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II Curso de Investigación Criminal en el marco del Nuevo

Código procesal Penal

MONOGRAFIA

AUTORIA, PARTICIPACIÓN Y SU IMPORTANCIA EN EL DERECHO PENAL

CURSO:

Legislación Policial

CATEDRATICO:

ST2 pnp Campos Cayatopac José

INTEGRANTES DEL GRUPO

NOTAS
GRADO APELLIDOS Y NOMBRES ELAB. SUST. PROM.
TNT PNP Gutierrez Huamani Jimmy E.
S3 PNP Lañas Saldarriaga Arturo
S3 PNP Malpartida Ordoñez Adriana
S3 PNP Diaz Perez Liz
S3 PNP Rosales Condor Jhoselyn
S3 PNP Dett Ronco Anthony
Autoría y participación

DEDICATORIA

Queremos dedicar nuestro trabajo de investigación


en especial a Dios, quien guía nuestros pasos, y
de manera especial a nuestros familiares, quienes
nos acompañan y alientan para poder avanzar en
la realización de nuestras metas académicas.

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Autoría y participación

INDICE

DEDICATORIA ........................................................................................................... 2

INTRODUCCION ....................................................................................................... 4

CAPITULO I ............................................................................................................... 5

AUTORIA ................................................................................................................... 5

1.1. ANTECEDENTES ............................................................................................ 5

1.2. ESTADO DE CUESTIÓN ................................................................................. 5

1.3. SISTEMA UNITARIO DE AUTORIA ................................................................. 5

1.4. SISTEMA DIFERENCIADOR DE AUTORIA .................................................... 6

1.5. TEORÍAS OBJETIVAS ..................................................................................... 8

CAPITULO II ............................................................................................................ 11

PARTICIPACION ..................................................................................................... 11

2.1. DEFINICION DE PARTICIPACIÓN ................................................................ 11

2.2. PARTICIPACIÓN COMO RELACIÓN DE CONCEPTO ................................. 11

2.3. FUNDAMENTO DE PUNIBILIDAD ................................................................. 12

2.4. DISTINCIÓN DE LA PARTICIPACIÓN POR EL GRADO DE LA MISMA ...... 13

2.5. COMPLICIDAD: ............................................................................................. 14

2.6. Complicidad Primaria o Necesaria: ................................................................ 17

2.7. Complicidad Secundaria o no necesaria: ....................................................... 18

CONCLUSIONES..................................................................................................... 21

BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................ 22

ANEXOS .................................................................................................................. 23

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Autoría y participación

INTRODUCCION

En la actualidad los tipos legales del Derecho Penal, frecuentemente por razones de
técnica legislativa señalan a un individuo como sujeto responsable de hechos
punibles; sin embargo el problema surge cuando más de un sujeto realiza la acción
típica e ilícita. Es por eso que en el siguiente trabajo sobre autoría y participación se
tratará de resolver el problema central que gira en torno al sujeto, sobre quién
cometió un hecho delictuoso y en caso de ser varios los participantes, qué papel
desempeñaron cada uno de estos y cuál es el grado de responsabilidad que éstos
tienen

Desde un punto de vista político criminal deben reprimirse a todos aquellos que
concurran en la comisión de un acto delictuoso. Sin embargo en dogmática penal
existen dos sistemas que fueron concebidos para imputar la realización de un delito
a los diversos participantes., primero el sistema unitario de autoría según el cual
son autores todos aquellos que contribuyen a la realización del delito y el sistema
diferenciador consistente en distinguir entre autores y partícipes.

La finalidad consiste en saber quiénes han tenido la función de protagonistas en la


comisión de un delito y quiénes una función secundaria; pues autor no son todos los
que colaboran en el hecho delictivo. De este modo el juez no incurrirá en error al
dictar su fallo con las penas correspondientes para cada uno de los sujetos
inmersos en las acciones incriminadas.

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Autoría y participación

CAPITULO I
AUTORIA

1.1. ANTECEDENTES

En el Derecho Romano las penas correspondientes a los delitos se imponían


por regla general en la misma calidad y cantidad a todos los participantes,
como si cada uno hubiese cometido el delito por sí solo.

