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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN................................................................................................................... 4
I. LA PERSONALIDAD. .................................................................................................. 5
II. TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD .......................................................................... 5
2.1. LA TEORÍA DE FREUD ....................................................................................... 5
2.1.1. El Ello o ‘Id’ ................................................................................................... 5
2.1.2. El Yo o "Ego" ................................................................................................ 6
2.1.3. El Súper-yo o "Súper-ego" ....................................................................... 6
2.2. LA TEORÍA DE LOS INSTINTOS ...................................................................... 7
2.3. LA TEORÍA SEXUAL ........................................................................................... 8
III. MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD ................................. 8
3.1. EL MÉTODO PSICOANALÍTICO....................................................................... 8
3.2. MÉTODO DE LAS ASOCIACIONES LIBRES. ................................................ 8
3.2.1. Estudio de los actos fallidos .................................................................... 9
3.2.2. La interpretación de los sueños.............................................................. 9
3.3. DESARROLLO POSTERIOR DEL PSICO- ANÁLISIS................................ 10
3.3.1. A. Adler ........................................................................................................ 10
3.3.2. K. Jung ......................................................................................................... 10
IV. TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD. ........................................................... 11
4.1. MODELOS CLASIFICATORIOS DE LA PERSONALIDAD ........................ 11
4.2. LOS ASPECTOS COGNITIVOS Y EMOCIONALES DE LA
PERSONALIDAD ............................................................................................................ 12
4.2.1. El desarrollo cognitivo............................................................................. 12
4.2.2. Las emociones. .......................................................................................... 12
4.2.3. La estabilidad emocional. ....................................................................... 13
4.3. COMPARACIÓN DE LAS CLASIFICACIONES ACTUALES DE LOS
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD .................................................................. 13
4.4. ETIOPATOGENIA............................................................................................... 15
4.5. FACTORES GENÉTICOS ................................................................................. 15
V. ENFERMEDADES DEL TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD. .................... 16
5.1. SÍNTOMAS. ......................................................................................................... 16
5.2. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO.................................................................. 16
5.3. EXPECTATIVAS Y PRONÓSTICO. ................................................................ 18
VI. TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD ............ 18

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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6.1. TIPOS MÁS FRECUENTES DE TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD.


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TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD EXTRAÑA/EXCÉNTRICA (GRUPO
A): ...................................................................................................................................... 19
a. Trastorno de la personalidad paranoica ..................................................... 19
b. Trastorno de la personalidad esquizoide ................................................... 19
c. Trastorno de la personalidad esquizotípico .............................................. 19
TRATAMIENTOS ........................................................................................................ 19
LOS ANTIPSICÓTICOS TÍPICOS (CONVENCIONALES) .................................. 20
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD DRAMÁTICA/ERRÁTICA (GRUPO B):
............................................................................................................................................ 20
a. Trastorno de personalidad limítrofe............................................................. 20
b. Trastorno de la personalidad antisocial ..................................................... 21
c. Trastorno de la personalidad narcisista ..................................................... 21
TRATAMIENTO ........................................................................................................... 21
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD ANSIOSA/INHIBIDA (GRUPO C): .... 21
a. Trastorno de la personalidad dependiente ................................................ 21
b. Trastorno de la personalidad de evitación ................................................. 21
c. Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva ............................... 22
TRATAMIENTOS ........................................................................................................ 22
CRITERIOS DE INVESTIGACIÓN PARA EL TRASTORNO DEPRESIVO DE LA
PERSONALIDAD ............................................................................................................ 23
CRITERIOS DE INVESTIGACIÓN PARA EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO
DE LA PERSONALIDAD............................................................................................... 24
VISIÓN CLÍNICA GENERAL ........................................................................................ 24
CONCLUSIONES ............................................................................................................... 26
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................... 27

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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DEDICATORIA:
Este trabajo monográfico va dedicado de
manera muy especial para aquellas
personas de épocas pasadas y actuales,
que aportaron mediante sus estudios e
investigaciones información para poder
entender como es la personalidad y el
trastorno de la misma, de manera muy
clara para nosotros los encaminados en
esta profesión.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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INTRODUCCIÓN
A menudo la gente habla de la personalidad como si se tratara de un
producto, como una corbata de colores brillantes que le diera vida a un taje
viejo. No solo eso, algunas veces hablamos como si la personalidad
consistiera en rasgos atractivos y admirables: Efecto, encanto, honestidad.
Pero no vemos que la personalidad es algo mucho más complejo de lo que
indica el uso ordinario del término, e incluye tantos rasgos positivos como
negativos.
Los trastornos de la personalidad son un grupo de afecciones mentales
en las cuales una persona tiene un patrón prolongado de comportamientos,
emociones y pensamientos que es muy diferente a las expectativas de su
cultura, estos patrones de conducta son típicamente asociados con
alteraciones sustanciales en algunas tendencias de comportamiento de un
individuo, por lo general involucran varias áreas de la personalidad, y casi
siempre se asocia con perturbaciones significativas en la esfera personal y
social. Además, un trastorno de personalidad es inflexible y se extiende a
muchas situaciones, debido en gran parte al hecho de que tales
comportamientos anormales son egosintónicos, en el que los elementos de la
conducta, pensamientos, impulsos, mecanismos y actitudes de una persona
están de acuerdo con el Yo y con la totalidad de su personalidad; y por tanto,
se percibe como adecuados por el afectado.
En la primera parte de este estudio se detalla las principales teorías y
estudios de científicos que dedicaron amplios análisis en este campo de la
medicina; también se describe los principales modelos, métodos que ayudan
a entender esta tendencia psicosocial
En la segunda parte se describe los tratamientos médicos generales que
se desarrollan en la actualidad para poder tratar un paciente que concuerda
con tener trastornos de su personalidad.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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I. LA PERSONALIDAD.
La personalidad no es más que el patrón de pensamientos, sentimientos
y conducta de presenta una persona y que persiste a lo largo de toda su vida,
a través de diferentes situaciones.
Hasta hoy, Sigmund Freud, es el más influyente teórico de la
personalidad, este abrió una nueva dirección para estudiar el comportamiento
humano.
Según Freud, el fundamento de la conducta humana se ha de buscar en
varios instintos inconscientes, llamados también impulsos, y distinguió dos de
ellos, los instintos cocientes y los instintos inconscientes, llamados también,
instintos de la vida e instintos de la muerte.
II. TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD

