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En la desembocadura del río Danubio, en los alrededo­

res del Mar Negro y en el extremo oriental del Medite­


rráneo encontramos diferentes restos artísticos, culturales
y arqueológicos, algunos anteriores al s. VII a. C., que nos
hablan de unos pobladores o conjunto de pueblos con una
religión y cultura parecidas. Los habitantes más próximos
a ellos en aquella época, los griegos, los llamaban «esci­
tas», y son muchas las hipótesis que apuntan a que la cul­
tura celta, en sus orígenes, estuvo influida por ellos, pese
a que posteriormente desarrollara formas más complejas.
Son estos escitas los que, según el manuscrito irlandés Lea-
bhar Gabhála (Libro de las Invasiones), viajando a través
del Mediterráneo (aunque no siempre), se asentarían pri­
mero en Grecia, luego en Egipto, posteriormente en Espa­
ña y finalmente en Irlanda, creando sus descendientes
los reinos celtas de España e Irlanda. Hasta el momento
dicho manuscrito es considerado por muchos especialistas
como una historia fabulosa llena de invenciones. Vamos a
ofrecer una serie de datos sorprendentes sobre este tema
que quizá puedan mostrar cómo muchos acontecimientos
históricos que nos presenta dicho manuscrito no han sido
pura invención, siendo posible una interpretación histórica
y literaria mucho más veraz de lo que se pensaba.
Una consideración importante y básica en este libro es la
de que al hablar de estos pueblos lo hacemos pensando en
gentes indoeuropeas que desde las llanuras del Mar Negro
pudieron llegar en diferentes oleadas hasta Europa cen­
tral, el Atlántico y el Mediterráneo en épocas que pudie­
ron ser anteriores al s. XII a.C. Quizá sería mejor hablar de
tribus, clanes u oleadas de migraciones indoeuropeas, pero
son los propios manuscritos celtas los que nos hablan de
los escitas y son los primitivos escribas los que nos hablan
del origen celta en el mundo escita. Este trabajo no inten­
ta en sí rechazar ninguna teoría histórica o arqueológica,
sino más bien complementar con nuevas aportaciones lo
ya conocido. En muchas ocasiones, el término escita bien
pudo referirse a un determinado clan o pueblo, muy ante­
rior al de los escitas conocidos (s. VII a.C.), emparentado o
relacionado con griegos, medos, fenicios o con algún clan
desconocido en la actualidad.
La intención del presente trabajo es exponer de manera
clara y ordenada los datos existentes llegados a nuestras
manos a través de las primitivas fuentes históricas, arqueo­
lógicas, lingüísticas y literarias, así como ofrecer una com­
pleta actualización de los principales estudios sobre el
tema que aparecen en nuestro libro.
LECTURAS
Serie Historia Antigua

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El presente ensayo se llevó a cabo en el marco del Instituto de Estudios Celtas,


con sede en el Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia
(Madrid) y en la Fundación Federico Maciñeira, de Ortigueira (La Coruña).

© Ramón Sainero, 2009

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producción Guadalupe GlSBERT

ISBN 978-84-96775-39-8

depósito legal M-8502-2009

preimpresión PerlinScaner
impresión Lavel
RAMÓN SAINERO
Los orígenes celtas
del reino de Brigantia
LA GÉNESIS DE ESPAÑA
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 7

BLOQUE A

1a parte. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS


EN EL CONTEXTO HISTÓRICO DEL MUNDO CELTA 13

I. El mundo de los escitas y de los celtas 15


II. Escitas y celtas, dos culturas diferentes con puntos de conexión 24
III. El Egeo y Oriente Medio, centros de irradiación cultural 39

2a parte. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA 51


IV. Los relatos del Leabhar Gabhála y otros manuscritos irlandeses 53
V. Realidad histórica o fábula en los manuscritos celtas primitivos 80
VI. Fechas y acontecimientos históricos en el Leabhar Gabhála:
diferencia entre años y épocas 85
VII. El Leabhar Gabhála en su contexto histórico:
las migraciones hasta el clan de Nel 89
VIII. La primera migración desde Escitia a Egipto:
clan de Nel, filisteos, danaunas y tirsenos 96
IX. La segunda migración desde Egipto a Hispania e Irlanda:
clan de Mil 105
X. La migración de los Tuatha Dé Danann 122
XI. El reino celto-escita de Brigantia 130
XII. Cuándo pudo ocurrir
la última migración hispano-escita a las Islas Británicas 135

3a parte. LAS RUTAS MIGRATORIAS


DE LOS PUEBLOS DEL LEABHAR GABHÁLA 153
XIII. Escitas, visigodos y celtas en el Mar Negro:
su expansión europea 155
XIV. El eslabón perdido entre el Mar Negro y las Islas Británicas:
Tartessos 177
XV. La primitiva ruta atlántica 193
XVI. Astures, albanos, pictos y figures 216
XVII. Tir na nog y el camino solar de las Aran Islands
y San Andrés de Teixido 236
4a parte. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES 261
XVIII. Relaciones lingüísticas primitivas 263
XIX. La lengua de los primitivos manuscritos 279

5a parte. LA LITERATURA IRLANDESA EN SU CONTEXTO


HISTÓRICO Y LITERARIO 317
XX. La influencia griega en la literatura irlandesa 319
XXI. La influencia escita en la literatura irlandesa 338

BLOQUE B. FUENTES PRIMITIVAS


__________________ DEL RELATO IRLANDÉS DE DEIRDRE
6a parte. ORÍGENES INDOEUROPEOS Y RELATOS ESCITAS 353
XXII. Los orígenes indoeuropeos 355
XXIII. Relatos griego-escitas de Asia menor 361

7a parte. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS,


HISPANOS E IRLANDESES 367
XXIV. Relatos griegos 369
XXV. Relatos hispanos e irlandeses 377
XXVI. La influencia irlandesa en Calderón de la Barca 390

8a parte. LOS ORÍGENES DEL TEMA HEROICO DE LA TAIN BO CUAILNGE 397


XXVII. Fuentes primitivas de la Tain bo Cuailnge:
la influencia hispano-griega 399

BLOQUE C. EL SINCRETISMO, CARACTERÍSTICA


DOMINANTE EN LA HISTORIA Y LA LITERARURA CELTAS

9a parte. SINCRETISMO Y LITERATURA 609


XXVIII. El origen de la epopeya irlandesa en las migraciones
de los pueblos del mar del s. xii a.C. 411
XXIX. El sincretismo en la Odisea de Homero,
el Leabhar Gabhála y el Ulysses de Joyce 415

CONCLUSIÓN 623
Realidad o ficción en los relatos de los manuscritos irlandeses

BIBLIOGRAFÍA 629

ÍNDICE GENERAL 435


INTRODUCCIÓN

Hoy en día se sigue manteniendo la teoría de que los celtas, o por


lo menos la civilización celta, tuvieron su origen en el centro de
Europa, indicándose un lugar de Austria, Halstatt, como uno de
los que más información nos ha aportado sobre ello. Parece evi­
dente que Europa central fue un lugar de asentamiento clave a
partir del cual se irradió la cultura celta; pero esto no nos indica
que de manera irrefutable el origen de los celtas, o el origen de su
cultura, tuviera que ser forzosamente aquella zona de Europa. El
río Danubio y el mar Mediterráneo bien pudieron ser lugares
por los que esta ola invasora se adentrara en Europa, y ésta es una
posibilidad que desde luego no debemos descartar.
En la desembocadura del río Danubio, los alrededores del
Mar Negro y el extremo oriental del Mediterráneo tenemos res­
tos artísticos, culturales y arqueológicos, algunos anteriores al
s. VII a.C., que nos hablan de un pueblo o serie de pueblos con
religión y cultura parecidas. Los habitantes más próximos a ellos
en aquella época, los griegos, los llamaban «escitas», y son
8 LOS ORÍGENES celtas del reino de brigantia

muchas las hipótesis que apuntan a que la cultura celta estuvo


influida por ellos en sus orígenes, pese a que posteriormente
desarrollara formas más complejas. Son estos escitas los que,
según el manuscrito irlandés Leabhar Gabhdla (Libro de las Invasiones),
viajando a través del Mediterráneo —aunque no siempre—, se
asentarían primero en Grecia, luego en Egipto, posteriormente
en España y finalmente en Irlanda; sus descendientes fueron los
que crearon los primitivos reinos celtas de España e Irlanda.
Hasta el momento, dicho libro es considerado por muchos
especialistas como una historia fabulosa llena de invenciones.
Nosotros vamos a ofrecer aquí una serie de datos sorprendentes
sobre este tema que quizá ayuden a mostrar que muchos aconte­
cimientos históricos presentes en dicho manuscrito no son pura
invención y pueden, por tanto, aportarnos las bases para una
interpretación histórica y literaria mucho más veraz de lo que se
pensaba en un principio.
Una consideración importante y básica en este libro es la de
que al hablar de escitas y celto-escitas lo hacemos pensando en
gentes indoeuropeas que desde las llanuras del Mar Negro
pudieron llegar en diferentes oleadas hasta Europa central, el
Atlántico y el Mediterráneo. Quizá sería mejor hablar de tri­
bus, clanes u oleadas de migraciones indoeuropeas, pero son
los propios manuscritos celtas los que nos hablan de los escitas
y son los primitivos escribas los que nos hablan del origen celta
en el mundo escita. En muchas ocasiones el término «escita»
bien pudo referirse, como indicaremos más adelante, a un
determinado clan o pueblo emparentado con griegos, medos,
fenicios u otros, y no a los «celtas» o «escitas» propiamente
dichos, tal y como los concebimos actualmente. R. A. S. Maca-
lister, prestigioso arqueólogo irlandés y primer traductor del
manuscrito Leabhar Gabhdla al inglés (1916), al que debo el haber
podido resolver muchas dudas que ofrecía el texto primitivo
irlandés a la hora de verterlo al español, era un experto no sólo
INTRODUCCIÓN 9

en estudios irlandeses sino también en arqueología de Oriente


Medio, y en las páginas de su traducción podemos sentir esa
sutil relación mediterránea con la Irlanda primitiva.
Es importante señalar que los escitas no nos han dejado nin­
gún documento escrito. Presumiblemente no poseían una escri­
tura propiamente dicha, pero sus vecinos griegos, persas,
medos, asirios y fenicios sí la tenían y nos han dejado datos evi­
dentes de su historia y de su cultura. Estos escritos primitivos nos
hablan de unos pueblos nómadas que habitan las llanuras que
rodean el Mar Negro, poseen cierta cultura y hacen trabajos de
forja con oro y otros metales realmente prodigiosos para su
época. Como pueblos de pastores y de expertos jinetes, sin ciu­
dades ni asentamientos estables, podían recorren grandes terri­
torios a lomos de sus caballos; por ello sus migraciones debieron
de realizarse en algunas ocasiones de forma sorprendentemente
rápida y a grandes distancias de sus lugares de origen, por lo que
no es de extrañar que los primitivos documentos, aceptables o
no, nos hablen de escitas en Irlanda e incluso en otros lugares
del continente europeo, como Hispania o la Galia primitiva.
También debemos considerarlos poseederores de un notable
éjército capaz de derrotar en ocasiones a los ejércitos más temi­
dos de su época, como los medos, persas y asirios, llegando hasta
las mismas puestas de Egipto en sus correrías y asentamientos.
En 1946 el prestigioso especialista T. F. O’Rahilly afirmaba
en su libro Early Irish History and Mythology (Historia primitwaj mitología de
Irlanda), al referirse a la historia primitiva de Irlanda, que tanto
las invasiones de los Tuatha Dé Danann como la de los Hijos de
Mil de España eran falsas, pura invención de los escribas. Por
desgracia, no ofrecía un estudio profundo de su razonamiento
con explicaciones bien documentadas que sustentasen dicha teo­
ría. Lo mismo que O’Rahilly, han existido y existen otros espe­
cialistas que sostienen el mismo punto de vista. No obstante, los
trabajos de Dumézil y otros investigadores sobre los escitas y el
10 LOS ORÍGENES CELTAS DEL REINO DE BRIGANTIA

mundo celta, con gran profusión de datos (unos más creíbles


que otros), vuelven a entreabrir las puertas de ese recóndito
mundo céltico sumergido en las brumas del tiempo, y nos invi­
tan a adentrarnos en su interior. Lo encontrado entre sus bru­
mas aparece a continuación, en las páginas de este libro.
Como comparación digna de ser considerada, podemos ver
cómo suevos, vándalos, alanos, visigodos, sármatas y otros pue­
blos «bárbaros» serían los encargados, a partir del siglo II d.C.,
de derrumbar las fronteras del Imperio Romano. Los especialis­
tas sitúan el origen de todos ellos, en un determinado momento
histórico, en las llanuras al norte del Mar Negro o en un lugar
próximo a ellas, desde donde algunos, como los visigodos y los
sármatas, invadirán el centro de Europa. Otros, como los ván­
dalos y alanos (estos últimos originarios del norte del Causo,
territorio habitado por los escitas hace más de 2000 años), lle­
garán a Hispania por el norte de Africa. Serán pueblos nóma­
das, con ejércitos formados por hábiles jinetes y bravos guerre­
ros, los que conquistarán Europa, asimilando poco a poco la
religión y costumbres de los sometidos para dar lugar a una civi­
lización nueva: la civilización cristiana occidental. Así, no puede
afirmarse que se trata de una civilización creada por un solo
clan, sea el de los suevos, el de los sármatas o el de los visigodos,
ya que el número de personas de éste y su influencia cultural
debió de ser relativamente escasa ante unas poblaciones mucho
más numerosas y con una civilización mucho más avanzada. No
obstante, no debemos olvidar que estos pueblos llevaron consigo
sus costumbres y su pasado cultural y que de alguna manera
influyeron sobre las poblaciones dominadas. Bástenos compro­
bar cómo la literatura primitiva de Inglaterra se originó en el
continente, en territorio de los germanos y cómo éstos, al inva­
dir Gran Bretaña en el siglo V d.C., llevaron con ellos su cultura
oral, de manera que podemos ver cómo el argumento del poema
Beowulf, a pesar de ser una de las joyas de la literatura inglesa
INTRODUCCIÓN II

medieval, trata de héroes germanos relacionados con los territo­


rios de la península de Jutlandia, Dinamarca e Inglaterra.
Nuestra comparación respecto de lo expuesto anterior­
mente es la siguiente: por los indicios que poseemos, los pue­
blos asentados en las llanuras al norte del Mar Negro y otros
pueblos próximos a ellos asentados en Grecia o Asia Menor,
también nómadas y hábiles guerreros, pudieron conquistar,
aproximadamente en el año 1000 a.C., algunos territorios de
Europa, asimilando la cultura de los sometidos y creando de
este modo una civilización nueva, la civilización celta, sin que
pueda afirmarse por ello que esta civilización fuera creada por
los escitas, los griegos o los fenicios, que pudieron ser escasos
en número. Lo mismo podríamos decir, a modo de ejemplo,
de la invasión musulmana de Hispania, muy escasa de hombres
aunque no de cultura, con los resultados posteriores que todos
conocemos, como el arte mozárabe.
Nuestra intención en este trabajo es exponer de forma
exhaustiva los datos existentes que llegan a nuestras manos y que
aparecen en las fuentes históricas, arqueológicas, lingüísticas y
literarias primitivas, así como también citar los principales estu­
dios de los investigadores que han tratado el tema, para que el
lector pueda sacar sus propias conclusiones. Creemos que las
nuestras, al terminar de escribir este libro, son realmente sor­
prendentes y apasionantes.
BLOQUE A

1a PARTE

LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS


EN EL CONTEXTO HISTÓRICO DEL MUNDO CELTA
I. EL MUNDO DE LOS ESCITAS Y DE LOS CELTAS

1. El MUNDO CELTA y LOS ESCITAS EN LOS TEXTOS PRIMITIVOS:


Heródoto, Giraldus Cambrensis, Venerable Beda

Mucho se ha escrito sobre el mundo druídico y mítico de los cel­


tas, pero desgraciadamente son escasas las explicaciones que los
primitivos manuscritos celtas nos ofrecen sobre las creencias
religiosas que profesaban, o al menos no hemos llegado a tener
conocimiento de algunas de ellas. Existe un legado histórico y
literario de gran riqueza y son muchos los manuscritos celtas que
nos hablan de la época en la que el cristianismo se propagó entre
aquellos pueblos... pero los escribas poco nos hablan de cómo
eran sus religiones primitivas. Tenemos múltiples descripciones
de un mismo hecho en diferentes manuscritos, como es el caso
de los acontecimientos heroicos del Ciclo del Ulster, con sus
héroes y las grandes batallas, que se relatan con gran minuciosi­
dad, pero se nos habla escasamente de sus dioses. Sólo aparecen
referencias superficiales al mundo sobrenatural, como en el Libro
de las Invasiones (Leabhar Gabhdla), cuando nos habla muy breve­
mente de la muerte de los dioses de los Tuatha en el campo de
i6 Ia PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

batalla, lo que nos muestra a la vez su faceta humana, sujeta al


sufrimiento y a la misma muerte.
El enfrentamiento del mundo celta con el nuevo orden cris­
tiano llegaría a ser violento en algunas ocasiones. Y es que el cris­
tianismo encontró en él al principio una tenaz resistencia, y algu­
nas diferencias religiosas sólo se resolverían en el campo de
batalla, como la que tuvo lugar en Irlanda: la batalla de Maytura
(s. VI), de la que saldría triunfante la nueva religión cristiana, a
pesar de lo cual los celtas no abandonarían por completo sus cre­
encias. No obstante, muy poco ha llegado hasta nosotros de los
antiguos dioses celtas, seguramente debido a que los escribas, clé­
rigos cristianos, no se les permitió escribir sobre tales creencias
paganas. Ninguno de los primitivos escribas, que producen obras
enteras sobre la vida de los irlandeses recopilando materiales a
partir de las fuentes más primitivas encontradas, como es el caso
de Giraldus Cambrensis (s. XIl) y su Historiaj topografía de Irlanda, nos
dice nada de los dioses celtas primitivos; tampoco el Venerable
Beda en su recopilación histórica sobre los habitantes de las Islas
Británicas, ni Geoffrey of Monmouth, ni ningún otro prestigioso
escriba que yo pueda recordar, ni siquiera de siglos anteriores,
como Gildas (s. Vi) o Nennius (s. ix). Uno de los pioneros
modernos de los estudios literarios celtas, R. W. Rolleston, nos
decía ya en ign, fecha de la edición de su libro Celts, lo siguiente:

... There is, however, one thing that they did not carry across the
gulf which divides us from the ancient world and their religión.
It was not merely that they Changed it; they left it behind them,
so entirely that all record of it is lost.

... Hay, no obstante, una cosa que ellos no llevaron a través del
abismo que nos separa del mundo antiguo y su religión.
No fue simplemente que la cambiaran; la dejaron detrás de
ellos, tan en su totalidad que todos los testimonios sobre ella se
han perdido.

Rolleston: 1990, 51.


I. EL MUNDO DE LOS ESCITAS Y DE LOS CELTAS 17
San Patricio, él mismo celta, que predicó en Irlanda durante el
siglo V, nos ha dejado una narrativa autobiográfica de su misión,
que represnetan los registros más primitivos de la Cristianización
británica; pero en ellos no aparecen las doctrinas que vino a
reemplazar.
Con referencia a los escitas, sabemos que vinieron del centro
de Asia alrededor del s. VII a.C. para asentarse en las llanuras al
norte del Mar Negro, donde procedieron a fundar un poderoso
imperio que extendería sus fronteras desde el Cáucaso hasta Per-
sia y Egipto, y que llegó a controlar la península de Anatolia, y a
elaborar una cultura notable para su tiempo, como demuestran
las joyas y ornamentos de oro encontrados en las tumbas de sus
reyes y nobles. Su debilitamiento llegaría cuando fueron derro­
tados por los medas, a los que anteriormente habían llegado a
dominar, y se vieron relegados a los territorios del Mar Negro.
Sobre su origen y creencias, la mejor documentación nos la
ofrece Heródoto en su Historia (libro IV, 5)-

2. El mundo sobrenatural
DE LOS ESCITAS Y DE LOS CELTAS

Según nos dice Heródoto, en un principio el territorio estaba


desierto; luego nació un primer hombre, Targitao, hijo de Zeus
y una bija del río Borístenes. Posteriormente, Targitao tendría
tres hijos: Lipoxais, Arpoxais y Colaxais. Durante el reinado de
los tres hermanos cayeron del cielo cuatro objetos de oro (un
arado, un yugo, un hacha de doble filo y una copa). Dos de los
tres hermanos intentaron cogerlos, pero al aproximarse a los
objetos éstos se ponían al rojo. Sólo cuando el más pequeño,
Colaxais, se acercó, la incandescencia desapareció y le fue per­
mitido cogerlo. Ante este hecho sobrenatural, los otros dos her­
manos accedieron a transferirle su parte del territorio para que
reinara sobre todo el clan. Podemos pensar, en primer lugar,
i8 1» PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

que los objetos de oro incandescentes eran partes de un meteo­


rito; en segundo lugar, que Targitao y sus hijos serían la repre­
sentación metafórica de diversos pueblos escitas que termina­
rían reunidos bajo el mando de un solo jefe.
En cuanto a los cuatro objetos, podían representar las tres
categorías sociales existentes entre los escitas: los campesinos
(yugo y arado), los guerreros (hacha) y la casta religiosa (copa de
los ritos sagrados).
La copa de oro incandescente caída del cielo es, presumible­
mente, una copa enviada por el dios sol en el que creían. En la
leyenda del robo de los bueyes de Gerión, Hércules realiza su
viaje a la isla de Erytia en la copa del sol, y a su regreso, con los
toros robados a Gerión, volverá en la copa solar hasta Escitia.
Una vez más encontramos cierta similitud. Las copas en Irlanda
fueron usadas por primera vez durante el reinado de Tighearn-
mas en el año del mundo 3580; también fue el primer rey que
descubrió y trabajó el oro, y durante su reinado se introdujo un
tipo de adoración a ídolos, según atestiguan algmnos manuscri­
tos, como los Anales de los Cuatro Maestros (O’Curry: p. 5).
Al igual que ocurre con la religión de los escitas, tampoco
tenemos mucha documentación de la primitiva religión céltica.
Pero no sucede lo mismo con el mundo mágico o sobrenatural
conectado a los seres humanos y a la naturaleza: los poderes
mágicos aparecen continuamente en estos relatos y encontramos
seres con poderes sobrenaturales, que unas veces serán tratados
como dioses y otras como seres humanos con fuerzas mágicas. A
la hora de considerar a los dioses celtas, sobre todo en el apar­
tado irlandés, deberemos tener presente esta doble posibili­
dad. Los celtas creían en los poderes mágicos ocultos en la
naturaleza y los temían en gran medida. Bástenos comprobar
todos los relatos concernientes a este tema que aparecen en sus
escritos: eran muy supersticiosos y respetaban una serie de
tabúes que incluso los reyes debían de cumplir, por temor a
I. EL MUNDO DE LOS ESCITAS Y DE LOS CELTAS 19
que grandes males cayeran sobre ellos. En irlanda, la «geis» o
«gesha» (pl. «geisi») era un poder mágico que el ser humano,
mediante una serie de rituales, debía controlar durante toda su
vida. Hoy en día quedan algunos vestigios de estos «geisi» cono­
cidos por todos nosotros, como, por ejemplo, la respectiva
buena o mala suerte de que un gato blanco o negro se cruce en
nuestro camino, pasar por debajo de una escalera, empezar algo
importante con el pie derecho, etc. Por diferentes textos histó­
ricos sabemos que los celtas creían en la inmortalidad del alma y
en la existencia del más allá, y que sus druidas practicaban, entre
otros actos, los sacrificios. En la Laguerra de las Galias, César nos
habla de la creencia de los galos en la inmortalidad del alma y en
que al morir cambian de cuerpo y siguen viviendo una nueva
vida, razón por la que parecen no tenerle miedo a la muerte;
también se refiere al enorme poder de los druidas, que incluso
podían aislar del resto del clan a todo aquel que discutiera sus
designios (Caesar: The Bello Gallico, libro VI, C. Xlll-XIV). Es
interesante destacar en este apartado el hecho de que las creen­
cias religiosas están conectadas con el mundo de la naturaleza:
existen seres mágicos relacionados con la fertilidad de la tierra,
las cosechas necesarias para que los animales y los seres humanos
puedan sobrevivir están protegidas por ciertos dioses y las aguas
de los ríos, las rocas y los árboles tienen un poder mágico.
En gaélico irlandés tenemos la palabra sidhe: «mágico, sobre­
natural». Síd tiene en Irlanda el significado de montaña o colina
mágica o encantada. En algunas colinas irlandesas se han
encontrado gran cantidad de tumbas prehistóricas construidas
con piedras (tipo de corredor con cámara funeraria), algunas de
ellas pertenecientes al año 3000 ó 2500 a.C. Los primitivos
pobladores de la isla posiblemente consideraban que los espíri­
tus de los dioses anidaban en ellas. Gomo he podido comprobar
personalmente, en algunas de la zona de Sligo, hay un día al año
en que los rayos del sol entran por el corredor de la tumba y lie-
20 1a PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

gan hasta el centro de la cámara funeraria del «sid». En


Irlanda, Samhain y Beltaine (Beltene) eran los dos festivales por
excelencia del mundo celta conectado con las creencias solares.
La fiesta del Samhain estaba dedicada a la madre tierra y a las
cosechas y al culto a los muertos, y se celebraba la noche anterior
al I de noviembre: la noche en la que los espíritus salían de estas
tumbas megalíticas para vengarse de los humanos. Beltaine, por
su parte, tenía lugar el I de mayo. Era el festival que indicaba el
comienzo de la estación fértil y calurosa, cuando la hierba crece
y se puede alimentar al ganado (por lo que estaba directamente
relacionado con los animales). Durante el festival se encendían
grandes hogueras y se hacía pasar a los animales entre ellas con el
fin de evitar que contrajeran enfermedades. Es en estos manus­
critos primitivos donde ha quedado de una manera difusa el
legado histórico que nos muestra estas creencias (véase mi Diccio­
nario de mitología celta). El sol como fuente de energía y vida será el
centro del ritual mágico de escitas y celtas; se pensaba que al
anochecer se sumergía en las profundidades de la tierra lleván­
dose con él el alma de los muertos. Estrabón indica en el Libro
iii de su Geografía la creencia de que el sol se hundía en las pro-
fundiades del mar y su calor producía el mismo efecto que un
hierro candente sumergido en el agua con vapores y crepitacio­
nes en su superficie:

Comúnmente, dice Posidonio, y afirman algunos, que es


mayor el sol cuando toca las márgenes del océano, y que hace
estrépito como si el mar silbase o rechinase.
(Estrabón: Libro III, 5, ed. 1787)

3. Adoradores del sol

Escritores antiguos como Diodoro (4., 18, 2), nos hablan del
culto celta del sol. La religión de los celtas se centraba en el culto
al sol, a los astros y a la naturaleza, y existen fiestas en determina­
I. EL MUNDO DE LOS ESCITAS Y DE LOS CELTAS 21

das épocas del año, como el festival de mayo, asociado a las cose­
chas y el festival de la víspera del I de noviembre, asociado a los
seres de ultratumba. Los cultos principales eran al sol y a la luna
y creían que existía un mundo de los dioses en el cielo, en el cual
los dos cuerpos celestes eran las divinidades más veneradas. En
Hispania se han encontrado una serie de carros votivos que nos
muestran su relación con los cultos solares. En algunos de los
nueve carros votivos estudiados por J. M. Blázquez podemos ver
una clara relación con el culto al sol y también carros con gue­
rreros a caballo parecidos a otros encontrados en lugares como la
Galia, Chipre o Escitia (Blázquez: 53~54)- También en referen­
cia a Bretaña, Diodoro de Sicilia al hablarnos de los britanos nos
dice que usan carros de combate en sus guerras, tal y como la tra­
dición cuenta que los antepasados de los griegos usaron en la
guerra de Troya (Diodoro: Libro V. 21, 4~22).
La creencia de que Irlanda era un lugar sagrado aparece por
primera vez en el Periplo de Himilco. Himilco, explorador cartagi­
nés del s. VI a.C. nos habla de las islas Oestrymnides y a dos días
de viaje de ellas se llega a la Isla Sagrada habitada por los Hierni. Al
ser mencionada como sagrada, la isla podría de esta manera
guardar relación con la idea de que era el lugar más alejado del
mundo, y más próximo a la puesta del sol, donde irían las almas
de los muertos.

4. D ioses escitas

Será Heródoto el que nos haga una referencia de las pocas que
tenemos sobre la religión de estos primitivos escitas; sus dioses los
llega a comparar, con más o menos acierto, con los dioses griegos:

Por cierto que, en lengua escita, Hestia recibe el nombre de


Tabiti; Zeus se llama —a mi juicio, con toda razón— Papeo; Gea,
Api; Apolo, Getósiro; Afrodita Urania, Argímpasa; y Posidón,
Tagimásadas. Ahora bien, no tienen por norma erigir imágenes,
22 1* PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

altares, ni templos, salvo en honor de Ares, ya que a este dios si


que acostumbran a erigírselos. (Heródoto: Libro IV, 59)

Todos los escitas tienen establecido de modo uniforme el


mismo rito sacrificial para todo tipo de ceremonias sagradas,
que se desarrolla como sigue. Se coloca a la víctima del sacrifi­
cio de pie, con las patas delanteras atadas, mientras que el cele­
brante, situado tras el animal, tira bruscamente del cabo de la
cuerda, derribándolo; y, en el momento en que la víctima cae,
invoca a la divinidad a la que ofrezca el sacrificio. (Heródoto:
Libro IV, 59-60)

Ateniéndonos a Carlos Schrader (véase su traducción de la


Historia de Heródoto: Libro IV, 60), Tabiti-Hestia era la diosa
del hogar, y solía representarse como un ser biforme, mitad
mujer, mitad serpiente (cf. supra iv 9, 1). A esta diosa, los escitas
de la península de Tamán, particularmente hostiles a los extran­
jeros, le ofrecían en sacrificio los marinos griegos que llegaban a
sus costas (cf. IV 103). Papeo (Zeus) era el dios del cielo; Heró­
doto relaciona el nombre escita con el término griego pdppas, que
significa «padre» (cf. Hom.: OdiseaVI 57), ya que Zeus era el
padre de los dioses y los hombres. En las lenguas iranas el
témino Api está relacionado con tierra y también con agua.
Getósiro (Apolo) era el dios del sol. Argímpasa (Afrodita Ura­
nia), que significa «celeste», era la diosa de la luna. Sin
embargo, el nombre de Tagimásadas no ha sido explicado con­
vincentemente. H. Wagner (1971: 247) encuentra claras relacio­
nes entre escitas y celtas que perduraron a través de los siglos;
algunas de las más significativas son las siguientes: Eochaid, dios-
jinete de los celtas, tiene su parangón en el dios-jinete de los
tracios y escitas; el uso de la bebida en ceremonias y acuerdos
religiosos; las fiestas en velatorios y entierros porque el difunto
pasa a una vida mejor; la creencia en ríos y pozos sagrados entre
tracios, irlandeses y britanos; el dios-jinete de tres cabezas y las
estatuas de dioses irlandeses de tres cabezas (en Rankin: 30).
I. EL MUNDO DE LOS ESCITAS Y DE LOS CELTAS 23

5 La identidad de los escitas y los diferentes clanes

MENCIONADOS EN EL LEABHAR GABHÁLA:

escitas, tracios y griegos

Debemos de tener presente que entre los escitas y los celtas existie­
ron otros pueblos, el más culto de todos el griego, y que la relación
entre griegos y escitas está atestiguada por historiadores primitivos.
Algunos nos dicen que los celtas se asentaron en territorios griegos
y se mezclaron con ellos, por lo que fueron llamados en el pasado
greco-celtas. Debemos de aclarar ante todo el término escita
empleado por los escribas del manuscrito Leabhar Gabhála. Los esci­
tas, para los griegos, eran aquellos pueblos que vivían más allá de
sus fronteras orientales y nororientales, es decir, los territorios
existentes desde la península de Anatolia hasta el río Danubio,
incluyendo los pueblos asentados en las orillas del Mar negro. Por
ello, el término escita usado en los manuscritos irlandeses, como
podremos ir viendo en este libro, no define un solo pueblo. Unas
veces nos hablará de los escitas de la Tracia, otra de los escitas asen­
tados en suelo griego, otra de los escitas del Mar Negro. Y en
efecto, el término escita en el manuscrito concuerda perfecta­
mente con el término escita actual con el que conocemos y estu­
diamos los pueblos primitivos que habitaron la Tracia, Albania, las
orillas del Mar Negro y partes de la península de Anatolia. No
obstante, decir escita no es decir simplemente el pueblo primitivo
del que fueron originarios los vándalos medievales o los actuales
osetas del Cáucaso; puede en ocasiones referirse a dichos pueblos
primitivos, pero en otras ocasiones los «escitas» serán un pueblo
asentado en el norte de Grecia, por debajo del río Danubio, y
otras veces podrán ser pueblos asentados en sus emigraciones
temporales frente a Grecia, al otro lado del mar Egeo, en la
península de Anatolia.
II. ESCITAS Y CELTAS, DOS CULTURAS
DIFERENTES CON PUNTOS DE CONEXIÓN

1. El origen de los celtas en el mundo escita

ATESTIGUADO POR DlODORO DE SICILIA (s. I. A.C.):

CIMERIOS Y ESCITAS

El origen de los celtas en este mundo escita, próximo a la cultura


griega, lo atestigua el historiador griego Diodoro de Sicilia, que
vivió del año 8o al 20 a.C.:

La gente más salvaje entre ellos son los que habitan debajo de
los Bears y en los bordes de Escitia, y algunos de estos, se nos ha
dicho, comen carne humana, incluso los Britanos que viven en
Iris (Irlanda), tal y como se la llama. Y puesto que el valor de
estas gentes y sus maneras salvajes son famosas en el extranjero,
algunos hombres dicen que fueron ellos los que en tiempos
antiguos poblaban toda Asia y eran llamados cimerios,
habiendo el tiempo cambiado ligeramente el nombre en el de
cimbrios. Tal y como se llaman ahora.

Diodoro: Libro V. 32. 4-7

Los cimerios vivieron en el la zona del Mar de Azov, al norte


del Mar Negro, hasta que en el s. VIII a.C. fueron desplazados
por los escitas, por lo que tuvieron que emigrar hasta el norte
II. ESCITAS Y CELTAS, DOS CULTURAS DIFERENTES... 25

del Cáucaso, donde fijaron su nueva morada. En esta zona es en


la que en la actualidad vive el pueblo de los osetas, considerados
descendientes directos de los primitivos escitas. Cimerios y esci­
tas aparecen como un mismo pueblo en los escritores primitivos
anteriores a la Era Cristiana. Se considera que en el s. VII a.C. se
adentraron en Anatolia, donde derrotaron al pueblo que domi­
naba el terrotorio en aquellos momentos, los frigios, y se con­
virtieron en los nuevos dueños. Su poder terminaría al ser
derrotados por los lidios, otro pueblo de Anatolia, alrededor del
año 626. Se cree que más tarde se establecería parte de ellos en
el territorio de Capadocia y en la Tracia, así como en territorios
de la actual Hungría, por lo que su relación con los griegos y
otros pueblos de la zona debió de ser importante. Durante su
dominio de Anatolia en el s. VII, se afincaron en la zona occi­
dental de la península, en Ionia principalmente, y en Sinope,
colonia creada por Miletos a orillas del Mar Negro, en la parte
norte de Anatolia. Se considera también que fueron diversas
oleadas invasoras de cimerios las que llegaron a Anatolia en épo­
cas diferentes, acompañadas en ocasiones o en fechas muy pró­
ximas por invasiones de tracios.

2. LOS PRIMITIVOS CELTAS DE PlRENE: EL RÍO ISTRO,

ZONA DE PASO ENTRE ESCITAS Y CELTAS

Un dato importante que conviene tener en cuenta antes de seguir


con este tema es que en el s. V. a.C. escitas y celtas son dos cultu­
ras claramente diferenciadas. Heródoto da una magnifica des­
cripción del mundo escita, de su territorio, de sus costumbres, de
su forma de vida, etc. No obstante de los celtas nos ofrece muy
poca información; es de destacar que los sitúa en el extremo occi­
dental del suroeste de Europa, concretamente en la costa atlántica
de la Península Ibérica, pero no proporciona ningún detalle de su
forma de vida, cultura, orígenes o cualquier otro dato. Es curioso
i

26 1a PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

que no los cite como habitantes del centro de Europa. Sorpren­


dentemente, tampoco los menciona como habitantes de la Galia
o las Islas Británicas:

Este río (Istro), como es sabido, comienza en la ciudad de


Pirene, en el país de los celtas y, en su curso, divide Europa
por la mitad. Los celtas por cierto están más allá de las Colum­
nas de Heracles y confinan con los cinecios, que son, de todos
los pueblos establecidos en Europa, los que habitan las zonas
más occidentales. (Heródoto: Libro II, 33)

Al mencionar a los celtas y el río Istro (Danubio), Heródoto


posiblemente se base en fuentes de navegantes fenicios y de otros
pueblos llegados más allá del estrecho de Gibraltar en sus expe­
diciones comerciales. Es obvio que sus conocimientos geográfi­
cos no son muy acertados, puesto que el Danubio no nace en el
norte de Hispania y Pirene (próxima a los Pirineos), como ciu­
dad, no sabemos si existió realmente. Pese a todo, Heródoto
conecta el comienzo del río con el territorio de los celtas, el más
occidental de Europa, y nos dice que dicho río termina en el
territorio de los escitas, que sería el más oriental de la Europa
conocida en aquel entonces. Conecta a celtas y escitas por medio
de un río que supuestamente era navegable en parte y que servía
de corredor por el que contactarían ambas culturas:

... el Istro corre a través de toda Europa: tiene su origen en el


país de los celtas (que después de los cinetes, son los habitantes
más occidentales de Europa), atraviesa con su curso toda Europa
y flanquea Escitia por un lado. (Heródoto: Libro IV, 49)

El Istro (Danubio) es el río por excelencia de los primitivos


orígenes de la cultura celta; atraviesa Centroeuropa y en sus alre­
dedores se han encontrados los restos arqueológicos más primi­
tivos de los celtas. Sin embargo, para Heródoto es un río emi­
nentemente escita: «El Istro es, en suma, uno de los ríos de los
escitas» (Heródoto: iv, 50)- Podemos llegar a la conclusión de
II. ESCITAS Y CELTAS. DOS CULTURAS DIFERENTES... 27

que las márgenes de éste río fueran testigos de la evolución del

arte y la cultura escita y de la cultura celta, siendo la zona más


occidental europea donde las características celtas fueran las más
acusadas para los primitivos historiadores.

3. Pre-celtas y proto-celtas

Ateniéndonos a los escritos de Heródoto, en el s. V a.C. ya


podemos contar con la existencia de un mundo celta centrado
de forma clara en las costas atlánticas de Portugal, de España y
quizás del sur de Francia, mientras que las márgenes del Danu­
bio en Centroeuropa son desconocidas para él, que las consi­
dera zona de paso sin una definición étnica o cultural clara. Las
idas y venidas de estos celtas y escitas por las márgenes del río no
permitirían establecer una distinción clara de sus moradores.
Podemos pensar que los antepasados de estos celtas aislados en
la costa atlántica de Hispania, más allá de las Columnas de Hér­
cules, podrían no haber remontado el Danubio como el resto
de los celtas y sí haber llegado a las costas atlánticas de Hispania
por mar, tal y como nos dice el manuscrito irlandés Leabhar Gab-
hála para la llegada de clan de Breogán y sus descendientes, los
milesios españoles. También podemos considerar que eran
pueblos pre-celtas, anteriores a los celtas, o proto-celtas, de los
que evolucionarían los celtas, al obtener una lengua y una cul­
tura diferenciadora, que boy conocemos como celtas. Sus siste­
mas de navegación, en el primer milenio antes de Cristo, en sus
viajes para llegar a España e Irlanda debieron de ser muy des­
arrollados para su época. Baste citar el comentario de P. Canal
en sus notas sobre la obra de Avieno para comprenderlo:

Ya en Homero aparece mencionada por primera vez una rosa de


cuatro vientos: los estudios posteriores de la meteorología hacen
precisiones y, así, Timóstenes representa una rosa de doce direc­
ciones y Posidonio hace un esquema de ocho direcciones. En
28 1a PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

esta última rosa de los vientos hay una variante del Bóreas =
Aquilo equivalente a un viento del noreste. (Avieno: 187)

4. Amalgama de pueblos y culturas diversas: Hallstatt

Gracias a los estudios históricos y arqueológicos realizados hasta


el presente podemos decir que los celtas o la cultura celta exis­
tían en Europa en la Edad del Hierro. Así lo demuestran los
hallazgos celtas encontrados en Hallstatt (Austria), algunos de
los cuales se consideran de una fecha tan primitiva como
mediados del s. VIII a.C. Los restos arqueológicos encontrados
allí nos hablan de una cultura en la que existía la cremación de
cuerpos y la inhumación de cadáveres, según la categoría de los
allí enterrados. Los restos encontrados en La Téne (Suiza)
ofrecen una variante de lo que se considera arte y la cultura
celta; tenemos datos de su existencia a partir del 4-00 a.C. A mi
entender, los restos de este mundo celta, localizados en el cen­
tro de Europa, no demuestran que este pueblo o esta cultura
surgiera de forma, por así decirlo, espontánea en dicha zona
del continente. El yacimiento arqueológico de Hallstatt fue
descubierto en una fecha muy próxima a nosotros dentro de los
estudios históricos, 1846. Los conocimientos y teorías existen­
tes sobre el mundo celta son muy recientes y todavía se encuen­
tran en evolución. Considerar que los celtas y su cultura son
algo puro y monolítico puede ser el mayor error que cometa­
mos al estudiar este enigmático pueblo. En las palabras de J.
Romilly Alien, al referirse al arte celta tardío de las Islas Britá­
nicas, podemos encontrar una aseveración de mis palabras:

En conclusión, creo que el llamado estilo celta es una variedad


local del estilo lombardo-bizantino, del cual toma las figuras, el
entrelazado, las volutas de vegetación y muchas de las criaturas
reales e imaginarias que decoran su arte... En cualquier caso, el
hecho de que los celtas adaptaran motivos exóticos en lugar de
crearlos no quita valor a la capacidad artística de este pueblo. A
II. ESCITAS Y CELTAS, DOS CULTURAS DIFERENTES... 29

pesar de que no todos los materiales eran nativos, los celtas los
combinaron con los suyos propios mostrando tal creatividad
que el resultado fue un estilo totalmente original y desconocido
hasta entonces en la historia del arte. (Alien: 289)

Si esta descripción del arte celta la trasladamos a los orígenes


de los celtas no nos encontraremos con una raza de gentes con
unas características propias que durante años se les han atri­
buido, como ser altos, pelirrojos, de ojos claros, etc.; tendre­
mos, por el contrario, una amalgama formada por pueblos y
gentes de lo más diverso. Podemos ver como Austria es el centro
por excelencia del arte celta en Europa; en la zona de Hallstatt se
han encontrado miles de tumbas celtas con restos de incalculable
valor. No obstante, los austríacos no se corresponden con el pri­
mitivo modelo acuñado de los celtas; como tónica general, la
población austríaca es predominantemente de ojos castaños y no
precisamente pelirroja. Podemos pensar, en términos generales,
que elementos nativos combinados con otros dieron como
resultado la fusión, más o menos intensa según las zonas, de un
conjunto de pueblos diferentes con una misma cultura y unos
dialectos comunes.

5. Relaciones entre el arte celta y el arte escita.

E l culto solar y los caballos en las tumbas escitas


Y CELTAS: PREDOMINIO DE ENTERRAMIENTOS

CON CABALLOS, ARNESES Y BOCADOS

Los restos más importantes de la cultura y vida social de estos


pueblos, tanto de escitas como de celtas, son las edificaciones y
los objetos encontrados en sus tumbas. Podremos ver como los
Jinetes de las estepas escitas, sin edificaciones permanentes
donde vivir, elaboran una cultura artística de la que nos han
llegado, entre otros objetos, algunos relacionados con el animal
30 Ia PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

más rápido y necesario en el mundo de las estepas: el caballo.


Así, tenemos bocados de caballos y ruedas de carros, broches y
hebillas de oro en las que aparecen unas veces espirales o círcu­
los concéntricos y otras animales ágiles y que se contorsionan
en movimientos de combate o de carrera. Es el arte de los seres
vivos frente al de las líneas geométricas y abstractas que tendrán
gran importancia en el arte irlandés cristiano posterior. Para
R. Huyghe, el estilo animalístico del arte celta tiene su origen
en el arte de los pueblos escitas de las estepas:

Hacia el año 700 los escitas pasaron por Rusia meridional para
alcanzar Bulgaria e introdujeron el estilo animalístico entre los
europeos. (Huyghe: I, 178)

También, como veremos en páginas posteriores, las tumbas


de los escitas guardan cierta relación con las de los celtas. En los
enterramientos escitas predomina la inhumación de caballos,
los seres más veloces después del sol, así como de bocados de
caballos y otros objetos relacionados con estos animales. Existen
una serie de tumbas celtas o pre-celtas, tanto en España como
en las Islas Británicas, en las que aparecen también caballos,
bocados de caballos, ruedas de carros y otros objetos de oro que
nos recuerdan al arte escita. Estos ritos funerarios no guardan
similitud con el mundo germano, ya que estos últimos quema­
ban a sus difuntos. Quizás lo más parecido entre escitas y celtas
fuera su habilidad para tomar las ideas de otros pueblos, con los
que establecían contactos comerciales o guerreros, para elabo­
rar nuevas formas artísticas. Cabe pensar que estos escitas, en
algunas ocasiones, especialmente cuando eran minoría en un
nuevo territorio, adoptaran las costumbres e incluso la lengua
del nuevo territorio al que habían llegado. Esto es algo bastante
usual en la historia de algunos pueblos; baste tomar como
ejemplo a los visigodos en España, que terminaron hablando la
lengua latina, y que tienen en San Isidoro su mejor exponente.
II. ESCITAS Y CELTAS, DOS CULTURAS DIFERENTES... 3i

Placa de bronce con pantera de las nieves de la tumba de Kourgane


d'Arjan del s. viii a. C. (versión de N. A. Bokovenko).

Letra «e» de un manuscrito irlandés en forma de animal


contorsionándose que nos recuerda la pantera
de las nieves escita de la tumba de Kourgane d'Arjan.
32 1a PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

Tumbas en forma de túmulos parecidas a las celtas las tene­


mos en España y en otras partes de Europa, como sabemos. Pero
también tenemos algunas de ellas a orillas del mar Negro, según
los investigadores, de una época tan antigua como el s. VIII a.C.;
pertenecieron a los escitas que vivieron principalmente en las
estepas del Mar Negro, y cuyos asentamientos llegaban desde la
desembocadura del río Danubio hasta el mar Caspio. Atenién­
donos a los estudios de Nikolai A. Bokovenko, sus tumbas, res­
tos arqueológicos, objetos, religión y cultura nos hablan de un
pueblo o serie de pueblos con una religión y una cultura común.
Estos escitas primitivos adoraban al sol y en épocas tan primiti­
vas como el s. VIII a.C. elaboraron unos monumentos funera­
rios pensados para servir de ritual a las divinidades solares. En
ellos se sacrificaban caballos de color rojo-fuego —¿caballos
solares?—, que portaban sobre sus arneses los símbolos solares,
en especial el caballo del rey:

Arjan est le seul monument funéraire du VIIIe siécle qui soit


situé haut dans les montagnes (preés du Ciel); ses cages rayon-
nantes de rondins évoquent irrésistiblement le soleil. D aprés
A. D. Gratch, V. V. Volkov et A. Akichev, des monument
funéraires dotes d’une architecture solaire sont attestés dans le
centre de l’Asie comme au Kazakhstan. Ce rituel funéraire
correspond á ce que les sources antiques disent des Massagétes,
en partie de Scythes, des Bactriens, de Hyrcaniens et des Cas-
piens (cfr. Hérodote, Strabon, Nicolás de Damas, Pomponius
Mela et d’autres).

Arjan es el único monumento funerario del siglo VIII que se


encuentra situado en lo alto de las montañas (cerca del cielo);
sus jaulas de radiantes leños evocan irresistiblemente al sol.
Según A. D. Grath, V. V. Volkovy A. Akichev, los monumentos
funerarios dotados de una arquitectura solar son atestiguados
en el centro de Asia como en Kazajistán. Este ritual funerario
corresponde a lo que las fuentes antiguas dicen de los masagetas,
en parte de los escitas, de los bactrianos, de los hircanos y de los
caspianos (cfr. Heródoto, Estrabón, Nicolás de Damas, Pompo-
nio Mela y otros). (Bokovenko: 35)
II. ESCITAS Y CELTAS, DOS CULTURAS DIFERENTES... 33

Ciervos en la vaina de una espada de bronce de La Téne,


s. iv-iii a. C. (necrópolis del Marne).

De antes de la Era Cristiana hay una serie de tumbas escitas


que contienen figuras de caballos de oro de unos 30 centíme­
tros de tamaño, sentados o recostados, como los que aparecen
en las tumbas de Kostromskaya Stanitsa en Kuban (s. VI a.C),
Tápioszentmárton en Hungría (s. V a.C) o Kul Oba en Crimea
(s. iv)1. La región que corresponde a la actual Bulgaria al norte
de Grecia fue habitada por los tracios, que en distintas épocas
fueron dominados por griegos, persas y romanos. Sabemos que
en su religión existía un culto al caballo, como demuestran los
monumentos religiosos encontrados.
También Heródoto al mencionar a maságetas y escitas nos
habla de su culto al sol y la importancia de los caballos en sus
ritos divinos. El sol, en un solo día, viaja alrededor de la tierra
hundiéndose en las profundidades del mar para aparecer al
amanecer de nuevo al otro lado del planeta; es el más rápido de

I Para más información, véase la entrada «Scyths» en la Encyclopaedia Britannica.


34 1a PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

todos los dioses y, por lo tanto, se le deben de otorgar en sacri­


fico los animales más rápidos de la tierra, los caballos:

Los masagetas por cierto, llevan una vestimenta y tienen un


género de vida similar al escita... El único dios que adoran es el
sol, a quien sacrifican caballos. La razón de este sacrificio es el
siguiente: al más rápido de los dioses le ofrendan el animal más
rápido de todos. (Heródoto: Libro I, 215-216)

Del mundo celta de las islas Británicas nos ha llegado una


serie de tumbas en las que la presencia de caballos, arneses,
bocados de caballos y otros objetos relacionados con este animal
transmite su existencia. Los túmulos de Arrás y de Yorkshire
Wolds (Inglaterra) atestiguan lo anterior. En Arrás tenemos la
tumba de un guerrero junto al que están enterrados dos caballos
enjaezados y un jabalí. En otras dos de las tumbas de esta pobla­
ción, de un guerrero y de una mujer, tenemos ruedas de carro y

Tumba escita del s. vin a.C. de «Kourgane forjan»

(versión y plano de M. P. Criaznov)


II. ESCITAS Y CELTAS, DOS CULTURAS DIFERENTES... 35

bocados y bridones de caballos. En el túmulo de Dane’s Graves,


en Yorkshire, junto al esqueleto de dos hombres se encontraron
las ruedas de un carro y bocados de caballos. Son muchos los res­
tos funerarios con arreos de caballos encontrados, aparte de los
mencionados, como las tumbas de Polden Hill, Somersetshire,
Westhall y Suffolk entre otros. En Irlanda también tenemos
bocados y arreos de caballos en distintas tumbas primitivas, como
las encontradas en Tara, condado de Meath, y Kilkeeran, con­
dado de Monahan (cfr. J. Romilly Alien: Celtic Art).
En España, las tumbas celtas también contienen caballos y
objetos relacionados con los caballos, como son las bridas que
han aparecido en la necrópolis de La Osera, del pueblo de los
vettones del noroeste de la Península, así como en otras tumbas

Bridas de caballos de la necrópolis de La Osera (según Cabré, 1950)


36 1* PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

de la meseta, como las encontradas en El Raso o en La Trasguija


(cfr. J. A. Alvarez-Sanchís: Los vettones).
Son muchos los restos de bocados y bridas encontrados en las
tumbas celtas, lo cual nos indica una gran importancia de los
caballos en el mundo social y/o religioso de los pueblos celtas his-

Bocado de caballo en la necrópolis de La Joya, Huelva (según J. P. Garrido)

panos. Sobre la presencia de instrumental ecuestre encontrado


en las tumbas celtas, Sánchez Moreno escribe lo siguiente:

El peso que el caballo denota en la dinámica social, económica


y religiosa de los pueblos meseteños viene reflejado en diversos
testimonios (Sánchez Moreno: 1995-1996; Quesada: 1977b,
I92-I94)- Tal como se argumenta en otros capítulos, es mani­
fiesto el sentido religioso con el que se reviste el équido en cier­
tas ceremonias rituales; pero conviene recordar, siquiera de
pasada, su valor como riqueza socio-económica. (Sánchez
Moreno: 126 s.)

De los nueve carros votivos estudiados porj. S. Blázquez, en


algunos de ellos podemos ver una clara relación con el culto al
II. ESCITAS Y CELTAS, DOS CULTURAS DIFERENTES... 37

sol y también carros y guerreros a caballo parecidos a otros


encontrados en lugares como la Galia, Chipre o Escitia (Bláz-
quez: 53-54.)- Escritores antiguos como Esquilo, en su obra
Prometeo Liberado, asocian esta idea de una divinidad solar relacio­
nada con el mito de los caballos:

Tumba celta de Chálons-sur-Marne, con ruedas de


carro y cámara anexa con un jabalí (versión de P. Brun).

... donde el omnividente Sol siempre la piel de su cuerpo


inmortal y el agotamiento de sus caballos en tibias corrientes de
agua alivia. (Citado por Estrabón: Libro I, 2, 27)

También Eurípides en su obra Faetón nos ofrece esta relación


mítica entre el sol y los caballos:

A Mérope, soberano de esta tierra, primer suelo que desde lo alto


de su carro de cuatro caballos el sol con su Aurea llama alcanza.
(Citado por Estrabón: Libro I, 2, 27)
38 1» PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

6. LOS CUERPOS TATUADOS DE ESCITAS, PICTOS Y B RITAN OS

Otro apartado importante que debemos de mencionar es el de


los tatuajes. En las tumbas escitas se han encontrado personajes
importantes, hombres y mujeres, con el cuerpo tatuado. Estos
tatuajes indicaban la gran relevancia que aquellos personajes
tenían dentro de su clan. Pictos y britanos también se tatuaban el
cuerpo para indicar su importancia social. San Isidoro, al refe­
rirse a los primitivos habitantes de Gran Bretaña, también nos
habla de estos tatuajes y añade que indican la procedencia de sus
portadores:

Asimismo algunos pueblos manifiestan su procedencia no


sólo en sus vestidos, sino también por llevar en su cuerpo
alguna señal propia a modo distintivo. Vemos así los bucles de
los germanos; las trenzas y el color rojizo de los godos; los
tatuajes de los britanos... No falta tampoco el pueblo de los pic­
tos (pintados), nombre que les viene de que su cuerpo, con­
vertido en algo grotesco por una experta aguja de punta fina y
el jugo exprimido de una tierna planta, de forma que portan
esas cicatrices como emblema de lo que cada uno es, osten­
tando su nobleza tatuada en sus pintados miembros.
San Isidoro: XIX, 23, 7-
III. EL EGEO Y ORIENTE MEDIO,
CENTROS DE IRRADIACIÓN CULTURAL

1. LOS ORÍGENES DEL ARTE CELTA EN CRETA

Y EN EL ARTE DE LAS ESTEPAS, SEGÚN HUYGHE

Al referirnos a los primitivos orígenes del arte celta y de sus rela­


ciones primitivas, quizás la clave la podamos encontrar en las
palabras de René Huyghe concernientes a la relación existente
entre el arte escita y el arte celta. Para Huyghe, el arte celta es un
arte dinámico y barroco que tiene sus orígenes en Creta y en el
arte de las estepas:

Se podría decir que el arte céltico es la forma barroca del dina­


mismo cuya expresión todavía clásica había creado Creta... Este
carácter no pertenece exclusivamente al arte céltico, pues se
halla también en otro arte del metal, en el de las estepas. Desde
hacía mucho tiempo las tierras agrarias del Danubio estaban en
contacto con el apogeo de esas estepas y de sus poblaciones
nómadas. A partir de la época de La Téne, la influencia de éstas
no cesará de dejarse sentir sobre las artes del metal de la Europa
«bárbara», es decir, no mediterránea. (Huyghe: I, 178)

El arte escita ofrece un estilo realista lleno de dinamismo y


acción, en el que animales como ciervos, caballos o panteras se
40 1a PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

contorsionan, corren e incluso luchan. Es arte de un pueblo


nómada que solamente aparece en la decoración de objetos por­
tátiles, como armas, bocados de caballos, vasos y collares. Los
restos de esta civilización han aparecido en tumbas (kurganes) de
reyes y personajes importantes, y los objetos que se depositaban
en su interior eran mayoritariamente de oro, y junto a los
esqueletos humanos también había de animales, sobre todo
caballos, que acompañarían al difunto en su eterno viaje, presu­
miblemente hacia el sol. En el arte celta, este dinamismo anima­
lista también hace su aparición, pero irá convirtiéndose poco a
poco en un arte abstracto que llegará a su máxima expresión en
el arte irlandés, en el que las figuras humanas o de animales des­
aparecen prácticamente y dejan paso a figuras geométricas.

2. Creta, Chipre y Anatolia:

EL CAMINO DE LOS METALES

La aleación de los metales y las nuevas tecnologías desarrollaron


a partir del tercer milenio a.C. una nueva forma de vida en
Europa. Los enormes yacimientos de cobre de la isla de Chipre,
aleado con el estaño, permitieron crear nuevas armas y objetos.
Las grandes minas de estaño se encontraban bordeando las cos­
tas atlánticas españolas, lo que obligaría a una fuerte relación de
las gentes que vivían alrededor de Chipre, en las costas próximas
al Mar Egeo, y la Península Ibérica. También las regiones escitas
ofrecerán un impulso comercial a las nuevas artes del metal,
debido en buena parte a sus minas:

Parece seguro que el bronce y su trabajo surgieron del Próximo


Oriente, donde Anatolia y Armenia son regiones mineras.
(Huyghe: I, 170)

El Mediterráneo contaba ya en el año 2000 a.C. con una inci­


piente industria exportadora de productos chipriotas, como
III. EL EGEO Y ORIENTE MEDIO, CENTROS DE IRRADIACIÓN CULTURAL 41

Ciervo de oro de la tumba escita de Kourgane


de Kotomskaya (s. vn-vi a. de C).

eran sus vasijas de cerámica. Los productos de las islas de Chipre


y Creta pronto ocuparon un lugar privilegiado en las exporta­
ciones a todos los lugares conocidos. Griegos, persas, escitas,
fenicios y egipcios, entre otros pueblos, se beneficiarían de estas
nuevas tecnologías que les permitirían formar imperios jerar­
quizados, ya que con sus nuevas armas y poder económico logra­
ban someter a pueblos vecinos todavía sumergidos en una forma
de vida más primitiva. Plinio, en su Historia Natural, nos indica
cómo Hesíodo hace referencia a la existencia de los escitas como
hábiles artesanos en el trabajo del bronce y del hierro en las islas
de Creta y Chipre:

Hesíodo dice que aquellos que fueron llamados Idaean Dactyls


enseñaron a fundir y templar el hierro.
Celmis, de nuevo, y Damnameneus, el primero de los Idaean
Dactyls, descubrieron hierro en Chipre; pero el bronce fue descu­
bierto por Délas, otro Idaean, aunque Hesíodo los llama escitas.
(Traducido por Evelyn-White: 77)

Debemos tomar con precaución el término escita, pues, como


sabemos, muchas de las referencias sobre este pueblo se hacían
42 1“ PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

englobando a los pueblos no identificados y relacionados con los


lugares más orientales del mundo conocido en aquellos momen­
tos. No obstante, los escitas como imperio y como etnia estaban
conectados con las zonas situadas al este de Europa y sus relaciones
comerciales con los habitantes del Mar Egeo son conocidas histó­
ricamente. R. Huyghe nos dice lo siguiente a este respecto:

El mar Egeo, sembrado de islas, había suscitado las relaciones


marítimas, los intercambios comerciales desde el alba de la
civilización... Muy pronto estuvieron los egeos en relación
con la costa de Asia Menor y, por ella, con las caravanas del
país interior. Se sabe que los metales raros del Cáucaso se
cambiaban por minerales de cobre y plomo de las islas.
(Huyghe: I, 170)

Las minas de hierro de la península de Anatolia permitirán a


los pueblos de la Edad del Hierro nuevos caminos comerciales
que relacionarán lenguas y culturas desde el Atlántico al Mar
Negro. La influencia de estas relaciones comerciales, culturales
y artísticas se expanden por el Mediterráneo, y llegan a España e
incluso a las Islas Británicas y Escandinavia:

El hallazgo más asombroso ha sido el de un puñal micénico


en un túmulo de la edad de bronce en Delynt, en Cornua-
lles. El repertorio de las formas decorativas del metal escan­
dinavo acusa singulares semejanzas con el del mar Egeo.
(Cusack: 69)

La utilización del bronce y del hierro durante milenios fue


exclusiva de los pueblos de los confines de Europa y del occi­
dente asiático. Una camino comercial y migratorio se formaría
desde el Cáucaso, pasando por el Mar Negro, Anatolia, Grecia,
Fenicia, Chipre, Creta, Sicilia, España e Islas Británicas, lle­
gando incluso hasta Escandinavia. A estos pueblos se les uni­
rían otros encontrados en los territorios mencionados ante­
riormente y todos ellos crearían, en ciertos lugares donde se
III. EL EGEO Y ORIENTE MEDIO, CENTROS DE IRRADIACIÓN CULTURAL 43

asentaron, una cultura singular que bien pudo tener influen­


cias de todos ellos en mayor o menor proporción. Las oleadas
invasoras, unas veces por motivos comerciales y otras por asen­
tamientos de tribus enteras, tendrían lugar en diferentes épocas
históricas y con fuertes enfrentamientos entre los distintos pue­
blos. El agotamiento de las minas de mineral en las zonas del
Mar Caspio y Anatolia, en el último milenio antes de Cristo,
traería como consecuencia una nueva oleada migratoria que
buscaría nuevos yacimientos y formas de vida. Hispania sería
uno de los lugares receptores de esta amalgama de culturas y
obviamente de lenguas primitivas de las que actualmente teñe­
mos escasos conocimientos. Podemos pensar con cierta lógica,
que algunas de estas lenguas traídas por los invasores en con­
tacto con las lenguas autóctonas, evolucionarían con los siglos
en unas formas de expresión que permitirían elaborar la lengua
ibera, así como también el celta hispano e incluso la lengua
vasca hablada actualmente en el norte de España. Los Millares
en España, Carnac en Francia, Stonehenge en Inglaterra y New
Grange en Irlanda son testimonio de estas migraciones primi­
tivas a través del Mediterráneo.

3. Eire, primitivo nombre de Creta, según Keating

Ateniédonos a lo que afirma Geoffrey Keating, quizás más mito­


lógico que real, en su Foras Feasa ar Eirin (Historia de Irlanda), Eire viene
de la palabra «Aeria», que según él era el nombre primitivo de
la isla de Creta, en donde se asentarían los antepasados de Mil,
quienes a su vez habrían llegado a Creta desde Egipto. Aere sería
uno de los nombres con los que habían llamado a las tierras del
actual Egipto. Keating también considera que Eire puede guardar
relación con los milesios españoles, ya que dicho nombre pro­
cede del de una princesa de los Tuatha Dé Danann, la princesa
Eire, hija de Dealbhaoth y esposa de Ceathúr Mac Gréine, quien
44 Ia PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

reinó en los años en que los hijos de Mil de España llegaron a


Irlanda y cuyo nombre fue puesto a la isla.

4. Las teorías de Cusack y otros especialistas

SOBRE FENICIOS Y FOCENSES

Cádiz fue fundada por los fenicios en el sur de España en el


año 11OO a.C.; otros importantes enclaves fenicios en el sur de
Hispania se desarrollarían más adelante, como es el caso de
Malaka (Málaga). Uno de sus rivales políticos y comerciales en
aquella época era su vecino, el poderoso reino de Tartessos, que
ocupaba el sur de la Península Ibérica, considerado un asenta­
miento fócense primitivo (griegos de Anatolia) por ciertos
especialistas; de ese reino hablaremos más adelante. Las ciuda­
des-estado fenicias ocuparon un lugar capital en el desarrollo
del comercio en el Mediterránero-, eran bien conocidos sus
asentamientos en muchos lugares y en especial en Hispania. La
ciudad estado de Cádiz era la más antigua de las fundadas por
los fenicios en el Mediterráneo, pero también están atestigua­
dos sus asentamientos en lugares como Chipre, Malta, Sicilia,
Cártago o Cerdeña, y quizás la búsqueda del estaño y sus rela­
ciones comerciales también les llevaron hasta Bretaña y las Islas
Británicas. A partir del tercer milenio antes de Cristo se des­
arrolla una cultura semita, según todos los indicios, y quizas
relacionada con clanes venidos del interior de la Península Ará­
biga o próximas a ellas; en esta época ya existía el asentamiento
de Biblos, que junto con Sidón, Tiro y Simira, entre otras ciu­
dades, desarrolló una civilización, una industria y un comercio
muy pujante, y en el segundo milenio antes de Cristo su pode­
río comercial era enorme para su época. Su principal enemigo
natural sería Egipto, con el que, de forma intermitente entre
los siglos XIX y XIII a.C., estuvieron en guerra y terminaron por
caer bajo su dominio.
III. EL EGEO Y ORIENTE MEDIO, CENTROS DE IRRADIACIÓN CULTURAL 45

5. Los «PUEBLOS DEL MAR» EN EL CONTEXTO HISTÓRICO


DE LAS MIGRACIONES DESDE ASIA MENOR:

FILISTINOS, DANAUNAS, TIRSENOS Y MILESIOS

Entre los años 1250 y 1150 se producen las grandes invasiones de


los «pueblos del mar» (de los que hablaremos más adelante), en
las cuales tomaron parte activa algunos pueblos que los griegos
llamaban asiáticos o escitas; en esa época los fenicios fueron
sometidos temporalmente a la obediencia de otro pueblo. En el
s. IX a.C. una vez más, caerían en manos de un clan enemigo.
Esta vez fueron los asirios los encargados de conquistar la
pujante civilización fenicia, para más adelante pasar a manos de
persas, griegos y, finalmente, del Imperio Romano. A ellos se les
ha atribuido la creación de la escritura alfabética, la astronomía
y las matemáticas. Estudiaron las estrellas y las mareas para poder
orientarse en el mar y llegar a los lugares más lejanos y tenebro­
sos y es sabido que la Osa Menor era conocida como la Estrella
Fenicia. En lo religioso, su creencias nos recuerdan vagamente a
las creencias de los celtas: creían en las divinidades acuáticas, su
dios supremo habitaba en las fuentes de los ríos y era el dios de la
sabiduría, que parece mostrar relación con el dios mesopotá-
mico de la magia, Enki, que habitaba en el mar. Baal, su otro
dios principal, daba la fertilidad a los campos, producía la lluvia
y controlaba la naturaleza; Anat, esposa de Baal, era la diosa de
la guerra y de la fecundidad.
Llama la atención la época que gira alrededor del año 1200
a.C. La posibilidad de que los escitas que mencionan los manus­
critos irlandeses fueran fenicios es algo que ya consideraban
algunos especialistas del siglo XIX. Así, Mary S. Cusack en 1868
escribía lo siguiente:

The writer of the article on Ireland, in Rees’ Cyclopaedia, says:


«It does not appear improbable, much less absurd, to suppose
that the Phoenicians might have colonized Ireland at an early
46 Ia PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

period, and introduced their laws, customs, and knowledge,


with a comparatively high State of civilisation».

El autor de la entrada de Irlanda, en la Enciclopedia de Rees,


dice: «No parece improbable, y mucho menos absurdo, supo­
ner que los fenicios podrían haber colonizado Irlanda en una
época primitiva, e introducido sus leyes, costumbres, y cono­
cimientos, con un estado de civilización relativamente alto».
(Cusack: 67)

Cusack también indica cómo el amor profesado por los irlan­


deses por guardar su pasado histórico y su cultura en manuscri­
tos es el mismo que el de los fenicios por preservar sus anales
primitivos:

Of this assertion, which is now scarcely doubted, there is


abundant proof; and it is remarkable that Josephus attributes
to the Phoenicians a special care in preserving their annals
above that of other civilized nations, and that this feeling has
existed, and still exists, more vividly in the Geltic Race than in
any other European people.

De esta afirmación, que ya casi no se pone en duda, hay abun­


dantes pruebas, y es digno de mención que Josephus (Con.
Apionem, lib. i.) atribuye a los fenicios un cuidado especial
para preservar sus anales por encima de otras naciones civiliza­
das, y que este sentimiento ha existido y todavía existe más viva­
mente en la raza celta que en cualquier otro pueblo europeo.
(Cusack: 67)

Pese a lo anterior, y como veremos más adelante al hablar de


los orígenes de Tartessos y de las migraciones escitas del Leabhar
Gabhála, serán los pueblos del mar y, de entre ellos, los tirsenos,
o etruscos, los que según los datos históricos que poseemos pue­
den conducir a la conclusión de que estos enigmáticos escitas
quizás tenían relación con ellos y no con los fenicios.
Los escribas irlandeses primitivos aseguran que los irlandeses
descienden de los escitas, que en cierto momento histórico se
III. EL EGEO Y ORIENTE MEDIO, CENTROS DE IRRADIACIÓN CULTURAL 47

asientan en Egipto y ayudan al pueblo judío frente al poder del


faraón, por lo que ellos también tendrán que abandonar Egipto. A
simple vista los datos podrían llevar a la conclusión de Cusack.
Sabemos que los fenicios en aquella época extendían sus asenta­
mientos hasta las márgenes del Mar Rojo, por lo que Cusack y
otros especialistas pensaron en su día que estos escitas asentados
cerca del Mar Rojo pudieron ser los primitivos fenicios o uno de
sus clanes. No obstante, al hablar de escitas procedentes de Egipto
y asentados posteriormente en España e Irlanda, pudieron ser en
realidad un clan que, pese a tener su origen primitivo en el Mar
Negro o sus alrededores, posteriormente partirían de Asia Menor
para sus siguientes emigraciones.
Todo esto relacionaría de forma histórica a los escitas de los
manuscritos irlandeses con los habitantes de los confines del
Mediterráneo. La palabra de la que deriva el nombre de fenicios,
usada por los macabeos en el Nuevo Testamento, se considera de ori­
gen griego. Según los historiadores griegos deriva del nombre de
uno de sus reyes, Phoenix, que fue el inventor de un alfabeto. En
los anales irlandeses tenemos un rey llamado Phenius, que com­
puso un alfabeto y las estructuras gramaticales de la lengua. Nen-
nius, en su Historia escrita en latín alrededor del año 8lO, también
nos habla de este acontecimiento y de cómo los escitas ayudaron
a Moisés y a los israelitas en el Mar Rojo cuando eran perseguidos
por el faraón.
No obstante, Cusack y otros especialistas se olvidaron de las
migraciones de los «pueblos del mar» desde la península de
Anatolia. El año 1200 a.C. es una fecha clave en el Leabhar Gabhála
y también en la historia de los pueblos de Oriente Medio. Es el
momento en el que se origina una corriente migratoria que
desde Centroeuropa o sus proximidades, en lo que es actual­
mente Austria, Hungría, Albania y las repúblicas que formaban
Yugoslavia, se dirige hacia el Mar Negro y el Egeo. Por otro lado,
irrumpen en el Mar Negro algunos pueblos asiáticos, que empu­
48 1a PARTE. LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS

jan a los pueblos allí asentados hacia Anatolia; por esto los habi­
tantes de esta península se ven obligados a desplazarse y tienen
que hacerse a la mar y buscar un nuevo asentamiento en otros
lugares del Mediterráneo. Tal es el caso de los filisteos, tirsenosy
danaunas, entre otros, de los que hablaremos más adelante.
Un lugar en la península de Anatolia que no deja de llamar­
nos la atención por su proximidad y relación con el mundo
escita es Mileto. Sabemos que ya en el s. VII a.C. tenía colonias
en el mar de Mármara, como Abydos y Propontis, y también en
las costas del Mar Negro, como Sinope, fundada en el año
630 a.C.; posteriormente sus colonias llegarían a territorios
tan lejanos como las actuales Francia y España:

The cities of Ionia were pioneers of Greek civic (and probably


constitutional) development in the 8th and 7'h centuries. They
seem to have played little part in Greek maritime enterprise of
the 8 h century in the Mediterranean, but after 700 BC Ionic
seamen of Miletus and Phocaea became active in the Black Sea
area and along the Mediterranean coasts of France and Spain,
planting numerous colonies. Miletus alone is said to have been
the mother of 90 cities. By the end of the 7'h century the
Ionian cities had achieved great prosperity through their tra-
ding enterprises, their colonization efforts, and their manu­
facture of ceramics, textiles, and metalware.

Las ciudades jónicas fueron pioneras de desarrollo cívico (y


probablemente constitucional) griego en los siglos VIII y VII.
Parece que participaron poco en las acciones marítimas del
siglo VIII en el Meditterráneo, pero después del 700 a.C. los
marinos jónicos de Miletos y Focea entraron en actividad en la
zona del Mar Negro y a lo largo de las costas mediterráneas de
Francia y España, creando muchas colonias. Al final del siglo
VII las ciudades jónicas habían logrado gran prosperidad a tra­
vés de sus empresas comerciales, sus esfuerzos colonizadores, y
sus manufacturas de cerámicas, textiles y trabajos de metal.

Engiclopaedia Britannica: «Ionia».

Un apartado importante es el referente a las ciudades milesias


en el Mar Negro. La actual ciudad de Sinope, en el enclave
III. EL EGEO Y ORIENTE MEDIO, CENTROS DE IRRADIACIÓN CULTURAL 49

turístico turco del Mar Negro, en la costa norte de la península


de Anatolia, está conectada en sus orígenes con los milesios.
Sabemos que alrededor del año 4500 a.C. ya existió una primi­
tiva presencia humana en el lugar, con algunas muestras de civi­
lización. Sinope fue fundada el s. VII a.C. por los milesios como
una de sus colonias más importantes, y fue el lugar de naci­
miento del filósofo Diógenes el Cínico. También los historiado­
res consideran que de esta época, en Sinope, datan los orígenes
del culto al dios Serapis, que más tarde sería adorado en Egipto
e incluso en Roma. Posteriormente el lugar sería ocupado por
diversas civilizaciones, como persas, romanos y bizantinos.
2a PARTE

LA REALIDAD HISTÓRICA
Y EL LEABHAR GABHÁLA
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA
Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES

1. La conquista de Irlanda por el clan de Cesair,


NIETA DE NOÉ, ANTES DEL DILUVIO

Poco antes del Diluvio Universal, Cesair, hija de Bith, hijo de


Noé, no está de acuerdo con el mandato divino y, al no poder
subir al Arca, intenta por todos los medios salvar su vida. Pronto
a su alrededor se congregan una serie de personas deseosas de
seguir viviendo y conciben la idea de construir su propio barco.
El lugar soñado será una isla, en los confines de la tierra donde
se oculta el sol, y donde, según sus magos, no morirán.
Cesair y los suyos emprenden su camino. Pasan el Mar Caspio
y el Mar Negro y siguen en dirección oeste la ruta del sol. Con
Cesair irán tres hombres y cincuenta mujeres. Ateniéndonos a
lo que relata el manuscrito, cruzaron el Mar Caspio, el Mar
Tirreno, los Alpes, llegaron a España y desde aquí a Irlanda.
Como vemos, esta somera descripción del viaje de Cesair y los
suyos indica el mismo recorrido que hicieron los primitivos
protoceltas que, pasado el Mar Negro, se adentraron por la
cuenca del río Danubio, llegaron a los Alpes, de allí a la Galia y
54 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

después a España, para presumiblemente navegar hasta Irlanda;


como sabemos, las relaciones entre Irlanda y España existieron
con los iberos y, posteriormente, con los celtas.
Irlanda sería el lugar deseado; en esta isla se asentaron llenos de
alegría, puesto que pensaban que era el lugar donde las aguas del
Diluvio no podían llegar, tal y como algunos profetas les habían
enseñado en su tierra primitiva. Cabe preguntarse por qué algunos
profetas les habían asegurado que Irlanda era el lugar del mundo
donde podrían salvarse del Diluvio. Podemos pensar, como ya
hemos indicado anteriormente, que se la consideraba la isla de la
vida, el Tima nOg en el que creían los pueblos celtas. El manus­
crito irlandés ofrece unas palabras claves de Cesair, se gún las
cuales, si quieren llegar a la isla de la salvación, tendrán que
renunciar a la religión de Noé y aceptar adorar un ídolo:

«IO. Entonces se reunieron con Cesair para recibir consejo


sobre la forma en que deberían de actuar para salvarse del
Diluvio.
"Someteros a mí”, dijo la joven Cesair, "y yo os aconsejaré”.
"Seremos tuyos”, dijeron ellos. "Tomad un ídolo”, dijo ella,
"adoradlo, y abandonad el Dios de Noé”.
11. Lo aceptaron. Cogieron un ídolo, y lo adoraron, y abando­
naron al Señor siguiendo el consejo de Cesair. El siguiente
consejo fue que construyeran un barco, y que navegaran rumbo
a Irlanda. Así lo hicieron; no obstante, ni ellos ni su ídolo
sabían cuando el Diluvio llegaría.
12. Tres hombres y cincuenta doncellas se embarcaron en aquel
barco con Cesair. Un martes, considerando los días de la
semana, se embarcaron. Después remaron desde la isla de
Meroe, escapando del Diluvio, hasta el mar Tirreno. Dieciocho
días estuvieron en el mar Caspio. Después veinte días hasta que
llegaron al mar de Cimeria. Un día para alcanzar Asia Menor,
entre Siria y el mar Tirreno. Veinte días para llegar a los Alpes.
Dieciocho días desde los Alpes a España. Nueve días desde
España a Irlanda. Un sábado alcanzaron Irlanda, en el quince­
avo día de la luna; y el lugar donde desembarcaron fue Dan na
mbarc en Coreo Dulbhne».

Leabhar Gabhála : 1988, I, 10-12.


IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 55

Una cosa que llama la atención es la enigmática isla de Meroe


en la que hace hincapié el manuscrito, y que sería el lugar origi­
nario de la expedición; en un principio podemos pensar que
podría tratarse de un lugar próximo al mar Negro:

a Ceathracha trath- don tur tind


fofrith Ere ría ndílindl;
Geassair fos fuair, fo cucht cain
lucht, a curaigh cadal-glain.

b Cessair cid dia, tanaic sí,


tri ar fer ar caeccait fo lí
Dia Mairt’ ro ghluais, garb
an sen ota Innsi, Meroén.

c Air tanaicc, oirderc, an scel.


Ota Innsi Meroén.

a Cuarenta días después de crudo viaje


Eire fue encontrada antes del Diluvio;
Bajo gran belleza por Cesair fue encontrada
y por la gente de sus barcos de cuero.

b Cesair, por la (¿divina?) magia


con cincuenta y tres hombres (¿...?)
el martes partió, áspero
el futuro de la isla Meroe.

c Armoniosamente, la famosa historia,


vino de la isla Meroe.
Leabhar Gabhála : 1988, I, 20.

cuarenta; TUR» viaje; Ere» Eire; I)II.INI)- diluvio; FOS» bajo; CUCH I' gente;
[ceathracha»
CURAIGH = barco de cuero; DIA» dios, divino; SÍ= mágico; TRI AR CAECCAIC» cincuenta y tres;
AR FER= con hombres; DIA MaIRT» martes; GARB= rudo; INNSI» isla; TANAICC» vino; OIRDERC»
famosa, gloriosa; SCEL» historia, relato].

Pese a todos sus esfuerzos, cuando el Diluvio llegó, todos los


lugares de la tierra, incluyendo Irlanda, quedarían cubiertos por
las aguas. Las palabras de los profetas que aconsejaron a Cesair
no se habían cumplido. De esta manera, la primera invasión de
56 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

Irlanda concluía; Cesair y sus seguidores murieron, y la isla


quedó sin ningún ser humano que la habitase a la espera de la
siguiente oleada invasora.

2. La conquista de Partholon (Partolón), venido


DE LA TIERRA DE LOS GRIEGOS

La invasión de Irlanda después del Diluvio correría a cargo de Par­


tholon y su pueblo. Según el Leabhar Gabhála, Partholon vive con su
familia en el asentamiento griego de Sicilia. Acusado de matar a su
padre y a su madre, reyes del lugar, porque deseaban otorgar el
reino a su hermano, y al ver en peligro su vida, escapa apresurada­
mente de la colonia junto con sus seguidores, para establecerse en
España y posteriormente embarcarse rumbo a Irlanda. La isla, a
su llegada, se encontraba desierta, por lo que su asentamiento fue
pacífico. Partholon y sus compañeros serían los primeros en
construir en Irlanda el primer edificio, el primer molino y tam­
bién los que elaboraron la primera cerveza, asi como los primeros
productos agrícolas:

22- Por esta razón vino de su tierra nativa, Sicilia de los Grie­
gos, escapando de sus enemigos; principalmente por haber
matado a su padre y madre, que deseaban otorgar el reino a su
hermano. Durante un mes navegó desde Sicilia hasta Aladacia,
tres días desde Aladacia hasta Gotia, un mes desde Gotia a
España, nueve días desde España a Irlanda. Un martes llegó a
Irlanda, a Inbher Scene, en la decimoséptima luna.

Leabhar Gabhála: 1988, II, 22.

Otro manuscrito irlandés, los Anales de los Cuatro Maestros (Annala


Rioghachta Eireann), asegura que Partholon tomó posesión de
Irlanda 276 años después del Diluvio, en el año del mundo
2520 (el año del mundo 5165 en el manuscrito equivale al año
uno de la Era Cristiana). Según las Etimologías de San Isidoro, en
el año del mundo 2242, Noé tenía seiscientos años (Etymologyarum:
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 57

1987, V, 38-39); como vemos son fechas muy exageradas en


ambos textos. No obstante, si en la figura de Cesair vemos una
gran dosis de fantasía, en la de Partholon, el elemento histórico,
aunque tenue, percibe más verosímil.

e Sloinnfet daoibh, ni fios fallsa,


dethbhir, arsam ughdar-sa,
an la ro sin tar an sal,
cia tír as luid Partholon.

f Tanaicc o Siccil co Grecc;


a ched uidhe bliadain cen brecc;
seoladh mis otha sin siar,
gondicceo Aladaciam.

g O Dacia deodham ro triall,


seoladh tri ttráth co Gotiam;
seoladh mis o Gotiam gil,
co riacht Espain tre-uilligh.

h Iarsin do ruacht lnis Fail,


hi cionn naoi ttráth a hEspain

e Os diré, sin falsos datos,


porque la autoridad soy yo,
el día que atravesó el mar salado de qué
país venía Partholon.

f Viajó de Sicilia a Grecia;


su viaje a casa fue de un año
un mes hacia el oeste navegando
hasta la misma Aladacia.

g Desde Dacia viaja


navegando tres días hasta Gotia;
navegando un mes desde la blanca Gotia
hasta que alcanzó las tres curvas de España.

h Después de esto llegó a lnis Fail,


nueve días desde España.

Leabhar Gabhála: II, 34-


58 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

[SLOINNFET (v. SLOINNEADh)= nombrar, explicar; DAOIBH= a vosotros; FIOS= conocimiento;


FALLSA= falso; DETHBIR (DEITHBIR)= distinción, razón, causa; RASAM= antiguo; UGHDAR-SA
(uGDARAS)= autoridad; LA= día; TAR= a través; SAL= agua; DEMAR CIA= ¿qué?, ¿quién?; TIR=
territorio; LUID= moverse, dirigirse; TANAICC= venir; CO= hasta; CEAD UIDHE BLIADAIN= un año;
CENN (CEN)= sin; BRECC (BREC, BRÉCACh)= falso; SEOLADH= navegar; MIS= mes; OTHA= desde;
SIAR= oeste; GONDICCE= hasta; 0= desde; TRIAL= viajar; TRI= tres; CO= hasta; MIS= mes; GIL=
blanco; blanca; RIACHT= alcanzar; TRE-UILLIGH= curva; HI (l)= en; CIONN ¿CIAN?= tiempo,
durante; NAOI= nueve; TRATH= periodo de tiempo, hora].

Partholon incrementó la producción agrícola, y limpió de


bosques grandes extensiones de tierra para su cultivo, como la lla­
nura de Magh Etirche, en el actual condado de Connacht, en la
costa oeste, o Magh Iotha en Leinster, hacia el sur de la isla. A los
treinta años de su estancia en Irlanda moría Partholon. Y debido
a una epidemia 213 años después de su muerte, todos sus descen­
dientes y los descendientes de sus seguidores morían. De esta
manera, y por segunda vez, todos los habitantes de la isla desapa­
recieron dejando el país desierto hasta la nueva oleada invasora,
que sería la de Neimhedh, 30 años más tarde.

3. El clan de los fomores (Fomoraigh) del Cáucaso

Diez años después de la llegada de Partholon y los suyos a


Irlanda, tuvieron que luchar con unos nuevos invasores, los
fomores (Fomoraigh), pueblo venido de la lejana Escitia, del
Cáucaso, cuyo jefe era Cioccul, hijo de Guill y de Lot, descen­
diente de Umor, de quien recibió el nombre este pueblo. La
batalla final contra ellos tuvo lugar en el enclave conocido como
Magh Ith (Llanura de Ith), en la que Partholon y sus hombres
consiguieron una cómoda victoria.

b Lot luaimnech a mathair mas,


a Sleibh Cuccais credalmas;

e Do commort Lot lion a slóigh,


Mathair Cioccuil ui Uinoir;
Ingen do Ner, garbh, grendach,
A Sleb Cucáis coirrbrnnach.
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 59

f Ni terna nach csiulang as,


dfine Fomra go an domgnas:
a ced-cath Erenn conagh,
seachtmain ga chur Partholon.

b Lot fue su excelsa madre,


del montañoso y sagrado Cáucaso;

e Lot fue muerta con su familia,


madre de Cioccul de Umhor;
hija de Ner, rudo, y de mucho pelo.
De las montañas del Cáucaso.

f Ningún fugitivo escapó


del dominio de la tribu de los fomores;
la primera batalla de la floreciente Irlanda
durante una semana libró Partholon.
Leabhar Gabhála: 1988, II, 34 ■

No obstante este misterioso clan originario del Cáucaso vol­


vería a intentar la conquista de Irlanda en años posteriores,
cuando el clan de Partholon hubo desaparecido. Y una vez más
se tendrán que enfrentar a una nueva invasión en esta ocasión
sería la del clan de Neimhedh.

4. La conquista del escita Neimhedh y su clan

Después de la muerte de los seguidores de Partholon, La


siguiente emigración llevaría consigo el enfrentamiento
armado por segunda vez en Irlanda. Durante treinta años la
isla permanecería vacía después de que la peste terminara con
la gente de Partholon. Una vez más, un clan de escitas, esta vez
capitaneados por Neimhedh, se dirige en dirección oeste bus­
cando su nueva morada y, después de atravesar el Mar Caspio
con treinta y cuatro barcos y treinta personas en cada barco, se
adentrarían en el Mediterráneo y posteriormente en el Atlán­
tico. Muchos fueron los barcos de su flota que naufragaron y
6o 2‘ PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

muchos los perecidos de sus seguidores durante su año y


medio de vagar por el mar antes de llegar a Irlanda. Su desem­
barco, después de tan largo recorrido, sería para encontrarse
con terribles males que aniquilarían a gran parte de la expedi­
ción. El clan de Neimhedh sería un nuevo poseedor de la
verde isla, pero esta vez tendría que enfrentarse a otro pueblo,
los fomores (Fomoraibh), que, como ya hemos mencionado
anteriormente en la invasión de Partholon, también deseaban
ocupar la isla y también venían de la lejana Escitia (del Cáu­
caso según cuenta el manuscrito). El clan de Neimhedh ten­
dría que luchar en sucesivas batallas contra los fomores, y
ambos bandos teminarían por aniquilarse mutuamente. Los
pocos supervivientes que quedaron optaron por abandonar la
isla. Los fomores se asentarían en algunas islas cercanas a
Irlanda y el resto se esparcerían por toda la tierra. Una vez
más, la isla quedaba desierta.

5. La conquista de los Fir Bolg,

ESCLAVOS DE LOS GRIEGOS

La posterior oleada invasora de Irlanda después de la con­


quista de Neimhedh llegaría una vez que la isla hubiera que­
dado de nuevo abandonada durante 200 años. Esta vez serían
los «Fir Bolg» («hombres de los sacos») quienes invadirían
Irlanda. Los Fir Bolg eran descendientes de algunos de los
hijos de Neimhedh, quienes, después de las continuas luchas
con los fomores, habían abandonado Irlanda de vuelta al
Mediterráneo y se habían establecido finalmente en suelo
griego. Allí fueron sometidos por los griegos y obligados a
transportar sacos de tierra hasta lugares pedregosos para que
éstos fueran aptos para el cultivo. Por esta razón recibirían el
nombre de Fir Bolg (Fir = hombres, Bolg = bolsa o saco). Des­
alentados por el estado de auténtica esclavitud en que se
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 6l

encontraban, construyeron barcos con la tela y las cuerdas de


sus sacos, untados con pez, y se hicieron a la mar rumbo a
Irlanda. Como encontraron la isla desierta, pudieron vivir en
paz en ella durante algunos años y fundaron diversos reinos:

a Fir bolee bator sonna seal,


in insi moir mac Miledh ¡
coi ce toisigh tugsat leo anall
atat occam anmann.

a Los Fir Bolg estuvieron aquí durante cierto tiempo


en la gran isla de los hijos de Mil;
cinco jefes trajeron con ellos,
yo tengo sus nombres.

Leabhar Gabhála: 1988, VI, 89.

[BATOR = estuvieron; SEAL = periodo de tiempo; INSI = isla; MAC MlLEDH = hijos de Mil;
COtCC = cinco; TOISIGH "jefes; ATAT » tener; ANMANN = nombres].

Curiosamente, seguiremos viendo cómo las oleadas sucesivas


de gentes que poblaron Irlanda venían de la zona del mar
Negro, de Escitia, relacionados con los griegos, y todos conside­
raban que Irlanda, sin haber estado allí jamás, era la tierra a la
que debían dirigir sus pasos para poder finalmente terminar su
peregrinar por distintos territorios hostiles que les había llevado
a la esclavitud, como es el caso de los Fir Bolg.
Los nuevos invasores serían los Tuatha Dé Danann, con gran­
des poderes druídicos y de todas las ciencias ocultas. En la batalla
de Muighe Tuired lograrían una aplastante victoria contra los Fir
Bolg y una vez más Irlanda pasaría a manos de otro clan invasor:

Fechta cath Muighe Tuired etorra agus Fir Bolc.

El hecho guerrero de la batalla de Muighe Tuired se libró


contra los Fir Bolg.

[FECHTA= acción de guerra; CATH= batalla; AGUS= y].


62 2» PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

En la batalla murieron 100.000 guerreros Fir Bolg, entre los


que se incluía a su rey, Eochaid mac Eirc. Los que sobrevivieron
pudieron escapar y refugiarse en otras islas próximas, habitadas
por otro clan relacionado con Escitia y del que ya hemos
hablado, los fomores.

6. La antepenúltima conquista de Irlanda por los


GRIEGO-ESCITAS: LOS TuATHA DÉ DANANN.
Sus LUCHAS CONTRA LOS FILISTINOS (FILISTEOS)
EN APOYO DE LOS GRIEGOS

Una vez más, Irlanda será ocupada por un clan proveniente de


los confines del Mediterráneo. Asentados en Grecia y de origen
escita, los Tuatha Dé Danann emprenden un nuevo viaje hasta
las costas de Irlanda. En esta ocasión, el manuscrito no indica
el camino recorrido. Sin embargo sí dice que son descendien­
tes de Neimhedh y que anteriormente han realizado el reco­
rrido opuesto a las migraciones clásicas de los indoeuropeos
(escitas, griegos, fenicios, etc.); han viajado de Occidente a
Oriente, desde Irlanda a Grecia, lo mismo que antes que ellos
hicieron los Fir Bolg.
En el Leabhar Gabhála, los Tuatha Dé Danann se representan
como descendientes de los supervivientes del clan de Neimhedh,
clan que como hemos dicho anteriormente después de luchar
contra los Fir Bolg y ser casi exterminados abandonaron la isla y
se asentaron en Grecia. En el manuscrito Cath Magh Tuired (Batalla de
Magh Tuired), ya no son solamente hombres, también se muestran
como dioses; sus poderes mágicos y sus grandes conocimientos de
las ciencias ocultas les llevarían a alcanzar esta posición:

Atar Táuthai Dé Dannonn i n-indsib túascertachaib an


domuin. aig foglaim fesa agus fithnasachta agus druídechtai agus
amaidechtai aus amainsechta, tcombtar fortilde for súthi cerd
ngenntlichtae.
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 63

Estaban los Tuatha Dé Danann en las islas del norte del mundo,
estudiando saber oculto, hechicería, artes druídicas y brujería y
habilidades mágicas, hasta que llegaron a sobrepasar eterna­
mente las artes paganas.
Cath MaghTuired, 63a, Líneas: 1-3*

[atar= estar; INDSIB= islas; TÚASCERTACHAIB= del norte; DOMUI= del mundo; AIG FOGLAIM= estu­
diando; AMAIDECHTAI= brujería; COMBTAR (cOMBACH)= partir; FORTILDE (fORTAILLId)= sobre­
pasar; SÚTHIB= largo tiempo;eternamente; CERD= arte; NGENNTLICHTAE (GENTLIDE)= paganos].

Los Tuatha De Dannan eran descendientes, como los Fir


Bolg, de Neimhedh. Iobath, hijo de Neimhedh, junto con su
gente, también se había asentado en suelo griego, aunque aleja­
dos de los Fir Bolg; según nos dice el manuscrito, se establecie­
ron en las islas del norte de Grecia. Allí aprenderían draidheacht y
otras artes mágicas, hasta llegar a ser muy doctos en ellas, por lo
que llegaron a considerarles semidioses. De allí les vino su nom­
bre: Tuatha = gente, De = de diosa, Dannan = Dana (diosa de la
magia). Los Tuatha De Dannan, enemistados con el poderoso
pueblo de los filisteos por haber ayudado a los atenienses con
sus artes mágicas contra ellos, tuvieron que abandonar Grecia
ante el temor de ser atacados por aquéllos. Y al igual que los Fir
Bolg, recordaron, por los relatos de sus padres y abuelos, la
verde isla de Irlanda; así que, una vez más, una nueva invasión
puso proa hacia sus solitarias costas. El manuscrito Leabhar Gab­
hála lo relata de la siguiente manera:

92. Después de haber completado su adiestramiento, vivieron


con los atenienses y filisteos, por lo que convivieron con ambos.
Después de estos acontecimientos se produjeron enfrentamien­
tos y batallas entre aquellas dos razas, porque ambas eran mali­
ciosas y mal intencionadas con respecto a la otra. Muchas bata­
llas se libraron por ambos bandos y normalmente los atenienses
fueron los perdedores, hasta que los pocos guerreros que les
quedaban estuvieron exhaustos. Entonces, los Tuatha De se
unieron amigablemente con los atenienses, y gracias a sus artes
druídicas formaron espíritus demoniacos en los cuerpos de los
soldados atenienses que habían sido muertos, por lo que que­
64 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

daron preparados para el combate, y se dispusieron a enfren­


tarse con los filistinos de nuevo. Los filistinos quedaron atóni­
tos al ver nuevamente a los hombres que habían matado
luchando el día anterior; por lo que se lo dijeron a su druida.
El más antiguo les dio el siguiente consejo: «Llevad clavijas de
avellano y de espino al lugar de la batalla por la mañana, y si
ganáis la batalla, clavad los pinchos en la parte posterior del
cuello de los hombres que deban ser muertos mañana, y si son
demonios se convertirán en montones de gusanos.
93. Así lo hicieron. Los filistinos salieron victoriosos y clavaron
las estacas en la parte posterior del cuello de los guerreros que
habían matado. A la mañana siguiente se habían convertido en
gusanos. Entonces, el poder de los atenienses quedó aniqui­
lado, y el de los filistinos aumentó. Y recordaron su hostilidad
y enemistad con los Tuatha De, debido al pacto que éstos
habían hecho con los atenienses contra ellos; así que resolvie­
ron reunirse para atacarlos y vengar su rencor.
94- Cuando los Tuatha De lo supieron, huyeron de los filisti­
nos hasta que lograron patrimonio y tierras en Dobhar y en
Iordobar, en el norte de Alban. Siete años permanecieron allí.
Nuadha fue su príncipe. Al cabo de aquel tiempo, decidieron
atacar a los Fir Bolg, por ser más numerosos, puesto que les
pertenecía el lugar por herencia.