A fines de la edad media comenzó a vislumbrarse cierta distinción entre autor,


cómplice e inductor, luego procede el Código penal francés de 1810 del cual
pasó al Código penal prusiano de 1851.

Por otra parte el Código de Napoleón también influyó en el Código penal


español de 1822 y en el de 1848.

En la actualidad en nuestro texto penal, las categorías de autor, coautor y autor


mediato son reguladas separadamente de las de cómplice e instigador.

1.2. ESTADO DE CUESTIÓN


Cuando un hecho delictivo se realiza por un solo agente no existe problema
alguno, pero si varios son los ejecutores del delito la doctrina ha expuesto dos
sistemas a seguir:

1.3. SISTEMA UNITARIO DE AUTORIA


Es una posición asumida por la corte causalista, donde se considera a todos
los intervinientes que prestan una contribución causal a la realización del tipo
como autores, con independencia de la importancia que corresponda a su
colaboración para el conjunto del hecho.

Franz von Liszt sustentó el concepto unitario de autor, concepto en el que no


se hace una distinción entre autor y partícipe. Según esta teoría son autores

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Autoría y participación

todos aquellos que de una u otra manera, contribuyen a la realización del


comportamiento delictuoso.

Por otro lado, este concepto unitario de autor provoca objeciones adicionales
tanto en los delitos que solo pueden ser cometidos de propia mano como de
los delitos especiales, viendo el delito desde esta perspectiva, habría que
considerar autores, también, a todos los que intervienen en la comisión del
hecho con algún aporte que contribuya causalmente a la producción del
resultado, solamente por la pura causalidad de su cooperación, aun y cuando
estas personas no realicen la conducta típica de propia ni posean la
calificación especial que el tipo penal exige para los autores, es decir que
todos los participantes en el hecho son responsables por igual.

Esta concepción ha sido rechazada y criticada porque no concuerda con la


función de garantía de la ley penal, consagrada en el principio de legalidad.
Además, la aceptación de este sistema conduciría a una ampliación
desmedida de la función represiva.

1.4. SISTEMA DIFERENCIADOR DE AUTORIA

Consiste en distinguir entre las diversas formas de intervención de las


personas que cometen de manera conjunta un hecho delictivo. Este sistema a
su vez se divide en dos diferenciaciones sobre el concepto de autor:

Concepto extensivo de autor


Aquí se señala que es autor aquella persona que obra con voluntad de autor
(animus auctoris) y es partícipe quien obra con voluntad de partícipe (animus
socii). Además parte igualmente de la teoría de la equivalencia de condiciones,
pero reconoce que la ley obliga a distinguir distintos grados de responsabilidad.
Los tipos legales de participación aparecen entonces, como “causas de
restricción de la pena”, puesto que sin ellas tendría que sancionarse a todos
los intervinientes como autores.

Quintero Olivares, sobre el tema señala que: “El concepto subjetivo de autor, al
no poder designar al partícipe mediante criterio objetivos, acude a lo subjetivo,

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Autoría y participación

de manera que lo importante es el sentimiento de ser autor del hecho, de


tenerlo como propio y no como colaboración de otro.”

Según la misma, es autor todo aquel que ha contribuido a causar el resultado


típico, sin necesidad de que su contribución al hecho consista en una acción
típica; donde también el inductor y el cómplice son en sí autores.

La inducción y la complicidad conforme a esta teoría son causas de restricción


de la pena, pero cualquier otra categoría que no tenga prevista, legalmente y
de forma expresa, un tratamiento físico y atenuatorio, deberá ser considerada
como autoría.

Esta teoría acepta la distinción entre autoría y participación, estableciendo


como base de la participación la accesoriedad, esto es, como dependencia del
hecho de “otro” y del autor del mismo.

Para esta teoría es muy difícil solucionar los supuestos de participación en los
delitos especiales y los de propia mano.

Concepto restrictivo de autor


Según esta teoría, es autor quien realiza la acción típica establecida en cada
delito, por tanto, el que contribuye a que se realice esta no sería autor del
delito.

En realidad esta teoría es una continuación de la anterior, esto es, del


concepto extensivo de autor, a la que proporciona un criterio diferenciador que
sirve para delimitar entre el autor y el partícipe.

