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ESTUDIO Y UTILIZACIÓN DE LOS RECURSOS FORRAJEROS DE ZONAS ÁRIDAS, SEMIÁRIDAS Y TEMPLADAS DE MÉXICO PARA UNA PRODUCCIÓN Y REPRODUCCIÓN ANIMAL
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ISBN:978-84-17075-03-3
José Isidro Alejos de la Fuente. Ingeniero Agrónomo especialista en Zonas Áridas por la
Universidad Autónoma Chapingo en 1993; Maestro en Ciencias en Ganadería por el Colegio de
Postgraduados en 2004; Doctor en Ciencias en Ganadería por el Colegio de Postgraduados en
2013. Profesor por asignatura en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Instituto de
Ciencias Agropecuarias, Área Académica de Medicina Veterinaria y Zootecnia, especialista en el
área de Nutrición Animal y Producción Avícola. Autor de diversas publicaciones científicas (artícu-
los, memorias, etc.), ponente en diversos eventos nacionales. Actualmente Profesor Investigador
de Tiempo Completo en la Universidad Autónoma Chapingo, en el Departamento de Zootecnia.
Línea de investigación “Nutrición Animal” y “Bienestar Animal en la Producción Avícola”.
Oscar Enrique Del Razo Rodríguez. Ingeniero Agrónomo especialista en Zootecnia (1998)
y Maestro en Ciencias en Producción Animal (2002), por la Universidad Autónoma Chapingo.
Doctor en Ciencias en Ganadería con reconocimiento al mérito académico por el Colegio de
Postgraduados (2008). Profesor Investigador de tiempo completo en el Área Académica de
Medicina Veterinaria y Zootecnia desde el 2008, con Reconocimiento al perfil deseable otorgado
por PROMEP (SEP) desde el 2010, y candidato a investigador nacional (SNI) otorgado por el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología desde el 2014.
PRÓLOGO 15
CAPÍTULO I 17
“Desafíos de la zootecnia respecto al bienestar Animal”
CAPÍTULO II 25
“Bienestar animal y etología clínica: práctica hospitalaria y atención de perros y gatos”
El bienestar animal en la clínica práctica 25
Importancia de la Etología en la Clínica Veterinaria 31
El paciente felino: Mejoramiento de las Prácticas de Manejo en la Clínica Veterinaria 38
CAPÍTULO III 47
“La ansiedad como proceso emocional que afecta el bienestar de los animales”
CAPÍTULO IV 51
“Bienestar animal en rastros”
CAPITULO V 83
“Temas selectos para promover el bienestar en équidos”
CAPITULO VI 97
“Factores a considerar en la crianza de los terneros para minimizar su mortalidad como
indicador de bienestar animal”
El Bienestar Animal es un tema que debe formar parte de los programas de Medicina Veterinaria
y Zootecnia en todas la Universidades donde se enseña Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Los que defendemos este punto de vista hemos recorrido un largo camino en un tiempo relati-
vamente corto. A mediados del siglo pasado (alrededor de 1950) hablar de Bienestar Animal en
instituciones de enseñanza de Medicina Veterinaria y Zootecnia o de Agricultura en México y
otros países del continente americano era como hablar en un idioma extraño que pocos enten-
dían y a pocos les interesaba.
Los conocimientos actuales sobre anatomía, fisiología, neurobiología y otros, nos demuestran
que el organismo animal inclusive su Sistema Nervioso Central (SNC) tienen muchas similitudes
con los del ser humano y los estudios observacionales y de comportamiento animal demuestran
que los animales se dan cuenta, sufren ansiedad, miedo, stress y dolor. Se subraya la relación
que tiene el bienestar de los animales con la producción y se concluye que es necesario que los
Medicos Veterinarios Zootecnistas conozcan el comportamiento animal, sus bases fisiológicas
y neurológicas a fondo, para procurarles a los animales un estado de Bienestar que a su vez re-
percutirá en el éxito de su producción.
Por otra parte nadie que ha vivido entre y con animales negará que tengan memoria. Un caballo
que ha sufrido maltrato durante un transporte se rehúsa a entrar al vehículo la próxima vez.
Un perro al que no le gusta que lo bañen se esconde en cuanto ve los preparativos. Durante los
programas de educación o entrenamiento, sea para perros, caballos, delfines, animales de circo
u otros, algunas veces se usan prácticas que para los animales son desagradables y hasta trau-
máticas, las recuerdan y tratan de evitar el castigo no cometiendo el error.
Con los pocos ejemplos que comprueban que existen capacidades como memoria y conciencia
en los mamíferos y probablemente también en otros vertebrados, se impone la declaración de
que para entender a los animales, tenemos que conocerlos, tenemos que saber cuáles son las
necesidades que dicta su comportamiento, ¿Qué ven? ¿Qué oyen? ¿Qué huelen? ¿Cuál es el efecto
de no poder expresar comportamientos biológicamente importantes? ¿Cuál es la relación entre
comportamiento y salud? ¿Cuál es la consecuencia sobre su estado de salud cuando tienen que
vivir en condiciones en las que se trunca su comportamiento natural? Todo esto es parte de
una ciencia relativamente “nueva”: la etología, cuyas fundadores fueron los 3 Premios Nobel de
1972: Konrad Lorenz, Niko Tinbergen y Karl von Frisch.
La masificación de la producción animal, consecuencia de un mayor bienestar en la población
humana, que demandó cada vez más alimento de origen animal, provocó una pérdida de “nuestro
respeto ilimitado a todo lo que vive” en particular a los animales, a los que se consideraron como
Leopoldo Estol
Nada estimula más que un desafío. En nuestra vida, los hemos tenido desde nuestra más tierna
infancia, cuando nuestro padre nos desafiaba a algún juego (¿fútbol, quizás?) donde lo veíamos
descollar sus habilidades y, pese a ello, ¡lo vencíamos! El sólo hecho de pensar en un desafío nos
lleva a la pregunta inicial: ¿para qué? Si mi respuesta, como individuo profesional, es “para ganar
más dinero”, yo no sé si este es el camino más adecuado. Pero si deseo darles a mis pacientes lo
que ellos merecen en calidad de vida o muerte, entonces la respuesta es un SÍ rotundo.
Pero el bienestar animal está muy lejos de ser un juego y, peor aún, nadie nos dejará ganar partida
alguna sin poner todo nuestro esfuerzo. Y aún que lo hayamos hecho, veremos que actores con
poder político o social antepondrán sus deseos, intereses y opiniones emocionales por encima de
los elementos que la ciencia demuestra acabadamente. Sin duda es un desafío. Enorme, perma-
nente y severo, que nos exigirá estar permanentemente actualizados. Sólo asó disfrutaremos de
grandes gratificaciones que nos llenarán, siempre, de una enorme alegría al concluir nuestra tarea.
No tengo dudas en reconocer el principal desafío en nuestra (reitero: NUESTRA) propia FALTA
de EDUCACIÓN FORMAL sobre esta especialidad en nuestra “alma mater”. Si el lector tiene más
de 40 (ni hablemos si has superado los 50… y si eres de los míos, de 60 y más… ¡un caso cuasi
perdido!) en la facultad este tema era como hablar de marcianos. NADIE nos lo ha enseñado.
Lo poco (insisto: POCO) que sabemos lo hemos aprendido buscando con paciencia y “sentido
común” (pese a ser el menos común de los sentidos) enviando cartas en la década de 1980 a un
desconocido y lejano maestro. Cartas cuya respuesta demoraba uno o dos meses. Salvo cuando
– si teníamos esa tecnología de punta- recibíamos un fax, que atesorábamos años en carpetas,
antes de descubrir que la tinta había vuelto invisible el valioso texto.
