repetición y diferencia (1987), El sur
1975) y ¡Adelante, la isla! (Abril, 1982), y la nada ([1996] Del Plata, 2000), Botáni-
obras cuya resonancia crítica fue, hasta el co (estrenada en 1997 en el Teatro Nacional
momento, casi nula. Cervantes) y Relato directo (2004). Además
E.M. de sus propias obras teatrales, ha realizado
+ Brizuela, Leopoldo; Murena, H.A. varias adaptaciones escénicas de textos lite-
rarios, entre los que cabe mencionar Crimen
Gallipoli, Elio Vicente (Gioiosa y castigo de Dostoievsky y Mal de muerte
Marina [Calabria, Italia], 1944). Radicado de Marguerite Duras. Más allá de su pro-
desde muy joven en la Argentina, Elio ducción teatral, Gallipoli ha publicado un

• 523 •
G GALLONE

relato sobre su propia infancia en un pueblo GALTIER, Lysandro Z. D. (Pigüé [Bue­


costero del sur de Italia antes de migrar a la nos Aires], 1901 - Buenos Aires, 1985).
Argentina a los ocho años: Gioiosa Marina Fue poeta, ensayista, pintor, ceramista y
(Córdoba, Narvaja Editor, 1998). Se trata reconocido traductor. Su primera obra
de una novela encantadora que revela una fue Itinéraire suivi de réalité du souvenir
rara sensibilidad en el arte de recuperar la [Itinerario sobre la realidad del recuerdo],
voz, los sentimientos y los pensamientos de publicada en 1936. De 1942 es su libro
la niñez. Mot de Passe et Dénouement [Palabra de
L.M.K. paso y desenlace]. En su carácter de poeta
+ Dragún, Osvaldo. estuvo ligado al proyecto martinfierristra y
colaboró con cierta frecuencia en la revista.
GALLONE, Osvaldo (Buenos Aires, Como fiel amigo y escrupuloso archivis-
1959). Poeta, narrador y ensayista, publicó ta, supo conservar gran parte de la obras
los libros de poemas Crónica de un poeta plásticas del poeta Jacobo Fijman, quien
solo (1975) y Ejercicios de ciego (1976); la le habría regalado piezas en las recurrentes
novela Montaje por corte (Puntosur, 1985) y visitas de Galtier al Hospital Borda donde
el ensayo La ficción de la historia (Córdoba, Fijman se encontraba internado, durante
Alción, 2002). la segunda mitad de la década del 50. Si
Colaboró en los libros Nueve ensayos so- bien su carrera como traductor hizo de él
bre Kafka (1993), Buenos Aires 1880-1930 una reconocida figura dentro del campo
(1993), Borges en 10 miradas (Fundación literario porteño, su obra como poeta me-
El Libro, 1999), Borges y yo e Hispamérica rece una atención especial. Su concepción
en sus revistas. Participó en la revista Es- del lenguaje poético está determinada por
pacios de la Facultad de Filosofía y Letras su bilingüismo y por la manera en que la
de la UBA y en la revista Abanico de la mirada criolla se impregna de las posibili-
Biblioteca Nacional. Ganó diversos pre- dades de la lengua francesa. Su primer poe-
mios, entre los que se cuentan la mención mario Lumière du pampa [Luz de la Pampa]
de honor en el Primer Certamen de En- (1937) muestra un lirismo profundo y refi-
sayo Breve organizado por la Fundación nado; de 1950 es Luz de Pampa. Extensión
Banco Mercantil, el tercer premio en el interior. Su último poemario fue Penumbra
Concurso de Narrativa Breve auspiciado lúcida, de 1968. Como ensayista publicó
por la Fundación Inca Seguros y una men- Carlos de Soussens y la bohemia porteña en
ción en un concurso de cuentos realizado 1973. Se trata de una prolija reconstruc-
por el diario La Nación. También obtuvo ción de la época y de la vida del escritor
un premio en el concurso de ensayo aus- suizo (Friburgo [Suiza], 1865 - Buenos
piciado por la Fundación El Libro sobre Aires, 1927) que le permite dar cuen-
“Aspectos de la vida y obra de Jorge Luis ta del clima cultural del Buenos Aires de
Borges” y el tercer premio en el concurso los años veinte, del mito de las bondades
internacional Viene a Cuento auspiciado de la bohemia porteña y de un contexto
por la Agencia Española de Cooperación propicio para la consolidación de la figura
Internacional. del escritor profesional. Documentos de la
F.P. época son la prueba de esta preocupación

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GÁLVEZ G
de Galtier, quien habría recibido una car- de los trabajos que le reportó mayor reco-
ta de De Soussens en la que éste le refiere nocimiento fue la traducción de la obra
un hecho acaecido en 1896: “En efecto, poética del francés de origen lituano Os-
una noche, Rubén Darío, Payró, Lugones, car Wladislas de Lubicz Milosz, el conde
Ghiraldo y yo nos hemos juramentado de Lubicz Milosz (Czereia [Bielorrusia],
para no colaborar gratuitamente en ningu- 1877 - Fontainebleau [Francia], 1939).
na publicación”. La obra abunda en citas De un simbolismo inicial a un misticismo
del biografiado: “No es un misterio para profético, o bien de la palabra al silencio,
nadie que entre los artistas el dinero circu- la obra de Milosz hubiera permanecido
le con asombrosa facilidad, pero como no oculta de no haber mediado Lysandro Z.
llevamos bien nuestros libros comerciales, D. Galtier y su intención de darla a la luz.
tan sólo encontramos en el vocablo conta- En esta misma línea, Galtier fue miembro
dor un consonante a derrochador”. fundador del Círculo Hermético Les amis
Leopoldo Lugones, el enigmático es otro de Milosz y el traductor de la Antología poé-
de los ensayos de Galtier sobre un escri- tica, publicada por la Compañía General
tor argentino que rozó la bohemia porteña Fabril Editora en 1959 para su colección
para apartarse rápidamente de ella. A su “Los poetas”, dirigida por Aldo Pellegrini.
condición de traductor y ensayista, o bien También tradujo al castellano a Louis Re-
de intelectual que reflexiona sobre su prác- nou, especialista francés en cultura hindú,
tica, se debe la concepción de una obra en y a Jorge Seferis, reconocido poeta griego,
tres tomos llamada La traducción literaria. ganador del Premio Nobel en 1963. En
Antología del poema traducido (1965). En- 1984, Galtier obtuvo el Premio Kónex de
tre la producción teórica y la creación lite- Platino a la Traducción.
raria, el primer volumen aborda la teoría V.L.
de la traducción; el segundo presenta tra-
ducciones de poemas en versiones realiza- GÁLVEZ, Manuel (Paraná [Entre
das por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Ca- Ríos], 1882 - Buenos Aires, 1962).
sares, Victoria Ocampo, Manuel Peyrou, Narrador, poeta y ensayista. En el mar-
Norah Lange y él mismo, entre otros; el co de una creciente profesionalización
tercer tomo incluye poemas argentinos tra- del escritor iniciada con el Modernismo,
ducidos a diferentes lenguas. La exquisitez Manuel Gálvez participa de los debates de
de sus traducciones se encuentra ligada a principios del siglo XX que se produjeron
su sensibilidad y creatividad como poeta: en la Argentina en torno al Centenario
la lectura que transgrede el significante en y comparte muchas ideas con Leopoldo
busca del sentido agazapado se materializa Lugones y Ricardo Rojas, adscribiéndose
en un poema que es otro y el mismo. Fue al pensamiento nacionalista de ese mo-
el traductor al castellano de Arthur Rim- mento. Preocupados por la gran masa in-
baud (Une saisson en enfer / Una temporada migratoria que se integraba a la vida de
en el infierno) y vertió al francés Animal de Buenos Aires y Rosario, principalmente,
fondo, de Juan Ramón Jiménez. También aportando nuevas costumbres y lenguas
tradujo al escritor martiniqueño Aimé Cé- a esas grandes ciudades, tanto Gálvez
saire (Las armas milagrosas) en 1974. Uno como Rojas manifiestan un espíritu

• 525 •
G GÁLVEZ

conciliatorio con lo hispánico surgido de realidad argentina de su tiempo a partir de


la guerra que España sostuvo con Estados la descripción de la sociedad. A esta novela
Unidos en 1898 por las últimas colonias le sigue El mal metafísico (Sociedad Coo-
en América. Si para las élites del siglo XIX perativa Nosotros, 1916), una composi-
lo “criollo” tenía una connotación negati- ción de cuadros de costumbres en los que
va (relacionada con lo primitivo), en este se pone de manifiesto las diferencias entre
momento se produce un desplazamiento la vida del interior y la de Buenos Aires; se
de significado, convirtiéndose en una ma- destacan el ambiente bohemio y los círcu-
nera de oponerse a “la plebe ultramarina” los literarios. Cuando el periódico socialista
–el término le pertenece a Lugones–, acu- La Vanguardia publica en forma de folletín
ñada en nueva barbarie. Nacha Regules en 1919, Gálvez alcanza un
Así, desde mediados de la década del lugar central en el canon de la literatura ar-
veinte, Gálvez se convierte en el referente gentina. Ante la caída de la ciudad liberal y
del nacionalismo católico. Se vincula es- el progresivo ascenso del radicalismo, se vive
trechamente con revistas católicas como el apogeo de la clase media. En este sentido,
Criterio y Número, al tiempo que colabora David Viñas considera que en Gálvez “el cir-
con otros medios periodísticos y escribe ar- cuito cumplido por sus libros, su difusión,
tículos en colaboración con su esposa, Del- su significación como escritor e intérprete o
fina Bunge. Posteriormente, Gálvez adhiere comentarista de una realidad corre paralelo
al peronismo hasta el momento en que se al de las clases medias argentinas”;2 por lo
quiebra la relación entre el líder del movi- tanto, Gálvez se constituye en el arquetipo
miento y la Iglesia católica a mediados de de escritor de esta clase. Tanto Nacha Re-
la década del cincuenta. Gálvez publicó en gules (Pax, 1919) como Historia de Arrabal
Buenos Aires un gran número de novelas y (Agencia General de Librería y Publicacio-
volúmenes de cuentos. El período más rele- nes, 1922) son novelas de denuncia social
vante de su proyecto narrativo, que obtuvo con un propósito de remarcada moralidad.
el reconocimiento del público lector y tam- Para la construcción de los ambientes, la
bién de la crítica, comienza con su primera tipificación de los personajes y la nueva to-
novela, La maestra normal (Sociedad Coo- pografía de la ciudad, Gálvez recurre a una
perativa Nosotros, 1914). En ella, así como documentación previa a la escritura, propia
en sus obras posteriores, Gálvez adopta “una del naturalismo de Zola. Los continuos des-
versión simplificada del realismo decimonó- plazamientos de los personajes entre el cen-
nico más tradicional, que redujo a un con- tro y el margen de la ciudad introducen al
junto de recursos técnicos ya anacrónicos en autor en una nueva zona que luego será ex-
1912, cuando empezó a escribir La maestra plotada literariamente por los escritores del
normal”.1 Su narrativa pretende abarcar la grupo de Boedo. Gálvez también publicó las
ficciones: La sombra del convento (Sociedad
1.  Gramuglio, M.T., “Novela y Nación en Cooperativa Nosotros, 1917); Luna de miel
el proyecto literario de Manuel Gálvez”, en y otras narraciones (Biblioteca de Novelistas
Gramuglio, M.T. (dir.), El imperio realista, t. Americanos, 1920); La tragedia de un hom-
6 de Jitrik, N. (dir. col.), Historia crítica de
la literatura argentina, Buenos Aires, Emecé, 2.  Viñas, D., Literatura argentina y realidad
2002. política, Buenos Aires, Jorge Álvarez, 1964.

• 526 •
GÁLVEZ G
bre fuerte (Biblioteca de Novelistas Ameri- santo (Puma, 1967) y La gran familia de los
canos, 1922); El cántico espiritual (Agencia Laris (Eudeba, 1963), de título indudable-
General de Librería y Publicaciones, 1923); mente zoliano. Aunque fue principalmente
La pampa y su pasión (Agencia General de narrador, se inició con el poemario El enig-
Librería y Publicaciones, 1926); Una mujer ma interior (1907); más adelante, publicó
muy moderna (Gleizer, 1927); Los caminos otros volúmenes de poesía como Sendero de
de la muerte (La Facultad, 1928). Con Es- humildad (Moen, 1909) y Poemas para la
cenas de la Guerra del Paraguay I (La Facul- recién llegada: 1954-1956 (Theoría, 1957).
tad, 1928), comienza su ciclo de novelas Respecto a su labor ensayística, dedicó su te-
históricas, donde manifiesta su interés por sis doctoral a La trata de blancas (1904); lue-
la historia sudamericana. Escribe luego Hu- go le siguieron El diario de Gabriel Quiroga
maitá. Escenas de la Guerra del Paraguay II (Moen, 1910), en el que pone de manifiesto
(La Facultad, 1929) y cierra la trilogía con la doctrina nacionalista; El solar de la raza
Jornadas de agonía. Escenas de la Guerra del (Sociedad Cooperativa Nosotros, 1913); La
Paraguay III (La Facultad, 1929). De Miér- inseguridad de la vida obrera: Informe sobre
coles Santo (La Facultad, 1930) refiere en sus el paro forzoso (Alsina, 1913); La vida múl-
memorias que produjo numerosas conver- tiple: arte y literatura 1910-1916 (Sociedad
siones al catolicismo. En el orden histórico Cooperativa Nosotros, 1916); El espíritu de
se inscriben también El gaucho de los Cerri- aristocracia y otros ensayos (Agencia General
llos (La Facultad, 1931) y El general Quiro- de Publicaciones, 1924); Este pueblo necesi-
ga: escenas de la época de Rosas (La Facultad, ta… (A. García Santos, 1934), en los cuales
1932). Le siguen Cautiverio (Sociedad Ami- su prédica nacionalista moralizante se erige
gos del Libro Rioplatense, 1935); La noche en militancia; La Argentina en nuestros libros
toca a su fin (Cabaut, 1935); Hombres en (Santiago de Chile, Ercilla, 1935); España
soledad (Club del Libro, 1938); La ciudad y algunos españoles (Huarpes, 1945) y, fi-
pintada de rojo (Instituto Panamericano de nalmente, El novelista y las novelas (Emecé,
Cultura, 1948); La muerte en las calles (El 1959). Su labor como biógrafo incluye Vida
Ateneo, 1949); Tiempo de odio y de angustia de Fray Mamerto Esquiú (Tor, 1933), Vida
(Espasa-Calpe Argentina, 1951); Han toca- de Hipólito Yrigoyen; el hombre del misterio
do a degüello (1840-1842) (Espasa-Calpe (Tor, 1939), Vida de don Juan Manuel de
Argentina, 1951); Bajo la garra anglofran- Rosas (El Ateneo, 1940), Vida de don Ga-
cesa (Espasa-Calpe Argentina, 1953); Y así briel García Moreno (Difusión, 1942),
cayó Don Juan Manuel (Espasa-Calpe Ar- Vida de Aparicio Saravia (1942), Vida de
gentina, 1954) –estas últimas también se Sarmiento (Emecé, 1945), José Hernández
ocupan de la época rosista, que constituye (La Universidad, 1945), Don Francisco de
el principal leit motiv de su reconstrucción Miranda: el más universal de los americanos
histórica–; Las dos vidas del pobre Napoleón (Emecé, 1947) y El santito de la toldería (la
(Losada, 1954); El uno y la multitud (Alpe, vida perfecta de Ceferino Namuncurá) (Po-
1955); Tránsito Guzmán (Theoría, 1956); blet, 1947). Como dramaturgo escribió El
Perdido en su noche (Sudamericana, 1958); hombre de los ojos azules (La Facultad, 1928)
Me mataron entre todos (Emecé, 1962). y Calibán (1943), donde insiste en las so-
Póstumamente se publicó La locura de ser luciones nacionalistas. Además, en 1924

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G GAMBARO

adaptó al teatro su novela Nacha Regules Entre 1966 y 1968 se estrenan Las pa-
(el cine se haría cargo de La maestra normal redes, Los siameses y El campo. Estas obras
años más tarde). Bajo el título Recuerdos de son representativas de una primera etapa
la vida literaria reunió los volúmenes de de su teatro, en la que los recursos del ab-
memorias Amigos y maestros de mi juventud surdo europeo se articulan con un cuestio-
(Kraft, 1944), En el mundo de los seres ficti- namiento a los principios del teatro realista
cios (Hachette, 1961), Entre la novela y la que dominaba la escena local; fundamen-
historia (Hachette, 1962) y póstumamente talmente, a sus modos convencionales de
se editó el cuarto tomo, En el mundo de los representar los roles sociales.2 Estas obras,
seres reales (Hachette, 1965). también leídas en relación con el teatro de
N.G. y M.F.P. la crueldad de Antonin Artaud, se centran
+ Rojas, Ricardo; Lugones, Leopoldo. fundamentalmente en los juegos perversos
del poder, evidenciados en los modos de
Gambaro, Griselda (Buenos Aires, relación entre víctima y victimario.3 En
28/07/1928). Dramaturga, narradora, en- esos años, la editorial Sudamericana pu-
sayista. Sus primeros contactos con la li- blica su novela Una felicidad con menos
teratura le llegan de la mano de la escuela pena (1968), ganadora de una mención
pública y de una biblioteca socialista del especial en el Concurso de Novela Primera
barrio de Barracas. Su escritura arranca con Plana-Sudamericana. La década de 1970
la narrativa, género que luego alterna con está marcada por una doble articulación:
la dramaturgia. Desempeña distintos tra- el reconocimiento y el exilio. En diversas
bajos hasta que la obtención de premios y salas de Buenos Aires, y en otras ciudades
la percepción de sus derechos de autor le argentinas, se estrenan numerosas obras de
permiten, hacia 1982, vivir de la escritura. Gambaro a cargo de prestigiosos directo-
Su actividad literaria se inicia en la década res: Cuatro ejercicios para actrices (1970),
del sesenta. En 1963 la Editorial Goyanarte en el teatro La Ribera, de Rosario (San-
publica en Buenos Aires el libro de narrativa ta Fe); Nada que ver (1972), en el Teatro
Madrigal en ciudad, que obtiene el Premio Municipal General San Martín, dirigida
Fondo Nacional de las Artes. Sin embargo, por Jorge Petraglia; Sólo un aspecto (1974),
si hay que señalar un comienzo en la tra- en la sala del Departamento de Extensión
yectoria de esta autora, éste debe ubicarse Universitaria de la Universidad de Buenos
en El desatino (1965), obra estrenada bajo Aires; El viaje a Bahía Blanca (1975); El
la dirección de Jorge Petraglia en la Sala de nombre (1976); Sucede lo que pasa (1976),
Experimentación Audiovisual del Instituto
Di Tella. Esta obra marca el inicio del Teatro argentino moderno (1849-1976), Buenos
Absurdismo en la dramaturgia argentina, Aires, Galerna, 1997, pp. 167-180.
asociado, en principio, al teatro experimen- 2.  Dubatti, J., “Griselda Gambaro: absurdo y
tal e independiente.1 sociedad en ‘El desatino’”, en Espacio de crítica
e investigación teatral, a. 3, nº 5 (abril), 1989,
1. Pellettieri, O., El teatro y sus claves. Estudios pp. 87-93.
sobre teatro argentino e iberoamericano y argen- 3.  Tarantuviez, S., La escena del poder. El
tino, Buenos Aires, Galerna, 1996, pp. 117- teatro de Griselda Gambaro, Buenos Aires,
126 y Pelletieri, O., Una historia interrumpida. Corregidor, 2007, pp. 116-136.

• 528 •
GAMBARO G
con dirección de Alberto Ure, estrenada en en el Teatro San Martín, con la dirección
el Teatro Popular de la Ciudad, dramatur- de Roberto Villanueva. Esta presencia de
gia por la que Gambaro obtiene el Premio las obras de Gambaro en los teatros de
Argentores. En este mismo período se pu- mayor afluencia de público se debe a un
blican su novela Nada que ver con otra his- cambio en el modo de recepción de su tea-
toria (Noé, 1972), el libro de cuento para tro como resultado, entre otras cosas, de la
niños La cola mágica (De la Flor, 1976), incorporación de procedimientos realistas
la novela Ganarse la muerte (De la Flor, que las hicieron accesibles a un espectador
1976) y el libro Conversaciones con chicos. teatral poco entrenado en las posibilidades
Sobre la sociedad, los padres, los afectos, la de las estéticas de vanguardia. Al respecto,
cultura (Timerman Editores, 1976). En la crítica Ana Lusnich señala la adopción
cuanto a Ganarse la muerte, en la que se de dos aspectos centrales de la poética del
exhiben la represión y el despotismo ins- realismo: la clarificación de la metáfora y
titucionalizados, es prohibida durante la la frecuentación de una nueva estructura
dictadura militar por medio de un decreto, dramática destinada a probar una tesis so-
por considerársela contraria a la institu- cial.1 Por otra parte, las temáticas vincula-
ción familiar y el orden social. Gambaro, das al feminismo y a las consecuencias del
entonces, decide exiliarse en Barcelona. En terrorismo de Estado en la Argentina se hi-
esa ciudad española, la Editorial Lumen cieron más transparentes. Antígona furiosa,
publica en 1979 Dios no nos quiere conten- por ejemplo, “combina tragedia griega y
tos, primera novela de la trilogía escrita en realidad argentina con el fin de proporcio-
el exilio. A lo largo de la década de 1980, nar una crítica apasionada de la tiranía y de
con el regreso de Argentina a la institucio- la prisa de la Argentina por dejar atrás un
nalidad democrática, Gambaro retorna al pasado que Gambaro siente que no debe-
país (en 1983) y sus dramaturgias se ins- ría ser olvidado”.2 Entre tanto, la editorial
talan definitivamente en el circuito teatral Torres Agüero publica las novelas Lo impe-
argentino. En 1981, Decir sí, dirigida por netrable (1984), en la que la autora intenta
Jorge Petraglia, forma parte del prestigioso un acercamiento a formas de la literatura
ciclo Teatro Abierto del Teatro del Picade- erótica, y la segunda edición de Nada que
ro, en Buenos Aires. En 1982, con el estre- ver con otra historia (1987). A finales de
no de La malasangre, comienza un período la década de 1980, la obra dramática de
en el que, de la mano de la directora Laura Gambaro se vuelve objeto privilegiado de
Yusem, sus obras se representan recurren- estudios académicos y empiezan a organi-
temente en varios teatros de la avenida Co- zarse simposios y congresos centrados en
rrientes. Precisando: Real envido (1983), en su obra. Durante los años 90 Gambaro se
el Teatro Odeón; Del sol naciente (1984),
en el Teatro Lorange, con dirección de 1.  Lusnich, A.L., “El realismo crítico de
Laura Yusem; Puesta en claro (1986), bajo Griselda Gambaro y Eduardo Pavlovsky
la dirección de Alberto Ure, en el Teatro (1976-1983)”, en Pellettieri, O., Historia
Payró; Antígona furiosa (1986), estrenada del teatro argentino en Buenos Aires. El teatro
actual (1976-1998), vol. 5, Buenos Aires,
en el Instituto Goethe de Buenos Aires, di- Galerna, 2001.
rigida por Laura Yusem; y Morgan (1989),
2. Tarantuviez, S., ibíd.

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G GAMERRO

afianza como la dramaturga argentina más de Letras en narrativa 1996-1998; los en-
destacada de las últimas décadas y en ese sayos Escritos inocentes (1999); la novela El
período recibe diversas distinciones de or- mar que nos trajo (2001), en la que se relata
ganismos nacionales e internacionales. Sus la vida de sus abuelos inmigrantes; Cinco
obras siguen ocupando un lugar destacado piezas de teatro (2002), La señora Macbeth
en la cartelera teatral nacional mientras se (2003), la reedición de Dios no nos quie-
hacen también un espacio en los escenarios re contentos (2003) y la novela Promesas y
internacionales. En esos años se estrenan desvaríos (2004), obra que completa la tri-
varias piezas en el Teatro Municipal Gene- logía a la que pertenecen Dios no nos quiere
ral San Martín bajo la dirección de Laura contentos y Después del día de fiesta (Seix
Yusem: Penas sin importancia (1990), obra Barral, 1994). Estas tres novelas –vincula-
por la que obtiene el Premio de Investiga- das entre sí a través de Tristán, el personaje
dores y Críticos Teatrales de Argentina; La marginal y desamparado que las protago-
casa sin sosiego (ópera de cámara, 1992), niza– se desarrollan en un mundo subur-
galardonada con el Premio Argentores; Es bano dominado por el silencio, la ausencia
necesario entender un poco (1995) y De pro- y la frustración. Las relaciones que Tristán
fesión maternal (1999). En las obras de este establece con los distintos personajes (la
período se evidencia el creciente interés de Ecuyere en Dios no nos quiere contentos,
esta autora por los problemas de género. el ciego en Promesas y desvaríos, Giacomo
De hecho, la mayoría de estas piezas se Leopardi en Después del día de fiesta) son
centran en la búsqueda de la identidad de narradas por una voz condescendiente que
la mujer y de una voz femenina autónoma apela a ellas para mostrar que, detrás del
que pueda disputar el poder.1 Entre 1994 y deseo, el día después de la fiesta, siempre
1999 recibe importantes distinciones; en- aparecen la crueldad y el dolor. En la ac-
tre ellas, el Premio Nacional de Teatro por tualidad, las obras de Gambaro siguen es-
obras estrenadas en el trienio 1990-1993, trenándose con éxito. Su participación en
el Premio Konex Diploma al Mérito en el debates sobre teatro, literatura y cultura
rubro Teatro (1994), los premios María la hace una de las intelectuales argentinas
Guerrero y Argentores por su obra Es ne- más reconocidas en los medios periodístico
cesario entender un poco (1996), una distin- y académico.
ción otorgada por la Comunidad Teatral S.F.
y la Secretaría de Cultura de Guadalajara
(Jalisco, 1999) y el Premio de la Academia GAMERRO, Carlos (Buenos Aires,
Argentina de Letras (1999). En cuanto a la 1962). Escritor, traductor, docente, en-
edición de su obra, cabe mencionar que dos sayista y periodista cultural de educación
grupos editoriales se ocupan de publicarla bilingüe (español-inglés). En 1979 se reci-
sistemáticamente. Ediciones de la Flor saca be en la Escuela San Andrés en 1988 de
su teatro completo en seis tomos, mientras la carrera de Letras de la UBA. En 1985
que Grupo Editorial Norma publica su li- comienza a enseñar en dicha casa, como
bro de cuentos Lo mejor que se tiene (1997), ayudante de la materia Semiología; poste-
que obtiene el Premio Academia Argentina riormente, forma parte de las cátedras de
Lingüística Interdisciplinaria y Literatura
1. Tarantuviez, S., op. cit., pp. 148-155.

• 530 •
GAMERRO G
del siglo XX, además de estar a cargo de los sueños disparatados –pero peligrosos–
dos seminarios: “El Ulises de Joyce” y “Los del juez de paz de la inventada localidad
reyes de Shakespeare”. de Malihuel: los indios sobrevivientes y
En 1993 participa del Advanced los soldados desposeídos. De esta manera,
Screenwriter’s Workshop, dirigido por el el escritor construye una suerte de leyen-
profesor Richard Walter en la Universidad da pesadillesca de la política argentina.
de California (EE.UU.). Ese mismo año A esta narración le sigue, El secreto y las
publica, junto con Pablo Salomón, la an- voces (2002), novela que intenta, en cla-
tología de escritos sobre guión cinemato- ve de policial, echar luz sobre el accionar
gráfico Antes que en el cine. Entre la letra y clandestino y evidente del terrorismo de
la imagen: el lugar del guión. Estado en la Argentina. En 2003 apare-
Su carrera como novelista se inicia ce en Madrid el estudio Harold Bloom y
hacia 1994 con la escritura de Las Islas el canon literario, al tiempo que su relato
(Simurg, 1998), novela que le lleva cua- policial de no ficción: “Los que vieron
tro años de trabajo e investigación y con pasar al rey”, integra la compilación Escri-
la que obtiene la primera mención del tos con sangre (S. Olguín [comp.], Grupo
Concurso Nacional de Novelas de Autor Editorial Norma). Mientras, prepara La
Inédito, organizado por la Secretaría de aventura de los bustos de Eva (2004), la
Cultura de la Nación y Editorial Sud- primera parte de un díptico que se com-
americana. El protagonista de Las Islas es pleta con Un yuppie en la columna del Che
un hacker, ex combatiente de la Guerra Guevara. La aventura de los bustos de Eva
de Malvinas que, encargado de acceder cuenta la historia de un jefe de compras
a ciertos archivos de la SIDE, descubre de la empresa Tamerlán e Hijos, que debe
que dicha guerra, oficialmente conclui- conseguir 92 bustos de Evita (uno para
da diez años antes, continúa de manera cada dependencia de la empresa) como
subterránea por iniciativa de un grupo de forma de rescate del presidente de la fir-
militares y ex combatientes dispuestos a ma, secuestrado por la agrupación Mon-
recuperarlas. En 1998 inicia una impor- toneros. Entre 1987 y 2000, Gamerro
tante trayectoria como traductor al espa- escribe una serie de cuentos, algunos de
ñol con Un mundo propio: diario de sueños los cuales se publican en distintas revistas
de Graham Greene, seguido de La mano y antologías; siete de ellos luego integra-
del tejedor de W.H. Auden en 1999, Poe- rán el volumen El libro de los afectos raros
sía y represión de Harold Bloom en 2000, de 2006. A partir de 2000 colabora con
y Enrique VIII de William Shakespeare frecuencia en los suplementos culturales
para la colección “Shakespeare por escri- de los diarios Página/12, Clarín y Perfil,
tores” (Grupo Editorial Norma) en 2002. y también en numerosas revistas especia-
La segunda novela de Gamerro, El sueño lizadas. Además, dicta cuantiosos cursos
del señor juez (2000) ubica su acción en y conferencias. Algunos de estos trabajos
1877, en la inminencia de la Conquista son reunidos en El nacimiento de la lite-
del Desierto y toma como protagonistas ratura argentina y otros ensayos (2006).
a quienes, excluidos de esta avanzada del En 2007 se estrena el largometraje Tres
progreso nacional, quedaron a merced de de corazones, de Sergio Renán, basado en

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G GÁNDARA

“El taximetrista”, de Juan José Saer, según GANDOLFO, Elvio E. (San Rafael
guión de Carlos Gamerro, Rubén Mira y [Mendoza], 1947). Escritor, periodista y
el propio director. El mismo año realiza la traductor, hijo del poeta Francisco Gandolfo
adaptación teatral de su cuento “Norma y (1921-2007), junto a quien dirige por mo-
Ester”. La obra es dirigida por Ana Fran- mentos la revista rosarina el lagrimal trifur-
chini y estrenada en el Teatro Orfeo de ca (sic) (1968-1976). Como periodista y
Buenos Aires. De 2008 es Ulises. Claves de crítico literario y cultural publica artículos
lectura, un estudio de la novela de James en Página/12, La Opinión y Clarín, medios
Joyce que pone particular énfasis en las de Buenos Aires; en Uruguay, colabora
traducciones al español y en la influencia con El País, Opinar, Jaque, La Razón, La
de esta obra en las literaturas hispánicas. Democracia. Actualmente, trabaja en el su-
Pau. Cro. plemento Cultural de El País de Montevideo.
Además, participa sucesivamente de las
Gándara, Carmen (Buenos Aires, revistas Con V de Vian, Diario de Poesía,
1900 - 1977). Proveniente de una familia Lamujerdemivida y, debido a su predilección
de la clase alta porteña, escribe ficción y por la ciencia ficción, forma parte del staff
ensayos de crítica literaria; concibe ambas de las publicaciones El Péndulo, Minotauro
prácticas como formas de búsqueda de (segunda época) y Cuasar. También compila
un conocimiento de tipo trascendente o y prologa antologías de géneros literarios
religioso. como la ciencia ficción –Ciencia ficción.
Los temas de su literatura suelen propo- Precursores y fundadores (1981)–, el policial
nerse como problemas metafísicos en cuyo –El cuento policial (1981)–, el fantástico
centro se ubica la relación entre el hombre –Narraciones fantásticas (1981)– y el terror.
y Dios, pensada como salvación. Su pro- Como traductor, vierte al español a Henry
ducción crítica se presenta como un modo James, Tennesse Williams y Mark Twain,
de develar el misterio de la existencia en entre otros. Dirige durante un año y me-
la obra de los autores abordados, entre los dio la Editorial Municipal de Rosario. En
cuales Franz Kafka ocupa un lugar impor- 1992, su novela Boomerang (1993) es fi-
tante. Gándara colabora en la revista Sur y nalista del Premio Planeta. La reina de las
es una de las fundadoras de la revista Reali- nieves (CEAL, 1982) es su primer libro de
dad (Buenos Aires), dirigida por Francisco relatos. Se trata de un conjunto en el que
Ayala. Sigue el modelo de mujer culta que la ambigüedad y la sugestión están en pri-
encarnó en su época Victoria Ocampo. mer plano. Dos cuentos largos abren y cie-
En cuanto a su obra narrativa cabe men- rran el libro: “La reina de las nieves” y “El
cionar: El lugar del diablo (Sudamericana, instituto”, y en medio de éstos, cinco na-
1948, cuentos); Los espejos (Sudamericana, rraciones van desde la vida cotidiana de un
1951, novela); La figura del mundo (Eme- misterioso hombre gordo que vive entre las
cé, 1958, cuentos). El mundo del narrador rocas de una playa (“Sobre las rocas”) hasta
(Sudamericana, 1968), en cambio, es una el imposible encuentro entre Gandolfo y el
compilación de ensayos críticos publicados célebre escritor inglés H.G. Wells (“Corta
previamente en Sur, La Nación y Realidad. amistad en Londres”, que forma serie con
M.L.C. “La yanqui y el polaco”). En estos textos,

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GANDOLFO G
el estilo de Gandolfo tiene un aire clásico Dick, en el que la realidad es puesta en duda
y realista, pero escatima tanta información por un experimento químico en Cañada
al lector que recuerda, en cierto modo, a la Gómez; como último ejemplo, “El error
famosa “teoría del iceberg” que abunda en de Ludueña” es un policial bien construido
los cuentos de E. Hemingway: los relatos con referencias a las dictaduras en Argentina
nos muestran sólo la superficie de lo que su- y con un personaje solitario, equilibrado y
cede en ellos; a partir de allí, el lector debe entrenado rigurosamente para realizar de
reconstruir –a través de distintos indicios forma eficaz algunas misteriosas operacio-
desperdigados a lo largo de la narración– lo nes. En todos los cuentos, la rutina y la so-
que realmente acontece con los personajes. ledad son elementos recurrentes; por otro
Así, en “La reina de las nieves”, Felipe –un lado, hay en ellos cierto énfasis por narrar
criado marchito que pasa sus días sentado todos los movimientos de los personajes, sin
en una plaza– vuelve después de veinte años por eso caer en la descripción morosa. Antes
a una ciudad sumida en la niebla, el frío y la bien, la minuciosa descripción les otorga
lluvia para cumplir con el trabajo que le ha densidad, caracterizándolos por sus costum-
encomendado su antiguo señor: encontrar bres y formas propias de expresarse y actuar.
a su hija Paula. Las incógnitas no se resuel- Tal vez uno de los cuentos más memorables
ven (¿por qué busca el señor a Paula?, ¿por de este parejo libro sea “Llano del sol”, rela-
qué recurrió a su criado y no a la policía?, to de ciencia ficción contrafáctica en el que
¿dónde está Paula?), pero el relato avanza la Argentina, luego de una guerra, queda
y funciona como una vuelta de tuerca al dividida en naciones provinciales como el
género policial (del que se cuelan guiños Norte, República Capital, Gran Ladocta,
irónicos, al tiempo que van desarmándose Cuyo Unido, los Estados del Litoral y la
sus lugares comunes más típicos). Entre los región más próspera: la Nación de Santa
otros cuentos se destacan “Vivir en la salina” Cruz. En otro sector del conjunto, un cuen-
y “En la barbería”, que también cuestionan to simple como “El yanqui y la polaca” re-
el género policial. En 1994, Gandolfo pu- lata la historia de pasión entre el narrador
blica Ferrocarriles Argentinos (Alfaguara; El Gandolfo y una mujer sensual que resulta
Andariego, 2007), relatos que insisten en ser Susan Sontag y funciona como una bur-
otro de los recursos de su narrativa: el traba- la al intelectualismo y al prestigio. Cierra el
jo con historias mínimas, cotidianas, tami- libro el relato que da título al conjunto, un
zadas a través de matrices genéricas como el cuento con rasgos policiales (abrumado de
policial, la ciencia ficción, el fantástico, etc. referencias y reflexiones en torno al género),
El conjunto de cuentos es heterogéneo: “La inscripto en el contexto de la dictadura en
oscuridad bajo la mesa”, por ejemplo, es una Argentina y en el que vuelven a insinuarse
excelente muestra de literatura erótica en la significaciones escondidas, tal como sucedía
que un marido observa con cierto interés la en La reina de la nieves. Cuando Lidia vivía
infidelidad de su esposa con un desconocido se quería morir (Perfil, 1998) es un libro de
y se resaltan la descripción minuciosa de los relatos dividido en tres partes. La primera
cuerpos y la perspectiva del narrador; por engloba una trilogía de historias mínimas
otra parte, “El terrón disolvente” es cuen- y cotidianas sobre las relaciones interperso-
to de ciencia ficción, homenaje a Philip K. nales y afectivas, las rutinas que cambian y

• 533 •
G GANDULFO

los códigos compartidos. En “El polvo del por motivos laborales realiza el narrador.
mediodía”, por ejemplo, el inminente casa- Cada capítulo o sección cuenta con una
miento de Victorio saca a relucir cuestiones reflexión o descripción sobre un elemento
respecto de sus padres, su próxima esposa, del microuniverso en el que se convierte el
sus amigos y su futura vida. ómnibus (por ejemplo, el baño o los com-
La segunda parte agrupa otros tres pañeros de viajes), punto de partida para
cuentos de diferentes estilos: “Con los la narración de anécdotas, relaciones o en-
pies en el agua” es una reescritura de El cuentros y para la construcción de teorías o
extranjero de Albert Camus, en la cual un reflexiones subsidiarias que trascienden los
hombre llamado Mersault se enfrenta a límites del transporte. En este libro, los sa-
situaciones y objetos impenetrables a su beres triviales construyen todo un universo
subjetividad en una playa soleada; “El sol y de ideas, recomendaciones y reflexiones;
el hielo” resulta un relato erótico que roza el narrador establece una relación sensible
el sadismo, cuyo centro es una historia de con la realidad y cada detalle del transporte
deseo con muchos secretos y una explora- (por ejemplo, la perspectiva que le permi-
ción del cuerpo como subjetividad; y, por te la ventanilla) se resignifica cuando son
último, en “Me saqué los anteojos, nena”, puestos en relación con situaciones exter-
se mezclan temporalidades e historias de nas, como si cada dato fuera un punto de
un hombre y algunas mujeres referidas al partida para entenderse a sí mismo, a la
contexto histórico-cultural en Argentina y sociedad y al ser humano (por ejemplo, en
sus alteraciones institucionales (dictadura el capítulo “La vida vegetal”). Otras obras
- democracia). Finalmente, la última sec- de Gandolfo son: Caminando alrededor
ción del libro presenta tres cuentos enig- (cuentos, 1986); Sin creer en nada (cuen-
máticos y fantásticos que van desde una tos, 1988); Rete Carótida (cuentos, 1990);
especie de leyenda exótica y reiterativa (“El Dos mujeres (cuentos, 1992); la antología
viaje”) hasta la posible materialización de de textos Parece mentira (1993) y la reco-
una ballena azul en pleno cielo de Rosario pilación de artículos y prólogos, El libro de
que cae y destruye gran parte de la ciudad los géneros (2007).
y de la realidad (“El momento del impac- M.R.
to”), pasando por el diario de un hombre
que registra cómo viven las vacas voladoras GANDULFO, Esteban (Buenos Aires,
que destruyen las ciudades en una realidad 1944). Reside en Buenos Aires, Tucumán
alternativa (“El manuscrito de Juan Abal”). y San Pablo, trabajando como ejecutivo de
En 2006, Gandolfo publica su segunda empresas internacionales.
novela, Ómnibus (Interzona). Se trata de Realiza estudios de Sociología en la
un libro extraño que difícilmente puede Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
ser encuadrado en un género determina- Desde 2003 está radicado en la locali-
do, si bien podría ser un diario de viajes, dad de Las Golondrinas, en Lago Puelo
un conjunto de crónicas o un grupo de (Chubut), donde además de llevar adelan-
impresiones sueltas. El eje y el espacio del te la pequeña empresa familiar volcada al
relato son los repetidos viajes en ómnibus turismo, se desempeña como concejal in-
de Rosario a Buenos Aires (y viceversa) que dependiente dentro del bloque de Proyec-

• 534 •
GANORA G
ción Vecinal del Chubut (ProVeCh). Sus y otros cuentos (Simurg, 2001), en el que
obras se inician en la década de 1970. Es se mezcla su experiencia como abogado, su
coautor junto a Carlos Altschul de Trans- pasado militante y cuadros cotidianos con
formando (Eudeba, 2003). También publi- una perspectiva de la naturaleza humana y
ca los cuentos La Herencia (Simurg, 2008) su destino.
y Hotel de inmigrantes (2010), una serie de P.P.
crónicas sobre el último “descubrimiento”
de la Patagonia. En La Herencia, desarrolla GARBARINO, Carmen (Buenos Ai­
una historia familiar en el marco históri- res, s/d). Poeta, narradora y artista plás-
co de los años cincuenta y sesenta en los tica. Sigue cursos de periodismo en la
que vivió su niñez y juventud. Se trata de Universidad del Museo Social Argentino;
una serie de relatos unitarios, enhebrados estudia francés y esperanto. Tiene edita-
cronológicamente, en los que se ve crecer dos los siguientes libros de poesía: Cascada
a los protagonistas a través de una mirada en el oasis del insomnio (Filofalsía, 1989),
candorosa, ingenua y divertida. Hilando en la rueca de los días (s/d, 1992),
F.P. Haikú (s/d), Sandalias de mariposas (s/d,
2001), Sombra, Luz y Eternidad (Faja
Ganora, Mario (Buenos Aires, de Honor de la SADE, 2004) y un libro
1954). Abogado, licenciado en crimi- de cuentos: La melena color del río (El
nología y escritor. Termina su bachille- Francotirador, 1994). Es miembro de la
rato en el Colegio Nacional de Buenos SADE, de la asociación Gente de Letras, de
Aires en 1973, para recibirse luego de la International Writer’s Association (EE.
abogado en 1978 y de Licenciado en UU.) y de la Accademia Internazionale
Criminología en 1985. Se especializa Trinacria (Italia).
en Derechos Humanos y trabaja codo M. Cám.
a codo con el fiscal Julio César Strassera
en el Juicio a las Juntas. Es asesor de la Garcés, Gonzalo (Buenos Aires,
Subsecretaría de Justicia de la Ciudad 1974). Escritor y crítico. En 1995, deja la
y funcionario de la Defensoría del carrera de Filosofía que cursaba en la UBA
Pueblo, en donde lleva adelante gran par- y emigra a Europa. Después de pasar un
te de las investigaciones sobre trata, tráfico tiempo en Alemania, vive ocho años en
de personas y trabajo esclavo. Se desempe- París, donde estudia Letras Modernas.
ña como vicepresidente y fundador de la Diciembre (Sudamericana, 1997), su
primera ONG dedicada a la lucha contra primera novela, logra notoria repercusión
el trabajo esclavo: Fundación La Alameda, de público y crítica. La segunda, Los impa-
integrada por ex funcionarios porteños y cientes (Barcelona, Seix Barral, 2000), re-
abogados defensores de los derechos hu- cibe el Premio Biblioteca Breve. Esta obra
manos. Un encuentro fortuito en 1998 comparte con buena parte de la narrativa
con María del Mar Estrella Gutiérrez nueva –de, por ejemplo, los mexicanos
lo decide a incursionar en la literatura. Mario Bellatin, Daniel Sada, Mario Gon-
Fruto de esa decisión es su único libro zález Suárez, etc.– las huellas de los clási-
de breves cuentos La fuerza de las cosas cos: Henry Miller, Lawrence Durrell, Jorge

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G GARCÍA

Luis Borges, Julio Cortázar, entre otros. La tras el éxito comercial, sobreviene para
novela reflexiona sobre el inasible presente García un año de prisión en suspenso y
como clave de interpretación del final del la censura por el delito de “publicación
siglo XX. obscena”. El fallo expone: “Es evidente
El Futuro (Seix Barral, 2003), narrada que Nanina es una osada obra de lenguaje
por un padre que viaja de Chile a París a vi- impúdico, de incoherente contextura y de
sitar a su hijo, plantea un triángulo amoro- exhibición de escenas reñidas con el más
so conformado por esos dos personajes y la elemental decoro. […] La obra carece de
mujer del hijo. El conflicto pretende alcan- una sólida arquitectura argumental y es,
zar los visos de una polémica generacional: en general, un sucio canto al desamor fi-
el pasado político se hace presente, por un lial y al sexo animal e indiscriminado”.1
lado, en los ecos de la dictadura chilena de Las redes del Padre, el pago chico y el tra-
Pinochet y del 68 francés; y, por otro, en bajo alienado tienen su sucedáneo extra-
la figura del marxista Raymond Bulteau, literario. O peor aún: su forma espectral,
sobre quien el hijo realiza un documental. ya que “Todos sabemos que el pasado no
En 2003, Garcés pasa a Gerona, España, se ‘pisa’ y que los fantasmas que pueblan
y en 2006 se traslada a Santiago de Chile, los sueños esperan el momento de danzar
donde vive actualmente. Su labor crítica se el baile piojoso de toda nuestra memoria
realiza a través de sus intervenciones como renegada” (Nanina, p. 187). El mismo
columnista de La Nación Domingo (Chile) año, con Gregorio Kohon, Martín Poni
y de la revista Ñ (Argentina), entre otros Micharvegas, Daniel Ortiz y José Peroni,
medios. edita Mano de obra (Sunda B.A.), conjun-
M.L.C. to de textos sobre el arte de la escritura.
En 1969 aparece Cancha rayada (Jorge
García, Germán Leopoldo (Junín Álvarez), su segunda novela, una suerte de
[Buenos Aires], 25/12/1944). Escritor y versión libre de Edipo Rey. También cola-
psicoanalista de orientación lacaniana. bora con un artículo: “Desvivirse de Ma-
Discípulo de Oscar Masotta, participa cedonio Fernández” en el compendio de
en la fundación de la primera Escuela Adolfo de Objeta, Hablan de Macedonio
Freudiana, creada en Buenos Aires en Fernández (Carlos Pérez Editor). En 1973
1974, siguiendo el modelo de la École funda la revista Literal, junto con Osval-
Freudienne de París. Dirige las revistas Los do Lamborghini y Luis Gusmán. Al año
Libros, Literal, Cuadernos Sigmund Freud, siguiente publica un estudio sobre el tema
Otium, L’ Acudit, Descartes, entre otras. del delirio y el sueño en Sigmund Freud:
A los 15 años publica unos poemas en Saber de la Gradiva (Noé, 1974). En 1975
el diario Democracia de Junín. A los 17 llega el turno de Macedonio Fernández, la
parte hacia Buenos Aires. En 1968 publi- escritura en objeto (Siglo XXI), un análisis
ca su primera novela, Nanina (Jorge Álva- del estilo en la obra del poeta filósofo, y
rez), de carácter autobiográfico, marcada de otra novela, La vía regia (Corregidor).
por el programa de La Náusea sartreana
y el lenguaje de Roberto Arlt. Sujeta a la 1.  Avellaneda, A., Censura, autoritarismo y
cultura: Argentina 1960-1983, Buenos Aires,
sanción que pesa sobre toda heterodoxia,
CEAL, 1986.