2.1. LA TEORÍA DE FREUD


Su punto de partida es la noción de "inconsciente psicológico". Según
Freud, lo fundamental en el orden psicológico es la zona inconsciente. El
inconsciente es dinámico y ejerce una presión constante sobre el plano
consciente y, por lo tanto, en la conducta de la persona. Este inconsciente
está constituido por instintos (todo lo congénitamente dado), pero bajo la
acción del mundo exterior, lo inconsciente ha sufrido una transformación, que
es la conciencia, una fuerza también capaz de oponerse a los impulsos del
inconsciente. Entre la conciencia y el inconsciente existe el "pre-consciente",
un intermediario, constituido por fenómenos inconscientes que integran la
actividad de la conciencia, y que son susceptibles de hacerse conscientes.
Pero para esto, deben sufrir una serie de operaciones deformadoras: la
censura, que también es adquirida por la acción del medio exterior, bajo la
influencia de la educación.
El inconsciente, la conciencia y la censura (denominadas posteriormente
por Freud como "ello", "yo" y "súper-yo" respectivamente), constituyen las tres
fuerzas fundamentales del psiquismo. Entre ellas existen relaciones
dinámicas y de su combinación resulta la personalidad total o aparato anímico.
Como acabamos de ver, la personalidad psíquica se descompone en un
conjunto de instancias psicológicas: ello, yo y súper-yo. A continuación
analizaremos cada una más en profundidad.
2.1.1. El Ello o ‘Id’
Es la más antigua de estas instancias psíquicas y está formada por todo lo
heredado, lo constitucionalmente establecido. Se puede decir que es la parte
más oscura e inaccesible de nuestra personalidad, por lo que su conocimiento
se obtiene indirectamente por el estudio de los sueños y de los síntomas
neuróticos. El ello no posee organización y se basa en el principio del placer,

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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es decir, la búsqueda de los estados placenteros que se originan de los


instintos satisfechos. Por eso, para los procesos que ocurren en el ello no se
pueden aplicar las leyes lógicas del pensamiento, sobre todo el principio de
no-contradicción. Además, no existe en el ello una valoración moral; se trata
de la parte animal del hombre. Los componentes del ello o "complejos" son
los instintos y lo reprimido. Estos complejos son sistemas psíquicos que
desarrollan actividades inconscientes, impulsando la actividad del
pensamiento y determinando la dirección de la actividad consciente, o
pudiendo también quedar sin acción directa o manifiesta sobre la conciencia.
El conjunto de estos complejos constituye la libido (energía psíquica que surge
del impulso sexual).
Mediante la influencia del mundo exterior que nos rodea, una parte del ello
ha experimentado una transformación, desarrollando así una organización y
dando lugar a un individuo más racional, el yo, que actúa como intermediario
entre el ello y el mundo exterior.
2.1.2. El Yo o "Ego"
Es la parte ejecutiva de la personalidad; el individuo que se encuentra
consciente de su identidad y de su relación con el mundo exterior. Como ya
se vio, el yo va emergiendo desde el ello y durante la infancia no hay una clara
diferencia. El yo permite adaptar la actividad de la persona a las exigencias y
características del medio externo, y frenar los pedidos del ello. De esta manera
desarrolla la conciencia, haciendo que la realización de los actos impulsados
por el ello esté atrasada por una etapa intermedia: la observación y la
reflexión. Por esto, en el yo se sustituye el principio del placer por el de la
realidad, haciendo posible la adaptación al medio. Frente al mundo exterior el
yo percibe los estímulos y acumula en la memoria experiencias sobre éstos.
También evita a los que son demasiado intensos y enfrenta por adaptación a
los estímulos moderados. Finalmente, aprende a modificar el mundo exterior
para adecuarlo a su conveniencia. Por otra parte, hacia el interior, es decir
frente al ello, conquista el dominio sobre las exigencias de los instintos,
decidiendo si las satisface o no. En caso de no dar satisfacción a los impulsos
del ello, se genera la represión.
Freud creía que en el yo existía una función de censura, pero luego llegó a
considerarla como una instancia separada, que puede llegar hasta a dominar
al yo: el súper-yo.
2.1.3. El Súper-yo o "Súper-ego"
Como resultado del período infantil en el que el hombre vive en
dependencia de sus padres, se forma otra instancia del aparato anímico que
persiste a la influencia de los padres, denominada el súper- yo. El súper-yo es
el aspecto moral y judicial de la psiquis porque reúne las exigencias y las
normas que, como ya hemos visto, son recibidas por la influencia de los

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padres, siendo internalizadas por el sujeto. Pero naturalmente, en la evolución


de los individuos también influyen los aportes de sustitutos y sucesores de los
padres, como los maestros y profesores. Existen dos etapas en la evolución
de la conciencia moral. En la primera es exterior, luego se interioriza: las
influencias de los padres son asimiladas por la psiquis de la persona,
convirtiéndose en energías psicológicas. De esta manera, el súper-yo se hace
cada vez más impersonal hasta que se vuelve una actividad solamente
mental. El papel que desempeña el súper-yo es la represión de los impulsos,
constituye el deber ser; son los principios éticos, la conciencia moral de las
personas. También tiene la función de auto-observación, haciendo posible la
selección de los impulsos del ello. El súper-yo es lo más elevado de la
personalidad humana. Esto se debe a que el hombre, además de estar
biológicamente organizado y actuar por la acción de factores materiales,
también es un ser social (está afectado por el pasado, la cultura, las
costumbres sociales, etc.) y su objetivo es alcanzar la perfección, tratando de
acercarse y superar los ideales señalados por el yo.A pesar de todas sus
diferencias, el ello y el super-yo tienen algo en común: que ambos representan
las influencias del pasado (el ello las heredadas y el súper-yo las recibidas de
los demás). Por el contrario, el yo está determinado fundamentalmente por las
experiencias propias del individuo, lo actual y accidental.
A través de este análisis vemos que la conformación y la acción de la
personalidad se realizan en el Yo que recibe, por un lado los reclamos del Ello
que requieren su gratificación y, por otro, la represión del Súper-yo. Para que
la actividad psíquica se desarrolle naturalmente es necesario mantener el
equilibrio, pero esto no es siempre fácil.
2.2. LA TEORÍA DE LOS INSTINTOS
Los instintos son las fuerzas que actúan tras las tensiones causadas por
las necesidades del ello. Son esencialmente conservadores ya que, de todo
estado que un ser vivo alcanza, surge la tendencia a restablecerlo en cuanto
haya sido abandonado. A través de lo señalado vemos que se puede distinguir
un número indeterminado de instintos. Freud reconoce dos instintos básicos:
el Eros y el instinto de destrucción. El primero tiene como fin establecer y
conservar unidades cada vez mayores, tendiendo a la unión (también es
llamado instinto de amor). En contraposición, el instinto de destrucción busca
la disolución de las conexiones, destruyendo las cosas. Su fin es reducir lo
viviente al estado inorgánico, por eso también es llamado instinto de muerte.

En las funciones biológicas, ambos instintos se antagonizan o combinan


entre sí. Por ejemplo: cuando comemos destruimos el objeto que estamos
comiendo pero nuestro objetivo principal es su incorporación a nuestro
organismo.

