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de Gulliver
Colección dirigida por
Francisco Antón
Jonathan Swift
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LtJJ
de Gulliver
Adaptación
Martín Jenki n s
Ilustraciones
Chris Riddell
L1
Vicens Vives
1
Obra protegida por el RDL 1/ !996, de 12 de abril, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual y pM la
normativa vigente que lo modifica. Prohibida la reproducd6n total o parcial pM ..:ualquier medio, incluidos los sistemas electrónico$ de
<J iman·najc, de reproducción, así como el tratamiento infonnático. Reservado a favor del Editor el derecho de prt:stamo público,
al<¡uiler o cualquier otra fMma de cesión de uso de este ejempl~r.
Viaje a Liliput 10
Viaje a Brobdingnag 51
Epílogo 144
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Notas 149
Actividades 153
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VIAJES A
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BROAD IN GNAG. 51
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VIAJE A LILIPUT
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En cuanto hube enganchndo todos los barcos di un
buen tirón, pero no se moviero n. Los buques estaban
bien anclados, así que solté las sogas, saqué mi navaja y
corté las cadenas de todas las anclas. Luego emprendí el
regreso a Liliput arrastrando cincuenta naves. Cuando
los blefuscudianos vieron lo que estaba haciendo, profi-
rieron un ensordecedor grito de dolor y desesperación.
En cuanto estuve fuera de su alcance me detuve para sa-
carme las flechas que tenía clavadas y me froté las heri-
das con el ungüento que me habían dado al llegar a Lili-
put. Esperé un poco a que bajara la marea, y proseguí.
1 ley'. A la hora de conceder un empleo, se valora más la ñas, así como para distintas clases sociales.
Los niños permanecen en la escuela hasta los quince
años (lo que equivale a nuestros veintiuno), aunque se les
concede una progresiva libertad en los últimos tres años.
Los chicos de clase media reciben una educación si-
milar, pero los de clase obrera son colocados como apren-
dices a los siete años.
A las niñas de clase alta se las trata de un modo pare-
cido a los niños, pero las visten unas sirvientas hasta los
1
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1
dolo yo, llegó el bote a la orilla. Esperé a que bajara la
marea y, con la ayuda de dos mil hombres, mucha soga e
ingeniosas máquinas conseguí dar la vuelta al bote, que
sólo estaba levemente averiado.
Tardé diez días en fabricarme un par de palas con las
que fui remando hasta el puerto real de la isla. Al verlo,
la gente quedó admirada. Expl iqué al emperador que
aquélla era mi oportunidad de regresar a mi propio país
y le pedí permiso para equipar la embarcación y aban -
donar Blefuscu, y Su Majestad me lo concedió.
Hasta entonces no había tenido noticias del empera-
dor de Liliput. Luego supe que ignoraba que yo estuviera
al corriente de lo que se planeaba contra mí, y creía que
simplemente había ido a Blefuscu de visita, con inten-
ciones de volver pronto. Pero mi larga ausencia le había
hecho sospechar, y había enviado al país vecino un men-
sajero importante con una copia del documento que me
incriminaba. Esa persona explicó que yo había huido de
la justicia y que si no regresaba en un plazo de dos horas
me retirarían el título de nardac y me declararían trai-
dor. Confiaba en que el emperador de Blefuscu me hi-
ciera atar de pies y manos y me devolviera a Liliput.
El emperador de Blefuscu estuvo considerando esta
petición durante tres días, y luego mandó a Liliput un
mensaje en el que decía que, a pesar de que yo le habia
requisado la flota, había sido también de mucha ayuda
para su pueblo al redactar el tratado de paz., por lo que
no podía tratarme conio a un criminal. Ai\adía que, al
fin y al cabo, como yo había encontrado un bote enor-
me que podía utilizar para marcharme, en unas pocas
semanas ambos imperios se verían liberados de rni pre-
sencia.
El emperador de Blefuscu me contó todo esto y aüa- viejo amigo mío, Peter VVilliams, que le aseguró que yo
dió en prjvado que si deseaba quedarme en Blefuscu y era de confianza. Cuando el capitán me preguntó de dón-
servirle, él me protegería. Como yo ya no me fiaba de de venía se lo conté lo mejor que supe, y aunque al prin-
emperadores ni ministros, le contesté que, aunque su cipio me tomaron por loco, cuando les enseñé las ovejas
propuesta era muy amable, prefería tratar de volver a mi y el ganado los convencí totalmente. Luego les mostré el
casa. Luego supe que el emperador y sus ministros se retrato del emperador de Blefuscu y algunos de sus re-
sintieron bastante aliviados al oír esto. galos, y le di al capitán un par de sprugs. También pro-
Preparé el bote lo más rápido que pude. Quinientos metí regalarle una vaca y una oveja preñadas cuando lle-
hombres tejieron un par de velas, y los carpinteros del gáramos a Inglaterra.
emperador me ayudaron a fabricar remos y mástiles·. Al Tocamos tierra el13 de abril de 1702. El único percan-
cabo de un mes estaba listo para partir. ce del viaje fue la pérdida de una de mis ovejas, devora-
El emperador y su f~unilia vinieron a despedirme. Me da por las ratas. Llevé a pastar el resto del rebaño y las
incliné para besarles la mano y Su Majestad me obse- vacas a un campo de jugar a los bolos que hay en Green-
quió con un retrato suyo y cincuenta bolsas con doscien- wich. Durante mi estancia en Inglaterra gané mucho di-
tos sprugs cada una. Almacené en el barco la carne de nero mostrando los animales a la gente. Antes de volver
cien bueyes y trescientas ovejas, además de varios ani- a abandonar el país, los vendí por seiscientas libras.
males vivos, como seis vacas, dos toros, seis ovejas y dos Tan sólo me quedé dos meses en casa, pues deseaba
carneros, junto con muchísimo trigo y heno. Me hubiera ardientemente conocer otros países extranjeros. Le en-
llevado a gusto un buen puí'íado de blefuscudianos, pero tregué mil quinientas libras a mi mujer y le encontré
el emperador no me lo permitió. Había ordenado revisar una buena casa en Redriff. Mi tío John me había dejado
mis bolsillos y me había hechó prometer que no melle- en herencia algunas tierras cerca de Epping 15 que produ-
varía a nadie, aunque quisieran venir conmigo. cían una renta de unas treinta libras al año; también con-
Zarpé a las seis de la mañana del 24 de septiembre de taba con el alquiler de] mesón Toro Negro de la calle
1701. A eso de las seis de la tarde divisé una pequeña isla Fetter, que producía una suma similar; de manera que
en dirección norte y eché el ancla en sus playas. Después mi familia no tendría que vivir de la caridad. A mi hijo
de tomar un refrigerio, me quedé dormido. Me desperté Johnny (que se llamaba así por su tío) le iba bien en la
dos horas antes del amanecer y partí en dirección nor- escuela secundaria, y mi hija Betty (actualmente casada
oeste. Al día siguiente vi un barco a lo lejos, lo alcancé al y con hijos) estaba aprendiendo costura.
atardecer y, por suerte, resultó ser un mercante inglés El 20 de junio de 1702 fui a Downs y me embarqué en
que regresaba a casa desde Japón. El capitán, Mr. John el Aventura, un mercante de trescientas toneladas fleta-
Biddel, de Deptford, era un hombre muy educado y un do para Surat y capitaneado por John Nicholas) de Cor-
1 estupendo marino. Entre la tripulación encontré a un nualles.16 Así empezó mi segundo viaje.
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VIAJE A BROBDINGNAG
1 la ventana.
Mi ama tenía una hija de nueve años. Entre las dos me
prepararon la cuna de una muñeca para que me sirviera
de cama. La colocaron en un cajoncito y lo pusieron en
1
una estantería suspendida del techo, para que no me al-
canzaran las ratas. La niña era muy habilidosa, y enseguida
aprendió a vestirme y desvestirme. Me hizo varias camisas
y trajes del tejido más fino, aunque a mí me resultaba ás-
pero como una tela de saco. También empezó a enseñar-
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me su lengua y me dio el nombre de Grildrig, que signi -
fica <muñeca'. Yo la llamaba Glumdalclitch, o 'niüerita'.
Gracias a sus cuidados y su afecto pude sobrevivir en
aquel país, y siempre le estaré agradecido.
Por toda la región empezó a propagarse el rumor de
que mi amo había encontrado un extraño animal de ta-
maño diminuto pero de forma humana, y un granjero
vecino, muy amigo de mi amo, se acercó a ver si aquello
1
era cierto. Al instante me sacaron de la habitación y me
pusieron sobre la mesa. Yo em-
pecé a caminar como se me di-
jo, blandí la espada, hice una
reverencia y saludé al amigo de
mi amo en su propio idioma,
tal como mi niñera me había
enseñado. El hombre se quedó
i-
atónito, y aconsejó a mi amo
i
que me llevara a la ciudad en día de mercado y que co-
brase por exhibirme en público.
