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JUAN VELASCO ALVARADO

(Piura, 1910 - Lima, 1977) Militar y político


peruano que presidió el país al frente de una junta
militar (1968-1975), tras derrocar en un golpe de
Estado al presidente Fernando Belaúnde Terry
(1963-1968).

Juan Velasco Alvarado cursó sus estudios


secundarios en el colegio San Miguel de Piura.
Ya en Lima, ingresó en la Escuela Militar de
Chorrillos tras aprobar los exámenes respectivos.
En 1934 egresó como subteniente de infantería.
Como militar, recorrió la entera geografía
peruana, y fue además agregado militar en
Francia. En enero de 1968, bajo la presidencia
de Fernando Belaúnde Terry, fue nombrado
comandante general del Ejército y presidente del
Comando Conjunto.

Ocupando tales cargos, el 3 de octubre de ese año Velasco dio un golpe de


Estado, derrocó a Belaúnde e inició el denominado gobierno revolucionario de
la Fuerza Armada. Este gobierno emprendería profundos cambios, desde la
reforma agraria o educativa al redimensionamiento del Estado y de las
estructuras de poder.

Apoyándose en los estamentos nacionalistas del Ejército y en la burguesía,


Juan Velasco Alvarado llevó a cabo una política reformista de carácter
antiimperialista. Nacionalizó las empresas petrolíferas norteamericanas y
británicas, y en 1970 realizó importantes reformas agrarias que le enfrentaron
con el APRA. También reformó el poder judicial, la banca, la minería y la
industria, pretendiendo una mayor participación popular en la vida económica y
política del país.

En 1972 reanudó relaciones con la Cuba de Fidel Castro. Su gobierno desató


críticas de la izquierda, que consideraba sus reformas insuficientes, y de los
militares, que estimaban injusta su política de nacionalizaciones. A partir de
1973, y a raíz de la amputación de una pierna, empezó a menguar su capacidad
de mando en el gobierno de la República.
El 29 de agosto de 1975 fue relevado de la presidencia por un movimiento
institucional encabezado por el general Francisco Morales Bermúdez (1975-
1980), quien hasta entonces ocupaba el cargo de primer ministro; con el
mandato de Morales Bermúdez se iniciaba la segunda parte del «docenio
militar» (1968-1980), que concluiría en 1980 con el retorno a la democracia.
Juan Velasco Alvarado murió en Lima el 24 de diciembre de 1977, a los 67
años de edad. Su sepelio fue uno de los más multitudinarios que se recuerdan
en el Perú de las últimas décadas.

FERNANDO BELAÚNDE TERRY


político peruano que fue dos veces Presidente de la República (1963-1968 y
1980-1985). Realizó sus estudios primarios
en el Colegio La Recoleta de Lima. Entre
1924 y 1930 cursó la enseñanza
secundaria en París, adonde había sido
deportado su padre por el gobierno del
presidente Augusto Leguía. Luego estudió
arquitectura en la universidad
estadounidense de Austin (Texas), por la
que se graduó en 1935.
De vuelta a Perú se dedicó a la vida
académica, a divulgar las nuevas corrientes
urbanísticas y a impulsar la
profesionalización de la arquitectura en
Perú. Para ello fundó la revista El
Arquitecto Peruano en 1937, así como la
Asociación de Arquitectos del Perú y el
Instituto de Urbanismo del Perú, que años
después sería incorporado a la entonces Escuela Nacional de Ingenieros.
Durante el gobierno de José Luis Bustamante y Rivero fue elegido diputado,
cargo que ejerció hasta octubre de 1948, cuando se produjo el golpe de Estado
del general Manuel A. Odría. Como muchos de sus contemporáneos, fue un
firme opositor a la dictadura odriísta, razón por la cual, con el apoyo de un grupo
de sus estudiantes universitarios, conformó el Frente de Juventudes
Democráticas en 1955, con el fin de lanzar su candidatura para las elecciones
presidenciales del año siguiente.

Su candidatura fue cuestionada por el Jurado Nacional de Elecciones, pero en


una jornada cívica conocida como el “Manguerazo” por la represión sufrida ante
la policía que utilizó carros lanza-aguas, logró el reconocimiento de su
candidatura. Aunque fue derrotado por Manuel Prado y Ugarteche, quedó en un
expectante segundo lugar que lo ubicó en el centro del espectro político
nacional.

Convencido de sus posibilidades para lograr en una próxima convocatoria la


presidencia de la República, en junio de 1956 convirtió el Frente de Juventudes
Democráticas en el partido Acción Popular. De esta manera, Acción Popular
pasó a formar parte de una nueva generación de partidos políticos (junto con la
Democracia Cristiana y el Movimiento Social Progresista) formados a partir de
las experiencias desarrolladas durante el gobierno del Frente Democrático
Nacional y la oposición a la dictadura de Odría.

Para afianzar sus posibilidades presidenciales inició un recorrido por el interior


del país, periplo que lo llevó hasta las zonas más alejadas. A partir de sus
impresiones y notas de viaje por las diversas regiones, fue elaborando las bases
ideológicas del nuevo partido (condensadas en la frase “El Perú como
doctrina”), cuyo objetivo principal era emprender la realización de obras públicas
por medio del trabajo comunitario de los pueblos, recogiendo de esta manera la
experiencia histórica del pasado incaico. Dicho reconocimiento se resumiría
más adelante en la frase “El pueblo lo hizo”.

