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LIMA: SIGNOS DEL PASADO Y


FRAGMENTOS DEL FUTURO

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EN SAN BALANDRÁN

Repetir que nuestro pobre y amado país es el país de los contrasentidos es cansar imitando a
Perogrullo. Ya nuestros abuelos lo sabían y nuestros biznietos lo repetirán también. Pero es
que la realidad nos lo pregona de tal suerte a cada rato que no hay manera de olvidarse de
una muletilla, que por sí sola afluye a los más inocentes labios, si hay labios inocentes.
Entre nosotros, como en la isla de San Balandrán, todo anda al revés. Hacemos presi-
dentes de la República a los comerciantes, comerciantes a los ministros; concejales y alcaldes
a los provincianos, diputados por las provincias que no conocen siquiera a los limeños; y
artesanos a los politiqueros, y a los artesanos les rompemos la cabeza. Es decir, se las rompen
los politiqueros...
Y así anda nuestro mundo: bocabajo o de cabeza.
Dígalo si no el Dr. Curletti. El Dr. Curletti es el director de salubridad, como se sabe.
Es aquel joven facultativo que fue el primero en negar la bubónica en Lima, cuando el
distinguido flagelo había ya comenzado a distribuir sus incómodos bultos bajo los sobacos
de un centenar de personas; y a quien, quizá por eso mismo, y por lo de que un clavo saca
otro clavo, se le ha nombrado bajo este paternal gobierno, árbitro del saneamiento de Lima
y del Perú entero y caballero armado de piqueta y suero antipestoso contra los bacilos
propagadores de esa misma bubónica en que, cuando era de la inspección municipal de
espectáculos, no creía.
A guisa de iniciación de labores, el Dr. Curletti nos echó por los suelos el callejón de
Petateros1 ; en seguida la emprendió con la casa del Pescante, y a renglón seguido nos
desbalconó las contrafachadas de las casas ribereñas del Rímac. Obras loables, desde luego,
deseadas por todos, de provecho para la higiene; pero obras que pudieron y debieron hacerse
con acuerdo de propietarios y locatarios, y con consejo de las rentas disponibles para cons-
truir los edificios que habían de surgir sobre lo demolido.
Nada de eso tuvo en cuenta el Dr. Curletti. Se portó entonces como un cirujano extra-
vagante, que después de abrirle el estómago a un enfermo para extirparle un tumor, le extir-
pa éste pero después de la operación le deja el estómago sin suturar, para que la familia se lo
cosa si tiene hilo y fuerzas para hacerlo.
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Pero no vamos a hablar de esa labor, que se encarga de pregonarla a todo el mundo Da pena, verdaderamente pena, echando una ojeada por los números de ese progra-
la boca abierta y sucia de Petateros. De lo que vamos a tratar es del doctor Curletti escultor. ma: retretas y fuegos artificiales, paseo de antorchas, sesión solemne en el municipio... y nada
Don Lauro, que ahora merodea por el Callao, derribándolo todo, se ha enterado de que, más. Porque en cuanto a los otros números de relleno, no vale la pena de mencionarlos
gracias a sus demoliciones, la Plaza Grau puede ensancharse, iniciativa que es de aplaudir, siquiera. Las funciones de gala en los teatros, las carreras del Jockey Club, la iluminación de
porque en efecto de la diminuta plaza puede hacerse una amplia y hermosísima; pero, los establecimientos, eso de todos modos lo hubiéramos tenido, por iniciativa y cuenta pro-
después de meditar en ello, ha caído en cuenta de que en una gran plaza la estatua del pia de los interesados.
héroe de Angamos resultaría pequeña y sin perspectiva, en lo que también podernos estar Es una lástima que el municipio de Lima se haya descuidado tanto, especialmente en
de acuerdo fácilmente. esta vez, cuando había motivos para hacer un pequeño gasto y solemnizar dignamente nues-
Mas en lo que no estamos de acuerdo, es en que sea él, el director de salubridad, quien tro aniversario. En Arequipa, en Trujillo, en cualquier otra ciudad nuestra de menos impor-
lo participe así al municipio del Callao primero y al gobierno después, en una nota impera- tancia será recibida la clásica fecha, estamos seguros, con mayor boato que en Lima. ¡Ay de
tiva en que pide nada menos que la reunión de una junta de notables para tratar del asunto, los inocentes provincianos que creyendo lo contrario hayan venido a Lima con la intención
eliminar el monumento y provocar [sic] un concurso de escultores para uno nuevo. de divertirse en estos días!
¿Con qué derecho hace eso el doctor Curletti? ¿Por ser director de salubridad tiene Antes, cuando no éramos tan cultos y modernizados como hoy y las arcas munici-
facultades omnímodas para decretar formación de juntas, derrumbamiento de monumen- pales estaban por lo regular escuetas, no había sin embargo esta parquedad de ahora y se
tos y concurso de escultores? ¿O es que, nombrado por el actual gobierno, se juzga, corno casi daba margen al entusiasmo y la alegría general con fiestas eminentemente populares. No
todos los servidores de éste, autorizado para hacer cuanto le plazca? Si es así, el doctor Curletti es que seamos de los que creen que "cualquiera tiempo pasado fue mejor"; es que el recuer-
debe estar tan engañado como cuando negaba la misma peste que hoy combate. do de lo que decimos está vivo en todos todavía y ello ha ocurrido ayer no más como quien
¡Y qué tranquilas, qué sosegadas deben ser ahora en el municipio las siestas del señor dice.