El criterio subjetivo nos proporcionará una guía para poder delimitar las
contribuciones y establecer las distinciones entre autores y partícipes.

De manera que autor será quien realizando una aportación causal, cualquiera
sea la entidad de esta, lo haga con voluntad de autor, esto es, actúa con
voluntad de realizar su propio hecho. Por el contrario, será un partícipe quien,
realizando una aportación causal, cualquiera que sea su entidad, lo hace con
voluntad de partícipe, o sea, de intervenir en un hecho de otro, por ello también
se le denomina “Teoría del ánimo”.

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Autoría y participación

La autoría y participación dependen de si la aportación es objetivamente


determinante o no del dominio del hecho.

1.5. TEORÍAS OBJETIVAS

Teoría formal objetiva

Según esta teoría, es autor quien, por sí mismo, realiza total o parcialmente la
acción descrita en el tipo legal. Poco importa el peso causal de su intervención.
Los otros implicados que no llegan a intervenir de la misma manera, sólo
pueden ser partícipes.

La ventaja que tiene este criterio es que permite distinguir entre quien es autor
y quien no lo es. Sin embargo presenta lagunas como la de no permitir
considerar la categoría de autor mediato. Así no podrá ser reprimido por hurto
quien se apodera de un bien ajeno, haciendo que lo sustraiga un tercero a
quien ha engañado diciéndole que el bien le pertenece. Como no ha sustraído
el mismo bien no ha realizado parcial ni totalmente la acción descrita en el art.
185.

Teoría material objetiva

En lugar del criterio de la ejecución total o parcial de la acción descrita en el


tipo legal, este criterio tiene en cuenta la peligrosidad del hecho ejecutado
concretamente por quien participa, colmándose, de esta manera, las lagunas
de la teoría formal objetiva. Así la calificación del autor mediato está justificada,
en el ejemplo del hurto, por la importancia del hecho de utilizar a una persona
como instrumento mediante el engaño.

Teoría del dominio del hecho

Llamada también teoría finalista de autor. Esta teoría nace con Welzel en el
ámbito de la teoría finalista, dando lugar a un concepto final de autor.
Posteriormente será Roxin quien la desarrollará con gran profundidad bajo la
premisa del carácter fenomenológico de la participación.

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Autoría y participación

La característica del autor es el tener el dominio final sobre el hecho, de forma


que “señor del hecho será aquel que lo realiza en forma final, en razón a una
decisión de su voluntad”.

Pertenecen al concepto de autor, según Welzel:


1. La característica general de autor: el dominio finalista del hecho. Dueño del
hecho es quien lo ejecuta en forma finalista, sobre la base de su decisión
de voluntad.
2. Las características específicas de autoría:

a) las características objetivas-personales de autor: los especiales


deberes del autor, inmanentes a su posición; p. ej., como funcionario,
soldado, etc.
b) las características subjetivas-personales de autor: las intenciones
especiales, tendencias y formas de ánimo o de sentimiento; p. ej.,
intención de apropiación, propósito deshonesto, ánimo brutal.

El dominio finalista del hecho es la característica general de la autoría. En


cambio, los elementos personales de autor únicamente son necesarios donde
el tipo particular los contiene como presupuestos de la autoría. Por ejemplo en
los delitos propios de los funcionarios públicos, delitos con determinada
intención y cosas semejantes.

A juicio de Roxin, la teoría del dominio del hecho atribuye una significación
equivalente a los factores objetivos y a los subjetivos. El dominio del hecho es
un elemento objetivo de la autoría y, por ello, elemento del tipo objetivo y, a su
vez, es objeto del tipo subjetivo. De este modo, el dominio del hecho y la
voluntad de dominio constituyen los elementos del dominio final del hecho.

Teoría funcionalista de la autoría


El autor más representativo en este ámbito es Jakobs, según este autor el
punto de partida para la delimitación de autores y partícipes es la
determinación de competencias de las diferentes personas que intervienen
conjuntamente en un hecho delictivo. La determinación de esas competencias

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Autoría y participación

debe realizarse de acuerdo con dos modelos: por una parte, el modelo de los
delitos de infracción de deber y por otra el modelo de los delitos de dominio.

