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COSMOGONIA YORÙBÁ - Verso de Bàbá Éjì Ogbè sobre la Creacion y

las Deidades, revelación de Oduduwa.

El Espíritu Tata G, Emisario de Bàbá Odùdúwà, recito estos versos de Ifá que recibió de
Bàbá Odùdúwà directo sobre la Creación, provienen de baba EJI OGBÈ: Dado el sábado 21
de mayo del 2016 en el Festival de Yemoyale/Yemaya de ẸGBẸ́ ÓDÙN ỌLỌ́ FIN (La
Familia Espiritual del Secreto de ỌLỌ́FIN).
"Dicen los Ancianos (los 16 Ancianos) en el mundo espiritual, que fue un tiempo en el que
existía la carencia de existencia, dentro de ese mundo amplio, infinito y desconocido había
una consciencia, el pensamiento de alguien. Esa consciencia necesitaba de algo para poder
existir. Y entonces fue creada la primera parte de donde emana el Todo, inclusive de donde
No existe Nada. Esa consciencia recibió por un decreto Divino, inclusive al desconocer el
mismo ese decreto, recibió el Poder para generar su expansión. Comenzó a manifestarse en
aquellos lugares donde no podía haber nada que pudiera ser manifestado.
Dicen los Ancianos que ÈŞÙ es la Deidad marcada Divinamente para acompañar siempre
al Adivino (Awo), y entonces los Ancianos preguntaron por qué. ¿Porque fue esto? Esa
Consciencia, ese Pensamiento de alguien Supremo, Energizado o Empujado por alguien
que va más allá del Entendimiento Absoluto, está destinado por Decreto y Marcado de
acompañar siempre al Adivino (Awo Ifá), para evitar que el Adivino se vuelva en contra de
su Creador. De ese pensamiento que fue empujado por aquella Fuerza Divina, surgió el
Artista /Artífice (ỌLỌ́ FIN Ọ̀ RUN), aquel que esculpía y creaba. Y de ese Artista que tubo
de manera divina a un hijo, proveniente de su raíz, de su energía, aquel que le dio Luz para
que pudiese contemplar la Creación de lo que había esculpido. Entonces los Ancianos
preguntaron cómo lo vamos a llamar, ¿Cómo? Y entonces los Ancianos decidieron llamarlo
ỌLỌ́RUN, aquel que le dio Luz para que su Padre pudiera admirar aquello que había
esculpido. Junto a ese Padre existía un Acompañante, que se oculta dentro de la obscuridad
del manto que el emanaba con su Energía, y entonces los Ancianos preguntaron cómo
llamaremos a ese que se Oculta, Y entonces los Ancianos decidieron llamarlo ỌLỌ́KUN.
Al ver y contemplar el Padre la Grandeza y Magnificencia de su Creación, en ese momento
de su mirada se destilo la Emanación Divina de aquel que estaba destinado de manera
divina a conocerlo todo, y entonces los Ancianos preguntaron, ¿cómo lo vamos a llamar? Y
entonces los Ancianos decidieron llamarlo IFÁ. Entonces IFÁ abrió sus alas y comenzó a
navegar ese vasto campo, recogiendo a través de aquellas esculturas todo el conocimiento
que el Ser Creador había magnificado. Al recoger aquella Ave de majestuosos colores y de
todas las tonalidades ese conocimiento, engendro un hijo, y entonces los Ancianos
preguntaron, ¿Cómo vamos a llamar a ese Hijo? Y entonces los Ancianos decidieron
llamarlo ỌLỌ́ FIN Ẹ̀ LÀ (El PURO). El Ave miro con Amor y con desdén a aquel que
provenía de sus entrañas, y determino en ese momento de manera sacra que sería el fluido
que tendría que acompañar al Adivino en su Camino, y se manifestaría a través del verbo
de aquel que recitaría los poemas (Ese Ifá), y entonces los Ancianos preguntaron, ¿cómo
llamaremos al Poeta?, Y entonces Ọ̀RÚNMÌLÀ fue su nombre (que significa; “Solo el
Cielo sabe de quién será Salvado”).
Aquel Poeta camino, anduvo y se materializo en uno de los centros que el Padre Superior
(ỌLỌ́FIN Ọ̀run) había Esculpido con Ira y Coraje, y entonces fue que conoció al Amigo
con el que compartiría no solamente sus recitales, sino también su Sangre. Y entonces los
Ancianos preguntaron, ¿cómo llamaremos a ese amigo? Y entonces los Ancianos
decidieron llamarlo ỌLỌ́ FIN ODÙDÚWÀ (ỌLỌ́ FIN AYÉ, ỌLỌ́ FIN OTETE, ỌLỌ́ FIN
ÀDÌMÚLÀ). Y entonces después de haberle dado nombre y Poder a ese amigo, el Padre
Creador contemplo nuevamente y decidió poner orden a través del desorden, y entonces los
ancianos preguntaron, ¿cuál será el nombre para esas esculturas?
¿Qué es lo primero que el poeta acompañado de su amigo avizora? La Magnificencia de la
Creación del Ser Supremo en busca de ÉL MISMO. Y entonces los Sabios volvieron a
preguntar, ¿Cómo llamaremos a esas Esculturas? Y entonces los Ancianos decidieron
llamarlas; ÌRÀWỌ̀ e ÌRAWỌ (Estrellas y Planetas). Y entonces cuando el Poeta y su
Amigo contemplaron nuevamente la Creación del Padre Supremo, avizoraron a lo lejos a
tan magnifico escultor que venía acompañado. Y entonces los Sabios preguntaron, ¿cómo
llamaremos a sus acompañantes? IRÚNMỌ̀LE será el nombre. Gustosos; el Poeta y el
Amigo recibieron aquellos Poderes que provenían del Escultor de Escultores, del Creador
de Creadores. Los recogieron y los acogieron, y entonces Amigos se volvieron. Los amigos
preguntaron, ¿En dónde manifestaremos el Poder que el Padre Supremo nos ha otorgado? Y
Entonces los Ancianos preguntaron, ¿En quienes depositaremos tan magnificente Poder?
En aquellos que posean la Consciencia suficiente y vasta cómo para ser depósitos de tan
grande emanación de Poder y Fuerza, ¿Cómo llamaremos a esos depósitos?, preguntaron
los Ancianos. Estos serán llamados ÒRÌŞÀ (Conciencias Selectas, abiertas a lo Divino).
Cuando se manifestaron en esos depósitos sagrados, el Poeta y el Amigo preguntaron, ¿De
dónde vienen y quién los creo? Ellos contestaron; De aquel que con furia y arrebato creo
aquello que nuestros descendientes jamás podrán alcanzar.

Este Verso viene de la mano del más joven, de Bàbá Éjì Ogbè.
(Bàbá Òfún era el primero de los 16 Odù, pero perdió su Posición ante el más joven o
último en manifestarse que fue Bàbá Éjì Ogbè).

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