Leabhar Gabhála: 1988, VII, 90-98.

7. La primera y segunda batallas de Magh (Muighe)


Tuiredh contra los Fir Bolg y los fomores

Un apartado importante son las batallas de Maghe Tuiredh. En la


primera batalla de Muighe Tuiredh, como hemos indicado ante­
riormente, los Tuatha Dé Danann derrotaron a los Fir Bolg y se
apoderaron de la isla. Posteriormente tuvieron que enfrentarse
en otra batalla, la segunda batalla de Magh Tuired, contra los
fomores. Los hechos sucedieron de la siguiente manera, tal y
como narra el primitivo libro Cath Maige Tuired (Batalla de Maige Tui­
red), que recoge los relatos de los files irlandés.
Los Tuatha, una vez que lograron aprender las grandes artes
mágicas y se consideraron con poder suficiente, pusieron sus
ojos en Irlanda con el deseo de conquistarla. Por aquel entonces
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 65
la isla se encontraba habitada por los Fir Bolg. Embarcaron en
sus naves (las islas Hébridas Occidentales de Escocia presumible­
mente eran su morada) y, atravesando las vibrantes olas del mar
que separa Escocia de Irlanda, bordearon el Ulster y bajaron por
la costa oeste hasta el actual condado de Connemara (Con-
maicne Mara), donde desembarcaron. Una vez en tierra, acor­
daron quemar sus naves; así nunca podrían pensar en escapar.
El humo que salía de los barcos se adentró en la tierra, ocul­
tando a los guerreros. De esta manera sus enemigos pensaron
que, gracias a sus poderes mágicos, venían envueltos en la niebla.
Como hemos mencionado anteriormente, los Fir Bolg fue­
ron derrotados y gran parte de sus guerreros murieron, inclu­
yendo su rey, Eochaid mac Eirc. Los Fir Bolg que sobrevivieron
puieron escapar y refugiarse en otras islas próximas habitadas
por los fomores. El rey de los Tuatha, Núadu, perdió una
mano en la batalla. Para Núadu esto significaba no poder seguir
siendo rey, puesto que las leyes de su clan obligaban a que los
reyes fueran completos en su forma física. Pese a todo, Dían
Cécht, médico del clan, con sus elaboradas artes, logró fabri­
carle una mano de plata que se movía como cualquier otra
mano.
Después de que el rey Núadu perdiera su mano los Tuatha Dé
Danann acordaron entregar el reino a Bres, hijo del rey de los
fomores, Elatha, y de una mujer de los Tuatha, Eriu. Así lograrían
una alianza entre los dos clanes. Con el tiempo, Bres llegaría a ser
rey de los Tuatha, pero pronto sus súbditos se dieron cuenta del
error que habían cometido. Bres se alió con los fomores y obligó
a los Tuatha a pagarles tributos en tan desmesurada proporción
que pronto todos ellos quedaron en la más espantosa miseria.
Por esta razón, los Tuatha Dé Danann se pusieron de
acuerdo y pidieron a Bres que dejara el trono que tan mal había
dirigido. Bres puso la condición de que se le dejara seguir
siendo rey durante siete años más. Los Tuatha accedieron, sin
66 2‘ PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

saber que era una trampa más del maligno Bres. En aquellos
siete años, Bres esperaba, con la ayuda de los fomores, someter
a los Tuatha. El rey pidió consejo a su madre, Ériu. Ella se diri­
gió con su hijo hasta el lugar de la costa donde había conocido
a su amante, el rey de los Fomores. Entonces le dio a su hijo el
anillo que le había entregado Elatha. Nunca nadie se lo había
podido poner y solamente se ajustaba al dedo de Bres. Madre e
hijo se dirigieron más tarde a las tierras de los fomores.
Ante la insistencia de Bres, el rey de los fomores contactó con
los demás jefes del clan y formaron un formidable ejército para
que invadiera Irlanda y sometiera a los Tuatha Dé Danann a sus
tributos y sus órdenes. Así, construyeron un puente con barcos
desde las islas Hébridas hasta Irlanda. Nunca una hueste gue­
rrera había llegado a Irlanda con un aspecto más terrorífico y
temible que la de los fomores.
Una vez que Bres hubo sido depuesto, los Tuatha Dé Danann
volvieron a elegir rey a Núadu después de que se le pusiese la
mano de plata. Núadu celebró una gran fiesta a la que invitó a
todos los sabios y especialistas en todas las artes. Cuando habían
llegado todos, poco antes de los festejos, se presentó ante el
guardián de la entrada de la fortaleza de Tara un enigmático per­
sonaje con su séquito. Era un joven apuesto y cubría su cabeza
con una diadema de rey. Se trataba de Lug, quien afirmaba ser
maestro de todas las artes.
Lug fue conducido ante el rey Núadu y su corte para ser
sometido a una serie de pruebas que demostraran que decía la
verdad. Se le permitió sentarse en el sillón de los sabios, y
entonces Ogma, con su terrorífico poder, lanzó la losa de pie­
dra, que requería cuatro yugos de bueyes para moverla, basta el
centro del salón real, y quedó apuntando hacia Tara (ciudad en
la que tenía su morada el ard ri —rey supremo de Irlanda—). Lo hizo
con el propósito de desafiar a Lug, para ver si era capaz de mover
la piedra. Lug rápidamente cogió la piedra y, ante la sorpresa de
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 67
todos la lanzó con fuerza hasta el sitio en el que se encontraba
anteriormente. Tras realizar una serie de portentos, Núadu
consideró la posibilidad de que Lug pudiera librarles de la opre­
sión a la que estaban sometidos por parte de los fomores. Se
reunió en secreto con sus nobles y consejeros y, después de deli­
berar con ellos, acordó cambiar su sitio con el de Lug y dejarle el
trono durante el tiempo suficiente para que pudiera preparar a
su pueblo para enfrentarse a los fomores.
Los Tuatha Dé Danann y los fomores se enfrentaron en una
de las más sangrientas batallas conocidas por los campos irlan­
deses. El momento de la gran batalla final había llegado. Los
fomores se pusieron en movimiento, formando batallones
indestructibles. Entre sus líderes destacaban Balor, hijo de
Dot, hijo de Net, y el rey, Indech mac Dé Domnann.
Núadu Mano de Plata y Macha, la hija de Ernmas, sucum­
bieron a manos de Balor, nieto de Net. Y después Lug y Balor
se encontraron en plena batalla. Balor tenía un ojo mágico en
la nuca capaz de aniquilar a todos los seres que veía; por esa
razón siempre lo llevaba cerrado, excepto en la lucha. Cuatro
hombres eran necesarios para poder abrir el ojo, tirando de un
cordón en su párpado. Los guerreros levantaron el párpado de
Balor, presto a sembrar la muerte a su alrededor, pero antes
de que pudiera mirar y matar a Lug, este último lanzó una
piedra con su honda con tan espantosa fuerza que impactó en
el ojo maligno, lo incrustó en la cabeza de Balor y lo hizo salir
por el otro lado. El ojo miró en sentido opuesto y mató a
veintisiete guerreros fomores. La corona, al caer de su cabeza,
se clavó sobre el pecho del rey de los fomores, Indech mac Dé
Domnann, haciendo que un chorro de sangre saliera de su
boca. Indech mac Dé Domnann y el campeón Ogma, hijo de
Elatha, cayeron juntos en un cruento duelo. Los fomores
habían perdido la última gran batalla y ya solamente pensaban
en huir. Después de ganar la batalla, la mortandad cesó.
68 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

Morrígan, hija de Ernmas, comenzó a pregonar la victoria por


los confines de Irlanda, a la realeza, a los seres del mundo invi­
sible, a los ríos, a las montañas. Y después profetizó el fin del
mundo, relatando todos los males que acontecerían en el
futuro, todas las enfermedades y todas las venganzas.
También los Anales de ¡os Cuatro Maestros (Annala Rioghachta Eireann)
ofrecen un breve relato de estos enfrentamientos entre los Tua­
tha y los Fir Bolg. Según dicho manuscrito, sería en el año 3303
de la Edad del Mundo en el que la primera batalla de Magh Tui-
readh tuvo lugar y en la que el rey de los Fir Bolg, Eochaidh,
murió a manos de los Tuatha Dé Danann:

Aois domain, tri mile ced atrí. An dechmadh bliadhain do


righe Eachdhach mic Ere, diidhinach a fhlaithiusa, uair tanga-
tar Tuatha De Danonn do gabhail Ereann for Firoibh Bolee...

Edad del Mundo, tres mil trescientos tres. El décimo año del
reinado de Eachdhach hijo de Ere, y el final del reinado, por­
que fue la ocasión de los Tuatha Dé Danann de conquistar
Irlanda a los Fir Bolg.
Annala Rioghachta Eireann: 33°3-

[Aois= edad; DOMAIN= del mundo; AN= el décimo; BLIADHAIN= año; DO= del; RIGHE= reino,
reinado; DIIDHINACH (dIDINE) = final; FHLAITHIUSA (FLAIHIUEs)= reino; ÚAIR= porque; TAN-
GATAR (¿TAN-GATAR?)= ocasión-necesidad; GABHAIL= tomar, conquistar; Ereann= Irlanda].

8. El clan de Nel en Egipto

Otro apartado importante del Leabhar Gabhála es el encuentro


entre Nel, de la tribu de los escitas gaélicos, y Moisés en Egipto.
Nel era hijo de Fenius Farsidth, rey de Escitia, uno de los tres
jefes principales que construyeron la Torre de Nimrod (presunta
Torre de Babel). En dicha torre se hablaban diversas lenguas;
hasta ese momento solamente había existido la lengua primitiva,
el hebreo. Fenius mandó a setenta y dos estudiantes por todo el
mundo para conocer las distintas lenguas y las trajeran después
de aprenderlas. Su hijo Nel, que había nacido en la Torre, fue
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 69

uno de estos estudiantes y llegaría a ser famoso en todo el terri­


torio por conocer y ser docto en todos los idiomas; además fue el
fundador del clan de los «Gaedhil», que más tarde conquista­
rían España e Irlanda. Cuando el rey de Egipto, el faraón Cin-
gris*, se enteró, le invitó a su presencia debido a la grandeza de
sus conocimientos, habilidad y sabiduría. Nel aceptó la invita­
ción, y después de estar durante cierto tiempo en Egipto, el
faraón le entregó su hija Escota como esposa, aparte de la dote y
tierras. Escota le dió un hijo a Nel, Gaedheal Glas. Después Nel
vivió en las playas del Mar Rojo, en Capahirunt. Allí sería donde
conoció a los israelitas que se habían liberado del yugo impuesto
por el faraón. Nel se entrevistó con el hermano de Moisés,
Aaron. Aaron le contó sus aventuras y las diez plagas que Dios
había mandado sobre el pueblo egipcio. Nel se entristeció por
todos los sufrimientos que habían pasado los israelitas y prome­
tió repartir con ellos todo lo que tenía. Cuando Moisés se
enteró, se sintió muy agradecido por aquella prueba de amistad
de Nel. Un día una serpiente se enroscó sobre el cuerpo del hijo
de Nel, Gaedhael, y Moisés obró el milagro de partir a la ser­
piente en dos golpeándola con su bastón y orando a Dios. Al
quedar libre el niño, le bendijo para que ninguna serpiente
pudiera dañarlo ni vivir donde habitaran él y sus descendientes.
Su amistad con los israelitas hizo temer a Nel que el faraón,
enfurecido, les tiranizara a ellos también, por lo que Moisés le
invitó a irse con ellos, o hacerse a la mar en barcos robados al
faraón. Nel aceptó esto último, y junto con su familia y los suyos
se embarcaron la misma noche que Moisés y los israelitas atrave­
saron andando el Mar Rojo y el faraón y sus tropas perecieron
ahogados. Viendo Nel que el faraón y sus guerreros habían
muerto, desaparecieron todos sus temores y volvió de nuevo a sus
tierras, viviendo allí hasta su muerte. Su hijo Sru, posterior­

* Ramsés en la Biblia.
7o 2‘ PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

mente, siguió dirigiendo el clan. No obstante, la esposa de Nel,


Escota, ya una anciana, tuvo que marcharse con Sruy sus descen­
dientes a Escitia, debido a que el nuevo faraón no había olvidado
la afrenta sufrida por los egipcios cuando Nel ayudó a los israeli­
tas y expulsó a todos los escitas de suelo egipcio.
Escota murió poco después de llegar a Escitia, y los escitas se
sumergieron en guerras intestinas por controlar el reino. Con
los años fueron expulsados de nuevo los descendientes de Nel,
esta vez de la misma Escitia. Los «Gaedhil» embarcaron y, des­
pués de cruzar el Caspio y el Mediterráneo, llegaron a España, y
capitaneados por Brath conquistaron el nuevo país (Leabhar Gab­
hála: 1988,143-152).

9. El reino escita de Brigantia en Hispania

Los manuscritos irlandeses hablan de otro caudillo escita poste­


rior a Nel que también estuvo en Egipto y también se casó con
una hija del faraón llamada Escota. Este escita, llamado Golamh,
nació en España y por sus grandes hazañas guerreras recibiría
posteriormente el nombre de Mil (Milidh) de España. Sus ante­
pasados eran originarios de la lejana Escitia, y Golamh, que
deseaba conocer la tierra de sus antepasados, volvió a Escitia
desde España. Permaneció algunos años allí y después se asentó
de manera temporal en diversos puntos del Mediterráneo, entre
ellos Greta y Sicilia. Por último, volvió a la Península Ibérica, en
la que se encontraban los suyos en continuas luchas con los pue­
blos indígenas, que, después de numerosos combates con las
tribus existentes, lograron pacificar el reino. Brath había sido el
jefe victorioso de la conquista y el primer rey del nuevo país. Al
morir Brath, dejó el reino a su hijo Breoghan (Breogán),
quien fundaría la ciudad de Brigantia (se supone que La Coruña
o Betanzos) y una torre próxima al mar, quizás la primitiva
Torre de Hércules, ateniéndonos a lo que dice el Leabhar Gabhála.
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 71

Breoghan tuvo un hijo llamado Bilé; este último fue padre del
hábil guerrero y estratega Golamh, a quien por su valor se le
conocería bajo el nombre de «Milidh» y, por lo tanto, como
nieto de Breoghan:

I. De ata «Milidh Espain» airsiomh, dona cathaib sin do bris;


Golam a ainm data dileas, mo popa, gan dimeso ndis.

I. Por lo cual Mil de España sobre él (fue llamado), por las


batallas en las que derrotó; Golamh es su nombre de dato
cierto, mi maestro, que no tuvo desprestigio.

Leabhar Gabhála: 1988, 174-

[AlR-SE= sobre-él; CATHAIB = batalla; BRIS= partir, derrotar; AINM= nombre; DATA= fecha;
DILEAS= leal, seguro; POPA= maestro; DIMESO= desprestigio].

10. El clan de Golamh (Mil) en Escitia, Egipto,


e Hispania

Los Tuatha, después de derrotar a los fomores en la batalla de


Magh Tuired, se establecieron finalmente en Irlanda. Pero una
nueva oleada invasora con guerreros bien adiestrados se iba a
enfrentar a la temible magia de los Tuatha. Serían los hijos de Mil
de España los protagonistas de la nueva invasión de la isla. La
invasión de los milesios aparece en los manuscritos primitivos
más preciados de Irlanda, y en todos se ofrecen los mismos datos.
En lo único que varían son en las fechas de la invasión, al igual
que sucede en las invasiones de los clanes anteriores. Los Anales de
Innisfallen ofrecen, en un resumen de página y media escasa, todos
los acontecimientos narrados en dos o tres capítulos del Leabhar
Gabhála.

35. Meicc Miled do gabail Herenn. (Mil) mace Bile a n-athair.


Cethri meicc.
72 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

35- Los hijos de Mil conquistaron Irlanda. Fue hijo de Bile


(su padre) y tuvo cuatro hijos.
The Annals oflnisfalien: 35.

El Leabhar Gabhála relata con gran detalle las distintas invasio­


nes. La llegada de los milesios, que en Los anales de InisFallen acon­
tecería en la época 35 del mundo, en el Leabhar Gabhála aconte­
cerá en la época 122 del mundo. Las fechas prehistóricas, que
obviamente el escriba no conoce con exactitud, no son real­
mente años, sino épocas que pueden abarcar cientos de años.
Según nos acercamos a la Era Crisitiana, y a medida que el
escriba posee datos más fiables, esas fechas se van mostrando
más verosímiles. Por ello la llegada de los Hijos de Mil a
Irlanda es incierta según las explicaciones y fechas aportadas
por los distintos manuscritos:

123- Noe dividió el mundo en tres partes entre sus hijos Sem,
Cam yjafet... Jafet, tomó la mitad norte de Asia y toda Europa.
Jafet, hijo de Noé, hijo de Lamech, hijo de Matusalén, hijo de
Enoch, hijo dejared, hijo de Malaleel, hijo de Cainan, hijo de
Enos, hijo de Seti, hijo de Adán. Estos son los descendientes de
Jafet: Gomer, Magog, Thiras, Javan, Masoch, MdayThubal.
124. Magog, hijo de Jafet, vivió en la Escitia Griega... Baath, el
primer hijo de Magog, tuvo un hijo llamado Fenius Farsiath.
Este Fenius fue uno de los tres jefes principales que construye­
ron la Torre de Nimrod... Nel, hijo de Fenius, nació en la
torre. Se le educó e las diversas lenguas separadas en la torre,
puesto que hasta ese momento sólo había existido la primitiva
lengua: el hebreo. Fenius volvió a Escitia después de que todos
se dispersaran desde la Torre, por lo que volvió a recobrar su
reino allí, hasta que murió a la edad de cuarenta años, y dejó el
reino de Escitia a su hijo Naenbal.
125- Este Fenius que hemos mencionado fue el que envió
setenta y dos estudiantes por todo el mundo para que aprendie­
ran las diversas lenguas, y las trajeran después de haberlas
aprendido. Además los proveyó con comida y ropas para los
siete años de recopilarlas en escritos. Así, Nel fue instruido en
todas las lenguas hasta que fue docto y famoso ante todo los
nobles de su amplio territorio. Cuando el rey de Egipto,
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 73

Faraón Cindris, se enteró, le invitó a su presencia debido a la


grandeza de sus conocimientos, habilidad y sabiduría. Nel
aceptó la invitación, y después de estar durante cierto tiempo en
Egipto, el faraón, que es el rey de Egipto, le entregó a su hija
Escota como esposa, aparte de herencia y tierras. Después
Escota le dio un hijo a Nel; Gaedheal Glas era su nombre.
126. Para verificar aquellos nombres primitivos se dijo lo
siguiente: Féni de Fenius fueron llamados, una palabra difícil;
Ghaeidhil de Ghaedheal fueron llamados, Scuit de Escota.

Leabhar Gabhála: 1988, XI, 121-126

Después de muchos avatares, los descendientes de Ghaedheal


Glas, hijo de Nel, durante más de trecientos años recorrieron el
Mediterráneo asentándose en diversos lugares, hasta que, por
fin, llegaron a España formando un reino duradero. Brath sería
su jefe al llegar allí, que sería el padre del mítico Breoghan:

g Do ernaidhset Un agus En,


da deghmac’ na ttoiseach ttren;
iar sin ro genair Breoghain,
athair, Bile bailc-dremhain.

h Brisis mor, ccomlann, is ccath,


for sluagh’ nEspaine nughrach,
Breoghan na ngloro gal, ba nia,
leis, do ronadh Brigantia.

i Deich meic, Breoghain gan meirbe,


Brea, Fúad is Muirtemhne,
Cuailngne, Cuala, Bladh mo alie,
Ebhle, lth, Nár, is Bile.
j Bile mac Breoghain blaith bil,
as do roba mac Milidh;
ro ba ceann toisech is treabh,
d’fine’ noiscach nert Ghaoidheal.

g Un y En escaparon,
los dos buenos hijos de los jefes poderosos;
después de esto Breoghan nació,
padre de Bile el de fiero fulgor.
74 2* PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

h Ganó muchas batallas y combates,


contra las duras tribus españolas
Breoghan, el del ruido de la
bravura, fue un campeón,
y por él Brigantia se fundó.

i Diez hijos de Breoghan sin debilidad,


Brea, Muirthemne y Fuad,
Cuailnge, Cuala, Bladh otro más,
Ebhle, Ith, Bile y Nar.

j Bile, hijo de Breoghan, el amable campeón,


de él Mil fue su hijo;
que fue cabeza de jefes y Tribus,
de la noble raza de los Gaedhal.

[Ernaighset» escapar; AGUS» y, DEGHMAC» jefes; TTREN (tren)» fuerte; IAR= después;
GENAIR» nacer; ATHAIR padre; BAILC-DREMHAIN = fulgor-fiereza; MOR» mucho; CCOMLANN»
combate, CCATH» batalla; SLUAGH» hueste; NUGHRACH (NUA-RACHMAS) = reciente-prosperidad;
NGLOR (gloir)» ruido; GAL» bravura; BA= fue; LEIS (le-Is)= por él; DO RONADH» hecho,
realizado; DEICH» diez; GAN» sin; IS» y; MO= más; ALLE» otro: BLAITH» generoso; BIL»
campeón; ROBA» fuera de esto; MAC» hijo; CEANN» cabeza, primero; TOISECH» jefes; TREABH»
tribus; D’FINE (FINE)» raza],

147' Un hijo famoso la nació a Bile, hijo de Breoghan, en


España; llamado Golamh; fue cuidado hasta que pudo portar
armas, y educado por profesores de todo tipo de sabiduría, en
valor y en guerrerar, y sobrepasó a los jóvenes de su época en
agilidad y valor y en todos los conocimientos.

Leabhar Gabhála: 1988, XI, 147.

Recordamos que este Golamh sería conocido posteriormente


como Mil de España y sus hijos serían los conquistadores y fun­
dadores de un reino en Irlanda. Los Anales de los cuatro maestros
(Annala Rioghachta Eireann) también ofrecen un amplio comentario
sobre Mil, indicando el año de su llegada a Irlanda, el año 3500
de la Edad del Mundo (el año de la Edad del Mundo 5185 en el
manuscrito, equivale al año uno de la Era Cristiana). El Libro de
las Invasiones recoge amplia información sobre Golamh, poste­
riormente llamado Mil de España;
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 75

148. Después de que Golamh, hijo de Bile, completara su edu­


cación, tal y como hemos relatado, y adquiriera su edad adulta,
consideró que no sería de buena reputación o de honor no
conocer o tener amistad con su tierra nativa y con sus parientes
hermanos de la Escitia griega. Pidió a sus familiares y a la gente
de la tribu que le permitieran marchar en aquel viaje, y le per­
mitieron partir para visitar Escitia...
150. Por aquel entonces reinaba en Escitia Reffloir, hijo de
Nem, descendiente de Noenbal, hijo de Fenius Farsaidh...
Después de cierto tiempo, el rey consideró que sería correcto
casarlo con una maravillosa hija soltera que tenía, debido a su
linaje y sabiduría, su fuerza y su valor. Golamh y su gente vivie­
ron en Escitia desde que él fue yerno del rey Reffloir, hasta que
la hija del rey —su nombre era Seng, hija de Reffloir— tuvo dos
hijos; Donn y Erech eran sus nombres. Otro nombre más tuvo
este Donn: se llamó Eber Donn.
151. Golamh llegó a tener gran fuerza y poder entre los escitas,
hasta que llegó a ser más fuerte que el rey Reffloir, y la mayoría
del pueblo lo quería por sus méritos. El rey se dio cuenta de la
situación, por lo que su corazón se llenó de envidia y odio
contra Golamh, por miedo a que intentara quitarle el reino y
el país, como los antepasados de Golamh habían hecho ante­
riormente. Noticias de su enemistad y mala disposición le fue­
ron transmitidas secretamente a Golamh, por lo que estuvo
vigilante y a la expectativa. La hostilidad de Reffloir hacia su
yerno creció de tal manera que al final le desafió a combate
singular. Golamh pensó que no sería honorable rechazar un
combate, por lo que ambos se enfrentaron y se golpearon
durante largo tiempo; hasta que Golamh hirió a Reffloir, atra­
vesando su lanza tinta en sangre el muslo de Reffloir. Sus gen­
tes entonces separaron al uno del otro.
152. Después de dejar a Reffloir en su lecho de muerte, que
murió debido a los cortes de las heridas, los nobles y jefes de
aquella tierra se sintieron llenos de envidia y odio contra
Golamh y su gente, por lo que él había hecho. Se unieron con­
tra él y le expulsaron junto con su gente de Escitia. De esta
manera Golamh se hizo a la mar con toda su gente, abando­
nando a la hija con el rey, y se llevó sus dos hijos con él. Cua­
renta barcos con sus tripulaciones y diestros campeones forma­
ban su flota. Navegaron alrededor de Asia hasta que llegaron a
Egipto, en dirección suroeste hacia la isla de Trapobane; estu­
vieron tres meses allí, y otros tres meses habían estado en el mar
hasta que llegaron a Egipto. El faraón Nectonebus era el rey de
76 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

Egipto cuando llegaron, y se mostró hospitalario con Golamh


debido a su fama y gloria, y por la mutua amistad de sus antepa­
sados en el pasado...
154. Golamh, después de estos acontecimientos, vivió en
Egipto, recibió un estado y se casó con Scota, hija del Faraón.
Aquel Faraón Nectonebus era el trigésimo segundo faraón des­
pués del que murió ahogado en el Mar Rojo...

Leabhar Gabhála: 1988, 163-164.

La existencia de un faraón con el mismo nombre (Necto-


nebo I) está históricamente atestiguada. Sabemos que reinó
en Egipto entre el 360 y el 362 a.C. También sabemos que
tuvo que enfrentarse a una invasión persa compuesta en su
mayoría por mercenarios griegos. De esta manera, podemos
fijar la existencia de Golamh en el s. IV a.C. El Leabhar Gabhála
seguirá hablando de las aventuras de este guerrero llamado
Golamh, nacido en la tribu escita española, y que más tarde
por sus grandes victorias sobre suelo ibero sería llamado Mil
de España (presuntamente de la palabra latina mil (soldado),
aunque también podemos pensar en una posible relación con
una tribu de los milesios asentados en España). Este Mil, sol­
dado o milesio español, no permanecería mucho tiempo en
Egipto y una vez más volvería a surcar los mares enfrentándose
a nuevos desafíos e incierto futuro. Durante su estancia en
Egipto tuvo dos hijos con Escota: Emer Fionn y Amergin;
esté último llegaría a ser famoso por su «Canto al Mar» en la
conquista de Irlanda por los Hijos de Mil. Después de estar
ocho años en Egipto, Golamh (Mil) decidió volver a España
con su mujer, sus hijos y sus seguidores. Después de un
intrincado recorrido por el Mediterráneo y parte de Europa:

a Ocht meic Golaim na ngáirel,


diar b’ainml Milidh Spaine;
ro sleachtadh doibh míle magh;
citne tire, in geinseadar,
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 77
b Aireach Febra is Donn ba día,
ros fucc Seng isin Scithía;
rug Scot, in Eigipt aibinn,
Eimher Fionn is Aimhirgin.

c Ir, nir b’eiccen laoch bud lia,


ro genair hi taob Traicia;
ros fuccadh Colptba an cloidim
in Glionn Gampa in Gaethlalaighibb.

d Rucctha ag Tur mBreoghain, gan bron,


Erannan is Eremhon;
da shósar, na laoch gan locht,
Mac De do thraoth a ttothocht.

a Ocho hijos de Golamh el risueño,


cuyo nombre fue Mil de España;
limpiadas por ellos fueron mil llanuras,
(¿pero en qué tierra nacieron?)

b Aireach, Febar y Donn fueron el resultado,


la semilla de Seng brotó en Escitia;
Escota nació en el agradable Egipto,
Amirgin y Emer el Blanco.

c Ir, ciertamente, no fue un héroe de renombre,


y nació en el sitio de Tracia;
nació Colpta el de la espada
en Glion Gampa en Gaetiaige.

d Nacieron en la Torre de Breogán, sin tristeza,


Eremon y Erannan;
los dos brillantes héroes sin dolor
hijos de Dios que aplacaron a los ocho
(pecados capitales) su hedor.

Leabhar Gabhála: 1988.

[Mac» hijo; NGÁIRE (gair)= risa; b’áinm(bo AINm)» fue nombre; Mil» el milesio, el soldado;
LEACHTADH» limpiar de árboles: MÍLE= mil; MAGH» llanura; TIRE (tir)- llanura; GEINSEADAR-
nacer; BA= fueron; DÍA» como resultado; ROS= semilla; FUCC (fuaDAICh)- salir; RUG (pasado de
beir)= nació; AIBINN» agradable; blanco, y; B'EICCEN (bo EICCEn)» fue cierto; LAOCH» héroe;
BUD (bo)» fue, era; LIA» gran número; TAOB (taobh)» lado; CLOIDIM (claiDHEAÍn)» espada;
RUCCTHA (rug)= nacer; GAN» sin; BRON» tristeza, pesar; IS» y; DA» dos; SHÓSAR (SORCHAE)»
brillante; LAOCH» héroe; LOCHT (lochd)» daño, dolor; (Día)» Dios; DO TRAOTH (pasado de
traoghadh)» aplacaron; TTOTHOCHT (toth-OCHT)= hedor-ocho].
78 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

11 . La última invasión: el reino de los Hijos de Mil


de España en Irlanda

Un día que Ith, hijo de Breoghan, se encontraba en lo alto de la


torre de Brigantia observando el mar, creyó ver a lo lejos una isla.
Lleno de excitación, se lo comunicó a sus familiares y amigos y
pronto se preparó para capitanear una expedición de exploración
hasta la supuesta isla. Ith, al principio, fue muy bien recibido por
sus moradores, los Tuatha Dé Danann; pero éstos, temiendo que
pudiera desear conquistar la isla, lo mataron. El cuerpo de Ith fue
embarcado y llevado por sus compañeros hasta Brigantia.
A la muerte de Mil, sus hijos Emer, Donn y Eremhon, que
compartían el trono de Brigantia a la muerte de su padre, al ver
el cadáver de su tío Ith, llenos de rabia, juraron vengar su
muerte y prepararon una gran flota con sus mejores guerreros.
La expedición estaba compuesta por cinco barcos, cuarenta
jefes era el número de sus líderes, con Donn (Emer Donn) a la
cabeza. Al llegar a Irlanda, Donn y sus hermanos acordaron
entrevistarse con los Tuatha. Estos últimos les dieron un ultimá­
tum: Los guerreros españoles podrían permanecer en la isla un
espacio de nueve días y después partir, someterse a los Tuatha o
bien presentar batalla. Reunidos en consejo, aceptaron las pala­
bras de Aimirgin, el «file» hijo de Mil versado en artes mágicas.
Su consejo fue no aceptar ninguna de las tres propuestas,
hacerse a la mar y seguidamente volver y presentar batalla. Las
naves de los milesios españoles así lo hicieron.
Los Tuatha desencadenan con sus artes mágicas una tor­
menta que empuja los barcos españoles hasta el centro del océ­
ano. Entonces Aimirgin entona un canto mágico («Canto al
Mar») logrando que la tempestad se calme y que los barcos de
la flota de los milesios hispanos puedan volver a las costas irlan­
desas. Una vez desembarcados, los Tuatha les harán frente en
dos grandes batallas: Sliabh Mis y Tailltin, en las que después de
IV. LOS RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES 79

largos y sangrientos combates, los Tuatha serían completamente


derrotados. Los hijos de Mil se repartirían Irlanda y fundaron
varios reinos. La parte norte por encima del río Boyne sería
para Eremon, mientras que la parte sur correspondería a
Emer. De esta forma, ateniéndonos a los manuscritos, las suce­
sivas conquistas de la isla tocarían a su fin. Así nos lo relata el
manuscrito (Capítulo XIII, 163-192):

190. Para conmemorar los hechos anteriores se lo siguiente:

a Tascor mac Miledh tar muir,


otha an Easpain netharglain,
ro gabsat, ni gniomradh go,
fiochmagh Erenn ind oen lo.

a El grupo de soldados de los hijos de Mil por el mar,


desde España de nuestro aire claro,
cogió, sin necesidad de engaño,
la valiosa llanura de Irlanda en un día.

[Tascor* compañía,
grupo de soldados; MAC* hijo; Miledb* Mil; TAR* por, a través de; MUIR*
mar; desde;
OTHA* an Easpain; NETHARGLAIN (ne-AILEADH-GLAn)* nuestro-aire-claro;
RO GABSAT* tomó, conquistó; NI* no, sin; GNIOMRADBL (gnim, GNIOm)* acción, actividad;
GO* falsedad; FIOCHMAGH (fio-MAGH, FIOCH-magh)= valiosa-Uanura, llanura de ira; Erenn*
Irlanda; IND* en; OEN (AON)* un-O; LÓ (lÁ)= día].
V. REALIDAD HISTÓRICA O FÁBU
EN LOS MANUSCRITOS CELTAS PRIMITIVOS

i. Datos históricos de eclipses y cometas


en los manuscritos irlandeses. Los estudios
de J. O’Donovan al respecto. Datos antes y después
de la Era Cristiana en los Anales de Clonmacnoise,
el Libro de las Invasiones, los Anales del Ulster
Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES

Los manuscritos irlandeses ofrecen unos datos históricos que


han dividido durante muchos años a los especialistas sobre el
tema. El apasionamiento habrá intentado demostrar unas veces
que todo ello es una pura fábula, mientras que otras veces se
considerará que casi todo lo que aparece escrito es cierto. La ver­
dad completa la tienen los escribas que los elaboraron y se la lle­
varon con ellos a sus tumbas. Ahora bien, si todo lo que escribie­
ron en sus libros de historia era falso, ¿qué beneficio obtuvieron
con ello? La respuesta puede ser: ninguno. Incluso si pensamos
que pudieron falsear los orígenes de algunos clanes, diciendo
por ejemplo que provenían de Grecia para lograr mayor presti­
gio para el origen de sus gentes, otras veces sin embargo nos
cuentan que venían de Escitia, lugar bastante menos prestigioso
que el territorio griego, e indican que la mayoría de las invasio­
nes fueron llevadas a cabos por escitas o descendientes de escitas.
V. REALIDAD HISTÓRICA O FÁBULA... 8l
Otras veces, incluso, se llega a decir que el líder del clan invasor
era un parricida, como es el caso de Partholon, que tuvo que
huir después de matar a sus padres.
Afortunadamente hay evidencias que pueden conducir a
demostrar en cierta medida lo verdadero o lo falso de los relatos
que ofrecen dichos manuscritos. Por un lado, tenemos la posi­
bilidad de contrastar estos datos con los que aparecen en otros
manuscritos primitivos escritos principalmente en griego y en
latín siglos antes y después de la Era Cristiana; de esta forma,
podemos ver cómo existen una serie de acontecimientos regis­
trados también en el mundo clásico.
Muchos datos centrados de forma muy específica en Irlanda
o Gran Bretaña no aparecen en los escritos de los clásicos y
solamente aparecen en los manuscritos celtas; es aquí donde
nos encontramos con las dudas. Unas veces los datos son tan
fabulosos que se rechazan por simple lógica, pero otras veces se
nos ofrecen acontecimientos que bien pudieron ser ciertos.
En este segundo apartado tenemos una serie de evidencias
difícilmente rechazables, como vamos a intentar demostrar a
continuación.
Los anales irlandeses nos ofrecen de una forma muy detallada
acontecimientos que tuvieron lugar en los albores de la Era
Cristiana y que son demostrables. Me refiero a eclipses, cometas
y otros signos astrales o atmosféricos que sucedieron y han sido
recogidos en escritos primitivos de otras culturas. Si el escriba
irlandés da cuenta de un eclipse ocurrido indicando el año, el
día e incluso la hora, podemos pensar con lógica que también
los datos históricos que ofrece de ese mismo año, o años próxi­
mos al eclipse, son supuestamente datos verdaderos y que existió
un recopilador de estos acontecimientos que deseaba dejar plas­
mados en una serie de escritos para guardar la historia, las leyes
y la cultura de su pueblo. John O’Donovan, traductor de los
Anales de ¡os Cuatro Maestros, realizó un estudio de los eclipses primi-
82 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

tivos que aparecen en los Anales, comparádolos con los del catá­
logo de eclipses realizado por astrónomos de su época a finales
del s. XIX, y comprobó que los datos del manuscrito eran ciertos
(Annala Rioghachta Eireann: 1856, XLVII ss.). Así, tenemos, por ejem­
plo, el eclipse de sol del Año del Mundo 495 (496) del que nos
hablan los Anales del Ulster.

Kl. Anair, Anno Domini ccccxcu, Solis defectus apparuit.

(496) Calendas de enero, Año del Señor cuatrocientos noventa


y cinco. Apareció un eclipse de sol.

Analesdel Ulster: 495 (496).

En el año 664 d.C., según los Anales de los Cuatro Maestros, hubo
un eclipse de sol el día tres de mayo.

Aois Criost, sé chéd seasccat acíthair... Dithgréin an treas la


do Man.

Era de Cristo, seiscientos sesenta y cuatro... Eclipse el tercer


día de mayo.
Annala Rioghachta Eireann: 664.

Este eclipse, que, efectivamente, sucedió el I de mayo del


664, ateniéndonos a los estudios de O’Donovan, también apa­
rece en la Historia eclesiástica de Beda el Venerable, libro III c. 27,
el día 3 de mayo. En la Anglo Saxon Chronicle aparece el día 5 de
mayo del 664. En los Anales del Ulster y en los Anales de Tigernach
aconteció un año antes en el 663; no obstante tenemos que
recordar que los Anales del Ulster ofrecen su crónica con un año de
retraso hasta pasado el año mil:

(664) Kl. lanair, Anno Domini dclxiii. Tenebre in kl. Maii in


nona hora, agus in eadem estáte coelum ardere uisum est.
(664) Calendas de enero, Año del Mundo seiscientos sesenta y
V. REALIDAD HISTÓRICA O FÁBULA... 83

tres. Oscuridad en las calendas de mayo en la hora novena, y en


el mismo ve rano el cielo se ve arder.
Anales del Ulster: 663 (664).

El cronista, sin conocer en profundidad las reglas de la


astronomía, ofrecía el acontecimiento ocurrido en el cielo y el
año exacto en que ocurrió, e incluso en algunos casos también
el mes, al día y la hora, e incluye datos que los astrólogos
modernos con las más sofisticadas técnicas han demostrado ser
auténticos.
Solamente entre los años 495 y 1065 aparecen registrados
en los Anales del Ulster 23 acontecimientos celestes entre eclipses
de sol, de luna y cometas, todos ellos confirmados como cier­
tos en el catálogo de eclipses L’Artde Ver. Les Dates, tomo I, pp.
62-69 (Annala Rioghachta Eireann: XLVIII-XLix). Así, tenemos por
ejemplo los eclipses de sol como el ya mencionado del año
495, y también los de los años 511. 590, 863, 752, 762, 864 y
884. Los eclipses de luna de los años 673, 891, 717 761, 772,
787, 806, 877, 920, 1023. Y los cometas de los años 613,
676, 1018 y 1065.
Podemos ver algún otro ejemplo, en este caso referente a
cometas, como puede ser el que aparece mencionado en los Ana­
les del Ulster en el año 613 (en realidad, año 614, como hemos
mencionado anteriormente):

Kl. Ianair. Anno Domini dcxiii...


2- Stella uisa est hora uiii diei.

(Calendas de enero. Año del Señor 613...


2. Una estrella fue vista en la octava hora del día.
Annala Uladh: 613 (614).

También los Anales de Clonmacnoise hablan de varios eclipses


significativos. En el año 863 ocurre un eclipse de sol y de luna
84 2* PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

y también la expulsión de los galeses de su propio territorio


por parte de los sajones. En los Anales de Clonmacnoise aparecen
atestiguados un año más tarde el eclipse de sol y el de luna;
como es habitual, existe en este caso el error de un año por
parte del escriba:

863. There was an eclipse of the sun and moone injanuary this
year. Keallagh mcAileallla abbot of Kildare and Hugh, died in
Pictland. The Welsmen were banished by the Saxons from out
theire one contry this yeare.

863. Hubo un eclipse del sol y la luna en enero de este año.


Kellagh mcAileallla, abad de Kildare y Hugh, murieron en la
tierra de los pictos. Los galeses fueron expulsados por los sajo­
nes de su propio país este año.

The Annals of Clonmacnoise: a. 863.

El eclipse de sol del año 1023 aparece atestiguado en los Anales


del Clonmacnoise y en los Anales del Ulster y. Los Anales del Ulster propor­
cionan una información más detallada, al mencionarnos dos
eclipses diferentes a comienzos de ese año:

Kl. Ianair. Anno Domini Mxxiii. Ercrai escai i xiiii escai Enair,
i iiii Id Enair. Dia Dardain. Ercrai grne immorro i xxuii ind
escai cetnai.

Calendas de enero. Año del Señor 1023- Un eclipse lunar el 14


de enero, quiere decir, el jueves 4 de los ides de enero. Un
eclipse solar, no obstante, dos semanas después el 27 de la
misma luna.
Annala Uladh: 1023.
VI. FECHAS Y ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS
EN EL LEABHAR GABHÁLA: DIFERENCIA ENTRE AÑOS Y ÉPOCAS

Antes de seguir explicando las distintas invasiones, debemos


hacer hincapié y aclarar un tema que aparece confuso en los
manuscritos irlandeses. Me refiero a las fechas que ofrecen,
tanto el Leabhar Gabhála como el resto de los manuscritos, de la
llegada de los distintos clanes. La edad del mundo que aparece
en los manuscritos es la numeración dada a los años anteriores al
nacimiento de Cristo para datar la historia primitiva. Los escri­
bas irlandeses toman esta forma de contar de San Jerónimo, de
su edición de la Crónicum Eusebius, que es la usada en los Anales de los
Cuatro Maestros. En otros casos, como en los Anales de Clonmacnaise, se
adopta la computación hebrea para el año del Diluvio, 1656, y
desde allí se proporcionan los datos hasta Cristo. La fecha de la
llegada a Irlanda de Neimhidh desde Grecia en los Anales de Clon-
macnoise aparece en el año del mundo 2029- En ese mismo año,
dichos Anales afirman que terminó el reinado del rey Altades de
Asiría. Según los Anales de los Cuatro Maestros, Neimhidh llegó a
Irlanda en el año del mundo 2850 y Macha, su esposa, murió en
86 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

ese mismo año, doce días después de su llegada a Irlanda. La


primera invasión de Irlanda, de Cesair, según el Leabhar Gabhála,
tendría lugar en el año del mundo 2242.
Las fechas históricas primitivas, que obviamente el escriba no
conoce con exactitud, no son realmente años sino épocas pro­
piamente dichas que pueden abarcar cientos de años. Según
nos vamos acercando a la Era Crisitiana, y según el escriba
posee datos más fiables, se van mostrando las fechas más verosí­
miles. La forma de saber realmente las fechas de los aconteci­
mientos, si es que realmente existieron, es cuando el manus­
crito nos habla de algún rey, alguna batalla o algún hecho
histórico importante, como puede ser la destrucción de Troya,
e indica que en aquellos años también sucedió en Irlanda, en el
territorio escita o en Brigantia un acontecimiento histórico. Si
se realiza un estudio comparado de los datos históricos auténti­
cos y de los datos históricos de los manuscritos entonces podre­
mos acercarnos a la verdad.
Los manuscritos irlandeses están llenos de datos históricos, de
épocas y de años, de reinados, de batallas, de invasiones, de loca­
lizaciones geográficas, etc. Aparecen escritos primero en latín y
después en celta y a menudo repetidos en diversas fuentes, como
es el caso de Ceasair, que aparece no solamente en el Leabhar Gab­
hála-, también figura, entre otros, en el desaparecido Libro de
Fenagh, en la Topographia Hibernica de Giraldus Cambrensis, en los
Anales de Clonmacnoise y en la también desaparecida Chronicon Scoto-
rum. El resto de las conquistas también aparecen en diversos
manuscritos, no solamente en lengua celta sino también en
latín, como es el caso de la Historia del britano Nennius, que vivió
alrededor del año 800. Referente al contenido del Lablmr Gab­
hála, existen diversos relatos elaborados por escribas diferentes en
años diferentes; el más antiguo se considera que puede ser el que
se encuentra en la Biblioteca Stowe. Existe un fragmento en el
Libro de Leinster en el Trinity College de Dublín (H. 2. l8), al que
VI. FECHAS Y ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS EN EL LEABHAR GABHÁLA 87

Monasterio de Clonmacnoise

le falta el comienzo. También aparece parte de la crónica en los


Anales de Clonmacnoise. G. Keating señala que el libro Druim-Sneachta
(Labhar Gabhála) existía antes de la llegada de San Patricio a
Irlanda y nos ofrece los relatos de las invasiones con su propio
punto de vista.

Cesair, hija de Bith, hijo de Noé, fue la primera que encon­


tró Irlanda después del Diluvio, en el año de la edad del
mundo 2242.
Leabhar Gabhála: 1988, 7-

Como podemos ver, la fecha anterior en la cita del manus­


crito, 2242- no puede ser considera históricamente como
cierta; es una fecha que, más que un año, indica una «época»
para el escriba. Sabemos que los griegos basan su calendario en
las fechas de las olimpiadas, los romanos desde la fundación de
88 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

Roma; los hebreos también tienen su propio calendario, y los


chinos, así como otros pueblos con culturas desarrolladas en una
época anterior a la Era Crisitana.
Debemos buscar la posibilidad de aproximarnos a las fechas
auténticas por otros derroteros, de la forma siguiente: No sola­
mente tenemos datos auténticos de eclipses y cometas, también
en los manuscritos se ofrecen acontecimientos sucedidos en las
Islas Británicas que sucedieron en los mismos años que otros
acontecimientos conocidos en los tratados de historia que se
consideran ciertos; de esta forma el escriba intenta demostrar la
veracidad de lo relatado.
Una de las obras más importantes que hablan de las primiti­
vas conquistas de Irlanda es la Historia Britionum de Nennius, ela­
borada alrededor del año 800 en latín, y que los escribas irlan­
deses debieron consultar a la hora de escribir sus trabajos. En la
obra de Nennius se ofrece una recopilación de algunos de los
primeros documentos históricos y mitológicos de las Islas Britá­
nicas. Según él mismo sostiene, se basará en otros documentos
primitivos, como los de «Hieronymi Eusebii, Isidori, Prosperi
et de annalibus Scotorum Saxonumque et ex traditione veterum
nostrorum» (Nennius 143, 25-30). Jerónimo Eusebio
(419/420) fue amante de la cultura griega y tenía copia de
manuscritos griegos, cuya influencia aparece en alguna de sus
obras y en las de otros eruditos de su época, conocedores de la
cultura griega. Estos debieron de encontrar el contenido de las
relaciones de los griegos con los escitas, etruscos, hispanos e
irlandeses, pero, por desgracia, gran parte de estos preciados
documentos dejaron de existir hace tiempo sin dejar ni una sola
copia que pueda avalar su existencia.
VII. EL LEABHAR GABHÁLA EN SU CONTEXTO HISTÓRICO:
LAS MIGRACIONES HASTA EL CLAN DE NEL

i. La huida de Cesair antes del Diluvio:

RESTOS DE CIUDADES SUMERGIDAS EN EL MAR NEGRO.


El RELATO DE OROSIO SOBRE EL DILUVIO EN EL MAR NEGRO

En los albores del cristianismo, Irlanda es el lugar mas alejado del


mundo conocido y más allá la vida no puede existir. La búsqueda
de la isla del otro mundo conocida en irlandés como Tir na nOg
(Tierra de la Juventud), en la que los seres humanos siempre son
jóvenes y no pueden morir, podemos identificarla con la leyenda
de la escita Cesair y de su llegada a Irlanda que aparece recogida
en el Leabhar Gabhála. La idea de emigrar en dirección oeste apa­
rece atestiguada por los clásicos. Dionisio de Halicarnaso indica
cómo Eneas y los troyanos que sobrevivieron a la Guerra de
Troya, siguiendo las indicaciones del oráculo, se embarcan en
dirección oeste para buscar su nuevo asentamiento (Libro 1).
En la primera invasión de Irlanda, Cesair y su clan se embar­
can rumbo a Occidente y, después de recorrer diversos lugares
90 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

pueden por fin llegar a Irlanda, que es el lugar más occidental del
mundo conocido por los griegos y donde el sol se oculta bajo el
mar. Uno de los lugares más extraños que visitan en su recorrido
es la isla Meroe. Dicha isla nos la sitúa Orosio como real, en
medio de un lago formado por el río Nilo: «... dando lugar en
su propio cauce a una isla llamada Meroe y girando por último,
hacia el Norte, termina por regar las llanuras de Egipto» (Oro­
sio: I, 2, 28). Las fuentes de Orosio se basan en las del rey de
Mauritania Juba y en las de la Historia Natural de Plinio (véase tra­
ducción y notas de Eustaquio Sánchez). Desde allí, la expedi­
ción de Cesair formará una incomprensible curva que pasa por
lo que el libro llama mar Tirreno; después irán al mar Caspio y
desde allí, al mar de Cimeria, Asia Menor, los Alpes, España y,
por último, a Irlanda. Podemos pensar que los datos que nos da
el manuscrito, como otras veces, son puramente mitológicos, sin
ninguna base verídica. Pero también podemos pensar en la emi­
gración de un pueblo que durante años e incluso siglos fue habi­
tando diferentes lugares como Oriente Medio y el Mediterráneo
para recalar finalmente en Irlanda.
Irreal y puramente mitológico nos puede parecer este relato
de los primitivos escitas-irlandeses. Un clan que emigra a
Irlanda antes del Diluvio y sorprendentemente alguien nos lo
puede relatar después de que todos ellos hayan perecido ahoga­
dos. Pero, para nuestra sorpresa, el periódico El País publicaba el
14 de septiembre de 2000 (p. 38) el descubrimiento de una
expedición submarina de la revista geográfica norteamericana
National Geographic que puede suntentar la teoría de la expedición
de Cesair a Irlanda antes del Diluvio. El título del artículo de El
Países el siguiente: «Descubren en el Mar Negro los restos de
una ciudad del año 5000 antes de Cristo. El hallazgo de National
Geographic puede dar base científica al relato del Arca de Noé»,
como podemos ver a continuación. Los escitas de los que habla
el Leabhar Gabhála vivían en las llanuras que rodean los actuales
VII. EL LEABHAR GABHÁLA EN SU CONTEXTO HISTÓRICO 91

Mar Negro y Mar de Azov y desde allí partieron sus migraciones.


La existencia de un diluvio hace miles de años en aquella zona lo
defiende Robert Ballard en el artículo de El País:

«Es un descubrimiento increible». Así se manifestó ayer el


científico Robert Ballard, desde un barco que surca el mar
Negro, al informar del descubrimiento de una antigua ciudad
sumergida que ofrece testimonio de vida en esa zona 5-000
años antes de Cristo. Al frente de una expedición patrocinada
por la revista National Geographic, el hallazgo del equipo que dirige
Ballard podría dar base científica al relato bíblico del Arca de
Noé. El descubrimiento ha sido realizado en las costas turcas del
mar Negro a través de la utilización de un robot submarino.
El País, 14 de septiembre de 2000.

Los restos encontrados a unos 95 metros de profundidad


cerca de la ciudad de Sinope hacen pensar que todas las ciuda­
des costeras próximas al mar Negro y al mar de Azov que exis­
tían hace 7-000 años en la época glaciar, hoy en día se
encuentran sumergidas bajo las aguas. En un principio, el mar
Negro sería un lago y un deshielo de los glaciares de una forma
rápida y catástrófica o un cataclismo haría subir vertiginosa­
mente las aguas del lago hasta conectarlas con las del Medite­
rráneo. Por esta razón, cabe creer que los habitantes de aque­
llas zonas hablaran de un diluvio y de emigrar a otros lugares,
y el lugar más seguro sería el más apartado, en los confines del
mundo. Ese sería la isla Crioch na Bhfuineadhach (Final de los límites),
nombre primitivo con el que fue conocida Eire (Irlanda),
según los escritos de Geoffrey Keating en su Foras Feasa arErin
(Historia de Irlanda). Este nombre se debería a encontrarse en los
tres límites del mundo conocido. La explicación que nos
ofrece Orosio se asemeja a la que proporciona El País:

En el año 810 antes de la fundación de Roma reinaba en Atenas


Anfictión, el tercer rey después de Cécrope. En su época una
inundación asoló la mayor parte de los pueblos de Tesalia,
92 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

librándose muy pocos en los refugios de las montañas, sobre


todo en el monte Parnaso, en cuya cima reinaba entonces Deu-
calión, quien, tras recibir a los que acudían a él en navios, les
ayudó y cuidó a lo largo de las dos cimas del Parnaso. Por ello
dicen que el género humano fue recuperado por este rey.

Orosio: I, 9.

Se considera que este rey Deucalión sería después llamado


Noé, quien durante el diluvio o inundación ayudó a los que lle­
gaban en barco buscando su salvación basta al monte Parnaso
(véase la traducción y notas de Eustaquio Sánchez).

2. La invasión de Partholon: la migración de los


GRIEGOS HACIA OCCIDENTE ORDENADA POR EL ORÁCULO
DE ERYTHRAE, SEGÚN DIONISIO DE HALICARNASO

La llegada de Partholon a Irlanda desde su asentamiento griego


en Italia, ofrece unos datos que pueden considerarse histórica­
mente ciertos, aunque el nombre de Partholon no figure en
ellos. El asentamiento de los griegos en la península Itálica en la
que fundaron colonias para el comercio es de sobra conocido
por los diversos estudios históricos realizados sobre el tema.
Estos asentamientos griegos llegaron a tener una cultura y una
lengua que evolucionó en un tipo de escritura conocido como
etrusco caldio. Mileto, hasta el año 500 a.C., tuvo una próspera
relación comercial con sus colonias del Mar Negro y el Medite­
rráneo; por ejemplo, con la colonia de Sybaris, en el sur de Ita­
lia, mantenían un importante comercio de la lana.
Dentro del terreno mítico y literario, Eneas era primo de
Héctor y uno de los sobrevivientes de la los troyanos. Se le
considera el líder de éstos, que después de la guerra de Troya
emigraron dispersándose por diversas partes del Mediterrá­
neo. Homero menciona a distintos héroes de origen troyano
asentados en Italia y Sicilia en el s. VIII a.C., por lo que la
VII. EL LEABHAR GABHÁLA EN SU CONTEXTO HISTÓRICO 93

leyenda de que Eneas pudo dirigirse a Italia tiene cierta lógica.


La Eneida de Virgilio relata las peripecias de Eneas y sus compa­
ñeros hasta fundar un reino en Italia. Dionisio de Halicarnaso
cita a Eneas en Italia, con Lavinium como capital del reino
fundado por él:

...ninguna ciudad puso resistencia excepto Lavinium, que era la


primera ciudad fundada por los troyanos que desembarcaron
en Italia con Eneas.
Dionisio de Halicarnaso: Libro VIII, XXI.

Según nos dice Dionisio de Halicarnaso (Libro I, 51» 2~3)>


Eneas se embarco rumbo a Tracia y tomó tierra en la península
de Pallene, donde permaneció con sus hombres un invierno y
edificó un templo a Afrodita y una ciudad llamada Aeneia.
Dejando en el lugar a los más fatigados, después marcharon a
Délos y otros lugares del Egeo. Más tarde, pasaron el golfo de
Ioniay, tras diversas singladuras, llegarían a Sicilia, en un viaje
de dos años para Dionisio y de siete para Virgilio. Este viaje nos
recuerda de alguna manera el de Ulises por distintos lugares de
la tierra hasta poder llegar a su destino final, Itaca.
Nennius, en referencia a Partholon, también proporciona
una recopilación histórica de dicha expedición:

Novissime Autem Scotti venerunt a partibus Hispaniae ad


Hiberniam. Primus autem venit Partholomus cum mille homi-
nibus viris et mulieribus.

Primero vinieron los Escotos desde Hispania a Hibernia. El


primero de ellos fue Partholon con mil hombres y mujeres.

Monumento, Nennius: I54*

El Leabhar Gabhála habla en esta ocasión de cómo sus morado­


res, desde un asentamiento griego en Sicilia, se dirigirán a
España, donde establecerán su propia colonia griego-escita y
después se embarcarán rumbo a Irlanda. En este caso narra la
94 2‘ PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

historia de Partholon, uno de estos griegos emigrados y uno de


los primeros conquistadores de Irlanda después de la invasión de
Cesair. Según Dionisio de Halicarnaso, Eneas y los troyanos
embarcados con él habían seguido el rumbo determinado por la
profecía de un oráculo, viajar siempre hacia el oeste buscando la
tierra deseada para fundar su nuevo reino: porque en Monte
Ida, donde vivía una sibila de aquel país, una ninfa profética, les
había ordenado dirigirse hacia el oeste (véase Dionisio de Hali­
carnaso : Libro i, 55, 3-5).
Pese a todo, los troyanos, según Dionisio, no llegarían al
final de Occidente, donde se encontraba como sabemos la
famosa isla Eritheia de Gerión; su viaje terminaría en Italia
temporalmente, y su primer asentamiento sería en Sicilia,
donde fundarían su nueva morada. No así Partholon, quien
antes de ir a Irlanda se asentaría en la Península Ibérica
durante un tiempo indeterminado. Es él mismo Nennius
quien lo relata en su Historia Brittonum:

Quod Scotti de Hispania venerint, et quo tempore Hibernian


inhabitare coeperint, et qualiter Bartholomeum de Hibernia
pestilentia cum suis eraserit.

Estos Escotos de Hispania vinieron y en aquellos tiempos


Hibernia empezaron a habitar, y con la manera de hacer de
Bartholomeun (Partholon) de Hibernia la pestilencia fue
erradicada.

Monumento, Nennius: vol. III, 127. VI.

3. El clan de los fomores, el clan de los Fir Bolg


Y LA MIGRACIÓN DE NEIMHEDH

Sobre la invasión de los fomores y los Fir Bolg, como el manus­


crito indica, se apunta su origen en Escitia. Sobre los fomores,
el manuscrito no puede ser más claro en sus afirmaciones: son
escitas, del Cáucaso. De ser cierta su existencia, serían un pueblo
VII. EL LEABHAR GABHÁLA EN SU CONTEXTO HISTÓRICO 95

como el clan de Cesair, que ante terribles inundaciones y la pre­


sión de gentes venidas de Asia tendrían que abandonar sus asen­
tamientos primitivos.
Los Fir Bolg serían también escitas asentados en territorio
griego y sometidos a esclavitud. Ciertos lugares del Egeo, como
la misma Ionia, fueron territorios subyugados por los griegos y
poblados por gentes asiáticas que bien pudieron ser reducidas en
mayor o menor medida a la esclavitud.
Neimhedh tendría también su origen en la zona de Oriente
Medio y su clan también es comentado históricamente por
Nennius:

VI et qualiter Bartholomeum de Hibernia pestilentia cum


suis eraserit, et de quodam Nimec, qui postea illo venit, sed et
postea cum suis rediit.

VI . ..., y Bartolón (Partholon) en Irlanda la peste con los


suyos erradicó. Y de como Nimedh, que vino posterior­
mente, con los suyos.
Monumento, Nennius: III, 127. VI.
VIII. LA PRIMERA MIGRACIÓN DESDE ESCITIA A EGIPTO:
CLAN DE NEL, FILISTEOS, DANAUNAS Y TIRSENOS

Para mostrar si las distintas épocas de las invasiones verdadera­


mente existieron en realidad, vamos a tomar como ejemplo otro
manuscrrito irlandés, los Anales de Clonmacnoise. En sus explicacio­
nes de la historia primitiva de Irlanda ofrece continuas interpo­
laciones de la historia de asirios, medos, griegos y romanos, y
muestra un especial interés en relacionar fechas históricas entre
Irlanda y estos otros pueblos:

And because Miletus of Spaine and his nephew Lauthus (of


whom all Ireishmen and Ireish scotishmen are Descended)
carne from the Race ofjaphett, I will discourse of him..., saue
onely that I Intend to speake a Little of the Monarches of the
Assirians, Medes, Gretians, and Romans as the occasion of my
History shall Require.

Y como Mileto (Mil) de España y su sobrino Lauthus (de quien


todos los irlandeses e irlandeses-escoceses descienden) provie­
nen de la raza de Jafet, hablaré de él... salvo solamente que pre­
tendo hablar un poco de los monarcas de los asirios, medos,
griegos y romanos cuando ocasionalmente mi historia lo
requiera.
The Annals of Clonmacnoise: 12.
VIII. LA PRIMERA MIGRACIÓN DESDE ESCITIA A EGIPTO 97

De esta manera, al hablarnos de los Escotos, el escriba del


manuscrito hábilmente va ofreciendo una serie de referencias
históricas, como el rapto de Helena y la guerra de Troya, que
coinciden con la existencia de aquellos. Si tomamos como ejem­
plo el tema del rapto de Helena, la Guerra de Troya y hasta la
existencia de la ciudad de Troya y su posterior destrucción,
podemos decir que todo ello fue considerado mera fábula litera­
ria hasta que un arqueólogo, Heinrich Schliemann, se tomó en
serio las indicaciones geográficas de los poemas homéricos sobre
la existencia de dicha ciudad en Asia Menor. Entre 1871 y 1890
se dedicó a excavar en los lugares indicados en los escritos, sobre
la colina de Hissarlik, y allí junto a los ríos Escamandro y Simo-
enta encontró los restos reales de la hasta entonces mítica ciu­
dad. Los estudios que se realizaron mostraron que los primeros
asentamientos tuvieron lugar en el 3200 a.C., con poblaciones
sucesivas hasta el s. XII; en esos momentos la ciudad y región era
un gran centro militar y comercial con intensas relaciones con
los griegos. Su enemistad con éstos alrededor del año 1200 lle­
varía consigo que el rey Agamenón atacara Troya con una gran
flota y la destruyera. Los arqueólogos han encontrado en los res­
tos de la ciudad huellas de un incendio ocurrido sobre el año
1200 a.C. Los poemas homéricos que sustentan la destrucción
de Troya por los griegos y el incendio real encontrado por los
investigadores corresponden a una fecha parecida. Posterior­
mente, del s. IX al s. VII a.C., Troya y sus alrededores fueron
invadidos por pueblos procedentes de la Tracia, al norte de Gre­
cia. Como señalan repetidas veces los manuscritos irlandeses, los
clanes escitas eran algunas veces originarios de la Tracia griega:

Banva, Foela and Ere are the ñames of Ireland euer since the 8
sonns of Miletus of Spaine carne and conquered the whole
land, whose coming you shall understand soone in the
Insueinge Discourse.But before I speake of them, It is fitt that
I shall put the Reader in Remembrance as some of our Anti-
98 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

quarists affirme, that about this time Paris of Troye ravished


and tooke away Hellen the wife of Menelaus in his one absence,
and by the greate nediation and Intercession of Menelaus the
peeres of Greece followed with a great Army and continued IO
yeares wares with the Troyans.

Banva, Foela y Ere son los nombres de Irlanda desde que los
ocho hijos de Mileto de España vinieron y conquistaron la isla
entera, cuya venida comprenderá al momento en la siguiente
explicación.Pero antes de que hable de ellos, es bueno que
recuerde al lector lo que algunos de nuestros anticuarios afir­
man, que por aquel entonces Paris de Troya violó y se llevó con
él a Helena la esposa de Menelao durante su ausencia, y por las
muchas mediaciones e influencias de Menelao, los nobles de
Grecia marcharon con un gran ejército y durante IO años man­
tuvieron la guerra con los troyanos.

The Annals of Clonmacnoise: 18.

Es también el momento en el que se origina una corriente


migratoria que desde Centroeuropa o sus proximidades, en lo
que es actualmente Austria, Hungría, Albania y las repúblicas de
la antigua Yugoslavia, se dirige hacia el Mar Negro y el Egeo. Por
otro lado, pueblos asiáticos irrumpen en el Mar Negro, empu­
jando a los pueblos allí asentados hacia la península de Anatolia
y, por ello, los habitantes de este último lugar son desplazados
por la fuerza y tienen que hacerse a la mar y buscar en otros
lugares del Mediterráneo un nuevo asentamiento. Tal es el caso
de los filisteos, danaunas y tirsenos. Los filisteos aparecerán en el
Leabhar Gabhála luchando contra los Tuatha Dé Danann. Otro de
los «pueblos del mar» será el de los Danauna. Aunque pueda
ser solamente una coincidencia, el primitivo pueblo de los Teu-
tens (gentes) junto con los Cimri migrarían en fechas indeter­
minadas desde el sur del mar Báltico en dirección a Asia Menor
y, como veremos más adelante, terminarán guerreando (¿contra los
escitas del Leabhar Gabhála?) en el norte de Hispania en el s. II a.C.
Teutens y Danaunas nos recuerdan, por el nombre y por sus
migraciones, a los Tuatha Dé Danann, que, según el manuscrito
VIII. LA PRIMERA MIGRACIÓN DESDE ESCITIA A EGIPTO 99

irlandés también bajaron desde el norte de Europa hasta Grecia


y Asia Menor y allí ayudaron a los atenienses a luchar contra los
filisteos. Como podemos ver, son coincidencias sorprendentes e
importantes, cuando vemos que el manuscrito irlandés centra la
migración de los escitas del clan de Nel a Egipto, también en la
época de las migraciones de los «pueblos del mar», en la época de
la existencia de Moisés en Egipto, que, como todos los investiga­
dores consideran, fue alrededor del año 1200. Gracias a los
estudios de Schulten y otros especialistas sabemos que los tirse-
nos aparecen por primera vez sobre el 1200 a.C. en un asenta­
miento después de abandonar las tierras de Asia Menor; el nuevo
lugar será Egipto:

Respecto a la fundación de la colonia tirsena de Tartessos, nos


encontramos que los tirsenos aparecen por primera vez hacia el
1200 a. de J. C. en Egipto con el nombre de Turushcha. La
emigración de los tirsenos fue originada probablemente a causa
de que las tribus europeas de frigios, misios.tracios y griegos
fueron desalojadas de Europa y emigraron al Asia Menor.

Schulten: 40-

También los tirsenos se asentarían en el norte de Italia, fun­


dando el primitivo reino de los etruscos, Etruria, y también
aproximadamente en el año 1200 a.C. crearon en el sur de la
Península Ibérica el famoso reino de Tartessos. Los tirsenos
(tursenos) eran los habitantes de la ciudad lidia de Tursa, país de
la península de Anatolia en las orillas del mar Egeo. Durante el
s. VII a.C. los lidios lograron la hegemonía de Anatolia y son
conocidos sus enfrentamientos con el pueblo escita del Mar
Negro, los cimerios, logrando en dicha época, reinando Alyattes
(619-560), derrotarlos y extender su poder e influencia hasta
Ionia que pasaría a formar parte de su territorio. Los lidios acu­
ñaron por primera vez monedas de oro y plata y crearon asenta­
mientos comerciales en las costas del Mediterráneo. Llegaron en
sus expediciones comerciales hasta la isla de Madeira en el Atlán­
IOO 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

tico. Su lengua indoeuropea es pariente de la hitita. Su influen­


cia fue grande sobre Mileto y otros asentamientos griegos. Su
poder terminaría al ser derrotados por los persas en la época de
Ciro (546-540). Tenemos más de 7° textos tirsenos escritos,
algunos del s. VI, elaborados con un alfabeto primitivo presumi­
blemente de Ionia. El Leabhar Gabhála explica de una forma muy
parecida cómo los escitas del manuscrito, después de abandonar
sus asentamientos en territorios griegos o próximos al Mar
Negro, se embarcan rumbo a Egipto; allí se establecerán alrede­
dor del año 1200. Tanto el clan de Nel como el clan de Golamh
(Mil) tendrán que abandonar Escitia debido a los enfrenta­
mientos armados con sus gentes. Nel y Moisés se conocen y Nel
ayudará a Moisés a escapar de Egipto; posteriormente se dirigi­
rán a la Península Ibérica donde fundarán un reino (¿Brigan­
tia?). Como podemos ver, los acontecimientos históricos reales
encajan, en los acontecimientos míticos (¿en parte históricos?)
del Leabhar Gabhála, como piezas de un rompecabezas.
La emigración de los troyanos capitaneados por Eneas perte­
necerá también a esta época, según nos dice Nennius:

2. CAPITULA
De regno Enee, Ascanii, Silvii, Bruti et Posthumi, et quod
Bruto Britanniam venerit tempore Sacerdotis Heli.

Del reino de Eneas, Ascanio, Silvio, Bruto y Postumo, y este


Bruto vino a Britania en tiempos del sacerdote Heli.

Monumento, Nennius: 127» IV-

El sacerdote Heli que menciona Nennius también aparece


junto con Agamenón, Menelao y Aquiles, en la Cronografía de la
época de Constantino, fechada en el 353. por lo que debemos de
pensar en el tiempo en que Troya fue atacada por los griegos
capitaneados por Agamenón, rey de Micenas, en cuya expedi­
ción iba Menelao, esposo burlado de Helena, y Aquiles, gue­
rrero supremo de los griegos.
VIII. LA PRIMERA MIGRACIÓN DESDE ESCITIA A EGIPTO IOI

262. In diebus autem Heli sacerdotis solis exterminatio facta est


ab Acheis, in quibus memorantur Agamomnus et Menelaus et
Achileus et quanti alii Danei, de quo historiam posuit Omirus
litterator et scriba.

262. En efecto, en aquellos días del sacerdote del sol Heli fue la
exterminación perpetrada por los aqueos, de los que se
recuerda Agamenón, Menelao y Aquiles y otros cuantos de los
troyanos que el escriba y literato Homero puso en su historia.

Monumento, I, Chr. Alex.: 120.

Volviendo a este año 1200 como fecha de referencia, perte­


nece a la época en la que los hebreos guiados por Moisés logran
escapar del yugo egipcio y se asientan en Canaán, territorio fron­
terizo con el fenicio, acontecimiento que aparece en el manus­
crito Leabhar Gabhála: los escitas se asientan en Egipto durante
algunos años y su líder Golamh se casará con Escota, la hija del
Faraón. El libro irlandés relata la relación amistosa y la ayuda de
Golamh a Moisés y a los hebreos; por esta razón podemos pensar
que Nel y su clan pudieron existir alrededor del año 1200 a.C.
Como vemos, están determinados en el tiempo. Los primitivos
documentos judíos ofrecen datos sobre una relación escito-judía.
El Rabino Simón habla de un pueblo, los canaítas, que habitaban
cerca de Mar Rojo y que fueron los que ayudaron a los judíos:

and because these Canaan ships gave Israel of their provisions,


God woulf not destroy their ships, but with an east wind carried
them down the Red Sea.

Y como estos barcos canaitas le dieron a Israel provisiones, Dios


no destruyó sus barcos, y con un viento del este les llevó por el
Mar Rojo.
Lib. Zoar, p. 87; cit. en Cusack: 68.

Hay que tener en cuenta que los escitas aparecen menciona-


dos en dos épocas diferentes durante su estancia en Egipto
102 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

primera sería la de Nel, que se casaría con la hija del faraón,


Escota, y la segunda la de Golamh (Mil), que también se casaría
con una hija del faraón que también se llamaría Escota. Se con­
sidera la posibilidad de que la esposa del líder del clan escita
pasara a tomar el nombre del pueblo al que representaba, de
ahí que el nombre de los Scits (¿Scots?) fuera el de las dos
esposas del caudillo escita. Entre ambas existe un periodo que el
manuscrito no puede concretar, pero sí puede mostrar los
diferentes clanes entre la primera y la segunda esposa. Los des­
cendientes de Nel y Escota, capitaneados por Eber Scot, vuel­
ven a Escitia, donde éste llegará a ser rey. Las distintas guerras
civiles entre los escitas acarrearán que una parte de los escitas se
vuelva a embarcar y lleguen a una isla del Mar Caspio, donde
estuvieron un año (¿una época indeterminada?) y después, en
la isla de Coronis, otro año, para terminar asentándose en el
territorio de Gaethlaighe durante trescientos años. Posterior­
mente, liderados por Brath, navegaron por el Mediterráneo
pasando Creta y Sicilia para llegar finalmente a España, donde
fundarían el reino de Brigantia. Aquí Brath tendría un hijo
que sería el rey Breoghan, quien a su vez tendría un hijo, Bile,
que luego sería el padre de Mil. Este Mil sería el que llevara de
nuevo a los milesios a Egipto y también se casaría con la hija del
faraón existente en aquel momento, quien tomaría el nombre
del clan (Scit) pasándose a llamar Escota.
Nennius, aproximadamente en el año 800, también registra
la llegada de los escitas a Egipto:

Erat quídam vir nobilis expulsus a regno Scythia in exilio apud


Aegyptios, tum cuanduu filii Israel venerunt per mare rubrum
et pharao cum exercitu suo demersus est.

Eran nobles varones expulsados del reino de Escitia y exiliados a


Egipto; en aquella época fue cuando los hijos de Israel vinieron
por mar y el faraón con su ejército fue sumergido.

Nennii: I, 156, 19-23.


VIII. LA PRIMERA MIGRACIÓN DESDE ESCITIA A EGIPTO 103

Podemos ver como también el escriba de Los Anales de Clonmac-


noise, en otro apartado, menciona el libro de Philip O Sullivan,
dedicado al rey de España Felipe IV, Historia Catholicae Hiberniae
Compendiun, t. I., 1. III, c. I, en el que narra la llegada de los esci­
tas en el año 1342 a.C., fecha que en este caso concordaría con
la de Moisés y Aarón en Egipto (s. XIII ); podemos pensar que
sería también la del escita Nel en Egipto, que, como sabemos,
el Leabhar Gabhdla cuenta que Nel ayudo a Moisés y a su hermano
Aarón a escapar de Egipto y esa sería la razón por la que poste­
riormente su clan tuvo que abandonar dicho territorio. En el
siguiente pasaje de Los Anales de Clonmacnoise, posiblemente el
escriba no conociera estas dos distintas incursiones de los esci­
tas en suelo Egipcio y posteriormente en Hispania; entre las dos
bien pudieron existir más de 300 años de diferencia, e incluso
el escriba pudo confundir la llegada de los escitas a Egipto e
Hispania con la llegada de los escitas a Irlanda:

(...) and soe leaueing Gallo well settled in Spaine 40 of the


chiefest of them in 3OO ships made towards Ireland, Galloes 8
sons being of the number, and the greatest in authority and
Reputacon: but being come towards the shore about the 17^' oí
May 2934 and the year before the birth of our sauiour Jesús
Chist the sonn of God 1029, as Collogh O’More setteth forth
who was a uery worthy Gendeman and a Great searcher of anti-
quities, but Philip O’Sullivan in his printed book Dedicated to
Phillip the 41*1, Ring of Spaine, sayeth that they carne in the
yeare before the birth of our Saviour 1342.

(...) y de esta manera, dejando a Gallo (Golamh) bien asen­


tado en España, cuarenta de sus jefes en 300 barcos se dirigie­
ron a Irlanda, 8 hijos de Gallo era el número, y los más
importantes en autoridad y reputación-, pero al llegar a la playa
alrededor del 17 de mayo de 2934 (año del mundo) y el año
antes del nacimiento de Cristo Hijo de Dios 1029. como
Collogh O More estableció que fue caballero muy rico y gran
buscador de antigüedades, pero Philip O’Sullivan en su libro
impreso dedicado a Felipe IV, rey de España, dice que vinieron
en el año antes del nacimiento de nuestro Salvador de 1342-
The Annals of Clonmacnoise: 25-
104 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

Los estudios realizados sobre la estancia de Moisés y su her­


mano Aarón en Egipto lo sitúan en aquel territorio en el s. XII o
XIII a.C. También G. Keating en su Historia considera la llegada
de los milesios a Irlanda en el s. XIII (vol. II, 77). Podemos ver
también cómo los estudios históricos realizados sobre Moisés en
Egipto llegan a la conclusión, no sin ciertas dudas, de que en
aquella época debió de reinar en Egipto el faraón Ramsés. Un
faraón Ramsés aparece mencionado en el Leabhar Gabhála en la
época en la que los hijos de Nel y Escota estuvieron en Egipto
(1988, XI, 133).
Estos años indicados, desde 1342 a 1029, o mejor dicho, del
siglo XIV al s. XI a.C. concuerdan con todas las invasiones, emigra­
ciones y asentamientos comerciales de tirsenos, griegos y fenicios en
la Península Ibérica, y también las incursiones de las terribles «gen­
tes del mar» que desde la península de Anatolia siembran el terror
en Egipto y otros territorios de Oriente Medio. Será en el año
IIOO a.C. cuando Cádiz sea fundada por los fenicios. Sabemos
que en esa fecha ya existía la ciudad estado de Tartessos.
IX. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO
A HISPANIA E IRLANDA: CLAN DE MIL

i. S egunda migración ( dos versiones diferentes ):

PRIMERA VERSIÓN: MlL Y SU CLAN EN EGIPTO DURANTE

EL REINADO DE DAVID, REY DE ISRAEL (s. XI A.C)

Los manuscritos irlandeses ofrecen dos versiones de la estancia de


Mil (Golamh) en Egipto y de su posterior llegada a Iberia que
varían en sus fechas de forma notable. Esto demuestra una vez más
que los datos que poseían los escribas de los años históricos eran
exagerados y erróneos, pero no así parte de la información de los
acontecimientos históricos.
La ciudad-estado de Mileto del asentamiento griego de Ionia,
en la desembocadura del río Meandro en el Egeo, fundó nume­
rosas colonias —entre ellas Naukratis en Egipto, como uno de
sus asentamientos en el Mediterráneo— y además estableció más
de 60 colonias en el Mar Negro, entre ellas Abydos y Sinope.
Naukratis fue fundada por los milesios en el s. VII a.C.; su nom­
bre en griego quiere decir «El emporio de las naves^ y se
encontraba asentada en la desembocadura del río Nilo. Por su
situación estratégica para los milesios y otros pueblos griegos, la
06 2» PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

relación comercial y cultural con Grecia fue de una gran impor­


tancia, y estas relaciones entre el mar Negro y Egipto podemos
considerarlas históricamente reales; Miletus queda en el Egeo a
medio camino de estos asentamientos. Es lógico pensar que los
relatos primitivos de cimerios, asirios, persas y otros pueblos en
contacto o próximos a la orilla sur del Mar Negro fueron
ampliamente conocidos por estos pueblos comerciantes de Ionia
y que más tarde serían llevados a las colonias creadas en otros
muchos lugares de Italia, Francia y España, como fue el primi­
tivo reino de Tartessos, en el sur de Iberia, en la actual Andalucía
y sur de Portugal.
Primera versión histórica: Durante la época de los Fir Bolgy
los Tuatha Dé Danann, el manuscrito irlandés indica el mo­
mento en el que estos dos clanes existen, al relacionarlos con los
reyes que considera el manuscrito como históricos en aquel
momento en Asiría: Pannias, Sosarmus y Mitreus:

Dureinge the time of ffirvolge, which was 37 yeares, there Raig-


ned in Assiria 3 moinarchs to witt Pannias 7 yeares Sosarmus
nineteen yeares and Mitreus II yeares.

Durante la época de los Fir Bolg que fue de 37 años, reinaron


en Asiria 3 monarcas: Pannias 7 años, Sosarmus diecinueve
años y Mitreus II años.
The Annals of Clonmacnoise: 16.

Los Anales de Clonmacnoise indican un año de la edad del mundo


(¿una época?), después de que Mil abandonara el reino en His-
pania, para visitar a sus antepasados en el primitivo reino de
Escitia, y posteriormente dirigirse a Egipto. Dirán que fue en el
año duodécimo del reinado de David en Israel yjudea:

In the year after the flood 1245 being about the 12^ years of
Raigned of David King of Israel and Judea, Gallo the son of
Billus king of Scythia after surnamed Miletus of Spaine for his
manye and great exployets, ..., passed out of Scythia with a
number of his friends, kinsmen and followers into Egypt.
IX. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO A HISPANIA E IRLANDA 107

En el año 1245 después del diluvio, siendo alrededor del duo­


décimo año del reinado de David rey de Israel y Judea, Gallo
(Golamh) el hijo de Billus rey de Escitia después llamado
Mileto de España por sus muchos logros... partió de Escitia con
un número de sus amigos, parientes y seguidores a Egipto.

The Annals of Clonmacnoise: 22.

Según los datos que ofrece este manuscrito al relacionar la


existencia de David, rey de Israel (1012-962 a.C. fecha real),
con la existencia de Mil y su viaje a Egipto desde Escitia, sitúa la
existencia de este último en el año 2000 a.C. También un poco
más adelante Los Anales de Clonmacnoise, en la página 25. explican
como después de consultar la documentación de Collogh
O’More, al que considera un gran investigador, este último
sostiene que la llegada de los hijos de Mil a Irlanda fue en el año
1029 a.C., fecha que podemos afirmar que casa con la fecha en
la que reinó David en Israel.
Son muchos los datos que aparecen en estos Anales de Clonmac­
noise y algunos con fechas contradictorias, como vamos a ver a
continuación, aunque los relatos ofrecen siempre el mismo con­
tenido. Durante la estancia de Mil en Egipto el faraón Symedes,
su suegro, arrasaría Jerusalén después de la muerte de Salomón
(s. x); no obstante, diez años antes de estos acontecimientos, Mil
abandonaría Egipto con su esposa, la hija de Symedes:

After the death of king Solomon and also after de departure of


Gallo out of Egypt he entred with the same into the citty of
Jerusalem, Ransacked the cittye spoiles the Jews, and carried
away all their Treasure and Jewells with him into Egipt.

Después de la muerte de Salomón y también después de la mar­


cha de Gallo (Mil) de Egipto, entró con los mismos (su ejér­
cito) en la ciudad de Jerusalén, saqueó la ciudad destrozó a los
judíos y se llevó con él todos sus tesoros y joyas a Egipto.
Los Anales de Clonmacnoise: 22.
108 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

2. Llegada de Mil y Escota a Tartessos 126 años

DESPUÉS DE SU ÚLTIMO REY GÁRGORIS (GERÓN, S. XI A.C.)

Durante cierto tiempo Mil y su clan se encontraron navegando


por diversos lugares para llegar finalmente al sur del actual Por­
tugal, territorio que históricamente pertenecía al primitivo
reino de Tartessos. Llegaron 126 años después de la existencia de
su último rey, Gárgoris. Aquí puede existir un claro error histó­
rico por parte de los escribas de diferentes manuscritos en refe­
rencia a la fecha que ofrecen. Tenemos dos reyes históricos que
gobernaron Tartessos por última vez: uno sería Gerón (¿Gárgo­
ris en los Anales de Clonmacnoise?), quien poco despúes del año
IIOO sería derrotado por los fenicios y su reino pasaría a ser una
colonia de Tiro. Siglos más tarde, en el 535 a.C., los fenicios a
su vez serían derrotados por los griegos en la batalla de Alalia y,
gracias a ello, Tartessos volvió a recobrar su libertad y esplendor.
Tartessos sería finalmente destruida por los cartagineses entre el
502 y 509 y no volvió a existir como reino o estado. Su último
rey fue Argantonio.
Gerón sería, en los Anales de Clonmacnoise, el rey Gerión que
también aparece citado por los clásicos como rey de Tartessos y
que, según la historia, sería el último en reinar antes de la
derrota ante los fenicios. Concuerda con el manuscrito en que
su existencia bien pudo ser alrededor del s. X, fecha también
posible para la llegada de Mil a dicho reino:

for the space of 2 years he was wind-druen into Portugall 126


years after that king seased to rule that kingdom; Gárgoris,
surnamed Meliola for his skill in making of Hony being the
last of them.

durante dos años fue llevado por el viento hasta Portugal, 126
años después de que aquel rey cesara de gobernar aquel reino;
Gárgoris, apodado Meliola por su habilidad en hacer miel,
siendo el último de ellos.

The Annals of Clonmacnoise: 22.


IX. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO A HISPANIA E IRLANDA 109

3. S egunda versión : llegada de M il y su clan a E gipto

DURANTE EL REINADO DE ALEJANDRO MAGNO (S. IV A.C.),

REINANDO EN EGIPTO EL FARAÓN NECTONEBO II

El Leabhar Gabhála presenta unas fechas y unos datos diferentes:


Escota sería hija del faraón Nectonebus (y no de Symenides), en la
época que reinaba Alejando Magno. Estos últimos datos se ajustan
también a una realidad histórica. Sabemos que un faraón Necto-
nebo existió en Egipto en el s. IV, siglo en el que también Alejan­
dro Magno vivió (murió en el año 323) y conquistó Egipto termi­
nando con la dinastía de los faraones. Un faraón histórico,
Nectonebo I, reinó en Egipto entre el 380 y el 362 a.C. Dicho
faraón tuvo que enfrentarse a una invasión persa compuesta en su
mayoría por mercenarios griegos. Nectonebo II (360-343 a.C.)
sería el último rey de la 30 dinastía de Egipto; su mayor enemigo
fue el rey persa Artajerjes III, quien logró derrotar a los ejércitos
egipcios apoderándose del país y obligando a Nectonebo II y a sus
fieles a huir a otros países. Podríamos pensar que Mil, Escota y su
clan huyeron de Egipto en aquellos momentos.

4. L a colonia milesia de N aukratis en E gipto

( desde el s . VII A.C.).

Debemos de recordar en este apartado que la presencia de pueblos


de la península de Anatolia en Egipto está atestiguada histórica­
mente. Como hemos señalado anteriormente algunos «pueblos
del mar», de las costas de Anatolia y el mar Egeo, llegaron a
Egipto a partir del s. XII, pero fueron expulsados del territorio por
los ejércitos del faraón. Fue la época de Nel y su clan, y también
dicho clan fue expulsado de Egipto por el faraón. Sabemos de la
llegada de mercenarios de Ionia y Carios a partir del s. VII a.C. a
Egipto contratados por el rey Psamtik; en este caso no serían
expulsados del territorio, puesto que servían en los ejércitos del
no 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

Faraón. De la misma manera, Mil y su clan se nos presentan como


amigos del faraón e incluso Mil comanda sus ejércitos. Milesio
fundó la colonia de Naukratis en Egipto; por ello sabemos, desde
el punto de vista histórico, que los milesios se asentaron en
Egipto. Es obvio que tuvieron una buena relación con Egipto y
más sabiendo que Egipto se nutrió de mercenarios de Anatolia.
Naukratis, como ya hemos citado antes, fue una colonia
comercial establecida por Milesio en el s. VII en la desemboca­
dura del río Nilo, época que también concuerda con la estancia
de Mil y su clan en Egipto. Las relaciones comerciales y culturales
de Naukratis con otros pueblos del Mediterráneo debió de ser
grande y serviría de puente para otras expediciones. Según Heró-
doto, Psamtik I fue gobernador y posteriormente rey de Egipto
entre los años 664 y 6lO a.C. Se rodeó de un ejército de merce­
narios griegos y logró derrotar a los asirios de Babilonia, que eran
la principal amenaza para el reino, expulsándolos del territorio.
Uno de sus aliados fue el rey de los lidios, Gyges, por lo que no es
de extrañar que parte de los guerreros de su ejército tuvieran su
origen en los territorios del interior de Anatolia, que los griegos
consideraban escitas. Sabemos que Lidia, en la zona del interior
de Anatolia, conquistó Ionia, de mediados del s. VII a mediados
deis . VI, y el reinado de Alyattes fue el de máximo esplendor, por
lo que milesios y escitas, en estos momentos históricos, se agrupa­
ron bajo un mismo rey, Psamtik II, perteneciente a la 26 dinastía
de Egipto, que reinos entre el 595 y el 589. También formaría
uno de sus ejércitos exclusivamente con mercenarios griegos,
fenicios y hebreos para sus luchas contra el reino de Cush (Etio­
pía). Como podemos ver el Leabhar Gabhála, una vez más, nos
ofrece datos que podemos contrastar históricamente y este
Golamh (Mil) bien pudo ser uno de estos caudillos milesios de
Naukratis e incluso él y su clan pudieron servir como mercena­
rios en los ejércitos de los reyes egipcios.
IX. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO A HISPANIA E IRLANDA III

5. L legada de M il y E scota a T artessos 125 años

DESPUÉS DE SU ÚLTIMO REY

Pero las sorpresas y el juego de fechas no han terminado. Los


Anales de Clonmacnoise indican que en su viaje de vuelta a España
desde Egipto, después de diversos itinerarios, Mil llegaría a Por­
tugal con su esposa Escota. Allí Gárgoris, rey conocedor de la
apicultura, según el escriba, sería el último de sus reyes; añade
que la llegada de Mil aconteció 126 años después del reinado de
Gárgoris. De nuevo los Anales de Clonmacnoise aportan un dato en
parte cierto y en parte erróneo. Gárgoris aparece en diversos
textos clásicos como rey de Tartessos, conocedor de la apicultura,
pero no será el último rey de Tartessos. Su último rey sería
Argantonio en el s. VI. a.C. Aquí, como vemos, tenemos una
clara confusión de datos y fechas, pero ambos manuscritos al
final coinciden en parte en la época y en los acontecimientos
históricos que narran.
El clan de Mil llego al reino del último rey de Tartessos (Gár­
goris en los Anales) 125 años después de su muerte; eso quiere
decir que llegaron en el s. IV a.C, época que sí coincide con la
existencia de Nectonebo en Egipto. Nennius, siglos antes, ofrece
una versión de los hechos que no difiere de lo anterior:

Viri Scythici cum familia sua per Affrican ambulaverunt usque


ad aras Philistinorum ad lacus Salmarum et inter Rusicadam et
montem Iasdaire et trans flumen Malvam et per viam mariti-
mam ad columnas Herculis trans Gaditanum fretum usque ad
Hispanian et ibi habitaverunt deinde, doñee filii militis Hispa-
niae cum triginta ciulis et cum triginta coniugibus in unaqua-
que ciula ad Hiberniam venerunt, mille et dúos annos pos-
tquam mersus est Pharao. Nennius Interpretatus

Los hombres de Escitia con sus familias deambularon por


Africa sin interrupción hasta los lugares de los filisteos, hasta el
lago Salmarum y entre Rusicada y el monte Iasdaire y más allá
del río Malva y por vía marítima hasta las columnas de Hércules
más allá del brazo de mar de Cádiz hasta Hispania y allí mismo
112 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

habitaron después de esto, hasta el momento en el que los hijos


del soldado de España con treinta ciudadanos (ciuilis) y con
treinta cónyuges junto con él a Hibernia vinieron, mil dos años
después de sumergirse el faraón.
Monumento: 157, 5-17

Ateniéndonos a lo que relatan los historiadores, Argantonio


sería un rey histórico y el último rey de Tartessos antes de que
este estado fuera destruido por los cartagineses en el s. VI. Si el
final de Tartessos, y también el de Argantonio, ocurrió alrede­
dor de esa fecha y según el manuscrito Mil llegó a Tartessos 125
años después de su último rey, tenemos la fecha histórica de que
Mil pudo estar en Hispania alrededor del año 35° a.C., época
en la que también Alejandro el Magno existió (murió en el 323)
y cuya existencia indica el Leabhar Gabhála. Podemos decir por lo
tanto, no sin cierta cautela, que los datos históricos concuerdan
con los datos de las invasiones de los clanes escitas de Nel y de
Mil, aunque existe cierta confusión por parte de los escribas en
las fechas, pero no en los hechos donde los nombres de Nel y
Mil puedan ser elaborados debido al sincretismo de los escribas.

6. Estancia de los greco-escitas en Hispania

HASTA EL S. II A.C., SEGÚN NENNIUS

Nennius nos dice que los descendientes de los escitas después de


abandonar Africa se dirigieron al sur de Iberia, e incluso nos
ofrece varias fechas para estos acontecimientos. Después de estar
en Egipto y Mauritania se asentaron en España, donde vivieron
durante muchos años, y después de 1002 años se fueron a
Irlanda. Nennius menciona la salida de los escitas de Anatolia en
la época de la destrucción de Troya, por lo que el viaje a Irlanda
desde Hispania sería posterior al s. XII:

... et transierunt per Maritaniam ad columnas Herculis Tyrre-


num mare et pervenerunt ad Hispaniam usque et ibi habitave-
IX. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO A HISPANIA E IRLANDA 113

runt per multos annos et creverunt et multiplicati sunt nimis et


gens illorum multiplicata est nimis, et postea venerunt ad
Hiberniam post mille dúos annos, postquam mersi sunt Aegyp-
tii in rubrum mare, et ad regiones Darieta, in tempore, quo
regnabat Brutus apud Romanos.

.. .y pasaron desde Mauritania las columnas de Hércules por el


mar Tirreno y llegaron a Hispania y allí habitaron durante
muchos años y crecieron y se multiplicaron, y después vinieron
a Hibernia después de mil dos años, habían estado en Egipto, y
en las regiones de Darieta en la época que reinaba Brutus sobre
los romanos.

Monumento, Nennius: III, I57_I58.

7. Los ORÍGENES DE TARTESSOS EN ORIENTE MEDIO.


C oncordancia de las fechas históricas reales con

LAS MIGRACIONES DE LOS ÚLTIMOS CLANES GRECO-ESCITAS

Otra gran sorpresa es el origen de la gente de Tartessos. Según


ciertos especialistas, está emparentada con los griego-escitas del
Asia Menor. Su existencia real ha sido comprobada por historia­
dores y arqueólogos y sus orígenes en los pueblos de Oriente
Medio, sobre todo en uno de ellos, los tirsenos (pueblo de Lydia
en la zona asiática del Asia Menor citada por los griegos), se con­
sidera posible pese a los orígenes fenicios de Tartessos, pueblo
muy próximo geográficamente a los tirsenos. Gerón sería uno de
los posibles reyes tirsenos; fue derrotado por los fenicios alre­
dedor del año IIOO, lo que indica el asentamiento de los tirse­
nos en aquel lugar en épocas anteriores (s. XII o XIII a.C). Esto
también concuerda con nuestra teoría, con todas las precaucio­
nes y dudas debidas ante los pocos datos que poseemos:
¿Debe pues considerarse a Gerón una figura histórica, como
el rey en cuyo reinado, a consecuencia de una batalla naval des­
graciada, cayó Tartessos bajo la dominación de Tiro? El hecho
de que la figura de Gerón se halle adornada de mitos, no habla
ii4 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

en contra de su historicidad, porque toda la historia más antigua


se halla saturada de leyendas; sin embargo, muchos de estos
mitos tienen un fondo histórico... Aquella guerra entre Gades y
Tartessos tuvo lugar, según Justino, poco tiempo después de la
fundación de Gades, a la que se llama Nova Urbs, después del IIOO
a.C. (Schulten: Tartessos, 77).
El Leabhar Gabhála y los Anales de Clonmacnoise se ponen de acuerdo
para afirmar que la llegada de Mil a España sería en un momento
en el que el estado se encontraba destruido y sus gentes dispersas.
También como hemos señalado, Tartessos estaba en ruinas y sus
gentes dispersas buscaban la salvación en otros lugares:

... al poco tiempo de marchar Golamh en su búsqueda de


Escitia, su abuelo Breoghan había muerto y el odio de sus ene­
migos, a quienes tenían sometidos en España persiguió a los
Gaoidhil y los dispersó obligándoles a buscar refugio en los
países vecinos.
Leabhar Gabhála: XII, 158.

