Está en la página 1de 24

Título de la obra: “Pedro Desorientado”

Autora: Nathalie Marin


8 Personajes:Narrador (Voz en off), Pedro (Niño inocente y desorientado), Raúl (Joven adicto),
José (Amigo de Raúl), Anthony (Amigo de Raúl), Esteban (Niño astuto), Karen (Madre de
Pedro-voz en off), Isaías (Hombre sabio y consejero)
Acto I
Narrador: Pedro, un niño de tan solo 10 años de edad, se encontraba un día andando por las calles
de su barrio, desorientado en el mundo, sin nada que comer, sin amigos, sin nadie que entendiera la
situación por la que estaba pasando. Pues, recientemente acaba de perder a su madre, su gran
tesoro irreemplazable, debido a una grave enfermedad que la había acogido durante más de siete
años.
(Pedro caminando por la calle, con las manos en el bolsillo mirando en todas las direcciones)
Pedro: ¡Madre!, cómo no he de extrañarte, si fuiste quien me dio la vida. ¡Mi única familia!.
Narrador: Con una gran tristeza en su rostro, y muy pensativo, Pedro observó con detenimiento a
tres jóvenes sentados en una de las aceras de la calle, quienes no paraban de fumar
exageradamente.
Raúl: ¡Oye tú!
Pedro: ¿Quién, yo?
Raúl: Sí, tu. ¿No quieres un poco?, mira que te quitará ese pesar que tienes en tus ojos.
Narrador: Pedro muy inocente ante las realidades existentes en la vida, se acercó a ellos, sin saber
lo que le habría de acontecer.
(Pedro camina hacia Raúl y sus dos amigos)
Pedro: Dime, ¿tienes algo de comer?, tengo mucha hambre no he comido nada en todo el día.

Raúl: Tranquilo, en un rato conseguimos algo por ahí, pero…¡ven! siéntate con nosotros.
(Pedro se sienta al lado de Raúl)
Raúl: Cuéntanos que te paso.
(Pedro mira al suelo con una gran tristeza en su rostro)
Pedro: ¡Estoy muy triste!, porque el día de ayer falleció mi madre, y era la única persona que tenía
en el mundo.
Raúl: ¡Que mal amigo!, pero ven fuma un poco nada te pasará, al contrario te aliviará la pena.
(Los amigos de Raúl hacen señas a Pedro a modo de invitación)
José y Anthony: ¡Ven niño!, no te pasará nada.Narrador: Pedro, ante la insistencia de Raúl y la
vociferación de sus amigos, decide aceptar la propuesta.
(Pedro comienza a reírse sin medida)
Raúl: ¿Cómo te sientes ahora?
Pedro: Siento como si me hicieran mil cosquillas en la pansa (Risas)
Raúl: ¡Ja ja ja!, bien amigo, bien.
(Raúl y su grupo de amigos comienzan a reír al unísono)
Narrador: Al pasar los días, meses y años, Pedro todo un joven ya quinceañero, se situaba
sumergido en una adicción que a lo lejos parecía irreversible.
Acto II
(Pedro sentado con dos amigos en la acera, mientras por la calle pasaba un niño desorientado como
él hace unos años)
Pedro: ¡Hey amigo!, ven y comparte con nosotros, para que te relajes un poco.
Esteban: No amigo, pero gracias.
Pedro: ¿Qué, me vas a decir que no quieres reírte un poco?, se nota a leguas que has pasado una
pena.
Esteban: Sí amigo, mi madre acaba de fallecer
Pedro: Con mayor razón, ven aquí muchacho, siéntate un rato.
Esteban: Gracias amigo, es muy tentativa tu oferta, pero sé que a mi madre le hubiese gustado que
luchase por mis sueños, y así lo haré; aunque tenga que esforzarme y trabajar, pero no me rendiré.
(Esteban sigue caminando sin mirar atrás, mientras Pedro se queda pensativo)
Narrador: Ante las profundas palabras de aquel muchacho, inmediatamente Pedro recordó la
imagen de su bella madre, quien le dijo estas palabras minutos antes de su muerte.
Karen: Hijo mío, prométeme que nunca dejarás de luchar por tus sueños. Recuerda que aunque yo
no este físicamente en este mundo ¡jamás te abandonaré!, siempre morare allí en tu hermoso
corazón. No mires atrás, más si adelante, recorriendo cada día el camino correcto hacia la meta.
(Pedro cae en un profundo llanto)
Pedro: ¡Madre!, como fue que olvidé tus últimas palabras y tu mayor deseo. ¡Perdóname!
Narrador: Aquel llanto de Pedro fue tan sincero, que al pasar por ahí un hombre sabio de edad ya
avanzada, se detuvo a reconfortarlo.
Isaías: Joven, no sé lo que te ha pasado, pero lo que hoy mi corazón te dice: es que nunca es tarde
para volver a empezar.
Narrador: Al oír esas palabras, un gran gozo recorrió el cuerpo de aquel joven, que un día siendo
niño, tomo la decisión equivocada.
(Pedro se levanta y abraza al caballero en agradecimiento)
Pedro: En mi inocencia, hace años caí en un gran vicio, pero hoy decido levantarme con mucho
fervor, y animar aquellos niños como yo o como Raúl, para que nunca permitan que la situación los
lleve a caer en una irreparable adicción. FIN
Obra de teatro sobre la sexualidad
LA GRAN PREGUNTA DE OSCARITO