Carmona, teniendo lejos de su jurisdicción comunal al imperativo doctor don Lauro, que es ¿Por qué esta dejadez, esta indiferencia de nuestros ediles en la celebración del día
capaz de echar abajo la columna del Dos de Mayo para reemplazarla por otra más alta si hay magno de la patria? Sobre todo al pueblo: ¿qué se le ofrece al pueblo en estos días que
un caso de peste por esos barrios!... llegan? El pueblo es la alegría y la animación de los espectáculos, pero es menester darle
No, el doctor Curletti no tiene derecho para eso, ni Cristo que lo fundó. esos espectáculos para alimentar su regocijo. ¿Qué le importa al pueblo que haya funcio-
Pero ¡ojo, chalacos!, porque el día menos pensado ese doctorcito al parecer inofensivo nes de gala en los teatros si no le dan facilidades para que concurra a ellas? Ni que haya
pero derrumbalotodo va a echaros por tierra el monumento a Grau so pretexto de cualquier sesión solemne y distribución de medallas, que son actos formalistas que él sabe parodiar
cosa y con promesa de otro mejor. en sus instituciones gremiales. Ni que le den retretas que están a su alcance en la Plaza de
Otro mejor que no llegará nunca o no será él quien os lo proporcione... Armas cualquier tarde. Ni que los distraigan con fuegos, que los hay en cualquier plazuela
cuando tal o cual festividad religiosa. El pueblo quiere algo más y es necesario pensar un
[La Crónica. Lima, 27 de abril de 1912] poquito en él.
Columna "Burla burlando"
De otro modo, no tendremos derecho a censurarle que vaya a buscar en el alcohol
su esparcimiento, aplanado por la falta de alicientes de cuatro monótonos días que él soñó
ANTE LAS FIESTAS de verdadera fiesta. Tanto más valdría reducir estos a un solo día para no perjudicarle.
Porque entre vagar por las calles ociosamente o percibir el jornal en el taller, la elección no
No tenemos los limeños por qué felicitar al Concejo por su entusiasmo para confeccionar y es dudosa.
regalarnos un nutrido programa de fiestas patrias. Con una completa falta de imaginación, Ya sabemos que estas reflexiones son tardías, pero tardías y lo que se quiera, es bueno
por decir lo menos, ha elaborado éste un programita lo más soso posible, más pobre que los hacerlas interpretando el sentimiento de todos, para que los olvidadizos no nos crean satisfe-
anteriores de varios años a esta parte, contando con que los anteriores parecían haber llegado chos e indiferentes como ellos; en un asunto en que la sola buena voluntad y el entusiasmo
al colmo de la pobreza y la insustancialidad. han podido hacer tanto como hay derecho de exigirlo.

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Y si faltan esa buena voluntad y ese entusiasmo, si se carece del celo indispensable, en do con su deber ante la justicia, la sociedad y sus lectores denunciando el hecho. Pero, ¿los
adelante nómbrese una comisión del vecindario que se preste gustosa a formular programas encargados de la sanción y del castigo?
variados saliendo de la rutina incolora de hoy. Hasta ahora, como en las anteriores veces, no se ha querido "armar un escándalo sen-
Cualquier cofradía religiosa de distrito celebraría con mayor interés y lucimiento la sacional". Se guardan consideraciones como si los delincuentes no fueran todos uno. Y así
fiesta del patrono de su pueblo. naturalmente con esta impunidad atentadora ya tenemos un nuevo filón especulativo para
las gentes sin conciencia.
Inocente Justo Hasta ahora en este asunto sólo se ha castigado a los instrumentos. A los dirigentes,
no. Toda la acción reparatoria se ha limitado a devolver el hijo a la madre y la justicia se
[La Prensa. Lima, 25 de julio de 1912]
Columna "Párrafos volanderos" restriega las manos satisfecha por su buen olfato y tino en la equidad. Pero no ha habido un
solo agente judicial que demande el castigo ejemplarizador de los culpables. Quizá el recato
social así lo exija...
LA PATENTE DEL SILENCIO Si la criatura raptada al día siguiente de nacer se muere mañana a consecuencia del
ajetreo del rapto, la ocultación y el trámite de la devolución, con una propina a la madre
Por lo visto ya tenemos en Lima pesquisidoras de chicos, a juzgar por el último suceso del acabará todo. Así es como se educa al desvalido...
hospital de Santa Ana. Una vez fue un médico que sedujo a una paciente y cuando —¡sabe Dios por qué!—
Pesquisidoras interesadas e industriosas, porque resulta de las informaciones que se falleció la enferma, llevó o hizo llevar el cadáver en un coche a este mismo hospital de Santa
inicia una nueva industria, la de robar pequeños a las infelices madres desvalidas para hacer- Ana, dejándolo abandonado en un rincón para despistar el tenebroso acontecimiento. ¡Y no
los pasar como hijos de personajes que nunca los tuvieron y lograr por ese método todo lo se castigó a nadie! Otro día fue una aventurera que se burló de los registros civiles falsifican-
que por otros no pudo lograrse. Y ese "todo" implica cosas terribles para toda la vida de un do la paternidad de un chiquillo para recoger los millares de una herencia. ¡Y no se castigó
hombre, de varias personas. Es sencillamente y dicho con la brutal franqueza a que no quere- tampoco! Hoy es una dama que roba una criatura para lograr el dinero o la subyugación de
mos acostumbrarnos en el periodismo limeño, una de las más grandes infamias. un hombre. Y no es castigada...