• 536 •
GARCÍA CANCLINI G
En 1978 publica dos ensayos: La otra psi- ciones). En 2007 publica Fundamentos de
copatología (Hachette) y La entrada del la clínica analítica. Serie Intervenciones 1
psicoanálisis en la Argentina: obstáculos y (Otium Ediciones).
perspectivas (Altazor). En 1979 muere Os- P.C.
car Masotta y García se radica en España. + Lamborghini, Osvaldo; Masotta, Oscar.
Al año siguiente edita Oscar Masotta y el
psicoanálisis en castellano (Barcelona, Ar- GARCÍA CANCLINI, Néstor (La Pla­
gonauta, 1980), Psicoanálisis, una política ta [Buenos Aires], 1939). Filósofo y antro-
del síntoma (Zaragoza, Alcrudo Editor) y pólogo, estudió filosofía en la Universidad
el artículo: “El oxímoron barroco”, para la Nacional de La Plata, donde se doctoró
revista Diwan (Zaragoza, Alcrudo Editor, en 1975, siendo profesor de la casa desde
nº 8-9). En 1983, publica Psicoanálisis di- 1966. Entre 1974 y 1975 también lo fue
cho de otra manera (Valencia, Pre-textos) de la UBA. Tres años más tarde obtuvo
y su cuarta novela, Perdido (Barcelona, su doctorado en la Universidad de París,
Montesinos). Dos años después regresa a bajo la dirección del filósofo Paul Ricœur.
Buenos Aires. En 1990 edita El curso de En 1981 obtuvo la beca Guggenheim
Tucumán 1990: formación, clínica y ética y el Premio Casa de las Américas por su
(Catálogos). En 1992, Oscar Masotta, los obra Las culturas populares en el capitalis-
ecos de un hombre (Atuel) y Gombrowicz, mo. Desde 1980 se desempeña como do-
el estilo y la heráldica (Atuel). En 1994 es cente e investigador en el Departamento
nombrado presidente de la Fundación de Antropología de la Universidad
Descartes. En 1999 aparece su quinta no- Autónoma Metropolitana de México
vela, Parte de la fuga (De la flor). Al año (Unidad Iztapalapa), donde dirige el pro-
siguiente, publica Fuego amigo. Cuando grama de Estudios sobre Cultura Urbana.
escribí sobre Osvaldo Lamborghini (Gra- Fue profesor e investigador en la Facultad
ma Ediciones) y D’ Escolar (Ensayos sobre de Filosofía y Letras de la Universidad
psicoanálisis) (Atuel). En 2003 edita La Nacional Autónoma de México y en
virtud indicativa. Psicoanálisis y literatura la Escuela Nacional de Antropología e
(Diva). Recibe, el mismo año, la beca Gu- Historia de México. Fue profesor visitan-
ggenheim por su trabajo de investigación: te en las universidades de Buenos Aires,
“La presencia del psicoanálisis en los deba- San Pablo, Standford, San Francisco; de
tes culturales. El caso argentino”, editado la Universidad de Texas en Austin, de la
como El psicoanálisis y los debates cultura- Universidad Autónoma de Barcelona,
les. Ejemplos argentinos (Paidós, 2003). El de Nápoles, Duke, Iowa y Universidad
año siguiente aparece su sexta novela, La de París. Durante el bienio 2001-2002
fortuna (De la Flor, 2004) y participa de fue coordinador del Proyecto “Pensar
la obra colectiva La transmisión del conoci- Iberoamérica: Las culturas iberoamerica-
miento (Altamira). En 2005 colabora con nas en el siglo XXI” de la Organización de
dos artículos en el volumen: Clínica del Estados Iberoamericanos.
final de análisis. ¿Qué dicen nuestros psi- García Canclini se ha convertido a lo
coanalistas? (AA.VV., Grama Ediciones) y largo de su trayectoria en uno de los re-
edita Actualidad del trauma (Grama Edi- ferentes más importantes de los estudios

• 537 •
G GARCÍA CANCLINI

culturales desde una perspectiva latinoa- tegias para entrar y salir de la modernidad
mericana. Su enfoque interdisciplinario, (México, Grijalbo, 1990) que García Can-
que abarca el campo de la antropología, la clini adquiere una notable relevancia en el
sociología, la filosofía, el arte y las ciencias campo de los estudios culturales latinoa-
de la comunicación, le permite abordar mericanos. Este ensayo resultó galardona-
críticamente los procesos culturales de la do por la Latin American Studies Associa-
modernidad y posmodernidad fundamen- tion, al considerarlo el mejor libro escrito
talmente para comprender el impacto de la en español sobre América Latina publicado
globalización en las sociedades de Latino- en el período 1991-1992. En él, su autor
américa. Los conceptos con los que elabo- explica que toda hibridación implica una
ra sus teorías culturales –mestizaje, hibri- “reconciliación entre culturas adversas” e
dez, heterogeneidad, interculturalidad– se intenta representar las culturas contem-
mantienen como una constante a lo largo poráneas en las que se produce la mezcla
de sus ensayos y le posibilitan dar cuenta entre lo culto y lo popular, lo tradicional
de los mecanismos de interacción entre las y lo moderno, lo nacional y lo extranjero.
diferentes culturas y sociedades. Su pri- De esta forma, para García Canclini, la hi-
mer libro fue Cortázar, una antropología bridez es una manera, entre muchas otras,
poética (Nova, 1968), al que le siguieron de ser moderno. Plantea, entonces, la nece-
Arte popular y sociedad en América Latina. sidad de la democratización de las políticas
Teorías estéticas y ensayos de transformación culturales en América Latina, algo en lo
(México, Grijalbo, 1977) y el trabajo por que los medios de comunicación tienen un
el que obtuvo el grado de Doctor por la rol determinante.
Universidad de París, Epistemología e his- Consumidores y ciudadanos. Conflictos
toria. La dialéctica entre sujeto y estructu- multiculturales de la globalización (México,
ra en Merleau-Ponty (México, UNAM, Grijalbo, 1995) continúa el análisis sobre
1979). Además, en ese mismo año publicó las transformaciones culturales sufridas
el ensayo La producción simbólica. Teoría y por las sociedades de fines del siglo XX
método en sociología del arte (México, Siglo a partir del consumo masivo de bienes y
XXI, 1979), en el que conecta los obstá- del impacto de los medios masivos de co-
culos teóricos que encuentra en las esté- municación. Luego, en Cultura y comuni-
ticas idealistas con la teoría del desarrollo cación: entre lo global y lo local (La Plata,
en América Latina y con las vanguardias Ediciones de Periodismo y Comunicación,
artísticas del momento. En Las culturas po- 1997) intenta explicar los nuevos procesos
pulares en el capitalismo (La Habana, Casa que viven las sociedades actuales, toman-
de las Américas, 1982), García Canclini do siempre como eje el ámbito cultural.
desarrolla el vínculo existente entre las cul- Hacia fines de la década de 1990 escribe
turas populares y urbanas con los procesos Imaginarios urbanos (Eudeba, 1999) y La
de globalización en las sociedades latinoa- globalización imaginada (Barcelona, Pai-
mericanas. Este trabajo se continúa en ¿De dós, 1999). Posteriormente, en febrero de
qué estamos hablando cuando hablamos de 2002, gana el Premio Lya Kostakowsky de
lo popular? (Montevideo, CLAEH, 1986). la Fundación Cardoza y Aragón por su li-
Pero es a partir de Culturas híbridas. Estra- bro Latinoamericanos buscando lugar en este

• 538 •
GARCÍA LAO G
siglo (Paidós, 2002). En este ensayo, García México (México, Consejo Nacional para la
Canclini hace un análisis de los proyectos Cultura y las Artes, 1993); Los nuevos es-
para la integración continental que fracasa- pectadores. Cine, televisión y video en México
ron, explica los nuevos procesos de expan- (México, Instituto Mexicano de Cinema-
sión de las industrias comunicacionales y tografía, 1994); Culturas en globalización.
se detiene en las políticas neoliberales así América Latina - Europa - EE.UU.: Libre
como en el modo en que fueron alterándo- comercio e integración (Caracas, Nueva So-
se los movimientos de protesta en el marco ciedad, 1996); Las industrias culturales en
latinoamericano. Sus últimos libros fueron la integración latinoamericana (Eudeba,
Diferentes, desiguales y desconectados. Ma- 1999), coordinado –en cooperación con
pas de la interculturalidad (Gedisa, 2004) Carlos Moneta–, Iberoamérica 2002 (San-
y Lectores, espectadores e internautas (Bar- tillana OEI, 2002) y La antropología urba-
celona, Gedisa, 2007). García Canclini es na en México (México, Conaculta-UAM-
también coautor de varios libros. Duran- FCE, 2005).
te la década de 1980 escribió junto con N.G. y M.F.P.
Amparo Sevilla, Máscaras, danzas y fiestas
de Michoacán (México, Comité Editorial García Lao, Fernanda (Mendoza,
del Gobierno del Estado de Michoacán, 1966). Escritora, dramaturga, directora de
1985); luego, con Rafael Roncagliolo, teatro y video, actriz, bailarina, periodista.
hizo lo propio con Cultura transnacional Exilio, 1976-1993: a lo largo de estos años
y culturas populares (Lima, Ipal, 1988) y, vivió en Madrid, en donde llevó a cabo sus
posteriormente con Patricia Safa, escribió estudios. En la Universidad Complutense
Tijuana, la casa de toda la gente (México, cursó la carrera de Periodismo y, en la me-
INAH / ENAH Programa Cultural de las trópoli, paralelamente empezó a recorrer
Fronteras UAM-I, 1989). Más adelante, los vericuetos del arte. Concretamente, la
junto a Alejandro Castellanos y Ana Rosas música, la danza y la actuación. De vuelta
Mantecón, publicó La ciudad de los viaje- a la Argentina, en Buenos Aires, siguió pro-
ros. Travesías e imaginarios urbanos: México fundizando sus inclinaciones teatrales. De
1940-2000 (México, Grijalbo, 1996) y hecho, continuó su formación en actua-
con Ernesto Piedras Feria produjo Las in- ción, dirección y dramaturgia con distintos
dustrias culturales y el desarrollo de México referentes como Norman Briski (pseud. de
(México, Siglo XXI, 2006). Naun Normando Briski), Ricardo Bartís,
También se desempeñó como coordi- Jorge Dubatti, Mauricio Kartún.
nador, editor y prologuista de varios vo- Por el lado de la narrativa, García Lao
lúmenes, entre los que se destacan: Políti- arranca con un cuento: “El huevo” (Sub-
cas culturales en América Latina (México, secretaría de Cultura de la Provincia de
Grijalbo, 1987); Públicos de arte y política Buenos Aires, 1999), itinerario que se
cultural. Un estudio del II Festival de la Ciu- prolonga con el mismo género en el críti-
dad de México (México, UAM- I, 1991); co 2001 con Matar a Nélida (De la Flor).
La educación y la cultura ante el Tratado En 2004 se publican dos dramaturgias: La
de Libre Comercio (México, Nexos Nue- mirada horrible (Colihue, 2004), obra por
va Imagen, 1993); El consumo cultural en la que García Lao recibe el Primer Premio

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G GARCÍA LUNA

de la Secretaría de Cultura de la Nación y periodista, sus relatos llevan una narra-


(2000, año de su puesta en escena); y ción colateral y enrarecida, que demora
Desde el acantilado (Inteatro Editorial del la comprensión hasta la guiñada cómpli-
Instituto Nacional de Teatro), estrenada ce que proporciona la revelación final.
en el Teatro Noavestruz (2005-2006). Su Estudió psicología, sociología y periodis-
primera novela aparece en 2005 bajo el mo. Fue redactor en revistas de los grupos
título de Muerta de hambre (Cuenco de Atlántida y Perfil y se desempeñó en los
Plata). Se trata de un texto que retrata un diarios Clarín y La Nación. Antes de lan-
mundo comprensible a partir del meca- zarse a la narrativa, incursionó en la poesía
nismo de la alimentación. O tal como co- con Amar el mar (1970) y en la drama-
menta Ana Ojeda: “se instala en el cono turgia con Samka-cancha (1976). Publicó
de sombra provocado por uno de los ta- varios libros de cuentos: Porca miseria
búes centrales de todo el espectro social (1985); Del decir de Don Pedro de Alvarado
que va de la clase media a la alta: la gordu- en su agonía de Indias (1993); El color in-
ra” (La Nación, 12/04/2006). Cuenco de visible (1994), obra que ganó el Premio
Plata también le hizo lugar a La perfecta Fundación Acero Gral. Manuel Savio; El
otra cosa, nouvelle de 2007, dividida en filo de la noche (1999) y Las espinas del de-
siete capítulos en los que hablan siete per- seo (2004). Emprendió la novelística con
sonajes, precedidos, cortazarianamente, Bajamar (1987; Premio FNA 1987) y
por un árbol genealógico y un listado en Cangrejos (1996). La primera fue reescri-
el que se definen los actantes principales y ta como guión televisivo y se alzó con un
secundarios, acompañados por sus respec- premio Martín Fierro en 1997. Su última
tivos “ejes de conducta” o ideas que cada novela fue Ceferino. Falsa vida del santo va-
uno de ellos representa: “Eva: la libertad, rón (2008), que recupera la figura del bea-
Adolfo: el orgullo”, etc. Ambos textos to indígena Ceferino Namuncurá en clave
recibieron sendos premios: el del Fondo de ficción paródica.
Nacional de las Artes (2004) y el terce- L.P.
ro –“Julio Cortázar”–, organizado por
la Secretaría de Cultura de la Ciudad de García Mansilla, Julia (Cata­
Buenos Aires y Editorial Alfaguara. Ade- marca, s/d). Narradora y periodista. Ha
más, García Lao estrenó El sol en la cara recibido importantes premios. En 1989,
(Teatro IFT, 2001), Ser el amo (Sportivo su libro de cuentos Londres bajo la Cruz
Teatral, 2002), La amante de Baudelaire del Sur (Filofalsía) recibió la Faja de Honor
(Teatro Noavestruz, 2004 y Abasto Social de la SADE.
Club, 2005). En cuanto al periodismo y a En 1994 la novela Don Diego el apareci-
modo de cierre, García Lao ha colabora- do (Grupo Editor de América Latina, 1995)
do con el matutino Página/12 y la revista obtuvo el Primer Premio en el concurso
literaria La mujer de mi vida. Régimen de Fomento del FNA, la Faja de
R.C. Honor de la SADE y el Primer Premio Es-
pecial Ricardo Rojas (bienio 1993-1995).
GARCÍA LUNA, Raúl (Miramar Esta obra es estudiada por Gloria da Cun-
[Buenos Aires], 1948). Escritor, guionista ha en La narrativa histórica de escritoras

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GARCÍA YUDÉ G
latinoamericanas (Corregidor, 2004), en el (Vinciguerra, 1991), Partículas, dijo (El
que se presentan más de trescientos títulos Francotirador, 1994), Mentiras indecentes
de doscientas escritoras latinoamericanas, (Inca, 2003), y junto a José Luis Thomas,
desde la época de la independencia hasta la biografía Rosa Rosen (El Francotirador,
la actualidad. 1998). Sus relatos de veta fantástica buscan
La novela Tierra de silencios (Dunken, a toda costa el final sorprendente. La ma-
2000) en 1998 recibió la Mención Ho- yoría de sus cuentos intentan representar
norífica del FNA. Por último, la historia un actuar, un modo de ser argentino que
narrada en su novela satírica Country Club se traduce en coloquialismos, estereotipos
(Deldragón, 2005) se desarrolla entre los sociales y un humorismo cáustico no exen-
años 2001-2002 y expone el cruce de la to de moraleja, como lo ilustra por ejem-
descripción de la “realidad social” y un en- plo la serie satírica de “los cucarachas” y
torno aparentemente bucólico. La ironía de los “polítimanos”. Es cofundador, junto
se mezcla con cierta perspectiva piadosa con José Luis Thomas, de El Francotirador
frente al apartado sector social del country. Literario (revista) y de El Francotirador
Es integrante del Grupo Némesis, en cuyos Ediciones. Recibió, entre otros premios,
Cuadernos ha colaborado, junto a Leonor la Faja de Honor de la SADE y la Faja de
Calvera, Susana Cattáneo, Malena Gain- Honor de ADEA.
za y Susana Dilon, entre otras. Su labor M. Cám.
periodística se realiza con la publicación
de notas y reportajes en distintos medios Gardini, Carlos (Buenos Aires,
de Estados Unidos, Venezuela, México y 1948). Además de cuentista y novelista,
Puerto Rico, y con su corresponsalía en la Gardini es un reconocido traductor de lite-
Agencia Latinoamericana de Prensa. ratura inglesa. Inició su carrera literaria en
M.L.C. 1982, cuando recibió el primer premio del
Círculo de Lectores por su cuento “Primera
GARCÍA YUDÉ, Norberto (Buenos línea”, en el que, como en la mayor parte
Aires, s/d). Periodista y escritor. Ac­ de su obra temprana, el tema de la guerra
tualmente reside en Córdoba. Tras un breve y la violencia se entremezcla con elementos
paso por el mundo actoral, se dedica pró- extraños y fantásticos.
digamente a la poesía y al cuento corto. En Gardini es considerado uno de los más
poesía publicó Cántaros crueles (Madrid, importantes escritores de ciencia ficción
Bergua, 1975; con prólogo de Mujica contemporánea argentina y uno de los po-
Láinez), Plegarias urbanas (León, Everest, cos que “ha demostrado que puede hacerse
1977), Poemario elemental (León, Everest, ciencia ficción sin recluirse en el provin-
1979), Días perdidos (Fígaro, 1983), cialismo cultural y poniéndose a la altura
Pasión tardía (Pirca Ediciones, 1988), de los modelos consagrados”, según señala
Signos vitales (El Francotirador, 1997), Pablo Capanna en la contratapa de El libro
Esa muchacha... (Córdoba, Ediciones del de la Tierra Negra. Entre sus obras se cuen-
Boulevard, 2005). Dio a conocer los si- tan los libros de cuentos Mi cerebro animal
guientes libros de cuentos: Tiempo circu- (Minotauro, 1983); Primera línea (Sud-
lar (Pirca Ediciones, 1985), Pez Expreso americana, 1983) y Sinfonía Cero (Riesa,

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G GARRAMUÑO

1984); los cuentos infantiles de Cuentos de compiló se encuentran Tango. Una antolo-
Vendavalia (Sudamericana, 1988) y las no- gía (1999), Absurdo Brasil. Polémicas en la
velas Juegos malabares (Minotauro, 1984), cultura brasileña (2000), Sujetos en tránsi-
El libro de la Tierra Negra (Letra Buena, to. Inmigración, exilio y diáspora (2003) y
1993); Vórtice (Madrid, Sirius, 2002) y Experiencia, cuerpo y subjetividad en la lite-
Fábulas invernales (Minotauro, 2004). Ha ratura brasileña contemporánea (2007).
publicado varias novelas cortas, tres de las M.C.
cuales han merecido el premio Universitat
Politècnica de Catalunya en 1996, 2001 y Garulli, Liliana Elsa (Buenos Aires,
2007: El libro de la tribu (El Aleph, 2001), 1956). Historiadora egresada de la UBA.
El libro de las voces y Los ojos de un Dios en Cuenta con una vasta obra dedicada al es-
celo (reunidas en El libro de las voces, La tudio de la historia argentina del pasado
Página, 2004), Los nombres de la luz (pu- reciente desde una perspectiva que retoma
blicada en la revista Axxón, nº 150, 2005) el abordaje de los estudios de la memoria
y Belcebú en llamas, publicada en XVII Pre- social, la década del treinta, los gobiernos
mio UPC (Barcelona, Ediciones B, 2008). de Juan Domingo Perón y la prolonga-
Recibió varios premios y distinciones, en- ción del peronismo en la militancia de la
tre ellas el Diploma al Mérito Konex (1984 Juventud Peronista del 1970. En coautoría
y 1994). con Liliana Carballo, Noemí Charlier y
L.M.K. Mercedes Cafiero ha publicado Nomeolvides.
Memoria de la resistencia peronista. 1955-
GARRAMUÑO, Florencia (Rosario 1972 (Biblos, 2000). Según Álvaro Abós,
[Santa Fe], 1964). Investigadora especiali- lo que distingue este libro de otros sobre el
zada en temas brasileños, se ha desempeña- mismo período (como Resistencia e integra-
do como profesora en las universidades de ción, de Daniel James, Mártires y verdugos,
Buenos Aires y San Andrés, en Argentina, de Salvador Ferla o las recopilaciones do-
y de Minas Gerais y Río de Janeiro, en cumentales de Roberto Baschetti) es “su
Brasil. Los vínculos entre ambos países estructura de collage. En lugar de una na-
se evidencian en sus libros Genealogías rración histórica convencional, las autoras
culturales. Argentina, Brasil y Uruguay exponen los hechos a través de historias de
en la literatura contemporánea (1997) y vida, fragmentos de entrevistas, documen-
Modernidades primitivas. Tango, samba y tos, memorias y autobiografías, canciones y
nación (2007). Es autora también de La poemas anónimos y textos literarios, a veces
experiencia opaca. Literatura y desencanto reescritos” (“La resistencia de la memoria”,
(FCE, 2009). En la Editorial Corregidor Clarín, 31/12/2000). Esta diferencia, evi-
dirige, junto con Gonzalo Aguilar y María dentemente, enlaza historia y literatura.
Antonieta Pereira, la colección “Vereda En 1999 publicó El treinta: una déca-
Brasil” en la que difunde clásicos y mo- da de transición (Oficina de Publicaciones
dernos brasileños, escribiendo ensayos del CBC) y colaboró en Argentina: pasado
sobre algunos de esos autores, como el no- y presente en la construcción de la sociedad
velista Silviano Santiago y la poetisa Ana y el Estado (Eudeba, 1999) con “La dicta-
Cristina César. Entre los volúmenes que dura militar: el desempate forzoso: 1976-

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GATICA G
1983”, “El Estado peronista 1946-1955” con prólogo de María Angélica Bosco
(en coautoría con Inés Campos y Silvia (Goyanarte, 1964), Martín o el juego de
Oliver) y “La Argentina en el escenario de la oca (Catálogos, 1985) y Blackjack o el
la crisis internacional 1976-1983”, junto juego de Marsella (Celtia, 1984). Ha pu-
con Alejandro Tozzola. blicado también los resultados de algunas
M.L.C. investigaciones sobre la relación entre en-
fermedad y circuitos de poder en el sistema
GATICA, Héctor David (La Rioja, de salud y laboratorios, como el artículo
1935). Poeta y narrador, autor de Memoria “Cáncer y cultura” (Crisis, nº 45 [agosto
de los Llanos (1961); Los días insólitos (1986); de 1986], pp. 66-70) y el libro Crotoxina:
Los días del amor, El canto de las manos, País informe, testimonios y una conversación con
desvelado (1988); Mapa de la poesía riojana el doctor Guillermo Hernández Plata (Ruiz
(1989); Los fundadores del olvido (1990); Díaz, 1986). Como guionista, junto a
Diarios desde Villa Nidia (1990); El libro de Carlos Olguín, participó en la ópera pri-
la Cantata Riojana (2002); Obras completas ma de este director, A dos aguas (estrenada
(2003); Integración cultural riojana I, II, III en 1988), interpretada por Miguel Ángel
y IV (2001 a 2004); Nuevo mapa de la poe- Solá y Cipe Lincovsky, entre otros. La his-
sía riojana (2005); El canto del canario y La toria relata el encuentro de Rey e Isabel,
carpeta vacía (2007). dos compañeros de facultad que no se han
Su poesía se basa en la elaboración me- visto durante quince años. El encuentro se
tafórica de elementos simples relativos al produce durante la Nochebuena de 1983,
paisaje y la tierra de su provincia natal y en los ciernes del gobierno electo de Raúl
apuntan a una conexión profunda entre el Alfonsín tras la última dictadura militar;
poeta y el medio. A pesar de que La Rioja en ese breve período compartido, los per-
es su obsesión como tópico literario no se sonajes descubren de qué modo y hasta
lo puede encasillar en el llamado “regiona- qué punto se han alejado con el paso de
lismo”, ya que su literatura presenta ruptu- esos años negros.
ras que rozan el vanguardismo más arries- M.L.C.
gado mezcladas con un tono reposado y
natural. Se destaca, además de su poesía, GAYOL, Sandra Viviana (Bolívar [Bue­
su labor como compilador de la vasta pro- nos Aires], 1964). Profesora y Licenciada
ducción literaria de los pueblos de La Rio- en Historia por la Universidad Nacional
ja, iniciada con Mapa de la poesía riojana y del Centro (Tandil), realizó su doctorado
continuada en El libro de los poetas jóvenes en la École des Hautes Études en Sciences
(1991); Este canto es América (1993) y An- Sociales de París. A partir de 1999 co-
tología poética riojana (1998). menzó a desempeñarse como investi-
M.R. gadora de carrera en el Conicet y al año
siguiente ingresó al Instituto de Ciencias
Gavensky, Martha (Buenos Aires, de la Universidad Nacional de General
1930 - 1989). Narradora y guionista. Sarmiento.
Entre su obras narrativas se encuentran Su trabajo Sociabilidad en Buenos Aires.
los siguientes títulos: Tiempo presente, Hombres, honor y cafés, 1862-1910 (2000),

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G GELMAN

producto de su tesis doctoral, analiza la exal- turno en una América Latina de socieda-
tación de los valores correspondientes a la des disciplinadas y tuteladas. Numerosas
masculinidad en los despachos de bebidas expresiones literarias de la época estam-
y almacenes-bar, espacios que aglutinaban pan un ademán provocador que va de la
una concurrencia heterogénea de trabajado- rebeldía difusa a la participación directa.
res, inmigrantes, compadritos, prostitutas, Gelman encarna ese espíritu de época con
vagos y malentretenidos. Al tiempo que se una decidida militancia política por la que
desarrollaba el desmesurado proceso de ur- sufrirá cárcel, persecución y exilio. Durante
banización de Buenos Aires, la legislación la dictadura militar de 1976 fueron secues-
pretendió establecer pautas de conducta en trados su hijo Marcelo Ariel y la compa-
estos locales, en donde primaba la apela- ñera de éste, María Claudia Iruretagoyena,
ción al honor como coartada a las acciones quien dio a luz en un centro clandestino
violentas. A pesar de su informalidad, estos de detención. La pareja fue asesinada y el
sitios habrían constituido la avanzada de la poeta, tras una denodada búsqueda, logró
ciudad sobre el arrabal lindero, permitiendo recuperar a su nieta en el año 2000. En los
la anexión al entramado urbano de áreas ais- mismos 60 funda con un grupo de poetas
ladas. Junto a Gabriel Kessler compiló Vio- el grupo literario El Pan Duro y comien-
lencias, delitos y justicias en Argentina (2002), za una tarea periodística que desarrollará
que también comprende una producción a través de los años en diversos medios de
de su autoría. En colaboración con Marta prensa: los diarios La Hora, La Opinión
Madero presentó Formas de historia cultural y Noticias; las revistas La Rosa Blindada,
(2008) y junto con Sandra Jatahy Pesavento, Panorama, Primera Plana, Confirmado y
Sociabilidades, justicias y violencias: prácticas Crisis, y las agencias noticiosas Xin Hua,
y representaciones en el Cono Sur (2008). Su Inter Press Service y Nueva Nicaragua,
último libro fue Honor y duelo en la Argenti- entre otros. Podría decirse que Gelman,
na Moderna (2008). quien también se desempeñó como tra-
L.P. ductor para la FAO y la Unesco, nunca
abandonó el periodismo.
Gelman, Juan (Buenos Aires, 1930). Una constelación de símbolos. En su co-
Su obra profusa, reconocida como una de piosa obra coexisten la preocupación so-
las expresiones más singulares y contun- cial con la indagación formal; el arco de
dentes en la lírica internacional, conjuga modulaciones de esa búsqueda va del dis-
el sentir y la búsqueda formal; aquello que curso confesional y la reverberación de la
Ángel Rama logró enmarcar en apenas dos imagen, al apunte deductivo y la sequedad
líneas: “emoción bajo cenizas” y “exacta del silogismo. Así, más que por la nutrida
relojería”.1 Sus primeros libros se enmar- constelación de símbolos que despliega,
can claramente en los convulsionados años las recurrencias formales o los ejes temá-
60, tiempo de la revuelta y mirada crítica, ticos –el amor, la infancia, el sol, el exilio,
con un fuerte cuestionamiento al poder de la revuelta social, la memoria o la poesía
como diálogo repujado por la “belleza
1.  Rama, Á., “La poesía en el tiempo de los incesante”– la escritura de Gelman resal-
asesinos”, Sábado (suplemento de unomá-
ta por el modo en que todo vuelve sobre
suno), México, 4/10/1980.

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GELMAN G
sí, se refunde constantemente y amplia difuminan a merced de un ritmo oscilato-
su registro verbal con las permutas de lo rio que constantemente apuntala y desba-
intertextual. Con más de una veintena de rata lo consolidado. En esta dinámica de
títulos de poesía publicados en más de me- flujos y reflujos lo estático es el reverso del
dio siglo de trabajo –desde Violín y otras vuelo, instancias que evidencian una pugna
cuestiones (1956) hasta Deatrásalante en su entre lo que obstruye –y aquí podría estar
porfía (2009)– esa resignificacíón ha con- el significado de los títulos Interrupciones I
solidado un estilo: una reflexión en estado y II– y aquello que libera.
de vértigo que es, a un tiempo, búsqueda y La trama dialogada. Como quedó di-
cuestionamiento. Gelman crea un espacio cho, en la obra de Gelman las obsesiones
de mutaciones que resulta una máquina quedan finalmente tensadas entre la per-
generadora de sentido. Los mecanismos plejidad acotada y la oralidad expansiva.
que dinamizan esa voz –colisiones semán- Esta última será una de las marcas de esta
ticas, reduplicación, neologismos, disloque poesía: un lenguaje más cerca del habla
sintáctico– develan un modo singular de que de la lengua, dinamizado con preám-
dilatar y condensar las expresiones, las más bulos, tono de epístola, aire de confiden-
de las veces reverberando sobre una batería cia, pausas reflexivas, comentarios sesgados
de preguntas retóricas. Otra característica con filos de parodia, refranería popular y
de su poesía, el choque de opuestos, pone jerga callejera. El poeta opina, demora, ex-
en tensión sus diversos asuntos. Es signi- pone, propone caminos, ratifica, amplifi-
ficativo el modo en que maneja su fraseo ca, realiza comentarios al margen, vuelve
en los espacios antitéticos, un imaginario sobre lo mismo, explica y se disgrega en
repujado por la paradoja y que, en palabras una sinuosidad que coagula en un cierre
del poeta guatemalteco Cardoza y Aragón, inesperado. Los finales de Gelman abren
expresa siempre una divergencia unitaria puertas; la peroración que recapitula, fun-
que motoriza “la fecundidad de las con- ciona aquí además como arranque, apertu-
tradicciones”. En este sentido, su poesía ra. El monólogo dramático zigzaguea hasta
se alimenta de antinomias –el vuelo y lo coronar siempre en un remate contunden-
estático, la inocencia y lo degradado, la te; los nexos de enlace son los goznes de
belleza y el espanto, la esperanza y la de- un elaborado merodeo. El hablante de este
rrota, lo que arde y lo oprimido, el ser y coloquio urbano –con aire de espontanei-
el extravío del sí mismo, la memoria y el dad– está atravesado por una discursividad
abandono– sobre un territorio de marchas que es mescolanza: crónica periodística,
y contramarchas. En este vaivén de fuerzas epístola, literatura, historia, publicidad,
que reúnen y desbaratan, el prefijo “des” va ídolos populares, política, economía, etc.
pisándole los talones a todo lo que cuaja; lo Un humor corrosivo volcado a ratos como
humano es sacudido por aquello que des- al descuido campea por distintos textos y
miembra, desfigura, desnaturaliza y con- se verifica entre otras páginas en su libro
vierte el amparo en “desarrimo”. Todo ha Hacia el sur, en el que la causticidad circu-
quedado sometido a un vértigo oscilatorio la por locuciones populares compartiendo
que marca los reveses, altera y adultera: las una gestualidad, una modulación, un gui-
ausencias se corporizan y las presencias se ño porteño que busca el símil en la caus-

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G GELMAN

ticidad del coloquio urbano y no duda en puntúa telegráficamente un jadeo urbano,


echar mano a la frase trillada ni en reforzar y que más que un signo gramatical hace las
el voceo con un interlocutor a la mano. En veces de puerta vaivén, da un movimien-
esa dirección la apelación al tango es cons- to convulsivo de cortes y quebradas. Hay
tante: letras de canciones, remedos al ídolo que decir que a ese fraseo gelmaniano –que
popular (Carlos Gardel), onomatopeyas resistió los extensos cronogramas del exi-
que se sobreimprimen a la orquestación y lio sin perder una filiación (la ciudad de
cita de distintos cultores del género: auto- Buenos Aires), un cuño (la porteñidad) ni
res, compositores e intérpretes. los modismos de un lenguaje puesto en la
Gelman, que de modo audaz tituló uno costumbre– no lo enmarca el pintoresquis-
de sus primeros libros con el anagrama Go- mo barrial ni lo define el tono confesional.
tán, va mucho más allá de la descripción del El circunloquio no se reduce aquí a una
barrio y la enumeración de íconos ciudada- construcción meramente “conversacional”,
nos para participar de una mirada revulsiva sino que –y es uno de lo méritos de su poe-
que subraya ironía y trazo grotesco, desgarra sía– participa de un artificio mayor: el con-
donde toca y se hace reclamo a fuerza de tinuo lógico fragmentado y desarticulado a
martillar sobre el desengaño y la vacuidad fuerza de la interrogación, la reticencia, la
de la urbe moderna. Entronca así con auto- digresión, la enumeración caótica, la ambi-
res de la franja vanguardista de las primeras valencia y otras torsiones del lenguaje.
décadas del siglo XX, tales como Roberto Si el elemento coloquial es una huella
Arlt, Enrique Santos Discépolo, Raúl Gon- fuerte de esta obra, la trama dialogante se
zález Tuñón, Carlos de la Púa y Nicolás Oli- atenuará hacia sus tres últimos libros, que
vari. En esta misma línea, pero en un libro apuntan a un lenguaje más despojado que
muy posterior, Citas y comentarios, no duda se corresponde con una extrema condensa-
en firmar coautorías con destacados poetas ción de sentido. Ha optado así por la pala-
de la canción ciudadana –Homero Manzi, bra calcinada, aquella que, según el poeta,
Cátulo Castillo, Alfredo le Pera, Homero dice más de lo que calla y calla más de lo
Expósito, entre otros– desplegando una voz que dice. Por lo mismo, tanto el concepto
coral para arrullar con tono místico esa larga como las traslaciones metafóricas (que aquí
canción del desterrado que araña fragmen- funcionan como imagen-piñata, en alusión
tos del país arrebatado. a su carácter polivalente) ganan espesor
En la misma cuerda tanguera podría in- y contundencia en una expresión austera
cluso decirse que uno de sus recursos –la que el mismo Gelman se encargó de rati-
barra inclinada– da paso a una respiración ficar: “sigo con una composición breve…
canyengue. Gelman comenzó a utilizar la con más tendencia a la abstracción”.3
vírgula como puntuación predominante La cuerda mística. Las obsesiones del
en “Voces”,1 inaugurando esa disposición poeta –en especial el destierro y el tema de
tipográfica singular que un crítico deno- las pérdidas– transitan un tono de salmo-
minó “luxación sonora”.2 Esa cesura que dia que abreva en la Biblia, El cantar de los
Cantares, el Libro de Job, el Eclesiastés y
1. Crisis (Buenos Aires), nº 27; poema aún no
recogido en libro. los místicos del siglo XVI, Santa Teresa de
2.  Rama, Á., op. cit. 3.  “Qué dijo el autor”, Clarín, 03/11/2007.

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GELMAN G
Jesús y San Juan de la Cruz. Tras titular al- diante un lenguaje que se des-figura para
gunos poemas como “Oraciones”, se define expresar el desvarío. Texto electrizado,
Gelman como un hombre religioso: “desde Anunciaciones quizá sea el punto más alto
el punto de vista de lo que podría decir esa de esa corriente supra-real donde la con-
palabra si procediera de re-ligare, reunir”.1 densación preanuncia esquirlas: la imagen
Esa unión que es “fiesta del encuentro” y única estalla en fragmentos que serpentean
“boda solar de tu saliva” hace centro en el en la atmósfera de lo onírico. La escritura
alma como espacio de consumación. En el como un cuerpo que convulsiona, se re-
repliegue místico se agazapa el yo en el tú tuerce, se comba, se contrae y se expande a
logrando esa unidad deseada que Santa Te- fuerza de neologismos, palabras acopladas,
resa resume en dos líneas: “Alma, buscarte barbarismos, delirio peinado con delec-
has en Mí / Y a Mí buscarme haz en ti”. tación, feudo de ambivalencia, maridajes
Una murmuración que en forma de ruego inesperados y correspondencias subterrá-
se corporiza en el libro Citas y comentarios, neas. Ese habitar un surrealismo periféri-
y remite precisamente a los “comentarios” co coloca a Gelman en el impulso de una
en prosa que hace San Juan de la Cruz de vanguardia que celebró esa “sensualidad
sus propios versos. A la vecindad en las pensante” que supo polemizar –lo hicieron
torsiones y plasticidad del lenguaje con los en su tiempo Huidobro, Vallejo, Cardoza
místicos, se suma un glosario en consonan- y Aragón, entre otros– con el lastre teórico
cia con el Cántico espiritual y los “Versos de los manifiestos devenidos en dogma y
nacidos del fuego del amor a Dios”, com- los fundamentos rígidos del movimiento
partiendo términos como “arrabal”, “tór- surrealista. El espacio de metaforización
tola”, “paladar”, “arder”, “manzano”, “cria- del poeta argentino –en ebullición cons-
tura”, “paloma”. En Gelman, el vuelo del tante– participa de las imágenes creadas al
alma ensancha el campo semántico, cam- uso huidobriano y la utilización reiterada
bia el género, troca en verbo, oscila entre el del símil. En este caso la comparación del
superlativo “altísima” y el diminutivo “al- “como” se prolonga al explicitar semejan-
mita” y resulta embriaguez emotiva, jadeo zas (“se parece a…”), e inclusive al señalar
agónico, ensimismamiento. la posibilidad de ensanchar el campo de
Onirismo en estado de vigilia. La palabra la ficción habilitando al símbolo con una
molida en el farfulleo es expansión lúdica especie de legado, de modo que el perso-
que liga lo habitual y lo irracional confi- nificarse le otorgase facultades (con inten-
gurando una textura surrealizante. Sobre cionalidad, fe y convicciones) para ir más
ese flujo libre de imágenes –especialmente allá del círculo de la representación. Así,
en los libros Fábulas, Los poemas de Sydney comisionada por los otros o “sacando la
West y Anunciaciones– despliega Gelman cara” por aquello que encarna, la poesía
sus invenciones, su fantasmagoría, visiones –dice Gelman– se convierte en “delegada
que alternan deleite y pesadilla. Un estado de estos abrazos” y el alma se instala “en
de posesión conduce sus obsesiones me- representación de la ternura”.
Escarbar, interpelar. La respiración poéti-
1.  Moscona, M., “Memoria y exilio” (en- ca del autor de Relaciones tiene la música de
trevista a J. Gelman), La Jornada Semanal
las preguntas y una gestualidad de deman-
(México), nº 142, 1992.

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G GELMAN

da. El remate “¡Qué cuestión!” colocado en este modo, Gelman “lleva a un punto límite
uno de sus primeros poemas instala el espa- la evidencia hasta hacerla alucinatoria”;3 esta
cio donde lo sorpresivo convive con la toma sucesión de interrogantes volcados cada uno
de conciencia. Esa cuestión, que es enigma a sobre el final del anterior, agrega una gestua-
resolver y remite a cuestionario, supone des- lidad al discurso, como si se formulasen con
de su primer libro, Violín y otras cuestiones, todo el cuerpo. Numerosos son los poemas
una manera de interpelar la realidad. Los cuyo armazón se sostiene en una sucesión
signos de interrogación funcionan como de preguntas, aunque este recurso se ha ido
dientes de un engranaje que no deja de fun- atemperando hacia sus últimos libros.
dir y moler cada una de esas cuestiones que Juegos de identidad. En los años 60-70
son sus temas recurrentes. La sucesión de aparece en la poesía latinoamericana un
preguntas borra los soportes lógicos de esa nuevo hablante situado en un cruce de dis-
“manía de cantar” y establece un movimien- cursos que suma al artificio de la oralidad,
to pendular entre aseveraciones que indagan los juegos de identidad y el trasiego de lo
e interrogantes que afirman: en muchos de intertextual. De los escritores que trabajan
los poemas de esta obra inquiere pero dice, esta orquestación quizá sea Gelman quien
demanda pero entrega. Cuando Gelman haya llevado al límite estos simulacros con
pregunta “nos está incitando a volvernos una vasta gama de camuflajes: autores apó-
más lúcidamente hacia el pasado para ser crifos, traspasos de palabra, reescritura de
más lúcidos frente al futuro”.1 El recurso textos ajenos, remedo y pastiche. El autor
se torna habitual a partir del libro Relacio- de Los poemas de Sidney West forja una ur-
nes (1973) y queda subrayado en la forma dimbre textual múltiple, polifónica, a par-
de inquirir más allá del signo, de enfatizar, tir de sus heterónimos y los diversos mate-
de pedir atención. Dice: “Cómo será, pre- riales que reelabora. En esa línea propone
gunto / Cómo será tocarte a mi costado” o coautorías, intercala epígrafes falsos, reco-
“Pregunto yo, quién habrá de aguantarle la ge y reutiliza versos de distintos autores y
mirada” o también: “yo quisiera saber qué épocas, les adjudica a otros versos suyos, y
misterio había entre nosotros”; además de traduce sus propios textos. Para el montaje
titular algunos de sus textos como: “pregun- utiliza materiales diversos: letras de valses y
tas”, “otras preguntas”, “más preguntas”. El de tangos, el Martín Fierro, la Biblia, ma-
martilleo de los interrogantes coloca todo nifiestos vanguardistas, noticias del Times,
en tela de juicio; diluye las orillas de cada ensayos de Marx, cantos de Pound, poemas
tema creando una sensación de vacío en un de Yehuda Ha-Leví, incluso llega a colocar
“ajustado maridaje entre la fluidez del dis- en uno de sus textos un poema completo
curso […] y las reiteraciones que se abren de César Vallejo: “Idilio muerto”. La serie
concéntricamente para detener aquella su- de heterónimos que aparecen en su obra
cesión en una perplejidad explícita”.2 De hacia los años 1960 con el inglés John
Wendell –en un ejercicio que Gelman de-
1. Cortázar, J., “Contra las telarañas de la cos-
tumbre” (prólogo a Silencio de los ojos), París, (Barcelona), nº 32, 1980.
Éditions du Cerf, 1987. 3.  Jiménez Eman, G., “Los disparos de la be-
2.  Rodríguez Padrón, J., “Hacia el sur: vol- lleza incesante”, Quimera (Barcelona), nº 2,
viendo a Juan Gelman”, Hora de Poesía 1989.

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GELMAN G
nomina “Traducciones”– se robustece con bién de anónimos provenzales, David, Eze-
Dom Pero y Yamanocuchi Ando, todos en quiel, los rollos del Mar Muerto, himnos,
las páginas de Cólera Buey. En Sidney West Job, etc. Aquí, uno de sus poetas apócrifos
se continúan las traducciones, esta vez a –Eliezer ben Jonon– firma versos de Yehu-
la manera de la Antología de Spoon River da Ha-Leví reescritos por Gelman, quien
(1915) de Edgar Lee Master, epitafios de va a explicitar estos desdoblamientos en los
una larga galería de personajes, inspira- prefacios de Com/posiciones y Dibaxu. En
da a su vez en la antología griega. Según el primero de esos títulos afirma haber bus-
palabras del mismo Gelman, fue durante cado un diálogo: “puse cosas mías en los
una época en que sentía asfixiado por el textos que grandes poetas escribieron hace
intimismo cuando, ante una necesidad de siglos, está claro que no pretendí mejorar-
extrañarse, encontró un cauce en los au- los. Me sacudió su visión exiliar… agregué
tores apócrifos. Luego, a mediados de los –o cambié, caminé, ofrecí– aquello que yo
70, en el curso de una entrevista, afirmó mismo sentía. ¿Cómo contemporaneidad
haber clausurado estas “traducciones”, y compañía?”. Mientras que en Dibaxu
pero los “intermediarios” volverían con re- –en el que escribe poemas en dialecto ju-
novados bríos en títulos posteriores: José deoespañol y los traduce él mismo al cas-
Galván firma un epígrafe en Relaciones y tellano moderno– explica su obsesión por
toma cuerpo junto a Julio Greco en Ha- indagar el sustrato del castellano antiguo y
cia el sur. Otros epígrafes serán rubricados las raíces de la lengua, una búsqueda que lo
por Greco, Yamanokuchi Ando, Po I Po y llevó a una sintaxis sefardí que le devolvería
Eliezer ben Jonon. Dos de los menciona- “un candor perdido y sus diminutivos, una
dos –José Galván y Julio Greco–, quienes ternura de otros tiempos que está viva y,
figuran como víctimas de la represión mi- por eso, llena de consuelo”.
litar de los años 70 en Argentina, llevan Salarios del impío. En el curso de una
las mismas iniciales que Juan Gelman. En entrevista, Gelman sentenció: “La poesía
la cadena de emisarios Gelman presenta a es puro exilio”.1 El itinerario de su destie-
José Galván y Galván a Greco, quien a su rro resulta paradójico: no se va del país
vez firma un epígrafe que encabeza los tex- cuando comienza su persecución políti-
tos de José Galván (dicho texto introduce ca y está adentro cuando los militares lo
al poema con una variación de Goya). Si- creen desterrado. Intensamente buscado
guiendo con esta voz coral, en el poema en 1975 por grupos parapoliciales, sale de
“Yo también escribo cuentos”, de Hacia el Argentina debido a decisiones partidarias
sur, intervienen cuatro poetas: lo escribe para entrar clandestinamente en 1976 y
Gelman en alusión a “Tabaquería”, uno 1978. La militancia política de Gelman
de los poemas emblemáticos de Fernando pasa por el Partido Comunista, al que ad-
Pessoa, pero ocurre que ambos textos están hiere muy joven; integra a finales de los
firmados, respectivamente, por los heteró- 60 las Fuerzas Armadas Revolucionarias,
nimos José Galván y Álvaro de Campos. organización que se fusiona con la orga-
En Com/posiciones los poemas de Gelman
llevan la rúbrica de poetas de Las mil y una 1.  Boccanera, J., “Juan Gelman clandestino
en el país”, en Tierra que anda, Buenos Aires,
noches, hispanojudíos, de la cábala, y tam-
Ameghino, 1999, p. 45.

• 549 •
G GELMAN

nización Montoneros en 1973. En febrero un Gelman desdoblado en los poetas apó-


de 1979 se aleja del Movimiento Peronista crifos José Galván y Julio Greco adquiere
Montonero en discrepancia con la línea un tono decididamente aporteñado; para
militarista adoptada por la conducción. finalmente adelgazar el trazo hasta lo epi-
Gelman pudo regresar al país recién en gramático y sentencioso en Salarios del
1989, cuando la Cámara de Apelaciones impío, libro que parte de una cita de Eurí-
dispuso su eximición de prisión. Exiliado pides y que introduce al tema como cas-
en Roma, París, Nicaragua y establecido tigo: “Morirás exiliado, errante, lejos del
por voluntad propia en México hace más suelo natal. Tal es el salario que un impío
de veinte años, el extrañamiento opera en merece”. Pero si el destierro es medular en
todos los niveles de sus textos. El desplaza- los libros citados, en dos de sus últimos
miento –un itinerario por Roma, Madrid, títulos publicados –Valer la pena y País
Zúrich, París, Ginebra, Calella de la Cos- que fue será– todo lo que abarca el tema
ta, Nueva York y México, donde dató sus se imbrica y resignifica en la tensión de
libros desde 1978 hasta la fecha– alude al las antinomias. El exilio será entonces ese
destierro desde sus títulos: Bajo la lluvia anverso-reverso vivido simultáneamente,
ajena (en Exilio), Interrupciones, Salarios vale decir: una existencia oscilante entre lo
del impío, Hacia el sur, Sombra de vuelta y aterrador y el deseo. En Valer la pena se
de ida, Incompletamente, País que fue será. adensan estos contenidos; el exiliado vive
De este modo, mucho más que otro de sus escindido: la espera no hace pie, es apenas
núcleos, el exilio ha pasado a ser en esta esa “humareda de brazos que no se encon-
obra el eje, en un arrastre que abarca la trarán”. Otro verso de ese libro sintetiza el
memoria, el tiempo trastocado, el hallazgo sentimiento del apartado: “no hay espanto
y extravío del propio ser, la otredad y el mayor que el del animal recorriendo su
tema de las ausencias. En una entrevista cueva”. En esa dirección, escribe en País
acerca de este tema, señaló: “Me consuelo que fue será: “hay / saltos que no se pueden
pensando que el cabalista judío del siglo dar / con una valija de sangre”. Con un
XVI, Isaac Luria, imaginó que Dios se epígrafe inicial de Guillaume de Poitiers
contrajo para dar espacio a su creación. Es (“El Paraíso Perdido nunca estuvo detrás.
decir: fue el primer exiliado del que se tie- Quedó adelante”), este último libro es
ne noticia”.1 Esta marca del apartamiento el relato del que vive a merced de “vien-
fue asumiendo formulaciones diversas: tos de frontera” en un cruce de tiempos
nombradora de pérdidas en Hechos y re- trastocados: “Nada / pesa tanto como su
laciones, mientras que en Citas y comen- antes…”. Se transita por comarcas de lo
tarios –con dos secciones dedicadas “a mi ciego, lo que no tiene lengua; aquello que
país”– el “inquilino de la soledad” reúne “está en todo lo que falta” y es mutilación
fraseo místico y voceo tanguero buscando que aturde. Por otra parte, la memoria es
amarrar lo perdido; en Bajo la lluvia ajena ese acto de “pesar todo”, como tituló a una
amasa el testimonio con la imagen y en de sus antologías, y también esa “cajita que
Com/posiciones reelabora el discurso junto revuelvo sin solución”. El exiliado duplica
a voces de poetas sefardíes; en Hacia el sur su desplazamiento; busca su sí mismo fue-
ra de sí y escribe sobre el exilio desde el
1.  Ibíd.

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GELMAN G
reverso de la lengua y sus convencionalis- Obra de Juan Gelman
mos. “Por un lado –reflexiona– un exilio poesía: Violín y otras cuestiones (Gleizer,
de la lengua común, la diaria, porque es 1956); El juego en que andamos (Nueva
palabra calcinada; y por el otro un exilio Expresión, 1959); Velorio del solo (Nue-
del mundo exterior al momento de escri- va Expresión, 1961); Gotán (La Rosa
bir: para escribir hay que abolir el mundo, Blindada, 1962); Los poemas de Sidney
porque sin este exilio, ¿cómo imaginás, West (Galerna, 1969); Cólera buey (La
cómo te buscás, cómo te interrogás a vos Rosa Blindada, 1971); Fábulas (La Rosa
mismo?”.1 La suma de exilios-reveses no Blindada, 1971); Relaciones (La Rosa
llega a dibujar un completo infortunio, Blindada, 1973); Hechos y relaciones
porque en la poesía de Gelman respira el (Barcelona, Lumen, 1980); Si dulce-
deseo que es la medida de la vida, simbo- mente (Barcelona, Lumen, 1980); Citas
lizado siempre en lo que tiembla, refulge, y comentarios (Madrid, Visor, 1982);
arde, canta. Una voz poética definida como Hacia el sur (México, Marcha Editores,
“sequedad y laconismo” por Ángel Rama, 1982); Exilio. Bajo la lluvia ajena (Le-
quien sostiene que esa respiración “nos gasa, 1984; incluye textos del escritor
habla desde las llamas y nos dice cómo se Osvaldo Bayer); La junta luz (Libros
sale de las llamas”.2 Por lo tanto, en esta de Tierra Firme, 1985); Com/posiciones
obra tejida con la música de las preguntas (Barcelona, Ediciones del Mall, 1986);
y el peso de la intensidad, no tiene lugar la Interrupciones II (Libros de Tierra Firme,
palabra satisfecha, conforme, henchida en 1986); Interrupciones I (Libros de Tierra
su designio, sino aquella que sale en busca Firme, 1988); Anunciaciones (Madrid,
de su significado. Esa palabra, la de Juan Visor, 1988); Carta a mi madre (Libros
Gelman, vive en medio de una gestuali- de Tierra Firme, 1989); Salarios del
dad profundamente humana, confiando impío (Libros de Tierra Firme, 1993);
en el misterio, atravesando el bosque de Dibaxu (Seix Barral, 1994); Sombra de
un rumor que una y otra vez “nombra en vuelta y de ida (México, Ditoria, 1997);
silencio / los animales del azar”.3 Incompletamente (Seix Barral, 1997); Sa-
Juan Gelman obtuvo, entre otros, los larios del impío y otros poemas (Madrid,
premios: Mondello (Italia, 1980); Na- Visor, 1998); Tantear la noche (Lanzaro-
cional de Poesía (Argentina, 1997); Juan te / Fundación César Manrique, 2000);
Rulfo (México, 2000); José Lezama Lima Valer la pena (Seix Barral, 2001); País
(Cuba, 2003); Ramón López Velarde que fue será (Seix Barral, 2004), Mundar
(México, 2004), Santa Teresa de Ávila (Es- (Seix Barral, 2007), Deatrásalante en su
paña, 2004); Pablo Neruda (Chile, 2005); porfía (Seix Barral, 2009).
Reina Sofía (Madrid, 2005) y Cervantes Antologías: Poemas (La Habana, Casa de las
(España, 2007). Américas, 1969); Obra poética (Corre-
gidor, 1975); Poesía (La Habana, Casa
1.  Boccanera, J., entrevista a Juan Gelman
de las Américas, 1985); En abierta os-
(texto inédito), 2005.
curidad (México, Siglo XXI, 1993);
2.  Rama, Á., op. cit.
Antología poética (Montevideo, Vintén
3.  Gelman, J., “Lados”, País que fue será,
Editor, 1993); Antología personal (Edi-
Buenos Aires, Seix Barral, 2004, p. 45.