Glumdalclit.ch se enfadó mucho cuando se enteró, pues
estaba segura de que me harían daño o de que algún cu-
rioso me mataría accidentalmente. También sabía lo ver-
gonzoso que era yo y se percataba de lo mucho que me
intimidaría ser expuesto en un espectáculo público como
si fuera un monstruo, aunque confieso que personalmen-
te esto no me preocupaba tanto. 17
Al siguiente día de mercado me pusieron en una caja
donde Glumdalclitch había extendido el edredón de una
muñeca y me llevaron a la ciudad. La niña también venía.
Fue un trayecto de sólo media hora, pero a cada paso el
caballo hacía saltar tanto mi caja que para cuando llega-
mos estaba terriblemente molido. Mi amo se hospedó en
un hostal y pagó al pregonero o grultrud para que anun-
ciara que una criatura extraña, del tamaño de un splack-
nuck pero mucho más inteligente, iba a mostrarse en pú-
blico. Un splacknuck es un animal muy estilizado, de unos
dos metros de largo, que sólo existe en Brobdingnag.
Me colocaron en una mesa en medio de la sala más es-
paciosa del hostal, y sólo permitían la entrada de t reinta
personas por sesión. Yo saludaba al público y bebía a su
salud en un dedal. Esgrimía mi espada y hacía ejercicios
con una pajita, que utilizaba a modo de pica.* Tuve que
repetirlo todo doce veces, así que hacia el final del día es-
taba medio muerto de cansancio. Por suerte no permitie-
ron que me tocara nadie excepto Glumdalclitch, pero un
escolar me lanzó una avellana que me pasó rozando. Era
del tamaño de una calabaza, y si me hubiera dado en la
cabeza me la habría aplastado. Me alegré de que le dieran
una buena zurra al chico y lo expulsaran de allí.
Mi amo anunció que me exhibiría otra vez al siguiente
día de mercado, y me llevó a casa. Tardé tres días en recu-
perarme. A partir de en ton ces no me dejaron tranquilo,
pues mi amo insistió en exhibirme todos lbs días en su ca-
sa excepto los miércoles (que es como nuestro domingo).
Viendo que podía ganar mucho dinero conmigo, decidió
llevarme de gira por las principales ciudades del reino.
Así, el17 de agosto de 1703, a los dós meses de mi llega- ciosamente su dedo meñique, y yo se lo abracé y besé con
da, partimos para la capital, que estaba a unos cinco mil veneraci.ón. Me hizo unas cuantas preguntas, que respon-
kilómetros. Glumdalclitch cabalgaba detrás de su padre dí como mejor supe, y luego me invitó a vivir en la corte.
y me llevaba en su regazo, en una caja forrada con teJa Yo hice una reverencia y le dije que aceptaría con mucho
acolchada y con ropa de cama de sus muñecas. Un mozo gusto, pero que era el esclavo de mi amo y no podía deci-
de la casa portaba el equipaje. El viaje nos llevó diez se- dir por mí mismo. Mi amo, que pensaba que iba a morir-
manas, y fui exhibido en dieciocho grandes ciudades, en me pronto, aceptó venderme por mil monedas de oro.
muchos pueblos y en casas particulares. Entonces le rogué a la reina que permitiese que Glumdal-
clitch se quedase conmigo para cuidarme. La reina acce-
dió y el granjero se fue. No quise despedirme de él, de
modo que apenas le hice una leve inclinación de cabeza.
La reina, que se dio cuenta, me preguntó por qué me
había mostrado tan frío. Le dije que el único motivo por el
que debía estar agradecido a mi amo era por no háberme
El 26 de octubre Llegamos a la capital, llamada Lor- aplastado la primera vez que me había vis to, indefenso, en
brulgrud, que significa 'Orgullo del Universo'. Mi amo al- su campo, y que él ya había obtenido bastante recompen-
quiló habitaciones en la calle principal y colgó carteles sa con la gran suma de dinero que había amasado desde
donde me anunciaba. Hacía diez espectáculos al día. Para entonces. Le expliqué que el esfuerzo de d ivertir al pueblo
entonces yo ya podía hablar bastante bien su idioma, y me había costado la sal ud, y que estaba seguro de que
hasta leer un poco, ya que Glumdalclitch me había ense- ahora, bajo la protección de Su Majestad, estaría muy bien
ñado mucho durante el viaje. cuidado.
Lamentablemente, cuanto más dinero ganaba mi amo La reina me tomó entonces en su mano y me llevó an-
exhibiéndome, más avaricioso se volvía, y me hacía tra- te el rey, que se hallaba en sus estancias privadas. Su Ma-
bajar aún más. Aquel ritmo de representaciones t uvo un jestad, que era una persona m uy ser.ia, no se dio cuenta al
efecto muy negativo sobre mi salud. Perdí el apetito y me principio de lo que la reina llevaba, y le preguntó con se-
quedé casi en los huesos. El granjero lo advirtió, y pen- quedad por qué se mostraba de pronto tan C<Jriñosa con
sando que no tardaría en morir, decidió explotarme hasta un splacknuck, que es por lo que me había tomado. La
la última exhalación. Pero justo entonces un oficial de la reina m e depositó sobre el escritorio del rey y me ordenó
corte, o slardral, se presentó ante mi amo·y le ordenó que que le contara a Su 1Vlajestad mi historia.
me entregase a la reina para servirle de distracción. El rey, q ue sabia mucho de ci.encias, pensó al principio
La reina se mostró encantada conmigo. Me arrodillé e que yo era un ingenioso muñeco mecánico, pero cuando
hice ademán de besarle los pies, pero ella me tendió gra- me oyó hablar se q uedó asombrado.
No obstante, se negaba a creer el relato de mi llegada
al reino y pensó que era un embuste urdido por Glum-
dalclitch y su padre para poder venderme a mejor precio.
Llamó a tres sabios para que me examinaran meticulosa-
mente, y éstos decidieron que yo no podía ser una criatu-
ra normal, ya que era demasiado débil e insignificante
para sobrevivir. Era demasiado pequeño hasta para ser
un enano, pues los enanos de la reina, los más pequeños
que se conocían, eran cinco veces más altos que yo. Al fi -
nal concluyeron que era un capricho de la naturaleza, o,
en su idioma, un relplum scalcath.
Tras oír todo esto, expliqué que procedía de un país
donde había millones de hombres y mujeres como yo, y
donde los animales, árboles y casas eran de un tamaño
proporcional. Los sabios se negaron a creerme, y el rey,
que era más sabio que ellos, los mandó salir y llamó al
granjero, que por suerte aún no había abando nado la ciu-
dad. Tras interrogarlo, empezó a creer que lo que yo le
había dicho podía ser verdad.
La reina ordenó a sus artesanos que fabricaran y amue-
blaran espléndidamente una caja para que yo viviera en
ella, e hizo que me tejieran trajes de la mejor seda. Asig-
naron a Glumdalclitch varias habitaciones, tres sirvientes
y una institutriz.
La reina me tomó tanto cariño que quería que comiese
siempre con ella. Yo tenía unos cubiertos en miniatura
que guardaba y limpiaba Glumdalclitch. Debo admitir
que ver comer a la reina me revolvía el estómago; podía
triturar las alas de una alondra (huesos incluidos) con los
dientes, aun cuando ésta fuera nueve veces mayor que
uno de nuestros pavos, y podía zamparse dos hogazas de
pan de un solo bocado. A la distancia que la veía, su piel
me parecía horrible. Me hacía pensar que la piel de las
damas inglesas tenía un aspecto tan esp]éndido sólo por-
que no la veíamos de cerca. Recordaba que durante mi
estancia en Liliput había pensado que los liliputienses te-
nían el mejor cutis del mundo, pero, al comentárselo a un
amigo de aquel país, me dijo que de hecho algunas damas
de la corte tenían una piel bastante basta, pero que yo no
podía distinguirla bien. También me dijo que la primera
vez que él había visto mi rostro de cerca le había resulta-
do bastante repulsivo, lleno de manchas y hoyos, y con
una horrible barba gruesa. Y todo ello a pesar de que, en
mi opinión, soy bastante apuesto y de piel fina.
Todos los miércoles la fan1ilia real se reunía al comple-
to para comer en los aposentos del rey. Al rey le encanta-
ba hablar conmigo y me dirigía interminables preguntas
sobre las leyes, gobiernos, religiones y costumbres de los
europeos, y yo le contestaba lo mejor que sabía. Sus opi-
niones siempre eran muy sensatas. Pero yo confieso haber
hablado un poco más de la cuenta al tratar de las guerras
y los conflictos políticos de mi querido país.