¿Qué disculpa puede tener por móviles de la clase que sea, cometer en uno tres críme- ¿Por qué pues, entonces, castigar al pueblo cuando apuñalea rudamente, casi al aire
nes: dejar sin hijo a una madre —que en el estado en que se hallaba pudo morirse de la libre, por dramas más intensos?...
impresión—, suprimirle la madre el santo afecto materno a un niño y estafar a un hombre
con la estafa más negra del mundo, sacudiéndole las fibras del amor filial? Inocente Justo
Ni la canallada de un hombre traicionando en amor a una mujer daría excusas a ese
crimen. Y no queremos decir que este sea el caso de ahora el de la traición tentadora; pero si La Prensa. Lima, 25 de noviembre de 1912
Columna "Párrafos volanderos"
así fuera, este solo hecho delictuoso absolvería cualquier traición.
Por lo demás, no es el primer caso, aunque la gradación va en ascendente. Esta his-
toria del hijo falsificado, que se repite ahora, ha tenido muchas antecedencias. No se habrá
DE APERTURA, DE AVIACIÓN, DE SANEAMIENTO
olvidado todavía aquella otra intriga a que dio lugar el asesinato de un acaudalado y conoci-
do prestamista. Mientras se reanima bulliciosamente el cotarro político, levántase la punta de algunos velos
Ni otras tantas menos parecidas y menos oscuras que no trascienden por "no man- y se lanzan definitivamente los candidatos por Lima y se definen más los candidatos de fuera;
char nombres". no hay más remedio que echar una ojeada a la vida diaria y vulgar de la ciudad en lo que
Y es de esto, principalmente de esto, de lo que queremos protestar. Es comprensible menos se relaciona con la política.
que un periódico no se atreva a lanzar a la publicidad un nombre haciéndolo desestimar para Por este lado los temas abundan a la luz del día y para quien quiera usarlos y gustarlos:
siempre, porque un periódico no vive para un solo hecho y puede padecer de inexactitud por el renuevo del entusiasmo por la aviación, el saneamiento, la regularización del plano de la
precipitación. Además, un periódico no es una agencia de información policial, y ha cumpli- ciudad con la apertura de nuevas calles... Decididamente, a este respecto los temas sobran.
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En cuanto al ensanche y regularización del plan no puede ser más meritorio. De agra- La figura un poco hinchada de nuestro activo general puede dar lugar a chascarrillos,
decerse. Pero lo raro es que nuestros alcaldes inicien estas grandes obras en vísperas de mar- pero ¿quién hace caso de ellos? Los aerostáticos no pueden ser más hinchados y sin embargo
charse, porque, por lo regular, el que llega después desatiende su conclusión para iniciar vuelan...
otras que lleven su nombre, y de este modo hay apertura de calles que se quedan siempre en Y además la actividad del general Muñiz porque todos seamos voladores merece
apertura. la gratitud limeña. Por que no hay duda de que ahora más que nunca necesitamos vivir
Sea lo que fuere, la buena intención debe bastarnos. El señor Carmona no ha querido en el espacio. Ahora, con este saneamiento que hace imposible vivir transitando por las
ser menos que el señor Billinghurst, que ya tiene una calle como su nombre, y ha puesto calles...
manos en la apertura de otra, de santo a santo, de Santo Tomás a San Ildefonso.
Para formar trinidad celeste proponemos desde ahora que el día en que se termine la [La Crónica. Lima, 20 de diciembre de 1912]
Columna "Burla burlando"
edificación de la nueva, se la llame calle de San Nicanor...
Aunque es fácil que pueda llamarse calle Castro, con el nombre del próximo alcalde a
quien no se conoce en Lima mucho, pero que ya está designado para el cargo.
¿Y por qué no habría que llamarse calle Castro? Tampoco la urbanización del Otaiza VÍSPERAS CARNAVALESCAS
fue idea particular de don Guillermo sino de alcalde o alcaldes anteriores y ya sabemos hoy El carnaval asoma detrás de la puerta con su cortejo de locuras. Le tenemos en casa, pintarra-
cómo se llama la calle que la reemplaza... aunque no sabemos por qué se la bautizó "pasaje", jeado de blanco, careta en ramo y empapado en agua, no siempre perfumada.
cuando eso es una calle cualquiera.
Por las calles parece respirarse ya las emanaciones características de la turbulenta fies-
Ya se sabe que aquí, a pesar de las prohibiciones, cada quisque puede dar su nombre a ta y el caldeado ambiente anuncia un no sé qué de próxima frescura entre olores de verbena
la callejuela que más le plazca. Menos el creador de "La Colmena" y del Colón', todos...
y hierbaluisa, y polvos finos de arroz que saben más de las eras que de los arrozales...
Y ya que de nombres que perpetúen a las personas se trata, otra persona que va a dar
Las tiendas de adminículos se han instalado en los puntos estratégicos más conve-
su nombre no a calles sino a varios monumentos es el doctor Curletti. Los monumentos son
nientes, y largos cordones de máscara y caretas agitan sus muecas a la entrada. Los
esos que vemos en todas las calles, por donde se pase, envenenando al vecindario so pretexto
dominós multicolores se balancean colgados en las puertas. Las improvisadas estante-
de sanear la población. Y de que esos monumentos serán inconmovibles, inamovibles, eter-
rías están repletas de cajas de chisguetes de tubos brillantes con llamativas y engañadoras
nos, responde todo Lima, que lleva quince días contemplándolos, aspirando los miasmas
etiquetas de Roger et Gallet y fabricación limeña. Y por ahí se apilan los sobres de globos
que despiden bajo el sol —a pesar de que se ha dicho que hay carretas especiales para el
que mañana serán los proyectiles del juego. Hinchados hidrópicamente, húmedos,
transporte— o asfixiándose de noche con el humo fétido de los intentos de quemazones,
manuables, voceados por los chiquillos callejeros con el conocido pregón que va bajan-
aunque se participó al público que no se seguiría ese sistema y la policía debe saber que es
prohibido... e interminable. do y subiendo la oferta según el entusiasmo del juego y las horas más o menos propicias
para la venta.