Personajes
- Oscarito - Panchito –Doctor, - Mamá – Abuela, - Papá -Marcela (nana)
PRIMER ACTO
Primera escena
(Aparecen en escena el papá y la mamá en su habitación)
Papá: ¿Sabes qué?, ayer Oscarito me preguntó de dónde vienen los bebés.
Mamá: (Con tono de preocupada) Pero… ¿y tú que le respondiste?
Papá: Pues nada, evadí el tema diciéndole que tenía mucho trabajo y tenía que irme.
Mamá: ¿No crees que deberíamos decirle todo lo que debería saber?, también Oscarito ya está
grande.
Papá: Si, tienes razón, pero antes deberíamos informarnos con un especialista sobre cómo tratar
este tema con Oscarito.
Segunda Escena
(Aparecen el Papá y la Mamá en la oficina del Doctor)
Papá: ¿Por qué se demorará tanto este viejo?
Mamá: La secretaria nos dijo que estaba almorzando en el quirófano, y que luego nos atendería.
Papá: Debemos respetar los tiempos de comida, a nadie le gusta que lo molesten cuando está
comiendo
Mamá: Ahí, parece que viene
(Entra el doctor con su cotona blanca con manchas rojas)
Doctor: Ha llegado por quien lloraban, díganme ¿en qué puedo ayudarles?
Papá: es que… Este… Es que…
Mamá: Lo que dice mi esposo es que queremos decirle a nuestro hijo lo que… Usted sabe, y no
sabemos cómo decirle
Papá: Eso doctor, eso era
Doctor: Miren la forma en que ustedes deben explicarles es en el idioma de los niños en su forma de
hablar, para que les entienda todo lo que ustedes deben decirle sobre la sexualidad.
Mamá: Muchas gracias doctor, nos ha ayudado mucho.
Papá: Eh, creo que gracias Doctor.
Doctor: No hay de que, si mi trabajo es ayudar… siempre que me paguen, (lanza una carcajada) ha
ha ha.
Tercera Escena
(Aparecen en escena Marcela, Oscarito y Panchito)
Marcela: ¡Tómate tu leche cabro desobediente no más, cuando llegue tu mamá le voy a decir que no
me hacías caso, a ver cómo te va!
Oscarito: Ya bueno me la tomo, me la tomo (en voz baja) esta cabra pesá lo único que hace es
mandarme y mandarme.
Marcela: Te escuché.
Panchito: Hola Marcela ¿esta Oscarito?
Marcela: Sí, está en la cocina comiendo.
Panchito: Gracias, iré a verlo.
Oscarito: Esta Marcela es más pesada.
Panchito: Hola Oscarito, ¿Qué te pasa?
Oscarito: Nada Panchito, es que Marcela dice que tengo que tomarme la leche y yo no quiero, lo
único que sabe es mandarme y mandarme y ya estoy arto de que me manden.

SEGUNDO ACTO
Primera escena
(Se encuentran conversando la mamá, el papá y Marcela)
Marcela: Señora su hijo es un desastre no quiere tomarse la leche y comerse la comida, lo único que
quiere es jugar.
Mamá: Queremos hablar con Oscarito ¿Dónde está?
Papá: Sí, ¿Dónde está? ¿Qué le hiciste a mi hijo?
Marcela: Yo no le hice nada, se encerró en su cuarto a jugar con Panchito.
Mamá: (la mamá lo llama con voz suave) Oscarito ven, necesitamos hablar contigo.
Segunda escena
(Aparece la mamá, el papá, Panchito y Oscarito)
Oscarito: ¡Hola mamá! ¿Para qué me llamas?
Mamá: Necesitamos conversar contigo, sobre lo que nos preguntaste el otro día.
Papá: Sí, fuimos a especializarnos o informarnos sobre tu pregunta.
Oscarito: ¿Cuál fue mi pregunta?
Papá: la pregunta fue (con música misteriosa) ¿De dónde venían los bebés?
Oscarito: Ah, ahora me acuerdo, y ¿De dónde vienen?
Mamá: Bueno, es un tema realmente difícil de explicar y en partes interesante.
Panchito: Por favor, ustedes podrían explicarme ese tema también.
Papá: Bueno, pero tómatelo muy enserio.
Tercera escena
(Se encuentran en la habitación de Oscarito, aparece la abuela)
Papá: Hola mamá, tanto tiempo sin verte ¿Cómo estás?
Abuela: Estoy sentada, muchas gracias.
Marcela: Qué chistosa la anciana.
Abuela: Cállate chiquilla insolente.
Marcela: Perdone señora.
Abuela: Hola Oscarito, ¿Cómo estás?
Oscarito: Bien, abuelita. Y tú ¿Cómo te encuentras?
Abuela: Muy bien, pero de que estaban hablando antes que llegaran.
Mamá: Estábamos a punto de contarle a Oscarito de donde vienen los bebés.
Abuela: Ese es un tema muy interesante
Mamá: Mira, Oscarito, ya es tiempo de que sepas muchas cosas
Oscarito: Bien, empiecen a hablar
Abuela: Yo voy a empezar diciéndote que los bebés no los trae la cigüeña, ni salen de la nada.
Papá: Los bebés no son más que el producto de una relación sexual entre mamá y papá.
Mama: Luego de nueve meses nacen los bebés.
Oscarito: ¿Por qué tardan tanto en nacer?
Abuela: Ese es el tiempo que demoran en formarse los bebés en el vientre de la madre.
Panchito: Ah, y como llega ahí el bebé al vientre de su mamá.
Papa: Cuando mamá y papá se aman mucho y quieren tener un bebé, tienen lo que se llama hacer
el amor, el papá introduce el pene en la vagina de la mamá, y los bebés que en ese entonces son
una semillita pequeñita se juntan con el óvulo de la mamá y el bebé comienza a formarse.
Oscarito: (dirigiéndose al papá) Y tú ¿Cuántas veces has hecho el amor con mi mamá?
Papa: Eh,…
Mamá: (interrumpiendo) Muchas veces
Oscarito: Y ¿Por qué tantas veces, sí, solo tienen un hijo que soy yo?
Papá: Porqué eso es una muestra de amor entre papá y mamá y porque no siempre se logra
conseguir un hijo haciendo el amor.
Oscarito: ah, me quedó muy claro.
FIN
La butaca vacía Teatro para adolescentes sobre drogadicción

Las drogas y la corrupción provocan grandes problemas en nuestro país, de alguna forma
necesitamos crear conciencia, sensibilizar a los adolescentes para que eviten caer en ese engaño,
en esas promesas vacías de éxito, diversión y riqueza inmediata.
Escribí esta obra a petición de una lectora que es maestra y necesitaba una obra para sus 12
alumnos. Aquí está el resultado, espero lo disfrutes.
 6 actrices
 6 actores
 20 minutos
La butaca vacía Teatro para adolescentes
De Tania Ruiz

