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Estimado Germán

Le escribo para acercarle un comentario del libro El nihilismo*, del


filósofo italiano Franco Volpi. Resumo brevemente el primer capítulo y
una alusión mínima al Cap. 2:

“Entre el hombre y la nada se atraviesa la sombra de Dios”.

Es una cita de Nicolás Gómez Dávila con la que Volpi inicia el Cap 1,
"Itinerarium mentis in nihilum" - Hacia una historia del
concepto y del problema.

Recorto los nudos importantes del texto a modo de una presentación,


a saber:

"El hombre se encuentra en una situación de incertidumbre y


precariedad. Su condición es similar a la de un viajero que por largo
tiempo ha caminado sobre una superficie helada, pero que con el
deshielo advierte que el banco de hielo comienza a moverse y se va
despedazando en miles de placas. La superficie de los valores y los
conceptos tradicionales está hecha añicos, y la prosecusión del
camino resulta difícil."

Como término, nihilismo aparece entre los Siglos XVIII y XIX en el


pensamiento europeo, especialmente en el contexto del idealismo
alemán y emerge como problema propiamente dicho en el Siglo XX.
Ya Nietzsche consideraba el nihilismo como "el más inquietante de los
huéspedes". Pero, ¿qué es el nihilismo?

Volpi nombra a Nietzsche como el primer gran teórico y profeta del


nihilismo. En 1887 escribe:

"Nihilismo: falta el fin; falta la respuesta al '¿para qué?'; ¿qué


significa nihilismo? Que los valores supremos se devalorizan.",
(Escritos póstumos, 1887).

La profecía de Nietzsche se ha cumplido, el fuego que él encendió se


extiende ahora por todas partes. No es un mero episodio, forma parte
del aire que ahora respiramos. Desde el punto de vista etimológico,
nihilismo indica un pensamiento obsesionado por la nada. Luego,
autores más antiguos bordearon la cuestión, por ejemplo Gorgias y
Diógenes Aeropagita. En el Medioevo, Frediguso de Tours, Meister
Eckhart, incluso Juan de la Cruz y Angelus Silesius.

Volpi repasa el planteo de estos autores, nombra a Leibniz, Francisco


Sánches, Leopardi, Goethe y Anaximandro. Un arco extenso, desde
donde se puede explorar la genealogía del problema, a veces
insinuado y otras explicitado en aserciones y sentencias. En la
tradición, la nada en tanto objeción al ser siempre fue problemática.

En consecuencia, la filosofía no puede eximirse de explorar la nada. Y


si el filosofar implica la pregunta del ser en tanto que ser, debe
deslindar su contrario, es decir la nada, para lograr su cometido. Este
deslindar no es sin el énfasis que introduce Heidegger en su
Nietzsche:

"La piedra de toque más dura, pero también menos engañosa, para
probar el carácter genuino y la fuerza de un filósofo es la de si
experimenta súbitamente y desde los fundamentos la vecindad de la
nada en el ser del ente. Aquél al cual esta experiencia lo obstaculiza,
está definitivamente y sin esperanza fuera de la filosofía."

Dicho esto, Volpi convoca a restringirse al nihilismo en sentido


estricto, como concepto y como problema, y el hilo conductor que
elige es el de la historia del concepto y del problema para concluir el
capítulo de este modo: "Alimentamos con respecto al nihilismo la
misma convicción que vale para todos los verdaderos problemas
filosóficos: no tienen solución sino historia."

En el Cap. 2, sigue el hilo de Dostievsky y Nietzsche, tomando como


punto de partida a Iván Turgueniev, pero para develar su dudosa
paternidad sobre el concepto.

Por tanto, esta breve síntesis de los inicios de El nihilismo, quizás


invite a la lectura para seguir lo que introdujo sobre el concepto y su
dimensión problemática, tal como quedó expuesto en su última clase.

Muy cordialmente,

Julio Riveros

23/07/18

* Volpi, F., El nihilismo, Editorial Biblos, Bs. As., 2005.

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