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ENSAYO

DOS PERSONAJES, UNA PERSONA

ANA SOFÍA MESA CARDONA

PRESENTADO A:

JOHANNA HINCAPIÉ GUTIERREZ

COLEGIO BILINGÜE DIANA OESE

ESPAÑOL

11-2

SEPTIEMBRE 25 DEL 2019


DOS PERSONAJES, UNA PERSONA

“El jugador” es una novela escrita por el famoso autor ruso Fiódor Mijáilovich
Dostoievski, en la cual relata la historia de una persona adicta al juego y las
consecuencias que esta adicción trae en su vida. A pesar de la polifonía1 que emplea
para escribir sus obras, en esta el ruso se da la oportunidad de expresarse dándole su
voz a un par de personajes. Los personajes de Alexei Ivanovitch y Antonina Vassilievna
(también conocida como la abuela o la “babulinka”) son las dos perspectivas con las que
Fiódor se identifica en temas relacionados con la ludopatía y hasta su propia
personalidad.

Desde el principio de la obra se puede percibir como Alexei y Dostoievski se


relacionan directa e indirectamente. La relación directa con el personaje es la que le da
el título a la novela, la condición de ludópatas que ambos comparten. Desde el personaje
de Alexei podemos darnos cuenta como defiende racionalmente el juego y su gusto por
el, esta justificación se puede ver explícitamente en el siguiente fragmento de la novela:
Por ridícula que pueda parecer una tal confianza en la ruleta me parece todavía mucho más
risible la opinión vulgar que estima absurdo esperar algo del juego. ¿Es peor el juego que
cualquier medio de procurarse dinero, el comercio, por ejemplo? Verdad es que de cien
individuos uno solamente gana, pero… ¿Qué importa eso? (…) (Dostoievski, El jugador, 1867,
pág. 58)

De este fragmento podemos evidenciar como el personaje está en una negación parcial,
reconoce que las posibilidades de ganar son casi nulas, de todas formas, el juego le
sigue pareciendo una manera valida de ganar dinero. La única forma de conocer tan
precisamente el perfil de un adicto era porque Fiódor lo era, el dio su opinión acerca del
juego a través de Alexei y se percibe una falta de remordimiento por usar la ruleta.
Indirectamente se puede relacionar con cómo se siente el protagonista en una ciudad
extranjera, como se sentía constantemente paranoico, este personaje asumía que todos
a su alrededor los criticarían por su nacionalidad. Este sentimiento se puede relacionar
con como llevo el exilio el autor, reflejando los sentimientos negativos que esta situación
le generaron; la desesperación de no estar en su tierra y peor aún, estar en una tierra
donde se siente juzgado.

La relación autor-protagonista se puede reconocer sin tener que analizar de una


manera profunda la vida del autor y la personalidad de Alexei, pero revisando más a
fondo la novela, Dostoievski también se ve reflejado en el personaje de la abuela. La
babulinka llega para marcar un antes y un después en la trama y en el protagonista, ella
es una persona fugaz y extrovertida que no tiene miedo de expresar lo que opina, nadie
la puede contener ni controlar lo que hace. Las ganas de la abuela de sentir que tiene
el control, la hacen una persona terca que actúa impulsivamente. Desde su llegada,
Antonina muestra un gran afecto hacia Alexei, porque desde un principio se muestra
como un observador más que una persona que va a cuestionarla. Desde la psicología,

1
Polifonía: trátese de una característica que consiste en que cada personaje tiene su propio universo y
manera de ver el mundo, dando perspectivas diferentes a la del autor.
las personas testarudas suelen juntarse con el tipo de persona que “(…) piense y
reaccione de la misma manera, para que no pongan en discusión sus opiniones.”
(Suárez, 2012). Esto tiene mucho sentido si se toma a Ivanovitch y la babulinka como
la misma persona, pero eso se ahondará más adelante en este ensayo. Al igual que
Ivanovitch, la abuela desarrolla una obsesión con la ruleta, pero esta se describe de una
manera más descarrilada, una adicción que ya no tiene ni una pizca de racional, un
personaje que está en negación absoluta. Este personaje demuestra ya el punto crítico
de un adicto, punto al que el autor llegó en repetidas ocasiones en su vida. La situación
en la se encuentra demuestra la otra voz del autor, voz que se deja llevar por los
sentimientos y no por la razón, voz de una persona que no se puede salvar de sí misma.

Las cosas en general no son totalmente blancas o totalmente negras, la vida se


compone de diferentes tonos de gris. A simple vista, el protagonista y Antonina son
personas muy diferentes pero que se llevan bien uno con el otro, dos opuestos que
encajan perfectamente. El autor demuestra tener dos facetas que no niega, dos facetas
que acepta casi en su totalidad, esto se puede saber en la manera en que muestra a los
personajes, los retrata como los buenos de la historia. A pesar de mostrarlos como los
buenos, Dostoievski nunca va a mostrar a un personaje que sea puro en su totalidad, el
retrata a los hombres desde el realismo, movimiento que enfatiza que todos tenemos
defectos y lados oscuros. Otro punto que tienen en común el trio ya nombrado con
anterioridad diferente a su gusto por la ruleta, son los sentimientos de negatividad que
reinan en su vida. La vida de Fiódor fue tormentosa, así reflejó él la vida que le dio a sus
personajes, tormentosas, pero siempre con un atisbo de comedia, como una auto-burla.
La abuela e Ivanovitch son complementos necesarios, pero después de que la adicción
de la babulinka llega a su punto crítico, Dostoievski puede realizar un tipo de catarsis a
través de la situación, demostrando como él está consciente de que su adicción lo está
llevando a la ruina, pero no puede hacer nada para pararlo, la historia se convierte casi
en un lamento. Esto se puede ver también en obras como las de Gustavo Adolfo Becker,
que se queja en sus poemas como forma de liberación, como ya fue nombrado, un
lamento. Este tipo de lamento se puede ver claramente en la rima numero 31:
Nuestra pasión fue un trágico sainete
En cuya absurda fábula
Lo cómico y lo grave confundidos
Risas y llanto arrancan.

Pero fue lo peor de aquella historia


Que al fin de la jornada
A ella tocaron lágrimas y risas
Y a mí, sólo las lágrimas. (Becker, 1871)

En este poema se muestra como él está consciente de su situación de precariedad con


respecto al afecto que le tiene a su amada, pero sigue queriéndola sin poder ayudarse.

En conclusión, Dostoievski se refleja no solo en el personaje principal como la


mayoría de gente ha recalcado, sino que también se da la oportunidad de hablar a través
de la abuela, creando un dúo que se complementa en la historia perfectamente, ya que
en realidad representan a la misma persona. A través de este dúo también se logra
lamentar de su situación, situación que sabe que está mal, pero no le encuentra salida.
Bibliografía
Becker, G. A. (1871). Rimas. : AngelRed – Libros Digitales.

Dostoievski, F. (1867). El jugador. comcosur.

Suárez, J. D. (2012). rincon de la psicologia . Obtenido de


https://rinconpsicologia.com/persona-terca/.(consultado : 26/9/2019)

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