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UNIVERSIDAD DE VALENCIA

MÁSTER OFICIAL EN DERECHO, EMPRESA Y JUSTICIA


Líneas generales para una modernización de la Justicia en un mundo globalizado:
Derecho, Proceso y Seguridad Jurídica
Bloque 1
Dra. Ana Isabel Blanco García
Gustavo Casasbuenas Rodríguez
10 de octubre de 2019

ACTIVIDAD 1.
a) “Motivación de las sentencias y la congruencia en su fundamentación”
Dentro de la mayoría de ordenamientos jurídicos basados en democracias participativas y
estados de derecho, se puede encontrar de una forma u otra la garantía que tienen todos los
ciudadanos a que las sentencias emanadas de sus cuerpos judiciales estén debidamente
motivadas, así como la evidencia clara de una consonancia entre los hechos, las pretensiones
y el fallo (congruencia).
Es así como dentro del sistema colombiano se ha desarrollado esta garantía procesal sin una
referencia expresa a nivel constitucional dentro la vigente Constitución Política
Colombiana1, pero a través de un desarrollo jurisprudencial, ligándolo a los derechos
fundamentales del debido proceso y de acceso a la justicia (este último conocido en el
ordenamiento jurídico español como derecho a la tutela judicial efectiva), haciendo precisión
en múltiples ocasiones que la obligación de los jueces de motivar sus sentencias son formas
de garantizar y proteger los derechos anteriormente mencionados, por tal motivo, y en
palabras de la Corte Constitucional colombiana:
“…la falta de justificación de las premisas causa una violación de los derechos
fundamentales. En efecto, la falta de motivación de las providencias judiciales interfiere en
el carácter de función pública que la Constitución le asigna a la administración de justicia
(art. 228, C.P.) y, al mismo tiempo, afecta el derecho de toda persona al debido proceso”2 .
En este sentido nos encontramos con la primera diferencia entre los dos sistemas legales en
lo referente a este derecho, ya que que a través del artículo 120.3 de la Constitución Española
se establece expresamente el derecho procesal fundamental a la motivación de las
sentencias3, sin embargo, esta diferencia es meramente formal, ya que como se indicó

1
En la Constitución de 1886 se establecía en su artículo 161 lo siguiente: “Toda sentencia deberá ser
motivada.”
2
CORTE CONSTITUCIONAL COLOMBIA, Sentencia T-589 del 26 de julio de 2010, Bogotá
D.C. MP. María Victoria Calle Correa.
3
Art. 120.3 CE: “Las sentencias serán siempre motivadas”.

1
anteriormente, en el sistema colombiano se le da tratamiento vía jurisprudencia
constitucional a este derecho elevándolo al orden de derecho fundamental, al respecto y en
consonancia con lo anterior se pronuncia la corte constitucional de la siguiente manera:
“La motivación de los fallos judiciales es un deber de los jueces y un derecho fundamental
de los ciudadanos, como posición jurídica concreta derivada del debido proceso. Desde el
punto de vista del operador judicial, la motivación consiste en un ejercicio argumentativo por
medio del cual el juez establece la interpretación de las disposiciones normativas, de una
parte, y determina cómo, a partir de los elementos de convicción aportados al proceso y la
hipótesis de hecho que se construye con base en esos elementos, es posible subsumir el caso
concreto en el supuesto de hecho de una regla jurídica aplicable al caso 4.
Es claro entonces que forma de plasmar este derecho en ambos ordenamientos es distinta,
pero la finalidad de estos es la misma, la cual consiste en evitar a toda costa la arbitrariedad
judicial, procurar el sometimiento de los jueces al imperio de la constitución y de la ley e
incluso la garantía de un posterior control a las providencias.
Por otro lado, tanto en el sistema español como en el colombiano, este derecho encuentra
asidero en tratados internacionales a los que cada estado se encuentra sometido, para el caso
colombiano la garantía de motivación de las sentencias se encuentra estipulada como una
garantía judicial en la Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 8.1,
dicha convención se incorporó al ordenamiento jurídico y constitucional colombiano en
virtud del concepto de “bloque de constitucionalidad”; por otro lado, para el caso de España,
la garantía judicial en cuestión se encuentra dentro de Carta de los Derechos Fundamentales
de la Unión Europea (art.47) y a su vez en el Convenio Europeo de Derechos Humanos
(artículos 6 y 13).
Dentro de las diferencias en el tratamiento y desarrollo de este derecho, se encuentra el
elemento de la extensión de la motivación, es decir, si el juez recurre al criterio de la
“motivación suficiente” (caso español) en donde este, a la hora de proferir sentencia, debe
recurrir a un mínimo razonamiento certero en el marco del texto constitucional y la ley, en
otra palabras, esta corriente recurre “ a un mínimo de razonamiento justificativo ineludible
para que la resolución judicial sea conforme a las funciones propias de la exigencia
constitucional y legalmente garantizada de motivación” 5; o si el operador judicial deberá
recurrir a la corriente de “la motivación completa” en donde se sugiere que el juez debe
procurar por argumentar la sentencia en todos sus aspectos y de la manera más completa
posible.
Para el caso español es necesario tener a consideración lo señalado por su Tribunal
Constitucional que señala lo siguiente:

