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Galvanoplastia - Recubrimientos de oro y plata

Primera parte.

PROTOCOLO de TRABAJO para el DORADO - Chapa de Oro usando un


rectificador de 10 amperes.

Nota: un rectificador de 10 amperes es suficiente para un baño de electroplateado


de hasta 6 litros de capacidad y un rectificador de 25 amperes tiene capacidad
para baños de hasta 19 litros.

1) Verter la solución de Oro a un recipiente y calentarla a baño María a 65 ´C.

2) Conectar el ánodo de acero inoxidable (o de titanio platinizado o de oro puro


.999) al cable positivo (+) y sumergirlo en la solución.

3) Encender el rectificador y trabajar de 2 a 4 Volts.

4) Colgar la pieza de joyería que se va a dorar a un alambre de cobre o de acero


inoxidable y conectar este al cable del Cátodo (-).

5) Introducir la pieza de joyería a la solución de oro y agitarla durante 10 a 30


segundos o hasta que se haya obtenido la cubierta deseada.

6) Enjuagar la pieza de joyería en agua corriente.

7) Enjuagar la pieza de joyería en agua corriente y luego en agua destilada.

8) Enjuagar la pieza de joyería en agua destilada.

9) Cuando se ha terminado de platear, regresar la solución (suponiendo que no se


ha contaminado) al recipiente de almacenaje.

Las soluciones de oro a base de ácido son mucho mas seguras y menos tóxicas
para la salud que las soluciones de oro hechas a base de cianuro. Existe una
pequeña cantidad de cianuro en todas las soluciones ácidas de oro. Sin embargo,
el cianuro se encuentra adherido a otros elementos químicos haciendo que este
no reaccione con tanta facilidad y produzca el gas letal llamado cianuro de
hidrógeno. No existen soluciones ácidas de oro que no contengan cantidad alguna
de cianuro.

La combinación de cianuro y ácido forman el gas llamado cianuro de hidrógeno el


cuál es MORTAL. Por tanto es muy IMPORTANTE enjuagar perfectamente la
joyería antes y después de introducirla en esta solución. Hay que tomar en cuenta
que todas las soluciones de electroplateado (ejem: niquelado, plateado, rodizado,
cobrizado) están hechas a base de ácidos, por lo que si no se enjuaga bien la
joyería con agua corriente, cuando esta entre en contacto con la solución de oro a
base de cianuro se va a formar un GAS MORTAL.

Nociones generales de galvanoplastia. La electrometalurgia o galvanoplastia


tiene dos ramas principales que se diferencian entre sí por la preparación de las
superficies que se trata de recubrir.
La electroplastia es la producción de capas metálicas adherentes sobre la
superficie de los objetos, y su éxito depende de la limpieza perfecta de dicha
superficie, que debe tratarse previamente.
La electrotipia es la producción de depósitos no adherentes sobre moldes
metálicos o no metálicos, cuya adherencia se evita cubriendo su superficie con
plombagina o frotándola con trementina que contenga un poco de cera. La
preparación de los objetos depende: primero, de la clase de depósito que se
desee, y segundo, de la clase y naturaleza del objeto. En todos los casos hay que
quitar toda suciedad, óxido, etcétera, ya que toda la copia obtenida por electrotipia
reproduce todo detalle, hasta la señal de los dedos sobre la superficie del modelo.

Preparación de los objetos

Limpieza

El cobre, el latón, el zinc y los metales preciosos se limpian con los ácidos que los
atacan, preparándose el baño del modo siguiente, según la clase de metal:

Agua Ácido Ácido Acido


nítrico sulfúrico clorhídrico
Para cobre y latón 100 50 100 2
Hierro 100 3 8 2
Fundición 100 3 12 3
Zinc 100 - 10 -
Plata 100 10 - -

Es mejor preparar siempre dos soluciones, reservando una para dar al metal un
segundo baño que actúa más enérgicamente sobre su superficie ya limpia. Este
segundo baño puede emplearse después de usado, como primero para otros
objetos, acompañado de un fragmento con arena, etc; según la clase de objeto de
que se trate.
El plomo, el estaño y el metal Britania no debe echarse en ácido alguno, sino
limpiarlos con sosa cáustica.
Si los objetos han de pasar a soluciones de oro o de plata, debe quitárseles toda
traza de ácidos; si el objeto se ha limpiado con sosa, no hay que tener tanto
cuidado, ni tampoco cuando el objeto tratado con ácido a de pasar a una solución
ácida de encobrar. En estos casos lo mejor es sumergir el objeto en agua limpia y
pasarlo enseguida a la cuba electrolítica.
La operación más importante en la electroplastia es la limpieza química de la
superficie del metal sobre el cual se ha de depositar otro, porque de no llevarla a
cabo con todo rigor, no queda adherida esta capa al objeto.
Claro está que los distintos metales requieren generalmente diferente tratamiento.
La superficie de casi todos los metales, cuando se limpia, no tarda en cubrirse de
una película de óxido al exponerse al aire, sobre todo si dicha superficie ha
quedado húmeda; para evitar este inconveniente es, de ordinario, preciso
proceder al baño galvanoplástico al terminar la limpieza del metal.
Antes de limpiar los objetos, se suelen armar éstos con alambres de cobre, para
no tener que tocarlos con las manos hasta terminar todas las operaciones. A
veces basta tocar ligeramente con los dedos el objeto para verse en la necesidad
de limpiarlo nuevamente.
Si el objeto que se trata de recubrir tiene su superficie lisa o bruñida, el depósito
resultará brillante. Al contrario, si dicha superficie es rugosa o mate, la capa
depositada será más bien mate. Si se deja mucho tiempo el objeto en el baño
ácido, la superficie pulimentada puede resultar chapeada mate. Las operaciones
de limpieza deben hacerse seguidamente, sin interrupción alguna.
A continuación pueden verse distintos tratamientos para diferentes metales.

Cobre y sus aleaciones


Potasa cáustica ½ kg, agua potable 4 litros. Se calienta hasta ebullición en una
vasija de hierro provista de tapa; se acepilla el objeto para quitar todos los cuerpos
extraños adheridos, se arma o rodea con alambre, y se suspende algún tiempo en
la lejía caliente; ordinariamente bastan unos cuantos minutos; si alguna de las
partes del objeto presenta soldaduras no debe tenerse mucho tiempo en el baño,
ya que la potasa cáustica ataca a la soldadura, y la solución ennegrece el cobre. al
sacar el objeto de esta lejía se lava bien en agua corriente.
Si el objeto estuviera muy oxidado se limpia en un baño compuesto de 4 litros de
agua y ½ litro de ácido sulfúrico, hasta que desaparezca la parte más oscura; se
lava después en agua corriente y se sumerge en la siguiente solución: 4 litros de
cianuro potásico comercial 240 gm., se saca de este baño y rápidamente se
cepilla todo muy bien con un cepillo y piedra pómez en polvo muy fino humedecida
en la solución de cianuro. Hay quien prefiere dar al objeto un baño previo en ácido
nítrico, para dar brillo a su superficie, o en una mezcla de ácidos nítricos y
sulfúricos, seguido de un lavado en agua corriente; pero el cianuro y la acción
mecánica de la piedra pómez y el cepillo dan muy buenos resultados sin
necesidad de dicho baño previo.
Después del baño ácido, se sumerge por un momento el objeto en la solución de
cianuro, se lava con rapidez en agua corriente y se lleva enseguida al baño
electrolítico. Cuando se trata de dorar o platear, se acostumbra amalgamar la
superficie del objeto, para asegurar la adherencia del metal depositado. La
amalgamación se verifica sumergiendo el objeto, después del baño de cianuro
durante unos segundos, en una solución de 30 a 210 gr de nitrato mercúrico, 30 a
150gr de ácido sulfúrico y 4 litros de agua agitándola hasta que quede bien clara.
Se lava rápidamente el objeto en agua al salir del baño de mercurio, y se lleva a la
cuba electrolítica.
Los baños de ácido, cianuro y mercurio deben conservarse en tarros de cristal o
porcelana (sin esmalte de plomo), provistos de tapa para evitar la evaporación.
A los objetos de cobre o de alguna aleación de este metal, se les da un acabado
mate teniéndolos unos minutos en un baño compuesto de 10kg de ácido nítrico
(36º), y 5 kg de ácido sulfúrico (66º), de ½ a 5 kg de sal común, y la misma
cantidad de sulfato de zinc. se mezclan los ácidos poco a poco, se agrega la sal
de zinc, después la de cocina, poco a poco, se agita bien el líquido y se espera a
que se enfríe antes de usarlo. Se lava el objeto muy bien en agua y se pasa por el
baño de cianuro antes de llevarlo al galvanoplástico. Mientras se prepara el baño
ácido deben tenerse las puertas abiertas para evitar el respirar de vapores ácidos
combinados.

Hierro y fundición

Se le quita la grasa al hierro fundido, sumergiéndolo en una solución alcalina


caliente semejante a la empleada para el cobre, y lavado después muy bien con
agua; se tiene luego unas cuantas horas en agua acidulada con el 1 por 100 de
ácido sulfúrico, y se lava con agua, terminando frotándolo con arena o piedra
pómez y un cepillo de fibra. Se vuelve a lavar y se echa otro poco de tiempo en el
baño ácido, se lava y se pasa ya por el baño galvánico. Si se usa un baño de más
de 1 por 100 de ácido, hay que reducir la duración, por que de no hacerlo así el
hierro queda muy corroído y el carbón que el metal contiene, y que no es atacado
por el ácido, no sede ni con mucho trabajo a la arena y al cepillo. El hierro fundido
no se dora o platea bien por simple deposición los depósitos de cobre o bronce
son mejores aunque no perfectos, pero si se estaña el hierro, la capa es adherente
y recibe con toda confianza los otros metales.