• 551 •
G GENÉ

ciones Desde la Gente, 1994); De pa- del Centro Latinoamericano de Creación


labra (Madrid, Visor, 1994); Antología e Investigación Teatral (CELCIT), funda-
poética (Espasa-Calpe, 1994); Hacia el do por el Ateneo de Caracas y el Estado
sur y otros poemas (Espasa-Calpe, 1995), venezolano. Por otro lado, ésta es una de
Debí decir te amo (Planeta, 1997); An- las características que permite vincularlo
tología poética (Fondo Nacional de las con la llamada “generación del 60”, aso-
Artes, 1998); 53 poemas (Mondadori, ciada generalmente a la figura de Roberto
1999); En el hoy y mañana y ayer (Méxi- “Tito” Cossa, que también proponía el tra-
co, UNAM, 2000); Pesar todo (México, bajo conjunto de actores, directores y dra-
Fondo de Cultura Económica, 2001); maturgos. Es por el lugar otorgado a ese
Papeles de la casa (México, Casa López trabajo en común que Gené afirma que el
Velarde, 2004); Oficio ardiente (Sa- teatro no es el texto, sino el hecho total que
lamanca, Universidad de Salamanca, tiene al actor como centro. Sus concepcio-
2005); Fulgor del aire (Santiago de Chi- nes teóricas sobre el teatro pueden leerse
le, Lom, 2007); Otromundo (Madrid, en Escrito en el escenario (CELCIT, 1996).
FCE / Universidad de Alcalá, 2008); Su primera obra como autor es El herrero
Los otros (México, La Cabra, 2008). y el diablo (1954), estrenada en el Teatro
prosa: Ni el flaco perdón de Dios. Hijos de de la Luna en 1955 y editada por Talía en
desaparecidos (Planeta, 1997; en cola- 1956. En esta obra Gené toma del capítulo
boración con Mara La Madrid); Prosa XXI de Don Segundo Sombra la historia del
de prensa (Ediciones B, 1997), Nueva herrero Miseria. Aunque entiende que está
prosa de prensa (Barcelona, Javier Ver- recuperando una fábula popular, la modi-
gara, 1999), Afganistán-Irak. El imperio fica: en el final, Miseria no sólo queda li-
empantanado (Planeta, 2004); Miradas bre sino que toma el poder ayudado por un
(Seix Barral, 2005). comandante y suelta a los demonios que
J.B. había capturado para beneficio económico
de quienes viven de los males del mundo.
Gené, Juan Carlos (Buenos Aires, 1928). Si bien la obra había sido escrita antes de
Comenzó su carrera en el teatro como ac- la Revolución Libertadora, su estreno en
tor y director antes que como autor. Sin 1955 permitió la reflexión sobre la rela-
embargo, nunca abandonó ninguna de las ción de la fábula con el presente (lo que
tres funciones. Por el contrario, a lo largo se puede leer en una serie de prólogos que
de diversas experiencias intentó conjugar- Gené escribe para la obra: el primero en
las en una forma de trabajo que eliminara 1955 y otros dos en 1966 y 1983). En pa-
el rol preponderante del director en favor ralelo a esta reflexión, Gené se suma a los
de la integración de todas las funciones. intelectuales que comenzaban a revisar el
En este marco se puede ubicar la creación peronismo tras su caída. En su caso, la re-
de tres grupos de teatro: Gente de Teatro, visión deviene adhesión. En 1964, y como
el Grupo Buenos Aires en 1966 (con Pepe parte de una búsqueda mayor de formas
Soriano, Cipe Lincovski y Walter Santa de compromiso y participación política,
Ana) y el Grupo Actoral 80, creado du- Gené toma parte en la actividad gremial
rante su exilio en Venezuela y en el marco como Secretario General de la Asociación

• 552 •
GENÉ G
Argentina de Actores. En ese contexto, inglesas: la de la Historia argentina de José
crea el grupo Gente de Teatro. Por esos María Rosa. Pera reivindicar el papel de
años escribe y estrena –en 1966 y 1969, Rosas y del pueblo –la forma básica de la
respectivamente– la obra Se acabó la diver- acción–, Gené utiliza la combinación de
sión, inspirada en la canción homónima de formas que también considera básicas: la
Carlos Puebla como forma de alertar so- clásica, en la estructura teatral de un perso-
bre –y también enjuiciar– la mitificación naje y un coro; y la popular, en la música
romántica de la Revolución Cubana. Con de milonga y candombe. Desde el exilio
el grupo Gente de Teatro desarrolla el pro- venezolano Gené trabajó en el CELCIT y
yecto para televisión Cosa juzgada, que se en el Grupo Actoral 80 junto a Verónica
emite en Teleonce entre 1969 y 1971. El Oddó. La primera obra que llevaron a
proyecto representa una apuesta por una cabo como equipo fue Golpes a mi puerta,
televisión diferente. Por un lado, por la for- en 1983, una obra en tres actos de la que
ma de trabajo colectivo: Marta Mercader Gené no sólo era autor y director sino tam-
busca datos de casos policiales reales, Gené bién actor, en el mismo papel de la versión
escribe para actores determinados dentro cinematográfica que Alejandro Saderman
del grupo y David Stivel dirige todo el ci- dirigió en 1994. La obra, dedicada a
clo. Por otro lado, el programa se distingue Monseñor Angelelli, pone en cuestión el
de las otras propuestas para la televisión –y lugar de la Iglesia frente al poder, a la vez
no sólo de ese momento– por un fuerte que declara su adhesión a la Teología de la
anclaje en la realidad. Por ejemplo: en nin- Liberación. El texto fue editado en Caracas
gún caso se trata de crímenes aislados ni de por la editorial Gumilla en 1985.
casos excepcionales, sino que los casos son Tras el retorno argentino a la demo-
–o se convierten en– expresiones de algo cracia, Gené no vuelve del exilio pero sí
que ya está en las circunstancias socioeco- hace una visita al país en 1985 durante la
nómicas de sus personajes. Es este rasgo el que estrena Ardiente paciencia de Antonio
que también va a diferenciar Cosa juzgada Skármeta, Variaciones Wolff sobre textos de
de los programas televisivos posteriores que Egan Wolff, Humboldt y Bompland, taxi-
han utilizado casos policiales reales como dermistas de Ibsen Martínez y su Golpes
base de su argumento. Los textos de todo a mi puerta. De regreso en Venezuela, en
el ciclo, más la interpretación psicosocio- 1986, Gené dirige y actúa en Memorial del
lógica a cargo de Jorge Nonini e Ignacio cordero asesinado, sobre el asesinato de Gar-
Maldonado Allende, ha sido publicada en cía Lorca según los datos proporcionados
cuatro tomos con el título de Cosa juzgada por los trabajos de Ian Gibson. A lo largo
(Gránica, 1970). Después de finalizado el de sus tres actos, una familia custodia el ca-
ciclo, Gené llevó al teatro la versión de uno dáver del poeta y, a la vez que se hace cargo
de los capítulos de la serie. Y es dentro de de su palabra por medio de citas, recibe la
esa misma política de recuperación de la tortura y la persecución en su lugar. En la
televisión que Gené llegó a dirigir Canal obra, García Lorca se hace bandera; al final
7 durante el gobierno de Cámpora. En su figura sirve para denunciar el asesinato
1974, Gené escribió El inglés, obra basada del poeta Benjamín Moloise en una cárcel
en la versión revisionista de las invasiones sudafricana. Una segunda versión de esta

• 553 •
G GERCHUNOFF

obra es estrenada por Gené, en 1987, en árbol lila (sobre las cartas de Lotte Laser).
Cádiz. Las otras dos obras que realiza desde En este trabajo, a partir de las cartas entre
el exilio con el Grupo Actoral 80 indagan un hermano exiliado en la Argentina y una
la relación entre la ficción y realidad, y el hermana en Alemania, reconstruye no sólo
lugar de la representación. En Ulf (Teatro los motivos del exilio de los judíos alema-
San Martín, 1988), dos artistas del circo nes durante la Segunda Guerra Mundial,
criollo devenidos indigentes –uno de ellos sino sobre todo las trabas burocráticas im-
representado por Gené– utilizan todos los puestas por el gobierno argentino para su
recursos teatrales de los que disponen para ingreso. La alternancia entre los tres per-
evadir una realidad adversa. La obra se sonajes –el hermano que trata de tramitar
permite, entonces, revisar tanto las formas la inmigración, la hermana que enumera
del circo criollo como la historia argentina listas infinitas de exiliados y un funciona-
del siglo XX, variables que los protagonis- rio que cita leyes y decretos para impedir
tas mezclan constantemente. En Ritorno el ingreso de inmigrantes– configuran una
a Corallina (Caracas, 1992), estrenada en atmósfera agobiante cuya única salida es la
el marco del V Centenario del Descubri- muerte, narrada en el epílogo a cargo de la
miento de América, un inmigrante italiano compiladora de las cartas y nieta del prota-
alucina su retorno a Italia en tiempos de gonista, Daniela Catz, con quien Gené tra-
crisis. En este caso también se ponen en bajó todo el texto de la obra. Actualmente,
duda los límites entre la realidad, la fanta- Juan Carlos Gené es Director Adjunto del
sía y el arte. En 1993, Gené vuelve defini- Comité Ejecutivo Internacional del CEL-
tivamente a la Argentina, donde dirige el CIT y Presidente de su sede en Argentina.
Teatro General San Martín, asume como En este ámbito estrenó Factor H en 2008.
Presidente de la Asociación Argentina de M.A.
Actores y estrena, en Mendoza, Memorias + Cossa, Roberto.
bajo la mesa, un monólogo escrito para
Pepe Soriano donde vuelve a revisar el cir- GERCHUNOFF, Alberto (Proskuroff
co criollo y el contexto argentino que lo [Rusia], 1883 - Buenos Aires, 02/03/­
enmarca. Sin embargo, esta revisión es un 1950). Escritor y periodista nacido en
cierre: al final de la obra, Juan Moreira lo- Proskuroff, Rusia, de donde siendo niño
gra saltar un muro y evita ser asesinado, huye junto a su familia hacia la Argentina
pero el actor que lo encarna muere la mis- escapando de los pogrom. Al llegar a nues-
ma noche de la representación. Todos estos tro país, Gerchunoff y su familia se esta-
textos han sido reeditados en la Argentina blecen en Moisés Ville, una de las prime-
en dos tomos: Teatro I (De la Flor, 1994) ras colonias de inmigrantes fundadas por
y Teatro II (De la Flor, 2004). En el año el Barón Hirsch en Santa Fe, pero tras el
2000 estrena en Buenos Aires El sueño y ataque a la madre y la hermana, y el trági-
la vigilia que Teatro Vivo edita en 2002. co asesinato del padre (episodio de 1891
Al mismo tiempo –y hasta 2005– actúa en que aparecerá mencionado en su serie
Copenhague de Michael Frayn con direc- de cuentos Los gauchos judíos de 1910),
ción de Carlos Gandolfo. En 2006, Gené la familia decide trasladarse a la colonia
vuelve a escribir una obra: Todo verde y Rajil en la provincia de Entre Ríos, cerca

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GERCHUNOFF G
de Villaguay. Allí, Gerchunoff comienza claros de Los gauchos judíos son la incor-
a conocer la vida campesina que luego poración amable del inmigrante a la so-
plasmará en varias de sus obras (así lo se- ciedad argentina (la invitación que supo-
ñala en el texto póstumo Entre Ríos, mi ne esgrimir la consigna “crisol de razas”
país [1950]) y se desempeña desde muy en pleno Centenario) y la revalorización
pequeño en tareas rurales. En 1895, la de la vida en el campo (en contraposición
familia abandona la colonia entrerria- al desarrollo urbano en tanto caldo de
na debido al fracaso de varias cosechas cultivo de ideas y actitudes nocivas como
y se traslada a Buenos Aires. El joven el anarquismo o el movimiento obrero)
Gerchunoff durante sus primeros años en y su procedimiento básico es la analogía,
la capital trabaja como panadero, obrero, que permite montar paralelismos en-
vendedor ambulante, cigarrero, niquela- tre lo judío y lo nacional. Por un lado,
dor, pasamanero y de noche estudia gra- la cultura hebrea aparece con la religión
mática, historia y ciencias. De a poco, el y sus ritos, con la familia y su jerarquía,
escritor comienza a interiorizarse con la con la nostalgia de la tierra abandonada
vida cultural porteña, asiste a conferen- y las referencias a sucesos y personajes del
cias, lee en cantidad, frecuenta redaccio- Antiguo Testamento; el judío, en cierto
nes, participa de la bohemia y comienza sentido, aparece como un extraño, como
a publicar notas periodísticas. En 1903, el otro por sus costumbres y su aspecto.
a los 20 años, empieza a dirigir un diario Por otro lado, la cultura nacional aparece
en la ciudad de Rosario, y un año des- representada en la descripción de la vida
pués funda con Manuel Gálvez y Ricardo campestre y de las tareas rurales, en el re-
Rojas la revista Ideas. En 1908, gracias a trato de tipos criollos y sus costumbres,
Roberto J. Payró, ingresa en el diario La en las bondades de la tierra argentina, la
Nación, donde entre otras colaboraciones armonía de sus días y sus noches, en los
publica algunos relatos costumbristas so- caballos, el mate y los yuyos.
bre la vida judía en las colonias campes- En Los gauchos judíos, Gerchunoff pro-
tres que luego, en 1910, conformarán su pone una mímesis del judío que se adapta
obra más conocida, Los gauchos judíos. La a las costumbres y las tareas locales pero
trama de esta colección de cuentos consta sin perder su idiosincracia, su religión,
de dos culturas que se cruzan para con- su memoria y sus costumbres. La pro-
formar una nueva: la hebrea (proveniente sa muestra algunos tintes modernistas y
de los exiliados rusos) y la argentina (del cada capítulo suele introducirse con un
campo y sus pobladores, los gauchos). párrafo de descripción del armonioso y
Así, Argentina puede ser vista como “la laborioso ambiente en el que viven los
Tierra Prometida”, el lugar en el que se personajes. Por otra parte, a nivel gene-
cumplirían las Escrituras, ya que supone ral, el libro se compone de capítulos que
el escape efectivo de la violencia zarista y pintan escenas de costumbres de la vida
la llegada a un reino en el que, tal como de la comunidad judía y su adaptación
señala David Viñas, reinan la armonía y el al campo argentino, junto con otros ca-
trabajo mientras los conflictos brillan por pítulos de corte más folletinesco sobre
su ausencia. Al menos dos de los objetivos relaciones prohibidas y huidas de la ley

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G GERCHUNOFF

familiar y moral, conductas liberales y sus lecturas del Quijote, los sentimientos
uniones no permitidas. Asimismo, un ele- que le provocó tan magna obra la primera
mento importante que recorre cada uno vez que se enfrentó a ella, al tiempo que
de los segmentos del libro es el relato oral también busca recoger las enseñanzas
como transmisión de experiencia a partir que Cervantes diseminó en su libro. Fi-
de historias y recuerdos ejemplificadores. nalmente, una tercera línea visible en la
Cabe destacar el relato “El poeta”, en el obra de Gerchunoff es la que engloba sus
que se pueden rastrear ciertos guiños au- ensayos, sus artículos costumbristas o cul-
tobiográficos que permiten equiparar la turales y sus reflexiones sobre Argentina:
figura de Alberto Gerchunoff con la de El nuevo régimen (1918), El cristianismo
Favel Duglach, quien es definido como precristiano (1924), Nuestros escritores:
un mediador entre la cultura gaucha y Roberto J. Payró (1925), El hombre que
la hebrea, un verdadero gaucho judío. A habló en la Sorbona (1926), Enrique Hei-
partir de este libro es posible rastrear en ne: el poeta de nuestra intimidad (1927),
la obra de Gerchunoff una línea en la que Las imágenes del país (1931), El problema
desarrolla su pasión por el cuento como judío (1945) y los póstumos Entre Ríos,
forma básica de narración y evocación y mi país (1950), Argentina, país de adveni-
que comprende los siguientes volúmenes: miento (1952), Buenos Aires, la metrópoli
Cuentos de ayer (1919), La asamblea de la del mañana (1960) y Figuras de nuestro
bohardilla (1925), Historias y proezas de tiempo (1979). En El hombre que habló en
amor (1926), Pequeñas prosas (1926) y el la Sorbona, por ejemplo, Gerchunoff re-
póstumo El pino y la palmera (1952). Por coge artículos sobre el tango, la ciudad de
otro lado, con la publicación de Nuestro Buenos Aires como cosmópolis, la pose
Señor Don Quijote en 1913, Gerchunoff de los intelectuales argentinos, el viaje y
abre otra senda en su producción lite- la nostalgia por la patria, etc. Se destacan
raria, la de los estudios sobre la novela “La jira maravillosa de Faithfull”, artículo
mayor de Miguel de Cervantes Saavedra en el que opone la civilización sangrienta
y de la tradición española. En esa senda de Europa a la civilización del trabajo y
se agrupan –además del recién menciona- del préstamo europeo de América y señala
do– los ensayos El convivio. Nuestro Señor el lugar fundamental del desempeño inte-
Don Quijote (1916), El viejo amigo Don lectual y artístico y de la riqueza agrícola-
Miguel de Cervantes Saavedra (1921), La ganadera; y “La vuelta de Juan Moreira”,
jofaina maravillosa (1922), Los amores de que resalta el objetivo de los dramas fo-
Baruj Spinoza (1932) y el póstumo Retor- lletinescos de señalar el “desequilibrio
no a Don Quijote (1951). En La jofaina entre las clases sociales”, tendiendo así a
maravillosa, por ejemplo, el escritor pro- la anarquía cuando, según Gerchunoff,
pone un camino de relectura y revalori- debería bregarse más bien por una tradi-
zación del Quijote en el que la literatura ción antigaucha. Gerchunoff también es
se aparta de lo útil y lo mediocre y abre autor de una novela, El hombre importante
las puertas a la poesía y la “religión de lo (1934), en la que retrata a un político lati-
ideal”. Con un lenguaje adornado, muy noamericano dotado de una capacidad de
cuidado, Gechunoff intenta transmitir no comprometerse con ninguna posición

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GHIANO G
o idea, además del drama La clínica del el grotesco. Pellettieri clasifica sus prime-
Dr. Mefistófeles (1937), que propone una ras obras –La casa de los Montoya (1954),
reelaboración de la historia de la célebre Narcisa Garay, mujer para llorar (1959)–
figura de Fausto. como tragicomedias y las ubica en la eta-
M.R. pa de transición del sistema teatral de los
+ Gálvez, Manuel; Lugones, 50 a los 60, cuando “tanto en las salas del
Leopoldo; Payró, Roberto J. Teatro Independiente como en las del tea-
tro oficial […] y el denominado ‘teatro de
Ghiano, Juan Carlos (Nogoyá [Entre arte’ siguieron estrenando la dramática do-
Ríos], 1920 - Buenos Aires, 1990). minante en ese momento”.1 Lafforgue, en
Profesor de Castellano y Literatura, egre- cambio, concibe la cuantiosa producción
sado del Instituto Nacional Superior del de los 50 y de los 60 como una serie de
Profesorado de Paraná, publicó una vasta “numerosos intentos de renovación” que
obra ensayística y numerosas colaboraciones siguieron a la representación de El puente
en los suplementos literarios de los diarios (1949) de Carlos Gorostiza.2 Sobre Narcisa
La Nación y La Prensa. También escribió Garay, mujer para llorar, el mismo Ghiano
cuentos, novelas y obras teatrales. Obtuvo ha dicho: “Lo primero que concebí de esta
diversas distinciones, entre otras: Primer pieza fue el destino de su protagonista, esa
Premio de la SADE (1947) y Diploma al suerte de Madame Bovary de inquilinato
Mérito por la categoría Ensayo Literario suburbano que se siente movida por sus
(Fundación Konex, 1984). Fue docen- aficiones tangueras, por su fe en la magia
te en la UNLP. En 1970, fue designado negra y por los folletines radiales […] en-
Profesor Honoris Causa de la Universidad contré que los elementos clásicos del saine-
Mayor de San Marcos de Lima y, en 1976, te vistos al revés […] podían servirme […].
Miembro de la Academia Argentina de De ahí […] que la situación y los persona-
Letras. Por otra parte, Ghiano pertenece jes de nuestro sainete suburbano encuen-
a un grupo de profesores universitarios tran un nivel distinto, nuevo”.3
(junto, entre otros, a Ángel Battistessa, En cuanto a su extensa obra crítica: se
Enrique Anderson Imbert, María Rosa y consolida entre fines de los 40 y fines de
Raimundo Lida) quienes, entre los años 40 los 60. Uno de los títulos más relevantes
y 50, se propusieron sistematizar la litera- es Cervantes novelista (Ediciones Centu-
tura nacional. La narrativa de Ghiano in- rión, 1948). Allí analiza en qué consiste
cursiona en el género fantástico y se inicia la modernidad del Quijote y observa en
con el libro de cuentos Extraños huéspedes la novela la relación entre el ámbito cas-
(Catamarca, La Garza Montesina, 1947).
En cambio, en Los rostros nativos (Editorial 1.  Pellettieri, O., Una historia interrumpida.
Belgrano, 1982), los cuentos suelen estar Teatro argentino moderno (1949-1976),
cifrados en el clima onírico o fantasmal Buenos Aires, Galerna, 1997, p. 61.
de un encuentro entre el presente y el pa- 2.  Lafforgue, J., La historia de la literatura ar-
sado del protagonista. En los años 50, el gentina, Capítulo, nº 3: “El teatro argentino”,
Buenos Aires, CEAL, 1979, p. 95.
autor recoge las líneas consolidadas del
3.  Ghiano, J.C., “Entrevista en Radio
teatro local: el sainete, el costumbrismo y
Municipal”, 10/05/1959.

• 557 •
G GHIANO

tellano representado y el estilo que se rra escarlata (Formosa, América Sapu-


nacionaliza “español”. Sostiene que el ca- cai, 1954); Días en el pueblo (Historias
rácter nacional de una obra se expresa en y noticias) (Emecé, 1968); La renguera
su estructura y su lenguaje. Esta idea lo del perro (Emecé, 1973); Vividuras, ó,
lleva a vincular el análisis de textos, auto- Libro de muchas advertencias y algunas
res y géneros con sus contextos literarios incertidumbres (CREA, 1981); Noticias
e históricos. Dos ejemplos. Al estudiar la más o menos sociales (Sudamericana,
poesía de Enrique Banchs, Ghiano obser- 1981).
vó la construcción de una tradición que Teatro: Narcisa Garay, mujer para llorar (Ta-
recuperaba el modernismo a través de la lía, 1962); La Moreira (Talía, 1962);
combinación de distintos autores. Mues- Antiayer y Corazón de tango (Talía,
tra así que la obra no puede explicarse en 1966); Ceremonias de la soledad (De la
relación con un legado unívoco, sino que Flor, 1968) incluye: Ceremonias de la
hay que situarla en un contexto mayor: soledad, El abanico de Venecia, Duelo por
“El impulso definitorio expresa […] una su excelencia, Explicación, Nunca esta-
raíz romántica, que se configura en sun- remos a solas, Los refugiados, Vestido de
tuosas presentaciones aprendidas de Darío novia; Actos del miedo (Caracas, Monte
y sus modelos europeos. […] Entre ellos Ávila, 1971) incluye: Los desmemoria-
se destacan Samain, Gautier, Maeterlinck dos, Los extraviados, Los protegidos, Los
y D’Annunzio, junto a ecos del Góngora refugiados, Los sirvientes, Los testigos;
que comprendieron los modernistas […] Tres tragicomedias porteñas (Goyanarte,
la poesía de Banchs […] impone líricas 1977) incluye: Narcisa Garay…, Antiyer
recuperaciones a las retóricas modernistas. y Corazón de tango.
Lección poética que han celebrado ya dos Crítica: Temas y aptitudes (Ollantay, 1949);
generaciones de argentinos”.1 Y dos: en los Constantes de la literatura argentina
años 50, cuando la crítica local clasificaba (Raigal, 1953); Poesía argentina del
la literatura en comprometida y de evasión, siglo XX (FCE, 1957); Teatro gauches-
Ghiano proponía criterios que superaran co primitivo (Losange, 1957); Los gé-
esa dicotomía: planteaba la necesidad de neros literarios (Nova, 1961); Ricardo
estudiar las obras de ambas corrientes, si- Güiraldes (Pleamar, 1966); José Martí
tuándolas en su momento particular de (CEAL, 1967); Rubén Darío (CEAL,
producción en el contexto de la historia 1967); Análisis de las Silvas americanas
nacional. Estos criterios, concretamente, de Bello (CEAL, 1967); José Asunción
se explicitan en Testimonio de la novela ar- Silva (CEAL, 1967); Análisis de Prosas
gentina (Leviatán, 1956). profanas (CEAL, 1968); El matadero
de Echeverría y el costumbrismo (CEAL,
Otras publicaciones de J.C. Ghiano 1968); Análisis de Cantos de vida y es-
Narrativa: Historia de finados y traidores (Bo- peranza (CEAL, 1968); Análisis de La
tella de Mar, 1949); Memorias de la tie- gloria de don Ramiro (CEAL, 1968);
Relecturas argentinas. Desde José Her-
1.  Ghiano, J.C., “La lírica de Enrique nández a Alberto Girri (Ediciones del
Banchs”, Proa, nº 54 (septiembre-octubre),
Mar de Solís, 1978); Páginas de Juan
2001, pp. 107-111.

• 558 •
GIARDINELLI G
Carlos Ghiano: seleccionadas por el au- de literatura infanto-juvenil. Dentro de
tor (Celtia, 1984). las novelas se destacan: La revolución en
M.L.C. bicicleta (Barcelona, Pomaire, 1980) que
+ Anderson Imbert, Enrique; Battistessa, anticipa su propio destierro narrando los
Ángel; Lida, María Rosa; Lida, Raimudo. avatares de Bartolomé Gaite, un ex oficial
del ejército paraguayo que desde el exilio
GIARDINELLI, Mempo (Resistencia aguarda la ocasión para una nueva insu-
[Chaco], 1947). Escritor, ensayista y rrección y rememora el fracaso de la revo-
periodista, en 1969, tras cursar la ca- lución de 1947. Bartolo, según el autor, es
rrera completa, abandona sus estudios una figura quijotesca en tránsito por una
de Abogacía y decide no graduarse para América Latina dominda por dictaduras
dedicarse a la literatura y el periodismo. y cuyos Rocinantes son sucesivas bicicle-
Desde entonces publica artículos en di- tas. Luna caliente (Oasis, México, 1983)
versos medios gráficos nacionales e inter- es el texto con el que obtiene el Premio
nacionales como Clarín, Página/12, La Nacional de Novela del Instituto Nacio-
voz del interior, Zero Hora (Porto Alegre), nal de Bellas Artes de México, galardón
entre otros. otorgado por primera vez a un extranjero.
En 1976, tras el golpe militar, se exi- La novela asume la forma de un policial
lia en México, donde permanecerá hasta negro, donde la sensualidad y el crimen se
1985. Su primera novela, ¿Por qué prohi- contextualizan en una Argentina controla-
bieron el circo? (1976), no llegó a publicar- da por la violencia militar. Ramiro vuelve
se en Argentina; fue censurada por la dic- a Resistencia tras estudiar Derecho en Eu-
tadura y publicada en el exterior en 1983. ropa, tiene una reputación que defender y,
En México, fue profesor de una asignatura convidado a cenar a la casa de los Tennem-
en la Escuela de Ciencias de la Comuni- baun –amigos de su padre– conoce a Ara-
cación de la Universidad Iberoamericana celi, una adolescente de 13 años que pasará
(1978-1984). De regreso a la Argentina, de víctima de violación a femme fatale. La
fundó y dirigió la revista Puro Cuento novela tiene una adaptación cinematográ-
(1986-1992). A partir de 1993, vivió alter- fica con el mismo título dirigida en 1985
nadamente en Buenos Aires, Resistencia y por Roberto Denis, con guión adaptado
Paso de la Patria (Corrientes); desde 2002 por José Pablo Feinmann. El santo oficio de
se instaló definitivamente en su ciudad la memoria (Cali, Grupo Editorial Norma,
natal. Es miembro del Consejo Asesor de 1991), es la saga de una familia de inmi-
la Comisión Provincial de la Memoria, de grantes italianos, los Domeniconelle, des-
Buenos Aires, e integró el Consejo de Ad- de su llegada a la Argentina en 1986 hasta
ministración de la Fundación Poder Ciu- los albores del menemismo. Relato histó-
dadano (2005-2007), capítulo argentino rico y metaliterario, indaga con voces de
de Transparency International. Su obra se varios narradores un siglo veinte argentino
divide en dos grandes grupos, la narrativa en la sinecdóquica imagen de la familia de
y la ensayística. El primero está compuesto inmigrantes. Esta novela consagró a Mem-
por diez novelas y varios libros de cuen- po Giardinelli como novelista al obtener
tos y relatos. También es autor de cuentos el prestigioso Premio Internacional de

• 559 •
G GIBAJA

Novela Rómulo Gallegos en 1993, otorga- problemas argentinos que el menemismo


do en Caracas. Su novelística se completa dejó en evidencia: El país de las Maravillas.
con: El cielo con las manos (New Hamp- Los argentinos en el fin del milenio (Planeta,
shire, Ediciones del Norte, 1981); Qué 1998); Diatriba por la patria. Apuntes sobre
solos se quedan los muertos (Sudamericana, la disolución de la Argentina (Ediciones B,
1985), ambas de corte policial; Imposible 2002) y El país y sus intelectuales. Historias
equilibrio (Planeta, 1995); El décimo in- de un desencuentro (Editorial Claves para
fierno (Planeta, 1999); Final de novela en Todos, 2004). En los 90 organizó junto
Patagonia (Barcelona, Ediciones B, 2000); con Graciela Gliemmo una antología de
Cuestiones Interiores (Sudamericana, 2003) relatos eróticos (La Venus de papel, 1998).
y Visitas después de hora (Barcelona, Edi- En 2007 publicó Volver a leer. Propuestas
ciones B, 2004). Sus cuentos se acercan al para ser una nación de lectores (Barcelona,
realismo fantástico; aunque por momentos Edhasa), donde reafirma su posición como
lo histórico prevalece en detrimento de la defensor de la lectura y el acceso público
ficción, el humor y lo grotesco recorren a la literatura. Este compromiso fue asu-
casi toda su producción. Entre sus libros mido en 1996, cuando Mempo Giardinelli
de relatos se destacan: Estación Coghlan y donó los diez mil ejemplares de su biblio-
otros cuentos (Ediciones B, 2005), que mar- teca para la creación de una fundación, con
ca la vuelta de Giardinelli al género, tras sede en Chaco, dedicada al fomento del li-
largos años sin publicar cuentos “que es la bro, la lectura y el estímulo de la docencia
forma en la que más cómodo me siento”, y la investigación. Esta fundación ofrece
según asegura el autor de Vidas ejemplares diversos programas culturas, educativos y
(Legasa, 1985); La entrevista (Madrid, Edi- solidarios. Su página oficial se puede visi-
ciones Almarabú, 1986); Carlitos Dancing tar: <www.fundamgiardinelli.org.ar>.
Bar (Almagesto, 1992); El castigo de Dios D.M.
(Norma, 1993); Gente rara (La Plata, Al
Margen, 2005); Luminoso amarillo y otros GIBAJA, Regina Elena (12/12/1927 -
cuentos (Caracas, Monte Ávila, 2007) y 23/07/1997). Ensayista que comenzó en el
Soñario (Barcelona, Edhasa, 2008), su úl- existencialismo, comentando un libro de
timo libro de relatos, en el que Giardinelli Simone de Beauvoir y se especializó pos-
narra sus sueños, que había guardado en teriormente en cuestiones pedagógicas.
anotaciones por más de treinta años. Su Fue una de las dos mujeres que partici-
obra ensayística está compuesta por El paron de la revista Contorno (1953-1959),
género negro (Córdoba, Op Oloop Edicio- la mítica publicación dirigida por los her-
nes, 1997), libro originalmente publicado manos Viñas (la otra dama fue Adelaida
por la Universidad Autónoma de México. Gigli, compañera a la sazón de David Vi-
En él, Giardinelli hace un recorrido por ñas), tras un paso por Centro, publicación
las reglas y alteraciones que el policial ne- del Centro de Estudiantes de Filosofía
gro introduce en el género policial; Así se y Letras. Es autora de El público de arte
escribe un cuento (Ediciones Beas, 1992), (1964), un volumen de la editorial Eude-
libro que incluye algunas entrevistas con ba que trataba de proveer alguna aproxi-
el autor, más tres libros donde indaga los mación a los espectadores de los museos.

• 560 •
GILARDI G
Continuando la inclinación feminista ade- con la siguiente descripción: “Una calle de
lantada por Simone de Beauvoir, produjo tierra, hacia el sudeste de Flores, con yerba-
Imágenes de la condición femenina (1990), jos y pisadas de animales, como una lonja
también publicado por la editorial univer- de potrero. A su vera y junto a otros dis-
sitaria. En el orden educativo escribió La tanciados entre sí, se alzaba un edificio de
cultura de la escuela: creencias pedagógicas y edad […]. Contrastando con el lugar lumi-
estilos de enseñanza (1992); Estudiando el noso, el tiempo grisáceo transcurría por su
aula: el tiempo instructivo (1993); La edu- material”;1 en Gramilla se lee: “Advertí que
cación en la Argentina: trabajos actuales de el paisaje era cambiadizo, y en su docilidad
investigación (1994); El trabajo intelectual al color, como los charcos, tenía las faces
en la escuela (1995); La investigación en el imperativas de las horas” (p. 28).
área educativa: tres perspectivas (2001). Gilardi no pertenece ni al grupo de Flo-
M.C. rida ni al de Boedo, pero participa de las
polémicas de su época. Además de las no-
Gilardi, Fernando (Buenos Aires, velas mencionadas, ha publicado el libro
1899 - 1968). Narrador y poeta. Su obra de poemas Evocación (1925) y continúan
literaria se ubica en las décadas del veinte inéditos Una cuyanita, Son cuentos y Sueño
y del treinta del siglo XX. A mediados de y rezo. César Tiempo y Juan Unamuno in-
1920, Leónidas Barletta lo consideraba una tegraron el jurado que le otorgó el Premio
joven promesa de la prosa. En sus novelas, Municipal de la ciudad de Buenos Aires por
se propone dar cuenta de un espacio pro- La mañana.
blemático geográfica y socialmente, que se M.L.C.
define a mitad de camino entre lo rural y + Barletta, Leónidas.
lo urbano. En Silvano Corujo (Buenos Aires
/ San Antonio de Areco, F.A. Colombo, Gilbert, Abel (Buenos Aires, 1960).
1931; CEAL, 1967), la zona es denomina- Literato, periodista y músico. Ha escrito
da por sus habitantes como “Bajo de Flores” diversos trabajos sobre política argentina y
o “El bajo” y el lenguaje exhibe la conver- latinoamericana y, en algunos casos, ha vin-
gencia de marcas populares, lunfardo, ex- culado el análisis de eventos deportivos con
presiones de la llanura bonaerense, de los el contexto político en el que se realizaban.
inmigrantes y cultismos. De este modo, el Ejemplo de esto último es su conocido
mundo representado como espacio y como trabajo sobre el Mundial de Fútbol del año
lenguaje cifra la diversidad. Las novelas si- 1978 realizado en la Argentina durante
guientes, La mañana (F.A. Colombo, 1935; la última dictadura militar (1976-1983).
Paidós, 1967) y Gramilla (Jajá, 1944), con- Como corresponsal en América Latina
tinúan la misma línea. Además de la opera- de El Periódico, de Catalunya, ha escrito
ción que reúne bajo un tratamiento similar ensayos periodísticos como Cuba de vuel-
espacio representado y lenguaje, Gilardi ta, el presente y el futuro de los hijos de la
propone un cruce entre espacio y tiempo revolución (Planeta, 1993), El terror y la
que permite la redefinición del ambiente gloria. La vida, el fútbol y la política en la
semirrural o semiurbano a través del color.
1.  Gilardi, F., Silvano Corujo, Buenos Aires,
En este sentido, Silvano Corujo comienza
CEAL, 1967, p. 7.

• 561 •
G GILI

Argentina del Mundial 78 (Norma, 1998; Gimbernat González, Esther


en coautoría con Miguel Vitagliano) y La (Buenos Aires, s/d). Crítica y profesora ra-
divina Cecilia. Una interpretación del in- dicada en Estados Unidos. Desarrolla su
fierno (Norma, 2001). actividad académica en el Departamento
Como compositor, su obra incluye des- de Estudios Hispánicos de la Universidad
de un homenaje a Mauricio Kagel hasta de Colorado. Se dedica a investigar temas
la partitura de la obra Los murmullos, de relativos a literatura hispanoamericana, li-
García Wehbi, que se estrenó en el Teatro teratura del siglo XX, literatura española
General San Martín en 2002. En cambio, de los Siglos de Oro y literatura escrita por
Factor Burzaco, como producto de expe- mujeres. Sobre todo en este último caso,
rimentación, cruza la música erudita y la sus trabajos la vuelven un claro referente
popular, y se estrenó en el Centro Cultural de la crítica feminista. Ejemplo de esto es
Rojas en 2004. la frecuente referencia a sus observaciones
M.L.C. en importantes trabajos como Cuando es-
criben las mujeres de Estela Saint André y
GILI, Carlos E. (Arroyo Cabral [Córdoba], Adela Rolón.
1938). Fundó la Cooperativa de Escritores Por lo que respecta a su obra, vale des-
de Córdoba y el grupo literario La Cañada tacar las siguientes: Paradiso: entre los con-
a comienzos de la década de 1970 con el fines de la transgresión (México, Centro de
propósito de consolidar el género narrativo Investigaciones Lingüístico-Literarias de la
en su zona de influencia. Universidad Veracruzana, 1982), escrito
Como narrador es autor de El arcángel en coautoría con Miriam Echeverría; Boca
del silencio (Cooperativa de Escritores de de dama. La narrativa de Angélica Gorodis-
Córdoba, 1975); La sombra del águila (Coo- cher (Ediciones Feminaria, 1995); Utopías,
perativa de Escritores de Córdoba, 1981), ojos azules y bocas suicidas: la novelística de
volumen de cuentos breves que recibió el Alina Diaconú (Editorial Fraterna, 1993),
Primer Premio Nacional Manuel Gálvez y en el que se desempeñó como coeditora,
el Primer Premio Internacional Atlántida junto con Cynthia Tompkins; Aventuras
–con un jurado integrado por Adolfo Bioy del desacuerdo: Novelistas argentinas de los
Casares, Beatriz Guido y Marco Denevi–; y 80 (Danilo Albero Vergara, 1992). En este
Cuentos, mitos y leyendas de Córdoba (Córdo- libro, se aborda el análisis de los textos,
ba, Argos, 1997), cuyos personajes, paisajes por lo general, desde la perspectiva de la
y lenguaje se vinculan estrechamente con crítica deconstructiva. Además, la autora
su provincia. Sus novelas principales son presta especial atención a los juegos de in-
Su augusta excelencia (Córdoba, El Copista, tertextualidad (sobre todo en las novelas
1998); Canto de sirena (Grupo La Cañada, que presentan una re-lectura de la historia)
2004); y Último momento (Córdoba, 2005). y al contrapunto de las varias voces que
Escribió, además, poemas, ensayos y relatos aparecen en la narración (heteroglosia).
de viajes. Integra numerosas antologías de También se dedica al estudio de la lírica fe-
literatura regional. menina, como sucede en “Cartografías so-
N.G. y M.F.P. máticas: la desterritorialización en la obra
+ Coletti, Juan; Mariotti, Maximiliano. de poetas caribeñas” (Actas del XII Congreso

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GIMÉNEZ PASTOR G
de la Asociación Internacional de Hispanis- de Rosario, a través de la revista Ciudad
tas, Birmingham, 2007, pp. 240-245). En Gótica (publicación trimestral, fundada
el corpus que analiza en este trabajo, la au- en 1993), que él mismo dirige y edita.
tora encuentra una serie de elementos que Desde ese lugar, su acción se desarrolla,
confirman su abordaje a través del trazado principalmente, en torno a la publicación
de mapas que superponen la geografía ca- y presentación de nuevos escritores del
ribeña y el cuerpo femenino. ámbito local. Por ejemplo, la revista ha pu-
M.L.C. blicado títulos como los libros de poemas
+ Diaconú, Alina; Gorodischer, Angélica. Eclosiones, de Patricia Cuaranta; Áspero
cielo, de Jorge Isaías; Vía Remington, de
GIMÉNEZ PASTOR, Marta (General Corina Moscovich; y Pulsos cotidianos,
Pico [La Pampa], 1926 - 2002). Escritora, de Sonia Gallardo, en 2006. Ha partici-
periodista y poeta, cursó el magisterio y pado en varios encuentros importantes
el profesorado de Educación Preescolar. como el III Festival Latinoamericano de
Dedicó gran parte de su vida a la docencia Poesía, realizado en Rosario en 1995.
y estuvo durante ocho años en el Consejo Gioacchini ha publicado los siguientes
Nacional de Educación. libros de poemas: Simples Blues (Rosario,
Comenzó su carrera de escritora en Ciudad Gótica, 2000); Poemas erráticos
1948 con el libro de poemas Canciones (Ciudad Gótica, 2000); La frontera en la
para el mar y los caminos. Su obra se com- piel (Ciudad Gótica, 2005).
pone de libros y antologías de cuentos in- M.L.C.
fantiles, obras de teatro y de títeres para
niños, manuales de lectura. Colaboró GIORDANO, Carlos Rafael (Morón
con suplementos de importantes diarios [Buenos Aires], 1930 - Cosenza [Italia],
y revistas infantiles, programas de radio y 2005). Poeta: de viento y sombra. Arduo
televisión, y dirigió colecciones de libros es resumir una vida. Máxime una de ní-
infantiles. Recibió el Diploma al Mérito tidos instantes compartidos, entre el ade-
en Literatura Infantil de la Fundación mán generoso y la palabra encrespada, el
Iones en 1984. Sus libros más conocidos codeo cómplice o la humorada rauda y el
son: Versos en sube y baja (1967), por el rigor. Frente a esto, las categorías que pro-
que obtuvo el Premio del Fondo Nacio- porciona un diccionario funcionan a ma-
nal de las Artes en 1970; Miau (1974); nera de un fugaz engaño, un momentáneo
La pancita del gato (1979), ganador de consuelo, a debilidad o ilusión. Viento y
la Faja de Honor de la SADE; La brujita sombra: otra vez.
Trik (1980), En el cielo las estrellas (1980) Desde Jujuy y luego de un rápido paso
y El señor Batata (1993). por la Facultad de Derecho de la Univer-
Pau. Cro. sidad de Buenos Aires, el joven Giordano
recala en la ciudad de Córdoba en cuya
Gioacchini, Sergio (Rosario [Santa universidad cursa estudios en la Facultad
Fe], 1963). Poeta. Además de dedicarse a de Filosofía y Letras. En la misma, poste-
su propia producción, Gioaccchini realiza riormente, se desempeña como profesor de
una importante labor cultural en la ciudad Literatura Argentina I y de Introducción a

• 563 •
G GIORDANO

la Literatura (en la Facultad de Arquitec- tanto) duraderas a la vez, y así un poeta de


tura). En la Argentina trabaja también en los intersticios, las fisuras, esos lugares que,
el Instituto Rivadavia de la ciudad de Villa categóricos, exigen la precisión del artesano
María y en las universidades del Nordeste a lo lejos de la velocidad y la superproduc-
y Salta. Además, en la Córdoba de los años ción de la cadena de montaje. Dentro de
60 Giordano forma parte de esa experien- este contexto quiero recordar algunos de sus
cia cultural y política de los gramscianos trabajos, a partir de un texto pionero sobre
argentinos encarnada en Pasado y Presen- la parte más representativa de la literatura
te, “grupo” pionero de la “nueva izquierda social en la Argentina entre 1920 y 1930,
argentina” que se manifiesta con la apari- aquélla producida por el Grupo de Boedo:
ción de la revista homónima en mayo de Boedo y el tema social, en Capítulo, la histo-
1963. Para Ediciones de Pasado y Presente, ria de la literatura argentina (CEAL, 1967);
por ejemplo, en 1968 Giordano prepara la hipótesis que, ya en relación con el proceso
traducción de Elogio de la antropología, de de la literatura argentina, son ampliadas en:
C. Lévi-Strauss. 1976: la última dictadura La literatura social en la Argentina (1920-
militar que toma el poder en la Argentina 1930) (Cosenza, Editrice Mit, 1983) y “La
obliga a Giordano al exilio y éste lo lleva a literatura social en la Argentina: el grupo
Italia. Y en la Università degli Studi della de Boedo”, en Mélanges Américanistes en
Calabria, a lo largo de casi veinticinco años, Hommage a Paul Verdevoye (París, Éditions
se desempeña como profesor de Literaturas Hispaniques, 1985). Dentro del contexto
Hispanoamericanas, Historia de la Cultura de la literatura de vanguardia en el Río de
Hispánica y Literaturas Comparadas. la Plata y su relación con Europa, Giorda-
Práctica intelectual. Se concreta en ensa- no le dedica un trabajo a Oliverio Girondo
yos de historia y crítica literaria que enfo- a partir del modelo narrativo del “viaje”:
can aspectos y problemáticas concernientes “Vanguardia y cosmopolitismo en Oliverio
a la literatura argentina del siglo XX. Más Girondo”, en Letterature d’America (Roma,
precisamente, se trata de estudios que abar- año III, nº 11, 1982); y el rol cumplido por
can un período encabalgado entre la década revistas literarias como Proa (1ª y 2ª épo-
de 1920 y 1960. De esto desciende que, ca) e Inicial: “La vanguardia en Argentina:
según el caso, su propia práctica lo vuelve las revistas Proa de Buenos Aires”, en Re-
historiador o crítico de la literatura. Pero vista del Centro de Estudios de Literaturas y
Giordano, a mi juicio, por medio de una Civilizaciones del Río de la Plata (París, nº
escritura precisa (síntoma superficial de un 4-5-6, 1987) y “La revista Inicial: Buenos
pensamiento riguroso) y elegante, es un Aires 1923-1926”, en América (París, nº
poeta más allá de y junto con la poesía, ya 4-5, 1990). Por lo que atañe a la década de
que no hizo sino razonar sobre lo poético 1930, analiza la posición de un sector de la
y “lo poético [implica] razonar sobre lo li- intelligentzia argentina que, a pesar de con-
terario en cualquiera de sus formas”.1 Un siderarse progresista, apoyó el cuartelazo
poeta entre el viento y la sombra, presen- inaugural de toda una serie de dictaduras,
cias fugaces pero paradójicamente (y no el primer golpe militar de la historia argen-
tina, calificándolo de “revolución”: “Los in-
1.  Giordano, C., Oficio de viento y sombra,
telectuales argentinos y el golpe de Estado
Soveria Mannelli, Rubbettino, 2002, p. 11.

• 564 •
GIORDANO G
del general Uriburu: la revista Nosotros”, en jo, Omar Rubén Aracama; posteriormente
Americhe amare (Roma, Bulzoni Editore, se sumaron Rodolfo Alonso, Alberto Vanas-
1987). En el ámbito del neorromanticismo co, Francisco “Paco” Urondo, Jorge Carrol,
cuarentista (difuso grupo de poetas porte- Ramiro de Casasbellas, Rubén Velas. A esta
ños y del interior del país, situado entre el experiencia colectiva, Giordano le dedi-
golpe militar de Uriburu y las manifestacio- ca: “Poesía Buenos Aires, 1950-1960”, en
nes populares de 1945), Giordano entrama América (París, nº 9-10, 1992). “La riqueza
un análisis que apunta a develar la actitud abandonada: en torno a la poesía de Edgar
fundamental de la promoción: “una huida Bayley”, en Plural (Nápoles, año III, nº 5-6,
de lo real, una forma de ilusionismo, y nun- 1989) es un breve ensayo crítico muy eru-
ca una tentativa de captación, compresión dito y levemente agudo sobre “La batalla
o solución de los concretos problemas de la por la invención” –uno de los manifiestos
realidad”.1 El examen de la llamada “tercera del Movimiento Invencionista– en el que
generación vanguardista” o, más general- Giordano constata la presencia de una esté-
mente, de una tendencia neovanguardista tica que deriva de una ética. Otro tema que
en la poesía argentina, lo empuja a investi- Giordano aborda desde la crítica literaria es
gar “Entre el 40 y el 50 en la poesía argen- la radical oposición dialéctica entre los con-
tina”, en Revista Iberoamericana (University ceptos de civilización y barbarie que le per-
of Pittsburgh, vol. XLIX, nº 125 [octubre- mite poner en paralelo el Facundo con Los
diciembre], 1983). Aquí destaca las dos pasos perdidos de Alejo Carpentier con vistas
alas innovadoras más representativas del a concluir que ambas obras –pese a sus dife-
neovanguardismo de 1950: el invencionis- rencias genéricas y pese a los respectivos “es-
mo y el surrealismo (que sitúa en un plano pacios culturales” en las que se inscriben–
menor respecto del primero), junto con la formulan una dialéctica inmóvil, síntesis
puesta en foco de la figura de Edgar Bayley. imposible de los conceptos contrapuestos
El afán de historiar la literatura argentina –y que tematizan: “Civilización y barbarie:
de estructurar un modelo crítico que la ex- una dialéctica inmóvil”, en Modi del raccon-
plique– lo lleva a seguir investigando acerca tare (Palermo, Sellerio Editore, 1987).
de Bayley y de una publicación con la que Último: en 1972 la editorial cordobesa
éste estuvo vinculado: Poesía Buenos Aires, Burnichón publicó tres poemas de Giorda-
revista exclusivamente de poesía (publicaba no, hoy en día inhallables.
textos poéticos y teórico-críticos sobre este R.C.
género) que comienza a editarse en 1950 y + Aguirre, Raúl Gustavo; Bayley,
una de las más perdurables dentro de la Ar- Edgar; Girondo, Oliverio
gentina. Entre los colaboradores principales
de la publicación –además de Bayley y Raúl Giordano, Héctor Alberto (Rufino
Gustavo Aguirre– figuran Jorge E. Móbili, [Santa Fe], 1959). Profesor, Licenciado en
Wolf Roitman, Nicolás Espiro, Mario Tre- Letras por la UNR y Doctor en Letras por
la UBA con una tesis sobre la literatura
1. Giordano, C.R., “Temas y direcciones fun- de Manuel Puig. Se desempeña como in-
damentales de la promoción poética del 40”, vestigador del Conicet, como profesor de
Boletín de literaturas hispánicas, Universidad
Literatura Argentina y de Teoría Literaria
Nacional del Litoral, nº 5, 1963.

