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4.1 Introducción
Los esquemas de clasificación de la masa rocosa han sido desarrollados hace más
de 100 años, desde que Ritter (1879) intentó formalizar un enfoque empírico para
el diseño de túneles, en particular para determinar los requerimientos del
sostenimiento. Mientras los esquemas de clasificación son apropiados para su
aplicación original, especialmente si son utilizados dentro de los límites de los
casos históricos a partir a los cuales fueron desarrollados, se debe tener
considerable precaución en la aplicación de las clasificaciones de la masa rocosa a
otros problemas de ingeniería de rocas.
Lauffer (1958) propuso que el tiempo de auto-sostenimiento para una abertura sin
sostenimiento está relacionada a la calidad de la masa rocosa en la cual la abertura
es excavada. En un túnel, la abertura sin sostenimiento es definida como el ancho
del túnel o la distancia entre el frente y el sostenimiento más cercano, si esta
distancia es mayor que el ancho del túnel. La clasificación original de Lauffer ha
sido modificada por varios autores, destacando Pacher et al. (1974), que ahora
forma parte de la propuesta general de tunelería conocida como el Nuevo Método
Austríaco de Tunelería.
La importancia del concepto del tiempo de auto-sostenimiento radica en que
un incremento en la abertura del túnel conduce a una reducción importante del
tiempo disponible para la instalación del sostenimiento. Por ejemplo, un túnel
piloto pequeño puede ser exitosamente construido con un sostenimiento mínimo,
mientras que un túnel de gran abertura en la misma masa rocosa puede ser inestable
sin la inmediata instalación de un sostenimiento sustancial.
El Nuevo Método Austríaco de Tunelería incluye un número de
técnicas para una tunelería segura en condiciones de roca en las cuales el
tiempo de auto-sostenimiento es limitado antes de que ocurra la falla. Estas
técnicas incluyen el uso de pequeñas galerías de avance y banqueo o el uso
de múltiples galerías para formar un arco reforzado, dentro del cual la masa
del túnel puede ser excavada. Estas técnicas son aplicables en rocas blandas
tales como esquistos, filitas y lodolitas, en las cuales los problemas de alta
deformación y expansión, descritos por Terzaghi ( ver sección previa ),
pueden ocurrir. Estas técnicas también son aplicables cuando se excava en
rocas excesivamente fracturadas, pero debería tenerse gran cuidado en el
intento de aplicar estas técnicas a excavaciones en rocas duras, en las cuales
pueden ocurrir diferentes mecanismos de falla.
En el diseño del sostenimiento para excavaciones en rocas duras, es prudente
asumir que la estabilidad de la masa rocosa circundante a la excavación no depende
del tiempo. Por lo tanto, si una cuña estructuralmente definida queda expuesta en
el techo de una excavación, esta caerá tan pronto como la roca que la sostiene sea
removida. Esto puede ocurrir durante la voladura o durante la operación
subsecuente de desatado. Si se requiriera mantener la cuña en su lugar, o aumentar
el margen de seguridad, es esencial que el sostenimiento sea instalado lo más
pronto posible, preferiblemente antes de que el sostenimiento rocoso de la cuña
completa sea removido. Por otro lado, en una roca altamente esforzada, la falla
será generalmente inducida por algunos cambios en el campo de esfuerzos
circundantes a la excavación. La falla puede ocurrir gradualmente y manifestarse
como “astillamientos” o “lajamientos” u ocurrir súbitamente en forma de pequeños
“estallidos de roca”. En ambos casos, el diseño del sostenimiento debe tomar en
cuenta el cambio en el campo de esfuerzos más que el tiempo de auto-
sostenimiento de la excavación.
Palmstrom (1982) sugirió que, cuando los testigos no están disponibles pero las
trazas de las discontinuidades son visibles en afloramientos superficiales o en
socavones exploratorios, el RQD puede ser estimado a partir del número de
discontinuidades por unidad de volumen. La relación sugerida para masas rocosas
libres de arcillas es:
Note que la clasificación RSR utiliza unidades imperiales y que estas unidades han
sido conservadas en esta discusión.