Hoy muchos hemos recorrido ya un camino que nos permite intentar ayudar a quienes nos bus-
can como referentes en una búsqueda similar, para que no sufran el escozor que nos atormentó
tantas veces al tener, de 1990 en adelante, que evaluar la calidad de alguna información a la cual
accedíamos online, de algún profesional desconocido, y teníamos que asumir si era válido para
usarlo o si lo descartábamos por sus pocos precisos argumentos.
Hoy, a todo momento, tenemos idéntico desafío al evaluar la calidad de la información que Internet nos
provee apabullándonos. Y muchos, viendo que esa información tiene miles de adherentes, la asumen
como verdadera. Y así se difunden “leyendas urbanas” que justifican leyes, como de (falsa) aprobación
o aval de la UNESCO, las Naciones Unidas (ONU) a la Declaración Universal de los Derechos Animales.1
Ese es, quizás el primer desafío para los que, peinando trabajosamente algunas canas restantes,
seguimos diariamente aprendiendo, siguiendo el ejemplo de nuestros maestros como la Profe-
sora Aline Schuneman de Aluja o Milton Thiago de Mello. Nuestro deber es ayudar con nuestras
El peor pecado que cometemos contra nuestros amigos los animales no es odiarlos, es ser indiferentes con ellos. Esa es
la esencia de lo inhumano.
George Bernard Shaw (1856-1950)
Globalización
Cada vez son más las instituciones y médicos veterinarios interesados en ampliar sus recursos
físicos y humanos para brindar más y mejores servicios. Desgraciadamente, en este afán de
crecimiento y globalización, no todos le han dedicado la atención debida a los requerimientos
mínimos indispensables que la clínica diaria exige para los estándares en bienestar de los animales:
espacios adecuados en las áreas de espera y de atención para las diferentes especies y tamaños
diversos; un manejo gentil en consulta; procedimientos diagnósticos y quirúrgicos; el enrique-
cimiento ambiental y alimentario; procesos metodológicos en la administración de medicina
preventiva; toma de muestras para pruebas de gabinete; así como la correcta toma de decisiones
en pacientes graves o terminales. Sobre este último tópico, es muy frecuente la inexperiencia
del clínico para la recomendación y correcta aplicación de la eutanasia o muerte humanitaria 8.
La falta o la falla en cada uno de estos factores, provoca en el paciente distrés y otras modifica-
ciones conductuales, que actúan en detrimento de su terapéutica y de la adecuada recupera-
ción. Si como clínicos estamos conscientes de ello, lograremos mejorar de manera sustancial su
estancia y manejo.
Capital humano
Debe asignarse un encargado para la verificación del bienestar animal dentro de las instalaciones.
Se requiere una persona competente, responsable, comprometido y formado en la temática 15
La institución o empresa interesada en establecer en sus instalaciones parámetros adecuados
en bienestar animal, debe comprometerse con la educación y la actualización del personal, per-
mitiendo y promoviendo su participación en jornadas, talleres y cursos en los que se trate este
tema. Es recomendable que la persona designada cumpla requerimientos mínimos indispensables
en su formación académica, como la especialidad o posgrado en el área de bienestar animal.8
El médico designado será el responsable de instruir al resto del personal de todas las instancias
como lo son: médicos, estudiantes, administrativos y docentes.
Diseño e instalaciones
La clínica veterinaria debe contar con accesos y espacios apropiados para los pacientes y sus
propietarios o tutores, en las áreas de espera, consulta y hospitalización 6.
Las áreas de espera deben ser confortables, ventiladas correctamente, considerando los periodos
de espera en que los animales aguardan el ingreso a consulta o a las áreas de toma de muestras,
de hospitalización o de cirugía.
En el interior del recinto, debe disponerse de la suficiente cantidad y variedad de jaulas, y hacer
la elección correcta al tipo y tamaño de cada paciente: la jaula debe permitir al animal pararse,
acostarse y girarse sin ningún tipo de obstáculos. Deben mantenerse siempre limpias y en buen
Manejo
Es necesario supervisar y verificar de manera constante la ausencia de actos agresivos, bruscos
o de maltrato a los pacientes por parte del personal.
El uso de bozales (cono o cuenda) es permitido solo en casos necesarios, previa evaluación eto-
lógica y notificación al propietario.
Los baños medicados jamás deben realizarse con agua fría. La instalación del hospital debe contar
con un calentador para esta labor. Al aplicar el baño, debe esperase el tiempo suficiente para
que el agua alcance la temperatura adecuada para no violentar al paciente con cambios bruscos
de temperatura 9.
Procedimientos quirúrgicos
La incidencia de dolor postoperatorio, en mayor o menor magnitud, ocurre en el cien por ciento
de los pacientes: no existe cirugía que no duela. De ahí la importancia de comprender que el
dolor postoperatorio no es un problema minúsculo y es responsabilidad del médico veterinario
el tratamiento adecuado para proporcionar alivio al paciente y en consecuencia un adecuado
bienestar 3,4.
Cada uno de los participantes en el área quirúrgica, debe seguir de manera metódica las pautas
para una cirugía segura y el apropiado manejo del dolor pre y post quirúrgico, en concordancia
con el bienestar animal y la ética, para propiciar recuperaciones más rápidas y reducir las com-
plicaciones postoperatorias 3, sin olvidar que el simple hecho de ingresar a las instalaciones de
servicios veterinarios ya implica en sí, un detonante de estrés.
La evaluación y la toma de decisiones quirúrgicas (cirugías estéticas, caudectomías, otectomías,
cirugías invasivas o múltiples durante el mismo evento quirúrgico4) exigen una conducta ética
que salvaguarde en todo momento la integridad física y psicológica del paciente, en apego a las
normas de bienestar animal:
El paciente jamás se debe dejar sin vigilancia.
• Evaluar la utilización de fármacos destinados a revertir la anestesia acelerando los pro-
cesos de recuperación. En pacientes ambulatorios, este es el momento para remover
tubos endotraqueales o cánulas endovenosas, siempre en posición adecuada y en un
lugar cómodo y apropiado.
Eutanasia humanitaria
Este es uno de los temas más complejos de la práctica veterinaria cotidiana, y uno de los que
implica mayores dilemas morales y de bienestar animal. Las opiniones son diversas y se ven
generalmente influenciadas no solo por el desconocimiento, sino por las situaciones locales,
sociales, económicas y culturales 7,14.
La decisión de la eutanasia para un animal de compañía es un tema ético complicado, involucra
muchos factores, algunos de ellos originados desde los procesos de la formación veterinaria,
cuando no se adquieren las herramientas éticas para ejercerla de manera proactiva.
Definida como una técnica indolora que provoca la inconciencia del paciente, seguida por la inte-
rrupción de sus funciones cardio-respiratorias y en última instancia el deceso. La World Society
for the Protection of Animals (WSPA), ahora World Animal Protection, sostiene que la muerte
de animales de compañía debe ser llevada a cabo solamente a través de la eutanasia humanitaria
y suministrada por “individuos responsables y entrenados”. También considera que la eutanasia
humanitaria es aceptable cuando un animal está experimentando una pobre calidad de vida, a
causa de una enfermedad, lesiones o problemas comportamentales. Acepta también su aplicación
en animales saludables cuando con ello se evita comprometer el bienestar de otros animales16,
en este aspecto vale la pena hacer hincapié en la afectación que pueden provocar a su entorno,
por los riesgos zoonótico que su sobrepoblación puede generar.
Es una obligación ética asegurar que, una vez tomada la decisión del uso de la eutanasia, se apliquen
métodos humanitarios administrados por médicos veterinarios con la capacitación adecuada y
familiarizados con los principios éticos de la muerte asistida e indolora de un animal que presenta
una condición médica severa, como una enfermedad terminal, incurable o de difícil recuperación.7
El hombre puede medir el valor de su propia alma en la mirada agradecida que le dirija un animal al cual ha socorrido.
