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Latin Medieval Autoguardado PDF
Latin Medieval Autoguardado PDF
El latín medieval. Principales constituyentes: latín clásico, latín vulgar, Latín cristiano.
El concepto de latín medieval está relacionado con el del latín vulgar. Es la evolución de lo
que se conoce como latín literario y en la edad media algunos hablantes manejaban las
dos lenguas, la lengua romance que hablaban y el latín medieval que habían aprendido.
Esta situación de la edad media se llama diglosia, que en el registro hablado usaban las
lenguas romances y en el latín medieval como registro escrito.
Es una lengua aprendida, quiere decir que en la edad media no hay hablantes espontáneos
o nativos de latín. El inglés también es una lengua aprendida, tienen hablantes
espontáneos pero para los demás es aprendido. Esta, al ser aprendida, tiene diferencias
dependiendo de la formación del hablante, es decir, que hay algunos que la han aprendido
muy bien y puede ser muy parecido al latín clásico, y otros que no lo han aprendido del
todo y cometen errores.
Es la lengua de cultura, otros autores también la llaman lingua franca puesto que es como
la lengua abierta, la lengua común. Es decir, que cuando hay varias personas de distintas
nacionalidades se usa la lengua franca para hablar, como el inglés. En un monasterio
probablemente hablen latín aunque sean de distintas nacionalidades.
Todos los autores dicen que es difícil de dar unas características comunes al latín medieval
porque son muchos siglos y son un territorio inmenso pues podemos encontrar textos
tanto en Polonia como en Portugal.
El latín medieval puede evolucionar: no es algo fijo del latín medieval, sino que puede
evolucionar porque pasan los siglos. Es decir, no es una lengua muerta, no una viva, sino
que es intermedia puesto que puede evolucionar por la influencia de las lenguas
romances.
3. Cronología:
Es difícil pero en el 813 a. C hay un concilio en Francia concilio de tours, en este, en unas
actas escritas en latín, se hace alusión a rustica romana lingua, es decir, una lengua latina
vulgar (popular). Se piensa que en esta fecha es cuando se separa el latín hablado y el latín
literario dando lugar a las lenguas romances y al latín medieval. Esto es motivo de
discusión entre los latinistas porque dicen que no puede aparecer del tirón en un texto,
dan un periodo de transición entre el 600-800. En el caso de la península ibérica hay una
fecha especial que es el 711 coincidiendo con la invasión musulmana en la península.
Bastarsas piensas que para el latín medieval en la península ibérica habría que comenzar
en esta fecha y que habría una época de transición entre el 636 porque es cuando muere
San Isidoro que es precursor del latín medieval.
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El latín medieval es, según Bastardas: “Es el latín escrito y en algunas ocasiones hablado,
desde el momento en que la lengua cotidiana ya no es latín sino que es una lengua
distinta”
5. Latín tardío
Desde el siglo III hasta la desintegración en las lenguas romances. Wartburg dice que la
desintegración del latín comienza en el siglo III y que se hace más rápido e el s. V. Palmer
sin embargo da una fecha mucho más amplia, entre el siglo V y el IX.
Parece que la primera fecha del latín tardío es muy justa pero en cuanto a la
fragmentación de las lenguas romances no es muy segura. Autores del siglo IV al V, es
decir, de latín tardío, son Lactancio, Boecio, Claudiano, Ausonio, Marcelino.
6. Latín vulgar
Lo primero que se discute es el término, casi todos de latín vulgar, Hoffman en cambio lo
llama “latín familiar”. La mayoría le llama con el término “latín vulgar” porque es él se
conoce ya desde Ciceron, que habla sobre vulgaris sermo. La mayoría piensa que se trata
del latín hablado. Hay características propias de este latín vulgar
7. Latín cristiano
Es la iglesia la que mantiene el latín en la edad media por eso es fundamental para el latín
medieval. El latín cristiano hay algunos que piensan que es una lengua especial y oros que
es una lengua de grupo, cosa que es objeto de discusión.
La gran especialista es Cristina Mohrmann, que empieza a escribir a finales de los años 60.
Esta piensa que para la formación del latín cristiano intervienen:
Después llegan los llamados padres de la iglesia donde tenemos a San Agustin,
Tertuliano, San Jeronimo, que escriben latín más culto, con más altura. Hay autores
que prefieren hablar de latín eclesiástico en vez de latín cristiano, concretamente
Strecker.
