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Unidad 2: paso 3 - Funciones del psicólogo jurídico

Presentado por:

Karen Dayana Batista Barrios cód: 1068385463

Emiro José Trujillo cód 1065568283

Diana Isabel Vanegas cód: 26918423

Harold José Cardona cód: 7348859

Yesica Dayana Moreno

Tutora

Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD

Programa de psicología

Curso Acción psicosocial y contexto jurídico

Noviembre 2019
Introducción

Mediante un breve recorrido por los conceptos de la Psicología Jurídica, obtendremos un

acercamiento a sus definiciones y campos que la conforman, haciéndose necesario

considerar el quehacer del psicólogo dentro del sistema judicial y sus aportes en el ámbito

jurídico como apoyo al conocimiento del derecho que recurre a la psicología, que le aporta

sus conocimientos en el quehacer de la justicia.

Enfatizando en la problemática psicosocial “abuso sexual” la cual es una problemática que


afecta un sinnúmero de familias ocasionando daños o secuelas psicológicas difíciles de
afrontar, también logramos identificar cual es el campo de aplicación del psicólogo jurídico
y cuales funciones desempeña en el caso evaluado.
Objetivos

General

Conocer los campos de aplicación que hacen parte de la psicología jurídica y las funciones

que desempeña el psicólogo jurídico en cada campo.

Específicos

Reconocer las orientaciones teóricas de la psicología jurídica

Identificar las funciones del psicólogo en esta área.


El abuso sexual y el rol del psicólogo jurídico

Actualmente en Colombia el rol del psicólogo jurídico se ve reflejado en la intervención en


diferentes contextos definidos a partir de los siete subcampos de aplicación, esto al margen
de lo establecido por diversos autores, entre estos se encuentran Tapias, Gutiérrez de
Piñeres, Saade, De la Torre, Masip, LaCalle, Henriquez,
Valencia, Amichetti y García (2010). Así mismo,
instituciones que regulan el ejercicio de la psicología
como son la American Psychological Association
(APA), el Colegio Colombiano de Psicólogos
(COLPSIC), permiten establecer los lineamientos y
constructos de intervención del ejercicio de la psicología
en el contexto jurídico. Por otro lado, se encuentra la
Ley 1090 de 2006 en Colombia, mediante la cual se
Imagen 1 toma de: https://castbox.fm/channel/Abuso-sexual-infantil-id dicta el código deontológico, bioético y otras
disposiciones del ejercicio de la profesión de la
psicología, donde se establecen las pautas y los criterios
de acción dirigidos a los profesionales en psicología en cada campo de aplicación. Según lo
planteado por Campbell (2008) en su trabajo The psychological impact of rape victims,
refiere que las víctimas de violencia sexual, buscan asistencia posterior al evento y esta se
relaciona con sistemas de salud legal, médica y mental, y cómo esa interacción afecta su
bienestar psicológico es responsabilidad del psicólogo jurídico evitar procesos de
victimización secundaria en los usuarios, la mayoría de ellos demandan cuando la atención
del profesional no cumple con los estándares éticos del ejercicios, y que están relacionadas
con la falta de atención y de baja calidad o por la imposibilidad de acceder a servicios de
salud mental (Campbell, 2008). A partir de lo anterior, el psicólogo jurídico debe diseñar
estrategias, intervenciones y programas que busquen capacitar y mejorar la atención
dirigida a los usuarios (Campbell, 2008); así como realizar contribuciones en el manejo de
la crisis y la justicia restaurativa En los contextos psicosociales el psicólogo jurídico es un
profesional que contribuye a construir una comunidad que sea garante de los derechos de
los niños, niñas y adolescentes, así como de los miembros de la comunidad en general en
ese sentido, debe promover prácticas que no revictimicen o vulneren a la población, a partir
del reconocimiento de los valores como la dignidad y la autonomía, en este sentido el
diseño de estrategias y propuestas dirigidas a población en condición de vulnerabilidad
social que ha sufrido victimización tanto primaria como secundaria. El psicólogo jurídico
en contextos psicosociales subcampo de la psicología victimal, debe tener competencias
que le permitan trabajar en contextos con vulnerabilidad, a partir de un fundamento
psicojurídico donde identifique las diferentes variables psicosociales asociadas a los
procesos de victimización, las causas y consecuencias inmersas en la victimización. Así
mismo, el profesional debe realizar las siguientes funciones relacionadas con su
competencia