-Platón- (427-347 a. C.)
Los perros y los gatos, los más conocidos animales de compañía, son considerados por muchas
personas los compañeros ideales y forman parte ya de un gran número de familias en todo el
mundo. Debido a su estrecha relación con el humano, no es de sorprendernos que cada vez con
mayor frecuencia observemos problemas de comportamiento que alteran el bienestar de los ani-
males de compañía y que, de manera patológica, directa o indirectamente, alteran esta relación.
La falta de un diagnóstico certero ante un trastorno comportamental por parte del profesional
veterinario, puede causar no solo el detrimento acelerado en la calidad de vida, sino también en
la percepción que del animal tienen sus propietarios, los cuales, al no ver una solución pronta y
real, resuelven deshacerse de ellos, siendo esta decisión una de las principales causas de abandono
y sacrificio no humanitario de los animales de compañía.
Para mejorar el modelo de consulta animal debemos primero entender cuáles son sus necesida-
des, lo que se logrará a través del estudio del comportamiento. Es interesante comprobar cómo,
a través de la etología u observación del comportamiento animal, es posible comprender ciertos
resultados fisiológicos no esperados, por la simple razón de que al paciente le resulta imposible
manifestar su potencial al no poder satisfacer sus mínimas necesidades. La etología ayuda de
manera práctica no solo a comprender las necesidades animales de manera efectiva y coheren-
te, sino también, minimizando las interpretaciones empíricas, a facilitar el manejo y mejorar su
calidad de vida.1, 14
En la actualidad, las prácticas veterinarias están siendo revisadas constantemente y el trato a los
animales de compañía no es la excepción. El gran auge que ha tomado el manejo de los animales
en las últimas dos décadas, tanto en los países desarrollados como en los que están en camino al
desarrollo, tiene en la etología la herramienta científica primordial para diagnosticar los niveles
de bienestar y como componente principal para mejorar el trato en la clínica diaria. El resultado
es el perfeccionamiento de los parámetros éticos por parte de los profesionales que trabajan
con los animales y, principalmente, el mejoramiento de los estándares del bienestar animal2. En
nuestro país, todavía es necesaria la adecuada formación de médicos veterinarios dedicados a
la investigación aplicada que logren desarrollar y consolidar la aplicación de la etología y de los
principios del bienestar animal en la cotidianidad de la consulta16.
Historia
El termino etología fue usado por primera vez en el año 1969, en un artículo publicado por la
revista British Veterinary Journal, que intentaba proporcionar respuestas comportamentales,
farmacológicas, terapéuticas e incluso quirúrgicas a los diversos padecimientos conductuales
de los animales.9
Según Calderón, la etología, con sus distintas acepciones, es el estudio del comportamiento de
las especies domésticas y es un medio para asegurar su salud, la productividad y el bienestar,
3. El animal está en un medio adecuado y la adaptación es posible y tal vez sencilla: no su-
pone ningún costo biológico: el bienestar del animal es adecuado y satisfactorio3.
El veterinario es responsable de hacer esta evaluación y determinar clínicamente, en qué situa-
ción se encuentra el paciente.
Conclusión
Para resolver los diversos problemas de comportamientos en un paciente, debemos de ser cons-
cientes que el desafío puede terminar en frustración, y la mayor frustración será un propietario
impaciente, más que un enfermo que no responde al tratamiento. Por ello, uno de los retos de
la terapia etológica es encontrar las vías adecuadas para aumentar no solo nuestros métodos
diagnósticos, sino, la paciencia del propietario. La resolución definitiva a los problemas etológicos
no debería verse comprometida por saltarse uno de los pasos discutidos arriba, lo que puede
suceder por ignorancia del propietario o porque este quiere ahorrar tiempo y dinero.
A quienes pretenden dedicarse a la etología les diría que observen, observen y vuelvan a ob-
servar; el mundo del comportamiento está en constante cambio y renovación, y si piensa que
es un experto, se equivoca: cada día se abren nuevas puertas y no hay tiempo que alcance para
absorber la nueva información que día con día se genera.
En las últimas décadas, el bienestar de los animales de compañía ha sido un tema de muchos
estudios y mesas de debate. La forma en la que interactuamos con los pacientes está cambiando
como consecuencia del mejor entendimiento del comportamiento de los felinos domésticos.
Esto se debe en gran parte a que muchos médicos veterinarios entienden la importancia de la
etología como una herramienta muy útil para promover el bienestar animal dentro de la clínica,
más allá del tradicional uso de diagnóstico y tratamiento de problemas de conducta1-2.
El manejo amigable dentro de la consulta es una práctica que se debe implementar en todos
los consultorios, sobre todo si tomamos en cuenta que los gatos han pasado de ser animales de
semi-callejeros, a ser parte del ambiente familiar.
Como podemos observar en el cuadro 1, la mayor parte de los propietarios de gatos llevan a
sus animales de compañía una sola vez al veterinario3. Este bajo número de consultas puede
deberse a diversos factores. Uno de los factores que influye es la percepción del propietario.
Muchos propietarios tienen la idea de que los gatos no necesitan ir al veterinario tan seguido
como los perros. Esta falsa creencia tiene su Origen en el comportamiento natural de los gatos
de enmascaran los signos de enfermedad y dolor4. Otro factor muy importante, es que tanto los
propietarios como los gatos se estresan cuando van al veterinario4-5. Para el médico veterinario,
un comportamiento de miedo o de agresión por parte del paciente, significan un problema para
poder llegar al diagnóstico correcto, para administrar los cuidados que necesita y sobre todo,
un riesgo para todo el personal5.
Para comprender el comportamiento del gato dentro de la clínica, debemos antes que nada co-
nocer y entender la naturaleza social, la percepción, la comunicación y las respuestas de miedo.
Los gatos tienen una intrincada estructura social. Pueden llegar a vivir en colonias si el espacio
es amplio y el alimento es abundante. Llegan a formar vínculos afiliativos entre los miembros de
la colonia al acicalarase frecuentemente, sobre todo en el cuello y la cabeza7.
El periodo sensible de socialización hacia los humanos en gatos se lleva a cabo más temprano
que en los perros. De las 2 a las 7 semanas de vida, los eventos positivos o negativos tendrán un
efecto a largo tiempo en el desarrollo del comportamiento. Los gatitos que hayan tenido expe-
riencias positivas de manejo durante este periodo sensible manejarán mejor las situaciones de
estrés, mostrando menos comportamientos de miedo y aprendiendo mejor que los gatitos que
no han tenido un manejo positivo8-9.
Al ser los cazadores solitarios, los gatos evitan los confortamientos realizando una serie de
comportamientos. Estos comportamientos de evitación, son los mismos que el gato realiza en
el consultorio, siendo la agresión, el ultimo recurso10.
Tenemos que entender que el gato ve el mundo a través de sus sentidos. Todo lo que hay en la
clínica es ajeno a él. Cuando el médico veterinario comprende las posturas corporales y la co-
municación del gato, puede entonces, realizar prácticas de manejo que reduzcan la agresión y
promuevan el bienestar del paciente felino. Con esto en mente, veremos algunos cambios que
se pueden realizar sin tener que hacer una remodelación total de la clínica. Lo que si tenemos
que cambiar, es la forma en la que interactuamos y manejamos a nuestro paciente11-12.
