Está en la página 1de 2

Nombre: Juan Camilo Chaves Morillo.

217051106
La dura indiferencia que enfría a los indígenas Colombianos.
Colombia se autoproclama a sí misma como una nación pluriétnica y multicultural,
y ello se ve respaldado dentro de numerosos textos constitucionales que hacen
hincapié en la intención del estado por proteger a las comunidades minoritarias. Sin
embargo, es difícil ver plasmada aquella protección dentro del campo de la
efectividad, así, es común ver numerosos atropellos hacia los componentes de la
diversidad cultural del país, y más que nada, a los indígenas, puesto que son los
más numerosos, pero a su vez, los que más azotados se ven por una cultura de la
indiferencia que se ha encargado de poco a poco, ir reduciendo el amplio espectro
de su cultura a espacios muy confinados dentro del territorio nacional, conflicto que
a su vez se ve catalizado por intereses cruzados, el expansionismo constante e
indolente, la búsqueda incansable y destructora por los ‘’recursos’’, pero más allá
de ello, los meros intereses caprichosos de sectores con poder que ven en sus
manos las oportunidades para amasar fortunas aún más grandes mediante la
represión y sometimiento a una ancestral sabiduría, que deja en evidencia que la
protección escrita en un papel muchas veces no es suficiente, puesto que la
violencia, la indolencia, y la indiferencia es algo arraigado al ser humano.
¿Que es lo que sucede, sin embargo?, es fácil determinar las víctimas y los
motivantes de los actores que fungen en este caso como los dominantes en el
conflicto, aquellos que ostentan el poder suficiente para desplazar años de usos y
costumbres en favor de los resultados de la minería, de la extracción petrolera, o de
mega construcciones de dudosa procedencia, pero lejos de ello, nunca se ha notado
que el principal factor que promueve toda la situación problemática, es el poco
reconocimiento interno, que se le dan a las comunidades indigenas, sólo por el
hecho de serlo, de constituir un vistoso panorama que ayudaría a distinguir un país
mucho más alegre y colorido de aquellos en los cuales el color abundante es el gris
y la monotonía de una vida rutinaria, de aquellos en los cuales la historia de sus
minorías ya terminó hace tiempo en lugar de edificarse y enriquecerse conforme
pasa el tiempo.
Esta infravaloración solamente deviene en un montón de contradicciones, puesto
que en muchos casos simplemente dan a entender la negación hacia los vínculos
que una vez se tuvo con ellos, y así mismo, la negación de las propias raíces de lo
que hoy se conoce como civilización. Destruir y perseguir entonces, como se está
haciendo de manera paulatina, a los indígenas devendrá en la eventual destrucción
misma de la propia identidad del país, en la entrada a una época oscura donde
solamente regiría una forma de ver el mundo, solamente existiría un propósito para
la mera existencia, y más que nada, una realidad alternativa y aterradora en donde
la poca conciencia ecológica se habrá desvanecido. Bajo este rumbo, es bien sabida
la conexión tan cercana que poseen los indígenas con su territorio, y en sí, con la
misma naturaleza. Es muchas veces bajo sus resguardos que se puede conservar
gran parte de la biodiversidad colombiana, que decrece de manera inversamente
proporcional a la manera en la cual la ambición monetaria crece, siendo así los
activistas indígenas, por lo general, los primeros en salir en defensa por la ecología
del país, y por esta razón, son también, los primeros en ser asesinados de manera
selectiva por oponerse a intereses opuestos.
Queda entonces preguntarse, ¿Quién es el verdadero protagonista de la historia, si
el sujeto civilizado, o el ‘’salvaje indígena’’?, sabiendo que, sin estas comunidades,
no existiría alguna historia para contar, no existiría diversidad para observar, no se
contaría, bajo ningún contexto, con algún ecosistema sin intervenir por completo,
que sin ellos, el país se convertiría en una mera planicie sin alguna identidad de la
cual jactarse, de la cual devenga alguna tradición de compartir los conocimientos,
las cosmovisiones de aquellos sabios ancestrales, la generación de un país sin
mayor atractivo alguno.

También podría gustarte