Belaúnde se presentó por segunda vez como candidato en las elecciones


generales de 1962, que se vieron frustradas por serios cuestionamientos de
fraude; Acción Popular participó activamente en esa campaña, que requirió
finalmente intervención militar. Al año siguiente, con el apoyo electoral de la
Democracia Cristiana, venció en las nuevas elecciones generales.

Fernando Belaúnde asumió la presidencia el 28 de julio de 1963 en medio de


una gran expectativa popular, contando con el apoyo de la Iglesia, las Fuerzas
Armadas y los más importantes medios de prensa; prometió realizar en los
primeros cien días las reformas más importantes que el país esperaba. Sin
embargo, no contaba con mayoría parlamentaria, que estaba en manos de la
alianza prooligárquica entre el Partido Aprista Peruano y la Unión Nacional
Odriísta. De esta forma, entre las trabas impuestas por dicha mayoría y las
dudas del presidente, las reformas no fueron realizadas plenamente.

Su gobierno se caracterizó sobre todo por la realización de importantes obras


públicas, especialmente en las áreas de viviendas y comunicaciones; en este
último terreno destacó el inicio de la construcción de la Carretera Marginal de la
Selva, que unió la costa con las alejadas provincias del oriente peruano,
especialmente San Martín, que se convirtió en un importante polo de desarrollo
regional.

Muchos pequeños y medianos proyectos fueron realizados por intermedio de


Cooperación Popular, contando con el aporte del trabajo comunitario de sus
beneficiarios y el apoyo de jóvenes universitarios. Pero también existieron
factores internos del gobierno que explican el fracaso del proyecto reformista:
la devaluación monetaria de 1967, las denuncias de contrabando contra
importantes funcionarios del gobierno, las denuncias contra el arreglo con la
International Petroleum Company por los yacimientos petrolíferos de La Brea y
Pariñas, y sobre todo la falta de firmeza política frente a sus opositores.

En medio de la decepción de los que inicialmente los apoyaron y previniéndose


una victoria electoral de la oposición en las elecciones de 1969, el general Juan
Velasco Alvarado encabezó un golpe de Estado la noche del 3 de octubre de
1968. Durante el largo destierro (de 1968 a 1977) que siguió a su derrocamiento,
sobrellevado principalmente en Estados Unidos, ocupó cátedras como profesor
invitado en las universidades de Harvard, American, Johns Hopkins, Columbia
y George Washington. Regresó a Perú en 1977, cuando fueron convocadas
elecciones para una Asamblea Constituyente en 1978 y elecciones generales
para 1980.

En las elecciones generales de 1980 fue elegido para un nuevo período


presidencial. A pesar de sus orígenes reformistas, la política del gobierno fue la
de continuar desmantelando las reformas realizadas por el general Juan
Velasco Alvarado, tarea que ya había sido iniciada por el general Francisco
Morales Bermúdez. Las medidas fueron inicialmente democráticas: se
convocaron elecciones municipales (suspendidas durante el régimen militar) y
se devolvieron los diarios a los propietarios expropiados en 1974.

En el campo económico, aunque mantuvo el control preponderante del Estado


en la economía, inició un moderado proceso de privatización de las empresas
públicas, especialmente en el campo de la banca, la minería y el petróleo.
Pronto la inflación, la devaluación paulatina de la moneda y el incremento de la
deuda externa se convirtieron en los principales problemas económicos.

El fenómeno subversivo que surgió paralelo a su gobierno, expresado en el


Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL), fue asumido
inicialmente con escepticismo, lo que contribuyó a la expansión del movimiento.
A fines de 1982, Belaúnde ordenó la intervención militar para combatir al
terrorismo, que vino emparejada con la aplicación de una estrategia de “guerra
sucia” y de violación de los derechos humanos con muy pocos resultados
patentes. A pesar de ello y de los efectos desastrosos del Fenómeno del Niño
en 1983, continuó su política de obras públicas, especialmente en lo referido a
la educación, vivienda y carreteras. El desprestigio de su segundo gobierno se
expresó en el escaso apoyo electoral a su partido en las elecciones de 1985.

Una vez concluido su mandato, no volvió a presentarse como candidato a la


presidencia, pero se mantuvo en la escena política como un punto de referencia
de opinión con respecto a los problemas que aquejaban al país y a las diversas
coyunturas políticas. En 1987 se opuso a la estatificación de la banca planteada
por el entonces presidente Alan García Pérez, del Partido Aprista Peruano, y
fue uno de los más firmes impulsores de la formación de una alianza electoral
para las elecciones generales de 1990 que llevó como candidato al
escritor Mario Vargas Llosa, incluso con la oposición de algunos sectores de su
partido. Este frente estuvo conformado, además de por Acción Popular, por el
Partido Popular Cristiano, la Convergencia Democrática y el Movimiento
Libertad. Derrotados por el ingeniero Alberto Fujimori, de la formación Cambio
90, se mantuvo en una cauta oposición frente a su régimen, a pesar de las
constantes denuncias de ilegalidad y autoritarismo.
Senador vitalicio por mandato constituyente y presidente del partido Acción
Popular, estuvo casado con Carola Aubry, con la que tuvo tres hijos y de la que
se divorció en 1963. Más tarde contrajo matrimonio con Violeta Correa. Además
de una recopilación de sus discursos presidenciales durante su segundo
mandato, publicó diversas obras a lo largo de su vida: La conquista del Perú por
los peruanos (1959),Pueblo por pueblo (1960) y Carretera Marginal de la
Selva (1967), además de un libro autobiográfico titulado Autoconquista del
Perú.

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