Sala de espera. La sala de espera de la mayoría de las clínicas
está llena de gente, perros y otros gatos. Esto representa
una situación de estrés para los pacientes felinos ya que sus
sentidos se sobre excitados. Los olores de los perros, los otros
gatos, los movimientos rápidos de las personas y animales
entrando y saliendo y los ladridos cercanos a ellos, los pone
en un estado de estrés que después aumenta durante la ex-
ploración física durante la consulta11. Para disminuir el estrés,
se recomienda que la sala de espera para pacientes felinos se
encuentre separada de la de los perros.
Como esto no es posible en la mayoría de las clínicas, algunos
cambios en los manejos básicos son necesarios. De ser posi-
ble, concertar las citas para ver a los pacientes felinos en la
mañana o en la tarde, cuando no se encuentre la recepción
llena de perros. También se pueden utilizar mamparas para
separar las áreas, pero esto tiene poco efecto ya que los olores
y sonidos son captados por el gato.
Imagen 1. Sala de espera únicamente para
pacientes felinos
Si el procedimiento requiere que el gato este fuera de la jaula, se puede agarrar al gato con la
toalla y sacarlo de la transportadora para colocarlo sobre la mesa. Es muy importante que le
demos soporte al cuerpo del gato con todo el brazo para que se sienta seguro2.
Durante mucho tiempo, la práctica del “scruffing” era la técnica utilizada por excelencia, la
mayoría de los veterinarios especialistas en etología no aprueban el uso de esta técnica ya que
ha demostrado que puede llevar a estados de ansiedad y agresión. Los gatos pueden zafarse
fácilmente de esta forma de sujeción y escapar o lastimar a las personas2,13.
No todos los gatos reaccionan bien a ser cubiertos por una toalla. Es muy importante que el
veterinario utilice diferentes técnicas de manejo, hasta encontrar la correcta para cada gato.
Las técnicas varían desde permitir al gato que tome la postura que prefiera, hasta sentar al gato
en el regazo y ahí llevar a cabo el examen físico. Para algunos procedimientos será necesario
restringir y controlar al paciente. Recordando que los gatos rechazan la sujeción brusca con las
manos, se puede utilizar las técnicas de la toalla para controlarlos con seguridad (para el gato y
el veterinario) y que reducen el estrés por manejo2. Lo más importante es trabajar con el gato
y no en su contra.
9. Rodan I. Understanding Feline Behavior and Application for Appropriate Handling and Ma-
nagement. Topics in Companion Animal Medicine. 2010;25:178.188.
10. Overall KL: Normal Feline Behavior: Clinical Behavioral Medicine for Small Animals. Ed 1. St.
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11. Crowell-Davis SL, Curtis TM, Knowles RJ. Social Organization in the Cat: A modern unders-
tanding. J Feline Med Surg. 2004;6:19-28.
12. Beaver B. Feline Behavior: A Guide for Veterinarians. 2 ed. St Louis. Saunders Esevier. 2003. 349.
13. Rochlitz I. Basic requirements for good behavioural health and welfare in cats. En: Horowitz
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18. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK4027/
El bienestar animal es cada vez más importante y la ausencia de estrés crónico es uno de sus re-
quisitos previos. En muchas especies, un estrés fisiológico se produce como respuesta a diversos
estímulos que desencadenan temor o ansiedad. Se cree que esta respuesta de estrés podría tener
efectos tanto a corto como a largo plazo en la salud y en la esperanza de vida. 1,2
Los animales ante situaciones que amenacen su bienestar, ponen en funcionamiento diferentes
mecanismos biológicos para mantener la homeostasis y responder ante situaciones emocionales
negativas. El establecimiento de una respuesta frente a las amenazas externas, se realiza siempre
comenzando por aquellas que le suponen un menor coste al animal y de la forma más simple
posible, por lo que normalmente se recurre primero a una respuesta de tipo comportamental.3
Los estados de sufrimiento y satisfacción de los animales no pueden ser medidos directamente,
pero sí evaluables mediante la observación de las manifestaciones que los animales emiten como
respuesta a diferentes estímulos. 4
El concepto de bienestar emocional implica un estado dinámico, variado en sus manifestaciones
y enormemente complejo. Su naturaleza puede varias entre individuos, así como en el mismo
individuo de un momento a otro. 5 En el último siglo, el esfuerzo adaptativo ha sido despropor-
cionadamente mayor para los animales, ya que las condiciones de explotación impuestas han
sido muy duras y exigentes, en consecuencia se han modificado las características genéticas y
fisiológicas, dando lugar a situaciones de estrés debidas a reajustes en sus capacidades fisioló-
gicas y de conducta. 6
Las técnicas de producción animal, han sometido a los animales a grandes restricciones de espacio,
lo que hace que sean incapaces de poner en marcha gran parte de su repertorio de comporta-
mientos. Podríamos decir que los nuevos factores ambientales debidos al confinamiento de los
animales en las granjas de producción, producen efectos no deseados causando estrés, miedo,
ansiedad, enfermedad y frustración. Dichas situaciones, en condiciones extremas, pueden ser
causantes de sufrimiento en los animales. 7
En los procesos estresantes, los circuitos para el comportamiento son susceptibles de padecer
alteraciones, que no solo serían el resultado del funcionamiento intrínseco del sistema nervioso,
sino que resultarían de interacciones entre el organismo y su entorno. Lo que supone admitir que
el comportamiento no sólo es el resultado de la lectura estricta de un programa genético, sino
que se construye gracias a las influencias externas e individuales, a lo largo de toda la existencia
y experiencia del animal. 8
El bienestar animal (BA) ha sido considerado como un componente importante para asegurar
la calidad e inocuidad de los alimentos.1 Esta tendencia ha consolidado la inclusión voluntaria de
estándares de BA en la legislación de los países exportadores de carne (Argentina, Brasil, Canadá,
Estados Unidos y Uruguay) y en los emergentes (Chile, México y Colombia), de acuerdo con las
recomendaciones de la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).2,3 Brasil, Argentina y Uruguay han
encontrado en el BA un elemento diferenciador para la comercialización de sus productos, en la
decisión de compra de los consumidores 4 y como una oportunidad para incluir estos aspectos
en sus programas de aseguramiento de la inocuidad 5.
La integración del concepto de BA a la cadena cárnica de los animales de abasto es importante
desde varios puntos de vista:
1) Aspectos éticos: la mayoría de los países cuentan con estatutos de protección animal 2,6 que
promulgan el deber de los ciudadanos de evitar el sufrimiento de los animales; así mismo, los
médicos veterinarios y/o zootecnistas en los códigos de Ética profesional 7 se comprometen a
apoyar y fomentar los principios de bienestar en las especies animales. El argumento ético se
basa en el valor intrínseco de los animales y la declaración universal como seres sintientes, que
experimentan estados emocionales y sentimientos, con capacidad de percibir su condición. Así
mismo, la promoción del bienestar de los animales se asocia con la consolidación de valores
considerados universalmente como avances sociales.