Por nosotros, ya que no se hace caso de las quejas del vecindario, debía de petrificarse
el más alto y menos propicio ,a la quema, de entre esos montones, y lo colocaríamos en la En las planas avisadoras de los diarios, los vendedores de artículos llaman la atención
plaza de Buenos Aires con una inscripción que dijera: "Obelisco Curletti". Y conste que la a sus clientes y al público hacia su mercadería. Invariablemente cada uno ofrece el mejor, más
idea de la estatua no es nuestra; la iniciativa corresponde al escritor chileno Mont Calm cuan- variado y más barato surtido. En otro lado un empresario emprendedor invita a la gente
do visitara Lima. Sólo que no dijo nada de los materiales por emplearse. amiga de excursiones a emprender un viaje de tres días, a tal o cual punto, en un vapor al
Ya que hay tal afición a bautizar con el nombre propio cualquiera obra, no vemos efecto contratado. Y en otro sitio otros empresarios recomiendan a las personas de buen
inconveniente en ello. Podría propagarse más la moda. humor que se marchen a parte alguna para no perder los bailes de máscaras que en los tea-
Por lo pronto, aconsejamos al general Muñiz, que ahora anda sudoroso y a trancos tros se preparan...
'largos con un séquito de aviadores, mecánicos y"leguiistas" por esas calles, que al aeródromo Con todo esto, el ánimo de los jóvenes y los entusiastas se inflama sin querer. Muchos
de Bellavista lo bautice con el nombre de Aeródromo Muñiz... se han hecho la promesa anticipada de no tomar parte en el juego. El tiempo no está para
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dispendios... La situación es crítica... Ya no hay tanta alegría como antes... Pero se acercan los ¡Vaya Ud. a creerles! Lo positivo es que los del carnaval son días odiosos para la gente
días bulliciosos, por todas partes se notan preparativos y el contagio llega insensiblemente. grave que no juega y se encierra en el hogar sin poder asomar por las calles. En cambio, para
¡Qué diantre! Un día es un día. No va uno a trabajar todo un año sin divertirse nunca... Y allá la gente moza y alegre y de no muchos posibles, el día terrible es el Miércoles de Ceniza.
van por fin hasta los remisos, a dejarse empapar sin temor a las pulmonías, a destrozar a Es el día de la vuelta a la realidad, del examen de cuentas, del cáncer de los remordi-
globazos los cristales de los balcones, a bailotear en los teatros para salir de madrugada con el mientos...
¡Qué divertidos y alegres serían los días de Carnaval si no les siguiera el miércoles de
señalador chinchón adquirido en la inevitable gresca. Los médicos aumentan su clientela.
cenizal...
Los boticarios sonríen. Los vidrieros aplauden.
Un día es un día. O mejor dicho los tres son uno solo, porque como es una misma la
El joven X
fiesta...
¿Quién se acuerda de los diarios contra tiempos en el torbellino del juego? En medio [La Prensa, Lima, 1.. de febrero de 19131
del arrebato general no se cuentan plazos ni se recuerdan cuentas. Todo parece fácil y reidero. Columna "Cosas de dentro"
El casero puede aguardar un mes más. Los abastecedores no serán tan desconsiderados. Al
cobrador del sastre podrá evitársele...
Sólo la fúnebre llegada del miércoles de ceniza torna a la realidad a los obcecados de la POR DóNDE DEBE EMPEZARSE
víspera. El cuerpo molido, la boca desabrida, la hucha exhausta. Y las puertas del almacén,
Cuando vuelve a Lima algún compatriota que ha residido algún tiempo en Europa, algu-
del escritorio, del taller abriéndose de nuevo inexorablemente, llamando a la reanudación
nos de esos jóvenes compatriotas que antes que visitar museos y parlamentos, estudiar el
del trabajo, recordando la diaria obligación.
funcionamiento de las instituciones y la prosperidad del país recorrido, se dedica a fre-
Es el día nostálgico por excelencia. Se le pasa alimentándose con los recuerdos de la cuentar paseos y teatros, restaurants y rincones de dudosa diversión, lo general es que nos
víspera, pero melancólicamente. Ahora sí que hay que pensar en las obligaciones que se ven- diga a los pobrecitos que no hemos salido del terruño y no conocimos jamás otras ciudades
cen. En las que nos parecían pequeñísimas dos días antes. El casero ceñudo que sacude vio- que no fueran Huacho por el Norte y Pisco por el Sur: "¡Oh, la vida de Lima! Esta vida es
lentamente el último recibo no cancelado; el abastecedor que le cuenta sarcásticamente a la intolerable. Nuestra capital es una aldea de ínfima clase. La gente no hace vida de sociedad,
criada que cuando no hay dinero no se juega; el sastre que se niega a hacer más ropa mientras los teatros no funcionan, los propietarios no edifican. ¡Horrible, horrible, con todas las erres
no se le abone la factura anterior... del horror! ¿Cómo pueden vivir ustedes acá? ¿Cómo no sienten deseos de marcharse?"