Para los estudiosos del comportamiento humano, las primeras edades de todo individuo
(incluyendo con éste término a mujeres y hombres), son determinantes en el desarrollo de
los estilos de interacción o personalidad que éste pudiera desarrollar en edades más
avanzadas, específicamente en la adultez. De esta concepción parte la importancia de
preservar la estabilidad psicológica de niños y adolescentes.

Esta estabilidad pudiera estar comprometida por muchas variables, la presencia de factores
protectores en la niñez y adolescencia son fundamentales para el cuidado del desarrollo
psicológico de estos próximos adultos. Entre las variables o hechos que atentan contra esta
integridad psicológica tenemos: el abuso sexual.

El abuso sexual es un acontecimiento que sin duda alguna trae repercusiones a la víctima,
no solo a corto plazo sino que las secuelas del mismo pudieran estar presentes luego de
muchos años de acontecido el hecho, afectando de esta manera distintas esferas en el
individuo: la psicológica, la conductual, la fisiológica y la social, tomando en consideración
que el ser humano es un ente bio-psico-social.

El psicólogo jurídico es el especialista, que posee conocimientos tanto de las ciencias de la


conducta como de las ciencias jurídicas, lo que posibilita un abordaje más integral del
fenómeno del abuso sexual, esto se fundamenta en la premisa de que un psicólogo puede
abordar los problemas psicológicos -conductuales y sociales generados por éste hecho,
tomándose en consideración tanto a la víctima como al victimario.
Por otra parte un jurista o abogado, con su conocimiento en leyes y normas (las cuales son
particulares de cada país o compartidas de acuerdo a tratados internacionales), pueden
abordar la problemática del abuso sexual infantil sólo desde el ámbito legal, sin considerar
las particularidades psicológicas-conductuales y sociales que éste hecho conlleva tanto para
la víctima como para el victimario.

Dada estas circunstancias, el papel del psicólogo jurídico es determinante en el abordaje del
llamado abuso sexual, ya que el mismo está capacitado para abordar este hecho desde las
perspectivas psicológica y jurídica, haciendo su presencia muy importante en el ámbito
legal, ya sea como asesor de abogados, jueces, fiscales, etc o cómo terapeuta tanto de las
víctimas como de los victimarios. Esta ponencia va estar dirigida a las posibilidades de
acción que tendría el psicólogo jurídico en el abordaje del abuso sexual; se tendrá en
consideración tanto a la victima como al victimario.

● Diseñar estrategias de evaluación y diagnóstico: el psicólogo jurídico en contextos


psicosociales en el subcampo de la psicología victimal debe emplear estrategias que le
permitan a partir del diagnóstico de necesidades, adelantar programas de intervención que
le permitan acercarse a la comunidad y que no genere victimización secundaria en la
población

● Orientación Psicojurídica: El psicólogo jurídico en contextos psicosociales en el


subcampo de la psicología victimal, orienta a los usuarios a partir de su experiencia con la
comunidad en cuestiones relacionadas con los procesos psicojuridicos, relacionados con el
delito, así como el funcionamiento de las entidades que están relacionadas con el
restablecimiento de los derechos, a partir su formación profesional y sus competencias
frente a las necesidades de la población.

● Intervención: El psicólogo jurídico en contextos psicosociales en el subcampo de la


psicología victimal, debe desarrollar actividades que promuevan la prevención, tratamiento,
rehabilitación e integración de los usuarios que han sido víctimas de los diferentes tipos de
delitos, y que por lo tanto tienen una afectación en sus áreas de ajuste producto de estos
eventos. Con el fin de brindar herramientas que le permitan afrontar y resignificar el evento
que han vivido.

