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1- El Tunchi

El Tunchi es uno de los espíritus que protegen la selva amazónica. De acuerdo


con algunas versiones más específicas de la leyenda, este es el espíritu de
las personas que murieron en el bosque.

El Tunchi silba cierta melodía y espera que los humanos le respondan con la
misma canción. Si responden, el Tunchi se aparecerá y aterrorizará a la
persona que ha silbado la respuesta. Sin embargo, si esta persona ha
respetado la naturaleza durante toda su vida, el espíritu no será
especialmente maligno.

Vaga por las noches oscuras de la selva, como alma en pena, unos dicen que es un ave, otros
que es un brujo o un espíritu del mal “diablo” que goza aterrorizando a la gente. Pero nadie lo
ha visto, y todos lo reconocen con temor cuando en plena oscuridad lanza al aire un silbido
penetrante “fin....fin...fin...” que por instantes se pierde en el monte a lo lejos, pero vuelve a
silbar ya sobre el techo de una casa o a la orilla del río. Todo es tan rápido que la gente solo
atina a persignarse o rezar, porque existe la creencia de que cuando silva con insistencia, por
los alrededores de un pueblo, anuncia malos presagios y cuando lo hace sobre una casa,
enfermedad o muerte.

Burlarse del tunchi o tunche, insultarlo, puede costarle caro al atrevido, ya que lo hará
enfurecer y entonces atacará con mayor insistencia, silbando... silbando... lo perseguirá tanto
que hasta el más valiente terminará entrando en pánico, que puede llevarlo a la locura o
muerte...

Conoce la terrible historia del Tunche de la Selva peruana.

Según las creencias populares de la selva del Perú, el Tunchi es un espíritu perdido de
alguien que murió en la selva, el cual es condenado a vagar en las profundidades de la selva y
en la oscuridad de la noche.

Se dice que el Tunchi sigue el mismo camino que recorrio durante su vida terrenal.
El Tunchi anuncia su presencia con un sonido débil y luego se acerca. Este sonido es
estremecedor y agudo, que recorre como un escalofrío por la columna vertebral.
Se dice que el Tunche es un guardián de la selva peruana y no dañará ellos que respetan la
flora y fauna. Sin embargo, aquellos que dañan la selva por cortar sus árboles o matar a sus
animales confrontarán su furia.

El Tunche[editar]
El Tunche, originario de la mitología Yine, es un ser que vaga por las noches oscuras de la
selva peruana, como alma en pena, unos dicen que es un ave, otros que es un brujo o un
espíritu que goza aterrorizando a la gente; sin embargo, no es ni bueno ni malo, es en sí el
balance entre ambas cosas que refleja el verdadero ser de las personas con las que se
encuentra. Es decir, si una persona es mala, el Tunche le hará pagar por el daño que ha
hecho y si la persona es buena solo le hará recordar que no debe temer de sí mismo. Nadie lo
ha visto porque no tiene una forma específica, y los que le temen es porque han vivido los
efectos de su venganza. Se le puede reconocer cuando, en plena oscuridad, lanza al aire un
silbido penetrante que se pierde a lo lejos, pero cuando vuelve a silbar con insistencia sobre el
techo de una casa o por los alrededores de un pueblo, se cree que es significado de mala
suerte, enfermedad y muerte. Burlarse del Tunchi o tunche, insultarlo, puede costarle caro al
atrevido, ya que lo hará enfurecer y entonces atacará silbando, lo perseguirá tanto que hasta
el más valiente terminará entrando en pánico, que puede llevarlo a la locura o a la muerte.
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EL TUNCHI - ANIMA ERRANTE DEL MONTE


El Tunche
AntSig
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EL TUNCHE o Tunchi, como también es llamado en algunas partes de la selva
peruana, no es más que un espectro errante, un alma en pena. Por lo general, son
espíritus de personas que en vida fueron individuos perversos y que encontraron la
muerte de forma violenta. Pero también están aquellos espíritus que aunque no
fueron malos en vida han sido sorprendidos por la muerte en circunstancias injustas
o turbadoras, o se han suicidado, arrepintiéndose de su cobardía una vez muertos,
negándose a dejar este mundo y decididos a permanecer vagando entre nosotros,
lamentando su desgracia.
Muchos Tunches que deambulan por el monte son almas que no entienden lo que
les ha ocurrido. No aceptaron su muerte y necesitan asimilar su destino, saldar una
cuenta, o purificar su esencia para poder pasar al siguiente plano.
A estas ánimas se le podrían denominar como “Almas blancas”, espectros que
aunque asustan, no tienen como objetivo hacer daño alguno, solo deambulan por
los cantos de las trochas silbando su dolor. Pero también están las almas negras, o
los Tunches perversos que son los causantes de los muchos sustos y hasta muertes
de testigos que han sido sorprendidos por sus horripilantes manifestaciones y se
han llevado a cabo en lugares desolados y caminos solitarios. Es a consecuencia
de emociones como la ira, dolor, rencor y otros trastornos violentos que la energía
espiritual de estos espectros se queda aferrada a este mundo. Los malos espíritus
o tunches negros, que no hay que confundir con el “Maligno”, son esos que en vez
de encontrar la paz en el proceso de su purgación y pasar del todo al otro plano con
ayuda de un auténtico arrepentimiento, simplemente se aferran más a sus temores,
iras, pasiones y vicios, terminando atrapados entre dos mundos, el de los vivos y
los muertos. Luego con el transcurso del tiempo su propia esencia se vuelve
negativa, hostil, territorial, sumamente pesada y peligrosa. De ahí proviene la
naturaleza de este espectro errante que se conduce como una sombra entre el
monte y sus ramajes, del que pena constantemente, del que causa miedo con sus
apariciones, creando caos y terror por los alrededores de las comunidades
selváticas. Su silbido, dicen algunos, no es más que el aterrador grito de dolor y
furia que profieren desde su propio plano, y que se filtra y llega hasta nuestros oídos
como un chiflido hiriente y estremecedor. Si alguien imita aquel silbido, su muerte
sería inevitable. Así que si algún día decides internarte solo en el monte, siguiendo
los recovecos desolados del camino para llegar a tu destino, piénsalo dos veces y
toma tus precauciones… Incluso, no estaría de más acompañar tus pasos con
alguna plegaria.