Y ni a quién quejarse suspirando. Los otros que también se han divertido están en "¡Oh, la vida de Europa!'; seguirá el viajero. "Allí se respira y se vive. Aquéllas son
iguales circunstancias; y los graves, los sesudos que se recataron de la fiesta oyen con cara mujeres, aquéllos son teatros; aquellos paseos y palacios..:'
de reproche y severamente tales quejas, como diciendo: "¿No os habéis divertido antes? Y si se le ocurre a uno decirle: "¿Y por qué no se vuelve Ud. y nos deja en paz, sin sus
¡Pues divertíos más ahora!" Con mayor acritud no tratara la hormiga a la cigarra de la quejas a los aldeanos limeños?" Nos contestará de seguido: "¡Pues vaya si me marcho! En
fábula. cuanto arregle unos asuntos".
Preguntad a unos y a otros cómo han pasado los tres días. Si se han divertido o no. Y Lo probable es que no se marche y que el viaje se le quede en deseos y nada más. Que
os responderán de la fiesta, como de la feria según les fue en ella. el medio le atempere de nuevo, las viejas costumbres recobren su predominio y hasta
—¡Bah! —contestarán los austeros, los que no jugaron—. ¡Ni pizca! Ya no hay anima- criollamente olvide en alguna cena el foie gras por el tamal. Aquí de Juan de Arona3 : Yo tam-
ción, ni entusiasmo, ni alegría. En otros tiempos sí que daba gusto. Este año el carnaval ha, bién viajé cual tú,/ Yo también volví al Perú,/ Ya me lo dirás después...
sido tristísimo; está agonizando... Pero antes de amoldarse de nuevo habremos oído hasta el cansancio sus desapacibles
Los otros, los que jugaron, os dirán lo contrario: quejas, sus protestas por nuestra vida sin brillo y mortecina. Quizás si oídas en francés o en
—¿Que si se ha jugado en Lima? ¡Como nunca anteriormente! ¡Qué locura, qué júbi- inglés, porque el desencanto o el menosprecio suelen extenderse hasta al idioma nativo.
lo, qué bullicio! El carnaval no morirá nunca entre nosotros... Lector, Dios te libre de semejantes viajeros de agencia Cook1.
Pr"

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En cambio, es grato casi siempre escuchar al extranjero que residiendo en Lima hace EL RITORNELLO DEL ¡CATAY!
frecuentes viajes a su patria. Conoce perfectamente su país y el nuestro, está por lo tanto en
¡Catay! El señor Maldonado se decide por fin a dejar el ministerio, se va un día al correo a
condiciones de hacer análisis y estudios comparativos, y de ellos y de sus juicios no salimos
echar su renuncia por el buzón, y al otro (no al otro buzón sino al otro día) ya tenemos al
en general tan mal librados.
señor Luna y Peralta, Director de Correos, encaminándose a Palacio para jurar una cartera.
Acabamos de hablar con uno de esos huéspedes, que ha regresado a Lima después
¿Se violará la correspondencia en el Correo?...
de un paseo de cerca de dos años por Europa. Nos habíamos precipitado a su encuentro
Ha llegado a Lima don Manuel Ugartes. Nos consta a todos porque lo hemos visto por
temerosos. las calles. Pero no hemos oído todavía sus conferencias.
—¿Y qué? —le hemos dicho después de las primeras frases de saludo—, ¿vuelve Ud. a ¿Por qué? Pues porque el Teatro Municipal... no es tal municipal. Es actualmente de
enterrarse entre nosotros? Va Ud. a aburrirse de lo lindo. Lima no progresa, no hay vida una empresa particular, y el director, gerente, presidente de directorio o lo que sea de ella, no
social... no se edifica... quiso ni oír hablar de la cesión del teatro por unas cuantas noches. El negocio es el negocio.
—¡Qué están ustedes diciendo! —nos ha contestado—. En los dos años que falto, O tanto... o llave.
Lima ha adelantado notablemente. Veo varios teatritos, una gran avenida en construcción, —¡Pero si estamos dispuestos, ya que es particular —clamaban quienes intervenían
automóviles, lujo, establecimientos elegantes, nuevas construcciones... en el asunto—, si estaríamos dispuestos a pagar lo que fuere.
—La vida es más cara que antes... —insistimos. —Pues...
—Será señal de que se gana más. —Pues que sería descortés hacerlo, llamándose Municipal el teatro. Si llega a enterar-
—El alquiler de las casas cuesta un ojo de la cara... se el huésped va a figurarse que la municipalidad limeña es tan poco galante que cobra por
—Indicio de crecimiento de población. ofrecerle su teatro.
—No vienen a los teatros sino mediocridades. —¿Y para qué quieren Uds. el teatro?
—En Italia y España he visto aplaudir a muchas que también aplaudieron ustedes... —Para que dé conferencias como en todas partes. Es un propagandista, un literato, un
—Nuestros obreros se han convertido todos en huelguistas. poeta.
—En Inglaterra hacen lo mismo sangrientamente hasta las mujeres y los niños de las —¡Hum! Literaturas... Decididamente no doy el teatro como no abonen por adelan-
fábricas tado. ¡Poeta! ¡Menos que nuncal...
—La carne de vaca está por las nubes... ¡Catay los directores de nuestros teatros municipales... que no son municipales!
—En Alemania, por economía me alimentaba yo con carne de caballo. ¿No hay por ahí una higuera, donde poder ahorcar un hombre?
—En resumen... Pero no. No ahorquemos a nadie todavía. Nos cuentan que todo se ha solucionado. Lo
—En resumen, repito que Lima ha adelantado mucho. No me ha chocado gran cosa al ahorcaremos otro día...
volver de visitar importantes ciudades del mundo, y quien diga lo contrario sin relatividad Y no tampoco. Porque igualmente no estamos sobrados de higueras. Por lo menos de
alguna es un exagerado del todo. las históricas y dignas de ciertas horas. Ya no nos queda sino la de Garibaldi en el Callao.