En cierta ocasión mis relatos le divirtieron tanto que
me alzó por Jos aires y, riendo a carcajadas, me preguntó
a qué partido político pertenecía. Luego algunas malas pasadas. En una ocasión
se volvió a su primer ministro y le co- me encajó en el hueco de un hueso me-
mentó lo grotesca que era la vanidad hu- dular que la reina había dejado en supla-
mana cuando un insecto tan diminuto to. Como mi dignidad me impedía gri-
como yo podía ridiculizarla de aquel tar, pasé un buen rato en esa situación
modo. Además, añadió, estaba seguro de ridícula, hasta que los comensales se die-
que en mi país aquellas criaturas (y me ron cuenta y me sacaron del hueso.
señaló a mí) se otorgaban títulos nobi- Otro día estábamos los dos cerca de
liarios, celebraban complejas ceremo- unos manzanos enanos y yo lo insulté
nias y consideraban que sus nidos eran sin motivo. Como venganza, ~1 malicio-
casas y sus madrigueras ciudades. Y to- so enano sacudió uno de los árboles y
do ello sin dejar de luchar entre sí y traicionarse. sobre mi cabeza cayeron manzanas del tamaño de barri-
Al oír aquella grosera descripción de nuestro glorioso y les. Una me dio de lleno en la espalda y me aplastó en el
magnífico país me sentí muy ofendido, pero luego me pu- suelo, aunque no me hizo daño. Como yo era el que ha-
se a considerar si realmente tenía motivo para ello. Sospe- bía provocado al enano, supliqué que no lo castigaran.
cho que si en aquel momento hubiese visto a algunos ca- En otra ocasión se puso tan furioso por algo que yo
balleros y damas ingleses en una de sus fiestas, vestidos dije que me arrojó a un tazón de sopa y echó a correr. Si
con sus mejores trajes, pavoneándose, haciéndose reve- yo no hubiera sido un buen nadador me habría ahogado,
rencias y criticándose unos a otros, yo mismo los habría pues Glumdalclitch estaba en el otro extremo de la sala y
encontrado bast<-mte ridkulos. Yo ya me había habituado la reina no pudo reaccionar de pura perplejidad. Ttagué
al gigantesco tamaño de aquella gente, y recuerdo que un litro de sopa y se me estropeó un buen traje, pero no
cuando me paraba junto a la reina ante un espejo, me veía me pasó nada grave. El enano fue azotado y castigado a
ridículamente pequeño comparado con ella. Empecé a beberse el resto de la sopa. Poco después la reina se lo re-
sentirme bastante poca cosa, y hasta pensé que quizá ella galó a una de las damas de la corte, y nunca volví a verle.
era de tamaño normal y yo el que había encogido. Aquel país se llama Brobdingnag. Ocupa una penínsu-
Nada me sacaba más de quicio que el enano de la rei- la de unos diez rnil kilómetros de longitud y entre cinco y
na, quien, habiendo encontrado al fin a alguien más pe- ocho m il de ancho. Al nordeste se levanta una infran-
queüo que él, se comportaba de modo grosero conmigo. queable cordillera de volcanes de unos cuarenta y ocho
Cada vez que me veía hablar con los cortesanos, se acer- kilómetros de altura. No hay puertos, pues los puntos de
caba a mí contoneándose y me dejaba caer alguna pala- la costa donde desembocan los ríos son demasiado roco-
bra insultante sobre mi tamaüo. Yo le respondía llamán- sos, y el mar, tremendamente bravo. El país, por tanto, es-
1 dolo hermano y lo desafiaba a pelear conmigo. Él me hizo tá completamente incomunicado del resto del mundo.
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Brobdingnag está densamente poblado, pues dispone
de cincuenta y una óudades, casi cien pueblos amuralla-
dos y muchas aldeas. La capital, Lorbrulgrud, está atrave-
sada por un río y cuenta con más de ocho mil casas. El
palacio real es un conjunto de edificios que ocupan unos
once kilómetros a la redonda. Glumdalclitch, su institu-
triz y yo solíamos ir del palacio a la ciudad en coche.
Para estos traslados utilizaba una cabinita de viaje que
la reina había mandado construir para mi. Era cuadrada
y tenía ventanas con rejas en tres de sus lados. En el cuar-
to había armcllas* que podían fijarse al cinturón de algún
sirviente. En el interior de la caja colocaron una hamaca y
algunos muebles bien atornillados.
Yo tenía mucho interés por ver la torre del templo
principal, que se consideraba la más alta del país. Pero
cuando me llevaron a verla me sentí un tanto decepcio-
nado, pues sólo tenía novecientos metros, y calculé que
no era mucho más alta, en términos relativos, que la agu-
ja" de la catedral de Salisbury. Sin embargo, era extraordi-
nariamente elegante.
Podría haber sido feliz en Brobdingnag si no hubiera
padecido tantos percances. Un día en que mi caja había
sido colocada en un alféizar'" para que yo me aireara, fui
atacado por unas veint e avispas que habían acudido al
olor de mi desayuno. Saqué mi espada, maté a cuatro de
ellas y les extraje el aguijón, que medía unos cuatro centí-
metros de largo y era puntiagudo como una aguja. Cuan-
do regresé a casa entregué tres de ellos a la Sociedad Real.
Glumdalclitch solía llevarme a los jardines de palacio,
por donde me gustaba mucho pasear. En una ocasión
quedé atrapado en un zarzal, y salí tan magullado que tu-
ve que guardar cama diez días. Otro accidente aún peor
me ocurrió cuando Glumdalclitch me dejó un rato en un
lugar que creía seguro, pero un spaniel" que pertenecía a
uno de los jardineros me encontró, me agarró entre sus
fa uces y me llevó a su amo. Afortunadamente el perro es-
taba mu y bien adiestrado y no me hizo daño alguno, pero
1
si la pertenencia a una religión o un partido político de-
nero dependían. terminado les podía ayudar a ganar un pleito. También
avaricia, la hipocresía, el odio, la deshonestidad, la cruel-
dad, la locura, la envidia y la ambición.
Al terminar, el rey me tomó en sus manos y me dijo
que, por lo que le había contado, era evidente que yo pro-
cedía de un país tremendamente corrompido. Que como
había pasado gran parte de mi vida viajando, me había li-
brado de las peores influencias de mi país, pero deducía
que la mayor parte de mis compatriotas pertenecía a la
raza más perniciosa de odiosas sabandi_jas~· que jamás ha-
bía reptado sobre la superficie de la tierra.
Lamento mucho tener que referir esto, pero debo su-
brayar que describí a Gran Bretaña lo mejor que supe,
que evité sutilmente contestar muchas de sus preguntas y
que oculté las lacras* que padece mi amado país.
Para congraciarme aún más con el rey, decidí hablarle
de pólvora, balas y pistolas. Le expliqué al detalle el daño
que podían causar y con qué facilidad podía él fabricar
armas para destruir pueblos enteros y matar a miles de
personas. Me ofrecí a enseñarle cómo hacerlo, y cómo fa-
bricar pólvora, pues conocía el proceso de su elabora-
quiso saber si en algún caso un mismo letrado abogaba a ción; pero el rey quedó horrorizado por mis descripcio-
favor y en contra de la misma causa; si los abogados so- nes y abatido por mis sugerencias. Estaba sorprendido de
lían ser ricos o pobres; si se les pagaba por defender un que un insecto tan indefenso y rastrero como yo pudiera
caso, y si se les permitía formar parte del parlamento. tener ideas tan horribles, y que describiera escenas tan
No entendía por qué manteníamos guerras tan costo- sangrientas y destructivas con semejante indiferencia. Pen-
sas con soldados mercenarios,* ni qué se nos había perdi- só que todo debía de ser obra de algún genio maligno,
do fuera de nuestras islas, si no era el estableci miento de enemigo de la humani dad, y me ordenó que no volviera a
relaciones comerciales. Se quedó asombrado, en fin, ante mencionar nada de aquello jamás. Por mi parte, yo estaba
el relato que le hice de nuestra historia, y dijo que parecía asombrado de que el rey rechazara una oferta como la
sólo ·compuesta de crímenes, conspiraciones, rebeliones, mía, que le habría otorgado un gran poder. Aquello me
asesinatos, revoluciones, masacres y destierros, y que de- pareció una prueba fehaciente• de su ignonmcia, sus pre-
bía ser consecuencia de nuestros pecados, entre ellos la juicios y su cortedad de miras.
Un día le dije que en Europa había miles de libros so-
bre cómo gobernar. Horrorizado, el rey dedujo que debía-
mos ser muy estúpidos. Detestaba las intrigas y los miste-
rios y aseguraba que se puede gobernar usando tan sólo
el sentido común, la razón, la justicia y el juego .limpio.
En su opinión, quien hiciera crecer dos espigas de t rigo
en el lugar donde antes sólo había una era más útil a su
país que todos los políticos juntos.
Me explicó que el pueblo de Brobdingnag sólo estudia
unas pocas asignaturas, a saber, la historia, la poesía, las
matemáticas y la moral. Sólo les interesan las matemáti-
cas directamente relacionadas con la agricultura y la inge-
niería mecánica. Ninguna de las leyes de aquel país puede
contener más palabras que letras tiene su alfabeto (veinti-
dós), y muchas son aún más breves y están expresadas en
un lenguaje sencillo que todos pueden comprender, de
manera que sólo admiten una interpretación posible.