• 565 •
G GIORDANO

en la UNR, como director de proyectos de contenidos– transmite a su vez otra parte


investigación grupales en esta última y en de la “verdad” de la literatura. Siguiendo,
la Universidad Nacional del Sur. Además, entre otros, a Maurice Blanchot, Roland
es director del Centro de Estudios de Barthes y Walter Benjamin, para Giordano
Teoría y Crítica Literaria de la Facultad “el ensayista se sitúa en un lugar polémico
de Humanidades y Artes de la UNR. Ha respecto de la tradición, y la incomodidad
publicado los libros Modos del ensayo. Jorge de su vínculo con ella favorece la emergen-
Luis Borges-Oscar Masotta (Rosario, Beatriz cia, en su lectura, de lo nuevo”. Lector del
Viterbo, 1991); La experiencia narrativa. detalle, el escritor de este tipo de género no
J. J. Saer, F. Hernández, M. Puig (Rosario, valora tanto la unidad y completud de la
Beatriz Viterbo, 1992); Roland Barthes, li- obra como un destello a través del cual la
teratura y poder (Rosario, Beatriz Viterbo, misma puede revelarse en sus fundamen-
1995); Razones de la crítica. Sobre literatu- tos. Giordano avanza por el camino con-
ra, ética y política (Colihue, 1999); Manuel jetural del ensayo en nuevas producciones:
Puig, la conversación infinita (Rosario, La experiencia narrativa. Juan José Saer,
Beatriz Viterbo, 2001); Modos del ensayo. Felisberto Hernández, Manuel Puig (1992);
De Borges a Piglia (Rosario, Beatriz Viterbo, Roland Barthes (1995), ensayo que interro-
2005); y Una posibilidad de vida. Escrituras ga a la vez que ilumina el saber del inte-
íntimas (Rosario, Beatriz Viterbo, 2006). lectual francés sobre la literatura, evitando
También ha publicado, como compilador, las observaciones convencionalizadas y de-
junto a María Celia Vázquez, Las operacio- sarrollando la vocación de nuestro ensayis-
nes de la crítica (Rosario, Beatriz Viterbo, ta por la crítica polémica; Las operaciones
1988). Crítico literario, sus focos de interés de la crítica (comp., 1998). En Razones de
se centran en diversos escritores consagra- la crítica. Sobre literatura, ética y política
dos y la historia y retórica del discurso ensa- (1999), una recapitulación de sus trabajos
yístico nacional. En Modos del ensayo. Jorge sobre Arlt, Borges, Bioy, Luis Gusmán y
Luis Borges-Oscar Masotta (1991, segunda las revistas Literal, Sitio y Babel, Giordano
versión corregida y aumentada de 2005, en revisa –a propósito de una conferencia de
la que se añaden trabajos sobre Adolfo Bioy Beatriz Sarlo en 1984– las condiciones
Casares, José Bianco, Julio Cortázar, David de la crítica académica que, al interrogar-
Viñas, Sylvia Molloy, Horacio González y se sobre sí misma, puede encontrar en el
Ricardo Piglia), analiza la figuración sub- ensayo “una estrategia de resistencia a los
jetiva del crítico en la articulación de su poderes reductores de la academización” y
experiencia lectora con los saberes sobre la la posibilidad de comunicarse con sectores
literatura. El ensayo, como género hetero- más amplios que los colegas universitarios.
géneo en sus materiales y procedimientos, Confronta esta opinión con otra más cer-
es abordado por Giordano como el resulta- cana, por ejemplo, a Raúl Beceyro –en un
do de una lectura esencial pero provisoria artículo publicado en la revista Punto de
del crítico, que hace pública a través de una Vista en 1980–, que sostiene que el ensa-
nueva escritura; ésta –una interrogación yo como forma está caracterizado por “su
sobre lo leído más que una interpretación, excentricidad, marginalidad e incluso su
creación del ensayista y no duplicación de inutilidad”.

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GIRONDO G
Como sea, Giordano aprovecha para GIRONDO, Oliverio (Buenos Aires,
citar a Horacio González y señalar que 1890 - 1967). Poeta, traductor, bibliófilo y
este género “antes que en su brevedad, su coleccionista argentino, Oliverio Girondo
carácter provisorio, la flexibilidad de su nació en Buenos Aires en una familia
prosa o la heterogeneidad de sus temas, se en que se destacan dos presidentes, José
reconoce en el cumplimiento de una regla Evaristo Uriburu (hermano de su madre)
ética: no escribir sobre ningún problema, y el general golpista José Félix Uriburu (su
si ese escribir no se constituye también en primo). En 1900 realiza, con su familia, el
problema”. En Manuel Puig, la conversa- primero de una serie de viajes a Europa.
ción infinita (2001), al recuperar y ampliar Reside en Inglaterra, donde estudia en un
reflexiones sobre uno de los escritores ar- colegio de Epson, y también en Francia
gentinos por el que ha manifestado ma- (donde se ignora si asiste al Lycée Louis-
yor interés, vuelve a señalar que el crítico Le-Grand o al internado dominicano
académico se convierte en ensayista cuan- Albert-le-Grand de Arcueil). De regreso en
do pone en contacto la experiencia de la Argentina, cursa estudios secundarios en el
lectura y la información teórica que posee. Instituto Libre de Segunda Enseñanza y en
Un nuevo objeto de investigación lo cons- el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia.
tituyen para Giordano las escrituras ínti- En 1901 inicia estudios de Derecho, reci-
mas de diversos autores: cartas familiares, biéndose de abogado en 1916, aunque
memorias, diarios personales, confesiones, nunca ejercerá esta profesión, con una
gestos privados y públicos y su relación con tesis de doctorado titulada “Warrants agrí-
la literatura, que aborda en Una posibilidad colas. Legislación argentina a su respecto.
de vida. Escrituras íntimas (2006), dete- Juicio crítico sobre los mismos”, en la que
niéndose específicamente en Puig, Tununa ya se percibe su interés por la lengua y
Mercado, Ángel Rama, Bioy, Héctor Bian- sus usos. Su carrera literaria comienza en
ciotti o John Cheever. En 2007, coordinó 1915, cuando escribe La comedia de todos
el seminario “El giro autobiográfico en la los días con Zapata Quesada, pieza que no
literatura argentina actual” (publicado por llegará a estrenarse. En esta misma época,
Mansalva en 2009) en el que intervinie- Girondo estudia música y escribe sus pri-
ron los escritores Elvio Gandolfo, Daniel meras colaboraciones literarias, que serán
Link, María Moreno y Silvio Mattoni, y publicadas en la revista Comoedia, cuyo
que versó sobre la trasmutación de las vidas primer número sale en diciembre de 1916.
de autores argentinos en obras de arte; este En 1917, en Europa, será corresponsal del
movimiento –dice– parece caracterizar la magazín Caras y caretas, para el que remite
literatura nacional en los últimos años, si varios artículos sobre escultura moderna;
se tiene en cuenta la múltiple edición de en los años siguientes colabora regular-
textos autobiográficos así como la proli- mente en medios como el diario La Nación
feración de blogs y narraciones, poemas o y la revista Nosotros. En Milán conoce en
ensayos críticos en los que se borran las 1917 a Emilio Pettoruti, con quien se
fronteras entre vida real y ficción. liga en amistad y comparte el interés por
S.M. y F.N. los movimientos de renovación artística
+ Masotta, Oscar; Puig, Manuel europeos; Pettoruti será uno de sus más

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G GIRONDO

importantes compañeros de vanguardia en con Méndez, Zapata Quesada y Güiraldes,


la Argentina. En los años 1920-1921, se la Sociedad Editorial Proa, financiada y di-
consolida el grupo La Púa, del que forman rigida por el primero, asociada al periódi-
parte Oliverio y sus hermanos Alberto co Martín Fierro. El mismo año, inicia un
y Rafael, un espacio de discusión y polé- viaje de aproximación entre países latinoa-
mica, intercambios, ideas y actualización mericanos, durante el cual establece con-
artístico-literaria. En 1922 publica su pri- tactos con los movimientos de vanguardia
mer libro de poemas, Veinte poemas para que proliferan entonces en el continente,
ser leídos en un tranvía, en una edición de contribuyendo a dar a éstos una cartogra-
lujo realizada en la Imprimerie Coulouma fía propia. Cuando Ramón Gómez de la
en Argenteuil, siguiendo las normas del Serna, representante de la vanguardia es-
livre d’art; las ilustraciones son del propio pañola, visita el país en 1924, Girondo
Girondo, y el libro está dedicado a La Púa. prepara un banquete en su honor y un nú-
Junto con Fervor de Buenos Aires, de Jorge mero especial de la revista. Ese año se pu-
Luis Borges –que se publica en 1923–, se blica también lo que denomina “la edición
trata de los dos libros que lanzan la van- tranviaria” de Veinte poemas…, que pone
guardia literaria en la Argentina, así como de manifiesto el doble interés de Girondo
manifiestan la conciencia sobre este mo- por el libro como objeto de arte y por la di-
vimiento en el país, tal como lo muestra fusión de la literatura en todos los medios.
el interés que ambos volúmenes suscitan El mismo año, en un banquete en honor a
entre los escritores jóvenes. Los frecuentes Ricardo Güiraldes, conoce a Norah Lange,
viajes y las relaciones de Girondo permi- poeta de origen noruego (1909-1972), con
ten también una circulación de su obra quien se compromete en 1934, aunque re-
en Francia y España, donde es bien aco- cién contraerán matrimonio en 1943.
gida. Durante el viaje que realiza en 1923, Como varios vanguardistas europeos
Girondo escribe los poemas que integrarán (André Breton, Max Ernst), Girondo se
su segundo libro, España, paisaje alucina- interesó por aquello que los surrealistas de-
do, publicado finalmente en 1925 bajo el nominaron “arts premiers” y, en particular,
título de Calcomanías, con ilustraciones por el arte y las culturas precolombinas. Ya
del autor, igualmente bien recibido en en su primer viaje a Europa, su padre lo
ambos lados del Atlántico. El año 1924 es había llevado a visitar la Exposición Uni-
uno de los más importantes y activos en versal en París, suscitando un interés por
la vida de la vanguardia local. Se funda el los cruces de miradas de una cultura a
periódico Martín Fierro, dirigido por Evar otra. Su carrera de coleccionista se inicia
Méndez, alrededor del cual se reúnen los cuando, en un remate en el Hôtel Drouot
principales representantes del movimien- en 1927, adquiere una serie de 29 piezas.
to, provenientes de diferentes campos ar- En 1928 asiste a la primera exposición de
tísticos. Girondo participa activamente en arte precolombino en la historia de París.
su fundación así como en la edición de la Realizada en el Louvre, fue organizada
revista homónima y, entre otras colabora- por Alfred Métraux y Georges Henri-
ciones, escribe el provocativo “Manifiesto Rivière. Su interés por esta forma de arte
de Martín Fierro”. También funda, junto determinará también una serie de viajes y

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GIRONDO G
amistades. Así, en 1932 visitará a Métraux banquete en honor a Marinetti –a quien
en Tucumán, donde éste era director del todo el grupo Martín Fierro había ya ren-
Instituto de Etnología de la Universidad dido homenaje en 1926–, pero abandona-
Nacional de Tucumán. Junto con Pierre rá esta institución en 1937, decepcionado
Drieu La Rochelle, realizará una expedi- por la orientación provista por su presiden-
ción a Quilmes, antigua residencia de los te, Carlos Ibarguren. El mismo año escribe
indios homónimos del Noroeste argenti- dos textos de carácter político, “El mal del
no, de la cual se conservan parcialmente siglo” y “Nuestra actitud ante el desastre”,
los cuadernos. Hacia los años 1927-1929 que buscan evaluar la “crisis” presente y
comienza lo que se ha denominado “la reflejan el desasosiego surgido con el cre-
diáspora de la vanguardia”; en esta época, ciente desarrollo del fascismo europeo, y la
Girondo multiplica sus viajes al extranje- inquietud que suscita la adhesión de ciertas
ro, permaneciendo tres años fuera del país. zonas de la vanguardia europea a este mo-
A su regreso reanuda sus vínculos con la vimiento. A medida que la guerra avanza
vanguardia pictórica y publica en 1932 en en Europa, Girondo se compromete en las
la Editorial Proa, Espantapájaros (al alcan- asociasiones argentinas antifascistas, como
ce de todos), utilizando para la ocasión una la antifranquista Comisión Argentina de
estrategia de publicidad inédita, célebre en Ayuda a los Intelectuales Españoles y la
la historia del libro argentino: un enorme antifascista y proaliada Acción Argentina.
espantapájaros, realizado por Horacio But- El poeta ayudará personalmente a nume-
ler y el mismo Girondo, se paseó por la rosos refugiados europeos. El triunfo del
ciudad en carroza fúnebre. Al comienzo de franquismo determina la reducción del
la década de 1930 se inicia un movimiento aparato editorial español, lo que lleva a al-
de politización en torno del arte, en parte gunos emigrados españoles y otros intelec-
acentuado por la presencia militante del tuales argentinos a fundar la Editorial Sud-
muralista mexicano David Alfaro Siquei- americana en Buenos Aires, en 1939, de
ros en Buenos Aires. La influencia de este la que Girondo participa activamente. Su
artista también incentiva cierta circulación interés por la difusión y producción litera-
de prácticas –una serie de escritores reali- ria se pone también de manifiesto cuando
zan pinturas y dibujos, los artistas plásticos colabora en la creación del Premio Martín
experimentan la escritura. En 1937 apa- Fierro de la Sociedad Argentina de Escri-
rece Interludio, editado por Sur (aunque tores (SADE) destinado al mejor libro de
Girondo se hubiera negado a participar en poesía. A partir de los años 1940, estas ac-
la revista cuando su fundación en 1931), tividades le permiten relacionarse con una
con ilustraciones del artista plástico Lino nueva generación de poetas, entre los que
Spilimbergo. En esta época Girondo traba se destacan Olga Orozco, Enrique Molina,
amistad con varios artistas europeos e his- Edgar Bayley y Daniel Devoto. También se
panoamericanos que visitan el país, entre interesa por los jóvenes narradores, como
los cuales se destacan Federico García Lor- el uruguayo Felisberto Hernández, a quien
ca y Pablo Neruda. Girondo participa acti- ayuda a publicar Nadie encendía las lám-
vamente en el Congreso del Pen Club que paras; hacia el final de la década, Oliverio
se realiza en Buenos Aires en 1936, y en el y Norah trabarán amistad con el monte-

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G GIRONDO

videano Juan Carlos Onetti. Finalizada la una defensa del país como fuente y reserva
guerra, realiza un nuevo viaje a Europa, en de valores y producciones capaces de reno-
1947, donde conoce y frecuenta los me- var la cultura occidental.
dios existencialistas. Durante este período, La última –y más revolucionaria– eta-
escribe y publica regularmente poesía pero pa de la producción poética de Girondo
solamente una parte de sus poemas serán se inicia con la publicación en La Nación,
editados en volumen. Los dos libros de esta en 1951, de “Instancias a un poeta”, y
década son Persuasión de los días (1942) y culminará con el volumen En la masmé-
Campo nuestro (1946); el primero es eva- dula (1956). Los dieciséis poemas que
luado de modo negativo por sus antiguos componen esta primera edición del libro
compañeros de vanguardia. En cuanto al proponen la ilusión de una destrucción
segundo, ha sido siempre problemático del código lingüístico, mediante una serie
para la crítica, porque tanto su temática de combinaciones transgresivas, que lle-
como las formas poéticas resultaron menos van a una agramaticalidad de la lengua.
vanguardistas que su producción habitual. El texto poético aparece como un espacio
Girondo aborda aquí una serie de temas donde puede decirse aquello imposible de
próximos a la identidad argentina, pero expresar en los códigos socio-culturales
básicamente campestres (ranchos, chinas, vigentes gracias a una desjerarquización
gauchos). Este interés no era, sin embargo, de las relaciones que determinan los ni-
nuevo en Girondo, ni en los vanguardis- veles de la lengua. Entre los poemas de
tas, para quienes la gauchesca y el poema En la masmédula se destaca “El Puro no”,
Martín Fierro no resultaban incompatibles que pone, además, en evidencia el carác-
con una estética de ruptura (en 1924, Gi- ter lúdico que la lengua y la cultura tienen
rondo había sugerido al plástico uruguayo para Girondo. Las reacciones ante este li-
Pedro Figari que ilustrara el poema de Her- bro son diversas; la crítica más tradicional
nández). Por otra parte, los jóvenes de la lo recibe sin entusiasmo, pero es exaltado
“nueva sensibilidad”, aunque predicaran el por los poetas más jóvenes, sobre los que
carácter urbano de la cultura argentina de tuvo una influencia considerable. A su
vanguardia, combinaron esta orientación vez, los miembros de la “neovanguardia”
con la tendencia a una búsqueda de temas marcaron la evolución de Girondo en las
rurales, como lo muestra la importancia décadas de 1950 y 1960; entre 1953 y
que tuvo para el grupo la publicación de 1954, Aldo Pellegrini –a quien Girondo
Don Segundo Sombra de Güiraldes. En Gi- había conocido en 1948– dirige la revista
rondo, Campo nuestro perpetúa el interés Letra y Línea, gestada en casa de Oliverio.
poético por el paisaje, presente desde sus En esta época, la estética y las frecuenta-
primeras obras; por otro lado, debe rela- ciones de Girondo lo oponen a algunos
cionarse con la actitud que asume a partir de sus antiguos compañeros de vanguar-
de la difusión del fascismo, que se advierte dia, como Borges, quien junto con Bioy
en los opúsculos mencionados, en especial Casares polemizan desde Buenos Aires Li-
en “Nuestra actitud ante Europa” (1940), teraria contra Letra y Línea. En 1959 Oli-
donde la idea de un continente europeo verio traduce Una temporada en el infierno
decadente da lugar a cierto “vitalismo” y a de Arthur Rimbaud, junto con Enrique

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GIRRI G
Molina, y en 1960 graba un disco leyendo vida social y de su obra aparecen como la
varios de los poemas de En la masmédula. impronta personal que Girondo dejó en la
Varios homenajes marcaron el final de cultura argentina.
su vida. En 1962, la SADE organiza un A.L.
homenaje al cuadragésimo aniversario de + Méndez, Evar; Güiraldes,
Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, Ricardo; Molina, Enrique.
en el que intervienen Carlos Alberto Erro,
Cayetano Córdova Iturburu, Erique Moli- Girri, Alberto (Buenos Aires, 1919 -
na y Rafael Alberti; se edita la edición final 1991). Poeta, traductor y docente. En 1946
de En la masmédula en 1963, con treinta obtuvo el título de profesor de Literatura
y siete textos y un dibujo de Molina en la de la Facultad de Filosofía y Letras de la
cubierta. Aunque disminuido por un acci- UBA. A lo largo de su carrera poética fue
dente de auto, Girondo viaja a Europa con integrante conspicuo del grupo de la re-
Norah en 1965. Muere en Buenos Aires en vista Sur, publicación de la cual integró
1967 y es enterrado en el cementerio de la el comité de colaboración. Colaboró tam-
Recoleta. En 1968 se publican sus Obras bién en el diario La Nación y en revistas
completas, preparadas por Norah Lange y internacionales. Viajó a Europa en varias
Enrique Molina. Su colección de objetos y ocasiones (1959, 1968 y 1974). En 1964
libros –que incluye máscaras conseguidas obtuvo la beca Guggenheim para estudiar
en sus numerosos viajes– será vendida por en Estados Unidos literatura norteameri-
Norah en los años siguientes. cana. Se destacó como traductor, difusor y
El recorrido de Girondo y sus intereses antólogo de poesía inglesa y norteamerica-
variados han planteado varios problemas a na, que para su obra constituyó un modelo
la crítica; para la historia de la literatura y de expresividad. Sus referentes, reconoci-
de las ideas, resulta particularmente difícil dos por el mismo Girri, han sido: Donne,
sintetizar una vida y una obra tan variadas, Maxwell, Eliot, Pound, Wallace Stevens,
a primera vista contradictorias, así como William Carlos Willams, de quienes toma,
establecer intereses dominantes. Si la di- entre otras cosas, la inclusión de la refe-
ficultad de armonizar Veinte poemas para rencia cultural como material de la poe-
ser leídos en un tranvía y Campo nuestro ha sía (por ejemplo, “Epístola a Hieronymus
sido señalada, el reciente redescubrimiento Bosch”, en Examen de nuestra causa, de
de sus colecciones y sus intereses múltiples 1956; o “Pitágoras”, en Propiedades de la
llevan a reflexionar sobre la paradoja que magia, de 1959) y la desacralización de los
parece implicar su interés por el libro como temas poéticos tradicionales, relacionados
objeto de arte y por la difusión masiva y las básicamente con lo sentimental. Dentro
técnicas modernas de reproducción. Del de la literatura argentina, Girri reconoce la
mismo modo, la influencia de su obra debe influencia de Borges: “Con Borges apren-
ser pensada en el marco de la importancia dimos que se podía expresar en español sin
de su personalidad, y de los múltiples es- caer en lo ampuloso, lo meramente deco-
pacios de reflexión y creatividad que abrió rativo y vacuo”.1 A partir de El ojo (Losada,
a lo largo de su vida. Hoy esta variedad,
1. Entrevista realizada por S. Kovadloff, Crisis,
estas contradicciones y “disonancias” de su
nº 40, 1976.

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G GIRRI

1963) en casi todos sus textos aparece un Guillén.4 Poesía intelectual que, además,
apartado con el título de “Versiones”, tra- se autoanaliza. Así, por ejemplo, en 1972,
ducciones de los poetas que le interesan y mientras escribe el poemario En la letra,
que se plantean como un espacio de inter- ambigua selva, redacta Diario de un libro
sección entre su labor de traductor y su la- (ambos publicados por Sudamericana ese
bor poética. La obra de Girri se caracteriza año), texto en el cual sigue su propio pro-
porque toma como eje el concepto mismo ceso poético: “la mirada se vuelve así obser-
poesía. Y la concepción del poema como vación, pero en la medida en que propor-
modo de conocimiento determina sus op- ciona el sentido de la cosa misma a través
ciones estéticas. De allí la marcada cercanía de la palabra, también observa el lenguaje
que sus textos establecen con la filosofía o mismo”.5 Este análisis plantea una exigen-
con el discurso científico. Relación tópica te rigurosidad: “Escribir es examinar, hay
que, según la crítica, implica una “estruc- una tarea de investigación en la práctica
tura analítica, fórmulas, enumeraciones, de escritura, casi en el sentido académico
ejemplificaciones, referencialización (con- del término”.6 En este texto, fundamental
trapuesta a la enunciación) y una escasa para entender su recorrido, Girri sintetiza
metaforización”.1 El resultado es un bo- su particular poética: “cuanto más neutro
rramiento de límites entre prosa y poesía, el tono, mayor el poder expresivo” (Diario
una destrucción del concepto tradicional de un libro, p. 83). Y esta concepción de
de “lenguaje poético” y un acercamiento al la poesía se va construyendo a lo largo del
lenguaje cotidiano: “el ritmo de la poesía tiempo. En 1957, en su “Arte poética”,
de Girri [es] un hecho sintáctico antes que perteneciente a La penitencia y el mérito
musical, porque se construye según los hia- (Sur), planteaba el quehacer poético como
tos del pensar y no según los de la tradición “una teología creadora de objetos / que se
rítmica de la lengua castellana”.2 Asimismo, negarán a ser hostiles a Dios”. Pero pronto
la de Girri es una poesía intelectual –“que el poeta aprende que el mundo resulta irre-
la mano, mano y mano mental, / abs- ductible a la palabra, y ya en “Semántica”,
trae, del espacio / lo real en trazos, ideas de 1963, publicado en El ojo, dirá: “Nunca
visibles”–3 que sólo admite parangón, den- conseguiríamos / llegar a la médula, / atra-
tro de las letras hispánicas, con la de Jorge par / qué significó, exactamente, Dante
con amor, / qué quiso Sócrates con areté”.
1.  Baugart, C., Crespo, B. y Luzzani, T., “Las Esta idea trasciende finalmente el planteo
propuestas poéticas de vanguardia”, Capítulo. realidad-palabra y se dice: “más allá de la
Cuadernos de literatura argentina. La poesía del
verdad / está el estilo, / perfeccionador de
cuarenta, Buenos Aires, CEAL, 1985.
2.  Monteleone, J., “Figuraciones del obje-
to. Alberto Girri, Joaquín Gianuzzi, Hugo 4.  Monteleone, J., op. cit., p. 341.
Padeletti, Hugo Gola”, en Saítta, S. (dir.), El 5.  Ibíd., p. 344.
oficio se afirma. Historia crítica de la literatu- 6. Moscardi, M., “El tacto del ciego / Mirar el
ra argentina, Buenos Aires, Emecé, 2004, p. lenguaje. Crítica y poética en Alberto Girri”,
344. Boletín del Centro de Estudios de Teoría y Crítica
3.  Girri, A., “El dibujo es el poema”, El mo- Literaria, nº 13-14 (diciembre de 2007 - abril
tivo es el poema, Buenos Aires, Sudamericana, de 2008), Facultad de Humanidades y Artes,
1976. Universidad Nacional de Rosario, p. 95.

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GIRRI G
la verdad / porque en sí lleva / la prueba sía y luego de examinar conceptos como
de su existencia”.1 La preponderancia de “don”, “pericia”, “fuerza” y “energía”, arri-
la estética por encima del concepto de lo bará a la siguiente conclusión, que subra-
real y de la individualidad por encima de ya el carácter intelectual del poema: “una
lo colectivo provocó “Bellezas”, el célebre estructura / de palabras mosaicos de pala-
poema de Gelman, quien participa de una bras / en que cada voz irradia su eficacia
concepción de la poesía bien diferente, y / hacia la derecha, hacia la izquierda, / y
que apostrofa a Girri, a Octavio Paz y a sobre la totalidad, el conjunto” (p. 74). Su
José Lezama Lima de la manera siguiente: obra poética es vastísima y ha sido recogida
“Octavio José Alberto niños ¿por qué fin- en seis tomos por editorial Corregidor. A
gen que no llevan la / calma donde reina ésta deben sumarse las innumerables tra-
confusión? / ¿por qué no admiten que dan ducciones, antologías y prólogos realizados
valor a los oprimidos o suavidad o dulzura? para la edición de obras de la literatura
/ ¿Por qué se afilian como viejos a la vejez? inglesa, norteamericana e italiana. A lo
/ ¿por qué se pierden en detalles como la largo de su vida fue premiado en nume-
muerte personal?”.2 En la última parte de rosas ocasiones. Entre otros, recibió la Faja
su obra, el propio Girri mantiene la ambi- de honor de la SADE (1947); el Primer
valencia entre “inspiración” y “ciencia na- Premio Municipal de Poesía (1956); el
tural” como modelos de la poesía. Así, en Tercer Premio Nacional de Poesía (1958);
el texto “El poema como idea de la poesía”, el Premio “Leopoldo Lugones” del FNA
perteneciente al libro El motivo es el poema (1960); el Segundo Premio Nacional de
(Sudamericana, 1976; Poemas. Antología, Poesía y la Medalla de Oro del gobierno de
CEAL, 1982), después de desechar a las Italia (1962); el Primer Premio Nacional
Musas de Homero, la iluminación de de Poesía (1967); el Gran Premio de
Platón y la intervención divina en Dante la Fundación Argentina para la Poesía
como fuente poética, reconocerá: “Pero (1976); el Premio “Esteban Echeverría”,
tampoco ninguna / terminante prueba de la Asociación Gente de Letras (1989); y
hacia lo opuesto, / que el poema / se con- el Premio Poesía La Nación (1991).
duzca en la mente como un / experimento
en una ciencia natural, / y que la aptitud / Obra poética de Alberto Girri
combinatoria de la mente sea / la sola ins- Playa sola (Nova, 1946); Coronación de
piración reconocible” (p. 73). Finalmente, la espera (Botella al mar, 1947); Trece
en un texto del mismo libro –“Nunca un poemas (Botella al mar, 1949); El tiem-
poema es lo que su autor creyó”–, tras vol- po que destruye (Botella al mar, 1951);
ver a preguntarse por el sentido de la poe- Escándalo y soledades (Botella al mar,
1952); Línea de la vida (Sur, 1955);
1.  Girri, A., “A la poesía entendida como una Examen de nuestra causa (Sur, 1956);
manera de organizar la realidad, no de repre- La penitencia y el mérito (Sur, 1957);
sentarla”, Envíos, Buenos Aires, Sudamericana, Propiedades de la magia (Sur,1959); La
1967. condición necesaria (Sur, 1960); Elegías
2.  Gelman, J., “Bellezas”, Relaciones (1971- italianas (Sur, 1962); El ojo (Losada,
1973), en Interrupciones I, Buenos Aires, Seix
1963); Envíos (Sudamericana, 1967);
Barral, 1997.

• 573 •
G GITAROFF

Casa de la mente (Sudamericana, 1970); mi Stradivarius, publicada en 1980 por la


Valores diarios (Sudamericana, 1970); Editorial El Cid en Barcelona. Tiene dos
En la letra, ambigua selva (Sudamerica- novelas inéditas: Azulunala y ¿Son búlgaras
na, 1972); Poesía de observación (Sud- tus efes?
americana, 1973); Quien habla no está M. Cám.
muerto (Sudamericana, 1975); Galería
personal (Sudamericana, 1975); El mo- Giussani, Pablo (Oruro [Bolivia],
tivo es el poema (Sudamericana, 1976); 1928 - Buenos Aires, 1991). Radicado en
Bestiario (La Garza, 1976); Árbol de la la Argentina desde 1940, fundó y dirigió la
estirpe humana (Sudamericana, 1978); revista Che durante la década de 1960. Fue
Lo propio, lo de todos (Sudamericana, redactor para The Associated Press, colum-
1980); Homenaje a William Carlos Wi- nista de La Opinión y director del diario
lliams (Sudamericana, 1981); Los diez Noticias que pertenecía a Montoneros,
mandamientos (Estudio Abierto, 1981); dirigido por Miguel Bonasso. Giussani se
Poemas (CEAL, 1982); Borradores (Ga- distanció de esta última publicación por
lería Rubbers, 1982); Lírica de percep- diferencias con la organización y, después
ciones (Sudamericana, 1983); Páginas de del exilio en Roma (1976-1984) –donde
Alberto Girri seleccionadas por el autor trabajó para la agencia informativa Inter
(Celtia, 1983); Monodias (Sudamerica- Press Service– publicó un libro donde hacía
na, 1985); Existenciales (Sudamericana, la crítica de Montoneros: Montoneros. La
1986); Tramas de conflictos (Sudamerica- soberbia armada (Sudamericana / Planeta,
na, 1988); 1989/1990 (Fraterna, 1990); 1984). Ensayo de matices autobiográficos
Juegos alegóricos (Fraterna, 1993). –y en algunas pocas oportunidades auto-
M.E.F. crítico– que abona a la teoría de los dos
+ Gelman, Juan. demonios y sostiene que la militarización y
la glorificación de la violencia no sólo fue-
GITAROFF, Gloria (Buenos Aires, ron innecesarias, sino que desmovilizaron
1936). Escritora y psicoanalista. Como psi- a las masas, dejando sin efecto cualquier
cóloga clínica es miembro de la Asociación inclinación política hacia la izquierda.
Psicoanalítica Argentina y autora de Los Montoneros era, según esta perspectiva,
sueños (Longseller, 2003), ensayo intro- una organización de derecha, en consonan-
ductorio a la psicología profunda de los cia con la filiación fascista del peronismo.
sueños que tuvo gran difusión. Publica ar- Su crítica a la violencia de la guerrilla, por
tículos en revistas científicas de su especia- otro lado, deja entrever cierta responsabi-
lidad en el país y en el extranjero e integra lización por la represión y una condena al
comités editores de Argentina y el exterior. peronismo, en todas sus manifestaciones,
Conformó el comité editor del volumen como culpable de la inestabilidad políti-
8 (2008) de la Revista Latinoamericana ca. Durante la década de 1980, junto con
de Psicoanálisis, editada por la Federación José Aricó, fue uno de los intelectuales que
Psicoanalítica de América Latina. En –llegados desde la izquierda– ofrecieron
1979 obtuvo el Premio Novela Inédita del su apoyo incondicional a Alfonsín, cu-
Fondo Nacional de las Artes por Te presto yos discursos escribió junto a Juan Carlos

• 574 •
GLIKMAN G
Portantiero y Juan Carlos Torre. Durante En Menem… retoma la matriz más inter-
esa época, también trabajó como periodis- pretativa de Montoneros… para intentar
ta en el semanario Expreso, El ciudadano, dilucidar si el flamante presidente es un
Tiempo argentino y La Razón. continuador o un opositor del peronismo
En este último publicó una serie de co- histórico. Y, también como en aquél, la
lumnas que más tarde fueron compiladas mayor parte de la argumentación recae en
bajo el título de Los días de Alfonsín (Le- la condena a Perón y al peronismo como
gasa, 1986). Son escritos de interpelación un movimiento que, al pretender igualarse
más que de interpretación, donde Giussani a la nación, no tolera divergencias y, ne-
defiende las instituciones de la democracia cesariamente, deviene dictadura. Menem
contra todos los que las hacen tambalear comparte con Perón la antipartidocracia,
–tanto desde la derecha como desde la iz- el corporativismo y el movimientismo. A
quierda. Así, hace lo mismo que recomien- la vez, es un continuador de sus políticas
da para las organizaciones de Derechos económicas en tanto el Estado empresario
Humanos: despolitizarse, lo que en ambos de Perón no sería más que un rodeo para
casos significa desvincularse de la izquier- llegar al liberalismo económico sin un em-
da. Durante el seguimiento del juicio a las presariado al cual aliarse. Pero la oposición
Juntas Militares, para Giussani lo central es doble: si Menem se diferencia de Perón
de la condena a la represión no es ideoló- porque no instaura un Estado totalitario,
gico sino un reclamo por la ausencia de también lo hace de Alfonsín porque la
medios legítimos. De la misma manera, la transición democrática que explicaba la
defensa aparece condenada por usar recur- inestabilidad durante su gobierno, en Me-
sos ilegítimos, mientras que las Fuerzas Ar- nem, es sólo transición.
madas aparecen como una institución de la M.A.
democracia que debe ser sostenida. En ese + Aricó, José; Bonasso, Miguel.
sentido, Alfonsín es interpretado como un
cambio o una excepción en tanto encarna Glikman, Nora (La Pampa, 1945).
la legitimidad. No sólo en Lo días de Al- Narradora, dramaturga de fama interna-
fonsín, sino también en los dos libros que cional, traductora y ensayista, se desempe-
siguieron a éste –¿Por qué, Dr. Alfonsín? ña como profesora de español. Se especia-
(Sudamericana / Planeta, 1987) y Menem: lizó en literatura y cine latinoamericanos
su lógica secreta (Sudamericana, 1990)–, el en el Queens College de la City University
líder es exaltado por ser lo contrario a lo of New York. Realizó estudios en Israel y
antidemocrático de los gobiernos anterio- Estados Unidos, donde finalmente se ra-
res, fueran de hecho o de derecho. El pri- dicó en 1965.
mero es una entrevista en la que Giussani Ha investigado sobre el judaísmo en La-
–que considera a Alfonsín un hombre de tinoamérica y dentro de ese tema aborda
proyectos, doblemente bueno porque se en sus trabajos, fundamentalmente, dos
deja entrevistar durante su mandato– le da cuestiones: una corresponde a la represen-
una oportunidad para explicar sus medidas tación del judío en las literaturas argen-
de gobierno: el Plan Austral, el traslado de tina y brasileña; la otra, a la situación de
la Capital Federal, la Ley de Punto Final. las mujeres judías en distintos momentos

• 575 •
G GOBELLO

de la historia. Ha escrito diversos ensayos diálogo entre ambos, recuerda cómo, tras
y ha dictado conferencias sobre ambas haber sido cadete en El Pueblo por tres
cuestiones; también toma estos temas para años, comenzó con la labor periodística
su producción de ficción. En cuanto a su propiamente dicha: “En 1939 llegó al país
obra narrativa, cabe mencionar: Uno de sus de visita Indalecio Prieto, que había sido
Juanes y otros cuentos (De La Flor, 1983); ministro de la República Española. Yo era
Mujeres, memorias, malogros (cuentos y franquista y escribí una carta abierta al visi-
audio) (Milá, 1991) y Puerta entreabierta tante, se la pasé al director Sanguinetti con
(Corregidor, 2004), que complementa la una esquelita que decía: ‘Me gustaría ver
producción de relatos breves cuya pro- esto publicado, pero no me voy a enojar si
tagonista se las arregla para sobrevivir en lo tira al canasto’. Con gran sorpresa, al día
un mundo que le resulta, a la vez, familiar siguiente, 11 de enero de 1939, vi mi car-
y ajeno. Por lo que atañe a sus dramatur- ta publicada, muy destacadamente en un
gias: Noticias de suburbio (en el voluman página de El Pueblo. Sanguinetti me con-
Dramaturgia femenina contemporánea, con vocó a su despacho, me felicitó –él era más
un estudio preliminar de F. Schiminovich, franquista que yo– y me dijo que desde ese
Universidad de Antioquía, 1997), Un día momento yo dejaba de ser cadete”.1
en Nueva York (en Brújula, nº 21 [invierno Franquista entonces, peronista luego.
1995]), Liturgias y Una tal Raquel (1984). Porque también escribió para El Diario de
Sus obras teatrales se publican en 2000 en Paraná –a partir de 1944– y Democracia
una edición bilingüe español-inglés, donde –creado en 1945–: el primero funcionaba
también se incluye su obra Dos Charlottes intervenido tras el Golpe del 43, el segun-
(Nueva Generación, 2004). do ya era abiertamente peronista (su lema:
M.L.C. “Somos peronistas porque somos demócra-
tas”). En este último se destacó como edi-
Gobello, José (Martínez [Buenos torialista e hizo conocido su pseudónimo
Aires], 1919). Nació en el seno de una fa- de Belgo. También, mientras trabajaba en
milia de inmigrantes italianos. Sus prime- Democracia, comenzó a militar en el sindi-
ros trabajos en el campo de las letras fueron calismo y formó parte del núcleo fundador
volúmenes de poesía, que luego pasaron del Sindicato Argentino de Prensa. Desde
desapercibidos en el marco de su cuantiosa dentro de esta entidad, Gobello llegó a ser
obra. Es periodista, lexicógrafo y uno de diputado, representante de la provincia de
los principales investigadores del tango y Buenos Aires, uno de los candidatos que
el lunfardo. Editó numerosos dicciona- la CGT presentaba al Partido Peronista.
rios sistematizando la lengua coloquial de Ocupó el cargo de diputado desde 1952
Buenos Aires y renovando cada volumen hasta 1955, poco antes de los incendios a
de acuerdo con las últimas variantes léxicas las basílicas más importantes de Buenos
e investigaciones etimológicas. Aires adjudicados a militantes peronistas
Comenzó a transitar la carrera de perio- como consecuencia del enfrentamiento de
dista en 1939 en el diario El Pueblo. En
sus memorias, publicadas por su discípu- 1.  Oliveri, M., José Gobello. Sus escritos, sus
ideas, sus amores, Buenos Aires, Corregidor,
lo Marcelo Oliveri y relatadas a modo de
2002, p. 23.

• 576 •
GOBELLO G
Perón con la Iglesia católica. Este conflicto vicio Informativo Continental y también
se le presenta a Gobello como una bisagra como reportero free lance.
ideológica y a raíz también de la muerte de Finalmente, en cuanto a su recorrido
Eva Perón –a quien considera la figura más ideológico, su “antizurdismo” y “antifide-
admirable dentro del peronismo– establece lismo” desembocaron en la defensa de los
ciertas diferencias con el movimiento. Has- gobiernos dictatoriales de Juan Carlos On-
ta ese momento, no sólo había apoyado las ganía y Jorge Rafael Videla. Respecto del
políticas del gobierno peronista, sino que primero, esboza una siniestra y por demás
lo había representado en el Congreso, pero estirada concepción de progresismo cuan-
–como él mismo se definió en una entre- do sostiene que “el suyo fue un gobierno
vista reciente– “yo antes de ser peronista y progresista, que tal vez pudiera compararse
argentino soy católico. A mí la Iglesia no con el de Porfirio Díaz […]. Todavía hoy
me la toquen. Ni Perón, ni Kirchner, ni se añora el gobierno del general Onga-
nadie. No sé si está bien o mal, pero soy nía, que eliminó la inflación, puso al día
así. Yo soy antizurdo y antifidelista porque los pagos de las prestaciones jubilatorias y
creo que eso es una gran farsa”.1 desarrolló grandes obras hidroeléctricas y
Si bien ya no pertenecía al Poder Legis- atómicas y eliminó, sin medidas especta-
lativo cuando estalló la Revolución Liber- culares, con sólo su acción de presencia, a
tadora, fue uno de los legisladores peronis- la delincuencia que sembraba inseguridad
tas encarcelados por las nuevas autoridades en las calles”.2
bajo el cargo de traición a la patria. Estuvo Respecto de su relación con Videla, el
preso durante dos años en la cárcel de Ca- compromiso fue mayor. En sus memo-
seros y desde allí presenció los avatares del rias antes citadas, hay un capítulo ente-
levantamiento armado del general Valle ro dedicado a su amistad entre ambos y
en 1956, cuyo fracaso llevó a Gobello a la allí Gobello cuenta que dejó inconcluso
escritura del patético poema “El presiden- el proyecto de escribir un libro basado en
te duerme”, en el que recrea el pedido de las memorias del dictador, proyecto que
misericordia de la esposa de uno de los mi- hubiera también posibilitado su deseo
litares fusilados. intelectual de convertirse en una especie
Indultado por Aramburu en 1957, Go- de consejero del príncipe, de intelectual
bello recuperó la libertad y volvió al perio- orgánico al poder. “Me habría gustado
dismo a través del periódico Norte, órga- –confiesa Gobello– ser para Videla lo que
no de difusión del peronismo, entonces Sarmiento fue para Urquiza y su Ejérci-
proscripto. La candidatura de Frondizi lo to Grande, el boletinero”.3 Los elogios a
encontró haciendo campaña por el voto en Videla como presidente de facto tienen la
blanco ya que se oponía a la fórmula Fron- misma orientación que los que le rinde a
dizi-Gómez, táctica que auspició el mismo Onganía. Elogia sus intenciones de paci-
general con el pacto Perón-Frondizi. ficar el país y justifica, con la insostenible
Durante los años de la proscripción, hipótesis de la guerra contra la subversión,
Gobello siguió su labor periodística; traba- su accionar en el golpe de 1976.
jó –por ejemplo– para la agencia del Ser- 2.  Oliveri, op. cit., p. 170.
1.  Revista El Abasto, nº 68 (agosto), 2005. 3.  Ibíd., p. 32.

• 577 •
G GOBELLO

La Academia Porteña del Lunfardo. Fue fardía (Argos, 1953). Lunfardía constitu-
secretario desde su fundación y es presi- ye el inicio de una serie de investigaciones
dente desde 1995 de esta institución oxi- que irán enriqueciendo y perfeccionando
morónica, creada por él en 1962 junto con los trabajos subsiguientes, pero adelanta
León Benarós y Luis Soler Cañas, pero que ya las principales hipótesis a partir de las
ya venía acaparando las cabezas de poetas y cuales Gobello entiende el lunfardo. Aquí
periodistas del palo y que cooptó también pretende realizar un catálogo inicial de vo-
a escritores que habían actuado en las in- ces porteñas, cuyos orígenes son diversos,
mediaciones del grupo de Boedo, como Ni- generalmente inmigratorios; se destacan
colás Olivari –miembro fundador y uno de los italianismos y dialectismos italianos,
sus principales promotores–, César Tiempo, germanismos, voces del caló, galicismos,
Álvaro Yunque y Lorenzo Stanchina. Tam- casticismos y sólo algunos indigenismos.
bién formaron –o aún forman– parte de Así es como llega a caracterizar el lunfar-
ella personalidades como Edmundo Rivero, do como un lenguaje cosmopolita utiliza-
Sebastián Piana, Horacio Ferrer y Bernardo do fundamentalmente –pero no de forma
Verbitsky. Entre sus funciones principales exclusiva– por sectores marginados, no
se cuentan las de desarrollar y difundir in- necesariamente criminales. En este último
vestigaciones acerca de la lengua coloquial punto Gobello se aparta de los trabajos
porteña. Ante el lema: “Limpia, brilla y que toma como antecedentes: los artículos
da esplendor” de la RAE, la Academia del publicados en La Nación por el periodista
Lunfardo erige el suyo: “El pueblo agran- Benigno Lugones hacia 1879, la Contribu-
da el idioma”. Pero no por porteña y lun- ción al estudio de la psicología criminal. El
farda deja de ser una academia, por lo que idioma del delito (1894) de Antonio Delle-
articula con otras instituciones académicas piane y las Memorias de un vigilante (1897)
prestigiosas; de hecho uno de sus anterio- de Fray Mocho (seud. de José S. Álvarez),
res presidentes, Marcos Augusto Morínigo, firmadas con el seudónimo de Fabio Ca-
fue también miembro correspondiente de la rrizo. Gobello se aparta de estos trabajos
RAE, y los académicos del lunfardo se vana- en tanto para sus autores el lunfardo cons-
glorian de haber tenido entre sus líneas un tituía un código en estrecha relación con el
Premio Nobel: Camilo José Cela. Gobello, delito. Gobello, por el contrario, define el
por su parte, intentó acrecentar la cantidad lunfardo como un habla porteña, a la que
de miembros integrando a quienes fueron la jerga criminal le adiciona sólo unos po-
grandes amigos suyos, como el cardenal cos términos. Y lo diferencia también de
Quarracino o Castiñeira de Dios; en ambos la lengua literaria creada por saineteros y
casos, la petición fue rechazada por el resto tangueros, que no representaría mecáni-
de los académicos. camente el habla de los compadritos, sino
Respecto de las investigaciones de Go- que –al modo de la gauchesca– entiende
bello sobre el lunfardo, éstas comienzan en como una construcción literaria. De esta
la década del 40 con una serie de artículos manera, antes que remedar, el lunfardo li-
publicados en la revista Aquí está, los cua- terario aportaría nuevos términos al léxico
les significaron un ensayo para la que sería coloquial porteño. En un trabajo muy pos-
la obra más emblemática del autor, Lun- terior, El lunfardo (Montevideo, Géminis,

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GOBELLO G
1980), Gobello afila esta diferenciación: taminadas por dicho ambiente. Al igual
“[el compadrito] si bien incorpora tales que el lunfardo, es un híbrido cosmopolita
términos en su habla, no forma con ellos motorizado por el fenómeno inmigratorio;
un habla distinta a la que viene empleando su vertiente musical reconoce influencias
para expresarse; simplemente la enriquece variadas, entre ellas, la habanera cubana, el
con algunos términos que le sirven para candombe, el tango andaluz y la milonga.
salpimentar el discurso. Quienes crean con En una segunda etapa, la de la cosmópolis
esos términos un habla distinta son los sai- –como define Gobello a la urbe moderna
neteros, los periodistas, los letristas de tan- de las primeras décadas del siglo XX–, Pas-
go” (pp. VI-VII). cual Contursi introduce un primer (gran)
Entre los trabajos que Gobello publi- cambio al recubrir el lunfardo de una sig-
có sobre el asunto, se pueden mencionar: nificación más sofisticada y pasar de la al-
Breve diccionario de lunfardo (Peña Lillo, garabía rufianesca a un “tango argumenta-
1959; en colaboración con Luciano Pa- do”. Finalmente, la última etapa del tango
yet); Primera antología lunfarda (Las Ori- encuentra a su representante de vanguardia
llas, 1961; en colaboración con Luis Soler en Astor Piazzolla, a quien Gobello dedicó
Cañas); Nueva antología lunfarda (Plus una crítica elogiosa, en ocasión del abu-
Ultra, 1972); Diccionario lunfardo (Peña cheo de Sinfonía de Buenos Aires.1
Lillo, 1975); Nuevo diccionario lunfardo En su Crónica general del tango, explica
(Corregidor, 1990); Vocabulario ideológico este constante aggiornamiento del género
del lunfardo (Corregidor, 1998; en colabo- en tanto su “sustancia” es “la aptitud para
ración con Irene Amuchástegui); Novísimo expresar los sentimientos del porteño y,
diccionario lunfardo (Corregidor, 2004; en por extensión, del argentino” (p. 245). A
colaboración con Marcelo Oliveri). En este esta idea de que el tango se adecua al deve-
último los autores incorporan sus investi- nir histórico del porteño (devenir y –sobre
gaciones sobre los términos creados tras la todo– evolución son palabras que se repi-
crisis de 2001. ten es todos sus textos), Gobello le agrega
El tango. Es la otra gran línea de su obra, –en una conferencia de 1996– la hipótesis
que cuenta con las siguientes publicacio- de que el género atravesó un proceso de
nes: Conversando tangos (Peña Lillo, 1976); “delupanarización”.2 De acuerdo con este
Crónica general del tango (Fraterna, 1980); proceso, la estética tanguera va dejando el
Breve historia crítica del tango (Corregidor, gusto por lo marginal y prostibulario para
1999) y también colaboraciones en el tra- perfeccionar un lirismo de barrio (Manzi),
bajo colectivo La historia del tango, editado una música innovadora (De Caro) o un
por Corregidor a partir de 1976. ética compleja (Discépolo). El momento
El tango para Gobello es una tría- clave es 1926 porque –además de las inno-
da compuesta por baile, canto y música. vaciones mencionadas– significa el estreno
También su historia consta de tres etapas de dos composiciones que encarnan mo-
y puede ser resumida –en una síntesis por
demás apretada– de la siguiente forma. 1.  Pobre Diablo, 24/11/1954.
Surge como una coreografía de prostíbulo, 2.  Gobello, J., La deslupanarización del tan-
go, Buenos Aires, Academia Porteña del
de modo que las primeras letras están con-
Lunfardo, 1996.