Casi nos arrojamos emocionados en los brazos de nuestro interlocutor. Cuando íba- En cuanto a la plantada en Palacio por Pizarro y que no se derrumbara con Romaña,
mos a hacerlo, éste nos añadió: Candamo, Serapio Calderón, Pardo y Leguía, hace pocos días no pudo soportar el peso de su
infortunio y se desplomó abatida.
—¿Quieren que les diga lo que sí me ha chocado a mi regreso? ¡La suciedad de Lima!
¿Augurio fatídico? Lo que sea. Pero refieren que en Palacio continúa habiendo bre-
Volvimos los ojos hacia las calzadas que se extendían por todos lados y no pudimos
vas.... ¡Catay!
desmentirle...
¡Catay! Y en la municipalidad, la futura propietaria del Teatro Municipal.... que
[La Prensa. Lima, 15 de febrero de 1913) por ahora no es municipal; en la Municipalidad donde no hay jardinillos, hay brevas sin
Columna "Párrafos volanderos" embargo.
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Acaba nuestro Concejo de acordar una subvención a una compañía de... ¡de opereta! nuevos parroquianos. El inspector de la esquina hace la vista gorda. Probablemente cena y
Seis mil soles son una miseria para el concejo principal de una República, ya lo sabe- desayuna gratis. Y va haciendo su aprendizaje de hombre cunda, iniciándose en el secreto a
mos; pero hasta ahora no se nos había ocurrido que los honorables concejales de la Repúbli- voces de que nuestras leyes, nuestras disposiciones y ordenanzas tienen siempre un resquicio
ca pudieran acordar subvenciones a troupes faranduleras de opereta, zarzuela o circo. ¿Por por donde burlarse, en provecho propio. Una pequeña escuela de desmoralización como
qué no subvencionar también a la bella Carmela? quien diice.
la
Cuando decimos que hay brevas aunque falten higueras, y que las higueras las necesi- Si disposición de clausura se inspiró en un espíritu moralizador, no se ha consegui-
tamos para ciertas cosas. do lo que se apetecía, porque ya hemos dicho que se puede beber en los clubs, en las casas de
No va a haber más remedio que, a la postre, felicitarse de que sea alcalde próximo el juego, y ahora en los cafés infractores; si al dictarla se quiso aumentar en algo ciertos renglo-
doctor Curletti y que nos traiga una nueva hornada de concejales. Por malos que sean, hay nes de fondos, tampoco se ha logrado porque en vez de pagar seis pesetas de licencia legal
que suponer piadosamente que no lo serán tanto como éstos. puede conseguirse la apertura con dos pesetas de propina al custodio del barrio.
¡Catay a lo que hemos llegado! En consecuencia, ya que no se gana nada, ni moralidad ni dinero, lo correcto sería
igualar a todos, dejar a los industriales el derecho de permanecer en sus negocios hasta que la
[La Crónica. Lima, 27 de febrero de 1913]
propia conveniencia se los aconsejara.
Columna "Burla burlando"
Si no se quiere transigir a las claras, invéntese un pequeño recargo de licencia, sobre el
que pasa de doce a dos de la mañana, pero no se consienta que hipócritamente, aunque a
EL CAFÉ NOCTURNO sabiendas de todos, se burlen disposiciones terminantes.
Con el sistema de ahora no sólo se cultiva una mentira corruptora sino que se
Sigamos en y con el café nocturno. O con el café madrugador. perjudica a los industriales que no transigen con ella. Casi todos esos establecimientos
Ya hemos dicho que un intendente morigerador de costumbres dispuso la clausura obligados al cierre de dos a cuatro mantenían sus puertas abiertas a esas horas por la gente
mínima de los cafés nocturnos, cantinas y casas de cena, de dos a cuatro de la mañana. Esa que cada madrugada llega del campo, de las huertas y chácaras vecinas, trayendo sus
ordenanza o lo que se llame no ha sido derogada. Y no obstante hay cafés nocturnos... productos para el abastecimiento de nuestros mercados. En esos cafés —en los de la Con-
¿Por qué existen estos establecimientos? Eso es lo que habría que averiguar, pero ave- cepción, por ejemplo— cenaban y desayunaban. Tenían calor y asiento. Ahora han de
riguar las autoridades, que nosotros de sobra lo sabemos... permanecer en los quicios de las puertas, entumecidos, aspirando los miasmas de la cal-
Y nosotros quisiéramos no uno, no media docena, sino todos los cafés y todos los zada hasta que suene la hora legal. Y los cafeteros que no han querido entenderse con la
hoteles de Lima sin cerrar sus puertas nunca, y con exceso de concurrencia a todas horas, policía inferior se están detrás de sus puertas en ociosa y fatigante vela hasta que se oye la
porque las taxativas nos parecen hasta atentatorias, pero de ahí a que haya una mala orde- misma hora...
nanza que lo prohíba, pero ordenanza al fin, y que se burle de ella quien quiera, hay un
Dícese que tenemos un intendente emprendedor, activo y bien intencionado. Pues
abismo. O se suprime la ordenanza, o cierran todos.
que su señoría tome nota de lo que decimos y derogue esa disposición tan absurda como
La policía es la encargada de hacer cumplir el cierre. Si éste no se efectúa, es por con-
tiránica, anacrónica disposición de dómine que sólo da margen para que la burlen unas
descendencia acomodaticia o por soborno: no hay término medio. Y quienes están encarga-
gentes y se corrompa a otras. Será una nadería, pero por las naderías lógicas se comienzan las
dos de hacer cumplir las disposiciones superiores terminantes no pueden, no deben, ser be-
grandes cosas. Suprímase esa ordenanza o, si no se suprime, que se la respete.
névolos con los infractores; y quienes se dejan sobornar merecen expulsión y castigo. Enten-
demos que hablamos bastante claro.