La acción transcurre en cualquier ciudad de México, para la escenografía bastará con unas butacas
para representar el salón de clases y las demás escenas suceden en un espacio vacío.
Se ponen las acotaciones para explicar un poco más el conflicto de cada personaje, pero el director y
los actores tienen la libertad de interpretar el texto como quieran, también se vale hacer todo tipo de
adaptaciones.
Personajes:
Carlos: el alumno más inteligente del salón, pero sin llegar a ser nerd, tiene muchos amigos, le gusta
divertirse con Berenice, su novia. Tiene 16 años.
Alberto: es el mejor amigo de Carlos, le gusta la música, quiere ser cantante profesional y es muy
romántico, está enamorado de Carolina, pero no anda con ella. 15 años
Fernando: el chico problemático del salón, está a punto de perder el semestre por sus bajas
calificaciones. 17 años
Rodrigo: envidia a Carlos porque quisiera ser tan inteligente como él, es el segundo en la clases y
todos lo consideran el enemigo de Carlos. 16 años
Armando: amigo de Fernando, lo secunda en todas sus ideas y siempre está en problemas. 16 años
Berenice: novia de Carlos, está en el grupo de teatro y quiere ser actriz. 15 años
Cecilia: mejor amiga de Berenice, está enamorada de Alberto, le gusta leer y es booktuber. 16 años
Renata: parece una simple chica coqueta, pero es la que distribuye droga entre sus compañeros.
Nunca da problemas, es muy inteligente y no quiere que descubran lo que hace. 16 años
Julia: amiga de Renata, no está de acuerdo con el negocio de su amiga, pero la quiere mucho
porque Renata la ayuda con sus problemas famiiares. 16 años
Carolina: es la chica más tímida del salón, nadie la toma en cuenta, excepto Alberto. 16 años
Profesor de álgebra: el profesor más odiado, no por su carácter sino por la materia que imparte.
Profesora de química: es la maestra favorita de todos porque se interesa por sus alumnos y
siempre está dispuesta a ayudarlos.
CUADRO I
Salón de clases vacío, entran Renata y Fernando, se entiende que vienen juntos así que no
escuchamos la primera parte de la conversación.
Renata: (molesta) ¡ya te dije que no!
Fernando: te lo juro que es solo por esta vez
Renata: ¿me ves cara de pendeja?
Fernando: Renata…
Renata: porque no soy pendeja, que te quede claro
Entra Rodrigo, alcanza a escuchar lo último de la conversación de Renata y Fernando
Rodrigo: si te está molestando, dime y…
Fernando: (lo avienta) ¿y qué?
Rodrigo: (temeroso, se dirige a Renata) el profe está en el pasillo, ¿le hablo?
Renata: no necesito tu ayuda Rodrigo, soy capaz de cuidarme sola y Fernando sería incapaz de
hacerme algo porque sabe que le puede ir muy mal si intenta meterse conmigo.
Entra Julia, Fernando se va a su lugar
Julia: ¡Rodrigo! ¿me pasas la tarea?
Rodrigo: ¿otra vez?
Julia: es la última, te lo prometo
Rodrigo saca su cuaderno y se lo pasa a Julia, se va a sentar a su lugar.
Renata: ¿cómo te fue con tu papá? ¿se enojó?
Julia: sí, pero no mucho.
Renata: ¿estás bien?
Julia: (indecisa) sí…
Entran Carlos, Berenice, Alberto y Cecilia
Cecilia: ¡llegué a los 400 suscriptores!
Berenice: ¡felicidades!
Alberto: ¿y todos son reales? Yo no paso de 20
Cecilia: porque sólo subiste un vídeo, tú cantas muy bien, te aseguro que si hicieras más vídeos te
haces famoso
Carlos: No lo engañes, Ceci, canta horrible.
Entra el profe de matemáticas, todos se sientan.
Profe de mate: buenos días, vamos a comenzar con la clase, me traen su tarea…
Rodrigo le arrebata la libreta a Julia, ella no alcanzó a copiar todo, los chicos entregan la tarea,
incluso Julia. Llega Carolina, se escabulle a su asiento tratando de pasar desapercibida.
Armando: Hola, Caro. Hay que entregar la tarea.
Caro asiente, saca su carpeta, se la da al maestro, se sienta.
Profe de mate: Hoy van a trabajar en equipo (los chicos comienzan a formar los equipos), pero no
quiero los equipos de siempre, a ver…
Llega Armando
Armando: ¿puedo pasar?
Profe: adelante, es la cuarta vez que llegas tarde en este mes, ¿hiciste la tare?
Armando saca unas hojas arrugadas y manchadas, se las entrega.
Profe: Vamos a trabajar en equipo, siéntate con Carlos y Renata. Cecilia, Alberto y Carolina serán
otro equipo y Rodrigo tú trabajarás con Berenice, Julia y Fernando.
Los chicos se sientan como dijo el maestro, se nota que no están conformes con la indicación.
Fernando le hace una seña a Armando y este le contesta que no con la cabeza. Hacer foco al equipo
que esté hablando, puede ser con luz o congelando el movimiento de los otros.
Profe: (entregando unas hojas a cada equipo) estos son los problemas que deben resolver, tienen
media hora…
Rodrigo: esto lo hago en diez minutos
Berenice: Carlos, es más rápido, él termina en cinco
Rodrigo: tu vida sexual me tiene sin cuidado
Fernando se ríe
Julia: qué grosero, Rodrigo, no tienes que decirle eso a Bere… todos sabemos que no tiene vida
sexual
Berenice: qué simpática, como si tú fueras tan experta en el tema
Fernando: la experta es Renata y parece que algo le enseñará a tu novio.
Julia: no hables así de mi amiga.
Renata le dice algo al oído a Carlos, él asiente, Renata le dice algo más, los dos se ríen.
Berenice: (molesta) confío plenamente en mi novio, así que, mejor nos ponemos a resolver el
problema.
Foco al grupo de Carlos, Armando y Renata
Armando: no entiendo nada
Carlos: está fácil, si quieres te explico
Renata: es que para ti, todo es fácil. Eres muy inteligente
Carlos: ¿tú crees?
Renata: sí, yo tampoco entiendo nada.
Carlos: pues mira, solo tenemos que…
Se pone a explicar el problema en voz baja, no escuchamos su conversación.
Cecilia: y si quieres yo te ayudo a mejorar tu canal, te puedo hacer una portada padrísima y subimos
tus canciones a…
Alberto: todavía no tengo tantas canciones, pero estoy escribiendo una muy especial, para la
presentación de fin de curso, ¿irás Carolina?
Carolina: no sé
Cecilia: yo sí, puedo grabarte
Alberto: ¿qué música te gusta? (le pregunta a Carolina)
Carolina: de toda. El problema…
Cecilia: sí, hay que concentrarnos en resolver el problema y después hablamos de música (se nota
que está molesta por la atención que Alberto le pone a Carolina)
Los chicos trabajan por unos momentos, Carlos se levanta para entregar el trabajo.
Berenice: te lo dije (a Rodrigo)
Rodrigo: si me hubieran dejado resolver el problema a mí, lo hubiera terminado antes.
Profesor: se acabó el tiempo, les recuerdo que la próxima semana hay examen. Estudien, está
sencillo si repasan todo lo que hemos visto en el bimestre
Los chicos entregan el trabajo, el maestro sale del salón.