Hierro forjado

El hierro forjado, si esta muy oxidado, se limpia del mismo modo que la fundición,
pero requiere un baño ácido más concentrado y de más duración. El hierro
blanqueado, limado o bruñido, se trata como el acero.
Acero

Se limpia en la lejía que se emplea para el cobre, se lava bien, se frota con piedra
pómez húmeda, se lava y se sumerge en un baño compuesto de 4 litros de agua
por 2 kg, de ácido clorhídrico. Se vuelve a lavar con agua muy rápidamente, y se
pasa a la cuba de galvanizar.

Todo el acero como el hierro forjado se dora bien, sin ningún metal intermedio, en
baños electrolíticos calientes. Es difícil obtener una capa adherente plata sobre
estos metales, sin el intermedio de una capa de cobre o latón, que facilita
grandemente el plateado.
Zinc, estaño y plomo

El zinc se limpia teniéndolo unos momentos (por que el álcali atacar con rapidez al
metal) en la lejía caliente de potasa, lavándolo y echándolo en agua que contenga
un 10 por 100 de ácido sulfúrico; a los pocos momentos se lava con mucho agua
caliente, y si es preciso se frota con piedra pómez y un cepillo duro mojado en una
solución diluida de cianuro, o se acepilla con una grata. Esta ultima operación es
muy eficaz cuando hay partes soldadas con estaño.

El estaño, el plomo y la aleaciones de estos metales son más difíciles de limpiar


que el zinc y el hierro. Se frota rápidamente con un cepillo y potasa caliente, se
lava enseguida con agua y se acepilla, o se frota con un trozo de madera blanda y
limpia. Es muy difícil obtener un depósito satisfactorio de oro o plata directamente
sobre estos metales o sus aleaciones. Sus resultados son mucho mejores
dándoles primero una capa de cobre.
Grasas o cepillos metálicos

Se emplean para abrillantar y suavizar los objetos metálicos. Están hechos


ordinariamente de alambres finos de latón o acero, y son de formas muy variadas
según la forma del objeto. Las ruedas de pelos de acero (cepillos o gratas
circulares) se emplean en el torno, acercando los objetos a las mismas, puesta en
rápido movimiento de rotación. Mientras se trabaja con estos cepillos se
mantienen mojados con un pequeño chorro de agua.

Baño ácido

Se llama así ordinariamente a una mezcla que se emplea con mucha frecuencia
para dar una superficie brillante a los objetos de latón. Cuando se trata de niquelar
el latón, el baño ácido se compone de dos kg, de ácido sulfúrico, y 1 kg de ácido
nítrico y 2 litros de agua. Al preparar este baño debe primero echarse el ácido
nítrico en el agua, y después se va agregando poco a poco el ácido sulfúrico,
agitando la mezcla con una varilla de vidrio. El baño se usa en frío. Esta mezcla
debe conservarse en una vasija de porcelana, que ha de taparse con una placa
gruesa de cristal. Los metales deben tratarse en este baño en sitio abierto o cerca
de chimenea, para que puedan salir con facilidad los vapores, que irritan mucho
los pulmones cuando se respira. En el mismo instantes de sacar los objetos del
baño ácido, deben echarse en agua.

Baño corrosivo

El hierro fundido, antes de niquelarlo, tiene que ser tratado en un baño ácido frío,
para disolver o desprender el óxido de la superficie. El baño puede prepararse en
una cuba de madera, y consiste de ordinario en una mezcla de 625 gr de ácido
sulfúrico por 10 litros de agua; el hierro sumergido en este baño durante 20
minutos a media hora, queda con la capa de oxido tan desprendida que puede
separarse fácilmente con un cepillo duro, arena y agua. Cuando es preciso que el
objeto salga brillante del baño en vez de presentar su superficie negra como
sucede con la solución anterior, se emplea doble proporción de ácido, es decir, se
disuelven 1250 gr en 10 litros de agua en este baño se disuelven 150 gr de zinc,
en forma granulada, y después se agregan 625 de ácido nítrico, agitando bien la
mezcla.

El mayor cuidado hay que ponerlo al limpiar antes de niquelar.

Recubrimientos galvánicos
A continuación pueden verse fórmulas y procedimientos para depositar sobre los
metales capas metálica adherentes, en baños electrolíticos.
Níquel
Preparación del baño para electroniquelar
Solución. Las sales de níquel que ordinariamente se emplean son: el sulfato doble
de níquel y amonio, que es de aspecto cristalino y de color verde esmeralda, y el
cloruro correspondiente. También se emplean otras sales, como el cianuro de
níquel y potasio, el acetato y el sulfato, pero ninguna de tan buen resultado como
el sulfato doble mencionado.
La solución de esta sal se hace en la proporción de 9 kg de la misma por 100 litros
de agua echando primero la sal en una cuba limpia, de madera, donde se le echa
una cierta cantidad de agua hirviendo, se agita bien con una varilla durante uno
minutos, se echa la solución verde formada en el baño o cuba electrolítica, y se
agrega más agua caliente para disolver los cristales que queden, sin dejar de
agitar hasta que no quede ninguno sin disolver. Se agrega después agua fría para
completar los 100 litros. Es conveniente pasar la solución caliente por un colador
antes de echarla en la cuba, para quitarle las impurezas.
El cloruro doble se disuelve en la proporción de 3 kg por cada 100 litros.
El baño debe tenerse en sitio donde no pueda caerle polvo ni materia extraña
alguna. Expuesto al aire, se evapora el agua, que hay que reponer con adiciones
frecuentes. Por esta razón y para evitar la entrada de polvo conviene tapar la
cuba. La solución debe espumarse alguna que otra vez, y removerse con
frecuencia para que su concentración sea igual en todos los puntos.

Cuba. La vasija en que se verifica la electrólisis, llamada cuba electrolítica, esta


echa ordinariamente con tablas de pino de 5 cm de ancho, bien encajadas y
apretadas entre sí, y enlucida por dentro con una tapa de asfalto de buena calidad,
aplicado en estado de fusión.
Carbonato de niquel

En vez de cubas de esta forma, se puede emplear medio tonel, con un aro más,
aunque a causa de la forma de este recipiente hay una gran parte del mismo llena
de líquido que no se utiliza.
Para baños pequeños se usa una cubeta de hierro esmaltado, de dimensiones
apropiadas.

Ánodos. Es mejor emplear placas de níquel puro fundido, que ánodos de metal
granulado. Los tamaños más corriente están comprendidos entre 4 x 10 cm y 20 x
30 cm.
Los ánodos se suspenden en la cuba, siguiendo las paredes de la misma, o
atravesados delante y detrás del objeto, pero cuidando siempre que no estén tan
próximos a éste que en modo alguno puedan llegar a ponerse en contacto con el
mismo. Pueden suspenderse, mediante pinzas de cobre (que no lleguen a tocar el
líquido), de las varillas gruesas de cobre que están en conexión eléctrica con la
batería.