4
CORTE CONSTITUCIONAL COLOMBIA, Sentencia T-214 del 16 de marzo de 2012, Bogotá
D.C. MP. Luis Ernesto Vargas Silva.
5
ALLISTE SANTOS ,Tomas-Javier. La Motivación de las Resoluciones judiciales. Madrid, Editorial Marcial Pons
Ediciones Jurídicas y Sociales S.A. 2001, p. 164.

2
“El deber de motivación de las resoluciones judiciales no autoriza a exigir un razonamiento
jurídico exhaustivo y pormenorizado de todos los aspectos y perspectivas que las partes
puedan tener de la cuestión que se decide o, lo que es lo mismo, no existe un derecho del
justiciable a una determinada extensión de la motivación judicial, sino que deben
considerarse suficientemente motivadas aquellas resoluciones judiciales que contengan, en
primer lugar, los elementos y razones de juicio que permitan conocer cuáles han sido los
criterios jurídicos esenciales fundamentadores de la decisión, es decir, la ratio decidendi que
ha determinado aquella, y, en segundo lugar, una fundamentación en derecho”6.
De igual forma, llama la atención el concepto de “economía motivadora” utilizado por la
jurisprudencia penal española:
“Para cualquiera que conozca el desarrollo de la vista y las actuaciones le resulta clara esa
razón sin necesidad de una explícita exposición. También existe un principio de la “economía
motivadora”: no se explica lo obvio. Tan perturbador puede ser en ocasiones la penuria o
pobreza motivadora como una acumulación agotadora de argumentos que se van
amontonando y pueden llegar a aturdir por su obviedad, dificultando el hallazgo de los puntos
clave, los puntos realmente controvertidos” 7.
En el caso colombiano, la Corte Constitucional se inclina un poco más hacia la teoría de la
“motivación completa”, estableciendo unas características especiales a la hora de motivar las
sentencias, de la siguiente manera:
“… no cabe duda que la más trascendental de las atribuciones asignadas al juez y la que
constituye la esencia misma del deber constitucional de administrar justicia, es la de resolver,
con imparcialidad, en forma oportuna, efectiva y definitiva los asuntos que los sujetos
procesales someten a su consideración (Art. 228 C.P.). Para ello, es indispensable, que sean
analizados todos los hechos y asuntos planteados dentro del debate judicial e, inclusive, que
se expliquen en forma diáfana, juiciosa y debidamente sustentada, las razones que llevaron
al juez para desechar o para aprobar los cargos que fundamenten el caso en concreto”8
(subrayado fuera del texto original)
b) “Principio de presunción de inocencia y aportación de prueba lícita”
Este derecho fundamental se encuentra regulado en la mayoría de legislaciones democráticas
alrededor del mundo y a su vez en legislaciones transnacionales como tratados, convenios,
etc.
Tanto en Colombia como en España estos derechos tienen rango constitucional (art. 24 C.E
y 29 C.C), sin embargo en Colombia estas garantías (así como la garantía de la motivación
de las sentencias), se desprenden del derecho al debido proceso y en el caso español este es
un derecho autónomo que permea a todos los poderes públicos y que es de aplicación

6
STC de 29 de enero de 2001 y STC de 12 de diciembre de 2005
7
STS 290/2014, de 21 de marzo de 2014.
8
CORTE CONSTITUCIONAL COLOMBIA, Sentencia C-037 del 5 de febrero de 1996. Bogotá
D.C. MP. Vladimiro Naranjo Mesa.