Berenice: Carlos, ¿qué tanto hablabas con la odiosa de Renata?


Carlos: nada, sobre el problema, ¿por?
Berenice: pues el problema no era gracioso y ustedes se reían mucho
Carlos: ¿estás celosa?
Berenice: (enojada) ¡claro que no!
Carlos: (se burla)¡estás celosa!
Berenice: ya cállate.
Berenice se va a su lugar, enojada, acomoda la silla.
Fernando: ¿conseguiste algo?
Armando: no
Fernando: la pendeja de Renata ya no me quiere dar nada, necesito pagarle
Armando: ¿y si le pides a tu mamá?
Fernando: estás pendejo. No sé que voy a hacer.
Armando: ya bájale, cálmate, eso te está haciendo mal. Tú sabes que te apoyo… mira, de vez en
cuando está bien, para relajarse… pero lo tuyo…
Fernando: ¿ahora eres mi papá?
Armando: no
Fernando: entonces deja de chingar y ayúdame.
Armando y Fernando se sientan en un rincón
Julia: ¿qué pasó con Carlos? Bere se puso celosa
Renata: lo invité a mi casa
Julia: ¿para?
Renata: ¿tú que crees?
Julia: te pasas, Renata, a Carlos no le interesa eso, él es muy inteligente y…
Renata: y por eso mismo va a querer probar. Los inteligentes son mis mejores clientes. Oye, no me
contaste lo que pasó anoche, ¿te golpeó?
Julia: no.
Renata: sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.
Julia: gracias.
Alberto: Ceci ¿puedo hablar contigo un poco?
Cecilia: sí!
Alberto: tú eres una chica muy inteligente
Cecilia: no tanto
Alberto: bueno, tú sabes muchas cosas, lees mucho… ¿me puedes recomendar un libro sobre… no
sé… algo así como… cómo hablar con una chica?
Cecilia: tú sabes cómo hablar con las chicas, estás hablando conmigo.
Alberto: pero tú eres mi amiga
Cecilia: cierto.
Alberto: soy romántico y tengo muchas ideas, pero… no puedo hablar a veces, con… tú sabes.
Cecilia: ajá. No conozco ningún libro de esos (celosa porque sabe que Alberto está enamorado de
Carolina)
Cecilia se aleja, enojada. Carlos se acerca a Alberto.
Carlos: ¿qué les picó? Bere también está enojada
Alberto: ¡qué complicadas son las mujeres!
Carlos: sí. Renata me invitó a su casa
Alberto: ¿y eso?
Carlos: dice que quiere enseñarme algo
Alberto: ¿vas a ir?
Carlos: sí.
Alberto: no te metas en problemas, ya sabes lo que te quiere enseñar
Carlos: y quiero probar. Luego hablamos, ahí viene la maestra
Entra la maestra de química. Todos se van a su lugar

Profesora: hola chicos, ¿cómo están? Hoy nos toca laboratorio, ¿se acordaron de traer sus batas,
verdad? Vamos..
Expresiones ad libitum, toman sus cosas, salen de escena.
Cuadro II
Nos trasladamos a las recámaras de cada chico, en realidad el espacio está vacio, pero debe
quedarle claro al público que cada personaje se encuentra en su espacio. Esta conversación tiene
lugar a través del whatsapp, todos están con su teléfono en la mano.
Carlos: (ve el mensaje, se ríe, escribe) sí voy. A las 8 estoy afuera de tu casa (manda el mensaje)
Berenice: (ve el mensaje, se alegra) aquí te espero, no llegues tarde.
Rodrigo: (ve su celular, se enoja, parece que va a contestar algo, apaga el cel) idiota, ¿en serio
crees que te voy a contestar?
Fernando: (ve el celular, se molesta, comienza a escribir, envía el mensaje, recibe otro) no me ha
contestado, pero ya vio el mensaje
Armando: (ve el celular, se nota desesperado) ok
Alberto: (va a escribir, se arrepiente, de nuevo va a escribir, se arrepiente, avienta el teléfono, lo
recoge, lo apaga)
Renata: (manda un mensaje… espera…) contéstame, por favor.
Julia: tiene puestos sus audífonos, está bailando, le llega un mensaje, sale corriendo.
Cecilia: (se toma una foto, la ve, la borra, se toma otra, la ve) está perfecta. (Escribe) ¿me perdonas
por cómo te contesté hoy?
Carolina: (la misma rutina de Alberto, ninguno se atreve a enviarse un mensaje)
Alberto saca su guitarra, comienza a tocar.
Carolina reacciona a la música, como si estuviera conectada de algún modo con Alberto, se pone a
bailar.
Carlos y Cecilia salen de su espacio y caminan: Carlos llega con Renata, Cecilia llega con Bere.
Armando y Fernando se reúnen.
Rodrigo está haciendo tarea.
Carlos: Hola
Renata: Hola
(Silencio)
Carlos: ¿y?
Renata: ¿y qué?
Carlos: ¿puedo probar?
Renata: claro, pero aquí no,(Le da un paquetito disimuladamente)¿sabes como hacerle?
Carlos: pues… como fumar ¿no? Ya he fumado… no me gusta, pero sí lo hice algunas veces.
Renata: si, como fumar, pero retienes el humo un momento antes de soltarlo.
Carlos: ¿cuánto es?
Renata: nada, este te lo regalo. Considéralo un regalo anticipado de cumpleaños. Y por favor, no
vayas a decir nada, mis papás me matan si se enteran de esto. Si te descubren di que te lo
encontraste o que lo compraste… no sé, inventas algo.
Carlos: no te preocupes, mis papás no están al pendiente de mis cosas… apenas se dan cuenta de
que existo.
Renata: ¿tienes algún problema? ¿te puedo ayudar?

