Está en la página 1de 5

INCIDENCIAS DEL DISCURSO CONTEMPORANEO SOBRE EL CUERPO:

¿NUEVAS SEGREGACIONES?

Autores: Fabiana Frattini, Bettina Quiroga, Julio Riveros, Ana Setton

Finalmente, ninguna transparencia, ninguna


desvergüenza, ninguna desnudez logrará jamás
mostrar el fondo último del sexo, que es esa
ausencia dejada por la escritura que falta: la de la
relación sexual en el inconsciente.
Gustavo Dessal

Al pensar las nuevas sexualidades ¿se trataría de nuevas segregaciones/ identidades


sexuales o de un saber hacer ligado a la singularidad?

Incidencias del discurso contemporáneo sobre el cuerpo

El discurso premoderno ubicaba lo real en la naturaleza. Se trataba de un real ordenado


por la conjunción de lo simbólico y lo real: “según la tradición más antigua, todo orden
en lo humano debía imitar el orden natural... la familia como formación natural servía
de modelo a la puesta en orden de los grupos humanos, y el nombre del padre era la
clave de lo real simbolizado” (Miller, 2012, p. 428).

En la modernidad, a partir de Galileo que sostiene que “la naturaleza está escrita en
lenguaje matemático” (Miller, 2012, p. 431), el discurso científico hace que lo real de la
naturaleza mute.

Bajo el discurso contemporáneo, en tanto articulación del discurso capitalista, el


neoliberalismo, el discurso de la ciencia y la tecnología, se produce un nuevo real, un
real emancipado de la naturaleza, quiebre absoluto entre naturaleza y real. Desde el
psicoanálisis Lacan sitúa un real que no es el de la ciencia. Real contingente, azaroso, en
el cual la ley natural de la relación de los sexos falta, “lo real es sin ley” (Lacan, 2006,
p.135). “Es un agujero en el saber incluido en lo real” (Miller, p. 435 ,2012).

En este marco, Osvaldo Delgado propone “el empuje a la literalidad” (Delgado, 2016)
como rasgo de época y sus consecuencias. Una de ellas es el empuje al goce que
produce una degradación de la trama deseo-goce-amor, promueve un empuje, un
imperativo de goce que segrega el “no hay relación sexual”, sosteniendo que hay
identidad sexual. Posición que se funda en la segregación de la división estructural -
propia del sujeto - y que en el intento de suturarla desconoce lo imposible de dicha
sutura. Rechazo y segregación del inconsciente, que pretende evitar la irrupción de lo
real. lo que precipita e impone nuevos significantes amo y prácticas sobre los cuerpos.
Dicho empuje implica hacer equivaler identidad sexual con anatomía del cuerpo.
Anatomía a expensas de intervenciones sobre lo real del cuerpo (cirugías estéticas,
prótesis, etc.)

El Cuerpo del psicoanálisis y su real

El encuentro de Freud con la histeria dejó un saldo fundamental: el estatuto de cuerpo


para el psicoanálisis. El cuerpo de la histeria es representación y satisfacción pulsional
paradojal.

En Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa (Freud, 1994, p. 183),


Freud le da importancia a la anatomía como posibilidad de alcanzar la satisfacción
sexual, tomando el dicho de Napoleón “la anatomía es el destino”, al mismo tiempo
plantea que no alcanza con la genitalidad y el amor. Sosteniendo que las pulsiones pujan
por satisfacerse y están ahí desde siempre, nada prescribe la relación entre los sexos, el
objeto sexual puede ser cualquiera.

Entonces, cuando Freud parafrasea a Napoleón refiriéndose a las morfologías


anatómicas y sus cortes, interpreta ese destino como aquel que alberga las investiduras
libidinales constituyendo esa anatomía-organismo, un cuerpo de goce organizado por
bordes y orificios en consonancia con la pulsión, un cuerpo atravesado por el lenguaje.
Freud ubica que el cuerpo como totalidad se monta sobre el cuerpo fragmentado, el
cuerpo de las pulsiones parciales. De allí que tener un cuerpo implica necesariamente
operaciones, que en la teoría freudiana ubicamos en el narcisismo y las identificaciones.

Lacan plantea que el encuentro del significante con el cuerpo siempre es contingente,
marca fundante, y en su relectura del texto freudiano agrega:

Freud nos dice - la anatomía es el destino. Como ustedes saben, he llegado


a alzarme en determinados momentos contra esta fórmula por lo que puede
tener de incompleta. Se convierte en verdadera si damos al término
anatomía su sentido estricto y, por así decir, etimológico, pone de relieve
la anatomía la función del corte. Todo lo que conocemos de la anatomía
está ligado, en efecto a la disección. El destino, o sea, la relación del
hombre con esa función llamada deseo, sólo se anima plenamente en la
medida en que es concebible el despedazamiento del cuerpo propio, ese
corte que es lugar de los momentos electivos de su funcionamiento.
(Lacan, 2007, p. 256).

