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76
REVISTA DE ESTUDIOS
Número monográfico nº 76 - 2007 ≥ Marzo 07
Coordinador: Rafael PRIETO LACACI
DE JUVENTUD
≥ Marzo 07 | Nº 76 Jóvenes, globalización y movimientos altermundistas 76 Jóvenes, globalización
y movimientos altermundistas
Composici n
Francisco Fernández Buey. Catedrático de Filosofía Política. Universidad Pompeu i Fabra de
DOCUMENTOS Barcelona.
I
El fenómeno más significativo del cambio de siglo en lo relativo a los
movimientos sociales alternativos ha sido el rápido desarrollo del
movimiento que inicialmente se llamó antiglobalización y que hoy prefiere
llamarse a sí mismo alterglobalizador o altermundialista. En su génesis hay
tres ciudades muy distintas que, sin embargo, simbolizan bien lo que este
nuevo movimiento quiere representar: Chiapas, Seattle y Porto Alegre.
Este último factor tiene por el momento una gran importancia, pues ha
evitado que la agenda del movimiento quedara determinada desde el
II
El listado de las acciones que el movimiento antiglobalización programó en
Porto Alegre para 2002-2003 y que luego ha desarrollado en los años
siguientes da ya una idea de la amplitud de sus objetivos. Allí el movimiento
se comprometió a dar la batalla por el acceso de las gentes pobres al agua
potable y a los fármacos que ahora no están a su alcance (señaladamente
para combatir el SIDA); se comprometió a presionar para modificar la
estrategia de la FAO contra el hambre en el mundo; se comprometió a exigir
la adhesión de todos los gobiernos al protocolo de Kyoto; incorporó la
reivindicación del 0,7 del PIB para la ayuda a los países empobrecidos; se
comprometió a dar la batalla contra el comercio de armas y por la
reconversión de las fábricas de armamentos; se manifestó contra las
patentes de partes de seres vivos; hizo campaña a favor de la tasa Tobin y
de la cancelación de la deuda de los países empobrecidos; e hizo suya las
reivindicaciones indigenistas frente a la globalización cultural que conduce a
la homogeneización y a la extinción de lenguas y culturas minoritarias. Es
obvio que todos y cada uno de estos objetivos chocan de frente, en mayor o
menor medida, con la orientación neoliberal de la globalización en curso.
III
La novedad de este movimiento de movimientos respecto de otros
movimientos sociales anteriores es su carácter no sólo internacionalista sino
realmente mundial, su aspiración a una ciudadanía planetaria respetuosa de
las diferencias lingüísticas y culturales, a la configuración de una “sociedad
civil global”, como suele decirse.
Entre los rasgos que caracterizan este movimiento de movimientos hay que
subrayar cuatro que parecen estar cargados de futuro: 1.° el rechazo de toda
subalternidad respecto de la política institucional y de los partidos políticos
existentes; 2.° el compromiso con la globalización de los derechos de las
personas y de los pueblos, lo que da una dimensión nueva a la vieja lucha
por los derechos humanos; 3.° la implicación en la realización de formas
avanzadas de democracia local; 4.° la tendencia a la ampliación de la
democracia representativa en democracia participativa empezando por las
organizaciones del propio movimiento.
IV
El que estos síntomas lleguen a cuajar en una realidad verdaderamente
alternativa a la globalización neoliberal en curso depende, obviamente, del
desarrollo organizativo y socio-político del movimiento de movimientos. Y
no se puede decir que dicho desarrollo haya sido sostenido desde sus
orígenes hasta el momento actual. Hasta 2004 el movimiento de
movimientos ha pasado por una fase de crecimiento constante, pero en los
dos últimos años ha habido algunas inflexiones que no es posible ignorar.
“El despido sin motivo facilitará también los abusos y la discriminación que
ya se producen con frecuencia, mientras que la precariedad durante el
período de prueba dificultará, por ejemplo, el acceso a una vivienda. Por eso
el grito en las movilizaciones es: “C comme chômage, P comme précaires, E
comme exploités”, es decir, que el CPE significará Desempleo, Precariedad y
Explotación.
“No aceptamos la política neoliberal del gobierno que sólo significará más
desigualdad y precariedad para los jóvenes”. Este proyecto neoliberal ya fue
en cierta medida rechazado por los franceses que votaron NO a la
Constitución Europea; el debate que se generó entonces en torno a los
derechos sociales continúa en la discusión actual sobre la precarización y el
empleo.