Carlos: (como quitándole importancia al asunto) no, mis papás se están divorciando y sus peleas…
no pasa nada… entiendo perfecto y no me afecta…
(silencio de nuevo)
Renata: con esto te vas a sentir muy bien. Todos los problemas desaparecen.
Carlos: (se ríe) sí, me imagino. Pero solo tengo curiosidad, no creas que voy a ser tu cliente.
Renata: claro.
Carlos: mejor te pago.
Renata: no, así está bien, de verdad.
Carlos: me voy.
Renata: sí. Mañana me cuentas…
Carlos se va. Hay dos propuestas: una es que se vea a Carlos fumando y pasándola muy mal. Otra
es que no se vea fumar. Queda a elección del director. Si se opta por la primera opción bastará con
que Carlos regrese al espacio en donde se supone es su habitación y fume mientras sucede el resto
de las conversaciones.
Renata saca su celular, manda un mensaje, espera un momento, llama, no tiene respuesta.
Renata: contéstame, por favor.
Renata entra a su recámara, saca una cajita, cuenta el dinero que tiene escondida en ella.
Berenice: (apagando una cámara, durante la conversación de Renata y Carlos, Cecilia llegó con
Berenice y grabaron el programa, estas acciones se pueden hacer de manera muy sutil para no
desviar la atención de la escena principal)¡quedó muy bien! Hasta me dieron ganas de leer ese libro,
y mira que las novelas románticas no son mis favoritas.
Cecilia: Espero escribir algún día mi novela romántica con Alberto.
Berenice: Deberías invitarlo a salir
Cecilia: Ya le lancé varias indirectas, pero está embobado con Carolina. No entiendo que le ve a esa
niña… mustia
Berenice: (se ríe) ¿qué palabra es esa? Me parece que Alberto no te hace caso porque hablas muy
raro. Eso te pasa por leer tanto, Ceci, leer no es divertido.
Cecilia: Bere, no entiendo cómo quieres ser actriz de teatro si no te gusta leer.
Berenice: lo que quiero es ser actriz, salir en la televisión y ser famosa, eso no se relaciona con los
libros.
Cecilia: pero… olvídalo, ¿cuándo es el casting para la próxima obra?
Berenice: en dos semanas, me tengo que aprender un monólogo. Necesito que me lo expliques
porque el autor escribía rarísimo. Te lo juro que nadie habla así. No sé para qué nos piden hacer ese
monólogo si la obra que haremos es musical.

Cecilia: (suspira) hiciste que me acordara de Alberto.


Berenice: ¡tú siempre está pensando en Alberto!
Armando: ¿y si algo sale mal?
Fernando: no va a salir mal, es fácil. Es cosa de poner atención, checar quién va distraída. Le
quitamos la bolsa y corremos.
Armando: (asiente, no se ve muy convencido, pero no se atreve a decirle que no a Fernando)
Armando y Fernando se alejan caminando.
Cuadro III
La clase de química está terminando.
Maestra: ¿alguna pregunta respecto a la tarea?
Todos callados.
Maestra: bueno, espero que sus trabajos estén bien ya que tienen todo muy claro. Julia, necesito
hablar contigo, acompáñame por favor.
Julia: claro.
Julia y la maestra salen del salón.
Renata: Fernando, ¿qué onda contigo?
Fernando: te conseguí una parte, toma, (le da unos billetes, Renata lo cuenta) el resto te lo doy
mañana, de seguro, mañana.
Renata: me estás diciendo eso desde hace tres semanas, Fernando, ya no puedo esperarte más.
Tiene que ser hoy, te veo a las 7
Fernando: no chingues, no puedo pagarte hoy, pero te juro que mañana.
Renata: no entiendes, ese dinero no es mío. Yo también lo tengo que pagar y la gente con la que
trato no es amable ni me va a esperar más. Si no me pagas hoy tendré que decirles quién eres para
que ellos se arreglen contigo.
Fernando se enoja, sale del salón aventando cosas, golpea a Carolina, Armando va detrás de
Fernando. Alberto va a ayudar a Carolina.
Alberto: (gritándole a Fernando) ¡fíjate, pendejo! (a Carolina) ¿estás bien?
Carolina: sí, gracias.
Alberto: ¿vamos a desayunar? Te invito a los tacos de la vuelta.
Carolina: bueno.
Cecilia los ve, se pone triste.
Berenice: ¿qué tienes?
Cecilia: Alberto se fue con Carolina a los tacos.
Berenice: pues vamos nosotras también. Carlos, ¿vamos a los tacos?
Carlos: no tengo hambre, y me falta hacer la tarea de matemáticas.
Berenice: bueno, entonces me voy con Ceci, ¿te traigo algo?
Carlos: no, gracias.
Cecilia: ¿no se verá muy mal que lleguemos?
Berenice: no inventes, siempre comemos ahí, vamos.
Salen, en el salón quedan Rodrigo, Carlos y Renata. Carlos se acerca a Renata.
Carlos: oye
Renata: ¿qué?
Carlos: necesito… (Renata señala disimuladamente a Rodrigo), nada.
Rodrigo: ¡así que el gran Carlos también es tu cliente!
Renata: ¿qué?
Rodrigo: ni te hagas la inocente Renata, si tienes enganchada a media escuela. ¿A poco crees que
“tus clientes” no dicen quién les da la mota?
Renata: cállate
Rodrigo: esa fachada de chica bien portada no te va a durar mucho. ¿Es el negocio de la familia?
Renata: déjame en paz.
Rodrigo: (a Carlos) ¿tu novia también le entra?
Carlos: te estás buscando un problema.
Rodrigo: No, el de los problemas eres tú, voy a hablar con el director.
Renata: mira, pendejo, tú no tienes ninguna prueba contra mí y si te atreves a abrir la boca te juro
que van a encontrar tu cuerpo en una zanja, si bien te va. Vámonos.
Carlos y Renata salen, entran Fernando y Armando.
Rodrigo: Fernando, ¿lo que vende Renata es bueno?
Fernando: sí, ¿por?
Rodrigo: estoy pensando en comprar un poco.
Fernando: ¿tienes dinero?
Rodrigo: sí, bueno, no mucho, pero ¿qué tan caro puede ser?
Fernando: algo, pero puedo hablar con Renata para que te haga un descuento.
Rodrigo: creo que ella no va a querer venderme nada.
Fernando: yo puedo comprar por ti, y me das un poco. Solo que le debo algo de dinero, y no me
dará nada si no le pago…
Rodrigo: ¿Carlos también le compra?
Armando: sí, yo lo vi hace unos días pagándole.
Entran Bere y Cecilia, Bere se ve enojada, Carlos entra detrás de ella.
Carlos: Bere, no te enojes.
Bere: me dijiste que tenías que hacer tarea.
Carlos: y la hice.
Bere: ¿y te fuiste con Renata en lugar de ir a buscarme?
Carlos: iba a ir contigo.
Bere: no me digas.
Carlos: de verdad.
Bere: ¿qué tanto hablabas con esa?
Carlos: nada
Rodrigo: yo te cuento.
Carlos le da un golpe a Rodrigo, Armando y Fernando lo detienen.
Bere: ¿qué te pasa?
Entra el profe de matemáticas. Atrás el resto de los alumnos.
Profe: ¿Hay algún problema?
Rodrigo: ninguno, profesor. Carlos y yo estábamos resolviendo algo, pero después lo arreglamos.
Carlos y Bere se quedan callados. Todos se sientan. Se nota la tensión en el ambiente, Renata está
preocupada y le hace una seña a Carlos, cómo preguntando si Rodrigo dijo algo, Carlos niega,
Berenice se da cuenta.
Profe: saquen su libro y resuelvan los problemas de la página 97. Julia, ven por favor.