Victimal, victimológica o de la víctima: Esta área se encarga de la atención e


intervención en víctimas de abuso sexual, para prevenir los procesos de victimización de
las personas que han sido sujetos pasivos del delito. Se identifican los factores de
riesgo y protectores asociados con la victimización, la prevención de la victimización,
buscando la reducción de las secuelas generadas del abuso sexual como delito.

El campo de aplicación de la psicología jurídica al cual pertenece el ABUSO


SEXUAL es la VICTIMOLOGIA; la cual se encarga de investigar las consecuencias que
una agresión ha provocado en una persona. Estas agresiones, físicas y/o psicológicas,
pueden crear un trauma psicológico que se estudia y valora. El psicólogo jurídico tienen
como función en este caso el estudio de las causas por las que determinadas personas son
víctimas de un delito como es el abuso sexual y de cómo el estilo de vida de estas personas
conlleva una menor o mayor probabilidad de que una determinada persona sea víctima de
un abuso sexual.

El estudio que se realiza a las victimas desde la psicología jurídica implica:

un estudio, prevención, tratamiento y asesoría individual y grupal a las víctimas del abuso
sexual.

Acompañamiento psicosocial en las victimas.

Suministrar las herramientas de empoderamiento que le permitan el desarrollo de su


proyecto de vida.

Desarrollo de la pro actividad en las victimas del abuso sexual.

La resiliencia.

La victimologia se encarga también de ayudar a la víctima del delito con las consecuencias
de las secuelas provocadas por el hecho delictivo y sus implicaciones. La intervención
inmediata con posibles hechos traumáticos puede prevenir un trastorno de mayor
envergadura como el Trastorno por Estrés PostTraumático (TEPT). El trabajo terapéutico
es de suma importancia y muy efectivos, para aliviar los síntomas o trastornos provocados
por un evento traumático

Son abusos sexuales los actos contra la libertad sexual de otra persona sin mediar violencia
ni intimidación. Este tipo de delitos son penados con multa de 12 a 24 meses, según indica
el art. 181.1 del Código Penal. Debemos tener en cuenta que, psicológicamente, el concepto
de abuso sexual suele referirse al ámbito de menores, por lo que no existe correspondencia
entre el término psicológico y el jurídico. En el ámbito jurídico se denomina abuso sexual a
los actos de este tipo llevados a cabo sobre cualquier persona independientemente de la
edad (Echeburúa y Corral, 2006).

El Estatuto de la Víctima del Delito (Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la víctima
del delito) es un texto legislativo que recoge los derechos de las víctimas, directas e
indirectas, que se encuentran en un proceso penal, tratando de conseguir tanto la reparación
del daño como la minimización de otros efectos traumáticos.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) define a la víctima como aquella persona que
ha sufrido un perjuicio, entendiendo por ello una lesión física o mental y Corrupción de
menores Abusos y agresiones sexuales a menores de 13 años 18 sufrimiento emocional,
pérdida o daño material, o un menoscabo importante en sus derechos, como consecuencia
de una acción u omisión que constituya un delito con arreglo a la legislación nacional o el
derecho internacional, o bien sea un acto de abuso de los poderes públicos (Arce y Fariña,
2007; ONU, 1988). Es bien sabido, que las consecuencias psicológicas de la victimización,
entendiendo por esta el hecho de ser o haber sido víctima de algún suceso traumático
(Andrade y Ramos, 1991), están mediadas tanto por factores interpersonales y contextuales,
como por el delito en cuestión (Arce y Fariña, 1995). De estudiar estos factores se encarga
la Victimología.

Siguiendo a Tamarit (2006), la Victimologíaes la “ciencia multidisciplinar que se ocupa del


conocimiento de los procesos de victimación y desvictimación, es decir, del estudio del
modo en que una persona deviene víctima, de las diversas dimensiones de la victimación
(primaria, secundaria y terciaria) y de las estrategias de prevención y reducción de la
misma, así como del conjunto de respuestas sociales, jurídicas y asistenciales tendientes a
la reparación y reintegración social de la víctima”. El objeto de estudio de la Victimología
se centra en tres ejes fundamentales: el nivel individual (características de la víctima), el
nivel conductual (conducta de la víctima en relación con la conducta criminal) y nivel
general (la victimicidad) (Rodríguez, 2007).