2) Exigencias reglamentarias: La adopción voluntaria de criterios de BA ha sido asumida por la
mayoría de los países de América con un enfoque que incluye la producción primaria (granjas),
el transporte, los rastros y el sacrificio humanitario.2
En la Unión Europea la normatividad sobre la protección de los animales durante el transporte y
el sacrificio es de cumplimiento obligatorio a partir de enero de 2013.8
3) Calidad de la carne: el manejo de los animales de abasto durante el presacrificio provoca es-
trés, que conlleva a cambios de tipo metabólico y hormonal en el animal, produciendo efectos
adversos en las características de la carne en variables como el pH, color, textura y la capacidad
de retención de agua.9,10,11 La condición de la carne pálida, suave y exudativa (PSE, pale, soft,
exudative, por sus siglas en inglés) se presenta en los cerdos cuando son manejados bajo con-
diciones de estrés agudo minutos previos al sacrificio, éstos animales sufren un incremento de
la temperatura corporal que conlleva a la caída rápida del pH muscular por un aumento de la
glicólisis anaerobia, que consume las reservas de glucógeno y aumenta las concentraciones de
ácido láctico durante el período post-mortem inicial. Lo anterior desencadena el descenso en los
valores de pH en la primera hora post-sacrificio (pH ≤ 5,8) y se mantienen durante las primeras
Desembarque
El embarque de los animales en los sistemas de producción primaria y el desembarque en los
rastros, son etapas cuyas implicaciones en el BA han sido poco estudiadas. Sin embargo, varios
autores han considerado que pueden ser aún más estresantes que el mismo transporte.44,45 Dentro
de los factores que dificultan el manejo de los animales durante el desembarque se encuentran:
la infraestructura y el diseño de las instalaciones basados en criterios arquitectónicos y no en el
comportamiento animal 18; la presencia de estresores como el ruido, el contacto con personal
extraño, las condiciones climáticas adversas, los tiempos de espera en el camión 46, entre otros;
la falta de capacitación y entrenamiento de los manejadores del ganado y su conocimiento del
comportamiento animal 47; las actitudes agresivas del personal que causan miedo y estrés a los
animales 44 y la ausencia de indicadores y de un sistema de auditoría, entre otros aspectos.45
Ayuno
El ayuno es una condición inevitable que involucra el tiempo de retirada del alimento en las
granjas, la duración del transporte y de espera en la planta de sacrificio.71 En términos fisiológi-
cos, sin presencia de condiciones agravantes como el estrés, el ayuno disminuye las reservas de
glucógeno hepático de 26 a casi 0 mg/g en un período de 48 horas.15 El período de ayuno de los
cerdos en granja oscila entre 8 y 48 h, período que permite disminuir costos de alimentación para
el productor, reduce la mortalidad de los cerdos durante el transporte, evita la contaminación de
las canales durante el eviscerado y facilita la sangría.72 La duración entre 15 a 18 h se considera
como un ayuno prolongado porque favorece la presencia de estrés en los cerdos, lo cual aumenta
los encuentros antagónicos, la frecuencia de lesiones en la piel y valores de pH final inadecuado
de la carne (pH ≤5,55).73 De igual forma, el ayuno con una duración mayor a 24 h favorece el
uso de los depósitos de grasa como fuentes energéticas para el músculo y repercuten negativa-
mente en la calidad de la carne al generar pérdidas en el peso vivo, que ocurren a un ritmo de
0,1%/h.74 Otros autores recomiendan que el lapso de tiempo entre la última comida en la granja
Conducción
En los rastros es necesario trasladar los bovinos y porcinos desde los corrales hacia el cajón de
aturdimiento, manejo que en ocasiones se efectúa haciendo uso de un trato brusco lo cual pro-
duce miedo, ocasiona dificultades y retrasos en las labores, así como en los procesos.20
La conducción hacia el cajón de aturdimiento es una etapa más estresante y difícil que el des-
embarque, tanto para los animales como para los manejadores, porque se requiere de mayor
tiempo e interacciones para movilizar los animales.79 Esta dificultad puede estar relacionada con
un incremento en los factores estresores como los fuertes sonidos ocasionados por la maquinaria
del rastro y la puerta de guillotina localizada al ingreso del área de sacrificio, las vocalizaciones
y el colapso de los animales en el cajón de aturdimiento, aspecto que aumenta la frecuencia de
la marcha hacia atrás y la resistencia a la conducción.43
Por otro lado, es generalizado el uso del tábano eléctrico como principal método de arreo durante
la conducción de bovinos y porcinos en rastros comerciales. Esta práctica es prohibida por la OIE
para ser usada en caballos, ovejas y cerdos pequeños.80 Se ha descrito que solo puede aplicarse
en los casos en que los animales rehúsen a moverse y dispongan de espacio suficiente para in-
corporarse, así como, cuando se encuentren acostados y no tengan afecciones que interfieran
con la movilización.81 La OIE solo autoriza el uso de estos elementos cuando son accionados
por batería y con voltaje no superior a los 30 V.80 Cuando el uso del tábano eléctrico es <5% se
considera el criterio como excelente y 25% como nivel máximo aceptable.82
Métodos mecánicos.
Los métodos mecánicos más utilizados para realizar el aturdimiento de bovinos son las pistolas
de proyectil retenido tipo penetrante neumáticas o con fulminante, las cuales provocan conmo-
ción cerebral, generalmente de tipo irreversible, por la fuerza con que el proyectil impacta el
cráneo y daña el cerebro, así como, las pistolas de proyectil retenido tipo no penetrante que se
caracterizan por producir inconsciencia de manera reversible.
Las pistolas de proyectil retenido con penetración del cráneo contienen un perno o proyectil que
es impulsado por aire comprimido proveniente de un compresor exclusivo para la pistola, o por
El desangrado
Durante el desangrado los animales deben estar inconscientes y se debe conservar esta condición
hasta su muerte. El desangrado de los animales se efectúa por incisión de las arterias carótidas
(porcinos), carótidas y vertebrales (bovinos) y las venas (yugulares) del tronco braquiocefálico,
que interrumpe el suministro de nutrientes y oxígeno al cerebro, lo que causa un choque hipovo-
lémico y la muerte del animal.107 Antes de efectuar el desangrado es necesario verificar la ausencia
de signos de sensibilidad en los animales y en caso positivo o de duda, se deben volver a aturdir.69
Es fundamental efectuar el desangrado de manera rápida de acuerdo con las características de
los diferentes métodos de aturdimiento.107 Se debe evitar que el personal inicie las labores pos-
teriores (corte de manos, retirada de la piel de la cara, entre otros) antes de terminar el proceso
de desangrado (mínimo tres minutos).69
Otros factores relevantes para asegurar un desangrado efectivo son el tamaño y la localización
correcta del corte. Cuando el corte se efectúa en el pecho de los porcinos, éste no debe ser in-
ferior a 5 cm para garantizar la perdida de la consciencia debido a la hipoxia y anoxia. Un corte
eficiente permite la pérdida del 70 al 80% de la sangre en los primeros 30 s.69 El operario debe
repetir la incisión de los vasos sanguíneos si observa que el corte no es apropiado; esto se debe
efectuar de manera inmediata.
Se han descrito varios factores que pueden contribuir a retrasar el inicio del desangrado como
son la falta de coordinación entre los operarios responsables del aturdimiento y el desangrado, el
ingreso prematuro de los animales al cajón de aturdimiento con el ánimo de acelerar la línea de la
faena, dificultad de expulsar los animales del cajón por fallas de diseño, la ausencia de protocolos
de manejo, la falta de auditoría interna, entrenamiento y capacitación del personal deficientes,
la falta de sensibilidad del personal por el sufrimiento animal y el cansancio del personal por
sobrecarga de funciones.45,48
Conclusiones
El manejo de los bovinos y porcinos en los rastros tiene implicaciones sobre el bienestar animal,
la rentabilidad de la industria porcina, en los requerimientos legales y éticos, así como en la cali-
dad e inocuidad de la carne. Existen muchos factores relacionados con las características de las
instalaciones, las condiciones ambientales, la interacción entre los manejadores y los animales
y las consideraciones propias de cada especie, las cuales en conjunto hacen de esta etapa un
desafío para la cadena cárnica y para todos aquellos interesados en ofrecer mejores condiciones
a los animales en el presacrificio.