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2.3. LA TEORÍA SEXUAL


La actividad psíquica se origina por la acción de los impulsos inconscientes
o instintos. A la energía psicológica que deriva del instinto, Freud la denomina
la "libido". Para éste, lo psíquico está vinculado a lo biológico y, en definitiva,
es un sistema de fuerzas que tienen como objetivo la adaptación del
organismo al medio y su conservación. Esta teoría constituye el fundamento
de su concepción ya que Freud sostiene que los factores sexuales son
decisivos para la formación de la neurosis. En el transcurso de sus estudios
encontró que lo sexual ocupaba un lugar dominante.
La vida sexual no comienza sólo en la pubertad, sino que se inicia con
evidentes manifestaciones poco después del nacimiento y sigue un proceso
evolutivo perfectamente reglado. Después de un incremento progresivo en el
cual el niño presenta un impulso de placer sexual y experimenta un desarrollo
determinado con diferentes estados (oral, anal y fálico), alcanzando su
máximo hacia el final del quinto año, cae luego en un intervalo de reposo o
latencia. Mientras dura este período, el proceso se detiene, gran parte de lo
aprendido se pierde y la actividad sufre una especie de retroceso. Al finalizar
la latencia, la vida sexual recomienza en la pubertad.
III. MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD

3.1. EL MÉTODO PSICOANALÍTICO.


Como ya hemos visto, el primer método que utilizó Freud fue la hipnosis. Pero
luego la rechazó al encontrar varios aspectos negativos como la imposibilidad
de lograr la hipnosis de muchos enfermos. Entonces Freud desarrolló el
método psicoanalítico que constituye uno de sus mejores aportes a la
Psicología. El método psicoanalítico consiste en provocar la liberación
funcional de las cargas reprimidas, con el objetivo de que esas tendencias
reprimidas vuelvan a la conciencia, logrando una especie de satisfacción y
haciendo posible su reintegración con la capacidad unificadora del yo.
Este método emplea diversos procedimientos, de los cuales el principal y más
importante es el de las asociaciones libres.
3.2. MÉTODO DE LAS ASOCIACIONES LIBRES.
Para resumir este método podríamos decir que se trata de hacer
conscientes los hechos inconscientes perturbadores y patógenos; el individuo
reconoce en ellos la causa de su neurosis y recupera su salud mental. El
método psicoanalítico se apoya en la hipótesis de la existencia, en el umbral
de la conciencia, de asociaciones de ideas preconscientes, que pueden servir
de nexo entre las ideas conscientes, conocidas por el sujeto. También se
apoya en un hecho natural de la conciencia que se llama "reverie" (sueño
diurno), una especie de desfile de imágenes, ideas, sentimientos, que se nos
aparecen y desaparecen momentáneamente cuando dejamos vagar nuestra

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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conciencia y que, aparentemente, no siguen ningún orden determinado. El


psicoanálisis sostiene que el curso de estos estados no es libre; por el
contrario, se encuentra determinado rigurosamente porque ellos se realizan
bajo la influencia mediata o inmediata de los impulsos inconscientes y
preconscientes. De esta manera, el método psicoanalítico consiste en hacer
que el sujeto deje vagar libremente su conciencia, realizando una especie de
auto-análisis pasivo en el cual el psicoanalista no interviene para influenciar
las asociaciones del sujeto o para sostener su atención. Para este
procedimiento se utiliza una determinada técnica: se hace acostar al paciente
en una posición cómoda para eliminar toda molestia muscular. La sesión se
realiza en una habitación un poco oscura, para evitar las influencias exteriores
y el psicoanalista se coloca fuera de la vista de la persona. Después se le pide
que se coloque en un estado totalmente pasivo y que comunique al psicólogo
todo lo que le viene a la conciencia, sin excepción. Lo único que hace el
psicoanalista es oír y sacar notas, a veces hace algunas preguntas. Al
principio las asociaciones no tienen sentido, pero luego se van orientando.
Cuando el psicoanálisis no funciona debido a la resistencia del paciente
que opone la conciencia moral a la evocación del recuerdo que quiere salir,
es necesario recurrir a otros procedimientos: el estudio de los actos fallidos y
la interpretación de los sueños.
3.2.1. Estudio de los actos fallidos
Los actos fallidos son actos imprevistos que escapan el control consciente.
Son fenómenos tale como el olvido temporal de palabras y nombres
perfectamente conocidos por el individuo, equivocaciones en el discurso,
lectura y escritura, pérdida de objetos, etc. Aparecen como resultado del
conflicto entre dos intenciones, siendo una de ellas momentánea o
permanentemente inconsciente y la otra, consciente. Por eso, nos presentan
el conflicto entre la conciencia y el inconsciente, y son muy importantes para
investigar la existencia de los fenómenos psicológicos inconscientes.
El psicoanálisis los interpreta como poseyendo un sentido, una intención,
que se ha hecho consciente, obstruyendo la vigilancia del yo. Por ejemplo:
una muchacha deja caer varias veces un objeto que ha recibido como regalo,
porque aunque lo recibió con demostraciones de alegría (insinceras), el regalo
en realidad no le gusta.

3.2.2. La interpretación de los sueños


Los sueños revelan en forma simbólica un sentido o intención, siendo
manifestaciones desviadas de impulsos insatisfechos. El hecho de que los
sueños posean un sentido confirma la existencia de fenómenos inconscientes
que influyen sobre los estados de conciencia. En los sueños, la influencia se
puede realizar más intensamente porque, al estar la persona durmiendo, se

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debilita la función de censura. Los sueños se originan a través de impulsos


instintivos, deseos inconscientes, generalmente reprimidos, impulsos
insatisfechos de la vida diaria o pensamientos preconscientes. En el sueño se
satisfacen los deseos, en forma indirecta y puramente mental. Freud distingue
dos aspectos en el sueño: el contenido manifiesto (la trama del sueño tal como
aparece en la conciencia al soñar y tal como lo recordamos al despertar) y el
contenido latente. Este último es la verdadera significación del sueño, las
ideas o intenciones que se ocultan para la conciencia bajo la apariencia de su
contenido manifiesto y cuyo significado debe hallarse. Pero esta interpretación
del significado del sueño, no debe ser realizada por el psicoanalista sino por
la propia persona que lo soñó, a través del método de las asociaciones libres
que ya hemos expuesto. Cabe mencionar además otro procedimiento que no
era utilizado por Freud sino por sus alumnos al considerarlo más rápido y con
resultados más seguros que el de las asociaciones libres: el método de las
asociaciones dirigidas o experimentales que ya había sido utilizado por otros
psicólogos antes del psicoanálisis, como Wundt.
El método se basa en que: cuando se presenta a la persona una palabra
cualquiera (palabra inductora) y éste debe responder con la primera palabra
que ella le evoca (palabra reacción), se pone en acción un reflejo asociativo
que implica una asociación de palabras
3.3. DESARROLLO POSTERIOR DEL PSICO- ANÁLISIS
Aunque Freud fue el fundador de esta corriente de la Psicología, más tarde
sus primeros se separaron de él, presentando teorías propias. Actualmente,
los psicoanalistas siguen trabajando y van apareciendo nuevas teorías que
corrigen o complementan la posición de Freud.
Entre los autores que han investigado seriamente el inconsciente se
destacan A. Adler y K. Jung. Fueron discípulos de Freud y no sólo lo amplían
sino que lo rectifican en algunos aspectos, sobre todo en lo que se refiere al
origen sexual de todos los impulsos.
3.3.1. A. Adler
Es el creador de la Psicología Individual que sostiene que la conducta
humana está movida por una tendencia (el "instinto de poder") que es una
fuerza hacia el triunfo en la vida del sujeto.
Cada persona adquiere un estilo de vida, una forma de conducta que lo
diferencia del resto, y que se origina en la infancia y orienta la actividad del
sujeto durante toda su vida.
3.3.2. K. Jung
También niega la importancia que Freud le dio a la libido. Sostiene que en
el inconsciente se encuentra una especie de ímpetu vital que se traduce en
formas muy variadas; una de las tendencias dominantes es la de auto

