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Ariel Hudson 28/11

Título:

Los efectos del Huracán Mitch en las políticas públicas extractivistas en Nicaragua desde 1990
hasta el 2002 y en Honduras desde 1990 hasta el 2006.

Resumen

El trabajo busca interpretar las estrategias en las políticas publicas extractivistas de las
derechas en el periodo neoliberal de Nicaragua(1990-2002) y en Honduras (1990-2006) y como
se dan rupturas y continuidades de las mismas a partir del huracán Mitch en 1998. Desde la
perspectiva de la sociología histórica y a través del análisis de fuentes primarias como los
documentos de programas políticos, programas de reconstrucción nacional y análisis de
impacto de políticas públicas anteriores y posteriores al huracán, se constato que en nicaragua
se inauguró el proceso neoextractivo mas tempranamente que en el caso hondureño.
Por consiguiente en Honduras al ser(conclusión)

Palabras clave: Honduras, Nicaragua, derechas, extractivismo, neoextractivismo, Mitch.

Pregunta problema

• ¿En qué consisten las políticas públicas extractivistas de las derechas en Nicaragua
desde 1990 hasta el 2002 y en Honduras desde 1990 hasta el 2006? y ¿Cómo es que
cambian estas políticas públicas a partir del huracán Mitch en 1998?

Objetivo general

• Interpretar estrategias de los gobiernos de derecha neoliberal dando cuenta de rupturas y


continuidades en las políticas públicas extractivistas durante el periodo pre-huracán y post-
huracán en Nicaragua desde 1990 hasta el 2002 y en Honduras desde 1990 hasta el 2006.

• Interpretar estrategias de los gobiernos de derecha neoliberal dando cuenta de las rupturas
e inauguracion de las políticas públicas neoextractivistas con respecto al periodo el periodo
pre-huracán en Nicaragua desde 1990 hasta el 2002 y en Honduras desde 1990 hasta el
2006.

Objetivos específicos

• Distinguir las políticas públicas extractivistas nodales de cada período.

• Comparar dichas políticas públicas.

• Analizar buscando sincronías y asincronías, presentar resultados.


1.

Hipótesis
• A pesar de que las derechas en los dos países tienen fundamentos compartidos en el
neoliberalismo y extractivismo en el caso de Nicaragua debido a la inestabilidad
política y el peligro de la vuelta del Frente Sandinista de Liberación Nacional la
subyugación al neoextractivismo es más intensa despues del huracan que en el caso
hondureño en el cual políticamente es mas estable y tiene un alineamiento mayor al
modelo neoliberal extractivista. Entonces el modelo extractivista que fue compartido en la
primera etapa de los dos países pasa a ser neoextractivo en el caso de Nicaragua a partir del
huracán Mitch y sigue siendo extractivista en el caso hondureño entre 1990 y 2006.

Metodología

La propuesta de este trabajo consiste es hacer una interpretación sociohistórica comparativa del
extractivismo a partir de las políticas públicas desde el inicio de la presidencia de Rafael Leonardo
Callejas en 1990 hasta la finalizacion del gobierno de Ricardo Rodolfo Maduro Joest en 2006 en
el caso de Honduras y desde 1990 con el inicio de la presidencia de Violeta Chamorro 1990 hasta el
2002 con la finalización de la presidencia de Arnoldo Alemán.
Para responder a las preguntas formuladas lo vamos a hacer desde la perspectiva de la sociología-
histórica con el objetivo de examinar tanto las caracteristicas como la regularidades entre los
casos. La estrategia de comparación individualizadora permite el despliegue del proceso histórico,
mostrando las peculiaridades de cada caso(Tilly, 1991) Esta perspectiva permirte abordar los efectos
de las estructuras a gran escala y los prrocesos a largo plazo intentando hacer enfasis en la relacion
accion, individual o celectiva, y las estructuras en terminos de proceso(Giordano, 2002)
Siguiendo a la autora “ la macro-comparación permite establecer nuevas periodizaciones (de las
historias nacionales/universales) “ (2011 : 47)por tanto pretenderemos demostrar las diferencias
entre el periodo pre huracan mitch y el peridoo post huracan en lo que respecta a las estrategias
extractvistas de las derechas