Al hablar de víctimas, debemos mencionar que existen tres tipos de victimización: primaria,
secundaria y terciaria (Giner, 2011). La victimización primaria es el proceso por el cual una
persona sufre, de modo directo o indirecto, daños físicos o psíquicos derivados de un hecho
delictivo. La victimización secundaria se refiere a la derivada de la necesaria interacción
entre la víctima y el sistema jurídico-penal del Estado, estudiando la medida en que esta
relación ha incrementado la victimización (desinformación de la víctima respecto a sus
derechos, atención directa, y funcionamiento de las Instituciones) (Soria y cols., 1990); y, la
terciaria, procede de la conducta posterior de la misma víctima, consecuencia de las
victimizaciones primaria y secundaria. También se denomina victimización terciaria a la
sufrida por los familiares y amigos de la víctima (Beristain, 2000).En la evaluación forense
se debe tener en cuenta los tres tipos de victimización.

Las víctimas de abuso sexual, mayoritariamente niños, suelen desarrollar secuelas


emocionales a corto y a largo plazo. En cuanto a las reacciones emocionales a corto plazo,
estas varían en función de sexo, edad y de las estrategias de afrontamiento que tenga la
víctima. Se encontró que 20 las niñas tendían más a reacciones ansioso-depresivas,
mientras que los niños tenían mayor fracaso escolar y dificultades de socialización, así
como comportamiento sexuales agresivos (Cantón y Cortés, 1996; Cantón y Cortés, 2001).

La declaración ante este tipo de casos se obtiene mediante una entrevista a la víctima en la
que se utiliza el Memorándum de Buenas Prácticas (Bull, 1995, 1997), puesto que se trata
de un menor de edad que no posee las capacidades necesarias para ser entrevistado de la
misma forma que lo sería un adulto con plenas facultades. Este tipo de entrevistas permite
sacar toda la información posible de la víctima en un primer momento.
El protocolo de entrevista elaborado por Bull (1995,1997) consta de cuatro fases.

Previo al desarrollo de las mismas, el entrevistador debe recabar información sobre la


situación del niño: estado evolutivo, nivel de lenguaje, y maduración física, social y sexual.

Las cuatro fases por las que debe pasar la entrevista son las que se describen a
continuación:

a. Entendimiento y compenetración. Es muy importante conseguir que el niño se relaje y


se sienta cómodo con el entrevistador para conseguir una adecuada comunicación. Una
buena forma de conseguirlo es empezar la entrevista preguntando sobre temas neutrales
para comprobar el nivel de lenguaje y desarrollo. Esta fase se termina cuando se le informa
al menor lo que se pretende que haga a partir de ese momento, insistiendo que es muy
importante que digan la verdad.

b. Recuerdo libre. En esta fase se le pide al declarante que cuente todo lo acontecido, sin
hacer preguntas y teniendo en cuenta que los niños a veces tienen cogniciones al respecto
de que los adultos ya saben lo que pasó o entienden que no deben contar nada de los
hechos. El entrevistador a lo largo de la declaración debe mantener una postura de escucha
activa.

c. Interrogatorio. Una vez terminado el discurso de recuerdo libre, el entrevistador puede


formular preguntas abiertas con el objetivo de que el niño proporcione más información
sobre algún punto concreto, teniendo en cuenta que deben evitarse las preguntas de ¿por
qué?, ya que pueden hacer sentir culpable al niño; así como la repetición de respuestas,
puesto que esta puede ser interpretada por el niño como una crítica.

Tras las preguntas abiertas, el entrevistador puede utilizar preguntas específicas pero no
sugestivas, es decir, que no lleven implícita la respuesta, con el fin de aclarar algunos
contenidos obtenidos previamente. Las preguntas cerradas pueden tener lugar si los modos
anteriores no han dado los resultados esperados; y se utilizarán las preguntas profundas, es
decir, aquellas que llevan implícita la respuesta, sólo en caso de considerarse estrictamente
necesario.