3
inmediata9; por lo tanto, y a manera de una primera conclusión, se puede deducir que los dos
derechos, en ambos sistemas normativos, tienen rango de derechos fundamentales y de fuente
constitucional.
De igual manera, es claro que estos dos derechos se deben interpretar de una manera
instrumentalizada con otro tipo de derechos fundamentales y procesales, tales como el
derecho a utilizar todos los medios de prueba pertinentes, el derecho a la asistencia legal de
un profesional del derecho, el derecho a la defensa, etc.
En lo referente a la aportación de la prueba lícita, en el ordenamiento jurídico colombiano
hay una mención expresa a este derecho, mientras que en el caso español, de una
interpretación jurídica juiciosa del texto constitucional se infiere que del derecho a la
presunción de inocencia, del derecho a la tutela efectiva, del derecho de defensa y del derecho
a echar mano a los medios de prueba pertinentes deviene dicha garantía, igualmente esta
interpretación va de la mano con el tratamiento jurisprudencial que el Tribunal Constitucional
le ha dado a este derecho10 y juntamente con una definitiva y expresa estipulación a través
del artículo 11, num. 1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial11.
Para obtener un análisis más preciso de lo anteriormente expresado es preciso observar el
siguiente cuadro comparativo delos artículos del cuerpo constitucional de cada país:
CONSTITUCIÓN COLOMBIA CONSTITUCIÓN ESPAÑA
Art. 29. El debido proceso se aplicará a toda Art.24. Asimismo, todos tienen derecho al
clase de actuaciones judiciales y Juez ordinario predeterminado por la ley, a
administrativas. la defensa y a la asistencia de letrado, a ser
informados de la acusación formulada
Nadie podrá ser juzgado sino conforme a contra ellos, a un proceso público sin
leyes preexistentes al acto que se le imputa, dilaciones indebidas y con todas las
ante juez o tribunal competente y con
garantías, a utilizar los medios de prueba
observancia de la plenitud de las formas
pertinentes para su defensa, a no declarar
propias de cada juicio.
contra sí mismos, a no confesarse
En materia penal, la ley permisiva o culpables y a la presunción de inocencia.
favorable, aun cuando sea posterior, se
aplicará de preferencia a la restrictiva o
La ley regulará los casos en que, por razón
desfavorable.
de parentesco o de secreto profesional, no
Toda persona se presume inocente mientras se estará obligado a declarar sobre hechos
no se la haya declarado judicialmente presuntamente delictivos.
culpable. Quien sea sindicado tiene derecho
a la defensa y a la asistencia de un abogado

9
STC del 13 de agosto de 1981.
10
STC de 29 de noviembre de 1984
11
“Artículo 11.

1. En todo tipo de procedimiento se respetarán las reglas de la buena fe. No surtirán efecto las pruebas
obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o libertades fundamentales.”

4
escogido por él, o de oficio, durante la
investigación y el juzgamiento; a un debido
proceso público sin dilaciones injustificadas;
a presentar pruebas y a controvertir las que se
alleguen en su contra; a impugnar la
sentencia condenatoria, y a no ser juzgado
dos veces por el mismo hecho.
Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida
con violación del debido proceso.

De la lectura compara de las anteriores disposiciones se puede interpretar a modo de opinión


que el ordenamiento constitucional es más garantista a la hora de definir el derecho a la
presunción de inocencia y al de la legalidad de la prueba, toda vez que estos se garantizan
través de la instrumentalización del proceso judicial del indiciado, es decir, solo hasta el
final de un proceso debidamente conducido, esto es con todas las garantías de tipo procesal
y constitucional (debido proceso12) es que se puede llegar a declarar culpable al imputado;
dicha posición teórica dista de la postura un poco más simple del sistema español, en donde
la presunción de inocencia cobijaría al acusado hasta que una prueba con un origen lícito la
controvierta efectivamente.
Finalmente y a modo de conclusión, en un contexto menos doctrinario y más aterrizado a la
realidad colombiana, en lo relativo a la motivación de las sentencias, desgraciadamente
muchos jueces en Colombia se valen del uso de términos incomprensibles y terminología en
exceso anticuada y de interpretaciones acomodadas, en unos cuantos casos para satisfacer
intereses privados a cambio de grandes sumas de dinero13, dejando en un total desamparo la
tutela de tan importante derecho.
Por otro lado, haciendo el mismo ejercicio anterior en lo atinente al derecho de presunción
de inocencia, el papel de los medios, no solo en Colombia, sino que alrededor del mundo, ha
sido en gran medida perjudicial, gracias a que estos juegan al rol de “para tribunales”14 en
donde a través de un simple entrevista condenan a personas a las que someramente se le está
iniciando un proceso judicial; es necesario que de la misma forma en que los estados están
en el deber de garantizar el derecho fundamental a la libre expresión y el derecho de los
ciudadanos a la información, tutelen y garanticen el derecho a la presunción de inocencia de
aquellas personas a lo que se les lleva en curso un proceso penal.