Las tres tablas de la publicación de Wickham et.al.'s 1972 se reproducen en las
Tablas 4.1, 4.2 y 4.3. Estas tablas pueden ser utilizadas para evaluar la valoración
de cada uno de estos parámetros para llegar al valor RSR (máximo RSR = 100).
Por ejemplo, una roca metamórfica dura que ha sido ligeramente plegada o
fallada tiene una valoración de A=22 (de la Tabla 4.1). La masa rocosa está
moderadamente diaclasada, con diaclasas de rumbo perpendicular al eje del túnel,
el cual esta siendo avanzado en dirección Este-Oeste, y buzamiento entre 20º y 50º.
La Tabla 4.2 da una valoración de B=24 para un avance con el buzamiento
(definido en los dibujos de la margen derecha de esta página). El valor de A+B =
46 significa que, para diaclasas de regular condición (ligeramente intemperizada y
alterada) y un flujo moderado de agua entre 200 y 1000 galones por minuto, la
Tabla 4.3 da una valoración de C = 16. Por lo tanto, el valor final de la valoración
de la estructura rocosa RSR = A + B + C = 62.
Tabla 4.1: Valoración de la Estructura Rocosa: Parámetro A: Geología general del área.
Tipo 1 30 22 15 9
Tipo 2 27 20 13 8
Tipo 3 24 18 12 7
Tipo 4 19 15 10 6
Tabla 4.2: Valoración de la Estructura Rocosa: Parámetro B: Modelo de discontinuidades, dirección de avance.
Tabla 4.3: Valoración de la Estructura Rocosa: Parámetro C: Agua subterránea, condición de las discontinuidades.
Suma de Parámetros A + B
Flujo de agua anticipado 13 - 44 45 – 75
gpm/1000 pies de túnel b
Condición de Juntas
Ninguno 22 18 12 25 22 18
a
Buzamiento: bajo: 0-20°; mediano: 20-50°, y vertical: 50-90°
b
Condición de juntas: bueno = ajustado o cementado; regular= ligeramente intemperizada o alterada; malo= severamente intemperizado,
alterado o abierto
Figura 4.2: Estimados del sostenimiento RSR para un túnel circular de 24 pies (7.3 m) de
diámetro. Note que los pernos de roca y el shotcrete son utilizados generalmente juntos.
(Según Wickham et al.,1972).
Tabla 4.5: Pautas para la excavación y sostenimiento de un túnel rocoso de 10 m de ancho de acuerdo con el sistema RMR (Según
Bieniawski, 1989)
Se debe observar que en la Tabla 4.5 no ha habido mayores revisiones desde 1973.
En muchas aplicaciones de ingeniería minera y civil, se puede considerar el
shotcrete reforzado con fibras de acero en lugar de shotcrete y malla de alambres.
RQD Jr Jw
Q= x x (4.2)
Jn Ja SRF
Donde:
RQD es la Designación de la Calidad de la Roca
Jn es el número de sistemas de juntas
Jr es el número de rugosidad de las juntas
Ja es el número de alteración de las juntas
Jw es el factor de reducción de agua en las juntas
SRF es el factor de reducción de los esfuerzos
El primer cociente (RQD/Jn), representa la estructura de la masa rocosa, es una cruda medida del
tamaño del bloque o de la partícula, con los dos valores extremos (100/0.5 y 10/20) que se diferencian
por un factor de 400. Si el cociente es interpretado en unidades de centímetros, los extremos del
‘tamaño de partículas’ de 200 a 0.5, son visualizados como una aproximación cruda pero regularmente
realista. Probablemente los bloques mas grandes sean varias veces este tamaño y los fragmentos mas
pequeños sean menos de la mitad de este tamaño. (Las partículas de arcilla por supuesto son
excluidas).