Hay ciertas presencias extrañas que a veces hemos sentido cerca de nosotros, que no
podemos ver pero sabemos que está allí, y ciertamente nos causa terror y miedo, sin importar
la forma en la que pueda manifestarse.

En la selva del Perú, existen muchas leyendas, y una de ella es la de un ente que toma la
forma de un alma diabólica, que con solo un chirrido advierten de su presencia maligna. Un
ente que pena constantemente, vagando en la oscuridad de la noche en busca de hombres
despistados, y lleva el nombre de “El Tunche Maligno”.

La leyenda se ha contado de generación en generación, cambiando un poco la forma con los


años, pero el fondo sigue siendo exactamente el mismo. Lo que tampoco ha cambiado, es el
horrible y escandaloso sonido que hace, y son muchos los que afirman haberlo escuchado.

El Tunche
Existen, además, diversas representaciones de este ente tenebroso: Algunos dicen que tiene
forma de ave, otros, que solo es un chamán. Pero la esencia de esta figura diabólica, es la de
un hombre, quien en vida fue atormentado y ahora recorre sus pasos, en búsqueda de
víctimas potenciales. También se dice que quien se adentre en la Amazonía peruana, verá al
Tunche en forma de un familiar o alguien cercano, quien con engaños lo alejara poco a poco
de sus compañeros, para perderse y nunca más ser encontrado.

Su hábitat natural es la espesura de la exótica selva, y que aquellos que se atrevan a entrar
en ella, escucharían los ruidos de este ser. En un principio, el Tunche se acercaría
sigilosamente, sin hacer bulla, pero una vez que está cerca, emite un agudo y desgarrador
sonido que poco a poco va aumentando, como anunciando a la persona que su muerte es
inminente. Una vez es visto, el Tunche no te deja de perseguir, por lo que su presencia se
sentirá más cada vez más cerca. Los pobladores creen que si lo escuchan, deben
persignarse pidiendo por que aquella alma se encuentre en descanso eterno, ya que el sonido
anuncia malos presagios, enfermedades y la misma muerte.

Pobre de aquel que se burle del Tunche. Es prácticamente insultarlo, y ese atrevimiento le
puede costar muy caro. Incluso retarlo para que se presente, puede enojarlo, haciendo que
tengas pesadillas diarias, escuchando su silbido maligno.
"La Cara del Diablo"
Hasta hoy no se sabe que es exactamente lo que le hace a sus víctimas. No se sabe si las
mata, si se las come, o si deja que sus almas también vaguen en la oscuridad de la noche así
como lo hace el maligno. Y así como muchas otras leyendas peruanas, esta también ha sido
llevada a la pantalla grande.

“La cara del diablo” es un largometraje de Frank Pérez. Fue estrenado en cines en Abril del
2014, y cuenta la historia de un grupo de amigos que llegan a un hospedaje en medio de la
selva para divertirse y relajarse por Semana Santa. No imaginaban la terrorífica experiencia
que estarían a punto de vivir.

Cuenta la leyenda el tunche que antiguamente había un hombre atormentado por el mal y que al
morir, su alma impura y de un corazónmellado por el odio, empezó a vagar por la inmensa selva en
busca de víctimas perdidas. Dicen que cuando el tunche se acerca, se escucha un intenso silbido,
el cual anuncia la muerte de quien lo escucha.

El tunche al ser un alma en pena puede adoptar cualquier imagen para confundir a su víctima.
Durante años el pueblo se ha ido llenando de testigos; quienes al escuchar el silbido de la muerte
corrieron sin mirar atrás, abatidos por el miedo y buscando la primera luz de salida de la gigantesca
selva.

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