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preservación individual que se halla en la base de la mayoría de los conflictos


emocionales. Además, introdujo la noción de "inconsciente colectivo",
experiencia general y fondo común de la psiquis humana.
Por otra parte, existen varias corrientes "neo psicoanalíticas", cuyos
principales representantes son: Sandor, Firenczi, Melanie Klein, John Rosen,
Anne Freud, Karen Horney, Erich Fromm, etc. Que parten de Freud pero lo
modifican en muchos aspectos.
IV. TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD.
Un trastorno de la personalidad es un patrón permanente e inflexible de
experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las
expectativas de la cultura del sujeto, tiene su origen en la adolescencia o
inicio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar
o perjuicios para el sujeto y los que están a su alrededor.
Está claro que no podemos hablar sobre los trastornos de la personalidad,
si es que no tenemos en claro conceptos básicos como ¿Qué es la
personalidad? , ¿El carácter?, entre otros.
4.1. MODELOS CLASIFICATORIOS DE LA PERSONALIDAD
Kraepelin definía cuatro caracteres en su tratado de Psiquiatría: el criminal,
el inestable, el mentiroso patológico y el pseudoquerulante. Los autores
psicoanalíticos fueron poco proclives a la clasificación y hablaron de un
carácter neurótico en general (término de Franz Alexander) para denominar a
lo que consideraban una neurosis no sintomática, sino expresada a través de
la formación de todo un armazón caracterizan defensivo. Tan sólo Wilhem
Reich delimitó los individuos histriónicos, compulsivos y pasivo-agresivos,
terminología que ha persistido hasta hoy. Pero de entre todos los autores, la
clasificación de las diferentes personalidades psicopáticas de Kurt Schneider
ha sido la que más impacto ha tenido, al menos en el ámbito de la psiquiatría
europea, en las últimas décadas. Lábiles, hipertónicos, inseguros de sí
mismos, necesitados de estimación, fanáticos, asténicos, depresivos, lábiles
de humor, explosivos, desalmados y abúlicos constituían la tipología de
Schneider y, aunque con modificaciones en las denominaciones, han
constituido buena parte del sistema sobre el que se han construido las
clasificaciones actuales.
La personalidad se puede entender desde perspectivas categoriales o
desde perspectivas dimensionales. Las concepciones categoriales típicas son
las utilizadas por las clasificaciones operativas actuales como la CIE-10 y la
DSM-IV. Estas clasificaciones se basan, como decimos, en el modelo clásico
de Kurt Schneider, y consideran los trastornos de la personalidad como
entidades patológicas individuales y delimitadas entre sí. Al constituir cada
trastorno una categoría diagnóstica, se asume que están basados en
alteraciones patológicas específicas

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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4.1.1. El peso del ambiente


Repasamos los argumentos anteriores en favor de la herencia. Veamos
qué papel dejan al ambiente. Lo haremos sólo respecto de la inteligencia,
porque no hay espacio para más. Lo que diga puede aplicarse, mutatis
mutandis -como dije-, a los otros rasgos. Veremos que el modelo poli génico
no es incuestionable; que la alta heredabilidad es discutible; que la
heredabilidad es una propiedad, no de la inteligencia, sino de la población en
que se mide y de las circunstancias en que se hace; que un rasgo puede tener
alta heredabilidad en una cierta población y ser al tiempo modificable por el
ambiente; en el rigor, todo depende de la interacción entre ambiente y
herencia, y que, en fin, el hombre, como queda dicho, puede intervenir en el
proceso, alterando los factores.
4.2. LOS ASPECTOS COGNITIVOS Y EMOCIONALES DE LA
PERSONALIDAD
4.2.1. El desarrollo cognitivo.
(También conocido como desarrollo cognoscitivo), por su parte, se enfoca
en los
Procedimientos intelectuales y en las conductas que emanan de estos
procesos. Este desarrollo es una consecuencia de la voluntad de las personas
por entender la realidad y desempeñarse en sociedad, por lo que está
vinculado a la capacidad natural que tienen los seres humanos para adaptarse
e integrarse a su ambiente.

La modalidad más frecuente de analizar los datos y de emplear los


recursos cognitivos es conocido como estilo cognitivo. Cabe destacar que esto
no está vinculado a la inteligencia ni al coeficiente intelectual, sino que es un
factor propio de la personalidad.
Otro concepto relacionado es el de prejuicio cognitivo, una distorsión que
afecta al modo en que una persona capta lo real. A nivel general, se habla de
distorsiones cognitivas cuando se advierten errores o fallos en el
procesamiento de información.
La terapia cognitiva o terapia cognitiva-conductual, por último, es una forma
de intervención de la psicoterapia que se centra en la reestructuración
cognitiva, ya que considera que las distorsiones mencionadas anteriormente
producen consecuencias negativas sobre las conductas y las emociones.
4.2.2. Las emociones.
Están entendidas como fenómenos de raíz psico-fisiológica y, según los
expertos, reflejan formas eficaces de adaptación a diversos cambios
ambientales. En el aspecto psicológico, las emociones generan sobresaltos