Proponemos una metodología cualitativa basada en el análisis de fuentes primarias que van a
consistir en documentos de programas políticos, programas de reconstrucción nacional y análisis de
impacto de políticas públicas anteriores y posteriores al huracán. La comparación analítica buscará
denotar las sincronías y asincronías la similitud y también las contradicciones en el marco de los
gobiernos elegidos.
A pesar de las falencias que puedan tener estas fuentes a la hora de expresar las voluntades de las
derechas en lo que respecta al extractivismo, entendemos que dentro de ellas se hacen evidentes las
formas de entender el progreso, la visión de un mundo y sus estrategias para cumplimentar dichos
objetivos.
Los periodos presidenciales han sido elegidos ya que constituyen la etapa en donde las derechas
fueron prepondorantes en los respectivos países y a la vez, donde el neoliberalismo extractivista
pudo calar mas profundo.
Planteo del problema

Muchas veces los países de América central son tomados como paradigmas del colonialismo con
elites oligárquicas fuertes y gran dependencia hacia los potencias centrales con la puesta en
disponibilidad de territorios y recursos para la explotación. Así se da, entonces, una integración
subordinada del aparato productivo regional como proveedor masivo de bienes primarios y
energéticos para los nuevos espacios de “desarrollo industrial” del modelo económico hegemónico.
Según lo entiende Gudynas esto ultimo se correspondería a un “extractivismo clásico” (Gudynas,
2012) en el cual las empresas transnacionales juegan un rol preponderante, ya que las regulaciones
y los controles realizados por el Estado son acotados. Ademas esta imbricado por la teoria de
“derrames” sosteniendo que el crecimiento económico beneficiara en ultima instancia al resto de la
sociedad, distribuyendo las ganancias y propiciando un desarrollo socioeconómico equilibrado .
Alimonda, por su parte, propone que las raíces de este fenómeno se puede ver en “la persistente
colonialidad” que afecta a la naturaleza latinoamericana. Tanto la realidad biofísica, es decir, su
flora, su fauna, sus habitantes humanos, la biodiversidad de sus ecosistemas, como también su
realidad territorial (la dinámica sociocultural que articula significativamente esos ecosistemas y
paisajes) “aparece ante el pensamiento hegemónico global y ante las élites dominantes de la región
como un espacio subalterno, que puede ser explotado, arrasado, reconfigurado, según las
necesidades de los regímenes de acumulación vigentes” (Alimonda, 2011: 22 ).

Por consiguiente, la historia de América Latina es también la historia del extractivismo y como
propone Machado Araoz , las conexiones entre extractivismo, oligarquías internas y regímenes
coloniales globales son vitales para entender nuestras sociedades.

Pero con el devenir del modelo economico capitalista surge una especificidad que es el
neoextractivismo y se entiende por una consolidación de un estilo de desarrollo definido como un
patrón de acumulación basado en la sobreexplotación de recursos naturales, en gran parte no
renovables, así como en la expansión de las fronteras hacia territorios antes considerados como
improductivos. El neoextractivismo instala una dinámica vertical que irrumpe en los territorios y a
su paso va desestructurando economías regionales, destruyendo biodiversidad, profundizando de
modo peligroso el proceso de acaparamiento de tierras al expulsar o desplazar a comunidades
rurales, campesinas o indígenas, y violentando procesos de decisión ciudadana (Gudynas, 2009)
Existen situaciones extremas que ponen en evidencia la concreción y transformación de estos
procesos históricos amplios. Es el caso del Huracán Mitch en 1998, el segundo huracán del
Atlántico más mortífero de la historia que golpeó principalmente a Honduras Nicaragua. Los dos
países caracterizados por vulnerabilidades sociales de envergadura . Para los gobiernos, las elites
económicas locales y los organismos financieros internacionales, el impacto del huracán es visto
como una oportunidad para agilizar el proceso de cambios estructurales de corte neoliberal y
neoextractivistas que ya se habían venido impulsando en esta etapa desde el año 1990 con la
asunción de Violeta chamorro en Nicaragua y en Rafael Leonardo Callejas en el caso de Honduras.