Batería
En casi todos los grandes talleres de galvanoplastia se emplean dinamos en vez
de baterías por ser mas limpias, necesitar menos cuidados, ocupar menos espacio
y dar una corriente más adecuada al trabajo y aun precio mucho más bajo. Pero
como su coste inicial es considerable y requiere fuerza motriz, no están aún tan
extendidas como las baterías, que se encuentran en todos los talleres pequeños.
La pila de carbón o de ácido crómico es la más corriente, ya que con menor
número de elementos hace el trabajo con más rapidez; pero como la corriente que
da es muy intensa es preciso con frecuencia introducir en el circuito carretes de
resistencia (reóstatos) para reducir la intensidad al niquelar objetos pequeños.
Muy buenos servicios da también la pila de dos o tres elementos Smee (o de
sulfato de cobre) en serie. Para saber el número de elementos necesarios, hay
que tener en cuenta que la superficie (sumergida) de zinc de la batería ha de ser
aproximadamente igual a la superficie del objeto que se quiere niquelar, aparte de
la multiplicación en serie para obtener la tensión necesaria. Es decir, que si un
elemento tiene una superficie de zinc (sumergida) de cien centímetros cuadrados
y el objeto tiene quinientos, hay que disponer cinco elementos en paralelo para la
intensidad, y tres en serie para la tensión (si está ha de ser de tres voltios al
empezar). O sea, que habrá que montar la batería con quince elementos.
Claro esta que esta batería es equivalente a la de tres elementos grandes, en que
cada uno tenga quinientos centímetros cuadrados de superficie sumergida de zinc
(es decir, una placa cuadrada de zinc, de casi 16 cm de lado, mojada por ambas
caras). Son muy convenientes por este motivo las baterías grandes, que admiten
la inmersión de la superficie necesaria de zinc
Si la corriente es demasiado intensa, el metal depositado presenta un aspecto
empañado; y si es demasiado débil, queda la capa en forma granular o
semicristalina.
Hay que procurar que el polo cobre o carbón (positivo) de la batería vaya siempre
conectado (con alambres gruesos o varillas de cobre) con los ánodos o placas de
alimentación de la cuba, pues si se cambian los polos resultan dañados, el objeto
y el baño, por corrosión o solución parcial del primero en el segundo.
Preparación del objeto
Se limpia perfectamente para quitarle toda traza de aceite, grasa, óxidos, barniz y
otras impurezas. El aceite, la grasa etc., se quitan con una solución acuosa
concentrada y caliente de potasa acústica, y después de lavado el objeto para
separar la potasa adherida, se le quita el oxido en un baño ácido, y si se trata de
latón, cobre o plata alemana, se frota con piedras pómez fina y una solución
acuosa concentrada de cianuro potásico. El hierro se limpia en una solución de
ácido sulfúrico o clorhídrico al 10 por 100 aproximadamente y se frota con arena
silícea blanca y fina, o con piedra pómez. El latón y el cobre se abrillantan a veces,
antes de ponerlos en el baño electrolítico sumergiéndolos un instante en ácido
nítrico diluido con unas veinte veces su volumen de agua y lavándolos con rapidez
en agua corriente; inmediatamente se pasan a la cuba.
Después de limpio el metal con el álcali no debe tocarse con la mano para nada.
Al sacar el objeto ya niquelado de la cuba, se lava rápidamente con agua fría (pro
sin tocarlo); después se echa en agua caliente, que hace que, una vez fuera de la
misma, se seque pronto y bien. Si se quiere que el objeto presente una superficie
bruñida después de niquelado, debe bruñirse antes de entrar en la cuba. El níquel
es muy duro y no es a propósito para el bruñido.
Al ponerse el objeto en circuito dentro del baño (no debiendo transcurrir más que
un momento entre su inmersión y la puesta en circuito), se mueve a uno y otro
lado para que no se formen burbujas en su superficie.
El niquelado es muy sencillo, y con un poco de practica y atención, puede
utilizarse el baño meses y meses, obteniéndose depósitos de níquel que nada
dejan que desear.
Formulas para componer las soluciones
a) Sulfato doble de níquel y amonio de 5 a 8 partes, agua 100. Se disuelve el
sulfato en el agua, al calor; con cuidado se agrega amoníaco o sulfato amónico
hasta que la solución sea neutra al papel de tornasol. Esta solución es conocida
con el nombre de solución Adams.
b) Sulfato doble de níquel y amonio 10 partes, ácido bórico refinado de 2.5 a 5
parte, agua de 150 a 200 partes.
Esta solución (de Weston) da un niquelado de color argentino, denso homogéneo
y tenaz, y se conserva en condiciones de niquelar bien y con uniformidad, durante
mucho tiempo.
La sal de níquel y el ácido bórico se disuelven por separado en agua hirviendo; se
mezclan las dos soluciones, y se agrega agua hasta completar el volumen
indicado en la formula. También pueden disolverse a la vez los dos ingredientes.
c) Acetato de níquel 2.75 parte, acetato de calcio 2.5 partes, agua 100 partes. Por
cada litro de esta solución se le agregan 7 cm3 de ácido acético de densidad
1.047. Se prepara este baño empezando por disolver carbonato de níquel (igual
cantidad que la dada en la fórmula para el acetato) en ácido acético, que se
agrega poco a poco a la sal, y se calienta la solución hasta que termine la
efervescencia y toda la sal se haya disuelto. El acetato de calcio se puede
preparar disolviendo la misma cantidad que la indicada en la formula, pero de
carbonato cálcico (polvos de mármol), o la mitad de cal, procediendo lo mismo que
con el carbonato de níquel. Se mezclan las dos soluciones, se agrega agua hasta
completar la cantidad total dada por la formula, y se agrega el ácido acético en la
proporción indicada.
d) Fosfato de níquel 10 parte, citrato de níquel 6 parte, pirofosfato sódico 10.5
parte, bismuto sódico 1.5 parte, ácido cítrico 3 partes, amoníaco diluido 15 parte,
agua 400 parte.
e) Sulfato de níquel 6 partes, amoníaco 3 partes, agua 100 partes. Una vez
disuelto el sulfato de níquel se agregan 20 partes de amoniaco.
Este baño es muy propio para aficionados, dando buenos resultados hasta con
ánodo de platino. Se mantiene a una temperatura de 38ºC y la corriente debe ser
moderada.
Este baño es preciso renovarlo de cuando en cuando con sal de níquel para
reparar la perdida de este metal; también debe mantenerse siempre alcalino,
agregando amoníaco.
f) Sulfato de níquel y amonio 10 partes, sulfato amónico 2 partes, agua 250 partes.
Se disuelven las sales en agua hirviendo, y se espera a que se enfríe la solución.
Esta proporción esta muy indicada para niquelar objetos de fundición y acero.
g) Sulfato de níquel y amonio 10 partes, sulfato amónico 2 partes, agua 300
partes. Se procede como en la fórmula anterior. Este baño se emplea para
niquelar objetos de latón, cobre, estaño, metal ingles, plomo, zinc, etc. si presenta
alguna acidez al papel de tornasol, se agrega un poco de amoníaco.
h) Sulfato de níquel y amonio 675 gr, sal amoníaco 375 gr, agua 17 litros. Se
disuelven las sales en agua hirviendo, y se hace el líquido ligeramente alcalino
agregándole 625 gr de amoníaco.
i) Se prepara actualmente una solución, que da muy buenos resultados,
mezclando el líquido obtenido por disolución, en 1 kg de amoníaco, de la masa
pastosa obtenida por evaporación prolongada de la solución de 30 gr de níquel en
agua regía con el resultante de tratar la misma cantidad de níquel con una
solución de 120 gr de cianuro potásico en 1 litro de agua. Aumentado la dosis de
cianuro resulta el deposito más blanco y aumentado la de amoníaco, más gris.
j) Método de Powell. Según este inventor, el ácido benzoico agregado a cualquier
sal de níquel impide la tendencia de estas a producir un deposito defectuoso, evita
la descomposición de la solución y por lo tanto la formación de sales derivadas. La
proporción de ácido benzoico es de 1 gr por cada litro de solución. Las dos
formulas siguientes son de este mismo autor:
j1) Sulfato de níquel y amonio 10 partes, sulfato amónico 4 partes, ácido cítrico 1
parte, agua 200 partes. Se prepara la solución al calor, y una vez fría, se le agrega
un poco de carbonato amónico hasta que sea neutra al papel de tornasol.
j2) Sulfato de níquel 6 partes, citrato de níquel 3 partes, ácido benzoico 1.5 partes,
agua 200 partes.
k) Niquelado de objetos de aluminio. Cloruro de níquel 6 partes, fosfato sódico 7
partes, agua destilada 100 partes. Se calienta el baño a 60-70ºC y se mantiene
esta temperatura mientras dura el niquelado.
l) Niquelado de objetos pequeños. Sulfato doble de níquel y amonio 7 Kg
bicarbonato sódico 800 gr, agua 100 litros. Se agrega el bicarbonato a la solución
caliente del sulfato, y poco apoco, por que de no hacerlo así la efervescencia
producida haría rebosar el líquido. El baño se conserva muy cerca del punto de
ebullición. Si después de haber trabajado algún tiempo, resulta el deposito de
color oscuro, se agrega un poco de sulfuro sódico.

Desniquelado

Cuando hay que niquelar por segunda vez un objeto, siempre es mejor quitarle la
capa primera de níquel con una solución corrosiva, ya que el níquel no se adhiere
bien a una capa del mismo metal. Un buen baño corrosivo es el siguiente: ácido
sulfúrico 8 kg, ácido nítrico 2 kg, agua 2 litros. Se agrega poco apoco el ácido
sulfúrico al agua (nunca lo contrarío, que es muy peligroso) y una vez fría la
mezcla, se agrega el ácido nítrico, y se agita el líquido con una varilla de cristal.
Esta solución se emplea en frío. Los objetos a que se quiere despojar de la capa
vieja de níquel se sujetan con un alambre grueso de cobre o latón y se echan en
dicha solución; al cabo de unos instantes se observan, ya que no deben
permanecer en el líquido ni un momento después de disuelta la capa de níquel, si
no sacarlos inmediatamente y echarlos en agua fría.
Según otro procedimiento, los objetos que hay que desniquelar se sumerge en un
baño de bicromato potásico 5 partes, ácido sulfúrico 5 partes, agua 100 partes, y
se retiran del baño en cuanto desaparece todo vestigio del niquelado.
Tratamiento de la sarna de níquel
Esta enfermedad de la piel es bien conocida de todo los galvanizadores, a pesar
de que sólo ataca a determinados individuos habiendo otros que son
completamente inmunes. Lo mejor no es emplear en trabajos con níquel a los
propensos adquirir dicha infección, pero si esta sobre viene, se aplicara el
siguiente tratamiento: las manos atacadas se sumergen durante 5 a 10 minutos en
una disolución acuosa de perborato sódico. Se seca y se unta con una pomada de
vaselina o lanolina y perborato de zinc. Es muy recomendable el empleo, al
terminar el trabajo, de la llamada pomada de galvanizador o del jabón del mismo
nombre, pues con ello se proviene en absoluto la enfermedad que nos ocupa.