La implementación de indicadores de BA cuantitativos debe ser una prioridad en los rastros
comerciales, porque orientan los procesos de inspección, vigilancia y control de las autoridades
sanitarias y facilitan la toma de decisiones de la gerencia. Las auditorías deben ser sistemáticas y
periódicas para evaluar las tendencias del manejo animal y su mejoramiento a través del tiempo,
con la finalidad de establecer si los resultados particulares son hallazgos aislados o un patrón de
manejo. Así mismo, es necesario que el personal del rastro reciba capacitación y entrenamiento
sobre el manejo de los animales acorde con su comportamiento natural y las implicaciones posi-
tivas del manejo adecuado en la productividad de la industria cárnica. De otra parte, los rastros
deben contar con un buen programa de selección del talento humano que tendrá contacto
directo con los animales.
Figura 1. a,b) Prácticas inadecuadas para manejar a los porcinos. c) Conducción de un bovino postrado de acuerdo a las prácticas de bienestar
animal.
Figura 3. a) Electronarcosis. Localización correcta de la pinza en la cabeza. b) Colocación de los electrodos en el sistema de aturdimiento
de tres puntos.
Figura 4. a) Pistola neumática de proyectil retenido penetrante. b) Pistola de proyectil retenido no penetrante. c) pistola de proyectil reteni-
do penetrante con fulminante.
Figura 5. a) Localización del impacto con pistola de proyectil retenido de tipo penetrante. b) no penetrante.
Figura 8. Indicadores físicos. a) Contusiones cutáneas en canal porcina. b)Talladura de la cola de un bovino. c) Canal bovina con
contusiones múltiples.
-Biofísicos:
(Ritmo cardiaco, presión arterial, temperatu-
ra corporal, pérdida de peso).
- Se detectan durante
la inspección ante y
post-mortem.
- Permiten establecer
Contusiones cutáneas la causa y la etapa rela-
cionada.
Lesiones en piel
Físicos - Identifican factores - Requieren personal entrenado.
Animales muertos
de riesgo.
Animales no-ambulatorios
- Permiten establecer
las pérdidas por trans-
porte (mortalidad y
cerdos no-ambulato-
rios).
++: Signo que por sí solo es indicativo de consciencia. + : Signo que por sí solo no es indicativo de consciencia. - : indicador que
no está relacionado con la presencia de consciencia.
La especie equina (Equus ferus caballus) ha tenido mucha importancia a lo largo de la historia
del hombre, entre otros motivos por haber sido un excelente medio de transporte y de carga,
constituyendo además una sustancial fuente de alimentación. Con el tiempo y el avance tecno-
lógico fue perdiendo su importancia como animal de trabajo, llegando a ser hoy en día un animal
más bien de actividades deportivas.
Se estima que el censo equino a nivel mundial alcanza los 57 millones de cabezas, los países con
mayor población equina son Estados Unidos de América (USA), China y México, seguidos por Brasil
y Argentina. México ocupa el tercer lugar a nivel mundial,1 con 6,356,000 millones de caballos.2
Bienestar Animal
El concepto de bienestar animal considera aspectos basados en el funcionamiento biológico
normal del individuo (estado físico), las experiencias del animal tales como el placer y el dolor
(estado mental) y la naturaleza de la especie (telos), asegurando que el animal pueda exhibir
su repertorio de comportamiento completo (estado conductual).3 Hewson (2003)4 clasificó y
describió estos tres aspectos del bienestar animal.
El primero enfatiza en el estado y entorno físico del animal, identificando así el bienestar cuando
los animales se encuentran libres de enfermedades, lesiones o anormalidades fisiológicas, de
manera que sean capaces de desarrollarse con niveles de crecimiento y reproducción normales.
El segundo considera al animal como ser “sintiente”, destacando aspectos relacionados con los senti-
mientos de los animales, de manera tal que el bienestar es asociado a experiencias negativas o positivas.
Por último, el tercero de los enfoques subraya la necesidad de que los animales se mantengan
en ambientes razonablemente naturales, que les permitan desarrollar su repertorio conductual.
En 1993 el Farm Animal Welfare Council (FAWC)5 declaró que todo animal bajo cuidado del
hombre debe ser protegido de cualquier sufrimiento, y a raíz de esto determina que el bienestar
animal se debe considerar en términos de las “cinco libertades o mejor dicho necesidades”:
1) Que estén libres de sed y de hambre, asegurándoles fácil acceso a agua fresca y potable y a
una dieta para mantener la salud y vigor.
2) Que estén libres de incomodidades, proporcionándoles un ambiente adecuado que incluya
refugios y un área de descanso cómodo.
3) Que estén libres de sufrimiento, lesiones o enfermedades, asegurándoles la prevención, pronto
diagnóstico y rápido tratamiento.
Bienestar Equino
El equino es un animal que, en vida salvaje, se encuentra adaptado al medio que lo rodea, y en
él sobrevive adecuadamente; pero desde el momento en que es domesticado, ya no depende
totalmente de sus capacidades naturales. Cuando el hombre decide tener al equino bajo su
La conformación y su evaluación
La valoración de las virtudes y las deficiencias en el caballo depende de su conformación; este
conocimiento es tan antiguo como la utilización que ha hecho el hombre de las especies para el
trabajo y la evaluación de su rendimiento en el mismo 22.
Podemos considerar la conformación como la forma, el contorno, y la apariencia física externa de
cualquier animal, está influenciada por la disposición de sus músculos, huesos y otros tejidos.23,24
La conformación desempeña un papel importante en la evaluación fenotípica del caballo, razón
por la que, según McILWRAITH y col. (2003),25 su estudio en el caballo es de gran importancia
y debe ser considerado como una disciplina que contribuye a su bienestar,26 ya que nos ayuda a
Extremidades
El alineamiento correcto de los componentes esqueléticos suministra un adecuado receptor a las
inserciones musculares; la longitud y la inclinación de la espalda, el brazo, el antebrazo, la grupa,
la pelvis, el muslo, la pierna, las cañas y las cuartillas deben ser moderadas y trabajar correcta-
mente entre sí. Debe observarse un alineamiento recto de los huesos cuando se les inspecciona
de frente o desde atrás; las articulaciones deben ser limpias, las estructuras córneas de los cascos
de alta calidad, la altura y anchura de los talones adecuada, la palma o planta cóncavas y el casco
de tamaño apropiado.33
Cuando se evalúan los miembros, es importante asegurarse de que el caballo se encuentra en
una estación perfectamente cuadrada.50,51,52,53,54,39
Miembro torácico
Los músculos del antebrazo deben dirigirse hacia la rodilla y terminar afinándose de forma gra-
dual, más que de manera abrupta, algunos centímetros por encima de la rodilla; por su parte,
los músculos pectorales también deben bajar sobre el miembro; unos y otros ayudan al caballo
a mover sus miembros lateral y medialmente.55
Las articulaciones carpianas deben estar equilibradas y no deben acercarse ni alejarse una de la
otra, y la caña, por su parte, debe estar centrada debajo del carpo y no ubicada lateral o medial-
mente.49,33
El ángulo de la escápula se mide a lo largo de la misma, desde su extremo distal hasta la punta de
la cruz; también es importante el ángulo que forma la espalda con el brazo, en el encuentro, que
debe ser como mínimo 90º, aunque con frecuencia suele tener más de 100º.33 El ángulo formado
por el húmero proximalmente y el radio y el cúbito distalmente, en el codo, debe estar entre los
120º y los 150º, pues, junto con una escápula horizontalizada, un codo más flexionado da lugar
a una fase de estación del paso más larga, mejorando la calidad de la marcha al aumentar la re-
cuperación de los miembros.56,42 En cuanto al resto de la extremidad, lo ideal es que el miembro
forme una columna recta desde el codo hasta el menudillo; pues, si por el contrario los huesos se
encuentran fuera de esta alineación, las fuerzas compresivas axiales se dirigirán sobre un solo lado
y se crearán fuerzas de tensión sobre el lado opuesto, provocando mayor estrés y esfuerzo.49,33
El carpo o rodilla, es una articulación compuesta que se interpone entre dos grupos de huesos
largos; la flexión tiene lugar principalmente en los espacios articulares antebraquiocarpiano y
mediocarpiano, la fuerza es absorbida por las tres articulaciones carpianas y la extensión se de-
sarrolla por medio de un mecanismo de bloqueo que ocurre mientras el caballo está en apoyo
en la fase de extensión del paso; debido a este requerimiento, es importante que los huesos del
carpo presenten una buena alineación axial con el radio y el cúbito proximalmente y con el se-
gundo, tercer y cuarto metacarpianos (caña) distalmente, que también deben tener un tamaño
suficiente como para sostener las fuerzas que soportan. El carpo debe parecer recto y no estar
desviado en dirección dorsal ni palmar y la región inmediatamente distal al carpo tampoco debe
desviarse ni hacia la superficie dorsal ni hacia la superficie palmar de éste.49,33
Las articulaciones del menudillo deben tener el tamaño y el ángulo suficientes como para permitir
unos movimientos libres.33 BACK y col. (1994)56 encontraron que un menudillo más extendido
produce una mayor dorsiflexión máxima, hecho que se correlaciona con una buena marcha de
los miembros anteriores.