TEMA 2
Hay muchos autores que han insistido en que es difícil caracterizar de forma lingüística el latín
de la edad media. Casi todos los autores están de acuerdo en que el latín medieval es
conservador o muy conservador, es decir, no están tan apartados de la lengua clásica o del
latín clásico (Strecker, Rigg-mantello). Por ejemplo: las cinco declinaciones las vamos a
encontrar pero con cambios. Las cuatro conjugaciones verbales siguen existiendo aunque con
cambios como en latín vulgar. Los géneros se mantienen aunque el neutro tiende a
desaparecer.
Narver piensa que en vez de hablar de latín medieval podríamos hacer una división y hablar de
latín tardío (final de época imperial), el latín de la Galia, el latín de la alta edad media en el
norte de África e Hispania, el latín de las islas británicas y en la sexta, la reforma carolingea y el
latín del norte de los pirineos antes del año mil, y en el séptimo habla después del año mil.
1. Vocales y diptongos
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En el vocalismo del L.M hay que recordar cosas del L.V. Partimos del latín clásico. Las
vocales largas en latín son cerradas y las breves abiertas, es decir, que se pronuncian
de esa forma. Durante un tiempo convivían así. Ocurre que la cantidad del latín se
pierde (hay una discusión de cuándo y porque se pierde la cantidad). Se producen
algunas confluencias y se confunden las vocales.
En cuanto a los diptongos clásicos son ae, oe, au. En el caso de ae y oe monoptongan
en ē con la diferencia que el diptongo ae tiene como resultado una ē ̨̄ y oe en una ẹ̄, y
no tiene una explicación muy clara y la presencia o el resultado abierto. Es decir, que
en latín medieval lo encontraremos evolucionados aunque esto no significa que no
encontraremos el diptongo. Esta ē tiene como resultado en español la misma que la
breve (caelum > cielo). Esto es por la abertura de la vocal. En el caso de oe es una ẹ y
no cambia a ie (poena > pena).
No son exclusivos del latín medieval, pero aparecen con frecuencia en los textos
medievales.
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Cierre de una vocal: e > i, o > u. vinea > vinia.
Puede desaparecer una vocal del hiato. Duodecim > dodecim > doce;
mortuus > mortus, quattuor> quattor > cuatro.
4. Consonantismo
En latín medieval hay que destacar tres fenómenos comunes, los tres fenómenos
guardan relación entre sí, aunque no siempre están bien documentados.
a. Sonorización de sordas
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Rapidus / rabidus
Mecare / megare
b. Palatalización
Ty = y (fricativa palatal)
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d. Aspiración de la h: desaparece la h en latín muy pronto pues sabemos que en
época muy antigua se pronunciaba con una aspiración, y en época clásica lo
más culto es aspirarla, aunque esa aspiración desaparece pronto, de ahí que
en algunos países cuando se encuentran con esta pronunciación la hacen con
la aspiración.
e. Consonantes finales:
Esto más que una simplificación es una transformación del grupo. El grupo
velar sorda + s (ks/cs) en latín se representa con una x (duc-s > dux; duc-is >
ducis). Este grupo a veces se simplifica y se convierte en s.
5. Acentuación y pronunciación
Pérdida de la cantidad
Cronología
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Hay dos cronologías, a de los romanistas que apuestan por una perdida mas
tardía, en el siglo VI d. C. Meyer-Lübke, Havet, Juret. Y por el contrario están
latinistas como Väänänen, Nicolau (S. II/III d.C) que apoyan una perdida más
temprana. Dicen que hay una métrica acentuativa en vez de cuantitativa. Entre
ellos Comodiano S. III/IV, Agustin IV/V.
Ierúsalem
Ierusálem
1) En un verbo compuesto, puede pasar el acento del prefijo a la raíz del verbo.
Pronunciación
Wright dice que en la zona de la primera corriente, en donde se hablaba una lengua
romance, se consideraba el latín como la ortografía correcta, frente a la lengua
romance que sería el registro coloquial. Esto solo puede servir para esta zona donde se
habla lengua romance y se escribe latín.
Ortografía
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No es regular en latín medieval, a veces es incluso caótica. En un mismo autor e incluso
capitulo podemos ver tanto una cosa como la otra. Esta ortografía sufre la influencia
de los copistas, puesto que interviene y modifica. Tambien influye las pronunciaciones
locales.
Hay una frase de Quintiliano en la que vemos que los mismos romanos eran
conscientes de que la grafía y la pronunciación cambiaba. Orthographia… saepe
mutata est.
Tema 3
I. Rasgos morfológicos
a. Nombres
i. Cambios de género: en latín clásico había 3 géneros pero hay algunos autores, como
Väänänen que dice que esa división en géneros empezó a desquebrajarse desde os
orígenes del latín, porque ya hay algunas palabras cuyo genero fluctúan: caelus
caelum.