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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en el índice de atención y aumentan el rango de diversas conductas en la


jerarquía de respuestas del individuo que las experimenta. En cuanto a la
fisiología, las emociones permiten ordenar las respuestas de diversas
estructuras biológicas, incluyendo las expresiones faciales, la voz, los
músculos y el sistema endocrino, con el objetivo de definir un medio interno
adecuado para el comportamiento más óptimo.
Las emociones le permiten a todo individuo establecer su posición respecto
al entorno que lo rodea, siendo impulsada hacia otras personas, objetos,
acciones o ideas. Las emociones funcionan también como una especie de
depósito de influencias innatas y aprendidas.
4.2.3. La estabilidad emocional.
La estabilidad necesaria en la personalidad normal y el papel de los
cambios
Señalar que la mayoría de los estudios en torno a la estabilidad se han
realizado dentro del modelo de los Cinco factores.
En este contexto, es posible pensar que los rasgos de personalidad no
cambian otra posibilidad, considerar la personalidad como una preparación
para el cambio adaptativo, sin que ello suponga realmente cambios en la
personalidad también es posible considerar que tales experiencias
(emocionales; ej.: anorexia) supongan cambios reales de la personalidad
(aleatorios/impredecibles o determinados por las características de
personalidad previas) También es posible que las experiencias exacerben las
diferencias (los rasgos se manifiestan cuando se requiere) En todo caso,
parece necesario clarificar estos aspecto.
4.3. COMPARACIÓN DE LAS CLASIFICACIONES ACTUALES DE
LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

CIE -10 DSM-IV


Paranoide F60.0 GRUPO I
Esquizoide F60.1 Paranoide 301.00
No equivalente Esquizoide 301.00
Esquizotípico 302.22
Disocial F60.2 GRUPO II
No equivalente Antisocial 301.70
Histriónico F60.4 Narcisista 301.81
Impulsivo F60.30 Histriónico 301.50
Límite F60.31
Límite 301.84
Anancástico F60.5 GRUPO III
Dependiente F60.7 Obsesivo- 301.40
No equivalente compulsivo 301.60
Ansioso F60.6 Dependiente 301.84
Pasivo-agresivo 301.82

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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Evita TiVo
La ventaja de los modelos dimensionales es que se basan en dimensiones
estables de la personalidad, constituidas por la agrupación empírica de rasgos
y características. Las mismas dimensiones se encuentran en todos los
individuos, y es la desviación excesiva en el nivel cuantitativo de las mismas
la que caracteriza a los trastornos de la personalidad. Al surgir de una
agrupación factorial empírica, las dimensiones reflejan con mayor fidelidad las
posibles entidades psíquicas o biológicas existentes.
Algunos han propuesto que las tres categorías de orden superior del DSM
III R para el eje II (extraño/excéntrico, dramático/emotivo y ansioso/temeroso)
pueden ser las entidades fundamentales.
Desde la introducción del modelo tridimensional de Eisenach
(neocriticismo, extroversión y psicoticismo) han proliferado los estudios
mediante la técnica de análisis factorial para intentar hallar nuevas
dimensiones o agrupaciones de rasgos de la personalidad, llegándose a
definir hasta 16 factores en el modelo de Catell. Sin embargo, la mayoría de
los estudios de análisis factorial han coincidido en la existencia de tres o cuatro
dimensiones básicas.
Una de las aportaciones recientes más significativas en este campo ha sido
el modelo tridimensional de Cloninger. Las tres dimensiones propuestas por
Cloninger son denominadas "novelty seeking" (búsqueda de la novedad),
"harm avoidance" (evitación del peligro) y "reward dependence" (dependencia
del refuerzo). "Novelty seeking" (NS) se refiere a una tendencia heredable
hacia la excitación en respuesta a los estímulos novedosos. Este rasgo
conduce a conductas exploratorias en busca de recompensa o de evitación
de la monotonía. "Harm avoidance" (HA), es una tendencia heredada a
responder intensamente a indicadores de estímulos aversivos, aprendiendo
por ello a inhibir la conducta con el objeto de evitar el castigo. "Re Ward
dependencia" (RD) es una tendencia heredada a responder intensamente a
signos de recompensa (particularmente a signos verbales de aprobación
social o sentimental).
Otros autores, como Sievert y Davis, proponen un modelo constituido por
dimensiones sintomáticas. Así, la inestabilidad afectiva, la impulsividad, la
ansiedad y la desorganización conceptual serían las dimensiones
fundamentales cuya acentuación o reducción definirían la personalidad de los
individuos, sanos y trastornados. Lo peculiar de este modelo es su vuelta al
modelo kretschmeriano, de tal forma que consideran los trastornos de la
personalidad como manifestaciones atenuadas de los trastornos psicóticos,
afectivos o de ansiedad.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
15

4.4. ETIOPATOGENIA.
Al igual que ocurre con el resto de los trastornos psiquiátricos, el origen
causal de los trastornos de la personalidad permanece aun ampliamente
desconocido.
Desde antiguo, el concepto de personalidad se repartía entre los términos
temperamento y carácter. Temperamento hacía referencia a aquella parte de
la personalidad relacionada con los aspectos biológicos, hereditarios y
constitucionales del individuo y estaba relacionado con aspectos de la
personalidad de tipo motor (activación/inhibición). El término carácter se
reservaba para la fracción de la personalidad de origen educacional y
ambiental y se refería a aspectos relacionados con las peculiaridades
perceptivas, emocionales, de pensamiento y de atribución de significado.
En las últimas décadas, de predominio psicoanalítico dentro de la
Psiquiatría, la patología de la personalidad fue considerada la patología de
origen educacional por excelencia, a diferencia de los trastornos neuróticos y
psicóticos en los que podrían existir componentes heredo biológicos claros.
Sin embargo, los hallazgos de los últimos años no han encontrado evidencias
de ello. Si bien los datos disponibles actualmente que demuestran un papel
genético son pocos, son menos aun los que demuestran un origen ambiental.
4.5. FACTORES GENÉTICOS
Diversos estudios han demostrado que algunas dimensiones básicas de la
personalidad tienen un marcado componente hereditario. Así, el rasgo
neocriticismo es en un 55% heredable y el rasgo extroversión lo es en un 50%
(1). En gemelos monocigóticos, la correlación entre las diferentes escales
del MMPI es significativamente mayor que en gemelos dicigóticos,
especialmente en la escala de introversión social.
En los estudios categoriales, existen datos que indican que la concordancia
para los trastornos de la personalidad del DSM-III es mayor para los gemelos
monocigóticos que para los dicigóticos
(2). En el mismo sentido, los estudios daneses de adopción encontraron
que la prevalencia de trastornos de personalidad del grupo A (esquizoide y
paranoide) es mayor en los niños con familiares biológicos esquizofrénicos,
pero no en los adoptados por padres esquizofrénicos
(3). Ambos hallazgos sugieren un papel dominante para la transmisión
genética sobre la transmisión ambiental. Algo parecido ocurre para el
trastorno antisocial de la personalidad, que incide con mayor frecuencia en los
hijos biológicos de padres antisociales (adoptados por otras familias), pero no
en los niños con padres adoptivos antisociales. El trastorno antisocial en
varones aparece relacionado con la aparición de trastorno por somatización