d. Conclusión. Esta fase consiste en la recapitulación de lo que ha declarado el menor a lo


largo de la entrevista, siempre utilizando un lenguaje adaptado a su evolución, para
comprobar que la información obtenida es correcta; y la clausura, en la que se pretende
desconectar emocionalmente al niño, volviendo a cuestiones neutras y haciéndole ver que
sus respuestas han sido muy acertadas. Teniendo en cuenta que en el caso que nos atañe se
trata de un abuso sexual, que es un tipo de delito que suele darse en el ámbito privado, la
carga de la prueba radica en la víctima. Puesto que en la base de la denuncia podría estar
algún tipo de motivación o interés por perjudicar al denunciado, la evaluación de la
credibilidad del testimonio en este caso es otra pieza central del proceso, previa a la
evaluación de huella. La declaración de la víctima debe girar, como ya hemos mencionado
en un apartado anterior, en torno a los tres criterios doctrinales descritos: ausencia de
incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la incriminación.

Forense: Se encarga de evaluar el comportamiento como experto si así lo necesita el


sistema legal para probar o no un delito
Normativa o de atribución: Es una de las menos conocidas pero la más importante porque
examina el comportamiento humano desde la ley • Civil: Estudia el comportamiento desde
el Derecho Civil
Muñoz, Manzanero, Alcázar, González, Pérez & Yela (2010), delimitan las áreas de
actuación del Psicólogo Jurídico en nueve campos:

1. Forense al realizar los informes periciales dirigidos al juez, al en cuenta las


emociones, el momento socio histórico y económico del sujeto.
2. Penitenciaria o carcelario: trabaja tres áreas: diagnóstico y evaluación a los
internos, cuando el recluso ingresa al centro carcelario, del proceso denominado de
progresividad que se utiliza para conceder las libertades y las concesiones. Del
tratamiento elaboración e implementación de las intervenciones de forma grupal o
individual y reunirse con el equipo de trabajo para pensar los modos de abordaje. Y
en el asesoramiento a las autoridades pertinentes a través de la realización de
informes, buscando que el recluso logre visualizar el sentido y el significado de su
conducta delictiva, acorde al contexto socioeconómico al que pertenece el
3. Función Policial, participar en los interrogatorios, en la negociación en situaciones
delicadas y con testigos protegidos, como colaborador de la policía y la selección
del cuerpo policial.
4. Jurídica y de familia aplicada a la resolución de conflictos, visitas, tenencias,
guardas, pensiones alimenticias, investigaciones de paternidad, pérdidas de patria
potestad, legitimaciones adoptivas, investigar y dirigir métodos que sirvan como
mediación durante un conflicto facilitando el diálogo entre las partes para encontrar
una solución y resolver el problema.
5. Testimonio: identificar o describir un hecho, analizando la exactitud, validez, los
métodos y evaluación de la credibilidad del testimonio de los testigos en su relato,
en las técnicas de interrogatorio, al conseguir la mayor cantidad de información con
la menor interferencia posible.
6. Judicial investiga interpreta las normas y las leyes desde una fundamentación
psicológica y social con la intención de lograr un equilibrio entre la sociedad y la
legislación.
7. Victimización Criminal intervención a víctimas de una situación traumática, en
poblaciones con altos factores de riesgo criminal y en el asesoramiento de los jueces
sobre este y el acompañamiento a las víctimas durante el proceso judicial.
8. Psicología de la Delincuencia, investiga la conducta criminal para explicarla,
prevenirla y proponer tratamientos, para ello estudia las carreras delictivas y analiza
los factores de riesgo sobre posibles conductas violentas, desde los riesgos sobre
conductas violentas y con los perfiles criminales y las carreras delictivas. Como
perito realiza informes sobre el estudio de personalidad y de peligrosidad, asesorar a
los jueces en las libertades anticipadas o condicionadas, , en tratamientos para la
rehabilitación, informes a las autoridades carcelarias de respuestas o no al
tratamiento, y del pronóstico criminológico de la delincuencia y mejorar los modos
de abordaje y de intervención en la población carcelaria.
9. Psicología del Trabajo o de las Organizaciones aplicada al Sistema de Justicia,
organiza y mejora al sistema judicial a través de la selección y la evaluación del
personal, desde la formación y desarrollo del personal y de las condiciones laborales
y de la salud de quienes forman parte del Sistema Judicial.
Para elaborar una adecuada pericia psicológica hay que respetar tres etapas básicas:
Analizar el expediente los detalles del delito y del contexto en el que se dio.
Examinar y verificar los datos mediante entrevistas o alguna técnica necesaria e indicada
para cada situación.
Elaboración del informe, el mismo deberá expresar solo lo comprobado de forma objetiva y
lo pertinente al caso.
El requerimiento de pericias psicológicas, solicitadas la mayoría de las veces por los jueces
tanto en lo penal como en lo civil, accede al expediente, siendo indispensables la discreción
y la confidencialidad, debe trazar estrategias de trabajo, redactar los informes de forma
clara y concreta con términos jurídicos para que el magistrado pueda comprender su
alcance De la Peña (2000).