Oro
Generalidades sobre el dorado galvánico
Los baños que se emplean para el dorado electrolítico son de ordinario calientes,
pues de este modo el depósito obtenido es más homogéneo, tenaz y duradero, y
de hermoso color, además de que a igualdad de tiempo se deposita más cantidad
de metal que con el baño frío.
A causa del alto precio del oro, es raro el caso de tener que dorar grandes objetos;
y como los baños no tardan en gastarse y deben renovarse con nuevas
cantidades de líquido, se emplean cubas lo más pequeñas posible, que pueden
ser de cristal, porcelana o hierro esmaltado. Estos recipientes se calientan en
baño maría o de vapor.
El mismo baño no sirve para todos los metales, por lo cual tiene que modificarse
según el metal, o cubrirse este previamente con otro metal para adaptarlo al baño.
El oro se deposita con más facilidad sobre la plata y el cobre o sobre sus aleación,
y sobre todo metal recubierto con aquellos. Con estos metales se obtienen buenos
resultados con un baño caliente (a unos 77 ºC) y con una corriente algo intensa
con aleaciones, como la plata alemana, los mejores resultados se obtienen con un
baño débil, muy poco caliente. El hierro y el acero, si no se cubren previamente
con cobre, requieren una corriente muy intensa y un baño muy caliente. Las
aleaciones de plomo, zinc, estaño, antimonio y bismuto, es preferible encobrarlas
antes de proceder a su dorado galvánico.
Las vasijas que se quieren dorar interiormente se llenan con la solución ordinaria,
se suspende un ánodo de oro en el líquido y se hace pasar la corriente. Los
bordes de las tazas y de las vasijas de perfil irregular se doran haciendo pasar la
corriente por un ánodo de oro y un paño empapado en la solución, que siga el
borde en cuestión.
A veces sucede que, al dorar por dentro ciertos objetos (copas, etc.) muy
repujados o cincelados, las partes más entrantes no reciben del todo bien el
depósito de oro. En este caso, debe lavarse el objeto con agua y cepillase muy
bien, agregando después un poco más de cianuro a la solución. El ánodo debe
moverse continuamente y se aumenta la corriente hasta que los puntos más
recónditos queden bien dorados.
Cepille con frecuencia el objeto (con el cepillo de pelo de latón) resulta mejor el
dorado, a causa de la ligera película de latón que se forma sobre la superficie.
Los objetos quedan dorados de muy diversa manera si se mueven o no durante la
operación.
Por ejemplo, si se coloca una tapa de reloj en la cuba de dorar y se deja quieta
durante unos instantes, es probable que adquiera un color rojo oscuro si la
solución ha actuado bastante tiempo; pero si se mueve rápidamente, cambia de
color, tomando un color rojo paja pálido. De aquí resulta que el color del dorado
puede regularse por el movimiento del objeto en el baño, siendo este un punto
muy digno de tener en cuenta.
Al dorar cadenas, alfileres, anillos, etc., u otros objetos que haya habido necesidad
de soldar, se encuentra, a veces, que el oro no se deposita bien sobre las partes
soladas; en estos casos, es muy conveniente frotar la soldadura con un cepillo de
pelo metálico, habiéndose encontrado que muchas veces estos cepillamos en
seco (sin el chorro de cerveza que ordinariamente se emplea) hacen a la
superficie metálica mejor conductora y de conductibilidad más uniforme, por lo
cual el oro se deposita mucho mejor. Se aplica esta propiedad cuando haya
objetos sobre los cuales se deposita el oro o la plata con mucha dificultad, si no se
les cubre con una película muy tenue de latón, que es el efecto que produce el
cepillo. Al cepillar sin cerveza u otro líquido hay que tener mucho cuidado en no
prolongar demasiado la operación, ya que las partículas metálica tan pequeñas
desprendidas por el cepillo son muy perjudiciales a la salud cuando se respira en
cierta cantidad.

Dorado parcial

Cuando sólo se trata de dorar determinadas partes de un objeto, se resguardan


las demás con el siguiente barniz: resina clara 10 partes, cera amarilla 6 partes,
lacre rojo bueno 4 partes, peróxido de hierro 3 partes. Se derriten los tres primeros
ingredientes juntos, agitando bien la mezcla, y se agrega el peróxido de hierro
poco apoco y sin dejar se agitar. El objeto parcialmente cubierto de este modo no
debe introducirse en el baño (ni frío ni caliente) antes de haberse secado y
endurecido el barniz.

Baño caliente

Mientras los objetos están en el baño deben moverse continuamente, y hay que
conectarlos con la batería antes o inmediatamente después de entrar en el baño.
En muchos casos es preferible emplear una cinta de alambre de platino en ves de
un ánodo soluble de oro: dicho alambre o cinta no sufre alteración alguna en el
baño, e introduciéndole más o menos en el líquido puede variarse el color del
depósito; por ejemplo, cuando se saca casi del todo de manera que sólo quede un
poco dentro, resulta un dorado de color amarillo pálido; si se sumerge un poco
más, se obtiene otro amarillo claro, y si se introduce del todo, resulta de color
rojizo. La concentración del baño puede mantenerse constante con adiciones
sucesivas de cloruro de oro con la proporción correspondiente de agua y de las
demás sales; pero es preferible gastar el baño del todo y preparar uno nuevo, ya
que no tarda en cargarse de cobre o plata si se doran muchos objetos de estos
metales en el baño. En un baño casi agotado que contenga disuelto cobre, el
depósito resulta de <<oro rojo>>, <<oro verde>>. El oro y el cobre, o el oro y la
plata, se depositan a la ves como una aleación, dependiendo el color resultante de
la proporción relativa de los metales, de la intensidad de la corriente, de la
concentración del baño, etc.
El dorado mate se tiene por deposición lenta de una cantidad considerable de oro,
dando a la superficie del objeto un acabado mate, con ácidos, antes de dorarlo:
primero se le da una capa de plata deslustrada, o se deposita el oro sobre una
densa capa de cobre producida por una corriente débil en un baño de sulfato de
cobre.
Pare que el dorado resulte bueno es de todo punto necesario que el objeto no
tenga la menor traza de oxido, grasa, aceite u otra impureza cualquiera, lo cual se
consigue por los métodos de limpieza antes indicados.
A continuación se dan varias fórmulas para dorar con baño caliente.
a) Para cobre, plata o aleaciones ricas en estos metales. Agua destilada 4 litros,
fosfato sódico cristalizado 285 gr, bisulfito sódico 45 gr, cianuro potásico puro 5 gr,
cloruro de oro 10.5 gr.
Se disuelve el fosfato sódico en parte del agua caliente, y en otra parte se disuelve
el bisulfito sódico y el cianuro potásico.
El cloruro de oro de disuelve en el resto del agua, se mezcla la solución con la de
fosfato, y se agrega la de cianuro y bisulfito. El baño debe ser incoloro.
b) Para bronce y latón.
1) Agua destilada 4 litros, fosfato sódico cristalizado 190 gr, disulfito sódico 45 gr,
bicarbonato potásico 24 gr, sosa cáustica 24 gr, cianuro potásico puro 6 gr, cloruro
de oro 10 gr. se disuelve todo menos el cloruro de oro, en el agua caliente; se
filtra, se enfría y se agrega poco a poco, y sin dejar de agitar, el cloruro de oro
disuelto en un poco de agua. Se calienta al baño a 50-60º C para dorar. La
corriente debe ser intensa.
2) Agua destilada 4 litros, ferrocianuro potásico 55 gr, carbonato potásico puro 50
gr, sal amoníaco 20 gr, cloruro de oro 20 gr. se prepara como el baño anterior, se
hierve media hora, se repone el agua evaporada y ya queda en condiciones de
uso.
3) Agua destilada 4litros, cianuro potásico 75 gr, cloruro de oro 30 gr. Se disuelve
el cloruro de oro en el agua, se agrega el cianuro y se agita hasta que la solución
se haya completado. Estos baños tan fáciles de preparar tienen el inconveniente
de no trabajar con uniformidad, desde luego ganan con el uso.
c) Para hierro y acero sin encobrar. Agua destilada 4 litros, fosfato sódico
cristalizado 235 gr, bisulfito sódico 60 gr, cianuro potásico puro 13 gr, cloruro de
oro 10.5 gr.
Se hace la solución como queda dicho en las fórmulas anteriores. Se calienta 80-
82ºC. Para dorar el acero, se pasa por un baño de potasa caliente, después por
otro de ácido clorhídrico diluido (1 parte de ácido por 15 de agua), se cepilla y se
conecta con la batería. Al principio es preciso una gran intensidad de corriente.