Hace cientos de aüos que imprimen libros, pero sus
bibliotecas no son muy grandes. La del rey, que se supone
que es la mayor, sólo contiene unos mil libros. El carpin-
tero de la reina me fabricó un artefacto con ruedas para
poder acceder a ellos, pasar sus páginas y leerlos. El estilo
en que están escritos es claro y conciso, pues jamás em-
plean palabras altisonantes" ni innecesarias.
El ejército del rey es una milicia de granjeros y comer-
ciantes capitaneada por nobles y caballeros. 20 Está forma-
da por ciento sesenta y seis mil soldados de infantería y
treinta y dos mil de caballería. A menudo los veía hacer
prácticas en las afueras de Lorbrulgrud. Era un auténtico
espectáculo. Me preguntaba para qué necesitaba aquel
país un ejército, hasta que supe que antiguamente se ha-
bían producido guerras civiles motivadas por el ansia de
poder o la lucha por la libertad. En la última de ellas ha-
bían derrocado al abuelo del rey actual. Hoy en día man-
tienen la milicia por precaución.
Nunca renuncié a volver a casa, aun que no tenía ni
idea de cómo hacerlo. El rey había ordenado que se man-
tuviera la vigilancia en el mar y que si aparecía algún bar-
co como el que me había traído, debía ser trasladado con
su tripulación y pasaje a la capital. Quería emparejarme
con una mujer de mi tamaño para que tuviera descen-
dencia, pero yo no sopo rtaba la idea de tener hijos que
vivieran como canarios enjaulados. Aunque en Brobding-
nag me habían tratado muy bien, estaba deseando volver
a casa, entre gente 'l criaturas de mi tamaño.
Llevaba ya unos dos años viviendo allí, cuando Glum-
dalclitch y yo salimos de viaje con el rey y la reina por la
costa sur. El rey decidió pasar u nos dias cerca de la ciu-
dad de Flanflasnic. Allí Glumdalclitch enfermó v tuvo1
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VIAJE A LAPUTA,
BALNIBARBI, LUGGNAGG,
GLUBBDUBDRIB Y JAPÓN
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blar ni escuchar a nadie si no se les
estimulaba la boca o la oreja con el
sonido de aquel artefacto. Los portadores de vejigas son
unos sirvientes especiales llamados sacudidores (en su
lengua, climenoles) que se dedican sólo a esto.
Los sacudidores también asisten a la gente cuando va
de paseo, puesto que si no se les hace sonar de continuo
ese artefacto, las personas corren el riesgo de caer por
precipicios, golpearse con postes, o chocar entre sí y caer-
se al arroyo.
Un grupo de hombres me condujo escaleras arriba
hacia el palacio. Allí descubrí lo necesarios que eran los
sacudidores, pues quienes me acompañaban se olvida-
ban de vez en cuando de lo que estaban haciendo y se
marchaban, hasta que se lo recordaba un sacudidor.
Cuando llegamos al palacio fuimos conducidos ante el
rey, que tenía frente a sí una mesa llena de globos, esfe-
ras e instrumentos matemáticos de todas clases. Estaba
absorto intentando reso lver un problema, y durante al
menos una hora no se enteró de nuestra llegada. Cuan-
do se hubo sentado de nuevo en su trono, los pajes le to-
caron suavemente la boca y la o reja derecha y el rey d io
un respingo como si acabaran de despertarle. Al verme
recordó que le habían anunciado mi llegada. Me habló,
pero ·no entendí lo que dijo, y un joven se acercó inme-
diatamente para tocarme la oreja derecha. Le indiqué
que yo no lo necesitaba, pero mi rechazo hizo pensar a
todo el mundo que yo era estúpido.
Hablé al rey en todas las lenguas que conozco, pero
era obvio que no podíamos entendernos. Entonces me
llevaron a un aposento y me dieron una comida esplén-
dida, que sirvieron cuatro caballeros. En el primer plato
todo estaba cortado en formas geométricas, y en el se-
1 bían designado gobernantes justos y sabios había sido protocolo local, antes de llegar al tribunal enviamos un
mensaje al rey pidiéndole permiso para que se me con- pués de cada envenenamiento, aunque a veces la limpie-
cediera el honor de lamer el polvo delante de su escabel.* za no es exhaustiva y el siguiente visitante puede morir
El día convenido tuve que arrastrarme sobre la barri- accidentalmente.
ga hasta llegar al trono, lamiendo el suelo a mi paso. To- Volviendo a mi historia, cuando llegué al trono me
dos los que se presentaban ante el rey debían hacerlo. arrodillé y me golpeé la frente siete veces contra el suelo.
Mortunadamente, ese día habían limpiado el suelo por- Entonces dije, tal como me habían enseñado la víspera:
que yo era extranjero. Supe que esto era muy inusual, y Ickpling gloffthrobb squutserumm blhiop mlashnalt zwin
que si la persona que entraba tenía enemigos en la corte, tnodbalkguffh slhiophad gurdlubh asht, es decir: 'Que su
hasta dispersaban polvo a propósito. Una vez vi a un ca- Majestad Celestial sobreviva once lunas y media al sol'.
ballero importante que, al llegar al trono, tenía la boca El rey dijo algo que no pude entender. Yo repliqué, como
tan llena de polvo que no podía pronunciar palabra; y me habían enseñado: Fluft drin yalerick dwuldum pras-
no podía hacer nada, puesto que escupir o limpiarse la trad mirplush, esto es: 'Mi lengua está en la boca de mi
boca en presencia del rey es un delito. amigo', y significa que pedía permiso para traer a un in-
Lo peor es que, si el rey se cansa de un noble, ordena térprete.
que tiren al suelo un polvo marrón venenoso que mata a Por mediación del intérprete hablamos durante una
la persona que lo lame en menos de un día. En cambio, hora. El rey disfrutaba con mi compañía y ordenó a su
el rey tiene la deferencia de hacer limpiar el suelo des- bliffmarklub o chambelán* que me preparase algunas
habitaciones y me diera dinero para mis gastos cotidia- preguntó qué haría yo de haber nacido struldbrugg. Era
nos. Pasé tres meses en la corte y el rey me pidió que me una pregunta muy f<ícil, pues a menudo había pensado
quedara más tiempo, pero yo prefería regresar a casa en lo que haría si mi vida no tuviera final. Primero tenía
con mi esposa y mi familia. que hacerme rico, para lo que necesitaría unos doscien-
Los luggnuggianos son educados y generosos, aunque tos años. Luego me dedicaría con afán a estudiar las
bastante orgullosos. Co n la ayuda de mi intérprete sos- ciencias y las artes. En tercer lugar anotaría cuidadosa-
tu ve muchas conversaciones interesantes con ellos. Un mente todo cuanto me pareciera de interés. Oe este mo-
día alguien me preguntó si había visto alguna vez a sus do me convertiría en un pozo de conocimiento y sabi-
struldbruggs, o inmortales. Le contesté qu e no sabía a lo duria, un tesoro para la nación.
que se refería. Entonces me explicó que muy de vez en No me casaría después de los sesenta ai'íos, y viviría
cuando nacía un niño con una mancha circular roja so- cómodamente (aunque sin ostentación ), rodeado por
bre la ceja izquierda, indicio inequívoco de que nomo-
riría jamás. La mancha se agrandaba y cambiaba de co-
lor conforme crecía el niño. Para cuando el struldbrugg
tenía cuarenta y cinco años era de color negro carbón y
del tamaüo de una moneda. Luego ya no cambiaba más.
En total sólo había unos mil cien struldbruggs, y el
más joven de ellos era una niña de t res años. Podían na-
cer de cualquier familia, pues eran el resultado del mero
--
azar, y los hijos de los struldbruggs eran tan mortales
como los demás.
Se me iluminaron los ojos, encantado de haber dado -
-~
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- -··-.. ..
VIAJE AL PAÍS DE LOS
HOUYHNHNMS
- : :_-: -:.-:·:
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Estuve prisionero durante semanas. El 9 de mayo de
-
,-- - 1711 uno de los hombres, James Welch, bajó y me dijo
-.- --
--- -
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-.-- - que el capitán había decidido abandonarme en el pri-
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mer lugar al que llegáramos, pero no me quiso decir
-.-- - quién era el capitán. Los bandidos permitieron que me
::..-- -
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--- --- pusiera mi mejor traje y que cogiera algo de dinero y un
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---..-
-- - -- hatillo de ropa, pero no armas, a excepción de mi espa-
--.- -- -
.-- ---- da. Luego me metieron en un bote, me llevaron a remo
,- - -
.-- - hasta la orilla, me dejaron en la playa y me aseguraron
.-- -
que no tenían ni idea de dónde estábamos. Me sentía fa-
.-- - tal, pero determ in é adentrarme en la isla, entregarme a
.-- -
.-- -
.-- -
.-- - los nativos y sup licarles que me perdonasen la vida a
:= -
,- - -
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cambio de algunas barati-
-.- -- jas que llevaba conmigo.