Delitos de infracción de deber: en la medida en que la competencia del autor


está fundada solo a través de la lesión de deberes protegidos
institucionalmente y que afectan exclusivamente a los titulares de un
determinado estatus que no pueden ser meros partícipes.

Delitos de dominio: en la mayor parte de los delitos la competencia no se


vincula a deberes especiales, sino a actos de organización del titular de una
esfera de organización y en ellos, es característica de la autoría la
organización decisiva o determinante.

Autor es el que tiene la competencia decisiva, Desde este punto de vista el


dominio no es por si sólo relevante para ser autor.

Por ello es posible que el autor de propia mano pueda ser coautor junto con
otra persona que también haya tomado parte en el hecho, si este último por la
configuración del hecho tiene una competencia de igual rengo que aquel. Por
ejemplo, el individuo que sujeta a la mujer mientras otro realiza el
comportamiento típico de violación, es coautor, pese a que el autor de propia
mano era otro, puesto que la inmovilización de la víctima es un acto de igual
rango en la organización común.

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Autoría y participación

CAPITULO II
PARTICIPACION

2.1. DEFINICION DE PARTICIPACIÓN

Con la permanente búsqueda de un concepto restrictivo de autor, se ha podido


llegar a la plena distinción entre la autoría y la participación, siendo esta última
línea de imputación de la que nos encargaremos en lo siguiente.

La participación se tiene en la clase de aportes con los que no se logra tener


ningún dominio del hecho. La participación es siempre -por decirlo así-
accesoria a cualquiera de las modalidades que pueda la autoría revestir. Una
propiedad más de los niveles de participación (inducción, cooperación
necesaria, complicidad), consiste en que éstos, siempre se han de presentar
en forma dolosa.

2.2. PARTICIPACIÓN COMO RELACIÓN DE CONCEPTO

Participación es la colaboración en un hecho ajeno o la motivación de éste.


Ella se caracteriza por la ausencia del dominio final del hecho que es propia de
las formas de autoría dolosa o, expresado en forma diferenciada, por la no
dominación del acontecer causal también buscado en forma final por el
partícipe.

Sólo es posible asumir la participación del no autor que colabora sin dominio
del hecho, cuando el actuante directo (el autor principal) ha actuado al menos
en forma típica, antijurídica y con responsabilidad por el hecho. Sólo cabe
hablar de participación cuando el autor principal haya actuado dolosamente.

El elemento objetivo de la autoría consiste en tener en las manos el curso del


acontecer típico, en la posibilidad fáctica de dirigir en todo momento la
configuración típica. En oposición a la autoría toda forma de participación se

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Autoría y participación

caracteriza por la ausencia del dominio del hecho en el colaborador. El dominio


del hecho es un elemento objetivo necesario de autoría en los hechos punibles
dolosos en todas sus formas.

2.3. FUNDAMENTO DE PUNIBILIDAD

El fundamento de la punibilidad del partícipe es justamente que este no haya


realizado la acción típica. Esta delimitación negativa debe interpretarse en
sentido material, es decir que es necesario que el partícipe no haya tenido el
dominio del hecho o no haya estado obligado por el deber especial en los
delitos de infracción del deber, ya que en este supuesto nos encontraríamos en
presencia de un coautor.

Así encontramos que la participación no es un tipo autónomo, sino la


subsunción a un "tipo de referencia"; ya que no es posible la participación si no
se la conecta a un hecho punible cuyo autor es otro distinto del partícipe.

De lo expuesto no cabe más que deducir la accesoriedad de la participación.

La participación punible presupone que el hecho principal haya alcanzado por


lo menos el grado de tentativa, es decir que, al menos un principio de
ejecución debe ser encontrado para poder iniciar el tratamiento de la
participación criminal, dependiendo férreamente del grado de realización.