Baño frío
Agua destilada 4 litros, cianuro potásico puro 95 gr, cloruro de oro 90 gr. se
disuelve el cianuro en parte del agua, y se agrega poco a poco el cloruro de oro
disuelto en el resto del agua. Se hierve media hora, se enfría y ya puede
emplearse, en cuba de madera forrada de gutapercha o (si el objeto es pequeño)
de hierro esmaltado. Los ánodos son placas finas de hierro laminado,
completamente sumergidas en el líquido (mientras sé esta dorando) por medio de
alambres de platino suspendidos a su vez de varillas de platón bien limpias
conectadas con el polo carbón o cobre de la batería, las varillas de donde cuelga
el objeto están conectadas con el zinc de la misma. Procediendo como es debido,
el color de la capa depositada es amarillo. Si el depósito resulta negro o rojo
oscuro, se agrega mas cianuro ( disuelto en agua) al baño, y se reduce la
intensidad de la corriente.
Si hay un exceso de cianuro, el dorado se efectúa con gran lentitud o de modo
incompleto, o, como a veces sucede, los objetos pierden el oro después de
dorados: en este caso se agrega un poco más de cianuro de oro o se aumenta la
intensidad de la corriente.
El dorado con baño frío debe hacerse lentamente, y requiere una gran cantidad
por parte del operador. Los objetos deben observares con frecuencia para
descubrir los depósitos irregulares o las manchas oscuras ( se quitan con el cepillo
de pelo metálico, colocando otra vez el objeto en el baño). Con frecuencia es
necesario también agregar o quitar un elemento de la batería, sobre todo si se
introducen o se sacan objetos del baño. Con demasiada intensidad de corriente, el
depósito resulta negro o rojo; en cambio, si es demasiado reducida, las partes
opuestas al nodo quedan muy mal doradas. Para dorar plata alemana hay que
emplear un baño diluido y poca superficie de ánodo sumergida. Con esta aleación
se obtienen los mejores resultados calentando lago la solución.

Baño especial para aficionados.

La solución mejor y más barata para un aficionado, y también para dorar


doraderos en pequeña escala, es la de cianuro doble de oro y potasio, que
contiene algo de oxido potásico, pero que si se hace con oro puro y con cianuro
potásico puro al 90 x 100, da muy buenos resultados durante años enteros, si se
conserva en buenas condiciones. Esta solución se prepara del modo siguiente: Se
procuran 8 gr de oro puro, en panes, cinta o alambre, y 5 gr de cianuro potásico
blanco y puro a 98 x 100; se disuelve el cianuro en 1 litro de agua destilada
caliente, en vasija esmaltada, y se mantiene casi hirviendo, mientras se prepara la
solución de oro. Se dispone una batería de dos pilas Bunsen, o de tres Daniell, en
serie. El alambre o cinta de oro se divide en dos partes, cada una de las cuales se
une a un alambre que parte de uno de los polos de la batería. Se llena casi del
todo con un baso blanco, pequeño y poroso, de los empleados en las baterías,
con la solución de cianuro, y se coloca en la vasija esmaltada: en este vaso
poroso se suspende el alambre de oro conectado con el polo zinc de la batería, el
otro trozo de oro se suspende en la solución de cianuro exterior, y se hace pasar
la corriente de uno a otro durante dos o tres horas. En este tiempo, parte del oro
del ánodo se disuelve o combina con el cianuro potásico, formando el cianuro
doble de oro y potasio, sin que haya sufrido perdida alguna el oro de dentro. Si al
cabo de este tiempo se suspende un objeto en la plata alemana del cátodo en la
solución exterior y recibe una capa de oro en pocos momentos, el baño esta en
condiciones de dorar enseguida. El contenido del vaso poroso puede echarse en
la solución de fuera, usando las dos tiras o alambres de oro como ánodos. Puede
utilizarse uno o más elementos de la batería, según sea preciso. Al principio hay
demasiado cianuro libre, y el depósito puede resultar muy oscuro, pro este defecto
se corrige pronto sumergiendo completamente los ánodos mientras se está
dorando. Al contrario, si hubiera muy poco cianuro, o los ánodos no se disolvieran
bien o estuvieran sucios, se agrega un poco más de cianuro.
Esta solución es de poco coste, por no haber perdida de material en su
preparación. Aunque toda la tira de oro se disuelva en la solución de cianuro, el
baño no será muy rico en oro, ya que tiene 3 gr de oro por litro de solución,
pudiéndose hacer más cantidad con la misma proporción.
Dorado en color
Pueden obtenerse diversos tonos de rojo y verde en el dorado de objetos de arte,
del modo siguiente: si quiere obtenerse dorado rojo, de diferentes tonos, se
sumerge una placa de cobre puro en un baño de oro algo concentrado (al 5 ó 6
por 100), que se conecta con la batería de modo que el oro se deposite sobre el
objeto de que se trate. La corriente eléctrica hace que se disuelva el cobre de la
placa, y a la vez que el oro se deposite sobre el objeto, formando una aleación
cobre-oro, de color dependiente de las cantidades de cobre y oro que contenga.
Una vez conseguido el tono de color deseado se saca la placa de cobre y se
sustituye por otra compuesta de aleación de oro-cobre, obtenida también por
electrólisis, y se vuelve a dorar el objeto en este baño. En algunas fabricas
importantes de artículos de oro se colorean de este modo los objetos de oro puro,
para darles un aspecto más agradable. Para producir un dorado verde, se emplea
una placa de plata en vez de la de cobre, resultando una aleación oro-plata sobre
el objeto de que se trate. Después se cambia la placa de plata por otra de oro-
plata, del color buscado, y se dora nuevamente el objeto con esta placa.
También se puede dorar en verde por el siguiente procedimiento: se prepara un
baño electrolítico, con los ánodos de platino, y la composición que sigue: agua
10000 partes, fosfato sódico 200 partes, sulfato sódico 35 partes, carbonato
potásico 10 partes, oro (del cloruro) 1 parte, cianuro potásico (al 100 por 100) 20
partes. Se disuelven las tres primeras sales en 10000 partes de agua fría y se
agregan, con agitación continua, el cloruro de oro y el cianuro potásico. Se hierve
la solución hasta reducirla a la mitad, se repone el agua evaporada y se filtra
después de fría si se ha formado algún sedimento. A este baño de oro se agrega
con cuidado un poco de baño de plata. Los ánodos son tiras de platino de 4 cm de
longitud, 8 mm de anchura y 0.25 mm de grueso; con estos ánodos puede
regularse el tono del dorado, introduciéndolos más o menos en la solución
mientras se esta dorando. La corriente empleada debe tener una tensión de 3 a 4
voltios. Si se emplean pilas, basta con tres elementos Bunsen.
Es difícil dar una capa de oro viejo a la plata, sobre todo cuando las partes más
salientes han de aparecer verdes. En este caso resulta más ventajoso encobrar
primero ligeramente la plata, quitando el cobre de los puntos más salientes con
piedra pómez, y sumergiendo después el objeto en la solución anterior. Si las
partes de relieve quedan demasiado mates, se abrillantan un poco frotándolas con
un cepillo fino de pelo de latón. De este modo resulta un color castaño en las
partes bajas y verde en las elevadas. Este procedimiento requiere bastante
práctica, y por producir un dorado muy fino, conviene dar a los objetos una mano
de barniz incoloro.

Salu2

Desearia poder postearlo en uno solo pero el sistema no lo permite.


Falta mucho, pero muy intresante, como electrotipias sobre cuerpos no
conductores ejemplo porcelana vidrio,etc. y mas mucho mas. espero sea de
su agrado.
Galvanoplastia - Recubrimientos de oro y plata 2
parte

PROTOCOLO de TRABAJO para el DORADO - Chapa de Oro usando un


rectificador de 10 amperes.

Nota: un rectificador de 10 amperes es suficiente para un baño de electroplateado


de hasta 6 litros de capacidad y un rectificador de 25 amperes tiene capacidad
para baños de hasta 19 litros.

1) Verter la solución de Oro a un recipiente y calentarla a baño María a 65 ´C.


2) Conectar el ánodo de acero inoxidable (o de titanio platinizado o de oro puro
.999) al cable positivo (+) y sumergirlo en la solución.

3) Encender el rectificador y trabajar de 2 a 4 Volts.

4) Colgar la pieza de joyería que se va a dorar a un alambre de cobre o de acero


inoxidable y conectar este al cable del Cátodo (-).

5) Introducir la pieza de joyería a la solución de oro y agitarla durante 10 a 30


segundos o hasta que se haya obtenido la cubierta deseada.

6) Enjuagar la pieza de joyería en agua corriente.

7) Enjuagar la pieza de joyería en agua corriente y luego en agua destilada.

8) Enjuagar la pieza de joyería en agua destilada.

9) Cuando se ha terminado de platear, regresar la solución (suponiendo que no se


ha contaminado) al recipiente de almacenaje.

Las soluciones de oro a base de ácido son mucho mas seguras y menos tóxicas
para la salud que las soluciones de oro hechas a base de cianuro. Existe una
pequeña cantidad de cianuro en todas las soluciones ácidas de oro. Sin embargo,
el cianuro se encuentra adherido a otros elementos químicos haciendo que este
no reaccione con tanta facilidad y produzca el gas letal llamado cianuro de
hidrógeno. No existen soluciones ácidas de oro que no contengan cantidad alguna
de cianuro.

La combinación de cianuro y ácido forman el gas llamado cianuro de hidrógeno el


cuál es MORTAL. Por tanto es muy IMPORTANTE enjuagar perfectamente la
joyería antes y después de introducirla en esta solución. Hay que tomar en cuenta
que todas las soluciones de electroplateado (ejem: niquelado, plateado, rodizado,
cobrizado) están hechas a base de ácidos, por lo que si no se enjuaga bien la
joyería con agua corriente, cuando esta entre en contacto con la solución de oro a
base de cianuro se va a formar un GAS MORTAL.