,-- -
-~-
1
Por ejemplo, le dije, si tengo una vaca y mi vecino la
quiere, contratará a un abogado para decir que la vaca le
pertenece. Como es ilegal defenderse por uno mismo, yo
tendré que contratar a otro abogado, pero el mío estará
en terrible desventaja, pues tendrá que defender la ver-
dad, lo que va en contra de todo lo que le ha sido ense-
ñado. De modo que sólo tengo dos posibilidades de
conservar mi vaca: la primera, sobornar al abogado de la
parte contraria para que pierda deliberadamente el caso.
La segunda es que mi abogado acepte que la vaca es de
mi adversario y presente mi caso como una grave injus-
ticia, lo que me hará ganar las simpatías del jurado.
Mi amo dijo que era obvio que los abogados eran
criaturas inteligentes, y que era una vergüenza que no se
dedicaran a enseí'íar a otros. Yo le repliqué que de hecho
eran las personas más ignorantes y estúpidas, y que des-
preciaban todo conocimiento y sabiduría.
Como había mencionado la palabra contratar, mi amo
me preguntó qué era eso. Así que le expliqué en qué con-
sistía el dinero y cómo todos los yahoos ansiaban poseer
grandes cantidades de esta substancia para comprarse
magníficas casas, ropas elegantes y alimentos caros, ade-
más de conseguir las más bonitas hembras yahoo. Le
conté que casi toda la población vivía en la miseria, y
que trabajaba duro por un salario mezquino para que
unos pocos vivieran en el mayor lujo. Mi amo no podía
entender aquello, pues consideraba que todas las criatu-
ras tenían derecho a compartir todo lo que produce la
naturaleza. Entonces preguntó qué lujos iieseaba la gen-
te. Se lo expliqué lo mejor que pude, y dije que procedían
de los rincones más apartados del mundo. Le conté que
se necesitaría dar tres vueltas al globo terrestre para reu-
nir todas las cosas que una de nuestras mejores hembras
yahoo necesitaban tan sólo para el desayuno.
Mi amo observó entonces que debíamos vivir en un
país muy pobre, con tan poca com ida y agua potable
que nos veíamos obligados a cruzar los mares para sa-
ciar et hambre y la sed. Le expliqué que de hecho mi país
producía el triple de lo que necesitaba para alimentar a
toda su población, y que podían elaborarse muy buenas
bebidas a partir de las frutas y el grano que crecían en él.
Pero para satisfacer la vanidad de las mujeres y la incon-
tinencia de los hombres, enviábamos a otros países mu-
chas cosas q ue necesitábamos e importábamos otras que
nos causaban enfermedades. La principal bebida de im-
portación era el vino, que tomábamos no para saciar la
sed sino para senti rnos alegres y olvidar las penas. Nos
hacía actuar alocadamente, perder el contro l de las pier-
nas y caer en un sueño profu ndo, del que despertába-
mos con resaca y depresión.
Luego le hablé de los médicos, que ganaban mucho
dinero atendiendo a los enfermos, pero esto a mi amo le
pareció muy difícil de entender. Dijo que los houyhnhnms
se debilitaban pocos días antes de morir, y que a veces se
lastimaban un m iembro, pero que por lo demás siempre
estaban sanos. Yo contesté que mis paisanos a menudo
comían sin hambre y bebían sin sed, q ue ingerían bebi-
das alcohólicas con el estómago vado y que se contagia-
ban enfermedades venéreas/ a las que había que añadir
cientos de enfermedades que ya padecían. Los médicos
pensaban que el mejor remedio para esos males era re-
cetar a los pacientes laxantes para hacerles evacuar y otros
medicamentos para hacerles vomitar, pues estaban con-
feccionados con ingredientes repugnantes.
-,
1
EPÍLOGO
H asta aquí llega, queridos lectores, la verídica histo- tos de piratería y el nuevo territorio es declarado colo-
ria de mis viajes, que duraron unos dieciséis años y siete nia. Se mandan rápidamente más embarcaciones, se ase-
meses. Naturalmente, a aquellos que viajamos a lugares sin a o destierra a todos los nativos y se tortura a sus
lejanos y exóticos nos resulta fácil inventarnos muchas príncipes para que desvelen dónde tienen oro oculto. Y
cosas al regresar a casa. De hecho, durante mi juventud a eso lo llamamos civilizar.
me sentí totalmente seducido por muchos libros de via- Por supuesto, los países que he descrito no muestran
jes que, con posterioridad, he descubierto desencantado deseo alguno de ser conquistados ni esclavizados, y sus
que están llenos de mentiras y fantasías. Por mi parte, habitantes no quieren que les maten o destierren. Ade-
tomando la noble raza de los houyhnhnms como ejem- más, en ninguno abunda el oro, la plata, el azúcar ni el
plo, he decidido ajustarme en todo a la verdad porque tabaco. Por estos motivos decidí no informar a nuestro
mi único objetivo es el bien común. No obstante, me gobierno.
han advertido en privado que debería haber informado Habiendo así respondido al único cargo que se me
a cierto ministro del gobierno de mis viajes tan pronto puede imputar, espero poder volver a mi jardincito de
como regresé, para que 1nglaterra hubiera podido recla- Redriff para seguir educando a mi familia en las exce-
mar como colonias los países que había visitado. lentes lecciones de conducta que aprendí de los maravi-
Pero he presenciado el modo en que suelen compor- llosos houyhnhnms.
tarse los colonos. Un barco pirata, por ejemplo, pierde Deseo añadir que me parecería más fácil acostum-
el rumbo y llega a una tierra desconocida. Los piratas branne a la compañía de los yahoos y soportar sus de-
desembarcan e intentan robar todo cuanto encuentran fectos, aun siendo criaturas horriblemente deformes, si
en ella. Son bien recibidos por lugareños' hospitalarios, • no se mostraran tan orgullosos. Entre los houyhnhnms
pero, en cambio, ellos reclaman el país para su rey, le no existe un término para el orgullo, que considerarían
dan un nombre nuevo, matan a dos o tres docenas de un vicio terrible. Por desgracia, es muy común entre los
nativos y secuestran a unos pocos más para llevarlos a yahoos, y ruego encarecidamente a cualquier yahoo in-
1 su país. Una vez allí, obtienen el perdón real por sus ac- glés que lo padezca, que se aparte de mi vista.
VOCABULARIO
1
NOTAS
1 En el siglo XVII los estudiantes solían ingresar en la universidad 6 El coloso de Rodas era una gigantesca estatua de bronce que re-
a una edad más temprana que hoy en día. presentaba al dios griego Helios y que se erigió en el siglo m a. C.
2 Los polvos a los que se alude son el rapé, tabaco molido en pol- a la entrada del puerto de la isla de Rodas. Bajo las piernas abier-
vo y perfumado que se aspira por la nariz y se utiliza como es- tas de la estatua, considerada una de las siete maravillas del
tornutatorio. mundo antiguo, pasaban los barcos para refugiarse en el puerto.
3 En Los viajes de Gulliver abundan las alusiones irónicas o satíri- 7 El personaje de Skyresh Bolgolam se ha asociado con el conde
cas a la sociedad y la política inglesas de finales del siglo xvii y de No ttingham, con el que Swift se enfrentó por razones politi-
principios del xvm. El tesorero Flimnap, por ejemplo, repre- cas.
senta al ministro más influyente de la historia de Inglaterra, Sir 8 El enfrentamiento entre los Tramecksan y los Slamecksan, las
Robert Walpole (1676-1745), cuya dilatada carrera política em- dos facciones políticas que se disputan el poder en Liliput, es
pezó en 1702 y no concluyó hasta su muerte. Swift satiriza la ha- una parodia de la pugna que mantenían en la época los dos
bilidad de este famoso ministro (el peor enemigo del autor ir- partidos o agrupaciones polílicas inglesas, los tories y los whigs.
landés) para desenvolverse y salir airoso de las circunstancias Mientras que los torics apoyaban sin reservas a la monarquía y
políticas más adversas. En general, este y otros pasajes del libro Ja Iglesia Anglicana y se mostraban hostiles a las reformas, los
parodian las intrigas y las luchas intestinas entre distintos polí- whígs defendían una monarquía constitucional, se oponían al
ticos o facciones. absolutismo y daban su apoyo a los disidentes religiosos. En
4 Swift alude irónicamente a un episodio de la política inglesa de tiempos de Swift los monarcas ingleses gobernaron alternativa-
la época. En 1717 Robert Walpolc perdió la confianza del rey mente con uno u otro partido político, e incluso con miembros
Jorge l y dimitió de su cargo de ministro, y en los años subsi- de ambos partidos a la vez. Pero a menudo se vieron obligados
guientes la duquesa de Kendal, una de las amantes del rey, se es- a mantener complejos equilibrios políticos y a afrontar las in-
forzó por que '1\Talpole recuperara el favor del monarca, lo que trigas de los parlamentarios de uno y otro signo.