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
16

en mujeres de la misma familia y con la presencia de alcoholismo familiar,


sospechándose que pudieran tener un origen genético común.
V. ENFERMEDADES DEL TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD.
Son un conjunto heterogéneo de diagnósticos y síntomas en salud mental
en las cuales una persona tiene un patrón prolongado de comportamientos,
emociones y pensamientos que es muy diferente a las expectativas de su
cultura. Estos comportamientos interfieren con la capacidad de la persona
para desempeñarse en las relaciones interpersonales, el trabajo y otros
escenarios. Además de, en ocasiones, generar un sufrimiento notable a la
persona que la padece.
5.1. SÍNTOMAS.
Los síntomas varían ampliamente dependiendo del tipo de trastorno de la
personalidad. Es muy común en los trastornos de personalidad confundir los
síntomas con el carácter o la personalidad de la persona que los padece. En
general estos patrones comienzan en la adolescencia y pueden llevar a
problemas en situaciones laborales y sociales.
Se llaman trastornos de la personalidad porque afectan a la totalidad de las
características de la persona: conducta, emociones, pensamiento, y en la
forma de mostrarse o relacionarse.
Aunque hay épocas de mejoría o de gravedad, se entiende que los
trastornos de personalidad son trastornos crónicos, porque hay una
estabilidad en los síntomas manifestados, la persona “casi siempre” se
muestra o se comporta de determinada manera, o con determinados
comportamientos.
En unos casos existe una conciencia de problema, en otros, no existe en
absoluto, y la persona puede manifestar que el problema son los otros,
depende del tipo de diagnóstico, de la gravedad de los síntomas, entre otros
factores.
5.2. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO.
El DSM-IV advierte de que "muchos de los criterios específicos para los
trastornos de la personalidad describen características (p. ej., suspicacia,
dependencia, insensibilidad) que también son típicas de los episodios de los
trastornos mentales del
Eje I". Por ello, para diagnosticar un trastorno de personalidad se debe
cumplir que:
Las características definitorias aparezcan antes del comienzo de la edad
adulta
Sean típicas del funcionamiento a largo plazo del sujeto, y

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
17

No aparezcan exclusivamente durante un episodio de un trastorno del Eje


I.
Al mismo tiempo, señala la dificultad y tal vez la inutilidad de distinguir entre
los trastornos de personalidad y otros trastornos del Eje I (p. ej., el trastorno
distímico) cuando estos tienen un inicio temprano y un curso crónico y
relativamente estable.
Respecto a los trastornos psicóticos, "hay un criterio de exclusión que
señala que el patrón de comportamiento no debe haber aparecido
exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado
de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno psicótico". Si el trastorno de
personalidad precede a un trastorno psicótico crónico del Eje I (p. ej.,
esquizofrenia), debe registrarse también en el Eje II, seguido entre paréntesis
por "pre mórbido".
En el transcurso de un episodio de un trastorno del estado de ánimo o de
un trastorno de ansiedad, al presentarse características sintomáticas
transversales que se asemejan a los rasgos de personalidad, el clínico debe
ser prudente en el diagnóstico de un trastorno de la personalidad por resultar
difícil evaluar retrospectivamente los patrones de funcionamiento del sujeto a
largo plazo.
Igualmente, hay que considerar el diagnóstico de un trastorno por estrés
postraumático, si los cambios de personalidad surgen y persisten después de
que el sujeto haya estado expuesto a un estrés extremo, descartando el
trastorno de personalidad.
Si los comportamientos son consecuencia de la intoxicación por el consumo
o la abstinencia de sustancias, o están relacionados con las actividades
destinadas a mantener la dependencia (p. ej., comportamiento antisocial),
debe diagnosticarse un trastorno relacionado con sustancias, y evaluarse si
se cumplen también los criterios de un trastorno de la personalidad (relativos
al comienzo, curso y características).
Cuando los cambios persistentes de la personalidad son consecuencia de
los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica (p. ej., tumor
cerebral), hay que tener en cuenta el diagnóstico de un cambio de
personalidad debido a enfermedad médica.
Por último, "los trastornos de la personalidad deben distinguirse de los
rasgos de personalidad que no alcanzan el umbral para un trastorno de la
personalidad". Sólo en el caso de que dichos rasgos sean inflexibles, des
adaptativos y persistentes, y ocasionen un deterioro funcional o un malestar
subjetivo significativos, se diagnostican como trastornos de la personalidad.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
18

5.3. EXPECTATIVAS Y PRONÓSTICO.


El pronóstico varía, dependiendo de una gran cantidad de circunstancias
(gravedad del trastorno, tratamiento…) pero se entiende que estos trastornos
son crónicos.
VI. TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA
PERSONALIDAD
El tratamiento específico de cada trastorno de la personalidad será
determinado por su médico basándose en lo siguiente:
• Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
• El tipo y severidad de los síntomas.
• Qué tan avanzada está la enfermedad.
• Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o
terapias.
• Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
• Su opinión o preferencia.
Los trastornos de la personalidad suelen ser difíciles de tratar y pueden
requerir atención a largo plazo para modificar los patrones de comportamiento
y de pensamiento inadecuados. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
a. MEDICAMENTOS (AUNQUE SE PUEDE ABUSAR DE ELLOS Y SU
EFICACIA ES LIMITADA).
b. TRATAMIENTO PSICOLÓGICO (QUE INCLUYA LA PARTICIPACIÓN DE
LA FAMILIA).

6.1. TIPOS MÁS FRECUENTES DE TRASTORNOS DE LA


PERSONALIDAD.
En general, los trastornos de la personalidad se clasifican en tres subtipos (o
grupos) e incluyen los siguientes:
Subtipo Clasificación
Grupo A: extraña/excéntrica
Grupo B: dramática/errática
Grupo C: ansiosa/inhibida

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD EXTRAÑA/EXCÉNTRICA


(GRUPO A):
a. Trastorno de la personalidad paranoica
Las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes e incapaces
de generar vínculos interpersonales estrechos. A menudo son demasiado
desconfiadas de su entorno, pero injustificadamente, generalmente no pueden
apreciar su propia función en las situaciones de conflicto y suelen proyectar
sus sentimientos de paranoia en forma de enojo hacia los demás.
b. Trastorno de la personalidad esquizoide
Las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes,
introvertidas y tener un gran temor a la intimidad y los vínculos estrechos. Las
personas que tienen personalidad esquizoide permanecen tan absortas en
sus propios pensamientos y fantasías que se autoexcluyen de los vínculos
con la realidad y otras personas.
c. Trastorno de la personalidad esquizotípico
Similar al trastorno de la personalidad esquizoide; las personas que tienen
este trastorno suelen ser frías, distantes, introvertidas y tener un gran temor a
la intimidad y los vínculos estrechos. Sin embargo, las personas que tienen
personalidad esquizotípicO también presentan trastornos del pensamiento, de
la percepción y habilidades ineficaces de comunicación. Muchos síntomas del
trastorno de la personalidad esquizotípico se parecen a los de la
esquizofrenia, pero son más leves y menos intrusivos.
TRATAMIENTOS
Además de los tratamientos farmacológicos, la psicoterapia y las
intervenciones psicosociales también pueden considerarse adecuadas en su
caso. En la siguiente ilustración, se explican los tipos de tratamiento que
pueden plantearse.