El casco debe ser apropiado para el tamaño del caballo, con una buena forma y simetría, debe
tener unas estructuras córneas de alta calidad, unos talones de altura y anchura adecuadas, una
palma o planta cóncavas y un tamaño apropiado.33
B) Vista craneal
Al observar de frente ambos miembros anteriores, debe parecer que tienen igual longitud y ta-
maño, y que soportan el mismo peso. La inclinación medio-lateral del húmero se evalúa ubicando
sendos puntos en las puntas de los encuentros frente a las puntas de los codos, luego se conectan
los cuatro puntos con líneas imaginarias y, si el trazado resultante es cuadrado, el húmero se
encuentra en posición ideal para dirigir la porción inferior de los miembros y un andar recto.33
Una vertical trazada desde la punta del encuentro, coincidiendo con el centro de la articulación
escápulo-humeral, divide los antebrazos, rodillas, cañas, menudillos y cascos, llegando al suelo
en el centro de la anchura de estos últimos y constituyendo un eje para el miembro.57,58,59,60
Las lumbres deben apuntar hacia delante y los cascos deben quedar tan apartados sobre el suelo
como lo están los miembros en su origen en el tórax57,58,59,33,48 o, más concretamente, separados
por la misma anchura que tiene cada casco anterior.30-38
Miembro pelviano
La estructura ósea y muscular de los miembros posteriores debe estar de acuerdo con el uso del
animal; así, los caballos de resistencia se caracterizan por músculos más largos y planos, mientras
que los animales velocistas tienen músculos más cortos y gruesos; por su parte, todos los demás
caballos tienen una musculatura moderada.49,33
Los cuartos posteriores deben ser simétricos y bien conectados con el tronco y la porción inferior
del miembro, los glúteos deben quedar bien insertados hacia delante en el dorso y el conjunto
de los músculos semitendinoso y semimembranoso debe dirigirse hacia el tendón de Aquiles en
el tarso.
A) Vista lateral
La longitud y la inclinación de la grupa se miden desde la tuberosidad coxal, “punta del anca”,
hasta la tuberosidad isquiática, “punta de la nalga”; en general, una cadera más flexionada da
lugar a una posición adelantada del miembro posterior en la fase de estación y un fémur más
horizontal durante la fase de avance el paso, esto determina que el caballo pueda meter sus
miembros posteriores más debajo del cuerpo, aptitud sumamente importante para animales de
doma y para el despegue en el salto.
Los corvejones altos están asociados con una acción tarsiana enérgica, pero hacen difícil meter
los tarsos bajo el cuerpo; por su parte, los tarsos bajos tienden a crear una acción tarsiana más
suave y el caballo tiene, por lo general, una mayor facilidad para meter los posteriores debajo
del cuerpo.
La longitud de la pierna, desde la babilla hasta el tarso, debe ser más corta que la longitud del
muslo, desde la punta del anca hasta la babilla.
Los miembros posteriores con ángulos abiertos y radios óseos verticales, cuando se les
observa desde un costado, presentan una longitud total menor, lo que permite unos mo-
vimientos más eficaces para los caballos de caza y de carrera. En general, los miembros
pelvianos con articulaciones más cerradas conforman una extremidad posterior más larga
y producen una acción más vertical, necesaria para los caballos de doma de alto nivel.49,33
B) Vista caudal
Desde este punto de vista, debe evidenciarse una simetría bilateral entre ambas puntas de la
grupa - tuberosidades sacras, - entre las de las ancas - tuberosidades coxales - y entre las de las
nalgas - tuberosidades isquiáticas, - en relación con la posición central de la cola.
El punto más ancho de los cuartos posteriores debe ser igual a la anchura delimitada por las
babillas; pero, al contrario de lo que ocurre en las extremidades torácicas, estos miembros no
están diseñados para ser absolutamente rectos en el plano sagital, la punta del tarso, tuberosidad
calcánea, mira ligeramente en dirección medial y las lumbres de los cascos apuntan en el mismo
Dedos
El pie más correcto es aquel en el que la disposición de todos sus componentes y piezas lo hace
más eficiente, no sólo para la salud del caballo en cuanto especie evolucionada en el medio na-
tural, sino también para el rendimiento físico que el hombre espera de él, tanto puntualmente
como tomando en consideración la durabilidad del equino en condiciones saludables.61
A) Vista lateral
Observando lateralmente un dedo correctamente conformado, puede comprobarse, cuando el
animal está perfectamente cuadrado en la estación, con sus radios, carpos, metacarpos, tarsos
y metatarsos perfectamente verticales, que la línea que recorre el aspecto dorsal de la tapa en
las lumbres se continúa sin interrupción por el dorso de la cuartilla hasta el menudillo, es paralela
a la de los talones y ambas a su vez al eje podofalangiano, que no es sino la línea que une los
centros de giro de las articulaciones del menudillo, interfalangiana proximal y distal; dicho eje
es una línea recta, sin quebraduras, y los ángulos de estas tres líneas con la horizontal de apoyo
son aproximadamente, “a ojo”, unos 50º para las manos y unos 55º para los pies, aunque las
variaciones son amplias en función de la especie, la raza, el sexo, la edad, etc.
Las proporciones del casco ideal, por dar unos valores de referencia, son, aproximadamente,
también “a ojo”, una longitud de la tapa en las lumbres el doble que la correspondiente a los
talones e igual a dos tercios de la longitud palmar, y una altura del casco en las lumbres entre el
doble y el triple que la de los talones; además, debe cumplirse que el centro de giro de la articu-
lación interfalangiana distal debe proyectarse verticalmente sobre el punto medio de la longitud
del pie y que el centro de giro del menudillo debe proyectarse verticalmente sobre los talones.
Manos vs pies
Los cascos de las manos se diferencian de los correspondientes a los pies porque los primeros son
más redondeados, anchos y con menor angulación de la tapa, mientras que los segundos son
más ojivales, con los hombros más estrechos, la pared más vertical y la palma más cóncava.61
Aunque se acepta que muchos factores contribuyen al bienestar de los terneros en la ganadería
bovina comercial, (alojamiento y medio ambiente; programas nutricionales y de salud; manejo e
interacciones con el cuidador; dinámica del hato y prácticas de gestión comunes de transporte;
eutanasia, descornado y eliminación de pezones supernumerarios), la tasa de mortalidad de
los animales se considera actualmente como uno de los indicadores más importante del nivel
de bienestar, y es incluido invariablemente en los protocolos para su evaluación 1. Garantizar
y evaluar el bienestar de los terneros en las unidades de producción comerciales es un desafío
complejo, probablemente por la terminología utilizada y por los factores que contribuyen a
la evaluación del bienestar animal en los animales de granja no han sido claramente definidos
dentro de la comunidad científica.