sucedió en 1725. A ello se retlere la frase «uno de los almohado- 9 El «imperio vecino» de Rlefuscu representa a Francia, con la
nes del soberano [la duquesa de Kendal] estaba casualmente allí que Inglaterra estuvo en guerra durante diecinueve años del pe-
para amortiguar su caída [la de Walpole-Fiimnap ]>>. riodo 1689-1713 y, muy en particular, en la Guerra de Sucesión
5 Las cintas de colores otorgadas a los políticos cuando son capa- Espaiiola (1701-1713).
ces de saltar la vara son una parodia de las árdenes ('grupo o 10 Una vez más, Swift alude veladamente a sucesos de la historia
categoría social honorífica') con que el rey premiaba sus servi- inglesa. En realidad, el «emperador•> que perdió la vida tras una
cios en la época. El color azul era el de la Orden de Garter, el guerra civil fue Carlos 1 (1600-1649 ), y el que perdió el trono
verde era el de la Orden de Thistle y el rojo el de la Orden de tras ser derrotado por Guillermo de O range fue Jacobo U (1633-
Bath (Robert Walpole obtuvo la Orden de Bath en 1725 y la de 1701), el último monarca inglés qLLe profesó el catolicismo. Jaco-
Garter en 1726). bo TI se exilió a Francia, y la protección que Luis XIV les brindó
a él y a su hijo en la corte de Versalles 1io hiw sino agravar la xvm tenía colonizados el este de Norteamérica v la isla de Ja-
tensión con Inglaterra. maica, ejercía también su dominio sobre la cos~a de los Mos-
y
11 Al ridiculizar las disputas religiosas en T.íliput, Swift se propone quitos (actual costa este de Nicaragua). Por otro lado, e1 Parla-
satirizar las controversias religiosas de aquella época en Gran mento Británico está com puesto por la Cámara de los Lores,
Bretaña. cuyos miembros pertenecían a la nobleza y la alta jerarquía
12 Mientras que una parte de los whigs, inducida quizá por intere- eclesiástica, y la Cámara de los Comunes, cuyos miembros eran
ses económicos, presionó para que se prolongase la larga Gue- representantes de los condados y de los municipios. En época
rra de Sucesión Española, los tories, cansados de la sangría de la de Swift la Cámara de los Lores tenía mucho más poder que la
guerra, se esforzaron por alcanzar la pa7. con Francia, sobre to- de los Comunes, pero hoy en día sucede lo contrario.
do cuando en 1709 Luis XIV les ofreció unas condiciones de paz 20 A diferencia del ejército británico en época del rey Jorge 1, que
muy favorables a los intereses británicos. Swift publicó nume- incorporaba a sus filas a numerosos soldados mercenarios, y,
rosos artículos en los que denunció los costes ruinosos de la por tanto, ajenos a los intereses patrios, el ejército de Brobding-
guerra, con lo que se ganó la animadversión de los whigs. nag está formado por una milicia no profesional de granjeros y
13 En 1713los países europeos contendientes en la Guerra de Suce- comerciantes.
sión Española firmaron el Tratado de Utrecht. El mayor benefi- 21 El águila que se lleva por los aires a Gulliver es una reminiscen-
ciario de esta paz fue Gran Bretaña, país al que España hubo de cia del rocha o ave roe, una especie de gigantesca águila .legenda-
hacer numerosas concesiones territoriales. En las negociaciones ria, capaz de levantar y llevarse con el pico a die7. hombres y
de paz tuvo u n papel decisivo Robert Harley, e1 ministro tory al hasta un barco entero.
que Swift ayudó con sus escritos para poner fin a la guerra. A 22 Tonkín es una ciudad portuaria de Vietnam.
pesar de su brillante labor, Harlcy fue procesado por traición en 23 Holanda e Inglaterra, junto con Dinamarca y Austria, formaban
1715 y confinado en la Torre de Londres durante dos años. A ello parte de la Gran Alianza que se enfrentó a España y Francia en
parece aludir veladamente Swift cuando se queja del desagrade- la Guerra de Sucesión Espaí1ola.
cimiento de los príncipes. 24 Los temores de los habitantes de Laputa responden a las creen-
14 En 1715 se procesó por traición a cuatro ex-ministros tories, en- cias de algunos científicos de la época de Swift. Isaac Newton,
tre los que se encontraba Robert Harley (véase la nota 13). por ejemplo, creía en la posibilidad de que la Tierra pudiera
Otros dos de ellos, Ormonde y lord Bolingbroke, consiguieron precipitarse sobre el Sol, y otros científicos opinaban que el co-
huir a Francia, al igual que Gulliver escapa a Blcfuscu. meta Halley podría destruir la Tierra si, cuando se acercara a
15 Epping es una población situada unos 30 km al noreste de Lon- nuestro planeta en 1758, colisionaba con él.
dres. 25 La descripción del movimiento de la isla volante se basa en las
16 Downs es una región situada al sureste de Inglaterra, Surat una teorías y los experimentos sobre la clectroestática y el magnetis-
ciudad portuar ia del oeste de India, y Cornualles un condado mo del médico inglés 'Villiam Gilbert (1544-1604), recogidos en
que ocupa el extremo sudoccidental de Inglaterra. su obra Sobre el imá11 y los cuerpos magnéticos y sobre el gran
17 En tiempos pasados era frecuente que algunas personas defor- imán la Tierra (1600).
mes o con alguna anormalidad muy llamativa fueran exhibidas 26 T.a opresión política que el monarca de Laputa ejerce sobre
como un espectáculo en los circos o incluso en asilos para en- Balnibarbi, el territorio inferior, es una alegoria de la explota-
fermos mentales. ción económica a que Inglaterra sometía el reino de Irlanda, la
18 La Royal Society (Sociedad Real) se fundó en·t66o en Londres patria de Jonathan Swift.
con el propósito de fomentar el progreso de las matemáticas, la 27 La rebelión de los habitantes de Lindalino simboliza la enérgica
medicina y todas las ciencias experimentales. protesta que en 1722 llevaron a cabo los irlandeses ante una
1 19 Gran Bretaña estaba constituida por los tres reinos (y las <<dos
islas») de Inglaterra, Escocia e Irlanda. A principios del siglo
muestra más del trato despectivo a que los sometía Inglaterra:
la acuñación de unas monedas de cobre de muy baja calidad
para que circularan sólo en Irlanda. Swift denunció este hecho de alcohol no causó su enfermedad, si bien pudo agravarla. La
en varios escritos satíricos, y tras numerosos incidentes y pro- teoría de que Alejandro fue envenenado por sus generales está
testas, en 1725 las monedas dejaron de acuñarse. hoy desacreditada.
28 En 1701 el Parlamento británico promulgó una ley para asegu- 35 En el Libro XXI de su monumental historia de Roma (Ab urbe
rarse de que la corona inglesa no fuera heredada jamás por un condíta), Tito Livio (59 a. C.-17) escribió que cuando el general
monarca católico, y en el decreto se establecía además que nin- cartaginés Aníbal vio interrumpido su avance hacia Roma por
gún rey podría abandonar las islas Británicas sin la aprobación una roca de grandes dimensiones, la hizo calentar y empapar de
del Parlamento. vinagre para romperla luego con facilidad.
29 En los siglos xvn y xvm se conocía como proyectistas a una 36 Los generales y políticos romanos Cayo Julio César (101-47 a. C.),
serie de científicos o seu.docientíficos que proponían a las auto- Cneo Pompeyo Magno (106-48 a. C.) y Marco Licinio Craso
ridades proyectos e inventos (en ocasiones, verdaderos dispara- (u5-53 a. C.) formaron en .59 a. C. el primer triunvirato que go-
tes) para solucionar los problemas econó m icos del país. bernó el Imperio Romano. A la muerte de Craso, el senado
30 La Academia de Proyectistas de Lagado es una parodia de la otorgó todo el poder a Pompeyo, pero César no aceptó esta de-
Royal Society (Sociedad Real) de Londres, a la que hemos alu- cisión y desencadenó una guerra civil que culminó con la de-
dido en la nota 18. Swift conocía a algunos miembros de esta rrota de Pompeyo en la batalla de Farsalia (48 a. C.).