12
De ahí que no sea una mera coincidencia que la primera parte del artículo 29 de la Constitución
colombiana hable primeramente del debido proceso.
13
https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/capturas-por-casos-de-corrupcion-judicial-en-colombia-hasta-
agosto-122096
14
https://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/nunca-vi-nada-extrano-durante-el-tratamiento-que-le-
estaba-haciendo-a-merlano-javier-
ely/20191009/nota/3963576.aspx?fbclid=IwAR1x7PCiLKUplHqdMykBOW5Fzo-u7Mu47Cs-7jSlgTZctadi-
t77cD7nFYA

5
BIBLIOGRAFÍA
1. Alliste Santos, Tomas-Javier. La Motivación de las Resoluciones judiciales. Madrid,
Editorial Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A.2011.
2. Ámbito Jurídico (versión online). 10 de agosto de 2017. ¿Debe existir un manual de
estilo para redactar sentencias?. Recuperado de
https://www.ambitojuridico.com/noticias/educacion-y-cultura/debe-existir-un-
manual-de-estilo-para-redactar-sentencias.
3. Ángel Escobar, Juliana y Vallejo Montoya Natalia. La Motivación de la Sentencia
(monografía). Universidad EAFIT. Medellín.2013.
4. Constitución política de Colombia (1991).
5. Constitución Española (1978).
6. Colombia. Corte Constitucional. Sentencia T-589 del 26 de julio de 2010.
7. Colombia. Corte Constitucional Colombia. Sentencia T-214 del 16 de marzo de 2012.
8. Colombia. Corte Constitucional Colombia. Sentencia C-289 del 18 de abril de 2012.
9. España. Tribunal Constitucional (Sala primera). [Internet] Sentencia núm. 29/2001
del 29 de enero de 2001.
10. España. Tribunal Constitucional (Sala primera). [Internet] Sentencia núm. 314/2005
del 12 de diciembre de 2005.
11. España. Tribunal Constitucional (Sala segunda). [Internet] Sentencia núm. 26/1981
del 17 de julio de 1981. España. Tribunal Constitucional (Sala segunda). [Internet]
Sentencia núm. 114/1984 del 29 de noviembre de 1984.
12. España. Tribunal Superior (Sala penal). [Internet] Sentencia núm. 290/2014 del 21 de
marzo de 2014.
13. González García, Jesús María. El Proceso Penal Español y La Prueba Ilícita.
Revista de Derecho Vol. XVIII - N° 2 - diciembre 2005. Páginas 187-211.
14. Marta Gómez de Liaño Fonseca-Herrero. Los Derechos Fundamentales de
Naturaleza Procesal en la Unión Europea: Protección y Contenido. Revista de
Derecho de la Unión Europea, N 11 – 2 semestre 2006.
15. Martínez Herrero, Francisco Antonio. 3 de septiembre de 2018. La exigencia de
motivación de las resoluciones judiciales . Recuperado de
https://www.acalsl.com/blog/2018/09/la-exigencia-de-motivacion-de-las-
resoluciones-judiciales.
16. Quintero Beatriz y Prieto Eugenio. Teoría General de Derecho Procesal: Los actos
jurisdiccionales. Bogotá: Editorial Temis S.A. 2008.
17. Periódico El Tiempo (versión online). Ya van casi 100 capturas por casos de
corrupción en la justicia. 22 de agosto de 2017. Recuperado de
https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/capturas-por-casos-de-corrupcion-
judicial-en-colombia-hasta-agosto-122096.
18. La W Radio (versión online). "Nunca vi la cuerda", dice odontólogo Javier Cely sobre
fuga de Aida Merlano. 9 de octubre de 2019. Recuperado de
https://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/nunca-vi-nada-extrano-durante-el-
tratamiento-que-le-estaba-haciendo-a-merlano-javier-
ely/20191009/nota/3963576.aspx?fbclid=IwAR1x7PCiLKUplHqdMykBOW5Fzo-
u7Mu47Cs-7jSlgTZctadi-t77cD7nFYA
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