Está en la página 1de 3

Serie Navidad 2/5 La verdadera Navidad

La Navidad que nos regalo Isaías

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su


hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6)

Esta es verdaderamente una de las profecías más asombrosas jamás dadas. Sin
duda, en referencia al nacimiento de Jesús prometido a la humanidad y la
razón de nuestra predicación sin duda Dios revelo a través Isaías.

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz un
hijo, y le pondrá por nombre Emanuel” (Isaías 7:14).

El niño que nace es el ser humano Jesús que vino a este mundo como un
bebé, mientras que el Hijo dado es la Segunda Persona eternamente
engendrado por la Divinidad.

Emanuel es el nombre terrenal elegido por Dios para su Hijo y retrata el


carácter del Niño, que significa “Dios con nosotros” o “Dios está entre
nosotros.”

Ahora, Isaías describe los nombres divinos que sólo pueden ser verdaderos de
Dios – Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Se
presenta la persona del Mesías como el de un hombre, porque él era un
descendiente de David, pero Él era Dios también.

La cual es importante conocer y recordar ya que actualmente nuestra sociedad


no toma en cuenta en estas fechas ocupando su mente en cosas que no tienen
valor. Veamos el contenido de lo dicho por Isaías y También Miqueas.

Porque un niño nos es nacido: El propósito de la venida de Cristo fue para


“nosotros” en beneficio de todos aquellos que lo aceptan como su Señor y
Salvador. Isaías vio la oscuridad y la tristeza de la nación, y vio también el Hijo
que nacería para eliminar esa oscuridad, e iluminar al mundo.

Hijo nos es dado: Desde la eternidad Dios planeó para “dar” a su Hijo como
propiciación por nuestros pecados. Jesús es el Hijo de Dios y Él existió
eternamente como el Hijo. El Mesías es muchas veces representado como
habiendo sido dado o enviado, o como el regalo de Dios, como se señala en
Hechos 4:12; Juan 3:16; Efesios 1:22; Juan 17:4. El Mesías era
preeminentemente el regalo de Dios para nosotros. El hombre no tenía ningún
derecho sobre Él, y Dios dio voluntariamente Su Hijo como sacrificio por los
pecados del mundo.
Y el principado sobre su hombro: Jesús reinará como Rey de reyes y Señor de
señores y el gobierno del mundo entero estará sobre sus hombros.

Y se llamará Admirable, Consejero: Jesús es nuestro “Maravilloso Consejero”,


nuestro Ejemplo perfecto y el Maestro infalible. Él muestra y nos dice qué
pensar y cómo vivir, y Él nunca se equivoca, porque en Él “están escondidos
todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Colosenses 2:3). El
testimonio, incluso de sus enemigos, fue que “¡jamás hombre alguno ha
hablado como este hombre!” (Juan 7:46)

Y se llamará su nombre… Dios fuerte: La pregunta que pueda surgir es cómo el


Hijo también podría ser “El Padre eterno.” En realidad, esta frase también
podría ser traducido como “Padre de la eternidad”, que nos recuerda que el
Hijo eterno fue el Creador del tiempo, así como del espacio y la materia y de
hecho, de todas las cosas (Juan 1:3; Colosenses 1:16). En el insondable, y sin
embargo glorioso misterio de la Trinidad, el Señor Jesús señaló también que
“Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30). Él es Dios Todopoderoso “porque en
Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.” (Colosenses 2:9)

Y se llamará su nombre… Padre eterno: Destacando su deidad absoluta y


eterna, así como su omnipotencia y la unidad del Padre y del Hijo en la Divina
Trinidad.

Y se llamará su nombre… Príncipe de Paz: Lo que indica que Él es el primer


líder que traerá verdadera paz al mundo. Él es el gran Pacificador (Mateo 5:9),
“haciendo la paz mediante la sangre de Su cruz”. (Colosenses 1:20)

Jesús trae la paz de la mente a sus seguidores porque el Señor Jesús “guardará
en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Él persevera; porque en Él ha
confiado” (Isaías 26:3). Y cuando Él regresa, Él traerá la paz al mundo como
“Príncipe de Paz”, porque la paz va a caracterizar su reinado sobre la tierra.

Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y


sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde
ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. (Isaías 9:7)

Luego que Isaías profetizo el nacimiento de Jesús otro profeta escogido por
Dios anuncia el lugar donde nacería si queremos encontrar verdades las
escrituras son claras

Miqueas, profetizando en el siglo VIII a.C., predijo: “Pero de ti, Belén Efrata,
pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus
orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales”.
Aunque los judíos, como nación, no lo aceptaron como su gobernador, la
profecía dice que «gobernará a Israel». Esto ocurre ahora espiritualmente con
quienes lo aceptan voluntariamente como Mesías y ocurrirá literalmente en su
Segunda Venida.

Durante este tiempo de año, déjenos reflejar que Dios mismo es el gran
signo a Israel y a todo el mundo. La actitud de hombres y mujeres a Dios,
en Cristo, es que revelan el estado de sus corazones y sellan su eterno
destino, si a la vida eterna o para siempre separado de Dios.

Confiamos que usted tomará una decisión para Jesucristo y vida eterna.

También podría gustarte