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Bonos y obligaciones

Mientras los títulos de deuda pública son emitidos por un Gobierno u organismo público, la renta
fija privada representa deudas de empresas privadas, por lo que su riesgo y rentabilidad
dependerán de la calidad de la empresa.

Definición

Los bonos y obligaciones son títulos que representan una parte de una deuda, a favor de su
tenedor, y emitida por una entidad para la financiación de un proyecto. Los títulos de renta fija
privada son emitidos por empresas privadas. Su rentabilidad y riesgo previstos tienen que ver con
la calificación crediticia del emisor, como se explicó en la introducción de esta sección, y también
con el plazo de reembolso y los tipos de interés.

En España, cuando estos títulos se emiten a menos de cinco años se denominan bonos y cuando se
emiten a plazo superior se denominan obligaciones. El plazo de reembolso es la única diferencia
entre un bono y una obligación. En otros países, el término “bono” es genérico para todos los
plazos de vencimiento.

Rendimiento:

Los bonos y obligaciones de renta fija admiten varias modalidades de rentabilidad:

Percepción de rentas periódicas (el pago de intereses periódicos, o cupones, a lo largo de la vida
del título)

Descuento (percepción de valor nominal a su vencimiento, mayor que su precio de adquisición)


Percepción de cupones más un cantidad adicional (prima de reembolso)

Descuento más cupones

Descuento más cupones más prima de reembolso

Otras combinaciones.

Tipos de bonos y obligaciones

Bonos y obligaciones simples: Son los tradicionales que hemos visto en los ejemplos. Tienen una
rentabilidad prefijada para la vida del título que se paga mediante cupones periódicos. Su riesgo y
rentabilidad dependerá de la calidad de su emisor (calificación crediticia), su plazo y los tipos de
interés.

Bonos y obligaciones cupón cero: En vez de pagar cupones, se abonan los intereses al vencimiento,
junto con el principal (capital inicial invertido). Es decir, su valor de reembolso es mayor que su
valor nominal.

Bonos y obligaciones emitidos al descuento: Son los que descuentan los intereses en el precio de
adquisición. Es decir, su precio de adquisición es inferior a su valor de nominal, por lo que la
ganancia se produce en el momento de su reembolso (es el mismo funcionamiento que las Letras
del Tesoro y los pagarés de empresas). En este caso, se dice que tiene un rendimiento implícito. A
este instrumento se le conoce también como “cupón cero emitido al descuento”.

Bonos y obligaciones subordinados: Tienen un funcionamiento igual que los bonos simples, pero
en caso de quiebra o suspensión de pagos del emisor, el derecho de sus tenedores sobre los
activos de la empresa está detrás del derecho de los acreedores comunes (como los tenedores de
bonos simples). Se puede decir que tienen mayor riesgo de crédito que un bono simple y, por lo
tanto, suelen ofrecer mayor rentabilidad.

Bonos convertibles y/o canjeables: Confieren a sus tenedores el derecho a cambiarlos por acciones
de la empresa en una fecha determinada. Pagan intereses mediante cupones periódicos hasta una
fecha de conversión o de canje. Llegada esta fecha, el tenedor tiene la opción de:

Efectuar la conversión o canje, y recibir a cambio un cierto número de acciones por cada bono u
obligación.

Mantener las obligaciones hasta la siguiente fecha de conversión o hasta su vencimiento.


Si el precio de las acciones en la fecha de canje o de conversión es inferior a su precio de mercado,
la operación puede ser interesante. El número de acciones a entregar, la forma de determinar los
precios y la fecha de conversión o de canje se establece al principio de la operación.

Canje y conversión son operaciones diferentes. En el canje, los bonos se cambian por acciones de
la autocartera de la empresa. En la conversión, por acciones de nueva emisión.

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