Julia se levanta, el profesor y ella se dirigen a proscenio para quedar un poco apartados de la clase.
Profesor: ¿estás bien, tienes algún problema?
Julia: no, ¿por?
Profesor: últimamente te veo muy distraída y tus calificaciones no están nada bien. Me entregas
tareas copiadas e incompletas, te fue muy mal en el examen, tienes que mejorar porque estás a
punto de reprobar el semestre.
Julia: no, por favor, si repruebo mi papá me mata.
Profesor: Julia, tú eres una buena estudiante, concéntrate y esfuérzate un poco más.
Julia: me esfuerzo, pero… (Julia parece a punto de llorar)
Profesor: ¿pero?
Julia: nada, es que mi mamá no está en la casa porque está cuidando a mi abuela. A mí me toca
arreglar todo, hacer la comida, mi papá es muy estricto y se enoja si no tengo todo perfecto cuando
llega de trabajar. Por eso no tenía tiempo para hacer la tarea, pero le prometo que en dos semanas
me pongo al corriente.
Profesor: ¿quieres que hable con tu papá?
Julia: ¡no! Gracias, pero mejor déjelo así.
Profesor: está bien…
Julia y el Profesor regresan al espacio de la clase
Profesor: ¿cómo van? ¿alguna duda?
Se escuchan balazos lejanos, todos gritan y se acercan a proscenio, como si miraran por la ventana.
Profesor: ¡regresen a sus lugares! ¡Retírense de la ventana!
Fernando: no es por aquí la balacera profe, no se ve nada.
Se escucha un ruido de sirenas de polícia, ambulancia y más disparos.
Armando: si agarraron al Barbas esto se va a poner muy feo.
Profesor: ¿quién es el Barbas?
Renata: uno de los líderes importantes ¿a poco no sabe que vive como a ocho cuadras de aquí?
Rodrigo: ¿amigo tuyo?
Renata: pendejo
Profesor: Rodrigo, Renata, por favor no se insulten.
Siguen los balazos, un poco más fuerte
Profesor: mejor quítense de la ventana.
Cecilia: déjeme grabar, profe, para mi canal de vídeos
Bere: a lo mejor dicen algo en twitter
Todos sacan sus teléfonos y se ponen a revisarlos. Julia está muy nerviosa.
Renata: ¿estás bien?
Julia: creo que vi pasar a mi papá en una de las patrullas.
Entra la maestra de química
Profesora: chicos, hay un operativo y por precaución nadie sale de aquí hasta que la policía nos
avise que todo está tranquilo, avisen a sus papás para que no se preocupen y para que no vengan
por ustedes porque está cerrada la circulación en varias calles.
Todos hacen expresiones de que no están conformes con la indicación.
Profesor: es por su seguridad…
Profesora: maestro, ¿puede venir un momento a la dirección?
Profesor: claro…
Los maestros se van, los chicos se retiran de la ventana, excepto Cecilia que sigue grabando y Julia.
Se oyen ruidos distantes para que no tapen la conversación de los personajes.Todos siguen
consultando su celular, se acomodan en diversos puntos del espacio, en grupos separados para que
los demás no escuchen su conversación.
Fernando: uta, parece que va para largo
Armando: tengo hambre.
Rodrigo: ¿también le compras a esos, Fernando?
Fernando: te pasas de pendejo, así no te voy a ayudar con Renata.
Rodrigo: te lo digo en buena onda.
Armando: esos tipos son pesados, a nosotros ni nos pelan
Fernando: además no fian, pero no te creas que fumo tanto, solo de vez en cuando.
Renata: ¿de qué hablas?
Fernando: de nada
Renata: más te vale.
Bere: Carlos ¿qué me iba a decir Rodrigo?
Carlos: no sé, ¿de qué?
Bere: no te hagas, sobre tú y Renata ¿estás saliendo con ella?
Carlos: claro que no.
Bere: entonces ¿quieres salir con ella, te gusta?
Carlos: nada de eso, ¿por qué te pones así?
Bere: porque le pones más atención a ella que a mí.
Carlos: claro que no.
Bere: mira no me quiero pelear aquí, hablamos en la noche cuando vayas a mi casa.
Carlos: hoy no puedo ir.
Bere: ¿por?
Carlos: tengo cosas que hacer.
Bere: ¿qué cosas?
Carlos: cosas
Bere: sabes qué, no tengo que soportar esto, mejor terminamos y haz lo que te se te antoje porque a
mí ya no me importas (lo último lo dice gritando, todos la están viendo, ella se da cuenta). Te lo dejo,
Renata, no sirve como novio.
Bere se sale del salón, todos comienzan a hablar en voz baja, se callan porque Bere regresa de
inmediato.
Bere: ¡chingada madre! Ni siquiera puedo hacer una salida triunfal como en las telenovelas, afuera
está el prefecto y nadie puede salir. Sigan hablando, no me importa.
Cecilia se acerca a ella, se van a un rincón, Bere comienza a llorar. Alberto va con Carlos, Fernando
y Armando están burlándose de la situación de Carlos, el más satisfecho es Rodrigo.
Alberto: ¿le avisaste a tu mamá?
Carlos: no
Alberto: si quieres le mando un mensaje.
Carlos: sí
Alberto: ¿terminaron en serio?
Carlos: no sé, Bere es una exagerada. Si es en serio, no me importa. En la noche voy a casa de
Renata por más, ¿me acompañas, quieres probar?
Alberto: no sé…
Carlos: no seas maricón, por una vez no pasa nada, ¿a poco no se te antoja? Te quedas en mi
casa, así tu mamá no se entera de nada.
Alberto: bueno… solo por esta vez.
Entra la maestra.
Profesora: Julia, tu papá está afuera, baja por favor, con tus cosas. Los demás vengan al auditorio.
Salen todos.
CUADRO IV
Espacio vacío o con elementos para que parezca un parque. Entran Fernando, Armando y Rodrigo.
Rodrigo: ese dinero lo ahorré durante varios meses, Fernando, quiero que me lo pagues en tres
semanas.
Fernando: claro, no te preocupes.
Armando: ¿dónde te vas a esconder?
Rodrigo: allá, atrás de áquel árbol.
Armando: pues apúrate porque ya vi a Renata, y si te ve no nos va a dar nada.
Rodrigo se esconde. Llega Renata con Julia
Renata: hola, ¿traes todo?
Fernando: sí, toma, esto es lo que te debía, y esto es lo de hoy.
Renata: es la última vez que te vendo.