El joven X
Hay cafés nocturnos infractores en media docena de calles. Lo mismo en el mercado
que en los Naranjos o en la Bajada del Puente. Sonadas las dos de la mañana cierran efectiva- [La Prensa. Lima, 8 de marzo de 1913]
mente sus puertas, pero para entreabrirlas cada dos minutos sigilosamente dejando pasar a Columna "Películas de la calle"


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POR EL ARTE TEATRAL Lo insinuamos a nuestros ediles, sin interés alguno particular, y teniendo en cuenta
e hace tiempo el Concejo en nada favorece o alienta el arte nacional que tanto lo necesita.
Tenemos ahora en Lima una compañía de comedias, gracias a la cual se desentelaraña varias
noches a la semana nuestro inacústico Municipal, que tampoco es municipal, aunque en su El joven X
frontis ostente y en los programas se diga. ¿Bonísima? ¿Malísima? Ni una cosa ni la otra.
Buenamente aceptable, encomiable, digna de protección. Y como no es muy mala ni es muy [La Prensa. Lima, 11 de marzo de 1913]
buena, como cobra poco y estrena mucho, como los actores trabajan con empeño y el deco- Columna "Párrafos volanderos"

rado que la empresa pone no parece siempre el de una cocinería, el público de los extremos
no acude nunca. Los jóvenes semiintelectuales por descuido, indiferencia o menosprecio; los
maduros asiduos de otros espectáculos, porque no hay pantorrillas operetescas; las familias, LA SEMANA QUE SE ACERCA
porque no quieren ser lunares visibles, después de haber oído decir que el semicírculo de El pregón del pan de dulce por las calles nos anuncia a los limeños, a los devotos y a los
palcos está siempre desierto. Y la compañía que, como si no comiera, apenas obtiene por olvidadizos, que la Semana Santa se acerca, con sus días de rememoranzas bíblicas, de ayunos
entradas lo insuficiente para pagar local y luces, tramoyistas y porteros, suspende frecuente- y oraciones, de confesión y comunión.
mente sus funciones, aun las anunciadas con obras de estreno de autores favoritos, desolada Este buen pan de dulce y el turrón de la fecha dedicada a las procesiones del Señor de
y aturdida, atónita con el fracaso ante un público de quien le dijera la engreidora fama que los Milagros son los dos últimos precursores y pregoneros criollos, entre los comestibles de
era solícito con el arte, cumplido con los artistas, benévolo y generoso siempre. pastelería, que anuncian ambas católicas épocas del año.
Damos muestra de que ni lo uno ni lo otro. Esta mañana, al echarnos a la calle, hemos reparado por primera vez en el pregón del
En cuanto a nosotros mismos, particularmente, nos interesa bien poco el porvenir de pan de dulce y, desmemoriados como somos, nos hemos acordado al punto de lo que signi-
esta compañía. No somos habitúes' de bastidores, ni celebradores incondicionales de los ficaba:
artistas escénicos; los señores Capra y Ureta no nos han subvencionado con ninguna pitanza "Eppur si muove!"7 ... queremos decir: "¡Se acerca Semana Santa!", hemos exclamado
pro defensa, y ni siquiera la señorita Benito, que nos gusta tanto, nos sonríe significativamente inmediatamente.
y aduladoramente desde el proscenio, cuando ocupamos nuestra butaca. Pero lo que nos Y, en efecto, la santa semana se acerca sin que quepa un ápice de duda. Los escaparates
induce a pergeñar estas líneas es el interés artístico colectivo. A este paso, no acudiendo al y las vidrieras de las tiendas nos lo demuestran por sí solos, exponiendo a la vista del público
teatro cuando nos visitan espontáneamente compañías que cultivan géneros elevados, va- todo el surtido de las telas negras, como se hace sólo en los días finales de octubre, en vísperas
mos a adquirir nada agradable fama de incultos, y como consecuencia de ella, dejarán de de la romería al cementerio. En los templos, los sacristanes y los monagos aligeran los altares de
recalar en Lima los artistas que todavía.nos visitan de vez en cuando. los ornamentos y utensilios menos indispensables para darles la gran friega y que brillen como
De otro lado, el arte nacional, que podía ser tan floreciente entre nosotros, no va a el oro en las ceremonias que se aproximan; los grandes crucificados reciben una mano de cera
desarrollarse nunca. Media docena de obras peruanas en tres actos se han presentado al se- o aceite; los oradores sagrados elegidos tácitamente para el sermón del viernes se pasean por los
ñor Ames, según se nos dice, y todas ellas representables. Pero ¿cómo hacer gastos y ponerlas claustros conventuales con las cejas contraídas y levantando sin querer los brazos, entreparándose
en escena, si el público no acude? ¿Cómo arriesgarse en semejante aventura? a ratos y moviendo enérgicamente los labios como si increparan al aire, en el calor de la pro-
La Municipalidad de Lima, que en otras ocasiones ha tenido larguezas favorecedoras ducción preliminar de la pieza sagrada que pronunciarán en el púlpito.
del arte, debía hacer algo esta vez. No sólo las óperas deben ser subvencionadas. La literatura Todo, todo anuncia la Semana Santa. Hasta el exceso de trabajo de las tintorerías,
es tan hermosa y digna como la música, y como enseñanza no tiene paralelo. cuyas estadísticas revelan que son estos los días del año en que más tela de color se vierte al
Nuestro concejo haría bien, pues, acordando a esta compañía una corta subvención negro...