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G GOLA

delos contrapuestos: el del tango queren- Ha realizado un importante trabajo


dón representado por Caminito de Gabi- como difusor de poesía. Como encarga-
no Coria Peñaloza y el modelo canallesco do de Publicaciones de la Universidad del
de El ciruja de Francisco Alfredo Marino. Litoral “promovió una decisiva colección
Si bien El ciruja significa el ejemplo más de ensayos y de poesía que incluía, entre
acabado del lunfardo en el tango, Gobello otros títulos, las obras de Hugo Padeletti,
celebra la imposición del lenguaje más cui- de José Pedroni, de Juan L. Ortiz, así como
dado del primer modelo, que finalmente también los ensayos de Edgar Bayley, de
triunfa en el exterior. Concluye entonces Ricardo Piglia y del historiador Agustín
su conferencia con la idea de que “tal vez Zapata Gollán”.2 En México, a través de la
en 1926 la letra del tango haya comenzado Universidad Autónoma de Puebla, publicó
a convertirse en género literario”. tres tomos titulados El poeta y su trabajo,
C.B. en los que desarrolla temas relativos a la
poesía y a las poéticas. Fundó también la
Gola, Hugo (Pilar [Santa Fe], 1927). revista trimestral Poesía y poética, que salió
Poeta, crítico, traductor y docente. Se desde 1990 hasta el 2000. A partir de esta
recibió de abogado en la Universidad fecha dirige la revista El poeta y su trabajo,
Nacional del Litoral. En 1962 fue profesor una continuación de la anterior. En cuanto
de la cátedra de Integración Cultural en el a sus influencias (declaradas por el mismo
Instituto de Cine de la misma universidad. Gola): la poesía norteamericana de Eliot y
Poeta de la “zona”, a lo largo de la década de William Carlos Williams, Paul Valéry,
del 60, participó activamente en la vida Ungaretti, Pavese. Dentro de la poesía ar-
intelectual santafesina, como lo reconoce gentina, su referente indiscutido es Juan L.
su amigo J.J. Saer: “Conozco a Hugo Gola Ortiz: “Su reconocida influencia central, el
desde hace casi cincuenta años, y si tuviese espacio de la tradición con el cual dialo-
que definir el rasgo principal de su perso- ga, es la de Juan L. Ortiz, obra atravesada
nalidad no vacilaría un segundo en afirmar por la articulación de una poesía riguro-
que se trata de su total y permanente dedi- samente conceptual y a la vez sensitiva”.3
cación a la poesía”.1 Por ejemplo, de Juanele toma el manejo
En 1975 marcha al exilio en Londres, de la espacialidad del poema, con versos
pero a partir del año siguiente se afinca en que van avanzando sobre la página sin
México, donde se desempeña como profe- respeto por el margen. De su maestro re-
sor de la Universidad Interamericana has- coge también las enseñanzas de budismo
ta la fecha de su regreso a la Argentina. El zen, tal como el concepto de “vacuidad”,
1986 vuelve a Santa Fe y trabaja en la Uni- que se hace evidente, sobre todo, a partir
versidad del Litoral hasta 1989. A partir de de Siete poemas: “demoré tanto tiempo /
ese momento se radica definitivamente en para encontrar la palabra / y cuando llega
México, donde nuevamente se hace cargo / ya no me sirve” (“El círculo de fuego”,
de su cátedra hasta 1997. p. 107). Su obra poética está compuesta

1.  Saer, J.J., “Hugo Gola”, en Gola, H., 2.  Saer, op. cit., p. 10.
Filtraciones. Poemas reunidos, México, FCE, 3.  Monteleone, J., “El oficio del poeta”, La
2004. Nación, 06/03/2005.

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GOLA G
por siete libros: Veinticinco poemas, 1956- zona”, término inaugurado por la labor or-
1959 (Santa Fe, 1961); Poemas 1960-1963 ticiana, exasperado por la obra de Saer y
(Santa Fe, 1964); El círculo de fuego, 1964- siempre presente, aun en el exilio, en Gola.
1967 (Rosario, 1968); Siete poemas, 1982- La presencia del espacio es notable desde
1984 (Santa Fe, 1984), reeditados todos el primer libro –“Aquí / además / existen
por la Universidad Nacional del Litoral en hojas / que no han sido taladas” (Veinticin-
1987; Filtraciones (México, Universidad co poemas, p. 34)– hasta sus últimos tex-
Iberoamericana / Artes de México, 1996); tos: “Desde mi ventana / veo / las ramas
Ramas sueltas (México, FCE, 2004), reco- oscuras / del jacarandá / […] en la fosa /
pilados bajo el título de Filtraciones (Méxi- apacible / de la memoria” (Ramas sueltas,
co, FCE, 2004); y Retornas 2005-2007 p. 321). La segunda constante es el fluir
(Córdoba, Alción, 2008). En el año 2007 temporal, verdadero eje temático de sus li-
publicó Prosas (Córdoba, Alción), consti- bros. La conciencia de la finitud se plantea
tuido por apuntes alrededor del concepto como unida a la concepción de la poesía.
de poesía y de la labor del poeta. Los pri- Así, en un reportaje confiesa: “Yo realmen-
meros libros presentan poemas sin título, te no escribo nunca un libro, no hago más
con verso corto, sin rima, con abundante que escribir poemas […]. Esta presión
uso de la imagen visual “saeriana”. Se trata del instante es la que va produciendo una
de una poesía de introspección que arma su suma de poemas que luego organizo en un
propio interlocutor (el corazón, el ser ama- libro”.2 La tercera constante es la reflexión
do): “Era fácil andar / los ríos no tenían / sobre el quehacer poético llevada a cabo en
ni siquiera un nombre / la luz te sorpren- el mismo texto artístico. Desde el planteo
día / y el sopor del verano / no alcanzaba a rubendariano de la “página blanca” –“ge-
apagar / el delirio de la siesta” (Veinticinco neralmente empiezo / sin saber todavía /
poemas, p. 54). A partir del esencial Siete cuál será el rumbo definitivo / de la mar-
poemas, el texto cobra extensión: “ha sido cha / […] y del pozo sigue surgiendo / un
en los últimos años que el poema largo, líquido incoloro / incontenible / un líqui-
construido a partir de secuencias temáti- do que reconozco / y que lleva las señales /
cas y de variaciones rítmicas y fónicas […] de todo lo pasado por mí / como si hubiera
ha constituido lo esencial de su tarea”.1 En sido elaborado / en la combustión perma-
su obra poética, Jorge Monteleone reco- nente de mis estados” (El círculo de fuego,
noce cuatro etapas: la primera abarca los p. 132)– hasta la misión de la poesía –“el
tres primeros libros; la segunda se centra poema lo puede / sino el poema / ¿quién?
en el fundamental Siete poemas; la terce- / revelar revelar” (Ramas sueltas, p. 275)–
ra es ocupada por Filtraciones; y la cuarta todo es poetizado. Por último, una cons-
arranca con Ramas sueltas. Si bien el crítico tante puramente formal: la búsqueda de la
marca las etapas a partir de la evolución y musicalidad. Pero no de una musicalidad
las diferencias que cada momento presen- “modernista”, de brillante sonoridad, sino
ta, en la obra de Gola es posible señalar “antes que nada un llamado rítmico, mu-
también algunas constantes. La primera
consiste en reconocerse como poeta de “la 2.  Monchietti, G., “Jugar con fuego: obede-
cer a lo que no se elige”, disponible on line:
1.  Saer, op. cit., p. 11. <www.hablandodelasunto.com.ar/?p=788>.

• 581 •
G GOLDAR

sical, un soliloquio expresado siempre con ejercicio poético en el que no elude un tex-
una entonación, un léxico, un paisaje in- to sobre el tango que transita a través de la
terno y externo, un fraseo inconfundible”.1 ciudad ciertos lugares comunes del género:
Así, por ejemplo: “Sólo sonidos sordos / si- “Un tango es Corrientes y Medrano, / Plaza
lentes / silbantes / salvajes / sucesivamente Flores, Boedo y San Ignacio en la cortada,
ciertos / suelen subir / o someterse / sos- / Independencia y Balcarce por mi barrio.
tener situaciones” (Filtraciones, VI, 1). La / Se trata de un rasgueo tan melodramáti-
fundación Konex le otorgó el Diploma al co / Que sería bueno nadie nos vea tara-
Mérito en 2004. La Universidad Nacional rearlo / para salvar ceremoniosamente ese
del Litoral lo nombró Profesor Honorario cacho de vergüenza / que nos queda”. En
en 2008. Buenos Aires. Vida cotidiana en la década del
M.E.F. ’50 (Plus Ultra, 1980, reeditado en 1992 y
+ Saer, Juan José; Ortiz, Juan L. 1995) registra algunas expresiones típicas de
los años peronistas como “estar en la poma-
GOLDAR, Ernesto (Buenos Aires, s/d). da”, “ver el noticiario”, “emperifollarse” y
Escritor e historiador, también se desempe- ser “paquetón”, con un afán sociológico que
ña como periodista y docente, y aunque el procura una evidente proximidad, ya visible
grueso de su producción consiste en ensayos, en el título, con Buenos Aires, vida cotidia-
ha publicado algunos libros de poesía. Fue na y alienación (1964), de Juan José Sebreli.
asesor cinematográfico, candidato a senador En el mismo CEAL en el que difundió
y jurado de organismos nacionales y metro- numerosos trabajos, también participó de
politanos. Sus primeros libros aparecen en otro emprendimiento histórico-sociológico
la década de 1970: El peronismo en la lite- como el que consta en el volumen colecti-
ratura argentina (Freeland, 1971); La “mala vo Lugares y modos de diversión, junto con
vida” (CEAL, 1971); La revolución mexi- Ricardo Rodríguez Molas y J.C. Giusti.
cana (CEAL, 1972); La revolución argelina En Proceso a Roberto Arlt (Plus Ultra,
(CEAL, 1972) y La descolonización ideológi- 1985, reeditado por Andrés Camacho,
ca (Peña Lillo, 1973). Su inclinación políti- 2000) retoma la investigación literaria (y
ca se orientó hacia el nacionalismo popular, manifiesta una afinidad que se revela en el
como lo confirma tanto su participación poemario Erdosain recobrado), mientras en
como autor en la editorial Peña Lillo como Los argentinos y la Guerra Civil Española
algunas de sus colaboraciones periodísticas (Contrapunto, 1986, reeditado en Plus Ul-
en esos mismos años: el rescate de Raúl tra, 1998), Goldar enciende una polémica
Scalabrini Ortiz (a quien dedicó un artículo al situar entre los partidarios del franquis-
de evocación en Primera Plana en 1972) y mo a Julio Cortázar, más exactamente como
el reconocimiento que dio vida a Jauretche, miembro de una sección de socorro falan-
editado en forma de Cuaderno de la revista gista, junto al nacionalista Sigfrido Radaelli.
Crisis en 1975). Su primer libro de poesías es ¿Qué hacer con Perón muerto? (Utopías del
Feria en San Telmo (Rayuela, 1977). Instinto Sur, 1990) insiste en una de sus preocupa-
de conversación (La esfera, 1980, reeditado ciones centrales en la historia política ar-
en Último Reino, 2003) es su siguiente gentina, la figura del general Perón, que ese
mismo año indaga en el ensayo “Taco Ralo-
1.  Saer, op. cit., p. 12.

• 582 •
GOLDBERG G
FAP. La primera guerrilla peronista” (Todo GOLDBERG, Mauricio (Buenos Aires,
es Historia, nº 273 [marzo 1990]). El paso 1950). Novelista. Su obra está centrada en
del predominio peronista al alfonsinista tras la inmigración judía en la Argentina y en la
la dictadura militar es indagado en La clase importancia de mantener viva la identidad
media en el ’83 (Plus Ultra, 1994). En John de su pueblo. Publicó en Buenos Aires sus
William Cooke y el peronismo revolucionario libros La soledad de Trillo (Pardes, 1982); A
(Editores de América Latina, 2004) recupe- contramano (Losada, 1983); Donde sopla la
ra a una de las figuras más significativas del nostalgia (Grupo Editor Latinoamericano,
nacionalismo popular, a la que define como 1985); Reyes sin corona (Galerna, 1987);
“militante y teórico que ratifica su propia La vida es otra cosa (Galerna, 1993) y
praxis, guiando el camino y acompañando Kadish para el hombre de la valija (Galerna,
la marcha”, destacando su actitud de procu- 2004).
rar convertir a Perón en líder de una revolu- N.G. y M.F.P.
ción liberadora de alcance latinoamericano,
tras su experiencia en la Cuba de la década Goligorsky, Eduardo (Buenos
de 1960. La última producción de Goldar, Aires, 30/03/1931). Escritor, traductor,
de orden poético, reúne bajo el título En voz ensayista, asesor editorial y periodista. Sus
desmayada y baja (Vinciguerra, 2009) cinco aportes al género de la ciencia ficción cons-
libros: Poeta natural; Bien polenta; Pastoral; tituyen lo más relevante de su obra. En
Erdosain recobrado y Manera de valer. Gol- 1960 publica, bajo el seudónimo de James
dar es socio honorario de la SADE y de la Alistair, en la editorial Compañía General
SEA, obtuvo el Premio Oesterheld e integró Fabril Editora, Lloro a mis muertos, una no-
varias antologías, entre ellas: Poetas argenti- vela policial. Más adelante aparecen otros
nos del siglo XXI (2005); Legado de poetas, títulos de menor importancia, dentro del
poesía social argentina (2007); Poesía argen- mismo género, en colecciones populares de
tina contemporánea (2007) y Poetas y putas Malinca y Acme Agency, que firma también
(2008). con sendos nombres falsos como Ralph
En una de sus intervenciones intelectua- Fletcher, Roy Wilson, Mark Pritchart, etc.
les, en enero de 2005, Goldar fue uno de En 1963, con el cuento “Un tipo de fierro”,
los firmantes de la carta abierta que advierte obtiene una mención en el segundo concur-
sobre el retorno del Plan Cóndor a América so de cuentos de la revista El Escarabajo de
Latina con motivo del secuestro de Rodri- Oro y en 1965, la revista Hoy en la Cultura
go Granda en territorio venezolano, de- selecciona su cuento “Uno Menos”, que
nunciando la connivencia del gobierno de luego se publica en la antología XII cuentos
Colombia con el imperialismo de Estados argentinos, por la editorial que lleva el mis-
Unidos. A fines de ese año también firmó mo nombre que la revista.
una solicitada en repudio a la presencia del En colaboración con Alberto Vanasco,
presidente George Bush en la Argentina con en junio de 1966, edita la colección de
motivo de la cumbre del ALCA. cuentos de ciencia ficción Memorias del
M.C. futuro, bajo el auspicio editorial de la lue-
+ Jauretche, Arturo; go célebre revista Minotauro, en su prime-
Scalabrini Ortiz, Raúl. ra época. 1967 es el año de aparición de

• 583 •
G GOLIGORSKY

Adiós al mañana, conjunto de relatos del aberraciones que los bárbaros encubrían
mismo género en el que nuevamente se bajo el engañoso nombre de civilización”
imbrican composiciones de Vanasco junto (p. 41). El narrador-protagonista escribe,
a las de nuestro autor, y donde aparecen los con su pie sobre la tierra, especulaciones
primeros atisbos de una mirada más bien sobre el mundo exterior, “divagaciones”
amarga, distópica, respecto de la evolución que inmediatamente borra para no des-
de la especie humana, que teñirá toda su pertar la curiosidad de los guardias. Otro
obra. Cabe destacar cierta incursión hu- tanto podemos encontrar en el cuento “En
morística en cuentos como “La cicatriz el último reducto”: Buenos Aires, en un fu-
de Venus”, que presenta un inesperado turo lejano e indeterminado, es un lodazal
desenlace en la insólita relación amorosa transitado por carretas, con faroles de ke-
que se establece entre un astronauta y una rosén en las esquinas, pantanos en la costa,
venusina; no exenta, esta última, de una pero surcada por platos voladores que no
interesante reflexión en torno a la relación aterrizan por temor a ser acribillados por
de géneros. En agosto de 1968, “espantado “el Régimen”. Éste cerró sus fronteras al
por la dictadura de Onganía”, parte hacia “espejismo materialista”, “a la tentación
Europa; pero, en esta primera ocasión, se del materialismo que ha subyugado al
quedará poco tiempo allí. El mismo año mundo”. Y proclama: “Somos el último re-
prepara una antología de autores argen- ducto de la civilización occidental. ¡No nos
tinos encargada por Minotauro, titulada asusta estar solos!” (p. 31). El protagonista
Los argentinos en la luna. En 1976, aban- del cuento, perseguido por “el Régimen”,
dona definitivamente el país rumbo a un lucha infructuosamente por huir.
autoexilio forzado por las condiciones que Para concluir, cabe señalar que en 1978
impone el golpe institucional y el terro- aparece Pesadillas, novela del género terror.
rismo de Estado. Se radica en España. Al En 1983, publica Carta abierta de un ex-
año siguiente, publica A la sombra de los patriado a sus compatriotas y en 2002, Por
bárbaros (colección “Gaudeamus”, Barce- amor a Cataluña, un homenaje a la ciudad
lona, Ediciones Acervo, 1977), libro que que lo acogió en 1976.
reúne una serie de cuentos escritos entre
1965 y 1972. Aquí termina de desarrollar Obra de Eduardo Goligorsky
una hipótesis que, como dijimos, atraviesa Lloro a mis muertos (Compañía General
su producción de textos de ficción cien- Fabril Editora, 1960); Memorias del fu-
tífica: hay un impulso que el autor llama turo (Minotauro, 1966; en colaboración
regresivo, en términos de desarrollo huma- con Alberto Vanasco); Adiós al mañana
no, cada vez que plantea una prospectiva (Minotauro, 1967; en colaboración con
histórica; concepto conocido también bajo Alberto Vanasco); Los argentinos en la
el nombre de “entropía”. El relato homóni- luna (De la Flor, 1968); Ciencia ficción,
mo, narrado en primera persona, da cuen- realidad y psicoanálisis (Paidós, 1969; en
ta, precisamente, de un poder totalitario colaboración con Marie Langer); Con-
que construyó una extensísima muralla, tra la corriente (Granica, 1972); A la
de origen ancestral, destinada a defender sombra de los bárbaros (Barcelona, Edi-
a sus ciudadanos de los bárbaros: “de las ciones Acervo, 1977); Pesadillas (Barce-

• 584 •
GOLOBOFF G
lona, Bruguera, 1978); Carta abierta de día aparecen muertas después de haber
un expatriado a sus compatriotas (Sud- sufrido tortura: “Me propuse escribir una
americana, 1983); Por amor a Cataluña novela que reflejara la feminidad asesinada
(Barcelona, Flor del Viento, 2002). en la Argentina en la época de la dictadura
P.C. –explica Goloboff en una entrevista, refi-
+ Vanasco, Alberto. riendo a la violencia perpetrada contra las
aves, signo de lo fértil y maternal–. Yo no
GOLOBOFF, Gerardo Mario (Carlos pensé que estaba escribiendo una novela
Casares [Buenos Aires], 1939). Escritor, del exilio, como muchos críticos dijeron
crítico y profesor de literatura, integró la y dicen todavía. Tampoco una novela de
publicación exitosa de Abelardo Castillo tipo político […] le quité fecha, le quité
El Escarabajo de Oro (1961-1974), y fun- rasgos precisos, le di un orden más o me-
dó –junto con Vicente Battista– la revista nos intemporal”. De todas maneras, este
de ficción y pensamiento crítico Nuevos relato, junto a La luna que cae (1989), El
Aires (1970-1974). Su producción literaria soñador de Smith (1990) y Comuna verdad
se inicia con el poemario Entre la diáspora (1995), constituyen una saga denominada
y octubre (1966), que prolonga las ideas de “Algarrobos” –“The Algarrobos Quartet, en
mestizaje racial y cultural difundidas por su traducción inglesa–, identificada con la
Nicolás Guillén, a quien corresponde el zona pueblerina de reminiscencia autobio-
epígrafe: “Mi nombre interminable, / hecho gráfica que, desde sus raíces, reconstituye
de interminables nombres”; al cubano rinde la memoria personal y social del narrador
también tributo la búsqueda de musicalidad exiliado de las contingencias del mundo
a partir de la repetición de versos y de los circundante y protegido por la propia en-
matices rítmicos de las palabras escogidas soñación, pero comprometido con el cruce
por su particular sonoridad. Las criaturas cultural entre indios pampas y gauchos ju-
de sus poemas peregrinan hacia el puerto y díos, entre formas populares y del conoci-
hacia octubre, cuando la marcha milenaria miento letrado, entre un pasado y un pre-
de diversos pueblos converja en el encuentro sente históricos, que busca resolverse en la
universal: “la cita fue en la pampa”, donde el integración de voces dispersas.
poeta “con los pies doloridos” busca su he- La condición poética de su escritura
rencia “al fondo de los árboles que plantaron se ahonda en nuevos poemarios: Toujours
sus huesos”. Su primera novela fue Caballos encore (1982) y Los versos del hombre pájaro
por el fondo de los ojos (1976). La segunda, (1994). Sus ensayos, Genio y figura de Ro-
Criador de palomas (1984), contribuyó a berto Arlt (1989); Elogio de la mentira. Diez
marcar una nueva tendencia en la narrati- ensayos sobre escritores argentinos (2001); Leer
va argentina. De gran potencia lírica, ésta Borges (1978); Julio Cortázar. La biografía
cuenta –con una cadencia nostálgica y un (1998, Segundo Premio en el Concurso
estilo fragmentario y elíptico que impul- de Literatura de la Ciudad de Buenos Ai-
san al lector a detenerse en breves escenas res), son ejemplo de las nuevas perspectivas
condensadoras de múltiples significa- de investigación y líneas interpretativas que
dos– la historia de un niño azarosamente Goloboff intenta de escritores ya asediados
inclinado al cuidado de palomas que un por la crítica. En 2005, retorna a la narra-

• 585 •
G GOLOMBEK

tiva con la publicación de La pasión según Córdoba, Alción, 2003); El soñador de


San Martín, una compilación de cuentos, Smith (Barcelona, Muchnik, 1990); Co-
en la colección “El milagro secreto” de Edi- muna Verdad (Barcelona, Anaya / Mu-
ciones Al Margen, de la que es creador y chnik, 1995).
director. Relatos: La pasión según San Martín (La Pla-
La persecución política en la Argentina ta, Al Margen, 2005).
lo lleva a emigrar en 1973 a Tolouse (Fran- Poesía: Toujours encore (Toulouse, Tribu,
cia), en cuya universidad desempeñó tareas 1982); Los versos del hombre pájaro (Li-
académicas. Recibió en 1977 los títulos de bros de Tierra Firme, 1994); Entre la
Doctor de 3ème Cycle d’Enseignement diáspora y octubre (Stilcograf, 1966).
dans les Universités de Lettres en Étu- Ensayo: Leer Borges (Huemul, 1978; Yuca,
des Latino-Américaines (Universidad de 1985; Catálogos, 2006); Historia de la
Toulouse-Le Mirail) y de Doctor de État literatura latinoamericana, fascículos
Ès-Lettres et Sciences Humaines en Socié- sobre Roberto Arlt, Eugenio Cambace-
tés Latino-Américaines (Universidad de la res, Enrique Larreta, Horacio Quiroga
Sorbonne Nouvelle, París). Como profesor y César Vallejo (Madrid, Planeta-De
de Literatura Latinoamericana y Argentina Agostini, 1985); Genio y figura de Ro-
tiene una larga trayectoria: en el Institu- berto Arlt (Eudeba, 1989); Julio Cor-
to de Burgos, en la Hebrew University of tázar. La biografía (Seix Barral, 1998);
Jerusalem, en la UBA, en la UNLP y en Elogio de la mentira. Diez ensayos sobre
distintas universidades francesas. Entre las escritores argentinos (Simurg, 2001).
distinciones recibidas figuran el título de S.M.
Caballero en la Orden de Palmas Acadé-
micas (2004), conferido por el gobierno Golombek, Diego Andrés (Buenos
francés por sus contribuciones a la cultura Aires, 1964). Doctor en Ciencias Biológicas
francesa; la Medalla “Victoria Ocampo” por la Universidad de Buenos Aires, profe-
(2005), distinción de la revista Cultura a la sor de Fisiología General y Farmacología
creación, la reflexión y la acción en el cam- en la Universidad Nacional de Quilmes
po cultural; el nombramiento de Huésped e Investigador del Conicet, Golombek es
de Honor de la Municipalidad de Car- básicamente esto: un científico. Pero, sobre
los Casares (2006) y la candidatura de la todo, un conocido divulgador por su labor
UNLP para el XX Premio Internacional de difusión de la ciencia como conductor
Menéndez Pelayo 2006, otorgado anual- de programas televisivos y como director
mente por la Universidad Internacional de la colección “Ciencia que ladra” (Siglo
Menéndez Pelayo (Madrid, España). XXI). Por dicha tarea ha ganado varios pre-
mios nacionales (el Konex) e internaciona-
Obra de Gerardo Mario Goloboff les (Ig Nobel, Harvard University). Y si an-
Caballos por el fondo de los ojos (Bar-
Novela: tes decía básicamente es porque Golombek
celona, Planeta, 1976); Criador de pa- presenta también una (tímida) inclinación
lomas (Bruguera, 1984; Barcelona, Mu- literaria.
chnik, 1988; Colihue, 1997); La luna De hecho, además de algunas publi-
que cae (Barcelona, Muchnik, 1989; caciones sueltas en revistas y antologías,

• 586 •
GÓMEZ BAS G
publicó una colección de cuentos mini- cabales poemas de mitología y melancolía
malistas, aunque de prosa precisa –Así en tanguera por donde desfilan “sangre, mina,
la Tierra (Simurg, 2000; ganador de un farol, trago y baraja. / […] mishiadura y
tercer premio del FNA)– y una novela his- pena; / escolaso, cafúa y desencanto; / to-
tórico-policial acerca de la muerte contro- das mancadas para curda y llanto / que se
vertida de Mariano Moreno –Cosa funesta dan en la mala y en la buena”.1 Nítidos
(Sudamericana, 2004). Si bien ésta, desde versos que sitúan a Gómez Bas al lado de
su contratapa, tiene ambición de polémi- otros “poetas tangueros” como Carlos de la
ca y pretende dramatizar el misterio de la Púa, Celedonio Flores, Bartolomé Aprile,
muerte del secretario de la Primera Junta Yacaré (seud. de Felipe H. Fernández), Ju-
patria, finalmente no respeta esas propues- lián Centeya.
tas y tiende a detenerse en una serie de lu- Cuentística. Se dedicó a los cuentos para
gares comunes. niños, que publicó en su mayoría en el dia-
R.C. rio La Prensa. En cambio, La gotera. Trein-
ta cuentos insensatos (CEAL, 1967; ed. corr.
GÓMEZ BAS, Joaquín (Cangas de y aument., Plus Ultra, 1974) es una colec-
Onís [Oviedo, Asturias], 1907 - Buenos ción de cuentos fantásticos. Un ejemplo de
Aires, 1984). Novelista, cuentista, poeta. este fantástico puede compulsarse en “El
También fugaz dramaturgo, guionista y horno”, publicado en 35 cuentos breves ar-
pintor. Literariamente activo entre las dé- gentinos siglo XX (Plus Ultra, 1995). Subur-
cadas de 1940 y 1950. bio (Editorial Fraterna, 1982), son cuen-
Poesía. Si bien se lo suele recordar por tos, con ilustración del autor, entramados a
sus novelas –quizá gracias a las películas partir de las representaciones pictóricas de
dirigidas por Mario Soffici, Barrio gris Antonio Berni, las literarias de Dostoievs-
(1954) y Oro bajo (1956), en las que par- ky y las tangueras de Celedonio Flores.
ticipó como guionista–, accedió a la litera- Novelística. Barrio gris (Emecé, 1952),
tura a través de la poesía (hoy en día casi Oro bajo (Goyanarte, 1957), La comparsa
inhallable). En este sentido, su itinerario es (Falbo Librero, 1965); ésta última fue casi
parecido al de Roberto Mariani, recordado un best seller con la que ganó un galardón
por sus Cuentos de la oficina (1925), pero del FNA y al rato de publicarse se agotó. Se
cuyo primer libro fue de poemas: Las ace- trata de tres textos narrados con una ento-
quias y otros poemas (1921). El primer poe- nación que oscila entre la crónica costum-
mario que publica Gómez Bas es Panora- brista y el realismo. Su temática es resuel-
ma de sueño (1934). A éste le siguen otros tamente urbana. Enfocan las crudezas que
versos concentrados en Marejadas (1936), padece el hombre y la mujer de las grandes
Prisma urbano, Faroles en la niebla (Edicio- concentraciones urbanas. Seres que están
nes Saeta, 1941), Anclado témpano (1942), ubicados al margen de la gran ciudad. Es
Hogaño (1943), Birlibirloque. Antipoemas el caso de Barrio gris, concretamente, am-
(1946), La tarántula ciega (Cuadernos de bientado en Sarandí –localidad al sur del
Saeta, 1946). Pero su poesía más sugerente
es quizá la que escribe en lunfardo: “El es- 1.  Antología de la actual poesía lunfarda,
Buenos Aires, Círculo de poetas lunfardos,
piro”, “La cardíaca”, “Tango”, “Vitrolera”,
2006.

• 587 •
G GÓMEZ BAS

Riachuelo, situada en el partido de Avella- degradación de valores como la familia, el


neda–, descrito como un “pintoresco pue- estudio, la amistad, la solidaridad, la leal-
blo suburbano”, escenario de las demandas tad. Más generalmente, en esos tres entra-
y necesidades producidas a causa de un in- mados novelísticos, aparecen los recorridos
cipiente proceso industrial. Temporalmen- –urbanos, suburbanos y arrabaleros– de
te, se desarrolla antes del ascenso de Perón personajes que han elegido o han sido con-
y narra historias obreras o relacionadas con denados al mundo de los marginados y al
los sectores populares –identificados por lo destino humilde por hastío y desencanto.
general con la suciedad, asociados a bebi- Es el caso de Martín Otero, un obrero es-
das alcohólicas y a la música, en cuestiones pañol de Barrio gris que muere por haber
vinculadas con la política– y otorga drama- caído en un estanque de ácido de la com-
ticidad a las precarias condiciones de traba- pañía por la que trabaja, La Sulfúrica –uno
jo que padecen los personajes, inmigrantes de los distintivos dominantes del paisaje
pobres en su mayoría: genoveses, napoli- retratado–, responsable de la espesa niebla
tanos, árabes. Problematiza además el tra- –lo gris, mediación industrial de un futuro
bajo manual y honesto entendido como país productivo– del Sarandí previo al as-
valor (redentor), como esfuerzo humano censo de Perón: “La vieja fábrica de ácidos
efectuado con vistas a abastecer las nece- que alardeaba de su desprecio por las mu-
sidades diarias. Actividad que no conduce nicipales leyes higiénicas vomitando, des-
a ninguna realización personal, el trabajo de su petisa chimenea, vaharadas de azufre
se conceptúa casi como un envilecimiento quemado que carcomían las chapas de zinc
de la condición humana. Desde este pun- de los tejados y arañaban los bronquios del
to de mira, la novela se acerca a Los siete vecindario”. Junto con el barrio –en las tres
locos (1929) y la tematización del mismo novelas, en términos genéricos– emergen
que en ella hace Roberto Arlt. La cuestión el cafetucho esquinero entre algún guapo
del trabajo está siempre vinculada con la legítimo y matones de cartón, vale decir:
posición social y política de los distintos el arrabal; las descripciones de los paisajes
personajes, pero es presentada también en urbanos son las propias del tango, donde
función de las relaciones amorosas que és- el decorado se ciñe a las callecitas, los fa-
tos tejen entre sí. A partir de los recuerdos rolitos, el patio del conventillo, la mesa de
del protagonista –Federico– se relatan las juego. De eso desciende que especialmente
historias de un vendedor de periódicos na- Barrio gris –a partir de una reelaboración
politano que hace música y cuya vida es del realismo boedista y de una recupera-
alienada por la repetición de sus días; de ción de la presencia del tango como clave
Doña Micaela, lechera española que deam- de conflictos– puede ser puesto en para-
bula en “peligroso tambaleo con impreca- lelo con los textos de algunos narradores
ciones más sucias que su indumentaria. Es de los cincuenta; pienso concretamente en
grotesca como una vaca que bailara sobre el Bernando Verbitsky de Calles de tango
sus patas traseras”; de Don Eulogio, pro- (1953) o en Bernardo Kordon de Alias gar-
fesor dedicado a la gestión de un comité delito (1961).
político por fines menos ideológicos que Cinematografía y política. Si bien en
económicos. Historias de violencia, de 1954, bajo el gobierno de Perón, Barrio gris

• 588 •
GÓMEZ MASÍA G
recibe la Medalla de Oro de la Comisión nos Aires, nº 2402 [julio de 1968], p. 35).
Nacional de Cultura, la versión cinemato- Pintura: una anécdota. En 1966, en la
gráfica de Mario Soffici sufe “a censura do galería Magenta de Buenos Aires, Gómez
governo [… que] exigiu a inclusão de uma Bas expone sus cuadros junto con los del
mensagem que falasse sobre a superação narrador y poeta Nicolás Olivari. También
dos problemas representados na história, a quiero recordar que su primera exposición
qual se passaria, portanto, em uma época de pintura se hizo en 1958. En la Acade-
distante”, con vistas a marcar una ruptura mia Porteña del Lunfardo –de la que fue
con la política anterior.1 Como guionista, miembro– existe una Galería Joaquín Gó-
además de Barrio gris y Oro bajo, Gómez mez Bas, en la que pueden encontrarse aún
Bas toma parte en El curandero (1955), hoy algunos de sus cuadros.
también de Soffici, en la adaptación del Otros textos. En la llamada “década in-
cuento de Borges, El hombre de la esquina fame” estrena dos dramaturgias: Un argu-
rosada (1962), dirigido por René Mugica, mento gastado y Nieve en la hoguera; pos-
y El televisor (1962), de Guillermo Fernán- teiormente, El balcón (Leoplán, 1949; con
dez Jurado. Si bien es posible sostener que ilustraciones de Lisa); La mujer del subte:
Gómez Bas es un escritor identificado con un cuento (Leoplán, s/d; con ilustraciones
el peronismo, lo cierto es que oscila entre de Arteche); La Guitarra (1970); La Resaca
círculos antiperonistas y peronistas. En (Plus Ultra, 1973; novela); Buenos Aires y
1946 integra la lista que llevó a Leónidas lo suyo (Plus Ultra, 1976; poesía), El prín-
Barletta a la presidencia de la SADE, pero cipe valiente (s/d; obra de teatro).
participa también de la “contra-SADE pe- Deuda. La historia y la crítica litera-
ronista”: la ADEA, encuadrada dentro de rias argentinas deberían saldar una deuda
la política cultural de dicho movimiento. con este autor y llevar a cabo ante todo
Periodismo. En La Prensa publica algu- una pesquisa “arqueológica” que rescate,
nos de sus cuentos, como señalé anterior- además de los textos mencionados arriba,
mente; también Clarín conoce sus colum- también su poesía, si no se quiere que esas
nas. Funda la revista Saeta, dirige Atlántida obras sigan en colecciones particulares y a
y en 1941 lanza una protorevista poética la larga se conviertan en títulos vacíos de la
(contaba con cuatro páginas): Volante líri- historia de la literatura argentina.
co. Colabora en otras publicaciones de arte R.C.
y literatura como, por ejemplo, Testigo, + Arlt, Roberto; Verbitsky,
activa entre los años sesenta y setenta, diri- Bernardo; Barletta, Leónidas.
gida por Sigfrido Radaelli. Frecuenta tam-
bién la crítica de arte. Al respecto, quiero GÓMEZ MASÍA, Román (Buenos
recordar su artículo: “Antonio Berni. Nada Aires, 1903 - Cosquín [Córdoba], 1944).
en la pintura le es ajeno”, en Para ti (Bue- Dramaturgo. Es autor de numerosos dra-
mas y sátiras.
1.  Da Silva, P.R., ¿Alpargatas sí, libros no? Dio a conocer sus obras en diversas re-
Produção cultural e legitimidade política duran- vistas especializadas, como ocurrió con El
te o Governo de Perón (1946-1955), Campinas, Tren 48 (1932), aparecida en la revista La
Universidade Estadual de Campinas, 2009,
Escena (año 15, n° 757) y estrenada en el
p. 213.

• 589 •
G GONZÁLEZ

Teatro Smart por la compañía Dealessi- 1998; en colaboración con Eduardo Rinesi)
Camiña-Caplán-Serrano el 15 de junio del y los seminarios de doctorado “Teorías del
mismo año. tiempo en la filosofía social” (Facultad de
Ausencia (Argentores, 1934) está ins- Ciencias Sociales, UBA, 2002) y “Retórica
pirada en el cuento de Leónidas Andreiev y locura” (Université de Paris VII, 2002).
“Silencio” y fue estrenada en el Teatro Co- También fue director de proyectos de in-
rrientes el 15 de abril de 1933 por la com- vestigación en la Universidad de Buenos
pañía Podestá. Junto a obras de Conrado Aires y en 2004 actuó como jurado del
Nalé Roxlo y Osvaldo Dragún, el CEAL Premio Konex. Entre fines de la década de
recopiló en 1968 Temístocles en Salamina, 1960 y comienzos de la de 1970 tuvo mi-
que inaugura una tendencia a la intertex- litancia política en el peronismo, tal como
tualidad con temas griegos que se advierte certifica la reconstrucción que realizan
en el propio Dragún (La peste viene de Me- Eduardo Anguita y Martín Caparrós en su
los) y en la versión de Electra de Sófocles libro La voluntad, el cual incluye una foto
que ofrece El reñidero de Sergio De Cecco. de González trabajando en villas miseria.
Osvaldo Gómez Masía realizó una Antolo- Por la misma época fue profesor de las “cá-
gía póstuma de su padre (Centro de Do- tedras nacionales” de la UBA y se distin-
cumentación de Teatro, Danza y Música, guió como colaborador de la revista Envido
1984). –órgano de la Juventud Peronista ajeno a
F.P. la organización armada de Montoneros,
+ De Cecco, Sergio; Dragún, Osvaldo. disuelto en 1973– de la cual participa-
ban además José Pablo Feinmann, Héctor
GONZÁLEZ, Horacio (Buenos Aires, Abrales, Arturo Armada, el cura Domingo
1944). Sociólogo, docente y ensayista. Bresci, Jorge Luis Bernetti, Abel Posada y
Egresó de la carrera de Sociología en la Santiago González.
Universidad de Buenos Aires, completan- Su vinculación con las revistas no ter-
do sus estudios académicos en 1992, cuan- minó allí, sino que dos décadas más tarde
do obtuvo el título de Doctor en Ciencias González fue cofundador de una publi-
Sociales en la Universidad de San Pablo, cación político-cultural titulada El Ojo
Brasil. En 1968 se inició en la docencia Mocho –acaso como deliberada confron-
universitaria, desempeñándose como pro- tación con la revista más famosa del cam-
fesor de Historia de la Cultura Argentina po intelectual porteño, Punto de Vista, di-
y de Filosofía Social en las universidades rigida por Beatriz Sarlo–, estrechamente
de Buenos Aires y Rosario. También dic- vinculado a la Facultad de Ciencias Socia-
tó cursos de postgrado y especialización, les de la UBA y a un grupo de colabora-
entre ellos “La sombra de Macedonio dores entre los que se destaca el ensayista
Fernández” (Casa de la Cultura “Victoria Eduardo Rinesi. González dirige la colec-
Ocampo”, Mar del Plata, 1993); “Lévi- ción “Puñaladas” en la editorial Colihue
Strauss, vigencia de una aventura intelec- desde mediados de la década de 1990 y
tual” (Colegio Profesional de Graduados es autor de multitud de libros entre los
en Sociología, 1995); “Hamlet y la políti- que figuran La ética picaresca (Altamira,
ca” (Universidad de la República, Uruguay, 1992); Decorados (Manuel Suárez, 1993;

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GONZÁLEZ G
en colaboración con Eduardo Rinesi); El dios de circulación masiva, pese a la cre-
filósofo cesante. Gracia y desdicha en Ma- ciente notoriedad alcanzada por la figura
cedonio Fernández (Atuel, 1995); Arlt: del autor.
política y locura (Colihue, 1996); La rea- La condición intelectual de González se
lidad satírica. 12 hipótesis sobre Página/12 ha apartado deliberadamente de la imagen
(Paradiso, 1996); La nación subrepticia clásica del sociólogo, como se advierte en
(1998, en conjunto con Eduardo Rinesi los temas y el estilo de su ensayística. En
y Facundo Martínez); Restos pampeanos vez de proponer interpretaciones funda-
(Colihue, 1999); La crisálida, dialéctica mentadas de fenómenos sociales, prefiere
y metamorfosis (Colihue, 2001); Retóri- los temas literarios y los tópicos políticos,
ca y locura, para una teoría de la cultura abordados desde una deriva discursiva que
argentina (Colihue, 2002); Filosofía de la establece asociaciones remotas, en ocasio-
conspiración (Colihue, 2004); Los asaltan- nes algo forzadas. En Restos pampeanos,
tes del cielo: política y emancipación (Gor- por ejemplo, traza una serie entre el cien-
la, 2006); Escrito en carbonilla (Colihue, tífico Pedro Scalabrini, descubridor de un
2006); Paul Groussac, la lengua emigra- animal prehistórico local bautizado como
da (Colihue, 2007; en colaboración con Scalabrinium, y los afanes nacionalistas de
Patrice Vermeren); Perón, reflejos de una su hijo, el ensayista Raúl Scalabrini Ortiz.
vida (Colihue, 2008). En este mismo año Por otra parte, establece una continuidad
integró la reunión de artículos congrega- entre el “aguafuertismo” de Roberto Arlt y
dos en El Bebe. Apuntes sobre John William ciertos textos de David Viñas, con una vo-
Cooke (Libros de eQuis, 2008). Su última luntad de asociación de prácticas y expre-
producción es El arte de viajar en taxis. siones que prescinde de verificación precisa
Aguafuertes pasajeras (Colihue, 2009). y prefiere asentarse sólo en algunos rasgos.
En Los asaltantes del cielo: política y En el caso de José María Ramos Mejía, res-
emancipación, González reúne tres ensayos tituye la apelación que representan para el
escritos durante su exilio en Brasil y pu- historiador los signos urbanos y las señales
blicados originalmente en inglés (traduci- de inquietud que encuentra en ellos, lo que
dos por Eduardo Rinesi). Allí se nuclean permite explicar la exasperación de ensayos
“Karl Marx, el recolector de señales”, “La como Las multitudes argentinas o Los simu-
comuna de París” (a cuyos protagonistas ladores del talento.
corresponde el sintagma que da título al A poco de producida la asunción del
libro y coincide a su vez con el de una presidente Néstor Kirchner en 2003, Gon-
película española que cuenta la vida de zález fue nombrado vicedirector de la Bi-
Ramón Mercader, el asesino de Trotsky) y blioteca Nacional (BN), acompañando la
“Albert Camus. El libertinaje del sol”, en gestión de Elvio Vitali. Cuando éste se re-
el que resuena un tópico del libro acaso tiró del cargo para asumir como legislador
más difundido del célebre contendiente del Frente para la Victoria, González tomó
de Sartre, El extranjero. Simultáneamen- a su cargo la dirección del organismo, des-
te, Escrito en carbonilla recoge artículos de donde había comenzado a editar la re-
próximos al 2006 de su edición, incluidos vista La Biblioteca, recuperando el título de
en diarios y revistas y no siempre en me- la publicación ideada y dirigida por Paul

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G GONZÁLEZ

Groussac durante su extensa gestión. Pre- Organizador de la Feria del Libro Infantil
cisamente sobre la labor de Groussac esta- y Juvenil (Fundación El Libro). Su obra ha
blece, en su libro de 2007, que se trata de sido expuesta y presentada en numerosas
“un gran ensayo sobre el uso de la lengua, ferias, mesas redondas y congresos del país
la condición irresoluble del extranjero y el y del exterior. González ha publicado sobre
emigrado que ofrece veredictos profundos temas vinculados al sector editorial en nu-
en el arte de hacer propia una cultura na- merosas revistas especializadas y ha brinda-
cional lejana”. Tales veredictos amparan do charlas en el área. Su actividad editorial
una “judicatura literaria” que en el caso de comenzó en 1967, en la Editorial Kardiá.
Groussac se caracterizó por una pronun- De 1976 a 1985 fue responsable del sec-
ciada rigidez no exenta de malicia. tor Promoción en Aique Grupo Editor,
Con Horacio Tarcus, vicedirector de la y desde 1987 es colaborador permanente
BN en 2006, González mantuvo una ás- de Ediciones Colihue.  Entre sus antolo-
pera polémica cuando el responsable del gías poéticas se destacan: Guitarra de pue-
CeDInCI realizó una serie de acusaciones blo (Kardiá, 1972); Canto filoso (Colihue,
sobre el funcionamiento de la biblioteca, 1976); Entre arcángeles y lobizones (Amaru,
condenando la propuesta de González de 1980); En la cornisa (Libros de Tierra
auspiciar en ella el desarrollo de un centro Firme, 1987), Gambetas y firuletes (Libros
cultural que ha logrado revitalizar una ins- de Tierra Firme, 2001). En coautoría con
titución habitualmente asociada a la con- Jorge Cerro ha publicado textos teatrales:
dición claustral de ciertas investigaciones Como perro en bote (1988) y más tarde
académicas. Otra polémica consta en un incursionó en el relato ficcional con Y sin
libro conjunto titulado Los cuadernos de embargo se mueve (Libros de Tierra Firme,
la comuna (1992), que reúne las exposi- 1992). La combinación de la actividad edi-
ciones de los asistentes a un congreso en torial y poética, técnica y narrativa, da por
la Comuna de San Lorenzo (provincia de resultado un itinerario singular.
Santa Fe). En ella, González disiente con L.V.
la investigación llevada a cabo por Oscar
Terán en Nuestros años sesentas (1991), GONZÁLEZ ARRILI, Bernardo
subrayando que se detiene en hechos ba- (1892 - 1987). Historiador, docente y
nales como la creación de la minifalda, en prolífico escritor porteño. Su prestigiosa
lugar de dedicarse a circunstancias polí- carrera docente comenzó con el cargo de
ticas urgentes como las que ocuparon la Profesor Titular de Historia del Colegio
década. Nacional “Bernardino Rivadavia” de
M.C. Buenos Aires. Hasta 1956 trabajaría en la
+ Rinesi, Eduardo; Tarcus, enseñanza media. En 1920 fue Diputado
Horacio; Viñas, David. Nacional por la provincia de Salta. Su ca-
rrera, forjada entre la docencia y nume-
González, Oscar (Buenos Aires, rosas publicaciones, lo proyectó hacia la
1941). Editor, poeta, cuentista y periodis- investigación. Fue miembro de diferentes
ta. Actualmente, es directivo de Ediciones asociaciones relacionadas con la historia y
Colihue y vicepresidente del Comité las letras: la Real Academia de Ciencias y

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GONZÁLEZ ARRILI G
Letras de Cádiz, el Ateneo de El Salvador, clásica, continuadora de los anales. Otro
la Academia de Artes y Letras de Cuba, la camino es el de las biografías de hombres
Academia Dominicana de la Historia en representativos, no porque ellos realizaran
Santo Domingo, el Instituto Belgraniano la historia sino porque les tocó actuar en
y la Junta de Estudios Históricos. En 1953 forma prominente, y a veces influyente”.
fue vicepresidente primero del Congreso Entre las tantas biografías que presenta esta
Martiano en La Habana, al cumplirse el obra, se destacan las de Mariano Moreno,
centenario del nacimiento del escritor is- Cornelio Saavedra, el Deán Funes, Manuel
leño. Con Los afincaos (drama bárbaro, en Belgrano, Domingo Faustino Sarmiento,
colaboración con Enzo Alolsi, 1940) su Bartolomé Mitre, el general Tomás Guido,
nombre migró a las filas del cine. La his- Leandro N. Alem, Juan Lavalle, Bernardi-
toria de una maestra idealista e ingenua, no Rivadavia, Nicolás Avellaneda, Hipóli-
víctima de la impunidad de dos hermanos, to Yrigoyen, Lola Mora y José Ingenieros.
dueños de una inmensa finca del norte ar- Su prolífica obra reúne numerosos tí-
gentino fue llevada a la pantalla grande en tulos. Entre sus novelas se cuentan: Pro-
1941 por Leónidas Barletta al frente de su tasio Lucero (1919); La Venus Calchaquí
equipo del Teatro del Pueblo. La denuncia (1924); La invasión de los herejes (1926);
del abuso de poder de los ricos hacenda- Los charcos rojos (1927); El pobre afán de
dos que usufructúan la mansedumbre de vivir (1928); La virgen de Luján (1930).
“los dóciles”, los campesinos pobres y las También publicó sus cuentos en Tierra
mujeres, no alcanza en el film de Barletta mojada (1923) y Mangangá. Cuentos crio-
una resolución eficaz, aunque resguarda la llos (1953). En 1931 fue autor de un libro
fuerza dramática de la obra. de texto: Mi amigo fiel: libro de lectura
Uno de sus trabajos más importantes es para el grado tercero.
Historia de la Argentina, según la biografía Su obra en relación con su disciplina
de sus hombres y mujeres, una obra en diez es por demás extensa. Entre sus numero-
tomos que comenzó a publicar en 1965. sos títulos se cuentan: El futuro de Amé-
Este proyecto presenta un abordaje parti- rica. Vida de Lisandro de la Torre (1940);
cular de la historia: los procesos se cifran Lavalle: paladín de la libertad 1797-1841
en el relato sobre la individualidad de sus (1942); Mariano Moreno: su vida narrada
actores y en su accionar preciso dentro de a la juventud (1935); San Martín y Sesen-
una coyuntura. Se trata de la articulación ta años de república [1852-1912] (ambos,
del discurso histórico desde cierta polifo- publicados en 1945); Sarmiento: biogra-
nía que encierra una mirada materialista fía (1946); Mitre: biografía (1947); Vida
del hombre determinado por las circuns- de Rufino de Elizalde: un constructor de la
tancias. En palabras de González Arrili: república y Vida de José Martí: el hombre
“La historia de un país puede intentarse y que salió en busca de la libertad (ambos de
lograrse por diversos caminos. El más fre- 1948); Indios de América (1949); Mujeres
cuentado de esos caminos es el meramente de nuestra tierra y Buenos Aires 1900 (am-
cronológico, el que va relatando los suce- bos de 1951); Bosquejo de historia nacional
sos paso a paso, de acuerdo con las fechas, y El libertador de América: José de San Mar-
exactamente encadenadas. Es una relación tín (ambos de 1952); Los indios pampas:

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G GONZÁLEZ LANUZA

bandidos a medio vestir y Hombres de mayo hasta comienzos de la década siguiente y


