EN EL DIA DE LAS MADRES

Para la frente triste

Con su mejor ropaje, de la madre soltera
viste la primavera.. también tiene una rosa
de amor la primavera..
Se han abierto las flores
en el nombre del Padre Para la dolorosa,
y del Hijo, que en ellas del hijo fusilado,
le da un beso a la madre. y la del fusilero,
que también ha llorado.
A la divina Madre
Para la abuela-madre
que al pie del Crucifijo
cuando besa a su nieto
fue mas Madre que Virgen
besa al hijo dos veces..
para llorar al hijo..

El beso de una madre,

Para la que es tan madre
hasta diciendo adiós
que sin haberlo sido,
deja impresas las huellas
en generosa madre
de la Madre de Dios..
de amor se ha convertido..

Y las flores, que saben

Como si su alma, en premio
del sutil embeleso
de haber amado tanto,
hoy se abren como bocas
la hubiese fecundado
en busca de ese beso..
el Espíritu Santo.

Hoy estallan fragantes,

Para todas las madres,
tentadoras, divinas,
sin credos ni fronteras
con mucho mas perfume
siempre hay rosas y claveles
y hasta menos espinas..
en todas las praderas.

Para todas las madres Una rosa en premio

siempre hay una flor abierta, de ese amor infinito, hasta una rosa de la
para la madre viva madre de Judas
para la madre muerta..
En el huerto
Para la feliz madre de la Virgen María,
rodeada de cariños donde nunca es de noche,
que a sus hijos ya grandes, donde siempre es de día, siempre hay una
los mira como niños. madre

Para la madre triste, Porque allí no florecen

del alma en cautiverio el odio ni las dudas
que hoy va a besar un mármol
En el cielo y en la tierra hay un solo amor
en algún cementerio.
verdadero, el amor de Dios y de una Madre.
 A MI MADRE

Te fuiste de mi lado. Entonces será para siempre.

En silencio fue tu partida.
Mi corazón se ha desangrado
por tan súbita despedida.
Tu espíritu luchador
a la vida se aferraba.
Más Dios, desesperado,
a su lado te llamaba.
En ángel te has convertido.
Velando por nosotros estás.
Aguardando que se cumpla la cita
de reunirnos en la eternidad.
Sin embargo, me parece tan
lejos…
Quisiera ahora poderte abrazar.
Nada ni nadie nos podrá separar.
No temeré cuando llegue mi
momento pues tu presencia me
confortará.
Me esforzaré por ganar el cielo
para no perderte nunca más.
Mientras tanto, guía mis pasos.
Ilumina mi senda, enséñame el
camino.
Que tu presencia me rodee
siempre hasta que se cumpla mi
destino.

Te busco, te llamo. No te
encuentro.
Dime… ¿Cómo me he de consolar?

Tu amor incalculable
mis faltas por alto pasó.
Porque el querer de una madre,
ese, no tiene comparación.

Sé que en el cielo habitas.

Al lado de Dios has de estar.
Aguardaré paciente el día en que
nos volvamos a encontrar.