V
A pesar de la heterogeneidad de este movimiento de movimientos, que es
evidente, hay toda una serie de objetivos compartidos por las diversas
organizaciones y personas comprometidos en el mismo. A partir de los
documentos elaborados en el ámbito de los movimientos sociales del Foro
Social Mundial y de los escritos de diferentes autores, más o menos
representativos de lo que ha sido el espíritu del movimiento, se puede
establecer algo así como un decálogo en el que se recogen las propuestas
principales del movimiento alterglobalizador desde el 2000 y concretan lo
que habitualmente se entiende por otro mundo posible. Helo aquí:
Esta ha sido una de las medidas más antiguas preconizadas por las
asociaciones dedicadas en los países ricos a la solidaridad y cooperación con
los países pobres. El movimiento antiglobalización hizo suya la reivindicación
desde las primeras reuniones del FSM. Pero, con el tiempo, lo que empezó
siendo una exigencia de carácter más bien paternalista ha sido presentada
con otra dimensión más concreta y positiva. Hoy en día el movimiento
alterglobalizador no sólo reivindica la cancelación inmediata e incondicional
de la deuda externa, sino que, subrayando los efectos negativos de los
procesos colonizadores, califica a los países empobrecidos de acreedores de
deudas históricas, sociales y ecológicas y, desde Porto Alegre 2005, exige el
reconocimiento internacional de las mismas así como la autogestión de las
ayudas y recursos para así evitar la acumulación de nuevas deudas.
2.a Dedicación del 0,7% del PIB de los países ricos a ayudar al desarrollo
de los países en peor situación socioeconómica
También esta reivindicación tiene ya una larga historia, que ha estado muy
vinculada al movimiento a favor de la justicia global desde la década los
noventa del siglo pasado. Aunque a partir de los cálculos de las instituciones
especializadas de la Unión Europea para ayuda al desarrollo, no es previsible
que el objetivo sea alcanzado antes del año 2015, la presión del movimiento
de movimientos en Europa ha logrado que al menos cuatro países miembros
de la Unión (Dinamarca, Luxemburgo, Países Bajos y Suecia) cumplan ya
esta meta del 0,7 % del PIB en AOD y se hayan comprometido a mantener
su ayuda al desarrollo como mínimo en este nivel. Otros seis estados
(Bélgica, España, Francia, Finlandia, Irlanda y el Reino Unido) han fijado un
calendario definitivo para alcanzar este objetivo antes de 2015.
En esa línea una de las reivindicaciones más sentidas por los distintos
movimientos que componen el movimiento de movimientos ha sido la
defensa, hecha precisamente por Vía Campesina, del agua como bien
común, contra su privatización y por el reconocimiento del acceso al mismo
como un derecho humano. Y se comprende, pues actualmente más de mil
millones de personas carecen de agua potable y cada día mueren más de
quince mil niños por causas relacionadas con la contaminación del agua.
Aún así, hay que decir que sin el auge alcanzado en los primeros años del
siglo XXI por el movimiento alterglobalizador no es posible explicar ni el
clamor sobre la reforma o abolición de la Organización Mundial de Comercio
y el Fondo Monetario Internacional, ni el interés mundial existente por las
experiencias de democracia participativa de Porto Alegre y Kerala ni, menos
aún, la dimensión de las manifestaciones contra las guerras preventivas y la
invasión de Irak por EE.UU. y sus aliados en 2004.
Está por ver si este nuevo movimiento a favor de la paz y contra las guerras
preventivas va a ser sólo un movimiento coyuntural, de protesta ante las
intervenciones armadas del centro del Imperio en tales o cuales “provincias”
o si, como están teorizando algunos autores en los últimos tiempos, las
movilizaciones de 2003 y 2004 son el embrión del movimiento social que
corresponde estructuralmente a la época de la guerra permanente global,
uno de cuyos principales motivos sería la lucha por los recursos energéticos
en la fase final de la era del petróleo.
VI
Como en todos los movimientos sociales en éste aún con mayor razón, al
tratarse de un movimiento global, lo –anti (la crítica a lo existente) está más
desarrollado que lo –alter (es decir, la alternativa, lo que se propone en lugar
de lo que se critica). Entre los grupos, colectivos, organizaciones y corrientes
que componen el movimiento de movimientos hay una coincidencia muy
amplia a la hora de criticar aspectos principales de la globalización
neoliberal, pero divergencias importantes en la estimación de las propuestas
alternativas y la plausibilidad de las mismas.
VII
Como en todo movimiento social sano hay en el movimiento de movimientos
una dimensión prepolítica importante, una atención preferente a la ética y a
la coherencia en los comportamientos. Esta dimensión se está valorando
mucho, sobre todo en Europa donde la confusión entre política y politiquería
hace estragos. Es esta dimensión prepolítica pero no antipolítica en sentido
estricto, lo que ha producido entusiasmo entre los que se mueven en este
ámbito. Pero también ahí se esboza ya un debate interesante sobre cómo
hay que interpretar la dimensión prepolítica del movimiento. En unos casos
se usa el término prepolítico para acentúan la dimensión ética del
movimiento y subrayar que sus preocupaciones y objetivos no son todavía
políticos en sentido riguroso; en otros, en cambio, el término prepolítico
alude a la prioridad que en el movimiento hay que dar a lo social. Por el
momento lo que puede decirse ya es que el movimiento alterglobalizador
constituye la forma de expresión más potente del malestar cultural que ha
producido la posmodernidad capitalista en la época del Imperio único.
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
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