Antecedentes

En este apartado presentaremos los elementos conceptuales que caracterizan los dos tipos de
extractivismo previamente planteados. También se aportan algunas aproximaciones a las derechas
en América latina Las conclusiones obtenidas en la revisión de literatura se convierten en el punto
de partida para el análisis comparado del modelo de extractivismo particular de los países
seleccionados.

Partiendo de los planteamientos de Gudynas (2009, 2012, 2013), Acosta (2011), Seoane (2012) y
Svampa (2011), los rasgos fundamentales que caracterizan al extractivismo son: a) la explotación
intensiva o a gran escala de recursos naturales, tanto renovables como no renovables; b) grado de
procesamiento nulo o mínimo; c) los bienes que se extraen se destinan fundamentalmente hacia la
exportación. Es un modelo en el cual la produccion es subordinada y dependeiente y orientada
principalmente a la exportacion. La actividad extractiva representa la primera fase de las cadenas de
producción internacionales, con lo cual, la industrialización de las materias primas que son
exportadas se realiza fuera de la economía doméstica (Gudynas, 2013). Como mencionamos
anteriormente Gudynas propone la existencia de dos tipos de extractivismo: el convencional o
clásico, y el neoextractivismo. En el clásico el objetivo fundamental es alcanzar altas tasas de
crecimiento económico a través del estímulo de las exportaciones, por tanto la inversion extranjera
en sectores como la minería y los hidrocarburos es fundamental (Gudynas, 2010, 2011c, 2012;
Centro Latino Americano de Ecología Social, 2008). Para incentivar dichas actividades se ofrecen
unas condiciones ventajosas, con las cuales, se logra atraer capitales que permiten incrementar los
niveles de producción en periodos de tiempo relativamente cortos. Las medidas adoptadas para
alcanzar estos objetivos son: disminución de la carga impositiva, otorgamiento de facilidades para
la repatriación de utilidades, reducción de las exigencias medioambientales y laborales etc.
(Gudynas, 2010; Acosta, 2010) . Hay una gran confianza en que los mecanismos de mercado son
capaces de difundir los efectos positivos desde las actividades extractivas hacia el conjunto de la
economía. Se considera que la inversión en estos sectores podría generar encadenamientos con otras
actividades, posibilitando así, el efecto derrame o chorreo ( Gudynas, 2012 y 2013). En el
extractivismo convencional el Estado asume un papel pasivo, que se restringe a garantizar las
condiciones básicas, tales como, flexibilización laboral, ambiental, tributaria, movimientos de
capital etc. (Gudynas, 2009a y 2009b). Las políticas se adecuan a las necesidades del capital
privado (transnacionales) y se establece como objetivo propio el crecimiento de la economía. Bajo
el extractivismo clásico, el papel protagonista lo asumen las empresas transnacionales (Seoane,
2012). La relación que se establece entre este tipo de empresas y los gobiernos es asimétrica, en el
sentido de que las primeras imponen sus condiciones, aprovechando las necesidades que tienen
estos países.