Medicación
 Antipsicóticos de larga duración (administración mensual, quincenal).
 Antipsicóticos de toma diaria
 Otro tipo de medicación
Psicoterapia
 Rehabilitación
 Psicoterapia
 Psicoterapia individual
 Terapia cognitivo-conductual
 Educación familiar

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
20

LOS ANTIPSICÓTICOS TÍPICOS (CONVENCIONALES)


Los antipsicóticos son medicamentos que protegen al cerebro frente al
desequilibrio químico que en él se producen, normalizan las funciones
cerebrales alteradas y previenen las recaídas al regular el sistema nervioso
central. Actualmente, existe una amplia variedad de antipsicóticos y el objetivo
es conseguir la dosis óptima de unos medicamentos que produzca una mayor
mejoría clínica
 Antipsicóticos atípicos de larga duración
 Antipsicóticos atípicos de toma diaria
Los primeros antipsicóticos que se comenzaron a utilizar aparecieron en los
años 50 y fueron los denominados convencionales o típicos, cuya principal
ventaja era el control sobre los síntomas positivos de la enfermedad, aunque
tenían importantes inconvenientes como sus efectos secundarios (rigidez,
inquietud, temblores...) y que no eran efectivos sobre los síntomas negativos
(apatía, falta de motivación, falta de interés por relacionarse...), o incluso los
empeoraban, ni tampoco mostraban eficacia en el control de los síntomas
cognitivos (atención, comprensión, reflexión...).
Ejemplos de medicamentos que actualmente pertenecen a este grupo son
Haloperidol,
• Clorpromozina,
• Zuclopentixol,
• Flufenazina y Perfenazina.

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD DRAMÁTICA/ERRÁTICA


(GRUPO B):

a. Trastorno de personalidad limítrofe


Las personas que tienen este trastorno presentan inestabilidad en la
percepción de sí mismas y tienen dificultad para mantener relaciones
estables. Los estados de ánimo también pueden ser inconstantes, pero jamás
neutros, y su sentido de la realidad siempre se percibe en "blanco y negro".
Las personas que tienen personalidad limítrofe a menudo creen que los
cuidados que recibieron durante la infancia fueron insuficientes y, por
consiguiente, buscan incesantemente más atención de los demás en su etapa
adulta. Esto lo pueden lograr manipulando a los demás, lo cual a menudo los
deja sintiéndose vacíos, enojados y abandonados, sensación que puede
llevarlos a un comportamiento desesperado e impulsivo.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
21

b. Trastorno de la personalidad antisocial


Las personas que tienen este trastorno típicamente no tienen en cuenta los
sentimientos, propiedad, autoridad y respeto hacia los demás en busca del
propio beneficio. Esto puede incluir acciones violentas o agresivas que afectan
o implican a otros individuos, sin un sentimiento de remordimiento ni
culpabilidad por sus actos destructores.
c. Trastorno de la personalidad narcisista
Las personas que tienen este trastorno presentan sentimientos
excesivamente exagerados de autovaloración, grandiosidad y superioridad en
relación con los demás. Las personas que tienen personalidad narcisista
suelen explotar a las personas que no los admiran y son demasiado sensibles
a las críticas, juicios de valor y fracasos.
d. Trastorno de la personalidad histriónica
Las personas que tienen este trastorno están demasiado preocupadas por su
aspecto, constantemente buscan atención y a menudo se comportan
dramáticamente en situaciones que no justifican ese tipo de reacción. Las
expresiones emocionales de las personas que tienen personalidad histriónica
suelen ser consideradas superficiales y exageradas.
TRATAMIENTO
Las personas con esta afección a menudo buscan tratamiento cuando
presentan depresión o ansiedad por relaciones sentimentales fallidas u otros
conflictos con personas. Los medicamentos pueden ayudar con los síntomas.
La psicoterapia es el mejor tratamiento para el trastorno en sí.

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD ANSIOSA/INHIBIDA (GRUPO C):

a. Trastorno de la personalidad dependiente


Las personas que tienen este trastorno dependen excesivamente de los
demás para su validación y para la satisfacción de sus necesidades básicas.
Además de no ser capaces de cuidar de sí mismas correctamente, a las
personas que tienen personalidad dependiente les falta confianza en sí
mismos y seguridad, y tienen dificultad para tomar decisiones.
b. Trastorno de la personalidad de evitación
Las personas que tienen este trastorno son hipersensibles ante el rechazo y,
por lo tanto, evitan las situaciones que pueden generarles conflicto. Esta
reacción es impulsada por el temor; sin embargo, las personas que tienen
personalidad de evitación se sienten perturbadas por su propio aislamiento

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
22

social, su retraimiento y su incapacidad de mantener vínculos interpersonales


estrechos.
c. Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
Las personas que tienen este trastorno se muestran inflexibles ante el cambio
y se molestan si la rutina se ve alterada debido a su obsesión por el orden.
Por consiguiente, son ansiosas y tienen dificultad para completar las tareas y
tomar decisiones. Las personas que tienen personalidad obsesivo-compulsiva
suelen sentirse incómodas en situaciones que están fuera de su control y
como consecuencia de ello tienen dificultad para mantener relaciones
interpersonales positivas y sanas.
d. Tratamiento de los trastornos de la personalidad:
El tratamiento específico de cada trastorno de la personalidad será
determinado por su médico basándose en lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
El tipo y severidad de los síntomas.
 Qué tan avanzada está la enfermedad.
 Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o
terapias.
 Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
 Su opinión o preferencia.
Los trastornos de la personalidad suelen ser difíciles de tratar y pueden
requerir atención a largo plazo para modificar los patrones de comportamiento
y de pensamiento inadecuados. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
 Medicamentos (aunque se puede abusar de ellos y su eficacia es
limitada).
 Tratamiento psicológico (que incluya la participación de la familia).
TRATAMIENTOS

Farmacoterapia:
La medicación es útil en el control de los síntomas del TOC pero a menudo,
si se deja el fármaco, sobreviene una recaída. La mayoría de las personas
necesitará medicarse indefinidamente. El primer tratamiento específicamente
aprobado para su uso en el TOC fue el antidepresivo tricíclico clomipramina
(Anafranil). Los psicofármacos de segunda generación, que son utilizados hoy
en día, se llaman inhibidores selectivos de la re captación de serotonina
(ISRS). Estudios extensos han demostrado que estos inhibidores favorecen,
al menos ligeramente, a casi el 80 por ciento de los pacientes. Y en más de la
mitad de los casos, la medicación alivia los síntomas del TOC al disminuir la

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
23

frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. La mejoría por lo


general no se alcanza hasta las dos o más semanas de tratamiento.
Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR):
La psicoterapia tradicional y el psicoanálisis, dirigido a ayudar al paciente a
percibir su problema, no es útil para el TOC. Sin embargo, un método
específico psicológico, denominado EPR, es eficaz en muchas personas,
especialmente en las que presentan rituales conductistas. Mediante este
método el paciente se enfrenta, deliberada o voluntariamente, al objeto o idea
temida, ya sea directamente o con la imaginación. Al mismo tiempo, el
paciente es alentado a evitar sus rituales con apoyo y medios provistos por el
terapeuta, y posiblemente por otros que el paciente reclute para asistirle. Los
estudios realizados y la práctica diaria demuestran que la EPR es una terapia
muy exitosa para la mayoría de los pacientes que la completan y los efectos
positivos perduran una vez finalizado el tratamiento.