El segundo cociente (Jr/Ja) representa la rugosidad y características friccionales de las paredes de
la junta o los materiales de relleno. Este cociente pone un peso a favor a la rugosidad, juntas sanas en
contacto directo. Se espera que tales superficies estarán cerca de la resistencia pico, que ellas se
dilatarán fuertemente cuando son cizalladas, y por consiguiente ellas serán especialmente favorables
para la estabilidad del túnel.
Cuando las juntas rocosa tienen una cubierta delgada de mineral arcilloso y relleno, la resistencia se
reduce significativamente. No obstante, cuando ha ocurrido el contacto de las paredes rocosas después
de un pequeño desplazamiento de corte, puede haber un factor muy importante para preservar a la
excavación de la falla final.
Donde no exista contacto de las paredes rocosas, las condiciones son extremadamente
desfavorables para la estabilidad del túnel. Los ‘ángulos de fricción’ (dados en la Tabla 4.6) están un
poco por debajo de los valores de resistencia residual de la mayoría de las arcillas, y posiblemente son
rebajados por el hecho de que estas bandas de arcilla o rellenos pueden tender a consolidarse durante el
corte, a un mínimo si una consolidación normal o si el aflojamiento e hinchamiento ha ocurrido. Aquí,
también puede ser un factor, la presión de hinchamiento de la montmorrilonita.
El tercer cociente (Jw/SRF) consiste de dos parámetros de esfuerzos. SRF es una medida de: 1) la
carga de aflojamiento en el caso de una excavación a través de zonas de corte y rocas portadoras de
arcillas, 2) esfuerzos rocosos en roca competente, y 3) cargas de alta deformación en rocas plásticas
incompetentes. Esto puede ser considerado como un parámetro de esfuerzo total. El parámetro Jw es
una medida de la presión del agua, la cual tiene un efecto adverso sobre la resistencia al corte de las
juntas, debido a la reducción en el esfuerzo normal efectivo. En adición, el agua puede causar el
ablandamiento y posible lavado en el caso de las juntas que tienen relleno de arcilla. Se ha probado que
es imposible combinar estos dos parámetros en términos de esfuerzo efectivo entre los bloques, a causa
de que paradójicamente un alto valor del esfuerzo normal efectivo puede significar una condición
menos estable que un valor bajo, a pesar de la resistencia al corte las alta. El cociente (Jw/SRF) es un
factor empírico complicado cuando se describe el ‘esfuerzo activo’.
Parece que la calidad tunelera de la roca Q puede ahora ser considerada como una función de solo
tres parámetros, los cuales son crudas medidas de:
1. Tamaño de bloques (RQD/Jn)
2. Resistencia al corte entre los bloques (Jr/Ja)
3. Esfuerzo activo (Jw/SRF)
Indudablemente, hay muchos otros parámetros que pueden ser adicionados para mejorar la precisión
del sistema de clasificación. Uno de estos podría ser la orientación de las juntas. Si bien muchos casos
registrados incluyen la información necesaria sobre la orientación estructural en relación al eje de la
excavación, no se halló que fuera importante este parámetro general como podría haberse esperado.
Parte de la razón para esto, podría ser que la orientación de varios tipos de excavaciones puede ser, y
normalmente lo es, ajustado para evitar el efecto máximo de las discontinuidades principales
desfavorablemente orientados. Sin embargo, esta elección no es disponible en el caso de túneles, y más
de
la mitad de los casos registrados estuvieron en esta categoría. Los parámetros Jw , Jr y Ja parecen
jugar un rol mas importante que la orientación, a causa de que el número de sistemas de juntas
determina el grado de libertad para el movimiento de los bloques, y las aracterísticas friccionales y
dilatacionales pueden variar mas que la componente gravitacional de deslizamiento hacia
debajo de las juntas
desfavorablemente orientadas. Si la orientación de las juntas hubiera sido incluida, la clasificación podría
haber sido mas general y se habría perdido su esencial simplicidad.