Neoextractivismo A partir de las limitaciones planteadas al extractivismo clásico , pero con la idea
de no renunciar a la explotación de los recursos naturales, y más en un periodo de bonanza de
precios (década de los 2000), surgieron una sería de propuestas que conllevan a confrontar dichas
barreras. Se empieza cuestionando los planteamientos ortodoxos, donde el mercado, por sí solo,
permite una asignación eficiente de los recursos. La idea central es que los fallos que existen son
muy grandes; de lo que se trataría es de corregirlos, o por lo menos, minimizarlos (Acosta, 2009).
Bajo el argumento de los fallos de mercado, la intervención del Estado resulta fundamental,
particularmente en aquellos sectores que se consideran estratégicos, tales como, la minería y los
hidrocarburos. Por la importancia en el conjunto de la economía de algunos países, la forma y
características que adquiere el modelo de explotación de RRNN y en concreto, en el sector
petrolero, redundará en su estilo de desarrollo. En el marco expuesto anteriormente, se empieza a
configurar una nueva variante de extractivismo. Gudynas (2013) acuñó el término
“neoextractivismo” bajo una coyuntura particular desarrollada en América Latina a mediados de la
década de los 2000, caracterizada por el auge fuerte y prolongado en los precios de las materias
primas, particularmente mineras e hidrocarburíferas; tasas de crecimiento económico relativamente
altas, y por último, surgimiento de movimientos políticos de carácter progresista. Para Gudynas , el
neoextractivismo reproduce los cimientos básicos bajo los cuales funciona el extractivismo clásico
o colonial, la diferencia fundamental estaría en la presencia del Estado. Es decir, no hay esa fe ciega
en que los mecanismos de mercado vayan a ser capaces de generar, por si solos, efectos positivos
hacia el conjunto de la economía, y a la vez, contribuir al desarrollo económico de los países. Los
principales mecanismos de intervención son: participación directa en la producción, donde juegan
un rol fundamental las empresas públicas; mayor presión fiscal, que permite que se capte una mayor
parte de la renta generada por la explotación de los recursos naturales, y por último, el desarrollo de
instrumentos de regulación, lo cual reduce el impacto negativo que se puede causar en materia
ambiental, social etc.el Estado es capaz de garantizar el efecto derrame o goteo.

La intervención estatal estará orientada a realizar un mejor proceso de asignación de recursos entre
las distintas actividades económicas, que se complementa con los mecanismos de distribución del
ingreso (Pérez, 2010).

Dimensiones del extractivismo: confianza en el mercado disminución de la carga impositiva,


otorgamiento de facilidades para la repatriación de utilidades, reducción de las exigencias
medioambientales y laborales , reprimarizacion de la estructura socioeconomica

Dimensiones neoextractivismo confianza en el estado categorias Resdistribucion de la renta,


enfasis en las politicas publicas como forma de saldear la crisis

Según Romero el concepto de “nuevas derechas” tiene una historicidad inherente “sería una
abstracción peligrosa realizar el examen de la derecha en términos exclusivamente teóricos,
evitando la puntualización de las correlaciones entre las doctrinas y los grupos sociales, o sorteando
el análisis de las relaciones entre el pensamiento de la derecha y el de las demás corrientes
políticas” Y ademas el autor propone que no se puede entender ningún movimiento ideológico o
politico sin pensar en las situaciones reales y las controversias en que surge y se desarrolla. Por
tanto no existe un concepto ahistórico de derechas (Giordano:)
Desde 1980 comienza a constituirse una nueva conformación de las derechas en América latina en
oposición a las actitudes antidemocraticas de las derechas anteriores, a saber, a partir de ahora van a
aparecer como abanderadas de las democracia representativa(Giordano:
Siguiendo a Hinkelammert la defensa de la democracia «instrumental» se convierte en la vía más
segura para la satisfacción de los intereses materiales de unas burguesías otrora representadas en
Estados autoritarios.(Giordano)
“La actual etapa de democratización en América Latina se caracteriza por su sentido instrumental,
que deja de lado toda auténtica integración participativa de la población. La “nueva derecha”es
heredera de las dictaduras militares de Seguridad Nacional, y su vocación es asegurar el esquema de
poder originado por esas dictaduras bajo formas democráticas, en beneficio de las élites y con la
bendición de EE.UU. La instrumentalización de la democracia se basa en medidas puramente
institucionales, que se expresan en el culto a la propiedad privada y la totalización del mercado
(declarado «productor de libertad»), el control de los medios de comunicación y la introducción de
algún sistema de elecciones. La vigencia de la democracia «instrumental» que propicia la nueva
derecha latinoamericana está, además, completamente desvinculada de la vigencia de los derechos
humanos.” (Hinkelammert) . Entonces la mundialización del capital mercantil, industrial y
financiero es la expresión extrema de la totalización del mercado, de su elevación como institución
sacralizada por encima de la vida humana y la naturaleza.
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