También guarda dependencia de los elementos del hecho punible del autor,
existiendo distintas posibilidades:

Accesoriedad mínima: Donde el hecho principal solo requiere ser típicamente


adecuado.
Accesoriedad limitada: En este caso el hecho principal debe ser típico y
antijurídico.
Accesoriedad extrema: En este supuesto el hecho principal debe ser típico,
antijurídico y culpable.
Hiperaccesoriedad: Aquí encontramos que las circunstancias personales
agravantes o atenuantes del autor del hecho principal también benefician o
perjudican al partícipe.

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Autoría y participación

La más aceptada por la doctrina y jurisprudencia actualmente es la


accesoriedad limitada.

2.4. DISTINCIÓN DE LA PARTICIPACIÓN POR EL GRADO DE LA MISMA

Dentro de la participación debemos distinguir entre los partícipes necesarios o


cómplices y partícipe secundario, circunstancia que se diferencia por la
necesariedad del auxilio o cooperación concreta en el hecho específico,
siempre que su cooperación no resuelva la consumación final del hecho, ya
que en este supuesto estaríamos analizando la coautoría.

Partícipes primarios
Son también referidos como partícipes necesarios, y se distinguen en que su
auxilio o cooperación son fundamentales para la realización del hecho, es
decir, que si no existiese su auxilio el hecho no se podría haber consumado de
la forma en que se concretó. Tiene una carga de necesidad para el hecho, que
debe haber sido establecida antes del comienzo de ejecución del hecho sub
examine.

Partícipes secundarios
En este supuesto no se mide por la necesariedad del aporte ya que si auxilian
o no, no se varía el resultado del hecho y puede prestar una colaboración
durante el hecho. No tiene domino del hecho ni de las circunstancias y puede
tratarse hasta de una promesa anterior. Ejemplificando este supuesto, tenemos
el caso de quien auxilia al autor después del hecho ya sea para encubrirlo o
disimular el producto del ilícito; y no habiendo prestado ninguna cooperación
en el hecho, el autor del mismo contaba de antemano con esa ayuda posterior.
Cabe aclarar que en este ejemplo, la diferencia con el encubridor es
justamente esa promesa anterior, por lo cual la pena es la del autor reducida
de un tercio (1/3) a la mitad (1/2), sin tomarse en cuenta el tipo de
"encubrimiento".

Aquí cabe resaltar que no es necesaria la consumación del hecho, sino sólo su
comienzo de ejecución, ya que si la promesa previa de guardar el producto

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Autoría y participación

robado no se concreta debido a que el hecho quedó en una tentativa, y no


haya producto del ilícito para asegurar, faltando la posibilidad de cumplir la
promesa, el o los autores contaban con ese resultado como cierto.

La cooperación necesaria

En algunas legislaciones penales, la cooperación necesaria es regulada junto


con la cooperación no necesaria, que a la postre esta última figura puede
equipararse en todos sus términos con la complicidad.

Ambas esferas son formas de participación en las que el cooperador no tiene


el dominio -ni con mucho- del hecho.

Pero bien, la diferencia entre la cooperación necesaria y la complicidad


consiste en que en la primera el aporte o ayuda es considerado, ante las
circunstancias específicas de la realización del hecho principal, como escaso o
poco abundante; en este sentido, la complicidad o cooperación no necesaria
recae sobre aportes cuya ayuda podría no ser escasa frente a las
circunstancias de hecho que se presentaran al momento de la realización del
hacho delictivo.

En modo casi definitivo podemos decir que la cooperación necesaria se


convierte en un aporte sin el cual -dada su necesidad y presentada su
escasez- el ilícito difícilmente se cometería en la forma en que se produjo.

2.5. COMPLICIDAD:

También conocida con el nombre de cooperación es una forma de


participación especialmente prevista en nuestro Código Penal; común con
todas las formas de participación tiene la complicidad, que se trata de una
contribución a la realización del delito con actos anteriores o simultáneos a la
misma, que no pueden, en actos anteriores o simultáneos a la misma, que no
pueden, en ningún caso, ser considerados como de autoría. Lo que la
distingue de las demás formas de participación, es su menor entidad material,
de tal forma que la calificación de complicidad hace que la cooperación se

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Autoría y participación

castigue automáticamente con una pena inferior en grado a la que merezcan


los autores del delito.