Armando: ¿por qué?
Renata: las cosas se pusieron feas hoy, no me quiero arriesgar. Ya no voy a vender más.
Fernando: no me jodas… entonces pásame los datos de tu primo para comprarle a él.
Julia: ¿y vas a ir a comprarle a la cárcel?
Armando: ¿lo atraparon?
Renata: te digo que todo salió mal. Mi primo va a salir rápido, pero yo no quiero problemas. Hasta
aquí llegó esto.
Fernando: ni hablar. Nos vemos el lunes.
Renata: ajá.
Nadie se mueve.
Julia: ¿no se van a ir?
Fernando: ¿y ustedes?
Renata: estoy esperando a alguien.
Armando: ¿a Carlos?
Renata: ¿y a ti que te importa?
Fernando: no te enojes
Armando: no me importa, es simple curiosidad
Renata: sí, a Carlos.
Fernando: entonces ya nos vamos.
Fernando y Armando se van, se esconden junto con Rodrigo.
Julia: si mi papá se enterara de lo que estoy haciendo aquí, me mata.
Renata: pero no se va a enterar, además, tú no estás haciendo nada malo.
Julia: ¿de veras lo vas a dejar?
Renata: claro, yo quería dinero rápido, pero no quiero morir joven. ¿Sabías que en la balacera
mataron a un chavito de 13 años?
Julia: no, mi papá no me cuenta nada de su trabajo.
Renata: él vendía en la secundaria, me contaron que iba a la escuela en la tarde, que después de
surtir se iba a ir a clases. Hasta traía el uniforme y su mochila.
Julia: ¡que feo!
Renata: y más feo que se va a poner. Creo que otra vez habrá bloqueos, por si las dudas no salgas
de tu casa el fin de semana.
Julia: allá viene Carlos.
Entran Carlos y Alberto. Fernando, Armando y Rodrigo sacan sus celulares y se ponen a grabar lo
que pasa con Julia, Renata, Carlos y Alberto.
Carlos: hola
Renata: hola
Carlos: toma, aquí está el dinero.
Renata: es lo último que te voy a vender.
Carlos: ¿por? Oye si es por lo de Rodrigo, te juro que yo no le dije nada, el único al que le comenté
algo fue a Alberto y él es de confianza.
Alberto: conmigo no hay problema, Renata.
Renata: ya sé, no es por lo de Rodrigo, es que metieron a mi primo a la cárcel y yo no quiero tener
problemas, así que ya no voy a vender nada más.
Carlos: bueno, está bien. Gracias. Nos vemos el lunes.
Se van los cuatro, salen Rodrigo, Fernando y Armando de su escondite.
Rodrigo: pues no se qué dijeron, pero en el vídeo se ve muy claro que él le está pagando y que ella
le entrega un paquete.
Fernando: (viendo el celular de Rodrigo) pero no se distingue nada bien.
Rodrigo: no importa, es la prueba que necesito para que expulsen a Carlos de la escuela. Le voy a
enseñar esto al Director.
Armando: ¿para qué?
Rodrigo: ya dije, para que lo expulsen.
Armando: ¿por qué te cae tan mal? Carlos es buena onda.
Rodrigo: me cae mal y punto, no tengo que darte ninguna explicación.
Fernando: mira, no creo que te sirva de nada un vídeo. Al director le vale madre lo que cada
estudiante haga en su tiempo libre.
Rodrigo: entonces se lo enseñaré a Berenice o a los papás de Carlos.
CUADRO V
Salen los tres. Entran Bere y Cecilia, se entiende que es la recamára de la chica. Bere tiene una
mochila y saca una botella de vino tinto.
Bere: mira lo que me traje.
Cecilia: y yo conseguí esta botella de whisky. Creo que con refresco sabe bien. Me gusta más el
tequila, pero solo había una botella y mi papá se daría cuenta si la tomo.
Se sirven y empiezan a tomar.
Bere: no entiendo qué chingados le ve Carlos a la piruja de Renata.
Cecilia: pues eso, todos los chicos quieren sexo.
Bere: creí que a Carlos le bastaban nuestras sesiones intensas.
Cecilia: ¡no me habías dicho que lo hacías con él! ¿qué se siente?
Bere: no seas tonta, claro que no lo hacemos. Solo besos y lo dejo que me toque, pero nada más.
Cecilia: ¿y tú lo tocas a él?
Bere: ¿te refieres a…? (hace una seña para dar a entender que si le toca el pene a Carlos)
Cecilia: ¿lo has tocado?
Bere: solo una vez
Cecilia: (grita emocionada) ¿y se lo viste?
Bere: no, todavía no me animo. Es que si quiero ser actriz no puedo embarazarme y ya investigué
sobre los anticonceptivos y nada me convence.
Cecilia: pues usan condón y ya.
Bere: ¿y si se rompe? Mi mamá dice que todas las mujeres de la familia son fértiles, ya vez que ella
se embarazó a los 17 y eso que se cuidaba
Cecilia: yo sí me animo a hacerlo con Alberto. Pero está embobado con Carolina.
Bere: creo que van a salir juntos el domingo.
Cecilia: ¡no!
Bere: Alberto la invitó al cine.
Cecilia: ya no me digas nada y sírveme más.
Bere: no te vayas a emborrachar como la última vez porque tu mamá nos va a regañar.
Cecilia: no me emborracho, tú sírveme.
Bere: ¿a qué hora llegan tus papás?
Cecilia: creo que la fiesta se termina a las cuatro de la mañana, así que ni te preocupes. ¿Si vas a
tronar con Carlos o es puro drama?
Bere: no sé, ¿tú que me aconsejas?
Cecilia: mándale un whatss y dile que venga, si viene lo perdonas, si no viene pues te olvidas del
desgraciado.
Bere: ¡que pase el desgraciado! Me acordé de la señorita Laura.
Cecilia: ya no veas esas tonterías.
Bere: listo, ya se lo envíe, pero todavía no lo ve.
Durante la plática de las chicas, Alberto y Carlos se instalan en la recámara de Carlos y comienzan a
fumar.
Alberto: no siento nada.
Carlos: es que no le estás dando el golpe.
Alberto: a ver (Lo intenta y se pone a toser). No puedo.
Carlos: qué joto eres.
Alberto: no soy joto, güey, soy cantante y cuido mi garganta.
Carlos: no me salgas con eso, todos los cantantes fuman, toman y se drogan.
Alberto: la mayoría sí, pero a mí no me gusta el humo. A ver, lo voy a intentar de nuevo.
Carlos: (se empieza a reír) ¡a mí no me gusta el humo!
Alberto: ¿qué te da tanta gracia!
Carlos: nada, el humo… humo… humo…