Masculino-femenino
Se mantienen por lo general pero hay excepciones: nombres de árboles son femeninos
en latín clásico y masculinos en latín medieval. También hay nombres abstractos en –
or que son masculinos en latín clásico pero que pasan a femenino en latín medieval.
Hay lenguas que mantienen la forma clásica.
Masculino-neutro
Desde época clásica ya hay algunos neutros que se convierten en masculinos, hay
ejemplos en Petronio.
Balneum balneus
Fatum fatus
Vinum vinus
Femenino-neutro
Cambios de declinación
Algunos nombres mantienen su género, su declinación, pero sufren algún cambio por
ejemplo: aper, apri (jabalí) va a mantenerse con el mismo género pero va pasar a
aprus, no se sabe porque, se piensa que es porque existen en la segunda más palabras
que tienen el nominativo en –us.
Hay otras que cambian de género que son de las que ya hemos hablado. En estos
puede haber cambios de declinación o no, hay veces que solo cambia de género.
Hay otros sustantivos que mantienen el género pero cambian de declinación. Son bien
conocidos y aparecen en textos vulgares y ya en latín medieval también.
Otro caso es el de os, ossis que ademan pasa así a las lenguas romances. Esto pasa a
ossum, i y es lo que encontramos en latín medieval. Es también frecuente y conocido.
Esto no quiere decir que en latín medieval desaparezcan las declinaciones, de hecho en
algunos casos, hay autores que son muy conservadores y no encontramos estos
cambios tan sistemáticamente.
Nombres propios
Los nombres que presentan más cambios son los nombres bíblicos o los nombres de
lenguas que no son latinas. Por ejemplo, antonius al ser un nombre latino no cambia.
El problema comienza con la adaptación de nombres bíblicos, griegos o germánicos al
latín y como el autor no sabe bien que está leyendo pues encontramos cambios.
Como norma general: Si los nombres se pueden asimilar a alguna tendencia del latín
clásico (como los que pasan en a pasan a la primera declinación, como eva; o como
salomon que se asimila a plato, onis y entonces ponemos salomon, salomonis). Hay
algunos que se dejan indeclinables porque no sabemos muy bien donde encuadrarlo
como Noe, aunque hay algunos como David que pasa a ser declinado como David,
davinis.
Hay algunos que la forma es bastante impredecible y que son los nombres hay
problemas como el caso de Adam. Puede quedarse como indeclinable o como tiene a
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pasa a la primera y lo podemos encontrar como adae o incluso con una
monoptongación en ade.
Teníamos también un nombre latino dido que es femenino, por eso a veces lo
mantienen así o lo intentan declinar, o lo pasan a la tercera.
Eso son los nombres propios, los nombres de lugar en la adaptación al latín son aún
más arbitrarias. Algunas veces los mantienen como neutros y otras veces como
femeninos o neutros:
Otras veces los nombres de ciudades los hacen femenino porque se entiende o se
explica que sería como un adjetivo concordando con urbs, civitas o provincia
(cantuaria canterburi).
Hay un nombre muy raro que puede aparecer en libros como vocativo parisius que no
es otra cosa que es un vocativo.
Pronombres
L.C L.M
Illud Iluum
Ipse Ipsus
Illi / ipsi Illo / ipso
Verbos
Encontramos en los textos medievales derivación del uso clásico en los verbos. Algunos
como Strecker piensan que se da con más frecuencia esta derivación en los verbos que
en los nombres. Hay formas que caen en desuso, otras que invaden campos
semánticos de otros modos y algunos se solapan entre sí.
Strecker enumera una serie de formas que podemos encontrarnos que son distintas
formas verbales:
L.M L.C
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Pugire Pugere1
Odire Odisse
Replendit Resplendit2
Linquerat Linquerat
Cernisti Crevisti
Tultus latus
Los deponentes tienden a desaparecer, además pueden pasar a formas activas. (Ej.
Utere en lugar de uti). Son también habituales las formas amatissimus,
reverentissimus; estas están compuestas por un participio en –issimus del superlativo,
frecuentes en tardío y medieval y se mantiene en español. Se prefieren las formas
analíticas s las sintéticas, Ej. Amaba amatus sum.
A veces los verbos que son impersonales en latín clásico se pueden personalizar en
latín medieval. Ej: pactinet > pactineo.
Los cambios sintácticos que se dan en lat. med se deben a que lo que escribía en latín
durante la edad media hablaba otra lengua, su lengua materna, distinta del latín
medieval. No hay muchos cambios con relación al latín clásico pero si hay algunas
cuestiones que hay que señalar.