Con el Lacan de los años´70 se introduce una nueva perspectiva, la llama


acontecimiento de cuerpo, acontecimiento de goce. No hay cuerpo sin lenguaje, es lo
que se desprende de su afirmación en el seminario El sinthome: “las pulsiones son el
eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir” (Lacan, 2006, p. 18). Lacan lee el
síntoma como acontecimiento de cuerpo, marcas de lalengua que perturban el
organismo. Si el sujeto es capaz de leer estas huellas hace síntoma. Es la incidencia de
lalengua en el ser hablante, con más precisión en su cuerpo. Y hablar con su cuerpo es
lo que caracteriza al parlêtre, que introduce así un goce hétero. Nombrar al cuerpo
como propio conlleva su envés: el cuerpo como ajenidad.

Ubicamos a partir de lo desarrollado un goce irreductible, que va más allá de la lógica


fálica. El goce femenino, alteridad radical, que es el goce como tal. De eso trata el
psicoanálisis, en un contexto donde la lógica binaria aún opera.

Las formas del goce “queer”, ¿identidad sexual o saber hacer?

Las inconsecuencias, extravagancias y


locuras de los hombres aparecerían así bajo
una luz semejante a la de sus perversiones
sexuales; en efecto: aceptándolas, ellos se
ahorran represiones.
Sigmund Freud

Las coordenadas de la contemporaneidad están marcadas por la declinación del


nombre del Padre y del falo como simbolización de lo real que ordenaba la libido. En
ese contexto, en tanto psicoanalistas nuestro horizonte se orienta hacia una lectura que
haga lugar a la singularidad, bajo la orientación de la reducción del real contingente
emancipado del sentido. Se trata así de abordar lo femenino, tanto para hombres como
para mujeres, más allá de la lógica fálica. Eso nos permite pensar que “el goce del
Uno-solo es queer1 por definición…por su misma singularidad” (Bassols, 2018, pp. 87-
88).

1
Según Wikipedia “es un término global tomado del inglés y que define el adjetivo como «extraño» o
«poco usual». Para ampliar ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Queer
En ese sentido, y retomando nuestra pregunta inicial sobre los nuevos modos de
presentación de la sexualidad ¿se trataría de nuevas segregaciones/identidades sexuales
o de un saber hacer ligado a la singularidad?, la respuesta no será unívoca. Bassols nos
orienta con su afirmación:

“Cada forma de goce tomada en su singularidad es, de hecho, un goce queer, torcido
en relación a la norma fálica. Y no por su diferencia significante sino por su misma
singularidad. Estudiar estas formas del goce queer es el reto que debe afrontar cada
estudio singular de lo femenino” (Bassols, 2018, p. 88).

En el mismo sentido, la ética del psicoanálisis, su clínica del caso por caso que no
establece una solución válida para todos, posibilita la lectura de las modalidades de
vivir la pulsión en nuestra época (Delgado, 2016).

A modo de conclusión, sostenemos que nos concierne a nosotros en tanto practicantes


del psicoanálisis, no ceder frente a la ética del deseo limitando el goce mortífero de esta
nueva razón del mundo que libera a mansalva una pulsión de muerte que urge volver a
ligar. En ese sentido "la escritura que falta: la de la relación sexual en el inconsciente" a
la que refiere Dessal (Dessal, 1998, p. 17), nos convoca a un deliberado rescate de la
dimensión de la metáfora en el cristal de la lengua. En eso estamos.

Bibliografía

Bassols, M., “El goce es queer por definición. Tres preguntas a Miguel Bassols, por
Paula Gil., en: Feminismos. Variaciones. Controversias, Colección Orientación
Lacaniana, Buenos Aires, EOL- Grama, 2018.
Dessal, G., Prólogo, en El cuerpo pornográfico de Silvia. Ons, Buenos Aires, Paidós,
2018.

Delgado, O., “Nuevas sexualidades – nuevas segregaciones”. Curso inédito dictado en


la Maestría en Clínica Psicoanalítica - UNSAM, Buenos Aires, 2016.
Freud, S., “El sepultamiento del complejo de Edipo” (1924). En: Obras Completas Vol.
XIX. Buenos Aires, Amorrortu, 1993.
Freud, S., “Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa” (1912). En:
Obras Completas Vol. XI. Buenos Aires, Amorrortu, 1994.

Freud, S., “Neurosis y Psicosis” (1924) en Obras Completas, Vol. XIX, Buenos Aires,
Amorrortu, 1990.

Lacan, J., El Seminario Libro 10 La Angustia, (1962-1963). Buenos Aires, Paidós,


2007.

Lacan, J., El Seminario Libro 20 Aún, (1972-1973). Buenos Aires, Paidós, 2006.
Lacan, J., El Seminario Libro 23 El sinthome, (1975-1976). Buenos Aires,
Paidós, 2006.

Miller, J.-A., Piezas sueltas (2004 - 2005), Buenos Aires, Paidós, 2013.

Miller, J.-A., El orden simbólico en el siglo XXI, Buenos Aires, GRAMA ediciones,
2012.

También podría gustarte