En principio, la contribución anterior o simultánea a la realización del delito es


común en toda clase de complicidad; lo que destaca es su mínimo soporte
material, permitiendo que la pena sea inevitable inferior a la que merezcan los
autores del delito, en consecuencia el cómplice ayuda o coopera, en forma
auxiliar o secundaria a la ejecución, a diferencia de los coautores que ejecutan
directamente el delito.

Estos actos de cooperación son variados; pueden ser materiales o


intelectuales, entre los primeros encontramos, por ejemplo, facilitar medios,
vigilancia, supresión de la capacidad defensiva de la víctima; entre los
intelectuales, informales o consejos sobre disposiciones, personas, momentos
favorables, etc.

Conforme a los principios generales, es admisible la complicidad por dolo


eventual. Un problema que con frecuencia se discute en la doctrina se
encuentra en saber si es posible una complicidad intencional para un delito de
negligencia. La respuesta más frecuente prefiere ubicar en mayor exactitud
este caso, como autoría mediata, de esto se desprende que la complicidad
solo es posible en la comisión de un delito intencional. Por otro lado, es
sumamente confusa la clasificación de cómplice primario y secundario. Para la
doctrina moderna resulta irrelevante y artificial.

Cómplice seria el que con su contribución no decide el sí y el cómo de la


realización del hecho, sino solo favorece o facilita que se realice. En todo caso,
hay que admitir una zona imprecisa que justifica las vacilaciones de la
jurisprudencia y la doctrina. Desde el punto de vista práctico, sería preferible el
criterio seguido por otras legislaciones de convertir la atenuación de la pena
para el cómplice en facultativa, dejando al arbitrio del tribunal que rebaje o no
la pena. En el fondo es lo que hace la jurisprudencia, calificando de
complicidad aquellas contribuciones a la realización del delito que, por si
menor entidad criminal, considera que deben ser castigadas más levemente
que las de autoría general.

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Autoría y participación

En un sentido más amplio cómplice, es el que dolosamente coopera en la


realización de un delito doloso, su aporte en consecuencia, no debe ser
necesariamente casual material; su cooperación debe ser dolosa. El cómplice
debe saber que presta un aporte a la ejecución de un hecho punible, su límite
de responsabilidad de su participación está dado por el alcance del dolo, es
decir el cómplice responde hasta donde alcanza su voluntad.

El cómplice se limita a favorecer un hecho ajeno y, como el instigador, no toma


parte en el dominio del hecho. Los cómplices son los cooperadores, es decir,
son los que ayudan en forma dolosa al autor a realizar el hecho punible. La
complicidad requiere estar conectada necesariamente al hecho principal. Se
deben anotar ciertos puntos:

Se debe prestar auxilio para la realización del delito; no importa de qué medios
se trate. Este auxilio es el punto de conexión entre la complicidad y el delito
cometido, es decir, funciona como un facilitamiento de la acción delictiva.

El auxilio que presta el cómplice debe ser utilizado por el agente que va a
cometer el delito, de lo contrario no hay nexo entre el delito y la persona que lo
facilita. En este sentido, el profesor Von Liszt: "Existe, únicamente, auxilio para
la ejecución de un acto, cuando se ha puesto, efectivamente, una condición del
resultado. En caso contrario, solo existiría tentativa (impune) de complicidad"
Sin embargo, como excepción a lo dicho podemos decir que, cuando el auxilio
haya servido para reforzar la decisión criminal complicidad psíquica, existe
complicidad, Mir Puig nos señala el ejemplo: si A le presta su bicicleta a B para
realizar un hurto, y este último prefiere utilizar una motocicleta, no hay
complicidad; pero, si la habría si B dejase para el último momento, a la vista de
los últimos detalles, si habría que utilizar o no la bicicleta y al final no le
pareciese oportuna utilizarla.

La misma indeterminación del concepto de complicidad permite subsumir en él


comportamientos omisión de favorecimiento de la realización del delito (no
denunciarlo a tiempo) o la simple complicidad psíquica, con el consejo o la
aprobación de la realización del delito, El ámbito subjetivo de la complicidad,
igual que las demás formas de participación, es solo punible en su forma

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Autoría y participación

dolosa. La cuestión del exceso por parte del autor debe ser tratada conforme a
las reglas ya citadas.