Después de cierto tiempo de la estancia del clan de Mil en el


sur de España, una vez bien multiplicado en número, se dirigen
hacia el norte. Se asientan en el Cantábrico con los pueblos que
habitaban el lugar y edifican la ciudad y la torre de Brigantia en
conmemoración del abuelo de Mil llamado Breoghan. Conoce­
mos asentamientos primitivos celtas en el suroeste de la Península
Ibérica, entre España y Portugal, con la construcción, como es el
caso, de la región de Cáceres, que prueba una primitiva existen­
cia de brigantes en el sur, en lo que fue el antiguo reino de Tar­
tessos. Esto nos indica dos cosas: Primero, que el sur, una vez
destruido el reino de Tartessos (s. VI), no era un lugar seguro;
segundo, que estos pueblos, con topónimos en brig-, que vamos
a llamar brigantes, y otros pueblos del sur emigraron hacia el
norte lejos del poderío cartaginés y romano. Posteriormente se
asentaron en el norte en territorios en los que pudieron ser una
minoría que, rápidamente y gracias a su cultura o estrategias gue­
X. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO A HISPANIA E IRLANDA 115

rreras, controlaron los territorios y fundaron un nuevo reino en


torno a la ciudad de Brigantia, en la actual Galicia:

In process of time being well multiplied in numbers, he


Remoued some of his company into Biscaie, then called Colte-
beria, where they did Edifie Brigantia and aded thereto a great
Tower that was named of the builder Breons Tower, for so
Galloes grandfather was called Breowen.

Con el tiempo aumentaron grandemente en número. Enton­


ces movió parte de su clan hasta Vizcaya (el Cantábrico) enton­
ces llamado Celtiberia, donde edificaron Brigantia y añadieron
una gran torre que se llamó Torre de Breogahn porque el
abuelo de Galloes (Mil) se llamó Breoghan.

The Annals of Clonmacnoise: 23'

Estos habitantes del norte de Hispania, celtas, milesios y pue­


blos pre-indoeuropeos, se tuvieron que enfrentar a un peligro
mucho mayor. Los cartaginés asentados en el litoral mediterrá­
neo del sureste de la península, en Cartago, con sus luchas contra
Roma y contra los celtas e iberos, poco a poco habían hecho
retroceder a los pueblos hispanos hacia el occidente peninsular.
Cuando el poder cartaginés fue aniquilado por los romanos vino
lo peor. Los romanos pusieron todo su empeño en apoderarse de
Hispania y la Galia. En el s. I I a.C. con la triunfal campaña de
Iunius Brutus contra los habitantes de la cornisa cantábrica y la
guerra de exterminio llevada a cabo por Augusto contra los pue­
blos cántabros, dejaba a Hispania bajo el total control de los
romanos. Frente a la muerte o la esclavitud, a los nativos les que­
daba un tercer camino: el mar, embarcarse en sus débiles barcos
de cuero y buscar un lugar seguro. Este lugar sería una vez más las
Islas Británicas, que durante más de dos mil años los hispanos
habían frecuentado en sus emigraciones y relaciones comerciales.

Se bordeaba desde Tartessos la costa occidental de España, que los


indígenas llamaban Oestrymnis, y los focences Ophiusa. Después
se cruzaba por el iugum Aryum (cabo Ortegal), y se seguía la costa
Il6 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

Norte de España hasta el interior del norte de Vizcaya, hasta el


iugum Veneris (cabo Higuer). Después navegando a lo largo de la costa
occidental de la Galia, se llegaba a Oestrymnis, a la Bretaña, el país
de los Oestrymnios. Avieno: 113.

Estudiando las fechas que nos ofrecen los manuscritos irlan­


deses sobre las primeras emigraciones greco-escitas hasta Hispa-
nia e Irlanda, podemos ver que se centran alrededor del 1200
a.C. Los estudios históricos nos muestran una serie de movi­
mientos migratorios en Europa que van de este a oeste —desde
Grecia y Asia Menor hasta Irlanda y las Islas Británicas— que coin­
ciden sorprendentemente con los movimientos migratorios y las
fechas de las emigraciones «escitas» de los manuscritos irlande­
ses. Wagner, en su estudio histórico de los pueblos primitivos que
habitaron Europa, llega a las mismas conclusiones concernientes
a las emigraciones que aparecen en el Leabhar Gabhdla:

Those scholars, who accept the existence of Yllyrians or semy-


Yllyrians not only on the Iberian Península but also on the Bri-
tish Isles, generally assume that they represent the first wave of
Indo-European infiltration in Western Europe coinciding
chronologically with the so-called Dorian migration in Greece
and the Aegean migration in the eastern Mediterranean world,
notably in Asia Minor, a migration which in the centuries after
1200 B.C. affected the whole history of the ancient world. It
seems to me possible, however, that the migrations of Celts to
Gallia and Hispania belong to the same historical movement.

Aquellos especialistas, que aceptan la existencia de los ilirios o


semi-ilirios no solamente en la Península Ibérica sino también
en las Islas Británicas, generalmente asumen que representan la
primera oleada de la infiltración indoeuropea en Europa Occi­
dental, coincidiendo cronológicamente con la así llamada
migración doria en Grecia y la migración egea en el mundo del
este Mediterráneo, notablemente en Asia Menor, una migra­
ción que en los siglos después del 1200 a.C. afectó la historia
completa del mundo antiguo. Me parece posible, de cualquier
modo, que la emigración de celtas a la Galia y España pertenece
al mismo movimiento histórico.
Wagner: 39O
IX. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO A HISPANIA E IRLANDA 117
8. Asentamiento del primer reino celta conocido
EN LOS TERRITORIOS DE TARTESSOS Y DEL SUDOESTE

DE IBERIA: FORMAS EN BRIGA-

En el sur de Hispania, lugar en el que se fundó Tartessos, ate­


niéndonos a lo que nos dicen diversos especialistas, arqueólogos
e historiadores, existió el primer reino celta conocido de la his­
toria. Los estudios de la arqueóloga Judice Gamito, recogidos y
ampliados por otros especialistas, nos muestran como en aque­
lla zona hispano-lusa en el. s. VII a.C., época en la que Tartessos
era un gran emporio comercial, existieron grandes asentamien­
tos fortificados en los que sus habitantes poseían ya una elabo­
rada forma de escritura usada con profusión, con una élite que
gobernaba y poseía una elaborada cultura, como se ha compro­
bado en los restos de los asentamientos y las sepulturas estudia­
das. Podemos ver cómo en dichos asentamientos priman dos
influencias culturales: existen objetos de marcada influencia
oriental y otros relacionados con la cultura hallstattica de Cen-
troeuropa; fuertes contactos con el mundo griego y gentes de
Asia Menor; contacto entre el Mediterráneo y el Atlántico. Por
último, podemos señalar el carácter celta de pueblos en los valles
y en todas las fundaciones de Sierra Morena occidental en la
actual Andalucía. (Pérez Vilatela: 160).
También podemos ver como en dicha zona existieron asenta­
mientos con el nombre briga- característico de los pueblos cel­
tas fundadores de Brigantia en Galicia y en otros lugares del
Cantábrico. Tal es el caso de Nertobriga en el interior, próxima
al río Guadiana, así como también un asentamiento en las orillas
del río Guadalquivir llamado Celti, no lejos de la ciudad de
Sevilla, según los datos que nos da Plinio en su Naturalis historia (3,
13-14; 2) y en otras fuentes estudiadas por Pérez Vilatela (171) en
su delimitación de la Céltica Hispana en el sudoeste de la penín­
sula Ibérica. Podemos ver como los asentamientos en briga- los
Il8 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

encontraremos también de forma ascendente desde Tartessos,


pasado el Tajo en la costa portuguesa como son Trutobriga,
Burobrittium y más al interior Mirobriga, para terminar conec­
tando con otros muchos asentamientos en briga- existentes en
las zonas noroeste y norte de España principalmente en las
actuales provincias de Zamora, León, La Coruña y Asturias, de
los que hablamos en otro apartado de este libro.

9. Las pruebas arqueológicas entre Tartessos e Irlanda.


El dios de la guerra Netos (Niethos) de Tartessos

Y EL DIOS DE LA GUERRA NETOS IRLANDÉS.


Hallazgos arqueológicos del dios Netos en Tartessos.

La influencia de Miletos y de Naukratis


EN LA INSCRIPCIÓN JÓNICA DEL NETOS TARTÉSICO

Después de todo nuestro estudio, podemos hacer ya la siguiente


pregunta: ¿Podemos considerar que Hispania, el reino de Bri-
gantia y el suroeste de Tartessos forman el eslabón perdido de la
cadena de acontecimientos que el Leabhar Gabhála ofrece como
históricos y que normalmente se consideran pura fantasía?
Para poder responder afirmativamente tenemos documentos
escritos sobre el tema, muchos en latín y griego, pero hasta el
momento no poseíamos ninguna evidencia arqueológica, y
manuscritos sin pruebas arqueológicas se pueden prestar a
diversas interpretaciones. Afortunadamente, en el año 2002 se
encontró una prueba arqueológica que puede aclarar la situa­
ción. Me refiero a la inscripción sobre un vaso hallado en el sur
de España en la primitiva zona de Tartessos, en la actual Huelva
(publicado en la revista Paleohispánica II, 2002, Zaragoza).
En 1985, J. Fernández Jurado y R. Olmos (1985) dieron a
conocer una inscripción griega arcaica hallada sobre un vaso en
la desembocadura del río Guadalquivir en Huelva en 1983. Esta
inscripción fue ubicada por los especialistas en el periodo Tarté-
IX. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO A HISPANIA E IRLANDA 119

sico final II (entre el 590 y el 570//560 a.C.). Niethoi, en dativo,


resultaría ser el primer teónimo tartésico conocido; es el dios de
la guerra, comparado al Marte del mundo clásico. Se considera
que pudo existir en el lugar un pequeño santuario siguiendo el
modelo del asentamiento portuario de la colonia griega de Nau-
kratis en el delta del río Nilo en Egipto. La inscripción sobre el
vaso también muestra una posible identificación con Miletos:

está realizada en el exterior de una pieza milesia que conside­


ramos tuvo uso como tapadera, tal como es frecuente en la
propia Mileto.
Almagro: Paleohispánica II, 2002.

De los ocho signos de la inscripción, los dos primeros son


difíciles de interpretar, pero los 6 restantes se pueden leer, de
izquierda a derecha sin ninguna dificultad. También los espe­
cialistas consideran que quien trazó los signos, sin lugar a
dudas, era un escriba conocedor del jonio y muestra una clara
relación con las inscripciones de las colonias griegas de Nau-
kratis y Miletos. Por todo ello podemos considerar el nombre
del dios Niethos el primer teónimo tartésico documentado. Pero
Almagro también ofrece un paso más en este interesante descu­
brimiento. El dios Niethos sería también el dios Niethos de los
posteriores celtas irlandeses.

La hipotética relación de Niethos con una posible divinidad cél­


tica como Neton debe también analizarse en el marco del discu­
tido celtismo de Tartessos. A este respecto, el primer dato a
tener en cuenta es el del nombre del famoso semimítico rey de
Tartessos, Arganthonios ... y su etimología relacionada con *arg-
ant-, «blanco, brillante, plata» (Albertos: 1966, 33) parecen
confirmar que se trata de un nombre indígena de origen cél­
tico, tal como indicaría la pervivencia del nombre Argant(onius)
hasta época romana (id., 1979, 138; HAE 1965, 3’ n° 1804;
Abascal: 2000, 285). Por ello, no parece casualidad la aparente
relación semántica que ofrecería el nombre de Arganthonios con
Niethos-Neton... En este sentido, la posible relación de Niethos con
120 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

una posible divinidad céltica como Netos no sólo no plantea


problema alguno, sino que abundaría en dicha línea.
Almagro: Paleohispánica II, 2002.

El dios de la guerra irlandés Néit, o Net, está atestiguado en los


manuscritos irlandeses. Su nombre se asimila al del rey Núada
«Mano de Plata», dios guerrero de los Tuatha Dé Danann; su
esposa sería Nemain, diosa de la guerra, también asimilada a la
diosa Morrigan, que aparece sobre el campo de batalla transfor­
mada en cuervo. Núada perdió una mano en la primera batalla de
Maigh Tuiredh, que le sería reemplazada por una de plata. Pero
eso le impediría seguir siendo rey, por no tener el cuerpo com­
pleto ; en su lugar Lug tomaría el mando de los Tuatha contra los
fomores. En los textos Néit y Nuada serían ambos muertos en la
segunda batalla de Magh Tuired. El Néit irlandés y el Niethos tar­
tésico, venerados ambos como dioses de la guerra, parece encajar
con bastante claridad en nuestro rompecabezas.
No cabe duda que este grafito aporta luz a la discusión gene­
ral sobre una muy temprana presencia de celtas en el suroeste de
la Península Ibérica, pues confirma su presencia desde tiempos
muy antiguos. Dada la dificultad para hacerlos proceder de
Centroeuropa en fechas cuanto menos de inicios del I milenio
a.C., parece más lógico relacionarlos con los elementos del
substrato «proto-celta» del Bronce Final del Occidente penin­
sular (Almagro-Gorbea, 1992), cuya extensión abarcaría hasta la
actual provincia de Cádiz y cuyos orígenes en el Bronce Atlántico
ayudarían a explicar la posible relación entre el Niethos-Neton
documentado entre los Celtas de Hispania y el mundo irlandés,
cuya lengua conservó el sentido semántico del teónimo.
Por todo lo anterior, el dios tartésico Niethos ofrece una visión
histórica muy antigua de la presencia de celtas en el sur de Hispa­
nia en una época tan primitiva como es la primera mitad del siglo
VI a.C. Para los especialistas de este tema, la idea de la existencia
IX. LA SEGUNDA MIGRACIÓN DESDE EGIPTO A HISPANIA E IRLANDA 121

de celtas en la zona de la primitiva Tartessos fue muy anterior a la


de los celtici del suroeste (Berrocal 1992: 7o s-)> y también clara­
mente anterior al Hallstatt en Centroeuropa (Parzinger: 1988,
123 s.), y por lo tanto previa al inicio de La Téne (s. IV a.C.).
X. LA MIGRACIÓN DE LOS TUATHA DÉ DANANN

1. E l posible origen histórico de los T uatha

D é D anann en el norte de E uropa .

Su RELACIÓN CON ClMBRIS Y TEUTONES

Otro tema apasionante que aparece en estas invasiones es el ori­


gen de los Tuatha Dé Danann y su posibilidad histórica. Según
los manuscritos irlandeses, tenían un origen común con los Fir
Bolg. Durante su dominio de Irlanda, Asiria tuvo 7 reyes:
Mitreus, Tulanes, Tarileus, Thineus, Dercilus, Euphalus y Loas-
thenes (Clonmacnoise: 16), reyes que históricamente se pueden
considerar bastante dudosos, no así la existencia real de Asiria y
su esplendor en aquella época conocida como se puede ver por
los escribas de estos manuscritos.
Otro prestigioso manuscrito que aporta unas fechas poco
creíbles sobre la llegada de los milesios (¿brigantes?) a Irlanda
y su enfrentamiento con los Tuatha es los Anales de los Cuatro Maes­
tros. Según éstos, sucede en el octavo año del reinado de
Crimhthan Niadhnair en Irlanda. Y dicho manuscrito sostiene
que la flota de los hijos de Mil llegó a Irlanda para enfrentarse a
los Tuatha Dé Danann, en el año del mundo 3500- Pero ya
hemos indicado anteriormente que consideramos que esta
X. LA MIGRACIÓN DE LOS TUATHA DÉ DANANN 123
fecha se refiere a una época histórica y no a años propiamente
dichos. Sin embargo, como podemos ver los hechos históricos
que nos ofrecen los distintos manuscritos, pese a las fechas
diferentes, son los mismos:

Aois domhain, trí míle cúicc cío. Tasgur (i. Cobhlac) mac
Mílíth do techt i nErind a bfoirchmd na bliadhna so día gabhail
ar Tuathaibh Dé Danann.

Edad del mundo, tres mil quinientos. Vino a Irlanda Tasgur


(Cobhlac) hijo de Mil en este año para luchar con los Tuatha
Dé Danann.

El Leabhar Gabhdla proporciona más información de los Tuatha,


aunque bastante confusa; han seguido un camino opuesto a los
escitas en sus emigraciones desde el norte de Europa, ya que se
han dirigido desde el norte a Grecia de oeste a este. Pese a su
supuesta relación con los Fir Bolg, sus orígenes hacen pensar en el
Báltico y sus tierras limítrofes. Un dato histórico importante es el
enfrentamiento entre atenienses y espartanos.
Asentados en Grecia y de origen escita, los Tuatha Dé
Danann emprenden un nuevo viaje. En esta ocasión, el manus­
crito no señala el camino recorrido. Sin embargo sí nos dice que
son descendientes de Neimhedh y han realizado anteriormente
el recorrido opuesto a las migraciones clásicas de los indoeuro­
peos. Han viajado de occidente a oriente, desde Irlanda a Gre­
cia, lo mismo que anteriormente hicieran los Fir Bolg. Tenemos
un paralelismo histórico en una serie de migraciones celtas, que,
partiendo de la Galia y del norte de Italia, se propagaron por la
cuenca del Danubio para terminar alguna de ellas en Asia
Menor, como es el caso de los gálatas, pueblo celta afincado en
esta región en el s. III a.C. Ateniéndonos a los estudios de H.
Hubert, los gálatas fueron capitaneados por dos caudillos:
Leonnoriosy Loutarios. Eran guerreros que, después de atrave­
sar el continente europeo con continuos enfrentamientos con
124 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

otros pueblos, llegan al Asia Menor y se asientan en lugares


como Troya, Efeso y Mileto. San Jerónimo cita el caso de las vír­
genes milesiae, que prefieren suicidarse a ser violadas por estos gue­
rreros (Hubert: 1988, 297)- Participan en las guerras internas
de los estados griegos ofreciendo su espada a ambos ambos. Por
último, sabemos que fueron vencidos por Atalo, rey de Pérgamo
en el año 241 a.C. De esta gran victoria ha llegado una obra
maestra que los vencedores mandaron hacer: El galo moribundo.
También Atalo I mando erigir un monumento en la Acrópo­
lis de Atenas con motivo de la derrota de los gálatas en Mysia. Las
tierras en las que por fin se establecieron fueron las más pobres y
despobladas del Asia Menor (el Halys en la meseta frigia). Hubert
señala que su asentamiento en este lugar se ha comparado con el
que tendrían en la meseta castellana, así como también su sistema
jerárquico en tetrarquías, igual al de los celtas irlandeses: cada
subtribu era un cuarto de tetrarquía que tenía a su cabeza un rey
asistido por un consejo de nobles, y poseía un juez.
La antigüedad de este clan también la ofrecen los manuscritos
irlandeses cuando narran la existencia histórica de otros reinos en
la misma época. Los Tuatha Dé Danann, según el CathMagh Tuiredh
(Batalla de Magh Tuiredh), se preparaban en los confines del mundo
para conquistar Irlanda en el mismo momento que los griegos se
preparan para atacar Troya tras el rapto de Helena:

La época en la que los troyanos se preparaban para un gran ase­


dio, debido al rapto de Helena por Paris, que trajo como con­
secuencia que los griegos prepararan una formidable y temible
escuadra de barcos para rescatarla, también en los confines del
mundo el pueblo de los Tuatha Dé Danann preparaban una
formidable y temible escuadra para invadir y someter a los habi­
tantes de Irlanda, los Fir Bolg.
Cath Magh Tuiredh.

Otra posible fuente de información sobre la fecha de la lle­


gada de este clan a Irlanda la proporciona también el manuscrito
X. LA MIGRACIÓN DE LOS TUATHA DÉ DANANN 125

los Anales de los Cuatro Maestros (Annala Rioghachta Eireann); en él aparece


un breve relato de estos enfrentamientos entre los Tuatha y los
Fir Bolg. Según dicho manuscrito, sería en el año 3303
Edad del Mundo en el que la primera batalla de Magh Tuireadh
tuvo lugar y en la que el rey de los Fir Bolg, Eochaidh, murió a
manos de los Tuatha Dé Danann:

Aois domain, tri mile ced atrí. An dechmadh bliadhain do


righe Eachdhach mic Ere, diidhinach a fhlaithiusa, uair tanga -
tar Tuatha De Danonn do gabhail Ereann for Firoibh Bolee...

Edad del Mundo, tres mil trescientos tres. El décimo año del
reinado de Eachdhach hijo de Ere, y el final del reinado, por­
que fue la ocasión de los Tuatha Dé Danann de conquistar
Irlanda a los Fir Bolg.
Annala Rioghachta Eireann: 3303-

[AOIS= edad; DOMAIN= del mundo; AN DECHMADH= el décimo; BLIADHAIN= año; DO= del;

RIGHE= reino, reinado; DIIDHINACH (diDINe)- final; FHLAITHIUSA (flaihiues)= reino; ÚAIR-

porque; TANGATAR (¿TAN-GATAR?)= ocasión-necesidad; GABHAIL= tomar, conquistar; Ere-

ANN= Irlanda].

2. La gente de la diosa Danann irlandesa

Y LA,GENTE de LA DIOSA DANAON GRIEGA

Como hemos señalado en otros apartados, estas fechas primi­


tivas que nos ofrecen los manuscritos irlandeses a todas luces se
encuentran notablemente exageradas. Pese a todo, podemos
ver un paralelismo en la emigración de los Tuatha y de los Fir
Bolg a tierras griegas con la emigración de los gálatas.
La alianza de los Tuatha Dé Danann mitológicos con los
atenienses en sus guerras contra los filisteos muestra una
lógica histórica. Estos filisteos bien pudieron ser uno de los
«pueblos del mar», que desde el Egeo intentaron conquistar
Egipto, que fueron rechazados pero que pudieron estable­
cerse más tarde en Palestina. Serían los filisteos que aparecen
en la Biblia y que habitaron Palestina. Las guerras del Pelopo-
126 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

neso, entre Esparta y Atenas, comienzan en el 432 a.C. En el


año 412 Miletus se alió con Esparta para luchar contra Ate­
nas. Miletus era un territorio de Asia para los griegos y por lo
tanto sus habitantes, en parte, debían de ser considerados
escitas. Como hemos señalado anteriormente, entre los
«pueblos del mar» de la península de Anatolia o islas del
Egeo, que a partir del 1200 invaden el Mediterráneo, existían
los Danauna y su nombre nos recuerda una vez más a los Tua­
tha Dé Danann (la gente de la diosa Dana).
Quizás relacionado con ello se encuentra el origen del nom­
bre de los Tuatha. Se cree que los Tuatha Dé Danann que inva­
dieron Irlanda, por su nombre, fueron «la gente de la diosa
Danu (o Danann)». Danann, en la mitología celta, era la diosa
de la tierra, reconocida como deidad en toda la Europa céltica,
y considerada una posible diosa de la fertilidad y la sabiduría.
Danann (también Danu o Dana) era la madre tierra. Sabemos
que los Tuatha Dé Danann habían vivido en los territorios grie­
gos durante largo tiempo e incluso fueron aliados de los ate­
nienses en sus luchas contra los filisteos. Su procedencia apunta
a los territorios griegos pese a un posible origen anterior. En la
mitología griega, las Danae o Danaides fueron 50 hijas que el rey
Danus de Libia tuvo con diferentes madres. Un día el oráculo le
informó a Danus de una visión en la cual Aegyptus, tío de las
jóvenes, quería casarlas cuando fueran mayores de edad con sus
50 hijos para matarlas después y apoderarse del reino. Danus
para evitar la profecía, en este caso lo mismo que Noé, cons­
truyó un arca y embarcó a sus hijas con destino a la isla de
Rodas y desde allí a la tierra de sus primitivos familiares Argos.
Alguno de los textos más significativos sobre los orígenes his­
tóricos de los irlandeses, como puede ser la Historia Britionum de
Nennius, están escritos en latín y la palabra latina para griegos
es Danaus (G. pl. Danaum), como podemos ver a continuación:
X. LA MIGRACIÓN DE LOS TUATHA DÉ DANANN 127

Latín

S. Pl.
N. Danaus N. Danai
G. Danai G. Danaum
Ac. Danaum Ac. Dañaos
D.,Abl. Danao D.,Abl. Danais

Griego

S. Pl.
N. Dañaos N. Danaoi
G. Danae G. Danaon

Danu y Danann pudo ser una interpretación en gaélico de la


palabra latina: n. s. Danaus (griego), g. pl. Danaum (de los grie­
gos), que tiene su origen en el griego Danaos/Danaon. La pre­
posición latina «de» significa «de» en español, por lo que
podríamos tener la traducción de Tuatha de Danaum/ Tuatha de
Danaon como «la gente de los griegos». Sabiendo además que
en latín dios es «dias» (g. s. diei) podríamos también traducirlo
de una forma libre como Tuatha diei Danaum: «la gente de la
diosa griega».

3. Los T uatha griego - escitas y los T uata

del C antábrico . E nfrentamiento de B rigantes

y T eutones en el norte de H ispania

La lucha final de los Tuatha Dé Danann contra los Escotos a la


llegada de estos últimos a Irlanda también podemos relacio­
narla con la historia. Sabemos que en el s. II a.C., los teutones,
junto con los Cimbris, compañeros de viaje desde las tierras
próximas al mar Báltico, en un viaje de oeste a este, llegaron o
128 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

estuvieron próximos a las orillas del mar Negro, donde fueron


rechazados por los cimerios u otros pueblos de la zona. Al ser
derrotados, optaron por dirigirse hacia la Galia e Hispania para
enfrentarse a un nuevo peligro, las legiones romanas.
En el año 105, los teutones lograron varias victorias aplastan­
tes sobre los romanos y de esta manera pudieron seguir su reco­
rrido. Pero serían los habitantes del norte de Hispania, astures,
galaicos, cántabros... los que en aquellas fechas lograrían derro­
tarlos logrando alejar a tan peligroso adversario. Podemos ver
cómo el nombre de teutones se parece al nombre «teuta»
(gente) que existía en algunos pueblos hispanos del Cantábrico.
La existencia de los teutones también la atestigua Apiano; ate­
niéndonos a sus explicaciones («De historia galica» XIII, en His­
toria de Roma), se convirtieron en una gran amenaza para los roma­
nos, pero afortunadamente para ellos, después de derrotar al
cónsul Papirus Carbo, no invadieron Italia y se dirigieron a la
Galia. De esta manera, según aparece en otro relato mitológico
del Leabhar Gabhála, referente a la lucha de los hijos de Mil de
España y los Tuatha Dé Danann (la gente de la diosa Dana),
podemos considerar su realidad histórica si lo comparamos con el
enfrentamiento entre los celtas del norte de España (brigantes) y
los teutones, aunque dicho enfrentamiento no aconteció en
Irlanda. Poco después, los cimbris y los teutones serían aniquila­
dos por los ejércitos romanos. Marius Gaius, cónsul de Roma, se
enfrentaría victoriosamente a los nuevos invasores. Los teutones
fueron derrotados en el año 102 en el territorio francés de Aix-
en-Provence. Los cimbris corrieron la misma suerte un año más
tarde cuando ya se encontraban en el valle italiano del Po. De esta
forma, Marius terminaba con la amenaza de teutones y cimbris.
Si el escriba primitivo conocía estos acontecimientos, sería
fácil para él asociar Tuatha con tuata y teutón, aunque no tene­
mos datos para corroborarlo. Hoy en día siguen existiendo
dudas sobre si estos teutones y cimbris eran germanos o celtas,
X. LA MIGRACIÓN DE LOS TUATHA DÉ DANANN 129
aunque la palabra teutón actualmente sirva para identificar a los
germanos. También los hechos históricos son diferentes a los
que nos ofrecen los manuscritos irlandeses en los que los habi­
tantes del reino de Mil de España se embarcan desde su pode­
roso reino de Brigantia con rumbo a Irlanda para conquistarla.
La realidad pudo ser muy diferente; pudo ser que los brigantes o
milesios huyeran despavoridos ante el terror y las matanzas per­
petradas por las legiones romanas. Se considera que cimbris,
cimerios y Cymrys (galeses) pudieron ser el mismo pueblo.

4. El ENFRENTAMIENTO ENTRE TuATHAS Y FILISTEOS:


SU POSIBLE ORIGEN HISTÓRICO

Los misteriosos filisteos (filistinos) que luchan contra los griegos


y que aparecen en los manuscritos irlandeses también aparecen
en los documentos históricos. Serían un pueblo del mar Egeo,
quizás originarios de Creta, que se asentarían en lo que es hoy
Palestina alrededor del s. XII a.C. Formarían parte de los llama­
dos pueblos del mar que sembrarían el terror en las costas que
van desde el Bosforo hasta Egipto, donde desembarcarían en el
s. XII a.C. Al ser rechazados por los ejércitos egipcios, se asenta­
rían finalmente en Palestina, donde volverían a entrar en con­
flicto con los habitantes de dicho territorio, los judíos. Sus
incursiones guerreras en la península de Anatolia traerían como
consecuencia su enfrententamiento con las las colonias griegas
asentadas en sus costas. Por ello podemos pensar, no sin cierta
lógica, que el escriba de los Leabhar Gabhdla conocía las luchas
entre griegos y filisteos y que sus aportaciones en este caso, una
vez más, son históricamente creíbles.
XI. EL REINO CELTO-ESCITA DE BRIGANTIA

1. L a conexión del noroeste de I beria con T artessos :

ASENTAMIENTOS EN BRIGA-

En el mundo antiguo, el estaño solamente se conocía en dos


lugares de Europa: Cornualles e Iberia. Sería en el noroeste de
Iberia (Galicia), donde desde muy antiguo se explotaran las minas
de estaño; los tartesios elaboraban el bronce mezclando cobre y
estaño y las minas de Galicia debían de ser bien conocidas por
ellos, y además estaban mucho más próximas que las de Cornua­
lles. La llegada de Golamh a la zona sur de Portugal 150 años des­
pués de que Tartessos hubiera desaparecido (Anales de Clonmacnoise)
y su posterior migración a Galicia, puede indicar que los primi­
tivos documentos conocidos y escritos antes de la era cristiana ya
hablaban de esta relación marítima (navegación de cabotaje) entre
el sur de Iberia y el noroeste de la Península. Esta navegación
pudo ser muy intensa debido a que las minas de Galicia no sola­
mente eran ricas en estaño, sino también en otros metales pre­
ciosos como cobre, zinc, plata y oro. Uno de los motivos de la
expedición de Augusto al noroeste de la Península sería el control
XI. EL REINO CELTO-ESCITA DE 6RIGANTIA i3i

y explotación de los ricos yacimientos de la zona; el de oro era


uno de los más importantes, como señala el yacimiento de las
Médulas, en la comarca del Bierzo, a norte de León.
Los topónimos en briga- existentes en el sudoeste de España
y Portugal se complementan con los existentes también en el
noroeste. Esto apunta a una emigración, que pudo ser de norte
a sur o de sur a norte, con la primitiva zona de Tartessos, aunque
la cuestión sigue sin estar clara. No obstante, arqueólogos e his­
toriadores sí empiezan a ponerse de acuerdo en considerar a los
celtas hispanos como el primer reino o asentamiento celta cono­
cido en la historia. Las formas en briga- indicarían primitivos
asentamientos celtas tanto en la zona sur, en la actual Andalucía,
como en el sudoeste lusitano, que conectaban de forma inter­
mitente con los asentamientos en briga- del Cantábrico.

2. BREOGHAN, REY DE LOS HISPANO-ESCITAS: CITADO


EN DISTINTOS MANUSCRITOS COMO FIGURA HISTÓRICA.

B reoghan , abuelo de M il de E spaña

La existencia de Mil y de Breogán como figuras históricas aparece


en la obra de G. Keating Foras Feasa ar Eirinn. Keating proporciona
unas veces datos ciertamente históricos, otras claramente mitoló­
gicos y otros son dudosos. Los datos sobre Breogán, de ser cier­
tos, serían un documento de indiscutible valor; cuenta que Bre­
ogán aparece como rey de los hispanos en un antiguo libro de un
caballero francés llamado Lobhaois y citado por Edward Grims-
ton. No tengo conocimiento de la existencia de este texto en la
actualidad, aunque se sabe que Keating se basó en documentos
hoy desaparecidos, de ahí la importancia de su obra:

La crónica general de España que fue escrita por un caballero


francés llamado Lobhaois, tal y como leemos en la obra de
Edward Grimscon, página 3, dice que el primer rey que obtuvo
la soberanía de toda españa fue una persona llamada Brigus,
132 2* PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

quien construyó muchos castillos, y es el que en el Libro de las


Invasiones es llamado Breoghan, abuelo de Mil de España; y de
él vienen los llamados brigantes.
Keating; libro II, XVIII, Ins. 600-606.

3. B raganza , según K eating , viene del nombre

DE BRATHA, PADRE DE BREOGHAN, FUNDADOR

de B rigantia y la torre de B rigantia

Keating asegura que la ciudad portuguesa de Braganza debe su


nombre al escita Bratha, bijo de Deaghatha, padre de Breoghan
en España. Bratha habría llegado a España en una expedición de
cuatro navios bien pertrechados, con catorce parejas casadas y
seis sirvientes en cada uno. Pese a que muchos de ellos murie­
ron, lograron fundar un reino y aumentar notablemente;

brátha mac Deaghatha dil


táinig do Chreit do Shicil;
lucht cheithre long seolta slán
deiseal Eorpa go heaspán.

Bratha, hijo de Deaghatha,


viene de Creta a Sicilia;
con cuatro barcos bien equipados
a la derecha Europa hacia España.

Keating: II, 38-

El nombre de Breoghan se cita en los Anales de los cuatro maestros


seis años después de la llegada de los milesios a Irlanda, no como
figura histórica, pero sí como nombre de un lugar de Irlanda en
el que Eremon, hijo de Mil, libró una batalla después de llegar a
la isla. Hoy es la Llanura de Breoghan, en el condado de Tipperary:

Aois domhain, tri mile cuicc cid a se. An cuigeadh bliadhain do


righe Erímoin. Fulman agus Manntan do thuitim las an righ i
cath Breogain i bhFemhean.
XI. EL REINO CELTO-ESCITA DE BRIGANTIA 133

Edad del mundo, tres mil quinientos seis. El quinto año del rey
Eremon. Fulman y Manntan cayeron con (ante) el rey en la
batalla de Breogan.

Anales de los Cuatro Maestros: 3506.

4. Un posible origen de los brigantes

en O riente M edio : frigios , brigios y lidios

Los orígenes del nombre del pueblo de los brigantes podemos


buscarlos en los topónimos en briga- existentes en España y
otros lugares de Europa. Como una posibilidad de sus oríge­
nes, aunque dudosa por los pocos datos que poseemos, sería
relacionarlos con los primitivos brigos (brigios). Sabemos que
existió el pueblo de los brigios (frigios) en Oriente Medio. Su
enclave primitivo se encontraba en una zona no muy alejada de
otras en las que se han encontrado topónimos en brig- o briga-
como Bregenz, en la actual Austria, que sería llamada por los
romanos Brigantium (s. I d.C.). Los primitivos frigios eran un
prueblo tracio, asentado entre los Balcanes y el mar Negro por
encima de Grecia; después de abandonar sus territorios se diri­
gieron hacia el sur y se asentaron en Anatolia, donde convivie­
ron con lidios y troyanos. Estrabón dice que los frigios, al cru­
zar a Asia (Anatolia), cambiaron el nombre por el de brigios
(Libro VII, 8-9, Fragmentos 25)- En ellos podríamos encon­
trar uno de estos «pueblos del mar» que emigraron por el
Mediterráneo, asentándose en lugares tan distantes como Ibe­
ria. Pese a todo, no tenemos suficientes datos para considerar
seriamente dicha posibilidad.

5. R elaciones entre los manuscritos irlandeses

y las obras de A lfonso X el S abio

Las obras de Alfonso X señalan que con Magoth vinieron los


cithas; si este clan fueran los enigmáticos «escitas» que aparecen
134 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

en el manuscrito irlandés, encontraríamos con ciertas similitu­


des. El recorrido que ofrece Alfonso X de los hijos de Jafet por
el Mediterráneo hasta su llegada a Galicia muestra cierto pare­
cido con el que nos ofrece el Leabhar Gabhála.

Gomer ouo dos fijos, all’uno dixiero, Asenech e all otro


Togorma. Los dAssenech poblaron primeramientre cab
un rio que llamauan Reno, e llamaron’los por y un grand
tiempo reginos, e depues poblaron Calabria; ... e daquellos
descendieron los que llamaron ligures e emilios. Dell otro
hermano Thogorma uiniéron los frigianos, e pusieron nom­
bre a la tierra Frigia.
Primera Crónica General de España: 3, líneas 22- 34-

Golam navegó posteriormente por el río Rin, pasó la Galia,


Creta, Sicilia, Belgaint, Brigantia,hasta que llegaron al sur de
España, el norte y las tres puntas de España. ... se agruparon
después donde estaban, Fresiona, Longbarda Bachra.
Leabhar Gabhála: 1988, XI, I58yl6o.

El segundo hijo de Jafet, Magog (Magoch), como ya hemos


mencionado y como cuenta la Historia General de Alfonso X el
Sabio, fue el que trajo a los escitas a España, así como el origen
de invasiones posteriores. El Leabhar Gabhála narra unos hechos
parecidos, como podemos ver a continuación; ésto puede indi­
car que ambos textos se basaron en fuentes comunes anteriores:

De Magoch, ell otro hermano uinieron los cithas, e los godos,


e los vuandalos, e los seuos, e los alanos.

De Magog, el otro hermano, vinieron los escitas y los godos y


los vándalos y los suevos y los alanos.

Primera Crónica General de España: 3, líneas 40-43.

... de los descendientes de Aiteachta, hijo de Magog, hijo de


Iaphet... debemos relatar los hechos de los descendientes del
hijo mayor de Magog, llamado Baath, quien recibió la Escitia
Griega como patrimonio de los descendientes de Magog.
Leabhar Gabhála: 1988, XI, 122-
XII. CUÁNDO PUDO OCURRIR LA ÚLTIMA MIGRACIÓN
HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS

1. Huida de los galaicos, astures (brigantes)

Y OTROS PUEBLOS DE HlSPANIA DESPUÉS DE LAS CAMPAÑAS

DE lUNIUS BRUTUS ( s . II A.C.) Y AUGUSTO (s. I A.C.)

Un día, Ith, hijo de Breogán ve desde lo alto de la torre de Bri­


gantia una nube que le parece una isla, y en ese momento concibe
la idea de navegar hasta aquel lugar. La posibilidad de que Irlanda
fuera vista desde el norte de España era una creencia existente en
la época de los romanos; así Orosio sitúa Irlanda próxima al mar
Cantábrico y según nos dice podía ser descubierta a simple vista
desde la dersembocadura del río Escena:

Hibernia, isla situada entre entre Britania e Hispania, se


extiende desde el suroeste al nordeste en una longitud conside­
rable. Sus primeros territorios, alargados hacia el mar cantá­
brico, contemplan a través de un largo espacio desde lejos,
sobre todo desde el promontorio donde desemboca el río
Escena y donde habitan los lúcenos y los velabros, la ciudad
gallega de Brigantia, que se encuentra al suroeste de Hibernia y
que mira hacia éstos en dirección noroeste. Esta isla cercana a
Britania... es cultivada por los pueblos de los escotos.
Orosinas: I, 97.
136 2* PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

2. Asentamiento de los brigantes

en las Islas Británicas

Los brigantes en Gran Bretaña se establecieron en la zona de la


actual York (Ebocarum), en el norte de Inglaterra, y crearon
asentamientos en diversos lugares por debajo del muro Anto-
nino, llegando a ocupar el territorio de un mar a otro de la isla.
Después de diversos enfrentamientos con los romanos, serían
finalmente derrotados y sometidos al Imperio en el año 155
d.C. durante el reinado de Antoninus Pius.
El pueblo de los brigantes se asentó en zonas del que fue pos­
teriormente el reino anglosajón de Northumbria. Los brigantes
británicos e irlandeses pudieron ser los brigantes del Cantábrico
derrotados por las legiones romanas. Los pueblos del norte de
Hispania, celtas y pre-celtas, por lo tanto, habrían navegado
desde España a las Islas Británicas. Posteriormente, una de sus
ramificaciones, el clan descendiente de Breoghan, los brigantes,
habría pasado de Irlanda a Gran Bretaña. Dos escritores primi­
tivos, citados por Keating, consideran que todo esto es cierto.
Uno de ellos sería Thomasius, quien en su Diccionario de latín dice
que los brigantes eran de origen irlandés:

Thomaisus en el Diccionario de Latín, que ha escrito, dice que


los brigantes, es decir,, los descendientes de Breoghan, eran
una tribu irlandesa.
Keating: libro II, XVIII, Ins. 1069-1070.

El otro autor, español, Florianus del Campo hace la misma


afirmación que Thomasius, llegando todavía más lejos al decir
que eran de origen español:

Un autor español llamado Florianus del Campo, coincide con


las fuentes irlandesas; dice que los brigantes eran de origen
español, y que desde España fueron a Irlanda, y desde Irlanda a
Gran Bretaña.
Keating, libro II, XVIII, Ins. 1071-1074
XII. LA ÚLTIMA MIGRACIÓN HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS 137

Nicholson considera que los scotos que se asentaron en el


Ulster y Escocia eran asturianos (astures) que llegaron huyendo
del procónsul romano D. Iunius Brutus en el año 138 a.C. Para
Nicholson, en la obra de Virgilio Pidique Agathirsi y en Pidosque Celó­
nos, aparece el segundo conquistador de Irlanda después de
Casair, Partholon, y se indica que el padre de Partholon fue
(H)istoiret(h), hijo de (H)istorinus, nombres también citados
por Nennius, y que corresponderían a los clanes hispanos Astu-
ric- y Asturin- que huirían en el 138 a.C. ante la invasión de D.
Iunius Brutus:

.. .we see again Nennius s (H)istoret(h) the son of (H)istorinus.


These two ñames are obviously corrupted from Asturic- and
Asturin-, and indicate a colony of Asturians fleeing before d.
Iunius Brutus, the conqueror of Gallaecia, soon after B.C. 138,
or before Augustus, about B. C. 25» Their capital was Asturica
(Astorga).

... volvemos a ver de nuevo a (H)istoret(h) el hijo de (H)istori-


nus. Estos dos nombres obviamente corrupciones de Astiric- y
Asturin-, e indican una colonia de asturianos escapando ante
D. Iunius Brutus, el conquistador de la Galia, poco después del
138 a.C., o ante Augusto, alrededor del 25 a.C. Su capital era
Asturica (Astorga).
Nicholson: 47»

También Nicholson cita un libro, las Crónicas de Filius Urbagen,


escritas aproximadamente en el s. VII (Nicholson: 44) En dichas
crónicas, según él, aparece el origen del nombre de Gran Bretaña
y con él el origen de los primitivos pobladores de la isla que serían
ni más ni menos, una vez más, los primitivos astures (asturianos
para Nicholson). Sabemos que, aparte de los astures, existieron en
el Cantábrico una serie de pueblos, como los brigantes, que tuvie­
ron que luchar contra Roma y acabaron siendo sometidos después
de muchos siglos de guerrear. D. Iunius Brutus lograría derrotar,
aunque no someter en su totalidad, a los pueblos del Cantábrico.
Los romanos habían desembarcado por primera vez con un ejér­
138 2* PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

cito en Hispania en el 218 a.C.; la excusa fue su enfrentamiento


con los cartagineses. Posteriormente, poco a poco y durante más
de un siglo de sangrientos enfrentamientos, los romanos fueron
apoderándose del territorio hispano. La información que ha
llegado hasta nosotros es de que Roma tuvo que mandar un
poderoso ejército para poder controlar a los pueblos celtas del
noroeste. Se calcula que en el año 134 a.C. había en aquella
parte de Hispania alrededor de 70.000 soldados romanos.
Algunos de los apartados de los manuscritos irlandeses tienen
notables semejanzas con la obra de Alfonso X el Sabio, Primera
Crónica General de España, en la que los escribas de este erudito
monarca nos explican cómo fue habitada la Península Ibérica,
con mención especial a Galicia. Ateniéndonos a lo que relatan
los escribas de Alfonso X, sería un hijo de Jafet, Gomer, junto
con su gente los primeros pobladores conocidos de Galicia:

De Gomer, hijo de Japhet, uinieron los que poblaron Galacia,


e fueron por end llamados gallogreci.
Primera Crónica General de España: 3, líneas 38-40.

La palabra gallogreci nos indica un posible origen griego de


Gomer y su gente. Este Gomer, lo mismo que sus hermanos
provenían de tierras asiáticas y sus dominios se extendieron por
gran parte de las tierras griegas y el Mediterráneo así como
tembién por otros lugares europeos. La Primera Crónica de
Alfonso X hace hincapié en que fueron los hijos de Japhet los
que poblaron España:

E cuerno quier que los fijos de Cam e de Japhet ganaron alguna


cosa en Asia por fuerza, nos non queremos fablar de los otros
linages, fueras solamientre de los fijos de Japhet, por que ellos
fueron contentamiento de poblar Espanna, ...Todo lo que es
destos términos, que uos dixiemos, heredaron siete fijos de
Japhet: el primero ouo nombre Gomer, el segundo Magoch, el
tercero Maday, el quarto Yauan, el quinto Thubal, el sexto
Mosochyel seteno Thyras...; e de Yauan, ell otro fijo de Japhet,
XII. LA ÚLTIMA MIGRACIÓN HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS 139

uino Hyelisa, dond uinieron después los griegos, que son llama­
dos eolides; e los cilicianos que poblaron Cilicia. De Gomer,
fijo de Japbet, uinieron los que poblaron Galacia, e fueron por
end llamados gallogreci. De Magoch, ell otro hermano uinie­
ron los cithas, e los godos, e los vuandalos, e los seuos, e los ala­
nos. De Maday, fijo de japhet, uinieron los medos, que pobla­
ron Media. De Yauan, fijo de Japhet, uinieron os hyliones, que
poblaron una partida de Grecia e depues Troya, e por esso
pusieron por nombre Ylion all alcalar o moraua el rey.
Alfonso X: 1977, 2, líneas 38-441 3- líneas 17-48

Otro punto de contacto entre la Península Ibérica y las Islas


Británicas en tiempos primitivos lo tenemos en la controvertida
figura del rey britano Bruto, que aparece en la obra Historia Regum
Britanniae escrita en el s. XII en latín por el galés Geoffrey ofMon-
mouth; en dicha obra pseudohistórica mezcla hechos reales con
otros totalmente imaginarios. Geoffrey menciona repetidas veces
que sus conocimientos se deben a un antiguo libro escrito en
celta que le regaló el archidiácono Walter, y que él posterior­
mente había traducido al latín. El enigmático libro celta no ha
llegado hasta nosotros, pero muchos de los datos que aparecen
en la obra de Geoffrey concuerdan con los datos de otros
manuscritos celtas primitivos. La figura del rey Bruto que nos
ofrece Geoffrey, se considera hasta el momento producto de la
imaginación del autor de la obra debido a que no se han encon­
trado otras fuentes que puedan atestiguar su existencia. Pero una
vez más la obra de Alfonso X el Sabio nos ofrece su posible exis­
tencia conectada con estas emigraciones de escitas asentados en
suelo griego, y podemos ver como un Brutus, de origen troyano
y quizá no el lugarteniente de Augusto en las guerras cántabras
contra astures y grigantes, aparece en la Primera Crónica General de
España y en la General Estoria.

Bretanna pobloBrutho, quepue del linage de los de Troya, e por essolpuso assi nombre,
ca enante auie nombre Siluaria e después e camiaron el nombre Ynglaterra.

Alfonso X: 1977, 3, líneas 75-79.


14.O 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

3. La última migración desde Hispania a Irlanda


EN EL S. II A.C., SEGÚN NENNIUS

Pero quizás sea Nennius (a. 800) el que nos ofrezca con más
claridad la presencia escita en Hispania en la época que existía el
Brutus de origen Troyano, en la época que Moisés atravesó el
mar Rojo y los guerreros egipcios murieron ahogados:

... et pervenerunt ad Hispaniam usque et ibi habitaverunt per


multos annos et creverunt et multiplicati sunt nimis et gens
illorum multiplicata est nimis. et postea venerunt ad Hibernian
post mille et dúos, postquam mersi sunt Aegyptii in rubrum
mare, et ad regiones Darieta, in tempore, quo regnabat Brutus
apud Romanos.

... y vinieron a Hispania sin interrupción y aquí habitaron


durante muchos años y crecen y se multiplican en exceso y sus
gentes son multiplicadas muchísimo. Y después vinieron a
Hibernia pasados mil dos (años), después de que los egipcio se
sumergieron en el mar Rojo, y hacia la ragión de Da(l)rieta (Dal
Riada), en el tiempo que gobernaba Brutus entre los romanos.
Monumento, Nennius: III, l^y-8, 13-22.

Emperador significativo con el nombre de Brutus no conoce­


mos en la historia de Roma, aunque sí cónsul, por lo que debe­
mos de pensar en un Brutus romano militar o gobernador o
ambas cosas a la vez «...apud Romanos» («... entre los roma­
nos»). Geoffrey of Monmoutb nos ofrece la emigración de un
Brutus troyano y su clan siguiendo el mismo itinerario migrato­
rio que nos ofrece Nennius. La diferencia clave es que para Nen­
nius Brutus es un militar o gobernador romano, mientras que
para Geoffrey Brutus es un escita venido más o menos directa­
mente de Troya. Nennius, delimita más claramente el origen de
los hispanos, también de origen escita, Troya se encuentra en
territorio escita, llegados a Hispania desde Egipto: «erat quidam
vir nobilis expulsos a regno Scythia in exilio apud Aegyptos»
XII. LA ÚLTIMA MIGRACIÓN HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS 141

(«eran ellos nobles varones expulsados del reino de Escitia exilia­


dos en Egipto», Nenius: III, 156, 19-20). Bruto lo mismo que
Eneas serán de origen troyano. Eneas con un grupo de troyanos
pudieron salvar la vida después de la destrucción de Troya y era­
ron un reino grigeo en Sicilia, posteriormente pasarían a Italia y
allí fundarían Alba Longa. Los orígenes de Bruto en Troya, para
Nennius, son los mismo que nos ofrecen el resto de los manus­
critos celtas:

Brutus filius Hisitionis, Hisition Alanei, Alaneus filius Reac


Silviae, Rea Silvia filia Numae Pampilii, filii Ascani, Asca-
nius filius Aeneae,_

Bruto hijo de Hisition, Hisition de Alano, Alano hijo de


Reac Silviae, Rea Silvia hijo de Numae Pampilii, hijo de
Ascano, Ascano hijo de Aeneae,_
Nennius: 161, 11-14.

4. Relación entre los escritos de S. I s i d o r o y Nennius

Las fuentes de Nennius pudieron venir en parte de los escritos


del obispo visigodo Isidoro en su Chronica maiora, la que nos
indica que el otro Brutus era un cónsul romano: «Hoc tempore
per consulem Brutum Spania a Romanis ostenta est» («En
aquel tiempo ostentaba el consulado romano en España
Brutus», Isidoro: Monumento, vol. II, 451 216-217)- Por ello
debemos de pensar en el Brutus romano que luchó contra los
astures y cántabros en el s. II a.C. Según nos dice también
Nenius «vinieron a Hibernia mil dos años después de que los
egipcios se sumergieron en el mar Rojo» que quiere decir que
fue cuando perseguía el faraón a Moisés sucumbiendo con su
ejército en las aguas de dicho mar. Esto último sería histórica­
mente hablando después del año 1200 a.C., época de la existen­
cia de Moisés. Por ello la llegada de los celto-escitas desde Can­
tabria a Hibernia tendría que ser entre el s. XI y el s. I a.C., siglo
142 2* PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

en el que Iunius Brutus estuvo en Cantabria luchando contra los


pueblos del norte de Hispania. Es lógico pensar que ambos Bru­
tus, el de origen troyano (s. XII a.C.) y el cónsul romano en el
Cantábrico (s. II a.C.), se prestaran a confusión por los escribas
que elaboraron los manuscritos irlandeses basándose en fuentes
más antiguas. Podemos ver como Nennius nos dice que los esci­
tas abandonan Anatolia en la época del hundimiento de Troya,
época en la que existe el clan troyano de Brutus que exiliado
navega por el Mediterráneo. Estos escitas nos continúa diciendo
Nennius que se asientan en Hispania y después de 1002 años es
cuando se embarcan rumbo a Hibernia. Como podemos consi­
derar históricamente que Troya fue destruida alrededor del
1200 a.C. y si los escitas después de esa fecha vivieron en Egipto
durante varias generaciones, los hijos de Nel y Escota nacieron
allí y fueron ellos los que organizaron la siguiente expedición.

5. El nombre de Albion (Bretaña)

debido a Brutus, según Nennius

Si como Nennius dice, varias veces, fueron a Irlanda 1002 años


después de llegar a Hispania, la salida de Brigantia o de cual­
quier otro lugar de Hispania sería quizás en el s. II. a.C., época
de la expedición de Iunius Brutus al Noroeste de Hispania:

pervenerunt ad Hispaniam usque et ibi habitaverunt per multos


annos et creverunt et multiplicati sunt nimis et gens illorum
multiplicata est nimis, et postea venerunt ad Hiberniam post
mille dúos annos, postquam mersi sunt Aegyptii in rubrum
mare, et ad regiones Darieta, in tempore, quo regnabat Brutus
apud Romanos.

... llegaron a Hispania y allí habitaron durante muchos años y


crecieron y se multiplicaron, y vinieron a Hibernia después de
mil dos años, habían estado en Egipto, y en las regiones de
Darieta en la época que reinaba Brutus sobre los romanos.
Monumento, Nennius: III, I57_I58-
XII. LA ÚLTIMA MIGRACIÓN HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS 143

Sorprendentemente Nennius nos dice que debido al cónsul


romano Bruto el nombre de Gran Bretaña sería Albion, estas
palabras nos pueden sumergir en la duda. Qué relación podía
tener Bruto con Albion?

A quodam Bruto primo consule Romano. Albion autem fuit


primum nomen insulae Britanniae.

Por un tal Bruto primer cónsul romano. El primer nombre de


la isla de Bretaña fue Albion.

Monumento, Nennius: III, I47. 13 -I4-.

6. Origen de los albionum en Hispania

Nuestra respuesta, aunque somos conscientes de que puede


haber otras, es que Brutus (s. II a.C.), obligó a marchar a los
pueblos del norte de Hispania a las Islas Británicas, esto obliga­
ría a que las tribus hispanas asentadas en las islas dieran el nom­
bre de sus clanes a los nuevos lugares ocupados. Una de estas tri­
bus hispanas pudo ser la de los albion (albionum en latín) de la
que ya hemos hablado en el capítulo anterior y sería uno de los
pueblos expulsados por Brutus del Cantábrico y que aparece
también en Gran Bretaña. Los albion (albanos) a su vez serían
para Nennius descendientes de los alanos de la estirpe de Jafet,
cosa esta última que escapa de datos históricos fiables.

Britannia Ínsula a brittone (britone CL) filio Isioconis, qui


fuit filius Alani de genere Iaphedi (iaphed L) dista est vel ut
alii dicunt.

Bretaña isla de los britanos hijos de Isicon (hisition), que fue hijo
de Alano de la estirpe de Jafet tal y como lo uno o lo otro se dice.

Monumento, Nennius: I47> 6-12-

Isicon, descendiente de Jafet, aparece también como Hisition


en la Historia Britannum de Nennius sería hijo de Alani, y de el ven­
144 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

drían los «Franci, los latini, los Albani y los Britti» (Nennius:
Monumento III, 160, 7_9)- Alani sería el pueblo de los alanos,
escitas que habitaban la zona del Cáucaso, hoy en día sus descen­
dientes se llaman osetas.

7. Posible existencia histórica de ambos Brutus

La existencia de Iunius Brutus lugarteniente de Augusto esta


suficientemente comprobada históricamente. No sucede lo
mismo con el Brutus mitológico de origen troyano, ahora bien
las últimas ivestigaciones apuntan a su posible existencia histó­
rica. Este último nieto de Ascanio y viznieto del troyano Eneas,
en la obra de Geoffrey seguirá el mismo camino que los escitas del
Leabhar Gabhála, aunque no es mencionado en dicha obra. Saldrán
de las costas de Anatolia, durante algún tiempo permanecerán en
Africa. Llegarán a la isla de Loegetia donde Brutus en el templo
de Diana le pedirá su ayuda para llegar a la tierra deseada. Pasarán
las Columnas de Hércules donde tendrán que hacer frente al
maléfico poder de las sirenas. Pasadas las columas se encontrarán
con un nuevo pueblo, presumiblemente en Hispania aunque no
lo dice, serán la cuarta generación de descendientes de un clan
exiliado de Troya. Su líder es Corineus con el harán amistad y
juntos se embarcarán hasta las costas de Aquitania donde se
enfrentan en violentos combates con los galos hasta que optan
por embarcarse de nuevo en sus naves ante la gran superioridad
de sus enemigos. Guiados por Brutus navegarán hacia la isla,
más allá de donde se pone el sol, lugar que la diosa Diana les
profetizar sería su última morada.
Frente a la creencia generalizada de que el Brutus de la obra
de Geoffrey jamás existió, tenemos ciertos estudios que nos
ofrecen pruebas que indican todo lo contrario. Existe un manus­
crito escrito en celta galés medieval en el que aparece la figura
legendaria de Brutus, el manuscrito ateniéndonos a los estudios
XII. LA ÚLTIMA MIGRACIÓN HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS
145

realizados por diversos investigadores como Flinders Petrie y Bill


Cooper ofrecen una serie de explicaciones que según ellos pue­
den llegar a demostrar la existencia real de este primitivo Brutus
troyano. El manuscrito es el Tysilio Chronicle actualmente en la
Biblioteca Bodleian de Oxford, Jesús Gollege MS LXI. Impor­
tante de mencionar es la revelación que nos hace al final, nos
dice que es una traducción mandada realizar por Walter of
Oxford. Como sabemos Walter of Oxford fue también, según
nos dice Geoffrey of Monmoutb, quien le mandó traducir al
latín un libro muy antiguo escrito en celta britano. Según Petrie
y Gooper la Tysilio Chronicle es como su nombre indica una crónica
traducida del britano primitivo al galés medieval y usando el
mismo material que usó Geoffrey. Esto hecha por tierra todas
las afirmaciones de los críticos que han asegurado que Geof­
frey of Monmouth mentía y que jamás Walter le había hecho
entrega de ningún libro primitivo para su traducción (Coo­
per: 139-142). Ateniéndonos a las explicaciones de Cooper
sería Petrie, arqueólogo de comienzos del s. XX, quien en una
ponencia en 1917 ante los miembros de la Academia Británica
expondría tan sorprendente revelación (Petrie: 1-28). Tam­
bién nos ofrecerá una serie de datos históricos y geográficos que
sorprendentemente aparecen en la obra de Geoffrey y en la Tysi­
lio Crhonicle y que geográficamente parecen ser ciertos. Quizás los
más sorprendentes sean los relacionados con la isla de Leogetia.
Geoffrey en su Historia nos dice que Brutus y sus compañeros
después de varios días de navegación y de haber abandonado
las tierras troyanas llegaron a una isla desabitada llamada Leo­
getia en ella se encontraban las ruinas de un templo dedicado
a Diana y allí Brutus le rogaría que le indicara la tierra que
deberían conquistar. Por la noche mientras dormían Brutus
tuvo un sueño: Diana les prefetizaba que llegarían a una isla,
«... más allá de donde se pone el sol», pasada la Galia donde
crearían una raza de reyes (Geoffrey: 65).
146 2a PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

La isla de Leogetia se ha venido diciendo que es otra inven­


ción de Geoffrey y que jamás existió. Para Cooper la isla de Leo­
getia es la isla de Legetta que aparece en la Tysilio Chronicle y que es
la isla en el Mediterráneo que los escritores griegos conocían
como Leucadia, conocida hoy en día como Levkas. Isla que
estuvo cubierta de bosques hasta el s. XIX y que Geoffrey men­
ciona en su obra. También la Tysilio Chronicle y la Historia de Geof­
frey mencionan el templo de Diana, un templo dedicado al
esposo de Diana, Apollo, que existió en la isla de Levkas y de él
todavía quedan sus ruinas (véase Cooper).

8. E l TERROR ROMANO EN HlSPANIA: NUMANCIA.

Huida generalizada de los hispanos

Un factor significativo en aquellos años y que presumiblemente


desencadenó una apresurada huida hacia territorios de ultramar
fue el terrible holocausto de la ciudad estado de Numancia. Lo
mismo que los britanos y galeses desde el sudoeste de Gran Bre­
taña huyeron a Armórica ante la llegada de los anglo-sajones en
el s. V d.C., los celtas y celtíberos desde el noroeste de Hispania
se embarcaron rumbo a las Islas Británicas único lugar en el que
podían encontrar cierta seguridad, puesto que la misma Galia
era también territorio sometido al mismo destino que sus veci­
nos del sur. La ciudad de Numancia, defendida por un ejército
que se calcula en unos 4000 hombres, sucumbió después de
muchos años de lucha contra los romanos en el año 134 a.C. la
mayor parte de su población se suicidó antes de entregarse y los
pocos que quedaron vivos fueron vendidos como esclavos. Antes
de su trágico final los numantinos pidieron ayuda a otros pue­
blos de su entorno pero los que se atrevieron a ayudarles corrie­
ron el mismo fin. Solamente quedaban dos opciones la capitu­
lación total ante Roma o la huida a otros lugares más seguros, el
lugar más lejano y seguro para ellos era obviamente las Islas Bri­
XII. LA ÚLTIMA MIGRACIÓN HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS 147

tánicas con las que durante miles de años los primitivos habi­
tantes de Hispania habían tenido una fluida relación:

The arrival of the Scots in Dalriata (in Ulster?) was placed by


these same «peritissimi» in the consulship of the first Bru-
tus-whence I infer that really the Escotos of Irish Dalriata
were Lusitanians or Gallaecians (Asturians?-see below), fle-
eing in or soon after B. C. 138 from the cónsul and procón­
sul D. Iunius Brutus.

La llegada de los Escotos a Dalriada (¿en el Ulster?) fue


debida a este «peritissimi» en el consulado del primer Bru-
tus-por lo que deduzco que realmente los Escotos de la Dal­
riada irlandesa eran lusitanos o gallaicos (¿astures?)-ver
abajo), escapando en o poco después del 138 a.C. del cónsul
y procomnsul D. Iunius Brutus.
Nicholson: 45-

Las incursiones romanas en el noroeste de la península Ibé­


rica siguieron incesantemente en los años siguientes. Los
romanos conocedores de los ricos yacimientos de oro existentes
en aquellas regiones deseaban a cualquier precio conquistarlas.
Años más tarde en el territorio de las Médulas en la región del
Bierzo, provincia de León, los romanos tendrían uno de los
mejores yacimientos de oro de Hispania, logrando extraer
grandes cantidades de dicho metal. Pero no sería hasta finales
del s. I a.C. que los territorios célticos del Cantábrico pudieran
ser sometidos en su totalidad. Su artífice sería Octavio Augusto,
su estrategia el exterminio de sus pobladores única forma de
lograr terminar con sus continuas sublevaciones. Esta cruel
matanza dio los resultados cruzados, el norte de Hispania que­
daría finalmente sometido al imperio romano, las lenguas nati­
vas pronto desaparecerían del lugar y los que pudieron despa­
voridos se adentraron en el mar o murieron de hambre en las
montañas. Uno de estos pueblos cántabros asentados en
muchos lugares con una toponimia en briga- podrían haber
148 2* PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

sido los brigantes. El pueblo de los brigantes por los estudios


históricos realizados sabemos que existía en el s. I a.C. asen­
tado en Irlanda y en el norte de lo que es hoy Inglaterra,
extendiéndose por Northumbria y otros lugares próximos,
estando en York su centro de poder. Después de diversos
enfrentamientos con los romanos terminarían siendo someti­
dos en el s. I a.C. En estos brigantes podemos tener los funda­
dores y habitantes de Brigantia en el norte de Hispania que
terminarían huyendo a las Islas británicas.
Entre los años 26 y 25 a-C. Octavio Augusto emperador de
Roma en persona dirigió la guerra contra los astures, brigantes
y otros pueblos hispanos de Galicia y el Cantábrico. Durante
cerca de 200 años los romanos habían luchado contra los pue­
blos celtas del interior de la península Ibérica siendo muchas
veces rechazados después de sangrientos combates. El propósito
de Augusto era someter para siempre a estos pueblos del norte,
para ello llevó a cabo una fría y sangrienta guerra de extermi­
nio. Mandó gran número de legiones al norte de Hispania y
después dió la orden de que en las poblaciones que se encontrara
resistencia todos sus hombres, mujeres y niños fueran pasados a
cuchillo. De esta manera, fríamente pensado con antelación,
Augusto no volvería a tener más insurrecciones en aquellos luga­
res. Los supervivientes aterrados escaparían por el único lugar
posible: el mar, su destino un asentamiento menos peligroso. El
lugar obviamente no podía ser la Galia, sobre la que los roma­
nos también habían puesto sus deseos de conquista; solamente
quedaba una dirección a donde dirigirse: las Islas Británicas.
XII. LA ÚLTIMA MIGRACIÓN HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS 149

9. Similitudes en los relatos referentes a Caracatus

(COROCOTO), CAUDILLO DE LOS CÁNTABROS (¿BRIGANTES?,

S. I A.C.) Y CARATACUS, CAUDILLO DE LOS TRINOVANTES

(atrébatos) de Gran Bretaña (s. i a .C.)

Referente a los brigantes y otros pueblos celtas en Hispania y en


Gran Bretaña tenemos dos ejemplos paralelos que nos mues­
tran la situación creada por la conquista romana. Caracatus era
un caudillo de un pueblo del territorio de los cántabros que se
enfrentó a la invasión de las legiones de Augusto. En el terreno
montaño donde se refugiaba era imposible poder apresarle o
derrotarle; por esta razón Augusto ofreció 200.000 sextercios
a quien lo entregara, vivo o muerto. La sorpresa del Emperador
romano sería enorme cuando Caracatus se presentó ante él
para entregarse y así poder cobrar la recompensa. Augusto le
perdonó la vida sin hacerle daño e incluso le entregó el dinero
de la recompensa.
CARATACUS. Un caso parecido sería el de Caratacus (s. I

a.C.), caudillo del pueblo de los trinovantes. En el año 43 d.C.


los romanos lograron derrotar a los trinovantes, pero Caratacus
siguió combatiendo contra los romanos buscando finalmente
ayuda y refugio en el territorio de los trinovantes, pero su reina
Cartimandua lo entregó a los romanos para granjearse su amis­
tad y poder contenerlos. El emperador Claudius viendo su gran
valentía terminaría perdonándole la vida él y a su familia. Los
trinovantes vivieron en los territorios al norte de la actual ciudad
de Londres, en lo que es actualmente el condado de Essex y esta­
blecieron el centro del reino en Camulodunum (actualmente-
Colchester). El nombre de Caracatus aparecería posteriormente
en las primitivas leyendas de Inglaterra relacionándolo con figu­
ras legendarias como fueron Corineus de quien vendría el nom­
bre de Cornualles e incluso con Brutus, el heróe llegado de
Troya, de quien vendría posteriormente el nombre de Bretaña.
150 2* PARTE. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

10. Los TRINOVANTES, FUNDADORES DE TROIA NOVA,


SEGÚN GEOFFREY

También como hemos señalado en páginas anteriores los terri­


torios del noroeste de Hispania acogieron la llegada de héroes
troyanos en ciertos lugares como Galicia y de su asentamiento en
aquel territorio. Geoffrey nos llega a decir que el nombre de los
trinovantes viene de la ciudad de Troia Nova que mando erigir
en las orillas del Támesis Brutus en recuerdo de los legendarios
orígenes de su clan en Troya. Troia Nova con el tiempo pasaría a
llamarse Trinovantium (i, i. 17), no tenemos pruebas históricas
de que el origen de la ciudad sea el que nos ofrece Geoffrey,
como es costumbre en él junto con acontecimientos fantáticos
ofrece otros históricos como es el enfrentamiento de los trino­
vantes capitaneados por Cassivelaunus contra Cesar que también
aparece en la Historia de Bede (II. 1. 3)-
Podríamos pensar, siempre con las limitaciones que tenemos,
que el Leabhar Gabhdla quizás hubiera estado más acertado si
hubiera hablado de la conquista de Irlanda por los brigantes his­
panos, expulsados de Hispania por Augusto y por otros generales
romanos anteriores, pero entonces el relato no hubiera sido tan
bello, la conquista de Irlanda en parte por los hijos de Mil,
hubiera sido simplemente una huida forzosa de los pueblos del
norte de Hispania ante el enorme poder de las tropas romanas.
Podemos pensar también que la conquista de los hijos de Mil o
mejor dicho de los pueblos galaicos, astures, cántabros y vacceos
entre los que se encontrarían los brigantes, en su última oleada
emigratoria hacia Irlanda buscando su salvación bien pudieron
escapar en estas fechas del s. I a.C. o también en emigraciones de
siglos anteriores o intermitentemente durante siglos. Los relatos
de los primitivos manuscritos irlandeses gracias a textos escritos
en latín y griego algunos de ellos hoy desaparecidos, como nos
indica Keatingy otros historiadores, así como también la tradi-
XII. LA ÚLTIMA MIGRACIÓN HISPANO-ESCITA A LAS ISLAS BRITÁNICAS

ción oral bien pudieron ofrecer unos datos míticos que se


aproximaban a la verdad histórica y por lo tanto los relatos del
Leabhar Gabhála pese a las muchas inexactitudes, datos erróneos,
falsedades y exageraciones que ofrece bien pueden tener en la
esencia de su contenido parte o gran parte de la verdadera his­
toria de las primitivas emigraciones a Irlanda y a Gran Bretaña.
Las palabras de Scbulten se ajustan perfectamente a todo lo
dicho hasta el momento:

No hay que olvidar que la mitología es la forma más antigua


de la geografía e historia griegas, y que los héroes como Hér­
cules, Ulises, Jasón y otros, que penetraron hasta el extremo
Oriente y Occidente, son el reflejo mítico de las navegaciones
focenses y milesias.
Schulten: 163.

Por ello en los acontecimientos míticos de los escitas del mar


Negro, de los milesios asentados en Brigantia, de los Fir Bolg,
de los Tuatha Dé Danann, de Mil y de los hijos de Mil podemos
ver el reflejo mítico de la historia verdadera de la navegaciones
hasta Irlanda.
3a PARTE
LAS RUTAS MIGRATORIAS
DE LOS PUEBLOS DEL LEABHAR GABHÁLA
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO:
SU EXPANSIÓN EUROPEA

1 . Los ESCITAS EN EL LEABHAR G a BHÁLA. MAGOG Y LOS

ORÍGENES DE ESCITIA. MEDOS Y ESCITAS EN LA PENÍNSULA


de Anatolia. Escitas, tartesios e iberos

El mundo escita, ateniéndonos a los primitivos historiadores,


tendría su origen en Magog, hijo de Jafet. Sobre sus orígenes,
San Isidoro en sus Etimologías nos diría lo siguiente:

31. Escitia, lo mismo que Gotia, recibió su nombre —según


dicen— de Magog hijo de Jafet. En pasados tiempos sus territo­
rios eran extensísimos: por el oriente llegaba hasta la India, y
por el norte, a través de las lagunas Meótidas, entre el danubio
y el océano, alcanzaba hasta las fronteras de Germania.

Isidoro: Etimologías, XIV, 3, 31

El Libro de las Invasiones, que indica unas fuentes comunes a las


de San Isidoro, también propone el mismo origen para los esci­
tas, pero lo hace de una forma mucho más extensa llegando a
situarlos en sus constantes migraciones y asentamientos en la
Península Ibérica:
156 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

124- Magog, hijo dejaphet, vivió en la Escitia Griega... Baath,


el primer hijo de Magog tuvo un hijo llamado Fenius Farsiath.
Este Fenius fue uno de lo tres jefes principales que construye­
ron la torre de Nimrod... Nel, hijo de Fenius, nació en la
torre. Se le educó en las diversas lenguas separadas en la torre,
puesto que hasta ese momento sólo había existido la primitiva
lengua: el hebreo (...).
Leabhar Gabhála: XI, 123-124-

Por los estudios que tenemos al respecto sabemos que los


escitas eran un pueblo nómada emparentado con el grupo ira­
niano, llegando a crear, alrededor del s. V a.C. un poderoso
imperio. Su asentamiento en las orillas del Mar Negro, del Cáu-
caso y de la península de Anatolia fue a costa de otros pueblos a
los que derrotaron como fue el caso de los cimerios que habita­
ban el Cáucaso. Los medos lograrían derrotarlos y expulsarlos de
Anatolia, siendo finalmente su imperio destruido alrededor del
s. II a.C. San Isidoro nos da una buena imagen escrita de lo que
debieron de ser los territorios escitas en la antigüedad:

31. Scythia sicut et Gothia a Magog filio Iaphet fertur cognomi-


nata. Cuius térra olim ingens fuit; nam ab oriente India, a sep-
tentrione per paludes Maeotides Ínter Danubium et Oceanum
usque ad Germaniae fines porrigebatur. Postea vero minor
effecta, a dextra orientis parte, qua Oceanus Sericus tenditur,
usque ad mare Caspium, quod est ad occasum; dehinc a meri-
die usque ad Caucasi iugum deudcta est.

31. Escitia, lo mismo que la Gotia, recibió su nombre —según


dicen— de Magog, hijo de Jafet. En pasados tiempos fueron
extensísimos: por el oriente llagaba hasta la India, y por el norte,
a través de las lagunas Meótidas, entre el Danubio y el océano,
alcanzaba hasta las fronteras de Germania. Más tarde experi­
mentó un empequeñecimiento. Se extendía entonces, por el
oriente, desde el océano Sérico hasta el mar Caspio, situado al
occidente; por el sur llegaba hasta la cordillera del Cáucaso.

Isidoro: Etimologías, XIV, 3- 31


XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO 157

2. Los TARTESIOS, PROCEDENTES DE ASIA MENOR


según Philipon, Hubertyotros ESPECIALISTAS

E. Philipon en su obra Lespeuplesprimitifs de L’Europe meridionale sos­


tiene también la teoría de que los tartesios e iberos eran dos
pueblos completamente diferenciados. El prestigioso celtista
Henri Hubert también considera esta teoría y nos dice que los
tartesios habrían venido por mar desde Asia.

Tartesios e iberos han ocupado, los unos una gran parte, los
otros la totalidad de la Galia en momentos diversos, pero toda­
vía recientes. Ambos serían indoeuropeos llegados del Asia, los
primeros por mar y por Africa, los segundos, por tierra y por el
Norte (de Africa). Philipon ha constituido a los iberos, a base
de nombres geográficos y de nombres propios, un vocabulario
distinto del tartesio, en el que ha dado entrada a palabras evi­
dentemente célticas como gurdus, otras que es costumbre supo­
ner ligures, como los nombres del Ródano, del Sena (Secuana),
del Isére (Isara), de Alba y de Albion.

Hubert: 76.

Moneda de plata ibera en el museo de Alicante (España)

Ateniéndonos a Estrabón los griegos se asentaron en Galicia


y otras partes de la Iberia primitiva, creando ciudades e incluso
menciona a Heracles entre los invasores:
158 3* PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Asclepiades de Mirlea, un hombre que fue maestro de letras en


Turdetania y publicó una Descripción de sus pueblos. Este mantiene
que como recuerdos del viaje de Odiseo hay colgados en el san­
tuario de Atenea escudos y tajamares; y que algunos de los que
fueron en la expedición con Teucro vivieron entre los galaicos, y
que existen allá ciudades, una llamada Helenos y otra Anfílocos,
porque Anfíloco habría muerto allí y porque sus compañeros
habrían llegado en sus andanzas hasta el interior. Dice que se
tiene testimonio de que algunos de los que iban con Heracles y
de los que partieron de Mesenia (región del Peloponeso) se esta­
blecieron en Iberia, y que los laconios sometieron una parte de
Cantabria no sólo lo sostiene él, sino también otros.

Estrabón: Geografía, Libro III, 4. 3-

Teucro sería hijo de Telamón y hermano de Ayax, quien des­


pués de la guerra de Troya habría ido a Iberia y fundado un
asentamiento en Galicia. Referente a Helenos y Anfílocos ate­
niéndonos a los estudios de los especialistas sabemos que la pri­
mera ciudad debería su nombre a una tribu, los Heleni, exis­
tente en Galicia de la que nos habla Plinio (Historia Natural IV
112), que daría su nombre a la ciudad. Anfílocos se considera
topónimo celta y no griego (Estrabón: 1992, Libro III, 4. 3)-

3. Hércules en Hispania

La presencia legendaria del héroe fenicio Melkart es bien cono­


cida en Hispania. El griego Hércules y el fenicio Melchant (o
Melkart) tiene puntos en común, pero pudieron referirse a dos
figuras míticas diferentes. El Melkart fenicio ateniéndonos a lo
que nos dice Heródoto como veremos más adelante esta rela­
cionado con Escitia y uno de sus hijos será rey de Escitia. Las
posibles diferencias entre los orígenes griegos de Hércules y del
Melkart fenicio nos las ofrece con gran claridad Mercedes Oria:

La situación de los campos de Gerión, el recorrido entre Eritia


y Grecia, etc., se concretan a medida que los griegos conocen el
Mediterráneo y necesitan justificación mítica para colonias
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO 159

determinadas, lo que lleva a asimilar leyendas locales, aun en


modo forzado.
Oria: 50.

De esta manera los griegos bien pudieron asimilar una


leyenda local existente en Hispania sobre Gerión y el héroe feni­
cio o hispano-fenio Melkart. Para Cusacky otros historiadores
de su época Hércules será el caudillo que venido desde fenicia a
Hispania fundará un reino en la península:

De Bellegarde says: «The first of whom mention is made in


history is Hercules, the Phoenician, by some called Melchant».
I is alleged that he lived in the time of Moses, and that he reti-
red into Spain when the Israelites entered the land of promis...
A Portuguese historian, Emanuel de Faria y Sousa, mentions
the saliling of Galetus from Egypt, with his whole family, and
ñames his two sons, Iberus and Himerus, the first of whom,
says, «some will have to have sailed into Ireland, and given the
ñame Hibernia to it».

De Bellegarde dice: «El primero que es mencionado en histo­


ria es Hércules, el fenicio, llamado por algunos Melchant». Se
considera que vivió en la época de Moisés y que se retiró a
España cuando los israelitas llegaron a la tierra prometida..............................
Un historiador portugués, Emanuel de Faria y Sousa, menciona
el viaje por mar de Gatelus desde Egipto, con toda su familia, y
menciona sus dos hijos, Iberus e Himerus, el primero de ellos,
dice, «alguno habra tenido que navegar hasta Irlanda ponién­
dole el nombre de Hibernia».

Cusack: The Ulustrated History of Ireland from Early Times, JO.

Este Hércules o Melkart fenicio, asociado con el nombre de


Gatelus, que vivió en la época de Moisés nos hace pensar que
puede ser ni más ni menos que Golamh posteriormente lla­
mado como sabemos Mil de España. Melkart al llegar a Hispa­
nia tendría que luchar contra las tribus asentadas en el territo­
rio logrando resonantes victorias llegando a fundar su propio
reino. Uno de sus más poderosos enemigos sería Gerión rey de
i6o 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Tartessos. La existencia de un Gerión conectado con el sur de la


península ha sido considerada históricamente posible por espe­
cialistas como J. M. Blázquez o Caro Baroja entre otros.

Establecido el itinerario del héroe hacia la isla de Gerión y


aceptada la versión de Diodoro, por la que Heracles encabezó
una expedición militar contra los hijos de Crisaor, es fácil atri­
buir a Heracles o a sus compañeros la fundación de lugares y la
paternidad de pueblos. Salustio recoge en el Bellum lugurthinum
(l8, 3-5) la venida de Heracles con un ejército que incluye
medos, persas y armenios. Unos se quedan en Hispania y otros
pasan a Africa.
Oria: 51-

4. Río Hípanis en la Escitia de los borístenes:


SIMILITUD CON HlSPALIS E HlSPANIA

Hispalis e Hispania serían algunos de los nombres con los que se


conocería a la Península Ibérica en la antigüedad Los orígenes
del nombre de España no son seguros para Humboldt (Losprimi­
tivos habitantes de España, 73_74)- La etimología de España no apa­
rece clara pese a existir algunas palabras vascas próximas en su
forma (expaña= borde, lugar, extremidad de una cosa), y tam­
bién las palabras iberas iniciadas en his-, que podrían guardar
relación con su origen. Hispalis según Isidoro podrá ser el
nombre originario por su situación en un lugar pantanoso y por
su construcción sobre estacas, aunque para Humboldt lo mismo
que en el caso vasco es poco probable. Podemos considerar la
posibilidad de que Hispalis o Hispania deriva del nombre de un
río donde se asentaron algunas de las tribus hispanas primitivas.
En este caso no conocemos ningún río en la Península Ibérica
que pueda tener una raíz parecida, pero en Escitia tenemos el
río Hípanis y en épocas primitivas se solía dar su nombre al clan
que habitara las riberas del río por el que convivían, por lo que
podríamos hablar de Hípanias como la primitiva región de los
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO l6l

habitantes de las riberas del río Hípanis de Escitia, pese a que


esta posibilidad la consideramos sin pruebas suficientes:

estos pueblos están asentados a lo largo del curso del río


Hípanis, al oeste del Boristenes. Por otra parte, franqueado el
Boristenes, la primera región que se encuentra a partir del mar
es la Hilea, y más allá habitan, río arriba, los escitas agricultores,
a quienes los griegos que habitan a orillas del río Hípanis lla­
man boristenitas.
Heródoto: Libro IV, 18.

También el nombre de Hispalis (actualmente la ciudad de


Sevilla en el sur) nos puede hacer pensar en otras posibles rela­
ciones. Según San Isidoro, Hispalis debe su nombre a haber sido
erigida sobre un terreno pantanoso próximo a la desembocadura
del río Betis. Estrabón también nos dice que el río Hípanis pró­
ximo a su desembocadura se encuentra en un lugar pantanoso:

Hispalis autem a situ cognominata est eo quod in solo palustri


suffixis in profundo palis locata sit, ne lubrico atque instabili
fundamento cederet.

Debe su denominación de Hispalis al lugar en que fue empla­


zada, porque se levantó sobre un suelo palustre, sostenida por
madros fijos en el fondo de las aguas, para que no se hundiera
en aquel terreno resbaladizo e inestable.

Isidoro: Libro XIV, 1, 71 -

Las palabras de Heródoto sobre la desembocadura del río


Hípanis son las siguientes: «Cuando el curso del Boristenes se
halla cerca del mar, el Hípanis une a él sus aguas, en la misma zona
pantanosa en que ambos desembocan (Heródoto: Libro IV, 52, 5) •

5. La Iberia escita de S. Isidoro:


SIMILITUD CON EL RÍO EBRO, IBERIA E HlBERNIA

También San isidoro al referirse a los escitas nos habla de una


región escita llamada Iberia, que nos hace pensar en una posible
162 3* PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

relación con el pueblo de los iberos asentados en las orillas del


río Ebro español y de los que vendría el nombre del río Ebro y
de Iberia. Algunos siglos antes de la Era Cristiana la Iberia escita
se encontraba enclavada entre el mar Negro y el mar Caspio, en
lo que es en la actualidad el suroeste de la actual Georgia y otros
terrenos limítrofes. Esta zona fue colonizada por los milesios,
griegos de Miletos, y después de muchas vicisitudes terminaría
bajo el poder romano en el año 66 a.C.:

Hyrcania dicta a silva Hyrcana, quae Scythiae subiacet, habens


ab oriente mare Caspium, a meridie Armeniam, a septentrione
Albanian, ab occasu Iberiam.

La Hircania se llamá así por la selva Hircana que se halla debajo


de la Escitia y tiene por oriente el mar Caspio, por el mediodía,
Armenia, por el norte Albania y por occidente Iberia.
Isidoro: Etimologías, Libro XIV, 3, 34.

Keating menciona la relación existente entre el nombre pri­


mitivo de Irlanda, Hispania, y el nombre del río Iberus español
del que derivaría el nombre de la isla:

The tenth ñame was Hibernia; and it is the sons of Mileadh


gave the ñame to it. However, it is said that it is from a river
that is in Spain which is called Iberus (the ñame) Hibernia is
given to it.

El décimo nombre fue Hibernia; y fueron los hijos de Mil


quienes le dieron el nombre. No obstante, se dice que es de un
rio que existe en España que se llama Iberus (el nombre) del
que Hibernia lo ha recibido.
Keating: II, 102.

Iuernia, Iuerna o lerna también serían otros de los nombres


con los que sería conocida Irlanda en la antigüedad, pero parece
razonable pensar, aceptando la tesis de Keating, que tendría el
mismo origen que Hibernia usado por otros autores clásicos
como Ptolomeo, Solinus o Claudio (Keating: 11, 102).
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO 163
6. Río E bro en la región de Tracia habitada por los

ESCITAS, MENCIONADO POR HERÓDOTO Y S. ISIDORO

Si consideramos la posibilidad de que el nombre de Iberia deriva


del río Iberus (Ebro), nos encontraremos con una sorpresa más,
el río Ebro existía en la región de la Tracia poblada por los esci­
tas tal y como Heródoto en su Historia (Libro IV, 90) nos dice y
también San Isidoro en sus Etimologías:

Cuius regionem olim Bessorum populus Massagetae, Sarmatae,


Scythae et aliae plurimae nationes incoluerunt; ampia est enim,
ideoque plurimas continuit gentes. Ebrum Fluvium Thracia
fundit, qui etiam gentes barbarorum plurimas tangit.

Es una región antiguamente habitada por el pueblo de los bes-


sos, los masagetas, los sármatas, los escitas y otras muchas nacio­
nes; pues debido a su ran amplitud acogió a numerosas pobla­
ciones. Tracia da origen al río Ebro, que baña también
a otros muchos pueblos bárbaros.
San Isidoro: Etimologías, Libro XIV, 4, 6.

El nombre que aparece para la actual ciudad francesa de Poi-


tiers en las Etimologías de San Isidoro es Pictavis y fue fundada
por gentes existentes en el lugar sin que nos indique su proce­
dencia. Si como era normal el nombre de la ciudad estaba rela­
cionado con la tribu que habitaba aquel lugar podemos pensar
una vez más en una relación con los pictos habitantes de la
Escocia primitiva que habitaban el norte de la isla antes de que
los irlandeses fundaran el reino de Dal Riada en Escocia. Una
vez más la emigración de iberos y celtas desde el sur de la Galia
y desde el norte de Hispania hacia las Islas Británicas nos ofrece
otra nueva posibilidad:

64. Narbonam et Arelatum et Pictavis coloni proprii condi-


derunt.

64. Narbona, Arelato (= Arles) y Pictavis (= Poitiers) las funda­


ron colonos propios.
San Isidoro: Etimologías, Libro XV, I, 64.
164 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

La relación de lo celtas hispanos con las regiones de los galos


nos la ofrece Isidoro al considerar que el nombre de celtas pro­
viene de más allá de los Pirineos, presumiblemente de la rela­
ción que los habitantes de Narbona, Arelato, Pictavis y otros
lugares de la Galia tuvieron con los habitantes del norte de His­
pania asentados en las orillas del río Ibero (Ebro):

114. Celtiberi exGallis Celticis fuerunt, quorum ex nomine


appellata est regio Celtiberia. Nam ex ilumine Hispaniae Ibero,
ubi considerunt, et ex Gallis, qui celtici diocebantur, mixto
utroque vocabulo Celtiberi nuncupati sunt.

Los celtíberos tienen su origen en los galos célticos; su nombre


designa la región llamada celtiberia. En efecto, por el nombre
del Ebro, río de España, a cuyas orillas se asentaron, y por el de
los galos, que se llamaban celtas, se formó el nombre com­
puesto de celtíberos con que hoy son conocidos.

San Isidoro: Etimologías, Libro IX, 2, 114-

Otro nombre que nos llama la atención es el de Galicia.


Sabemos que existen dos Galicias: una entre Polonia, Hungría
y Ucrania, en la parte superior del río Dniéster que desemboca
en el mar Negro, y otra que es la Galicia del noroeste de
España. La Galicia española debe su nombre a que cuando los
romanos la conquistaron en el año 137 a.C. estaba habitada por
el pueblo de los gallaeci. También siglos más tarde los suevos
establecieron un reino en Galicia, desde el año 410 al 585-
Estos suevos lo mismo que otros pueblos germanos, tal es el
caso de los visigodos, se desplazaron desde las orillas del mar
Báltico basta las proximidades del mar Negro y en su recorrido
tuvieron que asentarse temporalmente como es el caso de los
suevos en la Galicia del rio Dniéster.
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO 165
7. Nombres europeos de lugar en briga -

Se consideran nombres celtas aquellos en los que aparece la ter­


minología briga, dunum, magusy vices. Nombre en briga- los tenemos
en España, Francia, Gran Bretaña y Alemania. Los estudios de G.
Humboldt en el s. XIX muestra la relación hispana de Brigantium,
en Galicia, y Brigaecium, en Asturias, con otros lugares europeos:

La Galia tenía también un Brigantium, y el nombre del puerto


Brivates pertenece a la misma fuente. En Bretaña los Brigantes, de
donde la villa de Insubrigantum ha tomado su nombre, formaba
una población importante; una población de Irlanda llevaba
también este nombre. En la extremidad Oeste del lago de
Constanza, es decir, en la Alemania céltica, existía un Brigantium,
y junto al Danubio, en la Hungría actual, un Bregetium La
villa de Brigobanne cerca de las fuentes del Danubio, parece haber
recibido su nombre del río Brig.
Humboldt: II4-I15.

Brigantia sería también el nombre de una primitiva ciudad his­


pana asentada en las orillas del río Ebro, núcleo principal del
pueblo de los cántabros juliobrigenses. Los especialistas conside­
ran que de la raíz indoeuropea berg posiblemente vienen las for­
mas hispanas de Bergantia y Brigantia. El nombre es latino y tam­
bién a él se debe el nombre de la ciudad de Braganza en Portugal
y presumiblemente Bregenz en Austria. J. Pokorney la encuen­
tra emparentada con el nombre propio ligur Bergomun a su vez
relacionado con el nombre celta-ligur Bergusia.
Otro nombres estudiados por Humboldt con la etimología
celta en briga son los siguientes:

Segobriges en el sur de Francia.


Kitiobriges en la Aquitania francesa.
Samarobriga en Francia (Amiens).
Eurobrica, en Francia cerca de Troyes.
Baudobrica, Bontobrice y Magetobria
en la centro Europa del río Rhín.
Artobriga (actualmente Ratisbona).
Latobriges en Suiza.
i66 3* PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

8. Los BRIGO-ESCITAS Y LOS BRIGANTES DE IRLANDA


y Gran Bretaña en los A nales de I nisfallen .

Su EMIGRACIÓN DESDE AnATOLIA Y EL MAR NEGRO

Sabemos que los brigios o brigos (también frigios) fueron un


pueblo de Tracia, vecinos de los macedonios poseían una lengua
indoeuropea que evolucionaría en el armenio actual (Heródoto:
VII, 73). en otro apartado Heródoto, en su Historia, también
nos habla de los brigos como pueblo que habitaba la Península
de Anatolia, presumiblemente emparentados o el mismo pueblo
que los brigios (Heródoto: VII, 185)- En la Galia conocemos la
existencia del pueblo de los brigianos (Brigiani en latín) que en
la época romana ocupaba el país de Brigantio o Brigantium (en
la actualidad Briancon). Los brigios o brigos por su nombre y
por sus orígenes se muestran próximos a los brigantes-escitas de
los manuscritos irlandeses creadores de Brigantia y posteriores
habitantes de las Islas Británicas. Sabemos que los brigios tenían
un alfabeto ya en el s. VII a.C. de origen fenicio relacionado con
el griego. Los cimerios desposeídos de sus territorios por los
escitas venidos de la zona oriental se adentran en el s. VII a.C. en
Anatolia a través del Cáucaso y norte del mar Negro, se enfren­
tan con los brigios y llegan finalmente a conquistarlos. En su
nuevo asentamiento los cimerios lo mismo que los brigios ante­
riormente, entrarán en relación con los asirios y los griegos por
lo que se origina en mayor o menor grado un trasvase de cono­
cimientos culturales.
Para Heródoto, los briges este pueblo habitante de la Tracia,
tendría su morada en las inmediaciones del río Aixos (Historia,
VII, 185). Sería uno de los pueblos que cita como aliado de la
expedición de Jerjes contra los atenenienses. La flota persa,
anclada en la costa de Magnesia, sería destruida por una tempes­
tad que duró tres días y por ello los sueños de conquista persas
malogrados. Los brigos como otros pueblos de la Tracia griega
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO 167

obviamente se encontrarían posteriormente en serias dificulta­


des ante los griegos y el escapar hacia territorios lejanos y más
seguros sería su mejor solución, lo mismo que anteriormente su
ayuda a Troya contra los griegos, en el s. XII a.C.. A algunos cla­
nes tracios solamente les quedara la posibilidad de buscar otros
asentamientos lejos de los griegos (véase Velkov: Los tracios). Se
considera por algunos historiadores que se asentaron en Irlanda
y después pasaron al norte de Gran Bretaña, Yorksbire, Dur-
ham, Cumberland, Northumbriay sur de Escocia principalmete
(Keating: II, 72). Las actuales ciudades de Braganza y Braga en
Portugal lo mismo que la primitiva Brigantia serían asentamien­
tos en Hispania de los brigantes. El manuscrito irlandés Anales de
Inisfallen recoge es su primera parte datos del s. II y anteriores, el
escriba de este primer período se considera que realizo la reco­
pilación de otros textos primitivos entre 1056 y 1072. El trabajo
resultó ser poco cuidadoso por su abundancia en datos inexac­
tos, insertados en el texto, por éste u otros escribas anteriores o
posteriores a él (véase la «Introduction» de The Annals of Inisfallen
de S. Mac Airt). Lo importante en este apartado para nosotros
es que el escriba nos ofrece la existencia, en el año 125- del reino
de Brega y de uno de sus reyes: Conthach Gael Breg hijos ambos
de Ugaine Mór: «I25-— Cobthach Coel Breg i mBregaib agus
Loegare Lorc hi Liphu» («I25--- Cobthach Coel Breg de Brega
y Loegare Lorc de Liphu»). El mismo manuscrito refiriéndose
al año 35 del Mundo (fecha como sabemos no fiable) nos indica
como los jefes o reyes irlandeses desdendientes de Mil de España
eran originarios de Escitia: «35-.. Némi mac Dátho mac Bre-
gaint mac Brata a Scíthia...» (<<35-•• Némi hijo de Dátho hijo
de Bratha (provenían) de Escitia...»). Como podemos ver la
formas Brega/Bregaib/Bregaint son de similar construcción a las
hispanas de Braga/Breogan/Brigantia refiriéndose al primitivo
reino escita en el norte de la Península Ibérica Brigantium, y a
su rey Breogan de lo que hablaremos más adelante.
i68 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

En el s. XVIII Juan López en su traducción de la Historia de


Estrabón nos cita como Cluverio consideraba a los celtas descen­
dientes del biznieto de Noe, Ascenes, y de cómo los descendien­
tes de Ascenes se asentaron en España, Islas Británicas y otras
partes de Europa (Estrabón: 1787, 29). Por desgracia lo mismo
que los celtas no nos han legado una cultura escrita primitiva,
por lo que tenemos que estudiarlos por sus restos arqueológicos
y artísticos así como también por los relatos que sobre ellos
escribián historiadores griegos y romanos como Heródoto. Lo
que si poseemos es una tradición cultural de los escitas moder­
nos que ha conservado muchas antiguas tradiciones, me refiero
a los osetas actuales habitantes de las llanuras del mar Negro que
todavía siguen hablando la lengua escita en dos grandes dialec­
tos, el iron y el digor. Los investigadores especializados en el tema
escita se maravillan de poder comprobar como su cultura primi­
tiva se ha logrado preservar de forma sorprendente:

Los osetas han triunfado en ambos frentes: el contenido cul­


tural, un contenido que nos remite a los últimos estados de la
civilización escítica, ha sido preservado al mismo tiempo que
su continente lingüístico, y esto hasta nuestros tiempos. Y,
sobre todo, subsiste un tesoro de relatos épicos, lleno de arca­
ísmos, en torno a héroes cuya originalidad, pese a la penetra­
ción de temas folklóricos más o menos universales se mantiene
potente y fresca.
Dumézil: 1989, II.