para que prolongara su temporada. En esa prolongación podría hacerse intercalar como obli- En las casas, todo el mundo se prepara también. Los papás suspirando ante la inmi-
gatoria la representación de tres o cuatro obras nacionales, y con esto se habría favorecido al nente sopa de yuyos, el bacalao y las acelgas de la vigilia; las mamás eligiendo el templo a que
público y a los autores. concurrirán, por dar ejemplo a la juventud cada día más indiferente y olvidadiza; y las joven-
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citas, también por devoción, porque lo exige mamá y tienen compromiso con alguna ami. En las plazuelas, en los pórticos de las iglesias, mientras entran y salen cordones feme-
guita, porque les sienta muy bien el traje negro y por lo otro. ninos, los chiquillos se escurren por entre las faldas con frascos y cacharros en la mano en
Lo otro suele ser la pollería masculina. La pollería, que en tales ocasiones se siente cató. solicitud de agua bendita para rociar los rincones del hogar y hacer huir al Enemigo Malo...
lita y con vena de visitar todas las iglesias, escuchando un párrafo de cada orador y pasandc Este Enemigo Malo, que no envejece ni se muere nunca y que nos hace malos a todos, a pesar
revista a la concurrencia femenil de todos los templos. Al fin y al cabo, en los templos se hacer de las calderadas de agua bendita consumida desde el cristianismo hasta nuestra hora, tam-
los matrimonios, ¿qué de malo tiene que en ellos mismos se hagan los noviazgos? bién cristiana.
Todo, decimos, anuncia la Semana Santa que se nos viene. Sólo que esta semana ch Ya de vuelta en las casas los chicos, no queda rincón seco.
ahora no pone restricciones al tráfico rodante, ni al comercio, ni a nadie, como solía ocurrir — Madre, traemos agua bendita para espantar al demonio.
en otros tiempos. Ahora pueden salir los carruajes, las carretas, los tranvías. Pueden trota] —Echad en los rincones, hijos míos. Y guardadme un poco para echarle a vuestro
quienes gusten por la calle. padre cuando vuelva.
Y en días de Semana Santa y cuando no es Semana Santa, ¡trotan tantos!... Y el señor padre está desde por la mañana en el taller, cepillando maderos, o soldando
latas, o tapizando muebles, mientras en la casa le destierran con agua oleada a los espíritus
El joven X malignos, menos al de la pobreza, que es el que él quisiera no temer nunca.
Afuera las campanas siguen tocando a gloria, vibrando en el aire, llenando el espacio
[La Prensa. Lima, 15 de marzo de 1913 de sones metálicos y como jubilosos. La alegría de las campanas es contagiosa. Y los chiqui-
Columna "Párrafos volanderos
llos saltan, retozan y embarullan al oírlos. Y ensordecen al unísono. ¡Sábado de gloria! ¡Sába-
do de gloria! Y quisieran ser ellos quienes estuvieran en lo alto del campanario, soga en
mano, para repicar más fuerte y sin acabar nunca.
MAÑANA DE GLORIA
Mañana estos mismos arrapiezos, ya hombres, ya viejos apoltronados y con jaqueca,
Hete que hoy es el día de tocar a gloria. El Señor resucita para bien de esta humanidad tar puede que al escuchar en otro sábado de gloria estas campanas de ahora, se tapen los oídos y
desquiciada y se abre un paréntesis de largos días, hasta la otra Semana Santa, de cotidianc murmuren coléricos:
pecar. Fuerza es convenir en que la Semana Santa es la época del año ahuyentadora del peca. "¡Por vida de estos campaneros! ¿Pero no va a acabar nunca ese repique? Mañana me
do. A excepción de los pasteleros, de los vendedores de cera y de comestibles "de viernes", qut quejaré a mi periódico, para que diga que lo supriman en adelante, por anacrónico..."
por cuestiones de giro suelen infringir el quinto de los mandamientos, los demás mortales ¡No, por Dios! Que no lo supriman nunca. Porque es un repique consolador. Siquiera
nos abstenemos por lo general; y cuenta que habiendo fallecido el Señor, ninguna ocasiór nos indica que el Señor no está tan descontento de nosotros, que se vuelve al cielo para
más propicia para las herejías menudas que podrían quedar en la impunidad por motivo ch contemplarnos tolerante en otro año de pecados.
duelo. Pero no, cínicos en el mal, precisamente escogemos los días en que el Señor está vivo y
El joven X
observando, tomando nota de nuestras flaquezas...
En esta mañana de hoy, no sabemos por qué, pero todo parece más claro y más bri [La Prensa. Lima, 22 de marzo de 1913]
llante. El Sol como si bañara con luz más esplendorosa las calles de la ciudad. Las campana: Columna "Párrafos volanderos"
suenan efectivamente a gloria, y las gentes hablan con más animación, más recio, casi a gri
tos... seguramente para poder escucharse entre el ruido de las campanas.
¡O H, EL CARÁCTER!
Las mujeres que acuden a los templos parecen más frescas y juveniles, destocadas
del riguroso negro de los días anteriores, y en el ambiente flotan al par emanaciones de in
cienso y de pólvora; de la pólvora de los cohetecillos estruendosos que se queman en señal de —Señor y amigo, son las 12 del día. ¿Quiere Ud. que tomemos un aperitivo antes de
júbilo por la resurrección del Maestro. En los establecimientos de comercio portazos formi separarnos?
dables anuncian la reapertura con detonaciones de tableros que entrechocan. —Tomaré un bine?.

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