Clases:
Para distinguir entre actos primarios y no primarios, (necesario o no necesario),
ha de partirse del grado de eficacia de los mismos apuntando al resultado
concreto pero vinculado a los realizadores por el autor. Si la necesidad se mide
en abstracto, ningún cooperados es necesario y si se mide en concreto,
prácticamente todos lo son. Es por ello que sugerimos un criterio intermedio
entre los abstractos y lo concreto. La actividad desplegada por un cooperador
en el delito, será necesaria (imprescindible) cuando ninguno de los que
interviene hubiera podido evitarla. Si el acto realizado hubiera podido
verificarse por cualquiera de los demás que interviene, su cooperación habría
de calificarse de complicidad.

El medico miembro de un grupo criminal que extiende una receta para comprar
veneno conociendo que ha de emplearse para matar, obrara con participación
necesaria en razón de que esta no puede ser sustituida; en cambio, el que se
desplaza a la farmacia llevando la receta del veneno que sabe que está
destinada a matar, cumple un rol secundario. En tanto, el caso del vigilante o la
persona que vigila mientras los otros roban, son las circunstancias del hecho
las que discernirán su necesariedad o innecesaridad. Así, si no son dos los
que roban, el campana o el segundo que vigila, su cooperación será necesaria,
pero no así si fueran varios en razón de la índole permutable de sus roles.
Será entonces, un cómplice secundario.

2.6. Complicidad Primaria o Necesaria:

El cómplice primario o el cooperador necesario es el que en la etapa de la


preparación o ejecución del hecho aporta al hecho principal una contribución
sin la cual el delito no hubiere podido cometerse. El elemento que caracteriza a
esta forma de complicidad es la intensidad objetiva de su aporte al delito: sin
este aporte, el hecho no habría podido cometerse de la forma en que se lo
hizo. Con lo cual no estamos de acuerdo con aquellos autores que sostienen

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Autoría y participación

que este aporte, para ser cómplice primario, debió hacerse sólo en la etapa de
preparación, ya que de lo contrario, si toma parte en la ejecución del hecho,
sería un autor. Desde nuestra perspectiva, se es autor sólo si se tiene el
dominio del hecho, tanto desde el punto de vista objetivo como subjetivo.

Existen dos elementos que caracterizan esta forma de complicidad:


La intensidad objetiva de su aporte al delito: sin él el hecho no hubiera podido
cometerse.
El momento en que realiza el aporte: quien pone una condición sin la cual el
delito no hubiera podido cometerse solo será cómplice si no toma parte en la
ejecución, sino solo en la preparación del hecho. Si intervino en la ejecución
seria coautor pues con un aporte decisivo hubiera tenido el dominio del hecho.
Ejemplo: El gerente de un banco que brinda a los autores antes de la ejecución
la clave de la cerradura del tesoro que estos utilizaran en la ejecución del
asalto, es cómplice primario. Si en cambio, el gerente concurre con los autores
a la ejecución del hecho y abre el tesoro, aprovechando su conocimiento de la
clave, será el coautor.

2.7. Complicidad Secundaria o no necesaria:

El cómplice secundario es quien ha prestado una colaboración que no es


indispensable para la comisión del delito. En cuanto al momento del aporte, en
este caso, no hay dudas, puede darse tanto en la etapa de preparación como
en la de ejecución. Lo que determina la complicidad es la promesa anterior. Si
esta promesa no tuvo incidencia en el hecho no habrá complicidad, pero si la
tuvo, habrá complicidad inclusive si luego no se cumple. Quien promete
asegurar y guardar el botín a quienes han decidido un robo es cómplice
secundario si los autores han contado con esa ayuda para la comisión del
hecho, aun cuando el hecho quede en tentativa y no haya luego botín a
asegurar y por lo tanto falte la posibilidad de cumplir la promesa.