institución, que el autor visitó en 1710. Por delirantes que pue- 37 Tras derrotar a Pompeyo, Julio César emprendió numerosas re-
dan parecer, algunos de los experimentos que describe a conti- formas, se arrogó los poderes de un dictador y se convirtió en
nuación están basados (aunque con una dosis añadida de sátira dueño absoluto dellmperio Romano. Semejante concentración
e hipérbole) en teorías o experimentos llevados a cabo en la de poder provocó el descontento de un grupo de senadores que,
época, a menudo por míembros de la Royal Society. encabezados por Cayo Casio y Marco Junio Bruto, asesinaron a
31 En este episodio Swift funde dos ensayos de m iembros de la Ro- César en 44 a. C. No era la primera vez que Bruto traicionaba el
yal Society: en 1708 el Dr. Wall publicó un estudio sobre cómo profundo afecto que César le profesaba, pues en 49 a. C. ya se
obtener tintes de las hormigas indias, y en 1710 el francés Bon había aliado con Pompeyo para combatir a César. A poco de
planteó la posibilidad de obtener seda de las telarafias. asesinar al emperador, Bruto huyó a Grecia y organizó un ejér-
32 La idea de componer versos sin tener la menor noción de gra- cito que fue derrotado por Marco Antonio y Octavío. El co-
mática o de léxico, sino mediat)te la simple aplicación de fór- mentario de Gulliver («César deda que era bastante justo que le
mulas matemáticas, la había expuesto John Peters en un artículo hubieran matádo, y Bruto me pareció un buen hombre») revela
titulado «Versificación artificial: un nuevo método de escribir el desapego de Swift por las dictaduras.
versos en latín» (1678). 38 Bruto era un hombre que amaba la filosofia y buscaba el bien de
33 Swift satiriza en este pasaje la obsesión de algunos miembros de Roma; por ello sus cinco «buenos amigos» son personajes histó-
la Royal Society por <<regresar a la pureza y brevedad del len- ricos que se caracterizan por su integridad, su honestidad y su
guaje primitivo, cuando ]os hombres expresaban un número de defensa de la libertad. Su <<antepasado Junio» es Lucio Junio
cosas con idéntico número de palabras», tal y como escribió Bruto, quien en 509 a. C. se rebeló contra el despotismo del rey
Thomas Spratt en 1667. de Roma Lucio Tarquinio e instauró la República. El filósofo
34 El rey de Macedonia Alejandro Magno (356-323 a. C.) es consi- griego Sócrates (s. va. C.) fustigó la ignorancia popular e indu-
derado uno de los militares más brillantes de la Historia por jo a la búsqueda de la virtud a través del conocimiento y el auto-
conquistar en apenas doce años el poderosísimo y vasto Impe- dominio. Sócrates fue acusado de corromper con sus ideas a la
rio Persa. Alejandro murió a los 32 años, víctima quizá de la juventud y condenado a muerte. El general y político griego
malaria, o de una enfermedad vírica denominada fi ebre del Epaminondas (418-362 a. C.) fue un hombre con una gran for-
Nilo. El joven monarca ya se encontraba mal antes de acudir a
la fiesta de un amigo en la que bebió vino, por lo q ue la ingesta
mación filosófica, generoso e incorruptible que liberó a la ciu-
dad-estado de Tehas del yugo al que la tenía sometida Esparta.
1
También el romano Marco Porcio Catón {llamado Catón el Jo- trica de Aristóteles y defendió la teoría heliocéntrica de Copér-
ven) (95-46 a. C.) fue un político y militar con profundas con- nico, segun la cual el Sol está en el centro del Sistema Solar.
vicciones filosóficas y m uy estricto con los que practicaban la 41 El cónsul Cayo Octavio (el futuro em perador Augusto) derrotó
corrupción. Catón defendió la República, atacó a César y se alió por completo a Marco Antonio y Cleopatra en la batalla naval
con Pompeyo, por lo que, al igual que el cónsul romano, perdió de Aedo, librada en septiembre de 31 a. C. frente a la costa occi -
la vida en la guerra contra César. El escritor y político inglés To- dental griega.
más Moro (1478-1535) fue un hombre desprendido y justo que 42 Yedo o Edo es el nom bre que recibía antiguamente la capital de
ejerció como diplomático y canciUer de su buen amigo el rey Japón, Tokio.
Enrique VIII, hasta que, por negarse a aceptar a su señor como 43 Campeche es un estado mejicano situado al oeste de la penín-
cabeza de la escindida Iglesia Anglicana, fue condenado a muer- sula de Yucatán.
te por el enojado monarca y decapitado en la Torre de Londres. 44 Tanto Las Barbados como las Leeward son islas situadas en el
39 El escritor griego Homero (s. vm a. C.) fue el creador de la poe- Caribe.
sía épica con sus obras Jlíada y Odisea. El filósofo griego Aristó- 45 La palabra houyhnhnm, de casi imposible pronunciación, pre-
teles (384-322 a. C.) fue el creador de la metafísica y de la lógica. tende imitar el sonido del relincho de los caballos.
Aristóteles defendió la Leoría astronómica geocéntrica, esto es, 46 Tras heredar el trono de Inglaterra en 1685, el rey Jacobo JI to-
que el Sol giraba alrededor de la Tierra. mó una serie de medidas para favorecer a los católicos. Discon-
forme con esa política, la mayoría prolcslante incitó al príncipe
40 El pensador}' cicnlífico francés René Descartes (1596-1650) ba-
holandés Guillermo de Orange (casado con una hija de Jaco-
só su filosofia en Plat6n y Aristóteles pero la desarrolló aplicán- bo IT) a invadir Gran Bretaña y derrocar al rey. La invasión se
dole los métodos de las ciencias exactas. Su contemporáneo produjo en 1688, y un aüo más tarde Guillermo fue proclamado
Pierre Gassendi (1592-1ó55) se opuso a la filosofía aristotélica rey de Inglaterra. Esos hechos fueron conocidos como la «Rcvo-
(que pretendia haber descubierto la naturaleza real de todas las luci6n Gloriosa». A partir de 1689 Inglaterra inició una larga
cosas) y argumentó que toda sabiduría procede de la experien- guerra con Francia que, como se ha dicho en la nota 9, no con -
cia. Gassendi se opuso también a La teoría astronómica geocén- cluyó hasta 1713.
1
a e t •
1 V
.1 d a d e s
- ·.-
Argumento y comprensión
Viaje a Liliput !ID Para ayudar a los liliputienses, Gulliver captura la flota
de Blefuscu, pero se niega a participar en el someti -
IIJ Después de recorrer medio mundo como médico de a miento de sus habitantes. ¿Qué consecuencias le aca-
bordo, Lemuel Gulliver se decide a relatar sus increíbles rrea su actitud? (págs. 38-39 y 43) ¿Qué pena quieren
aventuras. En uno de sus primeros viajes sólo el prota- imponerle sus enemigos? (págs. 44-45) Al conocer la
gonista consigue salvarse de un naufragio, aunque cae suerte que le espera, ¿qué resuelve hacer Gulliver?
rendido de sueño al tocar tierra firme. ¿Qué descubre al
despertar? (pág. 14) ¿Cómo lo tratan los habitantes del [§] La decisión de Gulliver provoca un conflicto diplomáti-
país donde ha ido a parar? (págs. 14-18) co. ¿Qué le exige el emperador de Liliput al de Blefus-
cu? ¿Qué respuesta le da este último? (pág. 61 -63) Sin
(g] La presencia de Gulliver en Liliput, ¿qué temores des- embargo, ¿cómo reacciona el emperador de Blefuscu al
pierta entre sus gobernantes? ¿Qué resuelven hacer
saber que Gulliver desea marcharse? (pág. 48)
con el "gigante" 7 ¿Qué noticia les hace cambiar de
opinión? (pág. 20) IIJ De regreso a Inglaterra, ¿qué piensan de Gulliver los tri-
pulantes del barco que lo rescata? ¿Qué pruebas puede
[[] Tras ser aceptado por los liliputien-
aportar el médico de que su relato es cierto? ¿Por qué -
ses, Gulliver tiene la oportunidad
sólo permanece dos meses en su país? (pág. 48)
de conocer las costumbres del .&"P~~~
país. ¿En qué consiste el «baile
de la cuerda floja»? ¿Qué al u- Viaje a Brobdingnag
siones políticas encierra este
ejercicio? (pág. 27) ¿Qué [!] Gulliver emprende un nuevo viaje y, a la altura de las is-
f acciones se disputan el las Malucas, desembarca en una isla. ¿Cómo son sus
habitantes? (pág. 52) El tamaño de los isleños, ¿qué
poder en Liliput? ¿Cómo
se distinguen entre sí? (pág. 31) ¿De qué modo ridicJii- primera reflexión le merece a Gulliver? (pág. 53) ¿Có-
za Jonathan Swift las simpatías políticas del heredero al mo se siente desde el primer momento?
trono? (pág. 32) (g] ¿De qué modo consigue ganarse la simpatía
[!] ¿Cuál es la causa del conflicto que enfrenta a Liliput de la familia que lo aco-
con Blefuscu? (pág. 32) ¿Qué consecuencias se sigcen ge? (págs. 54-55)
de esta absurda disputa? (pág. 33) ¿A qué peligros
se expone? (págs. 55-56) ¿Cómo se aprovecha de Gu- abandonado a su suerte en un bote. Pero al quinto día
lliver el padre de la familia? (págs. 57-60) desembarca en una isla sobre la que descubre otra isla
volante. ¿Cómo son los seres que la habitan? (págs.