Mucho se ha hablado de las características peculiares de los


celtas, considerándolos altos, pelirrojos y de ojos azules. Consi­
dero que es más acertado hablar de una lengua y cultura común
de los celtas que abarca una serie de pueblos de rasgos bien dife­
renciados aglutinados después de siglos de muchas emigraciones
en uno solo, pelirrojos, rubios, morenos, de ojos claros y ojos
oscuros. No solamente por su contacto con el mundo ibero sino
también por el origen escita de muchos de ellos. Unos serán
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO 169
morenos y habrán venido de las llanuras del mar Negro, otros
sin embargo serán de regiones más al norte donde la nieve ocupa
las estepas gran parte del año, estos últimos serán de ojos claros.
Heródoto al referirse al pueblo de habla escita y pelo rojizo de
los budinos nos hace la siguiente aclaración:

Los budinos que constituyen un pueblo potente y numeroso,


tienen todos los ojos intensamente azules y la tez rubicunda
(o bien el pelo rojizo).
Heródoto: 2001, Libro IV, 108.

También San Isidoro al hablarnos de los escitas nos muestra la


característica peculiar de los escitas del norte, en las regiones
nevadas, su pelo y sus ojos son claros y nos los menciona como
una raza albina difrente de los escitas conocidos en el sur:

Los pueblos que habitan las regiones de la Escitia asiática, y que se


consideran descendientes de Jason, nacen con el cabello blanco
debido a la abundancia de la nieve; y precisamente el color de su
cabello es el que ha dado nombre a este pueblo; de ahí se los
denomina albanos. La pupila de sus ojos es glauca, es decir, muy
clara, hasta el punto que ven más de noche que de día.

Isidoro: 1994, IX 2, 65.

Esto nos podrá explicar la gran diversidad de gentes que habi­


tan los territorios celtas hoy en día, obviamente sin olvidar otras
inmigraciones como han podido ser las de anglo-sajones o ibe­
ros antes mencionados. En el relato irlandés de Deirdrej los hijos de
Usnach, del que hablaremos en el apartado de literatura, el
amante ideal de Deirdre con el que le gustaría casarse sería un
hombre que tuviera los tres colores siguientes: «su pelo del
color del cuervo, su mejilla del color de la sangre del ternero, y
su piel del color de la nieve. «Leabharcham le dará una res­
puesta sorprendente a Deirde, aquel hombre existe es Naoise,
hijo de Ushnach, uno de los guerreros de Conchubar» (Keating:
1914* Libro I, XXXII, 2962-5)- Al referirse a los habitantes de
i7o 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Escitia Heródoto no nos habla de una raza en concreto sino de


gentes diferentes dentro de un mismo territorio:

Al contrario sobre su cifra he oído versiones contradictorias:


tanto que los escitas son muy numerosos, como que hay pocos
escitas de pura raza.
Heródoto: 2001, Libro TV, 8l

9. LOS VISIGODOS, ALANOS Y OTROS PUEBLOS LLEGADOS


del mar Negro, posibles recopiladores de relatos
PRIMITIVOS: SAN ISIDORO Y OROSIO, ERUDITOS
de la Europa bárbara

Escitia sería, ateniéndonos al manuscrito Leabhar Gabhdla el lugar


originario de los primitivos pueblos invasores que conquistaron
irlanda. El manuscrito dice de que eran originarios de un lugar
próximo al mar Negro. Se considera en la actualidad que efecti­
vamente el lugar originario de los escitas, o por lo menos los pri­
meros vestigios de su presencia se encuentraen en esta zona, mar
que según dicho manuscrito tuvieron que atravesar los escitas
para llegar al Mediterráneo donde se asentaron durante algún
tiempo. La costa norte del mar Negro era ya conocida y habitada
por los griegos quienes fundaron allí numerosas colonias.
Los alanos fueron una de estas tribus escitas que habitaban
la zona norte del Cáucaso. En el s. IV d.C. ante la llegada de
los hunos tuvieron que emigrar a tierras más occidentales: Por
el norte de Africa junto con los vándalos llegaron a España
(s. V d.C.). Los alanos que se quedaron en el Cáucaso son el
actual pueblo de los osetas que todavía conserva costumbres y
tradiciones milenarias.
De los vándalos no obstante sabemos que pese a huir también
de los hunos eran de origen germano y en el año 409 se asenta­
ron en España y desde el s. V hasta mediados del s. VI d.C. esta­
blecieron un reino en el norte de Africa y fueron ellos los que
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO i7i

en el 455 saquearon Roma terminando años más tarde a manos


de los romanos que destruirían su reino norteafricano.
Otro pueblo afincado en España, también de origen ger­
mano, fueron los suevos que tenían sus asentamientos en los
territorios entre el rio Elba y el Oder. En el 4°9 fundaron un
reino en Galicia que se mantendría hasta el 585, año en el que el
rey visigodo Leovigildo derrotó al rey suevo Andeca.
Algo parecido podemos decir que sucedió con los visigodos, el
más culto de todos dentro de su barbarie, quienes habían llegado
desde las costas del mar Báltico a los territorios escitas que hoy en
día se conocen como Rumania donde convivieron con los dacios,
también en territorios de la actual Bulgaria en la que se encontra­
ban asentados los tracios y en los territorios actuales de Albania
que se encontraba habitada por los ilirios. A estos territorios llega­
ron en sus migraciones alrededor del 200 d.C. de los que serían
finalmente expulsados por los hunos venidos de Asia en el año
376. Después de vagar por parte del sur de Europa luchando con­
tra los romanos pudieron finalmente establecerse en el año 415 en

parte de Francia y España, desde el río Loira hasta Gibraltar, final­


mente replegados a España mantuvieron allí un reino hasta que su
último rey D. Rodrigo fue derrotado por los árabes en la batalla de
Guadalete. En el año 711 D. Pelayo caudillo de los godos e hispa­
nos del Cantábrico empezó una labor de «reconquista» de suelo
cristiano que sería culminada por los Reyes Católicos en 1492.
Estos pueblos, uno de ellos como podemos ver de origen
escita, llevaron con ellos una cultura fraguada en las orillas del
mar Negro y en el Cáucaso, e indudablemente sus mitos, relatos
literarios y leyendas tuvieron que ser llevados con ellos hasta
España bien fuera de forma oral o escrita. Algún crítico ha seña­
lado la posibilidad de que S. Isidoro de Sevilla u Orosio bien
pudieran haber elaborado buena parte del contenido de los
relatos que aparecen en el Leabhar Gabhdla, pero después de repa­
sar las Etimologías de S. Isidoro y la Historia de Orosio así como
172 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

otras de sus obras no hemos podido encontrar una relación ni


tan siquiera lejana con el manuscrito irlandés. Lo que sí es cierto
es que tanto S. Isidoro como Orosio eran visigodos. Y podemos
decir que sí existe una seria posibilidad de que fueran los visigo­
dos los que llevaran con ellos, después de su emigración a
España desde las orillas del mar Negro, la semilla de los relatos
del Leabhar Gabhdla en mayor o menor grado.
Como sabemos por los tratados de historia antigua los visigo­
dos fueron un pueblo germano que vivió en Tracia y al norte del
mar Negro, que era el territorio comprendido entre Grecia y el
Cáucaso bordeando el mar Negro, durante su estancia en las
proximidades del mar Negro convivieron con los alanos y otros
pueblos que se integraban bajo su poder en sus intermitentes
migraciones, y con ellos los elementos de diferentes culturas se
fueron asumiendo hasta su llegada a Hispania.
Tracia y sus alrededores según nos relata el manuscrito irlan­
dés fue el lugar donde se establecieron parte de los pueblos esci­
tas que más tarde invadirían Irlanda, como fueron los míticos Fir
Bolgy el clan de Neimhedh. Prácticamente todos los escitas inva­
sores de Irlanda que aparecen en el manuscrito irlandés, vivieron
en territorios griegos o en contacto con los griegos, y de los rela­
tos que nos ofrecen hacemos un detenido estudio en los capítulos
dedicados a las similitudes y posibles relaciones literarias que apa­
recen en este libro. Estos relatos muestran en muchas ocasiones
préstamos de temas griegos y escitas: la «Fiesta de Bricriu», la
«Tain bo Cuailnge» y el relato de «Deirdre» son claros ejem­
plos de lo anteriormente dicho. Y aquí podemos pensar, apor­
tando las pruebas que hemos encontrado para que sean juzgadas,
que los visigodos pudieron ser artífices de la elaboración de la
génesis del manuscrito, al menos de una parte.
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO 173

10. Los VISIGODOS, CONOCEDORES DEL ALFABETO RÚNICO


Y LA CULTURA ESCITA

Existe una teoría que considera a los visigodos los creadores del
alfabeto rúnico debido a que nos ban legado una serie de ins­
cripciones escritas en su lengua, realizadas con signos en apa­
riencia griegos, y que no han logrado ser traducidas hasta el
momento. Las runas tienen una gran semejanza con el alfabeto
griego y parte de ellas se piensa que se originaron en dicho alfa­
beto aunque como veremos más adelante existen otras posibili­
dades relacionadas con el alfabeto etrusco y el ibero (véase el
cápitulo XIX sobre Lenguas primitivas en España e Irlanda). Esto
nos llevaría a pensar en una relación entre el primitivo alfabeto
conocido por los godos y el de los etruscos e iberos en una época
notablemente anterior a la Era Cristiana.
Cuando los visigodos y los escitas fueron despojados de sus
tierras en el 375 d.C. por los nuevos invasores venidos del este,
los hunos, tuvieron que emigrar buscando un lugar seguro
donde vivir y después de muchas vicisitudes llegaron a un
acuerdo con los romanos gracias al cual les fue permitido asen­
tarse en Hispania y sur de la Galia. Los visigodos llevaron su cul­
tura oral hasta Hispania, quizas escrita en mayor o menor parte
en su propia lengua o en latín, con su cultura y con su lengua
también debieron de llevar la cultura existente en la Tracia pri­
mitiva y ambas pudieron ser intercaladas con gran habilidad en
sus manuscritos, si el manuscrito o los manuscritos existieron
S. Isidoro u otros visigodos eruditos de su época bien pudieron
conocer su contenido e incluso escribir o reproducir sus rela­
tos llegando a ser conocidos posteriormente por los escribas
irlandeses, aunque por desgracia no han llegado hasta nosotros.
A la vez que los visigos se asentaban en España los alanos tam­
bién ocupaban parte de la Península Ibérica y sabemos que los
alanos eran escitas, llegados desde las regiones del Cáucaso y
174 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

por supuesto con ellos llegó a Hispania la cultura primitiva de


este pueblo escita que bien pudo aportar algún apartado que
posteriormente aparecería en el Leabhar Gabhála.

11. Tracios, escitas y celtas

Los nombres primitvos de Escocia «Alba» y el de Inglaterra


«Albani» se considera que no son de origen celta, ahora bien
la primitiva Tracia pasaría a llamarse posteriormente Albania lo
que nos muestra una sorprendente similitudud. También sabe­
mos que los tracios desarrollaron una cultura emparentada en
algunos aspectos con la escita, con la griega y también con la
celta. Ya en el segundo milenio a.C. habitaban en poblados
edificados en la parte superior de los montes, fuertemente for­
tificados con murallas circulares de piedra, que nos recuerdan
los castros celtas, y lo mismo que en los asentamientos celtas,
también próximos a estos restos habitados se han encontrado
santuarios en medio del campo en los que se realizaban cultos al
sol. Hábiles jinetes criadores de caballos, también fueron hábi­
les maestros en la elaboración de objetos artísticos de oro, algu­
nos con motivos animalistas como son los trabajos de lucha de
animales contorsionándose y que anteceden en tres siglos a este
tipo de arte escita en la región; la pieza de plata y oro de Likovit
nos muestran la típica forma curvada de la fiera que más tarde
será peculiar en el arte escita, en este caso un león atacando a su
víctima un ciervo. También la tumba de Kazanlak, s. IV a.C.,
nos ofrece otra relación, en este caso funeraria, con el mundo
escita y el mundo celta, lo mismo que los escitas y los celtas en
esta tumba existen restos de caballos enterrados junto a su señor
para que le acompañen en su larga travesía por el cielo (cfr. F. V.
Velkov: 30)- Su relación con el mundo griego aparece docu­
mentada en la Ilíada en la que se nos dice que son un pueblo
emparentado con los troyanos y por ello los tracios acudirán en
XIII. ESCITAS, VISIGODOS Y CELTAS EN EL MAR NEGRO 175

su ayuda contra los griegos en la Guerra de Troya. Alrededor del


s. X a.C. sus principales centros habitados se encontraban entre
los tres grandes ríos de la zona de los Balcanes: Hebros, Tonzos
y Arkestos, y conocidos bajo el nombre de Hebros:

... conocidos por los griegos con el único nombre de Hebros.


Era de hecho la principal vía acuática, navegable, que durante
toda la Antigüedad fue la principal arteria de comunicación
entre el mundo helénico y las tribus tracias.
V. Velkov: 8.

12. LOS GÁLATAS DEL ASIA MENOR

En el s. V. a.C. los celtas se extendían desde el mar Negro a Ibe­


ria, convirtiéndose en una clara amenaza para griegos y roma­
nos. Durante los siglos IV y III a.C. su poder llegó a ser tan
fuerte que griegos y romanos se sintieron seriamente amenaza­
dos. En el 390 d.C. arrasaron Roma y posteriormente invadie­
ron Grecia llegando a asentarse formando asentamientos esta­
bles en Asia Menor y las costas del mar Negro. Los gálatas serían
uno de estos pueblos celtas que partiendo de Europa se estable­
cieron a comienzos del s. III a.C. en la zona celtral de la penín­
sula de Anatolia donde fundaron un reino que terminaría
absorbido por los romanos en el s. I a.C. La cuarta carta de San
Pablo: Epístola a los gálatas fue escrita a la comunidad celta de Gala-
cia. Sería en el año 278 a.C. cuando se adentraron en Asia
Menor fundando posteriormente el reino de Galatia.
Ateniéndonos a los estudios de H. Hubert fueron capitanea­
dos por dos caudillos: Leonnorios y Loutarios. Eran guerreros
que después de atravesar el continente europeo con continuos
enfrentamientos con otros pueblos llegan al Asia Menor y se
asientan en lugares como Troya, Efeso y Mileto. San Jerónimo
cita el caso de las vírgenes milesiae que prefieren suicidarse a ser vio­
ladas por estos guerreros (Hubert: 297)- Participan en las gue­
rras internas de los estados griegos ofreciendo su espada a
176 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

ambos ambos, por último sabemos que fueron vencidos por


Atalo rey de Pérgamo en el año 241 a.C. De esta gran victoria
nos ha llegado una obra maestra que los vencedores mandaron
hacer, «el galo moribundo». También Atalo I mando erigir un
monumento en la Acrópolis de Atenas con el motivo de la
derrota de los gálatas en Mysia. Las tierran en las que por fin
pudieron establecerse fueron las más pobres y despobladas del
Asia Menor (el Halys en la meseta frigia). Hubert señala que su
asentamiento en este lugar ha sido comparado con el que ten-
drian los celtas en la meseta castellana en la Península Ibérica,
así como también su sistema jerárquico en tetrarquías igual al de
los celtas irlandeses: cada sub-tribu era un cuarto de tetrarquía
que tenía a su cabeza un rey asistido por un consejo de nobles,
cada sub-tribu poseía un juez.
XIV. EL ESLABÓN PERDIDO ENTRE EL MAR NEGRO
Y LAS ISLAS BRITÁNICAS: TARTESSOS

1. Origen de los habitantes de Tartessos


en Oriente Medio

Alrededor del 1200 a.C. comienza un relación comercial


importante entre Oriente e Iberia, la razón principal eran los
metales que se encontraban en gran cantidad en la zona occi­
dental. Si a esto le añadimos las fuertes tensiones existentes en
Oriente Medio que obliga a que parte de su población emigre
buscando lugares más tranquilos para su existencia nos encon­
tramos un tráfico marítimo de gran importancia para su época.
Avienus y otros escritores clásicos nos hablan de Tartessos
como lugar conocido en época muy antigua. Los foceos de Ionia
en Asia Menor recorrieron las costas occidentales del Mediterrá­
neo y alrededor del 600 a.C. establecieron la ciudad de Massalia,
una época en la que todavía Tartessos se encontraba en su máximo
esplendor. Los escritores clásicos, griegos y romanos, nos hablan
de un pueblo de una gran cultura, que con gran pericia marítima
se embarcaban en sus frágiles barcos de cuero y recorrían el
i78 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Atlántico hasta la Bretaña Francesa y las Islas Británicas. Una ruta


que los habitantes de Hispania posiblemente habían realizado
desde antes del año IOOO a.C. en embarcaciones de cuero y
actualmente de tela embreada que los irlandeses siguen usando.
También Apiano, s. II d.C., nos indica en su Historia la existen­
cia real de de Tartessos y de como fenicios y griegos se asentaron
en el sur de la Península Ibérica y durante la ocupación de Tar­
tessos por los griegos existió en el lugar un rey llamado Argan-
tonio y que la ciudad de Tartessos sería la que el conocía como
Carpessus (Apiano: 1982, 143)-

2. Llegada de los tirsenos a Tartessos según Schulten

Heródoto nos explica como el último rey de Tartessos, Arganto-


nio, acogió y ayudo económicamente a los griegos, expulsados de
Asia Menor por los ejércitos medopersas de Harpago y de como
gracias a esta ayuda los focenses pudieron construir los muros
defensivos de su nueva ciudad, Massalia. Argantonio como
figura histórica se considera que existió en el s. VI a.C., esto nos
indicaría que antes de la llegada de estos griegos, Tartessos exis­
tía ya como ciudad estado consolidada (su orígenes se consideran
entre el año 1200 y IIOO a.C.). El nombre de Tartessos según
los trabajos de Schulten, que dedicó parte de su vida a su estu­
dio, indica su procedencia en los habitantes de la ciudad lidia de
Tursa (Tyrsa) de la que tomaron el nombre los tirsenos de Asia
Menor, lo cual se aproxima bastante a las explicaciones anterio-
mente mencionadas de Heródoto:

Posteriormente, el año 1940, descubrí en lápidas sepulcrales


del Sur de Portugal una escrituta griega muy antigua del Asia
Menor, en la cual se encuentra la palabra «Zaronah», que,
repetida en todas estas inscripciones funerarias, debe significar
«sepultura», y vi que esta palabra se encuentra en la forma
«zeronai» con igual significación en la estela funeraria tirsé-
nica de Lemnos. Se infiere de ello que el idioma de aquellas
XIV. EL ESLABÓN PERDIDO: TARTESSOS i79
inscripciones es el tirseno. Esto quedó confirmado gracias a
reiteradas coincidencias de estas inscripciones con el etrusco,
tanto en los nombres como en la morfología gramatical.

Schulten: 1979, 32-33-

El sufijo -esso según los expertos en el tema parece guardar


relación con Ionia al ser un sufijo oriental de los pueblos tir-
senos y Carios de aquel lugar. También ateniéndonos a los
estudios de Schulten existen algunas palabras y contrucciones
en la lengua tartésica que indican una clara procedencia de la
Península de Anatolia. Conocemos la existencia de los tirsenos
como habitantes de la ciudad de Tersus en Lidia, región de
Anatolia en las orillas del mar Egeo. Durante el s. VII consi­
guieron la hegemonía de Anatolia logrando con su rey Alyattes
(619-560) derrotar a los escitas y otros pueblos próximos
extendiendo su zona de influencia hasta Ionia. De esta manera
conseguían que las ciudades de Focea y Miletus, creadoras de
primitivas colonias en el mar Negro y en el Mediterráneo,
quedaran integradas en sus dominios territoriales. Los lidios
también crearían asentamientos comerciales en el mediterrá­
neo. Sabemos que tenían una lengua indo-europea próxima al
hitita de la que tenemos más de 70 textos tirsenos algunos del
s. VI elaborados con un alfabeto primitivo presumiblemente
de Ionia. Su poder declinaría en el siglo VI a.C. al ser derro­
tados por los persas.
Los pueblos escitas que cita Heródoto que se extendían desde
la desembocadura del Danubio hasta más allá del mar Azov en
principio no parecen guardar mucha relación con el pueblo tar-
tesio. Podemos considerar que la cultura de Tartessos es en
buena parte de influencia oriental, una influencia tirsena en
contacto con los cimerios y otros pueblos de las estepas desplaza­
dos hacia Oriente Medio por la llegada de pueblos asiáticos. La
Península de Anatolia, entre el mar Negro y el mar Mediterrá­
i8o 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

neo, se encontrará con las sucesivas oleadas de nuevos pueblos


llegados tanto de oriente como de occidente, como son los
cimerios y escitas por un lado y los tracios y griegos por otro.

3. Las migraciones de los «pueblos del mar»

Será a partir del s. XII a.C. cuando, como ya hemos indicado,


distintos pueblos europeos realizan una serie de migraciones en
dirección sureste que traigan como consecuencia que los pueblos
que habitaban los territorios de Tracia, orillas occidentales del
mar Negro, Grecia y Asia Menor sean desplazados de sus territo­
rios enfrentándose a las otras corrientes migratorias que llegaban
de la zona del mar Negro. Los sistemas montañosos al norte
impedían el avance de los exilidados, por lo que la zona sur del
mar Negro mucho más favorecida por su orografía y por su clima
permitían las migraciones y las huidas rápidas a través de la
Península de Anatolia. Incluso al sentirse desplazados y cercados
en Anatolia buscan la única salida posible a su alcance, los terri­
torios al otro lado del mar Egeo. Estos pueblos desplazados serán
conocidos como «las gentes del mar» entre ellos los filisteos,
mencionados en el Leabhar Gabhála en sus luchas con los Tuatha Dé
Danann, que terminarán asentándose en Palestina después de sus
infructuosos intentos de conquista de Egipto. En una de estas
migraciones de «los pueblos del mar», los tirsenos (etruscos) del
Asia Menor, encontrará Schulten el origen de Tartessos.

En mi trabajo «Die Etrusker in Spanien» (Klio, 1930) señalé


en España, en nombres de lugar españoles como Tárraco, no
pocas huuellas de los tirsenos o etruscos, así como de otros
colonizadores del Asia Menor, incluso en la región de Tartes­
sos. Descubrí además que el nombre Arganth-onios, nombre
del más conocido rey de Tartessos, es derivado del nombre
etrusco arcnti. Esto me hacía suponer que Tartessos provenía de
la esfera etrusca... Por tanto, Tartessos debió de estar habitado
en un tiempo por los tirsenos.
Schulten: 1979, 32-33-
XIV. EL ESLABÓN PERDIDO: TARTESSOS 181
La Península de Anatolia alrededor del 1200 a.C. conoce la
Guerra de Troya enclavada en el territorio griego de Ionia. Las
sangrientas migraciones de los «pueblos del mar», las invasio­
nes de Lidios, carios y persas y finalmente la conquista de Ale­
jandro el Magno en el 333, antes de la conquista romana. Lidia
tomaría el control durante un siglo, de mediados del s. VII a
mediados del s. VI, siendo el reinado de Alyattes el de su máximo
esplendor. Cyrus conquistaría el territorio en el 54° mante­
niéndose el dominio persa hasta el 334- Ionia era una franja de
terreno en la costa oeste de Anatolia, 30 km de largo por 160 de
ancho, en las costas del mar Egeo. Este pequeño terreno era
conocido como Asia por los griegos. Su existencia se remonta al
año 1200 a.C. época en la que el imperio Hitita era un vecino
peligroso. Caria fue un territorio que comprendió la parte sur
de Ionia que incluía la ciudad de Miletus.

4. La relación de los tirsenos


CON LOS ETRUSCOS Y MILESIOS

La existencia de los etruscos en el norte de Italia se considera


anterior al año 700 a.C. Sabemos que los griegos asentaron su
primera colonia en la bahía de Ñapóles alrededor del 77° a.C.
pero quizas los etruscos ya se encontraban en la península ita­
liana. En los restos arqueológicos etruscos encontrados podemos
ver una clara influencia oriental. También Heródoto en su His­
toria nos indica el origen etrusco en Asia Menor, y los estudios de
Schulten su origen tirseno. pese a todo existen diversas teorías
sobre el origen de este pueblo. En las siguientes palabras pode­
mos encontrar las grandes zonas de influencia en las que se
pudieron originar dicha lengua y cultura:

However, there are in fact connections with Indo-European


languages, particularly with the Italic languages, and also with
more or less known non-Indo-European languages of western
i82 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Asia and the Caucasus, the Aegean, Italy, and the Alpine zone as
well as with the relies of the Mediterranean linguistic substraía
revealed by place-ñames... But this also means that Etruscan, as
scholars know it, cannot simply be classified as belonging to the
Caucasian, the Anatolian, or Indo-European languages such as
Greek and Latin, from which it seems to differ in structure.

No obstante, existen en realidad conexiones con lenguas indo­


europeas, particularmente con las lenguas itálicas, y también con
las más o menos conocidas lenguas del occidente asiático y el
Cáucaso, el Egeo, Italia, y la zona Alpina así como también con
los restos del substrato lingüístico revelado en los nombres de
lugar... Pero esto también significa que el etrusco, como los
especialistas saben, no puede clasificarse simplemente como
perteneciente a las lenguas caucásicas, de Anatolia o indo-euro-
peas como lo son el griego y el latín de las que parecen diferir en
su estructura.
Enciclopedia Britannica.

5. Persas en Hispania citados por Plinio

Las posibilidades de que esta migración venida del Asia Menor


terminara, quizás por un lado en Italia con los etruscos y por
otro en la Península Ibérica nos la vuelve a ofrecer indirecta­
mente Schulten cuando nos comenta la presencia de los persas,
vecinos de los escitas e incluso algunas veces sometidos a un
mismo rey, en España pese a considerar que la palabra «persas»
podría tener un error de grafía y quisiera decir mejor Tersas, o
sea tartesios, no obstante admite que otros escritores clásicos
afirman la presencia de persas en España:

Plinio n.h. 3, 8 (de Varrón), cita en su lista de los pueblos que


inmigraron a España, después de los iberos, que constituyen
la capa más antigua, a los Persas, y después a los Fenicios,
Celtas y Cartagineses.
Schulten: 1979, 35.

Pese a todo Schulten (Tartessos: 31 y siguientes) sin verdadera­


mente pensar en los escitas, nos ofrece esta posibilidad cuando
XIV. EL ESLABÓN PERDIDO: TARTESSOS 183

nos dice que después de veinte años de estudios ha llegado a la


conclusión de que el origen de los habitantes de Tartessos lo
tenemos en la Península de Anatolia (Asia Menor), en «las gen­
tes del mar» expulsados de sus tierras que buscan un nuevo lugar
a donde asentarse. Mucho antes, desde el año 2500 aproxima­
damente, llegaron desde Oriente Medio a la Península Ibérica
buscadores de metales, plata y cobre. Las enormes riquezas
encontradas les animaron a explotar minas y mantener un trá­
fico fluido entre el sur de Hispania y Oriente. De esta manera
Cádiz (Gadir) sería fundada por los fenicios (tirios) en el año
IIOO a.C. época en la que ya existiría Tartessos. Por lo que los
habitantes de Gadir (fenicios) y los de Tartessos (tirsenos)
pronto entrarían en conflicto.

6. Tártaros en Hispania citados


por Homero y Estrabón

También tenemos en el mundo clásico otras explicaciones, no tan


convincentes, sobre el posible origen de los habitantes de Tartes­
sos que también nos llevan al mundo escita. Estrabón al referirse
a los orígenes de Tartessos y los comentarios de Homero sobre
los tartesios se sorprende y no encuentra una explicación fiable
del porqué Homero considera que los tartesios vienen de los
tártaros, pueblo que como sabemos vivía en la Escitia. Los tár­
taros de Crimea fueron famosos por nutrir en parte las huestes
guerreras del Imperio Otomano, y lo mismo que los cimerios
vivieron en las llanuras al norte del mar Negro. Ateniéndonos
también a Homero, Tartessos estaría relacionada con la palabra
Tártaro, la región más tenebrosa y sombría del Hades donde
sufren castigo los condenados como Ixión, Tántalo o Sísifo:

Podría, pues, imaginarse que Homero oyera hablar de Tartes­


sos e identificara desde entonces su nombre con el de Tártaro,
el último de los lugares subterráneos, añadiendo además un
184 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

mito que salvaguardara el tono poético; del mismo modo, al


saber que los cimerios vivían en sitios boreales y brumosos
junto al Bosforo.
Estrabón: 1992, Libro III, 12.

7. Estrabón cita cómo Arpago, sucesor de Ciro,


EXPULSA A LOS GRIEGOS DE ASIA MENOR, QUE BUSCAN
REFUGIO EN TARTESSOS REINANDO ArGANTONIO

Por los estudios realizados sabemos que en el s. XII a.C. existá ya


un tráfico importante entre la Península Ibérica y Oriente
Medio. Tartessos es citado en el Antiguo Testamento como
lugar cierto en la época de Salomón hacía finales del año 900
a.C. (Shulten: 1979 » 3 1)* por lo que este enclave en el sur de
Hispania podemos considerarlo como existente en el año IOOO
a.C., Estrabón nos dice que el meda Harpago, sucesor de Ciro
rey de los persas, llegando con su ejército desde el Asia Oriental
habría hecho huir a los griegos de Focea en el Asia Menor, estos
griegos durante cierto tiempo se asentarían en Tartessos prote­
gidos por el rey de aquel lugar, Argantonio que reinaría en Tar­
tessos, entre el 630 y el 550 a.C. (Heródoto: 2001, Libro I,
163). Sería a la muerte de Argantonio cuando Tartessos empe­
zara su decadencia. Para Schulten, ateniéndose a sus estudios de
las obras de Avieno y Estrabón, llega a la conclusión que antes
del año 600 a.C. los celtas se habían asentado en la orillas del
río Guadiana siendo Argantonio un nombre celta y como decí­
amos anteriormente también tirseno (etrusco) por sus orígenes
en Asia Menor.
Los Cempsi eran, por consiguiente, Celtas o Germanos, y
llegaron a España con la gran emigración celta antes del año
600 a.C. Como vecinos del reino de Tartessos, al parecer los
celtas derivaron el nombre del rey Argantonio de la palabra
argant, que significa plata, en el sentido de «rey de la plata».
(Shulten: 1979, 208).
XIV. EL ESLABÓN PERDIDO: TARTESSOS 185

Espada de comienzos de finales de la Edad de Bronce (1800-1400 a.C.).


Necrópolis Quinta da Água Branca. Archivo nacional de Fotografía (Portugal)

La figura del rey de Tartesos Argantonio, s. VII a.C., y su rela­


ción con el mundo fócense aparece también mencionada en las
obras de Heródoto y Anacreonte. Su existencia se nos ofrece
como real en los textos y su sistema de poder encuentra semejanza
con los reyes de los tracios y escitas. También J. Ma Blázquez al
hablar de Tartessos muestra la posibilidad de que este pueblo de
hábiles navegantes tuviera su origen por lo menos en parte en un
asentamiento celta: «Avieno (Ora. Mar. 216~221), por su parte
sitúa, en la desembocadura del Guadiana, territorio dentro del
influjo tartéssico a un pueblo, perito en el arte de navegar, que
era exclusivamente ganadero. Lambrino cree que este pueblo es
una rama de los celtas berybraces descritos en la Ora Maritima
(483-489) casi con las mismas palabras» (Blázquez: 1976, 56)-
Este asentamiento de los celtas berybraces podemos pensar que
pudo llegar a través del Mediterráneo lo mismo que la emigra­
ción escita que aparece en el Leabhar Gabhdla, de esta forma la teo­
ría de que los celtas llegados a España por mar desde las regiones
del mar Negro no anularía la creencia de la expansión celta
desde el centro de Europa (Hallstat y La Teñe) sino que amplia­
ría las posibilidades de penetración en Europa de los celtas.

8. La influencia de Oriente Medio

EN EL ARTE DE TARTESSOS

El arte de Tartessos muestra una gran riqueza en piezas orna­


mentales que nos muestran una influencia del arte oriental,
186 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

influencia que no debemos de considerar fenicia ya que los feni­


cios no poseían un arte propio (Presedo: 145)- Debemos por lo
tanto pensar una vez más en la Península de Anatolia y sus alre­
dedores como zonas de influencia artísticas en Tartessos. Existe
una serie de esculturas fechadas en el s. V a.C. y originarias de la
provincia de Jaén, antigua parte norte de Tartessos; en algunas
de las cuarenta figuras encontradas que conservamos aparece un
motivo guerrero que muestra lo que parece ser una clara rela­
ción con el mito de la lucha de guerreros contra grifos, seres que
habitaban la escitia y defendían la posesión del oro de la tierra,
los guerreros de las esculturas hispanas son jinetes celtas que
luchan contra los grifos.

9. Salustio menciona a los soldados de Hércules

en Hispania y dice que son «medos, persas

y a r m e n i o s ». Explicación de S an Isidoro

En los viajes de Hércules a Hispania Salustio nos habla del ejér­


cito que acompañaba al héroe y según él estaba formado por
«medos, persas y armenios», siendo los persas vecinos de los
escitas, los armenios escitas y él mismo Hércules según nos dice
Heródoto tenía su residencia en Escitia. Ateniéndonos a todos
estos escritos primitivos la idea de que Tartessos hubiera sido un
asentamiento no ibero y de gentes originarias o próximas a las
zonas costeras del mar Negro puede empezar a tener sentido y
por lo tanto aproximarse a los datos que nos ofrecen los manus­
crito irlandeses: «Después de la muerte de Hércules en España,
su ejército formado por medos, persas y armenios, pasó de
España a Africa» (Salustiano: Jug. l8, cit. por Adolf Schulten:
Tartessos, p. 36).
San Isidoro de Sevilla incluye en sus Etimologías también la
creencia de que Hércules estuvo en España y de cómo era con­
siderado el último lugar de la tierra: «Por eso al llegar Hércu­
XIV. EL ESLABÓN PERDIDO: TARTESSOS 187
les a Cádiz levantó allí unas columnas creyendo que allí se
encontraba el fin del orbe de las tierras» (San Isidoro: Etimolo­
gías, Libro 13, 15, 2). La posibilidad de que existieran dos Hér­
cules el mítico griego y el histórico o seudo-histórico nos ofrece
junto con todos los datos que hemos dado anteriormente la
posibilidad de que este enigmático personaje hubiera sido real,
y mitificado estuviera relacionado con una invasión de gentes
venidas de los confines orientales del Mediterráneo. Tendría­
mos por lo tanto un Hércules mitológico, el héroe griego, y
por otro lado el Hércules de los fenicio-hispanos. San Isidoro
nos ofrece la desmitificación de los grandes personajes de la
mitología, mostrándonos que el origen del mito pudo basarse
en hechos y personajes reales, como podría haber sido el caso
del Hércules histórico:

28. Se habla también de otros fabulosos portentos humanos


que no son tales, sino que se interpretan como ficciones
inventadas a partir de un hecho real. Es el caso de Gerión, rey de
España, de quien se decía que estaba dotado de tres cuerpos: lo
que ocurrió es que eran tres hermanos tan bien avenidos, que
eran como una única alma en tres cuerpos. 29. Lo mismo cabe
decir de Gorgonas, meretrices cuyos cabellos eran serpientes y
que transforman en piedra a quienes las miraban; estaban
dotadas de un solo ojo, que común a todas ellas. En realidad,
se trataba de tres hermanas de una única extraordinaria her­
mosura, un único ojo, diríamos, que de tal manera dejaban
admirados a quienes las contemplaban, que uno podía pensar
que quedaban convertidos en piedra. Alas sirenas, que eran tres,
se imagina con un cuerpo mitad de doncella, mitad de pájaro,
dotadas de alas y de uñas; una de ellas cantaba con su voz, otra
con una flauta, y la tercera con la lira; con su canto atraían a
los navegantes fascinados, que eran arrastrados al naufragio.
31. Pero lo cierto es que fueron unas meretrices que llevaban a
la ruina a quienes pasaban, y éstos se veían después en la nece­
sidad de simular que habían naufragado. Se dice que tenían
alas y uñas, porque el amor vuela y causa heridas; y que vivían
en las olas, precisamente porque las olas crearon a Venus.

Isidoro: 1994. Libro XI, 3, 28yss.


i88 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

10. Tartessos y la posibilidad de asentamientos

RELACIONADOS CON ORIENTE MEDIO

En el sur de Portugal floreció una cultura conectada con el


mundo extrapeninsular y en especial con el mundo griego, feni­
cio y egipcio con la presencia de la colonia griega de Egipto,
Naucratis, atestiguada por los diversos objetos encontrados en
los trabajos arqueológicos realizados en aquella primitiva zona de
Tartessos como así nos lo atestigua Gaetano Maria de Mello:

... les objects indubitablement phéniciens ne sont pas évi-


dent...; au contraire, nous trouvons des objects égyptiens (pro-
bablement de la colonie grecque de Naucratis) et des objects qui
son, semble-t-il, d'inspiration égéenne, étrusque ou chypriote.

Mello: 147.

Para Mello esta influencia no fue de unos simples colonos


instalados en el sur de Portugal, sino que fueron los propagado­
res en la región de un tipo de cerámica y la expansión generali­
zada de un tipo de cultura. Para él sería una civilización que se
desarrollaría durante poco más de tres siglos quedando inte­
rrumpida quizás de forma violenta (Mello: 147).
En la Lusitania existieron unos asentamientos primitivos que
por su toponimia nos indican su presumible origen celta tal es el
caso de Cetobriga y Mirobriga en la costa atlántica al sur de la
actual ciudad de Lisboa y más al interior teníamos Nertobriga.
Su terminación en -briga muestra una clara semejanza con la
terminación también en -briga de muchos asentamientos en la
zona del Cantábrico. También en el sur de Hispania tenemos
una serie de antropónimos y onomásticos como Britto/s, Britta,
Bruttius, Eburu-brittium (en Celtiberia y Beturia) que nos recuerdan
Britain, Briton, Brutus de Gran Bretaña. También el onomástico
Albinus (de Celtiberia y Beturia) muestra una gran semejanza con
Albion, Alba (Pérez Vilatela: 111-115). Y por último también en la
XIV. EL ESLABÓN PERDIDO: TARTESSOS 189
Hispania primitiva tenemos en la zona montañosa de la actual
provincia de la montañosa Cuenca (centro-este de la Península)
el onomástico Badonis, y en Cádiz (en el sur) Badius que muestran
su gran similitud con Mons Badonis lugar en el que los «britons»
lucharon contra los «heathen» (paganos) capitaneados por un
Dux Bellorum al que Nennius posteriormente citará bajo el
nombre de Arturus (el famoso rey Arturo).
Sabemos que en la zona del Cantábrico de la Hispania primitiva
la metalurgia del bronce recibió durante siglos constantes influen­
cias desde el suroeste donde la civilización de Tartessos había
alcanzado su máximo esplendor (Gómez-Tabanera: 353)- En la
prehistoria la conocida «Ruta de la Plata» también había ser­
vido para que los cazadores del Paleolítico subieran desde el sur
de la Península hasta las zonas del norte en las que pastaban los
rebaños de grandes herbívoros que les servían para su sustento.
Vemos una vez más como esta posibilidad de la llagada de
gentes del Este del Mediterráneo pudieron asentarse en el sur de
Hispania, en Tartessos, y como su influencia con el paso de los
siglos se vería marcada por los restos arqueológicos encontrados
en zonas que llegarían hasta el mismo norte de España:
Arganthonio, rey de Tartessos, se considera en la actualidad
por un numero significado e importante de especialistas como
nombre celta. Un nombre que también los especialistas conside­
ran puede estar conectado en su origen con el Este del Medite­
rráneo donde existen la radical arg- y el sufijo —nth— y también
como sabemos existen en la gramática celta. Los especialistas nos
muestran como el onomástico de Arganthonios existió en el
territorio de Tartessos, encontrado en alguna inscripción sobre
piedra en la provincia de Cáceres, y de como esta influencia va
apareciendo por la llamada «Ruta de la Plata» que va desde la
primitiva zona de Tartessos, en dirección norte no muy alejada
de la costa atlántica, para terminar en la zona norte de Hispania,
en las regiones de León, Galicia y Asturias:
igo 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

La «Extremadura» leonesa (o «española») es la «Tartessos»


del interior como van mostrando los descubrimientos de Can­
cho Roano (Zalamea), castro de Medellín, etc., etc... Están
además los (Luggoni) Arganticaeni de Asturia.
En la Celtiberia aparece el onomástico correspondiente, Arganto
en Riba de Sahelices (Guadalajara) que como dice Albertos es la
base de la derivación del anterior. Se mantiene pues la cons­
tante Celtiberia>Lusitania del suroeste.

Pérez Vilatela: 119.

Arqueólogos e historiadores consideran que en la época de


Heródoto los celtas ya estaban asentados en la zona de Tartessos
y hoy en día lo tartésico indígena se considera relacionado con lo
celta, existen restos arqueológicos de pueblos celtas asentados en
el sur de Portugal que atestiguan lo anterior como es el caso de
Segovia, Corona de Frade o Mirobriga (Pérez Vilatela: 127)- La
invasión de los cartagineses de la zona de Tartessos y su enfren­
tamiento con los pueblos celtas de la región o próximos se pro­
duce a mediados del s. III a.C. Después serán los romanos
quienes en el 206, mandados por Escipión, se enfrentarán nue­
vamente con los pueblos indígenas de la zona, sometiendo a unos
y obligando a huir hacia tierras más al norte a otros. Bernardino
Martín, profesor de lenguas indoeuropeas en la Universidad de
Valladolid, consideraba en 1883 que los orígenes del dios celta
irlandés de la guerra, Neith, existió como dios de la guerra en el
sur de Hispania y también había sido adorado en Egipto.

... encuentro que una cita del célebre glosario de Cormagh Mac
Guillíonain, obispo de Casbel y príncipe de Munster prueba lo
mismo que voy diciendo: «Neith, dice, era el dios del combate
que veneraban los paganos de raza gadhélica y su esposa la diosa
de la guerra era Neamon.»
La diosa Neith era egipcia... Neamon corresponde a la Néme-
sis de los griegos. El príncipe de Munster tomaría como divini­
dad masculina gadhélica la femenina de los egipcios, y la Néme-
sis griega como femenina para los mismos.

Martín: 1883, 233.


XIV. EL ESLABÓN PERDIDO: TARTESSOS

El dios Neto Se considera que fue adorado en el sur de His­


pania (Guadix y Lusitania) así como también en Galicia por la
gente «pintónica» (¿pictos?).
Aparece atestiguada en España en las inscripciones de varias
lápidas primitivas estudiadas por B. Martín (1883= 232-233) Y

que ofrecemos a continuación.

Neto Valerius Avit(i) a Turrianus Sulpici de vico Basdoro gentis


Pinton(um).

A Neto consagraron este monumento Valerio hijo de Avito y


Turriano hijo de Sulpicio, vecino de Baidoro, de la gente
Pintónica.

Para Bernardino Martín la norma tanto de celtas como de


egipcios y asirios sería que cada dios tuviera su diosa correspon­
diente. Así podemos ver como otra inscripción aparece dedicada
a la diosa guerrera Neta:

Neta ci veil feri cae Suipicius severus.

A Neta la trabadora (del combate) puso de buen grado su exvoto


Sulpicio Severo.

El caudillo Muneto (Munithuis) de los escitas que aparece


mencionado en los Anuales Hibemiae nos hace pensar en la posibi­
lidad de un origen común para ambas palabras en Oriente
Medio. Asimismo los Sithiae (escitas) del anterior manuscrito
pueden guardar también relación con Sithonius-a-um que en
latín significa «tracios» (de Tracia).

Munethuis, filius Sithiae, e Graecia cum quatuor filiis et


ingenti classe he venit,...

Muneto, hijo (originario) de Escitia y Grecia con cuatro hijos y


gran número de gente vino...
Anuales Hibemiae: 2.
192 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Este Muneto o Milesio, llamado Munethius en el manuscrito


irlandés Armales Hibemiae ateniéndonos a lo que nos dice B. Mar­
tín (1883: 232-3), se convierte poco después en el mismo
manuscrito en Milonis (Mil). Cuatro de sus hijos con sesenta
navios emprenderían la conquista de Irlanda.

Milonis regis cujusdam 4 filii, cum 60 navibus in Hybernian


appulerunt, forum dúo majores Hiberos e Heremos regionem
universam in duas dividerunt partes.

4 bijos del rey Milesio (Mil), 60 navios a Hibernia llevaron,


fueron dos (hermanos) Hiberos y Heremos los que la región
dividieron en dos partes.

Armales Hibemiae: 4.
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA

1. L a primitiva ruta ñor - atlántica de los escitas

MENCIONADA POR DlODORUS SlCULUS ( s . I A.C.)

Los relatos que nos ofrecen los manuscritos irlandeses, en


buena parte podemos considerarlos que son pura invención
mitológica, no obstante existe una parte sobre la que actual­
mente se sigue pensando que si ofrecen una base histórica digna
de crédito. Los escribas que elaboraron dichos manuscritos,
pese a sus significativos errores, tenían un buen conocimiento
de la geografía y de la historia de su época, estamos hablando
aproximadamente del s. IV o V d.C. cuando según los datos que
tenemos los manuscritos pudieron ya existir escritos primero
en latín. Generalmente se ha considerado que la llegada de
pueblos primitivos a las Islas Británicas se debió por un lado a
su llegada desde el continente atravesando el Canal de Mancha
y también la ruta que podríamos llamar sur-atlántica desde
Hispania. No obstante los manuscritos nos hablan de una ter­
cera ruta que en principio parece un mero error de los escri­
bas, la ruta nor-atlantica desde el mar Báltico. Vamos a ver a
continuación como esta última ruta es creíble y existente.
194 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Este itinerario de los escitas en sus viajes por el mar Báltico no


puede en principio sorprendernos. A simple vista, debido a sus
muchas idas y venidas por tierra y mar, podemos ver que su meta
final es un lugar donde poder establecerse. También podemos
ver que algunas de las migraciones vienen por el Atlántico desde
Escandinavia y no por el Mediterráneo. En una primera lectura
podemos pensar que los escribas que elaboran las obras tienen
unos conocimientos deplorables de geografía y no menos deplo­
rables de la historia de las épocas que comentan. Pero como
vamos a ver a continuación pese a ciertos errores geográficos el
itinerario que nos ofrecen dista mucho de ser una utopía y era
bien conocido en su época. El itinerario normalmente seguido
por algunos clanes que aparecen en el manuscrito irlandés
comienza en la zona del mar Negro o el Mediterráneo y su pri­
mera meta es llegar a los territorios controlados o en contacto
con los griegos. La Dacia griega será uno de estos lugares de paso
en sus migraciones. Luego subirán basta Gotia para posterior­
mente bajar navegando por el Atlántico hasta Hispania y más
tarde dirigirse a Irlanda.
Se sabe que estos viajes y sus itinerarios eran bien conocido
por los pueblos asentados en los alrededores del mar Negro
antes de la era cristiana. Los principales ríos que desembocan en
ese mar: Danubio, Dniéster, Dniéper y Don así como también
el Volga que desagua en el mar Caspio eran navegables en direc­
ción norte y en un punto determinado del viaje las ligeras
embarcaciones eran sacadas del agua y transportadas a otro río
póximo que desaguaba en otros ríos más grandes que termina­
ban por desembocar en el mar Báltico y desde allí digirse a
Gotia, en Escandinavia, o al Atlántico. Estas rutas serían las usa­
das por los primitivos pueblos indoeuropeos para asentarse en el
norte y centro de Europa. Podemos ver como hoy en día los ríos
de la actual Rusia, Don y Volga, están unidos por canales y se
puede llegar por sus aguas hasta el mar Báltico.
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA i95

Una de las historias más antiguas que poseemos de Occidente


es la de Tauromenium de Sicilia (n. 350 a.C.). escribió una His­
toria de Sicilia y sobre la Europa conocida en su época desde los
tiempos primitivos hasta el año 264 a.C., y en ella se basa Dio-
doro de Sicilia (Diodorus Siculus) para informarnos de las rutas
primitivas de emigración de los escitas, godos y otros pueblos a
través de vías fluviales que conectaban el mar Báltico con el mar
Negro y el Mediterráneo. Para dirigirse al mar Báltico y a Escan-
dinavia navegaban desde el mar Negro por el río Tanais (río
Don) hacia arriba hasta sus orígenes, en un lugar determinado
sacaban sus ligeros barcos, presumiblemente de cuero, de los ríos
y transportándolos los llevaban hasta otro río próximo que des­
embocaba en el océano y desde allí navegaban a vela en dirección
sur, sin perder de vista la costa que dajaban siempre a su izquierda
y de esta manera llegaban a Gadeira (Cádiz) adentrándose en el
Mediterráneo (197O: Libro IV. 56. 1-4). Diodorus continúa
diciéndonos que los celtas que vivían a lo largo del océano (no
distinguía entre celtas y germanos) veneraban a los Dioscori por
encima de los demás dioses, por considerarlos dioses que habían
venido por el océano habiéndo dejado a lo largo de la costa sus
nombres en diferentes lugares: «Además, el país que rodea el
océano según se dice tiene una serie de nombres originarios en
los argonautas y los Dioscori» (l97°: Libro IV. 56, 4-8).
Para Diodorus los nombres llevados por estos «escitas» a las
costas del océano e incluso del Mediterráneo serían Telamón,
puerto de Etruria, y Aetes, puerto de Pormia en Italia. También
nos dice que los argonautas subieron por río Ister (Danubio)
hasta sus orígenes y entonces por uno de sus brazos que discurre
en dirección opuesta descendieron hasta el Adriático, puesto
que existen dos ríos Ister uno que desagpia en el mar Negro y
otro en el Adriático (l97°: Libro IV. 56, 4~8).
Podemos ver como este mismo recorrido o muy parecido nos
lo ofrecen también los primitivos escribas del Leabhar Gabhála.
ig6 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Tomando como ejemplo la migración de Partholon podemos


leer como comienza en el asentamiento griego de Sicilia, desde
allí se dirige con su clan hasta el territorio griego de Dacia, pos­
teriormente a Gotia, desde Gotia por el Atlántico a España y
finalmente se vuelve a embarcar rumbo a Irlanda. La ruta
seguida tuvo que ser en la mente del escriba la de los ríos navega­
bles que hemos citado:

e Sloinnfet daoibh, ni fios fallsa,


dethbhir, arsam ughdar-sa
an la ro sin tar an sal,
cia tuir as luid Partholon.

f Tanaicc o Siccil co Grec;


a ched uidhe bliadain cenn bree;
seoladh mis otha sin siar.
Gondicce Adalaciam.

g O Dacia deodham ro triall,


seoladh tri ttrach co Gotiam;
seoladh mis o Gotiam gil,
co riath Espain tre-uilligh.

h Iarsin do ruacht Inis Fail,


hi cionn naoi ttrach a hEspain;
sechtmadh decc, for Mairt, rosmol,
in Inber Scenne gabsom.

e Os nombraré sin falsos datos,


porque la autoridad soy yo,
el día que atravesó la sal (mar),
de qué país era Partholon.

f Vino de Sicilia a Grecia:


su viaje a casa fue de un año,
un mes hacia el oeste navegando,
hasta la misma Adalacia.

g Desde Dacia viaja


navegando tres días hasta Gotia:
navegando un mes desde la blanca Gotia,
hasta que alcanzó las tres curvas de España.
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 197

h Después de esto llegó a Inis Fail,


nueve días desde España.
El día diecisiete, en martes llegó,
en Inber Scene desembarcó.

1988: Cap. II, 34.

[SOLINNFET= nombrar; FIOS= conocimiento; FALLSA= falso; ARSAM= porque; UGHDAR-SA


(udar) = autoridad; LA= día; TAR= a través; SAL= sal; CIA= que; TÍR= país; TANAICC (THANIG Se) =
vino; CO= hasta; A CHED= un; BLIADAIN= año; SEOLADH= navegar; MIS= me; SIAR= este; GON-
DICCE= (go-) hasta; TRIALL= viajar; TRI= tres; TTRÁTH= tierra, tiempo; SEOLADH= navegar; MIS=
mes; GIL= blanco-a; CO RlATH = alcanzó; TRE-UILLIGH= curva; lARSIN= después-, NAOI= nueve;
TTRÁTH= tierra, tiempo; SECHTMADH DECC= diecisiete; MAIRT= Martes; GABSOM= desembarcar].

2. L a primitiva ruta sur - atlántica de los pueblos del

M editerráneo : los iberos en las I slas B ritánicas

La ruta sur-atlántica que conectaría el oriente Medio a través del


Mediterráneo con el Atlántico tendría su punto estratégico en
Iberia. Sobre la llegada de tribus hispanas a las Islas Británicas en
épocas incluso anteriores a la era cristiana está atestiguada por
los clásicos. La presencia del estaño solamente era conocida en
cantides importantes en Iberia y la isla de Bretaña y sabemos que
solamente la producción de oro en Iberia y en especial en su
zona noroeste hasta finales de la Eda Antigua alcanzó una cifra
próxima al total de la producción del resto de Europa: Península
Ibérica 1.850 Tm, resto de Europa 2.120 Tm (Astures: 142).
Algunos pueblos debieron de conocer la manera de llegar pasa­
das las Columnas de Hércules hasta Galicia lugar donde existía
gran cantidad de estaño y desde allí bordeando el Cantábrico y la
Galia podían fácilmente llegar a las islas al otro lado del Canal de
la Mancha. La creencia de que las Islas Británicas se encontraban
próximas a las costas de Iberia nos la ofrece Diodurus quien
considera que las islas Cassitérides eran islas en el océano próxi­
mas a Iberia (Libro V. 38. 4-39). Los antiguos fenicios, iberos y
probablemente celtas hispanos, podían viajar bordeando el
Golfo de Vizcaya hasta las Islas Británicas con gran facilidad y es
ig8 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

por ello por lo que debieron de considerarse unas islas muy


próximas a la Península Ibérica. En la época moderna especialis­
tas en el tema como es el conocido y prestigioso historiador G.
M. Trevelyan así también lo consideran:

The bulk of those whom we miscall «Celts» are for the most
part dark-haired people whose ancestors had been in the island
thousands of yeas before the red celts was ever heard of...
We may conveniently speak of these pre-Celtic peoples, collec-
tivelly, as «Iberians», though in fact they consisted of many
different races, not all of them dark-haired. Some «Iberian»
blood probably flows in the veins of every modern Englishman,
more in the average Scot, most in the Welsh, and Irish.

La mayoría de aquellos que mal llamamos «celtas» son en su


mayoría gente de pelo oscuro cuyos antepasados habían estado
en la isla miles de años antes de que se conociera en absoluto a
los celtas de pelo rojizo...
Podemos hablar en resumen de estas gentes pre-celtas, colecti­
vamente, como «iberos», aunque en realidad consistían en
muchas razas diferentes, no todos ellos de pelo oscuro. Proba­
blemente alguna sangre «ibera» corre por las venas de cada
hombre inglés actual, más en el escocés, y mayor parte en el
galés y el irlandés.
Trevelyan: 22.

En la religión escita, adoradora del sol y del más allá, las últi­
mas tierras conocidas hacia occidente, por su proximidad al sol
serían las más seguras como hemos indicado al referirnos a
Irlanda y uno de sus nombres primitivos: Crioch na Bhfuineadhach
(Final de los Imites).

19 ... Tanto Hispania como Italia recibieron el nombre de


«Hesperia», porque los griegos en las costas italianas y españo­
las se guiaban en su navegación por la estrella Héspero. Pero se
distinguen ambios países de la manera siguiente: cuando se dice
Hesperia, simplemente, se está uno refiriendo a Italia; cuando
se añade el calificativo de «última», se hace referencia a Hispa­
nia, ya que se halla situada en el extremo de occidente.

Isidoro: 1994, XIV, 4-19.


XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 199

La estrella Héspero tenía que ser muy bien conocida por los
navegantes griegos y escitas, la estrella que indicaba el fin del
mundo, el lugar donde se ocultaba el sol bajo las aguas y allí se
encontraba España. El nombre de Hispania sería conocido en
épocas más remotas como Iberia, la tierra de las gentes que
poblaban las regiones que rodeaban el río Ebro:

28. Hispania se conoció inicialmente como «Iberia», nombre


del río Ibero (Ebro); más tarde se la llamó Hispania, derivativo
de Híspalo. Esta es la auténtica Hesperia, así denominada por
Héspero, la estrella occidental.
Isidoro: 1994, XIV, 4-28.

3. Hibernia, Scotia e Yernia relacionadas en la

EN LA ANTIGÜEDAD: LA HlBERIA DEL CÁUCASO.


Irlanda mencionada como Hibernia e Ivernia.

Hiberia en España y en el Cáucaso.

La Hibernia de César . Yerne, E ire e Hiberia

Para San Isidoro el nombre primitivo de Irlanda derivaría tam­


bién de Hibernia por su relación geográfica, y presumiblemente
cultural, con la Hibernia de los habitantes del río Ebro:

Scotia (Irlanda), conocida también como Hibernia, es una isla


cercana a Britania, más pequeña que ésta en extensión, pero
más fértil por su emplazamiento. Se extiende de sur-oeste a
norte. Su parte primera está orientada a Iberia y el océano
Cantábrico, y por eso se denomina Hibernia.

Isidoro: 1994, XIV, 6-6.

Como ya hemos comentado anteriormente también San Isi­


doro nos comenta como existe una primitiva región dentro del
territorio escita llamada Hiberia, y no podemos dejar de pensar
en la relación de los habitantes de esta región con los habitantes
de la Iberia española:
200 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

36. Hiberia es una región de Asia, próxima al Ponto y unida a


Armenia. Nacen en ella hierbas muy útiles para teñir.
Isidoro: 1994, XIV, 3-36.

Posteriormente el nombre de Hibernia o Ivernia sería dado a


Irlanda por los hijos de Mil de España en recuerdo de su patria.
Ateniéndonos a las explicaciones de Geoffrey Keating recibió el
nombre en recuerdo del río español Iberus (Ebro). Pese a lo
anterior Keating apunta también la posibilidad de que viniera
del nombre de uno de los hijos de Mil, Eibhear, y también de
que su origen venga de las palabras griegas «¡héroe» (en latín:
ocaso) y «nyaon» (isla): « isla del ocaso »:

An deachmhadh hainm, «Hibernia»;


agus is iad mic Mileadh tug an
t-ainm sin uirre.

El décimo nombre, Hibernia;


y son los hijos de Mileadh
los que dieron el nombre a esa tierra.

Keating: 1987, Libro I, I, 89-90.

En el s. I a.C., Caius Julius Caesar en su Guerra de las Galios nos


menciona Hibernia refiriéndose a Irlanda, al hablarnos de las
Islas Británicas. El geógrafo griego Estrabón en su Geografía habla
de la isla de Yerne como el lugar más alejado del mundo y den­
tro del territorio de los celtas:

El tramo navegable desde Céltica en dirección norte, según se


dice entre los autores actuales, llega como máximo hasta Yerne,
que está más allá de la Britania y en la que se vive penosamente
a causa del frío, de suerte que se consideran inhabitables las
regiones situadas aún más allá.

Estrabón: 1992, Libro II, I, 13.

A nivel lingüístico la palabra Yerne guarda relación con Erin


y Eriu, también nombres primitivos con los que se conocía
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 201

Irlanda. Erin en irlandés antiguo aparece como Eriu, genitivo


Erenn. La raíz indoeuropea ueru- aparece en irlandés antiguo
como feronn (tierra), por lo que Eriu y feronn pueden venir de
una misma raíz con el significado primitivo de «tierra» o
«lugar». También Eriu sería el nombre de Irlanda en gaélico
primitivo. En las High Lands escocesas tenemos los ríos Eire y
Eireann que muestran un origen bastante parecido. La raíz
indoeuropea evoluciona en celta galés en la palabra Iwerddon con
significado de «isla», «colina» o «cerro aislado». En latín apa­
rece como Hibemia, Ivema o Ieme-, en griego como Pieria significando
esta última «tierra fértil» o «territorio (lugar) de las musas
griegas. Cabe suponer que Eriu pudiera significar en un princi­
pio «la tierra o isla solitaria», posteriormente evolucionaría en
las formas Eire y Erin. Estrabón en el s. I d.C. nos ofrecía una muy
crítica y desoladora visión de los habitantes primitivos de la isla:

Existen otras islas alrededor de Bretaña, y hay una de gran


extensión llamada Ierne paralela a ésta y orientada hacia el
norte. De ella no podemos decir nada positivo. Sus habitantes
están más salvajes que los britanos, son grandes comilones y se
alimentan de carne humana.
Estrabón: 1992, Libro IV.

4 . Pueblos hispanos en las Islas Británicas:


los silurus en Gales e Irlanda.
Albiones y oestrymnidos en las islas

Estas relaciones entre España y las Islas Británicas son probable­


mente la causa de que coincida el nombre de Silurus de Gales
con el de mons Silurus (Avieno: 433) de Sierra Nevada en Hispa-
nia. También Schulten (194 O: 27) hace referencia a como
«Tácito subrayó (Agrícola, II) el tipo moreno ibérico de los
Siluros, que se encuentra todavía en Gales y en Irlanda».
Otros pueblos de Galicia, como es el caso de los albiones de
los que hablaremos más adelante y el de los oestrymnios nos ha
202 3* PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

dejado parte de su legado histórico en Bretaña. Estos pueblos se


asentaron en Bretaña y las Islas Británicas gracias al comercio del
estaño. Podemos ver como estas relaciones primitivas entre Ibe­
ria y las Islas Británicas habían preparando el camino para que
los habitantes de Iberia pudieran escapar de los cartagineses y del
empuje romano, exterminados en algunas ocasiones como es el
caso de Numancia, o la rebelión infructuosa del caudillo celta
lusitano Viriato, o la sangrienta conquista de Augusto del Can­
tábrico que tuvo como consigna el exterminio de los pueblos
cántabros para de esta manera evitar futuras sublevaciones.
Albiones, astures y otros pueblos del norte de la península vie­
ron su única salvación en buscar refugio más allá de los mares,
en el lugar más alejado y seguro fuera del poderío romano. El
viaje a las Islas Británicas según Apiano solamente lo realizaban
los habitantes celtas de Iberia, ni tan siquiera los romanos eran
capaces de realizar este viaje. Según él habitaban la península
desde el mar Tirreno (Mediterráneo) hasta el Océano Nórdico
(Atlántico), desde los montes Pirineos hasta las Columnas de
Hércules extendiéndose en un amplio círculo hacia occidente.
También nos dice que la singladura hasta las Islas Británicas era
de medio día (Libro VI, i). Una vez más Apiano como otros
escritores clásicos considera la gran proximidad de estas islas con
el norte de Iberia.

5. Origen del nombre de los Scotus y gaélicos.

Origen del nombre de Alba

También el otro nombre que San Isidoro menciona para


Irlanda, Scotia, país de los «scotus» (escotos) tendría relación
con el territorio escita, puesto que scotus derivaría de la palabra
«escitas». La palabra scotus o scottus aparece en latín para designar
a los habitantes de Irlanda y Escocia. Se considera que la palabra
«scots», con la que se designa a estos primitivos irlandeses
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 203

puede venir de «scits», escitas como ya sabemos. Pese a lo ante­


rior para el origen del nombre de los primitivos scots se han
ofrecido otras explicaciones. El nombre de Scota aparece en el
manuscritos irlandés Leabhar Gabhála (Libro de las invasiones), siendo
Scota la hija del faraón de Egipto, casada con el rey de los escitas
conquistadores de España y posteriormente de Irlanda. En la
recopilación histórica de Keating (s. XVIl), se nos dice que el rey
de Irlanda Niall «de los nueve rehenes», en el s. V d.C. fue el
rey irlandés que invadió Escocia, en aquellos tiempos habitada
por los pictos, y estableció allí un reino irlandés conocido desde
entonces por el nombre de Dal Riada:

Is é an Niall-so do chuaidh go sluag lionmhar maille ris do near


tughadh agus do phréamhughadh Dál Riada is chinidh Scuit i
nAlbain do bhí fán an soin ag gabháil neirt ar Cruithnea chaibh
da ngairthear Picti.

Este Niall fue a Alba con un ejército numeroso para fortalecer y


establecer la Dal Riada y la raza de los Scotic en Alba, quienes
en aquella época estaban conquistando sobre los Cruithnigh,
que eran llamados pictos.
Keating: 1987, Libro I, XLVIII, 5791-4.

También sería Niall el primero en darle el nombre de Escotia


(Escocia) a Alba, y desde entonces Alba sería conocida como Esco­
cia Menor e Irlanda como Escocia Mayor o Gran Escocia, y esto
fue debido a la veneración por Escota hija del faraón de Egipto
Nectonibus, que fue esposa de Golamh, llamado Mil de España,
de quien descendía la raza de los «Scoti» (Irlandeses y Escoceses).
Geoffrey Keating también nos dice que el nombre de los
irlandeses (gaélicos) viene de Gaedheal Glas, hijo del escita Niul
y de la hija del faraón Cindris, su madre, según la costumbre,
sería llamada Escota debido a que su marido era de la raza escita.
De esta manera también se llamaría Scota la esposa de Mil de
España otro escita que durante algunos años estuvo con su gente
en Egipto. Keating obtiene su información del Leabhar Gabhála
204 3» PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

dicho manuscrito nos ratifica que a Gaedheal Glas hijo de Nel y


de Scota, y nieto del rey de los escitas Fenius Farsidth se le con­
sidera la cabeza primitiva de la tribu de los «gaedhil», que pos­
teriormente conquistarían España e Irlanda capitaneados por
Brath padre de Breoghan. Según nos dice el libro, Moisés de
forma milagrosa le libraría del ataque de una serpiente que se
había enroscado en su cuerpo dejándo después sobre su cuerpo
unas marcas verdes, en los lugares que le había atenazado el ani­
mal, de ahí que fuera llamado desde entonces «glas» (verde).
Moisés después de bendecirle le diría que donde fueran él y los
suyos nunca habría serpientes. Actualmente Irlanda es un país
sin serpientes.

a. Gaedheal Glas ottátt Gaedhil mac saidhe Niúil nertmaoinigh


ro ba tren y toir, Nel mac faeiniusa Farsidh.

a. Gaedheal Glas de él vienen los Gaedhil hijo de Nel el pode-


soro; que era fuerte en el este, Nel hijo de Fenius Farsidh.

Leabhar Gabhála: 1988, cap. XI, 146.

En el s. XII Geoffrey de Monmouth nos da otro posible ori­


gen del nombre de Escocia en su Historia Regum Britanniae. Uno de
los hijos de Brutus, Albanadus, heredaría el norte de la isla y le
pondría su nombre:

Albanactus, el más joven, tomó la región que actualmente se


llama Escocia en nuestra lengua. La llamó Albany, tomándolo
de su propio nombre.
Monmouth: 1982, 75-

6. Relaciones primitivas de la Península Ibérica

y las Islas Británicas

La descripción que nos hace Heródoto de Escitia nos la presenta


como habitada por pueblos nómadas de jinetes que habitan
mayoritariamente en las estepas y que llevan con ellos todas sus
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 205

pertenencias. No obstante existen los escitas agrícolas que son los


más próximos a los griegos como los calípidas que son escitas hele-
nizados, al norte de ellos se encuentran los alizones a orillas del
río Dniéper y son escitas labradores puesto que a difrencia de los
demás escitas siembran cebollas ajos, lentejas y mijo (Heródoto:
2001, Libro IV, I, 17). Más allá viven los neuros asentados a lo
largo del río Hípanis. Más adelante hay un gran desierto y a con­
tinuación los territorios están ocupados por los escitas nómadas.
Podemos recordar como el nombre de la ciudad francesa de
Poitiers en las Etimologías de San Isidoro es Pictavis y fue fundada
por gentes existentes en el lugar sin que nos indique su proce­
dencia. Encontramos una vez más una enigmática relación con
los pictos habitantes de la escocia primitiva que habitaban el
norte de la isla antes de que los irlandeses fundaran el reino de
Dal Riada en Escocia. Una vez más la emigración de iberos y cel­
tas desde el sur de la Galia y desde el norte de Hispania hacia las
Islas Británicas nos ofrece otra nueva posibilidad:

64. Narbonam et Arelatum et Pictavis coloni proprii condi-


derunt.

64. Narbona, Arelato (=Arles) y Pictavis (=Poitiers) las funda­


ron colonos propios.
Isidoro: 1994, Libro XV, I, 64.

El Leabhar Gabhála nunca usa la palabra celtas para mencionar a


los diferentes clanes que invadieron España e Irlanda. Se refiere
a ellos bajo el nombre de escitas («scyts») palabra que posible­
mente evolucionaría en escoceses («scots») con la que se cono­
cería a los habitantes de Irlanda y más tarde a los de Escocia.
Sabemos que alrededor del año IOOO a.C. existen relaciones
comerciales entre Irlanda y España, es la época en la que los tra­
bajos en hierro son raros pero existe cierta habilidad en la ela­
boración de objetos de bronce, que en España e Irlanda siguen
las mismas líneas artísticas para su elaboración:
206 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

By contrast, the ability to work bronze is very widespread, and


small tools, fíat axes and arrowheads are common, even though
the weight of metal actually available is low... The best gold
jewellery comes from the Southwest, in a hoard weighing 155 kg
found in a pot at Bodonal de la Sierra (Badajoz), with gold
torcs linked to those made at the same time in Ireland. Indeed,
this hoard may well contain pieces of Irish manufacture.

Por el contrario, la habilidad para trabajar el bronce está muy


extendida, y pequeñas herramientas, hachas planas y puntas de
flechas son comunes, pese a que el peso del metal realmente
obtenible es escaso... La mejor joya de oro viene del suroeste, en
un tesoro que pesa 1-55 kg* Encontrado en un recipiente en
Bodonal de la Sierra (Badajoz), con torques de oro relacionados
con los que se elaboraban entonces en Irlanda. Verdaderamente,
este tesoro bien puede contener piezas de fabricación irlandesa.

Harrison: 1988, 29-

Collar de oro de finales de la Edad de Bronce (1000-700 a. de C), Moura (Portugal).


Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Lisboa.

Un anticuario inglés William Camden (1551-1623), escribe


una historia de Gran Bretaña en latín Britannia Camdeni, a la que
Keating cita repetidas veces con respeto y aprobación. Camden,
ateniéndonos a Keating, considera que los irlandeses y los escoce­
ses son de origen español y provienen originariamente de Escitia,
lo mismo que sostiene Nennius (s. VIII-IX) en su Historia Brittonum:
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 207

«Carne from Spain to Ireland in the forth age». Besides, Nen-


nius, a British author, says, according to Camden, that it was in
the fourth age of the world that the Scithiae —that is, the Scotic
race— took possession of Ireland.
Keating: II, 375.

Una consideración importante en el estudio de estos pueblos


primitivos es la existencia de gentes que poblaron Europa antes
de la llegada de los indo-europeos. Wagner citando a César nos
ofrece con diáfana claridad la situación de los habitantes de
Gran Bretaña en el s. I a.C. :

Julius Caesar maintains that at the time of the first invasión of


Britain by Román legions the Coastal areas of Southern Britain
were populated by tribes of Belgian and, therefore, Celtic or
Celtic-Germanic origin, while the interior of the country con-
tained the aborigines whom we might consider linguistically as
pre-Indo-Europeans.

Julio Cesar mantiene que a la vez de la primera invasión de


(Gran) Bretaña por las legiones romanas las zonas costeras del
sur de Bretaña estaban pobladas por tribus de belgas y, por lo
tanto, de origen celta o celto-germánico, mientras que el inte­
rior del país contenía los aborígenes a quienes podríamos con­
siderar lingüísticamente como pre-indoeuropeos.

Wagner: 1971 387-

Remontándonos a épocas anteriores sabemos que hacia el año


IOOO a.C. existían una relaciones significativas entre la Penín­
sula Ibérica y las Islas Británicas. Gracias a la navegación de
cabotaje desde Tartessos, podemos pensar que las embarcaciones
bordeaban las costas atlánticas alrededor de Galicia seguían por
el Golfo de Vizcaya hasta llegar a Armórica (islas Oestrymnides)
y desde allí pasarían por la punta sur de Cornualles para atrave­
sando el Mar de Irlanda llegar a Irlanda (Hierni). Avieno en su
Periplo nos habla de estos contactos primitivos, la relación
comercial de las Islas Británicas con Tartessos aparece bien
208 3» PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

documentada en los estudios de J. Ma. Blázquez quien consi­


dera que hasta mediados del s. VIII a.C. Tartessos tuvo una rela­
ción comercial directa con las Islas Británicas, siendo Armórica
(actualmente Bretaña Francesa) centro neurálgico de estas
conexiones (1975: 255):

Los habitantes de las islas Oestrymnides se ocupaban conti­


nuamente en toda clase de comercio (Oro Mar. 98-100), cru­
zando el Océano en barcas de pieles (Ora Mar. IOI-I07): De
Su país se llegaba de este modo duobus solibus a la gran isla de los
Hierni (Ora Mar. 108-nl), que debe ser Irlanda. Muy cerca de
esta isla se hallaba la de los Aibiones (Ora Mar. 112). La confir­
mación de estas relaciones comerciales en la primera mitad
del primer milenio, de las que hablan las fuentes, es una serie
numerosa de documentación arqueológica que pone en rela­
ción estrecha las Islas Británicas e Irlanda y la Península Ibé­
rica, tales como los calderos de clavos cónicos del depósito de
Huerta de Arriba, en la provincia de Burgos, el fragmento de
un caldero de bronce, también de clavos cónicos, de Hio,
provincia de Pontevedra, de fecha más tardía, el ejemplar de
Cabárceno, provincia de Santander, de finales del s. VII, los
fragmentos de otro ejemplar procedente de la Cueva Lóbrega
de Torrecilla de Cameros, provincia de Logroño y el recien­
temente descubierto y estudiado por Schubart, hallado en
Lois, todos ellos emparentados probablemente con ejempla­
res irlandeses y cuyos prototipos vienen del Oriente siguiendo
la ruta del estaño; las puntas de lanza del depósito de la Ría de
Huelva con perforaciones en la hoja, documentadas también
en Inglaterra o Irlanda, quizás del s. VIII; el hacha de cubo del
depósito de Hio, de tipo armoricano y el fragmento de gancho
de bronce con paralelos en las Islas Británicas; los escudos
grabados sobre losas con entalladuras en V tan abundantes en
Irlanda y en la Península, Granja de Céspedes, Solana de
Cabañas, Brozas, Torrejón el Rubio, Ibahernando, Santa Ana
de Trujillo, Magacela, Fioveira, derivados de prototipos
orientales, que se fechan estos últimos por los hallazgos voti­
vos griegos procedentes de la cueva ideana en Creta y del
Heraion de Samos, Chipre y Delfos en los s. VIII y VII, fecha
que convendría para su llegada a la Península, de donde,
según Hencken y Schubart, pasarían a Irlanda, probable­
mente con los viajes de los Tartessios.

J. Blázquez: 1975, 52-54.


XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 209

7. Las Islas Oestrymnides. Los tartesios en las islas

Oestrymnides (Estrímnidas), según Himilco yAvieno

Será un fenicio del s. VI a.C., Himilco, el que nos ofrezca una


descripción de estos lugares en un viaje de exploración que rea­
lizó por el Atlántico pasadas las Columnas de Hércules. El texto
original no ha llegado hasta nosotros pero sí la recopilación de
él realizada por Avieno en su Ora Marítima siglos más tarde. Ate­
niéndonos a Avieno (s. IV d.C.), Himilco menciona el cabo
Estrimnis, que estaría enclavado o bien en el norte de Galicia,
podemos pensar en Estaca de Bares o Finisterre por citar algu­
nas posibilidades, o bien en la actual Bretaña francesa. Pasado
dicho cabo se abre el golfo de Estrimnis y las islas Estrimnidas.
Desde el cabo Estrimnis se llega a la Isla Sagrada habitada por el
pueblo de los hiernos, próximos a la isla de Alba. Este docu­
mento nos ofrece una relación existente ya en el s. VI a.C. entre
Hispania e Irlanda. Himilco, en el texto de Avieno, nos dice que
después de dos días de viaje a través del océano se llega a Irlanda,
y el regreso se puede realizar bordeando la isla de Alba (Gran
Bretaña), siendo los tartesios el pueblo hispano que guarda una
estrecha relación comercial con las tierras atlánticas al norte de
Galicia. Pese a todo los especialistas consideran que un viaje de
solamente dos días hasta Irlanda es algo difícil de creer y menos
en las embarcaciones mencionadas, construidas con pieles cosi­
das sobre una frágil estructura de mimbre o madera:

Ast hinc duobus in Sacram —sic insulam dixere prisci— solibus


cursus rati est. Haec inter undas multam caespitem iacet, eam-
que late gens Hiernorum colit. Propinqua rursus ínsula Albio-
num patet.Tartesiisque in términos Oestrymnidum negotiandi
mos erat...

«Desde aquí sin embargo hasta la Isla Sagrada —así llamaron la isla
los antiguos—, una nave emplea una singladura de dos soles. La
isla, en medio del oleaje, se extiende con una gran superficie de
tierra, y el pueblo de los hiernios la habita ampliamente. Cercana
210 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

aparece, a la vuelta, la isla de los albiones. También los tartesios


acostumbraban a comerciar hasta los límites de las Estrímnidas...
Avieno: 1994, 108-113.

En un fragmento de la Ora Marítima, nos encontramos con una


extraña emigración de los habitantes de Hispania. Los especia­
listas consideran que un nuevo pueblo invasor llegado a la
península obligarían a parte de sus habitantes primitivos a bus­
car un nuevo asentamiento en las tierras de las Islas Británicas.
El nombre de Hispania era según Himilco, o Avieno, Ofiusa
tierra de serpientes, pero antes su nombre fue el de Estrimnis
cuando todavía sus habitantes no tenían serpientes:

154- Haec dicta primo Oestrymnis, locos et arua Oestrymnicis


habitantibus; post multa serpens effugauit Íncolas, uacuamque
glaebam nominis fecit sui.

154- Fue llamada primeramente Estrimnis, porque sus lugares los


estrímnicos habitaron; después muchas serpientes hicieron huir
a sus habitantes, por lo que la tierra fue privada de su nombre.

Avieno: 1994, 154-157.

La explicación de algunos historiadores es que los estrímnicos


fueron expulsados de su territorio, Hispania, no por una una
invasión de serpientes y sí por otros pueblos quizás celtas que lle­
garon al lugar. Estos estrímnicos tenían relaciones de diverso
índole con los habitantes de Irlanda y Gran Bretaña por lo que
pudieron embarcarse en sus naves de cuero y buscar un nuevo
asentamiento en las Islas Británicas. Si Avieno no no engaña y el
texto qu nos ofrece es el de Himilco, estos hechos habrían tenido
lugar no antes del s. VI a.C., época en la que Himilco vivió. Esto
nos prodría incluso indicar que Breogán, Brigantiay la conquista
de Irlanda por los milesios españoles fue registrado como relato
en una época anterior a Himilco y por tanto pertenecía a la cul­
tura de un pueblo precelta. Y aunque no fuera históricamente
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 211

cierto, podemos decir que el hecho literario elaborado por un


clan que habitó Hispania en aquella época sí pudo ser cierto y
pudo ser llevado desde Hispania a Irlanda pon estos pueblos,
emigrados forzosos, que habitaban Hispania o Estrimnis.
A. M. Suárez (véanse sus comentarios históricos en la tra­
ducción de la Ora Marítima, pp. 67 y 73) nos sugiere una relación
entre los estrimnicos y los sefes, pueblo este último conocedor
de la metalurgia del hierro, que se asentó en el s. VI a.C. en las
cuencas del Duero y del Tajo, y nos explica la teoría de la expul­
sión de los estrimnicos de Hispania de la siguiente manera:

Allí habían habitado los estrimnicos quienes, al parecer, serían


los pueblos megalíticos artífices de la cultura del Bronce Atlán­
tico en el noroeste (con estrechas vinculaciones con Irlanda y
Gran Bretaña), supuestamente expulsados y sometidos por gru­
pos celtas. Este pasaje en el que se refiere como los estrimnicos
fueron expulsados por una multitud de serpientes, ha sido
objeto de interpelaciones muy discutidas. A. Schulten, ante la
imposibiliodad de admitir una invasión real de serpientes, aso­
ció el temino griego serpiente con el grupo de población de sefes.
Se narraría entonces, según dicho autor, la invasión de un pue­
blo celta que expulsaría en su desplazamiento al grupo de los
estrimnicos. Esta solución fue asumida ampliamente y comple­
tada, entre otros, por F. López Cuevillas y F. Bouza Rey, quie­
nes hicieron de la serpiente el animal totémico del pueblo inva­
sor,aduciendo como prueba la pervivencia de dicho culto en la
tradición folklórica contemporánea de la serpiente en Galicia.
Avieno: I994, 67-68.

8. Pre-celtas hispanos en las Islas Británicas

Podemos considerar que los relatos que nos ofrecen los manus­
critos celtas son en buena parte pura invención mitológica; no
obstante existe una parte sobre la que podemos seguir pensando
que sí ofrece una base histórica digna de crédito. Los escribas
que elaboraron dicho manuscritos, pese a sus significativos erro­
res, tenían un gran conocimiento de la geografía y de la historia
212 3" PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

en aquella época, estamos hablando de aproximadamente un s.


IV o V d.C. cuando según los datos que tenemos el manuscrito
pudo ya existir como tal. Sobre la llegada de tribus hispanas a las
Islas Británicas en épocas incluso anteriores a la era cristiana está
atestiguada por especialistas en el tema como es el conocido y
prestigioso historiador G. M. Trevelyan:

The bulk of those whom we miscall «Celts» are for the most
part dark-haired people whose ancestors had been in the island
thousands of yeas before the red celts was ever heard of...
We may conveniently speak of These pre-Celtic peoples, Collec-
tivelly, as «Iberians», though in fact they consisted of many dif-
ferent races, not all of them dark-haired. Some «Iberian»,
blood probably flows in the veins of every modern Englishman,
more in the average Scot, most in the Welsh, and Irish.

La mayor parte de aquellos que mal llamamos «celtas» son en


su mayoría gente de pelo oscuro cuyos antepasados habían
estado en la isla miles de años antes de que se conociera en
absoluto a los celtas de pelo rojizo...
Podemos hablar en resumen de estas gentes pre-celtas, colecti­
vamente, como «iberos», aunque en realidad consistían en
muchas razas diferentes, no todos ellos de pelo oscuro. Proba­
blemente alguna sangre «ibera» corre por las venas de cada
hombre inglés actual, más en el escocés, y mayor parte en el
galés y en el irlandés.
Trevelyan: 22.

La presencia hispana en las Islas Británicas existe ya en el


segundo milenio antes de Jesucristo y no será solamente Trivel-
yan el que nos ofrezca dicha consideración:

Los monumentos de Avebury, el templo de Stonehenge, los


cerros de la Colina de los Gigantes parecen probar la existencia,
a partir del segundo milenio antes de Jesucristo, «de una
numerosa población, acostumbrada a unirse para una acción
común bajo la dirección de una autoridad aceptada».
Se da generalmente el nombre de iberos a esta población y se
piensa que habían venido de España. Españoles o no, eran
ciertamente de origen mediterráneo. El viajero que regresa de
Malta se siente sorprendido en Stonehenge por los rasgos
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 213

comunes que presentan los monumentos megalíticos en lugares


tan apartados entre sí.
Maurois: 9.

9. Las primitivas relaciones marítimas y comerciales

entre Hispania y las Islas Británicas anteriores

AL 1100 A.C., AÑO DE LA FUNDACIÓN DE CÁDIZ

POR LOS FENICIOS

Las relaciones comerciales y de otro tipo entre la Península Ibé­


rica y las islas Británicas se encuentra atestiguada y documentada
por los escritores clásicos y por los muchos estudios realizados al
respecto en España, Portugal y resto de Europa. Son relaciones
marítimas que nos llevan a una época incluso anterior al año
IIOO a.C. fecha de la fundación de Cádiz por los fenicios. Pero
sabemos que ya en el año 2000 a.C. existía una cultura megalí-
tica en España y Francia que pronto sería exportada a las Islas
Británicas. Su religión está relacionada con el dios sol del occi­
dente asiático. Es el momento en el que sus habitantes poseen
algunos conocimientos del cobre; erigen dólmenes y menhires
con piedras gigantescas y acostumbran a enterrar a sus habitan­
tes en túmulos redondos con un pasillo y una o varias cámaras
funerarias en su centro que nos recuerdan los tholoi del mar
Egeo. La cultura del vaso campaniforme es contemporánea de
esta cultura megalítica de posible origen ibero. Los Millares en
España, Carnac en Francia y Overton Hill en Inglaterra son
muestras de esta cultura del occidente europeo de finales del
Neolítico. Si la llegada de los escitas al mar Negro como sabemos
no es anterior al año IOOO a.C. y la llegada de fenicios, griegos y
cartagineses a Hispania es también bastante posterior al 2000
a.C. nos encontramos con una cultura que no guarda relación
más o menos directa con las anteriores.
Los celtas como tales empiezan a ser citados por los autores
clásicos en una época bastante moderna dentro de este apar­
214 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

tado, no antes del año 700 a.C. (Hallstatt). Se considera que


esta invasión hallstáttica llega al norte y centro de España alre­
dedor del año 600 a.C., siendo el pueblo de los arevaci el más
poderoso de la época dominando a las otras tribus desde sus
centros estratégicos: Medinaceli y Numancia. Los romanos
lograrían quebrar la resistencia de los arevaci y el resto de pue­
blos celtas en la Península Ibérica en el 195 a.C. aunque el
último reducto, Numancia, lograría sobrevivir hasta el año 143,
fecha en que las legiones de P. Cornelio Escipión destruyeron
la ciudad.
La llegada de los celtas a las Islas Británicas se considera que
no fue antes del 500 a.C. No obstante las relaciones marítimas
entre Hispania y las Islas Británicas se había desarrollado desde
hacía más de mil años antes. Por lo que cabe pensar que ante el
empuje de los romanos en Hispania los celtas hispanos pen­
sando en su huida pusieran sus ojos en las Islas Británicas y por
alguna razón en especial en Irlanda. De los años 50° al ^43
a.C. la relación entre España y las Islas debió de ser intensa,
más sabiéndose aislada del resto del continente puesto que la
Galia ya había sucumbido al poderío romano La Galia Cisal­
pina fue sometida por los romanos entre el 225 Y ^E)1 a-C., y sus
relaciones con los pueblos galos por lo tanto habián sido drás­
ticamente cortadas. Los hispanos se ven durante estos siglos
empujados poco a poco hacia la cornisa cantábrica y su único
refugio son los territorios al otro lado del mar, podemos con­
siderar que este es el momento clave de la última gran emigra­
ción celto-escita a Irlanda, sin que esto anule la posibilidad de
otras anteriores que de hecho sabemos que se dieron en la
época megalítica aunque no fueran emigraciones celtas. Todo
ello concuerda con las diferentes migraciones que nos ofrece el
Leabhar Gabhdla, las primeras serán gentes de Cesair, de Partho-
lon de Neimhed, de los Fomorers y de los Tuatha Dé Danann,
de todas ellas nunca el manuscrito nos dice que fueran celtas,
XV. LA PRIMITIVA RUTA ATLÁNTICA 215

solamente escitas, unas veces venidos desde el mar Negro como


Cesair y otras de territorio Griego como la de los Fomores y los
Tuatha Dé Danann.
XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS Y LIGURES

1. LOS BRIGANTES EN ASTURIAS Y OTRAS PARTES

del Cantábrico a partir del año 700 a.C. Su origen

La zona norte de Hispania ha sido siempre considerada como lugar


propicio para las expediciones marítimas y migraciones de los pri­
mitivos pueblos cántabros. Lugar de asentamiento de los primitivos
ártrabos (¿brigantes?) en Brigantia y de Astures y albanos en Astu­
rias así como también otros pueblos pre-celtas y celtas. La incóg­
nita de los orígenes de estos pueblos nos lleva a las proximidades
de Viena en la que existió un asentamiento llamado por los
romanos Asturis y en el que edificaron una de sus fortalezas. En
el norte de España de Iberia existen gran cantidad de topónimos
e hidrónimos de gentes indoeuropeas llegadas en el s. II a.C. Las
inmigraciones seguirían hasta llegado el año IOOO a.C. época en
la que aparece un lenguaje indoeuropeo con ciertos rasgos deter­
minados que los especialistas considereran precelta con la carac­
terística de coservar la P a comienzo de palabra e intervocálica.
Será a partir del año 700 a.C. cuando los pueblos celtas pro­
piamente dichos hagan su aparición:
XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS Y LIGURES 217

... gentes que hablaban una lengua similar al celtibero, como


evidencian diferentes topónimos, onomástica de las estelas e
incluso inscripciones en celta (inscripción de Iulóbriga y tésera
de Monte Cildá).
Peralta: 2000, «Conclusiones».

Referente a los topónimos en briga (a comienzo o final de


palabra) existen una serie de lugares en Europa, de los que
hemos hablado anteriormente, claramente identificables. En
España tenemos una serie de lugares en briga- que indica que
sus habitantes eran pueblos que podemos considerar celtas (y
que vamos a llamar brigantes). Podemos citar algunos ejemplos
en el noroeste de España como es Brigaecium (Benavente en la
provincia de Zamora), Villasabariego, Iuliobriga (Retortilla),
Longebriga (Brieves), Tebriga (Teberga), Tulebriga (Llena),
Tolobre (Cabrales), -briga (La Griega) estos últimos en Astu­
rias y el más conocido de todos Brigantium (Betanzos, próximo
a La Coruña). Todos ellos en un entorno circular: Desde Los
ríos Duero y Ebro, desde la provincia de Zamora en el interior
hasta las provincias del cantábrico, Asturias y Santander, termi­
nando en las costas gallegas del noroeste de la Península Ibérica
(Galicia). No debemos de olvidar, dentro de este amplio cír­
culo, otra primitiva Brigantia hoy en día Bragansa en el norte
de Portugal, ni la Brigantia que existió a orillas del río Ebro,
centro vital de los cántabros juliobrigenses. Todas ellas nos
hacen pensar, como ya hemos mencionado, que pudieron estar
conectadas en sus orígenes con el asentamiento de Bregenz,
conocido por los romanos a comienzos de la Era Cristiana
como Brigantium, en el corazón de los alpes austríacos en las
orillas del lago Constanza entre Austria, Suiza y Alemania y
próximo a la frontera con el norte de Italia, lugar de asenta­
miento no muy alejado de los primitivos etruscos. A comienzos
de la Era Cristiana también tendremos conocimiento de la
2i8 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

existencia del pueblo de los brigantes en Irlanda y norte de


Inglaterra. Existe la raíz indoeuropea berg de la que posible­
mente vienen las formas hispanas de Brigantia, la de Braganza en
Portugal y presumiblemente Bregenz en Austria y Brigition en
la zona de la antigua Tracia.
Algunos de estos lugares, como es el caso de Brigaecium,
sabemos que tuvieron fuertes enfrentamientos armados con los
romanos durante siglos siendo finalmente gran parte de sus
pobladores exterminados. Estos topónimos en briga- (a cuyos
habitantes hemos llamado brigantes por su afinidad con el
topónimo) se encontraban habitados en el s. II a.C., hablando
en términos generales, por galaicos, astures y cántabros además
de por otros muchos pueblos como fueron los albiones (albio-
num en latín) de los que vamos a hablar a continuación.

2. LOS ALBIONUM DE ASTURIAS (¿ASTURES?)


Y LOS ALBIONUM DE GRAN BRETAÑA:
SU POSIBLE RELACIÓN CON ALBA Y ALBANIA

Francisco Javier Lomas nos ofrece una posible conexión entre el


pueblo de los albionum de Asturias con la Insula Albionum (Isla
de Gran Bretaña). Sus conclusiones son un dato importante más
para ser considerado dentro de esta teoría que relaciona a los
primitivos habitantes de Hispania (celtas o no) con las Islas Bri­
tánicas y podemos pensar también con los primitivos habitantes
de Alba, Alba Longa y Albania que serían los illirios señalados
por Wagner que habitaron el noroeste de la Península Ibérica
(Galicia y Asturias):

5) Insula Albionum. Citada por vez primera en el periplo, esta voz


puede ser o iliria, o bien llevada por poblaciones del grupo
goidélico, pues en ambas lenguas se halla la raíz. En cualquier
caso nos señala la presencia del indoeuropeo en las islas ya en
el s. vi. La misma voz la encontramos en el occidente astu­
XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS Y LIGURES 219

riano, en el área más oriental de la cultura castreña, princip<i>s


Albionum. Si alguna inferencia fuera permisible sería suponer
que poblaciones afines a las llegadas a las Islas Británicas en la
Primera Edad del Hierro, y portadores del nombre de la
Isla, se asienta en el Noroeste peninsular y de la que nos ha
quedado esa huella lingüística.
Blázquez: 1997, 78-

3. LOS ALBANOS ORIGINARIOS DEL CÁUCASO


SEGÚN OROSIO, Y LOS ALBANOS DE GRAN BRETAÑA

Sabemos que antes de la época Cristiana existió el pueblo de los


«albanos» entre el Cáucaso y el mar Caspio.

Lo primero que se levanta es el monte Cáucaso en la parte que


está entre los coicos, que habitan por encima del mar Cimé-
rico, y los albanos, que están junto al mar Caspio.

Orosio: I, 38_39'

En irlandés (g. Albann, dat. Albainn) y escocés (Albanach),


la palabra Alban indica la tierra de los gaélicos originarios de
Irlanda que como sabemos serían los fundadores del reino
gaélico de Dal Riada en Escocia y diferentes de los celtas brita-
nos asentados en Inglaterra y Gales primitivamente. Orosio
los vuelve a citar diciéndonos que habitaban una extensa
región llamada Albania: «Generalmente, de todo este territo­
rio, a la región más próxima se la llama Albania» (Orosio:
1982, 1, 50-51)- La Albania actual próxima a Grecia, la Alba­
nia asturiana y la Albania de irlandeses y britanos nos vuelven
a ofrecer claras similitudes:

«Si los sefes fueron los portadores del puñal de antenas en el


Noroeste peninsular, cabría sincronizar su llegada con la de los
Albiones del occidente asturiano, pensar que su cultura es coe­
tánea de la primera Edad del Hierro inglés (Irin Age A) y lin­
güísticamente considerarlos como goidélicos.

Blázquez: 1997, 78-79-


220 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Algunos historiadores como Keating, Nenius y Camden nos


dicen que fueron los escitas los que conquistaron la actual Esco­
cia. También existe mucha información en los Anales de Irlanda de
que Alba era el nombre de ese país hasta el reinado de Niall
Naoighiallach. Y posteriormente la «Dal Riada» (reino irlandés
afincado en Escocia) cambió su nombre por Scotland, tierra de
los Scots. Keating menciona un manuscrito del que no poseo
datos, Polycronicon. Presumiblemente era uno de los libros perdi­
dos en estos dos últimos siglos y que Keating tuvo la fortuna de
consultar y de legarnos parte de su contenido. El manuscrito
considera, según Keating que el nombre de escoceces (Scots)
tiene su origen en escitas (Scits):

Adeir Policronicon i san seachtmhadh caibidil deug ar phi-


chid do’n chérolabhar gurab o’n bhfocal so «Scitia» gairthe-
ach Scoit.

El Policronicon dice en el capítulo treinta y siete del primer


libro, que de esta palabra escita, escocés es llamado.
Keating: 1987, I, 228.

4. Alba, Alba Longa y Albania

Los orígenes griegos de algunos asentamientos relacionados con


la palabra «Alba» también nos los ofrece S. Isidoro. Después de
ser destruida Troya uno de los héroes citado por Homero,
Aeneas, se dige a Italia donde fundará la ciudad de Lavinio. Pos­
teriormente uno de los reyes de Lavinio, Ascanio, fundaría Alba
Longa. Según nos dice Isidoro se debió a su color y porque la
ciudad tiene forma alargada. Sabemos que «alba» en celta
irlandés significa «blanco» y «longa» en latín «largo» o
«alargado», aquí tenemos un caso en el que el celta, el latín y la
influencia griega aparecen en un mismo nombre. Isidoro
incluso nos cita los reyes albanos, y por consiguiente la misma
Albania tendrían su origen en este nombre:
XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS Y LIGURES 221

52- Aeneas post excidium Troiae in eadem Italia veniens, ab


uxoris nomine Lavinium condidit. 53' Ascanius vero relicto
Laviniae novercae suae regno, Albam Longam edificavit. Alba
autem vocata propter colorem sui; Longa, quia longum oppi-
dum est, iuxta prolixitatem collis in quo sita est.
Ex hac etiam urbe reges Albanorum appelari coeperunt.