Dorado de los diversos metales

Aluminio. Cloruro de oro, cianuro potásico y fosfato sódico 2 partes de cada una,
agua destilada 100 partes.
Acero bruñido. Se mezcla una solución casi neutra de cloruro de oro con éter
sulfúrico y se agita bien. El éter al oro. Y la solución así formada flota sobre el
resto del líquido. Si esta solución se aplica con un pincel de pelo de camello sobre
acero o hierro bruñido, el éter se evapora, y el oro, que se adhiere con más o
menos firmeza, queda reducido al estado metálico sobre su superficie, y puede
bruñirse o pulimentarse. El acero queda recubierto de oro con gran rapidez, aun
empleando una corriente eléctrica muy débil.
Hierro y acero. Los objetos de hierro y acero bruñido pueden encobrarse primero
en una solución de 5 partes de sulfato de cobre y 2 partes de ácido sulfúrico en
1000 partes de agua. Después se sumergen en una solución de 6 partes de
cloruro de oro y 22.5 partes de sosa cristalizada en 75 partes de agua. Este
dorado puede bruñirse.
Latón. Sobre el latón puede depositarse el oro con gran economía empleando
soluciones diluidas. El depósito resulta muy fino, pero es bastante fijo. Las mejores
proporciones para asegurar la adherencia y uniformidad del dorado son las que
siguen:
a) Fosfato sódico 5 partes, potasa acústica 3 partes, disuélvanse en 750 partes de
agua, y en sitio aparente se disuelven 1 parte de cloruro de oro y 16 partes de
cianuro potásico en 250 partes de agua se mezclan las dos soluciones y se hierve
el líquido resultante, sumergiendo después en el mismo los objetos de latón. El oro
que hay en el baño se utiliza sin perdida alguna.
Cuando la solución ya no dora bien, se agrega un poco de cianuro potásico y se
emplea para dar un baño previo a los objetos, que después se doran en un baño
recién preparado. Esta solución es muy débil. Pudiéndose preparar otra más
concentrada disolviendo dos o tres partes de cloruro de oro en muy poco agua, a
la que previamente de haya agregado 1 parte de salitre. En esta solución se mojan
trapos de hilo, que se ponen a secar en sitio oscuro y después se reducen a
cenizas en un plato o cubeta de porcelana. En los polvos que así resultan se
impregna un tapón de corcho ligeramente quemado y humedecido con vinagre (o
simplemente con los dedos), y se frota el objeto de latón.
La misma solución primera sirve para dorar cobre.
b) Dorados de objetos de bisutería (broches, dijes, etc.). Primero se sumergen los
objetos un momento en una mezcla compuesta de partes iguales de ácidos
sulfúrico y nítrico, con un poco de sal común; enseguida se echan en agua fría. Se
lavan en dos o tres aguas y se introducen en el baño de dorar, donde al cabo de
poco toman el color deseado de oro. se lavan después en agua caliente, y se
secan por último en aserrín caliente de boj.
c) Baño de Roseleur. Pirofosfato sódico o potásico 800 gr, ácido cianhídrico
(prúsico) 8 gr, cloruro de oro cristalizado 20 gr, agua destilada 10 litros. El
pirofosfato de sosa es el que más se emplea y puede prepararse fundiendo al
blanco, en un crisol, fosfato cristalizado ordinario. La cantidad de oro dada en esta
fórmula presenta los gramos de metal puro disuelto en agua regia. Para preparar
el baño se agrega el pirofosfato a 9 litros de agua, en una vasija de porcelana,
agitándose un poco de cuando en cuando y calentando algo para que se disuelva
la sal. Se filtra la solución y se enfría. Después de cristalizado el cloruro de oro se
disuelve en un poco de agua destilada y se filtra la solución. Se agrega esta
solución a la de pirofosfato, ya fría, después se agrega el ácido prúsico y se
calienta todo casi asta ebullición.
Con este baño se obtiene un dorado muy fino sobre objetos bien limpios, que
deben pasarse previamente por una solución muy diluida de nitrato de mercurio,
sin lo cual el depósito de oro resultaría rojo e irregular. Los objetos deben moverse
continuamente en el baño, suspendidos con un gancho o dentro de una cuchara
de porcelana agujereada.
d) Baño de Rod. Fosfato sódico cristalizado 60 partes, bisulfito sódico 10 partes,
cianuro potásico 1 parte, cloruro de oro 2.5 partes, agua destilada o de lluvia 1000
partes. para preparar este baño se divide el agua en tres porciones, 1 de 700
partes y las otras dos de 150 cada una. Se disuelve el fosfato sódico en la primera
porción, el cloruro de oro en la segunda y el bisulfito sódico en la tercera. Se
mezclan las dos primeras soluciones poco a poco, y se agrega la tercera. Con
esta solución, que debe emplearse entre 50 y 80ºC, se usa ánodo de platino
(alambre o cinta), agregando nuevas cantidades de cloruro de oro, a medida que
la solución se va agotando.
e) Baño frío. Se emplea a veces el baño frío para objetos de mucho tamaño, para
evitar el tener que calentar grandes cantidades de líquido, siendo su composición
la siguiente: ferrocianuro potásico 20 partes, carbonato potásico puro 30 partes,
sal amoniaco tres partes, cloruro de oro 15 partes, agua 1000 partes. Se agregan
todas las sales al agua, excepto el cloruro de oro; se hierve la mezcla y se filtra.
Se disuelve el cloruro de oro en un poco de agua destilada y se agrega a la
mezcla anterior. El dorado que se obtiene con los baños fríos es muy variable en
color; cuando estos están en las mejores condiciones y se emplea una corriente
algo intensa, el dorado debe ser de color amarillo puro.
f) Baño de Briant. Se disuelven 34 gr de oro en agua regía, y se evapora la
solución asta que resulte cloruro de oro neutro: se disuelve este cloruro en 1 litro
de agua caliente y se agregan 200 gr de magnesia, precipitándose el oro que se
filtra y lava con agua clara; se digiere el precipitado en 40 partes de agua, se
mezcla con 3 partes de ácido nítrico para quitar la magnesia, se lava el oxido de
oro resultante con agua, asta que esta no de reacción ácida con el papel de
tornasol. Se disuelven entonces 400 gr de ferrocianuro potásico y 100 gr de
potasa cáustica en 4 litros de agua se agrega el oxido de oro y se hierve la
solución durante unos 20 minutos. Una vez disuelto el oxido de oro, queda una
pequeña cantidad de hierro precipitado que puede hacerse desaparecer por
filtración, quedando el líquido, de color de oro fino, en condiciones de empleo, lo
cual puede hacerse en frío o en caliente.
g) Baños de Fizeau. 1 grado. Cloruro de oro seco 1 parte; se disuelve en 160
partes de agua destilada, agregando poco a poco una solución de un carbonato
alcalino en agua destilada, hasta que el líquido quede turbio, pudiéndose emplear
inmediatamente. 2 grados. Cloruro de oro 1 gr, hiposulfito sódico 4 gr, agua
destilada 1 litro.
h) Baño de Wood. Cianuro potásico 120 gr, cianuro de oro 30 gr, agua destilada 4
litros. Se emplea la solución a la temperatura de unos 30º C, con una corriente de
dos elementos cuando menos.
i) Imitación. Para dar al latón color de oro se tiene en la siguiente solución caliente
hasta que se obtenga el tono deseado; sosa cáustica 4 partes, lactosa 4 partes,
agua 100 partes; después de hervir esta solución durante un cuarto de hora se le
agregan 4 partes de sulfato de cobre disuelto en la menor cantidad posible de
agua.
Plata Alemana. La plata alemana tiene la propiedad de reducir el oro de la
solución del cianuro (sobre todo sí la solución es concentrada), sin necesidad de
corriente eléctrica; por esta razón, para dorar esta aleación con batería, hay que
emplear la solución tan diluida, que aquélla no haga por si sola depositar el oro en
su superficie; de no hacerlo así, el oro se deposita con tanta rapidez, que se
desprende al bruñir o acepillar el dorado. Por otra parte, la superficie expuesta del
ánodo debe ser pequeña.
Plomo, metal Britannia, etc. Cuando hay que dorar objetos hechos de plomo,
estaño, metal ingles, hierro o acero, lo mejor es darles primero una capa de cobre
en un baño alcalino, o enlatonados por electrólisis, después de lo cual se pueden
dorar perfectamente.
Zinc. Cloruro de oro 2 partes, cianuro potásico 5 partes, sulfito sódico 10 partes,
fosfato sódico 60 partes, agua 1000 partes. Esta solución se emplea caliente.
También puede hacerse uso de un baño frío compuesto de 7 partes de cloruro de
oro, 30 partes de ferrocianuro potásico. 30 partes de potasa, 30 partes de sal
común y 100 partes de agua.