La crianza de terneros posiblemente es la operación más trascendente en la ganadería lechera,
así como en la de engorda. La etapa de la crianza es la de mayor vulnerabilidad de los animales,
y donde se debe poner especial atención al proceso de cría, ya que el mayor índice de mortalidad
se presenta en este período, principalmente en el primer mes de vida (55% en la primera semana
de vida y entre 25 y 30% en las tres semanas posteriores); lo que se haga de forma inadecuada,
se traducirá en un impacto directo sobre la economía de la empresa 1,2,3.
La mortalidad de los terneros en la industria ganadera no sólo es relevante con respecto a la
salud y al bienestar animal, sino también para el desarrollo económico de las unidades de pro-
ducción 4. Los costos de producción de un sistema de reemplazos constituyen el rubro más
importante y costoso, solamente después de los costos de alimentación del ganado adulto.
La producción de leche y carne de bovino requiere de la crianza de reemplazos para susti-
tuir hembras adultas productoras de leche y ganado para la engorda, por lo que la mortali-
dad del ternero implica pérdidas económicas derivadas de gastos por inseminación artificial,
así como del tratamiento y la alimentación de animales enfermos o debilitados. Además,
altas tasas de mortalidad también pueden retrasar el progreso genético de las unidades de
producción, al minimizar la cantidad de hembras de reemplazo de alto valor genético y au-
mentar la necesidad de comprar animales, con todas las problemáticas que esto conlleva 2,3,4.
Diversos estudios en el mundo se han realizado para documentar las tasas de mortalidad del
ternero, así como sus principales causas y factores de riesgo, y se ha encontrado que una alta
Peso al nacimiento
El peso al nacimiento es una característica productiva de importancia económica relacionada con
la producción de leche y carne, por lo tanto influye en el mejoramiento de la productividad y es
la primera información en la vida del animal, constituyéndose el primer tabulador del potencial
de crecimiento. El peso al nacer, que es resultado del crecimiento fetal, está bajo estricto control
genético y ambiental, y debe estar dentro de un rango normal (ni muy pesado ni muy liviano),
dependiendo de la raza que le dio origen y que le permita llegar a ser productivo 5,11,24.
La cantidad de estrés es a menudo afectada por el alto peso al nacimiento, dificultad al parto y
mortalidad de terneros. La dificultad al parto se asocia con una reducción de la supervivencia
tanto de las madres como de las crías, así como una menor producción, fertilidad y longevidad
de la vaca y en general con una reducción en la salud de las vacas 5,6,9.
Estudios demuestran que pesos al nacimiento por encima del límite máximo se relaciona con par-
tos distócicos, y por debajo del límite mínimo se relacionan con partos gemelares o prematuros,
y en ambos casos, se asocia con mayor porcentaje de mortalidad en becerros 5,6.
Otros factores
Existen otros factores que pueden modificar la tasa de mortalidad del becerro. Se ha reportado
que la época de nacimiento afecta la mortalidad, disminuyendo en primavera y otoño. También
se ha encontrado que el número de parto modifica la mortalidad, incrementándose en vacas
primíparas, atribuyéndolo al incremento en el porcentaje de partos distócicos y una disminución
en la calidad del calostro. El incremento en el número de tratamientos médicos por diversas en-
fermedades también incrementa el índice de mortalidad. Se ha reportado también que el tamaño
del hato afecta la tasa de mortalidad, incrementándose en hatos grandes 1,2,4,5,9.
Consideraciones finales
Las tasas de mortalidad en becerros reportadas en diferentes regiones del mundo, así como de
diferentes rebaños dentro de un país, es muy variable. Esto significa que la mortalidad depende
de muchos factores que pueden ser específicos de la población investigada.
Si bien son necesarias las condiciones de bienestar en todas las categorías, los becerros son par-
ticularmente sensibles a condiciones ambientales y de manejo adversas incidiendo directamente
sobre las tasas de mortalidad, el desempeño productivo en la primera etapa de vida y trasla-
dándose a sus futuras etapas productivas. Ello se verá reflejado en los niveles de producción de
leche y en la eficiencia de conversión alimenticia en crías con destino a engorde y terminación.
Debe considerarse también que el nacimiento, per se, es una etapa de relativamente mayor
estrés, el cual ocasiona inmunosupresión, que hace más susceptible a la cría, lo que aumenta la
probabilidad de contraer una diversidad de enfermedades, con lo cual se incrementa considera-
blemente la probabilidad de morir. Cualquier acción o manejo encaminado a disminuir el estrés
en esta etapa, contribuirá a aumentar el bienestar de la cría y por consiguiente a disminuir las
tasas de mortalidad.
Figura 2. Principales factores que afectan la mortalidad del becerro (cortesía del Dr. Juan Carlos Hernández González).
El cuidado en la crianza de crías en el ganado bovino se centra en los factores dentro del óvalo,
con lo que se previene y/o evita la muerte de la cría por los factores externos al óvalo, los cuales
frecuentemente provocan la muerte de la cría en la mayoría de los casos, durante la etapa neonatal.
Soriano Robles R.
Arias Margarito L
Almaraz Buendía I.
Del Razo Rodríguez O. E.
Espinosa Muñoz V.
Sustentabilidad
La Comisión de las Naciones Unidas Sobre Medio ambiente y Desarrollo (también conocida como
ONU-CMMAD por sus siglas en español y UN-WCED por sus siglas en inglés o también identifi-
cada como la comisión Bruntland) estableció en 1987 que el desarrollo sustentable es aquel que
nos permite satisfacer las necesidades básicas de la presente generación sin comprometer las
posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades. Esta definición surge porque
el mundo está sumergido en una crisis ambiental, social y económica sin precedentes. Ambien-
tal por el deterioro de bosques, cuerpos de agua y la atmósfera. En lo social por el crecimiento
desmedido de la población y la pobreza que aqueja a amplias regiones del mundo. Económica
porque constantemente vivimos crisis económicas que detienen el desarrollo de los países.1
En el terreno de las ciencias agropecuarias y la producción agrícola y animal se observa que el
mundo y la ciencia pueden, de la mano de los productores, hacer grandes contribuciones para
combatir el hambre y la desigual repartición de la riqueza a nivel mundial. También pueden con-
tribuir a que las poblaciones humanas alcancen mejores niveles de calidad de vida y finalmente las
prácticas agropecuarias bien hechas pueden ayudar a preservar el medio ambiente y sus recursos.
Uno de los objetivos principales del desarrollo sustentable es promover la creación o la modifica-
ción de los sistemas agroalimentarios para obtener alimentos de tal manera que su producción
sea económicamente viable, de bajo impacto ambiental y socialmente aceptable. Parte de los
alimentos que se producen en el mundo proviene de los sistemas de producción animal y muchos
de estos de los sistemas llamados tradicionales. A este respecto, la cumbre del milenio establece
que entre sus recomendaciones para alcanzar las metas de reducir el hambre en el mundo se
encuentran el movilizar el conocimiento de las universidades hacia los pequeños productores
tradicionales, trabajar participativamente con ellos en la búsqueda de soluciones y buscar un me-
jor aprovechamiento de los recursos naturales en la sustentación de los sistemas de producción
animal tradicionales, sobre todo los que se fundamentan en el pastoreo.
Bienestar animal
Todas las personas que emplean animales tienen deberes en relación con su bienestar. Se de-
berán tomar medidas para reducir al mínimo el dolor, la ansiedad y el estrés experimentado
por los animales durante su vida para asegurar al máximo su bienestar mediante el uso de un