Alberto: voy a ir con Carolina al cine


Carlos: ya me lo dijiste como 10 veces
Alberto: estoy enamorado
Carlos: ¿ya la besaste?
Alberto: no
Carlos: ¿besaste a Cecilia?
Alberto: no
Carlos: ¿sí sabes que le gustas?
Alberto: no, solo somos amigos.
Carlos: te aseguro que se acuesta contigo si le hablas bonito.
Alberto: ¿serio?
Carlos: sí, ya es hora de que te conviertas en hombre (se ríe descontroladamente)
Alberto: esto ya te mató varias neuronas (se ríe también)
Carlos: ya sé (no puede parar de reír)¿ahora a quién le voy a comprar?
Alberto: no sé.
Se quedan en silencio, se escucha el sonido del whatsapp
Carlos: es un mensaje de Bere
Alberto: ¿qué dice?
Carlos: que ya no tengo novia
Alberto: ¿y?
Carlos: mejor, todas las parejas rompen, hasta mis papás que llevaban 23 años juntos…
Alberto: lo mío con Carolina sí será para toda la vida.
Carlos: ¿te das cuenta de lo cursi que te escuchas?
Alberto: sí… creo que esto ya me está haciendo efecto.
Bere recibe un whatsapp. Se notan más tomadas.
Bere: Carlos ya vio mi mensaje y no me responde nada. Pero mira lo que me mandó Rodrigo.
Cecilia: ¿son Renata y Carlos?
Bere: sí
Cecilia: ¿qué le está dando?
Bere: no sé. Ya me mandó otra foto
Cecilia: ¡también está Alberto! ¡le están comprando mariguana!
Bere: ¿serio?
Cecilia: sí, dicen que Renata vende.
Bere: ¿por qué no me dijo nada?
Cecilia: no sé.
CUADRO VI
Alberto está esperando a Carolina,trae un ramo pequeño de flores, ve continuamente su celular, se
nota que lleva mucho tiempo esperando. Marca, nadie le contesta. Lo intenta de nuevo. No hay
respuesta, suena su cel.
Alberto: hola
Voz de mujer, la mamá de Alberto: ¿dónde estás?
Alberto: voy a ir al cine, mamá, te avisé.
Voz de mujer: regresate a la casa, hay bloqueos y balaceras, están avisando en las noticias que
nadie salga. Por favor ven.
Alberto: mamá, aquí todo está tranquilo, estoy en el parque.
Voz de mujer: Alberto, por favor, obedéceme. Dicen que se va a poner muy feo. Ya hasta avisaron
que mañana se suspenden las clases.
Alberto: Está bien, voy para allá.
Alberto marca de nuevo, no le contestan. Manda un mensaje.
Alberto: Carolina, te esperé media hora, mi mamá dice que hay balaceras y me tengo que ir a la
casa. Comunícate pronto, por favor.
Alberto sale de escena.
CUADRO VI
Entra el profesor de matemáticas y tras de él todos los alumnos, excepto Carolina.
Profesor: siéntense, por favor.
Se acomodan en sus lugares.
Profesor: acaba de llamar la mamá de Carolina… todos sabemos lo que pasó el domingo, con los
bloqueos y las represalias por las detenciones de la semana pasada. En las noticias dijeron que dos
personas fallecieron… una de ellas fue Carolina.
Todos se quedan en silencio, no lo pueden creer. No hay llantos ni gritos, simplemente hay sorpresa
y negación.

Profesor: en esta ciudad nos estamos acostumbrando a la violencia, pero siempre imaginamos que
los muertos nunca serán de nuestra familia o nuestros amigos. Pensamos que los malos son otros,
que ser narco es divertido, que el dinero resuelve todos los problemas… pero no hay dinero que le
devuelva la vida a Carolina. ¿Sabían que la eligieron para ir a Londres a una academia de ballet? Yo
apenas me enteré, Carolina era muy tímida y reservada, nunca hablaba y pasaba desapercibida,
pero amaba bailar y… (se le quiebra la voz)
Los estudiantes están tristes, algunos están llorando. Cecilia abraza a Alberto, que está impactado,
en shock.
Profesor: Hoy tenemos una butaca vacía en este salón. Sé que en esta escuela y en muchas otras
de la ciudad, hay chicos que venden drogas, que les hablan de lo bien que se van a sentir, de todos
los problemas que ya no van a tener. ¿Vale la pena el precio que se paga? Hoy pagó Carolina con
su vida, pero mañana puede ser alguien de su familia, pueden ser ustedes mismos.
Oscuro
FIN
¡GRACIAS POR LEER!
Espero que hayas disfrutado esta historia tanto como yo disfruté al
escribirla, no puedo agradecerte lo suficiente tu apoyo. Ser un
escritor sin lectores no tiene sentido.

También podría gustarte