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Las autoridades municipales: Son los que no existen y si existen son personajes casi literarios,
como extraídos de alguna novela del realismo mágico o real maravilloso. En el que son capases de
todo y nada, en el que fueron revocados y luego elegidos para no hacer nada y finalmente para
morir en una cárcel y de las causas de su muerte no se sabe nada, y que en su entierro le lloran
miles de juliaqueños por las obras que nunca hizo, por el abandono del ovalo de salida a Cusco, por
el tobosaurio que es una invitación a la muerte, por las calles que nunca fueron asfaltadas, por el
drenaje que fue licitada, ejecutada y abandonada. Y en este periodo se intentó continuar la
ejecución del drenaje, pero finalmente fue abandonado, y que ahora ningún medio de
comunicación, ningún periodista, político dice algo sobre el drenaje. No sabemos cómo ha de
concluir este periodo municipal pero no esperemos nada, solo es admirable su incapacidad. Le
recordaremos siempre porque se abstuvo de hacer algo por Juliaca.
A modo de advertencia y derechos: Algunos derechos que tienen los juliaqueños con el bien
común. Si tu calle esta asfaltada y no tiene el servicio de agua puedes escavar y dejarlo
abandonado pues así aceleraras el deterioro de las pistas. Si vinieron tus amigos y hay una pelota,
pueden trancar la calle y que el resto transite por otras arterias. Si organizas una fiesta puedes
armar una carpa y celebrarlo ahí, eso sí ni se te ocurra ir al municipio pues nadie te dirá nada, ni es
necesario. Si vas techar tu casa puedes descargar en plena vía todos los materiales de
construcción, aunque incomode a todos, las autoridades municipales no te multaran. Si en tu casa
no hay agua puedes ir al puente maravillas o independencia a lavar tu carro o moto sin
desperdiciar pues de ese rio consumen todos los juliaqueños. Y si el agua viene turbia presenta tu
reclamo por mesa de partes de Sedapal y te harán ir todas las veces hasta agotar tu paciencia y
finalmente desistas de los reclamos, hay tantas otras advertencias que un juliaqueño debe saber,
pero creo que preferí olvidar.
En fin, Juliaca está de aniversario y hay que celebrarlo, y olvidar de todos los problemas que
aqueja, Juliaca es la tierra de todos y para todos. ¡Que Viva!