(ambos de 1960); Tiempo pasado: semblan- se lee en Treinta y tantos poemas (Talleres
zas de escritores argentinos (1974) y Avenida Gráficos Argentinos, 1932), pero convive
de Mayo: su historia (1989). ya con una expresión que bucea en otro
V.L. lado y busca combinar armoniosamente
ritmos y diseños: González Lanuza abreva
González Lanuza, Eduardo en formatos hispánicos, clásicos y se ins-
(Santander [España], 1900 - Buenos tala definitivamente en esa línea. Desde
Aires, 1984). Poeta, narrador, dramatur- esa perspectiva, aborda poesía, narrativa,
go, ensayista y crítico de arte y literatura. teatro, ensayo, historia literaria, crítica li-
En su juventud fue uno de los principales teraria y de arte en general.
referentes de la vanguardia literaria local. Sus primeras obras teatrales –Mientras
Específicamente, se ubicó en el marco dan las seis (1931), El bastón del señor Po-
de la propuesta estética del Ultraísmo. lichinela (farsa de muñecos, 1935) y Ni
Posteriormente, su obra irá retomando siquiera el diluvio (1939)– se estrenaron
algún formato clásico, como el soneto y en el Teatro del Pueblo. En 1966, estre-
abandonará absolutamente los estandartes na Misterio de Navidad, que pretende
vanguardistas. Junto con Borges, Norah retomar el misterio medieval. En narra-
Lange, Evar Méndez, Girondo, Francisco tiva, siguen Cuando el ayer era mañana
Luis Bernárdez, Macedonio Fernández, (Sudamericana, 1954), una autobiografía
entre otros, integró el grupo de Florida de sus años de niño en España, y Cua-
y colaboró en la revista Martín Fierro. derno de bitácora (Sudamericana, 1979),
Contaron también con su participación en donde se invita y seduce con la idea
Mural, Prisma (revista de la que González de viajar. Como ensayista, se dedicó a
Lanuza fue director) y Proa. Primera épo- distintos temas: escritores, artistas, per-
ca. Como otros martinfierritas fue asiduo sonajes históricos y géneros. Variaciones
colaborador de Sur, dirigida por Victoria sobre la poesía (Sudamericana, 1943) es
Ocampo. Además, González Lanuza fue uno de sus trabajos más destacados por
Miembro de Número de la AAL desde los especialistas. Otro hito en su obra crí-
1975 hasta el año en que murió. tica es el artículo “Leopoldo Marechal:
En Prismas (Samet, 1924), su primer Adán Buenosayres” (Sur, nº 9 [noviembre
poemario, se aprecia el despliegue de la de 1948]), que arremete duramente con-
estética ultraísta. Los poemas presentan tra la novela de Marechal. Críticos como
claras señales de la poesía vanguardista Noé Jitrik (desde la revista Contorno, en
europea que en aquellos años recalaba 1955) y Adolfo Prieto (desde la Universi-
en Buenos Aires: versolibrismo, metáfo- dad del Litoral, en 1959) retomarán este
ra creadora (en lugar de descriptiva), un artículo para confrontar con él y, a partir
significativo uso de las letras mayúsculas, de esa confrontación, ofrecer otras mira-
versos distribuidos en columnas, etc. La das del Adán Buenosayres. En Los martin-
estética experimental se exhibe también fierristas (Ediciones Culturales Argenti-
en un libro de cuentos: Aquelarre (Samet, nas, Ministerio de Educación y Justicia,
1927). El gesto vanguardista se extiende Subsecretaría de Cultura, 1961), el autor

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GONZÁLEZ TUÑÓN G
analiza el grupo que conformó y a la vez Teatro:Mientras dan las seis (1931; en coau-
da testimonio de esa experiencia. La poe- toría con Amado Villar); El bastón del
sía, cuyo origen Gonález Lanuza supone señor Polichinela (1935); Ni siquiera el
hincado en la experiencia, es el centro de diluvio (Eudeba,1939); Misterio de Na-
su producción literaria. Concebía el géne- vidad (Eudeba, 1966).
ro, a partir del legado romántico, como la Ensayos y crítica: Horacio Butler (Losada,
fuente y el deseo de crear vida frente a la 1941); Variaciones sobre la poesía (Sud-
muerte. Ubicarse entre una y otra era el americana, 1943); Figuración y no fi-
anhelo de la poética de González Lanuza. guración en el arte (Emecé, 1959); Los
Esto se observa tanto en sus primeros li- martinfierristas (Ediciones Culturales
bros –Prismas, Treinta y tantos poemas, La Argentinas, Ministerio de Educación
degollación de los inocentes (Sur, 1938)– y Justicia, Subsecretaría de Cultura,
como en los publicados en los años pos- 1961); Genio y figura de Roberto J. Payró
teriores: desde Puñado de cantares (Grupo (Eudeba, 1965); Arte, ciencia y artesanía
Martín Fierro,1940) y Transitable cristal (Emecé, 1965); Rafael Alberti (Edicio-
(Sur, 1943), hasta Profesión de fe y otros nes Culturales Argentinas, Ministerio
poemas (Emecé, 1971), Hai-Kais (Eme- de Educación y Justicia, Subsecretaría
cé, 1977), El pimpirigallo y otros pajaritos de Cultura, 1965); Soldi: dibujo y tém-
(Huemul, 1980; poesía infantil) y Aires peras de Soldi (Grupo Artístico, 1970);
para canciones (Plus Ultra, 1981). Roberto Arlt (CEAL, 1971); Bestiario del
Martín Fierro (FNA, 1971).
Obra de Eduardo González Lanuza M.L.C.
Poesía: Prismas (Samet, 1924); Treinta y + Girondo, Oliverio; Borges,
tantos poemas (Talleres Gráficos Argen- Jorge Luis; Marechal, Leopoldo.
tinos, 1932); La degollación de los ino-
centes (Sur, 1938); Puñado de cantares González Tuñón, Enrique
(Grupo Martín Fierro,1940); Transita- (Buenos Aires, 1901 - Cosquín [Córdoba],
ble cristal (Sur, 1943); Oda a la alegría y 1943). Comenzó su carrera literaria con
otros poemas (Losada, 1949); Retablos de Tangos (Gleizer, 1926), obra que es a
Navidad y de la Pasión (Raigal, 1953); González Tuñón lo que Cuentos de la ofi-
Suma y sigue (Losada, 1960); Poesía cina a Roberto Mariani. Quiero decir: la
(Eudeba, 1965); Profesión de fe y otros crítica indulgente, cuando no ortodoxa y
poemas (Emecé, 1971); Hai-Kais (Eme- miope, supo encorsetar en ambas a estos
cé, 1977); El pimpirigallo y otros pajari- dos escritores, respectivamente. Tangos, en-
tos (Huemul, 1980); Aires para canciones tonces: se trata de un volumen que reúne
(Plus Ultra, 1981). una selección de trabajos periodísticos pu-
Narrativa: Aquelarre (Samet, 1927); Cuan- blicados originalmente en el diario Crítica
do el ayer era mañana (Sudamericana, de Natalio Botana (en el que coincidió
1954; Huemul, 1976); Cuaderno de con su hermano Raúl). Son glosas que se
bitácora (Sudamericana, 1979); Ni si- balancean entre el cuento y el comenta-
quiera el diluvio: misterio de Navidad rio a ciertas letras de tango como “Fea”,
(Eudeba, 1970). “Sentimiento gaucho”, “Entrá nomás”,

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G GONZÁLEZ TUÑÓN

etc. En 1927 el aguzado editor Gleizer pu- falta de trabajo (en Enrique el trabajo suele
blicó el segundo libro, El alma de las cosas producir miseria), la prostitución y algu-
inanimadas y, al año siguiente, La rueda nas enfermedades correlativas. En 1933, el
del molino mal pintado. En 1930 aparece mismo editor tira dos obras más: Las som-
Apología del hombre santo (Francisco A. bras y la lombriz solitaria, “serie de impac-
Colombo), un poema en prosa, homena- tos periodísticos-literarios con predominio
je a la memoria de Ricardo Güiraldes. De del expresionismo crítico”; y El cielo está
1932 son dos trabajos, ambos publicados lejos. Su último trabajo es de 1941: La ca-
por Gleizer: El Tirano. Novela sudamerica- lle de los sueños perdidos (Litterae Sociedad
na de honestas costumbres y justas liberali- Editorial Americana), una recopilación de
dades y Camas…desde un peso. El primero las colaboraciones que Enrique había escri-
puede ubicarse en la llamada categoría de to en el diario El Mundo.
“novela de dictadores”: es un texto de hu- Cabe recordar también que González
mor cáustico e hilarante a la vez, sorprende Tuñón se desempeñó primero y sobre todo
por su desenfado (siempre irónico) al retra- como periodista, ámbito en el que se des-
tar las desgracias de una tierra gobernada tacó al punto de ser considerado renovador
de facto por un “Buen Tirano”, identifica- del estilo periodístico nacional. Es así que
ble con Uriburu, pero con Rosas también, la mayor parte de su obra literaria proviene
como con cualquiera de los dictadores que de sus intervenciones en publicaciones pe-
se sucedieron a partir del primer golpe mi- riódicas. O, si se quiere, es posible postular
litar de la historia argentina. Se trata casi que sus obras literarias son textualidades
de una dramaturgia por la preeminencia abiertas, ya que reciben elementos carac-
del diálogo y el designio de no caer en las terísticos de su producción periodística. El
sendas trazadas por lo políticamente co- caso de Roberto Arlt –en cuyas Aguafuertes
rrecto confiere a este texto una conside- podemos rastrear elementos presentes en su
rable vigencia. Camas, en cambio, es un narrativa, y en ésta elementos de aquéllas–,
entramado textual que presenta una curio- en este sentido, es similar. En 1922, Enri-
sa convivencia genérica que determina la que comienza su carrera en el semanario El
existencia de un “género plural”. Se ubica noticiero. Al año siguiente colabora en la
en la frontera de dos géneros –en este sen- revista Inicial y en el popular Caras y care-
tido, presenta un hibridismo genérico– y tas. Sobre 1924 su prosa se exhibe en Proa
se nos aparece bajo la forma de fragmen- y Martín Fierro. Y en 1925 pasa al ya men-
tos autónomos (cuentos), que sin embargo cionado Crítica. En 1931, interviene en
logran integrarse desdibujando sus propias Noticias gráficas y publica ocasionalmente
fronteras para componer una matriz gené- en el suplemento cultural de La Nación.
rica mayor: una novela. Especie de galería Además, es guionista de cine (Mañana me
de retratos del submundo miserable de suicido, 1942; Pasión imposible, 1943), es-
Buenos Aires que se concreta en un tugu- cribió tangos (Pa’ l cambalache, junto con
rio llamado El Puchero Misterioso. Aquí Rafael Rossi, grabado en 1929 por Gardel),
se encuentran cinco atorrantes –Indalecio, piezas teatrales, sainetes y folletines.
El rata, Pelito verde, El silencioso, Sandalio En cuanto a su posicionamiento en
Salas–, cuyos distintivos son la soledad, la la arquitectura de las letras porteñas del

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GONZÁLEZ TUÑÓN G
post Centenario: integra una zona litera- también conflictos entre clases sociales di-
ria constituida por figuras “alternativas” versas (la oligarquía, el nuevo proletariado
que dan vida a una colección rupturista de urbano y los sectores emergentes), entre
obras. Colección violenta, tal como debe generaciones (padres e hijos), entre tiem-
de ser todo corpus que se propone una ico- pos. Frente a estas colisiones, determinadas
noclasia seria, negadora de la tibieza de los por la mezcla en tanto signo histórico, la
supuestos (aunque fervorosos) vanguardis- literatura, a nivel estético, aplica estrategias
tas de la década de 1920 en Buenos Aires, convergentes, a pesar de sus peculiaridades
que integraban Boedo y Florida (grupos genéricas. Por ejemplo, un distintivo com-
que no representaban sólo dos movimien- partido por las obras de los autores que en
tos literarios, sino “corrientes ideológicas” breve mencionaré, es estar pobladas por
que daban lecturas distintas de la cultura personajes marginados, fracasados, in-
argentina). Dicha colección está integrada migrantes en su mayoría, que reflejan un
por textos infractores respecto de las dos mismo tipo de angustia y desesperación.
actitudes estéticas vigentes y supuesta- Ahora bien, con Arlt lo grotesco encuentra
mente inconciliables de los veinte. Zona un espacio inédito en la literatura argenti-
alternativa entonces –contrapunto de las na porque se adueña de la narrativa, inva-
dos estéticas vigentes–, que evidencia en diéndola por medio de un constante des-
la producción literaria de la época una plazamiento de registros: lo cómico alterna
complejidad mayor y la existencia de un con lo trágico, las especulaciones místicas
polo que trasciende los grupos vanguardis- con las reflexiones pedestres, la miseria con
tas clásicos. Su identificación posibilita la le golpe de humor, el realismo con el ab-
ubicación de figuras que hasta ahora han surdo. Ocupaba ya un lugar considerable
sido consideradas por la crítica ortodoxa en algunas obras teatrales –los “grotescos
como “de frontera”, porque son ubicables criollos”– de Armando Discépolo, escritas
en Boedo y/o Florida, o en ninguno de los entre 1920-1928. Y en el treinta irrumpe
dos. Dicha zona está integrada por una también en el ensayo con R. Scalabrini Or-
serie de escritores cuyas obras, a pesar de tiz. Por lo que concierne a los otros géneros,
adoptar géneros diversos, se organizan al- esta categoría se manifiesta, a lo largo de
rededor de una misma categoría estética: los veinte, en los tangos de Enrique Santos
lo grotesco, conjunción y mezcla de ele- Discépolo, la poesía de Nicolás Olivari y la
mentos heterogéneos que en la Argentina narrativa breve de Roberto Mariani. Estos
puede considerarse como la proyección nombres constituyen esa zona alternativa
mediatizada de la primera inmigración al que no me arriesgo a llamar grupo, corrien-
Río de la Plata. En efecto, la inmigración te o movimiento porque no se consideraron
y, sucesivamente, el proceso de integración a sí mismos como agrupación ni se nuclea-
de los inmigrantes originan, especialmente ron alrededor de una revista con un mani-
en Buenos Aires, la dimensión de la mezcla. fiesto en el que formularan declaraciones
De ella dimana una serie de combinacio- programáticas. Fluctuaron entre Florida y
nes lingüísticas (entre lenguas extranjeras, Boedo, pero sin participar enteramente de
dialectos y el castellano) que posibilitan el sus presupuestos estéticos. Lo que permite
brote del cocoliche y el lunfardo, así como considerarlos como un conjunto relativa-

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G GONZÁLEZ TUÑÓN

mente homogéneo no es su postura de per- exhiben lo que activa la mezcla propiciada


meabilidad (respecto de dichos grupos), por los ojos X del narrador: sonrisa frente
sino ciertos rasgos estéticos comunes en sus a lo trágico, percepción de vida en los ob-
obras. Estos conforman un “fractura” tanto jetos muertos. La rueda… ratifica la visión
frente a los grandes nombres del momento grotesca del mundo. Aquí el narrador dice
–Manuel Gálvez, Leopoldo Lugones, Ri- contemplar objetos y sujetos a través de un
cardo Güiraldes, Enrique Larreta, Hugo lente grotesco. Pero ahora la mirada se su-
Wast, Benito Lynch, Enrique Banchs– bordina a la configuración de un ambiente
como frente a los “puristas” de Florida y a urbano. A lo largo de sus relatos se cons-
los escritores sociales de Boedo. Zona, en- truye uno de los tantos caminos que llevan
tonces, “un nuevo espacio”, si se prefiere, a un hombre de la honradez a la “caída” en
que permite explicar la complejidad de las la ilegalidad. Los sujetos que protagonizan
articulaciones literarias de los veinte, pos- este viaje se encuentran lejos de la “mala
tulando una red de correspondencias entre intención” que a veces se les suele atribuir
las obras de autores inubicables respecto de erróneamente. Son desesperados padres de
Boedo y Florida, que trasciende las coinci- familia o ex anarquistas leídos y angustia-
dencias casuales y que me impulsa a hablar, dos que delinquen porque ya han inten-
si no de programa consciente, al menos de tado (en vano) todas las otras maneras de
una visión común de su labor literaria. Se ganarse los mangos diarios. Los personajes
trata de expresiones literarias situadas en el que Enrique constituye en protagonistas se
contexto de la sociedad argentina de la dé- asemejan a las prostitutas de Evaristo Ca-
cada del veinte, que revelan la debilidad de rriego: el “mal paso” de unas y otros tiene
la ideología y del proyecto hegemónico de más que ver con una opción de la sociedad,
las capas medias. que con una propia. La mirada grotesca es
Poniendo alguna inflexión en foco. El la responsable de la construcción de este
alma de las cosas inanimadas y La rueda del espacio excepcional en el que es posible en-
molino mal pintado contienen narraciones contrar a un estafador que es a la vez “un
que son el resultado de “encarar la vida hombre de una sola pieza” (en términos
desde un grotesco punto de vista”. El na- éticos). Al posibilitar la mezcla de lo moral
rrador de El alma… posee un par de ojos e inmoral, de lo lógico y lo ilógico, de lo
X. Enfocando a través de ellos, es posible necesario y lo optativo, la mirada grotesca
“sonreír, frente a las novísimas ediciones de crea la representación literaria de una franja
tragedias antiguas” y esclarecer “el alma de social que si bien coquetea con lo que está
las cosas inanimadas”. Ambas citas cons- fuera de la ley, no por eso abandona los va-
tituyen ejemplos puntuales de una opera- lores morales que rigen a la sociedad toda.
ción más general: la mezcla indiscriminada Se trata de ladrones compasivos, estafado-
de elementos de índole diversa (lo animal, res probos, “malandras”, en suma, a los que
lo vegetal, lo animado, lo inanimado, lo el lector quiere que les vaya bien. Ellos no
trágico, lo cómico), que es el distintivo bá- representan al otro social, sino a uno mis-
sico y fundante de la categoría que define mo en una situación de apuro. El epítome
a Enrique y a su zona, que acabo de des- de esto es Benjamín Salcedo, protagonista
brozar. Los cuentos que recopila El alma… de “El oficio póstumo…”. Si bien es cier-

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GONZÁLEZ TUÑÓN G
to que se trata de un estafador, también Esta falta de distinción entre honestos y
lo es que se lo describe como responsable deshonestos será retomada también por el
e íntegro, que lucha para alimentar a los narrador de Camas desde un peso al hacer
suyos, si bien de manera acaso sui generis. hincapié en que no le “interesa ni lo mo-
Benjamín no es condenable porque, más ral ni lo inmoral. Además, [le] parece que
que delinquir, lo que hace es aprovecharse no existe nada moral ni inmoral sobre la
del descuido de los demás. Y lo hace para tierra. Cada uno tiene su destino y marca
bien de su familia. Lo suyo no es maldad su paso de galeoto del destino”. Este “todo
sino picardía. Entonces, la franja social que es igual, nada es mejor” encontrará una de
a Enrique le interesa representar no es la de sus formulaciones privilegiadas en Camba-
los delincuentes, sino la de aquellas perso- lache (1934), tango de Discepolín en el que
nas forzadas a rebuscarse la vida al filo de la la mezcla es sinónimo de confusión. Todo
legalidad. Ni delincuentes por opción, ni confluye, acumulándose (organizando una
completamente honrados, resultan cabales contextura híbrida), sin respetar jerarquía
exponentes del balanceo grotesco, ya que alguna. Tal como sucede en estos relatos de
no se sienten cómodos ni de un lado ni del Enrique.
otro. Vale decir: estos cuentos se permiten R.C.
mirar hacia la marginalidad en tanto ésta + Arlt, Roberto; Olivari,
es no querida. Los protagonistas y buena Nicolás; Mariani, Roberto.
parte del resto de los personajes comparten
los valores morales impuestos por la socie- González Tuñón, Raúl (Buenos
dad hasta que, presionados por la coyun- Aires, 1905 - 1974). Desde sus primeros li-
tura (una familia demasiado numerosa, el bros, escritos en la segunda mitad de la dé-
hambre, la falta de un techo), caen en la cada de 1920 –El violín del diablo (Gleizer,
ilegalidad buscando una vía de escape “má- 1926), Miércoles de ceniza (1928)–, hasta
gica”. Sin embargo, en ningún momento sus últimas obras publicadas en vida, casi
hacen de ella una elección diferencial: la medio siglo después –El rumbo de las islas
opción por un modo alternativo de vida. perdidas (Ediciones del Alto Sol, 1969), La
No la reivindican como una manera otra veleta y la antena (Buenos Aires Leyendo,
de existencia, sino que la padecen como 1969)–, Raúl González Tuñón construyó
una negación. Son personajes cuyos valo- su poética con una serie de temáticas per-
res repiten los de la clase media, incluso durables, aunque hayan sido elaboradas
si ellos se encuentran ubicados al margen por el rebelde veinteañero, miembro del
de ella. Pequeño-burgueses, el contexto les vanguardista Grupo de Florida y redactor
impide existir como tales. Por lo tanto, de- estrella del diario Crítica, o por el poeta
ben rebuscarse la vida por otro lado y esto y periodista reflexivo, intimista, ferviente
es lo que los convierte en seres grotescos: militante comunista que confraternizaba
pequeño-burgueses y “malandras” a la vez, con los noveles creadores.
ejemplares padres de familia y estafadores Las inquietudes de este representante
de poca monta a un tiempo. He aquí cómo de la Generación de 1922 transitaron por
se exhibe el principio epistémico siempre espacios diversos, en un recorrido de tro-
doble de la categoría estética en cuestión. tamundos que comenzó en una Buenos

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G GONZÁLEZ TUÑÓN

Aires amplia –céntrica, suburbana, portua- laire, Whitman, Heine, Bertrand, Maiako-
ria– y que se extendió al resto del país, de vski, Shelley, Victor Hugo, Zola, Gorki.
América y del mundo. Viajar fue para él La manifestación de sus ideales políticos
sinónimo de aventura, de descubrimiento, se concentró en homenajes, plasmados en
y la calle se convirtió en un territorio don- poemas y artículos periodísticos, dedica-
de el cronista es también un testigo privi- dos a los “poetas mártires” –García Lorca,
legiado que “en constante exaltación lírica” Miguel Hernández y Antonio Machado– y
combina realidad y fantasía. En uno de sus a otros artistas compañeros de lucha –Si-
poemas fundamentales, “La calle del agu- queiros, Picasso, Neruda–, pero también a
jero en la media”, que da nombre a su libro líderes políticos e intelectuales –de Lenin a
más celebrado, dirá: “Yo conozco una calle Stalin, de Durruti a Mariátegui.
que hay en cualquier ciudad, / una calle La infancia, con sus zonas aledañas, es
que nadie conoce ni transita. / Sólo yo voy otro territorio de su poesía, en el que ha-
por ella con mi dolor desnudo, / sólo con bitan evocaciones pobladas de títeres, cir-
el recuerdo de una mujer querida. / Está en cos, películas mudas, juegos y canciones.
un puerto. ¿Un puerto? Yo he conocido un Juancito Caminador, alter ego de Gonzá-
puerto. / Decir: Yo he conocido, es decir: lez Tuñón, protagoniza ese universo lúdi-
Algo ha muerto”.1 El concepto de nostalgia co, que remite al famoso whisky escocés
que traslucen algunos de sus poemas rom- Johnnie Walker y que empleó como seu-
pe la definición estereotipada. En “Elogio dónimo periodístico (además de Ismael
de la nostalgia” advierte: “pues nostalgia es Bravo).
memoria […] // La nostalgia es la cita sutil El tango y el cine son dos de las ma-
con el pasado / y una forma del sueño. / nifestaciones de la industria cultural que
Esa corriente oculta y silenciosa / que se incorporó a su obra. Numerosos poemas
opone al olvido con decoro. […] // No reflejan su pasión por la música ciudadana
sólo es el pasado, / tiene intención de futu- –escribió “Luna de suburbio”, con música
ro. / Adivina, espera / aquello que mañana de su hermana Irma–, con elogios al Pibe
no afeará la vida”.2 Ernesto Ponzio y a la “Guardia Vieja”, ade-
La bohemia que rondaba en los cafés, los más de menciones a temas populares (“El
bares de camareras, los cabarets y los pros- choclo”, “El porteñito”, “Don Juan”, “La
tíbulos se transformó en fe revolucionaria, morocha”). Los versos de su poema “Muer-
en la que conviven los afectos de la vida te y entierro de Carlos Gardel” acompañan
familiar –su hermano Enrique; su primera las imágenes finales del documental Car-
esposa, Amparo Mom; sus hijos; sus padres los Gardel, historia de un ídolo (1964). Su
y abuelos–, los amigos y compañeros de texto “¡Silencio!… Ahí viene Osvaldo”
trabajo –Nicolás Olivari, José Portogalo– y homenajea al compositor Osvaldo Puglie-
quienes ejercieron un padrinazgo literario se y fue incluido en el disco editado por
insoslayable –Villon, Rimbaud, Dickens, los cuarenta y cinco años con el tango del
Carriego, Blomberg, Rubén Darío, Baude- autor de “La yumba”. Asimismo, prologó
el libro 60 años de tango, de Juan Carlos
1.  González Tuñón, R., Antología poética,
Buenos Aires, Losada, 1974, p. 27. Marambio Catán, creador de la letra de
“Acquaforte”.
2.  González Tuñón, R., op. cit., p. 217.

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GONZÁLEZ TUÑÓN G
La fascinación por las “vistas” asoma y de artes plásticas. Su actuación en medios
desde sus primeros libros (“El séptimo gráficos abarcó un sinnúmero de publica-
cielo”, “Quisiera hacer contigo una pelí- ciones, algunas literarias, otras de interés
cula hablada”, “William Powell”, “George general, sin olvidar la prensa partidaria,
Bancroft”, “Evelyn Brent”). Los cómicos como integrante de la redacción o como
Charles Chaplin y Buster Keaton también simple colaborador. Así, sus escritos apare-
le merecieron diversas evocaciones. Algu- cieron en los diarios La Nación, El Diario,
nos versos de “Canción para vagabundos” El Sol y La Hora, y las revistas Proa, Inicial,
fueron musicalizados para la película Busco Martín Fierro, El Hogar, Mundo Argentino,
un marido para mi mujer (1938), dirigida Argentina, Máscaras, El Suplemento, Nueva
por Arturo S. Mom, por entonces su cuña- Revista, Orientación, Continente, Cuader-
do. Para esa comedia escribió, además, un nos de Cultura, Hoy en la Cultura, Lyra y
pequeño discurso rimado que recita uno Testigo, entre otros. También integró los
de los protagonistas. equipos de las agencias de noticias ANDI
Incómodo con las clasificaciones y los y Gente de Prensa.
etiquetamientos del tipo “realismo socialis- Esa unión de vocaciones queda explica-
ta” o “literatura comprometida”, Raúl pro- da con sus palabras: “siempre de una par-
puso un “realismo romántico”: “debemos te a otra, a medida que realizaba mi tarea
buscar el punto en donde se encuentran lo específica como periodista, la realidad me
clásico y lo romántico, la experiencia y el suministraba el recóndito material, la savia
sentimiento, la ley y la revelación, la bús- nutricia que en algún rincón de la concien-
queda y la inspiración”.1 En esa misma lí- cia estimulaba el embrión del poema. Múl-
nea, para él “la poesía es una e indivisible”. tiples motivos desbordaban las páginas del
Su estilo influyó en otros notables poetas diario buscando las probables páginas del
hispanoamericanos, como Neruda, Miguel libro que vendría”.3 González Tuñón pro-
Hernández, Luis Cardoza y Aragón, Efraín fundizó en sus notas un estilo que en algu-
Huerta y Juan Gelman. nos aspectos anticipaba lo que más tarde
El González Tuñón poeta es inseparable se conoció como “nuevo periodismo”. Una
del González Tuñón periodista, cuya tra- práctica habitual en su producción fue la
yectoria en las redacciones de los diarios de publicación de un artículo junto a un poe-
circulación masiva comenzó en Crítica de ma, ambos ligados por un tema común.
Natalio Botana –“menos ajedrez y música, En 1933 creó y dirigió la revista Con-
mi aprendizaje abarcó todas las otras sec- tra, una experiencia novedosa dentro
ciones del diario”–2 y finalizó en el Clarín de la prensa de la época, que aglutinó al
de Roberto J. Noble, en el que encontró es- pensamiento de izquierda en un proyecto
pacio como crítico de teatro independiente político-cultural de oposición al fascismo y
al nazismo internacional, y a sus conexio-
1.  González Tuñón, R., La literatura resplan- nes locales, que imperaron en la Década
deciente, Buenos Aires, Boedo-Silbalba, 1976, Infame. La revista, de la que sólo salieron
p. 151. cinco números, fue clausurada por el régi-
2. Ferrari, G., Raúl González Tuñón periodista, men conservador tras la aparición de “Las
Buenos Aires, Ediciones del Centro Cultural
de la Cooperación, 2006, p. 26. 3.  Ferrari, op. cit., p. 100.

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G GONZÁLEZ TUÑÓN

brigadas de choque”, un extenso poema al pero iconoclasta en lo cultural– fue for-


estilo de “Front rouge” de Louis Aragon, jada y consolidada con el surgimiento de
en el que González Tuñón expresa su “sa- la República Española, la insurrección
rampión revolucionario” –según sus pala- de Asturias y la Guerra Civil. Sus ideales
bras– contra las instituciones del sistema. revolucionarios quedaron plasmados en
Al igual que Aragon, González Tuñón fue innumerables poemas y artículos perio-
encarcelado y sufrió un proceso judicial. dísticos, recogidos, en particular, en La
Su labor poética y periodística trascen- rosa blindada (Federación Gráfica Bonae-
dió las fronteras. En Chile, donde vivió rense [Fegrabo], 1936), 8 documentos de
entre finales de los años 30 y 1945, fue hoy (Fegrabo, 1936), La muerte en Ma-
uno de los fundadores del diario El Siglo, drid (Feria, 1939) y Las puertas del fuego
en el que estuvo a cargo de dos secciones (Santiago de Chile, Ercilla, 1938). Los
fijas: “El diablo cojuelo” y “De sol a sol”. dos viajes a la península emprendidos en
El estilo punzante y demoledor de sus ar- 1935 y 1937 resultaron decisivos para esa
tículos, que sorprendió a sus compañeros definición.
de trabajo, alcanzó la política chilena y En sus libros no sólo transitó por la
argentina, pero también los diversos acon- poesía tradicional y por la vanguardista,
tecimientos internacionales. Sus relatos so- sino que también incursionó en el ensayo,
bre el frente soviético durante la Segunda el cuento, los relatos breves, los poemas
Guerra Mundial quedaron recopilados en en prosa, el panfleto, la carta, el teatro.
el libro Himno de pólvora, impreso en la ca- En todos esos géneros sobresalen las refe-
pital trasandina. Gran parte de los poemas rencias autobiográficas e intertextuales y
escritos en su exilio chileno –muchos de la explotación de recursos literarios tales
ellos difundidos por El Siglo–, de inusual como enumeraciones y metáforas. Nun-
desborde patriótico, fue incluida en Primer ca publicó una novela, aunque anunció
canto argentino, edición del propio autor la aparición de algunas –iban a titularse
conocida tras su retorno a Buenos Aires. Historia de periodistas y El nacimiento de la
Años más tarde, en la efervescente déca- miseria–, que sólo quedaron en proyectos.
da de 1960, una camada de jóvenes escri- Lo más cercano a ese estilo fue un folle-
tores, encabezados por José Luis Mangieri tín policial escrito en colaboración con su
y Carlos Alberto Brocato, emprendió un hermano Enrique, y sus colegas y amigos
intento de rescate del menosprecio al que Ricardo M. Setaro y Ulyses Petit de Mu-
González Tuñón había sido condenado por rat, bajo el seudónimo conjunto de Jaime
algunos sectores intelectuales y lo designó Melors, que apareció en Crítica: “Los Tri-
“director de honor” de la revista La rosa turadores de Manos”. También prologó
blindada, un homenaje a su obra poética libros de varios autores: el más célebre, sin
–la publicación llevaba el nombre de uno dudas, fue el texto inaugural para Violín y
de sus mejores libros–, pero en especial a otras cuestiones (1956), el primer poemario
su compromiso político y social. de Juan Gelman.
La evolución ideológica de González El debut literario de González Tuñón
Tuñón –de un anarco-socialismo juvenil fue con El violín del diablo, que ganó un
a un comunismo orgánico en lo político, concurso organizado por el sello de Manuel

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GORELIK G
Gleizer, cuyo premio era la publicación de (Eudeba, 1965); Antología poética (Losada,
la obra. Con Miércoles de ceniza logró el 1974; reeditado en 1980 y 1992); Poemas
Segundo Premio Municipal de Poesía. de Buenos Aires (Torres Agüero Editor,
Luego le siguieron: La calle del agujero en 1983); Raúl González Tuñón. Antología
la media (Gleizer, 1930); El otro lado de la (Ediciones Desde la Gente, 1992); Juan-
estrella (Buenos Aires-Montevideo, Socie- cito Caminador: antología poética (Ameghi-
dad Amigos del Libro Rioplatense, 1934); no, 1998); Paisajes pintados en los vidrios
Todos bailan (Azul, Don Quijote, 1935); (Grijalbo Mondadori, 2000). En España
La rosa blindada (1936); 8 documentos de se conoció Raúl González Tuñón. Antología
hoy (1936); Las puertas del fuego (1938); poética (Madrid, Visor, 1989). Una serie de
La muerte en Madrid (1939); Canciones del crónicas sobre España realizadas por Gon-
Tercer Frente (Problemas, 1941); Himno de zález Tuñón y publicadas en 1936 por la
pólvora (Santiago de Chile, DIAP, 1943); revista argentina El Suplemento fue compi-
Primer canto argentino (1945; edición lada bajo el título Poeta en la guerra, cronis-
del autor); Hay alguien que está esperando ta para la paz (Madrid, AUPA, 2007).
(Carabelas, 1952); Nuestra Rosa, Rosa de G.F.
América (s/e, 1953); Todos los hombres del + Gelman, Juan; Mangieri,
mundo son hermanos (Poemas, 1954); A José Luis; Olivari, Nicolás.
la sombra de los barrios amados (Lautaro,
1957); Demanda contra el olvido (Horizon- Gorelik, Adrián (Mercedes [Buenos
te, 1963); Crónicas del País de Nunca Jamás Aires], 1957). Arquitecto, historiador, en-
(La rosa blindada, 1965); Poemas para el sayista, catedrático. Recibió sus títulos de
atril de una pianola (Horizonte, 1965); El Arquitecto y de Doctor en Historia en la
rumbo de las islas perdidas (Ediciones del UBA. Es autor de un vasto número de li-
Alto Sol, 1969); La veleta y la antena (Bue- bros y artículos académicos en el área de
nos Aires Leyendo, 1969). Tras su muerte historia y crítica cultural arquitectónica y
aparecieron La literatura resplandeciente y urbanística. Su trayectoria académica in-
El banco en la plaza-Los melancólicos cana- cluye las funciones de profesor titular en
les del tiempo (Losada, 1977). la UNQ; catedrático de cursos de pos-
En teatro publicó Dan tres vueltas y lue- grado en diferentes instituciones, entre
go se van (Tor, 1934; en colaboración con ellas, la Universidad Torcuato Di Tella,
Nicolás Olivari) y La cueva caliente (Quet- la Universidad Nacional de Córdoba,
zal, 1957). En cuanto a antologías poéticas la Facultad de Arquitectura de la UBA;
impresas en Argentina: Selección de poesía. profesor visitante del Centro de Estudios
1926-1948 (1948; edición del autor); La Latinoamericanos de la Universidad de
luna con gatillo, t. I (Cartago, 1957) y t. Cambridge, entre otras.
II (Cartago, 1958); Raúl González Tuñón Su experiencia profesional cuenta con
(Ediciones Culturales Argentinas, 1962; una importante participación en la activi-
estudio introductorio y selección de poe- dad editorial. De hecho, fue miembro del
mas de Héctor Yánover); Diálogo de un Consejo de Dirección de la revista cultural
hombre con su tiempo (Hoy en la Cultu- Punto de Vista y de su versión digital, Ba-
ra, 1965); Poesía de Raúl González Tuñón zar Americano. Asimismo, integra el Con-

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G GORELIK

sejo de Dirección de otra revista cultural, 28, nº 83, 2002); “The Past as the Future:
editada por la UNQ: Prisma: revista de A Reactive Utopia in Buenos Aires”, con la
historia intelectual. Es miembro del Con- colaboración de Graciela Silvestri (The La-
sejo Editorial de Block: revista de cultura de tin American Cultural Studies Reader, Duke
la ciudad y la arquitectura, editada por la University Press, 2004); “A Metropolis in
Universidad Torcuato Di Tella; secretario the Pampas: Buenos Aires 1890-1940”
de redacción de los Anales del Instituto de (Cruelty & Utopia: Cities and Landscapes of
Arte Americano e Investigaciones Estéticas Latin America, Nueva York, Princeton Ar-
“Mario J. Buschiazzo” y editor del Cua- chitectural Press, 2005) y “Las metrópolis
derno de Historia, ambas editadas por la latinoamericanas, el arte y la vida: arte y
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urba- ciudad en tiempo de globalización” (Ais-
nismo de la UBA. thesis, vol. 41, 2007).
Es autor de los siguientes ensayos: Bue- Como es visible a partir de los títulos
nos Aires en cuestión (Centro para la Ges- de sus trabajos, Gorelik aborda el tema de
tión Urbana, 1993); ¿Cómo reformar la la ciudad y, en particular, de Buenos Aires.
ciudad?: código, plan y otros instrumentos Explora aproximaciones para la compren-
de intervención pública revisitados (Con- sión de la ciudad, a partir de los estudios
troladuría Comunal, 1993); La sombra de culturales urbanos y revisando la historia
la vanguardia: Hannes Meyer en México, de la cultura urbana porteña. En Mira-
1938-1947 (Proyecto, 1993; en colabora- das sobre Buenos Aires, por ejemplo, libro
ción con Jorge Francisco Liernur); La gri- compuesto de textos escritos en la década
lla y el parque: espacio público y cultura ur- de 1990, Gorelik explica que al pensar la
bana en Buenos Aires, 1887-1947 (UNQ, ciudad “es necesario ejercitarse en las tan
1998); Miradas sobre Buenos Aires: histo- diferentes dimensiones que componen su
ria cultural y crítica urbana (Siglo XXI, materialidad y su cultura multiformes a lo
2004); Antología Buenos Aires, publicado largo del tiempo” (p. 9). De este modo, el
con Jorge F. Liernur, Graciela Silvestri y autor propone examinar “la historia cultu-
Fernando Fagnani (Punto de Vista, 2001); ral urbana y la crítica cultural de la ciudad”
Das vanguardas a Brasília: cultura urbana (ibíd.). En este volumen se exploran “las
e arquitetura na América Latina (Belo Ho- representaciones sobre el territorio nacio-
rizonte, UFMG, 2005); Buenos Aires (La- nal, y sobre el lugar de Buenos Aires” a par-
riviere, 2006), colección de fotografías de tir de los ensayos de E. Martínez Estrada
Horacio Coppola y Facundo de Zuviría y B. Canal Feijóo, que Gorelik considera
que presenta imágenes de más de ochenta claves para una historia de la cultura ma-
años de arquitectura argentina. terial argentina y latinoamericana. Se tra-
A estos ensayos se agregan numerosos ta de dilucidar las herramientas utilizadas
artículos sobre temáticas vinculadas a las para captar el territorio como expresión de
especialidades de Gorelik. Entre ellos quie- la identidad nacional. Asimismo, el texto
ro destacar los siguientes: “Imaginarios presenta una perspectiva histórica del siglo
urbanos e imaginación urbana: para un XX, por la cual se examinan textos cultu-
recorrido por los lugares comunes de los rales (relatos, fotografías, literatura, cine),
estudios culturales urbanos” (EURE, vol. la “materialidad de la ciudad como fondo

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GORI G
imprescindible para su interpretación”, y en 1983 y 1984; recién en las ediciones
ciertas “problemáticas culturales” de di- posteriores apareció en un único volumen.
cho siglo. Además, se ocupa también de la Por otra parte, las crónicas tienen narrado-
crítica del presente. Y por fin, cuestiona la res diferentes y se refieren a diversos per-
dirección que siguieron los “estudios cul- sonajes, regiones y tiempos, sin un orden
turales urbanos” en la comprensión de las cronológico reconocible; apenas les dan
transformaciones urbanas. carácter unitario la remisión continua al
P.N. imperio de Kalpa, algunos mínimos da-
+ Silvestri, Graciela; Sarlo, Beatriz. tos geográficos e históricos retomados de
narración en narración y la tematización
GORI, Gastón. Véase Marangoni, constante de la cuestión del poder. Pese al
Pedro. carácter ficticio del mundo creado, la suce-
sión de derrocamientos, traiciones, insur-
Gorodischer, Angélica (Buenos gencias, masacres, represiones, destierros
Aires, 1928). Nacida como Angélica Arcal, e incluso desapariciones recuerda que las
adoptó el apellido de su marido, el arqui- crónicas fueron escritas durante la última
tecto Sujer Gorodischer. Reside en Rosario dictadura militar, según ha notado la pro-
desde 1936 y se la considera una figura pia autora.
emblemática de esa ciudad, de la que fue Los relatos de Gorodischer se destacan
nombrada Ciudadana Ilustre en 2007. siempre por su humor e ironía, indepen-
Comenzó su carrera literaria en la década dientemente del género que transite. En las
de 1960, al ganar un concurso de cuentos ficciones localizadas en Rosario, el humor se
policiales de la revista Vea y Lea. Desde en- filtra en monólogos y diálogos que captan
tonces ha abordado diferentes temáticas y impecablemente, con mucha gracia, el ha-
géneros literarios. Entre su producción se bla coloquial rioplatense, como en la novela
cuentan novelas y cuentos históricos, fan- policial Floreros de alabastro, alfombras de
tásticos, policiales y de ciencia ficción. Los Bokhara (Premio Emecé 1984-1985) o los
críticos coinciden en señalarla como la más cuentos de ciencia ficción (construidos alre-
destacada escritora de ciencia ficción argen- dedor de un único protagonista) de Trafal-
tina contemporánea y una de las principa- gar. También es una constante en su obra la
les en lengua española. Es posible que su mirada de género y el tratamiento –en for-
obra más renombrada sea Kalpa Imperial ma más o menos explícita– de temas como
(Premio Más Allá y Premio Poblet, 1984), las tensiones y diferencias entre los sexos y
cuya traducción al inglés realizó la famosa las reivindicaciones feministas. Consecuen-
escritora de ciencia ficción estadounidense temente, Gorodischer ha sido una activa
Úrsula K. Le Guin. Si bien es clasificada difusora de la literatura escrita por mujeres
habitualmente como una novela, parece (en particular, en el ámbito latinoamerica-
más adecuado describirla como un ciclo no), como prueban los tres simposios sobre
de once crónicas que tratan las peripecias creación femenina que organizó en Rosario
de un imperio imaginario ubicado en un en 1998, 2000 y 2002.
momento y espacio imprecisos. De hecho, Además de las distinciones mencionadas
Kalpa Imperial fue publicada en dos partes previamente, obtuvo el premio Gilgamesh

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G GOROSTIZA

de España (1986), el Diploma al Mérito boraciones en revistas y diarios de todo


Konex (1984), la beca Fullbright (1988 y el país (A la tarde, cuando llueve, Emecé,
1991), el Premio Konex de Platino (1994) 2007). Entre sus obras en colaboración
y el Premio ILCH (Instituto de Literatura figuran Escritoras y escritura (Feminaria
y Cultura Hispánicas de California) por su Editora, 1992), con Úrsula K. Le Guin,
obra completa (2007). Recibió también el y Locas por la cocina (Biblos, 1998), con
Premio Dignidad, otorgado por la Asam- Virginia Haurie, Elvira Ibarguen, Hilda
blea Permanente por los Derechos Huma- Rais y Ana Sampaolesi.
nos (1996) por su trabajo en defensa de los L.M.K.
derechos de la mujer.
Sus libros de cuentos incluyen los si- GOROSTIZA, Carlos (Buenos Aires,
guientes títulos: Cuentos con soldados 1920). Dramaturgo y novelista, debutó
(Editorial Club del Orden de Santa Fe, en el Teatro La Máscara con una obra que
1965); Las pelucas (Sudamericana, 1969); se volvería un clásico de la escena nacio-
Bajo las jubeas en flor (De la Flor, 1973); nal: El puente (1949), que al año siguiente
Casta luna electrónica (Andrómeda, sería llevada al cine con guión y dirección
1977); Trafalgar (El Cid Editor, 1979); del propio autor y de Arturo Gemmiti.
Mala noche y parir hembra (La Campana, Se lo sitúa usualmente en la Generación
1983); Técnicas de supervivencia (Editorial del 60 en el orden dramático, junto a
Municipal Rosario, 1994); Cómo triunfar autores que renovaron la representación
en la vida (Emecé, 2000); y Menta (Eme- en la Argentina, como Julio Mauricio,
cé, 2001). Sus novelas son Opus dos (Mi- Sergio de Cecco, Roberto Cosa, Ricardo
notauro, 1968); Kalpa Imperial (Mino- Talesnik, Ricardo Halac y Oscar Viale.
tauro, 1983-1984); Floreros de alabastro, Integró el movimiento de Teatro Abierto
alfombras de Bokhara (Emecé, 1985); Jugo (1981-1982), en el cual se nuclearon va-
de mango (Emecé, 1988); Las repúblicas rios dramaturgos que manifestaron me-
(De la Flor, 1991); Fábula de la virgen diante sus obras –en las que predomina-
y el bombero (De la Flor, 1993); La no- ban temas como el exilio, la revisión de
che del inocente (Emecé, 1996); Doquier la historia y el fracaso– la resistencia a la
(Emece, 2002); Tumba de jaguares (Eme- dictadura militar que arrasaba al país des-
cé, 2005); Querido amigo (Edhasa, 2006); de 1976. Al respecto, Gorostiza recalcó en
y Tres colores (Emecé, 2008). Además ha un reportaje que el objetivo de la movida
publicado una antología de cuentistas era “defenderse de la comercialización y
latinoamericanas (Esas malditas mujeres, la banalización […] Teatro Abierto fue
Rosario, Ameghino, 1998), una antolo- una reacción. En este momento no está
gía de artículos y cuentos propios (Cien claro ‘reacción contra qué’. Quizá falte el
islas, Fundación Ross, 2004), la biografía estímulo de una herida clara, que obliga
de su madre, también escritora (Historia a la defensa. Lo que hay es formal, con
de mi madre, Emecé, 2004) y un libro de nuevas experiencias”.1 Con la llegada al
ensayos acerca de la literatura fantástica poder de Raúl Alfonsín (1983-1989), se
y la escritura femenina, surgidos de sus
1.  Entrevista a Carlos Gorostiza, Página/12,
numerosas charlas, conferencias y cola-
05/01/2004.

• 606 •
GOROSTIZA G
desempeñó como primer secretario de ponentes autobiográficos, ya que retoma
Cultura del gobierno radical hasta 1986. la actividad de su padre, piloto comercial
Entre sus obras de mayor calidad esté- de aviones, que un día abordó la máquina
tica y éxito de público figuran El pan de para no volver nunca más al hogar, dejando
la locura (1958), sobre un suceso real (la abandonada a la esposa con los hijos, en-
intoxicación con el cornezuelo del centeno tre ellos la hermana de Gorostiza, la actriz
que provoca alucionaciones en sus con- que se popularizó con el nombre de Ana-
sumidores); Los prójimos (1966); ¿A qué lía Gadé. Los varones solían ir con el padre
jugamos? (1968); El lugar (1970); Los her- en pequeños vuelos en los cuales el piloto
manos queridos (1978); El acompañamien- lanzaba volantes publicitarios de las bebidas
to (1981; contribución de Gorostiza a la Bilz, empresa para la cual trabajaba.
primera edición de Teatro Abierto); Matar Como novelista, Gorostiza es autor de
el tiempo (1982); Hay que apagar el fuego Los patios oscuros (1976); Cuerpos presentes
(1982); Aeroplanos (1990); El patio de atrás (1981); El basural (1985); Vuelan las palo-
(1994). Sus obras dramáticas son recogidas mas (1999); y La buena gente (2001). De
en cinco tomos por Ediciones de la Flor en 2004 es su libro de memorias El merodeador
la década de 1990. enmascarado, publicado por Seix Barral, tex-
En sus comienzos, en 1943, escribió to que cubre más de ochenta años de vida
la obra para títeres La clave encantada, sin y en el cual junto con los recuerdos inserta
volver a incursionar en el género a lo lar- algunos ejercicios en un género que nunca
go de su prolífica trayectoria. Como guio- había dado a publicidad como los poemas.
nista de cine adaptó Marta Ferrari (1956) Además del Premio Planeta por Vuelan
bajo la dirección de Julio Saraceni y la ya las palomas, Gorostiza obtuvo los premios
mecionada El puente. En ésta se plantea un Nacional de Teatro (1966) y de Novela
marcado conflicto de clases en los años del (1976) por su primera novela, que lanza-
peronismo. El ingeniero que está constru- rá Sudamericana. En 1978 le conceden el
yendo el puente ha tomado como obreros a Primer Premio Nacional de Literatura y el
algunos jóvenes que viven en el mismo ba- Primer Premio Municipal de Novela. En
rrio, el suyo, aunque en casas bastante más 1982 recibe el Gran Premio de Honor de
modestas. Un accidente en la obra motiva Argentores y una distinción del Rotary
la muerte tanto del ingeniero como de uno Club. En 1984 la Fundación Konex le
de los obreros, lo que certifica la igualdad de otorga el Premio de Platino y el Diploma
los hombres más allá de las divisiones que al Mérito en la categoría Teatro. Por El ba-
la sociedad y la economía puedan estable- sural recibe en 1988 el Premio Meridiano
cer. Por añadidura, la entrega de los cuerpos de Plata. En 1990 le otorgan el Premio Es-
invierte los domicilios respectivos, lo que trella de Mar. Con Los prójimos consiguió
agrega una nota más de desprecio en el per- la beca Fullbright.
sonaje de la viuda del ingeniero, subrayando Como funcionario, hay que sumar a su
que las diferencias sociales son remarcadas cargo en el gobierno radical su participa-
especialmente por las mujeres. En el otro ción en el Directorio del FNA.
extremo de su producción, cuarenta años M.C.
más tarde, Aeroplanos recupera ciertos com- + Roberto Cossa; Sergio De Cecco.