52. Aeneas después de la destrucción de Troya vino a Italia,


fundó Lavinium por el nombre de su mujer. 53' Ascanio, des­
pués de dejar el reino a Lavinia, su madrastra, levantó Alba
Longam. Alba fue llamada por su color; Longa porque la ciu­
dad es alargada, por la configuración alargada de la colina en la
que está. Por esta ciudad los reyes de los albanos comenzarona a
llamarse así.
Isidoro; 1994, XV, I, 52.

La fundación de Alba Longa por Ascanio la sitúa S. Isidoro


en el año del mundo 4044 > pocos años después de la caída de
Troya (4024)- indicándonos la existencia de Homero en el
año 4124 (Isidoro: V, 39, 12). La existencia de Homero los
historiadores la sitúan en el s. VIII a.C. por lo que Alban y
Albania podrían haber sido asentamientos conocidos ya en
aquella época.
Ciertos especialistas consideran que Alba Longa fue fundada
en el s. XII a.C. por Ascanio, hijo de Aeneas, siendo la primera
ciudad que se edificó en Italia. En el 600 a.C. fue destruida por
Roma. Posteriormente sería reconstruida. Dionisio de Halicar-
naso también nos habla de la existencia de Alba Longa edificada
por los troyanos después de llegar a Italia y construir su primi­
tiva ciudad de Lavinium (Libro I, 45» 2-46) e incluso relaciona
a los troyanos con el origen de Roma. Con el nombre de Alba-
num se conocería la ciudad imperial en el territorio albano de
Italia, en la actualidad es la zona conocida como Castel Gan-
dolfo. En el noroeste de Italia, anterior a la era cristiana, tene­
mos una primitiva ciudad llamada Alba, en el lugar se contrui-
ría posteriormente, en el s. I a.C., la ciudad de Roma: Alba
Pompeia. En la parte occidental de la actual Rumania también
222 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

existió un territorio llamado Alba cuya capital fue Alba Iulia.


Sabemos que en el s. III a.C. los celtas habitaron este lugar.
Los anales de los cuatro maestros nos citan el reino de Alba en el año IO
de la Era Cristiana, al referirse a la hija del rey de la actual Escocia:

IO. Aois Criost, a deich...


y Baine inghin righ Alban».

IO. Epoca de Cristo diez...


Baine, hija del rey de Alba».
Armala Rioghachta Eireann: IO.

5. Los FICTOS ORIGINARIOS DE ESCITIA


EN LA OBRA DE GEOFFREY: FUENTES HISTÓRICAS

Geoffrey of Monmouth en el s. XII recoge diversos documentos


y elabora su obra seudo-histórica escrita en latín Historia Regum
Britanniae (Historia del Reino de Bretaña). El prestigio de la obra de
Geoffrey debió de ser grande por lo que en el s. XIII sería tradu­
cida al galés bajo el título de Brutj Brenhinedd, realizándose desde
entonces muchas copias en galés en siglos posteriores. Geoffrey
termina su Historia Regum Britanniae entre 1130 y 1138 y según nos
dice en la introducción se basa en los relatos de un manuscrito
escrito en lengua celta, manuscrito por desgracia desconocido
hasta la fecha. Un apartado importante de la obra es el origen
escita de pictos e irlandeses como vamos a ver a continuación.
Según Geoffrey los pictos era originarios de Escitia y capita­
neados por su rey Sodric llegaron desde Escitia a Gran Bretaña
con una gran flota con el deseo de conquistarla y quedarse en
ella. En aquellos momentos reinaba en el territorio de los bóta­
nos Marius, hijo de Arvirargus. Arvirargus había luchado deno­
dadamente contra el emperador Vespasiano llegando a ser
temido y respetado por los romanos, incluso se compuso algún
relato sobre este rey que llegó a ser cantado por los poetas e
XVI. ASTURES. ALBANOS. PICTOS Y LIGURES 223

incluso, ateniéndonos siempre a Geoffrey, relatado posterior­


mente a Nerón por Juvenal:

... regem aliquem capíes, aut de themone Brianno decidet


Arvirargus.

... o capturas a cierto rey, o Arvirargus caerá del carro britano.


Monmouth: 1982, III, IV. 16.

Las fuentes en las que se basó Geoffrey, para este último apar­
tado, aparecen en la obra del escritor clásico Juvenal (i, IV, 126-
127) según los estudios de diversos especialistas (Thorpe: 1982,
123), por lo que podemos considerar que no todo es fantasía en
la obra de Geoffrey y que tuvo un buen conocimiento de los
escritos de su época y anteriores, pese a las exageraciones e
invenciones que existen en su obra.
Sodric y sus guerreros escitas desembarcarían en Albany,
Escocia, pero después de diversas batallas serían derrotado por
las huestes de Marius y Sodric resultaría muerto en la contienda.
No obstante a los escitas supervivientes Marius les permitiría
asentarse en una región desabitada de Albany, Caitbness. Como
los escitas no tenían mujeres pidieron a los britanos que se les
permitiera casarse con sus hijas casaderas, pero los britanos no
aceptaron a semejantes individuos como parientes próximos,
por lo que los escitas pasaron a Irlanda y se casaron con mujeres
de aquella isla y de esta forma incrementaron su número en las
islas (Monmouth: 1982, III, IV. 17).
Al referirse de nuevo a las guerras entre romanos y britanos
en Gran Bretaña, Geoffrey vuelve a incidir en el origen escita de
pictos e irlandeses. En esta ocasión nos relata los enfrentamien­
tos entre Severus, delegado del senado romano para imponer
orden en la isla, y Sulgenius cabecilla britano rebelde levantado
en armas contra el imperio. En un momento dado la suerte le
resultará adversa a Sulgenius por lo que decide pedir ayuda a sus
224 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

mejores aliados. Sorprendentemente sus aliados no serán irlan­


deses u otros pueblos celtas, la ayuda la pedirá a Escitia (no sabe­
mos si cuando el caudillo britano «atraviesa el mar hasta Esci­
tia» se refiera a la lejana Escitia o a la isla de Irlanda habitada
por los escitas):

Cuando Sulgenius no pudo por más tiempo resistir a Severus,


atravesó el mar hasta Escitia, esperando restablecer su poder
con la ayuda de los pictos.
Monmouth: 1982, 126-127-

Recrutó todos los hombres jóvenes de escitia y volvió a Gran


Bretaña capturó York y se preparó para presentar batalla a Seve­
rus. El encuentro no se hizo esperar y ambos caudillos murieron
en la batalla. Más tarde tomaría el mando un hijo de Severus
tenido con una britana, Bassianus, que sería del agrado de
ambos bandos (Monmouth: 1982, II, v.2).
Desgraciadamente Geoffrey considera que este tema histórico
no es lo suficientemente importante para continuar hablando de
él en el libro y nos priva quizás de unos conocimientos sobre los
escitas en las Islas Británicas importantes y desconocidos por
haberse perdido las fuentes que Geoffrey posiblemente mane­
jaba o conocía:

Esto es suficiente sobre ellos, porque no es mi propósito des­


cribir la historia de los pictos, ni tampoco la de los escotos, que
tienen su origen en ellos y también en los irlandeses.
Monmouth: 1982, iv, 17.

Bede llega a decirnos que el picto era una de las cuatro gran­
des lenguas habladas en Gran Bretaña. Nos ofrece una docu­
mentación importante de las islas Británicas en la época que le
tocó vivir, s. VII y VIII, siendo testigo del hundimiento de la civi­
lización celta en Gran Bretaña y muchos de los documentos his­
tóricos, hoy desaparecidos, debieron de pasar por sus manos; su
reputación durante la época que vivió fue enorme y los datos que
XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS Y LIGURES 225
nos ofrece son de gran valor. Nos muestra una época y un
mundo en el que, según sus palabras: «... todas las gentes y pro­
vincias de Britain (Gran Bretaña) hablan las cuatro lenguas: Bri-
tish, Pictish, Scottish, and English» (Bede: 1982, 150)-

6. LOS PICTOS PROCEDENTES DE IBERIA SEGÚN TlGERNACH.

Ciudades pictas en Francia

Sabemos que la lengua picta fue hablada en Escocia hasta una fecha
tan tardía como es el s. IX d.C., no obstante no nos han llegado
documentos escritos en dicha lengua. El picto debió de hablarse
también en Irlanda y de su presencia en la isla tenemos algunos
datos. Baedan Mac Cairill rey del Ulster, muerto en el año 581,
fue rey de los pictos irlandeses del Ulster. También ateniéndonos
al manuscrito de Tigernach en el año 667 tenemos a un caudillo
irlandés llamado Garnaith, nombre común entre los pictos, lo
más importante para nosotros es que Tigernach se refiere a él y a
sus hijos como procedentes de Ibernia, del clan de los escitas:

Nauigatio filiorum Garnaith ad Ibernian cum plebe Scith.

La navegación de los hijos de Garnath de Ibernia del clan de


los escitas.
Nicholson: 1904. 21.

Podemos recordar como el nombre de la ciudad francesa de


Poitiers en las Etimologías de San Isidoro es Pictavis y fue fun­
dada por gentes existentes en el lugar sin que nos indique su
procedencia. Encontramos una vez más una relación con los
pictos habitantes de la Escocia primitiva que habitaban el norte
de la isla antes de que los irlandeses fundaran el reino de Dal
Riada en Escocia. Una vez más la emigración de iberos y celtas
desde el sur de la Galia y desde el norte de Hispania hacia las
Islas Británicas nos ofrece otra nueva posibilidad:
226 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

64. Narbonam et Arelatum et Pictavis coloni proprii condiderunt.

64. Narbona, Arelato (=Arles) y Pictavis (=Poitiers) las funda­


ron colonos propios.
Isidoro: 1994, XV, I, 64.

7. LOS PICTOS ORIGINARIOS DE LOS TERRITORIOS

GRIEGO-ESCITAS SEGÚN SAN ISIDORO

Y OTROS ERUDITOS MEDIEVALES

Se considera que los pictos hablaban una lengua celta o quizás


una lengua no indoeuropea. Como ya hemos dicho anterior­
mente se cubrían de tatuajes el cuerpo y según los documentos
más antiguos que poeseemos sobre ellos nos dicen que era un
pueblo originario de Escitia. San Isidoro en sus Etimologías nos
ofrece una explicación de éstos no muy difrerente de la anterior.
Para San Isidoro son focenses, que expulsados de Asia Menor
por el rey Persa Ciro, huyeron a la Galia donde crearon algunas
ciudades como la mencionada Pictavis, hoy en día Poitiers, y que
además estos focenses hablaban tres lenguas: griego, latín y galo.
Heródoto muchos siglos antes, s. V a.C., nos habla de la derrota
de los medos a manos de Ciro y de su huida a tierras hispanas,
en Tartessos el rey Argantonio les dará cobijo y les invitará a
quedarse en el reino. San Isidoro traslada a estos medos a la
Galia, bien pudo ser que este clan, o podemos llamarlos medo-
escita-focenses, se asentara en ambos lugares:

Cum cyrus marítimas urbes Graeciae occuparet, et Phocaeen-


ses ab eo expugnati ómnibus angustiis premerentur, iurave-
runt ut profugerent quam longissime ab imperio Persarum,
ubi ne nomen quidem eorum audirent, atque ita in ultimus
Galliae sinus navibus profecti, armisque se adversus Gallican
feritatem tuentes. Massiliam condiderunt et ex nomine ducis
nuncupaverunt. Hos Varro trilingües esse ait, quod et Graece
loquantur et latine et Gallice. Narbonan et Arelatum et Picta­
vis colonii proprii condiderunt.
XVI. ASTURES, ALBANOS. PICTOS Y LIGURES 227
Cuando Ciro ocupó las ciudades marítimas de Grecia, y los
focenses fueron cargados con todas las angustias, juraron que
huirían lo más lejos posible del imperio persa, donde su nom­
bre ni tan siquiera pudiera ser oído, y así hasta los últimos
lugares de la Galia con sus naves llegaron, y con las armas ven­
cieron la ferocidad gala. Fundaron Marsella y le pusieron el
nombre de su caudillo. Varrón dice que son trilingües, que
hablan griego, latín y galo. Narbona, Arelatum y Pictavis (Poi-
tiers) fueron fundadas por sus propios colonos.

Isidoro: 1994, 224-225.

Estos picto-focenses serían los primitivos conquistadores cono­


cidos de Escocia. Algunos historiadores como Nenius y Camden
nos dicen que fueron los escitas los que conquistaron la actual
Escocia. Hay gran información en los Anales de Irlanda de que Alba
era el nombre de ese país hasta el reinado de Niall Naoighiallach.
Y posteriormente la «Dal Riada>> (reino irlandés afincado en
Escocia) cambió su nombre por Scotland, tierra de los Scots, es
decir la tierra de los escitas. En las palabras de E. W. Byron
Nicholson, bibliotecario de la Biblioteca Bodley de Oxford a
comienzos de siglo, es posible que podamos encontrar la respuesta
más próxima que podemos considerar sobre los pictos y su origen:

There was probably no greater distinction between a «Scot»


and «Pict» than between a Saxon and an Angle: both ñames
mean the same thing, «Tattooed», and we shall find reason
later on to believe that the original Scots were j>-preserving
Goidels who differed from the original Scots who differed from
previous Keltic immigrants into Ireland only in the fact that
they started from Spain instead of from Belgium or Gaul.

No hubo probablemente una mayor distinción entre «esco­


cés» y «picto» que entre sajón y anglo: ambos nombres signi­
fican la misma cosa, «tatuado», y encontraremos razones más
tarde para creer que los escoceses originales eran goidélicos p-
preservadores, que difererían de los anteriores inmigrantes
celtas en Irlanda solamente en el hecho de que ellos llegaron
desde España en vez de desde Bélgica o la Galia.

Nicholson: 1904, 80.


228 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Pese a esta guerra de cifras que nos ofrecen los distintos


manuscritos, que algunas veces puede llegar a ser considerable
como hemos podido ver en los últimos ejemplo, los datos histó­
ricos que aparecen en ellos muchas veces son los mismos. Pode­
mos considerar que si los datos primitivos de eclipses y cometas
que nos ofrecen los manuscritos son ciertos, también los princi­
pales datos históricos o por lo menos algunos de ellos también lo
son. Como es el caso, en parte, de los Tuatha Dé Danann, de
Mil de España, de sus hijos, de la conquista de Irlanda. También
de los orígenes del clan o clanes celto-escitas en Oriente Medio,
bien esté su origen en la primitivas ciudades estado de la Penín­
sula de Anatolia, o bien en los temerarios jinetes de las llanuras
del mar Negro, o en la Escitia Griega o en la misma ciudad de
Miletos, o en los medos y ¿por qué no en el clan que pudo huir
de la quemada y destruida ciudad de Troya alrededor del s. XII
a.C.? La respuesta histórica más acertada podría ser que su ori­
gen está un poco en todos ellos.

8. LOS PICTOS EN EL CATÁLOGO

DE MONEDAS CELTAS DE LA GALIA

A comienzos de la Era Cristiana no tenemos documentos escri­


tos de ninguna lengua celta, solamente algunas, inscripciones,
monedas, nombres de lugar, nobres de personas, algunos
nombres de cosas y las inscripciones oghámicas. No obstante
existen varias reglas comunes a las lenguas celtas que son impor­
tantes de ser consideradas y que nos permiten profundizar en
sus orígenes.

I wento on to show from coins that the Sequaniajns, Pictavians


and various peoples in the N. W. Gaul tattooed themselves; I
suggested that among the Kelts this might be a sign of the Goi-
delic branch; and I derived the ñame of the Pidones, Pedones,
Pictavi or Pectavi, together of that of the insular Picti, from the
Indo-Eur. Stem peik- «Tattoo».
XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS Y LIGURES 229

Continué adelante mostrando con monedas que los sequa-


nians, pictovianos y varias gentes más en el noeste de la Galia se
tatuaban. Sugerí que entre los celtas esto podría ser una señal
de la rama goidélica; y derive el nombre de los pidones, pec-
tones, pictavos o pectavos, junto con el del insular picto del
indo-europeo, raiz pei- «tatuaje».
Nicholson: 8.

Ateniéndonos a los estudios que realizo Nicholson en la


Bibliothéque Nationale de París tenemos en el Catálogo de monedas
celtas de la Galia gran cantidad de monedas en las que caudillos y
otros personajes importantes aparecen con sus caras tatuadas.
Como ejemplos más significativos podemos mencionar en pri­
mer lugar una moneda del pueblo galo de los pictones, con
referencia n°. 4439, en la que se describe una cabeza de perfil,
sobre su mejilla una cruz en relieve. Presumiblemente es una
cruz tatuada que indica el alto rango del personaje que aparece
en la moneda. Una cruz similar también aparece como símbolo
en monedas de los pueblos celtas de la Armorica gala, como son
los osismii y a los coriosopites (n°. 6522, 6537’ 6578- 6584)»
también de los caletes del norte de la desembocadura del Sena
(7352), de los ambiani en la actual Amians (n°. 8472. 8476,
8503, 8505) y los viroduni de Verdún (n°. 8990, 8993) entre
otros. Pasando el Canal de la Mancha también este mismo tipo de
cruz aparece en los cuartos traseros de un caballo en una moneda
celta britana de Cunobelinus elaborada según nos consta en el
asentamiento celta de Camulodunum. Todo ello nos indica que,
en mayor o menor grado, los celtas franceses, britanos, escoceses
e incluso irlandeses se tatuaban el cuerpo. En otros casos difren­
tes a los que acabamos de mencionar las monedas nos ofrecen
otro tipo diferente de marca o tatuaje, como es el caso de la
moneda n°. 5318 en la que en la barbilla del personaje aparece
una marca en forma de 8. En la moneda armoricana n°. 6913 la
cabeza muestra un dibujo que va desde el ojo hasta el cuello, con­
sistente en lineas con formas circulares en la parte superior cerca
230 3* PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

del ojo. En la moneda 6933, clan de los Unalli, será una espada
la tatuada que se yergue dese el cuello hasta la nariz, la n.° 6897,
del clan de los aulerci de Maine, sobre la mejilla aparece un gran
círculo y dentro de él otro círculo de puntos y dentro un gallo
con tres puntos sobre su cabeza. Hay muchas más monedas con
estas figuras elaboradas sobre la cabeza de los personajes como es
el caso de las monedas de Jersey en las que abundan cabezas con
figuras en sus mejillas (Nicholson: 150-151).
Todas las monedas francesas que acabamos de mencionar
pertenecen al oeste de la Galia, zona conectada por su proximi­
dad con los celtas hispanos que tendrían en común su lengua
goidélica o celta /Q/. San Isidoro de Sevilla nos dice que la len­
gua de los Escotos es la misma lengua que la de los pictos.

Scoti propia lingua nomen habent picto corpore, eo quod acu­


léis ferréis cum atramento variarum figurarum stigmate anno-
tentur.

Los escotos en su propia lengua tienen el nombre para pintarse


el cuepo con agujas de hierro y con tinta se tatúan con diversas
figuras.
Isidoro: 1994, IX, 2, 103.

9. Los «SCITS» Y LOS «PICTS». CONVERSIÓN DEL SONIDO/k/


EN SONIDO/VEN LA PALABRA «SCIT»

Una cosa que Nicholson quizás pasara por alto es la conversión


del sonido /k/ en sonido /p/ en la palabra Scit. Es posible que
Scit pudiera convertirse en (spict>) pict en las zonas que usaban
la lengua celta tipo /p/, de esta forma tendría sentido el origen
escita que los antiguos historiadores atribuían a los pictos, y no
sería la raíz indo-europea pei- «tatuar» la originaria de scit y pict.
Como sabemos existe una regla que muestra la evolución y el
paso del sonido /k/ a sonido /p/ en una parte de las lenguas cel­
tas. Esto ha llevado a diferenciarlas en dos grandes grupos: el
XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS Y LIGURES 231

celta qu, mantiene el sido /k/ y el celta p, convierte el sonido /k/


en sonido /p/. Algunos especialistas como W. F. Skene han con­
siderado que la lengua picta es gaélica, de tipo «qu», a esa con­
clusión llegaron al encontrar en inscripciones pictas nombres
con el sonido /k/, como es la palabra mac (hijo), que en las len­
guas tipo «p» como el galés aparece como map (hijo). No obs­
tante también tenemos especialistas que consideran la lengua
picta del tipo «p» emparentada más o menos directamente con
el galés y el cómico. La razón de estas dos teorías se basa en que
en las inscripciones pictas tenemos nombres con /p/ y nombres
con /q/, por lo que ambas posibilidades pueden existir.
Pese a todo ambas formas (raíz indoeuropea pei-, o paso de
scit a pict), nos pueden indicar un mismo origen de los pictos,
que también como sabemos los escitas se tatuaban el cuerpo en
sus primitivos asentamientos próximos al mar Negro.
El Leabhar Gabhála nunca usa la palabra celtas para mencionar a
los diferentes clanes que invadieron España e Irlanda. Se refiere
a ellos bajo el nombre de escitas («scyts») palabra que evolucio­
naría en escoceses («scots») con la que se conocería a los habi­
tantes de Irlanda y más tarde a los de Escocia. Sabemos que alre­
dedor del año IOOO a.C. es la época en la que los trabajos en
hierro son raros pero existe cierta habilidad en la elaboración de
objetos de bronce, que en España e Irlanda siguen las mismas
líneas artísticas para su elaboración:

By contrast, the ability to work bronze is very widespread, and


small tools, fíat axes and arrowheads are common, even though
the weight of metal actually available is low.. .The best gold jewe-
llery comes from the Southwest, in a hoard weighing kg found
in a pot at Bodonal de la Sierra (Badajoz), with gold torcs lin-
ked to those made at the same time in Ireland. Indeed, this
hoard may well contain pieces of Irish manufacture.

Por el contrario, la habilidad para trabajar el bronce está muy


extendida, y pequeñas herramientas, hachas planas y puntas de
flechas son comunes, pese a que el peso del metal realmente
232 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

obtenible es escaso... La mejor joya de oro viene del suroeste,


en un tesoro que pesa 1.55 kg- Encontrado en un recipiente en
Bodonal de la Sierra (Badajoz), con torques de oro relaciona­
dos con los que se elaboraban entonces en Irlanda. Verdadera­
mente, este tesoro bien puede contener piezas de fabricación
irlandesa.
Harrison: 29-

Todo ello nos hace pensar en la posibilidad de que el Libro de


¡as Invasiones en su tradición oral o escrita pudiera remontarse a
distintas oleadas invasoras las más próximas a nosotros varios
siglos antes de la era cristiana. El manuscrito nos relata aconte­
cimientos no muy lejanos, s. II a.C., que podrían conectar con
el mundo hispano-celta de la época en que los romanos logran
extinguir los núcleos de resistencia de los cántabros en el norte
de la Península Ibérica. Esta penetración hostil de las legiones
romanas haría que clanes enteros emigraran buscando tierras
más seguras. Si con ellos se llevaron sus joyas y armas, su religión
y su magia también debemos de pensar que sus elementos histó­
ricos y culturales también se embarcaron en sus ligeras embarca­
ciones rumbo a la isla más occidental conocida en aquel enton­
ces y por tanto el lugar más próximo de la puesta de sol en los
confines del mar.

10. LlGURES Y PICTOS: GÉNOVA, CAPITAL

de la Liguria primitiva

La región de Ligura en el norte de Italia cuya capital en la


actualidad es Génova es conocida históricamente desde épocas
muy antiguas, ya en el s. VII a.C. estaba habitada por los ligures,
pueblo relacionado cultural y comercialmente con fenicios y
griegos. Se considera que este pueblo también se asentó en los
territorios de Francia y España. Emparentados con los celtas o
relacionados con ellos en sus emigraciones, nos han dejado
XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS Y LIGURES 233

muy pocos restos históricos para su estudio. Esteban de Bizan-


cio menciona la ciudad de Ligustina en el sur de la Península
Ibérica, cercana a Tartessos, y Eratóstenes la península de
Ligústica en el Mediterráneo. Los testimonios más antiguos
sobre los ligures nos los ofrece Avieno en Ora Marítima. Pero lo
que nos llama más la atención en nuestro estudio es la existen­
cia de palabras de posible origen ligur en las que aparece el
sufijo —nc—, tal es el caso de Pictelancea. Pictelancea lo mismo
que Poitiers nos pueden indicar dos claros asentamientos pic­
tos, por lo que su relación con los escitas mencionados en el
Leabhar Gabhála una vez más mostraría una similitud y en este caso
una posible relación entre pictos y ligures. Podemos situar sus
territorios primitivos en el Danubio, el mar Negro y Asia
Menor, relacionados con los tracios y otros pueblos afines.
Schrader en su traducción de la Historia de Heródoto muestra esta
posibilidad: «Quizá se tratara de una tribu de origen tracio (cf.
Macrobio, Saturn. I 18) que emigró hasta la costa anatólica del
mar Negro» (Heródoto: VII, 2).
Estrabón sitúa a los ligures como pueblo aliado de los persas y
llegando a formar parte de la expedición de Jerjes contra los
griegos:

... al frente de los mariandinos, de los ligures y de los sirios se


hallaba Gobrias, hijo de Darío y de Aristone».
Estrabón: 1992, VII, 72, 2.

Información escasa pero importante sobre los ligures nos la


ofrece el Periplo de Himilco (s. VI a.C). Himilco fue cartaginés
y se dedicó a realizar viajes por las costas atlánticas con fines geo­
gráficos preparando el terreno a futuras empresas comerciales.
El manuscrito primitivo como en tantas ocasiones no lo posee­
mos pero sus viajes aparecen registrados en la obras de Plinio
(Historia naturalis, II, LXVII, CLXlx) en el s. I d.C. y de Rufius Festo
234 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Avieno (s. I d.C.) en su Ora Marítima. Como ya hemos men­


cionado, en el Periplo Himilco nos habla de Cádiz, de Tartessos,
de las islas Oestrymnic y más allá dentro del océano del lugar
donde viven los ligures que derrotados y fugitivos se refugiaron
en este lugar. Para Himilco más allá de las islas Oestrymnic sola­
mente existía la «Isla Sagrada» donde habitaba la raza de los
Hierni (p. 122).
Los ligures para los clásicos eran los pueblos primitivos que
habitaban el occidente europeo. Los historiadores consideran
que son anteriores a los celtas y con la llegada de estos últimos
parece que se fundieron en un mismo grupo cultural llegando a
hablarse de los celto-ligures que habitaban el norte de Italia:

Inscriptions found in upper Lombardy and in the Ticino exhi-


bit Indo-European characteristics and in particular Celtic
influences. Thus the Liguri seem to belong to an environment
formed in northern Italy after the Celtic invasión and called
Celto-Ligures ... Ligurian and Celto-Ligurian tombs of the
Lombard lakes región, often holding cremations, reveal a spe-
cial iron culture called the culture of Golasecca, while Ligurian
sepulchres of the Italian Riviera and of Provence, also holding
cremations, exhibit Etruscan and Celtic influences.

Inscripciones encontradas en la alta Lombardia y en Ticino


muestran características indo-europeas y en particular influen­
cias celtas. Así los ligures parece que pertenecen a un núcleo
desarrolado en el norte de Italia después de la invasión celta y
llamados celto-ligures... Ligures y tumbas celto-ligures de los
lagos lombardos de la región, a menudo conteniendo crema­
ciones, revelan un tipo de cultura del hierro llamada la cultura
de Golasecca, mientra que los sepulcros Ligures de la Riviera
italiana y Provenza, también conteniendo cremaciones, exhiben
influencias etruscas y celtas.
Encyclopaedya Britannica, véase Ligures’.

Al hablar de los ligures no podemos dejar de mencionar sus


conexiones con otros pueblos como es el caso de los habitantes
de Tracia quienes en la zona oriental del Mediterráneo y se dis­
XVI. ASTURES. ALBANOS, PICTOS Y LIGURES 235

tinguieron por tener un cultura y una literatura muy avanzada


para su época. Bizancio y Mileto serían dos ciudades estado fun­
dadas por los griegos. En el s. VI a.C. caerían bajo el poder del
imperio persa para pasar posteriormente a manos de Alejandro
el Magno, s. IV a.C., para terminar finalmente bajo el poder del
Imperio Romano.
Conectando con tracios, persas y ligures no podemos dejar de
citar al misterioso pueblo de los frigios. La lengua frigia esta
considerada como una lengua indoeuropea, relacionada con el
griego el armenio y el tracio, que se habló en la zona norte cen­
tral de la península de Anatolia. Hasta nosotros han llegado
documentos escritos en frigio, con caracteres griegos, que datan
algunos del s. VIII a.C. Con todo lo que hemos mencionado
podemos hablar de pueblos indoeuropeos que en distintas olea­
das desde la Península de Anatolia y el mar Negro se van aden­
trando en Europa, unas veces por tierra, vía Danubio, y otras
por mar, oleadas invasoras que muestran un claro paralelismo
en sus orígenes y en su expansión con las explicaciones de los
manuscritos irlandeses.
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS
Y SAN ANDRÉS DE TEIXIDO

i. El camino solar y las islas primitivas

del Más Allá mencionados por los clásicos

El camino de San Andrés de Teixido nos muestra un mundo


primitivo que nos lleva con sus tradiciones y creencias miles de
años atrás en el pasado. Es un camino mágico en el que la natu­
raleza sobrenatural y misteriosa conectada con el mundo del
más allá, nos hace recordar el mundo de los seres invisibles que
habitaban el mundo celta de la costa altántica europea. Si hoy
en día las meigas no existen pero haberlas las hay, también
podríamos decir lo mismo de este mundo de los seres invisi­
bles. Este camino también nos recuerda los caminos mágicos
primitivos. Caminos conectados con el mar y surcados por
embarcaciones misteriosas, sobrenaturales, que se dirigen hacia
un mundo desconocido. El camino a través del mar en direc­
ción a la puesta del sol por el que las almas de los muertos se
dirigen a su última morada. Este mundo del más allá esta clara­
mente perfilado en la mitología celta, un mundo maravilloso
lleno de encantos terrenales donde nadie envejece y conocido
bajo diversos nombres: Tir na n’Og (Tierra de la Juventud),
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 237

Tir Tairngiré (Tierra Prometida), Mag Mell (Llanura de la


Felicidad), Tierra de los Vivos (Tir nam beo):

To the Celts must go the credit for creating the most desirable
of all paradises, Tir na n’Og, the Land of Youth, where the sun
beams fall dappled through the leaves of trees, where birds sing,
and streams tinkle in an endless summer’s afternoon.

Se considera que los celtas crearon el más deseado de todos los


paraísos, Tir na nOg, la Tierra de la Juventud, donde los rayos
del sol caen gentilmente a través de las hojas de los árboles,
donde los pájaros cantan y los arroyos tintinean en una tarde de
verano sin fin.
Rutherford: 21.

Esta isla maravillosa no es realmente un descubrimiento


exclusivamente celta, los clásicos también nos hablan de ella. Esta
isla (¿Irlanda?) antes de la Era Crisitana será considerada el
lugar más maravillosos de la tierra para poder vivir. Su gran leja­
nía de las terribles incursiones de los pueblos del mar no se deja
sentir, lo mismo que las ansias de poder de otros pueblos como
los fenicios, los griegos de Alejandro el Magno o los mismos
romanos. Es el lugar por excelencia donde poder vivir sin ser
amenazados por peligros externos y con gran cantidad de pro­
ductos que ofrece la tierra para no temer el hambre o la sed.
Diodorus Siculus nos habla de una isla próxima a la isla de Bre­
taña muy similar a la isla de Tir na Nog sin citar el nombre de
Irlanda, pero que por su descripción no parece ser otra. Una isla
con ríos navegables, lagos, muchos jardines y parques de árboles
de todas las especies atravesados por arroyos de agua dulce, con
casas con salones de banquetes rodeadas de flores donde los
habitantes pasan el verano sin preocupaciones llenos de alegría y
lujos puesto que la naturaleza les provee de todo lo que necesi­
tan. La caza de animales salvajes, fiestas y otros entretenimientos
hacen que nada les falte. Incluso el clima es suave permitiendo
gran cantidad de frutas. Teniendo el mar que la rodea gran can­
238 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

tidad de peces de todas las especies, terminando Diodorus por


decir: «... por lo que parecería que la isla, debido a su felicidad
excepcional fuera el lugar donde habitara una raza de dioses y no
de seres humanos». (Diodorus: Libro V, 19, 1-5)-

2. El TEMPLO SOLAR DE LAS ISLAS ARAN Y SAN ANDRÉS

de Teixido. Erytheia: Tierra Roja

Esta remota isla isla quizás fuera pensada por los cartagineses como
el lugar último de salvación si eran derrotados finalmente por los
romanos. Siendo los señores del mar les sería muy fácil poder lle­
gar hasta aquella alejada isla en medio de las brumas del temido
océano. Esta era una de las razones por las que guardaban su
existencia en secreto, pero otra era que si los mismos cartagineses
se enteraban de la existencia de un lugar tan maravilloso muchos
querrían emigrar a aquel lugar abandonándo sus asentamientos
en el Mediterráneo (Diodurus: 197o- Libro V. 20. 3-21).
Al otro lado del mar de esta isla maravillosa se encuentra el
Santuario de San Andrés, sobre los acantilados del Atlántico
próximos a la ría de Ortigueira en el noroeste de España, en el
mismo vértice donde se unen las aguas del Cantábrico y del
Atlántico. Orientado hacia el oeste la puesta de sol en aquel
lugar es de gran belleza, desde lo alto de las rocas se ve la inmen­
sidad del océano y el sol declinando al final de las aguas, en días
de bruma quizá algunos hayan podido vislumbrar a lo lejos los
contornos de una isla. Isla a la que se dirigen atravesando el mar
las almas que desde el santuario viajan después de su muerte. San
Isidoro en el s. VII en su obra Etymologiae (Etimologías) nos hablaba
de las islas más occidentales del mundo conocido en aquella
época: Tánatos, Irlanda y Thule y su existencia dentro de un
contexto mágico. Tánatos según su nombre indica será la isla de
la muerte y deberá su nombre a que la tierra de que está com­
puesta elimina a las serpientes:
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 239

Tanatos Ínsula Oceani freto Gallico, a Brittania aestuario tenui


Separata, frumentariis campis et gleba uberi. Dicta autem
Tanatos a morte serpertum, quos dum ipsa nesciat, asportata
inde térra quoquo gentium vecta sit, angues ilico perimit.
Tánatos es una isla del océano, en el estrecho gálico, separada
por un pequeño estrecho de Britania. Teniendo buena tierra
para las cosechas, campos y ricas en trigo. Se la llama Tánatos
porque produce la muerte a las serpientes: no existe ninguna, y
aunque sea llevada esta tierra (fuera de la isla), termina con las
serpientes que allí hubiera.
San Isidoro: XIV, 6, 3.

Pese a lo que podamos pensar San Isidoro no identifica a


Tanatos con Irlanda, que como sabemos también es una isla en
la que no existen serpientes hoy en día, San Isidoro nos cita a
Irlanda bajo el nombre de Scotia o Hibernia, isla de la que
hablaremos más adelante. Podemos pensar que Tánatos sería la
actual isla de Man entre Irlanda y Gran Bretaña, isla por la que
han pasado sucesivas culturas a través de los siglos y que hasta
hace pocos años conservaba una lengua celta hablada el manx
pariente próximo del celta irlandés. Sobre el «país de los muer­
tos» y el culto solar Jubainville escribiría en su Ciclo mitológico
irlandés lo siguiente sobre este enigmático lugar:

According to an unknown writer cited by Plutarch, who died


about the year 120 of the present era, and also by procopius,
who wrote in the sixth century A. D., «the Land of the dead» is
the western ectremity of Great Britain, separated from the eas-
tern by an impassable wall. On the Northern coast of Gaul, says
the legend, is a populace of mariners whose business is to carry
the dead across from the continent to their last abode in the
island of Britain.

De acuerdo con un escritor desconocido citado por Plutarco, que


murió alrededor del año 120 de la presente era, y también por
Procopius, que escribió en el siglo sexto d.C., «la Tierra de los
Muertos» está en la extremidad occidental de Gran Bretaña,
separada del este por un muro infranqueable. En la costa norte
de la Galia, dice la leyenda, existe un asentamiento de marine­
240 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

ros cuyo trabajo consiste en transportar a los muertos desde el


continente hasta su última morada en la isla de Bretaña.
Rolleston: 131.

Thule será otra isla enigmática por excelencia. Existe en los


confines de la tierra donde el sol al posarse se une con el mar,
recibe el nombre del sol y desde allí el mar se encuentra helado e
inmóvil, más allá está el fin del mundo, la nada, podemos pen­
sar que el lugar podría ser la actual Islandia:

Thyle ultima ínsula Oceani ínter Septentrionalem et occiden-


talem plagam ultra Britanniam, a solé nomen habens, quia in
ea aestivum solstitium sol facit, et nullus ultra eam dies est.
Vnde et pigrum et cojncretum est eius mare.

Thule es la última isla del océano, entre el norte y el occidente,


más allá de Britania, tiene el nombre del sol, porque en ella
efectúa el sol del solsticio de verano, y no hay días más allá de
ella. Desde allí inmóvil y helado está el mar.

Isidoro: XIV, 6, 4-

La posibilidad de que las distintas migraciones desde Anatolia


y el entorno griego buscarán este lugar último donde se pone el
sol nos lo comenta Dionisio de Halicarnaso como ya hemos
citado anteriormente. Los griegos después de ser Troya des­
truida se embarcan rumbo a occidente por orden del oráculo de
Erytrhae siendo el significado del nombre de Erythrae en Jonia
el mismo que el de la isla de Erytheia en Hispania: Tierra Roja,
que sería el color rojizo de la tierra al ponerse el sol en los confi­
nes del océano (Dionisio: Libro I, 55’ 3”5)-

3. Dun Aengus y el camino solar

La otra isla mágica, Irlanda, nos ofrece unas características


importantes dentro del tema que nos ocupa. En la costa oeste
irlandesa en su parte más occidental tenemos las Islas Aran que
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 241

son en realidad las islas más occidentales del continente euro­


peo. Desde el cantábrico podemos llegar a ellas atravesando el
océano en dirección noroeste. En estas islas irlandesas tenemos
una serie de asentamientos primitivos, como es el caso de Dun
Aengus en la isla de Inishmore. El emplazamiento de Dun Aen-
gus se encuentra sobre un elevadísimo acantilado, tiene forma
semicircular y está también orientado hacia la puesta del sol, el
oeste atlántico. Es curioso observar como la fortificación con­
sistente en muros de piedra circulares tiene la forma de medio
sol, un sol cortado por la mitad, la mitad sobre el acantilado en
tierra firme, la otra mitad, inexistente a simple vista, nos la
podemos imaginar sobre las aguas. La llegada al lugar es compli­
cada, existe un primer semicírculo formado por piedras erectas
con formas puntiaguadas, que a manera de alambreras metáli­
cas, dificultan el avance de los intrusos, detras de ellas un grueso
muro también circular de tres o cuatro metros de altura y unos
dos de grosor nos hace recordar las fortalezas medievales.
Pasado el muro nos encontramos en un recinto sin ningún tipo
de edificación con una enorme piedra plana en su centro cerca
del abismo para el que no existe ningún tipo de barrera. El con­
sejo que se da a los visitantes es el de nunca asomarse de pie
debido a la gran altura de la pared que en algunos lugares en
cóncava y produce un fuerte vértigo, lo aconsejable es echarse
boca abajo sobre el suelo y sacar la cabeza sobre el abismo. Si así
lo hacemos veremos una imagen que jamás olvidaremos, las frías
aguas de esta parte del océano impulsadas con fuerza por la
corriente que desde el Golfo de México llegan hasta la isla no
encuentra ningún obstáculo en su camino y al final chocan
repentinamente con los arrecifes del acantilado allá abajo for­
mando un oleaje gigantesco lleno de furia que hace sobrecoger
el corazón del más osado, y a lo lejos podemos ver sobre la cur­
vatura del horizonte un sol que en su declinar se aproxima a las
temidas aguas. Todo ello nos hace pensar en algo extraño exis­
242 3» PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

tente en el lugar, preguntándonos a nosotros mismos el porqué


de la existencia de dicho lugar en la isla y los ritos y prácticas que
los primitivos habitantes de la isla efectuaban. Por los estudios
realizados sabemos que Aengus existe desde hace unos 4-5°°
años. Para los especialistas fue un centro de culto solar conec­
tado posiblemente con el mundo de las almas y Aengus será el
hijo del dios guerrero Dagda de los Fir Bolg antiguos morado­
res de Irlanda, anteriores a los Tuatha Dé Danann:

The older and clearer treadition relates how Aengus gained


possession of the Brugh of the Boyne, and says nothing about it
as a cemetery, but rather describes it as «an admirable place,
more accurately speaking as an admirable land, a term which
betrays the usual identification of the fairy mound with the
nether world to which it formed the entrance».
In Dun Aengus, the strange cyclopean circular structure, and
henee most likely sun-temple, on Aranmore, we have an other
example of the localization of the Aengus Myth.

La tradición más clara y antigua nos dice como Aengus ganó la


posesión del Brugh del Boyne, y no dice nada de que fuera un
cementerio, sino más bien lo describe como «un lugar admira­
ble, más acertadamente hablando como una tierra admirable,
un término que traiciona la usual identificación del montículo
sagrado con el mundo inferior para el que formó la
entrada»............
En Dun Aengus, la extraña y cidópeda estructura circular nos
indica lo que más bien parece un templo-solar, en Aranmore,
tenemos otro ejemplo de la localización del mito de Aengus.
Wents: 4-17.

Wents al mencionar el Brugh del Boyne se refiere al montí­


culo prehistórico cerca del río Boyne al norte de Dublín en el
que la mitología irlandesa considera que Dagda y sus hijos se
encuentran enterrados. Lo más interesante para nosotros es que
Dun Aengus sería, lo mismo que San Andrés de Teixido, la
puerta de entrada al otro mundo. También en la costa oeste
irlandesa y no lejos del mar y de las Islas Aran, en el condado de
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 243

Mayo cerca de Sligo, tenemos una serie de tumbas primitivas con


forma de montículos, construidas antes del cristianismo hace
miles de años, muchas de ellas se encuentran asentadas sobre
una colina y están orientadas sus entradas hacia el oeste. Son de
forma circular, como media naranja, con una entrada en corre­
dor, por las que tenemos que entrar casi arrastrándonos debido
a su reducido tamaño, en su interior el espacio se agranda y tres
o cuatro personas pueden llegar a estar de pie. Un día del año
los rayos del sol penetran en la tumba e inciden en la parte cen­
tral, este día está asociado con el samhain irlandés, conocido en
inglés como Hallowen y en español la noche en la que comienza
el I de noviembre fiesta de Todos los Santos. Estas tumbas serán
las puertas solares por las que las almas podrán salir a la superfi­
cie de la tierra y relacionarse con los humanos. Las creencias
primitivas nos indican que el sol al ocultarse en el horizonte cada
atardecer se sumergía en el interior del océano hasta llegar a lo

Vista aérea de Dun Aengus en las Islas Aran


244 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

más profundo de la tierra, presumiblemente llevándose con él


las almas de los muertos, para a la mañana siguiente surgir de
nuevo de las entrañas de la tierra con todo su explendor para
empezar un nuevo ciclo:

Solo oriens per meridiem ite habet. Qui postquam ad ocasum


venerit et Océano se tinxerit, per incógnitas sub térra vias vadit
et rursus ad orientem recurrit.

El sol surge por el oriente y continúa por el mediodía. Después


en el ocaso llega al océano y se sumerge; misteriosamente sigue
su curso bajo la tierra, y vuelve a aparecer de nuevo por el oriente.
Isidoro: III, 52.

Vista parcial de Dun Aengus en las Islas Aran

4. LOS SERES DEL MUNDO INVISIBLE,

SEÑORES DE TlR NA NOG

En las creencias supersticiosas cristianas las almas salen de sus


tumbas y están con nosotros la noche anterior al I de noviembre.
De forma parecida en el samhain irlandés pagano los seres del
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 245

mundo invisible salen del subsuelo perdiendo su invisibilidad y


vagan por la superficie de la tierra, pudiendo vengarse de los
seres humanos. En un relato irlandés del s. X, «Echtra Nerai»
(«La Expedición de Ñera») asistimos a la celebración de la fies-
tsa de Samhain por parte de Aillil, rey de Connaught, y su esposa
Maeve. Es la fiesta de los muertos, la noche del I de noviembre,
los dioses y los espíritus salen de sus aposentos mágicos, abando­
nan el síde (tumba megalítica), y recorren la tierra. Es la fiesta
que indica el final de las labores del campo y comienzo del
invierno que no terminará hasta el mes de mayo cuando los
campos vuelvan a cobrar vida (fiesta de Beltaine). Estas tumbas
megalíticas como las mencionadas en Sligo son la puerta por la
que salen a la superficie una vez al año estos seres que habitan
debajo de la tierra y son invisibles. Son los temidos Fir Bolg
(Aengus pertenecía a este clan) y los Tuatha Dé Danann antiguos
pobladores de la isla poseedores de artes druídicas y maestros de
la magia. En el Leabhar Gabhála se nos presentan como primitivos
guerreros en un tiempo determinado conquistadores de Irlanda.
En el manuscrito Cath Magh Tuired (Batalla de Maige Tuired), ya no son
solamente seres humanos, también se nos muestran como semi-
dioses, sus poderes mágicos y sus gandes conocimientos de las
ciencias ocultas les llevarían a alcanzar esta posición:

Atar Táuthai Dé Dannonn in-indsib túascertachaib an


domuin, aig foglaim fesa agus fithnasachta agus druídechtai agus
amaidechtai aus amainsechta, combtar fortilde for súthi cerd
ngenntlichtae.

Estaban los Tuatha Dé Danann en las islas del norte del mundo,
estudiando saber oculto, hechicería, artes druídicas, brujería y
habilidades mágicas, hasta que llegaron a sobrepasar eterna­
mente las artes paganas.
Cath Magh Tuired: 63a, líneas: 1-3.

[ATAR» estar; INDSIB» islas; TÚASCERTACHAIB» del norte; DOMUI» del mundo; AIG FOGLAIM» estu­
diando; AMAIDECHTAI» brujería; COMBTAR (cOMBACh)» partir; FORTILDE (foRTAILLId)» sobre­
pasar; SÚTHIB» largo tiempo;eternamente; CERD» arte; NGENNTLICHTAE (gENTLIDe)» paganos].
246 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Su sabiduría la adquirirían en cuatro ciudades: Falias, de aquí


se llevaron la piedra que gime; Gorias, de aquí tomaron la
espada invencible que Lug más tarde llevaría; Findias, de aquí la
espada que una vez desenvainada llevaba la muerte segura y que
portaría el rey Núadu; Murías, de aquí se llevaron los Tuatha el
caldero mágico con el que todo el mundo quedaba saciado y que
sería más tarde el caldero de Dagda.
Los Tuatha Dé Danann eran también a su vez descendientes,
como los Fir Bolg, de Neimhedh. Iobath, bijo de Neimhedh,
junto con su gente también se habían asentado sobre suelo
griego, aunque alejados de los Fir Bolg, según nos dice el
manuscrito en las islas del norte de Grecia. Allí aprenderían
draidheacht y otras artes mágicas, hasta llegar a ser muy doctos y lis­
tos en estas artes, por lo que llegaron a ser considerados semi-
dioses. De allí les vino su nombre: Tuatha=gente, Dé=de diosa,
Danann= Dana (diosa de la magia). Los Tuatha Dé Danann
(Gente de la Diosa Dana), enemistados con el poderoso pueblo
de los filisteos por haber ayudado a los atenienses con sus artes
mágicas contra ellos, tuvieron que abandonar Grecia ante el
temor de ser atacados por los filistinos. Y lo mismo que los Fir
Bolg recordaron, por los relatos de sus padres y abuelos, la verde
isla de Irlanda y una vez más una nueva invasión puso proa hacia
sus solitarias costas.
Es en este momento cuando el Leabhar Gabhála menciona la
presencia del primer habitante español en la isla. Se trata de
Tailltiu hija de Mhahmoir rey de España y esposa del rey de los
Fir Bolg, Eochaid. Pronto la enemistad estalla entre los «hom­
bres de los sacos» y las «gentes adoradoras de la diosa Dana».
En la batalla de Magh Tuiredh* (Llanura de Tuiredh) los Fir
Bolg serían derrotados y su rey, Eochaid, muerto a manos de los
hijos del rey de los Tuatha, Nuadha. Tailltiu después de que los
Fir Bolg fueran derrotados y dispersados se casaría con uno de
los jefes de los Tuatha, Eochaid nGarbh. Una nueva y última
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 247

oleada invasora se enfrentaría a la magia de los Tuatha a los que


derrotaría, serían los Hijos del guerrero Mil de España.

5. El camino solar de los milesios españoles

También la llegada de los milesios españoles a Irlanda esta conec­


tada con un viaje mágico a través del mar. Un día Ith hijo de Bre-
ogán desde lo alto de la Torre de Hércules mirando hacia el mar
creyó ver una difusa y enigmática isla en la distancia, lleno de
excitación comunicó a su clan el posible hallazgo y preparó una
expedición rumbo a lo desconocido. Podemos pensar, sin asegu­
rarlo, que Ith conociera la isla de las almas y el camino solar hacia
el que se dirigían después de la muerte y que asociara aquella
nube en forma de isla con la isla del camino hacia el sol más tarde
conocida en la era cristiana como el camino solar de San Andrés
de Teixido y no pudiendo evitar su curiosidad organizó una expe­
dición con el deseo de conectar con dicho lugar. Ateniéndonos a
las informaciones que nos ofrece el manuscrito irlandés Leabhar
Gabhála la dirección en la que Ith dijo a sus compañeros que existía
una isla demostró ser cierta. Efectivamente allá a lo lejos hacia el
noroeste existía la isla de Irlanda, a la que llegarían los barcos
españoles más tarde, isla misteriosa habitada por seres mágicos
expertos en druidismo y ciencias ocultas capaces de resucitar a los
muertos. Isla en la que Ith por su atrevimiento perdería la vida.
Ith con un grupo de guerreros de su tribu se hizo a la mar y
después de mucho navegar lograron encontrar la supuesta isla.
Los Tuatha De Dannan en un principio recibieron con cierta
cordialidad a los recién llegados pero más tarde sintieron miedo
de ser atacos por el pueblo de Brigantia y cuando Ith se dirigía a
embarcarse con los suyos de regreso a España, fue herido mor­
talmente, pero los guerreros de Ith con gran valor y maestría
lograron contener a sus enemigos y hacerse a la mar. Ith no
obstante moriría en el barco antes de poder llegar a Brigantia.
248 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Reinaban en aquellos momentos, Emer Donny Eremhon, hijos


de Golam (también conocido como Mil de España), hijo de
Bilé, hijo de Breoghan.
Cuando los hijos de Mil vieron el cadáver de su tío Ith, jura­
ron vengar su muerte y prepararon una gran flota con sus mejo­
res guerreros. También con ellos iba Amirgin poseedor de
poderes sobrenaturales que podían enfrentarse a la terrible
magia de los Tuatha, señores capaces de resucitar a los muertos.
Antes de llegar las naves de los milesios españoles a Irlanda los
Tuatha entonces desencadenan con sus artes mágicas una tor­
menta que empuja los barcos españoles hasta el centro del océ­
ano. Frente a la magia de los Tuatha el hijo de Mil, Aimirgin,
entona un canto mágico («Canto de Aimirgin») y logrará que
la tempestad se calme y que los barcos de la flota de los milesios
hispanos pueda llegar a las costas irlandesas*.

I79. «Es una vergüenza para nuestros hombres de sabiduría», dijo


Donn, «no poder terminar con este viento mágico». «No será
ninguna vergüenza», dijo Aimirgin, levantándose y diciendo:

Ailiu, iath, nEren


Ermach muir mothuc
mothach sliabhl sreathach,
srethach coill ciothoch,
ciothach ab essacb,
cassach loch lionmar,
lindmar tor tiopre,
tiopra tuath oenaig
aenach righ Temra,
Teamair tor tuatha,
Tuatha mac Miled,
Miledh long libern,
libern ard Ere,
Ere ard diclass,
dichetal rogaeth:

Yo invoco (ruego) la noble Irlanda,


el este de la gran playa del fértil mar,

* Véase mi traducción del Libro de las invasiones.


XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 249

fértiles montañas de prados verdes,


prados verdes en bosques de niebla,
niebla abundante en las cascadas,
murmullo de abundantes aguas del lago,
abundantes aguas del pozo de la colina,
pozo de tribus unidas,
unión de reyes Temair,
Temair colina de tribus,
tribus de los hijos de Mil,
Mil el de los grandes barcos,
grande la sublime Irlanda,
la clara y grande Irlanda,
un encantamiento de gran audacia:

[AILIU (ail) = desear, rogar; amable, noble; ERMACH (ear-MACHa)= este-gran playa;
AITH=
MUIR= mar; MOTHUCH sentir; MOTHACH= abundante en productos; SLIAb(h) =
(mothaich)=
montaña; SREATHACH (srath)= hierba, pradros verdes; COILL= bosque; CIOTHOCH (ciA-
THAIDE, CEATHACh)= con humo, niebla; Es(s)ACH (eas)= abundante en cascadas, cascadas-,
CASSACH= (¿CASAR?, CESACHT)= brillo, murmullo; LOCH= lago; LIONMAR (LlNDMAR,
LIONNE-MUIR)= abundante en lagos o agua, bahía; TOR= colina, torre; TIOPRA (TIPRA, TIO-
BAIRt)= manatial, pozo; TUATH= gente, pueblo; OENAIG (oenach)= asamblea, reunión; RIGH=
rey-, TEAMAIR= Temair, TUATHA= pl. gentes; MAC= hijo-, MlLED (mil)= de Mil; LONG= barco;
LIBERN= largo, grande; ARD=ALTO, supremo; Ere= Irlanda; DICLASS (DIGLAs)= pura, clara,
pálida; DICHETAL= encantamiento; ROGAETH (ro GAISe)= sagaz, gran audacia].

Una vez desembarcados los españoles los Tuatha les harán


frente pero sus artes mágicas no lograrán detener el avance de los
Hij os de Mil. Después de largos y sangrientos combates los Tuatha
serían completamente derrotados. Los hijos de Mil se reparti­
rían Irlanda fundando varios reinos. De esta forma ateniéndo­
nos al manuscrito Leabhar Gabhála y a otros manuscritos irlandeses
las sucesivas conquistas de la isla tocarían a su fin. De esta forma
nos lo relata el manuscrito (capítulo XIII, 163-192):

169 f. Do ragbatar Erinn ain for Thuathaib De co tromgráin,


in diogail Iotha na neach triocha, deichneabar, toish.2.

169 f. Conquistaron la noble Irlanda a los Tuatha De de gran


desagrado para vengar a la persona de Ith (y a) trescientos jefes. 2 ■
Leabhar Gabhála: 1988, 186.

[do RAGBATAR (v. ROGId)= extenderse, alargarse, conquistar; AIN= noble; TROM-GRAIN=
pesado-desagradable; DIOGAIL (DIOGHAIL)= venganza; NEACH (neCh)= persona, alguno;
TRIOCHA = treinta; DEICHNRABABAR= diez].
250 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Aimirgin al llegar a Irlanda y en el momento de tocar sus pies


las arenas de la playa volverá a entonar un canto mágico, lleno de
interrogantes, pero en el menciona el lugar donde se oculta el
sol para después afirmar que él mismo es una lágrima del sol.
Un conjuro mágico frente a la magia de los Tuatha:

185. Al poner su pie derecho sobre la playa de Inbher Coltha,


Aimirgin dijo las siguientes bellas palabras:

Am goeth i muir,
am dael delbus do chind cotnu.
Coiche notglen clochar slebe?
Cia du i luidh fuinedh greiniu?
Cia seacht siecht sith gan eccla?
Cis non dogar eassa uiscci?
Cia ber a buar a tigh Tethra?

am tonn trethain,
am fuaim mar,
am dam setn,
am seg for aill,
am der greine,
am cain luba,
am torc ar gail,
am eo i lindibh,
am loch i maigh,
am brigh daña,
am gai la fodb feras feachta.

Soy la brisa del mar,


estoy transformada en destructiva ola.
¿Quien (separa) el valle de la pedregosa colina?
¿En dónde se mueve (oculta) el sol occidental?
¿Dónde siete (¿años?) avanzando la paz sin temor?
¿Dónde nadie invoca una cascada de agua?
¿Dónde hay un rebaño fuera de su hogar de Tethra?.

soy una ola que cubre,


soy el sonido del mar,
soy un buey que gime,
soy un halcón sobre la roca,
soy una lágrima del sol,
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 251

soy un jabalí valeroso,


soy un salmón de la laguna,
soy un lago en la llanura,
soy la fuerza renovada,
soy la lanza cortante que causa la guerra.
Leabhar Gabhála: 1988, 185*

[Am (TAIM)= yo soy; GOETH (GAOTH)= viento; MUIR= mar; DAEL= ¿ ?; DELBUS (DELBAID) =
tomar formas, transformarse; CHIND= ¿cabeza?; COTNU (cOTONN)= golpear de las olas; COI-
CHE= quien; NOT-GLEN= marca, valle; CLOCHAR= pedregoso; SLEBE= montaña; CIA= quien,
donde-, DU= lugar; 1= en; LUIDH (luid)= moverse, dirigirse-, FÚINEDH (FUINEDACH)= occiden­
tal; GREINIU (GREINE)= sol; SEACHT (SECHT)= siete; SIECHT (siACHT)= avanzando; SITH= paz,
estado de paz; GAN= sin; ECCLA (ecal)= temor-, CIS= donde, quien; NON (noin)= ninguno-a,
nadie-, dogar (DOGAR, DOGAIr)= triste, invocar; EASSA (eas)= cascada, UISCCI= agua; CIA=
donde, BER= es, está; A= un-a; BUAR= rebaño; A= su; TIGH (g. DE TEACHT)= de su casa, de su
hogar; TONN= ola; TRETHAIN (traethaid)= acto de cubrir, declinar; AM (taim)= soy; FUAIM
(fuaimm)= sonido, rumor; MARA= mar-, DAM= büey; SETN (¿SETÁN?)= sonido silbante-, SEG
(SEIG, SEABHAC)= halcón, buitre; AILL (AIL)= roca; DER= lágrima; GREINE (GRIAN)= sol; AMO=
soy; CAIN= bello-a, claro-a; LUBA (lÚB, LUBa)= círculo, laguna; TORC= jabalí, héroe; GAIL=
valeroso; EO (eÓ, EÚ)= salmón; LINDIBH (linn)= laguna; LOCH= lago; MAIGH (mag)= llanura;
BRIGH= brío, fuerza; DANA (DAÑO, DENUO)= de nuevo, otra vez, arte; GAI (gae)= lanza, java-
lina-, FODB= cortante, rompiente, FERAS= conducta, realización; FEACHTA (FECHTACH,
FEACHD)= guerra].

Su canto mágico muestra a Irlanda, la isla mágica de los Tua­


tha, como una tierra fértil, llena de pájaros y peces. Una isla que
nos recuerda la isla del otro mundo, donde van las almas de los
muertos, donde todo es hermoso y existe plenitud de bienes. El
Venerable Beda en el s. VIII desde su monasterio de Jarrow
(Inglaterra) escribiría una historia de las islas Británicas de
incalculable valor histórico, como podemos ver a continuación
su visión de la verde isla de Irlanda se nos ofrece como un lugar
ideal para vivir. Una visión próxima al canto druídico de Amer-
gín. Para Beda Irlanda es un lugar idílico con un clima suave y
magnánimo para las cosechas y con una tierra fértil, llena de
pájaros y peces que es incluso capaz de curar las enfermedades:

Ireland is far more favoured than Britain by latitude, and by its


mild and healthy climat. Snow rarely lies longer than three days,
so that there is no need to store hay in summer for winter use
or to build stables for beasts. There are no reptiles, and no
snake can exist there; for although often brought over from
252 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

Britain, as soon as the ship nears land, they breathe thescent of


its air, and die. In fact, almost everything in this isl confers
inmunity to poison, and Ihave seen that folk suffering fro
snake-bite have drunk water in which scrapings from the leaves
of books from Ireland had been steeped, and that this remedy
checked the spreading poison and reduced the swelling. The
island abounds in milk and honey, and there is no lack of vines,
fish, and birds, while red deer and roe are widley hunted.
(Trad. de C. Plummery R. E. Lathan.)

Irlanda está mucho más favorecida que (Gran) Bretaña por la


latitud y por su templado y saludable clima. La nieve raramente
dura más de tres días, por lo que no hay necesidad de almacenar
el grano en el verano para usarlo en invierno o construir esta­
blos para las bestias. No existen reptiles y las serpients no pue­
den existir allí; porque aunque a menudo han sido llevadas
desde Inglaterra, tan pronto como el barco se acerca a la tierra,
respiran la esencia de su aire y mueren. En realidad, casi todo
en esta isla confiere inmundad contra el veneno, y yo he visto
como gente que sufría por picaduras de serpientes han bebido
agua con fragmentos de hojas de libros irlandeses y han mejo­
rado, y como este remedio contenía la propagación del veneno
y reducía la hinchazón. En la isla abunda la leche y la miel, y no
hay escasez de viñedos, peces y pescado, mientras que el ciervo
rojo y el corzo son cazados en la espesura.
Bede: cap. I, I.

El canto de Aimirgin invoca la tierra fértil de Irlanda, y en su


conjuro habla de masas de peces y pájaros en oleadas, grandés
cantidades de salmones y miel y todo ello rodeado por un terri­
ble mar que protege a la isla, podemos pensar que es el canto
druidico que abre las puertas de Tir na n’Og:

186. Cantó después para aumentar los peces en los arroyos;

Iascach muir,
mothach tir,
tomaidm neisc,
iascc fo thuinn,
rethaibh en,
fairrci cruaidh,
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 253

cassair fionn
cedaibh iach,
lethan mil,
portac(h) laid,
tomaidm neisc.

Mar de peces,
tierra fértil,
masa de peces,
peces bajo las olas,
pájaros en oleadas,
mar terrible,
corriente (manto) blanca,
¿con cientos? de salmones,
gran cantidad de miel,
melódico poema,
masa de peces.
Leabhar Gabhála: 186.

[IASCACH= peces; MUIR= mar; MOTHACH= fértil, abundante; TIR= tierra; TOMAIDM (TOMAIDM)=
erupción, sobre abundancia; NEISC (n-IASC)= de peces; IASCC= pez, peces; FO= bajo, debajo,
THUINN (TONN)= ola; RETHAIBH (REOTHART, RETHARCH)= corriendo, oleada; EN (EUN)= pája­
ros-, FAIRRCI (FAIRGE)= océano; CRUAIDH= duro-, CASSAIR (CASAL, CASAIR)= manto, corriente;
FIONN= claro-a; CEDAIBH (¿CEUD?)= cien; IACH= salmón; LETHAN= amplio, grande; MIL= miel;
PORTACH (port)= melodía, puerto; LAID= poema; TOMAIDM= masa; NEIS (n-IASC)= de peces].

6. EL NOMBRE «ERIU» RELACIONADO

CON LAS ISLAS DEL MÁS ALLÁ

En el nombre de Irlanda en gaélico primitivo, Eriu, encontra­


mos curiosamente ciertas relaciones con la isla del más allá. La
raíz indoeuropea ueru- aparece en antiguo irlandés en las palabras
Eriu (genitivo Erenn) y feronn «tierra». En las High Lands escoce­
sas tenemos los ríos Eire y Eireann que muestran un origen bas­
tante parecido. La raíz indoeuropea evoluciona en celta galés en
la palabra Iwerddon con significado de «isla», «colina» o «cerro
aislado». En latín aparece como Hibemia, Ivema o Ieme; y en griego
aparece como Pieria significando «tierra fértil» o «territorio de
las musas griegas. Posteriormente evolucionaría en gaélico en las
254 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

formas Eire y Erin. Podemos pensar en una primitiva isla mágica,


Eriu, que sería la tierra solitaria de las musas.
Curiosamente los hijos de Mil de España, o milesios españo­
les, siempre son denominados con la palabra «escitas» para
indicar su origen y después de mucho vagar por el océano termi­
naron por asentarse en España donde fundaron un reino y se
multiplicaron. Pero los pueblos que habitaban la Península Ibé­
rica, miles de años antes, llegaron a Irlanda y fundaron monu­
mentos como el templo solar de Dun Aengus en las Islas Aran.
Por todo ello es lógico pensar que mil años antes de la llegada de
los «celta-escitas» existía una relación entre el norte de España e
Irlanda. Una relación que los hijos de Mil volverían a establecer
con su llegada y conquista de Irlanda. Frente a las creencias esta­
blecidas por algunos especialistas de que el druidismo había llegao
a través de los celtas de Gran Bretaña, el erudito y celtista Charles
Squire en 1912, citando las palabras del eminente especialista John
Rhys en su obra Celtic Britain (cap. ii), considera la posibilidad de su
origen en la Península Ibérica y nos dice lo siguiente:

Professor Rhys inclines to see three forms of religión in the Bri-


tish Islands at the time of the Román invasión: the «druidism»
of the Iberian aborigines; the puré polytheism of the Brythons,
who, having come later into the country, had mixed but little
with the native and the mingled Aryan and non-Aryan cults of
the Goidels, who were already largely amalgamated with them.

El profesor Rhys se inclina a pensar en tres formas de religión


en las Islas Británicas en la época de la invasión romana: El
«druidismo» de los aborígenes iberos; el politeísmo puro de
los britanos, quienes, habiendo llegado más tarde al país, se
habían mezclado aunque poco con los nativos; y la mezcla entre
los cultos arios y no arios de los gaélicos, quienes se encontra­
ban ya en gran cantidad mezclados con ellos.
Squire: 1998, 35.

Podemos considerar después de todo lo anteriormente men­


cionado que estos «escitas» del Leabhar Gabhdla serían los porta­
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLAN OS... 255

dores de una cultura milenaria y siempre navegando hacia occi­


dente hacia la puesta del sol buscaron la tierra prometida, lle­
gando al lugar mas occidental de Europa y por ende más pró­
ximo al sol, España, siendo para ellos su Tierra de la Felicidad o
«Hades». España para los primitivos celtas de las islas Británicas
era considerada la Tierra del Más Allá. No obstante sería Ith,
hijo de Breogán, quien al descubrir una enigmática isla en el
mar, preparara una última expedición quizá buscando el último
lugar de la tierra más próximo a la puesta de sol, y lo consigue:

Its only connection wit any kind of fact is that it correspond


fairly well with what ethnologists consider must have been the
westward line of migration taken, not, curiously enough, by the
Aryan Celts, but by the pre-Aryan Iberians.
It is sufficient for us to find the first men in Spain, remembe-
ringthat «Spain» stood for the Celtic Hades, or Elysium.

Su única conexión con cualquier tipo de realidad es que corres­


ponde muy bien con lo que los etnólogos considerar que tuvo
que ser la linea de emigración occidental, seguida, curiosa­
mente no por los celtas arios, sino por los pre-arios iberos.
Es suficiente para nosotros encontrar los primeros hombres en
España, recordando que «España» era considerada el Hades
Céltico o el Elíseo.

Squire: 121.

Es posible que la religión celta se elaborara bajo la influencia


de la cultura milenaria de los hombres megalíticos construidores
de dólmenes y menires y que desde Iberia impregnaron a gran
parte de Europa e Islas Británicas. La creencia en la otra vida y
en la jerarquía sacerdotal serviría más tarde para aceptar el cris­
tianismo como una evolución no traumática de las creencias pri­
mitivas. La conocida obra del monje galés del s. XII Geoffrey of
Monmouth, Historia Regum Britanniae, con todas sus imperfecciones
e invenciones nos ofrece un relato histórico que nos muestra de
forma parecida al Leabhar Gabhála una emigración marítima desde
el oriente del Mediterráneo basta las Islas Británicas. Donde
256 3' PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

empieza la realidad y termina la fantasía es algo que no podemos


precisar aunque cada día estamos más próximos a ello. Partho-
lon según la obra de Geoffrey (Parte III, III, 12) sería uno de
estos primitivos hispano-escitas que se asentaron en Irlanda, con
el consentimiento del rey de los britanos Brabtruc ya que la isla
se encontraba desierta, antes que llegaran los Fir Bolg los Tuatha
y los mismos Hijos de Mil. El Leabhar Gabhála retrocede aún más
en el tiempo considerando a Partholon originario de Sicilia,
pese a su asentamiento posterior en España (capítulo II, 21):

Partholoin then described how he had been expelled from cer-


tain regions in Spain and how he was now cruising in those
waters in search of a land where he might settle......................., he ordered
his representatives to go with them to the island of Ireland,
which at that time was a completely uninhabited island. He
granted the island to them.

Partolón describió entonces como había sido expulsado de cier­


tas regiones de España y como estaba ahora navegando en aque­
llas aguas en busca de una tierra donde pudiera asentarse ,
(Barbtruc) ordenó a sus representantes que fueran con ellos a la
isla de Irlanda, que en aquellos momentos era una isla comple­
tamente deshabitada. Y Les entregó la isla a ellos.
Monmouth: 1982, VII, III, 2.

7. ElTir NA NOG CRISTIANO EN LAS ISLAS

de Avalon y de San Brandan

No será solamente el santuario de San Andrés de Teixido un


centro de culto cristiano, conectado con las primitivas tradicio­
nes conectadas con el culto solar, también como vamos a ver a
continuación, Gran Bretaña e Irlanda cuentan con Avalon y la
isla de San Brandan dentro de esta tradición primitiva. La irra­
diación cultural del mundo en siglos posteriores, en plena era
cristiana, nos mostrará otras enigmáticas islas mágicas, conecta­
das con el país del más allá y relacionadas con Gran Bretaña e
Irlanda. Posiblemente sea el desarrollo de unas creencias primi­
XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 257

tivas que fueron transformadas y asimiladas por la cultura cris­


tiana. Tenemos por ejemplo en la leyenda artúrica la famosa isla
de Avalon a la que es llevado Arturo en una embarcación, des­
pués de ser mortalmente herido en la batalla de Camlan, lugar
en el que pese a ser sus héridas mortales algún día se recuperará
de ellas y volverá empuñando su espada Caliburn (Excalibur)
para restaurar la justicia sobre la tierra:

.. .Avalon, a word which seems to imply some kind of fairyland,


a Land of the Dead, and may be related to the Norse Valhall. It
was not until later times that Avalon carne to be identified with
an actual site in Britain (Glastunbury).»

... Avalon, una palabra que parece indicar algún tipo de tierra
mágica, un País de los Muertos, y puede estar relacionada con
el nórdico Valhall. No fue hasta tiempos posteriores que Ava-
lón fue identificada con un sitio actual en (Gran) Bretaña
(Glastunbury).»
Rolleston: 1990, 338.

Curiosamente Glastenbury fue un primitivo asentamiento


irlandés sobre suelo inglés del reino creado por los irlandeses y
que existía a comienzos de la era cristiana en Gales y parte de
Inglaterra. Todo ello nos hace pensar en la posibilidad de que
Glastunbury, Irlanda, Avalon, España y el país de los muertos
tengan cierta relación. Incluso sabemos que en el s. XII los mon­
jes de Glastenbury excavaron una tumba de la que sacaron dos
cuerpos, de un hombre y una mujer con la siguiente inscrip­
ción: «Aquí yace enterrado el famoso Rey Arturo en la isla de
Avalon, con Ginebra, su segunda esposa», ateniéndonos a los
datos que nos ofrece Geoffrey of Monmouth en su Historia Regum
Britanniae, XI, 2, Arturo sería llevado a Avalon en el año 542-
Gracias a los datos aportados por algunos importantes docu­
mentos como puede ser La vida del rey Alfredro (Anuales rerum gestarum
AElfredi magni regis, ed. F. Wise, Oxford,) sabemos que alrededor del
s. IV d.C., Glastenbury era un centro de irradiación cultural
258 3“ PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

irlandés quizás el más importante de Gran Bretaña, y muchos


fueron los manuscritos elaborados por los irlandeses en la sede
de su monasterio, ya que los anglosajones después de conquistar
el lugar en el s. VII siguieron respetando el recinto sagrado ocu­
pado por los monjes irlandeses:

Around the church of Glastonbury an elabórate legendary his-


tory developed. We are concerned here only with its Irish
aspects, which were probably based on genuine associations
with Ireland... At Glastonbury many Lives of Irish saints were
collected or written, and from these, doubtless, were derived
the majority of the texts which were used byjohn of Tyne-
mouth.

Alrededor de la iglesia de Glastonbury una elaborada leyenda


histórica se desarrolló. Nos referimos aquí solamente a los
aspectos irlandeses, que se basaban probablemente en genuinas
asociaciones con Irlanda... En Glastonbury muchas vidas de
santos irlandeses fueron colleccionadas o escritas.

Kenney: 1957’ 606.

Pero será el viaje de Bran a la mágica isla de Tir na nOg el más


famoso de la mitología celta y recogido en el manuscrito Leabhar
na H-uidre (Libro de la Vaca Parda, año 1100)*. Bran lo mismo que
Ith acepta el reto de adentrarse en el mar buscando una remota
isla en el lugar donde se oculta el sol. En su viaje se encontrará
con el rey del océano Manannan sobre su maravillosa carroza
marina. Al final de su viaje logarán encontrar la tan anhelada isla
mágica, la isla de las Mujeres (Tir na mBan), la reina de la isla
agasaja a Bran y a su tripulación durante un año, al cabo de este
tiempo Bran y los suyos añoran volver a su país de origen. Así lo
harán, pero antes de embarcarse serán advertidos de que existe
un conjuro mágico por el que, si se marchan no podrán volver a
poner sus pies sobre la tierra, puesto que su corta estancia en la
isla era de cientos de años en Irlanda. Al llegar a Irlanda vieron

* Traducido por Kuro Meyer en 1890.


XVII. TIR NA NOG Y EL CAMINO SOLAR DE LAS ARAN ISLANDS... 259

una multitud en la playa y desde la nave Bran les dice quien es,
pero la multitud le contesta que Bran no existe, que es sola­
mente una figura que aparece en los antiguos relatos del lugar.
Pero entonces uno de los hombres de Bran lleno de impaciencia
desembarca y sin pensar en el conjuro pisa la tierra de Irlanda,
nada más hacerlo se convierte en cenizas lo mismo que si
hubiera existido hacía cientos de años. Entonces Bran les explicó
a los que se encontraban en la playa todo lo sucedido, lo escribió
en ogams, lo lanzó a la playa y después de despedirse de todos sin
desembarcar volvió con los suyos a adentrarse en el mar, sin que
jamas volviera a ser visto por las gentes de Irlanda.
Con la llegada del cristianismo la religión celta no desapare­
ció en su totalidad, la creencia en los seres del mundo invisible,
en el «samhain» y en fuerzas sobrenaturales enigmáticas que
intervienen en la vida de los humanos siguieron estando presen­
tes. En el viaje de San Brandán, recogido en el manuscrito Navi-
gatio Brendani y escrito alredor del s. ix, podemos captar esta pre­
sencia primitiva en pleno mundo cristiano. San Brandán se hace
a la mar en dirección a la puesta del sol buscando una isla sobre­
natural, la isla prometida de los santos, cuando la encuentra es
aconsejado que vuelva a Irlanda para enseñar la forma de vida al
mundo cristiano. La isla de San Brandán se convirtió en una
leyenda famosa a través de los siglos, la idea de que existía en rea­
lidad y de que había sido vista en el Atlántico por distintos nave­
gantes traería consigo que apareciera en las cartas de navegación
hasta entrado el s. XVIII, uno de los lugares donde se ha podido
ver ha sido en las Islas Canarias, desde la isla de la Palma
mirando hacia el oeste. Y lo más sorprendente para el que
escribe estas modestas palabras es que tomando una tarde café en
la isla de la Palma vio a través del cristal de la cafetería, mirando
hacia el mar en dirección oeste, la forma de una isla en medio de
la calima del océano, cuando le preguntó a la camarera qué isla
era aquélla la respuesta fue sorprendente, allí no existía ninguna
26o 3a PARTE. LAS RUTAS MIGRATORIAS

isla, entonces con el dedo le mostré la forma en la lejanía de


dicha isla, pero ella con aspecto aburrido sin llevarme la contra­
ria me explicó que otros como yo también la habían visto. Aun­
que tengo que hacer constancia que la forma de isla que vi,
parecía ser bastante elevada con forma de triángulo y quizá
cubierta de pinares por los ángulos en forma de sierra que se
veían sobre sus laderas, no es la forma de la isla que otros sor­
prendidos viajeros han visto, ateniéndonos a las explicaciones
que me dio el Dr. Eloy Benito Ruano, Catedrático de Historia
y Secretario perpetuo de la Real Academia de la Historia, espe­
cialista en este tema. Según los datos que él posee la isla que ha
sido vista repetidas veces es de formas muy redondeadas y de
poca altura. San Brandan cuenta con una tradición mágica en
aquellas islas, uno de los lugares más occidentales de la costa
africana con unas esplendidas puestas de sol sobre el mar, y en la
isla de Tenerife existe cerca de la capital, Santa Cruz, una playa
que aparece en todos los mapas como playa de San Borondón
quizá como lugar al que alguna vez llegó el santo en uno de sus
viajes míticos.
Para terminar podemos mencionar la teoría de que las cosas
son reales si firmemente creemos en ellas. Los monjes medieva­
les pese a ser cristianos creían en la posibilidad de que un dragón
o ser del mundo invisible pudiera aparecer en una lúgubre
noche a la vuelta de un camino, y en sus manuscritos podían
escribirlo como datos ciertamente reales. Hoy en día siguen
existiendo creencias en Irlanda y en España, especialmente en
Galicia, que convierten a estos países para aquellos habitantes
que creen en ello en lugares mágicos, en los que hechos sobre­
naturales o fuera de lo natural siguen existiendo. Y el camino
del más allá en una amalgama de creencias primitivas y cristianas
como es el caso del camino solar de San Andrés de Teixido se
encuentra dentro de estas posibles realidades.
4a PARTE
LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES
XVIII. RELACIONES LINGÜÍSTICAS PRIMITIVAS

1. Primeras inscripciones latinas

ESCRITAS CON SIGNOS GRIEGOS

La primera inscripción latina que se conserva es del s. VII a.C. y


aparece escrita con signos griegos; son cuatro palabras en un bro­
che. Los primeros escritos no son anteriores al s. VI, y los docu­
mentos suficientemente significativos como para que permitan
hablar de los comienzos de una literatura latina son del s. III a.C.
El latín primitivo, lo mismo que la lengua celta, acentuaba nor­
malmente la primera sílaba de la palabra, cosa que posterior­
mente no sucedería en latín pero se mantendría en celta. Los
nombres y adjetivos se declinaban y en la época imperial existían
5 casos: nominativo, genitivo, dativo, acusativo y ablativo.
Los estudios realizados sobre el tema (véase Enciclopedia Británica)
muestran cómo las primitivas lenguas indoeuropeas conocidas,
como el griego, el indo-irano y el anatolio, son tan diferentes
entre sí que se piensa que pudieron separarse antes del año
3000 a.C. El grupo monolingüe se debió de fragmentar alrede­
dor del año 4000 y llevarían con ellos la cultura del carro y los
264 48 PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

caballos que aparece en las llanuras alrededor del Mar Negro,


(véasej. T. Mallory: Irtsearch ofthe Indoeuropea™ (1989). La existen­
cia de la lengua griega se remonta al s. XIV a.C. Conocemos la
existencia del antiguo iranés en el s. VI a.C. Respecto al anatolio
y sus variantes (lenguas de la península de Anatolia indoeuropeas
y no indoeuropeas) se conoce su existencia en el segundo mile­
nio a.C. (tabletas de Capadocia).

2. Origen de las lenguas celtas en la zona

del Mar Negro según Wagner

Los dialectos indoeuropeos llegados a Europa, en una época no


anterior al año mil a.C., se fueron desgajando alrededor del
Mar Negro y ambas lados del Danubio y en los territorios
mediterráneos, con una serie de nuevas formas de hablar de los
distintos pueblos y clanes que se desperdigaron por todo el
continente originado más tarde las lenguas que conocemos en
la actualidad. No obstante el Oriente Medio y las zonas próxi­
mas al mar Negro se consideran por ciertos especialistas como
H. Wagner el lugar donde primitivamente se desarrollaron las
lenguas celtas:

He draws attention to issoglosses between Celtic and more eas-


terly varieties of IE dialects such as Thracian and Scythian
(Ossetic). Amongs «centum» IE dialects, those which retain
/k/, Celtic has many points in common with the «satem» or
more easterly group, in which this phoneme becomes /s/.

Señala las isoglosas entre el celta y las variedades más al este de


dialectos indo-europeos, tales como el tracio y el escita (oseta).
Entre los dialectos indo-europeos con «centum», aquellos que
retienen /k/, el celta tiene muchos puntos en común con el
«satem» o el dialecto más al este, en el que este fonema se con­
vierte en /s/...
Wagner: 1971» 212 (Rankin: 28).
XVIII. RELACIONES LINGÜÍSTICAS PRIMITIVAS 265
3. Lenguas primitivas en la península de Anatolia-,

EL FRIGIO Y SU RELACIÓN CON EL GRIEGO,

EL TRACIO Y EL ILIRIO

Tenemos un pueblo con unas características especiales dignas de


ser estudiadas en nuestro trabajo. Me refiero a los frigios que
llegaron a la Península de Anatolia alrededor del s. XII a.C. Su
lengua indoeuropea guarda relación con el griego, el tracio y el
ilirio, esto nos demuestra una relación lingüístico-cultural de la
que hemos venido hablando y que permitiría la evolución en
otras lenguas. Si a esto añadimos que el griego entra en la Penín­
sula de Anatolia en el s. V a.C. como lengua de una clase gober­
nante lo mismo que el latín posteriormente en el s. II a.C. nos
encontraremos con una diversidad de lenguas y de influencias
recíprocas. A todo ello debemos de añadir los armenios (escitas)
que alrededor del s. VII penetran desde el Cáucaso en la Penín­
sula de Anatolia, antes de la formación del poderío persa. Todo
ello nos indica una gran diversidad de lenguas habladas en la
península de Asia Menor durante muchos siglos. Los escritos
más antiguos que poseemos escritos en lengua frigia son inscrip­
ciones con el alfabeto frigio y las más antiguas datan del 730 a.C.
y se considera que tiene su origen en el alafabeto griego o feni­
cio, como sabemos el alfabeto griego tiene su origen en el feni­
cio por lo que podemos decir que el alfabeto frigio guarda rela­
ción con ambos.
La existencia de una primitiva escritura en el mundo escita,
según los últimos estudios realizados, es un hecho constatado,
aunque todavía no sabemos a que nivel de elaboración pudo des­
arrollarse. El periódico español La Razón publicaba el 15 de mayo
de 2001 un artículo sobre un sello encontrado en las excavacio­
nes de la ciudad Asiática de Annau en el desierto de Karakorum
no muy lejos del Mar Caspio. El arqueólogo Fredrik Hiebert de
la Universidad de Pennsylvania considera que dicho sello perte­
266 A» PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

nece a un tipo de sellos usados para marcar sobre recipientes el


nombre del propietario de los objetos allí reunidos y que se usa­
ban en el año 2-300 a.C. Los estudios demuestran que no fue
importado del valle del Indo, de Mesopotamia u otro lugar pró­
ximo por lo que su escritura podría ser autóctona del lugar
donde se encontró:

Podría tratarse de un lenguaje completamente local, no habla­


mos de escitura mesopotámica o iraní, aunque necesitamos
determinar más de este lenguaje, no podemos decir todavía si es
muy elaborado o si por el contrario, se trató de una tentativa
experimental.
Hiebert: La Razón, p. 37-

4. La RUTA LINGÜÍSTICA ILIRIO-ALBANESA: los i lirios,

TRANSMISORES DE LA CULTURA HaLLSTÁTTICA

Según los especialistas* la lengua albanesa, desciende del primi­


tivo ilirio de centro de Europa. Su gran interés se centra en que
se encuentra sola, no forma parte de otros grupos de lenguas
indoeuropes. Es una lengua indoeuropea que se habla también
en la costa este italiana, en el sur de los Balcanes, en el sur de
Grecia y en Ucrania. Esto último nos puede indicar una relación
directa de los pueblos indoeuropeos que habitaban las llanuras
del Mar Negro (en este caso Ucrania) y su posterior emigración
a otras zonas como fueron el sur de Grecia, los Balcanes e Italia
llevando con ellos sus formas de vida y su lengua, perviviendo
esta última en la actualidad en los lugares señalados. Los primiti­
vos escritos que poseemos de la lengua albanesa aparecen con
caracteres griegos o latinos y algunas veces turco-árabes.
El albanés es un caso aparte y distintivo de la familia de len­
guas indoeuropeas. La lengua conserva similitudes con el griego
y el latín. Lo mismo que en la lengua celta los nombres se decli-

Véase Enciclopedia Británica.


XVIII. RELACIONES LINGÜÍSTICAS PRIMITIVAS 267
nan en tres o cuatro casos y tienen género y número. Los ilirios
habitaron esta zona europea desde el s. X a.C. llegando sus fron­
teras en la época de máxima influencia desde el Danubio al
Adriático. Fueron los transmisores de la cultura Hallsttática. Esto
nos indica que estaban en el centro de la creación de la lengua y
cultura celta. Más de 2000 tumbas se encontraron en las excava­
ciones realizadas desde mediados hasta finales del s. XIX en
Hallsttat, las más antiguas datan del IIOO a.C. y las más recientes
del 45° a-C. La influencia de la Edad del Bronce y la posterior
Edad del Hierro, así como también la influencia griega y la itálica
aparecen en la gran multitud de espadas, dagas, hachas, lanzas,
adornos, cerámica, etc... encontrados.

5. El nombre de lugar «Alba», repartido

POR LOS PAÍSES ITALO-CÉLTICOS

Podemos ver como el nombre de lugar Alba se encuentra repar­


tido por los países italo-célticos, bien por influencia latina o
bien por otras influencias. Próximo a Albania tenemos el con­
dado de Alba, en la actual Rumania, en la que se han encontado
restos de una primitiva comunidad celta asentada en el lugar en
el s. III a.C. También tenemos la ciudad de Alba en el Piemonte
y Alba longa en el Lacio italiano, la ciudad de Albacete* en el
sureste español y el nombre con el que se conoció a Escocia,
Alba, del s. IX al s. XI.
El nombre de Escocia por el que era conocida por celtas y
romanos, «Alba», puede ser una palabra de origen pre-celta o
proto-celta lo mismo que sucede con el nombre de «Iverne» o
«Ierne», habitantes primitivos de Irlanda, esto nos puede indi­
car el asentamiento de habitantes pre o proto-celtas en las Islas
Británicas que serían conocidos por los clásicos con dichos

* Albacete se considera no obstante que viene del árabe Al-basit: la llanura.


268 4» PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

nombres. El nombre gaélico primitivo de la actual Escocia, Alba


(gen.: Alban, dat.: Albain), guarda estrecha relación con la pala­
bra Albion con la que en la antigüedad se conocía a Gran bre-
taña, que bien puede ser una forma italo-celta que en irlandés
medio se presenta evolucionada en albbu, genitivo albban. Albion
era el primitivo nombre griego para nombrar la actual isla de
Bretaña; también en latín aparece albion relacionada con la pala­
bra celta Albus «blanco». En irlandés antiguo aparece como alba
y alban, y en galés como alban significando «la tierra blanca». Los
Anales de los cuatro maestros nos citan el reino de Alba en el año IO de
la Era Cristiana, al referirse a la hija del rey de la actual Escocia:

IO. Aois Criost, a deich... y Baine inghin righ Alban.

IO. Epoca de Cristo diez... Baine, hija del rey de Alba.

Tenemos conocimiento de otros lugares de la Europas primi­


tiva en los que el nombre Alba también aparece. En el noroeste
de Italia, anterior a la era cristiana, tenemos una primitiva ciu­
dad llamada Alba, en el lugar se contruiría posteriormente, en el
s. I a.C., la ciudad de Roma Alba Pompeia. En la parte occiden­
tal de la actual Rumania también exitio un territorio llamado
Alba cuya capital fue Alba Iulia. Sabemos que en el s. III a.C. los
celtas habitaron este lugar. En Italia tenemos también la ciudad
de Alba Longa, que se considera fue fundada en el s. XII a.C.
por Ascanio, hijo de Aeneas. Siendo la primera ciudad que se
edificó en Italia. En el 600 a.C. fue destruida por Roma. Poste­
riormente sería construida Albanum con este nombre se cono­
cería la ciudad imperial en el territorio albano, en la actualidad
es la zona conocida como Castel Gandolfo.
Estudiando el nombre de lugar Alba nos encontramos también
con Albania primitivo territorio europeo cuyos habitantes, los
albanos, se considera que son descendientes de los ilirios y se sabe
que existían ya sus asentamientos en el año IOOO a.C. Uno de sus
reyes más conocidos sería Argón, s. III a.C. Como lengua indo­
XVIII. RELACIONES LINGÜÍSTICAS PRIMITIVAS 269
europea originada en el ilirio permanece sola separada del resto
de lenguas europeas, románicas, germanas, eslavas, etc.

6. EL ITALO-CELTA Y LA POSIBILIDAD DE UNA FAMILIA


DE LENGUAS IBERO-CAUCÁSICAS

Se ha considerado que alrededor del 2000 a.C. existió un terri­


torio italo-celta en el que se hablaba una lengua común que más
tarde se dividiría en varias lenguas, latinas y celtas. De esta forma
algunas de las lenguas habladas en el sur de Europa evoluciona­
rían en formas dialectales que originarían las lenguas celtas,
otras ramificaciones en las zonas más al norte evolucionarían en
el celta hablado después en centro Europa y a orillas del Danu­
bio. Los documentos y estudios que poseemos son escasos y solo
nos muestran un posibilidad más o menos creíble. No obstante
sí parece evidente una fuerte relación primitiva entre el latín y
el celta y también en segundo grado con el griego, esto puede
indicar que dichas lenguas podrían provenir de un tronco
común indoeuropeo que se adentró en Europa por su parte sur.

Vocabulario ítalo-celta

Antiguo Irlandés Otras


Español Griego Latín irlandés moderno lenguas

Pronombres

Yo ego ego
mi/me emé mé -m me
tú sú, tú tú -t tú
quien tís quis cía
que tí quid cid

Palabras REFERENTES A LA FAMILIA

padre pater pater (p)athair athair


madre meter mater máthair matháir
hermano phrater frater bráthair
hermana soror siur
hija thugater
hijo huius
270 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

Antiguo Irlandés Otras


Español Griego Latín. irlandés moderno lenguas

Nombres DE ANIMALES Y COSAS


agua aqua uisce uisce
alcornoque are
fuego pur
gallina kerkos cearc kark (escita)
oveja owis ovis oí
vaca bous bos bó
caballo híppos equus ecb
cerdo hus sus
perro kúon canis cu/ con-
rueda kúklos
rey rex rí reshus (tracio)
maestro/divinidad erus Esus (galo)
corazón kardia cord- cride
rodilla gónu genu glún
árbol
madera dóru truncus daur
pié pód- ped-

Adjetivos
largo longus
nuevo newos novus nue

Formas verbales

adorar adoro adraim aoradh


es estí est is
come édei ést estir
lleva phérei fert berid

Numerales
uno oiwos unus oín
dos dúo dúo dó
tres treis tres trí
cuatro quattuor cethair
cinco pénte quinqué cóic
seis héx sex sé
siete heptá septem secht
ocho okto octo ocht
nueve ennéwa novem noí
diez deká decem deicb
cien centum cét

Preposiciones y partículas

no en- ni-
XVIII. RELACIONES LINGÜÍSTICAS PRIMITIVAS 271

7. Relación entre las primitivas lenguas

de la Península Ibérica y las lenguas escitas

La posibilidad de que las primitivas lenguas de la Península Ibé­


rica tengan relación con las lenguas escitas primitivas es un
hecho que ha sido estudiado y sigue estudiándose en la actuali­
dad. La existencia de una familia de lenguas ibero-caucásicas
tiene indicios de poder ser una realidad. Podríamos decir que
con los estudios realizados y los datos que poseemos al respecto
existen suficientes evidencias para hablar de una posible relación
que todavía se encuentra en fase de estudios:

The theories relating Caucasian with such languages as Basque


and the non-Indo-European and non-Semitic languages of the
ancient Middle East also lack sufficient evidence and must be
considered as inconclusive.

A la teorías que relacionan el caucásico con semejantes lenguas


como el vasco y las lenguas no indoeuropeas y no semíticas de
Oriente Medio también les falta suficiente evidencia y deben de
ser consideradas sin concluir.
Britannica: 22, 718.

S. Isidoro de Sevilla nos dice que en Massalia (Marsella), se


hablaba el latín, el griego y el celta. Siendo la lengua celta posi­
blemente la lengua de los primitivos habitantes del lugar con los
que entraron en contacto los griegos. Muchos siglos depués E.
O’Curry nos menciona la primitiva lengua gaélica llevada por los
milesios a Irlanda indicándonos por los restos de la primitiva
gramática celta que poseemos, como es el caso de los documen­
tos que aparecen en el Libro de Ballymote, dicha lengua era una
mezcla de latín, griego y hebreo. El griego y el hebreo en este
caso serían lenguas de Oriente Medio relacionadas con la franja
que bordea el Mediterráneo desde Asia menor Hasta Egipto,
pasando por Fenicia y Palestina. La relación de Nel y Mil con
272 4» PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

aquellos territorios, ambos líderes casados con hijas del farón de


Egipto, indica una posible relación histórico-cultural con los
pueblos de la zona.Podemos ver como los restos de una o unas
primitivas lenguas hispanas relacionadas con el este europeo
muestran conexiones con la única lengua hispana hablada en la
actualidad que puede remontarse a las invasiones egeas, de Asia
Menor y del Mar Negro del 1200 a.C. Dicha lengua es el vasco y
para ciertos investigadores su origen se encuentra en las lenguas
del Cáucaso llegadas en tiempos anteriores de Asia:

According to Holmer and a number of other scholars before


and after him Basque belongs, apart from its strong African
sub-, ad- or superstratum, to a linguistic type represented
mainly by languages of the Caucasus, ...

De acuerdo con Holmer y otro número de especialistas antes y


después de él el vasco pertenece, aparte de sus fuertes sub-, ad-
o superstrato africano, a un tipo lingüístico representado prin­
cipalmente por las lenguas del Cáucaso, ...
Wagner: 398

8. El vasco y las lenguas del Cáucaso

El vasco tiene características que le asemejan con el caucásico, el


fino-húngaro y el paleo-siberiano. La palabra «ezher» en
vasco, que significa mano izquierda y coloquialmente «media
mano» la tenemos en la forma irlandesa «leathlamh (leamh:
medio-a-, leamh: mano) con el significado de una sola mano.
También la forma caractrística de referirse a parejas de cosas (dos
manos) también existe en fino-húngaro y en irlandés (Rankin
24)- Para H. Wagner la lengua vasca es un claro ejemplo de las
similitudes que poseemos a la hora de hablar de corrientes
migratorias desde el Cáucaso y el Mar Negro hasta Hispania, y
nos muestra como el vasco por los estudios realizados muestra
claras afinidades con las lenguas del Cáucaso:
XVIII. RELACIONES LINGÜÍSTICAS PRIMITIVAS 273

The linguistic fact that Basque has its most characteristic gram-
matical feature in common with most languages of the Cauca-
sus, namely the so-called Ergative-construction, supports the
proposed theory. I have recently made another point. It is
generally held that Euskara, the native ñame of the Basque lan-
guage, derives from Ausci, the ñame of an ancient people in
Aquitania. Their ñame recalls, from the point of view of word-
formation, that of the Musku and the Kaska, peoples in eastern
Asia Minor who shortly before and after 1200 B. C. played an
important part in the Aegean migration. It is tempting to see in
the final -k of these ñames a plural marker attested not only in
Basque but also in Armenian.