1. Casos
Esta posibilidad ya existía en latín clásico. En las lenguas romances lo que vamos a
tener son giros preposicionales, no casos. Nominativo y vocativo, no es muy frecuente.
Esto hace que nos quede fundamentalmente como caso que se mantiene mejor el
nominativo, el acusativo que se ve a extender y se va a acabar utilizando con
preposiciones que no son de acusativo. En Pompeya: cum discentes suos.
El acusativo empieza a emplearse con verbos con los que no se utilizaba en latín
clásico. Egere en latín clásico es con ablativo y en latín medieval con acusativo. En latín
clásico male/dicere se construía con dativo y en latín tardío con acusativo.
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Cambia de conjugación.
2
Cambia de la 2ª a la 3ª conjugación.
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2. Adjetivos y grados de comparación
En latín clásico había tres grados en los adjetivos (positivo, comparativo y superlativo).
Strecker decía que estos tres grados a veces se mezclan o se confunden, es decir, que
podemos encontrar un superlativo en vez de un comparativo o un positivo en lugar de
un superlativo. En general, en latín medieval se usan mas las formas analíticas.
Lausberg distinguía entre un comparativo y un superlativo sintético y analítico (altior –
magis idoneus).
Hay un comparativo sintetico (-ior) y otro analítico (magis o plus) y este se usa con
adjetivos que tienen una vocal delante de la desinencia (arduus, idonius, dubius). Esto
es lo que encontramos en latín clásico. Esta formación se extiende a latín tardío y latín
medieval, es decir, que el –ior pero mayormente encontramos magis altus que es el
que pasa a las lenguas romances como en español que tenemos más alto. En otras
lenguas tenemos en vez de magis, plus como podemos encontrar en francés plus y en
italiano più. Se pueden encontrar en ocasiones comparativos dobles en latín medieval
magis melius est. Como segundo término de la comparación en latín clásico se olvida o
quam o el ablativo, que es lo que se sigue usando en latín medieval aunque también
podríamos encontrar preposiciones, aunque es raro, como con ab, a, de.
Superlativo: había una forma sintética –issimus, a, um y una forma analítica expresada
con adverbios maxime, admodum, multum, valde. Esta última formación es la que
prevalece y se va a extender a las lenguas romances, aunque también tiene mucha
fuerza la formación –issimus. Ej: amantissimus.
3. pronombres
Ese pronombre en latín clásico era enfático. Además aparecen participios que se
pueden utilizar como pronombres, esto es algo muy medieval. A veces se puede
traducir por pronombres y otros por su sentido original. Ej. Praedictus, paefatus,
supranomilatus. Se utiliza mucho propius en lugar de positivos como meus, tuus,
noster.
4. adverbios
Strecker da adverbios que no son clásicos o adverbios que se utilizan más. –iter, -itus.
Ej: portiter, con sufijos adverbales que se van a usar mucho al igual que adverbios
acabados en –e. Ej. Male. También aparece en los textos medievales la construcción
del ablativo en –mente + un adjetivo o al contrario, esta construcción también se
usaba en latín clásico. Ej. Simulata mente (VIRG) obstinata mente (cat)
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A veces los adverbios se reemplazan por otras formas. Ej. Hunc x ad horam, hac hora. Y
a veces hay adverbios compuestos o adverbios a los que se le añaden una preposición.
Ej: de unde donde; de magis demás.
5. preposiciones
templum de marmore
templum marmoreum
Podemos encontrar esta tendencia en textos medievales, construidos con preposición
y verbos que partían del latín clásico:
También partiendo del latín clásico hay que recordar que algunas
preposiciones se pueden construir con ablativo / acusativo pero en latín vulgar
ya aparecen preposiciones construidas de maneras distintas a la del latín
clásico lo mismo en latín medieval, es frecuente que aparezcan preposiciones
en acusativo que no se contruian así en i.e.
Las distinciones entre preposiciones tienden a borrarse y por otra parte hay
preposiciones que pueden confundirse:
Circumcirca (Plauto)
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De repente (arcaico)
Se va a seguir dando en latín tardío y latín medieval.
Un giro – un girum
Nuevas preposiciones:
Algunos proceden del griego: cata. En latín clásico hay adverbios que se
pueden utilizar como preposiciones.
6. Conjunciones
En general son los mismos que en latín clásico pero difieren sus usos.
Conjunciones copulativas:
o Et, ac, atque se mantiene
o –que se utiliza menos
o Seu, -vel conjuntivas y pasan de disyuntiva a copulativa.
o Paritesm pariterque, simul = et.