De la Peña (2000), considera los requisitos que deben cumplir los psicólogos que trabajan
en este campo:
Conocimiento: formación de posgrado en Psicología Jurídica, actualización, uso de equipos
técnicos como polígrafo y analizadores de la voz. , hablar un idioma extranjero, sobre todo
inglés ya que la mayoría del material publicado está en ese idioma.
Experiencia: En realizar tareas relacionadas con la Psicología Jurídica.
Habilidades: Para realizar diagnósticos a través de los medios terapéuticos como los
manuales de psicodiagnósticos (DSM V, CIE-10), aplicación e interpretación de pruebas
psicotécnicas, salud Ocupacional y elaboración de estrategias, expresarse con fluidez de
forma verbal y escrita en un lenguaje claro, conciso y educado, saber actuar frente a
situaciones extremas que le demanden autocontrol y estabilidad emocional, y tendrá que ser
capaz de entrevistar a víctimas y victimarios para evaluar la veracidad del testimonio,
elaborar informes, entre otros.
Laboral: adaptarse a situaciones de estrés y presión, adaptarse física y mentalmente al
contexto laboral en el que se pueda encontrar.
Conclusiones

El presente trabajo investigativo nos permite contextualizar la aplicabilidad de la

Psicología Jurídica, el desempeño del psicólogo en su intervención en el caso del abuso

sexual
Referencias

manual del perfil disciplinar del psicólogo jurídico en contextos psicosociales y servicios
psicológicos universitarios lepsycous tomado de:
https://repository.ucatolica.edu.co/bitstream/10983/14446/1/Manual%20del%20perfil%20d
isciplinar%20del%20psicologo%20juridico%20en%20contextos%20psicosociales%20y%2
0servicios%20psico.pdf

INFORME PERICIAL PSICOLÓGICO: ABUSO SEXUAL A UN MENOR tomado


de: http://ww.pensamientopenal.com.ar/system/files/2016/11/doctrina44491.pdf

Gutiérrez de Piñeres B, C. (2010). Revisión sobre la definición de Psicología Jurídica


Diversitas: Perspectivas en Psicología, vol. 6, núm. 2, julio-diciembre, pp. 221-235
Universidad Santo Tomás Bogotá, Colombia. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67915140003

Keuroglián, C., Rodríguez, M., & Zamalvide, G. (2010). El psicólogo en el contexto


pericial ante denuncias de abuso sexual. XXI Encuentro Nacional de Psicólogos.
Montevideo, Uruguay. Recuperado de:
https://sifp.psico.edu.uy/sites/default/files/Trabajos%20finales/%20Archivos/tesisde
grado_flores_oyonara_.pdf

Morales, L.A & García, E. (2010). Psicología Jurídica: quehacer y desarrollo.


Diversitas: Perspectivas en Psicología, vol. 6, núm. 2, julio-diciembre, pp. 237-256
Universidad Santo Tomás Bogotá, Colombia. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67915140004

Muñoz, J., Manzanero, A., Alcázar, M., González, J., Pérez, M. & Yela, M. (2010).
Psicología Jurídica en España: Delimitación Conceptual, Campos de Investigación e
Intervención y Propuesta Formativa dentro de la Enseñanza Oficial. Anuario de
Psicología Jurídica. España. 21, pp. 3

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