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¿Y tu relación con Dios?

por Enrique Monterroza

A veces perdemos el rumbo que deberíamos llevar, a veces nos afanamos en otras cosas que no son el fin principal de la
vida.

En ocasiones dejamos que el trabajo, el dinero y otras ocupaciones ocupen el lugar más importante en nuestra vida. Nos
preocupamos por tener dinero, por vestir bien, por tener lo último en tecnología, por tener una bonita casa y muchas otras
cosas materiales, pero nos olvidamos de nuestra relación con Dios que debería ser lo más importante en nuestra vida.

Nuestro Señor Jesús nos enseño a través de un ejemplo:

“Luego les contó una historia: «Un hombre rico tenía un campo fértil que producía buenas cosechas. Se dijo a sí mismo:
“¿Qué debo hacer? No tengo lugar para almacenar todas mis cosechas”. Entonces pensó: “Ya sé. Tiraré abajo mis graneros y
construiré unos más grandes. Así tendré lugar suficiente para almacenar todo mi trigo y mis otros bienes. Luego me pondré
cómodo y me diré a mí mismo: ‘Amigo mío, tienes almacenado para muchos años. ¡Relájate! ¡Come y bebe y diviértete!’”.
»Pero Dios le dijo: “¡Necio! Vas a morir esta misma noche. ¿Y quién se quedará con todo aquello por lo que has
trabajado?”.»Así es, el que almacena riquezas terrenales pero no es rico en su relación con Dios, es un necio».”

Lucas 12:16-21 (Nueva Traducción Viviente)

¿Qué es lo más importante para ti en este momento?, ¿Tu trabajo?, ¿Obtener bienes?, ¿Relajarte?, ¿Divertirte?, ¿Qué es lo
más importante?, ¿Será que lo más importante para ti en este momento es tu relación personal con Dios?

Y es que nos preocupamos por todo menos por estar bien con Dios, buscamos añadiduras antes que el reino de los cielos.
Queremos recibir, pero no ponemos nada de parte nuestra y lo peor: terminamos enojándonos con Dios por no responder a
nuestros caprichos.

¿El dinero es malo?, no, pero el amor al dinero si, ¿Los bienes son malos?, no, pero vivir solo para ello si, ¿Trabajar es
malo?, no, la misma Biblia dice que el que no trabaja bueno es que no coma, es importante trabajar, pero lo malo es cuando
el trabajo se convierte en tu vida, cuando ocupa el lugar que debería ocupar Dios, cuando haces de tu trabajo o de tus
intenciones de querer dinero o bienes lo primordial en tu vida.

Hoy te invito a hacer de Jesús lo más importante en tu vida, pero no solo de palabras, sino con acciones. Hoy quiero
motivarte a tratar de ser rico en tu relación con Dios.

Dedícale tiempo a Dios, ora cada día, lee su Palabra, congrégate, obedece a Dios, ama a tu prójimo, ten misericordia de los
demás como Dios la ha tenido contigo, no tengas mayor concepto de ti mismo que el que debes tener, pero sobre todo ama
a Dios cada día y que tu vida sea un homenaje al Señor, que todo lo que hagas, hables, veas, oigas o pienses glorifique el
Nombre de Dios y que tu mente tenga como lo más importante de tu vida tu relación personal con Él.

Cuando nos decidimos a ser ricos en el Señor a través de lo espiritual, Dios se encargará de bendecirnos en lo material si así
fuese su voluntad.

¡Seamos ricos espiritualmente y hagamos de Dios lo más importante en nuestra vida!

Fe auténtica por Enrique Monterroza

Nuestra vida giro el día que nos rendimos a Dios, el día que reconocimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, ese día
comenzamos una nueva vida, una vida que comenzaría a basarse en la fe, en donde la fe tendría que ser lo más importante
que ahora íbamos a tener.
Y es que es la fe la que nos ayuda a salir adelante de cualquier situación, es esa fe que nos ayudó a creer y confiar en Dios,
esa misma fe que cada día es necesaria para mantenernos firmes en medio de tanta situación que quiere opacarla, pero
que sin embargo no lo logra porque nuestra fe es una fe auténtica, capaz de hacerle frente a las circunstancias menos
favorables y salir vencedor.

El apóstol Pedro escribía en una de sus cartas:

“Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo
breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y
purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en
tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.”

1 Pedro 1:6-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Cuando tenemos fe auténtica somos capaces de salir adelante de cualquier situación que enfrentemos, y es que es por
medio de la fe que Dios puede llenarnos con su fortaleza y paz, es por medio de la fe que nosotros podemos ir y rendirnos
delante de su presencia y ser renovados para seguir luchando.

Nuestra fe cada día será probada a través de las diferentes situaciones que nos tocará enfrentar, es en esos momentos de
dificultad en donde realmente demostramos la clase de fe que tenemos.

Nadie dijo que la vida cristiana iba a ser fácil acá en la tierra, pero tampoco vamos a exagerar al decir que es demasiado
difícil porque la verdad es que cuando nuestra fe esta puesta totalmente en Dios y cada día nos fortalecemos a través de la
lectura de su Palabra y la oración entonces podemos estar seguros que venga lo que vengan por medio de la fortaleza que
Dios nos regala y la fe que tenemos en Él podremos salir adelante.

Tener fe auténtica es no dudar de lo que Dios está a punto de hacer en nuestra vida. Una fe auténtica es la que no permite
que nada desvíe su mirada del Señor. Una fe auténtica es la que aun en medio de las peores tormentas de la vida, sabe salir
adelante. La fe auténtica no depende de las circunstancias que la rodean, sino del Dios que puede ayudarlo en medio de
cualquier circunstancia. Una fe auténtica es la que aun en medio del desierto más duro puede seguir alabando a Dios.

¿Cómo es tu fe?, ¿Qué clase de fe tienes?, ¿Qué tan auténtica es tu fe? Hoy te invito a confiar en medio de los panoramas
más grises, a creer en medio de las tormentas más recias, a tener esperanza en medio del desierto mas rustico, porque Dios
nunca dejará abandonados a aquellos que en Él confían. Pueda que tu fe este siendo probada, pero cuando mantienes una
fe auténtica, una fe verdadera, una fe real, una fe total en Dios, entonces debes de saber que ni el mayor fuego podrá
contigo, porque la fe que tienes en Dios te llevará a ver los mejores resultados después del peor acontecimiento que puedas
enfrentar. La fe auténtica en Dios es la garantía que al final de cualquier situación, todo estará bien porque Dios no
defrauda a los que en Él confían.

“Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza.”

Jeremías 17:7 Nueva Traducción Viviente (NTV)

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