• 607 •
G GRAMUGLIO

Gramuglio, María Teresa (Rosario última, uno de los núcleos problemáticos


[Santa Fe], 1939). Crítica literaria. Egre­ a los que se ha abocado su práctica crítica
sada de la Facultad de Filosofía, Letras y está constituido por la construcción de un
Ciencias de la Educación de la Universidad sistema literario nacional. En efecto, desde
Nacional del Litoral. Desde 1984 se des- sus primeras intervenciones en Punto de
empeña como docente en la Facultad de Vista –que incluyen también su interés por
Filosofía y Letras de la UBA y en la Facultad las artes plásticas– busca interrogar zonas
de Humanidades y Artes de la UNR. Fue centrales del pasado cultural argentino: el
integrante del Consejo de Dirección de Martín Fierro, la inmigración en la literatu-
la revista Punto de Vista, desde los inicios ra, el nacionalismo, la revista Sur, los deba-
de dicha publicación en 1978 hasta su re- tes sobre la relación entre estética y política
nuncia en 2004. Algunos de sus trabajos en los años sesenta y sobre el realismo, y
recogidos en libro son “José Hernández” y las historias de la literatura nacional. Ante
“Martín Fierro” (ambos fascículos en cola- cada uno de estos problemas, Gramuglio
boración con Beatriz Sarlo y publicados en no elude la polémica: contra una tradición
Capítulo. Historia de la literatura argentina, crítica que insiste en acentuar las diferen-
CEAL, 1980); “El lugar de Saer” (Juan José cias entre la “Ida” y la “Vuelta” en el poe-
Saer por Juan José Saer, Celtia, 1986); “La ma de Hernández, sus trabajos priorizan
construcción de la imagen” (La escritura las continuidades; contra una tradición
argentina, Santa Fe, Universidad Nacional que sólo ve en Sur una publicación “de
del Litoral, Ediciones de La Cortada, la oligarquía”, busca “poner en cuestión
1992); “El ángel de la sombra. La novela las imágenes más difundidas acerca de la
oculta de Lugones” (El ángel de la sombra, revista”.1 Pero quizás los trabajos en los que
Losada, 1993); y “Desconcierto en dos más claramente se manifiesta su interés por
tiempos” (Dominios de la literatura: acerca la construcción de un sistema literario sean
del canon, Losada, 1998). Por otra parte, los textos que, en los primeros números de
ha dirigido el volumen El imperio realista, Punto de Vista, y bajo la forma de la reseña
perteneciente a la Historia crítica de la li- bibliográfica –aunque el rigor del análisis
teratura argentina, dirigida por Noé Jitrik impide inscribir por completo sus inter-
(Emecé, 2002). venciones en este género–, leen las obras
En los trabajos críticos de Gramuglio, como parte de una genealogía. En este
que giran especialmente en torno de la lite- sentido, en el sistema literario que intenta
ratura europea del siglo XIX y la literatura delinear, incluye obras tales como Ema, la
argentina, se observa una significativa den- cautiva, de César Aira, o Una lectura de la
sidad conceptual por la brevedad que im- historia, de Andrés Rivera que, publicadas
pone el formato artículo, ante todo, pero de manera contemporánea al momento de
también por el establecimiento de relacio- la escritura de sus trabajos críticos, serán
nes entre escritores europeos y argentinos, canonizadas sólo años después por la crítica
entre la literatura del siglo XIX y del siglo académica. Estos artículos exhiben además
XX o por el análisis de una obra en polé- las preferencias estéticas de Gramuglio: se
mica con una lectura realizada por un crí-
1.  Gramuglio, M.T., Punto de Vista, año
tico cuyo libro reseña. En relación con esta
9, nº 28 (noviembre 1986), p. 32.

• 608 •
GRANATA G
trata de las poéticas que, alejadas del regio- Korn. Su padre, médico de origen italiano,
nalismo y próximas a formas que ponen la introdujo en la literatura con la poesía
en crisis la mímesis realista, se interrogan de Giacomo Leopardi. Escribe desde sus
acerca de cómo narrar la historia reciente. primeros años de vida, inspirada en temas
Entre estos primeros artículos de Punto de cotidianos y telúricos. En sus inicios, se
Vista, una mención aparte merecen sus dedicó casi por completo a la poesía. Su
trabajos dedicados a Saer, autor a quien primer libro, Umbral de tierra (1942),
ya en 1969 había sindicado como una de elogiado por Horacio Rega Molina por
las voces más significativas en la literatura su densidad lírica, recibió el Segundo
contemporánea.1 Al respecto, este trabajo Premio de la Municipalidad de Buenos
continúa siendo uno de los primeros tex- Aires y fue ganador del certamen “Martín
tos clásicos sobre el autor de Glosa, a la vez Fierro”, instituido por la SADE. La temá-
que puede ser leído como un modelo de la tica de ese libro es la infancia y el amor; su
práctica crítica de Gramuglio: descripción tono, intimista, nostálgico y sentimental.
minuciosa de los procedimientos formales, Considerada una de las más destacadas poe-
de los materiales ideológicos y de la ubi- tas de la Generación del 40, grupo forma-
cación de la producción literaria del autor do por poetas como Olga Orozco, Enrique
dentro del campo intelectual. Finalmente, Molina y Alberto Girri, pasaría progresiva-
vinculada con el intento de diseñar un sis- mente de la estructura del soneto a formas
tema literario, otra preocupación central del verso libre. Entre sus libros de poesía,
de Gramuglio consiste en el análisis de la se cuentan, además del ya mencionado,
construcción de “figuras de escritor” con el otros como Muerte del adolescente (1946);
propósito de observar allí “cuál es el lugar Corazón cavado (1952); Color humano
que [el escritor] piensa para sí en la lite- (1966), registrando una progresiva aper-
ratura y en la sociedad”.2 En sus trabajos tura hacia la temática social. Todos ellos
sobre este problema es posible observar dos fueron finalmente reunidos en Antología
huellas teóricas que orientan la totalidad de poética (1978). Últimamente se difundió
su obra: la sociología de Pierre Bourdieu y en España Cerrada incandescencia. Sus
el análisis cultural de Raymond Williams. poesías, algunas veces de contenido subje-
F.N. tivista y otras de mayor densidad social, la
+ Jitrik, Noé; Sarlo, Beatriz. muestran como una poeta de construcción
densa, de imágenes por momentos tétricas,
GRANATA, María (Buenos Aires, que dota de potente lirismo elegíaco cual-
1923). Poeta y narradora. Nació en la quier tema que desarrolla.
Capital Federal y después se radicó en Recibió el Premio Emecé en 1970 por
San Vicente, provincia de Buenos Aires. su novela Los viernes de la eternidad (1971),
También vivió en la localidad de Alejandro llevada al cine en 1981 con adaptación de
la autora y Héctor Olivera, quien también
1.  Gramuglio, M.T., Los libros, año 2, nº 3 dirigió el film, cuyos papeles protagónicos
(septiembre 1969). estuvieron a cargo de Thelma Biral y Héc-
2.  Gramuglio, M.T., La escritura argentina, tor Alterio. Es su novela más célebre, con
Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral/
una tirada que supera los 24.000 ejempla-
Ediciones de La Cortada, p. 38.

• 609 •
G GRANDE

res en ocho ediciones. Por su parte, su se- endiablada; y Un río de duendes. En 1984
gunda novela, Los tumultos, recibió el Pre- recibió el Diploma al Mérito del rubro Le-
mio Strega de la Argentina en 1974. Luego tras de la Fundación Konex por su primera
vendrían El jubiloso exterminio (1979) y El novela publicada luego de 1950. En 1994
diluvio y la guerra (Editorial de Belgrano, recibió la misma distinción que le otorgó
1981), novela de un marcado grotesco hu- dicha fundación por su labor literaria in-
morístico. Según la propia autora, el texto fantil. En 2007 recibió el Gran Premio de
es de inspiración antibelicista y antirracista, Honor 2006 –junto a Federico Peltzer– de
dado que habría nacido al calor del repudio la Asociación Argentina para la Poesía, en
a la Guerra de Malvinas, contemporánea el marco de la 33ª Feria del Libro Interna-
de la aparición del libro. También pode- cional en Buenos Aires. Fue también jura-
mos pensarla como una novela de inicia- do de numerosos premios literarios, como
ción sexual de una adolescente, lo que con- miembro de la Fundación Amalia Lacroze
tribuye a quitarle solemnidad al conjunto. de Fortabat. En San Vicente se ha inaugu-
Por la experimentación con el lenguaje y rado en su homenaje una biblioteca escolar
con las convenciones del realismo que se que lleva su nombre. También ha publica-
evidencia en sus textos narrativos pero de do las novelas El visitante (1983); La esca-
alto voltaje poético, se la ha comparado pada (1988); El sol de los tiempos (1992); y
con los autores del realismo mágico y el Lucero Zarza (1999).
boom latinoamericano, como Juan Rulfo y A.J.
Gabriel García Márquez. Uno de los temas
que no cesan de aparecer en sus textos es la grande, Enrique (Ferrari, Juan
devoción por la vida natural. Asimismo, la Carlos) (Buenos Aires, 1917 - 1993). Des­
omnipresencia de lo emocional, de lo sen- tacado dramaturgo y escritor, desde pe-
sitivo y de cierta nostalgia por momentos queño se vinculó a la literatura. En 1929
pasados cubre sus textos de un halo mágico obtiene el primer premio en un concurso
y de un acendrado vitalismo. Eso no le im- de cuentística infantil organizado por La
pide creer firmemente en el rol social del Razón. En 1937 ingresa en la Facultad
escritor, su compromiso como ciudadano, de Medicina, donde en 1944 se recibe de
con la vida cívica que lo rodea, aunque eso Médico Cirujano. Durante su formación
no aparezca tematizado explícitamente en en el Hospital de Niños escribió obras hu-
sus textos. Ha publicado cuentos infantiles morísticas y parodias de clásicos. Se vin-
como los de El gallo embrujado (1954); El cula al teatro independiente, formando
ángel que perdió un ala (1974); El bichito parte de los circuitos de la época (décadas
de luz sin luz (1976); El perro sin terminar de 1950-1960) y comienza su mayor pro-
(1984); Un ciervo en el cielo (1987); Cuen- ducción teatral.
tos azules y blancos. Relatos de la Independ- Entre las obras más prominentes de
ncia argentina (1989); El niño azul (2003); esta etapa, se destacan: Cuando empieza el
y La fiesta de los lagartos (2003). También luto (1951); El tío Arquímedes (1951); Los
es autora de El río turuntún y una orques- culpables (1952), pieza con la que tematiza
ta original; Un saltarín para el rey Clodo- la delincuencia juvenil; Ese camino difícil
vin; El cazador de zorros azules; La escoba (1952) lo impone como comediógrafo;

• 610 •
GREGORICH G
Por arte de magia (1953); La ñata (1955); durante el gobierno de Raúl Alfonsín
Las campanas de Verona (1954); Siempre (quien olímpicamente ignoró a los exilia-
vale la pena (1959); El mazorquero (1953); dos), fue subsecretario de Cultura de la
Namun-co (1969); El desván (s/d), todas Nación. Desde 1983 se identificó con el
dramaturgias costumbristas y moralizan- alfonsinismo y, de hecho, junto con “in-
tes orientadas mayormente a un público teresantes figuritas” como las de Pacho
popular. En 1958 se le otorga el Premio O’Donnell, Santiago Kovadloff, Carlos
Argentores por su comedia Las nueve tías Gorostiza y posteriormente Félix Luna, en-
de Apolo, una “comedia para sobrinos” y en tre otros, armó el “proyecto cultural radi-
1963 es distinguido con el Primer Premio cal” dentro del movimiento de Renovación
Municipal y Argentores por su revista Las y Cambio. Luego continuó manteniéndose
ranas cantan de noche. Con Petit hotel se activo dentro del espectro político-cultural
inclina hacia la comedia musical. Paralela- del radicalismo: por ejemplo, fue respon-
mente, publica en revistas como Chabela, sable de la Comisión de Cultura del “dela-
Mucho Gusto, Democracia y Noticias Gráfi- rruismo” y en las elecciones de 2007 en la
cas. Su compromiso político, en 1964, lo ciudad de Buenos Aires, desde la Coalición
lleva al exilio. Cívica, hizo público su apoyo a la fórmula
L.V. Telerman-Olivera.
Gregorich es crítico literario, traductor
GREGORICH, Luis (Zagreb, 1938). y periodista. Al respecto, Fogwill –enmar-
Nacido en la ex Yugoslavia, actual cado dentro de una crítica mayor al pro-
Croacia, vive en la Argentina desde 1948. yecto cultural alfonsinista que, según él,
Trabajó en varios emprendimientos edi- percibía la cultura como parte del “tiempo
toriales. Entre 1967 y 1973 fue secretario libre”, nexada con el negocio de los me-
ejecutivo de Capítulo Argentino y director dios y el espectáculo– opina contunden-
de Capítulo Universal, colecciones relati- temente: “Conocido como comentarista
vas a la Historia de la literatura argentina de libros a partir de su gestión durante la
y a la Historia de la Literatura Mundial, intervención militar al diario La Opinión,
respectivamente, pertenecientes al CEAL. […] es simplemente un periodista y un
Entre otros cargos, fue director-gerente orientador de lectores cuyo sistema argu-
general de Eudeba (entre 1984 y 1986), y mental está tomado del modelo autoritario
como tal, en trenza con Sábato, publicó el de la ‘prensa seria’”.1
Nunca más, informe de la Conadep; cuan- Los primeros textos de Gregorich em-
do, paradójicamente, desde las columnas pezaron a aparecer en el CEAL, notable
de La Opinión (24/08/1976) había de- iniciativa editorial liderada por Boris Spi-
clarado que el gobierno de facto surgido vacow que se lanzó a una enorme tarea de
ese mismo año garantizaba “la defensa del masiva difusión cultural tras la “Noche de
pluralismo y de la organización democrá- los bastones largos”, o sea, a raíz de la in-
tica de la sociedad”. tervención militar de la UBA y de Eudeba
Tuvo también varios cargos dentro de
la función pública. Entre otros, menores 1.  Fogwill, R., “Enrique Vázquez y la cultura
vigilante”, El Porteño, año 3, nº 26 (febrero de
(como asesor), cabe recordar que en 1988,
1984), pp. 32-33.

• 611 •
G GREGORICH

a manos del gobierno militar del general en Clarín en enero de 1981, en tiempos de
Onganía, en 1966. Uno de los productos dictadura, y fue presentado en diciembre
emblemáticos de CEAL, indudablemen- de 1984, ya en democracia, a manera de
te, fue una propuesta diversa, rigurosa descargo intempestivo, en un coloquio de
y moderna de la historia de la literatura intelectuales argentinos en la Universidad
argentina: Capítulo, dirigida por Adolfo de Maryland (EE.UU.), organizado por
Prieto. En su conjunto, una publicación Saúl Sosnowki. Desinteligencia célebre,
seria –cuyos tres volúmenes con un total si las hay, que proponía un maniqueísmo
de 1400 páginas siguen hoy vigentes– que malhadado (“para desorientar a los censo-
perseguía el sueño de la difusión cultural res”, según declaró el mismo Gregorich en
a nivel popular. En dicha empresa Grego- Maryland) entre escritores que se fueron
rich publicó, quizá, su primer y más res- de la Argentina durante la última dicta-
catable trabajo: el fascículo nº 42: La no- dura militar y los que “nos quedamos”
vela moderna: Roberto Arlt (1967), texto –padeciendo el llamado “exilio interno”–,
hoy en día perimido, ya que se encarga de como si esta distinción fuera una mera, y
subrayar algunos de los lugares comunes filosamente irónica, cuestión geográfica;
fraguados y transitados más recurrente- que como tal resultó agraviante para los
mente por la crítica y la historia literarias proscriptos expatriados a la fuerza: sos bo-
argentinas respecto de Arlt. En el mismo leta (me atrevo a recordar un llamado te-
marco editorial se inscriben también una lefónico relatado por David Viñas). Con
Antología universal de la poesía (1968 y este texto, en el que además declara que
1978); El Cordobazo (1971; editado con los escritores exiliados no eran relevantes
el seudónimo de Daniel Villar) y Cómo ni en términos cuantitativos ni cualita-
leer un libro (1972), en el que aborda de tivos, Gregorich se transformó en herma-
manera introductoria cuestiones relativas no de pierna del Sábato de “La inmensa
a la lectura de la literatura y de los medios mayoría está en el país”, del Mujica Lái-
de comunicación. Otros textos que parten nez de “los escritores más destacados no
de la literatura para rozar otros discursos se han ido”, de la Silvina Bullrich de “ni
son: Tierra de nadie (Mariano Moreno, Borges, ni Mallea, ni Sábato se fueron”.
1981), colección de ensayos y artículos Más recientemente, aparecieron Escri-
sobre literatura y política argentinas; Li- tores del futuro (Grupo Editor Latinoame-
teratura y homosexualidad (Legasa, 1985), ricano, 1995), una serie de notas sobre
cuyo núcleo es ocupado por un trabajo literatura y teatro sobre autores como Bor-
sobre el De profundis de Oscar Wilde; La ges, Cortázar, Brecht, Shaw, Shakespeare,
utopía democrática (Santa Fe, Universidad Artaud, Jarry, Beckett; y La excentricidad
del Litoral, 1988), serie de ensayos que de Borges y Perón (Catálogos, 2007), título
abarcan temas relativos al Estado –“De la que en su superficie pareciera retomar las
cultura autoritaria a la cultura democráti- similitudes trazadas en 1981 por Antonio
ca”–, la política cultural –“Apuntes sobre J. Cairó (seud. de David Viñas) en el nº
política cultural”–, la literatura –“Evoca- 420-421 de Les Tempes Modernes sartrea-
ción de Jaime Rest”, “La literatura dividi- nos. En realidad, se trata de notas sobre
da”–. Este último apareció originalmente literatura, política y música publicadas en

• 612 •
GRIEBEN G
su mayoría en la mediación imperialista zados de crítica literaria han aparecido en
La Nación, diario en el que Gregorich El Día (Montevideo), Colóquio (Lisboa),
colabora con cierta asiduidad desde 2000 Cuadernos Hispanoamericanos (Madrid),
con notas sobre cultura y política. En Unomásuno (México), Revista Nacional de
cuanto a los volúmenes colectivos, entre Cultura (Caracas).
ellos cabe recordar: Nueva novela latinoa- Por otra parte, escribió el guión de la
mericana I (Paidós, 1969); Buenos Aires. película La República perdida (1983), diri-
Historia de cuatro siglos (Abril, 1983); gida por Miguel Pérez y producida por el
Argentina, de la transición al despegue dirigente radical Enrique Vanoli. Se trata
(Fundación Eugenio A. Blanco, 1986); de un documental, de mucho éxito en su
Los intelectuales y el país de hoy (La Na- momento, que revisa la historia argentina
ción, 2004). Preparó diversas antologías en el período que va de Uriburu a Vide-
de cuento y poesía de autores nacionales y la; el texto fue editado ese mismo año por
clásicos internacionales. Entre ellas quie- Sudamericana-Planeta.
ro mencionar la Primera antología de la Último: cabe recordar que entre 1992 y
uruguaya Idea Vilariño (fallecida en abril 1995 ha sido vicepresidente de la SADE y
de 2009), una de las exponentes –junto a forma parte del Consejo de Presidencia de
M. Benedetti y J.C. Onetti– de la llamada la APDH.
“Generación del 45”: poeta, según Grego- R.C.
rich, “orgullosamente metafísica, [de] una
poesía capaz de dibujar una delicada mi- GRIEBEN, Carlos F. (Lomas de Zamora
niatura, o de emitir el más desolado grito [Buenos Aires], 1921 - Senegal, 1972).
de dolor”. De ella el autor ha preparado y Poeta, traductor, crítico cultural y diplo-
prologado también una edición de Poesía mático. Fundó y dirigió junto a Nicolás
(1945-1990) (Montevideo, Cal y Can- Cócaro la revista literaria Oeste. Volante de
to, 1994) y la introducción de la Poesía Poesía, editada en Chivilcoy. Estudioso de
completa (Cal y Canto, 2002), que inclu- la literatura argentina (Eduardo Mallea,
ye el conjunto de su producción. Como 1961), traductor de literatura alemana
traductor, Gregorich se ha enfrentado (Kafka de Max Brod, 1945; Stefan George:
con Hamlet (Complejo Teatral de Buenos testimonio, traducción y escolio, 1951, en-
Aires / Losada, 2006) y El rey Lear y Dan- tre otros), editor de antologías (Dieciocho
za macabra de A. Strindberg y con otros poetas jóvenes argentinos, en colaboración
autores como J. Paulhan y C.E. Gadda. con N. Cócaro, 1955), crítico de arte
Por lo atañente a la prensa periódica por- (Mina Gondler, 1962), sumó al polifa-
teña: se ha desempeñado en calidad de cético quehacer del mediador cultural, la
asesor literario y colaborador de la revista tarea del poeta. Su obra, influida en sus
Teatro; como director del semanario cul- inicios por la generación del 27 (Raíz
tural del diario La Opinión entre 1975 y adentro, 1945; La isla, 1952), busca equi-
1979, editorialista y encargado de la edi- librar alusiones míticas y percepciones de
ción internacional de Clarín, director del viajes con la introspección poética. Esta
semanario Argumento Político, etc. Sus tensión se refleja en el imaginario recu-
reseñas, comentarios y artículos especiali- rrente del mar (Tiempo de mar, 1952;

• 613 •
G grimani

Dulcísima aventura, 1960; El corazón in- ninsular de la Italia de su adolescencia y


móvil, 1962; El náufrago, 1965; La edad juventud. Finalmente, con el seudónimo
primera, 1965). de Jean Paul Marais, escribió el ensayo fi-
M. Cám. latélico Los secretos de la Quid.
P.P.
Grimani, Santiago (Trieste [Italia],
1925 - Buenos Aires, 1988). Escritor, fi- Grondona, Adela (Buenos Aires,
latelista, ajedrecista y químico. Emigró a 1912 - 1995). Escritora y ensayista. Se
la Argentina en 1939 a causa de las leyes destacó principalmente como cuentista
raciales sancionadas en Italia. Completó con libros como El escalón (F.A. Colombo,
el Gimnasio Dante Alighieri en su ciudad 1937); La biblioteca (F.A. Colombo, 1950);
y, en Buenos Aires, cursó primero en la El antepasado (Losada, 1962); La cariátide
Facultad de Ciencias Exactas y luego hizo (Losada, 1972) y Hermanas (Botella al mar,
estudios de posgrado sobre filosofía y lógi- 1989). En sus breves cuentos, comparables
ca modal. a los de Katherine Mansfield, explora, con
Su erudición, sarcasmo, agudeza se compasión y sencillez de estilo, la intros-
ponen en evidencia en su primer libro de pección de personajes primordialmente
cuentos El Fiat verde (Interesea, 1974), femeninos ante circunstancias de vida di-
que lo consagró como acertado escri- versas, en las que no está ausente la lectura
tor humorístico. El éxito de este primer como práctica reflexiva. Íntima amiga de
trabajo fue seguido por sus otros libros Norah y Jorge Luis Borges, en 1957 editó
de cuentos: Un problemita color naranja su breve diario bajo el título El grito sagrado
(Interesea, 1976), Faja de Honor de la (treinta días en la cárcel), una apología de
SADE; Desde Delos en frecuencia modu- la Revolución Libertadora, en donde relata
lada (Interesea, 1978); Reina negra a rey además su experiencia en la cárcel junto a
blanco. ¡Jaque! (Macondo, 1979) y Gri- Norah Borges en 1948, luego de cantar el
manescas (Milá, 1988), donde reúne sus himno nacional argentino en la calle Florida
cuentos de temática y ambiente judíos. en oposición al régimen peronista. También
En sus cuentos muestra un humorismo escribió el ensayo La mujer en la independen-
refinado a partir del choque de registros y cia y la independencia de la mujer (Theoria,
juegos paródicos con las palabras. El efec- 1982) y ¿Por qué escribimos? (Emecé, 1969),
to cómico es efectivo en la medida en que una recopilación de diálogos sobre literatura
la erudición no resulta excesiva sino sutil, y vida con cuarenta escritores entre los que
y permite observaciones críticas a mane- se cuentan a Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy
ra de vueltas de tuerca sobre la realidad Casares, Héctor Murena, Manuel Mujica
cotidiana. Lainez, Dalmiro Sáenz y Silvina Ocampo.
También escribió las novelas La guerri- P.P.
lla del cuarto mundo (Pardes, 1983) y Los
pasillos de la memoria (Rueda, 1982). De Grondona, Martha (Cafayate
tinte autobiográfico, esta última novela [Salta], s/d). Desde su primer libro de
conjuga la vertiente judía de sus ancestros cuentos, Trocha Angosta (1991), ha publi-
de Europa central con el humorismo pe- cado en forma ininterrumpida.

• 614 •
GROPPA G
En 1992 aparece su primer poemario identidad, la soledad, la angustia, la muer-
Ciudad perdida, género que no abandona- te, los estados mentales, la inscripción del
rá a lo largo de su trayectoria narrativa. tiempo en el cuerpo femenino. En ellos,
En 1993 se publican dos novelas claves se experimenta con el cuerpo y la mente,
en su obra: La capitana y La mala leche. llevando a ambos a diferentes modalidades
Incursiona simultáneamente en el ensayo de lo extremo. En ciertos momentos, se
con Barro y estrellas, donde indaga crítica- alude a la actividad literaria como fuente
mente sobre el rol de la mujer aborigen a de ilusión, pero la escritura está asociada
la par que se edita su segundo poemario, también a la falta de reconocimiento y a
Letra de cambio (1995). la frustración. La narrativa de Grossman
Grondona es docente y se ha desempe- configura mundos en un contexto de
ñado en escuelas secundarias en las cáte- aparente rutina y cotidianeidad, a veces
dras Literatura Española y Literatura His- situados en Buenos Aires, que no ofrecen
panoamericana y Argentina. Asimismo, respuestas ontológicas, sino que prefieren
fue asistente escolar del Departamento de la indeterminación.
Psicología Educacional de la provincia de P.N.
Salta. Fue miembro fundador de Funda-
ción para la Poesía (Salta) y es delegada, GRUBISSICH, Jorge (Buenos Aires,
en dicha provincia, del Instituto Amigos 1962). Músico, escritor y periodista. Ha
del Libro Argentino y Americano. Partici- cursado las carreras de Letras y Edición
pó de encuentros de escritores y colabora en la UBA. Fue colaborador permanente
en revistas y diarios del país y del extran- de las revistas 3 puntos, TXT y Clásica. Ha
jero. publicado tres novelas: Los ciclos del secre-
L.V. to (2000); Música entre sombras (2006); y
El caso del robo al correo (2006). Su pri-
Groppa, Néstor. Véase álvarez, mera novela apuesta a la composición de
Leandro Néstor. un personaje que guarda en su interior
un secreto que podría cambiar su vida.
Grossman, Chela (Buenos Aires, En cuanto a su segunda obra, Grubissich
1947). Realizó estudios en letras, perio- trabaja desde una estética tanguera para
dismo y teatro. Ha participado en talleres narrar la historia de dos personajes que
literarios, publicado relatos en diferentes unidos por algunos acontecimientos se
revistas y sacado a la luz dos libros de cuen- desplazan por una Buenos Aires estilizada
tos: El espejo del salón (Filofalsía, 1990) y en los arrabales, la literatura y la droga.
La angustia de los días (Ayuntamiento de Por último, El caso del robo al correo es
Sevilla, Área de Cultura, 2002). En 2000, una novela juvenil enmarcada en el gé-
recibió el V Premio de Relatos “Alfonso nero policial que relata la historia de un
Grosso”, convocado por el Área de Cultura grupo de niños que se reúnen para iniciar
y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de una agencia de investigación y que se cru-
Sevilla, por su segundo libro. Los relatos de zan con la información de un inminente
Grossman son breves y exploran los límites robo al correo del barrio.
entre sueño y realidad, la búsqueda de la M.R.

• 615 •
G GRÜNBERG

Grünberg, Carlos Moisés (Buenos poemarios mencionados, salieron a la luz


Aires, 1903 - 1968). Poeta, traductor, abo- numerosos poemas y ensayos en las revis-
gado y Licenciado en Filosofía. Grünberg tas Davar, Heredad, Judaica, Martín Fierro,
contribuyó a consolidar una tradición Vida nuestra, entre otras publicaciones.
poética judía argentina junto con los poe- En el ámbito político, el poeta tuvo par-
tas César Tiempo (seud. de Israel Zeitlin) ticipación activa en el movimiento sionis-
y Lázaro Liacho.1 ta y desempeñó una función importante
En este sentido, es posible considerar como enlace entre el Estado de Israel y el
a Grünberg y a Tiempo como “un par gobierno argentino en 1948.3
de figuras arquetípicas de la primera ge- P.N.
neración literaria judeo-argentina”.2 En + Zeitlin, Israel.
su juventud fue un poeta de vanguardia,
afiliado a la revista Martín Fierro. En esta GRÜNER, Eduardo (Buenos Aires,
época fueron publicados los poemarios 1946). Cursó estudios humanísticos que se
Las cámaras del rey (Taller de J. Fernández, repartieron entre intereses diversos como la
1922) y El libro del tiempo (Gleizer, 1924). filosofía, el cine, la antropología, la socio-
Este momento martinferrista corresponde logía, la literatura y el psiconálisis. Huellas
al primero de los dos períodos distinguidos de esta última preferencia se encuentran en
por Toker. Por lo que atañe a la vida y obra su participación en la revista Sitio, mien-
de Grünberg, el crítico sitúa la separación tras sus inclinaciones cinematográficas
entre ambas épocas en la crisis mundial a tomaban forma no sólo en las clases uni-
fines de los años veinte y poco antes de la versitarias sobre el tema, sino también en
subida del nazismo. Al segundo período, su labor dentro del comité de redacción de
pertenecen los libros de poemas Mester de Cinégrafo. Otras publicaciones periódicas
judería (Argirópolis, 1940), que incluye un con las cuales se involucró fueron Pasajes
prólogo de Jorge Luis Borges, y Junto a un y SyC (Semiótica y Crítica). Como docen-
río de Babel (Acervo Cultural, 1965). El ju- te de la UBA se desempeñó en el cargo
daísmo, que casi no tiene presencia en sus de vicedecano de la Facutad de Ciencias
primeros poemarios, constituye un tema Sociales (2002-2006) y profesor titular de
central en los textos de este segundo pe- Antropología del Arte y Literatura y Cine.
ríodo, en el que Grünberg escribe sobre la También dictó seminarios en universida-
dualidad de ser judío y argentino, plantea des del interior. Su producción libresca se
los conflictos de identidad y lealtad, explo- condensa en Un género culpable (Rosario,
ra la otredad, cuestiona el genocidio nazi, Homo Sapiens, 1995); Las formas de la es-
indaga el antisemitismo y celebra la crea- pada (Colihue, 1997) y El sitio de la mira-
ción del Estado de Israel. Además de los da. Secretos de la imagen y silencios del arte
(Norma, 2001).
1.  Lockhart, D.B., “Grünberg, Carlos M.”, En Un género culpable se ocupa de la
Jewish Writers of Latin America. A Dictionary, práctica del ensayo y elige inscribirse en
Nueva York, Garland, 1997, p. 244. la línea abierta por Roland Barthes no
2. Toker, E., Un diferente y su diferencia. Vida sólo en lo que respecta a la fluidez de la
y obra de Carlos M. Grünberg, Madrid, Taller
de Mario Muchnik, 1999, p. 14. 3.  Lockhart, D.B., op. cit.

• 616 •
GRÜNER G
escritura, sino también en la definición del antes había transitado y que, como en va-
ensayo como aquel texto que resulta de rias referencias que hace al filósofo alemán,
todas las oportunidades en que un lector aparece mencionado como “el barbado de
levanta la cabeza cuando una frase o pasaje Treveris”. La hipótesis central de Las for-
lo impresiona. El ensayo sería la escritura mas de la espada es que la preocupación de
de esas reflexiones inmediatas al momen- la ciencia política por la violencia –tema
to de la lectura; en la sucesión borgeana, desarrollado por Walter Benjamin en un
el ensayista es un lector que convierte la ensayo algo confuso que Grüner sólo cita
“supersticiosa ética” de su acto solitario en una vez en todo el libro– “no puede pues
una voluntad comunicativa que redunda sino empezar tratando de reconstruir una
en un tipo textual al cual la deriva otorga suerte de antropología histórica de los fan-
su marca original. tasmas”.
Las formas de la espada es la elección El sitio de la mirada tributa desde su
plural que le adosa a un título borgeano y título a la experiencia que representó la
a un relato donde el efecto mayor reside en revista Sitio –a cuyos compañeros está de-
la revelación final –aunque anunciada por dicado Un género culpable– y se obstina en
varios rasgos, desde la cicatriz revelada al un recorrido por las artes visuales y audio-
comienzo– de la identidad de un criminal. visuales que prolifera desde los cuadros de
El interés de Grüner por la teoría política, Lucas Cranach hasta el cine de Pasolini,
expuesto en varios artículos, en especial los pasando por categorías estéticas como el
que circulan en publicaciones próximas a pastiche, revisitadas a través de categorías
la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA políticas y económicas como la del fetiche.
(como El Ojo Mocho, revista dirigida por En la variedad temática que abarca el li-
Horacio González y Eduardo Rinesi), se bro ingresan la arquitectura, el Barroco,
impone como eje organizador del volumen la lectura de Las meninas establecida por
que integra la colección “Puñaladas”, diri- Michel Foucault en Las palabras y las co-
gida por González. El subtítulo presenta el sas, la relación entre arte y erotismo y esa
volumen como una exposición de las “mi- forma provocativa que asume la estética en
serias de la teoría política de la violencia” el trompe l’oeil. Estableciendo un sistema a
y abusa de ciertos tics propios del postes- través de sus libros, Grüner declara que “es
tructuralismo como los que se instalan en necesario confesar de qué maneras de mi-
los sintagmas “De la política como (re)ne- rar somos culpables” y, barthesianamente
gación de la violencia” o, más exacerbado, –con esa convicción que llevaba al crítico
“De (post)modernismo, (re)globalizacio- francés a admitir que la lengua es fascista
nes y (neo)representaciones”. Sin embar- porque no permite decir lo que uno desea
go, es posible pensar en cierta autoironía sino solamente aquello que las virtualida-
en tales ejercicios, ya que desde la indaga- des del sistema admiten–, se preocupa por
ción de los espectros políticos que evalúa restituir en las imágenes el “empeño por
en el primer capítulo, condena cierta bi- volver loca a la lengua para hacerle decir
bliografía clásica de tal tendencia como los lo indecible”.
textos de Derrida, a quien le reprocha el M.C.
“redescubrimiento” de un Marx que nunca + González, Horacio; Rinesi, Eduardo.

• 617 •
G GRUSS

GRUSS, Irene (Buenos Aires, 1950). en presentaciones en congresos académi-


Poeta y narradora, reconocida principal- cos. Ha expuesto trabajos sobre autores
mente por su obra poética. rioplatenses como Felisberto Hernández,
A este género pertenecen La luz en la Alejandra Pizarnik, Cristina Peri Rossi,
ventana (El escarabajo de oro, 1982); El Noemí Ulla, Néstor Sánchez y Julio Cor-
mundo incompleto (Libros de Tierra Firme, tázar. Algunos de estos estudios fueron
1987); La calma (Libros de Tierra Firme, publicados en las Actas de la Revista del
1991); Sobre el asma (1995; ed. de autor); Río de la Plata. Ha publicado también
Solo de contralto (Galerna, 1998); En el bri- notas, artículos y reseñas, entre otros, so-
llo de uno en el vidrio de uno (La Bohemia, bre Osvaldo Lamborghini, Roberto Ras-
2000); y La dicha (Bajo la luna, 2004). Su chella, Néstor Sánchez, Laura Estrin y
obra poética fue reunida en el volumen La Felisberto Hernández. Además, otros ar-
mitad de la verdad (Bajo la luna, 2008). tículos –y también algunos de sus cuentos
Dentro de la narrativa, en 2007 publicó la y poemas– han sido publicados en revistas
nouvelle Una letra familiar (Bajo la luna). académicas, literarias o de arte, y en perió-
Se formó en el taller “Mario Jorge De Le- dicos como La Prensa, La Nación, Tiempo
llis” en la década del 70, grupo del que fue Sur, Innombrable, Tokonoma, La Ballena
cofundadora y que compartió junto a poe- Blanca, La Anunciación, El Molino de Pi-
tas y narradores como Jorge Aulicino, Da- mienta, Francachela, El Desierto, Revista
niel Freidemberg, Lucina Álvarez, Oscar del Río de la Plata. Dirigió, junto a Mario
Barros, Jorge Asís, Marcelo Cohen, entre Mucciardi, la revista Diferencia que, en-
otros, y que se replanteó la corriente colo- tre 1990 y 1992, publicó tres números.
quialista de la poesía de los 60. En el año Como correlato de la producción crítica,
2006 compiló la antología Poetas argenti- se ha desempeñado como investigadora
nas (1940-1960) (Ediciones del Dock). en el Instituto de Literatura Argentina de
J.I.C.Q. la UBA, desde 1990 a 1995, bajo la di-
rección de Noemí Ulla, con la temática
Guaragno, Liliana (Buenos Aires, “Tipos de discursos literarios rioplatenses
1947). Poeta, narradora y crítica literaria. de los años 1960 y 1970”. Asimismo, ha
Profesora en Letras por la UBA. Desde integrado la cátedra de Problemas de Lite-
1973 vive en la ciudad de Quilmes, don- ratura Latinoamericana, a cargo de David
de coordina talleres de escritura y estudios Viñas, en la Facultad de Filosofía y Letras
literarios. En esa localidad, además, estuvo de la UBA, en 2003. Ha contribuido a
a cargo de filial de la SADE entre 1994 y la divulgación masiva de la literatura es-
2003. crita por mujeres a través de programas
Ha recibido los premios Kilmes de televisivos como DNI, Mujeres Argentinas
Honor (1990) y El Candil de Kilmes y Los cuartos propios, dedicado a Silvina
(1999) en el rubro “Literatura e investiga- Ocampo; y La Biblio, en el espacio de-
ción literaria”. Y en 1998 fue distinguida dicado a Estela Canto. Su obra literaria
con la Mención Honorífica del FNA por se compone de los siguientes títulos: La
su novela Itinerario de una insensata. Su mujer del sombrero rojo (Ediciones de la
producción crítica se expresa sobre todo Serpiente, 1989), una colección de cuen-

• 618 •
GUDIÑO KIEFFER G
tos; Final del día (Último Reino, 1993), un solo verso, o que, a través de una sólida
cuentos y poemas; Baldío (Paradiso Edi- economía del lenguaje, dan cuenta de una
ciones, 1997), cuentos; Los vientos amari- tensión: “de pie / con la muerte alrededor”,
llos (México, Ediciones Mixcóatl, 1997), según se lee en Los vientos amarillos.
poemas; y El caballo perdido (1999), tam- M.L.C.
bién poemas. Asimismo, se encuentran en
prensa el libro de poemas El tiempo uno GUDIÑO KIEFFER, Eduardo (Espe­
(Leviatán), y una novela juvenil, Desper- ranza [Santa Fe], 1935 - 2002). Narrador,
fecto (Quito, Libresa). Guaragno recono- traductor y periodista. Sus padres eran
ce como autores que nutren su escritura, maestros de escuela, por lo que siendo
entre otros, a Felisberto Hernández, Ro- niño su familia debió desplazarse por va-
berto Raschella, Antonio Di Benedetto, rias localidades de la provincia. El ma-
Norah Lange, Silvina Ocampo y Giuse- yor de cinco hermanos, egresó del Liceo
ppe Ungaretti (de quien, por ejemplo, Militar de Santa Fe y obtuvo el título de
toma el verso “¿Cómo es posible que yo Abogado en la Universidad Nacional del
resista tanta noche?” y lo convierte en epí- Litoral, pero no ejerció el derecho. Ganó
grafe de Los vientos amarillos). Su litera- el Premio Affinités en cuento (1957) y co-
tura ronda temas vinculados con el vacío menzó a colaborar en El Litoral. Luego de
–bajo las formas de la ausencia, la muer- casarse, viajó a Francia gracias a una beca
te, el dolor– a través de la construcción Stage en la Orif otorgada por el gobierno
de personajes y ambientes sórdidos que, francés. Vivió durante un tiempo en París
sin embargo, pueden dar lugar a aspectos –donde conocería a Julio Cortázar, entre
luminosos. La “condición suburbana” se otros– y finalmente retornó a Buenos Aires
inscribe tanto en la representación de ba- donde trabajó como colaborador en las re-
rrios del conurbano bonaerense como de vistas de la Editorial Sopena. Durante ese
otros lugares del mundo. período, comenzó su carrera literaria. Para
En Itinerario de una insensata la autora comerte mejor, su primera novela publi-
confiere al sueño la lógica de la vigilia, es cada, apareció en 1968. Le seguirían una
decir, retoma el tópico de “la vida es sueño” larga serie de libros para niños y adultos,
para invertirlo. Y uno de los procedimien- ensayos, traducciones y obras teatrales,
tos principales con los que se desmonta la además de guiones cinematográficos. Su
tradicional visión del sueño es el humor: labor destinada a la pantalla grande inclu-
“Me gusta el realismo que incluye lo real ye la adaptación de su novela ¿Somos?, de
del sueño, la ironía y el humor, el absurdo, la nouvelle La hora de María y el pájaro de
la ambigüedad y lo enigmático”, declara oro –dirigida por Rodolfo Kuhn– y la de
Guaragno en un artículo. Por otra parte, Teresa de Gondra Desde el abismo, en co-
los cuentos y la poesía buscan la mínima laboración con Francisco Ayala. También
expresión, como se observa tanto en los mi- incurrió en el mundo de la música, con la
crorrelatos que aparecen –junto a cuentos composición de Canción de amor en zapa-
extensos– en La mujer del sombrero rojo, y tillas, que fue editada en 1997 con música
en los que dominan en Final del día; como de Eduardo Falú y participación de Lito
en poemas que se constituyen incluso de Vitale. Supo desarrollar un tono juguetón

• 619 •
G GUDIÑO KIEFFER

e irónico, que abarca tanto su obra infantil sido traducidos al inglés, italiano, ruso y
como el resto de sus textos. Allí se consti- rumano.
tuye una mirada nostálgica sobre las cosas,
que intenta recuperar la inocencia perdi- Obra de Eduardo Gudiño Kieffer
da, lo que a menudo le sirve como herra- Cuentos: Fabulario (Emecé, 1960); La hora de
mienta para desmontar las estructuras de María y el pájaro de oro (Losada, 1975);
sentido fijas o para transgredir el mundo Carta abierta a Buenos Aires violento
convencional. En las décadas del 60 y 70 (Emecé, 1970); Ta te tías y otros cuentos
participó del círculo literario de Manuel (Emecé, 1980); Jaque a pa y ma (Emecé,
Mujica Láinez y Eduardo Mallea. Entre sus 1982); El peinetón (Gaglianone, 1986);
amigos se contaban Manuel Puig, Beatriz Buenos Aires por arte de magia (Ga-
Guido y María Angélica Bosco. Recibió glianone, 1986); Historia y cuentos del
numerosas becas y premios: obtuvo la beca alfabeto (con H. Torres Varela) (Eme-
del FNA en 1967, la Faja de Honor de la cé, 1987); Nombres de mujer (Emecé,
SADE, la Pluma de Plata del Pen Club y 1988); Kerkyra, kerkyra (Emecé, 1988);
el Premio Literario del Instituto Griego de Malas, malísimas (Ameghino, 1998);
Cultura en 1988 por la nouvelle Kerkira, 101 Fantasmas de Buenos Aires (Emecé,
kerkira, lo que le posibilitó viajar a Grecia. 1998).
Después de ese viaje escribiría su última Novela: Para comerte mejor (Losada, 1968);
novela publicada, El príncipe de los lirios, Guía de pecadores (Losada, 1972);
ganadora del Primer Premio Municipal en Será por eso que la quiero tanto (Eme-
1998. En ese mismo año también recibió cé, 1975); Medias negras, peluca rubia
el premio otorgado por El Club de los 13, (Emecé, 1979); ¿Somos? (Emecé, 1982);
denominado “Sigfrido Radaelli”. Dejó sin Magia blanca (Emecé, 1986); Nombres
concluir La esmeralda que cayó del cielo, no- de mujer (Emecé, 1988); Bajo amor en
vela de temática religiosa. Fue columnista alta mar (Planeta, 1994); El príncipe de
del diario La Nación y colaboró como críti- los lirios (Emecé, 1995).
co literario en numerosos diarios y revistas. Infantiles: Un ángel en patitas (Emecé, 1984);
Desarrolló su habilidad por la docencia en Ángeles buscando infancia (Gaglianone,
su propio taller literario. Entre los cargos 1987); Giraluna (Emecé, 1988); Los
que ocupó, fue director del FNA y jurado magos de Oriente (Emecé, 2001).
de certámenes literarios de la Fundación Ensayo: Manual para nativos pensantes (Eme-
Konex, del diario La Nación, y de las edi- cé, 1985); A Buenos Aires (Gaglianone,
toriales Emecé y Planeta. Además, recibió 1986).
el Diploma al Mérito de la Fundación Teatro: Azazel (Torres Agüero, 1989).
Konex en 1984. En 1999 Gente de Letras A.J.
le otorgó el Premio “Esteban Echeverría” + Mujica Láinez, Manuel;
y, finalmente, en 2001 fue honrado con el Guido, Beatriz.
título de Ciudadano Ilustre de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, por su extensa Gudiño Kramer, Luis (Villa
labor relacionada con la ciudad. Falleció Ur­quiza [Entre Ríos], 1898 - Córdoba
de cáncer a los 66 años. Sus textos han 1973). Escritor y periodista. Desde muy

• 620 •
GUDIÑO KRAMER G
joven trabajó en rubros muy diferentes en- sobresalientes del escritor. El realismo se
tre sí: marino en un vapor de su pueblo manifiesta también en el uso de lenguaje
entrerriano a Rosario, asistente de tenedor cotidiano propio de la región, que incluye
de libros, bibliotecario, empleado banca- términos del habla popular y de una len-
rio, cuidador de ganado, topógrafo en el gua idígena como el guaraní.
Instituto Geográfico Militar, chacarero, Su obra está integrada por los libros de
entre otros roles. cuento Aquerenciada soledad: apuntes para
Alrededor de 1938, entró a trabajar como el conocimiento de un sector humano del
jefe de redacción de El Litoral. En esta fun- país (Santa Fe, El Litoral, 1940); Tierra
ción permaneció hasta 1963, un período de ajena (Lautaro, 1943); Señales en el vien-
veinticinco años en el cual realizó una carrera to (Rueda, 1948); Caballos (Santa Fe, El
periodística, literaria y crítica.1 Litoral, 1956); Cuentos de Fermín Ponce
La obra de Gudiño Kramer se inscribe (Hoy en la Cultura, 1965); La creciente y
dentro de la narrativa realista del litoral otros cuentos (Eudeba, 1965); Las hermosas
argentino, entre cuyos representantes pue- criaturas (Eudeba, 1966); El bagualón de
den mencionarse Amaro Villanueva y Juan las palmas (Huemul, 1972; introducción
José Manauta. “Picaresca regionalista”, de Bernardo Verbitsky). Sus cuentos apa-
“costumbrismo rural”, “realismo crítico” recieron también en diferentes antologías,
son algunos de los calificativos utilizados entre ellas: El cuento argentino, 1930-
por Luis Enrique Olivera para describir la 1959: antología (CEAL, 1981; comp. por
prosa del autor.2 Nuestro autor escribió so- E. Romano) y Los mejores cuentos del li-
bre su región natal, el campo, los paisajes, toral (Ameghino, 1999; comp. por Jorge
el pueblo. Es definido por Becco como “un Isaías). En cuanto a la novelística, cabe
narrador apegado a su tierra y a la gente de recordar Sin destino aparente (Planeta,
su tierra, para quienes aprehende lo esen- 1959). Becco subraya la preocupación del
cial de ellos mismos”.3 Entre los rasgos de autor por “los desvelos y penurias” de los
la narrativa del autor, Becco destaca los del hombres de su tierra, lo cual se capta en
“río cambiante, los esteros, las costas con particular en Tierra ajena y Aquerenciada
pueblecitos como colgados de sauzales”, soledad. En este último, y concretamente
pero también los del hombre, “el colono en “Concepción Valdez”, se narran las ha-
tenaz y esperanzado, el isleño poblador del zañas del protagonista frente a la crecien-
río, el peón trashumante”.4 Olivera, por su te del río para trasladar y salvar a su hijo
parte, señala “la perfecta unión del paisa- enfermo, y luego, la pérdida del ganado
je y del hombre” entre las características causada por la inundación. Becco advier-
te que en ocasiones los “animales colman
1.  Becco, H.J., “Luis Gudiño Kramer”, en el primer plano”, mientras que los “hom-
Gudiño Kramer, L., La creciente y otros cuen- bres, relegados, aparecen como figuras de-
tos, Buenos Aires, Eudeba, 1965, pp. 5-6.
pendientes, iluminados o ensombrecidos
2.  Olivera, L.E., “Prólogo”, en Gudiño
por su conducta para con aquellos”.5 Esto
Kramer, L., Señales en el viento, Buenos Aires,
Losada, 1994, p. 10. es posible apreciarlo en Caballos. En efec-
3.  Becco, H.J., op. cit., p. 6. to, en “Un caballo”, la principal acción del
4.  Ibíd., p. 7. 5.  Ibíd., pp. 7-8.