La realidad lingüística de que el vasco tiene la mayoría de sus


características gramaticales en común con la mayoría de las len­
guas del Cáucaso, principalmente las llamadas de construcción
ergativa soporta la teoría propuesta. He señalado recientemente
otro punto. Se considera generalmente que el Eusquera, el nom­
bre nativo de la lengua vasca, deriva del Ausci, el nombre de un
antiguo pueblo de Aquitania. Su nombre nos recuerda, desde
el punto de vista de la formación de palabras, al de el mus/tu y el
kaska, pueblos del este de Asia Menor quiene poco antes y
después del 1200 d.C. jugaron una parte importante en la
emigración egea. Es tentador considerar en la final -k de estos
nombres una formación de plural atestiguada no solamente en
vasco sino también en Armenio.

Wagner: 390 s.

9. El PICTO IRLANDÉS y EL GAÉLICO HABLADOS

en Northumbria hasta el s. x d.C.

Estas migraciones provenientes de Asia Menor y del Egeo alre­


dedor del 1200 a.C., llegaron a Hispania y sur de Francia cre­
ando unos asentamientos proto-celtas que originarían siglos
más tarde los gaélicos que posteriormente se embarcarían
rumbo a Irlanda, después de todos los estudios realizados, con­
sideramos que es la posibilidad más creíble de todas como así lo
atestiguan algunos de los más prestigiosos especialistas:
274 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

In the light of Tovar’s, Lejeune’s and Schmoll’s research into


Celtiberian and of Pokorny’s into «Illyrian» in North-West-
ern Spain it seems more likely that Gaelic, Celtiberian and
Illyrian represent the earliest strata of Indo-European in West­
ern Europe, which were pushed by succeeding waves of Celts to
the fringes of Western Europe. This first I. Eur. Movement
historically related to the Aegean and Dorian migration in the
east, could have started early in the first millennium B. C. and
could have involved also non I. Eur. Speaking tribes such the
ancestor of the Basques.

A la luz de las investigaciones del celtiberio de Tovar, Lejeune y


Schmoll y las del «ilirio» en el noroeste de España de Pokorny
parece más bien que el gaélico, el celtíbero y el ilirio represen­
tan el estrato más primitivo del indo-europeo en la Europa
Occidental, el cual fue empujado por sucesivas oleadas de celtas
hasta los límites del occidente europeo. Este primer movi­
miento histórico indo-europeo, históricamente relacionado
con las emigraciones egeas y dorias en el este, podría haber
comenzado a comienzos del primer milenio a.C. y podría
haber comprendido también tribus de hablantes no indo­
europeos tales como los antepasados de los vascos.
Wagner: 392-

El picto sería una lengua, por las referencias que tenemos,


conocida y hablada en el s. III d.C., llegando a ser hablada o
conocida hasta el s. IX, de ello tenemos conocimiento por los
nombres históricos y geográficos que han llegado hasta nosotros
así como algunas inscripciones. Incluso llegó a ser hablada en
Inglaterra, esta lengua picta de los irlandeses, hermanada con el
goidélico primitivo, fue hablada en el reino inglés de Nortum-
bria en una época tan tardía como es el s. VIII d.C., siendo en
esta ocasión Bede el que nos informa indirectamente de ello:

Goidelic was spoken in Nothumbria as late as the early 8th


cent. For Bede says that bishop Tuda was buried «in monaste­
rio quod dicitur Paegnalaech» (Hist. Eccl. III, 27)~Holder, II,
92l)... Na Laech, «of the laymen» or «of the warriors», is
absolutely identical with Irish... in Highland Gaelic ñor merely
póghutpdg (gen. paig), and in Manxpaag only. Henee locative-
dative paig or paeg.
XVIII. RELACIONES LINGÜÍSTICAS PRIMITIVAS 275
El goidélico fue hablado en Northumbria basta tan tarde
como es princios del siglo 8. Porque Bede dice que el obispo
Tuda fue enterrado «en el monasterio que es llamado Paeg-
nalaech» (His. Ecles. III, 27_Holder, II, 921)... Na Laech, «de
los labradores» o «de los guerreros», es absolutamente
idéntica con el irlandés, ... en el gaélico de las Tierras Altas
no es solamente pág sino también pag (ge. paig), y en Manxpaag
solamente. Por lo tanto locativo-dativo paig o paeg.
Nicholson: 20.

10. La lengua picta, lengua de los milesios


según Nicholson

Los estudios de Nicholson una vez más no dejan de sorprender­


nos. Ateniéndonos a sus estudios el manuscrito de Tigernach
refiriéndose al año 667 muestra como los pictos primitivos de
Irlanda pertenecían en su origen, o tenían un vínculo directo
con los «Iberniam» y los «Scith»;

«... navigatio filiorum Garnaith ad Iberniamcum plebe Scith»


is recorded by Tigernath under 667, Garnaith being a common
Pictish ñame, but not, so far as I know, an Irish one.

«... la navegación de los hijos de Garnaith desde Iberia con el


pueblo (gente) escita» se recuerda en Tigernath en el (año)
667. Siendo Garnatih un nombre común picto, pero no, hasta
donde llega mi conocimineto, uno irlandés.

Nicholson: 21.

Las lenguas celtas tiene algo en común que las diferencia de


otras lenguas indo-europeas, me refiero a la pérdida del sonido
Ipl, sonido que se mantiene en otras lenguas indoeuropeas en la
actualidad. P sin ser acompañada por otra consonante y sin
doblar, excepto en palabras extranjeras, ha desaparecido de las
lenguas celtas: gaélico athair (padre), latín pater.
276 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

11. Orígenes del irlandés en el celta hispano

Pese a existir en Irlanda la presencia de nombres de lugar en celta


p-, el goidélico hablado en Irlanda, celta q-, que como sabemos
se considera mucho más antiguo evolucionó en Irlanda rodeado
de dialectos de la lengua celta p- que fueron hablados en lo que es
en la actualidad Gran Bretaña, Francia y Bélgica. Solamente His-
pania y el sur de Francia, lo mismo que Irlanda tuvieron una len­
gua celta q-. Por ello la posibilidad de una invasión de celtas his­
panos, hablantes de q- celta a Irlanda, es una teoría que los
especialistas consideran cada vez más creíble. Incluso especialistas
como David Rankin instan a que se considere ya el origen del
gaélico irlandés en el celta hispano primitivo:

Thre is enough evidence for q-celtic in Spain to urge the view


that the Irish Goidels aroginated in that country. This idea cer-
tainly would be an agreement with the myth of the sons of
Mil.Gaul also has its claims: not only in some of its tribal
ñames, but in the element of q-Celtic which is to be seen in the
Coligny Calendar’s inscription. This may suggest religious
archaism involving the use of an older form of speech.

Existen suficientes evidencias del celta q en España para instar


en la creencia de que el irlandés goidélico se originó en ese
país. Esta idea verdaderamente sería un reconocimiento del
mito de los hijos de Mil. La Galia también tiene sus pretensio­
nes: no solamente en el nombre de algunos de sus nombres de
clanes, sino también en el elemento del celta q- que se puede
ver en la inscripción del Calendario de Coligny. Esto puede
sugerir un arcaismo religioso relacionado con una forma de
hablar más antigua
Rankin: 14.

La posibilidad de una cultura celta escrita, bien sea en celta


o en latín en la hispania pre-cristiana debemos de considerarla
con seriedad. S. Isidoro conoció los escritos de los celtíberos
latinizados hijos de nobles familias que bajo el manto romano
tuvieron acceso a cierto poder y la cultura como es el caso de
XVIII. RELACIONES LINGÜÍSTICAS PRIMITIVAS 277

Martial (siglo I d.C.) que debió de conocer la primitiva cul­


tura de Tartessos con bastante detenimiento. También otros
prestigiosas figuras de la cultura hispano-romana de origen
romano como es el caso de Séneca (s. I d.C.) también debie­
ron de tener un buen conocimiento de la historia de la Hispa-
nia de su época y anterior.
Los celtas, por lo menos en el continente, conocían la escri­
tura en épocas bastante anteriores al cristianismo y esto les per­
mitía en los actos funerarios escribir cartas a los difuntos en el
momento de la incineración. Para Rankin (69-70), esto pudo
tener lugar después de su contacto con la colonia griega de Mas-
salia y su forma de escritura. Podríamos decir al respecto que si
Tartessos fue un asentamiento tirseno con una forma de escri­
tura incluso más antigua que la griega de Massalia (fundada alre­
dedor del año 600 a.C.) mientras que de Tartessos ya existía
antes del año IOOO y sabiendo que Tartessos estuvo fuertemente
relacionada con los celtas entonces podemos pensar con bastante
lógica que la escritura tartésica debió de ser conocida por los cel­
tas en épocas anteriores al s. VI a.C. y que por dicha influencia
bién pudieron tener algún tipo de escritura propia que incluso
podría quedar manisfestada posteriormente, gracias a este alfa­
beto de Tartessos (considerado pariente del etrusco), en las runas
que posteriormente serían usadas por los celtas en Irlanda y Gran
Bretaña. La posterior llegada de los romanos a Tartessos y poste­
riormente al resto de la Península Ibérica llevaría con ellos una
cultura, una lengua y un sistema de escritura, el latín, que forzo­
samente tuvo que ser conocido por los celtas que habitan Hispa-
nia en aquella época y es obvio pensar que algunos de ellos más o
menos romanizados aprendieron a escribir no solamente en
latín sino que también con los signos de escritura latinos pudie­
ron escribir textos celtas, por breves que fueran, que por desgra­
cia no han llegado hasta nosotros. Pese al druidismo y a las escue­
las de los poetas celtas que se negaban a escribir su cultura y la
278 4* PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

transmitían oralmente de generación en generación, estos celtas


en contacto con la lengua escrita de Tartessos, después con las
lengua escrita de las colonias griegas y posteriormente con el latín
de los nuevos invasores romanos, debieron de escribir con mayor
o menor amplitud la historia de sus gentes como más tarde
harían los monjes celtas en sus monasterios de Irlanda, Escocia,
Gales y Cornualles, unas veces en latín y otras en su lengua
nativa. También los mismos tartesios, griegos y romanos debie­
ron de escribir tratados históricos y culturales sobre el mundo
celta hoy perdidos pero que los monjes celtas del continente si
debieron de conocer y con ellos escribir libros tan confusos,
apasionados y brillantes como puede ser el Leabhar Gabhála.
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS

1. LOS PRIMEROS ESCRITOS EN ESPAÑA E IRLANDA.

TARTESSOS: LA LITERATURA ESCRITA MÁS ANTIGUA

de Occidente, según Estrabón

El elemento hispano en los escritos celtas, en especial el caligrá­


fico, tiene un apartado que no deja de producir interrogantes
sin contestar hasta el momento. Los escritos celtas en la Penín­
sula Ibérica, como sabemos por las monedas y bronces escritos
en dicha lengua, usaron los signos de escritura iberos. Y aquí es
donde encontramos nuestra gran sorpresa, no porque los celtas
usaran el alfabeto ibero para escribir su lengua, sino por las rela­
ciones de este primitivo alfabeto hispano, o por lo menos sus
signos de escritura, con el alfabeto rúnico conocido y usado por
los pueblos primitivos europeos y en Irlanda de forma especial.
Para algunos especialistas la primitiva escritura usada por los ibe­
ros y los celtas en España tendría su origen en los signos fenicios
traídos a la Península Ibérica por sus comerciantes que llegaron
a partir del s. VIII a.C. (Richard J. Harrison: 140). La idea de
que el alfabeto ibero es un desarrollo del fenicio se puede pres­
28o 4» PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

tar a controversias, por lo que debemos de hacer algunas matiza -


ciones. En primer lugar hay que resaltar la influencia del alfa­
beto fenicio, del que, según los especialistas, derivan en parte los
alfabetos griego, etrusco y latino y también el alfabeto de Tartes-
sos y el alfabeto ibero, obviamente con influencias propias muy
marcadas de unos a otros. Sabemos que un alfabeto jónico ya era
usado en la ciudad de Miletos en el s. V a.C., alfabeto que más
tarde sería el usado en Grecia con 24 caracteres.
Los fenicios, grandes navegantes en el año IOOO a.C. se
habían establecido en España y fundado la ciudad de Gádir
(recinto amurallado), también fundaron la ciudad de Medinasi-
donia (relacionada con el Sidón Asiático) y Málaka (Málaga)
entre otras. Los habitantes del sur de Hispania, según nos dice
Estrabón, poseían una cultura escrita milenaria, será en la Tur-
detania por la que discurre el río Betis, lugar con composiciones
poéticas y crónicas históricas además de una expresión escrita
que muestran una civilización muy avanzada para su época:

Estos son los tenidos por más cultos de entre los iberos, puesto
que no sólo utilizan escritura, sino que de sus antiguos recuer­
dos tienen también crónicas históricas, poemas y leyes versifica­
das de seis mil años según dicen. También los otros pueblos
iberos utilizan escritura, cuyos caracteres no son uniformes,
como tampoco es una la lengua.
Estrabón: Libro III, I, 6.

Schulten considera una de las noticias más importantes que


tenemos de la España Antigua este descubrimiento. Nos pode­
mos encontrar por lo tanto con la literatura y las leyes escritas
más antiguas de Occidente:

Mientras las tribus iberas no consiguieron poseer jamás una


literatura, de tal modo que aún en la época imperial España,
fuera de Andalucía, la más latinizada, es pobre en literatos,
los tartessios poseían, según noticia de Estrabón (página 139),
una escritura y anales, epopeyas y leyes redactadas en forma
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 28l
métrica de seis mil años de antigüedad. Esta es una de las
noticias más importantes que poseemos sobre la antigua
España y un testimonio seguro, de la cultura espiritual más
antigua de Occidente.
Schulten: 229-

Sus escritos, si existieron y fuera cierta su antigüedad nos


remontan en el pasado a una época 8.000 años anterior a
nosotros. La cifra bien pudo ser una exageración de Estrabón
pero sí indica que fue una época bastante anterior a la época
cristiana y por la situación en que sitúa a los turdetanos el
manuscrito, también la opinión al respecto considera que bien
pudieron ser tribus celtas que habitaban Sierra Morena y no
iberos (Estrabón: Libro III, I, 6). Para Schulten existía ya
desde hacía miles de años un sustrato cultural en el sur de la
Península Ibérica, en Tartessos, que permitió una rápida evo­
lución artística en contacto con otras influencias venidas del
oriente mediterráneo, una cultura muy avanzada frente a la
primitiva y tosca cultura ibera (asociada a la cartaginesa) exis­
tente entonces en Hispania:

Estas obras de arte encontradas en el Imperio de Tartessos eran


sólo posibles si anteriormente hubo allí un arte muy desarro­
llado, si el terreno estaba preparado para recibir e imitar el arte
griego. En el Paleolítico final, es decir, hacia 7000 a.C., se
encuentra ya en la costa Sudeste un verdadero arte pictórico de
expresivas escenas de la vida de entonces, tanto de la guerra
como de la paz, especialmente de la caza del ciervo, mientras en
el Norte se representan únicamente figuras de animales aislados
y ninguna de hombres. Se advierte, pues, que en el Sur vivía
desde tiempo inmemorial un pueblo artístico. Por esto allí
encontró terreno abonado, primero, el arte tartesio, y después
el arte griego, como posteriormente la temprana e intensa lati­
nización de la Bética se explica por la existencia de la cultura
tartessia». Los Cartagineses nunca poseyeron verdadero arte,
sino que sólo supieron imitar lo griego; cuanto crearon por sí
mismos es primitivo y feo.

Schulten: 222.
282 4» PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

Debemos recordar, y mencionado en el capítulo dedicado a


Tartessos, la posible relación existente entre etruscos y tartesios
apuntada por Schulten y otros investigadores y la primitiva exis­
tencia de una literatura etrusca bastante bien elaborada incluso
con obras dramáticas, incluso ha podido llegar hasta nosotros el
nombre de un dramaturgo etrusco Volnius, aunque desgraciada­
mente no conocemos sus obras. El etrusco tenía una forma de
escritura muy antigua (griego-fenicia) de la que evolucionarían
posteriormente los signos latinos de escritura que usamos actual­
mente en el mundo occidental. El etrusco dejo de ser hablado en
la época imperial, aunque se siguió estudiando y usando en cere­
monias religiosas. Pese a todo existen más de 10000 inscripcio­
nes en etrusco que han podido llegar hasta nosotros, siendo una
de las más conocida la de Zagreb que contenía un calendario e
instrucciones sobre sacrificios religiosos. Los estudios realizados
muestran que el alfabeto es de origen griego que a su vez habría
sido tomado del fenicio, de ahí podemos hablar de una relación
oriental griego-fenicia. Por desgracia aunque conocemos los tex­
tos, lo mismo que con la lengua ibera, sus textos no han podido
ser traducidos hasta el momento.
Schulten encuentra en sus estudios una escritutura primitiva
del Asia Menor en inscripciones de la zona de Tartessos y consi­
dera demostrado con sus explicaciones y sus estudios que el
idioma que aparece en ellas es el tirseno:

Esto me hacía suponer que Tartessos procedía de la esfera


etrusca. Posteriormente, el año I91 O, descubrí en lápidas
sepulcrales del Sur de Portugal una escritura griega muy antigua
del Asia Menor, en la cual se encuentra la palabra «zaronah»,
que repetida en todas estas inscripciones funerarias, debe signi­
ficar «sepultura», y vi que esta palabra se encuentra en la forma
«zeronai» con igual significación también en las estela funera­
ria tirsénica de Lemnos. Se infiera de ello que el idioma de
aquellas inscripciones es el Tirseno.
Schulten: 32-33-
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 283
2. La lengua vasca, el ibero

Y LAS LENGUAS DEL CÁUCASO

Otro apartado importante en nuestro estudio, y que guarda rela­


ción con lo anterior, es el posible origen de las lenguas iberas y el
vasco en el Cáucaso. Sin entrar en discusiones sobre el origen de la
lengua vasca los estudios realizados nos demuestran que el diez por
ciento de las palabras de dicha lengua son iguales o parecidas al
semita y un siete y medio por ciento a las lenguas del Cáucaso:

En todo los demás (verbo al final, postposiciones, genitivo


antepuesto, como también oración de relativo delante del ante­
cedente) el vasco coincide con lenguas cuyo centro parece estar
en Europa oriental o más allá: así las caucásicas o las indoeuro­
peas más antiguas (sánscrito, hitita, en parte el latín).
Por otro lado, el vasco confirma con tablas léxico-estadísticas la
presencia en Europa occidental del elemento camitico, pues
encontramos en la lista básica establecida por M. Swadesh un IO
por IOO de palabras comunes entre el vasco y el bereber. Y, por
cierto, que en menor grado acusan también un parentesco del
vasco con dos de las tres lenguas caucásicas con las que se hizo
esta comparación: 7.50 por 100 de coincidencias con el geor­
giano y el circasiano.
A. Tovar: 196.

Por los estudios realizados, pese a todas las cautelas que entra­
ñan este tipo de investigaciones, se considera que la relación entre
el vasco y el ibero resulta bastante notoria. Ambas lenguas, pese a
ser diferentes, guardan cierta relación, que muestra un posible
origen común. Obviamente después de más de tres mil años las
diferencias lingüísticas se han ido acrecentando enormemente y
sin documentos escritos, no podemos ofrecer una teoría clara de
su evolución. Bástenos comparar las diferencias existente entre el
latín de comienzos de la Era Cristiana y las lenguas latinas actuales,
español, francés, italiano, etc. Podemos ver como la evolución en
dos mil años ba sido enorme. Desde una lengua madre el ibero y
el vasco, en una etapa mucho más dilatada tuvo que ofrecer
284 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

muchos más cambios. En las palabras de Antonio Tovar podemos


encontrar una aproximación a la verdad:

Hacia el sur, el vascuence limitaba con el ibérico, y el problema


de la relación entre estas dos lenguas, que hay que distinguir,
pero que pertenecen al mismo mundo, puede formularse con
palabras de Corominas (1976, 122): la lengua de las inscripcio­
nes del Algarve, «diferente del turdetano y de su antecedente
tartesio, aunque quizá no muy radicalmente, y muy diferente
del ibérico y éste del vasco, forma parte de una familia, con
tronco seguramente común, si bien lejano, con estos dos o tres
idiomas hispánicos pre-indoeuropeos». En algún caso se pue­
den descubrir elementos comunes al vasco y al ibérico, en
número reducido, pero innegables, y hasta se puede ver el dis­
tinto tratamiento del mismo elemento en dos lenguas distintas,
vasco e ibérico (Tovar, 1979b, sobre irun/ildun).
A. Tovar: 1968.

3. LOS GODOS Y LAS RUNAS. LOS POSIBLES ORÍGENES

DE LAS RUNAS EN EL MUNDO ESCITA:

LA INSCRIPCIÓN RÚNICA EN EL PLATO ESCITA DE ISSYK

También el origen de los primitivos alfabetos muestra numerosas


controversias. Algunos especialistas consideran que los visigodos
fueron los creadores del alfabeto rúnico debido a que nos han
legado una serie de inscripciones escritas en su lengua, realizadas
con signos en apariencia griegos, y que no han logrado ser tradu­
cidas hasta el momento. Las runas tienen una gran semejanza con
el alfabeto griego y parte de ellas se piensa que se originaron en
dicho alfabeto aunque como veremos más adelante existen otras
posibilidades relacionadas con el alfabeto etrusco y el ibero:
Erente a la creencia de que las runas son una evolución del
alfabeto etrusco calcidio (de origen griego) del norte de Italia,
existen indicios que han llevado a ciertos investigadores a con­
siderar su origen en las costas del mar Negro. José Gonzalo en
1857 asi como otros especialistas de su época consideraban que
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 285

las runas fueron llevadas desde la Tracia a Hispania por los visi­
godos:

El primer abecedario atribuido a los godos (dice Nasarre), se


conoce bajo el nombre de letras Runas, de las que se disputa si
fueron letras propias de los godos; pero Olao Vormio en su
Runografía, parece no dejar duda de que los godos, antes de
salir de Tracia, en el siglo cuarto, tenían las letras llamadas
Runas; si bien dice que no eran más que diez y seis, y que Ulfi-
las las aumentó hasta veinte y cinco, tomándolas de los griegos
y latinos.
Gonzalo: 16.

La forma apuntada de las runas y su forma primitiva de lectura


de derecha a izquierda llevaron a Isaac Taylor y a otros especialis­
tas a considerar su existencia en el siglo VII o VI a.C., y el alfabeto
rúnico sería una derivación del alfabeto griego usado en las colo­
nias del Mar Negro, siendo los godos que vivían en aquella época
en las orillas del dicho Mar Negro los inventores de dicho alfa­
beto. Frente a esta teoría David Diringer objeta la no existencia de
runas antes de la era Cristiana (véase D. Diringer: 5i3)- Sin
embargo nuestra teoría muestra como el alfabeto etrusco calci-
dio y el alfabeto ibero cuenta con los signos rúnicos en su
haber. El alfabeto pre-ibero de Tartessos muestra los signos que
más tarde serían llamados runas desde épocas tan primitivas
como puede ser el s. VII o VI a.C.
Podemos señalar otra teoría que nos llevaría a sugerir que los
visigodos no fueron los creadores de las runas pero conocieron
su existencia en los territorios de los primitivos asentamientos
escitas. El origen de las runas en una época tan primitivas como
puede ser el s. V a.C. o incluso anterior nos lleva una vez más a
regiones no muy lejanas de las orillas del Mar Negro. El plato
escita del «Tesoro de Ziwiyé», del s. VII a.C., nos muestra unos
jeroglíficos y unos signos que en algunos casos nos recuerdan a
las runas e incluso los alfabetos fenicio e ibero.
286 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

También en la tumba escita de Issyk en el Kazakhstan se ha


encontrado junto al «hombre de oro» enterrado en el lugar un
plato con una inscripción que como podemos ver en el dibujo
adjunto muestra unos inequívocos signos que en algunos casos
son idénticos a las runas, a los signos primitivos fenicios y a otros
signos de escritura como pueden ser los signos encontrados en el
sur de la península Ibérica ya mencionados en Tartessos:

Algunos signos del plato de Ziwiyé (S. VII a.C.)

Inscripción «rúnica» primitiva del plato encontrado


en la tumba escita del Hombre de Oro de Issyk.

4. EL ALFABETO IBERO Y EL ETRUSCO:

SU POSIBLE RELACIÓN CON LAS RUNAS

Curiosamente las runas han aparecido en toda la Europa occi­


dental, pero el número mayor ha aparecido en Inglaterra y
Escandinavia y en un principio no no llegaban a los treinta sig­
nos. A continuación ofrecemos las runas escandinavas (A) y bri­
tánicas (B), comparándo con ellas el primitivo alfabeto pre-
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 2 87

ibero de la zona de Tartessos en Hispania (C) y el etrusco del


norte de la península Itálica (D):
288 L* PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

RUNAS RUNAS DE PRE-IBERO ETRUSCO


NÓRDICAS LOS ANGLOS DEL SUR PENÍNS. (cALCIDIo)
(Diringer) (Diringer) (Baroja-Hoz) (Diringer)

Tenemos un alfabeto existente en el sur de la Península Ibé­


rica en el s. VII a.C. en lo que fue el primitivo reino o región de
Tartessos. Dicho alfabeto ofrece los caracteres que posterior­
mente aparecerían en las inscripciones iberas y celtas. Su origen
fenicio y su también posible relación con el griego es un tema
que ba sido ya muy discutido, la influencia fenicia y la griega en
el alfabeto hispano parecen evidentes, pero también pueden
existir otras posibles influencias en sus orígenes que no han sido
consideradas debidamente hasta el momento.
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 289
290 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

Como podemos ver, comparando el alfabeto del sur de la


Península Ibérica y las runas, las similitudes son tan grandes que
nos hacen pensar en una posible relación, otra cosa es poder
explicar satisfactoriamente como se pudo llegar a esta relación.
Pese a todo es una sorpresa difícil de explicar. Sabemos que el
alfabeto rúnico existía en inscripciones en centro-Europa y que
los pueblos germanos y celtas lo usaron. Estas inscripciones serían
consideradas mágicas y el alfabeto rúnico sería usado por los nue­
vos invasores. Las runas se encuentran esparcidas por casi toda
Europa y guardan junto con los oghams un enigmático origen.
Según se cree los germanos en sus avances de conquista las encon­
traron grabadas sobre piedras y, presumiblemente, sobre made­
ras, podemos pensar que al no saber interpretarlas les dieron un
significado mágico y fueron usadas por los nuevos invasores. En
las runas podemos ver no sólo un ligero parecido con otros alfabe­
tos, sino que, como veremos más adelante, existe una identifica­
ción de los signos escritos rúnicos con el alfabeto tartésico.
El alfabeto etrusco-calcidio del que se cree provenían las
runas también podemos pensar que guarda cierta relación con el
alfabeto tartésico primitivo e incluso Wagner considera que exis­
tió una estrecha relación entre el etrusco y ciertas lenguas primi­
tivas de la península ibérica como el vasco:

I strongly suspect that, typologically, Etruscan must have had


something in common with Basque and Caucasian.

Sospecho firmemente que, tipológicamente, el etrusco debe de


haber tenido algo en común con el vasco y el caucásico.

Wagner: 398

Los orígenes de este alfabeto etrusco se calculan alrededor del


siglo VIII a.C. No obstante, poco se sabe sobre él, y también se ha
hablado de otro alfabeto proto-etrusco que sería el originario
del etrusco y de otros alfabetos de la Península Itálica. El alfabeto
tartésico o pre-ibero, si lo comparamos con las runas podremos
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 291

ver que se parecen como dos gotas de agua, mientras que los sig­
nos etruscos, al compararlos con las runas, resultan ser una
comparación bastante más pobre al lado del anterior. La exis­
tencia de una primitiva lengua italo-celta de la que hablan cier­
tos investigadores, y de la que tenemos algunos indicios, podría
haber ido acompañada de un primitivo alfabeto que podría ser
este alfabeto estrusco-tartésico, que evolucionaría con el tiempo
en el alfabeto etrusco por un lado y en el alfabeto tartésico (y
posteriormente ibérico) por otro. Especialistas como Adolf
Schulten (Die Etrusker in Spanien y Die Tyrsener in Spanien) y
o Rafael Lapesa ofrecen la hipótesis de una relación hispano-
estrusca en la Península Ibérica y la procedencia de los etruscos y
tartesios del pueblo de los tirrenos de Asia Menor:

La actual Baja Andalucía y el Sur de Portugal fueron asiento de


la civilización tartesia o turdetana, que hubo de recibir tem­
pranas influencias de los navegantes venidos de oriente. Se ha
relacionado a los tartesios con los tirsenos de Lidia, en Asia
Menor, de los cuales proceden los tirrenos o etruscos de italia.
Incluso se ha dado como posible una colonización etrusca en
las costas españolas del Mediodía y Levante, ya que desde
huelva al Pirineo hubo topónimos que reaparecen con forma
igual o análoga en Etruria o en otras zonas italianas (Tarraco,
Subur, un río Arnus, etcétera).
Lapesa: 1999, 14.

El uso de las runas en Irlanda como vamos a ver a continua­


ción nos ofrecerá nuevas sorpresas.

Runas de la inscripción. Escandinava Inscripciones tartésicas, SO peninsular


de Noerrenaera (versión de D. Diringer) (versión de J. De Hoz)
292 üa PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

Piedra de Fonte Velha Portugal. Inscripción del s. vil a.C.


Escrita con la lengua tartésica del suroeste peninsular

5. La escritura tartésica y la escritura rúnica


de la Cruz irlandesa de Ruthwel

La escritura arriba mencionada con caracteres del suroeste de la


Península Ibérica y su escritura, dentro de un formato entre
líneas cuadrangulares, tiene su equivalente como podemos ver a
continuación en la escritura rúnica de la cruz irlandesa de Ruth­
wel. Dicho hallazgo y su relación con las runas se lo debemos a
quien hace más de cien años nos mostró sus conclusiones al res­
pecto C. F. Cusack:
En las runas irlandesas de esta cruz tenemos un adorno cen­
tral con formas entrelazadas de aspecto vegetal y a su alrededor
aparecen escritas de forma misteriosa las runas. Lo más sorpren­
dente de todo lo podemos ver a continuación en la siguiente
imagen (piedra de Abobada), como podemos ver tenemos algo
escrito muy parecido a la escritura de la Cruz de Ruthwell posi­
blemente escrito unos mil años antes en la escritura tartésica que
ya hemos comentado:
En 1868 C. F. Cusack, monja de Kenmare, en su obra The
ülustrated Histoiyfrom Earjy Times sin presumiblemente tener conoci­
miento del alfabeto tartésico o ibero nos ofrece sus conclusiones
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 293

Escritura Rúnica de la Cruz de Ruthwell

en las siguientes palabras, que podemos considerar una joya his­


tórica y literaria:

The ancient form of Welsh letters were somewhat similar to the


ruñes of which we give a specimen, and this alphabet was called
the «alphabet of the bards,» in contradiction to which is placed
the «alphabet of the monks,» or Román alphabet.

La primitiva forma de las letras galesas era en cierta manera


similar a las runas de las que damos una muestra (Cruz de
Ruthwell), y este alfabeto fue llamado el «alfabeto de los bar­
dos», en contradicción con el «alfabeto de los monjes» o alfa­
beto romano.
Cusack: 14.8 s.

Nos dice que la inscripción de la cruz está escrita con caracte­


res griegos parecidos a las runas, nosotros hoy en día podemos
aventurar otra posibilidad sin exluir las demás: los caracteres de
la cruz quizás no son griegos y sí tartésicos del sur de la península
ibérica o signos iberos usados indistintamente por iberos y celtas
en la primitiva Hispania:
294 Aa PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

Estela de Abobada (Portugal) escrita en la lengua


del suroeste peninsular. Aproximadamente del año 650 a.C.

La mayor sorpresa la tenemos en la siguiente figura escrita con


el alfabeto tartésico piedra de Abobada (Portugal) escrita en la len­
gua tartésica del suroeste peninsular, aproximadamente del año
650 a.C. Más que de una simple similitud, podríamos hablar de
una posible relación con la Cruz galesa de Ruthwell, aunque no
sepamos explicar feacientemente dicha relación:
El modelo de escritura parecido al de la Piedra de Abobada lo
tenemos en otras piedras como es el caso de la Piedra de Fonte
Velha (Bensafrin, Faro), Piedra de Monte deVale de Ourique
(Beja) o la Piedra de Herdade do Pego (Faro) todas ellas en el
SO de la Península Ibérica. (Aubet: 581-584).
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 295
6. Los ESCRITOS OGHÁMICOS

Los manuscritos celtas no solamente nos hablan de una posible


escritura rúnica que como podemos ver pudo usarse en el
mundo celta antes de la era cristiana, también, centrándonos en
Irlanda, la escritura oghámica sería conocida y usada a comien­
zos de la era cristiana como así lo atestiguan diversos documen­
tos. Sus orígenes siguen sidendo enormemente controvertidos
hasta nuestros días, lo que si está fuera de lugar es que el mundo
celta primitivo antes de la llegada de los signos latinos tenía una
forma de expresión escrita, con runas y posteriormente oghams,
con la que pudieron elaborar unos rudimentarios anales escri­
tos, tal y como consideran G. Keatingy E. O’Curry.

Inscripción oghámica de Avebury

Los orígenes de la escritura oghámica siguen sin tener una


explicación convincente. R. A. S. Macalister considera que el
alfabeto picto fue inventado, o por lo menos usado, por los
druidas celtas como código secreto y las cinco letras forfedas se
296 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

derivarían de las letras griegas kh, th, p, ph y x -signos tipo cal-


cidio (origen griego)-, y que, por tanto, el alfabeto oghámico
tendría su origen en el alfabeto griego usado en el norte de Ita­
lia varios siglos antes de la era cristiana. L. J. D. Richardson
sugiere incluso que las oghams se basaban en la fonología de este
tipo de alfabeto griego. También se considera que pudieron
basarse en un sistema telegráfico de señales de los ejércitos
romanos. Y también, según nos indica Ifor Williams, pudieron
ser la invención de un escriba celta del sur de Irlanda. Nuestra
teoría, quizá tan dudosa o más que las anteriores relaciona los
ogbams una vez más con la Península Ibérica (véase el capítulo
sobre los «oghams» en mi libro: La Huella celta en España e Irlanda).
Los oghams es una escritura basada principalmente en líneas
rectas escritas en los bordes de las rocas. Las líneas según su
número y en qué posición estén indicarán la consonante de que
se trata, las vocales serían cinco combinaciones de puntos y las
forfedas serian cinco «runas», para indicar las cobinaciones de
letras: eo, of, ui, io, ae, incorporadas misteriosamente a dicho
alfabeto:

Alfabeto oghámico
(obsérvense las forfedas en el lado derecho inferior de la imagen)
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 297

En Irlanda podemos mostrar dos tipos de escritos oghámi-


cos, el de la piedra de Kerry en la parte superior de la figura
que ofrecemos a continuación y el de la inscripción de St. Dog-
mael debajo con la transcrirción literal a signos latinos. Cusack
(151) ofrece una transcripción: sagranifili cunotami, que considero
no guarda relación, en parte, con los signos escritos que apare­
cen en ésta última como podemos ver en dicha figura. Pese a
todo el significado de ambas transcripciones apunta a una ins­
cripción funeraria que bien podría decir: «Sagrani hijo de
C(k)unotami». Esta escritura nos recuerda en cierta manera las
ramas de un árbol: como podemos ver unas ramas crecen hacia
la derecha, otras hacia la izquierda, algunas veces tenemos dos o
tres ramas juntas y otras veces una rama solitaria. El alfabeto
oghámico si lo miramos frontalmente y la piedra de la inscrip­
ción puesta de forma vertical, que era la posición en la que
debieron de poner en sus lugares primitivos, presumiblemente
sobre sepulturas, nos podemos imaginar el tronco de un árbol
con ramas a ambos lados. Sabemos que para los celtas lo mismo
que para los escandinavos y otros pueblos el árbol are un ente
misterioso y sagrado, y el nombre con que se conocía el alfabeto
oghámico en irlanda tenía nombre de árbol, Beithluisnion,

Piedra oghámica de Kerry


298 Aa PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

Pizarra de tipo geométrico: Fuenterroble de Salvatierra (España)


(versión de G. Moreno)

que viene de dos nombres de árboles: beith (abedul o palo) y


luis (fresno).
Ateniéndonos a la información que nos ofrece el manuscrito
irlandés Libro de Ballymote los primeros escritos en Irlanda fueron
debidos a Ogma hijo de Elathan, hijo de Delbath, creador del
alfabeto oghámico durante el reinado de Daghda rey de los Tua-
tha Dé Danann en el año del mundo 3304. También nos ofrece
el nombre de Roughné Rosgadach, el glosarista, que inventó
según parece una derivación del alfabeto oghámico, la rueda
oghámica, en el año del mundo 4600. Ateniéndonos a los estu­
dios de O’Curry tanto en el Libro de Lecain como en el Libro de Bally­
mote aparece un fragmento adscrito a este Roughné Rosgadach,
hijo del rey Ugainé sobre la paregrinación de los antepasados de
Mil desde su salida de Egipto y llegada a Irlanda:

The language and construction of this piece bear, as far as I am


able to judge, evidences of a very remóte antiquity; and it was, I
have no boubt, preserved in the ancient chronicle of Teamar, as
well as in the Book of Drom Sneachta.
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 299
La lengua y la construcción de este fragmento contiene, hasta
donde yo puedo juzgar, evidencias de una remota antigüedad; y
esto fue, no tengo duda, preservado en las primitivas crónicas
de Teamar, lo mismo que también en el Libro de Drom Sneachia.

O’Curry: II, 50-51

7. Estudios sobre la primitiva lengua irlandesa:

el Libro de Ballymote

Si la información que estos manuscritos nos ofrecen fuera cierta


nos encontrariamos con una historia y cultura escritas en
Irlanda antes de la Era Cristiana. En el año 40 d.C., también
según el Libro de Ballymote, tendría lugar el reinado de Conchobar
MacNessa rey del Uister, a cuyo servicio en los relatos literarios
combatiría el héroe Cuchulainn y también existiría la leyenda de
los amores de Deirdre con el guerrero Naisi. Como datos histó­
rico también el manuscrito nos menciona en esta misma fecha la
existencia del druida y filósofo del Uister, Cathbadh y el poeta
Ferceirtne al servicio del rey de Munster Occidental, Curoi
MacDaire, entre otros. De esta época tendríamos una de las
primeras gramáticas de la lengua gaélica y algunos restos de ella,
ateniéndonos a los estudios de O’Curry, aparecen en el Libro de
Lecan y en el Libro de Ballymote. Lengua que tendría afinidades
notables con el hebreo, el griego y el latín;

There is extant in the Books of Ballymote and Lecan, as well as


others, an ancient track on the Grammar of the Gaedhelic Lan-
guage; comparing it, to some extent, with the Hebrew and
Greek Languages; but more particularly and copiously with the
Latin. This Track is divided into Four Books.

Existe en los Libro de Ballymote y Lecain, lo mismo que en otros,


una antigua huella de la gramática de la lengua gaélica; compa­
rándola en alguna medida con las lenguas hebrea y griega, pero
más particularmente y más copiosamente con el latín. Esta hue­
lla se divide en Cuatro Libros.
O’Curry: II, 51-
300 Aa PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

Detalle de hoja del Libro de Ballymote


con escritura oghámica

Según dichos manuscritos la autoría del primer libro se ads­


cribe a Fenius Farsaidh, que como sabemos fue uno de los ante­
pasados de los milesios o hijos de Mil de España, el segundo al
poeta y druida Amergin hijo de Mil de España, el tercero al poeta
Ferceirtné y el cuarto a Cennfaeladh el Sabio. Entre el primer
libro y el último existirían más de mil años de diferencia en las
fechas de su composición; la existencia de Fenius y Amergin
según el Leabhar Gabhála (Libro de las Invasiones) es anterior al año mil
de la Era Cristiana, y según estos manuscritos mencionados la
muerte de Cenfaeladh la sitúan en el año 678 d.C. ( O’Curry:
vol. II, pp. 53-54). Los restos de esta antigua gramática los tene­
mos en una recopilación del s. IX d.C., presumiblemente el
recopilador de esta la última versión que poseemos fue Cormac
MacCullinan, rey y arzobispo de Cashel. En el s. IX. O’Curry se
lamentaba de que el conocimiento de dicha gramática en su
época era prácticamente inexistente:

Indeed I believe I would not be in error if I should say that


there are not three Irish Grammar writers, or rather compilers,
now living, who ever read it, or even ever heard of it.
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 301

Verdaderamente creo y no estaría equivocado si dijera que no


hay más de tres escritores de gramáticas irlandesas, o más bien
recopiladores, vivos actualmente, que alguna vez la leyeron, o
incluso alguna vez oyeron hablar de ella.
O’Curry: II, 54-

8. El irlandés y sus afinidades

CON EL HEBREO, EL GRIEGO Y EL LATÍN

Bernardino Martín, profesor de lengua egipcia en el Ateneo de


Madrid y cronista de la provincia de Palencia en 1887, consideraba
en sus estudios del celta primitivo en España que existía un poso
primitivo griego en la lengua celta que hablaban los borgoñones:

Por lo tocante al lenguaje céltico, Parodino dice de los borgo-


ñones, que cuanto más se alejan de la pureza del nuevo idioma
más se acercan a la antigua lengua griega. Se observa que los ves­
tigios de la lengua griega se hallan principalmente en las gentes
del campo, en los naturales y en las mujeres, porque estas,
viviendo en el retiro doméstico, más fácilmente conservan el
lenguaje que oyeron hablar a sus mayores.
Martín Mínguez: 26 s.

Después de lo anterior podemos decir que la lengua de los hijos


de Mil de España al llegar a Irlanda no era la lengua gaélica, y sería
una lengua presumiblemente bastante diferente del gaélico medie­
val que se hablaba entre los siglos VII y XII en Irlanda y de la que
tenemos buenos ejemplos en los textos existente en los manuscri­
tos recopilados a partir del s. XII (Lebor na h-uidre, Leabahar Gabhála,
etc). Sería una lengua como nos dice O Curry: «una antigua hue­
lla de la gramática de la lengua gaélica; comparándola en alguna
medida con las lenguas hebrea y griega, pero más particularmente
y más copiosamente con el latín». A todo esto podríamos añadir
una influencia morfológica y morfosintactica de las primitivas len­
guas de la Península Ibérica que estuvieron durante siglos ej^epíi^
tacto de estos «escitas» portadores de un lenguaje hebré^griego-
302 4» PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

latino, amalgama de todas ellas después de una lenta evolución


durante miles de años antes de llegar a la Península Ibérica,
durante su estancia sobre su suelo y posteriormente sobre suelo
irlandés se forjaría esta lengua de la gramática de Amergin, cre­
ando un lenguaje que por llamarlo de alguna manera lo podría­
mos llamar celto-escita o griego-escita (escita-hebreo-griego-
latino-ibero) que evolucionaría en el gaélico irlandés y escocés
que conocemos hoy en día. San Isidoro de Sevilla al hablarnos
de los focenses nos dice que despuésde ser derrotados por Ciro
buscaron refugio en la Galia donde fundaron Poitires (Pictavis)
y Marsella entre otras ciudades, pero lo que más nos interesa en
este apartado es que según nos dice, haciendo referencia a una
cita de Varrón, hablaban tres idiomas: el griego, el latín y el galo.
Una vez más la conexión de la lengua celta, con el griego y el
latín, se vuelve a poner de manifiesto:

Hos Varro trilingüe esse ait, quod et Graece loquantur et


Latine et Gallice.

Según dice Varrón son trilingües, ya que hablan griego y latín


y galo.
Isidoro: 1994, XV, 63.

9. La PRIMERA GRAMÁTICA EN LENGUA CELTA:

LA GRAMATICA DE LOS MILESIOS, LOS FlR FOLG

Y LOS Tuatha Dé Danann

Keating (il, 2), señala de una forma mítica que el nombre de


Eibhear viene de Hebrew (hebreo) Siendo la lengua de Eibhear,
el Gortighern, la primitiva y única lengua existente antes de la la
Torre de Nimrodh (Torre de Babel), Eibhear obtendría el pri­
vilegio divino de conservar la primitiva lengua que se había
hablado en el mundo, sería llamada posteriormente hebreo, y
sería debido a que Eibhear se opuso a ayudar en la construcción
de la torre ya que iba en contra de los designios de Dios. El Gor-
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 303

tighern, con importantes modificaciones por las influencias de


otros pueblos en los siglos posteriores, sería la lengua hablada
por los escotos llegados a Brigantia y posteriormente a Irlanda.

Gortighern ainm an béarla


Do bí ag mac Dé deagheargna.

Gortighern (era) el nombre de la lengua


Que era del hijo del Dios de la sabiduría.

Keating continúa diciéndonos que la lengua irlandesa de los


escotos era una mezcla de hebreo, griego y escita (il, 5). pueblos
en contacto en la época de la destrucción de Troya y de los
«pueblos del mar» que, partiendo de las costas de Anatolia y el
Egeo, como sabemos, emigraron en distintas direcciones por el
Mediterráneo. Después de abortada la construcción de la Torre
de Nimrod, un rey de los escitas, Fenius Farsaidh, creó una
escuela para el estudio de las distintas lenguas de la Torre. Dicha
escuela estuvo prsidida por tres sabios Fenius de los escitas,
Gaedheal de la raza griega de Gomer y Caoi de Judea. Este trío
de hombres sabios sería el encargado de escribir sobre tablillas de
madera las tres lenguas principales hebreo, griego y latín (il, 8).
De Gaedheal vendría el nombre de «gaélico» que a su vez
podría venir del griego y hebreo, podemos ver ateniéndonos a
Keating las siguientes relaciones (11.10):

Hebreo lengua primitiva Griego


gadhal gaoith dhil philosophos
(grandioso) (amante de la sabiduría) (amante de la sabiduría)

El Book of Ballymote empieza relatándonos la división de las len­


guas en la Torre de Babel («Ages of the World», 3 A i) llegando
a ser setenta y dos lenguas: «beslai in domun dechaid lib (17 A
39) y el nombre de la primitiva lengua: Goirtigearnd (B 31).
Pero lo que más nos interesa de este manuscrito después del
«primus liber» (321 A 46) es lo que aparece en la sección dedi­
304 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

cada al Book ofFerchertne (321 B i) que contiene notas referentes a


la gramática del gaélico primitivo, referentes al género, la com­
paración, el sonido de las letras, las vocales y consonantes, así
como también el origen de los alfabetos de las tres lenguas:
hebreo, griego y latín (324 B 33)-
En este apartado gramatical del Book ofBaljymote sorprendente­
mente se nos ofrece la primitiva relación del def. article
(327B49) de los milesios:

Artículo def. de los Artículo def. de los Artículo def. de los


milesios Fir Bolg Tuatha Dé Danann
isse, issi, issed uindius, uindsi, ondor mod, tod, traeth

El artículo definido en la lengua milesia que hemos visto


anteriormente claramente muestra una fuerte relación con el
pronombre personal latino como podemos ver a continuación
(el latín no tiene artículo).

Milesian Latín
Masculine: isse (the, myself, yourself?) ipse (myself, yourself, himself)
Femenine: issi (the, myself, yourself,itself?) ipsa (,myself, yourself, hersef)
Neuter: issed (the, itself?) ipsum (itself)

También podemos ver una relación peculiar entre el pro­


nombre de irlandés moderno: misse (yo), tussa (tú) y el latino
ipse, ispsa (el neutro no existe en irlandés moderno)

Gaeilge Latín
Is mise (yo soy ) (mase.) Is ipse (yo soy, tu eres, él es)
Is mise John (Yo soyjohn) (mase.) Is ipse Claudius (yo soy Claudius,
Tú eres Claudius, él es Claudius)
Is tussa (tu eres) (femen.) Is ipsa (yo soy, tu eres, ella es)
Is tussa Mary (you are Mary) (femen.) is ipsa Flavia (yo soy Flavia,
tú eres Flavia)
Tú, tusa (pron., forma Tuus, tusa, tusum (posse.: tuyo, de tú
contrastiva) mase., fem., neuter)

Históricamente hablando sabemos que el origen de la lengua


griega o por lo menos del alfabeto griego pertenece a los milesios
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 305

históricos. Y cuando digo milesios ahora me refiero al pueblo


que vivió en la ciudad griega de Anatolia, Miletos. El alfabeto
griego se considera una creación de los milesios en el siglo V
a.C.. En el año 403 el alfabeto iónico usado en la ciudad griega
de Miletos fue adoptado para su uso en Atenas y un siglo más
tarde se convirtió en el alfabeto griego de 24 letras que conoce­
mos hoy en día. A comienzos del siglo VII a.C. los milesios crea­
ron diversas colonias en el Mar de Mármara (Abydos y Cyzicus)
y fundaron entre otras la colonia de Sinop, en el año 630, en el
Mar Negro, así como también una serie de colonias en las costas
de Francia y España. Históricamente sabemos que Miletos fundó
cerca de cien colonias a lo largo de las costas del Mar Negro y del
Mediterráneo, algunas en Italia, Francia y España.
Miletos lo mismo que otros asentamientos de la Península de
Anatolia a mediados del s. VII a.C. fueron invadidos y dominados
por los cimerios que venían huyendo de los escitas desde el Cáu­
caso. En el s. VI pasaría a ser controlada por los lidios. Los cime­
rios fueron para algunos especialistas los primitivos «Cymri» que
se asentarían en Gran Bretaña en sus posteriores migraciones por
la europa occidental. Fueran los posteriores «Cymri» o no
debían de conocer la lengua y la cultura de los escitas y milesios
con los que tuvieron que convivir en mayor o menor armonía.
Después de lo anteriormente expuesto podemos pensar que la
leyenda de Deirdre y la de Hercules pueden ser algo más que
simple literatura. Sabemos que el anticuario gales Nennius
escribió su Historia Brittonum en latín a comienzos del s. IX, por lo
menos 300 años antes de que las copias que conocemos del Lebor
Laigen y del Lebor na H-uidre fueran escritas. Nennius nos relata
como los «escitas» llegaron a Iberia y como los «escotos» de
Brigantia conquistaron posteriormente Ivernia. También men­
ciona los Fomori a Meimhedh, a los Firbolg y a los Tuatha Dé
Danann y el origen de todos ellos en la zona de Anatolia conec­
tada con los escitas y el mundo griego. Nennius también nos
3°6 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

dice que Ivernia fue conquistada por los hijos de Hercules que
eran tambié escitas, por lo que el Mil de España que aparece en
el Leabhar Gabhála es el Hércules de España que aparece en la His­
toria Brittonum. Nennius se refiere a ellos de la siguiente manera:

... erat quídam vir nobilis expulsus a regno Scythia in exilio


apud Aegyptios...

... eran hombres nobles, expulsados del reino de Escitia a


Egipto...
Nennius: 1981, 156, líneas 19-20.

Y desde la línea 8 a la IO del mismo capítulo nos dice:

Ara, Ili et Rechra, progenies autem Galeoin filii Herculis occu-


pavit Ínsulas Oreadas».

Ara, Ily y Recha, hijos de Galeoin hijo de Hércules ocuparon las


islas Orcade.

Nennius: 1981, 156.

Eugene O’Curry en su libro On the Manners and Customs of the Irish


considera que en Irlanda posiblemente existió una historia y
cultura escrita antes de la Era Crisitiana.
El reto que nos ha dejado O’Curry, después de más de un
siglo de su muerte, es recomponer esta primitiva lengua para
lograr tener de una forma clara los orígenes del irlandés y de esta
forma conocer mejor los primitivos pueblos que habitaron
Irlanda, para ello se necesitará una labor conjunta de los espe­
cialistas en el tema, pero como el mismo O’Curry dice:

And yet until this is done, and Cormac’s glosary and other
Glossaries published, it is, I think, premature to talk of a com­
plete grammar of the Irish Language.

Y no obstante hasta que esto se haga,y el glosario de Cormac y


otros Glosarios se publiquen, pienso que es prematuro hablar
de una gramática completa de la lengua irlandesa.

O’Curry: II, 54'


XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 307

Hoy en día, estos estudios siguen estancados. No obstante


tenemos algunos de los fragmentos estudiados por O’Curry que
nos muestran como era esta lengua y con ellos podemos mostrar
algunas diferencias significativas de aquella lengua celto-escita
con el gaélico medieval y moderno.
Tenemos un poema irlandés que nos ofrece datos históricos
anteriores a la Era Cristiana escrito por un poeta, Ferceirtné, de la
corte del rey Conor Mac Nessa. El lenguaje del poema es tan anti­
guo y tan oscuro que pocos especialistas pueden entender aun­
que sea parcialmente su contenido. Según el intento de traduc­
ción de O’Curry el texto nos ofrece un homenaje al rey Ollamh
Fodhla y sus herederos que se mantuvieron en el trono durante
210 años, este rey si existió el manuscrito lo ubica entre el 3882
y el 3992de la edad del mundo, ateniéndonos a los datos que
nos ofrece el Libro de Leinster. En uno de sus fragmentos nos indica
su origen, proveniente del linaje de Ir hijo de Mil de España:

He was an Ollamh (Doctor) by natural right,


The poweful son of Fiacha Finscothach;
Nobler than any king, royal his face,
Of the race of Ir, son of Milidh.

Fue un Ollamh (Doctor) por derecho natural,


el poderoso hijo de Fiacha Finscothach:
el más noble de los reyes, real su cara,
de la raza de Ir, hijo de Mil.
O’Curry: II, 9.

10. La Grammatica céltica de Zeuss.

R eglas afines en las lenguas celtas

Los estudios de la filología celta son muy recientes. Podemos


considerar como padre de la gramática celta a Johann Kaspar
Zeuss quien después de una extraordinaria labor de trece años,
visitando y copiando materiales de los manuscritos irlandeses
esparcidos por Europa en las bibliotecas del monasterio de San
3°8 U» PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

Gall, Wurtzburg, Carlsruhe, Milán y Oxford entre otros, ela­


boró una gramática celta escrita en latín y publicada en 1853 con
el nombre de Grammatica Céltica. Dicha gramática es el primer
intento de recoger todas las diferencias dialectales de las lenguas
celtas y de ella parten todos los trabajos de investigación realiza­
dos sobre esta materia.
El estudio diacrónico de las lenguas celtas también nos ha lle­
vado a importantes descubrimientos. La evolución de las palabras
y la desaparición de sonidos y aparición de otros nuevos ha
podido demostrar que existen unas reglas básicas afines a todas las
lenguas celtas, como las que vamos a mencionar a continuación.

Desaparición del sonido /p/ a comienzo de palabra

Una de las razones para apuntar dicha teoría es la norma cono­


cida por la que el sonido /p/ indoeuropeo al comienzo de pala­
bra desaparece en las lenguas celtas. Por ejemplo la palabra
padre, que en indoeuropeo se considera que debió de ser pater
o una forma parecida, con la evolución lingüística a través de
miles de años podemos ver como el sonido /p/ se mantiene en
las lenguas latinas y en griego moderno, mientras que en ger­
mano (inglés y alemán) se convierte en el sonido aspirado /{/ y
por último en gaélico el sonido /p/ desaparece (sánscrito: pitar;
latín: pater; gaélico: athair).

Evolución del sonido /p/ en las lenguas indoeuropeas

Sáncrito pitár-
latín pater
italiano padre
griego patéres
francés pere
inglés father
alemán vater
gaélico athair
manx ayr
Armenio hair
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 309

El SONIDO ña/ EN LA LENGUA ESCITA Y LA LENGUA PICTA

Por otro lado otra regla que poseemos es el paso del sonido ña/ a
sonido /p/ en una parte de las lenguas celtas. Esto ha llevado a
diferenciarlas en dos grandes grupos: el celta qu, mantiene el
sido ña/ y el celta p, convierte el sonido ña/ en sonido /p/. Algu­
nos especialistas como W. F. Skene han considerado que la len­
gua picta es gaélica, de tipo «qu», a esa conclusión llegaron al
encontrar en inscripciones pictas nombres con el sonido /k/,
como es la palabra mac (hijo), que en las lenguas tipo «p» como
el galés aparece como map (hijo). No obstante también tenemos
especialistas que consideran la lengua picta del tipo «p» empa­
rentada más o menos directamente con el galés y el cómico. La
razón de estas dos teorías se basa en que en las inscripciones pic­
tas tenemos nombres con p y nombres con qu, por lo que ambas
posibilidades pueden existir. Por último también se ha conside­
rado una tercera posibilidad, que sea una lengua no céltica.
La lengua picta fue hablada en Escocia hasta una fecha tan
tardía como es el s. IX d.C., no obstante no nos han llegado
documentos escritos en dicha lengua. El picto debió de hablarse
también en Irlanda y de su presencia en la isla tenemos algunos
datos. Baedan Mac Cairill rey del Ulster, muerto en el año 581,
fue rey de los pictos irlandeses del Ulster. También ateniéndo­
nos al manuscrito de Tigernach en el año 667 tenemos a un
caudillo irlandés llamado Garnaith, nombre común entre los
pictos, lo más importante para nosotros es que Tigernach se
refiere a el y a sus hijos como iberos del clan de los escitas:

nauigatio filiorum Garnaith ad Ibernian cum plebe Scith.

La navegación de los hijos de Garnath de Ibernia del clan de los


escitas.
Nicholson: 21.

Scict y pid son dos nombres que difieren solamente en la palatali­


zación del soniod ña/ en el segundo, esto lo podríamos hacer exten­
3io 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

sivo a su raza, cultura e incluso lengua. La conclusión a la que llega


Nicholson podemos pensar que se aproxima bastante a la verdad:

There was probably no greater distinction between a «Scot»


and a «Pict» that between a Saxon and an Angle: both ñames
mean the same thing, «Tattooed», and we shall find reason
later on to believe that the original Scots were p-preserving
Goidels who differed from previous Keltic immigrants into Ire-
land only in the fact that they started from Spain instead of
from Belgium.

No había probablemente mayor distinción entre un «scot» y un


«pict» que entre un sajón y un anglo: ambos nombres signifi­
can la misma cosa, «Tatuados», y encontraremos razones más
adelante para creer que los scots fueron goidélicos p-preservado-
res que diferían de celtas anteriores emigrados a Irlanda sola­
mente en el hecho que llegaron de España en vez de Bélgica.

Nicholson: 80

11. El Formulario de Marcellus Burdigalensis

DEL S. IV D.C.

Q^uizás los escritos en lengua celta más antiguos que poseamos


los tengamos en Francia. En el s. IV d.C. tenemos una obra de
Marcellus Burdigalensis, muerto en el año 395, medico del
emperador Teodosio, consistente en un formulario con nom­
bres de plantas y medicinas populares que tomó directamente
de sus contemporáneos en Aquitania. Muchos de sus nombres
y algunas de las fórmulas se ha comprobado que son de origen
celta según los estudios que fueron realizados al respecto por
Jacob Grimm (cfr. O’Curry: vol. I, LVIII ss.) y el mismo J. Kas-
par Zeuss. Ateniéndonos a estos estudios nos encontramos con
un dialecto celta hablado en una región de Francia en el s. IV

d.C. con documentos escritos que lo atestiguan. Lo más


extraodinario fue que la lengua celta que nos ofrece Marcelus
en su formulario de recetas médicas naturistas está más próxima
al irlandés que al galés o al bretón de la Bretaña Francesa:
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS

The discovery of supposed specimen of Celtic speech as oíd at


least as the fourth century, and which from the character of
the formulae is doubtless much older, and further which sho-
wed that the language of Aquania, if not the whole Gaulish
speech, approached nearer to Irish than to Welsh or Bretón
of Armoric.
O’Curry: I, LIX.

La posibilidad de que el sur de Francia tuviera un dialecto


celta diferente del hablado en el noroeste francés nos ofrece una
vez más que el celta hispano tuviera una estrecha relación con el
celta del sur de Francia y por tanto con el irlandés, siendo un
celta de tipo /k/ que llegaría por mar, evitando las regiones cel­
tas de tipo /p/, desde el norte de España hasta Irlanda. Las
incripciones celtas en piedras, monedas y bronces de Francia y
España, siguen hoy en día sin una fidedigna traducción, algún
día con nuevos descubrimientos sus secretos podrán ser desvela­
dos y tendremos un mapa de la lengua y la cultura celta en
Europa más clarificador que el actual.

12. El calendario primitivo del Sena

Del s. I d.C. tenemos también en Francia el calendario escrito


sobre bronce y encontrado en Coligny lugar en el territorio del
clan de los Sequani (región del Sena). En el aparecen palabras
como equos (marzo) o ciallos (¿todo?) que indica su adscrip­
ción al celta (¡) (Nicholson: Il6).

NÚMERO DE DÍAS MES

29 Giamon Enero
30 Semivisonn Febrero
30 Equos Marzo
29 Elembiv Abril
30 Edrini Mayo
29 Cantíos Junio
29 Samon Julio
312 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

29 Dumann Agosto
30 Rivros Septiembre
29 Anagantios Octubre
30 Ogronu Noviembre
30 Qutios Diciembre

Los manuscritos celtas más antiguos que poseemos hoy en


día nos ofrecen textos que por la lengua en que fueron escritos
algunos se consideran del s. VII u VIII d.C. aunque aparecen en
recopilaciones posteriores a esa fecha y ninguna recopilación
de textos primitivos es anterior al s. XII. También conservamos
una serie de manuscritos irlandeses, algunos del s. VII, que
pese a estar escritos en latín intercalan algunas veces palabras
celtas (glosas), para mejor explicar lo que el escriba desea
expresar, un escriba que en estos caso había aprendido latín
como segunda lengua y la lengua que mejor conocía era su
lengua materna el gaélico.

13. Manuscritos irlandeses anteriores al s. v¡

el manuscrito Cin Droma Snechta

Gracias a los estudios realizados por algunos investigadores sabe­


mos que existieron manuscritos irlandeses en épocas incluso
quizá anteriores al s. V. Geoffrey Keating en el s. XVIII en su obra
Foras Feasa ar Eirinn (Historia de Irlanda) nos habla de los manuscritos
que ba utilizado para realizar su trabajo y de sus traducciones de
estos libros, al mencionar uno de ellos se refiere al conocido
bajo el título de Leabhar Gabhála (Libro de ¡as Invasiones) manuscrito
que nos explica repetidas veces tenía el nombre de Cin of Droma
Snechta y que ya existía antes de la llegada de S. Patricio a Irlanda
en el s. iv. La primera refencia nos la hace Keating al referirse a
los Fir Bolg y su huida de Grecia rumbo a Irlanda posiblemente
robando los barcos del rey de Grecia:
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 313

... Nó is iad loingeas ríg Greug do ghadsag amhail adeir Gin


Droma Sneachta ...

... o es la flota del rey de los griegos que robaron, tal y como el
Cin Droma Snechta dice ...

Keating: libro I, sec. VIII, 14-16.

[NÓ= o; IS= es; IAD= ellos; LOINGEAS= barcos; RIG= rey; GREUG= de los griegos; DO GHADSAG
(pAS. DE Ga)= robaron; AMAHAIL= como; (a)dEIR= dice].

Keating nos vuelve a citar dicho manuscrito como fuente ins­


piradora de sus escritos el referirse a la escuela de idiomas que el
escita Fenius establece (Libro II, sec. XV, 79~8o). Pero la cita
más importante dentro del apartado que nos ocupa nos la ofrece
al referirse al árbol genealógico de Fenius, citándonos nueva­
mente como su libro de referencia dicho manuscrito anterior a
la llegada de S. Patricio a Irlanda:

do réir an Leabhair Gabhála d a ngairthear Cin Droma


Sneachta, agus sul táinig Pádraich n-Eirinn do bhi an t-úghdar
soin ann.

..., de acuerdo con el Libro de las Invasiones llamado Cin droma


Sneachta, y antes de la llegada de Patricio a Irlanda era (existia) la
autoridad (de) su palabra allí.

Keating: libro I, sec. XIII, 15—17-

[do REIR= de acuerdo con; NGAIRTHEAR (pp. DE GAIR)= llamado; AGUS= y; SUl(a)= antes;
TÁINIG: (¿THÁINIG?)=viniera; PÁDRAICH= Patricio; N-ElRINN= alrlanda; DO BHI= era;
T-ÚGHDAR (ÚDARÁSACHt)= autoridad; SOIN (gS. DE SOn)= de nombre; ANN = allí].

Las palabras de Keating en un principio podemos pensar que


pueden ser ciertas, pero sin ninguna prueba más de la existencia
de dicho manuscrito primitivo siempre tendríamos la duda
razonable que no lo fueran, puesto que además no nos cita el
autor de la obra. Pero gracias a los descubrimientos de Eugene
O’Curry las dudas sobre la afirmación de Keating podemos
considerar que son menos consistentes. O’Curry descubre que
el Cin droma Sneachta también aparece citado, bastantes siglos antes
314 4» PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

de que Keating escribiera su obra, en el LeborLaígen (Libro deLeinster,


s. XII), que como sabemos es una recopilación de otros manus­
critos algunos de ellos anteriores al s. IX. O’Curry descubre el
nombre del autor, un tal Ernin hijo de Duach, rey de Con-
nacht, un Ollamh o historiador supremo de la corte y por los
textos que poseemos sabemos que Duach era hijo del príncipe
Brian que murió en el año 365 d.C.:

«Ernín, son of Duach, son of the king of Connacht, an


Ollamh, and a prophet, and a professor in history, and a pro-
fessor in wisdom: it was he that collected the Genealogies and
histories of the men of Erinn in one book, that is, the Cin
Droma Snechta». Duach was the son of Brian, son of Eochaid,
who died A. D. 365-

«Ernín, hijo de Duach, hijo del rey de Connacht, el poeta


supremo, profeta, y profesor de historia, y profesor de sabidu­
ría: Fue él quien colleccionó las Genalogías y relatos de los
hombres de Irlanda en un libro, que es el Cin Droma
Snechta». Duach fue el hijo de Brian, hijo del monarca
Eochaid, que murió el año 365 d.C.
O’Curry: Lecturel.

Según Keating (p. 29), Duach Galach, hijo de Brian, hijo de


Eochaid, fue contemporáneo de S. Patricio, quien había llegado a
la isla en el año 431 y estuvo en su coronación con doce obispos.
En una cultura tan elaborada como la irlandesa en los prime­
ros siglos del cristianismo, que como sabemos eran necesarios 12
años de estudios en las escuelas poéticas celtas para llegar a ser un
ollamh (historiador y poeta superior), no podemos dejar de
pensar que junto a la cultura oral también estos files elaboraran
una cultura que no ha llegado a nosotros o ha llegado a través de
recopilaciones posteriores como pueden ser el Libro de las Invasiones
del que ya hemos hablado o el Libro de Leinster, este último se con­
sidera fue elaborado con el contenido de otro manuscito ante­
rior hoy desaparecido el Saltair of Cashel además de otros escritos
existententes en la época. Ateniéndonos a las explicaciopnes que
XIX. LA LENGUA DE LOS PRIMITIVOS MANUSCRITOS 315

nos da el Libro de Lecain, en el folio 168 el ollamh debía de estudiar


tres apartados fundamentales:

1. Teinim Laegha: Verso druídico o invocación mágica, gracias


al cual el ollamh podía conseguir el poder de comprender todas
las cosas.
2. Imas Forosnadh: La iluminación o gran conocimiento que el
alumno recibía de su profesor, que abarcaba un período de tres
años.
3. Dichedal do chennaibh: El alumno en este período de
tiempo perfecciona sus concimientos y aprende a crear sus pro­
pios versos, encantaciones y conjuros.
Cusack: 43.

Una vez terminados sus estudios de doce años, habrá archi­


vado en su mente las leyes, acontecimeintos históricos, listas
genealógicas de sus antepasados, relatos literarios, etc. de su
clan, se convertirá en una biblioteca viva que transmitirá a la
siguiente generación de historiadores-poetas sus conocimientos.

Las castas eran colleccionadas y escritas en un solo libro ... Es


obvio, por lo tanto, que estas genealogías tienen que haber
existido durante siglos antes de este período. Incluso si hubie­
ran sido acordadas de escribir por primera vez, podrían haber
sido transferidas oralmente durante muchos siglos por los
ollamhs; puesto que no hubiera sido un gran esfuerzo para
una clase de hombres tan exclusiva y laboriosamente dedicados
al aprendizaje.

Cusak: 43-

En la isla escocesa de lona, Columcille construyó un monas­


terio que se covertiría en el centro cultural de las Islas Británi­
cas durante el s. VII. Columcille moría en el año 597> dejando
gran cantidad de iglesias dependientes de lona en Escocia e
Irlanda, y propagando su gran influencia religiosa y cultural en
el reino inglés de Northumbria, abriendo el mundo de la cul­
tura celta a los anglosajones de la época, más poderosos con las
armas, pero mucho menos instruidos en las humanidades y las
316 4a PARTE. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

ciencias. Los saqueos que los vikingos sometieron a lona, así


como al resto de las Islas Británicas, durante sus correrías de
comienzos del s. IX, llevarían consigo la destrucción de los cen­
tros culturales más importantes de su época y de manuscritos
hoy en día desaparecidos.
5a PARTE

LA LITERATURA IRLANDESA
EN SU CONTEXTO HISTÓRICO Y LITERARIO
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA
EN LA LITERATURA IRLANDESA

i. La ruta marítima en busca del último


ASENTAMIENTO: ÍTACA, IRLANDA Y ESPAÑA

Itaca es una isla al noroeste de Grecia. Ulises, después de muchas


vicisitudes, podrá llegar a Itaca; los escitas, lo mismo que Ulises
buscarán su isla llegando finalmente a ella, Irlanda. Tanto Ulises
como los escitas o «Scots» recorrerán el Mediterráneo, tendrán
gran número de aventuras, sufrirán grandes males y contratiem­
pos, oirán el canto de las sirenas, muchos compañeros morirán
y se asentarán temporalmente en algunos lugares del Mediterrá­
neo. El centro geográfico de los viajes de los troyanos, al igual
que el de los escitas, lo podemos situar en Sicilia, centro geográ­
fico por excelencia de dicho mar. Después de la destrucción de
Troya, otro héroe troyano, Eneas, con un gruo de supervivien­
tes, se asentará en Sicilia y posteriormente en Italia, fundando la
ciudad de Alba Longa. San Isidoro llega a mencionar, como ya
hemos citado, a estos héroes troyanos que llegarán a asentarse en
el noroeste de Hispania en Galicia. En los manuscritos irlande­
ses será Partholon el troyano asentado en Sicilia y posterior­
mente en Hispania para después embarcarse rumbo a Irlanda.
320 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

2. IONIA, CENTRO DE IRRADIACIÓN CULTURAL

del Mediterráneo, e Iona, centro de irradiación

CULTURAL DE LAS ISLAS BRITÁNICAS

El nombre del territorio de Ionia del Asia Menor, habitado por


los focenses, pueblo de cultura griega, muestra un gran pare­
cido morfológico con la isla y monasterio de Ionia en Escocia y
ambos fueron centros de irradiación cultural. La Ionia egea
llevó su cultura a todas sus colonias del Mar Negro y el Medite­
rráneo, la Ionia de Escocia llevó la cultura irlandesa a Escocia e
Inglaterra. Ionia era una franja de terreno de la península de
Anatolia en las orillas del Mar Egeo, con dos asentamientos
importantes uno a cada lado del territorio, Focea (Phocaea) y
Miletus. En los aconteceres históricos pasarían entre otras
manos por lidios y escitas terminando en poder de los roma­
nos. Los habitantes de la ciudad de Focea y los habitantes de
Miletos ocuparían un lugar preponderante en la colonización
del Mar Negro y el Mediterráneo. No tendría mayor importan­
cia esta simitud entre en ambas palabras, Ionia e Ionia, si no
existiera también la ciudad de Miletus en Ionia que nos hace
pensar en los milesios del Leabhar Gabhála y además en los habi­
tantes griegos de la ciudad estado de Ionia del Asia Menor que
buscaron refugio en el reino de Tartessos en la época del rey
Argantonio. Argantonio de alguna manera se sentiría identifi­
cado con aquel pueblo debido a su origen, fócense o tirseno,
también de las costas de la Península de Anatolia. Argantonio
quizás por esta razón les ayudaría a construir la ciudad de Mas-
salia en la costa Mediterránea (en el suroeste de la Galia). Por
todo ello es bastante lógico pensar que estos focenses o milesios
dejaran gran parte de su legajo histórico y cultural repartido
entre la hospitalaria Tartessos y la ciudad estado de Massalia
creadas por ellos. De esta manera la cultura precristiana exis­
tente en Oriente Medio en el s. VI a.C. sería conocida y celosa­
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 321

mente guardada tanto en el sur de la Península Ibérica (en Tar-


tessos) como en el asentamiento francés (Massalia). También la
relación de Ionia y Miletus con los escitas nos la ofrecen los
griegos. Pese a ser colonizada por los griegos estos consideraban
a Ionia territorio que sirvió de asentamiento a gentes asiáticas y
por ello consideraban el territorio como perteneciente a Asia
pese a no conocerse el origen de la palabra Ionia.
Ionia y sus dos ciudades estado, Phocaea y Miletus, coloniza­
ron gran parte del Mar Negro y el Mediterráneo. Siendo entre
el 700 y el 500 a.C. el centro irradiador de cultura y el creador
de una lengua escrita que posteriormente sería usada por Grecia
siendo los iniciadores también de una lengua literaria. En el 546
caería bajo el yugo persa para volver a recobrar su libertad des­
pués de la batalla de Salamis, en el 480, en la que los persas fue­
ron derrotados por los griegos. Los primitivos relatos de cime-
rios, asirios, persas y otros pueblos en contacto o próximos a las
orillas del sur del Mar Negro es lógico pensar que fueron
ampliamente conocidos por estos pueblos comerciantes de Ionia
y que más tarde serían llevados a las colonias por ellos creadas en
otros muchos lugares de Italia, Francia y España.
La isla escocesa de Ionia fue un asentamiento primitivo de los
pictos que como sabemos habitaron parte de Francia y su origen
o estancia temporal lo podemos situar en Asia Menor. Columci­
lle en el s. VI d.C. edificaría allí su prestigioso monasterio que
irradiaría la cultura más avanzada de su época entre los pueblos
anglosajones. La lengua escrita en el monasterio de Ionia, el
latín, y quizás el celta, seria la lengua que posteriormente apren­
derían a escribir los anglosajones del reino de Northumbria y
gracias a sus signos de escritura latinos llevados por los monjes
irlandeses escribirían sus primitivos escritos en lengua inglesa
como es el poema anglosajón Beouiulf. Después de la muerte de
Columcille sabemos, según nos dice Bede, que Oswald rey del
poderoso reino de Northumbria pediría al obispo de Ionia,
322 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

Aian, que mandara a sus monjes al reino anglosajón para cristia­


nizar a su pueblo y enseñarles su cultura. De esta manera la reli­
gión cristiana y la escritura serían introducidas por vez primera y
con éxito entre los pueblos anglo-sajones de Gran Bretaña. Los
saqueos que los vikingos sometieron a Ionia durante sus correrías
de comienzos del s. IX, llevarían consigo la destrucción de uno
de los centros culturales europeos más importantes de su época.
Se da la circunstancia que también la Ionia de Anatolia, en la
que se encontraba primitivamente antes de su destrucción tam­
bién la ciudad de Troya, fue el centro cultural más avanzado de
la época. Veremos a continuación como los escritos literarios de
Ionia y Grecia aparecerán muchos siglos después en los escritos
literarios de los escribas de Ionia e Irlanda en lengua celta, como
es el caso de la influencia de la Iliada en la Tain Bo Cuailnge o
el relato del nacimiento de Ciro en el relato irlandés de Deirdre
entre otros bastante notables en numero y muy significativos.

3. Erythia de Ionia y la enigmática isla


de Erythea de Tartessos

La ciudad de Erythia fue uno de los principales enclaves de Ionia


en Anatolia y su nombre nos hace recordar la isla hispana de
Erythea que según algunos escritores antiguos se encontraba
próxima a la isla de Cádiz aunque también algunos autores clási­
cos nos la sitúan frente a Portugal (Plinio, Naturalis Historia TV,
120) . Curiosamente el lugar de la Erythia de Ionia se encuentra
en una península unida por un estrecho istmo a la tierra firme y
eso es lo que también le sucede a Cádiz en la actualidad.
Para algunos especialistas Erythea fue considera una de las
islas Hespérides y se encontraba situada en Ambracia en la parte
occidental de Grecia, de allí pasó a ser situada en la zona de Tar­
tessos en Iberia. También Plinio menciona la isla de Tartessos
diciendo que es una isla próxima al asentamiento de Gades (Pli-
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 323

nio, Naturalis Historia, 119-20), su similitud o proximidad con


Erythea es evidente.
También guarda relación con las Islas Hespérides que para los
escritores antiguos se encontraban en el Atlántico y de las que
contaban maravillas, era un lugar paradisiaco donde vivía la raza
de los hiperbóreos, gentes del viento norte, que vivían IOOO

años o más. Artemidoro crítica a un escritor del s. III a.C., Era-


tóstenes, por llamar a Erythea Isla Afortunada (Pérez, 43)-
Dichas islas también se encuentran asociadas a la leyenda de
Hércules, en ellas habitaban tres ninfas: Aegle, Erytheia y Hes-
pere. Poseían un jardín en cuyos árboles crecían manzanas de
oro, Hércules robaría dichas manzanas no sin antes matar al
dragón que las custodiaba. Haciendo un resumen general Ery­
thea fue una isla situada en diferentes puntos del mar, unas veces
próxima a Cádiz y otras a Portugal. Su similitud con la Isla Afor­
tunada que apuntaba Eratóstenes nos lleva a poder pensar, como
hipótesis, en la isla más próxima al ocaso del sol que los celtas
consideraban su Tir na Nog (Isla de la Juventud), aunque no
tenemos datos para poder considerar seriamente dicha posibili­
dad. La relación de Erythea, Tartessos y sus orígenes con el
mundo celta nos lo ofrece indirectamente L. Pérez al mencio­
narnos a Erythea dentro de un contexto celta:

..., Partenio hacía conducir al héroe los bueyes de Gerión desde


Eritia a través del país de los celtas: utilizaba la etnonimia de
Timeo, Éforo, etc.., referente al sudoeste, dejando de lado la
contemporánea. Existe una evidente motivación literaria. El
pseudo-Apolodoro habla de Iberia tocando con Liguria, sin
citar Galatia, Céltica o Galia, ajustándose también a tiempos ante­
riores en la coronimia.
Creemos que es otra ocasión en que los celtas, los primeros cel­
tas conocidos, quedan vinculados al fenómeno de los tartésicos
y que en definitiva, la Lusitania primitiva abarca buena parte de
las tierras que habían sostenido lo tartésico
Pérez: 45-
324 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

4. La Odisea de Homero y la Tain bo Cuailnge. Elena


y Deirdre, Cuchulain y Aquiles, Héctor y Ferdius

La existencia de Homero entre los s. IX y VIII a.C. le sitúa como


testigo de cambios históricos y artísticos que han tenido una
poderosa repercusión en la posterior cultura occidental. La
Iliada, poema épico en 24 cantos, nos relata como el príncipe
Paris de Troya raptó a Helena esposa de Menelao y como por esta
razón los griegos declararon la guerra a los troyanos. En el relato
irlandés será el rapto del magnífico toro del rey Conchubar per­
petrado por la reina Maeve de Connaught lo que desencadenará
la guerra entre ambos reinos. También en la Iliada tenemos el
robo los bueyes de Aeneas en el monte Ida por parte de Achilles.
Siendo uno de los apartados principales de la Iliada la lucha entre
los dos héroes Héctor y Aquiles que tiene una correspondencia
irlandesa en la lucha de los héroes Cuchulainn y Ferdius, en
ambos combates usando carros de combate al estilo griego,
sabiendo que en la Irlanda histórica los héroes y guerreros no
usaron dichos carros en sus enfrentamientos.
La obra griega lo mismo que la irlandesa nos muestran otras
características comunes a ambas. La fuerza del destino que lleva
a los héroes a buscar la gloria luchando en el combate, la angus­
tia de sus vidas en continuo forcejeo contra la fatalidad. La
inevitable aceptación del deber que les llevará a la muerte. El
ideal de amistad entre los héroes. El sufrimiento y la desespera­
ción ante la muerte de los seres queridos. Y todo ello observado
por los dioses que intervienen en ambos bandos ayudando a los
diferentes héroes y ejércitos. Aquiles y Cuchulainn encontrarán
la muerte gracias a las malvadas maquinaciones de dos reinas.
La muerte del héroe irlandés, Cuchulainn, la fraguará con su
magia y engaños la reina Maeve que logra debilitar con su
«gesha» al héroe. También la muerte de Aquiles la fraguará
mendiante engaños una reina, la reina Ecuba (véase Alfonso X:
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 325

«De como guisó la reina Écuba de como matasen a Aquiles»,


General Estoria, DLXXXIX).
La Odisea de Homero y los relatos irlandeses primitivos sobre
las conquistas de Irlanda también muestran en algunos casos
cierta relación entre ambos como vamos a ver en las páginas
iguientes. Las aventuras del héroe griego Ulises por el Medite­
rráneo y el vagar de los escotos por dicho mar nos ofrecerán en
alguna ocasión una aventura similar.
Helena es la más hermosa de todas las mujeres y es deseada
por Paris. En el relato celta el toro del rey Conchubar del Uis­
ter es el ejemplar más bello en toda la isla y Maeva reina de
Connaught desea poseerlo. También en el relato griego la pre­
sencia de un mágnifico toro aparece en el argumento, Paris
participa en los juegos de Troya con el deseo de vencer y lograr
como recompensa el mejor toro de los rebaños del rey de Troya
que era la recompensa que se entregaría al vencedor. La razón
última es el cariño que Paris siente por el animal al que había
cuidado en el monte Ida. Al lograr vencer en todas las pruebas
logrará recuperar el magnífico toro y a la vez ser reconocido
como hijo del rey y por tanto príncipe de Troya. Maeva al rap­
tar el toro del Uister tendrá la recompensa de ser superior a su
marido el rey.
Paris intentará de nuevo poseer el bien más codiciado, en esta
ocasión la esposa del rey Menelao de los griegos la mujer más
bella del reino. Pero en esta ocasión, lo mismo que en el relato
celta, ello traerá consigo una guerra entre reinos.
También encontramos una clara similitud entre la huida de
Deirdre con el guerrero del Uister Naisi y la huida de Helena
con Paris. Deirdre huye de su anciano prometido, el rey Con­
chubar, con Naisi un joven y apuesto guerrero, escapan a través
del mar a Alba (Escocia), donde fundarán un reino. Helena
también huye de su presumiblemente decrépito esposo, Mene­
lao rey de Esparta, con Paris joven y apuesto guerrero, escapan a
326 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

través del mar a Troya donde París es un príncipe hijo del rey.
Las actuaciones por amor de Helena y Deirdre llevarán la trage­
dia y la guerra a ambos reinos, similitud que ya apuntaba
Maclean en su obra a comienzos de siglo XX:

Thus like Helen of Troy, was Deirdre the unhappy cause of


strife and calamity to the land and its people, to the lover and
friends she held so dear -fateful Deirdre and hopeless sons of
Uisneach!

Así lo mismo que Helena de Troya, fue Deirdre la infeliz causa


de porfías y calamidades para la tierra y sus gentes, para el
amante y amigos que tanto apoyó —profética Deirdre y desespe­
rados hijos de Uisneach.
Maclean: 152.

Sorpendentemente las similitudes no terminan aquí. Lo


mismo que al nacer Deridre los druidas manifiestan una terrible
profecía según la cual Deirdre será la causante de la ruina del
reino del Ulster, también al nacer Paris los astrólogos profetizan
que Paris será el causante de la ruina de Troya.

5. La Odisea de Homero y el Leabhar Gabhála

El Leabhar Gabhála nos ofrece una serie de relatos que nos recuerdan
en algunos apartados la Odisea de Homero, pudiéndose ver que
ambas obras se basan en parte en un relato común primitivo o que
una de ellas recibió la influencia de la otra. A continuación vamos
a mostrar las similitudes más sobresalientes en ambos textos.
Aqueos y greco-escitas: El manuscrito irlandés nos ofrece
una serie de relatos que se identifican en gran manera con los
relatos del héroe griego Ulises. Ulises abandona Troya de vuelta
a su hogar una vez terminada la guerra greco-troyana. Se
embarca con su gente en Troya, en Anatolia, ciudad próxima al
mar de Mármara y el canal de los Dardanelos lugar de paso obli­
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 327

gado para los barcos del Mar Negro. Nel, el héroe greco-escita
del Leabhar Gabhdla, también en la época de la destrucción de
Troya, alrededor del s. XII se embarca en Anatolia, con su clan,
buscando también su bogar, la tierra deseada donde poder asen­
tarse libremente.
Aqueos y escitas son hábiles jinetes con nulos o escasos cono­
cimientos de la navegación. Los aqueos habitan territorios tierra
adentro, desconocen el mar y en palabras de Alvaro Cunqueiro
en su Prólogo de la Odisea ni siquiera tienen palabras para desig­
narlo y pese a todo se embarcan en frágiles embarcaciones cru­
zando el mar con sus frágiles naves (Homero: 1981.9)- Algo
parecido podríamos decir de los escitas y cimerios habitantes de
las extensas praderas y montañas que bordean el Mar Negro hasta
Anatolia, no son pueblos de pescadores ni navegantes sus vidas se
centran en el cuidado de sus rebaños emigrando continuamente
con sus casas portátiles. Ambos pueblos impulsados por las cir­
cunstancias terminarán por convertirse en hábiles navegantes.
Canto de las sirenas: Ulises y Nel tendrán gran número de
aventuras por el Mediterráneo, la amenaza mortal del canto de
las sirenas sufrido por Ulises y sus compañeros también la tendrá
Nel y ambos usarán la misma estratagema de taparse los oídos
para evitar el maléfico canto, con la diferencia que según nos
dice el manuscrito irlandés las sirenas se les aparecerán a los
greco-escitas en un lugar próximo a las Columnas de Hércules.
El Polifemo de un solo ojo de la Odisea y el Balor irlan­

dés del ojo mortífero: El gigante Polifemo de un solo ojo de la


Odisea al que con astucia Ulises logra cegar clavándole una estaca
en su ojo también lo tenemos en los manuscritos irlandeses, me
refiero al gigantesco guerrero Balor portador de un único y
mortífero ojo en su nuca que extermina todo lo que ve, será
muerto por el héroe Lug, rey de los Tuatha Dé Danann, que de
una certera pedrada de su honda le impactará en dicho ojo y
logrará matarlo.
328 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

Amores de Ulises, Nel Y Golamh: Los amores de Ulises con


Circe, Calipso y Nausícaa tendrán relación con los amores de Nel
y Golamh con las hijas del Faraón ambas llamadas Scota en el
texto, presumiblemente porque al casarse adoptaron el nombre
del clan de su esposo los Scits que más tarde se liarían Scots. En el
relato de Homero Nausícaa enamorada de Ulises con consenti­
miento de su padre el rey Alcínoo desea celebrar su boda. Ulises
reconoce ante Nausícaa todos los favores recibidos y el haberle
salvado la vida, pero Ulises esta casado y no se llevará con él a
Nausícaa. En el texto celta Nel y Golamh, que han recibido
grandes ayudas del rey de Egipto, sí se llevarán ellos a la hija del
rey pero ellas nunca llegarán a Irlanda, morirán en el camino.
La Isla de Tir na Nog: Ulises y sus compañeros en su viaje de
vuelta a Itaca verán una isla, Eolia, que se mueve por el océano,
sus costas son paredes de piedra y sus acceso hubiera sido impo­
sible si no hubiera sido porque su dueño Eolo Hipótada les
hubira permitido el acceso. Eolo tiene numerosas hijas e hijos,
seis hijas y seis hijos. La isla es un lugar paradisiáco para sus
habitantes, más de dioses que de humanos, de esta forma descri­
birá Ulises lo maravilloso de su estancia en ella:

..., disfrutan de un continuo banquete en el que se les sirven


muchísimos manjares. Durante el día percíbese en la casa el
olor del asado y resuena toda con la flauta; y por la noche
duerme cada uno con su púdica mujer sobre tapetes, en tor­
neado lecho.
Odisea: 1988, Canto X, 171.

La explicación que nos ofrece Cunqueiro sobre dicha isla es


digna de ser mencionada:

Una isla flotante, una tierra navegante parecida a las que conocerá
la imaginación céltica y medieval, las Floridas del Océano, las islas
del perpetuo verano, donde el tiempo no corre, donde puede
beberse en misteriosas fuentes el agua de la eterna juventud.
Odisea: 1988, Prólogo, 21.
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 329

VIENTOS: Al despedirse Eolo de Ulises en la isla flotante le


impulsa con vientos propicios de popa para que su viaje sea más
rápido hasta su hogar, asimismo le entrega a Ulises una bolsa en
la que se encuentran encerrados los vientos desfavorables para su
vuelta a Itaca. Durante nueve días y nueve noches Ulises no
dejará el timón, a la novena noche podrá abistar por fin la isla e
incluso ver los fuegos que sus habitantes encienden en las costas,
pero cansado de tanto navegar se queda dormido momento que
aprovechan sus compañeros quienes llenos de curiosidad, pen­
sando que la bolsa de cuero contiene un tesoro, la abren. De esta
manera los vientos desfavorables se esparcen por el aire provo­
cando una terrible tempestad que se lleva la nave muy lejos de
Itaca. Será después de gran número de aventuras y sufimientos
cuando Ulises pueda poner pie sobre la isla, en el momento de
su llegada se habrá extendido una gran niebla sobre el lugar por
lo que podrá desembarcar sin ser visto.
En el Leabhar Gabhála se nos ofrece algo parecido. Cuando los
hijos de Mil están llegando a Irlanda y pueden ver sus costas los
Tuatha con sus poderes mágicos desencadenan una gran tempes­
tad con vientos desfavorables que impulsa las naves lejos al cen­
tro del océano lejos de Irlanda. Gracias al canto mágico de
Aimirghin los vientos y el mar se calmarán logrando superar el
maleficio del poder de los Tuatha y de esta forma poder volver a
Irlanda, donde al llegar y poner pie en tierra los Tuatha con sus
poderes mágicos habran creado una gran niebla para impedir el
avance de los milesios.
RÍO del OLVIDO: Un tema indoeuropeo tomado por los grie­
gos de fuentes primitivas orientales y que aparecen en el mundo
celta es el del río del olvido, el río Leto de la mitología griega.
Aquel que lo cruza pierde la memoria incluso se olvida de saber
quien es. En la Odisea de Ulises, llegados en su navegar a la tie­
rra de los lotófagos, tres de los compañeros del héroe desem­
barcan y son invitados a comer loto, debido a lo cual perderán
330 5" PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

la memoria y tendrán que ser llevados de vuelta a la embarca­


ción a la fuerza y, pese a sus llantos, ser encadenados para
impedirles su regreso a tierra (cfr. Canto IX, 156).
VEJEZ: Cuando Ulises llega a su casa se haya convertido en un
anciano, cubierto de harapos como un vagabundo su perro
pese a todo le reconoce y muere lleno de alegría. Será en el
momento de ver a Telémaco cuando la diosa Enea le permita
milagrosamente recobrar toda su juventud y su fuerza. Este
tema es bien conocido en la literatura de origen celta lo tene­
mos en el poema de la Anciana de Beare y también su influen­
cia aparece en la anciana del Prologue del cuento de «The Wife
of Bath» y más tarde aparecerá en la obra de W. B. Yeats Cath-
leen ni Houlihan, en los tres relatos la anciana se convertirá en una
joven con andares de reina en el momento crucial de su vida, la
anciane de Beare al morir su anciano esposo recobrará su
esplendorosa juventud para volver a casarse con un joven y
repetir el mismo ciclo. También el relato de la viuda de Bath
aparece dentro de la temática arturiana, la horrorosa vieja al
casarse con el caballero de Arturo volverá a recobrar su juven­
tud y belleza, en la obra de Yeats la decrépita anciana en el
momento clave de la obra se convertirá en una joven con anda­
res de reina que llevará detrás de ellas a todos los hombres hasta
la costa para unirse a los barcos franceses llegados a la bahía
para luchar contra los ingleses. El origen también podemos
pensar que es eminentemente indoeuropeo.

6. El relato de París, príncipe de Troya


Y LA TAIN BO CUAILNGE

Paris, hijo de Hécuba y de Príamo rey de Troya, al nacer está


sujeto a una terrible profecía, su nacimiento llevará a la desgra­
cia a Troya, en páginas siguientes al hablar de las profecías de
Ciro y Deirdre trataremos el tema con más amplitud. Ahora es
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 331

interesante resaltar en este apartado ciertas similitudes impor­


tantes con la Tain Bo Cuailnge, de la que hablaremos más ade­
lante. París ha sido sentenciado a muerte por su padre al nacer,
pero milagrosamente escapa de la fatal orden del rey. Siendo un
muchacho participa en los juegos de Troya. En dichos juegos el
rey había ordenado llevar al mejor toro de sus rebaños y Paris
habia ido a Troya con el objetivo de intentar recuperar el toro
que el había cuidado en el monte Ida y al que tenía en gran
estima. Sus hermanos sin saber la relación de sangre entre ellos
intentan espada en mano acabar con el intruso que les está
dejando en ridículo en los juegos, afortunadamente al conocerse
su parentesco con el rey todo terminará felizmente. Paris vence
en todas las pruebas y de esta manera logra su ansiado sueño
recuperar su magnífico toro y a la vez, sin esperárselo, ser reco­
nocido como príncipe de Troya.

7. L a «P rofecía de P arís , P ríncipe de T roya »

y la «P rofecía de D eirdre »

Estando todavía en el vientre materno el nacimiento de Paris fue


pronosticado como un gran maleficio. Hécuba, esposa de Príamo
rey de Troya, tuvo un hijo Paris que traería con él según los astró­
logos un terrible maleficio, otro de sus hijos famosos serie el héroe
Héctor bien conocido por sus hazañas y trágica muerte en la Ihada
de Homero. Hécuba cuando se encontraba en cinta de Paris sueña
que dara a luz un tizón ardiendo, el mago Esaco le profetiza que el
hijo que tenga traerá la destrucción de Troya. Ante tan terribles
presagios Príamo ordena a su servidor Agelao que abandone al
niño en el monde Ida para que muera devorado por las fieras.
Pero el niño logrará sobrevivir y Agelao apiadándose de la criatura
se la lleva en secreto a su casa donde él y su esposa lo criarán como
a un hijo suyo. Siendo ya un muchacho participa en los juegos de
Troya logrando grandes victorias, entonces será cuando Príamo
332 5* PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

se entere que Paris no ha muerto y que es aquel magnifico joven


que tan bien ha actuado en los deportes. Considerando Príamo
que el maleficio ya no puede surtir efecto no solo le es perdo­
nada la vida sino que ademas le reconocerá como hijo suyo.
Como veremos en un capítulo aparte por su importancia el
relato irlandés del nacimiento de Deirdre guarda una gran
similitud con el relato de Paris y otros relatos primitivos (véase
capítulo xx).