90 3 1
Q= x x = 4.5
4 1 1.5
Ancho,.diámetro.o.altura..de..la..excavación(m )
De =
Re lación..de..Sostenimiento..de..la..Excavación..ESR
1. Cuando no se dispongan testigos procedentes de taladros, el RQD puede ser estimado a partir del número de juntas por unidad de
volumen, al cual se le adiciona el número de juntas por metro para cada familia de juntas. Una simple relación puede ser usada para
convertir este número a RQD para el caso de macizos rocosos libres de arcilla: RQD = 115 – 3.3 Jv (aprox.) donde Jv = número total
de juntas por m3 (RQD = 100 para Jv < 4.5).
2. El parámetro Jn que representa el número de familias de juntas, frecuentemente será afectado por la foliación, esquistocidad,
estratificación, etc. Si estas “juntas” fueran muy pronunciadas, obviamente deberían ser consideradas como un sistema
(set). Sin embargo, si hubieran pocas juntas visibles o solo roturas ocasionales en los testigos debido a estos rasgos, será mas
apropiado considerar a ellas como “juntas aleatorias” cuando se evalúe el Jn.
3. Los parámetros Jr y Ja (que representan la resistencia al corte) deberán ser relevantes para los sistemas de juntas significativamente
más débiles o discontinuidades con relleno de arcilla, en determinadas zonas. Sin embargo, si el sistema de juntas con el valor
mínimo de (Jr/Ja) esta favorablemente orientado, se puede usar sus mayores valores para evaluar el Q. En efecto, el valor de Jr/Ja
debe relacionarse a la superficie donde es más probable que se inicie la falla.
4. Cuando un macizo rocoso contiene arcillas, se debe evaluar el SRF apropiado para las cargas de aflojamiento. En tales casos
la resistencia de la roca intacta es de poco interés. Sin embargo, cuando el diaclasamiento es mínimo y no hay presencia de
arcilla, la resistencia de la roca intacta puede llegar a ser la ligazón más débil , en este caso la estabilidad dependerá de la relación
roca-esfuer-zo/roca-resistencia. Un campo de esfuerzo fuertemente anisotrópico no favorece la estabilidad como se refirió
genéricamente en la nota 2 de esta tabla (Factor de reducción de esfuerzos).
5. Las resistencias de la roca intacta σc y σt , deben ser evaluadas para condiciones saturadas si es que esto es apropiado para el
presente o futuro de las condiciones in-situ. Un estimado muy conservador de la resistencia debe ser efectuado para aquellas rocas
que se deterioran cuando están expuestas a la humedad o a condiciones saturadas.
RQD % de
testigos > 10 cm
Jn sistema de juntas
Jr rugosidad de juntas
Ja alteración de juntas
50 1.5 1
Típico q= * * = 8.3
9 1 1
30 − 80 1.5 1
Rango aproximado * * = 1.7 − 20
6 − 9 1.3 1
Figura 4.4: Histogramas mostrando variaciones en RQD, Jn, Jr y Ja para una arenisca bajo
condición de esfuerzo ‘medio’, reproducido de las notas de campo preparado por el Dr. N.
Barton.
Indice de calidad tunelera Q
0.01 0.04 1.00 4.00 10 40 100 400
90
Módulo de deformación in situ Em - GPa
80 (RMR - 10) / 40
casos históricos: Em = 10
70 Serafín y Pereira (1983)
Bieniawski (1978)
60
50
Em = 2 RMR - 100
40
30
Em = 25 Log Q
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Valoración Geomecánica de la Masa Rocosa RMR
( RMR −10 )
Em = 10 40
(4.7)
Em = 25 Log10 Q (4.8)
Las curvas definidas por las ecuaciones 4.6, 4.7 y 4.8, junto con las
observaciones de casos históricos de Bieniawski (1978) y Serafim y Pereira
(1983) están ploteadas en la Figura 4.5. Esta figura sugiere que la ecuación 4.7
proporciona un ajuste razonable para todas las observaciones ploteadas y tiene
la ventaja de cubrir un amplio rango de valores de RMR que cualquiera de las
otras dos ecuaciones.