CRITERIOS DE INVESTIGACIÓN PARA EL TRASTORNO DEPRESIVO


DE LA PERSONALIDAD

A. Patrón permanente de comportamientos y funciones cognoscitivos


depresivos que se inicia al principio de la edad adulta y se refleja en una
amplia variedad de contextos y que se caracteriza por cinco (o más) de los
siguientes síntomas:
1. el estado de ánimo habitual está presidido por sentimientos de
abatimiento, tristeza, desánimo, desilusión e infelicidad
2. la concepción que el sujeto tiene de sí mismo se centra principalmente
en sentimientos de impotencia, inutilidad y baja autoestima
3. se critica, se acusa o se auto descalifica
4. cavila y tiende a preocuparse por todo
5. critica, juzga y lleva la contraria a los otros
6. se muestra pesimista
7. tiende a sentirse culpable o arrepentido
B. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de episodios
depresivos mayores y no se explican mejor por la presencia de un trastorno
distímico.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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CRITERIOS DE INVESTIGACIÓN PARA EL TRASTORNO PASIVO-


AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD

A. Patrón permanente de actitudes de oposición y respuestas pasivas ante las


demandas que exigen un rendimiento adecuado, que se inicia a principios de
la edad adulta y se refleja en una gran variedad de contextos, y que se
caracteriza por cuatro (o más) de los siguientes síntomas:
1. resistencia pasiva a rendir en la rutina social y en las tareas laborales
2. Quejas de incomprensión y de ser despreciado por los demás
3. Hostilidad y facilidad para discutir
4. Crítica y desprecio irracionales por la autoridad
5. Muestras de envidia y resentimiento hacia los compañeros
aparentemente más afortunados que él
6. Quejas abiertas o exageradas por su mala suerte
7. Alternancia de amenazas hostiles y arrepentimiento
B. El patrón comportamental no aparece exclusivamente en el transcurso de
episodios mayores y no se explica mejor por la presencia de un trastorno
distímico.

VISIÓN CLÍNICA GENERAL

Al psiquiatra no le gusta por lo general el paciente con trastorno de la


personalidad. Se trata de un paciente demandante, exigente, acrítico consigo
mismo, invasivo, manipulador y, muy a menudo, resistente a los intentos de
ayuda o tratamiento, con la consecuente pérdida de prestigio del clínico. A
pesar de ello, y a pesar de que estos individuos constituyen una proporción
importante de la población presidiaria y marginal de la sociedad, es obligación
del médico intentar conocer y comprender su psicopatología. Como ocurre
con otros trastornos médicos, los síntomas de la patología de la personalidad
constituyen un esfuerzo de adaptación al proceso patológico. Como la
inflamación o la fibrosis reflejan la reacción del organismo a la enfermedad,
así las características (síntomas) de la personalidad son la respuesta del
paciente al trastorno subyacente. El conocimiento de las alteraciones
patogénicas nos dará por tanto la clave de la comprensión de las conductas.
El paciente con trastorno de la personalidad se caracteriza por un patrón
estable de conductas mal adaptativas, originadas en una anómala respuesta
al estrés, y generadora de limitaciones en las esferas laboral, social e inter
relacional por lo general mayor que la atribuible a los trastornos denominados

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
25

neuróticos. La conducta de estos pacientes es repetitiva y auto perjudicial, por


lo común irritante para los demás. Su sufrimiento emocional es percibido por
ellos mismos como algo inevitable en lugar de como un factor que se debe
aprender a evitar.
Un hecho fundamental diferencia al paciente con trastorno de personalidad
del paciente neurótico: los síntomas de este último son autoplásticos, es decir,
repercuten en su propio perjuicio y sufrimiento, y son por ello experimentados
como egodistónicos. Los síntomas del trastorno de la personalidad son
alopáticos, esto es, repercuten en los demás y son plenamente aceptados por
el ego del paciente. La sintomatología neurótica se asemeja a una china en el
zapato del paciente (lo sufre él mismo y nadie lo nota); la sintomatología de la
personalidad anómala es como el aliento con olor a ajos (solamente lo sufre
el observador).
La sintomatología del trastorno de la personalidad siempre ocurre en un
contexto interpersonal. Si la patología neurótica proviene de una lucha contra
los propios impulsos inaceptables, la patología de la personalidad se genera
en el encuentro con otras personas a las que se considera insoportable.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
26

CONCLUSIONES

 Existen diversas teorías respecto a la personalidad que existen con lo


son, la teoría de Sigmud Freud, y La teoría de Alfred Adler, quien aun
siendo discípulo de Sigmun Freud, condujo sus propias investigaciones
y disintió en contra de la teoría de Freud, aplicando la suya propia.

 En este estudio referido a los diferentes conceptos de Personalidad,


nos dimos cuenta de cómo un ser humano puede tener diferente tipo
de personalidad, esto es lo que nos hace diferentes de los demás y por
la misma es que somos únicos.

 Las personas con estos trastornos usualmente no buscan tratamiento


por su cuenta. Tienden a buscar ayuda una vez que su comportamiento
ha causado problemas graves en sus relaciones personales o en sus
trabajos. También pueden buscar ayuda cuando están luchando con
otro problema psiquiátrico, como un trastorno del estado anímico o
drogadicción.

 Las causas de los trastornos de personalidad se desconocen. Se cree


que factores genéticos y ambientales están relacionados con su
desarrollo, pero existen diversas clasificaciones que los profesionales
de la salud dieron a conocer para su mejor entendimiento.

 Existen síntomas marcados que te definen que una persona sufre


trastorno de su personalidad como es una gran inestabilidad afectiva y
conductual, que altera y perturba muchas áreas de la vida (formativa,
laboral, afectiva, relacional) del paciente y de las personas con las que
convive.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
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BIBLIOGRAFÍA

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generales para un Trastorno de la personalidad. DSM-IV

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personalidad y del comportamiento del adulto. CIE-10.

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z4RVt3MYUW

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