8. La manzana de la Discordia y La fiesta de Bricriu

En la mitología clásica tenemos un relato conocido bajo el nom­


bre de «La manzana de la discordia», relato que como veremos
tiene grandes similitudes e incluso podríamos hablar claramente
de relaciones con el relato del Ciclo del Ulster conocido como
«la fiesta de Bricriu».
Durante el banquete nupcial de Tetis y Peleo con la asistencia
de casi todos los dioses, se presenta en el lugar la diosa Eris,
maligna hija de la Noche y creadora de conflictos, quien no
había sido invitada para evitar que su maligna lengua creara
situaciones antagónicas entre los comensales. Pero los temores
de los invitados pronto cobrarán realidad, con su lengua vene­
nosa logra llevar la discordia entre las tres diosas Atenea, Elera y
Afrodita. Para ello durante el banquete ofrece una especia de
competición para demostar cual de las tres es la más bella. Ruiz
de Elvira nos describe a Eris de la siguiente manera:

Engendra, en efecto, la Eris de la Teogonia una larga serie de abs­


tracciones que, en su mayoría, sugieren siniestras calamidades:
Esfuerzo, Olvido, Hambre, Dolores, Refriegas, Combates,
Matanzas, Asesinatos, Conflictos, Mentiras, Palabras, Disputas,
Mal Gobierno, Desdicha y Maldición. La más actuación mítica
de Eris es la que da lugar al Juicio de Paris...
Ruiz de Elvira: 63.
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 333

Entre las diferentes versiones del relato tenemos una en la


que Eris considera que el premio a la más bella de las diosas es
una manzana que arroja en medio del salón del banquete y las
tres diosas se avalanzan sobre ella para ser la primera en conse­
guirla. Pero el dios Zeus para no enemistarse con ninguna de
ellas ordena que sea Paris el juez que considere quien de las tres
es la más bella. Las tres diosas desean sobornar a Paris: Atenea
le ofrece hacerlo invencible en el combate, Hera rey de toda
Asia y Afrodita le ofrece la mujer más hermosa de la tierra,
Helena. París deseando poseer a Elena se dejará convencer por
Afrodita y le entrega la manzana. Afrodita cumplirá su palabra
y con sus artes mágicas hará que Elena se enamore de Paris y
huya con él, esto último como sabemos desencadenará la Gue­
rra de Troya.
Los escritores clásicos mencionan las manzanas mágicas en las
islas Hespérides, siendo el lugar más occidental conocido, son
las hijas de la noche el lugar donde se oculta el sol. Hesíodo en
su Teogonia (8215 f) nos las menciona como un lugar remoto
más alia del océano. En dichas islas existían los arboles que pro­
ducían las manzanas de oro custodiadas por un dragón al que
Hércules mata al robarle las manzanas. Estrabón también hace
referencia indirecta al territorio escita cuando comenta el
camino seguido por Hércules en la búsqueda de las Isla de las
Hespérides:

... y por eso en su obra dice Prometeo, al instruir a Heracles


sobre los caminos que llevan desde el Cáucaso a las Hespérides.
Estrabón: IV, 7-

Bricriu guerrero del ejército de Conchubar un día ofrece una


magnífica fiesta al rey del Ulster y a sus guerreros los «Ulto-
nians». Bricriu ha construido una magnífica mansión y desea
inaugurarla con una gran fiesta. Conociendo a Bricriu muchos
temen que sus engaños y enredos lleven una vez más al enfrenta­
334 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

miento entre guerreros y amigos, con su lengua venenosa logra


que aquellos que le escuchan confundidos con sus palabras mal
intencionadas terminen peleando entre sí. Por esta razón es una
persona poco querida entre los guerreros de la Rama Roja y por
el rey. Y efectivamente Bricriu creará una vez más la desunión y
el enfrentamiento entre los hombres del rey. Esta vez Bricriu
llevará el enfrentamiento entre los tres grandes campeones del
Uister: Cuchulainn, Conall Cearnach y Laeghaire Buadhach, y
también logrará enemistar a sus esposas. La malévola táctica de
Bricriu en esta ocasión consiste en enfrentar a las tres esposas de
los campeones, diciéndoles a cada una por separado que la pri­
mera que pueda entrar en el magnífico salón delante de las
demás mujeres será considerada la de mayor categoría. Atenién­
donos a la traducción de Eugene O’Curry (pp. 19-22), la pri­
mera en escuchar sus palabras será Fedelm Noi-chridhé esposa
del campeón Laeghaire Buadach:

Conchobar, el rey de la principal provincia de Erinn, es tu


padre, y Laeghaire Buadach tu esposo. Ahora no pienses que
esto es demasiado el considerar que tú debes ser la primera en
entrar en la casa esta noche delante de todas las mujeres del
Uister. Tú seras reina por encima de todas las demás mujeres
del Uister.

Fedelm considera seriamente las palabras de Bricriu y piensa


que ella debe de ser la primera mujer que entre en el salón. Bri­
criu no satisfecho todavía con sus palabras se dirigirá después a
Lendabair hija también de un rey (Eogham rey de Farney) y
esposa del campeón Conall Cearnach, sus palabras serán tan
venenosas como las dichas a Fedelm:

No es un apodo llamarte Lendabair (La Favorita), puesto que tú


eres la más querida y deseada por todos los hombres del mundo
entero por tu esplendor y belleza, tanto como tu esposo sobre­
pasa a los demás guerreros del mundo en belleza y valor, tú
sobrepasas a las mujeres del Uister.
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 335

La tercera y última sería Emer, esposa de Cuchulainn, con


quien Bricriu redoblará sus esfuerzos e intentos de persuasión:

«Un viaje seguro para ti ¡ oh Emer! hija de Forgall Manach»,


dijo Bricrind: «Tú eres la esposa del mejor hombre de Erinn:
Emer la del hermoso pelo. Los reyes y los príncipes de Erinn
están enemistados por ti. Tanto como el sol excede a las estrellas
del cielo, tú excedes a las mujeres del mundo entero, en rostro
y en figura, en fama y en dignidad, y en elocuencia».

Bricriu también les había dicho por separado que aquella


que lograra atravesar la primera la puerta del edificio sería pro­
clamada reina de todo el territorio. El día de la fiesta las tres
mujeres se dirigen resueltamente hacia la puerta de entrada del
edificio intentando ser cada una de ellas la primera en entrar.
Al ver a sus rivales corren levantándose los vestidos para lograr
mayor velocidad y ser las primeras y armando tal estrépito a la
puerta de la mansión que los guerreros en el interior pensaron
que eran atacados tomaron sus armas y empezaron a combatir
entre ellos. Afortunadamente Sencha, el narrador de relatos y
hombre de leyes, se dio cuenta que habían sido engañados una
vez más por Bricriu y ordenó parar el combate y cerrar las
puertas. Entonces las mujeres pidierona ayuda a sus esposos
para entrar, y éstos, para no desobedecer el mandato de Sen-
cha, abrieron un gran boquete en los muros de madera,
Cuchulainn el más fuerte de los tres elevaría con sus brazos un
lado del edificio permitiendo de esta manera que Emer entrara
en su interior. La bella mansión quedaría tan maltrecha que
Bricriu con su habilidosa lengua lograría que los guerreros
ultonianos al final la reconstruyeran.
La Fiesta de Bricriu tiene su continuación en otro relato, refe­
rente a los tres campeones citados. Si anteriormente las tres
esposas de los campeones se habían disputado el poder ser las
primeras en atravesar la puerta de la mansión de Bricriu, en
esta ocasión los tres guerreros se disputarán el «Curadh-mir»
336 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

(«sitio del campeón») en la mesa de los banquetes en el lugar


de honor al lado del rey. Este relato teñe gran parecido con el
de Sir Gawainj el Caballero Verde, el héroe del relato no será en este
caso el caballero cristiano Sir Gawain, será un guerrero pagano
Cuchulainn, campeón del Uister, y el enigmático caballero en
el caso del relato de Cuchulainn ira cubierto de gris, por lo que
podemos titularlo Cuchulainnj el Caballero Gris. Después de mucho
tiempo de disputas entre ellos sin que el privilegiado lugar le sea
concedido a ninguno de los tres, se acuerda en la corte some­
terles a una dura prueba, el que salga victorioso tendrá el privi­
legio de sentarse en el lugar de honor junto al rey. La prueba
consistirá en marchar hasta la fortaleza del rey de Munster
Occidental, Curoi Mac daire, allí ante terribles y desconocidos
peligros demostrarán cual de ellos es el mejor. Cuchulainn,
Conall Cearnach y Laeghaire Buadhach consideran que es la
mejor solución para su disputa y pronto se ponen en camino
hacia el reino de Munster Occidental. Después de muchos
avatares será Cuchulainn el que sea considerado por Curoi (el
Caballero Gris) como el guerrero de mayor prestigio del
Uister. La Fiesta de Bricriu aparece en el Leabhar na h-uidre en el
relato conocido bajo el título de «Bricrind Nemh-Thenga»
(«Briciu el de la Lengua Venenosa»), traducido por Eugene
O’Curry en On Manners and Customs of the Ancient Irish/ en 1873, tam­
bién publicada por la «Irish Text Society» en su volumen
ISBN, I, 870, 16601, 9.

9. El relato de «Zeus y el cisne (Leda)»


y el del «Sueño de Aonghus»

En la mitología griega el dios Zeus convertido en cisne tiene una


relación sexual con Leda, hija del rey de Aetolia, mientras esta se
bañaba, de dicha relación nacerá posteriormente de un huevo la
bella Helena. Un relato irlandés que presumiblemente está
XX. LA INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA 337

influenciado por el anterior es el de Aonghus (primitivo Oen-


gus), era hijo de Daghdha rey de los Tuatha Dé Danann en
Irlanda. Durante un año todas las noches en sueños veía una
bella joven que se aproximaba pero cuando iba a tocarla desapa­
recía. Llegó un momento que profundamente enamorado no
podía dejar de pensar en ella. Por lo que su padre Dadhda rey de
los Tuatha en aquellos momentos mandó buscar a dicha joven
por toda la isla de Irlanda. Pronto se supo que la joven existía,
era hija de Eathal Anbhuail y se llamaba Caer. Tenía poderes
mágicos y cada año se convertía en un ave que nadaba en los dis­
tintos ríos y lagos de Irlanda. Aquel año en noviembre se con­
vertiría en un cisne en el lago de Béal Dragan. Cuando llegó el
momento Aongus fue al lago y encontró a su amada convertida
en un maravilloso cisne, gracias a la magia de Daghdha, Oengus
se convirtió también en un cisne y nadó junto a ella abrazándola,
logrando conquistar de esta manera el corazón de Caer quien se
marcharía volando con Aonghus a su nueva morada.
XXI. LA INFLUENCIA ESCITA
EN LA LITERATURA IRLANDESA

i. La enfermedad femenina de los escitas en los

ASTURES HISPANOS Y EN LOS GUERREROS DEL ULSTER

En los juegos del Uister presididos por su rey Conchubar,


compiten los guerreros de la Rama Roja. El carro del rey ha
ganado una carrera por lo que Conchubar se encuentra con­
tento y orgulloso de sus caballos, pero uno de sus cortesanos,
Crun, imprudentemente le asegura que su esposa embarazada
de nueve meses es mas rápida corriendo que los alazanes del
rey. La esposa de Crun, Macha, le había advertido que nunca
pronunciase su nombre en público puesto que si tal cosa hacía
la perdería para siempre, Macha es una figura enigmática, un
ser sobrenatural hija de Extraño, hijo del dios Océano (cfr.
Jubainvile: 320-325) y capaz de producir «gesha» contra
aquellos que la molestan. Conchubar indignado obliga a Crun
a traer a su presencia a su esposa, Macha, y que demuestre lo
que Crun ha asegurado puesto que si no es así le va la vida en
ello. Se organiza una carrera entre Macha y el veloz carro del
rey. Pese a las súplicas de la mujer, que se encuentra ya con
XXI. LA INFLUENCIA ESCITA EN LA LITERATURA IRLANDESA 339

dolores de parto, el rey es inflexible y en contra de su voluntad


es obligada a correr. Macha será la vencedora de la carrera pero
al llegar a la meta da a luz a un par de gemelos. En el momento
del parto Macha lanzará un grito mágico que envolverá en su
«gesha» a todos los guerreros del rey. Desde aquel día todos los
guerreros de Gonchubar quedaron obligados a tener una vez en
sus vidas los dolores de parto durante cinco días y cuatro
noches. Por esta razón cuando la reina Medb después de
robarle el toro a Conchubar en la Tain bo Cuailnge se dirigió con
sus tropas a luchar contra los guerreros del Ulster, todos ellos
estaban acostados con dolores de parto excepto Guchulainn,
héroe emparentado con los dioses, que fue el único que les hizo
frente (cfr. Tain Bo Cuailnge, también traducción de H. d’Arbo-
pisn de Jubainville en Cours de Littérature celtique, 5, 1892, pp. 320-
325)- La carrera de Macha compitiendo con los caballos nos
recuerda el culto al sol de escitas y masagetas y su relación con
los caballos, de quienes Heródoto nos dice lo siguiente:

El único dios que adoran es el sol, a quien sacrifican caballos.


La razón de este sacrificio es el siguiente: al más rápido de los
dioses le ofrendan el animal más rápido de todos.
Heródoto: Historia, Libro I, 216.

En el s. V a.C. al hablarnos de los escitas el escritor e historia­


dor griego Heródoto en su Historia nos habla también de como los
guerreros escitas en su retirada de Egipto son castigados con una
enfermedad femenina por saquear el santuario de Afrodita Ura­
nia (según Diodoro: II, 4» era adorada bajo la representación de
una sirena), enfermedad femenina que también comenta Hipó­
crates (véase Sobre el medio ambiente, 22) sin especificar realmente que
enfermedad en questión era:

Pero, en su retirada, cuando se encontraban en la ciudad siria


de Ascalón, mientras el grueso de los escitas seguían adelante
sin causar daños, unos pocos rezagados saquearon el santuario
340 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

de Afrodita Urania (por cierto que este santuario, según he


podido saber por mis averiguaciones, es el más antiguo de
todos los santuarios consagrados a esa diosa, pues incluso el de
Chipre, al decir de los propios chipriotas, tuvo en él su origen
y fueron unos fenicios procedentes de esa parte de Siria quie­
nes fundaron el de Citera). Pues bien, a los escitas que saquea­
ron el santuario de Ascalón y a sus sucesivos descendientes la
diosa les hizo contraer una enfermedad propia de mujer. Así
es como los escitas justifican que los rezagados en cuestión
contrajeran al unísono la enfermedad; y quienes llegan a Esci-
tia pueden constatar personalmente qué síntomas presentan
aquellos a quienes los escitas denominan «enareos» .

Heródoto: Libro I, 105.

Los estudios realizados por Grisward y G. Dumézil (cfr.


Dumézil: Escitasj Osetas) nos muestran como también en la cul­
tura escita existe un relato parecido: El heroe escita por excelen­
cia es Batraz, campeón emparentado con los dioses e invencible
en el campo de batalla lo mismo que Cuchulain. La madre de
Batraz, hija del dios del mar, es un ser mágico poseía una doble
apariencia; animal rápido (liebre, cierva, etc.) y ser humano,
casada con Xaemyc al abandonar las aguas no puede vivir bajo los
rayos del sol por lo que durante el día se cubre con una piel de
tortuga, pero un conocido de Xamic, Gaetaeg, a quien le gustaba
realizar maldades, una noche mientras dormían le robó la piel
de tortuga, por lo que la hija del rey del mar no pudo seguir
viviendo sobre la tierra y abandonó a Xaemic. Pero al encon­
trarse en cinta antes de partir le puso el embrión de su hijo en la
espalda a su esposo. Por lo que este Xaemic tendría que sufrir los
nueve meses de gestación y posterior parto de Batraz. Como
podemos ver el nacimiento de Batraz también será debido a la
«gesha» de la madre en cinta;

Antes del día, Xaemic y su joven esposa quisieron vestirse. Ella


buscó su caparacho: en vano. Entonces se volvió a su marido y
dijo; «Ya no tengo disfraz y, sin él, no puedo vivir en el cálido
clima de la tierra; es preciso que nos separemos para siempre».
XXI. LA INFLUENCIA ESCITA EN LA LITERATURA IRLANDESA 341

Sólo que estaba en cinta. Tuvo apenas tiempo de transmitirle el


germen a Xaemic y desapareció instantáneamente. Su germen
pasó a Xaemic en una excrecencia (ruso: narost) que se le formó
en la espalda.
Dumézil: 1930, 52-53-

En los tres relatos tenemos también otro sorprendente para­


lelismo: Afrodita, en el templo saqueado por los escitas, era
representada en forma de sirena, la exposa del escita Xaemic es
hija del dios del mar y en el relato irlandés Macha es hija de
Extraño, hijo del dios océano. Relacionada con Macha tenemos
en la mitología irlandesa a la diosa Aine, Hija del dios del mar
Manannán, que pese a su origen marino también es descrita
como esposa del caballo de los cielos, Echdae, y como tal viaja
por el espacio estando relacionada con el primitivo culto al sol.
Pero las similitudes no han terminado. La enfermedad feme­
nina de los dolores fingidos de parto por parte de los guerreros
del Ulster que aparece en los relatos irlandeses sabemos que fue
algo que existió entre los celtas hispanos, los astures y otros pue­
blos del Cantábrico. Estrabón, autor latino del s. I a.C., escribió
en su Geografía como los pueblos del norte de España (astures,
cántabros, etc.) practicaban la costumbre de lo que se conoce
como «covada», que era un parto fingido de los esposos que se
acostaban en el lecho donde sus esposas poco antes habían
parido y fingiendo los dolores de parto eran cuidados por ellas.
Esta práctica hasta hace pocos años era habitual en el norte de
España, se considera que de esta forma el marido mediante cier­
tos ritos muestra su paternidad sobre el recien nacido. Según
Estrabón era práctica habitual entre tracios, celtas y escitas.

Estos rasgos son comunes también a las tribus celtas, tracias y


escitas, y es común también la valentía de sus hombres y muje­
res; pues éstas trabajan la tierra, y cuando dan a luz sirven a sus
maridos acostándolos a ellos en vez de acostarse ellas mismas en
sus lechos.
Estrabón: Libro III, I j .
342 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

2. El hijo de Hércules y el hijo de Cuchulainn:


SU ORIGEN EN LOS RELATOS ESCITAS

Hércules después de robar los toros de Gerión se dirigió a Esci-


tia en aquel lugar, mientras dormía, le fueron robadas las yeguas
que tiraban de su carro. Buscándolas llegó a la región de Hilea
(lugar en la margen izquierda del río Dniéper, próximo al Mar
Negro). Allí se enteró que un ser «mitad mujer, mitad ser­
piente se las había quitado. Para recuperarlas tuvo que estar en
aquel lugar cierto tiempo con la mujer serpiente que le daría tres
hijos. Antes de marcharse Hércules la madre le preguntó que
tenía que hacer con ellos:

Mira, yo te he guardado a buen recaudo estas yeguas que hasta


aquí llegaron, pero tú me has proporcionado una recompensa
por ello, pues me hallo encinta de tres hijos tuyos. Indícame lo
que hay que hacer con ellos cuando sean mayores; es decir, si
los instalo aquí (pues yo soy la única soberana de esta región), o
bien si los envío a tu lado.
Heródoto: Libro IV, 9.

Hércules le dijo que aquel que superara la prueba de saber


tender el arco lo mismo que lo hacía él, debería de quedarse en
el lugar y de él vendría la futura dinastía de los escitas. El hijo
más joven, llamado Escita, sería el que lograra superar la prueba:

Escita, el más joven de los tres, superó la prueba y se quedó en


ella. Y de Escita, el hijo de Hércules, descienden los sucesivos
reyes que han tenido los escitas... Esto es lo que cuentan los
griegos que habitan el Ponto.
Heródoto: Libro IV, IO.

También Cuchulainn después de tener una relación sexual


con la mujer guerrera Áoife tuvo un hijo. Cuchulainn fue
enviado en su juventud a una isla escocesa, donde una mujer
guerrera, Skathach, entrenaba a los mejores campeones de las
islas. También durante aquellos años vivía una bella mujer lia-
XXI. LA INFLUENCIA ESCITA EN LA LITERATURA IRLANDESA 343

mada Aoife, princesa del país de las sombras, hermana de Ska-


thach quien aparte de ser una formidable guerrera había oído
hablar de Cuchulainn y se sentía fuertemente atraída por él:

agus tarla inghean álainn i n Albain an tan soin dar bh'ai Aoife
inghean Airdgheime tug grádh éagmaise do Choin gCulainn ar
a airdscéalaibh.

Y existía una bella mujer en Escocia por aquel entonces llamada


Aoife hija de Airdgheim, quien tenía un profundo afecto por
Cuchulainn debido a su gran fama.
Keating: Libro II, XXXV, 3371-3.

Durante su estancia en el territorio escocés, Skatha tuvo que


guerrear contra Aifa, pero sería Cuchulainn el que aceptara el
duelo en lugar de su anfitriona y maestra. Skáthach le diría a
Cuchulainn que lo que más amaba Aoife eran su caballo y su
carro de combate. Durante el durísimo enfrentamiento Cuchu­
lainn le dijo a Aoife que su caballo y su carro se habían caido, ella
sorprendida miró alrededor momento que aprovechó Cuchu­
lainn para desarmar a la valerosa y temible mujer, terminando
siendo ambos amigos y amantes y logrando que la rivalidad con
Scatha terminara, teniendo Aoife un hijo de Cuchulainn, Conn-
lach. Posteriormente Cuchulainn, una vez terminado su adiestra­
miento volvería a Irlanda, dejando a Aoifa con el niño. Antes de
volver a Irlanda Aoife le preguntó a Cuchulainn que debería de
hacer con el niño, entonces Cuchulainnle entregó a Aoife una
cadena de oro para el niño, y una vez que Connlach se hubiera
convertido en un hombre lo mandara a Irlanda para visitarle.
Pero el joven estaría obligado a cumplir tres restricciones: La
primera era que nunca debería de ceder el paso a ningún gue­
rrero ; la segunda que nunca debería de decir su nombre a otro
guerrero; la tercera que nunca debería de rechazar un combate
con cualquier guerrero pese a su fuerza. El joven creció bajo la
tutela y los cuidados de Aoife, y posteriormente paso a ser
344 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

entrenado por Scathach, convirtiéndose en un formidable gue­


rrero. Llegado el momento fue enviado por su madre al Ulster
para conocer a su padre. Nada más desembarcar, el rey del Uls­
ter, Conchubar, y sus guerreros sintieron curiosidad por saber
quien era el joven. Al encuentro de Connlach marchó un emi­
sario para saber quien era y que es lo que deseaba, pero al pre­
guntarle quien era la respuesta fue negativa:

Ni shlonnaim mé féin d’aonlaochamhain ar druimthalmhan.

No le digo mi nombre a ningún guerrero sobre la tierra.

Keating: Libro II, XXXV, 3396-7.

Por esta razón sería el propio Cuchulainn quien fuera a


entrevistarse con el extraño muchacho, pero la respuesta sería la
misma, y se enfrentarían en mortal combate. Pese a la fortaleza y
destreza del joven guerrero la experiencia y la habilidad del cam­
peón del Ulster terminarían por imponerse y Connlach caería
mortalmente herido a los pies de su padre, quien posterior­
mente al conocer que había matado a su propio hijo sin saberlo,
enloquecido de dolor blandiendo su espada se enfrentaría con
las olas del mar viendo en ellas formidables enemigos sobre los
que descargar su incontenible ira.
Como podemos ver tanto ffércules como Cuchulainn cono­
cen a dos mujeres que les someten a una prueba que deben de
aceptar, Hércules debe de unirse a la mujer serpiente si quiere
recuperar las yeguas de su carro de combate, mientras que
Cuchulainn debe de vencer a Aoife en duelo. También el carro
de combate de Aoife y el carro de combate de Hércules muestran
un lugar preponderante en el relato. Los tres hijos de Hércules
tiene que afrontar cada uno de ellos una prueba, saliendo victo­
rioso solamente uno de ellos, Escita; El hijo de Cuchulainn ten­
drá que afrontar tres pruebas (aunque como sabemos por cum­
plirlas recibe la muerte). La cadena de oro que recibe Connlach
XXI. LA INFLUENCIA ESCITA EN LA LITERATURA IRLANDESA 345

de su padre es un regalo parecido al que recibe el hijo de Hércu­


les ateniéndonos a las explicaciones de Heródoto: «y le entregó
el arco y el talabarte, que en el extremo de su conjunción llevaba
una copa de oro» (Heródoto: Libro IV, io). Para Talbot Rice
(cfr. Rice: 144X las hebillas de los cinturones y los ornamentos
metálicos de las prenda de vestir de los escitas, puden guardar
relación con la copa del talabarte de Hércules, que era simple­
mente una hebilla con el adorno de una copa.
Sería Magnus Maclean quien ya en 1902 nos mencionara los
posibles orígenes perso-escitas del relato referente al hijo de
Cuchulainn y su muerte a manos de su propio padre:

It was then the unhappy father discovered that he had killed his
own son.
This is apparently the Gaelic versión of the well-known Persian
tale of Sohrab and Rustum -a story of Aryan origin. Just as
Cuchulinn recognised when too late his kinship with Conlaoch,
and mourned over him, so did the bfather of the youngTartar,
for the brief moments the latter survived his mortal wound.

Fue entonces cuando el infeliz padre descubrió que había


matado a su propio hijo.
Esto es aparentemente la versión gaélica del bien conocido
relato persa de Sohrab y Rustum —una historia de origen ario.
Justamente igual cuando Cuchulainn reconoce demasiado tarde
su relación con Connlach, y se lamenta sobre él, de la misma
manera hace el padre del joven tártaro, durante los breves
momentos que el anterior sobrevivió su mortal herida.

Maclean: 159'

En la actualidad el mundo escita conserva relatos relacionados


con el mundo primitivo de las estepas. El pueblo de los «bje-
dugh» nos ofrece el siguiente relato (Dumézil, 265): El guerrero
narto Sewsereq desafiaba a todos los querreros a jugar a las damas
con él, ganaran o perdieran al final tendrían que aceptar un duelo
a muerte con él. Por esta razón Sewsereq no tenía nunca jugador
con quien jugar, pero un día llegó un joven que aceptó el reto,
346 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

después de la partida cuando Sewseraq desenvainaba para cumplir


la otra mitad del juego el muchacho salió corriendo. Sewseraq lo
persiguió hasta un kurgán en la estepa, a través de una puerta entró
en su interior encontrándose con el cadáver de una bella mujer
muerta, acostada en una cama. Entonces antes la sorpresa de Sew-
sereq la mujer muerta sonrió y le dijo: «Has inventado un juego
con el que aterrorizas a la gente por lo que siempre tienes que
jugar solo. El joven que jugó contigo es tu propio hijo y yo soy tu
prometida a la que diste palabra de casamiento pero que murió
antes de la fecha de la boda. Cuando nuestro hijo creció pensamos
que lo que hacías era negativo por lo que tu hijo fue a buscarte y a
retarte en ese mortal juego para que comprendieras tu error y no
volvieras a desafiar con la muerte a nadie. He vuelto a la vida para
advertirte de tu mal», dicho lo cual la bella mujer volvió al reino
de los muertos. El guerrero bajo la cabeza apesadumbrado y aban­
dono tan terrible práctica convirtiendo el desafío de damas en un
juego inofensivo que desde entonces pudo jugar todo el mundo.
Cuando el hijo de Cuchulainn es mayor es mandado por
Aoife para ver a su padre, pero el joven tiene que aceptar las
reglas impuestas por Cuchulainn, reglas que por cumplirlas
encontrará la muerte, la más importante será la de no revelar su
identidad.. También encontramos una lección en el relato de
Cuchulainn, mucho más terrible que en el relato escita, sus
reglas de honor se convierten en un juego mortal. El juego de
Cuchulainn es atemorizar a todos los guerreros que se encuen­
tre a su paso: todo aquel guerrero que se oponga a responderle
y a decir su nombre morirá ante su espada. La lección que
recibe Cuchulainn le llevará enloquecido a enfrentarse con las
olas del mar espada en mano, él mismo ha sido con su juego de
orgullo y honor el causante de la muerte de su propio hijo.
Otro eslabón perdido de la cadena que conecta estos relatos
escitas con los relatos irlandeses quizás podamos tenerlo en el
relato griego de Theseus. Según dicho relato su madre fue
XXI. LA INFLUENCIA ESCITA EN LA LITERATURA IRLANDESA 347

Athra esposa de Aegeus, pero una día fue violada por Poseidón
quien concebiría a Theseus. Aegeus abandonó el hogar, pero
sabiendo que su esposa estaba en cinta le dio instrucciones de
que si el recién nacido era varón, debería de ocultar su origen
por miedo a que los herederos de Pallas lo asesinaran para ase­
gurarse el trono de Attica. Y le hizo prometer que cuando fuera
mayor le mandaría el niño a Atenas con la espada y las sandalias
que le dejaba en custodia. Theseus creció en secreto lejos de sus
enemigos junto a su abuelo el rey Pittheus de Troezen. Cuando
Theseus tuvo dieciseis años pidió la espada y las sandalias a su
madre para visitar a su padre en Atenas. Aethra ayudaría a ves­
tirse la armadura a su hijo quien partiría para Atenas sin decla­
rar su identidad. Durante el camino se enfrentaría a gran
número de guerreros a los que vencería y daría muerte. Una vez
llegado a Atenas el rey fue incapaz de reconocer a su hijo y en
un banquete la nueva esposa de Aegeus, Medea, conociendo la
identidad del joven y temiendo que ocupara el lugar de su hijo
tenido con Aegeus, le ofreció una copa envenenada. El joven
cogió la copa a la vez que levantaba su espada para cortar un
trozo de carne, fue en ese momento que Aegeus reconoció la
serpiente de Erechtheus gravada en la hoja de la espada y se dio
cuenta que tenía a su lado a su hijo. Lleno de júbilo dio un
manotazo a la copa que rodó por los suelos, envenenando a un
perro y abrazó a Theseus proclamándole su hijo y heredero. En
el relato griego como podemos ver tenemos un final feliz muy
diferente al relato irlandés.

3. La prueba del valor de Beterez


Y LA PRUEBA DEL VALOR EN L a FIESTA DE BRICRIU

Otro relato escita que se conserva en la actualidad que nos


muestra una clara semejanza con este juego de honor y muerte es
el del guerrero Beterez. También en la zona de los cherkeses
348 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

occidentales Dumezil (Escitas, pp. 268-269) encontró otro relato


guarda gran parecido no solamente con el relato que acabamos
de mencionar sino también con el de la «Fiesta de Bricriu» del
Ciclo del Uister. Un día el guerrero Beterez paseando se cruzo
con un joven guerrero, le saludo pero el joven no contesto a su
saludo. Indignado le recriminó su actitud, por lo que el joven
guerrero sacó su espada pero Beterez mucho más diestro con las
armas lo mató. Beterez seguirá su camino buscando a Keydan,
hijo de Damezeps, quien tiene una bella hermana que puede
aliviar la viudedaz de Beterez. Pero lo que no sabe Beterez es que
el joven guerrero al que ha matado es Keydan que había ido al
país de los nartos para buscarle esposo a su hermana. Llegado a
un desierto se encuentra con un pequeño caballero al que pre­
gunta donde habita Keydan, el pequeño caballero pensando que
Keydan desea casar a Beterez con su preciosa esposa le indicará el
camino: «Sigue adelante cuando veas un gran kurgan detente».
Beterez llegará al enorme kurgan (gran montículo funerario),
atará su caballo y dormirá sobre el kurgán tres días y tres noches.
Cuando despierta se encuentra con un desconocido que le invita
a entrar y le dice que no debe de salir del kurgán ocurra lo que
ocurra hasta que él regrese y esa noche tendrá que batirse contra
un enemigo impreciso. Si no sale vencedor tendrá que morir.
Por la noche entre la niebla se escuchan ruidos de hierros y chi­
rridos se entabla un combate y Beterez logra derribar a su ene­
migo. El caballero derribado en el suelo le pregunta que por qué
no le corta la cabeza, cosa como sabemos habitual entre los esci­
tas, pero Beterez le dice que no lo conoce y por lo tanto no le
interesa su cabeza. Entonces repentinamente se disipa la niebla y
el guerrero se desprende de su armadura apareciendo una bellí­
sima joven que resulta ser la hermana del difunto Keydan.
Ambos se casan y al cabo del tiempo su mujer desea saber qué le
sucedió a su hermano. Turbado Keydan le cuenta lo ocurrido
por lo que su esposa vuelve a ponerse su armadura e intentará
XXI. LA INFLUENCIA ESCITA EN LA LITERATURA IRLANDESA 349

matarlo, Keydan nuevamente le perdona la vida y de nuevo solo


volverá al país de los nartos. Su orgullosa acción al acabar con la
vida de Keydan había estúpidamente destrozado su vida.
No podemos pasar por alto el sincretismo latente en este
último relato no solamente con la similitud del relato de
Cuchulainn y su hijo sino también de la sorprendente similitud
con el poema medieval inglés Sir Gawain and the Green Knight. Las
conclusiones que aparecen en mi libro Sagas celtas primitivas en la lite­
ratura inglesa sobre el origen del relato inglés en la temática celta
del Ciclo de Cuchulainn pueden llevarnos también a los oríge­
nes de este primitivo relato escita*. Sir Gawain a lomos de su
caballo buscará la Capilla Verde donde le espera el Caballero
Verde para consumar la deuda de honor, se encontrará con un
solitario caballero que le indica donde está dicha capilla que
resulta ser un montículo de tierra parecido a un Kurgan. Bete-
rez cabalga hasta el desierto allí un solitario caballero le indicará
donde se encuentra el hogar de Keydan, que resulta ser un kur-
gán, un montículo sagrado. Sir Gawain llegará al castillo donde
su dueño se marcha presumiblemente de cacería dejándole solo
tres días y tres noches con la enigmática dama del castillo con la
que tendrá una extraña relación amorosa aceptando solamente
un beso de ella la última noche, las tres noches en el castillo ten­
drá que enfrentarse a terribles enemigos. El guerrero escita dor­
mirá tres días y tres noches sobre el kurgán, su dueño se mar­
chará por la mañana advirtiéndole que tendrá que luchar contra
enemigos desconocidos cuando llegue la noche. Sir Gawain des­
pués de que le sea perdonada la vida por el Caballero verde, a
quien como sabemos había cortado la cabeza anteriormente en
un juego de honor y valentía, presumiblemente esposo de la
dama del castillo, volverá solo y sin ella al reino de Arturo. Bete-
rez después de perdonarle la vida a su esposa, a quien en el pri­

* Las pruebas que poseemos indican claramente la influencia del texto celta de
Cuchulann en el poema inglés de sir Gawain.
350 5* PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

mer desafio no le cortó la cabeza, volverás solo sin su esposa al


país de los nartos, la prueba mortal de honor de la que salió ven­
cedor le ha separado para siempre de la mujer que ama. Tam­
bién Para Gawain habrá sido una prueba de honor y valentía de
la que ha salido victorioso, aunque el lazo verde que desde
entonces llevará, regalo de la dama del castillo, será quizás tam­
bién la prueba de su fracaso amoroso.

4. Batraz y el monstruo del lago rojo de Donegald

Un relato escita que fue recogido por los alanos, descientes


directos de los escitas del Cáucaso, nos ofrece un argumento que
nos muestra una similitud más en esta serie de semejanzas exis­
tentes entre escitas e irlandeses y aunque las semejanzas aisladas
no son pruebas, el conjunto de todas ellas sí pueden considerarse
como tales. Me refiero al relato del enfrentamiento del héroe
escita Batraz con el hijo del gigante tuerto, dicho relato no deja
por menos de hacernos pensar en varios relatos primitivos, uno
de ellos será el del héroe irlandés Finn y su lucha con el mons­
truo del lago rojo, el otro el del héroe escandinavo Beowulf y su
lucha con el monstruo Grendel y su hijo. Sobre estas semejanzas
y posibles relaciones también ofrezco una amplía explicación en
mi libro Sagas celtas primitivas en la literatura inglesa. El monstruo del
poema irlandés lo mismo que el del poema inglés salen de las
profundidades del lago para llevarse con ellos algún guerrero. En
el relato escita el gigante Baegaenaez baja de su montaña de vez en
cuando para llevarse con él a una joven de los nartos. Finn y
Beowulf se enfrentarán con su respectivo monstruo del lago
ambos sin armas y ambos con sus manos desnudas retorcerán
una de las extremidades del monstruo que desangrándose se
sumergirá en las aguas del lago tiñéndolas de rojo. En el relato
escita Batraz sin armas tomará un brazo de Baegaenaez arrancán­
dolo y el gigante retornará a su montaña dejándo un reguero de
XXI. LA INFLUENCIA ESCITA EN LA LITERATURA IRLANDESA 351

sangre, ante los ojos de su padre. Beowulf posteriormente se


sumergirá en las profundidades del lago buscando a Grendel,
madre del monstruo, en una cueva debajo de las aguas se enfrenta
con ella y la mata con una enigmática espada encontrada en la
gruta. En una versión del relato escita, tal y como nos indica
Dumezil, Batraz después de su enfrentamiento con Baegaenaez se
dirige en busca del padre del gigante llegando a su guarida en lo
alto de la montaña, pero el gigante tuerto lleno de miedo huye y
abandona para siempre el lugar (Dumezil, Escitasj Osetas 298-
301). Si a todo lo anterior vamos añadiendo otras similitudes
como es la existencia del lago rojo en Irlanda con una cueva en su
centro lo mismo que en el relato de Beowulf podremos ver que
casi todas ellas encajan en este rompecabezas.

5. La rueda escita y Cuchulainn

Otra similitud y posible relación la podemos encontrar en la


Odisea cuando nos habla del mito de Sísifo y su terrible peniten­
cia. Consistirá en subir eternamente una pesada piedra a lo alto
de una montaña, poco antes de llegar a la cima agotado no
podrá por más tiempo con el peso y la piedra bajará rodando
hasta la base de la montaña:

Vi de igual modo a Sísifo, el cual padecía duros trabajos empu­


jando con ambas manos una enorme piedra. Forcejeaba con los
piés y con las manos e iba conduciendo la piedra hacia la cum­
bre de un monte; pero cuando ya le faltaba poco para doblarla,
una fuerza poderosa derrocaba la insolente piedra, que caía
rodando a la llanura.
Homero; 1981, Canto XI, 205-

Según podemos ver en los prestigiosos estudios de Dumezil


aparece un relato escita muy similar al de Sísifo y también a un
relato relacionado con Cuchulainn, puesto que también los
irlandeses tenían el juego de arrojar una rueda lo más alto posi­
352 5a PARTE. LA LITERATURA IRLANDESA

ble para demostrar quien era el ganador. El juego de los escitas


(nartos en la actualidad) consistía en subir una rueda rodando
hasta lo alto de una montaña, para demostrar quien era el mejor
la rueda se debía de subir unas veces con las manos, otras con las
rodillas, otras con el pecho, etc. Una vez arriba la rueda era sol­
tada para que bajara rodando hasta la base:

Se trata de arrojar al aire lo más alto posible, una pesada rueda.


En este ejercicio Cuchulainn vence a Conall y a Loégaire...
Ahora bien, los Nartos practican igualmente un juego de la
rueda, próximo al de los Ulatos: «... Un grupo de Nartos
subían haciéndola rodar, hasta lo alto (del monte «de las cinco
cabezas») una Rueda...».
Dumezil: 1989, 113.

6. El calor de Batraz y Cuchulainn

El tremendo calor que despide el héroe Batraz también es una


característica de Cuchulainn y Batraz en su niñez. Cuando
ambos se sofocan necesitarán sucesivos baños de agua fría que se
evaporan instantáneamente al entrar en contacto con el cuerpo
del guerrero. Cuando Cuchulainn en su juventud vuelve de su
primer combate contra los hijos de Nechta vuelve enrojecido y
lleno de furia para aplacar su rabia será metido sucesivamente en
tres baños de agua fría que se evaporarán instantáneamente
(Rankin: 67). También Dumezil nos ofrece una comparación de
ambos héroes refiriéndose a este apartado, en su juventud al
comienzo de su carrera heroica Batraz pedirá con urgencia ser
cubierto de agua fría pues siente una llama de fuego en su inte­
rior (Dumezil: 1989, 80).
BLOQUE B
FUENTES PRIMITIVAS
DEL RELATO IRLANDÉS DE DEIRDRE

6a PARTE
ORÍGENES INDOEUROPEOS
Y RELATOS ESCITAS
XXII. LOS ORÍGENES INDOEUROPEOS

1 La profecía del nacimiento de Deirdre y la profecía

DEL NACIMIENTO DE SEMÍRAMIS, ClRO, PARIS, HABIDIS,

Bruto, Partholon y Lug.


La maldición contra el rey en todos los relatos

El relato irlandés de Deirdre puede mostrar con sorprendente


claridad todas aquellas posibles relaciones que hemos ido mos­
trando y atestiguando en nuestro libro y su gran similitud con el
relato de la profecía del nacimiento de Krishna. Deirdre, en
algunos manuscritos, aparece como la hija de la hermana del rey
Conchubar del Ulster; su nacimiento traerá una terrible maldi­
ción contra el rey. Nuestra pregunta puede ser: ¿Por qué esta
maldición? ¿Qué puede haber de malo en su nacimiento? Una
respuesta clara solamente la tendremos como veremos más ade­
lante en el relato hispano de «Gárgoris y Habidis». El naci­
miento de Habidis traerá consigo una terrible maldición contra
el rey: perderá su reino a manos de su hijo. La maldición será
debida a que ha tenido una relación sexual con su propia hija y
de ella ha nacido Habidis. Esta quizás podría ser la razóndel rey
Conchubar del Ulster, aunque no aparece indicada en todos los
relatos, por lo que el rey avergonzado, quiera deshacerse de su
hijo o nieto. En el caso del nacimiento de Deirdre, de Ciro, de
356 6a PARTE. ORÍGENES INDOEUROPEOS Y RELATOS ESCITAS

Paris, de Semíramis y del mismo Lugh la maldición pudo ser


debida también a una relación incestuosa. Podemos ver como el
naci miento de Semíramis es fruto de una relación pecaminosa,
en este caso de la relación sexual de la diosa Derketo y de un
joven, al final Semíramis perderá su reino a manos de su hijo.
En todos estos relatos asistimos a un tema igual o muy parecido:
el rey intenta neutralizar el maleficio de la profecía encerrando
a la criatura recien nacida en una torre solitaria (Deirdre,
Eathne, Segismundo). O directamente terminar con su vida
abandonando al recien nacido (su propio hijo o nieto) entre las
fieras, pero logrará sobrevivir y ser adoptado por el jefe de los
pastores que cuida los rebaños de vacas y toros del rey (Ciro,
Paris, Semíramis, Habidis). Cuando la joven o el joven alcanza
la edad adulta la profecía inexorablemente se cumple: se produ­
cirá la guerra civil en el reino y el rey perderá el trono (Ciro,
Paris, Sermíramis, Habidis, Deirdre) y en algunos caso tam­
bién la vida a manos de su propio hijo o nieto (Partholon,
Lugh). Otro ejemplo significativo es el de Ciro, nieto del rey
Astíganes; para Heródoto la hija del rey da a luz un niño, pero
Astíganes tiene un sueño sobre dicho nacimiento que es inter­
pretado como un mal presagio, por esa razón el rey deseará
terminar con la vida de su ropio nieto. Tenemos un docu­
mento, el Código Laurentianus en la Exordia Scythica, que nos
hablará de una forma algo confusa del nacimiento de Ciro y de
la desviación sexual de los reyes asirios anteriores a Astíganes:

Postea per multis annis infeminati fuerunt reges Assyriorum


quidem. Postremum ad Astiagem regnum Persarum et Medo-
rum succedit. qui et ipsi ex única filia quam habebat nepotem
futurum sibi suscepit, qui nomen accepit Cyrus.

Después durante muchos años fueron afeminados los reyes asi­


rios ciertamente. Después les sucedió en el reino de los persas y
medos Astígenes. Quien tuvo de la única hija que tenía a su
futuro nieto, cuyo nombre fue Ciro.

Monumento, Cód. Laurentianus, vol. III, 312, 4-


XXII. LOS ORÍGENES INDOEUROPEOS 357

2. E l relato hindú de la profecía del nacimiento

DE KRISHNA Y SU SIMILITUD CON EL RELATO DE DEIRDRE.


I ntentos del rey para evitar la profecía .

A bandonado después de su nacimiento .

Su ADOPCIÓN EN SECRETO.
E dad adulta : muerte del rey a manos de K rishna

Los estudios de estos relatos irlandeses primitivos nos llevan a


asociarlos en su origen con el relato indio de Krishna que como
vamos a ver a continuación muestra un argumento muy parecido
con el relato de Deirdre así como también con otros relatos
irlandeses. Krishna es sobrino del despótico y cruel rey
Mathura. Un día el rey conoce un terrible profecía, morirá a
manos de su sobrino. Por esta razón el rey intenta matarlo, pero
es milagrosamente salvado y adoptado por el jefe de los pastores
del rey. En su edad adulta Krishna enterado de las atrocidades
de su tío decide matarlo y de esta manera se cumple inexorable­
mente la profecía. Sus aventuras aparecen recogidas en el Mahab-
harata donde se nos muestra en un principio como el héroe jefe
de una tribu, aunque también reconocido como un dios.
En la religión hindú Krishna es la octava reencarnación del
dios Vishnu. Los relatos mitológicos referentes a Krishna apare­
cen principalmente en el Mahabharata, aunque son muchas las
leyendas recitadas y escritas sobre él. Krishna sería un semidiós
capaz de obrar milagros pero también de tener muerte humana.
Fue hijo de la princesa Devaló, hija de Kamsa rey de Mathura. Al
nacer Krishna le fue profetizado al rey de Mathura que el recien
nacido sería la causa de su muerte, al escuchar tan temible pro­
fecía Kamsa intentó matar a su propio nieto pero la princesa
logró esconderlo y pasarlo al otro lado del río Yamuna siendo
adoptado en secreto en Gokul por el jefe de los rebaños de vacas,
Nanda, y por su esposa Yasoda. Cuando el niño creció se con­
virtió en una especie de mago capaz de hacer milagros así como
358 6a PARTE. ORÍGENES INDOEUROPEOS Y RELATOS ESCITAS

también en un gran amante. Siendo mayor y conocedor de las


maldades del rey se dirigió a la morada de Kamsa y le dio
muerte, cumpliéndose así la profecía de su nacimiento. Un día
que se encontraba en el bosque un cazador le confundió con un
ciervo y disparándole una flecha acertó por azar en el único
punto vulnerable de su cuerpo, el tobillo, causándole la muerte.
Aquí vemos como la muerte de Krishna acontece, lo mismo
que la de Aquiles, debida a que una flecha atraviesa el único
punto vulnerable de su cuerpo: su talón. Esto nos lleva a pensar
en otra influencia más de este relato en el relato griego de la
Iliada. El relato de Krishna llevado por los diferentes pueblos que
lo adoptaron pudo de esta manera salir de la India, morar en el
seno de los escitas del Cáucaso, pasar con los cimerios u otros
pueblos a los griegos, y desde Anatolia llegar a Hispania para por
último los escotos, último pueblo que adoptó como suyo el
relato, llevarlo a irlanda transformado en una historia celta en su
parte externa, pero claramente indo-europea en su contenido. Si
el relato viajó por todos estos lugares es lógico pensar que los
celto-escitas, griego-escitas o como queramos llamarlos fueron el
pueblo o los pueblos que desde el Cáucaso en sus migraciones lle­
varon este relato y otros con ellos hasta España y la misma Irlanda.

3. El SINCRETISMO: CARACTERÍSTICA DOMINANTE

DE LOS PRIMITIVOS DRUIDAS Y FILIS.

E l sincretismo en el canto mágico de K rishna

Y EN EL CANTO MÁGICO DE AlMIRGIN

El sincretismo se caracteriza por fusionar una serie de crencias ya


sean históricas, filosóficas, literarias o de cualquier campo del
saber. El sincretismo es una característica predominante de los
primitivos filis y bardos celtas que conecta con la primitiva heren­
cia indoeuropea. El dios hindú Krishna es la semilla divina sin la
que nada, animado o inanimado puede existir, es a la vez Atman,
XXII. LOS ORÍGENES INDOEUROPEOS 359

Vishnu, Shiva, Brahma, es el comienzo y el fin de la vida (Alwyn,


99). Aimirgin, en su canto mágico nos ofrece este sincretismo:
unas veces será un poderoso buey, otras un jabalí, otras un sal­
món, otras la lanza que causa la guerra...
Es otra prueba que evidencia las emigraciones de estos pueblos
desde el Cáucaso e incluso desde lugares más hacia el este. El
poema del «Canto mágico» de Aimirghin que pronuncia sobre
el barco para evitar el conjuro de los Tuatha Dé Danann, que les
impide desembarcar en Irlanda, es un canto que muestra claras
relaciones con el canto mágico de Krishna:

Canto mágico de Krishna

1 am the radiant sun among the light-givers


... among the stars of night,
I am the moon...
I am Meru among mountain peaks..
I am the ocean among the waters...
Of water beings I am Varuna:
Aryaman among the Fathers: I am deathy...
I am the wind...
I am the diceplay of the cunning,
I am the strength of the strong...
I am the silence of things secret:
I am the knowledge of the knower...
What I have described to you
are only a few of my countless froms.
'Sri Krishna en Bhagavad Gita.

Amm goeth i muir

Ama dae delbus do chind cotnu


Coiche notglen clochar slebe?
Cia du i luidh fúinedh greiniu?
Cia seach siecht sith gan eccla?
Cis non dogar eassa uiscci?
Cia ver a buar a tigh Teathra?
Am tonn trethain.
Am fuaim mara.
Am dam setn.
Am seg for aill.
36o 6 PARTE. ORÍGENES INDOEUROPEOS Y RELATOS ESCITAS
a

Am der greine.
Am cain luba.
Am torc ar gail.
Am eo i lindibh.
Am loch i maigh.
Am brigh daña.
Am gai la fodb feras feachta.

Canto mágico de Aimirghin

Soy la brisa del mar


Soy la ola destructiva
Soy el rumor del mar
Soy un poderoso buey.
Soy un halcón en un acantilado.
Soy una gota al sol.
Soy una blanca laguna.
Soy un jabalí valeroso.
Soy un salmón de la laguna.
Soy un lago en la llanura.
Soy el vigor del arte.
Soy la lanza en la tierra que causa la guerra.
Leabhar Gabhála: 1988, l 8 j .
XXIII. RELATOS GRIEGO-ESCITAS DE ASIA MENOR

1 . E l relato griego-asirio de la profecía


DEL NACIMIENTO DE SEMÍRAMIS: TRAERÁ LA DESGRACIA

AL REINO.

A bandonada entre las fieras .

SU ADOPCIÓN EN LA CASA REAL.


SU RELACIÓN SENTIMENTAL CON OMNES Y NlNOS.

L a guerra civil frente a su hijo


Y LA PÉRDIDA DEL TRONO DE SEMÍRAMIS, REINA DE ASIRIA

La profecía de Semíramis es bastante más clara y precisa que la


de Ulises. Cuando nace Semíramis el horáculo de Amón en
Siwa predice grandes desgracias para el imperio asirio. Semíra­
mis sera engendrada en una relación pecaminosa de la diosa
Derketo con un joven que fue a ofrecerle un sacrificio. Aver­
gonzada la diosa una vez nacida la niña la abandonó en medio
de la naturaleza para que muriera, pero las palomas con su
calor y con su leche y alimentos que robaban la protegieron y la
niña pudo crecer entre ellas. Un día unos sirvientes del jefe de
los pastores reales, Simio, la encontraron y la llevaron ante su
señor quien la adoptaría poniéndole el nombre de Semíramis
(paloma en asirio). Siendo ya una joven de gran belleza se casaría
362 6a PARTE. ORÍGENES INDOEUROPEOS Y RELATOS ESCITAS

con Omnes gobernador de Asiría. Su gran hermosura e inteli­


gencia pronto serían conocidas por el rey de Asiría, Niños,
quien se enamoraría de ella inténtando primeramente,con
regalos y favores, que el esposo de Semíramis accediera a sus
deseos de poseerla. Omnes se niega por lo que el rey le amenaza
con sacarle los ojos, Omnes aterrorizado y sin desear perder su
honor se suicida. El rey sin ningún escrúpulo ve el camino libre
para sus deseos y enamorado de Semíramis se casará con ella.
De dicha relación nacerá un niño Ninias. Poco después el rey
muere y Semíramis se convierte en la reina de todo el imperio
durante muchos años gobernará el reino construyendo la ciu­
dad de Babilonia. Nunca se casará llevando una vida licenciosa
con diversidad de amantes. Pero al final la profecía se cumplirá
cuando su hijo Ninias siendo ya mayor de edad y cegado por la
ambición conspira contra su madre e intenta arrebatarle el
reino. Semíramis opta finalmente por entregarle el reino a su
hijo y desaparecer para siempre.

2. El relato medo-escita de la profecía del nacimiento

de Ciro, nieto del rey de los medos:

TRAERÁ LA DESGRACIA AL REINO. INTENTOS DEL REY PARA

EVITAR LA PROFECÍA. ABANDONADO ENTRE LAS FIERAS.

SU ADOPCIÓN EN SECRETO. PERDÓN DEL REY.


H uida a E gipto . E dad adulta : la guerra civil

Y LA PÉRDIDA DEL TRONO DEL REY DE LOS PERSAS.

C iro , rey de los persas

El relato más famoso de la literatura irlandesa primitiva escrito


en lengua celta, «Deirdre y los hijos de Usnach», posiblemente
es el más conocido dentro del campo literario de los estudios
celtas. También, aunque de una forma más desdibujada, mues­
tra similitudes importantes con el relato hispano de «Gragoris y
Habidis» y como ambos, sobre todo el relato irlandés, se pare­
XXIII. RELATOS GRIEGO-ESCITAS DE ASIA MENOR 363

cen enormemente al relato medo del «Nacimiento y profecía


del rey Ciro»como vamos a ver más adelante y también al relato
del nacimiento de Paris príncipe de los troyanos.
Ya hemos mencionado como Estrabón nos dice que el meda
Harpago, sucesor de Ciro rey de los persas, llegando con su
ejército desde el Asia oriental habría hecho huir a los griegos de
Focea en el asia Menor, estos griegos durante cierto tiempo se
asentarían en Tartessos protegidos por el rey de aquel lugar,
Argantonio que reinaría en Tartessos entre el 630 y el 55°
a.C. (Heródoto: Historia, Libro I, 163)- Es posible pensar que
este Harpago, supuestamente histórico, personaje clave del
relato del nacimiento de Ciro pudiera contar dicho relato a los
habitantes de Tartessos y estos así poder elaborar un relato pos­
terior conectado con Hispania.
Una vez más vamos a comprobar cómo el relato primitivo
irlandés puede tener sorprendentes relaciones con otro que nos
ofrece Heródoto dentro del mundo escita-medo. Heródoto nos
dice que los medos fueron derrotados y sometidos por los escitas
durante veinte años, después debido al mal gobierno de los escitas
lograron sublevarse y lograr la independencia capitaneados por
Ciaxares:

Los escitas pues dominaron Asia por espacio de veintiocho


años y todo lo asolaron con su brutalidad e imprevisión, ya que
por una parte exigían a cada pueblo el tributo que le imponían
y, además del tributo, en sus correrías saqueaban las posesio­
nes de todo el mundo. Sin embargo, Ciaxares y los medos,
después de haberles agasajado y embriagado en una recepción,
dieron muerte a la mayor parte de líos y, así, los medos reco­
braron el poder.
Heródoto: Historia, Libro I, 106.

Después del reinado durante cuarenta años de Ciaxares le


sucedió su hijo Astiages, sería rey de los medos entre el 585 y
550 a.C., quien tuvo una hija a quien puso de nombre Man-
dane. En sueños vio como su hija orinaba tanto que llegaba a
364 6‘ PARTE. ORÍGENES INDOEUROPEOS Y RELATOS ESCITAS

anegar toda Asia. Sometió el sueño al juicio de los magos quie­


nes le vaticinaron algo terrible. Por esta razón cuando Mana-
dane estuvo en edad de matrimonio no la casó con un medo
sino con un persa intentando evitar de esta manera el maleficio.
Pero durante el primer año de matrimonio de su hija volvió a
tener otro sueño, esta vez la visión le indicaba que el hijo que
tuviera Mandane le arrebataría el reino:

Astiages tuvo otra visión: le pareció que del sexo de esa hija
suya salía una cepa y que esa cepa cubría Asia entera. Ante esta
visión, que sometió al juicio de los intérpretes de sueños, hizo
venir de Persia a su hija, que estaba próxima a dar aluz, y a su
llegada la hizo vigilar con el propósito de dar muerte al ser que
engendrara, pues, basándose en su visión, los magos intérpre­
tes de sueños le auguraron que el fruto de su hija llegaría a rei­
nar en su lugar.
Heródoto: Libro I, 108.

Cuando el niño nació llamó a Harpago, el más leal de los


medos, que estaba a cargo de todos sus asuntos y le mandó
matar al recién nacido. Harpago, no queriendo mancharse las
manos de sangre de forma directa, encargo al pastor de Astia­
ges, Mitardates, que apacentaba sus rebaños en los lugares más
apartados plagados de fieras, que abandonara al niño en aquel
terrible lugar: «Astiages te ordena tomar este niño y abando­
narlo en lo más recóndito del monte para que perezca cuanto
antes» (Libro I, lio). La mujer de Mitradates en aquellos
momentos acababa de dar a luz a un niño muerto por lo que
suplicó a su marido que intercambiaran los niños. Mitardates
abandono el cadáver de su hijo durante varios días en medio del
monte, después fue a ver a Harpago y le dijo que podía recoger
el cadáver del hijo de Mandane, Harpago así lo hizo y todos
incluidos el rey creyeron que el príncipe, que más tarde se lla­
maría Ciro, había muerto. Pero cuando el niño tenía diez años
un incidente fortuito permitió reconocer a Astiages a su propio
nieto. Por todo ello Harpago fue llevado a presencia del rey
XXIII. RELATOS GRIEGO-ESCITAS DE ASIA MENOR 365

ante quien, por miedo a la tortura, reconoció que no había


matado al niño y se lo había entregado al pastor real quien no
había obedecido su orden de ejecutarlo. El rey después de
hablar con sus astrólogos consideró que el maleficio ya no exis­
tia y permitió a Ciro marchar a Persia con sus padres. Pero
Astiages descargó su crueldad sobre su servidor Harpago a
quién, por haberle desobedecido, invitó un día a un banquete y
le dio de comer la carne del hijo de Harpago a quien había
mandado degollar. Años más tarde Harpago vengánde del rey
incitaría a Ciro a sublevarse contra su padre, y siendo el mismo
Harpago el que capitaneara las tropas de Astiages contra Ciro,
traicionó al rey y se unió al ejército persa de Ciro, consumando
así su venganza por el asesinato de su hijo:

Así fue como Astiages, después de un reinado de treinta y


cinco años, fue depuesto del trono y como, a causa de su
crueldad, los medos se inclinaron ante los persas, después de
haber dominado Asia, al este del río Halis, por espacio de
ciento veintiocho años, excepción hecha del período de domi­
nio escita. No obstante, tiempo después se arrepintieron de lo
que habían hecho y se alzaron contra Darío; sin embargo, en
el curso del alzamiento, fueron derrotados en una batalla y
nuevamente sometidos». Así pues, por estas fechas en tiempos
de Astiages-, los persas y Ciro se sublevaron contra los medos
convirtiéndose, desde entonces, en los dueños de Asia. Por su
parte Ciro retuvo a Astiages a su lado, hasta que murió, sin
causarle mal alguno. Así fueron, en suma, el nacimiento, la
adolescencia y la ascensión al trono de Ciro; y, más adelante,
según he relatado anteriormente, sometió a Creso, que fue
quien inició las hostilidades. Y una vez que lo hubo sometido
pasó a ser dueño de toda Asia.
Heródoto: Libro I, 130.

Por los estudios históricos que poseemos sabemos que Ciro


moriría en el año 53° a.C. luchando contra un pueblo escita, los
masagetas. Fue el fundador del imperio persa pero no pudo con­
trolar a los indomables pueblos escitas. Las fuentes históricas
irlandesesas también conocían la historia del Oriente Medio con
366 6a PARTE. ORÍGENES INDOEUROPEOS Y RELATOS ESCITAS

detenimiento, Keating, basándose en Heródoto, menciona la


derrota de Dario así como también la muerte de Ciro y la des­
trucción de su ejército a manos de los escitas:

do dhibirsiod go maslaightheach Darius rí na Persia as an Scitia;


do mharbhsad Círus go líon a shluaigh.

Hicieron retroceder a Dario rey de Persia con pesar fuera de


Escitia; mataron a Ciro con su ejército completo.

Keating: 228.
7a PARTE

RELACIÓN CON LOS RELATOS


GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES
XXIV. RELATOS GRIEGOS

1. La INFLUENCIA ORIENTAL EN LOS RELATOS GRIEGOS:

LOS RELATOS DE CTESIAS ( s . IV A.C.), DlODORO

de S icilia ( s . i a .C.) y B erosus ( s . i a .C.)

Heródoto en su Historia es el primer griego en hablarnos de Asi­


ría y Babilonia. El imperio asirio había terminado su existencia
como tal en el s. VI a.C. Pero su influencia debió de ser grande,
puesto que los escritores griegos tomaron muchos de los relatos
asirios para sus obras. Una de las versiones de Semíramis la
escribió el griego Diodoro de Sicilia (s. I a.C.), quien hace refe­
rencia a Ctesias (405_359), médico griego nacido en Cnido,
territorio de los carios en la región de Mileto. Su obra no existe
actualmente, aunque queda un resumen realizado por el
patriarca de Constantinopla Potius (s. IX d.C.). Sabemos que
Ctesias también escribió una historia de la India basada en rela­
tos de viajeros persas a aquel país, por lo que algunos de sus rela­
tos, como es la leyenda sobre Krishna debebieron de ser cono­
cidos posteriormente en el mundo griego. Según nos explica
Ctesias, alrededor del año U5 se fue a vivir a Persia ajerciendo la
medicina en la corte del rey Artajerjes II. En el año 397 volvía a
370 7a PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES

la zona de Miletus con una serie de obras históricas referentes a


los asirios y a otros pueblos de oriente medio. Sería un asirio
posteriormente, Berosus (nacido el 340 a.C.), quien emigrado
al territorio Egeo fijo su residencia en la isla de Cos y escribió su
Babyloniaka de la que nos quedan algunos fragmentos recopilados
por Alejandro Polyhistor (s. I a.C.). Berosus criticará a los grie­
gos por sus relatos fantasiosos que no se ajustan a la realidad que
el considera histórica de su país. La obra de Berosus es la histo­
ria del mundo desde sus orígenes, pasando por el diluvio, y los
distintos reyes que existieron desde una interpretación asiría de
la historia de la que los griegos debieron de sentirse influencia­
dos en sus ideas y en sus escritos. En uno de los relatos, los grie­
gos tomarían la figura del rey asirio Ninus, fundador de la ciu­
dad de Nínive, como hijo de Belos o Bel, quien un día conoció
a Semíramis, la esposa de uno de sus servidores, Onnes, a quien
se la arrebató y se casó con ella teniendo un hijo llamado Ninyas.
Los relatos de Ctesias fueron ampliamente conocidos por grie­
gos y latinos y se considera que tomaron de ellos muchos datos
para componer sus obras. Sería su relato pseudo-histórico de
Semíramis uno de los más conocidos posteriormente, su relación
con los relatos del nacimiento de Ciro y del nacimiento de Paris
parece bastante clara aunque no podemos decir que relato ha
podido ser el primero ya que Eleródoto cita el relato de Ciro en
una época en la que todos estos relatos podían ya existir.

2. E l relato griego de la profecía del nacimiento

DE HlPPODAEMIA, HIJA DEL REY: TRAERÁ LA DESGRACIA

al reino . I ntentos del rey para evitar la profecía .

L a carrera sin ganador. Muerte del rey

La influencia asiría del relato de Semíramis, del relato medo-


escita de Ciro o del mismo Krishna aparece en un relato cen­
trado esta vez en la misma Grecia. Existe una antigua leyenda
XXIV. RELATOS GRIEGOS 37i

griega recogida por Diodorus Siculus (s. I a.C.) en la que se nos


ofrece el tema del nacimiento de una hija del rey que traerá
consigo la muerte del soberano, Oenomaüs, rey de la ciudad de
Pisa en el Peloponeso, quien tuvo una hija llamada Hippodae-
mia. Un día consultó a su oráculo y éste le predijo la muerte del
rey cuando su hija se desposara. Para evitar el maleficio el rey
tomó las medidas necesarias para que su hija se conservara siem­
pre virgen y cuando la niña creció y estuvo en edad casadera
Oenomaüs propuso una competición en la que el ganador
obtendría la mano de su hija y el perdedor debería morir. La
prueba consistiría en una carrera de carros de guerra, La carrera
tendría lugar desde Pisa hasta el templo de Poseidón en el istmo
de Corintio, y el vencedor sería el primero en llegar al templo.
Pero Oenomaüs en todas las pruebas iba en su veloz carro detrás
del posible vencedor y antes de que éste último pudiera llegar al
templo del istmo lo mataba con su lanza. De esta manera nunca
había un vencedor y nunca Hippodaemia podía casarse, por
consiguiente el maleficio de su nacimiento no se podía cumplir.
Pero un día un joven prendado de la hermosura de la princesa
aceptó participar en la competición aún sabiendo que su vida le
sería arrebatada como había sucedido en todos los casos ante­
riores si perdía. Pelops, hijo de Tántalus conociendo la malvada
estratagema que el rey usaba para deshacerse de todos los pre­
tendientes logró comprar con favores a Myrtilus, auriga del rey,
y el día de la carrera Myrtilus ante la sorpresa del rey se separó
un trecho prudencial del carro de Pelops logrando de esta
manera que el joven llegara el primero al templo de Poseidón
que ganara la carrera y Oenomaüs no pudiera matarle. El rey
creyó que la profecía se había cumplido y él mismo se quitó la
vida. Pelops se casó con Hippodameia y se convirtió en el nuevo
rey de Pisa (Libro IV. 73- 3_74).
372 7a PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES

3. La profecía de la muerte del rey de Tebas a manos

DE SU HIJO E d IPO: TRAERÁ LA DESGRACIA AL REINO.

Abandonado entre las fieras. Su adopción en la


CASA REAL. MUERTE DEL REY A MANOS DE SU HIJO.

E dipo , rey de T ebas

Uno de los relatos más antiguos que existen en la literatura griega


relacionados con el nacimiento de un hijo del rey que traerá la
desgracia al reino es el de Edipo, existente antes del s. X a.C.,
y aparece escrito por Homero. En la mitología griega el oráculo
predice que Edipo hijo de Layo y Yocasta está predestinado a
matar a su padre y casarse con su madre.
Layo rey de Tebas fue advertido por el oráculo que su hijo
adoptivo le mataría, por esta razón cuando nació su hijo, Edipo,
mandó que fuera abandonado en el monte Cithaeron para que
muriera. Apiadado de él un pastor lo recogió en secreto y se lo
entrgó al rey de Corintio, Polibio, que lo adoptó. Edipo visitó
un día el templo de Delfos donde se le comunica la profecía por
la que está destinado a matar a su padre y casarse con su madre,
por esta razón decide no volver a Corintio. Siendo Eipo mayor
viaja a Tebas donde se encontró con Layo quien provocó una
pelea en la que Edipo matará a Layo. Posteriormente Edipo se
enfrenta con la Esfinge que tiene atemorizado al reino de Tebas
lográndo derrotarla, en recompensa recibirá el reino de Tebas y
la mano de la reina, Yocasta. Sin saberlo, madre e hijo se casan,
teniendo cuatro hijos, al descubrise la verdad años más tarde
Yocasta se suicida y Edipo busca el exilio.
XXIV. RELATOS GRIEGOS 373

4. La profecía de la muerte del rey Acrisus de Argos

A MANOS DE SU NIETO PERSEO. ABANDONADO CON SU

MADRE EN EL MAR. Su ESTANCIA EN LA CASA REAL DE


S erifus . M uerte del rey a manos de su nieto .

P erseo , rey de M icenas

Danae fue hija.de Eurydice y nieta de Acrisisus, rey de Argos,


hijo del argonauta Lynceus y de Hypermestra una de las Danai-
des. Un día Acrisius fue informado por su oráculo que su hija
Danae daría a luz un hijo que más tarde le mataría. Por esta
razón encerró a Danae en una torre donde ningún hombre
podía visitarla pero el dios Zeus convertido en lluvia mágica
pudo entrar de esta forma y yacer con Danae. Cuando la hija de
Acrisus dio a luz para evitar la temida profecía embarcó a la cria­
tura junto con su madre en un arca y fueron arrojados al mar
para que perecieran. Pero pudieron llegar a la isla de Seriphus
donde madre e hijo pudieron vivir con relativa tranquilidad. Su
hijo, Perseo, siendo ya adulto, para salvar a su madre de las
garras del rey de la isla, Polydectes, tuvo que enfrentarse con la
temible Medusa quien convertía en piedra todo lo que veía a la
que cortó la cabeza mientras dormía. Con la cabeza de medusa
también lograría convertir al malvado rey Polydectes y a sus
seguidores en piedra pudiendo por fin liberar a su madre. Per-
seus convertido en un héroe famoso quiso ir a la ciudad de
Argos a conocer a su padre. Al enterarse Acrisius horrorizado
buscó refugio en Larissa, ciudad de Tesalia (Thessaly), donde el
rey del lugar celebraba unos juegos de bienvenida. Perseus era
uno de los participantes en los juegos y sin saber que su abuelo se
encontraba entre los espectadores lanzó el disco con tan mala
fortuna que golpeó a su abuelo matándolo y cumpliéndose así la
profecía. Afligido por la muerte de su padre Perseus rechazó el
reino de Argos que le correspondía por legítima herencia.
374 7» PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS. HISPANOS E IRLANDESES

5. L a profecía de la muerte de U lises a manos

DE SU HIJO T e LÉMACO

En la Odisea Tiresias profetizará a Ulises un hecho confuso que


puede guardar relación con otro relato. Ulises en la profecía irá
portando un remo a un país cuyos pobladores no conocen el
mar (canto XI, 21-25). Para ciertos especialistas este apartado de
la Odisea está relacionado con el poema perdido de la «Telego-
nía» del que sabemos que en su argumento el hijo de Ulises,
Telémaco, matará a su padre con una lanza en la que en su punta
porta una espina de pescado (Homero: 1986, 37)- A Partholon,
Brutus y otros héroes que veremos a continuación también le
será profetizado algo similar. Podemos preguntarnos si este
acontecimiento trágico pudiera guardar relación con una con­
ducta reprobable, que no aparece en el texto, Ulises se podría
pensar que no vuelve a Itaca durante largos años por su propio
deseo y esto puede ser considerado como algo negativo que le
llevará a tener un trágico final a manos de su hijo. No obstante
el texto no nos aclara la profecía por lo que solamente podemos
apuntar meras especulaciones.

6. El relato griego de la profecía del nacimiento

de P arís , hijo del rey de T roya : traerá la desgracia

al reino . I ntentos del rey para evitar la profecía ,

A bandonado entre las fieras . Su adopción en

secreto . P erdón del reytroyano .

E dad adulta : la guerra de T roya y la pérdida

DEL TRONO DEL REY DE TROYA

Pero las similitudes o posibles relaciones no han terminado


todavía. En el Relato de la profecía de Paris, una vez más tene­
mos el relato de Ciro y de Deirdre como hemos podido ver en
páginas anteriores al referirnos a la similitud entre los relatos del
XXIV. RELATOS GRIEGOS 375

nacimiento de Ciro y de Paris. Hécuba, esposa de Príamo rey de


Troya, tuve un bijo, Paris, que traería con él según los astrólogos
un terrible maleficio, otro de sus hijos famosos serie el héroe
Héctor bien conocido por sus hazañas y trágica muerte en la
Iliada de Homero. Hécuba cuando se encontraba en cinta de
Paris sueña que dara a luz un tizón ardiendo, el mago Esaco le
profetiza que el hijo que tenga traerá la destrucción de troya.
Ante tan terribles presagios Príamo ordena a su servidor Agelao
que abandone al niño en el monde Ida para que muera devo­
rado por las fieras. Pero el niño logrará sobrevivir y Agelao apia­
dándose de la criatura se la lleva en secreto a su casa donde él y su
esposa lo criarán como a un hijo suyo. Siendo ya un muchacho
participa en los juegos de Troya logrando grandes victorias,
entonces será cuando Príamo se entere de que Paris no ha
muerto y que es aquel magnífico joven que tan bien ha actuado
en los deportes. Considerando Príamo que el maleficio ya no
puede surtir efecto no solo le es perdonada la vida sino que ade­
mas le reconocerá como hijo suyo.

7. E l nacimiento de H eracles y su similitud

CON LOS RELATOS ANTERIORES. HlJO DE ZEUS.

A bandonado entre las fieras al nacer .

P erdón del rey . Su retorno a la casa real .

E nviado como pastor

Llamado Heracles por los Griegos y Hercules por los romanos.


El origen de Heracles nos recuerda los orígenes del rey Arturo.
Zeus deseaba tener una relación sexual con la bella Alcmene
esposa de Anphytrion, pensando tener un hijo con ella que
fuera en el futuro un héroe protector de dioses y hombres. Un
día que Anphytrion se había ido de viaje fuera de sus dominios,
Zeus con sus habilidades mágicas tomó la apariencia del marido
de Alcmene y entro en los aposentos de la bella y casta mujer sin
376 7a PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES

que ella se percatase de la suplantación teniendo una intensa


relación sexual con ella. Cuando volvió Anphytrion se enteraría
del engaño cometido por Zeus. Alcmene tendría dos hijos geme­
los aceptando solamente a uno de ellos, Iphicles, desechando a
Heracles, el hijo de Zeus, que fue abandonado en medio del
campo para que muriera, pero sería salvado y amamantado por
Hera en el monte Olimpo. Más tarde Alcmena y Anphytrion
aceptarían la vuelta de Heracles al reino siendo tratado y edu­
cado como un hijo. Pero su violento carácter, que le llevaría a
matar a su instructor Linus, hizo que Alcmene volviera a sepa­
rarle de la corte y mandaría al joven como pastor a cuidar los
rebaños de Thespius.
XXV. RELATOS HISPANOS E IRLANDESES

i. E l relato hispano - griego de la profecía

DEL NACIMIENTO DE HABIDIS (HABIS), NIETO E HIJO

INCESTUOSO DEL REY DE TARTESSOS: TRAERÁ LA DESGRACIA

al reino . I ntentos del rey para evitar la profecía .

A bandonado entre las fieras . Su adopción en

secreto . P erdón del rey de T artessos . E dad adulta :

H abidis , rey de T artessos

El asentamiento en España de los habitantes de Anatolia puede


ofrecer también alguna relación con el relato de Habis, hijo inces­
tuoso del rey de los Tartessos, Gárgoris, con su hija. La vergüenza
del rey por el nacimiento del niño le llevó a querer matarlo. Des­
pués de mandar abandonarlo en plena naturaleza entre las fieras el
niño logró sobrevivir amamantado por la leche de los animales.
Después volvería repetidas veces a abandonar al niño en lugares
inhóspitos y llenos de peligro pero Habidis siempre lograba sal­
varse milagrosamente, protegido por las fieras que en teoría
deberían de haber terminado con él, siendo finalmente adop­
tado por una manada de ciervos con los que viviría y crecería.
Un día fue apresado por unos cazadores y presentado como
regalo a Gárgoris quien reconoció a Habidis que arrepentido
de todos sus actos lo nombró heredero del trono de Tartessos.
378 7a PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS. HISPANOS E IRLANDESES

2. El relato irlandés de la profecía del nacimiento de

DEIRDRE: ORIGEN PREHISTÓRICO DEL RELATO.

H ija de la hermana del rey del U lster . T raerá

LA DESGRACIA AL REINO. INTENTOS DEL REY PARA EVITAR

LA PROFECÍA. Su CAUTIVERIO SECRETO EN UNA FORTALEZA.


SU RELACIÓN SENTIMENTAL CON NAISI Y EL REY CONCHUBAR.
T raición del rey . E dad adulta : la guerra civil

Y LA PÉRDIDA DEL TRONO DEL REY CONCHUBAR DEL ULSTER

Los trágicos amores de Deirdre con el guerrero del Ulster


Naisi, hijo de Usnach, nos ofrecen la parte sentimental por
excelencia del Ciclo del Ulster. El relato aparece en el Lebor na h-uidre
(Libro de la vaca parda, año noo) y en el Lebor Laigen (Libro de Leinster,
s. XIl) entre otros documentos. Geoffrey Keating, en el s.
XVIII, lo recopilaría en su Historia de Irlanda (Foras Feasa ar Erinn).
Un día el rey Conchubar del Ulster, acompañado de sus gue­
rreros de la Rama Roja, asistió a un banquete en casa de Feidh-
lim, su poeta narrador de relatos. Durante el banquete del
vientre de la esposa del anfitrión sale un tremendo alarido, la
esposa se encuentra embarazada y pronto dará a luz una bella
niña, Deirdre. Pero el druida de la corte, Cathbhadh, después
de estudiar las estrellas y las nubes predijo una terrible profecía
que acompañaría a la niña en su vida. Según el druida Deirdre
llevaría la desgracia al reino. A Conchubar le fue sugerido que
terminara con la vida de la niña en aquel mismo momento,
pero apiadándose de la pobre criatura considero mejor inten­
tar evitar el tenebroso destino augurado por el druida, hacién­
dose cargo de Deirdre hasta una edad en la que pudiera casarse
con ella y de esta forma romper la terrible maldición:

Ni déantar, ar Conchubar, acht béaraidh mise liom i agus


cuirfead da hoileamhan i go raibhe n-a haonmhnaoi agam
fein.
XXV. RELATOS HISPANOS E IRLANDESES 379

No se hará, dijo Conchubar, con la condición de yo mismo


asegurarla conmigo y ponerla a educar sola para que sea una de
las esposas mías

Keating: Libro I, XXXII, 2947-1949.

[nÍ= no; DÉANTAR= hacer? ACHT= excepto, condición; BÉARAIDH (v. BIAR)= mantener, sopor­
tar; MISE= yo mismo; LIOM= conmigo; í= ella-, AGUS= y; CUIRFEAD (v. CUR)= poner; HOILE-
AMHAN= educar-sola; GO RAIBHE= sea; HAONMHNAOI (AON-MNA) = una de las esposas-, AGAM=
de mí; FEIN= mismo].

Deirdre crecería durante catorce años en una solitaria fortaleza


acompañada solamente de una sirvienta, Leabharcham. Durante
aquellos años el reino del Ulster con las brillantes hazañas de sus
guerreros de la Rama Roja fue el más próspero y el más temido, y
de todos los paladines de Conchubar los hijos de Uisneach eran
los más poderosos y admirados: Naoise, Ainle y Ardan. El
momento en el que la niña se había convertido en mujer había lle­
gado y el rey del Ulster empieza a ultimar los preparativos para
casarse con Deirdre. Con el paso de los años Deirdre se ha conver­
tido en una bella joven, mientras que Conchubar es ya un
anciano, y Deirdre no se siente atraída por el rey. Ateniéndonos a
la versión de Keating, un día de nieve el tutor de Deirdre mata un
ternero para comer, su sangre se esparce sobre la nieve y un cuervo
viene a beber su sangre. Deirdre que está observando después de
unos momentos de reflexión le dirá a su sirvienta que le gustaría
casarse con un hombre que tuviera los tres colores que estaba
viendo: «su pelo del color del cuervo, su mejilla del color de la
sangre del ternero, y su piel del color de la nieve». Leabharcham
le dará una respuesta sorprendente a Deirde, aquel hombre existe
es Naoise, hijo de Ushnach, uno de los guerreros de Conchubar:

Atá a shamhail sin d’fhior réráidhtear Naoise mac Uisneach


neachh, agus bhfochair Chonchubair san teaghlach.

Es parecido ciertamente al llamado Naoise, hijo de Uisneach,


y próximo a Conchubar en su hogar.

Keating: Libro I, XXXII, 2962-2965.


38O 7a PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES

[atÁ= que es; SHAMHAIL= parecido; SIN= ese; D’FHIOR (do FIOR)= cierto; RE= antes; RÁIDHTEAR
(RAITECH)= un dicho, apodado; BHFOCHAIR (dOCHAIr)= presencia; proximidad; SAN= en su;
TEAGHLACH= familia, hogar].

Entonces Deirdre le ruega a Leabharham que en secreto se


ponga en contacto con el joven. Naoise recibe el mensaje y se
entrevista con Deirdre, quien le confiesa su amor y su deseo de
escapar con él, lejos del poder de Conchubar. Naoise acepta pero
con gran desasosiego, temiendo el gran poder y la ira del rey. No
marcharán solos, los hermanos de Naoise: Ainle y Ardan, tam­
bién irán con ellos y un grupo de sus más fieles guerreros. Ambos
jóvenes y sus compañeros deciden fugarse del reino, hasta un
lugar donde la ira del rey no pueda darles alcance en su destierro
voluntario. Alba (Escocia) será el lugar buscado y suficientemente
lejano para poder escapar del largo y poderoso brazo de Conchu­
bar. Con el tiempo los nobles del Ulster se lamentan de que los
hijos del Ushnach, queridos y respetados, tengan que permane­
cer en el exilio por culpa de la debilidad de una mujer y le piden a
Conchubar que les perdone y les permita volver al Ulster. Con­
chubar accede y manda un emisario. Los años han pasado y los
hijos de Usnach han creado un floreciente reino en Alba. Un día
llega un emisario de Conchubar, Fergus (Fearghus) hijo de Rogh,
les trae el perdón del rey y su deseo de que vuelvan sanos y salvos
al Ulster. Los años fuera de Irlanda les hacen desear la vuelta en
especial la Deirdre, quien insiste vehemente en el regreso. Pero
Naoise y sus hermanos temen que todo sea una trampa urdida
por el rey, afortunadamente Fergus es uno de los hombres más
respetados de Irlanda e incapaz de aceptar ser portador de una
inmfamia semejante. No sin recelos y empujados por los deseos
de Deirdre de volver al Ulster, los hijos de Usnach, confiando en
la palabra de Fergus, vuelven a su tierra natal; Pero como temían
la traición se ciñe sobre ellos, nada más llegar Conchubar ordena
a sus guerreros más fieles que terminen con los tres hermanos.
Espada en mano los hijos de Usnach van aniquilando a todos los
XXV. RELATOS HISPANOS E IRLANDESES 381
guerreros que en oleadas les son enviados, pero al final ante la
enorme superioridad numérica serán vencidos y muertos. Deir-
dre comprende entonces el gran error cometido y ante los reque­
rimientos de Conchubar para que sea su esposa prefiere suici­
darse y acompañar a su amado en su viaje mortal.
Pero las calamidades no han terminado todavía, Fergus, quien
inocentemente había sido el emisario del rey, sin saber nada de la
venganza fraguada monta en colera y se enfrenta contra Conchu­
bar. Fergus, anterior rey del Ulster a quien Conchubar le había
robado el trono mediante una estratagema, es el jefe más poderoso
en el reino después del rey, y muchos de los guerreros después de
comprobar la traición cometida por el rey Conchubar se ponen
al lado de Fergus, incendian la capital del reino del Ulster, Emain
Macha, y posteriormente se pondrán al servicio de la reina de
Connacht, Maeve, desde cuyas tierras seguirá devastando el terri­
torio del Ulster, llegando en la ya comentada Tain bo Cuailgne (Razzia
por el ganado de Cooley) a su máxima expresión, Fergus y sus guerreros
de la Rama Roja se enfrentarán contra Cuchulainn y sus antiguos
amigos del Ulster. La guerra civil, y el Ulster envuelto en llamas,
muestran al final que la profecía del druida se ha cumplido,
Deirdre habrá llevado la desgracia al reino.
Conchobar, hijo de Nessa y Cathbad, gracias a la astucia y mal­
dad de su madre llegará a ser rey. Nessa esposa de Ferdiad Mac
Roíg rey del Ulster, un día mediante engaños logra que este le
conceda el honor de que su hijo Conchubar pueda ser rey por un
solo día. Una vez que Conchubar ocupa el trono logra rodearse
de leales e impide que Fergus vuelva a ser rey. Cathbad, padre de
Conchubar, file del Ulster y adivino, preconizará a Conchubar
la terrible prfecía del nacimiento de la bella Deirdre.
La capital del Ulster aparece como histórica en los manuscri­
tos irlandeses. Ard Macha (Armagh) ateniéndonos al manuscrito
Los Anales del Ulster, fue fundada en el año 444 d.C. También
Conchubar se nos ofrece como personaje histórico:
382 7» PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES

Anno Domini CCCCXLIIII. Ard Macha fundata est.

Anno Domini 444- Ard Mach fue fundada.

Anales del Ulster: 444 •

Dicho manuscrito nos dirá también que la ciudad fue incen­


diada después de una batalla en el año 671:

Anno Domini dclxxi. Bellum Dungaile m. Maele Tuile; agus


combustio Aird Machae agus domus Tailli filii Ségéne.

AD 671. La batalla de Dungal hijo de Maele Tuile; y el incendio


de Ard Macha y de la casa de Taille hijo de Segeni.

Anales del Ulster: 672.

[bellum= batalla-, M. (mac)= hijo; COMBUSTIO= incendio; AGUS= y; DOMUS= casa; FILII= hijo].

Su importancia histórica quedaría más tarde demostrada en el


s. VI d.C. al convertirse en el centro religioso de toda Irlanda:

Anno Domini cccccl. Quies Dauiuidis Farannaini, filii


Guaire I Fharannain, episcopi Ard Macha et legati totius
Ibernie.

AD 550- Reposo de Dáuídis de Fharannan, hijo de Guaire


descendiente de Fharannan, obispo de Ard Macha y legado de
toda Irlanda.
Anales del Ulster: 551-

tQuIES- reposo; FILII = hijo; EPISCOPI= obispo; TOTIUS= todo].

El tema de predecir el futuro estaba muy arraigado en la cul­


tura de los escitas y será una vez más Heródoto el que nos
informe sobre las profecías que los reyes escitas, lo mismo que
los irlandeses siglos más tarde, reciben y creen de sus astrólogos
o adivinos. Los adivinos escitas lograban su magia gracias a gran­
des haces de varas que depositaban en el suelo, después pronun­
ciaban una fórmula adivinatoria y amontonaban las varas orde-
XXV. RELATOS HISPANOS E IRLANDESES 383

nándolas una por una, como si de un juego de cartas se tratara;


en función de la posición en que quedaran las varas deducían sus
vaticinios (Heródoto: Libro IV, 67).
Magnus Maclean, antes que Dumezily Grisworld, señalaba en
1902 la gran antigüedad de algunos relatos irlandeses indicando
su origen prehistórico asociado a las invasiones indoeuropeas.
Maclean nos pone como ejemplo el relato de Deirdre:

... «Deirdre and the Sons of Uisneach» does ñor belong,


strickly speaking, to the mythological cycle; yet it is prehistoric
and mythical in every other respect... Indeed it may have
sprung, as Mr. J. F. Campbell maintains, from some indo-
European romance, the common heritage in one form or
other of the Aryan family from India to Ireland.

... «Deirdre y los hijos de Uisneach» no pertenecen, directa­


mente hablando, al ciclo mitológico; sin embargo es prehistó­
rico y mítico en cualquier otro aspecto... Ciertamente pudo
haber surgido, como Mr. J. F. Campbell mantiene, de algún
romace indo-europeo, la herencia común de una forma o de
otra de la familia aria desde la India a Irlanda.
Maclean: 146.

3. E l relato irlandés de la profecía del nacimiento

DE LUGH, HIJO DE EATHNE: TRAERÁ LA DESGRACIA AL REINO.

I ntentos del rey para evitar la profecía .

C autiverio secreto de E athne en una fortaleza .

E dad adulta de L ugh , hijo de E athne .

L a muerte de B alor a manos de su nieto

Los relatos de Deirdre y de Ciro también tienen otro relato en


parte parecido en una época primitiva, me refiero a la profecía de
la muerte de Balor a manos de su nieto. Balor, el del ojo mortí­
fero en su nuca, uno de los caudillos de los fomores aparece
mencionado en ¡os Anales de los Cuatro Maestros como uno de los
héroes que participó en la batalla de Magh Tuireadh en la que
Balor daría muerte a Nuadha Mano de Plata rey de los Tuatha Dé
384 7* PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES

Danann, el hecho acontecerá, según el manuscito, en el año del


mundo 3330. De dicho relato nos informajohn O’Donovan en
su edición de Los Anales de los cuatro maestros en 1851 al referirse a
Balor. El relato es como sigue: Un druida profetizo a Balor que
moriría a manos de su nieto, Balor solamente tenía una hija,
Ethnae, y para evitar el maleficio la encerró en una fortaleza en
Tory Island donde solamente podría ver a las doce matronas que
convivirían con ella, quienes tenían orden de nunca hablar a la
niña de sexo ni permitir la proximidad de un hombre a la forta­
leza. La niña creció en aquel lugar y sus preguntas sobre las gen­
tes que pasaban en barco cerca de la costa y de otros lugares exis­
tentes nunca tuvieron respuesta. Balor mientras tanto logro
hacerse inmensamente rico y poderoso, venciendo a muchos
enemigos y capturando muchos barcos, pero su ambición no
podía quedar totalmente satisfecha hasta que no lograra
poseer la vaca más famosa de Irlanda, conocida con el nombre
de Glas Gavlin, que pertenecía a Mac Keenley caudillo de los
territorios al otro lado de la isla. Para lograr su objetivo Balor,
con sus artes mágicas, se transformo en un niño pelirrojo y se
dirigió a la fragua del hermano de Mac Keenley, Samhthain,
sabiendo que éste se encontraba allí para forjar una espada, con
su magnífica vaca a la que nunca soltaba del bridal, no obstante
se la dejo unos momentos a su hermano, momentos que apro­
vechó Balor, quien engañó a Samthain diciéndole que sus dos
hermanos estaban hablando de tomar todo el hierro para forjar
la espada de Mac Kineely. Samthain enfurecido dejó en custodia
la vaca al niño y se fue a hablar con sus hermanos. Tan pronto
como el herrero hubo desaparecido Balor recobró su apariencia
y salió huyendo con la vaca hasta su territorio.
Guando Mac Keenly se enteró de quien había sido el autor
del robo ideó una terrible venganza. Enterado de la profecía y
del lugar donde se encontraba encerrada la joven Eathne, se dis­
frazó de mujer y pidió refugio en la torre diciendo que había
XXV. RELATOS HISPANOS E IRLANDESES 385

logrado escaparse de la terrible cautividad de un tirano. Una vez


dentro de la torre logró enamorar a Ethnae quien quedaría
embarazada y posteriormente daría a luz a tres niños. Al ente­
rarse Balor mandó matar a los niños arrojándolos al mar pero
uno logró salvar la vida gracias a las artes mágicas de una «bans-
hee» que se lo llevó en secreto a su padre Mac Keenly. Balor
enfurecido cruzó el mar y llegado al territorio de Mac Keenly se
enfrentó con él y le cortó la cabeza. Los años pasaron y el hijo de
Mac Keenly una vez mayor y sabiendo como murió su padre
esperó el momento de su venganza. Un día que Balor fue a la
fragua para encargar la fabricación de algunas lanzas y sin saber
que el ayudante del herrero era su propio nieto en un momento
en el que se encontraban solos y Balor confiado, le atravesó con
un hierro al rojo los dos ojos, de la frente y el maligno de la
nuca capaz de matar a todo los que miraban. De esta manera la
profecía del druida una vez más se cumpliría.

4. La profecía irlandesa del NACIMIENTO DE PARTHOLON:


TRAERÁ LA DESGRACIA AL REINO. MUERTE DE LOS REYES.

E xilio de P artholon a E spaña e I rlanda

Acusado de matar a su padre y a su madre, reyes del asentamiento


griego de Sicilia, quienes deseaban otorgar el reino a su hermano,
Partolón viendo en peligro su vida escapa apresuradamente de la
colonia junto con sus esposas y algunos de sus guerreros más fieles.
Después de su huida se establecen durante un cierto tiempo
en la Península Ibérica. Según el Leabhar Gabhála su permanencia
en España sería de tres días, tiempo de estancia poco creíble y
que pudo indicar un período de años bastante prolongado.
Finalmente desde España se embarcaría rumbo a Irlanda donde
llegaría a través del mar en la decimoséptima luna.
Después de diez años de la llegada de Partholon y los suyos a
Irlanda tuvieron que luchar con unos nuevos invasores, los
386 7* PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES

fomores (Fomoraigh). La batalla final contra los fomores ten­


dría lugar en el lugar conocido como Magh Ith (Llanura de
Ith), logrando Partolón y sus hombres una amplia victoria.
Debido a una epidemia, doscientos trece años después de la
muerte de Partholon, todos sus descendientes y los descendien­
tes de sus seguidores morían. De esta manera, y por segunda
vez, todos los habitantes de la isla morían dejando el país des­
ierto hasta la nueva oleada invasora que sería la de Neimhedh
treinta años más tarde.

5. El relato irlandés de la profecía del nacimiento


DE BRUTUS: SIMILITUD CON LOS RELATOS DE PARTHOLON
Y Butes

Otro relato, asociado al de Partholon es el de Brutus. Sabemos


que alrededor del año 500 a.C. existieron una serie de pueblos
en Italia y Sicilia que pueden guardar relación con nuestro estu­
dio. Tenemos a los «bruttii» que fueron un pueblo asentado en
el sur de Italia, presumiblemente de origen griego; en la zona
oeste de Sicilia el pueblo de los sicanius de origen ibero y en la
zona este el de los siculi venido de la península itálica. Aeneas
después de la guerra de Troya, si los datos de Diodorus Siculus
son ciertos, fue permitido con algunos de los suyos de abandonar
el territorio de Anatolia en el Egeo. Así lo hizo y fundo un nuevo
reino en Italia, siendo su hijo Ascanio el fundador de la ciudad
de Alba Longa en las orillas del río Alba que posteriormente se
llamaría Tiber, considerándose a Aeneas y a su hijo como los
fundadores de Roma (Diodurus Libro VII, 5. 2-6). Geoffrey de
Monmouth en su Historia nos ofrece este mismo relato amplián­
dolo con el relato de Bruto, descendiente de Aeneas, y su con­
quista de Bretaña. Podemos ver a continuación como el relato de
Geoffrey de Monmouth sobre Brutus y el de Partholon son el
mismo en su argumento principal. Brutus, príncipe de Troya,
XXV. RELATOS HISPANOS E IRLANDESES 387

nació bajo una terrible profecía: sería el causante de la muerte de


sus padres. Fue concebido incestuosamente, su madre murió al
dar a luz y Brutus mató a su padre en un accidente
Brutus aparece como figura pseudo-histórica en el poema
Brut, escrito en inglés por Layamon a finales del s. XII, referente
a la leyenda del rey Arturo. La obra es una ampliación con
motivos nuevos del Román de Brut escrito en francés por Wace
pocos años antes. Ambos poemas podemos pensar con lógica
que se basan en parte en la obra escrita en latin, en el s. XX, por
Geoffrey de Monmouth Historia Regum Britanniae (Historia del Reino de
Bretaña). Brutus, ateniéndonos a estas obras, fue el primer rey
de los celtas britanos, que expulsado a los quince años de edad
de Italia, debido a que mata en un accidente de caza a su padre,
después de recorrer diversos países desembarca en Gran Bre­
taña, estableciendo su reino en el sur de Inglaterra a las orillas
del río Támesis.
Ateniéndonos al contenido de la Historia Regum Britanniae los
orígenes de Brutus nos llevan a Grecia: Después de la Guerra de
Troya marcha a Italia donde lucha contra los hombres del rey
Latinus y después de vencerles le arrebata el reino y toma a su
hija Lavinia. A la muerte de Aeneas le sucede en el trono de Italia
Ascanius quien tendrá un hijo, Silvius. Silvius se casa con una
sobrina de Lavinia quien al quedar embarazada los adivinos pro­
fetizan un trágico acontecimiento. Nacerá un niño que causará
la muerte a su madre y a su padre, ese niño será Brutus. Los adi­
vinos no se habían equivocado en sus predicciones, en el parto
muere la madre y cuando Brutus tiene quince años en un acci­
dente de caza mata a su padre con una flecha: la profecía se había
cumplido. Por esta razón fue expulsado de Italia y buscó refugio
en Grecia. Pero allí se encontrará conn una dolorosa sorpresa,
sus antecesores troyanos se encuentran sometidos a la esclavitud
a manos de los griegos. Pronto Brutus logrará fama como hábil
guerrero y serán muchos los troyanos que se unan a él. Brutus
388 7 PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES
a

pide a Pandrasus, rey de los griegos, que libere a los troyanos de


la esclavitud y que puedan abandonar el suelo griego en paz.
Pandrasus contesta preparando un gran ejercito que será derro­
tado y hecho prisionero su rey por los troyanos capitaneados por
Brutus, pese a ser éstos una fuerza mucho menor. Entonces
Brutus pide al rey griego, a cambio de salvar su vida, que les deje
embarcarse rumbo a otras tierras lejanas, tembién le pedirá en
matrimonio a su hija mayor, Ignoge, pues de esta manera logra­
rán oro, plata, barcos y todo lo necesario para poder partir.
Pandrasus acepta el trato muy a su pesar y permite ser rehén de
los troyanos hasta que se embarquen. Los barcos troyanos reco­
rrerán el Mediterráneo, llegan a una isla desierta llamada Leo-
getia en la que existe un templo de la diosa Diana, Brutus dor­
mido a los pies del altar tiene un sueño en el que la diosa le dice
que encontrará una isla desierta, pasada la Galia, en la que fun­
dará un reino. Los troyanos se embarcan rumbo al lugar soñado
por Brutus. En su largo viaje irán a Africa, luego a España y por-
teriormente a Francia, en Aquitania lucharán contra sus habi­
tantes saqueando el país. Fuandan la ciudad de Tours y poste­
riormente se embarcan de nuevo rumbo a la isla de Albion
(Gran Bretaña) estableciéndose finalmente a las orillas del
Támesis. Allí funda una ciudad que llama Troya Nueva (poste­
riormente Trinovantum) donde al morir será enterrado.
Greoffrey considera a Brutus el primer rey celta asentado en
Gran Bretaña, y también nos dice que las palabras Bretaña y bri-
tanos derivan del nombre de Brutus, así como su lengua:

Brutus llamo entonces a la isla Bretaña en honor a su nombre,


y a sus compañeros paso a llamarlos «britanos». Su deseo era
perpetuarse con su nombre. Más tarde la lengua de sus pueblo
conocida como lengua troyana o griego dialectal pasaría a lla­
marse «britano» por la misma razón.