Dorado de la seda

Se hace primero que el tejido sea conductor impregnándolo con una solución de
nitrato de plata y reduciendo ésta con glucosa y álcali diluido, o mejor aún con sal
reductora de Raschig. En vez del nitrato de plata, puede emplearse una solución
de acetato de plomo o de cobre. Se trata la seda, así impregnada, con una
solución de un sulfuro alcalino (el sódico o el amónico, por ejemplo) o con ácido
sulfhídrico, resultando así una capa conductora de un sulfhídrico, resultando así
una capa conductora de un sulfuro metálico, sobre la cual se deposita
electrolíticamente el oro, como si se tratara de dorar un metal.
Incrustaciones del oro
Se bruñe primero muy bien el objeto, y las partes que se trata de dorar se cubren
con una mezcla de blanco de España y agua de goma, que se aplica, en estado
pastoso, con una pluma o pincel. Las partes no cubiertas de este modo, se pintan
con barniz de asfalto, compuesto de una solución de asfalto en bencina a la que
se agrega aguarrás para que sea menos volátil. Se echa después el objeto en
agua, para que desaparezca el blanco de España, y se pasa al baño de dorar, en
el que el oro se deposita sobre las partes descubiertas del objeto. Cuando la capa
de oro es bastante gruesa, se saca el objeto, se lava y después de seco se echa
en una vasija llena de benzol, que disuelve al asfalto, quedando bien marcado el
dibujo en oro sobre el metal de que esté hecho el objeto.
También puede hacerse esta clase de dorados, llamados incrustaciones,
cubriendo todo el objeto con barniz de asfalto, y haciendo el dibujo con un punzón
romo, que solo quite el barniz, sin rayar el metal. Sobre estas partes así
descubiertas se deposita el oro electrolíticamente, y después se quita la capa de
barniz.
Renovación del dorado mate
Para renovar recubrimientos de oro mate (lo cual es en general imposible, porque
el oro mate es muy flojo), es lo mejor encobrarlos antes de dorarlos. Una vez
depositado el cobre, se limpia y pule bien el objeto, y se pasa al baño de dorar. De
este modo se ahorra mucho tiempo y trabajo, adquiriendo además el objeto un
aspecto nuevo sin el menor defecto.
Para preparar el baño de cobre dan excelentes resultados estas dos fórmulas:

a) Agua destilada hirviendo 2000 partes, sulfato sódico 10 partes, cianuro potásico
15 partes, acetato cúprico 15 partes, carbonato sódico 20 partes, amoniaco 12
partes.
b) Cardenillo cristalizado 20 partes, cianuro potásico 42 partes, agua hirviendo
1000 partes.

Paladio

a) El paladio, que es un metal más ligero y más blanco, más fusible que el platino,
se emplea desde hace poco tiempo para recubrir piezas de los mecanismos de
relojería con excelente resultado. Según M. Pilet, basta con cuatro miligramos de
paladio para cubrir todas las piezas de un reloj de bolsillo de tamaño corriente; la
fórmula que aconseja como mejor es la que sigue: Agua 2 litros, cloruro de paladio
10 gramos, fosfato amónico 10 gramos. Con este baño se pueden electropaladiar
todos los metales, menos el zinc.
b) También puede depositarse el paladio de una solución de cianuro doble de
paladio y potasio, o del cloruro doble de los mismos.

Plata
Generalidades sobre el plateado galvánico.

Para electroplatear se emplea un baño compuesto de cianuro de plata y potasio,


preparado precipitando una solución de nitrato de plata con cianuro potásico, y
volviendo a disolver el precipitado lavado en un exceso de cianuro potásico
disuelto, resultando la composición final la siguiente: cianuro potásico 360 gr, agua
4 litros, cianuro de plata unos 30 gr se filtra y usa en un recipiente de porcelana o
esmaltado. Para preparar el baño de blanqueo, se disuelven 500 gr de cianuro
potásico en 4 litros de agua, se agregan 8 gr de cianuro de plata y se filtra la
solución. Los baños van provisto de placas de plata como ánodos, de tamaño
proporcionado al del objeto que se quiere platear. Estas placas se unen
eléctricamente con el polo positivo de la batería: los objetos, bien limpios, se unen
mediante un alambre de cobre con el polo zinc de la batería; se tienen uno o dos
minutos en el baño blanqueo, y una vez cubiertos con una capa uniforme de plata.
Se pasan al baño de plata, donde basta con veinte o treinta minutos para que los
objetos queden bien plateados.
Los objetos de cobre, latón o plata alemana que se trate de platear, se limpian
primero teniéndolos varios minutos en potasa cáustica concentrada e hirviente,
para que desaparezca toda taza de aceite o grasa, y después de lavados con
agua, se pasan por ácido nítrico diluido, para quitar todo óxido, y por ultimo se
lavan bien otra vez. Después de limpios, no deben tocarse con los dedos.
Inmediatamente antes de introducir los objetos en el baño, se sumergen por un
instante en ácido nítrico concentrado o en una mezcla de partes iguales de nítrico
y sulfúrico, y se lavan bien con agua clara, pero muy rápidamente. Después se
sumerge, a veces, por un momento en una solución acuosa de nitrato mercurioso
y se vuelven a lavar. De este modo queda el metal cubierto con una película de
mercurio que asegura una adherencia perfecta de la plata.
Preparación del baño

Los baños indicados en el párrafo anterior se pueden preparar como sigue. Agua 4
litros, cianuro potásico (puro) 240 gr, nitrato de plata 255 gr. Se disuelve el nitrato
de plata en suficiente cantidad de agua destilada o de lluvia y se agrega poco a
poco y sin dejar de agitar, ácido cianhídrico (prúsico), hasta que la plata se
precipite en forma de cianuro, lo cual se conoce en que agregando a una porción
del líquido claro una gota de ácido, no se forma nubosidad alguna. Debe evitarse
agregar un exceso de ácido. Se coloca el precipitado en un filtro de tela fina de
algodón, y una vez pasado el líquido, se lava el precipitado, varias veces, con
agua, en el mismo filtro. Se disuelve el cianuro potásico en el agua, y se agrega el
cianuro de plata, cuidadosamente desprendido del filtro: se agita bien y si no se
disuelve del todo en el líquido, se agrega más cianuro potásico hasta disolución
completa, sin dejar de agitar. Se espera a que se asienten las impurezas y ya
puede usarse el baño.
El baño de blanqueo que antes se ha indicado, se emplea con frecuencia como
baño previo; tiene en esencia la misma composición que el baño de plateado, pero
con más cantidad de cianuro potásico y menos plata, y la corriente ha de ser algo
más intensa. El objeto, ya limpio, puede sumirse unos momentos en una solución
de 30 gr de nitrato de mercurio en 4 litros de agua; después se pasa al baño de
blanqueo, donde se tiene unos minutos, y después de cepillado, al baño de
platear.
Los recipientes empleados deben ser lo bastante altos para que queden unos 10
cm de líquido por encima de los objetos sumergidos, cuya distancia al fondo y a
las paredes deben ser aproximadamente la misma, para que el depósito de plata
sea uniforme sobre toda la superficie.
El borde superior de la cuba lleva dos varillas de latón superpuestas, pero sin
tocar una con otra, de modo que puedan colocarse otras transversales sobre la
superior o la inferior, sin tocar a las dos. La varilla de arriba se conecta con el zinc
y la de abajo con el carbón o el cobre de la batería, o con los polos
correspondientes de la dínamo. Las varillas transversales que se apoyan sobre la
inferior, van unidas a los ánodos de plata; las que se apoyan sobre la superior, van
unidas al objeto que se trata de platear, que se coloca entre dos ánodos.
Como las capas más bajas del baño tienden a ponerse más densas (más ricas en
plata) que las superiores, es necesario con frecuencia invertir los objetos durante
el plateado, para obtener un espesor uniforme de plata. Con el mismo fin, los
objetos pequeños deben moverse lo más posible mientras se están plateando.
El depósito resulta más fino y más denso con corriente débil y exposición
prolongada, que con una corriente intensa. En tres o cuatro horas puede
depositarse una cantidad suficiente de plata, pero resulta de mejor calidad y más
fácilmente pulimentable, si se tiene el objeto en el baño doce o quince horas con
unos cuantos elementos en la batería.
Cuando los objetos han adquirido una capa de plata adherida, se sacan del baño,
se acepillan bien y se limpian con alcohol, o mejor aún en un baño caliente de
platear, de donde se pasan otra vez a la solución mercurial y finalmente al baño
frío nuevamente.
El primer cepillado, que no siempre es necesario, contrarresta la tendencia de
ciertas aleaciones a tomar aspecto cristalino, y además corrige las imperfecciones
de la limpieza.
Si los ánodos se ponen negros mientras pasa la corriente, la solución contiene
poco cianuro, y aunque el depósito resulta adherente, es muy lento, perdiendo el
baño más plata de la que toma de los ánodos. En cambio, si los ánodos
permanecen blancos durante el paso de la corriente, el baño contiene un exceso
de cianuro potásico, y el depósito que queda bien adherido; en este caso basta
agregar cianuro de plata hasta que se disuelva con dificultad.
En buenas condiciones de funcionamiento, los ánodos presentan la superficie gris
mientras pasa la corriente, quedando blanco al cortar el circuito.
El peso específico del baño debe variar entre 5 y 15º Bé.

Los baños para platear no trabajan generalmente bien recién preparados.


Tratándolos bien, mejorando mucho con el uso. Al principio el depósito es con
frecuencia granulado, y de tono azulado o amarillento. Se acostumbra de ordinario
mezclar una porción de baño ya usado con otra de uno recién preparado. También
hay quien, en vez de emplear baños usados, agregar un poco de amoníaco al
nuevo.
El sulfuro de carbono en pequeñas cantidades comunica gran brillo a los objetos
plateados; para ello se echa 30 gr de sulfuro en una botella de medio litro llena de
una solución concentrada de cianuro de potasio y de plata; se agita bien y se
agregan de cuando en cuando unas gotas de este líquido al baño, hasta que el
objeto resulte bien brillante. No debe emplearse demasiado sulfuro de carbono
porque se estropea el baño.