Conjunciones subordinantes:
o Concesivas liquet
o Finales ut, qui + subjuntivo; quo sin comparativo.
o Temporales cum; dum (reeemplazandolo)
o Completivos puede aparecer con conjunción o infinitivo mas
conjunción: quatenus, ut, ne, quod. Quod aparece incluso en lugares
desde el L.C utilizaba ut.
o Consecutivas: ita…; sic…ut; adeo…quod.
7. Tiempos y modos
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En los textos medievales no se diferencian estrictamente los tiempos pasados.
Imperfecto pasado
p. pluscuamperfecto pasado
Aparecen presentes por futuro como en L.C.
Van a ir desapareciendo el futuro sintetico, para darle paso a las formas analíticas del
futuro.
Modos:
Las reglas del latín clásico sobre el uso del indicativo y el subjuntivo se relajan y
hay casos en el que aparece indicativo en sitios donde deben aparecen
subjuntivos, como en los interrogativos indirectos y los consecutivos que
pueden aparecer con indicativo.
El latín medieval es una lengua sintética que con el paso del tiempo va
volviéndose más analítica, convive con otras lenguas analíticas y sufre la
presión por ellas.
Tema 4
1. aspectos semánticos
a. cambios semánticos:
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ignis focus (fuego del hogar / fuego), todas las lenguas romances derivan de
focus. El cambio semántico puede estar justificado por los cambios sociales.
Dux duque
infans infante
orare orar
orator cura
oratio oración
virtus virtud
legenda leyenda
necare (matar) ahogar, anegar
Hay palabras que son exclusivas del latín clásico y otras que las comparten L.M
y L.C.
L.C L.M
ater niger
crúor sanguis
gramer herba
imber pluvis
letum amans
c. diminutivos:
En L.M se utilizan los diminutivos para dar a la palabra sobre la que se forma
un valor expresivo, puede perderse este valor:
L.C L.M
Corpus Corpusculum
Munus Munusculum
Basilica Baselicolam
Opus Opusculla
Esto provoca que en las lenguas romances haya palabras que deriven de
diminutivos que han desaparecido en L.M.
2. aspectos formales
El sufijo –itas, -itia ya existía en latín clásico pero se sigue utilizando y se forman nombres
abstractos a partir de sustantivos o de adjetivos.
Sufijo –bilis, -alis, -ilis son los que significan “digno de…”. Existían pero también
se siguen utilizando en latín medieval. Amabilis que da “amable” en español.
-atus, -utus, -itus: con estos se pueden formar adjetivos. Hay algunos que se
mantienen en las lenguas romances. Barba Barbatus, Barbatus, que se
mantiene en las lenguas romances como “barbudo” o “barbado”. Cornutus
“cornudo”.
2.1.3. Sufijo verbales: se forman verbos que pueden ser nuevos en latín medieval.
- are, -ire son sufijos habituales. Obliviscor, oblitus sum a partir del supino se forma
oblitare que significa lo mismo (olvidar) y pero tiene mas rendimiento porque tiene
forma activa y significado activo. Este mismo es el que con la transformación pasa a
“olvidar” en español. Adiuvo – adiutum adiutare que significa ayudar.
-iare es más novedoso, forma nuevos verbos por ejemplo a partir de adjetivos como
altus, alta, altum altiare español “alzar”.
2.2 composición.
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El uso de la composición es típico tanto del latín vulgar como del latín tardío y medieval. El latín
no utilizaba mucho los compuestos, lo contrario de lo que ocurre en griego puesto que es una
lengua que desde época homérica usa mucho los compuestos. En latín vulgar se utilizan mas
compuestos.
Hay muchos compuestos en latín medieval en donde se conservan las dos formas, a los que se
llaman “compuestos yuxtapuestos” como benedicere, maledicere, benefacere y estos después
pasan a las lenguas romances como “bendecir”. En estos verbos compuestos se usan a veces de
los verbos simples, de manera que en la peregriantio egregia encontramos verbos como
persubire.
Es muy frecuente el uso de un nombre o un adjetivo junto con un verbo. El verbo que
más se suele usar es habere o facere. Tenemos las formas analíticas que después
cambian a ser una sola palabra curam habere curare, timorem habere timere. En
español también tenemos “tener cuidado” con “cuidar”. Tambien se pueden usar con
otros verbos como agere.
8. Lexicografía
Usamos el diccionario clásico y otro que es de latín medieval que se llama Blaise (latín –
francés). Otro que es NIermeyer publicado en Leiden.
Hay un proyecto que se llama Archivum latinitatis Medii (ALVI), partiendo del Du Cange
lo que hacen en rejuvenecerlo por así decirlo.
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