Monmouth: 1982, I. 16
XXV. RELATOS HISPANOS E IRLANDESES 389

Los orígenes griegos de Brutus y su historia muestran tam­


bién una gran similitud con el relato de Brutus que nos ofrece
Diodorus Siculus. Diodorus nos menciona un héroe griego,
Theseus, quien deseoso de emular las hazañas de Hércules quiso
realizar una serie de «labores». La primera de ellas consistió en
enfrentarse en un duelo a muerte con Corynetes, llamado así
por llevar un «koryne», palo enorme con el que combatía
(Libro IV. 59. 1-6). En la Historia de Geoffrey aparece el héroe
Corineus identificable con el Corynetes de Diodurus. Brutus en
su viaje a la isla de Bretaña se encontró con otro grupo de emi­
grantes troyanos capitaneados por un formidable guerrero lla­
mado Corineus, quien combatía con un enorme hacha y más
tarde se asentaría en Cornualles con su clan, su primer contacto
tuvo lugar pasadas las columnas de Hercules en su viaje a Bretaña
(Monmouth, I, I.12). Al morir Brutus dividió la isla entre sus
tres hijos, al primero le dió Inglaterra, al segundo Gales y al
tercero Escocia. A estos tres hijos A., B. Rees los comparan con
los tres clanes descendientes de Neimhed, considerando que
pudiendo ser Partholony Corineus él mismo héroe.
Diodorus nos habla de un héroe, Butes, que muestra una
gran similitud con la historia de Brutus. Bores rey de los tracios
tuvo dos hijos de madres diferentes, Butes y Lycurgus. Butes
conspiró contra su hermano y al ser descubierto Lycurgus
ordenó que se embarcara con sus allegados tracios y cómplices
en la trama. Después de pasar las islas Cíclades (Cyclades) Butes
y los suyos llegaron a la isla de Strongyle, isla de Naxos para
Diodorus. Al no tener mujeres optaron por robarlas en los
territorios más próximos. Después de morir Butes los tracios
vivieron en la isla durante más de doscientos años, pero una
sucesión de sequías les hizo desaparecer de la isla (Diodorus,
Libro V. 50. 1-5).
XXVI. LA INFLUENCIA IRLANDESA
EN CALDERÓN DE LA BARCA

i. E l relato de la profecía del nacimiento


de Segismundo en el drama

La vida es sueño de Calderón de la Barca

Si la posible influencia hispano-escita no puede dejar de sor­


prendernos podemos ofrecer por último una posible influen­
cia, en este caso irlandesa en la literatura española, que a mane­
ra de ejemplo nos puede indicar como estas posibles relaciones
han podido llegar a tener lugar. Me refiero a la gran similitud
entre La vida es sueño de Calderón de la Barca (1600-1681) y el
relatro de Deirdrej los hijos de Usnach del primitivo Ciclo del Ulster.
Similitud que es tan grande que nos inclina a pensar en una
relación directa entre ambos relatos.
En La vida es sueño de Calderón de la Barca nos encontramos
con un rey, en este caso rey de Polonia, versado en astrología
que ha deducido de ciertos horóscopos que su hijo al nacer
traerá consigo un terrible maleficio, se producirá la guerra
civil en el reino de Polonia y el rey perderá su trono. Para evi­
tar dicho maleficio Basilio, rey de Polonia, mandará internar
a su hijo en una fortaleza, entre montañas, alejada de todos los
XXVI. LA INFLUENCIA IRLANDESA EN CALDERÓN DE LA BARCA
391

lugares habitados, atado con cadenas el resto de su vida, y cre­


cerá bajo la custodia y el cuidado de un criado, Clotaldo, de
esta forma intentará evitar que el maleficio de la profecía se
cumpla. Además el rey nombra sucesores al trono a sus sobri­
nos Astolfo y Estrella. En su soledad en la fortaleza, un día lle­
gará al lugar Rosaura y en sus dulces palabras Segismundo
encuentra su único consuelo. Los años han pasado y el rey cree
que la profecía puede ser evitada, por lo que manda llevar a
palacio dormido a Segismundo, ofreciéndole una oportuni­
dad para que pueda cambiar su destino:

Basilio A Segismundo, mi hijo,


el influjo de su estrella,
vos lo sabéis, amenaza mil
desdichas y tragedias.
Quiero examinar si el cielo
(que no es posible que mienta,
y más habiéndonos dado
de su rigor tantas muestras
en su cruel condición),
o se mitiga o se templa
por lo menos, y vencido
con valor y con prudencia,
se deslice; porque el hombre
predomina en las estrellas.
Esto quiero examinar,
Trayéndole donde sepa
Que es mi hijo, y donde haga
De su talento la prueba.

Calderón: La vida es sueño,


Segunda Jornada (escena II).

Basilio horrorizado ante el comportamiento de su hijo


manda llevarlo dormido de nuevo a la fortaleza, para que piense
que todo ha sido un sueño. Pero al final, con la ayuda de solda­
dos que se rebelan se opondrá a su padre tomará el trono y la
profecía inexorablemente se cumple. Segismundo siendo rey
obligará a Astolfo a casarse con Rosaura y él mismo se compro­
392 7a PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS, HISPANOS E IRLANDESES

meterá con Stella perdonando a su padre. Sorpendentemente el


único que recibirá castigo de prisión será el soldado que libera a
Segismundo e incita a la revolución contra El rey, por conside­
rar que Segismundo es el legítimo heredero de la corona y la
acción de Basilio reprobable:

Uno Si así a quien no te ha servido


Honras, ¿a mí, que fui causa
Del alboroto del reino,
Y de la torre en que estabas
Te saqué, qué me darás?
Segisrmmdo La torre; y porque no salgas
della basta morir,
has de estar allí con guardas;
que el traidor no es menester,
siendo la traición pasada.

Calderón: La vida es sueño,


Tercera Jornada (escena XIV).

Pese al final feliz que Calderón nos ofrece en su drama la pro­


fecía que las estrellas le han vaticinado a Basilio inexorablemente
se ha cumplido: Segismundo habrá llevado la guerra civil al reino
y el destronamiento del rey. Pese a lo anterior Calderón trata de
demostrai' qne nunca ha existido dicha profecía, solamente la
conducta irresponsable de Basilio y sus supersticiones al creer
erróneamente en el vaticinio de las estrellas son las que habrán
forzado aquella lamentable situación.

2. R elación con los relatos de D eirdre y C iro

Como podemos ver en La vida es sueño de Calderón de la Barca nos


encontramos con un argumento muy parecido, en esta obra tam­
bién tenemos a un rey, en este caso rey de Polonia, quien vivirá
bajo la amenaza de un maleficio similar al del rey del Ulster: su
hijo al nacer trae consigo un terrible maleficio, la guerra civil al
reino de Polonia y el rey perderá su trono. También en el relato
XXVI. LA INFLUENCIA IRLANDESA EN CALDERÓN DE LA BARCA 393

de Heródoto al rey de los medas, Astíganes, según la profecía le


será arrebatado el reino por el recién nacido. Y también lo
mismo que Conchubar hizo con Deirdre, en el relato irlandés, el
rey polaco de Calderón mandará internar a su hijo en una forta­
leza alejada de todos los lugares habitados y con un criado que
cuide de él, de esta forma intentará evitar el maleficio de la pro­
fecía. Astíganes, en el relato de Heródoto, primero manda
darle muerte pero después cuando cree que la profecia ya no
existe lo manda lejos a Persia. Pero al final como en el relato de
Deirdre y Naisi la profecía inexorablemente se cumplirá y los tres
reyes perderán sus tronos, y serán los más leales colaboradoes del
rey por venganza los que prepararán la guerra civil en el reino.
De todo lo anteriormente expuesto, con los documentos
aportados, cada lector podrá sacar sus propias conclusiones al
respecto. Las similitudes existentes nos pueden llevar a pensar
que Calderón conocía este relato irlandés. Quizá los irlandeses
que venían huyendo del dominio inglés y que en siglos posterio­
res sus nobles y eruditos se refugiarían en los colegios de los
Irlandeses españoles como fueron los de Alcalá de Henares y
Salamanca. Fundados por la corona española para proteger su
religión y cultura, estos centros fueron un buen vehículo trans­
misor de la cultura irlandesa y fácilmente Calderón pudo tener
acceso a todo ello, en especial por su proximidad geográfica con
Alcala de Henares. También podemos pensar en la posibilidad
de que el relato de Heródoto sobre Ciro pudiera haber llegado a
conocimientos de Calderón a través de alguna traducción de este
relato del autor griego, pero como podemos ver el relato de Cal­
derón es mucho más parecido al irlandés que al escrito por
Heródoto. Si existe dicha influencia lo lógico es pensar que
pasara a través de los hispano-escitas a Irlanda para siglos des­
pués con nuevos elementos autóctonos volver a España donde le
serían incorporados nuevos apartados en la obra de Calderón.
394 7a PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS. HISPANOS E IRLANDESES

3. Geoffrey Keating, Calderón de la Barca


y los Colegios de los Irlandeses en España

Geoffrey Keating (1570-1649) en su obra Foras Feasa ar Eiñnn (His-


toria de Irlanda) nos ofrece el relato de Dirdre y sabemos que Kea­
ting estudio en España, primero en la Universidad de Alcalá y
posteriormente en la de Salamanca donde se doctoró en Teolo­
gía. En ambas universidades estudio Calderón de la Barca en
años próximos a los que Keating estuvo allí, por esta razón es
más que probable que su relato de Deirdre fuera conocido por
Calderón. El contacto de Calderón con temas irlandeses o bri­
tánicos no es nuevo, en su drama en verso La cisma de Inglaterra, ela­
borado según algunos especialistas en su juventud quizás antes de
l627’ nos ofrece la visión española sobre los amores de Enrique
VIII de Inglaterra y Ana Bolena y el desdén hacia su esposa Cata­
lina de Aragón. En El purgatorio de San Patricio nos ofrece un argu­
mento eminentemente irlandés, tema que ya había sido tratado
por Juan Pérez de Montalban y cuya obra posiblemente Calde­
rón conocía, la obra de Montalbán publicada en Madrid por
primera vez en l627. se hizo famosa en Europa y de ella se hicie­
ron 27 ediciones (véase El purgatorio de San Patricio, de J. M. Ruano
dé la Haza, Liverpool U. P. 1988, pp. 21 ss.) siendo traducida
a diversos idiomas entre ellos el francés, el portugués y el ita­
liano. El purgatorio de San patricio existe como lugar geográfico
en Irlanda y sobre dicho lugar existe una leyenda medieval que
nos lleva al s. IV época en la que San Patricio vivió y predico en
dicha isla. Pero el tema que nos ocupa en este apartado es emi­
nentemente el drama de Calderón La vida es sueño y su posible
relación con Irlanda. Calderón nace en el año 1600, año en el
que reina Felipe III, rey que lo mismo que su padre, Felipe II,
sigue una política de amistad y ayuda a los irlandeses frente al
creciente control de Inglaterra sobre Irlanda. Es la época de
relaciones amistosas político-religiosas entre España e Irlanda,
XXVI. LA INFLUENCIA IRLANDESA EN CALDERÓN DE LA BARCA 395

en la que se fundan los colegios de los irlandeses en España, de


los que son buen ejemplo de ello en la actualidad los edificios del
Colegio de los Irlandeses en la Universidad de Alcalá y el Cole­
gio Mayor Fonseca antiguo Colegio de los Irlandeses en la Uni­
versidad de Salamanca. En estos centros españoles los irlandeses,
huyendo del férreo control protestante a que les tenían someti­
dos los ingleses, podían estudiar principalmente teología para
llegar a ser sacerdotes, cosa que en la Irlanda del s. XVII les estaba
prohibido, y posteriormente volver a su país para continuar la
labor apostólica. Calderón vivió en Madrid y estudio varios años
en la Universidad de Salamanca, todo ello junto con su pro­
funda religiosidad católica nos hace pensar que lógicamente tuvo
contacto con los colegios irlandeses. Y estos irlandeses conoce­
dores de su ancestral cultura le ofrecieran a Calderón algunas de
sus obras literarias más importantes. De esta manera el Purgatorio
de San Patricio pudo ser conocido por el mismo Juan Pérez de
Montalbán y por Calderón, esta obra era ya conocida en Irlanda
en 1149 en el relato conocido como la Visión de Tundal (véase El pur­
gatorio de San Patricio, dej. M. Ruano de la Haza, Liverpool, U. P.
1988, p. 6.) de la que Henry of Saltrey escribiría posteriormente
una versión en inglés. Ahora bién el argumento de La vida es sueño
de Calderón tiene una gran similitud con el relato irlandés de
Deirdrej los hijos de Usnach, pero este relato hasta el s. xix, que yo
sepa, estaba escrito en gaélico irlandés sin traducción a ninguna
otra lengua y Calderón no podría haberlo traducido del gaélico
debido a que no dominaba dicha lengua. Por esta razón pode­
mos pensar en que el argumento de la obra irlandesa fue con­
tado oralmente a Calderón por alguno de estos estudiantes o
clérigos irlandeses afincados en suelo español.
Podríamos pensar que Keating durante su estancia en España
pudo llegar a tener contacto directo con Calderón y contarle
dicho relato, pero cuando Keating abandonó España en l6lO
para volver a Irlanda, Calderón, nacido en el año 1600, tenía
396 7» PARTE. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS. HISPANOS E IRLANDESES

solamente diez años de edad. Geoffrey fue enviado por su fami­


lia anglo-normanda a Bordeaux y Salamanca para estudiar teo­
logía, volviendo a Irlanda como doctor en teología y dedicán­
dose posteriormente a la labor sacerdotal:

Bom in Tipperary, not of a native Irish, but of an ancient Nor­


man family, as he takes care to inform us. he was at an early age
sent to the continet to be educated to the priest hood............................
After his return from Spain, Keating, now a doctor of divinity,
was appointed to a church in Tipperary, where his fame as a
preacher soon drew crowds together.

Nacido en Tipperary, no de familia nativa, sino de una antigua


familia normanda, de lo que él cuida de informarnos, a una
edad temprana fue enviado al continente para ser educado en el
sacerdocio..........
A su regreso de España, Keating, ahora un doctor en divinidad,
fue enviado a una iglesa de Tipperary, donde su fama como
predicador pronto Congregó a multitudes.
Hyde: 1967, 552 s.

Keating al ejercer como sacerdote en Tipperary fue perse­


guido por la justicia británica debido a que sus sermones religio­
sos no eran del agrado de ciertos gobernantes. Por esta razón
vivió escondido en diversos lugares de la isla. Sería la época en la
que escribiría su Historia de Irlanda en Gaélico, entre 1629 y
en la que aparece el relato de Deirdre, siendo publicada posterior­
mente en Dublín en 1723, durante su vida de proscrito se dedicó
con apasionamiento a preservar la historia y cultura de Irlanda y
para ello consultó los manuscritos que en diversas localidades se
encontraban celosamente custodiados por diversas familias y cla­
nes, logrando que algunos de aquellos manuscritos hoy desapa­
recidos pervivan gracias a la obra de este erudito. Según la tradi­
ción murió a manos de las tropas puritanas de Cromwell en la
iglesia de St. Nicholas durante la rebelión de Eoghan Ruadh
O’Neill de 1641 (véase A. M Brady y B. Gleeve, A Biographical Dic-
tionary of Irish Writers, Lilliput Press).
8a PARTE

LOS ORÍGENES DEL TEMA HEROICO


DE LA TAIN BO CUAILNGE
XXVII. FUENTES PRIMITIVAS DE LA TAIN BO CUAILNCE:
LA INFLUENCIA HISPANO-GRIEGA

i. Hércules, Gerión y la Tain Bo Cuailnge

Es interesante destacar la relación existente entre la Tain Bo Cuailnge


(Robo del ganado de Cooley) y el primitivo relato hispano concerniente
a la lucha cuando Hércules robó el ganado de Gerión. Si repasa­
mos brevemente el argumento de la Tain Bo Cuailnge, podemos
recordar que es considerado quizá el escrito literario más impor­
tante de la literatura gaélica, solamente comparable con la ¡liada
griega. Considerando la lengua en que fue escrita la primera
copia, pudo realizarse en el s. VII u VIII, y los ropajes,armas y
otros objetos indican incluso una época anterior. La esposa del
rey de Connacht, Maeve, ha robado un magnífico toro del rey del
Ulster. El enfrentamiento armado para lavar la afrenta se hace
inevitable, Los dioses ayudan a ambos bandos. También, lo
mismo que en la Ilíada Aquiles cuenta con un poderoso rival,
Héctor, en la Tain Bo Cuailnge el reino de Connacht cuenta con Fer-
diad, campeón de campeones, y hermano de leche de Cuchulain
campeón de los guerreros del Ulster. El rey del Ulster manda a
sus tropas y a Cuchulainn al encuentro de los guerreros de la
4oo 8a PARTE. LOS ORÍGENES DEL TEMA HEROICO DE LA TAIN BO CUAILNGE

reina Maeve. Muchos serán los combates librados entre ambos


ejércitos y muchos también los guerreros muertos, Cuchulainn
amparándose en la oscuridad matará a cien enemigos cada
noche. El acontecimiento más grandioso de la Tain bo Cuailnge es
el duelo entre Cuchulainn y Ferdiad. Después de un impresio­
nante combate durante días será Cuchulainn el que logre ases­
tar un golpe mortal a Ferdiad. El Ulster logra la victoria y los
ejércitos derrotados de Maeve y Ailill tendrán que retirarse
hacia su territorio, Connacht.
Del parecido existente con la Ilíada griega a la que no desme­
rece en fuerza temática y brillantez hemos hablado en páginas
anteriores, bástenos recordar que en la Ilíada Aquiles captura los
bueyes de Aeneas en el monte Ida. Los acontecimientos que se
nos ofrecen en la Tain bo Cuailnge, bien pudieran estar relaciona­
dos con algún acontecimiento histórico o mitológico primitivo
que los monjes llevaron a sus manuscritos disfrazándolo con
adornos eminentemente irlandeses y perpetuando de esta
manera los muchos enfrentamientos armados que los distintos
reyes tenían entre sí. Ahora bien si comparamos este relato
irlandés con el relato de la Lucha por el ganado entre Herculesj Gerión
veremos una serie de similitudes que quizá no sean mera coinci­
dencia y que indiquen una posible relación entre ellos.
La Lucha por el ganado entre Hérculesj Gerión, que en irlandés podrí­
amos llamar Tain Bo Gerión, aparece escrita muchos siglos antes. La
versión más antigua que poseemos aparece escrita en el s. VIII

a.C., por el griego Esíodo en su obra Teogonia, otros escritores


posteriores como Apolodoro también escribirían sobre dicho
relato. El argumento brevemente explicado es el siguiente: Hér­
cules después de atravesar Iberia se dirige a una isla en pleno
océano llamada Erythia. En dicha isla habita Gerión quien posee
un magnífico rebaño de bueyes, y un terrorífico perro. Hércu­
les se enfrenta al perro de Gerión y lo mata, posteriormente le
robará el ganado llevándoselo a través del Océano y de Iberia
XXVII. FUENTES PRIMITIVAS DE LA TAIN BO CUAILNGE 401

hasta la misma Grecia. Gerión indignado por el robo se enfren­


tará en combate con Hércules, pero muere en la lucha a manos
de éste último. Una versión de la leyenda nos indica que la lucha
entre los dos colosos tuvo lugar en el noroeste de Iberia, y des­
pués de que Hércules matara a Gerión construiría una gigan­
tesca torre próxima al mar sobre un promontorio, sería la
famosa torre de Hércules, hoy faro marítimo, existente en la
ciudad de La Coruña.

2. H ércules y la isla de E rythea

Referente a Hércules por los estudios realizados al respecto sabe­


mos que existieron dos Hércules bien diferenciados uno el Hér­
cules Griego, el otro el de los fenicios, egipcios y pueblos del
Oriente Medio. Será este último el Hércules del que Heródoto y
Polibio nos hacen referencia, un héroe solar y marino, Melkart
asimilado al Hercules conocido en Hispania. La relación solar
con las columnas de Hércules en la costa de Cádiz nos indica de
alguna manera un camino solar del dios Hércules cuyo recorrido
final sería la isla de Erytheia que terminaba en la costa más occi­
dental del mundo conocido por los pueblos antiguos y era el lugar
donde al atardecer el sol se sumergía en el mar como sabemos.
La isla de Erytheia (Tierra roja) se considera que pudo ser la
última isla de la tierra donde existía el último dorado atardecer.
Su lugar pudo variar de sitio según las diferentes creencias, que­
daría finalmente fijada cerca de las Columnas de Hércules en el
Atlántico (Dionisio de Halicarnaso, Libro I, 38, 3-39). Aeneas
y los troyanos embarcados con él seguían un rumbo determi­
nado por la profecía de un oráculo. Viajar siempre hacia el oeste
buscando la tierra deseada para fundar su nuevo reino.

Porque cierto oráculo les había profetizado, tal y como algunos


dicen en Dodona, pero de acuerdo con otros en Erythrae (Tie­
rra Roja), un lugar en Monte Ida, donde vivía una sibila de
402 8a PARTE. LOS ORÍGENES DEL TEMA HEROICO DE LA TAIN BO CUAILNGE

aquel país, una ninfa profética, que les había ordenado dirigirse
hacia el oeste.
Dionisio de Halicarnaso: Libro I, 55, 3-5.

Se considera que la traducción bien pudiera referirse a la


sibila de la ciudad de Erythrae en lona y que Dionisio lo hubiera
mal interpretado. Pese a todo ambas posibilidades están conec­
tadas con el mundo griego y con nuestro estudio. El Monte Ida
era el lugar donde Paris guardaba los rebaños del rey de Troya y
su magnífico toro por el que Paris lucharía en unos juegos para
poder poseerlo. La otra Erythrae sería una de las ciudades de
Ionia próxima a Miletus. Ambas interpretaciones del texto nos
llevan a la siguiente conclusión: los troyanos se embarcan rumbo
oeste buscando su último asentamiento siguiendo una profecía.
No llegarían al final de occidente donde se encontraba como
sabemos la famosa isla Eritheia de Gerión. Diodurus Siculus nos
presenta a Hércules como un héroe próximo a los seres huma­
nos su llegada a Iberia la hará acompañado de una flota y se
enfrentará en combate con los hijos de Chrysaor y sus ejércitos
(Libro IV. 18 1-4). Su llegada será por el sur, desembarca en
Gadeira (Cádiz) y después de su victoria y de atravesar Iberia
pasará a la Galia después a Italia en su camino de vuelta a los
territorios griegos. Los acontecimientos mitológicos, cono­
ciendo la costumbre de los escribas primitivos de enmascarar
hechos históricos en relatos míticos, podría indicar una posible
migración de los griegos hasta Iberia.
También la isla donde luchan Hercules y Gerión muestra
dudas de su asentamiento en el relato. Manuel Murguía señalaba
en su obra Galicia, el desdoblamiento del mito de la lucha de
Hércules y Gerion en Galicia y en Andalucía (Tartessos) y su
posible conexión con la primitiva historia de Hispania:

Los más vieron en ellas alegorías; pero unos y otros están con­
formes en asegurar que en su trama se encierran las primeras
XXVII. FUENTES PRIMITIVAS DE LA TAIN BO CUAILNGE 403

nociones de la historia de la península y en especial la de los


pueblos de la vieja Tarteso. Para ellos Gerión es el represen­
tante de la gente céltica que se apodera del país de los túrdulos
(caldeos semitas).
Galicia: 1888, 147 s'

En la versión del sur (Tartessos), Hércules luchará contra


Gerión en una isla próxima a Cádiz, Erythia isla de los bien­
aventurados o isla de los muertos, donde aquel tiene sus rebaños
de bueyes. En la versión del noroeste (Galicia) Hércules también
luchará en una isla sagrada, en las islas Cíes, a las que los roma­
nos llamaban Islas de los Dioses (véase Murguia: Galicia, 1888,
148). Las Islas Cies se encuentran a varias millas de la entrada de
la ría de Vigo en Pontevedra y son la zona más occidental del
continente europeo en su parte sur, solamente rebasadas por
Irlanda en la parte superior.

A estos vagos recuerdos se unen otros no menos importantes,


ligados íntimamente a la gente gallega y tribu de los brigantinos
que pasaron con poblar la Irlanda, Ficción recuerdo hsitórico,
resto de las fábulas griegas, ó hecho real y positivo, todas se
completan en Galicia, todas convergen en ella y su faro Bergan-
tino bajo el cual se dice sepultado el vencido Gerión.

Murguia: 1888, 148 s.

Toro de bronce del s. vi a.C. del suroeste de la Península Ibérica, Moura (Portugal).
Museo Nacional de Arqueología y etnología de Lisboa.
404 8a PARTE. LOS ORÍGENES DEL TEMA HEROICO DE LA TAIN BO CUAILNGE

3. Muerte de Cuchulainn y de Hércules

La muerte de ambos héroes tiene algo en común, será una


mujer quien con artes mágicas termine con la vida de ambos.
Deyanira, esposa de Hércules, llena de celos por haber tomado
Hércules como concubina a Iole, le impregna su túnica con un
poderoso veneno elaborado con la sangre del centauro Neso.
Guando Hércules se pone la túnica esta quedará pegada a su
cuerpo produciéndole terribles dolores, sin poder quitársela y
viendo que su muerte está próxima ordena que sea quemado
sobre una pira, pero nadie quiere encender la hoguera hasta que
pasa por el lugar Peante, rey de Melibea, quien prende la pira y
en recompensa recibe de Hércules su arco y sus flechas. Cuchu­
lainn morirá también victima de la magia de la reina de Con-
naucht; Maeve, que logra debilitarlo al conseguir que el héroe
sea invitado a comer carne de perro, sabiéndose en sus últimos
momentos ordena que sea atado a una roca para morir de pie.

4. Contenido histórico del relato primitivo

Pero lo más sorprendente en estas similitudes es su posible


contenido histórico como podemos ver a continuación. Si en la
leyenda de la torre de Hércules y su lucha con Gerión, en vez de
situar geográficamente los acontecimientos y la torre en el nor­
oeste de Iberia, trasladamos todo ello a la costa sur en una
época próxima a la de Esíodo nos encontraremos en el primi­
tivo reino de Tartessos, y podremos ver que existen una serie de
datos históricos que podrían haber dado pie a ésta o a una
leyenda parecida. En primer lugar sabemos que durante la
época romana próxima al mar existió la llamada Torre de
Cipión, en el mismo lugar que Rufo Festo Avieno (s. IV d.C.)
en su obra geográfica Ora marítima, nos describe las costas del Medi­
terráneo, tomando como base un periplo griego del s. VI a.C.,
XXVII. FUENTES PRIMITIVAS DE LA TAIN BO CUAILNGE 405

y nos menciona la fortaleza de Geronte en la desembocadura


del río Guadalquivir.
En los estudios realizados por Schulten y otros investigadores
Geronte y Gerión serían un mismo nombre así como también el
nombre de Tenón rey de Tartessos quien ateniéndonos a Macro­
bio libraría una batalla naval contra sus enemigos, posiblemente
los fenicios. También el nombre de Gárgoris rey de Tartessos ha
sido conectado con la leyenda de Gerión. Después de todo lo
anterior la torre de Cipión o de Geronte la podemos identificar
con la torre de Hércules, siendo Hércules en este caso el ene­
migo fenicio que derrotaría a los soldados tartesios. Los celtas
hispanos posteriormente llevarían con ellos esta rica tradición
oral que los files y el paso del tiempo convertirían en un relato
notablemente diferenciado con nombres y lugares geográficos
en Irlanda. El eslabón perdido en esta apasionante conexión
historico-literaria de acontecimientos nos lo puede ofrecer en
parte Alfonso X el Sabio en su Primera Crónica general de España,
basada en las mismas o parecidas fuentes primitivas que los escri­
bas irlandeses usaron, como podemos ver a continuación en el
fragmento siguiente de dicha obra:

E cuando Hercules llego a aquel logar, sopo como un rey


muy poderoso auie en Esperia que tenie la tierra desde Taio
fasta en Duero, e por que auie siete prouincias en su senno-
rio fue dicho en las fabliellas antiguas que auie siete caberas;
y este fue Gerion, y era gigante muy fuerte e muy liger, de
guisa que por tuerca derecha auie conquista la tierra e auien
le por fuera a dar los omnes la meatad de quanto auien, tan
bien de los fijos e de las fijas e a los que no lo querien fazer
mataualos..., et cuando sopieron que Hercules uinie, enuia-
ron le dezir, que el, que tantos buenos techos fiziera e tantos
omnes sacara de premia e de mal sennorio, que acorriesse a
ellos, e quel darien toda la tierra. Quando esto oyo Hercu­
les, plogol mucho e fuesse pora alia;... E quando Gerion lo
sopo, fuesse con sus huestes pora aquel logar o fue depués
poblada la cibdat que dízen Crunna, que era estonce yermo.
Hercules enuio dezir a Gerion que las yentes no auien por
4-06 8a PARTE. LOS ORÍGENES DEL TEMA HEROICO DE LA TAIN BO CUAILNGE

que matarse ni por que lazrar, mas que lidiassen ellos amos
un por otro; y el que uenciesse, que fuesse toda la tierra
suya. E Gerion atreuiendose en su ualentia, e demas que era
mayor que el, dixo quel plazie. E lidiaron tres dias que nos
podien uencer; en cabo uencio Hercules, e corto la cabe9a.
E mando en aquel logar fazer una torre muy grand, e fizo
meter la cabeya de Gerion en el cimiento, e mando poblar y
una grand cibdat.
Alfonso X: 1977,7, líneas 17-56-

En la General Estoria, también de Alfonso X, se nos ofrecen


algunos datos más de interés en este apasionante tema, como es
el robo por parte de Hércules del ganado de Gerión:

E mató Ercules a Gerión, e tomóle los ganados todos e cuanto


le falló.
Alfonso X: 1961, Parte II, CDXXI.

A todo lo anterior podemos sumar lo que nos dice Diodo rus


Siculus en su Historia. Por un lado nos ofrece la existencia de
Hércules en la época de la guerra de Troya aunque el héroe no
participe en ella (Libro II. 46. 4_l7). por otro señala la posible
llegada de Hércules a Iberia buscando el oro que como sabemos
poseía Tartessos y que no existía o no era conocido en la zona
norte de la actual Galicia. Según Diodorus el pueblo de los
baliares, presumiblemente de las Islas Baleares, rechazaban
poseer plata u oro debido a su creencia de que Hércules con su
ejército había realizado una expedición contra Gerión (Geryo-
nes), hijo de Crysaor, para apoderarse de la gran cantidad de
plata y oro que poseía. De esta manera los baliares al no poseer
bienes codiciados por Hércules u otros peligrosos vecinos
nunca despertarían su codicia y no serían atacados (Diodorus,
Libro IV. 17- 3-18). La existencia de una torre en el sur y otra,
quizás posterior, en el norte sería la tesis que nos ofrecen los
Anales de Clonmacnoise al decirnos que Mil llegó primero al sur de
XXVII. FUENTES PRIMITIVAS DE LA TAIN BO CUAILNGE 407

Hispania donde hacía 150 años había reinado Gárgoris, espe­


cialista en la elaboración de miel, y que más tarde emigraron al
norte de la península donde edificaron una ciudad y una torre
en recuerdo de su rey Breoghan.

5. P osible relación entre ambos relatos

Hércules y Cuchulainn se nos presentan como dos guerreros


invencibles emparentados con los dioses. Si Cuchulainn es
hijo del rey supremo de la mitología celta, Lir, y de una mujer
terrena, también Hércules es hijo de otro dios supremo de los
griegos, Júpiter, y de una mujer terrena. Si el nombre de
Cuchulainn viene de un compuesto (Cu= perro, Culann=
nombre del herrero del rey Conchubar), que significaría
Perro de Culan, con la idea de ser el terrible perro destructor
de enemigos de su dueño, también el nombre de Hércules
viene de un nombre compuesto capaz de atemorizar a los
mejores guerreros

que compusieron los sabios d’estas dos palavras griegas: ...


Ondes este nombre Ercules, ayuntado y compuesto d'estos dos
nombres her e cíeos, tanto quiere mostrar como glorioso en
batalla, en valentía o en poder.

Alfonso X: 1961, Parte II, CCCXCIII.

[HER= batalla; ECLEOS= gloria].

Después de lo anteriormente expuesto si en el lugar de Hér­


cules ponemos a la reina Maeve, con sus poderes mágicos, a la
isla Erythia la llamamos Erin y a Gerión rey Conchubar, vere­
mos una gran similitud entre ambos relatos. Incluso tenemos un
perro terorífico que nos recuerda el perro de Gerión que muere
a manos de Hércules. El combate entre colosos también aparece
en el relato irlandés: el duelo de Ferdiad y Cuchulainn. Incluso
Iberia aparece de alguna forma también en la leyenda irlandesa
408 8a PARTE. LOS ORÍGENES DEL TEMA HEROICO DE LA TAIN BO CUAILNGE

cuando se hace referencia al origen «milesio» de algunos de los


héroes. Heródoto también nos habla del robo del ganado de
Gerión y de como Hércules después de robarle el ganado a
Gerión vuelve a un territorio que curiosamente no es Grecia
sinó Escitia:

Cuando Hércules arreaba las vacas de Gerión llegó a esa tierra


que en la actualidad ocupan los escitas y que a la sazón se
encontraba desierta. Geriones, empero, residía lejos del Ponto:
tenía su morada en una isla que los griegos denominan Eritía,
que se encuentra cerca de Gadira, ciudad ésta situada más allá
de las Columnas de Hércules (Hércules), a orillas del Océano
... Cuando Hércules, procedente de dicho lugar, llegó a la
región que en la actualidad se denomina Escitia, se envolvió en
su piel de león -pues le sorprendió una fría tempestad- y se
quedó profundamente dormido.
Heródoto: Historia, Libro IV, 8.

Por último podemos pensar en la posible existencia de un


primitivo, o algunos primitivos, manuscritos hoy desapareci­
dos que sirvieran de vínculo entre el Leabhar Gabhála y la Primera
Crónica General de España de Alfonso X el Sabio en la que algunos
apartados que aparecen en el manuscrito irlandés y en otras
obras como la Teogonia de Esíodo referentes a este mundo his-
tórico-mitológico primitivo, como es el caso de la existencia
del rey Breogán, la ciudad y torre de Brigantia y el robo del
ganado de Gerión por parte de Hércules (véase mi Diccionario de
Mitología Celta, Akal, 1999)-
BLOQUE C
EL SINCRETISMO,
CARACTERÍSTICA DOMINANTE
EN LA HISTORIA Y LA LITERATURA CELTAS

9a PARTE
SINCRETISMO Y LITERATURA
XXVIII. EL ORIGEN DE LA EPOPEYA IRLANDESA
EN LAS MIGRACIONES
DE LOS PUEBLOS DEL MAR DEL S. XII A.C.

1. Los PUEBLOS DEL MAR ORIGINARIOS DEL EGEO, AnATOLIA


Y LA ESCITIA GRIEGA: EL ORIGEN DE LOS AQUEOS, ETRUSCOS,
SARDOS, SÍCULOS Y FILISTEOS

En el s. 13 a.C. unos pueblos marineros se asientan en las costas


occidentales de la península de Anatolia, así como también en
otros lugares del Mediterráneo como Chipre, Egipto y Pales­
tina. Sabemos que durante el reinado de Ramsés III (1198-66
a.C. ) lucharon contra los Egipcios y fueron rechazados, asen­
tándose posteriormente algunos de ellos en Palestina (filisteos).
Ateniéndonos a los estudios históricos que poseemos, gracias
principalmente a los escritos egipcios que tratan el tema, fue­
ron pueblos que en el s. XII a.C. se extienden en sucesivas olea­
das por todo el Mediterráneo. Sus magníficos conocimientos
de la navegación para su época les permiten vagabundear por el
Mediterráneo. Su objetivo primordial no parece ser el comer­
cio y sí el lograr encontrar un nuevo lugar donde poder asen­
tarse lo cual indica su inestable situación en Anatolia y territo­
rios próximos ante la llegada de nuevos pueblos que les
412 9a PARTE. SINCRETISMO Y LITERATURA

expulsan de sus territorios. Se ha identificado en ellos el ser los


creadores de una serie de nuevos pueblos y territorios históri­
cos como vamos a mostrar a continuación:

Migraciones de los Asentamientos en el


Pueblos del Mar Mediterráneo
(s. XII A.C.) de los Pueblos del Mar

Ekwesh Aqueos asentados en Grecia


Teresh, Tirrenians (Tyrsenoi) Etruscos asentados en la norte
de Italia y tirsenos asentados en el
sur España.
Sherden Sardos asentados en la isla
de Sardinia, mercenarios
de Los egipcios en la batalla
de Kadesh, 1299 a.C.
Shekelesh Sículos de la isla de Sicilia
Peleset Filisteos de Palestina

En los Ekwesh podemos ver a los aqueos pueblo primitivo,


que según Homero desconocía el mar y no tenía una palabra en
su vocabulario para designarlo. Fueron hábiles jinetes y se con­
sidera que desarrollaron la cultura del bronce (micénica) su len­
gua la llevaron hasta creta, siendo una forma arcaica del griego,
y se establecieron en el territorio griego y en la costa occidental
de Anatolia. Su civilización fue destruida en el s. XII a.C. por la
llegada un pueblo más inculto los dorios, lo que trajo como
consecuencia, aparte de un nuevo sistema político y social, el
hacer retroceder notablemente la cultura en el mundo griego

2. Similitud de milesios y tirsenos con los «Scots»

(escotos)

En la costa occidental de Anatolia apareció una pujante cultura


durante el período de influencia aquea. En dicha zona floreció la
ciudad estado de Mileto y la pujanza cultural y comercial de los
tirsenos asociados al mundo griego de Anatolia y al territorio de
XXVIII. EL ORIGEN DE LA EPOPEYA IRLANDESA 4i3

Miletos. En principio podemos pensar que los tirsenos históri­


cos podrían ser los «Scots» de los manuscritos celtas, tirsenos y
escotos seguirán en parte un camino histórico paralelo. Los
escotos después de atravesar el Mar Caspio y Mar Negro se asien­
tan primeramente en la Anatolia griega para después fundar
diversos reinos o asentamientos en Tracia, Egipto, Sicilia y
España antes de terminar su itinerario marítimo en Irlanda. Es
un itinerario muy parecido al de los pueblos del mar en su vaga­
bundeo marítimo. Los griegos (milesios y/o tirsenos) fundan
asentamientos en Tracia, Egipto, Sicilia y, si aceptamos la teoría
de Schulten en Tartessos, España. En los viajes del mítico
Golamh podemos sentir el sincretismo de los bardos primitivos:
el clan de Golamh se asemeja al clan de los Teresh, Tirsenos o
tirrenos incluso se nos indica la posibilidad de que Golamh, lla­
mado Mil o el milesio español y su clan de guerreros sean merce­
narios del faraón de Egipto Nectonebus. Un faraón Nectonebus
que históricamente existió, no en el s. XII a.C. pero sí en el s. IV
a.C., y que recrutó un ejército de mercenarios en gran parte
griegos (milesios de Anatolia), capitaneados por el ateniense
Ghabrias, para frenar la inminente invasión de los persas que
fueron rechazados. Golamh en el manuscrito irlandés recibirá
como recompensa por sus muchos honores la mano de la hija del
faraón, Scota, lo cual nos puede indicar favores importantes rea­
lizados por Golamh y su clan en Egipto.
También como hechos históricos conocidos tenemos la lucha
de los escitas contra los medos, estos últimos aliados de los asi-
rios, y la derrota final de los escitas que tuvieron que dejar sus
territorios entre el Mar Caspio y el Mar Negro y asentarse en los
territorios griegos del Ponto (s. VII a.C.). El rey griego Atheas
(m. 339 a.C.), logró unificar las tribus escitas próximas a Grecia
y expandió el reino hasta territorio tracio.
En los manuscrios irlandeses tenemos el reino escita de Ref-
floir descendiente de Fenius Farsaidh emparentado con los esco-
4i4 9* PARTE. SINCRETISMO Y LITERATURA

tos del reino hispano de Brigantia al que se dirigió Golamh (mil


de España) para conocer a sus antepasados, con el llevaría en 4
barcos «148 ... jóvenes campeones preparados en el manejo de
las armas, de la raza de Gaodhal Glas, hijo de Nel, hijo de Fenius
Farsaidh», Leabhar Gabhála: XII, 163 :

149. Navegaron por el estrecho del mar hasta Gatian, los pila­
res de Hércules, Sicilia y desde un puerto a otro, hasta que
llegaron a Escitia.
Leabhar Gabhála: 1988, XII, 164.

Golamh después de cierto tiempo en Escitia (la Escitia griega


de sus antepasados), donde tuvo serios problemas con Reffloir,
abandona el reino con toda su gente, su primitiva expedición se
ha convertido en una flota de 40 barcos y después de vagabun­
dear alrededor de Asia llegan a Egipto donde el faraón Nectone-
bus, «... el treinta y dosavo faraón después del que murió aho­
gado en el Mar Rojo» (XII, 165), les ofrece su hospitalidad
debido a la fama y gloria de gran guerrero de Golamh. Una flota
de 40 barcos llena de guerreros, nos hace pensar lógicamente en
un ejercito de mercenarios que el faraón de Egipto acepta para
defender su territorio.
XXIX. EL SINCRETISMO EN LA ODISEA DE HOMERO,
EL LEABHAR GABHÁLA Y EL ULYSSES DE JOYCE

i. L a epopeya griego - escita en la obra de J oyce .

JOYCE, CONOCEDOR DEL SINCRETISMO PRIMITIVO

DE LOS FILES IRLANDESES

Remontándonos en el tiempo podemos ver como en pleno s. XX

las obras de Joyce muestran una temática difícil de interpretar.


Muchas veces como sabemos aparecen frases escritas con palabras
en diferentes idiomas y también en muchas ocasiones una misma
frase puede significar varias cosas diferentes a la vez. Este sincre­
tismo nos recuerda las trabajos de los escribas irlandeses primi­
tivos. El sincretismo, como ya hemos indicado, es una caracte­
rística predominante de los primitivos files y bardos celtas que
conecta con la primitiva herencia indoeuropea de la que hemos
hablado en este libro. Si es cierto que podemos ver este doble
mensaje en la oba de Joyce entonces nos será más fácil compren­
der ese mismo mensaje en los textos primitivos.
Sabiendo que Joyce en sus obras, y en especial en Ulysses y Fm-
negans Wake, nos ofrece por debajo del argumento que a simple
vista aparece otro en su interior que pese a seguir un camino
paralelo es muy diferente. Tomando como ejemplo su obra Ulys­
ses, siendo una obra eminentemente irlandesa en la que nos
416 9a PARTE. SINCRETISMO Y LITERATURA

ofrece con gran minuciosidad el Dublín de su época, de sus


habitantes, de sus calles, de sus pubs, de sus comercios, de todo
lo irlandés... podemos preguntarnos lo siguiente:

1. ¿Por qué la obra de Joyce, Ulysses, lleva el nombre de un


héroe griego que a simple vista no tiene nada que ver con la his­
toria de Irlanda?
2. ¿Por qué la esposa de Leopold Bloom es originaria de
Gibraltar y no de algún lugar de Irlanda como podría ser por
ejemplo Wicklow o el Ulster?
3. ¿Por qué es adúltera?
4- ¿Por qué su personaje principal, Leopold Blomm, es de
origen judío y no es de origen celta irlandés?

Para contestar a estas preguntas debemos de entender a Joyce y


el porqué de sus escritos. Ulysses de Joyce, como sabemos, no es
solamente la historia de Leopold Bloom y su amigo Stephens
por las calles de Dublín, también es la historia del héroe griego
en su vagabundear por el Mediterráneo antes de poder volver a
su hogar. En Fmnegans Wake llegaremos al summum de la interpo­
lación de argumentos en un mismo texto mostrando una vez más
esa genialidad que Joyce ejecuta como un consumado maestro y
que los primitivos monjes irlandeses conocían muy bien.
La relación entre Leopold Bloom y el héroe griego Ulises ha
sido ampliamente estudiada, existen magníficos trabajos publi­
cados en los que podemos ver y conocer dicha relación y por ello
no es objeto de mi estudio explicar algo ya sabido con bastante
amplitud. No obstante el porqué Joyce conecta la historia de
Leopold Bloom con Ulises es algo mucho más profundo que
comparar simplemente la historia de un irlandés de ascendencia
judía con el héroe griego. Considero que la respuesta la pode­
mos tener en el manuscrito irlandés escrito en lengua celta Leab­
har Gabhála. Manuscrito que Joyce como Irlandés y también como
universitario irlandés estaba obligado a conocer puesto que
dicho documento ofrece las primitivas invasiones pseudo-histó­
ricas de Irlanda hasta la llegada de la última oleada invasora de
los hijos de Mil de España, relatos estudiados en todos los cole­
gios de Irlanda y conocidos por todos los irlandeses. Si el Ulysses
de Joyce tuviera una relación más o menos directa con el Leabhar
Gabhála nos encontraríamos con la elaboración intencionada por
parte de Joyce de trasladar al siglo XX la primitiva epopeya de la
conquista de Irlanda por los griego-escitas, antepasados de los
milesios hispanos, mencionados en los manuscritos irlandeses,
sin que ello no quiera decir que no exista una relación directa
también con la obra de Homero, Odisea. Tendríamos en la obra
de Joyce a la vez tres relatos diferentes con un argumento único
que nos llevaría a la epopeya histórica de las migraciones de los
«pueblos del mar» en el extremo oriental del Mediterráneo a
partir del s. XII a.C. Quizás el problema principal de entender
el argumento del Ulysses de Joyce es relacionar solamente la
Irlanda de su época con las aventuras del héroe griego Ulises.
Frente a esto vamos a considerar que Joyce deseaba ofrecernos
algo más profundo y más arraigado en el espíritu de la nación
irlandesa, escribiendo la epopeya primitiva del pueblo irlandés.
Históricamente hablando el espíritu de Irlanda como pueblo y
como nación arranca en la Edad Media del contenido del
manuscrito irlandés Leabhar Gabhála. El origen de los irlandeses
en los manuscrito es la península de Anatolia y sus alrededo­
res, en el mundo griego-escita. En las palabras de M. Tymoczko
podemos encontrar esta posible relación al referirse a Joyce:

In his letter to Cario Linati accompanying a scheme of classical


and anatomical correspondences for the book, Joyce referred to
Ulysses as «an epic of two races (Israelite-Irish)» (Letters I: 146).
These apparently naturalistic observations were perhaps in part
a conventional product of the «two peoples» rhetoric of Irish
nationalists politics, in which Irish suffering under the English
was frequently compared to the Israelites’ bondage and capti-
418 9' PARTE. SINCRETISMO Y LITERATURA

vity. This political trope is encoded in Bloom’s «blooper»


regarding the exodus «out of the land of Egypt and into the
house of bondage.

En su carta a Cario Linati acompañando un esquema de corres­


pondencias clásicas y anatómicas para el libro, Joyce se refiere a
Ulises como «una épica de dos razas (israelita-irlandesa)» (Car­
tas I: 146). Estas aparentes observaciones naturalistas eran, quizá
en parte, un producto convencional de la retórica de las «dos
gentes» de la política nacionalista irlandesa, la que los irlande­
ses sufrieron bajo los ingleses que fue frecuentemente compa­
rada con la esclavitud de los israelitas y su cautividad. Este tropo
político está cifrado en «blooper» de Bloom considerando el
éxodo «desde la tierra de Egipto hasta la casa del cautiverio».
Tymoczko: 4O s.

2. P or qué sus personajes son irlandeses - judíos

O GIBRALTAREÑOS. COMPARACIONES ENTRE

el Leabhar Gabhála y la Odisea de Homero

A continuación vamos a intentar responder a las preguntas antes


mencionadas buscando las respuestas en el espíritu bardo irlan­
dés encerrado en sus manuscritos primitivos. Nuestro deseo es
abrir una puerta de debate por así decirlo desde esta nueva pers­
pectiva. La primera pregunta es la siguiente:

1. ¿Por qué la obra de Joyce, Ulysses, lleva el nombre de un

HÉROE GRIEGO QUE A SIMPLE VISTA NO TIENE NADA QUE VER CON LA

HISTORIA DE IrLANDA?

El Leabhar Gabhdla, nos ofrece una serie de relatos que se identifi­


can en gran manera con los relatos del héroe griego Ulises tal y
como hemos comentado anteriormente. Ulises abandona Troya
y Nel en el Leabhar Gabhála abandona la Escitia griega deambu­
lando ambos por el Mediterráneo antes de encontrar su hogar
definitivo. También el viaje de Nel y su clan acontece en la época
de la destrucción de Troya, alrededor del s. XII y también se
419

embarca en las aguas occidentales de Anatolia, buscando tam­


bién donde poder asentarse por fin y crear un hogar. Los grie­
gos del clan de Ulises embarcados y perdidos en el Mediterráneo
deambulan de forma parecida a los barcos del clan del griego-
escita Nel. También el conocido «canto de las sirenas» de la
Odisea aparece en el manuscrito irlandés, y también tenemos un
«Polifemo» en los relatos celtas «Balor» y también los caudi­
llos celtas tendrán sus amores en apartados lugares de las costas
del mediterráneo parecido en cierta manera con los amores de
Ulises. La conocida isla de la eterna juventud de la mitología
celta «Tir na Nog» también aparece en la obra griega como una
isla flotante y maravillosa. En los vientos mágicos que impulsan
las naves de los milesios lejos de Irlanda después de abistar su
costa también podemos encontrar claras similitudes con los
vientos mágicos que impulsan la nave de Ulises lejos de su hogar
después de haber abistado la costa de Itaca. Al llegar por fin Uli­
ses a Itaca se desencadenará una densa niebla en la que el héroe
podrá pasar desapercibido, también cuando los milesios desem­
barcan en la costa irlandesa sus enemigos los Tuatha desencade­
nan una densa niebla para despistar a sus enemigos. El río del
olvido celta de aquellos que lo atraviesan pierden la memoria y
los lotófagos o comedores de loto de la Odisea que al comer loto
pierden la memoria muestran una clara similitud. También el
tema de la vejez de Ulises que al llegar a Itaca pasa de ser física­
mente un anciano a convertirse en un hombre fuerte y joven, es
bien conocido en la literatura de origen celta, como es el poema
de la «Anciana de Beare» en el que la anciana de Beare cada vez
que su anciano esposo muere ella recobra toda su juventud.
Podemos decir finalmente que la cultura indoeuropea cono­
cida por los «pueblos del mar» aparece tanto en la Odisea de
Homero, como en la obra de Joyce y en los manuscritos celtas
primitivos y de cómo Joyce pudo realizar la misma labor sincré­
tica de los primitivos escribas.
420 9a PARTE. SINCRETISMO Y LITERATURA

Si después de todo esto la influencia del manuscrito irlandés


en el Ulysses de Joyce la podemos considerar posible, entonces las
tres preguntas siguientes también podremos considerar que pue­
den guardan cierta relación con el contenido del Leabhar Gabhála:

2. ¿Por qué la esposa de Leopold Bloom, Molly, es origina­

ria DE GlBRALTAR y NO DE ALGÚN LUGAR DE IrLANDA COMO PODRÍA SER

POR EJEMPLO WlCKLOW O EL UlSTER?

Los relatos primitivos del manuscrito irlandés Book of Clonmacnoise


nos dicen que los escotos procedentes de Egipto llegaron al sur
de Iberia en un lugar en el que hacía 150 años había reinado un
rey llamado Gárgoris, especialista en la elaboración de miel. Es
decir un rey de Tartessos y decir Tartessos es decir la provincia de
Cádiz, y Gibraltar se encuentra dentro de dicha provincia. De
esta manera Molly podría estar relacionada en el sincretismo
joyciano con escota o alguna otra reina greco-escita.

3. ¿por qué Molli es adúltera?

Uno de los héroes del Leabhar Gabhála, Partholon, originario de


Troya y asentado en Sicilia, acusado de la muerte de sus padres se
embarca rumbo a Irlanda, no sin antes permanecer durante cierto
tiempo en Iberia. Con el irá su esposa Topa quien cometerá
adulterio con su sirviente Delgnat al que posteriormente Par­
tholon matará. El manuscrito nos dice que Topa de esta manera
se convertiría en la primera adultera de Irlanda. Presumible­
mente también Topa era de origen troyano como Partholon.

4. ¿Por qué su personaje principal, Leopold Bloom, es de ori­

gen judio Y NO ES DE ORIGEN CELTA IRLANDÉS?

Los greco-escitas de los que venimos hablando aparecen mencio­


nados en diversos manuscritos como escitas de los territorios
griegos o escotos, pero también se les identifica por sus asenta­
mientos en Oriente Medio, en ciertos momentos con los feni­
XXIX. EL SINCRETISMO EN LA ODISEA, EL LEABHAR GABHÁLA Y EL ULYSSES 4-21

cios. Los fenicios serían los primitivos habitantes de Cádiz y


obviamente también de la actual Algeciras y Gibraltar. Hoy en día
siguen las discusiones sobre si la teoría de Shulten sobre el origen
griego de Tartessos es verdadera o falsa, con argumentos de cier­
tos y significados especialistas que lo consideran en su origen
eminentemente fenicio. En los territorios de Oriente Medio
entre fenicios y egipcios se encontraría el lugar en el que se asen­
taría el pueblo judio, pueblo con el que Nel tuvo una magnífica
relación en Egipto e incluso los manuscritos irlandeses nos dicen
que Nel ayudaría a Moisés y a los judíos a escapar de Egipto, por
lo que la relación irlandesa-judia en la sangre de Leopold tam­
bién podría tener una explicación en la obra de Joyce.
Lo que más nos llama la atención es la época, alrededor del
año 1200 a.C. La posibilidad de que los escitas que nos men­
cionan los manuscritos irlandés fueran fenicios es una posibi­
lidad que algunos especialistas irlandeses ya consideraban en el
s. xix, como es el caso de Charles Vallencey que consideraba a
los fenicios como los primitivos habitantes de Irlanda y que la
lengua irlandesa provenía de las lengua semita importada por
los fenicios, llegando a comparar en su obra Vindications of the
Ancient History of Ireland algunos relatos de la Odisea de Homero con
los relatos del Libro de las Invasiones (ver Tymozcko, 37). Mary S.
Cusack, en su Historia de Irlanda, publicada en 1868, nos decía
lo siguiente:

The writer of the article on Ireland, in Rees’ Cyclopaedia, says:


«It does not appear improbable, much less absurd, to suppose
that the Phoenicians might have colonized Ireland at an early
period, and introduced their laws, customs, and knowledge,
with a comparatively high State of civilisation...».

El escritor del Artículo de Irlanda, en la Enciclopedia de Rees,


dice: «No parece improbable, y mucho menos absurdo, supo­
ner que los fenicios podrían haber colonizado Irlanda en una
época primitiva, e introducir sus leyes, costumbres, y conoci­
mientos, con un comparativo alto estado de civilización...».
Cusack: 67.
422 9" PARTE. SINCRETISMO Y LITERATURA

Tambiém Cusack nos indica como el amor profesado por los


irlandeses por guardar su pasado histórico y su cultura en
manuscritos es él mismo que el de los fenicios por preservar sus
primitivos anales:

Of this assertion, which is now scarcely doubted, there is abun-


dant proff; and it is remarkable that Josephus (Con. Apionem,
lib. I.) attributes to the Phoenicians a special care in preserving
their annals above that of other civilized nations, and that this
feeling has existed, and still exists, more vividly in the Celtic
Race than in any other European people.

De esta afirmación, que es ahora apenas puesta en duda hay


abundantes pruebas, y es remarcable que Josephus (Con. Apio­
nem, lib. I.) atribuye a los fenicios un cuidado especial para
preservar sus anales por encima de otras naciones civilizadas, y
que este sentimiento ha existido y todavía existe, más vicvamente
en la raza celta que en cualquier otro pueblo europeo.
Cusack: 67-

3. Situación geográfica de Irlanda

El hogar de Ulises al que por fin llega al final de su tormentoso


viaje se encuentra en la isla de Itaca, isla que se encuentra en el
noroeste de Grecia. El hogar de los greco-escitas del manuscrito
irlandés al que por fin logran arribar se encontrará en otra isla
en el noroeste de Europa: Irlanda. Los comienzos de las aventu­
ras de Ulises y de Nel tendrán lugar en la zona oriental del Egeo,
su final en la zona occidental de Grecia, Itaca, y en la zona occi­
dental de Europa, Irlanda. Los comienzos del Ulysses de Joyce
terdrán lugar en la torre martelo al lado del mar en la zona este
de Dublín, torre en la que como sabemos se encontraba alojado
Stepbens. El deambular de Leopold por las calles de Dublín
tendrá una meta final, su hogar en la zona noroeste de Dublín.
El Leabhar Gabhála nos indica el mismo itinerario desde Grecia a
Irlanda.
CONCLUSIÓN

Realidad o ficción en los relatos

DE LOS MANUSCRITOS IRLANDESES

Después de todos los datos que hemos ofrecido en las páginas de


este libro, el lector deberá de sacar sus propias conclusiones al
respecto y de una forma lógica ponderar lo que puede ser cierto o
falso en todo lo anteriormente expuesto. Para nosotros, inten­
tando ser lo más objetivos posible, consideramos que los manus­
critos irlandeses contienen muchas falsedades pero también existe
la verdad intercalada entre relatos mitológicos y seudo-históricos.
Partiendo de los estudios de especialistas como David Rankin
podemos citar sus palabras y sumarnos a ellas: «Existen sufi­
cientes evidencias del celta q en España para instar en la creencia
de que el irlandés goidélico se originó en ese país. Esta idea ver­
daderamente sería un reconocimiento del mito de los hijos de
Mil» (Rankin 14).
Si solamente hubiéramos estudiados apartados arqueológicos
ó históricos tendríamos la duda de si nuestra teoría podría ser
válida o no. Pero al sumar todas las piezas del rompecabezas que
hemos elaborados (la suma de pruebas arqueológicas, históricas,
lingüísticas literarias...) nos encontramos que forman un todo
compacto que consideramos ofrece una diáfana credibilidad.
424 LOS ORÍGENES celtas del reino de brigantia

Después de todos nuestros estudios y comentarios la pregunta


vuelve a ser la misma ¿El Leabhar Gabhála y el resto de los manus­
critos irlandeses ofrecen acontecimientos históricos fiables? La
respuesta la podemos encontrar en el método seguido por los
escribas irlandeses a la hora de elaborar sus escritos. Desde mi
punto de vista podemos ver que realmente no inventan dema­
siado, pero si desvirtúan la realidad a su antojo. Un buen ejem­
plo lo tenemos en las interpolaciones literarias o históricas que
realizan. Tomando como ejemplo la literatura inglesa medieval
podemos ver como algunos de sus grandes apartados son en rea­
lidad textos irlandeses camuflados bajo una apariencia que se nos
muestra en un primer estudio como puramente anglo-sajona.
Bástenos ver como el poema más prestigioso de la época medie­
val inglesa «Sir Gawain and the Green Knight» es en realidad ni
más ni menos que la parte central del relato de la «Fiesta de Bri-
cru» recogido en los primitivos manuscritos irlandeses. El tema
de Cuchulainn y de Sir Gawayn es el mismo: su enfrentamiento
ante el Caballero Gris ofreciéndole su cabeza en el mortal juego
que todos conocemos, en el que el gigantesco Caballero Verde (en
el texto inglés) o Caballero Gris (en el texto irlandés) descargará su
hacha tres veces sobre el cuello del caballero arrodillado ante él.
también son las tres noches que pasa Cuchulainn y sus dos com­
pañeros de armas en la enigmática fortaleza con la solitaria
dama, esposa de Curoi rey de West Munster, Blathnaid. Quien
resulta ser, en el texto celta, la amada de Cuchulainn y con la
que planeará la muerte del esposo, siendo el gigantesto Caba­
llero Gris y Curoi la misma persona. De ahí, en el texto inglés,
la enigmática relación de Sir Gawain y la Dama de la fortaleza
durante las tres noches que Sir Gawain permanece en el castillo.
Siguiendo con más ejemplos en la literatura inglesa, también
podemos ver grandes semejanzas en el prólogo del relato de la
«Viuda de Bath» de los Cuentos de Canterbury de Chauce, con el
primitivo relato celta de «La anciana de Beare», en ambos reía-
CONCLUSIÓN 425

tos las dos horrorosas ancianas al final, gracias a su magia, se vol­


verán a convertir en bellas jóvenes capaces de volver a seducir
apuestos reyes y caballeros.
Y también podemos ver enormes similitudes, que considero
nos indican una posible y clara influencia, entre el relato irlan­
dés del Héroe Finn Mac Culi que aparece en el poema «Laoidh
Locha Dearogh» («Balada del lago rojo») y el poema más pres­
tigioso de la literatura anglo-sajona primitiva «Beowulf. La
similitud en la muerte de los dos monstruos del lago, retor­
ciendo el héroe una de sus extremidades, el color rojo de las
aguas con la sangre de los dos monstruos, la cueva en el centro
de ambos lagos, la enigmática espada y detrás de los textos la
influencia de los monjes irlandeses de la isla escocesa de lona
que aparece en el poema anglo-sajón (presuntamente elabora­
ron en Northumbria), y según hemos mencionado en páginas
anteriores la existencia de la lengua gaélica en Northumbria
mencionada por Bede.
No deseo profundizar en un tema que ya traté ampliamente
hace años en my libro Sagas celtas Primitivas en la literatura inglesa y en el
que considero que queda demostrada dicha influencia irlandesa
en la literatura inglesa anglosajona (Oíd English) y medieval
(Middle English). En realidad, parte de las hazañas de Sir Gawain
son las hazañas del héroe irlandés Cuchulainn, y lo mismo podra­
mos decir de las hazañas de Beowulf que muestran, en mayor o
menor grado, la influencia del héroe Finn Mac Cumhill, que nos
llevan en algunos casos a su origen escita.
Y ahora la pregunta que podemos hacernos es la siguiente:
¿Por qué los monjes irlandeses interpolaron sus relatos litera­
rios en los relatos anglosajones? Quizás la respuesta sea para
embellecerlos, pero también podemos pensar que pudo ser
para que su cultura irlandesa se mezclara con la anglo-sajona
formando un todo que sirviera de unión a ambos pueblos.
Sabemos que los monjes irlandeses llevaron su religión y su cul­
426 LOS ORÍGENES CELTAS DEL REINO DE BRIGANTIA

tura a Inglaterra cuando en el s. VII el obispo Aian de lona fue


invitado por el poderoso rey de Northumbria, Oswald, a ense­
ñar la religión y la cultura cristiana a sus súbditos anglo-sajo-
nes. Y también podemos considerar como bastante posible de
que en Northumbria se hablara la lengua celta irlandesa hasta el
s. VIII, como ya hemos indicado en otro apartado de este libro:

Goidelic was spoken in Nothumbria as late as the early 8th cent.


For Bede says that bishop Tuda was buried «in monasterio
quod dicitur Paegnalaech» (Hist. Eccl. III, 27)-Holder, II,
92l)... Na Laech, «of the laymen» or «of the warriors», is
absolutely identical with Irish... in Highland Gaelic ñor merely
pág but pág (gen. Paig), and in Manx paag only. Henee locative-
dative paig or paeg.

El goidélico fue hablado en Northumbria hasta tan tarde como


es princios del siglo 8. Porque Bede dice que el obispo Tuda fue
enterrado «en el monasterio que es llamado Paegnalaech» (His.
Ecles. III, 27-FIolder, II, 921)... Na Laech, «de los labradores» o
«de los guerreros», es absolutamente idéntica con el irlandés,
... en el gaélico de las Tierras Altas no es solamente pog sino
también pág (ge. paig), y en Manx paag solamente. Por lo tanto el
locativo-dativo es paig o paeg.
Nicholson: 20.

Si todo esto, con las evidencias que ofrecemos, lo podemos


considerar cierto, entonces el Leabhar Gabhála con todas sus inter­
polaciones y «trucos» también lo podemos considerar como
real, aunque parte de su argumento pertenezca a otras culturas
diferentes. Pero lo principal de todo ello, a mi modo de ver, es
que el núcleo central, o la esencia misma de sus textos, es histó­
ricamente irlandés, o escita-irlandés o como mejor queramos
llamarlo. Los distintos héroes y clanes que desfilan por el
manuscrito como es el caso del enigmático Mil de España, el
milesio del manuscrito, el escita asentado en España donde
cambia su nombre de Golamh por el de Mil, es por todo lo que
hemos dicho «un personaje real» y cuando digo real quiero
CONCLUSIÓN 427

decir que sí existió en la historia o en la literatura del entorno


del mundo griego-escita. ¿Pudo ser un guerrero escita? Es posi­
ble. ¿Pudo ser un personaje literario de los milesios de Miletos
llegados a España? Es posible también ¿Pudo ser un guerrero o
un personaje literario hispano que no era del pueblo de los
escotos llegado a España? También es posible.
También es posible y lo hemos ido viendo en este libro que
Mil de España en realidad no fuera un personaje histórico, lo
mismo que tampoco lo fuera Escota o cualquier otro personaje
del manuscrito, pero sí puede ser históricamente real que Mil
representara con su nombre a un pueblo o un clan, el de los
griego-escitas (¿tirsenos?) de Tartessos y Brigantia, por la misma
razón escota representaría el clan primitivo de griego-escitas que
finalmente se asientan en Irlanda y Escocia clan históricamente
real aunque escota como mujer de carne y hueso no lo fuera.
Asimismo pudo serlo el héroe Heibher que para Keating su
nombre viene de Hebrew (hebreo) que representaría al clan
griego-escita asentados en los primitivos territorios de la actual
Israel, Partholon representaría el asentamiento griego-escita en
las tierras de Italia y Sicilia y Breoghan representaría al clan que
se asento en Brigantia en las costas del noroeste hispano, aunque
Breoghan jamás existiera. La misma Caesar, la primera invasora
de Irlanda antes del Diluvio, podría ser la representación de un
pueblo que vivió en los alrededores del mar Caspio.
Pero no todos los griego-escitas parten desde Anatolia y sus
alrededores a través del Mar Mediterráneo buscando un nuevo
asentamiento, también se asientan en Escandinavia y otros terri­
torios del norte. Desde Gotia, en el Báltico, después de su asenta­
miento más o menos prolongado en el lugar partirá Brath a la
conquista de España, y también Mil de España llegará a dicho
territorio, lo mismo que Partholon y donde se establecerá durante
un período de tiempo la raza de los «Gaedheals». Histórica­
mente sabemos que los godos estuvieron establecidos en el sur de
428 LOS ORÍGENES CELTAS DEL REINO DE BRIGANTIA

Escandinavia para más tarde asentarse en las orillas del Mar Negro
y posteriormente establecer, ya en la época cristiana, un reino en
Hispania, el reino visigodo del que se considera que parten las
primeras dinastías de reyes de los españoles. Algunos de los ríos
que desembocan en el Mar Negro tiene su origen cerca del Mar
Báltico y la navegación por ellos debió de ser muy bien conocida
por los visigodos y los posibles escotos de los manuscritos irlande­
ses. Estos escotos que un tiempo anterior estuvieron asentados en
Gothia (Escandinavia), otras veces nos dicen los escribas que
suben por el Danubio y llegan a los Alpes, Francia, España y final­
mente Irlanda como es el caso de los Tuatha De Danann.
Por el flanco sur europeo, En una época tan primitiva como
puede ser el s. XII a.C. o siglos anteriores, históricamente está
atestiguada la llegada de pueblos de origen mediterráneo a Gran
Bretaña e Irlanda de los que conservamos muchos monumentos
megalíticos que los arqueólogos siguen estudiando y sorpren­
diéndose de sus descubrimentos. Arqueólogos e historiadores
después de muchos estudios consideran que posiblemente fue­
ron iberos los constructores de estos monumentos megalíticos y
los escribas primitivos en sus manuscritos los llaman «Scots».
Para finalizar podemos considerar que las figuras legendarias
de Nel, Scota, Breoghan, Mil así como también la de otros
héroes primitivos, fueran históricas o literarias, existieron den­
tro del círculo de conocimientos culturales de estos celto-esci-
tas del Leabhar Gabhdla. Y que las interpolaciones de estas figuras
históricas, pseudo-históricas o literarias de los manuscritos
«podemos pensar que pudieron estar elaboradas para que su
primitiva cultura «escita» se mezclara con la griega, con la his­
pana, con la irlandesa y con la británica entre otras, formando
un todo con los pueblos con los que se habían relacionado y con­
vivido», en cierta manera como muchos siglos más tarde la genia­
lidad de otro irlandés, James Joyce, realizará en su obra Ulysses.
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ÍNDICE GENERAL

Introducción m

BLOQUEA

1a parte.- LOS ESCITAS Y OTROS PUEBLOS PRIMITIVOS


EN EL CONTEXTO HISTÓRICO DEL MUNDO CELTA

I. El mundo de los escitas y de los celtas nsi


1. El mundo celta y los escitas en los textos primitivos: Heródoto, Giraldus Cam-
brensis, Venerable Beda [15]
2. El mundo sobrenatural de los escitas y de los celtas [17]
3. Adoradores del sol [20]
4. Dioses escitas [21]
5. La identidad de los escitas y los diferentes clanes mencionados en el Leabhar Gabhála:
escitas, tracios y griegos [23]

II. Escitas y celtas, dos culturas diferentes con puntos de conexión 12»
1. El origen de los celtas en el mundo escita atestiguado por Diodoro de Sicilia
(s. I. a.C.): cimerios y escitas [24]
2. Los primitivos celtas de Pirene: el río Istro, zona de paso entre escitas y celtas [25]
3. Pre-celtas y proto-celtas [27]
4. Amalgama de pueblos y culturas diversas: Hallstatt [28]
5. Relaciones entre el arte celta y el arte escita. El culto solar y los caballos en las tumbas
escitas y celtas: predominio de enterramientos con caballos, arneses y bocados [29]
6. Los cuerpos tatuados de escitas, pictos y britanos [38]

III. El Egeo y Oriente Medio, centros de irradiación cultural [39]


1. Los orígenes del arte celta en Creta y en el arte de las estepas, según Huyghe [39]
2. Creta, Chipre y Anatolia: el camino de los metales [40]
3. Eire, primitivo nombre de Creta, según Keating [43]
4. Las teorías de Cusack y otros especialistas sobre fenicios y focenses [44]
5. Los «pueblos del mar» en el contexto histórico de las migraciones desde Asia
Menor: filistinos, danaunas, tirsenos y milesios [45]
436

2a parte. LA REALIDAD HISTÓRICA Y EL LEABHAR GABHÁLA

IV. Los RELATOS DEL LEABHAR GABHÁLA Y OTROS MANUSCRITOS IRLANDESES [53]
1. La conquista de Irlanda por el clan de Cesair, nieta de Noé,
antes del Diluvio [53]
2. La conquista de Partholon (Partolón), venido de la tierra de los griegos [56]
3. El clan de los fomores (Fomoraigh) del Cáucaso [58]
4. La conquista del escita Neimhedh y su clan [59]
5- La conquista de los Fir Bolg, esclavos de los griegos [60]
6. La antepenúltima conquista de Irlanda por los griego-escitas: los Tuatha Dé
Danann. Sus luchas contra los filistinos (filisteos) en apoyo de los griegos [62]
7. La primera y segunda batallas de Magh (Muighe) Tuired contra los Fir Bolg
y los fomores [64]
8. El clan de Nel en Egipto [68]
9. El reino escita de Brigantia en Hispania [70]
10. El clan de Golamh (Mil) en Escitia, Egipto e Hispania [71]
11. La última invasión: el reino de los Hijos de Mil de España en Irlanda [78]

V. Realidad histórica o fábula en los manuscritos celtas primitivos [soi


I. Datos históricos de eclipses y cometas en los manuscritos irlandeses. Los estudios
de J. O’Donovan al respecto. Datos antes y después de la Era Cristiana en los
Anales de Clonmacnoise, el Libro de las Invasiones, los Anales del Ulster y otros manuscritos
irlandeses [80]

VI. Fechas y acontecimientos históricos en el leabhar gabhála:


DIFERENCIA ENTRE AÑOS Y ÉPOCAS [85]

VII. El Leabhar Gabhála en su contexto histórico: las migraciones


HASTA EL CLAN DE NEL [89]
1. La huida de Cesair antes del Diluvio: restos de ciudades sumergidas en el Mar Negro.
El relato de Orosio sobre el Diluvio en el Mar Negro [89]
2. La invasión de Partholon: la migración de los griegos hacia occidente ordenada
por el oráculo de Erythrae, según Dionisio de Halicarnaso [92]
3. El clan de los fomores, el clan de los Fir Bolg y la migración de Neimhedh [94]

VIII. La primera migración desde Escitia a Egipto: clan de Nel,


FILISTEOS, DANAUNAS Y TIRSENOS [96]

IX. La segunda migración desde Egipto a Hispania e Irlanda:


CLAN DE Mil [105]
1. Segunda migración (dos versiones diferentes): I a versión: Mil y su clan en Egipto
durante el reinado de David, rey de Israel (s. XI a.C.) [105]
2. Llegada de Mil y Escota a Tartessos 126 años después de su último rey Gárgoris
(Gerón, s. XI a.C.) [108]
3. 2a versión: llegada de Mil y su clan a Egipto durante el reinado de Alejandro
Magno (s. IVa.C.), reinando en Egipto el Faraón Nectonebo II [109]
4. La colonia milesia de Naukratis en Egipto (desde el s. VII a.C.) [109]
5. Llegada de Mil y Escota a Tartessos 125 años después de su último rey [111]
6. Estancia de los greco-escitas en Hispania hasta el s. II a.C., según Nennius [112]
7. Los orígenes de Tartessos en Oriente Medio. Concordancia de las fechas históricas
reales con las migraciones de los últimos clanes greco-escitas [113]
8. Asentamiento del primer reino celta conocido en los territorios de Tartessos
y del sudoeste de Iberia: formas en briga- [117]
9. Las pruebas arqueológicas entre Tartessos e Irlanda. El dios de la guerra Netos
(Niethos) de Tartessos y el dios de la guerra Netos irlandés. Hallazgos
arqueológicos del dios Netos en Tartessos. La influencia de Miletos
y de Naukratis en la inscripción jónica del Netos tartésico [118]

X. La migración de los Tuatha Dé Danann 11221


1. El posible origen histórico de los Tuatha Dé Danann en el norte de Europa:
Su relación con Gimbris y Teutones [122]
2. La gente de la diosa Danann irlandesa y la gente de la diosa Danaon griega [125]
3. Los Tuatha griego-escitas y los Tuata del Cantábrico. Enfrentamiento de Brigantes
y Teutones en el norte de Hispania [127]
4. El enfrentamiento entre Tuathas y filisteos: su posible origen histórico [129]

XI. El reino celto-escita de Brigantia naoi


1. La conexión del noroeste de Iberia con Tartessos: asentamientos en briga- [130]
2. Breoghan, rey de los hispano-escitas: citado en distintos manuscritos como figura
histórica. Breoghan, abuelo de Mil de España [131]
3. Braganza, según Keating, viene del nombre de Bratha, padre de Breoghan,
fundador de Brigantia y la torre de Brigantia [132]
4. Un posible origen de los brigantes en Oriente Medio: frigios, brigios y lidios [133]
5. Relaciones entre los manuscritos irlandeses y las obras de Alfonso X el Sabio [133]

XII. Cuándo pudo ocurrir la última migración hispano-escita a las Islas


Británicas [135]
1. Huida de los galaicos, astures (brigantes) y otros pueblos de Hispania después
de las campañas de Iunius Brutus (s. II a.C.) y Augusto (s. I a.C.) [135]
2. Asentamiento de los brigantes en las Islas Británicas [136]
3. La última migración desde Hispania a Irlanda en el s. II a.C., según Nennius [140]
4- Relación entre los escritos de S. Isidoro y Nennius [141]
5. El nombre de Albion (Bretaña) debido a Brutus, según Nennius [142]
6. Origen de los albionum en Hispania [143]
7. Posible existencia histórica de ambos Brutus [144]
8. El terror romano en Hispania: Numancia. Huida generalizada de los hispanos [146]
9. Similitudes en los relatos referentes a Caracatus (Corocoto), caudillo de los
cántabros (¿brigantes?, s. I a.C.) y Caratacus, caudillo de los trinovantes
(atrébatos) de Gran Bretaña (s. I a.C.) [149]
10. Los trinovantes, fundadores de Troia Nova, según Geoffrey [150]

3a parte. LAS RUTAS MIGRATORIAS


DE LOS PUEBLOS DEL LEABHAR GABHÁLA

XIII. Escitas, visigodos y celtas en el Mar Negro: su expansión europea [155]


1. Los escitas en el Leabhar Gabhdla. Magogy los orígenes de Escitia. Medos y escitas
en la península de Anatolia. Escitas, tartesios e iberos [155]
2. Los tartesios, procedentes de Asia Menor, según Philipon, Huberty otros
especialistas [157]
3. Hércules en Hispania [158]
4. Río Hípanis en la Escitia de los borístenes: similitud con Hispalis e Hispania [160]
5- La Iberia escita de san Isidoro: similitud con el río Ebro, Iberia e Hibernia [161]
6. Río Ebro en la región de Tracia habitada por los escitas, mencionado por Heródoto
y S. Isidoro [163]
7. Nombres europeos de lugar en briga- [165]
8. Los brigo-escitas y los brigantes de Irlanda y Gran Bretaña en los Anales de Inisfallen.
Su emigración desde Anatolia y el Mar Negro [166]
9. Los visigodos, alanos y otros pueblos llegados del Mar Negro, posibles recopiladores
de relatos primitivos: san Isidoro y Orosio, eruditos de la Europa bárbara [170]
10. Los visigodos, conocedores del alfabeto rúnico y la cultura escita [173]
11. Tracios, escitas y celtas [174]
12. Los Gálatas del Asia Menor [175]

XIV. El eslabón perdido entre el Mar Negro y las Islas Británicas:


Tartessos [177]
1. Origen de los habitantes de Tartessos en Oriente Medio [177]
2. Llegada de los tirsenos a Tartessos según Schulten [178]
3. Las emigraciones de los «pueblos del mar» [180]
4. La relación de los tirsenos con los etruscos y milesios [181]
5. Persas en Hispania citados por Plinio [182]
6. Tártaros en Hispania citados por Homero y Estrabón [183]
7- Estrabón cita cómo Arpago, sucesor de Giro, expulsa a los griegos de Asia Menor,
que buscan refugio en Tartessos reinando Argantonio [184]
8. La influencia de Oriente Medio en el arte de Tartessos [185]
9. Salustio menciona a los soldados de Hércules en Hispania y dice que son «medos,
persas y armenios». Explicación de san Isidoro [186]
10. Tartessos y la posibilidad de asentamientos relacionados con Oriente Medio [188]

XV. La primitiva ruta atlántica [193]


1. La primitiva ruta nor-atlántica de los escitas mencionada por Diodorus Siculus
(s. I a.C.) [193]
2. La primitiva ruta sur-atlántica de los pueblos del Mediterráneo: los iberos
en las Islas Británicas [197]
3- Hibernia, Scotia e Yernia relacionadas en la antigüedad: la Hiberia del Gáucaso.
Irlanda mencionada como Hibernia e Ivernia. Hiberia en España y en el Cáucaso.
La Hibernia de César. Yerne, Eire e Hiberia [199]
4. Pueblos hispanos en las Islas Británicas: los silurus en Gales e Irlanda. Albiones
y oestrymnidos en las islas [201]
5. Origen del nombre de los Scotus y gaélicos. Origen del nombre de Alba [202]
6. Relaciones primitivas de la Península Ibérica y las Islas Británicas [204]
7. Las Islas Oestrymnides. Los tartesios en las islas Oestrymnides (Estrímnidas),
según Himilco y Avieno [209]
8. Pre-celtas hispanos en las Islas Británicas [211]
9. Las primitivas relaciones marítimas y comerciales entre Hispania y las Islas Británicas
anteriores al IIOO a. C., año de la fundación de Cádiz por los fenicios [213]

XVI. ASTURES, ALBANOS, PICTOS y LIGURES [216]


1. Los brigantes en Asturias y otras partes del Cantábrico a partir del año 700 a.C.
Su origen [216]
2. Los albionum de Asturias (¿astures?) y los albionum de Gran Bretaña: su posible
relación con Alba y Albania [218]
3. Los albanos originarios del Cáucaso según Orosio, y los albanos de Gran Bre­
taña [219]
4. Alba, Alba Longa y Albania [220]
5. Los pictos, originarios de Escitia en la obra de Geoffrey: fuentes históricas [222]
6. Los pictos procedentes de Iberia según Tigernach. Ciudades pictas en Francia [225]
7. Los pictos originarios de los territorios griego-escitas según San Isidoro y otros
eruditos medievales [226]
8. Los pictos en el Catálogo de monedas celtas de la Galia [228]
9. Los «scits» y los «picts». Conversión del sonido /k/ en sonido /p/ en la
palabra «scit» [230]
10. Ligures y pictos: Génova, capital de la Liguria primitiva [232]

XVII. Tir na nog y el camino solar de las Aran Islands y San Andrés
DE TEIXIDO [236]
I. El camino solar y las islas primitivas del Más Allá mencionados por los clásicos [236]
2 El templo solar de las islas Aran y San Andrés de Teixido. Erytheia: Tierra Roja [238]
3. Dun Aengus y el camino solar [240]
4- Los seres del mundo invisible, señores de Tir na nog [244]
5. El camino solar de los milesios españoles [247]
6. El nombre de «Eriu», relacionado con las islas del Más Allá [251]
7. El Tir na nog cristiano en las islas de Avalon y de San Brandan [256]

4a parte. LA LENGUA CELTA Y SUS ORÍGENES

XVIII. Relaciones lingüísticas primitivas [263]


1. Primeras inscripciones latinas escritas con signos griegos [263]
2. Origen de las lenguas celtas en la zona del Mar Negro según Wagner [264]
3. Lenguas primitivas en la Península de Anatolia: el frigio y su relación
con el griego, el tracio y el ilirio [265]
4. La ruta lingüística ilirio-albanesa: los ilirios, transmisores de la cultura
Hallstáttica [266]
5. El nombre de lugar «Alba», repartido por los países italo-célticos [267]
6. El italo-celta y la posibilidad de una familia de lenguas ibero-caucásicas [269]
7. Relación entre las primitivas lenguas de la Península Ibérica y las lenguas escitas [271]
8. El vasco y las lenguas del Cáucaso [272]
9. El picto irlandés y el gaélico hablados en Northumbria hasta el s. X d.C. [273]
10. La lengua picta, lengua de los milesios según Nicholson [275]
11. Orígenes del irlandés en el celta hispano [276]

XIX. La lengua de los primitivos manuscritos [279]


1. Los primitivos escritos en España e Irlanda. Tartessos: la literatura escrita
más antigua de Occidente, según Estrabón [279]
2. La lengua vasca, el ibero y las lenguas del Cáucaso [283]
3. Los godos y las runas. Los posibles orígenes de las runas en el mundo escita:
la inscripción rúnica en el plato escita de Issyk [284]
4. El alfabeto ibero y el etrusco: su posible relación con las runas [286]
5. La escritura tartésica y la escritura rúnica de la Cruz irlandesa de Ruthwel [292]
6. Los escritos oghámicos [295]
7. Estudios sobre la primitiva lengua irlandesa: el Libro de Ballymote [299]
8. El irlandés y sus afinidades con el hebreo, el griego y el latín [301]
9. La primera gramática en lengua celta: la gramática de los milesios, los fir bolg
y los Tuatha Dé Danann [302]
10. La Grammatica Céltica de Zeuss. Reglas afines en las lenguas celtas [307]
11. El Formulario de Marcellus Burdigalensis del s. IV d.C. [310]
12. El calendario primitivo del Sena [311]
13. Manuscritos irlandeses anteriores al s. V: el manuscrito Cin ofDroma Snechta [312]

5a parte. LA LITERATURA IRLANDESA


EN SU CONTEXTO HISTÓRICO Y LITERARIO

XX. La INFLUENCIA GRIEGA EN LA LITERATURA IRLANDESA [319]


1. La ruta marítima en busca del último asentamiento: Itaca, Irlanda y España [319]
2. Ionia, centro de irradiación cultural del Mediterráneo, e lona, centro
de irradiación cultural de las Islas Británicas [320]
3. Erythia de Ionia y la enigmática isla de Erythea de Tartessos [322]
4. La Odisea de Homero y la Tain bo Cuailnge: Elena y Deirdre, Guchulain y Aquiles,
Héctor y Ferdius [324]
5. La Odisea de Homero y el Leabhar Gabhála [326]
6. El relato de París príncipe de Troya y la Tain Bo Cuailnge [330]
7. La «Profecía de Paris, príncipe de Troya» y la «Profecía de Deirdre» [331]
8. La Manzana de la Discordia y La fiesta de Bricríu [332]
9. El relato de «Zeus y el cisne (Leda)» y el relato del «Sueño de Aonghus» [336]

XXI. La influencia escita en la literatura irlandesa [338]


1. La enfermedad femenina de los escitas en los astures hispanos y en los guerreros
del Ulster [338]
2. El hijo de Hércules y el hijo de Cuchulainn: su origen en los relatos escitas [342]
3. La prueba del valor de Beterez y la prueba del valor en la «Fiesta de Bricriu» [347]
4. Batraz y el monstruo del lago rojo de Donegald [350]
5. La rueda escita y Cuchulainn [351]
6. El calor de Batraz y Cuchulainn [352]

BLOQUE B
FUENTES PRIMTIVAS DEL RELATO IRLANDÉS DE DEIRDRE

6a parte. ORÍGENES INDOEUROPEOS Y RELATOS ESCITAS

XXII. Los ORÍGENES INDOEUROPEOS [355]


1. La profecía del nacimiento de Deirdre y la profecía del nacimiento de Semíramis,
Ciro, Paris, Habidis, Bruto, Partholon y Lugh. La maldición contra el rey en
todos los relatos [355]
2. El relato hindú de la profecía del nacimiento de Krishna y su similitud con el
relato de Deirdre. Intentos del rey para evitar la profecía. Abandonado después de
su nacimiento. Su adopción en secreto. Edad adulta: muerte del rey a manos de
Krishna [357]
3. El sincretismo: característica dominante de los primitivos druidas y filis. El sincre­
tismo en el canto mágico de Krishna y en el canto mágico de Aimirgin [358]
XXIII. Relatos griego-escitas de Asia menor [361]
1. El relato griego-asirio de la Profecía del nacimiento de Semíramis: traerá la des­
gracia al reino. Abandonada entre las fieras. Su adopción en la casa real. Su rela­
ción sentimental con Omnes y Niños. La guerra civil frente a su hijo y la pérdida
del trono de Semíramis, reina de Asiria [361]
2. El relato medo-escita de la profecía del Nacimiento de Ciro, nieto del rey de los
medos: traerá la desgracia al reino. Intentos del rey para evitar la profecía. Aban­
donado entre las fieras. Su adopción en secreto. Perdón del rey. Huida a Egipto.
Edad adulta: la guerra civil y la pérdida del trono del rey de los persas. Ciro, rey de
los persas [362]

7a parte. RELACIÓN CON LOS RELATOS GRIEGOS,


HISPANOS E IRLANDESES

XXIV. Relatos griegos [369]


1. La influencia oriental en los relatos griegos: los relatos de Ctesias (s. IV a.C.),
Diodoro de Sicilia (s. I a.C.) y Berosus (s. I a.C.) [369]
2. El relato griego de la Profecía del nacimiento de Hippodaemia, hija del rey: traerá
la desgracia al reino. Intentos del rey para evitar la profecía. La carrera sin gana­
dor. Muerte del rey [370]
3. La profecía de la muerte del rey de Tebas a manos de su hijo Edipo: traerá la des­
gracia al reino. Abandonado entre las fieras. Su adopción en la casa real. Muerte
del rey a manos de su hijo. Edipo,rey de Tebas [372]
4- La profecía de la muerte del rey Acrisus de Argos a manos de su nieto Perseo.
Abandonado con su madre en el mar. Su estancia en la casa real de Serifus.
Muerte del rey a manos de su nieto. Perseo, rey de Micenas [373]
5. La profecía de la muerte de Ulises a manos de su hijo Telémaco [374]
6. El relato griego de la profecía del Nacimiento de Paris, hijo del rey de Troya:
traerá la desgracia al reino. Intentos del rey para evitar la profecía, Abandonado
entre las fieras. Su adopción en secreto. Perdón del rey troyano. Edad adulta: la
guerra de Troya y la pérdida del trono del rey de Troya [374]
7. El nacimiento de Heracles y su similitud con los relatos anteriores. Hijo de Zeus.
Abandonado entre las fieras al nacer. Perdón del rey. Su retorno a la casa real.
Enviado como pastor [375]

XXV. Relatos hispanos e irlandeses [377]


1. El relato hispano-griego de la profecía del Nacimiento de Habidis (Habis), nieto
e hijo incestuoso del rey de Tartessos: traerá la desgracia al reino. Intentos del rey
para evitar la profecía. Abandonado entre las fieras. Su adopción en secreto. Per­
dón del rey de Tartessos. Edad adulta: Habidis, rey de Tartessos [377]
2. El relato irlandés de la Profecía del nacimiento de Deirdre: origen prehistórico
del relato. Hija de la hermana del rey del Ulster. Traerá la desgracia al reino.
Intentos del rey para evitar la profecía. Su cautiverio secreto en una fortaleza. Su
relación sentimental con Naisi y el rey Conchubar. Traición del rey. Edad adulta:
la guerra civil y la pérdida del trono del rey Conchubar del Ulster [378]
3. El relato irlandés de la profecía del nacimiento de Lugh, hijo de Eathne: traerá la
desgracia al reino. Intentos del rey para evitar la profecía. Cautiverio secreto de
Eathne en una fortaleza. Edad adulta de Lugh, hijo de Eathne. La muerte de
Balor a manos de su nieto [383]
4. La profecía irlandesa del nacimiento de Partholon: traerá la desgracia al reino.
Muerte de los reyes. Exilio de Partholon a España e Irlanda [385]
5. El relato irlandés de la profecía del nacimiento de Brutus: su similitud con los
relatos de Partholon y Butes [386]

XXVI. La influencia irlandesa en Calderón de la Barca [390]


1. El relato de la Profecía del nacimiento de Segismundo en el drama La vida es sueño
de Calderón del Barca [390]
2. Relación con los relatos de Deirdre y Ciro [392]
3. Geoffrey Keating, Calderón de la Barca y los Colegios de los Irlandeses en España
[394]

8a parte. LOS ORÍGENES DEL TEMA HEROICO


DE LA TAIN BO CUAILNGE

XXVII. Fuentes primitivas de la Tain bo Cuailnge: la influencia


HISPANO-GRIEGA [399]
1. Hércules, Gerión y la Tain Bo Cuailnge [399]
2. Hércules y la isla de Erythea [401]
3. Muerte de Cuchulainn y de Hércules [404]
4- Contenido histórico del relato primitivo [404]
5. Posible relación entre ambos relatos [407]

BLOQUE C
EL SINCRETISMO, CARACTERÍSTICA DOMINANTE
EN LA HISTORIA Y LA LITERATURA CELTAS

9a parte. SINCRETISMO Y LITERATURA

XXVIII. El ORIGEN DE LA EPOPEYA IRLANDESA EN LAS MIGRACIONES DE LOS


PUEBLOS DEL MAR DEL S. XII A.C. [411]
1. Los pueblos del mar originarios del Egeo, Anatolia y la Escitia griega: el origen
de los aqueos, etruscos, sardos, sículos y filisteos [411]
2. Similitud de milesios y tirsenos con los «Scots» (escotos) [412]

XXIX. El SINCRETISMO DE LA ODISEA DE HOMERO, EL LEABHAR GABHÁLAY


EL ULYSSES DE JOYCE [415]
1. La epopeya griego-escita en la obra de Joyce. Joyce, conocedor del sincretismo
primitivo de los files irlandeses [412]
2. Por qué sus personajes son irlandeses-judíos o gibraltareños. Comparaciones
entre el Leabhar Gabhála y la Odisea de Homero [418]
3. Situación geográfica de Irlanda [422]

Conclusión [423]
Realidad o ficción en los relatos de los manuscritos irlandeses [423]
Ramón Sainero, considerado uno de los más prestigiosos especialis­
tas en el campo de la filología celta, nos ofrece en el presente libro
una teoría, documentada de forma exhaustiva con manuscritos cel­
tas, documentos históricos y pruebas arqueológicas, de las fuentes
históricas y míticas de los orígenes del mundo pre-celta y proto-celta
en la Península Ibérica. Se ofrece asimismo un estudio comparado de
las primitivas lenguas y literaturas celtas con las primitivas culturas
de Oriente Medio y el Mar Negro que nos lleva a descubrir un cami­
no quizás diferente en este apasionante campo de investigación.

RAMÓN SAINERO, licenciado en Filología por la Universidad de


Madrid, realizó sus estudios de máster y doctorado de literatura
irlandesa en la Universíty of Ulster y en la Universidad Complutense
de Madrid, y ha asistido a cursos intensivos de lengua y literatu­
ra celta en las universidades irlandesas de Galway (Cararoe), Trinity
College (Dublin), The University of Ulster (Coleraine) y Oideas Gael
(Donegald). Ha sido profesor en la University of Ulster, en la Univer­
sidad Complutense de Madrid y actualmente lo es en la UNED, don­
de enseña literatura celta e irlandesa, siendo uno de los pioneros,
si no el primero, en abrir el campo de docencia e investigación en
estudios de filología celta e irlandesa en España.
Entre sus publicaciones cabe destacar Lorca y Synge, ¿un mundo
maldito? (Madrid, 1983), Leyendas celtas en la literatura irlandesa
(Madrid, 1985), Leabhar Ghabhála (Libro de las Invasiones) (intro­
ducción, traducción y notas, Madrid, 1987), La huella celta en Espa­
ña e Irlanda (Madrid, 1987), Los grandes mitos celtas y su influencia
en la literatura (Barcelona, 1988), Sagas celtas primitivas en la lite­
ratura inglesa (Madrid, 1993), Lenguas y literaturas celtas: origen y
evolución (Madrid, 1994), Lenguas y literaturas celtas: origen y evo­
lución (La Coruña, 2003), La literatura anglo-irlandesa y sus oríge­
nes (Madrid, 1995) y Diccionario de mitología celta (compendio de
manuscritos primitivos de las Islas Británicas) (Madrid, 1999).

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