@] La fortuna quiere que Gu lliver vaya a parar a manos
85-86) ¿Qué materias absorben su atención? ¿Qué
de la reina de Brobdingnag y trabe amistad con su
marido. Tras conocer los conflictos políticos d~
grave defecto les caracteriza? ¿Qué consecuencias se
IIl
Inglaterra, ¿qué opina el rey de Brobdingnag
sobre los humanos? (págs. 63-64)
Su tamaño relativamente diminuto aca-
J ·~
-.~ ~-~-:-:
r-:·v .... (~'"'.l.
derivan de esa falta? (págs. 86-88)
1]] El rey de Laputa ejerce el poder desde la isla flotante.
¿De qué recursos se vale para controlar su reino? ¿Có -
mo reacciona el pueblo de Lindalino ante la tiranía que
rrea a Gulliver numerosos problemas. "" " ~-::';l ~t.·\,~~
soporta? (págs. 92-93)
¿Qué nuevos peligros ha de afrontar en · .::';;(; ?iil.i.~
Brobdingnag? (págs. 66-69) \Y ~~)f,~~~~¡~\ [[! Gulliver consigue el perm iso del monarca para visitar
00 Gulliver satisface la curiosidad del rey so- '-\~Z:~· ~.:.
\ 1f:l.·~; ~
Lagado, la capital de Balnibarbi. ¿Qué le sorprende del
campo, las casas y la gente del "territorio inferior"? Se-
bre la organización y las costumbres de la so - ~' ~!.L /
6
ataque en toda regla a su país. ¿Qué desea ~~~ [.!] Aficionado a los invenciones, Gulliver siente curiosidad
saber sobre los miembros del parlamento? por visitar también la Academia de Proyectistas. ¿A qué
(pág. 72) ¿Y sobre los abogados? (pág. 73) Según el investigadores conoce en esa institución y en qué con-
rey, ¿de qué está compuesta la historia inglesa? ¿Qué sisten sus delirantes inventos? (págs. 96-98) En la sec-
opina sobre los compatriotas de Gulliver? Para congra- ción de "enseñanza especulativa", ¿qué máquina ha in-
ciarse con el rey, ¿qué le propone Gulliver? ¿Cómo re- geniado uno de sus profesores? ¿Qué proyectos se han
acciona el monarca ante sus sugerencias? (pág. 73) ideado para mejorar el idioma? (págs. 98-99) ¿Qué co-
mentario le merece a Gulliver la reacción de " la gente
00 Brobdingnag se rige por normas y valores muy distintos
vulgar y analfabeta" ante esas iniciativas? (pág. 99)
a los de la sociedad inglesa. En opinión del rey, ¿qué
basta para gobernar un país? ¿Cómo están redactados [[! Gulliver opina que los proyectistas de política son "la
los libros y las leyes de Brobdingnag? (pág. 74) gente más trastornada". ¿Por qué razón? ¿Qué ideas
propone cierto doctor para mejorar el sistema de go-
I1J Después de vivir dos años en Brobdingnag, Gulliver re-
bierno? ¿Y para que los partidos políticos lle- ....,
gresa a su país. ¿De qué modo accidental lo hace?
(págs. 75-76) ¿Qué problema de "adaptación" padece guen a acuerdos razonables? (pág. 1 00) .~~~
/~~
al ser rescatado? ¿Qué opina de Gulliver el capitán del [!] De camino para Luggnagg, Gulliver vi- J
' ,.)*r ·,.
1\ ¡--.:."·
barco? (pág. 78) sita Glubbdubdrib. ¿Qué maravilloso ~ ., 'j) /
poder tiene el gobernador de esta 1 ~~ ·; . l-.'.
[3] En todo caso, en la época hubo gente que sí creyó al [!] La diferencia de tamaño entre Gulliver y los habitantes
narrador, hasta el punto de que más de un lector de Brobdingnag hace reflexionar al protagonista. ¿Qué
intentó localizar Lil iput en el mapa del mundo. -r.;.a-::~!5!~ descubre a propósito de la piel de la reina? (pág. 63)
¿Pudo contribuir a la credibilidad de la historia ¿Qué papeles radicalmente distintos desempeña Gulli-
el hecho de que la autoría del libro no se atri- ver en Liliput y en Brobdingnag? ¿Qué dirías que apren-
buyera a Swift, sino a Lemuel Gulliver, "que de en este último país?
primero fue cirujano, y después capitán de
00 Gulliver tacha al rey de Brobdingnag de ignorante y de
varios barcos"? ¿Por qué? ·
ser corto de miras porque el soberano rechaza horrori -
~] El protagonista de ícaromenipo, otro libro zado su propuesta de enseñarle las técnicas para fabri-
de Luciano, viaja también a la Luna y, car armas destructivas. ¿Cambia Gulliver de opinión so-
desde la distancia, observa el compor- bre las guerras más adelante? ¿Por qué? (pág. 131)
Crítica social y política 131) ¿A qué extremos de crueldad se llega con los ad-
versarios o los enemigos? (págs. 20 y 44)
[i] Swift admitió haber escrito Los viajes de Gulliver " para
~ En la sección de «Argumento y comprensión» hemos
enojar al mundo, más que para divertirlo" y con la ex-
visto que la crítica de Swift no sólo se ceba en los políti-
presa intención de que. la gente "se corrigiera". Tras ha-
cos, sino también en algunas profesiones,
ber trabajado para los asuntos públicos de su país, Swift
como los abogados y los médicos (págs.
traza en su obra un retrato burlesco de los políticos y
72-73 y 131-134), y en ciertos vicios hu-
los gobernantes. Los proyectistas de política de Balni-
manos, como el ansia de lujo y riquezas y
barbi, ¿cómo opinan que deberían ser los dirigentes de
la inmoderación (págs.132-133). Sin
un país? ¿Con qué irónicas palabras valora Gulliver las
embargo, y tras conocer a los houyhn-
ideas de estos proyectistas? (p. 100)
hnms, ¿qué defectos aborrece sobre
!]] De las palabras de Gulliver se desprende que tanto en todo el viajero inglés? (págs. 128,
su país como en Liliput proliferan la corrupción política 142 y 144) ¿Los padece él? (pág. 8)
y la lucha por el poder entre distintas facciones.¿Qué
acusaciones veladas lanza el rey de Brobdingnag contra
11! En el último viaje se contraponen las vir-
tudes de los houyhnhnms (págs. 137-13 8) a los vicios
los parlamentarios ingleses? (pág. 72) ¿Qué propone
de los yahoos (págs. 116-118 y 135-136). ¿Crees que
un doctor de Balnibarbi para que los políticos cumplan
Swift (y no Gulliver) opinaría que la co nducta de los
sus promesas o para que las facciones políticas enfren-
houyhnhnms es un modelo para el ser humano? ¿Com-
tadas lleguen a acuerdos? (pág. 100) En opinión del rey
partiría todos sus valores y sent imientos? ¿Y tú?
de Brobdingnag, ¿quién resulta más útil a la sociedad
que "todos los políticos juntos" ? (pág. 74)
Entre la sátira y la misantropía
[II Irlandés de nacimiento, Jonathan Swift censuró en nu-
merosas ocasiones los gobiernos tiránicos y colonialis- []] Cuando se publicó Los viajes de Gu!liver algunos lecto-
tas ("Todo gobierno sin el consentimiento de los gober- res criticaron la obra por considerarla un ataque frontal
nados es la definición misma de la esclavitud", escribió contra la humanidad y acusaron a Swift de misántropo.
el autor). ¿Qué actitudes despóticas demuestran algu- El autor replicó que "yo no odio a la humanidad; sólo los
nos reyes de los que aparecen en la obra de Swift? que esperan imposibles la odian". Quizá aquellos lecto-
(págs. 92-93 y 107) En opinión de Gulliver, ¿qué consi- res olvidaron que el libro es una sátira y confundieron a
dera " lícito" el rey que invade un país ~ Swift con Gulliver. Y es que, ¿en qué consiste una sáti-
pobre? (pág. 131) ¿En qué consiste, .....,._ ,_ ~ ra? Pon ejemplos de pasajes saüricos y humorísticos de
según el protagonista, el colonialismo? ~ Los viajes de Gu/liver. ¿Crees que la ironía y la sátira son
• ..¡ ., "
(pág. 144) . ·~ ·¡ buenos recursos para denunciar los vicios de los seres
'"~:1 )f.. humanos? ¿Con qué críticas de las contenidas en el libro
~ Como Swift detestaba la guerra, una 1 . "' 1 1 estarías de acuerdo? Por otra parte, ¿creees que Swift se
parte de Los viajes de Gulliver es un
identifica con Gulliver? Para responder, ten en cuenta lo
auténtico manifiesto pacifista. ¿Con
que el personaje dice en las págs. 99, 131 y 142.
qué absurdos motivos se originan las
guerras y qué consecuencias acarrean [2] Para termi nar, ¿opinas que el libro es humorístico, o
estos conflictos? (págs. 32-33 y 130- más bien trágico? ¿Es su autor pesimista?