• 621 •
G GUEBEL

relato consiste en los pensamientos sobre algunos medios gráficos (Tiempo argentino,
equinos que pasan por la mente de Juan El periodista, Página/30, Clarín) y fue in-
Fernández quien, sentado en la vereda, tegrante de Babel. Revista de libros (1988-
evoca animales mitológicos y reales, de su 1991), donde dio a conocer numerosos
memoria, de sus lecturas o de cuadros. artículos. En la década del ochenta, como
Además de su obra de ficción, Gudiño otros miembros de esta revista, se ganó el
Kramer cuenta con trabajos ensayísticos, mote de frívolo y dandy de las letras. Su
como “Exaltación de los valores humanos primera novela, Arnulfo o los infortunios de
en la obra de Hudson” y “Noticias sobre un príncipe (De la Flor, 1987), narra con
nuestro folklore”, publicados en 1942 en humorismo una “falsa historia de caballe-
la revista de estudios jurídicos, sociales y ría”. Se trata de las peripecias del príncipe
políticos Ideas. En Médicos, magos y curan- Arnulfo y sus juegos de sexo y poder, donde
deros (Emecé, 1942), galardonado con el los recursos formales se limitan a la parodia
Premio Regional de la Comisión Nacional y el juego de palabras. Su segunda novela
de Cultura, el autor aborda los orígenes de La perla del emperador (Emecé, 1990) ob-
la medicina popular en Río de la Plata. Se tuvo el Primer Premio de Novela Emecé
alude a magos, brujos y astrólogos, al uso 1989-1990. Es un relato de aventuras con
de medicinas, y a los rituales y ceremonias escenarios que recuerdan a Emilio Salgari
celebrados contra espíritus malignos. Otros y con una apuesta formal que incluye his-
estudios son Escritores y plásticos del litoral torias dentro de historias y cambio de na-
(Santa Fe, El Litoral, 1955) y Folklore y rradores. Su tercera novela, Los elementales
colonización (Santa Fe, Colmegna, 1959). (Rosario, Beatriz Viterbo, 1992), abandona
Finalmente, escribió introducciones a Posi- la aventura y se instala en un relato donde
ción de Carlos Ruiz Daudet (La Vanguardia, la búsqueda de los arquetipos, la utopía y
1945), al poemario Canto a Cuba de José lo eterno se concentra en lo ilimitado de la
Pedroni (Santa Fe, Talleres Gráficos Edito- interpretación. En 1994 publica dos nove-
rial Belgrano, 1960), a Santa Fe, mi país de las: Matilde (Sudamericana) y Cuerpo cris-
Mateo Booz (Eudeba, 1963), a Martín Fie- tiano (México, FCE), una narración “para
rro de José Hernández (Colmegna, 1965), a jóvenes” según se aclara en la contratapa,
Un viaje al país de los matreros de Fray Mo- escrita en el castellano de los jesuitas del
cho (seud. de José Sixto Álvarez) (Eudeba, siglo XVII. Del mismo momento son las
1966), y a la antología de cuentos Patria de dos piezas de teatro que escribe en coauto-
miel: estampas del río Uruguay de José María ría con Sergio Bizzio: Dos obras ordinarias
Díaz (Colmegna, 1971). (Rosario, Beatriz Viterbo), volumen inte-
P.N. grado por dos obras dramáticas tituladas
+ Booz, Mateo; Manauta, La china y El amor que alternan todo el
Juan José; Romano, Eduardo. tiempo de lo cómico a lo trágico. Su otra
pieza de teatro publicada es la más sujeta a
GUEBEL, Daniel (Buenos Aires, 1956). críticas, Adiós mein führer (Norma, 1999),
Escritor, guionista de cine y dramaturgo. ya que la obra permite la lectura del nazis-
Antes de sus primeras publicaciones incur- mo como una estupidez o el discurso de dos
sionó en radio y televisión. Colaboró con locos –los que parlamentan–, últimos nazis

• 622 •
GUERRERO G
sobrevivientes en un mundo dominado por de cine lleva escritos tres guiones para largo-
judíos. En 1998 da a conocer El terrorista metrajes, todos dirigidos por Sergio Bellotti.
(Sudamericana), novela corta que explora El primero, Tesoro mío, es de 1997 (estrena-
el despertar revolucionario de un verdulero, do en 2000); en 2003 escribió una versión
con una crítica irónica al periodismo de los libre de Sudeste de Haroldo Conti (largo-
años 70. Luego de las novelas Nina (Emecé, metraje homónimo estrenado en 2003), y
2000) y El perseguido (Norma, 2001) pu- una versión de su propia novela La vida por
blica su novela más conocida y polémica, Perón (cuyo estreno es de 2005).
La vida por Perón (Emecé, 2004), donde el D.M.
grotesco acaba evocando las figuras del “as- + Bizzio, Sergio; Feiling, Charlie.
trologuito” López Rega, su mujer “la cope-
ra” Isabel y “la cancerosa” Evita, personajes GUERRERO, Gladys (Mendoza,
a los que accede a través de una supuesta 1951). Creó el elenco de teatro infantil
“lengua peronista”. Su novela Carrera y Travesuras, con el que puso en escena una
Fracassi (Sudamericana, 2005) había apare- veintena de obras. Entre otras, dirigió
cido primero en España (Madrid, Caballo Yo no fui… de Alejandra Rocamora, que
de Troya, 2004) y se ocupa de la historia de aborda una temática propia de adolescen-
dos vendedores de electrodomésticos, anti- tes. En el orden de la literatura para niños
héroes peripatéticos a los que corresponde se inició con Siete cuentos para dar la vuel-
una estética de la mediocridad. Su última ta al siglo en 1993, cuya continuidad fue
novela es de tono autobiográfico y su tema planteada con notorio carácter pedagógi-
es la separación conyugal, anunciada por co en Siete cuentos para decir patria (inédi-
el título Derrumbe (Mondadori, 2008). tos). Con los poemas de Nosotros los locos
Su primer libro de cuentos, El ser querido obtuvo una mención especial en las XXVII
(Sudamericana, 1998) está compuesto por Juntas Poéticas de Dueñas de Palencia
siete relatos donde el horror y lo fantásti- (1993). También consiguió un reconoci-
co se mezclan con la parodia. El segundo, miento para la novela Juana Díaz, otor-
Los padres de Sherezade (Eterna Cadencia, gado por el jurado del Premio Nacional.
2009), construye un delicado juego de en- Su cuento “La llovizna” logró el primer
castres o cajas chinas, que el autor utiliza premio en el concurso de Avon dedicado
para reafirmar su convencimiento no sólo a la Mujer en las Letras, gracias al voto de
de que contar es posible, sino que es posible Angélica Gorodischer, Mempo Giardinelli
hacerlo al infinito. y María Esther Vázquez. Preocupada por
Como dramaturgo alcanzó cierto reco- los temas artísticos escribió la novela Los
nocimiento al realizar una versión libre del amantes de Rimbaud (Alfaguara, 1999),
Fausto cuando la obra fue representada en el cuyos protagonistas –los emigrados rusos
Teatro Nacional Cervantes y en el Schiller Galina y Vladimir– se instalan en Chacras
Theater de Berlín. En 2006, en coautoría de Coria (Mendoza), donde realizan una
con Sergio Bizzio, rememoró a un compa- práctica artística que pone en juego la ra-
ñero de generación fallecido unos años atrás zón, a la manera del poeta convocado en
en la novela El día feliz de Charlie Feiling el título.
(Rosario, Beatriz Viterbo). Como guionista M.C.

• 623 •
G GUERRERO

Guerrero, Lila (Buenos Aires, 1906 hombre” en el que Guerrero Estrella rela-
- s/d). Poeta, ensayista y traductora. Su tra- ta el enfrentamiento con la naturaleza en la
bajo profuso y heterogéneo lleva una im- evolución humana.
pronta política. M.R.
Guerrero cursó estudios en la Facultad
de Filosofía y Letras de la UBA y tras viajar Guglielmini, Homero (Buenos
por diversos países europeos, se radicó en la Aires, 1903 - 1968). Docente, ensayis-
ex Unión Soviética durante algunos años. ta, crítico, narrador, autor, director tea-
Tradujo al castellano a importantes escrito- tral e intelectual de extensa producción.
res soviéticos de la Revolución de Octubre Pertenece a la generación de Eduardo
–entre ellos Fadeiev y Ostrovski– y escribió Mallea y Vicente Fatone. Frente al positi-
numerosos ensayos críticos. La autora fue la vismo decimonónico, esta generación pro-
primera en traducir al poeta ruso Maiacovs- puso un renacer de la espiritualidad, una
ki (Antología Poética, Losada, 1970). De sus vuelta a los valores religiosos por encima
libros se destacan: Dolor armado (Aconca- de los científicos. Coherentemente con el
gua, 1946); Pasional argentina (Aconcagua, pensamiento latinoamericano de su época,
1955); Intimando con el cielo (Aconcagua, marcado en la Argentina por la obra de
1960); Mis devociones (Aconcagua, 1965); Ezequiel Martínez Estrada, sus primeros
Voces y silencios de la pintura (Aconcagua, textos indagan el tema de la identidad, de
1971), texto que presenta treinta y dos poe- la inmensidad geográfica y de la historia ar-
mas a igual número de pintores; y Los pre- gentinas. La primera parte de su obra pro-
cursores (Losada, 1974). Sus poemarios han pone la recuperación del “espacio moral”
sido traducidos al inglés, portugués y ruso y argentino. Su concepción de la historia es
ha recibido premios nacionales e internacio- prácticamente geográfica: “Porque la his-
nales por su trayectoria. toria, en substancia, no es sino el proceso
L.V. mediante el cual el hombre va llenando de
contenido el espacio vacío”.1 La obsesión,
GUERRERO ESTRELLA, Guillermo cuya tradición se remonta a Alberdi, de ver
(1891 - 1944). Narrador. Entre sus obras, al país signado por tres grandes problemas,
se pueden señalar: Los egoístas y otros cuentos “el Espacio, el Vacío, la Nada”,2 sólo pue-
(1923); El dueño del incendio y otros cuen- de ser solucionada, desde su concepción,
tos (1929); Pasos del gran bailarín (1939) y por la fuerza de la voluntad, producto de
Donde se empina la cruz del sur (1940). Sus la “tensión” del hombre argentino.
relatos se caracterizan por explorar diversas Estéticamente tuvo un comienzo van-
relaciones (el hombre y la mujer, la huma- guardista, que lo llevó, junto con Alfredo
nidad y la naturaleza, el hombre y la ciudad, Brandán Caraffa, Roberto Smith y Rober-
etc.). En El dueño del incendio y otros cuen- to Ortelli a fundar y sostener, desde 1923
tos, constan narraciones de marcado tono a 1927, la revista Inicial. Esta publicación,
lastimoso y pietista (como “La madre”), emparentada con el futurismo tan en boga
con otras que exploran la tensión entre el
1. Guglielmini, H., Temas existenciales, Buenos
hombre y la mujer (como “Los ojos”) y, Aires, Losada, 1939, p. 101.
finalmente, un cuento como “La gesta del
2.  Ibíd., p. 102.

• 624 •
GUGLIELMINI G
en esos momentos, “se propone estable- una interpretación de la realidad argenti-
cer una lista de enemigos, enfatiza que las na”; La lucha por la frontera interior (Cla-
palabras son acción, quiere una juventud rín, 1951), que consta de dieciséis artículos
combativa que odie y ame”.1 Más tarde, fue publicados previamente en el diario Clarín;
influido por el existencialismo. Llegó a pu- Cómo leer la filosofía (Atlántida, 1960) y El
blicar trabajos en la revista Sur. presidente Castillo y la afirmación de la sobe-
En la década del 40, junto con Leopoldo ranía nacional (Buenos Aires, s/d).
Marechal, Carlos Aparicio, Carlos Astrada, Como crítico publicó: Esteban Echeve-
el padre Castellani y otros, se convirtió en rría: instauración de un nacionalismo estético
uno de los intelectuales orgánicos del pero- argentino (Ministerios de Educación, Direc-
nismo. En este carácter, estuvo a cargo de la ción General de Cultura, 1952); Mansilla
cátedra de Literatura Argentina en la Facul- (Ediciones Culturales Argentinas, 1961); El
tad de Filosofía y Letras de la UBA desde el teatro del disconformismo (Nova, 1967) y el
año 1947 hasta 1955, y de la dirección de póstumo Fronteras de la literatura argentina
Instituto de Literatura Argentina “Ricardo (Eudeba, 1972).
Rojas” de la misma universidad desde 1950 En narrativa, cultivó el relato: Muerte
hasta 1955. Dos rasgos marcan su postura en el Chaco (Kraft, 1948), una colección de
en esta etapa: en primer lugar, el naciona- cuentos realistas que siguen las líneas estéti-
lismo, que llevó, en 1946, al ex embajador cas marcadas por Horacio Quiroga en cuen-
norteamericano Spruille Bramen, antes de tos como “A la deriva” o “Los mensú”, en las
la elección que convertiría a Perón en presi- que el hombre es concebido como un ser en
dente de la república, a acusarlo de nazi. En lucha contra la naturaleza y el destino; y La
segundo lugar, el catolicismo. Ambos rasgos galería de los espejos (Kraft, 1953), cuentos
encontraron un espacio de expresión en la que siguen la senda marcada por Borges res-
revista Cultura y en publicaciones de la épo- pecto de los conceptos de infinitud tempo-
ca del Ministerio de Educación. ral y especularidad espacial. Conservando,
Su obra, frondosa, abarcó casi todos los entonces, las líneas estéticas imperantes en
géneros. Además de numerosos artículos su tiempo, concibe así su poética del rela-
publicados en diversas revistas, por lo que to: “El principal objetivo del cuento como
atañe al ensayo pueden señalarse: Alma y especie literaria consiste en entretener. El
estilo (Gleizer, 1930); Hombres entre jugue- segundo en conmover”.2
tes. Cómo vive el norteamericano (Anaconda, En su carácter de dramaturgo escribió
1933); Temas existenciales (Losada, 1939); y estuvo a cargo de la puesta en escena de
Discurso (1942); Argentina en marcha (Co- la comedia: ¡Cómo han cambiado las cosas!
misión Nacional de Cooperación Intelec- (1948). También publicó La mujer del otro
tual, 1947), texto colectivo en el que par- piso, comedia en tres actos (Argentores,
ticipa con su artículo “Hay una experiencia 1957).
argentina de espacio, tiempo y técnica. Para M.E.F.
+ Brandán Caraffa, Alfredo;
1.  Martínez Mazzola, R., “Reseña de Fatone, Vicente; Mallea, Eduardo.
Inicial. Revista de la Nueva Generación”,
Quilmes, UNQ, 2004, disponible on line en: 2.  Guglielmini, H., La galería de los espejos,
<foroiberoideas.cervantesvirtual.com>. Buenos Aires, Kraft, 1953, p. 10.

• 625 •
G GUIBERT

Guibert, Fernando (Buenos Aires, del tango y el turf, fue asiduo colaborador
1912 - 1983). Si bien tempranamente se del diario Crítica y estrecho compañero de
dedicó a la pintura, es la formación como su director, Natalio Botana. La frecuenta-
poeta que define su trayectoria artística y ción del ambiente periodístico le permitió
narrativa. establecerse varios años en París como co-
En 1943 se gradúa como Abogado en rresponsal de Crítica, donde frecuentó al
la Facultad de Derecho de la UBA. De su príncipe de Gales Eduardo VIII y se cru-
obra se destaca: Poeta presente (Contra- zó con Raúl González Tuñón; en Crítica,
punto, 1948); Poeta al pie de Buenos Aires a su vez, había compartido el espacio con
(Rueda, 1953) y más tarde El compadrito Ulyses Petit de Murat.
y su alma (Perrot, 1957). Esta última obra Guibourg se inició como caricaturista
inspira el espectáculo Esta ciudad de Bue- de la revista Última Hora, pasando luego a
nos Aires dirigido por Ana Itelman, estre- Crónica ya en el rol de comentador teatral.
nado en el Teatro Nacional Cervantes en Su primera crítica fue sobre La moral aje-
1955. El ballet tuvo sucesivas puestas en na de Enrique Villarreal, interpretada por
teatros porteños y europeos. Por otra par- la compañía de Elías Alippi, y se publicó
te, Guibert fue asesor letrado de la SADE en Tribuna en 1912. Al ingresar en el pe-
entre 1945 y 1946. Desde la década del riódico socialista La Vanguardia en 1913
cincuenta y dado el reconocimiento al- decide dedicarse al periodismo, aunque sin
canzado, brinda conferencias literarias abandonar su vocación de autor, director y
en distintas ciudades del mundo. Otras traductor. En este último rubro se destacó
publicaciones suyas son Cosmos Buenos su versión de La guerra de los mundos de
Aires (Ediciones de la Impresora Carrillo, Herbert George Wells, editada por la co-
1958), acompañado de la ilustración de lección de Crítica en 1925. También ver-
aguafuertes de Rodolfo Castagna y Tango tió al español obras dramáticas de Arnold
(F.A. Colombo, 1962). Sobre este traba- y Ridley, de Henri Lenormand y de Luigi
jo Eduardo Rovira compone una suite de Pirandello, publicadas en la revista teatral
ballet para ocho instrumentos grabada en Bambalinas y en ediciones de Argentores
1963. Guibert fallece en 1983 a los pocos en las décadas de 1920 y 1930. En su la-
meses de la publicación de Ahora vamos bor crítica (que no se limitó a reseñas, sino
a lo largo de muchos años (Ediciones Tres que analizó incluso textos teóricos como
Tiempos, 1983). los de Edward Gordon Craig), reconoció
L.V. como maestros al uruguayo Samuel Blixen
y a Enrique Preixas y declaró su admira-
GUIBOURG, Edmundo (Buenos Ai­ ción por Juan Pablo Echagüe (quien firma-
res, 1893 - 1986). Escritor, periodista y ba sus crónicas con el seudónimo de Jean
crítico teatral nacido el 15 de noviembre Paul) y Joaquín de Vedia. En el orden de
de 1893 en el barrio porteño de Balvanera, los autores teatrales prefería a Roberto Pa-
donde residió –especialmente en el sector yró entre los locales y a Pirandello entre los
próximo al Mercado de Abasto– y en cu- internacionales.
yas calles conoció a su gran amigo Carlos En 1962 la revista Vea y Lea reunió a
Gardel en 1906. Vinculado con el mundo tres figuras de la escena nacional, ocasión

• 626 •
GUIBOURG G
en que Guibourg dialogó con el actor Tespis, 1965). En su papel de historiador
Orestes Caviglia y con el dramaturgo Ar- porteño produjo Calle Corrientes – Buenos
mando Discépolo sobre un cuestionario Aires (Plus Ultra, 1978). Como cineasta
planteado por Emilio Stevanovitch. En fue director y guionista de la película
esa oportunidad, Guibourg destacó la Bodas de Sangre (1938) sobre el drama
función de ciertos empresarios teatrales homónimo de Federico García Lorca, fil-
como Pascual Carcavallo, Faustino Da mando a una de las grandes actrices lor-
Rosa, Paco Delgado y Walter Mocchi quianas, Margarita Xirgu. En esa oportu-
por haber hecho “con dignidad artística nidad también actuaron bajo su dirección
y grandes sacrificios mucho de lo que hoy el español afincado en la Argentina Pedro
es conocido como buen teatro” y defendió López Lagar, junto con Enrique Álvarez
el papel de Argentores como “una entidad Diosdado, Amalia Sánchez Ariño y Ame-
muy seria de defensa y custodia gremial” lia de la Torre. Como intérprete, hizo una
que permite la continuidad y la estabili- aparición en la biografía Gardel, el alma
dad de una profesión artística. La vincula- que canta (Carlos Orgambide, 1985),
ción de Guibourg con Gardel lo convierte donde lo acompañan Eduardo Morera y
en referencia obligada de muchas de las Enrique Cadícamo.
obras dedicadas al cantor de tangos. Así La participación de Guibourg en la vida
ocurre con el Primer diccionario gardeliano cultural porteña lo cuenta como animador
de José Luis Macaggi (Corregidor, 1991), de Clamor, entidad fundada por Gilda Paz
que inserta referencias del periodista, del (Zulema Lazart) en el Hotel Savoy de la
mismo modo que con Debut de Gardel en Avenida Corrientes.
París de Enrique Cadícamo (Corregidor, Guibourg obtuvo el Premio Konex de
1991), libro cuya presentación corre por Honor en el rubro “Comunicación y Pe-
cuenta de Guibourg. Asimismo prologa riodismo” en 1987, tras haberse desempe-
Anuario del tango de Roberto Cassinelli ñado como jurado del mismo en sucesivas
(Corregidor, 1998). Como hombre de ediciones (1981 en Espectáculos, 1984 en
teatro colaboró en la Historia del teatro Letras y 1985 en Música Popular). Tam-
argentino de Mariano G. Bosch (Solar / bién fue jurado del Premio Nacional de
Hachette, 1969) y escribió el prefacio a Drama en la década de 1960. En 1994
Molière, o la sublimación de Juan Oscar la AAL publicó un volumen de homenaje
Ponferrada (Universidad Católica de La al autor, al año siguiente de cumplirse el
Plata, 1988). Guibourg incluyó algunas centenario de su nacimiento. Un sillón de
de sus críticas en las ediciones de las obras la Academia Nacional de Periodismo lleva
respectivas, como ocurre con Pan criollo su nombre.
de César Tiempo (Ediciones del Carro de Existen dos biografías atípicas de Gui-
Tespis, 1968). También dirigió el Anua- bourg. Una de ellas consta en sus conver-
rio de Teatro (FNA, 1971). En su rol de saciones con la periodista Mona Moncal-
dramaturgo es autor de El sendero de las villo que dieron como resultado el libro
tinieblas (1921, estrenada en el Liceo por El último bohemio (Deltia, 1981), cuya
la compañía Pagano-Ducasse) y La di- portada es un retrato del crítico pintado
cha que me diste (Ediciones del Carro de por Carlos Alonso. La otra consiste en las

• 627 •
G GUIDO

charlas que mantuvo con Marcelo Bon- homónimo (Losada, 1961) y “La terraza”,
nin, recogidas en el volumen Al pasar por cuento incluido en Piedra libre (Galerna,
el tiempo (Fundación Banco de la Provin- 1976) son relatos con características simi-
cia de Buenos Aires, 1985). lares a los de La casa del ángel, que Torre
M.C. Nilsson lleva a la pantalla con un lenguaje
+ Petit de Murat, Ulyses; cinematográfico igualmente homogéneo,
González Tuñón, Raúl. influido sobre todo por el cine francés de
la nouvelle vague, con algunos detalles de
Guido, Beatriz (Rosario [Santa Fe], neorrealismo, sobre todo en la representa-
1922 - Madrid [España], 1988). Narradora, ción ocasional de un mundo adolescente e
guionista. Es una de las novelistas más leí- infantil de sectores más bajos.
das y prolíficas del siglo XX en Argentina. En ocasiones, Guido elige temas más
Guido nació en Rosario; su familia estaba explícitamente vinculados a los aconteci-
relacionada con los medios profesionales y mientos políticos argentinos. Es el caso de
políticos centrales de su ciudad. Su padre, las novelas Fin de fiesta (Losada, 1958), en
Ángel Guido, fue el arquitecto que cons- la que recrea la vida de un caudillo conser-
truyó el Monumento a la Bandera de su vador en la “década infame”, y El incendio
ciudad; su madre, Bertha Eirin, provenía y las vísperas (Losada, 1964). Esta última
de una familia tradicional del Uruguay. constituyó el mayor éxito editorial de Gui-
La novela con la que Guido ingresa en el do y uno de los mayores de la historia de la
mundo literario y artístico es La casa del literatura nacional. Es una historia de amor
ángel (Emecé, 1955). Este texto, premiado entre un joven socialista opositor al pero-
por sus editores, reúne muchas de la ca- nismo y una muchacha de una familia aco-
racterísticas de un tramo importante de la modada; el contexto “represor” lleva a un
producción de Guido. El ambiente es de la final trágico. El violento antiperonismo de
alta burguesía local. Muestra adolescentes la novela, que vincula a Perón con la dicta-
que viven su despertar sexual en un am- dura de Rosas (la trama es una recreación
biente de moral represora. El ritmo narra- de la de Amalia, de José Mármol), colocó
tivo es lento pero utiliza una prosa clara, a Guido en un lugar ideológico que defini-
poco artificiosa. Como novela de aprendi- ría su suerte dentro del campo intelectual,
zaje dramatiza la imposibilidad de un pa- que la consideraría una figura reaccionaria,
saje no traumático a la edad adulta, con si bien no participaría del prestigio de los
una “pérdida de la inocencia” que no da escritores agrupados en la revista Sur.
paso a un conocimiento mayor de sí o del Normalmente inscripta en textualida-
mundo. Hay una fuerte vinculación entre des realistas, Guido procura formas más
esta obra y Nada, de Carmen Laforet, cuyo experimentales en Escándalos y soledades
guión Guido había escrito para la versión (Losada, 1970), una novela histórica que
filmada por su marido, Leopoldo Torre no consigue hacerse lugar en la corriente
Nilsson. Éste dirigiría varias películas ba- de escritores latinoamericanos del boom, a
sadas en los libros y guiones de su espo- pesar de los temas y estilos afines. Ingresa
sa. La caída (Losada, 1956), “La mano al relato policial con La invitación (Losa-
en la trampa”, cuento que abre el libro da, 1979) y Rojo sobre rojo (Losada, 1987),

• 628 •
GUIDO G
en los que procura también introducir re- en 1955 y el clima político de los años
ferencias a lo político, pero sin llegar a la siguientes verán la reafirmación de Guido
denuncia ni alcanzando la intensidad de dentro de los sectores más violentamente
los escritores de la serie negra. En el libro antiperonistas, lo que, sumado al lugar so-
Quién le teme a mis temas (Fraterna, 1977) cial de élite en la que ella misma se reco-
propone un recorrido sobre la historia de noce, la transformarán en objeto frecuente
su producción literaria, mezclada con re- de crítica por parte de los sectores intelec-
ferencias a la resonancia que tuvieron sus tuales más “progresistas”. La politización
textos, sus relaciones con otros intelectua- de la vida política argentina –marcada por
les y su imagen pública. Otra línea de su muchos años por la antinomia peronismo-
producción es la de obras que se presen- antiperonismo– y su permanente alusión y
tan como soporte para la producción ci- escritura sobre esos temas, llevó a que su
nematográfica, pero que constituyen en sí obra y su figura fueran centralmente eva-
experimentos en que se cruzan lenguaje li- luadas en función de ellos. El caso más fa-
terario y cinematográfico y registros de no moso es el de Arturo Jauretche, ensayista
ficción: así, publica El pibe cabeza (crónica que la ve como el símbolo intelectual de
cinematográfica) (Schapire, 1975) e incluye la mediocridad y elitismo de los sectores
una “línea argumental” para la versión ci- oligárquicos del país: la llama una “escri-
nematográfica de Piedra libre al final de la tora de medio pelo para lectores de medio
antología homónima. pelo”.1 Los intentos de Guido de cons-
Sus libros de cuentos son menos clasifi- trucción de un relato literario que diera
cables cronológicamente: muestran la va- cuenta de la historia política y social y sus
riedad de los intereses de la autora, y se ob- búsquedas más experimentales fueron fre-
servan incluso retornos a los temas de sus cuentemente desestimados por la crítica:
primeras novelas; son un muestrario de las Beatriz Sarlo, en una nota en Los libros (nº
diversas búsquedas que emprendió la auto- 14, 1970) califica sus novelas históricas
ra a lo largo de su vida literaria. Además, como una “carrera hacia el absurdo” y a sus
reorganiza y reedita algunos de sus cuentos intentos de renovación formal como mero
en antologías sucesivas. Su primer libro de “prejuicio culturalista”. Guido queda aso-
relatos es el ya mencionado La mano en la ciada en el campo literario con figuras de
trampa; luego publicará El ojo único de la escritoras de origen social alto y ubicación
ballena (Merlín 1971); Los insomnes (Losa- política más bien conservadora como M.
da, 1973); el ya citado Piedra libre y Todos A. Bosco, S. Bullrich o M. Lynch.
los cuentos el cuento (Planeta, 1979). En los años de la última dictadura mi-
La vida literaria de Guido y su lugar litar, Guido tuvo una imagen pública me-
dentro del campo intelectual argentino nos activa. La enfermedad y muerte en ese
estuvieron marcadamente influidos por los tiempo de Torre Nilsson colaboró con su
avatares políticos del país y por la posición repliegue. Con el retorno a la democracia,
que tomó ante ellos. Atravesó su juventud retomó su actividad pública a través de
en los años del peronismo clásico, duran- un apoyo activo al partido de gobierno, la
te los que formó parte de los grupos in-
1.  Jauretche, A., El medio pelo en la sociedad
telectuales opositores. La caída de Perón
argentina, Buenos Aires, Peña Lillo, 1966.

• 629 •
G GUILLOT

UCR, que había derrotado al peronismo primer Premio Municipal); y Terror. Cuen-
por primera vez en la historia, en 1983. tos rojos y negros (Claridad, 1936). Siete
Obtuvo un cargo de gestión cultural en de sus obras teatrales fueron reunidas en
la Embajada Argentina en Madrid, donde el volumen La aventura del hombre y otras
moriría. piezas irrepresentables (1936). En palabras
E.M. de Antonio Pagés Larraya: “En Guillot in-
+ Bosco, María Angélica; Bullrich, fluyeron los cuentistas rusos; la nota hu-
Silvina; Lynch, Martha morística es frecuente, pero alcanzan ma-
yor relieve sus ficciones alucinantes donde
GUILLOT, Víctor Juan (Concordia el horror suele lindar con lo guiñolesco.
[Entre Ríos], 05/10/1899 - Buenos Aires, Sus cuentos tienen siempre un podero-
23/08/1940). Periodista, narrador, poeta, so atractivo: son vigorosos, resueltos, con
autor teatral, político, abogado y docen- un tono muy personal e inspirado; nunca
te. Se radica en la ciudad de Buenos Aires dan la impresión de rebuscamiento ni de
para estudiar Derecho, ciudad en la que afectación”.1
permanecerá hasta su muerte. Guillot fue El escándalo político que lo empujó al
un activo político, diputado por la UCR suicidio es un capítulo tristemente célebre
en el período 1926-1930, cuando toda- de la historia de la corrupción en la Argen-
vía era muy joven, y reelegido para los tina. A causa de él, el presidente Ortiz re-
siguientes cuatro años, banca que no lle- nunció a favor de su vice, el conservador
garía a ocupar debido al golpe de Estado Ramón Castillo, y varios políticos queda-
de José F. Uriburu. ron impedidos de continuar el ejercicio de
En 1933, las revueltas contra el gobier- sus cargos. En el caso de Guillot, el dinero
no del general Agustín P. Justo, sucesor que percibe de manera deshonesta toma las
del militar golpista, lo cuentan entre sus proporciones de una tragedia personal. Lo
líneas, a consecuencia de lo cual es dete- cierto es que la suma jamás entra en sus bol-
nido y confinado, junto a otros radicales, sillos, ya que el cheque en cuestión lo cobró
en el penal de Ushuaia durante seis largos una mujer, aparentemente su amante, en
meses. De esta experiencia surge su libro cuyo beneficio el escritor habría accedido
Paralelo 55°, en el que detalla las condicio- a ensuciar su nombre. Guillot no soportó
nes de su detención, sus vivencias y las de el desprestigio y se pegó un tiro en el pecho
sus compañeros de encierro, entre los que en su estudio de la calle Cangallo. Murió
mencionaremos a Ricardo Rojas y Hono- camino al hospital. Antes de apretar el ga-
rio Pueyrredón. Durante el período 1936- tillo, subrayó con lápiz rojo la frase de Ho-
1940 también ejercería como diputado, mero que cierra Paralelo 55°: “Feliz quien,
aunque con un lamentable final. Enredado como Ulises, ha hecho un bello viaje”.2
en un escándalo de corrupción conocido J.I.C.Q.
como el caso de “las tierras de El Palomar”,
Guillot se suicida. 1.  Pagés Larraya, A., “Víctor Juan Guillot”,
Como hombre de letras, publicó tres 20 ficciones argentinas. 1900-1930, Buenos
Aires, Eudeba, 1963.
volúmenes de cuentos: Historias sin impor-
2.  Respecto del escándalo de las tierras de El
tancia (1921); El alma en el pozo (1925;
Palomar y la actuación de Guillot, véase el ar-

• 630 •
GÜIRALDES G
GÜIRALDES, Ricardo (Buenos Aires, más al Río de la Plata; esta mujer no sólo
1886 - París [Francia], 1927). Hijo segundo será su esposa desde 1913 hasta su muerte,
de una familia de estancieros fundadores de sino también promotora y parte de todos
la patria, nació en la casa de sus bisabuelos los proyectos culturales de Güiraldes. Tras
ubicada en la calle Corrientes. Su vida se haber publicado sus primeros cuentos en
desarrolló más cerca de Europa que de su 1914, en la revista Caras y Caretas –alentado
país, ya que con apenas un año se trasladó por Leopoldo Lugones– en 1915 edita en
con sus padres a París, donde pasó los pri- los talleres de José Tragant Cuentos de muerte
meros cuatro años y donde adquirió el fran- y de sangre y El cencerro de cristal, una anto-
cés como lengua materna. En 1890, volverá logía de cuentos sobre temas rurales y un
por unos años a la Argentina, instalándose poemario que fue mal recibido por el públi-
en la estancia La Porteña de San Antonio co y por la crítica, ya que al mismo tiempo
de Areco, cuyo nombre evoca el de la pri- que insistía en un Modernismo recargado
mera locomotora argentina. Su formación pronto a desvanecerse, anticipaba las van-
se inicia bajo el cuidado de institutrices, guardias todavía incomprensibles para los
sigue como colegial rebelde en distintos lectores más eruditos. Volver a Europa en
colegios secundarios y finalmente recibe el 1922 significó para él iniciar lazos intelec-
título de bachiller en el Instituto Libre de tuales –que durarían toda la vida– con el es-
Segunda Enseñanza en 1904. Algunos in- critor francés Valéry Larbaud y su grupo de
tentos universitarios fracasados (primero en la librería Aux Amis des Livres, de Adrienne
la Facultad de Arquitectura y más tarde en la Monnier y de la Nouvelle Revue Francaise.
de Derecho) lo impulsarán a ser un diletante Al año siguiente, retorna a su país donde
lector de autores preferentemente franceses: edita en la imprenta de Francisco Colombo
Balzac, Flaubert, Zola, Maupassant. El re- la novela Xamaica (1923), comienza Poemas
torno a París en 1910, donde desarrolla una solitarios (1928) y toma contacto con los
existencia bohemia y desenfadada lejos de lo escritores vanguardistas, detractores de los
que él sentía era una crisis espiritual por la maestros rioplatenses canonizados y funda-
que atravesaba la Argentina del Centenario dores de las revistas Prisma, Proa y Martín
en 1910, será el espacio de escritura de Fierro: Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo,
“Los comentarios de Ricardito”. Se trata de Francisco Luis Bernárdez, Norah Lange,
apuntes nostálgicos sobre la infancia en los Eduardo González Lanuza. Estos conside-
campos de Areco con los que luego escribi- ran a Güiraldes un “jefe” y “precursor”, que
rá su primera novela, Raucho. Momentos de no alcanzaba la consagración por la incapa-
una juventud contemporánea (1917), edita- cidad de comprensión imperante en el me-
da por Librería La Facultad, cuyos capítu- dio. Optimista ante la reapertura de Proa,
los iniciales serán un homenaje a su niñez una revista literaria que estima un verdadero
idílica, y el libro completo un anticipo de Norte para la juventud americana (cuya di-
su futura novela Don Segundo Sombra. A rección comparte con Borges, Pablo Rojas
fines de 1912, un acordado casamiento de Paz y Alfredo Brandán Caraffa), Güiraldes
clase con Adelina del Carril lo trae una vez y su esposa se hacen cargo de la publicación
por un año hasta que el escritor decide abo-
tículo: Abós, A., “Guillot o el engranaje del
carse por completo a la novela que venía
dehonor”, en Revista La Nación, 18/01/1998.

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G GÜIRALDES

pergeñando por mucho tiempo y que lo que resulta rehabilitado como paisano tra-
llevaría a la cima de su consagración, Don bajador y honrado, depositario de las viejas
Segundo Sombra (1926), editada también tradiciones del campo en tiempos en que el
por Francisco Colombo. El diario en forma avance de lo extranjero redunda en la crea-
de notas y las cartas de Güiraldes son fuen- ción de una estética nacional.
tes valiosas del proceso pormenorizado de Por esos años, preocupado tanto por la
gestación de esta novela. Entre otras cosas, paz mundial como por el “aluvión inmi-
el escritor expresa allí que necesita recuperar gratorio” que recibía el país elabora y da a
el ambiente rural y su gente para poder es- conocer ensayos dispersos sobre la actuali-
cribir. Aprender la doma, conocer los relatos dad nacional e internacional –compilados
de los viajeros alrededor de los fogones de la tras la muerte del autor por Adelina del
estancia, ejecutar la guitarra en los bailes de Carril y editados por Francisco Colom-
paisanos son para Güiraldes los pasos obli- bo– en Semblanza de nuestro país (1927),
gados para la recuperación de su identidad. Poemas solariegos y Poemas místicos (1928)
En este sentido, la vida del autor se vincula y El sendero (1928). Emergentes del interés
con la de Fabio, el personaje de la ficción, de Güiraldes por la filosofía hindú, el Yoga
un adolescente que no conoce a su padre y Ramacharaka, el conocimiento de Oriente
es criado por unas tías mandonas y “reza- y la iniciación en la teosofía, estos textos
doras” de las que se escapa ni bien aparece manifiestan el ascenso del espíritu y con-
por sus pagos la figura hipnótica de Don frontan la decadencia de la vieja Europa
Segundo. De la mano de este resero, se in- con la metafísica oriental vista como única
troduce en el aprendizaje de la vida gaucha. alternativa al racionalismo inútil de la pos-
Con los años, Fabio descubre que su padre guerra europea. En esta etapa ya no preten-
es aquel estanciero que solía visitarlo en la de que la escritura sea un medio para acce-
infancia; repentinamente se ve convertido der a los laudos literarios, sino un camino
en patrón y obligado a instruirse con la ayu- de autoconocimiento. Después del éxito
da de un amigo de su edad, Raucho. Una de Don Segundo Sombra, ya consciente de
vez que completa los ciclos de aprendizaje, su cáncer terminal, emprende su último
Fabio está en condiciones de narrar desde su viaje a Europa en 1927, acompañado por
presente adulto y utilizando una lengua cul- su esposa. Poco después de recibir Premio
ta los recuerdos en primera persona acerca Nacional de Literatura, muere en la capital
de la vida y las costumbres de los reseros. En francesa; su cuerpo embalsamado descansa
el momento en que Güiraldes logró cono- durante unos días en la iglesia de Saint Pie-
cer la esencia del alma del paisano, rescatar rre du Gros Caillou donde le rinden tributo
el estilo del habla de los gauchos y revalo- intelectuales amigos y muchos argentinos
rizar la tradición nacional pudo enlazar el que se encontraban circunstancialmente
conjunto con las tendencias impresionista y en París. Un mes más tarde, sus restos son
simbolista aprendidas en viajes y lecturas y repatriados por el presidente Marcelo T. de
así no sólo consagrarse como escritor, sino Alvear para recibir sepultura en una cere-
convertirse también en un agente central de monia en San Antonio de Areco, escoltada
la reescritura de la gauchesca, donde el gau- por un séquito de notables y de doscientos
cho ya no es un matrero o pendenciero, sino cincuenta gauchos jinetes entre los que es-

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GUSBERTI G
taba Don Segundo Ramírez, el hombre a Germán García y Osvaldo Lamborghini,
quien el autor homenajeara a través de las la revista Literal, que apareció hasta 1977.
páginas de su novela. A contrapelo de las tendencias dominantes
en la literatura argentina de la década de
Otras obras de Ricardo Güiraldes 1970, preocupados sobre todo por el en-
El reloj (capricho teatral inédito, 1916); torno político y social, los fundadores de
Caaporá (poema escénico inédito, Literal compartían el interés por el psicoa-
1916); Un idilio de estación (novela); nálisis y por la teoría literaria (particular-
Rosaura (novela corta, publicada en mente el estructuralismo y el posestruc-
El Cuento Ilustrado, 1918); Seis relatos turalismo francés). El grupo se nutría de
(Proa, 1929); El libro bravo (Francis- variadas influencias literarias y se proponía
co Colombo, 1936); El pájaro blanco revisar críticamente el canon de la literatu-
(Francisco Colombo, 1952); Pampa ra argentina.
(Editorial Ollantay, 1954). Según relata Gusmán, su primera nove-
Pau. Cro. la, El frasquito, fue escrita alrededor del año
1970 bajo la influencia de dos obras previas
GUSBERTI, Martina (s/d). Fonoau­ de García (Nanina, 1968) y Lamborghini
dióloga, psicóloga, médica egresada de (El Fiord, 1969). Es una nouvelle o novela
la UBA y psicoanalista formada en la corta que apareció publicada en 1973 por
Asociación Psicoanalítica Argentina. Noé Ediciones, con un prólogo de Ricardo
Después de dedicarse durante dos décadas Piglia, y resultó un éxito: las tres primeras
a la labor en psiquiatría y psicoanálisis, de- ediciones vendieron unos 7.000 ejemplares.
cidió comenzar a escribir y a publicar cuen- Se la tildó inmediatamente de obra “revul-
tos en diversas revistas del país como Letras siva”, y entre 1977 y 1983 fue prohibida
de Buenos Aires. Es autora de Réquiem para por la censura militar por ser considerada
la adolescencia (1989), El laúd y la guerra “inmoral”. Los elementos “revulsivos” más
(1996) e Inolvidable Sión (2006). evidentes de El frasquito se vinculan con lo
Sus novelas giran principalmente en temático: consiste en un monólogo entre-
torno de los movimientos inmigratorios y cortado del protagonista-narrador, obse-
el conflicto de la identidad que éstos aca- sionado por la paternidad en un entorno
rrean. A tal eje se le suman, en el caso de El marginal y sórdido, en el que se suceden
laúd y la guerra, las relaciones personales en peleas, mutilaciones, enfermedades, muer-
el seno de una familia italiana y su esfuerzo tes, asesinatos, partos, violaciones, incestos.
por insertarse en una sociedad que se les Pero, además, la novela supone una fuerte
presenta como extraña, mientras permane- apuesta por la experimentación formal: la
ce continua la presencia del pasado en la narración, muy fragmentaria, se estructura
tierra natal. alrededor de recursos textuales en los que
M.R. se advierte una evidente impronta psicoa-
nalítica, como asociaciones libres, juegos de
Gusmán, Luis (Avellaneda [Buenos palabras, alusiones o repeticiones. El fras-
Aires], 1944). Escritor, crítico literario quito posicionó a Gusmán como un escritor
y psicoanalista. En 1973 fundó, junto a “alternativo” dentro del ámbito literario,

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G GUSMÁN

ubicación que compartió con sus dos com- cialmente) mediante el uso de recursos tales
pañeros de Literal. La fuerte influencia del como alusiones literarias, repeticiones de
discurso psicoanalítico se advierte también elementos, fechas y lugares, relatos oníricos,
en las novelas siguientes de Gusmán: Brillos juegos de palabras en inglés y español. Sig-
(Sudamericana, 1975) y Cuerpo velado (Co- nificantes que estructuran la narración son
rregidor, 1978, premio Casa de las Améri- ríos, flores, tigre, además de junio y corazón,
cas 1999). Cabe señalar que su interés por mencionadas ya en el título y que represen-
el psicoanálisis no se restringía al ámbito li- tan una fecha específica (el 16 de junio), re-
terario; de hecho, en esos años participó de cuperada como el día en el que transcurre el
la Escuela Freudiana de Buenos Aires, de un Ulises de James Joyce en 1904 y, simultánea-
grupo de discusión lacaniano liderado por mente, el día de la muerte de su hermano
Oscar Masotta hasta su muerte (acontecida Stanislau Joyce en Trieste, y el bombardeo
en Barcelona), y en 1980 empezó a ejercer de Plaza de Mayo en 1955. Escrita a fines
profesionalmente como psicoanalista. Entre de la dictadura, En el corazón de junio alude
las décadas de 1970 y 1980 Gusmán parti- implícitamente al contexto político a partir
cipó de la fundación o dirección de diver- de las imágenes oníricas de crímenes violen-
sas publicaciones especializadas: Notas de la tos, cadáveres bajo el agua, cuerpos narcoti-
Escuela Freudiana, Conjetural y Cuadernos zados cayendo del cielo, coches negros que
de Psicoanálisis. Paralelamente, fue también persiguen gente. Las referencias al contexto
fundador (junto con Ramón Alcalde, Jorge político son, en cambio, del todo explícitas
Jinkis y Eduardo Grüner) de la revista litera- en Villa (Alfaguara, 1996) que, según el
ria Sitio, que heredó de Literal el interés por propio Gusmán, representa un viraje funda-
el posestructuralismo y el psicoanálisis y que mental en su obra, que desplaza su atención
publicó siete números entre 1981 y 1987. de la lengua y las propiedades formales a la
La cuarta novela de Gusmán, En el corazón historia y los personajes. Así, por ejemplo,
de junio (Sudamericana, 1983), que obtuvo las reapariciones constantes de objetos, per-
el Premio Boris Vian, constituye una inda- sonajes, lugares y situaciones a lo largo de
gación casi programática en las genealogías la historia ya no funcionan como la única
literarias. La novela consiste en tres historias estructura de un discurso autorreferencial o
que se entrecruzan vagamente y transcurren desarticulado, sino que están al servicio de
en paisajes disímiles (Buenos Aires, Dublín, una narración unitaria, coherente y relati-
Trieste) con protagonistas también diversos. vamente lineal. El estilo es decididamente
Uno de los protagonistas es J.R. Wilcock, realista y se advierte la impronta de distintos
el único escritor argentino mencionado en géneros, como la novela policial y de espio-
una novela repleta de referencias literarias naje, dos características que se repetirán en
explícitas (a Joyce, Dostoievsky, Flaubert). la siguiente novela “política” de Gusmán, Ni
La elección de Wilcock –escritor, pero tam- muerto has perdido tu nombre (Sudamerica-
bién traductor, crítico y exiliado en Italia– na, 2002). Villa es un médico que trabaja en
como protagonista sólo puede leerse en los vuelos sanitarios del Ministerio de Salud
tanto intento de proponer una tradición Pública y trata de sobrevivir en la turbulenta
alternativa al canon de la literatura argen- transición de Isabel Perón a la dictadura mi-
tina. La unidad de la novela se logra (par- litar. Políticos, matones, policías, servicios,

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GUSTAVINO G
militares, componen el entorno amenazante de los diarios La Unión, Diario del Plata y
y siniestro en el que Villa, aun a su pesar, Crítica. Además, fue director de la publica-
juega su propio papel de burócrata oportu- ción periódica Máscaras (1931) sobre arte
nista y pusilánime que traiciona reiterada- dramático, plástica y literatura. Tradujo
mente sus propias ilusiones. La dimensión las obras El hombre y la bestia de Luigi
ética de la historia es transparente, al igual Pirandello y Una cosa de carne de Rosso
que sus repercusiones en una tragedia po- di San Secondo. Dirigió obras de auto-
lítica mayor. res como César Tiempo (seud. de Israel
Además de las ya mencionadas, Gus- Zeitlin), Conrado Nalé Roxlo y Eugene
mán ha publicado las novelas La música de O’Neill. Entre sus obras dramáticas, que
Frankie (Sudamericana, 1993); Tennessee han sido llevadas al cine y se han manteni-
(Alfaguara, 1997), que ha sido llevada al do en cartel varias temporadas, se destacan
cine con guión de Gusmán y el título de Adriana y los cuatro (1927); Santa Fulvia
Sotto Voce (1996; con dirección de Mario (Ferrari Hnos., 1928); La mujer más hones-
Levin); Hotel Edén (Norma, 1999) y El pe- ta del mundo (1929); El Señor Pierrot y su
letero (Edhasa, 2007), a las que se suman dinero (1930); La novia perdida (1941); La
los volúmenes de cuentos La muerte pro- importancia de ser ladrón (1942). Pendientes
metida (Per Abbat, 1986); Lo más oscuro de estreno quedaron: El médico sin cha-
del río (Sudamericana, 1990) y De dobles y pa y El señor Napoleón. Perteneciente a la
bastardos (Norma, 2000). En el año 2004 generación de renovadores teatrales como
recibió el Diploma al Mérito Konex en el Armando Discépolo, Francisco Defilippis
rubro novela (quinquenio 1999-2003). Novoa y Samuel Eichelbaum, se dedicó a
En cuanto a su labor como crítico, des- la farsa moderna y a la comedia escénica,
de la década de 1970 Gusmán ha escrito creando personajes absurdos y escenas que
artículos para suplementos culturales de flotan en la irrealidad pero con un tono
diarios masivos como La Nación, Clarín y burlón e irónico.
El Cronista Cultural y para medios de cir- P.P.
culación más restringida como Literal, Si- + Discépolo, Armando; Defilippis
tio o Conjetural; también ha publicado dos Novoa, Francisco; Eichelbaum, Samuel.
colecciones de ensayos: La ficción calculada
(Norma, 1998) y Epitafios: el derecho a la Gutman, Daniel Moisés (Buenos Aires,
muerte escrita (Norma, 2005), además de 29/05/1954). Poeta y novelista. Escribe
una autobiografía ensayística: La rueda de dos guiones cinematográficos: Checkmate
Virgilio (Conjetural, 1989). (en inglés) y Contra tiempo (basado en
L.M.K. una de sus novelas). Colabora con artícu-
+ García, Germán; Lamborghini, los para La Razón, La Opinión, Semana
Osvaldo; Wilcock, Juan Rodolfo. (Jerusalem), Revista Norte (México), Poesía
(Caracas), Cuadernos Hispanoamericanos
Gustavino, Enrique (Buenos Aires, y Esparavel (España). Publica, además, los
1895 - 1954). Escritor, traductor, director ensayos críticos: “Sol, de Mariano Sats”
de teatro y director artístico de diversas (Megafón [Buenos Aires], nº 5, 1977,
compañías teatrales. Fue cronista teatral pp. 210-211); “La condena y la soledad”

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G GUTMAN

(Plural [Buenos Aires], nº 12, 1977, pp. España y actualmente se desempeña como
32-35) y “Fragmentos de un diario, de director ejecutivo de la productora de TV
Mircea Eliade” (Megafón [Buenos Aires], nº Promofilm en Estados Unidos.
11, 1980, pp. 129-130). Su primera obra, P.C.
Culpas y culpables (Omphalos, 1974), es un
libro de textos poéticos en prosa. En 1975
obtiene el Primer Premio del FNA por su
libro Piedra de toque (Corregidor, 1980), en
el que desarrolla una poesía hermética, sig-
nada por la advocación de viejos alquimis-
tas, filósofos, poetas decimonónicos y una
insólita referencia: Ernesto Sábato. En 1985
publica Plenitud del vacío (Grupo Editor
Latinoamericano), su tercera obra poética.
En 1989, Erosión (Último Reino), poema-
rio donde se encuentran la filosofía griega y
el mito de la creación hebreo fusionados en
una “cita de amor” (p. 41) convocada por
un “yo”: “No hay erosión sin yo” (p. 27)
que se enuncia y se niega en la definición
de su arte poética: “La ley de este poema
pronuncia: / se niega el asilo verbal a la pa-
labra yo” (p. 31). Ese mismo año publica
su primera novela: Contra tiempo (Emecé,
1989), finalista en el certamen de narrati-
va Premio Novedades, organizado por la
editorial Diana, de México. Se trata de una
mezcla de relato policial y novela de aven-
turas con algunos tintes filosóficos místicos,
cuya temática gira en torno al problema
del tiempo y el ser: “Lo que escuchaban
los había transportado, sin ellos quererlo
ni aceptarlo, a otra dimensión temporal, y
lo que es más imposible aun, a otra forma
de sí mismos, en las que certezas, parece-
res y hasta gustos, cesaban lentamente” (p.
38). En 1992 aparece su segunda novela:
Control remoto (Planeta), en la que se con-
jugan nuevamente aventuras y viajes en una
fantasía política, ficción sobre el futuro de
la televisión en el año 2035. Es productor
independiente de medios audiovisuales en

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www.el8voloco.com.ar
Se terminó de imprimir en Gráfica Laf SRL (Monteagudo 741,
San Martín, Provincia de Buenos Aires), en agosto de 2010.

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