El baño puede emplearse caliente o frío, aunque este último es el más


generalizado para artículos que requieren gran solidez. El baño caliente se emplea
para objetos pequeños, y con preferencia si éstos son de acero, hierro, zinc,
plomo o estaño previamente encobrados. Los baños calientes se usan en vasijas
de hierro esmaltadas, y los objetos se suspenden o se mueven sin cesar. Un
depósito gris o negro indica que la corriente es demasiado intensa, lo mismo que
si la superficie queda cubierta de burbujas gaseosas. Las cubas de madera
empleadas para los baños fríos son semejantes a las usadas para encobrado y el
niquelado, pero deben forrarse muy bien con gutapercha por el interior.

Plateado del aluminio

Se lava primero el objeto con una solución diluida de un álcali (sosa o potasa), o
con una solución débil de ácido clorhídrico, y se enjuaga con agua. Los ánodos
son placas de pata, y el baño de compone de 2 pares de cianuro potásico, 4
partes de fosfato sódico y 100 partes de agua destilada.

Plateado del metal Britannia


Se sumerge el objeto en una solución caliente saturada de carbonato potásico, y
con ánodo de plata se emplea una corriente eléctrica intensa. La solución de
carbonato potásico disuelve la superficie del metal Britannia, facilitando asís a la
plata una firme adherencia cobre el mismo.

Plateado del zinc

Según Buchner, se disuelven 10 partes de nitrato de plata en agua, y se agrega


ácido clorhídrico para precipitar la plata en forma de cloruro, que se lava varias
veces con agua clara; se disuelven 70 partes de sal amoníaco en agua, se
agregan 40 partes de sosa cristalizada, 40 partes de cianuro potásico puro y 15
partes de sal común. Se mezcla todo y se agrega agua destilada en cantidad
suficiente para componer un total de 1000 partes.

Platino
Para platinar, se procede del modo siguiente:

Platinado del carbón

Se purifica el carbón (placa) teniéndolo varios días en ácido sulfúrico diluido con
tres o cuatro veces su volumen de agua, y echándolo después en un baño de
ácido sulfúrico diluido con diez veces su volumen de agua, agregando cristales de
cloruro de platino hasta que quede de color pajizo.
Se conecta el carbón con el polo negativo de la batería, y como ánodo se emplea
una placa de platino o de carbón unida al polo positivo. Al cabo de veinte minutos
queda el carbón platinado, como puede probarse descomponiendo el agua
electrolíticamente con el mismo, viéndose que el hidrógeno se desprende de su
superficie.
Platinado del cobre y del latón
Para platinar joyas y objetos pequeños se emplea una solución de 10 partes de
cloruro de platino y 200 partes de sal común en 1000 partes de agua, alcalinizada
con lejía de sosa.

Platinado del hierro


Se emplea una solución ácida de platino en agua regía.
Platinado de los metales en general
Para platinar los metales deben encobrarse previamente y emplear baterías que
den corrientes muy intensas; los baños más usuales son los siguientes:
a) Borato potásico 300 partes, cloruro de platino 12 partes, agua destilada 1000
partes.
b) Carbonato sódico 250 partes, cloruro de platino 10 partes, agua destilada 1000
partes.
c) Sulfocianuro potásico 12 partes, cloruro de platino 12 partes, carbonato sódico
12 partes, agua destilada 1000 partes.
d) Borato sódico 500 partes, cloruro de platino 12 partes, agua destilada 1000
partes.
Platinado de la plata

Para platinar una placa de plata se sumerge ésta en un baño de cloruro de platino
y agua acidulada. La plata sirve de cátodo, y como ánodo se emplea una placa o
alambre de platino, quedando la primera recubierta de este último metal.

Abrillantado de los recubrimientos metálicos

Cuando se deposita un metal blando sobre otro duro, o al contrario, el metal de


fuera (el depositado) debe pulimentarse y no bruñirse, por la razón siguiente: si se
deposita, por ejemplo, plata sobre plomo, la gran presión necesaria en el bruñido
para producir el brillo buscado haría que el metal más blando se extendiera,
resultando por lo tanto una separación de los dos metales. Por otra parte, siendo
la plata más blanda que el acero, si se bruñe el acero plateado, el metal de fuera
se extiende, separándose del interior, es decir, del acero.
Electrotipias

Generalidades.
La electrotipia es la producción de depósitos no adherentes sobre moldes
metálicos o no metálicos, cuya adherencia se evita cubriendo su superficie con
plombagina o frotándola con trementina que contenga un poco de cera. La
preparación de los objetos depende: primero, de la clase de depósito que se
desee, y segundo, de la clase y naturaleza del objeto. En todos los casos hay que
quitar toda suciedad, óxido, etcétera, ya que toda la copia obtenida por electrotipia
reproduce todo detalle, hasta la señal de los dedos sobre la superficie del modelo.
Muchos objetos que se quieren reproducir electrolíticamente deben resguardarse
parcialmente del depósito metálico, para que éste no pueda extenderse a ciertas
partes: por ejemplo, al copiar una cara de una medalla o medallón de bronce, la
cara opuesta debe cubrirse con una especie de barniz, cera o grasa, para evitar
que quede también cubierta; si se trata de dorar el interior de una copa o taza
cuyo exterior se ha plateado, hay que barnizar éste para que no quede dorado
también. Para dorar y, en general, siempre que se empleen baños calientes, se
usa generalmente para las reservas barniz copal; pero si se trata de baños fríos,
basta con un barniz ordinario, como el que emplean los grabadores con el mismo
fin. A falta de otra cosa, puede emplearse una solución de lacre en nafta.
Método para electrotipias sobre cuerpos no conductores
Cuando se trata de obtener electrotipias sobre cuerpos no conductores de la
electricidad, como la loza y la porcelana, se emplea un procedimiento que consiste
en disolver azufre en aceite de espliego hasta consistencia ciruposa, después se
disuelve cloruro de oro o de plata en éter, y se mezclan las dos soluciones en
caliente. se evapora el líquido resultante hasta consistencia de pintura ordinaria, y
se aplica en estas condiciones con un pincel a las partes del objeto de loza, vidrio,
etc., que se quiere reproducir. Los objetos se encuentran del modo corriente antes
de introducirlos en el baño electrolítico.

Coloración de los metales por electrólisis

Anillos coloreados

Para obtener los llamado anillos de Nobili es preciso hacer pasar la corriente que
procede de uno de los polos de la batería, por un hilo de platino cuya punta
solamente entra en el líquido que se va a descomponer, mientras que el otro
plomo se conecta con una placa metálica sumergida en el mismo líquido. Esta
placa se coloca perpendicularmente a la dirección del hilo de platino, y a 1 mm de
la punta de este.
Pueden emplearse soluciones de sulfato de cobre, sulfato de zinc, sulfato de
manganeso, acetato de plomo, acetato de cobre, acetato potásico, tártaro de
antimonio y potasio, ácido fosfórico ácido oxálico, carbonato sódico, cloruro de
manganeso y acetato de manganeso.
Procedimiento de Mathey
Consiste en precipitar en la superficie de los metales que se quieren colorear, un
peróxido metálico transparente. El fenómeno de la coloración electroquímica de
los metales es el mismo que el que tiene lugar cuando se calienta un objeto de
acero bruñido: primero toma este un color amarillo, a causa de la capa muy fina de
óxido férrico formado en su superficie; al seguir calentando aumenta el espesor de
esta capa de óxido tomando sucesivamente color rojo, violeta y azul. En el caso
del pavonado eléctrico la coloración es debida al aumento del espesor de la capa
del óxido metálico precipitado por una solución alcalina.
Pueden emplearse los óxidos de plomo, estaño, zinc, cromo, aluminio, molibdeno,
tungsteno, etc., disuelto en potasa; también se pueden usar los protóxidos de
hierro, zinc, cadmio o cobalto disuelto en amoníaco.
La coloración electroquímica da excelentes resultados con metales no oxidables,
como oro y platino, pero no con la plata, y es el método que se sigue para colorear
las manecillas de los relojes. Se coloca el objeto en el polo positivo, bajo una capa
de líquido de unos 3 cm de espesor, y se pone el electrodo negativo en la
superficie del baño. En pocos segundos se obtienen todos los colores posibles.
Solución de hierro. Se disuelve sulfato ferroso en agua hirviendo y se mantiene la
solución resguardada del aire: cuando se va a usar, se echa una cierta cantidad
en una vasija y se agrega amoníaco hasta que se vuelva a disolver el precipitado
que se haya podido formar. Esta solución, se oxida con gran rapidez en contacto
con el aire, no puede emplearse durante más de 1 hora.
Solución de plomo. Potasa 400 partes, litargirio 125 partes. Se hierve durante 10
minutos, se filtra y se diluye hasta 25º Bé.
Coloración del níquel
Se une el objeto de níquel con el polo positivo de la batería, y se coloca en una
solución de acetato de plomo. Como electrodo negativo se emplea una red de
alambre de cobre, siguiendo el contorno del dibujo que se quiera obtener, y a poca
distancia del objeto. Si la distancia entre la rejilla de cobre y el objeto es la misma
en todos los puntos, la coloración resultante es uniforme.
SALU2

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