Cuando la contribución del individuo es indistinta, es decir, no es


indispensable. Aquí encontramos el típico caso del sujeto que actúa de
campana. Este grado de participación tiene menor incidencia, por tal motivo la
doctrina sanciona con menor pena. Los sujetos que intervienen no tienen el

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Autoría y participación

dominio del hecho y su comportamiento es tan poco importante que, de faltar


su aportación, el delito se habría cometido igualmente. Los actos o medios de
colaboración son indiferentes, pero deben darse antes o simultáneamente con
el delito. Si son anteriores, para ser materia de juicio tiene que haberse
realizado o intentado el delito.

La única distinción que corresponde hacer entre los cómplices es relativa a su


aporte al hecho principal, y al momento de la participación, que son
presupuestos para determinar la pena aplicable. El concepto de complicidad es
uno solo.

Desde el punto de vista del momento del aporte de estos cómplices solo cabe
señalar que puede darse tanto en la etapa de la preparación como en la etapa
de la ejecución. No hay como se dijo una complicidad posterior a la
consumación, ni siquiera cuando se cumple una promesa anterior al delito: lo
que determina la complicidad es la promesa anterior. Si esta promesa no tuvo
incidencia en el hecho no habrá complicidad, pero si la tuvo habrá complicidad
aun cuando luego no se la cumpla. El que promete asegurar y guardar el botín
a quienes han decidido un robo es cómplice si los autores han contado con esa
ayuda para la comisión del hecho, aun cuando el hecho quede en tentativa y
no haya luego botín asegurar y por tanto falte la posibilidad de cumplir la
promesa.

La complicidad también puede cometerse por omisión, si le corresponde al


cómplice un deber de garantía. Es decir, cuando nos encontramos ante un
caso de omisión impropia donde el sujeto tiene el deber de garante. El
presupuesto para aplicar la pena a los partícipes, dado su carácter accesorio
con respecto al comportamiento del autor, es la realización del delito, aunque
el acto solo quede en grado de tentativa.

Tratamiento Legal:
El Código Penal, en su Art. 25 primer párrafo, puntualiza: los cómplices
primarios serán sancionados como si fueran autores. Lo cual nos da a saber
que, tanto el autor como los cómplices primarios, tendrán el mismo tratamiento
legal (lo cual no significa que tendrán la misma pena)

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Autoría y participación

En materia de la complicidad secundaria, en el segundo párrafo del artículo 25


del Código Penal se establece que "a los que, de cualquier otro modo,
hubieran dolosamente prestado asistencia, se les disminuirá prudencialmente
la pena".

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Autoría y participación

CONCLUSIONES

1. Las teorías unitarias no han sido aceptadas debido a la superación de las


teorías que se basan en el dogma causal. Además, no es adecuado considerar
autores a quienes realizan solamente aportaciones al hecho del que no son
relevantes.
2. El problema del concepto extensivo de autor, consistente en dejar impune la
autoría mediata, y por ello, resulta inadecuado.
3. Dentro de las teorías restrictivas, la teoría objetivo-formal no explica
satisfactoriamente la autoría mediata e igual sucede con la coautoría.
4. Autor directo es el que realiza el tipo ejecutando por si mismo la acción típica.
5. La autoría mediata aparece cuando un sujeto realiza el tipo utilizando a otro
como instrumento que será quien la ejecutará.
6. Desde nuestra perspectiva, es partícipe aquel que contribuye a la realización
del hecho de otro.
7. Hemos observado, ya desde diferentes puntos de vista, que la diferencia entre
autoría y participación, viene argumentada a partir del concepto restrictivo de
autor, concepto que a su vez ha dado paso a la formulación de la teoría del
dominio del hecho, misma teoría que por cierto se presenta mayoritariamente
aceptada por la doctrina; sin embargo, en atención a que el concepto restrictivo
de autor estima la existencia de la autoría ahí cuando el activo del delito ha
cometido la realización propia del tipo penal, en ese caso, se estaría
admitiendo de modo implícito que la participación -a la inversa- consistiría en
la no ejecución propia del hecho típico, y, tratándose particularmente de la
coautoría, ésta debería exigir que cada coautor, por separado, cumpliera con la
realización típica del hecho, aspecto este último que desde luego no
aceptamos.

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Autoría y participación

BIBLIOGRAFIA

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Autoría y participación

ANEXOS

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Autoría y participación

AUTORIA

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Autoría y participación

PARTICIPACIÓN

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